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coe eae La aldea global: una foto sociolégica de nuestro mundo Habitan la Tierra cerca de 5.700 millones de personas, repartidas en pueblos y ciudades de cerca de doscientos paises. Para hacerse una idea de la dimensién social del mun- do, imagine por un momento que en la Tierra s6lo viven mil personas. Si hiciéramos tuna visita a esta «aldea global» descubririamos que mas de la mitad (575) de sus ha bitantes son asisticos, doscientos de ellos procedentes de Replica Popular China. Encontrarfamos 130 africanos, 125 europeos y cerca de 100 latinoamericanos. De Am rica del Norte (canadienses, estadounidenses y mexicanos) s6lo encontrariamos 65 indi- viduos. ‘Si estudiéramos las formas de vida de los habitantes de esta aldea global sacarfamos, conclusiones sorprendentes. La aldea global cuenta con una inmensa cantidad de recursos, pero la mayorfa de los habitantes no tiene acceso a ellos: la mitad de la riqueza total de la aldea esta en manos de s6lo 150 personas. Encontrar alimentos es lo més urgente para Ia mayoria de estas personas. Todos los afios, los trabajadores producen comida més que suficiente para alimentar a todo el mun- do. A pesar de esto, 1a mitad de los habitantes de Ia aldea global (nifios, en su mayorfa) ‘esti desnutridos 0 pasan hambre. Los 200 mas desafortunados, que ni tienen comida ni agua potable, ni cobijo seguro, no tienen fuerzas suficientes para trabajar, y estén tan débi Jes que son victimas ficiles de muchas enfermedades mortales. Los habitantes de esta aldea global presumen de que tienen muchas escuelas y universidades. Alrededor de 75 de ellos tienen un titulo universitario y unos pocos han terminado estudios de doctorado, pero la mitad ni siquiera sabe leer y escribir. Los que vivimos en Europa somos de los més privilegiados en esta aldea global. La perspectiva sociolégica nos sirve para tener presente que muchos de los logros que atribui- ‘mos a nuestra capacidad y cualidades son también producto de la posicién privilegiada que ‘ocupamos en el sistema mundial ' 7 Bata imagen eI keg so consi episode as Nacones Unis 4e Las bases de la sociologia Nuestras oportunidades vitales y nuestras mismas experiencias sociales dependen drés- ticamente del tipo de sociedad en que nos ha tocado nacer. No vivimos nuestras vidas dejéndonos llevar por el azar, pero la verdad es que tampoco somos duefios absolutos de nuestro destino. Es cierto que los individuos toman decisiones importantes dia a dia acerca de sus vidas, pero no lo hacen aisladamente, sino en un contexto més amplio que llamamos «sociedad» —en el contexto de la familia ta universidad, el pais, el mundo entero. La pre~ misa fundamental de la sociologfa es que el contexto social en que vivimos orienta o limi- ta nuestras decisiones y nuestras acciones, del mismo modo en que las estaciones determi- nan en gran parte el calendario de nuestras actividades, o la ropa que nos vamos a poner. El contexto social en el que nos desenvolvemos determina en buena parte las decisiones que vamos a tomar en nuestras vidas. Y dado que los socidlogos saben bastante acerca de c6mo funciona una sociedad, pueden estudiar y predecir, con dosis variables, intuicién y preci- sin, qué decisiones vamos a tomar y qué tipo de acciones vamos a emprender. © La perspectiva sociolégica Formalmente, la sociologia es el estudio sistemético, riguroso y cientffico de la sociedad. La sociologia impli- ca un modo particular de ver el mundo que nos rodea, una determinada perspectiva. Ver lo general en lo particular Para Peter Berger (1963) la perspectiva sociol6gica con- siste en ver lo general en lo particular. Lo que Berger {queria decir con esto es que los sociélogos son capaces de identificar pautas generales en la experiencia social de las personas. Los soci6logos reconocen y tienen presente que cada individuo es tinico, pero también reconocen que sus experiencias vitales van a ser unas u otras dependiendo de la categoria a que pertenecen (si son hombres 0 mujeres, ricos 0 pobres, nifios 0 adultos, por ejemplo). Empezamos {pensar en términos sociolégicos cuando reconocemos que las categorias con las que una sociedad clasifica a las personas van a influenciar las experiencias vitales de esas personas. En cada capitulo de este libro se va a poder ver clara- mente el impacto de la sociedad en las acciones, pensa- mientos_y sentimientos de las personas. Por ejemplo, las diferencias entre niflos y adultos no son sélo una cuestién biolégica. Las sociedades tienen expectativas sociales dis- tintas para cada una de las etapas de nuestras vidas, lo que hhace que nuestras experiencias vitales sean distintas en cada tuna de estas etapas. Por ejemplo, en nuestras sociedades ‘occidentales esperamos que los nifios sean «dependientes» ¥y que los adultos sean «responsables». De los ancianos tesperamos que se «echen a un lado»: que renuncien al pro- {agonismo social que tenfan en la etapa anterior de sus vidas y reduzcan la esfera de sus actividades (véase Capitulo 4), {Cémo sabemos que es la sociedad y no las leyes de la naturaleza la que esté operando detras de estas expectati vas? Lo podemos saber comparando Ia evolucién de las sociedades a través del tiempo o comparando distintas sociedades entre sf. Por ejemplo, y tal como se sefialara en Jos tltimos capitulos, entre los indios hopi de Norteamérica Jos nifios tienen un nivel de independencia notable en com- ;paracién con los nfios de la cultura occidental, mientras que ‘en Abjasia (dentro de la Federacién rusa) Ios ancianos no se seechan a un fado>, sino que en su sociedad son las personas ‘més respetadas y valoradas socialmente, Esto nos da una pista de la importancia de las sociedades y las expectativas sociales por encima de las leyes de la biologia. Si echamos un vistazo a nuestro alrededor con las galas del socidlogo en seguida nos damos cuenta de la importancia de las posiciones sociales. En los capitulos 9 y 10 se mostrard ampliamente que la forma en que vivi- mos (y también, en muchos casos, si vivimos 0 no) ‘depende en gran parte del lugar que ocupamos en la jerar- ‘quia social: si ocupamos una posicién privilegiada o si, por el contrario, nos ha tocado vivir nuestras vidas en las tltimas filas y entre los mas pobres. Si miramos el mundo con la perspectiva del socislogo ;podemos también observar las diferencias de género; esto ¢s, los modos diferentes en que hombres y mujeres termi- nan viviendo sus vidas. Se verd en el Capitulo 13 que en todas las sociedades existe una serie de expectativas (que pueden variar dependiendo de la sociedad en concreto) acerca de los trabajos que pueden realizar hombres. y ‘mujeres, 0 de las responsabilidades familiares de unos y otras. Los individuos experimentan el poder de la socie- dad cuando, al hacer sus planes de vida, tienen que tomar fen cuenta las oportunidades y desventajas que se les imponen segtin el sexo con el que han nacido. En la Figu- 1a 1.1 se resumen los factores de orden social que influ- yen en nuestras vidas. PPodemos entender mejor la inluencia ce la sociedad Sobre los indviduosimaginando lo erentes fue seran nuenvo mundo y nuestae experienias uiales si hubiéramos nacido en ots ncanes de! ‘camo esos nos de Suraiica, St Lanka, Republica Popular China, Brasil o Africa. (vom: planet Poppet) La perspectiva sociologica © 5 ail Distanciarse de lo que nos es familiar 0 damos por supuesto Emplear la perspectiva sociolégica implica «dar un paso atris» y ver las cosas desde un dngulo diferente, de modo {que lo que nos €s familiar © damos por supuesto se nos aparece distinto 0 incluso extraiio, Tal como dijo Peter Berger en su libro Invitation to Sociology, «el primer ‘enunciado de la sociologfa es que las cosas no son lo que parecen» (Berger 1963, 34). Por ejemplo, mirar el mundo con los ojos del sociélogo implica cuestionar la idea de que las personas hacen lo que deciden hacer, y admitir, por el contrario, que lo que las personas hacen y piensan vviene en gran parte determinado por la sociedad en que viven. ‘Aprender a «ver» cOmo la sociedad influye en nuestras acciones exige un poco de préctica. Si preguntéramos a estudiantes universitarios por qué estén estudiando tal 0 cual carrera, sus respuestas podrian ser: «Estoy estudiando esto en esta universidad porque aqui estd estudiando mi novia» «Estoy estudiando esto porque no di Ia nota de corte para estudiar lo que queria» «Estoy aqui porque no encuentro trabajo» Estas respuestas serfan ciertamente vélidas y del todo correctas para los estudiantes, pero no para el socidlogo. Este diria que esas respuestas son insuficientes, que pega- das a nuestro mundo cotidiano 0 a lo que damos por supuesto se quedan cortas. Al «dar un paso atrés» y mirar las cosas desde un ngulo diferente el socidlogo puede empezar a ver otras cosas. Si se piensa en términos sociol6gicos acerca de la deci- si6n de hacer estudios universitarios, uno advierte, en pri- mer lugar, que esta decisién es impensable para la mayo- ria de la gente en la mayoria de los paises, para quienes ir a la universidad esta fuera de su alcance, Del mismo ‘modo, si hubigramos nacido hace cien o doscientos afios, 6 © Las bases de la sociologia Desiguldades por razon de edad Desiqualdades por ain de lise soci cata o eslvtud Figura 1. © Un postuiado En osto eagee Desiqualdades por razin de géneo o}/ X por razones iat Ue la sociedad inte en nuestas aciones y opciones vitales. a Ser humano es el centro de numorasae presiones sociales. Un buen erica de tuna decisién acerca de si quie- ren iro no a la universidad. En resumen, al nivel més ge- neral, la sociologfa nos muestra las pautas y procesos sociales que terminan afectando nues- tras acciones y nuestras deci mes. Lengusiey socialscién ‘Grups interac soci! Insttuciones soci ‘ail, econo, pica, cel individuo en el contexto social A menudo la perspectiva socio- légica contradice (0 cualifica) be ideas 0 percepciones que nos pa- oe recen de sentido comtin, Como Ja idea, por ejemplo, de que la Manet Tere ‘conducta humana es el resultado de decisiones individuales. Para Coe la mayorfa de nosotros, la vida cotidiana consiste en asumir cantidad de responsabilidad, en tomar decisiones importantes acerca de muchas cosas. Cuando Fellesion socolégica es identifica las terzas socials que pueden haber aoclado nuesia vide ima. ‘inarse qué tipo de vide habriamos ivi s ubléramos nacido en otra sociedad y be otas nstiuciones Soasalesy polices, parece que las cosas nos van bien nos felicitamos, y cuando hos van mal nos echamos la cul- Pa a nosotros mismos. Orgullo- la «decisién» de ir a la universidad s6lo la podia tomar reducido nimero de privilegiados. Pero incluso aqui y ahora, y si miramos a nuestros compaferos de clase, podemos pensar que determinados factores sociales han influido en la decisi6n de ir o no a la universidad. Tipica- ‘mente, los universitarios son personas jévenes, general- mente entre 18 y 24 afios. ;Por qué? Porque en nuestra sociedad, ir a la universidad esté asociado con esa etapa de la vida, Pero no tendria por qué ser asi necesariamente, tal como muestra el incremento relativo en algunos paises de estudiantes de mayor edad. También, la decisién de ir a Ia universidad depende de cémo se valore en la familia del joven la importancia de los estudios. Quiz a los padres nunca se les ha pasado por la cabeza que el hijo podria llegar a la universidad, o que mereceria la pena {que lo intentara siquiera (y, menos atin, quiza, tratdndose de la hija). Hoy en dia en Espafia son mas las mujeres uni- versitarias que los hombres, pero esto no era asi hasta hace pocos afios. Pero atin hoy en dia son casi anecdéticos los gitanos que Hlegan a la universidad. De modo que uno rho entra en la universidad porque quiere: hay categorias sociol6gicas, como la clase social, la etnia (paya o gitana) © el género (hombres y mujeres) que limitan bastante el rndimero de personas que pueden verdaderamente tomar sos de nuestra individualidad, nos es dificil reconocer que, en gran parte, nuestras acciones estén influidas o determina- das socialmente. La mejor demostracién de cémo la sociedad influye en nuestra decisiones y conductas es quiza el estudio del sui- cidio. En principio no parece haber nada mas personal que la decisiGn de quitarse la vida. Por ello, Emile Durk- heim (1858-1917), un pionero de la sociologia al que nos tendremos que referir con frecuencia a lo largo de este libro, eligi el suicidio como tema de investigacién. Si se pudiera demostrar que un acto tan libre y personal como el de quitarse la vida esté en realidad influenciado por factores sociales, el estatus cientifico de la sociologfa (cuestionado por los afios en que Durkheim realiz6 sus investigaciones) mejoraria notablemente. El caso es que Durkheim lo consigui6. Fue capaz de demostrar que en la explicacién del suicidio intervienen determinadas varia bles sociolégicas. Durkheim analiz6 datos sobre suicidio en Francia y otros paises. El anélisis de esos datos mostraba que ia probabilidad de suicidarse era significativamente m: alta entre algunas categorias de personas. Més en con- creto, Durkheim descubri6 que la tasas de suicidio de los ‘hombres, los protestantes, las personas con mas recursos econdmicos y los solteros eran comparativamente mis altas que las de las mujeres, los cat6licos y judfos, las per- sonas de escasos recursos y los casados. Atribuyé estas iferencias al grado de integracién social. Bajas tasas de stiicidio pareefan corresponderse con personas que man- fenfan fuertes lazos sociales, mientras que aquellas otras més individualistas 0 socialmente aisladas tenfan tasas més altas de suicidio. En las sociedades europeas de finales del sigo XIX que estudié Durkheim los hombres tenfan mucha més libertad ¥y autonomia que las mujeres. Independientemente de los bbeneficios de la libertad, decfa Durkheim, un mayor gra~ do de autonomia personal implica un menor grado de integracién social y, asf, una mayor probabilidad de suici dio. Los protestantes, igualmente, pareefan més inclina- dos al suicidio que los catélicos y lo judios porque, a dife- rencia de los rituales religiosos protestantes, los rituales de catdlicos y judios refuerzan més los lazos sociales entre los creyentes, Las personas de recursos elevados tienen, por supuesto, mayor libertad y auitonomia que los pobres, y por ello, segtin explicé Durkheim, también te- nnfan tasas de suicidio mas elevadas, Por tltimo, los solte- ros, con vinculos sociales mas débiles que los casados, también parecen més dispuestos a considerar la opcién del suicidio. Después de un siglo, la hip6tesis de Durkheim se sigue discutiendo. Si se miran los datos de la Figura 1.2, se pue- de observar que, en todos los paises, los hombres parecen seguir suicidéndose mas que las mujeres. Esta diferencia se mantiene cuando se comparan hombres y mujeres de Jos mismos grupos de edad. También se puede observar que las tasas de suicido en paises del sur de Europa son ‘mas bajas que en los del norte, en donde hay mas protes tantes, En términos generales (y al margen de algunas excepciones), parece que puede decirse que en la Europa de finales del siglo x siguen operando ciertas pautas sociales que hacen que algunas personas (independiente- mente de su estado de dnimo 0 de otto tipo de variables psicolégicas) tengan mas probabilidad de cometer suici- dio que otras. Esas pautas sociales no parecen relevantes, sin embar- 20, cuando analizamos el suicidio en otros pafses. A este respecto, el caso de China es muy interesante, En China, donde vive el 22 por ciento de la poblacién mundial, la tasa de suicidio es muy elevada. Del total de los suicidios que ocurren en el mundo, un 40 por ciento se cometen en China, Pero mientras que en Occidente la tasa de sui- cidio entre los hombres es tres 0 cuatro veces més alta que la de las mujeres, en China las mujeres se suicidan mis {que los hombres. También, mientras que en Occidente el suicidio es un fenémeno urbano, en China la tasa de sui cidio es tres veces mas alta en las zonas rurales (New Sciemist, 22 de marzo de 1977, pp. 34-37). Parece enton ‘ces que, tanto en China como en Occidente, en el fend- ‘meno del suicidio parecen estar operando ciertas pautas 7 sociales, que sin embargo son distintas. Estas diferencias stgieren nuevos interrogantes pata los que hay que bus sf es como progresa la sociologta car una respuesta. Y contrastando y comparando unas sociedades con otras, y ‘manteniendo una perspectiva global. La importancia de la perspectiva global En el transcurso de pocos aifos, y debido al progreso tec~ rnol6gico que nos ha puesto en contacto con las zonas mas remotas de la Tierra, muchas disciplinas académicas han incorporado la perspectiva global, esto es, el estudio y aanélisis de los fendmenos y acontecimientos que ocurren a nivel mundial y de la posicion que cada sociedad ocu- pa en relacién a otras y dentro del sistema mundial. Pero ‘aque implica esta perspectiva mundial para la sociologia en conereto? En realidad, la perspectiva global es una extensin logi cca de la misma perspectiva sociol6gica, Deciamos antes aque la premisa basica de la sociologia es que el contexto social en que vivimos afecta las decisiones y experiencias de los individuos, Pues bien, dado que las sociedades no viven aisladas se puede decir que la posicién que ocupa la sociedad en que uno vive dentro del contexto mundial va a fafectar sts conductas, decisiones o experiencias. En los pérrafos con los que abrimos este capitulo ofrecimos una descripcién de nuestra aldea global, yallf ya indicamos que entre las personas que habitan en esta aldea existen enor mes diferencias en Cuanto a calidad de vida. EI Mapa 1.1 es una guia visual en donde se pueden observar los niveles de desarrollo econémico de los pat ses. Los patses mis ricos son paises industrializados, en Jos que Ja mayoria de Ia poblacién dispone de recursos abundantes, Estos paises son Estados Unidos, Canad, ta ‘mayoria de los paises de Europa occidental, Jap6n, Israel ¥y Australia, Todos juntos, estos cuarenta pafses producen ia mayoria de los bienes y servicios que se generan en el mundo y controlan la mayorfa de los recursos del planeta En términos generales, la mayorfa de las personas que habitan en estos paises viven bastante bien, no porque sean muy listos 0 muy laboriosos, sino porque han tenido la fortuna de nacer en una de las regiones mas ricas del mundo, Una segunda categorfa de paises son los que disponen de una eantidad moderada de recursos. Son alrededor de noventa, relativamente industrializados y de renta per capita menor que el grupo anterior de paises. En compa~ racidn con los habitantes de los paises ricos, los de este otto grupo de paises (Ia mayoria en Europa oriental y Latinoamérica) tienen més probabilidad de vivir en zonas rurales que en ciudades, de utilizar bicictetas, motociele- tas o animales para desplazarse en lugar de coches, 0 de tener un nivel mas bajo de escolarizacién. En la mayoria 8 © Las bases de Ia sociologia (@) Enel mundo (©) En Europa Dinamarca ica Fuente Steve Coa (186) A Yar Ask, The Wes i 857. © 188 The Econom Newspaper Lins 31 Figura 1.2 © Datos sobre suicidio. Generaimente 60 considera el suiiso como el acto més personal que ‘ued cometer una persons. Los socsloges an estado muy nteresados {en estudiar of suicido precisamente porque pareciendo un acto puramen {te personal 0 individual, parece responder a cierias pavias coca. Las esladsticas de succi nos muestan claramente que tos indices de suck. tho varian mucho entre dstntos pisos. ,A que croe que se deben estas varaciones? | Alemania aos luremburgo fino Unido a ees ons FS | ° 10 7» 30 rads 100.000 habitants Fuente: Soceogy Reon, 196,934 is Kir Use) de estos paises, ademés, hay mucha desigualdad social, de forma que mientras una pequefia minoria controla una inmensa cantidad de recursos, muchfsima otra gente care- ce de vivienda 0 de una alimentacién adecuada, Por iltimo estén los pafses pobres, en los que vive alrededor de la mitad de la poblacién mundial. Son paises escasamente industrializados, en los que la pobreza més severa es la regla y no la excepcién, Puede verse en el Mapa 1.1 que la mayoria de estos paises estén localizados en Africa y Asia. En estos paises existe también una Pequefia minorfa de privilegiados, pero la mayoria de la poblacién tiene como nico afin sobrevivir y salir ade- lante, para lo que tiene que vencer dificultades de todo tipo: viviendas insalubres, escasez de agua potable, al ‘mentos escasos, falta de medicinas y todo tipo de recur- 808 sanitarios, y lo peor, falta de ilusién, EI mapa del mundo esté cambiando constantemente. Uno de los fenémenos més interesantes a este respecto es lo que esta ocurriendo en el sudeste asidtico, en conereto en Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Taiwan (asf como en a antigua colonia de Hong Kong): pafses que hasta hace poco tenfan un renta per capita baja y que pueden terminar perteneciendo al grupo de los paises mas ricos. Algunos autores se han atrevido a sugerir que este nuevo modelo asistico» (nuevo en cuanto que sigue una pauta de industrializacién diferente a la que siguieron los paises occidentales), puede convertirse incluso en el ejemplo a seguir en el siglo xxi (Naisbitt, 1997). Hasta hace muy poco los manuales de sociologia esta~ ban centrados en una u otra sociedad, Se explicaban los conceptos basicos de la sociologia poniendo ejemplos de sa sociedad, sin comparar con otras sociedades y sin evaluar en qué medida lo que esté ocurriendo dentro de esa sociedad puede explicarse a partir de To que ocurre fuera. Ya no es posible seguir escribiendo manuales asi. En el Capitulo 11 se van a examinar las causas y conse- cuencias de la riqueza y pobreza de las naciones. Y en todos los capitulos habri referencias a muchas socieda- des. Los hacemos asf, incorporamos esta perspectiva glo- bal, bisicamente por tres razones: 1. Porque las sociedades de todo el mundo estén cada vez mds vincwladas entre si. En gran parte, la historia de los tltimos 300 afios es una sucesién de aconteci- mientos que han ido vinculando cada vez. més estre- chamente a las sociedades de todas partes del globo. Primero fueron los exploradores y conquistadores, Juego las empresas coloniales de las grandes poten- cias, la esclavitud y las emigraciones masivas. Hoy es, el turismo y los avances tecnolégicos. En cuestién de 1p0cos afios, las sociedades de todo el mundo han que- dado interconectadas a un nivel inimaginable hasta hace poco. Los aviones cruzan los océanos en cues- tién de horas, y en s6lo unos segundos pueden trans- mitirse textos, imagenes y sonidos de un lugar a otro del planeta, ‘Como veremos més adelante, una consecuencia de estos avances tecnolégicos es que en todos los rinco- nes del planeta podemos encontrar gente con los mis- ‘mos gustos en cuanto a Ia musica, la ropa o la comida. Con todo su poderfo econémico, las naciones. més, ricas parecen haber proyectado sus gustos y estilo de vida sobre los miembros de otras sociedades: encan- tados con las hamburguesas americanas, dispuestos a bailar pop briténico y, cada vez més, a estudiar inglés, ‘La multiplicacién de los intercambios comerciales centre las naciones ha creado una economia global, ‘Muchas grandes empresas producen y venden sus bie- nes y servicios a escala mundial, y los mercados finan- cieros de todo el mundo, conectados entre sf por via satélite, estén operando las veinticuatro horas del dia, Ningtin operador de bolsa puede ignorar hoy lo que esta La perspectiva sociolégica © 9 ccurtiendo en los mercados de valores de Tokio, Hong, Kong o Nueva York, de la misma forma que un agricul tor espatiol no puede ignorar los cambios en la politica agraria de la Unién Europea. Pero de la misma forma ue los pafses ricos de Occidente exportan sus bienes, estilos de vida e incluso sus gustos a otros paises, étos, reaccionan a su vez. Todo esto esté relacionado con el proceso de globalizacién, que implica unos vinculos © lazos cada vez més estrechos entre las sociedades de todo el mundo, cada vez mas interconectadas. Sobre las, consecuencias de este proceso de globi a hablar mucho a lo largo del libro. Una perspectiva global nos permite ver que muchos de los problemas que tenemos en Europa tos estén sufriendo también, pero con mucha intensidad, otros patses del mundo. La pobreza es un problema impor- tante en Europa, y especialmente en Europa oriental. Pero como se vera en el Capitulo 11, 1a pobreza esta mucho més extendida y es un problema muchisimo més severo en Latinoamérica, Asia y Africa. De la misma manera, si la mujer sigue teniendo una condi- cién subordinada en Europa, en otras zonas del mun- do su situacién es mucho peor. Y si se puede hablar de conflictos étnicos, racismo y xenofobia en Europa, en otras zonas del mundo (como en Ruanda, por ejem- plo) estos fenémenos pueden tener consecuencias verdaderamente catastroficas en términos de vidas humanas. Asi pues, muchos de los problemas con los: que nos enfrentamos en Europa no parecen singulares: © peculiares de esta zona del mundo. Antes bien, parecen tener dimensiones globales. La contamina- ién del medio ambiente es un buen ejemplo a este respecto. Tal como veremos en el Capitulo 23, el mundo es un iinico ecosistema, lo que hace que los perjuicios (0 los beneficios) que cualquier pafs oc sione al entorno, nos va afectar a nosotros y al resto del mundo. Pensar en términos globales es un ejercicio excelente para entendernos mejor a nosotros mismos y la socie~ dad en que vivimos, Cuando nos miramos desde fuera y nos comparamos con otras sociedades lo que hace- ‘mos es poner en cuestin viejos entendimientos, vie- jos argumentos o formas de pensar que aqui parece que casi todo el mundo da por supuesto 0 acepta con Ja maxima naturalidad. Al utilizar una perspectiva global hacemos mas flexibles nuestros razonamien- tos, acumulamos nuevas herramientas explicativas y conceptuales que nos ayudan a pensar de forma dis- tinta nuestros viejos problemas. Con este nuevo uti- Iaje nos entendemos mejor a nosotros mismos, quizé se nos ocurren nuevas formas de solucionar nuestros vigjos problemas y, tan importante como lo anterior, conocemos mejor otras sociedades y nos hacemos asi 10 © Las bases de la sociologia pees VENTANA AL MUNDO 1 Mapa 1.1 © Desarrollo econémico y perspectiva global { ra > is | e < : Isanatie jae < 1 UU: bx 8 4 Suecia 4 i { om yn Reee bee [a whch =. Dee eas “the pt Ree i en ae & Cy se Feo ee feo TA soe ae hs et ‘ Bahamas Sahara. lsinto a i cuba ‘occidental & sca Pebica Dominicana sadbilante Putin: . Jana “Antigua Barbuda Senegal i Faso | Niger cog Seen ae com TO 18 Salvador ‘Nicaragua Granadg)_ Barbados. Guinea-Bissau i 3 een ee 4 \ uid (Fema heens ny) GACH EAS de Marit csben = “Seychell : Etat “ cs Brasil, ee i {Comoras} een sana gan ees t ‘Surdtrica ~tesoto Desarrollo econmico ‘Uruguay ee [200 Pats reas Pais elatnamente cos i Pais pores ‘Fant bord po teal, con dos Gal Banco Muna (195) Moda del mapa sgn Peters A he Won (900) v oe ov ; ebekistén ne. 1 iy, -Taykistinepica Popular Gag! abel ose be Mey! oe ca yn at prin Vs tong Kong Droidn | hese pel oo —— ee —— hi eS Ee g ‘Austral beatae — Marshal Kerio Tonge Occidental La perspectiva sociolégica © 11 En los paises ricos (Estados Unidos, Canada, la mayoria de los paises de Europa occidental, Israel, Australia y Japén), la tecnologia industrial per- mite que las personas, por término medio, vivan en la abundancia mate- ‘ial. Los paises relativamente ricos (paises centro y suramericanos, y de Europa del este, por ejemplo) tienen una capacidad industrial limitada, y sus habitantes, aun cuando tienen un nivel de vida superior a la media en el planeta, es bastante inferior al nivel de vida del que disfrutan los habitan- tes de los paises ricos. En estos pai- ses hay también porcentajes signifi- cativos de poblacién que vive en condiciones de pobreza, hacinada o ala intemperie, y mal alimentada. En los paises pobres ya es la mayoria de la poblacién la que vive en condi- ciones de pobreza, que es, ademas, una pobreza severa. Si bien un pequeno porcentaje de la poblacién vive en muy buenas condiciones, la mayoria de la poblacién de los pai- ses pobres tiene que luchar cotidia- amente para sobrevivir con una minima traccién de los recursos que por término medio tienen los habitan- tes de los paises ricos. Nota: Datos del Banco Mundial y de Naciones Unidas Los paises rics ionen un PIB (Produc: to Interior Bro) per capita superior los 10.000 ‘laree Muchos de eos tonen un PIB per cap {a mucho mayor, sin embargo, Este 8s el caso tie Estados Unidos, por ejemplo, con un IB por tapta superior alos 26.000 dolares. Los patsos falatvamente cos (0 relavamente pobres, tomo se qulera ve) enon Un PIE per capita nie los 2500 yt 10.000 dares, ye de 1s paises pobres es inferior a los 2.500 délares Ts datos uilzados aqu son = pardad del ‘poder adqusltvo. Ete exon que para calc fara reata per capta de cada pais se ha con- votigo el valor do las monedas nacionales.& télares american, peo teniendo en cusna el poder aoquistive de le monedas en sus res- Pectvos patees. 12 © Las bases de la sociologia més tolerantes. Veremos a lo largo del libro que hay muchas formas distintas de ver y vivir la vida. O de ser pobre, por ejemplo. En el Capstulo 11 visitaremos un barrio pobre de Madras (India). Veremos que all la gente sale adelante a pesar de las dificultades mas extremas gracias al amor, ayuda y respeto de sus familiares. Esto nos puede hacer pensar, por ejemplo, por qué en muchas partes de Europa la pobreza se vive y experimenta de forma tan distinta (viviendo muchos pobres totalmente aislados y marginados, como los «sin techo»), 0 cuanto sentido tiene seguir utilizando la riqueza material como nico 0 més importante indicador para medir y comparar el bie- estar de las personas, como tendemos a hacer en ‘occidente, y sin tomar en cuenta el amor y respeto que las personas reciben y que puede enriquecer enorme- mente sus vidas. En resumen, en un mundo cada vez. mds y mas interre- lacionado, s6lo nos podemos entender a nosotros mismos entendiendo qué es lo que est ocurriendo a nuestro alre- dedor. © La perspectiva sociolégica en nuestra vida cotidiana ‘Cuando nos encontramos con personas que son diferentes a nosotros (bien en nuestra propia sociedad, bien en otras sociedades), no nos queda mas remedio que reconocer c6mo las vidas de los individuos se ven afectadas por el contexto social en que viven. En dos situaciones esta influencia se hace mucho mas evidente. Sociologia y marginacién social Para aquellos que viven en los bordes o mérgenes de la sociedad, no perfectamente integrados, la perspectiva sociolégica es, en un muchos casos, algo natural. Todos nosotros experimentamos, aunque quizii s6lo ocasional- ‘mente, alguna situacién en que parece que estamos so- cidlmente marginados. Pero para algunos individuos en conereto la marginacién social es parte de su vida coti- diana, Y cuanto mayor es el grado de su marginacién social, mayor es la posibilidad de que estos individuos desarrollen una perspectiva sociolégica, un temperamen- to sociol6gico. Para cualquier inmigrante turco en Alemania, pakista- ni en Inglaterra o marroqut en Espafia es casi imposible ue pase un s6lo da sin pensar o reflexionar en qué medi dael color de su piel esté afectando a su propia vida y sus experiencias cotidianas. Al contrario, la mayoria de los alemanes, briténicos 0 espafioles piensan en estas cues- tiones de forma ocasional o superficial, pues para ellos el color de la piel es un asunto secundario, que sélo afecta a Jos otros, a quienes tienen otro color de piel Algo semejante puede decirse de otras personas que no ocupan posiciones centrales en la sociedad, como las mujeres, los homosexuales, los minusvélidos, los «sin techo», 0 los ancianos. Estos individuos, relegados a los margenes de la vida social, tienen més probabilidad de reflexionar acerca de los prejuicios, costumbres, valores, arreglos politicos, etc. (esto es, en términos puramente sociol6gicos), que han contribuido a colocarles en esa situacién periférica 0 de marginacidn, que aquellos otros individuos que no se ven afectados negativamente por ninguna de estas cuestiones, Asi, si uno quiere desarro- lar una perspectiva sociolégica, tiene que «dur un paso atrds», observar su experiencia y las experiencias socia- les de otras personas desde un poco mis lejos, y siempre con buenas dosis de curiosidad y apertura intelectual Esto implica poner entre paréntesis lo que en nuestra sociedad, nuestra familia, nuestro grupo de amigos, se da Por supuesto y reconocer que hay muchas formas y muy distintas de organizarse socialmente. Si ademas uno se deja tentar por todo esto y se propone encontrar explica- ciones légicas y rigurosas de por qué las personas se organizan de formas distintas y viven vidas distintas, entonces es que uno ya ests en trance de convertirse en socidlogo. Sociologia y crisis sociales En periodos de grandes cambios 0 crisis sociales, la gen- te suele sentirse bastante desorientada, y esto les hace pensar o reflexionar al modo del socidlogo. C. Wright Mills (1959), un socidlogo norteamericano, puso como ejemplo el caso de la Gran Depresién de los afios 30 para ilustrar este principio. Por aquellos aiios, la tasa de desempleo alcanz6 el 30 por ciento en Estados Unidos (asi como en otras partes del mundo, pues aquella fue una crisis global). Con cifras tan altas, muchos desempleados empezaron a considerar que su situacién particular se debfa a determinadas causas sociales. Antes que autoin- culparse con expresiones del tipo «debo de estar hacien- do algo mal, pues no consigo trabajo», buscaron otro tipo de explicaciones de orden supraindividual o sociol6gico a su situacién, del tipo «hay una grave crisis econémica y no hay trabajo para todos». Pero, a la inversa, el pensamiento sociolégico puede también promover el cambio social. Cuanto més apren demos sobre el funcionamiento de las sociedades, més cereemos que podemos cambiarlas en aquellos aspectos {que menos nos gustan. Existe, por ejemplo, una literatura sociol6gica que trata del tema de la mujer, y en conereto de su situaci6n subordinada respecto al hombre. Ademas de describir esta situacién, de medirla o de explicarla, ‘muchos y muchas sociélogos/as han dedicado sus esfuer- La perspectiva soci 208 a acortar las diferencias sociales que siguen existien- do.entre hombres y mujeres en todo el mundo. En resumen, una introduccién a la sociologia es una invitacién a mirar el mundo cotidiano de forma distinta a como lo hacemos habitual e irreflexivamente. Llegado este momento, muchos se pueden preguntar si merece la pena aceptar esta invitaciOn. Por decirlo de otra forma, {qué es lo que ganamos? ;qué beneficios obtenemos si laprendemos a mirar el mundo con los ojos det soci6logo? Los beneficios de la perspectiva sociolégica En Ja medida en que nos vamos acostumbrando a emplear la perspectiva sociolégica, estamos en mejores condicio- nies de mirarnos a nosotros mismos y a nuestra sociedad de forma diferente. Y de aqui resultan cuatro grandes be- neficios. 1. Laperspectiva socioldgica termina convirtiéndose en una forma de pensar, una especie de talante critico {que sirve para poner en cuestién los valores, las nor- ‘mas, las definiciones de las cosas 0 incluso ta forma de hacer las cosas (trabajar, amar, morir, por ejem- plo), que nosotros mismos y otras personas dan por ‘supuestas. Esto nos pone en una situacién privilegia- dda para evaluar qué hay de beneficioso o perjudicial, de cierto 0 erréneo en esos valores, normas, etc. En otras palabras, al pensar en términos sociolégicos podemos llegar a la conelusién de que algunas de rnuestras ideas que considerabamos naturales o indis- cutibles, terminan apareciendo dudosas o falsas. Por poner un ejemplo que ya hemos mencionado antes, una afirmacién muy extendida en Europa y otros pat- ses desarrollados es que los individuos son auténo- mos, esto es, son personalmente responsables de sus decisiones. Pensando de esta manera, estamos muy bien dispuestos a felicitar a aquellos que han tenido éxito y a considerarles superiores a otros que parecen haber conseguido menos, a quienes imputamos algtin tipo de fallo personal. Los sociélogos tratan de averi- ‘guar la validez de afirmaciones que todo el mundo parece compartir, que se dan por supuestas 0 parecen de sentido comiin, y por eso tienen que hacerse pre~ guntas que, a primera vista, pueden parecer extraiias 0 sorprendentes. 2. La perspectiva socioldgica nos permite condcer me- jor las oportunidades y los obstéculos que podemos encontrar en nuestras vidas. La sociologia nos hace ver que, para bien o para mal, la sociedad opera con ciertas reglas, Nos ayuda a entender cudles son esas reglas y cémo se aplican. En el juego de la vida pode- ‘mos decidir c6mo vamos a jugar nuestras cartas, pero es Ia sociedad la que reparte las cartas y la que esta- blece las reglas del juego. Cuanto mejor entendamos 3 cudles son esas reglas del juego, mejor podremos jugar nuestras cartas. La sociologia nos puede ayudar a entender cudles son las dificultades con las que nos podemos encontrar intentando cumplir nuestros obje- livos y, asf, a redefinir mejor esos objetivos y a ser és efectivos a la hora de alcanzarlos. La perspectiva socioldgica hace que seamos miem- bros activos de nuestra sociedad. Desconociendo cémo opera la sociedad es mas ficil que aceptemos las cosas como son, que nos conformemos con el sta- ‘quo. Podemos pensar que las cosas son asf en nues- tra sociedad porque asi son las cosas «naturalmente», Pero cuanto mayor sea nuestro conocimiento de otras sociedades, mejor entenderemos las instituciones, valores, tradiciones, etc, de la sociedad en que viv _mos, y asf estaremos mas dispuestos a convertirnos en ‘miembros activos de nuestra sociedad. Para algunos socidlogos esto puede significar aceptar la sociedad tal cual es; pero para otros puede significar intentar transformarla de cabo a rabo o, incluso, transformar el mundo entero. La sociologia, en cuanto empresa cien- fica, no es de derechas o de izquierdas, no tiene una orientacién politica que le sea consustancial. No teniendo una determinada orientacién politica, los so- cidlogos pueden ser (y lo son) de todas las tendencias, Sin embargo, la sociologfa tiene una dimensién criti- ca en cuanto que, como acabamos de ver, se desen- vuelve poniendo en cuestidn el sentido comin, lo que mucha gente da por supuesto 0 acepta con la mayor naturalidad. Aun asf, en su trabajo de investigacién el sociélogo tiene que dejar a un lado sus valores y ten- dencias politicas y esforzarse por legar a conclusio- nes sélidas; esto es, conclusiones construidas con el suficiente rigor Iégico como para hacer que otros socidlogos, independientemente de su orientacién valorativa, no tengan mas remedio que tomarlas en cuenta Hace unos treinta alos, C. Wright Mills mantenia que desarrollar lo que él lamaba «la imaginacién sociolégica» animaria a las personas a convertirse en. ciudadanos més activos. El lector puede encontrar és datos sobre este sociélogo en un recuadro que le hemos dedicado en este capiitulo (hay otros recuadros bajo el titulo de «Perfil» dedicados a otros clasicos de Ia sociolo; La sociologia nos ayuda a reconocer que existen dife- rencias entre las sociedades, a reconocer el sufrimien- 10 humano, y a afrontar el reto de vivir en un mundo tan complejo y tan plural. El pensamiento sociolégico sirve para valorar en sus auténticas dimensiones la extraordinaria variedad de organizaciones sociales en el mundo, asf como el sufrimiento real y potencial de muchas personas a Io largo y ancho del planeta. Los 14 © Las bases de la sociologia espatioles, los franceses 0 los ingleses son s6lo una pequenisima fraccién de la poblacién mundial. Tal y como se verd en capftulos posteriores, existen otras muchas personas que viven en condiciones y bajo arreglos sociales radicalmente distintos de los que ‘conocemos en Europa, En todo el mundo, la personas tienden a definir su propio estilo de vida como «natu- ral» y a ignorar (0 incluso a criticar 0 censurar) otros estilos de vida, Pero la sociologia nos hace pensar cri- ticamente acerca de las ventajas y desventajas relat vas de otros estilos de vida, de otras tradiciones o ins- tituciones que hacen que las personas vivan sus vidas de forma muy distinta a la nuestra, Haciendo esto, también hace que reflexionemos sobre nosotros mi mos: nuestras instituciones, valores, historia, etc, La sociologia también nos pone en mejor disposicién para identificar y valorar el sufrimiento humano alli donde lo encontramos (en la pobreza, las rupturas familiares, la enfermedad, las guerras, etc), ya entender que tales sufrimientos ocurren muy frecuentemente por la for- ‘ma en que las sociedades estén organizadas. Problemas de la perspectiva sociolégica ‘Acabamos de ver que cuando nos esforzamos por mirar el ‘mundo con los ojos del socidlogo podemos obtener algu- nos beneficios. Pero no todo es tan positivo. La perspec- tiva sociolégica también encierra algunos problemas 0 dificultades. Podemos mencionar tres: 1. La sociologia es parte de un mundo en constante trans formacién. Una de tas dificultades con la que se ‘encuentran los socidlogos es que su objeto de estudi las sociedades, estén cambiando constantemente, Las sociedades no son objetos fijos, y cambian mientras el socidlogo las esté estudiando, Asi, un «descubrimien- to» hecho hoy puede que tengamos que cualificarlo sustancialmente mafiana a la vista de nuevos aconteci mientos, que nos sugieren nuevas pistas acerca de los mismos fendmenos. Dado que una de las caracterist- ‘cas del mundo modemo es la aceleracién de cambios de todo orden (tecnolégicos, politicos, sociales, etc.), {tenemos que esperar que nuestro conocimiento de Ia sociedad cambie también répidamente. Asi por ejem- plo, muchos de los datos que va a encontrar el lector en este libro ya estardn desfasados cuando los lea. 2. Los socidlogos son miembros de una sociedad; esto ¢s, son parte del objeto de estudio. Esto dificulta mucho la labor del socidtogo. Otros cientificos (un fisico, un quimico, o un especialista en meteorologia, por ejemplo) tienen como objeto de estudio cosas que, al margen de la vida profesional, les resultan distantes © les son ajenas (los metales, los compuestos quimi- cos, los cambios meteorolégicos). Este no es el caso de los socilogos, que, al estudiar cosas que les impli- can como miembros de Ia sociedad, tienen muchas ‘mis dificultades para distanciarse del objeto de estu- dio. También esté el problema del emocentrismo, es, la tentacién de valorar 0 evaluar otras sociedades no desde una perspectiva global, sino desde la propia sociedad. 3. El conocimiento socioldgico termina siendo parte de a sociedad. Las investigaciones y estudios que hacen los socilogos, los libros que escriben, las explicacio- nes que ofrecen sobre cosas muy diversas, terminan siendo parte del conocimiento que una sociedad tiene de sf misma, Los sociélogos proponen ideas que pue- den llegar a ser aplicadas, legando asf a transform: en parte una sociedad. En otras palabras, la sociologi puede tener (y de hecho tiene) un impacto sobre la sociedad; esto es, sobre su objeto de estudio. Esto no ‘ocurre con otras ciencias. Los astrénomos no cam- bian, por mucho que los estudien, la posicién de los planetas. © Los origenes de la sociologia Los grandes acontecimientos hist6ricos no se producen Porque sf, Son el resultado de determinadas causas socia- les, complejas y s6lo en parte predecibles. Asi fue tam- bién con el nacimiento de la Sociologia, Una vez que hemos hablado de la naturaleza de la Sociologia, de sus ventajas y problemas, toca ahora hablar de sus orfgenes: Aunque ha habido reflexiones sobre la sociedad desde Jos orfgenes de la historia de la humanidad, la sociologsa 8 una disciptina bastante reciente. Es una de las dis. nas cientificas mas jévenes —mucho més que la historia, la fisica o la economia, por ejemplo. Fue en 1838 cuando el pensador Auguste Comte (al que se dedica un recuadro en este capitulo) acuiié el término «sociologia» para des- cribir una nueva forma de reflexionar sobre el mundo, Ciencia y sociologia La naturaleza de la sociedad fue uno de los més impor- {antes temas de reflexién para los grandes pensadores del pasado, El fildsofo chino K’ung Fu, también conocido como Confucio (551-479 a.C.), 0 los filésofos griegos Platon (circa 427-347 aC.) y Aristételes (384-322 a.C.), Por ejemplo, dedicaron parte de sus reflexiones al tema de la sociedad, De la misma manera, un pensador medieval como San- to Tomés (circa 1225-1274), el fildsofo drabe Ibn Jaldin (1332-1406) y el fildsofo ilustrado Montesquieu (1689- 1755) también dedicaron parte de su tiempo a reflexionar sobre las sociedades. Pero no fue hasta el siglo x0X, y gra- 16 © Las bases de la sociologia PERFIL. Auguste Comte: entender las grandes tormentas sociales U6 po de persona se le ha- Artis Sic neonara se. logia? Por supuesio alguien gue haya vvdo en edie do grandes tormentas socales Comte (1798: 1257) ctecé on ts aos nmedlata- Imenteposteores a la Revolucion Francesa, que transtorm®. races ment la sostdad, Por resto no fu tm poco, habla ota evolution en mara a evolucon ind, que Ya estaba aerando de forma impsta, bie ia vida de muchas personae, De la'misma forma ue uno no puede eter hablar dl tempo cuando eta Bajo, una tormenta, aguelos. que vileron aquellos anos tarmpoco Ps cias al trabajo de Emile Durkheim, que se abord6 el estu- dio de la sociedad desde una perspectiva puramente cien- tifica Si miramos atrés en la historia (...) descubriremos que, hasta fecha muy reciente, no ha habido ningin pensador que aborda: ra las cuestiones con una perspectiva sociolégica (...) Hasta hhace muy poco parecia suficiente reflexionar sobre las metas que las sociedades debian proponerse, o aquellas otras cosas que debfan evitar (...) No intentaban describir o explicar Io ‘mejor posible cémo funcionan las sociedades. Sélo se limitaban ‘a recomendamnos tal o cual modelo ideal o utépico de sociedad yy el modo de alcanzarlo (1972: $7; edicién original de 1918). Pero, :qué es lo que, en concreto, diferencia a la socio- logia de todas aquellas reflexiones anteriores? Antes del nacimiento de la sociologia, los fil6sofos y los tedlogos se limitaban a describir o imaginar cémo debfa ser la sociedad, Ninguno intent6 analizar la sociedad tal como cra realmente. Auguste Comte y Emile Durkheim, pre- cursores de la sociotogfa, invirtieron el orden de priorida- des, Por supuesto, estos dos pensadores también tenfan un modelo ideal de sociedad, unas preferencias valorativas sobre cémo debian organizarse las sociedades. Pero te- nfan otro objetivo: entender y explicar cémo es 0 cémo funciona la sociedad, dieron dejar de pensar sobre todos estos cambios sociales. Nacido en una pequefia localidad provinciana, Comte se vio muy pron- to atraido por el bullicio y dinamismo de Paris. Alli no tardé en sumergirse en los acontecimientos de su época. ‘Su maximo interés era entender los ‘cambios que estaban sucediendo a su alrededor. Una vez que los hom- bres pudieran entender el funciona- miento de las sociedades, pensaba Comte, podrian labrarse un futuro mejor. La nueva disciplina encargada de esta tarea, a la que Comte deno- mind «sociologia», se dividia en dos artes. La primera debia estudiar los Mecanismos que hacen que las s Ciedades permanezcan unidas (est tica social), y la segunda debia estu- iar el cambio y las transformaciones sociales (dindmica social). © Para conseguir este objetivo debia aplicarse el método ccientéfico, que tantos resultados habfa dado en otras disci- plinas, al estudio de la sociedad. Segin Comte puede dividirse la historia de Ta humanidad en tres fases o esta- dios, segdin el modo en que los hombres han intentado comprender o explicar el mundo (1975, ed. orig., 1851- 54), Alla primera fase, que abarca la Edad Media europea, Comte la denomin6 reoldgica. En esta fase se interpreta- ba y explicaba el mundo y la sociedad en términos divi- ‘nos, Se entendia, en otras palabras, que las cosas eran asi ‘© que Ia sociedad estaba organizada de tal manera porque esa era la voluntad de Dios. En una segunda fase, que coresponde al Renacimiento, las explicaciones teol6gicas dieron paso a otras de tipo metafisico. En esta fase, las personas dejaron de entender la sociedad en términos sobrenaturales o segin la intervencién de fuerzas divinas y pasaron a entenderla segtin ideas abs- ‘ractas © principios metafisicos. Asf, las consideraciones ‘que se hacfan acerca de la naturaleza humana servian para elaborar otras, de orden puramente metafisico (esto es, no cientifico) acerca de la sociedad. Segtin Hobbes, por ejem- plo, la sociedad no es un reflejo de Ia perfeccién de Dios, sino de las debilidades y egofsmo natural de los hombres. La tercera y tiltima fase es la cientifica, En esta fase se intenta explicar la naturaleza en sus propios términos, sin recurrir a intervenciones divinas 0 sobrenaturales, 0 a tal «© cual principio metafisico o abstracto imposible de con: irastar empiricamente. Esto es lo que hicieron personas como Copémico (1473-1543), Galileo (1564-1642), 0 Isaac Newton (1642-1727), Segtin Comte, habia llegado ‘el momento de hacer lo mismo con respecto a la sociedad, habia que aplicar el método cientifico para entender y explicar (incluso para mejorar) la organizacién de la sociedad. En esto radica la contribucién de Comte a la sociologi Comte fue lo que en sus propias palabras Hamaba un « es Paises Bajos, etc.) Pero més interesante aiin que el correo electrdnico es Intemet. A través de Internet se puede tener acceso a bibliotecas, bases de datos, universidades y centros de investigacién, organizaciones internacionales, etc. El problema de Internet es el de encontrar Ia direccién (© pagina) de la organizacién en la que uno esté interesa- do, Esto se puede resolver con un poco de paciencia utili- zando los buscadores, que le permiten hacer la basqueda de una forma més sistemética. Pero posiblemente en la pagina de Internet de su universidad ya tiene un listado de otras direcciones titles (de otras universidades, bibliote cas, etc.) y de buscadores. Los documentos de Internet tienen un URL (que son las siglas de Uniform Resource Locator) 0 direccién. Muchas direcciones (0 «paginas») contienen listados de otras direcciones que pueden serleiiiles. Para entrar en ellas s6lo tiene que «pinchar» en esas direcciones. De esta forma, a través de una pagina de sociologia puede ir des- cubriendo muchisimas otras paginas en todo el mundo. Actualmente es imposible hacer un listado de diteccio: nes de Internet dedicadas a la sociologia, Pero si quiere empezar por latin siti, puede ojear el libro de Joan Ferrante y Angela Vaughn Ler's Go Sociology: Travels on the Internet (Belmont, CA: Wadsworth Publishing, 1997) sobre el que puede encontrar informaci6n en: hutp:/www thomson.com/wadsworth/index. html Lo que acaba de leer es una direcci6n de Intemet. Pare- ‘ce un jeroglifico pero es ficil descifrar to que significa. La mayorfa de las direcciones de Intemet empiezan con la expresién «http» (0 «ftp» 0 «gopher»), que son las siglas de hypertext transfer protocol. Después de las dos barras (if) seguidas de Ia expresién «www» (que viene de world wide web), viene el nombre de la organizacién, en este caso «thomson». El sufijo «com» que sigue indica gue thomson es una empresa («com> significa «comer cial»), Otros sufijos en direcciones americanas son «edu» (que significa que es una universidad w organizacién edu- cativa), y «org» (organizaciones del gobiemo, volunta- rias, et.). En este ejemplo, después de «com> hay otra barra, a'la que sigue «wadsworth». Esto es asf porque wadsworth, una filial de thompson, ha puesto su pagina dentro de la pagina de la empresa matriz, Unas palabras de cautela Hay una inmensa cantidad de datos sociol6gicos en Inter- net a los que se puede acceder muy fiicilmente. A lo largo del libro daremos algunas direcciones titiles para que se anime a curiosearlas, Pero tiene que tener en cuenta algu- nas cosas: Internet es un mundo en constante evolucin. Las direc- ciiones que le vamos a ir sugiriendo a lo largo de! libro puede que ya hayan dejado de existir cuando quiera accederaellas. También, desde que se escribis este libro hasta que ha caido en sus manos han aparecido otras, direeciones que posiblemente sean mas interesantes, La perspectiva sociolégi 33 La calidad de las paginas que le vamos a sugerir y de Jas que uno pueda encontrar por sf mismo es también muy variable. Los contenidos cambian constantemen- te. Hay que explorar uno mismo, meterse en ellas y ver adénde nos llevan. Esto lleva tiempo. Internet nos puede ofrecer mucha ayuda, pero también nos pide buenas dosis de paciencia, Por iltimo, una cuestién mas pedestre, pero también importante: al escribir una direccién no cambie ‘maytisculas por mintisculas (0 viceversa), y tenga cui- dado en no olvidar puntos y barras separadoras. Tam- bién, una vez que ha descubierto una direccién intere- sante, guirdela en «marcadores> 0 «bookmarks». Asf ahorrard tiempo. Si quiere empezar a curiosear ahora mismo, puede echar un vistazo a las siguientes direcciones: utp: www.runet.edu/~Iridenerfdssfindex. htm Es la pagina de Dead Sociologists Index, una especie de club de los socislogos muertos. Incluye seceiones sobre la obra de WEB. Du Bois, Emile Durkheim, Karl Marx, Thorstein Veblen, George H. Mead y otros soci6- logos. http://www.trinity.edu/~mkearlfindex.htmal Para quien se atreva a hacer un cibertour sociol6gico. Contiene informacién sobre bases de datos, consejos para escribir un trabajo de investigacién, etc. http://www.clas.ufl.edu/users/ethursby/soesci/ ejournal.htmt Listado de revistas electrénicas en ciencias sociales, http://www.inform.umd.edu/EdRes/Topic/ WomensStudies/ Para quien esté interesado/a en temas de género. hutp://esf-colorado.edu/psn/marx/index.html Pigina dedicada a Marx y Engels. Contiene datos bio- graficos, imagnes y explicaciones de los conceptos ‘mas importantes de sus obras. Sobre el impacto de Internet en la investigacién socio- légica, puede leerse el articulo de Rob Kling «The Cultu- re of Cyberspace: The Internet for Sociologists», en Con- temporary Sociology, 26, pp. 434-444. Dos buenas gufas para empezar con Internet son las de Neil Randall, Aprendiendo Internet en 21 das (Méxi- co: Prentice Hall Hispanoamericana, 1995), y la de Julin Martinez Valero y Carlos Esebbag Benchimol, In- rernet para torpes. 3 vols. (Madrid : Anaya Multimedia, 1997).

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