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Analizando el propio concepto de

felicidad
Para poder trabajar con el contenido de este texto, es importante que antes de empezar a
leer, tengas anotada tu respuesta a la pregunta ¿Qué significa para ti ser feliz?

La definición personal de felicidad de cada uno es importante porque nos permite descubrir
conceptos, ideas y creencias personales sobre este concepto, las cuales están influyendo en
nuestros niveles de felicidad.

Concepto binario vs concepto unitario

En primer lugar, debes analizar tu definición personal de felicidad en cuanto a los dos polos de
un mismo constructo: binario/unitario.

La definición binaria del término felicidad es la que se construye en términos absolutos y/o
totalitarios del tipo todo/nada, siempre/nunca, etc… Es decir, es una definición sobre
conceptos poco flexibles, sin matices ni niveles intermedios, del tipo:

Ser feliz es estar siempre contento,

La felicidad es la ausencia de dolor,

Soy feliz cuando no tengo ninguna preocupación,

La felicidad es conseguir todo lo que quiero

La definición unitaria, sin embargo, es la que se construye en términos relativos, inclusivos,


que concibe la felicidad como algo fluctuante, como un sentimiento integrador, flexible.
Ejemplos de definiciones unitarias serían:

La felicidad es la capacidad de estar bien pese a las adversidades,

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La felicidad se compone de momentos de diversión y placer,

La felicidad es crecimiento, diversión, amor, superación de retos,

Atender al constructo binario/unitario de la definición es esencial para empezar a trabajar


sobre las propias creencias para incrementar los niveles de felicidad.

La felicidad no ha de entenderse en términos absolutos. No es algo que se tiene o no se tiene.

Es importante que detectemos los términos absolutos de nuestra definición (si los hubiere)
para reflexionar sobre ellos y tratar de flexibilizarlos.

Debemos ser conscientes de que conciliar e integrar los aspectos negativos en nuestra
definición de felicidad es necesario para incrementar nuestra percepción subjetiva de felicidad.

La aceptación de los momentos menos agradables como parte de la felicidad es fundamental.

Cuando construimos nuestro concepto de felicidad de manera integradora, estamos


eliminando los límites que nos autoimponemos para ser felices.

Es importante aprender a reconocer lo que nos hace felices y tratar de experimentarlo desde
una búsqueda proactiva. Así, la felicidad dejará de vivirse como una emoción reactiva que no
se controla, que se produce o no en función de lo que suceda en el exterior.

Cuando conocemos lo que nos ayuda a sentirnos felices, somos más capaces de buscarlo y de
incrementar de manera activa nuestra sensación de felicidad. Comenzamos a ser dueños de
nuestra propia felicidad.

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Elementos que incluyes en tu definición de felicidad

Llegados a este punto, es importante desglosar los elementos que incluyes en tu concepto
personal de felicidad y redactarlos en forma de lista.

Algunos ejemplos típicos de los elementos que suelen incluirse en las definiciones tienen que
ver con pasar tiempo con la familia, tener libertad financiera, viajar, aprender, reírse, cuidar a
otros, salir a pasear, no tener horarios, etc…

Realiza tu propia lista de elementos que te hacen ser feliz, trata de ser exhaustiva, concreta,
de detallar bien e incluir todos los que se te vayan ocurriendo.

Después, trata de graduar estos elementos en tu lista, de los más relevantes a los menos y
coloca este listado en un lugar disponible para ti.

Este listado jerarquizado te servirá para tener presentes las actividades, experiencias y
situaciones que te hacen feliz, lo cual te facilitará recurrir a ellas y ponerlas en práctica
siempre que quieras, como parte de esta búsqueda activa de la felicidad.

Un baño de espuma, un café con una amiga o hablar los tus hijos, por ejemplo, son acciones
pequeñas que, practicándolas habitualmente, pueden incrementar los niveles de felicidad de
las personas para las que éstas constituyen elementos placenteros o de disfrute.

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© Psicologia Intanfil y Crianza con Apego, www.psicologiaycrianza.com

© Fotografía: Charo Guijarro

2015

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