Infraestructuras heterogéneas Edge-Fog-Cloud

Para mejorar la situación de sobrecarga de datos en la red, cuellos de botellas y latencia, se han
dado propuestas tales como una nube distribuida, cómputo en el borde (Edge Computing, por su
traducción hacia el inglés) [9] y cómputo en la niebla (Fog Computing, por su traducción hacia el
inglés) [10]. Por un lado está la propuesta de nube distribuida [11], que es la distribución de tipos de
capacidades de la nube hasta el borde de la red para permitir servicios en la nube con baja latencia y
procesamiento en tiempo real en un ancho de banda limitado mediante el interfuncionamiento entre
grupos de recursos fı́sicos o virtuales. Consiste en crear una arquitectura de tres capas, una donde
se encuentra la nube central (CSC) que administra grupos de recursos, incluidos los recursos en el
borde de la red, y habilita el servicio en la nube; una nube regional alojada desde la nube central en
regiones geográficas particulares; y una en el perimetral desplegada en el perı́metro de la red a la que
acceden los clientes de servicios en la nube (CSC) con recursos de pequeña capacidad (se refiere a
una parte del servicio en la nube para reconfigurar la funcionalidad del servicio en la nube para que
se ajuste a la nube de borde) que habilitan el servicio en la nube. Tiene implicaciones como gestión
de recursos heterogéneos, es decir, se requiere que una nube distribuida brinde gestión de recursos
de nube distribuidos heterogéneos para acomodar y utilizar recursos de nube distribuidos de manera
fácil y eficiente. El edge computing hace referencia a dispositivos que se ubican en el borde de la red
(a lo máximo un salto) [7] tales como computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, etc. donde
se pueden ejecutar tareas de cómputo permitidas por los recursos de los que se dispone. Del fog
computing se tiene la siguiente definición dada por el Consorcio OpenFog en [10], “La computación
en la niebla es una arquitectura horizontal a nivel de sistema que distribuye recursos y servicios
de computación, almacenamiento, control y redes en cualquier lugar a lo largo del continuo desde
la nube hasta las cosas”. De este modo, el fog computing permite a los dispositivos de red realizar
cálculos para aplicaciones sensibles a la latencia [7] [11].

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 En la Figura 2 se puede ver un esquema de flujo, procesamiento y/o almacenamiento de datos,
donde ya se involucran el cómputo en el borde y el cómputo en la niebla entre las fuentes de datos
y el cómputo en la nube.

Figura 2: Esquema IoT EFC [7]

Las tecnologı́as edge y fog computing de acuerdo con lo analizado en [9] y [10] se constituyen co-
mo infraestructuras heterogéneas (diferencias en latencia, recursos cómputo, distribución geográfica,
cantidad de nodos, tipos de aplicaciones, control/gestión de la infraestructura, estándares, dispo-
sitivos y seguridad) de manera intrı́nseca y extrı́nseca en conjunto con el cloud computing [3] [11],
de esta manera se puede contemplar algunos criterios de heterogeneidad entre ellas en la Figura 3.

Figura 3: Criterios de heterogeneidad EFC [7] [9] [10] [11] [12] [13]

Entre los criterios contrastados está la latencia que es medida respecto a los tiempos de respuesta
obtenidos al enviar una carga de trabajo para procesarse en la nube (de segundos a minutos), la
niebla (de milisegundos a minutos) o en localmente en el borde (milisegundos). Pese a que los

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recursos de cómputo en el cloud son grandes centros de datos, debido a su ubicación geográfica
a muchos saltos de las fuentes de datos, se tienen tiempos mayores. Además los servicios de
nube requieren de conexión a internet a diferencia al fog que puede funcionar con conexión
intermitente y del edge que puede no requerir estar en lı́nea para realizar cálculos. Otro punto es
que la gestión de las infraestructuras es distinta, control centralizado para el cloud, y
descentralizado para fog y edge. Estos criterios dan pautas como el desconocimiento de
contexto de las aplicaciones y por ende aumenta el reto de compartición y privacidad de los
datos.