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Introducción

El principio axiomático que sirve de fundamento de esta obra es que el mundo fue
creado por un Ser Supremo con una finalidad benévola y lo rige acorde con ello. A partir
de ahí, Ramjal se propone esclarecer cuatro conceptos fundamentales implícitos en este
principio. El eje común de estos conceptos es el modo en que el Creador se relaciona
activamente con el mundo que hizo, en particular con los seres humanos, entes dotados
de autonomía espiritual y libre albedrío, capaces de establecer una relación significativa
con su Hacedor.

El primer concepto se refiere a la manera en que el Creador dirige actualmente el mundo,


tanto a nivel individual como global. Esto es lo que la traducción judía denomina Hasgajá,
la “Dirección Divina”.

El segundo se relaciona con la acción de los seres humanos en el mundo y la manera e


que el Creador reacciona ante los actos humanos, ejerciendo así Su propósito de
benevolencia hacia ellos y Su prerrogativa de justicia. A esto se refiere la noción de
“recompensa y castigo” para el ser humano.

El tercer concepto se centra en el objetivo final de la historia humana. Este es el trasfondo


del principio enunciado por la tradición judía de la inevitabilidad del advenimiento de una
época mesiánica como etapa culminante del desarrollo histórico de la humanidad.

El cuarto concepto se refiere a la cuestión de si habrá una resolución ultima de la


condición existencial humana, entendiendo por ello una dimensión donde las
contradicciones inherentes a la condición humana se resuelvan y encuentren un sentido
pleno y positivo que lo justifique.

El trasfondo de estas cuatro cuestiones es el problema del Mal en el mundo, ya que por
lógica éste sólo se presenta al asumir que el universo humano fue creado en un estado de
deficiencia inherente tal que precise que el Creador lo dirija activamente hacia un objetivo
benévolo y, además, convoque al ser humano a ser copartícipe en este proceso de
rectificación.

A fin de elucidar estas cuatro cuestiones, Ramjal adopta el formato de un diálogo entre el
“Alma” y el “Intelecto”, dando a la primera el papel de quien interroga sobre estos temas y
al segundo en de quien responde y clarifica las dudas. El motivo de ésta división se halla
en el hecho de que para Ramjal es la Razón humana la que tiene a su cargo el deber de
analizar , aclarar y explicar las interrogantes existenciales que afectan profundamente el
alma de los seres humanos y su precaria situación en el mundo.

Esto se deriva de la manera en que entiende el versículo en Debarim 4:39 que afirma:
“Sabrás hoy e internalizarás en tu corazón que el Eterno (YHVH) es el poder Supremo
(Elohim) en el Cielo arriba y en la Tierra abajo; no hay nada más”. Ramjal entiende este
versículo como un imperativo de conocer y entender, en forma racional y precisa, las
cuestiones últimas que afectan a los seres humanos, en vez de meramente contentarse
con afirmaciones basadas en la fe o la tradición.

Todo este libro estará fundamentado en la tradición metafísica de la Cabalá,


especialmente en las formulaciones del Rabí Itzjak Luria, usualmente conocido como el
Arizal.

Es un libro largo y con sus complejidades, esperamos aportar lo mejor de nosotros y


hacerlo accesible, aumentando así nuestro conocimientos sobre nuestro Creador, y su
objetivo final, para con nosotros.

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