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La Antigua Muralla en El Arenal

La antigua muralla de Sevilla iba en línea recta por la actual calle Almirante Lobo,
rodeando la parte trasera de la Casa de la Moneda y haciendo un giro respecto al
Paseo de Colón, sin llegar a unirse a la Torre del Oro.
Sí se unía, en cambio, en la calle
Santander a la Torre de la Plata,
junto a la que se encontraba el
Postigo del Carbón, a la altura de la
calle Temprado. Era conocido
antiguamente con los nombres de
Postigo de las Atarazanas, Postigo de
los Azacanes o Postigo del Oro, fue
derribado a mediados del siglo XIX,
quedando tan sólo un trocito en la
unión de las calles Santander
(antigua calle del Carbón) y
Temprado, junto a la Torre de la
Plata.

La muralla continuaba hasta la mitad de la calle Santander, donde la muralla daba un


giro y seguía recta entre la avenida de la Constitución y la trasera del Hospital de la
Caridad, hasta la calle Arfe, esquina Almirantazgo, lugar en el que se sitúa el Postigo
del Aceite que aún se conserva.

Estudio del Arenal, por Miguel Morillo Morillo


En la parte interior del Postigo hay una representación en piedra labrada de San
Fernando y, bajo ella, una lápida que da fe de la reforma de Tortello.
En el interior del arco había unos rieles donde se colocaban pienso tablones de madera
para que no entrase el agua en Sevilla cuando se inundaba el río Guadalquivir.
La muralla continuaba por la actual Plaza del Cabildo, en la que se conserva un
pequeño trozo del muro que se puede ver aún.

De allí seguía por la calle Arfe apenas cien


metros hasta llegar a la Puerta del Arenal, en
la confluencia de las calles Mar (actualmente
García de Vinuesa), Arfe y Castelar.
Recibía el nombre del amplio arenal que a
partir de ella se abría hasta el Guadalquivir,
extendiéndose desde la Torre del Oro hasta la
Puerta de Triana, en lo que hoy es el barrio de
la Carretería.
Por su estado de ruina, fue derribada y
reedificada en 1.566 y, posteriormente, en
1.734 volvió a ser renovada, según recoge la
placa de mármol que hay en su fachada.
En la calle Arfe había un azulejo de cerámica,
que nos recuerda el aspecto que tenía está
desaparecida puerta.
Después de la Puerta del Arenal nos dirigimos a la Plaza de Toros donde nos hicimos
una foto en la puerta de esta y finalmente caminamos por la calle Adriano y vimos los
diferentes estilos de casas que había en la calle Santas Patronas, por la que seguía la
muralla y en la que se han construidos casas conservando la muralla en su interior.

Estudio del Arenal, por Miguel Morillo Morillo

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