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¿Qué es un ensayo?

El ensayo es un tipo de texto en prosa, generalmente expositivo-


argumentativo, en el cual un autor reflexiona, diserta, evalúa o analiza un tema a
elección.  Es un género literario, que aborda subjetivamente una temática y tiene
un formato libre, en el que el autor se vale de información rigurosa y chequeada
para formular sus argumentos.

Los ensayos pueden tratar sobre una gran diversidad de temas, en disciplinas


como literatura, filosofía y economía. También es usual que en el ámbito
académico se realice la escritura de ensayos, los ensayos académicos suelen
adherir a estándares de objetividad, rigurosidad metodológica y formatos más o
menos establecidos; dentro del ámbito científico o humanístico.

El ensayo como género nació en el Renacimiento, alrededor del siglo XVI,


época en la que la divulgación de las ideas y la pedagogía se consideraron
centrales en la labor de los intelectuales. Fueron ensayistas importantes Francis
Bacon (1561-1626), Michel de Montaigne (1533-1592), Pío Baroja (1872-1956),
José Enrique Rodó (1871-1917) y José Carlos Mariátegui (1894-1930).

El término “ensayo” es también frecuente en otros ámbitos artísticos, como el


cinematográfico, en el que se habla de “ensayo fílmico” para referirse a una
película que, en lugar de contar un relato, desarrolla una idea o concepto. El
“ensayo fotográfico”, similarmente, se usa en la fotografía para referirse a un
conjunto de imágenes sobre un tema.

Características del ensayo


Las principales características del ensayo son:

 Es un escrito en prosa que aborda un tema significativo escogido por el


autor.
 Su finalidad es explorar un tema y expresar las ideas, puntos de vista y
opiniones del autor al respecto. Es argumentativo y puede ser también
una pieza persuasiva.
 Debe ser específico y abordar una temática clara y no muy amplia.
 Puede tratarse sobre una gran cantidad de temáticas, dentro de
disciplinas como la política, la economía, la literatura o la filosofía.
 A menudo está escrito con fines académicos o para sumar conocimiento
en un área específica del saber.
 Se considera un género literario perteneciente a la didáctica,
emparentado con la miscelánea, la epístola o la disertación.
 Su estructura es flexible, ya que el autor usa una forma libre para
abordar la temática de interés, aunque en muchos casos un ensayo
tiene una introducción, un nudo y un desenlace.
 Su extensión puede ser variable, desde unas pocas páginas hasta un
libro entero.
 Se dirige a un público amplio y variado, por lo que suele emplear un
vocabulario y una redacción simple.

Tipos de ensayo
El ensayo se clasifica según el área del saber al que pertenezca y a la
metodología que emplea en su escritura en:

 Ensayo literario. Es un tipo de ensayo que utiliza recursos


literarios para abordar el punto de vista del autor sobre alguna temática
determinada dentro del campo de las letras. Es una obra subjetiva y
detallada.
 Ensayo científico. Es un tipo de ensayo en el que el autor da su
postura u opinión sobre alguna temática dentro del área de las ciencias.
El ensayo suele incluir información objetiva y comprobada y argumentos
claros y precisos.
 Ensayo académico. Es un tipo de ensayo que se realiza dentro de
comunidades intelectuales, escolares o universitarias. Suele usar un
vocabulario formal y ser de tipo expositivo y rigurosamente
metodológico.
 Ensayo filosófico. Es un tipo de ensayo que expone y reflexiona sobre
una temática propia de la disciplina filosófica. Incluye las observaciones,
opiniones y puntos de vista del autor.
 Ensayo sociológico. Es un tipo de ensayo que aborda una temática
dentro del campo de la sociología. El autor expone información clara y
chequeada y ofrece sus reflexiones y opiniones.
 Ensayo histórico. Es un tipo de ensayo que aborda una temática
dentro del campo de la historia. En el ensayo histórico el autor brinda
información sobre el tema de interés y ofrece sus reflexiones y
argumentaciones.
 Ensayo expositivo. Es un tipo de ensayo en el que el autor busca dar a
conocer y explicar de forma clara y detallada una temática, para que sea
comprendida por el lector. Este tipo de ensayo no tiene como fin ofrecer
argumentos u opiniones del autor sobre el tema.
 Ensayo descriptivo. Es un tipo de ensayo en el que el autor describe
de forma detallada un determinado elemento o situación, como una
persona, cosa o lugar. Es un ensayo subjetivo en el que el autor da su
punto de vista o mirada sobre aquello que describe.

Partes de un ensayo
No existe una forma única o universal de estructurar un ensayo, pero,
generalmente, un ensayo está compuesto de tres partes principales:
 Introducción. Es la parte del ensayo en la que se sientan las bases,
contexto y conceptos mínimos para que el lector conozca la temática y
punto de vista del escrito. La introducción da comienzo a todo ensayo y
suele ser breve y explicativa.
 Nudo o desarrollo. Es la parte del ensayo en la que se exponen las
ideas principales de la temática y en la que el autor argumenta o da sus
posturas o puntos de vista. Es la parte del ensayo más extensa.
 Cierre o conclusión. Es la parte del ensayo que brinda al lector las
interpretaciones finales de lo expuesto, resumiendo o repasando los
puntos vitales y la postura del autor.

¿Cómo hacer un ensayo?


1. Elegir una temática. Es importante que el tema elegido genere interés
y motivación en el autor, para que pueda desarrollar y exponer los
argumentos y puntos de vista propios. El tema a abordar debe ser
acotado y simple para poder realizar una investigación y un ensayo claro
y consistente.
2. Investigar sobre el tema. Se debe recurrir a fuentes calificadas para
conocer acerca del tema de interés. Conocer sobre el tema le permitirá
al autor emitir un juicio u opiniones que serán la base del ensayo. Según
la temática elegida, se deberá averiguar en qué sitios es oportuno
investigar, pueden ser tanto fuentes virtuales como soportes físicos
(como libros y revistas). También es importante recopilar estudios o
ensayos previos sobre temáticas similares, que ayudarán a entender los
distintos enfoques y ramificaciones del tema elegido.
3. Desarrollar un punto de vista. Una vez conocido el tema en su
totalidad, el autor debe armar sus argumentos y puntos de vista, que
luego buscará transmitir al lector. Es fundamental que estos argumentos
sean originales y que generen motivación en el autor.
4. Realizar un esquema. Una vez recopilada la información, y teniendo
claras las principales ideas del ensayo, se podrá realizar un esquema
sintético para ordenar los puntos más importantes.
5. Redactar el ensayo. Durante la redacción del ensayo se debe incluir la
información, los datos duros y las opiniones personales de forma breve
y clara. Se utilizará toda aquella información que dé sustento a los
argumentos y que ayude en el armado de las conclusiones. Para
redactar un ensayo se deben tener en cuenta factores como el uso de
una correcta puntuación y ortografía para lograr un escrito claro y
coherente.
¿Qué es un ensayo literario?
El ensayo literario es un tipo de ensayo caracterizado por una redacción
subjetiva. En este, el autor expone sus argumentos acerca de una materia,
concediéndole mucha importancia al estilo. Aunque es un texto en prosa
claramente subjetivo, es también riguroso en su acercamiento al tema y tiene
información que ilustra la posición de quien escribe. No es solo un discurrir
de ideas personales acerca de algo, sino una exposición coherente de
argumentos, fuentes y citas. 

Algunos autores hablarán del ensayo como género literario. En este artículo
se utiliza dicha expresión para hacer referencia a un tipo específico de
ensayo, y no a un género de redacción. El ensayo es un género esencialmente
libre. No puede hablarse de un tipo cerrado de ensayo literario. Todo ensayo
puede también contener una redacción más científica y al mismo tiempo
literaria. 

Algunos teóricos afirman que el ensayo literario concede gran importancia al


estilo en que está redactado. Por ende, en el ensayo científico o
argumentativo se centra más en la construcción de sus fundamentos y en la
documentación que proporciona para exhibirlos. En cambio, en el ensayo
literario, el escritor no se preocupa enteramente de exponer una idea con la
intención de convencer al lector de su posición.

Algunos ensayos de Octavio Paz, Esteban Echeverria o José Ingenieros se


caracterizan por presentar una redacción con un gran cuidado en el
estilo. En cambio, un ensayo de Stephen Hawking está más lejos de ser
catalogado como un ensayo literario, en razón, por un lado, del tema que
dicho autor desarrolla y por otro, por el estilo que ha utilizado para
redactarlo.

¿Cómo hacer un ensayo literario?


El ensayo es un tipo de texto literario, por lo que no cuenta con pasos o
elementos determinados e imprescindibles. Sin embargo, debido a que estos
textos son ampliamente usados en el ámbito educativo, se suelen enumerar
algunos pasos a tener en cuenta para la redacción de un ensayo escolar. Estos
son:

 Elección del tema. Un ensayo debe abordar un tema o una arista de un


tema que interese al autor. No debe ser un tema muy amplio, sino que el
escrito debe tratar acerca de una idea o reflexión determinada.
 Documentación. Una vez elegido el tema, comienza el proceso
de investigación y documentación, es decir, se debe investigar sobre la
temática de interés en distintas fuentes. La documentación va a ayudar
a tener un panorama más amplio sobre el tema elegido y a conocer lo
que otros autores escribieron al respecto.
 Preparación. Antes de escribir es importante hacer un esquema
de ideas que sirva de guion o esqueleto del ensayo y que plasme el
orden en el que se abordará cada idea o argumento.
 Redacción. Se procede a escribir usando como base el guion o
borrador. Esto implica exponer las ideas lo más claramente posible y en
un orden lógico, para que sean comprendidas por el lector. Es
importante realizar varias relecturas del texto y aplicar las correcciones
necesarias para que el escrito refleje las ideas y opiniones deseadas.

Recursos literarios para elaborar un ensayo.


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¿Qué es una tesis?
Se entiende por tesis, en el mundo académico, a un trabajo de investigación por
lo general monográfico o investigativo, que consiste en una disertación y
comprobación de hipótesis previamente establecidas, para demostrar una
capacidad analítica y el manejo de procedimientos de investigación.

La mayoría de los grados académicos se otorgan tras la elaboración, defensa y


aprobación de una tesis de grado. Su elaboración suele involucrar meses de
trabajo investigativo en un área específica del saber, expuesto en un documento
de alrededor de cien a ciento cincuenta páginas, donde se detalla el procedimiento
y se muestran los resultados, echando mano a gráficas o material de apoyo de ser
necesario.

Sin embargo, en una tesis también hay lugar para las opiniones y


elaboraciones propias del autor, de modo que se trata de un trabajo escrito
original, que realiza una aportación específica al campo del conocimiento
organizado.

Ejemplos de ensayos literarios

Como se explica al estudiar el concepto de ensayo literario, este se


caracteriza por prestar una gran importancia al estilo de redacción. Este tipo
de ensayo es muy subjetivo, lleno de matices que tienen por
finalidad expresar las ideas del autor.

El siguiente ejemplo corresponde al breve escrito titulado "Energías


perdidas", del español Rafael Barret.

Energías perdidas
Impotente para crear un átomo, para sacar de la nada el más débil de los
esfuerzos, el hombre tiene el don sublime de organizar las energías que le
rodean. Las obliga a ensanchar el reino de la inteligencia, a integrarse
activamente en una concepción del mundo más y más alta; las obliga a
humanizarse. Por encima de las flechas de las catedrales asoman las puntas
de los pararrayos; mas guardémonos de reír: esto proclama que la centella ya
no es de Dios. Del mismo modo que la energía química de los alimentos se
transforma, al pasar por nuestra sustancia, en el más prodigioso conjunto de
fenómenos, las energías naturales engendran, al pasar por los mecanismos
humanos como pasa el viento por las cuerdas de un arpa, la armonía
anunciadora del universo futuro. El ejército de las fuerzas humanizadas
aumenta sin cesar, y rinde poco a poco al inmenso caos de lo desconocido. El
hombre es el eje en torno del cual comienzan a girar las cosas, agrupándose
en figuras imponentes y simbólicas. Estamos en el primer día del génesis,
pero es nuestro espíritu, y no otro, el que flota sobre las aguas.

No obstante tan luminosas promesas, ¡cuán pequeño es lo que poseemos si


lo comparamos con lo que todavía está por poseer! Las gemas han salido de
sus antros para brillar sobre el cuerpo de las mujeres, y las rocas han
abandonado su inmemorial asiento para convertirse en viviendas humanas;
el hierro, el carbón y el otro están con nosotros; mas, ¿qué es lo que
conocemos del planeta? Hemos arañado en escasos puntos su epidermis, y
nos abruma, casi intacto, su redondo y colosal misterio. Ignoramos los más
formidables metales, las más extrañas materias. Si hoy nos desconcierta el
radio, ¿qué no nos aturdirá mañana? ¿Qué es lo que sabemos de ese
monstruoso ser que se estremece en los terremotos y respira por los
cráteres? ¿Qué palabras no arrancaremos con el tiempo a la espantosa voz de
los volcanes?

Desde el corazón de los montes va nuestra imaginación a la superficie de los


mares, y nos asombramos del inútil y perenne batallar de las ondas. Sobre
una extensión cinco veces mayor que la que cubren los continentes reunidos,
no hay un metro de líquido que no suba, baje, se vuelque y palpite sin
descanso. Y cuando el huracán se desata y su caprichosa energía se ha
mudado en olas descomunales que se empinan marchando, preciso es
aguardarlas en la costa, y verlas estallar contra los acantilados sombríos,
haciendo temblar entre una tempestad de espuma las raíces de las montañas,
para sentir lo incalculable de esta fuerza que se acaba a sí misma. Y como si
no fuese bastante este derrochar sin freno, la blanca luna levanta
diariamente hacia ella la masa de las aguas, en una aspiración gigantesca
cuyo aliento no acertamos a aprovechar.

Toda la vida terrestre: brisas y ríos, selvas cerradas, praderas sin fin; la fiera
que huye con oblicuo salto; el pájaro que teje su nido, y el insecto que zumba
sobre la flor; los días, que cambian con las estaciones; las estaciones, que se
matizan según los climas, y las razas humanas, que en ritmo impenetrable,
sienten, piensan y se reproducen; todo lo que se mueve, luce y combate es
para el sabio una forma del calor solar. Por eso, hemos de inducir las
maravillas que se pierden en los desiertos calcinados de África, Asia y
Australia, sobre cuyas arenas infecundas derrama el sol cada día sus
ardientes cascadas de luz. Pero tal calor desaparecido, ¿qué es al lado del que
fluye constantemente a través del espacio, precipitándose en la nada?
Nuestro globo es un grano de polvo que brilla en el vacío; recoge una parcela
de energía, mientras la casi totalidad se esparce en una inmensa circular
oleada, que se debilita a medida que se abre, hasta desvanecerse en las orillas
del infinito.

Soñemos con los soles inaccesibles, y soñemos también con otras energías:
las que nos rozan sin vernos, o nos acarician y quizá nos matan, las
innominadas habitantes de la sombra. Ayer ignorábamos que existía la
electricidad, esa alma de la materia. ¡Que todo lo que vamos descubriendo
nos sirve de sonda para lo que aún ignoramos! No pretendamos envolver con
los sentidos, pobre red de cinco hebras, la enigmática realidad. Los más
nobles pensadores, despreciando el frívolo escepticismo de los que no ven
más allá de su microscopio, escuchan con religioso silencio los pasos de la
Idea, que viene acercándose, y lo esperan todo de lo que no nos ha engañado
nunca. Tengamos conciencia de nuestro destino. Alcemos nuestra ambición
hasta tocar el firmamento con la frente. Que nuestra mano o nuestro
pensamiento detenga la naturaleza que pasa. Mas no nos equivoquemos y
creamos que nuestras armas son perfectas, y nosotros mismos, dignos
enteramente de la lucha divina.

Corazones generosos laten bajo andrajos de mendigo. Talentos insignes


agotan sus facultades en la miserable caza del pan. El genio muere
desesperado o no nace. Los gérmenes sucumben. La mole de la imbecilidad y
de la maldad general es demasiado pesada. Antes de escalar el cielo y de
encarcelar las energías del abismo, hay que libertar esas otras energías
sagradas que sufren en el fondo de la sociedad. Es necesario que extiendan
las alas, y que reinen sobre el mundo, como reina el espíritu sobre la carne,
en aquellos que son algo más que carne. Entonces, miraremos las tinieblas
cara a cara, y diremos:

«Somos la verdad».
Energias perdidas, de Rafael Barret. Wikisource

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