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EL "HOMO LUDENS" El título de la segunda obra, ha sido sugerido a Cox por una fiesta
medioeval, que él describe al comienzo, en los siguientes términos: "Du-
rante la Edad Media floreció en muchos lugares de Europa una festivi-
hablo a deportistas como vo-
empre una especie de afectuo- dad conocida con el nombre de Fiesta de Locos. En aquella ocasión,
íritus, animándolos a desple- llena de colorido, que normalmente se celebraba alrededor de primeros
ia los objetivos que más enno- de año, incluso los sacerdotes normalmente piadosos y la gente seria se
Pablo 11al equipo de fútbol colocaban máscaras obscenas, cantaban canciones desvergonzadas y, en
undial.
pocas palabras, mantenían despierto a todo el mundo en medio de la ja-
rana y las imitaciones grotescas. Los clérigos de órdenes menores, con
Por Alberto Rarnírez
los rostros pintarrajeados, se contoneaban vistiendo los trajes de sus
Profesor de la Facultad
de Teología de la UPB. superiores y se burlaban de los pomposos rituales eclesiásticos y corte-
sanos. A veces era elegido un Rey de Burlas, un "Señor del Desgobier-
no", o un Niño Obispo. En algunas partes, el Obispillo celebraba una
parodia de misa. Durante las Fiestas de Locos no quedaba libre del ri-
n de su obra "La Ciudad dículo ninguna costumbre o convención y los más importantes persona-
o Harvey Cox, publicaba jes del reino podían esperar verse en coplas".
lo "Las fiestas de locos"
n Festivity and Fantasy". y el autor se pregunta posteriormente por la razón de la desapari-
assachussets. La versión ción de estas Fiestas, para concluir que el hombre ha estado en peligro
por las Taurus Ediciones de perder la dimensión jocosa, lúdica, festiva de su vida. "Por qué ra-
ología feliz"). La impre- zón alcanzaron tanta preponderancia virtudes tales como la sobriedad,
ada, es señalada somera- la frugalidad, la laboriosidad y la ambición, a costa de otros valores?
a obra: "Algunos conside- Por qué las actitudes joviales, lúdicas y festivas sufrieron aquella dura
unilateral en su activismo crítica durante el período protestante?" ... "Mi tesis en esta obra es
bio social y su ex traver- que todas las formas de fiesta y fantasía que nos quedan, están deseo-
una obra auténticamente nexas y mustias. Nuestras fiestas ya no cumplen, como antes ocurría, el
o-calvinista". Aunque el cometido de ponemos en conexión con el despliegue de la historia cós-
tre sus posiciones, en las mica o con los grandes fastos de la aventura espiritual del hombre. Nues-
la segunda obra represen- tras fantasías tienden a ser cautelosas, extravagantes y secretas. Cuando
opacados .en la primera: ocasionalmente remontan el vuelo, son apreciadas sólo por una élite.
al hay una brecha -que no Nuestro modo de festejar es esporádico u obsesivo; nuestras fantasías,
quieren cambiar el mundo sujetas a predicción o políticamente impotentes. Ni aquél ni éstas son
ir. Una de las razones por fuente de inspiración para el genuino cambio social.
la cerrada. No existen mo- Si he querido comenzar estas reflexiones con una referencia a la obra
ías de la vida no puedan, de Cox, ello se debe a que en ella he encontrado algo en lo que muchos
o cambio social. Y los que estarán de acuerdo: a pesar de la seriedad de la vida humana, que en
qué ser tristes y ascetas. muchas ocasiones es concebida como una lucha, como trabajo penoso
alores positivos vio en la y aún como una angustia dolorosa; no se ha descartado en la experien-
rl Marx suspiraba por un cia de los hombres, por lo menos no debería descartarse en ella, una di-
ertido en una especie de mensión también auténticamente humana, como lo es la del gozo, la
ficaces si, de vez en cuan- alegría, lo festivo. Y si ambos aspectos, el de la lucha de la vida y el de
asionalmente- como si to- la alegría de vivir, se presentan en la vida de cada hombre y hasta en la
sido totalmente a1canza- de la comunidad humana, no deja de ser cierto que ellas no logran inte-
specie de "liberación pro- grarse convenientemente y que el hombre se mueve como a saltos entre
ical-festiva" está haciendo el dolor y la alegría, entre la seriedad y la festividad, presa de "estados
de ánimo" que, a veces, lo convierten en tirano de los otros, mientras
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ctividades de la vida que usados casi al pie de la letra para describir la oración: 'Jugar es entregar-
zosamente las aspiracio- se a una especie de magia, representar ante nosotros el papel del absolu-
adas más que por el espí- tamente otro, comprar anticipadamente el futuro, desmentir al inopor-
tuno mundo de los hechos. En el juego, las realidades terrenas se
humana como un juego vuelven de pronto efímeras; en un primer momento las dejamos atrás,
or fuera de lo humano in- después nos deshacemos de ellas y las enterramos en el pasado; la mente
o profundo de la existen- se dispone a aceptar lo inimaginable e increfble , al entrar en un mundo
a la fe, podríamos soste- en el que se aplican leyes diferentes, para aliviamos de todos los fardos
ia religiosa con el juego, abrumadores, para ser libres, como reyes, sin cadenas, divinos".
tegorías del trabajo? No
os y, para los hombres, la
ción? La costumbre nos 5. EL DEPORTE: EL SENTIDO DE UNA ACTIVIDAD QUE
ra que no hemos podido PERTENECE AL CAMPO HUMANO DE LO LUDICO.
pasar el umbral de lo pro-
igioso, significa entrar en Hay en el momento actual una actividad que se ha convertido en par-
s actitudes lúdicas ya no te constitutiva del empeño de la formación humana: el deporte. Como
ra que mencionábamos al tal, no es solamente fenómeno característico de nuestra época, sino que
cerca de la posibilidad de se puede constatar siempre y en especial en momentos privilegiados de
de la categoría de lo lúdi- la historia de la cultura humana. No pertenece esta actividad al campo
para ver la religión como de lo que podríamos señalar como "trabajo"; pertenece más .bien al
dos fuentes. En primer campo de las actividades humanas que merecen el nombre de "juego".
ivel muy bajo en impor- No se oculta al observador del fenómeno humano que, en especial en
e la sociedad industrial y, nuestros días, ésta y otras actividades humanas, puede correr el riesgo
ente compartido ... En de convertirse en vehículo de intenciones negativas deshumanizantes:
o no puede mantenerse comercialización, profesionalización, instrumento de manipulación y
re puede tomarse el juego de distracción de las masas humanas. Frente a estos riesgos, merece el
en broma hasta las cosas deporte una reflexión que haga aflorar sus virtualidades positivas y hu-
manizadoras y no sólo en función del sentido inmediato de la existen-
ión, Cox se refiere al ca- cia humana, sino aún en función del sentido último del hombre. Es po-
ni siquiera en la teología sible no sólo una filosofía, sino también una teología del deporte.
de juego es nueva. Lo in-
tólico Romano Guardini,
incluía un capítulo titu- 5.1. El deporte como actividad del hombre integral.
oración: "Cuál es la rela-
rucial, pues de ella depen- A primera vista podríamos tener la impresión de que el deporte es
ismo. La oración es algo una actividad estrictamente corporal. No puede decirse propiamente
religiosa. Así, si oración que ella carecería de sen tido si lo fuera, porq ue nada hay de negativo en
nte excluyentes, entonces la corporeidad humana y sería imperdonable, en nuestros días, estable-
una y otra es peligrosa y cer una contraposición dualista entre el cuerpo y el espíritu del hombre,
hay entre oración y juego como lo hacían los maniqueos, para ubicar la bondad en el espíritu y la
cuperación del elemento maldad en el cuerpo.
be dársele la bienvenida. Pero, como todas las otras actividades humanas, ésta tampoco es pu-
as, sino que su parentes- ramente corporal. Todo el hombre se pone en movimiento en el depor-
mino de acceso a su tradi- te. Y en él, además, se ponen con frecuencia en marcha, al máximo, los
n at Play, el filósofo ea- movimientos humanos. Según la clase de deportes que se practique, se
'rminos que podrían ser impulsan las máximas posibilidades humanas. No son sólo los músculos
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se pone en acción al má- exige al deportista empeñar hasta el máximo sus posibilidades; la ma-
an al deporte, van acorn- leabilidad que adquiere todo su ser por la ascesis o la disciplina que el
e superación. La satisfac- deportista debe imponerse alegremente; el sentido auténtico de com-
1canzar metas de supera- petencia que no sólo logra la propia superación, sino que motiva la su-
signo de la integridad de peración de los demás, den tro de una comprensión y aceptación fra-
ternales; la liberación de todos los aspectos negativos con los cuales
puede estar ligada la realidad de la lucha. El cultivo de todos estos
valores hace posible gozar la vida como un juego lleno de sentido.
ad que pertenece al cam- Un hombre así realizado integralmente es un ser abierto y disponi-
ble para la búsqueda de metas últimas. No sin razón se ha hablado del
ideal de una "rncns sana in corpore sano", como referencia al depor-
s llenas de sentido en la te. Y no sin razón se ha comparado también la historia del hombre
el sentido del "ocio crea- cristiano con una lucha alegre en búsqueda de una meta. El cristiano
u existencia corre el peli- afirma el valor del deporte y la teología comprende su significación.
stado de melancolía y de Porque el cristianismo afirma el valor de la creación de Dios, que no es
izan te. La vida del hom- otra cosa que un proceso continuo de superación y de realización in-
de agotarse en la realiza- tegral, del que él no es un puro beneficiario, sino un agente activo.
un sentido materialista y Es muy importante que, al fomentar el deporte, se lo fomente en
roductiva y en el que no toda su nobleza, como gran posibilidad que se le ofrece al hombre pa-
iempo". La obsesión del ra realizarse como hombre. Es la única manera de evitar que él se con-
areas de carácter produc- vierta en un simple medio de satisfacción superficial de las personas, o
pérdida fecunda del tiem- en un nuevo medio de comcrcialización materialista que fomenta va-
neurosis. El deporte es lores inauténticos, o en un medio de alienación de las conciencias.
olver a descubrirse como Los eventos deportivos pueden ser una excelente ocasión para señalar
vida y de valorar también siempre de nuevo el sentido implicado en esta actividad humana.
el trabajo, no presentan
s supremos de la existen-
de convertirse en esclavo
ividades que deberían per-
liberadora, como lo es la
edio de esclavización o de
avitud del trabajo. El des-
ana es descubrimiento de
tá constantemente ligado
ores auténticos. Y si estos
e actividad humana, tam-
integral como lo es la del