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Capítulo 6

Aplicación a sectores
especiales
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

6.1. Construcción

Los índices de siniestralidad son los indicadores más claros a la hora de demostrar
que la construcción es una actividad con unas características especiales en cuanto al
riesgo se refiere. Simplemente, las particularidades de la organización del trabajo hacen
que resulte necesario un desarrollo normativo específico en el que se determine el
grado de participación y responsabilidad de todas las figuras intervinientes en una
obra. Por otro lado, el dinamismo de la propia actividad hace que las condiciones al
inicio de la jornada no sean válidas a última hora del día, por lo que la evaluación de
riesgos requiere ser complementada con el estudio y el plan de seguridad y salud.
Motivos como estos son los que hicieron necesario en 1997 que se desarrollase el Real
Decreto 1627/1997, de de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones
mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción.

El Real Decreto 1627/1997 cuenta con una guía técnica de desarrollo actualizada
recientemente, en la que se especifican los derechos y obligaciones de los protagonistas
de una obra de construcción, y desarrollan una serie de medidas para ser implantadas
en las propias obras.

Obligaciones y funciones

Uno de los elementos diferenciadores de las obras de construcción respecto de


cualquier otra actividad es la existencia de diferentes figuras que intervienen en las
distintas fases. El RD 1627/97 les asigna obligaciones y responsabilidades preventivas.

Promotor: Cualquier persona física o jurídica por cuenta de la cual se realice la obra.

Obligaciones:
a) El promotor es el responsable de la elaboración del estudio o estudio básico de
seguridad y salud en la fase de proyecto de obra.
b) Designar los coordinadores de seguridad y salud en fase de proyecto o en ejecución
de obra, según corresponda.

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Proyectista: Autor o autores, por encargo del promotor, de la totalidad o parte del
proyecto de obra.

Funciones:
a) Si el proyecto lo realiza en su totalidad un único proyectista, este será el responsable
de que se cumplan las exigencias preventivas.

Coordinador de seguridad y salud durante la elaboración del proyecto de


obra: Técnico competente designado por el promotor para coordinar los aspectos
preventivos de la fase del proyecto de obra cuando intervienen varios proyectistas.

Funciones:
a) Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención en el proyecto,
estudio o estudio básico y en las previsiones e informaciones útiles para la
realización de los trabajos posteriores.
b) Elaborar o hacer que se elabore bajo su responsabilidad el estudio o estudio básico.

Coordinador de seguridad y salud durante la ejecución de la obra: Técnico


competente integrado en la dirección facultativa, designado por el promotor cuando en
la obra intervengan más de una empresa y/o trabajadores autónomos.

Funciones:
a) Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y de seguridad.
b) Coordinar las actividades de la obra para garantizar el cumplimiento de los
principios de la acción preventiva.
c) Aprobar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista y, en su caso, las
modificaciones introducidas en el mismo.
d) Organizar la coordinación de actividades empresariales.
e) Coordinar las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los
métodos de trabajo.
f) Adoptar las medidas necesarias para que solo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra.

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Dirección facultativa: Técnico o técnicos competentes designados por el promotor,


encargados de la dirección y del control de la ejecución de la obra.

Funciones:
a) Aprobar el plan de seguridad y salud cuando no fuera necesario designar un
coordinador de seguridad y salud.
b) Adoptar las medidas necesarias para que solo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra, cuando no fuera necesario designar un coordinador.

Contratista: Persona física o jurídica que asume contractualmente ante el promotor,


con medios humanos y materiales, propios o ajenos, el compromiso de ejecutar la
totalidad o parte de las obras con sujeción al proyecto y al contrato.

Subcontratista: Persona física o jurídica que asume contractualmente ante el


contratista, empresario principal, el compromiso de realizar determinadas partes o
instalaciones de la obra, con sujeción al proyecto por el que se rige su ejecución.

Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir y hacer cumplir a su personal lo establecido en el plan de seguridad y salud.
c) Cumplir la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, teniendo en
cuenta, en su caso, las obligaciones sobre coordinación de actividades empresariales.
d) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
e) Informar y proporcionar las instrucciones adecuadas a los trabajadores autónomos
sobre todas las medidas que hayan de adoptarse en lo que se refiere a su seguridad y
salud en la obra.
f) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de
seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
g) Serán responsables de la ejecución correcta de las medidas preventivas fijadas en el
plan de seguridad y salud en lo relativo a las obligaciones que les correspondan a
ellos directamente o, en su caso, a los trabajadores autónomos por ellos contratados.

Trabajador autónomo: Persona física distinta del contratista y del subcontratista,


que realiza de forma personal y directa una actividad profesional, sin sujeción a un

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contrato de trabajo, y que asume contractualmente ante el promotor, el contratista o el


subcontratista el compromiso de realizar determinadas partes o instalaciones de la
obra.

Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
c) Cumplir las obligaciones en materia de prevención de riesgos que para los
trabajadores establece el art. 29 de la LPRL.
d) Ajustar su actuación en la obra conforme a los deberes de coordinación de las
actividades empresariales.
e) Utilizar equipos de trabajo que se ajusten a lo dispuesto en el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de
seguridad y salud para la utilización de los equipos de trabajo por los trabajadores.
f) Elegir y utilizar equipos de protección individual en los términos previstos en el Real
Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización de equipos de protección individual por los trabajadores.
g) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de
seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
h) Cumplir lo establecido en el plan de seguridad y salud.

Estudio, plan y evaluación de riesgos

Toda empresa de construcción tiene la obligación de realizar la evaluación de riesgos


teniendo en cuenta sus puestos de trabajo, las personas que los ocupan, los equipos,
productos y herramientas que utilizan, etc. según el artículo 16 de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales. Adicionalmente, tendrán que identificar los
riesgos y las medidas inherentes a cada fase y para cada obra de construcción. Estos
riesgos y las medidas preventivas que se vayan a aplicar para prevenirlos quedarán
identificadas en el estudio o estudio básico, de forma más genérica, y en el plan de
seguridad y salud, de manera más concreta. En función de la obra y de su proyecto,
corresponderá la realización de un estudio o de un estudio básico de seguridad y
salud.

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Se deberá realizar el estudio de seguridad y salud cuando se dé alguno de los


siguientes supuestos:

a) Que el presupuesto de ejecución por contrata incluido en el proyecto sea igual o


superior a 450 759,08 €.
b) Que la duración estimada sea superior a 30 días laborables, durante los que se
empleará en algún momento a más de 20 trabajadores simultáneamente.
c) Que el volumen de mano de obra estimada, entendiendo por tal la suma de los días
de trabajo del total de los trabajadores en la obra, sea superior a 500.
d) Que se vayan a construir túneles, galerías, conducciones subterráneas o presas.

Cuando no se dé ninguno de estos requisitos, corresponderá elaborar un estudio


básico de seguridad y salud.

Tanto el estudio como el estudio básico de seguridad y salud es un documento que


forma parte del proyecto de la obra y que, por tanto, debe ser coherente con el mismo.
El promotor es el que está obligado a elaborarlo, aunque deberá realizarlo un técnico
competente, por lo que el promotor podría delegar su elaboración.

Estudio de seguridad y salud

Partiendo de los elementos proyectados para la obra y de su hipótesis de ejecución, el


estudio refleja las medidas de prevención y protección necesarias para la realización de
la obra en condiciones de seguridad y salud.

El estudio contendrá como mínimo, tal y como indica el art. 5 del RD 1627/97, los
siguientes documentos:

a) Memoria descriptiva de los procedimientos, equipos técnicos y medios


auxiliares que hayan de utilizarse o cuya utilización pueda preverse; identificación
de los riesgos laborales que puedan evitarse, indicando a tal efecto las medidas
técnicas necesarias para ello; relación de los riesgos laborales que no puedan
eliminarse, especificando las medidas preventivas y protecciones técnicas tendentes
a controlar y reducir dichos riesgos y valorar su eficacia, en especial cuando se
propongan medidas alternativas.

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b) Pliego de condiciones particulares. En él se tendrán en cuenta las normas


legales y reglamentarias aplicables a las especificaciones técnicas propias de la obra
de que se trate.

c) Planos en los que se desarrollarán los gráficos y esquemas necesarios para la mejor
definición y comprensión de las medidas preventivas definidas en la memoria, con
expresión de las especificaciones técnicas necesarias.

d) Mediciones de todas aquellas unidades o elementos de seguridad y salud en el


trabajo que hayan sido definidos o proyectados.

e) Presupuesto que cuantifique el conjunto de gastos previstos para la aplicación y


ejecución del estudio de seguridad y salud.

El estudio de seguridad y salud deberá tener en cuenta, en su caso, cualquier tipo de


actividad que se lleve a cabo en la obra. Así, deberán estar localizadas e
identificadas las zonas en las que se presten trabajos de especial
peligrosidad (recogidos en el anexo II del RD 1627/97), al igual que sus
correspondientes medidas específicas. Se contemplarán también las previsiones y las
informaciones útiles para efectuar en su día, con las debidas condiciones de seguridad y
salud, los previsibles trabajos posteriores.

Estudio básico de seguridad y salud

El estudio básico deberá precisar las normas de seguridad y salud aplicables a la obra.
Por tanto, deberá contemplar:

La identificación de los riesgos que puedan evitarse, indicando las medidas técnicas
necesarias para ello.
Relación de los riesgos laborales que no puedan eliminarse, especificando las
medidas preventivas y protecciones técnicas tendentes a controlar y reducir dichos
riesgos y valorar su eficacia, en especial cuando se propongan medidas alternativas.
Medidas específicas relativas a los trabajos de especial peligrosidad incluidos en el
anexo II del RD 1627/97.
Previsiones para efectuar en su día, en las debidas condiciones de seguridad y salud,
los previsibles trabajos posteriores.

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Plan de seguridad y salud

Los contratistas que vayan a participar en la obra reciben por parte del promotor el
estudio o el estudio básico de seguridad y salud, según corresponda, y en función de
este elaboran su plan de seguridad y salud. En el plan se analizan y
complementan las previsiones contenidas en el estudio, según la forma en la
que el propio contratista vaya a realizar la parte de la obra que le corresponda. Incluirá,
en su caso, las propuestas de medidas alternativas de prevención que el contratista
proponga con la correspondiente justificación técnica. Esta no podrá implicar una
disminución de los niveles de protección previstos en el estudio o estudio básico.
También contemplará una valoración económica, que no podrá suponer una reducción
del importe total del presupuesto del estudio.

Antes del inicio de la obra, el coordinador de seguridad y salud deberá aprobar el


plan de seguridad y salud. Durante la ejecución de la obra, este deberá aprobar también
cualquier modificación que se realice sobre el mismo y de forma previa a su
implantación. En las obras en las que no corresponda nombrar un coordinador, la
aprobación del plan y sus cambios competerá a la dirección facultativa.

Quienes intervengan en la ejecución de la obra, así como las personas u órganos con
responsabilidades en materia de prevención en las empresas intervinientes en la misma
y los representantes de los trabajadores, podrán presentar, por escrito y de forma
razonada, las sugerencias y alternativas que estimen oportunas. A tal efecto, el plan
de seguridad y salud estará en la obra a su permanente disposición y a disposición de la
dirección facultativa.

Los contratistas entregarán el plan de seguridad y salud a aquellas empresas o


trabajadores autónomos que contraten. Estos podrán o bien completarlo, si consideran
que hay alguna parte que debe modificarse por la forma en la que ellos realizarán el
trabajo, o adherirse al mismo, lo que demuestra su conformidad con los riesgos
identificados y con las medidas preventivas o de protección que han de aplicarse para
prevenirlos. En cualquier caso, el plan de seguridad y salud es de obligado
cumplimiento para todos ellos.

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El libro de incidencias

En cada centro de trabajo existirá un libro de incidencias, que constará de hojas por
duplicado, con fines de control y seguimiento del plan de seguridad y salud. Deberá
mantenerse siempre en la obra y estará en poder del coordinador en materia de
seguridad y salud o de la dirección facultativa, cuando no sea necesaria la figura del
coordinador.

A dicho libro tendrán acceso la dirección facultativa de la obra, los contratistas y


subcontratistas y los trabajadores autónomos, así como las personas u órganos con
responsabilidades en materia de prevención en las empresas intervinientes en la obra,
los representantes de los trabajadores y los técnicos de los órganos especializados en
materia de seguridad y salud en el trabajo de las Administraciones Públicas
competentes. Estos podrán hacer anotaciones con las incidencias que consideren
oportunas respecto al seguimiento y control del plan de seguridad.

Cada vez que se efectúe una anotación en el libro de incidencias, el coordinador


de seguridad y salud o la dirección facultativa deberán notificarla al contratista afectado
y a los representantes de los trabajadores de este. En el caso de que la anotación se
refiera a cualquier incumplimiento de las advertencias u observaciones previamente
anotadas en dicho libro por las personas facultadas para ello, o por la paralización de
los trabajos por observarse un incumplimiento de las medidas de seguridad, se deberá
remitir una copia a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el plazo de
veinticuatro horas.

Límites a la subcontratación

Una característica habitual y propia de las obras de construcción son las largas
cadenas de subcontratación con las que se desarrollan los trabajos proyectados.
Esta peculiaridad dificulta en gran medida la aplicación de las obligaciones preventivas
e incide negativamente sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Este es uno de
los motivos que dan lugar a la Ley 32/ 2006, de 18 de octubre, reguladora de la
subcontratación en el sector de la construcción. En ella, se limitan a tres niveles las
posibilidades de subcontratación, y se establecen algunas obligaciones específicas para
poder contratar y ser contratado en las obras de construcción:

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Figura 1. Niveles de subcontratación. Fuente: Guía técnica obras en construcción (2019).

a) Solvencia y calidad empresarial.


b) Estabilidad en el empleo.
c) Inscribirse en el Registro de Empresas Acreditadas.
d) Cada empresa contratista debe disponer de un libro de subcontratación.
e) Respetar los límites de la subcontratación.
f) Informar a los representantes de los trabajadores de todas las empresas de
la obra sobre todas la contrataciones o subcontrataciones de la misma.

6.2. Actividades mineras

El Real Decreto 1389/1997, de 5 de septiembre, por el que se aprueban las


disposiciones mínimas destinadas a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores
en las actividades mineras incluye, dentro de su ámbito de aplicación, a las industrias
extractivas a cielo abierto o subterráneas que realicen alguna de las siguientes
actividades:

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La extracción propiamente dicha de sustancias minerales al aire libre o bajo tierra,


incluso por dragado.
La prospección con vistas a dicha extracción.
La preparación para la venta de las materias extraídas, excluidas las actividades de
transformación de dichas sustancias.
La perforación o excavación de túneles o galerías, cualquiera que sea su finalidad.

En dicho real decreto se recogen diversas obligaciones en materia de seguridad y salud


que deben complementarse con las establecidas en la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales y otras normas de desarrollo, y en el Real Decreto 863/1985, de 2 de abril,
por el que se aprueba el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera.

El RD 863/1985 establece su ámbito de aplicación en las explotaciones de minas, las


canteras y salinas marítimas, las aguas subterráneas, los recursos geotérmicos, los
depósitos subterráneos naturales o artificiales, y los sondeos y las excavaciones a cielo
abierto o subterráneas, siempre que en cualquiera de los trabajos citados se requiera la
aplicación de técnica minera o el uso de explosivos; y los establecimientos de beneficios
de recursos geológicos en general, en los que se apliquen técnicas mineras.

La especial peligrosidad del sector minero hace necesario este desarrollo


normativo adicional, así como la aplicación de un riguroso control por parte de las
autoridades mineras. Esta normativa específica, además de detallar medidas
preventivas para los riesgos del sector, pone en escena nuevas figuras con
responsabilidades en materia de prevención y documentos específicos que deben
desarrollar las empresas del sector para complementar a los derivados de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales y del Reglamento de los Servicios de Prevención.
Comentaremos esta normativa en los siguientes apartados.

Figuras con responsabilidades preventivas específicas del sector de la


minería

Director facultativo
Máxima autoridad en la seguridad de la mina. Según indica el Reglamento de
normas básicas de seguridad minera, «todas las actividades incluidas en este
reglamento estarán bajo la autoridad de un director facultativo responsable».

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Persona responsable
Todos los lugares de trabajo ocupados por trabajadores deberán en todo momento
estar bajo el control de una persona responsable que cuente con las aptitudes y
competencias necesarias para esta función con arreglo a la legislación vigente y que
haya sido designada por el empresario.

Personas encargadas de la vigilancia


Se deberá disponer una vigilancia con el fin de asegurar la protección de la seguridad
y de la salud de los trabajadores durante todas las operaciones que se realicen. Dicha
vigilancia deberá ser ejercida por personas con las aptitudes y competencias
necesarias para esta función, que hayan sido designadas por el empresario y actúen
en su nombre.

Jefe de la estación de salvamento


Toda actividad subterránea con peligro de incendios, desprendimientos de gases o
polvos explosivos contará con una estación de salvamento provista del material
preciso para hacer frente a las situaciones de emergencia.

El jefe de la estación de salvamento será un técnico titulado de minas con acreditada


experiencia minera.

Documentos y obligaciones específicas del sector minero

Datos de las labores


Los explotadores de minas, bajo la responsabilidad de su director facultativo, están
obligados a recoger todos los datos y planos relativos a la situación, extensión y
profundidad de las labores, tanto antiguas como actuales, con especial referencia a
los posibles depósitos de gases, aguas colgadas o cursos subterráneos de agua
existentes en sus concesiones.

Documento de seguridad y salud


El empresario se asegurará de que se elabore y mantenga al día el documento sobre
seguridad y salud, que recoja los requisitos pertinentes contemplados en los
capítulos III y V de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales.

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Instrucciones por escrito


Para cada lugar de trabajo, se deberán elaborar unas instrucciones por escrito en las
que se definan las normas que se deberán observar para garantizar la seguridad y la
salud de los trabajadores y la utilización segura de los equipos e instalaciones.

Autorización para la realización de trabajos peligrosos


Se deberá establecer un sistema de autorización del trabajo para la ejecución de
trabajos peligrosos y para la ejecución de trabajos normalmente sin peligro, pero que
puedan ocasionar graves riesgos al interferir con otras operaciones.

Controles periódicos
El empresario deberá organizar controles periódicos de las medidas adoptadas en
materia de seguridad y salud de los trabajadores, incluido el sistema de gestión de la
seguridad y la salud.

Plan de prevención contra explosiones


Se deberá establecer un plan de prevención contra explosiones en el que se indiquen
los equipos que se van a emplear y las medidas que se deben adoptar
necesariamente.

Plan de protección contra atmósferas nocivas


Cuando existan o puedan existir gases tóxicos en la atmósfera deberá disponerse de
un plan de protección en el que se indiquen el equipo disponible y las medidas de
prevención que se van a adoptar.

Plan de seguridad contra incendios


En los propios lugares de trabajo se deberá conservar un plan de seguridad contra
incendios en el que se indiquen las medidas que deberán tomarse para prevenir,
detectar y combatir el inicio y la propagación de los incendios.

Proyecto para las nuevas instalaciones mineras o sus modificaciones


sustanciales
Todas las instalaciones mineras nuevas o sus modificaciones sustanciales
necesitarán la aprobación de los proyectos correspondientes y la autorización de la
puesta en servicio, para lo cual es preceptivo la homologación o certificación de
determinados materiales y equipos.

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Memoria polvos nocivos


Todas las empresas dedicadas a actividades en las que se puedan originar polvos
nocivos elaborarán anualmente una memoria. En ella indicarán las medidas de tipo
técnico que piensen adoptar para suprimir, diluir, asentar y evacuar los polvos que
puedan producirse en la realización de los trabajos.

6.3. Transporte de mercancías peligrosas

Por nuestras carreteras circulan cada día gran número de vehículos que transportan
mercancías peligrosas, lo que supone un riesgo para los trabajadores que intervienen en
la manipulación y el transporte y para el resto de personas que involuntariamente se
cruzan en su camino. El interés de proteger a la población frente a estos riesgos se
plasma en el Acuerdo Europeo sobre Transporte de Mercancías Peligrosas
por Carretera (ADR), que supone un punto de partida para la legislación que
actualmente los países europeos tenemos en esta materia.

El ADR es un acuerdo europeo que regula el transporte de mercancías peligrosas por


carretera. Sus siglas provienen del nombre inglés European Agreement concerning the
International Carriage of Dangerous Goods by Road. Se trata de la norma de referencia
para la regulación del transporte de mercancías peligrosas. Es una norma muy amplia y
que puede resultar de compleja interpretación. Se actualiza cada dos años y se
publica los años impares.

El ADR establece las obligaciones que deben observar las empresas intervinientes en el
transporte, en función del tipo de mercancía que transporten. Una de las obligaciones
que establece es la de contar con un consejero de seguridad, figura que queda
regulada de forma más específica a través del Real Decreto 1566/1999, de 8 de
octubre, sobre los consejeros de seguridad para el transporte de mercancías peligrosas
por carretera, por ferrocarril o por vía navegable (modificado parcialmente por el Real
Decreto 97/2014, de 14 de febrero, por el que se regulan las operaciones de transporte
de mercancías peligrosas por carretera en territorio español).

En dicho Real Decreto se establece que, para poder ejercer como consejero, se
deberá superar un examen, cuyo contenido quedará determinado por una Orden
del ministro de Fomento. Tal y como hemos indicado, la complejidad de la materia y de
la norma requieren una formación específica.

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El cometido principal del consejero, en el ámbito de las actividades propias de la


empresa y bajo la responsabilidad de la dirección de esta, es buscar medios y promover
acciones que faciliten la ejecución de dichas actividades, con sujeción a la normativa
aplicable y en condiciones de seguridad.

Las funciones principales del consejero de seguridad son las siguientes:

1. Examinar el cumplimiento por la empresa de las reglas aplicables al transporte de


mercancías peligrosas.
2. Asesorar a la empresa en las operaciones relativas al transporte de mercancías
peligrosas.
3. Redactar un informe anual, destinado a la dirección de la empresa, sobre las
actividades de la misma relativas al transporte de mercancías peligrosas.

6.4. Pesca

En el sector de la pesca, las tareas y el lugar de trabajo tienen unas características tan
diferenciadoras que hacen necesario desarrollar una normativa específica para proteger
a los trabajadores. El RD 1216/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de
pesca y su guía técnica de desarrollo nacen con este objetivo.

El Real Decreto y la guía técnica se aplicarán a los buques de pesca nuevos o existentes,
entendiéndose por buque, buque nuevo y buque existente, lo establecido en el art. 2:

Buque de pesca
Todo buque abanderado en España o registrado bajo la plena jurisdicción española,
utilizado a efectos comerciales para la captura o para la captura y el
acondicionamiento del pescado u otros recursos vivos del mar.

Buque de pesca nuevo


Todo buque de pesca, cuya eslora entre perpendiculares sea igual o superior a 15
metros que, a partir del 23 de noviembre de 1995, o con posterioridad, se hubiera
contratado para su construcción o transformado de modo importante.

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Buque de pesca existente


Todo buque de pesca, cuya eslora entre perpendiculares sea igual o superior a 18
metros, que no sea un buque de pesca nuevo.

Dependiendo de si el buque es nuevo o existente, el RD 1216/1997 propone la


aplicación de una serie de medidas mínimas; puesto que no se puede exigir lo mismo
a un buque en sus fases de diseño y fabricación, que a un buque fabricado con
anterioridad sobre el que solo se pueden realizar reparaciones o ciertas modificaciones.
El anexo I desarrolla las disposiciones mínimas para los buques nuevos y el anexo II
para los existentes.

En relación a la determinación de obligaciones preventivas existen ciertas


particularidades en el sector de la pesca que vienen dadas por la existencia de las
siguientes figuras:

Armador: la persona física o jurídica que, utilizando buques propios o ajenos, se


dedique a la explotación de los mismos, aun cuando ello no constituya su actividad
principal, bajo cualquier modalidad admitida por los usos internacionales, incluida
la cesión de uso de los buques. En este caso se considerará que el armador es la
persona física o jurídica a quien se ha cedido o que efectúa el uso del buque.
Capitán: todo trabajador debidamente habilitado para ello, que manda el buque o
es responsable del funcionamiento operativo-marítimo del mismo.
Trabajador: toda persona que ejerza una actividad profesional a bordo de un
buque, incluidas las personas en período de formación y los aprendices, con
exclusión del personal de tierra que realice trabajos a bordo de un buque atracado en
el muelle y de los prácticos de puerto.

Fundamentalmente, corresponde al armador dotar al buque de las medidas


necesarias para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a bordo. Al
capitán le corresponderá la toma de decisiones. Si hacemos un símil con una empresa
del sector industrial, el armador sería el empresario y el capitán, el director de
producción.

Obligaciones del armador

El articulado del Real Decreto 1216/1997 establece las siguientes obligaciones para el
armador:

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1. Adoptar las medidas necesarias para que los buques se utilicen sin poner en peligro
la seguridad y salud de los trabajadores.
2. Elaborar un informe detallado de los sucesos que ocurran en el mar y que tengan o
pudieran tener algún efecto en la salud de los trabajadores a bordo.
3. Velar por el mantenimiento técnico de los buques, de las instalaciones y de los
dispositivos, y por que los defectos observados que puedan afectar a la seguridad y a
la salud de los trabajadores se eliminen lo antes posible.
4. Tomar medidas para garantizar la limpieza periódica de los buques y del conjunto de
las instalaciones y dispositivos, de forma que se mantengan en condiciones
adecuadas de higiene y seguridad.
5. Mantener a bordo del buque los medios de salvamento y supervivencia apropiados,
en buen estado de funcionamiento y en cantidad suficiente.
6. Tomar en consideración las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas
a los medios de salvamento y supervivencia.
7. Tomar en consideración las especificaciones en materia de equipos de protección
individual.
8. Garantizar que los trabajadores y los representantes de los trabajadores reciban una
formación e información adecuadas sobre la salud y la seguridad a bordo de los
buques, así como sobre las medidas de prevención y protección que se adopten.
9. Garantizar que toda persona que pueda mandar un buque reciba una formación
especializada en el ámbito preventivo.

Los institutos gallego, asturiano, cántabro y vasco de seguridad y salud laboral han
elaborado una guía, denominada Guía de vigilancia de la salud en el sector
pesquero, en la cual se describen las condiciones de trabajo existentes en este sector;
así como los principales riesgos existentes. De este modo, constituye una herramienta
útil dentro del campo de la prevención de riesgos laborales.

Dicha guía se puede consultar en el siguiente enlace:


http://issga.xunta.gal/portal/contido/documentacion/publicacions/area-
tecnica/doc_0062.html?lang=es

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