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Aplicación a sectores
especiales
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales
6.1. Construcción
Los índices de siniestralidad son los indicadores más claros a la hora de demostrar
que la construcción es una actividad con unas características especiales en cuanto al
riesgo se refiere. Simplemente, las particularidades de la organización del trabajo hacen
que resulte necesario un desarrollo normativo específico en el que se determine el
grado de participación y responsabilidad de todas las figuras intervinientes en una
obra. Por otro lado, el dinamismo de la propia actividad hace que las condiciones al
inicio de la jornada no sean válidas a última hora del día, por lo que la evaluación de
riesgos requiere ser complementada con el estudio y el plan de seguridad y salud.
Motivos como estos son los que hicieron necesario en 1997 que se desarrollase el Real
Decreto 1627/1997, de de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones
mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción.
El Real Decreto 1627/1997 cuenta con una guía técnica de desarrollo actualizada
recientemente, en la que se especifican los derechos y obligaciones de los protagonistas
de una obra de construcción, y desarrollan una serie de medidas para ser implantadas
en las propias obras.
Obligaciones y funciones
Promotor: Cualquier persona física o jurídica por cuenta de la cual se realice la obra.
Obligaciones:
a) El promotor es el responsable de la elaboración del estudio o estudio básico de
seguridad y salud en la fase de proyecto de obra.
b) Designar los coordinadores de seguridad y salud en fase de proyecto o en ejecución
de obra, según corresponda.
Proyectista: Autor o autores, por encargo del promotor, de la totalidad o parte del
proyecto de obra.
Funciones:
a) Si el proyecto lo realiza en su totalidad un único proyectista, este será el responsable
de que se cumplan las exigencias preventivas.
Funciones:
a) Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención en el proyecto,
estudio o estudio básico y en las previsiones e informaciones útiles para la
realización de los trabajos posteriores.
b) Elaborar o hacer que se elabore bajo su responsabilidad el estudio o estudio básico.
Funciones:
a) Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y de seguridad.
b) Coordinar las actividades de la obra para garantizar el cumplimiento de los
principios de la acción preventiva.
c) Aprobar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista y, en su caso, las
modificaciones introducidas en el mismo.
d) Organizar la coordinación de actividades empresariales.
e) Coordinar las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los
métodos de trabajo.
f) Adoptar las medidas necesarias para que solo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra.
Funciones:
a) Aprobar el plan de seguridad y salud cuando no fuera necesario designar un
coordinador de seguridad y salud.
b) Adoptar las medidas necesarias para que solo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra, cuando no fuera necesario designar un coordinador.
Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir y hacer cumplir a su personal lo establecido en el plan de seguridad y salud.
c) Cumplir la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, teniendo en
cuenta, en su caso, las obligaciones sobre coordinación de actividades empresariales.
d) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
e) Informar y proporcionar las instrucciones adecuadas a los trabajadores autónomos
sobre todas las medidas que hayan de adoptarse en lo que se refiere a su seguridad y
salud en la obra.
f) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de
seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
g) Serán responsables de la ejecución correcta de las medidas preventivas fijadas en el
plan de seguridad y salud en lo relativo a las obligaciones que les correspondan a
ellos directamente o, en su caso, a los trabajadores autónomos por ellos contratados.
Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
c) Cumplir las obligaciones en materia de prevención de riesgos que para los
trabajadores establece el art. 29 de la LPRL.
d) Ajustar su actuación en la obra conforme a los deberes de coordinación de las
actividades empresariales.
e) Utilizar equipos de trabajo que se ajusten a lo dispuesto en el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de
seguridad y salud para la utilización de los equipos de trabajo por los trabajadores.
f) Elegir y utilizar equipos de protección individual en los términos previstos en el Real
Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización de equipos de protección individual por los trabajadores.
g) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de
seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
h) Cumplir lo establecido en el plan de seguridad y salud.
El estudio contendrá como mínimo, tal y como indica el art. 5 del RD 1627/97, los
siguientes documentos:
c) Planos en los que se desarrollarán los gráficos y esquemas necesarios para la mejor
definición y comprensión de las medidas preventivas definidas en la memoria, con
expresión de las especificaciones técnicas necesarias.
El estudio básico deberá precisar las normas de seguridad y salud aplicables a la obra.
Por tanto, deberá contemplar:
La identificación de los riesgos que puedan evitarse, indicando las medidas técnicas
necesarias para ello.
Relación de los riesgos laborales que no puedan eliminarse, especificando las
medidas preventivas y protecciones técnicas tendentes a controlar y reducir dichos
riesgos y valorar su eficacia, en especial cuando se propongan medidas alternativas.
Medidas específicas relativas a los trabajos de especial peligrosidad incluidos en el
anexo II del RD 1627/97.
Previsiones para efectuar en su día, en las debidas condiciones de seguridad y salud,
los previsibles trabajos posteriores.
Los contratistas que vayan a participar en la obra reciben por parte del promotor el
estudio o el estudio básico de seguridad y salud, según corresponda, y en función de
este elaboran su plan de seguridad y salud. En el plan se analizan y
complementan las previsiones contenidas en el estudio, según la forma en la
que el propio contratista vaya a realizar la parte de la obra que le corresponda. Incluirá,
en su caso, las propuestas de medidas alternativas de prevención que el contratista
proponga con la correspondiente justificación técnica. Esta no podrá implicar una
disminución de los niveles de protección previstos en el estudio o estudio básico.
También contemplará una valoración económica, que no podrá suponer una reducción
del importe total del presupuesto del estudio.
Quienes intervengan en la ejecución de la obra, así como las personas u órganos con
responsabilidades en materia de prevención en las empresas intervinientes en la misma
y los representantes de los trabajadores, podrán presentar, por escrito y de forma
razonada, las sugerencias y alternativas que estimen oportunas. A tal efecto, el plan
de seguridad y salud estará en la obra a su permanente disposición y a disposición de la
dirección facultativa.
El libro de incidencias
En cada centro de trabajo existirá un libro de incidencias, que constará de hojas por
duplicado, con fines de control y seguimiento del plan de seguridad y salud. Deberá
mantenerse siempre en la obra y estará en poder del coordinador en materia de
seguridad y salud o de la dirección facultativa, cuando no sea necesaria la figura del
coordinador.
Límites a la subcontratación
Una característica habitual y propia de las obras de construcción son las largas
cadenas de subcontratación con las que se desarrollan los trabajos proyectados.
Esta peculiaridad dificulta en gran medida la aplicación de las obligaciones preventivas
e incide negativamente sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Este es uno de
los motivos que dan lugar a la Ley 32/ 2006, de 18 de octubre, reguladora de la
subcontratación en el sector de la construcción. En ella, se limitan a tres niveles las
posibilidades de subcontratación, y se establecen algunas obligaciones específicas para
poder contratar y ser contratado en las obras de construcción:
Director facultativo
Máxima autoridad en la seguridad de la mina. Según indica el Reglamento de
normas básicas de seguridad minera, «todas las actividades incluidas en este
reglamento estarán bajo la autoridad de un director facultativo responsable».
Persona responsable
Todos los lugares de trabajo ocupados por trabajadores deberán en todo momento
estar bajo el control de una persona responsable que cuente con las aptitudes y
competencias necesarias para esta función con arreglo a la legislación vigente y que
haya sido designada por el empresario.
Controles periódicos
El empresario deberá organizar controles periódicos de las medidas adoptadas en
materia de seguridad y salud de los trabajadores, incluido el sistema de gestión de la
seguridad y la salud.
Por nuestras carreteras circulan cada día gran número de vehículos que transportan
mercancías peligrosas, lo que supone un riesgo para los trabajadores que intervienen en
la manipulación y el transporte y para el resto de personas que involuntariamente se
cruzan en su camino. El interés de proteger a la población frente a estos riesgos se
plasma en el Acuerdo Europeo sobre Transporte de Mercancías Peligrosas
por Carretera (ADR), que supone un punto de partida para la legislación que
actualmente los países europeos tenemos en esta materia.
El ADR establece las obligaciones que deben observar las empresas intervinientes en el
transporte, en función del tipo de mercancía que transporten. Una de las obligaciones
que establece es la de contar con un consejero de seguridad, figura que queda
regulada de forma más específica a través del Real Decreto 1566/1999, de 8 de
octubre, sobre los consejeros de seguridad para el transporte de mercancías peligrosas
por carretera, por ferrocarril o por vía navegable (modificado parcialmente por el Real
Decreto 97/2014, de 14 de febrero, por el que se regulan las operaciones de transporte
de mercancías peligrosas por carretera en territorio español).
En dicho Real Decreto se establece que, para poder ejercer como consejero, se
deberá superar un examen, cuyo contenido quedará determinado por una Orden
del ministro de Fomento. Tal y como hemos indicado, la complejidad de la materia y de
la norma requieren una formación específica.
6.4. Pesca
En el sector de la pesca, las tareas y el lugar de trabajo tienen unas características tan
diferenciadoras que hacen necesario desarrollar una normativa específica para proteger
a los trabajadores. El RD 1216/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de
pesca y su guía técnica de desarrollo nacen con este objetivo.
El Real Decreto y la guía técnica se aplicarán a los buques de pesca nuevos o existentes,
entendiéndose por buque, buque nuevo y buque existente, lo establecido en el art. 2:
Buque de pesca
Todo buque abanderado en España o registrado bajo la plena jurisdicción española,
utilizado a efectos comerciales para la captura o para la captura y el
acondicionamiento del pescado u otros recursos vivos del mar.
El articulado del Real Decreto 1216/1997 establece las siguientes obligaciones para el
armador:
1. Adoptar las medidas necesarias para que los buques se utilicen sin poner en peligro
la seguridad y salud de los trabajadores.
2. Elaborar un informe detallado de los sucesos que ocurran en el mar y que tengan o
pudieran tener algún efecto en la salud de los trabajadores a bordo.
3. Velar por el mantenimiento técnico de los buques, de las instalaciones y de los
dispositivos, y por que los defectos observados que puedan afectar a la seguridad y a
la salud de los trabajadores se eliminen lo antes posible.
4. Tomar medidas para garantizar la limpieza periódica de los buques y del conjunto de
las instalaciones y dispositivos, de forma que se mantengan en condiciones
adecuadas de higiene y seguridad.
5. Mantener a bordo del buque los medios de salvamento y supervivencia apropiados,
en buen estado de funcionamiento y en cantidad suficiente.
6. Tomar en consideración las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas
a los medios de salvamento y supervivencia.
7. Tomar en consideración las especificaciones en materia de equipos de protección
individual.
8. Garantizar que los trabajadores y los representantes de los trabajadores reciban una
formación e información adecuadas sobre la salud y la seguridad a bordo de los
buques, así como sobre las medidas de prevención y protección que se adopten.
9. Garantizar que toda persona que pueda mandar un buque reciba una formación
especializada en el ámbito preventivo.
Los institutos gallego, asturiano, cántabro y vasco de seguridad y salud laboral han
elaborado una guía, denominada Guía de vigilancia de la salud en el sector
pesquero, en la cual se describen las condiciones de trabajo existentes en este sector;
así como los principales riesgos existentes. De este modo, constituye una herramienta
útil dentro del campo de la prevención de riesgos laborales.