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ROTAFOLIO DE EVIDENCIAS

APARATOR EPRODUCTOR MASCULINO


APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
SISTEMA ENDOCRIMO
SISTEMA CARDIOVASCULAR

E.L.E. DANIEL LORENZO REYES


APARATO REPRODUCTOR MASCULINO

Los órganos sexuales masculinos están constituidos por una compleja disposición
de órganos genitales internos y externos. Su función es la reproducción y el placer
sexual. Los órganos genitales internos son las gónadas masculinas (testículos),
el epidídimo, una variedad de conductos y las glándulas accesorias. El pene y
el escroto conforman los órganos sexuales externos.

La fascinación universal por los órganos sexuales masculinos es tan antigua como
la propia humanidad, convirtiéndolo en un tema siempre presente en todos los
aspectos culturales y sociales de nuestra sociedad, desde chistes tontos hasta
representaciones o formas fálicas. La misión de este artículo es revisar uno por uno
los órganos reproductores masculinos desde su anatomía hasta su función.

Genitales internos Testículos, epidídimos, conductos deferentes, conductos


eyaculadores, glándulas seminales, bulbouretrales y
próstata.
Genitales externos Uretra distal, escroto y pene
Irrigación Genitales internos: arteria testicular, vesical superior e inferior,
rectal media
Genitales externos: arteria pudenda interna, pudenda externa
Inervación Genitales internos: nervios esplácnicos lumbares, plexo
hipogástrico y pélvico (simpática); Nervios esplácnicos pélvicos
(parasimpática)
Genitales externos: nervio pudendo (sensitiva, simpática y
somática); plexo prostático (parasimpática)
Drenaje linfático Testículos: ganglios linfáticos paraaórticos
Otros genitales: ganglios linfáticos inguinales, ganglios linfáticos
ilíacos internos
Correlaciones Adenocarcinoma, hiperplasia prostática benigna, criptorquidia
clínicas
Funciones
El sistema reproductor masculino, también conocido como el aparato reproductor
masculino, es el responsable de la reproducción, es decir: la producción de
gametos para la fecundación del óvulo (huevo o gameto) de la mujer. De manera
similar a otros sistemas del cuerpo humano, el sistema reproductor masculino está
constituido por órganos, pero además, también de algunas glándulas y conductos.

Las funciones del aparato reproductor de los hombres, incluye:

• Producir, mantener, almacenar y transportar los espermatozoides (células


reproductoras masculinas) y el líquido de soporte de estas células: el
semen
• Descargar esas células reproductoras en el tracto reproductor femenino,
durante las relaciones sexuales
• Producir y secretar las hormonas sexuales masculinas responsables del
mantenimiento del sistema reproductor masculino

Pene

El pene es el órgano copulador de los genitales externos masculinos. Sus


funciones son dar salida a la orina y al líquido seminal a través de la uretra.

El pene se divide en tres porciones: la raíz, el cuerpo y el glande. La raíz se


encuentra en el compartimento superficial del periné, uniendo el pene al periné.
Esta contiene el bulbo del pene, así como dos pilares del pene, uno a cada lado.
El cuerpo del pene consta de tres tejidos eréctiles: un cuerpo esponjoso y dos
cuerpos cavernosos. Estos tres cuerpos eréctiles se encuentran protegidos por
tres capas de fascia: la túnica albugínea, la fascia profunda del pene (fascia de
Buck) y la fascia superficial del pene (fascia dartos del pene).
El glande del pene es la porción más distal del cuerpo esponjoso. Una extensión
de piel llamada prepucio rodea al glande y lo protege. La punta del glande
contiene al orificio externo de la uretra.

Vascularización e inervación
El pene es irrigado por ramas de la arteria pudenda interna, mientras que la
sangre venosa es drenada por la vena pudenda externa superficial. En cuanto a la
inervación del pene, esta es proporcionada por tres nervios principales:

• Nervio pudendo: proporciona la inervación sensitiva y simpática que


participa en la eyaculación
• Nervios esplácnicos pélvicos: proporcionan la inervación parasimpática que
juega un papel importante en la función eréctil a través del plexo prostático
• Nervio ilioinguinal: inerva la piel de la raíz del pene

Escroto

El escroto es una bolsa cutánea que contiene a los testículos y a las partes
inferiores del cordón espermático. Está constituido de dos capas: la piel (en su
superficie) y la fascia dartos del escroto (profunda). Las fibras musculares lisas del
músculo dartos atraviesan y se dispersan en la fascia dartos del escroto. La
contracción del músculo dartos da al escroto su aspecto arrugado.

Anatomía del escroto y cordón espermático

Es de suma importancia destacar que el escroto permite que los testículos se


sitúen fuera del cuerpo. La función principal del escroto es mantener la
temperatura adecuada para que los testículos puedan producir esperma
(aproximadamente 2 grados menos que la temperatura corporal). Esto se logra
debido al trabajo de dos músculos: el músculo dartos del escroto, el cual regula la
superficie del escroto al contraer o arrugar la piel y el músculo cremáster, cuya
contracción acerca los testículos al cuerpo cuando la temperatura exterior es muy
baja. La irrigación al escroto es proporcionada por las ramas escrotales de las
arterias pudenda interna y externa. En cuanto a su inervación, los ramos del plexo
sacro inervan la porción anterior del escroto, mientras que el plexo lumbar inerva
la región posterior.

Próstata

La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino. Se encuentra en la


parte inferior de la vejiga urinaria y es atravesada por la uretra. La función de la
próstata es producir el líquido secretado durante la eyaculación. Las glándulas
reproductoras accesorias, es decir, las vesículas seminales y las glándulas
bulbouretrales (glándulas de Cowper) ayudan a la próstata en su función. Las
excreciones de las glándulas reproductoras accesorias masculinas fluyen hacia la
porción prostática de la uretra a través del conducto eyaculador. En conjunto con
los espermatozoides, se forma el semen. La próstata es irrigada a través de ramas
de las arterias pudenda interna, vesical inferior y rectal media. Su inervación es
proporcionada por las fibras parasimpáticas de los nervios esplácnicos pélvicos a
través del plexo prostático y por las fibras simpáticas del plexo hipogástrico
inferior.
Anatomía de los testículos

Los testículos son dos órganos genitales internos masculinos de forma ovalada
que se encuentran dentro del escroto. Su función es producir esperma y la
hormona testosterona.

Testículo y estructuras adyacentes

Los testículos se encuentran formados por una red de túbulos, los túbulos
seminíferos contorneados y la red del testículo, y por células secretoras, las
células de Leydig y de Sertoli. Cada una de estas células juega un rol fundamental
en la espermatogénesis. Los espermatozoides son transportados desde los
testículos a través del epidídimo y su continuación: el conducto deferente. El
conducto deferente emerge del escroto atravesando el cordón espermático.
Los testículos y epidídimos son irrigados por las arterias testiculares. El drenaje
venoso lo proporcionan el plexo pampiniforme y las venas testiculares. Se
encuentran inervados por el plexo testicular autónomo.
Epidídimo

El epidídimo se encuentra en la cara posterior del testículo. Es formado por


diversos conductos y su función principal es el almacenamiento y la maduración
de los espermatozoides. El epidídimo se divide en tres partes:
la cabeza (conectada a los conductillos eferentes del testículo), el cuerpo y la cola.
La cola del epidídimo continúa distalmente como el conducto deferente.
Cordón espermático

El cordón espermático transporta el paquete neurovascular de los testículos y los


suspende en el escroto. El paquete neurovascular contiene arterias, nervios, al
plexo pampiniforme, conducto deferente, vasos linfáticos, túnica vaginal de los
testículos y al músculo cremáster. Tres capas tisulares rodean todas estas
estructuras neurovasculares: la fascia espermática externa, el músculo cremáster
y la fascia espermática interna.
Aparato reproductor femenino

Los órganos del aparato reproductor femenino constan de genitales internos y


externos. Juntos comprenden el sistema reproductor o sistema reproductivo
femenino, permitiendo las actividades sexuales y reproductivas. Los órganos
genitales externos, o vulva, están sostenidos por el periné (perineo) femenino. Estos
son el monte del pubis (monte de Venus), los labios mayores y menores, el clítoris,
el vestíbulo de la vagina, el bulbo del vestíbulo y las glándulas vestibulares.
La vagina, el útero, los ovarios y las trompas uterinas componen los órganos
genitales internos.

Los órganos reproductores femeninos experimentan importantes cambios


estructurales y funcionales cada mes. Estos cambios no sólo están ahí para
complicar la vida de las mujeres, sino que también tienen una función crucial en el
inicio del embarazo. Si no se produce el embarazo, el revestimiento endometrial
proliferado se rompe y se desprende, saliendo por la vagina como sangre
menstrual. Estas actividades ocurren bajo la influencia de hormonas secretadas por
los órganos sexuales femeninos (ovarios), según lo determina el sistema endocrino.
Las hormonas sexuales femeninas también tienen un papel importante en la
maduración sexual.

Este artículo describe la compleja pero fascinante anatomía reproductiva femenina,


su irrigación e inervación.

Genitales internos Vagina, útero, ovarios, trompas uterinas (trompas de Falopio)

Genitales externos Monte del pubis (monte de Venus), labios mayores, labios
menores, clítoris, vestíbulo de la vagina, bulbo del vestíbulo,
glándulas vestibulares
Irrigación Genitales internos: arteria uterina, arteria ovárica, arteria vaginal,
sanguínea arteria ilíaca interna
Genitales externos: Arteria pudenda interna, arteria pudenda
externa
Inervación Genitales internos: nervios toracolumbares, nervios esplácnicos
menores, nervio hipogástrico (simpático), nervios esplácnicos
pélvicos, nervio vago (parasimpático)
Genitales externos: nervio ilioinguinal, nervio genitofemoral,
nervio pudendo, nervio cutáneo posterior del muslo (sensorial),
plexo nervioso uterovaginal (parasimpático)
Drenaje linfático Genitales internos: ganglios linfáticos paraaórticos, ilíacos
(internos y externos), inguinales superficiales, lumbares y sacros
Genitales externos: ganglios linfáticos inguinales superficiales y
profundos, ganglios linfáticos ilíacos internos
Correlaciones Hermafroditismo verdadero, pseudohermafroditismo
clínicas
Genitales internos

Los genitales internos son los órganos reproductores femeninos que se encuentran
dentro de la cavidad pélvica. Incluyen lo siguiente:

• Vagina
• Útero
• Trompas uterinas (trompas de Falopio)
• Ovarios

Vagina

La vagina es el órgano sexual femenino interno que se encuentra más hacia el


exterior. Se extiende desde el útero hasta la vulva (genitales externos).
Funcionalmente, facilita la menstruación, las relaciones sexuales y el parto. La
vagina se encuentra de forma posterior a la vejiga urinaria y la uretra; y de forma
anterior al recto.

El extremo superior de la vagina está unido al cuello del útero (cérvix uterino).
Estas estructuras forman una bolsa (fondo de saco vaginal o fórnix de la vagina)
que tiene partes anterior, posterior y lateral. El extremo inferior de la vagina
(orificio vaginal) se abre hacia el vestíbulo de la vagina justo detrás del orificio
uretral. El orificio vaginal puede estar parcialmente cubierto con una membrana
llamada himen.

La vagina está irrigada por ramas de la arteria ilíaca interna; arterias uterinas,
vaginales y pudendas internas. El drenaje venoso de la vagina lo proporcionan las
venas vaginales que fluyen hacia las venas ilíacas internas. El suministro nervioso
se deriva de:

• Plexo hipogástrico inferior a través del plexo uterovaginal: las fibras


simpáticas y parasimpáticas son transportadas por los nervios toracolumbar
(T12-L1) y esplácnicos pélvicos (S2-S4), respectivamente.
• Nervio pudendo a través del nervio perineal profundo.

El drenaje linfático ocurre desde la vagina hacia los ganglios


linfáticos ilíacos e inguinales superficiales.

Útero

El útero (matriz) es un órgano muscular hueco ubicado en lo profundo de la


cavidad pélvica. El útero se ubica de forma anterior al recto y de forma
posterosuperior a la vejiga urinaria, y además se encuentra normalmente en una
posición de anteversión (inclinado hacia la pared abdominal anterior)
y anteflexión (inclinado hacia adelante en relación al cuello del útero).

El revestimiento endometrial del útero prolifera cada mes en preparación para la


implantación del embrión. Si ocurre la fertilización, el útero actúa para albergar al
feto en crecimiento y su placenta. Si no se produce el embarazo, el revestimiento
endometrial se desprende durante la menstruación.

El útero se divide en tres partes principales:

• Cuerpo: la parte principal del útero, conectada a las trompas uterinas (de
Falopio) a través de los cuernos uterinos. El cuerpo tiene una base (fondo)
y una cámara interna (cavidad uterina).
• Istmo: la parte contraída del útero, ubicada entre el cuerpo y el cuello
uterino.
• Cuello del útero (cérvix uterino): la parte inferior del útero. Consta de
dos partes (supravaginal y vaginal), dos orificios (orificio interno y orificio
externo) y un canal cervical.

El útero está parcialmente cubierto por peritoneo. A medida que se refleja desde el
útero hasta el recto y la vejiga urinaria, se forman dos pliegues: el saco
rectouterino (de Douglas) y el saco vesicouterino, respectivamente.
Varios ligamentos peritoneales sostienen el útero y lo mantienen en su lugar:
ligamento ancho, ligamento redondo, ligamento cardinal, ligamento recto-uterino
(uterosacro) y ligamento pubocervical.
El útero está irrigado principalmente por la arteria uterina; la cual surge de la
arteria ilíaca interna. La rama superior de la arteria uterina irriga el cuerpo y el
fondo del útero, mientras que la rama inferior irriga el cuello del útero. La sangre
venosa del útero se drena a través del plexo venoso uterino hacia la vena ilíaca
interna.

El útero recibe inervación del plexo hipogástrico inferior a través del plexo nervioso
uterovaginal, similar a la vagina. El drenaje linfático del útero se realiza en los
ganglios linfáticos lumbares, inguinales superficiales, ilíacos (internos, externos) y
sacros.

Ovarios

Los ovarios son gónadas femeninas bilaterales y equivalentes a


los testículos masculinos. Liberan el óvulo (huevo) con el propósito de facilitar su
fertilización. Además, actúan como glándulas endocrinas, secretando diversas
hormonas necesarias para la fertilidad, la menstruación y la maduración sexual de
la mujer.

Cada ovario está ubicado en la fosa ovárica de la pelvis verdadera, adyacente al


útero y debajo de las trompas uterinas. El ovario contiene cuatro
superficies (anterior, posterior, medial, lateral) y dos polos (superior, inferior). Se
mantiene en su posición normal mediante varios ligamentos emparejados:
ligamento suspensorio del ovario, ligamentos ováricos propios (ligamento del
ovario) y mesovario.

Los ovarios reciben su irrigación arterial de las arterias ováricas, que surgen de
la aorta abdominal. Estos vasos sanguíneos llegan a las gónadas viajando dentro
de los ligamentos suspensorios.

La sangre venosa de los ovarios es drenada por el plexo pampiniforme. Estas


venas luego se fusionan y forman las venas ováricas. La vena ovárica derecha
drena hacia la vena cava inferior, mientras que la vena ovárica izquierda drena
hacia la vena renal izquierda. Los ovarios están inervados por el plexo nervioso
ovárico que recibe fibras de los plexos aórtico, renal e hipogástrico (superior,
inferior). Las fibras simpáticas se derivan de los nervios esplácnicos
menores (T10-T11).

La inervación parasimpática surge de los nervios esplácnicos pélvicos (S2-S4).


Los ganglios linfáticos lumbares son responsables del drenaje linfático de los
ovarios.

Trompas uterinas (trompas de Falopio)

Las trompas uterinas (de Falopio) son órganos musculares bilaterales que se
extienden desde los cuernos uterinos hasta los polos superiores de los ovarios.
Las trompas uterinas son el sitio habitual para la fertilización del óvulo. También
transportan el cigoto resultante al útero para su implantación.

Las trompas uterinas son órganos intraperitoneales, cubiertos completamente por


una parte del ligamento ancho del útero llamado mesosálpinx. Constan de cuatro
partes principales:

• Infundíbulo: la parte distal de la trompa uterina que se abre hacia la cavidad


peritoneal a través del orificio (ostium) abdominal. El infundíbulo contiene
proyecciones en forma de dedos llamadas fimbrias que se extienden sobre
la superficie medial de los ovarios.
• Ampolla: es la parte más larga y ancha de la trompa uterina. Es el sitio más
común de fertilización.
• Istmo: es la parte más estrecha de la trompa uterina.
• Parte intramural (uterina): se comunica directamente con la cavidad uterina
a través del orificio (ostium) uterino.

Las trompas uterinas reciben irrigación arterial de las arterias uterina y ovárica. La
primera es una rama de la arteria ilíaca interna y la segunda surge de la aorta
abdominal. El drenaje venoso de las trompas uterinas está mediado por las venas
tubáricas. Estos drenan hacia los plexos venosos uterino y pampiniforme.
Las trompas uterinas reciben inervación simpática del plexo hipogástrico
superior (T10-L2) a través del nervio hipogástrico. La inervación parasimpática
proviene de los nervios esplácnicos pélvicos y del nervio vago. La linfa se drena
desde las trompas uterinas hasta los ganglios paraaórticos, ilíacos internos e
inguinales.

Genitales externos

Los genitales externos (vulva) son los órganos del sistema reproductor femenino
ubicados en el periné (perineo), fuera de la pelvis. Incluyen las siguientes
estructuras anatómicas:

• Monte del pubis (monte de Venus)


• Labios mayores
• Labios menores
• Clítoris
• Vestíbulo de la vagina
• Bulbo del vestíbulo
• Glándulas vestibulares

Monte del pubis (monte de Venus)

El monte del pubis es una masa de tejido adiposo subcutáneo ubicada anterior a
la sínfisis púbica. La piel que recubre el monte del pubis (monte de Venus o mons
pubis) está cubierta con un parche triangular de vello púbico.

Labios mayores

Los labios mayores son dos pliegues cutáneos longitudinales cubiertos de vello
púbico. Son la parte más lateral de la vulva y se extienden desde el monte del
pubis hasta el periné. La hendidura entre los labios mayores se llama hendidura
pudenda. Contiene los labios menores y el vestíbulo de la vagina. Los dos labios
mayores se fusionan anteriormente (comisura anterior) y posteriormente (comisura
posterior). Los labios mayores son homólogos al escroto del hombre.

Labios menores

Los labios menores son dos pliegues cutáneos longitudinales, delgados y sin pelo
que se encuentran entre los labios mayores. Rodean el vestíbulo de la vagina y
sus orificios uretral y vaginal. Los labios menores contribuyen a la formación
del prepucio y el frenillo del clítoris.

Clítoris

El clítoris es un órgano eréctil, responsable de las sensaciones sexuales. Es


análogo al pene masculino. Situado en la parte más superior del vestíbulo de la
vagina, el clítoris está rodeado por la parte anterior de los labios menores. Tiene
tres partes: tallo, cuerpo y glande. El cuerpo consta de dos cuerpos cavernosos y
dos puntos de unión (pilares).

Vestíbulo de la vagina

La región entre los labios menores se llama vestíbulo de la vagina. Esta zona
perineal contiene el orificio vaginal, la abertura de la uretra femenina y las
aberturas para los conductos excretores de las glándulas vestibulares mayor y
menor.

Glándulas vestibulares

Hay tres tipos de glándulas que drenan hacia el vestíbulo de la vagina:


• Las glándulas vestibulares mayores (de Bartolino): se encuentran a cada
lado del vestíbulo de la vagina. Son homólogas a las glándulas
bulbouretrales del hombre y sirven para lubricar la vulva durante las
relaciones sexuales.
• Las glándulas vestibulares menores se encuentran entre los orificios uretral
y vaginal. Estas glándulas son homólogas a la próstata masculina.

Bulbo del vestíbulo

Los bulbos del vestíbulo son un par de tejidos eréctiles subcutáneos análogos al
bulbo del pene y al cuerpo esponjoso en los hombres. Se extienden a cada lado
del vestíbulo de la vagina y se unen frente a los orificios uretrales.
Irrigación sanguínea e inervación

Los genitales externos son irrigados por las arterias pudendas (internas, externas)
que son ramas de las arterias ilíaca interna y femoral, respectivamente. El drenaje
venoso está mediado por las venas pudendas internas y externas.

La cara anterior de la vulva recibe inervación sensorial del nervio ilioinguinal y


del nervio genitofemoral. La cara posterior está inervada por el nervio pudendo y
el nervio cutáneo posterior del muslo. El bulbo del vestíbulo y el clítoris reciben
inervación parasimpática del plexo nervioso uterovaginal.

La linfa de los genitales externos es drenada por los ganglios linfáticos


inguinales superficiales y profundos, o directamente hacia los ganglios linfáticos
ilíacos internos.

Ciclo menstrual

El ciclo menstrual ocasiona una serie de cambios cada mes (en circunstancias
normales) que se producen por la acción de las hormonas en los órganos
reproductores femeninos. Implica dos ciclos que interactúan y se superponen; el
ciclo ovárico y el ciclo uterino. El ciclo ovárico pasa por tres fases: folicular,
ovulación y lútea. El conjunto de estas fases permiten la maduración y liberación
del óvulo.

El ciclo uterino también tiene tres fases; menstruación, proliferativa y secretora.


Las fases uterinas actúan para preparar el útero para una posible fertilización y
embarazo.
• Fase folicular - (Días 1-14) Los folículos ováricos maduran y se preparan
para la ovulación. Esta fase se superpone con la fase proliferativa del ciclo
uterino, que prepara el revestimiento del útero para la implantación.
• Ovulación: (típicamente día 14) El folículo ovárico se rompe y libera un
óvulo.
• Fase lútea - (Días 14-28) El folículo ovárico se transforma en un cuerpo
lúteo secretor de hormonas. Esta fase corresponde a la fase secretora del
ciclo uterino en la que el endometrio se convierte en un entorno
nutricionalmente rico para la implantación del óvulo fertilizado.
• Menstruación: si no se fertiliza ningún óvulo, el revestimiento endometrial se
desprende, lo que significa el comienzo de la menstruación, la primera fase
del ciclo uterino. Si se fertiliza un óvulo, el embarazo se mantendrá
mediante una serie de cascadas hormonales.
SISTEMA ENDOCRINO

El sistema endocrino es un conjunto de glándulas cuya función especial es la


producción y secreción de sustancias llamadas hormonas que entran directamente
en la circulación o corriente sanguínea. Al ser transportadas por la circulación, las
hormonas llegan hasta los tejidos donde harán su efecto (comúnmente
denominados tejidos u órganos blanco o diana) donde actúan sobre ellos para
regular y modificar sus funciones. Las hormonas tienen funciones específicas tales
como regular el crecimiento, el metabolismo, la temperatura y el desarrollo de los
órganos reproductivos. Así como el sistema nervioso, el sistema endocrino trabaja
como una vía de señalización, aunque las hormonas tienen una acción más lenta
que los impulsos nerviosos, y pueden tardar típicamente desde algunas horas hasta
algunas semanas.

El principal centro de control de los órganos del sistema endocrino es


el hipotálamo en el cerebro. Todas las señales del hipotálamo llegan a la hipófisis
(glándula pituitaria), la cual en respuesta secreta sus propias hormonas que afectan
prácticamente a todas las glándulas del cuerpo humano, razón por la cual a veces
se conoce como la “glándula maestra”. Se puede entender entonces al sistema
endocrino como un bucle que empieza con el hipotálamo, continúa en la hipófisis,
continúa en las glándulas endocrinas del cuerpo (por ejemplo, la glándula tiroides),
las cuales a su vez informan al hipotálamo sobre su función, y completan el bucle.
La rama de la medicina que se encarga del estudio del sistema endocrino es la
Endocrinología.

Definición y Sistema de glándulas que secretan hormonas y regulan


funciones las funciones de los órganos del cuerpo
Glándulas Hipotálamo, hipófisis (glándula pituitaria), glándula pineal,
glándula tiroides,glándulas paratiroides, glándulas
suprarrenales, gónadas (testículos y ovarios)

Cómo funciona el sistema endocrino


Antes de presentarte a cada una de las principales glándulas endocrinas, veamos
rápidamente los mecanismos de función del sistema endocrino en general.
El sistema endocrino tiene tres puntos funcionales principales:

• Hipotálamo
• Hipófisis
• Glándulas periféricas

Estos tres componentes constituyen lo que se conoce como el eje hipotálamo-


hipofisario-glandular.

Hormonas

El hipotálamo tiene numerosos receptores que le permiten detectar varios


parámetros tales como los niveles de electrolitos en la sangre y los niveles
hormonales. Por ejemplo, si los niveles de cierta hormona están bajos, el
hipotálamo entonces liberará hormonas que estimulan la secreción de la hormona
que está en bajos niveles. La mayoría de las hormonas del hipotálamo se conocen
como hormonas liberadoras y llegan hacia el lóbulo anterior de la hipófisis
(adenohipófisis). Sin embargo, existen dos excepciones, las neurohormonas
oxitocina y vasopresina (hormona antidiurética). En lugar de llegar al lóbulo
anterior de la hipófisis, estas dos llegan al lóbulo posterior (neurohipófisis).

De cualquier modo, las hormonas liberadas por el hipotálamo estimulan a la


adenohipófisis para liberar (observa la conexión, liberación-liberación) su propio
conjunto de hormonas, llamadas hormonas estimulantes. Las hormonas
estimulantes hacen justamente eso - estimulan a las glándulas periféricas para
producir sus propias hormonas. Una vez que cierta glándula periférica ha
producido una cantidad suficiente de sus propias hormonas, el hipotálamo detecta
estos niveles y deja de producir la hormona liberadora correspondiente. Esto
detiene el ciclo de producción hormonal, evitando llegar a niveles hormonales
patológicamente elevados. Claro que esto último ocurre solamente hasta que los
niveles de la hormona periférica vuelven a disminuir, lo que activa nuevamente al
hipotálamo para reiniciar el ciclo. Este mecanismo en el que la concentración
elevada de una hormona inhibe la liberación de su propio estimulante se denomina
“sistema de retroalimentación negativa”.

Vamos a reforzar esta lógica tomando el ejemplo de la hormona tiroidea. Digamos


que los niveles de la hormona tiroidea han disminuído.

• El hipotálamo detecta estos niveles bajos y secreta la hormona liberadora


de tirotropina (TRH) hacia la adenohipófisis (lóbulo anterior de la pituitaria).
• La adenohipófisis secreta la hormona estimulante de la tiroides (TSH), la
cual llega hasta la glándula tiroides a través de la corriente sanguínea y la
estimula para liberar la hormona tiroidea en la sangre.
• Una vez que hay suficiente hormona tiroidea en la sangre, el hipotálamo
detecta estos niveles y detiene la secreción de TRH hasta el momento en
que los niveles de hormona tiroidea vuelvan a disminuir.

Ahora que ya sabes cómo funciona el sistema endocrino, es tiempo de que


conozcas las principales glándulas de este sistema.

Glándulas del sistema endocrino

Las glándulas endocrinas son vasculares y no tienen conductos. En cambio, los


conductos se encuentran en las glándulas exocrinas, que producen señales
hormonales fuera del cuerpo. Las hormonas de las glándulas endocrinas se
almacenan en vacuolas o gránulos, listas para ser liberadas.

Glándulas del sistema endocrino

Las glándulas endocrinas se encuentran en todo el cuerpo y tienen una variedad


de funciones diferentes. A continuación se enumeran las principales glándulas y
órganos endocrinos:

• Hipotálamo
• Glándula pineal
• Hipófisis (glándula pituitaria)
• Glándula tiroidea
• Glándula paratiroidea
• Ovarios
• Testículos
• Páncreas
• Glándulas suprarrenales
• Tracto gastrointestinal
Hipotálamo

El hipotálamo es el principal centro de control del sistema endocrino. Es una


estructura en forma de almendra que se localiza debajo de la superficie del
cerebro, justo debajo del tálamo y por encima de la hipófisis.

El hipotálamo controla el sistema endocrino a través de un intermediario, la


hipófisis (glándula pituitaria). Dado que la hipófisis tiene dos partes anatómica y
funcionalmente distintas, el hipotálamo se comunica con ellas de dos maneras:

• El hipotálamo libera sus hormonas liberadoras e inhibidoras en un plexo


vascular que llega directamente a la adenohipófisis. Este plexo se
denomina sistema porta hipofisario y su función es transportar hormonas
hipotalámicas hacia la adenohipófisis.
• Dos neurohormonas hipotalámicas, la oxitocina y la hormona antidiurética,
son a su vez transportadas hacia la neurohipófisis (lóbulo posterior de la
pituitaria) mediante un conjunto de axones que se conoce como tracto
hipotalamohipofisario.

Funciones y hormonas

¿Cuál es la función de las hormonas hipotalámicas? Pues bien, las hormonas


liberadas estimulan la producción hormonal en la hipófisis, al mismo tiempo que
las hormonas inhibidoras la detienen. Echa un vistazo a la siguiente tabla para
aprender más sobre las hormonas hipotalámicas y sus funciones:

Hormona liberadora de Estimula a la adenohipófisis para liberar


gonadotropina (GnRH) gonadotropinas: hormona foliculoestimulante
(FSH), hormona luteinizante (LH)
Hormona liberadora de Estimula a la adenohipófisis para liberar hormona
tirotropina (TRH) estimulante de tiroides (tiroestimulante o TSH)
Hormona liberadora de Estimula a la adenohipófisis para liberar la
corticotropina (CRH) hormona adrenocorticotrópica
(adrenocorticotropina o ACTH)
Hormona liberadora de Estimula a la adenohipófisis para liberar
hormona del crecimiento somatotropina (hormona del crecimiento; GH)
(GHRH)

Hormona inhibidora de la Inhibe la liberación de somatotropina en la


liberación de hormona del adenohipófisis
crecimiento (somatostatina)

Hormona inhibidora de la Inhibe la liberación de prolactina en la


liberación de prolactina adenohipófisis
(dopamina)

Oxitocina Se transporta y almacena dentro de la


neurohipófisis; se libera en mayores cantidades
durante el parto y el amamantamiento
Hormona antidiurética (ADH) Se transporta y almacena dentro de la
neurohipófisis; se libera para controlar el equilibrio
electrolítico del cuerpo, la presión sanguínea y la
función renal

Hipófisis (glándula pituitaria)

La hipófisis es una estructura de forma ovoide, localizada en la silla turca


del hueso esfenoides. Se conecta con el hipotálamo a través de un conjunto de
axones que se conoce como el infundíbulo (tallo hipofisario).

La hipófisis o glándula pituitaria se compone de dos lóbulos:


• El lóbulo anterior (adenohipófisis), que produce y secreta la mayoría de las
hormonas hipofisarias. Su función es controlada por las hormonas
liberadoras del hipotálamo.
• El lóbulo posterior (neurohipófisis) no produce ninguna hormona, pero libera
dos hormonas que han sido producidas en los núcleos hipotalámicos.
Funciones y hormonas

La función principal de la hipófisis es la de producir las hormonas que regulan


muchas de las funciones y procesos vitales, tales como el metabolismo,
crecimiento, maduración sexual, reproducción, presión sanguínea y muchas otras
funciones y procesos físicos. Las hormonas secretadas por la hipófisis afectan
casi todos los sistemas del cuerpo (por ejemplo, otras glándulas endocrinas,
sistema cardiovascular, sistema digestivo, sistemas reproductor femenino y
masculino, etc.).

En esta tabla se presenta un panorama general de las hormonas de la hipófisis

Somatotropina Estimula el crecimiento óseo


(Hormona del
crecimiento; GH)
Prolactina Secreción de leche de las glándulas mamarias
Tirotropina (TSH) Estimula la síntesis, almacenamiento y secreción de
la hormona tiroidea
Hormona Estimula la secreción de hormonas en la corteza
adrenocorticotrópica suprarrenal (ACTH); Regula el metabolismo de lípidos
(ACTH); lipotropina (LPH)
(LPH)
Hormona Promueve el desarrollo de folículos ováricos,
foliculoestimulante secreción de estrógenos en las mujeres,
(FSH); hormona espermatogénesis en los hombres (FSH); Promueve
luteinizante (LH) la maduración folicular en el ovario, secreción de
progesterona en las mujeres, secreción de
andrógenos de células intersticiales en los hombres
(LH)

Glándula pineal (epífisis)


La glándula pineal o epífisis, es una estructura pequeña en forma de cono que
forma parte del diencéfalo. Es una glándula neuroendocrina que secreta la
hormona melatonina así como muchas otras hormonas polipeptídicas que tienen
una función reguladora en otras glándulas endocrinas.

La glándula pineal proyecta de forma posterior desde la pared del tercer


ventrículo sobre la lámina cuadrigémina, descansando en el surco que está entre
los dos colículos superiores. La glándula tiene muchas funciones, la más
importante de estas es el mantenimiento del ritmo circadiano del cuerpo y la
regulación del ciclo sueño-vigilia. Además, la glándula pineal tiene un papel
importante en la modulación del inicio de la pubertad y el desarrollo del sistema
reproductivo.

La melatonina regula el ciclo sueño-vigilia al reaccionar a la cantidad de luz que


llega al ojo (retina). La retina envía esta información al hipotálamo, que a su vez
conduce esta información a la glándula pineal. La glándula pineal secreta
melatonina dependiendo de la cantidad de luz que recibe la retina. A menor
cantidad de luz, mayor cantidad de melatonina se produce, induciendo el sueño.

Glándula tiroides

Las glándulas tiroides y paratiroides son glándulas endocrinas ubicadas en la base


del cuello. La glándula tiroides es la glándula más grande del sistema endocrino.
Se localiza en la porción anterior del cuello a nivel de las vértebras C5-T1, debajo
de los músculos esternotiroideo y esternohioideo.

La glándula consta de dos lóbulos, derecho e izquierdo, que ascienden hacia el


cartílago tiroides, unidos por un istmo. Los lóbulos están anterolateralmente en
relación con la laringe y la tráquea, mientras que el istmo es anterior al segundo y
tercer anillo traqueal. En algunos individuos, un lóbulo piramidal cónico asciende
desde el istmo hacia el hueso hioides.
Funciones y hormonas

La glándula tiroides es importante para la regulación del metabolismo. Produce


dos hormonas metabólicamente importantes: tiroxina (tetrayodotironina o T4)
y triyodotironina (T3). T4 contiene 4 átomos de yodo, mientras que T3 contiene 3
átomos de yodo, lo que le da la diferencia a sus nombres. Tanto T3 como T4
afectan el metabolismo al influir en la producción de proteínas de todas las células
del cuerpo. Esta producción de proteínas afecta a su vez el crecimiento tisular,
temperatura, uso de energía y ritmo cardíaco. La glándula tiroides también
produce calcitonina, un antagonista de la hormona paratiroidea.

Glándulas paratiroides

Las glándulas paratiroides (usualmente 4 en total) son estructuras pequeñas,


aplanadas y de forma ovalada que se localizan en la superficie posterior de cada
uno de los lóbulos de la glándula tiroides. Se encuentran normalmente entre la
cápsula fibrosa de la glándula tiroides y su vaina fascial externa.

Las glándulas se separan en dos superiores y dos inferiores. La ubicación de las


glándulas paratiroides superiores es bastante constante, a nivel del borde inferior
del cartílago cricoides, 1 cm superior al punto de entrada de las arterias tiroideas
inferiores en la glándula tiroides. Las glándulas paratiroides inferiores están
normalmente situadas cerca de los polos inferiores de la glándula tiroides, pero su
ubicación es más variada.

Las glándulas paratiroides mantienen los niveles de calcio en la sangre mediante


la producción de hormona paratiroidea. Junto con la calcitonina, estas dos
hormonas mantienen los niveles de iones calcio en la sangre, lo cual es muy
importante para la salud de los huesos, así como para la función nerviosa y
muscular.
Sistema endocrino entérico
El tracto gastrointestinal puede producir hormonas y se conoce como sistema
endocrino entérico. Las células secretoras de hormonas están dispersas por el
revestimiento del estómago y el intestino delgado. Estas células no producen
hormonas de forma continua, sino que lo hacen en respuesta al entorno dentro del
estómago y el intestino, reaccionando a la cantidad de alimentos que circulan.

Hay seis hormonas gastrointestinales principales:

Gastrina Estimulada por la presencia de péptidos y aminoácidos


en el estomage, y es importante en la secreción de
ácido gástrico.
Secretina Se produce en respuesta a los bajos niveles de pH, y
provoca la producción de agua y bicarbonato desde el
páncreas y el conducto biliar para ayudar a aumentar el pH
de nuevo.
Grelina Estimula el apetito y la alimentación.
Motilina Participa en el movimiento y las contracciones del tracto
gastrointestinal
Colecistoquinina Estimula la secreción de enzimas pancreáticas y el
vaciamiento de la vesícula biliar en respuesta a un aumento
de ácidos grasos y aminoácidos en el intestino delgado.
Polipéptido Impide el movimiento y las secreciones gástricas y provoca
inhibidor gástrico la liberación de insulina en respuesta a un aumento de la
glucosa y la grasa en el intestino delgado.

Páncreas endocrino

El páncreas es un órgano accesorio y una glándula exocrina del sistema digestivo,


además de una glándula endocrina productora de hormonas. El páncreas es un
órgano único ya que cumple funciones tanto exocrinas como endocrinas.
Su función exocrina incluye la síntesis y liberación de enzimas digestivas
al duodeno del intestino delgado. Su función endocrina involucra la liberación de
insulina y glucagón a la corriente sanguínea, estas dos importantes hormonas son
responsables de la regulación de glucosa, lípidos y metabolismo de proteínas.
Ahora nos enfocaremos en el páncreas endocrino.

Hormonas y funciones

La función endocrina del páncreas la llevan a cabo los islotes pancreáticos (islotes
de Langerhans), localizados en el tejido pancreático. Estos grupos de células,
cada uno de los cuales funciona como una glándula endocrina por sí mismo,
secretan hormonas directamente en la corriente sanguínea y constan de cuatro
tipos principales de células, cada uno de los cuales produce su propia hormona:

• Células B (beta o β) - estas células secretan insulina y constituyen cerca del


70% de las células de los islotes pancreáticos. La insulina tiene efectos
sobre la mayoría de las células del cuerpo, más notablemente en el hígado,
músculos y tejido adiposo. La función principal de la insulina está
relacionada al metabolismo de la glucosa, disminuyendo los niveles de
glucosa en sangre, pero sin afectar a las proteínas y a los lípidos.
• Células A (alfa o α) - estas células secretan glucagón y constituyen el 15-
20% de las células de los islotes. El glucagón es la hormona antagonista de
la insulina. A grandes rasgos, el glucagón produce un aumento de la
glucosa sanguínea y un incremento de proteólisis y lipólisis.
• Células D (delta o δ) - estas células secretan somatostatina y constituyen el
5-10% de las células de los islotes. Esta hormona inhibe la liberación de
insulina y glucagón a través de una acción paracrina (es decir, que actúa
sobre las células vecinas). La somatostatina es idéntica a una hormona
secretada por el hipotálamo, que inhibe la liberación de la hormona del
crecimiento (GH) y de la hormona estimulante de tiroides (TSH) en la
adenohipófisis.
• Células PP (polipéptido pancreático) - estas células secretan
el polipéptido pancreático y constituyen menos del 5% de las células de los
islotes.

Glándulas suprarrenales (adrenales)


Las glándulas suprarrenales (adrenales) son órganos retroperitoneales bilaterales
del sistema endocrino. Se localizan en el polo superior del riñón, del cual están
separadas por una delgada capa de grasa y tejido fibroso. Cada glándula consta
de dos distintas partes - corteza adrenal y médula adrenal.

La corteza es la parte externa de la glándula suprarrenal y produce hormonas


necesarias para la vida como los glucocorticoides - la hormona hidrocortisona
(cortisol) y la hormona corticosterona. La hidrocortisona regula la producción de
energía, presión sanguínea y función cardíaca. La corticosterona juega un papel
importante en las respuestas inmunes y en la reducción de inflamación. La corteza
adrenal también produce aldosterona, que controla la presión sanguínea.

La médula suprarrenal es la porción interna de la glándula. Es de hecho una masa


de tejido nervioso que contiene numerosos capilares y vasos sinusoides. La
médula produce hormonas como la adrenalina. La médula adrenal ayuda al
cuerpo a manejar estrés con la producción de dos hormonas, epinefrina y
norepinefrina. La epinefrina se conoce más comúnmente como adrenalina y está
implicada en las respuestas de pelea o huída del cuerpo, incrementando el ritmo
cardíaco y los niveles sanguíneos de glucosa, causando un aumento de flujo
sanguíneo hacia el cerebro y los músculos. La norepinefrina trabaja junto con la
adrenalina, constriñendo los vasos sanguíneos y aumentando la presión
sanguínea durante la respuesta al estrés.

Testículos y ovarios

Los testículos son un par de glándulas ovoides que producen espermatozoides y


hormonas masculinas, principalmente la testosterona. Cada testículo está
suspendido en el escroto por su propio cordón espermático. Los ovarios son
glándulas de forma almendrada en donde se desarrollan los ovocitos y se
producen las hormonas femeninas.
Las hormonas sexuales se producen en los testículos y en los ovarios como
resultado de la producción de LH y FSH en la hipófisis. Las hormonas que se
producen aquí son importantes para el desarrollo sexual, reproducción y
regulación del ciclo ovárico (menstrual).

Las dos hormonas clave producidas por los ovarios son el estrógeno y
la progesterona. Su producción se desencadena por la liberación de hormonas en
el hipotálamo. Hay tres tipos de estrógeno: estradiol, estrona y estriol. Estas se
combinan para asegurar un sano desarrollo sexual y fertilidad. El estradiol es
importante para el desarrollo mamario, la distribución de grasa y el desarrollo de
los órganos reproductivos. La progesterona es más importante durante el
embarazo y la ovulación, asegurando que el revestimiento del útero sea adecuado
para el crecimiento fetal.

En los varones, la testosterona es producida en los testículos. La testosterona


mejora el crecimiento óseo, el crecimiento del vello corporal y el desarrollo de los
órganos sexuales durante la pubertad. La testosterona también es importante en
el aumento de fuerza muscular.
SISTEMA CIRCULATORIO (CARDIOVASCULAR)

El sistema circulatorio, también llamado sistema


cardiovascular, es un sistema orgánico vital que
entrega sustancias esenciales para que se puedan
llevar a cabo funciones básicas en todas las
células. El sistema circulatorio está constituido por
una red formada por el corazón como bomba
muscular central, vasos sanguíneos que
distribuyen la sangre por el cuerpo, y la sangre,
encargada del transporte de diferentes sustancias.

El sistema circulatorio está dividido en dos


circulaciones o subsistemas:
La circulación pulmonar, o circulación menor, que intercambia sangre entre el
corazón y los pulmones para realizar su oxigenación; y la circulación sistémica o
circulación mayor, que distribuye la sangre a través de todos los otros sistemas y
tejidos del cuerpo. Ambos circuitos comienzan y terminan en el corazón.

Funciones Transporte de gases, nutrientes, electrolitos, desechos, hormonas.


Corazón Capas: miocardio, endocardio, epicardio
Cámaras: atrios izquierdo y derecho, ventrículos izquierdo y derecho
Vasos sanguíneos: arterias (sangre oxigenada), venas (sangre desoxigenada)

Vasos sanguíneos Arterias, venas, capilares.


Jerarquía: corazón —> arterias —> arteriolas —> capilares (intercambio de
gases, la sangre oxigenada se vuelve desoxigenada) —> vénulas —> venas
—> corazón

Circulaciones Pulmonar - venas cavas superior e inferior (con sangre desoxigenada) —>
atrio derecho —> ventrículo derecho —> arterias pulmonares derecha e
izquierda —> capilares de cada pulmón (oxigenación de la sangre) —> venas
pulmonares —> atrio izquierdo — circulación sistémica
Sistémica - Atrio izquierdo —> ventrículo izquierdo —> aorta y sus ramas —>
capilares —> venas —> venas cavas superior e inferior —> circulación
pulmonar
Coronaria - aorta ascendente —> arteria coronaria derecha —> rama
marginal derecha —> arteria interventricular posterior, arteria coronaria
izquierda, arteria interventricular anterior (se anastomosa con la
interventricular posterior) —> arteria circunfleja
Sangre Plasma con componentes celulares:
Eritrocitos (glóbulos rojos) - contienen hemoglobina y transportan oxígeno por
los vasos sanguíneos
Leucocitos (glóbulos blancos) - células del sistema inmunitario
Trombocitos (plaquetas) - células de la coagulación

Relaciones Aterosclerosis, enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial periférica,


clínicas aneurisma, varices, arritmia, insuficiencia cardiaca
Función
La función principal del sistema circulatorio (o cardiovascular) es entregar oxígeno
a los tejidos del cuerpo y simultáneamente remover el dióxido de carbono
producido por el metabolismo. El oxígeno se liga a moléculas de hemoglobina que
se ubican en la superficie de los glóbulos rojos en la sangre.

Comenzando en el corazón, la sangre desoxigenada (es decir, aquella que


contiene dióxido de carbono) retorna desde la circulación sistémica hacia el lado
derecho del corazón. Esta es bombeada entonces a través de la circulación
pulmonar llegando hasta los pulmones, donde ocurre el intercambio gaseoso. El
dióxido de carbono es removido de la sangre y reemplazado con oxígeno. La
sangre entonces se encuentra oxigenada, y retorna al lado izquierdo del corazón.
Desde aquí, la sangre es bombeada hacia la circulación sistémica, en la cual
entrega su oxígeno a los tejidos corporales, para retornar nuevamente al lado
derecho del corazón. La sangre también actúa como un excelente medio de
transporte para las hormonas y nutrientes tales como electrolitos. La sangre
además transporta productos de desecho, los cuales son filtrados en el hígado.

Corazón
El corazón es una bomba muscular que constituye el componente central del
sistema circulatorio. Está dividido en una mitad izquierda y otra derecha mediante
un septo (tabique) muscular. El componente muscular del corazón, el miocardio,
está formado por músculo cardíaco involuntario. Está recubierto internamente por
una membrana llamada endocardio, y externamente por otra membrana
denominada epicardio.

La contracción del músculo cardiaco es estimulada mediante impulsos eléctricos


que son iniciados regularmente desde los centros reguladores del corazón:
el nodo sinoatrial en el techo del atrio derecho, y el nodo atrioventricular en el
septo entre los atrios y los ventrículos. El nodo sinoatrial es considerado el
marcapasos natural del corazón.

En muchos países de habla hispana todavía se usa el término aurícula para


referirse a las cámaras de entrada del corazón. El término adecuado para estas
cámaras de acuerdo a la Terminologia Anatomica es atrio, derivado del
latín atrium, reservándose el término aurícula para un pequeño repliegue triangular
que forma parte de cada uno de los atrios.

El corazón experimenta continuamente una serie de contracciones y relajaciones.


El término sístole ventricular se refiere a la contracción simultánea de los
ventrículos, mientras que el concepto de diástole ventricular hace referencia a la
relajación de los mismos. Durante la sístole, la sangre es bombeada desde los
ventrículos a los tractos de salida de su circulación correspondiente. Los atrios se
llenan de sangre al mismo tiempo. Durante la diástole ventricular, los ventrículos
están relajados y la sangre fluye desde los atrios hacia el ventrículo
correspondiente.

Circulación pulmonar

La sangre desoxigenada proveniente de la circulación sistémica retorna al atrio


derecho a través de las venas cavas superior e inferior. El seno coronario, vía de
retorno de la circulación cardiaca, también desemboca en el atrio derecho. La
sangre en el atrio derecho fluye hacia el ventrículo derecho a través de la valva
atrioventricular derecha (también llamada tricúspide) durante la diástole. Durante
la sístole, el ventrículo derecho se contrae, dirigiendo la sangre hacia el cono
arterioso, ubicado en la base del tronco pulmonar. La contracción del ventrículo
provoca el cierre de la valva tricúspide, previniendo el retorno de la sangre hacia el
atrio derecho. Entre el cono arterioso y el tronco pulmonar hay otra valva, llamada
valva pulmonar. En la diástole, esta se cierra para evitar el retorno de sangre hacia
el ventrículo derecho.

El tronco pulmonar se divide en una arteria pulmonar derecha y una arteria


pulmonar izquierda, cada una de las cuales entrega sangre al pulmón respectivo,
llevando la sangre desoxigenada hasta los capilares de cada pulmón, donde es
oxigenada. Esta sangre recién oxigenada es recogida por las venas pulmonares y
la devuelven al atrio izquierdo del corazón, donde finaliza la circulación pulmonar
justo antes de pasar al ventrículo izquierdo.

Circulación sistémica

La sangre oxigenada ingresa al atrio izquierdo desde la circulación pulmonar a


través de las venas pulmonares. Durante la diástole, la sangre pasa desde el atrio
izquierdo al ventrículo izquierdo a través de la valva atrioventricular
izquierda (también llamada bicúspide o mitral). En la sístole, el ventrículo izquierdo
se contrae, impulsando a la sangre para que ingrese a la aorta. La sangre pasa a
través de la valva aórtica hacia la aorta ascendente.

La aorta ascendente continúa su trayecto como arco aórtico, desde el cual


emergen tres grandes ramas: el tronco braquiocefálico, la arteria carótida común
izquierda y la arteria subclavia izquierda. Estas arterias proporcionan sangre
oxigenada a la cabeza, el cuelloy a las extremidades superiores.
La aorta descendente es la continuación del arco aórtico, en el tórax se denomina
aorta torácica, y proporciona numerosas ramas a los órganos y paredes de la
región.

La aorta descendente atraviesa el diafragma pasando a través de un espacio


llamado hiato aórtico ubicado a nivel de T12. A partir de este nivel se le conoce
como aorta abdominal. La aorta abdominal proporciona ramas a las estructuras de
la cavidad y pared abdominal, así como a estructuras y regiones periféricas, para
terminar bifurcándose en sus ramas terminales, las dos arterias ilíacas comunes,
las cuales irrigarán la cavidad pélvica y los miembros inferiores.

Las ramas de la aorta se desprenden de ella durante su trayecto experimentando


divisiones en ramas a lo largo de su trayecto. Las ramas terminales ingresan en
los tejidos a los cuales están destinadas, continuando su división sucesiva hasta
convertirse en arteriolas, las cuales llevan la sangre hasta los lechos capilares,
lugar donde ocurre intercambio de gases y nutrientes entre la sangre y los tejidos.
La sangre es posteriormente recogida por vénulas, las cuales se reúnen
progresivamente para formar las venas de la circulación sistémica. Estas venas
finalmente drenan en el atrio derecho del corazón por medio de las venas cavas
superior e inferior.

Circulación coronaria

El término circulación coronaria se refiere al aporte sanguíneo al corazón mismo.


Es un componente de la circulación sistémica. Las arterias coronarias izquierda y
derecha nacen directamente de la aorta ascendente, inmediatamente sobre la
valva aórtica. La arteria coronaria derecha se dirige a la derecha y proporciona dos
ramas principales: La arteria marginal derecha que recorre el margen derecho del
corazón y la arteria interventricular posterior que desciende a lo largo del surco
interventricular posterior en la base del corazón.

La arteria coronaria izquierda se dirige hacia la izquierda, y proporciona las


arterias circunfleja e interventricular anterior, esta última desciende por el surco
interventricular anterior para anastomosarse con la arteria interventricular posterior
en el vértice del corazón.

El drenaje venoso del corazón está dado principalmente por el seno coronario, al
que drenan las principales venas del corazón:

• La gran vena cardiaca (vena cardiaca magna),


• La vena cardiaca media, y
• La vena cardiaca menor, que drena directamente en el atrio derecho.

Sistema porta hepático

El sistema porta hepático es un sistema de venas que drena la sangre proveniente


de los intestinos y la transporta hacia el hígado para ser filtrada. Las venas
mesentéricas superior e inferior, drenando desde el yeyuno hasta la parte superior
del recto, junto con la vena esplénica que drena el bazo, páncreas y estómago, se
unen para formar la vena porta hepática, la cual desemboca vertiendo su sangre
en el hígado.

Las toxinas son filtradas en el hígado y la sangre filtrada es devuelta a la vena


cava inferior a través de las venas hepáticas.

Tipos de vasos sanguíneos

Arterias
Las arterias transportan sangre alejándose del corazón. Poseen paredes gruesas
y un lumen estrecho, lo cual les permite resistir la alta presión de la contracción
que ejerce el corazón para expulsarla. En la medida de que se acercan hacia los
tejidos más periféricos, comienzan un proceso de ramificación progresiva,
disminuyendo en diámetro y espesor de su pared con cada división. Los
principales troncos arteriales del cuerpo son la aorta (circulación sistémica) y
el tronco pulmonar (circulación pulmonar). Las arterias coronarias son las arterias
que proporcionan sangre oxigenada a los tejidos propios del corazón.

Las arterias se dividen normalmente en tres tipos:

• Arterias de conducción, son aquellas que se desprenden directamente del


corazón y sus ramas principales, cuyas paredes poseen un alto grado de
elasticidad;
• Arterias de distribución, que transportan sangre a sistemas orgánicos
específicos, con un alto componente muscular en su pared;
• Las pequeñas y musculares arteriolas, llamadas también vasos de
resistencia.

La presión en estas arterias disminuye de forma progresiva desde el nivel más alto
en las arterias de conducción hasta el más bajo en las arteriolas. Las paredes de
las arterias están conformadas por 3 capas: la túnica íntima (interna), la túnica
media y la túnica externa.

Para propósito descriptivo, es más fácil describir los tipos de vasos sanguíneos
según su secuencia de aparición a lo largo de su trayecto desde el corazón hacia
los tejidos periféricos, y viceversa.

Tipos de arterias

Arterias elásticas: Son las arterias de conducción de las cuales algunos ejemplos
incluyen a la aorta y sus ramas principales, como el tronco braquiocefálico, la
carótida común izquierda, la arteria subclavia izquierda y sus terminales, las
arterias iliacas comunes. Estas arterias transportan sangre desde el corazón hasta
las arterias de conducción. La presión en estas arterias se encuentra dentro de los
niveles más altos en el sistema circulatorio. En estas, la túnica íntima está formada
por endotelio y la túnica media posee un gran componente elástico.

Arterias musculares: Son las arterias de distribución y contienen una gran


proporción de músculo liso en su túnica media. Están recubiertas internamente por
endotelio. La túnica externa está compuesta de tejido conectivo fibromuscular, con
una proporción mayor de fibras elásticas que de colágeno, lo cual contribuye a la
elasticidad de esta capa en este tipo de arteria.

Arteriolas: Son los vasos que conectan las arterias musculares con los lechos
capilares en los distintos órganos del cuerpo. Poseen pequeñas células
endoteliales con núcleos que se proyectan hacia el lumen (cavidad interna) de la
arteria, una delgada capa muscular de alrededor de dos células de espesor, y una
túnica externa. Controlan el flujo de sangre hacia los capilares mediante
contracción del músculo liso en la túnica media, la cual actúa como un esfínter.
Los capilares son los vasos más directamente conectados con los órganos. Sus
paredes tienen el espesor de una célula endotelial grande y son la única barrera
entre la sangre y el fluido intersticial de los tejidos. Poseen un estrecho lumen el
cual tiene las dimensiones exactas para el paso de las células sanguíneas más
grandes. La permeabilidad de los capilares varía dependiendo de los tejidos que
los rodean y el tipo de unión entre las células endoteliales que forman su pared.

Venas

Tipos de venas

Vénulas: Cuando dos o más capilares convergen, se forman las vénulas


postcapilares. Estas poseen un recubrimiento interno endotelial y una delgada
túnica externa. El componente muscular aparece en la medida de que el lumen
incrementa su tamaño por la convergencia de vénulas postcapilares entre sí,
generando así las denominadas vénulas musculares.

Venas: Se forman mediante la unión de las vénulas musculares. En comparación


con las arterias, las venas poseen una pared relativamente delgada y un lumen
mayor. La estructura de las paredes es similar a la de las arterias, pero con una
cantidad considerablemente menor de músculo en su túnica media. Las venas son
vasos de resistencia, lo que significa que poseen una pared distensible que puede
acomodar grandes cantidades de sangre.

La mayoría de las venas periféricas poseen estructuras llamadas válvulas, las


cuales son proyecciones de la túnica interna hacia el interior del lumen. Las
válvulas previenen el retorno de sangre (reflujo) a través de las venas, cerrándose
pasivamente si es que el flujo sanguíneo se invierte. Las venas de tórax
y abdomen no poseen válvulas.

La jerarquía y secuencia general de los vasos sanguíneos sigue este orden:


Arterias→ arteriolas→ capilares→ vénulas→ venas.

Prueba nuestro cuestionario personalizable para centrarte exactamente en lo que


quieres aprender:

Derivaciones y anastomosis

Las arterias forman conexiones entre sí llamadas anastomosis, las cuales crean
un aporte continuo de sangre a través de diferentes áreas. En el caso de que
ocurra una oclusión de una arteria hacia un área específica, el flujo sanguíneo a
esa región puede mantenerse por medio de la anastomosis con la arteria de una
región adyacente. Una anastomosis directa ocurre cuando dos arterias se unen
entre sí por sus extremos, como las arterias radial y ulnar por medio de los arcos
palmares. Las anastomosis de convergencia ocurren cuando dos arterias se unen
para formar una sola, como cuando las arterias vertebrales se unen para formar la
arteria basilar. Una anastomosis transversa o transversal se genera cuando una
pequeña arteria conecta dos arterias de mayor tamaño, como por ejemplo la
arteria comunicante anterior que conecta a ambas arterias cerebrales anteriores.

En todo el cuerpo existen conexiones entre el sistema arterial y venoso. Por


ejemplo, en el mesenterio, las metarteriolas conectan arteriolas y vénulas, y la
sangre puede fluir a través del lecho capilar o evitarlo. El flujo por una u otra vía
depende de la demanda de los tejidos nutridos por dicho lecho capilar.

Las anastomosis arteriovenosas son una conexión directa entre pequeñas arterias
y venas. Ocurren en regiones como la piel de la nariz, labios y orejas, en la
mucosa del tubo digestivo, y en las cavidades nasal y oral.

Una anastomosis porto-cava o portosistémica ocurre cuando existe una conexión


directa (sin pasar por el hígado) entre la circulación sistémica y el sistema porta
hepático. Estas anastomosis ocurren a nivel de plexos venosos como los que
existen alrededor del esófago, el ombligo, y el recto.

Sangre

La sangre es el componente móvil del sistema circulatorio. La sangre es de color


rojo brillante cuando está oxigenada y de color rojo oscuro violáceo cuando se
encuentra desoxigenada. La sangre consta de un componente celular suspendido
en un medio líquido llamado plasma.
El plasma es un fluido traslúcido que conforma aproximadamente el 55% del
volumen total de la sangre, y está compuesto por más de un 90% de agua. El
plasma contiene una gran concentración de electrolitos como sodio, potasio y
calcio. Además se encuentran proteínas disueltas en el plasma, llamadas
proteínas plasmáticas. Estas incluyen factores de coagulación (principalmente
protrombina), inmunoglobulinas, polipéptidos, hormonas y otras.

Eritrocitos (glóbulos rojos)

Los eritrocitos son las células sanguíneas más abundantes, representando


aproximadamente 99% de todas las células sanguíneas. Poseen forma de discos
bicóncavos que carecen de núcleo. En su superficie, los eritrocitos poseen una
proteína globular llamada hemoglobina a la cual se fija el oxígeno. El porcentaje
de eritrocitos con respecto al plasma es llamado hematocrito, el cual es usado
como punto de referencia para medir la capacidad de transporte de oxígeno de
una persona; cuando existe un porcentaje mayor de glóbulos rojos, hay más
hemoglobina disponible para el transporte de oxígeno.

Los eritrocitos envejecidos son ingeridos por macrófagos en el hígado y en el


bazo. El hierro liberado durante la digestión fagocitaria de los eritrocitos es usado
para sintetizar nuevos eritrocitos, o es almacenado en el hígado como ferritina.

Grupos sanguíneos

En la superficie de los eritrocitos existen antígenos que pueden reaccionar con


anticuerpos causando su aglutinación. Esta es la base del sistema de grupos
sanguíneos AB0. Los individuos heredan dos alelos, uno de cada progenitor, que
codifica para un grupo sanguíneo específico. Los grupos sanguíneos pueden ser
homocigóticos cuando los alelos son iguales, o heterocigóticos cuando los alelos
son diferentes.
Sistema ABO
de grupos sanguíneos
Alelo Grupo
sanguíneo
AA A
BB B
OO O
AB AB
AO A
BO B

Existen grupos sanguíneos que son sensibles a los alelos ausentes en sus
eritrocitos. Por ejemplo, el grupo sanguíneo A llevará el antígeno A y los
anticuerpos anti-B.

Leucocitos (glóbulos blancos)

Los leucocitos se dividen en 5 grupos: monocitos, linfocitos, neutrófilos, basófilos y


eosinófilos. Estos grupos son distinguibles entre sí mediante su tamaño, forma
nuclear y la composición del citoplasma. Estos 5 grupos pueden a su vez
subdividirse en 2: granulocitos y agranulocitos. Esta última clasificación se basa en
la presencia o ausencia de gránulos en el citoplasma. En conjunto, los glóbulos
blancos forman parte del mecanismo de la respuesta inmune.

Granulocitos

Esta clasificación incluye a los neutrófilos, eosinófilos y basófilos, los cuales son
incluidos en este grupo debido a la presencia de vesículas llamadas gránulos en
su citoplasma. Estos cumplen un rol preponderante en la respuestas inflamatoria y
alérgica.
Neutrófilos: Son los glóbulos blancos más abundantes, representando alrededor
del 40 al 75% de todos los leucocitos. El número de neutrófilos es variable, y se
incrementa en respuesta a infecciones bacterianas agudas. Poseen un núcleo
irregular y segmentado. Se desempeñan principalmente en la defensa del cuerpo
contra microorganismos, y pueden ingerir sustancias extrañas mediante
fagocitosis. Están también involucrados en la respuesta inflamatoria. Los
neutrófilos tienen una corta vida de 4 a 7 horas en circulación y unos pocos días
en tejido conectivo.

Eosinófilos: Son similares a los neutrófilos, pero son mucho menos numerosos. Su
núcleo es generalmente bilobulado, y los gránulos en el citoplasma son
voluminosos. Su motricidad es similar a la de los otros leucocitos, y migran desde
la circulación hacia los tejidos. Aumentan en número en reacciones alérgicas y
juegan un importante rol en la defensa contra parásitos. Manifiestan muy poca
fagocitosis, estando más involucrados en la degradación de partículas de gran
tamaño que por lo mismo no pueden ser fagocitadas. Circulan por alrededor de 10
horas, y duran unos pocos días en los tejidos.

Basófilos: son los granulocitos más pequeños. Son además poco numerosos,
representando alrededor de 0.5-1% de todos los leucocitos. Se distinguen por los
grandes gránulos, claramente visibles en su citoplasma. Su núcleo posee forma
irregular y a veces bilobulada, pero a menudo está oculto por la presencia de los
gránulos. Los gránulos son vesículas rodeadas de membrana que contienen
variados agentes inflamatorios. Estas vesículas se hernian, vertiendo sus
contenidos y disparando reacciones de hipersensibilidad alérgica inmediatas,
como las observables en la fiebre del heno. La liberación de estos agentes
también desencadena la migración de otros granulocitos hacia el área.

Agranulocitos

Los monocitos y linfocitos entran en esta categoría debido a la ausencia de


gránulos en su citoplasma. También son denominados leucocitos mononucleares,
haciendo referencia a su núcleo monolobulado.

Monocitos: Son los leucocitos de mayor tamaño. Representan alrededor del 2-8%
de todos los leucocitos. Típicamente poseen grandes núcleos monolobulados con
una hendidura característica en un lado. Los monocitos son células fagocíticas.
Los monocitos circulantes se convierten en macrófagos cuando migran hacia los
tejidos.

Linfocitos: son los segundos leucocitos más abundantes, representando alrededor


del 20 al 30% del total. Son la única célula blanca que puede reingresar a la
circulación después de haber migrado hacia los tejidos. Son variables en tamaño y
periodo vital: algunos solamente viven días, otros viven mucho más y están
involucrados en la memoria inmunológica. Se dividen en dos tipos: Linfocitos T y
linfocitos B.
Los linfocitos B sintetizan y secretan anticuerpos específicos para moléculas
externas. Además estimulan la fagocitosis en otros leucocitos no linfocíticos. Los
linfocitos B están involucrados en la inmunidad adaptativa, y producen células B
de memoria que se mantienen en el cuerpo y son activadas en respuesta a un
antígeno específico.

Los linfocitos T se desarrollan y maduran en el timo, luego migran y se alojan en


órganos linfáticos secundarios. Están involucrados en la inmunidad celular
continua y no únicamente dependiente de la respuesta a un antígeno. Se dividen
en tres subgrupos. Los linfocitos T citotóxicos apuntan directamente a células
infectadas, los linfocitos T colaboradores (helper en inglés) dirigen la eliminación
del patógeno mediante el reclutamiento de otras células inmunes, y los linfocitos T
reguladores están involucrados en el desarrollo de tolerancia hacia un antígeno.

Trombocitos (plaquetas)

Las plaquetas son pequeñas células irregulares que carecen de núcleo. Están
presentes en grandes cantidades y poseen alta adhesividad. Las plaquetas son
muy importantes en la hemostasia. Se activan frente al daño de un vaso
sanguíneo. Se acumulan en el sitio de la lesión donde básicamente taponan la
herida. Posteriormente a su adhesión en el sitio de la injuria, las plaquetas y los
tejidos adyacentes liberan factores que desencadenan una compleja secuencia de
eventos. Primeramente, se forma un coágulo para cerrar la herida, dicho coágulo
posteriormente se retrae y los bordes de la herida se aproximan para cerrarla y
reparar el vaso.

Las plaquetas circulan en la sangre por aproximadamente 10 días antes de que


sean retiradas de la sangre por los macrófagos.

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