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SOCIOLOGIA Material de cátedra 2009|UNIDADES|1|2|3|4|

EDITORIAL
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JOSEP VICENT MARQUES


No es natural (Para una sociología de la vida cotidiana) MARQUES, Josep Vicent,

Cap. 1. Casi todo podría ser de otra manera No es natural (Para una sociología de la vida cotidiana),
Ed. Anagrama. Barcelona. 1982.

Algunas formas de vida distintas de las vigentes tienen predominio masculino, urbana, en etapa que llaman de sociedad
gracia, indudablemente. Para mejor y para peor, las cosas de consumo, y dependiente culturalmente de unos medios de
podrían ser de otra manera, y la vida cotidiana de cada uno y cada comunicación de masas subordinados al imperialismo. El
una, así como la de los “cadaunitos”, sería bastante diferente. La personaje “normal” si la sociedad fuera otra, no tendría que ser
persona lectora no obtendrá de este libro recetas para cambiar la necesariamente un varón, cabeza de familia, asalariado, con una
vida ni sin que vayamos a hilar demasiado fino sobre la cuestión mujer que cocina y cuida de la ropa, y con un televisor que pasa
grandes incitaciones a cambiarla, pero sí algunas telefilme norteamericanos.
consideraciones sobre el hecho de que las cosas no son
Hablando de José Timoneda Martínez, consideremos
necesariamente, naturalmente, como son ahora y aquí. Saberlo
ahora como incluso su nombre está condicionado por una red de
le resultará útil para contestar a algunos entusiastas del orden y
relaciones sociales. Oficialmente no se llama Josep Timoneda I.
del desorden establecidos, que a menudo dicen que “es bueno y
Martínez sino José Timoneda Martínez, vuelve la cabeza cuando
natural esto y aquello”, y poder decirles educadamente “veamos
alguien lo llama Pepe, se cabrea en silencio cuando es el jefe de
si es bueno o no, porque natural no es”.
personal quien le llama Timoneda sin el señor delante, y enérgica
Consideremos un día en la vida del señor Timoneda. Don y explícitamente cuando es un subordinado suyo quien lo hace;
Josep Timoneda I. Martínez se ha levantado temprano, ha insiste, o no, en hacerse llamar Pepe por una mujer según el
tomado su utilitario para ir a trabajar a la fábrica, oficina o tienda, aspecto que ella tenga, y se siente bastante orgulloso de ser
ha vuelto a casa a comer un arroz cocinado por su señora, y más cabeza de familia, porque así los niños han de nombrarlo según
tarde ha vuelto de nuevo a casa, después de un pequeño su cargo doméstico de “papá”. Hay mucho más, sin embargo, en
altercado con otro conductor a consecuencia de haberse su nombre mismo. No diré simplemente que si hubiese nacido en
distraído pensando en si le ascienden o no de sueldo y categoría. África quizá se llamaría Bambayuyu, que es un nombre muy
Ya en casa, ha preguntado a los críos, bostezando, por la escuela, sonoro y de un exotismo justificable por la diferencia de lengua.
ha visto un telefilme sobre la delincuencia juvenil en California, se No. Sin salirnos de nuestro ámbito, observaremos que no
ha ido a dormir y, con ciertas expectativas de actividad sexual, ha naturalmente habría de componerse su nombre del nombre de un
esperado a que su mujer terminara de tender la ropa. Finalmente, santo de la Iglesia católica, de un primer apellido que trasmitirá a
se ha dormido pensando que el domingo irá con toda la familia al sus hijos y que le vincula al padre de su padre, y un segundo que
apartamento. Lo último que recuerda es a su mujer diciéndole que no transmitirá y que le vincula al padre de su madre. Es solamente
habrá que hablar seriamente con el hijo mayor porque ha hecho una forma. Podría llamarse Josep hijo de Joan Timoneda o hijo de
no se sabe que cosa. Empar Martínez, Timoneda Josep, o tomar el nombre de su origen
y resultar Josep Timoneda de Borriana, o haber podido elegir, al
Este es el inventario banal de un día normal de un
llegar a ser mayor, el nombre o cuál de los dos apellidos prefería
personaje normal. La vida, dicen. Pero ¡atención!, si el señor
llevar adelante. Podría ser de otra manera, pero ésta es la que le
Timoneda es un personaje “normal”, “medio” y éste es un día
ha correspondido, ya que vive aquí. Son costumbres. ¡Atención,
normal, es porque estamos, en una sociedad capitalista de
sin embargo! Hay quien dice que “son costumbres” como si,

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reconocido el carácter no natural de las maneras de vivir, éstas formas de vida.


fueran resultado de un puro azar, cuando en realidad nos
Esta pequeña introducción impresionista a una sociología
reenvían una y otra vez a los datos fundamentales de la sociedad.
de la vida cotidiana insistirá siempre sobre esa misma idea: que
El nombre del señor Timoneda nos da pistas sobre la influencia de
las cosas podrían ser para bien y para mal distintas. Dicho de
la Iglesia católica y sobre el hecho de que los padres “pintan” más
otra manera más precisa: que no podemos entender como
que los hijos, y el padre más que la madre. Eso en el nombre
trabajamos, consumimos, amamos, nos divertimos, nos
solamente. Los actos cotidianos del señor Timoneda nos
frustramos, hacemos amistades, crecemos o envejecemos, si no
proporcionan muchas más pistas.
partimos de la base de que podríamos hacer todo eso de muchas
El señor Timoneda podría haber pasado el día de muchas otras formas.
otras maneras. Nada en su biología se lo impide. Podía haber
A menudo, cuando se muere un pariente, te atropella un
trabajado en su casa, si es que se puede hablar de casa al mismo
coche, le toca la lotería a un obrero desocupado, se casa una hija
tiempo a propósito de un espacio de 90 m2 en un sexto piso y a
o te hacen una mala jugada, la gente dice:
propósito de un edificio que fue la casa de sus antepasados y
sigue siendo taller. La mujer del señor Timoneda podía haber ¡Es la vida!
estado haciendo parte de la faena del taller y el hijo mayor
O bien:
también mientras aprende el oficio del padre. El más pequeño de
los críos podía haber pasado el día en la calle o en casa de otros Es ley de vida.
vecinos, sin noticia ni deseo de escuela alguna.
Lo que hacemos no es, sin embargo, La Vida. Muy pocas
O bien, el señor Timoneda podía haber pasado el día cosas están programadas por la biología. Nos es preciso,
cocinando para la comunidad, por ser el día que le tocaba el evidentemente, comer, beber y dormir; tenemos capacidad de
trabajo de casa, mientras los demás trabajaban en el campo, en la sentir y dar placer, necesitamos afecto y valoración por parte de
granja o en los talleres grandes o pequeños, todos otros, podemos trabajar, pensar y acumular conocimiento. Pero
proporcionalmente a sus fuerzas y habilidades; y hacia el cómo se concrete todo eso depende de las circunstancias
atardecer reunirse todos para reírse ante una televisión más sociales en las que somos educados, maleducados, hechos y
divertida o para discutir ante emisiones más informativas. deshechos. Qué y cuántas veces y a qué horas comeremos y
O el señor Timoneda, podía haber trabajado aquel día doce beberemos, cómo buscaremos o rechazaremos el afecto de los
horas seis en las tierras del amo y seis en las que el amo le dejaba otros, qué escala y de qué valores utilizaremos para calibrar
cultivar directamente y haber regresado a la barraca donde vive amigos y enemigos, qué placeres nos permitiremos y a cuáles
amontonado con familiares diversos para comentar que el amo le renunciaremos, a qué dedicaremos nuestros esfuerzos físicos y
había vendido junto con las tierras y preguntarse qué tal sería el mentales, son cosas que dependen de cómo la sociedad una
nuevo señor. O escuchar al abuelo recitar historias, seguro de ser sociedad que no es nunca la única posible, aunque no sean
escuchado, seguro de ser el personaje principal de la familia. posible todas nos la define, limite, estimule o proponga. La
sociedad nos marca no sólo un grado concreto de satisfacción de
El día del señor Timoneda, podía haber sido, pues, muy las necesidades sino una forma de sentir esas necesidades y de
distinto, y también el de las personas que le rodean. Sería un error canalizar nuestros deseos.
pensar que sólo podría haber sido distinto de haber nacido en otra
época. Con el nivel tecnológico actual son posibles diferentes Así, pensar una bomba nueva, desear una lavadora de otro

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modelo, comer más a menudo platos variados aunque Esa sociedad imaginaria resulta ser capitalista, post-
congelados, valorar a los demás por el número de objetos que nuclear, despótica, de atmósfera precaria y homosexual-
poseen y dedicar los esfuerzos afectivos a asegurar el monopolio neomachista. Es una sociedad posible. Podría ser anticipada
sentimental sobre una persona, no es más “humano”, no es más proyectando y acentuando los rasgos de la sociedad capitalista
“la vida”, no es más “natural” que pensar nuevos trucos de magia actual y suponiendo que hubiese tenido lugar, tras una rebelión
recreativa, desear más sonrisas, hacer una fiesta el día en que sí feminista aplastada, una eclosión de la homosexualidad
comemos pollo o valorar a una persona porque tiene más reprimida acompañada de un explícito culto al macho.
capacidad de gozar que tú y está dispuesta a enseñarte.
La persona lectora tiene ante sí ahora otra sociedad. ¿Es la
El amor, el odio, la envidia, la timidez, la soberbia... son única posible? Tal vez diga que no, porque personalmente
sentimientos humanos. Pero, ¿en qué cantidad y a propósito de apuesta por el socialismo. ¿Pero qué socialismo? ¿Un socialismo
qué los gastaremos? ¿Es lo mismo odiar a los judíos que a los donde sólo cambie la forma de gestión del capitalismo? ¿Una
subcontratistas de mano de obra? ¿Es igual envidiar ahora la sociedad igual a ésta excepto en el precio más barato de los
casa con jardín y pinada de un poderoso, cuando quedan ya electrodomésticos? ¡Ah! Un poco de distancia respecto de su
pocos árboles, que cuando eso sólo representaba un símbolo de entorno no le vendría nada mal al lector o a la lectora.
poder o de prestigio? ¿Es igual amar a una persona sometida que
a una persona libre? ¿Se puede ser tímido del mismo modo en un
mundo donde es conveniente ser presentado para hablar con
otro, que en una sociedad donde todos se tutean, tratando de
imponer una familiaridad que no siempre deseamos?
Nacer, crecer, reproducirse y morir. De acuerdo. Eso
hacemos. Pero ¿acaso no importa cómo y cuándo naces, qué
ganas y qué pierdes al crecer, por qué reproduces y de qué y con
qué humor te mueres?
El señor Timoneda se levanta cuando el satélite artificial se
hace visible en el cielo de su ciudad. Antes de salir de su cápsula
matrimonial mira a su compañero, dormido todavía, y se coloca la
escafandra individual. Despierta a patadas a la mutante que le
sirve de criada y le da órdenes en inglés. Hoy es un día especial: la
lotería estatal sortea simultáneamente los quince que serán
autorizados para procrear; los mil treinta y uno que se someterán
a las pruebas de la guerra bacteriológica, y sesenta y dos viajes a
los carnavales de Río para dos personas y una mutante. Sale a la
calle ya dentro de su heteromóvil y choca enseguida con otro. Se
matan los dos conductores y el viudo del señor Timoneda es
obligado a seguir la costumbre de suicidarse en la pira funeraria.
¿Es natural eso?

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WRIGHT MILLS
La imaginación sociológica MILLS, Charles Wright;
Cap 1. La promesa La Imaginación Sociológica,
Fondo de Cultura Económica, México, 1961.

Hoy en día los hombres advierten con frecuencia que sus vidas para el tipo de hombres en que se van convirtiendo y para la clase
privadas son una serie de añagazas. Se dan cuenta de que en sus de actividad histórica en que pueden tener parte. No poseen la
mundos cotidianos no pueden vencer sus dificultades, y en eso cualidad mental esencial para percibir la interrelación del hombre
muchas veces tienen toda la razón: lo que los hombres corrientes y la sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y del mundo.
saben directamente y lo que tratan de hacer está limitado por las No pueden hacer frente a sus problemas personales en formas
órbitas privadas en que viven; sus visiones y sus facultades se que les permitan controlar las transformaciones estructurales que
limitan al habitual escenario del trabajo, de la familia, de la suelen estar detrás de ellas.
vecindad; en otros medios, se mueven por sustitución y son
espectadores. Y cuanto más cuenta se dan, aunque sea No es de extrañar, desde luego. ¿En qué época se han
vagamente, de las ambiciones y de las amenazas que visto tantos hombres expuestos a paso tan rápido a las sacudidas
trascienden de su ambiente inmediato, más atrapados parecen de tantos cambios? Que los norteamericanos no hayan conocido
sentirse. cambios tan catastróficos como los hombres y las mujeres de
otras sociedades, se debe a hechos históricos que ahora se van
Por debajo de esa sensación de estar atrapados se
convirtiendo velozmente en “mera historia”. La historia que ahora
encuentran cambios aparentemente impersonales de la
afecta a todos los hombres es la historia del mundo. En este
estructura misma de sociedades de dimensiones continentales.
escenario y en esta época, en el curso de una sola generación, la
Los hechos de la historia contemporánea son también hechos
sexta parte de la humanidad de feudal y atrasada ha pasado a ser
relativos al triunfo y al fracaso de hombres y mujeres individuales.
moderna, avanzada y temible. Las colonias políticas se han
Cuando una sociedad se industrializa, el campesino se convierte
liberado, y han surgido nuevas y menos visibles formas de
en un trabajador, y el señor feudal es liquidado o se convierte en
imperialismo. Hay revoluciones, y los hombres sienten la
un hombre de negocios. Cuando las clases suben o bajan, un
opresión interna de nuevos tipos de autoridad. Nacen sociedades
hombre tiene trabajo o no lo tiene; cuando la proporción de las
totalitarias y son reducidas a pedazos... o triunfan fabulosamente.
inversiones aumenta o disminuye, un hombre toma nuevos
Después de dos siglos de dominio, al capitalismo se le señala sólo
alientos o se arruina. Cuando sobrevienen guerras, un agente de
como uno de los medios de convertir la sociedad en un aparato
seguros se convierte en un lanzador de cohetes, un oficinista en
industrial. Después de dos siglos de esperanza, aun la
un experto en radar, las mujeres viven solas y los niños crecen sin
democracia formal está limitada a una porción muy pequeña de la
padre. Ni la vida de un individuo ni la historia de una sociedad
humanidad. Por todas partes, en el mundo subdesarrollado, se
pueden entenderse sin entender ambas cosas.
abandonan antiguos estilos de vida y vagas expectativas se
Pero los hombres, habitualmente, no definen las convierten en demandas urgentes. Por todas partes, en el mundo
inquietudes que sufren en relación con los cambios históricos y superdesarrollado, los medios de ejercer la autoridad y la
las contradicciones institucionales. Por lo común, no imputan el violencia se hacen totales en su alcance y burocráticos en su
bienestar de que gozan a los grandes vaivenes de la sociedad en forma. Yace ahora ante nosotros la humanidad misma, mientras
que viven. Rara vez concientes de la intrincada conexión entre el las supernaciones que constituyen sus polos concentran sus
tipo de sus propias vidas y el curso de la historia del mundo, los esfuerzos más coordinados e ingentes en preparar la tercera
hombres corrientes suelen ignorar lo que esa conexión significa guerra mundial.
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La plasmación misma de la historia rebasa actualmente la frecuencia falsamente conscientes de sus posiciones sociales.
habilidad de los hombres para orientarse de acuerdo con valores En aquel tumulto se busca la trama de la sociedad moderna, y
preferidos. ¿Y qué valores? Aún cuando no se sientan dentro de esa trama se formulan las psicologías de una diversidad
consternados, los hombres advierten con frecuencia que los de hombres y mujeres. Por tales medios, el malestar personal de
viejos modos de sentir y de pensar se han ido abajo y que los los individuos se enfoca sobre inquietudes explícitas y la
comienzos más recientes son ambiguos hasta el punto de indiferencia de los públicos se convierte en interés por las
producir parálisis moral. ¿Es de extrañar que los hombres cuestiones públicas.
corrientes sientan que no pueden hacer frente a los mundos más
El primer fruto de esa imaginación y la primera lección de la
dilatados ante los cuales se encuentran de un modo tan súbito?
ciencia social que la encarna es la idea de que el individuo sólo
¿Que no puedan comprender el sentido de su época en relación
puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio
con sus propias vidas? ¿Que, en defensa de su yo, se
destino localizándose a sí mismo en su época; de que puede
insensibilicen moralmente, esforzándose por seguir siendo
conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de
hombres totalmente privados o particulares? ¿Es de extrañar que
todos los individuos que se hallan en sus circunstancias Es, en
estén poseídos por la sensación de haber sido atrapados?
muchos aspectos, una lección terrible, y en otros muchos una
No es sólo información lo que ellos necesitan. En esta Edad lección magnífica. No conocemos los límites de la capacidad
del Dato la información domina con frecuencia su atención y humana para el esfuerzo supremo o para la degradación
rebasa su capacidad para asimilarla. No son sólo destrezas voluntaria, para la angustia o para la alegría, para la brutalidad
intelectuales lo que necesitan, aunque muchas veces la lucha placentera o para la dulzura de la razón. Pero en nuestro tiempo
para conseguirlas agota su limitada energía moral. hemos llegado a saber que los límites de la “naturaleza humana”
son espantosamente dilatados. Hemos llegado a saber que todo
Lo que necesitan, y lo que ellos sienten que necesitan, es
individuo vive, de una generación a otra, en una sociedad, que
una cualidad mental que les ayude a usar la información y a
vive una biografía, y que la vive dentro de una sucesión histórica.
desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo
Por el hecho de vivir contribuye, aunque sea en pequeñísima
que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro
medida, a dar forma a esa sociedad y al curso de su historia, aun
de ellos. Y lo que yo me dispongo a sostener es que lo que los
cuando él está formado por la sociedad y por su impulso histórico.
periodistas y los sabios, los artistas y el público, los científicos y
los editores esperan de lo que puede llamarse imaginación La imaginación sociológica nos permite captar la historia y
sociológica, es precisamente esa cualidad. la biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad. Ésa
es su tarea y su promesa. Reconocer esa tarea y esa promesa es
la señal del analista social clásico. Es la característica de Herbert
1 Spencer, ampuloso, verboso, comprensivo; de A. E. Ross,
gracioso, revelador, probo; de Auguste Comte y Émile Durkheim;
del intrincado y sutil Karl Mannheim. Es la cualidad de todo lo que
La imaginación sociológica permite a su poseedor es intelectualmente excelente en Carlos Marx; es la clave de la
comprender el escenario histórico más amplio en cuanto a su brillante e irónica penetración de Thorstein Veblen, de las
significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de polifacéticas interpretaciones de la realidad de Joseph
diversidad de individuos. Ella le permite tener en cuenta cómo los Schumpeter; es la base del alcance psicológico de W. E. H. Lecky
individuos, en el tumulto de su experiencia cotidiana, son con no menos que de la profundidad y la claridad de Max Weber. Y es
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la señal de todo lo mejor de los estudios contemporáneos sobre el credo, ésos son los tipos de preguntas que han formulado los
hombre y la sociedad. mejores analistas sociales. Ellas constituyen los pivotes
intelectuales de los estudios clásicos sobre el hombre y la
Ningún estudio social que no vuelva a los problemas de la
sociedad, y son las preguntas que inevitablemente formula toda
biografía, de la historia y de sus intersecciones dentro de la
mente que posea imaginación sociológica. Porque esa
sociedad, ha terminado su jornada intelectual. Cualesquiera que
imaginación es la capacidad de pasar de una perspectiva a otra:
sean los problemas del analista social clásico, por limitados o por
de la política a la psicológica, del examen de una sola familia a la
amplios que sean los rasgos de la realidad social que ha
estimación comparativa de los presupuestos nacionales del
examinado, los que imaginativamente han tenido conciencia de lo
mundo, de la escuela teológica al establecimiento militar, del
que prometía su obra han formulado siempre tres tipos de
estudio de la industria del petróleo al de la poesía
preguntas:
contemporánea. Es la capacidad de pasar de las
1) ¿Cuál es la estructura de esta sociedad particular en su transformaciones más impersonales y remotas a las
conjunto? ¿Cuáles son sus componentes esenciales, y cómo se características más íntimas del yo humano, y de ver las relaciones
relacionan entre sí? ¿En qué se diferencia de otras variedades de entre ambas cosas. Detrás de su uso está siempre la necesidad
organización social? ¿Cuál es, dentro de ella, el significado de de saber el significado social e histórico del individuo en la
todo rasgo particular para su continuidad o para su cambio? sociedad y el periodo en que tiene su cualidad y su ser.
2) ¿Qué lugar ocupa esta sociedad en la historia humana? En suma, a esto se debe que los hombres esperen ahora
¿Cuál es el mecanismo por el que está cambiando? ¿Cuál es su captar, por medio de la imaginación sociológica, lo que está
lugar en el desenvolvimiento de conjunto de la humanidad y qué ocurriendo en el mundo y comprender lo que está pasando en
significa para él? ¿Cómo afecta todo rasgo particular que ellos mismos como puntos diminutos de las intersecciones de la
estamos examinando al período histórico en que tiene lugar, y biografía y de la historia dentro de la sociedad. En gran parte, la
cómo es afectado por él? ¿Y cuáles son las características conciencia que de sí mismo tiene el hombre contemporáneo
esenciales de ese período? ¿En qué difiere de otros períodos? como de un extraño por lo menos, si no como de un extranjero
¿Cuáles son sus modos característicos de hacer historia? permanente, descansa sobre la comprensión absorta de la
relatividad social y del poder transformador de la historia. La
3) ¿Qué variedades de hombres y de mujeres prevalecen imaginación sociológica es la forma más fértil de esa conciencia
ahora en esta sociedad y en este período? ¿Y qué variedades de sí mismo. Por su uso, hombres cuyas mentalidades sólo han
están empezando a prevalecer? ¿De qué manera son recorrido una serie de órbitas limitadas, con frecuencia llegan a
seleccionados y formados, liberados y reprimidos, sensibilizados tener la sensación de despertar en una casa con la cual sólo
y embotados? ¿Qué clases de “naturaleza humana” se revelan en habían supuesto estar familiarizados. Correcta o
la conducta y el carácter que observamos en esta sociedad y en incorrectamente, llegan a creer con frecuencia que ahora pueden
este periodo? ¿Y cuál es el significado para la “naturaleza proporcionarse a sí mismos recapitulaciones adecuadas,
humana” de todos y cada uno de los rasgos de la sociedad que estimaciones coherentes, orientaciones amplias. Antiguas
examinamos? decisiones, que en otro tiempo parecían sólidas, les parecen
Ya sea el punto de interés un Estado de gran poderío, o un ahora productos de mentalidades inexplicablemente oscuras.
talento literario de poca importancia, una familia, una prisión o un Vuelve a adquirir agudeza su capacidad de asombrarse.

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Adquieren un modo nuevo de pensar, experimentan un los ambientes inmediatos y cotidianos de los hombres corrientes.
trastrueque de valores; en una palabra, por su reflexión y su En realidad, un problema implica muchas veces una crisis en los
sensibilidad comprenden el sentido cultural de las ciencias dispositivos institucionales, y con frecuencia implica también lo
sociales. que los marxistas llaman “contradicciones” o “antagonismos”.
Consideremos a esa luz el desempleo. Cuando en una
ciudad de 100.000 habitantes sólo carece de trabajo un hombre,
2
eso constituye su inquietud personal, y para aliviarla atendemos
propiamente al carácter de aquel hombre, a sus capacidades y a
sus oportunidades inmediatas. Pero cuando en una nación de 50
La distinción más fructuosa con que opera la imaginación millones de trabajadores 15 millones carecen de trabajo, eso
sociológica es quizás la que hace entre “las inquietudes constituye un problema, y no podemos esperar encontrarle
personales del medio” y “los problemas públicos de la estructura solución dentro del margen de oportunidades abiertas a un solo
social”. Esta distinción es un instrumento esencial de la individuo. Se ha venido abajo la estructura misma de
imaginación sociológica y una característica de toda obra clásica oportunidades. Tanto el enunciado correcto del problema como el
en ciencia social. margen de soluciones posibles nos obliga a considerar las
Se presentan inquietudes en el carácter de un individuo y instituciones económicas y políticas de la sociedad, y no
en el ámbito de sus relaciones inmediatas con otros; tienen meramente la situación y el carácter personales de individuos
relación con su yo y con las áreas limitadas de vida social que sueltos.
conoce directa y personalmente. En consecuencia, el enunciado Veamos la guerra. El problema personal de la guerra,
y la resolución de esas inquietudes corresponde propiamente al cuando se presenta, puede estar en cómo sobrevivir o cómo morir
individuo como entidad biográfica y dentro del ámbito de su con honor, cómo enriquecerse con ella, cómo trepar a lo más alto
ambiente inmediato: el ámbito social directamente abierto a su del aparato militar de seguridad, o cómo contribuir a ponerle
experiencia personal y, en cierto grado, a su actividad deliberada. término. En suma, encontrar, de acuerdo con los valores que uno
Una inquietud es un asunto privado: los valores amados por un reconoce, una serie de ambientes, y dentro de ella sobrevivir a la
individuo le parecen a éste que están amenazados. guerra o hacer significativa la muerte de uno en ella. Pero los
Los problemas se relacionan con materias que trascienden problemas estructurales de la guerra se refieren a sus causas, a
del ambiente local del individuo y del ámbito de su vida interior. los tipos de hombres que lleva al mando, a sus efectos sobre la
Tienen que ver con la organización de muchos ambientes dentro economía y la política, sobre la familia y las instituciones
de las instituciones de una sociedad histórica en su conjunto, con religiosas, a la irresponsabilidad desorganizada de un mundo de
las maneras en que diferentes medios se imbrican e interpenetran Estados-naciones.
para formar la estructura más amplia de la vida social e histórica. Veamos el matrimonio. En el matrimonio el hombre y la
Un problema es un asunto público: se advierte que está mujer pueden experimentar inquietudes personales, pero cuando
amenazado un valor amado, por la gente. Este debate carece con la proporción de divorcios durante los cuatro primeros años de
frecuencia de enfoque, porque está en la naturaleza misma de un matrimonio es de 250 por cada 1000, esto es prueba de un
problema, a diferencia de lo que ocurre con la inquietud aun más problema estructural que tiene que ver con las instituciones del
generalizada, el que no se le pueda definir bien de acuerdo con
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decurso de este libro. Con su


elaboración de palabras sólo cuando es manifiesto que ello conjunto. empleo no quiero, desde luego,
amplía el alcance de la sensibilidad y aumenta el ámbito del sugerir meramente la disciplina
Creo, en resumen, que lo que puede llamarse análisis académica llamada “sociología”.
razonamiento. Unos estudian estrictamente sólo ambientes en Mucho de lo que la frase significa
social clásico es una serie de tradiciones definibles y usables; que
pequeña escala, con la esperanza de “armar” después con esas para mí no lo dicen en absoluto los
su característica esencial es el interés por las estructuras sociales sociólogos. En Inglaterra, por
piezas concepciones de estructuras mayores; otros examinan las
históricas; y que sus problemas tienen una relación directa con los ejemplo, la sociología como
estructuras sociales en que tratan de “situar” muchos medios disciplina académica es todavía
urgentes problemas públicos y las insistentes inquietudes algo marginal, pero en buena parte
pequeños. Unos, olvidando por completo los estudios
humanas. Creo también que hay actualmente grandes del periodismo, de la novela y sobre
comparativos, estudian sólo una pequeña comunidad en una todo de la historia ingleses, la
obstáculos en el camino de la continuidad de esa tradición tanto imaginación sociológica está,
sociedad y en un tiempo; otros trabajan directamente y de un
dentro de las ciencias sociales como en sus ambientes ciertamente, muy bien desarrollada.
modo plenamente comparativo las estructuras sociales de las Cosa análoga ocurre en Francia:
académico y político pero que, no obstante, las cualidades tanto la confusión como la audacia
naciones del mundo. Unos limitan sus rigurosas investigaciones a
mentales que la constituyen se están convirtiendo en un del pensamiento francés desde la
secuencias muy reducidas de asuntos humanos; otros se segunda Guerra Mundial
denominador común de nuestra vida cultural general y que,
interesan en problemas que sólo se advierten en una larga descansan sobre su sentimiento de
aunque vagamente y bajo una confusa variedad de disfraces las características sociológicas del
perspectiva histórica. Unos especializan su trabajo de acuerdo destino del hombre en nuestro
están empezando a dejarse sentir como una necesidad.
con compartimientos académicos; otros, saltándose todos los tiempo; pero esas tendencias las
sustentan literatos más bien que
compartimientos, se especializan por asuntos o problemas, sin Muchos profesionales de la ciencia social, especialmente sociólogos profesionales. No
tener en cuenta dónde están situados académicamente. Unos en los Estados Unidos, me parecen curiosamente renuentes a obstante, empleo la frase
“imaginación sociológica” porque: 1)
atienden a la diversidad de la historia, de la biografía, de la aceptar el reto que ahora se les lanza. De hecho, muchos abdican cree el zapatero remendón que no
sociedad; otros no. las tareas intelectuales y políticas del análisis social; otros, hay más que cuero, y para bien o
para mal yo soy un sociólogo; 2)
indudablemente, no están a la altura del papel que, sin embargo, creo que históricamente esa
Esos contrastes, y muchos más de tipo parecido, no son
se han asignado. En ocasiones casi parecen haber acogido cualidad mental ha sido poseída
necesariamente verdaderas alternativas, aunque en el calor de la más frecuentemente y de manera
deliberadamente viejas astucias y producido nuevas timideces.
controversia o en la indolente seguridad de la especialización se más vívida por los sociólogos
Mas, a pesar de esa resistencia, la atención intelectual y la clásicos que por los demás
les tome por tales. En este punto, yo meramente los enuncio de un cultivadores de las ciencias
atención pública están ahora tan manifiestamente fijas sobre los
modo inicial, para volver a ellos al final de este libro. Tengo la sociales; 3) puesto que voy a
mundos sociales que se supone que ellos estudian, que hay que examinar críticamente muchas
esperanza, desde luego, de que se dejarán ver todas mis escuelas sociológicas curiosas,
reconocer que se encuentran por única vez ante una oportunidad.
tendencias o prejuicios personales, porque los juicios que formule necesito un término contrario en que
En esa oportunidad se revelan la promesa intelectual de las apoyarme.
serán explícitos. Pero también intento, independientemente de
ciencias sociales, los usos culturales de la imaginación
mis propios juicios, enunciar los significados culturales y políticos
sociológica y el sentido político de los estudios sobre el hombre y
de la ciencia social. Mis prejuicios no son, naturalmente, ni más ni
la sociedad.
menos prejuicios que los que voy a examinar. ¡Que quienes no se
cuiden de los míos usen su oposición a ellos para hacer los suyos
tan explícitos y tan reconocidos como tales, como yo trataré de
6
hacer los míos! Entonces se reconocerán los problemas morales
del estudio social el problema de la ciencia social como problema
público, y se hará posible la discusión. Entonces cada uno se
conocerá mejor a sí mismo, lo que es, desde luego, condición De un modo bastante embarazoso para quien se confiesa
previa para la objetividad en la empresa de la ciencia social en su sociólogo, todas las infortunadas tendencias (salvo quizás una)
que estudiaré en los capítulos siguientes caen dentro de lo que
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matrimonio y de la familia y con otras relacionadas con ellas. riqueza privada.


O veamos las metrópolis: el horrible, hermoso, repugnante Lo que experimentamos en medios diversos y específicos
y magnífico desparramamiento de la gran ciudad. Para muchas es, como hemos observado, efecto de cambios estructurales. En
personas de las clases altas, la solución personal del “problema consecuencia, para comprender los cambios de muchos medios
de la ciudad” es tener un departamento con garaje privado en el personales, nos vemos obligados a mirar más allá de ellos. Y el
corazón de la ciudad, y a cuarenta millas de ella una casa número y variedad de tales cambios estructurales aumentan a
proyectada por Henry Hill con un jardín diseñado por Garrett medida que las instituciones dentro de las cuales vivimos se
Eckbo, en un terreno de cuarenta hectáreas de propiedad extienden y se relacionan más intrincadamente entre sí. Darse
personal. En esos dos ambientes controlados con un pequeño cuenta de la idea de estructura social y usarla con sensatez es ser
cuerpo de servicio en cada extremo y una comunicación por capaz de descubrir esos vínculos entre una gran diversidad de
helicóptero entre ellos, la mayor parte de las personas resolvería medios; y ser capaz de eso es poseer imaginación sociológica.
muchos de los problemas de ambiente personal causados por los
hechos de la ciudad. Pero todo eso, aunque espléndido, no
resuelve los problemas públicos que el hecho estructural de la 3
ciudad plantea. ¿Qué habría que hacer con ese maravilloso
monstruo? ¿Fragmentarlo en unidades diseminadas que
reuniesen la residencia y el lugar de trabajo? ¿Dejarla como es, ¿Cuáles son en nuestro tiempo los mayores problemas
con algunos retoques? ¿O evacuarla y volarla con dinamita, y para los públicos y las inquietudes clave de los individuos
construir ciudades nuevas de acuerdo con planos y lugares particulares? Para formular problemas e inquietudes, debemos
nuevos? ¿Cómo serían esos planos? ¿Y quién va a decidir y a preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y
realizar lo que se elija? Esos son problemas estructurales; cuáles preferidos y apoyados por las tendencias características
hacerles frente y resolverlos nos obliga a examinar los problemas de nuestro tiempo. Tanto en el caso de amenaza como en el de
políticos y económicos que afectan a innumerables medios. apoyo, debemos preguntarnos qué contradicciones notorias de la
estructura pueden estar implicadas.
Mientras una economía esté organizada de manera que
haya crisis, el problema del desempleo no admite una solución Cuando la gente estima una tabla de valores y no advierte
personal. Mientras la guerra sea inherente al sistema de Estados- ninguna amenaza contra ellos, experimenta bienestar. Cuando
naciones y a la desigual industrialización del mundo, el individuo estima unos valores y advierte que están amenazados,
corriente en su medio restringido será impotente con ayuda experimenta una crisis, ya como inquietud personal, ya como
psiquiátrica o sin ella para resolver las inquietudes que este problema público. Y si ello afecta a todos sus valores,
sistema o falta de sistema le impone. Mientras que la familia como experimenta la amenaza total del pánico.
institución convierta a las mujeres en esclavas queridas y a los
hombres en sus jefes proveedores y sus dependientes aún no Pero supongamos que la gente no sienta estimación por
destetados, el problema de un matrimonio satisfactorio no puede ningún valor ni perciba ninguna amenaza. Ésta es la experiencia
tener una solución puramente privada. Mientras la megalópolis de la indiferencia, la cual, si parece afectar a todos los valores, se
superdesarrollada y el automóvil superdesarrollado sean rasgos convierte en apatía. Supongamos, en fin, que no sienta
constitutivos de la sociedad superdesarrollada, los problemas de estimación por ningún valor, pero que, no obstante, perciba
la vida urbana no podrán resolverlos ni el ingenio personal ni la agudamente una amenaza. Esta es la experiencia del malestar,

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de la ansiedad, la cual, si es suficientemente total, se convierte en interpretado por los observadores como un cambio en la clase
una indisposición mortal no específica. misma de los problemas que ahora reclaman ser formulados. Se
nos dice con frecuencia que los problemas de nuestra década, o
El nuestro es un tiempo de malestar e indiferencia, pero
aun las crisis de nuestro tiempo, han salido del campo externo de
aún no formulados de manera que permitan el trabajo de la razón
la economía y se relacionan ahora con la calidad de la vida
y el juego de la sensibilidad. En lugar de inquietudes definidas en
individual, en realidad con el problema de si tardará mucho en
relación con valores y amenazas, hay con frecuencia la
dejar de haber algo que pueda llamarse propiamente vida
calamidad de un malestar vago; en vez de problemas explícitos,
individual. No el trabajo de los niños, sino los libros de historietas,
muchas veces hay sólo el desalentado sentimiento de que nada
no la pobreza, sino el ocio en masa, son los centros de interés.
marcha bien. No se ha dicho cuáles son los valores amenazados
Muchos grandes problemas públicos, lo mismo que muchas
ni qué es lo que los amenaza; en suma, no han sido llevados a
inquietudes privadas, se definen como cuestiones “psiquiátricas”,
punto de decisión. Mucho menos han sido formulados como
con frecuencia, según parece, en un intento patético de evitar los
problemas de la ciencia social.
grandes problemas de la sociedad moderna. A veces esta
En los años treinta apenas se dudaba salvo en ciertos afirmación parece descansar sobre un angosto interés
círculos de negocios alucinados que había un problema provinciano que sólo tiene en cuenta las sociedades
económico que era también un haz de inquietudes personales. En occidentales, o quizás sólo a los Estados Unidos, ignorando, de
los argumentos acerca de “la crisis del capitalismo”, las esa suerte, las dos terceras partes de la humanidad; muchas
formulaciones de Marx y las numerosas reformulaciones de su veces, también, divorcia arbitrariamente la vida individual de las
obra probablemente asientan los principales términos del grandes instituciones dentro de las cuales se desenvuelve esa
problema, y algunos individuos llegan a comprender sus vida y que con frecuencia pesan sobre ella más penosamente que
inquietudes personales en relación con tales términos. Los los ambientes íntimos de la infancia.
valores amenazados eran fáciles de ver y estimados por todos;
Los problemas del ocio, por ejemplo, ni siquiera pueden
las contradicciones estructurales que los amenazaban también
formularse sin tener en cuenta los problemas del trabajo. Las
parecían fáciles. Ambas cosas eran amplia y profundamente
inquietudes de la familia relativas a los libros de historietas no
experimentadas. Fue una edad política.
pueden formularse como problemas sin tener en cuenta la
Pero los valores amenazados en la era posterior a la situación de la familia contemporánea en sus nuevas relaciones
segunda Guerra Mundial, muchas veces no son ni ampliamente con las instituciones más recientes de la estructura social. Ni el
reconocidos como valores ni se advierte de un modo general que ocio ni sus usos enervantes pueden entenderse como problemas
estén amenazados. Muchas inquietudes privadas no son sin reconocer la medida en que el malestar y la indiferencia
formuladas; mucho malestar público y muchas decisiones de forman actualmente el clima social y personal de la sociedad
enorme importancia estructural no llegan nunca a ser problemas norteamericana contemporánea. En ese clima no pueden
públicos Para quienes aceptan valores hereditarios, como la plantearse ni resolverse problemas de “la vida privada” sin tener
razón y la libertad, es el malestar mismo lo que constituye la en cuenta la crisis de ambición que forma parte de la carrera
inquietud, es la indiferencia misma lo que constituye el problema. misma de muchos hombres que trabajan en una economía de
Y esta situación de malestar e indiferencia es lo que constituye el grandes compañías o empresas.
signo distintivo de nuestro tiempo.
Es verdad, como constantemente señalan los
Todo esto es tan sorprendente, que muchas veces es psicoanalistas, que con frecuencia las gentes tienen “la
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sensación creciente de ser movidas por fuerzas oscuras que cualquier esfera especial de ideas y de fantasías. En relación con
actúan dentro de ellas mismas y que son incapaces de definir”. ellos, o en relación con cosas derivadas de ellos, sabios
Pero no es verdad, como dijo Ernest Jones, que “el principal desconocidos y comentaristas de moda reenfocan sus
enemigo y el principal peligro del hombre es su misma indócil observaciones y reformulan sus problemas.
naturaleza y las fuerzas ocultas reprimidas dentro de él”. Por el
En la época moderna, las ciencias físicas y biológicas han
contrario: “el principal peligro” para el hombre reside hoy en las
sido el principal común denominador del pensamiento serio y de
fuerzas ingobernables de la sociedad contemporánea misma,
la metafísica popular en las sociedades de Occidente. La técnica
con sus métodos impersonales de producción, sus técnicas
de laboratorio ha sido el modo consagrado de proceder y la fuente
envolventes de dominación política, su anarquía internacional, en
de la seguridad intelectual. Ese es uno de los significados de la
una palabra, con sus penetrantes transformaciones de la
idea de un común denominador intelectual: los hombres pueden
“naturaleza” misma, del hombre y las condiciones y finalidades de
formular sus convicciones más poderosas según sus términos.
su vida.
Otros términos y otros estilos de pensamiento parecen meros
La primera tarea política e intelectual porque aquí vehículos de escape y oscuridad.
coinciden ambas cosas del científico social consiste hoy en poner
El que prevalezca un común denominador no significa,
en claro los elementos del malestar y la indiferencia
naturalmente, que no existan otros estilos de pensamiento y otros
contemporáneos. Esta es la demanda central que le hacen los
tipos de sensibilidad. Lo que quiere decir es que los intereses
otros trabajadores de la cultura: los científicos del mundo físico y
intelectuales más generales tienden a entrar en su ámbito, para
los artistas, y en general toda la comunidad intelectual. Es a causa
ser formulados en él más rigurosamente y pensar, una vez
de esta tarea y de esas demandas por lo que, creo yo, las ciencias
formulados así, que si no han tenido solución, por lo menos han
sociales se están convirtiendo en el común denominador de
sido llevados adelante de un modo provechoso.
nuestro periodo cultural, y la imaginación sociológica en la
cualidad mental más necesaria. Creo yo que la imaginación sociológica se está
convirtiendo en el principal común denominador de nuestra vida
cultural y en su rasgo distintivo. Esta cualidad mental se
4 encuentra en las ciencias sociales y psicológicas, pero va mucho
más allá de esas disciplinas tal como ahora las conocemos. Su
adquisición por los individuos y por la comunidad cultural en
En todas las épocas intelectuales tiende a convertirse en general es lenta y en ocasiones torpe; muchos científicos sociales
común denominador de la vida cultural determinado estilo de mismos la desconocen por completo. Parecen ignorar que el uso
pensamiento. Es cierto que hoy en día muchas modas de esta imaginación es central para mejorar el trabajo que pueden
intelectuales se difunden ampliamente para ser abandonadas por hacer, que por no desarrollarla y emplearla dejan de responder a
otras nuevas en el curso de uno o dos años. Esos entusiasmos las esperanzas culturales que se tienen en ellos y que las
quizá sazonan el juego cultural, pero dejan poca huella tradiciones clásicas de sus diversas disciplinas ponen a
intelectual, si es que dejan alguna. No puede decirse lo mismo de disposición de ellos.
modos de pensar como la “física newtoniana” o la “biología
Pero las cualidades de esta imaginación son regularmente
darwiniana”. Cada uno de estos universos intelectuales se
exigidas en materias de hecho y de moral, en el trabajo literario
convirtió en una influencia que llegó mucho más lejos que
y en el análisis político. Se han convertido en rasgos
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fundamentales de esfuerzo intelectual y de sensibilidad cultural los medios para transportarla no han sido sentidos como solución
en una gran diversidad de expresiones. Los buenos críticos son a ninguno de los problemas ampliamente conocidos y
ejemplos de esas cualidades, lo mismo que los periodistas serios, profundamente ponderados por comunidades intelectuales y
y en realidad se juzga según ellas la obra de unos y otros. Las públicos culturales muy dilatados. Esos progresos han sido
categorías populares de la crítica muy intelectual, medianamente considerados, correctamente, como resultado de una
intelectual o sin pretensiones intelectuales, por ejemplo ahora son investigación altamente especializada, e incorrectamente como
tan sociológicas por lo menos como estéticas. Los novelistas misterios maravillosos. Han suscitado más problemas tanto
cuya obra seria encarna las definiciones más difundidas de la intelectuales como morales que los que han resuelto, y los
realidad humana poseen con frecuencia esta imaginación y se problemas que han planteado radican casi completamente en la
esfuerzan en satisfacer la demanda de ella. Por medio de ella, se esfera de los asuntos sociales, y no físicos. La conquista
busca orientar el presente como historia, A medida que las manifiesta de la naturaleza, la superación de la escasez, las
imágenes de la “naturaleza humana” se hacen más sienten los hombres de las sociedades superdesarrolladas como
problemáticas, se siente cada vez más la necesidad de prestar cosa virtualmente acabada. Y ahora, en esas sociedades se cree
atención más estrecha, pero más imaginativa, a las prácticas y a que la ciencia principal instrumento de esa conquista vaga a su
las catástrofes sociales que revelan (y que moldean) la naturaleza antojo, sin objetivo, y que necesita ser revalorada.
del hombre en este tiempo de inquietud civil y de conflicto
La estimación moderna por la ciencia en gran parte ha sido
ideológico. Aunque algunas veces se manifiesta la moda de
meramente supuesta, pero ahora el ethos tecnológico y una
intentar usarla, la imaginación sociológica no es una mera moda.
especie de imaginación ingenieril asociados con la ciencia
Es una cualidad mental que parece prometer de la manera más
probablemente parecen más temibles y ambiguos que
dramática la comprensión de nuestras propias realidades íntimas
esperanzadores y progresivos. Naturalmente, no es eso todo lo
en relación con las más amplias realidades sociales. No es
que hay en la “ciencia”, pero se teme que llegue a serlo. La
meramente una cualidad mental más entre el margen
necesidad sentida de revalorar la ciencia física refleja la
contemporáneo de sensibilidades culturales: es la cualidad cuyo
necesidad de un nuevo denominador común. Es el sentido
uso más amplio y más hábil ofrece la promesa de que todas esas
humano y el papel social de la ciencia, sus consecuencias
sensibilidades y de hecho la razón humana misma llegarán a
militares y comerciales, su significación política, lo que está
representar un papel más importante en los asuntos humanos.
experimentando una revaloración confusa. Los progresos
El significado cultural de la ciencia física el mayor y más científicos de las armas quizás lleven a la “necesidad” de
antiguo común denominador se está haciendo dudoso. Como reajustes políticos del mundo; pero esa “necesidad” no se cree
estilo intelectual, la ciencia física empieza a ser considerada por que pueda satisfacerla la ciencia física por sí misma.
muchos como algo insuficiente. La suficiencia de los estilos
Mucho que ha pasado por “ciencia” se tiene ahora por
científicos de pensamiento y sentimiento, de imaginación y
filosofía dudosa; mucho que se considera como “verdadera
sensibilidad, ha estado, naturalmente, desde sus orígenes
ciencia” se cree con frecuencia que sólo proporciona fragmentos
sometida a la duda religiosa y a la controversia teológica, pero
confusos de las realidades entre las cuales viven los hombres.
nuestros padres y abuelos científicos han reducido esas dudas
Está muy difundido el sentimiento de que los hombres de ciencia
religiosas. Las dudas hoy corrientes son profanas, humanistas, y
ya no tratan de representar la realidad como un todo o de trazar un
con frecuencia absolutamente confusas. Los progresos recientes
esbozo real del destino humano. Además, la “ciencia” les parece a
de las ciencias físicas con su clímax tecnológico en la bomba H y
muchos no tanto un ethos creador y una orientación, como un
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1 Times Literary Supplement, 15


juego de máquinas científicas manejadas por técnicos y En el pasado, literatos en función de críticos y de de noviembre de 1957.
controladas por hombres economistas y militares que ni encarnan historiadores escribieron notas sobre Inglaterra y sobre viajes a
ni comprenden la ciencia como ethos y orientación. Entretanto, los Estados Unidos. Se esforzaron por caracterizar sociedades
los filósofos que hablan en nombre de la ciencia con frecuencia la en su conjunto y de discernir su sentido moral. Si Tocqueville o
convierten en “cienticismo”, sosteniendo que su experiencia es Taine vivieran hoy, ¿no serían sociólogos? Formulándose esta
idéntica a la experiencia humana y que únicamente con sus pregunta acerca de Taine, un reseñador de The Times (Londres)
métodos pueden resolverse los problemas humanos. Con todo dice:
eso, muchos trabajadores culturales han llegado a pensar que la
“ciencia” es un Mesías falso y pretencioso, o por lo menos un
elemento marcadamente ambiguo de la civilización moderna. “Taine vio siempre al hombre primordialmente como un
animal social y la sociedad como una colección de grupos:
Pero, según la frase de C. P. Snow, hay “dos culturas”: la
sabía observar minuciosamente, era un trabajador de
científica y la humanista. Ya como historia o como drama, ya
campo infatigable y poseía una cualidad particularmente
como biografía, poesía o novela, la esencia de la cultura
valiosa para percibir relaciones entre los fenómenos
humanista ha sido la literatura. Pero ahora se insinúa con
sociales: la cualidad de la firmeza. Estaba demasiado
frecuencia que la literatura seria se ha convertido en un arte
interesado en el presente para ser un buen historiador, era
secundario. Si es así, no es solamente por el crecimiento de los
demasiado teórico para ser novelista, y veía demasiado la
públicos de masas y de los medios de comunicación para las
literatura como documento de la cultura de una época o de
masas, y por todo lo que eso significa para la producción literaria
un país para ser un crítico de primera fila... Su obra sobre la
seria. Se debe también a la cualidad misma de la historia de
literatura inglesa es menos un estudio de la literatura
nuestro tiempo y a los tipos de necesidades que los hombres
inglesa que un comentario sobre la moral de la sociedad
sensibles advierten que reclaman aquella cualidad.
inglesa y un vehículo de su positivismo. Es un teórico
¿Qué novela, qué periodismo, qué esfuerzo artístico puede social, antes que nada.”1
competir con la realidad histórica y los hechos políticos de nuestro
tiempo? ¿Qué visión dramática del infierno puede competir con
los acontecimientos de la guerra en el siglo XX? ¿Qué Que haya sido un “literato” más bien que un “científico
acusaciones morales pueden afectar a la insensibilidad de social”, atestigua quizás el dominio sobre gran parte de la ciencia
hombres en la agonía de la acumulación primaria? Es la realidad social del siglo XIX ejercido por la búsqueda celosa de “leyes”
social e histórica lo que los hombres necesitan conocer, y muchas supuestamente comparables a las que nos imaginamos que
veces no encuentran en la literatura contemporánea un medio encuentran los científicos de la naturaleza. A falta de una ciencia
adecuado para conocerla. Quieren hechos, buscan su social adecuada, los críticos y los novelistas, los dramaturgos y
significado, desean un “gran panorama” en el cual puedan creer y los poetas han sido los principales, si no los únicos, formuladores
dentro del cual puedan llegar a comprenderse a sí mismos. de inquietudes individuales y hasta de problemas públicos. El arte
Quieren también valores orientadores y maneras apropiadas de expresa esos sentimientos y a veces se concentra en ellos en los
sentir y estilos de emoción y vocabularios de motivación. Y no mejores momentos con dramática agudeza, pero no aún con la
encuentran eso fácilmente en la literatura de hoy. No importa que claridad intelectual necesaria para su comprensión y alivio en la
esas cualidades deban encontrarse allí; lo que importa es que con actualidad. El arte no formula ni puede formular esos sentimientos
frecuencia no las encuentran allí los hombres. como problemas que contienen las inquietudes y las dudas a las
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2 Siento la necesidad de decir que


que los hombres tienen que hacer frente ahora si han de vencer el dilatado alcance de la promesa que guió gran parte del trabajo prefiero con mucho la expresión “los
su malestar e indiferencia y las insufribles angustias a que anterior realizado en su campo, por la naturaleza de los asuntos estudios sociales” a la de “las
ciencias sociales”, no porque no me
conducen. En realidad, el artista muchas veces no intenta que trata y por la urgente necesidad que hoy se siente de trabajo agraden los científicos del mundo
hacerlo. Además, el artista serio experimenta él mismo gran significativo y de importancia. físico (por el contrario, me agradan
mucho), sino porque la palabra
inquietud, y le iría bien con alguna ayuda intelectual y cultural de
No todos sienten ese malestar, pero el hecho de que “ciencia” ha adquirido gran prestigio
una ciencia social animada por la imaginación sociológica. y un sentido más bien impreciso. No
muchos no lo sientan es en sí mismo causa de nuevo malestar siento ninguna necesidad de
entre los que no olvidan la promesa y son bastante honrados para restarle prestigio ni de hacer aún
menos preciso su sentido usándola
no admitir la pretenciosa mediocridad de mucho de lo que se como una metáfora filosófica. Pero
5
hace. Dicho con toda franqueza, espero aumentar ese malestar, sospecho que si escribo “los
estudios sociales”, los lectores
definir algunas de sus fuentes, contribuir a transformarlo en un pensarán sólo en la teoría del
apremio específico para comprender la promesa de la ciencia gobierno civil de las escuelas
Mi propósito en este libro es definir el significado de las superiores, que es, de todos los
social y limpiar el terreno para empezar de nuevo: en suma, campos de la sabiduría humana, el
ciencias sociales para las tareas culturales de nuestro tiempo. indicar algunas de las tareas que hay que hacer y los medios único con el que deseo evitar toda
Deseo especificar las clases de esfuerzo que están detrás del clase de asociación. “Las ciencias
disponibles para hacer el trabajo que hay que hacer hoy. de la conducta” es sencillamente
desarrollo de la imaginación sociológica, indicar lo que ella imposible; supongo que esta
implica para la vida política y para la vida cultural, quizá señalar denominación fue concebida como
algo de lo que se necesita para poseerla. Deseo, de esa manera, un medio de propaganda para
El concepto de la ciencia social que yo sustento no ha conseguir dinero destinado a
aclarar la naturaleza y los usos de las ciencias sociales en la investigaciones sociales de las
predominado últimamente. Mi concepto se opone a la ciencia
actualidad, y dar un limitado informe de su situación fundaciones y de los diputados que
social como conjunto de técnicas burocráticas que impiden la confunden “ciencia social” con
contemporánea en los Estados Unidos.2 “socialismo”. La mejor
investigación social con sus pretensiones metodológicas, que denominación debe incluir la historia
En cualquier momento dado, naturalmente, la “ciencia congestionan el trabajo con conceptos oscurantistas o que lo (y la psicología, en la medida en que
se refiere a seres humanos), y ha de
social” consiste en lo que están haciendo los científicos sociales trivializan interesándose en pequeños problemas sin relación con prestarse a discusiones lo menos
debidamente reconocidos; pero no todos ellos están, de ningún los problemas públicamente importantes. Esos impedimentos, posible, porque nosotros
oscuridades y trivialidades han producido actualmente una crisis argumentamos con palabras, pero
modo, haciendo lo mismo; en realidad ni siquiera hacen cosas del no luchamos acerca de ellas.
mismo género. La ciencia social es también lo que han hecho los en los estudios sociales, sin que señalen en absoluto un camino Quizás iría bien “disciplinas
científicos sociales del pasado; pero cada estudioso de estas para salir de ella. humanas”. Pero ni pensarlo. Con la
esperanza de no ser demasiado
materias elige una determinada tradición de su disciplina. Cuando ampliamente mal interpretado, me
Unos cultivadores de las ciencias sociales insisten en la
hablo de “la promesa de la ciencia social”, espero que esté claro atengo al uso convenido y empleo la
necesidad de “equipos técnicos de investigación”, otros en la consagrada expresión de “ciencias
que me refiero a esa promesa tal como yo la veo. sociales”.
primacía del investigador individual. Unos gastan mucha energía Otra cosa más: Espero que mis
Precisamente ahora hay entre los cultivadores de las en el refinamiento de los métodos y las técnicas de investigación; colegas acepten la expresión
“imaginación sociológica”. Los
ciencias sociales un malestar muy generalizado, tanto intelectual otros piensan que han sido abandonados los tipos doctos del cultivadores de las ciencias políticas
como moral, por la dirección que parece ir tomando la disciplina artesano intelectual y que deben ser rehabilitados ahora. Unos que han leído mi manuscrito
desarrollan su trabajo de acuerdo con un rígido conjunto de sugieren la denominación de
de su elección. Ese malestar, así como las infortunadas “imaginación política”; y los
tendencias que contribuyen a producirlo, forman parte, según procedimientos mecánicos; otros tratan de desarrollar, incitar y antropólogos la de “imaginación
supongo, de un malestar general de la vida intelectual emplear la imaginación sociológica. Algunos adeptos del alto antropológica”, y así
sucesivamente. Las palabras
contemporánea. Pero quizás el malestar es más agudo entre los formulismo de la “teoría” asocian y disocian conceptos de manera importan menos que la idea, la cual
cultivadores de las ciencias sociales, aunque no sea más que por que a otros les parece extraña; y estos otros apremian para la espero que se aclarará en el

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generalmente se considera “el campo de la sociología”, aunque la todas las relaciones sociales y penetrar sus características
abdicación cultural y política que implican indudablemente supuestamente invariables. En suma, se interesa en una visión
caracteriza a gran parte del trabajo diario de otras ciencias más bien estática y abstracta de los componentes de la estructura
sociales. Haya lo que haya de verdad en disciplinas tales como social en un nivel muy elevado de generalidad.
las ciencias políticas y la economía, en la historia y la
Quizá por reacción contra la deformación de la Tendencia I,
antropología, es evidente que hoy en los Estados Unidos lo que
la historia puede ser totalmente abandonada: la teoría sistemática
se conoce con el nombre de sociología se ha convertido en el
de la naturaleza del hombre y de la sociedad se convierte con
centro de reflexión acerca de la ciencia social. Se ha convertido
facilidad excesiva en un formalismo complicado y árido en el que
en el centro de interés en cuanto a los métodos; y también
la descomposición de conceptos y sus interminables
encontramos en ella un interés extremado por la “teoría general”.
recomposiciones y combinaciones se convierte en la tarea
Una diversidad de trabajo intelectual verdaderamente notable ha
central. Entre los que llamaré Grandes Teóricos, las
entrado a tomar parte en el desarrollo de la tradición sociológica.
concepciones se han convertido verdaderamente en conceptos.
Interpretar esa variedad como una tradición es audaz por sí
El ejemplo contemporáneo más importante en la sociología
mismo. Pero quizá se admita generalmente que lo que ahora se
norteamericana es la obra de Talcott Parsons.
reputa trabajo sociológico ha tendido a moverse en una o más de
tres direcciones generales, cada una de las cuales está expuesta
a ciertas deformaciones.
Tendencia III: Hacia el estudio empírico de los hechos y
Tendencia I: Hacia una teoría de la historia. Por ejemplo, los problemas sociales contemporáneos. Aunque Comte y
en manos de Comte, como en las de Marx, Spencer y Weber, la Spencer fueron los soportes de la ciencia social norteamericana
sociología es una empresa enciclopédica, relativa a la totalidad hasta 1914 aproximadamente, y la influencia teórica alemana fue
de la vida social del hombre. Es al mismo tiempo histórica y grande, la actitud empírica fue fundamental en los Estados
sistemática: histórica porque trata de materiales del pasado y los Unidos desde tiempos tempranos. En parte se debió esto a haber
emplea; sistemática porque lo hace con objeto de distinguir “las sido anterior la consagración académica de la economía y de la
etapas” del curso de la historia y las regularidades de la vida ciencia política. Dado esto, en la medida en que es definida como
social. el estudio de algún sector especial de la sociedad, la sociología se
convierte fácilmente en una especie de trabajador suelto entre las
La teoría de la historia del hombre puede ser deformada
ciencias sociales ocupado en estudios misceláneos de sobrantes
muy fácilmente y convertirse en un estrecho molde trans-histórico
académicos. Hay estudios de ciudades y de familias, de
en el cual se meten a la fuerza los materiales de la historia
relaciones raciales y étnicas, y, desde luego, de “pequeños
humana y del cual salen visiones proféticas (por lo general
grupos”. Como veremos, la miscelánea resultante se convirtió en
sombrías) del futuro. Las obras de Arnold Toynbee y de Oswald
un estilo de pensamiento que examinaré bajo el dictado de
Spengler son ejemplos bien conocidos.
“practicidad liberal”.

Tendencia II: Hacia una teoría sistemática de “la


El estudio de los hechos contemporáneos fácilmente
naturaleza de hombre y de la sociedad”. Por ejemplo, en las
puede convertirse en una serie de datos de ambiente sin relación
obras de los formalistas, principalmente Simmel y Von Wiese, la
entre sí y con frecuencia insignificantes. Muchos cursos docentes
sociología trata de conceptos destinados a servir para clasificar
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de sociología norteamericana pueden servir de ejemplo; pero


quizás lo revelen mejor los libros de texto relativos a la
desorganización social. Por otra parte, los sociólogos han tendido
a hacerse especialistas en la técnica de la investigación de casi
todo. Entre ellos, los métodos se han convertido en metodología.
Gran parte de la obra y más aún del ethos de George Lundberg,
Samuel Stouffer, Stuart Dodd y Paul F. Lazarsfeld son ejemplos
actuales. Estas tendencias de dispersar la atención y cultivar el
método por el método son dignas compañeras entre sí, aunque
no se den necesariamente juntas.

Las peculiaridades de la sociología pueden entenderse


como deformaciones de una o más de sus tendencias
tradicionales. Pero también sus promesas pueden entenderse en
relación con esas tendencias. En los Estados Unidos se ha
producido actualmente una especie de amalgama helenística que
incorpora diversos elementos y finalidades de las sociologías de
las diferentes sociedades occidentales. El peligro está en que, en
medio de tanta abundancia sociológica, otros científicos sociales
se impacienten tanto, y que los sociólogos sientan tanta urgencia
de “investigar”, que pierdan el dominio sobre un legado
verdaderamente valioso. Pero hay también una oportunidad en
nuestra situación: la tradición sociológica contiene las mejores
formulaciones de la plena promesa de las ciencias sociales en
conjunto, así como algunas realizaciones parciales de ellas. El
matiz y la sugerencia que los estudiosos de la sociología pueden
encontrar en sus tradiciones no pueden resumirse en breves
términos, pero el investigador social que las tome en sus manos
quedará ricamente recompensado. Su dominio sobre ellas puede
convertirse rápidamente en nuevas orientaciones para su propio
trabajo en la ciencia social.

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NORBERT ELIAS
Sociología fundamental ELIAS, Norbert,
Introducción Sociología fundamental,
Gedisa, Barcelona, 1982.

Si se quiere entender de qué trata la sociología hay que c a r á c t e r c o s i f i c a d o r d e l l e n g u a j e t r a d i c i o n a l y,


ponerse previamente en situación de interpelarse mentalmente a consiguientemente, también de nuestras operaciones mentales
sí mismo y de hacerse cargo de uno como una persona entre referidas a grupos de personas interdependientes, a los que
otras. La sociología se ocupa de los problemas de la “sociedad” y posiblemente pertenece uno mismo, se pone también y muy
no cabe duda de que todo aquel que reflexione acerca de la especialmente de manifiesto en el propio concepto de sociedad y
sociedad y la estudie forma parte de ella. Pero con mucha en la manera como se reflexiona sobre ella. Se dice que la
frecuencia en la reflexión sobre uno mismo se suele permanecer “sociedad” es el “objeto” en cuya investigación se esfuerzan los
en un estadio en el que se es consciente de uno sólo como alguien sociólogos. En realidad, este modo de expresarse contribuye y no
situado frente a otros entendidos como “objetos”. A menudo se poco a dificultar el acceso a la comprensión del campo de tareas
siente que nos separa de ellas un abismo insalvable. La de la sociología.
percepción de una separación de este género, propia de esta fase
El modelo mental que tiene la gente a la vista cuando
del proceso de autoconciencia, encuentra su expresión en
piensa sobre la relación entre sí misma y la “sociedad” coincide
muchas conceptualizaciones y muchos giros lingüísticos que
frecuentemente con la siguiente figura:
contribuyen a hacer de ella algo completamente obvio y a
reproducirla y reforzarla sin tregua. Así, por ejemplo, se habla de
ESTADO
la persona y su medio, del niño y su familia, del individuo y la
sociedad, del sujeto y los objetos sin apercibirse siempre de que INDUSTRIA

la persona forma parte también de su “medio”, el niño de su ESCUELA


familia, el individuo de la sociedad, el sujeto de los objetos. Si se
FAMILIA
analiza más de cerca se comprueba, por ejemplo, que el llamado
“medio” de un niño está constituido en primer término por otras SOCIEDAD
YO
EGO
personas, como el padre, la madre y sus hermanos. Lo que
conceptualmente establecemos como la “familia”, no sería tal
“familia” sin los hijos. La sociedad, que con tanta frecuencia se
opone mentalmente al “individuo”, está integrada totalmente por
individuos y uno de esos individuos es uno mismo. Pero nuestro
lenguaje y nuestros conceptos están configurados en gran
medida como si todo lo que queda fuera de la persona individual
tuviese carácter de “objetos” y además, como suele pensarse, Figura I: Esquema básico de la imagen egocéntrica de la sociedad
carácter de objetos estáticos. Conceptos como “familia” o En el lugar de “familia”, “escuela”, “industria” o “Estado”
“esencia” se refieren evidentemente a conjuntos de personas. pueden aparecer figuraciones como “universalidad”, “ciudad”,
Pero el tipo habitual de nuestras configuraciones terminológicas y “sistema” y un sinnúmero de otras más. Sean cuales fueran, el
conceptuales las hace aparecer como si se tratase de objetos de esquema básico típico de la conceptualización predominante de
la misma índole que las rocas, los árboles o las casas. Este tales agrupaciones sociales y de la experiencia propia que se
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1 En beneficio de la simplicidad sólo


expresa en ellas coincide en gran medida con la figura que por su alineamiento elemental, sus vinculaciones y su se reseñan aquí los tipos más
reproducida, que presenta a la persona individual, al “yo” dependencia recíproca están ligadas unas a otras del modo más elementales de alineación de las
personas entre sí y de las
individual rodeado por “figuras sociales” concebidas diverso y, en consecuencia, constituyen entre si entramados de correspondientes vinculaciones
conceptualmente como si se tratase de objetos más allá y interdependencia o figuraciones con equilibrios de poder más o entre ellas, las valencias afectivas
(véase p. 161). Otros tipos de
extraños al “yo” individual. Entre estos conceptos se cuenta menos inestables del tipo más variado como, por ejemplo, alineación y de vinculación entre
también contemporáneamente el de “sociedad”. familias, escuelas, ciudades, capas sociales o estados. Cada uno personas, como por ejemplo los que
se basan en el desempeño de
de estos individuos es, como se expresa en términos
La comprensión de las tareas de la sociología, de lo que funciones, la especialización
objetivadores, un “ego” o un “yo”. Uno mismo se cuenta entre profesional, la integración en linajes
usualmente se designa como su “objeto”, queda facilitada si se y estados, los elementos comunes
estos individuos.
reorienta de acuerdo a la siguiente figura la imagen propia de lo de identificación, de los ideales del
yo y del nosotros, de la hostilidad
denotado por el concepto de “sociedad” y la relación de uno Para comprender de qué trata la sociología es preciso frente a otros o de las tradiciones de
mismo con la “sociedad”: como se ha dicho entenderse a sí mismo como una persona lenguaje y pensamiento, tienen la
misma función. El cometido esencial
entre otras. En principio esto suena a trivialidad. Pueblos y de la figura 2 consiste en facilitar la
ciudades, universidades y fábricas, estamentos y clases, familias reorientación de los modelos y
conceptos sociológicos, lo que se
Individuo (”ego”, “yo”)
y grupos profesionales, sociedades feudales y sociedades hace posible si los individuos y, no
industriales, estados comunistas y estados capitalistas, todos sea en último término, uno mismo, es
decir, todas las personas que
redes de individuos. Uno mismo se cuenta también entre estos pueden referirse a sí mismas en
individuos. Cuando se dice “mi pueblo, mi universidad, mi clase, términos de “yo” o de “nosotros”, se
conciben como unidades
mi país”, se está expresando esto. Pero igual que hoy se asciende semiautónomas entre otras, no
Símbolo de un equilibrio
de poder más o menos inestable del plano cotidiano en el que tales expresiones son como unidades absolutamente
completamente usuales y comprensibles al plano de la reflexión autónomas, y si se tiene presente
que los equilibrios inestables de
científica, la posibilidad de hablar de todas las figuras sociales en poder (véase p.86)y las
valencia abierta (insatisfecha)
términos de “mía”, “tuya”, “suya” o aun “nuestra”, “vuestra” y consiguientes confrontaciones de
poder se cuentan entre las
“suya” queda fuera de consideración. En lugar de esto, peculiaridades básicas de todas las
habitualmente se habla de todas estas figuras como si existiesen relaciones humanas, trátese de
Figura 2: Una figuración de individuos interdependientes 1 (“familia”, relaciones entre dos personas o de
no sólo fuera y más allá de la propia persona que habla, sino fuera figuraciones integradas por un
“Estado”, “Grupo”, “Sociedad”, etc.) y más allá de las personas individuales en general. En este tipo de mayor número de personas.
reflexión, el planteamiento del género: “aquí estoy yo” o también
“aquí están los individuos singulares y allá las figuras sociales, el
La figura sirve para ayudar al lector a quebrar idealmente la 'entorno social', que me 'rodean' a mí mismo y a todo 'yo'
dura fachada de conceptos cosificadores que actualmente individual en general” aparece como inmediatamente
obstruye en gran medida el acceso de las personas a una clara convincente y plausible.
comprensión de su propia vida social promoviendo
constantemente la impresión de que la “sociedad” está Los motivos para ello son diversos; aquí nos
compuesta de figuras externas al “yo”, al individuo singular y que contentaremos con indicar tan sólo en qué dirección han de
éste está simultáneamente rodeado por la sociedad y separado buscarse. De una importancia especial, en este sentido, es la
de ella por una barrera invisible. En lugar de esta visión tradicional presión específica que ejercen las figuras sociales, constituidas
aparece, como se ve, la imagen de muchas personas individuales por las personas en interacción, sobre esas mismas personas.
Esta presión se explica automáticamente porque se confiere a las
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figuras una “existencia”, una objetualidad, fuera y más allá de los tarea análoga de emancipación. También en estos terrenos se
individuos que las constituyen. La cosificación y encuentran los hombres permanentemente expuestos a la acción
deshumanización de las figuras sociales que se da en la reflexión, de eventos coactivos y tratan de explicárselos para, con la ayuda
favorecidas por la tónica predominante de formación de las de este saber, acceder a un mejor control del ciego curso de esas
palabras y los conceptos, conduce a su vez a la peculiar fuerzas coactivas normalmente carentes de sentido, destructivas
“metafísica de las figuras sociales” que se usa tanto en el y causa de sufrimiento y poder dirigirlas de tal modo que su curso
pensamiento cotidiano como en el sociológico y a la que se cobre menos vidas, cause menos estragos y sea menos
pertenece, como una de sus expresiones más representativas, la absurdo. La tarea de ampliar y hacer más fiable la comprensión
representación simbolizada en la figura 1 de la relación entre de estos elementos coactivos en general y el saber acerca de
“individuo y sociedad”. ellos en cada campo específico de investigación se sitúa, por
consiguiente, en el centro del trabajo teórico y de investigación de
Esta metafísica además, tiene mucho que ver con la
la sociología. El primer paso en este camino no es, en apariencia,
natural proyección de modos de pensamiento y lenguaje
especialmente difícil. No es difícil acceder a la idea de que las
desarrollados y acreditados en la exploración científica de la
fuerzas coactivas sociales que tratamos de conceptualizar son
dimensión físico-química de la naturaleza a la investigación de los
coacciones que los hombres ejercen sobre sí mismos. Pero en
contextos sociales de los individuos. Antes de que fuese posible
cuanto se intenta avanzar a partir de aquí en la comunicación
un acceso científico a los hechos naturales, los hombres se
reflexiva se constata que el aparato social de lenguaje y
explicaban los imperativos de la naturaleza, a los que se sentían
pensamiento orientado al cumplimiento de estas tareas de
expuestos, recurriendo a los instrumentos de lenguaje y
pensamiento y comunicación sólo nos ofrece o bien modelos
pensamiento derivados de la experiencia de la coacción ejercida
ingenuos y egocéntricos, esto es, de carácter mítico-mágico, o
por los hombres entre sí. Hechos que nosotros interpretamos hoy
bien modelos propios de la ciencia natural. Los primeros se
como manifestaciones físico-químicas de la naturaleza el sol y la
encuentran en todos los casos en los que las personas tratan de
tierra, las tempestades y los terremotos se los representaban
explicarse coacciones que se basan sobre la peculiaridad de
según el modelo de sus experiencias humano-sociales
figuraciones constituidas por ellas mismas junto con otras tan sólo
inmediatas, ya sea directamente en términos de personificación,
a partir del carácter personal o de los objetivos e intenciones
o bien como emanación de las acciones e intenciones de
personales de otros individuos o grupos de individuos. Esta
personas. El paso de este pensamiento mágico-metafísico al
exclusión enormemente frecuente de la propia persona o del
pensamiento científico acerca de los aspectos físico-químicos del
propio grupo de la explicación de figuraciones constituidas por
mundo se basó en buena parte en el retroceso de estos modelos
uno mismo junto con otros es una de las muchas formas de
heterónomos e ingenuamente egocéntricos de explicación y en la
manifestación del egocentrismo ingenuo o, lo que es lo mismo,
transferencia de sus funciones explicativas a otros modelos de
del antropomorfismo ingenuo que todavía hoy se hace
pensamiento y lenguaje más ajustados a la existencia de una
perceptible por doquier en el pensamiento y en el lenguaje relativo
legalidad inmanente a estas interrelaciones de acontecimientos.
a los procesos sociales. Además, se combinan de múltiples
En el esfuerzo por aproximar las interrelaciones de la maneras con modos de pensamiento y expresión que se aplican a
actuación humano-social a nuestra propia comprensión y por la explicación de regularidades sociales, pero cuyo modelo está
procurarnos un fondo cada vez mayor de saber fiable acerca de constituido por modos de pensamiento y por un lenguaje
esas interrelaciones precisamente esto se cuenta entre las tareas coherente con la explicación de las regularidades naturales.
principales de la sociología, nos vemos confrontados hoy con una
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En el proceso de cientifización del pensamiento acerca de natural lentamente desarrollados se acreditan persistentemente
lo que hoy, en tanto que interrelaciones de la naturaleza inerte, como más o menos adecuados en la observación y manipulación
delimitamos netamente de las interrelaciones humano-sociales, de procesos naturales físico-químicos, aparecen a los ojos de sus
se ha producido una transferencia de términos y conceptos, herederos como algo dado. Las palabras correspondientes, los
inicialmente acuñados en el contexto de la investigación científica modos de pensamiento y las categorías científico-naturales,
de las realidades naturales físico-químicas, que se han difundido aparecen como algo tan evidente que se imagina que toda
y han entrado a formar parte del léxico y del fondo conceptual persona las posee de por sí. Representaciones como la de una
cotidianos de la sociedad europea. Así, palabras y conceptos que causalidad puramente mecánica o la de una legalidad natural no
obtuvieron su perfil actual primariamente en la investigación de intencional, carente de finalidades y de plan, que una larga serie
esas realidades naturales, son a menudo transferidas, sin el de generaciones humanas han ido lenta y trabajosamente
menor reparo, a la exploración de las interrelaciones humano- desarrollando, en una dificultosa labor intelectual y de
sociales. Al igual que las diversas formas de manifestación del observación y al precio de duras luchas en las que no pocas veces
pensamiento mágico-mítico, contribuyen también lo suyo al se ponía en juego la propia vida, a partir de representaciones y
mantenimiento de la inadecuación, reiteradamente observada, modos de pensar antropomórficos y egocéntricos, y que
de muchos modos de pensamiento y de expresión de curso finalmente a partir de élites limitadas han invadido el pensamiento
corriente para la comprensión de los problemas de las ciencias y el lenguaje cotidianos de colectivos sociales enteros, aparecen
humanas y al bloqueo del desarrollo de un pensamiento y un a los ojos de las generaciones posteriores sencillamente como las
lenguaje más ajustado a la específica peculiaridad de las representaciones y los modos de pensar “correctos”, “racionales”
figuraciones humanas. o “lógicos”. Dado que continuamente se acreditan en una medida
relativamente elevada en el observar y el actuar, ya no se
Así, entre las tareas de la sociología se cuenta no sólo la
cuestiona cómo y por qué ha adquirido una medida tal de
investigación y la explicación de las regularidades específicas a
adecuación el pensamiento humano en relación con este plano
que se encuentran sometidos los hombres en determinadas
determinado de integración del universo.
sociedades o grupos empíricamente observables, o en las
sociedades en general, sino también librar al pensar y al hablar Se deriva de aquí también el que este desarrollo social del
acerca de tales regularidades de sus ataduras a modelos pensamiento y la expresión acerca de las regularidades del
heterónomos y desarrollar poco a poco, en sustitución de la acontecimiento natural haya sido descuidado hasta ahora en
terminología y conceptualización acuñadas atendiendo a tanto que problema de la investigación sociológica. La
representaciones mágico-míticas o bien a representaciones representación filosófica estática del conocimiento científico
científico-naturales, otras que se ajusten mejor a la peculiaridad como una forma de conocimiento “humana eterna” bloquea casi
de las figuraciones sociales formadas por individuos. por completo la pregunta por la sociogénesis y la psicogénesis de
los modos de pensamiento y representación científico-naturales,
Hacer esto sería más sencillo si ya actualmente se pudiese
pregunta que sería la única que haría posible avanzar hacia
presuponer una imagen clara de la fase correspondiente de la
explicaciones de esta reorientación del pensamiento y la
emancipación respecto de los viejos modos de pensamiento y
experiencia humanos. Hoy es habitual que la cuestión sea
expresión mágico-míticos y del desarrollo de nuevos y más
sofocada antes de que se plantee al contraponerla como
apropiados instrumentos en el ascenso de las ciencias de la
“meramente histórica” a la cuestión llamada “sistemática”. Pero
naturaleza. Pero no es este el caso. Precisamente porque
esta distinción misma es un ejemplo de la insuficiencia de los
muchos de los conceptos básicos del conocimiento científico
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modelos propios de la ciencia natural para captar los procesos la coerción social es un tipo de coerción ejercida por los hombres
sociales a largo plazo, uno de los cuales es la cientifización del entre si y sobre ellos mismos, con frecuencia resulta apenas
pensamiento. Estos procesos son algo muy distinto de lo que hoy posible defenderse de la presión social de articulaciones
se contrapone en tanto que mera “historia” de la ciencia a un terminológicas y conceptuales que presentan las cosas como si
“sistema científico” supuestamente inmutable, de modo análogo esa coerción, como en el caso de los objetos naturales, fuese
a como antaño se contraponía la historia natural de la ejercida por “objetos” exteriores a los hombres sobre esos
investigación del sistema solar, que se suponía inmutable. hombres. Muy a menudo se habla y se piensa como si no sólo las
rocas, las nubes y las tempestades sino también los pueblos y los
Responde este bloqueo de los problemas de los procesos
estados, la economía y la política, las relaciones de producción y
sociales de desarrollo a largo plazo a la ausencia hasta hoy de
los desarrollos tecnológicos, las ciencias y los sistemas
una exposición representativa de la reorientación social a largo
industriales, así como otras muchas creaciones sociales
plazo del lenguaje y el pensamiento de las sociedades europeas,
similares, fuesen datos extrahumanos que ejerciesen a partir de
en cuyo centro figura el ascenso de las ciencias de la naturaleza.
una legalidad propia y soberana situada más allá de toda acción u
Una exposición así sería necesaria para conseguir una imagen
omisión humana esto es, como “medio circundante” o “sociedad”
más clara y más plástica de esa transformación. Si existiese sería
en el sentido de la figura 1 coerción sobre cada hombre, sobre
mas sencillo hacer comprender que la tarea que se impone hoy
cada “yo”. Muchos de los sustantivos que se utilizan en las
también en la sociología, en una fase nueva de la experiencia y la
ciencias sociales como en la vida cotidiana están constituidos
reflexión, en permanente acoplamiento con el caudal creciente de
como si hiciesen referencia a objetos físicos, objetos visibles y
la investigación empírica concreta, consiste en dejar de lado
tangibles situados en el espacio y en el tiempo, presentes con
muchos modelos tradicionales de pensamiento y de saber y
independencia del conjunto de los humanos.
desarrollar en su lugar, en el curso de las generaciones, otros
instrumentos de lenguaje y pensamiento mas adecuados a la No obstante, no queremos decir con esto que ya
peculiaridad de los problemas que plantean los entramados actualmente sea posible avanzar en el trabajo teórico y de
humanos. investigación prescindiendo de recursos terminológicos y
conceptuales de este orden. Por mucho que podamos ser
La emancipación respecto de las representaciones
conscientes de su insuficiencia, en muchos casos no hay todavía
heterónomas, ingenuamente egocéntricas o ligadas a la ciencia
medios más adecuados para el pensamiento y la comprensión.
natural y de los correspondientes lenguajes y modos de
Todo intento de liberar consecuentemente de modelos
pensamiento no es de ninguna manera mas sencilla de lo que fue
heterónomos de lenguaje y pensamiento el patrimonio lingüístico
la tarea correspondiente en el caso de la ciencia de la naturaleza
y científico del que nos servimos para explorar los entramados
hace dos o tres centurias. Sus exponentes tuvieron que luchar
configurados por los hombres, las figuraciones sociales, y de
primero y ante todo contra los modelos mágico-míticos
sustituirlos por modelos de lenguaje y pensamiento más
institucionalizados de representación y pensamiento; en el
autónomos estaría en principio condenado al fracaso. Hay
presente, los exponentes de esta emancipación a que nos
transformaciones sociales que, en todo caso, sólo pueden
referimos ahora han de prevenirse también contra el uso
realizarse como series evolutivas a largo plazo, abrazando a
heterónomo de los modelos, no menos sólidamente
muchas generaciones. Esta es una de ellas. Exige, desde luego,
institucionalizados que son propios de la ciencia natural.
muchas innovaciones en el lenguaje y los conceptos. Pero
Aun cuando se sea hasta cierto grado conscientes de que precipitándola sólo se conseguiría comprometer los niveles

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actuales de comprensión. No cabe duda de que, en determinadas coerción, cuyo perfil se quiere delimitar en otros ámbitos de
condiciones, algunos términos nuevos pueden imponerse y experiencia. Se ha visto en el ejemplo señalado. ¿De qué
frecuentemente con mucha celeridad en la interacción social conceptos especiales y distintivos disponemos hoy para expresar
entre los humanos. Pero la inteligencia de los nuevos modos de clara y diáfanamente que las coerciones que ejerce el uso de un
expresarse y de pensar no se desarrolla nunca sin conflictos con lenguaje común sobre el hablar y el pensar de cada persona en su
los más antiguos y acreditados; requiere una reorganización de la relación con las otras personas son de un tipo diferente a, por
percepción y del pensamiento de muchas personas ejemplo, la “fuerza de gravedad” que de modo legaliforme
interdependientes en una sociedad. Un reaprendizaje y un precipita de nuevo al suelo una pelota lanzada a lo alto? Las
cambio así en el pensamiento de muchas personas, incluyendo sociedades científicas poseen quizá un campo de juego mayor
su habituación a todo un conjunto de nuevos conceptos o al nuevo que otros tipos de sociedad para la introducción de innovaciones
sentido de viejos, requiere habitualmente una sucesión de dos o lingüístico-conceptuales. Pero aun en ellas esa cancha tiene
tres generaciones y, con harta frecuencia, un período aún más limitaciones. Cuando se somete a un exceso de tensión la
prolongado. Sin embargo tal vez facilite y acelere también una elasticidad de ese campo de juego, no sólo se corre el peligro de
reorientación así el hecho de que la tarea conjunta a realizar esté perder la posibilidad de entenderse con otros hombres; con el
clara. Aproximarnos a esta clarificación es el cometido que nos control por otros del propio pensar y hablar se corre al propio
proponemos aquí. tiempo el peligro de perder también el control sobre sí mismo y, de
esta manera, perderse en lo indefinido, en fantasías y jugueteos
Quizás la misma referencia a las dificultades y a la lentitud
ideales. Conducir las palabras y los conceptos por entre los
de una tal reorientación del pensamiento y el lenguaje relativos a
poderosos modelos de la física y la metafísica es difícil.
la sociedad de ya una idea del tipo de coerciones a que los
hombres se someten entre sí. Que esas coerciones sociales No hay, por tanto, que esperar demasiado de un solo libro.
representan fenómenos absolutamente singulares no seria tan El discurso de una reorientación e innovación tan radical como la
difícil de entender si nuestro pensamiento y nuestro lenguaje no que empieza a anunciarse hoy pausadamente en los esfuerzos
estuviesen tan llenos como están de palabras y conceptos como en torno a la investigación sociológica de las interrelaciones
“necesidad causal”, “determinismo”, “ley científica” y otros, sociales no puede depender sólo de la capacidad imaginativa e
concebidos sobre el modelo de experiencias en el ámbito de las inventiva de un único individuo. El trabajo de un solo hombre
ciencias naturales físico-químicas. De improviso se trasladan en puede ayudar en este sentido. Pero una reorientación de este
los hábitos lingüísticos a campos de experiencia de otro tipo, género depende de los esfuerzos convergentes de muchas
entre otros también al constituido por el entramado humano que personas, y en última instancia de la marcha del desarrollo social
denominamos sociedad, porque se ha perdido la conciencia de su global, de la evolución del entramado humano en su conjunto. Un
vinculación con la investigación de series de sucesos físico- fuerte empujón procedente de la reorientación intelectual puede
químicos, de tal manera que aparecen como conceptos influir sobre la marcha del desarrollo social global, en el caso de
completamente generales y en parte incluso, con harta que la tendencia fluctuante del reparto de poder y de las
frecuencia, como representaciones apriorísticas de correspondientes luchas de poder no bloqueen y ahoguen por
interrelaciones de hechos inscritas en todas las personas como completo la reorientación. La particular dificultad de la situación
parte de su ”razón” innata con anterioridad a toda experiencia. Por actual de las ciencias sociales, como en su tiempo la del
regla general faltan, para empezar, sencillamente los conceptos pensamiento científico-natural en su secular periodo inicial,
adecuados al tipo de interrelación y también a los tipos de estriba en que la posibilidad del tránsito a un pensamiento menos

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fantasioso y más cercano a la realidad es más reducida cuanto comparación, el elemento comparativo, es importante en esta
mayor sea la furia y el apasionamiento de esas luchas es tanto afirmación: con el se conducen las ideas salvando los dos
más incontrolable cuanto más fantasioso y alejado de la realidad escollos filosóficos estáticos del nominalismo y el positivismo en
sea el pensamiento del hombre. El breve período de evolución la corriente del desarrollo a largo plazo del pensamiento y el
hacia un pensamiento natural más ajustado a la realidad en la saber. De la dirección de esta corriente es de lo que se habla
Antigüedad y su decadencia paralela al ascenso de una nueva y cuando se destaca, en tanto que una peculiaridad de la
poderosa ola de mitologización en conexión con la decadencia de cientifización del pensamiento y de la adquisición de
los estados más pequeños y autorregidos sustituidos por los conocimiento, la transformación en el sentido de una reducción
grandes estados imperiales es un ejemplo de la fragilidad de los de los contenidos de fantasía y de un incremento de los
comienzos tempranos y vacilantes como la transición de un contenidos ajustados a la realidad. Para calibrar los cambios en el
pensamiento social utópico a uno científico en los siglos XIX y XX. equilibrio, en la proporción y peso relativos de las imágenes de
El peculiar círculo vicioso en que nos encontramos constituye una fantasía y de las imágenes de realidad en las representaciones
de esas regularidades forzosas que requieren una más standard de las sociedades humanas, se precisaría una
cuidadosa exploración. La referencia a él puede bastar, un este investigación más detenida de la que es posible llevar a cabo
contexto, para poner más en claro un aspecto de todo proceso de aquí. Ambos conceptos tienen muchas capas. El concepto de
cientificación que no es hoy siempre objeto de la atención que imagen fantasiosa, por tomarlo sólo como ejemplo, puede
merece. referirse a los sueños nocturnos individuales, a las ensoñaciones
y los deseos, a las fantasías, que adquieren una conformación
Una singularidad que distingue al tipo científico de
artística, a las especulaciones filosófico-metafísicas, a las
adquisición de conocimiento del precientífico consiste en la
creencias o a las ideologías colectivas y a muchas otras cosas.
mayor vinculación a las cosas y a la realidad del primero; consiste
en que el primero ofrece a los hombres la posibilidad de distinguir Pero hay un tipo de fantasía, a saber, aquellas que son
a cada paso mejor que ames entre representaciones fantasiosas simultáneamente contenidas y fecundadas por el contacto
y representaciones ajustadas a la realidad. Esto puede parecer a estrecho con las observaciones factuales, que juega un papel
primera vista un enunciado excesivamente simple. Pero la fuerte completamente insustituible en el proceso de cientifización y de la
ola de nominalismo filosófico que sigue inundando y progresiva conquista de la realidad por el hombre. Los filósofos
oscureciendo al pensamiento epistemológico ha desacreditado nominalistas que eluden insertar en sus consideraciones y
en alguna medida el uso de conceptos como “realidad” o “hecho”. elaborar conceptualmente la compleja relación entre fantasía y
No se traía aquí en modo alguno de especulaciones filosóficas, realidad, difícilmente pueden estar en condiciones de explicar a
sean de tipo nominalista o positivista, sino de una constatación su audiencia cómo es posible que la creciente cientifización del
epistemológica que puede comprobarse a través de pensamiento relativo a contextos extrahumanos aumente
observaciones singulares y, en su caso, revisarse. Antiguamente también las probabilidades del hombre para, en constante
los hombres imaginaban que la Luna era una divinidad. Hoy realimentación, conseguir en la práctica que disminuyan los
poseemos, de hecho, una representación más ajustada a la riesgos que esos desarrollos entrañan para el hombre mismo y
realidad, más realista. Mañana puede que se descubran todavía encaminar aún más derechamente esos desarrollos a sus propios
contenidos fantasiosos en la representación actual y que se objetivos. ¿De qué otra manera, por ejemplo, puede expresarse
desarrolle una imagen más ajustada a la realidad de la Luna, de en conceptos el aumento del bienestar y la mejora del estado de
todo el sistema solar y de la Vía Láctea. El nivel de la salud del hombre en una serie de sociedades sino diciendo que

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nuestro pensamiento y nuestro saber en estos campos está ayuda de las máquinas. Son, con otras palabras, amenazas y
menos cargado de intuición y fantasía, es menos mítico-mágico y coacciones sociales. Cuando la explicación del propio malestar
se orienta en mayor medida a la objetividad o la realidad? por la vida en las sociedades científico-técnicas-industriales se
desplaza a las bombas o las máquinas, a los científicos o los
Muchas personas, y los sociólogos no son los menos en
ingenieros, uno se sustrae a la tarea difícil y tal vez también
hacerlo, hablan hoy de las ciencias con un malestar notable y en
incómoda de procurarse una imagen más clara, más ajustada a la
ocasiones con un cierto desdén. “¿Qué nos han aportado todos
realidad de las estructuras de los entramados humanos,
estos descubrimientos científicos?”, se preguntan, “máquinas,
especialmente de las situaciones conflictivas inherentes a ellos,
fábricas, grandes ciudades, bombas atómicas y ese terror que
siendo así que la responsabilidad por el desarrollo y la eventual
significa la guerra científicamente conducida”. Quizá no se ha
utilización de las armas científicas o por las inclemencias de la
dicho hasta hoy con la suficiente falta de ambigüedad que esta
vida en las grandes ciudades tecnificadas y en las fábricas recae
argumentación es un caso típico de supresión de una explicación
en esas estructuras. No cabe duda, ciertamente, de que estos
inoportuna y de su relegamiento (displacement) a una más
desarrollos tecnológicos contribuyen a la orientación del
oportuna. La bomba de hidrógeno que en definitiva fue
desarrollo de los entramados humanos. Pero jamás es la “cosa en
desarrollada a petición de los estadistas y que llegado el caso
sí” sino su uso y empleo por hombres insertos en el tejido social lo
sería utilizada por orden de éstos sirve como una especie de
que explica las coacciones ejercidas sobre los hombres, el
fetiche, algo en que descargar el propio miedo, mientras que el
malestar experimentado en él por los hombres. Es a la fuerza
auténtico peligro está en la amenaza recíproca que suponen los
destructiva de los hombres, no a la de la bomba atómica, a lo que
grupos humanos hostiles y en parte interdependientes por esa
éstos han de temer o, dicho con más exactitud, a la fuerza
misma hostilidad, de la que los afectados no conocen salida
destructiva de los entramados humanos. El peligro reside no en
alguna. La lamentación por la bomba y los científicos que la
los progresos de las ciencias de la naturaleza y la técnica, sino en
hicieron posible con sus investigaciones orientadas a la realidad
el aprovechamiento de los resultados de la investigación y los
es un pretexto que sirve para encubrir la propia cuota de culpa en
inventos tecnológicos por los hombres bajo la presión de una
la recíproca amenaza o, en todo caso, la propia perplejidad ante la
interdependencia que los entrelaza y de las luchas ligadas a ella
aparente inevitabilidad de la amenaza de unos hombres para con
por el reparto de las posibilidades más variadas de poder. En la
otros, al tiempo que se evita el esfuerzo que supone buscar una
presente introducción a la sociología se hablará poco de estos
explicación más realista del entramado social que conduce a una
graves problemas. En ella se va a tratar sobre todo de ayudar a
paulatina escalada de amenazas entre grupos humanos. Algo
hacerse cargo de la evolución de la imaginación sociológica y el
similar sucede con la lamentación de que nos hemos convertido
pensamiento sociológico encaminados a la percepción de estos
en “esclavos de las máquinas” o de la técnica. A pesar de todas las
entramados, de estas figuraciones que los hombres constituyen
pesadillas inventadas por la ciencia ficción, las máquinas carecen
entre sí. Pero el recuerdo del ejemplo de estos graves problemas
de voluntad propia. No se inventan a si mismas, no se fabrican a sí
de entramado puede ser de utilidad a título introductorio.
mismas y no nos fuerzan a ponernos a su servicio. Todas las
decisiones y actividades operadas por ellas son decisiones y La fijación engañosa de las ideas en fenómenos conocidos
actividades humanas. Las amenazas y coacciones que y tangibles como las bombas atómicas y las máquinas o, en
atribuimos a las máquinas son siempre, consideradas más de sentido más amplio, en la ciencia natural o la tecnología y el
cerca, amenazas y coacciones de grupos humanos oscurecimiento de las causas efectivas, sociales, del miedo o el
interdependientes producidas en sus reciprocas relaciones con malestar que se siente, son altamente sintomáticos de una de las

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estructuras básicas de la época contemporánea. Se trata de la sociedades para el funcionamiento de las fantasías egocéntricas
discrepancia existente entre la capacidad relativamente alta para y etnocéntricas como factores determinantes de la percepción, el
dominar en forma adecuada o realista problemas del acontecer pensamiento y la actividad en el ámbito de la vida social, que no
natural extrahumano y, en cambio, la capacidad relativamente se conectan con los problemas científico-naturales y
escasa para acceder a los problemas de la convivencia humano- tecnológicos, es aún comparativamente muy grande. Incluso los
social, para dominarlos con análoga regularidad. especialistas de la investigación, los representantes de las
ciencias sociales, apenas disponen de estándares comunes de
Los estándares sociales de nuestro pensar y percibir, de
control recíproco y de autocontrol que les permitan deslindar en
nuestra adquisición de conocimiento y de nuestro saber están
una medida creciente y con la misma seguridad que sus colegas
escindidos de un modo peculiar. En el ámbito de los contextos
de las disciplinas científico-naturales representaciones
naturales extrahumanos, todas estas actividades se proyectan en
fantasiosas personales y arbitrarias, imágenes desiderativas
una medida elevada y además creciente a la realidad. El ámbito
políticas o nacionales, de un lado, y modelos teoréticos
parece ser infinito. Pero en su interior crece, a la par que el trabajo
proyectados a la realidad, susceptibles de contraste a través de
científico sistemático, el fondo de saber relativamente seguro, de
investigaciones empíricas, de otro. Y en el grueso de la sociedad
saber mas realista, y lo hace acumulativamente y con gran
el estándar común del pensamiento sobre problemas sociales
continuidad. El stándard de autodisciplina, de apartamiento de las
permite a la gente entregarse hasta tal punto a fantasías
motivaciones personales egocéntricas y la consiguiente
colectivas, sin reconocerla como tales, que el parangón con la
objetividad del pensar y el observar en el trabajo científico y
dimensión del pensamiento fantasioso acerca de los hechos de la
tecnológico apoyado en un control recíproco de los
naturaleza durante la Edad Media no está fuera de lugar. En la
investigadores comparativamente eficaz, es bastante elevado.
Edad Media se hacia a los extranjeros y en particular a los judíos
En cambio, es relativamente reducido el margen para la influencia
culpables del surgimiento de la peste y se procedía a matarlos en
sobre los resultados de la investigación por fantasías
masa. Entonces no se disponía de manera general de
egocéntricas o etnocéntricas no susceptibles de contención y
explicaciones más cercanas a la realidad, científicas, para
control mediante una cuidadosa confrontación con
fenómenos como las muertes masivas por epidemia. El miedo
investigaciones concretas. La elevada medida de autocontrol en
todavía no contenido por un saber más realista, el pánico a los
el pensamiento relativo a esos contextos naturales y la medida
inexplicables horrores del contagio, la pasional ira ante un ataque
consiguiente de objetividad, realismo y “racionalidad” del pensar y
inaprensible pero amenazador se descargaba, como sucede con
actuar en estos ámbitos no es, desde luego, prerrogativa
tanta frecuencia, en fantasías del grupo dominante que hacían
exclusiva de los especialistas de la investigación. En la actualidad
aparecer a los más débiles socialmente, a los marginales, como
forman parte ya de las actitudes básicas de los hombres de las
agresores, como autores del propio sufrimiento, lo que conducía a
sociedades más desarrolladas en general. Conectadas con la,
su asesinato masivo. En el siglo XIX, en cuyo transcurso las
tecnificación de la vida en su conjunto, incluso de la más privada,
epidemias de cólera todavía en repetidas oleadas a las
gobiernan también todo el pensamiento y la acción del hombre.
sociedades europeas, se puso finalmente freno a este tipo de
De todos modos, en la vida privada sigue existiendo un margen
enfermedades masivas por contagio gracias al creciente control
para las fantasías egocéntricas referidas a los contextos
estatal de la asistencia sanitaria, los progresos del conocimiento
naturales y con mucha frecuencia los hombres son conscientes
científico y la difusión de las formas científicas de explicación de
de ellas en tanto que tales, en tanto que fantasías personales.
las epidemias. Y, en definitiva, en el siglo XX la aproximación a la
En contraste, el margen existente en las mismas realidad del saber científico-natural y el bienestar social que
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posibilita, así como la puesta en práctica de esos conocimientos característica del pensamiento contemporáneo el hecho de que
mediante las adecuadas medidas de protección, han llegado en este caso se intentase disimular las fantasías sociales con un
finalmente a un nivel tal en el ámbito de la higiene pública que por velo científico-natural, biológico.
primera vez desde la densificación de su población casi ha
La palabra fantasía suena muy inocua. No se discute aquí
desaparecido en Europa el peligro que representaba para la
en modo alguno el papel completamente insustituible y altamente
gente el contagio por enfermedades epidémicas masivas de este
constructivo de las fantasías en la vida de los hombres. Al igual
género, habiendo sido casi completamente olvidadas por la
que la diversificación de los músculos de la cara, que la capacidad
población actual.
para sonreír o para llorar, también la capacidad de fantasía forma
Ahora bien, por lo que hace a la convivencia social, los parte en plenitud de los singulares atributos del hombre. Pero
hombres está aún en gran medida, en cuanto al pensamiento y la aquí hablamos de fantasías de un tipo muy determinado o, dicho
acción, en el mismo nivel de desarrollo representado por el con mayor exactitud, de fantasías que ocupan un lugar errado en
pensamiento y la conducta de los hombres medievales frente a la la vida social de los hombres. Faltas del control ejercido por un
peste. En estos terrenos las personas se encuentran todavía hoy saber objetivo, se cuentan especialmente en situaciones de crisis
expuestas a inquietudes y motivos de depresión que les son entre los impulsos menos dignos de confianza y, con demasiada
inexplicables; y dado que no pueden vivir sus desgracias sin una frecuencia, más homicidas de la acción humana. En tales
explicación, las explicaciones vienen dictadas por la fantasía. situaciones no se precisa de ninguna enfermedad mental para
desencadenarlos.
El mito nacionalsocialista constituye en nuestros días un
ejemplo de este tipo de explicación de necesidades e inquietudes Hoy se acepta con mucha frecuencia la idea de que los
sociales que buscan descargarse en la acción. Al igual que en el contenidos fantasiosos que juegan un importante papel en el
caso de la peste, también aquí se descargó la angustia suscitada enderezamiento de la acción y el pensamiento colectivos de los
por unas miserias y miedos de carácter social en gran parte grupos hacia sus objetivos son meramente fingidos; no serían
incomprendidos en explicaciones fantasiosas que marcaban a las otra cosa sino velos propagandísticos estimulantes e incitantes
minorías socialmente más débiles como instigadores y culpables, tendidos por hábiles grupos de dirección para cubrir unos
conduciendo así a su asesinato. Se ve aquí ya la existencia objetivos altamente “racionales” o “realistas” fríamente fijados y
simultánea, característica de nuestra época, de un dominio estipulados en función de sus “coordenadas de intereses”. Esto
altamente realista y orientado objetivamente de los aspectos sucede, como es natural. Pero a través del uso del concepto de
físico-técnicos y unas soluciones fantasiosas de los problemas “razón” en expresiones como “razón de Estado”, del concepto de
sociales, para cuyo dominio y explicación objetiva o bien no hay “realismo” en expresiones como Realpolitik y a través del uso de
voluntad o no hay capacidad. muchos otros conceptos de este orden se favorece la muy
extendida presunción de que las deliberaciones llamadas
La expectativa nacionalsocialista de solución de los
“racionales” y orientadas a la objetividad o a la realidad juegan
problemas sociales a través del exterminio de los judíos es tal vez
habitualmente el papel más importante en las fijaciones sociales
un caso extremo de un fenómeno hoy aún universal en la vida
de objetivos de los grupos humanos en sus confrontaciones. El
social de los humanos. Ilustra la función de explicaciones
uso actualmente predominante del concepto de “ideología” revela
fantasiosas de las miserias y los miedos sociales cuyas
incluso entre sociólogos idéntica tendencia. Pero un examen
explicaciones reales no se quiere o no se puede asumir. Es
más atento permite constatar sin mayores dificultades hasta qué
además sintomático de una contradicción no menos
punto se interpretan en la imagen de los “grupos de interés” las
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visiones fantasiosas y las representaciones más realistas. El que podrían denominarse “reales”.
planeamiento realista y consciente de sus objetivos de los
En el estadio actual de la evolución de la humanidad, que
desarrollos sociales con recursos a los modelos científicos de
alcanza a todos los continentes, esta polarización reviste un
desarrollo es sólo una conquista, apenas suficiente, de la
considerable parentesco estructural con la antigua polarización
evolución más reciente. Y los propios modelos de desarrollo son
centrada en el marco europeo, con la colisión de los sueños de los
de todo punto incompletos, carecen todavía de la
príncipes y señores de la guerra católicos y protestantes. En
correspondencia lo bastante ajustada con las cambiantes
aquella época los hombres estaban dispuestos a matarse unos a
estructuras sociales. Toda la historia es hasta hoy, en el fondo, un
otros en masa por uno u otro sistema de creencias con la misma
cementerio de sueños humanos. A corto plazo a menudo los
pasión con que hoy parecen dispuestos a matarse en masa unos
sueños se cumplen; pero a largo plazo acaban casi siempre en un
a otros porque unos prefieren el sistema de creencias ruso, otros
vaciamiento y destrucción de su ser y su sentido precisamente
el americano y otros el chino. Hasta donde puede verse es sobre
porque las metas y las esperanzas están intensamente
todo la discrepancia entre estos sistemas nacionales-estatales de
penetradas por fantasías, de tal modo que el curso efectivo del
creencias y los carismas de las respectivas misiones nacionales
acontecer social les depara severos golpes, una confrontación
(que por lo demás tienen ya muy poco que ver, en conjunto, con el
con la realidad tras otra y acaba desenmascarándolas como
análisis de los antagonismos clasistas intraestatales de Marx, un
irreales, oníricas. La esterilidad característica de muchos análisis
análisis que en su época estaba relativamente muy vinculado con
de ideologías se deriva, no en último término, de la tendencia a
la realidad) lo que hace que este tipo de inextricable entramado
tratar a éstas como construcciones intelectuales en el fondo
resulte impenetrable y, por tanto incontrolable, para quienes
“racionales”, concordantes con los auténticos grupos de interés, y
están insertos en él.
a descuidar su carga de afectos y fantasía, su irrealidad
egocéntrica o etnocéntrica como expresión de un ocultamiento También esto ofrece un ejemplo de la dinámica específica
calculado de un núcleo altamente “racional”. de los entramados sociales, de cuya investigación sistemática se
ocupa la sociología. En este plano no son personas aisladas e
Piénsese, por ejemplo, en la situación actual de crisis entre
interdependientes las que forman entre si figuraciones
los grandes estados, que en una medida creciente condiciona y
específicas sino grupos interdependientes de personas
eclipsa a las situaciones conflictivas en el interior de los estados
organizadas a escala estatal-nacional. Pero también en este caso
de todo el mundo. Los representantes de estos grandes estados
la experiencia propia de la gente se configura como si las
parecen soñar, en conjunto, que poseen un carisma nacional
unidades, de las que la gente habla en primera persona, es decir,
incomparable y que sólo a ellos y a sus ideales corresponde la
no sólo en singular sino también en plural, no sólo en términos de
dirección del mundo. Las discrepancias de intereses, dato más
“yo” sino también de “nosotros”, fuesen unidades completamente
realista y que podría explicar la enorme escalada de los
autónomas: ya desde pequeños, en la escuela, se aprende que el
preparativos bélicos, son bastante difíciles de descubrir. La
propio estado nacional posee una ilimitada “soberanía”, esto es,
diversidad de las praxis sociales, evidentemente, es menos
una independencia absoluta de todos los demás. La imagen
amplia que lo que da a entender la discrepancia de los ideales y
etnocéntrica de una humanidad compuesta por muchos estados
sistemas de creencias. Es la colisión de los sueños lo que confiere
se asemeja, por tanto, a la imagen egocéntrica de la figura 1. Las
a las recíprocas amenazas de las grandes potencias y, desde
élites del poder y muchos miembros de las naciones o, en todo
luego, no sólo de las grandes potencias en una gran medida su
caso, de las naciones que son grandes potencias, se ven a sí
dureza e inevitabilidad como hipotéticas diferencias de intereses
mismos situados en el curso de la humanidad como una fortaleza,
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cerrada, rodeada y al mismo tiempo separada de todas las otras poder pierden constantemente credibilidad con el peligro de
naciones ajenas. Tampoco en este caso se alcanza en el enfrentamientos bélicos que ellas mismas contribuyen a crear,
pensamiento y la acción apenas el estadio de autoconciencia a con el derroche de las riquezas creadas por el trabajo humano en
que responde la figura 2 si en lugar de personas se toma como la producción de medios dirigidos al uso de la violencia y, desde
unidad a naciones, La imagen de la propia nación como una luego, con el uso efectivo de ésta. De nuevo nos encontramos con
nación entre otras, la comprensión de la estructura de las este caso y en forma paradigmática ante la simultaneidad de un
figuraciones que forma la propia nación en su interdependencia dominio altamente realista de los problemas físico-tecnológicos y
con otras, no ha sido desarrollada hasta ahora sino muy una manera en gran medida cargada de fantasía de abordar los
débilmente. Sólo en raras ocasiones se tiene a la vista un modelo problemas interhumanos y sociales.
sociológico claro de la dinámica del entramado de estados, algo
Si uno mira a su alrededor no es difícil descubrir otros
así como la dinámica del “clinch congelado” de las grandes
ejemplos de esta discrepancia en la conducta de nuestros
potencias por el cual cada uno de los así enlazados, por miedo a
contemporáneos en relación con los contextos naturales o con los
la ampliación del poder de los otros, trata de aumentar su propio
contextos sociales. Entre sus consecuencias se cuenta el hecho
potencial, estimulando con esta justificación el miedo de los otros,
de que con demasiada frecuencia las personas imaginan que
lo que les impulsa a su vez a esforzarse por lograr un aumento
debido a una especie de “racionalidad” innata, es decir, con total
ulterior de su potencial, cosa que vuelve a impulsar en la misma
independencia del concreto estadio evolutivo del conocimiento y
dirección los esfuerzos de sus adversarios. Como no hay aquí
el pensamiento social, están en condiciones de abordar los
ningún arbitro que disponga de las suficientes posibilidades de
problemas sociales con idéntica orientación objetiva que los
poder como para deshacer este clinch, sin la simultánea
físicos o los ingenieros en su relación con los problemas
comprensión por parte de todos los protagonistas de la dinámica
científico-naturales y tecnológicos.
inmanente de la figuración que constituyen entre unos y otros y
sin hacer de esa comprensión norma para la acción, difícilmente Así, hay en nuestros días gobiernos que muy
podrá quebrarse el carácter forzoso de esa dinámica y la frecuentemente y quizá de buena fe pretenden que pueden
subsiguiente escalada del esfuerzo por la ampliación de los dominar “racional” o “pertinentemente” los agudos problemas
potenciales de poder. Actualmente, en lugar de esto predomina sociales de sus países cuando, en realidad, no hacen sino cubrir
entre los adversarios interdependientes y sobre todo entre las las brechas del conocimiento concreto, aún relativamente
oligarquías de partido que dominan en todas partes la idea de que rudimentario, acerca de la dinámica de los entramados sociales
sólo la referencia a los otros, al adversario y a su “equivocado con doctrinas dogmáticas basadas en la fe, rutinas heredadas o
sistema social”, a sus “peligrosas creencias nacionales”, es expedientes condicionados por los intereses de partido a corto
susceptible de explicar el sentimiento propio de estar bajo plazo, adoptando las decisiones, en la mayoría de los casos, a la
amenaza y el esfuerzo permanente por ampliar el propio potencial buena, de Dios. Por consiguiente, siguen siendo en gran medida
de poder. Todavía no se contempla a uno mismo y a su propia juguetes de cadenas de acontecimientos que entienden tan poco
acción como componente integral de la figuración cuya dinámica como los gobernados que se someten a sus dirigentes confiando
inmanente demanda esos esfuerzos. La rigidez de los sistemas que éstos podrán poner bajo control los peligros y las
nacionales de creencias polarizados impide en todas partes a las tribulaciones que les acechan, que por lo menos saben a dónde
oligarquías de partido gobernantes percibir con la suficiente van. Y por lo que hace a los aparatos de la administración, a la
claridad que ellas mismas, las tradiciones de partido y los ideales burocracia, no es quizá inadecuado decir, como era ciertamente
sociales que les sirven para la legitimación de su apetencia de la intención de Max Weber, que en cuanto a su estructura y al
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comportamiento de los funcionarios públicos se ha hecho más hombres por los hombres, que ellos no desean, no es posible.
“racional” en comparación con siglos anteriores; pero no es nada Ahora bien, la impotencia con que los hombres, faltos de una
adecuado decir como Max Weber que la burocracia actual es una comprensión sólidamente fundamentada de la dinámica de los
forma “racional” de organización y que el comportamiento de los entramados humanos formados por ellos mismos, se encaminan
funcionarios públicos es un comportamiento “racional”. Esto es a ciegas de unas autodestrucciones modestas a otras cada vez
enormemente engañoso. Así, por ejemplo, la reducción mayores y de una pérdida de sentido a otra, despoja su atractivo a
burocrática de las interdependencias sociales a departamentos la ignorancia romántica como ámbito de acción de los sueños.
administrativos individualizados con una estricta delimitación de
competencias e integrados por especialistas jerárquicamente
organizados y grupos oligárquicos de dirección que raramente
son capaces de reflexionar más allá de su propio campo de
atribuciones por no mencionar aquí sino este aspecto tiene un
carácter mucho más de forma de organización tradicional y no
examinada a fondo que el de una forma de organización
“racional”, pensada y constantemente ajustada en función de las
tareas de su incumbencia.
Puede que esto sea suficiente. Quizá con ayuda de estos
ejemplos sea posible contemplar con algo más de claridad, bajo
ciertos aspectos, el ámbito de problemas cuyo tratamiento se
propone la sociología. El hecho de que el plano humano-social del
universo esté formado por personas, por nosotros mismos, nos
induce a olvidar fácilmente que su desarrollo, sus estructuras y
sus modos de funcionamiento, así como su explicación son para
nosotros, para los hombres, algo en principio no menos
desconocido que el desarrollo, las estructuras, los modos de
funcionamiento y las explicaciones de los planos físico-químicos
y biológicos y que han de ser algo a descubrir poco a poco en no
menor medida. La cotidianeidad de la frecuentación con nosotros
mismos disimula con facilidad el hecho de que nosotros somos en
el presente aún en una medida mucho mayor una región
relativamente inexplorada, una mancha blanca en el mapa del
saber humano menos conocida que los polos de la Tierra o las
superficies de la luna. Muchas personas sienten temor ante una
ulterior exploración de esta región, de la misma manera que
antaño hubo hombres que sintieron temor ante la exploración
científica del organismo humano. Y, como entonces, también hoy
argumentan algunos de ellos que la exploración científica de los

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AGNES HELLER
Sociología fundamental HELLER, Agnes,
La estructura de la vida cotidiana Historia y vida cotidiana. Aportación a la sociología socialista ,
Enlace-Grijalbo, Mexico, 1985.

La vida cotidiana es la vida de todo hombre. La vive cada jerarquía, y para determinadas clases trabajadoras (por ejemplo,
cual, sin excepción alguna, cualquiera que sea el lugar que le para los siervos) esa misma jerarquía se mantuvo durante mucho
asigne la división del trabajo intelectual y físico. Nadie consigue tiempo más; toda la vida cotidiana se constituía en torno de la
identificarse con su actividad humano-específica hasta el punto organización del trabajo, a la que se subordinaba cualquier otra
de poder desprenderse enteramente de la cotidianidad. Y, a la forma de actividad. En cambio, para la población libre del Atica del
inversa, no hay hombre alguno, por “insustancial” que sea, que siglo V antes de nuestra era ocupaban el lugar central de la vida
viva sólo la cotidianidad, aunque sin duda ésta le absorberá cotidiana la actividad social, la contemplación, el entretenimiento
principalmente. (cultivo de las facultades físicas y mentales), y las demás formas
de actividad se agrupaban en torno a ésas en una gradación
La vida cotidiana es la vida del hombre entero, o sea: el
jerárquica. La heterogeneidad y el orden jerárquico (la condición
hombre participa en la vida cotidiana con todos los aspectos de su
de organicidad) de la vida cotidiana coinciden en posibilitar un
individualidad, de su personalidad. En ella se “ponen en obra”
despliegue “liso” de la producción y la reproducción, no sólo en el
todos sus sentidos, todas sus capacidades intelectuales, sus
“campo de la producción” en sentido estricto, sino también en lo
habilidades manipulativas, sus sentimientos, pasiones, ideas,
que respecta a las formas del tráfico. La heterogeneidad es
ideologías. La circunstancia de que todas sus capacidades se
imprescindible para conseguir ese “liso despliegue” de la
ponen en obra determina también, como es natural, el que
cotidianidad, y también hace falta el rutinario funcionamiento de la
ninguna de ellas pueda actuarse, ni con mucho, con toda su
jerarquía espontánea para que las esferas heterogéneas se
intensidad. El hombre de la cotidianidad es activo y goza, obra y
mantengan en movimiento simultáneo.
recibe, es afectivo y racional, pero no tiene ni tiempo ni posibilidad
de absorberse enteramente en ninguno de esos aspectos para El hombre nace ya inserto en su cotidianidad. La
poder apurarlo según toda su intensidad. maduración del hombre significa en toda sociedad que el
individuo se hace con todas las habilidades imprescindibles para
La vida cotidiana es en gran medida heterogénea, y ello
la vida cotidiana de la sociedad (capa social) dada. Es adulto el
desde varios puntos de vista, ante todo desde el del contenido y la
capaz de vivir por sí mismo su cotidianidad.
significación o importancia de nuestros tipos de actividad. Son
partes orgánicas de la vida cotidiana la organización del trabajo y El adulto ha de dominar ante todo la manipulación de las
de la vida privada, las distracciones y el descanso, la actividad cosas (de las cosas, naturalmente, que son imprescindibles para
social sistematizada, el tráfico y la purificación. la vida de la cotidianidad de que se trate). Ha de aprender a
sostener el vaso y a beber de él, a utilizar el cuchillo y el tenedor,
Pero la significación de la vida cotidiana, al igual que su
por no citar sino ejemplos de los más sencillos. Pero ya ellos
contenido, no es simplemente heterogénea, sino también
ponen en claro que la asimilación de la manipulación de las cosas
jerárquica. Lo que ocurre es que, a diferencia del hecho mismo de
es lo mismo que la asimilación de las relaciones sociales. (Pues
la heterogeneidad, la forma concreta de la jerarquía no es eterna
no es adulto el que aprende a comer sólo con la mano, pese a que
e inmutable, sino que se modifica de modo específico según las
también de ese modo puede satisfacer sus necesidades vitales).
diferentes estructuras económico-sociales. Así, por ejemplo, en
Pero aunque la manipulación de las cosas sea decisivamente
los tiempos prehistóricos el trabajo fue dominante en esa
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idéntica con la asimilación de las relaciones sociales, de todos pasado de la humanidad, aunque no conscientemente, sino “en-
modos, sigue conteniendo inevitablemente, de forma sí”.
“inmanente”, el dominio espontáneo de las leyes de la naturaleza.
La vida cotidiana es la vida del individuo. El individuo es
La forma concreta de sometimiento al poder (de la naturaleza) es
siempre y al mismo tiempo ser particular y ser específico. Eso no
siempre mediada por las relaciones sociales, pero el hecho
le distingue de ningún otro ser vivo si se considera en sentido
mismo de la sumisión a la naturaleza persiste siempre como tal.
naturalista. Pero en el caso humano la particularidad expresa no
Si ya la asimilación de la manipulación de las cosas (y, eo sólo su ser “aislado”, sino también su ser “individual”. Basta una
ipso, la asimilación del dominio de la naturaleza y de las hoja de un árbol para leer en ella las propiedades esenciales de
mediaciones sociales) es condición de la “maduración” del todas las hojas pertenecientes a la misma especie; pero un
hombre hasta ser adulto en la cotidianidad, lo mismo se podrá hombre no puede representar ni expresar jamás la esencia de la
decir, y al menos en la misma medida, por lo que hace a la humanidad.
asimilación inmediata de las formas del tráfico o comunicación
¿Qué es lo que caracteriza esa particularidad social (o
social. Esta asimilación, esa “maduración” hasta la cotidianidad
socialmente mediada)? La unicidad, la irrepetibilidad son en este
empieza siempre “por grupos” (hoy, generalmente, en la familia,
punto hechos ontológicos fundamentales. Pero lo único e
en la escuela, en comunidades menores). Y estos grupos face-to-
irrepetible se convierte en un complejo cada vez más complicado,
face o copresenciales median y trasmiten al individuo las
que se basa en la asimilación de la realidad social dada y, al
costumbres, las normas, la ética de otras integraciones mayores.
mismo tiempo, de las capacidades dadas de manipulación de las
El hombre aprende en el grupo los elementos de la cotidianidad
cosas; la asimilación contiene en cada caso (incluso en el del
(por ejemplo, que se tiene que levantar y actuar por su cuenta; o el
hombre más primitivo) algo de momento “irresoluble”, “único”.
modo de saludar, o cómo comportarse en determinadas
situaciones, etc.); pero no ingresa en las filas de los adultos, ni las Las necesidades humanas se hacen siempre conscientes
normas asimiladas cobran “valor”, sino cuando éstas comunican en el individuo como necesidades del Yo. El “Yo” tiene hambre,
realmente al individuo los valores de las integraciones mayores, siente dolores igual de naturaleza física que de naturaleza
cuando el individuo saliendo del grupo (por ejemplo, de la familia) psíquica , en el “Yo” nacen los afectos, las pasiones. La dinámica
es capaz de sostenerse autónomamente en el mundo de las básica de la particularidad humana es la satisfacción de esas
integraciones mayores, de orientarse en situaciones que ya no necesidades del “Yo”. Desde este punto de vista da igual la
tienen la dimensión del grupo humano, de moverse en el medio de medida en la cual un tal “Yo” se identifique en sí o
la sociedad en general y, además, de mover por su parte ese conscientemente con la representación dada de lo humano-
medio mismo. específico, y son indiferentes los contenidos de las necesidades
del “Yo”.
La vida cotidiana no está “fuera” de la historia, sino en el
“centro” del acaecer histórico: es la verdadera “esencia” de la Todo conocimiento del mundo y toda pregunta referente al
sustancia social. En este sentido Cincinato es un símbolo. Las mundo que se motiven directamente por ese “Yo” único, por sus
grandes hazañas no cotidianas que se reseñan en los libros de necesidades y sus pasiones, es una cuestión de la particularidad.
historia arrancan de la vida cotidiana y vuelven a ella. Toda gran “¿Por qué vivo?”, “¿Qué me destina el Todo?” son preguntas de
hazaña histórica concreta se hace particular e histórica ese tipo. La teleología de la particularidad se orienta siempre a la
precisamente por su posterior efecto en la cotidianidad. El que se particularidad misma, o sea, al individuo.
asimila la cotidianidad de su época se asimila con ello también el
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También lo específico, está “contenido” en todo hombre, y El individuo (la individualidad) contiene tanto la
precisamente en toda actividad que sea específica aunque sus particularidad cuanto lo específico que funciona consciente e
motivos sean particulares. Así, por ejemplo, el trabajo tiene inconscientemente en el hombre. Pero el individuo es un ser
frecuentemente motivos particulares, pero la actividad del trabajo singular que se encuentra en relación con su propia particularidad
cuando se trata de trabajo fáctico (esto es, socialmente y con su propia especificidad; y en él se hacen conscientes ambos
necesario) es siempre actividad de la especie. También es posible elementos. Es común a toda individualidad la elección
considerar humano-específicos en su mayoría los sentimientos y relativamente libre (autónoma) de los elementos específicos y
las pasiones, pues su existencia y su contenido pueden ser útiles particulares; pero en esa formulación hay que subrayar por igual
para expresar y trasmitir la sustancia humana. Y así la mayor los términos “libre” y “relativamente”. Hemos de añadir aún que el
parte de las veces lo particular no es el sentimiento ni la pasión, grado de individualidad puede variar. El hombre singular no es ya
sino su modo de manifestarse, referido al yo y puesto al servicio sin más individuo en el sentido dicho, y en las condiciones de la
de la satisfacción de las necesidades y la teleología del individuo. manipulación social y de la extrañación se va fragmentando cada
vez más “en roles”. El desarrollo del individuo es ante todo pero
También en cuanto individuo es, pues, el hombre ser
en modo alguno exclusivamente función de su libertad fáctica o
específico, pues es producto y expresión de sus relaciones y
de sus posibilidades de libertad.
situaciones sociales, heredero y preservador del desarrollo
humano; pero el representante de lo humano-específico no es El despliegue de esas posibilidades de libertad origina en
nunca un hombre solo, sino siempre la integración (tribu, demos, mayor o menor medida la unidad del individuo, la “aleación” de
estamento, clase, nación, humanidad) y también a menudo varías particularidad y especificidad para producir una individualidad
integraciones cuya parte consciente es el hombre y en la cual se unitaria. Cuanto más unitaria sea esa individualidad (pues dicha
forma su “consciencia del nosotros”. unidad es, naturalmente, sólo tendencia, más débil o más fuerte, y
más o menos consciente), tanto más pronto deja de ser la muda
No es casual que acentuemos el elemento “consciencia”.
unión vital de lo específico y lo particular caracterización de la
El individuo pertenecía ya a la humanidad que es la integración
entera vida. La condición ontológico-social de este resultado es
suprema cuando todavía no se había formado una humanidad
una relajación de la relación entre la comunidad portadora de lo
unitaria, una historia como historia universal. (No podemos
específico y el individuo mismo, el cual ya como individuo
profundizar aquí en las diferencias entre la relación mediada y la
dispone de un cierto ámbito de movimiento en el que puede elegir
relación inmediata a la humanidad). Para el hombre de una época
su propia comunidad y su propio modo de vida dentro de las
dada, lo humano-específico es siempre representado por la
posibilidades dadas. La consecuencia es cierta distancia gracias
comunidad “a través” de la cual pasa el camino, la historia de la
a la cual el hombre puede construir una relación con su propia
humanidad (y esto aun en el caso de que el destino de esa
comunidad, así como otra con su propia particularidad vivida
concreta integración sea la catástrofe). Todo hombre tuvo
como “dato” relativo.
siempre una relación consciente con esa comunidad; en ella se
formó su consciencia colectiva o “consciencia del nosotros”, y Pero tampoco entonces deja de ser esa unidad individual
también se configuró su misma “consciencia del Yo”. En ella se mera tendencia, mera posibilidad. En la vida cotidiana, la
desplegó la teleología de lo humano-específico, cuyo aplastante mayoría de la humanidad no deja nunca de ser,
planteamiento no se orienta nunca al “Yo”, sino siempre al aunque no siempre en la misma medida, ni tampoco con la misma
“nosotros”. extensión, muda unidad vital de particularidad y especificidad.
Los dos elementos funcionan en sí y no son conscientemente
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cognoscibles. El nacer ya proyectado en la cotidianidad sigue desde el punto de vista moral (por ejemplo, la elección entre tomar
significando que los hombres asumen como dadas las funciones un tranvía lleno o esperar el siguiente); pero también pueden
de la vida cotidiana y las ejercen paralelamente. estar motivadas moralmente (por ejemplo, ceder o no ceder el
asiento a una mujer de edad). Cuanto mayor es la importancia de
Las colisiones entre particularidad y especificidad no
la moralidad, el compromiso personal, la individualidad y el riesgo
suelen ser conscientes en la vida cotidiana; ambas se someten
(que siempre van juntos) en la decisión sobre una alternativa
sucesivamente la una a la otra del aludido modo, “mudamente”.
dada, tanto más fácilmente se yergue ésta por encima de la
Pero eso no significa que la particularidad se someta a una
cotidianidad y tanto menos es posible hablar de una decisión
comunidad natural: en ese punto se expresa una diferencia de
cotidiana. Cuanto más intensa es la motivación del hombre por la
principio entre la estructura moderna de la vida cotidiana y el
moral, esto es, por lo específico, tanto más fácilmente se alzará su
despliegue de la estructura que precedió a la individualidad. Pues
particularidad (por obra de la moral) a la esfera de la
ya no existen “comunidades naturales”. Con eso aumentan las
especificidad. En este punto termina la muda coexistencia de
posibilidades que tiene la particularidad de someter lo específico
particularidad y especificidad, Hace falta el conocimiento del
y poner las necesidades y los intereses de la integración social
propio Yo, el guw<i sa1uto2n, el conocimiento y la apasionada
dada al servicio de los afectos, los deseos, el egoísmo del
asunción de las intimaciones humano-específicas para que el
individuo.
hombre sea capaz de decidir elevándose por encima de la
Ese aumento de posibilidades esa oportunidad de victoria cotidianidad. Kant ha buscado en el imperativo categórico el
espontánea de la particularidad suscitó la ética como necesidad criterio formal de ese comportamiento. Ningún hombre es en
de la comunidad social. Las exigencias y las normas de la ética realidad capaz de obrar de tal modo que su acto se convierta en
componen la intimación dirigida por la integración específica dada ejemplo universal, porque todo hombre actúa siempre como
(y por la tradición del desarrollo humano) al individuo, para que individuo concreto y en una situación concreta. Pero el carácter
éste someta su particularidad a lo específico y convierta esa paradigmático existe a pesar de todo en la medida en la cual se
intimación en motivación interior. La ética como motivo (lo que produce aquella elevación hacia lo específicamente humano.
llamamos moral) es algo individual, pero no una motivación
Pero aquí hemos de introducir dos restricciones. Por una
particular: es individual en el sentido de actitud libremente
parte, la elevación a lo específico no significa nunca abolición de
adoptada (con libertad relativa) por nosotros ante la vida, la
la particularidad. Como es sabido, las pasiones y los sentimientos
sociedad y los hombres.
orientados al Yo (al Yo particular) no desaparecen, sino que se
Una de las funciones de la moral es la inhibición, el veto. La “limitan” a dirigirse hacia afuera, se convierten en motor de la
otra es la trasformación, la culturización de las aspiraciones de la realización de lo específico, o bien quedan en suspenso en la
particularidad. Esto no se refiere sólo a la vida del individuo, sino medida en que inhiben la acción moralmente motivada mientras
también a la de la humanidad. Por intenso que sea el esfuerzo duran las acciones correspondientes. Por otra parte, una decisión
“trasformador” y culturizador de la moral, no se supera su función moral en el sentido tan afilado que estamos contemplando se
inhibidora, y ésta se impone mientras la estructura de la vida debe considerar siempre como tendencia. No es posible distinguir
cotidiana está básicamente caracterizada por la muda tajante e inequívocamente de las cotidianas las decisiones y las
coexistencia de particularidad y especificidad. acciones moralmente motivadas. La mayoría de las acciones y
elecciones tiene motivación heterogénea; las motivaciones
La vida cotidiana está cargada de alternativas, de particulares y las específico-morales se encuentran y unen, de
elecciones. Esas elecciones pueden ser del todo indiferentes
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1 El concepto de “hundimiento” no
modo que la elevación por encima de lo particular no se produce consecuencias de una elección no practicada por el individuo tiene aquí sentido peyorativo, sino
nunca completamente ni nunca deja de existir del todo, sino que entero. La “asunción” o aceptación es aquí más o menos pasiva y que pretende sólo caracterizar la
diferencia entre la cotidianidad y la
ocurre generalmente en mayor o menor medida. No hay “Muralla se compadece bien con la pregunta característica de la no-cotidianidad.
China” entre las esferas de la cotidianidad y la moral. Sólo los particularidad: “¿Y por qué ha de pasarme esto precisamente a
2 GEORGE LUKÁCS, Werke, Band
moralistas utilizan motivaciones morales “puras”, e incluso ellos lo mí?”. El héroe de la elección moral es su propio destino, y lo que le 11, Aesthetik I, Habband 1, Neuwied
hacen más en la teoría que en la realidad. ocurre no le puede ocurrir sino a él. La cima de la elevación moral y Berlin, Luchterhand, págs. 33-138.
(Obras, Barcelona, Grijalbo, vol. XX,
por encima de la cotidianidad es la catarsis. En la catarsis el
No es posible hablar de “Muralla China” ya por el hecho de Estética I, 1, 1966, Págs. 34-145.)
hombre se hace consciente de lo humano-específico de su
que la herencia moral del pasado de la humanidad y la exigencia
individualidad.
moral de la época se revelan al hombre incluso en los usos y las
normas consuetudinarias de la cotidianidad, cuya asimilación se En ninguna esfera de la actividad humana, y no sólo en el
puede producir de modo enteramente espontáneo, sin motivación caso de la elección moral, es posible trazar una línea divisoria
moral, alguna. Pero aunque estas normas contuvieran motivos tajante y rígida entre el comportamiento cotidiano y el no
morales, la elevación por encima de la particularidad o su cotidiano. (Cuando se trata, naturalmente, de comportamientos
suspensión no anularía el movimiento mismo, ni su presencia en los que sea posible una elevación consciente a lo específico.)
estaría en contradicción con aquella “muda copresencia”. Baste con considerarla esfera política. Tampoco son cotidianidad
las elecciones y decisiones del “amour passion”, a causa de la
Los conflictos extremos y puramente morales se, producen
intensidad de la elección y de la pasión; pero una vez convertido
en los casos en que la motivación moral se hace determinante y
en costumbre, y acaso hecho ya rutina, el amor puede de nuevo
su impulso, su finalidad y su objeto se han de entender como 1
“hundirse” en cotidianidad.
servicio a la elevación hasta lo específico. El caso típico de este
comportamiento aunque no el único es el servicio a la Las formas de elevación por encima de la vida cotidiana
comunidad. Pero el motivo moral se manifiesta también cuando que producen objetivaciones duraderas son el arte y la ciencia. En
con nuestro comportamiento personal representamos el este contexto nos remitimos al profundo análisis realizado por
comportamiento “justo” del género humano (por ejemplo, en la Georg Lukács en el capítulo introductorio de su estética.2 Según
actitud del estoico respecto de la muerte natural). La vía de ese ese análisis el reflejo artístico y el reflejo científico rompen con la
comportamiento es la elección (la decisión), la concentración de tendencia espontánea del pensamiento cotidiano, tendencia
todas nuestras fuerzas en torno a la ejecución de la elección (o orientada, al Yo particular. El arte lo hace porque por su esencia es
decisión), y la vinculación consciente a la vista de la situación que la autoconciencia y la memoria de la humanidad; la ciencia de la
se ha elegido, y, ante todo, de sus consecuencias. Numerosas sociedad consigue esa ruptura por su efecto contrario al
estaciones del “camino” esbozado son también características de antropocentrismo (si se prescinde de la teleología referente a
las decisiones medio cotidianas en las cuales se realiza sólo cada individuo), y la ciencia de la naturaleza por su efecto
parcialmente, o ni siquiera parcialmente, la elevación a lo desantropomorfizador. La ciencia misma y el arte no están
específico, la suspensión de la particularidad. La elección y la separados de la vida y el pensamiento cotidianos por límites
aceptación de las consecuencias, por ejemplo, van de la mano. rígidos, como se puede apreciar desde varios puntos de vista. Por
Pero en la cotidianidad no es posible concentrar todas las de pronto, el mismo científico o artista tiene vida cotidiana: los
energías en cada decisión Un comportamiento así estaría en problemas mismos a los que responde con sus objetivaciones y
contradicción con la estructura básica de la cotidianidad. También sus obras le son planteados entre otros (sólo entre otros,
sería absurdo por nuestra parte asumir conscientemente las naturalmente) por la vida. Artista y científico tienen su
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3 Estas expresiones 'hombre


particularidad en cuanto hombres de la cotidianidad; esa pues hacemos abstracción de las demás propiedades de la entero', 'hombre enteramente'
particularidad puede quedar en suspenso durante la producción persona que tenemos delante y la contemplamos sólo desde el traducen, respectivamente, genzer
Mensch, Mensch ganz. El lector
científica o artística, pero interviene en la misma objetivación a punto de vista su adecuación o inadecuación para la práctica de podría disculpar la dureza en
través de determinadas mediaciones (en el arte y en las ciencias un trabajo determinado. Pero en este caso la concentración, la atención a la fidelidad casi literal y a
la coherencia: en la traducción de
sociales, por la mediación de la individualidad). Por último, toda homogenización momentánea, no tiene consecuencias Lukács publicada por este mismo
obra esencial vuelve a la cotidianidad, y su efecto pervive en la posteriores para nosotros. editor (Estética, 14. Barcelona,
1966/67) he utilizado esos mismos
cotidianidad de otros.
Es obvio que en ese tipo de homogenización no actuó toda términos. (N. del T.)

El medio de la abolición-superación parcial o total de la nuestra entera individualidad, y que la concentración no implicaba
particularidad, de su arranque de la cotidianidad y su ascenso a lo una suspensión de nuestra particularidad. Pero los actos de
específico, es la homogeneización, Sabemos que la vida decisión pueden también ocurrir en un plano, “superior” que
cotidiana es heterogénea, que recaba todas nuestras rebase en mayor o menor medida la cotidianidad. Por ejemplo:
capacidades en varias direcciones, pero ninguna capacidad con cuando un campesino empieza a trabajar en una fábrica y la
particular intensidad. Dicho con las palabras de Georg Lukács: es asimilación de los movimientos del trabajo decide de si es
el “hombre entero” el que interviene en la cotidianidad. ¿Qué adecuado para el trabajo fabril, si podrá abandonar para siempre
significa homogenizacíón? Significa, por una parte, que la aldea, se trata de una prueba cuyos efectos afectarán ya a toda
concentramos toda nuestra atención sobre una sola cuestión y la vida; durante el examen a que se le someta podrían,
“suspendemos” cualquier otra actividad durante la satisfacción de consiguientemente, producirse conflictos, incluso conflictos
la anterior tarea; y, por otra parte, que aplicamos nuestra entera morales. En casos así el Yo entra ya bastante en acción y la
individualidad humana a la resolución de esa tarea. Utilicemos de decisión es en mayor medida función de la individualidad.
nuevo una expresión de Georg Lukács: nos trasformamos en Decisiones de este tipo trasforman ya en menor o mayor medida
“hombre enteramente”.3 Y significa, por último, que ese proceso no al hombre entero, tienen efecto posterior: aunque todavía sin
se puede realizar arbitrariamente, sino de tal modo que nuestra imponerse, se manifiesta ya la homogenización que abre camino
particularidad se disipe en la actividad humano-específica que a lo específico; aquí comienza la “salida” de la cotidianidad, sin
elegimos consciente y autónomamente, esto es, como individuos. llegar a consumarse. La mayor parte de las decisiones de nuestra
vida la mayor parte de las decisiones fácticas se realizan en ese
Sólo cuando se dan juntos los tres factores podemos
plano.
hablar de una homogenización que se levanta totalmente de la
cotidianidad para penetrar en la esfera de lo específico. El tipo de La homogenización en el sentido de lo específico, la
homogenización al que no se puede atribuir más que el primer suspensión completa de la particularidad, la trasformación en
factor, la concentración en torno a una tarea única, se compadece “hombre enteramente” es del todo excepcional en la mayoría de
aún perfectamente con la cotidianidad, es parte orgánica suya. los seres humanos. Ni siquiera en épocas ricas en grandes
Cuando hemos de asimilar un nuevo movimiento en el trabajo, por conmociones sociales hay muchos puntos críticos así en la vida
ejemplo; no podemos, “pensar en otra cosa” mientras trabajamos, del hombre medio. La vida de muchos hombres termina sin que se
como ocurre, en cambio, en el ejercicio de movimientos ya haya producido ni un solo punto crítico semejante. La
asimilados, que se han hecho mecánicos; en la hipótesis homogenización abierta a lo especifico no deja de ser
considerada suspendemos pues, cualquier otra actividad. Y excepcional, puntual, más que en aquellos individuos cuya pasión
cuando examinamos a una persona para calificarla en algún principal se orienta a lo específico, si es que tienen, además, la
campo profesional homogenizamos también espontáneamente, capacidad de realizar esa pasión. Tales son los grandes
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moralistas ejemplares, los estadistas (revolucionarios), artistas y espontaneidad es la tendencia de toda forma de actividad
científicos. A propósito del gran estadista, del revolucionario cotidiana. La espontaneidad caracteriza tanto los motivos
profesional, del gran artista, del gran científico, hay que decir, particulares (y las particulares formas de actividad) cuanto las
además, que no sólo su pasión principal, sino también su trabajo actividades humano-específicas. El ritmo fijo, la repetición, la
principal, su actividad básica promueve la elevación a lo rigurosa regularidad de la cotidianidad (rotos en cuanto que se
específico y la acarrea consigo. Por eso para esas personas la produce el ascenso desde la cotidianidad) no están en modo
homogenización en “hombre enteramente” es elemento alguno en contradicción con esa espontaneidad, sino que, por el
necesario de su esencia, de la actividad básica de la vida. contrario, lo uno implica lo otro. Ya la asimilación del
comportamiento consuetudinario, de las exigencias sociales y las
Desde luego que el artista, el científico, el estadista no
modas que es en la mayoría de los casos una asimilación no
viven constantemente en esa tensión. Tienen también, como los
tematizada exige para su explicación la espontaneidad. Pues si
demás, una vida cotidiana, y la particularidad se manifiesta en
nos dispusiéramos a reflexionar sobre el contenido de verdad
ellos igual que en los demás hombres. Sólo se suspende durante
material o formal de cada una de nuestras formas de actividad, no
las fases productivas, y entonces dichos individuos se convierten,
podríamos realizar ni siquiera una fracción de las actividades
por mediación de su individualidad, en representantes del género
cotidianas imprescindibles y se imposibilitarían la producción y la
humano y aparecen como protagonistas en el proceso histórico
reproducción de la vida de la sociedad humana. Pero, la
global. El estadista, que tiene que convencer a su medio, la
espontaneidad no se expresa solamente en la asimilación del
muchedumbre, y arrastrarla consigo a la acción, o que tiene que
comportamiento consuetudinario y del ritmo de la vida, sino
influir en los soldados para que tiendan a un determinado objetivo,
también en el hecho de que esa asimilación va acompañada por
o resolver complicadas situaciones previendo sus
motivaciones; efímeras en constante alteración, en constante
consecuencias, se levanta por encima de sí mismo, se hace
aparición y desaparición. En la mayoría de las formas de actividad
llevar, si así puede decirse, por una fuerza “invisible” que a
de la cotidianidad los motivos del hombre no llegan a ser típicos,
menudo se llama inspiración, pero que no es sino la “fuerza
esto es, los cambiantes motivos están muy lejos de expresar la
elevadora de la decisión humano-específica. El artista parece
totalidad, la esencia del individuo. Lo mismo se puede decir de la
guiado por una mano “invisible”, de tal modo que produce en su
mayoría de los motivos explícitamente formulados, aunque no
obra algo diferente de lo que se proponía producir; le arrastra la
tanto como en el caso de los motivos “mudos”.
fuerza de la objetividad, que extirpa de su creación todo lo que en
su intención era aún particular. En la vida cotidiana el hombre actúa sobre la base de la
probabilidad, en el plano de la posibilidad: entre sus actividades y
No podemos estudiar aquí detalladamente la estructura de
las consecuencias de éstas hay una relación objetiva de
la vida cotidiana. Nos limitaremos a aludir a algunos momentos de
probabilidad. Nunca es posible calcular con seguridad científica la
esa estructura que tendrán importancia para el posterior
consecuencia posible de una acción. Ni tampoco habría tiempo
desarrollo.
para hacerlo en la múltiple riqueza de las actividades cotidianas.
La característica dominante de la vida cotidiana es la Pero tampoco es necesario: en el caso medio la acción se puede
espontaneidad. Desde luego, que no toda actividad cotidiana es determinar mediante estimaciones probabilitarias de modo
espontánea al mismo nivel, igual que una misma actividad suficiente para alcanzar realmente la meta perseguida. Los
tampoco es idénticamente espontánea en situaciones diversas, conceptos de caso “medio” y de seguridad “suficiente” tienen en
en diversos estadios de aprendizaje. Pero, de todos modos, la este contexto la misma importancia el uno que el otro. El primero

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apunta al hecho de que son perfectamente posibles casos en los práctica. La actividad práctica del individuo no se eleva hasta el
cuales fracasen las consideraciones probabilitarias. En estos plano de la práctica más que si es actividad específica consciente;
casos podemos hablar de catástrofes de la vida cotidiana. en la unidad viva y muda de particularidad y especificidad, o sea,
Consideraciones probabilitarias utilizamos, por ejemplo, al cruzar en la cotidianidad, la actividad individual no es más que parte de la
la calle: jamás calculamos con exactitud nuestra velocidad y la de práctica, de la actividad total de la humanidad que, construyendo
los vehículos. Nunca hasta el momento hemos ido a parar debajo sobre lo dado, produce algo nuevo sin transformar en nuevo lo ya
de un vehículo, aunque ello puede ocurrir; pero si antes de cruzar dado.
decidiéramos realizar cálculos científicamente suficientes, no
La unidad inmediata de pensamiento y actividad implica la
llegaríamos a movernos nunca. También el concepto de
inexistencia de una diferencia entre “acierto” y “verdad” en la
“suficiencia” indica una frontera dúplice. Significa que en la
cotidianidad: lo acertado es sin más “verdadero”.
cotidianidad podemos efectivamente orientarnos y obrar con
Consiguientemente, la actitud de la vida, cotidiana es
ayuda de estimaciones probabilitarias, mientras que por debajo
absolutamente pragmática.
de esa línea, en la esfera de la mera posibilidad, no podemos;
todavía conseguirlo, y no lo necesitamos ya por encima de la Pero hay que aclarar y complementar esa afirmación de
correspondiente frontera superior, en la esfera de la seguridad que lo acertado es sin más verdadero en la vida cotidiana. El
científica. Como es natural, esa situación implica el riesgo de la pensamiento cotidiano abunda en pensamientos fragmentarios,
acción basada en la probabilidad; pero no se trata de un riesgo material cognoscitivo y hasta juicios que no tienen nada que ver
autónomamente asumido, sino de un riesgo imprescindible y con la manipulación de las cosas ni con nuestras objetivaciones
necesario para la vida. Precisamente eso le diferencia de los cósicas, sino que se refieren exclusivamente, a nuestra
riesgos de la individualidad, los cuales son riesgos morales. orientación social. En la manipulación de las cosas o de nuestras
objetivaciones cósicas la identificación espontánea de “acertado”
Ya la acción realizada sobre la base de la probabilidad
y “verdadero” es aproblemática (por lo menos, en el plano de la
indica el economicismo de la vida cotidiana. Toda categoría de la
vida cotidiana: aquí no hablamos de la ciencia). Pero esa
acción y del pensamiento se manifiesta y funciona
aproblematicidad se termina en cuanto que el “acierto” nos abre la
exclusivamente en la medida en que es imprescindible para la
posibilidad de movernos en un medio dado y de mover ese mismo
simple continuación de la cotidianidad; no se manifiesta
medio dado. En esta hipótesis el acierto es una verdad sólo en la
normalmente con particular profundidad, amplitud o intensidad,
medida en que con su ayuda podemos continuar la cotidianidad
pues eso arruinaría el rígido “orden” de la cotidianidad. Y cuanto
con las menores fricciones posibles. Lo cual no significa nada
efectivamente se manifiesta con intensidad mayor disuelve ese
respecto del contenido veritativo objetivo del juicio o el
orden indefectiblemente, igual si tiende hacía “arriba”,
pensamiento dados, con independencia de nuestra actividad
levantándonos a lo específico, cosa que no puede nunca
individual. (Pocas veces, desde luego, es completamente
caracterizar toda nuestra vida, que si tiende hacia “abajo” hasta el
individual en este contexto la actividad individual: generalmente
punto de incapacitarnos, como a Oblomov, para la vida.
es proyección de las aspiraciones y los intereses de una capa o
El pensamiento cotidiano se orienta a la realización de clase social.) Hasta los juicios y los pensamientos objetivamente
actividades cotidianas, y en esa medida es posible hablar de menos verdaderos pueden resultar acertados en la actividad
unidad inmediata del pensamiento y la acción en la cotidianidad. social cuando representan los intereses de la capa o clase a la
Las ideas necesarias de la cotidianidad no se levantan nunca que pertenece el individuo y facilitan así a éste la orientación o la
hasta el plano de la teoría, y la actividad cotidiana no constituye la acción correspondiente a las exigencias cotidianas de la clase o
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capa dadas. Cierto que una acción correspondiente los intereses estructura de la cotidianidad. Y, a la inversa, cuando, en un
de una clase o de una capa se puede elevar hasta el plano de la momento cualquiera de la vida cotidiana, un individuo empieza a
práctica, pero en ese caso rebasará el de la cotidianidad; la teoría reflexionar acerca de una superstición que compartía, o de una
de la cotidianidad se convierte entonces en ideología, la cual se tesis de su integración que antes se había asimilado, y piensa que
independiza relativamente de la práctica cotidiana, cobra vida ni una ni otra son aceptables porque contradicen a la experiencia,
propia y se pone, consiguientemente, en relación principal no con y pasa luego a examinar el objeto puesto en duda contrastándolo
la actividad cotidiana, sino con la práctica. Y aquí habremos de con la realidad, para acabar rechazándolo, ese individuo se eleva
repetir de nuevo que no hay ninguna “Muralla China” entre la por encima del curso sólito del pensamiento cotidiano, aunque
actividad cotidiana y la práctica no-cotidiana o el pensamiento no- sólo sea en ese momento.
cotidiano, sino que existen infinitos tipos de transición.
Hasta ahora hemos hablado de fe (o creencia) y confianza
Se desprende de lo dicho que la fe y la confianza globalmente. No podemos analizar aquí la cuestión de la
desempeñan en la vida cotidiana una función mucho más diferencia entre esos afectos, pese a su frecuente comunidad de
importante que en las demás esferas de la vida. Eso no quiere función; nos limitaremos a precisar que la confianza es un afecto
decir en modo alguno que la fe y la confianza sean en ella más del individuo entero, más accesible, por lo tanto, a la experiencia,
intensas que en otros campos: la fe religiosa suele ser más a la moral y a la teoría que la fe, la cual arraiga siempre en la
intensa y más incondicional, y la confianza tiene significación más particularidad.
intensa y emocionalmente más grande en la ética o en la actividad
Puesto que el pensamiento cotidiano es pragmático, cada
política; pero sí quiere decir que esos dos sentimientos “ocupan
una de nuestras actividades cotidianas va acompañada por
más espacio” en la cotidianidad, que se necesita su función
alguna fe o alguna confianza. No hay lugar para la fe cuando se
mediadora en mayor número de situaciones. Los hombres no
expresa el “acierto” de la manipulación o de la objetivación cósica;
pueden dominar el todo con la mirada en ningún aspecto de la
basta en principio la experiencia para practicar las correcciones
realidad; por eso el conocimiento de los contornos básicos de la
necesarias. Depende de la totalidad, de la individualidad del
verdad requiere confianza (confianza en nuestro método
hombre y de la situación social dada qué afecto es fundamental
científico, en la cognoscibilidad de la realidad; en los resultados
en el movimiento en el medio social, en el cual aparece de forma
científicos de otras personas, etcétera). En la cotidianidad el
más problemática la unidad del acierto y la verdad.
conocimiento se limita al aspecto de la actividad, y por eso el
“espacio” de la confianza y la fe es muy diferente. Al astrónomo no Pues lo característico del pensamiento cotidiano es la
le basta con lo fe en que la Tierra gira alrededor del Sol, pero esa ultrageneralización, o generalización excesiva, ya en formas
fe basta plenamente en la vida cotidiana; ni basta al médico con “tradicionales”, ya como consecuencia de la experiencia
creer en la acción terapéutica de un medicamento, mientras que individual. Los juicios ultrageneralizadores son todos juicios
esa fe basta para el enfermo (y precisamente sobre la base de provisionales que la práctica confirma o, por lo menos, no refuta,
una simple fe puesta en el médico y en la ciencia médica, con mientras, basados en ellos, podemos obrar y orientarnos. Si el
mayor o menor fundamento empírico). Estos ejemplos bastan ya afecto confianza se adhiere a un juicio provisional, no representa
para indicar que no se trata aquí de contradicciones ningún “perjuicio” el tener “meramente” juicios provisionales
irreconciliables, sino de modos de comportamiento “relacionados ultrageneralizados; como hemos visto, ni siquiera es posible
entre sí”. Cuando el médico actúa sobre la base de la confianza exigir ni al comienzo ni durante la acción juicios más precisos,
(cosa que ocurre no rara vez), está actuando en el marco de la porque con esa exigencia se perdería la capacidad de acción.

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4 He estudiado detalladamente los


Pero cuando no se trata ya de la orientación en la vida cotidiana, hombres, pero está expuesto al peligro de la cristalización prejuicios en el libro Rol social y
sino de nuestra entera individualidad, de nuestra integridad moral (fosilización), y mientras que al principio el tratamiento grosero de prejuicios, publicado en húngaro por
la Editorial Académica de Budapest
y su superior desarrollo, de modo que sólo a riesgo de eso lo singular no es perjudicial, puede convertirse en un daño (Tarsadalmi nerep és, Akademiai
podemos operar con juicios provisionales, hemos de ser capaces irreparable si se mantiene una vez cumplida su función. Se puede Kiadó, Budapest 1966).
de abandonarlos o de modificarlos. Y lo podemos hacer cuando el tratar de un error moral, caso en el cual no se “perturbará” la
juicio se apoya en la confianza, pero no cuando le sostiene la fe. orientación en la vida cotidiana; pero también puede ser un error
Los juicios provisionales que arraigan en la particularidad y se que acarree una de las catástrofes de la vida cotidiana.
basan, consiguientemente, en la fe son prejuicios.4
Cosa parecida ocurre con el uso de los precedentes. El
Los juicios provisionales (y los prejuicios) son meros precedente tiene más importancia para el conocimiento de la
ejemplos particulares de ultrageneralización. Pues es situación que para el de las personas.
característico de la vida cotidiana en general el manejo grosero de
Es un “indicador” útil para nuestro comportamiento, para
lo “singular”. Siempre reaccionamos a situaciones singulares,
nuestra actitud. (“Otros obraron en mi situación de tal o cual
respondemos a estímulos singulares y resolvemos problemas
modo, ya había ejemplos de eso”, etc.). Sin esta actitud nos
singulares. Para poder reaccionar hemos de subsumir lo singular,
ocurriría a menudo lo que al asno de Buridán. Por eso no se trata
del modo más rápido posible. Bajo alguna generalidad, hemos de
de un fenómeno “malo” en principio. Esta actitud tiene efectos
inordinarlo en nuestra actividad cotidiana, en el conjunto de
negativos, y hasta destructivos, cuándo nuestra percepción del
nuestra actividad vital: en suma, hemos de, resolver el asunto.
precedente nos impide captar lo nuevo, irrepetible y único de una
Pero no tenemos tiempo para examinar todos los aspectos del
situación.
caso singular, ni siquiera los decisivos: hemos de situarlo lo más
rápidamente posible desde el punto de vista de la tarea No hay vida cotidiana sin imitación. En la asimilación del
planteada. Y eso no es posible más que con la ayuda de las varias sistema consuetudinario no procedemos nunca meramente
formas de ultrageneralización. Así, por ejemplo, se recurre a la “según preceptos”, sino que imitamos a otros; ni el trabajo ni el
analogía. Mediante ella funciona principalmente nuestro tráfico social serían posibles sin mimesis. La cuestión estriba,
conocimiento cotidiano del hombre, sin el cual no podríamos como siempre, en si somos capaces de producir un campo de
siquiera orientarnos: clasificamos en algún tipo ya conocido por libertad individual de movimiento dentro de la mimesis o, en el
experiencia al hombre que queremos conocer en algún respecto caso extremo, de deponer completamente las costumbres
importante para nosotros, y esa clasificación por tipos nos permite miméticas y configurar nuevas actitudes. Hay, naturalmente, en la
orientarnos. Sólo a posteriori se pone “de manifiesto” en la vida cotidiana sectores en los cuales no es necesaria la
práctica que podemos disolver aquella analogía y conocer el individualización de la mimesis, y épocas en las cuales se hace
fenómeno singular en este caso, el hombre de que se trate en su superflua; por lo demás, los tipos y los grados de individualización
concreta totalidad, estimarlo y comprenderlo. Desde luego que el son por necesidad diversos en las varias esferas vitales, épocas y
juicio provisional de analogía puede cristalizar en prejuicio; puede situaciones.
ocurrir que no atendamos ya a ningún hecho posterior que
La entonación tiene una importancia apreciable en la
contradiga abiertamente a nuestro juicio provisional: hasta se
vida cotidiana, tanto en la configuración de nuestro tipo de
punto podemos quedar sometidos al poder de nuestras propias
actividad y pensamiento cuanto en la estimación de otros, en la
tipificaciones, de nuestros prejuicios. El juicio provisional
comunicación, etc. La aparición de un individuo en un medio dado
analógico es, pues, inevitable en el conocimiento cotidiano de los
“entona” al sujeto de que se trate, produce una atmósfera tonal
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específica en torno suyo que luego le sigue rodeando. La persona aunque sus motivos sean, como normalmente lo son, efímeros y
que no produce esa entonación carece de individualidad, y la particulares. En la cotidianidad parece “natural” la disgregación,
persona incapaz de percibirla es insensible para un aspecto la separación de ser y esencia. En la copresencia y sucesión
importantísimo de las vinculaciones humanas. Pero quedar preso heterogéneas de las actividades cotidianas no tiene por qué
en esa realidad tonal sería otra clase de ultrageneralización, en revelarse ninguna individualidad unitaria; el hombre agotado por y
este caso en el terreno emocional más que en el de los juicios. Tal en sus “roles” puede orientarse en la cotidianidad con sólo cumplir
vez podríamos aplicar a este fenómeno el término “prejuicio adecuadamente con ellos. La asimilación espontánea de las
emocional”. El fenómeno se presenta, frecuentemente junto con normas consuetudinarias dominantes puede convertirse por sí
el prejuicio basado en ultrageneralización. misma en conformismo cuando el que las asimila es un individuo
sin “columna vertebral”; y la particularidad que aspira a una
Todos esos momentos característicos del comportamiento
“buena vida” sin conflictos refuerza aún ese conformismo con su
y el pensamiento cotidianos constituyen una conexión necesaria,
fe.
a pesar del carácter aparentemente casual de la “selección” en
que aquí se presentan. Todos tienen en común el ser necesarios Pero la estructura de la vida cotidiana, aunque sin duda
para que el hombre sea capaz de vivir en la cotidianidad. No hay constituye un terreno propicio para la extrañación, no es en modo
vida cotidiana sin espontaneidad, pragmatismo, economicismo, alguno extrañada por necesidad. Subrayemos una vez más que
analogía, precedentes, juicio provisional, ultra generalización, las formas de pensamiento y comportamiento producidas en esa
mimesis y entonación. Pero las formas necesarias de la estructura pueden dejar perfectamente al individuo un margen de;
estructura y el pensamiento de la vida cotidiana no deben movimiento y posibilidades de desarrollo, posibilitarle en cuanto
cristalizar en absolutos, sino que tienen que dejar al individuo un unidad consciente de lo específico y lo particular una
margen de movimiento y posibilidades de desarrollo. (Esto es condensación “prismática”, por así decirlo, de la experiencia de la
importante para lo que sigue). Si esas formas se absolutizan y cotidianidad, de tal modo que ésta pueda manifestarse como
dejan de posibilitar un margen de movimiento, nos encontramos esencia unitaria de las heterogéneas formas de actividad de la
con la extrañación de la vida cotidiana. cotidianidad y objetivarse en ellas. El ser y la esencia no quedan
separados y las formas de actividad de la cotidianidad no son
Extrañación es, desde luego, siempre extrañación
formas extrañadas en la medida en que todo eso es posible para
respecto de algo, y precisamente respecto de las posibilidades
los individuos de una época dada y en el plano máximo de
concretas del desarrollo específico de la humanidad. La mimesis
individualidad y, consiguientemente, de desarrollo de lo
de un mismo tipo, general en la época en que aún no se había
específico característico de dicha época. Cuanto mayor es la
desarrollado el individuo moderno, pero formalmente presente
extrañación producida por la estructura económica de una
también hoy día, en la misma medida, se tiene que entender como
sociedad dada, tanto más irradia la vida cotidiana su propia
producto de la extrañación sólo en este último caso, pues las
extrañación sobre las demás esferas.
posibilidades configuradas desde entonces en la humanidad,
exigen una orientación ampliamente individual. Hay extrañación desde que existe un abismo entre el
desarrollo humano-específico y las posibilidades de desarrollo de
La vida cotidiana es, de todas las esferas de la realidad,
los individuos humanos, entre la producción humano-específica y
la que más se presta a la extrañación. Por causa de la
la participación consciente del individuo en ella. Ese abismo no ha
copresencia “muda”, en-sí, de ”particularidad y especificidad, la
tenido la misma profundidad en todas las épocas ni para todas las
actividad cotidiana puede ser actividad específica no-consciente,
capas sociales; así, por ejemplo, se cerró casi completa mente en
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las épocas de florecimiento de la polis ática y del Renacimiento determinadas circunstancias sociales. En toda época ha habido
italiano; pero en el capitalismo moderno se ahondó más allá de personalidades representativas que han vivido en una
toda medida. Por lo demás, jamás fue enteramente insalvable ese cotidianidad no-extrañada; y puesto que la estructura científica de
abismo para el individuo aislado: en toda época ha habido un la sociedad posibilita el final de la extrañación, esa posibilidad se
número mayor o menor de personas que, con ayuda de su talento, encuentra abierta a todo ser humano.
de su situación, de las grandes constelaciones históricas,
Pero eso no significa en modo alguno que la vida de
consiguieron el salto. Pero para la masa, para los numerosos
cualquier hombre se haga específica en su actividad principal, en
otros, subsistió el abismo igual cuando era muy profundo, que
el trabajo y en las objetivaciones. Humanización de la vida
cuando era más superficial.
cotidiana no quiere decir que los hombres vayan a recibir el don
Como queda dicho, el moderno desarrollo capitalista ha de la inteligencia de Planck, la mano de Menuhin o las
exacerbado hasta el extremo esta contradicción. Por eso la capacidades políticas de Lenin. Se trata de algo que se puede
estructura de la cotidianidad extrañada empezó a expansionarse expresar con palabras de Goethe: todo hombre puede ser
y a penetrar en esferas en las que no es necesaria ni constituye completo, incluso en la cotidianidad. Pero ¿cómo?
una condición previa de la orientación, sino que es incluso
Sabemos que la vida cotidiana tiene siempre una jerarquía
obstáculo para esta última.
espontánea determinada por la época (por la producción, por la
No se trata de que las categorías de la cotidianidad sean sociedad, por el lugar del individuo en ésta).
ajenas a las esferas no-cotidianas. Baste con aludir a la función
Esa jerarquía espontánea otorga a la individualidad un
que tienen los precedentes en la actividad política, a la de la
margen de movimiento diferente en cada caso. En la época que
analogía en la comparación científica y artística, a la de la
empezó con el despliegue de la sociedad burguesa ese marco se
mimesis o la entonación en el arte. Pero esta limitada comunidad
ensanchó, en principio al menos. Siempre fue posible; pero desde
o generalidad de las categorías no significó nunca una identidad
que la relación de un hombre con su clase se ha hecho “casual”
estructural con ni una asimilación por las formas de actividad y los
(Marx), ha aumentado para todo hombre la posibilidad de
contenidos de la cotidianidad. En cambio la ciencia moderna, al
construirse una jerarquía consciente, dictada por su propia
ponerse sobre unos fundamentos pragmáticos, “absorbe”,
personalidad, dentro de la jerarquía espontánea. Mas las mismas
asimila la estructura cotidiana; y cuando el arte moderno se
relaciones y situaciones sociales que crearon esa nueva
decide a elegir por tema las efímeras motivaciones y a hacer
posibilidad han impedido su desarrollo en lo esencial; en el
abstracción de la esencia de la vida humana, de la constante
momento de la elevación de toda la sociedad, o sea, con el final de
oscilación, de la interacción entre la cotidianidad y lo que no lo es,
la extrañación, se podrá contar con el despliegue máximo de
la cotidianidad absorbe incluso al arte. La estructura en cuestión,
aquella posibilidad. Podemos llamar, también con palabras de
que en la cotidianidad no puede ser un fenómeno de extrañación,
Goethe, “regimiento de la vida” a la construcción de esa jerarquía
es necesariamente fenómeno de extrañación en el arte, en la
de la cotidianidad afirmada por la individualidad consciente.
ciencia, en las decisiones morales y políticas. Ahora bien, es
evidente que la continuidad no empieza a expansionarse “hacia “Regimiento de la vida” no significa, pues, abolición de la
arriba” sino cuando ya ella, misma es extrañada. jerarquía espontánea de la cotidianidad, sino sólo que la “muda”
copresencia de la particularidad y especificidad queda sustituida
Repetimos: la vida cotidiana no es extrañada por
por la relación consciente del individuo con lo específico, y que
necesidad, a consecuencia de su estructura, sino sólo en
esta actitud que es al mismo tiempo un “engagement” moral, de
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concepción del mundo, y aspiración a autorrealización y autogoce


de la personalidad “ordena” las varias y heterogéneas actividades
de la vida. El regimiento de la vida supone para cada cual una vida
propia, aun manteniendo la estructura de la cotidianidad: cada
cual ha de apropiarse a su modo la realidad e imponerle el sello de
su individualidad. Desde luego que el regimiento de la vida no es
nunca sino una tendencia de realización más o menos perfecta. Y
es regimiento de la vida, porque su perfección es función de la
individualidad del hombre, y no de un talento particular o de una
capacidad especial.
Como hemos visto el regimiento de la vida no puede
convertirse en posibilidad social universal más que una vez
abolida y superada la extrañación. Pero no es imposible trabajar
en el regimiento de la vida mientras las condiciones generales
económico-sociales favorecen aún la extrañación. En este caso
el regimiento de la vida se hace representativo, significa un reto a
la deshumanización, tal como ocurrió en el estoicismo y el
epicureísmo. En este caso la “ordenación” de la cotidianidad es
un fenómeno nada cotidiano: el carácter representativo,
“provocador”, excepcional trasforma la misma ordenación de la
cotidianidad en una acción moral y política.

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De Peter Berger (comp.) en esta biblioteca
La construcción social
Marxismo y sociología. Perspectivas desde Europa Oriental de la realidad
Peter L. Berger
Thomas Luckmann

Amorrortu editores
II. La sociedad como realidad más restringidos a una distribución geográfica específica.
La especificidad del ambiente de estos animales, sin em-
bargo, importa mucho más que una delimitación geográfi-
objetiva ca: atañe al carácter biológicamente fijo de su relación con
el ambiente, aun cuando se introduzca la variación geográ-
fica. En este sentido, todos los animales no humanos, como
especies y como individuos, viven en mundos cerrados cu-
yas estructuras están predeterminadas por el capital bioló-
gico de las diversas especies animales.
Por contraste, las relaciones del hombre con su ambiente
se caracterizan por su apertura al mundo''. El hombre no
1. INSTITUCIONALIZACIÓN sólo ha logrado establecerse sobre la mayor parte de la su-
perficie terrestre, sino que su relación con su mundo circun-
a) Organismo y actividad. dante está por doquiera estructurada muy imperfectamen-
te por su propia constitución biológica. Esto último permite
El hombre ocupa una posición peculiar dentro del reino ciertamente que el hombre se dedique a diferentes activida-
animal': A diferencia de los demás mamíferos superiores, des. Pero el hecho de que haya seguido viviendo una exis-
no posee ambiente específico de su especie- firmemente es- tencia nómade en un lugar y se haya dedicado a la agricul-
tructurado por la organización de sus propios instintos. No tura en otro no puede explicarse en términos de procesos
existe un mundo del hombre en el mismo sentido en que es biológicos. Esto no significa, por supuesto, que no existan li-
posible hablar de un mundo de los perros o de los caballos. mitaciones determinadas biológicamente para las relacio-
A pesar de contar con una zona de aprendizaje y acumula- nes del hombre con su ambiente; el equipo sensorial y mo-
ción individual, cada perro o carla caballo tienen una rela- tor específico de su especie impone limitaciones obvias a la
ción en general fija con sus ambientes, relación que com- gama de sus posibilidades. La peculiaridad de la constitu-
parten con todos los restantes miembros de sus especies ción biológica del hombre radica más bien en los componen-
respectivas; de ello se infiere, evidentemente, que los pe- tes de sus instintos.
rros y los caballos, comparados con el hombre, están mucho La organización de los instintos del hombre puede califi-
carse de subdesarrollada, si se la compara con la de los de-
1 Con respecto a obras biológicas recientes relativas a la posición más mamíferos superiores. Por supuesto que el hombre tie-
peculiar del hombre en el reino animal, cf .Iakob von Uexkli]l, Bedeut- ne impulsos; pero ellos son sumamente' inespecíficos y ca-
ungslehre (Hamburgo, Rowohlt, 1958); F. J. J. Buytendijk, Mensch urui
rentes de dirección. Esto significa que el organismo huma-
Tier (Hamburgo, Rowohlt, 1958); Adolf Portmann, Zoologie und das
neue Bild vom Me/l.Schen (Hamburgo, Rowohlt, 1956). Las evaluaciones no es capaz de aplicar el equipo de -que está dotado por su
más importantes de estas perspectivas biológicas en términos de una constitución interna a un campo de actividades muy amplio
antropología filosófica son las de Helmuth Plessner (Die Stufen des Ür- y que además varía y se diversifica constantemente. Dicha
ganischen und Jer Mern;ch, 1928 y J965) YAmold Oehlen tDer Mensch, peculiaridad del organismo humano se basa en su desarro-
seine Na/llr umi seine Stellung in der Welt, 1940 y 1950). Gehlen desa- llo ontogenético". En realidad, si se examina la cuestión en
rrolló aún más estas perspectivas en términos de una teoría sociológica términos del desarrollo orgánico, cabe afirmar que el perío-
de las instituciones (especialmente en su Urmensch und Spüthultur,
1956). Para una introducción a esta última, cf Peter L. Berger y Hans-
fried Kellner, "Arnold Gehlen and the Theory of Institutions", en Social a Las implicaciones antropológicas de la expresión "apertura al mun-
Research, 32: 1, 110 Y sigs., 1965. do" fueron desarrolladas por Plessner y Gehlen.
2 La expresión "ambiente específico de su especie" está tomada de von 4 La peculiaridad del organismo humano por su fundamento ontoge-

Uexküll. nético se aprecia particularmente en las investigaciones de Portmann.

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do fetal del ser humano se extiende más o menos hasta el sometida a una variedad de determinaciones socio-cultura-
primer año de vida''. Ciertos desarrollos importantes del or- les. Afirmar que las maneras de ser y de llegar a ser hom-
ganismo, que en el caso del animal se completan dentro del bre son tan numerosas como las culturas del hombre, es un
cuerpo de la madre, en la criatura humana se producen lugar común en la etnología. La humanidad es variable
después de separarse del seno materno. Cuando eso sucede, desde el punto de vista socio-cultural. En otras palabras, no
empero, ya la criatura humana no solo se halla en el mundo hay naturaleza humana en el sentido de un substrato esta-
exterior sino también interrelacionada con él de diversas blecido biológicamente que determine la variabilidad de las
maneras complejas. formaciones socio-culturales. Solo hay naturaleza huma-
De ese modo el organismo humano aún se sigue desarro- na en el sentido de ciertas constantes antropológicas (por
llando biológicamente cuando ya ha entablado relación con ejemplo, la apertura al mundo y la plasticidad de la estruc-
su ambiente. En otras palabras, el proceso por el cual se lle- tura de los instintos) que delimitan y permiten sus forma-
ga a ser hombre se produce en una interrelación con un am- ciones socio-culturales, Pero la forma específica dentro de
biente. Este enunciado cobra significación si se piensa que la cual se moldea esta humanidad está determinada por di-
dicho ambiente es tanto natural como humano. O sea, que chas formaciones socio-culturales y tiene relación con sus
el ser humano en proceso de desarrollo se interrelaciona no numerosas variaciones. Si bien es posible afirmar que el
solo con un ambiente natural determinado, sino también hombre posee tina naturaleza, es más significativo decir
con un orden cultural y social específico mediatizado para que el hombre construye su propia naturaleza o, más senci-
él por los otros significantes a cuyo cargo se hallé. No solo llamente, que el hombre se produce a sí mismo".
la supervivencia de la criatura humana depende de ciertos La plasticidad del organismo humano y su susceptibili-
ordenamientos sociales: también la dirección del desarrollo dad frente a la interferencia socialmente determinada se
de su organismo está socialmente determinada. Desde su ejemplifican mejor por medio de la evidencia etnológica re-
nacimiento el desarrollo de éste, y en realidad gran parte ferente a la sexualidadé. Aun cuando el hombre posee im-
de su ser en cuanto tal, está sujeto a una continua interfe- pulsos sexuales comparables a los de los demás mamíferos
rencia socialmente determinada. superiores, la sexualidad humana se caracteriza por su alto
Pese a las notorias limitaciones fisiológicas que circuns- grado de elasticidad, que no solo es relativamente indepen-
criben la gama de maneras posibles y diferentes de llegar a 7 Existe una dicotomía fundamental entre la concepción del hombre
ser hombro dentro de esta doble interrelación ambiental, el como ser autoproducido y la de una "naturaleza humana". Esto consti-
organismo humano manifiesta una enorme plasticidad en tuye una diferencia antropológica decisiva entre Marx y cualquier pers-
su reacción ante las fuerzas ambientales que operan sobre pectiva propiamente sociológica por una parte (en especial la que se ba-
él, lo que se advierte particularmente al observar la flexibi- sa en la psicología social de Mead), y Freud y la mayor parte de las pers-
lidad de la constitución biológica del hombre cuando está pectivas psicológicas no freudianas porla otra. Es de suma importancia
clarificar esta diferencia si ha de existir actualmente algún diálogo sig-
5 La sugerencia de que el período fetal se extiende para el hombre nificativo entre 108campos de la sociología y de'Ia psicología. Dentro de
hasta el primer ano de vida fue hecha por Portmann. que denominó "ex- la teoría sociológica misma es posible distinguir distintas posiciones se-
trauterine Frübjahr" a ese primer ano. gún su proximidad a los polos "sociológico" y "psicológico". Vilfredo Pa-
6 Los términos "otros significantes" se han tomado de Mead. Para la reto es quien expresa probablemente el enfoque más elaborado del polo
teoría de Mead sobre la ontogénesís del yo, cf su Mind, Self and Socie- "psicológico" dentro de la sociología misma. Digamos de paso que la
ty (Chicago, University of Chicago Press, 1934): Espíritu, persona y aceptación o e] rechazo del presupuesto de la ~naturale:¡;1I humana" tie-
sociRdad (Buenos Aires, Paídés). Un compendio útil de los escritos de ne también interesantes implicaciones, en términos de ideologías políti-
Mead es el de Anselm Strauss (eomp.), George Herbert Mead on Social cas, pero éste es un punto que no podemos desarrollar aquí.
Psychology (Chicago, University ofChicago Press, 1964). Para un suge- s En conexión con este punto pueden citarse las obras de Bronislaw
rente estudio complementario, cf. Maurice Natanson, The Social Dyna- Malinowski, Ruth Benedict, Margaret Mead, Clyde Kluckhohn y Geor-
mies ofGeorge H. Mead (Washington, Public AlTairs Press, 1956). ge Murdock.

66 67
diente de los ritmos temporales, sino que se adapta tanto a plo, como "hombre" de la manera particular con que esta
los objetos hacia los que puede dirigirse como a sus modali- identidad se define y se forma en la cultura en cuestión),
dades de expresión. La evidencia etnológica demuestra que, sino al amplio equipo psicológico que sirve de apéndice a la
en cuestiones sexuales, el hombre es capae de casi todo. configuración particular (por ejemplo, emociones, actitudes
Aunque la imaginación sexual del individuo se estimule y aun reacciones somáticas, varoniles). Por 10 tanto, se da
hasta un extremo de lujuria febril, es improbable que lle- por sobrentendido que el organismo y más aún el yo, no
gue a evocar una imagen que no corresponda a lo que en al- pueden entenderse adecuadamente si se los separa del con-
guna otra cultura es norma establecida o, por lo menos, una texto social particular en que se formaron. .
contingencia admisible. Si la palabra normalidad ha de re- El desarrollo común del organismo y el yohumanos en un
ferirse a lo que es fundamental desde el punto de vista an- ambiente socialmente determinado se relaciona con la
tropológico, o universal desde el punto de vista cultural, ni vinculación peculiarmente humana entre el organismo y el
esta palabra ni su antónimo pueden aplicarse significati- yo. Esta vinculación es excéntrica-l. Por una parte, el hom-
vamente a las formas variables de sexualidad humana. Al bre es un cuerpo, lo mismo que puede decirse de cualquier
mismo tiempo, claro está, la sexualidad humana está diri- otro organismo animal; por otra parte, tiene un cuerpo, o
gida y a veces estructurada rígidamente en cada cultura sea, se experimenta a sí mismo como entidad que no es
particular. Toda cultura tiene una configuración sexual dis- idéntica a su cuerpo, sino que; por el contrario, tiene un
tintiva, con sus propias pautas especializadas de comporta- cuerpo a su disposición. En otras palabras, la experiencia
miento sexual y sus propios supuestos "antropológicos" en que el hombre tiene de sí mismo oscila siempre entre ser y
el campo sexual. La relatividad empírica de estas configu- tener un cuerpo, equilibrio que debe recuperarse una y otra
raciones, su enorme variedad y rica inventiva, indican que vez. Dicha excentricidad de la experiencia que tiene el hom-
son producto de las propias formaciones socio-culturales del bre de su propio cuerpo provoca ciertas consecuencias para
hombre más que de una naturaleza humana establecida el análisis de la actividad humana como comportamiento
bíológícamente''. en el ambiente material y como extemalizacion de signifi-
El período en que el organismo humano se desarrolla ha- cados subjetivos. La apreciación acertada de todo fenómeno
cia su plenitud en interrelación con su ambiente, es tam- humano tendrá que tomar en consideración estos dos as-
bién aquel en que se forma el yo humano. La formación del pectos, por razones que se basan en hechos antropológicos
yo debe, pues, entenderse en relación con el permanente fundamentales.
desarrollo del organismo y con el proceso social en el que los De lo dicho surge claramente que el enunciado de que el
otros significativos median entre el ambiente natural y el hombre se produce a sí mismo no implica de manera algu-
humano 10. Los presupuestos genéticos del yo se dan, claro na una suerte de visión prometeica del .individuo solíta-
está, al nacer, pero no sucede otro tanto con el yo tal cual se rio 12 . La auto-producción del hombre es siempre, y por ne-
experimenta más tarde como identidad reconocible subje- u El término "excentricidad" se ha tomado de-Plessner, Perspectivas
tiva y objetivamente. Los mismos procesos sociales que de- similares pueden hallarse en la obra posterior de Scheler sobre antropo-
terminan la plenitud del organismo producen el yo en su logía filosófica. Cf Max Scheler, Die Stellung des Mensehen im KOS11WS
forma particular y culturalmente relativa. El carácter del (Munich, Nymphenburger Verlagshandlung, 1947); El puesto de! hom-
yo como producto social no se limita a la configuración par- bre en e! cosmos (Buenos Aires, Losada).
ticular que el individuo identifica como él mismo (por ejem- 12 El carácter social de la auto-produuión del hombre fue formulado
más agudamente por Marx en su crítica de Stirner en The German
9 El punto de vista que aquí se presenta sobre la plasticidad sexual Ideology (La ideología alemana; varias ediciones). El desarrollo de
del hombre tiene afinidad con la concepción de Freud acerca del carác- Jean-Paul Sartre, desde su existencialismo primero a sus modificacio-
ter originalmente informe de la libido. nes marxistas posteriores, o sea, desde El ser y la nada hasta Critica de
10Este punto se halla explicado en la teoría de Mead sobre la génesis la razón dialéctica, es el ejemplo más notable del logro de esta intuición
social del yo. sociológicamente crucial dentro de la antropología filosófica contempo-

68 69
cesidad, una empresa social. Los hombres producen juntos acercarse a la de la existencia animal, aunque más no fuese
un ambiente social con la totalidad de sus formaciones so- por su carácter de producto humano y por ende "artificial",
cio-culturales y psicológicas. Ninguna de estas formaciones puede no obstante proporcionar casi siempre dirección y es-
debe considerarse como un producto de la constitución bio- tabilidad a la mayor parte del comportamiento humano.
lógica del hombre, la que, como ya se dijo, proporciona solo Por consiguiente, cabe formular la pregunta en otro plano.
los límites exteriores para la actividad productiva humana. Podemos preguntarnos de qué manera surge el propio or-
Así como es imposible que el hombre se desarrolle como tal den social.
en el aislamiento, también es imposible que el hombre ais- La respuesta más general a esta pregunta es que el orden
lado produzca un ambiente humano. El ser humano solita- social es un producto humano, o, más exactamente, una
rio es ser a nivel animal (lo cual comparte, por supuesto, producción humana constante, realizada por el hombre en
con otros animales). Tan pronto como se observan fenóme- el curso de su continua extemalizacíón. El orden social no
nos específicamente humanos, se entra en el dominio de lo se da biológicamente ni deriva de datos biológicos en sus
social. La humanidad específica del hombre y su socialidad manifestaciones empíricas. Huelga agregar que el orden so-
están entrelazadas íntimamente. El horno sapiens es siem- cial tampoco se da en el ambiente natural, aunque algunos
pre, y en la misma medida, horno socius 13. de sus rasgos particulares puedan ser factores para deter-
El organismo humano carece de los medios biológicos ne- minar ciertos rasgos de un orden social (por ejemplo, SUB or-
cesarios para proporcionar estabilidad al comportamiento denamientos económicos o tecnológicos). El orden social no
humano. Si la existencia humana volviera a quedar librada forma parte de la "naturaleza de las cosas" y no puede deri-
a los solos recursos de su organismo, sería una existencia var de las "leyes de la naturaleza'v''. Existe solamente como
en una especie de caos ,empíricamente inaccesible aunque producto de la actividad humana. No se le puede atribuir
concebible en teoría. La existencia humana se desarrolla ningún otro status ontológico sin confundir irremediable-
empíricamente en un contexto de orden, dirección y estabi- mente sus manifestaciones empíricas. Tanto por su génesis
lidad. Cabe; pues, preguntarse: ¿de dónde deriva la estabili- (el orden social es resultado de la actividad humana pasa-
dad del orden humano que existe empíricamente? La res- da), como por su existencia en cualquier momento del tiem-
puesta puede darse en dos planos. En primer término, po- po (el orden social solo existe en tanto que la actividad hu-
demos señalar el hecho evidente de que todo desarrollo in- mana siga produciéndolo), es un producto humano.
dividual del organismo está precedido por un orden social Si bien los productos sociales de la extemalízacion huma-
dado; o sea, que la apertura al mundo, en tanto es intrínse- na tienen un carácter sui generis en oposición al contexto de
ca a la construcción biológica del hombre, está siempre pre- su organismo y de su ambiente, importa destacar que la ex-
cedida por el orden social. En segundo término, podemos temalización en cuanto tal constituye una necesidad antro-
decir que la apertura al mundo, intrínseca biológicamente a pológica 15. El ser humano no se concibe dentro de una es-
la existencia humana, es siempre transformada -y es fuer- fera cerrada de interioridad estática; continuamente tiene
za que así sea- por el orden social en una relativa clausura que externalizarse en actividad. Esta necesidad antropoló-
al mundo. Aun cuando esta nueva clausura nunca pueda
14 Al insistir en que el orden social no se basa sobre ninguna "ley de la
naturaleza", no estamos tomando posición ipso facto en cuanto a una
ránea. El propio interés de Sartre por las "mediaciones" entre los proce- concepción metafísica de la "ley natural". Nuestra aserción se limita a
sos histórico-sociales macroscópicos y la biografía individual ganaría mu- los hechos de la naturaleza que son accesibles empíricamente.
cho, una vez más, con una consideración de la psicología social de Mead. 15 Durkheim fue el que más insistió sobre el carácter sui generis del
13 La íntima conexión entre la humanidad del hombre y su socialidad orden social, especialmente en su Regles de la méthode socioíagíque
fue formulada más agudamente por Durkheim, especialmente en la sec- (Las reglas del método socíologico, Buenos Aires, Schapire). La necesi-
ción última de Formes elémentairee de la vie religieuse (Las formas ere- dad antropológica de la externalizacién fue desarrollada par Hegel y
mentales de la vida religiosa, Buenos Aires, Sehapire, 196B). l\larx.

70 71
gica se funda en el equipo biológico del hombre'". La ines- bituación comporta la gran ventaja psicológica de restringir
tabilidad inherente al organismo humano exige como impe- las opciones. Si bien en teoría pueden existir tal vez unas
rativo que el hombre mismo proporcione un contorno esta- cien maneras de emprender la construcción de una canoa
ble a su comportamiento; él mismo debe especializar y diri- con ramas, la habituación las restringe a una sola, lo que li-
gir SUB impulses" Estos hechos biológicos sirven como pre- bera al individuo de la carga de ''todas esas decisiones", pro-
supuesto necesario para la producción del orden social. En porcionando un alivio psicológico basado en la estructura
otras palabras, aunque ningún orden social existente pue- de los instintos no dirigidos del hombre. La habituación
da derivar de datos biológicos, la necesidad del orden social provee el rumbo y la especialización de la actividad que fal-
en cuanto tal surge del equipo biológico del hombre. tan en el equipo biológico del hombre, aliviando de esa ma-
A fin de comprender las causas de la aparición, subsis- nera la acumulación de tensiones resultante de los impul-
tencia y transmisión de un orden social ---causas que no sos no dirígídosl''; y al proporcionar un trasfondo estable en
sean las planteadas por las constantes biológicas-, debe- el que la actividad humana pueda desenvolverse con un
mos emprender un análisis que dará por resultado una teo- margen mínimo de decisiones las más de las veces, libera
ría de la institucionalización. energía para aquellas decisiones que puedan requerirse en
ciertas circunstancias. En otras palabras, el trasfondo de la
actividad habitualizada abre un primer plano a la delibera-
b) Orígenes de la institucionalización. ción y la ínnovacíénl''.
De acuerdo con los significados otorgados por el hombre a
Toda actividad humana está sujeta a la habituación. Todo su actividad, la habituación toma innecesario volver a de·
acto que se repite con frecuencia, crea una pauta que luego finir cada situación de nuevo, paso por paseé", Bajo sus pre-
puede reproducirse con economía de esfuerzos y que ipso definiciones puedo agruparse una gran variedad de situa-
facto es aprehendida como pauta por el que la ejecuta. Ade- ciones y así se puede anticipar la actividad que habrá de
más, la habituación implica que la acción de que se trata realizarse en cada una de ellas. Hasta es factible aplicar a
puede volver a ejecutarse en el futuro de la misma manera las alternativas del comportamiento un patrón de medida.
y con idéntica economía de esfuerzos. Esto es válido tanto Estos procesos de habituación anteceden a toda institu-
para la actividad social como para la que no lo es. Hasta el cionalización, y en realidad hasta pueden aplicarse a un hi-
individuo solitario en la proverbial isla desierta introdu- patético individuo solitario, separado de cualquier interac-
ce hábitos en su actividad. Cuando se despierta por la ma- ción social. Por el momento, no nos concierne el hecho de
nana y reanuda sus intentos de construir una canoa con que aún ese individuo solitario, suponiendo que haya sido
ramas, tal vez murmure para sí: "Empecemos de nuevo", formado como un yo (corno sería el caso del que construye la
mientras inicia el primer paso de un procedimiento operati- canoa con ramas) habitúa su acción de acuerdo con la expe-
va que consta, por ejemplo, de diez pasos. En otras pala- riencia biográfica de un mundo de instituciones sociales an-
bras, aun el hombre solitario tiene por lo menos la compa- terior a su soledad. Empíricamente, la parte más importan-
nía de sus procedimientos operativos. te de la habituación de la actividad humana se desarrolla
Las acciones habitualizadas retienen, por supuesto, su en la misma medida que su institucionalización. La cues-
carácter significativo para el individuo, aunque los signifi- tión es, por tanto, saber cómo surgen las instituciones.
cados que entrañan llegan a incrustarse como rutinas en su
depósito general de conocimiento que da por establecido y IR Gehlen se refiere a este punto en sus conceptos de Triebuberecñuss
que tiene a su alcance para sus proyectos futuros!". La ha- y Entlastung.
19Gehlen se refiere a este punto en su concepto de Hiruergrundser-
16El fundamento biológico de la extemalización y su relación con la fiillung.
aparición de las instituciones fue desarrollado por Gehlen. 20El concepto de la definición de la situación fue elaborado por W. I.
17 La expresión "depósito de conocimiento" se ha tomado de Schutz. Thomas y desarrollado a través de su obra sociológica.

72 73
La institucionalización aparece cada vez que se da una ti- nes y en todos los conglomerados de instituciones que lla-
pificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de mamos sociedades. Su eficacia controladora, no obstante,
actores. Dicho en otra forma, toda tipificación de esa clase es de índole secundaria o suplementaria. Como volveremos
es una ínstituciónél. Lo que hay que destacar es la recipro- a ver más adelante, el control social primordial ya se da de
cidad de las tipificaciones institucionales y la tiplcalídad no por sí en la vida de la institución en cuanto tal. Decir que
solo de las acciones sino también de los actores en las insti- mi sector de actividad humana se ha institucionalizado ya
tuciones. Las tipificaciones de las acciones habítualizedaa es decir que ha sido sometido al control social. Solamente
que constituyen las instituciones, siempre se 'comparten, se requieren mecanismos de control adicionales cuando los
son accesibles a todos los integrantes de un determinado procesos de institucionalización no llegan a cumplirse ca-
grupo social, y la institución misma tipifica tanto a los acto- balmente. Así, por ejemplo, la ley puede disponer que a
res individuales como a las acciones individuales. La insti- cualquiera que viole el tabú del incesto se le corte la cabeza,
tución establece que las acciones del tipo X sean realizadas disposición que puede ser necesaria por haberse producido
por actores del tipo X. Por ejemplo, la institución de la ley casos de individuos que no respetaron el tabú. No es proba-
establece que las cabezas se corten de maneras específicas ble que esta sanción tenga que invocarse constantemente (a
en circunstancias específicas, y que las corten tipos especí- menos que la institución esbozada por el tabú del incesto
ficos de individuos (por ejemplo, verdugos, o miembros de esté a su vez en proceso de desintegración, un caso especial
una casta impura, o virgenes de una edad determinada, o que no necesitamos profundizar aquí). Por lo tanto, casi es
los que hayan sido designados por un oráculo). un absurdo decir que la sexualidad humana se controla so-
~ Asimismo, las instituciones implican historicidad y con- cialmente decapitando a ciertos individuos; más bien, la
trol. Las tipificaciones recíprocas de acciones se construyen sexualidad humana se controla socialmente por su institu-
en el curso de una historia compartida: no pueden crearse cionalización en el curso de la historia particular de que se
en un instante. Las instituciones siempre tienen una histo- trate. Puede agregarse, por supuesto, que el tabú del inces-
ria, de la cual son productos. Es imposible comprender ade- to en sí mismo no es más que el aspecto negativo de un con-
cuadamente qué es una institución, si no se comprende el junto de tipificaciones, que deslindan en primer lugar el
proceso histórico en que se produjo. Las instituciones, por comportamiento sexual incestuoso del que no lo es.
el hecho mismo de existir, también controlan el comporta- En la experiencia concreta las instituciones se manifies-
miento humano estableciendo pautas definidas de antema- tan generalmente en colectividades que abarcan grandes
no que lo canalizan en una dirección determinada, en opo- cantidades de gente. Empero, tiene importancia teórica
sición a las muchas otras que podrían darse teóricamente. acentuar que el proceso institucionalizador de tipificación
Importa destacar que este carácter controlador es inheren- recíproca se realizaría aun cuando dos individuos empeza-
te a la institucionalización en cuanto tal, previo o aislado de ran a interactuar de novo. La institucionalización es algo
cualquier mecanismo de sanción establecido específicamen- incipiente en toda situación social q.ue se continúe en el
te para sostén de una institución. Estos mecanismos (cuya tiempo. Supongamos que dos personasprovenientes de
suma constituye lo que en general se denomina sistema de mundos sociales completamente distintos empezaran a in-
control social) existen, por supuesto, en muchas institucio- teractuar. Al decir "personas" presuponemos que los dos in-
dividuos tienen ya formados sus yo, lo que solo podría ha-
2] Nos damos cuenta de que este concepto de institución es más am-
ber ocurrido, por supuesto, en un proceso social. De esta
plio que el que prevalece en la sociología contemporánea. Pensamos que
este concepto más amplio resulta útil para un análisis comprensivo de
manera estamos descartando por el momento el caso de
los procesos sociales básicos. Sobre control social, cf Friedrich Ten- Adán y Eva, o el de los dos niños en "estado salvaje" que se
bruck, "Soziale Kontrolle", en Staatskxikon der Goerree-Gesellsehaft encuentran en el claro de una selva primitiva. Pero supon-
(1962) y Heinrich Popitz, "Soaiale Norrnen", en European Journal o(So- gamos que los dos individuos llegan a su lugar de reunión
riology, desde mundos sociales que se han producido históricamen-

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te por segregación el uno del otro, y que por lo tanto la in- ser una institucionalización (puesto que al haber solo dos
teracción se produce en una situación que no ha sido defi- individuos no hay posibilidad de una tipología de los ac-
nida institucionalmente para ninguno de los participantes. tuantes), es evidente que la institucionalización ya está
Resulta posible imaginar que un Viernes* se une a nuestro presente in nucleo.
constructor de canoas en su isla desierta, y que el primero En este punto es posible preguntarse qué ventaja reporta
es un papúa y el segundo un norteamericano. Sin embargo, dicho proceso a los dos individuos. Lo más importante es
en ese caso es probable que el norteamericano haya leído o que cada uno estará en condiciones de prever las acciones
por lo menos oído hablar de la historia de Robinson Crusoe, del otro. De manera concomitante, la interacción de ambos
lo que en cierta medida significa pre-definir la situación, al llegará a ser previsible. La frase "Ya vuelve a empezar" se
menos para él. Llamemos pues a estas dos personas senci- convertirá en "Ya volvemos a empezar", lo que aliviará a los
llamente Ay B. dos individuos de gran parte de tensión; ahorrará tiempo y
Cuando A y B interactúen, como quiera que lo hagan, se esfuerzos, no solo en cualquiera de las tareas externas a
producirán tipificaciones con suma rapidez. A observará que podrían dedicarse juntos o separadamente, sino tam-
actuar a B. Atribuirá motivos a los actos de B y, viendo que bién en lo que respecta a sus respectivas economías psicoló-
se repiten, tipificará los motivos como recurrentes. Mien- gicas. La vida que llevan juntos se define ahora por una es-
tras B siga actuando, A pronto estará en condiciones de de- fera de rutinas "establecidas cada vez más amplia. Muchas
cirse: "Ajá, ya vuelve a empezar". Al mismo tiempo, A podrá acciones se hacen posibles a un nivel bajo de atención. Cada
suponer que B está haciendo lo mismo con respecto a él. acción que realiza uno de ellos ya no constituye una fuente
Desde un principio, tanto A como B supondrán esta recipro- de asombro y peligro en potencia para el otro. En cambio,
cidad en la tipificación. En el curso de su interacción, estas mucho de lo que ocurre asume el carácter trivial de lo que,
tipificaciones se expresarán en pautas específicas de com- para ambos, será la vida cotidiana. Esto significa que los
portamiento; o sea, que Ay B empezarán a desempeñar "ro- dos individuos están construyendo un trasfondo en el senti-
les" vis-a-vis uno del otro, lo que ocurrirá aun cuando cada do ya mencionado, que les servirá para estabilizar sus ac-
uno siga ejecutando actos diferentes de los del otro. La posi- ciones separadas y su interacción. La construcción de este
bilidad de asumir el "rol" del otro surgirá con respecto a las trasfondo de rutina posibilita a su vez la división del traba-
mismas acciones realizadas por ambos. Vale decir que A se jo entre ambos, abriendo una vía a las innovaciones, que
apropiará interiormente de los "roles" reiterados de B y los exigen un nivel de atención más elevado. La división del
tomará como modelo para el desempeño de los suyos pro- trabajo y las innovaciones llevarán a nuevas habituaciones,
pios. Por ejemplo, el "rol" de B en la actividad de preparar ampliando más el trasfondo común a ambos individuos. En
alimentos no solo está tipificado en cuanto tal por A, sino otras palabras, estará en vía de-construcción un mundo-so-
que también interviene como elemento constitutivo de su cial que contendrá en su interior las raíces de un orden ins-
propio "rol" en la misma actividad. De esa manera, surgirá titucional en expansión.
una colección de acciones tipificadas recíprocamente, que Generalmente todas las acciones que se repiten una o
cada uno habitualizará en papeles o "roles", algunos de los más veces tienden a habitualizarse en cierto grado, así ro-
cuales se desempeñarán separadamente y otros en co- mo todas las acciones observadas por otro entrañan necesa-
mún 22. Si bien esta tipificación reciproca todavía no llega a riamente cierta tipificación por parte de éste. Sin embargo,
para que se produzca la clase de tipificación recíproca que
* Alusión al servidor indígena de Robinson Crusoe en la famosa no- acabamos de describir, debe existir una situación social
vela de Defoe. (N. del T.)
continua en la que las acciones habitualizadas de dos o más
22 La frase "asumir el «rol. del otro" se ha tomado de Mead. Usamos
aquí el paradigma de socialización de Mead y lo aplicamos a los proble-
individuos se entrelacen. ¿Qué acciones tenderán a esta ti-
mas más vastos de la institucionalización. La argumentación combina pificación recíproca?
rasgos clave de los enfoques tanto de Mead como de Gehlen. En general, aquellas acciones que incumben tanto a A co-

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mo a B dentro de su situación común. Las zonas que de esta En tanto las instituciones nacientes se construyen y sub-
manera probablemente resulten relevantes variarán, por sisten solo en la interacción de A y B, su objetividad se
supuesto, en las diferentes situaciones. Algunas serán las mantiene tenue, fácilmente cambiable, casi caprichosa, aun
que A y B encaren en términos de sus biografías previas; cuando alcancen cierto grado de objetividad por el mero he-
otras tal vez sean resultado de las circunstancias natura- cho de su formación. Dicho de otra manera, el trasfondo de
les, pre-sociales, de la situación. En todos los casos tendrá rutina de la actividad de A y B sigue siendo más o menos
que habitualizarse el proceso de comunicación entre A y B. accesible a la intervención deliberada de los dos. Aunque
El trabajo, la sexualidad y la territorialidad son otros fo- las rutinas, una vez establecidas, comportan una tendencia
cos probables de tipificación y habituación. En estas diver- a persistir, siempre existe en la conciencia la posibilidad de
sas zonas, la situación de Ay B resulta un paradigma de la cambiarlas o abolirlas. Ay B son los únicos responsables de
institucionalización que se produce en las sociedades más haber construido este mundo; también ellos siguen siendo
grandes. capaces de cambiarlo o abolirlo. Más aún; puesto que ellos
Llevemos nuestro paradigma un paso más adelante e son quienes han plasmado ese mundo en el curso de una
imaginemos que Ay B tienen hijos. A esta altura la situa- biografía compartida que pueden recordar, el mundo así
ción cambia cualitativamente. La aparición de un tercero plasmado les resulta transparente; comprenden el mundo
cambia el carácter de la continua interacción social entro A que ellos mismos han construido. Pero todo esto se altera
y B, y cambiará aún más a medida que se agreguen más en el proceso de transmisión a la nueva generación. La ob-
individuos 23 . El mundo institucional, que existía in statu jetividad del mundo institucional "se espesa" y "se endure-
nascendi en la situación original de A y B, ahora se trans- ce", no solo para los hijos, sino (por efecto reflejo) también
mite a otros. En este proceso la institucionalización se per- para los padres. El "Ya volvemos a empezar" se transforma
fecciona. Las habituaciones y tipificaciones emprendidas en en "Así se hacen estas cosas". Un mundo visto de ese modo
la vida común deAy B, formaciones que hasta este momen- logra firmeza en la conciencia; se vuelve real de una mane-
to aún conservaban la cualidad de concepciones ad hoc de ra aun más masiva y ya no puede cambiarse tan fácilmen-
dos individuos, se convierten ahora en instituciones históri- te. Para los hijos, especialmente en la primera fase de su so-
cas. Al adquirir historicidad, estas formaciones adquieren cialización, se convierte en el mundo; para los padres, pierde
también otra cualidad crucial, o, más exactamente, perfec- su carácter caprichoso y se vuelve "serio". Para los hijos,
cionan una cualidad que existía en germen desde que Ay B el mundo que les han transmitido sus padres no r-esulta
iniciaron la tipificación recíproca de su comportamiento; la transparente del todo; puesto que no participaron en su for-
objetividad. Esto significa que las instituciones que ahora mación, se les aparece como una realidad dada que, al igual
han cristalizado (por ejemplo, la paternidad, tal como se que la naturaleza, es opaca al menos en algunas partes. '
presenta a los hijos) se experimentan como existentes por Una vez llegados a este punto ya es posible hablar, en
encima y más allá de los individuos a quienes "acaece" en- cierta manera, de un mundo social en el sentido de una rea-
carnarlas en ese momento. En otras palabras, las institu- lidad amplia y dada que enfrenta al individuo de modo aná-
ciones se experimentan ahora como si poseyeran una reali- logo a la realidad del mundo natural. Solamente así, como
dad propia, que se presenta al individuo como un hecho ex- mundo objetivo, pueden las formaciones sociales transmi-
terno y coercitlvo-". tirse a la nueva generación. En las primeras fases de socia-
lización el niño es totalmente incapaz de distinguir entre la
2;J El análisis de Sirnmel respecto de la expansión de la díada a la
tríada es importante con relación a este punto. La argumentación si- objetividad de los fenómenos naturales y la de las forma-
guiente combina las concepciones de Simmel y Durkheim sobre la obje-
tividad de la realidad social.
24En términos de Durkheim, esto significa que, con la expansión vuelven "hechos sociales~ genuinos, o sea que alcanzan choséité
de la díada en tríada y más allá, las formaciones originales se 'coaeidad).

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cíones socialesé''. Si consideramos el factor más importante Has. Por experiencia, grandes sectores del mundo social
de socialización, el lenguaje, vemos que para el niño apare- pueden resultarle incomprensibles, quizá oprimentes en su
ce como inherente a la naturaleza de las cosas y no puede opacidad, pero siempre reales. Dado que las instituciones
captar la noción de su convencionalismo. Una cosa es como existen como realidad externa, el individuo no puede com-
se la llama, y no podría llamársela de otra manera. Todas prenderlas por introspección: debe "salir" a conocerlas, así.
las instituciones aparecen en la misma forma, como dadas, como debe aprender a conocer la naturaleza. Esto sigue
inalterables y evidentes por sí mismas. Aun en nuestro siendo válido, aunque el rriundo social, como realidad de
ejemplo empíricamente improbable de l~s padres que hu- producción humana, sea potencialmente comprensible co-
biesen construido un mundo institucional de nouc, la objeti- mo no puede serlo el mundo natural-".
vidad de ese mundo aumentará para ellos por la socializa- Tiene importancia retener que la objetividad del mundo
ción de sus hijos, ya que la objetividad experimentada por institucional, por masiva que pueda parecerle al individuo,
los hijos volvería a reflejarse sobre su propia experiencia de es una objetividad de producción y construcción humanas.
este mundo. Empíricamente, por supuesto, el mundo insti- El proceso por el que los productos extemalizados de la ac-
tucional transmitido por la mayoría de los padres ya posee tividad humana alcanzan el carácter de objetividad se lla-
el carácter de realidad histórica y objetiva. El proceso de ma obietívacioné", El mundo institucional es actividad hu-
transmisión no hace más que fortalecer el sentido de la rea- mana objetivada, así como lo es cada institución de por sí.
lidad de los padres, aunque más no sea porque -c-expresado En otras palabras, a pesar de la objetividad que caracteriza
toscamente--- si digo: "Así se hacen estas cosas", muy a me- al mundo social en la experiencia humana, no por eso ad-
nudo yo mismo me convenzo de ell0 26. quiere un status ontológico separado de la actividad huma-
Un mundo institucional, pues, se experimenta como rea- na que la produjo. Más adelante nos ocuparemos de la pa-
lidad objetiva, tiene una historia que antecede al nacimien- radoja que consiste en que el hombre sea capaz de producir
to del individuo y no es accesible a su memoria biográfica. un mundo que luego ha de experimentaree como algo dis-
Ya existía antes de que él naciera, y existirá después de su tinto de un producto humano. Por el momento es importan-
muerte. Esta historia de por sí, como tradición de las ins- te destacar que la relación entre el hombre, productor, y el
tituciones existentes, tiene un carácter de objetividad. La mundo social, su producto, es y sigue siendo dialéctica. Vale
biografia del individuo se aprehende como un episodio ubi- decir, que el hombre (no aislado, por supuesto, sino en sus
cado dentro de la historia objetiva de la sociedad. Las insti- colectividades) y su mundo social interactúan. El producto
tuciones, en cuanto facticidades históricas y objetivas, se vuelve a actuar sobre el productor. La externalización y la
enfrentan al individuo como hechos innegables. Las institu- objetivación son momentos de un proceso dialéctico conti-
ciones están ahí, fuera de él, persistentes en su realidad, nuo. El tercer momento de este proceso, que es la internali-
quiéralo o no: no puede hacerlas desaparecer a voluntad. zación (por la que el mundo social objetivado vuelve a pro-
Resisten a todo intento de cambio o evasión; ejercen sobre yectarse en la conciencia durante la socialización) lo trata-
él un poder de coacción, tanto de por sí, por la fuerza pura remos en detalle más adelante. Con todo; ya es posible ad-
de su facticidad, como por medio de los mecanismos de con-
trol habitualmente anexos a las más importantes. La reali- 21 La descripción precedente sigue de cerca el análisis de la realidad
dad objetiva de las instituciones no disminuye si el indivi- social de Durkheim, pero no contradice la concepción de Weber sobre el
carácter significativo de la soc..i edad. Dado que la realidad social eiem-
duo no comprende el propósito o el modo de operar de aqué- pre se origina en acciones humanas significativas, sigue teniendo signi-
25 El concepto del "realismo" infantil de Jean Piaget puede servir de ficado aun cuando resulte opaca para el individuo en un momento dado.
comparación en este lugar. El original puede reconstruirse, justamente por medio de lo que Weber
26 Para un análisis de este proceso en la familia contemporánea, ef. llamó vernehen.
Peter L. Berger y Hansfried Kellner, "Marriage and the Construction of 2S El término "objetivación" se deriva del Versachliehur¡g hegeliano!
Reality", en Diágenee, 46 (1964), pp. 1 Ysigs. marxista.

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vertir la relación fundamental de estos tres momentos dia- Podría decirse que a todos los niños debe contárseles la mis-
lécticos de la realidad social. Cada uno de ellos corresponde ma historia. Se sigue que el orden institucional en expansión
a una caracterización esencial del mundo social. La socie- elabora una cubierta correlativa de legitimaciones, exten-
dad es un producto humano. La sociedad es una realidad diendo sobre ella una capa protectora de interpretación
objetiva. El hombre es un producto social. Tal vez ya sea tanto cognoscitiva como normativa. Estas legitimaciones
también evidente que un análisis del mundo social que son aprendidas por las nuevas generaciones durante el mis-
omita cualquiera de esos tres momentos resultará distor- mo proceso que las socializa, dentro del orden institucional.
eíonado-". Podría agregarse que solo con la transmisión del Más adelante volveremos sobre este punto con más detalle.
mundo social a una nueva generación (o sea, la internaliza- Con la historización y objetivación de las instituciones
ción según se efectúa en la socialización) aparece verdade- también surge la necesidad de desarrollar mecanismos
ramente la dialéctica social fundamental en su totalidad. específicos de controles sociales. Una vez que las institucio-
Repetimos, solo al aparecer una nueva generación puede nes han llegado a ser realidades divorciadas de su relevan-
hablarse con propiedad de un mundo social. cia originaria en los problemas sociales concretos de los
También al llegar a este punto el mundo institucional re- cuales surgieron, hay probabilidades de que se desvíen de
quiere legitimación, o sea, modos con que poder "explicar- los cursos de acción "programados" institucionalmente. Di-
se" y justificarse. Esto no es porque parezca menos real. Co- cho en forma rriás sencilla, es más probable que uno se des-
mo ya hemos visto, la realidad del mundo social adquiere víe de programas fijados por otros, que de los que uno mis-
mayor masividad en el curso de su transmisión. Esta reali- mo ha contribuido a establecer. La nueva generación plan-
dad, empero, es histórica y la nueva generación la recibe co- tea un problema de acatamiento y su socialización, dentro
mo tradición más que como recuerdo biográfico. En nuestro del orden institucional, requiere que se establezcan sancio-
ejemplo paradigmático, A y B, creadores originales del nes.' Las instituciones invocan y deben invocar autoridad
mundo social, pueden siempre reconstruir las circunstan- sobre el individuo, con independencia de los significados
cias en las que se estableció su mundo y cualquiera de las subjetivos que aquél pueda atribuir a cualquier situación
partes de éste. Vale decir, que pueden alcanzar el significa- particular. Debe mantenerse constantemente la prioridad
do de una institución ejerciendo su capacidad de rememo- de las definiciones institucionales de situaciones, por sobre
ración. Los hijos de A y B se hallan en una situación com- los intentos individuales de nuevas definiciones. Hay que
pletamente distinta. El conocimiento que tienen de la his- ensenar a los niños a "comportarse" y, después, obligarlos' a
toria institucional es "de oídas"; el significado original de la "andar derecho". Y, por supuesto, lo mismo hay que hacer
institución les resulta inaccesible por la memoria. Por lo con los adultos. Cuanto más se institucionaliza el compor-
tanto, se vuelve necesario explicarles dicho significado me- tamiento, más previsible y, por ende, más controlado se
diante diversas fórmulas de legitimación, que deberán ser vuelve. Si la socialización dentro de las instituciones se lo-
coherentes y amplias en términos del orden institucional, si gra eficazmente, pueden aplicarse medidas coercitivas con
pretenden llevar la convicción a las nuevas generaciones. parquedad y selectivamente. Las más de las veces el com-
portamiento se encauzará "espontáneamente" a través de
29 La sociología norteamericana contemporánea tiende hacia la omi- los canales fijados por las instituciones. Cuanto más se dé
sión del primer momento. Su perspectiva de la sociedad tiende, pues, a
por establecido el comportamiento en el plano del significa-
ser lo que Marx llamó reificación fVerdinglichung), es decir, una distor-
sión no dialéctica de la rea1fdad social que obscurece el carácter de esta do, tanto más se reducirán las alternativas posibles a los
última como producción humana continua, considerándola, en cambio, "programas" institucionales, y tanto más previsible y con-
en categorías cosificadas, apropiadas sólo para el mundo de la naturale, trolado será el comportamiento.
za. El hecho de que la deshumanización implícita en esto sea mitigada En principio, la institucionalización puede producirse en
por valores que derivan de la tradición global de la sociedad, constituye, cualquier zona de comportamiento de relevancia colectiva.
es de presumir, una suerte moralmente, pero no tiene atingencia teórica. De hecho los conjuntos de procesos de institucionalización

82 83
se producen concurrentemente. No existe razón a priori DlO las que engendra la división del trabajo. Por ejemplo,
para suponer que estos procesos tiendan a una necesaria los ritos de fertilidad pueden incumbir solo a las mujeres, y
"cohesión" funcional, y mucho menos a una sistemática solamente los cazadores pueden dedicarse a pintar en las
coherencia lógica. Volviendo una vez más a nuestro ejemplo cavernas, o solo los ancianos pueden practicar el rito para
paradigmático y alterando levemente la situación ficticia, impetrar lluvias y solo los fabricantes de armas pueden
supongamos esta vez, no una familia en formación de pa- dormir con sus primas por parte de madre. En términos de
dres e hijos, sino un inquietante triángulo formado por un su funcionalidad externa, estas diversas áreas de compor-
hombre A, una mujer bisexual B y una lesbiana C. No es tamiento no tienen por qué integrarse en un solo sistema
necesario insistir en que las relevancias sexuales de esos coherente; pueden seguir coexistiendo sobre la base de rea-
tres individuos no coincidirán. La relevancia mutua A-B no lizaciones separadas. Pero, si bien las realizaciones pueden
será compartida por C. Las habituaciones engendradas separarse, los significados tienden por lo menos a un míni-
como resultado de la relevancia A-B no tienen por qué rela- mo de cohesión. Cuando el individuo reflexiona sobre los
cionarse con las engendradas por las relevancias mutuas B- momentos sucesivos de su experiencia, tiende a encajar sus
C y C-A. Después de todo, no hay razón para que dos proce- significados dentro de una estructura biográfica coherente.
sos de habituación erótica, uno heterosexual y el otro les- Esta tendencia va en aumento a medida que el individuo
biana, no puedan producirse paralelamente sin integración comparte sus significados y su integración biográfica con
funcional entre sí, o en una tercera habituación basada en otros. Es posible que esta tendencia a integrar significados
un interés compartido; por ejemplo, el cultivo de flores (o responda a una necesidad psicológica (o sea, que tal vez en
cualquier otra iniciativa que pudiera atañer conjuntamente la constitución psicofisiológica del hombre exista una "nece-
a un varón heterosexual y una lesbiana, activos). En otras sidad" implícita de cohesión). Como quiera que sea, nuestra
palabras, pueden producirse tres procesos de habituación o argumentación no descansa en esas suposiciones antropoló-
institucionalización incipiente, sin que se integren funcio- gicas, sino más bien en el análisis de la reciprocidad signifi-
nal o lógicamente como fenómenos sociales. Igual razona- cativa en procesos de institucionalización.
miento cabe en el caso de que A, B y C se planteen como co- Se sigue que es preciso tener gran cuidado al formular
lectividades más que como individuos, sin tener en cuenta cualquier afirmación sobre la "lógica" de las instituciones.
el contenido que podrían tener sus relevancias mutuas. Asi- La lógica no reside en las instituciones y sus funcionalida-
mismo la integración funcional o lógica no puede suponerse des externas, sino en la manera como éstas son tratadas
a priori cuando los procesos de habituación o de institucio- cuando se reflexiona sobre ellas. Dicho de otro modo, la 'con-
nalización se limitan a los mismos individuos o colectivida- ciencia reflexiva superpone la lógica al orden ínetitucio-
des, más que a los casos aislados de nuestro ejemplo. oa[30.
Sin embargo, queda en pie el hecho empírico de que las El lenguaje proporciona la superposición fundamental de
instituciones tienden verdaderamente a la "cohesión". Si la lógica al mundo social objetivado. Sobre el lenguaje se
este fenómeno no ha de tomarse por establecido, es preciso construye el edificio de la legitimación, utilizándolo como
explicarlo. ¿Cómo hacer? En primer lugar, podemos argu- instrumento principal. La "lógica" que así se atribuye al or-
mentar que algunas relevancias serán comunes a todos los den institucional es parte del acopio de conocimiento social-
integrantes de una colectividad. Por otra parte, muchas mente disponible y que, como tal, se da por establecido. Da-
áreas de comportamiento serán relevantes solo para ciertos do que el individuo bien socializado "sabe" que su mundo
tipos. Esto entraña una diferenciación incipiente, al menos
para la manera en que a estos tipos se les asigna cierto sig- 311 Aquí es atingente el análisis de la "lógica" de las instituciones he-
nificado relativamente estable, hecho que puede basarse en cho por Paretc. Friedrich 'Ienbruck, op. ca., anota una observación si-
diferencias pre-socíales, como el sexo, por ejemplo, o en di- milar a la nuestra. Él también insiste en que la "tendencia hacia la con-
ferencias producidas en el curso de la interacción social, co- sistencia" radica en el carácter significativo de la acción humana.

84 85
social es un conjunto coherente, se verá obligado a explicar ca exige de por sí una gran fortaleza intelectual, como lo
su buen o su mal funcionamiento en términos de dicho "co- atestigua la extensa nómina de heroicos integradores desde
nocimiento". En consecuencia, le resulta muy fácil al obser- Homero hasta los más recientes constructores de sistemas
vador de toda sociedad presumir que sus instituciones fun- sociológicos. A nivel pro-teórico, sin embargo, toda institu-
cionan y se integran verdaderamente según "se supone'f'". ción posee un cuerpo de conocimiento de receta transmiti-
.- Las instituciones, pues, se integran de {acto. Pero su inte- do, o sea, un conocimiento que provee (as reglas de compor-
gración no es un imperativo funcional para los procesos so- tamiento institucionalmente apropiadas'té. .
ciales que las producen, sino que más bien se efectúa por Esta clase de conocimiento constituye la dinámica moti-
derivación. Los individuos realizan acciones institucionali- vadora del comportamiento institucionalizado, define la~
zadas aisladas dentro del contexto de su biografía. Esta bio- áreas institucionalizadas del comportamiento y designa to-
grafía es un todo meditado en el que las acciones disconti- das las situaciones que en ellas caben. Define y construye
nuas se piensan, no como hechos aislados sino como partes los "roles" que han de desempeñarse en el contexto de las
conexas de un universo subjetivamente significativo cuyos instituciones mencionadas e, ipso {acto, controla y prevé
significados no son específicos para el individuo, sino que todos esos comportamientos. Dado que dicho conocimiento
están articulados y se comparten socialmente.Bolo por la se objetiva socialmente como tal, ti sea, como un cuerpo de
vía de este rodeo de los universos de significado socialmen- verdades válidas en general acerca de la realidad, cual-
te compartidos llegamos a la necesidad de una integración quier desviación radical que se aparte del orden institucio-
institucional. nal aparece como una desviación de la realidad, y puede lla-
Lo que antecede tiene inferencias de gran alcance para mársela depravación moral, enfermedad mental, o ignoran-
cualquier análisis de los fenómenos sociales. Si la integra- cia a secas, Si bien estas distinciones sutiles gravitarán, co-
ción de un orden institucional puede entenderse solo en tér- mo es obvio, en el tratamiento del desviado, comparten tu-
minos del "conocimiento" que sus miembros tienen de él, das un status cognoscitivo inferior dentro del mundo social
síguese de ello que el análisis de dicho "conocimiento" será particular, que de esta manera se convierte en el mundo
esencial para el análisis del orden institucional en cuestión. tout court. Lo que en la sociedad se da por establecido como
Importa destacar que esto no entraña una preocupación ex- conocimiento, llega a ser simultáneo con lo cognoscible, o en
clusiva (y tampoco principal) acerca de complejos sistemas todo caso proporciona la armazón dentro de la cual todo lo
teóricos que sirvan para legitimar el orden institucional. que aún no se conoce llegará a conocerse en el futuro. ;Éste
Las teorías también deben tenerse en cuenta, por supuesto; es el conocimiento que se aprende en el curso de la sociali-
pero el conocimiento teórico es solo una parte pequeña, y en zación y que mediatiza la intemalízacíén dentro de la con-
modo alguno la más importante, de lo que una sociedad tu- ciencia individual de las estructuras objetivadas del murido
ma por conocimiento. En determinados momentos de una social. En este sentido, el conocimiento se halla en el cora-
historia institucional surgen legitimaciones teóricamente zón de la dialéctica fundamental de la sociedad: "programa"
artificiosas. El conocimiento primario con respecto al orden los canales en los que la extemalización produce un mundo
institucional se sitúa en el plano pre-teoríco: es la suma tu- objetivo; objetiviza este mundo a través del lenguaje y del
tal de lo que "todos saben" sobre un mundo social, un con- aparato cognoscitivo basado en el lenguaje, vale decir, lo
junto de máximas, moralejas, granitos de sabiduría prover- ordena en objetos que han de aprehenderse como reali-
bial, valores y creencias, mitos, etc., cuya integración teori- dad 33. Se intemaliza de nuevo como verdad objetivamente
válida en el curso de la socialización. El conocimiento rela-
31 Aquí, por supuesto, radica la falla fundamentaí de toda sociología
orientada hacia el funcionalismo. Para una excelente crítica de este 3~ La expresión "conocimiento de receta" se ha tomado de Schutz.
punto, cf el debate de la sociedad Bororo en Claude Lévi-Strauss, 'Iris- 3.1 El término "obíerívízacíon" deriva del VergegensUindlichung hege-
tes tropiques (Nueva York, Atheneum, 1964), pp- 183 Ysígs. liano.

86 87
tivo a la sociedad es pues una realización en el doble senti- mismo es aplicable a cualquier área de comportamiento
do de la palabra: como aprehensión de la realidad social ob- institucionalizado.
jetiva y como producción continua de esta realidad.
Por ejemplo, en el curso de la división del trabajo se foro
ma un cuerpo de conocimiento referido a la actividad par- el Sedimentación y tradición.
ticular de que se trata. En su base lingüística, este conocí-
miento ya es indispensable para la "programación" institu- La,conciencia retien~ sol,amente una pequeña parte de la
cional de esas actividades económicas. Existirá, por ejem- totah?ad de las ,expenenc.'las humanas, parte que una vez
plo, un vocabulario para designar las diversas maneras de retenida se sed~menta, vale decir, que esas experiencias
cazar, las armas que se emplean, los animales que se pue- quedan estereotipadas en el recuerdo como entidades reco-
den cazar, y demás. Habrá también una serie de recetas nocibles y memorablesé-. Si esa sedimentación no se produ-
que aprender si se quiere cazar correctamente. Este conoci- j:se.. c.l,individuo no podría hallar sentido a su biografía.
miento sirve como fuerza canalizadora y controladora de 1 amblen se produce una scdimentación intersubjetiva
por sí, ingrediente indispensable de la inetitucionalización cuando vanos individuos comparten una biografía común
de esta área de conducta. Como la institución de la caza se cuyas experiencias se incorporan a un depósito común de
cris~al.iza y Jl.Crsiste en el tiempo, ese mismo cuerpo de co- conocimiento. La sedimentación intersubjetiva puede lla-
nocmuento Sirve como descripción objetiva (y dicho sea de marse verdaderamente social solo cuando se ha objetivado
paso, verificable empíricamente) do aquélla. Mediante este en cualquier sistema de signos, o sea, cuando surge la posi-
conocimiento se objetiva todo un sector del mundo social. bilidad de objetivizaciones reiteradas de las experiencias
Habrá una "ciencia" objetiva de la caza que corresponde a compartidas. Solo ent0.nces hay probabilidad de que esas
la realidad objetiva de la economía cinegética. No necesita- expencnCl:a~ se transmitan de una generación a otra, y de
mos detallar que "verificación empírica" y "ciencia" no se una colectividad a otra. En teoría, la actividad común sin
entienden aquí en el sentido de cánones científicos moder- un sistema de signos, podría servir como base para la
nos, sin~ m~s bien en el de conocimientos confirmados por transmisión; empíricamente, esto es improbable. Un sístc-
la experiencia y que en lo sucesivo pueden organizarse sis- ma de signos objetivamente accesible otorga un status de
temáticamente como euerpo de conocimiento. anonimato incipiente a las experiencias sedimentadas al
A su vez este mismo cuerpo de conocimiento se transmite separarlas de su contexto originario de biografías indivi-
a la generación inmediata, se aprende como verdad objetiva duales concretas y volverlas accesibles en general a todos
en el curso .de la socialización y de ese modo se intemaliza los que comparten, o pueden compartir en lo futuro, el sis-
como re.aJi~a.d subjetiva. ~ su vez esta realidad puede for- t?ma de signos en cuestión. De esta manera las experíen-
mar al individuo. Producirá un tipo específico de persona, CIaS se vuelven transmisibles con facilidad.
llamado el cazador, cuya identidad y biografía como tal En principio, cualquier sistema de signos podría servir,
tienen significado solamente en un universo constituido por pe~o .normalmente el decisivo es ellírrgüístíco. El lenguaje
el ya mencionado cuerpo de conocimiento como un todo (di- objetiva las experiencias compartidas y las hace accesibles.
gamos, en una sociedad de cazadores), o parcialmente (dí- a todos los que pertenecen a la misma comunidad lingüísti-
gamos, en nuestra propia sociedad, en la que los cazadores ca, CO~ lo que se convierte en base e instrumento del acopio
se reúne~ e~ u~ subuniverso propio). En otras palabras, no colectivo de conocimiento. Además, el lenguaje aporta los
puede exrstír ninguna parte de la institucionalización de la me.dios de objetivizar nuevas experiencias, permitiendo que
ca:a ~in el conocimiento particular producido socialmente y se m.corporen al acopio de conocimiento ya existente, y es el
obJe~lva~o con.re.ferencia a esta actividad. Cazar y ser caza- rnedío más importante para transmitir las sedimentaciones
dor implica existir- en un mundo social definido y controlado ,11 El término "sedimentación" deriva de Edmund Husserl. Scbutz fue
por dicho cuerpo de conocimiento. Mutatis mutandis, lo el primero que lo usó en un conteJtto sociológico.

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objetivadas y objctivizadas en la tradición de la colectividad El lenguaje se convierte en depositario de una gran suma
de que se trate. de sedimentaciones colectivas, que puede adquirirse mono-
Por ejemplo, solo unos pocos, entre los integrantes de una téticamente, o sea, como conjuntos cohesivos y sin recons-
sociedad de cazadores, han pasado por la experiencia de truir su proceso original de formaciónw. Dado que el origen
perder sus armas y tener que luchar con un animal salvaje real de las sedimentaciones ha perdido importancia, la tra-
a mano limpia. Esta experiencia terrible, con todo lo que dición podna inventar un origen muy diferente sin que ello
tiene de aleccionadora en cuanto a valentía, astucia y habi- significase una amenaza para lo ya objetivado. En otras pa-
lidad, ha quedado firmemente sedimentada en la concien- labras, las legitimaciones pueden sucederse unas a otras,
cia de los individuos que la vivieron. Si la experiencia es otorgando de tanto en tanto nuevos significados a las expe-
compartida por varios individuos, quedará sedimentada in- riencias sedimentadas de esa colectividad. La historia pa-
tersubjetivamente y tal vez establezca un firme lazo de sada de la sociedad puede volver a interpretarse sin que eso
unión entre ellos. Como quiera que sea, esta experiencia se implique como consecuencia necesaria suhvertir el orden
designa y transmite lingüísticamente, por lo que se vuelve institucional. Por ejemplo, en el caso antes citado, la "gran
accesible y quizás de gran relevancia para individuos que matanza" puede llegar a legitimarse como hazaña de perso-
jamás la vivieron. La designación lingüística (que en una najes divinos y toda repetición humana de ella como imita-
sociedad de cazadores podemos imaginar muy precisa y ela- ción del prototipo mitológico.
borada, ciertamente, como por ejemplo, "gran matanza de Este proceso subyace ante todas las sedimentaciones ob-
un rinoceronte macho, por un solo cazador, con una mano", jetivadas, no solo las acciones institucionalizadas. Puede
"gran matanza de un rinoceronte hembra, por un solo ca- referirse, por ejemplo, a la transmisión de tipificaciones de
zador, con ambas manos", etc.) abstrae la experiencia de otros individuos, que no atañen directamente a las institu-
sus incidentes biográficos individuales, para convertirla en ciones específicas. Por ejemplo, otros son tipificados como
una posibilidad objetiva al alcance de todos, o por lo menos "altos" o "bajos", "gordos" o "flacos", "vivaces" o "aburridos",
de todos los comprendidos dentro de un cierto tipo (diga- sin que estas tipificaciones lleven apareada ninguna impli-
mos, cazadores veteranos); vale decir que tal experiencia se cación institucional en particular. E~ proceso se aplica tam-
vuelve anónima en principio, aun cuando siga asociada a bién, por supuesto, a la transmisión de significados sedi-
las hazañas de individuos específicos. Hasta puede resultar mentados que respondan a las especificaciones dadas ante-
relevante de manera derivada, aun para aquellos que no riormente para las instituciones. La transmisión del signi-
prevén esa experiencia en su propia biografia futura (por ficado de una institución se basa en el reconocimiento social
ejemplo, las mujeres, a quienes se les prohíbe la caza, pero de aquélla como solución "permanente" a un problema "per-
a las que les atañe por derivación al estar referida a las manente" de una colectividad dada. Por lo tanto, los actores
condiciones deseables en un futuro marido). De cualquier potenciales de acciones institucionalizadas deben enterarse
modo, forma parte del acopio común de conocimiento. La sietematicamente de estos significados, 10_ cual requiere una
objetivización de la experiencia en el-lenguaje (esto es, su cierta forma de proceso "educativo". Los significados insti-
transformación en un objeto de conocimiento accesible en tucíonales deben grabarse poderosa e indeleblemente en la
general) permite entonces su incorporación a un cuerpo más conciencia del individuo. Puesto que los seres humanos
vasto de tradición por vía de la instrucción moral, la poesía suelen ser indolentes y olvidadizos, deben existir también
inspiradora, la alegoría religiosa, y otras cosas. Tanto la ex- procedimientos para que dichos significados se machaquen
periencia en el sentido más estricto como su apéndice de y se recuerden reiteradamente, si fuese necesario, por me-
significaciones más amplias pueden entonces enseñarse a dios coercitivos y por lo general desagradables. Además, da-
cada nueva generación, o aun difundirse dentro de una co-
lectividad totalmente distinta (digamos, una sociedad agrí- 35 Esto es lo que indica la expresión "adquisición monotét.ica", de
cola, que tal vez le atribuya significados muy diferentes). Husser-l. También Schutz la usó ampliamente.

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do que los seres humanos suelen ser torpes, los significa- que reafirmarse por medio de objetos simbólicos (tales co-
dos institucionales tienden a simplificarse en el proceso de mo fetiches y emblemas guerreros) y/o acciones simbólicas
transmisión, de manera que la serie dada de "fórmulas" (como el ritual religioso o militar). En otras palabras, se
institucionales puede ser aprendida y memorizada pronta- puede recurrir a objetos y acciones físicas a modo de ayudas
mente por las generaciones sucesivas. El carácter de "fór- mnemotécnicas. Toda transmisión de significados institu-
mula" que tengan los significados institucionales asegurará cionales entraña, evidentemente, procedimientos de control
su memorización. Vemos aquí, al nivel de los significados y legitimación, anexos a las instituciones mismas y adminis-
sedimentarios, los mismos procesos de rutinización y trivia- trarlos por el personal transmisor. Debemos nuevamente
lización que ya observamos al estudiar la institucionaliza- destacar aquí que no se puede suponer que exista ninguna
ción. Asimismo la forma estilizada en que los hechos heroi- coherencia a priori, y mucho menos ninguna funcionalidad
cos entran en una tradición constituye un ejemplo prove- entre instituciones diferentes y las formas de transmitir el
choso. conocimiento que les son propias. El problema de la cohe-
Los significados objetivados de la actividad institucional rencia lógica surge primero en el plano de la legitimación
se conciben corno un "conocimiento" y se transmiten como (donde puede haber conflicto o competencia entre legitima-
tales; una parte de este "conocimiento" se considera rele- ciones diferentes y su personal administrativo), y después
vante a todos, y otra, solo a ciertos tipos. Toda transmisión en el plano de la socialización (donde puede haber dificulta-
requiere cierta clase de aparato social, vale decir que algu- des prácticas en la internalización de significados institu-
nos tipos se sindican corno transmisores y otros corno recep- cionales sucesivos o en competencia). Volviendo al ejemplo
tores del "conocimiento" tradicional, cuyo carácter específi- anterior, no hay razón a priori para que los significados ins-
co variará, por supuesto, de una sociedad a otra. También titucionales que se originaron en una sociedad de cazadores
no se difundan en una sociedad de agricultores. Más aún, al
existirán procedimientos tipificados para que la tradición
que observa desde afuera puede parecerle que dichos signi-
pase de los que saben a los que no saben. Por ejemplo, los
ficados tienen una "funcionalidad" dudosa en la primera so-
tíos por línea materna pueden transmitir a sus sobrinos de
ciedad, en el momento de su difusión, y que no tienen abso-
cierta edad los conocimientos técnicos, mágicos y morales lutamente ninguna "funcionalidad" en la segunda. Las difi-
de la caza mediante procedimientos especiales de inicia- cultades que puedan surgir aquí se relacionan con las ac-
ción. La tipología de los que saben y de los que no saben, así tividades teóricas de los legitimadores, y las actividades
como el "conocimiento" que se supone ha de pasar de unos a prácticas de los "educadores" en la nueva sociedad. Los teo-
otros, es cuestión de definición social; tanto el "saber" como rizadores tienen que convencerse de que una deidad caza-
el "no saber" se refieren a lo que es definido socialmente co- dora es una habitante recomendable. en un panteón agríco-
mo realidad, y no a ciertos criterios extrasocíales de validez la, y los pedagogos enfrentan el problema de explicar las ac-
cognoscitiva. Dicho más rudimentariamente, los tíos por tividades mitológicas de aquélla a niDOS que jamás han vis-
línea materna no transmiten este cúmulo particular de co- to una cacería. Los teorizadores de la legitimidad tienden a
nocímíento porque lo sepan, sino que lo saben (o sea, se de- sustentar aspiraciones lógicas y los niños; a mostrarse re-
finen como conocedores) por el hecho de ser tíos por línea calcitrantes. Sin embargo, esto no es un problema de lógica
materna. Si un tío así designado institucionalmente, por abstracta o de funcionalidad técnica, sino más bien de ínge-
razones particulares resulta incapaz de transmitir el cono- 010 por una parle, y de credulidad por la otra, lo que consti-
cimiento en cuestión, ya no es tío por línea materna en todo tuye un planteo bastante diferente.
el sentido de la palabra y en realidad puede retirársele el
reconocimiento institucional de su status. d) "Roles".
Según el alcance social que tenga la relevancia de cierto
tipo de "conocimiento" y su complejidad e importancia en Como ya hemos visto, los orígenes de cualquier orden ins-
una colectividad particular, el "conocimiento" tal vez tendrá titucional se encuentran en las tipificaciones de los queha-

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ceres propios y de los otros, lo que implica que los objeti- duce otra consecuencia importante cuando el actor reflexio-
vos específicos y las fases entremezcladas de realización se na sobre su acción. Ahora una parte del yo se objetivizaco-
comparten con otros, y, además, que no solo las acciones es- mo ejecutante de esta acción, mientras todo el yo se desi-
pecíficas, sino también las formas de acción se tipifican. Es- dentifica relativamente de la acción realizada, o sea, se ha-
to significa que habrá que reconocer no solo al actor en par- ce posible concebir al yo como si solo hubiese estado parcial-
ticular que realiza una acción del tipo X, sino también a di- mente comprometido en la acción (después de todo, el hom-
cha acción como ejecutable por cualquiera al que pueda im- bre de nuestro ejemplo hace otras cosas además de zurrar a
putársele admisiblemente la estructura de relevancias en su sobrino). No resulta difícil advertir que, a medida que
cuestión. Por ejemplo, puedo reconocer a mi cuñado ocupa- estas objetivizaciones se acumulan ("zurrador de sobrinos",
do en zurrar a mi vástago insolente y comprender que esta "sostén de sus hermanas", "guerrero iniciador", "perito en
acción particular es solo un ejemplo de una forma de acción danzas para impetrar lluvia" y demás), todo un sector de la
apropiada para otros tíos y sobrinos, que en realidad es una auto-conciencia se va estructurando según estas objetiviaa-
pauta generalmente presente dentro de una sociedad ma- ciones. En otras palabras, un segmento del yo se objetiviza
trilocal. Solo si prevalece esta última tipificación el episodio según las tipificaciones socialmente disponibles. Dicho seg-
seguirá un curso socialmente aceptado y el padre se alejará mento es el verdadero "yo social", que se experimenta sub-
de la escena con toda discreción para no interferir en el jetivamente corno distinto de la totalidad del yo y aun en-
ejercicio legítimo de la autoridad del tío. frentándose a ella36. Tan importante fenómeno, que permi-
La tipificación de las formas de acción requiere que éstas te un "diálogo" interior entre los diferentes segmentos del
posean un sentido objetivo, lo que, a su vez, requiere una yo, se analizará más adelante cuando consideremos el pro-
objetivización lingüística. Vale decir, que habrá un vocabu- ceso por el cual el mundo construido socialmente se inter-
lario referente a esas formas de acción (tal como "zurrar so- naliza en la conciencia individual. Por el momento, lo que
brinos", que corresponderá a una estructura lingüística importa es la relación del fenómeno con las tipificaciones de
mucho más vasta relativa al parentesco y sus diversos de- comportamiento objetivamente accesibles.
rechos y obligaciones). En principio, pues, una acción y su En resumen, el actor se identifica con las tipificaciones de
sentido pueden aprehenderse aparte de su realización indi- comportamiento objetivadas socialmente in actu, pero
vidual y de los procesos subjetivos variables asociados a vuelve a ponerse a distancia de ellas cuando reflexiona pos-
ellos. Tanto el yo como el otro pueden aprehenderse como teriormente sobro su comportamiento. Esta distancia entre
realizadores de acciones objetivas y conocidas en general, el actor y su acción puede retenerse en la conciencia y pro-
las cuales son recurrentes y repetibles por cualquier actor yectarse a repeticiones futuras de las acciones. De esta ma-
del tipo apropiado. nera, tanto el yo actuante, como los otros actuantes se apre-
Esto tiene repercusiones muy importantes para la auto- henden, no como individuos únicos, sino como tipos. Por de-
experiencia. En el curso de la acción se produce una identi- finición, estos tipos son intercambiables, .
ficación del yo con el sentido objetivo de aquélla; la acción Podemos comenzar con propiedad a hablar de "roles",
que se desarrolla determina, para ese momento, la auto- cuando esta clase de tipificación aparece en el contexto de
aprehensión del actor, en el sentido objetivo que se atribuye un cúmulo de conocimiento objetivizado, común a una co-
socialmente a la acción. Aunque se sigue teniendo concien- lectividad de actores. Los "roles" son tipos deactores en di-
cia marginal del cuerpo y otros aspectos del yo que no inter- cho contextoé". Se advierte con facilidad que la construc-
vienen directamente en la acción, el actor, por ese momen-
to, se aprehende a sí mismo esencialmente, identificado con 36Sobre el "yo social" que enfrenta a la totalidad del yo, cf el concepto
la acción socialmente objetivada ("Ahora estoy zurrando a de Mead sobre el Ümi", con el concepto del honw duplex de Durkheim.
mi sobrino", episodio que se da por establecido en la rutina 37Aunque en nuestra argumentación usamos términos ajenos a
de la vida cotidiana). Después de ocurrida la acción, se pro- Mead, nuestra concepción del "rol" se aproxima mucho a la suya y se

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ción de tipologías de "roles" es un correlato necesario de la puesto, la severidad de las sanciones pueda variar de un ca-
institucionalización del comportamiento. Las instituciones so a otro.
se encarnan en la experiencia individual por medio de los Los "roles" representan el orden infltituciona138. Esta re-
"roles", los que, objetivizados lingüísticamente, constituyen presentación se efectúa en dos niveles. En primer lugar, el
un ingrediente esencial del mundo objetivamente accesible desempeño del "rol" representa el "rol" mismo. Por ejemplo,
para cualquier sociedad. Al desempeñar "roles" los indiví- dedicarse a juzgar es representar el "rol" de juez; el indivi-
duos participan en un mundo social; al internalizar dichos duo que juzga no está actuando ''por sí solo", sino qua juez.
"roles", ese mismo mundo cobra realidad para ellos subjeti- En segundo lugar, el "rol" representa todo un nexo institu-
vamente. cional de comportamiento; el "rol" de juez tiene relación con
En el cúmulo común de conocimiento existen normas pa- otros "roles", cuya totalidad abarca la institución de la ley;
ra el desempeño de "roles", normas que son accesibles a tQ.. el juez actúa como su representante. La institución puede
dos los miembros de una sociedad, o por lo menos a aque- manifestarse, en la experiencia real, únicamente a través
llos que potencialmente desempeñan los "roles" en cuestión. de dicha representación en "roles" desempeñados. La insti-
Esta accesibilidad general forma parte del mismo acopio de tución, con su conjunto de acciones "programadas", se ase-
conocimiento; no solo se conocen en general las normas del meja al libreto no escrito de una obra teatral. La realiza-
"rol" X, sino que se sabe que esas normas se conocen. Con- ción de la obra depende de que actores de carne y hueso de-
secuentemente, todo actor supuesto del "rol" X puede con sí- sempeñen reiteradamente los "roles" prescritos. Los acto-
derarse responsable de mantener dichas normas, que pue- res encarnan los "roles" y actualizan la obra representándo-
den enseñarse como parte de la tradición institucional y la en un escenario determinado. Ni la obra, ni la institución
usarse para verificar las credenciales de todo aquel que las existen empíricamente fuera de esta realización recurren-
cumpla y, por la misma razón, servir de controles. te. Decir, pues, que los "roles" representan instituciones es
El origen de los "roles" reside en el mismo proceso funda- decir que posibilitan que ellas existan, una y otra vez, como
mental de habituación y objetivación que el origen de las presencia real en la experiencia de individuos concretos.
instituciones. Los "roles" aparecen tan pronto como se ini- Las instituciones también se representan de otras mane-
cia el proceso de formación de un acopio común de conoci- ras. Sus objetivizacionos lingüísticas, desde sus simples de-
miento que contenga tipificaciones recíprocas de comporta- signaciones verbales hasta su incorporación a simbolizacio-
miento, proceso que, como ya hemos visto, es endémico a la nes sumamente complejas de la realidad, también las re-
interacción social y previo a la institucionalización propia- presentan (o sea, las hacen presentes) en la experiencia; y
mente dicha. Preguntar qué "roles" llegan a institucionali- pueden estar representadas simbólicamente por objetos fí-
zarse equivale a preguntar qué áreas del comportamiento sicos, sean naturales o artificiales. Todas estas representa-
resultan afectadas por la institucionalización, y la contesta- ciones, sin embargo, resultan "muertas" (vale decir, caren-
ción puede ser la misma. Todo comportamiento institucio- tes de realidad subjetiva) a no ser que.''vuelvan a la vida"
nalizado involucra "roles", y éstos comparten así el carácter continuamente en el comportamiento humano real. La re-
controlador de la institucionalización. Tan pronto como los presentación de una institución en "roles" y por medio de
actores se tipifican como desempeñando "roles", su compor- ellos es, pues, la representación por excelencia, de la que
tamiento se vuelve ipso {acto susceptible de coacción. En el dependen todas las otras. Por ejemplo, la institución del de-
caso de normas para "roles" socialmente definidos, el aca- recho está representada, naturalmente, por el vocabulario
tarlas y el no acatarlas deja de ser optativo aunque, por su- legal, los códigos de leyes, las teorías de jurisprudencia y,
en último término, por las legitimaciones definitivas de la
propone ser una ampliación de la teoría de los "roles" de Mead dentro
de un marro de referencia más vasto, que incluya una teoría de las ins- :J8 El término "representación" está aquí íntimamente relacionado con
tituciones. el uso que le da Durkheim, pero tiene alcance más completo.

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institución y sus normas en sistemas de pensamiento éti- cia, representar la integración total de la sociedad en esta
cos, religiosos o mitológicos. Los fenómenos de factura hu- forma. El monarca hace lo propio en todo momento y por
mana, como los que constituyen el imponente aparato que cierto que en una monarquía constitucional puede no tener
suele acompañar la administración de la ley, y los fenóme- más función que la de "símbolo viviente" para todos los ni-
nos naturales como el estallido del trueno, que puede to- veles de la sociedad, aun para el hombre de la calle. En el
marse por veredicto divino en una ordalía, y eventualmente curso de la historia, los "roles" que representan simbólica-
aun convertirse en símbolo de juicio final, también repre- mente el orden institucional total se han localizado las más
sentan a la institución. Sin embargo, todas estas represen- de las veces en las instituciones políticas y religiosas't".
taciones extraen su significación permanente y hasta su in- De mayor importancia para nuestras consideraciones in-
teligibilidad de su continua utilización en el comportamien- mediatas es el carácter de los "roles" como mediadores en-
to humano, que aquí, por supuesto, es comportamiento tipi- tre sectores específicos del cúmulo común de conocimiento.
ficado en los "roles" institucionales del derecho. El individuo, en virtud de los "roles" que desempeña, tiene
Cuando los individuos se ponen a reflexionar sobre estas que penetrar en zonas específicas de conocimiento social-
cuestiones, encaran el problema de reunir las diversas re- mente objetivado, no solo en el sentido cognoscitivo más
presentaciones en un todo coherente que tenga sontídoé''. restringido, sino también en el del "conocimiento" de nor-
Cualquier realización de un "rol" concreto se refiere al sen- mas, valores y aun emociones. Ser juez implica, a todas [u-
tido objetivo de la institución y, por ende, a las otras reali- ces, un conocimiento del derecho y probablemente también
zaciones de "roles" que la complementan, y al sentido de la de una gama mucho más amplia de los asuntos humanos
institución en su conjunto. El problema de integrar las di- que tienen relevancia legal. Implica, asimismo, un "conoci-
vers~s representaciones implícitas en ello se resuelve pri- miento" de Jos valores y actitudes que se consideran propios
manamente en el plano de la legitimación, pero puede tra- de un juez, y aun abarca lo que proverbialmente se conside-
tarse según determinados "roles". Aunque todos los "roles" ra propio de la esposa de un juez. El juez también debe po-
representan el orden institucional en el sentido antes men- seer un "conocimiento" apropiado en el terreno de las emo--
cionado, algunos lo representan simbólicamente en su tota- ciones. Por ejemplo, tendrá que saber cuándo debe dominar
lidad más que otros. Dichos "roles" tienen gran importancia sus sentimientos de compasión, para mencionar solo un im-
estratégica en una sociedad, ya que representan no solo tal portante pro-requisito psicológico que corresponde a este
o cual institución, sino la integración de todas en un mundo "rol". Así pues, cada "rol" brinda acceso a un sector específí-
significativo. Estos "roles", por supuesto, contribuyen ipso eo del acopio total de conocimiento que posee la sociedad.
fado a mantener dicha integración en la conciencia y en el No basta con aprender un "rol" para adquirir las rutinas de
comportamiento de los integrantes de la sociedad vale de- necesidad inmediata que requiere su desempeño "externo";
cir, que tienen una relación especial con el apar-ato legiti- también hay que penetrar en las diversas capas cognosciti-
mador de ésta. Algunos "roles" no tienen más función que vas y aun afectivas del cuerpo de conocimiento que atañe a
esta representación simbólica del orden institucional como ese "rol" directa o indirectamente.
totalidad integrada; otros asumen esta función de vez en Lo dicho implica una distribución social del conocímien-
cuando, además de las funciones menos elevadas que de- t04 1• El acopio de conocimiento de una sociedad se estruc-
sempeñan ~utinariamente. El juez, por ejemplo, puede en tura según lo que sea relevante en general y lo que solo lo
ocasiones, SI se presenta una causa de particular importan- sea para "roles" específicos. Esto' resulta valedero aun en si-

40 Las representaciones simbólicas de la integración son lo que Durk-


39 Este proceso de "reunir" ClI una de las preocupaciones centrales de heim denominó "religión",
la sociología de Durkheim: la integración social a través del fomento de 41 El concepto de la distribución social del conocimiento deriva de
la solidaridad. Schutz.

98 99
tuaciones sociales muy sencillas, como nuestro ejemplo conocen sus propias especialidades, pero todo el mundo de-
anterior de la situación social producida por la interacción be saber quiénes son los especialistas, para cuando se re-
continua entre un hombre, una mujer bisexual y una les- quieran sus servicios especiales. No se pretende que el
biana. En este caso, existe cierto conocimiento que atañe a hombre de la calle conozca las complejidades de la magia
los tres individuos (por ejemplo, el de los procedimientos re- para conseguir la fecundidad o para expulsar a los malos
queridos para mantener al grupo en buena situación econó- espíritus. En cambio, debe saber a qué magos recurrir si lle-
mica); en cambio, hay otro que solo atañe a dos de los inte- gan a necesitarse algunos de estos servicios. Una tipología
grantes (el savoir (aire de la seducción lesbiana, o, en el de expertos (lo que los trabajadores sociales contemporá-
otro caso, de la seducción heterosexual). En otras palabras, neos llaman guía de referencia general) forma parte, pues,
la distribución social del conocimiento entraña una dicoto- del cúmulo de conocimiento relevante y accesible en gene-
mización según se trate de lo que es relevante en general y ral, lo que no sucede con el conocimiento que constituye la
de lo que lo es respecto de los "roles" específicos. idoneidad. No necesitamos ocuparnos por el momento de
Dada la acumulación histórica de conocimientos en una las dificultades prácticas que puedan surgir en ciertas so-
sociedad, podemos suponer que, a causa de la división del ciedades (por ejemplo, cuando existen camarillas rivales de
trabajo, el conocimiento de "roles" específicos aumentará en expertos, o cuando la especialización se ha hecho tan com-
una proporción más rápida que el conocimiento de lo que es plicada que confunde al profano).
relevante y accesible en general. La multiplicación de ta- Por consiguiente, es posible analizar la relación entre los
reas específicas que resulta de la división del trabajo re. "roles" y el conocimiento desde dos puntos de vista panorá-
quiere soluciones estandarizadas que puedan aprenderse y micos. Contemplados desde la perspectiva del orden insti-
transmitirse fácilmente. Estas a su vez exigen un conoci- tucional, los "roles" aparecen como representaciones y me-
miento especializado de ciertas situaciones y de las relacio- diaciones institucionales de los conglomerados de conoci-
nes entre medios y fines, según las cuales se definen social- mientos institucionalmente objetivados. Contemplados
mente las situaciones. En otras palabras, surgirán especia- desde la perspectiva de los diversos "roles", cada uno de
listas, cada uno de los cuales tendrá que saber lo que se ellos comporta un apéndice de conocimiento socialmente
considere necesario para el cumplimiento de su tarea par- definido. Por supuesto que ambas perspectivas apuntan al
ticular. mismo fenómeno global: la dialéctica esencial de la socie-
Para acumular conocimiento de "roles" específicos una dad. La primera puede resumirse en la proposición de que
sociedad debe organizarse de manera que ciertos indivi- la sociedad existe solo en cuanto los individuos tienen
duos puedan concentrarse en sus especialidades. Si en una conciencia de ella, y la segunda en la proposición de que la
sociedad de cazadores ciertos individuos han de llegar a ser conciencia individual se determina socialmente. Restrin-
especialistas en forjar espadas, habrá que adoptar medidas giendo lo dicho a la cuestión de los "roles", podemos afirmar
para dispensarlos de las actividades propias de los cazado- que, por una parte, el orden institucional es real solo en
res que corresponden a todos los otros adultos varones. El cuanto se realice en "roles" desempeñados, y que, por la
conocimiento especializado de índole más indefinible, como otra, los "roles" representan un orden institucional que de-
es el de los mistagogos y otros intelectuales, requiere una fine su carácter (con inclusión de sus apéndices de conoci-
organización social similar. En todos estos casos los espe- miento) y del cual se deriva su sentido objetivo.
cialistas se convierten en administradores de los sectores El análisis de "roles" tiene particular importancia para la
del cúmulo de conocimiento que les han sido adjudicados sociología del conocimiento porque revela las mediaciones
socialmente. entre los universos macroscópicos de significado, que están
Al mismo tiempo, una parte importante del conocimiento objetivados en una sociedad, y las maneras como estos uni-
relevante en general la constituye la tipología de los espe- versos cobran realidad subjetiva para los individuos. Así
cialistas. Los especialistas se definen como individuos que pues, es posible, por ejemplo, analizar las raíces sociales

100 101
macroscópicas de una concepción religiosa del mundo en canee más vasto o más restringido de la institucionalización.
ciertas colectividades (digamos clases, o grupos étnicos, o En un sentido sumamente formal, el alcance de la insti-
camarillas intelectuales), y también la manera en que esta tucionalización depende de la generalidad de las estructu-
visión del mundo se manifiesta en la conciencia de un indio ras de relevancia. Si muchas o la mayoría de las estruc-
víduo. La única forma de unir ambos análisis consiste en turas de relevancia son generalmente compartidas en una
indagar cómo el individuo, en su actividad social total, se sociedad, el alcance de la institucionalización será amplio;
relaciona con la colectividad aludida. Dicha indagación con. si son pocas las compartidas, ese alcance será restringido.
sistirá, necesariamente, en un análisis de los "roles"42. En este último caso, existirá además la posibilidad de que el
orden institucional esté sumamente fragmentado, ya que
e) Alcance y modos de la institucionalización. ciertas estructuras de atingencia son compartidas por gru-
pos dentro de la sociedad, pero no por ésta en su conjunto,
Hasta aquí hemos estudiado la institucionalización en Puede resultar heurísticamente provechoso pensar aquí
términos de los rasgos esenciales que pueden tomarse como cn términos de extremos típicos ideales. Es posible concebir
constantes sociológicas. En esta obra no podemos, evidente. una sociedad en la que la institucionalización sea total. En
mente, ni siquiera ofrecer una visión a vuelo de pájaro de dicha sociedad, todos los problemas serán comunes, todas
las incontables variaciones de esas constantes en las mani- las soluciones para ellos serán objetivadas socialmente y to-
festaciones y combinaciones históricas, tarea que solo pe- das las acciones sociales estarán institucionalizadas. El or-
dría realizarse si se escribiera una historia universal desde den institucional abarcará la totalidad de la vida social, que
el punto de vista de la teoría sociológica. Sin embargo, exis- se asemejará a la realización continua de una liturgia com-
te una cantidad de variaciones históricas en el carácter de pleja y sumamente estilizada. No existirá ninguna o casi
las instituciones que tienen tanta importancia para los ninguna distribución del conocimiento en "roles" específi-
análisis sociológicos concretos, que al menos habría que cos, puesto que todos éstos serán desempeñados dentro de
examinarlas brevemente en este lugar. Por supuesto, segui- situaciones de igual relevancia para todos los actores. Este
remos enfocando nuestra atención sobre la relación entre modelo heurístico de una sociedad totalmente instituciona-
las instituciones y el conocimiento. Jizada (digamos de paso, que sería tema adecuado de pesa-
~ investigar cualquier orden institucional concreto, es dillas) puede modificarse levemente concibiendo que todas
posíble preguntar: ¿Qué alcance tiene la institucionalización las acciones sociales están institucionalizadas, pero no solo
dentro del total de acciones sociales en una colectividad en torno de problemas comunes. Si bien el estilo de vida
dada? En otras palabras: ¿Cuál es la dimensión del sector que una sociedad semejante impondría a sus integrantes
de actividad institucionalizada comparado con el que queda sería de igual rigidez para todos, existiría un grado más
sin ínstítucíonalizarvv' Es obvio que en esta cuestión existe alto de distribución del conocimiento en "roles" específicos.
variabilidad histórica, ya que las diferentes sociedades con- Se desarrollaría una cantidad de liturgias al mismo tiempo,
ceden un margen mayor o menor para acciones no institu- por así decir. No hace falta recordar que ni el modelo de to-
cionalizadas. Una consideración general de importancia es talidad institucional, ni su modificación pueden encontrar-
la que consiste en establecer qué factores determinan un al. se cn la historia. Sin embargo, las sociedades reales pueden
42El término "mediación" lo ha empleado Sartre, pero sin el signifi-
considerarse según sea su grado de aproximación a este ti-
cado concreto que la teoría de los "roles" es capaz de asignarle. Este tér- po extremo. Es, pues, posible afirmar que las sociedades
mino viene bien para indicar el nexo general entre la teoría de los ~ro­ primitivas se aproximan a este tipo en mayor grado que las
les" y la sociología del conocimiento. civílizadasv': y hasta se puede decir que en el desarrollo de
43 Podría decirse que esta pregunta concierne a la "densidad" del or-
44 Esto es lo que Durkheim llamó "solidaridad orgánica". Lucíen
den institucional. Como quiera que sea, hemos tratado de no introducir
Lévy-Bruhl agrega contenido psicológico a este concepto de Durkheim
términos nuevos y decidimos no usarlo, aunque es sugerente.
cuando habla de ~participación mística~ en las sociedades primitivas.
102
103
las civilizaciones arcaicas b-8Y un movimiento progresivo de "teoría pura"48. Esto significa que ciertos individuos son
alejamiento de dicho ti po4<>. relevados (para volver a nuestro ejemplo previo) de sus ta-
El extremo opuesto sería una sociedad en la que solo hu- reas de caza, no solo para forjar armas sino también para
biera un problema común y la institucionalización ocurrie- fabricar mitos. Así se tiene la "vida teórica" con su abun-
ra solo con respecto a las acciones referentes a ese proble- dante proliferación de cuerpos especializados de conoci-
ma. En ese tipo de sociedad casi no existirá un cúmulo co- miento, administrados por especialistas cuyo prestigio so-
mún de conocimiento, el cual sería, en su mayoría, de "ro- cial tal vez dependa en realidad de su ineptitud para hacer
les" específicos. En términos de sociedades macroscópicas, cualquier cosa que no sea teorizar, lo que provoca una can-
no existen en la historia ni siquiera aproximaciones a este tidad de problemas analíticos que mencionaremos más ade-
tipo; pero ciertas aproximaciones pueden hallarse en for- lante.
maciones sociales más pequeñas; por ejemplo, en colonias Sin embargo, la institucionalización no es un proceso irre-
libertarias donde las empresas comunes se limitan a medi- versible, a ~esar del hech? d.e ~ue las instituciones, una vez
das económicas, o en expediciones militares de una canti- formadas, tienden a persístír" . Por una variedad de razo-
dad de unidades rivales o étnicas cuyo único problema co- nes históricas, el alcance de las acciones institucionalizadas
mún es guerrear. puede disminuir; en ciertas áreas de la vida social puede
Estas ficciones heurísticas, aparte de ser fantasías socio- producirse la desinstitucionalizaciónó''. Por ejemplo, la es-
lógicas estimulantes, solamente sirven en cuanto contribuyen fera privada que ha surgido en la sociedad industrial mo-
a. esclarecer las condiciones que favorecen las aproxima- derna está considerablemente desinstitucionalizada si se
orones a aquéllas. La condición más general es el grado de la compara con la esfera pública51 . '
la división del trabajo con la diferenciación concomitante de En lo que respecta a cuál es el orden institucional que va-
las instituciones 46 . Cualquier sociedad en la que exista una riará históricamente, se puede agregar otra pregunta:
creciente división del trabajo, se va alejando del primer tipo ¿,Cuál es la relación de las diversas instituciones entre sí en
extremo descrito anteriormente. Otra condición general, los planos de la realización y el sígnífícadov-é En el primer
que tiene íntima relación con la anterior, es la que consiste
en disponer de un superávit económico, que permita a cier- 48 La relación entre la "teoría pura" y el superávit económico fue se-
tos individuos o grupos dedicarse a actividades especiali- nalada primeramente por Marx.
49 La tendencia de las instituciones a persistir fue analizada por
zadas que no tengan vinculación directa con la subsisten- Georg Simmel en relación con su concepto de "fidelidad". Cf. su Sozioio-
, 47 . E s t as ac ti¡VIid a d es especia
era ' liIzadas, como hemos visto,
uie (Berlín, Duncker und Humblot, 1958), pp. 438 Ysigs.: The Saciology
llevan a !a ~specialización y segmentación del acopio común ,,(Georg Simmel (Illinois, The Free Press of Olencoe, 1950).
de C?n?crmIento, lo cual posibilita el conocimiento separado 50Este concepto de dcsinstitucionalización deriva de Gehlen.
subjetivamente de cualquier relevancia social , o sea , la 51 El análisis de la desinstitucionalización en la esfera privada es pro-
blema central de la psÍ<:ología social de la socipdad moderna de Gehlen.
C(: su Die Seele im technischcn Zeitalter (Hamburgo, Rowohlt, 1957).
"A
. q.tII' .~
~ueuen.
compararse los conceptos de "compacticidad" y "dife- 02 Si estuviéramos dispuestos a tolerar otros neologismos, llamaría-

renclael~n. de Bnc Voeg~lin. Véase su Order and History (Batan Rouge, mos a ésta la cuestión sobre el grado de "fusión" o "segmentación" del
La., Louisiana State University Presa, 1956), vol. r. Talcott Parsons ha orden institucional. Así encarada, esta cuestión sería idéntica a la prco-
hablado de diferenciación institucional en varias partes de su obra. cupación estructural-funciona! por la "integración funcional" de las so-
~6 La relación entre la división del trabajo y la diferencia<:Íón institu- ciedadcs. Sin embargo, este último término presupone que la "integra-
cional ha sido analizada por Marx, Durkheim, Weber, Ferdinand Ton- ción" de una sociedad puede ser determinada por un observador externo
nies y Talcott Parsons. que investigue el funcionamiento exterior de las instituciones de la sa-
~7 Puede decirse que, a pesar de interpretaciones diferentes en los de- ciedad. Sostendríamos, en cambio, que tanto las "funciones" como las
talles, existe gran acuerdo sobre este punto a través de la historia de la "disfunciones" pueden analizarse únicamente por vía del nivel de signi-
teoría sociológica. ficado. Consecuentemente, la "integración funcional", si es que tenemos

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tipo extremo ya analizado, hay una unidad de realizaciones eionalización. La estructura de relevancia compartida por
y significados institucionales en cada biografía subjetiva. el hombre y la mujer (A-E) no tendrá que integrarse con la
Todo el cúmulo social de conocimiento se actualiza en cada que comparten la mujer y la lesbiana (B-Cl, ni con la com-
biografía individual. Cada uno lo hace todo y lo sabe todo. partida por la lesbiana y el hombre (~-A). ~ier:t0s pro.ce~s
El problema de la integración de significados (vale decir, de institucionales aislados pueden seguir coexistiendo sm m-
la relación significativa entre las instituciones diversas) es tegracíón general. Sostuvimos entonces que la oo~es.ión ?e
exclusivamente subjetivo. El sentido objetivo del mundo las instituciones, si bien no puede postularsc a prum, eX1S-
institucional se presenta en cada individuo como algo que te efectivamente en la realidad, y este hecho empírico solo
se da y se conoce en general, y que está socialmente esta- se explica si lo referimos a la conciencia reflexiva de indivi-
blecido en cuanto tal. Si hay algún problema, se debe a las duos que imponen cierta lógica a su experiencia de las di-
dificultades subjetivas que pueda tener el individuo al in- versas instituciones. Ahora podemos llevar esta argumen-
ternalizar los significados socialmente' aceptados. tación un paso más adelante, suponiendo que uno de los
A medida que se van produciendo mayores desviaciones tres individuos que componen nuestro triángulo (digamos
de este modelo heurístico (en todas las sociedades reales, que A, el hombre) llega a sentirse insatisfecho con la asi~e­
por supuesto, aunque no en el mismo grado), se producirán tría de la situación, lo que no implica que las relevancias
modificaciones importantes en ese carácter dado de los mutuas de las que participa (A-B y C-Al hayan cambiado
significados institucionales. Ya hemos mencionado los dos para él. Más bien es la relevancia mutua que él no ha com-
primeros: una segmentación del orden institucional, en la partido previamente (B-C) lo que ahor::,-lo.molesta. Tal ,:ez
que únicamente ciertos tipos de individuos realizan ciertas eso se deba a que interfiere en sus propios intereses (C pier-
acciones, y, a continuación, una distribución social del cono- de mucho tiempo en amores oon B y descuida el cultivo de
cimiento, en la que el conocimiento de "roles" específicos las flores que comparte con él), o tal vez a que abriga ambi-
llega a quedar reservado para ciertos tipos. Con estas ma- ciones teóricas. Sea como fuere, A quiere reunir las tres re-
nifestaciones surge, no obstante, una nueva configuración levancias mutuas aisladas y sus problemas conoomitantes
en el plano del significado. Existirá ahora un problema ob- de habituación en un todo cohesivo y significativo: A-B-C.
jetivo con respecto a una integración amplia de significados ¿Cómo puede hacerlo?
dentro de la sociedad total. Éste es un problema que difiere Atribuyámosle cierta inventiva religiosa. Un día les pre-
por completo del meramente subjetivo que consísn, en ar- senta a las dos mujeres una nueva mitología. El mundo fue
monizar el sentido que para mí tiene mi propia biogr-affa creado en dos etapas: las tierras por el dios creador en có-
con el que le atribuye la sociedad. Esa diferencia es tan pula con su hermana, y las aguas por un acto de masturba-
grande como la que hay entre fabricar propaganda para ción mutua de ésta y la otra diosa gemela suya. Y cuando el
convencer a otros y hacer reseñas para convencerse a uno mundo estuvo creado de esa manera, el dios creador se unió
mismo. a la diosa gemela en la gran danza de las flores y de esa for-
En nuestro ejemplo del triángulo hombre-mujer-lesbia- ma surgieron la flora y la fauna sobre la superficie de la tie-
na, demostramos hasta cierto punto que no se puede supo- rra seca. Así pues, el triángulo existente, constituido por la
ner a priori la "cohesión" de procesos diferentes de institu- heterosexualidad, el lesbianismo y el cultivo de las flores no
es otra cosa que una imitación humana de las acciones ar-
quetípicas de los dioses. No está mal, ¿verdad? El lector al-
que usar ese término, significa la integración del orden institucional go familiarizado con la mitología comparada no tendrá nin-
por vía de diversos procesos legitimadores. En otras palabras, la iníe- guna dificultad para descubrir paralelismos históricos de
grocíán. no descansa en w.s inetüucíanes sino en su legitimación. Esto esta viñeta cosmogónica. Al hombre del ejemplo tal vez le
implica, en oposición a lo estructural-funcionalista, que un orden insti- cueste más hacer que las dos mujeres acepten su teoría, y
tucional no puede entenderse adecuadamente como "sistema". se le presenta el problema de la propaganda. No obstante,

106 107
si suponemos que B y C también han tenido sus dificulta- también el de legitimar las actividades institucionales de un
des prácticas para hacer prosperar sus diversos proyectos, tipo de actor vis-a-vis con otros tipos. Podemos suponer que
o (menos probablemente) que se sientan inspiradas por la existe un universo de significado que otorga sentido obje-
visión del cosmos de A, existen perspectivas favorables de tivo a las actividades de guerreros, agricultores, comercian-
que éste consiga imponer su esquema. Una vez que lo ha tes y exorcistas, lo que no significa que no existirán conflic-
conseguido y que los tres individuos "saben" que sus di- tos de intereses entre estos tipos de actores. Aun dentro del
versas acciones contribuyen todas a la sociedad perfecta (o universo común de significado, los exorcistas pueden tener
sea, A-B-C), este "conocimiento" influirá sobre la situación. el problema de "explicar" algunas de sus actividades a los
Por ejemplo, C tal vez se sienta ahora más dispuesta a re- guerreros, y así sucesivamente. Los métodos de esa legiti-
partir 01 tiempo equitativamente entre sus dos ocupaciones mación han sido variados a lo largo de la historia53.
principales. Otra consecuencia de la segmentación institucional es la
Si esta ampliación de nuestro ejemplo parece forzada, po- posibilidad de que existan subuniversos de significado se-
demos volverla más verosímil imaginando un proceso de gregados socialmente, que resulten del incremento de la es-
secularización en la conciencia de A. La mitología ya no pecialización en "roles", hasta el punto de que el conoci-
resulta aceptable y la situación tendrá que explicarse me- miento específico del "rol", se vuelve completamente esoté-
diante la ciencia social, lo que por supuesto es muy fácil. rico en oposición al acopio común de conocimiento. Estos
Resulta evidente (para nuestro pensador religioso converti- subuníversos de significado pueden estar o no ocultos a la
do en científico social) que los dos tipos de actividad sexual vista de todos. En ciertos casos, no solo el contenido cognos-
que se desarrollan en la anterior situación expresan necesi- citivo del subuniverso es esotérico, sino que hasta la exis-
dades psicológicas íntimas de los participantes. "Sabe" que tencia del subuniverso y de la colectividad que lo sustenta
frustrarlas desembocará en tensiones "disfuncionales". Por puede constituir un secreto. Los subunivereos de significa-
otra parte, es un hecho que nuestro trío intercambia sus do pueden hallarse socialmente estructurados según crite-
flores por cocos en el otro extremo de la isla. Esto zanja el rios diversos: el sexo, la edad, la ocupación, la tendencia re-
problema. Las pautas de conducta A-B y B-C son funcio- ligiosa, el gusto estético, etc. Por supuesto que la prcbabili-
nales en cuanto al "sistema de personalidad", mientras que dad de que aparezcan nuevos subuniversos aumenta regu-
e-A es funcional en cuanto al sector económico del "sistema larmente a medida que se va produciendo la división del
social". A-B-C no es nada más que el resultado racional de trabajo y el superávit económico. Una sociedad con una eco-
la integración funcional realizada en un plano intermedio nomía de subsistencia puede tener segregación cognosciti-
entre ambos sistemas. Asimismo, si A consigue convencer va entre hombres y mujeres, o entre guerreros viejos y jóve-
de su teoría a sus dos compañeras, el "conocimiento" de los nes, como sucede en las "sociedades secretas" comunes 'en
imperativos funcionales implícitos en la situación tendrá Africa y entre los indios norteamericanos, y aun puede ha-
ciertas consecuencias controladoras para el comportamien- llarse en condiciones de permitir la existencia esotérica de
to de los tres. unos cuantos sacerdotes y magos. Los subuníversos de sig-
Mutatis mutandis, la misma argumentación resultará nificado bien desarrollados, por ejemplo, los caracterizados
válida si la trasponemos del idilio "cara a cara" de nuestro por las castas hindúes, la burocracia literaria de China o
ejemplo al nivel macrosocial. La segmentación del orden las camarillas sacerdotales del antiguo Egipto, requieren
institucional y la distribución concomitante de conocimien- soluciones más evolucionadas del problema económico.
to planteará el problema de proporcionar significados inte- Como en el caso de todas las construcciones sociales de
gradores que abarquen la sociedad y provean un contexto significado, también aquí una colectividad particular tendrá
total de sentido objetivo para la experiencia social fragmen-
tada y el conocimiento del individuo. Además, estará no so- 53 Este problema se relaciona con el de la "ideología", que analizamos
lo el problema de la integración significativa total, sino más adelante en un contenido definido más estrictamente.

108 109
que ser "portadora" de los subuniversosv'. Esta colectividad de negocios, y la del judío de la del gentil, etc, Resulta inne-
estará formada por el grupo que produce continuamente ~os cesario aclarar que esta multiplicación de perspectivas au-
significados en cuestión y dentro de la cual dichos eígnífí- menta sobremanera el problema de establecer una cubierta
cados cobran realidad objetiva. Entre esos grupos tal vez simbólica estable para toda la sociedad. Cada perspectiva,
exista conflicto o competencia. En el nivel más elemental, con cualquier apéndice teórico o de Weltanschauungen, es-
puede surgir un conflicto por causa de la asignación de re- tará relacionada con los intereses sociales concretos del
cursos del superávit a los especialistas de que se trate: por grupo que la sustenta. Esto no significa, empero, que las di-
ejemplo, con respecto a la exención de tareas productivas. versas perspectivas, y mucho menos las teorías o Weltans-
¿Quiénes serán los que se eximan ofici~l~ente: todos los chauungen sean solo reflejos mecánicos de los intereses so-
médicos o solo aquellos que prestan servICIOS en la casa del ciales. Especialmente a nivel teórico, es muy posible que el
jefe? O bien, ¿quién ha de recibir un estipendi~ fijo de las conocimiento llegue a separarse en forma apreciable de los
autoridades: los que curan a los enfermos con hierbas o los intereses biográficos y sociales del conocedor. De esa mane-
que lo hacen sumiéndolos en un trance? Los confl~ctos so- ra pueden existir razones sociales tangibles para que lcs ju-
ciales de esta clase se traducen fácilmente en conflictos en- díos se hayan preocupado por ciertas empresas científicas,
tre escuelas de pensamiento que rivalizan porqu~ ca?a una pero es imposible anticipar posiciones científicas por el he-
trata de afirmarse y desacreditar, cuando no de liquidar, al cho de que sean o no judíos quienes las sustenten. En otras
cuerpo de conocimiento competidor. En la sociedad cOJ?-tem- palabras, el universo de significado científico puede alcan-
poránea siguen existiendo estos conflictos (tanto socioeco- zar una gran autonomía en oposición a su propia base so-
nómicos como cognoscitivos) entre la medicina ortodoxa y cial. Teóricamente, aunque en la práctica habrá grandes
otras competidoras como la quiropráctica, la homeopatía o variaciones, esto es válido para cualquier cuerpo de conoci-
la ciencia cristiana. En las sociedades industriales adelan- miento, aun para el que tenga perspectivas cognoscitivas
tadas, cuyo enorme superávit económico permite que gran de la sociedad.
cantidad de individuos se consagren con exclusividad aun a Más aún: cuando un cuerpo de conocimiento se ha eleva-
las tareas más abstrusas, la competencia pluralista entre do al nivel de un subuniverso de significado relativamente
los subuníversos de significado de cual~uier tipo imagina- autónomo, tiene la capacidad de volver a actuar sobre la
ble llega a ser el estado de cosas normal 5. colectividad que lo produjo. Por ejemplo, los judíos pueden
Con el establecimiento de subuniversos de significado llegar a ser sociólogos porque tienen problemas dentro de la
surge una variedad de perspectivas de la sociedad en gene- sociedad en cuanto judíos. Pero una vez iniciados en el
ral, a la que cada uno contempla desde el ángulo de un s~lo universo de la especulación científico-social, puede ocurrir
subuníverso. El quiropráctico tiene una visión de la SOCIe- no 8010 que contemplen la sociedad desde un punto de vista
dad muy diferente de la del profesor de la Facultad de Me- ya no característicamente judío, sino que hasta sus ac-
dicina, así como la del poeta es diferente de la del hombre tividades sociales como judíos cambien a consecuencia de
sus perspectivas científico-sociales recientes. La medida en
54 Weber alude repelida¡¡ veces a las diversas colectividades come que el conocimiento se aparta así de sus orígenes exis-
"portadoras" {1'rtiger) de lo que aquí llamamos subuniversos de signifi- tenciales dependerá de un gran número de variables his-
cado, especialmente en su sociología comparativa de la religión. El aná- tóricas (tales como la urgencia de los intereses sociales
lisis de este fenómeno está relacionado, por supuesto, con el esquema d~
involucrados, el grado de refinamiento teórico del cono-
Unterbaú I Ueberbau de Marx.
55La competencia pluralista entre subuniversos de significado es uncl cimiento en cuestión, la relevancia o no relevancia social de
de los problemas más importantes para una sociología empírica del cono' este último, etc.). El principio que importa en nuestras con-
cimiento de la sociedad contemporánea. Hemos tratado este problema el! sideraciones generales es que la relación entre el cono-
otra parte de nuestro trabajo sobre la sociología de la religión, pero lllJ cimiento y su base social es dialéctica, vale decir, que el ca-
vemos el objeto de desarrollar un análisis de él en la presente obra. nocimiento es un producto social y un factor de cambio so-

110 111
cia156. Este principio de la relación dialéctica entre la pro- que demanda un despliegue de procedimientos prácticos y
ducción social y el mundo objetivado que es su producto, se teóricos para que no caigan en la tentación de escaparse del
ha explicado previamente; es de especial importancia rete- subuniverso. Más adelante examinaremos con mayores de-
nerlo en mente para cualquier análisis de los aubuniversoe talles este doble problema de legitimación; por el momento
concretos de significado. puede bastarnos un ejemplo. No es suficiente construir un
El número y la complejidad crecientes de los subuniversos subuniverso esotérico de la medicina; hay que convencer al
los vuelve cada vez más inaccesibles a los profanos; se con- profano de que esto es justo y beneficioso, y retener a la co-
vierten en reductos esotéricos de una sabiduría "hermética" fradía médica dentro de las normas del subuniverso. Así se
(en el sentido que tradicionalmente se asocia con el culto intimida a la población en genera! con imágenes del daño ñ -
secreto de Hermas), inaccesibles para todos los que no han sico que acarrea "desobedecer los consejos del doctor" y se
sido iniciados en sus misterios. La crec-iente autonomía de la disuade de hacerlo recordándole los beneficios pragmáti-
los subuniversos plantea problemas especiales de legitima- cos del acatamiento y apelando a! horror común que inspiran
ción vis-a-vis de los profanos y también de los iniciados. A la enfermedad y la muerte. Para subrayar su autoridad, la
los profanos hay que mantenerlos alejados y a veces hasta profesión médica, se envuelve en los símbolos inmemoria-
ignorantes de la existencia del subuniverso; si, a pesar de les del poder y el misterio, desde la vestimenta exótica has-
todo, no la ignoran, y si el subuniverso requiere privilegios ta el lenguaje incomprensible, recursos que por supuesto
y reconocimientos especiales de la sociedad en general, en- los médicos legitiman ante sí mismos y ante el público en
tonces el problema consiste en mantener alejados a los pro- términos pragmáticos. Mientras tanto los habitantes bien
fanos y, al mismo tiempo, lograr que reconozcan la legitimi- acreditados del mundo de la medicina se ven impedidos de
dad de este procedimiento. Esto se efectúa mediante diver- caer en el "charlatanismo" (o sea, de evadirse del subuni-
sas técnicas de intimidación, propag-anda racional e irracio- verso médico con el pensamiento o la acción), no solo por los
nal (que apela a los intereses y a las emociones de los profa- poderosos controles externos de que dispone la profesión,
nos), mistificación y, en general, empleo de símbolos de sino también por todo un cuerpo de conocimiento profesio-
prestigio. Por otra parte, hay que retener a los iniciados, lo nal que les ofrece "pruebas científicas" de la locura y hasta
la perversidad que significa una desviación semejante. En
56 Esta proposición puede formularse en términos marxistas diciendo
que hay una relación dialéctica entre la infraestructura (Unlerbuul y la
otras palabras, entra en funcionamiento todo un engranaje
superestructura (Ueberbaul, penetrante idea de Marx, que había olvi- legitimador para que los profanos sigan siendo prufanos y
dado en gran medida la línea central del marxismo hasta hace muy po- los médicos, médicos, y, de ser posible, para que unos y
co. El problema de la posibilidad del conocimiento socialmente desarrai- otros acepten de buen grado su respectiva condición.
gado ha sido, por supuesto, uno de los problemas centrales para la so- Como resultado de las tasas diferenciales de cambio en
ciología del conocimiento tal cual la definen Scheler y Mannheim. No le las instituciones y los subuniversosf", surgen problemas es-
asignamos un lugar tan central por razones inherentes a nuestro enfo-
peciales. Esto dificulta más, tanto la legitimación total del
que teórico general. El punto importante para una sociología teórica del
conocimiento es la dialéctica entre el conocimiento y su base social. orden institucional, como las legitimaciones específicas de
Cuestiones como la de Mannheim en lo referente a la "inteiligentsia sin instituciones o subuniversos particulares. Resulta super-
ataduras" son aplicaciones de la sociología del conocimiento a fenóme- fluo dar más detalles a! respecto, por cuanto nuestra expe-
nos históricos y empíricos concretos. Las proposiciones a este respecto riencia contemporánea abunda en ejemplos de esta especie,
tendrán que formularse en un plano de generalidad teórica mucho me- tales como una sociedad feudal con un ejército moderno,
nor que el que nos interesa aquí. Las cuestiones referentes a la autono-
mía del conocimiento oíentrñco-socíal, por otra parte, deberian diluci-
darse en el contexto de la metodología de las ciencias sociales. Esta área 57 Este fenómeno es el que comúnmente se denomina "retraso cultu-
ha sido excluida de nuestra definición sobre el alcance de la sociología ral" en la sociología norteamericana a partir de Ogbum. Hemos evitado
del conocimiento por razones teóricas que hemos explicado en nuestra este tértnino en razón de su connotación evolucionista e implícitamente
introducción. evaluativa.

112 113
una aristocracia terrateniente en medio del capitalismo in- tor, y sus productos pasa inadvertida para la conciencia. El
dustrial, una religión tradicional, obligada a entendérselas mundo reificado es, por definición, un mundo deshumani-
con la vulgarización de una concepción científica del mun- zado, que el hombre experimenta como facticidad extraña
do, la coexistencia de la astrología y la teoría de la relativi- como un opus alienum sobre el cual no ejerce un control
dad en una misma sociedad, etc. Es suficiente decir que, en mejor que el del opus proprium de su propia actividad pro-
tales condiciones, la tarea de los diversos legitimadores se ductiva.
vuelve realmente abrumadora. De nuestro anterior análisis de la objetivación surge cla-
Una última cuestión de gran interés teórico provocada ramente que en el momento mismo en que se establece un
por la variabilidad histórica de la institucionalización se re- mundo social objetivo, no está lejos la posibilidad de la reifi-
laciona con la manera en que se objetiviza el orden institu- cación59. La objetividad del mundo social significa que en-
cional. ¿Hasta qué punto un orden institucional, o cual- frenta al hombre como algo exterior a él mismo. La cues-
quier sector de él, se aprehende como facticidad no huma- tión decisiva es saber si el hombre conserva conciencia de
na? Queda asífglanteada la cuestión de la reificación de la que el mundo social, aun objetivado, fue hecho por los hom-
realidad social 8. bres, y de que éstos, por consiguiente, pueden rehacerlo. En
La reificación es la aprehensión de fenómenos humanos otras palabras, la reificación puede describirse como un pa-
como si fueran cosas, vale decir, en términos no humanos, o so extremo en el proceso de la objetivación, por el que el
posiblemente supra-humanos. Se puede expresar de otra mundo objetivado pierde su comprehensibilídad como em-
manera diciendo que la reificación es la aprehensión de los presa humana y queda fijado como facticidad inerte, no hu-
productos de la actividad humana como si fueran algo dis- mana y no humaniaable'v. En particular, la relación real
tinto de los productos humanos, como hechos de la natura- entre el hombre y su mundo se invierte en la conciencia. El
leza, como resultados de leyes cósmicas, o manifestaciones hombre, productor de un mundo, se aprehende como su
de la voluntad divina. La reificación implica que el hombre producto y la actividad humana como epifenómeno de pro-
es capaz de olvidar que él mismo ha creado el mundo hu- cesos no humanos. Los significados humanos no se entien-
mano, y, además, que la dialéctica entre el hombre, produc- den como productores de un mundo, sino, a su vez, como
producidos por la "naturaleza de las cosas". Debe destacar-
5<l La reificación (Verdinglichung) es un concepto marxista importan- se que la reificación es una modalidad de la conciencia más
te, particularmente en las consideraciones antropológicas de los Früñ- exactamente una modalidad de la objetivación del mundo
schriften, y desarrollado luego como "fetichismo de las mercancías" en humano que realiza el hombre. Aunque aprehenda el mun-
El capilal. Para manifestaciones más recientes de este concepto en la dn en términos reíñcadcs, el hombre sigue produciéndolo, o
teoría marxista, cf. Gydrgy Lukács, Histoire el conscience de dasse, pp.
lO9 Y sigs.; Lucicn Goldmann, Recherches dialcctiques (París, Galli-
mard, 1959), pp. 64 Y sigs.; Joseph Gabel, La fausse conscience (París, 59 Algunos críticos franceses que se han ocupado recientemente de la
Éditions de Minuit, 1962), y Formen der Entfremdung (Frankfort, sociología de Durkheim, como Jules Monnerot (Les faits sociaux ne sorü
Físcher, 1964). Para un análisis amplio de la aplicabilidad del concepto pas des choses, 1946) y Armand Cuvillier ("Durkheim et Marx", en Ca-
dentro de una sociología del conocimiento no doctrinaria, cf. Peter L. lucre Internationaux de Sociologie, 1948) la acusan de sustentar una vi-
Berger y Stanley Pullberg, "Reification and thc Sociological Critique of sión reificada de la realidad social. En otras palabras, han sostenido
Conscíousness", en History ami Theory, IV: 2, pp. 198 Y sigs., 1965. Den- que la choeeué (coseídad) de Durkheim es ipso facto una reificación. Dí-
tro del marco de referencia marxista, el concepto de reificación se rela- guse al respecto lo que se quiera con relación a la exégesis de Durk-
ciona íntimamente con el de alienación (Entfremdung). Esto último ha hcim, en principio cabe aseverar que "los hechos sociales son cosas" lo
sido confundido en obras sociológicas recientes con fenómenos que van cual significa solamente postular la objetividad de los hechos sociales
desde la anomia hasta la neurosis, casi al punt.o de ser imposible resca- como productos huTTUlrwS. En esta cuestión la clave teórica es la dife-
tarlo terminológicamente. Sea como fuere, hemos creído que éste no es rencia entre objetivación y reificación.
lugar para intentar dicho rescate y, por lo tanto, evitamos usar ese 60Compárese aquí el concepto de Sartre sobre lo "práctico-inerte", en
concepto. Critica di! la razón dialéctica.

114 115
sea que, paradójicamente, es capaz de producir una reali- lógico independiente de la actividad y la significación hu-
dad que lo niega 61. manas. Las reíficacíones específicas son variaciones sobre
La reificación es posible tanto en el plano pre-teórico co- este tema general. El matrimonio, por ejemplo, puede reifi-
mo en el teórico de la conciencia. Los sistemas teóricos com- carse como una imitación de actos divinos de creatividad,
plejos pueden considerarse como reiñcacíones, aunque como un mandato universal de la ley natural, como la con-
arraiguen presumiblemente en reificaciones pro-teóricas secuencia necesaria de fuerzas biológicas o psicológicas, o,
que se establecen en talo cual situación social. Por eso se- llegado el caso, como un imperativo funcional del sistema
ria equivocado limitar el concepto de reificación a las cons- social. Lo que tienen en común estas reificaciones es que
trucciones mentales de los intelectuales. La reificación obnubilan el sentido del matrimonio en cuanto producción
existe en la conciencia del hombre de la calle y, en realidad, humana continua. Según puede advertirse por este ejem-
esta presencia tiene mayor significación práctica. También plo, la reificación se puede producir tanto teórica como pre-
sería equivocado considerar la reificación como la perver- teóricamente. Así pues, el mistagogo puede urdir una teoría
sión de una aprehensión del mundo social no reiñcada ori- sumamente elaborada que repercuta desde el hecho huma-
ginalmente, una especie de pérdida cognoscitiva de la gra- no concreto hasta los más remotos confines del cosmos divi-
cia. En cambio, la evidencia etnológica y psicológica de que no; pero una pareja de aldeanos analfabetos que contrae
se dispone parece indicar lo contrario, a saber, que la apre- matrimonio puede aprehender el hecho con un estremeci-
hensión original del mundo social es sumamente reificada, miento de temor motañsico similarmente reificado. Por me-
tanto filogenética como cntogenétícarnentevé. Esto implica dio de la reificación, el mundo de las instituciones parece
que la aprehensión de la reificación como modalidad de la fusionarse con el mundo de la naturaleza; se vuelve necesi-
conciencia depende de una desreificación, al menos relati- dad y destino, y se vive íntegramente como tal, con alegría
va, de la conciencia, que constituye un desarrollo compara- o tristeza, según sea el caso.
tivamente tardío en la historia y en cualquier biografía in- Los "roles" pueden reíñcarse al igual que las institucio-
dividual. nes. El sector de la auto-conciencia que se ha objetivizado
El orden institucional, tanto en conjunto como segmenta- en el "rol" también se aprehende, pues, como un destino
do, puede aprehenderse en términos reificados. Por ejem- inevitable en el cual el individuo puede alegar que no le ca-
plo, el orden total de la sociedad puede concebirse como un be responsabilidad alguna. La fórmula paradigmática para
microcosmos que refleja el macrocosmos del universo total esta clase de reificación consiste en declarar: "No tengo op-
como creación de los dioses. Todo lo que sucede "aquí abajo" ción en este asunto. Tengo que actuar de esta manera debi-
no es más que un pálido reflejo de lo que sucede "allá arri- do a mi posición" (como marido, padre, general, arzobispo,
ba"63. De manera similar pueden aprehenderse otras insti- presidente del directorio, hampón, verdugo, o lo que sea).
tuciones en particular. La "receta" básica para la reificación Esto significa que la reificación de los "roles" restringe la
de las instituciones consiste en concederles un status onto- distancia subjetiva que el individuo puede establecer entre
61 Por esta razón Marx llamó falsa conciencia a la conciencia reiñca- él y su desempeño de un "rol". La distancia implícita en to-
dora. Este concepto puede relacionarse con el de "mala fe" (mauvaise da objetivización subsiste, por supuesto; pero la que resulta
(oi) de Sartre. de la desidentificación se reduce hasta desaparecer. Final-
62 La obra de Lucien Lévy-Bruhl y la de Jean Piaget pueden conside- mente, la identidad misma (el yo total, si se prefiere) puede
rarse básicas para entender la protorrcificación, tanto filogenética como reíñcarse, tanto el propio, como el de los otros. Existe pues
octogcnerícamente. Asimismo, cf. Claude Lévi-Strauss, La pensée scu-: una identificación total del individuo con sus tipificaciones
voee (París, Plan, 1962); El pensamiento salvaje (México, F.C.E., 1964).
63 Subre el paralelismo entre "aquf abajo" y ~allá arriba", cf. Míroea
socialmente atribuidas. El individuo es aprehendido nada
Eliadc, Cosmos and Hislory (Nueva York, Harper, 1959). Algo similar más que como ese tipo. Esta aprehensión puede acentuarse
afirma Voegelin, op. cit., en su análisis de las "civilizaciones cosmoló- positiva o negativamente en términos de valores o emocio-
gicas". nes. La identificación de "judío" puede ser igualmente reifi-

116 117
cadora para el antisemita y para el mismo judío, solo que y subjetivamente plausibles'é. A la vez que definimos la le-
este último acentuará la identificación positivamente, y el gitimación por esta función, sin reparar en los motivos es-
primero en forma negativa. Ambas reífícacíones confieren pecíficos que inspiran cualquier proceso legitimador en par-
un status ontológico y total a una tipificación que es produc- ticular, es preciso agregar que la "integración", en una for-
to humano y que, aun cuando se intemaliza, objetiviza solo ma u otra, es también el propósito típico que motiva a los
un segmento del yo64. Una vez más, dichas reificaciones legitimadores.
pueden abarcar desde el nivel pre-teórico de "lo que todos La integración y, concordantemente, la cuestión de la
saben sobre losjudios"; hasta las más complejas teorías ~o­ plausibilidad subjetiva, se refiere a dos niveles. En primer
bre el judaísmo como manifestación biológica ("la sangre JU· lugar, la totalidad del orden institucional deberá tener sen-
día"), psicológica ("el alma judía") o metafisica ("el misterio tido, concurrentemente, para los participantes en diferen-
de Israel"). tes procesos institucionales. Aquí la cuestión de la plausibi-
El análisis de la reificación tiene importancia porque sir- lidad se refiere al reconocimiento subjetivo de un sentido
ve de correctivo permanente a las propensiones reificadoras general "detrás" de los motivos situacionalmonte predomí-
del pensamiento teórico en general y del sociológico en par- nantes, solo parcialmente institucionalizados, tanto pro-
ticular; cobra una importancia singular para la sociolo~a pios como ajenos, como por ejemplo la relación del jefe y el
del conocimiento, porque le impide caer en una concepción sacerdote, o del padre y el comandante militar, o quizás, en
no dialéctica de la relación que existe entre lo que los hom- el caso de un mismo individuo, la del padre, que a la vez es
bres hacen y 10 que piensan. La aplicación histórica y em- comandante militar de su hijo, consigo mismo. Existe pues
pírica de la sociología del conocimiento debe tomar en cuen- un nivel "horizontal" de integración y plausibilidad, que re-
ta especialmente las circunstancias sociales que favorecen laciona el orden institucional en general con varios indivi-
la desreificación, tales como el colapso total de los órdenes duos que participan de él en varios "roles", o con varios pro-
institucionales, el contacto entre sociedades previamente cesos institucionales parciales en los que puede participar
segregadas y el importante fenómeno de la marginalidad un solo individuo en un momento dado.
social65. En todo caso, estos problemas exceden el marco de En segundo lugar, la totalidad de la vida del individuo, el
nuestras actuales consideraciones. paso sucesivo a través de diversos órdenes del orden insti-
tucional, debe cobrar significado subjetivo. En otras pala-
2. LEGITIMACIÓN bras, la biografía individual, en sus varias fases sucesivas y
pro-definidas institucionalmente, debe adquirir un signifi-
a) Orígenes de los universos simbólicos. cado que preste plausibilidad subjetiva al conjunto. Por.
tanto, es preciso agregar un nivel "vertical", dentro del es-
La mejor manera de describir la legitimación como proce- pacio de vida de cada individuo, al plano "horizontal" de in-
so es decir que constituye una objetivación de significado de tegración y a la plausibilidad subjetiva del orden institu-
"segundo orden". La legitimación produce nuevos significa- cional.
dos que sirven para integrar los ya atribuidos a procesos Como ya sostuvimos antes, la legitimación no es indispen-
institucionales dispares. La función de la legitimación con- sable en la primera fase de la institucionalización, cuando
siste en lograr que las objetivaciones de "primer orden" ya la institución no es más que un hecho que no requiere apo-
institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disponibles yo ni intersubjetiva ni biográficamente, porque es evidente
por sí mismo a todos los interesados. El problema de la legi-
&1 Sobre la reificación de la identidad, compárese con el análisis de
Sartre con respecto a antisemitismo. 66El término "legitimación" deriva de Weber. que lo desarrolla par-
65 Sobre lag condiciones para la des reificación, cf Berger y Pullberg, ticularmente en el contexto de su sociología política. Aquí le damos un
loco cit. uso más amplio.

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timación surge inevitablemente cuando las objetivaciones tan pronto como se transmite un sistema de objetivaciones
del orden institucional (ahora histórico) deben transmitirse lingüísticas de la experiencia humana. Por ejemplo, la trans-
a una nueva generación. Al llegar a ese punto, como hemos misión de un vocabulario de parentesco legitima ipso facto
visto, el carácter auto-evidente de las instituciones ya no la estructura de parentesco. Las "explicaciones" legitima-
puede mantenerse por medio de los propios recuerdos y ha- doras fundamentales entran, por así decir, en la composi-
bituaciones del individuo. La unidad de historia y biografia ción del vocabulario. Así pues, un niño aprende que otro ni-
se quiebra. Para restaurarla y así volver inteligibles ambos ño es su "primo", dato informativo que legitima inmediata e
aspectos de ella, deben ofrecerse "explicaciones" y justifica- inherentemente el comportamiento con respecto a "primos"
ciones de los elementos salientes de la tradición institucio- que se adquiere junto con la designación. A este primer ni-
nal. Este¡:.roceso de "explicar" y justificar constituye la legi- vel de legitimación incipiente corresponden todas las afir-
timación . maciones tradicionales sencillas referentes al "Así se hacen
La legitimación "explica" el orden institucional atribu- las cosas", que son las respuestas primeras y generalmente
yendo validez c-ognoscitiva a sus significados objetivados. La más eficaces a los "¿Por qué?" del níño. Este nivel es, por
legitimación justifica el orden institucional adjudicando dig- supuesto, pre-teoríco, pero constituye el fundamento de "co-
nidad normativa a sus imperativos prácticos. Es importante nocimiento" auto-evidente sobre el que deben descansar to-
comprender que la legitimación tiene un elemento tanto cog- das las teorías subsiguientes y, recíprocamente, el que de-
noscitivo como normativo. En otras palabras, la legitima- ben alcanzar si han de llegar a incorporarse a la tradición.
ción no es solo cuestión de "valores"; siempre implica tam- El segundo nivel de legitimación contiene proposiciones
bién "conocimiento". Por ejemplo, una estructura de paren- teóricas en forma rudimentaria. Aquí podemos hallar diver-
tesco no se legitima solo por la ética de sus tabúes del in- sos esquemas explicativos que se refieren a grupos de signi-
cesto en particular; primero debe haber "conocimiento" de ficados objetivos. Estos esquemas son sumamente pragmá-
los "roles" que definen tanto las "buenas" como las "malas" ticos y se relacionan directamente con acciones concretas.
acciones dentro de la estructura. Por ejemplo, el individuo En este nivel son comunes los proverbios, las máximas mo-
tal vez no busque esposa dentro de su clan, pero antes debe rales y las sentencias, y también a él corresponden las leyen-
"conocerse" a sí mismo como miembro de ese clan. Este "co- das y cuentos populares, que suelen transmitirse en forma
nocimiento" lo recibe a través de una tradición que "expli- poética. De esa manera el niño aprende dichos por el estilo
ca" lo que son los clanes en general y su clan en particular. de "Al que roba a un primo le salen verrugas en las manos"
Esas "explicaciones" (que típicamente constituyen una "his- o "Cuando tu esposa grite, acude, pero cuando tu primo te
toria" y una "sociología" de la colectividad en cuestión, y llame, corre"; o tal vez se sienta inspirado por la Canción de
que en el caso de los tabúes del incesto probablemente tam- los primos [ielee que fueron juntos a cazar y aterrorizado
bién contengan una "antropología") constituyen tanto ins- por la Elegía por dos primos que fornicaron.
trumentos legitimadores como elementos éticos de la tra- El tercer nivel de legitimación contiene teorías explícitas
dición. La legitimación no solo indica al individuo por qué por las que un sector institucional se legitima en términos
debe realizar una acción y no otra; también le indica por de un cuerpo de conocimiento diferenciado. Esas legitima-
qué las cosas son lo que son. En otras palabras, el "conocí- ciones proporcionan marcos de referencia bastante amplios
miento" precede a los "valores" en la legitimación de las ins- a los respectivos sectores de comportamiento institucionali-
tituciones. zado. En razón de su complejidad y diferenciación, suelen
Es posible distinguir analíticamente entre niveles dífe- encomendarse a personal especializado que las transmite
rentes de legitimación (estos niveles se superponen empíri- mediante procedimientos formalizados de iniciación. Así
camente, por supuesto). La legitimación incipiente aparece pues, puede existir una complicada teoría económica sobre
67 Con respecto a las legitimaciones como "explicaciones", compárese la "relación entre primos", sus derechos, obligaciones y nor-
el análisis de las "derivaciones" de Pareto. mas de procedimiento. Este conocimiento es administrado

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por los ancianos del clan, a quienes quizá se les atribuya des- cación que se refieren a realidades que no son las de la ex-
pués que hayan agotado su propia utilidad económica. Los periencia cotidiana. Fácil es advertir cómo la esfera simbo-
ancianos inician a los adolescentes en esta economía más lica se relaciona con el nivel más amplio de legitimación,
elevada al efectuarse los ritos de la pubertad y actúan como con lo que se trasciende de una vez por todas la esfera de la
expertos en el caso de presentarse problemas en su aplica- aplicación pragmática. Se produce ahora la legitimación
ción. Si suponemos que los ancianos no tienen otra tarea a por medio de totalidades simbólicas que no pueden de nin-
su cargo, es probable que desarrollen las teorías en cues- gún modo experimentarse en la vida cotidiana, exceptuan-
tión debatiéndolas entre ellos mismos aun cuando no pre- do, por supuesto, lo que podríamos llamar "experiencia teó-
senten problemas de aplicación, o, más exactamente, in- rica" (en rigor, nombre falso, para usar heurísticamente, si
ventarán esa clase de problemas en el curso de sus teoriza- es menester). Este nivel de legitimación se distingue, ade-
ciones. En otras palabras, con el desarrollo de teorías legiti- más, del precedente por el alcance de su integración signifi-
madoras especializadas y su administración a cargo de legi- cativa. En el nivel precedente ya es posible hallar un alto
timadores con dedicación exclusiva, la legitimación comien- grado de integración de las áreas particulares de significa-
za a trascender la aplicación pragmática y a convertirse en do y distintos procesos de comportamiento institucionaliza-
"teoría pura". Con este paso la esfera de legitimaciones va do, Ahora bien, todos los sectores del orden institucional se
alcanzando un grado de autonomía vis-a-vis de las institu- integran, sin embargo, en un marco de referencia general,
ciones legitimadas y, eventualmente, puede generar sus que ahora constituye un universo en el sentido literal de la
propios procesos institucionales68. En nuestro ejemplo, la palabra, porque ya es posible concebir que toda la experien-
"ciencia de la relación entre primos" puede comenzar a ad- cia humana se desarrolla dentro de aquél.
quirir vida propia con independencia de las actividades de El universo simbólico se concibe como la matriz de todos
los simples primos "profanos", y el cuerpo de "científicos" los significados objetivados socialmente y subjetivamente
tal vez establezca sus propios procesos institucionales en reales; toda la sociedad histórica y la biografía de un indivi-
oposición a las instituciones que dicha "ciencia" se proponía duo se ven como hechos que ocurren dentro de ese universo.
legitimar originariamente. Podemos imaginar una culmi- Lo que tiene particular importancia es que las situaciones
nación irónica de este proceso cuando la palabra "primo" ya marginales de la vida del individuo (marginales porque no
no se aplica a un "rol" de parentesco, sino al poseedor de se incluyen en la realidad de la existencia cotidiana en la
una dignidad en la jerarquía de especialistas en la "relación sociedad) también entran dentro del universo simbólico70.
entre primos". Esas situaciones se experimentan en los sueños y fantasías
Los universos simbólicos constituyen el cuarto nivel de como áreas de significado separadas de la vida cotidiana y
legitimación. Son cuerpos de tradición teórica, que integran dotadas de una realidad peculiar propia. En el interior del
zonas de significado diferentes y abarcan el orden institu- universo simbólico estos dominios separados de la realidad
cional en una totalidad simbólicaw, usando la palabra se integran dentro de una totalidad significativa que los
"simbólica" de la manera como se definió anteriormente. "explica" y quizá también los justifica (por ejemplo, los sue-
Repetimos, los procesos simbólicos son procesos de signifi- ños pueden "explicarse" por una teoría psicológica, "expli-
carse" y justificarse por una teoría de la metempsicosis, y
&8 Tanto Marx como Pareto tenían conciencia de la posible autonomía
tanto la una como la otra se basarán en un universo mucho
de lo que hemos denominado legitimaciones C'ídeologta" para Marx, más amplio, que podemos llamar universo "científico" con-
"derivaciones" para Pareto).
69 Nuestro concepto de "universo simbólico" se aproxima mucho al do
traponiéndolo al "metafísico"). El universo simbólico se
"religión" de Durkheim. El análisis de Schutz relativo a "áreas limita- construye, por supuesto, mediante objetivaciones sociales.
das de significado" y su relación entre ellas, así como el concepto de "10-
talización" de Sartre atañen muy especialmente a este punto de nues- ro La expresión "situación marginal" (Grenesuuatioru fue acuñada
tra argumentación, por Karl Jaspers, pero la usamos de un modo muy diferente que él.

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Sin embargo, su capacidad para atribuir significados su- su misma naturaleza, se presentan como totalidades madu-
pera ampliamente el dominio de la vida social, de modo que ras e inevitables.
el individuo puede "ubicarse" dentro de él aun en sus expe- Podemos ahora seguir indagando la manera como funcio-
riencias más solitarias. nan los universos simbólicos para legitimar la biografía in-
Al llegar a este nivel de legitimación la integración refle- dividual yel orden institucional. La operación es en esen-
xiva de los distintos procesos institucionales alcanza su cia la misma en ambos casos: tiene carácter nómico u orde-
realización última. Se crea todo un mundo. Todas las teo- nador?".
rías legitimadoras de menor cuantía se ven como perspecti- El universo simbólico aporta el orden para la aprehen-
vas especiales de fenómenos que son aspectos de este mun- sión subjetiva de la experiencia biográfica. Las experiencias
do. Los "roles" institucionales se convierten en modos de que corresponden a esferas diferentes de la realidad se in-
'Participar en un universo que trasciende y abarca el orden tegran por incorporación al mismo universo de significado
institucional. En nuestro ejemplo anterior, la "ciencia de la que se extiende sobre ellas. Por ejemplo, el universo simbó-
relación entre primos" no es más que una parte de un cuer- lico determina la significación de los sueños dentro de la
po de teoría mucho mayor, que casi con certeza contendrá realidadde la vida cotidiana, que reestablece a cada mo-
una teoría general del cosmos y del hombre. La legitima- mento la situación prominente de esta última y mitiga el
ción última de las acciones "correctas" dentro de la estruc- impacto que acompaña el paso de una realidad a otra72.
tura del parentesco constituirá, pues, su "ubicación" dentro Las áreas de conocimiento que de otra manera seguirían
de un marco de referencia cosmológico y antropológico. El siendo reductos ininteligibles dentro de la realidad de la vi-
incesto, por ejemplo, alcanzará su sanción negativa más da cotidiana, se ordenan así en una jerarquía de realidades,
terminante como ofensa contra el orden divino del cosmos y e ipso (acto se vuelven inteligibles y menos aterradoras. Es-
contra la naturaleza del hombre establecida por mandato ta integración de las realidades de las situaciones margina-
divino. Lo mismo puede ocurrir con la inconducta económi- les dentro de la realidad prominente de la vida cotidiana
ca, o con cualquier otra desviación de las normas institucio- tiene gran importancia, porque dichas situaciones constitu-
nales. Los límites de dicha legitimación última se extien- yen la amenaza más señalada para la existencia estableci-
den, en principio, por el mismo espacio de tiempo que los lí- da y rutinizada en sociedad. Si se concibe a esta última co-
mites de la ambición teórica y la inventiva en aquella parte mo el "lado luminoso" de la vida humana, en ese caso las si-
de los legitimadores, que está acreditada oficialmente para tuacíonesmarginalcs constituyen el "lado sombrío" que se
definir la realidad. En la práctica existirán, por supuesto, cierra siniestro en la periferia de la conciencia cotidiana.
variaciones en el grado de precisión con que ciertos seg- Por el solo hecho de que el "lado sombrío" tiene su realidad
mentos del orden institucional se ubican en un contexto propia, que suele ser siniestra, constituye una amenaza
cósmico. Estas variaciones también pueden deberse a pro- constante para la realidad "lúcida", establecida y positiva
blemas pragmáticos particulares sobre los que se consulta de la vida en sociedad. Constantemente se sugiere la idea
a los legitimadores, o tal vez puedan ser resultado de desa- (la idea "insana" por excelencia) de que tal vez la realidad
rrollos autónomos en la fantasía teórica de los especialistas luminosa de la vida cotidiana no sea más que una ilusión,
en cosmología. que en cualquier instante puede ser devorada por las ulu-
La cristalización de los universos simbólicos sucede a los Iantes pesadillas de la otra realidad, la sombría. Esas ideas
procesos de objetivación, sedimentación y acumulación del
71 Nuestra argumentación está aquí influida por el análisis de la cno-
conocimiento que ya hemos analizado; o sea que los univer- mia de Durkheim. Sin embargo. nos interesan más los procesos nomi-
sos simbólicos son productos sociales que tienen una histo- cos de la sociedad que los anómicos.
ria. Para entender su significado es preciso entender la his- ;2 La situación prominente de la realidad cotidiana fue analizada por
toria de su producción, lo que tiene tanto más importancia Schutz, el especialmente el artículo "On Múltiple Realities", en Collec-
debido a que estos productos de la conciencia humana, por ted Papers, vol. 1, pp. 207 Y siga.

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de locura y terror se reprimen ordenando todas las realida- des y los procedimientos operativos colocándolos sub epecie
des concebibles dentro del mismo universo simbólico que uniuerei, vale decir, en el contexto del marco de referencia
abarca la realidad de la vida cotidiana, esto es, ordenando- más general que pueda concebirse. Dentro del mismo con-
las de tal manera, que esta última realidad retenga su cali- texto, hasta las transacciones más triviales de la vida coti-
dad prominente, definitiva y, si nos parece, "más real". diana pueden llegar a imbuirse de significación profunda.
Esta función nómica del universo simbólico con respecto Fácil es apreciar cómo este procedimiento proporciona una
a la experiencia individual puede describirse muy sencilla- legitimación poderosa al orden institucional en conjunto o
mente diciendo que "pone cada cosa en su lugar". Más aún: por sectores particulares.
cada vez que alguien se desvía de la conciencia de este or- El universo simbólico también posibilita el ordenamiento
den (o sea, cuando se interna en las situaciones marginales de las diferentes fases de la biografía. En las sociedades
de la experiencia), el universo simbólico le permito "volver primitivas los ritos de pasaje representan la función nómi-
a la realidad", vale decir, a la realidad de la vida cotidiana. ca en forma prístina. La periodización de la biografía se
Toda vez que ésta, por supuesto, es la esfera a la que perte- simboliza en cada etapa con referencia a la totalidad de los
necen todas las formas de comportamiento institucional y significados humanos. Cada una de las fases biográficas
los "roles", el universo simbólico proporciona la legitima- -la niñez, la adolescencia, la adultez, etc.- se legitima co-
ción definitiva del orden institucional concediéndole la pri- mo modo de ser en el universo simlxilico (muy a menudo,
macía en la jerarquía de la experiencia humana. como modo particular de vincularse al mundo de los dio-
Aparte de esta integración de las realidades marginales, ses). No es preciso insistir sobre la cuestión evidente de que
que tiene importancia crucial, el universo simbólico ofrece dicha simbolización induce sentimientos de seguridad y
el más alto nivel do integración a los significados discrepan- pertenencia. No obstante, sería un error pensar aqtú en las
tes dentro de la vida cotidiana en la sociedad. Ya hemos vis- sociedades primitivas solamente. Una teoría psicológica
to cómo la integración significativa de sectores distintos del moderna sobre el desarrollo de la personalidad puede cum-
comportamiento institucionalizado se efectúa, tanto pre- plir igual función. En ambos casos el individuo que pasa de
teórica como teóricamente, mediante la reflexión. Esa inte- una fase biográfica a otra puede percíbírse él mismo como
gración significativa no presupone el planteamiento de un repitiendo una secuencia ya establecida en la "naturaleza
universo simbólico ab iniiio: puede efectuarse sin recurrir a de las cosas" o en su propia "naturaleza"; vale decir que
procesos simbólicos, o sea, sin trascender las realidades de puede iufundirse él mismo la seguridad de que vive "correc-
la e~periencia cotidiana. Sin embargo, una vez que queda tamente". La "corrección" de su programa de vida se legiti-
planteado el universo simbólico, los sectores discrepantee ma así en el más alto nivel de la generalidad. Cuando el in-
de la vida cotidiana pueden integrarse por referencia direc- dividuo echa una mirada retrospectiva sobre su vida pasa-
ta a aquél. Por ejemplo, las discrepancias entre el significa- da, su biografía le resulta inteligible en esos términos.
do de desempeñar el "rol" de primo y el de terrateniente Cuando se proyecta al futuro, puede concebir su biografía
pueden integrarse sin referirse a una mitología general. Pe- como desenvolviéndose en el seno de un universo cuyas
ro si entra en funciones una Weltanschauung mitológica ge- coordenadas definitivas le son conocidas.
neral, puede aplicarse directamente a la discrepancia en la Igual función legitimadora le corresponde a la
vida cotidiana. Desalojar a un primo de un pedazo de tierra "corrección" de la identidad subjetiva del individuo. Por la
puede constituir no solo una mala medida económica o una naturaleza misma de la socialización, la identidad subjeti-
mala acción moral (sanciones negativas que no hay por qué va es una entidad precaria73. Depende de las relaciones del
extender a dimensiones cósmicas): es posible entenderlo co-
mo una violación del orden del universo establecido pot 73 La precariedad de la identidad subjetiva ya está implícita en el
mandato divino. De esta manera, el universo simbólico or- análisis de la génesis del yo hecho por Mead. Para desarrollos de este
dena y por ende legitima los "roles" cotidiarrcé.Ias prioridtf.' análisis, cf, Anselm Strauss, Mirrors and Masks (Nueva York, Free

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individuo con los otros significantes, que pueden variar o es la de la "ubicación" de la muerte. La experiencia de la
desaparecer. La precariedad aumenta aún más por las au- muerte de otros y, posteriormente, la anticipación de la
toexperiencias en las susodichas situaciones marginales. muerte propia plantea la situación marginal por excelencia
La aprehensión "lúcida" de uno mismo como poseedor de para el individuo?". Huelga insistir en ':lue la muerte p~an­
una identidad reconocida socialmente, estable y definida, tea la amenaza más terrible a las realidades establecidas
se ve amenazada de continuo por la metamorfosis "surrea- de la vida cotidiana. La integración de la muerte dentro de
lista" de sueños y fantasías, aun cuando sigue teniendo una la suma realidad de la existencia social adquiere, por lo
coherencia relativa en la interacción social cotidiana. La tanto, importancia primordial para enalquier orden institu-
identidad se legitima definitivamente situándola dentro del cional. Esta legitimación de la muerte constituye, en conse-
contexto do un universo simbólico. Hablando en sentido mi- cuencia, uno de los frutos más importantes de los universos
tológico, el nombre "real" del individuo es el que le ha adju- simbólicos, y el hecho de que se realice recurriendo o no a
dicado su dios. De esa manera, puede "saber quién es él" interpretaciones mitológicas, religiosas o metafísicas de la
sujetando su identidad a una realidad cósmica protegida realidad, no es aquí cuestión esenciaL El ateo mode-:no,.por
tanto de las contingencias de la socialización como de las ejemplo que atribuye significado a la muerte en términos
auto-transformaciones malévolas de la experiencia margí- de una iveltanschauung de evolución progresiva o de histo-
nal. Aun cuando su vecino no sepa quién es él, y aun cuando ria revolucionaria, también la legitima integrando la ~uer­
pueda olvidarse de sí mismo en las angustias de la pesadi- te dentro de un universo simbólico que abarca la realidad.
lla, el individuo puede tener la seguridad de que su "verda- Todas las legitimaciones de la muerte deben cumplir la
dero yo" es una entidad definitivamente real en un univer- misma tarea esencial: capacitar al individuo para seguir vi-
so definitivamente real. Los dioses ---o la psiquiatría- o el viendo en sociedad después de la muerte de otros signifi-
interesado lo saben. En otras palabras, el realissimum de la cantes y anticipar su propia muerte con un terror que, al
identidad no necesita para legitimarse que el individuo lo menos se halla suficientemente mitigado como para no pa-
conozca en todo momento; para los propósitos de la legiti- raliza; la realización continua de las rutinas de la vida coti-
mación, basta que sea cognoscible. Corno la identidad cono- diana. Puede advertirse fácilmente que una legitimación
cida o cognoscible por los dioses, por la psiquiatría o por el semejante resulta ardua de conseguir, como no sea inte-
interesado es al mismo tiempo la identidad a la que se grando el fenómeno de la muerte dentro de ~n :u~iverso
adjudica la condición de realidad última, la legitimación simbólico. Dicha legitimación provee, pues, al individuo de
vuelve a integrar todas las transformaciones concebibles de una receta para una "muerte correcta". En el mejor de los
la identidad con la identidad cuya realidad se basa en la casos esta receta conservará su admisibilidad cuando su
vida cotidiana en la sociedadUna vez más el universo sim- propia muerte sea inminente y en verdad le pennitirá "mo-
bólico establece una jerarquía, desde las aprehensiones de rir correctamente".
la identidad "más reales", hasta las más fugitivas, lo que En la legitimación de la muerte es donde la potencia tras-
significa que el individuo puede vivir en la sociedad con cendente de los universos simbólicos se manifiesta con más
cierta seguridad de que realmente es lo que él considera ser- claridad, y donde se revela el carácter apaciguador-funda-
cuando desempeña sus "roles" sociales de rutina, a la luz mental de las legitimaciones definitivas de la suma reali-
del día y ante la mirada de los otros significantes. dad de la vida cotidiana. La primacía de las objetivaciones
Una función legitimadora de Jos universos simbólicos que
tiene importancia estratégica para la biografía individual 74 El análisis que hace Heidegger de la muerte como situación mar-
ginal y por excelencia, es el más elaborado de los que existen en la filo-
sofía redcntc. El concepto de Schutz sobre la "ansiedad fundamental"
Press of Glencoe, 1959); Erving Goffman, The Presentation of Self in se refiere al mismo fenómeno. También atañe a este punto el análisis de
Eueryday Life (Garden City, N.v..Doubleday-Anchor, 1959). Malinowski relativo a la función social del ceremonial funerario.

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sociales de la vida cotidiana puede retener su plausibilidad India tradicional asignaba a los parias un status más cerca-
subjetiva solo si se la protege constantemente contra el te- no al de los animales que al status humano de las castas su-
rror. En el plano del significado, el orden institucional re. periores (operación legitimada definitivamente en la teoría
presenta una defensa contra el terror. Ser anémico por lo del karma-samsara, que abarcaba a todos los seres, huma-
tanto, significa carecer de esa defensa y estar expuesto nos o no), y aun más tarde, durante las conquistas españo-
solo, al asalto de la pesadilla. Si bien el horror a la soledad las en América, los españoles llegaron a concebir que los in-
ya existe como algo que probablemente se da en la sociabili- dios pertenecían a una especie diferente (esta operación se
dad propia de la constitución del hombre, se manifiesta en legitimaba en una manera menos amplia por una teoría,
el plano de! signífícado .en lél; incapacidad de éste para lle- que "probaba" que los indios no podían descender de Adán y
var una eXIstencIa significativa aislado de las construccio- Eva).
nes n?mi.cél;s de la sociedad. El universo simbólico resguar- El universo simbólico también ordena la historia y ubica
~a al individue contra el terror definitivo adjudicando legí- todos los acontecimientos colectivos dentro de una unidad
timación definitiva a las estructuras protectoras del orden coherente que incluye el pasado, el presente y el futuro.
ínstítucíonal'o
Con respecto al pasado, establece una "memoria" que co~­
All?? muy.similar pue?~ afirmarse con respecto a la sígní- parten todos jos individuos socializados dentro de la cclcctí-
ficación social (en OPOSICión a la individual que acabamos vidad 77. Con respecto al futuro, establece un marco de refe-
de ver) de los universos simbólicos. Son cubiertas que res- rencia común para la proyección de las acciones individua-
~ardan el or?,en institucional a la vez que la biograffa indi- les. De esa manera el universo simbólico vincula a los hom-
v~dual. Tam~Ien proveen la delimitación de la realidad so- bres con sus antecesores y sus sucesores en una totalidad
C1~, vale ?ecIr, es.t?ble~n los límites de lo atingente en tér- signíñcetiva/", que sirve para trascender la finitud de la
mmos de mteraccícn SO(:lal. Una posibilidad extrema de esto existencia individual y que adjudica significado a la muerte
y «.Iu~ .a veces se da aproximedarnent¿ en las sociedade~ del individuo. Todos los miembros de una sociedad pueden
pn?Ubvas, la constituye la definición de todo COmo realidad ahora concebirse ellos mismos corno pertenecientes a un
s?CIal; hasta la materia inorgánica se trata en términos so- universo significativo, que ya existía antes de que ellos na-
ciales. Una delimitación más restringida, y más común, cieran y seguirá existiendo después de su muerte. La comu-
abarca .sola~ente los mundos orgánicos o animales. El uni- nidad empírica es traspuesta a un plano cósmico y se la
vers? Simbólico asigna rangos a los diversos fenómenos en vuelve majestuosamente independiente de las vicisitudes
una Jera~quíél; del ser, deJiniendo los rangos de lo social den- de la existencia indwidualó'.
tro d~ ,dicha Je.rarquía 7 . H~elga aclarar que esos rangos Como ya hemos observado, el universo simbólico propor-
también se asignan a los tIpOS diferentes de hombres y ciona una amplia integración de todos los procesos institu-
suele suceder que amplias categorías de esos tipos (a ve~es cionales aislados. Ahora la sociedad entera adquiere senti-
todos. los que están fuera de la colectividad en cuestión) son do. Las instituciones y los "roles" particulares se legitiman
defimdos como distintos de lo humano o menos que huma- al ubicárselos en un mundo ampliamente significativo. Por
nos. Esto suele expresarse lingüísticamente (en el caso ex- ejemplo, el orden político se legitima por referencia a un or-
tremo, el nombre de la colectividad equivale al término "hu-
mano''>., l~ que no resulta muy infrecuente, aun en las socie- 77 Sobre la memoria colectiva, cf. Maurice Halbwachs, Les cadres $0-
dades civilizadas, Por ejemplo, el universo simbólico de la ciaux de la mémoire (París, Presses Universitaires de France, 1952).
Halbwachs también desarrolló Su teoría sociológica de la memoria en
75 El uso de ciertas perspectivas de la "angustia~ (Angst) desarrolla_ La mémoire colleetive (1950) y en La lopographie légenduire des Évangi-
das por la ñlosofla existencial hace posible ubicar el análisis de la uno- les en Terre Sainle (1941).
muz efect';lado por Durkheim en un marco de referencia antropológico 711 Los conceptos de "antecesores" y "sucesores" derivan de Schutz.
más ampho. 7~ La concepción del carácter trascendente de la sociedad fue desarro-
76Cf Lévi-Strauss, op. cit. llada especialmente por Durkheim.

130
131
den cósmico de poder y justicia, y los "roles" políticos se le- b) Mecanismos conceptuales para el mantenimiento de
gitiman como representaciones de estos principios cósmi- los universos simbólicos.
cos. La institución de la realeza divina en las civilizaciones
arcaicas aporta una muestra excelente de la manera en que El universo simbólico, considerado como construcción
opera esta clase de legitimación definitiva. Sin embargo, cognoscitiva, es teórico. Se origina en procesos de reflexión
importa observar que el orden institucional, al igual que el subjetiva, los que, con la objetivación social, llevan al esta-
de la biografía individual, está continuamente amenazado blecimiento de vínculos explícitos entre los temas significa-
por la presencia de realidades que no tienen sentido en sus tivos que arraigan en las diversas instituciones. En este
términos. La legitimación del orden institucional también sentido, el carácter teórico de los universos simbólicos re-
se ve ante la necesidad continua de poner una valla al caos. sulta indudable, por más ilógicos o no sistemáticos que pue-
Tada la realidad social es precaria; todas las sociedades son dan parecerle a un observador "indiferente". Sea como fue-
construcciones que enfrentan el caos. La constante posibili- re, se puede vivir, y de hecho se vive sencillamente, dentro
dad del terror anómico se actualiza cada vez que las legiti- de un universo simbólico. Si bien el establecimiento de un
maciones que obscurecen la precariedad están amenazadas universo simbólico presupone reflexión teórica por parte de
o se desploman. El temor que acompaña a la muerte de un alguien (a quien el mundo o, más específicamente, el orden
rey, especialmente si acaece con violencia repentina, expre- institucional le pareciese problemático), todos pueden "ha-
sa este terror. Por encima y más allá de las emociones de bitar" ese universo en una actitud establecida. Si el orden
pesar o de las preocupaciones políticas pragmáticas, la institucional ha de tomarse por establecido en su totalidad
muerte de un rey en tales circunstancias trae el terror del como conjunto significativo, debe legitimarse "colocándolo"
caos a una cercanía consciente. La reacción popular ante el en un universo simbólico. Pero, ya que otras cosas son igua-
asesinato del presidente Kennedy es un ejemplo poderoso. les, ese universo no requiere de suyo otra legitimación. En
Puede comprenderse fácilmente por qué a los aconteci- principio, era el orden institucional, no el universo simbóli-
mientos de esa índole tienen que sucederles inmediatamen- co, lo que parecía problemático y a lo que debía dirigirse, en
te las más solemnes reafirmaciones sobre la realidad conti- consecuencia, la teorización. Por ejemplo, volviendo al caso
nuada de los símbolos protectores. citado de la legitimación de la realeza, una vez que la insti-
Los orígenes de un universo simbólico arraigan en la tución del parentesco entre primos se ha "ubicado" en un
constitución del hombre. Si el hombre en sociedad es el cosmos de primos mitológicos, ya no se trata de la simple
constructor de un mundo, esto resulta posible debido a esa cuestión de un hecho social sin significación "adicional". Co-
abertura al mundo que le ha sido dada constitucionalmen- mo quiera que sea, la mitología misma puede sostenerse in-
te, lo que ya implica el conflicto entre el orden y el caos. La genuamente sin que haya reflexión teórica sobre ella.
existencia humana es, ab initio, una externalización con- Solamente después que un universo simbólico se objetiva
tinua. A medida que el hombre se externaliza, construye el como "primer" producto del pensamiento teórico, surge ver-
mundo en el que se externaliza. En el proceso de externalí- daderamente la posibilidad de la reflexión sistemática so-
zación, proyecta sus propios significados en la realidad. Los bre la naturaleza de ese universo. Mientras que el univer-
universos simbólicos, que proclaman que toda la realidad es So simbólico legitima el orden institucional en su más al-
humanamente significativa y que recurren al cosmos entero to nivel de generalidad, la teorización acerca del universo
para que signifique la validez de la existencia humana, cons- simbólico puede ser descrita como legitimación en segundo
tituyen las estribaciones más remotas de esta proyeccíón'v. grado, por así decir. Todas las legitimaciones, desde las más
sencillas legitimaciones pro-teóricas de significados insti-
80 El concepto de "proyección" fue desarrollado primeramente por tucionales distintos hasta los establecimientos cósmicos
Feuerbach y más tarde, aunque en direcciones muy diferentes, por de universos simbólicos pueden, a su vez, describirse como
Marx, Nietzsche y Freud. mecanismos para mantenimiento de universos, los que,

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como podrá fácilmente advertirse, requieren buena medida lar.al.for~ulado con respecto a la tradición en general La
de sofisticación conceptual desde el principio. ~ocIa.hza~lOn nu.nca se logra totalmente. Algunos individuos
Es evidente que existen dificultades para trazar líneas 'habitan el universo transmitido en forma más definitiva
firmes entre Jo "simple" y lo "sofisticado" en ejemplos con- que otros. Aun entre los "habitantes" más o menos acredita-
cretos. Sin embargo, conviene hacer la distinción analítica dos siempre existirán variaciones de idiosincrasia en cuan-
aun en esos ejemplos, porque así se llama la atención res- to a l~ mane:a d~ ~oncebir el universo. Justamente porque
pecto de la medida en que un universo simbólico se da por el umversc simbólico no puede experimentarse como tal en
establecido. En lo que se refiere a esta cuestión, es evidente la vida cotidiana, pero trasciende a esta última por su natu-
que el problema analítico resulta similar al que ya surgió raleza mIsma.' no resulta posible "enseñar" su significado
cuando analizábamos la legitimación. Existen varios nive- en la fonn~ dlre<;tél; en que pueden enseñarse los significa-
les de la legitimación de universos simbólicos así como los dos de la VIda cotidiana. Las preguntas de los niños sobre el
hay de legitimación de las instituciones; sin embargo, de los universo simbólico tienen que contestarse de manera más
primeros no puede decirse que desciendan al nivel pre-teó- c?mplicada que Sus preguntas sobre las realidades institu-
rico, por la razón evidente de que un universo simbólico es cíonales de la vida cotidiana. Las preguntas de los adultos
de por sí un fenómeno teórico y sigue siéndolo aun cuando idiosincrásic?s requieren una mayor elaboración concep-
se lo sostenga sencillamente. tual. En el ejemplo anterior, el significado del parentesco
Como en el caso de las instituciones, se plantea la cues- entre primos está continuamente representado por primos
tión de las circunstancias en que se vuelve necesario legiti- de carne y hueso que desempeñan "roles" de tales en las ru-
mar universos simbólicos por medio de mecanismos concep- tinas experimentadas en la vida cotidiana. Los primos hu-
tuales específicos para el mantenimiento de universos. Y ~anos resultan empíricamente accesibles, lo que, desgra-
también esta vez la respuesta es similar a la dada en el ca- cíadamente, no Ocurre con los primos divinos: he ahí un
so de las instituciones. Los procedimientos específicos para p:o~lema intrfnseen para los pedagogos de ese parentesco
el mantenimiento de los universos se hacen necesarios dIVIDO. Mutatis mutandie, otro tanto sucede con la transmi-
cuando el universo simbólico se ha convertido en problema. sión de otros universos simbólicos.
Mientras esto no suceda, el universo simbólico se autosus- " Es~ prob~ema intrínseco se acentúa si algunos grupos de
tenta, o sea, se autolegitima por la sola facticidad de su habitantes llegan a compartir versiones divergentes del
existencia objetiva en la sociedad de que se trate. Puede ad- universo simbólico. En ese caso, por razones evidentes en la
mitirse el concebir una sociedad en la que esto ocurriera: naturaleza ~e la objetivación, la versión que se desvía que-
dicha sociedad constituiría un "sistema" de funcionamiento da estereo~IP.ada en una realidad por derecho propio, la
perfecto, armonioso y cerrado. Pero una sociedad semejante que, por existir dentro de la sociedad, desaña el status de la
no existe en la realidad. Dadas las tensiones inevitables de r~ali~ad del universo simbólico tal como se constituyó ori-
los procesos de institucionalización y por el hecho mismo de gmanamente. El grupo que ha objetivado esta realidad di-
que todos los fenómenos sociales son construcciones produ- vergente se convierte en portador de una definición de la
cidas históricamente a través de la actividad humana, no realidad que constituye una alternativa8I. Resulta innece-
existe una sociedad que se dé totalmente por establecida ni sario detallar el punto concerniente a que dichos grupos he-
tampoco, a [ortiori, un universo simbólico de esa clase. Todo réticos plantean no solo una amenaza teórica para el uni-
universo simbólico es incipientemente problemático. La verso simbólico, sino también una amenaza práctica para el
cuestión reside, pues, en saber en qué grado se ha vuelto orden institucional legitimado por el universo simbólico en
problemático. cuestión. Los procedimientos represivos que suelen ser em-
El proceso de transmisión de un universo simbólico de
81 Compárese nuevamente el concepto de "portador" (TriigerJ de
una generación a otra plantea un problema intrínseco simi- Weber.

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pleadoe contra tales grupos por los custodios de las defini- oposición se define ípeo {acto como locura o perversidad,
ciones "oficiales" de la realidad no tienen por qué preocu- que enfrentar a otra sociedad que considera nuestras pro-
parnos en este contexto. Lo que importa para nuestras con- pias definiciones de la realidad como ignorancia, locura o
sideraciones es la necesidad de que dicha represión se legi- perversidadsé. Una cosa es estar rodeado por algunos indi-
time, lo que, por supuesto, implica la puesta en marcha de viduos -aun cuando se agrupen en una minoría- que no
diversos mecanismos conceptuales destinados a mantener pueden o no quieren atenerse a las reglas institucionales
el universo "oficial" contra el desafio herético. del parentesco entre primos, y otra es enfrentar a una so-
Desde el punto de vista histórico, el problema de la here- ciedad entera que jamás ha oído mencionar esas reglas, que
jía ha constituido con frecuencia el primer impulso para la tal vez hasta carece de la palabra equivalente a "primo" y
conceptualización teórica y sistemática de los universos que sin embargo parece prosperar como empresa activa. El
simbólicos. El desarrollo del pensamiento teológico cristia- universo que como alternativa presenta la otra sociedad de-
no como resultado de una serie de desafíos heréticos a la be ser enfrentado esgrimiendo las mejores razones que pue-
tradición "oficial" aporta excelentes ejemplos históricos de dan existir para apoyar la superioridad del propio. Esto de-
este proceso. Como en toda teorización, en el curso de dicho manda un mecanismo conceptual de gran sofisticación.
proceso surgen nuevas implicaciones teóricas dentro de la La aparición de un universo simbólico a modo de alterna-
tradición misma, la que se ve impulsada a nuevas concep- tiva constituye una amenaza porque su misma existencia
tualizaciones más allá de su forma original. Por ejemplo, las demuestra empíricamente que nuestro propio universo es
formulaciones cristológicas precisas emitidas por los conci- menos que inevitable. Como cualquiera puede advertir aho-
lios de la iglesia primitiva fueron requeridas, no por la tra- ra, se puede vivir en este mundo sin la institución de la re-o
dición en sí, sino por los desafíos que le significaban las he- lación entre primos, después de todo, y se puede renegar y
rejías. A medida que se desenvolvían estas formulaciones, aun burlarse de los dioses que presiden esa relación, sin
también se iba manteniendo y difundiendo la tradición. De que ello signifique el inmediato derrumbe de los cielos. Este
esa manera surgió, entre otras innovaciones, la concepción hecho impactante debe tenerse en cuenta aunque más no
teórica de la Trinidad, que no solo era innecesaria sino tam- sea teóricamente. Por supuesto que también puede ocurrir
bién inexistente en la primera comunidad cristiana. En que el universo alternativo tenga un atractivo misional.
otras palabras, el universo simbólico no solo se legitima, si- Ciertos individuos o grupos dentro de nuestra propia socíe-
no que también se modifica mediante los mecanismos con- dad tal vez podrían sentir la tentación de "emigrar" del uni-
ceptuales construidos para resguardar el universo "oficial" verso tradicional o -peligro aún mayor- de cambiar el or-
contra el desafio de los grupos heréticos. den antiguo según el modelo del nuevo. Resulta fácil imagi-
Una ocasión importante para el desarrollo de la concep- nar, por ejemplo, cómo el advenimiento de los griegos' pa-
tualización destinada al mantenimiento de los universos es triarcales debe de haber trastornado el universo de las so-
la que se presenta cuando una sociedad se enfrenta COIl ciedades matriarcales que a la sazón existían a lo largo del
otra que posee una historia muy diferente82. El problema Mediterráneo oriental. El universo griego debe de haberles
que plantea dicho enfrentamiento resulta mucho más aguo parecido sumamente agradable a los varones que en esas
do en particular que el planteado por las herejías en el senn sociedades se hallaban dominados por sus mujeres y sabe-
de las sociedades, porque en este caso existe la alternativa mos que la Magna Meter causó gran impresión en los mis-
de un universo simbólico con una tradición "oficial" cuys mos griegos. En la mitología griega abundan las elaboracio-
objetividad ya establecida sea igual a la propia. Para el sta' nes conceptuales que demostraron ser necesarias para re-
tus de realidad del universo propio, resulta menos chocante solver este problema.
tener que tratar con grupos minoritarios de desviados, cuy'
ea Atañen a este punto los análisis del "contacto cultural" de la antro: R3 Compárese el concepto de "impacto de culturan en la antropología
pología cultural norteamericana contemporánea. cultural norteamericana contemporánea.

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Tiene importancia destacar que los mecanismos concep- sos simbólicos siempre entrañan la sistematización de legiti-
tuales para el mantenimiento de los universos son en sí maciones cognoscitivas y normativas que ya estaban pre-
mismos productos de la actividad social, como lo son todas sentes en la sociedad de modo más sencillo y que cristaliza-
las formas de legitimación, y rara vez pueden entenderse ron en el universo simbólico en cuestión. En otras palabras,
separados de las demás actividades de la colectividad de el material con que se construyen las legitimaciones que
que se trate. Específicamente, el éxito de los mecanismos mantienen los universos consiste mayormente en una ela-
conceptuales particulares se relaciona con el poder que po- boración ulterior -a un nivel más elevado de integración
seen los que los manejan84. El enfrentamiento de universos teórica- de las legitimaciones de las diversas institucio-
simbólicos alternativos implica un problema de poder: nes. De esa manera suele haber una continuidad entre los
¿cuál de las definiciones conflictuales de la realidad habrá esquemas explicativos y exhortativos, que sirven de legiti-
de "quedar adherida" en la sociedad? Dos sociedades que se maciones al más bajo nivel teórico, y las imponentes cons-
enfrentan y cada una de las cuales posee universos en con- trucciones intelectuales que explican el cosmos. La relación
flicto desarrollarán mecanismos conceptuales destinados a entre la conceptualización cognoscitiva y normativa, aquí
mantener sus respectivos universos. Desde el punto de vis- como en todas partes, es empíricamente fluida: las concep-
ta de la plausibilidad intrínseca, las dos formas de concep- tualizaciones normativas siempre implican ciertos presu-
tualización parecen ofrecer escaso margen de opción al que puestos cognoscitivos. Conviene, sin embargo, establecer la
observa desde fuera. Sin embargo, la cuestión de cuál de las distinción analítica, en especial porque lleva la atención ha-
dos prevalecerá dependerá más del poder que de la habili- cia grados cambiantes de diferenciación entre las dos esfe-
dad teórica de los legitimadores respectivos. Resulta posi- ras conceptuales.
ble imaginar que mistagogos olímpicos y ctóniccs igual- Resultaría a todas luces absurdo intentar aquí un estudio
mente sofisticados se reunieran en consultas ecuménicas detallado de los diferentes mecanismos conceptuales para
para discutir los méritos de sus respectivos universos sine el mantenimiento de los universos de que disponemos his-
ira el studio: pero es más probable que la cuestión se deci- tóricamente'". Pero es conveniente anotar unas cuantas
diera en el plano menos refinado de la fuerza militar. El re- observaciones con respecto a algunos de ellos: la mitología,
sultado histórico de cada lucha de dioses lo decidían los que la teología, la filosofía y la ciencia. Sin que queramos propo-
blandían las mejores armas más que los que poseían los ner un esquema evolutivo para estos tipos, se puede afir-
mejores argumentos. Lo mismo puede decirse, por supues- mar con certeza que la mitología representa la forma más
to, de los conflictos de esta índole que ocurren en el seno de arcaica para el mantenimiento de universos, así como en
las sociedades. El que tiene el palo más grande tiene mayo- verdad representa la forma más arcaica de legitimación en
res probabilidades de imponer sus definiciones de la reali- general86. Es muy probable que la mitología sea una fase
dad, lo que constituye una aseveración valedera con respec-
to a cualquier colectividad más grande, aunque siempre Rli Pareto es el que más se aproximó a la elaboración de una historia
queda la posibilidad de que algunos teorizadores política- del pensamiento en términos sociológicos, lo que hace que sea figura
mente desinteresados se convenzan mutuamente sin tener importante para Ia sociología del conocimiento. a pesar de las reservas
que pueda inspirar su marco de referencia teórico. Cf Brigitte Berger,
que recurrir a medios más groseros de persuasión. Vilfredo Pareto and thc Sociology of Knoioledge (tesis doctoral inédita,
Los mecanismos conceptuales que mantienen los univer- New School for Social Research, 1964).
~s Esto puede hacer recordar la "ley de los tres estadios" de Augusto
84Marx desarrolló con gran detalle la relación entre el poder material Comte. No podemos aceptarla, por supuesto, pero es posible que reBulte
y el "éxito conceptual". Cf la conocida formulación a este respecto en útil al sugerir que la conciencia se desarrolla en etapas históricamente
The German ldeolDgy: "Die Gedanken der herrscbendcn Klasse sind in discernibles, aunque no pueda concebírselas como 10 hace Comte. Nues-
jeder Epoche die herrschenden Dcdanken" (Frühschriflen, edición KrQ_ tra concepción a este respecto se aproxima al enfoque hegeliano/mar-
nert, p. 373. La ideologia alemana, varias ediciones. xista acerca de la historicidad del pensamiento humano.

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necesaria en el desarrollo del pensamiento humano en cuan- coso Puede tal vez limitarse a elegir candidatos, a ocasiones
to tal87. De cualquier modo, las más antiguas conceptuali- o momentos especiales, y puede comportar una esforzada
zaciones para el mantenimiento de universos de que dispo- preparación ritual. Con todo, no suele resultar dificil en
nemos tienen forma mitológica. Para nuestros propósitos, cuanto a las cualidades intrínsecas del cuerpo de conoci-
basta definir la mitología como una concepción de la reali- miento en sí mismo, el cual no es dificil de adquirir. Para
dad que plantea la continua penetración del mundo de la salvaguardar la pretensión monopolizadora de los especia-
experiencia cotidiana por fuerzas sagradass". Esta concep- listas, debe establecerse institucionalmente la inaccesibili-
ción entraña naturalmente un alto grado de continuidad dad del saber de éstos; vale decir, se propone un "secreto" y
entre el orden social ~ el cósmico, y entre todas sus respec- se define institucionalmente en términos esotéricos un
tivas legitímacíones'' : toda la realidad aparece como hecha cuerpo de conocimiento intrínsecamente exotérico. Un bre-
de una misma materia. ve vistazo a las "relaciones públicas" de las camarillas ac-
La mitología como mecanismo conceptual es lo más cer- tuales de teorizadores revelará que este antiguo malabaris-
cano al nivel sencillo del universo simbólico, nivel en el cual mo dista mucho de haber desaparecido. Con todo, existen
es mínima la necesidad de mantenimiento teórico de uni- importantes diferencias sociológicas entre las sociedades en
versos más allá del planteo real del universo en cuestión co- las que todas las conceptualizaciones para el mantenimien-
mo realidad objetiva. Esto explica el fenómeno histórica- to de universos son mitológicas, y aquellas en que no lo son.
mente recurrente de tradiciones mitológicas contradicto- Sistemas mitológicos más elaborados se esfuerzan por
rias que subsisten paralelamente sin integración teórica. eliminar incoherencias y mantener el universo mitológico
En particular, esa incoherencia se siente solo después que en términos integrados teóricamente. Esas mitologías "ca-
las tradiciones se han vuelto problemáticas y que ya ha nónicas", diríamos, entran en la conceptualización teológica
ocurrido una cierta especie de integración. El "descubri- propiamente dicha. Para nuestros propósitos presentes, el
miento" de dicha incoherencia (o, si se prefiere, su suposi- pensamiento teológico puede distinguirse de su antecesor
ción ex post {actol suele ser hecho por los especialistas en la mitológico sencillamente en términos de tul mayor grado de
tradición, que son también los integradores más comunes sistematización teórica. Los conceptos teológicos se hallan
de los temas tradicionales aislados. Una vez que se hace más alejados del nivel sencillo. El cosmos aún puede conce-
sentir la necesidad de integración, las construcciones mito- birse según las fuerzas o seres sagrados de la antigua mito-
lógicas consiguientes pueden adquirir gran artificiosidad logía; pero esas entidades sagradas han sido desplazadas a
teórica. En este punto basta con citar el ejemplo de Homero. una distancia mayor. El pensamiento mitológico funciona
La mitología se aproxima también al nivel sencillo en dentro de la continuidad que existe entre el mundo humano
que, aunque existan especialistas en la tradición mitológi- y el de los dioses. El pensamiento teológico sirve para me-
ca, su conocimiento no dista mucho de lo que se conoce en ge- diar entre esos dos mundos, justamente porque su continui-
neral. La iniciación en la tradición administrada por esos es- dad originaria ahora parece haberse roto. Con la transición
pecialistas puede resultar ardua en sus aspectos extrínse- de la mitología a la teología, la vida cotidiana parece estar
menos penetrada continuamente por las fuerzas sagradas.
87Tanto Lévy-Bruhl como Piaget sugieren que la mitología constituye El cuerpo de conocimiento teológico se halla, consiguiente-
una etapa necesaria en el desarrollo del pensamiento. Para un análisis mente, más alejado del cúmulo general de conocimiento de
sugerente de las raíces biológicas del pensamiento mitológico/mágico, la sociedad y de esa manera llega a ser intrínsecamente
el Arnold Gehlen, Studien eur Anthropologie und Soziologie (Neuwiedl
Rhein, Luchterhand, 1963), pp. 79 Y sigs.
más dificil de adquirir. Aun en aquellos lugares donde no se
88 Nuestra concepción de la mitología está aquí influida por la obra ha institucionalizado deliberadamente como esotérico, si-
de Gerardus van der Leeuw, Mircea Eliade y Rudolf Bultmann. gue siendo "secreto" en virtud de su ininteligibilidad para el
89Sobre la continuidad entre los órdenes social y cósmico en la concien- Pueblo en general, de lo que resulta también que el pueblo
cia mitológica, compárense nuevamente las obras de Eliade y Voegelin. puede permanecer sin sentirse relativamente afectado por

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las artificiosas teorías relativas al mantenimiento de los aplicaciones de los mecanismos conceptuales para el man-
universos que han urdido los especialistas en teología. La tenimiento de los universos: la terapia y la aniquilación.
coexistencia de una mitología sencilla entre las masas y La terapia comporta la aplicación de mecanismos concep-
una teología sofisticada entre una élite de teorizadores, que tuales para asegurarse que los desviados, de hecho o en po-
contribuyen ambas a mantener el mismo universo simbó- tencia, permanezcan dentro de las definiciones institucio-
lico, es un fenómeno histórico frecuente. Solamente si se nalizadas de la realidad o, en otras palabras, para impedir
tiene este fenómeno en mente es posible, por ejemplo, que los "habitantes" de un universo dado "emigren", lo cual
llamar "budistas" a las sociedades tradicionales del Lejano se efectúa aplicando el aparato legitimador a los "casos" in-
Oriente o, llegado el caso, llamar "cristiana" a la sociedad dividuales. Ya que, corno hemos visto, toda sociedad enfren-
medieval. ta el peligro de la desviación individual, podemos suponer
que la terapia, en cualquier forma que sea, constituye un
La teología es paradigmática para las posteriores concep-
fenómeno social global. Sus ordenamientos institucionales
tualizaciones filosóficas y científicas del cosmos. Si bien la
específicos, desde el exorcismo hasta el psicoanálisis, desde
teología puede hallarse más cerca de la mitología por el
la cura pastoral hasta los programas de asesoramiento per-
contenido religioso de sus definiciones de la realidad, está sonal, corresponden, por supuesto, a la categoría de control
más próxima a las conceptualizaciones secularizadas poste- social. Lo que sin embargo nos interesa aquí es el aspecto
riores por su ubicación social. A diferencia de la mitología. conceptual de la terapia. Como ésta debe ocuparse de las
las otras tres formas históricamente dominantes de meca- desviaciones que se apartan de las definiciones "oficiales"
nismos conceptuales se convirtieron en propiedad de las éli- de la realidad, tiene que desarrollar un mecanismo concep-
tes de especialistas cuyos cuerpos de conocimiento se aleja- tual que dé cuenta de tales desviaciones y mantenga las
ban cada vez más del conocimiento común de la sociedad en realidades cuestionadas. Eso requiere un cuerpo de conoci-
general. La ciencia moderna es un paso extremo en este de- miento que incluya una teoría de la desviación, un aparato
sarrollo, y en la secularización y sofisticación del manteni- para diagnósticos y un sistema conceptual para la "cura de
miento de los universos. La ciencia no solo corona el aleja- almas".
miento de lo sagrado del mundo de la vida cotidiana, sino Por ejemplo, en una colectividad que posca homosexuali-
que también aleja de ese mundo al conocimiento para el dad militar institucionalizada, el individuo obstinadamente
mantenimiento de universos en cuanto tal. La vida cotidia- heterosexual será candidato seguro para la terapia, no solo
na queda despojada tanto de la legitimación sagrada, como porque sus intereses sexuales constituyen una amenaza
de la clase de inteligibilidad teórica que la vincularía con el evidente para la eficacia combatiente de su unidad de
universo simbólico en su totalidad propuesta. Dicho más amantes guerreros, sino también porque su desviación re-
sencillamente, el miembro "profano" de la sociedad ya no sulta psicológicamente subversiva para la virilidad espon-
sabe cómo ha de mantenerse conceptualmente su universo, tánea de los demás. Después de todo, algunos de ellos, tal
aunque, por supuesto, todavía sabe quiénes son presunta- vez "subconscienternente", podrían sentir la tentación de
mente los especialistas en el mantenimiento del universo. seguir su ejemplo. A un nivel más fundamental, la conducta
Los interesantes problemas que plantea esta situación co- del desviado desafia la realidad societaria en cuanto tal, po-
rresponden a una sociología empírica del conocimiento de niendo en tela de juicio sus procedimientos operativos de
la sociedad contemporánea y no pueden seguir tratándose orden cognoscitivo ("los hombres viriles por naturaleza se
en este contexto. aman unos a otros") y normativo ("los hombres viriles de-
Se da por sobrentendido que los tipos de mecanismo con- ben amarse unos a otros") que se dan por establecidos. En
ceptual aparecen históricamente en combinaciones y mo- realidad, el desviado se alza probablemente como un insul-
dificaciones innumerables, y que los tipos que hemos ana- to viviente a los dioses que se aman unos a otros en los cie-
lizado no son necesariamente exhaustivos. Pero en el con- los, como sus devotos lo hacen en la tierra. Dicha desviación
texto de la teoría general todavía quedan por discutir dos radical requiere una práctica terapéutica sólidamente fun-

142 143
dada en una teoría terapéutica. Debe existir una teoría de La terapia utiliza un mecanismo conceptual para mante-
la desviación Ca sea, una "patología") que explique esta es- ner a todos dentro del universo de que se trate. La aniqui-
candalosa situación (digamos, alegar que se debe a pose- lación, a su vez, utiliza un engranaje similar para liquidar
sión demoníaca). Debe existir un cuerpo de conceptos diag- conceptualmente todo lo que esté fuera de dicho universo.
nósticos (digamos, una síntomatologta, con los recursos Este procedimiento puede también describirse como una
adecuados para aplicarla en ordalías), que en el mejor de especie de legitimación negativa. La legitimación mantiene
los casos no solo permita la especificación precisa de las la realidad del universo construido socialmente; la aniqui-
condiciones agudas, sino también el rastreo de la "heterose- lación niega la realidad de cualquier fenómeno o interpr-e-
xualidad latente" y la pronta adopción de medidas preven- tación de fenómenos que no encaje dentro de ese universo.
tivas. Por último, debe existir una conceptualización del Esto puede efectuarse de dos maneras. Primero: a los fenó-
proceso curativo en sí (digamos, un catálogo de técnicas menos de desviación puede atribuírseles un status ontológi-
exorcistas con sus respectivos fundamentos teóricos ade- ca negativo, con fines terapéuticos o sin ellos. La aplicación
cuados). aniquiladora del mecanismo conceptual suele usarse con
Un mecanismo conceptual semejante permite su aplica- más frecuencia para los individuos o grupos extraños a la
ción terapéutica por los especialistas indicados y también sociedad y, por ende, indeseables para la terapia. En este
puede ser intemalizado por el individuo atacado de desvia- caso la operación conceptual es bastante sencilla. La ame-
ción; la intemalización tendrá eficacia terapéutica de por naza a las definiciones sociales de la realidad se neutraliza
sí. En nuestro ejemplo, el mecanismo conceptual puede es- adjudicando un status ontológico inferior, y por lo tanto un
tar destinado a despertar en el individuo un sentimiento de status cognoscitivo carente de seriedad, a todas las defini-
culpa (por ejemplo, el "pánico heterosexual"), proeza no ciones que existan fuera del universo simbólico. De esa ma-
muy costosa si su socialización primaria ha tenido siquiera nera, la amenaza que para nuestra sociedad homosexual
un mínimo de éxito. Bajo el peso de esa culpa, el individuo significan los grupos anti-homosexuales vecinos puede li-
llegará a aceptar subjetivamente la conceptualización de su quidarse conceptualmente considerando a esos vecinos co-
estado tal como se la muestran los médicos terapeutas, ten- mo menos que humanos, congénitamente desorientados
drá "conocimiento" de su estado y el diagnóstico se volverá con respecto al orden justo de las cosas, moradores de tinie-
para él subjetivamente real. Este mecanismo conceptual blas cognoscitivas irremediables. El silogismo fundamental
puede desarrollarse aún más para permitir la conceptuali- S0 enuncia como sigue: Los vecinos son una tribu de barba-
zación (y, por ende, la liquidación conceptual) de cualquier ros. Los vecinos son anti-homosexuales. Por lo tanto, su an-
duda que pueda sentir tanto el terapeuta como el "pacien- ti-homosexualidad es un absurdo bárbaro, que hombres ra-
te" en cuanto a la terapia. Por ejemplo, puede existir una zonables no pueden tomar en serio. El mismo procedimien-
teoría de la "resistencia" que explique las dudas del segun- to conceptual puede ciertamente aplicarse también a los
do y una teoría de la "contra-transferencia" que explique desviados dentro de la sociedad. Ya sea que luego se proce-
las del primero. La terapia eficaz establece una simetría da de la aniquilación a la terapia, o que, más bien, se liqui-
entre el mecanismo conceptual y su captación subjetiva en de físicamente lo que ya se ha liquidado conceptualmente,
la conciencia del individuo; vuelve a socializar al desviada eso es cuestión de política práctica. El poder material del
dentro de la realidad objetiva del universo simbólico de la grupo liquidado conceptualmente resultará factor no des-
sociedad. Dicho retomo a la "normalidad" produce, como es preciable en la mayoría de los casos. A veces las circunstan-
de suponer, una gran satisfacción subjetiva. El individuo se cias desgraciadamente obligan a seguir en términos amis-
halla ahora en condiciones de regresar al amoroso abrazo tosos con los bárbaros.
del comandante de su pelotón sabiendo positivamente que Segundo: la aniquilación involucra el intento más am-
se ha "encontrado a sí mismo" y que una vez más está en bicioso de explicar todas las definiciones desviadas de la
gracia frente a la mirada de los dioses. realidad según conceptos que pertenecen al universo propio.

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Dentro de un marco de referencia teológico, esto comporta el cambio es producido por las acciones concretas de los se-
la transición de la herejía a la apologética. Las concepcio- res humanos. Si nos sumergimos en las complejidades de
nes desviadas no solo reciben un status negativo, sino que los mecanismos conceptuales por los que se mantiene cual-
se abordan teóricamente en detalle. La meta final de este quier universo específico, tal vez olvidemos este hecho so-
procedimiento consiste en incorporar las concepciones des- ciológico fundamental. La realidad se define socialmente,
viadas dentro del universo propio y así liquidarlas definiti- pero las definiciones siempre se encarnan, vale decir, los in-
vamente. Por tanto, debe traducirselas a conceptos deriva- dividuos y grupos de individuos concretos sirven como defi-
dos del universo propio. De esta manera, la negación del nidores de la realidad. Para comprender en un momento
universo propio se transforma sutilmente en una afirma- dado el estado del universo construido socialmente o los
ción de él. Siempre se da por sobrentendido que el negador cambios que sufre con el tiempo, es necesario comprender
no sabe en realidad lo que está diciendo. Sus afirmaciones la organización social que permite a los definidores efectuar
cobran sentido solo cuando se las traduce a términos más sus definiciones. Expresándonos más burdamente, resulta
"correctos", o sea, a términos que derivan del universo que esencial seguir formulando preguntas sobre las conceptua-
él niega. Por ejemplo, nuestros teorizadores homosexuales lizaciones históricamente disponibles de la realidad, desde
pueden argumentar que todos los hombres son homosexua- el "¿Qué?" abstracto hasta el "¿Quién lo dice?" sociológica-
les por naturaleza. Los que niegan esto, en virtud de estar mente concreto90.
poseídos por demonios o sencillamente porque son bárba- Como ya hemos visto, la especialización del conocimiento
ros, están negando su propia naturaleza; en lo profundo de y la organización concomitante de los elencos para adminis-
sí saben que eso es así. Por lo tanto, con solo examinar cui- trar los cuerpos de conocimiento especializado surgen como
dadosamente sus declaraciones se descubren la justifica- resultado de la división del trabajo. Es posible concebir una
ción y la mala fe de su posición. Lo que puedan alegar en primera etapa de este desarrollo en la que no existe rivali-
esta materia puede entonces traducirse en una afirmación dad entre los diferentes expertos. Cada zona de idoneidad
del universo homosexual al que niegan ostensiblemente. se define por los hechos pragmáticos de la división del tra-
Dentro de un marco de referencia teológica, el mismo pro- bajo. El experto en caza no pretenderá poseer idoneidad pa-
cedimiento demuestra que el diablo glorifica a Dios sin ra la pesca y, por ende, no tendrá motivos para competir con
saberlo, que toda incredulidad es deshonestidad incons- el cazador experto.
ciente y que hasta el ateo es en realidad creyente. A medida que surgen formas más complejas de conoci-
Las aplicaciones terapéuticas y aniquiladoras de los me- miento y se acumula un superávit económico, los expertos
canismos conceptuales son inherentes al universo simbólico se consagran exclusivamente a los temas de su especiali-
en cuanto tal. Si este último ha de abarcar toda la realidad, dad, los cuales, por el desarrollo de mecanismos conceptua-
no es posible permitir que nada quede fuera de su alcance les, tal vez se alejen cada vez más de las necesidades prag-
conceptual. En principio al menos, sus definiciones de la 00 De nuestros presupuestos teóricos surge claramente que no pode-
realidad deben abarcar la totalidad del ser. Los engranajes mos aquí entrar en detalles sobre la cuestión de la "sociología de los in-
conceptuales mediante los cuales se intenta esta totalización telectuales". Además de la importante obra de Mannheim en este terre-
varían históricamente en grados de artificiosidad y apare-- no (especialmente en Ideology ami Utopía -Ideología y utopía, Madrid,
cen in nuce tan pronto como cristaliza el universo simbólico. Aguilar- y Essays on the Sociology ofCulture -Ensayos sobre sociolo-
gía de la cultura, Madrid, Aguilar-), cf Flcrian Znaniecki, The Social
Role o{lhe Mon of Knowledge (Nueva York, Columbia University Press,
e) Organización social para el mantenimiento de los 1940); Theodor Geiger, Au{gaben und Stellung der IntelligeT12 in der Ce-
universos simbólicos. edlschuft (Stuttgart, 1949); Haymond Aran. L'opium des íntellectuels
(París. 1955); El opio de los intelectuales (Buenos Aires, Leviatán,
Todos los universos construidos socialmente cambian 1967); George B. de Huszar (comp.), The Intellectuals (Nueva York,
porque son productos históricos de la actividad humana," Free Press ofGlencoe, 1960).

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máticas de la vida cotidiana. Los expertos en estos refina- Ciertas cosas se hacen no porque resulta, sino porque son
dos cuerpos de conocimiento reclaman un status nuevo; no justas, es decir, justas en términos de las definiciones úl-
solo son especialistas en tal o cual sector del acopio social timas de la realidad promulgadas por los expertos univer-
de conocimiento, sino que demandan jurisdicción definitiva sales92.
sobre la totalidad de dicho acopio. Son expertos universa- La aparición de elencos dedicados exclusivamente a la
les, hablando literalmente. Esto TW significa que pretenden legitimación del mantenimiento de los universos también
saberlo todo, sino que más bien pretenden saber la signifi- da lugar a conflictos sociales, algunos de los cuales se pro-
cación definitiva de lo que todos saben y hacen. Tal vez ha- ducen entre expertos y profesionales. Estos últimos, por ra-
ya otros hombres que continúen jalonando sectores particu- zones que no hay por qué detallar, pueden llegar a resen-
lares de la realidad, pero los expertos reclaman idoneidad tirse por las grandiosas pretensiones de los expertos y los
en las definiciones últimas de la realidad en cuanto tal. privilegios sociales concretos que las acompañan. Quizás
Esta etapa del desarrollo del conocimiento tiene una can- ha de resultarles particularmente irritante que los expertos
tidad de consecuencias. La primera, que ya hemos estudia- pretendan conocer la significación última de las actividades
do, es la aparición de la teoría pura. Como los expertos uni- de los profesionales mejor que estos mismos. Dichas rebe-
versales operan en un plano de gran abstracción con res- liones por parte de los "profanos" puede que hagan surgir
pecto a las vicisitudes de la vida cotidiana, tanto ellos mis- definiciones rivales con respecto a la realidad y que even-
mos como los demás pueden sacar en conclusión que sus tualmente aparezcan nuevos expertos encargados de las
teorías no tienen ninguna relación con la vida continua de nuevas definiciones. La antigua India aporta algunos de los
la sociedad, sino que existen en una especie de cielo platóni- mejores ejemplos históricos acerca de este punto. Los brah-
co de ideación ahistórica y asocial. Esto, por supuesto, es manes, en cuanto expertos en la realidad última, consiguie-
una ilusión, pero puede tener gran fuerza histórico-social ron, en asombrosa medida, implantar sus definiciones de la
en virtud de la relación que existe entre los procesos que realidad en la sociedad en general. Cualesquiera que hayan
definen la realidad y los que la producen. sido sus orígenes, el sistema de castas que se difundió du-
Una segunda consecuencia la constituye el fortalecimien- rante un período de siglos hasta abarcar la mayor parte del
to del tradicionalismo en las acciones institucionalizadas subconrínente índice, se consideró una construcción brah-
que así se legitiman, o sea, un fortalecimiento de la tenden- mánica, al punto de que, unos tras otros, los príncipes rei-
cia inherente de la institucionalización hacia la inercía'". nantes invitaban a los brahmanes a servirles de "ingenie-
La habituación y la institucionalización en sí mismas limi- ros sociales" para establecer el sistema en nuevos territo-
tan la flexibilidad de las acciones humanas. Las institucio- rios (en parte, porque el sistema se consideró sinónimo de
nes tienden a persistir, a no ser que se vuelvan "problemá- civilización superior y, en parte también, porque sin duda
ticas". Las legitimaciones definitivas refuerzan inevitable- Jos príncipes comprendieron su enorme capacidad de con-
merite esta tendencia. Cuanto más abstractas resultan las trol social). El Código de Manú nos proporciona una exce-
legitimaciones, menos probabilidad existe de que se modifi- lente idea tanto de los propósitos sociales de los brahma-
quen según las cambiantes exigencias pragmáticas. Si, de nes, como de las ventajas sumamente mundanas que éstos
cualquier modo, existe una tendencia a seguir como antes, acumularon a raíz de haber sido aceptados como los deli-
ésta evidentemente se fortalece al tener excelentes razones neadores cósmicamente designados. Sin embargo, era in-
para que así suceda, lo que significa que las instituciones evitable que en tal ocasión se produjese un conflicto de po-
pueden persistir aun cuando, para un observador exterior, der entre los teorizadores y los profesionales. Estos últimos
hayan perdido su funcionalidad o practicidad originarias.
92 Precisamente ea éste el punto más débil de cualquier interpreta-
91Sobre las legitimaciones últimas que fortalecen la "inercia" insti- ción funcionalista de las instituciones, ya que tiende a buscar practici-
tucional (la "fidelidad" de Simmel), compárese a Durkheim y Pareto. dades que, de hecho, no existen.

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estaban representados por los chatrias, los miembros de la terminar procesos decisivos de socialización y, por lo tanto,
casta militar y principesca. La literatura épica de la anti- el poder de producir la realidad. De cualquier manera, las
gua India, el Mahabharata y el Ramayana, atestiguan con simbolizaciones sumamente abstractas (vale decir, las teo-
elocuencia este conflicto. No es accidental que las dos gran- nas muy alejadas de la experiencia concreta de la vida coti-
des rebeliones teóricas contra el universo brahméníco, o diana) son ratificadas por un apoyo más social que empí-
sea, el jainismo y el budismo, tuviesen su ubicación social rico 94 . Puede decirse que de esta manera vuelve a introdu-
en la casta de los chatrias. Huelga agregar que las nuevas cirse un seudopragmatismo. Puede asimismo repetirse que
definiciones de la realidad realizadas tanto por el jainismo las teorías son convincentes porque funcionan, o sea, fun-
como por el budismo, produjeron sus propios elencos de ex- cionan en el sentido de que se han vuelto conocimiento nor-
pertos, lo que probablemente también ocurrió en el caso de mal, establecido, dentro de la sociedad de que se trate.
los poetas épicos que desafiaron el universo brahmánico de Estas consideraciones implican que siempre existirá una
manera menos amplia y menos artíñcíosav", base socio-estructural para rivalidades entre definiciones
Lo anterior nos lleva a otra posibilidad de conflicto igual- competitivas de la realidad y que el resultado de la rivali-
mente importante: el que puede surgir entre camarillas ri- dad resultará afectado, si no determinado rotundamente en
vales de expertos. En tanto las teorías sigan teniendo apli- todos los casos, por el desarrollo de dicha base. Es muy po-
caciones pragmáticas inmediatas, la rivalidad que pueda sible que las formulaciones teóricas abstractas se fragüen
existir resulta fácil de zanjar por medio de pruebas prag- en aislamiento casi total de los vastos movimientos de la
máticas. Puede haber teorías en competencia acerca de la estructura social, y en esos casos la competencia entre ex-
caza del jabalí, en las cuales tengan intereses creados las pertos rivales puede producirse en una especie de vacío so-
camarillas rivales de expertos de caza. La cuestión puede cieta!. Por ejemplo, dos camarillas de derviches ermitaños
resolverse con relativa facilidad si se observa cuál teoría es pueden seguir disputando en medio del desierto sobre la
la que da más resultado para matar más jabalíes. Esa posi- naturaleza última del universo, sin que ningún observador
bilidad no existe en el caso de que haya que decidir, por exterior sienta el menor interés por la disputa. Sin embar-
ejemplo, entre una teoría politeísta y una teoría henoteísta go, no bien alguno de los dos puntos de vista encuentra eco
del universo. Los teorizadores respectivos se ven obligados en la sociedad circundante, serán principalmente los inte-
a sustituir la argumentación abstracta por pruebas prag- reses extra-teóricos los que habrán de decidir el resultado
máticas. Dicha argumentación, por su naturaleza misma, de la disputa. Los diferentes grupos sociales tendrán afini-
no transmite la convicción inherente del éxito pragmático. dades diferentes con las teorías en competencia y, subsi-
Lo que es conveniente para un hombre puede no serlo para guientemente, se convertirán en "portadores" de éstas 95.
otro. En realidad no podemos culpar a esos teorizadores si De esta suerte, la teoría derviche A puede resultar atrayen-
recurren a respaldos más sólidos para el escaso poder de la te para las clases superiores y la teoría derviche B puede
sola argumentación, como podría ser, por ejemplo, que las serlo para la clase media de la sociedad en cuestión, por ra-
autoridades empleasen la fuerza armada para imponer uno zones muy alejadas de las pasiones que animaron a los in-
de los argumentos por encima de sus competidores. En ventores originales de dichas teorías. Las camarillas com-
otras palabras, las definiciones de la realidad pueden ser petitivas de expertos llegarán así a adherir a los grupos
impuestas por la policía, lo que --dicho sea de paso- no "portadores" y su destino posterior dependerá del resultado
tiene por qué significar que tales definiciones seguirán del conflicto, sea cual fuere el que indujo a esos grupos a
siendo menos convincentes que las que se aceptan "volun- 94 Sobre la convalidación social de proposiciones que resultan difíciles
tariamente": el poder en la sociedad incluye el poder de de- de convalidar empíricamente, cf Leon Festinger,A T1U!ory ,,{Cognitive
Dissonance (Evanston, Ill., Row, Peterson and Co., 1957).
93 Sobre el confl¡cto brahmán/chatria, compárese el trabajo de Weber 91; El término "afinidad" (Wahlverwandschafi) deriva de Scheler y
sobre la sociología de la religión en la India. Weber.

150 151
adoptar las teorías respectivas. Así pues, las definiciones ri- escepticismo no se ha organizado socialmente para presen-
vales sobre la realidad se determinan en la esfera de los in- tar un reto a los sostenedores de la tradición "oficial»97.
tereses sociales competitivos cuya rivalidad, a su vez, se En tal situación, la tradición monopolizadora y sus admi-
"traduce" en térmínos teóricos. La cuestión de si los exper- nistradores especialistas se sostienen gracias a una estructu-
tos rivales y sus respectivos adeptos son "sinceros" o no en ra unificada de poder. Los que ocupan posiciones decisivas
sus relaciones subjetivas con las teorías de que se trate, del poder están preparados para usarlo con el fin de im-
presenta solo un interés secundario para la apreciación so- poner las definiciones tradicionales de la realidad a la pobla-
ciológica de estos procesos. ción que depende de su autoridad. Potencialmente, las
Cuando se produce una rivalidad no solo teórica, sino conceptualizaciones competitivas del universo se liquidan
también práctica entre grupos de expertos consagrados a tan pronto aparecen, ya sea porque se destruyan fisicamente
formular diferentes definiciones últimas de la realidad, la ("el que no adore a los dioses debe morir") o porque se inte-
despragmatización de la teoría se subvierte, y la fuerza gren dentro de la tradición misma (los expertos universales
pragmática de las teorías involucradas se vuelve extrínse- sostienen que el panteón rival Y no es "en realidad" sino otro
ca, vale decir que una de las teorías se "demuestra" como aspecto o nombre del panteón tradicional X). En este último
pragmáticamente superior en virtud, no de sus cualidades caso, si los expertos consiguen imponer su argumentación y
intrínsecas, sino de su aplicabilidad a los intereses sociales la competencia se liquida por medio de una ''fusión de em-
del grupo que se ha convertido en su "portador". Existe presas", podría decirse que la tradición se enriquecerá y se ha-
gran variabilidad histórica en la organización social de los rá diferenciada. La competencia también puede aislarse
expertos teóricos que surge de esto. Si bien resulta a todas dentro de la sociedad y en esa forma volverse inocua en lo
luces imposible ofrecer aquí una tipología exhaustiva, será que concierne al monopolio tradicional: por ejemplo, ningún
conveniente analizar algunos de los tipos más generales. miembro del grupo conquistador o gobernante puede ado-
Ante todo, existe, quizá paradigmáticamente, la posibili- rar a los dioses del tipo Y, pero los estratos sometidos o in-
dad de que los expertos universales ejerzan un monopolio feriores pueden hacerlo. El mismo aislamiento protector
efectivo sobre todas las definiciones últimas de la realidad puede aplicarse a los pueblos extranjeros o "huéspedes'v''.
en la sociedad. Esta situación puede considerarse paradig- La cristiandad medieval (que ciertamente no puede con-
mática porque existe una buena razón para pensar que re- siderarse primitiva o arcaica, pero que aun así constituye
sulta típica de las primeras fases de la historia humana. El una sociedad con un monopolio simbólico efectivo) propor-
monopolio aludirlo significa que una sola tradición simbóli- ciona un ejemplo inmejorable de los tres tipos de procedi-
ca mantiene al universo en cuestión. Estar en la sociedad mientos liquidadores. La herejía declarada debía ser des-
implica, pues, aceptar esta tradición. Los expertos en la truida físicamente, ya fuera que se encarnase en un indivi-
tradición son reconocidos como tales virtualmente por todos duo (por ejemplo, una bruja), o en una colectividad (por
los integrantes de la sociedad y no tienen que vérselas con ejemplo, la comunidad albigense). Al mismo tiempo, la Igle-
ningún competidor efectivo. Todas las sociedades primiti- sia, como custodia monopolizadora de la tradición cristiana,
vas que se ofrecen empíricamente a nuestra curiosidad pa- tenía bastante flexibilidad como para incorporar dentro de
recen pertenecer a este tipo, al que también pertenece, con esa tradición a una variedad de creencias y prácticas popu-
ciertas modificaciones, la mayoría de las civilizaciones ar- lares, en tanto éstas no cuajaran en desafíos heréticos y ar-
caicas96. Esto no significa que en esas sociedades no exis- ticulados al universo cristiano en cuanto tal. No importaba
tan escépticos, que todos sin excepción hayan internalizado que los labriegos tomaran uno de sus antiguos dioses, lo
por completo la tradición, sino más bien que lo que hay de
07 La obra de Paul Radin sugiere que el escepticismo puede aparecer
96 Sobre definiciones monopolistas de la realidad en las sociedades aun en esas situaciones monopolistas.
primitivas y arcaicas, compárese a Durkheim y a Vocgclin. il8 La expresión "pueblos huéspedes~ (Gasluólker) deriva de Weber.

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"bautizaran" como santo cristiano y continuaran contando los grupos gobernantes a los que preocupa el mantenimien-
las viejas historias y celebrando las antiguas fiestas dedi- to del statu qua político tienen una orientación religiosa
cadas a aquél. Y había por lo menos ciertas definiciones en esencialmente eclesiástica y, por eso mismo, sospecharán
competencia de la realidad que podían aislarse dentro de la de todas las innovaciones en la tradición religiosaf''.
cristiandad sin que constituyeran una amenaza para ésta. Las situaciones monopolistas pueden no lograr estable-
El caso más importante de esta clase es, por supuesto, el de cerse o mantenerse por diversas razones históricas, tan-
los judíos, aunque también se produjeron situaciones simi- to "internacionales" como "domésticas". Por lo tanto, es
lares cuando cristianos y musulmanes se vieron obligados posible que la lucha entablada entre las tradiciones que
a vivir en estrecho contacto en tiempos de paz. Este tipo de compiten y su elenco administrativo continúe largo tiempo.
segregación, dicho sea de paso, también protegió a los uni- Cuando una definición particular de la realidad llega a es-
versos judío y musulmán contra la "contaminación" cristia- tar anexada a un interés de poder concreto puede llamar-
na. En tanto las definiciones en competencia de la realidad se 1a 1idea 1ogia
'100. H ay que h acer notar que este
' ,
vocablo tie-
pueden segregarec conceptual y socialmente como apropia- ne poca utilidad si se lo aplica a esa especie de situación
das para extranjeros e ipso (acto no relevantes para uno monopolista que analizamos antes. Es casi un absurdo ha-
mismo, es posible sostener relaciones bastante amistosas blar, por ejemplo, de la cristiandad como ideología de la
con estos extranjeros. Las dificultades surgen cada vez que Edad Media -c-aun cuando tuviese usos políticos evidentes
se franquea la "extrañeza" y aparece el universo desviado para las clases gobernantes- por la sencilla razón de que
como habitat posible para la sociedad propia. el universo cristiano estaba "habitado" por todos los que
En ese punto es probable que los expertos recurran al componían la sociedad medieval, tanto los siervos como los
fuego y a la espada, o, como alternativa --en caso de no po- señores. En el período que siguió a la Revolución Indus-
der disponer de ellos- que entablen negociaciones ecumé- trial, sin embargo, se justifica hasta cierto punto que a la
nicas con los competidores. cristiandad se la llame ideología burguesa, porque la bur-
Las situaciones monopolistas de esta índole presuponen guesía utilizaba la tradición cristiana y sus elencos en su
un alto grado de estabilidad socio-estructural y Son de por lucha contra la nueva clase trabajadora industrial, que en
sí estructuralmente estabilizadoras. Las definiciones tradi- la mayor parte de los países europeos ya no podía decirse
cionales de la realidad inhiben el cambio social; inversa- que "habitaba" el universo cristíanc'vt. Casi no tiene senti-
mente, las rupturas en la aceptación establecida del mono- do usar el término si dos definiciones diferentes de la rea-
polio lo aceleran. No deberla sorprendernos, pues, que exis- lidad se enfrentan mutuamente en contacto intersocietal;
ta una profunda afinidad entre aquellos a quienes les inte-
resa retener las posiciones de poder establecidas y los elen- 99Sobre la afinidad entre las fuerzas políticamente conservadoras y
cos que administran las tradiciones monopolizadoras para los monopolios religiosos (viglesías"), compárese el análisis de la hiero-
el mantenimiento de los universos. En otras palabras, las cracia realizado por Weber.
fuerzas políticas conservadoras tienden a apoyar los recla- lOO El término "ideología" se ha usado con tantos sentidos diferentes
mos monopolizadores de los expertos universales, cuyas or- que parecería imposible darle un significado preciso. Hemos decidido
ganizaciones también monopolizadoras tienden a ser políti- conservarlo, en un sentido estrictamente definido. porque así resulta
útil y es preferible a un neologismo. No tiene objeto que discutamos
camente conservadoras. Históricamente, la mayor parte de
aquí las transformaciones de este término tanto en la historia del mar-
estos monopolios ha sido, por supuesto, religiosa, por lo que xismo como en la sociología del conocimiento. Para un provechoso pano-
es posible decir que las iglesias, entendidas como combina- rama general, cf Kurt Lcnk (comp.), Irkologi e.
ciones monopolistas de expertos con dedicación exclusiva 101 Sobre la relación de la cristiandad con la ideología burguesa,
para una definición religiosa de la realidad, son inherente- véanse Marx y Veblen. Un panorama útil del tratamiento de la religión
mente conservadoras una vez que han conseguido estabili- por este último puede obtenerse en la antología Marx and Engels on Re-
zar su monopolio en una sociedad dada. Recíprocamente, ligion (Moscú, Foreign Languages Publishing HOlise, 1957).

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por ejemplo, si hablásemos de la 'ideología cristiana" de los den existir grandes elementos que no tienen mayor relación
cruzados y de la "ideología musulmana" de los sarracenos. con los intereses legitimados, pero que el grupo "portador"
Lo que distingue a la ideología reside más bien en que el sostiene con vigor sencillamenle porque está comprometido
mismo universo general se interpreta de maneras diferen- con la ideología. En la práctica, esto puede ocasionar que
tes que dependen de intereses creados concretos dentro de los detentadores del poder respalden a sus expertos ideoló-
la sociedad de que se trate. gicos en escaramuzas teóricas que en nada atañen a sus in-
Con frecuencia una ideología es adoptada por un grupo tereses. La participación de Constantino en las controver-
en razón de elementos teóricos específicos conducentes a sias crístológícae de la época constituye un buen ejemplo
sus intereses. Por ejemplo, cuando un grupo de campesinos ilustrativo para el caso.
empobrecidos lucha contra un consorcio comercial urbano Importa recordar que la mayoría de las sociedades rno-
que los ha sojuzgado económicamente, tal vez se agrupe en dernas son pluralistas, sentido éste que comparten un uni-
torno de una doctrina religiosa que sostenga las virtudes de verso central, establecido en cuanto tal, y diferentes univer-
la vida agrícola, condene la economía financiera y su siste- sos parciales que coexisten en un estado de acomodación
ma crediticio como inmoral y denuncie los lujos de la vida mutua. Estos últimos tienen probablemente algunas fun-
ciudadana. La "ventaja" ideológica de una doctrina seme- ciones ideológicas, pero los conflictos abiertos entre las
jante para los campesinos resulta obvia. Pueden hallarse ideologías han sido reemplazados por grados variables de
buenos ejemplos ilustrativos a este respecto en la historia tolerancia o aun de cooperación. Dicha situación, provocada
antigua de Israel. Sin embargo, sería un error imaginarse por una constelación de factores no teóricos, presenta agu-
que la relación entre un grupo de intereses y su ideología dos problemas teóricos para los expertos tradicionales. Pa-
siempre resulta tan lógica. Todo grupo comprometido en ra administrar una tradición que tiene pretensiones mono-
conflictos sociales requiere solidaridad, y las ideologías ge- polistas inmemoriales, tienen que hallar las maneras de le-
neran solidaridad. La elección de una ideología particular gitimar teóricamente la desmonopolización que se ha pro-
no se basa forzosamente en sus elementos teóricos intrín- ducido. A veces optan por seguir proclamando las viejas de-
secos, sino que puede surgir de un encuentro casual. Por mandas totalitarias como si nada hubiera ocurrido; pero
ejemplo, no se sabe a ciencia cierta si fueron elementos in- son muy pocos los que toman en serio estas demandas. Sea
trínsecos de la cristiandad los que la revistieron de "inte- cual fuere la actitud de los expertos, lo cierto es que la si-
rés" político para ciertos grupos en épocas de Constantino. tuación pluralista altera no solo la posición social de las de-
Más bien parece ser que la cristiandad (que originalmente finiciones tradicionales de la realidad, sino también la ma-
era una ideología de clase media inferior, si es que algo era) nera en que éstas son consideradas en la conciencia de los
estaba apareada con poderosos intereses para fines polí- individuos 10 2.
ticos que poco tenían que ver con su contenido religioso. La situación pluralista presupone una sociedad urbana
Cualquier otra cosa podría haber servido igualmente; lo con una división del trabajo altamente desarrollada, una
que ocurrió fue que la cristiandad estaba al alcance en esos alta diferenciación concomitante en la estructura social y
momentos cruciales de decisión. Por supuesto que una vez un gran superávit económico. Estas condiciones, que preva-
que la ideología es adoptada por un grupo cualquiera (más lecen evidentemente en la sociedad industrial moderna,
exactamente, una vez que una doctrina particular se con- existían al menos en ciertos sectores de las sociedades pri-
vierte en la ideología del grupo en cuestión), se modifica de mitivas. Las ciudades del periodo greco-romano posterior
acuerdo con los intereses que ahora debe legitimar, lo que pueden servir de ejemplo para el caso. La situación plura-
entraña un proceso de selección y adición con respecto al lista marcha a la par con las condiciones de un rápido cam-
cuerpo original de proposiciones teóricas. Pero no hay razón
para suponer que estas modificaciones tengan que afectar a 1(J2 Cf Thomas Luckmann, Das Problem der Religion in der moder-
la totalidad de la doctrina adoptada. En una ideología pue- nen Gesellechaft (Friburgo, Rombaeh, 1963).

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bio social y, en realidad, el pluralismo mismo constituye un de la sociedad en general; pero lo cierto es que un cierto
factor acelerador, precisamente porque contribuye a minar grado de pluralismo resulta ser condición necesaria.
la eficacia de resistencia al cambio que tienen las definicio- El intelectual tiene a su alcance una cantidad de opciones
nes tradicionales de la realidad. El pluralismo fomenta tan- históricamente interesantes en su situación. Puede retirar-
to el escepticismo como la innovación y, por ende, resulta se a una subaociedad intelectual, que entonces puede hacer
inherentemente subversivo para la realidad ya establecida las veces de refugio emocional, y (10 que es más importan-
del slatu quo tradicional. Resulta fácil simpatizar con los te aún) servirle de base social para la objetivación de sus
expertos en las definiciones tradicionales de la realidad definiciones divergentes de la realidad. En otras palabras,
cuando rememoran con nostalgia los tiempos en que dichas el intelectual puede sentirse "en su casa" dentro de la sub-
definiciones retenian el monopolio en ese terreno. sociedad como no le ocurre dentro de la sociedad más am-
Un tipo de experto que tiene importancia históricamente, plia, y ai mismo tiempo ser subjetivamente capaz de ma~­
posible en principio en cualquiera de las situaciones que tener sus concepciones divergentes ---que la sociedad m8.'3
acabamos de examinar, es el intelectual, al que podemos amplia aniquila-e, porque en la subsociedad :xiste~ otros
definir como un experto cuya idoneidad no es requerida por que 18.'3 consideran realidad. Más tarde ese mismo mtelec-
la sociedad en general 103. Esto implica volver a definir el tual desarrollará diversos procedimientos para proteger la
conocimiento vis-a-vis del saber "oficial", o sea, algo más realidad precaria de la subsociedad contra las amenazas de
que una interpretación un poco desviada de este último. El aniquilación desde el exterior. En el plano teórico, estos
intelectual es, pues, por definición, un tipo marginal. No procedimientos incluirán las defensas terapéuticas de que
nos concierne dilucidar aquí si al principio fue marginal y ya hemos hablado. En la práctica, el procedimiento má~ im-
luego se convirtió en intelectual (como es el caso de muchos portante lo constituirá la limitación de rodas ~us relacl.cmes
judíos intelectuales de Occidente en la actualidad), o si su significativas a las de sus colegas de la subsociedad, eVlta~.
marginalidad fue consecuencia directa de sus aberraciones do a los extraños, que siempre encarnan la amenaza de am-
intelectuales (el caso del hereje sometido al ostrecísmol'vs. quilacién. La secta religiosa puede ser considerada como
Del modo que fuere, su marginalidad social expresa su falta prototipo de las subsocíededes de esta índole I 05 . Dentro del
de integración teórica dentro del universo de su sociedad: refugio que brinda la comunidad do la secta, hasta las co~­
aparece como la contraparte del experto en la cuestión de cepcíones más extraviadas asumen .el caráct:r de l~ .realI-
definir la realidad. Al igual que el experto "oficial", tiene un dad objetiva. Recíprocamente, el retiro sectario es típico de
plan para la sociedad en general; pero, mientras el del pri- situaciones en que las definiciones previamente objetivadas
mero est~ concertado con los programas institucionales, a se desintegran, es decir, pierden objetivación en la sociedad
los que SIrve de legitimación teórica, el del intelectual se global. Los detalles de estos procesos corresponden a una
mueve en un vacío institucional, socialmente objetivado a sociología histórica de la religión, aunque hay q';le agregar
lo sumo en una subsocíedad de intelectuales colegas. La que las diversas formas seculanzadas del sectansmo cons-
medida en que dicha eubsociedad es capaz de subsistir de- tituyen una característica clave de los intelectuales en la
pende evidentemente de 18.'3 configuraciones estructurales sociedad pluralísta moderna.
La revolución es, por supuesto, una opción de gran impor-
103 Nuestro concepto del intelectual como "experto no requerido" no tancia histórica. En este caso los intelectuales emprend7n
difiere mucho de la insistencia de Mannheim sobre la marginalidad del la realización de sus designios para la sociedad en la SOCI:-
intelectual. Si ha de hacerse de éste una definición útil desde el punto dad. Es imposible analizar aquí 18.'3 formas diversas asumí-
de vista sociológico, creemos importante distinguir claramente entre es-
te tipo Yel "hombre ilustrado" en general.
104 Sobre la marginalidad de los intelectuales, compárese el análisis
de la "objetividad" del extranjero hecho por Simmel, y el de Veblen acer- roa Cf Peter L. Berger, "The Sociological Study of Secterianism", en
ca del papel intelectual de los judíos. Socwl Research, invierno de 1954, pp. 467 Ysigs.

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das históricamente por esta opción 106, pero hay que desta- viduos vivientes, que tienen ubicación e intereses sociales
car un punto teórico importante. Así como el intelectual que concretos. La historia de las teorías legitimadoras siempre
se retira necesita que otros lo ayuden a mantener sus defi- forma parte de la historia de la sociedad como un todo.
niciones divergentes de la realidad en cuanto realidad, así Ninguna "historia de las ideas" se efectúa en el aislamiento
también el intelectual revolucionario necesita de otros para de la sangre y el sudor de la historia general. Pero una vez
confirmar sus concepciones divergentes. Este requerimien- más debemos destacar que tal cosa no significa que estas
to es mucho más fundamental que el hecho evidente de que teorías sean nada más que reflejos de procesos instituciona-
ninguna conspiración puede triunfar sin organización. El les "subyacentes"; las relaciones entre las "ideas" y los pro-
intelectual revolucionario debe conseguir otros que man- cesos sociales que las sustentan siempre son dialécticas. Es
tengan para él la realidad (vale decir, la plausibilidad sub- correcto afirmar que las teorías se urden con el fin de legi-
jetiva en su propia conciencia) de la ideología revoluciona- timar las instituciones ya existentes. Pero también sucede
ria. Todas las definiciones socialmente significativas de la que las instituciones sociales se cambian con el propósito de
realidad deben objetivarse por medio de procesos sociales. conformarlas a teorías que ya existen, vale decir, de hacer-
Consecuentemente, los subuníversos requieren subsocieda- las más "legítimas". Los expertos en legitimación pueden
des como bases de objetivación, y las contra-definiciones de operar como justificadores teóricos del statu quo; también
la realidad requieren contra-sociedades. Huelga agregar pueden aparecer como ideólogos revolucionarios. Las defi-
que cualquier triunfo práctico de la ideología revolucionaria niciones de la realidad tienen poder de auto-cumplimiento.
fortalecerá la realidad que posee dentro de la subsociedad y Las teorías pueden realizarse en la historia, aun aquellas
dentro de la conciencia de los integrantes de ella. Su reali- que tenían un carácter sumamente abstruso cuando fueron
dad asume proporciones masivas cuando todos los estratos concebidas por primera vez por sus inventores. Un ejemplo
sociales se convierten en sus "portadores". La historia de de esta posibilidad histérica y que ha llegado a ser prover-
los movimientos revolucionarios modernos aporta muchos bial es el de Karl Marx cavilando en la biblioteca del Museo
ejemplos de la transformación de los intelectuales revolu- Británico. Consecuentemente, el cambio social debe siem-
cionarios en legitimadores "oficiales" tras el triunfo de di- pre entenderse como vinculado por una relación dialéctica,
chos movímíentoe'v", lo que sugiere no solo que existe gran a la "historia de las ideas". Las apreciaciones tanto "idealis-
variabilidad histórica en la carrera social de los intelectua- tas" como "materialistas" de esta relación pasan por alto di-
les revolucionarios, sino que también pueden efectuarse op- cha dialéctica y de ese modo distorsionan la historia. La
ciones y combinaciones diferentes dentro de las biografías misma dialéctica prevalece en las transformaciones gene-
individuales. rales de los universos simbólicos que hemos tenido oportu-
En el análisis anterior hemos puesto de relieve los aspec- nidad de examinar. Lo que sigue siendo socíológícameate
tos estruct.ur~les en la existencia social de los elencos para esencial es el reconocimiento de que todos los universos
el mantenimiento de los universos, lo que ningún estudio simbólicos y todas las legitimaciones son productos huma-
sociológico genuino podría dejar de hacer. Las instituciones nos; su existencia se basa en la vida de individuos concre-
y los universos simbólicos se legitiman por medio de indi- tos, y fuera de esas vidas carecen de existencia empírica.
106 Compárese el análisis de Mannheim con respecto a los intelectua-
les revolucionarios. Para el prototipo ruso de estos últimos, ef E. Lam-
pert, Studies in Rebellion (Nueva York, Praeger, 1957).
107 La transformación de los intelectuales revolucionarios en legiti-
madores del stauc qua puede estudiarse en su forma prácticamente "pu-
ra" en el desarrollo del comunismo ruso. Para una aguda critica de este
proceso desde un punto de vista marxista, cf Leszek Kolakowski, Der
Mcnseh ohne Altemutioe (Munieh, 1960).

160 161
nifestación de los procesos subjetivos de otro que, en conse-
lII. La sociedad como realidad cuencia, se vuelven subjetivamente significativos para mí.
Eso no significa que yo comprenda adecuadamente al otro;
subjetiva hasta puedo comprenderlo erróneamente. Puede estar
riéndose en un ataque de histeria, mientras yo creo que esa
risa expresa regocijo. Sin embargo, su subjetividad me re-
sulta objetivamente accesible y llega a serme significativa
haya o no congruencia entro SU!3 procesos subjetivos y l~s
míoa.I,a congruencia total entre los dos significados subje-
tivos, yel conocimiento recíproco de esa congruencia presu-
pone la significación, como ya se ha dicho. Sin embargo, la
internalización en el sentido general que aquí le damos
1. INTERNALIZACIÓN DKLA REALIDAD subyace tanto a la significación como a. sus propias formas
más complejas. Más exactamente, la intemalización en es-
a) Socialización nrimaria. te sentido general, constituye la base, primero, para la com-
prensión de los propios semejantes y, segunde, para la apre-
Ya que la sociedad existe como realidad tanto objetiva hensión del mundo en cuanto realidad significativa y so-
como subjetiva, cualquier comprensión teórica adecuada de cial!
ella debe abarcar ambos aspectos. Como ya sostuvimos an- Esta aprehensión no resulta de las creaciones autónomas
teriormente, estos aspectos reciben su justo reconocimiento de significado por individuos aislados, sino que comi~zll
si la sociedad se entiende en términos de un continuo proce- cuando el individuo "asume" el mundo en el que ya V1.VeD
so dialéctico compuesto de tres momentos: extemalízación, otros. Por cierto que el "'asumir" es de por sí, en cierto senti-
obietivación e internalización. En lo QUe. se renere a 10& fe- do, un proceso original para todo organismo humano, y ~l
nómenos de la sociedad, estos momentos no deben concebir- mundo, una vez "asumido", puede ser creativamente modi-
se como SI ocurrieran en una secuencia temporal: más bien fieado o (menos prebablement.e) hasta re-creado. Sea como
los tres caracterizan simulténeamentc a la sociedad y a ca- fuere, en la forma. ecmpleje de la internafizaeión, yo no solo
da sector de ella, de manera que cualquier anallsís que se "comprendo" los procesos subjetivos momentáneos del otro
ecupe solo de uno o dos de ellos no llena su finalidad. Lo "comprendo" el mundo en que él vive, y ese mundo se vuel-
misma puede afirmarse del miembro individual de la socie- ve mío. Esto presupone que él y yo compartimos el tiemP:D
dad, que axternaliza simultáneamente Sil propio ser y el en forma más que efímera y una perspectiva -comprehensí-
mundo social y lo internaliza como realidad objetiva. En va", que vincula subjetivamente series de situaciones eJ?'~
otras palabras, estar en la sociedad es participar en su dia- sí. Ahora no solo comprendemos nuestras mutuas deñmcío-
léctica. nes de las situaciones compartidas: también las definimos
Sin embargo, el individuo no nace miembro de una socio- recíprocamente. Se establece entre nosotros un nexo de mo-
dad nace con una predisposición hacia la socíalídad, y lue- tivaciones que se extiende hasta el futuro; y, lo que es de su-
go llega a ser miembro de una sociedad. En la vida de todo ma importancia, existe ahora una continua identificación
individuo, por lo tanto, existe verdaderamente una secuen- mutua entre nosotros. No solo vivimos en el mismo mundo,
cia temporal en CIlYO curso el individuo es inducido a parti- sino que participamos cada uno en el 'Ser del otro.
cipar en la dialéctica de la sociedad. El punto de partida de
este proceso lo constituye la internalizacién: la aprehensión
o interpretación inmediata de un acontecimiento objetivo 1 Nuestra concepción de ~comprender" deriva tanto de Weber como de
en cuanto expresa significado, o sea, en cuanto es una ma- Sehutz,

163
162
Solamente cuando el individuo ha llegado a este grado de manera el niño de clase baja no solo absorbe el mundo so-
internalización puede consíderérselo miembro de la socie- cial en una perspectiva de clase baja, sino que lo absorbe
dad. El proceso ontogenético por el cual esto se realiza se con la coloración idiosincrásica que le han dado sus padres
denomina socialización, y, por lo tanto. puede definirse co- (o cualquier otro individuo encargado de su socialización
mo la inducción amplia y coherente de un individuo en el primaria). La misma perspectiva de clase baja puede pro-
mundo objetivo de una sociedad o en un sector de él. La so- ducir un estado de ánimo satisfecho, resignado, amarga-
cialiaación primaria es la primera por la que el individuo mente resentido o ardientemente rebelde. Consiguiente-
atraviesa en la niñez; por medio de ella se convierte en mente, el niño de clase baja no solo llegará a habitar en un
miembro de la sociedad. La socialización secundaria es mundo sumamente distinto del de un niño de clase alta,
cualquier proceso posterior que induce al individuo ya so- sino que tal vez lo haga de una manera completamente dis-
cializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su socie- tinta que su mismo vecino de clase bajas.
dad. Podemos aquí dejar a un lado la cuestión especial que Resulte innecesario agregar que la socialización primaria
se refiere a la adquisición del conocimiento acerca del mun- comporta algo más que un aprendizaje puramente cognos-
do objetivo de otras sociedades distintas de aquella prime- citivo. Se efectúa en circunstancias de enorme carga emo-
ra de la que llegamos a ser miembros, así como al proceso cional. Existen ciertamente buenos motivos para creer que..
de internalizar ese mundo como realidad, proceso que de- sin esa adhesión emocional a los otros significantes, el proce-
muestra, al menos superficialmente, ciertas similitudes con so de aprendizaje sería dificil, cuando no imposible". El ni-
la socialización primaria y la secundaria pero que, no obs- ño se identifica con los otros significantes en una variedad
tante, es estructuralmente distinto de las dos-, de formas emocionales; pero sean éstas cuales fueren, la in-
Se advierte a primera vista que la socialización primaria ternalización se produce solo cuando se produce la identifi-
suele ser la más importante para el individuo, y que la es- cación. El niño acepta los "roles" y actitudes de los otros sig-
tructura básica de toda socialización secundaria debe seme- nificantes, o sea que los internaliza y se apropia de ellos. Y
jarse a la de la primaria. Todo individuo nace dentro de una por esta identificación con los otros signiücautee el niño se
estructura social objetiva en la cual encuentra a los otros vuelve capaz de identificarse él mismo. de adquirir una iden-
significantes que están encargados de su socialízacioné y tidad subjetivamente coherente y plausible. En otras pala-
que le son impuestos. Las definiciones que los otros signifi- bras, el yo es una entidad reflejada, porque refleja las acti-
cantes hacen de la situación del individuo le son presenta- tudes que primeramente adoptaron para con él los otros
das a éste como realidad objetiva. De este modo, él nace no sígníficantes''; el individuo llega a ser lo que los otros signi-
solo dentro de una estructura social objetiva, sino también ficantes lo consideran. Éste no es un proceso mecánico y
dentro de un mundo social objetivo. Los otros significantes, unilateral: entraña una dialéctica entre la auto-identifica-
que mediatizan el mundo para él, lo modifican en el curso ción y la identificación que hacen los otros, entre la identi-
de esa mediatización. Seleccionan aspectos del mundo se- dad objetivamente atribuida y la que es subjetivamente
gún la situación que ocupan dentro de la estructura social 4 El concepto de "mediación" deriva de Sartre, el que, no obstante, ca-
y también en virtud de sus idiosincrasias individuales, bio- rece de una teoría adecuada para la socialización.
gráficamente arraigadas. El mundo social aparece "filtra- :; La dimensión afectiva del primer aprendizaje ha sido puesta espe-
do" para el individuo mediante esta doble selección. De esa cialmente de relieve por la psicología infantil de Freud, aunque existen
diversos descubrimientos de la teoría conductista sobre el aprendizaje
que tenderían a confirmar este punto. Pero aquí no implicamos ningu-
2 Nuestras definiciones de la socialización y sus dos subtipos siguen na aceptación de los presupuestos teóricos de una u otra escuela psico-
de cerca el uso corriente en las ciencias sociales; solo hemos adaptado lógica.
las palabras de conformidad con nuestra armazón teórica general. 6 Nuestra concepción del carácter reflejo del yo deriva tanto de Cooley
3 Nuestra descripción en este punto se apoya, por supuesto, en gran ecrnc de Mead. Sus raíces pueden hallarse en el análisis del "yu social"
medida sobre la teoría de la socialización de Mead. hecho por Wi\liam James (Principies of P"jlchology).

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asumida. La dialéctica, que se presenta en todo momento ta "Mamá se enoja conmigo cada vez que derramo la sopa".
en que el individuo se identifica: con sus otros significantes, A medida que otros significantes adicionales (padre, abue-
resulta, por así decir, la particularización en la vida indivi- la, hermana mayor, etc.) apoyan la actitud negativa de la
dual de la dialéctica general de la sociedad, que ya analiza- madre con respecto a derramar la sopa, la generalidad de la
mos antes. norma se extiende subjetivamente. El paso decisivo viene
Aunque los detalles de esta dialéctica tienen, por supues- cuando el niño reconoce que todos se oponen a que derrame
to, gran importancia para la psicología social, excederíamos la sopa y la norma se generaliza como "Uno no debe derra-
nuestras actuales consideraciones si rastreáramos sus im- mar la sopa", en la que "uno" es él mismo como parte de la
plicaciones con respecto a la teoría socio-psicológica". Lo generalidad que incluye, en principio, todo aquello de la so-
que más importa para nuestra argumentación presente es ciedad que resulta significante para el niño. Esta abstrac-
el hecho de que el individuo no solo acepta los "roles" y las ción de los "roles" y actitudes de otros significantes concre-
actitudes de otros, sino que en el mismo proceso acepta el tos se denomina el otro generalizado''. Su formación dentro
mundo de ellos. En realidad, la identidad se define objetiva- de la conciencia significa que ahora el individuo se identifi-
mente canto ubicación en un mundo determinado y puede ca no solo con otros concretos, sino con una generalidad de
asumtrsela subjetivamente solo junto con ese mundo. Dicho otros o sea con una sociedad. Solamente en virtud de esta
de otra manera, todas las identificaciones se realizan den- ídentíflcactón generalizada logra estabilidad y continuidad
tro de horizontes que implican un mundo social especifico. su propia auto-identificación. Ahora no solo tiene una iden-
El niño aprende que él es lo que lo llaman. Cada nombre tidad vis-u-vis de este o aquel otro significantes, sino tam-
implica una nomenclatura, que a su vez implica una ubica- bién una identidad en general, que se aprehende subjetiva-
ción social determinada'[. Recibir una identidad comporta mente en cuanto sigue siendo la misma, no importa qué
adjudicarnos un 1ugar específico en el mundo. Así como esta otros -significantes o n(}- se le presenten. Esta identidad
identidad es subjetivamente asumida por el niño ("Yo soy con nueva coherencia incorpora dentro de sí todos los diver-
John Smith"), también lo es el mundo al que apunta esta sos "roles" y actitudes interrial izados, incluyendo, entre
identidad. Las apropiaciones subjetivas de la identidad y muchas otras cosas, la auto-identificación como no derra-
del mundo social son nada más que aspectos diferentes del mador de sopa.
mismo proceso de ínternalizacíon, mediatizados por los La formación; dentro de la conciencia, del otro generali-
mismos otros significantes. zado señala una fase decisiva en la socialización. Implica la
La socialización primaria crea en la conciencia del niño intemalizacién de la sociedad en cuanto tal y de la realidad
una abstracción progresiva que va de los "roles" y actitudes objetiva en ella establecida, y, al mismo tiempo, el estableci-
de otros específicos, a los "roles" y actitudes en general. Por miento subjetivo de una identidad coherente y continua. La
ejemplo, en la internalízacíón de normas existe una progre- sociedad, la identidad)' la realidad se cristalizan subjetiva-
sión que va desde "Mamá está enojada conmigo ahora" has- mente-en el mismo proceso de internalización. Esta cristali-
7 Aunque este punto no podría detallarse aquí. ya se ha dicho bastan- zación se corresponde con la internalización del lenguaje.
te para señalar la posibilidad de una psicología social genuinamente Por razones evidentes, según nuestro análisis previo del len-
dialéctica. Esta última tendría igual importancia para la antropología guaje, éste constituye, por cierto, el contenido más impor-
filosófica y la sociología. En lo que respecta a la segunda, una psicología tante y el instrumento más importante de la socialización
social semejante (fundamentalmente orientada según Mead, pero con el Cuando el otro generalizado se ha cristalizado en fa con-
agregado de importantes elementos provenientes de otras corrientes
del pensamiento científico-social) haría innecesaria la búsqueda de
ciencia. se establece una relación simétrica entre la reali-
alianzas teóricamente insostenibles con el freudianisrno o con el paico- dad objetiva y la subjetiva. Lo que es real "por fuera" se ea-
logismo conductista.
s Sobre la nomenclatura. cf Claude Lévi-Strauss, La pensée sauoage, 9 El concepto del "otro generalizado" se usa aquí totalmente en el
pp. 253 Y sigs. sentido de Mead.

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rreeponde con lo que es real "por dentro". La realidad obje- disponen las reglas deljuega. El niño puede intervenir en el
ti:8 puede "traducirse" fácilmente en realidad subjetiva, y juego con entusiasmo o con hosca resistencia, pero por des-
VIceversa. El lenguaie es por supuesto, el vehículo princi- gracia no existe ningún otro juego a mano. Esto tiene un co-
pal de este proceso continuo de traducción en ambas direc- rolario importante. Como el niño no interviene en la elec-
ciones. Hay que hacer notar sin embargo, que la simetría ción de sus otros significantes, se identifica con ellos casi
entre la realidad objetiva y la subjetiva no puede ser total. automáticamente. El niño no intemaliza el mundo de sus
Las dos realidades se corresponden mutuamente, pero no otros significantes cerno uno de los tantos mundos posibles:
SOn coextensrvas Siempre hay más realidad objetiva "dis- lo internaliza como el mundo., el único que exi.ste y que se
ponible" que la que se actualiza realmente en cualquier puede concebir, el mundo tour caurt Por esta razón, el mun-
conciencia individual, sencillamente porque el contenido de do interna1izado en la socialización primaria se implanta
la socialización está determinado por la distribución social en la conciencia con mucho más firmeza que los mundos in-
del conocimiento. Ningún individuo internaliza la totalidad ternalizados en socializaciones secundarias. Por mucho que
de lo que se objetiva como realidad en su sociedad, ni aun el sentido de inevitabilidad original pueda debilitarse en
cuando esa sociedad y su mundo sean relativamente sim- desencantos posteriores, el recuerdo de una certeza ya nun-
ples. Por otra parte, siempre existen elementos de la reali- ca repetida ~la certeza de los primeros albores de la reali-
dad subjetiva que no se han originado en la socialización dad- sigue adherido al mundo primero de la niñez. De esa
tales como la conciencia del propio cuerpo anterior a cual- manera, la socialización primaria logra 10 que (retrospecti-
quier aprehensión socialmente entendida de aquél y aparte vamente, por supuesto) puede considerarse como el más
de ésta. La biografía subjetiva no es totalmente social. El importante truco para inspirar confianza que la sociedad le
individuo se aprehende a sí mismo como estando fuera y juega al individuo con el fin de dar apariencias de necesi-
dentro de la sociedad 10. Esto implica que la simetría que dad a lo que, de hecho, es un hato de contingencias y así
existe entre la realidad objetiva y la subjetiva nunca consti- volver significativo el accidente de su nacimiento.
tuye un estado de cosas estático y deñnítívo: siempre tiene Los COntenidos específicos que se internalízan en la socia-
que producirse y reproducirse in actu (;';n otras palabras la lización primaria varían, claro está, de una sociedad a otra.
relación entre el individuo y el mundo social objetivo es ~_ Algunos se encuentran en todas partes. Es, por sobre todo,
mo un acto de equilibrio continuo. Las raíces antropológí- el lenguaje lo que debe intemalizarse. Con el lenguaje, y
cas de esto son, por supuesto, las mismas que las ya exami- por su intermedio, diversos esquemas motivacionales e in-
nadas en conexión con la posición peculiar del hombre en el terpretativos se intemalizan como definidos institucional-
reino animal. mente, por ejemplo, el querer actuar como un muchachito
En la socialización primaria no existe ningún problema valiente y el suponer que los muchachitos se dividen natu-
de ide~tificación, ninguna erección de otros stgmflcantes. ralmente en valientes y cobardes. Estos esquemas propor-
La sociedad presenta al candidato a la socialización ante un cionan al niño programas institucionalizados para la vida
grupo predefinido de otros significantes a los que debe cotidiana; algunos que le resultan de aplicación inmediata
aceptar en cuanto tales, sin posibilidades de optar por otro y otros que le anticipan el comportamiento socialmente de-
arreglo. Hic.Rhodus, hic salta. Hay que aceptar a los padres fmido para etapas biográficas posteriores: la Valentía que le
9-ue el destino nos ha deparado. Esta desventaja injusta permitirá sobrellevar un día plagado de pruebas de volun-
inherente a la situación de hijo tiene la consecuencia obvia tad por parte de sus iguales y de muchos otros, y también la
de que, aunque el niño no sea un simple espectador pasivo valentía que se requerirá más adelante, al iniciarse como
en el proceso de su socialización, son los adultos quienes guerrero, (J cuando haya que comparecer ante el dios. Estos
10 Compárese Georg Simmcl sobre la auto-aprehensión del hombre programas, tanto el inmediatamente aplicable como el en-
como situado dentro y fuera de la sociedad. También atañe a este punto tícípetorío, establecen la diferencia entre la identidad pro-
el concepto de "cxcentricidad~ de Plessner. pia y la de otros: niñas, niños esclavos, o niños de otro clan.

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Por último, existe ínternalízacíon de, por lo menos, los rudi- Así pues, en cualquier sociedad todo programa debe recono-
mentos del aparato legitimador: el niño aprende "por qué" cer que no es posible pretender que el niño de un año
los programas son 10 que son. Hay que ser valiente, porque aprenda lo que un niño de tres. Asimismo, la mayoría de los
hay que hacerse un hombre de verdad; hay que realizar los programas tienen probablemente que definir las cuestiones
rituales, porque de otro modo los dioses se encolerizarán' en forma diferente, según se trate de niños o niñas. Ese re-
hay que ser leal al jefe, porque solo así los dioses nos ayuda- conocimiento mínimo lo imponen, por supuesto, a la socie-
rán en momentos de peligro, etcétera. dad los hechos biológicos. No obstante, existe más allá de
En la soci~li~a~ión primaria, pues¡ se construye el primer esto una gran variabilidad histórico-social en la definición
mundo del individuo. Su peculiar calidad de firmeza debe de las etapas del aprendizaje. Lo que todavía se define co-
atribUirse, al menos en parte, a la inevitabilidad de la rela- mo niñez en una sociedad puede muy bien definirse como
ción del individuo con sus otros significantes del comienzo. edad adulta en otra, y las implicaciones sociales de la niñez
El mundo de la infancia, con su luminosa realidad, condu- pueden variar mucho de una sociedad a otr~ por ejemplo,
ce, por tanto, a la confianza, no solo en las personas de los en términos de cualidades emocionales, responsabilidad
otros significantes, sino también en sus definiciones de la moral o capacidades intelectuales. La civilización occiden-
situación, El mundo de la infancia es masivo e indudable tal contemporánea (al menos la anterior al movimiento
mente real U Probablemente no podría menos de Ser así en freudiano) tendía a considerar a los niños como natural-
esta etapa del desarrollo de la conciencia. Solo más adelan- mente "inocentes" y "dulces"; otras los consideraban "peca-
te el indivi?uo puede permitirse el lujo de tener, por lo me- dores e impuros por naturaleza", diferentes de los adultos
nos, una pizca de duda. Y, probablemente, esta necesidad solo en fuerza y comprensión. Han existido variaciones si-
de un protorrealísmo en la aprehensión del mundo resulte milares en cuanto a la capacidad del niño para la actividad
pertinente tanto fílogenétíca, como ontogenéticamentel-'. sexual, la responsabilidad criminal, la inspiración divina,
[De cualquier forma, el mundo de la niñez está constituido etc. Esas variaciones en la definición social de la niñez y
como para inculcar en el individuo una estructura nómica sus etapas repercutirán evidentemente en el programa de
tlue le infunda confianza en que "todo está muy bien", rcpi- aprendizajel-'.
tiendo la frase que posiblemente las madres repiten con El carácter de la socialización primaria también resulta
m~ frecuencia a sus hijos llorosos. El descubrimiento pos- afectado por las exigencias del acopio de conocimiento que
terior de que al~unas cosas distan de estar "muy bien" debe transmitirse. Ciertas legitimaciones pueden requerir
puede resultar mas o menos chocante según las circunstan- un grado más alto de complejidad lingüística que otras pa-
cias biográficas, pero en cualquiera de los casos es probable ra ser comprendidas. Podríamos calcular, por ejemplo, que
que el mundo de la niñez retenga su realidad peculiar en la un niño necesitaría menos palabras para comprender que
rotrospeccién, y sigasiendo el "mundo del hogar" por mu- no debe masturbarse, porque eso causa enojo a su ángel
c~o qu~ podamos alejarnos de él en épocas posteriores, ha- guardián, que para comprender el argumento de que la
CIaregiones que no tengan nada de familiar para nosotros. masturbación interferirá su ajuste sexual posterior. Los re-
.La. socia~zaeión primaria comporta secuencias de apren- querimientos del orden institucional general afectarán ade-
dizaje SOCIalmente definidas. A la edad A el niño debe más la socialización primaria. Se requieren diferentes habi-
aprender X, y a la edad B debe aprender Y, y así sucesiva- lidades en diferentes edades en una sociedad por oposición
mente. Todo programa de esa clase entraña cierto reconoci- a otra, o aun en diversos sectores de la misma sociedad. La
miento social del crecimiento y la diferenciación biológicos. edad en la que en una sociedad puede considerarse ecnve-
niente que un niño aprenda a conducir un automóvil puede
11 Compárese la realidad masiva del mundo infantil de Piaget.
12Compárese Lévy-Bruhl sobre lo filogenético análogo al "realismo" 13Cf. Philippe Aries, Centuriee o{ Childhood (Nueva York, Knopf,
infantil de Piaget. 1962).

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ser, en otra sociedad, aquella en la que se supone ya habrá cialmente -c-por ejemplo, en forma de "versiones" basadas
matado a su primer enemigo. Un niño de clase alta puede sobre la clase---, pero a 10que aquí nos referimos es a la dis-
enterarse de "los hechos de la vida" a la edad en que un ni- tribución social del "conocimiento especializado", que surge
ño de clase baja domina los rudimentos de la técnica del como resultado de la división del trabajo y cuyos "portado-
aborto. O también, un niño de clase alta puede sentir sus res" se definen institucionalmente. Olvidando por un mo-
primeros estremecimientos de emoción patriótica más o mento sus otras dimensiones, podemos decir que la sociali-
menos a la edad en que su contemporáneo de clase baja ex- zación secundaria es la adquisición del conocimiento espe-
perimenta por primera vez el odio a la policía y a todo lo cífico de "roles", estando éstos directa o indirectamente
que ésta representa. arraigados en la división del trabajo. Existe cierto justifica-
La socialización primaria finaliza cuando el concepto d81 tivo para una definición tan restringida, pero con eso no se
otro generalizado (y todo lo que esto comporta) se ha esta- ha dicho todo. La socialización secundaria requiere la ad-
blecido en la conciencia del individuo. A esta altura ya es quisición de vocabularios específicos de "roles", lo que signi-
miembro efectivo de la sociedad y está en posesión subjeti- fica, por Jo pronto, la internalizaci6n de campos semánticos
va de un yo y un mundo. Pero esta internalización de la so- que estructuran interpretaciones y comportamientos de ru-
ciedad, la identidad y la realidad no se resuelven así como tina dentro de un área institucional. Al mismo tiempo tam-
así. La socialización nunca es total, y nunca termina. Esto bién se adquieren "comprensiones tácitas", evaluaciones y
nos presenta otros dos problemas para resolver: primero, coloraciones afectivas de estos campos semánticos. Los
cómo se mantiene en la conciencia la realidad internalizada "submundos" internalizados en la socialización secundaria
en la socialización primaria, y, segundo, cómo se efectúan son generalmente realidades parciales que contrastan con
otras socializaciones -las secundarias-e- en la biografía el "mundo de base" adquirido en la socialización primaria.
posterior del individuo. Examinaremos estos problemas en Sin embargo, también ellos constituyen realidades más o
orden inverso. menos coherentes, caracterizadas por componentes norma-
tivos y afectivos a la vez que cognoscitivos.
b) Socialización secundaria. Además los submundos también requieren, por lo menos,
los rudimentos de un aparato legitimador, acampanados
Resulta posible concebir una sociedad en la que no se pro- con frecuencia por símbolos rituales o materiales. Por ejem-
duzca otra socialización después de la primaria. Dicha so- plo, puede surgir una diferenciación entre los soldados de
ciedad tendría, por supuesto, un acopio de conocimiento infantería y de caballería. Estos últimos recibirán un adies-
muy sencillo. Todo el conocimiento sería relevante en gene- tramiento especial, que probablemente comportará algo
ral, variando los diferentes individuos solo en lo referente a más que aprender las habilidades puramente físicas que se
sus perspectivas de aquél. Esta concepción resulta útil para necesitan para manejar caballos militares. El lenguaje de
plantear un caso limitativo; pero no existe ninguna socie- la caballería se volverá muy diferente del de la infantería.
dad, dentro de las que conocemos, que no posea cierta divi- Se construirá una terminología referente a los caballos, sus
sión del trabajo y, concomitantemente, cierta distribución cualidades y usos, y a las situaciones que surjan con motivo
social del conocimiento, por lo que, mientras así ocurra, la de la vida de la caballería, todo lo cual no resultará del todo
socialización secundaria se vuelve una necesidad. relevante para el soldado de infantería. La caballería tam-
La SOCialización secundaria es la internalización de "sub- bién usará un lenguaje diferente en más de un sentido. Un
mundos" institucionales o basados sobre instituciones. Su infante enojado profiere blasfemias aludiendo a sus pies do-
alcance y su carácter se determinan, pues, por la compleji-, loridos, mientras que el soldado de caballería tal vez men-
dad de la división del trabajo y la distribución social conco- cionará el trasero de su caballo en circunstancias similares.
mitante del conocimiento. Por supuesto que también el co- En otras palabras, se construye un cuerpo de imágenes y
nocimiento relevante en general puede estar distribuido so- alegorías sobre la base instrumental del lenguaje de la ca-

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ballería. Este lenguaje específico de un "rol" lo internaliza Los procesos formales de la socialización secundaria se
in toto el individuo cuando se adiestra para el combate determinan por su problema fundamental. siempre presu-
ecuestre. Llega a ser un hombre de caballería no solo cuan- pone un proceso previo de socialización primaria; o sea, que
do adquiere las habilidades necesarias, sino cuando se debe tratar con un yo formado con anterioridad y con un
vuelve capaz de entender y usar dicho lenguaje. Puede en- mundo ya íeternaltaado. No puede construir la realidad
tonces comunicarse con sus compañeros de cuerpo en alu- subjetiva ex nihito. Esto presenta un problema, porque la
siones muy significativas para ellos, pero completamente realidad ya mternalizada tiende a persistir. Cualesquiera
ininteligibles para los soldados de infantería. Se da por que sean los nuevos contenidos que ahora haya que inter-
sobrentendido que este proceso de internalización involucra nalizar, deben, en cierta manera, superponerse a esa reali-
identificación subjetiva con el "rol" y sus normas apropia- dad ya presente. Existe, pues, un problema de coherencia
das: "Soy un jinete", "Un hombre de caballería nunca per- entre las iníernalizaciones originales y las. nuevas, proble-
mite que su enemigo vea: la cola de su cabalgadura", "Nun- ma que puede resultar más o menos arduo de resolver en
ca dejes de recordarle a una mujer el contacto de las es- los diferentes casos. Si se aprende que la limpieza es una
puelas", "Quien cabalga rápido en la guerra también es rá- virtud en la propia persona, no resultará dificil transferir
pido en el juego", etc. Cuando haya necesidad, este cuerpo esa misma virtud al caballo propio. Pero si se ha aprendido
de significados sera sustentado por legitimaciones que van que ciertas obscenidades son motivo de represión en un ni-
desde las sencillas máximas, como las que hemos citado, ño de a pie, requerirá cierta explicación el hecho de que
hasta las más complicadas construcciones mitológicas. Fi- ahora resultan "de rigor" para un miembro de la caballeria.
nalmente, puede existir una variedad de ceremonias y Establecer y mantener la coherencia en la socialización se-
objetos ñsícos representativos, como la celebración anual cundaria presupone ciertos procedimientos conceptuales
de la fiesta del dios-caballo, en la que todas las comidas se para integrar los diferentes cuerpos de conocimiento.
hacen a caballo y los jinetes recién iniciados reciben los En la socialización secundaria. las limitaciones biológicas
fetiches de cola de caballo para lucir alrededor del cuello. se vuelven cada vez menos importantes en las secuencias
El carácter de una socialización secundaria como la cita- del aprendizaje, el cual ahora llega a establecerse en térmi-
da depende del status del cuerpo de conocimiento de que se nos de las prop1edades intrínsecas del conocimiento que ha
trate dentro del universo simbólico en conjunto. Se necesita de adquirirse, o sea, en términos de la estructura fundacio-
entrenamiento para conseguir que un caballo tire de un nal de ese conocimiento. Por ejemplo, para aprender ciertas
carro de abono o para luchar montado sobre él en el comba- técnicas de la caza primero hay que aprender a escalar
te. Pero una sociedad que limita el uso de los caballos nada montañas, o para aprender cálculo matemático primero
más que para tirar de los carros de abono no es probable hay que aprender álgebra. Las secuencias del aprendizaje
que embellezca esta actividad con rituales o fetichismos pueden también manejarse segun los intereses creados de
elaborados, ni tampoco es probable que los encargados de quienes administran el cuerpo de conocimiento. Por ejem-
realizar esta tarea se identifiquen con su "rol" de manera plo, puede estar establecido que hay que aprender la adivi-
profunda; en esos casos las legitimaciones han de ser pro- nación por las entrañas de los animales antes que hacerlo
bablemente de índole compensatoria. Así pues, exíste una por el vuelo de los pájaros, o que hay que obtener un diplo-
gran variabilidad histórico-social en las representaciones ma de la enseñanza media antes de poder inscribirse en
que comporta la socialización secundaria. Sin embargo, en una escuela para embalsamadores, o que se debe aprobar
la mayoría de las sociedades la transición de la socializa- un examen de gaélico antes de poder aspirar a un puesto en
ción primaria a la secundaria va acompañada de ciertos ri- la administración irlandesa. Esas estipulaciones son ex-
tuales-". trínsecas al conocimiento requerido pragmáticamente para
14 Compárense aquí los análisis antropológico-culturales de los "ritos desempeñar los "roles" de adivinador, embalsamador o em-
de pasaje" relacionados con la pubertad. pleado administrativo irlandés. Se han establecido institu-

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cionalmente para realzar el prestigio de los "roles" en cues- texto institucional. Huelga aclarar que esto no precisa ne-
tión, o para conformar otros intereses ideológicos. La pre- cesariamente una comprensión sofisticada de todas las im-
paración que da una escuela primaria puede servir pertec- plicaciones del contexto institucional. Con todo, el hijo de
tamente para cumplir el plan de estudios de una escuela de los campesinos incultos, para seguir con el mismo ejemplo,
embalsamadores, y los empleados administrativos irlande- aprehende verdaderamente a su maestro de escuela como
ses pueden desempeñar sus tareas normales valiéndose del funcionario institucional de una manera como nunca apre-
idioma inglés. Hasta puede ocurrir que las secuencias del hendió a sus padres, y comprende el "rol" que desempeña el
aprendizaje así manipulado sean pragmáticamente disfun- maestro como representante de significados institucional-
cionales. Por ejemplo, puede estipularse que se necesita el mente específicos, por ejemplo, los de la nación en oposición
antecedente de una "cultura general" impartida por un a la región, los del mundo de clase media nacional en oposi-
college antes de aprender la carrera profesional de sociólogo ción a su ambiente hogareño de clase baja, los de la ciudad
investigador, aunque esta actividad podría realizarse real- en oposición al campo. Por consiguiente, la interacción so-
mente con mayor eficacia si no se tuviera el lastre de una cial entre maestros y educandos puede formalizarse. Los
"cultura" de esa índole. maestros no tienen por qué constituir otros significantes en
Mientras que la socialización primaria no puede efectuar- ningún sentido de la palabra: son funcionarios instituciona-
se sin una identificación con carga emocional del niño con les con la tareaformal de transmitir conocimiento específi-
sus otros significantes, la mayor parte de la socialización co. Los "roles" de la socialización secundaria comportan un
secundaria puede prescindir de esta clase de identificación alto grado de anonimato, vale decir, se separan fácilmente
y proceder efectivamente con la sola dosis de identificación de los individuos que los desempeñan. El mismo conoci-
mutua que interviene en cualquier comunicación entre los miento que enseña un maestro de tantos puede enseñarlo
seres humanos. Dicho más rudimentariamente, es necesa- otro Cualquier funcionario de su tipo podría enseñar ese ti-
rio amar a la propia madre, pero no a la maestra propia. La po de conocimiento. Los funcionarios individuales pueden,
socialización en la vida posterior comienza típicamente a por supuesto, diferenciarse subjetivamente de diversas ma-
adoptar una afectividad que recuerda la niñez cuando bus- neras (porque sean más o menos simpáticos, o porque ense-
ca transformar radicalmente la realidad subjetiva del indi- ñen mejor o peor la aritmética, etc.); pero, por principio, son
viduo. Esto plantea problemas especiales que analizaremos intercambiables.
un poco más adelante. Esta formalidad y este anonimato se vinculan, por su-
En la socialización primaria el niño no aprehende a sus puesto, al carácter afectivo de las relaciones sociales en la
otros significantes como funcionarios institucionales, sino socialización secundaria. Como quiera que sea, su conse-
como mediadores de la realidad tout court; el niño internali- cuencia más importante consiste en atribuir al conteni-
za el mundo de sus padres como el mundo y no como perte- do de lo que se aprende en la socialización secundaria una
neciente a un contexto institucional específico. Algunas de inevitabilidad subjetiva mucho menor que la que poseen
las crisis que se producen después de la socialización pri- los contenidos de la socialización primaria. Por lo tanto, el
maria se deben realmente al reconocimiento de que el mun- acento de realidad del conocimiento internalizado en la
do de los propios padres no es el único mundo que existe, socialización secundaria se descarta más fácilmente (o sea,
sino que tiene una ubicación social muy específica, quizás el sentido subjetivo de que estas íntemalízacíones tienen
hasta con una connotación peyorativa. Por ejemplo, cuando realidad, es más fugaz). Se necesitan fuertes impactos bio-
el niño es más grande llega a reconocer que el mundo repre- gráficos para poder desintegrar la realidad masiva interna-
sentado por sus padres, el mismo que él había tomado por lizada en la primera infancia, pero éstos pueden ser mucho
establecido como realidad inevitable, resulta ser, de hecho, menores para poder destruir las realidades internalizadas
el mundo de los campesinos ignorantes y de la clase baja. más tarde. Además, resulta relativamente fácil dejar a un
En la socialización secundaria suele aprehenderse el con- lado la realidad de las internalizaciones secundarias. El ni-

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ño vive de buen o mal grado en el mundo tal como lo defi- dades posteriores son "artificiales". Así pues, el maestro de
nen sus padres, pero puedo dar la espalda con alegría al escuela trata de hacer "familiares" los contenidos que im-
mundo de la aritmética, no bien abandona el salón de clase. parte, haciéndolos vívidos (o sea, haciendo que resulten tan
Esto posibilita el separar una parte del yo y su realidad llenos de vida como el "mundo hogareño" del niño), relevan-
concomitante como algo que atañe solo a la situación espe- tes (o sea, vinculándolos con las estructuras de relevancia
cífica del "rol" de que se trata. El ir\.dividuo establece, pues, ya presentes en el "mundo hogareño") e interesantes (o sea,
una distancia entre su yo total y su realidad por una parte, induciendo a la atención del niño a separarse de sus objetos
y el yo parcial específico del "rol" y su realidad por la otra 15 . "naturales" para fijarse en estos más "artificiales"). Estas
Esta importante proeza solo es posible después que se ha maniobras constituyen una necesidad porque ahí ya se alza
efectuado la socialización primaria. Expresado nuevamente una realidad internalizada que persiste "en el camino" de
en forma rudimentaria, al niño le resulta más fácil "escon- nuevas internalizaciones. El grado y el carácter preciso de
derse" de su maestro que de su madre. Inversamente, pue- estas técnicas pedagógicas variará de acuerdo con las moti-
de decirse que el desarrollo de esta capacidad de "esconder- vaciones que tenga el individuo para la adquisición del nue-
se" constituye un aspecto importante del proceso para lle- vo conocimiento.
gar a la adultcz. Cuanto más logren estas técnicas volver subjetivamente
El acento de. realidad del conocimiento internalizado en aceptable la continuidad entre los elementos originarios del
la socialización primaria se da casi automáticamente; en la conocimiento y los elementos nuevos, más prontamente ad-
socialización secundaría debe ser reforzado por técnicas pe- quirirán el acento de realidad. Una segunda lengua se ad-
dagógicas específicas, debe hacérselo sentir al individuo co- quiere construyendo sobre la realidad ya establecida de la
mo algo "familiar". Esta palabra resulta sugerente, porque "lengua materna". Durante largo tiempo cada elemento del
la realidad original de la niñez es el "hogar" y se plantea nuevo idioma que se está aprendiendo se re-traduce conti-
por sí sola en cuanto tal, inevitablemente y, por así decir, nuamente a la lengua propia. Únicamente en esta forma
"naturalmente". En comparación con ella, todas las reali- puede empezar a cobrar alguna realidad la nueva lengua. A
medida que esta realidad llega a quedar establecida por
15 El concepto de "distancia del «rnl-" es desarrollado por Erving derecho propio, puede ir prescindiéndose poco a poco de la
Goffman, particularmente cn Asylums (Garden Cíty, N. Y., Doubleday- re-traducción, para adquirir la capacidad de "pensar en" el
Anehor, 1961); Internados -c-ensayoe sobre la situación social de los en- nuevo idioma. Sin embargo, es raro que una lengua apren-
fermos mentales-« (Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1970). Nuestro dida en la vida posterior alcance la realidad inevitable y
análisis sugiere que esa distancia solo es posible con respecto a las auto-evidente que posee la primera lengua aprendida en la
realidades internalizadas en la socialización secundaria. Si se extiende
a las internalizadas en la socialización primaria, nos hallamos en los
niñez. De ahí deriva, por supuesto, la cualidad afectiva que
dominios de lo que la psiquiatría norteamericana denomina -psícopa- tiene la "lengua materna". Mutatis mutandis, las mismas
tía", que implica una deficiente formación de la identídad. Otro punto características de construir sobre la realidad "familiar", re-
muy interesante sugerido por nuestro análisis se refiere a los límites lacionándose con ella a medida que el aprendizaje avanza y
estructurales dentro de los cuales puede resultar viable un "modelo gof- quebrando luego esta relación, pero muy lentamente, perte-
fmaniano" de interacción social, a saber, las sociedades estructuradas necen a otras secuencias del aprendizaje en la socialización
de tal manera que los elementos decisivos de la realidad objetivada se secundaria.
internalizan en procesos de socialización secundaria.. Esta considera- Aquellos hechos de los cuales los procesos de la socializa-
ción, dicho sea de paso, debe prevenirnos para no equiparar el "modelo"
de Goffman (que, agreguemos, resulta muy útil para el análisis de im-
ción secundaria no presuponen un alto grado de identifica-
portantes rasgos de la sociedad industrial moderna) con un "modelo ción y cuyos contenidos no poseen la cualidad de inevitables
dramático" tour court. Después de todo, han existido otros dramas ade- pueden resultar de utilidad pragmática, porque permiten
más del hombre-organización contemporáneo empeñado en el "manejo aprender secuencias racional y emocionalmente controla-
de impresiones". das. Pero como los contenidos de este tipo de internaliza-

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ción poseen una realidad subjetiva frágil y no confiable, en la socialización secundaria adquiere una carga afectiva bes-
comparación con la de la internalización de la socialización ta el grado en que la inmersión en la nueva realidad y el
primaria, se hace necesario en algunos casos elaborar téc- compromiso para con ella se definen institucionalmente co-
nicas especiales para producir la identificación y la inevita- mo necesarios. la relación del individuo con el personal so-
bilidad requeridas. La necesidad de dichas técnicas puede cializador se carga correlativamente de "significación", vale
considerarse intrínseca en términos del aprendizaje y de la decir que los elencos soctallzadores asumen el carácter de
aplicación del contenido de la internalización, o tal vez se los otros significantes uís-a-oie del individuo que está socia-
presente a causa de los intereses creados de quienes ad- Iizéndoee. Este último se compromete, pues, ampliamente
ministran el proceso de socialización de que se trate. Por con la nueva realidad; se "entrega" a la música, a la revolu-
ejemplo, un individuo que quiere llegar a ser un músico ca- ción, a la fe, no en forma parcial, sino con lo que subjetiva-,
bal debe sumergirse en su disciplina hasta un grado que es mente constituye su vida entera. La prontitud para sacri-
totalmente innecesario en el caso del que quiere ser inge- ficarse es, por supuesto, la consecuencia final de este tipo
niero. La disciplina de la ingeniería puede aprenderse efi- de socialización.
cazmente a través de procesos formales sumamente racio- Una circunstancia importante que puede plantear una
nales y emocionalmente neutrales. La educación musical, necesidad de dicha intensificación es la competencia entre
por otra parte, involucra típicamente una identificación los encargados de definir la realidad en diversas institucio-
mucho más elevada con un maestro y una inmersión mucho nes. En el caso del adiestramiento revolucionario el proble-
mayor en la realidad musical. Esta diferencia proviene de ma intrínseco reside en la socialización del individuo en
las diferencias intrínsecas entre la ingeniería y el conoci- una contradefinición de la realidad, vale decir, contra las
miento musical, y entre los modos de vida a que se aplican definiciones de los legitimadores "oficiales" de la sociedad.
prácticamente estos dos cuerpos de conocimiento. Un revo- Pero también tendrá que intensificarse la socialización del
lucionario profesional necesita también un grado incon- músico dentro de una sociedad en la que se ofrece amplia
mensurablemente más alto de identificación e inevitabili- oportunidad de competir con los valores estéticos de la co-
dad que un ingeniero. Pero, en este caso, la necesidad pro- munidad musical. Por ejemplo, puede suponerse que un
viene no de las propiedades intrínsecas del conocimiento músico en formación en los Estados Unidos actuales debe
mismo, que pueden tener un contenido muy sencillo y aus- comprometerse con la música con una intensidad emocio-
tero, sino del compromiso personal que se requiere de un nal que resultaba innecesaria en la Viena del siglo XIX, jus-
revolucionario respecto de los intereses creados del movi- tamente porque en la situación americana existe la compe-
miento revolucionario. A veces la necesidad de técnicas in- tencia poderosa de lo que subjetivamente aparecerá como el
tensífícadoras puede provenir de factores tanto intrínsecos mundo "materialista" y de "cultura de masas" de la "lucha
como extrínsecos. La socialización de los elencos religiosos competitiva". Similarmente, el adiestramiento religioso en
es un ejemplo de ello. una situación pluralista plantea la necesidad de técnicas
Las técnicas aplicadas en esos casos están destinadas a "artificiales" de acentuación de la realidad, técnicas innece-
intensificar la carga afectiva del proceso de socialización. sarias en una situación dominada por un monopolio religio-
En particular, involucran la institucionalización de un ela- so. 'Iodavia resulta "natural" llegar a ser sacerdote católico
borado proceso de iniciación, un noviciado, en cuyo curso el en Roma, de una manera como no sucede en los Estados
individuo llega a comprometerse con la realidad que está Unidos. Consecuentemente, los seminarios teológicos nor-
internalizando. Cuando el proceso requiere una transfor- teamericanos deben entendérselas con el problema del
maci~n r:eal de la realidad "familiar" del individuo, llega a "deslizamiento de la realidad" e idean técnicas para que esa
constituir una réplica lo más aproximada posible del ca- misma realidad "quede adherida". No es de sorprender que
rácter de la socialización primaria, como veremos un poco hayan descubierto el recurso evidente de enviar por un
más adelante. Pero aun exceptuando esa transfonnación, tiempo a Roma a sus estudiantes más prometedores.

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Variaciones similares pueden existir dentro del mismo un ejemplo inmejorable de la socialización secundaria, que
contexto institucional, de acuerdo con las tareas adjudica- se efectúa bajo los auspicios de organismos especializados.
das a las diferentes categorías del elenco. Así pues, el grado La consiguiente declinación de la familia como agente de
de compromiso con lo militar que se requiere en los oficiales socialización secundaria se conoce demasiado bien para que
de carrera es muy distinto del requerido en el caso de los re- nos extendamos aquí en mayores detallee'".
clutas, hecho que se refleja claramente en los respectivos
procesos de adiestramiento. De manera similar, hay diferen- e) Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva.
cias entre los compromisos para con la realidad institucio-
naI que se exigen a un director ejecutivo y al personal sub- Como la socialización nunca se termina y los contenidos
alterno de las oficinas, a un psicoanalista y a un trabajador que la misma internaliza enfrentan continuas amenazas a
social en psiquiatría, y así sucesivamente. Un director eje- su realidad subjetiva, toda sociedad viable debe desarrollar
cutivo debe ser "políticamente seguro", de una manera que procedimientos de mantenimiento de la realidad para sal-
no incumbe al supervisor de dactilógrafos, y al psicoanalis- vaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objeti-
ta se le impone un "análisis didáctico", cosa que solamente va y la subjetiva. Ya hemos examinado este problema al re-
se le sugiere al trabajador social, etc. Existen, por lo tanto, ferimos a la legitimación. Nuestra atención se centra ahora
sistemas sumamente diferenciados de socialización secun- sobre la defensa de la realidad subjetiva más que de la obje-
daria en las instituciones complejas, en ocasiones ajustados tiva, sobre la realidad tal cual se aprehende en la concien-
muy sensiblemento a los requerimientos diferenciales de cia individual más que como se define institucionalmente.
las diversas categorías de elencos instítucíonalea'f La socialización primaria intemaliza una realidad apre-
La distribución institucionalizada de tareas entre la so- hendida como 'inevitable. Esta intemalización puede consi-
cialización primaria y la secundaria varía de acuerdo con la derarse lograda si el sentido de inevitabilidad se halla pre-
complejidad de la distribución social del conocimiento. En sente casi todo el tiempo, al menos, mientras el individuo
tanto resulte relativamente sencilla, el mismo organismo está en actividad en el mundo de la vida cotidiana. Pero
institucional puede pasar de la socialización primaria a la aun cuando este último retenga su realidad masiva y esta-
secundaria y realizar, en gran medida, la segunda. En los blecida in actu, estará amenazado por las situaciones mar-
casos de gran complejidad, tendrán que crearse organismos ginales de la experiencia humana que no pueden descartar-
especializados en socialización secundaria, con un plantel se por completo de la actividad cotidiana. Siempre existe la
exclusivo y especialmente adiestrado para las tareas educa- presencia obsesionante de las metamorfosis, las que real-
tivas de que se trate. Fuera de este grado de especialización, mente se recuerdan y las que solo se sienten como sinies-
puede existir una serie de organismos socializadores que tras posibilidades. Existen también las definiciones en eorn-
combinen esa tarea con otras. En este último caso, por petencia de la realidad que pueden presentarse socialmen-
ejemplo, puede establecerse que a cierta edad un muchacho te y que resultan una amenaza más directa. Una cosa es
debe abandonar la choza de su madre para instalarse en los que un decoroso padre de familia sueñe con orgías indes-
cuarteles de los guerreros donde será adiestrado como jine- criptibles en la soledad de la noche, y otra muy distinta ver
te, tarea que no entraña necesariamente la existencia de que esos sueños se representan empíricamente por una ve-
un personal educativo con dedicación exclusiva, porque los cina colonia de libertinos. Los sueños pueden aislarse con
jinetes más veteranos pueden enseñar a los más jóvenes. El más facilidad dentro de la conciencia como "absurdos" que
desenvolvimiento de la educación constituye, por supuesto, se hacen a un lado, o como aberraciones mentales de las que
17 Cf. Ta1cott Parsons, Essays on Sociological Thcory. Pure and Ap-
16 Los estudios de la sociología de las ocupaciones, en particular los piied (Chicago, Free Press, 1949), pp. 233 Y sígs. Una edición posterior
efectuados por Everett Hughes, ofrecen material interesante con res- ha sido traducida como Ensayos de teoría sociológica (Buenos Aires,
pedo a este punto. Paidós, 1963).

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nos arrepentimos en si!encio: con~rvan ~. carácter fantas- tífícacíonee previas como hombres, como seres morales, o
mal vis-u-vis de la realidad de la vida cotidiana. Una repre- como cristianos. En la misma situación, mi auto-identifica-
sentación real se impone a la conciencia mucho más clamo- ción como subjefe de la sección mercería no resulta tan
rosamente. Tendrá que ser destruida de hecho an~s de po- amenazada cuanto trivializada. Inversamente, puede decir-
der dominarla mentalmente. Sea como fuere, es innegable se que el mantenimiento de las íntemalízacíones primarias
que se puede al illen?S tratar de negar las metamorfosis de frente a situaciones marginales constituye una buena me-
las situaciones margmales. . dida para apreciar su realidad subjetiva. Esta misma prue-
El carácter más "artificial" de la socialización secundarla ba resultaría por completo irrelevante si se aplicase a la
vuelve aún más vulnerable la realidad subjetiva de sus in- mayor parte de las socializaciones secundarias. Morir como
temalizaciones frente al reto de las definiciones de la reali- hombre tiene sentido, pero casi no lo tiene morir como sub-
dad, no porque aquéllas no estén estable.cidas o.s: apreh~n­ jefe del departamento mercería. Asimismo, en casos en los
dan como algo menos que real en la ":lda cotidiana, ~mo que se da socialmente como probable que las intemalízacío-
porque su realidad se halla menos ~algada en la cO~CIen­ nes secundarias tengan este grado de persistencia de la
cia y resulta por ende más susceptible al desplazamiento. realidad frente a situaciones marginales, los procedimien-
Por ejemplo, tanto la prohibición de la,desnudez, que .af:cta tos de socialización concomitantes deberán intensificarse y
al sentido del pudor propio, internahzado en la SOCIalIza- reforzarse de la-manera aludida anteriormente. Los proce-
ción primaria, como los cánones de la vestimentJ:t adecuada sos militares y religiosos de socialización secundaria po-
para diferentes ocasiones sociales, que se adqUI:ren como drían citarse nuevamente a modo de ilustración.
internalización secundaria, se dan por establecidos en la Es conveniente distinguir dos tipos generales de mante-
vida cotidiana. En tanto no se cuestionen socialmente, nin- nimiento de la realidad: mantenimiento de rutina y mante-
guno de ellos constituye un problema para el individuo, Sin nimiento de crisis. El primero está destinado a mantener la
embargo el desafio tendría que ser mucho más fuerte en el realidad internalizada en la vida cotidiana, y el segundo, en
primer c~o que en el segundo, para que se cristal~zara co- las situaciones de crisis. Ambos entrañan fundamental-
mo amenaza para la realidad establecida de las rutinas re~­ mente los mismos procesos sociales, aunque deben anotar-
pectivas. Un cambio relativamente pequeño en !a ~e~m­ se algunas diferencias.
ción subjetiva de la realidad bastarí:t para qu~ un l?dlVlduo Como hemos visto, la realidad de la vida cotidiana se
diera por establecido que se puede 11" a la oficina SlO corba- mantiene porque se concreta en rutinas, lo que constituye
ta; pero se necesitaria un cambio mucho ~ás ~rástico para la esencia de la institucionalización. Más allá de esto, no
conseguir que fuera, como cosa natural, s.m runguna ropa. obstante, la realidad de la vida cotidiana se reafirma conti-
El primer cambio podría mediatizarse socialmente solo por nuamente en la interacción del individuo con los otros. Así
un cambio de trabajo, como por ejemplo, el pase de un cole- como la realidad se internaliza originariamente por un pro-
gio metropolitano a uno rural; el s~n~o.comportaría una ceso social, así también se mantiene en la conciencia por
revolución social en el ambiente del individuo; se aprehen- procesos sociales. Estos últimos no difieren drásticamente
dería subjetivamente como una profunda conversión, de los de la intemalizaeión anterior, y reflejan el hecho fun-
probablemente tras una intensa resistencia inicial. damental de que la realidad subjetiva debe guardar rela-
La realidad de las internalizaciones se halla menos ame- ción con una realidad objetiva socialmente definida.
nazada por las situaciones marginale~ porque s~ele resu!- En el proceso social de mantenimiento de la realidad es
tarles irrelevante. Lo que puede ocurrir es que dicha reah- posible distinguir entre los otros significantes y los otros
dad se aprehenda como trivial justamente porque se pone menos ímportantesl". Fundamentalmente, todos o por lo
de manifiesto su irrelevancia para la situación marginal. 18Hans H. Gerth YC. Wright MiIls en Charaaer and Social StructfJ.-
Así pues, es posible afirmar que ~a inminencia de la m~erte re (Nueva York, Harcourt, Brace and Co., 1953); Cartícter y es!nu:tura
amenaza profundamente la realidad de nuestras autoiden- socml (Buenos Aires, Paidós), sugieren la expresión "otros íntimos" en

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menos la mayoría de los otros que el individuo encuentra, tiva; pero lo cierto es que ocupan una posición central en la
en la vida diaria le sirven para reafirmar su realidad subje- economia del mantenimiento de la realidad y revisten par.
tiva. Esto ocurre aun en una situación tan "no significativa" ticular importancia para la confirmación continua de ese
como viajar en un tren local. El individuo tal vez no conozca elemento crucial de la realidad que llamamos identidad. A
a nadie de los que viajan con él, ni hable con ninguno. Sin fin de seguir confiado en que es realmente quien cree ser, el
embargo, la multitud de pasajeros habituales reafirma la individuo requiere no solo la confirmación implícita de esta
estructura básica de la vida cotidiana. Por su conducta ge- identidad que le proporcionarán aun los contactos cotidia-
neral, sus habituales compañeros de viaje sacan al indi- nos accidentales, sino también la confirmación explícita y
viduo de la tenue realidad de su adormecimiento matinal y emotivamente cargada que le brindan los otros significan-
le proclaman en términos decididos que el mundo se compo- tes. En el ejemplo anterior, nuestro habitante suburbano
ne de hombres serios que van al trabajo, de responsabilida- buscara probablemente dicha confirmación en su familia y
des y horarios, del Ferrocarril New Haven y del New York demás componentes particulares de su ambiente familiar
Times. Esto último reafirma, por supuesto, las más amplias (vecindario, iglesia, club y otros por el estilo), aunque tam-
coordenadas de la realidad del individuo. Desde el pronósti- bién sus compañeros de trabajo pueden llenar esa función.
co meteorológico hasta los avisos clasificados del periódico, Si además se acuesta con su secretaria, su identidad se con-
todo le asegura que se encuentra, ciertamente, en el mundo firma y se amplía, lo que supone que al individuo le agrada
más real posible. ConcomiLantemente, afirma el status me- que se confirme su identidad. El mismo proceso correspon-
nos que real de las visiones siniestras experimentadas an- de para la confirmación de las identidades que al individuo
tes del desayuno: la forma extraña de los objetos supuesta- pueden no agradarle. Hasta sus conocidos casuales pueden
mente familiares, al despertarse tras un sueno inquietante; confirmar su auto-identificación como un fracasado irreme-
el impacto que causa no reconocer la propia cara en el espe- diable, pero su esposa, sus hijos y su secretaria lo ratifican
jo del cuarto de baño; un poco más tarde, la sospecha incon- de modo terminante, sin dejar lugar a dudas. Este proceso
fesable de que la propia esposa e hijos resulten misteriosos que transcurre entre la definición de la realidad objetiva y
desconocidos. La mayor parte de los individuos susceptibles el mantenimiento de la realidad subjetiva, es idéntico en
a tales terrores metafísicos consiguen excrcízarlos hasta ambos casos.
cierto punto en el curso de sus rituales matinales, rígida- Los otros significantes constituyen, en la vida del indivi-
mente ejecutados, de manera que la realidad de la vida co- duo, los agentes principales para el mantenimiento de su
tidiana se establece al menos cautelosamente para cuando realidad subjetiva. Los otros menos significantes funcionan
salen por la puerta de sus casas. Pero la realidad empieza a como una especie de coro. La esposa, los hijos y la secreta-
inspirar confianza total solamente en medio de la comuni- ria ratifican cada día solemnemente que, o bien es un hom-
dad anónima del tren local, y llega a ser masiva cuando el bre importante, o bien es un fracasado irremediable; las
tren se detiene en la estación terminal del viaje. Ergo sum, tías solteronas, los cocineros y los ascensoristas apoyan eso
puede ahora murmurar el individuo para sí, mientras se di- en grados variables. Resulta muy posible, por supuesto,
rige a su oficina, completamente despierto y seguro de sí que exista cierto desacuerdo entre estas personas. En ese
mismo. caso el individuo se halla frente a un problema de coheren-
Sería por lo tanto un error suponer que únicamente los cia que puede resolver, en particular, modificando su reali-
otros significantes sirven para mantener la realidad subje- dad o sus relaciones para el mantenimiento de aquélla.
Puede tener la alternativa, por una parte, de aceptar su
lugar de otros significantes dedicados al mantenimiento de la realidad
identidad como fracasado, y por la otra, de despedir a su se-
en la vida posterior. Preferimos no usar esta frase debido a su similitud cretaria o divorciarse de su esposa. También le queda la op-
con la de lntimsphiire, que se ha empleado mucho en la reciente sociolo- ción de degradar a algunas de esas personas en su con-
gía de lengua alemana y que tiene una connotación muy diferente. dición de otros significantes, y en su lugar recurrir a otros

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para que le confirmen su realidad significativa: su psico- será, pues, la que determine cómo será mi reacción al ver
analista, por ejemplo, o sus viejos amigos del club. Existen una mañana aparecer un apretado grupo de chinos adus-
muchas complejidades posibles en esta organización de-las tos, silenciosos y provistos de porta-documentos en el tren
relaciones para el mantenimiento de la realidad, especial- local, vale decir, la que determine el peso que atribuyo al fo-
mente si se trata de una sociedad sumamente móvil y de nómeno en mi propia definicíñn de la realidad. Para tomar
"roles" díferencíadcs-? otro caso ilustrativo, si soy católico creyente, la realidad de
La relación entre los otros significantes y el "coro" para mi fe no tiene por qué sentirse amenazada por mis compa-
mantenimiento de la realidad es dialéctica; o sea que inter- ñ.eros de trabajo no creyentes; pero es muy probable que se
actúan unos con otros, así como con la realidad subjetiva SIenta amenazada por una esposa incrédula. Por lo tanto,
que sirven para confirmar. Una identificación firmemente en una sociedad pluralista es lógico que la Iglesia católica
negativa por parte del ambiente más general puede llegar tolere una amplia variedad de asociaciones interconfesío-
eventualmente a afectar la identificación ofrecida por los nales en la vida económica y política, pero que siga desa-
otros significantes: en el caso de que hasta el ascensorista probando los matrimonios mixtos. En general, en las situa-
omita al saludarlo la palabra "señor", la esposa puede re- ciones en que existe competencia entre diferentes organis-
nunciar a identificar a su marido como hombre importante. mos definidores de la realidad, puede tolerarse toda clase
Inversamente, los otros significantes pueden causar efecto de relaciones de grupo secundario con los competidores, en
eventualmente sobre el ambiente más general: una esposa tanto existan relaciones de grupo primario firmemente es-
"leal" puede significar una ventaja en muchos aspectos tablecidas dentro de las cuales una realidad se reafirma
cuando el individuo trata de imponer una cierta identidad continuamente en oposición con sus competidorasé". La
sobre sus colegas de trabajo. El mantenimiento y la confir- manera como la Iglesia católica se ha adaptado a la situa-
mación de la realidad involucran, pues, la totalidad de la si- ción pluralieta existente en los Estados Unidos constituye
tuación social del individuo, aunque los otros significantes un ejemplo inmejorable.
ocupen una posición privilegiada en esos procesos. El vehículo más importante del mantenimiento de la rea-
La importancia relativa de los otros significantes y del lidad es el dialogo. La vida cotidiana del individuo puede
"coro" puede apreciarse mejor si se examinan ejemplos de considerarse en relación con la puesta en marcha de un
disconfirmación de la realidad subjetiva. Una acción dis- aparato conversacional que mantiene, modifica y recons-
confirmativa de la realidad por parte de la esposa tiene por truye continuamente su realidad subjetiva21. Diálogo sig-
sí sola mucho más fuerza que la de una acción similar por nifica principalmente, por supuesto, que la gente conversa
parte de un conocido casual, cuyas acciones tendrán que entre sí, lo cual no implica que se nieguen las copiosas ema-
adquirir cierta densidad para poder igualar la fuerza que naciones de comunicación no oral que rodean al habla. Con
tienen las de la esposa. La opinión reiterada de mi mejor todo, el habla mantiene una posición de privilegio dentro de
amigo en el sentido de que los periódicos no informan sobre todo el aparato conversacional. Importa destacar, empero,
hechos importantes que ocurren sin que trasciendan al pú- que la mayor parte del mantenimiento de la realidad en el
blico, quizá tenga para mí más peso que la opinión similar diálogo es implícita, no explícita _El diálogo, mayormente,
expresada por mi peluquero. Sin embargo, una misma opi-
nión expresada sucesivamente por diez conocidos míos ca- 20Los conceptos de "grupo primario" y "grupo secundario" se derivan
de Cooley. Aqui seguimos el uso corriente en la sociología norteameri-
suales puede llegar a contrarrestar la opinión contraria de cana.
mi mejor amigo. La cristalización lograda subjetivamente 21 Sobre el concepto del "aparato conversacional", el Peter L. Berger
como resultado de estas definiciones diversas de la realidad y Hansfried Keliner, "Marriage and tbe Construction of Reality", en
Di6genes, 46 (1964), pp. 1 Y sigs. Friedrich Tenbruck, op. cit., analiza
19 Compárese otra vez con Goffman sobre este punto, como también con cierto detalle la función de redes comunicativas para mantener las
con David Riesman. realidades comunes.

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no define la naturaleza del mundo en una cantidad de pala- visto cómo el lenguaje objetiviza el mundo, transfonnando
bras; más bien se efectúa con el trasfondo de un mundo que el panta rhei de la experiencia en un orden coherente. Al es-
se da silenciosamente por establecido. De esa manera, un tablecer este orden el lenguaje realiza un mundo, en el do-
intercambio de frases como: "Bueno, es hora de que salga ble sentido de aprehenderlo y producirlo. 81 dialogo es la
para la estación" y "Muy bien, querido, que tengas un buen actualización de esta eficacia realizadora del lenguaje en
día en la oficina", implica todo un mundo dentro del cual es- ras situaciones "cara a cara" de la existencia individual En
tas proposiciones aparentemente sencillas cobran sentido. el diálogo las obietívizacíones del lenguaje se vuelven obje-
En virtud de esta implicación, el intercambio confirma la tos de la conciencia individual. De esta manera el hecho
realidad subjetiva de este mundo. fundamental del mantenimiento de la realidad reside en el
Si esto se comprende, podrá advertirse claramente que la uso continuo del mismo lenguaje para objetivizar la expe-
gran parte ---cuando no la totalidad- del diálogo cotidiano riencia biográfica en proceso de desenvolvimiento. En el
mantiene la realidad subjetiva; en realidad, esta última ad- más amplio sentido, todos los que usan este mismo lengua-
quiere solidez por la acumulación y la coherencia del diálo- je son otros mantenedores de la realidad. La significación
go casual, diálogo que puede permitirse ser casual precisa- de esto puede, además, diferenciarse en términos de lo que
mente porque se refiere a las rutinas de un mundo que se se entiende por un "lenguaje común", desde el lenguaje
da por establecido. La pérdida de la cualidad de casual in- idiosincrásico de -grupos primarios, hasta los dialectos re-
dica una ruptura de las rutinas y, al menos potencialmente, gionales o clasistas de la comunidad nacional que se define
una amenaza a la realidad establecida. Así pues, es posible en términos de lenguaje. Existen correspondientes "retor-
imaginar qué efecto tendría sobre esa cualídaéde casual un nos a la realidad" para el individuo que vuelve a los pocos
intercambio de frases como éste: "Bueno, es hora de que que entienden las alusiones de su gTIlPO, al sector que co-
salga para la estación", "Muy bien, querido, no te olvides de rresponde a su acento, o hacia la gran colectividad iden-
llevar tu revólver". tificada con una tradición lingüística particular, o, en orden
Al mismo tiempo que el aparato conversacional mantiene inverso -c-por ejemplo-c-, para quien retorna a los Estados
continuamente la realidad, también la modifica de conti- Unidos, al barrio de Brooklyn y a la gente que concurrió a
nuo. Hay renglones que se suprimen y otros que se agre- la misma escuela primaria.
gan, debilitando algunos sectores de 1l'J que ya se da por es- Para poder mantener eficazmente la realidad subjetiva,
tablecido y reforzando otros. Así pues, la realidad subjetiva el aparato conversacional debe ser continuo y coherente. En
de algo de lo que nunca se habla llega a hacerse vacilante. cuanto se produce algún Quebrantamiento en su continui-
Una cosa es realizar un acto sexual vergonzante, y otra dad y coherencia, se plantea ipso fccto una amenaza a dicha
muy diferente es hablar de él antes o después. Inversa- realidad. Ya hemos hablado de los recursos a que puede
mente, el diálogo imprime contornos firmes o renglones apelar el individuo para enfrentar la amenaza de la incohe-
previamente aprehendidos de manera fugaz e imprecisa. rencia. También existen diversas técnicas para los casos en
Se puede abrigar dudas sobre la propia religión; esas dudas que esté amenazada la continuidad. El recurso de la corres-
se vuelven reales de manera muy diferente cuando se dis- pondencia epistolar para continuar el diálogo significativo
cute sobre ellas. Luego, al hablar, nos sumergimos en esas a pesar de la separación física puede servir de ejempl022.
dudas, que se objetivizan como realidad dentro de nuestra Los diálogos diferentes pueden compararse según la densi-
propia conciencia. Hablando en general, el aparato conver- dad de la realidad que producen o mantienen. En general,
sacional mantiene la realidad recorriendo en el diálogo los la frecuencia del diálogo realza el poder de éste como pro-
diversos elementos de la experiencia y adjudicándoles un ductor de realidad; pero la falta de frecuencia puede, a ve-
lugar definido en el mundo real. ces, compensarse con la intensidad del diálogo cuando éste
Esta fuerza generadora de realidad que posee el diálogo ~2 Sobre la correspondencia, cf Georg Simmel, Soeiologie, pp. 287 Y
ya se da en el hecho de la objetivización lingütstíca. Hemos sigs.

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se realiza. Podemos ver al ser amado solo una vez al mes, La estructura de plausibilidad constituye también la bao
pero el diálogo que entonces se produce tiene una intensi- se social para la suspensión particular de dudas. sin la cual
dad suficiente para suplir su falta relativa de frecuencia. la definición de realidad en cuestión no puede mantenerse
Ciertos diálogos pueden también definirse y legitimarse ex- en la conciencia. En tal caso las sanciones sociales específi-
plícitamente en cuanto poseedores de un status privilegia. cas contra esas dudas desíntegradoras de la realidad se han
do, como es el caso de los que se sostienen con el confesor, el internalizado y se reafirman continuamente. Una de esas
psicoanalista o una figura de "autoridad" similar. En este sanciones es el ridículo. Mientras permanezca dentro de la
caso la "autoridad" reside en el status cognoscitiva y norma- estructura de plausibilidad, el individuo se sentirá en ri-
tivamente superior que se adjudica a esos diálogos. dículo cada vez que lo asalte subjetivamente alguna duda
La realidad subjetiva siempre depende, pues, de estruc- acerca de la realidad de que se trate. Sabe que los demás se
turas de plausibilidad específicas, es decir, de la base social reirían de él si llegase a expresar sus dudas en alta voz.
especifica y los procesos sociales requeridos para su manteo Puede reírse silenciosamente de sí mismo, encogerse men-
nimiento. Puedo mantener mi auto-identificación como talmente de hombros y continuar existiendo dentro del
hombre importante solamente en un ambiente que confir- mundo así sancionado. Huelga agregar que este procedi-
me esta identidad; puedo mantener mi fe católica solamen- miento de autoterapia resultará mucho más difícil si la es-
te si conservo mi relación significativa con la comunidad ca- tructura de plausibilidad ya no está al alcance como su ma-
tólica, y así sucesivamente. La ruptura del diálogo signifi- triz socíal. La risa se hará forzada y es probable que even-
cativo con los mediadores de las estructuras de plausibili- tualmente sea reemplazada por una expresión entre ce-
dad respectivas amenaza las realidades subjetivas de que ñuda y pensativa.
se trata. Como lo indica el ejemplo de la correspondencia. el En situaciones de crisis se utilizan esencialmente los mis-
individuo puede recurrir a diversas técnicas para el mante- mos procedimientos que para el mantenimiento de rutinas,
nimiento de la realidad, aun en ausencia de un diálogo real; excepto que las confirmaciones de la realidad tienen que
pero el poder generador de realidad de dichas técnicas es ser explícitas e intensivas. Con frecuencia se ponen en jue-
muy inferior a los diálogos '(cara a cara" que pretenden re- go técnicas de ritual. Si bien el individuo puede improvisar
producir. Cuanto más se aíslen estas técnicas de las confir- procedimientos para mantener la realidad frente a una cri-
maciones "cara a cara", menos probabilidades tendrán de sis, la sociedad misma establece procedimientos para situa-
mantener el acento de realidad. El individuo que ha vivido ciones que presenten reconocido riesgo de una ruptura en
durante muchos años entre gente de distinto credo y que se la realidad. En estas situaciones pre-definidas se incluyen ~
encuentra aislado de la comunidad que comparte su propia ciertas situaciones marginales, de entre las cuales la muer-
fe, puede continuar identificándose él mismo como católico, te se destaca como la más importante. Con todo, las crisis
por ejemplo. Mediante la oración, las prácticas piadosas y de realidad pueden presentarse en una cantidad de casos
técnicas similares, su antigua realidad católica puede se- mucho más numerosos que los planteados por las situacio-
guir siendo subjetivamente relevante para él; estas prácti- nes marginales y que pueden ser colectivos o individuales,
cas pueden, como mínimo, sustentar su auto-identificación de acuerdo con la índole del desafio lanzado a la realidad
continua como católico; pero, a pesar de eso, llegarán a va- socialmente definida. Por ejemplo, los rituales colectivos
ciarse subjetivamente de realidad "viviente" a menos que se para el mantenimiento de la realidad pueden ser institucio-
"revitalicen" por el contacto socíal con otros católicos. Es nalizados para épocas de catástrofes naturales y los indivi-
verdad que un individuo suele recordar las realidades de su duales pueden serlo para épocas de desgracia personal.
pasado; pero la manera de "refrescar" esos recuerdos es dia- también, para tomar otro ejemplo, los procedimientos espe-
logar con quienes comparten su relevancíaé''.
23A este respecto resulta pertinente el concepto de "grupo de refe- Them-y and Social Structure; Teoría y estructura sociales (México,
renda". Compárese el análisis que de esto hace Merton en su Social F.C.E.).

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cíficos para mantener la realidad pueden establecerse para 'La alternación requiere procesos de re-socialización, que
competir con extranjeros y su amenaza potencial a la reali- se asemejan a la socialización primaria, porque radical.
dad "oficial". El individuo tal vez tendrá que someterse a mente tienen que volver a atribuir acentos de realidad y,
una complicada purificación ritual después de haber tenido consecuentemente, deben reproducir en gran medida la
contacto con un extranjero. La ablución se internaliza como identificación fuertemente afectiva con los elencos sociali-
aniquilación subjetiva de la realidad que, a modo de alter- zadores que era característica de la niñez. Son diferentes
nativa, representa el extranjero. Los tabúes, los exorcismos de la socialización primaria porque no surgen ex nihilc y,
y las maldiciones contra los extranjeros, los herejes o los de- como resultado, deben contender con un problema de des-
mentes llenan igualmente la fmalidad de "higiene mental" mantelamiento, al desintegrar la anterior estructura nó-
individual. La violencia de estos procedimientos defensivos mica de la realidad subjetiva. ¿Cómo puede lograrse esto?
estará en proporción con la seriedad que se atribuye a la Una "receta" para lograr la alternación tiene que incluir
amenaza. Si los contactos con la realidad que se da como al- condiciones tanto sociales como conceptuales, sirviendo,
ternativa y con los que la representan se hacen frecuentes, por supuesto, las sociales como matriz de las conceptuales.
los procedimientos defensivos pueden perder su carácter La condición social más importante consiste en disponer de
crítico, por supuesto, y volverse rutinarios. Por ejemplo, ca- una estructura de plausibilidad eficaz, o sea, de una base
da vez que me encuentre con un extranjero, deberé escupir social que sirva 'como "laboratorio" de transformación. Esta
tres veces, lo que haré sin pensar más en el asunto. estructura de plausibilidad será mediatizada respecto del
Todo lo dicho hasta ahora sobre la socialización implica la individuo por otros significantes, con quienes debe estable-
posibilidad de que la realidad subjetiva pueda transformar- cer una identificación fuertemente afectiva. Sin esa identi-
se. Vivir en sociedad ya comporta un proceso continuo de ficación no puede producirse ninguna transformación ra-
modificación de la realidad subjetiva. Hablar de transfor- dical de la realidad subjetiva (en la que se incluye, por
macíonés, pues, involucra examinar los diferentes grados supuesto, la identidad), identificación que reproduce inevi-
de modificación. Aquí enfocaremos nuestra atención sobre tablemente las experiencias infantiles en cuanto a la de-
el caso extremo, en el que se produce una transformación pendencia emocional de otros sígniñcantesé''. Éstos son
casi total, vale decir, aquel en el cual el individuo "permuta quienes han de actuar como guías para penetrar en la nue-
mundos". Si los procesos involucrados en el caso extremo se va realidad: representan la estructura de plausibilidad en
clarifican, los de los casos menos extremos se comprende- los "roles" que desempeñan vis-D.-vis del individuo Croles"
rán con mayor facilidad. que, en particular, se definen explícitamente en términos
En particular, la transformación se aprehende subjetiva- de su función re-socializadora) y que mediatizan ese mundo
mente como tal, 10que, por supuesto, tiene algo de engaño- nuevo para el individuo. El mundo del individuo tiene aho-
so. Puesto que la realidad subjetiva nunca se socializa to- ra su centro cognoscitivo y afectivo en la estructura de
talmente, no puede transformarse totalmente mediante . plausibilidad de que se trate. Socialmente, esto significa
procesos sociales, El individuo transformado tendrá al me- una concentración intensa de toda la interacción significati-
nos el mismo cuerpo y vivirá en el mismo universo físico. va dentro del grupo que sintetiza la estructura aludida y
Con todo, hay ejemplos de transformaciones que parecen
totales si se las compara con otras de menor cuantía: las
25 El concepto psicoanalítico de "transferencia" se refiere precisa-
llamaremos alternaciones 24.
mente a este fenómeno. Lo que no comprenden los psicoanalistas que lo'
usan es que el fenómeno puede hallarse en cualquier proceso de re-so-
cialización con su consiguiente identificación con los otros significantes
24Cf Peter L. Berger, Inuitation to Sociology (Garden City, N. Y., encargados de ella, de manera que no corresponde sacar de eso ninguna
Ijoubleday-Anchor, 1963), pp. 54 Y sigs.; Introducción a la sociología conclusión con respecto a la validez cognoscitiva de las insights que se
(México, Limusa, Wiley, 1967). producen en la situación psicoanalítica.

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particularmente en el elenco encargado de la tarea de' re- La estructura de plausibilidad debe convertirse en el
socialización. mundo del individuo, desplazando a todos los demás mun-
El prototipo histórico de la alternación es la conversión dos, especialmente a aquel en que el individuo "habitaba"
religiosa. Las consideraciones antes expresadas pueden apli- antes de su alternación. Esto requiere que el individuo sea
carse aquí con la frase extra ecclesiam nulla salus. Al decir segregado de entre los "habitantes" de otros mundos, espe-
salus queremos significar en este caso (pidiendo las debidas cialmente los que "cohabitaban" con él en el mundo que de-
disculpas a los teólogos que pensaban en algo diferente jó tras de sí. Idealmente se requiere la segregación fisica; si
cuando acuñaron la frase) la consumación empíricamente por cualquier causa esto no es posible, la segregación se
lograda de la conversión. Únicamente dentro de la comuni- plantea por definición, o sea, por una definición de esos
dad religiosa, la ecclesia, puede la conversión mantenerse otros que lo aniquilan. El individuo alternalizado se desafí-
eficazmente como plausible. Con esto no se niega que la lia de su mundo anterior y de la estructura de plausibilidad
conversión pueda anticiparse a la afiliación a la comunidad: que lo sustentaba, si es posible, corporalmente, o si no,
Saulo de Tarso buscó la comunidad cristiana después de su mentalmente. En cualquiera de los dos casos, ya no puede
"experiencia de Damasco". Pero no reside en eso la cues- seguir "uncido con incrédulos" y por lo tanto hay que prote-
tión. Pasar por la experiencia de la conversión no significa gerlo contra la influencia potencialmente destructora de la
mucho: lo verdadero consiste en ser capaz de seguir tomán- realidad. Dicha segregación resulta particularmente impor-
dola en serio, en conservar el sentido de su plausibilidad. tante en las primeras etapas de la alternación (la fase del
He ahí donde interviene la comunidad religiosa, para pro- "noviciado"). Una vez que la nueva realidad ha quedado fi-
porcionar a la nueva realidad la indispensable estructura ja, pueden entablarse nuevamente relaciones circunspectas
de plausibilidad. En otras palabras, Saulo puede haberse con extraños, aunque aquellos que solían ser biográfica-
convertido en Pablo en la soledad del éxtasis religioso; pero
mente significantes todavía constituyen un peligro. Son los
para poder seguir siéndolo necesitaba el contexto de la co-
munidad cristiana que lo reconociera como tal y confirmara que podrán decir: "Deja eso, Saulo", y tal vez haya momen-
tos en que la vieja realidad que invocan asuma contornos
el "nuevo ser" en que ahora se ubicaba esta identidad. La
relación entre conversión y comunidad no constituye un de tentación.
fenómeno peculiarmente cristiano (a pesar de los rasgos La alternación comporta] por lo tanto, una reorganiza-
históricamente peculiares de la ecclesia cristiana). No se ción del aparato conversacional. Los interlocutores que in-
puede seguir siendo musulmán fuera del 'umma del Islam, tervienen en el diálogo significativo van cambiando, y el
ni budista fuera del sangha, y probablemente tampoco hin- diálegc con los otros significantes nuevos, transforma la
dú en ningún lugar que no sea la India. La religión requiere realidad subjetiva, que se mantiene al continuar el diálogo
una comunidad religiosa y vivir en un mundo religioso exi- con.ellos o dentro de la comunidad que representan. Dicho
ge afiliarse a esa comunidadé'. Las estructuras de plausibi- con sencillez, esto significa que hay que tener mucho cuida-
lidad de la conversión religiosa han sido imitadas por los do de la persona con quien se dialoga. Las personas y las
organismos de alternación seculares, cuyos mejores ejem- ideas que discrepen con las nuevas definiciones de la reali-
plos se encuentran en las áreas del adoctrinamiento políti- dad deben evitarse sistemáticamenteé''. Como esto rara vez
co y en la psicoterapiaé". se logra del todo, aunque más no sea porque subsiste el re-
26A esto se refería Durkheim en su análisis del carácter inevitable-
mente social de la religión. Sin embargo, preferirfamcs no usar su tér- ro a la alternación. Cr, por ejemplo, Edward Hunter, Brainwashing in
mino "Iglesia" para referirnos a la "comunidad morar de la religión, Red China (Nueva York, Vanguard Presa, 1951). Goffman, en su Asy-
porque solo resulta apropiado para un caso históricamente específico en lums, se acerca a la demostración del paralelo ---en cuanto a procedi-
la institucionalización de la religión. mientos se refiere---- con la psicoterapia de grupo en Norteamérica.
27Los estudios de las técnicas del "lavado de cerebro" de los comunis- Z8 Compárese nuevamente con Festinger respecto de la acción de evi-
tas chinos son altamente reveladores de las pautas básicas, con respec- tar definiciones discrepantea de la realidad.

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cuerdo de la realidad pasada, la nueva estructura de plau- ducirse nuevas interpretaciones particulares de hechos y
sibilidad aportará típicamente diversos procedimientos personas del pasado con significación pasada. Por supuesto
terapéuticos para tratar las tendencias "reincidentes". Di- que lo mejor para el individuo sería que olvidase por com-
chos procedimientos siguen la pauta general de la terapia, pleto algo de esto. Pero olvidar por completo resulta nota-
como se explicó anteriormente. blemente dificil. Lo que se necesita, por lo tanto, es una re-
El requisito conceptual más importante para la alterna- interpretación radical del significado de esos hechos o per-
ción consiste en disponer de I.Jn aparato legitimador para sonas de la propia biografía pasada. Ya que inventar cosas
toda la serie de transformaciones. Lo que debe legitimarse que nunca sucedieron resulta relativamente más fácil-que
no solo es la realidad nueva, sino también las etapas por las olvidar las que sucedieron realmente, el individuo puede
que ésta se asume y se mantiene, y el abandono o repudio urdir e insertar hechos donde quiera que se necesiten para
de todas las realidades que se den como alternativa. El as- armonizar el pasado que se recuerda con el que se re-inter-
pecto liquidador del mecanismo conceptual tiene particular preta. Como ahora la nueva realidad, más que la antigua,
importancia dado el problema de desmantelamiento que resulta dominantemente plausible para él, puede ser per-
debe resolverse. La realidad antigua, así como las colectivi- fectamente "sincero" al adoptar ese procedimiento: subjeti-
dades y otros significantes que previamente la mediatiza- vamente, no está contando mentiras con respecto de su
ron para el individuo, debe volver a ro-interpretarse dentro pasado, sino alíneándolo con la verdad que, por fuerza,
del aparato legitimador de la nueva realidad. Esta re-inter- abarca tanto el presente como el pasado. Dicho sea de paso,
pretación provoca una ruptura en la biografía subjetiva del este punto tiene gran importancia si se quieren compren-
individuo en la forma de "antes de Cristo" y "después de der adecuadamente los motivos que existen detrás de las
Cristo", o "pre-Damasco" y "pos-Damasco". Todo lo que pre- falsificaciones y adulteraciones de documentos religiosos
cedió a la alternación se aprehende ahora como conducente que registra la historia repetidamente. También las perso-
a ella (como un "Antiguo Testamento", por así decir, o como nas, en particular los otros significantes, se re-interpretan
una praeparatio evangelii), y todo lo posterior como enamo- de manera similar. Los otros significantes se convierten
rado de su nueva realidad. Esto involucra una nueva inter- ahora en actores de un drama cuyo significado les resulta
pretación de la biografía anterior in tato, según la fórmula: necesariamente opaco; y no es de sorprender que rechacen
"Entonces yo creía. . . ahora se"'. Esto incluye con frecuencia típicamente semejante adjudicación. Esta es la razón por la
la retroyeccíon al pasado de los esquemas actuales (cuya que los profetas sufren típicamente wandes fracasos en su
fórmula es: "Yo ya sabía entonces, aunque de manera ciudad natal, y en este contexto es como hay que entender
vaga...") y motivos interpretativos que no estaban subjeti- la frase de Jesús cuando dijo que sus adeptos debían aban-
vamente presentes en el pasado, pero que ahora se necesi- donar a sus padres y madres.
tan para volver a interpretar lo que sucedió entonces (cuya Ahora no resulta dificil proponer una "receta" especifica
fórmula es: "Realmente hice esto porque.. ."). La biogra- para la alternación dentro de cualquier realidad que se con-
fía anterior a la alternación se elimina típicamente in toto ciba, por inadmisible que resulte desde el punto de vista del
colocándola dentro de una categoría negativa que ocupa espectador.' Es posible prescribir procedimientos específi-
una posición estratégica en el nuevo aparato legitimador: cos, por ejemplo, para convencer a individuos de que po-
"Cuando yo todavía llevaba una vida pecadora".."Cuando to- drán comunicarse con seres de otros planetas, siempre que
davía me hallaba preso en la conciencia burguesa", "Cuando guarden una estricta dieta de pescado crudo" Dejamos a la
yo todavía estaba motivado por esas inconscientes ur- imaginación del lector, si es que se siente dispuesto para
gencias neuróticas". De esa manera la ruptura biográfica se ello, el calcular los detalles de semejante secta de ictiófa-
identifica con una separación cognoscitiva entre la obscu- gos. La "receta" entraiíaría la construcción de una estructu-
ridad y la luz. ra de plausibilidad para ictiófagos, debidamente segregada
Además de esta nueva interpretación in toto, deben pro- del mundo exterior y equipada con el personal socializador

198 199
y terapéutico necesario; la elaboración de un cuerpo 'de ro- tan también chapucería con el pasado, pero de una manera
nacimiento para ictiófagos, suficientemente artificioso co- menos radical: un enfoque dictado por el hecho de que en
mo para explicar por qué el nexo, evidente por sí mismo, esos casos suele haber una asociación continuada con per-
entre el pescado crudo y la telepatía galáctica no se había sonas o grupos que eran significativos antes, que siguen en
descubierto antes; y las legitimaciones y liquidaciones nece- las cercanías, dispuestos a protestar por las interpretacio-
sarias para dar sentido al viaje del individuo hacia esta nes demasiado caprichosas y que tienen que convencerse de
gran verdad. Si se observan cuidadosamente estos procedi- que las transformaciones efectuadas son plausibles. Por
mientos, existirán grandes probabilidades de éxito una vez ejemplo, en el caso de las transformaciones que ocurren
que el individuo haya sido atraído o secuestrado por el ins- juntamente con la movilidad social, existen esquemas in-
tituto de lavado de cerebro ictiófago. terpretativos ya preparados que explican a todos los intere-
En la práctica se dan, por supuesto, muchos tipos inter- sados lo sucedido sin plantear una metamorfosis total del
medios entre la resocialización, eomo la hemos descrito, y la individuo de que se trate. Así pues, los padres de un indjvi-
socialización secundaria, que sigue construyendo sobre las duo en movilidad ascendente aceptarán con seguridad cier-
internalizaciones primarias. En estas últimas se producen tos cambios en el proceder y en las actitudes de aquél como
transformaciones parciales de la realidad subjetiva o de acompañamiento necesario, y posiblemente aun deseable,
sectores determinados de ella. Esas transfonnaciones par- de su nueva situación en la vida: "Por supuesto" -se di-
ciales son comunes en la sociedad contemporánea en lo re- rán- Jrving ha tenido que moderar su judaísmo ahora que-
ferente a movilidad social y adiestramiento ocupacional del se ha convertido en un médico importante; "por supuesto"
índividuoé". Aquí la transformación de la realidad subjetiva que ahora se viste y habla de otra manera; "por supuesto"
puede alcanzar grandes proporciones cuando el individuo que ahora vota por los republicanos; "por supuesto" se ha
se convierte en un tipo aceptable de clase media superior o casado con una egresada de "Vassar", y tal vez ahora llegue
en un médico aceptable, y llega a intcrnalizar los apéndices a ser natural que venga solo de tanto en tanto a visitar a
de realidad apropiados. Pero estas transformaciones en sus padres. Esos esquemas interpretativos, que ya se ofre-
particular no alcanzan a lograr la re-socialización. Constru- cen hechos a medida en una sociedad de gran movilidad as-
yen sobre la base de internalizaciones primarias y, en gene- cendente, y que ya están internalizadoa por el individuo an-
ral, evitan las discontinuidades abruptas dentro de la bio- tes de adquirir movilidad él mismo, garantizan la continui-
greña subjetiva del individuo. Como consecuencia de esto, dad biográfica y suavizan las incoherencias que puedan
encaran el problema de mantener la coherencia entre los surgiI·30.
elementos anteriores y posteriores de la realidad subjetiva. Procedimientos similares se adoptan en situaciones en
Este problema, que no se presenta bajo esta forma en la re- las que las transformaciones son de índole bastante drás-
socialización -la cual provoca una ruptura en la biografia tica pero que se definen como temporarias por su duración,
subjetiva y re-interpreta el pasado antes que correlacionar- por ejemplo, en el adiestramiento para un servicio militar
lo con el presente-e, se hace más agudo cuanto más se acer- de corta duración, o en casos de hospitalización durante un
ca la socialización secundaria a la re-socialización, sin que período breve 31. Aquí la diferencia con la re-socialización
por eso la primera se transforme realmente en la segunda. total resulta particularmente fácil de advertir, comparando
La re-socialización implica cortar el nudo gordiano del pro- con lo que ocurre con el adiestramiento para el servicio mi-
blema de la coherencia, renunciando a la búsqueda de esta litar de carrera o con la socialización de pacientes crónicos.
última y reconstruyendo la realidad de novo. 30Atañen a este punto el concepto de "díreceión por otros" de Ríes-
Los procedimientos para mantener la coherencia compor- rnan, y el dc "socialización anticipada" de Merton.
29 Cf Thomas Luckmann y Peter L. Berger, "Social Mobility and Per- 31 Cf. los ensayos sobre sociología médica dc Eliot Fraídson, Theodor
sonal Identity", en European Journal of Sociology, V, pp. 331 Y sigs., J. Litman y Julius A. Roth en Human BehalJior and Social Procesees,
1964. compilado por Arn.old Rose.

200 201
En los primeros casos, ya se plantea la coherencia con la la socialización. por "socialización exitosa" entendemos el
realidad e identidad previas (existencia como civil o como establecimiento de un alto grado de simetría entre la reali-
persona sana) mediante la suposición de que, eventualmen- dad objetiva y la subjetiva (junto con la identidad, por su-
te, se regresará a ellas. puesto). Inversamente, la "socialización deficiente" debe en-
En términos generales, puede decirse que los procedimien- tenderse en razón de la asimetría existente entre la reali-
tos involucrados son de carácter opuesto. En la re-socia- dad objetiva y la subjetiva. Como ya hemos visto, la sociali-
lización el pasado se re-interpreta conforme con la realidad zación totalmente exitosa resulta imposible desde el punto
presente, con tendencia a retroyectar al pasado diversos de vista antropológico. Pero, al menos, la socialización to-
elementos que, en ese entonces, no estaban subjetivamente talmente deficiente es muy poco frecuente y se limita a los
disponibles. En la socialización secundaria el presente se casos de individuos con los que fracasa aun la socialización
interpreta de modo que se halle en relación continua con el mínima, debido a una patología orgánica extrema. Por lo
pasado, con tendencia a minimizar aquellas transformacio- tanto, nuestro análisis debe ocuparse de las gradaciones en
nes que se hayan efectuado realmente Dicho de otra mane- un continuum cuyos polos extremos son empíricamente
ra la base de realidad para la re socialización es el presen- inaccesibles, análisis que resulta de utilidad porque permi-
te, en tanto Que para la socialización secundaria es el pa- te algunas aseveraciones generales en cuanto a las condi-
sado. ciones y consecúencias de la socialización exitosa.
El éxito máximo en la socialización probablemente se ob-
tenga en las sociedades que poseen una división del trabajo
2. INTERNALIZACrÓNYESTRUCTURASOCIAL sencilla y una mínima distribución del conocimiento. La so-
cialización en esas condiciones produce identidades social-
La socialización siempre se efectúa en el contexto de una mente pre-definidas y perfiladas en alto grado.' Como todo
estructura social específica. No solo su contenido, sino tam- individuo encara esencialmente el mismo programa instí-
bién su grado de "éxito" tienen condiciones y consecuencias tucional para su vida en sociedad, la fuerza íntegra del or-
socio-estructurales. En otras palabras, el análisis micro- den institucional se hace gravitar con mayor o menor peso
sociológico o socio-psicológico de los fenómenos de intemali- sobre cada individuo, produciendo una masividad compul-
zación debe siempre tener como trasfondo una comprensión siva para la realidad objetiva que ha de ser intemalizada.
macro-sociológica de sus aspectos estructuralcséé. La identidad, pues, se halla sumamente perfilada en el sen-
En el plano del análisis teórico que intentamos en este lu- tido de que representa totalmente la realidad objetiva den-
gar, no podemos internarnos en un estudio pormenorizado tro de la cual está ubicada. Dicho con sencillez, todos en
de las diferentes relaciones empíricas entre los contenidos gran medida son lo que se supone sean. En una sociedad de
de la socialización y las configuraciones socio-estructurales33. esa clase las identidades se reconocen con facilidad, tanto
Con todo, pueden hacerse algunas observaciones generales objetiva como subjetivamente. Todos saben quién es cada
con respecto a los aspectos socio-estructurales del "éxito" de uno y quiénes son los otros. Un caballero es un caballero, y
un labriego es un labriego, tanto para los otros como para sí
32Nuestra argumentación implica la necesidad de un trasfondo ma- mismos. Por consiguiente, no existe problema de identidad.
ero-sociológico para los análisis de la internalizacidn, o sea de una La pregunta "¿Quién soy yo?" no es probable que aparezca
apreciación de la estructura social dentro de la cual se produce'la inter- en la conciencia, puesto que la respuesta socialmente pre-
naiización. La psicología social norteamericana de nuestros días está determinada es masivamente real desde el punto de vista
muy debilitada por el hecho de que tiene una amplia carencia de dicho subjetivo y queda confirmada consíetentemente en toda in-
trasfondo.
33Cf Gerth y Milis, op. cit. También cf Tenbruck, op. cit., quien adju- teracción significativa.¡ Esto de ninguna manera implica
dica un lugar prominente a las bases estructurales de la personalidad que el individuo se sienta satisfecho de su identidad. Proba-
en su tipología de las sociedades primitivas, tradicionales y modernas. blemente nunca fue agradable ser labriego, por ejemplo.

202 203
Ser labriego entrañaba problemas de todas clases, subjeti- fensa subjetiva contra la identidad estigmatizada que se le
vamente reales, urgentes y que distaban mucho de aca- atribuye. Es lo que se supone sea, tanto para sí mismo ca-
rrear felicidad; pero no entrañaba el problema de la identi- mo para sus otros significantes y para la comunidad en con-
dad. Se era un labriego miserable, tal vez hasta rebelde, pe. junto. Es innegable que puede reaccionar contra su desti-
ro se era labriego. Las personas formadas en tales condicio- no con resentimiento o con rabia pero se sentirá resentido o
nes probablemente no se conciben ellas mismas como "pro- rabioso qua ser inferior. Su resentimiento y su rabia hasta
fundidades ocultas" en un sentido psicológico. Los yo de la pueden servirle como ratificaciones decisivas de su identidad
"superficie" y de "bajo la superficie" se diferencian solo en socialmente definida como ser inferior, ya que sus superio-
cuanto a la extensión de realidad subjetiva que aparece an- res, por definición, se hallan por encima de esas emociones
te la conciencia en un momento dado, y no en una diferen- bestiales. Está aprisionado por la realidad objetiva de su
ciación permanente de "estratos" del yo. Por ejemplo, el la- sociedad, si bien a esa realidad la tiene subjetivamente pre-
briega se aprehende en ~ "rol" cuando castiga a su mujer, sente como algo ajeno y trunco. Dicho individuo se habrá
y en otro cuando se humilla ante su señor. En cada uno de socializado deficientemente, o sea, existirá un alto grado de
I~s"casos, el otro "rol" está "debajo de la superficie", vale de- asimetría entre la realidad socialmente definida, en la que
CIrque está desatendido en la conciencia del labriego. Pero se halla preso de {acto como si estuviera en un mundo aje-
ninguno de los "roles" que plantea como un yo "más pro- no, y su propia realidad subjetiva, que refleja ese mundo
fundo" o "más real"; en otras palabras, el individuo en esa apenas muy imperfectamente. Esta asimetría no tendrá, sin
clase de sociedad no solo es lo que se supone sea, sino que lo embargo, consecuencias estructurales acumulativas, porque
es de manera unificada, "no estratíñcada'vt. carece de una base social dentro de la cual podría cristali-
En tales condiciones la socialización deficiente ocurre solo zar en un anti-mundo con su propio grupo institucionaliza-
como.resultado ~e accidentes biográficos, ya sean biológicos do de anti-identidades. El mismo individuo deñclentemente
o sociales. Por ejemplo, la socialización primaria de un niño socializado está socialmente pre-definido como tipo per-
puede disminuirse por causa de una deformidad física que filado: el cojo, el bastardo, el idiota, etc. Consecuentemente,
lleva un estigma social o un estigma basado en definiciones cualesquiera que sean las auto-identificaciones opuestas
sociales-". El cojo y el bastardo constituyen prototipos de que puedan surgir por momentos en su propia conciencia,
estos dos casos. Existe también la posibilidad de que la so- carecerán de toda estructura de plausibilidad que podría
cialización se vea intrínsecamente impedida por inconve- transformarlas en algo más que fantasías efímeras.
nientes biológicos, como en el caso de una debilidad mental Las anti-definiciones incipientes de realidad e identidad
profunda. Todos estos casos tienen el carácter de desgracias se presentan en cuanto los individuos de esa clase se con-
personales y no proporcionan el fundamento para la ins- gregan en grupos socialmente durables, lo que pone en ac-
titucionalización de antí-identidados y de la anti-realidad. ción un proceso de cambio que servirá de introducción a
Por cierto que este hecho provee la medida de la desgracia una distribución de conocimiento más compleja. Ahora pue-
existente en esas biografías. En una sociedad de esta clase de comenzar a objetivizarae una anti-realidad en el grupo
el individuo cojo O bastardo no tiene virtualmente una de- marginal de los deficientemente socializados. Al llegar a
este punto el grupo iniciará, por supuesto, sus propios pro-
34La implicancia importante de esto consiste en que la mayoría de cesos de socialización. Por ejemplo, los leprosos y los hijos
los modelos psicológicos, incluso los de la psicología científica cootempo- de leprosos pueden ser estigmatizados dentro de una socie-
r~ea, tienen aplicabilidad histórico-social limitada. Además, está implí-
dad. Esa estigmatización tal vez se limite a los afectados
Cito que una psicología sociológica tendrá que ser al mismo tiempo una
psicología histórica. físicamente por esa enfermedad, o puede abarcar a otros
35 Cf. Erving Goffman, Sugma (Englewcod Cliffs, N. J., Prentice- por definición social, por ejemplo, a los que nacieron dm:an-
Hall, 1963). También cf. A. Kardiner y L. Ovesey, The Murk of Oppree- te un terremoto. Así pues, los individuos pueden definirse
sion (Nueva York, Norton, 1951l. como leprosos de nacimiento, y esa definición puede afectar

204 205
seriamente su socialización primaria, por ejemplo, bajo los el punto en que la resquebrajadura se hace visible a la co-
auspicios de una anciana desequilibrada que los mantenga munidad no leprosa, no será difícil advertir que también la
vivos fisicamente más allá de los confines de la comunidad realidad de la comunidad resultará afectada por este cam-
y les transmita apenas un mínimo de las tradiciones' institu- bio. Como mínimo, ya no será sencillo reconocer la identi-
cionales comunitarias. En tanto estos individuos -aunque dad de nadie, porque si los leprosos pueden negarse a ser lo
sean más de un puñado-- no formen una anti-comunidad que se supone son, otros también pueden hacerlo, y quizá
propia, sus identidades tanto objetivas como subjetivas se hasta uno mismo. Si este proceso puede parecer fantasioso
pre-definirán de acuerdo con el programa institucional que al principio, se ejemplifica magistralmente recordando la
les confiera la comunidad. Serán leprosos y nada más. definición que dio Gandhi a los parias del hinduismo: hari-
La situación empieza a cambiar cuando existe una colo- jans, o sea, "hijos de Dios".
nia de leprosos suficientemente grande y durable para ser- Una vez que en una sociedad existe una distribución más
vir de estructura de plausibilidad a las anti-definiciones de compleja del conocimiento, la socialización deficiente puede
la realidad, y del destino de ser leproso. Ser leproso, aun- resultar de otros significantes diferentes que mediatizan
que sea en términos de adjudicación biológica o social, pue- realidades objetivas diferentes para el individuo. Dicho de
de ahora considerarse tal vez como signo de una especial otra manera, la socialización deficiente puede ser resultado
elección divina. Los individuos impedidos de internalizar de la heterogeneidad en los elencos socializadores. Esto pue-
totalmente la realidad de la comunidad podrán ahora socia- de ocurrir de muchas maneras. Pueden existir situaciones
lizarse dentro de la anti-realidad de la colonia de leprosos; en las que todos los otros significantes de la socialización
vale decir que la socialización deficiente dentro de un mun- primaria mediatizan una realidad común, pero desde pers-
do social puede ir acompañada de una socialización exitosa pectivas muy diferentes. En cierto grado, por supuesto, to-
dentro de otro mundo. En cualquiera de las primeras etapas do otro significante tiene una perspectiva diferente de la
de ese proceso de cambio, la cristalización de la anti-rea- realidad común simplemente en virtud de ser un individuo
lidad y la anti-identidad pueden ocultarse al conocimiento específico con una biografia específica. Pero las consecuen-
de la comunidad más general, que todavía pre-define e cias que aquí tenemos en mente se producen solo cuando
identifica continuamente a estos individuos como leprosos, las diferencias entre los otros significantes corresponden a
y nada más. Se ignora que son "realmente" hijos especiales sus tipos sociales más que a sus idiosincrasias individuales.
de los dioses. A esta altura un individuo ubicado en la cate- Por ejemplo, hombres y mujeres pueden "habitar" mundos
goría de leproso puede descubrir "profundidades ocultas" sociales muy diferentes en una sociedad. Si tanto los hom-
dentro de sí. La pregunta "¿Quién soy yo?" se vuelve posible bres como las mujeres funcionan como otros significantes
simplemente porque se dispone socialmente de dos res- en la socialización primaria, mediatizan estas realidades
puestas antagónicas: la de la anciana desequilibrada ("Eres discrepantes respecto del niño. Esto de por sí no provoca la
un leproso") y la de los propios elencos socializadores de la amenaza de socialización deficiente. Las versiones masculi-
colonia ("Eres hijo de un dios"). Como el individuo acuerda na y femenina de la realidad se reconocen socialmente y es-
un status privilegiado dentro de su conciencia a las defmi- te reconocimiento también se transmite en la socialización
ciones de la realidad y de sí mismo hechas por la colonia, se primaria. Así pues, hay una supremacía pre-definida de la
produce una ruptura entre su comportamiento "visible" en versión masculina para el niño varón y de la versión feme-
la comunidad más general y su auto-identificación "invisi- nina para la mujer. El niño conocerá la versión que pertene-
ble" como alguien muy diferente. En otras palabras, apare-- ce al otro sexo con el alcance que le han mediatizado los
ce una resquebrajadura entre "apariencia" y "realidad" en otros significantes del sexo opuesto, pero no se identificará
la auto-aprehensión del individuo. Ya no es lo que se supone con esa versión. Aun la distribución mínima del conoci-
que sea. Actúa como leproso, pero es hijo de un dios. Si he- miento plantea jurisdicciones especificas para las diferen-
mos de impulsar este ejemplo un paso más adelante, hasta tes versiones de la realidad común. En el caso anterior, la

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versión femenina se defme socialmente como carente de ju- cesibles y pueden ser mediatizados por otros significantes
risdicción sobre el niño varón. Normalmente esta definición diferentes en la socialización primaria. Esto sucede con me-
del "lugar adecuado" para la realidad del otro sexo es inter- nos frecuencia que la situación que acabamos de conside-
nalizada por el niño, que se identifica "adecuadamente" con rar, en la que las versiones del mismo mundo común se dis-
la realidad que se le ha adjudicado. tribuyen entre el elenco socializador, porque los individuos
Como quiera que sea, la "anormalidad" se vuelve posibili- suficientemente cohesionados como grupo (por ejemplo, un
dad biográfica si llega a existir una cierta rivalidad entre matrimonio) para asumir la tarea de socialización prima-
definiciones de la realidad, que permita la opción entre ellas. ria, probablemente hayan urdido entre ellos alguna especie
Por una variedad de razones biográficas, el niño puede ha- de mundo común. Esto sucede verdaderamente y posee
cer una "elección equivocada". Por ejemplo, un varón puede gran interés teórico.
intemalizar elementos "inadecuados" del mundo femenino Por ejemplo, un niño puede ser educado no solo por sus
porque su padre está ausente durante el período crucial de padres, sino también por un ayo reclutado de entre una
la socialización primaria que administran exclusivamente subsociedad étnica o de clase. Los padres mediatizan para
su madre y sus hermanas mayores. Éstas pueden mediati- el niño el mundo de la aristocracia conquistadora de una
zar las definiciones jurisdiccionales "adecuadas" para el ni- raza, por ejemplo; el ayo mediatiza el mundo del campesi-
no a fin de que él sepa que se supone que no ha de vivir en nado sometido -de otra raza. Hasta es posible que los dos
un mundo de mujeres; sin embargo, el niño puede identifi- mediatizadores empleen idiomas completamente distintos,
carse con él. Su "afeminamiento" resultante puede ser "visi- que el niño aprende simultáneamente, pero que a los pa-
ble" o "invisible"; en cualquiera de los dos casos, existirá dres y al ayo les resultan mutuamente incomprensibles. En
asimetría entre la identidad que se le adjudica socialmente un caso semejante, el mundo paternal, por supuesto, ten-
y su identidad subjetivamente rea1 36. drá la supremacía por pre-definición. El niño será recono-
Es evidente que una sociedad proporcionará mecanismos cido por todos los interesados y por él mismo como pertene-
terapéuticos para tratar esos casos "anormales". No tene- ciente al grupo de sus padres y no al de su ayo. Con todo,
rnos por qué repetir aquí lo que ya se ha dicho con respecto las pre-definiciones de las jurisdicciones correspondientes a
a la terapia, salvo destacar que la necesidad de mecanis- las dos realidades pueden ser trastornadas por diversos ac-
mos terapéuticos aumenta proporcionalmente con la poten- cidentes biográficos, como en el caso de la primera situación
cialidad estructuralmente establecida para la socialización que analizamos, pero haciendo la salvedad de que ahora la
deficiente. En el ejemplo citado, los niños socializados exito- socialización deficiente entraña la posibilidad de la alterna-
samente ejercerán, como mínimo, cierta presión sobre los ción internalizada como rasgo permanente de la auto-apre-
"equivocados". En tanto no exista un conflicto fundamental hensión subjetiva del individuo. La elección potencialmente
entre las definiciones mediatizadas de la realidad, sino úni- al alcance del niño ahora se perfila más, involucrando mun-
camente diferencias entre versiones de una misma realidad dos diferentes antes que versiones diferentes del mismo
común, hay buenas probabilidades de conseguir una tera- mundo. Huelga agregar que en la práctica existirán muchas
pia exitosa. gradaciones entre las primeras y las segundas situaciones.
La socialización deficiente también puede ser resultado Cuando los mundos agudamente discrepantes se media-
de la mediatización de mundos agudamente discrepantes tizan en la socialización primaria, al individuo se le presen-
realizada por otros significantes durante la socialización ta una elección entre identidades perfiladas que aprehende
primaria. A medida que la distribución del conocimiento se como posibilidades biográficas genuinas. Puede convertirse
hace más compleja, los mundos díscrepantes se vuelven ac- en un hombre como lo concibe la raza A o como lo concibe la
raza B. Aquí es donde aparece la posibilidad de una identi-
36 Cf Donald W. Cory, The Homosexual in America (N ueva York, dad verdaderamente oculta, que no se reconoce fácilmente
Greenberg, 1951). porque no concuerda con las tipificaciones objetivamente

208 209
disponibles. En otras palabras, puede existir una asimetría La posibilidad de "individualismo" (vale decir, de una
socialmente disimulada entre la biografía "pública" y la elección individual entre realidades e identidades dis-
"privada". En cuanto a los padres se refiere, el niño ya está crepantes) se vincula directamente con la posibilidad de
preparado para la fase preparatoria de la caballería. Sin socialización deficiente. Hemos sostenido que esta última
que ellos lo sepan, pero sostenido por la estructura de plau- suscita la pregunta: "¿Quién soy yo?". En el contexto socio-
sibilidad que le ha proporcionado la subsociedad a la que estructural en el que se reconoce como tal a la socialización
pertenece su ayo, el nido mismo "solo está jugando a" este deficiente, surge la misma pregunta para el individuo
proceso de la caballería, en tanto que "realmente" está pre- exitosamente socializado cuando reflexiona sobre los de-
parándose para ser iniciado en los más elevados misterios ficientemente socializados. Tarde o temprano se enfrentará
religiosos del grupo sometido. Discrepancias similares se con esos "yo ocultos", los "traidores", los que han alternado
producen entre los procesos de socialización en la familia y o están alternando entre mundos discrepantes. Por una
en el grupo de pares. Con respecto a la familia, el niño está especie de efecto de espejo, la pregunta puede llegar a ser
preparado para egresar de la escuela secundaria; con res- aplicable a él mismo, en primer lugar de acuerdo con la
pecto al grupo de pares, está preparado para su primera fórmula: "Si no fuera por la gracia de Dios, ahí estaría yo" y,
prueba seria de valor que consiste en robar un automóvil. eventualmente tal vez, con la de: "Si están ellos ¿por qué no
Se da por sobrentendido que tales situaciones están pre- yo?". Con esto se abre la caja de Pandora de las opciones
ñadas de posibilidades de conflictos internos y de culpa. "individualistas", que eventualmente llegan a generali-
Es de suponer que todos los hombres, una vez socializa- zarse, prescindiendo del hecho de que el curso de la propia
dos, resultan en potencia "traidores a sí mismos". El proble- biografia haya estado o no determinado por opciones "bue-
ma interno de esa "traición" se vuelve mucho más compli- nas" o "malas". El "individualista" surge como un tipo social
cado si lleva apareado el problema adicional de cuál de sus específico que tiene al menos el potencial para peregrinar
"yo" es el traicionado en un momento dado, problema que entre una cantidad de mundos disponibles y que, delibera-
se plantea tan pronto como la identificación con otros signi- da y conscientemente, se ha fabricado un yo con el "mate-
ficantes diferentes incluye a otros generalizados diferentes. rial" proporcionado por una cantidad de identidades dispo-
El niño está traicionando a sus padres cuando se prepara nibles.
para los misterios y a su ayo cuando se adiestra para ser ca- Una tercera situación de importancia que lleva a la socia-
ballero, así como traiciona a su grupo de pares al ser un es- lización deficiente es la que aparece cuando existen discre-
pancias entre la socialización primaria y la secundaria. La
tudiante "modelo" y a sus padres al robar un automóvil. En
unidad de la socialización primaria se mantiene, pero en la
cada traición existe una concomitante "traición a sí mismo"
secundaria las realidades e identidades que se dan como al-
en cuanto a que se ha identificado con los dos mundos dís-
ternativas aparecen como opciones subjetivas. Las opciones
crepantes. Ya hemos examinado las diversas opciones que
están limitadas, por supuesto, por el contexto socio-estruc-
se le ofrecen al analizar antes la alternación, aunque está tural del individuo. Por ejemplo, es posible que quiera lle-
claro que esas opciones poseen una realidad subjetiva dife- gar a ser caballero; pero por su posición social esta ambi-
rente cuando ya se intemalizan en la socialización prima- ción es absurda. Cuando la socialización secundaria ha lle-
ria. Podemos presumir sin equivocarnos que la alternación gado a diferenciarse hasta el punto en el que se hace posi-
sigue constituyendo una amenaza que dura toda la vida pa- ble la desidentificación subjetiva con el "lugar adecuado"
ra cualquier realidad subjetiva que pueda surgir de un con- que se ocupa dentro de la sociedad, y en el que al mismo
flicto semejante, como resultado de cualquier opción que tiempo la estructura social no permite la realización de la
fuere; amenaza que se plantea de una vez por todas con la identidad subjetivamente elegida, se produce una manifes-
introducción de la posibilidad de una alternativa en la so- tación interesante. La identidad subjetivamente elegida se
cialización primaria misma. convierte en identidad fantástica, que el individuo objetivi-

210 211
za dentro de su conciencia como su "yo real". Puede supo- Una sociedad en la que en general se dispone de mundos
nerse que la gente siempre sueña con la realización de im- discrepantes sobre una base de mercado entraña constela.
posibles, y cosas por el estilo. La peculiaridad de esta fanta- ciones específicas de realidad e identidad subjetivas. Exis-
sía particular reside en la objetivización, en el plano de la tirá una creciente conciencia general de la relatividad de
imaginación, de una identidad distinta de la conferida obje- todos los mundos, incluyendo el propio, el cual ahora se
tivamente y que ya se ha internalizado en la socialización aprehende subjetivamente como "un mundo", más que co-
primaria. Es evidente que toda distribución más amplia de mo "el mundo". Se sigue que nuestro propio comportamien-
este fenómeno introducirá tensiones e inquietud en la es- to institucionalizado puede aprehenderse como "un «rol»"
tructura social amenazando los programas institucionales del que podemos separamos en nuestra propia conciencia y
y su realidad establecida. que podemos "representar" con control manipulativo. Por
Otra consecuencia muy importante, en el caso de que ejemplo, el aristócrata ya no es simplemente un aristócrata,
exista discrepancia entre la socialización primaria y la se- sino que juega a ser aristócrata, y así sucesivamente. En
cundaria, la constituye la posibilidad de que el individuo ese caso, la situación tiene una consecuencia de mucho ma-
pueda tener una relación con mundos discrepantes, que sea yor alcance que la posibilidad de que los individuos jueguen
cualitativamente diferente de las relaciones existentes en a ser lo que se supone que no son. También juegan a ser lo
la situación que acabamos de analizar. Si en la socialización que se supone son, cuestión ésta muy diferente. Esta situa-
primaria aparecen mundos discrepantes, el individuo pue- ción resulta cada vez más típica de la sociedad industrial
de optar por identificarse con uno de ellos en oposición a los contemporánea, pero evidentemente trascendería nuestro
otros, proceso que, por ocurrir en la socialización primaria, propósito actual entrar en un análisis más detallado de es-
tendrá un alto grado de carga afectiva. La identificación, la ta constelación en sus aspectos socio-psicológicos y concer-
desindentificación y la alternación serán acompañadas por nientes a la sociología del conocimíentoé''. Lo que habría
crisis afectivas, ya que dependerán invariablemente de la que destacar es que no se puede comprender una situación
mediación de otros significantes. La aparición de mundos semejante, a no ser que se la relacione continuamente con
díscrepantes en la socialización secundaria produce una su contexto socio-estructural, que se sigue lógicamente de
configuración totalmente distinta. En la socialización se- la relación necesaria entre la división social del trabajo (con
cundaria, la internalización no tiene por qué ir acompa- sus consecuencias para la estructura social) y la distribu-
ñada de una identificación afectivamente cargada con otros ción social del conocimiento (con sus consecuencias para la
significantes; los individuos pueden internalizar realidades objetivación social de la realidad). En la situación contem-
diferentes sin identificarse con ellas. Por lo tanto, si un poránea esto comporta analizar el pluralismo, tanto de la
mundo aparece como alternativa en la socialización secun- realidad como de la identidad, con referencia a las dinámi-
daria, el individuo puede optar por él de manera manipula-
tiva. Aquí se podría hablar de alternación "fría". El indivi-
duo intemaliza la nueva realidad, pero en lugar de ser ésta
su realidad, es una realidad que ha de utilizar conpropósi- estructurales para la aplicabilidad de un modelo de análisis "goffma-
tos específicos. Si bien esto entraña la realización de ciertos niano",
"roles", el individuo conserva una separación subjetiva vis- 38 Helrnut Schelsky ha acuñado la sugestiva expresión "reflectividad
a-vis de ellos: "se los pone" deliberada e intencionalmente. permanente" (Dauerrefleklwn) para indicar el símil psicológico de "mer-
cado de mundos" contemporáneo ("1st die Dauerreflektion institution-
Si este fenómeno llega a estar ampliamente distribuido, el alisierbar?", Zeítschríft (!ir eoangelisch.e Ethik, 1957). El trasfondo teó-
orden institucional en conjunto empieza a asumir el carác- rico de la argumentación de Schelsky lo constituye la teoría general de
ter de una red de manipulaciones recrprocasé". Gehlen con respecto a la "subjetivización" en la sociedad moderna. Fue
posteriormente desarrollada por Luckmann según la sociología de la re-
37 Queremos hacer notar aquí una vez más las condiciones socio- ligión contemporánea, op. cit.

212 213
cas estructurales del industrialismo, en particular la de las no que dude de que los franceses son diferentes a él puede ir
pautas de estratificación social producidas por éste39. a Francia y comprobarlo en persona. A todas luces, el status
de esas tipificaciones no puede compararse con el de las
construcciones de las ciencias sociales, ni tampoco la verifi-
3. TEORÍAS DE LA IDENTIDAD cación y refutación se efectúan conforme con los cánones
La identidad constituye, por supuesto, un elemento clave del método científico. Debemos dejar a un lado el problema
de la realidad subjetiva y en cuanto tal, se halla en una re- metodológico respecto de en qué consiste la relación exacta
lación dialéctica con la sociedad. La identidad se forma por entre las tipificaciones de la vida cotidiana y las construc-
procesos sociales. Una vez que cristaliza, es mantenida, ciones científicas (un puritano sabía él mismo que lo era sin
modificada o aun reformada por las relaciones sociales. UlS ~ucha deliberación y que como tallo consideraban, por
procesos sociales involucrados, tanto en la formación como ejemplo, los anglicanos; pero el sociólogo que desea verificar
en el mantenimiento de la identidad, se determinan por la la tesis de Max Weber sobre la ética puritana debe atenerse
estructura social. Recíprocamente, las identidades produ- a procedimientos algo diferentes y más complejos si quiere
cidas por el interjuego del organismo, conciencia individual "reconocer" los referentes empíricos del tipo ideal webe-
y estructura social, reaccionan sobre la estructura social riano). El punto de interés en el presente contexto reside en
dada, manteniéndola, modificándola o aun reformándola. que los tipos de identidad son "observables" y "verificables"
Las sociedades tienen historias en cuyo curso emergen en la experiencia pre-teérica y por ende pre-cientffica.
identidades específicas, pero son historias hechas por hom- La identidad es un fenómeno que surge de la dialéctica
bres que poseen identidades específicas. ;ntre. el individuo y la sociedad. Por otra parte, los tipos de
Si se tiene en cuenta esta dialéctica se puede evitar la no-- identidad son productos sociales tout court, elementos rela-
ción errónea de "identidades colectivas", sin tener que re- tivamente estables de la realidad social objetiva (el grado
currir a la singularidad, sub epecie aeternitatis, de la exis- de estabilidad, a su vez, se determina socialmente, por su-
tencia individual 40. Las estructuras sociales históricas es- puesto). En cuanto tales, constituyen el tópico de cierta for-
pecíficas engendran tipos de identidad, reconocibles en ca- ma de teorización en cualquier sociedad, aun cuando sean
sos individuales. En este sentido, se puede afirmar que el estables y la formación de las identidades individuales re-
norteamericano tiene una identidad diferente de la del sulte relativamente no problemática. Las teorías sobre la
francés, el neoyorquino de la del habitante del medio-oeste, identidad siempre se hallan insertas en una interpretación
el ejecutivo de la del vagabundo, y así sucesivamente. Como más general de la realidad; están "empotradas" dentro del
hemos visto, la orientación y el comportamiento en la vida universo simbólico y sus legitimaciones teóricas, y varían
cotidiana dependen de esas tipificaciones, lo que significa su carácter de acuerdo con esto último. La identidad per-
que los tipos de identidad pueden observarse en la vida co- manece ininteligible a menos que se la ubique en un mun-
tidiana y que las aseveraciones, como las expresadas ante- do. Cualquier teorización sobre la identidad -o sobre tipos
rionnente, pueden ser verificadas -o refutadas- por hom- específicos de identidad- debe por tanto producirse dentro
bres corrientes dotados de sentido común. El norteamerica- del marco de referencia de las interpretaciones teóricas en
que aquélla y éstos se ubican. Volveremos sobre este punto
39 Cf Luckmann y Berger,!OC. cit. más adelante.
40No es aconsejable hablar de "identidad colectiva" a causa del pe. Hay que destacar nuevamente que aquí nos referimos a
ligro de hipostatización falsa (o reificadora). El eumplum horríbile de
teo~as de identidad cm cuanto fenómeno social, o sea, sin
esa hipostatización es la sociología "hegeliana" de Alemania en las déca-
das de 1920 y 1930 (tal el caso de la obra de Othmar Spannl. Ese peli- prejuzgar sobre su aceptabilidad por la ciencia moderna.
gro se halla presente, en mayor o menor medida, en diversas obras de la En realidad, mencionaremos esas teorías como "psicologías",
escuela de Durkheim y en la escuela de "cultura y personalidad" de la que abarcarán toda teoría sobre la identidad que aspire a ex-
antropología cultural norteamericana. plicar el fenómeno empírico de manera amplia, tenga o no

214 215
"validez" dicha explicación para la disciplina científica con- individuo podría estar "en otra realidad", en el mismo sen-
temporánea de ese nombre. tido socialmente objetivo con que el individuo antes citado
Si las teorías de la identidad siempre se insertan en las .estaba "en otra hora". En otras palabras, las cuestiones re-
teorías más amplias sobre la realidad, esto debe entender- ferentes a la situación psicológica no pueden decidirse sin
se en términos de la lógica que subyace a esta última. Por reconocer las definiciones de la realidad que se dan por es-
ejemplo, una psicología que interpreta ciertos fenómenos tablecidas en la situación social del individuo. Para expre-
empíricos como posesión diabólica tiene como metrie una sarlo más terminantemente, la situación psicológica está
teoría mitológica del cosmos, y resulta inapropiado inter- relacionada con las definiciones sociales de la realidad en
pretarla dentro de un marco de referencia no mitológico. Si- general y, de por sí, se define socíalmente-é.
rnilarmente, una psicología que interpreta los mismos fenó- La aparición de las psicologías introduce una nueva rela- ,
menos según los trastornos eléctricos del cerebro tiene co- ción dialéctica entre la identidad y la sociedad: la relación
mo trasfondo una teoría científica general de la realidad, entre la teoría psicológica y aquellos elementos de la reali-
tanto humana como no humana, y deriva su coherencia de dad subjetiva que pretende definir y explicar. El nivel de
la lógica que subyace esa teoría. Dicho sencillamente, la esa teorización puede variar mucho, por supuesto, como
psicología siempre presupone una cosmología. ocurre en todas las legitimaciones teóricas. Lo que se dijo
Este punto puede cjemplificarse adecuadamente por refe- antes sobre los orígenes y las fases de las teorías legitima-
rencia a la expresión "orientado a la realidadv'! tan usada doras se aplica aquí con igual validez, pero con una diferen-
en psiquiatría. Un psiquiatra que trata de diagnosticar a cia que tiene su importancia. Las psicologías pertenecen a '
un individuo cuya situación psicológica está en duda, le for- una dimensión de la realidad que posee la mayor y más
mula preguntas para determinar el grado de su "orien- continua relevancia subjetiva para todos los individuos. Por
tación a la realidad", lo cual es muy lógico: desde un punto lo tanto, ladieléctica entre teoría y realidad afecta al indi-
de vista psiquiátrico, existe indudablemente algo proble- viduo de manera palpablemente directa e intensiva.
mático en un individuo que no sabe en qué día de la sema- Cuando las teorías psicológicas alcanzan un alto grado de
°
na está que admite con prontitud haber hablado con los complejidad intelectual, existen probabilidades de que sean
espíritus de los muertos. Por cierto que usar el término administradas por planteles especialmente adiestrados en
"orientado a la realidad" resulta útil en ese contexto. Pero este cuerpo de conocimiento. Cualquiera que sea la organi-
el sociólogo tiene que formular una pregunta adicional: zación social de estos especialistas, las teorías psicológicas
"¿Cuál realidad?". Dicho sea de paso, este agregado no deja vuelven a introducirse en la vida cotidiana aportando los
de ser relevante desde el punto de vista psiquiátrico. El psi- esquemas interpretativos para tratar los casos problemáti-
quiatra tomará, por cierto, en cuenta cuando un individuo cos. Los problemas que surgen de la dialéctica entre la
no sabe qué día de la semana es, si acaba de llegar en avión identidad subjetiva y las adjudicaciones de identidad social,
de retropropulsión desde otro continente. Tal vez no sepa o entre la identidad y su substrato biológico (del que habla-
en qué día está, simplemente porque todavía tiene "otra ho- remos más adelante), pueden clasificarse de acuerdo con
ra", por ejemplo, la hora de Calcuta en vez de la hora oficial categorías teóricas, lo que, naturalmente, constituye el pre-
en el hemisferio oriental. Si el psiquiatra posee cierta sensi- supuesto de cualquier terapia. Las teorías psicológicas sir-
bilidad para el contexto socio-cultural de las condiciones ven, pues, para legitimar los procedimientos establecidos
psicológicas, sacará conclusiones difefentes sobre el indivi- (m la sociedad para el mantenimiento y reparación de la
duo que habla con los muertos, según sea que éste proven- identidad, proporcionando el eslabonamiento teórico entre
ga, por ejemplo, de Nueva York o de la campiña de Haití. El

41 Lo que aquí está implícito es, por supuesto, una crítica sociológica 42 Cf Peter L. Berger. "Iuwards a Sociological Understanding ofPsy-
del "principie de realidad" freudiano. choanalysís", en Social Reeearcti, primavera de 1965, pp. 26 Y eigs.

216 217
individuos nacidos en determinados días del mes tienen
la identidad y el mundo, ya que éstos se definen socialmen- probabilidades de ser poseídos, o que los individuos q~e. tie-
te y se asumen subjetivamente. , . nen madres dominadoras es probable que sean neuróticos.
Las teorías psicológicas pueden ser empíricamente ade- Estas proposiciones resultan empíricamente verificables en
cuadas o inadecuadas, con lo cual no nos referimos a su la medida en que correspondan a teorías adecuadas, en ~l
ajuste de acuerdo con los cánones de procedimiento .de la sentido antes mencionado. Esa verificación puede ser reali-
ciencia empírica, sino más bien en cuanto esquemas ínter- zada tanto por los que participan como por los que observa?
pretativos aplicables por el especialista o el profano eeos fé- desde fuera la situación social en cuestión. Un etnólogo hai-
nómenos empíricos de la vida cotidiana. Por ejemplo, una tiano puede descubrir empíricamente la neurosis de Nue".a
teoría psicológica, que plantea la posesión demoníaca no es York, así como un etnólogo norteamericano puede descubrir
probable que resulte adecuada para interpretar los probl?- empíricamente la posesión vudú. El presupuesto para esos
mas de identidad de los intelectuales JUdlOS de clase media descubrimientos consiste sencillamente en que elobserva-
en la ciudad de Nueva York. Esta clase de gente, sencilla- dor desde fuera está dispuesto a emplear el mecanismo con-
mente, no posee una identidad capaz de producir fenóme- ceptual de la psicología nativa para la indagación que. se
nos que pudieran interpretarse de esa manera. Los demo- propone. Si está o no dispuesto a acordar a esa psicolo~a
nios, si es que los hay, parecen evitarlos. Por otra parte, no una validez epistemológica más general, es una cuestíon
es probable que el psicoanálisis resulte adecuado para la que no atañe a la investigación empírica inmediata.
interpretación de los problemas de identidad en la campiña Otra manera de decir que las teorías psicológicas son
de Haití, mientras que alguna clase de psicología vudú po- adecuadas consiste en decir que reflejan la realidad psicoló-
dría proporcionar esquemas interpretativos con un alto gica que pretenden explicar. Pero si en esto consistiera toda
grado de exactitud empírica. Las dos psicologías demues- la cuestión, la relación entre teoría y realidad aquí no resul-
tran su ajuste empírico en su aplicabilidad terapéutica; pe- taría dialéctica. La dialéctica genuina aparece a causa de la
ro con eso ninguna demuestra el status ontológico de sus potencia realizadora de las teorías psicológicas. ~esto q?-e
categorías. Ni los dioses vudú, ni la energía de la libido pue- las teorías psicológicas son elementos de la definición social
den existir fuera del mundo definido en los respectivos con- de la realidad, su capacidad de generación de la realidad. e.s
textos sociales; pero dentro de esos contextos exist~n real- una característica que comparten con otras teorías legiti-
mente en virtud de la definición social y se internahzan co- madoras; sin embargo, su potencia realizadora asume
mo realidades en el curso de la socialización. Los campesi- grandes dimensiones, en particular porqu~ ,se reali~a ~r
nos de Haití están poseídos y los intelectuales de Nueva medio de procesos que sirven para la formación de la Identi-
York son neuróticos. La posesión y la neurosis son, pues, dad y que tienen una carga emocional. Si una psicología n~­
constituyentes de la realidad tanto objetiva como subjetiva ga a establecerse socialmente (o sea, si llega a ser reC0r;t0Cl-
en esos contextos. Esta realidad resulta empíricamente ac- da en general como interpretación adecuada de la realidad
cesible en la vida cotidiana; las teorías psicológicas respec- objetiva), tiende a realizarse imperiosamente en los fenó-
tivas son empíricamente adecuadas precisamente en el menos que pretende interpretar. Su internalización se ace-
mismo sentido. En este lugar no corresponde ocupamos de lera por el hecho de que pertenece a la realidad inte~a, de
si existe la posibilidad de que las teorías psicológicas pue- modo que el individuo la realiza en el acto mismo de inter-
dan desarrollarse, y de qué manera, para trascender esta nalizarla. Asimismo, ya que una psicología pertenece por
relatividad histórico-social. definición a la identidad, resulta probable que su íntemali-
En tanto estas teorías psicológicas resulten adecuadas en zación vaya acompañada de identificación y, por ende, es
tal sentido, tendrán capacidad de verificación empírica. probable que ipso (acto pueda formar la identidad. Por este
También aquí lo que está en juego no es la verificación en el Íntimo nexo entre la internalizacién y la identificación, las
sentido científico, sino la prueba en la experiencia de la vi- teorías psicológicas se diferencian mucho de otros tipos de
da social cotidiana. Por ejemplo, puede sostenerse que los
219
218
teorías. Como los problemas de la socialización deficiente llamente, ¿por qué una psicología tiene que reemplazar a
resultan sumamente conducentes a este tipo de teorización, otra en la historia? La respuesta general es que ese cambio
no es extraño que las teorías psicológicas posean mayor ap- se produce cuando la identidad aparece como problema, sea
titud para producir efectos socializadores. Esto no es lo mis- por la razón que fuere. El problema puede surgir de la dia-
mo que decir que las psicologías se auto-verifican. Como ya léctica de la realidad psicológica y la estructura social. Los
hemos indicado, la verificación resulta de confrontar las cambios radicales en la estructura social (como por ejem-
teorías psicológicas con la realidad psicológica en cuanto plo, los cambios provocados por la Revolución Industrial)
empíricamente accesible. Las psicologías producen una rea- pueden desembocar en cambios concomitantes en la reali-
lidad que a su vez sirve de base a su verificación. En otras dad psicológica. En ese caso, pueden surgir nuevas teorías
palabras, aquí se trata de dialéctica, no de tautología. psicológicas, en razón de que las antiguas ya no explican
El campesino haitiano que internaliza la psicología vudú adecuadamente los fenómenos empíricos que se producen.
se convertirá en poseído tan pronto como descubra ciertas La teorización sobre la identidad buscará entonces tomar
señales bien definidas. Similarmente, el intelectual neoyor- conocimiento de las transformaciones de identidad que han
quino que internaliza la psicología freudiana se volverá ocurrido de hecho, y ella misma sufrirá transformaciones
neurótico tan pronto diagnostique ciertos síntomas bien co- en este proceso. Por otra parte, la identidad puede volverse
nocidos. Ciertamente, resulta posible que, dado un cierto problemática en el plano de la teoría misma, vale decir, co-
contexto biográfico, las señales o los síntomas sean produci- mo resultado de desarrollos teóricos intrínsecos. En tal ca-
dos por el individuo mismo. En ese caso, el haitiano no pro- so, las teorías psicológicas serán pergeñadas "antes del he-
ducirá síntomas de neurosis, sino señales de posesión, cho", por así decir. Su establecimiento social subsiguiente y'
mientras que el neoyorquino construirá su neurosis de con- su potencia correlativa para generar realidad pueden pro-
fonnidad con la sintomatología reconocida. Esto nada tiene ducirse por una cantidad de afinidades entre los elencos
que ver con la "histeria colectiva" y mucho menos con la en- teorizadores y diversos intereses sociales. Una posibilidad
fermedad fingida, pero sí se relaciona con la impronta de histórica es la constituida por la manipulación ideológica
los tipos de identidad societales sobre la realidad subjetiva deliberada a cargo de grupos políticamente interesados.
individual de la gente sensata corriente. El grado de identi-
ficación variará con las condiciones de la intemalización,
como se estudió previamente, y dependerá, por ejemplo, de 4. ORGANISMO E IDENTIDAD
que se haya efectuado, o bien en la socialización primaria, o
bien en la secundaria.~_! establecimiento social de una psi- Mucho antes de llegar a este punto hablamos de los pre-
cología, que también entraña la atribución de ciertos "roles" supuestos y limitaciones del organismo con respecto a la
sociales a los elencos que administran la teoría y su aplica- construcción social de la realidad. Ahora importa hacer hin-
ción terapéutica, dependerá naturalmente de una variedad capié en que el organismo continúa afectando cada base de
de circunstancias histórico-sociales~Pero cuanto más se la actividad constructora de realidad del hombre, y que el
establezca socialmente, más abundarán los fenómenos que mismo organismo resulta, a su vez, afectado por esta activi-
sirven para interpretar. dad. Dicho rudimentariamente, en la socialización, la ani-
Si planteamos la posibilidad de que lleguen a adoptarse malidad del hombre se transforma, pero no queda abolida.
ciertas psicologías en el curso de un proceso realizador, da- Así pues, el estómago del hombre sigue quejándose sorda-
mos por implícita la cuestión de por qué surgen en primer mente, aun cuando éste prosigue su tarea de construir el
lugar teorías todavía inadecuadas (como tendrían que serlo mundo. Lo que sucede en ese mundo, producto suyo, puede
en las primeras etapas de este proceso). Dicho más senci- hacer que su estómago se queje más, o menos, o de diferen-
te manera. El hombre es aun capaz de comer y teorizar al
43Cf ibid. mismo tiempo. La coexistencia continuada de la anima-

220 221
lidad y la eocialídad del hombre puede apreciarse conve-
nientemente en cualquier diálogo de sobremesa. Además, tanto la incidencia como el carácter de la patolo-
Resulta posible hablar de una dialéctica entre la natura- gía varían según la ubicación socialLr.os individuos de clase
leza y la sociedadv', dialéctica que se da en la condición hu- baja suelen enfermarse con más frecuencia que los de clase
mana y que se manifiesta nuevamente en cada individuo alta; asimismo, tienen enfermedades diferentes. En otras
humano. Para el individuo se desenvuelve, por supuesto, en palabras, la sociedad determina cuánto tiempo y de qué
una situación histórico-social ya estructurada. Ifay una manera vivirá el organismo individual. ~sta determinación
dialéctica continua que empieza a existir con las primeras puede programarse institucionalmen--re' en la operación de
fases de la socialización y sigue desenvolviéndose a través controles sociales, como en la institución del derecho.
de la existencia del individuo en sociedad, entre cada ani- La sociedad puede mutilar y matar.
mal humano y su situación histórico-social. Externamente, En realidad, en este poder que posee sobre la vida y la
consiste en una dialéctica entre el animal individual y el muerte se manifiesta su control definitivo sobre el indi-
mundo social; internamente, es una dialéctica entre el viduo.
substrato biológico del individuo y su identidad producida La sociedad también interviene directamente en el fun-
socialmente. cionamiento del organismo, sobre todo con respecto a la se-
En el aspecto externo todavía es posible decir que el orga- xualidad y a la .nutrición. Si bien ambas se apoyan en im-
nismo coloca límites a lo que resulta socialmente posible. pulsos biológicos, estos impulsos son sumamente plásticos
Como han dicho los abogados constitucionalistas ingleses, en el animal humano; El hombre es impulsado por su cons-
el Parlamento puede hacer todo, salvo hacer que los hom- titución biológica a buscar desahogo sexual y alimento. Pe-
bres alumbren hijos. Si el Parlamento lo intentase, su pro- ro dicha constitución no le indica dónde buscar satisfacción
yecto fracasaría al chocar contra los hechos inflexibles de la sexual ni qué debe comer. Librado a sus propios recursos, el
biología humana. Los factores biológicos limitan el campo hombre puede adherir sexualmente á cualquier objeto y es
de las posibilidades sociales que se abre a todo individuo; muy capaz de comer coses que le causarán la muerte.
pero el mundo social, que es pre-existente al individuo, im- La sexualidad y la nutrición se canalizan en direcciones
pone a su vez limitaciones a lo que resulta biológicamente específicas, socialmente más que biológicamente, y esta ca-
posible al organismo. La dialéctica se manifiesta en la limi- nalización no solo impone límites a esas actividades, sino
tación mutua del organismo y la sociedad. que afecta directamente las funciones del organismo. Así
Un ejemplo destacado de la limitación que establece la pues, el individuo exitosamente socializado es incapaz de
sociedad a las posibilidades biológicas del organismo lo funcionar sexualmente con un objeto sexual "impropio" y
constituye la longevidad. La esperanza de vida varía con la tal vez vomite cuando se le ofrece un alimento "impropio".
ubicación social. Aún en la sociedad norteamericana con- Como ya hemos visto, la canalización social de actividades
temporánea existe gran discrepancia entre la esperanza de constituye la esencia de la institucionalización, que es el
vida de los individuos de clase baja y la de los do clase alta. fundamento para la construcción social de la realidad. Por
ello, puede decirse que la realidad social determina no solo
44 La dialéctica entre la naturaleza y la sociedad que aquí se estudia, la actividad y la conciencia, sino también, en gran medida,
no puede, en manera alguna, equipararse con la "dialéctica de la natu-
el funcionamiento del organismo. De esa manera, ciertas
raleza", tal como la desarrolló Engels y más tarde el marxismo. La pri-
mera subraya que la relación del hombre con su propio cuerpo (como funciones biológicas intrínsecas comO el orgasmo y la diges-
con la naturaleza en general) es, de suyo, específicamente humana. La tión se estructuran socialmente. La sociedad también de-
segunda, en cambio, proyecta fenómenos específicamente humanos en termina la manera en que se usa el organismo en actividad;
la naturaleza no humana y luego procede a deshumanizar teóricamente la expresividad, el porte y los gestos se estructuran social-
al hombre considerándolo nada más que objeto de las fuerzas naturales mente. No nos concierne aquí la posibilidad de una sociolo-
o de las leyes de la naturaleza. gía del cuerpo surgida a causa de lo que acabamos de afir-

222
223
marAS. La cuestión es que la sociedad pone limitaciones al aunque, por supuesto, el grado de frustración biológica re.
organismo, así como éste pone limitaciones a la sociedad. sultará probablemente menos agudo.
En el aspecto interno, la dialéctica se manifiesta como la En el individuo totalmente socializado existe una dialéc-
resistencia del substrato biológico a su amoldamiento so- tica interna continua entre la identidad y su substrato
cial 46 . Esto tiene máxima evidencia en el proceso de sociali- bíológícos''. El individuo sigue experimcntandose como un
zación primaria. Las dificultades que se presentan en prin- organismo, separado de las objetivizaciones socialmente de-
cipio para socializar a un niño no pueden explicarse sencí- rivadas de sí mismo y, a veces, en oposición a ellas. Esta
ll~.m.ente en l?s té~minos del problema intrínseco dGl apren- dialéctica suele aprehenderse como una lucha entre un yo
dizaje. El ammahto se defiende, por así decir. El hecho de "superior" y uno "inferior", equiparados respectivamente
que está destinado a perder la batalla no elimina la resis- c~m la identidad social y con la animalidad pro-social y, po-
tencia de su animalidad a la influencia cada vez más pene- siblementa, anti-social. El yo "superior" debe afirmarse
'trente del mundo social. Por ejemplo, el niño resiste la im- repetidamente sobre el "inferior" a veces en pruebas
posición de la estructura temporal de la sociedad sobre la críticas de fuerza. Por ejemplo, un hombre debe vencer su
estru~tura natural de su organismos". Se resiste a comer y temor instintivo a la muerte mediante el valor en el com-
d,or.rnrr de acuerdo con el reloj más ~e con los reclamos bio- bate. Aquí el yo "inferior" es castigado por el "superior" has-
lógicamente dados del organismo.cEsta resistencia va do- ta que se somete, afirmación de dominio sobre el substrato
blegándose progresivamente en el curso de la socialización biológico que resulta indispensable si ha de mantenerse
pero se perpetúa como frustración en cada oportunidad en tanto objetiva como subjetivamente, la identidad social del
que la sociedad prohíbe comer al individuo hambriento e ir- guerrero. Similarmente, un hombre puede obligarse a ejer-
~e a .la cama al que tiene sueno. La socialización comporta cer sus funciones sexuales venciendo la resistencia inerte
inevitablemente esta clase de frustración biológica. La exis- ~e su. saciedad fisiológica, con el propósito de mantener su
tencia social depende del sojuzgamiento continuo de la re- Ide~tIdad como modelo de hombría. Aquí también el yo "in-
sistencia biológicamente fundada del individuo, lo que en- ferior" es obligado a prestar servicio en provecho del "supe-
traña legitimación, así como institucionalización. De esa rior". El triunfo sobre el miedo y sobre la postración sexual
m~era la sociedad proporciona al individuo diversas expli- son otros tantos ejemplos de la manera en que el substrato
caciones ace~a de por qué debe comer tres veces por día y biológico resiste y es dominado por el yo sociaLinterior del
no cuando SIente hambre, y explicaciones aún más enérgi- hombre. Huelga aclarar que existen muchos otros triunfos
cas acerca de por qué no debe dormir con su hermana. En la menores que se conquistan rutinariamente en el curso de la
.socialización seeundaria existen problemas similares para vida cotidiana, así como, por cierto, existen derrotas de po-
adaptar el organismo al mundo socialmente construido , ca y de mucha importancia.
El hombre está biológicamente predestinado a construir
.45 Para es~ posibilidad ~e una disciplina "soeío-somatica", cf. Georg ya habitar un mundo con otros. Ese mundo se convierte pa-
Sunmel, op. CIt., pp- 483 Ysrga. (el ensayo sobre la "sociología de los sen- ra él en la realidad dominante y definitiva. Sus límites los
tidos"); Marccl Mauss, SocwbJgie et anthropologie (París, Presses Uni- traza la naturaleza, pero una vez construido ese mundo
versitaires de France, 1950), pp. 365 y sigs. (el ensayo sobre las "técni- vuelve a actuar sobre la naturaleza. En la dialéctica entre
cas del cuerpo"); Edward T. Hall, The Silent Language (Garden City, N. la nat~raleza y el mundo socialmente construido, el propio
Y., Doubleday, 1959). El análisis sociológico de la sexualidad aportaría organismo humano se transforma. En esa misma dialécti-
probablemente el más abundante material empírico para esa disciplina.
46Esto fue muy bien captado por Freud en su concepción de la so-
ca.. el hombre produce la realidad y por tanto se produce a sí
mismo.
cialización, pero muy desestimado en las adaptaciones funcionalistas
de Freud, desde Malinowakí en adelante.
41 Compárese aquí con Henri Bergson (especialmente su teoría de la
duracMn), Maurice Merleau-Ponty, Alfred Schutz y Jean Piaget. 48Compárese aquí con Durkheim, Plessner, y también Freud.

224 225
Comentario del docente:

La lectura de este texto NO es obligatoria. El concepto de alienación o


enajenación en Marx no forma parte del programa de la materia.

Marx asocia la enajenación inmediatamente al trabajo asalariado y la


propiedad privada, es decir, a las relaciones de producción
capitalistas. En Heller, en cambio, la relación entre extrañación y
estructura social está mediada por el concepto de vida cotidiana.

De todos modos, les dejo el texto porque puede darles una imagen más
clara del concepto de extrañación en Heller al brindarles una idea de la
tradición de pensamiento en la cual se inscribe.

Como el texto tiene un lenguaje complejo, les señalé en gris los fragmentos
más interesantes para nuestro objetivo.

MANUSCRITOS ECONOMICOS
Y FILOSOFICOS DE 1844

Primer Manuscrito

[El trabajo enajenado]1

(XXII) Hemos partido de los presupuestos de la Economía Política. Hemos aceptado su


terminología y sus leyes. Damos por supuestas la propiedad privada, la separación del
trabajo, capital y tierra, y la de salario, beneficio del capital y renta de la tierra;
admitamos la división del trabajo, la competencia, el concepto de valor de cambio, etc.
Con la misma Economía Política, con sus mismas palabras, hemos demostrado que el
trabajador queda rebajado a mercancía, a la más miserable de todas las mercancías; que
la miseria del obrero está en razón inversa de la potencia y magnitud de su producción;
que el resultado necesario de la competencia es la acumulación del capital en pocas
manos, es decir, la más terrible reconstitución de los monopolios; que, por último;
desaparece la diferencia entre capitalistas y terratenientes, entre campesino y obrero
fabril, y la sociedad toda ha de quedar dividida en las dos clases de propietarios y
obreros desposeídos.

La Economía Política parte del hecho de la propiedad privada, pero no lo explica. Capta
el proceso material de la propiedad privada, que esta recorre en la realidad, con
fórmulas abstractas y generales a las que luego presta valor de ley. No comprende estas
1
Este el cuarto acápite del Primer Manuscrito.
leyes, es decir, no prueba cómo proceden de la esencia de la propiedad privada. La
Economía Política no nos proporciona ninguna explicación sobre el fundamento de la
división de trabajo y capital, de capital y tierra. Cuando determina, por ejemplo, la
relación entre beneficio del capital y salario, acepta como fundamento último el interés
del capitalista, en otras palabras, parte de aquello que debería explicar. Otro tanto ocurre
con la competencia, explicada siempre por circunstancias externas. En qué medida estas
circunstancias externas y aparentemente casuales son sólo expresión de un desarrollo
necesario, es algo sobre lo que la Economía Política nada nos dice. Hemos visto cómo
para ella hasta el intercambio mismo aparece como un hecho ocasional. Las únicas
ruedas que la Economía Política pone en movimiento son la codicia y la guerra entre
los codiciosos, la competencia.

Justamente porque la Economía Política no comprende la coherencia del movimiento


pudo, por ejemplo, oponer la teoría de la competencia a la del monopolio, la de la libre
empresa a la de la corporación, la de la división de la tierra a la del gran latifundio, pues
competencia, libertad de empresa y división de la tierra fueron comprendidas y
estudiadas sólo como consecuencias casuales, deliberadas e impuestas por la fuerza del
monopolio, la corporación y la propiedad feudal, y no como sus resultados necesarios,
inevitables y naturales.

Nuestra tarea es ahora, por tanto, la de comprender la conexión esencial entre la


propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, capital y tierra, la de intercambio
y competencia, valor y desvalorización del hombre; monopolio y competencia; tenemos
que comprender la conexión de toda esta enajenación con el sistema monetario.

No nos coloquemos, como el economista cuando quiere explicar algo, en una imaginaria
situación primitiva. Tal situación primitiva no explica nada, simplemente traslada la
cuestión a uña lejanía nebulosa y grisácea. Supone como hecho, como acontecimiento lo
que debería deducir, esto es, la relación necesaria entre dos cosas, Por ejemplo, entre
división del trabajo e intercambio. Así es también como la teología explica el origen del
mal por el pecado original dando por supuesto como hecho, como historia, aquello que
debe explicar.

Nosotros partimos de un hecho económico, actual.

El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en
potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata
cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón
directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce
mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente
en la proporción en que produce mercancías en general.

Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: el objeto que el trabajo produce, su
producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del
productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha
hecho cosa; el producto es la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su
objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política
como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y
servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación.
Hasta tal punto aparece la realización del trabajo como desrealización del trabajador,
que éste es desrealizado hasta llegar a la muerte por inanición. La objetivación aparece
hasta tal punto como perdida del objeto que el trabajador se ve privado de los objetos
más necesarios no sólo para la vida, sino incluso para el trabajo. Es más, el trabajo
mismo se convierte en un objeto del que el trabajador sólo puede apoderarse con el
mayor esfuerzo y las más extraordinarias interrupciones. La apropiación del objeto
aparece en tal medida como extrañamiento, que cuantos más objetos produce el
trabajador, tantos menos alcanza a poseer y tanto más sujeto queda a la dominación de
su producto, es decir, del capital.

Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se


relaciona con el producto de su trabajo como un objeto extraño. Partiendo de este
supuesto, es evidente que cuánto mas se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más
poderoso es el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí y tanto mas pobres son él
mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de si mismo es. Lo mismo sucede en la
religión. Cuanto más pone el hombre en Dios, tanto memos guarda en si mismo. El
trabajador pone su vida en el objeto pero a partir de entonces ya no le pertenece a él,
sino al objeto. Cuanto mayor es la actividad, tanto más carece de objetos el trabajador.
Lo que es el producto de su trabajo, no lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto,
tanto más insignificante es el trabajador. La enajenación del trabajador en su producto
significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia
exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un
poder independiente frente a é; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como
cosa extraña y hostil.

(XXIII) Consideraremos ahora más de cerca la objetivación, la producción del


trabajador, y en ella el extrañamiento, la pérdida del objeto, de su producto.

El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin el mundo exterior sensible. Esta
es la materia en que su trabajo se realiza, en la que obra, en la que y con la que produce.

Pero así como la naturaleza ofrece al trabajo medios de vida, en el sentido de que el
trabajo no puede vivir sin objetos sobre los que ejercerse, así, de otro lado, ofrece
también víveres en sentido estricto, es decir, medios para la subsistencia del trabajador
mismo.

En consecuencia, cuanto más se apropia el trabajador el mundo exterior, la naturaleza


sensible, por medio de su trabajo, tanto más se priva de víveres en este doble sentido; en
primer lugar, porque el mundo exterior sensible cesa de ser, en creciente medida, un
objeto perteneciente a su trabajo, un medio de vida de su trabajo; en segundo término,
porque este mismo mundo deja de representar, cada vez más pronunciadamente, víveres
en sentido inmediato, medios para la subsistencia física del trabajador.

El trabajador se convierte en siervo de su objeto en un doble sentido: primeramente


porque recibe un objeto de trabajo, es decir, porque recibe trabajo; en segundo lugar
porque recibe medios de subsistencia. Es decir, en primer termino porque puede existir
como trabajador, en segundo término porque puede existir como sujeto físico. El colmo
de esta servidumbre es que ya sólo en cuanto trabajador puede mantenerse como sujeto
físico y que sólo como sujeto físico es ya trabajador.
(La enajenación del trabajador en su objeto se expresa, según las leyes económicas, de
la siguiente forma: cuanto más produce el trabajador, tanto menos ha de consumir;
cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno es él; cuanto más
elaborado su producto, tanto más deforme el trabajador; cuanto más civilizado su
objeto, tanto más bárbaro el trabajador; cuanto mis rico espiritualmente se hace el
trabajo, tanto más desespiritualizado y ligado a la naturaleza queda el trabajador.)

La Economía Política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera


la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción.

Ciertamente el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones para
el trabajador. Produce palacios, pero para el trabajador chozas. Produce belleza, pero
deformidades para el trabajador. Sustituye el trabajo por máquinas, pero arroja una parte
de los trabajadores a un trabajo bárbaro, y convierte en máquinas a la otra parte.
Produce espíritu, pero origina estupidez y cretinismo para el trabajador.

La relación inmediata del trabajo y su producto es la relación del trabajador y el objeto


de su producción. La relación del acaudalado con el objeto de la producción y con la
producción misma es sólo una consecuencia de esta primera relación y la confirma.
Consideraremos más tarde este otro aspecto.

Cuando preguntamos, por tanto, cuál es la relación esencial del trabajo, preguntamos
por la relación entre el trabajador y la producción.

Hasta ahora hemos considerado el extrañamiento, la enajenación del trabajador, sólo en


un aspecto, concretamente en su relación con el producto de su trabajo. Pero el
extrañamiento no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción,
dentro de la actividad productiva misma. ¿Cómo podría el trabajador enfrentarse con el
producto de su actividad como con algo extraño si en el acto mismo de la producción no
se hiciese ya ajeno a sí mismo? El producto no es más que el resumen de la actividad,
de la producción. Por tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la producción
misma ha de ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la
enajenación. En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el
extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.

¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?

Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser;


en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz,
sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su
cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y
en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo
suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la
satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades
fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan
pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo
como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un
trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra
la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en
que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. Así como en la religión la
actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre
el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o
diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a
otro, es la pérdida de sí mismo.

De esto resulta que el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en sus funciones
animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la
habitación y al atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo
animal se convierte en lo humano y lo humano en lo animal.

Comer, beber y engendrar, etc., son realmente también auténticas funciones humanas.
Pero en la abstracción que las separa del ámbito restante de la actividad humana y las
convierte en un único y último son animales.

Hemos considerado el acto de la enajenación de la actividad humana práctica, del


trabajo, en dos aspectos: 1) la relación del trabajador con el producto del trabajo como
con un objeto ajeno y que lo domina. Esta relación es, al mismo tiempo, la relación con
el mundo exterior sensible, con los objetos naturales, como con un mundo extraño para
él y que se le enfrenta con hostilidad; 2) la relación del trabajo con el acto de la
producción dentro del trabajo. Esta relación es la relación del trabajador con su propia
actividad, como con una actividad extraña, que no le pertenece, la acción como pasión,
la fuerza como impotencia, la generación como castración, la propia energía física y
espiritual del trabajador, su vida personal (pues qué es la vida sino actividad) como una
actividad que no le pertenece, independiente de él, dirigida contra él. La enajenación
respecto de si mismo como, en el primer caso, la enajenación respecto de la cosa.

(XXIV) Aún hemos de extraer de las dos anteriores una tercera determinación del
trabajo enajenado.

El hombre es un ser genérico no sólo porque en la teoría y en la practica toma como


objeto suyo el género, tanto el suyo propio como el de las demás cosas, sino también, y
esto no es más que otra expresión para lo mismo, porque se relaciona consigo mismo
como el género actual, viviente, porque se relaciona consigo mismo como un ser
universal y por eso libre.

La vida genérica, tanto en el hombre como en el animal, consiste físicamente, en primer


lugar, en que el hombre (como el animal) vive de la naturaleza inorgánica, y cuanto más
universal es el hombre que el animal, tanto más universal es el ámbito de la naturaleza
inorgánica de la que vive. Así como las plantas, los animales, las piedras, el aire, la luz,
etc., constituyen teóricamente una parte de la conciencia humana, en parte como objetos
de la ciencia natural, en parte como objetos del arte (su naturaleza inorgánica espiritual,
los medios de subsistencia espiritual que él ha de preparar para el goce y asimilación),
así también constituyen prácticamente una parte de la vida y de la actividad humana.
Físicamente el hombre vive sólo de estos productos naturales, aparezcan en forma de
alimentación, calefacción, vestido, vivienda, etc. La universalidad del hombre aparece
en la práctica justamente en la universalidad que hace de la naturaleza toda su cuerpo
inorgánico, tanto por ser (l) un medio de subsistencia inmediato, como por ser (2) la
materia, el objeto y el instrumento de su actividad vital. La naturaleza es el cuerpo
inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma, no es cuerpo humano. Que
el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual
ha de mantenerse en proceso continuo para no morir. Que la vida física y espiritual del
hombre está ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza
está ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza.

Como quiera que el trabajo enajenado (1) convierte a la naturaleza en algo ajeno al
hombre, (2) lo hace ajeno de sí mismo, de su propia función activa, de su actividad
vital, también hace del género algo ajeno al hombre; hace que para él la vida genérica
se convierta en medio de la vida individual. En primer lugar hace extrañas entre sí la
vida genérica y la vida individual, en segundo término convierte a la primera, en
abstracta, en fin de la última, igualmente en su forma extrañada y abstracta.

Pues, en primer término, el trabajo, la actividad vital, la vida productiva misma, aparece
ante el hombre sólo como un medio para la satisfacción de una necesidad, de la
necesidad de mantener la existencia física. La vida productiva es, sin embargo, la vida
genérica. Es la vida que crea vida. En la forma de la actividad vital reside el carácter
dado de una especie, su carácter genérico, y la actividad libre, consciente, es el carácter
genérico del hombre. La vida misma aparece sólo como medio de vida.

El animal es inmediatamente uno con su actividad vital. No se distingue de ella. Es ella.


El hombre hace de su actividad vital misma objeto de su voluntad y de su conciencia.
Tiene actividad vital consciente. No es una determinación con la que el hombre se funda
inmediatamente. La actividad vital consciente distingue inmediatamente al hombre de la
actividad vital animal. Justamente, y sólo por ello, es él un ser genérico. O, dicho de
otra forma, sólo es ser consciente, es decir, sólo es su propia vida objeto para él, porque
es un ser genérico. Sólo por ello es su actividad libre. El trabajo enajenado invierte la
relación, de manera que el hombre, precisamente por ser un ser consciente hace de su
actividad vital, de su esencia, un simple medio para su existencia.

La producción práctica de un mundo objetivo, la elaboración de la naturaleza


inorgánica, es la afirmación del hombre como un ser genérico consciente, es decir, la
afirmación de un ser que se relaciona con el género como con su propia esencia o que se
relaciona consigo mismo como ser genérico. Es cierto que también el animal produce.
Se construye un nido, viviendas, como las abejas, los castores, las hormigas, etc. Pero
produce únicamente lo que necesita inmediatamente para sí o para su prole; produce
unilateralmente, mientras que el hombre produce universalmente; produce únicamente
por mandato de la necesidad física inmediata, mientras que el hombre produce incluso
libre de la necesidad física y sólo produce realmente liberado de ella; el animal se
produce sólo a sí mismo, mientras que el hombre reproduce la naturaleza entera; el
producto del animal pertenece inmediatamente a su cuerpo físico, mientras que el
hombre se enfrenta libremente a su producto. El animal forma únicamente según la
necesidad y la medida de la especie a la que pertenece, mientras que el hombre sabe
producir según la medida de cualquier especie y sabe siempre imponer al objeto la
medida que le es inherente; por ello el hombre crea también según las leyes de la
belleza.

Por eso precisamente es sólo en la elaboración del mundo objetivo en donde el hombre
se afirma realmente como un ser genérico. Esta producción es su vida genérica activa.
Mediante ella aparece la naturaleza como su obra y su realidad. El objeto del trabajo es
por eso la objetivación de la vida genérica del hombre, pues éste se desdobla no sólo
intelectualmente, como en la conciencia, sino activa y realmente, y se contempla a si
mismo en un mundo creado Por él. Por esto el trabajo enajenado, al arrancar al hombre
el objeto de su producción, le arranca su vida genérica, su real objetividad genérica y
transforma su ventaja respecto del animal en desventaja, pues se ve privado de su
cuerpo inorgánico, de la naturaleza. Del mismo modo, al degradar la actividad propia, la
actividad libre, a la condición de medio, hace el trabajo enajenado de la vida genérica
del hombre en medio para su existencia física.

Mediante la enajenación, la conciencia del hombre que el hombre tiene de su género se


transforma, pues, de tal manera que la vida genérica se convierte para él en simple
medio.

El trabajo enajenado, por tanto:

3) Hace del ser genérico del hombre, tanto de la naturaleza como de sus facultades
espirituales genéricas, un ser ajeno para él, un medio de existencia individual. Hace
extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su esencia espiritual, su
esencia humana.

4) Una consecuencia inmediata del hecho de estar enajenado el hombre del producto de
su trabajo, de su actividad vital, de su ser genérico, es la enajenación del hombre
respecto del hombre. Si el hombre se enfrenta consigo mismo, se enfrenta también al
otro. Lo que es válido respecto de la relación del hombre con su trabajo, con el producto
de su trabajo y consigo mismo, vale también para la relación del hombre con el otro y
con trabajo y el producto del trabajo del otro.

En general, la afirmación de que el hombre está enajenado de su ser genérico quiere


decir que un hombre esta enajenado del otro, como cada uno de ellos está enajenado de
la esencia humana.

La enajenación del hombre y, en general, toda relación del hombre consigo mismo, sólo
encuentra realización y expresión verdaderas en la relación en que el hombre está con el
otro.

En la relación del trabajo enajenado, cada hombre considera, pues, a los demás según la
medida y la relación en la que él se encuentra consigo mismo en cuanto trabajador.

(XXV) Hemos partido de un hecho económico, el extrañamiento entre el trabajador y su


producción. Hemos expuesto el concepto de este hecho: el trabajo enajenado,
extrañado. Hemos analizado este concepto, es decir, hemos analizado simplemente un
hecho económico.

Veamos ahora cómo ha de exponerse y representarse en la realidad el concepto del


trabajo enajenado, extrañado.

Si el producto del trabajo me es ajeno, se me enfrenta como un poder extraño, entonces


¿a quién pertenece?

Si mi propia actividad no me pertenece; si es una actividad ajena, forzada, ¿a quién


pertenece entonces?
A un ser otro que yo.

¿Quién es ese ser?

¿Los dioses? Cierto que en los primeros tiempos la producción principal, por ejemplo,
la construcción de templos, etc., en Egipto, India, Méjico, aparece al servicio de los
dioses, como también a los dioses pertenece el producto Pero los dioses por si solos no
fueron nunca los dueños del trabajo. Aún menos de la naturaleza. Qué contradictorio
sería que cuando más subyuga el hombre a la naturaleza mediante su trabajo, cuando
más superfluos vienen a resultar los milagros de los dioses en razón de los milagros de
la industria, tuviese que renunciar el hombre, por amor de estos poderes, a la alegría de
la producción y al goce del producto.

El ser extraño al que pertenecen a trabajo y el producto del trabajo, a cuyo servicio está
aquél y para cuyo placer sirve éste, solamente puede ser el hombre mismo

Si el producto del trabajo no pertenece al trabajador, si es frente él un poder extraño,


esto sólo es posible porque pertenece a otro hombre que no es el trabajador. Si su
actividad es para él dolor, ha de ser goce y alegría vital de otro. Ni los dioses, ni la
naturaleza, sino sólo el hombre mismo, puede ser este poder extraño sobre los hombres.

Recuérdese la afirmación antes hecha de que la relación del hombre consigo mismo
únicamente es para él objetiva y real a través de su relación con los otros hombres. Si él,
pues, se relaciona con el producto de su trabajo, con su trabajo objetivado, como con un
objeto poderoso, independiente de él, hostil, extraño, se esta relacionando con él de
forma que otro hombre independiente de él, poderoso, hostil, extraño a él, es el dueño
de este objeto; Si él se relaciona con su actividad como con una actividad no libre, se
está relacionando con ella como con la actividad al servicio de otro, bajo las órdenes, la
compulsión y el yugo de otro.

Toda enajenación del hombre respecto de sí mismo y de la naturaleza aparece en la


relación que él presume entre él, la naturaleza y los otros hombres distintos de él, Por
eso la autoenajenación religiosa aparece necesariamente en la relación del laico con el
sacerdote, o también, puesto que aquí se trata del mundo intelectual, con un mediador,
etc. En el mundo práctico, real, el extrañamiento de si sólo puede manifestarse mediante
la relación práctica, real, con los otros hombres. El medio mismo por el que el
extrañamiento se opera es un medio práctico. En consecuencia mediante el trabajo
enajenado no sólo produce el hombre su relación con el objeto y con el acto de la propia
producción como con poderes que le son extraños y hostiles, sino también la relación en
la que los otros hombres se encuentran con su producto y la relación en la que él está
con estos otros hombres. De la misma manera que hace de su propia producción su
desrealización, su castigo; de su propio producto su pérdida, un producto que no le
pertenece, y así también crea el dominio de quien no produce sobre la producción y el
producto. Al enajenarse de su propia actividad posesiona al extraño de la actividad que
no le es propia.

Hasta ahora hemos considerado la relación sólo desde el lado del trabajador; la
consideraremos más tarde también desde el lado del no trabajador.
Así, pues, mediante el trabajo enajenado crea el trabajador la relación de este trabajo
con un hombre que está fuera del trabajo y le es extraño. La relación del trabajador con
el trabajo engendra la relación de éste con el del capitalista o como quiera llamarse al
patrono del trabajo. La propiedad privada es, pues, el producto, el resultado, la
consecuencia necesaria del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador con
la naturaleza y consigo mismo.

Partiendo de la Economía Política hemos llegado, ciertamente, al concepto del trabajo


enajenado (de la vida enajenada) como resultado del movimiento de la propiedad
privada. Pero el análisis de este concepto muestra que aunque la propiedad privada
aparece como fundamento, como causa del trabajo enajenado, es más bien una
consecuencia del mismo, del mismo modo que los dioses no son originariamente la
causa, sino el efecto de la confusión del entendimiento humano. Esta relación se
transforma después en una interacción recíproca.

Sólo en el último punto culminante de su desarrollo descubre la propiedad privada de


nuevo su secreto, es decir, en primer lugar que es el producto del trabajo enajenado, y
en segundo término que es el medio por el cual el trabajo se enajena, la realización de
esta enajenación.

Este desarrollo ilumina al mismo tiempo diversas colisiones no resueltas hasta ahora.

1) La Economía Política parte del trabajo como del alma verdadera de la producción y,
sin embargo, no le da nada al trabajo y todo a la propiedad privada. Partiendo de esta
contradicción ha fallado Proudhon en favor del trabajo y contra la Propiedad privaba.
Nosotros, sin embargo, comprendemos, que esta aparente contradicción es la
contradicción del trabajo enajenado consigo mismo y que la Economía Política
simplemente ha expresado las leyes de este trabajo enajenado.

Comprendemos también por esto que salario y propiedad privada son idénticos, pues el
salario que paga el producto, el objeto del trabajo, el trabajo mismo, es sólo una
consecuencia necesaria de la enajenación del trabajo; en el salario el trabajo no aparece
como un fin en si, sino como un servidor del salario. Detallaremos esto más tarde.
Limitándonos a extraer ahora algunas consecuencias (XXVI).

Un alza forzada de los salarios, prescindiendo de todas las demás dificultades


(prescindiendo de que, por tratarse de una anomalía, sólo mediante la fuerza podría ser
mantenida), no sería, por tanto, más que una mejor remuneración de los esclavos, y no
conquistaría, ni para el trabajador, ni para el trabajo su vocación y su dignidad humanas.

Incluso la igualdad de salarios, como pide Proudhon no hace más que transformar la
relación del trabajador actual con su trabajo en la relación de todos los hombres con el
trabajo. La sociedad es comprendida entonces como capitalista abstracto.

El salario es una consecuencia inmediata del trabajo enajenado y el trabajo enajenado es


la causa inmediata de la propiedad privada. Al desaparecer un termino debe también,
por esto, desaparecer el otro.

2) De la relación del trabajo enajenado con la propiedad privada se sigue, además, que
la emancipación de la sociedad de la propiedad privada, etc., de la servidumbre, se
expresa en la forma política de la emancipación de los trabajadores, no como si se
tratase sólo de la emancipación de éstos, sino porque su emancipación entraña la
emancipación humana general; y esto es así porque toda la servidumbre humana está
encerrada en la relación de trabajador con la producción, y todas las relaciones serviles
son sólo modificaciones y consecuencias de esta relación.

Así como mediante el análisis hemos encontrado el concepto de propiedad privada


partiendo del concepto de trabajo enajenado, extrañado, así también podrán
desarrollarse con ayuda de estos dos factores todas las categorías económicas y
encontraremos en cada una de estas categorías, por ejemplo, el tráfico, la competencia,
el capital, el dinero, solamente una expresión determinada, desarrollada, de aquellos
primeros fundamentos.

Antes de considerar esta estructuración, sin embargo, tratemos de resolver dos


cuestiones.

1) Determinar la esencia general de la propiedad privada, evidenciada como resultado


del trabajo enajenado, en su relación con la propiedad verdaderamente humana y social.

2) Hemos aceptado el extrañamiento del trabajo, su enajenación, como un hecho y


hemos realizado este hecho. Ahora nos preguntamos ¿cómo llega el hombre a enajenar,
a extrañar su trabajo? ¿Cómo se fundamenta este extrañamiento en la esencia de la
evolución humana? Tenemos ya mucho ganado para la solución de este problema al
haber transformado la cuestión del origen de la propiedad privada en la cuestión de la
relación del trabajo enajenado con el proceso evolutivo de la humanidad. Pues cuando
se habla de propiedad privada se cree tener que habérselas con una cosa fuera del
hombre. Cuando se habla de trabajo nos las tenemos que haber inmediatamente con el
hombre mismo. Esta nueva formulación de la pregunta es ya incluso su solución.

ad. 1) Esencia general de la propiedad privada y su relación con la propiedad


verdaderamente humana.

El trabajo enajenado se nos ha resuelto en dos componentes que se condicionan


recíprocamente o que son sólo dos expresiones distintas de una misma relación. La
apropiación aparece como extrañamiento, como enajenación y la enajenación como
apropiación, el extrañamiento como la verdadera naturalización.

Hemos considerado un aspecto, el trabajo enajenado en relación al trabajador mismo,


es decir, la relación del trabajo enajenado consigo mismo. Como producto, como
resultado necesario de esta relación hemos encontrado la relación de propiedad del no—
trabajador con el trabajador y con el trabajo. La propiedad privada como expresión
resumida, material, del trabajo enajenado abarca ambas relaciones, la relación del
trabajador con el trabajo, con el producto de su trabajo y con el no trabajador, y la
relación del no trabajador con el trabajador y con el producto de su trabajo.

Si hemos visto, pues, que respecto del trabajador, que mediante el trabajo se apropia de
la naturaleza, la apropiación aparece como enajenación, la actividad propia como
actividad para otro y de otro, la vitalidad como holocausto de la vida, la producción del
objeto como pérdida del objeto en favor de un poder extraño, consideremos ahora la
relación de este hombre extraño al trabajo y al trabajador con el trabajador, el trabajo y
su objeto.

Por de pronto hay que observar que todo lo que en el trabajador aparece como actividad
de la enajenación, aparece en el no trabajador como estado de la enajenación, del
extrañamiento.

En segundo término, que el comportamiento práctico, real, del trabajador en la


producción y respecto del producto (en cuanto estado de ánimo) aparece en el no
trabajador a él enfrentado como comportamiento teórico.

(XXVII) Tercero. El no trabajador hace contra el trabajador todo lo que este hace contra
si mismo, pero no hace contra sí lo que hace contra el trabajador.

Consideremos más detenidamente estas tres relaciones.|XXVII||


EMILE DURKHEIM
Las reglas del
método sociológico

W.
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO
EMILE DURKHEIM
Las reglas del
método sociológico

X
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO
Primera edición en francés, 1895
Primera edición en español, 1986
Segunda reimpresión, 2001

Se prohibe la reproducción total o parcial de esta obra


—incluido el diseño tipográfico y de portada—,
sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico,
sin el consentimiento por escrito del editor.

Título original:
Les regles de la Miihode sociologique

D. R. O 1986, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, S. A. DE C. V.


D. R. CY 1997, Foz:no DE CULTURA ECONÓMICA
Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F.
www,fce.com .rnx

ISBN 968-16-2445-9
Impreso en México
I.¿Qué es un hecho social?

Antes de averiguar cuál es el método que conviene al


estudio de los hechos sociales, importa saber cuáles
son los hechos a los que damos este nombre.
La pregunta es doblemente necesaria, porque se
aplica este calificativo sin mucha precisón. Se em-
plea de ordinario para designar más o menos a todos
los fenómenos que se desarrollan en el interior de la
sociedad, siempre que presenten, con cierta gener-
ralización, algún interés social. Pero en este sentido
puede decirse que no hay acontecimientos huma-
nos que no puedan llamarse sociales. Cada individuo
bebe, duerme, come, razona y a la sociedad le intere-
sa que dichas funciones se ejerzan en forma regular.
Por lo tanto, si esos hechos fueran sociales, la socio-
logía no tendría objeto propio y su campo se confun-
diría con el de la biología y la psicología.
Pero, en realidad, en todas las sociedades existe un
grupo determinado de fenómenos que se distinguen
marcadamente de los que estudian las otras ciencias
de la naturaleza.
Cuando desempeño mi tarea de hermano, esposo o
ciudadano, cuando cumplo los compromisos que he
38
contraído, realizo deberes que están definidos, fuera
de mí y de mis actos, en el derecho y en las costum-
bres. Incluso cuando están de acuerdo con mis senti-
mientos y siento interiormente su realidad, ésta no
deja de ser objetiva; porque no soy yo quien los ha
creado, sino que los he recibido por medio de la
educación. Por otra parte, cuántas veces sucede que
desconocemos los pormenores de las obligaciones
que nos incumben y que, para conocerlas, necesita-
mos consultar el Código y sus intérpretes autoriza-
dos. De igual manera, al nacer encontramos ya
hechas todas las creencias y las prácticas de la vida
religiosa; si existían antes es que existen fuera de
nosotros. El sistema de signos que utilizo para expre-
sar mi pensamiento, el sistema monetario que
empleo para pagar mis deudas, los instrumentos de
crédito que utilizo en mis relaciones comerciales, las
prácticas seguidas en mi profesión, etc., etc., funcio-
nan independientemente del uso que hago de ellos.
Si tomamos uno tras otro a todos los miembros de los
que se compone la sociedad, encontramos que lo que
antecede puede repetirse acerca de cada uno de ellos.
He aquí modos de actuar, de pensar y de sentir que
presentan la propiedad notable de que existen fuera
de las conciencias individuales.
Estos tipos de conducta o de pensamiento no son
sólo exteriores al individuo, sino que están dotados
de un poder imperativo y coercitivo en virtud del cual
se imponen a él, lo quiera o no. Sin duda, cuando me
conformo a él plenamente, esta coacción no se siente
o se siente poco, ya que es inútil. Pero no deja de ser
un carácter intrínseco de esos hechos y la prueba
estriba en que se afirma en cuanto yo trato de resistir.
39
Si intento infringir las reglas del derecho, éstas reac-
cionan contra mí de tal manera que impiden mi acto
si están a tiempo, o lo anulan y lo restablecen bajo su
forma normal si ya es irreparable; o me lo hacen
expiar si ya no puede ser reparado de otra manera. ¿Se
trata de máximas puramente morales? La conciencia
pública reprime todo acto que las ofende, mediante
la vigilancia que ejerce sobre la conducta de los ciu-
dadanos y las penas o castigos especiales de las que
dispone. En otros casos, la coacción es menos vio-
lenta, pero no deja de existir. Si yo no me someto a las
convenciones del mundo, si al vestirme no tengo en
cuenta los usos vigentes dentro de mi país y de mi
clase, la risa que provoco, el alejamiento en el que se
me mantiene, producen, aunque en forma más ate-
nuada, los mismos efectos que un castigo propia-
mente dicho. Además, la coacción, aunque sea
indirecta, no es menos eficaz. No estoy obligado a
hablar francés con mis compatriotas ni a emplear la
moneda legal; pero es imposible no hacerlo. Si tra-
tara de eludir esta necesidad, mi tentativa fracasaría
miserablemente. Si fuera industrial, nada me prohi-
biría trabajar con procedimientos y métodos del siglo
pasado; pero me arruinaría indefectiblemente. Aun
cuando, de hecho, puedo librarme de estas reglas e
infringirlas con éxito, nunca será sin verme obligado
a luchar contra ellas. Aunque sean vencidas final-
mente, hacen sentir bastante su poder coercitivo por
la resistencia que oponen. No hay ningún innovador
aunque sea afortunado, cuyas empresas no tropie-
cen con oposiciones de esta índole.
He aquí, pues, un orden de hechos que presentan
características muy especiales: consisten en modos de
40
actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo,
y están dotados de un poder de coacción en virtud del
cual se imponen sobre él. Además, no pueden con-
fundirse con los fenómenos orgánicos, puesto que
consisten en representaciones y en actos; ni con los
fenómenos psíquicos, los cuales sólo existen dentro
de la conciencia individual y por ella. Constituyen,
pues, una nueva especie y a ellos debe darse y reser-
varse el calificativo de sociales. Les corresponde
porque está claro que, no teniendo por sustrato al
individuo, no pueden tener otro más que la sociedad,
bien sea la sociedad política en su integridad, bien
alguno de los grupos parciales que contiene: confe-
siones religiosas, escuelas políticas, literarias, corpo-
raciones profesionales, etc. Por otra parte, sólo a ellos
conviene, porque la palabra social sólo tiene un sig-
nificado concreto, a condición de que designe única-
mente fenómenos que no corresponden a ninguna de
las categorías de hechos ya constituidas y denomina-
das. Constituyen, por lo tanto, el campo propio de la
sociología. Es verdad que la palabra coacción, con la
cual los definimos, corre el riesgo de asustar a los
celosos partidarios del individualismo absoluto.
Como profesan que el individuo es perfectamente
autónomo, les parece que se le disminuye cada vez
que se le hace sentir que no depende sólo de sí mismo.
Pero, como hoy día es indiscutible que la mayoría de
nuestras ideas y de nuestras tendencias no son elabo-
radas por nosotros sino que nos llegan de fuera, sólo
pueden penetrar en nosotros imponiéndose: y eso es
todo lo que significa nuestra definición. Además, ya
se sabe que no todas las coacciones sociales excluyen
necesariamente la personalidad individual.'
41
Sin embargo, como los ejemplos que acabamos de
citar (reglas jurídicas, morales, dogmas religiosos,
sistemas financieros, etcétera) consisten todos en
creencias y prácticas constituidas, de acuerdo con lo
que antecede se podría creer que sólo hay un hecho
social donde existe una organización definida. Pero
hay otros hechos que, sin presentar estas formas cris-
talizadas, tienen la misma objetividad y el mismo
ascendiente sobre el individuo. Esto es lo que llama-
mos las-corrientes sociales. Así, en una asamblea, los
grandes movimientos de entusiasmo, de indigna-
ción, de piedad que se producen, no tienen como
lugar de origen ninguna conciencia particular. Nos
llegan a cada uno de nosotros desde fuera y son
susceptibles de arrastarnos a pesar nuestro. Sin duda,
puede suceder que al abandonarme a ellos sin
reserva, no sienta la presión que ejercen sobre mí.
Pero esa presión se agudiza en cuanto trato de luchar
contra ellos. Si un individuo intenta oponerse a una
de esas manifestaciones colectivas, los sentimientos
que rechaza se vuelven en su contra. Ahora bien, si
este poder de coacción externo se afirma en los casos
de resistencia con esa claridad, es que existe, aunque
inconsciente, en los casos contrarios. Somos entonces
juguetes de una ilusión que nos hace creer que hemos
elaborado nosotros mismos lo que se nos impone
desde fuera. Pero, si bien la complacencia con la que
nos dejamos ir enmascara el empuje sufrido, no lo
suprime. Es como el aire, que no deja de pesar aun-
que ya no sintamos su peso. Aunque no hayamos
colaborado espontáneamente en la emoción común,
1 Por lo demás, no se trata de decir que toda coacción es normal. Volveremos
más tarde sobre este punto.

42
la impresión que hemos sentido es muy distinta de la
que hubiéramos experimentado estando solos. Por lo
tanto, cuando la asamblea se ha disgregado, esas
influencias sociales dejan de actuar sobre nosotros y,
al encontrarnos solos con nosotros mismos, los senti-
mientos por los cuales hemos pasado nos hacen el
efecto de algo extraño en donde ya no nos reconoce-
mos. Nos damos cuenta entonces de que mucho más
que experimentarlos, los hubimos de padecer.
Incluso sucede que nos horrorizan por ser contrarios
a nuestra naturaleza. De esta manera, individuos per-
fectamente inofensivos en su mayoría, pueden,
reunidos en multitud, dejarse arrastrar a hacer cosas
atroces. Ahora bien, lo que decimos de estas explosio-
nes transitorias se aplica también a los movimientos
de opinión más duraderos, que se producen sin cesar
en torno nuestro, bien en toda la extensión de la
sociedad, bien en círculos más restringidos, en rela-
ción con materias religiosas, políticas, literarias,
artísticas, etcétera.
Además, podemos confirmar mediante una expe-
riencia característica, esta definición del hecho
social: basta observar la forma en que se educa a los
niños. Cuando se observan los hechos tal como son y
como han sido siempre, salta a la vista que toda
educación consiste en un esfuerzo continuo por
Imponer al niño formas de ver, de sentir y de actuar a
los cuales no llegaría espontáneamente2 Desde los
primeros momentos de su vida lo obligamos a comer,
a beber, a dormir a horas regulares, lo coaccionamos
a la limpieza, la tranquilidad, la obediencia; más
tarde, lo obligamos a que aprenda a tener en cuenta
al prójimo, a respetar los usos, las conveniencias, le

43
imponemos el trabajo, etc., etc. Si con el tiempo
dejan de sentir esta coacción, es porque poco a poco
engendra hábitos, tendencias internas que la hacen
inútil, pero que la sustituyen porque derivan de ella.
Es verdad, que, según Spencer, una educación racio-
nal debería rechazar tales procedimientos y dejarle al
niño absoluta libertad; pero, como esta teoría peda-
gógica no ha sido practicada nunca por ningún pue-
blo conocido, tan sólo constituye un desideratum
personal, no un hecho que pueda oponerse a los
hechos que antecedenA Ahora bien, lo que hace a
estos últimos particularmente instructivos es que la
educación tiene justamente por objeto constituir al
sér, social; por ellos puede verse, como en resumen, de
qué modo se ha constituido dicho ser en el curso de la
historia. La constante que el niño padece es la pre-
sión misma del medio social que tiende a moderarlo
a su imagen y del cual los padres y maestros no son
más que representantes e intermediarios.
Por lo tanto, no es su generalización la que puede
servir para caracterizar los fenómenos sociológicos.
Un pensamiento que se encuentra en todas las con-
ciencias, un movimiento que repiten todos los indi-
viduos no por ello son hechos sociales. Si nos hemos
contentado con ese aspecto para definirlos, es porque
se les ha confundido, con lo que podríamos llamar
sus encarnaciones individuales. Lo que los consti-
tuyeson las creencias, las tendencias, las prácticas del
grupo considerado colectivamente; en cuanto a las
formas que revisten los estados colectivos al refrac-
tarse en los individuos, son cosas de otra especie. Lo
que demuestra categóricamente esta doble naturaleza
es que estos dos órdenes de hechos se presentan a
44
menudo disociados. En efecto, algunos de esos
modos de actuar o de pensar adquieren, mediante su
repetición, una especie de consistencia que los preci-
pita, por decirlo así, y los aisla de los acontecimientos
particulares que los reflejan; Adquieren de esta
manera un cuerpo, una forma sensible que les es
propia y constituyen una realidad sui generis, muy
distinta de los hechos individuales que la manifies-
tan. La costumbre colectiva no existe solamente en
estado de inmanencia en los actos sucesivos que
determina, sino que, por un privilegio del que no
encontramos ejemplo en el reino biológico, se
expresa de una vez por todas en una fórmula que se
repite de boca en boca, que se transmite por medio de
la educación y que se fija incluso por escrito. Estos
son el origen y la naturaleza de las reglas jurídicas,
morales, de los aforismos y los dichos populares, de
los artículos de fe en los que las sectas religiosas o
políticas condensan sus creencias, de los códigos de
buen gusto que establecen las escuelas literarias, etc.
Ninguno de ellos se encuentra por completo en las apli-
caciones que de ellos hacen los individuos, puesto
que pueden existir incluso sin ser actualmente apli-
cados.
Sin duda, esta disociación no se presenta siempre
con la misma claridad. Pero basta que exista de una
manera incontestable en los casos importantes y
numerosos que acabamos de recordar, para demos-
tratar que el hecho social es distinto de sus repercu-
siones individuales. Por otra parte, aunque no se
observe de forma inmediata, se puede realizar a
menudo con la ayuda de ciertos artificios de método;
incluso es indispensable efectuar esta operación, si se
45
quiere aislar el hecho social, para observarlo en toda
su pureza./ Así, existen ciertas corrientes de opinión
que nos empujan, con intención desigual según los
tiempos y los países, una al matrimonio, por ejem-
plo, otra al suicidio o a una natalidad más o menos
alta, etc. Estos son sin duda hechos sociales. A pri-
mera vista, parecen inseparables de las formas que
adoptan en los casos particulares. Pero la estadística
nos proporciona la manera de aislarlos. Están en
efecto representados, no sin exactitud, por la tasa de
natalidad, la tasa de matrimonios, la de los suici-
dios, es decir, por el número que se obtiene divi-
diendo la media total anual de los matrimonios, de
los nacimientos, de las muertes voluntarias, por el de
los hombres en edad de casarse, de procrear, de suici-
darse.2 Porque como cada una de estas cifras com-
prende todos los casos particulares indistintamente,
las circunstancias individuales que pueden parti-
cipar de algún modo en la producción del fenómeno
se neutralizan entre sí y, en consecuencia, no contri-
buyen a determinarlo. Lo que expresa es cierto estado
del alma colectiva.
He aquí, pues, lo que son los fenómenos sociales,
despojados de todo elemento extraño. En cuanto a
sus manifestaciones privadas, éstas tienen algo
social, puesto que reproducen en parte un modelo
colectivo; pero cada una de ellas depende también, y
en gran parte, de la constitución orgánico-psíquica
del individuo, de las circunstancias particulares en
las que se encuentra. No son fenómenos sociológicos
propiamente dichos. Participan a la vez de los dos
gente no se suicida a cualquier edad, ni en todas las edades, con la misma
intensidad.

46
reinos; se las podría denominar socio-psíquicas. Inte-
resan al sociológo sin constituir la materia inmediata
de la sociología. Se encuentran también en el interior
del organismo fenómenos de naturaleza mixta que
estudian las ciencias combinadas, como la química
biológica
Pero se nos dirá que un fenómeno sólo puede ser
colectivo si es común a todos los miembros de la
sociedad o, por lo menos a la mayoría, si es un
fenómeno general.
Sin duda, pero si es general será porque es colec-
tivo (es decir, más o menos obligatorio), pero no es
colectivo por ser general. Se trata de un estado del
grupo, que se repite entre los individuos porque se
impone a ellos. Está en cada parte porque está en el
todo, pero no está en el todo porque esté en las partes.
Se hace evidente, sobre todo, en las creencias y prácti-
cas que nos son transmitidas ya hechas por las gene-
raciones anteriores; las recibimos y las adoptamos
porque, siendo a la vez una obra colectiva y una obra
secular, están investidas de una autoridad particular
que la educación nos ha enseñado a reconocer y a
respetar. Pero debe señalarse que la inmensa mayoría
de los fenómenos sociales nos llega por esta vía. Y,
aunque el hecho social se debe, en parte, a nuestra
colaboración directa, no es de otra naturaleza. Un
sentimiento colectivo, que estalle en una asamblea,
no manifiesta simplemente lo que había en común
entre todos los sentimientos individuales. Es algo
muy distinto, como hemos demostrado. Es resultante
de la vida común, un producto de los actos y las
reacciones que se efectúan entre las conciencias indi-
viduales; y si resuena en cada una de ellas, es en

47
virtud de la energía especial que debe precisamente a
su origen colectivo. Si todos los corazones vibran al
unísono, no es debido a una concordancia espontá-
nea y preestablecida; es que una misma fuerza las
mueve en el mismo sentido. Cada uno es arrastrado
por todos.
Llegamos pues a representarnos en forma precisa
el campo de la sociología. Sólo abarca un grupo
determinado de fenómenos. Un hecho social se reco-
noce gracias al poder de coacción exterior que ejerce
o que es susceptible de ejercer sobre los individuos; y
la presencia de dicho poder es reconocida a su vez,
bien por la existencia de alguna sanción determi-
nada, o bien por la resistencia que le lleva a oponerse
a toda empresa individual que tienda a violentarlo.
Sin embargo, le puede definir también por la difu-
sión que presenta en el interior del grupo, con tal
que, de acuerdo con las observaciones que anteceden,
se tenga cuidado de añadir como segunda y esencial
característica aquella que existe independiente-
, mente de las formas individuales que adopta al
difundirse. Este último criterio es incluso, en ciertos
casos, más fácil de aplicar que el anterior. En efecto,
la coacción es fácil de comprobar cuando se traduce
en el exterior por alguna reacción directa de la socie-
dad, como en el caso del derecho, la moral, las creen-
cias, los usos, las modas mismas. Pero cuando es
sólo indirecta, como la que ejerce una organización
económica, no se deja percibir siempre con tanta
claridad. Entonces puede ser más fácil establecer la
generalización combinada con la objetividad. Por
otra parte, esta segunda definición es sólo otra forma
de la primera; porque, sólo por imposición puede
48
generalizarse una manera de actuar que es exterior a
las conciencias individuales.5
Sin embargo, podríamos preguntarnos si esta defi-
nición es completa. En efecto, los hechos que nos han
proporcionado su base son siempre modos de hacer;
son de orden sociológico. Pero también hay modos
de ser colectivos, es decir, hechos sociales de orden
anatómico o morfológico. La sociología no puede
desinteresarse de lo que concierne al sustrato de la
vida colectiva. Sin embargo, el número y la natura-
leza de las partes elementales que componen a la
sociedad, la manera en que están dispuestas, el grado
de coalescencia a que han llegado, la distribución de
la población sobre la superficie del territorio, el
número y la naturaleza de las vías de comunicación,
la forma de las viviendas, etc., no pueden a primera
vista relacionarse con maneras de sentir o de pensar.
Pero, en primer lugar, estos diversos fenómenos
presentan la misma característica que nos ha servido
para definir a los demás. Estos modos de ser se impo-

3 Vemos hasta qué punto se aleja esta definición del hecho social, de la que
sirve de base al ingenioso sistema de M. Tarde. Primero debemos declarar que
nuestras investigaciones no nos han hecho comprobar en ningún lado esta
influencia preponderante que M. Tarde atribuye a la imitación en la génesis de
los hechos colectivos. Además, parece que de la definición anterior, que no es
una teoría sino un simple resumen de datos inmediatos de la observación,
resulta que la imitación, no sólo no expresa siempre, sino nunca, lo esencial y
característico de/ hecho soda!. Sin duda, todo hecho social es imitado, tiene,
como acabamos de mostrar, una tendencia a generalizarse, pero porque es
social, es decir, obligatorio. Su poder de expansión es, no la causa, sino la
consecuencia de su carácter sociológico. Si los hechos sociales fueran Im únicos
que producen dicha consecuencia, la imitación podía servir, si no para explicar-
los, al menos para definirlos. Pero un estado individual que tiene repercuciones no
deja por eso de ser individual. Además, podemos preguntarnos si la palabra
imitación es la que conviene para designar la propagación debida a una
influencia coercitiva, Bajo esta única expresión se confunden fenómenos muy
diferentes y que necesitarían ser distinguidos.

49
nen al individuo como los modos de hacer de los que
ya hemos hablado. En efecto, cuando se quiere cono-
cer la manera en que una sociedad está dividida
políticamente, cómo se componen dichas divisiones,
la fusión más o menos completa que existe entre
ellas, nada de esto se puede averiguar sin la ayuda de
una inspección material y mediante observaciones
geográficas: porque estas divisiones son morales
aunque tengan cierta base en la naturaleza física.
Sólo a través del derecho público es posible estudiar
esta organización, porque es este derecho lo que la
determina, lo mismo que determina nuestras relacio-
nes domésticas y cívicas. Pero no por esto deja de ser
obligatoria. Si la población se aglomera en nuestras
ciudades en vez de dispersarse por el campo, es por-
que existe una corriente de opinión, un empuje
colectivo que impone a los individuos dicha concen-
tración. No podemos escoger la forma de nuestras
viviendas ni la de nuestra ropa; por lo menos, una es
obligatoria en la misma medida que la otra. Las vías
de comunicación determinan de forma imperiosa el
sentido en el cual se realizan las emigraciones inte-
riores y los intercambios, e incluso la intensidad de
esos intercambios y de esas emigraciones, etc. Por
consiguiente, a lo sumo podríamos añadir otra cate-
goría a la lista de los fenómenos que hemos enume-
rado y que presentan el signo distintivo del hecho
social; y como esta enumeración no era rigurosamente
exhaustiva, la adición no sería indispensable.
Y ni siquiera es útil; porque estas maneras de ser
son únicamente maneras de hacer consolidadas. La-
estructura política de una sociedad es sólo la manera
en que los diferentes segmentos que la componen se
50
han habituado a vivir unos con otros. Si sus relacio-
nes son tradicionalmente estrechas, los segmentos
tienden a confundirse, o a distinguirse en caso con-
trario. El tipo de vivienda que se nos impone no es
más que la forma en que todo el mundo que nos
rodea y, en parte, las generaciones anteriores, se han
acostumbrado a construir sus casas. Las vías de
comunicación no son más que el cauce que se ha
abierto a sí mismo, encaminando en el mismo sen-
tido la corriente regular de los intercambios, de las
emigraciones, etc. Sin duda, si los fenómenos de
orden morfológico. fueran los únicos que presentan
esta estabilidad, se podría creer que constituyen una
especie aparte. Pero una regla jurídica es un arreglo
no menos permanente que un tipo de arquitectura y,
sin embargo, es un hecho fisiológico. Una simple
máxima moral es sin duda más maleable; pero tiene
formas mucho más rígidas que un simple uso profe-
sional o una moda. Existe así toda una gama de
matices que, sin solución de continuidad, relaciona
los hechos de estructura más caracterizados con esas
corrientes libres de la vida social que no están aún
volcadas en ningún molde concreto. Y es porque no
hay entre ellos más que diferencias en el grado de
consolidación que presentan. Unas y otras no son
más que vida más o menos cristalizada. Sin duda,
quizá interese el nombre de morfológicos para los
hechos sociales que conciernen al sustrato social,
pero a condición de no perder de vista que son de
igual naturaleza que los otros. Nuestra definición
abarcará, pues, todo lo definido si decimos: un
hecho social es toda manera de hacer, establecida o
no, susceptible de ejercer sobre el individuo una
51
coacción exterior; o también, el que es general en la
extensión de una sociedad determinada teniendo al
mismo tiempo una existencia propia, independiente
de sus manifestaciones individuales,4

Este estrecho parentesco entre la vida y la estructura, el órgano y su función,


puede ser fácilmente establecido en sociología porque, entre estos dos términos
extremos, existen toda una serie de intermediarios inmediatamente observables
y que demuestran el lazo entre ellos. La biología no tiene el mismo recurso. Pero
está permitido creer que las inducciones de la primera de estas ciencias sobre
dicho tema son aplicables al otro y que, en los organismos como en las socieda-
des, sólo hay entre esos dos órdenes de hechos diferencias de grado.

52
II. Reglas relativas a la observación
de los hechos sociales

La primera regla y la más fundamental consiste en


considerar los hechos sociales corno cosas.

Desde el momento en que un nuevo orden de fenóme-


nos se convierte en objeto de la ciencia, éstos se
encuentran ya representados en el espíritu, no sólo
por imágenes sensibles, sino por conceptos burda-
mente formados. Antes de que aparecieran los prime-
ros rudimentos de la física y de la química, los
hombres tenían ya nociones de los fenómenos físico-
químicos que rebasaban la percepción pura, tales
como las que encontramos mezcladas con todas las
religiones. Y es que, en efecto, la reflexión es anterior
a la ciencia, que no hace más que servirse de ella con
más método. El hombre no puede vivir en medio (je'
las cosas sin hacerse de ellas ideas según las cualg
reglamenta su conducta. Como estas nociones están
más cerca de nosotros y más a nuestro alcance que las
realidades a las cuales corresponden, tendemos natu-
ralmente a suprimir a estas últimas ya hacer de aquéllas
53
la materia misma de nuestras especulaciones. En vez
de observar las cosas, describirlas, compararlas,
nos contentamos con tomar conciencia de nuestras
ideas, analizarlas y combinarlas. En vez de una cien-
cia de realidades sólo elaboramos un análisis ideoló-
gico. Claro esta que dicho análisis no excluye
necesariamente toda observación. Podemos apelar a
los hechos para confirmar estas ideas o las conclusio-
nes que se deducen de ellas. Pero los hechos sólo
intervienen entonces secundariamente, a título de
ejemplos o de pruebas confirmatorias; no son el
objeto de la ciencia. Ésta va de las ideas a las cosas, no
de las cosas a las ideas.
Está claro que este método no puede dar resultados
objetivos. En efecto, estas nociones o conceptos, llá-
mense como se quiera, rio son sustitutivos legítimos
de las cosas. Productos de la experiencia vulgar, tie-
nen por objeto, ante todo, situar a nuestros actos en
armonía con el mundo que nos rodea; están forma-
dos por la práctica y para ella. Ahora bien, una
representación puede desempeñar útilmente este
papel aunque sea teóricamente falsa. Copérnico di-
sipó hace muchos siglos las ilusiones de nuestros
sentidos respecto a los movimientos de los astros; y,
sin emabrgo, aún por lo general reglamentamos la
distribución de nuestro tiempo de acuerdo con estas
ilusiones. Para que una idea suscite los movimientos
que exige la naturaleza de una cosa, no es necesario
que exprese fielmente dicha naturaleza, sino que
basta con que nos haga sentir la utilidad o el inconve-
niente de la cosa, es decir cómo puede servirnos o
contrariarnos. Pero las nociones así formadas no
presentan esa exactitud práctica más que en forma
54
aproximativa y sólo en la generalidad de los casos.
¡Cuántas veces resultan tan peligrosas como inade-
cuadas! Por lo tanto, al elaborarlas como se pueda no
se llegará nunca a descubrir las leyes de la realidad.
Son, al contrario, como un velo que se interpone
entre las cosas y nosotros y las enmascara tanto mejor
cuanto más transparentes nos parezcan.
Esta ciencia no sólo tiene que resultar truncada
sino que le falta materia de dónde poder alimentarse.
Apenas existe desaparece, por decirlo así, y se trans-
forma en arte. En efecto, estas nociones deben conte-
ner toda la esencia de lo real, puesto que se las
confunde con la realidad misma. Desde ese momento
parecen poseer todo lo necesario para ponernos en
situación no sólo de comprender lo que es, sino de
prescribir lo que debe ser y los medios para ejecu-
tarlo. porque lo bueno es lo conforme a la naturaleza
de las cosas, lo contrario es malo, y los medios para
alcanzar lo primero y huir de lo segundo proceden de
la misma naturaleza. Si la obtenemos de golpe, el
estudio de la realidad presente carece de interés prác-
tico y, como dicho interés es la razón de ser de este
estudio, en adelante éste carece de finalidad. pa refle-
xión se ve así incitada a alejarse del objeto mismo de
la ciencia, a saber, del presente y del pasado, para
lanzarse de un sólo brinco hacia el porvenir. En vez
de intentar comprender los hechos adquiridos y
realizados, se dedica inmediatamente a realizar otros
nuevos, más conformes a los fines perseguidos por
los hombres. Cuando se cree saber en qué consiste la
esencia de la materia, nos ponemos en seguida a bus-
car la piedra filosofal. Esta intrusión del arte en la
ciencia, que impide que ésta se desarrolle, es además
55
facilitada por las circunstancias mismas que deter-
minan el despertar de la reflexión científica; Porque,
como sólo nace para satisfacer necesidades vitales, se
encuentra naturalmente orientada hacia la práctica.
Las necesidades que están llamadas a aliviar son
siempre urgentes y por lo tanto la urgen para encon-
trar la solución: no reclaman explicaciones, sino
remedios.
Este modo de proceder está tan de acuerdo con la
tendencia natural de nuestro espíritu que se la
encuentra incluso en el origen de las ciencias físicas.
Ella es la que diferencia la alquimia de la química, y
la astrología de la astronomía. Bacon caracteriza con
ella el método que seguían los sabios de su tiempo y
que él combate. Las nociones de las que acabamos de
hablar son esas nociones vulgares o prenociones1
que él señala en la base de todas las ciencias 2 en las que
ocupan el lugar de los hechos.' Son esos idola,espe-
cie de fantasmas que nos desfiguran el verdadero
-

aspecto de las cosas y que, sin embargo, tomamos por


las cosas mismas. Y como ese medio imaginario no
ofrece al espíritu ninguna resistencia, éste, que no se
siente contenido por nada, se abandona a ambiciones
sin límite y cree posible construir o más bien recons-
truir el mundo sólo con sus fuerzas y a tenor de sus
deseos.
Si esto ha sucedido en las ciencias naturales, con
más razón habría de suceder en la sociología. Los
hombres no han esperado el advenimiento de la cien-
cia social para hacerse ideas sobre el derecho, la
' Novum arganum, I, 26.
2 17.
9 ¡bid., I, 36.

56
moral, la familia, el Estado, la sociedad misma, por-
que no podían vivir sin ellas. Ahora bien, es sobre
todo en la sociología donde estas prenociones, según
la expresión de Bacon, están en situación de dominar
los espíritus y sustituir las cosas. En efecto, las cosas
sociales sólo son realizadas por los hombres; son un
producto de la actividad humana. No parecen ser
más que la puesta en obra de ideas, innatas o no, que
llevamos en nosotros, la aplicación a las diversas
circunstancias que acompañan las relaciones de los
hombres entre sí. La organización de la familia, del
contrato, de la represión, del Estado, de la sociedad,
aparece así como un simple desarrollo de las ideas
que tenemos sobre la sociedad, el Estado, la justicia,
etc. Por consiguiente, esos hechos y sus análogos
parecen no tener realidad más que en y por las ideas
que son su germen y que se convierten entonces en la
materia propia de la sociología.
Lo que acaba de acreditar esta manera de ver, es
que el pormenor de la vida social desborda por todas
partes a la conciencia, ésta no tiene de ella una
percepción lo suficientemente fuerte para sentir su
realidad. Como no tenemos entre nosotros lazos bas-
tante sólidos ni bastante cercanos, todo esto nos hace
fácilmente el efecto de no adherirse a nada y de flotar
en el vacío como una materia medio irreal e indefini-
damente plástica. Por eso tantos pensadores sólo han
visto en los arreglos sociales combinaciones artificia-
les y más o menos arbitrarias. Pero si el pormenor, si
las formas concretas y particulares se nos escapan,
por lo menos nos representamos, de bulto y de
manera más o menos aproximada, los aspectos más
generales de la existencia colectiva y son precisa-
57
mente dichas representaciones esquemáticas y suma-
rias las que constituyen esas prenociones que
utilizamos para los usos corrientes de la vida. Por lo
tanto, no podemos pensar en poner en duda su exis-
tencia, puesto que la percibimos al mismo tiempo
que la nuestra. No sólo están en nosotros, sino que,
como somos producto de experiencias reiteradas,
admiten la repetición y reciben del hábito resultante
una especie de ascendiente y de autoridad. Sentimos
que se nos resisten cuando pretendemos liberarnos de
ellas. Pero no podemos no considerar como real lo
que se opone a nosotros'. Todo contribuye, pues, a
hacernos ver la verdadera realidad social.

Y en efecto, hasta ahora, la sociología ha tratado más


o menos exclusivamente no de cosas, sino de concep-
tos. Es cierto que Comte proclamó que los fenóme-
nos sociales son hechos naturales, sometidos a leyes
naturales. Y así, ha reconocido implícitamente su
carácter de cosas: porque sólo hay cosas en la natura-
leza. Pero cuando, saliendo de esas generalidades
filosóficas, intenta aplicar su principio y deducir de
él la ciencia que estaba ahí contenida, toma las ideas
como objetos de estudio. En efecto, la materia princi-
pal de su sociología es el progreso de la humanidad
en el tiempo. Parte de la idea de que hay una evolu-
ción continua del género humano que consiste en
una realización siempre más completa de la natura-
leza humana, y el problema que trata consiste en
encontrar de nuevo el orden de dicha evolución.
Ahora bien, suponiendo que esa evolución exista, su
realidad sólo puede establecerse cuando la ciencia ya
se ha elaborado; por lo tanto, sólo se puede constituir
58
en objeto mismo de la investigación si se plantea
como una concepción del espíritu, no como una
cosa. Y en efecto, se trata de una representación tan
completamente subjetiva que, de hecho, ese progreso
de la humanidad no existe. Lo que existe, lo único
que se presenta a la observación, son sociedades par-
ticulares que nacen, se desarrollan, y mueren inde-
pendientemente unas de otras. Si por lo menos las
más recientes fueran una continuación de las que les
precedieron, cada tipo superior podría ser conside-
rado como la simple repetición del tipo inmediata-
mente inferior junto con algo más; por lo tanto, se las
podría colocar una tras otra, por decirlo así, confun-
diendo a las que se encuentran en el mismo grado de
desarrollo, y la serie formada de esta manera podría
considerarse como representativa de la humanidad.
Pero los hechos no se presentan con esa simplicidad
extrema. Un pueblo que sustituye a otro no es sim-
plemente una prolongación de este último con algu-
nos caracteres nuevos; es otro, que tiene algunas
propiedades de más, y otras de menos. Constituye
una individualidad nueva y todas estas individuali-
dades distintas, como son heterogéneas, no pueden
fundirse en la misma serie continua, ni sobre todo
en una serie única. Porque la sucesión de las socieda-
-les no podría representarse mediante una línea geó-
métrica; se asemeja más bien a un árbol cuyas ramas
apuntan en sentidos divergentes. En resumen, Comte
tomó por desarrollo histórico la noción que él tenía y
que no difiere mucho de la que se hace el vulgo. En
efecto, vista de lejos, la historia adquiere bastante
bien ese aspecto simple y de serie. Sólo se advierten
individuos que se suceden unos a otros y marchan
59
todos en la misma dirección porque tienen la misma
naturaleza. Como, por otra parte, no se concibe que la
evolución social pueda ser otra cosa que el desarrollo
de alguna idea humana, parece muy natural defi-
nirla mediante la idea que de ella se hacen los hom-
bres. Ahora bien, procediendo así no sólo per-
maneceremos en la ideología, sino que damos como
objeto de la sociología un concepto que no tiene
nada propi-amente sociológico.
Spencer rechaza este concepto, pero para susti-
tuirlo por otro que no está formado de otra manera.
Convierte a las sociedades, no a la humanidad, en
objetos de la ciencia; pero ofrece en seguida una defi-
nición de las primeras que desvanece la cosa de la que
habla para colocar en su lugar la prenoción que tiene
de ella. Plantea en efecto, comb proposición evi-
dente, que "una sociedad existe sólo cuando a la
yuxtaposición se añade la cooperación", y que sola-
mente así la unión de los individuos se convierte en
una sociedad propiamente dicha.4 Partiendo del prin-
cipio según el cual la cooperación es la esencia de la
vida social, distingue las sociedades en dos clases
según la naturaleza de la cooperación que domina en
ellas. "Hay una cooperación espontánea que se efec-
túa sin premeditación durante la prosecución de
fines de carácter privado; y hay también una coopera-
ción conscientemente instituida que supone fines de
interés público, claramente reconocidos."5 Da a las
primeras el nombre de sociedades industriales, a las
segundas el de sociedades militares, y puede decirse

' Socio/., trad. francesa. III, 331-332.


SOCi01., III, 332.

60
que esta distinción constituye la idea madre de su
sociología.
Pero esta definición inicial enuncia como cosa lo
que es sólo una visión del espíritu. Se presenta, en
efecto, como la expresión de un hecho inmediata-
mente visible y que puede comprobarse por medio de
la observación, puesto que queda formulada desde el
nacimiento de la ciencia como un axioma. Y sin
embargo, es imposible saber por una simple inspec-
ción si realmente la cooperación es el todo de la vida
social. Dicha afirmación sólo es científicamente legí-
tima si se ha empezado por pasar revista a todas las
manifestaciones de la existencia colectiva y si se ha
hecho ver que son todas diversas formas de la coope-
ración. Se trata pues de cierta manera de concebir la
realidad social y que sustituye a dicha realidad.6 Lo
que queda así defiftide-no es la sociedad sino la idea
que Spencer se hace de ella. Y no siente ningún
escrúpulo en proceder así, porque para él también la
sociedad no es y no puede ser más que la realización
de una idea, a saber, de esta idea misma de coopera-
ción por - la cual la define.7 Sería fácil demostrar
que en cada uno de los problemas particulares que
aborda, su método sigue siendo el mismo. Y, aun-
que en apariencia proceda empíricamente, como utiliza
los hechos acumulados en su sociología para ilustrar
análisis de nociones, más que para describir y expli-
car cosas, parece que sólo están allí en calidad de
argumentos. Realmente todo lo esencial de su doc-

6 Concepción, por otra parte, controvertible. (Véase División del trabajo


social, II, 2, § 4.)
7 "Por lo tanto, la cooperación no podría existir sin sociedad, y ese es el objeto
por el cual una sociedad existe." (Principios de Socio!.; 111, 332.)

61
trina puede deducirse en forma inmediata de su defi-
nición de la sociedad y de las diferentes formas de
cooperación. Porque si sólo podemos elegir entre
una cooperación tiránicamente impuesta y una
cooperación libre y espontánea, es evidente que esta
última es el ideal hacia el cual la humanidad tiende y
debe tender.
Estas nociones vulgares no se encuentran sólo en la
base de la ciencia, sino que volvemos a hallarlas a
cada instante en la trama de los razonamientos. En el
estado actual de nuestros conocimientos, no sabemos
con certeza qué cosas son el Estado, la soberanía, la
libertad política, la democracia, el socialismo, el
comunismo, etc.; por lo tanto, el método querría que
nos prohibiéramos todo uso de estos conceptos,
mientras no estén científicamente constituidos. Y sin
embargo, las palabras que los expresan vuelven sin
cesar en las discusiones de los sociólogos. Se emplean
en forma corriente y con aplomo como si correspon-
dieran a cosas bien conocidas y definidas, cuando
sólo despiertan en nosotros nociones confusas, y
mezclas poco claras de impresiones vagas, prejuicios
y pasiones. Nos burlamos hoy de aquellos razona-
mientos singulares que los médicos de la Edad Media
construían en torno a las nociones de caliente, frío,
húmedo, seco, etc., y no nos damos cuenta de que
seguimos aplicando ese mismo método al orden de
fenómenos que las incluyen menos que cualquier
otro, a causa de su extrema complejidad.
En las ramas especiales de la sociología, ese carác-
ter ideológico está aún más acusado.
Y esto sucede sobre todo con la moral. En efecto,
puede decirse que no existe un sólo sistema donde no
62
se la represente como el simple desarrollo de una idea
inicial que la contendría entera en potencia. Esta
idea, unos creen que el hombre la encuentra hecha
dentro de sí desde su nacimiento; otros, al contrario,
opinan que se forma más o menos lentamente en el
curso de la historia. Pero, lo mismo para unos que
para otros, para los empíricos como para los raciona-
listas, ella es todo lo verdaderamente real que hay en
la moral. En cuanto al pormenor de las reglas jurídi-
cas y morales, no tendrían existencia por si mismas, y
serían únicamente esta noción fundamental aplicada
a las circunstancias particulares de la vida diversifi-
cada según los casos. Por consiguiente, el objeto de la
moral no podría ser ese sistema de preceptos sin
realidad, sino la idea de la cual brotan y de la que no
son más que aplicaciones variadas. Así, todas las
preguntas .que se plantea generalmente la ética, se
refieren, no a cosas, sino a ideas; lo que se trata de
saber, es en qué consiste la idea de derecho, la idea de
la moral, no cuál es la naturaleza de la moral y del
derecho vistos en sí mismos. Los moralistas no han
llegado aún a esta concepción tan simple según la
cual, como nuestra representación de las cosas sensi-
bles procede de las cosas mismas y las expresa con
mayor o menor exactitud,'nuestra representación de
la moral viene del espectáculo mismo de las reglas
que funcionan bajo nuestros ojos y las figura esque-
máticamente; que, por lo tanto, son esas reglas y no
la visión sumaria que tenemos de ellas, lo que consti-
tuye la materia de la ciencia, lo mismo que la física
tiene por objeto a los cuerpos tal y como existen, y no
la idea que de ella se hace el vulgu Entonces resulta
que se toma como base de la moral lo que única-
63
mente es la cima, a saber, la manera en que se pro-
longa en las conciencias individuales y resuena en
ellas. Y este método no se aplica sólo en los proble-
mas más generales de la ciencia, sino también en
las cuestiones especiales. De las ideas esenciales
que estudia al principio, el moralista pasa a las ideas se-
cundarias de familia , patria, responsabilidad, caridad,
justicia; pero su reflexión sigue aplicándose a ideas.
Lo mismo sucede con la economía política. Según
Stuart Mill, esta ciencia tiene por objeto los hechos
sociales que se producen principal o exclusivamente
con miras a la adquisición de riquezas.8 Pero, para
que los hechos así definidos puedan ser asignados,
como cosas, a la observación del sabio, sería preciso
al menos indicar por qué signo es posible reconocer
los que responden a esta conaición. Ahora bien,
cuando nace la ciencia, ni siquiera se está en situa-
ción de afirmar que dichos signos existen, y menos
aún de saber cuáles son. En toda clase de investiga-
ciones, sólo cuando la explicación de los hechos está
bastante adelantada, es posible establecer que tienen
un fin y cuál es. No existe ningún problema más
complejo ni menos susceptible de ser resuelto de
golpe. Por tanto, nada nos asegura por adelantado
que exista una esfera de la actividad social en la que
el deseo de riqueza desempeñe realmente ese papel
preponderante. En consecuencia, la materia de la
economía política, así comprendida, está hecha no
de realidades que puedan señalarse con el dedo, sino
de simples posibilidades, de puras concepciones del
espíritu: a saber, de los hechos que el economista

Sistema de la lógica, 11I.

64
concibe en relación con el fin considerado, y tal como
él los concibe. Por ejemplo, ¿se propone estudiar lo
que llama producción? De pronto, cree que puede
enumerar los principales agentes con la ayuda de los
cuales tiene lugar dicha producción y pasarles
revista. Entonces es que no ha reconocido su existen-
cia al obsevar de qué condiciones dependía la cosa
que estudia; porque en ese caso hubiera empezado
por exponer las experiencias de las que ha deducido
dicha conclusión. Si al empezar la investigación se
procede a dicha clasificación en pocas palabras, será
porque la ha obtenido por un simple análisis lógico.
Parte de la idea de producción: y al descomponerla
advierte que implica lógicamente las ideas de fuerzas
naturales, de trabajo, de instrumento o de capital y
trata después de la misma manera estas ideas
derivadas.9
La más fundamental de todas las teorías económi-
cas, la del valor, está manifiestamente construida de
acuerdo con este mismo método. Si el valor fuera
estudiado como una realidad ha de serlo, se vería al
economista indicar cómo se puede reconocer la cosa
llamada con ese nombre, y clasificar después sus
especies, buscar mediante inducciones metódicas en
función de qué causas varían; comparar en fin esos
diversos resultados para extraer de ellos una fórmula
general. La teoría no puede pues aparecer más que
cuando la ciencia ha sido llevada bastante lejos. En
cambio, la solemos encontrar desde el principio. Y es
que para elaborarla, el economista se contenta con
' Este carácter se deduce de las expresiones mismas empleadas por los econo-
mistas. Se habla sin cesar de ideas, de la idea de lo útil, de la idea de ahorro, de
colocación, de gasto. (Véase Gide, Principias de economía poiítica, libro III,
cap. I § 1; cap. II, § ); cap. III, 51.).

65
concentrarse, con tomar conciencia de la idea que se
hace del valor, es decir, de un objeto susceptible de
intercambiarse; advierte que implica la idea de lo
útil, la de lo raro, etcétera, y con esos productos de su
análisis construye su definición. Sin duda, la con-
firma con algunos ejemplos. Pero cuando se piensa
en los hechos innumerables de los cuales debe rendir
cuenta semejante teoría, ¿cómo prestar el menor
valor demostrativo a los hechos, necesariamente muy
raros, que son así citados al azar de la sugestión?
También, lo mismo en la economía política que
en la moral, la parte que desempeña la investigación
científica es muy restringida y la del arte es prepon-
derante. En moral, la parte teórica se reduce a algu-
nas discusiones sobre la idea del deber, del bien y del
derecho. Pero estas especulaciones abstractas no
constituyen, hablando con exactitud, una ciencia,
puesto que tienen por objeto determinar no lo que es
de hecho la regla suprema de la moralidad, sino lo
que debe ser. Igualmente, lo que ocupa mayor lugar
en las investigaciones de los economistas, es la cues-
tión de saber, por ejemplo, si la sociedad debe ser
organizada de acuerdo con las concepciones de los
individualistas o las de los socialistas; si es mejor que
el Estado intervenga en las relaciones industriales y
comerciales o las abandone por completo a la inicia-
tiva privada; si el sistema monetario debe ser el
monometalismo o el bimetalismo, etc., etc. Las leyes
propiamente dichas son pocas: incluso las que acos-
tumbramos llamar así no merecen generalmente esta
denominación, pues no son más que máximas de
acción, preceptos prácticos disfrazados. Tenemos,'
por ejemplo, la famosa ley de la oferta y la demanda.
66
Nunca se ha establecido inductivamente, como
expresión de la realidad económica. Jamás ninguna
experiencia, ninguna comparación metódica ha sido
instituida para establecer que, de hecho, las relacio-
nes económicas proceden de acuerdo con esta ley. Lo
único que se ha podido hacer y todo lo que se ha
hecho es demostrar dialécticamente que los indivi-
duos deben proceder así, si entienden bien sus inte-
reses; que cualquier otro modo de proceder los
perjudicaría e implicaría, de parte de los que se pres-
taran a ello, una verdadera aberración lógica. Es
lógico que las industrias más productivas sean las
más aceptadas; que los detentores de los produc-
tos más solicitados y más raros los vendan a más alto
precio. Pero esta necesidad lógica no se parece en
nada a las que presentan las verdaderas leyes de la
naturaleza. Éstas expresan las relaciones según las
cuales los hechos se encadenan realmente, no la
manera en que es conveniente que se encadenen
Lo que decimos de esta ley puede repetirse a propó-
sito de todas las leyes que la escuela económica orto-
doxa califica de naturales y que, por otra parte, no
son más que casos particulares de la que precede. Son
naturales, si se quiere, en el sentido en que se enun-
cian los medios que es natural o puede parecer natu-
ral aplicar para llegar al fin supuesto; pero no deben
recibir ese nombre, si por la ley natural se entiende
todo modo de ser de la naturaleza inductivamente
comprobado. En resumen, sólo se trata de consejos de
prudencia práctica y, si se los ha presentado más o
menos especiosamente como la expresión misma de
la realidad, es porque con razón o sin ella se ha creído
poder suponer que dichos consejos eran efectiva-

67
mente seguidos por la generalidad de los hombres y
en la generalidad de los casos.

Y, sin embargo, los fenómenos sociales son cosas y


deben ser tratados como cosas. Para demostrar esta
proposición, no es necesario filosofar sobre su natu-
raleza ni discutir las analogías que presentan con los
fenómenos de los reinos inferiores. Basta comprobar
que son el único datum ofrecido al sociólogo. En
efecto, es cosa todo lo que está dado, todo lo que se
ofrece o, más bien, se impone a la observación. Tratar
a los fenómenos como cosas, es tratarlos en calidad de
data que constituyen el punto de partida de la cien-
cia. Los fenómenos sociales presentan indiscutible-
mente ese carácter. Lo que se nos da no es la idea que
los hombres se hacen del valor, porque ésta es inacce-
sible; se trata de los valores que se intercambian
realmente en el curso de las relaciones económicas.
No es tal o cual concepción del ideal moral; es el
conjunto de las reglas que determinan efectivamente
el comportamiento. No es la idea de lo útil o de la
riqueza, son todos los pormenores de la organización
económica. Es posible que la vida social no sea más
que el desarrollo de ciertas nociones; pero, supo-
niendo que así sea, dichas nociones no son 'dadas
inmediatamente. No se las puede alcanzar en forma
directa, sino únicamente a través de la realidad feno-
ménica que las expresa. No sabemos a priori qué ideas
se encuentran en el origen de las diversas corrientes
entre las cuales se reparte la vida social, ni si esas
ideas existen; sólo después de haberlas seguido hasta
sus fuentes sabremos de dónde proceden.)
Por lo tanto, debemos considerar los fenómenos

68
sociales en sí mismos, desprendidos de los sujetos
conscientes que se los representan; es preciso estu-
diarlos desde fuera como cosas exteriores, porque así
se nos presentan. Si esta externalidad es sólo apa-
rente, la ilusión se desvanecerá a medida que la cien-
cia avance y, por decirlo así, veremos que lo de fuera
se vuelve hacia adentro. Pero la solución no puede ser
prejuzgada y, aunque finalmente no tendrían todos
los caracteres intrínsecos de la cosa, primero hay que
tratarlos como si los tuvieran. Esta regla se aplica
pues a la realidad social entera, sin que haya lugar
para ninguna excepción. Hasta los fenómenos que
más parecen consistir en arreglos artificiales deben
ser considerados desde ese punto de vista. El carácter
convencional de una prcíctica o de una institución no
debe presumirse nunca. Por lo demás, si se nos permite
invocar nuestra experiencia personal, creemos poder
asegurar que, al proceder de esta manera, se tendrá a
menudo la satisfacción de ver que los hechos más
arbitrarios en apariencia presentan después al obser-
vador atento, rasgos de constancia y de regularidad,
síntomas de su objetividad.
Además, y de manera general, lo que se ha dicho
anteriormente sobre los rasgos distintivos del hecho
social basta para tranquilizarnos respecto a la natu-
raleza de esa objetividad y para demostrar que no es
ilusoria. En efecto, una cosa se reconoce principal-
mente por el signo de que no puede ser modificada
por un simple decreto de la voluntad. Y no porque
sea refractaria a toda modificación. Pero para produ-
cir un cambio en ella, no basta quererlo, hay que
hacer un esfuerzo más o menos laborioso, debido a la
resistencia que nos opone y que, por otro lado, no
69
siempre puede ser vencida. Ahora bien, ya hemos
visto que los hechos sociales tienen esta propiedad.
En vez de ser un producto de nuestra voluntad, la
determinan desde fuera; son como moldes en los
cuales nos vemos obligados a verter nuestros actos.
Incluso con frecuencia esta necesidad es tan grande
que no podemos eludirla. Pero aun cuando logremos
triunfar, la oposición que encontramos basta para
advertirnos que estamos en presencia de algo que no
depende de nosotros. Por consiguiente, al considerar
los fenómenos sociales como cosas, no haremos más
que conformarnos a su naturaleza.
En definitiva, la reforma que se trata de introducir
en sociología es idéntica en todos sus puntos a la que
ha transformado la psicología durante los últimos
treinta arios. Lo mismo que Co‘mte y Spencer decla-
ran que los hechos sociales son hechos naturales,.sin
tratarlos, no obstante, como cosas, las distintas escue-
las empíricas habían reconocido desde hacía mucho
tiempo el carácter natural de los fenómenos psicoló-
gicos y sin embargo continuaban aplicándoles un
método puramente ideológico. En efecto, los empi-
ristas no menos que sus adversarios procedían exclu-
sivamente por introspección. Pero los hechos que
observamos sólo en nosotros mismos son demasiado
raros, demasiado huidizos, demasiado maleables
para poder imponerse a las nociones correspondien-
tes que la costumbre ha fijado en nosotros y darles
una ley. Cuando estas últimas no están sometidas a
otro control, nada les sirve de contrapeso; en conse-
cuencia, ocupan el lugar de los hechos y constituyen
la materia de la ciencia. Por eso, ni Locke ni Condi-
llac consideraron los fenómenos psíquicos objetiva-
70
mente. No estudiaron la sensación, sino cierta idea de
la sensación. Por esto, aunque en ciertos aspectos
hayan preparado el advenimiento de la psicología
científica, ésta sólo ha nacido de verdad mucho más
tarde, cuando se llegó por fin a la concepción de que
los estados de la conciencia pueden y deben ser consi-
derados desde fuera, y no desde el punto de vista de la
conciencia que los experimenta. Esta es la gran revo-
lución que se ha realizado en este género de estudios.
Todos los procedimientos particulares, todos los
métodos nuevos que han enriquecido esta ciencia, no
son más que medios diversos para realizar de modo
más completo esta idea fundamental. A la sociología
le falta efectuar este mismo progreso. Es preciso que
supere la fase subjetiva, de la que no ha pasado aún, y
que llegue a la fase objetiva.
Este tránsito es menos difícil de efectuar que en
psicología. En efecto, los hechos psíquicos son natu-
ralmente considerados como estados del sujeto, del
cual ni siquiera parecen separables. Interiores por
definición, nos parece que no pueden tratarse como
exteriores más que violentando su naturaleza. Hace
falta no sólo un esfuerzo de abstracción sino todo un
conjunto de procedimientos y artificios para llegar a
considerarlos bajo ese aspecto. En cambio, los hechos
sociales contienen en forma mucho más natural e
inmediata todos los caracteres de la cosa. El derecho
existe en los códigos, los movimientos de la vida
cotidiana se inscriben en las cifras de la estadística, en
los monumentos históricos, las modas en la indu-
mentaria, los gustos en las obras de arte. En virtud de
su naturaleza misma tienden a constituirse fuera de
las conciencias individuales, puesto que las domi-

71
nan. Para verlas bajo su aspecto de cosas, no es pues
necesario torturarlas ingeniosamente. Desde ese
punto de vista, la sociología posee una seria ventaja
sobre la psicología, que no ha sido advertida hasta
aquí y cuyo desarrollo debe precipitarse. Los hechos
son quizá más difíciles de interpretar porque son más
pomplejos, pero resulta más fácil alcanzarlos. En
cambio, la psicología no sólo tiene dificultad para
elaborarlos, sino también para captarlos. Por lo
tanto, se puede creer que desde el día en que este
principio del método sociológico sea reconocido y
practicado unánimemente, la sociología progresará
con una rapidez que la lentitud actual de su desarro-
llo no permite suponer, y superará incluso el ade-
lanto que la psicología debe únicamente a su
mayoría de edad histórica."

II
Pero la experiencia de nuestros antecesores nos ha
demostrado que para consolidar la realización prác-
tica de la verdad que acaba de establecerse no basta una
demostración teórica ni siquiera penetrándose de
ella. El espíritu está tan naturalmente inclinado a
desconocerla que se volverá a caer en forma inevita-
ble en los antiguos yerros si no se somete a una
disciplina rigurosa, cuyas reglas principales, corola-
rios de la anterior, vamos a formular.

1° Es cierto que la mayor complejidad de los hechos sociales hace que su


ciencia sea más difícil. Pero, en compensación, precisamente porque la sociolo-
gía es la recién llegada, tiene la posibilidad de aprovechar los progresos realiza-
dos por las ciencias inferiores y de aprender en su escuela. Esta utilización de las
experiencias realizadas no dejará de acelerar su desarrollo.

72
/ . El primero de estos corolarios es que hay que
alejar sistemáticamente indas las prenociones. No es
necesaria una demostración especial de esta regla,
pues se deduce de todo lo que hemos dicho antes. Por
otra parte, constituye la base de todo método cientí-
fico. La duda metódica de Descartes no es, en el
fondo, más que una aplicación de ella. Si, en el mo-
mento de fundar la ciencia, Descartes^ se impone
como ley la puesta en duda de todas las ideas que ha
recibido anteriormente, es porque no quiere emplear
más que conceptos científicamente elaborados, es
decir, construidos de acuerdo con el método que
instituye; todos los que ha recibido de otro origen
deben ser rechazados por lo menos provisionalmente.
Ya hemos visto que la teoría de los ídolos en Bacon
no tiene otro sentido. Las dos grandes doctrinas que
se han opuesto con tanta frecuencia una a otra están
de acuerdo en ese punto esencial. Es preciso pues que
el sociólogo, en el momento en que determina el
objeto de sus investigaciones, o bien en el curso de
dichas demostraciones, se prohiba resueltamente el
empleo de los conceptos formados fuera de la ciencia
para satisfacer necesidades que no tienen nada de
científicas. Tiene que liberarse de las falsas eviden-
cias que dominan el espíritu del vulgo; que sacuda de
una vez por todas el yugo de las categorías empíricas
que una larga costumbre acaba a menudo por volver
tiránicas. Por lo menos, si alguna vez la necesidad le
obliga a recurrir a ellas, que lo haga teniendo con-
ciencia de su escaso valor, a fin de no hacerles desem-
peñar en la doctrina un papel del que no son dignas.
Lo que hace particularmente difícil esta liberación
en la sociología es que el sentimiento reclama a

73
menudo su parte. En efecto, nos apasionamos por
nuestras creencias políticas y religiosas, por nuestras
prácticas morales, mucho más que por las cosas del
mundo físico; después, este carácter pasional se
comunica a la manera en que concebimos y nos
explicamos las primeras. Las ideas que nos hacemos
nos dominan, lo mismo que sus objetos, y adquieren
así tal autoridad que no soportan la contradicción.
Toda opinión que las estorba es tratada como ene-
miga. ¿No está de acuerdo una proposición con la
idea que nos hacemos del patriotismo, o de la digni-
dad individual? La rechazamos sean cuales fueren las
pruebas en las que se funda. No podemos admitir
que sea verdadera; se le opone una negativa categó-
rica, y la pasión, para justificarsl, no tiene dificultad
en sugerir razones que nos parecen fácilmente decisi-
vas. Estas nociones pueden tener incluso tanto presti-
gio que ni siquiera toleran el examen científico. El
solo hecho de someterlas a un análisis frío y seco, así
como a los fenómenos que expresan, repugna a ciertos
espíritus. Quien se propone estudiar la moral desde
fuera y como una realidad exterior, se antoja a estos
escrupulosos corno alguien carente de sentido moral,
como el viviseccionista se presenta ante el vulgo
como despojado de la sensibilidad común. Lejos de
admitir que estos sentimientos competen a la ciencia,
se cree que hay que dirigirse a ellos para elaborar la
ciencia de las cosas con las cuales se relacionan. Un
elocuente historiador de las religiones escribe:
"¡Maldito sea el sabio que se aproxima a las cosas de
Dios sin tener en el fondo de su conciencia, en la
última capa indestructible de su ser, allí donde
duerme el alma de los antepasados, un santuario
74
desconocido del que se eleva por instantes un aroma
de incienso, un verso de un salmo, un grito doloroso
o triunfal que de niño lanzó al cielo tras sus herma-
nos y que lo vuelve a.poner en súbita comunión con
los profetas de antaño!" "
No nos alzaremos nunca con demasiada fuerza
contra esta doctrina mística que —como todo misti-
cismo— no es en el fondo más que un empirismo
disfrazado, negador de toda ciencia. Los sentimien-
tos que tienen como objeto las cosas sociales no
poseen privilegios sobre los otros, porque no tienen
un origen distinto. También ellos están formados
históricamente; son un producto de la experiencia
humana, pero de una experiencia confusa y desorga-
nizada. No se deben a yo no sé qué anticipación
trascendental de la realidad, sino al resultante de toda
clase de impresiones y emociones acumuladas sin
orden, al azar de las circunstancias, sin interpreta-
ción metódica. En vez de aportarnos claridades supe-
riores a las claridades racionales, están hechos
exclusivamente de estados de ánimo fuertes, es ver-
dad, pero turbios. Concederles semejante preponde-
rancia, es prestar a las facultades inferiores de la
inteligencia supremacía sobre las más elevadas, es
condenarse a una logomaquia más o menos oratoria.
Una ciencia elaborada en esta forma no puede satis-
facer más que a los espíritus que prefieren pensar con
su sensibilidad más que con su entendimiento, que
prefieren las síntesis inmediatas y confusas de la sen-
sación a los análisis pacientes y luminosos de la
razón. El sentimiento es objeto de la ciencia, pero
no el criterio de la verdad científica. por otra parte, no
" J. Darmesteter, Les pro phétes d'Israel, p. 9.
75
hay ciencia que no haya encontrado en sus princi-
pios resistencias análogas. Hubo un tiempo en que los
sentimientos relativos a las cosas del mundo físico,
que tenían ellos mismos un carácter religioso o
moral, se oponían con no menos fuerza al estableci-
miento de las ciencias físicas. Por lo tanto, podemos
creer que, perseguido de ciencia en ciencia, este pre-
juicio acabará por desaparecer de la sociología
misma, su último reducto, para dejar el terreno libre
al sabio científico.

2. Pero la regla anterior es totalmente negativa.


Enseña al sociólogo a escapar del-imperio de las
nociones vulgares, para hacerle volver su atención
hacia los hechos; pero no dice de qué manera debe
captar estos últimos para estudiarlos objetivamente.
Toda investigación científica se concentra en un
grupo determinado de fenómenos que responden a
una misma definición. La primera gestión del soció-
logo debe ser la de definir las cosas de las que trata, a
fin de que se sepa y de que él sepa bien a qué se refiere.
Es la condición primera y más indispensable de toda
prueba y de toda verificación; en efecto, una teoría
sólo puede ser controlada si se saben reconocer los
hechos de los que debe dar cuenta. Además, puesto
que esta definición inicial constituye el objeto
mismo de la ciencia, éste será una cosa o no según la
forma en que se haga la definición.
Para que sea objetiva, es evidente que debe expre-
sar los fenómenos en función, no de una idea del
espíritu, sino de propiedades que le son inherentes.
Es preciso que las caracterice por un elemento inte-
grante de su naturaleza, no por su conformidad con
76
una noción más o menos ideal. Ahora bien, en el
momento en que se inicia la investigación, cuando
los hechos no han sido sometidos todavía a ninguna
elaboración, los únicos caracteres que pueden ser
descubiertos son aquellos lo bastante exteriores para
ser inmediatamente visibles. Los que están situados a
un nivel más profundo son, sin duda, más esenciales;
su valor explicativo es más alto, pero son desconoci-
dos en esta fase de la ciencia y no pueden ser anticipa-
dos más cuando se sustituye la realidad por alguna
concepción del espíritu. Por tanto, es entre los
primeros donde debe buscarse la materia de esta
definición fundamental. Por otra parte, está claro
que esta definición debe comprender, sin excepción
ni distinción, todos los fenómenos que presentan
igualmente esos mismos caracteres; porque no tene-
mos ningún motivo, ningún medio, para escoger
entre ellos. Estas propiedades son entonces todo lo
que sabemos de la realidad; por consiguiente deben
determinar en forma soberana cómo se deben agru-
par los hechos. No poseemos ningún otro criterio
que pueda suspender aunque sea parcialmente los
efectos del anterior. De aquí deducimos la regla
siguiente: no tomar nunca como objeto de las inves-
tigaciones más que un grupo de fenómenos previa-
mente definidos por ciertas características exteriores
que les son comunes, e incluir en la misma investiga-
ción todos los que responden a dicha definición. Por
ejemplo, comprobamos la existencia de un cierto
número de actos de los cuales todos presentan ese
carácter exterior que, una vez realizados, determina
por parte de la sociedad esta reacción particular que
se llama sanción. Hacemos de él un grupo sui generis

77
al cual imponemos una rúbrica común; llamamos
crimen todo acto castigado y hacernos del crimen así
definido el objeto de una ciencia especial, la crimino-
logía. Igualmente, observamos en el interior de todas
las sociedades conocidas la existencia de una socie-
dad parcial, reconocible por el signo exterior de que
está constituida por individuos consanguíneos, en su
mayoría, y unidos después por lazos jurídicos.
Reunimos los hechos que se relacionan con ello en
un grupo particular, al cual damos un nombre parti-
cular: son los fenómenos de la vida doméstica. Lla-
mamos familia a todo conglomerado de ese género y
convertimos a la familia así definida én objeto de una
investigación especial que no ha recibido aún deno-
minación determinada en la terminología socioló-
gica. Cuando pasemos, más tarde, de la familia en
general a los diferentes tipos familiares se aplicará la
misma regla. Cuando se aborde, por ejemplo, el estu-
dio del clan o de la familia matriarcal, o de la familia
patriarcal, se empezará por definirla de acuerdo con
el mismo método. El objeto de cada problema, gene-
ral o particular, debe ser constituido según el mismo
principio.
Procediendo de esta manera, el sociólogo desde su
primera gestión está en contacto con la realidad. En
efecto, la manera en que clasifica los hechos no
depende de él, de la tendencia particular de su espí-
ritu, sino de la naturaleza de las cosas. El signo que
las hace pertenecer a tal o cual categoría puede ser
mostrado a todo el mundo, reconocido por todos, y
las afirmaciones de un observador pueden ser contro-
ladas por los otros. Es cierto que la noción así consti-
tuida no encaja siempre, ni siquiera generalmente
78
con la noción común. Por ejemplo, es evidente que
para el sentido común los actos de libre pensamiento
o las faltas contra la etiqueta, tan regular y severa-
mente castigados en una multitud de sociedades, no
son delitos, ni siquiera en relación con esas socieda-
des. Igualmente, un clan no es una familia en la
acepción usual de la palabra. Pero no importa, por-
que no se trata simplemente de descubrir un medio
que nos permita volver a encontrar con bastante
seguridad los hechos a los cuales se aplican las pala-
bras de la lengua corriente y las ideas que traducen.
Lo que hace falta es constituir en todas sus piezas
conceptos nuevos, adecuados a las necesidades de la
ciencia y expresados con ayuda de una terminología
especial. No se trata, claro, que el concepto vulgar sea
inútil para el sabio; sirve de indicador. Por medio de él
somos informados de que existe en algún lugar un
conjunto de fenómenos reunidos bajo una misma
apelación y que, por lo tanto, es verosímil que ten-
gan caracteres comunes; incluso, como siempre ha
tenido algún contacto con los fenómenos, nos indica
a veces, pero de manera general, en qué dirección
deben hacerse las investigaciones. Pero, como está
constituido de manera burda, es natural que coin-
cida exactamente con el concepto científico, insti-
tuido a su propósito.12
2 En la práctica, siempre se parre del concepto vulgar y de la palabra vulgar.

Se busca si, entre las cosas que connota confusamente esa palabra,las hay que
presentan caracteres exteriores comunes. Si las hay y si el concepto formado por
la agrupación de los hechos aproximados de esta manera coinciden, si no total-
mente (lo cual es raro), por lo menos en su mayor parte, con el concepto vulgar,
podernos seguir designando al primero con la misma palabra que al segundo y
conservar en la ciencia la expresión empleada en el lenguaje corriente. Pero si la I
desviación es demasiado considerable, si la noción común confunde una plu-
ralidad de nociones distintas, se impone la creación de términos especiales.

79
Por muy evidente e importante que sea esta regla,
apenas se cumple en sociología. Precisamente por-
que en ella se trata de cosas de las que hablamos todo
el tiempo, como la familia, la propiedad, el crimen,
etc., al sociólogo le parece muy a menudo inútil
hacer de estas cosas una definción previa y rigurosa.
Estamos tan acostumbrados a usar estas palabras en
el curso de las conversaciones, que parece inútil pre-
cisar el sentido en el cual las tomamos. Nos referimos
simplemente a la noción común. Y ésta es con mucha
frecuencia ambigua. Dicha ambigüedad hace que se
reúnan bajo el mismo nombre y en la misma explica-
ción cosas en realidad muy diferenies. De ahí proce-
den confusiones inextricables. Así, existen dos clases
de uniones monogámicas: unas son de hecho y otras
de derecho. En las primeras, el marido no tiene más
que una sola mujer aunque jurídicamente pueda
tener varias; en las segundas le está legalmente prohi-
bido ser polígamo. La monogamia de hecho se
encuentra entre varias especies animales y en ciertas
sociedades inferiores, no en estado esporádico, sino
con la misma generalización que si fuera impuesta
por la ley. Cuando la población se encuentra dispersa
en una vasta superficie la trama social es muy floja y,
por consiguiente, los individuos viven aislados unos
de otros. Entonces cada hombre busca naturalmente
procurarse una mujer y una sola, porque en ese
estado de aislamiento le es difícil tener varias. Al
contrario, la monogamia obligatoria sólo se observa
en las sociedades más elevadas. Estas dos clases de
sociedad conyugal tienen pues un significado muy
diferente y sin embargo se definen con la misma
palabra; porque decimos por lo general de ciertos

80
animales que son monógamos, aunque no haya
entre ellos nada semejante a una obligación jurídica.
Ahora bien, Spencer, al abordar el estudio del matri-
monio, emplea la palabra monogamia sin definirla,
con su sentido usual y equívoco. De ahí resulta que le
parezca que la evolución del matrimonio presenta
una anomalía incomprensible, porque cree observar
la forma superior de la unión sexual desde las prime-
ras fases del desarrollo histórico, mientras tiende más
bien a desaparecer en el periodo intermedio para
reaparecer más tarde. Concluye que no existe una
relación regular entre el progreso social en general y
el adelanto progresivo hacia un tipo perfecto de vida
familiar. Una definición oportuna hubiera evitado
este error."
En otros casos se pone mucho cuidado al definir el
objeto de la investigación; pero en vez de incluir en la
definición y agrupar bajo la misma rúbrica todos los
fenómenos que poseen las mismas propiedades exte-
riores, se hace una selección. Se eligen algunos, una
especie de élite que se considera como la única con
derecho a presentar esos caracteres. En cuanto a los
otros, se supone que han usurpado esos signos distin-
tivos y no se les tiene en cuenta. Pero es fácil prever que
de esta manera sólo se puede obtener una noción
subjetiva y truncada. Esta eliminación, en efecto,
sólo puede ser hecha de acuerdo con una idea precon-
cebida, porque desde los comienzos de la ciencia, nin-
guna investigación ha podido todavía establecer la
realidad de esta usurpación, suponiendo que sea

" Esta misma ausencia de definición ha hecho decir a vet_es que la democracia
se encontraba igualmente al comienzo y al final de la historia. La verdad es que
la democracia primitiva y la de hoy difieren mucho una de otra,

81
posible. Los fenómenos escogidos sólo pueden
haberse retenido porque eran en mayor grado que los
otros, conformes a la concepción ideal que nos hacía-
mos de esa clase de realidad. Por ejemplo, Garofalo
en el comienzo de su Criminología demuestra muy
bien que el punto de partida de esta ciencia debe ser
"la noción sociológica del crimen"."
Pero para constituir esta noción, él no compara
indistintamente todos los actos que, en los diferentes
tipos sociales, han sido reprimidos con castigos habi-
tuales, sino solamente algunos, los que ofenden la
parte central e inmutable del sentido moral. En cuanto
a los sentimientos morales que han desaparecido
durante la evolución, no le parece que estuvieran
fundados en la naturaleza de las cosas, ya que no logra-
ron mantenerse; por consiguiente, cree que los actos
calificados de criminales porque violaban esos senti-
mientos deben esta denominación a circunstancias
accidentales y más o menos patológicas. Pero procede
a esta eliminación en virtud de una concepción de la
moralidad absolutamente personal. Parte de la idea de
que la evolución moral, tomada en su fuente misma o
en sus proximidades, arrastra toda clase de escorias y de
impurezas que elimina después progresivamente, y
que sólo hoy día ha conseguido liberarse de todos los
elementos adventicios que enturbiaban en los
comienzos su curso. Pero este principio no es ni un
axioma evidente ni una verdad demostrada; no es
más que una hipótesis sin justificación. Las partes
variables del sentido moral no están menos fundadas
en la naturaleza de las cosas que las partes inmuta-

Criminologie, p. 2.

82
bles; las variaciones por las que han pasado las pri-
meras manifiestan sólo que las cosas mismas han
variado. En zoología, las formas especiales de las
especies inferiores no son consideradas menos natu-
rales que las que se repiten en todos los grados de la
escala animal. Igualmente, los actos calificados de
delitos por las sociedades primitivas, y que han per-
dido esa calificación, son realmente criminales en
relación con dichas sociedades, lo mismo que los que
seguimos reprimiendo hoy. Los primeros correspon-
den a las condiciones mutables de la vida social, los
segundos a las condiciones constantes; pero los unos
no son artificiales que los otros.
Hay más: aunque estos actos hubieran revestido
indebidamente el carácter criminólogico, no debe-
rían estar radicalmente separados de los otros; por-
que las formas mórbidas de un fenómeno no son de
una naturaleza distinta que las formas normales y, por
consiguiente, es necesario observar tanto las prime-
ras como las segundas para determinar su naturaleza.
La enfermedad no se opone a la salud; son dos varie-
dades del mismo género que se iluminan mutua-
mente. Es una regla reconocida y practicada hace
mucho tiempo tanto en la biología como en la psico-
logía, y que el sociólogo debe también respetar. A
menos de admitir que un mismo fenómeno pueda
deberse a veces a una causa y a veces a otra, es decir,
siempre que no se niegue el principio de la causali-
dad, las causas que imprimen en un acto, pero de
manera anormal, el signo distintivo del crimen no
podrían diferir de las que producen normalmente el
mismo efecto; sólo se distinguen en grado o porque
no actúan en el mismo conjunto de circunstancias.,
83
El delito anormal es pues, todavía, un delito y debe,
por lo tanto, entrar en la definición general. Entonces
¿qué sucede? Es que Garofalo toma por género lo
que solamente es la especie, o incluso una simple
variedad. Los hechos a los cuales se aplica su fórmula
de la criminalidad no representan más que una
minoría ínfima y en ella debería incluirse su fórmula
misma, porque no conviene a los delitos religiosos,
ni a las faltas contra la etiqueta, el rito, la tradición,
etc.; que aunque ya desaparecieron de nuestros códi-
gos modernos, llenan en cambio casi todo el derecho
penal de las sociedades anteriores;
Esta misma falta de método hace que algunos
observadores nieguen a los salvajes toda clase de
moralidad." Parten de la idea de que nuestra moral
es la moral, pero es obvio que los pueblos primitivos
la desconocen o sólo existe entre ellos en estado rudi-
mentario. Esta definición es arbitraria. Si aplicamos
nuestra regla todo cambia. Para decidir si un pre-
cepto es moral o no debemos examinar si presenta o
no el signo externo de la moralidad; este signo con-
siste en una sanción represiva difusa, es decir, en una
censura de la opinión pública que venga toda viola-
ción del precepto. Cuando estemos en presencia de un
hecho que muestre este carácter, no tendremos dere-
cho a negarle el calificativo de moral; porque es la
prueba de que comparte la misma naturaleza de los
otros hechos morales. Ahora bien, las reglas de este
género no sólo se encuentran en las sociedades infe-
riores sino que son en ellas más numerosas que entre

" Véase. Lubbock, /os orígenes de la civílización, cap. VIII. En forma más geneial
aún se dice, con menos falsedad, que las religiones antiguas son amorales o
inmorales. La verdad es que tienen su moral propia.

84
las sociedades civilizadas. Una multitud de actos que
actualmente se dejan a la libre apreciación de los
individuos, se imponen entonces obligatoriamente.
Vemos a qué errores se nos arrastra cuando no se
define, o se define mal.
Pero, se nos dirá ¿definir los fenómenos por sus
características aparentes no es atribuir a las propie-
dades superficiales una especie de predominio sobre
los atributos fundamentales? ¿No es mediante una
verdadera inversión del orden lógico, apoyar las
cosas sobre sus cimas, y no sobre sus bases? Así,
cuando definimos el delito por el castigo, nos expo-
nemos casi inevitablemente a que nos acusen de que-
rer derivar el primero del segundo o, según una frase
bien conocida, de ver en el cadalso la fuente de la
vergüenza, no en el acto expiado. Pero el reproche se
apoya sobre una conclusión. Puesto que la defini-
ción cuya regla acabamos de dar se sitúa en los prin-
cipios de la ciencia, no puede tener por objeto
expresar la esencia de la realidad; debe solamente
ponernos en situación de llegar a ella ulteriormente.
Su única función consiste en ponernos en contacto
con las cosas y, como éstas no pueden ser alcanzadas
por el espíritu más que desde fuera, las expresa desde
ahí. Pero no las explica; proporciona solamente el
primer punto de apoyo necesario para nuestras
explicaciones. No es el castigo lo que hace el delito,
sino que se revela por él exteriormente y es de él, por
consiguiente, de donde hay que partir si queremos
llegar a comprenderlo.
Esta objeción sólo sería fundada si estos caracteres
exteriores fueran al mismo tiempo accidentales, es
decir, si no estuvieran enlazados con las propiedades
85
fundamentales. En efecto, en estas condiciones la
ciencia después de haberlos señalado no tendría
manera alguna de ir más lejos; no podría descender
más bajo en la realidad, puesto que no habría nin-
guna- relación entre la superficie y el fondo. Pero, a
menos que el principio de causalidad no sea una
palabra vana, cuando unos caracteres determinados
se vuelven a encontrar idénticamente y sin excepción
alguna en todos los fenómenos de cierto orden, pode-
mos estar seguros de que pertenecen íntimamente a
la naturaleza de estos últimos y que'son solidarios de
ellos. Si un grupo determinado de actos presenta
también la particularidad de que le corresponde una
sanción penal, es porque existe un lazo íntimo entre
el castigo y los atributos constitutivos de dichos
actos.
Por consiguiente, estas propiedades, por muy
superficiales que sean, con tal de que hayan sido
observadas metódicamente, muestran bien al cientí-
fico la vía que debe seguir para penetrar más al fondo
de las cosas; son el eslabón primero e indispensable
de la cadena que la ciencia desenrollará después en
el curso de sus explicaciones.
Como el exterior de las cosas se nos ofrece por
medio de la sensación, podemos decir, en resumen;
para ser objetiva, la ciencia debe partir, no de conceptos
formados sin ella, sino de la sensación. Debe tomar
directamente de los datos sensibles los elementos de
sus definiciones inicialesit Y, en efecto, basta repre-
sentarse en qué consiste la obra de la ciencia, para
comprender que no puede proceder de otro modo.
Necesita conceptos que expresen en forma adecuada
las cosas tal como son, no tal como resulta útil conce-

86
birlas en la práctica. Pero los que se han constituido
fuera de su acto no responden a esta condición. Es
preciso pues que cree otros nuevos y, para ello, que,
apartando las ideas comunes y las palabras que las
expresan, se vuelvan a la sensación, materia prima y
necesaria de todos los conceptos. De la sensación se
desprenden todas las ideas generales, verdaderas o
falsas, científicas o no. El punto de partida de la
ciencia o conocimiento especulativo no podía ser
otro que el dél conocimiento vulgar o práctico. Es
sólo más allá, en forma en que esta materia común
es elaborada después, cuando empiezan las diver-
gencias.

3. Pero la sensación es fácilmente subjetiva. Por eso


en las ciencias naturales la regla exige que se aparten
los datos sensibles que pueden ser demasiado perso-
nales en el observador, para retener exclusivamente
los que presentan un grado suficiente de objetividad.
Así, el físico sustituye las impresiones vagas que
producen la temperatura o la electricidad por la
representación visual de las oscilaciones del termó-
metro o del electrómetro. El sociólogo debe tomar las
mismas precauciones. Los caracteres exteriores en
función de los cuales define el objeto de sus investiga-
ciones deben ser lo más objetivos posible.
Podemos plantear en principio que los hechos
sociales son tanto más susceptibles de ser objetiva-
mente representados cuanto estén más completamente
desprendidos de los hechos individuales que los
manifiestan.
En efecto, una sensación es más objetiva cuanto
más fijo es el objeto con el cual se relaciona; porque

87
la condición de todo objeto es la existencia de un
punto de apoyo, constante e idéntico, con el cual la
representación pueda relacionarse y que le permita
eliminar todo lo variable, partiendo de lo subjetivo.
Si los únicos puntos de referencia dados son varia-
bles, si son perpetuamente diversos respecto a sí mis-
mos, falta una medida común y no nos queda otro
modo de distinguir en nuestras impresiones lo que
depende del exterior y lo que procede de nosotros.
Pero la vida social, mientras no llegue a aislarse de
los sucesos particulares que la encarnan para consti-
tuirse aparte, tiene justamente esta propiedad porque,
como dichos sucesos no tienen la misma fisonomía de
una ocasión a otra, de un instante a otro, y la vida es
inseparable de ellos, le comunica su movilidad. Con-
siste entonces en corrientes libres siempre en vía de
transformación y que la mirada del observador no
consigue fijar. Es decir, que ese aspecto no le sirve al
científico para abordar el estudio de la realidad
social. Pero sabemos que presenta la particularidad
de que, sin cesar de ser ella misma, puede ser suscepti-
ble de cristalizarse. Fuera de los actos individuales
que suscitan, los hábitos colectivos se manifiestan
bajo formas definidas, reglas jurídicas, morales,
dichos populares, hechos de estructura social, etc.
Como estas formas existen de una manera perma-
nente, como no cambian con las diversas aplicacio-
nes que se hacen de ellas, constituyen un objeto fijo,
una norma constante, siempre al alcance del observa-
dor y que no deja lugar a las impresiones subjetivas y
a las observaciones personales. Una regla del derecho
es lo que es y no existen dos maneras de percibirla.
Puesto que, por otro lado, estas prácticas son única-
88
mente vida social consolidada, es legítimo, salvo
indicaciones contrarias,16 estudiar éstas a través de
aquéllas.
Por lo tanto, cuando el sociólogo se propone
explorar un orden cualquiera de hechos sociales,
debe esforzarse por considerarlos bajo un aspecto en
el que se presenten aislados de sus manifestaciones
individuales.
En virtud de este principio hemos estudiado la
solidaridad social, sus diversas formas y su evolución
a través del sistema de reglas jurídicas que las expre-
san." Igualmente, si se trata de distinguir y clasificar
los diferentes tipos de familias de acuerdo con las
descripciones literarias que nos dan los viajeros y, a
veces, los historiadores, nos exponemos a confundir
las especies más diferentes y a aproximar los tipos
más alejados. Si por el contrario se toma por base de
esta clasificación la constitución jurídica de la fami-
lia y, más especialemente, el derecho de sucesión, se
tendrá un criterio objetivo que, sin ser infalible, evi-
tará muchos errores.18 .¿Queremos clasificar las dife-
rentes clases de delitos? Entonces nos esforzaremos
para reconstruir las maneras de vivir, las costumbres
profesionales vigentes en los distintos mundos del
crimen, y se reconocerán tantos tipos criminológicos
como formas diferentes presente esta organización.
Para llegar a las costumbres y las creencias populares
habrá que dirigirse a los refranes, a los dichos que las
16 Habría que tener, por ejemplo, razones para creer que en un momento dado
el derecho no expresa ya el verdadero estado de las relaciones sociales, a fin de
que dicha sustitución no fuera legitima.
ti Véase División del trabalo social, 1,1.
1A Véase nuestra "Introducción a la sociología de la familia", en Anales de la
facultad de Letras de Burdeos, 1889.

89
expresan. Sin duda, al proceder así se deja provisio-
nalmente fuera de la ciencia la materia concreta de la
vida colectiva y, sin embargo, por muy mudable que
sea, no tenemos el derecho de postular a priori la
ininteligibilidad. Pero si queremos seguir una vía
metódica es preciso establecer los primeros cimientos
de la ciencia sobre un terreno firme y no sobre arena
movediza. Hay que abordar el reino social desde los
lugares donde ofrece mejor campo a la investigación
Oentifica. Sólo después será posible llevar más lejos
la investigación y aprisionar poco a Poco, por medio
de trabajos de aproximación progresiva, esta reali-
dad huidiza que el espíritu humano no podrá tal vez
jamás captar por completo.

90
Conclusión

En resumen, los caracteres de este método son los


siguientes:
En primer lugar, es independiente de toda filoso-
fía. Como la sociología ha nacido de todas las gran-
des doctrinas filosóficas, ha conservado el hábito de
apoyarse en algún sistema del que se ha hecho soli-
daria. De este modo, ha sido sucesivamente positi-
vista, evolucionista, espiritualista, cuando debe
contentarse con ser sociología y nada más. Incluso
vacilaríamos en calificarla de naturalista, a menos
que no se quiera indicar solamente con esto que
considera los hechos sociales como explicables natu-
ralmente, y, en ese caso, el epíteto resulta bastante
inútil, puesto que significa simplemente que el
sociólogo elabora una ciencia y no es un místico.
Pero rechazamos esa palabra si se le da un sentido
doctrinal respecto a la esencia de las cosas sociales si,
por ejemplo, se pretende afirmar que son reducibles a
las demás fuerzas cósmicas. La sociología no tiene
por qué tomar partido entre las grandes hipótesis
que dividen a los metafísicos. Como el determi-
nismo, tampoco tiene que afirmar la libertad. Todo

199
lo que pide es que se le conceda que el principio de
causalidad se aplique a los fenómenos sociales. Y
aun plantea este principio, no como una necesidad
racional, sino únicamente como un postulado empí-
rico, producto de una inducción legítima. Puesto
que la ley de causalidad ha sido verificada en los otros
reinos de la naturaleza, y progresivamente ha exten-
dido su imperio del mundo fisicoquímico al mundo
biológico, y de éste al mundo psicológico, estamos en
el derecho de admitir que esta ley es igualmente cierta
en el mundo social; y es posible añadir hoy que las
investigaciones emprendidas sobre la base de este
postulado tienden a confirmarla. Pero la cuestión de
saber si la naturaleza del lazo causal excluye toda
contingencia no está resuelta por eso.
Por lo demás, la propia filosofía está interesada en
esta emancipación de la sociología: mientras el
sociólogo no renuncie al filósofo, seguirá conside-
rando las cosas sociales en su aspecto más general,
aquel en el que se parecen más a las otras cosas del
universo. Ahora bien, aunque la sociología conce-
bida de esta manera puede ilustrar con hechos curio-
sos una filosofía, no podría enriquecerla con visiones
nuevas puesto que no señala nada nuevo en el objeto
que estudia. En realidad, si los hechos fundamenta-
les de los otros reinos vuelven a encontrarse en el
reino social, es bajo formas especiales que hacen
comprender mejor su naturaleza porque son su
expresión más elevada. Pero para percibirlas bajo este
aspecto es preciso abandonar las generalizaciones y
penetrar en el pormenor de los hechos. Así, la socio-
logía, a medida que se especialice, proporcionará
materiales más originales a la reflexión filosófica.
200
Ya lo que antecede ha podido hacernos entrever
cómo unas nociones esenciales, como las de especie,
órgano, función, salud y enfermedad, causa y fin, se
presentan bajo aspectos completamente inéditos.
Por otra parte, ¿no es la sociología la ciencia desti-
nada a presentar con todo su relieve una idea que
podría ser la base, no sólo de una psicología, sino de
toda una filosofía: la idea de asociación?
Frente a unas doctrinas prácticas, nuestro método
permite y exige la misma independencia. La sociolo-
gía entendida de esta manera no será ni individua-
lista, ni comunista, ni socialista en el sentido que se
da vulgarmente a estos términos. Por principio, igno-
rará las teorías a las cuales no podría reconocerles
ningún valor científico, puesto que tienden
directamente, no a expresar los hechos, sino a refor-
marlos. Como mucho, si se interesa en ellos es en
la medida en que los considera hechos sociales que
pueden ayudarla a comprender la realidad social,
manifestando las necesidades que operan en la socie-
dad. No se trata, sin embargo, de que se desinterese de
las cuestiones prácticas. Al contrario, se ha podido
ver que nuestra preocupación constante ha sido
orientarla de forma que pueda llegar al terreno prác-
tico. Encuentra necesariamente esos problemas al
final de sus investigaciones. Pero como sólo se pre-
sentan en ese momento, y después se desembaraza de
los hechos y no de las pasiones, se puede prever que
para el sociólogo se deben plantear en términos muy
distintos a aquellos en los que se los plantea la multi-
tud: sus soluciones, parciales, no pueden coincidir
exactamente con ninguna de aquellas a las que lle-
gan los partidos. Pero el papel de la sociología desde

201
ese punto de vista debe justamente consistir en libe-
rarnos de todos los partidos, no tanto oponiendo una
doctrina a las demás doctrinas, como haciendo adop-
tar a los espíritus, frente a esas cuestiones, una acti-
tud especial que sólo la ciencia puede dar mediante el
contacto directo con las cosas. En efecto, sólo la
ciencia puede enseñar a tratar con respeto, pero sin
fetichismo, las instituciones históricas, sean cuales
fueren, haciéndonos sentir a la vez lo que tienen de
necesario y de provisional, su fuerza de resistencia y
su variabilidad infinita.
En segundo lugar, nuestro método es objetivo.
Está dominando completamente por la idea de que
los hechos sociales son cosas y deben ser tratados
como tales. Sin duda, este principio vuelve a encon-
trarse bajo una forma un poco diferente en la base de
las doctrinas de Comte y de Spencer. Pero estos gran-
des pensadores nos han dado su fórmula teórica, no
la pusieron en práctica. Para que no siguiera siendo
letra muerta no bastaba promulgarla; era preciso
convertirla en base de toda una disciplina que le
llegara al científico en el momento mismo en que
aborda el objeto de sus investigaciones y que lo acom-
pañara paso a paso en todas sus gestiones. Nosotros nos
hemos dedicado a instituir esa disciplina. Hemos
demostrado de qué manera el sociólogo debía apar-
tax-se de su nociones anticipadas acerca de los hechos
para colocarse frente a los hechos mismos; cómo
debería pedirles el medio de clasificarlos en hechos
sanos y hechos mórbidos; cómo, en fin, debería inspi-
rarse en el mismo principio para elaborar sus expli-
caciones y para buscar la manera de comprobarlas.
Porque cuando se tiene la sensación de encontrarse
202
en presencia de cosas, no se piensa siquiera en expli-
carlas con cálculos utilitarios ni razonamientos de
otra clase. Se comprende demasiado la distancia que
hay entre dichas causas y dichos efectos. Una cosa es
una fuerza que no puede ser engendrada más que por
otra fuerza. Por lo tanto, para dar cuenta de los
hechos sociales se buscan energías capaces de produ-
cirlos. Las explicaciones no son sólo distintas, sino
que se demuestran de otra manera, o más bien es sólo
entonces cuando se experimenta la necesidad de
demostrarlas. Si los fenómenos sociológicos no son
más que sistemas de ideas objetivas, las explicaciones
consisten en pensarlas de nuevo en su orden lógico y
esta explicación es en sí misma su prueba; todo lo
demás se puede confirmar con algunos ejemplos. En
cambio, únicamente las experiencias metódicas pue-
den arrancar su secreto a las cosas.
Pero si consideramos los hechos sociales como
cosas, es como cosas sociales. Es el terecer rasgo caracte-
rístico de nuestro método consite en ser exclusiva-
mente sociológico. Ha parecido con frecuencia que
estos fenómenos, a causa de su extrema complejidad,
o bien eran refractarios a la ciencia, o bien sólo
podían penetrar en ella reducidos a sus condiciones
elementales, psíquicas u orgánicas, es decir, despoja-
dos de su naturaleza propia. Nosotros, al contrario,
nos hemos propuesto establecer que es posible tratar-
los científicamente, sin quitarles nada de sus carac-
teres específicos. Incluso nos hemos negado a
relacionar esa inmaterialidad sui generis que los
caracteriza con la inmaterialidad, tan compleja, sin
embargo, de los fenómenos psicológicos; con mayor
razón, nos hemos prohibido reabsorberla, a imita-

203
ción de la escuela italiana, en las propiedades genera-
les de la materia organizada.' Hemos hecho ver que
un hecho social sólo puede ser explicado por otro
hecho social, y al mismo tiempo hemos demostrado
cómo esta especie de explicación es posible seña-
lando en el medio social interno el motor principal
de la evolución colectiva. La sociología no es pues el
anexo de ninguna otra ciencia; es por sí misma una
ciencia separada y autónoma, y el sentimiento de lo
que tiene de especial la realidad social es incluso tan
necesario al sociólogo que, únicamente una cultura
especialmente sociológica puede prepararlo para
entender los hechos sociales.
Nosotros estimamos que este progreso es el más
importante de los que le quedan por efectuar a la
sociología. Sin duda, cuando una ciencia está
naciendo, para hacerla tenemos que referirnos a los
únicos modelos que existen, es decir, a las ciencias ya
formadas. En ellas hay un tesoro de experiencias ya
hechas que sería insensato no aprovechar. Sin
embargo, ninguna ciencia puede considerarse defini-
tivamente constituida más que cuando ha llegado a
hacerse una personalidad independiente. Porque no
tiene razón de ser más que cuando su materia consiste
en un orden de hechos que las demás ciencias no
estudian. Pero es imposible que las mismas nociones
puedan convenir de idéntica manera a cosas de natu-
raleza distinta.
Estos nos parecen ser los principios del método
sociológico.
Este conjuto de reglas se nos puede antojar inútil-

' No es justo, pues, calificar de materialista nuestro método.

204
mente complicado si se le compara con los procedi-
miéntos en uso. Todo este aparato de precauciones
puede parecer muy laborioso para una ciencia que
hasta ahora sólo exigía de los que se consagraban a
ella una cultura general y filosófica; y en efecto, es
indudable que la puesta en práctica de dicho método
sólo puede tener por efecto difundir la curiosidad de
las cosas sociológicas. Cuando se exige a las personas
como condición de iniciación previa que se despojen
de los conceptos que tienen la costumbre de aplicar a
un orden de cosas para volver a pensar en él de
nuevo, no se puede esperar que se reclute una nume-
rosa clientela. Pero este no es el fin al que tendemos.
Al contrario, creemos que ha llegado el momento de
que la sociología renuncie a los éxitos mundanos,
por decirlo así, y de que adquiera el carácter esotérico
que le conviene a toda ciencia. Ganará así en digni-
dad y autoridad lo que tal vez pierda en popularidad.
Porque mientras permanezca mezclada en las luchas
partidistas, mientras se contente con elaborar, con
más lógica que el vulgo, las ideas comunes y que, en
consecuencia, no suponga ninguna competencia
especial, no tendrá derecho a hablar lo suficiente-
mente alto para hacer callar las pasiones y los prejui-
cios. Sin duda, todavía está lejos la época en que
pueda desempeñar con eficacia este papel; pero hay
que ponerla en situación de desempeñarlo un días,
por lo que desde este momento debemos trabajar.

205
MAX WEBER

ECONOMÍA Y SOCIEDAD
Esbozo de sociología comprensiva

Edición preparada por


J OHANNES WINCKELMANN

Nota preliminar de
]OSÉ MEDINA ECHAVARRÍA


FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO - ARGENTINA - BRASIL - CHILE - COLOMBIA - ESPAÑA
ESTADOS UNIDOS - GUATEMALA - PERÚ - VENEZUELA
Primera edición en alemán, 1922
Cuana edición en alemán, 1956
Primera edición en español, 1944
Segunda edición en español,
de la cuana en alemán, 1964
Primera reimpresión en FCE-España, 1993
Segunda reimpresión en FCE-España, 2002

Título original:
Wirtschaft und Gesellschaft. Grundriss der Vmtehendn Soziologie
© 1922, I.C.B. Mohr (Paul Siebeck), Tubinga

DR.© 1944, 1964 FONDO DE CULTURA EcONÓMICA


Carretera Picacho-Ajusco, 227. 14200 México, D.F.
www.fce.com.mx
FONDO DE CULTURA ECONóMICA DE EsPAÑA, S. ·L.
Fernando el Católico, 86. 28015 Madrid
www.fcede.es

I.S.B.N: 84-375-0374-4
Déposito Legal: M-6.906-2002
Impreso en España
l. CONCEPTOS SOCIOLóGICOS FUNDAMENTALES

Advertencia preliminm: El método de esta introductoria definición de conceptos,


de la que no puede prescindirse fácilmente no obstante ser de modo inevitable
abstracta y lejana, al parecer, de la realidad, no pretende novedad en modo alguno
Al contrario, sólo desea formular -teniendo la esperanza de haberlo consegui-
do- en forma más conveniente y correcta (quizá por eso con cierta apariencia
pedante), lo que toda sociología empírica entiende de hecho cuando habla de las
mismas cosas. Esto aun allí donde se empleen expresiones al parecer no habitua-
les o nuevas. En relación con mi artículo en Logos (IV, 1913, pp. 253 ss.) la
terminología ha sido simplificada en lo hacedero, y modificada muchas veces con
el propósito de hacer fácil su comprensión en la mayor medida posible. Desde
luego, la exigencia de una vulgarización absoluta no es siempre compatible con la
de una máxima precisión conceptual y ésta debe predominar sobre aquélla.
Sobre el concepto "comprender'' (Verstehen) cf.la obra de K. Jaspers: Allgeme-
ine Psychopathologie, "Psicopatología general" (también algunas observaciones
de Rickert en la segunda edición de Grert%en der nttturwissenschaftlichen Be-
griffsbildung, "Límites de la formación conceptual de las ciencias naturales", y
particularmente de Simmel en Probleme der Geschichsphilosophie, "Problemas
de filosofía de la historia", corresponden a la cuestión) . Metodológicamente
remito aquí, como se ha hecho con frecuencia, al antecedente de F. Gottl en S!l
obra Die Hemchaft des Worts, "El imperio de la palabra", escrita ciertamente
en un estilo difícil y que quizá no lleva hasta su plenitud el pensamiento en ella
encerrado. Y por lo que respecta al contenido, al bello libro de F. Tonnies,
Gemeinschaft und Gesellschaft, "Comunidad y sociedad". Por último, a la equi-
vocada obra de R. Stammler: Wirtschaft und Recht ("Economía y Derecho".
Trad. esp. Reus) y a su crítica contenida en mi artículo del Archiv für So%údwis-
sensclutft (XXIV, 1907), que ofrece en gran medida los fundamentos de lo que
,.a a ser expuesto. De la metodología de Simmel (en la Sociología [trad. esp. Rev.
Occ.] y en Filosofía del dinero) difiero en la separación que llevo a cabo, siempre
que ha sido factible, entre "sentido" mentado y "sentido" objetivamente válido,
los cuales Simmel no solamente no distingue siempre, sino que con frecuencia
permite de modo deliberado que se deslicen confundidos.

§ l. Concepto de la sociología y del "significado" en la acci6n social.


Debe entenderse por sociología (en el sentido aquí aceptado de esta palabra,
empleada con tan diversos significados) : una ciencia que pretende entender,
interpretándola, la acción social para de e5a manera explicarla causalmente
en su desarrollo y efectos. For "acción" debe entenderse una conducta hu-
mana (bien consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permi-
tir) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella un sentido
subjetivo. La "acción social", por tanto, es una acción en donde el sentido
mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orien-
tándose por ésta en su desarrollo.
6 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

J. FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS

l. Por "sentido" entendemos el sentido mentado y subjetivo de los sujetos de


la acción, bien a) existente de hecho: a) en un caso históricamente dado, fJ)
como promedio y de un modo aproximado, en una determinada masa de casos:
bien b) como construido en un tipo ideal con actores de este carácter. En modo
alguno se trata de un sentido "objetivamente justo" o de un sentido "verdadero··
metafísicamente fundado. Aquí radica precisamente la diferencia entre las cien-
cias empíricas de la acción, la sociología y la historia, frente a toda ciencia dog-
mática, jurisprudencia, lógica, ética, estética, las cuales pretenden investigar en
sus objetos el sentido "justo" y "válido".
2. Los límites entre una acción con sentido y un modo de conducta simple-
mente reactivo (como aquí le denominaremos), no unido a un sentido subjeti-
vamente mentado, son enteramente elásticos. Una parte muy importante de los
modos de conducta de interés para la sociología, especialmente la acción puramen-
te tradicional, se halla en la frontera entre ambos. Una acción con sentido, es
decir, comprensible, no se da en muchos casos de proc<.'Sos psicofísicos, y en otros
sólo existe para los especialistas; los procesos místicos, no comunicables adecua-
damente por medio de la palabra, no pueden ser comprendidos con plenitud por
los que no son accesibles a ese tipo de experiencias. Pero tampoco es necesaria la
capacidad de producir uno mismo una acción semejante a la ajena para la posi-
bilidad de su comprensión: "no es necesario ser un César para comprender a
César''. El poder "revivir" en pleno algo ajeno es importante para la evidenciJ
de la comprensión, pero no es condición absoluta para la interpretación del sen-
tido. A menudo los elementos comprensibles y los no comprensibles de un pro--
ceso están unidos y mezclados entre sí.
3. Toda interpretación, como toda ciencia en general, tiende a la "evidencia".
La e\'idencia de la comprensión puede ser de carácter racional (y entonces, bien
lógica, bien matemática) o de carácter cndopático: afectiva, receptivo-artística.
En el dominio de la acción es racionalmente evidente, ante todo, lo que de su
"conexión de sentido" se comprende intelectualmente de un modo diáfano y
exhaustivo. Y hay evidencia endopática de la acción cuando se re\'ive plenamente
la "conexión de sentimientos" que se vivió en ella. Racionalmente comprensibles
-es decir, en este caso: captables en su sentido intelectualmente de un modo
inmediato y univoco-- son ante todo, y en grado máximo las conexiones signifi-
cativas, recíprocamente referidas, contenidas en las proposiciones lógicas y mate-
máticas. Comprendemos así de un modo unh·oco Jo que se da a entender cuand.J
alguien, pensando o argumentando, hace uso de la proposición 2 X 2 4, o de=
los teoremas pitagóricos o extrae una conclusión lógic-a --de acuerdo con nuestros
hábitos mentales- de un modo "correcto". De igual manera, cuando alguien,
basándose en los datos ofrecidos por "hechos" de la experiencia que nos son "co-
nocidos" y en fines dados, deduce {>ara su acción las consecuencias claramente
inferibles (según nuestra experiencia) acerca de la clase de "medios" a emplear.
Toda interpretación de una acción con arreglo a fines orientada racionalmente de
esa manera posee -para la inteligencia de los medios empleados- el grado má-
ximo de evidencia. Con no idéntica evidencia, pero sí suficiente par::. nuestras exi-
gencias de explicación, comprendemos también aque11os "errores" (inclusive con-
fusiones de problemas) en los que somos capaces de incurrir o de cuyo nacimiento
podríamos tener una experiencia propia. Por el contrario, muchos de los "valores''
y "fines" de carácter último que parecen orientar 1:r acción de un hombre no los
podenws comprender a menudo, con p1ena evidencia, sino tan sólo, en ciertas
FUNDAMENTOS METODOLOGfCOS 7
circunstancias, captarlos intelectualmente; mas tropezando con dificultades cre-
cientes para poder "revividos" por medio de la fantasía endopática a medida en
que se alejan más radicalmente de nuestras propias valoraciones últimas. Tenemos
entonces que contentamos, según el caso, con su interpretación exclusivamente
intelecttud o, en detenninadas circunstancias -si bien esto puede fallar-, con
aceptar aquellos fines o valores sencillamente como datos para tratar luego de
hacemos comprensible el desarrollo de la acción por ellos moth·ada por la mejor
interpretación intelectual posible o por un revivir sus puntos de orientación lo
más cercano posible. A esta clase pertenecen, por eíemplo, muchas acciones vir-
tuosas, religiosas y caritativas, para el insensible a ellas; de igual suerte, muchos
fanatismos de racionalismo extremado ("derechos del hombre") para quien abo-
rrece de ello. Muchos afectos reales (miedo, cólera, ambición, envidia, celos, amor,
entusiasmo, orgullo, venganza, piedad, devoción y apetencias de toda suerte) y las
reacciones irracionales (desde el punto de \'Ísta de la acción racional con arreglo
a fines) derivadas de ellos podemos "revivirlos" afectivamente de modo tanto
más evidente cuanto más susceptibles seamos de esos mismos afectos; y en todo
c;:so, aunque excedan en absoluto por su intensidad a nuestras posibilidades, po-
demos comprenderlos endopáticamente en S!l sentido, y calcul:.u intelectualmente
sus efectos sobre la dirección y los medios de la acción.
El método científico consistente en la construcción de tipos investiga y expone
todas las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadas, del
comportamiento que influyen en la acción, como "desviaciones" de un desarrollo
de la misma "construido" como puramente racional con arreglo a fines. Por ejem-
plo, para la explicación de un "pánico bursátil" será conveniente fijar primero
cómo se desarrollaría la acción fuera de todo influía de afectos irracionales, para
introducir después, como "perturbaciones", ltquellos componentes irracionales. De
igual modo procederíamos en la explicación de una acción política o militar: ten-
dríamos que fijar, primero, cómo se hubiera desarrollado esa acción de haberse
conocido todas las circunstancias y todas las intenciones de los protagonistas y de
haberse orientado la elección de los medios -a tenor de los datos de la experien-
cia considerados por nosotros como existentes- de un modo rigurosamente ra-
cional con arreglo a fines. Sólo así sería posible la imputación de las desviaciones
a las irracionalidades que las condicionaron. La construcción de una acción rigu-
rosamente racional con arreglo a fines sirve en estos casos a la sociología --en
méritos de su evidente inteligibilidad y, en cuanto racional, de su univocidad-
como un tipo (tipo ideal), mediante el cual comprender la acción real, influida
por irracionalidades de toda especie (afectos, errores), como una desviación dd
desarrollo esperado de la acción racional.
De esta suerte, pero sólo en virtud de estos fundamentos de com·enicncia me-
todológica, puede decirse que el método de la sociología "comprensiva" es "racio-
nalista". Este procedimiento no debe, pues, interpretarse como un prejuicio
racionalista de la sociología, sino sólo como un recurso metódico; y mucho me-
nos, por tanto, como si implicara la creencia de un predominio en la vida de lo
racional. Pues nada nos dice en lo más mínimo hasta qué punto en la realidad
las acciones retJJ.es están o no determinadas por consideraciones racionales de fi-
nes. (No puede negarse la existencia del peligro de interpretaciones racionalistas
en lugares inadecuados. Toda la experiencia confirma, por desgracia, este aserto.)
4. Los procesos y objetos ajenos al sentido entran en el ámbito de las ciencias
de la acción como ocasión, resultado, estimulo u obstáculo de la acción humana.
Ser ajeno al sentido no significa "inanimado" o "no humano". Todo artefacto,
una máquina, por ejemplo, se comprende e interpreta, en fin de cuentas, por el
8 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

sentido que a su producción y empleo le presta (o quisiera prestar) la acción


humana (con finalidades posiblemente muy diversas); sin el recurso a ese sentido
permanece completamente incomprensible. Lo comprensible es, pues, su refe-
rencia a la ciCci6n humana, ya como "medio", ya como el "fin" imaginado por el
actor o actores y que orienta su acción. Sólo mediante estas categorias tiene lugar
una comprensión de semejantes objetos. Por el contrario, permanecen ajenos al
sentido todos los procesos o estados -animados, inanimados, humanos y extra-
humanos- en que no se mienta un sentido, en tanto que no aparezcan en la
acción en la relación de "medio" o de "fin", y sólo sean, para la misma, ocasión,
estímulo u obstáculo. La formación del Dollart en el año 1277 tiene (¡quizá!)
significación "histórica" como provocadora de ciertos asentamientos de conside-
rable alcance histórico. El rihno de la muerte y el ciclo orgánico de la vida: desde
el desvalimiento del nifio al desvalimiento del anciano, tienen naturalment~
alcance sociológico de primera fuerza por los diversos modos en que la acción
humana se ha orientado y orienta por esos hechos. Otra clase de categorías está
constituida por ciertos conocimientos sobre el desarrollo de algunos fenómenos
físicos o psicofísicos (cansancio, hábito, memoria, etc.; y también, por ejemplo,
euforias típicas en determinadas formas de mortificación, diferencias típicas de
los modos de reacción según ritmo, modo, claridad, etc.) que. si se apoyan en la
experiencia no implican comprensión. La situación es, sin embargo, la misma que
la existente en otros hechos opacos a la comprensión: la "actitud comprensiva"
los acepta en igual forma que lo hace cualquier actividad práctica, como "datos"
con los cuales hay que contar.
Cabe la posibilidad de que la investigación futura encuentre regularidades
no sujetas a comprensión para determinadas conductas con sentido, por escasa
que haya sido hasta ahora semejante cosa. Diferencias en la herencia biológica
(de las "razas") por ejemplo --cuando y e:n la medida en que se aportara la
prueba estadística de su influjo en los modos de conducta de alcance sociológico;
especialmente en la acción social por lo que respecta a la manera de estar referida
a su sentido-- se aceptarlan por la sociología como datos, ni más ni menos que
los hechos fisiológicos del tipo de la necesidad de alimentación o de los efectos
de la senectud sobre la acción humana. Y el reconocimiento de su significación
causal para nada alteraría la tarea de la sociología (y de las ciencias de la acción
en general): comprender, interpretándolas, las acciones orientadas por un sentido.
No haría sino insertar en determinados puntos de sus conexiones de motivos,
comprensibles e interpretables, hechos no comprensibles (así: conexiones típicas
de la frecuencia de determinadas finalidades de la acción o del grado de su racio-
nalidad típica con el índice craneano, el color de la piel o cualesquiera otras cuali-
dades fisiológicas hereditarias), como ya hoy día ocurre en esa materia.
5. Puede entenderse por comprensión: 1, la comprensión actual del sentido
mentado en una acción (inclusive: de una manifestación). Comprendenws, por
ejemplo, de un modo actual el sentido de la proposición 2 X 2 = 4, que oímos o
leemos (comprensión racional, actual, de pensamientos), o un estallido de cólern
manifestado en gestos faciales, interjecciones y movimientos irracionales {com-
prensión irracional, actual, de afectos), o la conducta de un lefiador o de alguien
que pone su mano en el pomo de la puerta para cerrarla o que dispara sobre un
animal (comprensión racional, actual, de acciones) -pero también: 2, la com-
prensión explicativa. Comprendemos por sus motivos qué sentido puso en ello
quien formuló o escribió la proposición 2 X 2 = 4, para qué lo hizo precisamente
en ese momento y en esa conexión, cuando lo vemos ocupado en una operación
mercantil, en una demostración científica, en un cálculo técnico o en otra acción
FUNDAME!iTOS METODOLÓGICOS 9
::t cuya conexión total pertenece aquclht proposición por el sentido que vemos
>incul::tdo ::t ella; es decir, es::t proposición logra un::t "conexión de sentido" com-
prensible para nosotros (comprensión racio~al por motivos). Compr~ndemos al
leñador o al que apunta con un arma, no solo de un modo actual, smo por sm
motivos, cuando sabemos que el primero ejecuta esa acción por ganarse un salario
o para cubrir sus necesidades o por diversión (racional) o porque "reaccionó de
tal modo a una excitación" (irracional), o que el que dispara el arma lo hace por
una orden de ejecutar a alguien o de defensa contra el enemigo (racional) o bie~
por venganza (afectiva y, en este sentido, irracional). Compre?demos, por úlh-
mo, un acto de cólera por sus motivos cuando sabemos que detras de él hay celo~.
vanidad enfermiza u honor lesionado (afectivamente condicionado: comprensión
irracional por motivos). Todas éstas representan conexiones de sentido compren-
sibles, la comprensión de las cuales tenemos por una explicación del desarrollo
real de la acción. "Explicar" significa, de esta manera, para la ciencia que se ocu-
pa del sentido de la acción, algo así como: captación de la conexión de sentido
en que se incluye una acción, ya comprendida de modo actual, a tenor de s~
sentido "subjetivamente ment-ado". (Sobre In significación causal de este "exph-
car" cf. n9 6.) En todos estos casos, también en los procesos afectivos, entende-
mos por sentido subjetivo del hecho, incluso de la conexión de sentido, el sentido
"mentado" (apartándonos del uso habitual, que suele hablar únicamente de "men-
tar", en la significación aludida, con respecto a las acciones racionales e intencio-
nalmente referidas a fines) .
6. Comprensión equivale en todos estos casos a: captación interpretativa del
sentido o conexión de sentido: a) mentado realmente en la acción particular (en
la consideración histórica); b) mentado en promedio y de modo aproximativo
(en la consideración sociológica en masa); e) construido científicamente (por el
método tipológico) para la elaboración del tipo ideal de un fenómeno frecuente.
Semejantes construcciones típico-ideales se dan, por ejemplo, en los concep-
tos y leyes de la teoría económica pura. Exponen cómo se desarrollarla una
forma especial de conducta humana, si lo hiciera con todo rigor con arreglo
al fin, sin perturbación alguna de errores y afectos, y de estar orientada de un
modo unívoco por un solo fin (el económico). Pero la acción real sólo en casos
raros (Bolsa), y eso de manera aproximada, transcurre tal como fue construid,\
c11 el tipo ideal (respecto a la finalidad de tales construcciones, cf. Archiv. f.
Sozialmiss., XIX, pp. 64 ss., e infra, el n9 8).
Toda interpretación persigue la evidencia. Pero ninguna interpretación de
sentido, por evidente que sea, puede pretender, en méritos de ese carácter de evi-
dencia, ser también la interpretación causal válida. En sí no es otra cosa que
una hipótesis causal particularmente evidente. a) Con frecuencia "motivos" pre-
textados y "represiones" (es decir, motivos no aceptados) encubren, aun para el
mismo actor, la conexión real de la trama de su acción, de manera que el pro-
pio testimonio subjetivo, aun sincero, sólo tiene un valor relativo. En este caso
la tarea que incumbe a la sociología es averiguar e interpretar esa conexión, aun-
que no haya sido elevada a conciencia o, lo que ocurre las más de las veces, no
lo haya sido con toda la plenitud con que fue mentada en concreto: un caso lí-
mite de la interpretación de sentido. b) Manifestaciones externas dé la acción
tenidas por nosotros como "iguales" o "semejantes" pueden apoyarse en conexio-
nes de sentido muy diversas en el actor o actores; y "comprendemos" también
un actuar fuertemente diverso, a menudo de sentido cabalmente opuesto, frente
a situaciones que juzgamos "semejantes" entre sí. (Ejemplos en Simmel: Probl.
der Geschicht.~phil.) e) En situaciones dadas los hombres están sometidos en su
10 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS 1-'Ur..'DAMENTALES

acción a la pugna de impulsos contrarios, todos ellos "comprensibles". Cuál sea


la intensidad relativa con que se manifiestan en la acción las distintas referenci9s
significativas subyacentes en la "lucha de motivos", para nosotros igualmente
comprensibles, es cosa que, según la experiencia, no se puede apreciar nunca con
toda seguridad y en la mayor parte de los casos ni siquiera de un modo aproxi-
mado. Sólo el resultado efectivo de la lucha de motivos nos ilustra sobre ello.
Como en toda hipótesis es indispensable el control de la interpretación compren-
siva de sentidos por los resultados: la dirección que manifieste la realidad. Sólo
en los escasos y especialmente adecuados casos de la experimentación psicológic-.t
puede lograrse un control de precisión relativa. También por medio de la est1dís-
tica, y con extraordinarias diferencias en la aproximación, en los casos (también
limitados) de fenómenos en masa susceptibles de cuantificación y correlación. En
los demás casos, y como tarea importante de la sociología comparada, sólo queda
la posibilidad de comparar el mayor número posible de hechos de la vida histó-
rica o cotidiana que, semejantes entre si, sólo difieran en un punto decisivo: el
"motivo" u "ocasión", que precisamente por su importancia práctica tratamos
de investigar. A menudo sólo queda, desgraciadamente, el medio inseguro dd
"experimento ideal", es decir, pensar como no presentes ciertos elementos con5-
titutivos de la cadena causal y "construir" entonces el curso probable que tendría
la acción para alcanzar asi una imputación causal.
La llamada "ley de Gresham", por ejemplo, es una interpretación racional
evidente de la conducta humana en determinadas condiciones y desde el supues-
to típic(}-ideal de una acción estrictamente racional con arreglo a fines. Hasta
qué punto la conducta real concuerda con la construcción es cosa que sólo puede
enseñarnos una experiencia (expresable, en principio, en alguna forma estadística)
que compruebe en las relaciones económicas la desaparición efectiva de la mone-
da de más valor; ello nos instruye sobre la amplia validez de la le~·. En realidad,
la marcha del conocimiento es ésta: primero existieron las obscn·aciones de la
experiencia y luego vino la fórmula interpretativa. Sin esta interpretación conse-
guida por nosotros hubiera quedado insatisfecha nuestra necesidad causal. Pero
sin la prueba, por otra parte, de que el desarrollo idealmente construido de los
modos de conducta encarna en alguna medida también en la realidad, una ley
semejante, tan evidente en sí como se quiera, hubiera sido una construcción sin
,·alor alguno para el conocimiento de la acción real. En este ejemplo es conclu-
yente la concordancia entre adecuación de sentido y prueba en1pírica, y los casos
son lo suficientemente numerosos para tener la prueba como suficientemente
segura. La hipótesis de Eduard Mayer sobre la significación causal de las bat1-
llas de Maratón, Salamina y Platea respecto de la peculiaridad del dcsarrol
la cultura helénica (y, con ella, de la occidental) -hipótesis inferida por ar
ción de sentido y apoyada ingeniosamente en hecl10s sintomáticos ( actit
los oráculos y de los profetas helénicos para con los persas)- sólo puede torta-
lecerse con la prueba obtenida de los ejemplos de la conducta seguida por los
persas en los casos de victoria (Jerusalén, Egipto, Asia Menor) y, por tanto, en
muchos aspectos tiene que permanecer incompleta. La evidencia racional inter-
pretativa de la hipótesis tiene aquí que sen·ir forzosamente como apoyo. En otros
muchos casos de imputación histórica, al parecer de gran evidencia, ni siquiera
cabe la prueba del caso citado. Por consiguiente, la imputación queda dcfiniti,·a-
mente como una simple hipótesis.
7. Llamamos "motivo" a la conexión de sentido que para el actor o el obser-
vador aparece como el "fundamento" con sentido de una conducta. Decimos
que una conducta que se desarrolla como un todo coherente es "adecuada por el
FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS 11
sentido", en la medida en que afirmamos que la relación entre sus elementos
constituye una "conexión de sentido" típica (o, como solemos decir, "correcta")
a tenor de los hábitos mentales y afectivos medios. Decimos por el contrario,
que una sucesión de hechos es "causalmente adecuada" en la medida en que, Sl'-
gún reglas de experiencia, exista esta probabilidad: que siempre transcurra de
igual manera. (Adecuada por su sentido es, por ejemplo, la solución correcta de un
problema aritmético, de acuerdo con las normas habituales del pensamiento y del
cálculo. Es causalmente adecuada --en d ámbito del acontecer estadístico-- b
probabilidad existente, de acuerdo con reglas comprobadas de ,la experiencia, de
una solución "correcta" o "falsa" -desde el punto de vista de nuestras normas
habituales- y también de un "error de cálculo" típico o de una confusión de
problemas también típica.) La explicación causal significa, pues, esta afirmación:
que, de acuerdo con una determinada regla de probabilidad -cualquiera que se;1
el modo de calcularla y sólo en casos raros e ideales puede ser según datos men-
surables-, a un determinado proceso (interno o externo) observado sigue otro
proceso determinado (o aparece juntamente con él).
Una interpretaci6n causal correcta de una acción concreta significa: que el
desarrollo e.xterno y el motivo han sido conocidos de un modo certero y al mismo
tiempo comprendidos con Sl'ntido en su conexión. Una interpretación causal
correcta de una acción típica (tipo de acción comprensible) significa: que el
acaecer considerado típico se ofrece con adecuación de sentido (en algún grado) y
puede también ser comprobado como ca.usalmente adecuado (en algún grado). Si
falta la adecuación de sentido nos encontramos meramente ante una probabilidad
estadística no susceptible de comprensi6n (o comprensible en forma incompleta);
y esto aunque conozcamos la regularidad en el desarrollo del hecho (tanto exte-
rior como psíquico) con el máximo de precisión y sea determinable cuantitativa-
mente. Por otra parte, aun la más evidente adecuación de sentido sólo puede
considerarse como una proposición causal corrcct:t para el conocimiento socioló-
gico en la medida en que se pruebe la existencia de una probabilidad (determina-
ble de alguna manera) de que la acción concreta tomará de hecho, con determi-
nable frecuencia o aproximación (por término medio o en el caso "puro"), la
forma que fue considerada como adecuada por el sentido. Tan sólo aquellas
regularidades estadísticas que corresponden al sentido mentado "comprensible"
de una acción constituyen tipos de acción susceptibles de comprensión (en b
significación aquí usada); es decir, son: "leyes sociológicas". Y constituyen tipo:
sociológicos del acontecer real tan sólo aque)las construcciones de una "conduct1
con sentido comprensible" de las que pueda observarse que suceden en In reali-
dad con mayor o menor aproximación. Ahora bien, se está muy lejos de poder afir-
mar que paralelamente al grado inferible de la adecuación significativa crezca la
probabil!dad. efectiva de la frecuencia del desarrollo que le corresponde. Sólo por
la experiencia externa puede mostrarse que éste es el caso. Hay estadísticas lo
mismo de hechos ajenos al sentido (mortalidad, fatiga, rendimientos de máqui-
nas, cantidad de lluvia) que de hechos con sentido. Estadística sociológica sólo
es, empero, la de los últimos (estadística criminal, de profesiones, de precios, de
cultivos). (Casos que incluyen ambas, estadísticas de cosechas, por ejemplo, son
naturalmente frecuentes.)
8. Procesos y regularidades que, por ser incomprensibles en el sentido aquí
empleado, no pueden ser calificados de hechos o de leyes sociológicos, no por eso
son menos importantes. Ni tan siquiera para la sociología en el sentido por nos-
otros adoptado (que implica la limitación a la "sociología comprensiva", sin que
por ello deba ni pueda obligar a nadie). Sólo que pertenecen a un lugar distinto
12 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

-y esto metodológicamente es inevitable- del de la acción comprensible: al de


las "condiciones", "ocasiones", "estímulos" y "obstáculos" de la misma.
9. "Acción" como orientación significativamente comprensible de la propia
conducta, sólo existe para nosotros como conducta de una o varias personas in-
dividuales.
Para otros fines de conocimiento puede ser útil o necesario concebir al indi-
,·iduo, por ejemplo, como una asociación de "células", o como un complejo de
reacciones bioquímicas, o su vida "psíquica" construida por varios elementos
(de cualquier forma que se les califique). Sin duda alguna se obtienen así cono-
cimientos \'a liosos (leyes causales). Pero no nos es posible "comprender" el
comportamiento de esos elementos que se expresa en leyes. Ni aun en el caso de
tratarse de elementos psíquicos; y tanto menos cuanto más exactamente se les
conciba en el sentido de las ciencias naturales; jamás es éste d camino para una
interpretación derivada del sentido mentado. Ahora bien, la captación de la
conexión de sentido de la acción es cabalmente el objeto de la sociología (tal
como aquí la entendemos; y también de la historia). Podemos observar (en prin-
cipio, al menos) el comportamiento de las unidades fisiológicas, las células por
ejemplo, o cualesquiera elementos psíquicos, tratar de obtener inferencias de esas
observaciones, formular reglas ("leyes") para esos comportamientos y "explicar"
causalmente con su ayuda procesos particulares, es decir, incluirlos bajo esas leyes.
La interpretación de la acción, sin embargo, sólo se interesa en tales hechos y
leyes en igual forma y medida en que lo hace respecto a cualesquiera otros hechos
(por ejemplo: hechos físicos, astronómicos, geológicos, meteorológicos, geográfi-
cos, botánicos, zoológicos, fisiológicos, anatómicos, psicopatológicos ajenos al
sentido; y condiciones cien tífico-nahuales de los hechos técnicos) .
Para otros fines de conocimiento (p. ej., jurídicos) o por finalidades prácticas
puede ser conveniente y hasta sencillamente inevitable tratar a determinadas for-
maciones sociales (estado, cooperativas, compañía anónima, fundación) como si
fueran individuos (por ejemplo, como sujetos de derechos y deberes, o de deter-
minadas acciones de alcance jurídico). Para la interpretación comprensiva de la
sociología, por el contrario, esas formaciones no son otra cosa que desarrollos y
entrelazamientos de acciones específicas de personas individuales, ya que tan
sólo éstas pueden ser sujetos de una acción orientada por su sentido. A pesar de
esto, la sociología no puede ignorar, aun para sus propios fines, aquellas estructuras
conceptuales de naturaleza colectiva que son instrumentos de otras maneras de
enfrentarse con la realidad. Pues la interpretación de la acción tiene respecto a
esos conceptos colectivos una doble relación: a) se ve obligada con frecuencia
a trabajar con conceptos semejantes (que a menudo llevan los mismos nombres)
con el fin de lograr una terminología inteligible. Lo mismo el lenguaje jurídico
que el cotidiano se refieren, por ejemplo, con el término estado tanto al concepto
jurídico como a aquellas realidades de la acción social frente a las cuales la norma
jurídica eleva su pretensión de validez. Para la sociología la realidad "estado" no
se compone necesariamente de sus elementos jurídicos; o, más precisamente,
no deriva de ellos. En todo caso no existe para ella una personalidad colectiva en
acción. Cuando habla del "estado", de la "nación", de la "sociedad anónima".
de la "familia", de un "cuerpo militar" o de cualquiera otra fonnación semoiante
se refiere únicamente al desarrollo, en una forma detenninada, de la acción social
de unos cuantos individuos, bien sea real o construida como posible; con lo cual
introduce en el concepto jurídico, que emplea en méritos de su precisión y uso
general, un sentido completamente distinto; b) la interpretación de la acción debe
tomar nota del importante hecho de que aquellos conceptos empleados tanto por
FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS 13
el lenguaje cotidiano como por el de los juristas (y también por el de otros profe-
sionales), son representaciones de algo que en parte existe y en parte se presenta
como un deber ser en la mente de hombres concretos (y no sólo de jueces \
burócratas, sino del público en general), la acción de los cuales orientan real-
mente; y también debe tomar nota de que esas representaciones, en cuanto tales,
poseen una poderosa, a menudo dominante significación causal en el desnrrollo
de la conducta humana concreta. Sobre todo, como representaciones de algo que
debe ser (y también que no debe ser). (Un estado moderno ~omo complejo de
una específica nctuación humana en común- subsiste en parte muy considerable
de esta forma: porque determinados hombres orientan su acción por la represen-
urción de que aquél debe existir o existir de tal o cual forma; es decir, de que
poseen valide% ordenaciones con ese carácter de estar jurídicamente orientadas.
Sobre esto, cf. infra). Y aunque sería posible, no sin cierta pedantería y proli-
jidad, que la terminología de la sociología eliminara estos conceptos del lengua-
je usual, que se emplean no sólo para la normatividad jurídiCa, sino para el
acaecer real, sustituyéndolos por palabras de nueva creación, quedaría, al me-
nos, excluida esta posibilidad para un hecho tan importante como el que trata-
mos. e) El método de la llamada sociología "organicista" (tipo clásico: el inge-
nioso libro de Schaffle, Bau und Leben der sozialen Korpers, "Estruchua y vida
del cuerpo social") pretende explicar partiendo de un "todo" (p. ej., una econo-
mía nacional) el actuar conjunto que significa lo social; por lo cual, dentro de ese
todo se trata al individuo y su acción análogamente a como la fisiología trata de
la situación de un "órgano" en la economía del organismo (desde el punto de vista
de su "conservación"). (Cf. la famosa frase de un fisiólogo:"§ X. El ba%o. Del
bazo, señores, no sabemos nada. ¡Es decir, del bazo propiamente y en cuanto
tal!" En realidad la persona en cuestión sabía del bazo bastantes cosas: situación,
volumen, forma, etc. -tan sólo la "función" le era desconocida y a esta incapa-
cidad le llamaba "no saber nada".) No puede ser dilucidado aquí hasta qué
punto en otras disciplinas tiene que ser definitiva (necesariamente) esta consi-
deración funcional de las "partes" de un "todo"; de todos modos, es cosa conocida
que la ciencia bioquímica y biomecánica no quisiera contentarse fundamental-
mente con esa consideración. Para una sociología comprensiva tal modo de
expresarse: 1) Puede servir para fines de orientación provisional y de ilustración
práctica (siendo en esta función altamente útil y necesario, aunque también
perjudicial en caso de una exageración de su valor cognoscitivo y de un falso rea-
lismo conceptual). 2) En determinadas circunstancias sólo ella puede ayudamos
a destacar aquella acción social cuya comprensión interpretativa sea importante
para la explicación de una conexión dada. Mas en este punto comienza precisa-
mente la tarea de la sociología (tal como aquí la entendemos). Respecto a las
"formas sociales" (en contraste con los "organismos"), nos encontramos cabal-
mente, más allá de la simple detcrmill':lción de sus conexiones y "leyes" funciona-
les, en situación de cumplir lo que está permanentemente negado a las ciencias
naturales (en el sentido de la formulación de leyes causales de fenómenos y for-
maciones y de la explicación mediante ellas de los procesos particulares) : la
comprensión de la conducta de los individuos partícipes; mientras que, por el con-
trario, no podemos "comprender'' el comportamiento, p. ej., de las células, sino
captarlo funcionalmente, determinándolo con ayuda de las leyes a que está some-
tido. Este mayor rendimiento de la explicación interpretativa frente a la observa-
dora tiene ciertamente como precio el carácter esencialmente más hipotético y
fragmentario de los resultados alcanzados por la interpretación. Pero es precisa-
mente lo específico del conocimiento sociológico.
14 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

Hasta qué punto puede sernas comprensible por ~u sentido la conducta de los
animales y al contrario -ambas cosas en un sentido altamente impreciso y pro-
blemático en su extensión- hasta qué punto puede darse, por lo tanto, una socio-
logía de las relaciones del hombre con los animales (animales domésticos, ani-
males de caza) es un problema que no puede desarrollarse ahora (muchos animales
"comprenden" órdenes, cólera, amor e intenciones agresivas; reaccionando ante
esas actitudes no sólo de un modo mecánico sino muchas veces de tal manera
que parece consciente del sentido y orientada por la experiencia). En sí la medida
de nuestra sensibilidad ante la conducta de los hombres primitivos no es esencial-
mente superior. En la fijación de la situación subjetiva del animal los medios a
nuestra disposición o no existen o son muy insuficientes; como es sabido, los
problemas de la psicología animal son tan interesantes como espinosos. Existen
y son particularmente conocidas, sociedades animales de la más varia especie:
"familias" monógamas y polígamas, rebaños, traíllas y "estados" con división de
funciones. (El grado de la diferenciación funcional de estas sociedades animales
no marcha en modo alguno paralelo con el grado de la diferenciación evolutiva
organológica y morfológica alcanzado por las especies en cuestión. Así, la diferen-
ciación funcional existente en los termes y, por consiguiente, la de sus artefactos,
es mucho mayor que entre las hormigas y las abejas.) Es evidente que aquí la
investigación tiene que contentarse, aceptándola por lo menos por el momento
como definitiva, con la consideración puramente funcional, es decir, con el des-
cubrimiento de las funciones decisivas que tienen los tipos particulares de indivi-
duos (rey, reinas, obreros, soldados, zánganos, reproductores, reinas sustitutas) en
la conservación de la sociedad animal, o sea en la alimentación, defensa, propa-
gación y renovación de esas sociedades. Todo lo que excedió de esa consideración
fueron por mucho tiempo puras especulaciones o im·estigaciones sobre la respec-
tiva medida en que herencia y medio participan en la formación de esas "disposi-
ciones" sociales. (Así, particularmente, las controversias entre Weisman y Gotte,
en las que el primero fundamentó su "omnipotencia de la fuerza del medio" con
muchas deducciones extra empíricas.) Sin embargo, el acuerdo es completo entre
los investigadores rigurosos respecto al carácter forzoso, por el momento, de la
aludida limitación al conocimiento funcional, esperándose no obstante que esto
sea provisional ( cf. para el estado actual de las investigaciones sobre los termes
la publicación de Escherich, 1909). Ahora bien, seria de desear no solamente el
hacerse cargo del "valor para la conservación" de las funciones de cada uno de
aquellos tipos diferenciados -cosa relativamente fácil- y el explicar aquella
diferenciación, tanto si no se admite el supuesto de la herencia de las capacidades
adquiridas, como si, al contrario, se le admite (y en este caso, cualquiera que sea
el modo de interpretar ese supuesto), sino también el poder saber: 1) qué es lo
que decide el comienzo de la diferenciación en individuos originariamente neu-
trales o indiferenciados, y 2) qué es lo que ocasiona que el individuo diferenciado
se conduzca (en el promedio) en la forma que de hecho es útil al interés de con-
servación del grupo diferenciado. Siempre que se ha adelantado algo en esta di-
rección ha sido por la demostración experimental (o sospecha) de la existenci:1
de excitaciones químicas o situaciones fisiológicas (procesos digestivos, castración
parasitaria, etc.) en los individuos en cuestión. Hasta qué punto subsiste la espe-
ranza problemática de mostrar como verosímil, por medios experimentales, la
ex~stencia de una orientación "p~icológica" y :·e~~ sentido", es cosa que ni los
m1smos expertos pueden hoy dcc1r. Una descnpcwn controlable de la psique de
estos animales sociales. sobre la base de .la "col!lprensión" de sentido, no parece
que se pueda lograr, m aun como meta 1deal, smo dentro de muy estrechos Hm.i-
FUNDA:\lENTOS METODOLÓGICOS 15
tes. En todo caso, no puede esperarse de ahí la inteligencia de la acción social
humana, sino más bien al revés: se trabaja y debe trabajarse allí con analogías
humanas. Quizá podamos esperar que esas analogías nos sean alguna vez útiles
en la resolución del siguiente problema: cómo apreciar en el estadio primitivo de
la diferenciación social humana la relación entre el campo de la diferenciación
puramente mecánico-instintiva y lo que es producto de la acción indh·idual con
sentido y lo que posteriormente ha sido creado de un modo consciente. La socio-
logía comprensiva debe tener en cuenta con toda claridad que también para el
hombre, en los estadios primitivos, predominan los primeros componentes y que
en los estadios posteriores de su evolución siguen éstos cooperando siempre (y a
veces de un modo decisivo). Toda acción tradicional (§ 2) y anchas zonas de la
carismática (cap. m) en su calidad de núcleos del "contagio" psíquico y porta-
dores, por tanto, de "estímulos de desarrollo" sociológicos, están muy próximas, y
en gradaciones insensibles, de aquellos procesos que sólo pueden ser captados
biológicamente y que no son explicables por sus motivos, ni comprensibles, sino
muy fragmentariamente, por su sentido. Pero todo esto no libera a la sociología
comprensiva de la tarea que le es propia y que sólo ella puede cumplir, aunque
tenga conciencia de los estrechos límites en que se encuentra encerrada.
Los distintos trabajos de Othmar Spann -con írecuencia ricos de pensa-
mientos aceptables al lado de equivocaciones, sin duda ocasionales, y sobre todo
de argumentos apoyados en juicios de valor que no pertenecen a la investigación
empírica- aciertan sin duda, al subrayar la significación, por nadie negada, del
carácter previo de la problemática funcional (lo llamado por él método "uni-
versalista") para toda sociología. Ciertamente necesitamos saber primero cuál
es la importancia de una acción desde el punto de vista funcional para la "conser-
vación" (y también antes que nada para la peculiaridad cultural) y desenvoh-i-
miento en una dirección determinada de un tipo de acción social, antes de poder
preguntarnos de qué manera se origina aquella acción y cuáles son sus motivos.
Precisa que sepamos qué servicios presta un "rey", un "funcionario", y un "em-
presario", un "rufián", un "mago"; o sea qué acción típica (aquello por lo que
se le incluye en una de esas categorías) es importante para el análisis y merece
ser considerada antes de que podamos comenzar el análisis propiamente dicho
("referencia al valor" en el sentido de H. Rickert). Mas sólo este análisis nos
proporciona lo que la comprensión sociológica de la acción de los individuos típi-
camente diferenciados (y sólo de la acción humana) puede y debe ofrecernos. En
todo caso deben eliminarse tanto el eúorme equívoco implicado al pensar que un
método individualista significa una valoración individualista (en cualquier senti-
do) como la opinión de que una construcción conceptual de carácter inevitable-
mente (en términos relativos) racionalista significa una creencia en el predominio
de los motivos racionales o simplemente una valoración positiw1 del "racionalis-
mo". También una economía socialista tendría que ser comprendida por la acción
de los individuos -los tipos de "funcionarios" que en ella existan-, o sea con
igual carácter "individualista" que caracteriza la comprensión de los fenómenos
de cambio con ayuda dcl mdodo de la utilidad marginal (o cualquiera otro aná-
logo en este sentido, de considerarlo mejor). Porque también en ese caso la
investigación empírico-sociológica comienza con esta pregunta: ¿qué motivos de-
terminaron y determinan a los funcionarios y miembros de esa "comunidad" a
conducirse de tal modo que ella pudo surgir y subsiste? Toda construcción con-
ceptual funcional (partiendo de un "todo") sólo cumple una tarea previa a la
auténtica problemática; lo cual no significa que no se considere indiscutible su uti-
lidad y su carácter indispensable, cuando se lleva a cabo del modo adecuado.
16 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

10. Las "leyes'', como se acostumbra a llmnar a muchas proposiciones de la


sociología comprensiva -por ejemplo, la "ley" de Gresham-, son determinadas
probabilidades típicas, confirmadas por la observación, de que, dadas determina-
das situaciones de hecho, transcurran en la forma esperada ciertas acciones socia-
les que son comprensibles por sus motivos típicos y por el sentido típico mentado
por los sujetos de la acción. Y son claras y comprensibles, en su más alto grado,
cuando el motivo subyacente en el desarrollo típico de la acción (o que ha sido
puesto como fundamento del tipo ideal construido metódicamente) es puramente
racional con arreglo a fines y, por tanto, la relación de medio a fin, según ensefia
la experiencia, es unívoca (es decir, los medios son "ineludibles"). En este caso
es admisible la afirmación de que cuando se ha actuado de un modo rigurosa-
mente racional, así y no de otra manera ha debido de actuarse (porque por razo-
nes "técnicas", los partícipes, en servicio de sus fines -claramente dados-, sólo
podían disponer de estos medios y no de otro alguno). Precisamente este caso
muestra lo equivocado que es suponer a una psicología cualquiera como funda-
mento último de la sociología comprensiva. Cada quien entiende hoy por psico-
logía cosa distinta. Razones de método justifican cumplidamente, para una di-
rección científico-naturalista, la separación entre lo "psíquico" y lo "físico", cosa
completamente extraña, en este sentido, a las disciplinas que se ocupan de la
acción. Los resultados de una ciencia psicológica que únicamente investigue
lo psíquico en el sentido de la metódica de las ciencias naturales y con los me-
dios propios de esas ciencias y no se preocupe de interpretar la conducta humana
por su sentido -con lo cual tendriamos ya algo completamente distinto- intere-
san a la sociología, cualquiera que sea la metodología particular de esa psicología,
como pueden interesarle los de cualquiera otra ciencia, y en casos concretos pueden
alcanzar a menudo una eminente significación. Pero no existe en este caso una
relación más estrecha que la que guarda con otras ciencias. El error está en este
concepto de lo "psíquico": todo lo que no es "fisico" es psíquico. Sin embargo,
el sentido de un cálculo aritmético, que alguien mienta, no es cosa "psíquica". La
reflexión racional de un hombre sobre si para el logro de determinados intereses
está exigida o no una cierta acción, en mérito de las consecuencias que de ella
se esperen, y la decisión que deriva del resultado de esa reflexión, son cosas cuya
comprensión en modo alguno nos facilitan las consideraciones "psicológicas".
Ahora bien, sobre tales supuestos racionales construye cabalmente la sociología
(incluida la economía) la mayoría de sus "leyes". Por el contrario, la psicología
comprensiva puede prestar sin duda alguna decisivos servicios a la explicación so-
ciológica de los aspectos irracionales de la acción. Pero esto para nada altera la
situación metodológica fundamental.
11. La sociología construye conceptos-tipo -como con frecuencia se da por
supuesto como evidente por sí mismo- y se afana por encontrar reglas generales
del acaecer. Esto en contraposición a la historia, que se esfuerza por alcanzar
el análisis e imputación causales de las personalidades, estructuras y acciones
individuales consideradas cu.lturalmente importantes. La construcción conceptual
de la sociología encuentra su material paradigmático muy esencialmente, aunque
no de modo exclusivo, en las realidades de la acción consideradas también im-
portantes desde el punto de vista de la historia. Construye también sus concep-
tos y busca sus leyes con el propósito, ante todo, de si pueden prestar algún
servicio para la imputación causal histórica de los fenómenos culturalmente im-
portantes. Como en toda ciencia generalizadora, es condición de la peculiaridad
de sus abstracciones el que sus conceptos tengan que ser relativamente vacíos fren-
te a la realidad concreta de lo histórico. Lo que puede ofrecer como contrapartida
FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS 17
es la univocidad acrecentada de sus conceptos. Esta acrecentada univocidad se
alcanza en virtud de la posibilidad de un óptimo en la adecuación de sentido, tal
como es perseguido por la conceptuación sociológica. A su vez, esta adecuación
puede alcanzarse en su forma más plena -de lo que hemos tratado sobre todo
hasta ahora- mediante conceptos y reglas racionales (racionales con arreglo a
valores o arreglo a fines). Sin embargo, la sociología busca también aprehender
mediante conceptos teóricos y adecuados por su sentido fenómenos irracionales
(místicos, proféticos, pneumáticos, afectivos). En todos los casos, racionales como
irracionales, se distancia de la realidad, sirviendo para el conocimiento de ésta
en la medida en que, mediante la indicación del grado de aproximación de un fe-
nómeno histórico a uno o varios de esos conceptos, quedan tales fenómenos
ordenados conceptualmente. El mismo fenómeno histórico puede ser ordenado
por uno de sus elementos, por ejemplo, como "feudal", como "patrimonial" por
otro, como "burocrático" por alguno más todavía, por otro como "carismático".
Para que con estas palabras se exprese algo unívoco la sociología debe formar, por
su parte, tipos puros (ideales) de esas estructuras, que muestren en si la unidad
más consecuente de una adecuación de sentido lo más plena posible; siendo por
eso mismo tan poco frecuente quizá en la realidad -en la forma pura absoluta-
mente ideal del tipo- como una reacción física calculada sobre el supuesto de
un espacio absolutamente vacío. Ahora bien, la casuística sociológica sólo puede
construirse a partir de estos tipos puros (ideales). Empero, es de suyo evidente
que la sociología emplea también tipos-promedio, del género de los tipos empírico-
estadísticos; una construcción que no requiere aquí mayores aclaraciones meto-
dológicas. En caso de duda debe entenderse, sin embargo, siempre que se hable
de casos "típicos", que nos referimos al tipo ideal, el cual puede ser, por su parte,
tanto racional como irracional, aunque las más de las veces sea racional (en la
teoría económica, siempre) y en todo caso se construya con adecuación de
sentido.
Debe quedar completamente en claro que en el dominio de la sociología sólo
se pueden construir "promedios" y "tipos-promedio" con alguna univocidad,
cuando se trate de diferencias de grado entre acciones cualitativamente seme¡an-
tes por su sentido. Esto es indudable. En la mayor parte de los casos, sin embar-
go, la acción de importancia histórica o sociológica está influida por motivos
cualitativamente heterogéneos, entre los cuales no puede obtenerse un "prome-
dio" propiamente dicho. Aquellas construcciones tfpico-ideales de la acción so-
cial, como las preferidas por la teoría económica, son "extrañas a la realidad" en
el sentido en que -como en el caso aludido- se preguntan sin excepción:
1) cómo se procedería en el caso ideal de una pura racionalidad económica con
arreglo a fines, con el propósito de poder comprender la acción codeterminada
por obstáculos tradicionales, errores, afectos, propósitos y consideraciones de ca-
rácter no económico, en la medida en que también estuvo determinada en el caso
concreto por una consideración racional de fines o suele estarlo en el promedio; y
también 2) con el propósito de facilitar el conocimiento de sus motivos reales
por medio de la distancia existente entre la construcción ideal y el desarrollo
real. De un modo completamente análogo tendría que proceder la construcción
típico-ideal de una consecuente actitud acósmica frente a la vida (por ejemplo,
frente a la politica y a la economía) místicamente condicionada. Cuanto con
más precisión y univocidad se construyan estos tipos ideales y sean más extraffos
en este sentido, al mundo, su utilidad será también mayor tanto terminológica,
clasificatoria, como heurísticamente. En realidad, no procede de otra forma la
imputación causal concreta que hace la historia de determinados acontecimientos:
18 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES

por tjcmplo, quien quiera explicarse el desarrollo de la batalla de 1866 tiene que
a\·criguar (idealmente), lo mismo respecto de Moltke que de Benedek, cómo hu-
bieran procedido cada tmo de ellos, con absoluta racionalidad, en el caso de nn
conocimiento cabal tanto de su propia situación como del enemigo, para compa-
rarlo con la que fue su actuación real y explicar luego causalmente la distancia
entre ambas conductas (sea por causa de información falsa, errores de hecho,
equivocaciones, temperamento personal o consideraciones no estratégicas). Tam-
bién aquí se aplica una (latente) construcción racional típico-ideal.
Los conceptos constructivos de la sociología son típico-ideales no sólo externa,
sino también internamente. La acción real sucede en la mayor parte de los casos
con oscura scmiconscicnci:t o plena inconsciencia de su "sentido mentado". El
agente más bien "siente" de un modo indeterminado que "sabe" o tiene clara
idea; actúa en la mayor parte de los casos por instinto o costumbre. Sólo ocasio-
nalmente -y en una masa de acciones análogas· únicamente en algunos indi\"i-
d uos- se eleva a conciencia un sen ti do (sea racional o irracional) de la ac-
ción. Una acción con .sentido efectivamente tal, es decir, clara y con absoluta
<:onciencia es, en la realidad, un caso límite. Toda consideración histórica o socio-
lógica tiene que tener en cuenta este hecho en sus análisis de la realidad. Pero
esto no debe impedir que la sociología construya sus conceptos mediante una
clasificación de los posibles "sentidos mentados" y como si la acción real trans-
curriera orientada conscientemente según sentido. Siempre tiene que tener en
cuenta r esforzarse por precisar el modo y medida de la distancia existente frente
a la realidad, cuando se trate del conocimiento de ésta en su concreción. Muchas
n'Ces se está metodológicamente ante la elección entre términos oscuros y ténni-
nos claros, pero éstos irreales y "típico-ideales". En este caso deben preferirse
científicamente los últimos. (Cf. sobre todo esto, Arch. f. Sozialwiss., XIX, loe.
cit. [cf. supra, I, 6).)

U. CONCEPTO DE LA ACCIÓN SOCIAL

l. La acción social (incluyendo tolerancia u omisión) se orienta por las accio-


nes de otros, las cuales pueden ser p:1sadas, presentes o esperadas como futuras
(venganza por previos ataques, réplica a ataques presentes, medidas de defensa
frente a ataques futuros). Los "otros" pueden ser individualizados y conocidos
o una plmalidad de indh·iduos indeterminados y completamente desconocidos (el
"dinero", por ejemplo, significa un bien -de cambio- que el agente admite en
el tráfico porque su acción está orientada por la expectativa de que otros muchos,
ahora indctcrmüwdos y desconocidos, estarán dispuestos a aceptarlo también,
por su parte, en un cambio futuro).
2. No toda clase de acción -incluso de acción externa- es "social" en el
sentido aquí admitido. Por lo pronto no lo es la acción exterior cuando sólo se
orienta por la expectativa de determinadas reacciones de objetos materiales. La
conducta íntima es acción social sólo cuando está orientada por las acciones de
otros. N o lo es, por ejemplo, la conducta religiosa cuando no es más que con-
templación, oración solitaria, etc. La actividad económica (de un individuo)
únicamente lo es en la medida en que tiene en cuenta la actividad de terceros.
Desde un punto de vista formal y muy general: cuando toma en cuenta el respeto
por terceros de su propio poder efectivo de disposición sobre bienes económicos.
Desde una perspectiva material: cuando, por ejemplo, en el "consumo" entra la
cr;nsidcr:Jción de las futuras necesidades de terceros, orientando por ellas de esa
CONCEPTO DE LA ACCIÓN SOCIAL 19
suerte su propio "ahorro". O cuando en la "producción" pone como fundamento
de su orientación las necesidades futuras de terceros, etcétera.
3. No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter social; sino sólo
una acción con sentido propio dirigida a la acción de otros. Un choque de dos
ciclistas, por ejemplo, es un simple suceso de igual carácter que un fenómeno na-
tural. En cambio, aparecería ya una acción social en el intento de evitar el encuen·
tro, o bien en la riña o consideraciones amistosas subsiguientes al encontronazo.
4. L1 acción social no es idéntica a) ni a una acción homogénea de muchos,
b) ni a la acción de alguien influido por conductas de otros. a) Cuando en la
calle, al comienzo de una lluvia, una cantidad de individuos abre al mismo tiempo
sus paraguas (normalmente), la acción de cada uno no está orientada por la
acción de los demás, sino que la acción de todos, de un modo homogéneo, está
impelida por la necesidad de defenderse de la mojadura. b) Es un hecho cono-
cido que los individuos se dejan influir fuertemente en su acción por el simple
hecho de estar incluidos en una "masa" especialmente limitada (objeto de las in-
vestigaciones de la "psicología de las masas", a la manera de los estudios de Le
Bon); se trata, pues, de una acción condicionada por la masa. Este mismo tipo
de acción puede darse también en un individuo por influjo de una masa dispersa
(por el intermedio de la prensa, por ejemplo), percibido por ese individuo como
proveniente de la acción de muchas personas. Algunas formas de reacción se fa-
cilitan, mientras que otras se dificultan, por el simple hecho de que un individuo
se "sienta" formando parte de una masa. De tal suerte que un determinado acon-
tecimiento o una conducta humana pueden provocar determinados estados de
ánimo -alegría, furor, entusiasmo, desesperación y pasiones de toda índole-- que
no se darían en el individuo aislado (o no tan fácilmente); sin que exista, sin
embargo (en muchos casos por lo menos), una relación significativa en.tre la con-
ducta del individuo y el hecho de su participación en una situación de masa. El
desarrollo de una acción semejante, determinada o codeterminada por el simple
hecho de una situación de masa, pero sin que exista con respecto a ella una rela-
ción significativa, no se puede considerar como social con el significado que
hemos expuesto. Por lo demás, es la distinción, naturalmente, en extremo fluida.
Pues no solamente en el caso de los demagogos, por ejemplo, sino también en el
público puede existir, en grado diverso, una relación de sentido respecto al hecho
de la "masa". Tampoco puede considerarse como una "acción social" específica
el hecho de la imitación de una conducta ajena (sobre cuya importancia ha lla-
mado justamente la atención G. Tarde) cuando es puramente reactiva, y no se
da una orientación con sentido de la propia acción por la ajena. El límite, em-
pero, es tan fluido que apenas es posible una distinción. El simple hecho, sin
embargo, de que alguien acepte para sí una actitud determinada, aprendida en
otros y que parece conveniente para sus fines, no es una acción social en nuestro
sentido. Pues en este caso no orientó su acción por ltz acción de otros, sino que
por ltz observación se dio cu,enta de ciertas probabilidades objetivas, dirigiendo por
elltzs su conducta. Su acción, por tanto, fue determinada ccrusalmente por la de
otros, pero no por el sentido en aquélla contenido. Cuando, al contrario, se imita
una conducta ajena porque está de "moda" o porque vale como "distinguida" en
cuanto estamental, tradicional, ejemplar o por cualesquiera otros motivos seme-
jantes, entonces sí tenemos la relación de sentido, bien respecto de la persona
imitada, de terceros o de ambos. Naturalmente, entre ambos tipos se dan tran-
siciones. Ambos condicionamientos, por la masa y por la imitación, son fluidos,
representando casos límites de la acción social, como los que encontraremos con
frecuencia por ejemplo, en la acción tradicional (§ 2). El fundamento de la fluí-
20 CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS n.JNDAMENTALES

dez de esos casos, como el de otros varios, estriba en que la orientación por la
conducta ajena y el sentido de la propia acción en modo alguno se puede precisar
siempre con toda claridad, ni es siempre consciente, ni mucho menos consciente
con toda plenitud. Por esta razón no siempre pueden separarse con toda seguri-
dad el mero "influjo" y la "orientación con sentido". Pero sí pueden separarse,
en cambio, conceptualmente; aunque es evidente que la imitación puramente
reactiva tiene sociológicamente el mismo alcance que la "acción social" propia-
mente dicha. La sociología en modo alguno tiene que ver .. solamente con la ac-
ción social; sin embargo, ésta constituye (para la clase de sociología aquí desarro-
llada) el dato central, aquel que para ella, por decirlo así, es constitutivo. Con
esto nada se afirma, sin embar~o, respecto de la importancia de este dato por
comparación con los demás.

§ 2. La acción social, como toda acción, puede ser: 1) racional con arre-
glo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento tanto de
objetos del mundo exterior como de otros hombres, y utilizando esas expec-
tativas como "condiciones" o "medios" para el logro de fines propios racional-
mente sopesados y perseguidos. 2) racional con arreglo a valores: determinada
por la creencia consciente en el valor -ético, estético, religioso o de cué11-
quiera otra forma como se le interprete- propio y absoluto de \111é1 determi-
nada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea puramente en
méritos de ese valor, 3) afectiva, especialmente emotiva, determinada por
afectos y estados sentimentales actuales, y 4) tradicional: determinada por una
costumbre arraigada.

l. La acción estrictamente tradicional -en igual forma que la imitación pu-


ramente reactiva (ver supra)- está por completo en la frontera, y más allá, mu-
chas veces, de lo que puede llamarse en pleno una acción con sentido. Pues a
menudo no es más que una oscura reacción a estímulos habituales, que se desliza
en la dirección de una actitud arraigada. La masa de todas las acciones cotidianas,
habituales, se aproxima a este tipo, el cual se incluye en la sistemática no sólo
en cuanto caso límite sino porque la vinculación a lo acostumbrado puede man-
tenerse consciente en diversos grados y sentidos; en cuyo caso se aproxima este
tipo al del número 2.
2. La conducta estrictamente activa está, de igual modo, no sólo en la fron-
tera, sino más allá muchas veces de lo que es la acción consciente con sentido;
puede ser una reacción sin trabas a un estímulo extraordinario, fuera de lo coti-
diano. Implica una sublimación cuando la acción emotivamente condicionada
aparece como descarga consciente de un estado sentimental; en este caso se en-
cuentra las más de las veces (no siempre) en el camino hacia la "racionalización
axiológica" o hacia la acción con arreglo a fines o hacia ambas cosas a la vez.
3. La acción afectiva y la racional con arreglo a valores se distinguen entre
sí por la elaboración consciente en la segunda de los propósitos últimos de la ac-
ción y por el planeamiento, consecuente a su tenor, de la misma. Por otra parte,
tienen de común el que el sentido de la acción no se pone en el resultado, en lo
que está ya fuera de ella, sino en la acción misma en su peculiaridad. Actúa
afectivamente quien satisface su necesidad actual de venganza, de goce o de en-
trega, de beatitud contemplativa o de dar rienda suelta a sus pasiones del mo-
mento (sean toscas o sublimes en su género).
Actúa estrictamente de un modo racional con arreglo a valores quien, sin con-
RELACIÓN SOCIAL 21
sicleración a las consecuencias previsibles, obra en sen•JCIO de sus conviCCiones
sobre lo que el deber, la dignidad, la belleza, la sapiencia religiosa, la piedad o la
trascendencia de una "causa", cualquiera que sea su género, parecen ordenarle.
Una acción racional con arreglo a valores es siempre (en el sentido de nuestra
terminología) una acción según "mandatos" o de acuerdo con "exigencias" que
el actor cree dirigidos a él (y frente a los cuales el actor se cree obligado). Habla-
. remos de una racionalidad con arreglo a valores tan sólo en la medida en que h
acción humana se oriente por esas exigencias -lo que no ocurre sino en una frac-
ción mayor o menor, y bastante modesta las más de las veces. Como habrá de
mostrarse luego, alcanza una significación bastante para destacarla como un tipo
particular, aunque, por lo demás, no se pretenda dar aquí una clasificación ago-
tadora de los tipos de acción.
4. Actúa racionalmente con arreglo a fines quien oriente su acción por el fin,
medios y consecuencias implicadas en ella y para lo cual sopese racionalmente
los medios con los fines, los fines con las consecuencias implicadas y los diferen-
tes fines posibles entre sí; en todo caso, pues, quien no actúe ni afectivamente
(emotivamente, en particular) ni con arreglo a la tradición. Por su parte, la de-
cisión entre los distintos fines y consecuencias concurrentes y en conflicto puede
ser racional con arreglo a valores; en cuyo caso b acción es racional con arreglo
a fines sólo en los medios. O bien el actor, sin orientación racional alguna por
valores en forma de "mandatos" o "exigencias", puede aceptar esos fines concu-
rrentes y en conflicto en su simple calidad de deseos subjetivos en una escala
de urgencias consecuentemente establecida, orientando por ella su acción, de tal
manera que, en lo posible, queden satisfechos en el orden de esa escala (principio
de la utilidad marginal) . La orientación racional con arreglo a valores puede,
pues, estar en relación muy diversa con respecto a la racional con arreglo a
fines. Desde la perspectiva de esta última, la primera es siempre irracional, acen-
tuándose tal carácter a medida que el valor que la mueve se eleve a la significa-
ción de absoluto, porque la reflexión sobre las consecuencias de la acción es tanto
menor cuanto mayor sea la atención concedida al valor propio del acto en su ca-
rácter absoluto. Absoluta racionalidad en la acción con arreglo a fines es, sin
embargo, un caso límite, de carácter esencialmente constructivo.
5. Muy raras veces la acción, especialmente la social, está exclusivamente orien-
tada por uno u otro de estos tipos. Tampoco estas formas de orientación pueden
considerarse en modo alguno como una clasificación exhaustiva, sino como puros
tipos conceptuales, construidos para fines de la investigación sociológica, respecto
a los cuales la acción real se aproxima más o menos o, lo que es más frecuente, de
cuya mezcla se compone. Sólo los resultados que con ellos se obtengan pueden
damos la medida de su conveniencia.

§ 3. Por "relación" -social debe entenderse una conducta plural -de va-
rios- que, por el sentido que encierra, se presenta como recíprocamente
referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste, pues,
plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará socialmente en
una forma (con sentido) indicable; siendo indiferente, por ahora, aquello
en que la probabilidad descansa.

l. Un mínimo de recíproca billlteralidad en la acción es, por lo tanto, una


característica conceptual. El contenido puede ser el más diverso: conflicto, ene-
mistad, amor sexual, amistad, piedad, cambio en el mercado, "cumplimiento, "in-
22 CONCEPTOS SOCIOLÓCICOS FUNDAMENTALES

cumplimiento", "ruptura" de un pacto, "competencia" económica, erótica o de


otro tipo, "comunidad" nacional, estamental o de clase (en estos últimos casos
sí se producen "acciones sociales" más allá de la mera situación común, de lo
cual se hablará más tarde). El concepto, pues, nada dice sobre si entre los actores
existe "solidaridad" o precisamente lo contrario.
2. Siempre se trata de un sentido empírico y mentado por los partícipes -sea
en una acción concreta o en un promedio o en el tipo "puro" construido- y
nunca de un sentido normativamente "justo" o metafísicamente "verdadero". La
relación social consiste sola y exclusivamente -aunque se trate de "formaciones
sociales" como "estado", "iglesia", "corporación", "matrimonio", etc.- en ia
probabilidad de que una forma determinada de conducta social, de carácter recí-
proco por su sentido, haya existido, exista o pueda existir. Cosa que debe tenerse
siempre en cuenta para evitar la rustancialización de estos conceptos. Un "estado"'
deja, pues, de existir sociológicamente en cuanto desaparece la probabilidad de
que ocurran determinadas acciones sociales con sentido. Esta probabilidad lo mis-
mo puede ser muy grande que reducida casi hasta el límite. En el mismo sentido
y medida en que subsistió o subsiste de hecho esa probabilidad (según estimación).
subsistió o subsiste la relación social en cuestión. No cabe unir un sentido ITUÍs
claro a la afirmación de que un detenninado "estado" todavía existe o ha defado
de existir.
3. No decimos en modo alguno que en un caso concreto los partícipes en la
acción mutuamente referida pongan el mismo sentido en esa acción, o que adop-
ten en su intimidad la actitud de la otra parte, es decir, que exista "reciprocidad""
en el sentido. Lo que en uno es "amistad", "amor", "piedad", "fidelidad con-
tractual", "sentimiento de la comunidad nacional", puede encontrarse en el otro
con actitudes completamente diferentes. Entonces unen los partícipes a su con-
ducta un sentido diverso: la relación social es así, por ambos lados, objetivamente
"unilateral". Empero no deja de estar referida en la medida en que el actor presu-
pone una determinada actitud de su contrario frente a él (erróneamente quizá, en
todo o en parte) y en esa expectativa orienta su conducta, lo cual basta para que
pueda haber consecuencias, como las hay las más de las veces, relativas al desarru-
llo de la acción y a la forma de la relación. Naturalmente, sólo es objetivamente
bilateral cuando el sentido de la acción se corresponde -según las expectativas
medias de cada uno de los partícipes- en ambos; por ejemplo, la actitud del hijo
con respecto a la actitud del padre tiene lugar aproximadamente como el padre
(en el caso concreto, por término medio o típicamente) espera. Una acción apo-
yada en actitudes que signifiquen una correspondencia de sentido plena y sin re-
siduos es en la realidad un caso límite. Sin embargo, la ausencia de reciprocidad
sólo excluye, en nuestra tenninología, la existencia de una relación cuando teng:1
estas consecuencias: que falte de hecho la referencia mutua de las dos acciones.
En la realidad, la regla es, como siempre, que existan toda suerte de situaciones
intermedias.
4. Una relación social puede tener un carácter enteramente transitorio o bien
implicar permanencia, es decir, que exista en este caso la probabilidad de la
repetición continuada de una conducta con el sentido de que se trate (es decir.
la tenida como tal y, en consecuencia, esperada). La existencia de relaciones socia-
les consiste tan sólo en la presencia de esta "chance" -la mayor o menor pro-
babilidad de que tenga lugar una acción de un sentido determinado y nada
más-, lo que debe tenerse siempre en cuenta para evitar ideas falsas. Que una
"amistad" o un "estado" existiera o exista, significa pura y exclusi\"amente: nos-
otros (observadores) juzgamos que existió o existe una probabilidad de que, sobre
USO, COSTUMBRE 23
la base de una cierta actitud de hombres determinados, se actúe de cierta manera
con arreglo a un sentido determinable ~ ~ tér~ino medio, y n~da m.ás q.uc, e~to
cabe decir ( cf. n. 2. a E). La alternativa mev1table en la cons1derac¡Ón JUndlca
de que un determinado precepto jurídico tenga o no validez (en sentido jurídi-
co), de que se dé o no una determinada relación juridicct, no rige en la conside-
ración sociológica.
5. El "contenido de sentido" de una relación social puede variar; por ejemplo,
una relación política de solidaridad puede transformarse en una colisión de inte-
reses. En este caso es un mero problen1a de conveniencia terminológica o del
grado de continuidad en la transformación decir que se ha creado una "nueva·•
relación o que continúa la anterior con un "nuevo sentido". También ese conteni-
do puede ser en parte permanente, en parte variable.
6. El sentido que constituye de un modo permctnente una relación puede ser
formulado en forma de "máximas" cuya incorporación aproximada o en tém1ino
medio pueden los partícipes esperar de la otra u otras partes y a su vez orientar
por ellas (aproximadamente o por término medio) su propia acción. Lo cual ocu-
rre tanto más cuanto mayor sea el carácter racional --con arreglo a valores o con
arreglo a fines- de la acción. En las relaciones eróticas o afectivas en general (de
piedad, por ejemplo) la posibilidad de una formulación racional de su sentido es
mucho menor, por ejemplo, que en una relación contractual de negocios.
7. El sentido de una relación social puede ser pctctado por declaración recí-
proca. Esto significa que los que en ella participan hacen una promesct respecto
a su conducta futura (sea de uno a otro o en otra forma). Cada uno de los partí-
cipes -en la medida en que procede racionalmente- cuenta normalmente (con
distinta seguridad) con que el otro orientará su acción por el sentido de la pro-
mesa tal como él lo entiende. Así, orientará su acción en parte -con racion:-~­
lidad con arreglo a fines (con mayor o menor lealtad al sentido de la promcsa)-
en esa expectativa y, en parte --con racionalidad con arreglo a valores- cu el
deber de atenerse por su lado a la promesa según el sentido que puso en db.
Con lo dicho tenemos bastante por ahora. Por lo demás, cf. §§ 9 y 13.

§ 4. Se pueden observar en la acción social regularidades de hecho; es


decir, el desarrollo de una acción repetida por los mismos agentes o extendida
a muchos (en ocasiones se dan los dos casos a la vez), cuyo sentido mentado
es típicamente homogéneo. La sociología se ocupa de estos tipos del desarro-
llo de la acción, en oposición a la historia, interesada en las conexiones
singulares, más importantes para la imputación causal, esto es, más cargadas
de destino. Por uso debe entenderse la probabilidad de una regulctridad en la
conducta, cuando y en la medida que esa probabilidad, dentro de un círculo
de hombres, esté dada únicamente por el ejercicio de hecho. El uso debe
llamarse costumbre cuando el ejercicio de hecho descansa en un ctrrctigo du-
radero. Por el contrario, debe decirse que ese uso está determinado por una
situación de intereses ("condicionado por el interés"), cuando y en la me-
dida en que la existencia empírica de su probabilidad descanse únicamente
en el hecho de que los individuos orienten racionalmente su acción con arre-
glo a fines por expectativas similares.

1. En el uso se incluye la modct. La moda, por contraposición a la costumbre,


existe cuando (al contrario que en la costumbre) el hecho de la novedad de la
conducta en cuestión es el punto orientador de la acción. Está próxima a la con-
Traducciôn de
JOSÉ ARICÓ
JORGE TU LA KARL INTRODUCCION
MARX GENERAL
A LA CRITICA
DELA
ECONOMIA
POLITICA/1857
30 UMBERTO CURl

de síntcsis alternativa en su ingenua, o dolosa, y de cualquier KARL MARX


modo contradictoria e irrealizable ambición; reconfirmada la ante-
rioridad lógica y "ontológica" dei presupuesto real respecto dei INTRODUCCIóN GENERAL A LA CRITICA
análisis científico de él; confirmado que es necesario tener síem- DE LA ECONOMiA POLíTICA [1857]
pre presente que "el sujeto -Ia moderna sociedad burguesa en
este caso- es algo dado tanto en la realidad como en la men-
te",54 no queda sino disponerse a analizar, para cornbatirlo y
derrotaria, ai capital, que es "Ia potencia de la sociedad burguesa
que lo domina todO".M
La Einleitung permite, con esta, lanzar nuevamente de veras
una investigación marxista de nuevo tipo, distante de .los pantanos
cientificistas y de las evasiones filosóficas, e indicar a la vez "la Ií-
nea de conducta": "por no largo período, con rigor, sin vacilaciones,
deberemos terrer fijo el objeto sobre el cual mirar: la sociedad
presente. la sociedad deI capital, sus dos clases, la lucha entre estas
clases, la historia de ellas, las previsiones de su desarrollo",é

N lbid., p. 82 [p.307].
00 lbid.. p. 84 [p. 308J.
La Mario Troutí, Operai e capitale cít., P' 18.
INTRODUCCI(>N INTRODUCCIÓN(l]

SUMARIO I. PRODUCCIóN, CONSUMO, DISTRIBUCIóN, CAMBIO


(CIRCULACIóN)
A. Introducción
I] PRODUCCIÓN
I] La producción en general.
2] Relación general entre la producción, la distribución,. eI [Individuas autónomos. Ideas dei sigla xvm]
cambio y el consumo.
3] EI método de la economia política. a] EI objeto a considerar es en primer término la producción
4] Medios (Iuerzas) de producción y relaciones de producción, material
relaciones de producción y relaciones de tráfico, etcétera,
Individuas que producen en sociedad, o sea la producción de los
individuos socialmente determinada: éste es naturalmente el pun-
[La Inrrodúccíón se encuentra en un cuaderno ínícialado con una M. Se comenzó to de partida. EI cazador o el pescador solos y aíslados, con los
a redactar el 23 de agosto de 1857 y Marx deja de trabajar en ella a mitad de que comienzan Smitb('J y Ricardo,(a] pertenecen a las imaginado-
septiembre dei miamo aüo.] nes desprovistas de fantasia que produjeron las robinsonadas dei
sigla XVIII, Ias cuales no expresan en modo alguno, como creen
los historiadores de la cívilízación; una simpie reaccióncontra un
exceso de refinamiento y un retorno a una malentendida vida
natural. EI contrat social de Rousseau.tvl que pone en rtlaeión y
conexión a través dei contrato a sujetos por naruraleza índepen-
díentes tampoco reposa sobre semejante naturalismo.ts? bta ea
sólo Ia aparíencia, apariencia puramente estética, de Ias grandes
y pequenas robinsonadas, En realidad, se trata más bien de una
anticipación de la "soeiedad civil"!"! que se preparaba desde eI
sigla xv~ y que en eI sigla XVIII marchaba a pasos de gigante haeia
su madurez. En esta sociedad de libre competencia cada individuo
aparece como desprendido de los lazos naturales, etc., que en Ias
épocas históricas precedentes hacen de él una parte integrante
de un conglomerado humano determinado y circunscrito. A los
profetas dei sigla XVII!. sobre cuyos hombros aún se apoyan total-
mente Smithy Ricardo, este individuo dei siglo XVIlI -que es el
producto, por un lado, de la disolucióD de las formas de sociedad
Ieudales, y por eI otro, de las nuevas fuerzas productivas desarrolla-
das a partir dei siglo XVI- se Ies aparece como un ideal cuya exis-
tenda habrfa pertenecído aI pasado. No como un resultado histó-
rico, sino como punto de partida de la historia. Según Ia concep-

[32J 13 31
34 KAItL MARX INTRODucctóN DE 1857

ción que tenían de la naturaleza humana. el individuo aparecia [Eternización de relaciones de producción históricas. Producción y
como conforme a la naturaleza en tanto que puesto por la natura- distribución en general. Propiedad]
leza l' no en tanto que producto de la historia, Hasta hoy, esta
ilusión ha sido propia de toda época nueva. Steuart, que desde Por eso, cuando se habla de producción, se está hablando siern-
muchos puntos de vista se opone ai siglo XVItI l' que como aristó- pre de producción en un estádio determinado dei desarrollo so-
crata se mantiene más en eI terreno histórico, supo evitar esta cial, de la producción de individuos en socíedad, Podría parecer
simpleza. por ello que para hablar de la produccíón a secas fuera preciso-
Cuanto más lejos nos remontamos en la historiá, tanto más o bien seguir el proceso de desarrollo histórico en sus diferentes
aparece el individuo -1' por consiguienre también el individuo fases, o bien declarar desde el comíenzo que se trata de una deter-
productor- como dependiente l' formando parte de un todo ma- minada época histórica, por ejemp!o. de la moderna producción
yor: en primer lugar. l' de una manera todavia muy enteramente burguesa, lo cual es en realidad nuestro tema especifico Pero todas
natural. de la familia l' de esa familia ampliada que es la tribu;(7) las épocas de la producción tienen ciertos rasgos en eornún, ciertas
más tarde. de las comunidades en sus distintas formas, resultado determinaciones comunes. La praducción cn general es una abs-
dei antagonísmo y de la fusión de lastribus. l8I Solamente ai llegar tracción, pera una abstraccíõn que tiene un sentido, en tanto pone
el siglo XVItI, con la "sociedad civil", las diferentes formas de co- realmente de relieve lo común, lo fija V nos ahorra así una repeti.
nexíon social aparecen ante el individuo como un slmp!e medío cíõn. Sin embargo, lo general o lo común, extraído por compa·
para lograr sus fines privados, como una necesidad exterior. Peeo ración, es a su vez algo complejamente articulado l' que se desplíe-
la época que genera este punto de vista, esta idea dei Individuo ga en distintas determinaciones. Algunas de éstas pertenecen a
aislado, es precisamente aquella eu la cual las relaciones sociales todas las épocas. otras son comunes sólo a algunas, [Ciertas] deter-
(generales según este punto de vista) han llegado ai más alto grado minaciones serán comunes a la época más moderna )' a la más
de desarrollo alcanzado hasta el presente. EI hombre es, en el antigua, Sin ellas no podría concebirae ninguna producción; sólo
sentido más literal un ~"'ov ltoÀLúx01l~ranimal político],'.' no sola- que. si los idiomas más evolucionades tíenen leyes y determinacío-
mente un animal social> sino un animal que SOlO puede indivi- nes que son comunes a los menos desarrollados, lo que constituye
dualízarse en la socíedad. La producción por parte de un indivíduo su desarrallo es. precisamente aquello que 105 diferencia de esros
aísíado fUera de la sociedad -hecho raro que bien puede ocurrir eremenlos generales y comunes. Las determinaciones que valeu
cuando un civilizado, que potencialmente posee ya en si las fuerzas para la produccíônen general son precisamente las que deben ser
de la sociedad, se extravia accidentalmente en 'Una comarca salva- separadas, a fin de que no se olvide la diferencia esencial por
je- no es menos absurda que la idea de un desarrollo dei len- atender sólo a la unidad, Ia cual se desprende ya dei hecho de
guaje sin individuos que vivan juntos l' hablen entre si. No hay que el sujeto, Ia humanídad, y el objeto. Ia naturaleza, son los
que detenerse más tiempo en esto. Ni siquiera habria que rozar el mísmos, En este olvido reside. por ejemplo, toela la sabidurfa
punto si esta tonterta, que tenía un sentido l' una raz6n entre 105 de los economistas modernos que demuestran la eternídad y la
hembres dei siglo XVlIl, no hubiera sido introducida seriamente annonfa de las condiciones sociales exlstentes. Un ejemplo. Nin-
en plena economia moderna por Bastiat, Carey. Prou<llJolI. lICC. l ' . ' guna producción es posible sin un instrumento de producción,
A Proudhon, entre otros, le resulta naturalmente cámodo ClII'l1car aunque este instrumento sea sólo la mano; ninguna, siri trabajo
el orígen de una re!ación econômica, cu)'a génesis hlSCéri& desco- p:iliadn .lCll.ll1uJado. aunque este trahajo sea 0610 la destreza que
nocc, en términos de filosofía de la historiá, mitologizaado que el ejetclclo repetido ha desarrollado y concentrado en la mano dei
a Adán )' a Prometeo se les ocurrió de repente la idea y entonces salvaje. EI capital entre erras e_s, co tlIll1bién un instrumento
fue introducida, etc. Nada hay mas insulso que el locus communis de produeeíõa; es bIlnbII!n lU1Jajó pasado, olIjetivalia. De tal modo
[lugar común] puesto a fantasear.tt!!' el capital es UM reliItl6n. natural, univer8;l1 y eterna; pero lo es
si deja de lado lo especif1co lo que hace de un instrumento de
pro<iucclón", dei "trabaja allUmulado", un capital. Asl, toda la his.
!Orla de las relaciones de producción aparece, por ejemplo en
36 KARL MARX INTRODUCCIÓ~ DE 1857 37
Carey, como una falsificación organizada malignamente por los lidad deI suelo, etc., son más favorables que otras para la produc-
gobiernos.l 12 J ción, Pero esta conduce nuevamente a la tautología de que la
Si no existe producción eu general, tampoco existe una produc- riqueza se crea tanto más fácilmente 'cuanto mayor sea el grado
ción general. La producción es siempre una rama particular de la en que existan objetiva y subjetivamente los elementos que la
producción -vg., la agricultura, la cria deI ganado, la manufac- crean.Wi]
tura, etc.-, o bien es una totalidad. Pero la economia política Pera no es esta lo único que realmente interesa a los economis-
no es tecnologia. Desarrollar enotro lado (más adelante) la rela- tas en esta parte general. Se trata más bien -véase por ejernplo
ción de las determinaciones generales de la producción, en un el caso de Mm::"fl6J de presentar a la producción a diferencia de la
estadio social dado, con las formas particulares de producción. distribución, etc, como regida por leyes eternas de la naturaleza.
Finalmente, la.produccíón tampoco es 0010 particular. Por el cen- índependientes de la histeria, ocasión esta que sirve para Introdu-
traria, es siempre un Q):ganismo social determinado, un sujeto cir subrepticiamente las relaciones burguesas como leyes naturales
social que actáa en una totalidad ma. o menos grande, más O inmutables de la sociedad in abstracto. Ésta es la finalidad mas
menos reducída, de ramas de producción. Tampoco corresponde o menos consciente de todo el procedimiento. En la distribución,
examinar aqui la relación entre la representación científica y el por el contrario, los hombres se habrían permitido de hecho toda
movimiento real. Producción en general. Ramll8 particulares de la crase de arbitrariedades. Prescindiendo de la separación brutal de
producción. Totalidad de la producción. producción y distribución y haciendo abstracción de su relación
Está de moda incluir como capitulo previo a la economia una real, es de entrada evidente que por diversificada que pueda estar
parte general, que es precisamente la que figura bajo el titulo de la distribución en los diferentes estadios de la sociedad, debe ser
"Produccíón" (véase, por ejemplo, J. St. Mill)."31 Y en la que posible tarnbién para ella, tal como se hizo para la producción,
se trata de las condiciones generaie.s de toda produccíõn, Esta par· extraer los caracteres cornunes, así r.omo es posible confundir o
te general incluye o debe incluir: 1 las condiciones sin las cuales liquidar todas las diferencias históricas formulando leves humanas
no es posible la producción. Es decir, que se limita solamente a uniuersales. Por ejernplo, el esclavo, el siervo, el trabajador asa la-
indicar los momentos esenciales de toda producción, Se limita, eu riado reciben todos una cierta cantidad de alimentos que les per-
efecto, como veremos, a cierto número de determinaciones muy mite existir como esclavo, siervo o asalar-iado. EI conquistador que
simples, estiradas bajo la forma de vulgares tautologias; 21 las con- vive deI tributo, el funcionaria que vive del impuesto, el propieta-
diciones que hacen avanzar en mayor o eo menor medida a la rio de Ia tierra que vive de la renta, el manje que vive de la
producci6n, tales como por ejemplo, el estado progresivo o de es- limosna o el levita que vive deI diezmo, obtienen todos una cuota
tancamiento de Adam Smith.l H l Para dar nu significado científico de la producción social que está determinada sobre la base de le-
a esta consideraçíón que en él tiene su valor como aperçu. [expo- yes distintas de las que rigen para el esclavo, etc. Los dos PUllID'
sición sumaria]; habría que realizar ínvestígaciones sobre los gra- principales que todos los economistas clasifican bajo esta rtí brim
dos de la productividad en diferentes períodos, en el desarrollo sono I] propiedad; 2] su protección por medio de la Iusricia, la
de pueblos dados, investigaciones que excedertan de los limites policia. etc. A esta se ha de responder muy brevemente asf:
propios dei tema pero que, en la medida en que caen dentre de él, I] Toda producción es apropiadón de la naturaleza por
deberán ser encaradas cuando se trate dei desarrolJo 4Il la com- parte deI individuo en el seno y por intermedio de una forma de
petencia, de la acumulación, etc. Formulada de una m~nen. ~e­ sociedad determinada. En este sentido, es una tauwlogfa der ir que
neral, la respuesta conducc a la idea de que un pueblo mdu$tnal la propiedad (Ia apropiación) es una condición de la producciún,
llega ai apogeo de su producción en el momento mÍJIIIO en que Pero es ridículo saltar de ahí a una forma determinada (te la pro·
alcanza su apogeo histórico. In [act [en los hechos] Un pueblo piedad, por ejemplo, la propiedad privada. (Lo cua! implica ade-
está en su apogeo industrial cuando lo principal para el no es la más, GOmo condición, una forma contrapuésta: la no l>ropiedad,)
gãriancia. sino el ganar. En esto, los yanquís están por encima de La histeria nos muestra más bien que la forma primigenia es la
los ingleses. O también:que ciertas predísposicíones raciales, cli- propiedad común (por ejemplo, entre los hindúes, los eslavos, los
mas. condiciones naturales, 'como la proximidad dei mar la fertí- antiguos celtas, erc.), forma que, como propiedad cornunal, desern-
38 KARL MARX INTRODUCClÓN DE 1857

peãa durante largo tiempo un papel importante. No está en cue... la proporción en 'iue el individuo participa de estes productos: el
tión todavia en este punto el problema de si la riqueza se desarro- cambio le aporta los productos particulares por los que él desea
!la mejor bajo esta o aquella forma de propiedad. Pero decir que cambiar la cuota que le ha correspondido a través de la distribu-
no se puede hablar de una producción, ni tampoco de una socíe- dón; finalmente. eu eI consumo los produetos se convierten en
dado en la que no exista nínguna forma de propíedad, es una tauto- objetos de disfrute, de apropiadón individual. La producción crea
logía. Una apropiación que no se apropía nada es una contradictio los objetos que responden a las necesidades: la distribuci6n los
in subjecto [contradicción en los términos].'17! reparte segün leyes sociales: el cambio reparte lo ya repartido
ad. 2] Proteeeión de los bienes adquiridos, etc. Cuando, se redu- según Ias necesidades individuales; finalmente, en el consumo eI
cen estas trivialidades a su contenido real, ellas expresan. más de producto abandona este DWvimiento social. se convíerte, dírectas
lo que saben sus predícadores, A saber. toda forma ele produccíón mente en servidor y objeto de la necesidad individual, a la que
engendra JUs propias instituciones jurídicas, sUllropia forma de satisface en el acto de su disfrute. La producción aparece asl como
gobíemo, etc. La groserfa y Ia incomprensión eensísten precisa- el pumo de partida, el consemo como el punto terminal, la dis-
mente en no relacionar sino fortuitamente fenómenos que consti- tribución y el cambio como eI término media, termino que a su
tuyen un todo orgánico, en ligarlos a travét de un l1exo meramente vez es doble, ya que la distribución está determinada como mo-
reflexivo. A los economistas burgueses les parece que con la poli- mento que parte de la socíedad, y el cambio como momento que
cia moderna la producción funciona mejor que, por ejemplo, apli- parte de los indivíduos. En la producción, Ia persona se obietivi-
cando el derecho dei más fuerte. ElIos olvidan solamente que el za, eu el consumo(191 la cosa se subjetivíza, En la distribución la
derecho dei más fuerte es tambíén un derecho, y que este derecho sociedad asume Ia medíación entre la producción y el consumo
dei más fuerte se perpetüa bajo otra forma también en su "esta- por medío de determínaciones genezales y reetoras; en el cambio.
do de derecho". la mediación se opera a través dei fortuito caracter determinado
Cuando las condiciones sociales que corresponden a un estadio dei individuo.
determinado de la producción están recién surgiendo, o cuando La distríbución determina la proporción (el cuanto) en que los
están a punto de desaparecer, se manifiestan naturalmente pertur- productos corresponden al individuo; el cambio determina la pro-
baciones en la producción, aunque en distintos grados y con eíec- ducciõn, de la cual el individuo desea obtener la parte que la dis-
tos diferen teso tribución le asígna,
Para resumir: todos los estádios de la produccíón tíenen caraete- Producción, dístríbución, cambio v consumo Iorrnan así un silo-
res camunes que el pensamíento fiia como determinaciones gene- gismo con todas las regIas: la produccíón es el término universal;
rales pero las llamadas condiciones generales de toda produceíén la distríbución y el cambio son el término particular. y el consu-
no S011 más que esos momentos abstractos que no permiten C01Il- mo es et término singular con el cual el todo se completa. En esto
prender ningún nivel histórico concreto de la producci6n.n sl hjy sín dudaun encadenamíento, pero es superficial. La produc-
ciõn está determinada por leves generales de la naturaleza; la
distribución resulta de la contingencia social y por ello puede
2] LA RELACIÓN GENERAL DE LAPRODUCCIÓN COM LA DISTRIBUCIÓN 1 ejercer sobre la producción. una acción más o menos estimulante;
EL CAMBIO Y zt. CONSUMO eI cambio se: sitúa entre las dos como un .movimicnto formalmente
social, y el acto final deI consumo, que es concebido no solamen-
Antes de seguir adelante con el anãlisis de la produceíén es nece- te como ;conclusión, , sino también como objetivo final, se sitúa a
sario examinar las diferentes rubricas eon que los economistas Ia decir verdad fuera de Ia economia, salvo cuando a su vez reaecio-
asocían. nasobreel punto de partida e inaugura nuevamente UH proceso,f201
La primera ídea que se presenta de inmedíato es la siguiente: Los adversarios de los cultores de la economia política -proven-
en la producción los miembros de la sociedad hacen. que los pro- gan elIos dei interior o dei exterior de su ambi to-c-, que lcs "e pro-
duetos de la naturaleza resulten apropíados a Ia. necesidades hu- chan disociar groseramente las conexiones, se colocan en su misrno
manas (los elaboran, los conforman); la dístribución determina terreno, ó bien por debajo, de.ellos. Nada más común que la acu-
40 KARL MARX lNTRODUCCIÓN DE 1857 41

sación de que los cultores de la economia política consíderan a la tica al consumo es una segunda producción, surgida del aniqui-
producción demasiado exclusivamente como un fin en sI. La dis- lamíento dei primer producto. En la primera, el productor se ob-
tribución tendría una importancia similar, Esta acusacíón está ba- jelivaba; en la segunda, la cosa creada por él se personificaba. Por
sada precisamente en la idea de los economistas según la cual la consiguiente, esta produceión consumidora -caun cuando .sea una
distribución está situada ai lado de la produccíón, como una esfera unidad ínmediata de producción y consumo- es esencialmente
autônoma, índependíenre, o que los momentos no serían concebi- diferente de la producción propiamente dicha. La unidad inme-
dos en su unidad. Como si esta dísociaciõn hubiera pasado no de la díata, en la que la producciõn coincide con el consumo y el con-
realidad a los libros de texto, sino de los líbros de lexto a la realí- sumo con la producción, deja subsistir su dualidad ínmediata.
dad, lcómo si aqui se tratara de una conciliación dialééticade los Eu consecuencia, la producción es ínmediatamente consumo, e1
eonceptos y no de la comprensión de relaciones reale•. consumo es inmediatamente producción. Cada uno es inmedia-
tamente SU opuesto. Pera aI mismo tiempo tiene lugar un movi-
miento mediador entre los dos. La producción es mediadora del
[Consumo y producción] consumo, cuyos materiales crea y sin los cuales a éste le falt~ría
el objeto. Pero el consumo es también mediador de la producción,
ai] La producción es también inmediatamente consumo. Doble con- eu cuanto crea para los productos el sujeto para el cual ellos son
sumo, subjetivo y objetivo: el individuo que aI ptodueir desarrolla productos. EI producto alcanza su [inish. [realízacíón] final sólo en
sus capacidades, las gasta también, las consume en el acto de la pro- el consumo. Una vía férrea no transitada, que no se usa y que
ducción exactamente como la reproducción natural es un consumo por lo tanto na se .consume, es solamente una vía férrea Õ1JVQllEt
de fuerzas vitales, En segundo lugar, consumo de los medios de [en potencial y no en la realidad. Sin producción no hay consu-
producción que se emplean y se usan, y que se disuelven en parte mo, pero sin consumo tampoco hay producción ya que en ese caso
(como, por ejernplo, en la combustión) en los elementos generales. la producciôn no tendrfa objeto. EI consumo produce la produc-
Consumo, igualmente, de la matéria prima que no conserva su ci6n de dos maneras: 1] en tanto el producto se hace realmente
forma oi su constitución natural, sino que más aún se consume. producto s6Io en eI consumo. Un vestido, por ejempIo, se convier
Por lo tanto, el acto mismo de producción es tambíén en todos sus te realmente en vestido a través dei acto de llevarlo puesto; una
momentos un acto de consumo. Pera los economistas aceptan esta. casa deshabitada no es en realidad una verdadera casa; a diferen-
Llaman consumo proãuctroo a la produceión que se identifica cia dei símple objeto natural, el producto se afirma como produc-
directamente con el consumo, y ai consumo que coincide inmedia- to, se convierte en producto, sólo en eI consumo. Disolviendo eI
tamente con la producción. Esta identidad de la· producción y dei producto, el consumo le da el [inishing stroke [Ia última ma~o!;
consumo rernite a la proposición de Spinoza: detefminatio est pues eIresuItado de la producción e: producto no e? tanto actrvi-
negatio [Toda determínacién es negación].'2tl dad objetivada, sino sólo como objeto para el sujeto actuante;
Pero esta determínación dei consumo produetívo ha sido _ - 2] en tanto el consumo crea la necesidad de una nueva produc-
blecida sólo para separar 01 consumo identificado eM! la pr~ ción, y por lo tanto el móvil ideal de la produccíón, su impulso
ducción dei consumo propiamente dicho, concebido, por el contra- interno, que es su supuesto. EI consumo crea eI impulso de. la
rio, como el opuesto aníquilador de la ptoduc.ción Consílblremos, producción y crea igualmente e1 objeto que actúa en la producción
pues, el consumo propiamente dicho. Igualmente, el consumo es como determinante de la finalídad de ésta. Si resulta claro que la
de manera inmediata producción, dei mismo modo que en la na- producd6n ofrece el objeto del consumo en su aspecto manifíestc,
turaleza e1 consumo de los elementos y de las sustancias qu!l6kas no es menos claro que el consumo pone idealmente el objeto de
es producción de plantas. Es claro que en la nutrición, por ejem- la producción, como imagen interior, como necesidad, c~mo it,?-
plo, que es una forma de consumo, el hombre produce su propio pulso y como finalidad. Ella crea los objetos de la producción bajo
cuerpo. Pero esto es igualmente cierto en cualquier alta clase de una forma que es todavia subjetiva. Sin necesídad no hay produc-
consumo que, en cíerto modo, produce ai hombre. Produccl6n cíón, Pero el consumo reproduce la necesídad.
consumidora. Sólo que, arguye la economia, esta producción íden- Por el lado de la producción a esto corresponde: r que e!la
42 KAR.L MARX. INTRODUCCIÓN DE 1857

proporciona aI consumo 5U material, 5U objeto. Un consumo sín, trabajo improductivo; las que tratan el segundo tienen por objeto
objeto no es un consumo; en consecuencia, en este aspecto la pro- el consumo productivo o no producti vo,
ducción crea, produce 01 consumo, 2] Pero no es solamente el ob- 2] Cada uno de los dos aparece como media deI otro y es me-
jeto lo que la producción crea para el consumo, EUa da también diado por él: ello se expresa como dependencia recíproca, como
al consumo 5U caracter determinado, 5U [inish, Del mismo moda. un movimiento a través del cual se retacionan el uno con el otro
que el consumo daba aI producto su finish como producto, la pro- y aparecen como reciprocamente indíspensables, aunque perma-
ducción da su [inish aI consumo, En suma, el objeto no es un neciendo sin embargo externos entre si. La producción crea eI ma-
objeto en general sino un objeto determinado, que debe ser consu- terial dei consumo en tanto, que objeto exterior; eI consumo crea
mido de una manera determinada, que a su vez debe 5~ mediada la necesidad en tanto que objeto interno, como finalídad de la
por la producción misma. El hambre es harnbre, pero ei hambre producción. Sin producción no hay consumo, sin consumo no hay
que se satisface con carne cocida, comida con cuchillo y tenedor, producción. [Esto] figura en la economia en muchas formas.
es un hambre muy distinta de la de aqueI que devora carne cruda ll] La producción no es sólo inmediatamente consumo, ni el
con ayuda de manos, unas y di entes. No es únícamente el objeto deI consumo inmediatamente producción; ni tampoco es la produc-
consumo sino también el modo de consumo, lo que la producdón ción únicamente media para el consumo y eI consumo fin para
produce no s610 objetiva sino también subjetivameM'e. La pro- la producción, vale decir que no es el caso que cada término sólo
ducción crea, pues, el consumidor. SJ La producci6n no solamente suministre aI otro su objeto; la producción, el objeto externo dei
provee un material a la necesidad sino también una necesidad aI consumo; el consumo, el objeto representado de la producción.
material, Cuando eI consumo emerge de 5U primera ínmediatez Cada uno de los términos no se limita a ser eI otro de manera
y de su tosquedad natural -y e! hecho de retrasarse en esta fase inmediata, y tampoco eI mediador deI otro, sino que, realizándo-
seria el resultado de una produccíón que no ha superado la tos- se, crea aI otro y se crea en tanto que otro. Sólo con el consumo
quedad natural- es mediado como impulso por el objeto. La nece- Ilega a su realización el acto de la producción, haciendo alcanzar
sidad de este último sentida por el consumo es creada por la per- al producto 5U consumación como produeto, en tanto lo disuelve,
cepcíón de! objeto. EI objeto de arte -de igual modo que cualquier consume su forma de cosa, su forma autónoma; eu tanto convierte
otro producto- crea un público sensible aI arte, capaz de goce en habílidad, por la necesidad de la repeticíón, la disposíción
estético. De modo que la producci6n no solamente produce un ,desarrollada en el primer acto de 1'1. produccíón, EI consumo no
objeto para el sujeto sino tarnbién un sujeto para eI objeto. La es, pues. únicamente el acto final gracias al. cual el producto se con-
vierte en producto sino también el acto en virtud del cual. el
producClón produce, pues, el consumo, I] creando el material
productor se hace productor, Por otra parte, la producción engen-
de éste; 2] determinando el modo de consumo; 'l provocando m el
dra eI consumo, creando eI modo determinado de consumo, crean-
consumidor la necesidad de productos que ella ha creado origina. do luego el atractivo deI consumo y a través de éste la capacidad
riamente como objetos; eu consecuencia, eI objeto del consumo, misma de consumo convertida en necesídad. Esta última identidad
el modo de consumo y el impulso ai consumo. Del mismo modo, el mencionada en el apartado 3] es interpretada de muy diversos mo-
consumo produce la disposici6n deI producror, solicitándolo como dos en la economia a propósito de la relacíón entre la oferta y
necesidad que determina la finalidad de la producción. la demanda, los objetos y las necesidades, las necesídades creadas
Las identidades entre el consumo y la producción apareceu por por la scciedad.y.Ias I)~çe.lli!ill;\~Lnaturales..
lo tanto bajo un triple aspecto: Nada más simpIe,entonces, ara Uil he liano
I] Identidad inmediata: l2 21 la producción es consumo; el consu- producción y consumo. Y esta ocurríó no sólo en el caso e os
mo es producción. Producción consumidora. Consumo producdvo ensayistas socialistas sino también en eI de economistas prosaicos
Los economistas lfaman a ambos consumo productivo. Pera esta- como Say, por ejernplo, que piensan que si se considera a un pue-
blecen no obstante una diferencia. La primera figura COl1\O repro- blo su produccíõn seria su consumo. O también a la humanidad
duccíón; el segundo, como consumo productivo, Todas IllJ Invtsti- in abstracto [en general). Storch demostró el errorde Say..haciendo
gaciones sobre la primera se refieren ai trabajo productíve y '11 notar que un pueblo, por ejemplo, no consume símplemente su
44 KARL MARX INTRODUCCIÓN DE 1857

producción sino que también crea los medias de producción, etc., mentos de su producción misma. Eu tanto formas de distribución,
eI capital fijo, etc.[231 Además, considerar a la sociedad como un el interés y la ganancla preSuponen e! capital como agente de
sujeto único es considerarIa de un modo falso, especulativo. En producción. Son modos de disrríbucíón cuya premisa es el capital
un sujeto, producción y consumo aparecen como momentos, de un como agente de producción. Son igualmente modos de reproduc-
acto, Lo que aqui importa es hacer resaltar que si se consideran ción del capital.
a la producción y aI consumo como actividades de un sujeto o de Del mismo modo el salário es el trabajo asalariado considerado
muchos individuos, ambas aparecen en cada caso como, momentos bajo otra rúbrica: el caracter determinado que tiene aquí eI tra-
de un proceso en el que la producción es el verdadero punto de bajo como agente de producción aparece allí como determinación
partida y por ello también el momento predomínanta, EI consumo de la distribución. Si el trabajo no estuviese determinado como
como necesidad es el mismo momento interno de la al:.tblidad pro- trabaja asalariado, su modo de participar en los productos no
ductiva. Pero esta última es el punto de partida de la realización aparecería haja la forma de salarío, ta! como, por· ejemplo, en la
y, por lo tanto, su factor predominante, el acto en eI que todo el esclavitud, Finalmente, la renta territorial. y con esto tomamos
proceso vuelve a repetírse, EI individuo produce un objeto y; con- justamente la forma más desarrolIada de la distribución en la que
sumíéndolo, retoma a si mismo, pera como Individuo productivo la propiedad territorial participa de los productos, presupone la
y que se reproduce a si mismo. De este modo, eI consumo aparece gran propiedad territorial (más exactamente, la agricultura en gran
como un momento de la producción,C24] escala) como agente de producción, y no la tierra pura y simple,
En la sociedad, en cambio, la relación entre el productor y eI así como eI salario no presupone el puro y simple trabajo. Eu
producto, una vez terminado este último, es exterior y eI retorno consecuencia, los modos y relaciones de distribución aparecen 8610
deI producto ai sujeto depende de las relaciones de éste con los como el reverso de los agentes de producción. Un individuo que
otros Individuas. No se apodera de él inmediatamente, Adernás, participa en la producción bajo la forma de trabajo asalaríado,
la apropiación inmediata deI producto no es la finalidad deI su- participa bajo la forma de salario en los productos, en los resul-
jeto cuando produce en la sociedad. Entre el productor y los pro- tados de la producción. La organización de la distribución está
duetos se interpone la distribución, quien determina, mediante totalmente determinada por la organizacién de Ia produccíón. La
Ieyes sociales, la parte que le corresponde del mundo de los produc- distribución es eUa misma un producto de la producción, no sólo
tos, ínterponiéndose por lo tanto entre la producción y el consumo. en lo que se refiere aI objeto -solamente pueden ser distribuídos
Ahora bien, ,Ia distribución existe como una esfera autônoma los resultados de Ia producciófl.-, sino también en lo que se re-
junto a la producción y fuera de ella? fiere a la forma, ya que el modo determinado de participación
en la producción determina las formas particulares de la dlstribu-
cíón, la forma bajo la cual se participa en la distribución. Es de!
[Distribución y producción] todo ilusorío ubicar Ia tierra en Ia producción, Ia renta territorial
en Ia distribucíón, etcétera.
b 1] Cuando se examinan los tratados corrientes dt eeonomía lo Economistas ebmo Ricardo, a quienes se les reprocha con Ire-
primero que sorprende es el hecho de que en ~l1os todas las cate- cuencia no tener presente sino la producción, han definido como
gorias son presentadas de dos maneras. Por ejemple, en la distrlbu- eI objeto exclusivo de la economia a la distribución, precisamen-
ción figuran la renta territorial, el salario, el inler~ "f la !(.rnancia, te porque concebían instintivamente Ias formas de la distribución
mientras que en la producción, la tierra, el trabajol el capital figu- como la expresión más definida en que se fijan los agentes de la
ran como agentes de la producción. En lo que conclílrOA aI capital. producción en una sociedad dada.r2111
es evidente que aparece bajo dos formas: I] como agente de .flroâuc- Frente aI individuo aíslado, la distribucíón aparece naturalmen-
ción; 2] como fuente de ingresos, como determinante de determi- te como una ley social que condícíona su posición en el seno de la
nadas formas de distribución. Es por ello que el inte1'l!e y la ga- producción, dentro de la cual él produce, y que precede por 10
nancia figuran también como tales en la producción, en tanto son tanto a la producción. En su origen el individuo no posee ni capi-
formas en que el capital se íncremenra, crece y por eso, son mo- tal nj propíedad territorial. Desde que nace está destinado aI
KARL MARX INTRODUCCIÓN DE 1857 47

trabajo asalariado en virtud de la distribución social. Pero el he- que presentan a la prod,ucción como una verdad eterna y relegan
cho de estar destinado es él misrno resultado deI hecho de que el la historia ai campo de la distribución.
capital y la propiedad- territorial existen como agentes autônomos Que relación tiene esta distribución determinante de la produc-
de la producción. ción con la producción misma es stn duda un problema que cae
Si se consideran sociedades globales. Ia distribución parece de.. de por si dentro dei marco de esta. Se podria decir que ya que la
de cierto Plinto de vista preceder y hasta determinar la produc- producción debe partir de una cierta distribución de los ínstrurnen-
ción; aparece en cierto modo como un [act [hecho 1 preeconómico. tos de producciôn, por lo menos la distribucíón asi entendida
Un pueblo conquistador divide al pais 'entre los conquistadores e precede a la producción y constítuye su premisa. Y será preciso
impone así una determinada repartición y forma de propiedad responder entonces que efectivamente la producción tiene sus pro-
territorial; determina. por consiguiente, la produceíón, O bien re- pias condiciones y sus supuestos, que constituyen sus propios mo-
duce a la esclavitud a los conquistados y convierte asi ai trabajo mentos. En' un comienzo estas supuestos pueden aparecer como
esclavo en la base de la producción. O bien un pueblo, mediante hechos naturales, EI mismo proeeso de producción los transforma
la revolución, fragmenta en parcelas la gran propiedad territorial de naturales en históricos; si para un período aparecen como su-
y da un caracter nuevo a la producción por medio de esta nueva 'puesto natural de la producción, para otro período, en cambio.
distribución. O bien la legislación perpetúa la propiedad dei Sue- constítuyen su resultado histórico. Ellas se modifican íncesanté-
lo en ciertas famílias o reparte el trabajo [como] privilegio here- mente en el interior de la produccíón misma, EI uso de la maqui-
ditaria para fijarlo así en un régímen de castas. En todos estos naria. por ejemplo, ha modificado tanto la distribución de los ins-
casos -y todos ellos son históricos- la distribución no parece estar trumentos de producción como la de los productos, La gran
determinada por la producción sino, por el contrario, es la pro- propiedad territorial moderna es el resultado ai mismo tiempo deI
dueción Ia que parece estar articulada y determinada por la: comercio y de la industria moderna. y de la aplieación de esta
dístríbución. ultima a la agricultura.
Según la concepción más superficial. Ia distribución aparece Las cuestiones planteadas antes se reducen todas, en última
como distribución de los productos y de tal modo como más ale- instancía, a una sola: lcómo inciden las condiciones históricas p
jada de la producción y asf independiente de ella. Pero antes de nerales en la producción y cuál es la relación que mantienen con
ser distribución de los. productos, ella CI: I] distribución de los el movimiento histórico en general? Esta cuesüén ocupa un lugar
in,strnmentos de proclucción; 2] distHbución de los miembros de la evidentemente en Ia díscusíón y desarrollo deI tema de la produc-
sociedad entre las distintas ramas de la producción -lo cual es una ción mismaJ2Gl
definición más amplia dc la mísma relacíõn. (Subsunc1ón de los Sin embargo. en la forma trivial en que acaban de ser plantea-
individuos a determinadas reíaeíones de producción.) La distribu- das, pueden ser liquidadas rápidamente. Todas las conquistas su-
eión de los productos es manifiestamente sólo un resultado de esta ponen tres posibilidades: e1 pueblo conquistador some te ai pueblo
distribución que se halla incluida en el proceso mismo de produc- conquistado a su propio modo de produeción (por ejemplo, los
ción y determina la articulación de la produccíén,: Considerar a la ingleses en este siglo en Irlanda y. en parte. en la India); o bien
produeeión prescíndiendo de esta distribución cque ella encierra deja subsistir el antiguo y se satísface con un tributo (por ejem-
es 'evidentemente una abstracción vacía, mientras que, por e1 eon- plo, los turcos y los romanos); o bien se produce una acción recí-
trario, Ia distribución de los productos ya está dáda de por si proca de la que nace una forma nueva, una síntesis (en parte,
junto con esta dístribución, que constituye originariamente un en las conquistas germanas). En todos los casos, el modo de produo
momento de la producción. Ricardo. que se ha esronado por con- ción -sea el dei pueblo conquistador. sea el deI pueblo sorpetído
cebir a la producción moderna en su artículación; social dl/tl!rmi- o el que resulta de la fusión de los dos- es determinante 'pUa la
nada y que es el economista de la produeción par e"c,q,nú (por nueva distribución que se establece. Aunque esta aparezca como
excelencía], declara precisamente por esa razón que no ea la ,(n'O- un supuesto para el nuevo período de produccíón, eIla misl1ll. es
ducción, sino la distribución, el verdadero tema de la _ _Ia a su vez produeto de la producción, no solamente de la proclucdón
moderna. Una vez más se -evidencia la tontería de los econoÍ1lliiÍtaS. histÓrica en general sino de una producción histórica determinad..
48 KARL MARX INTRODUCCIÓN DE 1857 49

Los mongoles, por ejemplo, devastando a Rusia, actuaban de dei cambio. o también es el cambio considerado en su totalidad.
conformidad con .su producción que no exigia mas. que pasturas, En tanto el cambio es sólo un momento mediador entre la pro-
para las cuales las grandes exrensiones inhabitadas eran una con- ducción y la distribución que ella determina, por un lado. y el
dición fundamental. Los barbaros germanos, para quíenes la consumo por eI otro, y en tanto que el propío consumo aparece
producción consistia en agricultura practicada con siervos.y en Una también como un momento de la producción, es evidente que
vida aislada en el campo, pudieron someter tanto más fácilmente el cambio está incluído en la producción como uno de sus mo-
las provindas romanas a estas condiciones. por cuante la concen- mentos.
tración de la propiedad de la tierra que se habla operado en ellas En primer lugar resulta claro que el cambio de actividades y
había transformado por completo las antiguas relaciones en la de capacidades, que se opera en la propia produccíón, pertenece
agricultura. a la producción directamente y es algo constitutivo de ésta, Esto
Es una noción tradicional la de que en ciertos per,iodos se ha es válido también, en segundo lugar. respecto dei cambio de los
vivido únicamente dei pillaje. Pera para poder saqueares necesa- productos, en la medida en que éste es un medio para suminís-
rio que haya algo que saquear. es necesaria una producción. Y el trar el producto acabado, preparado para el consumo inmedia-
tipo de pillaje está determinado tambíén por el modo de produc- to. En lo visto hasta ahora el cambio es un acto incluido en la
ción. Una stock-jobbing nation [naci6n de especuladores de bol- producción. En tercer lugar. el llamado exchange [intercambio]
sal. por ejemplo, no puede ser saqueada de la misma manera que entre dealers [comerciantes] y dealerst2 81 en razón misma de su
una nación de vaqueros.t'"! organizaci6n está completamente determinado por la producci6n
Cuando se roba el esclavo se roba directamente el instrumento como actividad también producríva. EI cambio sólo aparece como
de producción. Pero también es preciso que la producción dei país independiente junto a la producción e indiferente con respecto
para el cual se ha rabada esté articulada de manera que admita a eUa en el último estádio, en el cual el producto se cambia di-
el trabajo de los esclavos, o bien (como en América dei Sur, etc.) rectamente para ser consumido. Pero, 1] no existe cambio sin
debe crearse un modo de producción que corresponda a la es- divisi6n dei trabajo, sea esta natural o constituya un resultado
clavitud. histórico; 2] el cambio privado presupone la producción privada:
Las leyes pueden perpetuar entre ciertas familias un ínstrumen- 8] la intensidad dei cambio. lo misrno que su extensión y su índole
to de produccíón, por ejemplo, la tierra. Estas leyes adquieren un están determinados por el desarroUo y la articulación de la pro-
significado económico únicamente alH donde la gran propiedad ducción. Por ejemplo: cambio entre la ciudad y el campo. cambio
territorial está en armonía con la producción social, como en In- en el campo. en la cíudad, etc. EI cambio aparece así, en todos sus
glaterra, por ejemplo, En Francia el pequeno cultivo se practicaba momentos, como directamente incluido en Ia producción o deter-
a pesar de la gran propiedad terri torial; por ello esta última minado por ella.
fue destruida por la revolución, Pera. IY la perpetuación por me- El resultado ai que lIegamos no es que la produccíón, Ia dístri-
dia de leyes dei parcelamiento de las ti erras, por ejemplo? A pesar bución, el cambio y el consumo sean idénricos, sino que eonstítu-
de estas leves la propiedad se concentra de nuevo. Determinar yen las articulaciones de una totalidad, diferenciaciones dentro de
más en particular la influencia de las leves sobre la conservación una unidad. La produccíén domina tanto sobre si misma en la
de las relaciones de distribución y. por consíguíente, su efecto so- determinadón opuesta de la prcduccíõn, como sobre los otros mo-
bre la producci6n. mentos. A partir de ella, el proceso recomienza siempre nueva-
mente. Se comprende que el cambio y el consumo no puedan ser
lo dominante. Y lo mismo puede decirse de la distribución en
c 1] FINALMENTE, CAMBIO Y CIRCULACIÓN tanto que distribución de los productos. Pero como distribución
de los agentes de la producción, constituye un momento de la prOo
[Cambioy producci6n] ducción. Una producción determinada, por lo tanto. determina un
consumo, una distribuci6n, un intercambio determinados y relll-
La circulación misma no es más que un momento determinado ciones reciprocas determinadas de estas diferentes momentos. A de.
50 KAItL MARX INnODUCCIÓN DE 1857 51

cir verdad, tambíén Ia producción, baja su forma unilateral, está número de relaciones genrraJes ahstractas determinantes, tales como
a su vez determinada por .los otros momentos. Por ejemplo, cuando Ia división deI trabajo, el dinero, eI valor. etc. Una vez que esos
eI mercado. o sea Ia esfera deI cambio. se extiende, Ia producción momentos slnguIares fueron más O menos fi,jados y abstraídos, co-
ampIía su ámbito y se subdivide más en profundldad. AI darse menzaron los sistemas econômicos que se elevaron desde lo simpIe
transformaciones de Ia distribucíón se dan cambias en Ia produc- -trabajo, divisíõn deI trabajo, necesidad, valor de cambio- hasta
ción deI caso, por ejempIo de Ia concentración dei capital o de una eI estado, eI cambio entre Ias naciones y eI mercado mundial. Este
distinta distribución de Ia pobIación en Ia ciudad y en eI campo. último es, manífiestamente, el método cientifico correcto.. Lo con-
etc. Finalmente. Ias necesidades deI consumo determinan Ia pro- creto es concreto porque es la síntesis de múltiples determínacíones,
ducción. Entre los diferenres momentos tíene lugar una accíón re- por lo tanto, unidad de lo diverso. Aparece en eI pensarníento
ciproca. Esto ocurre siempre en los conjuntos orgânicos 118l como proceso de síntesis, como resultado, no como punto de paT-
tida, aunque sea el efectívo punto de partida. y, cn consecuencia,
eI punto de partida tambíén dU .ilUuición y de Ia representación
3] EL MÉTODO DE LA ECONOMÍA POLíTICA En eI primer camíno, la representaciõn plena es volatilizada en
una determinación abstracta: en el segundo, Ias determinacíones
Cuando consideramos un país dado desde eI punto de vista eco- abstractas conducen a Ia reproducción de lo concreto por el cami-
nómico-poIítico comenzamos por su pcblacíõn, Ia divisi6n de ésta no deI pensamiento. He aqui por qué Hegel cayo en Ia ilusíón de
eu clases, Ia ciudad, el campo. eI mar, las diferentes ramas de Ia concebir lo real como resultado dei pensamiento que, partiendo
produccién, la exportación y Ia importacíôn, la producción y eI de si mísmo, se concentra en si mísmo, profundiza eu si mismo y se
consumo anuales, los precios de Ias mercancias, etcétera. mueve por sf misrno, míentras que eI método que consiste en ele,
Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por eI supuesto varse de lo abstracto a lo concreto es pau eI pensamiento s610 la
eíectivo: así, por ejemplo, en Ia economia, por Ia población que manera de apropiarse lo concreto de reptoducirIo como un con-
es Ia base y eI sujeto dcl acto social de Ia producción en su con- creto espiritual. Pera esto no es de ningún modo el proceso de
junto. Sin embargo, si se examina con mayor atencíón, esta se formación de lo concreto mism~ Por ejempIo, Ia caregoría econõ-
revela [como] falso. La poblacíón es una abstracción si dejo de mica más simple, cotno por ejempIo el valor de cambio, supone Ia
lado por ejemplo, las clases de que se compone. Estas cIases sono poblaciõn, una población que produce endetermínadas relaciones,
a su vez, una paIabra vada si desconozco los elementos sobre los y también un eierto tipo de sistema familiar o comunitario o polí-
cuales reposan, por ejempIo, el trabajo asalariado, eI capital. etc. tico, etc. Dicho valor no puede existir jamás de otro modo que
Estas últimos "'ponen el cambio, la diiiÍsión dei trabajo, los pre- bajo Ia forma de relación unilateral y abstraeta de un todo concre-
cios, etc. El capital. por ejemplo, no es nada sin trabajo asalaria- to y vivi ente ya dado. Como categoria, por eI contrario, eI valor
do, sin 'valor, dínero, precios, etc. Si comenzara, pues. por la pobla- de cambio posee una existencia antediluviana. Por lo tanto, a la
ciôn, -tendría una representación caótica dei conjunto y. precisando
cada vez más. lIegarla analitlcameme.. a concepa cada vel más
simples; de lo concreto representado lIegarla a abstraceiones cada
==
conciencía, para Ia cuaI eI pensamiento conceptivo es 01 hombre
real y, por consíguíente, el mundo pensado es tal la ÚlJil;a
realidad -y la concieneia filosófica está determinada de este modo-,
vez más sutiles hasta alcanzar las determinacíones más simples. eI movimiento de Ias categorias se le aparece como el verdadero
Llegado a este punto, habría que reemprender el via,ic de UUli'no. acto de produccíõn ('el cual, aunque sea molesto reconocerlo, recibe
hasta dar de nuevo con Ia población, pero esta Ver: no tendría una únícamente un impulso desde eI exterior) curo resultado es eJ muno
representación caótica de un conjunto sina una rica totaliàad con do; esta es exacto en Ia medida en que -pero aqui terremos de
múltipIes determinaciones y relaciones. EI primer camillO es el nuevo una tautologla-- la totalidad concreta, como totalidad del
que siguió históricamente Ia economia política nacieate Los eCO- pcnsarníento, como un concreto del pensamicnto, es in iact [en los
nomistas del sigIo X"JI. por ejemplo, comienzansiempllil por eI IOdo herho<] un producto deI pensamlento y de Ia concepción, pero de
viviente, Ia poblaeión. Ia nación, el estado. varios estad_,etc.; njngun~ manera es un producto dei concepto que piensa y se en·
pero terminan siempre por descubrir. mediante eI análisis, un cierto g-endra a sI mismo,desde, fuera y por encima de Ia intuición
52 ltARL MARX (NTRO~UCCI6N DE 1857 53

y de la representación, sino que, por el contrario, es un producto el todo se desarrollara en el sentido expresado por una categoria
dei trabajo de elaboracíón que transforma intuicíones y represen- más concreta. Sólo entonces el camino deI pensamiCnto abstracto,
tacíones en conceptos, EI todo, tal como aparece en la mente como que se eleva de lo simple a lo complejo, podrfa corresponder ai
todo dei pensamiento, es un producro de la mente que piensa y que proceso histórico real.
se apropia dei mundo .del único modo posíble, modo que difiere Por otra parte, puede decírse que existen formas de sociedad
de la apropiación de ese mundo en el arte, la religión, el espiritu muy desarrolladas, y sin embargo históricamente inmaduras, en las
práctico. EI sujeto real mantíene, antes como después, su autono- que se encuentran las formas más elevadas ;de la economia -por
mia Iuera de la mente, por lo menos durante el tiempo en que la .ejemplo, la cooperacíón, una división desarrollada dei trabajo, e'c.-
mente se comporte únicamente de manera especuíativa, teórica. sin que exista tipo alguno de dinero,como por 'ejemplo en el
En consecuencía, también en el método teórico es necesarío que Perú.!SSJ Tarnbién en las comunidades eslavas el dinero y el cam-
el sujeto, la sacíedad, esté síempre presente en la representsción bio que lo condiciona no aparecen o lo hacen muy 'raramente eu
como premísa. [30l el seno de cada comunidad, mientras que aparecen en cambio en sus
Pero estas categorias simples, lno tienen una exístencía histórica confines. en eI tráfico con otras comunidades; de allí que sea en
o natural autónoma, anterior a las categorias concretas? Ça dipend general erróneo situar el cambio en el interior de las comunida-
leso depende]. Por ejemplo, Hegel tiene razón en comenzar la des como el elemento constitutivo originário. AI principio aparece
Filosofia dei derecbo con la posesíõn ya que constituye la relación más bien en la relación de las diversas comunidades entre si, antes
jurídica más simple dei sujeto. Si) Pero no existe posesión antes que eu Ias relaciones de los miembros en el interior de una misma
de la familia o de las relaciones de dominación y servidumbre, que y única comunidad. Además, aunque el dinero haya desempena-
son relaciones mucho más concretas. Eu cambio, seria justo decir do desde muy rempráno un papel rnúltiple, sin embargo. como
que existen familías, trtbus, que se limitan a poseer, pero que no elemento dominante, pertenece en la Antigüedad sólo a naciones
tienen propieâad. Frente a la propiedad, la relación de simples unilateralmente determinadas, a naciones comerciales, Y hastaen
. comunidades de familias o de tribus aparece como la categoria más la Antigüedad más culta, entre los griegos y los romanos, sólo en el
simple. En la sociedad de un nivel más elevado la propiedad apa- período de su disolucíón alcanza el dinero su pleno desarrollo,
rece como la relación más simple dentro de una organización e1 cual en la moderna sociedad burguesa constítuye un supuesto.
desarrollada. Pera el sustrato más concreto, cuyo vinculo es la po- Esta categoria totalmente símple aparece históricamente cn toda su
sesíón, está siempre supuesto. Puede imaginarse un salvaje aislado plena intensidad sólo en las condiciones más desarrolladas de la so-
que sea poseedor. Pera en este caso la posesión no es una relación dedado Pera" de ningunamanera impregna todas las relaciones eco-
jurídica. No es exacto que la posesión evolucione históricamente nómicas. Por ejemplo, el impuesto en especie y las prestaciones en
hacia la familia. Por el contrario, ella presupone síempre esta "ca- especie continuaron siendo el fundamento deI Império romano en
tegoria j uridica mús concreta". [S2J Sin embargo, quedaria siem- su punto de mayor desarrollo, Allí, el sistema monetario propiamen-
prc en pie el hecho de que las categorias simples expresan relacio- te dicho sólo se había desarrollado completamente en cl ejército.
nes en las cuales lo concreto no desarroHado pudo haberse realiza- Jamás Ilegó a dominar en la totalidad de la esfera d:I tra~ai.o' I?e
do sin haber establecido aún la relación o vínculo más multilate- modo que, aunque la categoria más simpIe haya podido existir his-
ral que se expresa espiritualmente en la categoria más concreta; tóricamente antes que la más concreta, eu su pleno desarrollo m-
mientras que lo concreto más desarrollado conserva esta misma tensivo y extensivo eIla puede pertenecer sólo a una forma social
categoria como una relación subordinada. EI dinero puede existir compleja, mientras que la categoria más concreta se hallaba plena-
y existio históricamente antes que existiera el capital, antes que mente desarrollada en una forma social menos desarrollada,
existieran los bancos" antes que existiera eI trabajo asalariado. EI trabajo parece ser una categoria totalmente simple. 'También
Desde este punto de vista, puede afirmarse que la categoria más la representación dei trabajo en su universalidad -como trabajo
simple puede expresar las relaciones dominantes de un todo no en general- es muy antigua. Y sin embargo, considerado en esta
desarrollado, o las relaciones subordinadas de un todo más simplicidad desde el punto de vista económico, e! "trabajo" es
desarrollado. relaciones que existían ya históricamente antes de que una categoria tan moderna como las relaciones que dan origen a esta
54 KARL MARX 55
INTRODUCCIÓN DE 1857

abstracción simple, EI monetarjsmo, por ejemplo, pone todavia, el género determinado de trabajo es para ellos fortuito y, por lo
de un modo completamente objetivo, la riqueza en el dinero, tanto, indiferente. EI trabajo se na convertido entonces, no sólo
como cosa exterior a si misma. Frente a este punto de vista se en tanto categoria, sino también en Ia reaIi~ad,. en el med,io para
operó un gran. progreso cuando el sistema manuíacturero o comer- crear la riqueza eo general y, como determinación, ha dejado de
ciai transfirió la fuente de la riqueza dei objeto a la actividad sub- adherirse ai individuo como una particularidad suya. Este estado
jetiva, ai trabajo comerei..,IQ.manufacturero, pera concibiendo de cosas alcanza su máximo desarrollo en la forma más moderna de
todavia a esta actívidad sie,?pre bajo el a!pecto limitado de una sociedad burguesa, en los Estados Unidos. Aqui, pues, la abstra.c-
actividad productora de dinero. Frente a este sistema, [se produjo ción de la categoria "trabajo";: ..1 "trabajo en general", el rrabajo
otro progreso con) el sistema fisiocrãtico que considera como crea- sans phsase, que es el punto de partida de la economia moderna,
dora de la riqueza a una forma determinada de trabajo -Ia agri- resulta por primera vez prácticamente cierta. De este modo, la
cultura- y concibe ai objeto mismo no ya bajo 'OI disfraz dei dine- abstracción más simple que la economia moderna coloca en el vér-
ro, sino como producto. en general, como resultado general dei tice, y que expresa una relación antiquísima y válida par~ todas
trabajo, Todavia este productn..en razón de la naturaleza limitada las formas de sociedad, se presenta no obstante como práctlcamen-
de la actividad, es síempre un producto determinado de la natu- te cierta eu este [grado de) abstracción sólo como categorfa de la
raleza, un producto agricola, un producto de la tierra par ex- sociedad moderna, Podría decirse que aquello que en los Estados
cellence. Unidos se presenta como un producto histórico -me refiero a esta
Un inmenso progreso se opero cuando Adam Smith rechazó indiferentia hacia no trabajo determinado-e, entre los rusos, por
todo caracter determinado de la actívidad creadora de riqueza con- ejemplo, se presenta como una disposición natural. Pero, eo. prí-
síderándola simplemente como trabajo; ni trabajo manuíacturero, mer lugar, existe una diferencia. enorr:ne entre bá~~~~os con dISpO-
ni traba]o comercial, ni agricultura, sino tanto uno como otro. sición para ser empleados en cualquíer cosa y CIVilizados ~rre. se
Con Ia universalidad abstracta de Ia actívidad creadora de rique- dedican ellos mismos a todo. Además, entre los 1'USOS, a esta [ndifc-
za, se da aI mismo tiempo Ia universalidad dei objeto determinado rencia hacia eI carácter determinado dei trabajo corresponde prác-
como riqueza, como producto en general, o, una vez más, [como] ricamente la sujeción tradicional a un trabajo cnreramente deter-
trabajo en general, pero como trabajo pasado, materializado. La minado, dei que sólo pueden arrancarIes las influencias exte-
dificultad o importancía de esta transición lo prueba el hecho riores. (84]
de que el mismo Adam Smith vueIve a caer de cuando en cuando Este ejemplo dei trabajo muestra de una rnanera muy. clara CÓID?
en el sistema fisiocrático. Podría parecer ahora que de este modo se incluso las categorfas más abstractas, a pesar de su vahdez -precI'
habría encontrado simplemente la expreslón abstracta de Ia rela- samente debida a 5U naturaleza abstracta- para todas las época,,,,
ción más simpIe y antigua, en que entran los hombres en tanto son no obstante, en lo que hay de determinado en esta ebstracción,
productores, cualquiera sea Ia forma de la socíedad. Esta es cierto el producto de condiciones históricas y poseen plena validez sólo
en unsentido. Pera no en eI otro. La indiferenda frente a un para estas condiciones y dentro de 5US Hm~tcs)351 •
género determinado de trabajo supone una totalidad muy desarro- La sociedad burguesa es Ia más compleja y desarroUada orgam-
llada de géneros reales de trabajos, ninguno de los cuaIes predo- zaci6n histórica de la producción. Las categorias que expresan sus
mina sobre los demás. Así, Ias abstracciones más seneraIes surgen condiciones y la comprensión de su organización permiten aI mis-
únicamente 0,111 donde existe eI desarrollo concreto más rico, donde mo tíempo comprender la organización y las relaciones de p~oduc­
un elemento aparece como lo común a muchos, como común a cíõn de todas las formas de sociedad pasadas, sobre cuyas ruinas y
todos los elementos. Entonces, deja de poder ser pensado solamen- elementos ella fue edificada y cuyos vestígios, aún no superados, con-
te bajo una forma particular. PQI' otra parte, esta abstraccl6n dei tinúa arrastrando, a la vez que meros indicios previas han desarro-
trabajo en general no es solamente el resultado intelectual de una Uado en eUa su significación plena, etc. En la anatomia ~el .hom-
totalidad concreta de trabajos. La índíferencia hacía un trabajo bre está la clave para la anatomia deI mono.tw! Por ~onslg~lente,
particular corresponde a una forma de socíedad en la cual los índi- los indicios de las formas superiores en Ias especres animales
viduos pueden pasar fácilmente de un trabajo a otro y en la que inferiores pueden ser comprendidos sólo cuando se conoce la forma
56 &ARL MARX lNTR.ODVCC1ÓN DE 1857 57

superior. La economia burguesa sumínistra así la clave de la econo- sión [de nuestro estudio1- Nada parece más natural. por ejemplo,
mia antígua, etc. Pero no cíertamente ai modo de los economistas. que comenzar por la renta dei suelo, la propiedad territorial. desde
que cancelan todas las diferencias históricas y' ven la for"l" bur- eI momento que se haIla ligada a la tierra, íuente de toda produc-
guesa en todas las formas de soeiedad. Se puede comprender el ción y de toda existencia, así como a la primera forma de producción
tributo. el díezmo, etc.• cuando se conoce la renta del suelo, Pero de todas las sociedades más o menos estabilizadas: la agricultura.
no hay por qué identificarlos. Además, como la socíedad burgue- Y sin embargo. nada seria más errôneo. En todas las formas de
sa no es en si más que una forma antagóníca de desarrollo, ciertas sociedad existe una determinada producción que asigna a todas las
relaciones pertenecíentes a formas. de sociedad anteriores apareceu otras su correspondíente rango [eJ influencia. y cuyas relaciones
en ella sólo de manera atrofiada o hasta dísírazadas, Por ejemplo por lo tanto asignan a todas las orras eI rango y la influencia. Es
la propiedad comuna!. En consecuencía, si es verdad que .las cate- una iluminación general en la que se baüan todos los colores
gorías de la economía burguesa poseen cíerto grado de validez para y [que] modifica las particularidades de éstos. Es como un éter
todas las otras formas de socíedad, esto debe ser tomado cum particular que determina el peso específico de todas las formas
grana salis[con humor]. Elias pueden contener esas formas de un de existencia que aIlí toman relieve. Entre los pueblos pastores.
modo desarrollado, atrofiado, caricaturizado, etc., pero la diíeren- por ejemplo (los pueblos dedicados exclusivamente a la caza y a
cia será siempre esencial. La así llamada evolución histórica repçsa la pesca estãn fuera de la esfera donde comienza el verdadero des-
en general en el hecho de que la última forma considera a las J?a· arroIlo).. Existe entre eIlos cierta forma esporádica de agricultura.
sadas como otras tantas etapas hacia ella mísma, y dado que sólo De ese modo se determina la propiedad de la tierra. Esta propiedad
"~~ rara~oc~siones, y únicamente en condiciones bien determinadas, es común y conserva esta forma eo mayor o menor grado según que
es capaz de críticarse a si misma -aqui no se trata, como es natu- esos pueblos estén más o menos apegados a sus tradicíones, por
'ral, de esos períodos históricos que se. consideran a si mismos como ejemplo, la propíedad comunal entre los eslavos. Entre los pueblos
una época de decadeneia-. Ias concihe de manera unilateral. La que practican -la agricultura sedentária -esta sedentariedad es ya
religión cristiana fue capaz de ayudar a com prender de una marrera un gran paso-, donde ésta predomina como en la sociedad aotigua
objetiva las mi tologías anteriores sólo cuando lIegó a estar dispues- y feudal. Ia propia industria y su organízación, y las formas de
ta hasta cierto punto, por asi decirlo Ô"VUIlEL" a su propia autocrí- propiedad que le corresponden, tienen en mayor o menor medida
tica. Del mismo modo. Ia economia burguesa únicamente lIegó a el caracter de propiedad territorial. [La industriaJ depende com-
com prender la sociedad feudal. antigua y oriental cuando comenzó pletamenre de la agricultura, como entre los antíguos romanos, o
a criticarse a si misma. Precisamente porque la economia burguesa bien, como eo el Medievo. reproduce la organización rural en la
no se identificó pura y símplemente con el pasado fabricándose ciudad y en sus relaciones. Eu el Medievo, eI capital mísmo
mitos, su crítica de las sociedades precedentes. sobre todo dei Ieu- -eu la medida en que na es simplemente capital dinerario-«, como
dalismo contra eI cual tuvo que luchar dírectamente, fue semejante instrumental artesanal tradicional, etc., tiene dicho carácter de pro-
a la crítica dirigida por eI cristianismo contra .el paganismo, o piedad territorial. Eu la sociedad burguesa ocurre lo contrario. La
también a la dei protestantismo contra el catolicismo. agricultura se transforma cada vez más eo una simple rama de
Como en general eo toda ciencia histórica, social, ,aI observar la industria y es dominada completamente por el capital. Lo mismo
el desarrollo de las categorías económicas hay que teneruem'pre en ocurre eon la renta territorial. En todas las formas en las que do-
cuenta que el sujeto -la moderna sociedad burguesa en este caso- mina la propiedad territorial; la relación con la naturaleza es aún
es algo dado tanto en la realidad como en la mente, y que las- cate- predominante. En cambio. en aquellas donde reina e1 .capital,
garfas expresan por lo tanto formas de .ser, derermlnaciones de [predomina] el elemento socialmente, históricamente, creado. No se
existencia, a menudo simples aspectos, de esta sociedad determina- puedecomprender la renta deI suelo sin el capital. pero se puede
da, de este sujeto, y que por 10 tanto. aun desde et punto de vista cornprender el capital sin la renta delsueloc 137l El capital es la
científico, su existencia..de ningún modo comíenza eo el momento potencia económica de la sociedad burguesa que lo domina todo.
en que se ernpieza a hablar de eIla como tal. Este hecho debe ser Debeconstituir el punto de partida y el punto ele llegada, y deee
tenido en cuenta porque ofrece elementos decisivos para la divi- ser considerado antes que la propiedad territorial. Una vez que amo
58 KARL MARX INTRODUCCIÔN DE 1857 59

bos hayan sido considerados separadamente, deberá examinarse su las cuales reposan las elases fundamentales. Capital, trabajo asala-
reIación recíproca. riado, propredad territorial. Sus relaciones recíprocas. Ciudad y
En consecuencia, sería impracticabIe y errôneo alínear las cate- campo. Las tres grandes clases sociales. Cambio entre ellas, Circu-
gorias econômicas en el orden en quelueron historicamente deter- lación. Crédito (privado). 3] "Síntesis de la sociedad burguesa bajo
minantes. Su orden de sucesión está, en cambio, determinado por ta forma deI estado. Considerado en relación COnsIgO mismo. Las
las relaciones que existen entre e!las en la moderna socíedad elases "ímproductivas". lmpuestos. Deuda nacional. Crédito pú-
burguesa, y que es exactamente el inverso deI que' parece ser su blico. La población. Las colonias. Emigración. 4] Relaciones inter-
orden natural o deI que correspondería a su orden de sucesión nacionales de la producción. Divisíón internacional del trabajo.
en el curso del desarro!lo histórico. No se trata de la posición que Cambio internacional. Exportacíón e ímportación, Curso deI cam-
las relacionesecon6micas asumen historicamente en la sucesión bio. 5] EI mercado mundial y las crisis.".!
de las distintas formas de sociedades. Mucho menos de su orden de
sucesión "en la Idea"(Proudhon) (una representación nebulosa
deI movimiento histórico).'··! Se trata de su articulación en el inte- 4] PRODUCCIÓN. MEDIOS DE-PRODUCCIÓN Y RELACIONES DE PRonuc-
rior de la moderna sociedad b~!gues~. CIÓN. RELACIONES DE PRODUCCIÓN Y RELACIONES DE TR..\.FICO.
La pureza (la determinación abstracta) con que los pueblos co- FORMAS DEL ESTADO Y DE LA CONCIENCIA EN RELACIÓN CON LAS.
merciantes -fenidos, cartagineses- se presentan en eI mundo anti- RELACIONES DE PRODUCCIÓN Y DE TRÁFICO. RELACIONES JURÍDICAS~
guo, está dada precisamente por el predomínio de los pueblos RELACIONES F AMIUARES
agricultores. EI capital, como capital comercial o monetaria, se
presenta justamente bajo esta forma abstracta, allí donde el capi- Nota bene acerca de puntos que han de mencionarse aqui y que
tal no es todavia el elemento dominante de las sociedades. Los no deben ser olvidados:
lombardos, los judias, ocupan la misma posición respecto de las so-
ciedades medievales dedicadas a Ia agricultura. I] La guerra se ha desarro!lado antes que la paz: mostrar la
•Otro ejemplo de las distintas posiciones que ocupan las mísmas manera en que ciertas relaciones económicas-tales como el trabajo
categorias en los diversos estadias de la sociedad: una de las más asalariado, el maquinismo, etc., han sido desarrolladas por la gue-
.recientes instituciones de la sociedad burguesa, las [ointstock- rra y en los ejércítos antes que en el interior de la sociedad bur-
companies [sociedades por acciones]. Apareceu, no obstante, tam- guesa. Del mismo modo, la relación entre las fuerzas productivas
bíén en sus comienzos, en las grandes compalllas comerciales que y relaciones de tráfico se presenta particularmente visible en el
gozan de privilegias y de monopolio. ejérciro.r-n
EI concepto mismo de riqueza nacional se insinúa entre los 2] Relación de la historiografia ideal, tal como ella se ha des.
economistas dei sigla xvn -y esta concepción subsiste en parte arroUado hasta ahora, eon la historiografia real. En particular, de
en los economistas deI siglo XVIII- bajo un aspecto tal que la ri- las lIamadas historias de la civilización, que son todas historias
queza aparece creada únicamente para el estado, cuya potencia de la religión y de los estados. (En esta ocasión decir algunas pa-
aparece proporcional a esta riqueza.t39 l Era ésta una forma todavía
labras sobre los distintos géneros de historiografia practicados hasta
inconscientemente hipócrita bajo la cual la riqueza mísma y la
ahora. EI género lIamado objetivo. EI subjetivo [moral, entre otros],
producdón de la riqueza se anunciaban como la finalidad de los EI filosófico.)
estados modernos, considerados en adelante únicamente cotno me-
3] Relaciones de producción derivadas en general, relaciones
dias pala la producción de riqueza.
Efectuar claramente la división [de nuestros es\udios]'de'lnanera
transmitidas, no originarias, secundarias 'Y terciarius. Aqui entran
tal que [se traten]: 1] las determinacíones abstractas geneta~ que en [uego las-relaciones internacionales,
corresportden eo mayor o menor medida a todas las formasde so- 4] Objeciones sobre el materialismo de esta concepciôn. Rela.
ciedad, pera en el sentido antes expuesto: 2] las categorli! que cióncon el materialismo naturalista.
constituyen la articulación interna de la sociedad burguesa r'sobre 5] Dialéctica de los conceptos de [uerza j-roduetiva (medias de
KARL MARX INTRODUCCIÓN DE 1857 61

produción) " relaciones de producción. Una dialéctica cuyos lími- concepción general de estas contradicciones. No bien son especifi-
tes habrá que definir y que no suprime la diferencia real. cadas, resultan esclarecidas.
6] La desigual re!.ación deI. desarrollo de la producciôn material Tomemos, por ejemplo, Ia relación dei arte griego, y luego, dei
con el desarrollo, por. ejemplo, artístico. En general. el concepto de Shakespeare, con la actualidad. Es sabido que la mitologia
de progreso no debe ser concebido de la maneta abstracta habi- griega no fue solamente el arsenal del arte griego sino tambíén su
tual. Con respecto al arte, etc., esta desproporciónno es aún tan tierra nutrida. La idea de la naturaleza y de las relaciones socíales
importante ni tan difícil de apreciar como en el interior de las que está en la base de la fantasia griega, y. por lotanto, del [arte]
relaciones práctico-sociales mismas, Por ejemplo, de la cultura. griego, ,es posible con los seli-actors, los íerrocarntes, las locomo-
Relación de los Uniteâ States con Europa. Pero el punto verdade- toras y el telégrafo eléctrico? ,A qué queda reducído Vulcano ai
lamente difícil que aqui- ha de ser discutido es el de saber cómo lado de Roberts & Co.• Júpiter ai lado dei pararrayos y Hermes
las relaciones de produción, bajo el aspecto de relaciones jurídi- frente ai Crédít mobilier? Toda mitología somete, domina, moldea
cas. tienen un desarrollo desigual. Así, por ejemplo, la relación Ias fuerzas de Ia naturaIeza en la imaginación y mediante la ima-
dei derecho privado romano (esto es menos válido para el derecho ginación; desaparece por lo tanto con el dominio real sobre ellas,
penal y el derecho público) con la producción moderna. ,En que se convierte Fama frente a la Printinghousesquare?'<t<ll EI
7] Esta concepciôn se presenta como un desarrollo necesario, arte griego tiene como supuesto la mitología griega, es decir la na-
Pero justilicación dei azar. Cómo. (Entre otras cosas. también de turaleza y las formas sociales ya modeladas a través de la fantasia
la libertad.) (Influencia de los medios de comunicación. La histo- popular de una manera inconscientemente artística. Éste es su
ria universal no siempre existió: la historia como historia universal material. No cualquier mitologia, es decir no cualquier elaboración
es un resultado.) inconscientemente artística de la naturaleza (aqui la palabra natu-
8] El punto de partida está dado naturalmente por las deter- raleza designa todo lo que es objetivo. comprendida la sociedad).
minaciones naturales; subjetivamente y objetivamente. Tribus, ra- La mitologia egípcia no hubiese podido jamás ser el suelo, el seno
zas, etcétera)42] materno deI arte griego. Pera de todos modos era necesaria una
mitologia. Incompatible con un desarroIlo de la sociedad qu'e ex-
duya toda relación mitológica con Ia naturaleza, toda referencia
[El arte griego " la socieâaâ moderna] mítologízante a eIla; y que requíera por tanto dei artista una íanta-
sía independiente de la mitología.
1] En lo concerniente ai arte, ya se sabe que ciertas épocas de Por otra parte. ,seria posible Aquiles con la pólvora y el plomo?
florecimiento artlstico no están de ninguna manera .en relación ,O, en general, La Illada con la prensa o directamente con la imo
con el desarrollo general de la socíedad, ni, por consíguiente, con presora? Los cantos y las leyendas, las Musas. ,no desaparecen ne-
la base material. con el esqueleto, por así decírlo, de su organi- cesariamente ante la reglera del tipógrafo y no se desvanecen
zación. Por ejemplo, los griegos comparados con los modernos, o de igual modo las condiciones necesarias para la poesia épica?
tarnbién Shakespeare, Respecto de ciertas for\DU dei arte, la épica Pero la dificultad no consiste en comprender que el arte griego
por ejemplo, se reconoce dírectamente que, una vez que hace su y la epopeya estén ligados .a der tas formas deI desarrollo socíal.,
aparición la producción artística como tal, ellas no pueden produ- La dificultad consiste en comprender que puedan aún proporcio-
cirse nunca en su forma clásica, en la forma que hace época mun- narnos goces artísticos y valgan, en ciertos aspectos, como una nor-
dialmente; se admite así que en la propia esfera dei arte. algunas ma y un modelo inalcanzables,
de sus creaciones insignes son posibles solarnente en un 'estadia Un hombre no puede volver a ser nifio sin volverse infantil.
poco desarrollado dei desarroIlo artístico. Si esto es ve!'l!Ml en el Pero, ,no disfruta acaso doe la ingenuidad de la infancia, y no debe
caso de relación entre los distintos géneros artísticos en el âmbito aspirar a reproducír, en un nivel más elevado, su verdad? ,No
del propio arte, es menos sorprendente que 10 mismo ocurra en revive en la naturaleza infantil el caracter propio de cada época
la relación entre el domínio total dei arte y el desarrollo general en su verdad natural? ,Por qué la ípfancia histórica de la humani-
de la sociedad. La difícultad consiste tan sólo en formular una dad, en el momento más bello de su desarrollo, no debería ejercer
62 KAkL MARX

un encanto eterno: _como una fase que no volverá jamás? Hay niâos KARL ~IARX/FRIEDRICH ENGELS
mal educados y rimos precoces. Muchos pueblos antiguos pertene·
cen a esta categoria. Los griegos eran ninas normares, El encanto TEXTOS SOBRE PROBLEMAS DE MÉTODO
que encontramos en su arte no está en contradicción eon eI débil DE LA ECONOMIA POLíTICA
desarrollo de la sociedad en la que maduró, Es más bien su re-
sultado; en verdad está ligado indisolublemente ai hecho de que
las condiciones sociales inmaduras en que ese arte surgió, y que eran
las únicas en que podia surgir, no pueden volver jamás.'''}
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EL CAPITALISMO
SARA LIFSZYC

“La reflexión acerca de las formas de la vida humana, incluyendo por tanto el análisis científico
de ésta, sigue en general un camino opuesto al curso real de las cosas. Comienza post festum y
arranca, por tanto, de los resultados preestablecidos del proceso histórico. Las formas que
convierten a los productos del trabajo en mercancías y que, como es natural, presuponen la
circulación de éstas, poseen ya la firmeza de formas naturales de la vida social antes de que los
hombres se esfuercen por explicarse, no el carácter histórico de estas formas, que consideran ya
algo inmutable, sino su contenido. Así se comprende que fuese simplemente el análisis de los
precios de las mercancías lo que llevó a los hombres a investigar la determinación de la
magnitud del valor (...) Pero esta forma del mundo de las mercancías -la forma dinero-, lejos de
revelar el carácter social de los trabajos privados y, por tanto, las relaciones sociales entre los
productores privados, lo que hace es encubrirlas.”
Kart Marx, EL CAPITAL

1. Introducción

Durante todo el siglo XX, la palabra capitalismo se convirtió en un término de uso


generalizado para designar, sin mayores precisiones, distintas realidades de la sociedad
moderna. En el uso cotidiano suele utilizarse el término capitalista para calificar a personas que
en sus actitudes y acciones se caracterizan por un afán, a veces desmedido, de obtener
beneficios en todos los planos de la vida social, tanto en los negocios como en la vida personal.
También se definen como capitalistas determinadas concepciones de mundo que tienden a
resaltar los valores individuales, que naturalizan la equidad del capital y resaltan la funcionalidad
de la sociedad ordenada jerárquicamente en clases sociales.
La amplitud de sentidos de un término suele ser un obstáculo para la reflexión en general, y
en particular cuando el término "capitalismo" es utilizado para explicar una realidad y construir
diagnósticos y pronósticos sobre los acontecimientos que se suceden en un país y en el mundo
actual. La necesidad de establecer con claridad los alcances y significados se convierte en una
tarea prioritaria, más aun en las ciencias sociales, donde se requiere que las palabras tengan
sentidos precisos, distintos a los atribuidos por el sentido común. Éstas no son ni la realidad
misma ni su descripción exacta: son conceptos que los investigadores construyen y constituyen
los instrumentos fundamentales para captar y explicar los fenómenos sociales.
El objetivo de este trabajo es brindar algunos lineamientos para clarificar el significado del
capitalismo como fenómeno social y como concepto analítico, teniendo en cuenta que, si bien
existen diferentes abordajes, que no desconocemos, priorizaremos el realizado por uno de sus
teóricos más representativos: Karl Marx.

2. Hacia una redefinición

En las ciencias sociales los mismos fenómenos pueden ser interpretados de múltiples
formas pero, más allá de las diferencias, deben contribuir a la explicación del fenómeno real, a
captar su origen y dinámica. Los diferentes esquemas interpretativos suelen originar extensos
debates en los que se confrontan supuestos teóricos, empíricos y metodológicas que ponen a
prueba su alcance explicativo.
El capitalismo es un fenómeno complejo con manifestaciones en diferentes dimensiones de la
realidad, que ha dado lugar, a lo largo del tiempo, a una amplia gama de significados. Las
diferencias interpretativas han originado encendidos debates entre diversas corrientes de
pensamiento. Una buena parte de dichos estudios suelen tomar como referente a Karl Marx (1818-
1883), cuyo pensamiento ha ejercido una notable influencia en el campo de las ciencias sociales y
cuyas formulaciones se convirtieron, directa o indirectamente, aun para sus detractores, en el
centro de la gran mayoría de las controversias.
Los debates sobre el capitalismo tendieron a desarrollarse en torno a los planos teórico-
metodológico y también en el ideológico-político, en éste último, bajo la apariencia de
confrontaciones científicas. En estas polémicas se observa que muchas veces suelen
entremezclarse las ideas de Marx referidas a las formas de superación del capitalismo con su
principal descubrimiento teórico, que fue el formular con implacable rigurosidad las leyes de
funcionamiento de la sociedad capitalista. Este tipo de controversias también tuvo lugar mientras

1
Marx vivía, pues en la segunda edición de El Capital (1867), su obra principal, ya señalaba: (...) "lo
que puede servirle de punto de partida no es la idea, sino la manifestación externa
exclusivamente. La crítica tiene que limitarse a comparar y contrastar un hecho no con la idea,
sino con otro hecho".1
Esta confusión ha originado no sólo prejuicios; también ha opacado y desmerecido el
valor científico de sus descubrimientos, a punto tal de convertir al término "capitalismo" en una
palabra tabú, inficionada ideológicamente. Como señala Marx:

(...) “la libre investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras ciencias no conocen.
El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más violentas,
más mezquinas y más repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés
privado”.2

No obstante las pasiones que este tema despierta desde el punto de vista ideológico,
también en el plano teórico el capitalismo ha originado extensos debates. En las ciencias
sociales estos criterios son plurales, en el sentido de que acerca de una misma realidad, el
"capitalismo", distintos investigadores pueden abordarlo de manera diferente. Por ejemplo,
suele considerarse al capitalismo como un sistema cuyo funcionamiento está regido por las leyes
del mercado, basado en la libre empresa y en la iniciativa individual. Desde otra perspectiva, se
categoriza al capitalismo como un fenómeno presente en las sociedades urbanas e
industrializadas, en las que el poder político y el ejercicio de la dominación se encuentra
centralizado en un Estado nacional. También se consideran que son capitalistas las sociedades
modernas en las que predominan las libertades individuales, con movilidad social, tanto
ascendente como descendente, estratificadas en clases.
Estos significados del término capitalismo tienen en común que son parciales; se han
considerado algunos de sus elementos característicos, y al hacerlo se tiende a circunscribirlo a
una sola dimensión, ya sea a la económica, la política o la social, sin integración entre ellas.
Estas parcializaciones suelen opacar la comprensión del fenómeno, e incluso, a veces,
conducir a ciertos equívocos.
Es corriente pensar que la industrialización y el Estado son atributos del capitalismo, como si
fueran términos de una relación causal, en la cual la industrialización y el Estado serían una
consecuencia lógica derivada del funcionamiento del capitalismo. Sin embargo, es posible observar
que en diferentes épocas históricas han existido desarrollos industriales y formas de Estado,
independientemente el uno del otro. La particularidad del capitalismo moderno en Occidente,
residiría entonces, en la convergencia de ambos fenómenos, la industrialización y el Estado, como sus
componentes. Al respecto señala Ugo Pipitone:

“En realidad, más que una idea específica se trata de una visión global que hace coincidir el
desarrollo capitalista con el desarrollo industrial y con el cambio tecnológico. (...) de la misma
manera como el renacimiento del comercio europeo antecedió en cuatro siglos a la expansión
colonial, hubo tres siglos (por lo menos) de la evolución del capitalismo antes de la Revolución
industrial. Por banal que pueda parecer, tiene un sentido redescubrir el agua tibia: entre capitalismo e
industria el prius histórico es el capitalismo. Obviamente las diferencias entre estas dos dimensiones
tienden a desdibujarse cuando se tiene una visión del capital casi exclusivamente técnica o
cuantitativa. En esta perspectiva, la originalidad histórica del capital parece consistir en las
manufacturas, en las fábricas como lugares de concentración de eficientes y poderosos medios de
producción. De ahí que, si bien de manera silenciosa, tienden a coincidir entre sí las imágenes del
capitalismo e industria. En esta visión no sólo hay una evidente distorsión histórica, sino además,
una fuente grave de errores acerca del presente.”3

En cambio, para Marx (quien ha utilizado en forma indistinta los términos de "sociedad
burguesa", "sociedad moderna" y "régimen de producción capitalista"), el capitalismo no es
reductible ni a lo económico, ni a lo político ni a lo social. Es un fenómeno integral, caracterizado
por un tipo de organización de la sociedad en su conjunto, en el que las relaciones sociales
asumen la forma de relaciones entre los propietarios y no-propietarios de los medios de trabajo.
Ésta es la principal diferencia respecto a otras formas de relaciones sociales -esclavistas o
serviles- que la precedieron, ya que es dentro del capitalismo moderno donde esas relaciones se
plantean como relaciones entre hombres libres e iguales. En la sociedad en la que prevalece ese
tipo de vínculo social, el móvil central es la producción, la apropiación y la acumulación de

1 MARX, Karl:El Capital, Prólogo a la primera y segunda edición, FCE, Bs. As, 1966.
2 MARX, Karl:E! Capital, Torno I, Prólogo a la primera edición, citado.
3 PIPITONE, Ugo: La salida del atraso: un estudio histórico comparativo, FCE, México, 1994.

2
riquezas.

3. EL capitalismo: un concepto y un desarrollo histórico

En una primera instancia se puede establecer que el capitalismo es una forma de


organización social basada en la producción de mercancías, en la acumulación de riquezas en
manos de particulares,4 y en la existencia de un mercado mundial integrado. El trabajo libre,
asalariado, y la propiedad privada de los medios de producción, son sus categorías básicas. Éstas
expresan el divorcio del productor de sus instrumentos de trabajo y del producto de su trabajo;
expresan la separación definitiva del capital del trabajo de la figura del trabajador. En épocas
históricas anteriores a la conformación de la sociedad moderna, ambas categorías no se
diferenciaban, se fundían en la figura del trabajador manual; en el capitalismo se escinden para re-
unirse a través de una relación social entre el obrero y el capitalista. Como señala Hobsbawm:

(...) “la radicalización de esta separación del trabajador directo de sus medios de producción,
llega a su culminación con el capitalismo, en el que el obrero queda reducido a simple fuerza de
trabajo, pudiendo añadirse que, inversamente, la propiedad se transforma en un dominio de los
medios de producción enteramente divorciado del trabajador”.5

El concepto de sociedad desarrollado por Marx es una de las premisas de las cuales parte
para construir y fundamentar su método para el análisis de las realidades socioeconómicas y
políticas, pasadas, presentes y futuras. Para él la sociedad es un todo: una configuración integrada
por diferentes niveles, en la que la producción es la dimensión fundante de lo social. Señala que
para que exista cualquier sociedad, los individuos deben reproducirse como tales: deben
satisfacer sus necesidades produciendo los medios para su subsistencia. La producción material
que constituye la estructura económica, incluye al trabajo como la actividad creadora y
transformadora por excelencia, mediante la cual las personas obtienen de su medio natural y
cultural los elementos necesarios para su vida. En dicha actividad las personas van
estableciendo relaciones entre ellas, es decir, la producción de la vida es social. Cómo producen
y qué relaciones establecen con su entorno y con los otros individuos, la forma que adopta la
producción de sus vidas, es decir, el modo de producción, define el tipo de sociedad. Por ello, el
análisis de Marx del capitalismo comienza por la mercancía, por la forma concreta que adopta el
resultado del trabajo y al mismo tiempo expresa las relaciones sociales de producción que esa
clase de trabajo requiere. Estas categorías constituyen la base de la sociedad, la estructura
sobre la cual se va configurando la otra dimensión social, la superestructura jurídica, política e
ideológica. Ambas, base y superestructura, definen el modelo de sociedad y el modelo de sociedad
no es otra cosa que lo que se deriva de un modo de producción. Y dice:

“En la producción social de su vida, los hombres entran en determinadas relaciones necesarias
e independientes de sus voluntades, relaciones de producción que corresponden a una
determinada fase del desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, que tiene una base
real, sobre la que se edifica una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden
determinadas formas de conciencia. El modo de producción de la vida material condiciona, por lo
tanto en general, el proceso de vida social, política y espiritual.”6

En la sociedad capitalista, las relaciones de producción adoptan la forma de relaciones entre


propietarios aparentemente iguales, que intercambian libremente sus productos: propietarios de los
medios de producción, de los instrumentos y las materias primas y propietarios de la fuerza de
trabajo.7 Estos últimos conforman la categoría de trabajadores totalmente "libres"; libres en un
doble sentido: no están sujetos territorialmente al dominio de ningún señor, y también libres en el
sentido de no poseer ninguna propiedad, sometidos a una desnudez total, pues lo único que
poseen es su capacidad de trabajo, su fuerza de trabajo. La aparición del trabajador libre como
categoría social ha sido el resultado de un proceso histórico, en que el productor, en un estadio

4 MARX, Karl y F. Engels: El Manifiesto Comunista, ediciones del Siglo, Buenos Aires, 1969.
5 HOBSBAWM, Eríc: Introducción a Las formaciones económicas precapitalistas de Carlos Marx, Ciencia Nueva,
Madrid, 1967.
6 MARX, Karl: Contribución a la crítica de la economía política, Ediciones Estudio, Buenos Aires, 1970.
7 Para Marx, la fuerza de trabajo es la potencia que posee el trabajo, su capacidad y energía y el trabajo es el
uso de esa potencia; dice Marx: "El uso de la fuerza de trabajo es el trabajo mismo", El Capital, Tomo i; Capítulo V,
citado.

3
histórico, era propietario de sus medios de vida y controlaba las condiciones de producción de su
existencia, es decir controlaba el proceso de trabajo. La separación del productor de su producto
y de sus instrumentos comienza en el mundo feudal.
Como afirma Marx:

“Lo estructura económica de la sociedad capitalista brotó de la estructura económica de la sociedad


feudal. Al disolverse ésta, salieron a la superficie los elementos necesarios para la formación de
aquella”.8

“De los siervos de la Edad medía surgieron los villanos libres de las primeras ciudades; de este
estamento urbano salieron los primeros elementos de la burguesía”.9

Alrededor del siglo XI, con el resquebrajamiento del mundo feudal, con la disolución de los
lazos de vasallaje y la descomposición del feudo como unidad social económica y política, la
actividad productiva se fue trasladando del campo a la ciudad. En esta última predominaba la
producción artesanal, en la cual el trabajador fabricaba en su domicilio productos por encargo. En
una etapa posterior, el trabajador se irá transformando en un productor independiente que
producirá y venderá su producto. Los instrumentos de producción, sus habilidades y su producto
son de su propiedad, mejor dicho son aún de su propiedad.

“El productor directo, el obrero, no pudo disponer de su persona hasta que no dejó de vivir sujeto a la
gleba y de ser esclavo o siervo de otra persona. Además, para poder convertirse en vendedor libre de
su fuerza de trabajo, que acude con su mercancía a dondequiera que encuentra mercado para ella,
hubo también que sacudir el yugo de los gremios, sustraerse a las ordenanzas sobre los aprendices
y tos oficiales y a todos los estatutos que embarazaban el trabajo”.10

Entre los siglos XIII y XIV, con la intensificación del comercio y el crecimiento de la población urbana,
el productor delegará la venta de su productos en el mercader, quien concentrará la producción de
diferentes trabajadores independientes y los venderá en el mercado, aprovechando las diferencias de
precios entre la compra y la venta para obtener sus ganancias. Al mismo tiempo, y como forma de
incrementar sus beneficios, extenderá los límites del mercado hacia lugares cada vez más lejanos.
A partir del siglo XV, las innovaciones científicas, los descubrimientos de territorios y la
circunnavegación de África, la colonización de América, los mercados de China e India, dieron al
comercio un nuevo impulso: se inicia el desarrollo del comercio de ultramar. La manufactura vino a
ocupar el lugar del artesanado, que no podía abastecer la demanda de los nuevos mercados
extranjeros. Pero el crecimiento de los mercados continuaba y la demanda iba en aumento. Ya no
bastaba tampoco con la producción manufacturera. El desarrollo de la ciencia y la tecnología
posibilitaron la introducción de la máquina a vapor que revolucionará la producción y la gran
industria sustituirá a la manufactura.
Los pequeños productores independientes no podrán resistir la competencia del capital
que los arrollará y los transformará en obreros industriales y la economía de mercado comenzará a
transitar hacia una más amplia y desarrollada: la economía capitalista.
Como señala Marx en un conocido párrafo:

“Al llegar a una determinada fase, las fuerzas productivas de la sociedad chocan con las
relaciones de producción existentes, o lo que no es más que su expresión jurídica de esto, con las
relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Se abre así
una época de revolución social.”11

Efectivamente, entre los siglos XVIII y XIX este largo proceso de transición culminó con dos
grandes revoluciones que dieron sustento político, jurídico y tecnológico a la consolidación del
capitalismo moderno. La Revolución Francesa en el siglo XVIII, porque liberó a los individuos de
las relaciones de propiedad personal, disolviendo los lazos de sujeción y vasallaje, estableciendo
la libertad y la igualdad de las personas. La Revolución Industrial en el siglo XIX, con la adopción
de la nueva tecnología, posibilitó el salto cualitativo para el desarrollo de la producción a gran
escala. Se había iniciado una nueva época de enormes cambios y transformaciones, bajo el
predominio del capital, como una forma de relación social de producción entre personas

8 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capítulo XXIV, La llamada acumulación originaria, citado.
9 MARX, Karl: El Manifiesto Comunista, citado.
10 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capítulo XXIV, citado.
11 MARX, Karl: Prefacio a La crítica de la economía política, citado.

4
jurídicamente iguales, pero socialmente diferentes, transformando la producción "en un gran
arsenal de mercancías" como señala Marx en el primer párrafo de El Capital, convirtiendo a la
fuerza de trabajo en una mercancía más que es vendida y comprada.

“Ni el dinero ni la mercando son de por sí capital, como no lo son tampoco los medios de
producción ni los artículos de consumo. Necesitan convertirse en capital. Y para ello han de
concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse así: han de enfrentarse y
entrar en contacto dos clases muy diversas de poseedores de mercancías; de una parte, los
propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo, deseosos de valorizar la
suma de valor de su propiedad mediante la compra de fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los
obreros libres, vendedores de su propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo. Obreros
libres en el doble sentido de que no figuran entre los medios de producción, como los esclavos y
los siervos, etc., ni cuentan con medios de producción propios, como el labrador que trabaja su
propia tierra, etc.; libres y dueños de sí mismos (...). El régimen del capital presupone el divorcio
entre los obreros y la propiedad sobre las condiciones de realización de su trabajo (...). La
producción capitalista no sólo mantiene este divorcio, sino que lo reproduce y acentúa a escala
cada vez mayor. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el
proceso de disociación entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo,
proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción,
mientras de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados.”12

4. El valor del trabajo y el trabajo como valor

En el punto anterior se sintetizaron las categorías básicas sobre las que se funda el
capitalismo, en el presente se esbozará el mecanismo de su funcionamiento. Se ha señalado que
las relaciones sociales en el capitalismo aparecen como relaciones entre iguales, desde el punto de
vista jurídico, que intercambian sus diferentes productos en iguales proporciones.13 Para que esta
relación se mantenga como igualdad, el trabajador debe vender su fuerza de trabajo, no su
persona: vende su potencia, su capacidad y habilidad, por un determinado tiempo. Pues, como
dice Marx, (...) "si se la vende en bloque y para sí, siempre lo que hace es venderse a sí mismo,
convertirse de libre en esclavo, de poseedor de una mercancía en mercancía".14
El trabajo es la actividad que realiza el ser humano con la ayuda de instrumentos-
herramientas para transformar, en un tiempo y en un espacio, un objeto en producto. Por ejemplo:
el pan no es simplemente la suma de sus elementos, es algo diferente al trigo y a la levadura: es
algo más. El trabajo combina dichos elementos y los transforma en un objeto cualitativamente
diferente a sus componentes, los que a su vez son resultado de trabajos realizados por otras
personas: en este caso, el pan es la suma de trabajos anteriores. El trabajo crea valore que se
manifiestan cuando se plasma en productos concretos útiles, objeto que satisfacen algún tipo de
necesidad, pues nadie produce objetos inútiles. Cuando los productos son consumidos o usados
por su propio productor, éstos sólo asumen la característica de ser objetos útiles, de ser valores de
uso. Pero cuando lo producido por el trabajo no le pertenece, y su destino es ser vendido en el
mercado, el producto, además de ser un valor de uso, contiene un valor de cambio. Dicho valor
se revelará en el contacto con otros productos, que al igual que éste han sido el resultado del
trabajo humano.
Es entonces cuando el producto adopta la forma de mercancía y la generalización de este tipo
de producción pone de manifiesto la transformación operada en la figura del trabajador libre, que
debió vender su capacidad útil, su fuerza de trabajo para poder subsistir, convirtiéndose ella
misma en una mercancía más. El trabajador vendió al propietario de los medios de producción su
fuerza de trabajo, y éste la compró por su valor equivalente en dinero. Hasta acá no existe ningún
misterio: ninguno perdió ni ganó en el cambio y éste se desarrolló según lo esperado y lo pactado
en términos de equivalentes.
Pero, entonces, ¿cómo se desarrolla la acumulación del capital? se pregunta Marx; ¿de dónde
proviene la ganancia del propietario de los medios de producción? Y Marx responderá que
provendrá del trabajo-realizado-no-remunerado, pues el secreto de la producción capitalista
reside en el proceso de trabajo, cuando el trabajador produce más valor del valor por el que fue
comprado. Como se señalara anteriormente, la fuerza de trabajo, posee la cualidad de crear, tanto
valores de uso como de cambio y éste se determina por su costo, es decir, por el tiempo

12 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capítulo XXÍV, citado.


13 MARX, Karl: El Capital, p. 121.
14 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capítulo, citado.

5
socialmente necesario para su producción. En el caso de la fuerza de trabajo, el costo de
producción se estima en una cantidad de medios de vida para poder al día siguiente continuar
con sus tareas, en iguales condiciones de fuerza y de salud. Es la cantidad indispensable de
objetos como comida, descanso, confort, vestimentas, algunas de las cuales deberá reponer
todos los días y otras con menor frecuencia.

El valor y los equivalentes


Durante siglos, filósofos y economistas intentaron develar el secreto del Intercambio de equivalentes,
intentaron explicar qué es el valor y por qué adopta la forma equivalencias cuyo patrón de medida
es la cantidad de trabajo utilizada en su producción, es una magnitud, un valor,
independientemente, del tipo producto concreto que sea. Dice Marx: “Esta forma de equivalencia se
presenta con mayor claridad si nos remontamos a Aristóteles, que fue el primero de los pensadores
que analizó la forma valor.” Ante todo, Aristóteles dice claramente que la forma-dinero de la mercancía
no hace más que desarrollar (...) la expresión del valor de una mercancía en otra cualquiera. He aquí sus
palabras: 5 lechos = 1 casa, no se distingue de 5 lechos = tanto o cuanto dinero. Aristóteles advierte,
además, que la relación de valor que contiene esta expresión de valores, a su vez, una relación
condicionada, pues la casa se equipara cualitativamente a los lechos, y si no mediase alguna
igualdad sustancial, estos objetos corporalmente distintos no podrían relacionarse entre sí como
magnitudes conmensurables. “El cambio -dice Aristóteles- no podría existir sin la igualdad, ni ésta
sin la conmensurabilidad". Mas al llegar aquí, se detiene y renuncia a seguir analizando la forma
valor. “Pero en rigor-añade- es imposible que objetos tan distintos sean conmensurables”, es decir
cualitativamente ¡guales. Esta equiparación tiene que ser necesariamente algo ajeno a la verdadera
naturaleza de las cosas (…)”

El propio Aristóteles nos dice, pues, en qué tropieza al llevar adelante su análisis: tropieza en la
carencia de un concepto de valor. ¿Dónde está lo igual, la sustancia común que representa la casa
respecto a los lechos?: ¿en la expresión de valor de éstos? Semejante sustancia “no puede existir, en
rigor”, dice Aristóteles. ¿Por qué? La casa representa respecto a los lechos algo igual en la medida en
que representa aquello que hay realmente de igual en ambos objetos, a saber: el trabajo humano.

Aristóteles no podía descifrar por sí mismo, analizando la forma del valor, el hecho de que en la forma de
los valores de las mercancías todos los trabajos se expresan como trabajo humano igual y, por tanto,
como equivalentes, porque la sociedad griega estaba basada en el trabajo de los esclavos y tenía,
por tanto, como base natural la desigualdad entre los hombres y sus fuerzas de trabajo. El secreto de la
expresión de valor, la igualdad y equiparación de valor de todos los trabajos, en cuanto son y por el
hecho de ser todos ellos trabajo humano en general, sólo podía ser descubierto a partir del momento
en que la idea de la igualdad humana poseyese la firmeza de un prejuicio popular. Y para esto era
necesario llegar a una sociedad como la actual, en que la forma mercancía es la forma general que
revisten los productos del trabajo, en que, por tanto, la relación social preponderante es la relación de
unos hombres con otros como poseedores de mercancías. Lo que acredita precisamente el genio de
Aristóteles es haber descubierto en la expresión de valor de las mercancías una relación de
igualdad. Fue una limitación histórica de la sociedad de su tiempo la que le impidió desentrañar en
que consistía “en rigor”, esta relación de igualdad.

Como dice Marx: "el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de vida necesarios
para asegurar la subsistencia de su poseedor (...) Las necesidades naturales, el alimento, el
vestido, la calefacción, la vivienda, etc., varían con arreglo a las condiciones del clima y demás
condiciones naturales de cada país (...)".15 Es decir, el trabajador ha vendido su fuerza de trabajo
por un determinado valor, pero a lo largo de su jornada produce un valor superior al que ha sido
comprado. La diferencia entre el valor que ha producido y el valor por el cual fue comprado es la
ganancia del propietario de los medios de producción.
Si el costo de la fuerza de trabajo equivale a una equis cantidad de horas de una jornada de
trabajo, en la que el trabajador produce un volumen determinado de productos equivalente al valor
por el que fue comprado, en ese punto podría dar por finalizada su jornada. Pero no puede y
debe continuar trabajando: lo que produce de ese momento en más ya no le será
recompensado. Esa cantidad adicional de productos creados y no remunerados, representa la
ganancia del propietario del capital, es el plus-valor de su trabajo. Esa partir de este
momento que la aparente igualdad de las relaciones de producción revela su asimetría,
cuando el trabajo no remunerado es apropiado por los dueños del capital. Dicho trabajo se
convierte en capital cuando se concreta la venta de la mercancía y la ganancia obtenida la

15 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capítulo , citado.

6
invierte nuevamente en la producción. El propietario de los medios recupera el capital invertido
más el plus de ganancia que será nuevamente invertido para continuar y ampliar el ciclo
productivo y reproductivo del capital, que es un ciclo de reproducción ampliada.
Dice Marx:

“El valor del capital revestía forma de dinero desde el momento mismo de desembolsarse; en
cambio, la plusvalía (o plus-valor) se presenta desde el primer momento como valor de una
determinada parte del producto. Al venderse éste y convertirse en dinero, el valor del capital
compra su forma primitiva, mientras que la plusvalía cambia de forma y modalidad, son
sumas de dinero y reversión a capital se efectúa del mismo modo, sin que medie diferencia
alguna. El capitalista invierte ambas sumas en comprar las mercancías que le permitan acometer
de nuevo la fabricación de su artículo, esta vez sobre una escala ampliada.”16

El trabajo no remunerado implica la creación de un valor adicional que se genera en el proceso


de producción, su apropiación por parte del capitalista es lo que posibilita la acumulación y la
reproducción del capital. El capitalismo se caracteriza por la apropiación de plus-valor, que es el
motor de su funcionamiento; su continuidad depende de la expansión y profundización del
intercambio y de ampliación del proceso de acumulación. Es decir, la continuidad del capitalismo
se centra en el aumento permanente de la productividad del trabajo, con el fin de obtener cada vez
mayor ganancia. Para lo cual requiere la asistencia de la ciencia y la técnica para revolucionar los
procesos de producción, la tecnología, los procesos de trabajo y también los métodos de
organización.
Al mismo tiempo se va profundizando la interdependencia de los mercados para que las mercancías
puedan venderse con mayor celeridad y convertirse nuevamente en capital. Ambos, productividad y
mercado, son los elementos indispensables para el sostenimiento del capitalismo, si bien la creación
del plus-valor se inicia en la producción (en el proceso de trabajo), culmina en el mercado con la
venta de la mercancía, cuando se transforma de plus-valor en capital.
Las revoluciones tecnológicas, los cambios en las habilidades y capacidades de la fuerza de
trabajo más la creciente interdependencia del mercado mundial, se desarrollan a expensas del capital
y no a la inversa, sin ellos es imposible concebir el desarrollo del capitalismo.

“(...) la necesidad del mercado exterior para un país capitalista no se halla determinada en modo
alguno por las leyes que rigen la realización del producto social, sino por el hecho de que el
capitalismo sólo aparece como resultado de una circulación de mercancías muy desarrollada, que
rebase las fronteras del Estado. Por eso no es posible concebir una nación capitalista sin comercio
exterior, ni tal nación capitalista ha existido nunca en la realidad.
En los métodos precapitalistas de producción rige la ley de la repetición del proceso de producción
con la misma extensión y sobre las mismas bases que antes: esta ley regía para la economía a
base de prestaciones personales del terrateniente, para la economía natural del campesino, para
la producción artesana del industrial. La ley de producción capitalista en cambio, es ésta;
cambios constantes de los métodos de producción y aumento ilimitado de su volumen (...) esta
necesidad demuestra palmariamente la obra histórica de progreso del capitalismo, que viene a
destruir el aislamiento y el carácter cerrado de los antiguos sistemas económicos, agrupando a
todos los países del mundo en una gran unidad económica.”17

En una breve síntesis se ha caracterizado al capitalismo, independientemente de las


formas históricas que ha asumido, como un tipo de organización social cuyo objetivo es (a
acumulación de riquezas y la continua reproducción del capital. La expansión e integración
constante del "mercado exterior" en una "gran unidad económica", más el creciente aumento de
la productividad del trabajo, por la permanente innovación tecnológica, son los mecanismos que
garantizan su continuidad.
Considerando que la sociedad actual es una sociedad capitalista, y teniendo en cuenta las
transformaciones que en todos los planos de la vida social se están desarrollando desde hace varias
décadas, se plantea una serie de interrogantes relacionados con el sentido y la dirección de los
cambios. En tal sentido es pertinente preguntar: ¿estos cambios preanuncian una nueva era histórica?,
¿el capitalismo está cambiando? La respuesta a estos interrogantes no es sencilla. Mucho se ha
escrito, se han acuñado nuevos términos, formulado una variedad de hipótesis y pronósticos de
distinto tenor; no obstante las interpretaciones del sentido y la dirección de los cambios, todavía
son ambiguas. Algunos autores sostienen que estos cambios, propios del capitalismo, corresponden
a su nueva etapa, la etapa globalizadora. Para otros autores, son el fin del capitalismo.

16 MARX, Karl: El Capital, capítulo XXII, citado.


17 MARX, Karl: El Capital, Tomo I, Capitulo XXÍV, citado.

7
A partir de las últimas décadas del siglo XX el mundo se ha convertido en una inmensa "aldea
global" de la mano de la revolución científico-tecnológica, las sociedades en general y las economías y
los mercados en particular, se han vuelto más interdependientes. Las empresas se han transformado
en grandes corporaciones, o firmas18 como se las denomina actualmente, que se han globalizado y
transnacionalizado.19 Los procesos de producción, los métodos y la organización del trabajo se han
automatizado a tal punto que van sustituyendo y desplazando de la escena productiva al
trabajador asalariado. El mundo del trabajo requiere una fuerza de trabajo con habilidades y
capacidades basadas más en el desarrollo del conocimiento que en el uso de destrezas
técnicas. Mientras tanto, la desocupación crece, la exclusión se multiplica, la riqueza se concentra
y la brecha social es cada vez mayor. SÍ la atención se centra en cambios en las características de
las fuerzas productivas, tecnologías y trabajo y en el funcionamiento del mercado mundial, se
puede afirmar que los mismos se inscriben dentro de la lógica de funcionamiento del capitalismo.
No obstante, la novedad histórica de esta época respecto a las anteriores radica en la dinámica
que el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información le ha conferido. Pero ni las
relaciones de producción ni las formas de apropiación y acumulación del capital han cambiado
hasta ahora. Desde este punto de vista es posible pensar que el capitalismo ha entrado en una
nueva fase de su desarrollo y no constituye el inicio de su final.
Pero también esta afirmación puede ser puesta en duda, si se consideran los efectos de la
automatización sobre los procesos de producción y sobre el trabajo. Este último se ha ido
desplazando del centro de la escena y de ser el fundamento de la creación del plus-valor, pasó a
ser un elemento de control y supervisión, y dado que las máquinas por sí mismas no crean valor,
entonces, ¿dónde se origina la creación del plus-valor? ¿El plus-valor dejará de ser la razón de
existencia del capital? El capitalismo, por su propio desenvolvimiento histórico, ¿se encuentra en
una encrucijada?
Estas preguntas plantean un dilema difícil de resolver por ahora, aunque varios autores han
señalado que la automatización ha decretado el fin de la era del trabajo y, en consecuencia, estos
cambios pueden ser el inicio del final del capitalismo. En su época, cuando la Revolución
Industrial se encontraba en su pleno apogeo, Marx vislumbró la posibilidad de la casi total
automatización de los procesos de trabajo y refiriéndose a dicha problemática, señaló:

“El trabajo ya no aparece tanto como estando incluido en el proceso de producción; el hombre se
comporta más bien como un supervisor y regulador del proceso productivo (...) se presenta al lado
del proceso productivo, en lugar de ser su agente principal. En esta transformación lo que aparece como
pilar fundamental de la producción y de la riqueza no es ni el trabajo directo ejecutado por el hombre ni
el tiempo por él trabajado, sino la apropiación de su propia fuerza productiva general (...) tan pronto
como el trabajo en forma directa ha cesado de ser la gran fuente de riqueza, el tiempo de trabajo
deja, y tiene que dejar de ser, su medida y por lo tanto el valor de cambio del valor de uso (...). Con
ello se desploma la producción fundada en el valor de cambio.”20

De acuerdo con esta cita, y debido a la mayor automatización, es posible inferir que está
desapareciendo un tipo de trabajo, el trabajo asalariado, creador de valores de cambio, propio del
capitalismo industrial. Podría ser el fin de una forma de trabajo, en tanto actividad, en tanto forma
de hacer, y de concebir el trabajo. Pero no es el fin del trabajo concebido como potencialidad
creadora y transformadora propia de los seres humanos; el trabajo como tal seguirá
persistiendo.
Sin haberse modificado las relaciones de producción, sin transformaciones en las formas de
acumulación y reproducción del capital, ¿es posible que sólo los cambios tecnológicos sean un
indicador suficiente del final de una época histórica? Creemos que para que ello efectivamente
suceda son necesarios cambios en las relaciones básicas y fundamentales propias del

18 André Gorz señala que la firma es "una red transnacional y su centro de coordinación y de decisión
estratégica no tiene nacionalidad más que en apariencia. (...) su sede social puede estar en cualquier parte. Por el
juego de los precios de transferencia, la firma realiza sus beneficios allí donde paga menos impuestos o ningún
impuesto." Miserias del presente, riquezas de lo posible, Paidós, Buenos Aires, 1998.
19 En un artículo publicado en junio de 2002 en el diario Página 12, James Petras, señala: "Una gran cantidad
de libros y artículos sobre globalízadón, corporaciones globales e imperio se ha publicado sin que exista la más mínima
noción de la estructura real del poder mundial. El análisis de un estudio del Financial Times (suplemento 10 de mayo
de 2002) sobre las 500 compañías más grandes del mundo, con base en criterios de valor, país y sector, viene a poner
fin al debate en torno a la globalización del imperialismo. El Estado-nación, en este caso los estados imperiales, no sólo
están lejos de desaparecer, sino que además son cruciales para identificar y entender los centros neurálgicos del poder
político y económico. Casi 48 por ciento de las empresas y bancos más importantes del mundo son de Estados Unidos,
y 30 por ciento son de la Unión Europea; solamente el 10 por ciento pertenece a Japón.
20 MARX, Karl: Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Borrador) 1857-1858, volumen
I, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 1971.

8
capitalismo.
Más allá de las elucubraciones teóricas y de las especulaciones hipotéticas, lo que sí queda
claro es que aún es prematuro prever el desenlace de este proceso, sobre todo cuando estamos
en un mundo en el que lo viejo no termina de morir y lo nuevo apenas comienza a nacer. Porque
más allá de las preocupaciones de los estudiosos de la realidad social por dilucidar y develar el
sentido de los cambios, la reflexión científica, por ahora, sólo puede aventurar hipótesis, dado que,
tal como se señala en el comienzo de este trabajo:

"La reflexión acerca de las formas de la vida humana, incluyendo por tanto el análisis científico de
ésta, sigue en general un camino opuesto al curso real de las cosas. Comienza post festum y
arranca, por tanto, de los resultados preestablecidos del proceso histórico."

9
lOMoARcPSD|7197452

LOUIS ALTHUSSER
Ideología y aparatos ideológicos de Estado ALTHUSSER, Louis,
Acerca de la reproducción de las condiciones de producción Ideología y aparatos ideológicos de Estado,
Nueva visión, Buenos Aires, 1988.
1 El texto que se va a leer está
Acerca de la reproducción de las condiciones de producción1 dominante, podemos decir que el proceso de producción emplea constituido por dos extractos de un
las fuerzas productivas existentes en y bajo relaciones de estudio en curso. El autor quiso
titularlos notas para la investigación.
En análisis anteriores nos hemos referido producción definidas. Las ideas expuestas sólo deben
circunstancialmente a la necesidad de renovar los medios de De donde resulta que, para existir, toda formación social, al considerarse como introducción a
una discusión. (Nota de la redacción
producción para que la producción sea posible. Hoy centraremos mismo tiempo que produce y para poder producir, debe reproducir de la revista La pensée)
nuestra exposición en este punto. las condiciones de su producción. Debe, pues, reproducir: 2 Carta a Kugelman de 11.7.1868
(Letres sur le capital, Ed. Sociales,
Decía Marx que aun un niño sabe que una formación social 1) las fuerzas productivas p. 229)
que no reproduzca las condiciones de producción al mismo 2) las relaciones de producción existentes.
2
tiempo que produce, no sobrevivirá siquiera un año. Por lo tanto,
la condición final de la producción es la reproducción de las Reproducción de los medios de producción
condiciones de producción. Puede ser “simple” (y se limita
entonces a reproducir las anteriores condiciones de producción) o Desde que Marx lo demostró en el tomo II de El Capital,
“ampliada” (en cuyo caso las extiende). Dejaremos esta última todo el mundo reconoce (incluso los economistas burgueses que
distinción a un lado. trabajaban en la contabilidad nacional, o los modernos teóricos
“macroeconomistas”) que no hay producción posible si no se
¿Qué es pues la reproducción de las condiciones de asegura la reproducción de las condiciones materiales de la
producción? producción: la reproducción de los medios de producción.
Cualquier economista (que en esto no se diferencia de
Nos internamos aquí en un campo muy familiar (desde el cualquier capitalista) sabe que todos los años es necesario prever
tomo II de El Capita ) pero, a la vez, singularmente ignorado. Las la reposición de lo que se agota o gasta en la producción: materia
tenaces evidencias (evidencias ideológicas de tipo empirista) prima, instalaciones fijas (edificios), instrumentos de producción
ofrecidas por el punto de vista de la mera producción e incluso de (máquinas), etc. Decimos: un economista cualquiera = un
la simple práctica productiva (abstracta ella misma con respecto capitalista cualquiera, en cuanto ambos expresan el punto de
al proceso de producción) se incorporan de tal modo a nuestra vista de la empresa y se contentan con comentar lisa y llanamente
conciencia cotidiana que es sumamente difícil, por no decir casi los términos de la práctica contable de la empresa.
imposible, elevarse hasta el punto de vista de la reproducción. Sin Pero sabemos, gracias al genio de Quesnay que fue el
embargo, cuando no se adopta tal punto de vista todo resulta primero que planteó ese problema que “salta a la vista” y al genio
abstracto y deformado (más que parcial), aun en el nivel de la de Marx que lo resolvió, que la reproducción de las condiciones
producción y, con mayor razón todavía, en el de la simple práctica. materiales de la producción no puede ser pensada a nivel de la
empresa pues no es allí donde se da en sus condiciones reales.
Intentaremos examinar las cosas metódicamente. Lo que sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da
la idea de la necesidad de la reproducción, pero que no permite en
Para simplificar nuestra exposición, y considerando que absoluto pensar las condiciones y los mecanismos de la misma.
toda formación social depende de un modo de producción Basta reflexionar un solo instante para convencerse: el
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3 Marx ha dado el concepto


señor X, capitalista, que produce telas de lana en su hilandería, ineficaz, y esto por una sencilla razón: la reproducción de la fuerza científico: el capital variable.
debe “reproducir” su materia prima, sus máquinas, etc. Pero de trabajo se opera, en lo esencial, fuera de la empresa. 4 S.M.I.G.: salario mínimo
interprofesional garantizado. (Nota
quien las produce para su producción no es él sino otros ¿Cómo se asegura la reproducción de la fuerza de trabajo? del traductor)
capitalistas: el señor Y, un gran criador de ovejas de Australia; el Dándole a la fuerza de trabajo el medio material para que se
señor Z, gran industrial metalúrgico, productor de máquinas- reproduzca: el salario. El salario figura en la contabilidad de la
herramienta, etc., etc., quienes, para producir esos productos que empresa, pero no como condición de la reproducción material de
3
condicionan la reproducción de las condiciones de producción del la fuerza de trabajo, sino como “capital mano de obra”.
señor X, deben a su vez reproducir las condiciones de su propia Sin embargo es así como “actúa”, ya que el salario
producción, y así hasta el infinito: todo ello en tales proporciones representa solamente la parte del valor producido por el gasto de
que en el mercado nacional (cuando no en el mercado mundial) la la fuerza de trabajo, indispensable para su reproducción;
demanda de medios de producción (para la reproducción) pueda aclaremos, indispensable para reconstituir la fuerza de trabajo del
ser satisfecha por la oferta. asalariado (para vivienda vestimenta y alimentación, en suma,
Para pensar este mecanismo que desemboca en una para que esté en condiciones de volver a presentarse a la mañana
especia de “hilo sin fin” es necesario seguir la trayectoria “global” siguiente y todas las santas mañanas a la entrada de la empresa;
de Marx, y estudiar especialmente en los tomos II y III de El y agreguemos: indispensable para criar y educar a los niños en
Capital, las relaciones de circulación de capital entre el Sector I que el proletario se reproduce (en X unidades: pudiendo ser X
(producción de los medios de producción) y el Sector II igual a 0, 1, 2, etc.) como fuerza de trabajo.
(producción de los medios de consumo), y la realización de la Recordemos que el valor (el salario) necesario para la
plusvalía. reproducción de la fuerza de trabajo no está determinado
4
No entraremos a analizar esta cuestión, pues nos basta solamente por las necesidades de un S.M.I.G. “biológico”, sino
con haber mencionado que existe la necesidad de reproducir las también por las necesidades de un mínimo histórico (Marx
condiciones materiales de la producción. señalaba: los obreros ingleses necesitan cerveza y los proletarios
franceses, vino) y, por lo tanto, históricamente variable.
Reproducción de la fuerza de trabajo Señalemos también que este mínimo es doblemente
histórico, en cuanto no está definido por las necesidades
No obstante, no habrá dejado de asombrarle al lector que históricas de la clase obrera que la clase capitalista “reconoce”
nos hayamos referido a la reproducción de los medios de sino por las necesidades históricas impuestas por la lucha de
producción, pero no a la reproducción de las fuerzas productivas. clase proletaria (lucha de clase doble: contra el aumento de la
Hemos omitido, pues, la reproducción de aquello que distingue jornada de trabajo y contra la disminución de los salarios).
las fuerzas productivas de los medios de producción, o sea la Empero, no basta con asegurar a la fuerza de trabajo las
reproducción de la fuerza de trabajo. condiciones materiales de su reproducción para que se
Si bien la observación de lo que sucede en la empresa, reproduzca como tal. Dijimos que la fuerza de trabajo disponible
especialmente el examen de la práctica financiera contable de las debe ser “competente”, es decir apta para ser utilizada en el
previsiones de amortización-inversión, podía darnos una idea complejo sistema del proceso de producción. El desarrollo de las
aproximada de la existencia del proceso material de la fuerzas productivas y el tipo de unidad históricamente constitutivo
reproducción, entramos ahora en un terreno en el cual la de esas fuerzas productivas en un momento dado determinan
observación de lo que pasa en la empresa es casi enteramente que la fuerza de trabajo debe ser (diversamente) calificada y por

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3 Marx ha dado el concepto


lo tanto reproducida como tal. Diversamente, o sea según las es decir una reproducción de su sumisión a la ideología científico: el capital variable.
exigencias de la división social técnica del trabajo, en sus distintos dominante por parte de los agentes de la explotación y la 4 S.M.I.G.: salario mínimo
interprofesional garantizado. (Nota
“puestos” y “empleos”. represión, a fin de que aseguren también “por la palabra” el del traductor)
Ahora bien, ¿cómo se asegura esta reproducción de la predominio de la clase dominante.
calificación (diversificada) de la fuerza de trabajo en el régimen En otros términos, la escuela (y también otras instituciones
capitalista? Contrariamente a lo que sucedía en las formaciones del Estado, como la Iglesia, y otros aparatos como el Ejército)
sociales esclavistas y serviles, esta reproducción de la enseña las “habilidades” bajo formas que aseguran el
calificación de la fuerza de trabajo tiende (se trata de una ley sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su
tendencial) a asegurarse no ya “en el lugar de trabajo” “práctica”. Todos los agentes de la producción, la explotación y la
(aprendizaje en la producción misma), sino, cada vez más, fuera represión, sin hablar de los “profesionales de la ideología” (Marx)
de la producción, por medio del sistema educativo capitalista y de deben estar “compenetrados” en tal o cual carácter con esta
otras instancias e instituciones. ideología para cumplir “concienzudamente” con sus tareas, sea
¿Qué se aprende en la escuela? Es posible llegar hasta un de explotados (los proletarios), de explotadores (los capitalistas),
punto más o menos avanzado de los estudios, pero de todas de auxiliares de la explotación (los cuadros), de grandes
maneras se aprende a leer, escribir y contar, o sea algunas sacerdotes de la ideología dominante (sus “funcionarios”),
técnicas, y también otras cosas, incluso elementos (que pueden etcétera.
ser rudimentarios o por el contrario profundizados) de “cultura La condición sine qua non de la reproducción de la fuerza
científica” o “literaria” utilizables directamente en los distintos de trabajo no sólo radica en la reproducción de su “calificación”
puestos de la producción (una instrucción para los obreros, una sino también en la reproducción de su “calificación” sino también
para los técnicos, una tercera para los ingenieros, otra para los en la reproducción de su sometimiento a la ideología dominante, o
cuadros superiores, etc.). Se aprenden “habilidades” (savoir- de la “práctica” de esta ideología, debiéndose especificar que no
faire). basta decir: “no solamente sino también”, pues la reproducción de
Pero al mismo tiempo, y junto con esas técnicas y la calificación de la fuerza de trabajo se asegura en y bajo las
conocimientos, en la escuela se aprenden las “reglas” del buen formas de sometimiento ideológico, con lo que reconocemos la
uso, es decir de las conveniencias que debe observar todo agente presencia eficaz de una nueva realidad: la ideología.
de la división del trabajo, según el puesto que está “destinado” a
ocupar: reglas de moral y de conciencia cívica y profesional, lo Haremos aquí dos observaciones.
que significa en realidad reglas del respeto a la división social- La primera servirá para completar nuestro análisis de la
técnica del trabajo y, en definitiva, reglas del orden establecido reproducción.
por la dominación de clase. Se aprende también a “hablar bien el Acabamos de estudiar rápidamente las formas de la
idioma”, a “redactar” bien, lo que de hecho significa (para los reproducción de las fuerzas productivas, es decir de los medios
futuros capitalistas y sus servidores) saber “dar órdenes”, es decir de producción por un lado y de la fuerza de trabajo por el otro.
(solución ideal), “saber dirigirse” a los obreros, etcétera. Pero no hemos abordado aún la cuestión de la
Enunciando este hecho en un lenguaje más científico, reproducción de las relaciones de producción. Es éste un
diremos que la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo exige problema crucial de la teoría marxista del modo de producción. Si
una reproducción de su calificación sino, al mismo tiempo, la lo pasáramos por alto cometeríamos una omisión teórica y peor
reproducción de su sumisión a las reglas del orden establecido, aún, una grave falta política.

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5 En Pour Marz y Llire Lle Capital,


Hablaremos pues de tal cuestión, aunque para poder afectar a la base con un índice de eficacia conocido por la célebre Maspero, 1965.
hacerlo debamos realizar nuevamente un gran desvío. Y como expresión: determinación en última instancia de lo que ocurre en 6 Tópico, del griego topos: lugar.
Una tópica representa en un
segunda advertencia señalaremos que para hacer ese desvío los “pisos” (de la superestructura) por lo que ocurra en la base aspecto definido los respectivos
nos vemos obligados a replantear un viejo problema: ¿qué es una económica. lugares ocupados por tal o cual
realidad: así la economía está abajo
sociedad? A partir de este índice de eficacia “en última instancia”, los (la base), la superestructura arriba.
“pisos” de la superestructura se hallan evidentemente afectados
Infraestructura y superestructura por diferentes índices de eficacia. ¿Qué clase de índices?
Se puede decir que los pisos de la superestructura no son
5
Ya hemos tenido ocasión de insistir sobre el carácter determinantes en última instancia sino que son determinados por
revolucionario de la concepción marxista de “totalidad social” en la eficacia básica; que si son determinantes a su manera (no
lo que la distingue de la “totalidad” hegeliana. Hemos dicho (y esta definida aún), lo son en tanto están determinados por la base.
tesis sólo repetía célebres proposiciones del materialismo Su índice de eficacia (o de determinación), en tanto ésta se
histórico) que según Marx la estructura de toda sociedad está halla determinada por la determinación en última instancia de la
constituida por “niveles” o “instancias” articuladas por una base, es pensado en la tradición marxista bajo dos formas: 1)
determinación específica: la infraestructura o base económica existe una “autonomía relativa” de la superestructura con
(“unidad” de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la respecto a la base; 2) existe una “reacción” de la superestructura
superestructura, que comprende dos “niveles” o “instancias”: la sobre la base.
jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las Podemos decir entonces que la gran ventaja teórica de la
distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etcétera). tópica marxista, y por lo tanto de la metáfora espacial del edificio
Además de su interés teórico-pedagógico (consistente en (base y superestructura), consiste a la vez en hacer ver que las
hacer notar la diferencia que separa a Marx de Hegel), esta cuestiones de determinación (o índice de eficacia) son
representación ofrece una fundamental ventaja teórica: permite fundamentales, y en hacer ver que es la base lo que determina en
inscribir en el dispositivo teórico de sus conceptos esenciales lo última instancia todo el edificio; por lógica consecuencia, obliga a
que nosotros hemos llamado su índice de eficacia respectivo. plantear el problema teórico del tipo de eficacia “derivada” propio
¿Qué quiere decir esto? de la superestructura, es decir, obliga a pensar en lo que la
Cualquiera puede convencerse fácilmente de que tradición marxista designa con los términos conjuntos de
representar la estructura de toda sociedad como un edificio autonomía relativa de la superestructura y reacción de la
compuesto por una base (infraestructura) sobre la que se superestructura sobre la base.
levantan los dos “pisos” de la superestructura constituye una El mayor inconveniente de esta representación de la
metáfora, más exactamente una metáfora espacial: la de una estructura de toda sociedad con la metáfora espacial del edificio
6
tópica. Como toda metáfora, ésta sugiere, hace ver alguna cosa. radica evidentemente en ser metafórica: es decir, en permanecer
¿Qué cosa? Que los pisos superiores no podrían “sostenerse” (en en el plano de lo descriptivo.
el aire) por sí solos si no se apoyaran precisamente sobre su Nos parece por lo tanto deseable y posible representar las
base. cosas de otro modo. Entiéndase bien: no desechamos en
La metáfora del edificio tiene pues por objeto representar absoluto la metáfora clásica, pues ella misma obliga a su
ante todo la “determinación en última instancia” por medio de la superación. Y no la superamos rechazándola como caduca.
base económica. Esta metáfora espacial tiene así por resultado Deseamos simplemente tratar de pensar lo que ella nos da bajo la

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forma de una descripción. Estado abarca lo esencial, y ni por un momento se pretende dudar
Pensamos que a partir de la reproducción resulta posible y de que allí está lo esencial. El aparato de Estado, que define a
necesario pensar en lo que caracteriza lo esencial de la existencia éste como fuerza de ejecución y de intervención represiva “al
y la naturaleza de la superestructura. Es suficiente ubicarse en el servicio de las clases dominantes”, en la lucha de clases librada
punto e vista de la reproducción para que se aclaren muchas por la burguesía y sus aliados contra el proletariado, es realmente
cuestiones cuya existencia indicaba, sin darles respuesta el Estado y define perfectamente su “función” fundamental.
conceptual, la metáfora espacial del edificio.
Sostenemos como tesis fundamental que sólo es posible De la teoría descriptiva a la teoría a secas
plantear estas cuestiones (y por lo tanto responderlas) desde el
punto de vista de la reproducción. Sin embargo, también allí, como lo señalamos al referirnos
Analizaremos brevemente el Derecho, el Estado y la a la metáfora del edificio (infraestructura y superestructura), esta
ideología desde ese punto de vista. Y vamos a mostrar a la vez lo presentación de la naturaleza del Estado sigue siendo en parte
que pasa desde el punto de vista de la práctica y de la producción descriptiva.
por una parte, y de la reproducción por la otra. Como vamos a usar a menudo este adjetivo (descriptivo),
se hace necesaria una explicación que elimine cualquier
El Estado equívoco.
Cuando, al hablar de la metáfora del edificio o de la “teoría”
La tradición marxista es formal: desde el Manifiesto y El 18 marxista del Estado, decimos que son concepciones o
Brumario (y en todos los textos clásicos posteriores, ante todo el representaciones descriptivas de su objeto, no albergamos
de Marx sobre La comuna de París y el de Lenin sobre El Estado y ninguna segunda intención crítica. Por el contrario, todo hace
la Revolución ) el Estado es concebido explícitamente como pensar que los grandes descubrimientos científicos no pueden
aparato represivo. El Estado es una “máquina” de represión que dejar de pasar por la etapa de lo que llamamos una “teoría”
permite a las clases dominantes (en el siglo XIX a la clase descriptiva. Esta sería la primera etapa de toda teoría, al menos
burguesa y a la “clase” de los grandes terratenientes) asegurar su en el terreno de la ciencia de las formaciones sociales. Se podría y
dominación sobre la clase obrera para someterla al proceso de a nuestro entender se debe encarar esta etapa como transitoria y
extorsión de la plusvalía (es decir a la explotación capitalista). necesaria para el desarrollo de la teoría. Nuestra expresión:
El Estado es ante todo lo que los clásicos del marxismo han “teoría descriptiva” denota tal carácter transitorio empleados el
llamado el aparato de Estado. Se incluye en esta denominación equivalente de una especie de “contradicción”. En efecto, el
no sólo al aparato especializado (en sentido estricto), cuya término teoría “choca” en parte con el adjetivo “descriptiva” que lo
existencia y necesidad conocemos a partir de las exigencias de la acompaña. Eso quiere decir exactamente: 1) que la “teoría
práctica jurídica, a saber la policía los tribunales y las prisiones, descriptiva” es, sin ninguna duda, el comienzo ineludible de la
sino también el ejército, que interviene directamente como fuerza teoría, pero 2) que la forma “descriptiva” en que se presenta la
represiva de apoyo (el proletariado ha pagado con su sangre esta teoría exige por efecto mismo de esta “contradicción” un
experiencia) cuando la policía y sus cuerpos auxiliares son desarrollo de la teoría que supere la forma de la “descripción”.
“desbordados por los acontecimientos”, y, por encima de este Aclaremos nuestro pensamiento volviendo sobre nuestro
conjunto, al Jefe de Estado, al Gobierno y la administración. objeto presente: el Estado.
Presentada en esta forma, la “teoría” marxista-leninista del Cuando decimos que la “teoría” marxista del Estado, que

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nosotros utilizamos, es en parte “descriptiva”, esto significa en descriptiva en teoría a secas, es decir, para comprender mejor los
primer lugar y ante todo que esta “teoría” descriptiva es, sin mecanismos del Estado en su funcionamiento, es indispensable
ninguna duda, el comienzo de la teoría marxista del Estado, y que agregar algo a la definición clásica del Estado como aparato de
tal comienzo nos da lo esencial, es decir el principio decisivo de Estado.
todo desarrollo posterior de la teoría.
Diremos, efectivamente, que la teoría descriptiva del Lo esencial de la teoría marxista del Estado
Estado es justa, puesto que puede hacer corresponder
perfectamente la definición que ella da de su objeto con la Es necesario especificar en primer lugar un punto
inmensa mayoría de hechos observables en el campo que le importante: el Estado (y su existencia dentro de su aparato) sólo
concierne. Así la definición del Estado como Estado de clase, tiene sentido en función del poder de Estado. Toda la lucha
existente en el aparato represivo de Estado, aclara de manera política de las clases gira alrededor del Estado. Aclaremos:
fulgurante todos los hechos observables en los diversos órdenes alrededor de la posesión, es decir, de la toma y la conservación
de la represión, cualquiera que sea su campo: desde las del poder de Estado por cierta clase o por una alianza de clases o
masacres de junio de 1848 y de la Comuna de París, las del de fracciones de clases. Esta primera acotación nos obliga a
domingo sangriento de mayo de 1905 en Petrogrado, de la distinguir el poder de Estado (conservación del poder de Estado o
Resistencia de Charonne, etc., hasta las simples (y relativamente toma del poder de Estado), objetivo de la lucha política de clases
anodinas) intervenciones de una “censura” que prohíbe La por una parte, y el aparato de Estado por la otra.
Religiosa de Diderot o una obra de Gatti sobre Franco; aclara Sabemos que el aparato de Estado puede seguir en pie,
todas las formas directas o indirectas de explotación y exterminio como lo prueban las “revoluciones” burguesas del siglo XIX en
de las masas populares (las guerras imperialistas); aclara esa Francia (1830, 1848), los golpes de estado (2 de diciembre de
sutil dominación cotidiana en la cual estalla (por ejemplo en las 1851, mayo de 1958), las conmociones de estado (caída del
formas de la democracia política) lo que Lenin llamó después de Imperio en 1870, caída de la II República en 1940), el ascenso de
Marx la dictadura de la burguesía. la pequeña burguesía (1890-1895 en Francia), etcétera, sin que
Sin embargo, la teoría descriptiva del Estado representa el aparato de Estado fuera afectado o modificado; puede seguir
una etapa de la constitución de la teoría que exige a su vez la en pie bajo acontecimientos políticos que afecten a la posesión
“superación” de tal etapa. Pues está claro que si la definición en del poder de Estado.
cuestión nos provee de medios para identificar y reconocer los Aun después de una revolución social como la de 1917,
hechos de opresión y conectarlos con el Estado concebido como gran parte del aparato de Estado seguía en pie luego de la toma
aparato represivo de Estado, esta “conexión” da lugar a un tipo de del poder por la alianza del proletariado y el campesinado pobre:
evidencia muy especial, al cual tendremos ocasión de referirnos Lenin lo repitió muchas veces.
7
un poco más adelante: “¡Sí, es así, es muy cierto!...”. Y la Se puede decir que esta distinción entre poder de Estado y
acumulación de hechos en la definición del Estado, aunque aparato de Estado forma parte, de manera explícita, de la “teoría
multiplica su ilustración, no hace avanzar realmente esta marxista” del Estado desde el 18 Brumario y las Luchas de clases
definición, es decir, la teoría científica del Estado. Toda teoría en Francia, de Marx.
descriptiva corre así el riesgo de “bloquear” el indispensable Para resumir este aspecto de la “teoría marxista del
desarrollo de la teoría. Estado”, podemos decir que los clásicos del marxismo siempre
Por esto pensamos que, para desarrollar esta teoría han afirmado que: 1) el Estado es el aparato represivo de Estado;

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7 Véase más adelante Acerca de la


2) se debe distinguir entre el poder de Estado y el aparato de Para hacer progresar la teoría del Estado es indispensable ideología.
Estado; 3) el objetivo de la lucha de clases concierne al poder de tener en cuenta no sólo la distinción entre poder de Estado y 8 Gramsci es, por lo que sabemos,
el único que siguió el camino
Estado y, en consecuencia, a la utilización del aparato de Estado aparato de Estado, sino también otra realidad que se manifiesta tomado por nosotros. Tuvo esta idea
por las clases (o alianza de clases o fracciones de clases) que junto al aparato (represivo) de Estado, pero que no se confunde “singular” de que el Estado no se
reduce al aparato (represivo) del
tienen el poder de Estado en función de sus objetivos de clase y 4) con él. Llamaremos a esa realidad por su concepto; los aparatos Estado, sino que comprende, como
el proletariado debe tomar el poder de Estado completamente ideológicos de Estado. él decía, cierto número de
instituciones de la “sociedad civil”: la
diferente, proletario, y elaborar en las etapas posteriores un Iglesia, las escuelas, los sindicatos,
proceso radical, el de la destrucción del Estado (fin del poder de ¿Qué son los aparatos ideológicos de Estado (AIE)? etc. Gramsci, lamentablemente, no
sistematizó sus intuiciones, que
Estado y de todo aparato de Estado). quedaron en el estado de notas
Por consiguiente, desde este punto de vista, lo que No se confunden con el aparato (represivo) de Estado. agudas, aunque parciales. Véase
Gramsci, Ocuvres Choisies, Ed.
propondríamos que se agregue a la “teoría marxista” de Estado Recordemos que en la teoría marxista el aparto de Estado (AE) Sociales, pp. 290, 291 (nota 3), 293,
ya figura en ella con todas sus letras. Pero nos parece que esta comprende: el gobierno, la administración, el ejército, la policía, 295, 436. Lettres de la Prison, Ed.
Sociales.
teoría, completada así, sigue siendo todavía en parte descriptiva, los tribunales, las prisiones, etc., que constituyen lo que 9 La familia cumple, evidentemente,
aunque incluya en lo sucesivo elementos complejos y llamaremos desde ahora el aparato represivo de Estado. otras funciones que la de un AIE.
diferenciales cuyas reglas y funcionamiento no pueden Interviene en la reproducción de la
Represivo significa que el aparato de Estado en cuestión fuerza de trabajo. Es, según los
comprenderse sin recurrir a una profundización teórica “funciona mediante la violencia”, por lo menos en situaciones modos de producción, unidad de
suplementaria. límite (pues la represión administrativa, por ejemplo, puede producción y (o) unidad de
consumo.
revestir formas no físicas). 10 “Derecho” pertenece a la vez al
aparato (represivo) del Estado y al
Los aparatos ideológicos del Estado Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de sistema de los AIE.
Estado cierto número de realidades que se presentan al
Lo que se debe agregar a la “teoría marxista” del Estado es observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y
entonces otra cosa. especializadas. Proponemos una lista empírica de ellas, que
Aquí debemos avanzar con prudencia en un terreno en el exigirá naturalmente que sea examinada en detalle, puesta a
que los clásicos del marxismo nos precedieron hace mucho prueba, rectificada y reordenada. Con todas las reservas que
tiempo, pero sin haber sistematizado en forma teórica los implica esta exigencia podemos por el momento considerar como
decisivos progresos que sus experiencias y análisis implican. En aparatos ideológicos de Estado las instituciones siguientes (el
efecto, sus experiencias y análisis permanecieron ante todo en el orden en el cual los enumeramos no tiene significación especial):
campo de la práctica política.
En realidad, los clásicos del marxismo, en su práctica AIE religiosos (el sistema de las distintas Iglesias),
política, han tratado al Estado como una realidad más compleja AIE escolar (el sistema de las distintas “Escuelas”, públicas
que la definición dada en la “teoría marxista del Estado” y que la y privadas),
definición más completa que acabamos de dar. Ellos AIE familiar,9
reconocieron esta complejidad en su práctica, pero no la AIE jurídico,10
expresaron correspondientemente en teoría.8 AIE político (el sistema político del cual forman parte los
Desearíamos tratar de esbozar muy esquemáticamente distintos partidos),
esa teoría correspondiente. Con este fin proponemos la siguiente AIE sindical,
tesis. AIE de información (prensa, radio, T.V., etc.),

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AIE cultural (literatura, artes, deportes, etc.). fundamental entre los AIE y el aparato (represivo) de Estado: el
Decimos que los AIE no se confunden con el aparato aparato represivo de Estado “funciona mediante la violencia”, en
(represivo) de Estado. tanto que los AIE funcionan mediante la ideología.
Rectificando esta distinción, podemos ser más precisos y
¿En qué consiste su diferencia? decir que todo aparato de estado, sea represivo o ideológico,
En un primer momento podemos observar que si existe un “funciona” a la vez mediante la violencia y la ideología, pero con
aparato (represivo) de Estado, existe una pluralidad de aparatos una diferencia muy importante que impide confundir los aparatos
ideológicos de Estado. Suponiendo que ella exista, la unidad que ideológicos de Estado con el aparato (represivo) de Estado.
constituye esta pluralidad de AIE en un cuerpo no es visible Consiste en que el aparato (represivo) de estado, por su cuenta,
inmediatamente. funciona masivamente con la represión (incluso física), como
En un segundo momento, podemos comprobar que forma predominante, y sólo secundariamente con la ideología.
mientras que el aparato (represivo) de Estado (unificado) (No existen aparatos puramente represivos.) Ejemplos: el ejército
pertenece enteramente al dominio público, la mayor parte de los y la policía utilizan también la ideología, tanto para asegurar su
aparatos ideológicos de Estado (en su aparente dispersión) propia cohesión y reproducción, como por los “valores” que
provienen en cambio del dominio privado. Son privadas las ambos proponen hacia afuera.
Iglesias, los partidos, los sindicatos, las familias, algunas 157
escuelas, la mayoría de los diarios, las familias, las instituciones De la misma manera, pero a la inversa, se debe decir que,
culturales, etc., etc. por su propia cuenta, los aparatos ideológicos de Estado
Dejemos de lado por ahora nuestra primera observación. funcionan masivamente con la ideología como forma
Pero será necesario tomar en cuenta la segunda y preguntarnos predominante pero utilizan secundariamente, y en situaciones
con qué derecho podemos considerar como aparatos ideológicos límite, una represión muy atenuada, disimulada, es decir
de Estado instituciones que en su mayoría no poseen carácter simbólica. (No existe aparato puramente ideológico.) Así la
público sino que son simplemente privadas. Gramsci, marxista escuela y las iglesias “adiestran” con métodos apropiados
consciente, ya había previsto esta objeción. La distinción entre lo (sanciones, exclusiones, selección, etc.) no sólo a sus oficiantes
público y lo privado es una distinción interna del derecho burgués, sino a su grey. También la familia... También el aparato ideológico
válida en los dominios (subordinados) donde el derecho burgués de Estado cultural (la censura, por mencionar sólo una forma),
ejerce sus “poderes”. No alcanza al dominio del Estado, pues éste etcétera.
está “más allá del Derecho”: el Estado, que es el Estado de la ¿Sería útil mencionar que esta determinación del doble
clase dominante, no es ni público ni privado; por el contrario, es la “funcionamiento” (de modo predominante, de modo secundario)
condición de toda distinción entre público y privado. Digamos lo con la represión y la ideología, según se trate del aparato
mismo partiendo esta vez de nuestros aparatos ideológicos de (represivo) de Estado o de los aparatos ideológicos de Estado,
Estado. Poco importa si las instituciones que los materializan son permite comprender que se tejan constantemente sutiles
“públicas” o “privadas”; lo que importa es su funcionamiento. Las combinaciones explícitas o tácitas entre la acción del aparato
instituciones privadas pueden “funcionar” perfectamente como (represivo) de Estado y la de los aparatos ideológicos del Estado?
aparatos ideológicos de Estado. Para demostrarlo bastaría La vida diaria ofrece innumerables ejemplos que habrá que
analizar un poco más cualquiera de los AIE. estudiar en detalle para superar esta simple observación.
Pero vayamos a lo esencial. Hay una diferencia Ella, sin embargo, nos encamina hacia la comprensión de

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11 En un texto conmovedor, que


lo que constituye la unidad del cuerpo, aparentemente dispar, de clases explotadas puede encontrar el medio y la ocasión de data de 1937, Krupskaia relató los
los AIE. Si los AIE “funcionan” masivamente con la ideología como expresarse en ellos, ya sea utilizando las contradicciones esfuerzos desesperados de Lenin, y
lo que ella consideraba como su
forma predominante, lo que unifica su diversidad es ese mismo existentes, ya sea conquistando allí posiciones de combate fracaso (“Le chemin parcouru”).
12
funcionamiento, en la medida en que la ideología con la que mediante la lucha. 12 Lo que se dice aquí,
rápidamente, de la lucha de clases
funcionan, en realidad está siempre unificada, a pesar de su Puntualicemos nuestras observaciones: en los AIE, está lejos de agotar la
diversidad y sus contradicciones, bajo la ideología dominante, Si la tesis que hemos propuesto es válida, debemos cuestión. Para abordarla es
necesario tener presentes dos
que es la de “la clase dominante”. Si aceptamos que, en principio, retomar, determinándola en un punto, la teoría marxista clásica principios: El primer principio fue
“la clase dominante” tiene el poder del Estado (en forma total o, lo del Estado. Diremos que es necesario distinguir el poder de formulado por Marx en el Prefacio a
la Contribución: “Cuando se
más común, por medio de alianzas de clases o de fracciones de Estado (y su posesión por...) por un lado, y el aparato de Estado consideran tales conmociones (una
clases) y dispone por lo tanto del aparato (represivo) de Estado, por el otro. Pero agregaremos que el aparato de Estado revolución social) es necesario
distinguir siempre entre la
podremos admitir que la misma clase dominante sea parte activa comprende dos cuerpos: el de las instituciones que representan conmoción material que puede
de los aparatos ideológicos de Estado, en la medida en que, en el aparato represivo de Estado por una parte, y el de las comprobarse de una manera
definitiva, es la ideología dominante la que se realiza, a través de científicamente rigurosa de las
instituciones que representan el cuerpo de los aparatos condiciones económicas de
sus contradicciones, en los aparatos ideológicos de Estado. Por ideológicos de Estado por la otra. producción y las formas jurídicas,
supuesto que es muy distinto actuar por medio de leyes y Pero, si esto es así, no puede dejar de plantearse, aun en el políticas, religiosas, artísticas o
filosóficas en las cuales los hombres
decretos en el aparato (represivo) de Estado y “actuar” por estado muy somero de nuestras indicaciones, la siguiente toman conciencia de ese conflicto y
intermedio de la ideología dominante en los aparatos ideológicos cuestión: ¿cuál es exactamente la medida del rol de los aparatos lo llevan hasta el fin”. La lucha de
clases se expresa y se ejerce pues
de Estado. Sería necesario detallar esa diferencia que, sin ideológicos de Estado? ¿Cuál puede ser el fundamento de su en las formas ideológicas y también
embargo, no puede enmascarar la realidad de una profunda importancia? En otras palabras: ¿a qué corresponde la “función” por lo tanto en las formas
ideológicas de los AIE. Pero la lucha
identidad. Por lo que sabemos, ninguna clase puede tener en sus de esos aparatos ideológicos de Estado, que no funcionan con la de las clases desborda
manos el poder de Estado en forma duradera sin ejercer al mismo represión sino con la ideología? ampliamente esas formas, y por ello
la lucha de las clases explotadas
tiempo su hegemonía sobre y en los aparatos ideológicos de puede ejercerse también en las
Estado. Ofrezco al respecto una sola prueba y ejemplo: la Sobre la reproducción de las relaciones de producción formas de los AIE, para volver contra
las clases en el poder el arma de la
preocupación aguda de Lenin por revolucionar el aparato ideología. Esto ocurre en virtud del
ideológico de Estado en la enseñanza (entre otros) para permitir Podemos responder ahora a nuestra cuestión central, que segundo principio: la lucha de
clases desborda los AIE porque está
al proletariado soviético, que se había adueñado del poder de hemos dejado en suspenso muchas páginas atrás: ¿cómo se arraigada fuera de la ideología, en la
Estado, asegurar el futuro de la dictadura del proletariado y el asegura la reproducción de las relaciones de producción? infraestructura, en las relaciones de
camino al socialismo.11 En lenguaje tópico (infraestructura, superestructura)
producción, que son relaciones de
explotación y que constituyen la
Esta última observación nos pone en condiciones de diremos: está asegurada en gran parte por la superestructura base de las relaciones de clase.
13 Gran parte. Pues las relaciones
comprender que los aparatos ideológicos de Estado pueden no jurídico-política e ideológica. de producción son reproducidas en
sólo ser objeto sino también lugar de la lucha de clases, y a Pero dado que hemos considerado indispensable superar primer lugar por la materialidad del
menudo de formas encarnizadas de lucha de clases. la clase (o la proceso de producción y del
ese lenguaje todavía descriptivo, diremos: está asegurada, en proceso de circulación. Pero no se
alianza de clases) en el poder no puede imponer su ley en los gran parte,13por el ejercicio del poder de Estado en los aparatos de debe olvidar que las relaciones
aparatos ideológicos de Estado tan fácilmente como en el aparato Estado, por un lado el aparato (represivo) de Estado, y por el otro
ideológicas están inmediatamente
presentes en esos mismos
ideológicos de Estado tan fácilmente como en el aparato los aparatos ideológicos de Estado. procesos.
(represivo) de Estado, no sólo porque las antiguas clases Se deberá tener muy en cuenta lo dicho precedentemente
dominantes pueden conservar en ellos posiciones fuertes y que reunimos ahora bajo las tres características siguientes:
durante mucho tiempo, sino además porque la resistencia de las
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14 Para la parte de la reproducción


1) Todos los aparatos de Estado funcionan a la vez ordenanzas y prohibiciones administrativas, la censura abierta o a la cual contribuyen el aparato
mediante la represión y la ideología, con la diferencia de que el tácita, etc.) las condiciones políticas de la actuación de los represivo de Estado y los AIE
aparato (represivo) de Estado funciona masivamente con la aparatos ideológicos de Estado.
represión como forma predominante, en tanto que los aparatos Ellos, en efecto, aseguran en gran parte, tras el “escudo”
ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología del aparato represivo de Estado, la reproducción misma de las
como forma predominante. relaciones de producción. Es aquí donde interviene masivamente
2) En tanto que el aparato (represivo) de Estado constituye el rol de la ideología dominante, la de la clase dominante se
un todo organizado cuyos diferentes miembros están asegura la “armonía” (a veces estridente) entre el aparato
centralizados bajo una unidad de mando la de la política de lucha represivo de Estado y los aparatos ideológicos de Estado y entre
de clases aplicada por los representantes políticos de las clases los diferentes aparatos ideológicos de Estado. Nos vemos
dominantes que tienen el poder de Estado los aparatos llevados así a encarar la hipótesis siguiente, en función de la
ideológicos de Estado son múltiples, distintos, “relativamente diversidad de los aparatos ideológicos de Estado en su rol único
autónomos” y susceptibles de ofrecer un campo objetivo a por ser común de reproducir las relaciones de producción.
contradicciones que, bajo formas unas veces limitadas, otras En efecto, hemos enumerado en las formaciones sociales
extremas, expresan los efectos de los choques entre la lucha de capitalistas contemporáneas una cantidad relativamente elevada
clases capitalista y la lucha de clases proletaria, así como sus de aparatos ideológicos de Estado: el aparato escolar, el aparato
formas subordinadas. religioso, el aparato familiar, el aparato político, el aparato
3) En tanto que la unidad del aparato (represivo) de Estado sindical, el aparato de información, el aparato “cultural”, etcétera.
está asegurada por su organización centralizada y unificada bajo Ahora bien, en las formaciones sociales del modo de
la dirección de representantes de las clases en el poder, que producción “servil” (comúnmente llamado feudal) comprobamos
ejecutan la política de lucha de clases en el poder, la unidad entre que, aunque existe (no sólo a partir de la monarquía absoluta sino
los diferentes aparatos ideológicos de Estado está asegurada, desde los primeros estados antiguos conocidos) un aparato
muy a menudo en formas contradictorias, por la ideología represivo de Estado único, formalmente muy parecido al que
dominante, la de la clase dominante. nosotros conocemos, la cantidad de aparatos ideológicos de
Si se tienen en cuenta estas características, se puede Estado es menor y su individualidad diferente. Comprobamos,
entonces representar la reproducción de las relaciones de por ejemplo, que la Iglesia (aparato ideológico de Estado
14
producción, de acuerdo con una especie de “división del trabajo”, religioso) en la Edad Media acumulaba numerosas funciones (en
de la manera siguiente. especial las escolares y culturales) hoy atribuidas a muchos
El rol del aparto represivo de Estado consiste aparatos ideológicos de Estado diferentes, nuevos con respecto
esencialmente en tanto aparato represivo, en asegurar por la al que evocamos. Junto a la Iglesia existía el aparato ideológico
fuerza (sea o no física) las condiciones políticas de reproducción de Estado familiar, que cumplía un considerable rol, no
de las relaciones de producción que son, en última instancia, comparable con el que cumple en las formaciones sociales
relaciones de explotación. El aparato de Estado no solamente capitalistas. A pesar de las apariencias, la iglesia y la familia no
contribuye en gran medida a su propia reproducción (existen en el eran los únicos aparatos ideológicos de Estado. Existía también
Estado capitalista dinastías de hombres políticos, dinastías de un aparato ideológico de Estado político (los Estados Generales,
militares, etc.) sino también, y sobre todo, asegura mediante la el Parlamento, las distintas facciones y ligas políticas,
represión (desde la fuerza física más brutal hasta las más simples antecesoras de los partidos políticos modernos, y todo el sistema

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15 Antiguamente, obreros
político de comunas libres, luego de las ciudades). Existía parlamentario, implantado en los primeros años de la Revolución, pertenecientes a un mismo gremio
asimismo un poderoso aparato ideológico de Estado “pre- restaurado luego por algunos meses, después de largas y (compagnonnage ). (N. Del T.)
sindical”, si podemos arriesgar esta expresión forzosamente violentas luchas, en 1848, y durante decenas de años después de
anacrónica (las poderosas cofradías de comerciantes, de la caída del Segundo Imperio, para dirigir la lucha contra la Iglesia
15
banqueros, y también las asociaciones de compagnons, y apoderarse de sus funciones ideológicas, en resumen, para
etcétera). Las ediciones y la información también tuvieron un asegurar no sólo su hegemonía política sino también la
innegable desarrollo, así como los espectáculos, al comienzo hegemonía ideología indispensable para la reproducción de las
partes integrantes de la iglesia y luego cada vez más relaciones capitalistas de producción.
independientes de ella. Por esto nos creemos autorizados para ofrecer la tesis
siguiente, con todos los riesgos que implica. Pensamos que el
Ahora bien, es absolutamente evidente que en el período aparato ideológico de Estado que ha sido colocado en posición
histórico pre-capitalista que acabamos de examinar a grandes dominante en las formaciones capitalistas maduras, como
rasgos, existía un aparato ideológico de Estado dominante, la resultado de una violenta lucha de clase política e ideológica
Iglesia, que concentraba no sólo las funciones religiosas sino contra el antiguo aparato ideológico de Estado dominante, es el
también las escolares y buena parte de las funciones de aparato ideológico escolar.
información y “cultura”. Si toda la lucha ideológica del siglo XVI al Esta tesis puede parecer paradójica, si es cierto que
XVII, desde la primera ruptura de la Reforma, se concentró en la cualquier persona acepta dada la representación ideológica que
lucha anticlerical y antirreligiosa, ello no sucedió por azar sino a la burguesía quería darse a sí misma y dar a las clases que
causa de la posición dominante del aparato ideológico de Estado explota que el aparato ideológico de Estado dominante en las
religioso. formaciones sociales capitalistas no es la escuela sino el aparato
La revolución francesa tuvo ante todo por objetivo y de Estado político, es decir, el régimen de democracia
resultado no sólo trasladar el poder de Estado de la aristocracia parlamentaria combinado del sufragio universal y las luchas
feudal a la burguesía capitalista-comercial, romper parcialmente partidarias.
el antiguo aparato represivo de Estado y reemplazarlo por uno No obstante, la historia, incluso la historia reciente,
nuevo (el ejército nacional popular, por ejemplo), sino también demuestra que la burguesía pudo y puede adaptarse
atacar el aparato ideológico de Estado Nº 1, la Iglesia. De allí la perfectamente a aparatos ideológicos de Estado políticos
constitución civil del clero, la confiscación de los bienes de la distintos de la democracia parlamentaria: el Primer y Segundo
Iglesia y la creación de nuevos aparatos ideológicos de Estado Imperio, la Monarquía Constitucional (Luis XVIII, Carlos X), la
para reemplazar el aparato ideológico de Estado religioso en su Monarquía parlamentaria (Luis Felipe), la democracia
rol dominante. presidencial (de Gaulle), por hablar sólo de Francia. En Inglaterra
Naturalmente, las cosas no fueron simples: lo prueba el las cosas son todavía más evidentes. La revolución fue allí
concordato, la restauración, y la larga lucha de clases entre la particularmente lograda desde el punto de vista burgués ya que,
aristocracia terrateniente y la burguesía industrial durante todo el contrariamente a lo ocurrido en Francia donde la burguesía, a
siglo XIX para imponer la hegemonía burguesa sobre las causa de la necedad de la pequeña nobleza, tuvo que aceptar su
funciones desempeñadas hasta entonces por la iglesia, ante todo elevación al poder por intermedio de “jornadas revolucionarias”
en la escuela. Puede decirse que la burguesía se apoyó en el plebeyas y campesinas, que le costaron terriblemente caras, la
nuevo aparato ideológico de Estado político, democrático- burguesía inglesa pudo “llegar a un acuerdo” con la aristocracia y

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“compartir” con ella el poder de Estado y el uso del aparato de de ofrecer su otra mejilla a quien le abofeteó la primera. El aparato
Estado durante mucho tiempo (¡paz entre todos los hombres de familiar..., no insistimos más.
buena voluntad de las clases dominantes!). En Alemania las 3) Este concierto está dominado por una partitura única,
cosas son aún más asombrosas, pues la burguesía imperialista ocasionalmente perturbada por contradicciones, las de restos de
hizo su estruendosa entrada en la historia (antes de “atravesar” la las antiguas clases dominantes, las de proletarios y sus
República de Weimar y entregarse al nazismo), bajo un aparato organizaciones: la partitura de la ideología de la clase
ideológico de Estado político en el que los junkers imperiales actualmente dominante que integra en su música los grandes
(Bismark es el símbolo), su ejército y su policía le servían de temas del humanismo de los ilustres antepasados que, antes del
escudo y de equipo dirigente. cristianismo, hicieron el milagro griego y después la grandeza de
Por eso creemos tener buenas razones para pensar que Roma, la ciudad eterna, y los temas del interés, particular y
detrás del funcionamiento de su aparato ideológico de Estado general, etc., nacionalismo, moralismo y economismo.
político, que ocupaba el primer plano, lo que la burguesía pone en 4) No obstante, un aparato ideológico de Estado cumple
marcha como aparato ideológico de Estado Nº 1, y por lo tanto muy bien el rol dominante de ese concierto, aunque no se presten
dominante, es el aparato escolar que reemplazó en sus funciones oídos a su música: ¡tan silenciosa es! Se trata de la Escuela.
al antiguo aparato ideológico de Estado dominante, es decir, la Toma a su cargo a los niños de todas las clases sociales
Iglesia. Se podría agregar: la pareja Escuela-Familia ha desde el jardín de infantes, y desde el jardín de infantes les
reemplazado a la pareja Iglesia-Familia. inculca con nuevos y viejos métodos, durante muchos años,
¿Por qué el aparato escolar es realmente el aparato precisamente aquellos en los que el niño, atrapado entre el
ideológico de Estado dominante en las formaciones sociales aparato de Estado-familia y el aparato de Estado-escuela, es más
capitalistas y cómo funciona? vulnerable “habilidades” recubiertas por la ideología dominante
Por ahora nos limitaremos a decir que: (el idioma, el cálculo, la historia natural, las ciencias, la literatura)
1) Todos los aparatos ideológicos de Estado, sean cuales o, más directamente, la ideología dominante en estado puro
fueren, concurren al mismo resultado: la reproducción de las (moral, instrucción cívica, filosofía).
relaciones de producción, es decir, las relaciones capitalistas de Hacia el sexto año, una gran masa de niños cae “en la
explotación. producción”: son los obreros o los pequeños campesinos. Otra
2) Cada uno de ellos concurre a ese resultado único de la parte de la juventud escolarizable continúa: bien que mal se
manera que le es propia: el aparato político sometiendo a los encamina y termina por cubrir puestos de pequeños y medianos
individuos a la ideología política de Estado, la ideología cuadros, empleados, funcionarios pequeños y medianos,
“democrática”, “indirecta” (parlamentaria) o “directa” (plebiscitaria pequeño-burgueses de todo tipo. Una última parte llega a la meta,
o fascista); el aparato de información atiborrando a todos los ya sea para caer en la semidesocupación intelectual, ya para
“ciudadanos” mediante la prensa, la radio, la televisión, con dosis proporcionar, además de los “intelectuales del trabajador
diarias de nacionalismo, chauvinismo, liberalismo, moralismo, colectivo”, los agentes de la explotación (capitalistas,
etcétera. Lo mismo sucede con el aparato cultural (el rol de los empresarios), los agentes de la represión (militares, policías,
deportes es de primer orden en el chauvinismo), etcétera; el políticos, administradores, etc.) y los profesionales de la ideología
aparato religioso recordando en los sermones y en otras grandes (sacerdotes de todo tipo, la mayoría de los cuales son “laicos”
ceremonias de nacimiento, casamiento o muerte que el hombre convencidos). Cada grupo está prácticamente provisto de la
sólo es polvo, salvo que sepa amar a sus hermanos hasta el punto ideología que conviene al rol que debe cumplir en la sociedad de

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clases: rol de explotado (con “conciencia profesional”, “moral”, Pido perdón por esto a los maestros que, en condiciones
“cívica”, “nacional” y apolítica altamente “desarrollada”); rol de espantosas, intentan volver contra la ideología, contra el sistema
agente de la explotación (saber mandar y hablar a los obreros: las y contra las prácticas de que son prisioneros, las pocas armas que
“relaciones humanas”); de agentes de la represión (saber mandar puedan hallar en la historia y el saber que ellos “enseñan”. Son
y hacerse obedecer “sin discutir” o saber manejar la demagogia una especie de héroes. Pero no abundan, y muchos (la mayoría)
de la retórica de los dirigentes políticos), o de profesionales de la no tienen siquiera la más remota sospecha del “trabajo” que el
ideología que saben tratar a las conciencias con el respeto, es sistema (que los rebasa y aplasta) les obliga a realizar y, peor aún,
decir el desprecio, el chantaje, la demagogia convenientes ponen todo su empeño e ingenio para cumplir con la última
adaptados a los acentos de la Moral, la Virtud, la “Trascendencia”, directiva (¡los famosos métodos nuevos!). Están tan lejos de
la Nación, el rol de Francia en el Mundo, etcétera. imaginárselo que contribuyen con su devoción a mantener y
Por supuesto, muchas de esas virtudes contrastadas alimentar, esta representación ideológica de la escuela, que la
(modestia, resignación, sumisión por una parte, y por otra hace tan “natural” e indispensable, y hasta bienhechora, a los ojos
cinismo, desprecio, altivez, seguridad, grandeza, incluso bien de nuestros contemporáneos como la iglesia era “natural”,
decir y habilidad) se enseñan también en la familia, la iglesia, el indispensable y generosa para nuestros antepasados hace
ejército, en los buenos libros, en los filmes, y hasta en los algunos siglos.
estadios. Pero ningún aparato ideológico de Estado dispone En realidad, la iglesia es reemplazada hoy por la escuela
durante tantos años de la audiencia obligatoria (y, por si fuera en su rol de aparato ideológico de Estado dominante. Está
poco, gratuita...), 5 a 6 días sobre 7 a razón de 8 horas diarias, de combinada con la familia, como antes lo estuvo la iglesia. Se
formación social capitalista. puede afirmar entonces que la crisis, de una profundidad sin
Ahora bien, con el aprendizaje de algunas habilidades precedentes, que en el mundo sacude el sistema escolar en
recubiertas en la inculcación masiva de la ideología de la clase tantos Estados, a menudo paralela a la crisis que conmueve al
dominante, se reproduce gran parte de las relaciones de sistema familiar (ya anunciada en el Manifiesto), tiene un sentido
producción de una formación social capitalista, es decir, las político si se considera que la escuela (y la pareja escuela-familia
relaciones de explotados a explotadores y de explotadores a constituye el aparato ideológico de Estado dominante, aparato
explotados. Naturalmente, los mecanismos que producen este que desempeña un rol determinante en la reproducción de las
resultado vital para el régimen capitalista están recubiertos y relaciones de producción de un modo de producción amenazado
disimulados por una ideología de la escuela universalmente en su existencia por la lucha de clases mundial.
reinante, pues ésta es una de las formas esenciales de la
ideología burguesa dominante: una ideología que representa a la
escuela como un medio neutro, desprovisto de ideología (puesto
que es... laico), en el que maestros respetuosos de la “conciencia”
y la “libertad” de los niños que les son confiados (con toda
confianza) por sus “padres” (que también son libres, es decir,
propietarios de sus hijos), los encaminan hacia la libertad, la
moralidad y la responsabilidad de adultos mediante su propio
ejemplo, los conocimientos, la literatura y sus virtudes
“liberadoras”.

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MAX WEBER
Economía y sociedad WEBER, Max,
Economía y Sociedad,
Poder y dominación Fondo de cultura economica, México, 1969

δ 16. Poder significa la probabilidad de imponer la propia se encuentran en una situación determinada. (Teóricamente cabe
voluntad, dentro de una relación social, aún contra toda imaginar una dominación semejante de una sola persona sin
resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa cuadro administrativo.)
probabilidad. 2. Una asociación es siempre en algún grado asociación
Por dominación deba entenderse la probabilidad de de dominación por la simple existencia de su cuadro
encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido administrativo. Sólo que el concepto es relativo. La asociación de
entre personas dadas; por disciplina debe entenderse la dominación, en cuanto tal, es normalmente asociación
probabilidad de encontrar obediencia para un mandato por parte administrativa. La peculiaridad de esta asociación está
de un conjunto de personas que, en virtud de actitudes determinada por la forma en que se administra, pero el carácter
arraigadas, sea pronta, simple y automática. del círculo de personas que ejercen la administración, por los
objetos administrados y por el alcance que tenga la dominación.
1. El concepto de poder es sociológicamente amorfo. Las dos primeras características dependen en gran medida de
Todas las cualidades imaginables de un hombre y toda suerte de cuáles sean los fundamentos de legitimidad de la dominación
constelaciones posibles pueden colocar a alguien en la posición (sobre esto, ver cap. III).
de imponer su voluntad en una situación dada. El concepto de
dominación tiene, por eso, que ser más preciso y sólo puede δ 17. Una asociación de dominación debe llamarse
significar la probabilidad de que un mandato sea obedecido. asociación política cuando y en la medida en que su existencia y
2. El concepto de disciplina encierra el de una la validez de sus ordenaciones, dentro de un ámbito geográfico
“obediencia habitual” por parte de las masas sin resistencia ni determinado, estén garantizados de un modo continúo por la
crítica. amenaza y aplicación de la fuerza física por parte de su cuadro
La situación de dominación está unida a la presencia administrativo.
actual de alguien mandando eficazmente a otro, pero no está Por estado debe entenderse un instituto político de
unida incondicionalmente ni a la existencia de un cuadro actividad continuada, cuando y en la medida en que su cuadro
administrativo ni a la de una asociación; por el contrario, si lo está administrativo mantenga con éxito la pretensión al monopolio
ciertamente por lo menos en todos los casos normales- a una de legítimo de la coacción física para el mantenimiento del orden
ambas. Una asociación se llama asociación de dominación vigente. Dícese de una acción que está políticamente orientada
cuando sus miembros están sometidos a relaciones de cuando y en la medida en que tiende a influir en la dirección de
dominación en virtud del orden vigente. una asociación política; en especial a la apropiación o
1. El patriarca domina sin cuadro administrativo. El expropiación, a la nueva distribución o atribución de los poderes
cabecilla beduino que levanta contribuciones de las personas, gubernamentales.
caravanas y bienes que aciertan a pasar por su rocoso poblado, Por asociación heriocrática debe entenderse una
domina gracias a su séquito guerrero, el cual, dado el caso, asociación de dominación, cuando y en la medida en que aplica
funciona como cuadro administrativo capaz de obligar a todas para la garantía de su orden la coacción psíquica, concediendo y
aquellas personas, cambiantes e indeterminadas y sin formar rehusando bienes de salvación (coacción hierocrática). Debe
entre sí asociación alguna, tan pronto y durante el tiempo en que entenderse por iglesia un instituto hierocrático de actividad

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continuada, cuando y en la medida en que su cuadro escolar” de un ayuntamiento y se alude siempre con ello a la
administrativo mantiene la pretensión al monopolio legítimo de la conducción y tratamiento planeado del asunto en cuestión. En
coacción hierocrática. forma más característica se separan el aspecto político de un
asunto o los funcionarios “políticos”, los diarios “políticos”, la
1. Es de suyo evidente que en las asociaciones políticas revolución “política”, la unión “política”, el partido “político”, las
no es la coacción física el único medio administrativo, ni tampoco consecuencias “políticas”, de los otros aspectos y características
el normal. Sus dirigentes utilizan todos los medios posibles para la económicos, culturales, religiosos- de las personas, cosas y
realización de sus fines. Pero su amenaza y eventual empleo es procesos en cuestión, y se alude con ello a todo lo que tiene que
ciertamente su medio específico y, en todas partes, la última ratio ver con las relaciones de dominación dentro de la asociación
cuando los demás medios fracasan. No sólo han sido las política (del estado), y cuyo mantenimiento, desplazamiento o
asociaciones políticas las que han empleado como medio transformación pueden producir, impedir o fomentar, oponiéndolo
legítimo la coacción física, sino, asimismo, el clan, la casa, la a aquellas personas, cosas o procesos que nada tienen que ver
hermandad y, en la Edad Media, en ciertas circunstancias, todos con esto. En este uso corriente del lenguaje se busca, pues, lo
los autorizados a llevar armas. Al lado de la circunstancia de que común en el medio: la dominación; y especialmente la forma
la coacción física se aplique (por lo menos como última ratio) para como ésta se ejerce por los poderes de gobierno, con exclusión
el mantenimiento y garantía de sus “ordenaciones”, caracteriza de los fines a que la dominación sirve. Por lo cual puede afirmarse
también a la asociación política el hecho de que la dominación de que la definición aquí aceptada no es más que una precisión de lo
su cuadro administrativo y de sus ordenamientos mantengan su contenido en el uso corriente del lenguaje, en cuanto que en éste
pretensión de validez para un territorio determinado, y que esta se acentúa enérgicamente lo que de hecho es específico: la
pretensión esté garantizada por la fuerza. Siempre que esta coacción física (actual o eventual). Cierto también que el lenguaje
característica se reconozca en cualquier clase de asociación y corriente llama “asociaciones políticas” no sólo a aquellas soporte
que hagan uso de la fuerza comunidades de aldea, comunidades de la coacción considerada como legítima, sino también, por
domésticas o asociaciones gremiales u obreras (“consejos”)- ejemplo, a partidos y clubs, con pretensión de influir (sin violencia,
deben ser consideradas como asociaciones políticas. según propias declaraciones) en la acción política de la
2. No es posible definir una asociación política incluso el asociación. Empero, debe separarse esta clase de acción social
“estado”- señalando los fines de la “acción de la asociación”. como “políticamente orientada”, de la auténtica acción política de
Desde el cuidado de los abastecimientos hasta la protección del la asociación (en el sentido, esta última, del δ12. nº 3)
arte, no ha existido ningún fin que ocasionalmente no haya sido 3. Es conveniente definir el concepto de estado en
perseguido por las asociaciones políticas; y no ha habido ninguno correspondencia con el moderno tipo del mismo ya que en su
comprendido entre la protección de la seguridad personal y la pleno desarrollo es eternamente moderno-, pero con abstracción
declaración judicial del derecho que todas esas asociaciones de sus fines concretos y variables, tal como aquí y ahora los
hayan perseguido. Sólo se puede definir, por eso, el carácter vivimos. Caracteriza hoy formalmente al estado el ser un orden
político de una asociación por el medio elevado en determinadas jurídico y administrativo cuyos preceptos pueden variarse- por el
circunstancias al fin en sí- que sin serle exclusivo es ciertamente que se orienta la actividad “acción de asociación”- del cuadro
específico y para su esencia indispensable: la coacción física. administrativo (a su vez regulada por preceptos estatuidos) y el
Esto no corresponde por completo al uso corriente del lenguaje; cual pretende validez no sólo frente a los miembros de la
por eso no puede ser utilizado sin una mayor precisión. Se habla asociación que pertenecen a ellas esencialmente por nacimiento-
de la “política de divisas” de un banco nacional, de la “política sino también de toda acción ejecutada en el territorio a que se
financiera” de la gerencia de un grupo de empresas, de la “política extiende la dominación (o sea, en cuanto “instituto territorial”). Es,

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además, característico: el que hoy sólo exista coacción “legítima”


en tanto que el orden estatal la permita o prescriba (por ejemplo,
este orden deja al padre “poder disciplinario”; un resto de lo que
fue en su tiempo potestad propia del señor de la casa, que
disponía de la vida de hijos y esclavos). Este carácter monopólico Max Weber
del poder estatal es una característica tan esencial de la situación
actual como lo es su carácter de instituto racional y de empresa III. LOS TIPOS DE DOMINACIÓN
continuada.
4. Para el concepto de asociación hierocrática no es 1. LAS FORMAS DE LEGITIMIDAD
característica decisiva la clase de los bienes de salvación
ofrecidos de este mundo o del otro, externos o internos-, sino el
hecho de que su administración pueda constituir el fundamento δ 1. Debe entenderse por “dominación”, de acuerdo con
de su dominación espiritual sobre un conjunto de hombres. Para la definición ya dada (cap. 1, δ 16), la probabilidad de encontrar
el concepto de iglesia, por el contrario y de acuerdo con el obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos
lenguaje corriente (adecuado en este caso)-, es característico su específicos (o para toda clase de mandatos). No es, por tanto,
carácter de instituto racional y de empresa (relativamente) toda especie de probabilidad de ejercer “poder” o “influjo” sobre
continuada, como se exterioriza en sus ordenaciones, en su otros hombres. En el caso concreto esta dominación
cuadro administrativo y en su pretendida dominación monopólica. (“autoridad”), en el sentido indicado, puede descansar en los más
A su tendencia normal de instituto eclesiástico corresponde su diversos motivos de sumisión: desde la habituación inconsciente
dominación territorial hierocrática y su articulación territorial hasta lo que son consideraciones puramente racionales con
(parroquial); si bien, según el caso concreto, tiene que arreglo a fines. Un determinado mínimo de voluntad de
contestarse de modo diverso la cuestión de cuáles sean los obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es
medios que dan fuerza a esa su pretensión monopólica. Pero en esencial en toda relación auténtica de autoridad.
realidad el monopolio de dominación territorial no ha sido nunca No toda dominación se sirve del medio económico. Y
tan especial para la iglesia como para la asociación política, y hoy todavía menos tiene toda dominación fines económicos. Pero
desde luego, en modo alguno. El carácter de instituto, toda dominación sobre una pluralidad de hombres requiere de un
especialmente la condición de que se “nazca” dentro de una modo normal (no absolutamente siempre) un cuadro
iglesia, la separa de la “secta”, cuya característica es ser unión, administrativo (ver cap. 1, δ 12); es decir, la probabilidad, en la
que sólo acoge personalmente a los religiosamente calificados. que se puede confiar, de que se dará una actividad, dirigida a la
(Los detalles pertenecen a la sociología de la religión). ejecución de sus ordenaciones generales y mandatos concretos,
por parte de un grupo de hombres cuya obediencia se espera.
Este cuadro administrativo puede estar ligado a la obediencia de
su señor (o señores) por la costumbre, de un modo pluralmente
afectivo, por intereses materiales o por motivos ideales (con
arreglo a valores). La naturaleza de estos motivos determina en
gran medida el tipo de dominación. Motivos puramente materiales
y racionales con arreglo a fines como vínculo entre el imperante y
su cuadro implican aquí, como en todas partes, una relación
relativamente frágil. Por regla general se le añaden otros motivos:

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afectivos o racionales con arreglo a valores. En casos fuera de lo o en la dominación del señor sobre el vasallo que ha contraído
normal pueden éstos ser los decisivos. En lo cotidiano domina la libremente el pacto feudal. El que la obediencia por disciplina
costumbre y con ella intereses materiales, utilitarios, tanto en ésta militar sea formalmente “obligada” mientras la que impone la
como en cualquiera otra relación. Pero la costumbre y la situación disciplina de taller es formalmente “voluntaria”, no altera para
de intereses, no menos que los motivos puramente afectivos y de nada el hecho de que la disciplina de taller implica también
valor (racionales con arreglo a valores), no pueden representar sumisión a una autoridad (dominación). También la posición del
los fundamentos en que la dominación confía. Normalmente se funcionario se adquiere por contrato y es denunciable, y la
les añade otro factor: la creencia en la legitimidad. relación misma de “súbdito” puede ser aceptada y (con ciertas
De acuerdo con la experiencia ninguna dominación se limitaciones) disuelta voluntariamente. La absoluta carencia de
contenta voluntariamente con tener como probabilidades de su una relación voluntaria sólo se da en los esclavos. Tampoco, por
persistencia motivos puramente materiales, afectivos o otra parte, debe llamarse “dominación” a un poder “económico”
racionales con arreglo a valores. Antes bien, todas procuran determinado por una situación de monopolio; es decir, en este
despertar y fomentar la creencia en su “legitimidad”. Según sea la caso por la posibilidad de “dictar” a la otra parte las condiciones
clase de legitimidad pretendida es fundamentalmente diferente del negocio; su naturaleza es idéntica a la de toda otra “influencia”
tanto el tipo de la obediencia, como el del cuadro administrativo condicionada por cualquiera otra superioridad: erótica, deportiva,
destinado a garantizarla, como el carácter que toma el ejercicio de dialéctica, etc. Cuando un gran banco se encuentra en situación
la dominación. Y también sus efectos. Por eso, parece adecuado de forzar a otros bancos a aceptar un cártel de condiciones, esto
distinguir las clases de dominación según sus pretensiones no puede llamarse, sin más, “dominación”, mientras no surja una
típicas de legitimidad. Para ello es conveniente partir de relación de obediencia inmediata: o sea, que las disposiciones de
relaciones modernas y conocidas. la dirección de aquel banco tengan la pretensión y la probabilidad
1. Tan sólo los resultados que se obtengan pueden de ser respetadas puramente en cuanto tales, y sean controladas
justificar que se haya tomado este punto de partida para la en su ejecución. Naturalmente, aquí como en todo la transición es
clasificación y no otro. No puede ser en esto un inconveniente fluida: entre la simple responsabilidad por deudas y la esclavitud
decisivo el que por ahora se pospongan para ser añadidas otras por deudas existen toda suerte de graduaciones intermedias. Y la
características distintivas típicas. La “legitimidad” de una posición de un “salón” puede llegar hasta los límites de una
dominación tiene una importancia que no es puramente “ideal”- situación de poder autoritario, sin ser por eso necesariamente
aunque no sea más que por el hecho de que mantiene relaciones “dominación”. Con frecuencia no es posible en la realidad una
muy determinadas con la legitimidad de la “propiedad”. separación rigurosa, pero por eso mismo, es más imperiosa la
2. No toda “pretensión” convencional o jurídicamente necesidad de conceptos claros.
garantizada debe llamarse “relación de dominación”. Pues de 3. La “legitimidad” de una dominación debe considerarse
esta suerte podría decirse que el trabajador en el ámbito de la sólo como una probabilidad, la de ser tratada prácticamente como
pretensión de su salario es “señor” del patrono, ya que éste a tal y mantenida en una proporción importante. Ni con mucho
demanda del ejecutor judicial, está a su disposición. En verdad, ocurre que la obediencia a una dominación esté orientada
es formalmente sólo una parte “acreedora” a la realización de primariamente (ni siquiera siempre) por la creencia en su
ciertas prestaciones en un determinado cambio de servicios. Sin legitimidad. La adhesión puede fingirse por individuos y grupos
embargo, el concepto de una relación de dominación no excluye enteros por razones de oportunidad, practicarse efectivamente
naturalmente el que haya podido surgir por un contrato por causa de intereses materiales propios, o aceptarse como algo
formalmente libre: así en la dominación del patrono sobre el irremediable en virtud de debilidades individuales y de
obrero traducido en las instrucciones y ordenanzas de su trabajo desvalimiento. Lo cual no es decisivo para la clasificación de una

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dominación. Más bien, su propia pretensión de legitimidad, por su asociación aparezcan según la forma como “servidores” de los
índole la hace “válida” en grado relevante, consolida su existencia dominados, nada demuestra respecto del carácter de
y codetermina la naturaleza del medio de dominación. Es más, “dominación”. Más tarde se hablará particularmente de las
una dominación puede ser tan absoluta un caso frecuente en la situaciones de hecho de la llamada “democracia”. Hay, empero,
práctica- por razón de una comunidad ocasional de intereses que atribuirle en casi todos los casos imaginables un mínimo de
entre el soberano y su cuadro (guardias personales, pretorianos, poder decisivo de mando, y en consecuencia de “dominación”.
guardias “rojos” o “blancos”) frente a los dominados, y
encontrarse de tal modo asegurada por la impotencia militar de δ 2. Existen tres tipos puros de dominación legítima. El
éstos, que desdeñe toda pretensión de “legitimidad”. Sin fundamento primario de su legitimidad puede ser:
embargo, aún en este caso, la clase de relación de la legitimidad 1. De carácter racional: que descansa en la creencia en la
entre el soberano y su cuadro administrativo es muy distinta legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando
según sea la clase del fundamento de la autoridad que entre ellos de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad
exista, siendo decisiva en gran medida para la estructura de la (autoridad legal).
dominación, como se mostrará más adelante. 2. De carácter tradicional: que descansa en la creencia
4. “Obediencia” significa que la acción del que obedece cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron desde
transcurre como si el contenido del mandato se hubiera lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa
convertido, por sí mismo, en máxima de su conducta; y eso tradición para ejercer la autoridad (autoridad tradicional).
únicamente en méritos de la relación formal de obediencia, sin 3. De carácter carismático: que descansa en la entrega
tener en cuenta la propia opinión sobre el valor o el desvalor del extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una
mandato como tal. persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas
5. Desde un punto de vista puramente psicológico la (llamada) (autoridad carismática).
cadena causal puede mostrarse diferente; puede ser, En el caso de la autoridad legal se obedecen las
especialmente, el “inspirar” o la “endopatía”. Esta distinción, sin ordenaciones impersonales y objetivas legalmente estatuidas y
embargo, no es utilizable en la construcción de los tipos de las personas por ellas designadas, en méritos éstas de la
dominación. legalidad formal de sus disposiciones dentro del círculo de su
6. El ámbito de la influencia autoritaria de las relaciones competencia. En el caso de la autoridad tradicional se obedece a
sociales y de los fenómenos culturales es mucho mayor de lo que la persona del señor llamado por la tradición y vinculado por ella
a primera vista parece. Valga como ejemplo la suerte de (en su ámbito) por motivos de piedad (pietas), en el círculo de lo
dominación que se ejerce en la escuela, mediante la cual se que es consuetudinario. En el caso de la autoridad carismática se
imponen las formas de lenguaje oral y escrito que valen como obedece al caudillo carismáticamente calificado por razones de
ortodoxas. Los dialectos que funcionan como lenguajes de confianza personal en la revelación, heroicidad o ejemplaridad,
cancillería de una asociación política autocéfala, es decir, de sus dentro del círculo en que la fe en su carisma tiene validez.
señores, se convierten en su forma de lenguaje y escritura
ortodoxa y han determinado las separaciones “nacionales” (por 1. La utilidad de esta división sólo puede mostrarla el
ejemplo, Holanda y Alemania). La autoridad de los padres y de la rendimiento sistemático que con ella se busca. El concepto de
escuela llevan su influencia mucho más allá de aquellos bienes “carisma” (gracia) se ha tomado de la terminología del
culturales de carácter (aparentemente) formal, pues conforma a cristianismo primitivo. Con respecto a la hierocracia cristiana
la juventud y de esa manera a los hombres. Rudolf Sohm ha sido el primero que en su Kirchenrecht (derecho
7. El que el dirigente y el cuadro administrativo de una eclesiástico) empleó el concepto, aunque no la terminología;

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otros (por ejemplo, Hall, Enthusiasmus und Bussgewalt, ámbito de poder de la asociación (en las territoriales: dentro de su
“Entusiasmo y poder expiatorio”) destacaron ciertas dominio territorial) realicen acciones sociales o entren en
consecuencias importantes. relaciones sociales declaradas importantes por la asociación.
2. El que ninguno de los tres tipos ideales que van a 2. Que todo derecho según su esencia es un cosmos de
estudiarse en lo que sigue- acostumbre a darse “puro” en la reglas abstractas, por lo general estatuidas intencionalmente;
realidad histórica, no debe impedir aquí, como en parte alguna, la que la judicatura implica la aplicación de esas reglas al caso
fijación conceptual en la forma más pura posible de su concreto; y que la administración supone el cuidado racional de
construcción. Más tarde habrá de considerarse (δ δ 11 ss.) la los intereses previstos por las ordenaciones de la asociación,
transformación del carisma puro al ser absorbido por lo cotidiano, dentro de los límites de las normas jurídicas y según principios
y de esa manera se hará mayor la conexión con las formas señalables que tienen la aprobación o por lo menos carecen de la
empíricas de dominación. Pero aún entonces tiene validez para desaprobación de las ordenaciones de la asociación.
todo fenómeno empírico e histórico de dominación, que nunca 3. Que el soberano legal típico, la “persona puesta a la
constituye “un libro abierto” en donde todo se declare. Y la cabeza”, en tanto que ordena y manda, obedece por su parte al
tipología sociológica ofrece al trabajo histórico concreto por lo orden impersonal por el que orienta sus disposiciones.
menos la ventaja, con frecuencia nada despreciable, de poder
decir en el caso particular de una forma de dominación lo que en Lo cual vale para el soberano legal que no es
ella hay de “carismático”, de “carisma hereditario”, de “carisma “funcionario”, por ejemplo: el presidente electivo de un estado.
institucional”, de “patriarcal” (δ 7), de “burocrático” (δ 4), de 4. Que tal como se expresa habitualmente- el que
“estamental”, etc., o bien en lo que se aproxima a uno de estos obedece sólo lo hace en cuanto miembro de la asociación y sólo
tipos; y asimismo la ventaja de trabajar con conceptos obedece “al derecho”.
pasablemente unívocos. Pero con todo, estamos muy lejos de Como miembro de la unión, del municipio, de la iglesia; en
creer que la realidad histórica total se deje “apresar” en el el estado: ciudadano.
esquema de conceptos que vamos a desarrollar. 5. En relación con el número 3 domina la idea de que los
miembros de la asociación, en tanto que obedecen al soberano,
no lo hacen por atención a su persona, sino que obedecen a aquel
2. LA DOMINACIÓNLEGAL CON ADMINISTRACIÓN orden impersonal; y que sólo están obligados a la obediencia
BUROCRÁTICA dentro de la competencia limitada, racional y objetiva, a él
otorgada por dicha orden.
Advertencia preliminar: partimos aquí intencionalmente Las categorías fundamentales de la dominación legal
de la forma de administración específicamente moderna, para son, pues:
poderla contrastar después con las otras. 1. Un ejercicio continuado, sujeto a ley, de funciones, dentro
de
δ 3. La dominación legal descansa en la validez de las 2. una competencia, que significa:
siguientes ideas, entrelazadas entre sí: a) un ámbito de deberes y servicios objetivamente
1. Que todo derecho, “pactado” u “otorgado”, puede ser limitado en virtud de una distribución de funciones,
estatuido de modo racional racional con arreglos a fines o racional b) con la atribución de los poderes necesarios para su
con arreglo a valores (o ambas cosas)-, con la pretensión de ser realización, y
respetado, por lo menos, por los miembros de la asociación; y c) con fijación estricta de los medios coactivos
también regularmente por aquellas personas que dentro del eventualmente admisibles y el supuesto previo de su aplicación.

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Una actividad establecida de esa suerte se llama de los medios materiales de administración y producción, sino
“magistratura” o “autoridad” (Behörde). que reciben éstos en especie o dinero y están sujetos a rendición
de cuentas. Existe el principio de la separación completa entre el
“Autoridades” en este sentido existen, lo mismo que en el patrimonio público, del cargo (o de la explotación: capital) y el
“estado” y la “iglesia”, en las grandes explotaciones privadas, patrimonio privado (hacienda individual) y entre la “oficina” y el
ejércitos y partidos. Una “magistratura” en el sentido de esta “hogar”.
terminología es el presidente electivo de la república (o el 6. En el caso más racional no existe apropiación de los
gabinete ministerial, o los “diputados por elección”). Estas cargos por quien los ejerce. Donde se da un “derecho al cargo”
categorías no nos interesan, sin embargo, ahora. No toda (como, por ejemplo, entre los jueces y actualmente en partes
“magistratura” posee en igual sentido “poderes de mando”; pero crecientes de la burocracia y el proletariado) no sirve
esta separación no interesa aquí. generalmente a un fin de apropiación por parte del funcionario,
sino de aseguramiento del carácter puramente objetivo
A esto hay que añadir: (“independiente”), sólo sujeto a normas, de su trabajo en el cargo.
3. El principio de jerarquía administrativa, o sea la 7. Rige el principio administrativo de atenerse al
ordenación de “autoridades” fijas con facultades de regulación e expediente, aún allí donde las declaraciones orales sean de
inspección y con el derecho de queja o apelación ante las hecho la regla o están hasta prescritas; por lo menos se fijan por
“autoridades” superiores por parte de las inferiores. La cuestión escrito los considerandos, propuestas y decisiones, así, como las
de si la instancia superior puede alterar con otra “más justa” la disposiciones y ordenanzas de toda clase. El expediente y la
disposición apelada y en qué condiciones en este caso, o si para actividad continuada por el funcionario hacen que la oficina sea la
ello ha de delegar en el funcionario inferior, tiene muy distintas médula de toda forma moderna en la actividad de las
soluciones. asociaciones.
4. Las “reglas” según las cuales hay que proceder pueden 8. La dominación legal puede adoptar formas muy
ser distintas, de las que hablaremos luego particularmente. En lo que
a) técnicas o sigue se analizará en su significación de tipo ideal lo que en la
b) normas. mayor parte de los casos es la estructura pura de dominación del
cuadro administrativo: la “burocracia”.
Su aplicación exige en ambos casos, para que se logre la
racionalidad, una formación profesional. Normalmente sólo El que se prescinda de la naturaleza típica del dirigente,
participa en el cuadro administrativo de una asociación el se debe a circunstancias que luego se harán perfectamente
calificado profesionalmente para ello mediante pruebas comprensibles. Tipos muy importantes de dominación racional
realizadas con éxito; de modo que sólo el que posea esas pertenecen formalmente por su dirigente a otros tipos
condiciones puede ser empleado como funcionario. Los (carismáticohereditarios: monarquía hereditaria;
“funcionarios” forman el cuadro administrativo típico de las carismáticoplebiscitarios: presidente); otros son materialmente
asociaciones racionales, sean éstas políticas, hierocráticas, racionales en muchas de sus partes, pero se encuentran
económicas (especialmente, capitalistas) o de otra clase. construidos según una forma intermedia entre la burocracia y el
5. Rige (en el caso racional) el principio de la separación carismatismo (gobiernos de gabinete); otros, por último, están
plena entre el cuadro administrativo y los medios de conducidos (ministerios de partido) por los dirigentes
administración y producción. Los funcionarios, empleados y (burocráticos o carismáticos) de otras asociaciones (partidos). El
trabajadores al servicio de una administración no son propietarios tipo de la administración legal y racional es susceptible de

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aplicación universal, y es lo importante en la vida cotidiana. Pues Este orden puede, en principio, aplicarse igualmente a
para la vida cotidiana dominación es primariamente establecimientos económicos, caritativos o cualesquiera otros de
“administración”. carácter privado que persigan fines materiales o ideales, y
asociaciones políticas o hierocráticas, lo que puede mostrarse
δ 4. El tipo más puro de dominación legal es aquel que se históricamente (en aproximación mayor o menor al tipo puro).
ejerce por medio de un cuadro administrativo burocrático. Sólo el
dirigente de la asociación posee su posición de imperio, bien por 1. Así, por ejemplo, la burocracia en las clínicas privadas
apropiación, bien por elección o por designación de su es en principio de igual carácter que la de los hospitales de
predecesor. Pero sus facultades de mando son también fundaciones u órdenes religiosas. La llamada moderna
“competencias” legales. La totalidad del cuadro administrativo se “capellanocracia”: la expropiación de los antiguos “beneficios
compone, en el tipo más puro, de funcionarios individuales eclesiásticos”, generalmente apropiados, así como el episcopado
(“monocracia” en oposición a “colegialidad” de la que se hablará universal (como “competencia” formal universal) y la infalibilidad
luego), los cuales (como “competencia” material, sólo válida “ex cáthedra”, en el
1) personalmente libres, se deben sólo a los deberes cargo, por tanto bajo la típica separación del “cargo” y la actividad
objetivos de su cargo, “privada”) son fenómenos típicamente burocráticos. Lo mismo en
2) en jerarquía administrativa rigurosa, las explotaciones capitalistas, y tanto más cuanto mayores sean;
3) con competencias rigurosamente fijadas, no menos en el funcionamiento de los partidos (de lo que se
4) en virtud de un contrato, o sea (en principio) sobre la hablará luego en particular) y también en el moderno ejército
base de libre selección según burocrático conducido por funcionarios militares de tipo especial,
5) calificación profesional que fundamenta su llamado oficiales.
nombramiento en el caso más racional: por medio de ciertas 2. La dominación burocrática se ofrece en forma más
pruebas o del diploma que certifica su calificación-; pura allí donde rige con mayor fuerza el principio del
6) son retribuidos en dinero con sueldo fijo, con derecho a nombramiento de los funcionarios. Una jerarquía de funcionarios
pensión las más de las veces; son revocables siempre a instancia electivos no existe con igual sentido que una jerarquía de
del propio funcionario y en ciertas circunstancias (particularmente funcionarios nombrados; por lo pronto la disciplina no puede
en los establecimientos privados) pueden también ser revocados nunca naturalmente alcanzar idéntica severidad allí donde el
por parte del que manda; su retribución está graduada funcionario subordinado depende en igual forma que el superior
primeramente en relación con el banco jerárquico, luego según la de una elección, y no precisamente del juicio de éste último (ver,
responsabilidad del cargo y, en general, según el principio del sobre funcionarios electivos, δ 14).
“decoro estamental” (cap. IV). 3. Es esencial en la moderna burocracia el contrato
7) ejercen el cargo como su única o principal profesión, administrativo de nombramiento, o sea, la libre selección. Allí
8) tienen ante sí una “carrera”, o “perspectiva” de donde funcionarios serviles (esclavos, ministeriales) sirvan en
ascensos y avances por años de ejercicio, o por servicios o por articulación jerárquica con competencias objetivas, o sea de
ambas cosas, según juicio de sus superiores, manera formalmente burocrática, hablaremos propiamente de
9) trabajan con completa separación de los medios una “burocracia patrimonial”.
administrativos y sin apropiación del cargo, 4. El grado de calificación profesional está en constante
10) y están sometidos a una rigurosa disciplina y crecimiento en la burocracia. Incluso el funcionario sindical o de
vigilancia administrativa. partido necesita también de un saber profesional (empíricamente
adquirido). El que los modernos “ministros” y “presidentes” sean

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los únicos “funcionarios” que no requieren la calificación representan una categoría de funcionarios por nombramiento, si
profesional demuestra: que son funcionarios sólo en sentido bien con características estamentales de las que luego se hablará
formal pero no en sentido material, de igual modo que el director (cap. II), en completa oposición, primero, con los caudillos
general (gerente) de una gran compañía anónima. La situación de electivos; segundo, con los condotieros carismáticos; tercero, con
empresario capitalista representa algo tan plenamente los oficiales vinculados a una empresa capitalista (ejército
“apropiado” como la de monarca. La dominación burocrática mercenario); cuarto, con los compradores de los cargos militares
tiene, pues, en su cima inevitablemente un elemento, por lo (δ 7 a, final). Las transiciones pueden ser fluidas. Los “servidores”
menos, que no es puramente burocrático. Representa tan sólo patrimoniales separados de los medios administrativos y los
una categoría de la dominación por medio de un cuadro empresarios capitalistas de un ejército, así como frecuentemente
administrativo especial. también los empresarios capitalistas privados, han sido los
5. La retribución fija es lo normal (la apropiación de precursores de la burocracia moderna. De esto se hablará más
emolumentos se denomina “prebenda”; concepto δ 7). Lo mismo tarde en particular.
el que sea en dinero. Esto no es en modo alguno esencial
conceptualmente, pero corresponde al tipo con la máxima pureza δ 5. La administración burocrática pura, o sea, la
(asignaciones en especie tienen carácter “prebendario”, la administración burocrático monocrática, atenida al expediente,
prebenda es normalmente una categoría de la apropiación de es a tenor de toda la experiencia la forma más racional de
cargos y probabilidades lucrativas). Pero también aquí la ejercerse una dominación; y lo es en los sentidos siguientes: en
transición es fluida, como lo muestran esos mismos ejemplos. Las precisión, continuidad, disciplina, rigor y confianza;
apropiaciones por medio de arriendo, compra y prenda de cargos calculabilidad, por tanto, para el soberano y los interesados;
corresponden a una categoría distinta que la burocracia pura (δ 7, intensidad y extensión en el servicio; aplicabilidad formalmente
1). universal a toda suerte de tareas; y susceptibilidad técnica de
6. “Cargos” en calidad de “profesión accesoria”, y sobre perfección para alcanzar el óptimo en sus resultados. El
todo los “cargos honoríficos”, pertenecen a otra categoría de la desarrollo de las formas “modernas” de asociaciones en toda
que luego hablaremos (δ 14). El funcionario típicamente clase de terrenos (estado, iglesia, ejército, partido, explotación
“burocrático” tiene su cargo como profesión fundamental. económica, asociación de interesados, uniones, fundaciones y
7. La separación de los medios administrativos se lleva a cualesquiera otras que pudieran citarse) coincide totalmente con
cabo exactamente en igual sentido en la burocracia pública y en la el desarrollo e incremento creciente de la administración
burocracia privada (por ejemplo: en las grandes empresas burocrática: su aparición es, por ejemplo, el germen del estado
capitalistas). moderno occidental. A pesar de todos los ejemplos en contrario,
8. Más adelante (δ 15) se tratará de las “magistraturas” sean éstos de representaciones colegiadas de interesados,
(Behörde) colegiales. Éstas, de hecho, han ido perdiendo comités parlamentarios, dictaduras de “consejos”, funcionarios
rápidamente terreno frente a la dirección monocrática y las más honorarios o jueces no profesionales (y sobre todo, a pesar de los
de las veces también de un modo formal (por ejemplo: hace ya denuestos contra la “santa burocracia”), no debe uno dejarse
mucho tiempo que en Prusia desaparecieron los gobiernos engañar y perder de vista que todo trabajo continuado se realiza
“colegiados” ante los gobiernos monocráticos de presidente). Es por funcionarios en sus oficinas. Toda nuestra vida cotidiana está
decisivo aquí el interés por una administración más rápida y con tejida dentro de ese marco. Pues si la administración burocrática
directivas constantes, libre de los compromisos y variaciones de es en general caeteris paribus- la más racional desde el punto de
opinión de la mayoría. vista técnico-formal, hoy es, además, sencillamente inseparable
9. Es evidente que los modernos oficiales del ejército de las necesidades de la administración de masas (personales o

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materiales). Se tiene que elegir entre la burocratización y el medios en dinero, constituye el fundamento económico más
dilettantismo de la administración; y el gran instrumento de la racional sobre el que puede subsistir aquella en su forma también
superioridad de la administración burocrática es éste: el saber más radical.
profesional especializado, cuyo carácter imprescindible está Junto a los supuestos fiscales existen para la burocracia
condicionado por los caracteres de la técnica y economía condiciones esenciales de carácter técnico en los medios de
modernas de la producción de bienes, siendo totalmente comunicación. Su precisión exige un ferrocarril, el teléfono, el
indiferente que tal producción sea en la forma capitalista o en la telégrafo, y está ligado a éstos de modo creciente. En esto
socialista. (Ésta última, de querer alcanzar iguales resultados ninguna alteración podría introducir un orden socialista. El
técnicos, daría lugar a un extraordinario incremento de la problema radica (ver cap. II, δ 12) en sí éste sería capaz de crear
burocracia profesional.) Y lo mismo que los dominados sólo condiciones parecidas para una administración racional, que en
pueden defenderse normalmente de una dominación burocrática este caso significaría una administración burocrática rígida,
existente mediante la creación de una contraorganización propia, sometida a reglas aún más rigurosamente formales que las
igualmente sometida a la burocratización, así también el aparato existentes en el orden capitalista. En caso contrario, nos
burocrático mismo está ligado a la continuidad de su propio encontraríamos de nuevo con una de aquellas grandes
funcionamiento por intereses compulsivos tanto materiales como irracionalidades: la antinomia entre la racionalidad formal y
objetivos, es decir, ideales. Sin ese aparato, en una sociedad que material que tantas veces ha de constatar la sociología.
separa a los funcionarios, empleados y trabajadores de los La administración burocrática significa: dominación
medios administrativos, y que requiere de modo indispensable la gracias al saber; éste representa su carácter racional
disciplina y la formación profesional, cesaría toda posibilidad de fundamental y específico. Más allá de la situación de poder
existencia para todos con excepción de los que todavía están en condicionada por el saber de la especialidad la burocracia (o el
posesión de los medios de abastecimiento (campesinos). La soberano que de ella se sirve) tiene la tendencia a acrecentar aún
burocracia continúa funcionando para la revolución triunfante o el más su poder por medio del saber de servicio: conocimiento de
enemigo en ocupación, lo mismo que lo hacía con el gobierno hechos adquirido por las relaciones del servicio o “depositado en
hasta ese momento legal. La cuestión es siempre ésta: ¿quién el expediente”. El concepto de “secreto profesional”, no exclusivo
domina el aparato burocrático existente? Y siempre esa pero sí específicamente burocrático comparable, por ejemplo, al
dominación tiene ciertas limitaciones para el no profesional: el conocimiento de los secretos comerciales de una empresa frente
consejero profesional impone las más de las veces a la larga su al saber técnico- procede de este impulso de poderío.
volunta al ministro no profesional. La necesidad de una Superior en saber a la burocracia conocimiento de la
administración más permanente, rigurosa, intensiva y calculable, especialidad de los hechos dentro del círculo de sus intereses-
tal como la creó no solamente él, pero ciertamente y de modo sólo es, regularmente, el interesado privado de una actividad
innegable, él ante todo- el capitalismo (sin la que no puede lucrativa. Es decir, el empresario capitalista. Es realmente la única
subsistir y que todo socialismo racional tendrá que aceptar e instancia inmune (o al menos relativamente) frente a la
incrementar), determina el carácter fatal de la burocracia como ineludibilidad de la dominación científico racional de la
médula de toda administración de masas. Sólo el pequeño burocracia. Todos los demás, en las asociaciones de masas,
instituto (político, hierocrático, económico, etc.), podría prescindir están irremisiblemente sometidos al imperio burocrático, en igual
ampliamente de ella. De igual manera que el capitalismo en el forma que la producción en masa lo está al dominio de las
estadio actual de su desarrollo fomenta la burocracia aunque uno máquinas de precisión.
y otra provengan históricamente de distintas raíces asimismo, La dominación burocrática significa socialmente en
porque desde el punto de vista fiscal aporta los necesarios general:

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1. La tendencia a la nivelación en interés de una parte de aquellos dominados que no pertenecen a la capa de los
posibilidad universal de reclutamiento de los más calificados interesados en la “garantía” de las probabilidades poseídas a que
profesionalmente. hace referencia el número 1. La problemática enraizada en lo
2. La tendencia a la plutocratización en interés de una anterior pertenece a la teoría de la “democracia”.
formación profesional que haya durado el mayor tiempo posible (a
veces hasta el final de la treintena).
3. La dominación de la impersonalidad formalista: sine ira 3. DOMINACIÓN TRADICIONAL
et studio, sin odio y sin pasión, o sea sin “amor” y sin “entusiasmo”,
sometida tan sólo a la presión del deber estricto; “sin acepción de
personas”, formalmente igual para todos, es decir, para todo δ 6. Debe entenderse que una dominación es tradicional
interesado que se encuentre en igual situación de hecho: así lleva cuando su legitimidad descansa en la santidad de ordenaciones y
el funcionario ideal su oficio. poderes de mando heredados de tiempos lejanos, “desde tiempo
Empero, así como la burocratización crea la nivelación inmemorial”, creyéndose en ella en mérito de esa santidad. El
estamental (según la tendencia normal, que también la historia señor o los señores están determinados en virtud de reglas
muestra de un modo regular), toda nivelación social en cuanto da tradicionalmente recibidas. La “asociación de dominación”, en el
de lado a los que imperaban en forma estamental en virtud de caso más sencillo, es primariamente una “asociación de piedad”
apropiación del poder administrativo y de los medios determinada por una comunidad de educación. El soberano no es
administrativos, y en la medida en que, en interés de la “igualdad”, un “superior”, sino un señor personal, su cuadro administrativo no
elimina a los que ejercían la administración en forma “honoraria” está constituido por “funcionarios” sino por “servidores”, los
en méritos de la propiedad- fomenta al contrario la dominados no son “miembros” de la asociación sino: 1)
burocratización, que en todas partes es la sombra inseparable de “compañeros tradicionales” (δ 7 a, ó 2) “súbditos”. Las relaciones
la creciente democracia de masas. (De esto se tratará con más del cuadro administrativo para con el soberano no se determinan
detalle en otra conexión). por el deber objetivo del cargo sino por la fidelidad personal del
El “espíritu” normal de la burocracia racional, hablando en servidor.
términos generales, es el siguiente: No se obedece a disposiciones estatuidas, sino a la
1. Formalismo, exigido ante todo para garantizar las persona llamada por la tradición o por el soberano
oportunidades probabilidades- personales de vida de los tradicionalmente determinado: y los mandatos de esta persona
interesados, cualquiera que sea su clase -porque de otra suerte la son legítimos de dos maneras:
arbitrariedad sería la consecuencia y el formalismo es la línea de a) en parte por la fuerza de la tradición que señala
menor resistencia. En contradicción aparente y en parte real con inequívocamente el contenido de los ordenamientos, así como su
esta tendencia de esa clase de intereses está la amplitud y sentido tal como son creídos, y cuya conmoción por
2. inclinación de los burócratas a llevar a cabo sus tareas causa de una transgresión de los límites tradicionales podría ser
administrativas de acuerdo con criterios utilitario-materiales en peligrosa para la propia situación tradicional del imperante;
servicio de los dominados, hechos felices de esta suerte. Sólo b) en parte por arbitrio libre del señor, al cual la tradición le
que este utilitarismo material suele manifestarse revestido con la demarca el ámbito correspondiente.
exigencia de los correspondientes reglamentos por su parte: Este arbitrio tradicional descansa primeramente en la
formales de nuevo y en la mayoría de los casos tratados de modo limitación, por principio, de la obediencia por piedad.
formalista. (Sobre esto, en la sociología del derecho). Esta Existe por consiguiente el doble reino:
tendencia hacia una racionalidad material encuentra apoyo por a) de la acción del imperante materialmente

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vinculada por la tradición. b)(“reclutamiento extra patrimonial”):


b) de la acción del imperante materialmente libre de a´) por relaciones personales de confianza
tradición, (“favoritos” libres de toda clase),
Dentro de este último el soberano puede dispensar su b´) por pacto de fidelidad con el señor legitimado
“favor” otorgando o retirando su gracia libérrima por inclinaciones como tal (vasallos),
o antipatías personales o por decisión puramente personal, c´) funcionarios que entran libremente en relación de
particularmente también la comprada mediante regalos la fuente piedad.
de los “arbitrios”. En la medida en que el soberano procede según
principios son éstos los de la justicia y equidad, con un contenido
ético material, o los de la conveniencia utilitaria, pero no como en
la dominación legal- principios formales. De hecho el ejercicio de
la dominación se orienta por lo que, de acuerdo con la costumbre,
está permitido al señor (y a su cuadro administrativo) frente a la
obediencia tradicional de los súbditos, de modo que no provoque
su resistencia. Esta resistencia se dirige, cuando surge, contra la
persona del señor (o de los servidores) que desatendió los límites
tradicionales del poder, pero no contra el sistema como tal
(“revolución tradicionalista”).
En el tipo puro de dominación tradicional es imposible la
“creación” deliberada, por declaración, de nuevos principios
jurídicos o administrativos. Nuevas creaciones efectivas sólo
pueden ser legitimadas por considerarse válidas de antaño y ser Max Weber
reconocidas por la “sabiduría” tradicional. Sólo cuentan como
elementos de orientación en la declaración del derecho los 4. DOMINACIÓN CARISMÁTICA
testimonios de la tradición: “precedentes y jurisprudencia”.
δ 10. Debe entenderse por “carisma” la cualidad, que pasa por
δ 7. El imperante domina 1) sin, o 2) con cuadro extraordinaria (condicionada mágicamente en su origen, lo
administrativo. Sobre el primer caso, ver δ 7 a número 1. mismo si se trata de profetas que de hechiceros, árbitros, jefes de
El cuadro administrativo típico puede ser reclutado de cacería o caudillos militares), de una personalidad, por cuya virtud
modo: se la considera en posesión de fuerzas sobrenaturales o
a) tradicional, por lazos de “piedad” de los vinculados al sobrehumanas - o por lo menos específicamente extracotidianas
señor (“reclutamiento patrimonial”): y no asequibles a cualquier otro -, o como enviados del dios, o
a´) pertenecientes al linaje, como ejemplar y, en consecuencia, como jefe, caudillo, guía o
b´) esclavos, líder. El modo como habría de valorarse “objetivamente” la
c´) funcionarios domésticos, en particular: cualidad en cuestión, sea desde un punto de vista ético, estético u
“ministeriales”, otro cualquiera, es cosa del todo indiferente en lo que atañe a
d´) clientes, nuestro concepto, pues lo que importa es cómo se valora “por los
e´) colonos, dominados” carismáticos, por los “adeptos”.
f´) libertos; El carisma es un “poseso” (cuyos frenesíes se atribuían,

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al parecer sin razón, al uso de determinadas drogas; en el pero en masa, en los llamados pueblos primitivos. En China la
Bizancio medieval se mantenía un cierto número de éstos calificación carismática de los monarcas (carismático- hereditaria
dotados con el carisma del frenesí bélico como una especie de sin modificaciones, ver δ11) estaba fijada de un modo tan
instrumento de guerra), de un “chaman” (magos, en cuyos absoluto, que todo infortunio, cualquiera que éste fuese no sólo
éxtasis, en el caso puro, se daba la posibilidad de ataques guerras desgraciadas, sino sequías, inundaciones, sucesos
epileptoides como condición previa), la del fundador de los astronómicos aciagos- le obligaba a expiación pública y
mormones (quizás, mas no con seguridad absoluta, un tipo de eventualmente a abdicar. En ese caso no tenía el carisma de la
refinados farsante) o la de un literato entregado a sus éxtasis “virtud” exigida (clásicamente determinada) por el espíritu del
demagógicos como Kurt Eisner, todos ellos se consideran por la cielo y no era, por tanto, el legítimo “Hijo del cielo”
sociología, exenta de valoraciones, en el mismo plano que el 3. La dominación carismática supone un proceso de
carisma de los que según apreciación corriente son “grandes” comunicación de carácter emotivo. El cuadro administrativo de
Héroes, Profetas y Salvadores. los imperantes carismáticos no es ninguna “burocracia”, y menos
1. Sobre la validez del carisma decide el reconocimiento que nada una burocracia profesional. Su selección no tiene lugar
nacido de la entrega a la revelación, de la reverencia por el héroe, ni desde puntos de vista estamentales ni desde los de la
de la confianza en el jefe- por parte de los dominados; dependencia personal o patrimonial. Sino que se es elegido a su
reconocimiento que se mantiene por “corroboración” de las vez por cualidades carismáticas: al profeta corresponden los
supuestas cualidades carismáticas siempre originariamente por discípulos, al príncipe de la guerra el “séquito”, al jefe, en general,
medio del prodigio. Ahora bien, el reconocimiento (en el carisma los “hombres de confianza”. No hay ninguna “colocación” ni
genuino) no es el fundamento de la legitimidad, sino un deber de “destitución”, ninguna “carrera” ni “ascenso”, sino sólo
los llamados, en méritos de la vocación y de la corroboración, a llamamiento por el señor según su propia inspiración fundada en
reconocer esa cualidad. Este “reconocimiento” es, la calificación carismática del vocado. No hay ninguna “jerarquía”,
psicológicamente, una entrega plenamente personal y llena de fe sino sólo intervenciones del jefe, de haber insuficiencia
surgida del entusiasmo o de la indigencia y la esperanza. carismática del cuadro administrativo, bien en general, bien para
Ningún profeta ha considerado su cualidad como un caso dado, y eventualmente cuando se lo reclame. No existen
dependiente de la multitud, ningún rey ungido o caudillo ni “jurisdicción” ni “competencias”, pero tampoco apropiación de
carismático ha tratado a los oponentes o a las personas fuera de los poderes del cargo por “privilegio”, sino sólo (de ser posible)
su alcance sino como incumplidores de un deber; y la no limitación espacial o a determinados objetos de carisma y la
participación en el reclutamiento guerrero, formalmente “misión”. No hay “sueldo” ni “prebenda” alguna, sino que los
voluntario, abierto por el caudillo ha sido objeto de burla y discípulos y secuaces viven (originariamente) con el señor en
desprecio en todo el mundo. comunismo de amor o camaradería, con medios procurados por
2. Si falta de un modo permanente la corroboración, si el mecenas. No hay ninguna “magistratura” firmemente establecida,
agraciado carismático parece abandonado de su dios o de su sino sólo misioneros comisionados carismáticamente con una
fuerza mágica o heroica, le falla el éxito de modo duradero y, misión, dentro del ámbito de la misión otorgada por el señor y de
sobre todo, si su jefatura no aporta ningún bienestar a los su propio carisma. No existe reglamento alguno, preceptos
dominados, entonces hay la probabilidad de que su autoridad jurídicos abstractos, ni aplicación racional del derecho orientada
carismática se disipe. Éste es el sentido genuinamente por ellos, mas tampoco se dan arbitrios y sentencias orientados
carismático del imperio “por la gracia de Dios”. por precedentes tradicionales, sino que formalmente son lo
Aun los viejos reyes germánicos podían encontrarse ante decisivo las creaciones de derecho de caso en caso,
“manifestaciones públicas de desprecio”. Cosa que ocurría, originariamente sólo juicios de Dios y revelaciones. Sin embargo,

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en su aspecto material rige en toda la dominación carismática economía. Constituye, donde aparece, una vocación en el
genuina la frase “estaba escrito, pero yo en verdad os digo”; el sentido enfático del término: como “misión” o como “tarea” íntima.
profeta genuino, como el caudillo genuino, como todo jefe Desdeña y rechaza, en el tipo puro, la estimación económica de
genuino en general, anuncia, crea, exige nuevos mandamientos los dones graciosos como fuente de ingreso lo que ciertamente
en el sentido originario del carisma: por la fuerza de la revelación, ocurre más como pretensión que como hecho. No es que el
del oráculo, de la inspiración o en méritos de su voluntad concreta carisma renuncie siempre a la propiedad y al lucro, como ocurrió
de organización, reconocida en virtud de su origen por la en determinadas circunstancias con los profetas y sus discípulos.
comunidad de creyentes, guerreros, prosélitos u otra clase de El héroe militar y su séquito buscan botín; el imperante
personas. El reconocimiento crea un deber. En tanto que a una plebiscitario o el jefe carismático de partido buscan medios
profecía no se le oponga otra concurrente con la pretensión a su materiales para su poder; el primero, además, se afana por el
vez de validez carismática, únicamente existe una lucha por el brillo material de su dominación para afianzar su prestigio de
liderazgo que sólo puede decidirse por medio mágicos o por mando. Lo que todos desdeñan en tanto que existe el tipo
reconocimiento (según deber) de la comunidad, en la que el carismático genuino- es la economía racional o tradicional de
derecho sólo puede estar de un lado, mientras que del otro sólo cada día el logro de “ingresos” regulares en virtud de una
está la injuria sujeta a expiación. actividad económica dirigida a ello de un modo continuado. Las
La dominación carismática se opone, igualmente, en formas típicas de la cobertura de necesidades de carácter
cuanta fuera de lo común y extracotidiana, tanto a la dominación carismático son, de un lado, las mecenísticas de gran estilo
racional, especialmente la burocrática, como a la tradicional, (donaciones, fundaciones, soborno, propinas de importancia)- y
especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas las mendicantes, y, de otro lado, el botín y la extorsión violenta o
son formas de la dominación cotidiana, rutinaria la carismática (formalmente) pacífica. Considerada desde la perspectiva de una
(genuina) es específicamente lo contrario. La dominación economía racional es una fuerza típica de la “antieconomicidad”,
burocrática es específicamente racional en el sentido de su pues rechaza toda trabazón con lo cotidiano. Tan sólo puede
vinculación a reglas discursivamente analizables; la carismática “llevar aparejada”, por así decirlo, con absoluta indiferencia
es específicamente irracional en el sentido de su extrañeza a toda íntima, una intermitente adquisición ocasional. El “vivir de rentas”,
regla. La dominación tradicional está ligada a los precedentes del como forma de estar relevado de toda gestión económica, puede
pasado y en cuanto tal igualmente orientada por normas; la ser en muchos casos- el fundamento económico de existencias
carismática subvierte el pasado (dentro de su esfera) y es en este carismáticas. Pero no se aplica esto a los “revolucionarios”
sentido específicamente revolucionaria. No conoce ninguna carismáticos normales.
apropiación del poder de mando, al modo de la propiedad de otros La no admisión de cargos eclesiásticos por los jesuitas es
bienes, ni por los señores ni por los poderes estamentales, sino una aplicación racionalizada de este principio del “discipulado”.
que es legítima en tanto que el carisma personal “rige” por su Es cosa clara que todos los héroes de la ascética, de las órdenes
corroboración, es decir, en tanto que encuentran reconocimientos mendicantes y de los combatientes por la fe quedan
y “han menester de ella” los hombres de confianza, discípulos, comprendidos en lo que venimos diciendo. Casi todos los
séquito; y sólo por la duración de su confirmación carismática. profetas han sido mantenidos de un modo mecenístico. La frase
Lo dicho apenas necesita aclaración. Vale lo mismo para de Pablo dirigida contra los misioneros gorrones: “quien no
el puro dominador carismático “plebiscitario” (el “imperio del trabaja no debe comer”, no significa, naturalmente, una
genio” de Napoleón, que hizo de plebeyos reyes y generales) que afirmación de la “economía”, sino sólo el deber de procurarse el
para los profetas o héroes militares. sustento, aunque como “profesión accesoria”; pues la parábola
4. El carisma puro es específicamente extraño a la propiamente carismática de los “lirios del campo” no debe

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interpretarse en su sentido literal, sino únicamente en el de la b) el interés ideal más fuerte y el material todavía más
despreocupación por lo que ha de realizarse al día siguiente. Por intenso del cuadro administrativo: séquito, discípulos, hombres
otra parte, es concebible en el caso de un grupo de discípulos de confianza, en
carismáticos de carácter primariamente estético, que valga como 1. continuar la existencia de la relación, y esto
norma la relevación de las luchas económicas por limitación de 2. de tal modo que quede cimentada su propia posición
los vocados en sentido auténtico a personas “económicamente ideal y material sobre una base cotidiana duradera;
independientes” (rentistas; así en el círculo de Stefan George, por externamente: restablecimiento de la existencia familiar o de una
lo menos en su primera intención) existencia “saturada” en lugar de las “misiones” extrañas al
5. El carisma es la gran fuerza revolucionaria en las mundo acosmismos- apartadas de la familia y de la economía.
épocas vinculadas a la tradición. A diferencia de la fuerza Estos intereses se actualizan de modo típico en caso de
igualmente revolucionaria de la ratio que, o bien opera desde desaparición de la persona portadora del carisma y con el
fuera por transformación de los problemas y circunstancias de la problema de sucesión que entonces surge. La manera de su
vida y, por tanto, de modo mediato, cambiando la actitud ante resolución cuando hay solución y persiste, por tanto, la
ellos o bien por intelectualización, el carisma puede ser una comunidad carismática (o nace cabalmente en ese instante)-
renovación desde dentro, que nacida de la indigencia o del determina de un modo esencial la naturaleza toda de las
entusiasmo, significa una variación de la dirección de la relaciones sociales que entonces surgen.
conciencia y de la acción, con reorientación completa de todas las Pueden ocurrir los siguientes tipos de resoluciones:
actitudes frente a las formas de vida anteriores o frente al “mundo” a) Nueva busca, según determinadas señales del que,
en general. En las épocas prerracionalistas tradición y carisma se como portador del carisma, esté calificado para ser el líder.
dividen entre sí la totalidad de las direcciones de la conducta.
Tipo bastante puro: la busca del nuevo Dalai Lama (niño
elegido por virtud de señales de encarnación de lo divino
5. LA RUTINIZACIÓN DEL CARISMA semejante a la busca del buey Apis).

Entonces la legitimidad del nuevo portador del carisma


δ 11. En su forma genuina la dominación carismática es de está unida a señales, por tanto, a “reglas” respecto de las cuales
carácter específicamente extraordinario y fuera de lo cotidiano, se forma una tradición (tradicionalización); o sea, retrocede el
representando una relación social y rigurosamente personal, carácter puramente personal.
unida a la validez carismática de cualidades personales y a su b) Por revelación: oráculo, sorteo, juicio de Dios u otras
corroboración. En el caso de que no sea puramente efímera sino técnicas de selección. Entonces la legitimidad del nuevo portador
que tome el carácter de una relación duradera “congregación” de del carisma es una que deriva de la legitimidad de la técnica
creyentes, comunidad de guerreros o de discípulos, o asociación (legalización).
de partido, o asociación política hierocrática- la dominación Los shofetim israelitas tuvieron a veces, al parecer, este
carismática que, por decirlo así, sólo existió en statu nascendi, carácter. El viejo oráculo de la guerra señaló supuestamente a
tiene que variar esencialmente su carácter: se racionaliza Saúl.
(legaliza) o tradicionaliza o ambas cosas en varios aspectos. Los
motivos para ello son los siguientes: c) Por designación del sucesor hecha por el portador
a) el interés ideal o material de los prosélitos en la actual del carisma y su reconocimiento por parte de la comunidad.
persistencia y permanente reanimación de la comunidad;

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Forma muy frecuente. Las magistraturas romanas da, por ejemplo, en China. En Oriente se ofreció con frecuencia el
(conservada con la máxima claridad en la designación de los seniorato o la designación por el séquito (por eso era un “deber”
dictadores y en la del interrex) tuvo originariamente este carácter. en la casa de Osman exterminar a todos los demás posibles
pretendientes).
La legitimidad se convierte entonces en una legitimidad
adquirida por designación. Sólo en el Occidente medieval y en el Japón, y en otras
d) Por designación del sucesor por parte del cuadro partes de modo aislado, penetró el principio inequívoco de la
administrativo carismáticamente calificado y reconocimiento por primogenitura en el poder y de esa forma fomentó la
la comunidad. Este proceso en su significación genuina está muy consolidación de las asociaciones políticas (evitando conflictos y
lejos de la concepción del derecho de “elección”, “preelección” o luchas entre varios pretendientes miembros del linaje con
de “propuesta electoral”. No se trata de una selección libre, sino carisma hereditario).
rigurosamente unida a un deber; no se trata de una votación de
mayorías, sino de la designación justa, de la selección del La fe no se apoya ahora en las cualidades carismáticas
auténtico y real portador del carisma, que con igual justeza puede de la persona, sino en la adquisición legítima en virtud del orden
hacerla también la minoría. La unanimidad es postulado, sucesorio (tradicionalización y legalización). El concepto de “por
percatarse del error deber, la persistencia en él falta grave, y una la gracia de Dios” varía por completo en su sentido y significa
elección “falsa” es una injuria que debe ser expiada ahora que se es señor por derecho propio, no dependiente del
(originariamente: de modo mágico). reconocimiento de los dominados. El carisma personal puede
Pero lo cierto es que esta legitimidad toma fácilmente la faltar por completo.
forma de una adquisición jurídica realizada con todas las cautelas
de lo que la justicia exige y las más de las veces sujetándose a Deben incluirse aquí la monarquía hereditaria, las
determinadas formalidades (entronización, etc.). hierocracias hereditarias de Asia y el carisma hereditario de los
linajes como marca de rango y de calificación para feudos y
Éste es el sentido originario de la coronación en prebendas (ver el parágrafo siguiente).
Occidente de obispos y reyes por el clero y por los príncipes, con
el consentimiento de la comunidad, y de numerosos procesos 6. Por la idea de que el carisma es una cualidad que, por
análogos en todo el mundo. Que de aquí surgiera la idea de medios hierúrgicos, puede ser transmitida o producida en otro
“elección” es cosa que habrá de considerarse luego. (originariamente por medios mágicos): objetivación del carisma, y
en particular carisma del cargo. La creencia de legitimidad no vale
e) Por la idea de que el carisma es una cualidad de la entonces con respecto a la persona, sino con respecto a las
sangre y que por tanto inhiere al linaje y en particular a los más cualidades adquiridas y a la eficacia de los actos hierúrgicos.
próximos parientes: carisma hereditario. En este caso el orden de
sucesión no es necesariamente el mismo que el existente para los Ejemplo más importante: el carisma sacerdotal,
derechos apropiados, o tiene que determinarse con ayuda de los transmitido o confirmado por consagración, ungimiento o
medios a-d el heredero “auténtico” dentro del linaje. imposición de manos, o el carisma real por ungimiento y
coronación. El carácter indelebilis significa la separación de las
El duelo entre hermanos tenía lugar entre los negros. Un facultades carismáticas en virtud del cargo, de las cualidades de
orden sucesorio de tal naturaleza que no perturbe la relación con la persona del sacerdote. Mas, cabalmente, esto dio ocasión a
los espíritus de los antepasados (la generación más próxima) se luchas incesantes, que empezando en el donatismo y

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montanismo llegan hasta la revolución puritana (el “mercenario”


de los cuáqueros es el predicador con carisma en virtud del Se incluyen aquí todas las prácticas de ascética mágica y
“oficio”). guerrera que tienen lugar en las “casas de varones”, con ritos de
pubertad y clases de edad. Quien no resiste las pruebas de guerra
es una “mujer”, es decir, está excluido del séquito.
δ 12. Con la rutinización del carisma por motivos de la
sucesión en él marchan paralelos los intereses del cuadro 2) Las normas carismáticas pueden transformarse
administrativo. Sólo en statu nascendi y en tanto que el genuino fácilmente en estamentales y tradicionales (carismático-
líder carismático rige de modo extracotidiano, puede el cuadro hereditarias). De valer el carisma hereditario para el jefe
administrativo vivir con el señor, reconocido como tal por fe y (δ 11 e), es muy probable que rija también para el cuadro
entusiasmo, en forma mecenística o de botín o gracias a ingresos administrativo y eventualmente para los adeptos, como
ocasionales. Únicamente la pequeña capa de los discípulos y regla de selección y utilización. Cuando una asociación
secuaces entusiastas está dispuesta a vivir de esta forma, a vivir política está dominada rigurosamente y por completo por
de su “vocación” u oficio sólo “idealmente”. La masa de los este principio del carisma hereditario de modo que todas
discípulos y seguidores quiere también (a la larga) vivir las apropiaciones de los poderes señoriales, feudos,
materialmente de esta “vocación” y tiene que hacerlo así so pena prebendas y probabilidades lucrativas se realizan con
de desaparecer. arreglo a él- existe el tipo del “estado de linajes”
Por eso la cotidianización del carisma se realiza también: (Geschlechterstaat). Todos los poderes y probabilidades
1. En la forma de una apropiación de los poderes de de toda especie de se tradicionalizan. Los cabezas de
mando y de las probabilidades lucrativas por los secuaces o linaje (o sea, gerontócratas o patriarcas legitimados por la
discípulos, y bajo regulación de su reclutamiento. tradición y no por carisma personal) regulan el modo de
2. Esta tradicionalización o legalización (según exista o su ejercicio, que no puede ser sustraído al linaje. No es la
no una legislación racional) puede adoptar diferentes formas naturaleza del cargo la que determina el “rango” del
típicas. hombre o de su linaje, sino que el rango carismático-
1) El modo de reclutamiento genuino se atiene al hereditario del linaje es decisivo para las posiciones o
carisma personal. En el proceso de rutinización el séquito o los cargos que pueda obtener.
discípulos sólo pueden fijar normas para el reclutamiento, en
particular normas de Ejemplos principales: el Japón antes de la
a´) educación, o de burocratización; China en gran medida sin duda (las “viejas
b´) prueba. familias”) antes de la racionalización ocurrida en los estados
El carisma sólo puede ser “despertado” o “probado”, no fraccionados; India con la ordenación en castas; Rusia antes de la
“aprendido” o “inculcado”. Todas las especies de ascetismo introducción del Miestnitschestvo y después en otra forma; e
mágico (magos, héroes) y todos los noviciados pertenecen a esta igualmente, por todas partes, los “estamentos hereditarios”
categoría caracterizada por el cierre o clausura de la comunidad fuertemente privilegiados.
formada por el cuadro administrativo. (Ver sobre la educación
carismática cap. IV). Sólo al novicio probado están abiertos los 3) El cuadro administrativo puede exigir e imponer la
poderes de mando. El jefe carismático genuino puede oponerse creación y apropiación de posiciones individuales y
con éxito a estas pretensiones pero ya no el sucesor y mucho probabilidades lucrativas en beneficio de sus miembros.
menos el elegido por el cuadro administrativo (δ 13, nº 4). Entonces surgen, según exista tradicionalización o

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legalización: poderes de mando.


a) prebendas (prebendalización, ver supra),
b) cargos (patrimonialización y burocratización, ver Ambos difícilmente separables. Sin embargo, la
supra), orientación por el carácter de misión de estas “posiciones” no
c) feudos (feudalización, ver δ 12 b), desaparece fácilmente, ni tampoco en la Edad Media.
los cuales se apropian ahora, en lugar de la originaria
provisión, puramente acósmica, con medios
mescenísticos o de botín. δ 12. a. Supuesto a la rutinización es la eliminación del carácter
peculiar del carisma como ajeno a lo económico, su adaptación a
Con más detalle: las formas fiscales (financieras) de la cobertura de las
respecto a a), necesidades y, con ello, a las condiciones económicas de los
a´) prebendas de mendicantes, sujetos a impuestos y tributos. Ahora, frente a los “legos” de las
b´) prebendas de rentas naturales, misiones en proceso de prebendalización está el “clero”, el
c´) prebendas de percepción de tributos, miembro partícipe (con “participación”, xλñбoς) de lo carismático,
d´) prebendas de emolumentos, sólo que rutinizado como cuadro administrativo (sacerdotes de la
por regulación de la provisión, al principio puramente de iglesia naciente); y frente a los sujetos a tributos “súbdito de
mecenazgo (a´) o puramente de botín (b´, c´), mediante una tributo”- están los vasallos, prebendarios y funcionarios de la
organización financiera más racional: asociación política naciente -del “estado” en el caso racional-, o
quizá los funcionarios del partido, si han sustituido a los “hombre
a´) Budismo. de confianza”.
b´) Prebendas de arroz chinas y japonesas.
c´) Existe como norma en todos los estados Puede observarse en forma típica en las sectas budistas
conquistadores racionalizados. e hindúes (ver sociología de la religión). Igualmente en todos los
d´) Ejemplos numerosos por todas partes; especialmente imperios formados por conquistas y racionalizados, con
de eclesiásticos y caballeros; pero también, en la India, estructuras duraderas. Lo mismo en el caso de partidos y otras
prebendas de los poderes militares. formaciones puramente carismáticas en su origen.

respecto a b), Con la rutinización o adaptación a lo cotidiano, la


el proceso de “trasladar al cargo” la misión carismática asociación de dominación carismática desemboca en las formas
puede ser de carácter más marcadamente patrimonial o de dominación cotidiana: patrimonial en particular, estamental- o
más marcadamente burocrático. El primer caso es, por lo burocrática. El carácter singular originario se manifiesta en el
general, la regla, el segundo se encuentra en la honor estamental carismático-hereditario o de oficio de los
Antigüedad clásica y en el Occidente moderno; más apropiantes, del jefe y del cuadro administrativo, y en la
raramente y como excepción en otras partes; naturaleza del prestigio del mando. Un monarca hereditario “por
la gracia de Dios” no es un simple señor patrimonial, patriarca o
respecto a c), jeque; un vasallo no es ningún ministerial o funcionario. Los
a´) feudo de tierras conservando el cargo el carácter de detalles pertenecen a la teoría de los “estamentos”.
misión, La rutinización o adaptación a lo cotidiano no se realiza
b´) plena apropiación, de carácter feudal, de los por lo general sin luchas. No se olvidan en los comienzos las

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exigencias “personales” del carisma del “jefe” y la lucha del del carisma guerrero y profético, no constituye en modo alguno el
carisma personal con el hereditario y el objetivado carisma del fundamento posible de una administración permanente de lo
cargo- constituye un proceso típico en la historia. cotidiano.
3. Por tanto, la rutinización no se resuelve con el
1. La transformación del poder penitenciario (el perdón de problema del sucesor y está muy lejos de afectar tan sólo a este
los pecados mortales) de un poder personal de los mártires y último. Por el contrario, el problema capital estriba en la transición
ascetas en un poder objetivado en el cargo de obispo y sacerdote de los principios y cuadros administrativos carismáticos a los que
fue mucho más lenta en Oriente que en Occidente, debido a la exige la vida cotidiana. Pero el problema de la sucesión afecta a la
influencia en éste del concepto romano de “cargo”. Revoluciones rutinización del núcleo carismático: el caudillo mismo y su
de jefes carismáticos contra poderes carismático-hereditarios o legitimación, mostrando en contraposición al problema de la
carismático-objetivados se encuentran en toda suerte de transición hacia ordenaciones y administraciones tradicionales o
asociaciones desde el estado hasta los sindicatos (¡precisamente legales, concepciones peculiares y características que sólo
ahora!). Sin embargo, cuanto más complicadas son las pueden comprenderse desde la perspectiva de este proceso. Las
dependencias intereconómicas de la economía monetaria, tanto más importantes de ellas son: la de la designación carismática del
más fuerte se hace la presión de las necesidades cotidianas de sucesor y la del carisma hereditario.
los adeptos y con ello la tendencia a la rutinización, que por todas 4. El ejemplo histórico más importante de la designación
partes se ha mostrado en acción y que por regla general ha del sucesor por el jefe carismático mismo es, como se ha dicho,
vencido rápidamente. El carisma es un fenómeno típico de los Roma. Con respecto al rex se afirma así en la tradición; con
comienzos de dominaciones religiosas (proféticas) o políticas (de respecto al nombramiento del dictador y de los corregentes y
conquista), que, sin embargo, cede a las fuerzas de lo cotidiano sucesores en el principado, aparece firmemente establecido en
tan pronto como la dominación está asegurada y, sobre todo, tan los tiempos históricos; la forma de nombramiento de todos los
pronto como toma un carácter de masas. funcionarios superiores con imperium muestra claramente que
2. Un motivo impulsor de la rutinización del carisma es también para ellos existió la designación del sucesor por el
siempre, naturalmente, la tendencia al afianzamiento, es decir, a procónsul con reserva de su aprobación por el ejército de los
la legitimación de las posiciones de mando y de las ciudadanos. Pues la prueba y, originariamente, la eliminación
probabilidades económicas en beneficio del séquito y de los notoriamente libérrima de los candidatos por parte del magistrado
adeptos del caudillo. Otro es, sin embargo, la forzosidad objetiva en funciones, muestra claramente la evolución.
de adaptación de las ordenaciones y del cuadro administrativo a 5. Los ejemplos más importantes de designación del
las exigencias y condiciones normales y cotidianas de una sucesor por el séquito carismático son: la designación primitiva de
administración. A ello se deben, en particular, los indicios para una los obispos, particularmente del Papa, por el clero y sus
tradición administrativa y jurisprudencial, tal como la requieren reconocimientos por parte de la comunidad; y (tal como ha hecho
tanto el cuadro administrativo normal como los dominados. Y verosímil la investigación de V. Stutz) la elección del rey
también una ordenación, cualquiera que ésta sea, de las germánico por designación de ciertos príncipes y reconocimiento
“posiciones” de los miembros del cuadro administrativo. Y por el “pueblo” (en armas), a imitación de la elección episcopal.
finalmente, sobre todo de lo que se tratará luego en particular-, la Formas semejantes se encuentran con frecuencia.
adaptación de los cuadros administrativos y de todas las medidas 6. El país clásico de la evolución del carisma hereditario
administrativas a las condiciones económicas de la vida fue la India. Todas las cualidades profesionales y,
cotidiana; la cobertura de los costos con botín, contribuciones, particularmente, todas las calificaciones de autoridad y las
regalos y hospitalidad, tal como se ofrece en el estadio genuino “posiciones” de mando valieron allí como rigurosamente

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vinculadas a un carisma hereditario. La pretensión a feudos con toda la propiedad heredada y legítimamente adquirida si se
derecho de mando se adhería al hecho de la pertenencia al clan derrumbaba la vinculación íntima a la santidad de la herencia del
regio, los feudos se distribuían entre los más viejos del clan. trono; no es, por tanto, cosa casual el que aquella afección sea
Todos los cargos hierocráticos, inclusive el singularmente más adecuada a las capas poseedoras que al proletariado.
importante e influyente de gurú (directeur de l´âme), todas las Por lo demás, no es posible decir apenas nada general (y
relaciones de clientela susceptibles de distribución, todos los que, al mismo tiempo, tenga un contenido material y sea valioso)
cargos dentro del “establecimiento aldeano” [Dorf-Establishment] sobre las relaciones de las diferentes posibilidades de adaptación
(sacerdote, barbero, lavandero, vigilante, etc.) valían como a la economía: queda esto reservado para el estudio
vinculados a un carisma hereditario. Toda fundación de una secta particularizado. La prebendalización y feudalización y la
significaba fundación de una jerarquía hereditaria (también en el apropiación carismático-hereditaria de probabilidades de toda
taoísmo chino). También en el “estado de linajes” japonés (antes especie puede producir en todos los casos, partiendo del carisma,
de la introducción del estado patrimonial-burocrático siguiendo el iguales efectos de fijación que los que se producen a partir de
modelo chino) fue la articulación social puramente carismático- situaciones iniciales de carácter patrimonial o burocrático, y
hereditaria (de lo que se tratará con mayor detalle en otra repercutir de esa manera sobre la economía. La fuerza del
conexión). carisma, por lo regular poderosamente revolucionaria también en
El derecho carismático-hereditario de las “posiciones” de el campo de la economía al principio frecuentemente destructiva,
mando se desarrolló de un modo parecido por todo el mundo. La en cuanto que, en lo posible, es nueva y “sin supuestos”-, se
calificación en méritos del propio rendimiento fue sustituida por la cambia entonces en lo contrario de su acción inicial.
calificación según descendencia. Este fenómeno se encuentra en
todas partes en los fundamentos de la evolución del estamento Sobre la economía de las revoluciones (carismáticas) se
hereditario, tanto en la nobleza romana como en el concepto, hablará separadamente. Es muy diversa.
según Tácito, de la stirps regia de los germanos, lo mismo en las
normas reguladoras de los torneos y de la capacidad de
fundación en la Edad Media tardía como en la moderna
preocupación por el pedigree de la nueva aristocracia
norteamericana, como, en general, allí donde revive la
“diferenciación estamental”.

Relación con la economía: La rutinización del carisma se


identifica en un aspecto muy esencial con el proceso de
adaptación a las condiciones de la economía como fuerza de lo
cotidiano continuamente operante. En esto la economía es
dirigente y no dirigida. En medida muy amplia sirve aquí la
transferencia que supone el carisma hereditario u objetivado
como medio de legitimación de poderes de disposición existentes
o adquiridos. Particularmente la persistencia de la concepción de
la monarquía hereditaria al lado de las ideologías de fidelidad que
ciertamente no son indiferentes- ha sido condicionada muy
fuertemente por esta consideración: que habría de conmoverse

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MICHEL FOUCAULT
Historia de la sexualidad, I. La voluntad de saber, Siglo XXI, México, 1987. FOUCAULT, Michel,

cap. IV, punto 2 “Método” Historia de la sexualidad, I. La voluntad de saber,


Siglo XXI, México, 1987.

porque tenga el privilegio de reagruparlo todo bajo su invencible


2. MÉTODO unidad, sino porque se está produciendo a cada instante, en
todos los puntos, o más bien en toda relación de un punto con
Luego: analizar la formación de cierto tipo de saber sobre el sexo otro. El poder está en todas partes; no es que lo englobe todo, sino
en términos de poder, no de represión o de ley. Pero la palabra que viene de todas partes. Y “el” poder, en lo que tiene de
“poder” amenaza introducir varios malentendidos. Malentendidos permanente, de repetitivo, de inerte, de autorreproductor, no es
acerca de su identidad, su forma, su unidad. Por poder no quiero más que el efecto de conjunto que se dibuja a partir de todas esas
decir “el Poder”, como conjunto de instituciones y aparatos que movilidades, el encadenamiento que se apoya en cada una de
garantizan la sujeción de los ciudadanos en un Estado ellas y trata de fijarlas. Hay que ser nominalista, sin duda: el poder
determinado. Tampoco indico un modo de sujeción que, por no es una institución, y no es una estructura, no es cierta potencia
oposición a la violencia, tendría la forma de regla. Finalmente, no de la que algunos estarían dotados: es el nombre que se presta a
entiendo por poder un sistema general de dominación ejercida una situación estratégica compleja en una sociedad dada.
por un elemento o grupo sobre otro, y cuyos efectos, merced a ¿Cabe entonces, invertir la fórmula y decir que la política es la
sucesivas derivaciones, atravesarían el cuerpo social entero. El continuación de la guerra por otros medios? Quizá, si aún se
análisis en términos de poder no debe postular, como datos quiere mantener una distancia entre guerra y política, se debería
iniciales, la soberanía del Estado, la forma de la ley o la unidad adelantar más bien que esa multiplicidad de las relaciones de
global de una dominación; éstas son más bien formas terminales. fuerza puede ser cifrada en parte y nunca totalmente ya sea en
Me parece que por poder hay que comprende, primero, la forma de “guerra”, ya en forma de política; constituirían dos
multiplicidad de las relaciones de fuerza inmanentes y propias del estrategias diferentes (pero prontas a caer la una en la otra) para
dominio en que se ejercen, y que son constitutivas de su integrar las relaciones de fuerza desequilibradas, heterogéneas,
organización; el juego que por medio de luchas y enfrentamientos inestables, tensas.
incesantes las transforma, las refuerza, las invierte; los apoyos Siguiendo esta línea, se podrían adelantar cierto número de
que dichas relaciones de fuerza encuentran las unas en las otras, proposiciones:
; las estrategias, por último, que las tornan efectivas, y cuyo dibujo  que el poder no es algo que se adquiera, arranque o
general o cristalización institucional toma forma en los aparatos comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se
estatales, en la formulación de la ley, en las hegemonías sociales. ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones
La condición de posibilidad del poder, en todo casi el punto de móviles no igualitarias;
vista permite volver inteligible su ejercicio (hasta en sus efectos  que las relaciones de poder no están en posición de
más “periféricos” y que también permite utilizar como cifra de exterioridad respecto de otros tipos de relaciones
inteligibilidad de campo social), no debe ser buscado en la (procesos económicos, relaciones de conocimiento,
existencia primera de un punto central, en un foco único de relaciones sexuales), sino que son inmanentes;
soberanía del cual irradiarán formas derivadas y descendientes; constituyen los efectos inmediatos de las particiones,
son los pedestales móviles de las relaciones de fuerzas los que desigualdades y desequilibrios que se producen, y,
sin cesar inducen, por su desigualdad, estados de poder pero recíprocamente, son las condiciones internas de tales
siempre locales e inestables. Omnipresencia del poder: no diferenciaciones; las relaciones de poder no se hallan en

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posición de superestructura, con un simple papel de partes sus apoyos y su condición, dibujan finalmente
prohibición o reconducción; desempeñan, allí en donde dispositivos de conjunto: ahí, la lógica es aún
actúan, un papel directamente productor; perfectamente clara, las miras descifrables, y, sin
 que el poder viene de abajo: es decir, que no hay, en el embargo, sucede que no hay nadie para concebirlas y
principio de las relaciones de poder, y como matriz muy pocos para formularlas: carácter implícito de las
general, una oposición binaria y global entre grandes estrategias anónimas, casi mudas que
dominadores y dominados, reflejándose esa dualidad de coordinan tácticas locuaces cuyos “inventores” o
arriba abajo y en grupos cada vez más restringidos, hasta responsables frecuentemente carecen de hipocresía;
las profundidades del cuerpo social. Más bien hay que  que donde hay poder hay resistencia, y no obstante (o
suponer que las relaciones de fuerza múltiples que se mejor: por lo mismo), ésta nunca está en posición de
forman y actúan en los aparatos de producción, las exterioridad respecto del poder. ¿Hay que decir que se
familias, los grupos restringidos y las instituciones, sirven está necesariamente “en” el poder, que no es posible
de soporte a amplios efectos de escisión que recorren el “escapar” de él, que no hay, en relación con él, exterior
conjunto del cuerpo social. Éstos forman entonces una absoluto, puesto que se estaría infaltablemente sometido
línea de fuerza general que atraviesa los enfrentamientos a la ley? ¿O que, siendo la historia la astucia de la razón,
locales y los vincula; de rechazo, por supuesto, estos el poder sería la astucia de la historia el que siempre
últimos proceden sobre aquellos a redistribuciones, gana? Eso sería desconocer el carácter estrictamente
alineamientos, homogeneizaciones, arreglos de serie, relacional de las relaciones de poder. No pueden existir
establecimientos de convergencia. Las grandes más que en función de una multiplicidad de puntos de
dominaciones son los efectos hegemónicos sostenidos resistencia: éstos desempeñan, en las relaciones de
continuamente por la intensidad de todos esos poder, el papel de adversario, de blanco, de apoyo, de
enfrentamientos; saliente para una aprehensión. Los puntos de resistencia
 que las relaciones de poder son a la vez intencionales y están presentes en todas partes dentro de la red de
no subjetivas. Si, de hecho, son inteligibles, no se debe a poder. Respecto del poder no existe, pues, un lugar del
que sean el efecto, en términos de causalidad, de una gran Rechazo alma de la revuelta, foco de todas las
instancia distinta que las “explicaría”, sino a que están rebeliones, ley pura del revolucionario. Pero hay varias
atravesadas de parte a parte por un cálculo: no hay poder resistencias que constituyen excepciones, casos
que se ejerza sin una serie de miras y objetivos. Pero ello especiales: posibles, necesarias, improbables,
no significa que resulte de la opción o decisión de un espontáneas, salvajes, solitarias, concertadas, rastreras,
sujeto individual; no busquemos el estado mayor que violentas, irreconciliables, rápidas para la transacción,
gobierna su racionalidad; ni la casta que gobierna, ni los interesadas o sacrificiales; por definición, no pueden
grupos que controlan los aparatos del Estado, ni los que existir sino en el campo estratégico de las relaciones de
toman las decisiones económicas más importantes poder. Pero ello no significa que sólo sean su
administran el conjunto de la red de poder que funciona contrapartida, la marca en hueco de un vaciado del
en una sociedad (y que la hace funcionar); la racionalidad poder, formando respecto de la esencial dominación un
del poder es de las tácticas a menudo muy explícitas en el revés finalmente siempre pasivo, destinado a la
nivel en que se inscriben cinismo local del poder - , que indefinida derrota. Las resistencias no dependen de
encadenándose unas con otras solicitándose algunos principios heterogéneos; mas no por eso son
mutuamente y propagándose, encontrando en otras engaño o promesa necesariamente frustrada.

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Constituyen el otro término en las relaciones de poder; en siguiente: habida cuenta de determinada estructura estatal,
ellas se inscriben como el irreducible elemento ¿cómo y por qué “el” poder necesita instituir un saber sobre el
enfrentador. Las resistencias también, pues, están sexo? No será tampoco: ¿a qué dominación de conjunto sirvió el
distribuidas de manera irregular: los puntos, los nudos, cuidado puesto (desde el siglo XVIII) en producir sobre el sexo
los focos de resistencia se hallan diseminados con más o discursos verdaderos? Ni tampoco: ¿qué ley presidió, al mismo
menos densidad en el tiempo y en el espacio, llevando a tiempo, a la regularidad del comportamiento sexual y a la
lo alto a veces grupos o individuos de manera definitiva, conformidad de lo que se decía sobre él mismo? Sino, en cambio:
encendiendo algunos puntos del cuerpo, ciertos en tal tipo de discurso sobre el sexo, en tal forma de extorsión de
momentos de la vida, determinados tipos de la verdad que aparece históricamente y en lugares determinados
comportamiento. ¿Grandes rupturas radicales, (en torno al cuerpo del niño, a propósito del sexo femenino, en la
particiones binarias y masivas? A veces. Pero más oportunidad de prácticas de restricciones de nacimientos, etc.),
frecuentemente nos enfrentamos a puntos de resistencia ¿cuáles son las relaciones de poder, las más inmediatas, las más
móviles y transitorios, que introducen en una sociedad locales, que están actuando? ¿Cómo tornan posibles esas
líneas divisorias que se desplazan rompiendo unidades y especies de discursos, e, inversamente, cómo esos discursos les
suscitando reagrupamientos, abriendo surcos en el sirven de soporte? ¿Cómo se ve modificado el juego de esas
interior de los propios individuos, cortándolos en trozos y relaciones de poder en virtud de sus ejercicio mismo refuerzo de
remodelándolos, trazando en ellos, en su cuerpo y su ciertos términos, debilitamiento de otros, efectos de resistencia,
alma, regiones irreducibles. Así como la red de las contracargas (contre-investissements), de tal suerte que no ha
relaciones de poder concluye por construir un espeso habido, dado de una vez por todas, un tipo estable de sujeción?
tejido que atraviesa los aparatos y las instituciones sin ¿Cómo se entrelazan unas con otras las relaciones de poder,
localizarse exactamente en ellos, así también la según la lógica de una estrategia global que retrospectivamente
formación del enjambre de los puntos de resistencia adquiere el aspecto de una política unitaria y voluntarista del
surca las estratificaciones sociales y las unidades sexo? Grosso modo: en lugar de referir a la forma única del gran
individuales. Y es sin duda la codificación estratégica de Poder todas las violencias infinitesimales que se ejercen sobre el
esos puntos de resistencia lo que torna posible una sexo, todas las miradas turbias que se le dirigen y todos los sellos
revolución, un poco como el Estado reposa en la con que se oblitera su conocimiento posible, se trata de inmergir
integración institucional de las relaciones de poder. la abundosa producción de discursos sobre el sexo en el campo
de las relaciones de poder múltiples y móviles.
Dentro de ese campo de las relaciones de fuerza hay que analizar Lo que conduce a plantear previamente cuatro reglas. Pero no
los mecanismos del poder. Así se escapará del sistema constituyen imperativos metodológicos; cuanto más,
Soberano-Ley que tanto tiempo fascinó al pensamiento político. prescripciones de prudencia.
Y, si es verdad que Maquiavelo fue uno de los pocos y sin duda
residía en eso el escándalo de su “cinismo”- en pensar el poder 1) Regla de inmanencia
del príncipe en términos de relaciones de fuerza, quizá haya que
dar un paso más, dejar de lado el personaje del Príncipe y No considerar que existe determinado dominio de la sexualidad
descifrar los mecanismos del poder a partir de una estrategia que depende por derecho de un conocimiento científico
inmanente en las relaciones de fuerza. desinteresado y libre, pero sobre el cual las exigencias del poder
Para volver al sexo y a los discursos verdaderos que lo tomaron a económicas o ideológicas- hicieron pesar mecanismos de
su cargo, el problema a resolver no debe pues consistir en lo prohibición. Si la sexualidad se constituyó como dominio por

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conocer, tal cosa sucedió a partir de relaciones de poder que la niño fue problematizada en una relación directamente
instituyeron como objeto posible; y si el poder pudo considerarla establecida entre el médico y los padres (en forma de consejos,
un blanco, eso ocurrió porque técnicas de saber y procedimientos de opinión sobre vigilancia, de amenazas para el futuro),
discursivos fueron capaces de sitiarla e inmovilizarla. Entre finalmente fue en la relación del psiquiatra con el niño como la
técnicas de saber y estrategias de poder no existe exterioridad sexualidad de los adultos se vio puesta en entredicho.
alguna, incluso si poseen su propio papel específico y se articulan
una con otra, a partir de su diferencia. Se partirá pues de lo que 3) Regla de doble condicionamiento
podría denominarse “focos locales” de poder saber: por ejemplo,
las relaciones que se anudan entre penitente y confesor o fiel y Ningún “foco local”, ningún “esquema de transformación” podría
director de conciencia: en ellas, y bajo el signo de la “carne” que funcionar sin inscribirse al fin y al cabo, por una serie de
se debe dominar, diferentes formas de discurso examen de sí encadenamientos sucesivos, en una estrategia de conjunto.
mismo, interrogatorio, confesiones, interpretaciones, Inversamente, ninguna estrategia podría asegurar efectos
conversaciones portan en una especie de vaivén incesante globales si no se apoyara en relaciones precisas y tenues que le
formas de sujeción y esquemas de conocimiento. Asimismo, el sirven, si no de aplicación y consecuencia, sí de soporte y punto
cuerpo del niño vigilado, rodeado en su cuna lecho o cuarto por de anclaje. De unas a otras, ninguna discontinuidad como en dos
toda una ronda de padres, nodrizas, domésticos, pedagogos, niveles diferentes (uno microscópico y el otro macroscópico),
médicos, todos atentos a las menos manifestaciones de su sexo, pero tampoco homogeneidad (como si uno fuese la proyección
constituyó, sobre todo a partir del siglo XVIII, otro “foco local” de aumentada o la miniaturización del otro); más bien hay que
poder saber. pensar en el doble condicionamiento de una estrategia por la
especificidad de las tácticas posibles y de las tácticas por la
2) Reglas de las variaciones continuas envoltura estratégica que las hace funcionar. Así, en la familia el
padre no es el “representante” del soberano o del Estado; y éstos
No buscar quién posee el poder en el orden de la sexualidad (los no son proyecciones del padre en otra escala. La familia no
hombres, los adultos, los padres, los médicos) y a quién le falta reproduce a la sociedad; y ésta, a su vez, no la imita. Pero el
(las mujeres, los adolescentes, los niños, los enfermos…); ni dispositivo familiar, precisamente en lo que tenía de insular y de
quién tiene el derecho de saber y quién está mantenido por la heteromorfo respecto de los demás mecanismos de poder, sirvió
fuerza en la ignorancia. Sino, buscar, más bien, el esquema de las de soporte a las grandes “maniobras” para el control maltusiano
modificaciones que las relaciones de fuerza, por su propio juego, de la natalidad, para las incitaciones poblacionistas, para la
implican. Las “distribuciones de poder” o las “apropiaciones de medicalización del sexo y la psiquiatrización de sus formas no
saber” nunca representan otra cosa que cortes instantáneos de genitales.
ciertos procesos, ya de refuerzo acumulado del elemento más
fuerte, ya de inversión de la relación, ya de crecimiento 4) Regla de la polivalencia táctica de los discursos
simultáneo de ambos términos. Las relaciones de poder-saber no
son formas establecidas de repartición sino “matrices de Lo que se dice sobre el sexo no debe ser analizado como simple
transformaciones”. El conjunto constituido en el siglo XIX superficie de proyección de los mecanismos de poder. Poder y
alrededor del niño y su sexo por el padre, la madre, el educador y saber se articulan por cierto en el discurso. Y por esa misma
el médico, atravesó modificaciones incesantes, desplazamientos razón, es preciso concebir el discurso como una serie de
continuos, uno de cuyos resultados más espectaculares fue una segmentos discontinuos cuya función táctica no es uniforme ni
extraña inversión: mientras que, al principio, la sexualidad del estable. Más precisamente, no hay que imaginar un universo del

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discurso dividido entre el discurso aceptado y el discurso excluido “naturalidad” incorporando frecuentemente al vocabulario las
o entre el discurso dominante y el dominado, sino como una categorías con que era médicamente descalificado. No existe el
multiplicidad de elementos discursivos que pueden actuar en discurso del poder por un lado y, enfrente, otro que se le oponga.
estrategias diferentes. Tal distribución es lo que hay que restituir, Los discursos son elementos o bloques tácticos en el campo de
con lo que acarrea de cosas dichas y cosas ocultas, de las relaciones de fuerza; puede haberlos diferentes e incluso
enunciaciones requeridas y prohibidas; con lo que supone de contradictorios en el interior de la misma estrategia; pueden por el
variantes y efectos diferentes según quién hable, su posición de contrario circular son cambiar de forma entre estrategias
poder, el contexto institucional en que se halle colocado; con lo opuestas. A los discursos sobre el sexo no hay que preguntarles
que trae, también, de desplazamientos y reutilizaciones de ante todo de cuál teoría implícita derivan o qué divisiones morales
fórmulas idénticas para objetivos opuestos. Los discursos, al acompañan o qué ideología dominante o dominada- representan,
igual que los silencios, no están de una vez por todas sometidos al sino que hay que interrogarlos en dos niveles: su productividad
poder o levantados contra él. Hay que admitir un juego complejo e táctica (qué efectos recíprocos de poder y saber aseguran) y su
inestable donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y integración estratégica (cuál coyuntura y cuál relación de fuerzas
efecto de poder, pero también obstáculo, tope, punto de vuelve necesaria su utilización en tal o cual episodio de los
resistencia y de partida para una estrategia opuesta. El discurso diversos enfrentamientos que se producen).
trasporta y produce poder; lo refuerza pero también lo mina, lo Se trata, en suma, de orientarse hacia una concepción del poder
expone, lo torna frágil y permite detenerlo. Del mismo modo, el que reemplaza el privilegio de la ley por el punto de vista del
silencio y el secreto abrigan el poder, anclan sus prohibiciones; objetivo, el privilegio de lo prohibido por el punto de vista de la
pero también aflojan sus apresamientos y negocian tolerancias eficacia táctica, el privilegio de la soberanía por el análisis de un
más o menos oscuras. Piénsese por ejemplo en la historia de lo campo múltiple y móvil de relaciones de fuerza donde se
que fue, por excelencia, “el” gran pecado contra natura. La producen efectos globales, pero nunca totalmente estables, de
extrema discreción de los textos sobre la sodomía esa categoría dominación. El modelo estratégico y no el modelo del derecho. Y
tan confusa-, la reticencia casi general al hablar de ella permitió ello no por opción especulativa o preferencia teórica, sino porque
durante mucho tiempo un doble funcionamiento: por una parte, uno de los rasgos fundamentales de las sociedades occidentales
una extrema severidad (condena a la hoguera aplicada aún en el consiste, en efecto, en que las relaciones de fuerza que durante
siglo XVIII sin que ninguna protesta importante fuera expresada mucho tiempo habían encontrado en la guerra, en todas las
antes de la mitad del siglo), y, por otra, una tolerancia formas de guerra, su expresión principal- se habilitaron poco a
seguramente muy amplia (que se deduce indirectamente de la poco en el orden del poder político.
rareza de las condenas judiciales, y que se advierte más
directamente a través de ciertos testimonios sobre las sociedades
masculinas que podían existir en los ejércitos o las cortes). Ahora
bien, en el siglo XIX, la aparición en la psiquiatría, la
jurisprudencia y también la literatura de toda una serie de
discursos sobre las especies y subespecies de homosexualidad,
inversión, pederastia y “hermafroditismo psíquico”, con seguridad
permitió un empuje muy pronunciado de los controles sociales en
esta región de la “perversidad”, pero permitió también la
constitución de un discurso “de rechazo”: la homosexualidad se
puso a hablar de sí misma, a reivindicar su legitimidad o su

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MICHEL FOUCAULT Texto de la conferencia proferida en 1976 en la Facultad de Filosofía de la Universidad del Brasil.
Publicado en la revista anarquista Barbarie, Nº 4 y 5 en 1981-82, San Salvador de Bahía, Brasil. La
traducción del francés al portugués la realizó Ubirajara Rebouças, y la traducción del portugués al
Las redes del poder castellano la hizo Heloísa Primavera.

no cambian en absoluto la concepción de poder.


Continúan considerando entre sí que el significado del
Vamos a intentar hacer un análisis de la noción de poder. Yo poder, el punto central, aquello en que consiste el poder, es aún la
no soy el primero, lejos de ello, que intenta desechar el esquema prohibición, la ley, el hecho de decir no, una vez más la forma, la
freudiano que opone instinto a represión instinto y cultura. Toda fórmula 'tú no debes'. El poder es esencialmente aquello que dice
una escuela de psicoanalistas intentó, desde hace decenas de 'tú no debes'. Me parece que esta es una concepción y de eso
años, modificar, elaborar este esquema freudiano de instinto vs. hablaré más adelante totalmente insuficiente del poder, una
cultura, e instituto vs. represión me refiero tanto a psicoanalistas concepción jurídica, una concepción formal del poder y que es
de lengua inglesa como francesa. Como Melanie Klein, Winnicot y necesario elaborar otra concepción de poder que permitirá sin
Lacan, que intentaron demostrar que la represión, lejos de ser un duda comprender mejor las relaciones que se establecieron entre
mecanismo secundario, ulterior, tardío, que intentaría controlar poder y sexualidad en las sociedades occidentales.
un juego instintivo dado, por la naturaleza, forma parte del Voy a intentar desarrollar, o mejor, mostrar en que dirección
mecanismo del instinto, o, por lo menos, del proceso a través del se puede desarrollar un análisis del poder que no sea
cual se desenvuelve el instinto sexual, se constituye como simplemente una concepción jurídica, negativa, del poder, sino
pulsión. una concepción positiva de la tecnología del poder.
La noción freudiana de TRIEB no debe ser interpretada Frecuentemente encontramos entre los psicoanalistas, los
como un simple dato natural, o un mecanismo biológico natural psicólogos y los sociólogos, esta concepción según la cual el
sobre el cual la represión vendría a depositar su ley de poder es esencialmente la regla, la ley, la prohibición, lo que
prohibición, sino, según esos psicoanalistas, como algo que ya marca un límite entre lo permitido y lo prohibido. Creo que esta
está profundamente penetrado por la represión. La carencia, la concepción de poder fue, a fines del siglo XIX, formulada
castración, la laguna, la prohibición, la ley, ya son elementos a incisivamente y extensamente elaborada por la etnología. La
través de los cuales se constituye el deseo como deseo sexual, lo etnología siempre intentó detectar sistemas de poder en
cual implica, por lo tanto, una transformación de la noción sociedades diferentes a las nuestras en términos de sistemas de
primitiva de instinto sexual tal como Freud la había concebido al reglas. Y nosotros mismos, cuando intentamos reflexionar sobre
final del siglo XIX. Es necesario, entonces, pensar al instinto no nuestra sociedad, sobre la manera como el poder se ejerce en
como un dato natural, sino como una elaboración, todo un juego ella, lo hacemos fundamentalmente a partir de una concepción
complejo entre el cuerpo y la ley, entre el cuerpo y los jurídica: donde está el poder, quién detenta el poder, cuáles son
mecanismos culturales que aseguran el control sobre el pueblo. las reglas que rigen al poder, cuál es el sistema de leyes que el
Por lo tanto, creo yo que los psicoanalistas desplazaron poder establece sobre el cuerpo social. Por lo tanto para nuestras
considerablemente el problema, haciendo surgir una nueva sociedades hacemos siempre una sociología jurídica del poder y
noción de instinto, una nueva concepción de instinto, de pulsión, cuando estudiamos sociedades diferentes a las nuestras
de deseo. Pero lo que me perturba, o por lo menos, me parece hacemos una etnología que es esencialmente una etnología de la
insuficiente, es que en esta elaboración propuesta por los regla, una etnología de la prohibición. Vean, por ejemplo, en los
psicoanalistas, ellos cambian tal vez el concepto de deseo, pero estudios etnológicos de Durkheim a Levi-Strauss, cual fue el
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problema que siempre reaparece, perpetuamente reelaborado: desarrolla en Occidente apoyándose en gran parte sobre las
El problema de la prohibición, especialmente la prohibición del instituciones jurídicas y judiciales, y desarrollando tales
incesto. A partir de esa matriz, de ese núcleo que sería la instituciones logró sustituir la vieja solución de los litigios privados
prohibición del incesto, se intentó comprender el funcionamiento a través de la guerra civil por un sistema de tribunales, con leyes,
general del sistema. Y fue necesario esperar hasta años más que proporcionaban de hecho al poder monárquico la posibilidad
recientes para que aparecieran nuevos puntos de vista sobre el de resolver él mismo las disputas entre los individuos. De esa
poder, ya sea desde el punto de vista marxista o sea desde manera, el derecho romano, que reaparece en Occidente en los
perspectivas más alejadas del marxismo clásico. De cualquier siglos XIII y XIV, fue un instrumento formidable en las manos de la
modo a partir de allí vemos aparecer con los trabajos de Clastres, monarquía para lograr definir las formas, y los mecanismos de su
en Bélgica, por ejemplo, toda una nueva concepción del poder propio poder, a costa de los poderes feudales. En otras palabras,
como tecnología que intenta emanciparse del primado, de ese el crecimiento del Estado en Europa fue parcialmente
privilegio de la regla y la prohibición que, en el fondo, había garantizado, o, en todo caso, usó como instrumento el desarrollo
reinado sobre la etnología desde Durkheim hasta Levi-Strauss. de un pensamiento jurídico. El poder monárquico, el poder del
En todo caso, la cuestión que yo quería plantear es la Estado, está esencialmente representado en el derecho. Ahora
siguiente: ¿Cómo fue posible que nuestra sociedad, la sociedad bien, sucede que al mismo tiempo que la burguesía que se
occidental en general, haya concebido al poder de una manera aprovecha extensamente del desarrollo del poder real, y de la
tan restrictiva, tan pobre, tan negativa? ¿Por qué concebimos disminución, del retroceso de los poderes feudales, tenía un
siempre al poder como regla y prohibición, por qué este privilegio? interés en desarrollar ese sistema de derecho que le permitiría,
Evidentemente podemos decir que ello se debe a la influencia de por otro lado, dar forma a los intercambios económicos, que
Kant, idea según la cual, en última instancia, la ley moral, el 'tu no garantizaban su propio desarrollo social. De modo que el
debes', la oposición 'debes/no debes' es, en el fondo, la matriz de vocabulario, la forma del derecho fue un sistema de
la regulación de toda la conducta humana. Pero, en verdad, esta representación del poder común a la burguesía y a la monarquía.
explicación por la influencia de Kant es evidentemente La burguesía y la monarquía lograron instalar, poco a poco, desde
insuficiente. El problema consiste en saber si Kant tuvo tal el fin de la Edad Media hasta el siglo XVIII una forma de poder que
influencia. ¿Por qué fue tan poderosa? ¿Por qué Durkheim, se representaba, que se presentaba como discurso, como
filósofo de vagas simpatías socialistas del inicio de la tercera lenguaje, el vocabulario del derecho. Y cuándo la burguesía se
república francesa, se pudo apoyar de esa manera sobre Kant desembarazó finalmente del poder monárquico, lo hizo
cuando se trataba de hacer el análisis del mecanismo del poder precisamente utilizando ese discurso jurídico que había sido
en una sociedad?. Creo que podemos analizar la razón de ello en hasta entonces, el de la monarquía, él cual fue usado en contra de
los siguientes términos: en el fondo, en Occidente, los grandes la propia monarquía.
sistemas establecidos desde la Edad Media, se desarrollaron por Para proporcionar un ejemplo sencillo, Rousseau, cuando
intermedio del crecimiento del poder monárquico, a costas del hizo su teoría del Estado, intentó mostrar como nace un
poder, o mejor, de los poderes feudales. Ahora, en esta lucha soberano, pero un soberano colectivo, un soberano como cuerpo
entre los poderes feudales y el poder monárquico, el derecho fue social, o mejor, un cuerpo social como soberano a partir de la
siempre el instrumento del poder monárquico contra las cesión de los derechos individuales, de su alienación, y de la
instituciones, las costumbres, los reglamentos, las formas de formulación de leyes de prohibición que cada individuo está
ligación y de pertenencia características de la sociedad feudal. obligado a reconocer pues fue él mismo quien se impuso la ley, en
Voy a dar dos ejemplos: por un lado el poder monárquico se la medida en que él mismo es miembro del soberano, en la
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medida en que él es él mismo el soberano. Entonces, el geográficas.


instrumento teórico por medio del cual se realizó la crítica de la Así, a partir de ese principio metodológico, ¿cómo
institución monárquica, ese instrumento teórico fue el instrumento podríamos hacer la historia de los mecanismos de poder a
del derecho, que había sido instituido por la propia monarquía. En propósito de la sexualidad?. Creo que, de modo muy
otras palabras, Occidente nunca tuvo otro sistema de esquemático, podríamos decir lo siguiente: El sistema de poder
representación, de formulación y de análisis del poder que no que la monarquía había logrado organizar a partir del fin de la
fuera el sistema del derecho, el sistema de la ley. Y yo creo que Edad Media presentaba para el desarrollo del capitalismo dos
esta es la razón por la cual, a fin de cuentas, no tuvimos hasta inconvenientes mayores: 1) El poder político, tal como se ejercía
recientemente otras posibilidades de analizar el poder excepto en el cuerpo social era un poder muy discontinuo. Las mallas de la
esas nociones elementales, fundamentales, que son las de ley, red eran muy grandes, un número casi infinito de cosas, de
regla, soberano, delegación de poder, etc. Y creo que es de esta elementos, de conductas, de procesos escapaban al control del
concepción jurídica del poder, de esta concepción del poder a poder. Si tomamos, por ejemplo, un punto preciso, la importancia
través de la ley y del soberano, a partir de la regla y la prohibición, del contrabando en toda Europa hasta fines del siglo XVIII
de la que es necesario ahora liberarse si queremos proceder a un podemos percibir un flujo económico muy importante, casi tan
análisis del poder, no desde su representación sino desde su importante como el otro, un flujo que escapaba enteramente al
funcionamiento. poder. Era además, una de las condiciones de existencia de
Ahora bien, ¿cómo podríamos intentar analizar el poder en personas, que de no haber existido piratería marítima, el
sus mecanismos positivos? Me parece que en un cierto número comercio no habría podido funcionar, y las personas no habrían
de textos podemos encontrar los elementos fundamentales para podido vivir. Bien, en otras palabras, el ilegalismo era una de las
un análisis de ese tipo. Podemos encontrarlos tal vez en condiciones de vida pero al mismo tiempo significaba que había
Bentham, un filósofo inglés del fin del siglo XVIII y comienzos del ciertas cosas que escapaban al poder y sobre las cuales no tenía
XIX que, en el fondo, fue el más grande teórico del poder burgués, control. Entonces, inconvenientes procesos económicos,
y podemos evidentemente encontrarlos en Marx también, diversos mecanismos, de algún modo quedaban fuera de control,
esencialmente en el libro II del Capital. Es ahí, que pienso que y exigían la instauración de un poder continuo, preciso, de algún
podemos encontrar algunos elementos de los cuales me serviré modo atómico. Pasar así de un poder lagunar, global, a un poder
para analizar el poder en sus mecanismos positivos. atómico e individualizante, que cada uno, que cada individuo, en
En resumen, lo que podemos encontrar en el libro II del él mismo, en su cuerpo, en sus gestos, pudiese ser controlado en
Capital, es, en primer lugar, que en el fondo no existe UN poder, vez de esos controles globales y de masa.
sino varios poderes. Poderes, quiere decir, formas de El segundo gran inconveniente de los mecanismos de
dominación, formas de sujeción que operan localmente, por poder, tal como funcionaban en la monarquía, es que eran
ejemplo, en una oficina, en el ejército, en una propiedad de tipo sistemas excesivamente onerosos. Y eran onerosos justamente
esclavista, o en una propiedad donde existen relaciones serviles. porque la función del poder aquello en que consistía el poder era
Se trata siempre de formas locales, regionales de poder, que esencialmente el poder de recaudar, de tener el derecho de
poseen su propia modalidad de funcionamiento, procedimiento y recaudar cualquier cosa un impuesto, un décimo, cuando se
técnica. Todas estas formas de poder son heterogéneas. No trataba del clero sobre las cosechas que se realizaban; la
podemos entonces hablar de poder, si queremos hacer un recaudación obligatoria de tal o cual porcentaje para el señor,
análisis del poder, sino que debemos hablar de los poderes o para el poder real, para el clero. El poder era entonces,
intentar localizarlos en sus especificidades históricas y recaudador y predatorio. En esta medida operaba siempre una
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sustracción económica, y lejos, consecuentemente, de favorecer invención del fusil de tiro relativamente rápido, A partir de ese
o estimular el flujo económico, era permanentemente su momento, podemos decir lo siguiente: que el soldado dejaba de
obstáculo y freno. Entonces aparece una segunda preocupación, ser intercambiable, dejaba de ser pura y simplemente carne de
una segunda necesidad; encontrar un mecanismo de poder tal cañón y un simple individuo capaz de golpear. Para ser un buen
que al mismo tiempo que controlase las cosas y las personas soldado había que saber tirar, por lo tanto, era necesario pasar
hasta en sus más mínimos detalles, no fuese tan oneroso ni por un proceso de aprendizaje. Y era necesario que el soldado
esencialmente predatorio, que se ejerciera en el mismo sentido supiera desplazarse, que supiera coordinar sus gestos con los de
del proceso económico. los demás soldados, en suma, el soldado se volvía habilidoso. Por
Bien, teniendo así esos dos objetivos creo que podemos lo tanto, precioso. Y tanto más precioso más necesario era
comprender, groseramente la gran mutación tecnológica del conservarlo, y tanto más necesidad de conservarlo más
poder en Occidente. Tenemos el hábito y una vez más según el necesidad había de enseñarle técnicas capaces de salvarle la
espíritu de un marxismo un tanto primario de decir que la gran vida en la batalla, y mientras más técnicas se le enseñaban más
invención, todo el mundo lo sabe, fue la máquina de vapor, o tiempo duraba el aprendizaje, más precioso era él, etc. Y
invenciones de ese tipo. Es verdad que eso fue muy importante bruscamente se crean una especie de embalo, de esas técnicas
pero hubo toda una serie de otras invenciones tecnológicas, tan militares de adiestramiento que culminarán en el famoso ejército
importantes como esas y que fueron en última instancia prusiano de Federico II, que gastaba lo esencial de su tiempo
condiciones de funcionamiento de las otras. Así ocurrió con la haciendo ejercicios. El ejército prusiano, el modelo de disciplina
tecnología política, hubo toda una invención al nivel de las formas prusiana, es precisamente la perfección, la intensidad máxima de
de poder a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Por lo tanto, es esa disciplina corporal del soldado que fue hasta cierto punto el
necesario hacer no sólo la historia de las técnicas industriales, modelo de las otras disciplinas.
sino también de las técnicas políticas, y yo creo que podemos En otro lugar en el cual vemos aparecer esta nueva
agrupar en dos grandes capítulos las invenciones de tecnología tecnología disciplinar es la educación. Fue primero en los
política, las cuales debemos acreditar sobre todo a los siglos XVII colegios y después en las escuelas secundarias donde vemos
y XVIII. Yo las agruparía en dos capítulos porque me parece que aparecer esos métodos disciplinarios donde los individuos son
se desarrollaron en dos direcciones diferentes: De un lado existe individualizados dentro de la multiplicidad. El colegio reúne
esta tecnología que llamaría de disciplina. Disciplina es, en el decenas, centenas y a veces, millares de escolares, y se trata
fondo, el mecanismo del poder por el cual alcanzamos a controlar entonces de ejercer sobre ellos un poder que será justamente
en el cuerpo social hasta los elementos más tenues por los cuales mucho menos oneroso que el poder del preceptor que no puede
llegamos a tocar los propios átomos sociales, esto es, los existir sino entre alumno y maestro. Allí tenemos un maestro para
individuos. Técnicas de individualización del poder. Cómo vigilar decenas de discípulos y es necesario, a pesar de esa
a alguien, cómo controlar su conducta, su comportamiento, sus multiplicidad de alumnos, que se logre una individualización del
aptitudes, cómo intensificar su rendimiento, como multiplicar sus poder, un control permanente, una vigilancia en todos los
capacidades, cómo colocarlo en el lugar donde será más útil, esto instantes, así, la aparición de este personaje que todos aquellos
es lo que es, a mi modo de ver, la disciplina. que estudiaron en colegios conocen bien, que es el vigilante, que
Y les cito en este instante el ejemplo de la disciplina en el en la pirámide corresponde al suboficial del ejército; aparición
ejército. Es un ejemplo importante porque fue el punto donde fue también de las notas cuantitativas, de los exámenes, de los
descubierta la disciplina y donde se la desarrolló en primer lugar. concursos, etc., posibilidades, en consecuencia, de clasificar a
Ligada entonces, a esta otra invención de orden técnica que fue la los individuos de tal manera, que cada uno esté exactamente en
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su lugar, bajo los ojos del maestro o en la clasificación - población? No quiere decir simplemente un grupo humano
calificación o el juicio que hacemos sobre cada uno de ellos. numeroso, quiere decir un grupo de seres vivos que son
Vean, por ejemplo, como ustedes están sentados delante atravesados, comandados, regidos, por procesos de leyes
mío, en fila. Es una posición que tal vez les parezca natural, sin biológicos. Una población posee una natalidad, una mortalidad,
embargo es bueno recordar que ella es relativamente reciente en una población tiene una curva etárea, una pirámide etárea, tiene
la historia de la civilización y que es posible encontrar todavía a una morbilidad, tiene un estado de salud, una población puede
comienzos del siglo XIX escuelas donde los alumnos se perecer o al contrario puede desarrollarse.
presentaban en grupos de pie alrededor de un profesor que les Todo esto comienza a ser descubierto en el siglo XVIII. Se
dicta cátedra. Eso implica que el profesor no puede vigilarlos percibe que la relación de poder con el sujeto, o mejor, con el
realmente e individualmente: hay un grupo de alumnos por un individuo no debe ser simplemente esa forma de sujeción que
lado y el profesor por otro, Actualmente ustedes son ubicados en permite al poder recaudar bienes sobre el súbdito, riquezas y
fila, los ojos del profesor pueden individualizar a cada uno, puede eventualmente su cuerpo y su sangre, sino que el poder se debe
nombrarlos para saber si están presentes, que hacen, si divagan, ejercer sobre los individuos en tanto constituyen una especie de
si bostezan, etc. Todo esto, todas estas futilidades, en realidad entidad biológica que debe ser tomada en consideración si
son futilidades pero son futilidades muy importantes, porque queremos precisamente utilizar esa población como máquina de
finalmente, al nivel de toda una serie de ejercicios de poder, en producir todo, de producir riquezas, de producir bienes, de
esas pequeñas técnicas que estos nuevos mecanismos pudieron producir otros individuos, etc. El descubrimiento de la población
investir; pudieron operar. Lo que pasó en el ejército y en los es, al mismo tiempo que el descubrimiento del individuo y del
colegios puede ser visto igualmente en las oficinas a lo largo del cuerpo adiestrable, creo yo, otro gran núcleo tecnológico en torno
siglo XIX. Y es lo que llamaré tecnología individualizante de al cual los procedimientos políticos de Occidente se
poder, y es tecnología que enfoca a los individuos hasta en sus transformaron. Se inventó en ese momento, en oposición a la
cuerpos, en sus comportamientos; se trata, a grosso modo, de anátomo-política que recién mencioné, lo que llamaré bio-
una especie de anatomía política, de anátomo-política, una política. Es en ese momento que vemos aparecer cosas,
política que hace blanco en los individuos hasta anatomizarlos. problemas como el del hábitat, el de las condiciones de vida en
Bien, he ahí una familia de tecnologías de poder que aparecieron una ciudad, el de la higiene pública, o la modificación de las
en los siglos XVII y XVIII y, después, tenemos otra familia de relaciones entre la natalidad y la mortalidad. Fue en ese momento
tecnologías de poder que aparecen un poco más tarde, en la que aparece el problema de como se puede hacer para que la
segunda mitad del siglo XVIII, y que fue desarrollada es preciso gente tenga más hijos, o en todo caso, como podemos regular el
decir que la primera, para vergüenza de Francia, fue sobre todo flujo de la población, como podemos controlar igualmente la tasa
desarrollada en Francia y en Alemania principalmente en de crecimiento de una población, de las migraciones, etc. Y a
Inglaterra, tecnologías estas que no enfocan a los individuos partir de allí toda una serie de técnicas de observación entre las
como individuos, sino que ponen blanco en lo contrario, en la cuales está la estadística, evidentemente, pero también todos los
población. En otras palabras, el siglo XVIII descubrió esa cosa grandes organismos administrativos, económicos y políticos,
capital: que el poder no se ejerce simplemente sobre los todo eso encargado de la regulación de la población. Por lo tanto,
individuos entendidos como sujetos-súbditos lo que era la tesis creo yo, hay dos grandes revoluciones en la tecnología del poder:
fundamental de la monarquía, según la cual por un lado está el descubrimiento de la disciplina y descubrimiento de la regulación,
soberano y por otro los súbditos. Se descubre que aquello sobre perfeccionamiento de una anátomo-política y perfeccionamiento
lo que se ejerce el poder es la población. ¿Qué quiere decir de una bio-política.
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La vida se hace a partir del siglo XVIII, objeto de poder, la establecido tardíamente, prácticamente al fin del siglo XVIII.
vida y el cuerpo. Antes existían sujetos, sujetos jurídicos a Antes de esa fecha la prisión no era un castigo legal: Se
quienes se les podía retirar los bienes, y la vida además. Ahora aprisionaba a las personas simplemente para retenerlas antes de
existen cuerpos y poblaciones. El poder se hace materialista. procesarlas, y no para castigarlas, salvo casos excepcionales.
Deja de ser esencialmente jurídico. Ahora debe lidiar con esas Bien, se crean las prisiones, como sistema de represión,
cosas reales que son el cuerpo, la vida. La vida entra en el afirmándose lo siguiente: la prisión va a ser un sistema de
dominio del poder, mutación capital, una de las más importantes reeducación de los criminales. Después de una estadía en la
sin duda, en la historia de las sociedades humanas, y, es prisión, gracias a una domesticación de tipo militar y escolar,
evidente, que se puede percibir como el sexo se vuelve a partir de vamos a poder transformar a un delincuente en un individuo
ese momento, el siglo XVIII, una pieza absolutamente capital, por obediente a las leyes. Se buscaba la producción de individuos
que en el fondo, el sexo está exactamente ubicado en el lugar de obedientes.
la articulación entre las disciplinas individuales del cuerpo y las Ahora bien, inmediatamente, en los primeros tiempos de
regulaciones de la población. El sexo viene a ser aquello a partir los sistemas de las prisiones quedó en claro que ellos no
de lo cual se puede garantizar la vigilancia sobre los individuos y producían aquel resultado sino, en verdad, a su opuesto: mientras
entonces se comprende porque en el siglo XVIII y justamente en más tiempo se pasaba en prisión menos se era reeducado y más
los colegios, la sexualidad de los adolescentes se vuelve un delincuente se era. No solo productividad nula sino productividad
problema médico, un problema moral, casi un problema político negativa. En consecuencia, el sistema de las prisiones debería
de primera importancia, porque a través y so pretexto de este haber desaparecido. Pero permaneció y continúa, y cuando
control de la sexualidad se podía vigilar a los colegiales, a los preguntamos a las personas qué podríamos colocar en vez de las
adolescentes a lo largo de sus vidas, a cada instante, aún durante prisiones, nadie responde.
el sueño. Entonces, el sexo se tornará un instrumento de ¿Por qué las prisiones permanecieron, a pesar de esta
disciplinarización, y va a ser unos de los elementos esenciales de contraproductividad? Yo diré, que precisamente porque de hecho
esa anátomo-política de la que hablé, pero por otro lado es el sexo producían delincuentes y la delincuencia tiene una cierta utilidad
el que asegura la reproducción de las poblaciones, y con el sexo, económica-política en las sociedades que conocemos. La utilidad
con una política del sexo podemos cambiar las relaciones entre mencionada podemos revelarla fácilmente: 1) cuanto más
natalidad y mortalidad; en todo caso la política del sexo se va a delincuentes existan más crímenes existirán, cuanto más
integrar al interior de toda esa política de la vida, que va a ser tan crímenes hayan más miedo tendrá la población y cuanto más
importante en el siglo XIX. El sexo es el eje entre la anátomo- miedo en la población más aceptable y deseable se vuelve el
política y la bio-política, él está en la encrucijada de las disciplinas sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro
y de las regulaciones y es en esa función que él se transforma al interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad
fin del siglo XIX, en una pieza política de primera importancia para de ese sistema de control, lo que explica porque en los periódicos,
hacer de la sociedad una máquina de producir. en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin
Foucault ¿Quieren ustedes hacer alguna pregunta? ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad
Auditorio ¿Qué tipo de productividad pretende lograr el como si se tratase de una novedad en cada nuevo día. Desde
poder en las prisiones? 1830 en todos los países del mundo se desarrollaron campañas
Foucault Esa es una larga historia: el sistema de la prisión, sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que
quiero decir, de la prisión represiva, de la prisión como castigo, fue nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esta
amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de
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aceptación de los controles. mismos, no están seguros de la cientificidad de sus posiciones.


Pero eso no es todo, la delincuencia posee también una La primera cosa que me sorprende después de leer tanto la
utilidad económica; vean la cantidad de tráficos perfectamente diferencia entre refoulement y repression, diferencia que no
lucrativos e inscriptos en el lucro capitalista que pasan por la tenemos en portugués, es que usted empezó hablando de
delincuencia: la prostitución; todos saben que el control de la represión sin diferenciarla de refoulement. Eso es una sorpresa
prostitución en todos los países de Europa es realizado por para mí, y la segunda sorpresa es que en la tentativa de trazar una
personas que tienen el nombre profesional de proxenetas y que anatomía de lo social basándose en la disciplina del ejército,
son todos ellos ex-delincuentes que tienen por función canalizar usted utiliza la misma terminología que usan los abogados
para circuitos económicos tales como la hotelería de personas actuales en el Brasil. En el congreso de OAB (Orden de los
que tienen cuentas en bancos, los lucros recaudados sobre el Abogados del Brasil) realizado hace poco tiempo en Salvador los
placer sexual. La prostitución permitió volver oneroso el placer abogados utilizaron abundantemente las palabras compensar y
sexual de las poblaciones y su encuadramiento permitió derivar disciplinar al definir su función jurídica. Curiosamente usted utiliza
para determinados circuitos el lucro sobre el placer sexual. El los mismos términos para hablar del poder, es decir, usando el
tráfico de armas, el tráfico de drogas, en suma, toda una serie de mismo lenguaje jurídico: lo que le pregunto es si usted ¿no cae en
tráficos que por una u otra razón no pueden ser legalmente y el mismo discurso de la apariencia de la sociedad capitalista
directamente realizados en la sociedad, pueden serlo por la dentro de la ilusión del poder que comienzan a utilizar esos
delincuencia, que los asegura. juristas? Así, la nueva ley de sociedades anónimas se presenta
Si agregamos a eso el hecho de que la delincuencia sirve como un instrumento para disciplinar a los monopolios, pero lo
masivamente en el siglo XIX y aún en el siglo XX a toda una serie que ella realmente significa es ser un valioso instrumento
de alteraciones políticas tales como romper huelgas, infiltrar tecnológico muy avanzado que obedece a determinaciones
sindicatos obreros, servir de mano de obra y guardaespaldas de independientes de la voluntad de los juristas que son las
los jefes de partidos políticos, aún de los más o menos dignos. necesidades de reproducción del capital. En este sentido me
Aquí estoy hablando precisamente de Francia, en donde todos sorprende el uso de la misma terminología, continuando, en tanto
los partidos políticos tienen una mano de obra que varía entre los usted establece una dialéctica entre tecnología y disciplina, y mi
colocadores de afiches hasta los aporreadores o matones, mano última sorpresa es que usted toma como elemento de análisis
de obra que está constituida por delincuentes. Así tenemos toda social a la población, volviendo así a un período anterior a aquel
una serie de instituciones económicas y políticas que operan en que Marx criticó a Ricardo.
sobre la base de la delincuencia y en esta medida la prisión que Foucault Voy a intentar responder brevemente a las dos
fabrica un delincuente profesional, posee una utilidad y una preguntas. Veamos el tema general de la cuestión. Del problema
productividad. Lecourt y del materialismo histórico hablaré mañana, pero sobre
Auditorio Todas mis preguntas se fundamentan en la los otros dos puntos usted tiene razón pues se refiere a lo que
crítica que Dominique Lecourt le ha hecho: si usted da un paso afirmé esta mañana. En primer lugar yo no hablé en efecto de
más adelante dejará de ser un arqueólogo, un arqueólogo del Refoulement5, hablé siempre de represión, de interdicción y de
saber, si usted da ese paso adelante, usted caería en el ley. Bien, ello se debe al carácter necesariamente breve y alusivo
materialismo histórico. Ese es el fundamento de la pregunta. de aquello que no puedo decir en tan poco tiempo. El
Quiero saber por que usted afirma que aquellos que defienden el pensamiento de Freud es en efecto mucho más sutil que la
materialismo histórico y el psicoanálisis no están seguros de sí imagen que presenté aquí. En torno a esa noción de recalque se
ubica el debate entre, digamos, a grosso modo, Reich y los
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Reichianos, Marcuse, etc., y por otro lado los psicoanalistas más comienza a dejar de ser una sociedad jurídica. La sociedad
propiamente psicoanalistas como Melnnie Klein y principalmente jurídica fue la sociedad monárquica. Las soque comienza a dejar
Lacan, Porque la noción de recalque puede ser utilizada para un de ser una sociedad jurídica. La sociedad jurídica fue la sociedad
análisis de los mecanismos sociales de represión afirmando que monárquica. Las sociedades europeas de los siglos XII al siglo
la instancia que determina la recalque es una cierta realidad XVIII eran esencialmente sociedades jurídicas en las cuales el
social que se impone como principio de realidad e problema del derecho era un problema fundamental, se combatía
inmediatamente provoca el recalque. por él, se hacían revoluciones por él, etc. A partir del siglo XIX en
En términos generales este es el análisis reichiano las sociedades que se daban bajo la forma de sociedades de
modificado por Marcuse con la noción de más represión y del otro derecho, con parlamentos, legislaciones, códigos, tribunales,
lado usted tiene a los lacanianos que retoman la noción de existía de hecho todo un otro mecanismo de poder que se
recalque y afirman: nada de eso, cuando Freud habla de recalque infiltraba, que no obedecía a las formas jurídicas y que no tenía
él no está pensando en represión, sino en un cierto mecanismo por principio fundamental la ley sino el principio de la norma, y que
.absolutamente constitutivo del deseo, porque para Freud, dice poseía instrumentos que no eran los tribunales, la ley y el aparato
Lacan, no existe deseo no recalcado, el deseo no existe como judiciario, sino la medicina, la psiquiatría, la psicología, etc. Por lo
deseo sino porque es recalcado y porque lo que constituye el tanto, estamos en un mundo disciplinario, estamos en un mundo
deseo es la ley, y así el retira de la noción de ley el concepto de de la regulación. Creemos que estamos todavía en el mundo de la
recalque. ley pero de hecho es otro tipo de poder el que está en vías de
Por lo tanto dos interpretaciones, la interpretación por la constitución por intermedio de conexiones que ya no son más
represión y la interpretación por la ley, que describen de hecho conexiones jurídicas. Así, es perfectamente normal que usted
dos fenómenos o dos procesos absolutamente diferentes. Es encuentre la palabra disciplina en la boca de los abogados, llega a
verdad que la noción de recalque en Freud conforme a los textos ser interesante ver lo que concierne a un punto interesante: como
puede ser utilizada en un sentido o en otro. Fue para evitar ese la sociedad de la normalización al mismo tiempo puede habitar y
difícil problema de interpretación freudiana que yo hablé de hacer disfuncionar la sociedad del derecho.
represión, porque sucede que los historiadores de la sexualidad Ver lo que pasa en el sistema penal. En países de Europa
nunca utilizaron otra noción que no fuera la de represión, y esto como Alemania, Francia e Inglaterra, prácticamente no hay
por una razón muy sencilla, y es que este concepto hace aparecer ningún criminal un poco importante, y en breve no habrá ninguna
los contornos sociales que determinan el recalque. Podemos, por persona que pase por los tribunales penales que no pase también
lo tanto, hacer la historia del recalque a partir de la noción de por las manos de un especialista en medicina, psiquiatría o
represión, en tanto que a partir de la noción de interdicción que de psicología. Eso porque vivimos en una sociedad en la que el
algún modo es más o menos isomorfa en todas las sociedades, crimen ya no es más simplemente ni esencialmente la trasgresión
no podemos hacer la historia de la sexualidad. Es así que evité la a la ley, sino el desvío en relación a una norma. En lo que respecta
noción de recalque y hablé solamente de represión. a la penalidad solo se habla ahora en términos de neurosis,
En segundo lugar, me sorprende mucho que los abogados desvío, agresividad, pulsión, etc. Ustedes lo saben muy bien, por
utilicen la palabra disciplina en cuanto a la palabra compensar no lo tanto, cuando hablo de disciplina, de normalización, yo no caigo
la usé ni una vez y con respecto a esto quiero decir lo siguiente: en el plano jurídico, son por el contrario los hombres del derecho,
creo que desde el nacimiento de aquello que yo llamo bio-poder o los hombres de la ley, los juristas que están obligados a emplear
anátomo-política, estamos viviendo en una sociedad que ese vocabulario de la disciplina y la normalización. Que se hable
de disciplina en el congreso de OAB no hace más que confirmar lo
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que dije y no es que caiga en una concepción jurídica. Los que etc., al mismo tiempo que produjo toda una serie de placeres
están fuera de lugar son ellos. nuevos: placer en los padres al vigilar a los hijos, placer de los
Auditorio ¿Cómo ves la relación entre saber y poder? Es niños en jugar con su propia sexualidad contra sus padres o con
la tecnología del poder que provoca la perversión sexual o es la sus padres, etc., toda una nueva economía del placer alrededor
anarquía natural biológica que existe en el hombre que provoca... del cuerpo del niño. No hace falta decir que los padres, por
Foucault Sobre este último punto, es decir sobre lo que masoquismo, se identificaron con la ley...
motiva, lo que explica el desarrollo de esta tecnología, no creo Auditorio Usted no respondió a la pregunta que se le hizo
que podamos decir que sea el desarrollo biológico. Intenté sobre las relaciones entre el saber y el poder, y sobre su poder
demostrar lo contrario, es decir, ¿cómo forma parte del desarrollo que usted, Michel, ejerce a través de su saber...
del capitalismo esta mutación de la tecnología del poder? Forma Foucault En efecto, la pregunta debe ser planteada. Bien,
parte de ese desarrollo en la medida en que, por una parte, fue el creo que en todo caso en el sentido de los análisis que hago cuya
desarrollo del capitalismo lo que hizo necesario esta mutación fuente de inspiración usted puede ver las relaciones de poder no
tecnológica, pero, por otro lado, esa mutación hizo posible el deben ser consideradas de una manera un poco esquemática
desarrollo del capitalismo; una implicación perpetua de dos como: de un lado están los que tienen el poder y del otro lado los
movimientos que están de algún modo engrampados el uno con que no lo tienen. Aquí un cierto marxismo académico utiliza
el otro. frecuentemente la oposición clase dominante/clase dominada,
Bien, con respecto a la otra cuestión que concierne al discurso dominante/discurso dominado, etc. Ahora, en primer
hecho que las relaciones de poder.... (...). Cuando existe alianza lugar, ese dualismo nunca será encontrado en Marx, en cambio sí
del placer con el poder, ese es un problema importante. Lo que puede ser encontrado en pensadores reaccionarios y racistas
quiero decir brevemente es que es justamente eso que parece como Gobieau, que admiten que en una sociedad hay dos clases,
caracterizar los mecanismos de poder en función de nuestras una dominada y la otra que domina. Usted va a encontrar ello en
sociedades, es lo que hace que no podamos decir simplemente muchos lugares pero nunca en Marx porque en efecto Marx es
que el poder tiene por función interdictar, prohibir. Si admitimos demasiado astuto como para poder admitir esto, él sabía
que el poder solo tiene por función prohibir, estamos obligados a perfectamente que lo que hacen la solidez de las relaciones de
inventar mecanismos como Lacan y otros están obligados a poder es que ellas no terminan jamás, que no hay de un lado
hacerlo para poder decir: 'Vean: nos identificamos con el poder' o algunos y de otro lado muchos, ellas atraviesan en todos lados; la
entonces decimos que hay una relación masoquista que se clase obrera retransmite relaciones de poder, ejerce relaciones
establece con el poder y que hace que gocemos de aquel que de poder. El hecho de que usted sea estudiante implica que ya
prohíbe; pero en compensación si usted admite que la función del está inserto en una cierta situación de poder; yo, como profesor,
poder no es esencialmente prohibir sino producir, producir placer, estoy igualmente en una situación de poder, estoy en una
en ese momento se puede comprender, al mismo tiempo como se situación de poder porque soy hombre y no una mujer, y por el
puede obedecer al poder y encontrar en el hecho de la obediencia hecho de que usted sea una mujer implica que esta igualmente en
placer, que no es masoquista necesariamente. Los niños nos una situación de poder, pero no la misma, todos estamos en
pueden servir de ejemplo: creo que la manera como se hizo de la situación, etc. Bien, si de cualquier persona que sabe algo
sexualidad de los niños un problema fundamental para la familia podemos decir 'usted ejerce el poder', me parece una crítica
burguesa del siglo XIX, provocó y volvió posible un gran número estúpida en la medida en que se limita a eso. Lo que es
de controles sobre la familia, sobre los padres, sobre los niños, interesante es, en efecto, saber, como en un grupo, en una clase,
en una sociedad operan mallas de poder, es decir, cuál es la
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localización exacta de cada uno en la red del poder, como él lo


ejerce de nuevo, como lo conserva, como él impacta en los
demás, etcétera.

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9.
CURSO DEL 14 DE ENERO DE
1976
Lo que he intentado analizar hasta ahora, grosso modo, desde 1970-
71, ha sido el cómo del poder; he procurado captar sus mecanismos entre
dos puntos de relación, dos límites: por un lado, las reglas del derecho que
delimitan formalmente el poder, por otro, los efectos de verdad que este
poder produce, transmite y que a su vez reproducen ese poder. Un
triángulo pues: poder, derecho, verdad.
Podemos decir esquemáticamente que la pregunta tradicional de la
filosofía política podría formularse en estos términos: ¿cómo puede el
discurso de la verdad, o simplemente la filosofía entendida como discurso
de la verdad por excelencia, fijar los límites de derecho del poder? Esta es
la pregunta tradicional. Yo querría más bien formular otra, desde abajo,
mucho más concreta que esa pregunta tradicional, noble y filosófica. Mi
problema sería más bien éste: «qué reglas de derecho ponen en marcha las
relaciones de poder para producir discursos de verdad?, o bien, ¿qué tipo
de poder es susceptible de producir discursos de verdad que están, en una
sociedad como la nuestra, dotados de efectos tan poderosos? Quiero decir
esto: en una sociedad como la nuestra, pero en el fondo en cualquier
sociedad, relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan,
constituyen el cuerpo social; y estas relaciones de poder no pueden
disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una produc-

139
140 Michel Foucault Curso del 14 de enero de 1976 141

ción, una acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso. la caída del Imperio Romano; esta resurrección del Derecho Romano ha
No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos sido efectivamente uno de los instrumentos técnicos y constitutivos del
de verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja. Estamos sometidos a poder monárquico autoritario, administrativo y en suma absolutista. Y
la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder cuando en siglos sucesivos este edificio jurídico se escape al control real,
más que a través de la producción de la verdad. Esto es válido para todas cuando esté más estrechamente volcado en contra suya, lo que se
las sociedades, pero creo que en la nuestra la relación entre poder, derecho cuestionará son los límites de ese poder, surgirá el interrogante acerca de
y verdad se organiza de un modo muy particular. Para caracterizar no su sus prerrogativas. Dicho de otro modo, creo que el personaje central de
propio mecanismo sino su intensidad y su constancia, podría decir que todo el edificio jurídico occidental es el rey. Es esencialmente del rey, de
estamos constreñidos a producir la verdad desde el poder que la exige, que sus derechos, de su poder, de los límites eventuales del mismo de quien se
la necesita para funcionar: tenemos que decir la verdad; estamos obligados trata en la organización general del sistema jurídico occidental. Que los
o condenados a confesar la verdad o a encontrarla. El poder no cesa de juristas hayan sido servidores del rey o hayan sido sus adversarios, de
preguntarnos, de indagar, de registrar, institucionaliza la pesquisa de la todas maneras es siempre del poder real de lo que se habla en esos
verdad, la profesionaliza, la recompensa. En el fondo, tenemos que grandes edificios del pensamiento y del saber jurídico.
producir verdad igual que tenemos que producir riquezas. Por otro lado, Se habla de ello de dos modos. Para mostrar en qué armazón jurídico
también estamos sometidos a la verdad en el sentido en que la verdad hace se investía el poder real, cómo el monarca era efectivamente el cuerpo
ley, elabora el discurso verdadero que, al menos en parte, decide, viviente de la soberanía, cómo su poder, por más que absoluto, era
transmite, empuja efectos de poder. Después de todo somos juzgados, perfectamente adecuado al derecho fundamental. O, por el contrario, para
condenados, clasificados, obligados a competir, destinados a vivir de un mostrar cómo había que limitar ese poder del soberano, a qué reglas de
cierto modo o a morir en función de discursos verdaderos que conllevan derecho debía de someterse, dentro de qué límites debía ejercerse para
efectos específicos de poder. que conservase su legitimidad. La teoría del derecho, desde la Edad
Por consiguiente, reglas de derecho, mecanismos de poder, efectos de Media, tiene esencialmente el papel de fijar la legitimidad del poder; es
verdad, o también reglas de poder y poder de los discursos verdaderos es decir, que el principal problema alrededor del que se organiza toda la
más o menos el campo muy general que he intentado recorrer, aun teoría del derecho es el de la soberanía.
cuando, sé muy bien, de forma parcial y con muchos zigzagueos. A Decir que la soberanía es el problema central del derecho en las
propósito de este recorrido querría decir algunas cosas, sobre lo que me ha sociedades occidentales, quiere decir, en el fondo, que el discurso y la
guiado como principio general y sobre las consecuencias imperativas y las técnica del derecho han tenido esencialmente la función de disolver en el
precauciones metodológicas que he querido tener. Un principio general, interior del poder el hecho de la dominación para hacer aparecer en su
en lo que concierne a las relaciones entre derecho y poder: me parece que lugar dos cosas: por una parte, los derechos legítimos de la soberanía y,
en las sociedades occidentales, y desde la Edad Media, la elaboración del por otra, la obligación legal de la obediencia. El sistema del derecho está
pensamiento jurídico se ha desarrollado esencialmente alrededor del poder enteramente centrado en el rey, que enmascara por consiguiente la
real. A petición del poder real, en su provecho y para servirle de dominación y sus consecuencias.
instrumento o de justificación se ha construido el edificio jurídico de En los años precedentes, mi proyecto general era, en el fondo, el de
nuestras sociedades. El derecho en Occidente es un derecho regido por el invertir la dirección del análisis de todo el discurso del derecho a partir de
rey. Todos conocen el papel célebre, famoso, insistentemente repetido de la Edad Media. He intentado, pues, hacer lo contrario, es decir, hacer
los juristas en la organización del poder real. No hay que olvidar que la valer, en su secreto y en su brutalidad, el hecho de la dominación; y a
reactivación del Derecho Romano en el siglo XII ha sido el gran partir de aquí, mostrar no sólo cómo el derecho es, en general, el
fenómeno en torno al cual y a partir del que se ha reconstituido el edificio instrumento de esa dominación —lo que es evidente— sino también
jurídico que se disoció a cómo,
142 Michel Foucault Curso del 14 de enero de 1976 143

hasta dónde, y bajo qué formas el derecho (y cuando digo derecho no asir siempre al poder en los límites menos jurídicos de su ejercicio.
pienso simplemente en la ley, sino en el conjunto de aparatos, Como segunda precaución de método, se trataba de no analizar el
instituciones, reglamentos que se aplican al derecho) transmite, poder en el terreno de la intención o de la decisión, ni de cogerlo por su
funcionaliza relaciones que no son exclusivamente relaciones de cara interna, ni de hacer esta pregunta laberíntica e irresoluble: «¿Quién
soberanía sino de dominación. Y por dominación no entiendo el hecho detenta el poder y qué intención tiene? o ¿qué busca el que detenta el
mazico de una dominación global de uno sobre los otros, o de un grupo poder?». Se trataba más bien de estudiar el poder allí donde su intención,
sobre otro, sino las múltiples formas de dominación que pueden ejercerse si tiene una intención, está totalmente investida en el interior de prácticas
en el interior de la sociedad. Y por tanto, no el rey en su posición central reales y efectivas, y en su cara externa, allí donde está en relación directa
sino los sujetos en sus relaciones recíprocas; no la soberanía en su edifi- e inmediata con lo que provisionalmente podemos llamar su objeto, su
cio específico, sino los mútiples sometimientos, las múltiples sujeciones, blanco, su campo de aplicación, allí donde se implanta y produce efectos
las múltiples obligaciones que tienen lugar y funcionan dentro del cuerpo reales.
social. No preguntarse, pues, por qué algunos quieren dominar, qué buscan,
El sistema de derecho, el campo judicial, son los trámites cuál es su estrategia de conjunto; sino cómo funcionan las cosas al nivel
permanentes de relaciones de dominación, de técnicas de sometimiento del proceso de sometimiento, o en aquellos procesos continuos e
polimorfas. El derecho visto no desde el lado de la legitimidad que se ininterrumpidos que someten los cuerpos, guian los gestos, rigen los
instaura, sino desde el de los procedimientos de sometimiento que pone comportamientos, etc. En otras palabras, antes de preguntarse cómo
en marcha. aparece el soberano en lo alto, intentar saber cómo se han, poco a poco,
El problema para mí está en evitar esta cuestión, central para el progresivamente, realmente, materialmente constituido los sujetos, a
derecho, de la soberanía y de la obediencia de los individuos sometidos a partir de la multiplicidad de los cuerpos, de las fuerzas, de las energías, de
ella, y en hacer ver, en lugar de la soberanía y de la obediencia, el las materialidades, de los deseos, de los pensamientos, etc.
problema de la dominación y del sometimiento. Siendo ésta la línea Asir la instancia material del sometimiento en tanto que constitución
general del análisis, eran necesarias un cierto número de precauciones de de los sujetos. Sería exactamente lo contrario de lo que Hobbes quiso
método para intentar desarrollarlo. Primeramente ésta: no se trata de hacer en el Leviatan, y en el fondo, creo, de lo que hacen todos los
analizar las formas reguladas y legitimadas del poder en su centro, en lo juristas, para los que el problema es saber cómo, a partir de la
que pueden ser sus mecanismos generales y sus efectos constantes. Se multiplicidad de los individuos y de las voluntades, puede formarse una
trata, por el contrario, de coger al poder en sus extremidades, en sus voluntad única, o mejor, un cuerpo único, accionado por un alma que
confines últimos, allí donde se vuelve capilar, de asirlo en sus formas e sería la soberanía. Recordad el esquema del Leviatan: en tanto que
instituciones más regionales, más locales, sobre todo allí donde, saltando hombre fabricado, el Leviatan no es más que la coagulación de un cierto
por encima de las reglas de derecho que lo organizan y lo delimitan, se número de individualidades separadas que se encuentran ensambladas por
extiende más allá de ellas, se inviste en instituciones, adopta la forma de un conjunto de elementos constitutivos del Estado; pero en el corazón del
técnicas y proporciona instrumentos de intervención material, Estado, o mejor en su cabeza, existe algo que lo constituye como tal, y
eventualmente incluso violentos. Un ejemplo: antes de intentar saber este algo es la soberanía de la que Hobbes dice precisamente que es el
dónde y cómo el derecho de castigar se funda en la soberanía, tal como alma de Leviatan. Pues bien, más que plantear este problema del alma
aparece en la teoría del derecho monárquico o en la del derecho central, creo que haría falta estudiar los cuerpos periféricos y múltiples,
democrático, he intentado ver cómo de hecho el castigo y el poder de esos cuerpos constituidos por los efectos del poder a semejanza de
castigar tomaban forma en un cierto número de instituciones locales, sujetos.
regionales, materiales, ya sea el suplicio o el encierro carcelario, y esto en Tercera precaución de método: no considerar el poder
el ámbito a la vez institucional, físico, reglamentario y violento de los
aparatos de castigo. En otros términos,
144 Michel Foucault Curso del 14 de enero de 1976 145

como un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo trayecto, su propia técnica y táctica, y ver después cómo estos mecanismos
sobre los otros, de un grupo sobre los otros, de una clase sobre las otras; de poder han sido y todavía están investidos, colonizados, utilizados,
sino tener bien presente que el poder, si no se lo contempla desde doblegados, transformados, desplazados, extendidos, etc., por mecanismos
demasiado lejos, no es algo dividido entre los que lo poseen, los que lo más generales y por formas de dominación global. No es la dominación
detentan exclusivamente y los que no lo tienen y lo soportan. El poder global la que se pluraliza y repercute hacia abajo; pienso que hay que
tiene que ser analizado como algo que circula, o más bien, como algo que analizar la manera cómo los fenómenos, las técnicas, los procedimientos
no funciona sino en cadena. No está nunca localizado aquí o allí, no está de poder funcionan en los niveles más bajos, mostrar cómo estos
nunca en las manos de algunos, no es un atributo como la riqueza o un procedimientos se desplazan, se extienden, se modifican, pero sobre todo
bien. El poder funciona, se ejercita a través de una organización reticular. cómo son investidos y anexionados por fenómenos más globales y cómo
Y en sus redes no sólo circulan los individuos, sino que además están poderes más generales o beneficios económicos pueden insertarse en el
siempre en situación de sufrir o de ejercitar ese poder, no son nunca el juego de estas tecnologías al mismo tiempo relativamente autónomas e
blanco inerte o consintiente del poder ni son siempre los elementos de infinitesimales del poder. Se puede dar un ejemplo en relación a la locura
conexión. En otros términos, el poder transita transversalmente, no está para que esto quede más claro. El análisis descendente, del que pienso se
quieto en los individuos. debe desconfiar, podría decir que la burguesía se ha vuelto, a partir de
No se trata de concebir al individuo como una especie de núcleo finales del siglo XVI XVII, la clase dominante; supuesto esto, ¿cómo
elemental1, átomo primitivo, materia múltiple e inerte sobre la que se deducir de aquí el encierro de los locos? La deducción se puede hacer
aplicaría o en contra de la que golpearía el poder. En la práctica, lo que siempre, es fácil, y es justamente esto lo que le reprocharía; en efecto, es
hace que un cuerpo, unos gestos, unos discursos, unos deseos sean fácil mostrar que, siendo precisamente el loco un inútil para la producción
identificados y constituidos como individuos, es en sí uno de los primeros industrial, la burguesía se vio obligada a deshacerse de él. Se podría hacer
efectos del poder, El individuo no es el vis-a-vis del poder; es, pienso, uno lo mismo respecto a la sexualidad infantil, y es por otra parte lo que han
de sus primeros efectos. El individuo es un efecto del poder, y al mismo hecho hasta cierto punto determinadas personas, por ejemplo, W. Reich.
tiempo, o justamente en la medida en que es un efecto, el elemento de ¿Cómo se puede comprender la represión de la sexualidad infantil a partir
conexión. El poder circula a través del individuo que ha constituido. de la dominación de la clase burguesa? Pues bien, muy simplemente,
habiéndose vuelto el cuerpo humano esencialmente fuerza productiva a
Cuarta consecuencia, a nivel de las precauciones de método; cuando
partir del siglo XVII-XVIII, todas las formas de dispendio que eran
digo que el poder se libera, circula, forma redes, es verdad sólo hasta
irreductibles a la constitución de las fuerzas productivas, manifestándose
cierto punto. Del mismo modo que se puede decir que todos tenemos algo
por consiguiente en su inutilidad, fueron vedadas, excluidas, reprimidas.
de fascismo en la cabeza, se puede decir que todos tenemos algo, y más
Estas deducciones son siempre posibles, son al mismo tiempo verdaderas
profundamente, de poder en el cuerpo. Pero no creo que se pueda concluir
y falsas, son demasiado fáciles ya que se podría hacer justamente lo
que el poder es la cosa mejor distribuida del mundo, si bien lo sea en
contrarío y mostrar cómo, partiendo del principio de que la burguesía llega
cierta medida. No se trata de una especie de distribución democrática o
a ser una clase dominante, los controles de la sexualidad no eran
anárquica del poder a través de los cuerpos. Me parece que —y ésta sería
absolutamente deseables. Por el contrario, habría la necesidad de un
la cuarta precaución de método— lo importante no es hacer una especie
aprendizaje sexual, de una precocidad sexual, en la medida en que en
de deducción de un poder que arrancaría del centro e intentar ver hasta
último término se trataba de reconstituir una fuerza-trabajo, cuyo estatuto
dónde se prolonga, hacia abajo, ni en qué medida se reproduce, hasta los
óptimo era, como sabemos, por lo menos a principios del siglo XIX, el de
elementos más moleculares de la sociedad. Más bien se debe hacer un
ser infinita: cuanto mayor fuese la fuerza-trabajo, tanto más plenamente y
análisis ascendente del poder, arrancar de los mecanismos infinitesimales,
mejor hubiese podido funcionar el sistema de producción capitalista.
que tienen su propia historia, su propio
146 Michel Foucault Curso del 14 de enero de 1976 147

Creo que puede deducirse cualquier cosa del fenómeno general de la Para decirlo de otro modo, la burguesía se burla completamente de
dominación burguesa. Pienso que hay que hacer lo contrario, es decir, ver los locos, pero los procedimientos de exclusión de los locos han mostrado
cómo históricamente, partiendo desde abajo han podido funcionar los y liberado, a partir del siglo XIX y una vez más sobre la base de ciertas
mecanismos de control; y en cuanto a la exclusión de la locura por transformaciones, un beneficio político, y también eventualmente una
ejemplo, o a la represión y a la prohibición de la sexualidad infantil, ver cierta utilidad económica que han solidificado el sistema y lo han hecho
cómo, al nivel real de la familia, del entorno inmediato, de las células, de funcionar en su conjunto. La burguesía no se interesa por los locos, se
los puntos más pequeños de la sociedad, estos fenómenos de represión o interesa por el poder, no se interesa por la sexualidad infantil, sino por el
de exclusión se han instrumentado, tuvieron su lógica, han respondido a sistema de poder que la controla; la burguesía se burla completamente de
un determinado número de necesidades; mostrar cuáles han sido sus los delincuentes, de su castigo o de su reinserción, que económicamente
agentes reales, no buscarlos en la burguesía en general, sino en los agentes no tienen mucha importancia, pero se interesa por el conjunto de los
directos (que han podido ser el entorno inmediato, la familia, los padres, mecanismos mediante los cuales el delincuente es controlado, seguido,
los médicos, los pedagogos, etc.), y cómo estos mecanismos de poder, en castigado, reformado, etc.
un momento dado, en una coyuntura precisa, y mediante un determinado En cuanto a la quinta precaución, es muy posible que las grandes
número de transformaciones, han empezado a volverse económicamente máquinas de poder estuviesen acompañadas de producciones ideológicas,
ventajosos y políticamente útiles. Creo que de este modo se conseguiría existió probablemente, por ejemplo, una ideología de la educación, una
demostrar que, en el fondo, la burguesía ha necesitado, o el sistema ha ideología del poder monárquico, una ideología de la democracia
encontrado su propio interés, no en la exclusión de los locos o en la parlamentaria, etc., pero en el fondo no creo que lo que se formen sean
vigilancia y la prohibición de la masturbación infantil (el sistema burgués ideologías: es mucho menos y mucho más. Son instrumentos efectivos de
puede tolerar perfectamente lo contrario), sino más bien en la técnica y en formación y de acumulación del saber, métodos de observación, técnicas
el procedimiento mismo de la exclusión. Son los instrumentos de de registro, procedimientos de indagación y de pesquisa, aparatos de
verificación. Esto quiere decir que el poder, cuando se ejerce a través de
exclusión, los aparatos de vigilancia, la medicalización de la sexualidad,
estos mecanismos sutiles, no puede hacerlo sin formar, sin organizar y
de la locura, de la delincuencia, toda esta microfísica de! poder, la que ha
poner en circulación un saber, o mejor, unos aparatos de saber que no son
tenido, a partir de un determinado momento, un interés para la burguesía.
construcciones ideológicas.
Más aún, podríamos decir, en la medida en que esta noción de burguesía y
de interés de la burguesía no tiene verosímilmente un contenido real, al Podría decir, para resumir estas cinco precauciones de método, que,
en lugar de dirigir la investigación sobre el poder al edificio jurídico de la
menos en relación a los problemas de que nos ocupamos ahora, que no ha
soberanía, a los aparatos de Estado y a las ideologías que conllevan, se la
sido la burguesía la que ha pensado que la locura debía ser excluida o
debe orientar hacia la dominación, hacia los operadores materiales, las
reprimida la sexualidad infantil; más bien, los mecanismos de exclusión de
formas de sometimiento, las conexiones y utilizaciones de los sistemas
la locura, de vigilancia de la sexualidad infantil, llegado un cierto
locales de dicho sometimiento, hacia los dispositivos de estrategia. Hay
momento y por razones que hay que estudiar, pusieron de manifiesto un
que estudiar el poder desde fuera del modelo de Leviatan, desde fuera del
provecho económico, una utilidad política y, de golpe, se encontraron
campo delimitado por la soberanía jurídica y por las instituciones
naturalmente colonizados y sostenidos por mecanismos globales, por el estatales. Se trata de estudiarlo partiendo de las técnicas y de las tácticas
sistema del Estado; y es partiendo de estas técnicas de poder y mostrando de dominación.
sus beneficios económicos o las utilidades políticas que de ellos se
Esta es, en esquema, la línea metodológica que creo debe seguirse y
derivan, en un contexto dado y por determinadas razones, como se puede
que he intentado seguir en las diferentes búsquedas que hicimos en años
comprender que de hecho estos mecanismos terminen por formar parte del
precedentes en relación al poder psiquiátrico, a la sexualidad infantil, a
conjunto.
los sistemas políticos, etc.
148 Michel Foucault Curso del 14 de enero de 1976 149

Recorriendo, pues, estos dominios y teniendo estas precauciones de que es, creo, absolutamente incompatible con las relaciones de soberanía.
método, creo que aparecerá un hecho histórico compacto que nos Esta nueva mecánica de poder se apoya más sobre los cuerpos y sobre
introducirá por fin en las cuestiones de las que querría hablaros este año. lo que éstos hacen que sobre la tierra y sus productos. Es una mecánica de
Este hecho histórico global es la teoría jurídico-política de la poder que permite extraer de los cuerpos tiempo y trabajo más que bienes
soberanía de la que os hablaba antes, la cual ha jugado cuatro papeles. En y riqueza. Es un tipo de poder que se ejerce incesantemente a través de la
primer lugar, se ha referido a un mecanismo de poder efectivo que era el vigilancia y no de una forma discontinua por medio de sistemas de
de la monarquía feudal. En segundo lugar, ha servido de instrumento y de impuestos y de obligaciones distribuidas en el tiempo; supone más una
justificación para la construcción de las grandes monarquías administrati- cuadriculación compacta de coacciones materiales que la existencia física
vas. En otro momento, a partir del siglo XVI y sobre todo del XVII, ya en de un soberano; y en fin, se apoya en el principio según el cual una
el momento de las guerras de religión, la teoría de la soberanía ha sido un verdadera y específica nueva economía del poder tiene que lograr hacer
arma que ha circulado de un campo al otro, que ha sido utilizada en un crecer constantemente las fuerzas sometidas y la fuerza y la eficacia de
sentido o en el otro, ya sea para limitar, ya sea por el contrario para quien las somete.
reforzar el poder real: la encontramos entre los católicos monárquicos y
entre los protestantes antimonárquicos, entre los protestantes monárquicos Este tipo de poder se opone, punto por punto, a la mecánica de poder
y más o menos liberales, entre los católicos partidarios del regicidio o del descrita o que intentaba describir la teoría de la soberanía. La teoría de la
cambio de dinastía; funciona en manos de los aristócratas y de los soberanía está ligada a una forma de poder que se ejerce sobre la tierra y
parlamentarios, entre los representantes del poder real y en los últimos sus productos mucho más que sobre los cuerpos y sobre lo que éstos
feudatarios. En pocas palabras, ha sido el gran instrumento de la lucha hacen. Se refiere al desplazamiento y a la apropiación por parte del poder
política y teórica en torno a los sistemas de poder de los siglos XVI y no del tiempo ni del trabajo, sino de los bienes y de las riquezas. Permite
XVII. Por fin, en el siglo XVIII, sigue siendo esta teoría de la soberanía, transcribir en términos jurídicos obligaciones discontinuas y distribuidas
reactivada por el Derecho Romano, la que encontramos en general en en el tiempo; no permite codificar una vigilancia continua; permite fundar
Rousseau y en sus contemporáneos, ahora jugando una cuarta función: se el poder en torno a la existencia física del soberano, no a partir de los
trata de construir en contra de las monarquías administrativas, autoritarias sistemas continuos y permanentes de control. La teoría de la soberanía
y absolutas, un modelo alternativo, el de las democracias parlamentarias. permite fundar un poder absoluto en el dispendio absoluto del poder, no
Y es todavía este papel el que juega en el momento de la Revolución. permite por el contrario calcular el poder con un mínimo de dispendio y
un máximo de eficacia,
Pues bien, si seguimos estos cuatro papeles, nos damos cuenta de una
cosa: de que mientras duró la sociedad de tipo feudal, los problemas a los Este nuevo tipo de poder que no puede ya transcribirse en los
que se refería la teoría de la soberanía cubrían efectivamente la mecánica términos de la soberanía es, creo, una de las grandes invenciones de la
general del poder, el modo en que se ejercía hasta los niveles más bajos a sociedad burguesa. Ha sido un instrumento fundamental en la constitución
partir de los más altos. Es decir, la relación de soberanía, entendida de del capitalismo industrial y del tipo de sociedad que le es correlativa; este
modo amplio o restringido, recubría la totalidad del cuerpo social. poder no soberano, extraño a la forma de la soberanía es el poder
Efectivamente, el modo de ejercitarse el poder podía ser transcrito, al disciplinario. El poder disciplinario, indescriptible en términos de la teoría
menos en lo esencial, en términos de relación soberano-súbdito. Pero en de la soberanía, radicalmente heterogéneo, tendría que haber conducido
los siglos XVII-XVIII se produjo un fenómeno importante, la aparición, normalmente a la desaparición del gran edificio jurídico de dicha teoría.
mejor la invención de una nueva mecánica de poder que posee Pero en realidad, la teoría de la soberanía ha continuado no sólo
procedimientos muy singulares, instrumentos del todo nuevos, aparatos existiendo como una ideología del derecho, sino organizando los códigos
muy distintos y jurídicos que aparecen
150 Michel Foucault
Curso del 14 de enero de 1976 151

en la Europa del siglo XIX a partir de los códigos napoleónicos.


de la soberanía, y además las disciplinas oscuras y mudas que trabajarían
¿Por qué ha persistido la teoría de la soberanía como ideología y en profundidad, en la sombra, constituyendo el subsuelo de la gran
como principio organizador de los grandes códigos jurídicos? Creo que mecánica del poder. En realidad las disciplinas tienen su discurso. Son,
las razones pueden ser dos. Por una parte, ha sido, en el siglo XVIII y por las razones que decía antes, creadoras de aparatos de saber y de
todavía en el XIX, un instrumento crítico permanente contra la monarquía múltiples dominaciones de conocimiento. Son extraordinariamente
y contra los obstáculos que podían oponerse al desarrollo de la sociedad inventivas en el orden de los aparatos que forman saber y conocimientos.
disciplinaria. Pero, por otra parte, la teoría de la soberanía y la Las disciplinas son portadoras de un discurso, pero éste no puede ser el
organización de un código jurídico centrado en ella permitieron del derecho; el discurso de las disciplinas es extraño al de la ley, al de la
sobreponer a los mecanismos de disciplina un sistema de derecho que regla efecto de la voluntad soberana. Las disciplinas conllevarán un
ocultaba los procedimientos y lo que podía haber de técnica de do- discurso que será el de la regla, no el de la regla jurídica derivada de la
minación, y garantizaba a cada cual, a través de la soberanía del Estado, el soberanía, sino el de la regla natural, es decir, el de la norma. Definirán
ejercicio de sus propios derechos soberanos. Los sistemas jurídicos, ya se un código que no será el de la ley sino el de la normalización, se referirán
trate de las teorías o de los códigos, han permitido una democratización de a un horizonte teórico que no serán las construcciones del derecho, sino el
la soberanía con la constitución de un derecho político articulado sobre la campo de las ciencias humanas, y su jurisprudencia será la de un saber
soberanía colectiva, en el momento mismo en que esta democratización clínico.
de la soberanía se fijaba en profundidad mediante los mecanismos de la
coacción disciplinaria. En suma, lo que he querido mostrar, en el transcurso de estos últimos
años, no es cómo sobre el frente de avanzadilla de las ciencias exactas se
Más rigurosamente, se podría decir: desde el momento que las
ha ido poco a poco anexionando a la ciencia el dominio incierto, difícil,
constricciones disciplinarias tenían que ejercerse como mecanismos de
embrollado del comportamiento humano: no es a través de un progreso de
dominación y estar al mismo tiempo escondidas como ejercicio efectivo
racionalidad de las ciencias exactas como se han constituido
del poder, era necesario asimismo que la teoría de la soberanía estuviese
gradualmente las ciencias humanas. Creo que el proceso que ha hecho
presente en el aparato jurídico y fuese reactivada por los códigos. En las
fundamentalmente posible el discurso de las ciencias humanas es la
sociedades modernas, desde el siglo XIX hasta nuestros días, tenemos,
yuxtaposición, el choque de dos líneas, de dos mecanismos y de dos tipos
pues, por una parte una legislación, un discurso, una orga nización del
de discurso absolutamente heterogéneos: por un lado la organización del
derecho público articulado en torno al principio del cuerpo social y de la
derecho en torno a la soberanía y por otro la mecánica de las sujeciones
delegación por parte de cada uno; y por la otra, una cuadriculación
ejercidas por las disciplinas. Y que en nuestros días el poder se ejerza a
compacta de coacciones disciplinarías que aseguran en la práctica la
través de este derecho y de estas técnicas, que estas técnicas y estos
cohesión de ese mismo cuerpo social. Ahora bien, esta cuadriculación no
discursos invadan el derecho, que los procedimientos de normalización
puede, en ningún caso, transcribirse en el interior de este derecho que es,
colonicen cada día más a los de la ley, todo esto, creo, puede explicar el
sin embargo, su compañero necesario. Un derecho de soberanía y una
funcionamiento global de lo que querría llamar sociedad de
mecánica de la disciplina: entre estos dos límites, creo, se juega el
normalización. Más en detalle, quiero decir que las normalizaciones
ejercicio del poder. Pero estos dos límites son tan heterogéneos que no
disciplinarias van a chocar siempre, cada vez más, con los sistemas
pueden reducirse el uno al otro. Los poderes se ejercitan en las sociedades
jurídicos de la soberanía: cada día aparece más netamente la
modernas a través, a partir y en el mismo juego de esta heterogeneidad
incompatibilidad de las unas con los otros, es más necesario una especie
entre un derecho público de la soberanía y una mecánica polimorfa de las
de discurso arbitrador, un tipo de saber y poder que la sacralización
disciplinas. Lo cual no quiere decir que exista por una parte un sistema de
científica volvería neutro. Es verdaderamente en la extensión de la
derecho docto y explícito, que sería el
medicina donde vemos, de algún modo, no quiero decir combinarse, sino
chocar, o entrechocar, perpetuamente la mecánica de las disciplinas
y el
152 Michel Foucault

principio del derecho. Los avances de la medicina, la medica-lización


general del comportamiento, de las conductas, de los discursos, de los
deseos, etc., tienen lugar en el frente en el que se encuentran los dos
planos heterogéneos de la disciplina y de la soberanía. Por esto, contra las
usurpaciones de la mecánica disciplinaria, contra la exaltación de un
poder ligado al saber científico, nos encontramos hoy en una situación en
la que el único recurso aparentemente sólido es precisamente el recurso
de la vuelta a un derecho organizado alrededor de la soberanía y
articulado sobre este viejo principio. Cuando se quiere objetar algo en
contra de las disciplinas y todos los efectos de poder y de saber qué
implican, ¿qué se hace concretamente en la vida, qué hacen los sindicatos,
10.
la magistratura y otras instituciones si no es precisamente invocar este
derecho, este famoso derecho formal, llamado burgués, y qué en realidad
es el derecho de la soberanía? Más aún, creo que nos encontramos en una LAS RELACIONES
especie de callejón sin salida: no es recurriendo a la soberanía en contra
de las disciplinas como se podrán limitar los efectos del poder DE PODER PENETRAN
disciplinario, porque soberanía y disciplina, derecho de soberanía y
mecanismos disciplinarios son las dos caras constitutivas de los
mecanismos generales del poder en nuestra sociedad.
EN LOS CUERPOS*
A decir verdad, para luchar contra las disciplinas en la búsqueda de
un poder no disciplinario, no se tendría que volver al viejo derecho de la
soberanía, sino ir hacia un nuevo derecho que sería antidisciplinario al Lucette Finas: Michel Foucault, La voluntad de saber, primer
mismo tiempo que liberado del principio de la soberanía. Y aquí volumen de su Historia de la sexualidad, me parece un texto asombroso
encontramos la noción de represión que pienso presenta un doble desde todos los puntos de vista. La tesis que usted defiende, inesperada y a
inconveniente en el uso que se hace de ella: referirse oscuramente a una primera vista simple, se hace progresivamente más compleja. Digamos,
cierta teoría de la soberanía que sería la de los soberanos derechos del resumiéndola, que entre el poder y el sexo no se establece una relación de
individuo, y además, poner en juego, cuando se la utiliza, un sistema de represión, sino todo lo contrario. Pero antes de ir más lejos volvamos a su
relaciones psicológicas tomado en préstamo de las ciencias humanas, es lección inaugural en el Colegio de Francia en diciembre de 1970. Usted
decir, de los discursos y de las prácticas que pertenecen al dominio analiza en ella los procedimientos que controlan la producción del
disciplinar. Creo que la noción de represión,es todavía una noción discurso: la prohibición, después la vieja repartición razón-locura,
jurídico-disciplinar sea cual sea el sentido crítico que se le quiera dar. Y finalmente la voluntad de verdad. ¿Querría precisarnos las conexiones
en esta medida, la utilización como llave crítica de la noción de represión entre La voluntad de saber y el Orden del discurso, y decirnos si a lo
se halla viciada, inutilizada desde el principio dada la doble relación largo de su demostración se superponen voluntad de saber y voluntad de
jurídica y disciplinar que implica respecto a la soberanía y a la verdad?
normalización. Michel Foucault: Pienso que en ese Orden del discurso he mezclado
dos concepciones o, mejor dicho, he propuesto una

* Les rapports de pouvoir passent á l'interieur des corps. Entrevista


realizada por L. Finas en La Quinzaine Littéraire, n.° 247, 1-15 enero
1977. Págs. 4-6.

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UNIDAD 4
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HENRI LEFEBVRE
Sociología de Marx. LEFEBVRE, Henri,
Sociología de Marx,
Cap 3: Sociología del conocimiento e ideología trad. Jordi Fornas,
Península, Barcelona, 1969.
1 Es inútil subrayar este uso que da
El concepto de ideología es uno de los más originales y encuentran en Marx y tienen para él y en su pensamiento alcance Marx a la palabra “base”. No
amplios introducidos por Marx. Es también uno de los más científico. Se trata de elementos de conocimiento. Transparencia expresa una realidad económica,
sino una realidad sociológica, una
difíciles y más oscuros, aunque el lenguaje corriente lo haya quiere decir presencia, y se distingue de la representación hasta praxis evidentemente vinculada,
admitido. Para captar el concepto, empezaremos por algunas el punto de oponerse a ella. para Marx, a un determinado nivel
de crecimiento de las fuerzas
consideraciones previas. “Puesto que la economía política gusta de las productivas, de un bien histórico.
a) Es sabido que el término “ideología” procede de una robinsoniadas, visitemos a Robinsón en su isla. Siendo, como es, Las relaciones sociales (de
naturalmente modesto, no por ello deja de tener varias dependencia personal) forman la
escuela filosófica (empirista y sensualista, con una tendencia al estructura, y por tanto la “base” real,
materialismo) que tuvo influencia e importancia en Francia a necesidades a satisfacer; necesita realizar trabajos útiles de de la sociedad medieval.
finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Para los filósofos de diferentes generos, fabricar muebles, producir utencillos,
esta escuela (Destutt de Tracy) hay una ciencia de las ideas, es capturar animales, pescar, cazar, etc. De las oraciones y otras
decir, de los conceptos abstractos, que estudia su génesis y pequeñeces por el estilo no tenemos nada que decir pues nuestro
puede reconstruirla íntegramente a partir de las sensaciones Robinsón encuentra placer en ellas y considera las actividades de
(Condillac). Esta ciencia de las ideas se denomina ideología, y los esta especie como una distracción confortadora…Todas las
filósofos que profesan esta doctrina se denomina a sí mismos relaciones entre Robinsón y las cosas que constituyen la riqueza
ideólogos. que él mismo se ha creado son simples y transparentes…
Pasemos ahora de la luminosa Isla de Robinsón al sombrío
Marx transformó el sentido del término (o más bien, con medioevo europeo… Precisamente porque la sociedad está
1
Engels, ratificó una transformación que estaba en curso desde el basada en la dependencia personal todas las relaciones sociales
final de la escuela de los “ideólogos”). La palabra se convirtió en aparecen como relaciones entre las personas. Los diferentes
peyorativa. No designaba solamente una teoría explicativa, sino trabajos no necesitan, consiguientemente, asumir una forma
la cosa misma a explicar. Esta cosa a explicar adquirió una fantástica diferente de su realidad. Se presentan como servicios,
amplitud completamente distinta. Para los ideólogos franceses, la prestaciones y entregas de bienes en especie. La forma natural
ideología se limitaba a la explicación, mediante una psicología del trabajo, su particularidad y no, su generalidad, su carácter
causal, de las representaciones individuales. Para Marx y Engels, abstracto, como ocurre en la producción mercantil- es también su
el objeto estudiado se convierte en un conjunto de forma social…En la industria rústica y patriarcal de una familia de
representaciones características de una época y de una campesinos que produce para sus propias necesidades ganado,
sociedad. Por ejemplo: la ideología alemana. El primer sentido del lino, tela, trigo y vestidos, estos diversos objetos se presentan a la
término no desaparece. Marx pretende aportar una teoría de las familia como los diversos productos de su trabajo y no como
representaciones generales, es decir, sociales; da los elementos m e r c a n c í a s q u e s e i n t e r c a m b i a n
de una génesis explicativa de las ideologías, que define y recíprocamente…Representémonos por último, una reunión de
relaciona sus condiciones históricas y sociológicas. hombres libres que trabajan con medios de producción comunes
b) Si en la exposición de una noción se introducen y que conjugan según un plan concertado sus distintas fuerzas
términos como “opacidad” o “transparencia” (de una sociedad), individuales como una sola y la misma fuerza de trabajo social…
es posible que se formule la acusación de sustituir las definiciones Las relaciones sociales de los hombres en sus trabajos con los
científicas por imágenes. No obstante, estas “imágenes” se objetos útiles que provienen de ellos siguen siendo aquí libres y

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2 El Capital, I, 1, 4.
transparentes, tanto en la producción como en la distribución… ante ella, es una pura forma, y por tanto una transparencia. En la 3 Ibid.
Los pueblos mercantiles propiamente dichos sólo existen durante realidad práctica y vivida, es por el contrario opacidad y causa de
breves intervalos del mundo antiguo, a la manera de los dioses de opacidad. La existencia misma de la mercancía es extraña, y eso
Epicuro, o como los judíos en los poros de la sociedad polaca. tanto más cuanto que los hombres no se aperciben de esa
Estos viejos organismos sociales son, en la relación de extrañeidad. “Una mercancía parece a primera vista algo
producción, mucho más simples y más transparentes que la trivial y que se comprende en sí mismo. Nuestro análisis ha
sociedad burguesa, pero tienen por base la inmadurez del mostrado, por el contrario, que es algo muy complejo, lleno de
hombre individual cuya historia no ha cortado todavía, por decirlo sutilezas metafísicas y de argucias teóricas.”
así, el cordón umbilical que lo une a la comunidad natural de una La mercancía tiene un carácter místico: existe sólo para
tribu primitiva- o ciertas condiciones de despotismo o de los seres humanos, en sus relaciones, y, sin embargo, existe
esclavitud… La vida social, cuya base está formada por la fuera de los seres humanos, pesa sobre sus relaciones, e incluso,
3
producción material y las relaciones que implica, sólo se separará los lleva por el camino de la cosa (abstracta). Hay que esperar
de su aureola mística que oculta su aspecto el día que se largos siglos para que un conocimiento que empieza por una
manifieste la obra de hombres asociados libremente y que actúen tarea radicalmente crítica denuncie el misterio de este fetichismo,
concientemente y que sean dueños de su propio movimiento transformado en poder del dinero y del capital. Así, la mercancía,
2
social…” como forma y sistema que implica consecuencias (el dinero, el
Así, para Marx, la conciencia (social) que nace de una capital), no puede dejar de engendrar una sociedad opaca.
praxis solamente es un fiel reflejo de la misma en situaciones muy Hablando trivialmente, esta opacidad se traduce en el hecho de
definidas: cuando la propia praxis no se rodea de velos místicos y que el dinero dispone de los seres humanos, que quienes poseen
las relaciones entre los seres humanos siguen siendo directas, el dinero llegan al poder mediante intrigas, que reinan poderes
sin intermediarios “opacos”. Las praxis sociales, en estructuras ocultos. La no transparencia (la opacidad) de la sociedad, es,
sociales y modos de producción determinados, producen pues, un hecho social, o más bien socio-económico. Solamente la
representaciones. Estas representaciones hacen que aumente o praxis revolucionaria, que articula la teoría (verdadera) y la acción
disminuya la falta de transparencia de una sociedad. Iluminan u (práctica verificadora), restablece las condiciones de una
oscurecen esa sociedad. Tan pronto la iluminan con una falsa transparencia alterada durante un largo período histórico. La
claridad como la sumen en la penumbra y en las tinieblas en praxis revolucionaria elimina las condiciones de las
nombre de una doctrina más oscura todavía que la realidad de la representaciones ilusorias, producto de las condiciones que se
cual surge. La realidad social, es decir, los hombres y los grupos pretendía que explicaban.
humanos en sus interacciones, produce apariencias, que más Sabido esto, hayamos en los textos dos definiciones de
que otra cosa son ilusiones sin consistencia alguna. Estas ideología, lo suficientemente diferentes para suscitar cuestiones
apariencias son el modo de aparecer de las actividades humanas y exigir la elucidación del concepto. La ideología sería un
en el conjunto que constituyen en un momento dado: las reflejo invertido, mutilado y deformado de lo real. En la ideología,
modalidades de la conciencia. Tienen pues mucha más los hombres y sus condiciones aparecen al revés, como en la
consistencia, por no decir coherencia, que ilusiones simples o cámara oscura, lo cual sería el resultado de una especie de
mentiras vulgares. Las apariencias tienen una realidad, y la proceso vital específico, de la misma manera que la inversión de
realidad trae consigo apariencias. En particular, el modo de los objetos en la retina es el resultado de un proceso físico. Los
producción mercantil se rodea de aureolas. Debemos volver individuos, en sus representaciones, colocan su propia realidad
sobre ella, pues ahí encontramos la clave del pensamiento y de la cabeza abajo, y esto forma parte de esa realidad. La conciencia
sociología marxista. La mercancía, para la reflexión analítica y jamás puede ser otra cosa que el ser conciente, pero una ley del

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4 CF. Los comienzos de La


ser conciente impone a la conciencia una diferencia por relación a sustituye? El resumen de los resultados del desarrollo histórico, Ideología Alemana
sí misma: lo refleja y lo percibe de manera distinta a como es. Lo que no tiene ningún interés, ningún sentido, ningún valor fuera de
proyecta sobre una pantalla, como en la cámara oscura o en la la historia. Los conceptos legados por ese pasado pueden a lo
linterna mágica. Estas representaciones ilusorias de la realidad, sumo facilitar la ordenación de los materiales históricos, indicar la
cuyo carácter ilusorio viene exigido por esa misma realidad, se sucesión de las capas.
refieren ya a la naturaleza y a las relaciones del hombre con la La continuación de este texto, en la misma obra de Marx
naturaleza, ya a las relaciones entre los seres humanos mismos. (La ideología Alemana), rectifica notablemente esta teoría
La ideología se reduce pues a una representación errónea de la extremista. La ideología, una vez relacionada con sus
historia. Toda ideología es un conjunto de errores, de ilusiones, de condiciones reales, deja de ser enteramente una ilusión y una
mixtificaciones, explicables a partir de lo que deforma y completa falsedad. ¿En qué consiste? En una teoría que ignora
4
transpone: la historia. sus presuposiciones, su base y su sentido, que pervive sin una
El estudio de las ideologías da lugar, pues, a una crítica relación real con la acción, es decir, que carece de consecuencias
radical y a una explicación histórica exhaustiva. Como o cuyas consecuencias se apartan de lo esperado y de las
formaciones nebulosas, salidas del cerebro de los hombres, las previsiones. O incluso es una teoría que generaliza el interés
representaciones generales (la filosofía, el derecho, la religión, el particular el de una clase- sirviéndose de medios como las
arte y la conciencia misma) van a añadirse al proceso vital abstracciones, las representaciones incompletas o deformadas y
material que puede comprobarse empíricamente sin necesidad los fetichismos.
de estos intermedios. La moral, la religión, la metafísica y los A partir de ahí es imposible sostener que toda ideología
restantes aspectos de la ideología, las formas correspondientes es totalmente ilusoria. El fundamento de la ideología se desplaza.
de la conciencia, sólo tienen una apariencia de independencia. No se trata ya, con los colores de la historia, de una especie de
Carecen de historia; carecen de desarrollo, es decir, no poseen destino ontológico que obliga a la conciencia a diferir del ser. El
autonomía alguna por relación a la producción y a los cambios fundamento se convierte en algo verdaderamente histórico y
materiales entre los seres humanos. No es la conciencia lo que sociológico: se trata de la división del trabajo y, también, del
determina la vida, sino la vida lo que determina la conciencia, lenguaje.
fórmula célebre, citada frecuentemente fuera de su contexto. El hombre posee una conciencia, y sobre esta cuestión
Pero este contexto es muy precisamente afirmativo; hay sólo dos tienen razón los filósofos, que han delimitado y formulado el
maneras de comprender la historia. O bien se parte de la concepto de conciencia de sí (Bewusstsein). Pero ¿Cuándo y
conciencia y la realidad escapa, o bien se parte de la vida real y a dònde se han engañado los filósofos? Cuando separaron la
la vez se llega a ella y se explica esta conciencia que carece de conciencia de sus condiciones, de sus objetos, de sus diversas y
toda realidad. El materialismo histórico acaba con la especulación contradictorias relaciones con lo que no es ella misma; cuando
que parte de la conciencia y de las representaciones, y, por tanto, concibieron la conciencia “pura” y sobre todo cuando
de las ilusiones. transportaron esta “pureza” hacia los orígenes históricos,
“Donde termina la especulación sobre la vida real planteándose así unos problemas especulativos insolubles. Y, en
empieza la ciencia real, positiva: la representación de la actividad efecto, hay un pecado original que mancilla la pureza de esta
práctica, del proceso de desarrollo práctico de los hombres” conciencia desde el principio. No puede escapar a una maldición:
Este proceso se basta a sí mismo. Posee en sí la realidad la de estar vinculada a una materia que se presenta aquí bajo la
y la racionalidad. El conocimiento acaba con la fraseología, con la forma de agitadas capas de aire, de sonidos; al lenguaje, en una
ideología. En particular, con la representación de la realidad, la palabra. El lenguaje es tan antiguo como la conciencia. No hay
filosofía pierde su medio de existencia. ¿Qué es lo que la conciencia sin lenguaje, pues el lenguaje es la conciencia real,

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práctica, que existe para otros hombres, y que, por tanto, existe representaciones abstractas entran en contradicción con lo “real”,
también para el ser que se ha convertido en ser conciente. El es decir, con las relaciones sociales existentes, eso significa que
lenguaje no es solamente el medio o el instrumento de una la contradicción ha penetrado en las relaciones sociales mismas,
conciencia preexistente, descubre Marx. Es el medio natural y en su propio seno o entre ellas y su base, esto es, las fuerzas
social a la vez de la conciencia; es la existencia de ésta. Nace con productivas (división técnica y organización social del trabajo).
la necesidad de comunicación, con el “comercio”, en sentido Estas representaciones constituyen teorías. No se trata de
general, entre los seres humanos. La conciencia, ligada representaciones flotantes aisladas, sino de ideas a las que los
indisolublemente al lenguaje, es, pues, una obra social. Falta “ideólogos” tratan de dar una forma coherente. Estos ideólogos se
indicar lo que los seres humanos tienen que comunicarse, lo que convierten en especialistas. ¿Cómo? En el interior de los grupos y
han de decir. Se trata, para empezar, del entorno sensible, de los clases dominantes. Quienes detentan el poder material
vínculos inmediatos entre las personas. Se trata también de la (económico y político) según las relaciones jurídicas y sociales
naturaleza, en tanto que poder hostil respecto del cual se siente existentes detentan también el poder “espiritual”. Las
desarmada la debilidad humana. La conciencia humana representaciones es decir, la conciencia social- se forman
comienza con una conciencia animal, sensible, de la naturaleza, y mediante la formulación y la idealización de las condiciones
ello a pesar de ser ya social. Esto da lugar a la primera reales que precisamente permiten la primacía económica, social
mixtificación: la religión de la naturaleza; disfraza las todavía y política de determinado grupo o de determinada clase. Los
elementales relaciones sociales de relaciones naturales, e individuos que actúan en la praxis, con sus medios de acción,
inversamente. Semejante “conciencia tribal” no se libera de su pesan sobre la conciencia. Contribuyen poderosamente a
tosquedad y de su ilusión inicial más que con el acrecentamiento formarla y a excluir las representaciones que no les convienen.
de la productividad, con el perfeccionamiento de los instrumentos Sus ideas son pues las ideas dominantes de su época, pero de
y el aumento de las necesidades y de la población. Entonces la una manera que deja lugar para la invención. Por ejemplo,
división del trabajo, que al principio era sólo biológica (sexo, edad, cuando el rey, la nobleza y la burguesía tienden, cada uno por su
vigor físico, etc.), se convierte en división técnica y social. Las cuenta, a la dominación, se contempla la aparición de una teoría
divisiones del trabajo se suceden y se superponen unas a otras política: la de la separación de poderes. Hay que tener en cuenta,
(ciudad y campo, funciones sociales y políticas, comercio y para comprender las ideologías, todo lo que ocurre en las altas
producción, sin olvidar la separación del trabajo individual y esferas de las sociedad consideradas; clase y fracciones de
trabajo social, trabajo fragmentario y trabajo global, etc.). En lo clases, instituciones, luchas por el poder, intereses diversos,
que se refiere a la formación de las ideologías, la división más convergentes u opuestos. También hay que tener en cuenta el
importante es la que separa el trabajo material del trabajo hecho de que quienes elaboran estas representaciones, los
intelectual, la acción creadora (sobre las cosas por medio de “ideólogos”, raramente son los miembros activos de esa clase o
instrumentos materiales) y la acción sobre los seres humanos por de ese grupo. Ello contribuye a separar las representaciones de
medio de instrumentos no materiales, entre los cuales figura ante las realidades que representan, justifican o condenan. A una
todo el lenguaje mismo. A partir de este momento, la conciencia realidad conflictiva le corresponden conflictos teóricos, pero las
puede liberarse de la realidad y construir abstracciones, teoría representaciones no corresponden punto por punto, rasgo por
pura: teología (en lugar de religión natural), filosofía (en lugar de rasgo, a lo que representan. Muy al contrario, se alejan de ello.
religión), moral (en lugar de las costumbres), etc. Las Esto deja lugar para las ideas revolucionarias, siempre que exista
representaciones elaboradas sustituyen a la conciencia realmente en la sociedad un grupo o una clase revolucionaria que
inmediata, de la que se usa y abusa a la vez, que permanecía a actúa con un objetivo práctico: la transformación de la sociedad,
nivel de lo sensible o de lo natural. Cuando estas la solución efectiva de sus problemas, la resolución total de las

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contradicciones. universalidad. Y ello indebidamente, salvo si esta


Las ideologías tienen pues, según la exposición dada por ideología representa a una clase revolucionaria,
Marx (y Engels), los caracteres siguientes: portadora, durante un determinado período
a) Parten de una determinada “realidad”, pero se trata de histórico, de intereses y objetivos históricos que
una realidad parcial y fragmentaria, pues la totalidad se le escapa poseen un sentido universal. Tal fue el caso de la
a la conciencia por el hecho mismo de las condiciones limitadas y burguesía ascendente.
limitativas de esta conciencia; el movimiento y la historia escapan d) Las ideologías poseen, pues, este carecer doble:
a las voluntades en las condiciones en que estas voluntades general, especulativo y abstracto por una parte, y,
intervienen. por otra, representativo de intereses definidos,
b) Las ideologías refractan la realidad a través de las limitados y particulares. Las ideologías se
representaciones ya existentes, seleccionadas por esfuerzan por responder a todas las cuestiones, a
los grupos dominantes y admitidas por ellos. todos los problemas, y, por tanto, a proponer
Solamente a través de problemas antiguos, de concepciones del mundo. Al mismo tiempo,
antiguos puntos de vista, del antiguo vocabulario y imponen maneras de vivir y de conducirse,
de las múltiples tradiciones se abren camino los conductas y “valores” (por emplear aquí una
elementos nuevos y sus representaciones. terminología que ciertamente no es la de Marx)
c) Semejantes representaciones, mutiladoras y Las ideologías, consiguientemente, ignoran sus
mutiladas no por causa de un oscuro destino, sino exactas relaciones con la praxis: por una parte, sus
en razón de la historia en la cual se insertan, no por condiciones y sus presuposiciones (postulados); por
ello dejan de tener la ambición y la pretensión de otra, sus consecuencias. Por un lado descuidan las
presentarse como totalidad. A la totalidad real, la implicaciones de sus teorías, aquello de lo cual son
de la praxis (de la cual parten, mutilándola) efectos, y, por otro, ignoran aquello de lo cual serán
sustituyen pues una totalidad abstracta, irreal, causas, o razón y cómo. Al mismo tiempo, las
ficticia. Las proporciones, por decirlo así, de ideologías no pueden separarse de la praxis. Se
realidad y de irrealidad que entran en las insertan en ella a la vez como resultados y como puntos
ideologías varían según las épocas, las de partida de acciones (más o menos) eficaces. Las
condiciones y las relaciones de clase. Las representaciones ideológicas son siempre
ideologías procedes por extrapolación a partir de lo instrumentos en la lucha de los grupos (pueblos,
real, interpretado y transpuesto. Desembocan en naciones) y de las clases (y fracciones de clases). Pero
sistemas (teóricos, filosóficos, políticos o jurídicos) sólo intervienen eficazmente disfrazando los intereses
que tienen en común la característica de ir con y los objetivos de estos agrupamientos y elevándolos al
retraso respecto del movimiento de la historia. No nivel de la totalidad y de la universalidad.
por ello es menos cierto que la amplitud y el e) Al tener un punto de partida y de apoyo en la
esfuerzo hacia la coherencia forman parte de toda realidad (en la praxis) o, más bien, en la medida en que
la ideología merecedora de este nombre. Ejemplo lo tienen, las ideologías no son enteramente falsas.
típico es el de la ideología alemana en el período Según Marx, es conveniente distinguir entre la
considerado, de finales del siglo XVIII y primera ideología, la ilusión y la mentira, o bien entre la
mitad del XIX. De este modo, toda gran ideología ideología, el mito y la utopía. Y esto a pesar de que las
tiende hacia la mayor generalidad: hacia la ideologías pueden contener ilusiones (de clase), servir

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de mentiras puras y simples (en las luchas políticas) y a poder (económico o político) se sirven de
pesar de que no dejen de tener relaciones con los mitos representaciones para legitimar sus actos. Por otra
y utopías. En la historia de las ideologías, las parte, y sobre todo, las representaciones
representaciones ilusorias y engañosas se mezclan a ideológicas más elaboradas refluyen hacia el
veces de modo indescifrable con los conceptos -es lenguaje. Se convierten en lenguaje. Proporcionan
decir, con los conocimientos-, a los que sirven de un vocabulario, unas formulaciones, giros del
vehículo, a los que recubren, a los que ahogan o bien, pensar que son también giros lingüísticos. La
por el contrario, a los cuales permiten aparecer. La conciencia social, conciencia de una praxis
selección entre los elementos de la ideología se realiza múltiple y contradictoria, cambia sólo por este
post festum, lentamente, con la ayuda de un camino: mediante la adquisición de palabras y de
pensamiento crítico más o menos radical. Ejemplo locuciones nuevas que eliminan las estructuras
típico es la filosofía (la ideología) alemana, que piensa periclitadas del lenguaje. El lenguaje no suscita lo
especulativamente, en razón del retraso económico y que los hombres han de decir. No posee tal poder
social de Alemania en el siglo XIX, lo que realizan y mágico, o lo posee sólo temporalmente y de
teorizan los ingleses (la economía política, el manera precaria. Lo que los hombres dicen
capitalismo de concurrencia) y lo que hacen los procede de la praxis: del trabajo y de la división del
franceses (las revoluciones políticas). Los pensadores trabajo, de los actos y de las luchas reales. Pero lo
alemanes traducen en metafísica la praxis de su época. que hacen sólo entra en la conciencia pasando por
La disfrazan y la hacen casi incognoscible dentro de el lenguaje, siendo dicho. Las ideologías
sus sistemas. Y ello en relación con las perspectivas a constituyen la mediación entre la praxis y la
la vez extendidas abstractamente y limitadas conciencia (es decir, el lenguaje). Mediación que
prácticamente de su país, de sus clases dominantes y también puede servir de pantalla, de obstáculo, y
de sus medio dirigentes. Sin embargo, elaboran bloquear la conciencia. Así, la religión crea
conceptos nuevos, destinados a integrarse en el palabras, símbolos, expresiones. La teoría
conocimiento y en la praxis revolucionaria, y entre ellos verdadera, es decir, la teoría revolucionaria, debe
el concepto del movimiento dialéctico. Al pensamiento también formar su lenguaje, hacer que penetre en
crítico y a la acción revolucionaria les corresponde el la conciencia social; encuentra condiciones
papel de separar del estallido de los sistemas y de la favorables cuando una clase ascendente esta
disolución de las ideologías que lo contienen madura para percibir ese lenguaje nuevo y para
f) Las ideologías implican, pues, abstracciones no recibir los nuevos conceptos. Pero aún así hay que
científicas, mientras que los conceptos son esperar enormes obstáculos en este camino.
abstracciones científicas (como el concepto de Proceden no solamente de la voluntad de los seres
valor de cambio o el de mercancía). Pero no humanos sino también de los límites de su
permanecen en la nube de la abstracción. horizonte, limitado por la estrechez de su praxis y
Retornan hacia la praxis, como sabemos, aunque por las representaciones aceptadas en función de
ahora es preciso especificar cómo. Intervienen de esta estrechez. Un burgués o un individuo de la
dos maneras: mediante la coerción y mediante la clase media no son forzosamente malvados o
persuasión. Las ideas abstractas, en sí mismas, no estúpidos, pero no pueden salir de su campo de
tiene poder alguno; pero las gentes que detentan el visión. Esas perspectivas se formulan y se

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5 Marx-Engels Gesamtausgabe, I,
mantienen en y por el lenguaje, que por lo demás que revisten las determinaciones sociales del 5, p. 424.
pertenece a la sociedad entera. Pero el lenguaje trabajo, sobre la base de un modo particular de 6 Cf. La Ideología Alemana
deforma la realidad práctica, y ello no solamente en producción, se les presta el sentido de ficciones 7 El Capital, I, 2., hacia el final del
capítulo.
labios de los filósofos (por ejemplo, de los convencionales, sancionadas por el pretendido
ideólogos), sino en labios de cuantos lo hablan. El consentimiento universal de los hombres”
pensamiento y el lenguaje no forman una esfera
independiente, afirma Marx.5 En ese tesoro o en Ello constituye una ideología, que data del siglo
ese depósito confiado al conjunto de la sociedad XVIII, y no el cifrado conceptual, científico, de las
que es la lengua, se amontonan las ilusiones y los enigmáticas formas que adoptan las relaciones
errores, las verdades triviales y las verdades sociales.7 En el lenguaje de esa forma, el lenguaje,
profundas. Existe siempre un problema: el de como en el de esa otra, la mercancía, es preciso
pasar del mundo de las representaciones (de los determinan el carácter formal pero sin separarlo
pensamientos) al mundo real, y este problema no nunca de su razón de ser: contenido, movimiento,
es más que el de pasar del lenguaje a la vida. El historia, relaciones sociales, praxis.
problema posee, pues, aspectos múltiples: el
lenguaje existente, las ideologías, la praxis, las Para captar mejor la noción marxista de ideología, cabe
clases y su acción. Así, compararla con las “representaciones colectivas”, de la escuela
de Durkheim. En cierto sentido, la ideología es efectivamente una
“el burgués tiene tanta más facilidad de “representación colectiva”, pero Durkheim convierte a la sociedad
preservar por medio del lenguaje la identidad de en un ser abstracto, mientras que para Marx nace de la
las relaciones mercantiles con las relaciones interacción (práctica) de los grupos y de los individuos. Una
individuales y más en general, humanas, cuanto ideología no pertenece pues a lo social como totalidad; proviene
que ese mismo lenguaje es obra de la burguesía” 6 de las invenciones individuales en el marco social donde los
grupos (castas o clases) luchan por afirmarse o para dominar.
De este modo, Marx intenta situar el lenguaje en Por otra parte, la ideología no pesa desde fuera sobre las
la praxis, por relación a las ideologías, a las clases, consciencias individuales, pues no es exterior a la vida real de los
a las relaciones sociales. El lugar del lenguaje es individuos. Las ideologías proporcionan el lenguaje de la vida
importante, pero en absoluto decisivo. real, y consiguientemente no ejercen la presión coercitiva de lo
Consideremos nuevamente la mercancía. En social sobre lo individual en el sentido de la sociología de
cierto sentido, dado que la moneda disfraza de Durkheim. Quienes utilizan las ideologías raramente vacilan ante
objeto una relación social, toda mercancía es un la violencia justificada por estas mismas ideologías; se trata
signo. En efecto: no se convierte en valor (de entonces de una coerción brutal ejercida desde el poder; por el
cambio) más que como envoltorio y signo de contrario, las ideologías en tanto que tales persuaden al individuo,
trabajo humano empleado en su producción. No le confieren un sentido (una significación y una orientación). Vista
obstante, desde afuera, la ideología aparece como un sistema cerrado y
coherente. Vista desde dentro, se presenta a la fe, a la
“a partir del momento en que no se ven más que convicción, a la adhesión. El individuo se entrega a la ideología y
simples signos en los caracteres sociales que cree encontrarse a si mismo en ella. En lugar de realizarse, se
revisten las cosas, o en los caracteres materiales pierde, se aliena. No advierte en seguida este hecho y, cuando lo

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advierte, es con excesiva frecuencia demasiado tarde. La progreso.


ideología, pues, tiene exigencias respecto de las vidas Semejante situación no puede estabilizarse
individuales, pero se trata de exigencias consentidas por el definitivamente, a pesar de que el objetivo de la ideología sea
individuo. Si en ella se destina al sacrificio, si la ideología ejerce este. Aparecen otras formas de consciencia y otras ideologías e
sanciones sobre el (internas o externas), las espera, las exige. El inician el combate. Solamente una ideología (o una teoría
poder de las ideologías defiere pues del poder de las verdadera) puede luchar contra otra ideología. Una forma de
<<representaciones colectivas>>. consciencia nunca llega a formarse ni una ideología a
Toda una sociedad, e incluso todo el poder, deben ser sistematizarse definitivamente. ¿Por qué? Porque la praxis se
aceptados. Una estructura social, con relaciones sociales y abre siempre sobre lo posible, sobre el porvenir. Y así el
jurídicas definidas, debe obtener el consentimiento de una gran <<consenso>> obtenido por una ideología en su época dorada,
parte, por no decir de la totalidad, de los miembros de la sociedad. juvenil y virulenta, se convierte en polvo. Se disuelve ante la
Sin esta adhesión no hay grupos sociales, no hay necesidad ideología, que lleva consigo una crítica de lo que existe y el
constituida. Los sociólogos no se han equivocado, por tanto, al proyecto de algo nuevo.
insistir en el <<consenso>>? ¿Cómo pacen aceptar la opresión Si profundizamos en la exposición de las ideologías
los conquistadores, los amos, los dominadores, los que tienen el según Marx y Engels, hallamos el esbozo de una clasificación y
poder? Que no existe sociedad alguna basada en la violencia de una génesis.
pura es cosa que Marx y Engels repitieron muchas veces. Todas
las formas sociales han tenido una razón de ser en el crecimiento a) Existen en primer lugar las representaciones ilusorias,
y en el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones porque preceden a las condiciones en las cuales pueden nacer
sociales. La ideología obtiene pues la aquiescencia de los los conceptos. Así, antes de que naciera el concepto de tiempo
oprimidos, de los explotados. La ideología les representa de una histórico, existieron representaciones relativas a los
manera que les arranca, además de las riquezas materiales, la acontecimientos y a la sucesión de los mismos, sobre los origines,
aceptación o incluso la adhesión <<espiritual>>. Las ideologías los éxitos y los fracasos de las empresas abordadas por
de clase elaboran tres imágenes de la clase que lucha por la determinada sociedad o determinado grupo bajo la dirección de
dominación: una imagen de si misma por y para si misma para los determinados jefes. Estas representaciones tuvieron un carácter
demás grupos y clases, que la magnifica; una imagen de los mítico, legendario, épico y heroico. Elaboradas por sociedades
demás grupos y clases que los deprecia ante todos, los enteras, poco diferenciadas todavía, las afinaron sacerdotes o
desvaloriza ante sus propios ojos, los abate y los convierte en poetas. Los mismo ocurrió con las representaciones arcaicas de
vencidos antes del combate o sin el. Así, la nobleza feudal la naturaleza o de los actos modificaban (débilmente) los
propicia una imagen de si misma, de los campesinos y de los procesos naturales. Estas representaciones atribuían a los
burgueses, múltiple y de múltiples caras: el Caballero, el Noble, el hombres, o mas bien a determinados hombres, un dominio ficticio
Señor. De la misma manera, la burguesía elabora su sobre lo desconocido, e interpretando la impotencia y la incierta
representación de si para su propio uso: portadora de la razón capacidad de intervención de los demás hombres y del conjunto
humana, de la buena voluntad y de la distinción, y, por último, de la social.
capacidad de crear una buena organización. Se representa a las b) A estas representaciones se refieren las
demás clases a su manera: el obrero bueno y el mal obrero, el cosmogonías y teogonías, imágenes del
agitador y el sembrador de revuelta. Por ultimo, se representa de mundo proyectadas frecuentemente sobre el
la manera de las demás clases: el dinero empleado por el bien terreno en la vida de los grupos, de la
general, para la felicidad humana, para la fecundidad y para el organización de la ciudad o de la aldea. Estas

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grandes construcciones incluían una a los ojos y a las consciencias. Adoptan un sentido distinto. La
interpretación del sexo (masculinidad, generalidad y la pretensión de universalidad de las grandes
femineidad), de la familia (edades y división del religiones van acompañadas por un lado por esa abstracción que
trabajo), de los elementos (a menudo pierde los matices originales, y , por otra, por una separación cada
contrapuestos por parejas: tierra y aire, agua y vez mas profunda entre los individuos, los grupos, los pueblos y
fuego), de la relación entre los jefes y los las clases. Las religiones utilizan no ya el conocimiento liberado
subordinados, y de la vida y la muerte. de ilusiones sino las ilusiones anteriores al conocimiento.
Incluyen representaciones claramente ideológicas, es decir,
Estas vastas imágenes de la sociedad, del tiempo, del elaboradas para ocultar la praxis y que intervienen en un sentido
espacio, de la historia apenas esbozada, de la prehistoria muy determinado. Estas construcciones teóricas oscilan pues
humana, ¿constituían ideologías? Si y no. Sí, puesto que entre una cierta poesía tomada de las cosmogonías anteriores y
justifican las desigualdades nacientes entre los seres humanos, la mixtificación pura y simple que justifica los actos de las
así como la posesión (la apropiación privativa) de un territorio por autoridades estatales.
un grupo y de sus recursos por este grupo, y del excedente social Indudablemente, para Marx, la religión en general (la
por sus jefes. No, porque no se puede hablar todavía, a propósito religión en la medida en que aspira a la generalidad, a la
de estos grupos, de clases ni siquiera de castas. No, también, representación del destino del hombre genérico y de la especie
porque estos edificios son obras; se parecen mas a unos humana) es el prototipo y el modelo de toda ideología. Toda
monumentos que a sistemas abstractos. Se incluyen dentro de crítica empieza, y recomienza con la crítica de la religión. La
los estilos, de los saberes, de las <<culturas>>. Muestran hasta critica radical, es decir, que llega hasta la raíz, reemprende
que punto necesitas los señores justificarse y legitimarse ante los incansablemente el examen de la alineación religiosa.
vencidos y ante los oprimidos; las obras excusan la dominación y Resumiendo el pensamiento de Marx, podemos enunciar
al mismo tiempo la mantienen. ahora los caracteres sociológicos de toda ideología. Asume una
c) No parece que según Marx pueda considerarse parte de la realidad, la de la debilidad humana: la muerte, el
que las mitologías son ideologías. Se hallan mucho mas sufrimiento, la impotencia. Conserva las interpretaciones de esta
próximas de una autentica poesía que de las construcciones parte miserable, cuya consciencia, tomada aisladamente y
formales. La mitología griega, tierra nutricia del arte griego, era sobrecargada, se opone a toda creación, a todo progreso. Al
considerada por Marx como algo vivo y popular, como la fuente implicar pues un vínculo con lo <<real>>, interpretando y
siempre fresca del encanto <<eterno>> de este arte. Mitos y transmutando, puede volver a esa realidad e imponer reglas y
dioses eran figuras del hombre o más bien de sus poderes. Esas limites a los hombres que viven realmente. En otras palabras; la
imágenes magnificaban las formas de la apropiación por el ideología puede entrar en lo vivido, y ello a pesar de ser irreal y
hombre de su propia naturaleza: actividades diversas, juegos, formal, a pesar de ser parcial por la relación a la realidad humana
amor y goce. tomada en su totalidad. De una manera de ver el mundo, y de
vivir, es decir hasta cierto punto- una praxis, que es ilusoria y
Las cosmogonías, los mitos y las mitologías se trasforman en eficaz a la vez, ficticia y real.
ideologías propiamente dichas cuando entran como ingredientes La ideología explica y justifica cierto numero de acciones
en las religiones, y sobre todo en las grandes religiones, y sobre y de situaciones que necesitan verse explicadas y justificadas, y
todo en las grandes religiones que pretenden ser universales. ello tanto mas cuanto que son absurdas e injustas (es decir, se
Entonces las imágenes y los relatos míticos se separan de su hallan en vías de superación). Toda ideología representa pues
suelo nativo, cuya belleza ofrecían en forma de representaciones una visión o concepción del mundo (Weltanschauung) que

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procede tanto por extrapolación como por interpretación. rodeaba de espiritualidad y de idealidad, como un velo más o
Otro carácter de la ideología es que es susceptible de ser menos opaco y embellecido, los sacrificios reales, dándoles el
perfeccionada. Una ideología, por tanto, puede tener una sentido misterioso del sacrificio. Los oprimidos eran sacrificados
<<problemática>>, pero sin que ello afecte a sus fundamentos. a los opresores y los opresores a las condiciones mismas de la
Se le cambia, modificando los detalles, pero sin tocar lo esencial. opresión: a los dioses, a los destinos, a los objetivos de sus actos
Ello da lugar a discusiones apasionadas y apasionantes entre políticos. De ello se seguía que las significaciones efectivamente
mantenedores y adaptadores, entre dogmáticos y heréticos, creadas en los productos y en las obras quedaban veladas en el
entre las gentes del pasado y las del futuro. De este modo, la seno de una trascendencia, es decir, de una negación ideológica
ideología se vincula a un grupo (o a una clase, pero siempre a un y simbólica de estas significaciones. Ello justificaba el esfuerzo
grupo activo en el seno de la clase, en la cual los restantes grupos de los grupos y de las clases dominantes por hacerse con los
y facciones siguen siendo ideológicamente pasivos, aunque por medios de producción y adjudicarse los excedentes. La
lo demás también pueden mostrar ser lo mas actuantes). La apropiación de la naturaleza por los hombres se producía dentro
ideología, en este grupo que la asume, se convierte en pretexto y del marco de la propiedad, es decir, de la apropiación privativa por
en fervor, en comunión, y el grupo tiende a convertirse en secta. los grupos privilegiados, con exclusión de otros grupos existentes
La ideología permite, pues, despreciar a quienes no la adoptan, y, en el seno de la sociedad o exteriores a ella, e implicando, por
naturalmente, condenarlos. Se trata de una pseudo-totalidad, tanto, una tensión y una lucha interminable. De ahí el abanico
que se encierra en si misma a partir del momento en que tropieza siempre cambiante, mas abierto o mas cerrado, de los conflictos y
con sus limites internos y externos, los limites y las resistencias de las alianzas, bajo el signo general del sacrificio justificado por
exteriores. En suma, se trata de un sistema. la ideología, esto es, por el simbolismo de la transcendencia (dios
En el proceso histórico de la producción de si mismos y de o divinidad única, destino). La religión expresaba esta actitud
la producción de los bienes materiales, los hombres emergen de general de los grupos y de las clases privilegiadas, ampliada
la naturaleza. Sabemos que la consciencia nace al nivel de lo hasta formar una ideología que permitía a los demás grupos y
sensible para superarlo sin separarse por ello de él. En esta clases esperar el fin de la opresión o la participación en las
relación practica, constituida inicial y fundamentalmente por el ventajas de la misma.
trabajo, ampliada a continuación a la praxis entera de una Los caracteres que acaban de ser destacados en la
sociedad en la que los trabajos se dividen y se convierten e religión (o, más bien, las religiones que cuentan con una teoría
desiguales y en fragmentarios, aparecen los sentidos elaborada) vuelven a encontrarse en la filosofía. Y ello con
(significaciones) de los objetos, de las situaciones y de los actos. modalidades y con especificidades diferentes. Los filósofos
Y esto en el sentido general de la vida social y de la su futuro elaboran la incompleta racionalidad difundida en la praxis y
(orientación). Sin embargo, los grupos humanos destinados al presentada confusamente en el lenguaje: el logos. Así, la filosofía
trabajo productivo material no han podido nunca, durante largos se separa de la religión, de la poesía, de la política y, por último,
siglos, elaborar un pensamiento que expresara su situación, su del saber propiamente científico. El filósofo, que en lo sucesivo
esencial participación en la praxis, la esencia de su actividad. El toma asiento entre estas potencias y capacidades distintas, se
bajo nivel de las fuerzas productivas, la penuria, las encarnizadas arroga el privilegio de la totalidad. Pero también lo pretende para
luchas por el escaso excedente social, han implicado múltiples si la religión, y también el Estado, e incluso la ciencia y el arte. Los
conflictos. En el curso de estos conflictos se destruían las filósofos no pueden, por tanto, más que usar y abusar del
condiciones de la producción. Tanto en las guerras como en la concepto de totalidad, y ello sin dejar de afinarlo, mientras que los
paz, los intereses de los grupos productivos eran sacrificados. La demás se contentan con utilizarlo. La filosofía, a diferencia de las
transposición de este hecho en el plano simbólico, de la ideología, demás actividades ideológicas, contiene en si principio de

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8 Heilige Familie (La Sagrada


superación. Las filosofías no sistematizan, pero los sistemas, al tanto para el como para los demás. La privación de los objetos (los Familia), Berlín, 1953, 3º, nota
romperse, no desaparecen. Se analizan según problemas, bienes: productos u obras) conduce pues a la privación de la marginal critica, pp. 48 y ss.
categorías, temas (problemáticas, temáticas, conceptos). existencia social, de la relación humana de cada hombre con los 9 Cf. Manuscritos de 1844
Comprenden proyectos humanos, tentativas de rigor y de demás y consigo mismo. La moral, en tanto que ideología,
demostración, símbolos de la realidad humana. Estos elementos disimula esta privación e incluso la sustituye por una plenitud
son dispersados pero se transmiten. La relación de la filosofía ficticia: el merito, la satisfacción engañosa y falaz en la no
con la praxis y la consciencia que se constituye en el seno de la realización de sí.
praxis es pues compleja y mucho más fecunda que la que Pero, incluso, la economía política (al menos en sus
mantiene la religión y el Estado con esta misma praxis. comienzos) elabora conceptos científicos: trabajo social, valor de
Entre las tentativas filosóficas de totalización (dicho de cambio, reparto de la renta global, etc. Al mismo tiempo, contiene
otro modo: entre los esfuerzos por llegar a un sistema que sea a la una ideología. Se trata de una ciencia moral, e incluso de la más
vez cerrado y que incluya a todos los <<seres>>), las morales moral de las ciencias. Predica la economía, es decir, la
poseen el carácter ideológico en el grado mas elevado. Se alzan abstinencia. Cuanto menos existes mas tienes… Todo lo que no
por encima de la praxis promulgando principios absolutos y puedes lo puede tu dinero.9 Los conceptos científicos se mezclan,
verdades <<éticas>> eternas. Prescriben el sacrificio a los pues, con la ideología moralista, de modo indiscernible para los
oprimidos anunciándoles compensaciones futuras. También autores de esta mezcla. La selección se realiza solo mas tarde,
prescriben a los opresores el sacrificio de si mismos en la medida en nombre de la crítica radical, en relación con la praxis
en que se hallen amenazadas las condiciones de su dominación. revolucionaria.
Toda moral es, pues, dictada por la clase dominante, según las La teoría de la ideología, en resumen, se dirigía en el
necesidades y los intereses de sus situación. Solo alcanza una pensamiento de Marx al viejo problema del error y de su relación
generalidad discutible y una universalidad ilusoria. Lo universal con la verdad. Este problema no se plantea ya en términos
no se realiza concretamente en el plano ético (moral). La moral filósofos, abstractos y especulativos, sino en términos concretos
sustituye las necesidades reales de los oprimidos, sus de historia y de praxis. A diferencia de la filosofía, la teoría de las
aspiraciones reales, por necesidades y aspiraciones ficticias que ideologías debe permitir seguir la génesis de las
resultan de la presión constante ejercida por los amos. En el representaciones. De la filosofía, la teoría de las ideologías debe
capitalismo, en particular, las necesidades humanas se escinden permitir seguir la génesis de las representaciones. De la filosofía
en necesidades refinadas y abstractas, por una parte, y en conserva una conquista esencial: la verdad surge mezclada con
necesidades groseras y simplificadas, por otra. Esta disociación la ilusión y el error. No hay por un lado el error, la ilusión y la
es sancionada y consagrada por las morales burguesas. Estas falsedad y, por otro, el conocimiento, la veracidad, la certeza. Hay
morales llegan a justificar la no posesión: la situación del hombre un movimiento dialéctico incesante que va de lo verdadero a lo
separado de los objetos y de las obras que poseen un sentido y falso, y de lo falso a lo verdadero, superando la situación histórica
que dan un sentido concreto (practico) a la vida. que ha dado lugar a esas representaciones. Como había
“La no posesión es el espiritualismo mas desesperado, comprendido Hegel, el error y la ilusión son momentos del
irrealidad total del hombre, realidad total de lo inhumano, conocimiento de los cuales se desprende la verdad. Pero la
posesión muy positiva del hambre, del frío, de las enfermedades, verdad no se forma en el movimiento del espíritu hegeliano. No
de los crímenes, de la degradación, de la bestialidad, de la aparece con anterioridad a sus condiciones históricas y sociales,
8
inhumanidad y de la antinaturaleza.” aunque puede anunciarse o presentirse en ellas. Así, la teoría
Pero el objeto, es decir, el bien, producido y trabajado por filosófica, y que es, pues, especulativa y abstracta, se transforma
el hombre social, fundamenta el ser objetivo de este hombre, en una teoría histórica y sociológica, en un conocimiento que

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prolonga la filosofía porque conserva la generalidad de ella. en un arma, y en un arma, y en un arma manejaba
Las representaciones que construyen los hombres del conscientemente en la lucha de clases: es una representación
mundo, de la sociedad, de los grupos y de los individuos siguen mistificadora de la realidad social, de su movimiento, de sus
siendo ilusorias e la medida en que las condiciones de las tendencias ocultas, de su futuro. En este estadio, en el racismo,
representaciones reales no han madurado todavía. Un ejemplo por ejemplo, el elemento <<real>> no desaparece; en la especia
notables es el de la representación del tiempo del tiempo de la humana hay realmente variedades y variantes, etnias y
sociedad, de la ciudad- con anterioridad a la aparición del diferencias étnicas. Pese a todo, lo extrapolación y la
concepto elaborado de la historia y del conocimiento histórico, los transposición se hacen enormes en el racismo; a la extrapolación
cuales proceden de una consciencia social actuante de los de una cierta realidad se unen unos <<valores>> y el conjunto se
cambios en la praxis. Mientras se disipan las nieblas que rodean sistemiza con extrema dureza. No podemos comparar la
a los hechos de la naturaleza se acumulan los misterios (es decir, ideología racista con tal o cual filosofía, por ejemplo, la ética y el
la opacidad) de la vida social. Mientras que la acción humana criticismo kantianos, sin muchas reservas. La ideologización
sobre la naturaleza (técnica, trabajo divido) permite separar de la alcanza en el siglo XX, en el marco del capitalismo monopolista de
ideología los conceptos que se refieren a la naturaleza sensible y Estado, del imperialismo, de las guerras mundiales, una especie
materia, la acción de las clases dominantes oscurece las de apogeo. Al mismo tiempo, y por ello, la ideología se
representaciones de lo social. La praxis se hace más amplia y desacredita. La ideologización extrema va acompañada de una
más compleja, es más difícil de captar, a pesar de que la cierta <<desideologización>>. Pero este fenómeno negativo no
consciencia y la ciencia se insertan cada vez más eficazmente en lleva consigo la superación de la ideología; permite
esta misma praxis. Las representaciones ilusorias (en particular recrudecimientos bruscos, adaptaciones, resurgimientos
las mitologías y cosmogonías) en otro tiempo pudieron integrarse sorprendentes. La <<desideologización>>, por disgusto y
pues en estilos, en las culturas, y ante todo en la cultura griega. pérdida de confianza ante los excesos ideológicos, no es mas que
No por ello dejan de tener que abrir paso al conocimiento. La una caricatura de la transparencia que debería realizar la praxis
praxis revolucionaria y el marxismo en tanto que conocimiento revolucionario en relación con la elaboración teórica iniciada con
destruyen las ideologías; señala y precipita el fin de las la obra de Marx.
ideologías. Ya no es una filosofía, pues la ha superado y En esta situación, una ideología inspirada en el marxismo
realizado. Ya no es una moral, sino una teoría de las morales. No puede examinar las relaciones entre esos términos mal
es una estética, sino que contiene una teoría de las otras de arte, distinguidos que son de la ideología y el conocimiento, la utopia y
de sus condiciones, de su nacimiento y de su desaparición. la previsión del futuro, la poesía y los mitos.
Revela, no por el poder del pensamiento <<puro>>, sino en la
acción (la praxis revolucionaria) las condiciones de las ideologías
y más en general de las obras, de las culturas, de la civilización.
A partir de la praxis revolucionaria consciente se articulan
dialécticamente el pensamiento y la acción, y la consciencia
<<refleja>> la praxis, es decir, se constituye como reflexión sobre
la praxis. Hasta ese momento, el conocimiento tiene
precisamente como carácter el de no <<reflejar>> lo real, esto es,
la praxis, sino de transponerlo, mutilarlo, mezclarlo con ilusiones:
ser una ideología.
La ideología, plenamente desarrollada, se ha convertido

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LOUIS ALTHUSSER ALTHUSSER, Louis

Ideología y aparatos ideológicos de Estado Ideología y aparatos ideológicos de Estado


Nueva visión, Buenos Aires, 1988

Acerca de la ideología proyecto de una teoría de la ideología en general y no de una


teoría de las ideologías particulares, que siempre expresan,
Al enunciar el concepto de aparato ideológico de Estado, al cualquiera que sea su forma (religiosa, moral, jurídica, política),
decir que los AIE “funcionan con la ideología”, invocamos una posiciones de clase.
realidad: la ideología, de la que es necesario decir algunas Evidentemente, será necesario emprender una teoría de
palabras. las ideologías bajo la doble relación que acaba de señalarse. Se
Se sabe que la expresión “ideología” fue forjada por verá entonces que una teoría de las ideologías se basa en última
Cabanis, Destutt de Tracy y sus amigos, quienes le asignaron por instancia en la historia de las formaciones sociales, por lo tanto de
objeto la teoría (genética) de las ideas. Cuando Marx retoma el los modos de producción combinados en ésta y de las luchas de
término 50 años después le da, desde sus obras de juventud, un clases que en ellas se desarrollan.
sentido muy distinto. La ideología pasa a ser el sistema de ideas, Resulta claro en ese sentido que no puede tratarse de una
de representaciones, que domina el espíritu de un hombre o un teoría de las ideologías en general, pues las ideologías (definidas
grupo social. La lucha ideológico-política llevada por Marx desde bajo la doble relación indicada: particular y de clase) tienen una
sus artículos de la Gaceta Renana debía confrontarlo muy pronto historia cuya determinación, aunque les concierne, en última
con esta realidad y obligarlo a profundizar sus primeras instancia se halla sin duda situada fuera de las ideologías
intuiciones. exclusivamente.
Sin embargo, tropezamos aquí con una paradoja En cambio, si puedo presentar el proyecto de una teoría de
sorprendente. Todo parecía llevar a Marx a formular una teoría de la ideología en general, y si esta teoría es uno de los elementos
la ideología. De hecho, después de los Manuscritos del 44 la del cual dependen las teorías de las ideologías, esto implica una
Ideología alemana nos ofrece una teoría explícita de la ideología, proposición de apariencia paradójica, que enunciaré en los
pero... no es marxista (lo veremos enseguida). En cuanto a El siguientes términos: la ideología no tiene historia.
Capital, si bien contiene muchas indicaciones para una teoría de Es sabido que esa fórmula figura con toda sus letras en un
las ideologías (la más visible: la ideología de los economistas pasaje de la Ideología alemana. Marx la enuncia al referirse a la
vulgares), no contiene esta teoría misma; ella depende en gran metafísica que, dice, no tiene más historia que la moral
parte de una teoría de la ideología en general. Desearía correr el (sobreentendido: y que las otras formas de la ideología).
riesgo de proponer un primer y muy esquemático esbozo. Las En la Ideología alemana esta fórmula aparece en un
tesis que voy a enunciar no son por cierto improvisadas, pero sólo contexto claramente positivista. La ideología es concebida como
pueden ser sostenidas y probadas, es decir confirmadas o pura ilusión, puro sueño, es decir, nada. Toda su realidad está
rectificadas, por estudios y análisis más profundos. fuera de sí misma. La ideología es pensada por lo tanto como una
construcción imaginaria cuyo estatuto teórico del sueño en los
La ideología no tiene historia autores anteriores a Freud. Para estos autores, el sueño era el
resultado puramente imaginario, es decir nulo, de “residuos
Una advertencia para exponer la razón de principio que, a diurnos” presentados bajo una composición y un orden arbitrarios
mi parecer, si bien no fundamenta, por lo menos autoriza el además a veces “invertidos” y, resumiendo, “en desorden”. Para
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ellos el sueño era lo imaginario vacío y nulo, bricolé el Manifiesto define la historia como historia de la lucha de clases,
arbitrariamente, con los ojos cerrados, con residuos de la única es decir, como historia de las sociedades de clases.
realidad plena y positiva, la del día. Este es exactamente el Para proveer aquí un hito teórico, retomando esta vez el
estatuto de la filosofía y de la ideología en la Ideología alemana ejemplo del sueño según la concepción freudiana, diré que
(puesto que la filosofía es la ideología por excelencia). nuestra proposición (“la ideología no tiene historia”) puede y debe
La ideología es pues para Marx un bricolage imaginario, un de una manera que no tiene nada de arbitraria sino que, por el
puro sueño, vacío y vano, constituido con los “residuos diurnos” contrario, es teóricamente necesaria, pues existe un lazo
de la única realidad plena y positiva, la de la historia, concreta de orgánico entre las dos proposiciones ser puesta en relación
individuos concretos, materiales, que producen materialmente su directa con aquella proposición de Freud que afirma que el
existencia. En este sentido, en la Ideología alemana la ideología inconsciente es eterno, o sea, que no tiene historia.
no tiene historia; su historia está fuera de ella, allí donde existe la Si eterno no quiere decir trascendente a toda historia
única historia existente, la de los individuos concretos, etc. La (temporal), sino omnipresente, transhistórico y, por lo tanto,
tesis de que la ideología no tiene historia es en la Ideología inmutable en su forma en todo el transcurso de la historia, yo
alemana una tesis puramente negativa ya que significa a la vez; retomaré palabra por palabra la expresión de Freud y escribiré:
1) La ideología no es nada en tanto que es puro sueño la ideología es eterna, igual que el inconsciente, y agregaré que
(fabricado no se sabe por qué potencia, a menos que lo sea por la esta comparación me parece teóricamente justificada por el
alienación de la división del trabajo, pero en tal caso también se hecho de que la eternidad del inconsciente está en relación con
trata de una determinación negativa ). la eternidad de la ideología en general. He aquí por qué me
2) La ideología no tiene historia, lo cual no quiere decir en creo autorizado, al menos presuntivamente, para proponer una
absoluto que no tenga historia (al contrario, puesto que no es más teoría de la ideología en general, en el sentido en que Freud
que el pálido reflejo, vacío e invertido, de la historia real), sino que presentó una teoría del inconsciente en general.
no tiene historia propia. Para simplificar la expresión, teniendo en cuenta lo dicho
Ahora bien, la tesis que deseo defender, retomando sobre las ideologías será conveniente emplear la palabra
formalmente los términos de la Ideología alemana (“la ideología ideología a secas para designar la ideología en general, de la cual
no tiene historia”), es radicalmente diferente de la tesis positivista- acabo de decir que no tiene historia o, lo que es igual, que es
historicista de la Ideología alemana. Por una parte, puedo eterna, es decir, omnipresente bajo su forma inmutable, en toda la
sostener que las ideologías tienen una historia propia (aunque historia (= la historia de las formaciones sociales incluyendo las
esté determinada en última instancia por la lucha de clases); y, por clases sociales). En efecto, me limito provisoriamente a las
otra, puedo sostener al mismo tiempo que la ideología en general “sociedades de clase” y a su historia.
no tiene historia, pero no en un sentido negativo (su historia está La ideología es una “representación” de la relación
fuera de ella), sino en un sentido absolutamente positivo. imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de
Este sentido es positivo si realmente es propio de la existencia.
ideología el estar dotada de una estructura y un funcionamiento Para abordar la tesis central sobre la estructura y el
tales que la constituyen en una realidad no-histórica, es decir funcionamiento de la ideología, deseo presentar primeramente
omnihistórica, en el sentido en que esa estructura y ese dos tesis, una negativa y otra positiva. La primera se refiere al
funcionamiento, bajo una misma forma, inmutable, están objeto “representado” bajo la forma imaginaria de la ideología, la
presentes en lo que se llama la historia toda, en el sentido en que segunda a la materialidad de la ideología.

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Tesis 1: la ideología representa la relación imaginaria de los se hallan al servicio de los Déspotas o viceversa, según la
individuos con sus condiciones reales de existencia. posición política de dichos “teóricos”. Existe pues una causa de la
transposición imaginaria de las condiciones reales de existencia:
Comúnmente se dice de las ideologías religiosa, moral, la existencia de un pequeño grupo de hombres cínicos que basan
jurídica, política, etc. que son otras tantas “concepciones del su dominación y explotación del “pueblo” en una representación
mundo”. Por supuesto se admite, a menos que se viva una de falseada del mundo que han imaginado para esclavizar los
esas ideologías como la verdad (por ejemplo si se “cree” en Dios, espíritus mediante el dominio de su imaginación.
el Deber, la Justicia, etc.), que esa ideología de la que se habla La segunda respuesta (la de Feuerbach, adoptada al pie de
desde el punto de vista crítico, examinándola como un etnólogo lo la letra por Marx en sus Obras de juventud) es más “profunda”,
hace con los mitos de una “sociedad primitiva”, que esas pero igualmente falsa. También ella busca y encuentra una causa
“concepciones del mundo” son en gran parte imaginarias, es de la transposición y la deformación imaginaria de las condiciones
decir, que no “corresponden a la realidad”. reales de existencia de los hombres (en una palabra, de la
Sin embargo, aun admitiendo que no correspondan a la alienación en lo imaginario de la representación de las
realidad, y por lo tanto que constituyan una ilusión, se admite que condiciones de existencia de los hombres).
aluden a la realidad, y que basta con “interpretarlas” para Esta causa no son ya los curas ni los déspotas, ni su propia
encontrar en su representación imaginaria del mundo la realidad imaginación activa y la imaginación pasiva de sus víctimas. Esta
misma de ese mundo (ideología = ilusión/alusión ). causa es la alienación material que reina en las condiciones de
Existen diferentes tipos de interpretación: los más existencia de los hombres mismos. Es así como Marx defiende en
conocidos son el mecanicista, corriente en el siglo XVII (Dios es la la Cuestión judía y otras obras la idea feuerbachiana de que los
representación imaginaria del Rey real), y la interpretación hombres se forman una representación alienada (=imaginaria) de
“hermenéutica” inaugurada por los primeros Padres de la Iglesia y sus condiciones de existencia porque esas condiciones son
adoptada por Feuerbach y la escuela teológico-filosófica surgida alienantes (en los Manuscritos del 44, porque esas condiciones
de él, ejemplificada por el teólogo Barth. (Para Feuerbach, por están dominadas por la esencia de la sociedad alienada: el
ejemplo, Dios es la esencia del Hombre real.) Voy a lo esencial al “trabajo alienado” ).
decir que, con tal que se interprete la transposición (y la inversión) Todas estas interpretaciones toman al pie de la letra la tesis
imaginaria de la ideología, se llega a la conclusión de que en la que suponen y sobre la cual se basan: que en la representación
ideología “los hombres se representan en forma imaginaria sus imaginaria del mundo que se encuentra en una ideología están
condiciones reales de existencia”. reflejadas las condiciones de existencia de los hombres, y por lo
Lamentablemente, esta interpretación deja en suspenso tanto su mundo real.
un pequeño problema: ¿por qué los hombres “necesitan” esta Ahora bien, repito aquí una tesis que ya he anticipado: no
transposición imaginaria de sus condiciones reales de existencia son sus condiciones reales de existencia, su mundo real, lo que
para “representarse” sus condiciones de existencia reales? los “hombres” “se representan” en la ideología sino que lo
La primera respuesta (la del siglo VIII) propone una representado es ante todo la relación que existe entre ellos y las
solución simple: ello es culpa de los Curas o de los Déspotas que condiciones de existencia. Tal relación es el punto central de toda
“forjaron” las “Bellas mentiras” para que los hombres, creyendo representación ideológica y por lo tanto imaginaria del mundo
obedecer a Dios, obedezcan en realidad a los Curas o a los real. En esa relación está contenida la “causa” que debe dar
Déspotas, por lo general aliados en la impostura, ya que los Curas cuenta de la deformación imaginaria de la representación

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1 Utilizo adrede este término tan


ideológica del mundo real. O más bien, para dejar en suspenso el ideología, no tienen existencia ideal, idealista, espiritual, sino moderno. Pues aun en esferas
lenguaje causal, es necesario emitir la tesis de que es la material. Hemos sugerido incluso que la existencia ideal, comunistas es lamentablemente
moneda corriente “explicar” las
naturaleza imaginaria de esa relación la que sostiene toda la idealista, espiritual de las “ideas” deriva exclusivamente de una desviaciones políticas (oportunismo
deformación imaginaria que se puede observar (si no se vive en ideología de la “idea” y de la ideología y, agreguemos, de una de derecha o de izquierda) por la
acción de una “camarilla”.
su verdad) en toda ideología. ideología de lo que parece “fundar” esta concepción desde la
Para utilizar un lenguaje marxista, si bien aceptamos que la aparición de las ciencias, es decir, lo que practican las ciencias se
representación de las condiciones reales de existencia de los representan, en su ideología espontánea, como las “ideas”,
individuos que se desempeñan como agentes de la producción, verdaderas o falsas. Por supuesto que esta tesis, presentada bajo
de la explotación, de la represión, de la ideologización y de la la forma de una afirmación, no está demostrada. Pedimos
práctica científica, está determinada en última instancia por las solamente que se le conceda, digamos en nombre del
relaciones de producción y las relaciones derivadas de ellas, materialismo, un juicio previo simplemente favorable. Para su
diremos lo siguiente: toda ideología, en su formación demostración serían necesarios extensos razonamientos.
necesariamente imaginaria no representa las relaciones de En efecto, para avanzar en nuestro análisis de la
producción existentes (y las otras relaciones que de allí derivan) naturaleza de la ideología necesitamos una tesis presuntiva de la
sino ante todo la relación (imaginaria) de los individuos con las existencia no espiritual sino material de las “ideas” u otras
relaciones de producción y las relaciones que de ella resultan. En “representaciones”. O nos es simplemente útil para que aparezca
la ideología no está representado entonces el sistema de más claramente lo que todo análisis más o menos serio de una
relaciones reales que gobiernan la existencia de los individuos, ideología cualquiera muestra inmediatamente de manera
sino la relación imaginaria de esos individuos con las relaciones empírica a todo observador, aun al que no posea gran sentido
reales en que viven. crítico. Cuando nos referimos a los aparatos ideológicos de
Si esto es así, la pregunta sobre la “causa” de la Estado y a sus prácticas, hemos dicho que todos ellos son la
deformación imaginaria de las relaciones reales en la ideología realización de una ideología (ya que la unidad de esas diferentes
desaparece y debe ser reemplazada por otra: ¿por qué la ideologías particulares religiosa, moral, jurídica, política, estética,
representación dada a los individuos de su relación (individual) etc. está asegurada por su subordinación a la ideología
con las relaciones sociales que gobiernan sus condiciones de dominante).
existencia y su vida colectiva e individual es necesariamente Retomamos esta tesis: en un aparato y su práctica, o sus
imaginaria? ¿Y cuál es la naturaleza de este ente imaginario? La prácticas, existe siempre una ideología. Tal existencia es
cuestión así planteada halla solución en la existencia de una material.
1
“camarilla” de individuos (curas o déspotas) autores de la gran Por supuesto, la existencia material de la ideología en un
mistificación ideológica, o bien en el carácter alienado del mundo aparato y sus prácticas no posee la misma modalidad que la
real. Veremos el porqué al desarrollar nuestra exposición. Por el existencia material de una baldosa o un fusil. Pero aun con riesgo
momento, no iremos más lejos. de que se nos tilde de neoaristotélicos (señalemos que Marx
sentía gran estima por Aristóteles) diremos que “la materia se dice
Tesis 2: la ideología tiene una existencia material. en varios sentidos” o más bien que existe bajo diferentes
modalidades, todas en última instancia arraigadas en la materia
Ya hemos tocado esta tesis al decir que las “ideas” o “física”.
“representaciones”, etc. de las que parece compuesta la

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Dicho esto, veamos lo que pasa en los “individuos” que libremente, debe “actuar según sus ideas”, debe por lo tanto
viven en la ideología, o sea con una representación determinada traducir en los actos de su práctica material sus propias ideas de
del mundo (religiosa, moral, etc.) cuya deformación imaginaria sujeto libre. Si no lo hace, eso “no está bien”.
depende de su relación imaginaria con sus condiciones de En realidad, si no hace lo que debería hacer en función de
existencia, es decir, en última instancia, con las relaciones de lo que cree, hace entonces otra cosa, lo cual siempre en función
producción y de clase (ideología = relación imaginaria con las del mismo esquema idealista da a entender que tiene otras ideas
relaciones reales). Diremos que esta relación está dotada de que las que proclama y que actúa según esas otras ideas, como
existencia material. hombre “inconsecuente” (“nadie es malvado voluntariamente”),
He aquí entonces lo que se puede comprobar. Un individuo cínico, o perverso.
cree en Dios, o en el Deber, o en la Justicia, etcétera. Tal creencia En todos los casos, la ideología de la ideología reconoce, a
depende (para todo el mundo, o sea, para todos los que vive en pesar de su deformación imaginaria, que las “ideas” de un sujeto
una representación ideológica de la ideología, que reduce la humano existen o deben existir en sus actos, y si eso no sucede,
ideología a ideas dotadas por definición de existencia espiritual) le proporciona otras ideas correspondientes a los actos (aun
de las ideas de dicho individuo, por lo tanto, de él mismo en tanto perversos) que el sujeto realiza.
sujeto poseedor de una conciencia en la cual están contenidas las Esa ideología habla de actos: nosotros halaremos de actos
ideas de su creencia. A través de lo cual, es decir, mediante el en prácticas. Y destacaremos que tales prácticas están reguladas
dispositivo “conceptual” perfectamente ideológico así puesto en por rituales en los cuales se inscriben, en el seno de la existencia
juego (el sujeto dotado de una conciencia en la que forma o material de un aparato ideológico, aunque sólo sea de una
reconoce libremente las ideas en que cree), el comportamiento pequeña parte de ese aparato: una modesta misa en una
(material) de dicho sujeto deriva de él naturalmente. pequeña iglesia, un entierro, un match de pequeñas proporciones
El individuo en cuestión se conduce de tal o cual manera, en una sociedad deportiva, una jornada de clase en una escuela,
adopta tal o cual comportamiento práctico y, además, participa de una reunión o un mitin de un partido político, etcétera.
ciertas prácticas reguladas, que son las del aparato ideológico del Debemos además a la “dialéctica” defensiva de Pascal la
cual “dependen” las ideas que él ha elegido libremente, con toda maravillosa fórmula que nos permitirá trastocar el orden del
conciencia, en su calidad de sujeto. Si cree en Dios, va a la iglesia esquema nocional de la ideología. Pascal dijo, poco más o
para asistir a la misa, se arrodilla, reza, se confiesa, hace menos: “Arrodillaos, moved los labios en oración, y creeréis”.
penitencia (antes ésta era material en el sentido corriente del Trastoca así escandalosamente el orden de las cosas, aportando,
término) y naturalmente se arrepiente, y continúa, etc. Si cree en como Cristo, la división en lugar de la paz y, por añadidura, el
el deber tendrá los comportamientos correspondientes, inscritos escándalo mismo, lo que es muy poco cristiano (¡pues
en prácticas rituales “conformes a las buenas costumbres”. Si desdichado aquel por quien el escándalo llega al mundo!).
cree en la justicia, se someterá sin discutir a las reglas del Bendito escándalo que le hizo mantener, por un acto de desafío
derecho, podrá incluso protestar cuando sean violadas, firmar jansenista, un lenguaje que designa la realidad en persona.
petitorios, tomar parte en una manifestación, etcétera. Se nos permitirá dejar a Pascal con sus argumentos de
Comprobamos en todo este esquema que la lucha ideológica en el seno del aparato ideológico de Estado
representación ideológica de la ideología está obligada a religioso de su tiempo. Y se nos dejará usar un lenguaje más
reconocer que todo “sujeto” dotado de una “conciencia” y que directamente marxista, si es posible, pues entramos en terrenos
cree en las “ideas” de su “conciencia” le inspira y acepta todavía mal explorados.

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2 Que utiliza la categoría jurídica


Diremos pues, considerando sólo un sujeto (un individuo), éstas que existen en los actos materiales de un sujeto que actúa de “sujeto de derecho” para
que la existencia de las ideas de su creencia es material, en tanto con toda conciencia según su creencia. convertirla en una noción
ideológica: el hombre es por
esas ideas son actos materiales insertos en prácticas materiales, Pero esta misma presentación prueba que hemos naturaleza un sujeto.
reguladas por rituales materiales definidos, a su vez, por el conservado las nociones siguientes: sujeto, conciencia, creencia,
aparato ideológico material del que proceden las ideas de ese actos. De esta secuencia extraemos luego el término central,
sujeto. Naturalmente los cuatro adjetivos “materiales” inscritos en decisivo, del que depende todo: la noción de sujeto.
nuestra proposición deben ser afectados por modalidades
diferentes, ya que la materialidad de un desplazamiento para ir a Y enunciamos enseguida dos tesis conjuntas:
misa, del acto de arrodillarse, de un ademán para persignarse o
para indicar mea culpa, de una frase, de una oración, de un acto 1) No hay práctica sino por y bajo una ideología.
de contrición, de una penitencia, de una mirada, de un apretón de 2) No hay ideología sino por el sujeto y para los sujetos.
manos, de un discurso verbal externo o de un discurso verbal
“interno” (la conciencia), no son una sola y misma materialidad. Podemos pasar ahora a nuestra tesis central.
Dejamos en suspenso la teoría de la diferencia de las
modalidades de la materialidad.
La ideología interpela a los individuos como sujetos
En esta presentación trastrocada de las cosas, no nos
encontramos en absoluto ante un “trastrocamiento”, pues
Esta tesis viene simplemente a explicitar nuestra última
comprobamos que ciertas nociones han desaparecido pura y
proposición: la ideología sólo existe por el sujeto y para los
simplemente de nuestra nueva presentación, en tanto que, por el
sujetos. O sea: sólo existe ideología para los sujetos concretos y
contrario, otras subsisten y aparecen nuevos términos.
esta destinación de la ideología es posible solamente por el
Ha desaparecido: el término ideas.
sujeto: es decir por la categoría de sujeto y su funcionamiento.
Subsisten: los términos sujeto, conciencia, creencia, actos.
Con esto queremos decir que aun cuando no aparece bajo
Aparecen: los términos prácticas, rituales, aparato esta denominación (el sujeto) hasta el advenimiento de la
ideológico. ideología burguesa, ante todo con el advenimiento de la ideología
No se trata pues de un trastrocamiento (salvo en el sentido jurídica,2 la categoría de sujeto (que puede funcionar bajo otras
en que se dice que un gobierno se ha trastrocado), sino de un denominaciones: por ejemplo, en Platón, el alma, Dios, etc.) es la
reordenamiento (de tipo no-ministerial) bastante extraño, pues categoría constitutiva de toda ideología, cualquiera que sea su
obtenemos el siguiente resultado. fecha histórica, ya que la ideología no tiene historia.
Las ideas en tanto tales han desaparecido (en tanto Decimos que la categoría de sujeto es constitutiva de toda
dotadas de una existencia ideal, espiritual), en la misma medida ideología, pero agregamos enseguida que la categoría de sujeto
en que se demostró que su existencia estaba inscrita en los actos es constitutiva de toda ideología sólo en tanto toda ideología tiene
de las prácticas reguladas por los rituales definidos, en última por función (función que la define) la “constitución” de los
instancia, por un aparato ideológico. Se ve así que el sujeto actúa individuos concretos en sujetos. El funcionamiento de toda
en la medida en que es actuado por el siguiente sistema ideología existe en ese juego de doble constitución, ya que la
(enunciado en su orden de determinación real): ideología ideología no es nada más que su funcionamiento en las formas
existente en un aparato ideológico material que prescribe materiales de la existencia de ese funcionamiento.
prácticas materiales reguladas por un ritual material, prácticas Para comprender claramente lo que sigue es necesario

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3 Los lingüistas y los que se


tener presente que tanto el autor de estas líneas como el lector que es ella quien está allí”. Para tomar otro ejemplo, cuando refugian en la lingüística con fines
que las lee son sujetos y, por lo tanto, sujetos ideológicos reconocemos en la calle a alguien de nuestro conocimiento, le diversos tropiezan a menudo con
dificultades que resultan de su
(proposición tautológica), es decir que tanto el autor como el mostramos que lo hemos reconocido (y que hemos reconocido desconocimiento del juego de los
lector de estas líneas viven “espontáneamente” o “naturalmente” que nos ha reconocido) diciéndole “¡Buen día, querido amigo!” y efectos ideológicos en todos los
discursos, incluso los discursos
en la ideología, en el sentido en que hemos dicho que “el hombre estrechándole la mano (práctica material ritual de reconocimiento científicos.
es por naturaleza un animal ideológico”. ideológico de la vida diaria, al menos en Francia; otros rituales en 4 Obsérvese que ese doble
actualmente es una nueva prueba
Que el autor, al escribir las líneas de un discurso que otros lugares). de que la ideología es “eterna”, ya
pretende ser científico, esté completamente ausente, como Con esta advertencia previa y sus ilustraciones concretas, que esos dos “actualmente” están
separados por cualquier intervalo de
“sujeto”, de su “discurso” científico (pues todo discurso científico deseo solamente destacar que ustedes y yo somos siempre ya tiempo. Yo escribo estas líneas el 6
es por definición un discurso sin sujeto y sólo hay “sujeto de la sujetos que, como tales, practicamos sin interrupción los rituales de abril de 1969, ustedes las leerán
en cualquier momento.
ciencia” en una ideología de la ciencia), es otra cuestión, que por del reconocimiento ideológico que nos garantizan que somos
el momento dejaremos de lado. realmente sujetos concretos, individuales, inconfundibles e
Tal como dijo admirablemente San Pablo, es en el “Logos” (naturalmente) irremplazables. La escritura a la cual yo procedo
4
(entendamos, en la ideología) donde tenemos “el ser, el actualmente y la lectura a la cual ustedes se dedican actualmente
movimiento y la vida”. De allí resulta que, tanto para ustedes como son, también ellas, desde este punto de vista, rituales de
para mí, la categoría de sujeto es una “evidencia” primera (las reconocimiento ideológico, incluida la “evidencia” con que pueda
evidencias son siempre primeras): está claro que ustedes y yo imponérseles a ustedes la “verdad” de mis reflexiones o su
somos sujetos (libres, morales, etc.). Como todas las evidencias, “falsedad”.
incluso aquellas por las cuales una palabra “designa una cosa” o Pero reconocer que somos sujetos, y que funcionamos en
“posee una significación” (incluyendo por lo tanto las evidencias los rituales prácticos de la vida cotidiana más elemental (el
de la “transparencia” del lenguaje), esta “evidencia” de que apretón de manos, el hecho de llamarlo a usted por su nombre, el
ustedes y yo somos sujetos y el que esto no constituya un hecho de saber, aun cuando lo ignore, que usted “tiene” un
3
problema es un efecto ideológico, el efecto ideológico elemental. nombre propio que lo hace reconocer como sujeto único, etc.), tal
En efecto, es propio de la ideología imponer (sin parecerlo, dado reconocimiento nos da solamente la “conciencia” de nuestra
que son “evidencias”) las evidencias como evidencias que no práctica interesante (eterna) del reconocimiento ideológico su
podemos dejar de reconocer, y ante las cuales tenemos la conciencia, es decir su reconocimiento, pero no nos da en
inevitable y natural reacción de exclamar (en voz alta o en el absoluto el conocimiento (científico) del mecanismo de este
“silencio de la conciencia”): “¡Es evidente! ¡eso es! ¡Es muy reconocimiento. Ahora bien, en este conocimiento hay que ir a
cierto!” parar si se quiere, mientras se hable en la ideología y desde el
En esta reacción se ejerce la función de reconocimiento seno de la ideología, esbozar un discurso que intente romper con
ideológico que es una de las dos funciones de la ideología como la ideología para atreverse a ser el comienzo de un discurso
tal (su contrario es la función de desconocimiento). científico (sin sujeto) sobre la ideología.
Tomemos un ejemplo muy “concreto”: todos nosotros Entonces, para representar por qué la categoría de sujeto
tenemos amigos que cuando llaman a nuestra puerta y nosotros es constitutiva de la ideología, la cual sólo existe al constituir a los
preguntamos “¿quién es?” a través de la puerta cerrada, sujetos concretos en sujetos, voy a emplear un modo de
responden (pues es “evidente”) “¡Soy yo!” De hecho, nosotros exposición especial, lo bastante “concreto” como para que sea
reconocemos que “es ella” o “es él”, abrimos la puerta, y “es cierto reconocido, pero suficientemente abstracto como para que sea

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5 En la práctica policial la
pensable y pensado dando lugar a un conocimiento. individuos como sujetos son una sola y misma cosa. interpelación, esa práctica cotidiana
Diría en una primera fórmula: toda ideología interpela a los Podemos agregar que lo que parece suceder así fuera de sometida a un ritual preciso, adopta
una forma completamente especial
individuos concretos como sujetos concretos, por el la ideología (con más exactitud en la calle) pasa en realidad en la ya que se ejerce sobre los
funcionamiento de la categoría de sujeto. ideología. Lo que sucede en realidad en la ideología parece por lo “sospechosos”.
He aquí una proposición que implica que por el momento tanto que sucede fuera de ella. Por eso aquellos que están en la
distinguimos los individuos concretos por una parte y los sujetos ideología se creen por definición fuera de ella; uno de los efectos
concretos por la otra, a pesar de que, en este nivel, no hay sujeto de la ideología es la negación práctica por la ideología del
concreto si no está sostenido por un individuo concreto. carácter ideológico de la ideología: la ideología no dice nunca
Sugerimos entonces que la ideología “actúa” o “funciona” “soy ideológica”. Es necesario estar fuera de la ideología, es decir
de tal modo que “recluta” sujetos entre los individuos (los recluta a en el conocimiento científico, para poder decir: yo estoy en la
todos), o “transforma” a los individuos en sujetos (los transforma a ideología (caso realmente excepcional) o (caso general): yo
todos) por medio de esta operación muy precisa que llamamos estaba en la ideología. Se sabe perfectamente que la acusación
interpelación, y que se puede representar con la más trivial y de estar en la ideología sólo vale para los otros, nunca para sí (a
5
corriente interpelación, policial (o no) “¡Eh, usted, oiga!” menos que se sea realmente spinozista o marxista, lo cual
Si suponemos que la hipotética escena ocurre en la calle, el respecto de este punto equivale a tener exactamente la misma
individuo interpelado se vuelve. Por este simple giro físico de 180 posición). Esto quiere decir que la ideología no tiene afuera (para
grados se convierte en sujeto. ¿Por qué? Porque reconoció que la ella), pero al mismo tiempo que no es más que afuera (para la
interpelación se dirigía “precisamente” a él y que “era ciencia y la realidad).
precisamente él quien había sido interpelado” (y no otro). La Esto lo explicó perfectamente Spinoza doscientos años
experiencia demuestra que las telecomunicaciones prácticas de antes que Marx, quien lo practicó sin explicarlo en detalle. Pero
la interpelación son tales que la interpelación siempre alcanza al dejemos este punto, pletórico de consecuencias no sólo teóricas
hombre buscado: se trate de un llamado verbal o de un toque de sino directamente políticas, ya que de él depende, por ejemplo,
silbato, el interpelado reconoce siempre que era precisamente él toda la teoría de la crítica y de la autocrítica, regla de oro de la
a quien se interpelaba. No deja de ser éste un fenómeno extraño práctica de la lucha de clases marxista-leninista.
que no sólo se explica por el “sentimiento de culpabilidad”, pese al La ideología interpela, por lo tanto, a los individuos como
gran número de personas que “tienen algo que reprocharse”. sujetos. Dado que la ideología es eterna, debemos ahora suprimir
Naturalmente, para comodidad y claridad de la exposición la forma de temporalidad con que hemos representado el
de nuestro pequeño teatro teórico, hemos tenido que presentar funcionamiento de la ideología y decir: la ideología ha siempre-ya
las cosas bajo la forma de una secuencia, con un antes y un interpelado a los individuos como sujetos; esto equivale a
después, por lo tanto bajo la forma de una sucesión temporal. Hay determinar que los individuos son siempre-ya interpelados por la
individuos que se pasean. En alguna parte (generalmente a sus ideología como sujetos, lo cual necesariamente nos lleva a una
espaldas) resuena la interpelación: “¡Eh, usted, oiga!”. Un última proposición: los individuos son siempre-ya sujetos. Por lo
individuo (en el 90% de los casos aquel a quien va dirigida) se tanto los individuos son “abstractos” respecto de los sujetos que
vuelve, creyendo-suponiendo-sabiendo que se trata de él, ellos mismos son siempre-ya. Esta proposición puede parecer
reconociendo pues que “es precisamente a él” a quien apunta la una paradoja.
interpelación. En realidad las cosas ocurren sin ninguna Sin embargo, el hecho de que un individuo sea siempre-ya
sucesión. La existencia de la ideología y la interpelación de los sujeto, aun antes de nacer, es la simple realidad, accesible a

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6 Aunque sabemos que el


cualquiera y en absoluto paradójica. Freud demostró que los moral, jurídica, política, estética, etcétera. individuo es siempre sujeto,
individuos son siempre “abstractos” respecto de los sujetos que Consideremos pues la ideología religiosa cristiana. Vamos seguimos usando ese término,
cómodo por el efecto contrastante
ellos mismos son siempre-ya, destacando simplemente el ritual a emplear una figura retórica y “hacerla hablar”, es decir, reunir en que produce.
que rodeaba a la espera de un “nacimiento”, ese “feliz un discurso ficticio lo que “dice”, no sólo en sus dos Testamentos,
acontecimiento”. Cualquiera sabe cuánto y cómo se espera a un en sus teólogos y sus Sermones, sino además en sus prácticas,
niño que va a nacer. Lo que equivale a decir más prosaicamente, sus rituales, sus ceremonias y sus sacramentos. La ideología
si convenimos en dejar de lado los “sentimientos”, es decir las religiosa cristiana dice poco más o menos lo que sigue:
f o r m a s d e l a i d e o l o g í a f a m i l i a r , Yo me dirijo a ti, individuo humano llamado Pedro (todo
paternal/maternal/conyugal/fraternal, en las que se espera el niño individuo es llamado por su nombre, en sentido pasivo, y nunca es
por nacer: se sabe de antemano que llevará el Apellido de su él mismo quien se da su Nombre), para decirte que Dios existe y
Padre, tendrá pues una identidad y será irremplazable, ya antes qué tú le debes rendir cuentas. Agrega: es Dios quien se dirige a ti
de nacer el niño es por lo tanto siempre-ya sujeto, está destinado por intermedio de mi voz (ya que la Escritura ha recogido la
a serlo en y por la configuración ideológica familiar específica en palabra de Dios, la Tradición la ha transmitido, la infabilidad
la cual es “esperado” después de haber sido concebido. Inútil Pontificia la fija para siempre en sus puntos “delicados”). Dice: he
decir que esta configuración ideológica familiar está en su aquí quién eres tú: ¡tú eres Pedro! ¡He aquí cuál es tu origen, has
unicidad fuertemente estructurada y que en esta estructura sido creado por Dios por la eternidad, aunque hayas nacido en
implacable más o menos “patológica” (suponiendo que este 1920 después de Jesucristo! ¡He aquí tu lugar en el mundo! ¡He
término tenga un sentido asignable), el antiguo futuro-sujeto debe aquí lo que debes hacer! ¡Gracias a lo cual, si observas la “ley del
“encontrar” “su” lugar, es decir “devenir” el sujeto sexual (varón o amor”, serás salvado, tú, Pedro, y formarás parte del Cuerpo
niña) que ya es por anticipado. Es evidente que esta sujeción y Glorioso de Cristo!, etcétera. Es ese un discurso totalmente
preasignación ideológica y todos los rituales de la crianza y la conocido y trivial, pero al mismo tiempo totalmente sorprendente.
educación familiares tienen alguna relación con lo que Freud Sorprendente, pues si consideramos que la ideología religiosa se
estudió en las formas de las “etapas” pregenitales y genitales de dirige precisamente a los individuos6 para “transformarlos en
la sexualidad, por lo tanto en la “toma” de lo que Freud señaló, por sujetos”, interpelando al individuo Pedro para hacer de él un
sus efectos, como el Inconsciente. Pero dejemos también este sujeto, libre de obedecer o desobedecer al llamado, es decir a las
punto. órdenes de Dios: si los llama por su Nombre, reconociendo así
Avancemos otro paso. Lo que va a retener ahora nuestra que ellos son siempre-ya interpelados como sujetos dotados de
atención es la forma en que los “actores” de esta puesta en una identidad personal (hasta el punto de que el Cristo de Pascal
escena de la interpelación y sus roles específicos son reflejados dice: “Por ti yo he derramado esta gota de mi sangre”); si los
en la estructura misma de toda ideología. interpela de tal modo que el sujeto responde “Sí, ¡soy
precisamente yo! ”; si obtiene el reconocimiento de que ellos
Un ejemplo: la ideología religiosa cristiana ocupan exactamente el lugar que ella les ha asignado como suyo
en el mundo, una residencia fija (“¡es verdad, estoy aquí, obrero,
Como la estructura formal de toda ideología es siempre la patrón, soldado!”) en este valle de lágrimas; si obtiene de ellos el
misma, nos limitaremos a analizar un solo ejemplo, accesible a reconocimiento de un destino (la vida o la condena eternas)
todos, el de la ideología religiosa: puntualizamos que puede según el respeto o el desprecio con los que traten los
reproducirse la misma demostración con respecto a la ideología “mandamientos de Dios”, la Ley convertida en Amor; si todo esto
sucede exactamente así (en las prácticas de los muy conocidos
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7 Cito de manera combinada, o


rituales del bautismo, de la confirmación, de la comunión, de la desenfreno, en el pecado). textual, pero si “en espíritu y
confesión y de la extremaunción, etc.), debemos señalar que todo Mejor aun: Dios se desdobla y envía su Hijo a la tierra, verdad”.
este “procedimiento” que pone en escena sujetos religiosos como simple sujeto “abandonado” por él (la larga queja del Huerto 8 El dogma de la Trinidad es la
cristianos está dominado por un fenómeno extraño: tal multitud de de los Olivos que termina en la Cruz), sujeto pero también Sujeto, teoría del desdoblamiento del
Sujeto (el Padre) en sujeto (el Hijo) y
sujetos religiosos posibles existe sólo con la condición absoluta hombre pero Dios, para cumplir aquello para lo cual se prepara la de su relación especular (el Espíritu
de que exista Otro Sujeto Único, Absoluto, a saber, Dios. Redención final, la Resurrección del Cristo. Dios necesita pues Santo).
Convengamos en designar este nuevo y singular Sujeto “hacerse” hombre él mismo, el Sujeto necesita convertirse en
con la grafía Sujeto con mayúscula, para distinguirlo de los sujeto, como para demostrar empíricamente, de manera visible
sujetos ordinarios, sin mayúscula. para los ojos, tangible para las manos (véase Santo Tomás) de los
Resulta entonces que la interpelación a los individuos sujetos que, si son sujetos sometidos al Sujeto, es únicamente
como sujetos supone la “existencia” de otro Sujeto, Único y para regresar finalmente, el día del Juicio Final, al seno del Señor,
central en Nombre del cual la ideología religiosa interpela a todos como el Cristo, es decir al Sujeto.8
los individuos como sujetos. Todo esto está claramente escrito en Descifremos en lenguaje teórico esta admirable necesidad
las justamente llamadas Escrituras. “En aquellos tiempos, el del desdoblamiento del Sujeto en sujetos y del Sujeto mismo en
Señor Dios (Yahvé) habló a Moisés en la zarza. Y el Señor llamó a sujeto-Sujeto.
Moisés: '¡Moisés!' '¡Soy (precisamente) yo!', dijo Moisés, '¡yo soy Observamos que la estructura de toda ideología, al
Moisés tu servidor, habla y yo te escucharé!' y el Señor habló a interpelar a los individuos como sujetos en nombre de un Sujeto
Moisés y dijo: 'Yo Soy El que Soy”. Único y Absoluto es especular, es decir en forma de espejo, y
Dios se definió a sí mismo como el Sujeto por excelencia, doblemente especular; este redoblamiento especular es
aquel que es por sí y para sí (“Yo soy Aquel que soy”), y aquel que constitutivo de la ideología y asegura su funcionamiento. Lo cual
interpela a su sujeto, el individuo que le está sometido por su significa que toda ideología está centrada, que el Sujeto Absoluto
interpelación misma, a saber el individuo denominado Moisés. Y ocupa el lugar único del Centro e interpela a su alrededor a la
Moisés, interpelado-llamado por su Nombre, reconociendo que infinidad de los individuos como sujetos en una doble relación
era “precisamente” él quien era llamado por Dios, reconoce que especular tal que somete a los sujetos al Sujeto, al mismo tiempo
es sujeto, sujeto de Dios, sujeto sometido a Dios, sujeto por el que les da en el Sujeto en que todo sujeto puede contemplar su
Sujeto y sometido al Sujeto. La prueba es que lo obedece y hace propia imagen (presente y futura), la garantía de que se trata
obedecer a su pueblo las órdenes de Dios. precisamente de ellos y de El y de que, al quedar todo en Familia
Dios es pues el Sujeto, y Moisés, y los innumerables (la Santa Familia: la Familia es por esencia santa), “Dios
sujetos del pueblo de dios, sus interlocutores-interpelados: sus reconocerá en ella a los suyos”, es decir que aquellos que hayan
espejos, sus reflejos. ¿Acaso los hombres no fueron creados a reconocido a Dios y se hayan reconocido en El serán salvados.
imagen de Dios? Como toda la reflexión teológica lo prueba, Resumamos lo que hemos obtenido sobre la ideología en
mientras que El “podría” perfectamente prescindir de ellos... Dios general.
necesita a los hombres, el Sujeto necesita a los sujetos, tanto La estructura especular redoblada de la ideología asegura
como los hombres necesitan a Dios, los sujetos necesitan al a la vez:
Sujeto. Mejor dicho: Dios necesita a los hombres, el gran Sujeto 1) la interpelación de los “individuos” como sujetos,
necesita a los sujetos incluso en la espantosa inversión de su 2) su sujeción al Sujeto,
imagen en ellos (cuando los sujetos se revuelcan en el 3) el reconocimiento mutuo entre los sujetos y el Sujeto, y

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9 Hegel es (sin saberlo) un


entre los sujetos mismos, y finalmente el reconocimiento del obtener, prueban que no es “naturalmente” así (“naturalmente”: admirable “teórico” de la ideología,
sujeto por él mismo.9 fuera de esta plegaria, o sea, fuera de la intervención ideológica). en tanto que “teórico” del
Reconocimiento Universal, que
4) la garantía absoluta de que todo está bien como está y Esas palabras prueban que es necesario que sea así, para que lamentablemente terminó en la
de que, con la condición de que los sujetos reconozcan lo que son las cosas sean como deben ser, digámoslo ya: para que la ideología del Saber Absoluto.
Feuerbach es un sorprendente
y se conduzcan en consecuencia, todo irá bien: “Así sea”. reproducción de las relaciones de producción sea asegurada “teórico” de la relación especular,
Resultado: tomados en este cuádruple sistema de cada día (incluso en los procesos de producción y circulación) en que lamentablemente terminó en la
ideología de la Esencia Humana. Si
interpelación como sujetos, de sujeción al Sujeto, de la “conciencia”, o sea, en el comportamiento de los individuos se desea encontrar elementos para
reconocimiento universal y de garantía absoluta, los sujetos sujetos que ocupan los puestos que la división socio-técnica del desarrollar una teoría de la garantía,
es necesario volver a Spinoza.
“marchan”, “marchan solos” en la inmensa mayoría de los casos, trabajo les ha asignado en la producción, la explotación, la
con excepción de los “malos sujetos” que provocan la represión, la ideologización, la práctica científica, etc. ¿Qué
intervención ocasional de tal o cual destacamento del aparato implica realmente ese mecanismo del reconocimiento especular
(represivo) de Estado. Pero la inmensa mayoría de los (buenos) del Sujeto, de los individuos interpelados como sujetos y de la
sujetos marchan bien “solos”, es decir con la ideología (cuyas garantía dada por el Sujeto a los sujetos si aceptan libremente su
formas concretas están realizadas en los aparatos ideológicos de sometimiento a las “órdenes” del Sujeto? La realidad de ese
Estado). Se insertan en las prácticas gobernadas por los rituales a mecanismo, aquella que es necesariamente desconocida en las
los AIE. “Reconocen” el estado de cosas existentes (das formas mismas del reconocimiento (ideología =
Bestehende ), que “es muy cierto que es así y no de otro modo”, reconocimiento/desconocimiento) es efectivamente, en última
que se debe obedecer a Dios, a su conciencia, al cura, a de instancia, la reproducción de las relaciones de producción y las
Gaulle, al patrón, al ingeniero, que se debe “amar al prójimo como relaciones que de ella dependen.
a sí mismo”, etc. Su conducción concreta, material, no es más que
la inscripción en la vida de las admirables palabras de su plegaria Enero-abril de 1969
“¡Así sea!” Sí, los sujetos “marchan solos”. Todo el misterio de
este efecto reside en los dos primeros momentos del cuádruple P.S. Si bien estas pocas tesis esquemáticas permiten
sistema de que acabamos de hablar, o, si se prefiere, en la aclarar ciertos aspectos del funcionamiento de la
ambigüedad del término sujeto. En la acepción corriente del superestructura y de su modo de intervención en la
término, sujeto significa efectivamente 1) una subjetividad libre: infraestructura, son evidentemente abstractas y dejan
un centro de iniciativas, autor y responsable de sus actos; 2) un necesariamente en suspenso importantes problemas,
ser sojuzgado, sometido a una autoridad superior, por lo tanto sobre los cuales debemos decir unas palabras:
despojado de toda libertad, salvo la de aceptar libremente su
sumisión. Esta última connotación nos da el sentido de esta 1) El problema del proceso de conjunto de la realización de
ambigüedad, que no refleja sino el efecto que la produce: el la reproducción de las relaciones de producción.
individuo es interpelado como sujeto (libre) para que se someta Los AIE contribuyen, como elemento de ese proceso, a
libremente a las órdenes del Sujeto, por lo tanto para que acepte esta reproducción.
(libremente) su sujeción, por lo tanto para que “cumpla solo” los Pero el punto de vista de su simple contribución se
gestos y actos de su sujeción. No hay sujetos sino por y para su mantiene abstracto.
sujeción. Por eso “marchan solos”. Solamente en el seno mismo de los procesos de
“¡Así sea!”... Esas palabras, que registran el efecto a producción y de circulación se realiza esta reproducción.

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Es realizada por el mecanismo de esos procesos, donde es en general). Si hay en él algo de verdad, ese mecanismo es
“perfeccionada” la formación de los trabajadores, donde le abstracto con respecto a toda formación ideológica real.
son asignados los puestos, etc. Es en el mecanismo
interno de esos procesos donde va a ejercerse el efecto de Se ha propuesto la idea de que las ideologías eran
diferentes ideologías (ante todo de la ideología jurídico- realizadas en las instituciones, en sus rituales y sus
moral). prácticas, los AIE. Se ha visto que éstos contribuían a una
Pero este punto de vista continúa siendo abstracto, dado formación de la lucha de clases, vital para la clase
que en una sociedad de clase las relaciones de producción dominante, que es la reproducción de las relaciones de
son relaciones de explotación, por lo tanto, relaciones entre producción. Pero este mismo punto de vista, por más real
clases antagónicas. La reproducción de las relaciones de que sea, sigue siendo abstracto.
producción, objetivo último de la clase dominante, no En efecto, el Estado y sus aparatos sólo tienen sentido
puede ser una simple operación técnica de formación y desde el punto de vista de la lucha de clases, como aparato
distribución de los individuos en los diferentes puestos de de lucha de clases que asegura la opresión de clases y
la “división técnica” del trabajo: toda división “técnica”, toda garantiza las condiciones de la explotación y de su
organización “técnica” del trabajo es la forma y la máscara reproducción. Pero no existe lucha de clases sin clases
de una división y una organización sociales (de clase) del antagónicas. Quien dice lucha de clase de la clase
trabajo. dominante dice resistencia, rebelión y lucha de clase de la
clase dominada.
La reproducción de las relaciones de producción sólo Por esta razón los AIE no son la realización de la ideología
puede ser, por lo tanto, una empresa de clase. Se realiza a en general, ni tampoco la realización sin conflictos de la
través de una lucha de clases que opone la clase ideología de la clase dominante. La ideología de la clase
dominante a la clase explotada. dominante no se convierte en dominante por gracia divina,
ni en virtud de la simple toma del poder de Estado. Esta
El proceso de conjunto de la realización de la reproducción ideología es realizada, se realiza y se convierte en
de las relaciones de producción se mantiene pues dominante con la puesta en marcha de los AIE. Ahora bien,
abstracto a menos de ubicarse en el punto de vista de la esta puesta en marcha no se hace sola, por el contrario, es
lucha de clases. Ubicarse en el punto de vista de la objeto de una ininterrumpida y muy dura lucha de clases:
reproducción es, en última instancia, por lo tanto, ubicarse primero contra las antiguas clases dominantes y sus
en el punto de vista de la lucha de clases. posiciones en los viejos y nuevos AIE, después contra la
clase explotada.
2) El problema de la naturaleza de clase de las ideologías
que existen en una formación social. Pero este punto de vista de la lucha de clases en los AIE es
todavía abstracto. En efecto, la lucha de clases en los AIE
El “mecanismo” de la ideología en general es una cosa. Se es ciertamente un aspecto de la lucha de clases, a veces
ha visto que se reducía a ciertos principios contenidos en importante y sintomático: por ejemplo la lucha antirreligiosa
pocas palabras (tan “pobres” como las que definen según del siglo XVIII, y actualmente, la “crisis” del AIE escolar en
Marx la producción en general, o en Freud el inconsciente todos los países capitalistas. Pero la lucha de clases en los

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AIE es sólo un aspecto de una lucha de clases que


desborda los AIE. La ideología que una clase en el poder
convierte en dominante en sus AIE, se realiza en esos AIE,
pero los desborda, pues viene de otra parte; también la
ideología que una clase dominada consigue defender en y
contra tales AIE los desborda, pues viene de otra parte.

Las ideologías existentes en una formación social sólo


pueden explicarse desde el punto de vista de las clases, es
decir, de la lucha de clases. No sólo desde ese punto de
partida es posible explicar la realización de la ideología
dominante en los AIE y las formas de lucha de clases en las
cuales tanto la sede como lo que está en juego son los AIE.
Pero también y principalmente desde ese punto de vista se
puede comprender de dónde provienen las ideologías que
se realizan en los AIE y allí se enfrentan.

Puesto que si es verdad que los AIE representan la forma


en la cual la ideología de la clase dominante debe
necesariamente medirse y enfrentarse, las ideologías no
“nacen” en los AIE sino que son el producto de las clases
sociales tomadas en la lucha de clases: de sus condiciones
de existencia, de sus prácticas, de su experiencia de lucha,
etcétera.
Abril de 1970

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GEORGES DUBY DUBY, Georges,


Historia social e ideologías de las sociedades,
Historia social e ideologías de las sociedades Le Goff, Jacques y Nora, Pierre (comps.) Hacer la historia, Volumen I,
Laia, Barcelona, 1978.

Hacer la Historia cuya intervención es incontestablemente tan determinante como


la de los fenómenos económicos y demográficos. Pues no es en
I. Nuevos problemas función de su condición verdadera, sino de la imagen que de la
misma se hacen y que nunca ofrece su reflejó fiel, que los
Historia social e ideologías de las sociedades hombres arreglan su conducta. Se esfuerzan por adecuarla a
modelos de comportamiento que son producto de una cultura y
Es evidente que la historia de las sociedades debe que se ajustan, bien o mal, al curso de la historia, a las realidades
fundarse en un análisis de las estructuras materiales. La materiales.
organización de los grupos, de las comunidades familiares o de La articulación de las relaciones sociales, el movimiento
vecindad, de las asociaciones, de las bandas, de las compañías, que hace que se transformen se opera, así, en el marco de un
de las sectas, de la índole y el vigor de los lazos que los han sistema de valores, y la gente piensa por lo común que este
reunido, la situación de los individuos en esta red de relaciones, sistema orienta la historia de estas relaciones. Efectivamente,
su posición en el seno de una jerarquía compleja de estratos gobierna el comportamiento de cada individuo con respecto a los
superpuestos; la distribución de poderes entre ellos no puede demás miembros del grupo en el que toma parte. Sobre el mismo
ponerse claramente de manifiesto sin que se reúnan previamente se fundan las constricciones que cada cual acepta o intenta
todos los indicios que permiten reconstituir los componentes del transgredir, pero que cada uno espera, cómo no, que sean
espacio que los hombres han ocupado, ordenado y explotado, respetadas por los demás. En el interior de este sistema florece o
percibir el sentido de los diversos movimientos que determinaron se desmorona la conciencia que la gente toma de la comunidad,
la evolución del poblamiento, definir el nivel de las técnicas de de la capa, de la clase de la que forman parte, de su distancia con
producción y comunicación, entender de qué manera se respecto a las demás clases, estratos o comunidades, una
encontraban repartidas las tareas, las riquezas y los beneficios y conciencia más o menos clara, pero cuyo desconocimiento
cómo se utilizaron los excedentes. De hecho, el amplio desarrollo reduciría el alcance de todo análisis de una clasificación social y
de la investigación histórica durante los últimos tres decenios en su dinámica. Es este sistema de valores que hace tolerar las
los campos de la economía, la demografía y, más recientemente, reglas del derecho y los decretos del poder, o que las convierte en
la ecología, ha estimulado los primeros progresos de la historia intolerables. Es en él, finalmente, que residen los principios de
social. No obstante, es no menos evidente que la prosecución de una acción que pretende animar el devenir del cuerpo social, que
estos progresos depende de la elaboración de nuevos arraiga el sentido que toda sociedad atribuye a su historia y hace
cuestionarios, de una relectura de los documentos y de la que sus reservas de esperanza se acumulen. Alimenta los sueños
explotación de nuevas fuentes, del reconocimiento y de la y las utopías, ora se proyecten hacia el pasado, hacia una edad de
prospección de nuevos campos de investigación. oro ejemplar de ilusorios atractivos, ora hacia el futuro, en un
En efecto, para comprender la ordenación de las porvenir que se desea y por el que se lucha. Mantiene las
sociedades humanas y para discernir las fuerzas que las hacen pasividades y las resignaciones, pero contiene asimismo en
evolucionar, importa prestar atención a los fenómenos mentales, germen todas las tentativas de reforma, todos los programas
revolucionarios y el resorte de todas las mutaciones bruscas. Una
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de las tareas principales que corresponden en la actualidad a las cosmologías y la teología, y aparecen, de este modo,
ciencias del hombre es, pues, la de medir, en el seno de una inseparables de un sistema de creencias: en la Europa medieval,
totalidad indisociable de acciones recíprocas, la presión por ejemplo, toda representación de las relaciones sociales
respectiva de las condiciones económicas y, por otra parte, un buscaba necesariamente apoyo en algunos de los textos
conjunto de convenciones y preceptos morales, de las fundamentales del cristianismo.
prohibiciones que esgrimen y de las vías de perfección que 2. Las ideologías, que tienen por primera función la de dar
proponen. En una tal empresa, puede tenerse por decisiva la seguridad, también son, claro está, deformantes. La imagen que
aportación de los historiadores. En efecto, los sistemas de procuran de la organización social se construye en un
valores, que de diversas maneras transmiten los procedimientos encajonamiento coherente de inflexiones, desvíos, torsiones, en
de educación sin cambio aparente de una generación a otra, no una puesta en perspectiva, un juego de luces que tiende a velar
son, sin embargo, inmóviles. Poseen su propia historia, cuyo aire ciertas articulaciones proyectando toda la luz en otras, para servir
y fases no coinciden con las de la historia del poblamiento y de los mejor a unos intereses particulares. Así, el esquema dualista,
modos de producción. Pues bien, es justamente a través de tales clarísimamente maniqueo, que, en el pensamiento de los
discordancias que las correlaciones entre las estructuras eclesiásticos del siglo IX, oponían los “poderosos” y los “pobres”,
materiales y las mentalidades pueden discernirse con la mayor pudo estimular a la Iglesia y a la monarquía, cuyos intereses
claridad. coincidían, a resistir a las presiones de la aristocracia laica; pero
Un área singularmente vasta se ofrece, pues, en la esta imagen desfiguraba (y ha continuado desfigurando hasta la
duración larga y breve, al estudio de las actitudes mentales, sin la mente de los más recientes historiadores de la sociedad) ciertas
que no podría escribirse la historia de las sociedades. En este funciones sociales y económicas esenciales del señorío rural.
terreno, todavía mal explorado y abierto de par en par a las 3. Resulta de todo ello que, en una sociedad dada
investigaciones futuras, se inscribe necesariamente el estudio de coexisten varios sistemas de representaciones que,
las ideologías. La palabra es vaga. El uso que de la misma se naturalmente una vez más, están en concurrencia. Estas
hace en política ha vuelto ambiguo su significado. El historiador oposiciones son en parte formales y responden a la existencia de
tiene que tomarla en su sentido más amplio, eliminando los tonos varios niveles o planos de cultura. Reflejan sobre todo
peyorativos con que tan a menudo está cargada. Entendemos por antagonismos que surgen a veces de la yuxtaposición de etnias
ideología, como hace Louis Althusser, “un sistema (con su lógica y separadas, pero que siempre están determinadas por la
rigor propios) de representaciones (imágenes, mitos, ideas o disposición de las relaciones de poder. Numerosos rasgos
conceptos según los casos) dotado de una existencia y un papel comunes aproximan esas ideologías, puesto que las relaciones
histórico en el seno de una sociedad dada”. vividas de las que ellas dan la imagen son las mismas, y porque se
Así definidas, las ideologías presentan cierto número de edifican en el seno de un mismo conjunto cultural y se expresan
rasgos que conviene, ante todo, poner de relieve: en los mismos lenguajes. Por 1o ordinario, no obstante, unas se
1. Aparecen como sistemas completos y son, presentan como las imágenes invertidas de las demás, a las que
naturalmente, globalizantes, pretendiendo ofrecer a la sociedad, se enfrentan. El amor cortés, por ejemplo, adúltero y “pagano”,
de su pasado, de su presente, de su futuro, una representación de aparece, en la cristiandad del siglo XII, como una inversión casi
conjunto integrada a la totalidad de una visión del mundo. Hasta socarrona de las relaciones afectivas vividas en el seno de los
una época recentísima las imágenes de la sociedad han linajes y compañías vasálicas, y en las nuevas formas de la
sostenido, pues, estrechas correspondencias con las devoción a la Virgen. En efecto, el sistema ideológico del que este
juego mundano constituía una de las piezas clave, cubría las
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actitudes de los caballeros célibes que las costumbres familiares son los ancianos. No obstante, con mayor solidez y frecuencia, el
frustraban, y molestaba la esclerosis progresiva de las relaciones conservadurismo se apoya en la jerarquía social. Los estratos
feudales y a las que la moral de la Iglesia pretendía refrenar en dominantes, cuyos intereses son servidos por modelos
sus desmanes. ideológicos mejor armados que los demás, se permiten, por lo
4. Globalizantes, deformantes, concurrentes, las general, el lujo (y precisamente en la medida en que su
ideologías resultan ser igualmente estabilizantes. Éste es el caso, superioridad material les parece más segura) de estimular las
claro está, de los sistemas de representaciones que se proponen innovaciones en el dominio de la estética y la moda. No obstante,
preservar las ventajas adquiridas por las capas sociales en el fondo de sí mismos, están muy, atentos a defenderse contra
dominantes; lo que no es menos verdad de cuantos, todos los cambios menos superficiales que podrían poner en tela
antagonistas, reflejan a los primeros, aunque invirtiéndolos. La de juicio los poderes y las ventajas que detentan. Puede pensarse
organización ideal en la que hacen soñar las ideologías más que la resistencia al cambio en ninguna parte está anclada con
revolucionarias es vista efectivamente, al final de unas victorias mayor firmeza que entre los miembros de los cleros de todo tipo,
que incitan a obtener, como un establecimiento definitivo: ninguna ligados más que nadie a la salvaguardia de los conceptos, de las
utopía hace llamamientos a la revolución permanente. Esta creencias y de las reglas morales que constituyen el único sostén
inclinación a la estabilidad radica en que las representaciones del poder de que disfrutan y de los privilegios que se les
ideológicas participan de la pesadez inherente a todos los reconocen. En fin, la tendencia al conservadurismo se ve
sistemas de valores, cuyo armazón se compone de tradiciones. acentuada, además, por el movimiento que, en todas las
La rigidez de los diversos órganos de educación, la permanencia sociedades, obliga a los modelos culturales a desplazarse
formal de los instrumentos lingüísticos, el poder de los mitos, la gradualmente desde las cumbres de la jerarquía social en que
reticencia instintiva frente a la innovación que arraiga en lo más han tomado forma como respuesta a los gustos e intereses de los
profundo de los mecanismos de la vida, son un obstáculo para equipos dirigentes, hacia medios progresivamente más, amplios
que se modifiquen sensiblemente en el curso de la transferencia y más humildes, a los que fascinan y que trabajan para
que los lega a cada generación nueva. El miedo del futuro hace apropiárselos. Este proceso de vulgarización continua va
que las ideologías se apoyen, naturalmente, en las fuerzas de acompañado de una lenta deformación de las representaciones
conservación, de las que se percibe que son en verdad mentales. No por ello prolonga por menos tiempo la supervivencia
dominantes en la mayoría de los medios culturales que se de ciertas actitudes. Contribuye a mantener, así, por debajo de la
yuxtaponen y se interpenetran en el seno del cuerpo social. A modernidad de superficie que las capas dominantes ostentan
veces es la ordenación misma de las técnicas de producción lo para distinguirse de las demás, un fondo sólido de referencias a
que fortifica la resistencia al cambio. Lo que se produce, por las tradiciones que proporciona al espíritu conservador su apoyo
ejemplo, en las sociedades con fuertes bases agrarias. Su más firme.
supervivencia depende de la estabilidad de un sistema coherente 5. No obstante, en las culturas en las que puede escribirse
de medios empíricos, cuyo equilibrio, resultado de largos la historia, todos los sistemas ideológicos se fundan en una visión
esfuerzos de adaptación a las condiciones naturales, parece de esta historia, instaurando en un recuerdo de los tiempos
frágil, y lo es efectivamente, tanto más que las técnicas son pasados, objetivo o mítico, el proyecto de un futuro que vería el
primarias. Estas sociedades viven, pues, en el temor de las advenimiento de una sociedad más perfecta. Son todos
novedades que podrían romper este equilibrio; se encierran, para portadores de esperanzas. Estimulan a la acción. Todas las
protegerse, en un caparazón de costumbres, y hallan su asiento ideologías son “prácticas” y contribuyen por eso mismo a animar
en el respeto de una sabiduría cuyos depositarios más seguros el movimiento de la historia. Pero en el curso de este movimiento
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se transforman a sí mismas debido a tres razones principales: y que se revelan como los agentes principales de las
a) Entre las relaciones vividas y la representación que la fuerzas de conservación, de resistencia o de conquista, los
gente se hace de las mismas existen relaciones bastante artesanos de los ajustes necesarios. Se trata en primer
estrechas para que la segunda sufra bien o mal las lugar de todos los especialistas a los que las sociedades
repercusiones de los cambios que afectan a las primeras. establecidas delegan las funciones de educación y
b) Por otra parte, en la rivalidad permanente que opone enseñanza. Se trata igualmente de todos cuantos se hacen
entre sí a las clases de edad o a las categorías separadas portavoces de una categoría social de la que con
por intereses divergentes, en el curso de conflictos que frecuencia ni siquiera han salido, ora porque ciertas
entran en las fases más agudas cuando se acelera la frustraciones les hayan conducido a romper con el grupo
evolución económica o demográfica, o bien cuando, a del que salen, a desarraigarse del mismo, a atacarlo, a
efectos de esta evolución, se operan unas mutaciones en apoyar su lucha en otros cuerpos sociales naturalmente
el seno de las estructuras políticas, las ideologías tienen antagonistas y a fortificar las posiciones ideológicas de los
que adaptarse, para resistir o vencer mejor. Frente a las mismos con el aporte de su experiencia y su conocimiento;
ideologías adversas, se tienden o agilizan, se afirman o ora porque, tránsfugas de su propia clase, sean sensibles a
disimulan, se camuflan bajo el velo de nuevas apariencias. las ventajas de una carrera, como es el caso de numerosos
Cuando se hallan en situación de fuerza, consiguen intelectuales que las capas dirigentes toman a su servicio y
integrar en parte al sistema que constituyen las imágenes o que se convierten en sus mayordomos.
los modelos que les amenazaran del exterior, consiguen c) Ocurre, en fin, que ciertos sistemas ideológicos se
dominarlos, someterlos, emplearlos para consolidar sus transforman cuando el conjunto cultural que los envuelve
posiciones. Es así, por ejemplo, cómo la Iglesia triunfante se halla penetrado por la influencia de culturas extrañas y
del siglo XIII consiguió extender su dominio sobre lo que a próximas, de las que es muy raro que se encuentre por
decir verdad no era más que una florescencia menos completo aislado. Esta intrusión procede a menudo de una
reacia de la contestación herética, la predicación de relación desigual de fuerzas entre civilizaciones
Francisco de Asís. Le fue preciso, para dar cabida a estas enfrentadas. En tal caso, la irrupción es a veces brutal,
propuestas de perfección, perturbar sensiblemente su cuando acompaña los trastornos políticos que la invasión o
propia organización, mondar, agilizar, reprimir, desechar la colonización provocan. Con mayor frecuencia es
cuanto era demasiado irreductible al contenido del insidiosa y resulta de la fascinación que de lejos ejercen las
franciscanismo, acoger todo cuanto podía asimilar del creencias, las ideas o las formas de vivir seductoras. Pero
mismo, e introducirlo para reforzar los ejes de sus el préstamo puede ser asimismo deliberado, pues las
estructuras materiales y espirituales; pero, al final ideologías buscan apoyos en todas partes. Así ocurrió en el
consiguió, y no sin problemas, remodelar la mismísima Occidente del siglo XII, de la ética cortesana; enriqueció
figura de Francisco y su mensaje y domesticarlos. En estos sus representaciones mentales, su ritual y sus modos de
procedimientos de conflictos, de contestaciones, de expresión recurriendo a la cultura de la Antigüedad latina y
recuperación, de integración que forman la trama de la a la de la España islamizada.
historia de las ideologías, algunos medios sociales
desempeñan un papel preponderante. El historiador tendrá Sí, los movimientos que arrancan las ideologías de su
que prestar especial atención a esa gente que, dada su inercia natural son generalmente muy lentos y apenas presentan
situación profesional, está situada en la punta del combate
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sacudidas; ordinariamente es mediante elásticas inflexiones que Aun así, no hay que esperar alcanzar sin dificultad los
ceden para adoptar los cambios más abruptos que se producen sistemas ideológicos más triunfantes. Pues es algo excepcional
en el plano de la economía o de la política. Pero esos sistemas no que estos conjuntos complejos constituyan, en su totalidad, el
dejan de aparecer en evolución constante. Incontestablemente, objeto de una expresión deliberada. Incluso cuando se comunica
las ideologías son uno de los objetos de la historia. a sabiendas una exposición coherente de una doctrina, la imagen
es fragmentaria: siempre queda una parte disimulada en lo no
No hay que disimular, empero, la extrema dificultad de esta formulado. Para descubrir lo que no se entrega, habría que poder
historia. Resulta muy difícil, ante todo, la recogida de testimonios. analizar todas las conductas, individuales y colectivas, pues las
En efecto, de la mayoría de los sistemas ideológicos del pasado, ideologías las impregnan más o menos. Quien quiera
no subsisten más que huellas fugitivas, alteradas, vaporosas. Es reconstituirlas en su totalidad, tiene que reunir innumerables
el caso de las ideologías “populares”. Se entiende, las de todos índices, difundidos entre todos los vestigios, siempre lacunares y
los medios sociales que no tuvieron acceso por sí mismos a confusos, que subsisten de tales conductas. Exhumar los
instrumentos culturales capaces de traducir en formas duraderas sistemas ideológicos del polvo del pasado impone detectar,
una visión del mundo. Sólo la atención que eventualmente les ensamblar e interpretar una serie de signos dispersos. El
prestaron los estratos dominantes permite a veces adivinarlas, historiador tiene que descifrar, descriptizar. Y además, en el curso
pero la imagen que se revela a través de este intérprete es de esas operaciones, tiene que librarse, tanto cuanto pueda, de
siempre vaga, parcial y singularmente deformada. Es igual el las presiones ideológicas de las que es prisionero él mismo.
caso de todas las ideologías contestatarias, reprimidas y con Entre las fuentes documentales más accesibles, y aquellas
frecuencia perseguidas hasta los vestigios más difusos que cuya enseñanza es más clara, figuran evidentemente todos los
pudieran dejar en el recuerdo. No pueden vislumbrarse más que a escritos de propaganda, los tratados de buena conducta, los
través de la represión de la que fueron objeto; hay que buscar en discursos edificantes, los manifiestos, los panfletos, los
las refutaciones, en los argumentos de la contrapropaganda, en sermones, los elogios, los epitafios, las biografías de héroes
las consignas que recibieron los inquisidores y en las vistas de las ejemplares, en definitiva, todas las expresiones verbales que un
actas de condena, algo con que reconstruir algunos de sus medio social da de las virtudes que reverencia y de los vicios que
rasgos. Los documentos nunca aclaran directamente más que las reprueba, y que le sirven para defender y propagar la ética en que
ideologías que respondieron a los intereses y a las esperanzas de se apoya su buena conciencia. Pero, en la prosecución de
las clases dirigentes. Pues sólo esos grupos detentaron los encuestas de este género, no hay que desechar, al fin y al cabo,
medios para construir objetos culturales que no fuesen efímeros y ningún texto. En el vocabulario de los relatos, de las obras
cuyas huellas se prestan al análisis histórico. Pero también dramáticas, de las correspondencias, de los libros de razón, en el
porque la repartición de los poderes autorizó esas únicas vocabulario, más conservador que los demás, de las liturgias, de
ideologías a aparecer a plena luz, a expandirse, a infiltrarse en los reglamentos, de las actas jurídicas, es necesario captar los
todas las formas de expresión, a imponerse poco a poco términos reveladores, y más que los vocablos, las frases hechas,
mediante el juego de los sistemas de educación e información y el las metáforas y la forma como los vocablos se asocian; ahí se
efecto de las fascinaciones que naturalmente ejercen las modas y refleja inconscientemente la imagen que determinado grupo, en
las actitudes de las élites sociales en los estratos que estos determinado momento, tiene de sí mismo y de los demás. No
medios dominan. Es un principio esencial de método el no perder obstante, la cosecha podría ser aún más abundante entre los
de vista esta situación, y el aplicarse a corregir los errores de documentos no escritos, pues la ideología encuentra una
perspectiva que pudiera engendrar. expresión a veces más directa y más grávida en las articulaciones
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de signos visibles. Los emblemas, las costumbres, los atavíos, las manifiesto lo que las expresiones de la ideología dominante
insignias, los gestos, el cuadro y la ordenación de fiestas y puedan revelar de las ideologías concurrentes a las que se
ceremonias, la forma como se dispone el espacio social, enfrenta y que, por lo general, no pueden percibirse más que a
atestiguan efectivamente cierto orden soñado del universo. En través de ella, por las sinuosidades de sus líneas de defensa y de
este dominio particular y central de la historia de las sociedades, ataque. Por otra parte, en la diacronía, las deformaciones
la investigación tiene qué prestar, pues, una gran atención a todos insensibles de estos sistemas exigen que se las siga de cerca.
los objetos figurativos, a la estructura de los monumentos, a su Resulta que el recurso a los métodos de la historia serial es aquí
decoración, y a todo el material documental de primer orden que necesario y posible: entre los elementos de los diferentes
constituyen todas las imágenes esculpidas o pintadas. Pues en lenguajes, de la expresión verbal, ritual o figurativa, los más
todas las civilizaciones y en la mayor parte del pasado histórico; significativos pueden ordenarse cronológicamente en series
las representaciones figuradas estuvieron cargadas de un cuantificables. Este procedimiento permite captar las mutaciones
sentido más denso y de alcance más inmediato que la escritura. que hacen suplir aquel término, o aquel signo por otro, que
Fueron armas de defensa y agresión de especial eficacia. retrocedan y luego desaparezcan, que surjan y luego se
Evoquemos solamente la puerta de la abadía de Saint-Gilles que, impongan ciertos temas. Aquí entran en juego, claro está, la
a fines del siglo XII, en una encrucijada principal de la Galia viscosidad de los vocabularios y las remanencias prolongadas de
meridional contaminada por la herejía, levantó frente al las envolturas formales que disfrazan las transformaciones del
catarismo, en un teatro inmóvil, y con la fuerza de todos los contenido semántico. Pero en este plan de la investigación, esas
poderes de persuasión de que está investida la escultura, una discordancias entre la forma, y el sentido importan poco. Puesto
suma de la ideología católica, reforzada por las reminiscencias que las ideologías son en verdad envolturas, sistemas de
majestuosas del orden imperial romano. Un poco más tarde, la representación cuyo fin es el de asegurar y proporcionar una
Iglesia pontificial halló entre los pintores, y los más grandes de justificación de las conductas de la gente, lo que cuenta, son las
ellos, sus mejores auxiliares para extirpar finalmente, este formas, los esquemas y los temas, y la observación tiene que
movimiento de pobreza lírica, que invitaba al diálogo libre entre el situarse a ese nivel.
fiel y Jesús, al servicio de una ideología de la primacía clerical y de Ésta se beneficia de condiciones particularmente
la justificación de la fortuna. favorables en los períodos críticos, en los que el movimiento de
las estructuras materiales y políticas acaba repercutiendo en el
Luego de haber detectado todos esos indicios, conviene, plano de los sistemas ideológicos y convierte en más agudo el
ante todo, reunirlos, para reconstruir el sistema en su coherencia, conflicto que las opone. En el curso de esas crisis, de las
en su ordenación formal, a partir de todas las huellas por él revueltas, de las iniciativas de reforma o de las revoluciones que
dejadas. La máxima atención debe prestarse entonces a lo suscitan, vemos aparecer a plena luz estructuras latentes,
callado. Pues el peligro estaría aquí, mucho más grave que en las ordinariamente ocultas. Al intensificarse, la polémica conduce a
investigaciones de historia económica, en interpretar el silencio que se expresen los que en tiempos normales no se preocupan
como una ausencia. Las omisiones forman, en efecto, un por hacerlo o no tienen medios para ello, mientras que
elemento fundamental del discurso ideológico: esencial, su desencadena un ímpetu acelerador en el seno de las tendencias
significación tiene que dilucidarse. Hay que someter luego a un de larga duración que animan la evolución de la ideología
doble tratamiento los sistemas de representaciones así dominante. Sí, la lucha estimula también las intenciones
reconstituidos en su articulación semántica. En la sincronía, su iconoclastas y acarrea así la desaparición de ciertos indicios.
análisis tiene que ser lo bastante profundo para poner de Pero, en compensación, provoca una acrecentamiento brusco del
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material documental en razón de las tomas de posición que por de estas disonancias. Sobre esta cronología tiene que
ambas partes determina. Para la observación histórica, el apoyarse, en efecto, toda investigación, toda interpretación
momento privilegiado es aquel en el que el combate toca a su fin. ulteriores.
La victoria va seguida, en efecto, de acciones represivas, y de las b) Un análisis tal de las distancias de temporalidad debe
encuestas, los interrogatorios y las sentencias encerradas en conducir naturalmente a los historiadores de la sociedad a
archivos judiciales y policiales pueden recogerse buen número de criticar los sistemas coherentes que constituyen las
informaciones. Naturalmente, va acompañada de tentativas de ideologías del pasado, a desmitificarlas a posteriori
conversión, de elaboraciones doctrinales y de una fuerte haciendo ver, en cada momento de la evolución histórica,
reglamentación no poco expresivas. Y las relaciones de las cómo los rasgos que pueden vislumbrarse de las
perturbaciones anteriores que salen a luz en el cuadro de la condiciones materiales de la vida social se encuentran más
ideología triunfante resultan ser sumamente esclarecedoras, o menos disfrazadas en el seno de las imágenes mentales.
tanto acerca de esta ideología como de las ideologías que Eso es, el historiador tendría que medir, con toda la
pretende haber subyugado: basta con pensar en lo que revelan exactitud posible y el hecho de que en la mayor parte de los
las interpretaciones dadas de la Revolución francesa en los años documentos las expresiones de lo vivido y lo soñado se
treinta del siglo XIX, o los comentarios de que fue objeto la hallen confusamente mezcladas convierte la tarea en
Comuna de París cuando se celebró o se intentó dejar en la singularmente ardua, las concordancias y discordancias
sombra el centenario de este acontecimiento. que, en cada punto de la diacronía, se establecen entre tres
Recomponer a partir de fragmentos dispares los sistemas variables: por una parte, entre la situación objetiva de los
ideológicos del pasado, seguir las huellas de las individuos y los grupos y la imagen ilusoria en la que éstos
transformaciones que sufrieron, no es en verdad más que el han hallado confortación y justificación; por otra parte,
enfoque de una tarea mucho más delicada, la que consiste en entre esta imagen y las conductas individuales y colectivas.
precisar las relaciones que las ideologías sostienen, en el curso
de su historia, con la realidad vivida de la organización social. Al respecto me parece saludable tomar en consideración
Siendo así, proponemos llevar a cabo la investigación en dos las reflexiones críticas de Paul Veyne sobre los procesos y
etapas: altibajos del trabajo histórico. Ayudan efectivamente a precisar los
a) Las ideologías se presentan como la interpretación de objetivos y los límites de :la investigación y a jalonar mejor sus
una situación concreta. Tienden por lo tanto a reflejar los caminos. Esas reflexiones incitan a la prudencia. Ante todo,
cambios de las mismas. Pero tardan en hacerlo, pues son porque hacen medir la amplitud de las distancias que, en toda
por naturaleza conservadoras. El reajuste del que son sociedad, separan el comportamiento de los hombres de las
finalmente sujeto se produce al término de un lapso a veces representaciones mentales o de los sistemas de valores a los que
muy largo y que siempre resulta ser parcial. Las distancias se complacen en referirse. Tales comportamientos en parte se
entre su historia y la de las relaciones sociales vividas se insertan en ritos que son, efectivamente, vividos como ritos, y de
dejan medir con tanta menor facilidad que, por el juego de los que no debe creerse que sean expresión de creencias o ideas.
una dialéctica súbita, el paso de los sistemas de Estos comportamientos, por otro lado, no están más que
representaciones resuena, para frenarlo en ciertos puntos, imperfectamente sometidos a las reglas de la moral. La ética, en
en el movimiento mismo de las estructuras materiales y efecto, no representa nunca más que un “sector localizado” en un
políticas. Sin embargo, sí es a los historiadores a quienes conjunto, en cuyo interior opera de modo muy diverso según los
pertenece el establecer en su máxima fineza la cronología
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niveles de cultura, según las sociedades y según las épocas. Hay primer lugar, sus observaciones. Pero también le corresponde
que admitir, en fin, que siempre existe un “intervalo enorme entre observar, no menos atentamente, los grandes movimientos que
el intitulado oficial de un movimiento político y religioso y la brotan de estos cuadros institucionales, que los desbordan y que
atmósfera que en el mismo reina; esta atmósfera, la viven los los llevan a conjugarse unos con otros. Pues es estudiando estos
participantes sin ser concebida, y no deja apenas huella escrita”; movimientos como se eleva uno lo bastante para plantear, en toda
escapa por ello a la observación, pese a que es ella, mucho más su amplitud, el problema central de las relaciones entre las
directamente que las proclamaciones y las declaraciones de ideologías y lo que Karl Marx llama la praxis social. Con razón ha
principio, la que influye en las conductas. Por lo demás, estas escogido Paul Veyne, entre otros ejemplos, el de la cruzada. Esa
observaciones ponen en guardia contra la tentación de empresa no habría tenido tanto éxito si, a fines del siglo XII, las
sobrevalorar la acción de los sistemas ideológicos sobre el contradicciones hubiesen sido menos vivas en las capas
movimiento de la historia. Las ideologías no son más que dominantes de la sociedad feudal; pero no habría arrastrado
“banderas”. Hay que admitir, en efecto, que “la cobertura hacia Tierra Santa más que a un “puñado de hijos perdidos” si los
ideológica no engaña a nadie, que sólo convence a los que organizaron la expedición no la hubiesen sacralizado.
convencidos, y que el homo historicus apenas se deja doblegar Cuando marcha hacia Jerusalén, el cruzado sabe muy bien que
por los argumentos ideológicos de su adversario cuando lo que parte de una situación sin salida, pero se empeña sinceramente
está en juego son sus intereses”. en la salud de su alma; “sabe que la cruzada es una epopeya de
Sin embargo (Paul Veyne lo reconoce, y es ahí donde sus Dios porque se lo han dicho, y expresa cuanto siente a través, de
reflexiones merecen particular atención), los comportamientos se cuanto sabe, al igual que todo el mundo”.
ven más directamente determinados por motivos ideológicos Al recoger y ampliar este ejemplo, quisiera ahora y ya es
dentro de ciertos cuadros en los que se establecen las relaciones hora desprender de la abstracción estas consideraciones de
sociales, en el seno de lo que él llama las “instituciones”. Se método.
entiende “todo aquello acerca de lo cual se habla de ideal De la sociedad cristiana, los que, en la Europa del siglo XI
colectivo, de espíritu de cuerpo, de tradiciones de grupo, todo eran capaces de reflexionar, de organizar su pensamiento y darle
cuanto presenta la mezcla de ambiciones personales y de unas expresiones que tenían la posibilidad de no ser rápidamente
censura colectiva, que hace que el grupo social realice unos fines borradas, eso es los dirigentes de la Iglesia, fijaron las
que son más desinteresados que los fines que individualmente características de un modelo ideológico. En el estado actual de la
habrían perseguido sus miembros”, “una situación en que la investigación, no alcanzamos a ver que este modelo haya
gente, a partir de móviles no necesariamente idealistas, se ve constituido por entonces un tema de representaciones
obligada a cumplir con unos fines ideales con tanto escrúpulo iconográficas lo que no deja de plantear un problema. Pero, por lo
como si le interesasen esos fines por gusto personal”. Estos menos, lo hallamos claramente expresado en textos a, decir
cuadros son, evidentemente, lugar de tensiones vivísimas entre verdad muy raros, y que habría que recensionar minuciosamente.
los principios y los intereses individuales. Se ordenan, no También podrían descubrirse sus huellas del mismo modo que,
obstante, alrededor de un conjunto de reglas de conducta cuya en un número de escritos mucho más considerable, se ordenan
incidencia es más inmediata y más profunda que en otras partes, ciertos relatos, confrontadas ciertas imágenes, ensamblados
puesto que, en el interior del grupo, cada cual espera de los ciertos vocablos. Este esquema responde a la situación
demás que le respeten como hace él. Las “instituciones”, en el dominante de cuantos lo han construido, y pretende consolidarla.
sentido que da Paul Veyne a este término, constituyen el campo Puede pensarse que tomó consistencia bajo la presión de los
en el que el historiador de las ideologías tiene que aplicar, en enfrentamiento más vivos que suscitaban, en el seno de la
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aristocracia, la inflexión de la magistratura real y el debilitamiento movimientos de promoción que el progreso de la productividad
de sus poderes de conciliación, contestaciones traducidas en agrícola y la animación creciente de la circulación de las riquezas
particular, en la misma época, en erupciones heréticas, frente a van perfilando. Funda su actitud de resistencia al cambio, en las
las cuales este esquema fue, al parecer, levantado. bases de un sistema de creencias que presenta la creación como
Es algo simple. En efecto, las representaciones la réplica de una ciudad celeste intemporal: la clasificación social
ideológicas procuran naturalmente, una imagen simplificada de la que pretende fijar responde, fuera del tiempo y desde los orígenes
realidad de la organización social, ignorando los matices, las del universo, al mismo designio de Dios. No obstante, esta réplica
superposiciones, los recubrimientos; acusando por el contrario parece a primera vista imperfecta, y la visión del mundo maniquea
los contrastes y poniendo el acento en la jerarquía y los que envuelve este modelo ideológico da cuenta, efectivamente,
antagonismos. Reparte a los hombres en tres categorías, los de la influencia corrosiva de fuerzas maléficas, factores de
especialistas de la oración, los especialistas del combate y los perturbación y desorden que importa reprimir. Propone llevar el
especialistas de la producción, esto es, para él, los campesinos. modelo a la perfección de su ejemplar divino. Incita a un esfuerzo
Un mundo que empezaba a verse sacudido por los primeros de restauración del que los dignatarios de la Iglesia, autores del
efectos de un vigoroso crecimiento demográfico y económico, no esquema, esperan ser los primeros beneficiarios.
da cabida ninguna a esos “trabajadores” que, al despertar de las
aglomeraciones urbanas, se consagraban a la fabricación de Por más que la época en que se instala en la conciencia
objetos de calidad, al tráfico de estas mercancías y a la colectiva sea de aquellas en las que la evolución de las
manipulación del dinero. Refleja fielmente, no obstante, las estructuras materiales sigue siendo aún demasiado lenta para ser
estructuras globales de una sociedad agraria, que delegaba a claramente perceptible a los contemporáneos, esta
unos pocos el cuidado de su salvaguardia mediante el empleo de representación ideológica es portadora, pues, de dinamismo. Y
las armas contra los agresores visibles, por el de la oración contra ello porque la subtiende cierta concepción de la historia. La
los poderes oscuros del más allá. Pero este reflejo ideológico es historia, que por entonces ocupa un lugar importante en el
tranquilizador. Porque disimula, primero, las tensiones entre las sistema educativo propio de las gentes de la alta Iglesia, se
tres categorías sociales bajo la cobertura de un intercambio concibe como una marcha del pueblo de Dios hacia la luz que las
equilibrado de servicios mutuos. Y porque justifica, con el efusiones de la gracia apresuran desde la venida de Cristo entre
cumplimiento de estos servicios, las desigualdades de hecho, la los hombres. Esta progresión hacia el fin de los tiempos y la
ociosidad y la opulencia que proporcionan a los miembros de los ejemplaridad de las intenciones divinas, corresponde a la Iglesia
dos estratos dominantes las funciones especializadas que realiza guiarla. La Iglesia se halla, desde tiempo ha, establecida en el
cada uno de ellos, al igual que las obligaciones de labor que confort de asientos señoriales que ponen a su disposición el
pesan en el tercero y la explotación de que es objeto. Tranquiliza, excedente del trabajo campesino. El modelo ideológico de que se
por otra parte, en cuanto pretende estabilizar las estructuras cuya hace propagadora permite a los clérigos y monjes disfrutar con
imagen pone de manifiesto, en el interés de las élites que se muy buena conciencia de los productos de su dominio y de los
establecen en su cima, y más en particular del cuerpo diezmos de sus dependientes. A condición, cuando menos, de
eclesiástico. Esta ideología de la sociedad es, en efecto, que se erijan en defensores de los “pobres”, eso es, de la masa de
resueltamente conservadora. Concibe las divisiones, cuyo ajuste los trabajadores. Por esta razón el esquema instaura un muro
describe, como “órdenes”, eso es, grupos de naturaleza cerrado; entre los altos grados de la sociedad eclesiástica y la
inmutable, delimitados por fronteras herméticas que nadie puede aristocracia laica que, en la realidad, están sin embargo unidos
franquear sin una conversión ostensible. Niega todos los por una situación común de clase y por el mismo origen familiar.
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Acentúa esta separación imponiendo á toda la gente de Iglesia


una moral segregacionaria, hasta hace poco específica de los Ésta llega a su fin en la empresa de la cruzada. La
medios monásticos, de renuncia a la riqueza individual, a los movilización, efectiva o soñada, de la caballería entera para la
placeres carnales y a la alegría del combate; lo afirma, además, liberación del Santo Sepulcro vino favorecida, ciertamente, por el
propagando una ética pacífica, la de los acuerdos de la tregua de malestar material que experimentaban los señores laicos. No por
Dios que, en sus formas primitivas, atrincheran tras una pantalla una crisis de la renta y las fortunas señoriales, que no es visible,
de prohibiciones todo el grupo de la gente de guerra. Así sino por las incidencias del crecimiento demográfico y una
contribuye a reunir el grupo en un cuerpo homogéneo en el que disposición de las estructuras de parentesco que impulsaba a la
actitudes comunes diluyen poco a poco entre sus miembros la aventura a no pocos segundones de las familias nobles. Lo fue
diversidad, muy acentuada, de condiciones económicas. asimismo por la evolución de los cuadros políticos, por el refuerzo
de los principados que tendían a desechar hacia el exterior las
Pero la Iglesia tiene el deber de llevar más allá la lucha que fuerzas de agresividad y desorden. Pero procede no menos
dirige contra las fuerzas del mal y, para hacer que sea más directamente de la maduración progresiva de la mismísima
perfecto el modelo de los tres órdenes, esforzarse para moralizar ideología de los tres órdenes; se sitúa en la prolongación
el mundo militar. Se dedica pues, en el curso del siglo XI, a rectilínea de las primeras reflexiones de los clérigos del año mil.
convertir la caballería en una verdadera “institución”, cimentada En efecto, moralizar el orden de los guerreros no era sólo levantar
en una ética particular. A resultas de ello va tomando consistencia, una barrera contra los desencadenamientos de su turbulencia;
poco a poco, una ideología propia del grupo de los caballeros, era proponerle que emplease sus armas para realizar mejor los
cuyos perfiles se adivinan primero a través de las diatribas que designios de Dios. Eso es, desviar su actividad militar fuera del
contra él lanzan las gentes de Iglesia, pero que se deja entrever pueblo cristiano y dirigirla contra los incrédulos. Entonces se
mejor a partir del momento en que unas obras literarias hicieron referencias a los viejos mitos milenaristas, a las visiones
compuestas para un auditorio de guerreros, reciben con la escatológicas. La Jerusalén celeste, fin de la procesión de la
escritura un apoyo duradero. Los clérigos que hacen carrera en humanidad hacia las perfecciones de la gracia, tenía su réplica en
las cortes principescas colaboran eficacísimamente en la este mundo, en Judea. Hacia ella tenía que ponerse en
edificación de este modelo ideológico. Pero se manifiesta movimiento el pueblo, para apresurar la venida del Reino. En una
claramente opuesto al de la Iglesia: los valores que fundan la marcha colectiva, de la que los hombres de oración mostraban el
ideología caballeresca, la exaltación de la proeza, de la rapiña, de camino, durante la cual los portaespadas, purificados por el
la fiesta de los sentidos y la alegría de vivir, empalman, empleo benéfico que harían de sus armas, encuadrarían la tropa
efectivamente, con un rechazo resuelto del espíritu de penitencia vulnerable de los pobres. La sociedad de cruzada, de la que pudo
y de las renuncias que predican la gente de oración. La afirmación creerse hacia el año 1100 que estaba a punto de tomar cuerpo, no
progresiva de estos valores traduce, de hecho, la disociación, era más que la realización del esquema ideológico que los
iniciada desde el siglo X y que no cesa de acusarse, entre la parte intelectuales de Iglesia habían construido cien años antes.
profana de la clase dominante y la que se consagra a las
funciones religiosas. Pero lo que subsiste entre ambas de Pero durante este siglo el crecimiento económico y
intereses comunes, de connivencias y de juego poderoso en las demográfico se había proseguido a un ritmo siempre más vivo,
relaciones familiares, establece entre los dos sistemas determinando insensiblemente la modificación de las relaciones
representaciones de amplias comunicaciones que facilitan la humanas en el seno de las comunidades religiosas, de los
cristianización del modelo laico.
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principados, de los señoríos, de pueblos y familias. Estas traficantes, los aventureros del negocio. Estos desempeñaron un
corrientes profundas fluían por una parte en el hilo de un papel considerable en este asunto, y quizás incluso
desarrollo al que el modelo ideológico comprometía a obrar. Pues preponderante. Al término del viaje, nadie halló la Parusía ni el
procedía de una visión realista de lo que eran efectivamente Reino, sino sólo la riqueza, el placer de ver tierras y de jactarse
ciertas relaciones sociales importantes en los países galos de aun más, la fatiga, el miedo, el desencanto o la muerte banal. El
principios del siglo XI, la jerarquía de las fortunas, la disposición gran sueño se encarnó por fin en algunas formaciones políticas
de los poderes, la repartición de las funciones. que intentaron implantar en tierra conquistada las adaptaciones
cojas de las reglas jurídicas occidentales, en un brusco éxito
Pero, por otra parte, más poderosa, estas corrientes se mercantil que inició la captura de las economías levantinas por los
orientaban en direcciones sensiblementes divergentes. latinos, y sobre todo en instituciones residuales, las órdenes
Agravaron las discordancias originales entre la realidad concreta religiosos militares, en que pareció cristalizarse las esperanzas
y su representación mental. Logro de la misma, pero retrasado iniciales: en estas instituciones, en efecto, pero sólo en ellas, en
por la lentitud de su maduración y los obstáculos que se oponían a donde se cumple, para el servicio desinteresado de Dios, la fusión
la propagación y a la consolidación del modelo, la sociedad era de las actitudes monásticas y militares en el seno de una jerarquía
anacrónica. De hecho, no tomó cuerpo. No se vio que el conjunto que separaba categóricamente a los caballeros de origen noble
del pueblo cristiano se pusiera en camino en vistas a una última de los elementos de baja alcurnia, se realizó plenamente, pero de
migración salvadora, y en los caminos de Oriente las bandas de forma singularmente reducida, el modelo ideológico. Otro residuo
peregrinos no ofrecieron la imagen de una humanidad pura, tenaz: la amplitud de un mito de progreso conquistador y de
desinteresada y pacífica, por entero sometida a la moral de los espera escatológica que, durante largos siglos, nutriría las
monjes. Para las gentes de Iglesia que lo llevaron a cabo, el viaje ideologías de Occidente.
fue la ocasión de descubrir en las cristiandades orientales y en los
santos lugares valores mal conocidos, y de captar, en una Si he intentado en algunas líneas exponer lo que puede
reflexión sobre la encarnación de Cristo y el poder del Espíritu adivinarse hoy del despliegue durante un centenar de años de un
Santo, los resortes de una transformación de su propia relación sistema ideológico, es, en realidad, para que en este terreno se
con el mundo. Los estandartes de la caballería cruzada no vaya más lejos en las investigaciones y para ceñir de más cerca
llegaban a ocultar que, para los hombres de guerra, la aventura cierto número de problemas. Para discernir mejor, a costas de un
representaba ante todo la prodigiosa ampliación de expediciones análisis minucioso de los diversos lenguajes y por la
de pillaje y de placer que los bachilleres sin recursos sólo muy confrontación de sus vocablos y sus símbolos, lo que estos
menguadamente podían procurarse, en persecución de la gloria, recubren exactamente en ciertas fechas, lo que se oculta, por
de beneficios y de una esposa. En cuanto a los “pobres” que se ejemplo, tras la palabra laborator, la señal de la cruz o las fórmulas
movieron en desorden a la llamada de los predicadores, nadie de bendición de la espada. Para penetrar en todas las finezas de
podrá nunca decir qué es lo que realmente buscaban, ni qué es lo una dialéctica que pone en juego costumbre e innovación, una
que encontraron. Además, la cruzada arrastraba con ella grupos representación de la sociedad y el conjunto de un sistema de
sociales que no tenían cabida en el esquema de los tres órdenes: creencias. Para medir las resistencias, frente a este modelo
religiosos en ruptura de disciplina, prostitutas, mercenarios que eclesiástico, y sin duda más concretamente episcopal, de los
sólo combatían por dinero y que ya constituían la punta acerada ímpetus juveniles de la caballería y la pasividad campesina. Aún
de los ejércitos, agentes de los príncipes salidos de la plebe pero habría que echar algún vistazo al exterior, fuera del área cultural
que su oficio elevaba a un primer rango, y todos los marineros, los de la cristiandad latina y, de alguna otra parte, al exterior del siglo
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XI. Para ver con mayor claridad por medio de qué inflexiones
sutiles el esquema de los tres órdenes, en la remanencia quizás
de cuadros trifuncionales cuyo arraigo en el seno de las cultura
indoeuropeos mostrara Georges Dumézil, llegó a suplantar un
modelo de la realeza sagrada, litúrgica, guerrera y fecundante, y
el modelo eclesial de las escalas de perfección moral. Seguir, por
fin, la larga supervivencia de este sistema ideológico, en el curso
de sus sucesivas adaptaciones, y examinar su influencia en la
evolución de conjunto de las relaciones sociales. ¿No le vemos
sancionar la desaparición definitiva de los últimos vestigios de la
antigua esclavitud, unir duraderamente, en el respeto del mismo
complejo de valores, los máximos príncipes con los más pobres
artesanos, restringir la participación de la aristocracia en las
actividades económicas más provechosas y favorecer de este
modo la ascensión irresistible de grupos sociales antagónicos;
determinar, en fin, con la concepción de la largueza y la caridad
que implica, transferencias de riquezas de una dimensión
definitiva?

Abordar tales problemas y otros análogos que la formación


y deformación de otros esquemas plantea, sería ciertamente
progresar hacia una percepción más fina de los ritmos
particulares, en la actualidad bastante mal conocidos, que la
historia de las ideologías, en su duración específica, adopta.
Sería, indudablemente, situar mejor las relaciones que unen esta
historia con las transformaciones de conjunto del cuerpo social y
detectar más netamente lo que vincula las representaciones
ideológicas a las situaciones objetivas de los individuos o de los
grupos y con su conducta. Sería pues entrever mejor, tal vez, lo
que, en el estado de las ciencias del hombre, sigue siendo aún
totalmente oscuro: la parte de lo imaginario en la evolución de las
sociedades humanas.

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CARLOS MARX - FEDERICO ENGELS

LA IDEOLOGIA
ALEMANA
Crítica de la novísima filosofía
alemana en las personas de sus representantes
FeuerbachI B. Bauer y Stirner
y del socialismo alemán en las de sus diferentes
profetas

QUINTA EDICION

Coedición
EDICIONES PUEBLOS UNIDOS
MONTEVIDEO

EDICIONES GRIJALBO, S. A.
BARCELONA ... nn •.
1974
Traducido del alemán por
WENCESLAO ROCES

© 1968, EDICIONES PUEBLOS UNIDOS


Montevideo (Uruguay)

Concedidos derechos exclusivos para


la presente edición, para su publicación y venta en España
© 1970, EDICIONES GRIJALnO, S. A.
Barcelona (España)

Qllillto cdicián
Reservados todos los derechos

PRINTED IN SPAIN
IMPRESO EN ESPAÑA

ISBN: 84-253-0128-9
Depósito Legal. B. 13.687-1974

Impreso por GRAFlCAS ROMÁN S.A., - Casa Oliva 82-88 Barcelona-S


íNDICE GENERAL

N ota eLe La edición alemana 7


Prólogo 11
1. FEUERBACH. CONTRAPOSICIÓN ENTRE LA
CONCEPCIóN MATERIALISTA y LA IDEALISTA
(INTRODUCCIóN) . 13
A. La ideología en general, y la ideología alemana
en particular . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 16
1. Historia . 28
2. Sobre la producción de la conciencia . 39
B. La base real de la ideología . 55
1. Intercambio y fuerza productiva . 55
2. La relación entre el Estado y el derecho y
la propiedad . 71
3. Instrumentos de producción y formas de pro-
piedad naturales y civilizados . 75
C. El comunismo. Producción de la forma misma
de intercambio . 82
El Concilio de Leipzig 91
n. SAN BRUNO . 95
1. "Campaña" contra Feuerbach . 97
2. Consideraciones de San Bruno sobre la lucha
entre Feuerbach y Stirner ., . 107
3. San Bruno contra los autores de la' "Sagrada
Familia" . 109
4. Necrología de "M. Hess" . 118
1Il. SAN MAX . 123
1. El único y su propiedad . 127
El Antiguo Testamento: el hombre . 131
1. El Génesis; es decir, la vida del hombre . 131
2. La economía del Antiguo Testamento . 142
3. Los antiguos . 150
4. Los modernos . 161
A. El Espíritu (una historia pura de espí-
ritus) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 165
B. Los posesos (una historia impura de
espíritus) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 171
C. Historia impura no pura de espíritus .,. 185
a) NEgros y mongoles . . . . . . . . . . . . . . . .. 185
b ) Catolicismo y protestantismo 194
D. La jerarquía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 197
5. El "Stirner" complacido en su propia cons-
trucción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 213
6. Los Libres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 223
A. El liberalismo político 223
B. El comunismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 236
C. El liberalismo humano 268
El Nuevo Testamento: el "Yo" 278
1. La Economía del Nuevo Testamento 278
2. Fenomr nologia d21 Egoísta uno consigo mis-
mo, o teoría de la justificación 281
3. El Apocalipsis de Juan el Teólogo" o "La
lógica de la nueva sabiduría" 313
4. La propia individualidad 351
5. El propietario , .. , , , . . . .. 368
A) Mi poder " "........ 368
I. El derecho ,,., " . , . . .. . . . . . . . . . .. 369
A. Canonización en general 369
B, Apropiación por antítesis simple .. 374
C. Apropiación por antítesis compuesta 377
n. La ley , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 385
nI. El delito ,., ... , .. , .. ,........... 395
A. Simple canonización del crimen y
y del castigo , ,............ 396
B. Apropiación del crimen y el castigo
por antítesis , , 400
C. El delito, en sentido ordinario yen
sentido extraordinario ..... , .... , 404
5. La sociedad, como sociedad burguesa 411
n, La sublevación , . . . . . .. . , 447
In. La asociación . , , . . . . . . . . . . . .. 462
1. La propiedad sobre la tierra ..... 462
2. Organización del trabajo ".",... 465
3. El dinero , '."., , , 471
4. El Estado 47/l
5. La sublevación 4BO
6. Religión y filosofia de la Asociación 481
A. La propiedad 481
B. El patrimonio . . . . . . . . . . . . . . .. 48(;
C. Moral, comercio, teoría de la
explotación . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 487
D. La religión . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 495
E. Indicaciones adictcnales sobre la
asociación . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 496
C. Mi autodisfr utz . . . . . . . . . . . . . . . .. 499
6. El Cantar dé lo:; Cantares, o el
único 511
2. Comentario apologético 531
FinaL del Concilio de Leipzig 540
EL VERDADERO SOCIALISMO 543
lo LOS "ANALES RENANOS" O LA FILOSOFíA
DEL VERDADERO SOCIALISMO 547
A. "Comunismo, socialismo, humanismo" 549
Bo "Sillares socialistas" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 566
Primer sillar oo.. ooo.. o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 570
Segundo sillar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 574
Tercer sillar . o. o. o o o. . . . . .. 580
IV. KARL GRüN: "EL MOVIMIENTO SOCIAL EN
FRANCIA Y BÉLGICA" (DARMSTADT, 1845) O
LA HISTORIOGRAFíA DEL VERDADERO SOCIA-
LISMO .. o.. o o o . 585
Sansimonismo 597
1. "Lettres d'un habitant de Geneve a ses con-
temporains" oo. oo. o.. oo.. o. oo.... o... o. . . . .. 603
2 o "Catéchisme politique des industriels" . o. . . .. 606
3. "Nouvs au christianisma" o............... 610
4 o La escuela sansimoniana 611
Furierismo o oo.. o o.. o o o 619
El "limitado papá Cabet" y el señor Grün 630
Proudhon . o o o. .. 644
V. "EL DOCTOR GEORG KUHLMANN DE HOL5TEIN"
O LA PROFECíA DEL VERDADERO SOCIA-
LISMO oo. oo. oo. o' ooo. o'' o.. ooo o. o. o. o.' o.. 647
Ap~ndice
Carlos Marx. La construcción hegeliana de la feno-
menología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 663
Carlos Marx. La sociedad burguesa y la revolución
comunista o •••••••••• o • • • • • • • • • • • • • • • •• 664
Carlos Marx. Tesis sobre Feuerbach 665
Carlos Marx. De 1. Feuerbach ., o •• o" • o •• o • • • • • • •• 669
Federico Engels. Feuerbach o •••• o' 671
Textos suprimidos por Marx y Engels o o 675
Índices
Notas 689
Índice bibliográfico . 691
Índice de nombres o" o ••••••• o •••••• o •••••••• 706
Índice de conceptos o o ••••••••••••••••••••••••• 727
NOTA DE LA EDICIóN ALEMANA

En su trabajo "Contribución a la historia de la Liga de


los Comunistas", dice Federico Engels: "En Mánchester, me
había dado yo de bruces contra el hecho de que los [enome-
nos economicos, que hasta ahora no desempeñan ningún
papel o solamente un papel desdeñable en la historiografía,
constituyen una potencia histórica decisiva, por lo menos en
la historia moderna; de que forman la base sobre la que sur-
gen las actuales contradicciones de clase; y de que estas con-
tradicciones de clase, en aquellos países en que han llegado a
desarrollarse plenamente gracias a la gran industria, ... sirven,
a su vez, de fundamento a la formación de los partidos polí-
ticos, a las luchas entre los partidos y, por consiguiente, a
toda la historia política. Marx no sólo había llegado a la mis-
ma concepción, sino que ya para entonces ... (en 1844) la
había generalizado en el sentido de que, en términos generales,
no es el Estado el que condiciona y regula la sociedad civil,
sino ésta la que condiciona y regula el Estado; de que, por
tanto, la política y su historia deben explicarse partiendo de
las relaciones económicas y de su desarrollo, y no a la inversa.
Cuando, en el verano de 1844, visité a Marx en París, se puso
de manifiesto nuestra total coincidencia en todos los campos
teóricos, y de entonces data nuestra colaboración. Al reunirnos
de nuevo en Bruselas en la primavera de 1845, ya Marx había
desarrollado en sus lineamientos fundamentales, partiendo de
los fundamentos más arriba señalados, su concepción materia-
lista de la historia, y nos pusimos a elaborar en detalle y en
las más diversas direcciones la nueva concepción que acababa
de ser descubierta".
El gran trabajo que Marx y Engels abordaron en colabo-
ración, sobre estas bases, fue el que lleva por título La Ideo-

7
logía alemana. Como Marx expone en el prólogo a la·Crítica
de la Economía política, la finalidad que ambos autores pero
seguían al escribir esta obra era "desentrañar conjuntamente
el antagonismo entre nuestra concepción y la concepción ideo-
lógica de la filosofía alemana en realidad, ajustar cuentas con
nuestra conciencia filosófica anterior. Y el propósito se llevó
a cabo bajo la forma de una crítica de la filosofía posthege-
liana". En carta al editor Leske, explica Marx: "Pareciame
muy importante, en efecto, hacer preceder la exposición po-
sitiva de un estudio polémico contra la filosofía alemana y
contra el socialismo alemán anterior. Era necesario hacerlo
así, con el fin de preparar al público para el punto de vista
de mi Economía, punto de vista diametralmente opuesto al de
la ciencia alemana tal como hasta aquí se viene desarrollando".
Circunstancias adversas impidieron la terminación e im-
presión de la obra. "Confiamos el manuscrito", dice Marx,
"a la crítica roedora de los ratones, de tanto mejor grado
cuanto que habíamos conseguido ya nuestro propósito fun-
damental, el cual no era otro que esclarecer las cosas ante
. ".
nosotros mzsmos
La socialdemocracia alemana no consideró nunca nece-
sario proceder a publicar la importante obra de que aquí se
habla; el manuscrito permaneció inédito en sus archivos
durante largos años. La Ideología alemana no vio la luz de
la publicidad en su texto íntegro hasta que se publicó en
1932, formando parte del volumen V de la Primera Sección
de la edición histórico-crítica de las Obras completas, escri-
tos y cartas de Marx y Engels (MEGA = Marx-Engels Ge-
samtausgabe}, Esta edición crítica constituye hoy una rareza
bibliográfica.
La presente edición permitirá, por fin, que un amplio
círculo de lectores se familiarice con esta obra fundamental
de Marx y Engels. En ella se toma como base la edición de
~a MEGA; reproduce, por tanto, el texto íntegro de ésta y
recoge, además, en el Apéndice, algunos apuntes tomados de
(os libros de notas de los autores correspondientes a la época
en. que la obra fue redactada, entre ellos la primera versión
de las "Tesis sobre Feuerboch" de Marx. Se prescinde aquí¡
en cambio, 'como-corresponde a la finalidad indicada de esta
edición, del aparato crítico del texto y de las fuentes que

8
acompaña a la edición de la MEGA. Nos limitaremos a se-
ñalar, por lo que se refiere al manuscrito utilizado, que la
parte V, que lleva por epígrafe "El Dr. Georg Kuhlmann de
Holstein o la profecía del Verdadero Socialismo" (págs.
647·660 de la presente edición) (1) fue compuesta probable.
mente por Moses Hess, copiada por Joseph Weydemeyer y
redactada en su versión definitiva por Marx.
Las lagunas del manuscrito aparecen señaladas en nuestro
texto por puntos suspensivos entre corchetes ([]); entre coro
chetes se hace figurar también la presunta lectura cuando se
trata de lagunas breves. Las frases y citas en lenguas extran-
jeras figuran traducidas en notas de pie de página, con la
indicación (N. del ed.}, para ayudar a la comprensión del
lector. En cambio, las notas que proceden directamente de
Marx y Engels se indican con el nombre de éstos. Hemos
modernizado, para mayor claridad, la ortografía y la puntua-
ción. A las notas explicativas de la Red: (pág. 636) (2) se lui-
ce referencia en el texto mediante números índices entre pa.
I réntesis cuadrados. Para [ocilitar el manejo del libro, hemos
I añadido, al final, un índice bibliográfico e índices alfabéticos
de nombres de autores y de conceptos.
LA EDITORIAL

(1) Ver págs. 649-660 de la presente edición española.


(2) ídem, pág. 689.

9
PRóLOGO

Hasta ahora, los hombres se han formado siempre ideas


falsas acerca de sí mismos, acerca de lo que son o debieran
ser. Han ajustado sus relaciones a sus ideas acerca de Dios,
del hombre normal, etc. Los frutos de su cabeza han aca-
bado por imponerse a su cabeza. Ellos, los creadores, se han
rendido ante sus criaturas. Liherémoslos de los fantamas ce-
rebrales, de las ideas, de los dogmas, de los seres imaginarios
bajo cuyo yugo degeneran. Rebelémonos contra esta tiranía de
los pensamientos. Enseñémoslos a sustituir estas quimeras por
pensamientos que correspondan a la esencia del hombre, dice
uno, a adoptar ante ellos una actitud crítica, dice otro, a qui-
társelos de la cabeza, dice el tercero, y la realidad existente
se derrumbará.
Estas inocentes y pueriles fantasías forman el meollo de
la filosofía neohegeliana en boga, que en Alemania no sólo es
acogida con espanto y veneración por el público, sino que
es proclamada por los mismos héroes filosóficos con la solem-
ne conciencia de su revolucionaria peligrosidad y de su cri-
minal inexorabilidad. El primer volumen de la presente pu-
blicación se propone desenmascarar a estas ovejas que se
hacen pasar por lobos y son tenidas por tales, poner de mani-
fiesto cómo no hacen otra cosa que balar filosóficamente, cómo
las jactancias de estos intérpretes filosóficos reflejan simple.
mente el estado lastimoso de la realidad alemana. Se propone
poner en evidencia y desacreditar esa lucha filosófica con las
sombras de la realidad a que el soñador y soñoliento pueblo
alemán es tan aficionado.
Un hombre listo dio una vez en pensar que los hombres
se hundían en el agua y se ahogaban simplemente porque se

11
dejaban llevar de la idea de la gravedad. Tan pronto como
se quitasen esta idea de la cabeza, considerándola por ejem-
plo como una idea nacida de la superstición, como una idea
religiosa, quedarían sustraídos al peligro de ahogarse. Ese
hombre se pasó la vida luchando contra la ilusión de la gra-
vedad, de cuyas nocivas consecuencias le aportaban nuevas y
abundantes pruebas todas las estadísticas. Este hombre listo
era el prototipo de los nuevos filósofos revolucionarios
alemanes. (1)

12
J

J FEUERBACH
CONTRAPOSICIóN ENTRE LA CONCEPCIóN
MATERIALISTA y LA IDEALISTA
[INTRODUCCIóN]
1

FEUERBACH

Según anuncian los ideólogos alemanes, Alemania ha


pasado en estos últimos años por una revolución sin igual.
El proceso de descomposición del sistema hegeliano, que
comenzó con Strauss, se ha desarrollado hasta convertirse en
una fermentación universal, que ha arrastrado consigo a todas
las "potencias del pasado". En medio del caos general, han
surgido poderosos reinos, para derrumbarse de nuevo en
seguida, han brillado momentáneamente héroes, sepultados
nuevamente en las tinieblas por otros rivales más audaces
y más poderosos. Fue ésta una revolución junto a la cual la
francesa es un juego de chicos, una lucha ecuménica al lado
de la cual palidecen y resultan ridículas las luchas de los diá-
docos. Los principios se desplazaban, los héroes del pensa-
miento se derribaban los unos a los otros con inaudita celeri-
dad, y en los tres años que transcurrieron de 1842 a 1845 se
removió el suelo de Alemania más que antes en tres siglos.
y todo esto ocurrió, al parecer, en los dominios del pen-
samiento puro.
Trátase, en verdad, de un acontecimiento interesante: del
proceso de putrefacción del Espíritu absoluto. Al apagarse la
última chispa de vida, entraron en descomposición las diver-
sas partes integrantes de este caput mortuum, * dieron paso
a nuevas combinaciones y se formaron nuevas sustancias. l . os
industriales de la filosofía, que hasta aquí habían vivido de
la explotación del Espíritu absoluto, arrojáronse ahora

* Cabeza muerta (N. de la ed.).

15
sohre las nuevas combinaciones. Cada uno se dedicaba
afanosamente a explotar el negocio de la parcela que le
había tocado en suerte. No podía: por menos de surgir la
competencia. Al principio, ésta manteníase dentro de los
límites de la buena administración burguesa. Más tarde,
cuando ya el mercado alemán se hallaba abarrotado y la
mercancía, a pesar de todos los esfuerzos, no encontraba
salida en el mercado mundial, los negocios empezaron a
echarse a perder a la manera alemana acostumbrada, me-
diante la producción fabril y adulterada, el empeoramiento
de la calidad de los productos y la adulteración de la materia
prima, la falsificación de los rótulos, las compras simuladas.
los cheques girados en descubierto y un sistema de créditos
carente de toda base real. Y la competencia se convirtió en
una enconada lucha, que hoy se nos ensalza y presenta como
un viraje de la historia universal, como el creador de los re-
sultados y conquistas más formidables.
Para apreciar en sus debidos términos toda esta charla-
tanería de tenderos filosóficos que despierta un saludable sen-
timiento nacional hasta en el pecho del honrado burgués
alemán; para poner plásticamente de relieve la mezquindad,
la pequeñez provinciana de todo este movimiento neohege-
liano y, sobre todo, el contraste tragicómico entre las verda-
deras hazañas de estos héroes y las ilusiones suscitadas en
torno a ellas, necesitamos contemplar siquiera una vez todo
el espectáculo desde un punto de vista situado fuera de los
ámbitos de Alemania. (2)

1I

A. - LA IDEOLOGiA EN GENERAL,
Y LA IDEOLOGiA ALEMANA EN PARTICULAR

La crítica alemana no se ha salido, hasta en estos esfuer-


ZOs suyos de última hora, del terreno de la filosofía. Y, muy
lejos de entrar a investigar sus premisas filosóficas generales,
todos sus problemas brotan, incluso, sobre el terreno de un

16
determinado sistema filosófico, del sistema hegeliano. No sólo
sus respuestas, sino también los problemas mismos,. llevan
consigo un engaño. La sumisión a Hegel es la razón de
por qué ninguno de estos modernos críticos ha intentado
siquiera una amplia crítica del sistema hegeliano, por mucho
que cada uno de ellos afirme haberse remontado sobre Hegel.
Su polémica contra Hegel y la de los unos contra los otros
se limita a que cada uno de ellos destaque un aspecto del
sistema hegeliano, tratando de enfrentarlo, a la par contra
cl sistema en su conjunto y contra los aspectos destacados por
los demás. Al principio, tomábanse ciertas categorías hegelia-
nas puras y auténticas, tales como las de substancia y auto-
conciencia, para profanarlas más tarde con nombres más vul-
gares, como los de género, el Único, el hombre; etc.
Toda la crítica filosófica alemana desde Strauss hasta
Stirnersc limita a la crítica de las ideas religiosas.w) Se partía
de la religión real y de la verdadera teología. Qué fuera la
conciencia religiosa, la idea religiosa, se determinaba de dis-
tinto modo en el curso ulterior. El progreso consistía en englo-
bar las ideas metafísicas, políticas, jurídicas, morales y de
otro tipo supuestamente imperantes, bajo la esfera de las
ideas religiosas o teológicas, explicando asimismo la concien-
cia política, jurídica o moral como conciencia religiosa o
teológica y presentando al hombre político, jurídico o moral
y, en última instancia, "al hombre", como el hombre religio-
so. Partíase como premisa del imperio de la religión. Poco a
poco, . toda relación dominante se explicaba como una rela-
ción religiosa y se convertía en culto, en cuIto del derecho,
culto del Estado, etc. Por todas partes se veían dogmas, nada
más que dogmas, y la fe en ellos. El mundo era canonizado
en proporciones cada vez mayores, hasta que, por último, el
venerable San Max pudo santificarlo en bloque y darlo por
liquidado de una vez por todas.
Los viejos hegelianos lo comprendían todo una vez que
lo reducían a una de las categorías lógicas de Hegel. Los neo-
hegelianos lo criticaban todo sin más que deslizar por debajo
de ello ideas religiosas o declararlo como algo teológico. Los
neohegelianos coincidían con los viejos hegelianos en la fe
en el imperio de la religión, de los conceptos, de lo general,

17
dentro del mundo existente. La única diferencia era que los
unos combatían como usurpación el poder que los otros reco-
nocían y aclamaban como legítimo.
Y, como entre estos ncohegelianos las ideas, los pensa-
mientos, los conceptos y, en general, los productos de la con-
ciencia por ellos independizada eran considerados como las
verdaderas ataduras del hombre, exactamente lo mismo que
los viejos hegelianos veían en ellos los auténticos nexos de la
sociedad humana, era lógico que también los neohege1ianos
lucharan y se creyeran obligados a luchar solamente contra es-
tas ilusiones de la conciencia. En vista de que, según su fanta-
sía, las relaciones entre los hombres, todos sus actos y su modo
de conducirse, sus trabas y sus barreras, son otros tantos pro-
ductos de su conciencia, los neohegelianos formulan conse-
cuentemente ante ellos el postulado moral de que deben tro-
car su conciencia actual por la conciencia humana, crítica o
egoísta, derribando con ello sus barreras. Este postulado de
cambiar de conciencia viene a ser lo mismo que el de inter-
pretar de otro modo lo existente, es decir, de reconocerlo por
medio de otra interpretación. Pese a su fraseología supues-
tamente "revolucionaria", los ideólogos neohegelianos son, en
realidad, los perfectos conservadores. Los más jóvenes cntre
ellos han descubierto la expresión adecuada para designar su
actividad cuando afirman que sólo luchan contra "frases".
Pero se olvidan de añadir que a estas frases por ellos comba-
tidas no saben oponer más que otras frases y que, al combatir
solamente las frases de este mundo, no combaten en modo
alguno el mundo real existente. Los únicos resultados a que
podía llegar esta crítica filosófica fueron algunos esclareci-
mientos histórico-religiosos, harto unilaterales por lo demás,
'sobre el cristianismo; todas sus demás afirmaciones se redu-
cen a otras tantas maneras más de adornar su pretensión de
entregarnos, con estos esclarecimientos insignificantes, descu-
brimientos de alcance histórico-mundial.
A ninguno de estos filósofos se le ha ocurrido siquiera
preguntar por el entronque de la filosofía alemana con la
realidad de Alemania, por el entronque de su crítica con el
propio mundo material que la rodea.

18
Las premisas de que partimos no tienen nada arbitra-
rio, no son ninguna clase de dogmas, sino premisas reales, de
las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los
individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de
vida, tanto aquellas con que se han encontrado como las
engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden
comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente em-
pírica.
La primera premisa de toda historia humana es, natu-
ralmente, la existencia de individuos humanos vivientes.O? El
primer estado de hecho comprobable es, por tanto, la orga-
nización corpórea de estos individuos y, como consecuencia
de ello, su comportamiento hacia el resto de la naturaleza.
No podemos entrar a examinar aquí, naturalmente, ni la con-
textura física de Jos hombres mismos ni las condiciones natu-
rales con que los hombres se encucntran: las geológicas, las
oro-hidrográfioas, las climáticas y las de otro tipo. (5) Toda his-
toriografía tiene necesariamente que partir de estos funda-
mentos naturales y de la modificación que experimentan en
el curso de la historia por la acción de los hombres.
Podemos distinguir al hombre de los animales por la
conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero el
hombre mismo se diferencia de los animales a partir del mo-
mento en que comienza a producir sus medios de vida, paso
éste que se halla condicionado por su organización corporal.
Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirec-
tamente su propia vida material.
El modo como los hombres producen sus medios de vida
depende, ante todo, de la naturaleza misma de los medios de
vida con que se encuentran y que se trata de reproducir. Este
modo de producción no debe considerarse solamente en cuan-
to es la reproducción de la existencia física de los individuos.
Es ya, más bien, un determinado modo de la actividad de estos
individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un
determinado modo de vida de los mismos. Tal y como los
individuos manifiestan su vida, así son. Lo que son coincide,
por consiguiente, con su producción, tanto con lo que produ-
cen como con el modo cómo producen. Lo que los individuos

19
son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su
producción.
Esta producción sólo aparece al multiplicarse la pobla-
ción. Y presupone, a su vez, un intercambio entre los indio
viduos. La forma de este intercambio se halla condicionada,
a su vez, por la producción.
Las relaciones entre unas naciones y otras dependen de
la extensión en que cada una de ellas haya desarrollado sus
fuerzas productivas, la división del trabajo y el intercambio
interior. Es éste un hecho generalmente reconocido, Pero, no
sólo las relaciones entre una nación y otra, sino también
toda la estructura interna de cada nación depende del grado
de desarrollo de su producción y de su intercambio interior
y exterior. Hasta dónde se han desarrollado las fuerzas pro-
ductivas de una nación lo indica del modo más palpable el
grado hasta el cual se ha desarrollado en ella la división del
trabajo. Toda nueva fuerza productiva, cuando no se trata de
una simple extensión cuantitativa de fuerzas productivas ya
conocidas con anterioridad (como ocurre, por ejemplo, con la
roturación de tierras) trae como consecuencia un nuevo des-
arrollo de la división del trabajo.
La división del trabajo dentro de una nación se traduce,
ante todo, en la separación del trabajo industrial y comercial
con respecto al trabajo agrícola y, con ello, en la separación
de la ciudad y el campo y en la contradicción de los intereses
entre una y otro. Su desarrollo ulterior conduce a la separa-
ción del trabajo comercial del industrial. Al mismo tiempo,
la división del trabajo dentro de estas diferentes ramas aca-
rrea, a su vez, la formación de diversos sectores entre los in-
dividuos que cooperan en determinados trabajos. La posición
que ocupan entre sí estos diferentes sectores se halla condi-
cionada por el modo de explotar el trabajo agrícola, indus-
trial y comercial (patriarcalismo, esclavitud, estamentos, cla-
ses). y las mismas relaciones se muestran, al desarrollarse el
comercio, en las relaciones entre diferentes naciones.
Las diferentes fases de desarrollo de la división del tra-
hajo son otras tantas formas distintas de la propiedad; o,
dicho en otros términos, cada etapa de la división del trabajo
determina también las relaciones de los individuos entre sí,

20
en lo tocante al material, el instrumento y el producto del
truhajo,
La primera forma de la propiedad es la propiedad de
la tribu. Esta forma de propiedad corresponde a la fase inci-
piente de la producción en que un pueblo se nutre de la
caza y la pesca, de la ganadería o, a lo sumo, de la agricul-
tura. En este último caso, la propiedad tribual presupone la
existencia de una gran masa de tierras sin cultivar. En esta
fase, la división del trabajo se halla todavía muy poco des-
arrollada y no es más que la extensión de la división natura)
del trabajo existente en el seno de Ia familia. La organización
social, en esta etapa, se reduce también, por tanto, a una am-
pliación de la organización familiar: a Ia cabeza de Ia tribu
se hallan sus patriarcas, por debajo de ellos Jos miembros
de la tribu y en el lugar más bajo de todos, los esclavos. La
esclavitud latente en la familia va desarrollándose poco a
poco al crecer la población y las necesidades, al extenderse
el comercio exterior y al aumentar las guerras y el comercio
de trueque.
La segunda forma está representada por la antigua pro-
piedad comunal y estatal, que brota como resultado de la
fusión de diversas tribus para formar una ciudad, mediante
acuerdo voluntario o por conquista, y en la que sigue exis-
tiendo la esclavitud. Junto a la propiedad comunal, va des-
arrollándose ya, ahora, la propiedad privada mobiliaria, y
más tarde la inmobiliaria, pero como forma anormal, supe-
ditada a aquélla. Los ciudadanos del Estado sólo en cuanto
comunidad pueden ejercer su poder sobre los esclavos que
.rahajan para ellos, lo que ya de por sí los vincula a la forma
de la propiedad comunal. Es la propiedad privada en común
de los ciudadanos activos del Estado, obligados con respecto
a los esclavos a permanecer unidos en este tipo natural de
asociación. Esto explica por qué toda la organización de la
sociedad asentada sobre estas bases, y con ella el poder del
pueblo, decaen a medida que va desarrollándose la propiedad
privada inmobiliaria. La división del trabajo aparece ya. aquí,
más desarrollada. Nos encontramos ya con la contradicción
entre la ciudad y el campo y, más tarde, con la contradicción
entre estados que representan, de una y otra parte, los inte-

21
-

reses de la vida urbana y los de la vida rural, y, dentro de


las mismas ciudades, con la contradicción entre la inllustria
y el comercio marítimo. La relación de clases entre ciudada-
nos y esclavos ha adquirido ya su p lcno desarrollo.
A toda esta concepción de la historia parece contradecir
el hecho de la conquista. Hasta ahora, venía considerándose
la violencia, la guerra, el saqueo, el asesinato para robar, etc.,
como la fuerza propulsora de la historia. Aquí, tenemos que
limitarnos necesariamcnte a los puntos capitales, razón por
la cual tomaremos el ejemplo palmario de la destrucción de
una vieja civilización por obra de un pueblo bárbaro y, como
consecuencia de ello, la creación de una nueva estructura de
la sociedad, volviendo a comenzar por el principio. (Roma y
los bárbaros, el feudalismo y las Galias, el Impcrio Romano
de Oriente y los turcos). Por parte del pueblo bárbaro con-
quistador, la guerra sigue siendo, como ya apuntábamos más
arriba, una forma normal de comercio, explotada tanto más
celosamente cuanto que, dentro del tosco modo de pro-
ducción tradicional y único posible para estos pueblos, el
incremento de la población crea más apremiantemente la
necesidad de nuevos medios de producción. En Italia, por el
contrario, por virtud de la concentración de la propicdad
territorial (determinada, además de la compra de tierras y
el recargo de deudas de sus cultivadores, por la herencia, ya
que, a consecuencia de la gran ociosidad y de la escasez de
matrimonios, los viejos linajes iban extinguiéndose poco a
poco y sus bienes quedaban reunidos en pocas manos) y de
la transformación de las tierras de labor en terrenos de paso
tos (provocada, aparte de las causas económicas normales to-
davía en la actualidad vigentes, por la importación de cerea-
les robados y arrancados en concepto de tributos y de la
consiguiente escasez de consumidores para el grano de Ita-
lia), casi desapareció la población libre y los mismos esclavos
morían en masa por inanición, y tenían que ser reemplazados
constantemente por otros nuevos. La esclavitud seguía siendo
la base de toda la producción. Los plebeyos, que ocupaban una
posición intermedia entre los libres y los esclavos, no llegaron
a ser nunca más que una especie de lnmpenproletariado.
Por otra parte y en general, Roma nunca fue más que una

22
ciudad, que mantenía con las provincias una relación casi ex-
rlusivamcnte política, la cual, como es natural, podía verse
rota o quebrantada de nuevo por acontecimientos de orden
político.
Con el desarrollo de la propiedad privada, surgen aquí
Íus mismas relaciones con que nos encontraremos en la pro-
piedad privada de los tiempos modernos, aunque en propor-
ciones más extensas. De una parte, aparece la concentración
de la propiedad privada, que en Roma comienza desde muy
pronto (una prueba de eIlo la tenemos en la ley agraria Ji-
einia [lJ) y que, desde las guerras civiles y sobre todo bajo
los emperadores, avanza muy rápidamente; de otra parte, y
en correlación con esto, la transformación de los pequeños
campesinos plebeyos en un proletariado, que, sin embargo,
dada su posición intermedia entre los ciudadanos po-
seedores y los esclavos, no llega a adquirir un desarrollo in-
dependiente.
La tercera forma es la de la propiedad feudal o por
estamentos. Así como la Antigüedad partía de la ciudad y
de su pequeña demarcación, la Edad Media tenía como pun-
to de partida el campo. Este punto de arranque distinto ha-
llábase condicionado por la población con que se encontró la
Edad Media: una población escasa, diseminada en grandes
áreas y a la que los conquistadores no aportaron gran incre-
mento. De aquí que, al contrario de lo que había ocurrido
en Grecia y en Roma, el desarrollo feudal se iniciara en un
terreno mucho más extenso, preparado por las conquistas
romanas y por la difusión de la agricultura, al comienzo rela-
cionado con ellas. Los últimos siglos del Imperio Romano
decadente y la conquista por los propios bárbaros destruye-
ron una gran cantidad de fuerzas productivas; la agricultura
veíase postrada, la industria languideció por la falta de mer-
cados, el comercio cayó en el sopor o se vio violentamente
interrumpido y la población rural y urbana decreció. Estos
factores preexistentes y el modo de organización de la con-
quista por ellos condicionado hicieron que se desarrollara,
bajo la influencia de la estructura del ejército germánico, la
propiedad feudal. También ésta se basa, como la propiedad de
la tribu y la comunal, en una comunidad, pero a ésta no se

23
enfrentan ahora, en cuanto clase directamente productora, los
esclavos, como ocurría en la sociedad antigua, sino los peque-
ños campesinos siervos de la gleba. Y, a la par con el des-
arrollo completo del feudalismo, aparece la contraposición
del campo con respecto a la ciudad. La organización jerár-
quica de la propiedad territorial y, en relación con ello, las
mesnadas armadas, daban a la nobleza el poder sobre los
siervos. Esta organización feudal era, lo mismo que lo había
sido la propiedad comunal antigua, una asociación frente a
la clase productora dominada; lo que variaba era la forma
de la asociación y la relación con los productores directos,
ya que las condiciones de producción habían cambiado.
A esta organización feudal de la propiedad territorial
correspondía en las ciudades la propiedad corporativa, la
organización feudal del artesanado. Aquí, la propiedad estri-
baba, fundamentalmente, en el trabajo de cada uno. La neceo
sidad de asociarse para hacer frente a la nobleza rapaz aso-
ciada; la exigencia de disponer de lugares de venta comunes
en una época cuando el industrial era al propio tiempo co-
merciante: la creciente competencia de los siervos que huían
de la gleba y afluían en tropel a las ciudades prósperas y flo-
recientes, y la organización feudal de todo el país hicieron
surgir los gremios; los pequeños capitales de los artesanos
sueltos, reunidos poco a poco por el ahorro, y la estabilidad
del número de éstos en medio de una creciente población,
hicieron que se desarrollara. la relación entre oficiales y
aprendices, engendrando en las ciudades una jerarquía seme-
jante a la que imperaba en el campo.
Por tanto, durante la época feudal, la forma fundamental
de la propiedad era la de la propiedad territorial con el
trabajo de los siervos a ella vinculados, de una parte, y de
otra el trabajo propio con un pequeño capital que dominaba
el trabajo de los oficiales de los gremios. La estructuración
de ambos factores hallábase determinada por las condiciones
limitadas de la producción, por el escaso y rudimentario culo
tivo de la tierra y por la industria artesanal. La división del
trabajo se desarrolló muy poco, en el período floreciente del
feudalismo, Todo país llevaba en su entraña la contradicción
entre la ciudad y el campo; es cierto que la estructuración

24
(le los estamentos se hallaba muy ramificada y patente, pero
fuera de la separación entre príncipes, nobleza, clero y cam-
pesinos, en el campo, y maestros, oficiales y aprendices, y
muy pronto la plebe de los jornaleros, en la ciudad, no
encontramos ninguna otra división importante. En la agricul-
tura, la división del trabajo veíase entorpecida por el cultivo
parcelado, junto al que surgió después la industria a domi-
cilio de los propios campesinos; en la industria, no existía
división del trabajo dentro de cada oficio, y mey poca entre
unos oficios y otros. La división entre la industria y el co-
mercio se encontró ya establecida de antes en las viejas ciu-
dades, mientras que en las nuevas sólo se desarrolló más tar-
de, al entablarse entre las ciudades contactos y relaciones.
La agrupación de territorios importantes en reinos feu-
dales era una necesidad, tanto para la nobleza territorial como
para las ciudades. De aquí que a la cabeza de la organización
de la clase dominante, de la nobleza, figurara en todas partes
un monarca.
Nos encontramos, pues, con el hecho de que dctermina-
dos individuos, que, como productores, actúan de un deter-
minado modo, contraen entre sí estas relaciones sociales y
políticas determinadas. La observación empírica tiene necesa-
riamente que poner de relieve en cada caso concreto, empí-
ricamente y sin ninguna clase de falsificación, la trabazón
existente entre la organización social y política y la produc-
ción. La organización social y el Estado brotan constantemen-
te del proceso de vida de determinados individuos; pero de
estos individuos, no como puedan presentarse ante la imagi-
nación propia o ajena, sino tal y como realmente son; es
decir, tal y como actúan y como producen materialmente y,
por tanto, tal y como desarrollan sus actividades bajo deter-
minados límites, premisas y condiciones materiales, indepen-
dientes de su voluntad. (6)
La producción de las ideas y representaciones, de la con-
ciencia, aparece al principio directamente entrelazada con la
actividad material y el comercio material de los hombres,
como el Ienguaje de la vida real. Las representaciones, los pen-
samientos, el comercio espiritual de los hombres se presentan
todavía, aquí, como emanación directa de su comportamiento

25
material. Y lo mismo ocurre con la producción espiritual, tal
y como se manifiesta en el lenguaje de la política, de las le-
yes, de la moral, de la religión, de la metafísica, etc., de un
pueblo. Los hombres son los productores de sus representa-
ciones, de sus ideas, etc., pero los hombres reales yac-
tuantes, tal y como se hallan condicionados por un determi-
nado desarrollo de sus fuerzas productivas y por el intercam-
bio que a él corresponde, hasta llegar a sus formaciones más
amplias. La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el
ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida
real. Y si en toda la ideología los hombres y sus relaciones
aparecen invertidos como en una cámara oscura, este fenóme-
no responde a su proceso histórico de vida, como la inversión
de los objetos al proyectarse sobre la retina responde a su
proceso de vida directamente físico.
Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía
alemana, que desciende del cielo sobre la tierra, aquí se as-
ciende de la tierra al cielo. Es decir, no se parte de 10 que
los hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco
del hombre predicado, pensado, representado ° imaginado,
para llegar, arrancando de aquí, al hombre de carne y hueso;
se parte del hombre que realmente actúa y, arrancando de
su proeeso de vida real, se expone también el desarrollo de
los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida.
También las formaciones nebulosas que se condensan en el
cerebro de los hombres son sublimaciones necesarias de su
proceso material de vida, proceso empíricamente registrable y
sujeto a condiciones materiales. La moral, la religión, la me-
tafísica y cualquier otra ideología y las formas de conciencia
que a ellas corresponden pierden, así, la apariencia de su pro-
pia sustantividad. No tienen su propia historia ni su propio
desarrollo, sino que los hombres que desarrollan su produc-
ción material y su intercambio material cambian también, al
cambiar esta realidad, su pensamiento y los productos de su
pensamiento. No es la conciencia la que determina la vida, sino
la vida la que determina la conciencia. Desde el primer punto
de vista, se parte de la conciencia como del individuo vivien-
te; desde el segundo punto de vista, que es el que correspon-

26
de a la vida real, se parte del mismo individuo real viviente
y se considera la conciencia solamente como su conciencia.
y este modo de considerar las cosas no es algo incondi-
cional. Parte de las condiciones reales y no las pierde de
vista ni por un momento. Sus condiciones son los hombres,
pero no vistos y plasmados a través de la fantasía, sino en su
proceso de dcsarrollo real y empíricamente registrable, bajo
la acción de determinadas condiciones. Tan pronto como se
cxpone este proceso activo de vida, la historia deja de ser
una colección de hechos muertos, como lo es para los empi-
ristas, todavía abstractos, o una acción imaginaria de sujetos
imaginarios, como para los idealistas.
Allí donde termina la especulación, en la vida real, co-
mienza también la ciencia real y_p'Ósitiva, la exposición de la
acción práctica, del proceso práctico de desarrollo de los
hombres. Terminan allí las frases sobre la conciencia y pasa
11 ocupar su sitio el saber real. La filosofía independiente pier-
de, con la exposición de la realidad, el medio en que puede
existir. En lugar de ella, puede aparecer, a lo sumo, un como
pendio de los resultados más generales, abstraído de la consi-
deración del desarrollo histórico de los hombres. Estas abs-
tracciones de por sí, separadas de la historia real, carecen
de todo valor. Sólo pueden servir para facilitar la ordenación
del material histórico, para indicar la sucesión en serie de sus
diferentes estratos. Pero no ofrecen en modo alguno, como la
filosofía, una receta o un patrón con arreglo al cual puedan
aderezarse las épocas históricas. Por el contrario, la dificul-
tad comienza allí donde se aborda la consideración y orde-
nación del material, sea el de una época pasada o el del
presente, la exposición real de las cosas. La eliminación de
estas dificultades hállase condicionada por premisas que en
modo alguno pueden exponerse aquí, pues se derivan siem-
pre del estudio del proceso de vida real y de la acción de
los individuos en cada época. Destacaremos aquí algunas de
estas abstracciones, para oponerlas a la ideología, Ilustrán-
dolas con algunos ejemplos históricos.

27
'1 1
1,,11'

!II
I1
I1
11
il
!,II HISTORIA
.'i
1,
Tratándose de los alemanes, situados al margen de toda
premisa, debemos comenzar señalando que la primera pre-
misa de toda existencia humana y también, por tanto, de
toda historia, es que los hombres se hallen, para "hacer his-
toria", en condiciones de poder vivir*. Ahora bien, para vivir
hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse y
algunas cosas más. El primer hecho histórico es, por consi-
guiente, la producción de los medios indispensables para lit
satisfacción de estas necesidades, es decir, la producción de
la vida material misma, y no cabe duda de que es éste un
hecho histórico, una condición fundamental de toda historia,
que lo mismo hoy que hace miles de años, necesita cumplirse
todos los días y a todas horas, simplemente para asegurar la
'11
vida de los hombres. Y aun cuando la vida de los sentidos
::1 se reduzca al mínimo, a lo más elemental, como en San
11 Bruno, este mínimo presupondrá siempre, necesariamente, la
'1 actividad de la producción. Por consiguiente, lo primero, en
toda concepción histórica, es observar este hecho fundamen-
tal en toda su significación y en todo su alcance y colocarlo
en el lugar que le corresponde. Cosa que los alemanes, como
es sabido, no han hecho nunca, razón por la cual la historia
jamás ha tenido en Alemania una base terrenal ni, consiguien-
temente, ha existido nunca aquí un historiador. Los franceses
y los ingleses, aun cuando concibieron de un modo extraor-
dinariamente unilateral el entronque de este hecho con la
llamada historia, ante todo mientras estaban prisioneros de
la ideología política, hicieron, sin embargo, los primeros in-
tentos en, aminados a dar a la historiografía una base mate-
rialista, al escribir las primeras historias de la sociedad
civil, del comercio y de la industria.
Lo segundo e~ que la satisfacción de esta primera nece-
sidad, la acción de satisfacerla y la adquisición del instru-
mento necesario para ello conduce a nuevas necesidades, y

* Hegel. Condiciones geológicas, hidrográficas, etc. Los


cuerpos humanos. Necesidad, trabajo. (Glosa marginal de Marx).

28
esta creacion de necesidades nuevas constituye el primer
hecho histórico. Y ello demuestra inmediatamente de quién
es hija espiritual la gran sabiduría histórica de los alemanes,
{fUC, cuando les falta el material positivo y no vale chalanear
con necedades políticas ni literarias, no nos ofrecen ninguna
clase de historia, sino que hacen desfilar ante nosotros los
"tiempos prehistóricos", pero sin detenerse a explicarnos
cómo se pasa de este absurdo de la "prehistoria" a la historia
en sentido propio, aunque es evidente, por otra parte, que sus
especulaciones históricas se lanzan con especial fruición a esta
"prehistoria" porque en ese terreno creen hallarse a salvo de
la ingerencia de los "toscos hechos" y, al mismo tiempo,
porque aquí pueden dar rienda suelta a sus impulsos especu-
lativos y proponer y echar por tierra miles de hipótesis.
El tercer factor que aquí interviene de antemano en el
desarrollo histórico es el de que los hombres que renuevan
diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a
crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre hom-
bre y mujer, entre padres e hijos, la familia. Esta familia,
quc al principio constituye la única relación social, más tar-
de, cuando las necesidades, al multiplicarse, crean nuevas
relaciones sociales y, a su vez, al aumentar el censo humano,
l.rot an nuevas necesidades, pasa a ser (salvo en Alemania) una
relación secundaria y tiene, por tanto, que tratarse y desarro-
llarse con arreglo a los datos empíricos existentes, y no ajus-
I ándose al "concepto de la familia" misma, como se suele
hacer en Alemania. *
Por lo demás, estos tres aspectos de la actividad social
110 deben considerarse como tres fases distintas, sino sencilla-

* Construcción de viviendas. De suyo se comprende que,


entre los salvajes, cada familia tiene su propia caverna o choza,
corno entre los nómades ocupa cada una su tienda aparte. Y el
desarrollo ulterior de la propiedad privada viene a hacer aun
más necesaria esta economía doméstica separada. Entre los pue-
blos agrícolas, la economía doméstica .común es tan imposible
como el cultivo en común de la tierra. La construcción de -ciu-
dades representó UD gran progreso. Sin embargo, en todos los
períodos anteriores, la supresión de la economía aparte, inse-
parable de la abolición de la propiedad privada, resultaba impo-
sible, entre otras cosas, porque no se daban las condiciones ma-

29
mente como eso, como tres aspectos o, para U<lcirlo a la ma-
.¡ nera alemana, como tres "momentos" que han existido desde
el principio de la historia y desde el primer homhre y que
1:1 todavía hoy siguen rigiendo en la historia.
.il
ii La producción de la vida, tanto de la propia en el tra-
¡:
11
bajo, como de la ajena en la procreación, se manifiesta inme-
i diatamente como una dohle relación -de una parte, como
I una relación natural, y de otra como una relación social-;

¡ social, en el sentido de que por ella se entiende la coopera-


ción de diversos individuos, cualesquiera que sean sus condi-
ciones, de cualquier modo y para cualquier fin. De donde se
desprende que un determinado modo de producción o una
11

¡i determinada fase industrial lleva siempre aparejado un deter-


minado modo de cooperación o una determinada fase social,
I!r! modo de cooperación que es, a su vez, una "fuerza produc-
ti tiva"; que la suma de las fuerzas productivas accesihles al
¡:
hombre condiciona el estado social y que, por tanto, la "his-
toria de la humanidad" dehe estudiarse y elahorarse siempre
en conexión con la historia dc la industria y del intercambio.
Pero, asimismo es evidente que en Alemania no se puedc
escribir este tipo de historia, ya que los alemanes carecen, no
sólo de la capacidad de concepción y del material necesarios,
sino también de la "certeza" adquirida a través de los sen-
tidos, y que de aquel lado del Rin no es posible reunir
experiencias, por la sencilla razón de que allí no ocurre ya

teriales para ello. La implantación de una economía doméstica


colectiva presupone el desarrollo de la maquinaria, de la explo-
tación de las fuerzas naturales y de muchas otras fuerzas pro-
ductivas, por ejemplo de las conducciones de aguas, de la ilu-
minación por gas, de la calefacción a vapor, etc., así como la
supresión [de la contradicción] de la ciudad y el campo. Sin
estas condiciones, la economía colectiva no representaría de por
sí a su vez una nueva fuerza de producción, carecería de toda
base material, descansaría sobre un fundamento puramente teó -
ríco; es, decir, sería una pura quimera y se reduciría, en la
práctica, a una economía de tipo conventual. Lo que podía lle-
gar a conseguirse se revela en la agrupación en ciudades y
en la construcción de casas comunes para determinados fines
concretos (prisiones, cuarteles, etc.), Que la supresión de la
economía aparte no puede separarse de la supresión de la fa-
milia, es algo evidente por sí mismo. (Nota de Marx y Engels).

30
historia alguna. Se manifiesta, por tanto, ya de antemano,
una conexión materialista de los hombres entre sí, condicio-
nada por las necesidades y el modo de producción y que es
tan vieja como los hombres mismos; conexión que adopta
conetantemente nuevas formas y que ofrece, por consiguiente,
una "historia", aun sin que exista cualquier absurdo político
o religioso que también mantenga unidos a los hombres.
Solamente ahora, después de haber considerado ya cuatro
momentos, cuatro aspectos de las relaciones históricas origi-
nurias, caemos en la cuenta de que el hombre tiene también
"conciencia". * Pero, tampoco ésta es de antemano una con-
ciencia "pura". El "espíritu" nace ya tarado con la maldición
de estar "prefiado" de materia, que aquí se manifiesta bajo
la forma de capas de aire en movimiento, de sonidos, en una
palabra, bajo la forma del lenguaje. El lenguaje es tan viejo
como la conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica, la
conciencia real, que existe también para los otros hombres y
que, por tanto, comienza a existir también para mí mismo;
y el lenguaje nace, como la conciencia, de la necesidad, de
los apremios del intercambio con los demás hombres. (7) Donde
existe una relación, existe para mí, pues el animal no se
"comporta" ante nada ni, en general, podemos decir que ten-
~a "comportamiento" alguno. Para el animal, sus relaciones
con otros no existen como tales relaciones. La conciencia, por
tanto, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá
siendo mientras existan seres humanos. La conciencia es, ante
todo, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y sen-
sible que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con
otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí
mismo; y es, al mismo tiempo, conciencia de la naturaleza,
'lile al principio se enfrenta al hombre como un poder abso-
lutamente extraño, omnipotente e inexpugnable, ante el que
los hombres se comportan de un modo puramente animal y
que los amedrenta como al ganado; es, por tanto, una con-
ciencia puramente animal de la naturaleza (religión natural).

* Los hombres tienen historia porque se ven obligados a


producir su vida y deben, además, producirla de un determinado
modo: esta necesidad está impuesta por su organización fisica,
y otro tanto ocurre con su conciencia. (Glosa marginal de Marx),

31
Inmediatamente, vemos aquí que esta religión natural o
este determinado comportamiento hacia la naturaleza se ha-
llan determinados por la forma social, y a la inversa. En este
caso. como en todos, la identidad entre la naturaleza y el
hombre se manifiesta también de tal modo que el compor-
tamiento limitado de los hombres hacia la naturaleza condi-
ciona el limitado comportamiento de unos hombres para con
otros, y éste, a su vez, su comportamiento limitado hacia la
naturaleza, precisamente porque la naturaleza apenas ha su-
frido aún ninguna modificación histórica. Y, de otra parte,
la conciencia de la necesidad de entablar relaciones con los
individuos circundantes es el comienzo de la conciencia de
que el hombre vive, en general, dentro de una sociedad. Este
comienzo es algo tan animal como la propia vida social en
esta fase: es, simplemente, una conciencia gregaria y, en este
punto, el hombre sólo se distingue del carnero por cuanto
su conciencia sustituye al instinto o es el suyo un instinto
consciente. Esta conciencia gregaria o trihual se desarrolla y
perfecciona después, al aumentar la producción, al acrecen-
tarse las necesidades y al multiplicarse la población, que es
el factor sobre que descansan los dos anteriores. De este modo
se desarrolla la división del trabajo, que originariamente no
pasaba de la división del trabajo en el acto sexual y, más
tarde, de una división del trabajo introducida de un modo
"natural" en atención a las dotes físicas (por ejemplo, la
fuerza corporal), a las necesidades, las coincidencias forrui-
tas, etc., etc. La división del trabajo sólo se convierte en ver-
dadera división a partir del momento en que se separan el
trabajo físico y el intelectual", Desde este instante, puede ya
la ·conciencia imaginarse realmente que es algo más y algo
distinto que la conciencia de la práctica existente, que repre-
senta realmente algo. sin representar algo real; desde este
instante, se halla la conciencia en condiciones de emanciparse
del mundo y entregarse a la creación de la teoría "pura",
de la teología "pura", la filosofía y la moral "puras", etc.
Pero, aun cuando esta teoría, esta teología, esta filosofía, esta
moral, etc., se hallen en contradicción con las relaciones exis-

* La primera forma de los ideólogos, los sacerdotes, decae.


(Glosa marginal de Marx).
32
tentes, esto sólo podrá explicarse porque las relaciones socia-
Ics existentes se hallan, a su vez, en contradicción con la fuer-
zu productiva existente; cosa que, por lo demás, dentro de un
detcrminado círculo nacional de relaciones, podrá suceder
lumbién a pesar de quc la contradicción no se dé en el
I«'no de esta órbita nacional, sino entre esta conciencia na-
cional y la práctica de otras naciones; es decir, entre la con-
cie-ncia nacional y general de una nación. * Por lo demás,
I'I! de IOdo punto indiferente lo que la conciencia por sí
Hola haga o emprenda, pucs de toda esta escoria sólo ob-
rr-ndremos un resultado, a saber: que estos tres momentos,
la fuerza productora, el estado social y la conciencia, pue-
'/.'n y deben necesariamente entrar en contradicción entre
Hí, ya que, con la división del trabajo, se da la posibili-
dad, más aun, la realidad de que las actividades espiri-
tuales y materiales, el disfrute y el trabajo, la producción
y -el consumo, se asignen a diferentes individuos, y la posi-
bilidad de que no caigan en contradicción reside solamente
en que vuelva a abandonarse la división del trabajo. Por lo
demás, de suyo se comprende que los "espectros", los "nexos",
los "entes superiores", los "conceptos", los "reparoe", no son
más que la' expresión espiritual puramente idealista, la idea
aparte del individuo aislado, la representación de trabas y
limitaciones muy empíricas dentro de las cuales se mueve
el modo de producción de la vida y la forma de intercambio
congruente con él.
Con la división del trabajo, que lleva implícitas todas
estas centradieciones y que descansa, a su vez, sobre la divi-
sión natural del trabajo en el seno de la familia y en la
división de la sociedad en diversas familias contrapuestas,
se da, al mismo tiempo, la distribución y, concretamente, la
distribución desigual, tanto cuantitativa como cualitativamen-
te, del trabajo y de sus productos; es decir, la propiedad, cuyo
primer germen, cuya forma inicial se contiene ya en la fami-
lia, donde la mujer y los hijos son los esclavos del ma..ido.
La esclavitud, todavía muy rudimentaria, ciertamente, Iatente
en la familia, es la primera forma de propiedad, que, por lo

* [Religión]. Los alemanes con la ideología en cuanto tal


(Glosa marginal de Marx).

33
demás, ya aquí corresponde perfectamente a la definición de
los modernos economistas, según la cual es el derecho a dis-
poner de la fuerza de trahajo de otros. Por lo demás, división
del trabajo y propiedad privada son términos idénticos: uno
de ellos dice, referido a la esclavitud, lo mismo que el otro,
referido al producto de ésta.
La división del trabajo lleva aparejada, además, la con-
tradicción entre el interés del individuo concreto o de una
determinada familia y el interés común de todos los indio
viduos relacionados entre sí, interés común que no existe, cier-
tamente, tan sólo en la idea, como algo "general", sino que
se presenta en la realidad, ante todo, como una relación de
mutua dependencia de los individuos entre quienes aparece
dividido el trabajo. Finalmente, la división del trabajo nos
brinda ya el primer ejemplo de cómo, mientras los hombres
viven en una sociedad natural, mientras se da, por tanto,
una separación entre el interés particular y el interés co-
mún, mientras las actividades, por consiguiente, no aparecen
divididas voluntariamente, sino por modo natural, los actos
propios del hombre se erigen ante él en un poder ajeno y
hostil, que le sojuzga, en vez de ser él quien los domine. En
efecto, a partir del momento en que comienza a dividirse el
trabajo, cada cual se mueve en un determinado círculo exclu-
sivo de actividades, que le es impuesto y del que no pue-
de salirse; el hombre es cazador, pescador, pastor. o crítico
crítico, y no tiene más remedio que seguirlo siendo, si no
quiere verse privado de los medios de vida; al paso que en
ll! sociedad comunista, donde cada individuo no tiene acotado
un círculo exclusivo de actividades, sino que puede desarro-
llar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la socie-
dad se encarga de regular la producción general, con lo que
hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto
y mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la
tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después
de comer, si me place, dedicarme a criticar, sin necesidad de
ser exclusivamente cazador, pescador, pastor o crítico, según
los casos. Esta plasmación de las actividades sociales, esta
consolidación de nuestros propios productos en un poder
material erigido sobre nosotros, sustraído a nuestro control,

34
'IIIP levanta una barrera ante nuestra expectativa y destruye
1IIII'/lIros cálculos, es uno de los momentos fundamentales que
M' /k~lacan en todo el desarrollo histórico anterior, y preci-

MllllWlIle por virtud de esta contradicción entre el interés


purt iculur y el interés común, cobra el interés común, en
/'11111110 Estado, una forma propia e independiente, separada
'/(1 los reales Intereses particulares y colectivos y, al mismo
1j('1IJ po, como una comunidad ilusoria, pero siempre sobre
la hasc real de los vínculos existentes, dentro de cada con-
"'1.. 1I u-r ado familiar y tribual, tales como la carne y la sangre,
la Icngua, la división del trabajo en mayor escala y otros
intereses y, sobre todo, como más tardc habremos de desarro-
lla r, a base de las clases, ya condicionadas por la división del
' rahajo, que se forman y diferencian en cada uno de estos
1'''lIg10merados humanos y entre las cuales hay una que do-
mina sobre todas las demás.
De donde se desprende que todas las luchas que se libran
,1"lItro del Estado, la lucha entre la democracia, la aristocra-
cia y la monarquía, la lucha por el de~echo de sufragio, etc.,
110 son sino las formas ilusorias bajo las que se ventilan las
luchas reales entre las diversas clases (de lo que los histo-
rinflores alemanes no tienen ni la más remota idea, a pesar
(le habérseles facilitado las orientaciones necesarias acerca
.Ie cllo en los Anales Franco-Alemanes y en La Sagrada
Familia). Y se desprende, "asimismo, que toda clase que
aspire a' implantar su 'dominación, aunque ésta, como ocurre
.'11 el caso dcl proletariado, condicione en absoluto la abo-
lición de toda la forma de la sociedad anterior y de toda
dominación en general, tiene que empezar conquistando el
poder político, para poder presentar su interés como el in-
I crés general, cosa a que en el primer momento se ve obligada.
Precisamente porque los individuos sólo buscan su interés
particular, que para ellos no coincide con su interés común,
y porque lo general es siempre la forma ilusoria de la comu-
nidad, se hace valer esto ante su representación como algo
"ajeno" a ellos e "independiente" de ellos, como un interés
"general" a su vez especial y peculiar, o ellos mismos tienen
necesariamente que enfrentarse en esta escisión, como en la
democracia. Por otra parte, la lucha práctica de estos Intere-

35
ses· particulares que constantemente y de un modo real se
enfrentan a los intereses comunes o que ilusoriamente se
creen tales, impone como algo necesario la interposición
práctica y el refrenamiento por el interés "general" ilusorio
bajo la forma del Estado. El poder social, es decir, la fuerza
de producción multiplicada, que nace por obra de la coape.
ración de los diferentes individuos bajo la acción de la di-
visión del trabajo, se les aparece a estos individuos, por no
tratarse de una cooperación voluIÍtaria, sino natural, no como
un poder propio, asociado, sino como un poder ajeno, si-
tuado al margen' de ellos, que no saben. de dónde procede ni
a dónde se dirige y que, por tanto, no pueden ya dominar,
sino que recorre, por el contrario, una serie de fases y etapas
de d,esarroIlo peculiar e independiente de la voluntad y de los
actos de los hombres y que incluso dirige esta voluntad y
estos actos. Con esta "enajenación", para expresarnos en tér-
minos comprenaihles para los filósofos, sólo puede acabarse
partiendo de dos premisas prácticas. Para que se convierta en
un poder "insoportable", es decir, en un poder contra el que
hay que sublevarse, es necesario que engendre a una masa
de la humanidad como absolutamente "desposeída" y, a la
'par con ello, en contradicción con un mundo existente de
riquezas y de cultura, lo que presupone, en ambos casos, un
gran incremento de 'la fuerza productiva, un alto grado de
st~desarrollo; y, de otra parte, este desarrollo de las fuerzas
productivas (que entraña ya, al mismo tiempo, una existencia
empírica dada en un plano histórico-universal, y no en la
vida puramente local de los hombres) constituye también una
premisa práctica absolutamente necesaria, porque sin ella
sólo se generalizaría la escasez y, por tanto, con la pobreza,
comenzaría de nuevo, a la par, la lucha por lo indispensable
y se recaería necesariamente en toda la inmundicia anterior;
y, además, porque sólo este desarrollo universal de las fuerzas
productivas lleva consigo un intercambio universal de los
hombres, en virtud de 10 cual, por una parte, el fenómeno
de la masa "desposeída" se produce simultáneamente en too
dos los pueblos (competencia general), haciendo que cada
uno de ellos dependa de las conmociones de los otros y, por
último, instituye a individuos histórico-universales, empírica.

36
nu-rrte mundiales, en vcz de individuos locales. Sin esto,
l." el comunismo sólo llcgarÍa a existir como fenómeno local;
:!." las misnias potencias del intercambio no podr-ían desarro-
llnrse corno potencias universales y, por tanto, insoportables,
"ino que seguirían siendo simples "circunstancias" supcrsti-
viosns de puertas adentro, y 3.° toda ampliación del ínter-
<'lUlIhio acaharía con el comunismo local.
El comunismo, empíricamente, sólo puede darse como la
lll'(~iún "coincidente" o simultánea de los pueblos dominantes,
lo (lile presupone el desarro]lo universal de Ias fuerzas pro-
dile! ivas y el intercambio universal que lleva aparejado.
;,(:úmo, si no, podría la propiedad, por ejemplo, tener una
h istoria, revestir diferentes formas, y la propiedad territorial,
supongamos, según las diferentes premisas existentes, presio-
nur en Francia para pasar de la parcelación a la centraliza-
t'iún en pocos manos y en Inglaterra, a la inversa, de la con-
('('nI ración en pocas manos a la parcelación, como hoy real-
mente estarnos viendo? ¿ O cómo explicarse que el comercio,
tille no es sino el intercambio de los productos de diversos
individuos y países, llegue a dominar el mundo entero me-
diante la relación entre la oferta y la demanda -relación
«¡lIe, como dice un economista inglés, gravita sobre la tierra
('OIlJO el destino de los antiguos, repartiendo con mano invi-
sihlc la felicidad y la desgracia entre los hombres, creando y
destruyendo imperios, alumbrando pueblos y haciéndolos des.
uparecer-s--, mientras que, con la destrucción de la base, de
la propiedad privada, con la regulación comunista de la pro-
ducción y la abolición de la actitud en que los hombres se
comporran ante sus propios productos como ante algo extra-
ño a ellos, el poder de la relación de la oferta y la demanda
Me rcduce a la nada y los hombres vuelven a hacerse dueños
del intercambio, de la producción y del modo de su mutuo
comportamiento?
Para nosotros, el comunismo no es un estado que debe
implantarse, un ideal al que haya de sujetarse la realidad.
Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula
y supera al estado de cosas actual. Las condiciones de este
nrovirnierito se desprenden de la premisa actualmente exis-
u-nte. Por lo demás, la masa de los simples obreros -de la

37
fuerza de trabajo excluida en masa del capital o de cualquier
satisfacción, por limitada que ella sea- y, por tanto, la pér-
. dida .no puramente temporal de este mismo trabajo como
fuente segura de vida, presupone, a través de la competencia,
el mercado mundial. Por tanto, el proletariado sólo puede
existir en un plano histórico-mundial, lo mismo que el co-
munismo, su acción, sólo puede llegar a cobrar realidad como
existencia histórico-universal. Existencia histórico-universal de
los individuos, es decir, existencia de los individuos directa-
mente vinculada a la historia universal.
La forma de intercambio condicionada por las fuerzas de
producción existentes en todas las fases históricas anteriores
y que, a su vez, las condiciona es la sociedad civil, que, como
se desprende de lo anteriormente expuesto, tiene como pre-
misa y como fundamento la familia simple y la familia com-
.puesta, lo que suele llamarse la tribu, y cuya naturaleza queda
precisada en páginas anteriores. Ya ello revela que esta so-
ciedad civil es el verdadero hogar y escenario de toda la
historia y cuán absurda resulta la concepción histórica ante-
rior que, haciendo caso omiso 'de las relaciones reales, sólo
mira, con su limitación, a las acciones resonantes de los jefes
y del Estado. (8) La sociedad civil abarca todo el intercambio
material de los individuos, en una determinada fase de des-
arrollo de las fuerzas productivas. Abarca toda la vida co-
mercial e industrial de una fase y, en este sentido, trasciende
de los límites del Estado y de la nación, si bien, por otra
parte, tiene necesariamente que hacerse valer al exterior como
nacionalidad y, vista hacia el interior, como Estado. El tér-
mino de sociedad civil apareció en el siglo XVIII, cuando ya
las relaciones de propiedad se habían desprendido de los mar-
cos de la comunidad antigua y medieval. La sociedad civil
en cuanto tal sólo se desarrolla con la burguesía; sin embar-
go, la organización social que se desarrolla directamente ba-
sándose en la producción y el intercambio, y que forma en
todas las épocas la base del Estado y de toda otra supra-
estructura idealista, se ha designado siempre, invariablemen-
te, con el mismo nombre;

38
[2]

SOBRE LA PRODUCCIóN DE LA CONCIENCIA

En la historia anterior es, evidentemente, un hecho em-


pírico el que los individuos concretos, al extenderse sus acti-
vidades hasta un plano histórico-universal, se ven cada vez
más sojuzgados bajo un poder extraño a ellos (cuya opresión
llegan luego a considerar como una perfidia del llamado es-
píritu universal, etc.), poder que adquiere un carácter cada
vcz más de masa y se revela en última instancia como el
mercado mundial. Pero, asimismo, se demuestra empírieamen-
k que, con el derrocamiento del orden social existente por
obra de la revolución comunista (de lo que hablaremos más
adelante) y la abolición de la propiedad privada, idéntica
a dicha revolución, se disuelve ese poder tan misterioso para
los teóricos alemanes y, entonces, la liberación de cada indio
viduo se impone en la misma medida en que la historia se
convierte totalmente en una. historia universal. Es evidente,
por lo que dejamos expuesto más arriba, que la verdadera
riqueza espiritual del individuo depende totalmente de la rí-
queza de sus .relaciones reales. Sólo así se liberan los mdivi-
duos concretos de las diferentes trabas nacionales y locales,
se ponen en contacto práctico con la producción (incluyendo
la espiritual) del mundo entero y se colocan en condiciones
de adquirir la capacidad necesaria para poder disfrutar esta
multiforme y completa producción de toda la tierra (las crea-
ciones de los hombres). La dependencia total, forma natural
de la cooperación histórico-universal de los individuos, se
convierte, gracias a la revolución comunista, en el control y
la .dominación consciente sobre estos poderes, que, nacidos
de la' acción de unos hombres sobre otros, hasta ahora han
venido imponiéndose a ellos, aterrándolos y dominándolos,
como potencias absolutamente extrañas. Ahora bien, esta con-
cepción puede interpretarse, a su vez, de un modo especula-
tivo-idealista, es decir, fantástico, como la "autocreación del
;!;énero" (la "sociedad como sujeto"), representándose la
scrre sucesiva de los individuos relacionados entre sí como un
solo individuo que realiza el misterio de engendrarse a sí

39
mismo. Aquí, habremos de ver cómo los individuos se hacen
los unos a los otros, tanto física como espiritualmente, pero
no se hacen a sí mismos, ni en la disparatada concepción de
San Bruno ni en el sentido del "Único", del hombre "hecho".
Esta concepción de la historia consiste, pues, en exponer
el proceso real de producción, partiendo para ello de la pro-
ducción material de la vida inmediata, y en concebir la forma
'de intercambio correspondiente a este modo de producción
y engendrada por él, es decir, la sociedad civil en sus dife-
rentes fases, como el fundamento de toda la historia, presen-
tándola en su acción en cuanto Estado y explicando en base
a ella todos los diversos productos teóricos y formas de la
conciencia, la religión, la filosofía, la moral, etc., así como
estudiando a partir de esas premisas su proceso de nacimien-
to, lo que, naturalmente, permitirá exponer las cosas en su
totalidad (y también, por ello mismo, la acción recíproca
entre estos diversos aspectos). No se trata de buscar una
categoría en cada período, como hace la concepción idealista
de la historia, sino de mantenerse siempre sobro el terreno
histórico real, de no explicar la práctica partiendo de la idea,
de explicar las formaciones ideológicas sobre la base de la
práctica material, por donde se llega, consecuentemente, al
resultado de que todas las formas y todos los productos de la
conciencia no brotan por obra de la crítica espiritual, me-
diante la reducción a la "autoconciencia" o la transformación
en "fantasmas", "espectros", "visiones", etc., sino que sólo
pueden disolverse por el derrocamiento práctico de las rela-
ciones sociales reales, de que emanan estas quimeras idealis-
tas; de que la fuerza propulsora de la historia, incluso la de
la religión, la filosofía, y toda otra teoría, no es la crítica, sino
la revolución. Esta concepción revela que la historia no ter-
mina disolviéndose en la "autoconciencia", como el "espíritu
del espíritu", sino que en cada una de sus fases se encuentra
un resultado material, una suma de fuerzas de producción,
una relación históricamente creada con la naturaleza yen-
tre unos y otros individuos, que cada generación transfiere
a la que le sigue, una masa de fuerzas productivas, capitales
y circunstancias, que, aunque de una parte sean modificados
por la nueva generación, dictan a ésta, de otra parte, sus 1'1'0-

40
piaR condiciones de vida y le imprimen un determinado des-
a rrollo, un carácter especial; de que, por tanto, la~ circuns-
I uncias hacen al hombre en la misma medida en que éste hace
a las circunstancias. Esta suma de fuerzas de producción,
cup itales y formas de intercambio social con que cada indio
viduo y cada generación se encuentran como con algo dado
"R el fundamento real de lo que los filósofos se representan
C'II11l0 la "substancia" y la "esencia del hombre", elevándolo a

npotcosis y combatiéndolo; un fundamento real que no se ve


rucnoscabado en lo más mínimo en cuanto a su acción y a sus
inl'luencias sobre el desarrollo de los hombres por el hecho
dc~ que estos filósofos se rebelen contra él como "autoconcien-
riu" y como el "Único". Y estas condiciones de vida con que
las diferentes generaciones se encuentran al nacer deciden
tumhién si las conmociones revolucionarias que periódica-
mente se repiten en la historia serán o no lo suficientemente
í uertes para derrocar la base de todo lo existente. Si no se
dau estos elementos materiales de una conmoción total, o sea,
el(: una parte, las fuerzas productivas existentes y, de otra,
la formación de una masa revolucionaria que se levante, no
I'lIílo en contra de ciertas condiciones de la sociedad anterior,
sino en contra de la misma "producción de la vida" vigente
hasta ahora, contra la "actividad de conjunto" sobre que des.
"ansa, en nada contribuirá a hacer cambiar la marcha prác-
I i'~a de las cosas el que la idea de esta conmoción haya sido
prodamada ya cien veces, como lo demuestra la historia del
"lIll1unlsnlO.
Toda la concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso
11miso de esta base real de la historia, o la ha considerado
»implemente como algo accesorio, que nada tiene que ver con
el desarrollo histórico. Esto hace que la historia deba escr i-
hi rse siempre con arreglo a una pauta situada fuera de ella;
la producción real de la vida se revela como algo protohis.
•ú rico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo
H"parado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal.
l lo este modo, se excluye de la historia el comportamiento
dl~ los hombres hacia la naturaleza, lo que engendra la antí-
"'His de naturaleza e historia. Por eso, esta concepción sólo
ucicrta a ver en la historia las acciones políticas de los cau-

41
dillos y del Estado, las luchas religiosas y las luchas teóricas
en general, y se ve obligada a compartir, especialmente, en
cada época histórica, las ilusiones de esta época. Por ejem-
plo, una época se imagina que se mueve por motivos pura-
mente "políticos" o "religiosos", a pesar de que la "religión"
o la "política" son simplemente las formas de sus motivos
reales: pues bien, el historiador de la época de que se trata
acepta sin más tales opiniones. Lo que estos determinados
hombres se "figuraron", se "imaginaron" acerca de su prác-
tica real se convierte en la única potencia determinante y
activa que dominaba y determinaba la práctica de estos hom-
bres. Y así, cuando la forma tosca con que se presenta la di-
visión del trabajo entre los hindúes y los egipcios provoca
en estos pueblos el régimen de .castas propio de su Estado
y de su religión, el historiador cree que el régimen de castas
fue la potencia que engendró aquella tosca forma social. Y,
mientras que los franceses y los ingleses se aferran, por lo
menos, a la ilusión política, que es, ciertamente la más cer-
cana a la realidad, los alemanes se mueven en la esfera del
"espíritu puro" y hacen de la ilusión religiosa la fuerza mo-
triz de la historia.
La .filosofía hegeliana de la historia es la última con-
secuencia, llevada a su "expresión más pura" de toda esta
historiografía alemana, que no gira en torno a· los intereses
reales, ni siquiera a los intereses políticos, sino en torno a
pensamientos puros, que más tarde San Bruno se represen-
tará necesariamente como una serie de "pensamientos" que
se devoran los unos a los otros, hasta que, por último, en
~ste entredevorarse, perece la "auioconciencia", y por este
mismo camino marcha de un modo todavía más consecuente
'San Max Stirner, quien, volviéndose totalmente de espaldas
a la historia real, tiene necesariamente que presentar todo el
proceso histórico como una simple historia de "caballeros",
bandidos y espectros, de cuyas visiones sólo acierta a salvarse
él, naturalmente, por la "no santidad". * Esta concepción

• La llamada historiografía objetiva consistía, cabalmente,


en concebir las relaciones históricas como algo aparte de la ac-
tividad. Carácter reaccionario. (Gl.osa marginaL de Marx).

42
I'H realmente religiosa; presenta al hombre religioso como el
prorohombre de quien arranca toda la historia y, dejándose
llevar de su imaginación, suplanta la producción real de los
medios de vida y de la vida misma por la producción de qui-
meras religiosas. Toda esta concepción de la historia, unida
11 su disolución y a los escrúpulos y reparos nacidos de ella,
I~K una incumbencia puramente nacional de los alemanes y
KúJO tiene un interés local para Alemania, como por ejemplo
la importante cuestión, repetidas veces planteada en estos
últ.imos tiempos, de cómo puede llegarse, en rigor, "del reino
de Dios al reino del hombre", como si este "reino de Dios"
hubiera existido nunca más que en la imaginación y los eru-
ditos señores no hubieran 'vivido siempre, sin saberlo, en el
"reino del hombre", hacia el que ahora buscan los caminos,
y como si el entretenimiento científico, pues no otra cosa es,
de explicar lo que hay de curioso en estas formaciones teóri-
cas perdidas en las nubes no residiese cabalmente, por el
contrario, en demostrar cómo nacen de las relaciones reales
sobre la tierra. Para estos alemanes, se trata siempre, en ge-
ncral, de explicar los absurdos con que nos encontramos por
cualesquiera otras quimeras; es decir, de presuponer que to-
dos estos absurdos tienen un sentido propio, el que sea, que
es necesario desentrañar, cuando de lo que Se trata es, sim-
plemente, de explicar estas frases teóricas en función de las
relaciones reales existentes. Como ya hemos dicho, la evapora-
ción real y práctica de estas frases, la eliminación de estas
ideas de la conciencia de los hombres, es obra del cambio de
las circunstancias, y no de las deducciones teóricas. Para la
masa de los hombres, es decir, para el proletariado, estas
ideas teóricas no existen y no necesitan, por tanto, ser elimi-
nadas, y aunque esta masa haya podido profesar alguna
vez ideas teóricas de este tipo, por ejemplo ideas religiosas,
hace ya mucho tiempo que las circunstancias se han encar-
gado de eliminarlas. .
El carácter puramente nacional de tales problemas y de
sus soluciones se revela, además, en el hecho de que estos teó-
ricos crean seriamente que fantasmas cerebrales como los del
"Hombre-Dios", "el Hombre", etc., han presidido en verdad
determinadas épocas de la historia -San Bruno llega, inclu-

43
so, a afirmar que sólo "la crítica y los crrticos han hecho la
historia"- y, cuando se aventuran por sí mismos a las cons-
trucciones históricas, saltan con la mayor premura sobre todo
lo anterior y de los "mongoles" pasan inmediatamente a la
historia verdaderamente "plena de sentido", es decir, a la his-
toria de los Hallische y los Deutsche [ahrbiicher * y a la
disolución de la escuela hegeliana en una gresca general. Se
relega al olvido todas las demás naciones y -todos los aconte-
cimientos reales y se limita el theatruni mundi*'" a la Feria
del Libro de Leipzig y a las mutuas disputas entre la "Crí-
tica", el "Hombre" y el "Único". Y cuando la teoría se de-
cide siquiera por una vez a tratar temas realmente históricos,
por ejemplo el siglo XVIII, se limita a ofrecernos la historia
de las ideas, desconectada de los hechos y los dcsarrollos
prácticos que les sirven de base, y también en esto los mueve
el exclusivo propósito de presentar esta época como el preám-
bulo imperfecto, como el antecesor todavía incipiente de la
verdadera época histórica, es decir, del período de la lucha
entre filósofos alemanes (1840.44). A esta finalidad de escri-
bir una historia anterior para hacer que brille con mayores
destellos la fama de una persona no histórica y de sus Ian-
tasias, responde el hecho dc que se pasen por alto todos los
acontecimientos realmente históricos, incluso las ingerencias
realmente históricas de la política en la historia, ofreciendo
a cambio de ello un relato no basado precisamente en estu-
dios, sino en especulaciones y en chismes litcrarios, como
hubo de hacer San Bruno en su Historia del Siglo XVIII, de
la que ya no se acuerda nadie. Estos arrogantes y grandilo-
cuentes tenderos de ideas, que se consideran tan infinita-
mente por encima de todos los prejuicios nacionales, son,
pues, en la realidad, mucho más nacionales todavía que esos
filisteos de las cervecerías que sueñan cou la unidad de
Alemania. No .reconocen como históricos los hechos de los
demás pueblos, viven en Alemania, con Alemania y para Ale-
mania, convierten el canto del Rin en un cántico litúrgico y
conquistan la Alsaeia-Lorena despojando a la filosofía fran.

* "Anales de Halle" y "Anales Alemanes" (N. de la ed.).


** Teatro del mundo (N. de !a ed.).
44
oesa cn vez de despojar al Estado francés, germanizando, en
vez de las provincias de Francia, las ideas francesas. El señor
Vr-ncdey es todo un cosmopolita alIado de San Bruno y San
i\lax, quienes proclaman en la hegemonía universal de la teo-
ría la hegemonía universal de Alemania.
De estas consideraciones se desprende, asimismo, cuán
l~fJllivocado está Feuerbach cuando (en la Wigands Vierte]-
;11 hrsschrift, * 1845, vol. 2) se declara comunista al calificarse
como "hombre común", convirtiendo esta cualidad en un pre-
dicado "del" hombre y creyendo, por tanto, reducir de nuevo
a una mera categoría 10 que en el mundo existente designa a
los secuaces de un determinado partido revolucionario, Toda
la deducción de Feuerbach en lo tocante a las relaciones entre
los hombres tiende simplemente a demostrar que los hombres
se necesitan los unos a los otros y siempre se han necesitado.
De lo que trata es de establecer la conciencia en torno a
este hecho; Feuerbach aspira, pues, como los demás teóricos,
a crear una conciencia exacta acerca de un hecho existente,
mientras que lo que al verdadero comunista le importa es
derrocar 10 que existe. Reconocemos plenamente, por lo de-
más, que Feuerbach, al esforzarse por crear precisamente la
conciencia de este hecho, llega todo lo lejos a que puede
llegar un teórico sin dejar de ser un teórico y un filósofo. Es
característico, sin embargo, que San Bruno y San Max colo-
quen inmediatamente la idea que Feuerbach se forma del
comunista en lugar del comunista real, lo que hacen, en parte,
para que también ellos puedan, como adversarios iguales
en rango, combatir al comunismo como "espíritu del espír i-
111", como una categoría filosófica; y, por parte de San Bru-
no, respondiendo, además, a intereses de carácter pragmático.
Como ejemplo del reconocimiento, y a la vez descono-
cimiento, de 10 existente, que Feuerbach sigue compartiendo
con nuestros adversarios, recordemos el pasaje de su Filosofía
del Futuro en que sostiene y desarrolla que el ser de una
r-osa o del hombre es, al mismo tiempo, su esencia, que las
determinadas relaciones que forman la existencia, el modo
de vida y la actividad de un individuo animal o humano cons-

* Revista trimestral de Wigand (N. de la ed.).

45
tituyen aquello en que su "esencia" se siente satisfecha. Toda
excepción se considera expresamente, aquí, como un accidente
desgraciado, como una anomalía que no puede hacerse cam-
hiar. Por tanto, cuando millones de proletarios no se sienten
satisfechos, ni mucho menos, con sus condiciones de vida,
cuando su "ser" [ ... ], * cuando de lo que Se trata, en rea-
lidad y para el materialista práctico, es decir, para el
comunista, es de revolucionar el mundo existente, de atacar
prácticamente y de hacer cambiar las cosas con que nos encon-
tramos. Allí donde encontramos en Feuerbach semejantes
concepciones, no pasan nunca de intuiciones sueltas, que
influyen demasiado poco en su modo general de concebir para
que podamos considerarlas más que como simples gérmenes,
susceptibles de desarrollo. La "concepción" feuerbachiana del
mundo sensible se limita, de una parte, a su mera contempla-
ción y, de otra parte, a la mera sensación: dice "el hombre"
en vez de los "hombres históricos reales". "El hombre" es
reolitert " "el alemán". En el primer caso, en la contempla-
ción del mundo sensible, tropieza necesariamente con cosas
que contradicen a su conciencia y a su sentimiento, que tras-
tornan la armonía por él presupuesta de todas las partes
del mundo sensible y, principalmente, del hombre con la na-
turaleza. * *.,. Para eliminar esta contradicción, Feuerbach se
ve obligado a recurrir a una doble concepción, oscilando
entre una concepción profana, que sólo ve "lo que aparece

* El sentido de la frase que falta, era, aproximadamente, el


siguiente: cuando su "ser" [contradice a su "esencia", se trata.rá,
indudablemente, de una anomalía, pero no de un accidente des-
graciado. Un hecho histórico que descansa sobre relaciones socia-
les totalmente determinadas. Eeuerbacñ se contenta con regis-
trar este hecho; no hace más que interpretar el mundo sensible
existente, se comporta hacia él soLamente como teórico] cuando
de lo que se trata, en realidad ... (N. de la ed.).
* * En realidad (N. de la ed.).
*** El error de Feuerbach consiste no en subordinar lo que
aparece sobre la tierra, la apariencia sensible de la realidad sen-
sible comprobada mediante la indagación más exacta de los he-
chos percibidos por los sentidos, sino en que no acierte a enjui-
ciar en última instancia los datos de los sentidos sin verlos con
los "ojos", es decir, a través de las "gafas", del filósofo. (Nota
de Marx y Engels).

46
_"hre la tierra", y otra superior, filosófica, que contempla la
"verdadera esencia" de las cosas. No ve que el mundo sen-
_illle que le rodea no es algo directamente dado desde toda
llIlB eternidad y constantemente igual a sí mismo, sino el pro-
.lu"'" de la industria y del estado social, en el sentido de que
mi 1111 producto histórico, el resultado de la actividad de toda
UIIU 1I,~rie de generaciones, cada una de las cuales se encarama
'lllIJre los hombros de la anterior, sigue desarrollando su in-
.lulllria y su intercambio y modifica su organización social
enn arreglo a las nuevas necesidades. Hasta los objetos de la
"certeza sensorial" más simple le vienen dados solamente por
,,1 desarrollo social, la industria y el intercambio comercial.
A~í es sabido que el cerezo, como casi todos los árboles fru-
lul'~8, fue transplantado a nuestra zona hace pocos siglos por
..hru del comercio y, tan sólo por medio de esta acción de
U 1111 determinada sociedad y de una determinada época, fue
"IIlrq~ado a la "certeza sensorial" de Feuerbach,
Por lo demás, en esta concepción de las cosas tal y como
realmente son y han acaecido, todo profundo problema filo·
.Mico se reduce a un hecho empírico puro y simple. Así, por
ejemplo, el importante problema de las relaciones entre el
hombre y la naturaleza (o, incluso, como dice Bruno -pág.
110~-, las "antítesis de naturaleza e historia", como si se tra-
tusc de dos "cosas" distintas y el hombre no tuviera siempre
unte sí una naturaleza histórica y una historia natural), del
'JIU: han brotado todas las "obras inescrutablemente altas"
Jluhrc la "substancia" y la "autoconciencia", desaparece pOlO sí
mismo ante la convicción de que la famosísima "unidad del
hombre con la naturaleza" ha consistido siempre en la indus-
tria, siendo de uno u otro modo según el mayor o menor des-
nrrol]o de la industria en cada época, lo mismo que la "lucha"
del hombre con la naturaleza, hasta el desarrollo de sus fuer-
r.lIR productivas sobre la base correspondiente. La industria
y el comercio, la producción y el intercambio de las necesi-
dudes de la vida se condicionan por su parte y se hallan, a
.u vez, condicionadas en cuanto al modo de funcionar por la
distribucién, por la organización de las diversas clases socia-
1"11; y así se explica por qué Feuerbaeh, en Manchester por
ejemplo, sólo encuentra fábricas y máquinas, donde hace unos

47
cien años no hahía más que ruedas de hilar y telares movidos
a mano, o que en la Campagna di Roma, donde en la época
de Augusto no habría encontrado más que viñedos y villas de
capitalistas romanos, sólo haya hoy pastizales y pantanos.
Feuerbach habla de la concepción de la ciencia de la natu-
raleza, cita misterios que sólo se revelan a los ojos del físico
y del químico, ¿pero qué sería de la ciencia natural, a no
ser por la industria y el comercio? Incluso esta ciencia natural
"pura" adquiere tanto su fin como su material solamente
gracias al comercio y a la industria, gracias a la actividad
sensible de los hombres. Y hasta tal punto es esta actividad,
este continuo laborar y crear sensibles, esta producción, la
base de todo el mundo sensible tal y como ahora existe, que
si se interrumpiera aunque sólo fuese durante un año, Feuer-
bach no sólo se encontraría con enormes cambios en el mundo
natural, sino que pronto echaría de menos todo el mundo
humano y su propia capacidad de concepción y hasta -su pro-
pia existencia. Es cierto que queda en pie, en ello, la priori-
dad de la naturaleza exterior y que todo esto no es aplicable
al hombre originario, creado por generado (Equivoca, * pero
esta diferencia sólo tiene sentido siempre y cuando se consi-
dere al hombre como algo distinto de la naturaleza. Por lo
demás, esta naturaleza anterior a la historia humana no es
la naturaleza en que vive Feuerbach, sino una naturaleza que,
fuera tal vez de unas cuantas islas coralíferas australianas de
reciente formación, no existe ya hoy en parte alguna, ni
existe tampoco, por tanto, para Feuerbach.
Es cierto que Feuerbach les lleva a los materialistas "pu-
ros" la gran ventaja de que ve cómo también el hombre es
un "objeto sensible"; pero, aun aparte de que sólo lo ve
como "objeto sensible" y no como "actividad sensible", man-
teniéndose también en esto dentro de la teoría, sin concebir
los hombres dentro de su trabazón social dada, bajo las con-
diciones de vida existentes que han hecho de ellos lo que
son, no llega nunca, por ello mismo, hasta el hombre real-

.. Generación espontánea; el nacimiento de los seres orgáni-


cos a partir de materias inorgánicas (N. de la, ed.).

48
urente existente, hasta el hombre activo, sino que se detiene
0'11 el concepto abstracto "el hombre", y sólo consigue recono-
ncr en la sensación el "hombre real, individual, corpóreo";
,'8 decir, no conoce más "relaciones humanas" "entre el hom-
JIre y el hombre" que las del amor y la amistad, y además,
¡d,~ulizadas. No nos ofrece crítica alguna de las condiciones
,It~ vida actuales. No consigue nunca, por tanto, concebir el
uiundo sensible como la actividad sensible y viva total de los
individuos que lo forman, razón por la cual se ve obligado,
al ver, por ejemplo, en vez de hombres sanos, un tropel de
'"res hambrientos, escrofulosos, agotados por la fatiga y tu-
I..-rculosos, a recurrir a una "concepción más alta" y a la
id"ul "compensación dentro del género"; es decir, a reincidir
"1/ el idealismo precisamente allí donde el materialista comu-

lIiKta ve la necesidad y, al mismo tiempo, la condición de una


transformación radical tanto de la industria como de la 01'-
¡',au ización social.
En la medida eD: que Feuerbach es materialista, no apa-
nTe en él la historia, y en la medida en que toma la historia
"U consideración, no es materialista. Materialismo e historia
aparecen completamente divorciados en él, cosa que, por lo
do'más, se explica por lo que dejamos expuesto. (9)
La historia no es sino la sucesión de las diferentes ge-
m-raciones, cada una de las cuales explota los materiales,
capitales y fuerzas productivas transmitidas por cuantas la
hun precedido; es decir, que, por una parte, prosigue en eon-
d iriones completamente distintas la actividad precedente,
111 ii-ntrus que, por otra parte, modifica las circunstancias an-

I .... iores mediante una actividad totalmente diversa, lo que po-


dría tergiversarse especulativamente, diciendo que la historia
1"1~I"rior es la finalidad de la que la precede, como si
dijéscmos, por ejemplo, que el descubrimiento de América
111 vo como finalidad ayudar a que se expandiera la Revolución
lrunccea, interpretación mediante la cual la historia adquiere
HII~ fines propios e independientes y se convierte en una "per-
HOIIU junto a otras personas" (junto a la "autoconciencia", la
"( :rílica", el "Único", etc.}, mientras que lo que designamos
"011 las palabras "determinación", "fin", "germen", "idea",

d,~ la historia anterior no es otra cosa que una abstracción de

49
la historia posterior, de la influencia activa que la anterior
ejerce sobre ésta.
Cuanto más vayan extendiéndose, en el curso de esta
evolución, los círculos concretos que influyen los unos en los
otros, cuanto más vaya viéndose el primitivo aislamiento de
las diferentes nacionalidades destruido por el desarrollo del
modo de producción, del intercambio y de la división del
trabajo que ello hace surgir por vía natural entre las diver-
sas naciones, tanto más va la historia convirtiéndose en his-
toria universal, y así vemos que cuando, por ejemplo, se i~­
venta hoy una máquina en Inglaterra, son lanzados a la calle
incontables obreros en la India y en China y se estremece
toda la forma de existencia de estos países, lo que quiere
decir que aquella invención constituye un hecho histórico-
universal; y vemos también cómo el azúcar y el café demues-
tran en el siglo XIX su significación histórico-universal por
cuanto la escasez de estos productos, provocada por el
sistema continental napoleónico, incitó a los alemanes a
sublevarse contra Napoleón, estableciéndose con ello la
base real para las gloriosas guerras de independencia de 1813.
De donde se desprende que esta transformación de la historia
en historia universal no constituye, ni mucho menos, un sim-
ple hecho abstracto de la "autoconciencia", 3el espíritu uni-
versal o de cualquier otro espectro metafísico, sino un hecho
perfectamente material y empíricamente comprobable, del
que puede ofrecernos un testimonio probatorio cualquier in-
dividuo, con sólo marchar por la calle y detenerse, comer,
beber y vestirse.
Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes
en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce
el poder material dominante en la sociedad es, al mismo
tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene
a su disposición los medios para la producción material dis-
pone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la pro-
duecién espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio
tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de
los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas
dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las
relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones ma-

.50
rerialce dominantes concebidas como ideas; por tanto, las re-
luciones que hacen de una determinada clase la clase domi-
nanto son también las que confieren el papel dominante a
HIlS ideas. Los individuos que forman la clase dominante rie-
1l"U también, entre otras cosas, la conciencia' de ello y piensan
11 1ono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y

"H cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica,


H'~ comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión y,
I'm: tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como
productores de ideas, que regulen la producción y distribu-
ciún de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean, por
/·110 mismo" las ideas dominantes de la época. Por ejemplo,
/'11 una época y en un país en que se disputan el poder la
corona, la aristocracia y la burguesía, en que, por tanto, se
halla dividida la dominación, se impone como idea domi-
nante la doctrina de la división, de poderes, proclamada ahora
como "ley eterna".
La división del trabajo, con que nos encontrábamos ya
III¡í", arriba (págs. [32.35J) como una de las potencias fun-
dumcntales de la historia anterior, se manifiesta también en
/,1 seno de la clase dominante como división del trabajo físico
,~ intelectual, de tal modo que una parte de esta clase se re-
vela como la que da sus pensadores (1os ideólogos concep-
I ivos activos de dicha clase, que hacen del crear la ilusión,
/I(~ esta clase acerca de sí misma su rama de alimentación fun-
durnenta'[}, mientras que los demás adoptan ante estas ideaE
,. ilusiones una actitud más bien pasiva y receptiva, ya que
MlIl en realidad los miembros activos de esta clase y disponen
,le poco tiempo para formarse ilusiones e ideas acerca de sí
mismos. Puede incluso ocurrir que, en el seno de esta clase,
,,1 desdoblamiento a que nos referimos llegue a desarrollarse
"11 términos de cierta hostilidad y de cierto encono entre
nmhas partes, pero esta hostilidad desaparece por sí misma
run pronto como surge cualquier colisión práctica suscepti-
I"/~ de poner en peligro a la clase misma, ocasión en que des-
aparece, asimismo, la apariencia d~ que las ideas dominantes
110 son las de la clase dominante, sino que están dotadas de
1111 poder propio, distinto de esta clase. La existencia de ideas
...-vo lucionarias en una determinada época presupone ya la

51
existencia de una clase revolucionaria, acerca de cuyas pre.
misas ya hemos dicho más arriba (págs. [34-37]) lo necesario.
Ahora bien, si, en la concepción del proceso histórico, se
separan las ideas de la clase dominante de esta clase misma;
si se las convierte en algo aparte e independiente; si nos Ii-
mitamos a afirmar que en una época han dominado tales o
cuales ideas, sin preocuparnos ni en lo mínimo de las con-
diciones de producción ni de los productores de estas ideas;
si, por tanto, damos de lado a los individuos y a las situacio-
nes universales que sirven de base a las ideas, podemos afir-
mar, por ejemplo, que en la época en que dominó la aristo-
cracia imperaron las ideas, del honor, la lealtad, etc., mientras
que la dominación de la burguesía representó el imperio de
las ideas de la libertad, la igualdad, etcYOl Así se imagina Ias
cosas, por regla general, la propia clase dominante. Esta con-
cepción de la historia, que prevalece entre todos los historia-
dores desde el siglo XVIII, tropezará necesariamente con el
fenómeno de que imperan ideas cada vez más abstractas, es
decir, que se revisten cada vez más de la forma de lo general.
En efecto, cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de
laque dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar
adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés
como el interés común de todos los miembros de la sociedad,
es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a im-
primir a sus ideas la forma de lo general, a presentar estas
ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia abso-
luta. La clase revolucionaria aparece de antemano, ya por el
solo hecho de contraponerse a una clase, no como clase, sino
como representante de toda la sociedad, como toda la masa
de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante.
y puede hacerlo así, porque en los comienzos su interés se
armoniza realmente todavía más con el interés común de
todas las demás clases no dominantes y, bajo la opresión de
las relaciones existentes, no ha podido desarrollarse aún como
el interés específico de una clase especial. * Su triunfo apro-

* La generalidad corresponde: 1) a la clase contra el es-


tamento; 2) a la competencia, al intercambio mundial, etc.; 3) al
gran contingente numérico de la clase dominante; 4) a la ilusión

52
vechn también, por tanto, a muchos individuos de las demás
dll8ClI que no llegan a dominar, pero sólo en la medida en
'1111~ estos individuos se hallen ahora en condiciones de ele-
\ 111"141: hasta la clase dominante. Cuando la burguesía francesa
oI....rocó el poder de la aristocracia, hizo posible con ello que
IIIIIdlOS proletarios se elevasen por encima del proletariado,
IIf'J"O E510 los que pudieron llegar a convertirse en burgueses.
I'lIr eso, cada nueva clase instaura su dominación siempre
IIIIIIrc una base más extensa que la dominante con anteriori-
.llId a ella, lo que, a su vez, hace que, más tarde, se ahonde
y lI~udice todavía más la contradicción de la clase no po-
"l'c'llora contra la ahora dotada de riqueza. Y ambos factores
huccn que la lucha que ha de librarse contra esta nueva clase
,Iolllinante tienda, a su vez, a una negación más resuelta, más
I"lIo1il'UI de los estados sociales anteriores que la que pudieron
'-XI,,-c'Har todas las clases que anteriormente habían aspirado
111 poder.
'roda esta apariencia segun la cual la dominación de una
.1C'lcrminada clase no es más que la dominación de ciertas
ioleaH, se esfuma, naturalmente, de por sí, tan pronto como
111 dominación de clases en general deja de ser la forma de
oruanización de la sociedad; tan pronto como, por consi-
glliente, ya no es necesario presentar un interés particular
('01110 general o hacer ver que es "lo general" lo dominante.
Una vez que las ideas dominantes se desglosan de los
individuos dominantes y, sobre todo, de las relaciones que
hrotan de una fase dada del modo de producción, lo que
,111 como resultado que el factor dominante en la historia
141'1111 siempre las ideas, resulta ya muy fácil abstraer de estas

,Iirerentes ideas "la idea" por antonomasia, el principio, etc.,


,'omo lo que impera en la historia, concibiendo así todos estos
I-ollceptos e ideas concretos como "autodeterminaciones" del
principio que se desarrolla por sí mismo en la historia. Así
('ollsideradas las cosas, es perfectamente natural también que
rodas las relaciones existentes entre los hombres se deriven

de los intereses comunes (ilusión en un pzíncipío verdadera);


tí) a la ilusión de los ideólogos y a la división del trabajo. (Glosa
trlClrginal de Marx).

53
del concepto del hombre, del hombre .imaginario, de la esen-
cia del hombre, del hombre por antonomasia. Así lo ha he.
cho, en efecto, la filosofía especulativa. El propio Hegel con-
fiesa, al final de su Filosofía de la Historia, que "sólo consi-
dera el desarrollo ulterior del concepto" y que ve y expone
en la historia la "verdadera teodicea" (pág. 446). Pero, cabe
remontarse, a su vez, a los productores "del concepto", a los
teóricos, ideólogos y filósofos, y se llegará entonces al resul-
tado de que los filósofos, los pensadores como tales, han do-
minado siempre en la historia; resultado que, en efecto,
según veremos, ha sido proclamado ya por Hegel. Por tanto,
todo el truco que consiste en demostrar el alto imperio del
espíritu en la historia (de la jerarquía, en Stirner) se reduce
a los tres esfuerzos siguientes:
1.o Desglosar las ideas de los individuos dominantes,
que dominan por razones empíricas, bajo condiciones empí-
ricas y como individuos materiales, de estos individuos domi-
nantes, reconociendo con ello el imperio de las ideas o las
ilusiones en la historia.
2.o Introducir en este imperio de las ideas un orden,
demostrar la existencia de una trabazón mística entre las ideas
sucesivamente dominan les, lo que se logra concibiéndolas
como "autodeterminaciones del concepto" (lo que es posible
porque estas ideas, por medio del fundamento empírico sobre
que descansan, forman realmente una trabazón y porque, con-
cebidas como meras ideas, se convierten en autodistinciones,
en distinciones establecidas por el propio pensamiento).
3. 0 Para eliminar la apariencia mística de este "concepto
que se determina a sí mismo", se lo convierte en una persona
-"la autoconciencia"- o, si se quiere aparecer como muy
materialista, en una serie de personas representantes "del con-
cepto" en la historia, en "los pensadores", los "filósofos", los
ideólogos, concebidos a su vez como los fabricantes de la
historia, como el "Consejo de los Guardianes", como las po·
tencias dominantes. * Con lo cual habremos eliminado de la

* El hombre = el "espíritu humano pensante." (Glosa mar-


ginal de, Marx).

54
historia todos los elementos materialistas y podremos soltar
tranquilamente las riendas al potro especulativo.
Mientras que en la vida vulgar y corriente todo shop-
keeper * sahe perfeetamente distinguir entre lo que alguien
dice ser y lo que realmente es, nuestra historiografía no ha
logrado todavía penetrar en un conocimiento tan trivial como
éste, Cree a cada época por su palahra, por lo que ella dice
acerca de sí misma y lo que se figura ser.
Este método histórico, que en Alemania ha llegado a
imperar y a florecer, dehe desarrollarse en relación con las
ilusiones de los ideólogos en general, por ejemplo, con las ihi-
«iones de los juristas y los políticos (incluyendo entre éstos
los estadistas prácticos), en relación con las ensoñaciones y
tergiversaciones románticas de estos individuos, las cuales se
«xphcan de un modo muy sencillo por su posición práctica
NI la vida, por sus negocios y por la división del trabajo.

[B. - LA BASE REAL DE LA IDEOLOGiA]

[1]

INTERCAMBIO Y FUERZA PRODUCTIVA

La más importante división del trahajo físico y espiritual


"S la separación de la ciudad y el campo. La contradicción
entre el campo y la ciudad comienza con el tránsito de la
harharie a la civilización, del régimen trihual al Estado, de
la localidad a la nación, y se mantiene a lo largo de toda la
historia de la civilización hasta llegar a nuestros días (Anti-
'e orn.Law.League(21 ) •
Con la ciudad aparece, al mismo tiempo, la necesidad de
la administración, de la policía, de los impuestos, ete., en una
palabra, del régimen colectivo y, por tanto, de la política en
general. Se manifiesta aquí por vez primera la separación de

• Tendero (N. de La ed.).

55
CONTRA LAS DICOTOMÍAS: FEMINISMO Y EPISTEMOLOGÍA CRÍTICA

Diana Maffía

Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género


Universidad de Buenos Aires

Feminismo:

En lo que sigue daré mi versión de qué es el feminismo (que desde mi punto de vista,
anticipo, incluye a varones y mujeres), definiré qué entendemos por “dicotomía” y
adelantaré algunos tópicos de la epistemología feminista contemporánea que presentan
alternativas a las dicotomías tradicionales que dejan a las mujeres fuera de la condición
de sujeto epistémico, e impiden transitar caminos fructíferos para la creatividad y el
avance de la ciencia por la rigidez de los estereotipos androcéntricos del saber.
Hay muchas definiciones del feminismo, pero yo lo defino así: el feminismo es la aceptación de
tres principios: uno descriptivo, uno prescriptivo y uno práctico. Un principio que es
descriptivo, es un principio que se puede probar estadísticamente y que dice que en todas las
sociedades las mujeres están peor que los varones. Nosotros podemos tomar una definición de
qué significa “estar peor” y podemos mostrar estadísticamente que en todos los grupos sociales,
las mujeres están peor que los varones.
Esta es una cosa que me parece importante, porque muchas veces se dice, “es más urgente
atender otras cosas, por ejemplo la pobreza” como si atender las mujeres fuera contradictorio
con atender la pobreza, o los pobres fueran todos varones, en la discusión de políticas públicas
esto es sistemático. Una cosa que hay que tener presente es que no están por un lado los pobres
y por el otro las mujeres. Si nos vamos a ocupar de pobreza, nos tenemos que ocupar
especialmente de las mujeres, porque son el setenta por ciento de los pobres. Entonces, si nos
ocupamos de pobreza, sepamos que entre los pobres, las mujeres están peor, si nos ocupamos de
trabajo con relación laboral, las mujeres están peor y así sucesivamente.
Si nos ocupamos de la pobreza, o la salud, o el trabajo, sin hacer diferencias de género en la
evaluación, estamos escamoteando esta importante desventaja para las mujeres. Hacer neutrales
las políticas públicas, no especificar el género de los grupos más vulnerables y los destinatarios
de las políticas, es un modo insidioso de discriminar a las mujeres.
El segundo principio es prescriptivo, es una afirmación valorativa. Una afirmación
prescriptiva no nos dice lo que es sino lo que debe ser, lo que debe ocurrir, lo que está
bien y lo que está mal, no lo describe sino que lo valora. La afirmación prescriptiva
dice: no es justo que esto sea así. No es justo que sistemáticamente en todas las
sociedades y en todos los grupos las mujeres estén peor que los varones. Porque alguien
podría constatar que las mujeres estamos siempre peor y decir “está muy bien que sea
así, porque son inferiores”. Esto se ha dicho durante mucho tiempo. O podría también
alguien decir, “está muy mal que las mujeres estén peor ¡qué barbaridad! ¡qué mal que
están las mujeres!” Acepta que están peor, acepta que está mal y nadie diría que esta
persona, que contempla pasivamente lo mal que están las mujeres diciendo “¡qué mal
que están las mujeres!” por eso solo es feminista.
Entonces yo pido una tercera aceptación de un enunciado que ya sería práctico
(vinculado a la praxis), un enunciado de compromiso, que podríamos expresar diciendo:
“estoy dispuesto o dispuesta (porque esto lo pueden decir tanto varones como mujeres),
a hacer lo que esté a mi alcance para impedir y para evitar que esto sea así”, donde lo
que está a mi alcance no es necesariamente una militancia con pancartas. Lo que está a
mi alcance es un compromiso moral para evitar que sistemáticamente ocurra una
diferencia jerárquica entre varones y mujeres por el mero hecho de ser varones y
mujeres. Y lo que está a mi alcance puede ser la crianza de mis hijos, ser maestra de una
escuela, ocuparme de las políticas públicas, puede ser ocuparme de los reclamos
ciudadanos con respecto a las políticas del estado, lo que está a mi alcance puede ser el
compromiso que cada uno tome.
A mi me parece que es una definición, que por un lado no fuerza un estereotipo de la militancia
feminista como alguien que tiene que salir siempre con borceguíes y una pancarta que diga,
"clítoris sí, pene no". No es necesario, una persona puede ser feminista y si tiene ganas de
provocar puede ir con la pancarta, pero no es imprescindible.
Por otro lado, podría ser un varón, no el que lleva la pancarta (eso le cambiaría el
sentido), podría ser un varón el feminista. Un varón también puede tomar este
compromiso de decir, “observo que las mujeres están sistemáticamente peor, me parece
injusto y voy a tomar un compromiso por impedir, en lo que esté a mi alcance, que esto
sea así”. Y yo lo consideraría feminista.

Dicotomías:

Vamos ahora a la cuestión de las dicotomías. Si analizamos los estereotipos culturales


acerca de lo femenino y lo masculino, podemos vincularlos aproximadamente con este
listado de conceptos, en que una columna está asociada a las características de lo
femenino y la otra a las de lo masculino:

OBJETIVO SUBJETIVO
UNIVERSAL PARTICULAR
RACIONAL EMOCIONAL
ABSTRACTO CONCRETO
PÚBLICO PRIVADO
HECHOS VALORES
MENTE CUERPO
LITERAL METAFÓRICO

En realidad podríamos hacer una larguísima lista de conceptos antagónicos culturales,


que en general se han presentado como dicotomías, como conceptos opuestos entre sí.
Una dicotomía implica que el par de conceptos es exhaustivo y excluyente. Tomemos
por ejemplo el par objetivo-subjetivo. Que sea exhaustivo es que entre los dos forman
una totalidad y no hay nada más por fuera. Lo objetivo junto con lo subjetivo es una
totalidad que agota el universo del discurso. Una de las condiciones para una categoría
dicotómica es que es exhaustiva, exhaustiva quiere decir que agota el universo del
discurso.
La otra condición que tiene que cumplir un par de conceptos para ser considerado una
dicotomía, es que sea excluyente, es decir, que si algo pertenece a un lado del par, no
pertenece al otro lado. Si algo es racional, no es emocional, y si es emocional no es
racional. Las dos cosas no se pueden dar. Si algo es objetivo entonces está expulsada la
subjetividad, si algo es subjetivo se expulsa la objetividad, las dos cosas no se pueden
en el mismo momento. Eso es una dicotomía, es un par de conceptos que es a la vez
exhaustivo y excluyente.
La idea de esa exhaustividad está vinculada con un principio lógico que es el principio
del tercero excluido, donde algo es A o no A, y no hay otra posibilidad, B o no B y no
hay otra posibilidad. El principio de no contradicción dice que algo no puede ser a la
vez A y no A, algo no puede ser a la vez objetivo y subjetivo, ni puede ser a la vez
racional y emocional, sino que ese par dicotómico es excluyente.
Esto que llamamos dicotomía, estos pares de conceptos exhaustivos y excluyentes han
dominado el pensamiento occidental, siguen dominando nuestra manera de analizar la
realidad como ámbitos separados que se excluyen mutuamente y por fuera de los cuales
no hay nada.
Esto no sería problema para nosotras las mujeres si no fuera porque ese par está
sexualizado. Cuando nosotras tomamos estas columnas, parte de estas cualidades (las de
la izquierda) son las que tradicionalmente se le atribuyen al varón y parte de estas
propiedades (las de la derecha) son las que tradicionalmente se le atribuyen a la mujer.
Este par de conceptos exhaustivos y excluyentes está sexualizado. El problema es que si
se requiere para algo ser racional, entonces inmediatamente se piensa en un varón,
porque las mujeres están estereotipadas como emocionales. Si se requiere para algo
objetividad, entonces se piensa en un varón, porque las mujeres estamos categorizadas
como subjetivas.
Si se demanda algo en la vida privada, vamos a pensar en una mujer, porque los
hombres están ubicados en la vida pública y nosotras estamos estereotipadamente
puestas en la vida privada. Por lo tanto si vamos a hacer un plan que tenga que ver con
la vida doméstica, por ejemplo un plan de nutrición, a quienes se les reparta ese
alimento va a ser a las mujeres, porque se supone que son las que tienen que nutrir. Si
va a ser un plan básico de atención primaria de la salud, es a las mujeres a quienes se les
va a dirigir el mensaje ya que son las responsables de la salud de todos aquellos que no
cuidan su salud por sí mismos: los niños, los ancianos, etcétera.
Esta sexualización produce un estereotipo entre uno y otro lado del par. Otra cosa que
hay es una jerarquización de ese par. No es solamente lo objetivo y lo subjetivo son
diferentes y lo objetivo es masculino y lo subjetivo femenino, sino que lo objetivo es
más valioso que lo subjetivo, que lo público es más valioso que lo privado, que lo
racional es más valioso que lo emocional. Al jerarquizar el par de conceptos, estamos
reforzando la jerarquización entre los sexos, porque el par está sexualizado.
Entonces si tenemos un estereotipo de lo que es un varón y un estereotipo de lo que es una
mujer y además jerarquizamos esas categorías, estamos jerarquizando reforzadamente a las
mujeres con respecto a los varones en una inferioridad. Se dice, por ejemplo, “es
extremadamente emocional para asumir un cargo público”, “es demasiado emotiva para ocupar
una función de tanta responsabilidad”.
Argumentos de este tipo no dicen “no, porque es una mujer”. El estereotipo sirve para
ocultar el sexismo: dicen “no” porque tiene un rasgo (emocionalidad, particularidad,
subjetividad) que es inferior. Un rasgo que se define como femenino y que
culturalmente consideramos como un rasgo disvalioso. Entonces los argumentos con los
cuales se descalifica a la mujer, ya no necesitan decir “no, porque es una mujer”, tienen
una línea larguísima de conceptos con los cuales se puede descalificar, contando con la
aceptación incluso de nosotras mismas, las mujeres –porque la ideología no está en las
hormonas sino en las ideas- de que unos elementos son más valiosos que los otros. Esto
es algo que tenemos que pensar un poco más críticamente. Y el feminismo lo hace.
Uno de los argumentos de los conservadores para que las mujeres no votáramos era que
teníamos ciclos menstruales en los cuales nos volvíamos locas por unos cuantos días y
esto le podría ocurrir en época de elecciones a distintas mujeres. En ese momento de
locura pasajera que implicaba el período menstrual, podíamos votar cosas que fuera la
infelicidad de millones de ciudadanos, e iba a valer como un voto de varón, que es un
voto equilibrado, estable, racional.
Una cosa importante es que la ciencia (y no solamente la ciencia, el derecho, la política,
la religión, la filosofía) se identifican con el lado izquierdo del par. Cuando pensamos
qué condiciones tiene la justicia, el derecho, la ciencia, estamos pensando en estas
condiciones que se definen por rasgos como la universalidad, la abstracción, la
racionalidad, etcétera, con lo cual no les van a decir a las mujeres que no hagan ciencia,
no hagan derecho o ustedes no sirven para la política. Nos van a decir, la ciencia es así
(como si no fuera una construcción humana, sino el espejo cognitivo de la naturaleza),
requiere unas condiciones privilegiadas de acceso (que casualmente son las masculinas),
y si vos tenés otras condiciones no encajás en esto.
Hay una naturalización de cómo es la política, cómo es la ciencia y cómo es el derecho
y quedamos expulsadas por esa otra naturalización que proviene de la sexualización de
la dicotomía.
¿Y qué hace el feminismo con respecto a esto? El feminismo de los ’70, es el que
llamamos feminismo de la igualdad (porque es el feminismo que procura llegar a
aquellos cargos a los cuales las mujeres no habían podido llegar). Queremos igualdad
laboral, con el ingreso a las Universidades, igualdad educativa, con las primeras leyes
de divorcio, leyes que permiten igualdad de los hijos ante la ley, patria potestad,
etcétera. A nosotras estas leyes nos llegaron unos quince años después.
Esta discusión por la igualdad, es una discusión que en realidad lo que hace es
legitimar esta jerarquización. Decir, el mundo público, que hasta ahora había sido
reservado para los varones, tiene valores y nosotras queremos tener acceso a esos
valores. El feminismo de la igualdad discute la sexualización del par, discute que algo
sea sólo para varones y algo sólo para mujeres, pero no discute la jerarquización del par.
Admite que esto que se ha presentado como lo más valioso tradicionalmente y por lo
tanto ha sido reservado para los varones, es lo más valioso y lo que quiere es que las
mujeres podamos acceder a eso tan valioso, que es el mundo público, la abstracción, la
universalidad, todos aquellos rasgos de la ciencia, de la política, del derecho, etcétera.
El feminismo de la igualdad lucha por la igualdad legal, por la igualdad formal, por que
haya leyes equitativas para varones y mujeres, por acceder a los mismos lugares. Pero
hete aquí que varones y mujeres no somos iguales, así que cuando se levanta una barrera
y se dice por ejemplo, “el ingreso a la Universidad es irrestricto porque no hay barreras,
son todos iguales porque a nadie se le impide ingresar a la Universidad” ¿no
encontramos una cierta falacia en esta igualdad? ¿Están realmente en iguales
condiciones personas que vienen de situaciones sociales muy diferentes, cuando entran
a ese lugar del que se dice que se ha levantado la barrera y entonces pueden entrar
varones y mujeres, pobres y ricos, trabajadores y no trabajadores, etcétera? Bueno, la
igualdad formal es un ideal, pero mostró la insuficiencia de ese ideal.
En los ’80 aparece el feminismo de la diferencia. El feminismo de la diferencia lo que
va a hacer es exaltar la diferencia de las mujeres. Dicen “no es verdad que las mujeres
seamos iguales, no queremos ser iguales, somos diferentes, tenemos distintos cuerpos,
distinta sensibilidad”, va a aceptar que todos estos rasgos de la columna de la derecha
son rasgos femeninos, pero va a decir que son mucho mejores.
Es mucho mejor emplear la subjetividad que toma en cuenta al otro, que ser objetivo,
como si uno tuviera una ley como un hacha sobre la cabeza sin considerar ninguna
cuestión particular. Es mucho mejor el mundo privado que genera relaciones afectivas,
entrañables, que ese mundo público que aparece como un mundo de anonimia, o de
relaciones salvajes, de explotación, etcétera.
En conclusión, lo que va a hacer el feminismo de la diferencia es exaltar lo femenino
pero reforzando el estereotipo de lo femenino, discutir la jerarquización, pero
aceptando la sexualización del par, diciendo “es verdad que las mujeres tienen estas
cualidades y los varones estas otras”. Esto aparece con este feminismo de la diferencia
de los ’80, llamado a veces el feminismo maternal, porque exalta el rol maternal de las
mujeres, incluso trata de usarlo políticamente.
En los ’90 aparece el feminismo crítico. El feminismo crítico va a discutir todo,
porque aparece el impacto entre el feminismo y el posmodernismo. Va a discutir todo,
va a discutir que estos pares sean dicotómicos, va a decir “no es cierto que dos
conceptos antagónicos no tengan ninguna cosa en el medio, que sean exhaustivos y que
sean excluyentes, de ninguna manera”. Plantean que lo que hay es una relación
compleja de conceptos y dentro de esa complejidad hay una interacción muy
complicada, una remisión de sentidos unos a otros que hace que de ninguna manera uno
pueda separar los conceptos en dos grupos antagónicos.
Va a discutir entonces esta dicotomía, va a discutir la sexualización: “de ninguna manera hay un
estereotipo de ser mujer que implique que tengo que tener determinadas cualidades y que ser
varón implique que tenga que tener estas otras”. Va a discutir la jerarquización: “no hay
ninguna manera de decir que algo es más importante que otra cosa en abstracto, habrá que
discutir concretamente ciertas situaciones, qué tipo de interacciones se dan y qué tipo de
soluciones complejas se aportan”.
El feminismo de los ’90 en cierto modo lo que va a hacer es discutir prácticamente todo
el andamiaje del pensamiento moderno, por eso el impacto con el posmodernismo. Y
estamos en una situación de un cambio de paradigma importante, estamos con una
especie de devastación, de destrucción de todas aquellas cosas ciertas en las cuales nos
apoyábamos y suele decirse que de estas crisis pueden nacer cosas novedosas.
Creo que nos ha tocado un momento difícil, porque es un momento de desafío y no
tenemos cómo sostenerlo de una manera firme. Pero por otro lado también es un
momento en el cual pueden hacerse aportes más novedosos y más creativos, sin tantos
condicionamientos. Quizás esa es la parte más valiosa, que los únicos
condicionamientos son los de nuestra imaginación. Ahora, son de nuestra imaginación y
también son los de los pactos que podemos establecer, y esto sí me gustaría dejarlo un
poquito abierto, porque creo que hay algo que constituye a la vez un desafío con
respecto a la homogeneidad que pueda tener el movimiento feminista.

Epistemología Feminista

Es interesante pensar que el sujeto político, el ciudadano, y el sujeto de conocimiento


científico de la ciencia moderna, surgen al mismo tiempo (en el siglo XVII) con este
mismo de sesgo de las atribuciones dicotómicas, produciendo un modelo de
conocimiento pariarcal.
¿Cuál es ese modelo del conocimiento? El modelo de conocimiento es un sujeto capaz
de objetividad, es decir, capaz de separar su propios intereses y adquirir, entonces, esta
visión de los aspectos del mundo sin ponerse en juego él mismo en la visión de estos
aspectos. Una separación entre el sujeto y el mundo, donde el sujeto actúa como una
especie de espejo, donde se reflejan las leyes del mundo y los objetos tal como son, y no
tal como cada perspectiva los aprecia.
La neutralidad valorativa, es decir, el sujeto en este mito de la ciudadanía, y también el
sujeto de conocimiento de la ciencia, es un sujeto que no pone en juego sus valores y
sus emociones a la hora de producir conocimiento o justicia, sino que los neutraliza. El
sujeto es capaz de dominar su propia subjetividad, de borrarla, y simplemente dejar
testimonio de lo que ve, para que otro sujeto pueda tomar su lugar y probar si eso que ha
sido descripto es verdad o no. Es decir, lo que suele llamarse, control intersubjetivo:
distintos sujetos pueden controlar lo que otros sujetos en la ciencia producen, porque
cada uno de ellos es capaz de neutralizar sus emociones, sus valores, sus preferencias,
sus inclinaciones, y producir, solamente, un testimonio de lo que ve.
Esta neutralización, es una especie de reemplazabilidad de este sujeto, por cualquier
otro sujeto. Es decir, el ideal de sujeto de la ciencia es que cada sujeto pudiera ser
reemplazado por cualquier otro, produciendo el mismo resultado.
Y si lo pensamos, el ideal de ciudadanía es que cada sujeto vale lo mismo (de allí la
fórmula “un hombre, un voto”), no importa cuáles sean sus condiciones particulares. Y
se va a describir la ciudadanía no como el ejercicio de derechos efectivos de cada sujeto,
que requiere respuestas muy diversas por parte del Estado, sino como ciertas cualidades.
¿Qué cualidades? La capacidad de racionalidad, la capacidad de valuación y de
argumentación, y ciertas participaciones, como por ejemplo el votar.
Otro aspecto (además de la objetividad, y además de la neutralidad valorativa, y por lo
tanto la capacidad de neutralizar las emociones y la necesidad de neutralizar las
emociones para producir buen conocimiento) que hay en este mito de la ciencia
moderna, es el valor de la literalidad en el lenguaje. La literalidad significa que lo que el
conocimiento científico tiene que producir es una descripción del mundo, de manera tal,
de crear un lenguaje específico para la ciencia, que asegura la referencia. Por lo que el
ideal al cual uno tendría que aspirar sería que cada cosa tuviera su nombre, y por lo
tanto no pudiéramos cometer errores (que son tan usuales en el lenguaje común) como
la ambigüedad, la vaguedad, la textura abierta, ciertas falacias lingüísticas que
provienen de las características que el lenguaje natural tiene, en contraste con el
lenguaje de las ciencias, que tendría que estar más cuidado, más limpio de todas esas
condiciones, para poder producir una referencia directa.
Como este modelo se presenta como si el sujeto se enfrentara a un mundo que está,
como decía Galileo, “escrito en caracteres matemáticos”, y lo que debemos hacer es
descifrar esos caracteres, el sujeto desaparece como constructor de una interpretación;
sobre ese mundo, es meramente un testigo que debe referir de manera directa, de tal
modo que cualquier otro pudiera saber, exactamente a qué nos referimos.
Contra este modelo, en realidad, propongo una visión diferente, y es la idea de que
nuestra manera lingüística de acercarnos al mundo se parece más a la metáfora que a la
literalidad. Es decir, nosotros avanzamos con lo que conocemos, y tenemos
instrumentos de comprensión sobre cosas que no conocemos, sobre las que aplicamos
estas fórmulas, estas capacidades de interpretación que ya poseemos.
Vemos el mundo “como si...” lo que ya comprendemos de antemano. No podemos
avanzar de manera neutral sobre lo que no conocemos e incorporarlo. Lo incorporamos
a algo que previamente tenemos, y procedemos, entonces, a capturar estas cosas y a
modificarlas con un movimiento más parecido al de la metáfora. Ustedes saben que la
idea de metáfora está descripta desde la época de Aristóteles, como algo que significa,
literalmente, llevar de un lugar a otro, ¿no? Metáfora es llevar de un lugar a otro, llevar
los significados de un lugar a otro lugar.
La idea de la metáfora es que lo que yo hago es comprender eso nuevo desde el lugar de
lo que ya tengo comprendido. Una especie de transferencia de sentido, que luego será
puesta a prueba con el resto de mi sistema de conocimiento y con el resto de mis
experiencias, modificándose permanentemente. Esta idea de que la metáfora puede tener
valor cognoscitivo es una idea relativamente reciente, porque en general todos los
autores han considerado que las metáforas en el lenguaje son peligrosas, porque distraen
nuestros pensamientos y nos llevan más bien a un ámbito más parecido al de la poesía o
la literatura, o a los adornos del lenguaje, que al de la referencia, a la cual la ciencia
aspira.
Entonces, la metáfora, como las emociones, han sido consideradas obstáculos para el
conocimiento. No sólo no han sido valoradas como instrumentos cognoscitivos,
heurísticos, que nos permiten comprender y dar significado a la realidad, sino que han
sido consideradas obstáculos epistemológicos que deben ser eliminados para lograr esta
neutralidad valorativa y esa literalidad propias del conocimiento científico.
Otro aspecto, muy típico del modelo hegemónico en Teoría del Conocimiento, es el
valor del lenguaje como algo que significa: es el lenguaje lo que significa, no son los
sujetos los que, a través del lenguaje, significan.
Veamos que esto tiene una diferencia enorme. Si el lenguaje tiene un significado,
entonces lo que hay que estudiar es el lenguaje, el modo en que el lenguaje se refiere al
mundo. En cambio, si el modo en que los sujetos interpretamos es el lugar donde
ponemos el acento de la comunicación, lo que tenemos que hacer, más que una filosofía
del lenguaje, es una filosofía de la escucha.
¿Por qué hay una filosofía del lenguaje tan desarrollada y una filosofía de la escucha tan
poco desarrollada? Bueno, las feministas dicen que como el lenguaje tiene una
direccionalidad y una penetración en la realidad, aparece como más masculinizado,
mientras que la escucha, por tener en realidad una “mala prensa” de pasividad, está
feminizada. Se presenta la escucha como pasiva, aunque en realidad la escucha es
absolutamente activa, y esto es una cosa que, también, vamos a valorizar.
La filosofía de la escucha, es una manera, entonces, de poder decodificar aquellos
mecanismos activos por los cuales este significado es procesado dentro de cada sujeto y
devuelto como una significación, como una interpretación del mundo, y muchas veces
como una acción, que en realidad, debe ser, luego, interpretada por el resto de los
sujetos.
Los filósofos, tan hostiles con la metáfora, han usado una metáfora para explicar lo que
es el conocimiento, que es la metáfora de la mente como un espejo de la naturaleza. Sin
embargo, hay un filósofo, Richard Rorty, que critica en su libro «La filosofía y el espejo
de la naturaleza» esta idea de que la mente de un sujeto es meramente receptiva, y que
lo que hace es reflejar aquello que el mundo produce, como impacto, dentro de la
mente, y lo que tenemos que hacer, entonces, es una de dos cosas posibles. O bien
reflexionar sobre los contenidos de nuestra mente, una postura idealista, para ver las
huellas que el mundo ha dejado en ellas, y con eso, entonces, construir unos
fundamentos seguros para el conocimiento, o bien, recibir esos datos del mundo de
manera directa, que llegan a nuestra mente como un espejo, recibirlos como un dato del
mundo mismo, dirían los empiristas, un dato básico del mundo, sobre el cual apoyar,
entonces, toda la construcción del conocimiento.
En general, idealismo y empirismo ha sido como dos posturas antagónicas, donde
parecía no haber una tercera posibilidad.
No voy a avanzar en la cuestión de la crítica a la lógica dicotómica, pero
simplemente voy a mencionar que esta dicotomía empirismo-idealismo se tropieza con
otras construcciones filosóficas, construcciones que van a ser subjetivistas, en el sentido
de dónde busco los datos o las pruebas (es decir, reflexivamente voy a buscar en mi
conciencia aquellos datos que me permitan fundar el conocimiento), pero van a ser
objetivistas en el sentido de que puedo poner a prueba externamente estos datos. Estoy
hablando de la fenomenología, y sobre todo de la fenomenología más tardía, de las
últimas obras de Husserl y de algunas obras de Alfred Schutz, que ha tenido mucha
influencia en epistemología de las ciencias sociales.
El problema del subjetivismo es que tiene un límite al que se llama solipsismo, es
decir, yo reflexiono sobre los contenidos de mi conciencia, pero ¿como salgo de mi
conciencia, cómo salgo de ese encierro solipsista de mi conciencia para devolverle al
mundo su realidad objetiva? Porque lo que quiero es probar no solamente que tengo
estas imágenes internas sino que el mundo existe, y que todo esto es algo que
construimos entre todos los sujetos, que tenemos un mundo en común, no somos
conciencias cerradas.
Estas posturas fenomenológicas lo que hacen es tomar el subjetivismo como camino, y
una salida del solipsismo muy interesante, porque es a través del vínculo con los otros
sujetos. Es decir, para salir del solipsismo encuentro entre los contenidos de mi
conciencia a los otros sujetos. Y los concibo como sujetos iguales a mí.
Considerar entonces que los otros sujetos, si son sujetos iguales que yo, son sujetos que
constituyen el mismo mundo que yo constituyo, es decir, compartimos un mundo en
común al que Husserl llama mundo de la vida, que es el mundo de las transacciones
cotidianas, y que es la base de cualquier otra construcción posible, en particular es la
base del mundo de la ciencia. Sin mundo de la vida no habría ninguna posibilidad de
conjugar reglas para establecer, por ejemplo, la construcción interpretativa que hace la
ciencia.
En esto se parece a Wittgenstein y su idea de reglas de juego del lenguaje, en la cual,
cambiando las reglas, estamos jugando diversos juegos del lenguaje, sin que uno
neutralice o anule al otro, o se ponga, necesariamente, en jerarquía. Entonces, si el otro
sujeto es un sujeto como yo, es un sujeto que constituye un mundo, y el mundo que
constituye es un mundo que podemos tener en común.
Hay algo que a mí me parece que es una consecuencia necesaria de esta consideración,
y que tiene, me parece, mucho valor para el psicoanálisis, y es el hecho de que cuando
considero al otro sujeto como un alter ego, es decir, como un “otro yo”, debo aceptar
que así como yo lo constituyo, ese sujeto me está constituyendo.
Es decir, que no sólo encontramos como inabordable la propia subjetividad, el
inconciente, (que ya es desesperante el pensar que uno tiene algo que lo mueve y a lo
que uno no puede acceder de manera directa) sino que la mirada de los otros me
constituye como sujeto, me constituye colectivamente como sujeto, es algo estructurante
de mi subjetividad, porque los otros tienen sobre mí un punto de vista que yo no puedo
tener. Me ofrecen otras perspectivas y otras miradas sobre algo que en realidad es
inagotable, que es cualquier objeto del mundo, pero fundamentalmente, cualquier sujeto
del mundo.
Cualquier objeto tiene infinitas perspectivas posibles, cualquier sujeto tiene infinitas
perspectivas posibles, nadie puede acceder a todas esas perspectivas, pero puede haber
una constitución intersubjetiva que permita completar, de la manera más perfecta
posible -sin ser perfecta, considerando que siempre va a haber un cono de sombra sobre
la propia subjetividad- esa mirada sobre lo que uno es, como sujeto.
No sólo lo que reflexiono sobre mí misma, que siempre va a tener el límite del
inconciente, sino lo que soy como persona, me debe ser devuelto por la mirada de los
otros y las otras, de una manera que me constituya.
Voy a decir una última cosa, y es que esto afecta cualquiera sea nuestra definición de
verdad. Normalmente hay dos definiciones de verdad que se dan: la verdad como
relación de las palabras con las cosas, como adecuación entre el lenguaje y la realidad
(la noción “correspondentista”); y la verdad como coherencia, es decir, como un
lenguaje que no lo vamos a considerar vinculado con la realidad, sino un lenguaje auto-
subsistente, en una postura más idealista, pero que debe ser congruente, un sistema que
no debe llevar a contradicciones (la noción “coherentista” de verdad).
Pero habría todavía otra manera de definir la verdad, que es la verdad como
“constitución inter-subjetiva”. Es decir, va a ser verdadero aquello que sea legitimado
por todas estas miradas, que pueda ser evaluado y re-evaluado desde todas estas
miradas, y se mantenga como sentido. Precisamente, este sentido, que no es un sentido
acabado, es un sentido que se podrá ir renegociando. Es una idea pragmática de verdad,
porque incluye a los sujetos que son usuarios del lenguaje.
Esta noción de verdad, y esta versión intersubjetiva del conocimiento; esta idea del
valor de las emociones en la costrucción del conocimiento, el valor epistémico de la
metáfora, son profundamente humanistas. Porque desde esta descripción ningún sujeto
es intercambiable por cualquier otro, ni neutralizado. Todas las miradas son
constitutivas del mundo, cada una desde su personal perspetiva es imprescindible. La
exclusión de las miradas subalternizadas en la cultura no sólo es un problema político,
es un empobrecimiento del resultado mismo de la empresa humana del conocimiento.
Ninguna pretensión de universalidad puede prescindir de la mitad de la humanidad.
Una visión tal del conocimiento y de la ciencia, la transforma en una empresa mucho más
inclusiva. Invita a las mujeres a participar en ella y a cooperar en la comprensión de un universo
que, sin nosotras, sería imposible.
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