COLECCION
Conjunciones
Cuando la
clinica desborda
el consultorio
Salud Mental y Atenci6n Primaria
con nifios y adolescentes‘Adriana Montobbio | La construccién del lugar del profesional.
Experiencias de la clinica
a) Lucas
La mamé de Lucas (6 aos, 1° grado) consulta al Equipo de Salud
Mental de Nifios y Adolescentes derivada por la escuela a causa de
los problemas de conducta de su hijo. Se cita a la madre para la pri-
mera entrevista pero en su lugar acuden Lucas y su tia, quien refiere
que es ella la que ahora se ocupa del nifio, ya que la madre trabaja
en un taller de costura durante doce horas.
Le aclaro que la entrevista deberia haber sido con la madre, dado
que al no haber realizado yo la admision se me hacia necesario ha-
blar con la misma o con el padre para saber qué le pasa a Lucas y
cual es la situaci6n. La tia me comenta que ella sabe poco del nifio
porque hace escasas semanas que lleg6 de Bolivia.
Los hago pasar a ambos al consultorio e intento explicarles mi-
nimamente el encuadre de trabajo. Le pregunto a la tia con quién
pasaba Lucas las tardes cuando ella atin no estaba en la casa, pero
desconoce la respuesta. Cree que a veces se quedaba solo y otras lo
Hevaban al taller. Lucas parece despierto, curioso.
Cito a la mama nuevamente y, ademés, llamo por teléfono a la
escuela para que alguno de los docentes le explique la necesidad
de su presencia o la de un familiar significativo para todo posible
tratamiento. Entonces, la vicedirectora me comunica que estén muy
preocupados porque descubrieron marcas de supuesto maltrato en
las piernas y cara de Lucas, lesiones que el nifio habria explicado
diciendo que su abuela, con quien vivié unos meses, lo quemaba
se portaba mal. Me informan también que llamaron al SAME en dos
oportunidades, y que pasaron el informe al Consejo de Derechos de
Nifios, Nifias y Adolescentes de la CABA.
La mama acude a la consulta conmigo. Niega el maltrato y dice
que no sabe por qué Lucas miente. Declara que las marcas en el
cuerpo son producto de picaduras de bichos, que el nifio se rascé
y lastimé. Comenta que esté cansada de que la citen de la escuela,
porque debe dejar de trabajar y teme perder su empleo. Y manifiesta
alI cuando ia ctinia desborda el consultorio
‘enojo contra la escuela porque dice que la tratan de mentirosa. Por
supuesto que siendo la escuela quien la deriva a la salita, tampoco
esté bien predispuesta en la consulta conmigo. Ademés aclara que
el nfo esta siendo controlado por un Pediatra de uno de los centros
de salud vecinos, quien lo revisé por estas “picaduras”. Admite, de
todos modos, que se trata de un chico dificil de manejar. Le sefialo
que supongo que la tia lo cuidara hasta tanto consiga trabajo y le
pregunto con quién quedard Lucas por la tarde cuando esto ocurra
(concurre a la escuela por la mafiana). Responde que, efectivamen-
te, la tia esté buscando emplearse y que no sabe qué haré con Lucas
por la tarde. Explica que antes se quedaba con el papé si éste no
trabajaba, algunas veces “lo miraba" una vecina y en otro tiempo
estuvo viviendo “al cuidado” de la abuela.
{Ast como advierto el descuido sobre Lucas también me doy cuen-
ta de que se trata de un chico que entra en confianza con demasiada
facilidad, que suele acercarse a los otros en forma inmediata, casi
impulsiva. Observandolo durante la entrevista conjunta con la tia,
me llama la atencién cierta tendencia a la actuacién alli donde se es-
pera algo cercano a la angustia o al conflicto: al acercarse a algunas
cosas llamativas del consultorio, como sucedié con el colposcopio
que estaba en un rinc6n, hizo un gesto que denotaba su intencién
de tocarlo pero, justo cuando iba a extender el brazo, se agart6 las
‘manos y permanecié mirandolo con los brazos tomados detrds de
su espalda. El impulso a tocar algo prohibido, la rapida reaccién a
evitarlo, el conflicto de fuerzas y la posible angustia que se manifies-
ta en esta accién, me hace pensar en un nifio que tiene dificultades
para procesar simbdlicamente el conflicto, ya sea porque no logra
manejar sus impulsos, ya sea por estar sufriendo los desbordes im-
pulsivos de los adultos que deberian cuidarlo.?
Le comento entonces a la madre que, por lo poquito que obser-
vvé, Lucas no debe ser un chico facil de manejar y que supongo que
‘cuando se queda solo debe andar mucho por la calle. La madre dice
que esto es efectivamente asi y empieza a cambiar su tono de enojo
por el de preocupacién. Afirma que le inquieta que su hijo ande solo
(cabe aclarar que esta familia vive en la villa). Ademés, sefiala que
no puede dejar de trabajar y que si bien la abuela quiere mucho a
Lucas, no podria jurar que lo de las quemaduras es mentira ya que
ella no estaba cuando dejé al nifio por unos meses al cuidado de su
loz‘Adriana Montobbio | La construccién del lugar del profesional ... ff
abuela paterna en Bolivia. Agrega que tampoco sabe qué pasa con
su hijo cuando ella esta trabajando.
A partir de esta entrevista advierto que las personas que Lucas
acus6 de lastimarlo pertenecen todas a la familia paterna, por lo que
intuyo que se abre el tema del vinculo de la mamé con el papé, que
vaya a saber qué conflictiva comporta.
Con estos pocos datos y teniendo en cuenta que va a pasar un
tiempo hasta que pueda volver a hablar con la madre (quien reitera
que tiene dificultad para pedir permiso en su trabajo) argumento
que, habiendo comenzado el mes de diciembre, es preciso tomar |
ciertas decisiones en lo inmediato. Es asi que intervengo desde dos
ngulos: le anuncio que, si ella no tiene inconveniente, me pondré
en contacto con el pediatra pues considero necesario trabajar en
equipo con él. La mamé me dice que le parece bien ya que su hijo
“tiene historia clinica". Ademds le digo que, en este momento, lo
més importante es asegurarnos un lugar confiable al que Lucas pue-
da asistir para pasar la tarde y, en ese sentido, le sugiero un lugar en
el barrio donde los chicos van a almorzar y se quedan hasta las 17
hs,, concurren a talleres, hacen la tarea y toman la merienda*, Ante
el acuerdo de la madre, llamo por teléfono a la directora, para que
me reserve la vacante.
Le anuncio entonces que tendré dos o tres entrevistas con el nifio
(@provechando que su tia atin esté con él y se compromete a traerlo),
que conversaré con el pediatra y que luego volveremos a encontrarnos.
‘Me hubiera gustado preguntar atin mas, en especial sobre el papel
del papa dentro de la familia, pero considero que, habiendo sido el |
primer encuentro, fue suficiente.
Luego de esto tuve la primera entrevista con Lucas. Es un nifio
muy imaginativo e inteligente. Cuando le pregunto por las quem:
duras confiesa que mintié y que en realidad lo quemaron unos chi
‘cos sin querer jugando con cohetes. De hecho, habia sido la mama
quien dijo que algunas marcas en las piernas se debian a picaduras,
pero que también se habia quemado jugando con cohetes. Se me
hace evidente que no tiene ganas de hablar del tema porque su
atencién se centra en jugar a armar escenas con los juguetes que
le muestro. Ast es que decido no insistir mas sobre este punto para,
de este modo, propiciar el juego que se va desarrollando. Llamo al
aslT cuando ta clinica desborda el consutorio
Pediatra, quien corrobora que el nifio consult6 tres veces por infec-
ciones en la piel, atin antes del episodio en la escuela. Considera que
le version de la madre podria ser cierta aunque no se descarta que
pueda haber habido quemaduras en los periodos en que él no lo
vio, pero no observé lesiones claras de quemaduras, Acordamos en
que le indicaré a la madre que vuelva a llevarlo para un control y que
volveremos a hablar.
‘Me doy cuenta en ese momento de que Lucas, que cursaré el afio
Préximo 2° grado, seré parte del grupo con el que trabajaremos en
{os Talleres de narracién y expresién, lo que nos permitiré contactarlo
en ese espacio y vincularnos semanalmente con la maestra. Estimo
ue el trabajo en equipo con el pediatra, la vicedirectora de la escue.
'a, la directora y la psicbloga del espacio de la tarde, la familia y la
defensoria configura una red en la que se intentaré alojar a este nino.
‘Ain no sé qué ocurrirs, si se comprobaré 0 no el maltrato, pero
‘entiendo que la red esté armada e intentaremos que funcione.
b) Alejandro
Alejandro (diez aftos) llega derivado por otra institucién en la que,
luego de la evaluacién, se habia llegado a la conclusion que su.
ft'a de retraso mental leve 2 moderado, posiblemente causado por
sufrimiento fetal, pero fuertemente determinado por causas emo-
clonales y sociales.* Lo que motiva la consulta de la familia es el
Problema de conducta del nifio en la escuela (establecimiento de
educacién especial).
Tanto en las entrevistas con los padres como en la conversacién
ue mantengo con dicha institucién, sobresale el clima de violencia
entre los padres, razén por la cual ha intervenido el juzgado, dicta-
mindndose una orden de exclusion del hogar para el papa. Con el
tiempo averiguo que el eje de la disputa parental no sélo es el nifo,
no la propiedad sobre una casa en la villa, la cual sirve como fuente
de ingresos ya que alquilan varias habitaciones,
Alejandro es el menor de sus hermanos pues ambos padres tienen
hijos mucho mayores, fruto de anteriores matrimonios. El parto de
loa