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EL SALTO DEL HACIA MIS MIEDOS

En busca de perder su miedo a las alturas había logrado hacer muchas cosas, comenzó de
a poco, asomándose por balcones de un tercer piso, y poco a poco, yendo a los lugares
cada vez más elevados, en los cuales ya controlaba mejor su ansiedad.
Fue así que decidió dar un paso mayor y lanzarse de un avión con paracaídas, creía que
con algo tan extremo como ello vencería de una vez por todas ese temor a las alturas, que
le impedía hacer tantas cosas.
A la hora de inscribirse mintió y dijo que ya lo había hecho muchas veces, y pidió hacerlo
solo. Creía que esa era la única manera de vencer su miedo, lanzándose solo.
Después de un largo papeleo, y firmar un documento donde estaba de acuerdo a que la
empresa no se hacía responsable si algo le pasase, terminado este proceso se subió al
avión.
Desde que se subió al avión le dieron los síntomas de siempre, esta vez no los podía
controlar, tenía mucho tiempo que no subía a un avión, la estaba pasando muy mal,
cuando le dijeron es tu turno para saltar.
¿Estás bien? te ves pálido - preguntó el guía
Sí, estoy bien
El guía le dio las indicaciones, pero muy mínimas porque creía que él ya lo había hecho
muchas veces.
De pronto Juan saltó del avión, sintió una sensación de ansiedad y miedo intenso.
Sentía que el corazón se le aceleraba y su cuerpo se paralizó, no podía abrir el paracaídas.
El guía se dio cuenta que el paracaídas aún no se abría y ya tenía que haberlo hecho, el
guía se lanzó para ayudar a David, pero ya iba muy abajo.
Juan, paralizado, solo miraba el mar, que estaba a unos 20 metros, cerró los ojos
esperando la caída.
Sintió el impacto como si el agua fuese concreto, tuvo grandes moretones y golpes en el
cuerpo.

P. D. Profe quise hacerlo como en tercera persona, y algo un poco ficticio para darle un
poco de interés al cuento.

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