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Hoy 11 de Octubre del 2022 se conmemoran 60 años del inicio del concilio Vaticano
segundo un concilio sin duda orquestado por la mano astuta del enemigo el maligno el
siempre mentiroso que si bien hoy puede decirse que se encuentra aún dentro de la iglesia
en plena comunión con la sede romana y sus herejes pontífices actuales la presencia de
Dios definitivamente se puede decir que el concilio fue permitido por Dios más no un acto
querido por Dios.
Ya en 1955 su santidad el Papa Pío XII “el pontifex maximus” “el pastor y angélico” en aquel
entonces felizmente reinante en una iglesia aún distante los problemas acaecidos por el
modernismo consiguientemente de los años venideros, tuvo la intención de llamar a Concilio
a la Iglesia pues el concilio anterior, el Vaticano I, se había realizado de 1869 a 1870.
Proclamó el dogma de la infalibilidad Papal y el glorioso dogma de la inmaculada
concepción de María Santísima y otras reformas doctrinales encaminadas a contestar
desafíos de la época como la pujanza del racionalismo, el liberalismo y el materialismo.
Angelo Roncalli hasta aquel entonces patriarca de Venecia ,con un pasado en la diplomacia
vaticana cómo delegado apostólico en Grecia ,en en Turquía y Francia dónde fue en su
momento alguien que estuvo bajo investigación del santo oficio ,actualmente conocido como
congregación de la doctrina de la fe, formalmente acusado de modernista , herejía que ya
que desde el puntificado de San Pío décimo fue castigado severamente habiendo incluso
grupos de investigación dentro de la misma iglesia contra clerigos modernistas, Angelo
Roncalli el futuro Juan XXIII lograría salir exento y con gran cabales de aquellos problemas
que lo acusaban en el Santo Oficio, inmediatamente después de la muerte de Pío XII
,Angelo Roncalli patriarca de Venecia y Cardenal subirá al solio pontificio de San Pedro
siendo su sucesor,como pontífice eligira el nombre de Juan XXIII,inmediatamente pensaría
en convocar al Concilio Vaticano segundo sin tener en cuenta las recomendaciones en las
cuales le advertian en la gravedad de la acción que iba a tomar,se le habían prestado
también los testimonios por escrito de aquellas decisiones que determinaron que el difunto
Pío XII determinarse no llamar a Concilio ,más sin embargo Juan XXIII decidió por sí mismo
llamar el Concilio sin ver nunca su término más solamente un inicio atrabancado y muy
accidentado.
Del año 1962 a 1965 el Vaticano II constituyó una revolución contra los 2000 años de
enseñanza y tradición católica. Como veremos, el Vaticano II contiene varias herejías que
fueron directamente condenadas por los papas y concilios del pasado. El Vaticano II se
propuso dar a los católicos una nueva religión. En el período siguiente al Vaticano II, se
impulsaron masivos cambios en todos los ámbitos de la fe católica, incluyendo la
implementación de una nueva misa en 1969 prohibiendo la anterior con graves
penas,algunos en aquellos días dijeron en sus labios “lo que hace 5 años era pecado mortal
para nosotros hoy es permitido y alabado”.
El Vaticano II introdujo nuevas prácticas e instauró una nueva visión con respecto a las
otras religiones. La Iglesia Católica no puede cambiar su enseñanza sobre las otras
religiones y de cómo ella considera a las otras religiones, puesto que son enseñanzas que
se fundamentan en verdades de fe entregadas por Jesucristo. El Vaticano II intentó cambiar
esas verdades de la Iglesia Católica.
El Vaticano II fue convocado cómo hemos dicho por Juan XXIII y solemnemente
promulgado y confirmado por Pablo VI el 8 de diciembre de 1965 ,este Pablo Sexto, un
personaje sí ya vemos un tanto sincrético y modernista con una historia de vida un tanto
particular pues el jamás curso su formación Sacerdotal en algún seminario sino de forma
particular en su casa tomaba clases donde ocasionalmente vestía el vestido talar, fué
también alguien que en su momento traicionó la confianza del Papa Pío XII al delatar en
secreto con el régimen Ruso a sacerdotes católicos que trabajaban en la clandestinidad con
la bendición de la santa sede en apostolado en la Rusia anticristiana de aquellos años,de
ser secretario de estado pasó a ser patriarca de Venecia una forma elegante de destitución
de la santa sede por parte de Pío XII pues sí bien seguía siendo cardenal ya no secretario
de estado y ya no podía hacer el mismo daño a la iglesia, este fue el pensamiento de Pío
XII,actualmente Montini “Pablo Sexto” declarado Santo en la iglesia bergogliana,se puede
decir que si ninguna duda es un ejemplo de un modernista perfecto del mismo modo que en
su momento fue investigado por el santo oficio a causa de sus conductas modernistas y si
bien Pablo Sexto, el cardenal montini tenía tendencias socialistas, el Concilio Vaticano
segundo le daría la pauta perfecta para seguir con aquellas tendencias de izquierda el 8 de
diciembre de 1965. El Vaticano II no fue un concilio general o ecuménico de la Iglesia
Católica porque, como veremos en detalle en secciones posteriores, fue convocado y
confirmado por herejes manifiestos (Juan XXIII y Pablo VI), que no fueron elegibles para la
elección papal,los frutos del Concilio Vaticano II son evidentes para todos. Cualquier
católico honesto que haya vivido antes del concilio y lo compara con lo que él mismo ha
experimentado en materia de religión en su propia diócesis, puede atestiguar el hecho de
que el Vaticano II inauguró una nueva religión.
Hay demasiadas herejías en los documentos del Vaticano II. Sin embargo, lo que ha sido
cubierto debería ser suficiente para convencer a cualquiera de que ningún católico de buena
voluntad puede aceptar este concilio herético sin negar la fe. Y no basta con resistir las
herejías del Vaticano II,se debe condenar por completo este concilio no-católico y a todos
los que obstinadamente adhieren a sus enseñanzas. Porque si una persona rechaza las
herejías del Vaticano II, y aun así se considera en comunión con aquellos que aceptan las
herejías del Vaticano II, entonces esa persona sigue estando en realidad en comunión con
los herejes y, por lo tanto, es un hereje. (No estoy en comunión con la Roma actual para
permanecer Católico).
El Concilio de Florencia se definió dogmáticamente que toda persona que tenga una
posición contraria a la enseñanza de la Iglesia Católica sobre nuestro Señor Jesucristo o la
Trinidad, o cualquiera de las verdades acerca de nuestro Señor o de la Trinidad, es
rechazada por Dios.
El Papa Eugenio IV dijo en el Concilio de Florencia en la bula Cantate Domino, 1442, ex
cathedra: “La sacrosanta Iglesia romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador
nuestro, firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios omnipotente,
inmutable y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo… A cuantos, por consiguiente, sienten de
modo diverso y contrario, la sacrosanta Iglesia romana los condena, reprueba y
anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia”...
Ésta es una definición dogmática infalible de la Iglesia Católica sobre las personas que
tienen una opinión sobre nuestro Señor Jesucristo o la Santísima Trinidad que es contraria a
la de la Iglesia por ejemplo, los judíos, musulmanes, etc. ¡El Concilio de Florencia define
solemnemente que todo aquel que tiene una opinión contraria a la enseñanza de la Iglesia
sobre nuestro Señor y la Santísima Trinidad por ejemplo, los judíos,está condenado y
reprobado!,el Concilio no se limita a decir que la opinión contraria a nuestro Señor es
reprobada, sino que la persona por ejemplo, el judío es reprobado. Este dogma se basa en
la verdad que específicamente nuestro Señor Jesús reveló en la Sagrada Escritura…
Mateo Capitulo 10 versículo 33: “Pero todo aquel que me negare delante de los hombres, yo
le negaré también delante de mi Padre, que está en los cielos”.
La palabra “negar” significa rechazar, reprobar o repudiar. El que niega a nuestro Señor es
por Él rechazado. Pero en su decreto sobre las religiones no-cristianas, el Concilio Vaticano
II enseña todo lo contrario…
El Concilio Vaticano II en la declaración Nostra aetate promulgada por Pablo VI dirá en el
número 4 : “Y, si bien la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, no se ha de señalar a los judíos
como reprobados de Dios ni malditos, como si esto se dedujera de las Sagradas Escrituras”.
Esté apenas un ejemplo de lo no poco que se puede examinar.
La acción más visible de la iglesia del Vaticano Segundo es el cambió de la misa que en
1969 se hace obligatoria a todo el orbe católico.
El NOVUS ORDO MISSAE o Misa de Pablo VI, o Misa Moderna, sea en Latín o en Español,
de cara al pueblo o de cara al Sagrario se aparta rotundamente del pensamiento católico
como la iglesia lo ha venido haciendo durante casi 2000 años.
La Misa en el NUEVO RITO ciertamente no niega explícitamente la doctrina, como lo haría
una proposición herética, sino al haber alterado el conjunto de todos los signos que
constituyen el rito, hacé que la doctrina ya no se afirme suficientemente en la tradición de la
iglesia haciendo de ésto que se haga un acto meramente piadoso con tintes católicos y en
determinado casos con validez en cuanto a la presencia real de Cristo dependiendo de la
validez de la ordenación del Sacerdote como de su intención al momento de consagrar.
Para significar la adoración con la Presencia real, ¿por qué se pasó de catorce
genuflexiones a tres en la misa actual? En el marco de un rito sacramental, la elocuencia
del signo pasa por la multiplicación suficiente de los gestos. En este plano del signo, la
disminución de las genuflexiones en el marco de la nueva misa equivale a una omisión, que
borra la expresión de la doctrina. Sobre todo porque estas tres genuflexiones, ahí donde se
dejaron (dos después de la elevación y ya no antes de ésta y una antes de la comunión de
los fieles) presentan un sentido equívoco: ya no se ve si expresan la presencia real
eucarística en el sentido estricto, o la presencia espiritual y mística de Cristo en la
asamblea, que es el resultado de la fe de los fieles.
El Novus Ordo Missae no puede ser una crítica de la Misa en sí misma, porque esta la
“Auténtica Misa”es el verdadero sacrificio de Nuestro Señor legado a su Iglesia, sino que es
un examen sobre si ese es un rito apto para encarnar y reactualizar este augusto sacrificio.
Es difícil para aquellos que no han conocido otra cosa más que el Novus Ordo Missae
entender aquello de lo que han sido privados, además que asistir a una "misa en latín" a
menudo parece extraño. Para ver con clareza lo que se trata, es necesario tener una clara
comprensión de las verdades definidas de nuestra fe sobre la Misa Sólo a la luz de éstos se
puede evaluar el "nuevo rito" de la Misa.
La codificación del rito de la Misa, llevada a cabo por San Pío V, había dado como resultado
poner en relieve los aspectos de la fe católica que negaba la herejía protestante y que ya
habían sido explicitados por la Tradición. La reforma litúrgica llevada a cabo por Pablo VI dio
como resultado ocultar estos mismos aspectos,en pocas palabras era quitar lo demasiado
católico de la misa para evitar ofender protestantes, El Misal de Pablo VI, por lo tanto, no
vino a precisar el de San Pío V. Se alejó de él, en el sentido de que hizo oscuro y ambiguo
lo que el Misal de San Pío V había aclarado y explicitado. Y si se objeta que la reforma
litúrgica de Pablo VI habría querido explicitar otros aspectos que permanecían nebulosos
hasta ahora, que explicándo no se puede cuestionar la explicitación ya consumada.
Por consiguiente, la nueva misa no es buena, en el sentido de que está privada de las
explicitaciones necesarias para la expresión íntegra de la fe católica. Debido a esta
deficiencia intrínseca, no podría ser objeto de una ley que obligara como tal a toda la
Iglesia. De hecho, la ley litúrgica tiene por objeto proponer con autoridad el bien común de
la Iglesia y todo lo que se requiere de ella. La nueva misa de Pablo VI, al representar la
privación de este bien, no podría ser objeto de una ley: no solamente es mala sino también
ilegítima, a pesar de todas las apariencias de legalidad de las que se le haya podido rodear
y de las que se le rodea aún.
El Novus Ordo Missae fue la invención de una comisión litúrgica, el Concilio Vaticano
Segundo, cuya luz guía era obispo de quien existen tantísimos testimonios de se pertenecía
a la masonería Annibale Bugnini (hecho arzobispo en 1972 por sus servicios), y que
también incluyó a seis expertos protestantes. Monseñor Bugnini (autor principal de la
Constitución Conciliar Sacrosanctum Concilium) tenía sus propias ideas sobre la
participación popular en la liturgia y los asesores protestantes tenían sus propias ideas
heréticas sobre la esencia de la Misa.
Uno de esos asesores protestantes que después se convertiría a Católico y se ordenaria
Sacerdote sería Louis Bouyer y morirá cómo Sacerdote tradicional lamentando lo que
aquella comisión hizo a la iglesia,Bouyer hará grandes revelaciones poco antes de su
muerte una de esa será la siguiente…
Annibale Bugnini presento al Papa Pablo VI las diversas plegarias eucarísticas que
acompañarían el Canon de la Misa Reformado,una de esas temiblemente alabada por
Bugnini fue la plegaria eucarística número 2 (hoy en día es la más Usada por Sacerdotes
Católicos en comunión con Roma por su simplicidad y rapidez al momento de decirla sin
duda “falta de piedad”)
La presentaba incluso como de origen más antiguo que el mismo Canon Romano pero
Bouyer dirá lo siguiente…
“La plegaria eucarística número 2 la escribí en 3 horas en el Trastevere de Roma mientras
comía una pizza, pues Annibale Bugnini la quería al día siguiente en su escritorio ”
Juzgando el Novus Ordo Missae en sí mismo, en su forma oficial en latín, los Cardenales
Ottaviani y Bacci escribieron al Papa Pablo VI:
...el Novus Ordo representa, tanto en su conjunto como en sus detalles, un alejamiento
notable de la teología católica de la Misa, tal como se formuló en la Sesión XXIII del Concilio
de Trento." (25 de septiembre 1969).
En conclusión nos prometieron que el Novus Ordo Missae renovaría el fervor católico,
inspiraría a los jóvenes, atraería a los pecadores y a los no-católicos. Pero, ¿quién puede
hoy pretender que estas cosas hayan sido sus verdaderos frutos? Junto con el Novus Ordo
Missae, ¿no ha más bien ocurrido un dramático descenso en la asistencia a misa y en las
vocaciones, una "crisis de identidad" entre los sacerdotes, una desaceleración en la tasa de
conversiones y una aceleración de las apostasías? Más bien parece que las comunidades
tradicionales en comunión o no con Roma tienen hoy su gran primavera.
Así, desde el punto de vista de sus frutos, el Novus Ordo Missae no es un rito propicio para
el florecimiento de la misión de la Iglesia.
En éste 60 Aniversario del Inicio del Vaticano Segundo se puede decir sin temblar lo
siguiente …
“Yo para permanecer Católico no estoy en comunión con Roma ”
Mis hermanos es un momento de despertar y no festejar pues sabrá Dios cuánto tiempo
tengamos aún para cambiar.
Hoy en día, los templos católicos están ocupados por sacerdotes que siguen la herejía
modernista ("la suma de todas las herejías", la denominó el papa San Pío X). De ahí que
muchos fieles han debido buscar sacerdotes, templos e iglesias que sean fieles al
Magisterio de la Iglesia Católica Romana “De Siempre”. Les ha sido doloroso verse en la
necesidad de retirarse de su parroquia, pero han preferido no exponer su fe católica ni
sumarse a actos de desacralización en la liturgia. Han tomado esta decisión siendo fieles al
sensus fidei (al sentido de la fe) y recordando que Cristo nos advirtió que huyéramos de los
falsos pastores.
Quiero terminar con una carta ya de vários siglos,es una carta de San Atanasio, Obispo de
Alejandría, a sus fieles, en donde les habla sobre la importancia de permanecer dentro de la
verdadera fe y de la adhesión a la Tradición,en aquel entonces la iglesia en la que vivía
Atanasio era una iglesia inmersa el la herejia Arriana y que tiene una acción de dos bandos
en lo que debería de ser una sola iglesia ,nada distinto a lo que hoy vivimos.
"¡Que Dios os consuele! …lo que tanto os entristece es que los enemigos han ocupado por
violencia vuestros templos, en tanto que vosotros, en todo este tiempo, os encontráis
afuera. Es un hecho, que ellos tienen los edificios, los templos; pero, en cambio, vosotros
tenéis la fe apostólica. Ellos han podido quedarse con nuestros templos, pero están fuera de
la verdadera fe. Vosotros tenéis que permanecer fuera de los lugares del culto, pero
permanecéis, en cambio, dentro de la fe.
Reflexionemos: ¿qué es más importante, el lugar o la fe? Evidentemente, la verdadera fe.
En esta lucha, ¿quién ha perdido, quién ha ganado: el que ha guardado el lugar o el que ha
guardado la fe?
El lugar, es verdad, es bueno, pero cuando se predica en él la fe apostólica; es santo, si
todo lo que sucede y pasa en él es santo.
Sois vosotros afortunados, porque permanecéis en la Iglesia por vuestra fe, que ha llegado
a vosotros por la Tradición apostólica y si, sometidos a la presión, un celo execrable ha
pretendido quebrantar vuestra fe, esa presión no ha tenido éxito. Son ellos los que se han
separado, en la crisis presente de la Iglesia.
Nadie prevalecerá jamás contra vuestra fe, hermanos carísimos. Y nosotros sabemos que
Dios nos devolverá un día nuestros templos.
Así, pues, mientras más se empeñen en quitarnos nuestros lugares de culto, más se
separarán de la Iglesia. Pretenden representar a la Iglesia, cuando en realidad ellos se han
expulsado a sí mismos de ella y se han extraviado.
Los católicos que se mantienen fieles a la Tradición, aún si se reducen a un manojo, son la
verdadera Iglesia de Jesucristo”
San Atanasio
Agradezco profundamente a quienes de su día se tomaron un tiempo para leer ésto que con
afecto y meramente sentido apostolico y de beneficio de las almas he preparado y escrito.
Atentamente.
Frater Salvador Sosa Chávez.