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DEL RENACIMIENTO FLORENCIA, MILAN, ROMA, PARIS CREADORES AL MARGEN DE LAIGLESIA ’DE LA SONRISA DE MONALISA A ‘LAULTIMA CENA’ INVENTOS, ANATOMIA, : ARQUITECTURA DOS FORMAS DE ENTENDER EL ARTE VIVE LA HISTORIA CON PASION iYA A LA VENTA! El genio por Sumario antonomasia Poder y mecenazgo 4 a Vinci es mucho Da Vinci. «Leonardo da Vin- , squé mas se puede decir? Su genio divino y __‘Genio polifacético 4 su mano divina le merecieron expirar sobre el priate nase = pecho de un rey», asi nos lo describe Giorgio Vasari Pe Pocos artistas han merecido como él el calificative de ge servicio del poder 30 nio, Adelantado y polimata, auinque su trabajo artistico sea el més renombrado hoy, no podemos olvidar todoslos__La ciencia enel Renacimiento 38 avances que aporté a campos tan diferentes como la inge- nierfa, la botdnica, la anatomia, el urbanismo o la filosofia, Da Vinci en la corte de Francisco! 46 En este especial, abarcamos desde su diverso trabajo al ctor Secretos y misterios de Leonardo 52 mundo renacentista, sin olvidar el misterio que le sigue ENLACE AL CANAL envolviendo y sus disputas con Miguel Angel. ElLeonardo cientitico arenes 60 Disfrutards de la lectura. Leccién de anatomia 68 CARMEN SABALETE DIRECTORA — (esabaleteezinetmedia.es) |» !Mereiblesinventos [a] ui Dibujando maquinas 84 La «Citta ideale» de Leonardo 92 El puente de Estambul 98 Da Vinci vs. Buonarroti 104 Labelleza de su pintura religiosa 12 Cronologia 120 [aati itt REDACCION aon io etna argue os nar ae Aare Courant dae Ample, esse, lend Ve, Seale amie aiez, bers arin, Jnatan J Lopes, aura Manzanr, len Son, rae Gonzales Sour Femande Comer Crme harvan, oll ese, aa po ‘ube reer armen Castles dtr Rardin coe MUY HISTORIA BIOGRAFIAS PNmS a5 Miele) Prat) Sey Were) pacity pre ee Cee coe c) Seo er erry eee que seria su es ance £n-los siglos xv y xvi; los Estados. mediterraneos vivian una etapa de transicién entre estructuras alin de caracter feudal y monarquias renacentistas. Seguimos a Da Vinci en su periplo por diferentes cortes italianas y francesas. JOSE ANGEL MARTOS. PERIODISTA Y ESCRITOR la FLORENCIA DELOS MEDICI. E! ‘mecenazgo mas Importante de la ‘epublica florentina del Renacimiento lo Nievaron a cabo los adinorados ‘miembros de la familia Medic. ‘Ariba, pintura con una vista de Florencia en ol siglo w. SMUT HISTORIA BOGRAFIAS nla época en que nace Leonardo, los condotieros eran los amos del norte de Italia, Asi se denominaba a los merce- narios militares, contratados por los seftores feudales para hacer la guerra en los numerosos conflictos que surgian entre ellos. Los condotieros habian adquirido tun enorme poder en una macrorregién politica- mente desestructurada a finales del siglo xv, en la que durante mas de dos siglos la guerra habia sido continua, alimentada por la confrontacién entre giiefos y gibelinos, partidarios respectiva- mente del papado y del emperador germanico, las dos facciones que competian por el dominio politico de la Europa de la Baja Edad Media. El enquistamiento del conflicto tuvo el efecto co- lateral de reforzar a estos militares profesionales, que se convirtieron en dinastias gobernantes que transmitieron a sus hijos los dominios politicos sobre las ciudades que controlaban, adjudicéndo- se derechos hereditarios. Las familias Visconti y Sforza, sucesivos sefiores de Milin, son los casos mas conocidos de condotieros sobrevenidos al poder politico, pero hubo muchos otros en to- das las principales villas del Quattrocento italiano (cl siglo xv). Dieron origen asia familias cuyos apeltidos hoy evocan la sangre azul europea, pero que tuvieron origenes mucho menos glamurosos. TIEMPOS DE CAMBIO Leonardo fue un privilegiado testigo de la evo- lucién politica de esta época en Italia y Francia, donde vivid. Como artista, dependia absoluta- mente de ellos para su desarrollo profesional, ya que un pintor 0 cualquier otro cultivador de las bellas artes con talento y aspiraciones solo podia desarrollar su vocacién y vivir de ella si recibia encargos de los grandes seftores. De esta forma, su vida se cruzé con la de los protagonistas de la transicién de los condotieros a los primeros grandes reyes renacentistas. Sintié también los cambios y las zozobras de las constantes tensio- nes que emergieron en Italia, una peninsula en la que el poder emanado del papado se convertia en factor de influencia internacional, pero tam- bign de tensiones continuas, atrayendo hacia allia franceses, germanos y espaioles, que guerrearon en la bota itilica en vida de Leonardo y después. Italia no existia entonces como el Estado que conocemos hoy; de hecho no se creé hasta mu- chos siglos después, cuando a mediados del x1x el revolucionario Garibaldi la unific6. Si tuviéra- ‘mos que dilucidar cual fue la primera patria de Leonardo diriamos que Florencia, a cuyos domi- nios pertenecia el pequefio pueblo de Vinci en el que nacié, situado a apenas tres kilometros de la ciudad, Por entonces, en esta villa vivian unos 50 000 habitantes. Era una ciudad muy indus- osa, que preconizaba las virtudes mercantiles (trabajo, ahorro...). También estaba volcada ha- cia el triunfo, Una frase de La Mandrdgora, obra de Maquiavelo, el ilustre pensador politico flo- rentino contemporaneo de Leonardo, lo resume ‘muy bien: «En Florencia, sino tienes poder, ni los perros te ladran», En contraste con sus vecinos de Milin, Mantua tu otras villas cercanas, Florencia se enorgullecia de su cardcter de repuiblica ajena al dominio de los despoticos condotieros. La familia que habia adquirido més poder, los Médici, habia encontrado su forma de prosperar en el mundo de la banca, Iniciaron su actividad como prestamistas en 1397 y lograron convertirse en los banqueros del papa, lo que les dio acceso a participar en grandes mo- ‘vimientos monetarios, fruto de los impuestos que la Iglesia recaudaba en toda Europa. Los Médici pudieron extender asi su red financiera, abriendo ‘operaciones en las grandes plazas comerciales de la Epoca, como Venecia, Napoles, Lyon o Bruja. por decirlo asf, una multinacional de las fin LA FUERZA DEL DINERO A partir de 1434, su ascendiente econdmico se tradujo en dominio politico institucionalizado, Cosme de Médici, hijo del influyente Juan de Mé- dici, tom6 el titulo de Pater Patriaey certificé que la familia se convertia en una suerte de dinastia presidencial para la ciudad, Cuando Leonardo llegé a Florencia, a mediados de la década de 1460, la ciudad estaba goberna- da por Lorenzo de Médici, que habia asumido el poder con tan solo veinte afios @ la muerte de su padre, Pedro. El maximo apoyo era su hermano Juliano, que también lo ayudaba en la direccién de los negocios bancarios familiares. Aunque se- guia perpetuandose la ficcidn de que Florencia era tuna repuilica, lo cierto es que su funcionamiento estaba controlado y las votaciones que se realiza- ban siempre se saldaban en favor de los intereses seftalados por los Médici. Una visita diplomatica del duque de Milin a Florencia en 1471 resultara un acto decisivo en lo politico y también para la vida de Leonardo. Rodeado de gran brill y lujo, Galeazzo Maria Sforza quiso demostrar con su séquito de 800 caballos y centenares de cortesanos el poder y la ‘magnificencia de la que habia dotado su familia a Milin. Los Sforza venian a ser unos nuevos ricos del momento, recién llegados aunque pisando y derribando, a golpe de espada, a quien compitiese con ellos, Milin transmitia aires de grandeza y este fulgor, la posibilidad de gloria de la que podia convertirse en una dinastia todavia mas ambiciosa que los Medici, atrajo @ algunos como Leonardo, UN CAMBIO DE AIRES En 1482, cuando Leonardo se decide a abandonar Florencia y trasladarse a Miln, en la mentalidad de la 6poca era como sise viajase a un pais extranjero. Llega a una ciudad mas grande que la capital toscana: Milan cuenta con 80 000 habitantes, un reflejo de sus posbilidades y ambiciones. Sin embargo, todavia carecia de las complejas estructuras comerciales y politicas de que las que se habian dotado los floren- tinos. Fraatin una ciudad-Estado feudal, cuyo poder se basaba en su ejécito més que en su comercio o st diplomacia. Sin embargo, estaba dispuesta a pros- perar. Tan solo treinta aos antes se habia asentado la dinastia de los Sforza, que habian sucedido a los Visconti tradicionales seitores de Mil. En 1450, Francesco Sforza se habia proclamado duque y habia tomado el poder. Cuando lleg6 Leo- nardo, ya no gobernaba Galeazzo Maria Sforza, cuyo fastuoso desfile contemplara afios atras. Habia sido asesinado en 1476 a manos de varios conspiradores, entre ellos un Visconti. El ducado habia pasado a su hermano menor Ludovico, co- nocido con el sobrenombre de «el Moro». Los motes no eran algo extratio alos Sforza, de he- cho su propio apellido lo era: provenia de sforzare, forzar u obligar. El hecho de que lo adoptasen de- muestra la humildad de sus origenes mercenarios. Paraddjicamente esto los convirti6 en grandes me- cenas, ya que tenian una necesidad insaciable de mostrar su grandeza y el poder conseguido. Por eso Milin era el lugar para alguien que queria brillar como Leonardo. Mantuvo un intenso trato con Ludovico, para el que se habia postulado como ingeniero y arqui- {ecto con ocasién del proyecto del Caballo Sforza (una gran estatua ecuestre del duque), gracias a cuyo encargo pudo acceder a vivir en la corte Alli retraté a su amante Cecilia (La dama del armifo) y diseité maquinas de guerra. Sin embargo, > EL DUCADO DE MILAN. Francesco Sforza fue un ccondotiero fundador deta dinastia que llog@ a poseer el ‘ducado milanés. ‘Abajo, 6leo que roprosenta ol ‘apoyo del Duque en la ‘construccién de la catedral de Milan. MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 7 FRANCESES EN MILAN. Giangiacomo Tivulzo frente al rey Luis XII de Francia argumenta las acusaciones del ‘conde Ligny, ‘obra del pintor Cherubino Cornient, Leonardo también se cansaria de la menta lidad de los Sforza, que radiograli6 certeramente con una frase: «Si los hombres de Milin hicieran por una vez algo fuera de lo comin...» EL PRESTIGIO MILANES Cuando Leonardo se encuentra en la cumbre de su influencia en la corte milanesa, en 1499, después de acabar La Ultima Cena, los acontecimientos politicos van a propinar un inesperado golpe a su fortuna. El rey Luis XII de Francia tenia la preten: sion de anexionarse el ducado de Milin, basndose en suascendencia. De hecho, lareclamacién la ha- bia iniciado su padre, el noble Carlos I de Orleai cuya madre era Valentina Visconti, perteneciente ‘la dinastia que habia gobernado previamente la ciudad-Estado. Antes de ser coronado, Luis XII, todavia duque de Orleans, ya habia manifestado a Ludovico Sforza sus pretensiones, pero este se lo habia tomado a risa Sin embargo, la seriedad de estas pretensiones pudo apreciarse cuando el ejército francés se concentré en la frontera a partir de los primeros meses de 1499. Avanzada la primavera, empezaron a penetrar en el Piamonte, apoderdndose de ciudades como Valenza o Alessandria, Las noticias sembraron de temores y nervios todo Milin, y activaron @ aque los nobles que mostraban animadversién hacia los Sforza. Asi estalld una revuelta popular liderada por Giangiacomo ‘Trivulzio que sumié ala ciudad en el caos. Ludovico se temid lo peor y huyé al norte, a buscar refugio y el apoyo del emperador austriaco. Cuando las tropas francesas llegaron ante las murallas milanesas, sus defensores se rindieron sin oponer mayor resistencia. El rey Luis XII lleg6 el 6 de octubre a Milin en olor de multitud. Permanecié ali seis semanas y, aunque fueron momentos de ajuste de cuentas, a Leonardo nada le sucedié. Parece que se vendié a los franceses, como sostiene su bidgrafo Charles Nicoll partir del andlisis de diversos documentos. Durante la estancia del monarca, Leonardo tuvo ocasién de tratar con él y quizas también por pri- ‘mera vez con otro importante personaje politico: César Borgia, el hijo del papa Alejandro VI, que se habia aliado con el rey francés, situando a su vis- tago al frente de uno de los escuadrones invasores ENFRENTAMIENTOS POR EL MANDO A finales de aio, Leonardo se marché precipitada- mente de Milin ante los rumores de que Ludovico EL FORMIDABLE CESAR BORGIA eee Poco a pore una ine pee ete ec ieente te eters Be in rendirse jamas ante la fatig Steer Peer eee ers eee ern eet volvia (el rey francés se habia marchado a Paris). Obraba Leonardo igual que muchos otros corte- sanos que se habfan pasado a los franceses y que ahora temian ser castigados por su transfuguismo. Lo cierto es que el retorno de Ludovico fue breve y desafortunado: apenas duré cinco meses que acabaron de mala manera. El grueso de su ejército estaba formado por mercenarios suizos, al igual que el regimiento francés con el que se enfrent6 en tuna decisiva batalla en Novara, en abril de 1500, Cuando unos suizos hubieron de enfrentarse a los otros, prefirieron pactar y los helvéticos de Ludovico (a los que debia su soldada) se pasaron al bando contrario, provocando de esta forma la inminente caida de la ciudad. E] otrora poderoso sefior milanés intent6 huir disfrazado de lacayo, pero fue hecho prisionero y encerrado en un cas- tillo francés, del que ya no saldria nunca més Leonardo no tendria ocasién de vivir tecimientos. Tras poner pies en polvorosa antes del retorno de «el Moro», inicié un periplo por diversas ciudades-Estado del norte de Italia. Su peregrinaje lo convirti6 en privilegiado testigo de los entresijos diplomsticos que regian las comple- jas relaciones entre estas poderosas villas, cada tuna de las cuales contaba con su propia dinastia, ARISTOCRACIA DEL NORTE Mantua, la bella ciudad lombarda rodeada por el rio Mincio, fue su primer destino, Era una de en eer las mis activas culturalmente, gracias al empeio de Isabel de Este, su primera dama, casada con Francesco Gonzaga II, perteneciente ala familia que gobernaba los destinos de Mantua desde ha cia casi dos siglos. Ella venia de otra importante familia, los Este, seftores de Ferrara, situada al sureste. Ladiplomacia matrimonial era un aspecto esencial en el equilibrio de poderes en esa con vvulsa Italia para el mantenimiento de las areas de influencia respectivas y, por tanto, de la paz El siguiente destino del artista fue Venecia, y ali parece que su talento fue requerido oficialmente por el poderoso Senado de la ciudad; mas no se trataba de encargarle ninguna pintura, sino de reclamar sus conocimientos de ingeniero militar. Estuvo trabajando en la fortificacion del rio Ison- 20, situado en el extremo oriental de la regin de Fi donde era de temer un ataque invasor del enemigo otomano. Entre 1499 y 1503 tuvo lugar la guerra turco-veneciana, caracterizada sobre todo por las, batallas navals, aunque las tropas turcas también perpetraron razias en el norte de los dominios de Su Serenisima, la zona que se pretendia fortticar. Después Leonardo volveria a Florencia, una ciudad que habia cambiado mucho desde que se marchase de ella dieciocho aftos atras. El no habia estado presente, pero se habia vivido la etapa de radicalismo religioso de fray Girolamo Savonarola, que habia galvanizado al pueblo con sus prédicas maximalistas contra el luo y la uli y que desemboca en el Adriatic norte, MUY HISTORIA BIOGRAFIAS depravacién, Convertido en lider popular en medio del caos propiciado por la invasién fran. cesa, Savonarola habia ejercido de lider de una ciudad en la que impuso el fundamentalismo. Una Florencia en cuya plaza principal instalaria una enorme ehoguera de las vanidades» en la que se quemaron todos aquellos objetos considerados indecentes, desde libros con contenido sexual hasta cosméticos e incluso espejos. Savonarola, que habfa cargado contra el papa Alejandro VI, se habia ganado definitivamente la enemistad de este y seria ejecutado en 1498 en el garrote vil. Sus res tos fueron quemados en la hoguera varias veces, de forma que quedasen inutilizados por si algin partidario los queria guardar como reliquias. EL DOMINIO DE LOS BORGIA Florencia no estaba en su mejor momento. Pero al sur, en la regidn de la Romaha, surgié un po- der que iba a resultar muy atractivo para alguien que, como Leonardo, siempre buscaba a lo lider més brillantes —y megalmanos— que estuvieran dispuestos a financiar sus espectaculares proyec tos. El nuevo personaje era César Borgia, que se habia proclamado duque de la Romafia después de conquistar varios enclaves del centro de Italia. Lo que estaba haciendo el ya por entonces famoso ésar, una joven figura en alza en la Italia rena. centista, era cumplir el suefto politico de su padre y pontifice Alejandro VI Aspiraba este a dominar de una forma mas efectiva y menos nominal el corazén de la peninsula itélica. Le pertenecia por derecho: eran los llamados Estados Pontificios, que el papado se habia anexionado en el siglo vt tras perder el Imperio Bizantino sus iltimas pose siones italianas. Sin embargo, en el siglo xv1, las principales ciudades que formaban parte de los Estados Pontificios se encontraban controladas por sefiores feudales locales, que apenas rendian ‘cuentas y hacian y deshacian a su antojo. La misién de César Borgia habfa sido encomen dada inicialmente a su hermano mayor, Juan, que habfa logrado las primeras capitulaciones. Pero fue asesinado en Roma —un episodio nunca acla- rado— y el mas joven César pasé a comandar los ejércitos papales. Sus éxitos militares fueron todavia mas notables, destacando muy pronto con Ja conquista de Imola y Forli en 1499, Ambas ciudades eran gobernadas por una po- derosa mujer del clan de los Sforza, Caterina, famosa tanto por su belleza como por su cariicter aguerrido, que la habia llevado a ponerse incluso al frente de sus ejércitos. Esta mantuvo diversos conflictos con el papado para afirmar sus dere chos territoriales, pues habia estado casada con ISABEL DE ESTE, LA GRAN COLECCIONISTA ee urn aor ou er Isabel eee ee reno aga Il Ela, See) oe Cees Eee oes eye oer hasta «un cuerno arti Penta ee oo ee rer eceerers Petes ret eerie eto peor cee er tea aera poe coer eee te Pett obra pos fee) n de una fanta: caterers er Coad cs eet eterna JO MUY HISTORA BIOGRAFIAS un sobrino de Sixto IV y,a la muerte de este, su sucesor, Inacencio VIII, no queria reconocer sus derechos. La disputa continué con el siguiente primado de Roma, Alejandro VI, y aunque César Borgia la derrots militarmente, Caterina Sforza continus siendo un quebradero de cabeza para el papa: durante su cautiverio en Roma, fue acusada de intentar asesinar a Alejandro VI enviindole unas cartas envenenadas. Se le adjudicé el sobre- nombre de «la diablesa de Imola» CONQUISTAS BORGIANAS La retahila de ciudades y territorios conquista- dos por César Borgia fue aumentando durante los primeros afios del siglo xvt: se apoderaria de Rimini, Faenza, la isla de Elba, luego Urbino y, en el verano de 1502, afio en que Leonardo lo conocié, acababa de producirse una sublevacién en su favor en Arezzo. Esta era una noticia muy preocupante para la Florencia en la que habitaba por entonces Leonardo, ya que Arezzo formaba parte de los dominios florentinos desde 1384. Si Borgia se acercaba tanto a la propia Florencia (Arezzo estaba a solo 75 kilometros), no era en absoluto descabellado pensar que pudiese querer continuar su camino triunfal hasta la ciudad de los Médici. Y por aquel entonces la capital tosca~ na se encontraba en una débil situacién, ya que Pisa se habia rebelado contra su poder y se habia declarado libre, y se luchaba contra ella para re- cuperar el control La estrategia seguida por Florencia para evitar que se abriera un frente militar en el que tenia todas las de perder fue practicar el acercamiento hacia César Borgia, y parece que en ese contexto es como Leonardo € vicio. Sabemos que el genio florentino recorrié muchas de las ciudades que se habia anexionado aquel, operan- do como su «arquitecto e ingeniero general». El objetivo era inspeccionar las fortalezas, lo que lo llevé a participar en obras de fortificacién de los nuevos dominios de su sefior, que queria afirmar sus conquistas LUCHA ENTRE PAPAS. Julio Il, un Della Rovers, se entrent abiertamente ‘con César Borgia.En la imagen, El papa Julio I! orcena las obras aol Vaticano y la Basilica de San Pedi, obra de Horacio Vernet, 1827, del Museo del Louvee, Se LA MUERTE DEL PONTIFICE La tarea de técnico militar que desempeas du. rante este tiempo podia resultar decisiva para el destino de aquellos lideres que se dedicaban a hacerse la guerra entre si en unos tiempos tan bellos como crueles. César Borgia aborté una re belién en 1502 al aprovechar una debilidad en el disefio de una fortaleza, la de Fossombrone, de Ja que tomé cumplida nota Leonardo para evitar no cometer él nunca el mismo error: «Cuida de TE DE DA VINCI Cer ue, Pecwaae Peace Ce Crier) ery ee pitt rat reo oon teas Se cee Parade’ erie {2MUY HISTORA BIOGRAFIAS que el pasadizo de escape no conduzca directa mente al recinto interior de la fortaleza —escribe en una nota del Cédice Atléntico—, pues sies asi, el comandante de la misma serd vencido, como ‘ocurrid en Fossombroney. Lo que no podia prever Leonardo es que la buena estrella de su nuevo sefior se iba a apagar muy pronto. EI 18 de agosto de 1503, el lider del clan Borgia, Alejandro VI, muere tras una semana pa deciendo altas fiebres, que también sufti6 su hijo César. La coincidencia de que ambos enfermasen al mismo tiempo conduciria de inmediato a la teoria del envenenamiento, ya que habian asisti- do previamente a una cena juntos. Sin embargo, también se ha apuntado a que pudo ser un brote de malaria que estall6 en la ciudad por esas fe- chas y que se Ilevé por delante a otros ilustres nombres de la corte Enseguida, alguno de los enemigos del poderoso y excesivo papa declaré que toda Roma se alegra- ba de su muerte. El ajuste de cuentas era ya un deseo irrefrenable para las grandes familias italia- nas, en particular los Della Rovere, que no habian soportado su pérdida de influencia a manos de Ia familia espaniola de los Borja-Borgia. Aquellos consiguieron controlar laeleccién al papado, en la que César Borgia queria imponer a un candidato francés favorito del rey Luis XII. Por el contrario, fue elegido el italiano Pio III, que, muy enfermo, apenas duré veintiséis dias en el cargo, y a conti nuacién le sucedié un Della Rovere, Julio Il, quien se enfrent6 abiertamente a César Borgia. El nuevo papa no le reconociéel titulo de duque de a Romafia porque queria recuperar para el papado las ciudades que formaban este proyecto de reino de los Borgia. Llegé incluso a detener a César, al que confind en el castillo de Santngelo,al tiempo que enviaba sus ejércitos a recuperar las plazas. El huevo pontifice, muy dotado tanto para la politica como para la guerra, sabfa que tenia que actuar con decision, ya que la Repiblica veneciana también aspiraba a hacerse con los territorios que, carentes del liderazgo de los Borgia, podian convertirse en una presa ficil en tan inestable situacién POLITICA Y BELLAS ARTES Lo cierto es que, una ver. perdié el apoyo del pa- pado, a César le fueron volviendo la espalda todos los que antes lo habian tratado con deferencia e incluso admiracién. Ni siquiera sus medio compa- triotas, los Reyes Catdlicos, fueron una excepcién. Aunque tras su liberacion, después de llegar a un acuerdo con el papa, Borgia se marché a Npo- les con un salvoconducto espaiol, alli Gonzalo Fernandez de Cérdoba, el Gran Capitin, decidié detenerlo, Para entonces, en las cartas de los Reyes Catélicos ya se hablaba de él como de un usurpa- dor al referirse a aquellos dominios en la Romaiia que pocos meses antes parecian incontestables, Como un reo, fue trasladado en galera a Espatia, donde seria encarcelado, aunque acabaria por huir en un episodio rocambolesco para encon: trar posteriormente la muerte en las guerras de Navarra, en una emboscada a traicién en Viana. Leonardo, por su parte, tras una etapa en la Florencia que volvian a controlar los Médici, encontraria al fin su ansiado gran mecenas en el nuevo rey francés, Francisco I, conquistador de media Italia, que habia sucedido a su primo Luis XII gracias a la aplicacién en Francia de la Ley Sélica, que impedia reinar a las mujeres Fue Francisco I un modelo de principe renacentis- ta que, entre guerra y guerra contra el emperador espaiiol Carlos V (la mayoria de ellas por el con- trol de Italia), encontré el tiempo para impulsar las artes y las letras, ejerciendo de gran mecenas. Hacia Leonardo profesé verdadera admiracién y le confirié un trato de maxima consideracion, procurindole incluso una residencia cercana al castillo real. No fue, ademés, el nico florentino llevado a la corte francesa por el Rey: también el pintor Andrea del Sarto fue invitado a permanecer en ella y ambos recibieron todo tipo de encargos. La muerte de Leonardo en Francia —quiere la leyenda que sea en brazos del propio Rey— ilus tra. la perfeccién el matrimonio entre el poder politico y las bellas artes, una alianza afortunada que hizo posible esa época dorada llamada Renacimiento. EI IMPULSOR. DELA ARTES. Francisco | fue fl ejemplo de un principe renacentista, ‘amante de las artes y as letras ygran admirador de Leonardo. En la imagen, Francisco !en e estualo de Benvenuto Colin, det pintor Francasco Podesti, de 1837. MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 13 Cuando hoy utilizamos el concepto de Hombre del Renacimiento, la figura que sin duda lo representa es Da Vinci: pintor, escultor, arquitecto, cientifico, botanico, musico, inventor... tocd todos los palos del saber de su €poca, de los mas prestigiosos a los mas menudos, e incluso anticipd los de tiempos venideros. Re PERIODISTA Pe Renee ELESCENARIO DESU JUVENTUD. Leonardo 86 formé como artista en la capital de la Toscana, Bajo la tutela de Verrocchio, comenzé a desarrollar todo ‘su potencial, en tuna cludad que ‘estaba repleta de obras de arte de genios como Donatello, Uccello 0 Piero della Francesca, {que le sirvieron ‘como fuente de Inspiracion, ‘Ariba, Santa Maria del Fiore, fen Florencia. ncluso en el contexto del humanismo rena- centista, que no veia polaridades excluyentes entre las artes, las ciencias y los saberes coti- dianos 0 menores, la figura de Leonardo da Vinci (1452-1519) resulta extraordinaria por su. polifacetismo; 0, por decirlo en términos més precisos, su polimatia, palabra de origen griego que significa «sabiduria que abarca conocimien- tos diversos». Asi, un polimata seria alguien que destaca en distintas ramas del saber —como la mayoria de los filésofos de la Antigiiedad— o, lo que es lo mismo, un hombre del Renacimiento u Homo universalis (expresién latina que podria traducirse como «hombre de espiritu universal»). Este tltimo concepto, hoy de uso comiin para re- ferirnosa personas de muchos y variados talentos, fue acuhado por Leén Battista Alberti (1404-1472) seguramente pensando en fue arquitecto, sacerdote, matemitico, poeta, crip- tografo, lingilista, misico y filésofo— antes del surgimiento de Leonardo, pero a pocos hombres del Renacimiento les cuadra mejor el titulo que al genio florentino. Porque, a juzgar por sus propios escritos y obras y por lo que dejaron dicho otros sobre él —principalmente, Giorgio Vasari en su Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos de 1550, una fuente imprescindible para conocer a Da Vinci—, casi nada de lo humano le fue ajeno, Sus trabajos como pintor, anatomista, in- sgeniero y cientfico (y su curiosidad ¢ inconstancia, quelle levaron a emprender més que a acabar) son sobradamente conocidos, pero tuvo otros muchos intereses menos célebres ¢ igualmente fascinantes. UN PENSADOR DE SU TIEMPO ‘Uno de estos intereses fue lafilosofia. Leonardo era un ferviente seguidor de la corriente filos6fica natu- ralista proveniente del mundo griego, para la cual la naturaleza ese principio tinico de todo y no existen otras fuerzas y causas que las que estudian las cien cias naturales, que sirven para comprender las leyes «que rigen nuestro entorno fsico y, de este modo, las que nos rigen a nosotros mismos: un precedente de la moderna fisica entre cuyos defensores destacaron Anaximandro o el epictireo Lucrecio. La filosofia naturalista de Da Vinci, empero, estuvo impreg- nada, como todo el pensamiento renacentista, del hhumanismo que colocaba al ser humano en el cen- ‘ro de dicha naturaleza; una tendencia cuyos méxi- mos representantes serian més tarde autores como Bernardino Telesio (1509-1588), Francesco Patrizzi (1529-1597) o Tommaso Campanella (1568-1639). Estas preocupaciones quedaron plasmadas abun- dantemente en sus diarios y cuadernos de notas, «que encierran quizé la mayor paradoja leonardiana: cn ellos se jacta de ser «un iletrado» —y es cierto «que su formacién fue basicamente autodidacta, si LA MUSICA FUE UNA DE SUS GRANDES PASIONES Y TOCO TODOS LOS REGISTROS: INTERPRETE, CANTOR, COMPOSITOR... se excepttia su paso por el taller de Verrocchio, y que apenas aprendié latin— pero, como un autén: tico grafémano, no paré de escribir notas y diarios durante toda su vida, EL ILETRADO ZURDO En efecto, hasta nuestros dias han llegado 13 000 paginas con textos y dibujos de su puto y letra, pero, si hemos de creer a Vasari, Leonardo habria producido mas de 50 000 en total. Los cuadernos comprenden tratados pictsricos, cientificos, anat6. 1micos, de ingenieria y de medicina, pero también, como se ha dicho, innumerables apuntes y pasajes filos6ficos realizados y puestos al dia de manera cotidiana, en los que el artista se esfuerza por hacer observaciones sobre el mundo que le rodea. Di- chos cuadernos y diarios, como es sabido, fueron redactados en su mayor parte usando escritu especular —invertida y de derecha a izquierda— lo que pudo obedecer mas a razones pricticas (al ser este método mas ripido y comodo para él, ya que era zurdo) que una intencién de oscurecer 0 cifrar su contenido, como han sugerido los aman- {es del misterio mas suspicaces. Las notas, a pesar de su dispersién (inicialmen- te eran hojas volanderas de diferentes tamaiios y tipos), de su tosquedad ortogrifica y del uso recurrente del dialecto toscano —rasgos propios de ese zurdo eiletrado» que decia ser—, parecen haber estado destinadas a la publicacién, pues fueron ordenadas de un modo que lo facilita; sin embargo, nose editaron en vida de Leonardo, sino aos después, recopiladas en diversos cédices y opiisculos. Hoy estas obras forman parte de co lecciones piiblicas expuestas en Francia (Museo del Louvee), Espaia (Biblioteca Nacional), Italia (Biblioteca Ambrosiana de Milin) e Inglaterra (Victoria and Albert Museum, Castillo de Wind- sory British Library). El Cédice Hammer, también llamado Leicester, es el Gnico en manos privadas Jas del millonario estadounidense Bill Gates, que lo adquirié en 1994 PINCELADAS LITERARIAS «La pintura es poesia muda; la po ia, pintura ciega». Elautor de tan certero, conciso y al tiempo revelador pensamiento poético no fue ningtin es- critor de haikus, sino una vez més nuestro hombre del Renacimiento. Los libros mas renombrados de Leonardo, como no podia ser de otra manera, abordan la pintura y la ciencia; tanto los editados a partir de sus cuadernos —Tratado de pintura, que selecciona sus textos al respecto; Cédice At Iintico, recopilacién fundamentalmente cientifica efectuada por el escultor Pompeo Leoni a finales del siglo xiv— como el iinico en el que participé activamente en vida: La divina proporcién, sobre la proporcién matemitica en el arte, escrito por su amigo Luca Pacioli, ilustrado por Da Vinci y publicado en 1509. Pero también se han dado a conocer textos espigados de sus diarios y notas que nos lo muestran como un valioso y original autor literario. ‘Aunque se han publicado varios libros de interés del Leonardo literato —alegorias, pensamientos, profecias; aforismos; poesia breve—, quiza Y AL FINAL SONO LA VIOLA ORGANISTA for Ce re eee in Mas tarde, el com ere eta oreo eee et a organista en 1 om eee er Ya en el siglo x, lo intent6 el japoné te eT Caen sre) dio er eee 3s orig Tea MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 17 CASTILLO DE CLOS-LUCE. Uicado en ol valle del Loira, Leonardo paso aqui os tres, Ltimos afios de su vida, entre 1816 y 1519, ‘cuando estuvo al servicio de Francisco | de Francia, En sus sotanos todavia pueden verse panos y dibujos, del maesteo. Bajo estas lineas puede verse la cocina, donde mis brille su talento sea en las fabulas. En ellas se refleja su conocimiento de la naturale- za y sus extraordinarias dotes de observador, asi como el gusto por la paradoja, a experimentacién verbal y la ironia. Son breves textos didacticos y asequibles pero que no renuncian a lo metafrico, con titulos tan elocuentes como La penitencia del agua, La llama y la candela o La piedra descontenta con su vida solitaria Cariosamente, una de las artes en las que mas des- tacé Da Vinci en su época no fue aquella por la que ha pasado a la historia —Ia pintura— sino, al parecer, a mtsica, yen los mas variados registros: intérprete, cantor, inventor de instrumentos y, pro- bablemente, compositor. Algo no tan extraito si se tiene en cuenta que las principales disciplinas de la educaci6n renacentista, basadas en el quadri- vium medieval, eran la aritmética, la geomettia, la astronomia y la miisica LA ARMONIA DE LAS IDEAS Ya sus primeros bidgrafos hablan de Leonardo co- ‘mo miisico: Paolo Giovio, Gian-Paolo Lomazzo y el inevitable Vasari. «Estudi¢ también miisica, en- seguida aprendié a tocar la lira y, como alguien que ha recibido de la naturaleza un espiritu eleva disimo y leno de elegancia, muy pronto fixe capaz de improvisar cantos divinamente», cuenta este timo, Aparte de la lira de braccio y de las can- ciones toscanas, parece ser que Da Vinci dominaba asimismo el laid y el 6rgano; tanta era su vocacién ‘musical que, tras abandonar el taller de Verrocchio, recibid incluso clases de Antonio Squarcialupi, re- putado organista de Santa Maria del Fiore. Vasari ‘va mds alld y afirma que, en un primer momen- to, cuando Ludovico Sforza, el Moro, lo invitd en 1482 a unirse a su corte milanesa fue en calidad dde miisico: «Con gran reputacién fue conducido 1BMUY HISTORA BIOGRAFIAS Leonardo a Milin ante el duque, al que le gustaba mucho el sonido de la lira, para que tocase; y él levé consigo el instrumento que él mismo habia fabricado, en gran parte en plata para que la armo- nia tuviese mayor timbre y una vor. mas sonoray. Porque lo realmente notable es que, ademas de interpretar miisica en los instrumentos existentes en su época, dedicd su ingenio a concebir otros nuevos. Asi, una de sus creaciones mas famosas —dentro de lo escasamente conocida que es esta parcela suya— es la viola organista, un proyecto de instrumento de teclado que debia reproducir el sonido de un conjunto de violas: hay hasta treinta dibujos parciales del invento, si bien no se con- serva un esquema completo, Otras invenciones de Da Vinci en este terreno fueron el drgano de papel (organo da carta) descrito en el Cédice Ma- drid Tl, una evolucién del organetto fiorentino del siglo x1v; el drgano de agua, que pretendia evocar los sonidos producidos por una fuente, y diversos instrumentos de percusién, como la carraca con puerta corredera, la carraca mecinica de lengietas, el tambor con tres pies, el tambor flauta, el tim- bal mecinico, etc. No sabemos si estas ingeniosas {ideas fueron llevadas a la prictica 0 se quedaron en ‘meros disefios y esbozos. No nos han llegado, sin embargo, composiciones originales de Leonardo, aunque de la biografia de Vasari se infiere que las re6 para Sforza, su protector y mecenas. Tampoco se conserva un Tratado de musica al que él mismo alude en sus escritos, pero si sus estudios sobre los sonidos de la naturaleza y los ruidos de los cuerpos. Precisamente en la corte de Sforza (a cuyo servicio estuvo desde 1482 hasta 1500), Leonardo desarro- Ilaria al maximo una de sus facetas mas insospe- chadas, lidicas y frivolas: la de organizador de eventos, banquetes y fiestas. A quien le parezca que semejante aficién casa mal con la imagen de un genio reverenciado por la posteridad, habria que recordarle una ver mas que estamos ante un artista multidisciplinar, un trabajador infatigable —si bien inconstante— y, sobre todo, un hombre de curiosidad infinita, ademés de masico, pintor ¢ ingeniero: unas cualidades perfectas para de- dicarse a la decoracién y la escenografia, De este modo, Da Vinei y el también pintor y arquitecto Bramante (1444-1514), otro protegido de Sforza, -corganizaron fiestas y especticulos con decoracio- nes sunttosas en el palacio e inventaron tramoyas que maravillaban al piblico» (Vasari). Entre sus mayores éxitos se contaron la boda de Ludovico Sforza y Beatriz de Este, la de Ana Sforza y Alfonso Ide Este y, muy sefialadamente, la de Gian-Galeaz 20 Sforza e Isabel de Aragén, celebrada en 1489. En dicha ocasién, Leonardo disefié la escenogratia y el vestuario —y probablemente compuso la misi- ca para un libreto del poeta Bellincione, La fiesta etal 1S sy we Les ROCAS Pe ees eet na, se crela que podia Prereetetas Cree A ae eee ete eee eaten vie ers eas del paraiso; el montaje incluia una maquina teatral de su cosecha, II Paradiso, un planetario en el que los planetas, representados por actores, giraban en torno allos contrayentes gracias a un ingenio mecé: nico y cantaban sus loas. Tras este bombazo, sigui6 estando muy solicitado: en 1491 cred otra tramoya con actores vestidos de salvajes para la justa de Ga. leazzo di san Severino, yerno de Sforza, yen fecha tan tardia como 1518, un afio antes de su muerte y ya viviendo en Francia bajo el manto protector del rey Francisco I, se hizo cargo de las celebraciones del bautizo del Delfin y de las bodas de Lorenzo de Médici con una sobrina del rey francés. DANDISMO RENACENTISTA En consonancia con lo anterior, el italiano Costan- tino DOrazio, en su libro Leonardo secreto (2014), desmonta la imagen de Da Vinci como un hombre ceftudo, severo y desalifiado, debida sobre todo a su célebre autorretrato de madurez, y lo pinta en cambio como un auténtico dandi de su época, cexperto en indumentaria y érbitro de la elegancia, Al parecer, no habia acontecimiento social en el que el joven —y no tan joven— Leonardo no se viera rodeado de un corrillo de rendidos admi. cn eet ters tee ee Poteet radores, tanto por su ingenio y prestancia como por su habilidad para el canto y para improvisar jerogliicos y pasatiempos (de estos nos ha llegado tuna veintena, relacionados con la musica). Vasari corrobora en gran medida esta descripeidn: «Era tuna bella persona, proporcionada, agraciada y de bello aspecto». D'Orazio apunta, ademas, que era tun maniaco del cuidado del cabello, que Hlevaba largo hasta el pecho, y oftece muchas muestras de sus amplias preocupaciones estticistas rastreadas, en sus cuadernos: disenos de disfraces; croquis de Ia adecuada vestimenta de escuderos y pajes rece- tas para elaborar un traje de carnaval propuestas bastante descabelladas, como la de arrojar nieve recogida de las cimas montaiiosas sobre las plazas, pablicas durante las festividades es so sila afirmaciones del autor sobre las supues- tas «conquistas» de Leonardo entre duques y dw quesas, alos que habria hecho perder la cabeza por su belleza, entran de lleno en el territorio de la pura especulacién, Mas allé de las muy estrechas, y especiales relaciones del maestro florentino con sus protegidos Salai y Francesco Melzi, de las que seda cuenta en otro articulo de este niimero, poco se sabe a ciencia cierta sobre la sexualidad de Leonardo. ida privada y la MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 19 INVENTOS. DE OTRO TIEMPO. EI Museo Leonardiano di Vinci, situado en la cludas italiana de Vine, ofrece luna de las mas completas colecciones de maquinas, @ ingenios Inventados por Leonardo. Su pueblo natal le rinde homenaje ‘con la exhibicién de inventos ‘como su famosa bicicleta pagina dela derecha) 0 los sflotadoress para caminar sobre el agua (arriba), ¢COCINERO ANTES QUE FRAILE? (tra fabulacién, pero bastante mis ingeniosa, te- ne que ver con la pretendida vena gastronémica leonardiana, Lo tinico sabido a este respecto es que Da Vinci legé a hacerse vegetariano por su amor alos animales —todo un precursor: compraba, aves enjauladas para liberarlas en la naturaleza y calificaba a los omnivoros de «eomedores de ca- daveres»—, que se interes6, mas como quimico que como gourmet, por los procesos de la repos- {eria, y que cultiv6 vides. No esta del todo claro si, como algunos cuentan, regents en su juventud una taberna en Florencia a medias con Sandro Botticelli, pero en cualquier caso estos dos genios no inventaron alli la nueva cocina, como muchos {ncautos creyeron a pies juntillasaraiz.de la publi- cacién en 1987 en Inglaterra de las Notas de cocina de Leonardo da Vinci. Este libro, supuestamente compilado por una pareja de historiadore realidad, eran el presentador y escritor cémico de la BBC Jonathan Routh y su segunda mujer, la publicista Shelagh Marvin— a partir del llamado Cédice Romanoff se convirtié en todo un fend~ ‘meno editorial (en Espaiia lleva vendidos 75 000 ejemplares) y ha dado lugar a muchas polémicas y discusiones. No obstante, como cualquiera deberia colegir de lo disparatado de los episodios, consejos yrrecetas que atribuye a Leonardo, solo se trata de uuna broma literaria que parodia, precisamente, la creencia en la iimitada polimatia de los artistas del Renacimiento. En definitiva: el Cédice Romanoff jams existi6 y Leonardo nunca disefié el sacacor- hos para 2urdos, la méquina para eliminar ranas del agua potable, el cubito de caldo concentrado, el bocadillo ni la servilleta, como se firma en este divertidisimo apécrifo, presentado a la prensa no casualmente un 1 de abril (el April Fools’ Day o Dia de los Inocentes en Inglaterra). Por el contrario, dos obsesiones nada apécrifas y si constantes en la vida de Leonardo fxeron la boténica yla geologia, materias en las que legé a adquirir una pericia y una vastedad de saberes que atin hoy nos sorprenden. En cuanto a la primera, en sus cuader- ‘nos abundan los estudios de plantas, semillas y flores —los hay de violetassilvestres, de especies de cultivo (cereales y frutas), de zarzas, de plantas acusticas (lirios yjuncos...)—, cuyo exacto conocimiento se plasmaria luego en su obra pictérica. Por ejemplo, un detallado estudio del tallo de unos lirios encuentra su equivalente en el que sujeta la mano del arcangel Gabriel en su cuadro de La Anunciacién. También es célebre su dibujo esquematico del crecimiento de un Arbol. En él, intents establecer una regla universal que explicara los sistemas de ramificacién de los ér- boles,yafirmé que la norma que habia descubierto debia ser entendida. y puesta en prictica por todo pintor que deseara representar correctamente las formas de los arboles. TODO ESTA EN LA NATURALEZA Con respecto a la geologia, el primer dibujo fe- chado de Leonardo (5 de agosto de 1473) es un estudio sobre el valle del Arno con fuerte énfasis SU MAESTRIA EN EL DIBUJO Y OBSERVACION DE LA REALIDAD FISICA LE AYUDARON A SER UNO DE LOS MEJORES CARTOGRAFOS DE SU EPOCA 2OMUY HISTORA BIOGRAFIAS en sus caracteristicas geolégicas. Sus cuader- nos contienen, asimismo, paisajes con una gran cantidad de datos geolégicos de las regiones de Florencia y Milan, que a menudo incluyen ademas efectos atmosféricos. Este exhaustivo conocimien- to de plantas y minerales ha dado lugar a una reciente polémica de atribucién de las dos famosas versiones de La Virgen de las rocas. Siendo como era un magnifico dibujante y un cono- cedory observador certero dea realidad fisica,no es de extranar que también resultara ser un excelente cartégrafo. Asi, diseié varios mapas muy precisos, como el dela ciudad de Imola, creado en 1502 con el fin de conseguir el patrocinio de César Borgia: este queds tan impresionado que lo contrat6 como ingeniero military arquitecto durante dosaios. Leo- nardo también produyjo un mapa del valle de Chiana, en Toscana, que él mismo recorri y examiné, sin el beneficio de un moderno equipamiento como los actuales, para ajustar bien las distancias y poder re- presentarlas. En 1515, dibujé también un mapa de la costa del sur de Roma, vinculado a su trabajo en el Vaticano en relacién con sus planes para drenar el humedal, Ademés, investigaciones recientes rea- lizadas por el historiador del arte Donato Pezzutto stigieren que los paisajes de fondo en sus pinturas representan lugares especificos disefiados como vistas aéreas de gran profundidad, empleando para ello una técnica llamada «perspectiva cartografica» Pezzutto cree haber identificado asf la ubicacién de la Mona Lisa en el valle de Chiana, la de La Anun- ciacin en el valle del Arno y lade La Virgen y el nfo con santa Ana en el valle de Sessia. Pero si hubo una pasién en el complejo espiritu de Da Vinci que predominara sobre las otras hasta el punto de casi legar a eclipsarlas fue la de ser inventor. Dejando aparte sus conocidos esfuerzos como ingeniero y sus grandes maquinas de guerra o voladoras, Leonardo produjo bocetos (casi nunca Hlevados a la prictica) de innumerables objetos y herramientas de cardcter técnico o mecénico. Entre otros miltiples ejemplos: el telar mecénico, la mé- quina de cardar y la de «afeitar las sabanas» (que lo convierten probablemente en el primero que traté de mecanizar una fabricacion textil industrial); la ‘maquina para pulir espejos (que coneibi6 durante su etapa en Roma y supuso la resolucidn de pro- blemas para obtener superficies regulares planas © céncavas) los flotadores para caminar sobre el agua (aparentemente, estaba fascinado por el mi- lagro de Jestis en el lago Tiberiades); el odémetro (un dispositivo que indica la distancia recorrida, antecesor del cuentakilémetros); el reloj de Chia- ravalle (que contaba con un cuadrante para los ‘minutos, con una aguja que hacia un giro completo cada hora, y otro para los dias, que daba una vuelta cada 24 horas); el tornillo sin fin y otros muchos sistemas de atornillado; el higrometro (para medir el grado de humedad atmosférica); el anemémetro (que mide la velocidad y fuerza del viento), ete UN LEGADO QUE NO SOBREVIVIO ‘También se le ha atribuido la paternidad de la bicicleta por un boceto incluido en el Cadice At- Intico, pero esta cuestién divide a la comunidad cientifica, que duda de la autenticidad del dibujo y de su datacién. Paradéjicamente, Leonardo se interesé poco por un invento de su época que seria trascendental, a imprenta de Johannes Gutenberg, sibien es autor de una de las mas tempranas repre- sentaciones graficas de una prensa de imprenta. Y, curiosamente, no ha llegado a nuestros dias nin guna de las esculturas de este artista integral. El proyecto escultorico de Leonardo del que mas se conoce es el de una estatua ecuestre que debia re- presentar a Francesco Sforza, padre de Ludovico. Da Vinci ejecut6 en arcilla el modelo, conocido como el Gran Caballo, Estaba previsto que fuera una escultura de bronce de ocho metros de altura y se iba @ alzar en Milin; se prepararon 70 toncladas de metal para moldearla, | monumento qued6 sin concluir durante varios afios, lo que no era inusual en Da Vinci, yen 1495 el bronce acabé siendo usa- do para fabricar caiones en un intento de salvar la ciudad de Milin de los franceses. Por iniciativa privada, en 1999 se construyé en Nueva York una estatua segin los planos originales que fue donada a la capital lombarda, donde finalmente se erigio. Como en casi todo, Leonardo se habia anticipado su tiempo. El MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 24 MADONNAS DE PRIMEROS PASOS®: EL TALLER DE VERROCCHIO Un joven Leonardo ingres6 en la bottega del maestro florentino del que llego a ser alumno aventajado. Verrocchio, un uomo universale, experimentaba en todas las artes y ensefié a Da Vinci técnicas revolucionarias que mas tarde él aplicaria en sus obras. ‘ALEXANDRE VICO HISTORIADOR DEL ARTE (UNIVERSITAT DE GIRONA) mediados del aito 1460 Leonardo ini- Gi6 su formacidn artistica en el taller de Andrea di Michele di Francesco di Cioni, mis conocido como «Ve- rrocchio». Lejos quedaban aquellos ‘bucélicos momentos de contempla- cidn de la naturaleza en el pueblo toscano de Vinci y los prados de Anchiano. Por aquel en- tonces Florencia era una de las ciudades mas pobladas de Europa, con una cifra superior @ ien mil almas. En cuestién de pocos aios, dis tintos acontecimientos de indole militar, politica y comercial permitieron a la ciudad del Arno erigirse como una de las mayores potencias eco- némicas de la peninsula itélica En el Ambito de las artes dicho auge promovié la ereccién de imponentes palacios, repentinas transformaciones urbanisticas y la prolifera cin de talleres interdisciplinares. Estos iltimos, también llamados botteghe, funcionaban como pequefios clanes artesanales que mantenian y di- fundian el sello estilistico del maestro principal. Se trataba de lugares donde trabajaban codo con codo pintores, orfebres, carpinteros, doradores y entalladores de molduras, entre otros. Segin la experiencia, la edad y el grado de parti MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 23 NUEVAS TECNICAS, E1 cconjunto escultorico La incredulidad de santo Tomés| (1467), de ia iglesia de Orsanmichele (Florencia) ssupuso un hito fen las artes, por al estudio de la ‘anatomia y de las expresiones yeeluso de teécnicas innovadoras. cipacién en las obras, aquellos aprendices —que habian iniciado su formacién con poco mis de diez afios— eran descritos con términos jerérquicos como fattorino, garzone 0 discepolo, hasta alcanzar finalmente el rango de dipintore en el caso de la pintura, También era habitual que todos ellos comiesen y durmiesen bajo el {echo del maestro, quien primero podia reci- bir dinero de sus padres por el aprendizaje i partido y luego, una vez formados, contratarles como colaboradores. LA BOTTEGA DE VERROCCHIO ‘Tras la muerte de astros como Lorenzo Ghiberti, Desiderio da Settignano y Donatello, Verrocchio 24MUY HISTORA BIOGRAFIAS se abrié paso como adalid de una nueva gene- raci6n. Si bien la historiografia le ha recordado sobre todo como escultor, lo cierto es que tam- bién encarné el paradigma de womo universales un docente infatigable, un artista proteiforme capaz. de declinar todas las artes y desafiar las convenciones técnicas de su tiempo, Su versa- tilidad le granjed ademas un flujo constante de trabajo, ya que fue de los primeros maestros en adaptarse y satisfacer las nuevas —y mas comple- jas— demandas artisticas de la oligarquia y de las ALREDEDOR DEL SOL. Representacién del sistema heliocéntrico ‘copernicano en al Atlas coalestis ‘seu armonia ‘macrocosmica de Andrea Collars de 1681 MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 43 INcoMoDO PERO PROTEGIDO. La Inquisicién observe con recelo a Nostradamus, pero este ‘gozaba de la proteccion de personajes poderosos. LAS MENTES MAS AUDACES VEIAN COARTADA SU LIBERTAD DE PENSAMIENTO POR EL DOGMA DE LA IGLESIA Copérnico fue un astrénomo renacentista, pero Galileo, que podria haber sido su tataranieto y dedicé todos sus esfuerzos a defender la idea copernicana, vivi6 la mitad de su vida en el si glo xv1l. Cuando se le oblig6 a abjurar de aquellas hipdtesis que la Iglesia consideraba absurdas e in- sensatas —ademis de constituir una h mismas—, habian transcurrido noventa afos de la aparicion del tratado de Copérnico. Y habria de pasar otro siglo hasta que el papa Benedicto XIV admitiese canénicamente la posibilidad de que la Tierra girase en torno al Sol EL FRENO DEL DOGMA En el fondo, el auténtico problema con el que se enfrentaron los hombres renacentistas era la falta de libertad de pensamiento, Cuando se las consi dera en la distancia, uno se pregunta a qué altura habrian volado aquellas mentes formidables si no hubiera existido un techo intocable para sus espe- culaciones establecido por el dogma religioso, La Iglesia catélica se encuentra oblig cer que durante muchos siglos ejercié un papel de freno del progreso y la imaginacién, Parece inconcebible que por su causa tuviésemos que es NOSTRADAMUS perar doscientos afios antes de ser autorizados a saber, por ejemplo, que es nuestro planeta el que se mueve y no la estrella que sustenta el sistema, El secuestro de esa verdad tan importante para todo el género humano es un verdadero crimen, aunque su descubridor, Nicolis Copérnico, fuese un clérigo. No basta con que el Vaticano pida per én por lo sucedido con Galileo y tantos otros: debe admitir también que sin esa tenaz labor obs- taculizadora y retardadora es posible que hubié- ramos adelantado un gran trecho en el camino de los avances intelectuales y cientificos, de modo que nuestra vida actual seria mucho més evolu- cionada de lo que es. ¥, posiblemente, también lo seria la propia Iglesia catolica. LATECNICA Y LO OTIL El combustible de aquella revolucién fue la im prenta. Desde luego, el Renacimiento no hubiera sido viable sin su aparicion, pero la invencién de Gutenberg no fue decisiva solamente por sus re sultados, sino también por su propia esencia, nificé la introduccién de un concepto nuevo: la mecanizacién, la posibilidad de sustituir la labor humana por una herramienta o de utilizar una 44 UY HSTORABIOGRAFIAS maquina para producir un objeto. Cuando murié Gutenberg, Leonardo tenia 16 afos y su pasion por la mecénica aplicada dio a luz los inventos y artefactos mas extraordinarios que se habian visto hasta entonces, los mismos que todavia nos continiian asombrando. Esto era algo totalmente nuevo hasta ese momento. Los filésofos y mate~ miticos griegos habian despreciado siempre la técnica, pues consideraban vil hacer uso de los conocimientos cientificos para producir efectos, pero los renacentistas se negaron a seguir en ese aspecto a sus maestros clisicos. ;Por qué desde- far lo que resultaba itil? EI humanismo no podia dejar aun lado aquello que permita liberar al ser humano de trabajos monétonos y aberrantes, de manera que la técnica empez6 a entenderse co- ‘mo una novedad atrayente. Leonardo dejé escrito que la mecinica es la més noble de las ciencias, pues gracias a ella pueden moverse los cuerpos. para cumplir sus funciones. En Alemania, Alber- to Durero, un magnifico pintor renacentista con intereses andlogos a los de Leonardo, aunque no tan vastos, escribié varios tratados matemiticos y técnicos. El italiano Guidobaldo del Monte pu- bilicé sus Mechanicorum libri, y en las cortes e ropeas triunfaban los artefactos mecanicos mas sorprendentes, relojes y autématas como el leén de tamaiio natural capaz de caminar por sus pro- pios medios que, por encargo del rey Francisco I de Francia, construyé Leonardo con el propésito de que fuera admirado en la recepcién al papa Le6n X. Cuando se le golpeaba en el costado, el autémata abria una puerta secreta y dejaba caer un ramillete de lirios, el emblema real del soberano francés. GRANDES INGENIOS Mis allé de estos juguetes, el interés por la inge nieria tenia un sentido utilitario, militar o civil en el mejor de los casos. Uno de los grandes inge- nieros renacentistas, Juanelo Turriano, natural de Cremona, fue contratado por el emperador Car- los como relojero de la corte, y para su empleador construyé el célebre Cristalino, un artefacto de 1500 piezas que era a la ver.un reloj y un plane- tario. Despugs trabajé en El Escorial y en Yuste, acompaiando al Emperador. Pero el talento de Juanelo se explayé en Toledo, donde construyé su famoso artificio: una ingeniosisima obra de Ingenieria hidréulica capaz de proporcionar agua al alcézar subiéndola mecanicamente desde el ‘Tajo, con un desnivel de un centenar de metros yuna pendiente del 33 %, El atificio era el asom- bro de todos los visitantes, y estaba considerada una de las maquinas mas notables de todo el mundo, Para entonces, Felipe Il habia sucedido al Emperador, y Juanelo tuvo ocasién de comprobar que el hijo era muy distinto del padre. Hablando llanamente, podria decirse que el rey estafé al in- geniero, quien murié arruinado después de gastar todos sus ahorros para mantener en funciona: miento aquel encargo oficial que hubiera debido hacerlo rico. LA REVOLUCION DELA IMPRENTA. El invanto de Gutenberg introdujo un nuevo concepto: la mecanziacién, ‘logiada por Leonardo, MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 45 En la corte francesa, Leonardo contaba con una generosa asignaci6n anual ademas del alojamiento en un suntuoso inmueble. Esto le permitié seguir trabajando en sus investigaciones cientificas, dedicarse a la experimentacion y conocimiento del cuerpo humano, asi como a desarrollar sus invenciones. ued BIS cua ee Ure) Decrees FRANCISCO |. Retrato del savy is 12 de mayo de 1519, Leonardo da Vinci exhalé por ltima v la nostalgia y la tristeza, el gran polima- {a florentino del Renacimiento fallecia angustiado por todo aquello que dejaba incompleto, por lo que no le habia da do tiempo a finalizar. Alli, en su habitacién de la mansién de Clot contraba el joven rey fran cisco I quien, segin Giorgio Vasari, le sujeté la cabeza y le acompaié en el trance por Sentandose en el lecho ntemente [. lo y hacer que se le aligerase el mal; su espiritu [...] expiré en brazos del rey». Esta emotiva y conmovedora imagen que qui- so dejar por escrito el bidgrafo de los artistas italianos fue reinterpretada por Jean-Auguste Dominique-Ingres en Francisco I recibe los til timos suspiros de Leonardo da Vinci, pintado en 1818 y hoy en el Petit Palais, el Musée de: J,el rey le tom6 la cabeza pa DA VINCI SE ASENTO EN LA MANSION DE CLOUX JUNTO AL CASTILLO REAL DE AMBOISE ENTONCES RESIDENCIA DEL MONARCA FRANCES Beaux-Arts dela Ville de Paris. Con esta obra, el pintor francés volvi6 a recalcar la buena y estre- cha amistad que existié entre Leonardo da Vinci y Francisco I durante los tres afios que pasé en la corte del monarca; una estancia que coincid con el iltimo periodo de su vida. No obstante, cabria hacerse la siguiente pregunta: spor qué el artista florentino marché a Francia? Después del éxito disfrutado en Florencia, Milan y Roma, Leonardo da Vinci decidié emprender su Viaje a dicho territorio a finales del verano de 1516, cuando contaba con la avanzada edad de 64 ailos, Bl artista se encontraba en la capital del Tiber desde septiembre de 1513, pues habia de- cidido ir a la ciudad pontificia bajo la proteccion de Giuliano de Médici, hermano de Giovanni de Medici, el entonces papa Ledn X. A la muerte de su protector, Leonardo decidié aceptar la invita- cin que Francisco I le habia hecho para acudir a su corte como pintor del rey, pues estos ya se habian conocido previamente en Bolonia. Una ver en Francia, Da Vinci se asent6 en la man- sién de Cloux, junto al castillo real de Amboise, entonces residencia del monarca. El nuevo cargo adquirido por el artista en la corte francesa con: taba con una generosa asignacién anual ademas del alojamiento en tan suntuoso inmueble. Esto le permitié seguir trabajando en sus investiga- ciones cientificas, dedicarse a la experimentacién y conocimiento del cuerpo humano, asi como a desarrollar sus invenciones. Por supuesto, tam- bién tuvo contacto directo con Francisco I, quien Visitaba a menudo al sabio florentino con mucho carifio, segiin relata Vasari. Es cierto que el rey siempre tuvo en alta estima a Leonardo da Vin- ciy qued6 maravillado de su sabiduria, pues era tun hombre experto en innumerables materias y de quien, incluso, remarcé que destacaba por ser tun gran fil6sofo. El joven monarca, por lo tanto, no desaprovechaba ios encuentros con Leonardo para aprender del italiano, por lo que fue para ambos una relacién muy provechosa, Las fuentes conservadas muestran cémo Francisco I describié en numerosas ocasiones la mezcla de sensaciones que le producia aproximarse al conocimiento que Da Vinci le mostraba, entre las que se combina- bam la fascinacién y el temor producidos por la admiracién reverencial hacia él. Gracias a los escritos de algunos artistas poste- riores que sirvieron en la corte de Francisco I podemos conocer y formarnos una idea de esta admiracién del monarca hacia el artista. Es el caso de las evocaciones que plasmé Benvenuto Cellini, importante escultor que también viajé a tierras galas, quien escribié que el rey habia quedado fratament prendado de as cuantostsvitudesBENVENUTO de Leonardo, por lo que disfrutaba al oirle yera acto ge el motive porelquelovsitaba tan amenwdo, on Incase reogiel siguiente recuerdo: «Dijoque _fealzad por no creia que hubiera existido jamés un hombre Raffaello. aS cou Ts Reman {ory ent Sen ca Fonte voce, ARTE Y FESTEJOS Florencia, Una vez ya acomodado en Amboise, Leonardo da Vinci seguéa siendo igual de activo en su produccién, aunque es cierto que una pardlisis en el brazo derecho le impe- dia pintar como antes, tal y como se lamentaba Antonio de Beatis, secre tario y capellan del cardenal Luis de Aragén. Leonardo recibié la visita de este tiltimo en octubre de 1517, y por medio del diario de su secretario po: demos conocer el estado del artista, a lo que este se dedicaba por entonces y los bienes que conservaba consigo. Por ejemplo, ademas de referirse a su problema de movilidad —una cues tién que quizs deberiamos poner en duda pues, como es sabido, Leonardo era zurdo—, De Beatis destacé el sinfin de voliimenes y de manuscritos que al- macenaba en su residencia. Era una gran cantidad de escritos que trata- ban desde cuestiones anatémicas osobrela naturaleza de lasaguas hasta la invencién de maqui- nas; estudios que, seguin el escritor, resultarian wtiles @ todos. Sobre este mismo aspecto resulta interesante saber que el artista llevs en su equipaje obras de arte de reconocida fa ma y prestigio tanto en la época como en la actualidad. El secretario del cardenal Aragon mencioné la Mona Lisa, La Virgen, el Nitto Jestisy Santa Ana y el MUY HISTORIA BIOGRAFIAS 49

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