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El Código de Ética se aplica a todos los contadores públicos y auditores miembro activo del
Colegio de Contadores Públicos Autorizados y Auditores En Guatemala,
independientemente de la naturaleza de sus actividades o de su experiencia, si ejercen una
actividad independiente o personas empleadas como servidores públicos o empleados
privado. También incluye a otros contadores que ejercicio otra profesión. Al ejercer su
juicio profesional, los contadores públicos y los auditores están obligados a mantener un
estándar de separación de conflicto de intereses y rectitud.
Al prestar cualquier servicio, los contadores y auditores deben actuar con estricto
profesionalismo, por lo que siempre tendrán que hacerlo. Deben tener en cuenta las reglas
normativas de la profesión que se aplican al trabajo particular que se realiza. También
actuará con intención, cuidado y diligencia todo correspondiente a una persona responsable.
Como condición para la habilitación de los contadores públicos y auditores para prestar sus
servicios, deberán contar con la preparación profesional, técnica y competente necesaria
para el ejercicio de sus actividades profesionales. El contador público y auditor serán en
todo momento personalmente responsables del trabajo que realice bajo su supervisión.
El Secreto profesional consta que los contadores públicos y auditores colegiados están
obligados a guardar secreto profesional y por lo tanto no divulgar por ningún motivo en
beneficio propio o de un tercero hechos declaraciones o circunstancias de los que tenga o
tenga conocimiento desempeñar su profesión. Estará obligado a divulgar información sobre
su cliente solo cuando así lo ordene un juez competente o según lo exija la ley aplicable.
Respeto a los colegas y a la profesión; todos los contadores públicos y auditores colegiados
asegurarán sus relaciones con sus colaboradores con sus colegas y con las organizaciones
que los unen y se esforzarán por garantizar que la dignidad de la profesión nunca se
comprometa, sino que se celebre y sirva como espíritu de grupo.
Normas generales
En El Artículo 01 Nos dice que los contadores y auditores públicos tienen la obligación
necesaria de adecuar su conducta a las normas del Código de Ética las cuales, dada la
existencia de normas legales, deben ser consideradas como mínimo otros principios
morales y éticos aceptados y el espíritu de ampliar la interpretación de los mismos estas
reglas.
Artículo 02, Nos establece que este código rige la conducta de los contadores públicos y
auditores está en sus relaciones con el público y con sus compañeros de profesión, y éstas
se aplicarán a cualquier forma de actividad, desempeño de su técnica o naturaleza de la
remuneración que perciba por sus servicios.
En El artículo 03 nos especifica que los Contadores públicos que realizan otra profesión
deben respetar este código de conducta independientemente de las reglas específicas de la
profesión. En caso de duda sobre la interpretación del Código para ser presentado al
honorario del Colegio de Contadores y Auditores de Guatemala (Art.4).
Al mostrar el juicio profesional como base para el tercero para tomar decisiones, el
contador público y el auditor colegiado deben determinar su relación con los usuarios de
sus servicios (Art.5). Las Notificaciones, informes y documentos que envía los contadores
públicos y auditores colegiados deben expresar su juicio con base en factores objetivos, sin
ocultar o distorsionar los hechos de manera que puedan inducir a errores (Art.6).
Los informes de cualquier tipo, emitidos y firmados por un contador público y auditor
colegiado, son necesariamente el resultado del trabajo realizado por él o por los empleados
bajo su supervisión. Al firmar informes de cualquier tipo, los contadores y auditores son los
únicos responsables de los mismos (Art.7). El Contador Público y Auditor aceptará
solamente trabajos para cuya realización esté capacitado. En este sentido, ha de
considerarse obligatorio mantener debidamente actualizados los conocimientos
profesionales, conforme el proceso de educación profesional continua (Art.8).
Puede consultar a otros expertos o cambiar Influir en ellos conforme a normas o doctrina,
pero no se presentará ni divulgará información confidencial que identifique a las personas o
empresas involucradas (Art.9). El conocimiento especializado no debe usarse para tareas
poco éticas (Art.10). Los contadores públicos y auditores deben analizar cuidadosamente
qué servicios puede necesitar una persona, a fin de recomendar lo que se adapte a las
circunstancias de cada caso. Las recomendaciones deben ser objetivas y basadas en el
conocimiento y la experiencia de expertos (Art.11).
El monto de la compensación económica que recibe el Contador Público y el Auditor deben
estar de acuerdo sobre la importancia del trabajo a realizar, el tiempo que se dedicará a ese
trabajo y el grado de especialización requerido (Art.12). Los contadores y auditores se
abstendrán de votar hacer un comentario sobre otro compañero de trabajo cuando
perjudique la reputación del compañero de trabajo o la reputación de la profesión en
general (Art.13). El personal a cargo debe ser tratado como profesionales se tendrá en
cuenta su formación, desarrollo y justa retribución (Art.14).
A los empleados o socios de otros compañeros no se les puede ofrecer empleo, directa o
indirectamente, de lo contrario familiarizados con estas cosas, pero los que se autogestionan
o anuncian y que solicitan puestos de trabajo pueden emplearse libremente (Art.15). Los
contadores y auditores generales deben crear buena reputación en términos de honestidad,
diligencia y profesionalismo, coherente con los principios y el código de ética (Art.16).
Los contadores públicos y los auditores de cuentas expresan su opinión sobre los asuntos
que se les encomiendan, cumplirá con los supuestos y estándares establecidos en este
Código, y cuando este Código haya cumplido con los estándares profesionales emitidos y/o
aprobados por la el Colegio de Contadores Públicos y Auditores, se aplicará al desempeño
del trabajo (Art.20). Al actuar de forma independiente, el uso del nombre del profesional en
relación con proyectos o estimaciones de información financiera de cualquier tipo evitará
que éstos queden dependientes de hechos futuros, pudiendo suponer que se asuma la
responsabilidad de dichas estimaciones o se realicen proyectos adicionales (Art.21).
El contador público y auditor deben estar identificados lo que incluirán sus servicios y las
limitaciones de los mismos, cuando un profesional en el desarrollo de su trabajo se
encuentre con una situación que no le permita avanzar en su desarrollo en la forma
originalmente propuesta, deberá comunicarlo inmediatamente esto a tus clientes (Art.24).
No se proporciona trabajo, directa o indirectamente, a los empleados del Cliente excepto
con conocimiento previo de la misma (Art.25). En ningún caso se podrán otorgar
comisiones consigue un trabajo profesional. La participación en los honorarios o beneficios
del trabajo sólo podrá concederse a personas físicas o jurídicas con las que se comparta el
ejercicio de la profesión (Art.26).
Al cooperar con o en nombre de los profesionales de otros países, los contadores públicos y
auditores cuando realicen trabajos en el territorio nacional, están obligados a sujetarse a lo
dispuesto en el código de ética (Art.31). Una parte de retribución económico los contadores
públicos y auditores pueden reformarse en función de los resultados obtenidos de su
intervención profesional, este procedimiento no se utiliza cuando los contadores públicos y
auditores brindan servicios de auditoría de estados financieros (Art.32).
Cuando los servicios profesionales se prestan en un país en un país extranjero, los
requisitos del Código de Ética deben ser respetados en el país anfitrión y si no el practicante
se regirá por las costumbres y prácticas profesionales de ese país (Art.33). Los contadores
y auditores deben notificarles a los clientes o socios en cualquier relación significativa que
tengan con personas, organizaciones, productos o servicios que puedan crear un conflicto
de intereses y por lo tanto menoscabar su independencia sin esperar que los clientes o
socios sean notificados. Cuando se brinde o sea probable que se brinde asesoramiento
profesional a dos o más clientes en relación con la misma transacción cada parte interesada
debe ser notificada por escrito de la naturaleza de la transacción del servicio prestado o por
prestarse sin perjuicio de la confidencialidad. En todos los casos, es importante obtener el
consentimiento de las partes involucradas, por escrito (Art.34).
d. Además de una evaluación externa, se presta uno de los siguientes servicios, ya sea
directamente o a través de un miembro o empleado del colegio profesional al que se refiere
el profesional: i. Preparación, de manera permanente, de la contabilidad del cliente sujeta a
revisión y dictamen de los estados financieros. ii. Diseñar, implementar, operar y
monitorear los sistemas del cliente que generan información crítica para la preparación de
estados financieros con fines de auditoría. Para el diseño e implementación de sistemas, es
legal designar contadores y auditores como auditores externos, siempre que el cliente
mantenga la responsabilidad del proyecto y delegue la gestión empresarial al oficial de
competencia e idoneidad. Toma de decisiones en materia de planificación, coordinación y
control.
iii. Auditorías internas relacionadas con los estados financieros y la supervisión cuando el
auditor externo desempeñe esta función. Se entiende que el cliente es responsable cuando
uno de sus agentes, con las calificaciones y habilidades adecuadas, planifica, supervisa y
coordina las funciones y emite los informes correspondientes. Iv. Preparar opiniones de
expertos o estimaciones influyentes en los libros de contabilidad y se relaciona con los
activos, pasivos o ingresos totales a pagar del cliente. El hecho de que un Contador público
y auditor jurado de cuentas y un auditor colegiado desempeñen simultáneamente funciones
de auditoría externa y consultoría en las áreas de administración de empresas, fiscalidad o
servicios jurídicos no implica necesariamente una falta de independencia profesional,
siempre que la prestación del servicio no implique participación o responsabilidad de
Contadores y auditores en la toma de decisiones administrativas y financieras. e. Se recluta
y selecciona personal del cliente para que ocupe cargos en los primeros niveles de
autoridad.
Los contadores y auditores públicos pueden encontrarse con circunstancias específicas que
presenten amenazas específicas al respeto de ciertos fundamentos y no pueden ser
categorizados, por lo que deben estar atentos y conscientes de lo que pueden significar estas
amenazas a la independencia de juicio (Art.36).
Si los riesgos que representan ciertas actividades o intereses del Contador Público y
Auditor no pueden ser eliminados o limitados por las salvaguardas, o el Contador Público y
Auditor elige no eliminar dichas actividades o intereses, deberá rehusarse a desempeñar el
trabajo, o retirarse de un trabajo de auditoría. Existen otras salvaguardas, que establece la
entidad sujeta de dictamen y que pueden considerarse para preservar la independencia del
auditor externo, como, por ejemplo: a. El órgano superior de dirección de la entidad, como
es el Comité de Auditoría, designa al auditor, quien debe ser informado de los resultados de
la auditoría. b. Los procedimientos internos aseguran una selección objetiva en la
adjudicación de trabajos no revisados.
Sólo quienes ostenten el título de contador y auditor y tengan calidades colectivas activas
podrán suscribir los dictámenes y actas de auditoría (Art.37). Los servicios de asesoría
profesional apropiados y exclusivos para contadores públicos y auditores no deben ser
objeto de anuncios o anuncios que socaven o entren en conflicto con la profesión o
proporcionen señales de distorsión y comparabilidad del trabajo de otros colegas (Art.38).
Al proporcionar servicios profesionales relacionados con los impuestos, las opciones deben
evaluarse y enviarse a los clientes deben cumplir con las leyes fiscales de Guatemala y no
deben interferir con la integridad y objetividad de su profesión de ninguna manera (Art.39).
Los contadores y auditores certificados no pueden asegurar a sus clientes que las soluciones
fiscales propuestas son indiscutibles; por el contrario, debe constatar las limitaciones y
posibles consecuencias de aplicar sus recomendaciones, para que el cliente pueda
interpretar correctamente lo que se propone como opinión en lugar de una declaración de
un evento (Art.40).
Se debe tener cuidado de dejar el archivo del documento, dependiendo de la naturaleza del
servicio profesional prestado presta (Art.41). Después de analizar cuidadosamente los
principios disposiciones legales aplicables a la propuesta, se deben justificar las
interpretaciones de la ley tributaria analizadas y en su caso se debe aconsejar al cliente que
consulte a un experto de otra rama, si ello permite una mejor atención al cliente (Art.42).
Los asesores fiscales se negarán a realizar trabajos que puedan comprometer la calidad de
los servicios prestados o que estén en conflicto con la ética profesional y los principios
éticos establecidos en el Código de ética (Art.42).