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Ensayo sobre la prostitución Juan José Escobar

López

¿Es acaso la prostitución un empleo más en Colombia?, ¿será una simple causalidad misma de la
sociedad que se ejerza esta problemática social?, ¿Irá la prostitución, más allá de una crisis ética y
moral, o repercute de forma agobiante sobre cierta parte de la población?, ¿Por qué no ver el
ejercicio de la prostitución como un trabajo honrado, donde una simple mujer debe esforzarse (tal y
como lo hace un obrero en construcción) a diferencia que esta lo hace en un cuarto oscuro, sucio y
sin ganas?
Así es, esa y mas cuestiones surgen en una mente pragmática, en contra de verdades dadas por la
sociedad, en contra de estereotipos creados por los pasos de generaciones, por las inocurrencias de
algunos que creen tener mejor posición y nombre; Cómo un filosofo, un político o un sociólogo, va a
catalogar tal labor, tal virtud, tal magnificencia histórica (…), a fatídicas y absurdos juicios como que
la prostitución es degradante, es antimoral, va en contra de la iglesia, entre muchas otras
afirmaciones vacías y sin capacidad de abstracción.
¿Cuando uno de esos señores se ha dado a la tarea de ejercer por cierto tiempo esta labor?, ¡Nunca!
¿Que tan objetivos son tales juicios? Absolutamente subjetivos diría un positivista en este caso,
puesto que no hay capacidad de verificabilidad, ni de corroborar sus heroicas afirmaciones. ¿Cuando
por Dios, un sociólogo que estudio tales acontecimientos, podrá llegar a la verdad, si ni siquiera se
adentra lo suficiente en estos mundos?, no basta con jugosas entrevistas, ni con respuestas
intelectuales de una mujer de ese mundo. Dice popper que la contrastación de un hecho es aquello
que lo vuelve verdadero, y eso será algo que ningún investigador podrá saber nunca, tal y como es el
caso de los vicios sexuales y el por qué aquellos hombres que frecuentan a las putas, prefieren pagar
esa suma de dinero por un rato de “placer” en vez de conquistar una buena mujer y con ese dinero
invitarla a salir. Esas son incógnitas metafísicas de nuestro tiempo.

Del origen de la prostitución en la historia, se plantea que surge a partir del establecimiento de la
familia patriarcal, del abandono de la poligamia, de la institucionalización de las parejas
monogámicas, deteniéndonos un poco en los mitos y en el contexto de la literatura, del arte y de la
religión que esconden tras de si un fondo de machismo y discriminación, que en su momento
encontrarán la complicidad del Estado, unas veces reprimiendo y otras callando.

Es posible devolvernos en la historia hasta los tiempos en que según el catolicismo existió la primera
mujer dedicada a estas labores. Maria Magdalena, mujer adultera y pagana convertida: según cuenta
el libro de San Lucas. Esto en lo que se refiere a la era cristiana; Pero sería absurdo y sin coherencia
que esa historia tuviera su comienzo en un lugar de la historia tan humano, grandes historiadores
dicen que la historia de la prostitución es más antigua que la historia misma, se dice que en
Mesopotámica, se hablaba de la Prostitución sagrada, La religión aparece como la patrona e
impulsadora de esa actividad y ella con el paso de los años se convirtió en un indispensable medio de
sostenimiento de la misma religión. En tiempos de vacas flacas por lo menos una vez en la vida de la
mujer debía consagrarse ante la Diosa Mylita y prostituirse.
Tal forma de prostitución se llevo a cabo en el imperio sumerio, allí la organización trajo una
clasificación dentro de los oficios del placer y la religión, en otras palabras eran mujeres dedicadas a
lo sagrado y lo lascivo, donde esa dedicación promulgaba al placer carnal. Tales prácticas eran
rentables puesto que se extendieron hasta babilonia y Egipto, donde en cierta época ninguna mujer
llego a salvarse de trabajarla. En Grecia, se habla de hetéreas, que comúnmente se les denominaba
a prostitutas instruidas en las artes y las humanidades, que era previo requisito para su ejercicio:
Estas mujeres continuaban siendo manejadas por sacerdotes. ¿Curioso, pero discutible?

Esta simple reseña y formulación del origen y reproducción de la prostitución, no busca otra cosa
de como las narices de la religión, fuese monoteísta en los unos, y politeísta en los otros, han
tenido que ver con esta situación. Fuesen motivos paganos, morales, altruistas, religiosos y hasta
político hicieron de ella un fenómeno de índole cultural, con el agravante que su perspectiva fue
cambiando debido a las condiciones socioeconómicas en que se ha visto comprometida la
sociedad.
Llegó una época interesante frente a estos temas, donde a las prostitutas no se les veían como seres
inmorales (lo cual era, lo normal), ni como culpables de todos los daños y males de la sociedad, sino
en cambio como diría Cicerón, se encontraba en ella, una forma de proteger la santidad del
matrimonio y las necesidades de los jóvenes. Idea que hasta la edad media se sostuvo, ya que las
esposas cumplían su labor de procreadoras y siempre estaban embarazadas. Es ahí donde juega la
doble moral. Su más grande artífice fue Carlo Magno, quien a demás de tener esposas, tenia
numerosas orgías. Ya en el siglo XIX, arroja no solo luces a los sabios y eruditos, sino también sobre
las relaciones íntimas y placeres sexuales de los burgueses. Se deja a un lado la intromisión de la
religión y pasa a controlarse por el estado, Burdeles reglamentados, impuestos a los mismos y
denominadas “zonas de tolerancia”; y se connota como mas un centro de esparcimiento para todos
aquellos que desean un poco de placer. Podríamos hablar de las Geishas de Japón como la forma de
prostitución de la alta alcurnia, respetadas por la sociedad.
Sin dejar a un lado hoy por hoy, que Oriente es el principal Propulsor del trafico de blancas en el
mundo, principalmente correspondientes de América Latina, a lo que 30 años atrás al genero de la
prostitución internacional, se le considero como una especie de turismo sexual.

Pero pretender encontrar una solución que resuelva esta situación y que la anule como ejercicio
de subsistencia para muchas mujeres, es tan utópico y atrevido como pretender acabar con los
pobres del mundo.
Ya que estudios realizados sobre el tema han creado este monstruoso estereotipo: ¿Cuál será más de
culpar: la que peca por la paga o el que paga por pecar? Este interrogante sirve de bandera a la
ocupación central de este trabajo. El establecimiento de la frontera entre moral y ley como marco de
la problemática de la prostitución en Colombia. Si bien se ha dicho que este fenómeno es tan antiguo
como el mismo hombre, cabe anotar que a pesar de ello su tratamiento aun parece estar en las
primeras fases hacia una evolución.
Ni en Colombia ni en ninguna parte del mundo puede llegar a ser restringida, abolida, reglamentada
o desmantelada la prostitución, por un hecho de básico concepto: La sociedad necesita de ellas.
Porque faltan hechos por decir, la prostitución tal como lo es cualquier tipo de vicio, es un ocio que el
ciudadano busca por los problemas que enfrenta, porque se siente solo, porque no quiere
compromisos, porque lo engañaron, porque quiere encontrarse a si mismo, porque necesita
dispersarse, alejarse y sentirse respetado, porque la misma sociedad que no hace mas que
oprimirnos, ser agresiva, ser maltratadota y ladrona, es ella quien insita al hombre a buscar salidas.
Un hombre no siempre busca placer, un hombre busca ser escuchado, ser aconsejado, necesita de
personas que lo entiendan, que lo miren, que le presten atención! Y en una sociedad tan minimalista,
tan vacía, tan autosuficiente, donde todos buscan solo riqueza o ser mejor que los demás, tener mas
que los demás; en una sociedad donde no hay tiempo para el humano, como ser social, como ser
pensante: sino que todo es tiempo, todo es dinero, licor, mujeres y sexo. En una sociedad absurda
que ha olvidado la esencia del ser que es, que ha desaparecido el tiempo para dedicarse a si mismo,
es en esta sociedad donde solo se consume y produce; pero al ser lo dejaron a un lado. Y es ese ser
quien a gritos pide ser escuchado, ser involucrado, tener un poco de compañía; Pero esa compañía
no la hay, porque cada quien tiene sus problemas, cada quien debe arreglárselas y solucionar, en un
mundo donde si hay libertad, no saben que hacer con ella; donde hay igualdad, buscan siempre estar
por encima y ser insaciables con lo que aspiran y consiguen, en esa búsqueda interminable del
objetivo final, donde el final se les termina sin haber sido feliz ni haber disfrutado lo que tanto les
contó; en un mundo donde la fraternidad es tan difícil de alcanzar, donde hay tantas utopías, donde
los sueños de muchos se quedan en cárceles y hospitales a costa de otros, donde quienes tienen con
qué y solo buscan su lucro personal y luego no saben que hacer con tanto y consiguen lo que
estaban buscando: Infelicidad; en una sociedad donde la fraternidad es una palabra que no se
encuentra en el diccionario, porque nadie sabe que existe, donde nadie aspira a ser un poco de
amistad, a tener algo de amor y a luchar con el corazón por los sueños, en una sociedad en donde lo
que verdaderamente importa es aquello que no te hace feliz, donde la finalidad de todo es la
soledad, donde quien tiene un poco de mas prefiere esconderlo que darle a quien no tiene, donde
mueren y mueren personas que por estar guardando y guardando nunca disfrutaron de sus
esfuerzos.

En una sociedad como esta, es donde reina y reinará por siempre la prostitución, que no es mas que
método mas para conseguir dinero, que no es mas que esfuerzo que hacen miles de personas por
aspirar un futuro mejor, que quizás nunca tengan, pero quizás tampoco nunca dejaron de soñarlo, un
empleo que no puede verse con malos ojos, porque quienes lo hacen, lo hacen por amor a sus
allegados, porque este mundo vacío, hipócrita y agresivo no tuvo un mejor lugar para ellas, y ellas no
tienen pena de luchar un poco mas duro que lo demás por salir adelante, y se exponen mas que un
militar, tienen mas paciencia que un barrendero, ejercitan mas sus músculos que un deportista,
hacen su trabajo con amor porque saben que con el llegarán a casa y podrán ver a sus hijos con una
sonrisa, comiendo tranquilos.
Pero lo que duele en una sociedad como está es que gritemos a los cuatro vientos que somos una
generación de “mente abierta”.

No, no lo somos, somos prejuiciosos y nos gusta criticar. Y como es lo que mejor sabemos hacer, Hoy
tengo las pelotas para criticar a quienes sin conocer juzgan sobre un trabajo. Un trabajo digno, ético,
tan profesional como se practique, con amplios servicios a disposición del cliente. Y con mujeres a
bordo que sueñan algún Día no muy lejano, ver crecer a sus hijos y ser felices juntos a ellos.

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