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QUE REFORMA EL ARTÍCULO 79 DE LA LEY GENERAL DE SALUD, A CARGO DE LA DIPUTADA

REFUGIO TRINIDAD GARZÓN CANCHOLA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MOVIMIENTO


CIUDADANO

La suscrita, Refugio Trinidad Garzón Canchola, integrante de la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, con
fundamento en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 6,
fracción I, del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración del pleno de esta asamblea
iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 79 de la Ley General de Salud, al tenor de la
siguiente

Exposición de Motivos

1. En México, la prestación de servicios de atención prehospitalaria ha sido una responsabilidad lamentablemente


precaria y desatendida por parte de las Instituciones oficiales de Salud, mismas que, por responsabilidad y
obligación deberían de otorgar a la sociedad; recayendo esta exigencia y servicio principalmente en organizaciones
de asistencia social no gubernamentales (por ejemplo, Cruz Roja, Cruz Verde, Comisión Nacional de Emergencias
y de personal voluntario, entre otros) lo que propicia vacíos en la cobertura de estos servicios, desperdicio de
recursos y en ocasiones, que se agrave o se complique más la situación original del paciente; poniendo en riesgo su
salud o su vida.

2. Ha habido muchos intentos para unificar los criterios en materia de la atención prehospitalaria en las
emergencias médicas, algunos ejemplos son la formación de técnicos en urgencias médicas; principalmente por
universidades tecnológicas y algunas otras instituciones educativas, diversos cursos y entrenamientos; pero al no
existir un registro oficial de ésta actividad técnica por la Secretaría de Salud, ésta se ha tomado como una actividad
adicional de vida o mejor dicho, como una ocupación a realizar durante el tiempo libre de algunas personas que les
gusta prestar ayuda a otras. Lo anterior es debido a múltiples factores como los bajos sueldos y las mínimas o nulas
prestaciones económicas y sociales.

3. Uno de los esfuerzos realizados por el Poder Legislativo en el afán de construir una mejor atención
prehospitalaria, fue el de reformar el artículo que hoy también se propone modificar, al incluir en ese entonces en
su párrafo segundo la atención médica prehospitalaria como una de las actividades en el campo de la medicina que
para su ejercicio requiere de un diploma; esfuerzo que en lo particular reconozco y aplaudo, sin embargo la
naturaleza de la norma jurídica exige su actualización y adecuación al contexto de cada época y a sus necesidades.

Hoy en este caso particular se propone la reforma en el sentido de no acotar el derecho a la superación profesional
de quienes aspiran a tener un título profesional en materia prehospitalaria.

4. La importancia de la profesionalización en materia prehospitalaria radica en que, en la actualidad, la mayoría de


los casos que atienden los paramédicos, son asuntos graves en los que está involucrada la toma de una decisión
profesional correcta que puede salvar la vida del paciente, o en contraste conducir a la muerte.

Con base en lo anterior, debemos recalcar la importancia de la implementación de programas y entrenamientos de


carácter profesional, ya que estamos hablando de quienes en caso de accidente o circunstancias especiales, brindan
al paciente los primeros servicios de atención médica.

Con esta iniciativa, además de regular y mejorar la calidad de la atención prehospitalaria, se va a propiciar la
profesionalización del personal y se unificarán los criterios en el manejo de estos servicios en las Instituciones que
los otorgan.

Los objetivos de la presente reforma son


I. Incrementar la calidad de la atención prehospitalaria de las urgencias médicas, mediante la acreditación
académica universitaria, de todas las personas dedicadas a esta clase de servicios, logrando con ello, abatir
considerablemente los índices de muerte, por mal manejo o negligencia hacia los pacientes.

II. Que se oficialice ante la Secretaría de Salud bajo el nombre de TSU paramédico (técnico superior
universitario paramédico) y que se integre al organigrama de la institución a nivel nacional. De esa forma los
profesionistas prestadores de servicios de atención médica prehospitalaria, obtendrán su merecido
reconocimiento y por consiguiente podrán incrementar su remuneración salarial, al reconocer su formación
profesional bajo el concepto de TSU paramédico, y con ello ser reconocidos tanto a nivel nacional como
internacional.

III. Que todas las instituciones de salud tanto públicas como privadas ofrezcan un área específica para el
entrenamiento y prácticas de los estudiantes, previas a su titulación, por un periodo 4 a 6 meses en el servicio de
urgencias y hospitalaria, conocido como servicio social, que deberá ser evaluado al término por la institución
donde se llevaron a cabo dichas prácticas profesionales.

IV. Que se cuente como mínimo con un paramédico profesional dentro de las instituciones de salud, empresas,
industrias, compañías mineras, instituciones educativas públicas y privadas, guarderías, eventos públicos con
gran afluencia de personas.

Garantizando con ello el correcto y competente manejo de un ser humano en una situación crítica de emergencia.

Por lo expuesto propongo a la Cámara de Diputados la iniciativa con proyecto de

Decreto por el que se reforma el artículo 79 de la Ley General de Salud

Único. Se reforma el artículo 79 de la Ley General de Salud, para quedar como sigue:

Artículo 79.

Para el ejercicio de actividades profesionales en el campo de la medicina, atención médica prehospitalaria,


odontología, veterinaria, biología, bacteriología, enfermería, trabajo social, química, psicología, optometría,
ingeniería sanitaria, nutrición, dietología, patología y sus ramas, y las demás que establezcan otras disposiciones
legales aplicables, se requiere que los títulos profesionales o certificados de especialización hayan sido legalmente
expedidos y registrados por las autoridades educativas competentes.

Para el ejercicio de actividades técnicas y auxiliares que requieran conocimientos específicos en el campo de la
atención médica prehospitalaria, medicina, odontología, veterinaria, enfermería, laboratorio clínico, radiología,
optometría, terapia física, terapia ocupacional, terapia del lenguaje, prótesis y órtesis, trabajo social, nutrición,
citotecnología, patología, bioestadística, codificación clínica, bioterios, farmacia, saneamiento, histopatología y
embalsamiento y sus ramas, se requiere que los diplomas correspondientes hayan sido legalmente expedidos y
registrados por las autoridades educativas competentes.

Transitorios

Primero. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Segundo. Quedan a salvo los derechos laborales de quienes actualmente desempeñan la actividad de técnicos
prehospitalarios o paramédicos de conformidad con la legislación aplicable en el momento del inicio de sus
prestación de servicios.

Tercero. El Ejecutivo federal deberá emitir los reglamentos y los lineamientos respectivos derivado de la presente
reforma en un término de 120 días a la entrada en vigor de la presente reforma.

Palacio Legislativo de San Lázaro, a 1 de marzo de 2016.

Diputada Refugio Trinidad Garzón Canchola (rúbrica)

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