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El Divorcio

El divorcio (del latín divortĭum) es la disolución del matrimonio, mientras que, en un


sentido amplio, se refiere al proceso que tiene como intención dar término a una unión
conyugal. En términos legales modernos, el divorcio fue asentado por primera vez en
el Código Civil francés de 1804, siguiendo por cierto aquellos postulados que veían
al matrimonio como una verdadera unión libre (para contraerlo basta el acuerdo libre de los
esposos), y al divorcio como una necesidad natural; en este sentido, el divorcio moderno
nace como una degeneración de un matrimonio vincular cristiano, siguiendo la lógica de la
secularización de éste, teniendo por cierto raíces provenientes del Derecho Romano.
El divorcio se diferencia de la separación de hecho en que, dependiendo del ordenamiento
jurídico de cada país, puede tener o no algunos efectos jurídicos; por ejemplo para los casos
de Chile esta situación fáctica puede ser causal para solicitar la declaración de divorcio.
Respecto a la separación legal en tanto, ésta sí es reconocida legalmente en
diversos ordenamientos jurídicos, teniendo en consecuencia un mayor número de efectos
jurídicos que la separación de hecho, aunque a diferencia del divorcio, no pone término
al matrimonio.
Por otro lado, no se debe confundir con la anulación del matrimonio, que no es más que el
declarar que el matrimonio nunca existió, y que no solo se encuentra normado en
el ordenamiento jurídico de algunos países, sino que, además, se encuentra regulado en
el derecho canónico con larga data.
Al año 2011, solo las Filipinas y Ciudad del Vaticano no permiten el divorcio en
su ordenamiento jurídico. Por otro lado, recientemente Malta ha votado a favor de su
inclusión a través de un referéndum no vinculante realizado en el mes de mayo de
2011, aprobándose posteriormente su legalización en el Parlamento durante el mes
de julio; así, después de Chile (que la aprobó en 2004), Malta se transforma en el
último país que la ha legalizado. Cabe indicar que en el Congreso de Filipinas en tanto, se
ha iniciado a fines del primer semestre de 2011 un debate en torno a una potencial ley que
la anexe en su ordenamiento jurídico.

EL MATRIMONIO SE DISUELVE POR DOS RAZONES


FUNDAMENTALES.-
a. Por la muerte de uno de los cónyuges: Esto es acorde con nuestras disposiciones
legales vigentes, ante la desaparición física de uno de los esposos, el vínculo entre
ambos deja de existir y de producir efectos jurídicos válidos.
b. Por el divorcio: Que es el medio que se utiliza como procedimiento especial destinado
a lograr el cese de la relación nupcial.

Ley de Divorcio No.1306-Bis, "Art. 1.- el Matrimonio se disuelve por la muerte de uno de
los cónyuges o por el divorcio."
El Divorcio se puede definir como "la disolución del vínculo matrimonial que deja a los
cónyuges en la posibilidad de contraer otro matrimonio". También puede ser definido "El
Divorcio es la ruptura del vínculo conyugal, pronunciado por tribunales, a solicitud de uno
de los esposos (Divorcio por causa determinada) o de ambos (Divorcio por mutuo
consentimiento) sanción resultante de una acción encaminada a obtener la disolución del
matrimonio".
Es decir que el divorcio es sinónimo de rompimiento absoluto y definitivo del vínculo
matrimonial entre los esposos, por la intervención de una autoridad judicial facultada por
las leyes.
De esta definiciones se desprende lo siguiente:
 El divorcio, igual que la nulidad, debe ser pronunciado por una autoridad judicial;
 Mientras la nulidad tiene carácter retroactivo, salvo la aplicación al matrimonio putativo,
el divorcio se limita a la disolución del matrimonio para el porvenir;
 A diferencia de la nulidad, el divorcio supone un matrimonio válido

La anulación del matrimonio es un procedimiento distinto del divorcio. Un matrimonio se


puede anular cuando en su constitución no se siguió alguna de las formalidades exigidas
por la ley o cuando se realizó a pesar de mediar un procedimiento legal. Las causales de
divorcio, por el contrario, presuponen un matrimonio válido y surgen una vez constituido
éste.
En este sentido podemos concluir diciendo que la nulidad del matrimonio es retroactiva,
borra el matrimonio como si éste no hubiese existido jamás, es decir que opera hacia el
pasado; y por el contrario el divorcio opera hacia el futuro.

ORIGEN DEL DIVORCIO.-


En el Derecho Romano, la disolución del matrimonio se conocía como Divortium y
se producía por diversas razones, entre las cuales podemos señalar:
 Por incapacidad matrimonial de cualquiera de los contrayentes;
 Por la muerte de uno de ellos;
 Por Capitis Diminutio;
 Por el incestus superveniens, que ocurría cuando el suegro adoptaba como hijo a su
yerno y los cónyuges quedaban en condición de hermanos.
 Por llegar al cargo de Senador quien estuviese casado con una liberta,;
 Por la cesación de la Affetio Maritalis, consistente en la voluntad de ambos cónyuges de
poner término al matrimonio.

En la legislación Francesa no estaba permitido el Divorcio, el matrimonio era considerado


indestructible, eclesiástico y sagrado, pero a partir de laRevolución de 1739, se abrió la
posibilidad de dar por terminado al matrimonio mediante el Divorcio-Contrato y
posteriormente surge el Divorcio-Sanción. Fueron asimilando varias ordenanzas que
planteaban la posibilidad de pedir el divorcio en los casos de:
 Adulterio,
 Por la muerte de unos de los cónyuges,
 Por la condena a pena criminal,
 El abandono del hogar,
 Los excesos
 Sevicias,
 Las injurias graves del uno para con el otro,

Es decir todo lo que hiciera intolerable el mantenimiento del vínculo conyugal.

La separación y el divorcio: efectos en la pareja y en los


hijos

Tanto la separación como el divorcio producen en la pareja una gran sensación de fracaso. Aunque
al principio pueda aparecer cierta sensación de liberación por haber tomado la decisión o por haber
decidido solucionar un problema que ya resultaba insoportable, pronto se presenta la duda, la
sensación de haber fallado, la culpa, el desasosiego y un profundo sentimiento de pérdida. También
el propio entorno se siente desorientado ante una situación de ruptura. Casi nadie sabe qué hacer ni
qué es lo más conveniente. De este modo, podríamos decir que sus consecuencias negativas a corto
plazo superan con creces a las positivas.

La separación y el divorcio suponen la ruptura de un equilibrio y conlleva el sufrimiento para la


pareja. Constituyen acontecimientos vitales que generan un proceso de duelo, aunque pocas veces
los dos cónyuges lo viven de forma parecida. Muchas veces uno vive la ruptura como un paso
adelante y el otro como un paso atrás, pero para los dos es un proceso de pérdida que tendrán que
superar y donde muchas emociones van a entremezclar. La rabia que se mezcla con la nostalgia y la
pena inicial, para más tarde dejar paso a la melancolía, la desesperanza y el desamor. Y a todas
éstas pueden añadirse otras como el odio, la rivalidad, los celos, la envidia y la necesidad o el deseo
de controlar al otro.

El dolor por la separación o el divorcio no es solo para la pareja, ya que ocasiona también un
importante sufrimiento a los hijos. Los cambios que siguen a la separación o el divorcio son muy
estresantes para la mayoría de los hijos, aunque existen diversos factores que influyen notablemente
en la adaptación a la nueva situación (el nivel de conflictividad entre los padres, la edad de los hijos
en el momento de la separación o el divorcio, la calidad de la relación con el progenitor con el que
viva, las nuevas parejas y relaciones de los padres, el sexo del hijo, etc.).

Los hijos que han vivido el divorcio de sus padres suelen manifestar un mayor número de
problemas de comportamiento y psicológicos, más trastornos psicopatológicos, mayor
desadaptación social y una disminución de los logros académicos. Al contrario, un factor que
protege de estos efectos es que los padres mantengan sus funciones parentales de manera
satisfactoria a pesar de su ruptura.
Para favorecer la adaptación de los hijos y reducir los efectos psicológicos en situaciones de
separación o divorcio son necesarias varias tareas. Los niños deben reconocer y aceptar la
ruptura, lo que implica entender qué quiere decir el divorcio y aceptar las realidades que conlleva.
Es importante que puedan continuar con sus actividades cotidianas, a pesar de que el divorcio en
muchos casos supone la pérdida de las rutinas familiares diarias y de la estabilidad hasta ahora
conocida.

También son muchas las emociones a las que los hijos habrán de sobreponerse, entre ellas, el
sentimiento de rechazo, humillación e impotencia que provoca la partida de un progenitor, o la rabia
contra los padres y la autoculpabilización. A esto último contribuye que el divorcio representa una
decisión voluntaria de al menos uno de los miembros de la pareja, lo que hace que los niños sean
conscientes de que no es inevitable y entiendan que su causa verdadera es la falta de ganas o el
fracaso de mantener el matrimonio. Por ello, los niños, e incluso los adolescentes, no creen que el
divorcio no tenga culpables, culpando a uno o a los dos padres o a sí mismos, sobre todo los niños
pequeños.

Otra tarea necesaria para los hijos es aceptar que el divorcio es definitivo,luchando con las
esperanzas de restablecer la familia tal como estaba y con las fantasías de reconciliación. El hecho
que ambos padres tengan cierto contacto y que el divorcio sea percibido como evitable, favorece y
alimenta las fantasías de reconciliación.

En definitiva, a pesar del intenso dolor que puede sentir uno o los dos miembros de la pareja que se
rompe, el dolor puede superarse si se asume la pérdida y se resuelve favorablemente el duelo que le
sigue. Por otro lado, como decía antes, a este dolor se puede sumar el que los hijos experimentan,
dolor que puede mitigarse si ambos padres siguen ejerciendo como tales a pesar de la ruptura, lo
que contribuirá a que los hijos superen la separación de sus padres evitando problemas psicológicos.

LA TERAPIA DE PAREJA
La terapia de pareja, esta orientada a la ayuda de las parejas ya sean casadas o no, a
encontrar alternativas en la manera que llevan su relación, así como a comprender y
mejorar su conflictos. La terapia de pareja busca encontrar los recursos necesarios para
lograr una comunicación mas eficaz, negociar y manejar las diferencias normales que se
dan en la pareja, resolver problemas que surgen continuamente, de alguna manera también
permite encontrar lo recursos necesarios que facilitan discutir, argumentar o plantear sus
puntos de vista mas sanamente.
En algunas ocasiones la terapia de pareja o en pareja suele ser breve y en un corto plazo se
solucionan las crisis que se estan viviendo en la relación. En otros casos también es posible
que se lleve algunos meses, sobre todo en situaciones cuando ya la relación se ha
deteriorado mucho o los problemas se han mantenido por muchos años.

En la mayoría de los matrimonios o relaciones de pareja hay diferencias, cada miembro de


la pareja trae sus propios valores, creencias, pensamientos y opiniones personales, que
algnas veces no coinciden con las de su pareja. Estas diferencias no necesariamente son un
indicador de conflictos, ni mucho menos de que la relación no vaya a funcionar. Las
relaciones no son perfectas mas es posible lograr que los conflictos y las diferencias no
causen una mayor tensión en la relación.

En la relación de pareja se pueden presentar situaciones como: dificultades en la


comunicación, luchas por el poder y control, celos, infidelidades, dificultades en la
expresión de afectividad y de la intimidad, problemas sexuales, falta de compromiso y de
apego en la relación, violencia de diferentes tipos, separaciones recurrentes o separación
definitiva, divorcio, ya sean estas o de algunas otras situaciones que dificultan la relación
de pareja, en terapia existen formas de intervención que permiten encontrar una solución
y bajar la tensión que se esta generando a causa de los conflictos.

La terapia en pareja facilita la toma de conciencia, la solución de conflictos y favorece el


aprendizaje en la relación, lo que permite alcanzar los objetivos que se tienen o que se fijan
en pareja.

Si su relación esta pasando por una etapa difícil o por una crisis, si los problemas en lugar
de solucionarse parecen agrandarse o si ya tienen mucho tiempo sin solucionarlos y ambos
lo saben, mas no esta seguro de cómo hacerlo, y si usted realmente quiere quizá sea el
momento de la terapia en pareja.

La terapia en pareja puede ayudar a reconstruir la relación o quizá les permita decidir si
ambos estarán mejor si se separan. De cualquier forma la terapia en pareja le puede ayudar
a entender mejor su relación, a intentar nuevas formas de solución y a tomar decisiones mas
concientemente.

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