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ESTUDIO DE DAMAS: ¡USA TUS DONES!

Tema: Todos tenemos por lo menos un don dado por Dios y él desea que lo
usemos para el bien de los demás.

Objetivo: Animar a las mujeres a descubrir y a usar sus dones para la


edificación de la iglesia.

1 Corintios 12:4-11

Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas
maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero
es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.

A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien


de los demás. A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a
otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros, fe por
medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para
sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a
otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a
otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único
Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.

(Versículos de apoyo para el estudio: Romanos 12:6-8; Efesios 4:7-13;


Proverbios 31:16, 19-20)

Dios nos ha dado a todos los seres humanos un potencial que debemos usar
para ayudar y edificar a los demás. Es muy triste ver a una persona
desperdiciar sus dones porque se deja vencer por las dificultades de la vida.
Cada una de nosotras, cada hija de Dios, tiene algo precioso que contribuir a
esta sociedad en este momento. No estamos aquí por azar: Dios nos ha
puesto donde estamos con un propósito.

A menudo, cuando hablamos sobre los dones y talentos, pensamos en gente


muy exitosa: predicadores y evangelistas famosos o cantantes que han
grabado discos. Sin embargo, la palabra don significa dádiva o regalo. Un
don es una habilidad que Dios nos ha dado y que podemos regalar a los
demás espontáneamente. Cuando usamos nuestros dones nos sentimos
felices porque contribuimos al bienestar de los demás y de la iglesia en
general.

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Piensa, por ejemplo, en una ocasión en la que estabas muy triste. Estabas
pasando por una temporada muy dura y ya casi ni te quedaban fuerzas
emocionales para continuar. Recibiste una llamada de una amiga. Ella te
escuchó, te consoló, oró contigo y cuando terminaste de hablar con ella
descubriste que te sentías mucho más animada y tranquila. Te das cuenta
que Fuiste la receptora del don de animar o exhortar (Romanos 12:8).

O quizás recuerdas una vez en la que estuviste enferma por varios días y ya
no te quedaba mercadería en tu casa. Una hermana de la iglesia se enteró de
que llevabas varios días sintiéndote mal y llegó una tarde con una bolsa llena
de comida y un envase con sopa de pollo calentita, lista para comer. Ese es el
maravilloso don del servicio.

¿Conoces tus dones? ¿Podrías enumerar las cosas que haces que te
hacen sentir feliz y realizada? Algo se renueva dentro de nuestro ser
cuando usamos los dones que Dios nos ha dado. Hemos sido diseñadas para
usarlos, para compartirlos. Para ser más efectivas debemos conocer los
dones que Dios nos dio.

En la Biblia encontramos varias listas de dones. Las principales se


encuentran en los libros de romanos, Efesios y 1 Corintios. Algunos de los
dones que menciona la Biblia son los siguientes:

Sabiduría: ser capaz de decir y hacer lo correcto, lo que está de acuerdo


con la voluntad de Dios, en una situación específica. (1 Corintios 12:8;
Santiago 3:13-18; Efesios 1:17; Salmo 111:10)

Conocimiento: Recibir de forma sobrenatural revelación sobre una situación


o una persona. (1 Corintios 12:8; Proverbios 2:6; Salmo 119:66;
Proverbios 15:14)

Fe: Tener absoluta confianza de que Dios cumplirá lo que ha prometido y


actuar conforme a esa confianza. (1 Corintios 12:9; 1 Juan 5:4; Hebreos
11)

Dones de sanidad: Orar por las personas enfermas física o emocionalmente


en el nombre de Jesús y ver cómo recuperan la salud. (1 Corintios 12:9; 1
Corintios 12:28; Mateo 10:7-8; Marcos 16:17-18)

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Milagros: Traer la manifestación sobrenatural del poder y la presencia del


Señor a una situación específica. (1 Corintios 12:10; 1 Corintios 12:28;
Mateo 17:20; Hebreos 11:29-30)

Profecía: Dar una palabra de parte de Dios que aplica a una situación
específica, con el propósito de exhortar. (1 Corintios 12:10; 1 Corintios
12:28; Romanos 12:6; Hechos 19:5-6; 2 Pedro 1:21)

Discernimiento de espíritus: Lograr percibir o distinguir el tipo de espíritu


que actúa en una persona o situación, si viene de Dios o no. (1 Corintios
12:10; Hechos 5:3; Hechos 16:18; Mateo 16:17)

Hablar en diversas lenguas: Comunicar el mensaje del evangelio en un


idioma sin haberlo estudiado. También hay lenguas angélicas, que solo
entiende Dios y que sirven como ofrenda de adoración de la persona que las
habla hacia Dios. (1 Corintios 12:10; 1 Corintios 12:28; Hechos 19:1-7;
Hechos 2:4; 1 Corintios 14:27-28)

Interpretar lenguas: Lograr decir en el idioma que entienden las personas


reunidas un mensaje que se ha dado en lenguas. (1 Corintios 12:10; 1
Corintios 14:13; 1 Corintios 14:27-28)

Ayudar a otros, servir: Capacidad para percibir las necesidades reales de


una persona junto con el empuje para ponerse en acción y aliviar esa
necesidad. (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28; Marcos 9:35; Juan
13:14)

Enseñanza: Habilidad para transmitir con claridad las verdades del


evangelio de salvación. (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28; Deuteronomio
11:18-19; Tito 1:9; Mateo 28:19-20)

Generosidad, socorrer a los necesitados: Un gran anhelo de compartir lo


que uno tiene con los más necesitados y con los que llevan la Palabra de Dios
a otras personas y naciones. (Romanos 12:8; Proverbios 11:25; 2
Corintios 9:7; 2 Corintios 9:11)

Liderazgo y/o administración: Disposición para ayudar, cuidar y guiar a


otros en su andar con el Señor. También la capacidad de organizar las
tareas necesarias para el buen desarrollo de la iglesia. (Romanos 12:8; 1

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Corintios 12:28; Hebreos 13:7; Marcos 10:43; Hebreos 13:17; Tito


3:12-14)

Mostrar compasión: Identificación y afecto especial hacia los necesitados


y las personas que sufren. No se queda en el sentimiento sino que se pone en
acción. (Romanos 12:8; Efesios 4:32; 1 Pedro 3:8; 2 Corintios 1:3-4)

Dar palabras de ánimo: La facilidad de aliviar el dolor o la preocupación de


otra persona a través de palabras llenas de fe, inspiradas por el Espíritu
Santo. (Romanos 12:8; 1 Timoteo 6:12; Deuteronomio 31:8; 1
Tesalonicenses 5:11-14)

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

¿Cuál de esos dones piensas que tienes? ¿Cómo lo usas o


cómo podrías usarlo?

¿Cuál de esos dones te han dicho que tienes? ¿Has hablado


sobre tus dones con otras hermanas de la iglesia o con tu
pastor/a, o con tu familia?

¿Le has preguntado a Dios cuál don o dones te ha concedido?


Pide al Espíritu Santo que te ayude a identificar tu don (o
tus dones) y que te llene de valor para comenzar a usarlos.

Dios anhela que usemos nuestros dones no solo por nuestro bienestar
espiritual, sino por el bien de la Iglesia en general, o por la de nuestra
familia. Descubramos y usemos nuestros dones para la gloria de Dios.
Seamos mujeres de acción, participemos activamente en la edificación de la
iglesia. Veremos a Dios obrar en nuestra vida y a través de nosotras. No hay
mayor satisfacción que la de saber que estamos viviendo la vida como Dios
desea, usando nuestros dones y los recursos que él nos da para impactar a
otros en su nombre.

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