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RETIRO DE ADVIENTO 2018

Diócesis de Saltillo

“Preparemos los caminos del encuentro”

“Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor,


allanen sus senderos” (Mt 3, 3).
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Introducción

Llegamos a un momento del año particularmente emotivo y comprometedor,


entramos en el Adviento. Es momento de volver a tomar nuestra vida y la vida de
nuestras familias y de nuestras comunidades para ponerlas ante Dios.

El Adviento, con sus cuatro velas, nos habla de un estado de vigilancia, de espera
activa. Ahora que en nuestro mundo imperan el odio y la violencia, las divisiones, el
individualismo, la soberbia, etc., viene Jesús a decirnos que hay caminos distintos
para construir la vida si nos atrevemos a dejar nuestros miedos, nuestras
comodidades, nuestras rutinas. Que es posible reorientar nuestras fuerzas y
enderezar los senderos, que la fraternidad es posible, y que siempre es tiempo de
preparar la ruta del encuentro con Dios y con nuestros hermanos.

Una nueva oportunidad llama a nuestras puertas. Es tiempo de Adviento, de espera


gozosa, de preparar el corazón, pero también las manos, los pies, la voluntad, la casa,
la comunidad, las estructuras de nuestras parroquias, porque todo es camino, que
nos aleja o nos lleva a encontrarnos como hermanos.

Signos
 La corona de adviento con sus cuatro velas
 Cartelones con las imágenes que se indican: camino, persona vigilante, árbol
genealógico, huellas, encuentro.
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Oración inicial

La tierra se alegra estos días, y la Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, que
se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que estamos en las tinieblas
de la ignorancia, del dolor, y del pecado.
Llenos de esperanza en tu venida, te pedimos Padre, que mientras aumenta cada día
el esplendor de esta corona con nuevas luces, nos ilumines a nosotros con el
esplendor de Aquél que, por ser la luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Canto de adviento: Un Pueblo que camina

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO GRITANDO "VEN SEÑOR"


UN PUEBLO QUE BUSCA EN ESTA VIDA LA GRAN LIBERACIÓN.

Los pobres siempre esperan el amanecer


de un día más justo y sin opresión,
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
"libertador".

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO....

Salvaste nuestra vida de la esclavitud,


esclavos de la ley sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza en ti,
"Dios del amor".

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO....

El mundo por la guerra sangra sin razón,


familias destrozadas buscan un hogar,
el mundo tiene puesta la esperanza en tí,
"Dios de la paz"

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO....


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PRIMERA PARTE: PERMANECE VIGILANTE

Texto bíblico: Leer Marcos 13, 33-37

Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será
como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna
a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén
prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer,
a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y
los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén
prevenidos!

(Mientras se lee el texto, se enciende la primera vela de la corona de adviento)

Reflexión

Este tiempo es una invitación a despertar. Hagamos en este momento un ejercicio


de “vigilancia” personal y comunitario.
Cerremos los ojos en silencio para percibir los gérmenes de vida, los signos de la
llegada del Reino en nuestra historia personal, en nuestra parroquia. Es urgente estar
vigilantes y despiertos para descubrirlos en el mundo, en nuestra vida diaria. Es
verdad que el Reino no está presente todavía como una realidad plena y poderosa
que lo transforma todo, pero podemos reconocer, celebrar e impulsar nosotros sus
primicias. Hay muchos signos de esperanza para quien sabe ver.
Dejemos nuestro pasado en las manos de Dios, acojamos la vida en la esperanza del
futuro que viene, que está por llegar y que nos espera.
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Pregunta para la reflexión

¿Qué cosas encuentras en tu vida que te distraen y te adormecen, de modo que no te


dejan estar atento a la llamada del Señor?

Oración

Señor, danos la Gracia de estar siempre vigilantes, despiertos nuestros corazones y


atentos a tu presencia.
Te pedimos fuerzas para mantenernos en vigilia constante ante las tentaciones, las
debilidades, y apegos, que amenazan con dormirnos y olvidarnos de tu venida.
Abre nuestros ojos y nuestros oídos, para que el ruido del mundo no nos distraiga
de Ti. Amén.

Canto de adviento: Ven Señor.

VEN, VEN SEÑOR, NO TARDES.


VEN, VEN QUE TE ESPERAMOS.
VEN, VEN SEÑOR, NO TARDES.
VEN PRONTO, SEÑOR.

El mundo muere de frío,


el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

VEN, VEN SEÑOR, NO TARDES…

Envuelto en sombría noche


el mundo sin paz no ve;
buscando va una esperanza,
buscando Señor tu fe.

VEN, VEN SEÑOR, NO TARDES…


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SEGUNDA PARTE: RECUERDA Y AGRADECE

Texto bíblico: Leer Mateo 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac;
Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares
y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de
Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de
Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de
Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey
David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de
Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asaf;
Asaf, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre
de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de
Manasés. Manasés fue padre de Amós; Amós, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías
y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en
Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel,
padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de
Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar,
padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María,
de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. El total de las generaciones es, por lo
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tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el
destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta
Cristo, catorce generaciones.

(Mientras se lee el texto, se enciende la segunda vela de la corona de adviento)

Reflexión

En este texto se nos relata el origen de Jesús. Ahora, en silencio, cerremos los ojos
para volver nuestra vista atrás, para repasar de dónde venimos, para traer las
imágenes de nuestros padres, hermanos, abuelos…, y descubrir poco a poco cómo
Dios se ha hecho presente en nuestra vida a través de todas estas personas.
Quedémonos con estas memorias por unos minutos.

Pregunta para la reflexión

 Recuerda qué personas o qué acontecimiento te ayudaron a encontrarte con


Cristo.
 ¿Qué haces ahora para que otros puedan tener el privilegio de encontrarse con
Cristo, de modo que no se rompa la cadena de la fe?

Oración

Gracias Señor por mi familia.


Con sus limitaciones y sus defectos, son mis cimientos.
En esta familia empecé a vivir y a caminar.
Gracias por las personas que me enseñaron a rezar y a encontrarme contigo.
Gracias por quienes me han sostenido a lo largo de la vida.
Quienes me han dado la fuerza para seguir cuando ya no podía.
Gracias por el consejo fiel de un buen hermano.
Por las veces que me levanté y pude continuar.
Gracias Señor porque nunca me has abandonado.
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Canto de adviento: El Pueblo gime de dolor.

El pueblo gime de dolor, ¡ven y sálvanos!


A Dios levanta su clamor, ¡ven y sálvanos!

OYE, PADRE, EL GRITO DE LOS PUEBLOS, OYE, CRISTO, ¡VEN Y SÁLVANOS!

El pueblo está en la esclavitud, ¡ven y sálvanos!


El pueblo clama libertad, ¡ven y sálvanos!

OYE, PADRE, EL GRITO DE LOS PUEBLOS, OYE, CRISTO, ¡VEN Y SÁLVANOS!

Moisés será el libertador, ¡ven y sálvanos!


Su brazo es fuerza del Señor, ¡ven y sálvanos!

OYE, PADRE, EL GRITO DE LOS PUEBLOS, OYE, CRISTO, ¡VEN Y SÁLVANOS!

El pueblo empieza a caminar, ¡ven y sálvanos!


Vencida queda la opresión, ¡ven y sálvanos!

OYE, PADRE, EL GRITO DE LOS PUEBLOS, OYE, CRISTO, ¡VEN Y SÁLVANOS!

La marcha es dura, ciega el sol, ¡ven y sálvanos!


Se acerca ya la Redención, ¡ven y sálvanos!

OYE, PADRE, EL GRITO DE LOS PUEBLOS, OYE, CRISTO, ¡VEN Y SÁLVANOS!


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TERCERA PARTE: PONTE EN CAMINO

Texto bíblico: Leer Marcos 1, 1-8

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: Yo


envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el
desierto: Preparen el camino al Señor, allanen sus senderos. Juan bautizaba en el
desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonaran los
pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los
bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a
la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: - Detrás de
mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las
sandalias. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo.

(Mientras se lee el texto, se enciende la tercera vela de la corona de adviento)

Reflexión

Es adviento, es momento de ponernos en camino. ¿Desde dónde hacerlo? Quizá


desde la tibieza de un cristianismo arrutinado y débil. Quizá desde resentimientos
hacia la vida o hacia quien nos hizo daño. Quizá desde apegos desordenados que
nos llevan a caer continuamente en el pecado. No importa desde dónde. La voz
vuelve a llamar. En el desierto del mundo, en la soledad de nuestra vida, en el
egoísmo de nuestras acciones… La voz nos llama a dar el primer paso, nos invita a
mirar hacia delante y ponernos en camino.
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Pregunta para la reflexión

 ¿Qué significa preparar el camino?, ¿Cuáles actitudes nos exige?

Oración

Gracias, Señor, porque nos invitas a allanar los senderos,


a preparar el camino para que vengas.
Gracias, Señor, porque quieres contar con nosotros.
Gracias, Señor, porque quieres entrar en nuestra casa
y hacer de ella una morada nueva.
Gracias, Señor, porque te acuerdas de nosotros
y te pones en el camino por el que vamos caminando,
para que te encontremos, porque Tú ya antes nos has encontrado.
Gracias, Señor, porque vienes, porque estás, porque estarás.
Gracias, Señor. Amén.

Canto de adviento: La Virgen Sueña Caminos

La Virgen sueña caminos, está a la espera,


la Virgen sabe que el Niño está muy cerca.
De Nazaret a Belén hay una senda,
por ella van los que creen en las promesas.

LOS QUE SOÑÁIS Y ESPERAD LA BUENA NUEVA


ABRID LAS PUERTAS AL NIÑO, QUE ESTÁ MUY CERCA.
EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL VIENE CON LA PAZ.
EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL TARE LA VERDAD.

En estos días del año, el pueblo espera


que venga pronto el Mesías a nuestra Tierra.
En la ciudad de Belén llaman las puertas
pregunta en las posadas y no hay respuesta.

La tarde ya lo sospecha, está alerta,


el sol le dice a la luna que no se duerma.
A la ciudad de Belén vendrá una estrella,
vendrá con todo el que quiera cruzar fronteras.
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CUARTA PARTE: ABRE TU CORAZÓN AL ENCUENTRO

Texto bíblico: Leer Lucas 1, 67-79

Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
“Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y
nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había
anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas, para salvarnos de
nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. Así tuvo misericordia de
nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro
padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de
nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda
nuestra vida. Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del
Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante
el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos
traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas
y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz".

(Mientras se lee el texto, se enciende la cuarta vela de la corona de adviento)


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Reflexión

La cultura del encuentro tiene una clave: ¡abrirse! Toda clase de apertura: abrir el
corazón, abrir la mente, abrir la casa, abrir nuestra la comunidad, tener las puertas
abiertas de la Iglesia y de nuestro corazón.
La manera de vivir ha sido muchas veces cerrándonos sobre nuestras propias ideas
y creencias, con desconfianza y temor a lo que consideramos ajeno: personas,
grupos, vecinos, migrantes de otros países, etc. Pero no podemos seguir así, ha
llegado la hora de esforzarnos para encontrar identidad en lo común, en la
colaboración, en la participación, en la unidad de lo diferente.
El Adviento nos llama a encontrarnos y vivir nuestros espacios como lugares de
fraternidad, de acompañamiento. Es urgente salir de los territorios acostumbrados
para encontrar a Dios en los distintos, en los alejados, en los que no piensan ni son
como nosotros.

Preguntas para la reflexión

 ¿Dónde está Dios esperando que le encuentres? ¿en qué persona,


acontecimientos, situaciones de tu vida…?
 ¿Qué necesitas cambiar para favorecer este encuentro?, en casa, en el trabajo,
entre tus amigos, en tu comunidad parroquial.

Oración

Señor, quiero salir a tu encuentro.


Tú vienes en mi familia, en mi comunidad, en aquellos que más quiero.
Despierta mi corazón incrédulo para ser testimonio vivo de tu venida.
Señor, quiero salir a tu encuentro,
Tú vienes en los vecinos de mi barrio.
Despierta mi corazón desganado para estar alerta
y comprometido ante las necesidades de los otros.
Señor, quiero salir a tu encuentro.
Tú vienes en mis compañeros de grupo, de trabajo…
Despierta mi corazón, para ser cada vez más auténtico.
Señor, quiero salir a tu encuentro.
Tú vienes en los hambrientos, en los migrantes, en los más solos.
Despierta mi corazón embotado con las cosas de este mundo,
para compartir mi riqueza espiritual y material con los que menos tienen.
Señor, quiero salir a tu encuentro.
Tú vienes en los enfermos, en los caídos, en los últimos…
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Despierta mi corazón anestesiado de egoísmo


para acercarme y descubrir en tu pesebre, la cruz de los que sufren.
Señor, quiero salir a tu encuentro.
Tú vienes en mis enemigos, en los que más rechazo…
Despierta mi corazón aletargado por tanto rencor
para aprender a amar a tu estilo y descubrirte también en cada uno de ellos.
Señor, quiero salir a tu encuentro.

Canto de adviento: Esperando.

Esperando, esperando al Mesías, que nos ha de salvar


tierra y hombres que sueñan porque Dios va a llegar

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD

Buscamos la luz que nos guie y encendemos estrellas de papel


hasta cuando Señor jugaremos como niños con la fe

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD

Aunque largos discursos gritemos pregonando una falsa hermandad


hasta cuando Señor viviremos sin justicia y caridad.

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD

Esperando, esperando. Esperamos a un niño que en Belén nacerá


como nace en mi alma si hay en mi navidad.

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD

Villancicos alegres y humildes nacimientos de barro y cartón


más no habrá de verdad nacimiento si a nosotros nos falta el amor.

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD

Si seguimos viviendo en pecado y haya un niño que llore sin pan,


aunque sobren turrones y fiestas no podremos tener navidad

ESPERANDO, ESPERANDO, SEÑOR, TU VENIDA, TU VENIDA DE VERDAD


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Peticiones

Para que la celebración de esta próxima Navidad nos aliente a volvernos a encontrar
con Jesús, que por nosotros vino al mundo para enseñarnos a vivir en fraternidad.

Todos: Ven, Señor Jesús.

Para que las personas que no conocen a Jesús lo descubran por medio de las
palabras y los ejemplos de los que somos cristianos.

Todos: Ven, Señor Jesús.

Para que los pueblos que están en guerra descubran su capacidad para superar las
diferencias por medio del diálogo.

Todos: Ven, Señor Jesús.

Por nuestras familias y comunidades, para que en este Adviento seamos capaces de
renacer nuestros corazones y nuestras estructuras, para crear canales de
comunicación efectiva que faciliten la participación y el diálogo.

Todos: Ven, Señor Jesús.

Por todos los participantes en este Retiro, para que demos el primer paso y
preparemos los caminos del encuentro con nuestros hermanos.

Todos: Ven, Señor Jesús.

Digamos juntos el Padre Nuestro y el Ave María.


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Canto final. Somos un Pueblo que camina.

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA, Y JUNTOS CAMINANDO


PODREMOS ALCANZAR OTRA CIUDAD QUE NO SE ACABA,
SIN PENAS NI TRISTEZAS, CIUDAD DE ETERNIDAD.

Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad.
Somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad.

Siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar


otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

DEPARTAMENTO DE FOMACIÓN DE AGENTES

Calle Las Palmas s/n, Col. La Libertad

Tel. 135 9610

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