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El narrador está descontento de haber sido obligado por su familia a asistir a la misa de Navidad en la catedral en lugar de salir con sus amigos. Mientras observa las estatuas, oye un lamento y su nombre, y se da la vuelta para ver a una figura que le dice que hoy recibirá tres visitas.
El narrador está descontento de haber sido obligado por su familia a asistir a la misa de Navidad en la catedral en lugar de salir con sus amigos. Mientras observa las estatuas, oye un lamento y su nombre, y se da la vuelta para ver a una figura que le dice que hoy recibirá tres visitas.
El narrador está descontento de haber sido obligado por su familia a asistir a la misa de Navidad en la catedral en lugar de salir con sus amigos. Mientras observa las estatuas, oye un lamento y su nombre, y se da la vuelta para ver a una figura que le dice que hoy recibirá tres visitas.
—Cállate enana— respondo. —Es navidad, estamos de celebración y en la catedral. No os peleéis—nos regaña mi madre. Resoplo y me alejo para contestar un mensaje. Podría haber salido con mis amigos, pero no, mi familia decidió que este sería un buen día para celebrar la navidad. En el camino admito que la catedral es hermosa, pero podría haber comprado un montón de cosas en el tiempo que hacia la gigantesca cola para entrar. Observo una estatua particularmente hermosa cuando un ruido llama mi atención, va aumentando y reconozco un lamento junto con mi nombre. Me giro de repente al sentir una presencia y una figura aparece. —Hoy recibirás tres visitas…