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Harvard College Library

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George B. Reed
,

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ofCambridgepor .

23 Aug., 1889
.
EXTE
1

14
HISTORIA DE BELGRANO

DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA
OBRAS

Del General BARTOLOMÉ MITRE

A VENTA EN LA MISMA LIBRERIA

HISTORIA DE BELGRANO y de la Independencia Argentina, en 2 vol.


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1
VIDA Y ESCRITOS de J. Rivera Indarte.
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vos documentos, en 4 vol.
HISTORIA

DE

BELGRANO

DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA

POR

Bartolomé Mitre

TOMO II.

TERCERA Y UNICA EDICION COMPLETA

2.
BUENOS AIRES

3248-Imprenta y Libreria de Mayo, de C. Casavalle, Potosi 189


----
1876
3343-1
9

SA5062.5
, 5,889, Aug. 23 .

Gift of
Geo. B. Reed

ESTA TERCERA EDICION ES PROPIEDAD

Del Editor D. Cárlos Casavalle.

(RESERVANDO LOS DERECHOS FUTUROS del autor)


CAPITULO XXI

AYOUMA

1813-1814

Diaz Velez en Potosí - Reto de Castro - Contestacion de Diaz Velez - El


campamento de Macha-Constancia de Belgrano - Decicion de los habi
tantes de Chayanta -Trabajos de reorganizacion - Hostilidades sobre el
enemigo- El capitan La-Madrid Los sargentos de Tambo Nuevo -
Muerte de dos perjuros - Insurreccion en el Bajo Perú-Incorporacion
de Diaz Velez y Zelaya -El ejército patriota se remonta- Su nueva or
ganizacion -Emisarios en el Bajo Perú -Ideas políticas de Belgrano—
El ejército real toma la ofensiva, venciendo grandes dificultades-Disper
sion de Cárdenas y Lanza-Los dos ejércitos se avistan -Junta de guerra
en Macha-Divergencia de opiniones entre los gefes argentinos –El ejérci
to patriota ocupa la posicion de Ayouma- Error de este movimiento
Descripcion de Ayouma-Fuerza respectiva de los ejércitos contendores-
Orden de batalla de ambos ejércitos - Maniobras preliminares - Batalla
de Ayouma-La infanteria argentina - Juicio crítico sobre Ayouma-He
róica comportacion de Zelaya -Retirada á Potosí -Propósitos de resisten
cia-Retirada á Jujuí -Dorrego gefe de retaguardia -Muerte de un sar
gento de Tambo Nuevo - Movimiento de la vanguardia realista - Refriega
de San Lorenzo - Plan de hostilidades -Belgrano se repliega á Tucuman
-Entrega el mando á San Martin- Retrato de Güemes- Resistencia de
Arenales en Santa Cruz de la Sierra- Derrota de San Pedrillo - Victoria de
la Florida- Revolucion en el Cuzco -Las montoneras de Salta - Situacion
de la vanguardia realista en Jujuí -Pezuela se dispone á abrir su campaña
sobre Tucuman- Rendicion de la plaza de Montevideo —El ejército real se
replega al Alto Perú -Atrevido proyecto de Castro - Su trágica muerte.

La triste nueva del desastre de Vilcapujio circuló el país


con una rapidez asombrosa . Los primeros oficiales dispersos
6 HISTORIA DE BELGRANO

que llegaron á Chuquisaca, anunciaron al Presidente Ocampo


que todo se habia perdido, y que ya nada habia que esperar. +
Pero muy luego se supo, que el General Diaz Velez se hallaba
en Potosí á la cabeza de un cuerpo de tropas, y que el gene
ral Belgrano se habia situado con el resto del ejército sobre
el flanco izquierdo del enemigo. Desde entonces se vió que
el desastre no era irreparable .
El grueso de los dispersos que se habia dirigido por el
camino de Potosí, se hallaba reunido en efecto en esta ciudad
bajo las órdenes de Diaz Velez . Este gefe, que despues de
separarse del General Belgrano en el campo de Vilcapujio,
pudo reunir como 400 de los dispersos que seguian aquella
ruta, llegó con ellos hasta Yocalla , 6 leguas de Potosí, donde
encontró al Coronel Araoz con otros 500 hombres, de los cua
les se desbandaron en la noche mas de trescientos. Ambos
trozos se incorporaron en Potosí, formando unidos una co
lumna como de 600 soldados, que aunque desmoralizados por
la derrota, podian sostenerse fortificándose en la ciudad.
El enemigo, que á consecuencia de su dispersion y de ha
ber perdido mas de 1,500 mulas y caballos en el curso de la
campaña, se hallaba en la imposibilidad de aprovechar su
victoria, se limitó á destacar á Olañeta con su batallon de Ca
zadores por el camino del despoblado, y á Castro con su Es
cuadron por el de Potosí, por donde suponia que Belgrano se
hubiese retirado. El resto del ejército español se replegó á
Condo. Hacia quince dias que habia tenido lugar la batalla
de Vilcapujio, y aun ignoraba Pezuela que el General patrio
ta, situado casi á su retaguardia, se ocupaba en reorganizar
su ejército. Tal era la fidelidad con que el país entero guar
daba el secreto de sus movimientos !
A mediados de octubre recien apareció sobre Yocalla el
Escuadron de Castro, quien dirigió á Diaz Velez un reto ca
balleresco, desafiando con cien dragones á toda su division ,
dejando á su eleccion el campo . Diaz Velez , fortificado en la
ciudad, y creyendo que aquella era la vanguardia de todo el
ejército real, que debia suponer en movimiento, contestó al
arrogante guerrillero, que no le reconocia sinó por un perjuro
CAPITULO XXI 7

á la capitulacion de Salta, digno solo de ser ahorcado si caia


en sus manos. La firmeza con que Diaz Velez se sostuvo en
Potosí, impuso á los perseguidores, que se replegaron al fin
á sus posiciones de Condo, no sin haber esperimentado antes
algunas pequeñas pérdidas de que se hablará á su tiempo.
Mientras tanto, Belgrano situado en Macha trabajaba ac
tivamente en formar un nuevo ejército. Desde el mismo
dia de su llegada á aquel punto, empezó á circular órdenes á
los gobernadores, para que le remitiesen hombres, armas, mu
niciones, caballos y auxilios de todo género, contrayéndose con
teson á remontar el espíritu de las pocas tropas que le acom
pañaban. Con fecha 7 escribió á Ortiz Ocampo, Presidente de
Charcas, diciéndole : « Fortaleza , ánimo, constancia y esfuer
" zos (no de los comunes ) son los que necesita la Patria . Ella
❝será libre é independiente si no nos amilanamos . Si en ese
« pueblo hay cobardes, que vengan á Macha, y sepan que no
hemos de abandonar el puesto, sino cuando sea imposible
" sostenerlo. Aun hay sol en las bardas y hay un Dios que
nos protege. "
Ortiz Ocampo contestó remitiendo á Macha refuerzos de
hombres, artillería , municiones y como doscientos caballos de
pesebre, con los cuales se montó perfectamente la caballeria .
Arenales, Gobernador de Cochabamba, procedió con igual ac
tividad enviando los auxilios pedidos, y alentando á los pue
blos en una enérgica proclama que les dirigió. Warnes,
Gobernador de Santa Cruz de la Sierra, no se mostró me
nos decidido, y Belgrano contestando sus comunicaciones
le decia : « Con el contraste de Vilcapujio han creido que
❝se repetia la escena del Desaguadero : se engañan , el ejér
<< cito vive, y vive con su general para escarmentar á los
« enemigos , y triunfar de ellos, Dios mediante. " Dirigién
dose al Gobierno con fecha 21 le decia : « En valde se fatigan
<< nuestros enemigos así interiores como exteriores ; en vano
<< sufriremos contrastes ; en vano, tal vez, nos véamos casi á
<< las puertas de nuestra total ruina, como ya lo hemos estado
« en algunas épocas de nuestra gloriosa empresa : las Provin
«cias Unidas del Rio de la Plata serán libres, y las restantes
8 HISTORIA DE BELGRANO

« del continente se le unirán , afirmando con sus sacrificios y


<< esfuerzos la libertad é independencia que el cielo mismo ha
"puesto en nuestras manos. "
La Provincia de Chayanta, habitada por indígenas casi
en su totalidad, dió en esta ocasion pruebas de su patriotismo ,
acudiendo de todos puntos del territorio hombres , niños y
mujeres, trayendo sus ofrendas, y la mayor parte cargándolas
sobre sus propios hombros. Artículos de guerra, víveres, ga
nados, cabalgaduras, forrages, bálsamo y vino para los enfer
mos, y hasta objetos de lujo para los oficiales del ejército, to
do fué espontáneamente ofrecido por los indios de Chayanta,
cuya avaricia es sin embargo proverbial . (1 ) Era, como lo de
cia el general al dar cuenta de esta espontánea generosidad,
❝ que no sabian como darle gracias por haberse fijado en me
dio de ellos para la reunion del ejército . " La disciplina de
las tropas bajo su direccion era tal, que los pueblos nunca tu
vieron que quejarse de ninguna espoliacion , y esto hacia que
se considerase como una bendicion tenerlas cerca. Belgrano,
en recompensa de los servicios prestados por los habitantes de
Chayanta, espidió un bando distribuyendo entre los proleta
rios y perjudicados por la guerra, las tierras del comun , con
lo cual acabó de afirmar su popularidad en aquella comarca.
Gracias á esta cooperacion de parte de los pueblos y de
todas las autoridades, el ejército tuvo muy luego un tren de
artillería, aunque de inferior calidad ; un parque bien provis
to ; hermosos caballos para los escuadrones , y almacenes pro
vistos de víveres para mas de dos meses. Apesar de esta
abundancia, el General, que era tan desinteresado con lo su
yo, se mostraba económico y hasta avaro cuando se trataba
de los intereses públicos . Así es que, existiendo entre los
víveres, algunos de mala calidad, los hacia repartir un dia sí
y otro no ; y los soldados que en este dia ayunaban , entrete
nian su hambre cantando versos epigramáticos sobre aquellas

1- La lista de estos donativos con los nombres de los donantes existe ori
ginal en el Archivo General, y es un documento que no puede leerse sin
grande interés. M. S.
CAPITULO XXI 9

incomibles raciones. Los porteños, á quienes nunca abandona


su buen humor, pasaban alegremente su dia de ayuno, hacien
do del rancho el tema favorito de sus chistes. Segun las pa
labras de un contemporáneo, « no eran soldados aquellos, ca
<
«
< paces de molestar á su general con ningun reclamo, por
<< pasar uno o dos dias sin comer. » ( 2)
El enemigo mientras tanto, á pesar de su reciente victoria ,
carecia de víveres y de elementos de movilidad, y refugiado
en las alturas, rodeado de poblaciones hostiles, se hallaba re
ducido á una completa nulidad. El general argentino apro
vechándose de esta circunstancia, destacó montoneras y par
tidas en todas direcciones, con el objeto de estrechar su
círculo de accion ; comisionando á Cárdenas, Lanza y otros.
caudillos, para que con sus indios procurasen cortar sus comu
nicaciones con la Paz y el Desaguadero ; y destacando á al
gunos oficiales de valor acreditado, para que hostilizasen de
mas cerca los destacamentos que aun no se habian reconcen
trado á Condo. Entre estos gefes de partida empezó á dis
tinguirse entre amigos y enemigos el teniente de Dragones D.
Gregorio Araoz de La Madrid . Activo y fogoso, reunia á las
puerilidades de un niño , la audacia de un héroe de leyenda .
Aunque poco capaz de concebir un plan militar, tenia todas
las calidades que se requieren para golpes de mano temera
rios . El General supo utilizar sus disposiciones. Un dia lo
llamó y le dijo : « Escoja V. cuatro hombres de su compañia,
« y marche á traerme noticias exactas de la vanguardia ene
« miga que está en Yocalla." Al poco rato volvió La Madrid
con sus cuatro voluntarios, y le dijo : « Mi general ya estoy
" pronto y solo falta que V. E. me dé un pasaporte para que

2-El Coronel Lugones de quien tomamos esta noticia, dice que el dia
que se repartia charque podrido en vez de carne fresca, los soldados cantaban
por gracia la siguiente copla :
Cielito, cielo que sí,
Cielo Puente de Márquez,
No andes pintando chapá,
Que están podridos tus charques.
10 HISTORIA DE BELGRANO

«se me permita entrar al campo enemigo, para poderle traer


« las noticias con la exactitud que desea. " -El general Bel
grano le contestó sonriéndose : « Vd. sabrá proporcionarse el
pasaporte. " La Madrid , guiado por un indio por senderos
escusados, y trasnochando con una gran nevada, fué á amanecer
sobre el campamento de Yocalla, donde se hallaba Castro con
su division ; y á cuatro cuadras de él, tomó prisionera una
partida de cinco hombres, que habia salido á hacer su descu
bierta sobre la nieve. Dos de estos prisioneros pertenecian á
los juramentados en Salta, y los dos fueron remitidos al General
para que le diesen las noticias que necesitaba. Belgrano man
dó fusilar por la espalda á los dos juramentados, y cortadas
sus cabezas, se les puso un rótulo en la frente en que se leia
en grandes letras : Por perjuros. Estas cabezas fueron remi
tidas con un refuerzo de ocho Dragones, á la avanzada de
La Madrid, con órden de que se colocasen á inmediacion del
enemigo, para escarmiento de los que habian traicionado la fé
jurada.
Hallándose La Madrid á la cabeza de 12 hombres, se con
sideró en aptitud para acometer empresa de mayor magnitud,
y resolvió sin pérdida de tiempo atacar nna compañia de ca
zadores montados , que sabia haber destacado el gefe de la van
guardia realista, con el objeto de cortarle la retirada luego que
él se comprometiese en la quebrada de Tinguipaya , que era el
camino preciso que debia llevar para acercarse á Yocalla. En
la noche del 24 de Octubre, se puso en marcha á la cabeza de
su pequeño destacamento, con el ánimo resuelto de sorprender
los Cazadores enemigos, que segun noticias se habian situado
en el portezuelo de la quebrada, en la posta denominada de
Tambo Nuevo. Para llegar á este punto, se hacia necesario
remontar una áspera cuesta flanqueada por hondos despeña
deros. La Madrid , que conocia el terreno, hizo adelantar co
mo batidores á los soldados José Mariano Gomez, tucumano,
y Santiago Albarracin y Juan Bautista Salazar, cordobeses.
Estos tres valientes soldados llegaron al pié de la cuesta , echa
ron pié á tierra y la subieron silenciosamente con el caballo de
la rienda. Al pisar la cumbre, creyeron oir el relincho de un
CAPITULO XXI 11

caballo, y muy luego vieron brillar á la distancia la luz de la


posta, y acercándose mas, distinguieron perfectamente un
centinela apostado en las casuchas. Deslizándose como som
bras y aproximándose á ellas al abrigo de las quiebras del
terreno, se convencieren de que allí estaban en efecto los rea
listas ; pero á escepcion de los relinchos de los 50 caballos de
la compañia, encerrados en el corral de Tambo Nuevo, nin
gun rumor llegaba á sus oidos. Los tres batidores siguieron
avanzando, y descubrieron un cuerpo de guardia . Era la avan
zada de la compañia enemiga. El centinela estaba descuidado
ó dormia inclinado sobre el fusil. Las armas estaban apoya
das contra la pared á cargo del centinela . En el interior del
rancho ardia un candil encima de una carpeta, sobre la que
se veia un naipe. A su alrededor dormian tranquilamente
once soldados. A poca distancia á retaguardia, descansaba el
resto de la compañia en número de cuarenta hombres .
Los tres batidores concibieron el atrevido proyecto de
apoderarse solo de la guardia. Pensarlo y hacerlo fué la obra
de un momento . Uno de ellos se lanzó rápidamente sobre el
centinela, y lo desarmó y rindió, antes que pudiese articular
un grito de sorpresa : otro se apoderó de las armas ; y el ter
cero, colocándose en medio del resto de la guardia con su ca
rabina amartillada, intimó á todos rendicion. Todos se rin
dieron, y uno por uno fueron maniatados por los tres batidores ,
quienes echándolos por delante volvieron á bajar la cuesta . El
Sargento de la guardia prisionera, aprovechándose de las fra
gosidades del terreno, se arrojó por un despeñadero , y fué á
dar la alarma al resto de la compañia que aun dormia tran
quila.
Los batidores de La Madrid se incorporaron muy luego
á él, y le presentaron once prisioneros y doce fusiles . Sin
trepidar, avanzaron los doce dragones patriotas en busca del
grueso de los Cazadores enemigos, que encontraron ya en
marcha en disposicion de bajar la cuesta . Trabose un tiroteo
en la oscuridad de la noche, y los realistas creyéndose ataca
dos por fuerzas superiores , se replegaron á la posta, y fortifi
cándose en el corral de piedras, gritaron ¡ Viva la Patria!
12 HISTORIA DE BELGRANO

en señal de rendicion , cesando el fuego. Las primeras luces


del alba les hicieron conocer el corto número de patriotas, y
entonces volvieron á romper el fuego ; pero sin abandonar los
muros del corral.
La Madrid emprendió entonces su retirada, mas pesaroso
de no haber tomado la compañia entera, que satisfecho de la
ventaja obtenida. Llegados al cuartel general con los prisio
neros, los tres valientes batidores fueron recompensados por
el General Belgrano con el glorioso título de Sargentos de
Tambo Nuevo, con el cual han pasado á la historia , para en
señar á los venideros, que cuando un ejército está animado de
nobles pasiones hasta los simples soldados tienen las inspi
raciones de los héroes . (3) El enemigo, no perdió tiempo en
replegarse á su reserva, disculpando su cobardía con la noti
cia de que habia sido atacado por un Escuadron de caballeria
y dos compañias de infanteria. A consecuencia de esto, Cas
tro se reconcentró con su reserva á Condo, y libre el camino.
de Potosí á Vilcapujio, La Madrid pudo pasear el campo de
la derrota, donde un mes antes habian chocado furiosamente
patriotas y realistas. Los cadáveres de los últimos habian
sido piadosamente enterrados por sus compañeros . Los de
los patriotas permanecian insepultos, devorados por los perros
y los buitres ; y al frente de un monton de muertos que indica
ba el sitio de la derrota del N.º 6 , se veian los cadáveres des
figurados de Alvarez y Beldon . Allí colocó La Madrid las
cabezas de los dos juramentados en Salta, fusilados recien
temente, colgándolas de altos maderos, hecho lo cual se retiró
en observacion á las alturas.

3 - En el No 5 del Padre Castañeta se publicó una relacion de la sorpre


sa de Tambo Nuevo, la cual es mas fantástica que verdadera, y adolece de mu
chas inexactitudes. La que hace el General Paz en sus Memorias (tomo 1º
pág. 138 ) no es completa, aunque mas exacta que la anterior. Por último, la
que hace el General La Madrid, actor en este suceso, en la pag. 30 y en la 32
y 33 de sus Observaciones á las Memorias de Paz, es falsa por lo que respecta á
la dispersion de la compañia enemiga, cuando fué atacada por La Madrid, segun
se comprueba con su mismo parte oficial publicado en el No 80 de la Gaceta Mi
nisterial de 24 de Noviembre de 1813, (pag . 482 y 83. )
CAPITULO XXI 13

Franqueado el camino entre Potosí y Macha, Diaz Velez


se puso en marcha hácia el cuartel general, al que llegó con
poco mas de 500 hombres, habiendo dejado 250 de guarnicion
en Potosí. Allí estaba ya Zelaya, que á la noticia de la der
rota se habia visto obligado á replegarse á Cochabamba, de
donde volvió á salir con menos de 300 hombres mal armados
y de inferior calidad . Al mismo tiempo, llegó el contingente
del Valle Grande de Cochabamba en número como de 400
tambien, armados en su mayor parte de chuzas y sin ninguna
instruccion, ni disciplina . Todas estas fuerzas reunidas for
maban un total como de 3400 hombres, de los cuales solo mil
eran veteranos, y apenas dos mil podian considerarse de pelea .
Todos los demas eran bultos, que no podian servir sino de es
torbo ; pero el General Belgrano no estaba en situacion de es
coger, y se contentaba con suplir en cantidad lo que le falta
ba en calidad . De todos modos , esta rápida reorganizacion
del ejército hace alto honor á la actividad y á la constancia de
Belgrano, y el enemigo mismo no podia menos de tributarle
por ello su admiracion, comprendiendo al mismo tiempo con
cuanta habilidad habia sabido poner á las poblaciones de su
parte. (4) Infatigable en el cumplimiento de su deber ; siem
pre enérgico, sin que le sorprendiese por un instante el des

4-El historiador español Garcia Camba, dice lo siguiente : " Belgrano


66 con
pasmosa celeridad habia reunido 4.400 hombres de sus derrotadas tropas.
" Esta pronta reunion hace honor al enemigo : la mayor parte de los soldados
"de Belgrano, rotos y dispersados en Vilcapujio , se dirigian á sus hogares,
"cuando el activo caudillo logró detener los fugitivos y reunir aquella fuerza en
" el punto de Macha del partido de Chayanta. " Memorias para la Historia etc.
tomo 1º pag. 106. -Torrente, en las pag. 358 y 359 del tomo 1º de su Historia
66
etc, dice lo siguiente ; ' Apoyados todavia ( despues de Vilcapujio) en la opi
"nion de los pueblos de retaguardia, que se hallaba bien pronunciada á su fa
´vor, reunieron con la mayor presteza sus dispersos, levantaron nuevas tropas ;
"y desplegando una energia tan vigorosa, que los habria inmortalizado si su
66
causa no llevara el sello de la injusticia y de la reprobacion, llegaron á poner
66
se muy pronto en estado de disputar el terreno á los victoriosos realistas, etc.,
"y poniendo en actividad todos los recursos de su ingenio y los últimos esfuer
66
' zos de su desesperada situacion, amenazaban volver por el honor de sus armas,
66
no pudiéndose resolver á abandonar aquellas provincias sin tentar los últimos
"trances de la guerra ."
14 HISTORIA DE BELGRANO

aliento, el General patriota infundia á todos su espíritu , man


dando personalmente las evoluciones, presidiendo á la instruc
cion de los reclutas y en activa comunicacion con las auto
ridades de los pueblos, de tal modo que, el derrotado de
Vilcapujio, que habia permanecido mas de quince dias sin
municiones en Macha, logró al cabo de un mes restablecer la
confianza de los pueblos y remontar la moral de su ejército,
inspirando á todos la seguridad del triunfo .
Pero el general patriota no circunscribia sus trabajos al
recinto de su campamento. Lleno de fé en el triunfo definiti
vo de la revolucion, se ocupaba en estenderla por toda la Amé
rica del Sur, dando una séria atencion á los negocios de la
política . Teniendo siempre fija su vista sobre Lima, despachó
nuevamente emisarios á la costa del Bajo Perú, con el objeto
de preparar una insurreccion general de los pueblos , así que se
moviese sobre el enemigo. Con tal motivo decia al Gobierno
el 5 de Noviembre : « Al fin solo Tacna fué quien hizo el movi
❝miento en la costa, habiéndose acobardado los de Arica, Mo
« quegua y Arequipa . Ansian por la libertad é independen
« cia, pero quieren que sea á costa de sangre agena. Falta
< mucho todavia para que los americanos salgamos de la esfera
❝de la degradacion en que estábamos, y para que nuestro espí
« ritu tome aquel vuelo que lo haga superior á la idea de perder
las efímeras comodidades de nuestra vida, por otra parte muy
« llena de vicios. » Y dirijiéndose á los mismos pueblos , en
una proclama, en que recordaba el reciente movimiento de
Tacna, sofocado con motivo del revés de Vilcapujio, les decia:
<< Me habeis distinguido con el título de Capitan General de
" vuestros pueblos, en el momento en que las armas de la
« Patria que están bajo mi mando, sufrian un contraste. »
Al mismo tiempo activaba la marcha de los Diputados de
los pueblos que debian incorporarse á la Asamblea General ,
señalando los progresos que hacian las ideas disolventes, y
presintiendo los peligros que esperaban á la revolucion des
pues del triunfo. « " Las ideas de federalismo han cundido
< mucho, " decia en oficio de 23 de Octubre, « y creo que
" Dios nos manda trabajos para que nos amoldemos y suje
CAPITULO XXI 15

<
«temos al órden : confieso que mas temo á los pueblos des
<< pues de la victoria, que á los enemigos hoy. Es mucha la
« ignorancia, y conviene que todavia en mucho tiempo estén
❝las atenciones fijas en los peligros exteriores, sin perder de
« vista los objetos interiores. "-El Gobierno le contestaba
con fecha 27 de Noviembre : « En cuanto á los temores de
los pueblos , cuando cesen los peligros esteriores, no obstan
te que el Gobierno conoce que para sofocar las pasiones ,
guiar la ignorancia y traerlos al camino de la felicidad, seria
« preciso trabajar mucho ; cree sin embargo mas urgentes y
" espantosos los males que los enemigos nos preparan ; pues
<< estos atacan la existencia misma del Estado, y amenazan
« cortar de raiz el árbol naciente de la libertad de estas Pro
« vincias : así es preciso concluir que, siempre será mas útil y
« seguro que desaparezcan enteramente los peligros este
❝riores . "
Así, llevando de frente la doble tarea de la política y de
la guerra, llegaron los primeros dias del mes de Noviembre,
en que empezó á circular el rumor de que el ejército realista
se movia sobre Macha. En efecto, el 29 de Octubre Pezuela
habia levantado su campo de Condo, cediendo mas bien á la
necesidad que obedeciendo á un plan . Falto de medios de
movilidad, hostilizado por las montoneras que circundaban su
posicion, privado de víveres y de forrages, su situacion era la
misma que antes de la batalla de Vilcapujio, y las causas que
habian motivado su inaccion despues de la victoria, no habian
desaparecido. El General realista comprendió sin duda, que
era forzoso salir á toda costa de aquella situacion, antes que
los patriotas se robusteciesen mas ; y tomando la ofensiva po
nia de su parte todas las ventajas . Esto era volver á jugar el
todo por el todo como en la jornada anterior ; pero era inevi
table hacerlo así, y la necesidad unida á la conveniencia le
aconsejó vencer hasta los mismos imposibles. Así es que, á
costa de grandes esfuerzos y auxiliado por el Cura de Coroma
que se habia declarado por la causa del Rey, logró reunir 600
burros y llamas de carga, con lo cual se halló en aptitud de
transportar su parque. La artilleria era conducida á brazo
16 HISTORIA DE BELGRANO

por los indios acaudillados por el Cura de Coroma, y la ca


balleria marchaba pié á tierra. Era ya entrada la estacion de
las lluvias, de manera que el tránsito se hacia mas difícil.
Apesar de estas sérias dificultades, el ejército español
abrió la campaña, y marchando de á dos y de á tres leguas
por dia, llegó el 4 de Noviembre á Ancacato, por donde debia
penetrar á la Provincia de Chayanta . En la cruzada de Con
do á Ancacato batió á los caudillos Cárdenas y Lanza, que á
la cabeza de numerosas indiadas habian sido destacadas por
Belgrano para cortar las comunicaciones del ejército real con
el Bajo Perú . Alcanzados en Sicasica sobre el flanco izquier
do del camino que seguia, fueron completamente dispersados,
dejando en poder del vencedor buen número de prisioneros y
algunas armas. De Ancacato, pasando por Ancocruz y atra
vesando los altos de Livichuco, llegó recien el 8 á Cayampa
yani, distante como ocho leguas de Macha, de manera que
en diez dias solo habia adelantado quince leguas de camino ;
y sin embargo, en este sitio tuvo que permanecer tres dias pa
ra esperar la incorporacion de su parque que no habia podido
seguir sus cortas jornadas. El 12 , sufriendo una gran neva
da , llegó á los altos de Taquiri, que dominan la pampa
de Ayouma, y desde alli pudo descubrir como á dos leguas de
distancia el ejército patriota posesionado de unos altozanos ,
decidido al parecer á aceptar la batalla . El 13, el General es
pañol reconoció perfectamente las posiciones de Belgrano con
el auxilio de un anteojo, estimó su fuerza, penetró su plan , y
dispuso todo para atacarlo en el dia siguiente.
Belgrano, por su parte, desde que supo el movimiento del
enemigo, habia manifestado su intencion decidida de no es
quivar el combate. A este respecto habia diverjencia entre los
gefes patriotas . Unos eran de la opinion del General : los
mas estaban por la retirada, y algunos porque se emprendie
sen operaciones secundarias antes de librar á una accion la
suerte de la campaña . El Coronel Perdriel que era de esta
opinion, se abocó con Diaz Vélez que sostenia la conveniencia
de replegarse á Potosí, y le manifestó sus ideas sobre el par
ticular. Su plan consistia en evitar el combate que buscaba
CAPITULO XXI 17

el enemigo, correrse por su flanco derecho atravesando de


Sur á Norte la provincia de Chayanta ; inclinarse en seguida
sobre la izquierda, tomando la retaguardia del enemigo , y pe
netrar á las pampas de Oruro ; asaltar esta villa, base de ope
raciones de los realistas, y apoderarse de su guarnicion y sus
depósitos, marchando inmediatamente sobre la Paz ; y ater
rando por esta maniobra al enemigo, á la vez que morali
zaba su tropa, apoyar los movimientos del Bajo Perú, próximos
á estallar. El plan no carecia de audacia, y aunque adolecia
del grave defecto de perder la base de operaciones para reali
zarlo, podria tal vez dar algun resultado, atenta la falta de
movilidad del ejército español para aprovecharse de aquella
circunstancia . Diaz Velez trasmitió estas ideas á Belgrano,
quien convocó con tal motivo á los generales y gefes de cuerpo.
en junta de guerra. Perdriel desenvolvió su plan en presencia
de todos. El General le opuso los inconvenientes de la esta
cion , los malos caminos y la desnudez de las tropas, inculcan
do sobre las ventajas que resultarian de dar la accion , y el
trastorno que produciría una retirada , manifestándose seguro
de la victoria. Computados los votos, resultó que la minoria
estaba porque se atacase al enemigo ; la mayoria por la reti
rada á Potosí, teniendo en vista lo exhausto de las Provincias
Unidas despues de tan larga guerra, y los peligros á que que
daban expuestas en caso de una desgracia . Algunos apoyaron
la idea de Perdriel. El General, despues de oir á todos, cerró
la discusion diciendo con tono que no admitia réplica : " Yo
" respondo á la nacion con mi cabeza del éxito de la batalla. "
En el acto, impartió sus órdenes para que todos estuviesen lis
tos á la primer órden. En la noche se emprendió la marcha,
y antes de amanecer el dia 9 , el ejército estaba acampado en
las pampas de Ayohuma, donde lo habia encontrado Pezuela, y
que dista tres leguas de Macha.
La resolucion de Belgrano, aunque animosa, era impru
dente. La calidad y el número de sus tropas, la inferioridad
de su artilleria, el efecto moral de su reciente contraste, y los
riesgos á que esponia la revolucion en el caso de una derrota ,
en momentos en que la plaza de Montevideo reforzada2 por
18 HISTORIA DE BELGRANO

mas de dos mil soldados peninsulares, distraia la atencion del


Gobierno por el oriente, todo esto le aconsejaba emprender
la retirada á Chuquisaca 6 Potosí ; remontar el personal y la
moral de su ejército ; esperar la llegada de un nuevo tren de
artilleria que á marchas forzadas le venia desde Salta, y dejar

que el enemigo se agotase en marchas penosas , privado de re


cursos y rodeado de poblaciones hostiles. Aunque la retirada
tenia el inconveniente de esponerse á perder por la desercion.
la mayor parte de las tropas de Cochabamba y Valle Grande,
el peligro de que la tropa se desmoralizase, y el que, en tal
caso habria que abandonar los almacenes de víveres copiados,
siempre militaban mas razones en favor de ella que en favor
de una accion decisiva, que por lo menos debia evitarse por
algunos dias. En todo caso, preferible habria sido replegarse
á Cochabamba, poniéndose por este movimiento á espaldas
del enemigo, obligándole á acudir en defensa de su base de
operaciones amenazada .
Si como se perdió la batalla se hubiera ganado, un nuevo
laurel habria coronado las sienes del vencedor ; pero él habria
ido debido mas bien á la ciega fortuna, que á las combinacio
nes del génio militar. No lo pensaba así Belgrano, y de aquí
provinieron las imprudencias y las gravísimas faltas que co
metió en esta ocasion, comprometiendo sériamente la suerte
de la revolucion en una accion decisiva, que á pesar de todo lo
dicho, pudo haber ganado, si hubiese sabido aprovecharse de
otras imprudencias y errores no menos graves que cometió el
enemigo.
En tres cosas fundaba el General Belgrano su confianza
en la victoria : en el espíritu que habia sabido inocular á sus
tropas ; en la superioridad de su bien montada caballeria ; en
las ventajas del campo de batalla que habia elegido y estudia
do de antemano. En cuanto á la superioridad de la caballeria
patriota sobre la del enemigo, era incontestable ; pero en
cuanto al entusiasmo, ni todos se hallaban animados de él, ni
este sentimiento, producto del ascendiente de un alma grande
sobre el comun de los hombres, podia suplir la falta de disci
plina de los nuevos reclutas, que iban á luchar con los aguerri
CAPITULO XXI 19

dos soldados del ejército real. Por lo que respecta á la posi


cion, ella tenia sus ventajas, pero todas ellas fáciles de neu
tralizar.
La pampa de Ayohuma es una meseta de la montaña del
mismo nombre, que se desenvuelve en suave plano inclinado
hácia el noroeste, que dominan por esta parte los altos de Ta
quiri, en cuya cima estaba el ejército español. Al pié de
Taquiri corre el rio dividido en dos brazos, y paralelamente á
él, se prolonga una lomada larga y angosta, que forma una es
pecie de camino cubierto natural, dejando entre ella y el rio,
espacio suficiente para ocultar tres mil hombres plegados en
columnas. Algunos montículos y cerros de bajo relieve se
alzan en medio de la llanura, que es cruzada por el camino
que de Macha conduce á Potosí, y por algunos hondos bar
rancos que siguen la inclinacion del terreno. Hácia la parte
de Potosí, y como á media legua de los montículos indicados,
álzanse unas lomas pedregosas, que limitan la pampa por el
sudoeste, y á su pié corre un arroyuelo de poco caudal. Si
tuado el ejército patriota en medio de la pampa, dejaba es
tas lomas á espaldas de su izquierda, daba frente al rio y á
los altos de Taquiri , cerraba el camino de Macha, ocupaba
parte de los montículos , y apoyaba su derecha en la estremi
dad avanzada de un cerro, que cubria diagonalmente su reta
guardia. Otro cerro de mayor elevacion, pero desligado del
anterior, quedaba á retaguardia de la línea. Del cerro en que
se apoyaba la derecha de la línea, bajaba un barranco que cu
bria parte de ella, y en el cual se habian practicado ligeras
cortaduras. Para descender al campo de batalla, el enemigo
tenia que comprometerse en un angosto y escabroso sendero,
cuyo pié distaba menos de una legua de los montículos ; atra
vesar el rio, remontar la lomada que formaba el camino cu
bierto ya descrito, y entrar al llano, donde debia encontrar á
su frente el obstáculo del barranco. Belgrano, que esperaba
ser atacado por el frente, fiaba mucho en esta posicion, y sin
duda le habria proporcionado grandes ventajas, si no se hu
biera anticipado á ocuparla, revelando al enemigo su plan, y
suministrándole un conocimiento que lo habilitaba para bur
20 HISTORIA DE BELGRANO

lar sus combinaciones . Puede decirse que esta imprudencia


decidió la batalla, puesto que ella sugirió á Pezuela la combi
nacion que en definitiva le dió la victoria.
Tales eran las posiciones de los dos ejércitos en la víspera
de la batalla. En cuanto á su fuerza respectiva , la del ejérci
to real era superior bajo todos aspectos. El ejército patriota
constaba de poco mas de 3000 hombres, inclusa la milicia de
Cochabamba ; y aunque su caballeria era doble en número
respecto de la del enemigo, en cambio, la infanteria de este
era superior en igual proporcion. Pero donde se notaba mas
la desproporcion de las fuerzas era en la artilleria ; pues mien
tras los realistas contaban con un tren de diez y ocho piezas
de á 4 y de á 6, los patriotas apenas tenian 8 piezas de mala
calidad y mal montadas del calibre de á 1 y de á 2 , que no
alcanzaban ni á cruzar la planicie do su frente . El ejército
español se componia como de 3500 hombres, de los cuales tres
mil eran infantes ; de 250 á 300 caballos, y el resto artilleria.
(5) Todas las probabilidades del triunfo estaban, pues, de
parte del enemigo.
La derecha de los patriotas, que como queda dicho esta
ba cubierta por el barranco y coincidia con la estremidad de

5-Pezuela en su parte, supone que la infanteria patriota pasaba de tres


mil hombres, lo que era materialmente imposible por la falta de fusiles, circuns
tancia que obligó á Belgrano á organizar cuerpos de piqueros á pié, como en los
ejércitos de la edad media. Ya en el parte de la batalla de Vilcapujio habia di
cho que la infanteria patriota constaba de 5000 hombres. Estas exageraciones
pueden desmentirse con los estados de fuerza y listas de revista de la época.—
Torrente, que siempre exagera las fuerzas de los americanos y disminuye la de
los españoles, supone que el solo contingente de Cochabamba incorporado en
Macha, ascendió á 1500 hombres, cuando apenas llegaron á 400. De este modo
no es estraño que haga ascender el ejército patriota al número de 3400 infantes,
1200 ginetes y 500 piqueros, ademas de los indios que no cuenta. La fuerza
que dá al ejército real es la siguiente : 2850 infantes, 250 caballos y 18 piezas de
artilleria, que es casi la misma que nosotros le asignamos.-Garcia Camba, que
ha escrito sobre datos mas exactos, hallándose en el teatro de la guerra y dando
á estos detalles la importancia que les presta un militar, calla la fuerza respecti
va de ambos ejércitos, y no es probable dejase de hacer mencion de una circuns
tancia que honraba á sus compatriotas. El General Paz en sus Memorias es
CAPITULO XXI 21

un cerro, se componia del Regimiento de Dragones y de los


batallones Cazadores y Pardos y Morenos, mandando el pri
mero el Coronel D. Diego Balcarce, y los segundos , el Mayor
Cano y el Coronel Superi. Seguian los batallones N.° 6 y N.°
1.º, mandados por el Mayor D. Benito Martinez y el Coronel
Perdriel, y á la izquierda la caballeria de Cochabamba arma
da de lanzas á las órdenes de Zelaya. La artilleria se colocó
en dos montículos de poca elevacion y fácil acceso, situados
entre la izquierda de los Cazadores, y entre el N.° 6 y N.° 1.°
La reserva se componia de la tropa mas inferior y peor arma
da, y constaba de cinco compañias , de las cuales tres de in
fanteria, armadas casi en su totalidad de picas, y dos de ca
balleria con lanzas, montadas en mulas.
El plan de Belgrano era esperar el ataque en sus posicio
nes ; dejar que el enemigo se comprometiese en la llanura,
hasta que sintiéndose estrechado á su izquierda por el barran
co que quedaba á la derecha de los patriotas, se viera en la
necesidad de ganar terreno en direccion opuesta, y entonces
lanzar sobre su izquierda los lanceros de Zelaya, envolviéndo
la y tomando su espalda, al mismo tiempo que la infanteria
cargase á la bayoneta sobre el resto de la línea. Este plan

critas con tanta verdad, y cuyo testimonio es decisivo, desmiente espresamente á


Torrente en esta parte, y dice que el ejército patriota " constaba de menos de
"1
1,500 infantes, y como 500 caballos, inclusa la fuerza de Cochabamba, y agre
ga mas adelante [ pag. 143 del tomo 19: ] " Nuestra infanteria seria casi la mi
“ tad de la enemiga, y nuestra caballeria seria el duplo de la contraria ; suma
do todo, tendria dos tercios de la fuerza enemiga, " Parece que el General Paz no
incluia en este cómputo á los piqueros de á pié, que ningun servicio prestaron, ni
podian prestar. Nosotros, computando todo, damos al ejército patriota poco
mas de 3000 hombres, es decir, 1000 mas de los que enumera Paz, y como 500
menos de los que Diaz Velez y Perdriel le supusieron cuando fueron llamados á
declarar en el proceso que por Vilcapujio y Ayohuma se formó á Belgrano, tal vez •
porque incluyeron á los indios de macana que ocupaban los cerros. Se com
prenderá fácilmente que, si en Vilcapujio con el prestigio de sus recientes victo
rias, el ejército patriota apenas contaba 3500 hombres, era un grande esfuerzo
reunir 3000 hombres á los cuarenta y seis dias de la derrota , despues de haber
perdido mas de la mitad de ese número entre muertos, dispersos y prisioneros,
y como la mitad de sus armas de fuego, irreemplazables en el Alto Perú,
22 HISTORIA DE BELGRANO

era bien concebido, y justificaba hasta cierto punto la con


fianza que el general tenia en la victoria ; pero era en el con-
cepto de ser atacado por el frente como lo esperaba, en cuyo
caso, á pesar de su superioridad numérica, los enemigos cor
rian peligro de ser completamente derrotados . Aun asi mis
mo, la formacion no era irreprochable, pues teniendo asegu
rada la derecha, la colocacion natural de toda la caballeria era
sobre la izquierda, formando una masa irresistible y teniendo
al frente un terreno mas adecuado para sus maniobras.
En esta disposicion y plegado en columnas , permaneció el
ejército patriota hasta la madrugada del dia 14 de Noviembre.
A las seis de la mañana , el ejército español empezó á descen
der en desfilada por la escabrosa cuesta de Taquiri. El Ge
neral español á caballo en lo alto de la cuesta, exortaba al
paso á los batallones, que contestaban con estrepitosos vivas
al Rey, que resonaban en la llanura. El sendero porque des
cendian era tan estrecho, que apenas cabian tres hombres de
frente ; y tan pendiente, que la artilleria no podia bajar
sino desarmada y á lomo de mula. Desde el campamento
patriota se distinguia perfectamente la desfilada del ejército
real.
Si Belgrano aprovechándose de la oportunidad que le pre
sentaba el enemigo, se hubiera lanzado sobre él, mientras la
cabeza de la columna pisaba el llano y el resto se hallaba com
prometido en el descenso de la cuesta, habria obtenido un
triunfo, aun cuando no hubiese conseguido destruir todo el
ejército real. Pero encerrado en el círculo que se habia tra
zado, aferrado á su plan y contando siempre con ser atacado
por el frente, contestó á La Madrid que le hizo una indicacion
en este sentido : « No se aflija Vd .: deje que bajen todos ,
« para que no se escape ninguno . La victoria es nuestra. "
Mientras tanto el enemigo descendió al llano, atravesó el rio y
formó en columnas paralelas detrás de la lomada que se pro
longaba paralelamente á él, ocultándose así á la vista de los
patriotas. El ejército patriota por su parte, habia levantado
un altar en medio del campo, y oia misa devotamente arro
dillado ante el Dios de las batallas.
CAPITULO XXI 23

El ejército español oculto en el bajo, tardó algun tiempo


en reaparecer ; pero en vez de presentarse por el frente re
montando la lomada que lo cubria, se corrió por su izquierda
y apareció en columnas paralelas amagando la derecha de los
patriotas. Este movimiento perfectamente calculado inutiliza
ba completamente el plan de Belgrano, y le obligaba á aceptar
la batalla en condiciones desventajosas, hiriendo la imagi
nacion de los soldadas , que, persuadidos de que iban á com
batir con el frente que tenian, fueron asaltados por un vago
presentimiento, y empezaron á dudar de la victoria.
El General argentino en vista de la direccion tomada por
el enemigo, tuvo que cambiar de frente ; pero sin acertar á
modificar su plan segun se lo aconsejaban las circunstancias.
Belgrano tenia la paciencia del organizador, que prepara los
elementos del triunfo ; la intrepidez en el ataque ; la firmeza
en el combate, y la constancia en la derrota ; pero carecia de
la ardiente inspiracion del campo de batalla ; asi es, que se li
mitó á hacer un cambio de frente sobre su centro retirando
su ala derecha, y avanzando un poco su ala izquierda. ( 6)
Por este movimiento quedó dando el frente al enemigo, con
su derecha apoyada inmediatamente al cerro que antes tenia
casi á su espalda ; con el barranco interpuesto entre ambas lí
neas, y sin espacio para desplegar la caballeria de este costa
do. En este estado lo que la prudencia aconsejaba era ocupar
el cerro de la derecha, para evitar ser flanqueado , y flanquear
á su vez ; hacer pasar á la izquierda la caballeria inútil de
aquel costado, y reunir una masa de mas de 500 caballos, lan
zándola sobre el enemigo segun el plan primitivo, con el obje

6-El General Paz en sus Memorias (Tom. 1º pag. 144 ) supone que este
cambio de frente se hizo sobre el ala derecha, lo que segun su propio relato es
imposible. El mismo dice, que el ala derecha quedó por efecto de este movimien
to apoyada inmediatamente en un cerro, que antes dejaba casi á su espalda,
por consecuencia de lo cual la caballeria de esta ala quedó sin terreno en que
desplegar. Esto indica que el ala derecha se movió hácia retaguardia, pues de
otro modo no se comprenderia como pudo efectuarse un cambio de frente sobre
la derecha, moviendo la derecha en retirada. El General La Madrid en sus Ob
servaciones (pag. 35) dá alguna mas luz sobre este movimiento.
24 HISTORIA DE BELGRANO

to de envolver su ala izquierda, cooperando simultáneamente


á este ataque la línea de infanteria . Nada de esto se hizo, y á
escepcion del cambio de frente ya esplicado, nada que indi
case que una inteligencia previsora velaba por la suerte del
ejército argentino.
El enemigo, mas entendido y previsor, al tiempo de cor
rerse sobre su izquierda, habia destacado una fuerte guerrilla
apoyada por un batallon de infanteria, con el objeto evidente
de tomar el cerro en que los patriotas apoyaban la derecha en
su segunda formacion . Esta importante posicion fué ocupada
sin resistencia, y desde aquel momento pudo considerarse per
dida la batalla, si no se rechazaban los flanqueadores españo
les. Belgrano, en vez de concentrar sus esfuerzos sobre el
cerro, y obligar al enemigo á acudir en apoyo de su fuerza
destacada, trabando allí el combate, se limitó á ocupar con la
caballeria desocupada otro cerro que se hallaba mas á reta
guardia, que aunque mas elevado que el anterior , era tan inú
til para el ataque como para la defensa. De este modo el
enemigo interceptó el camino de Macha, que pasaba por en
tre los dos cerros ya indicados, y se situó pacíficamente ca
si sobre el flanco de los patriotas.
Pezuela, que con el grueso de su ejército se mantenia cu
bierto en parte por un pliegue del terreno, hizo avanzar á
vanguardia sus 18 piezas de artilleria, y rompió con ellas un
vivo fuego á bala rasa , abriendo anchos claros en las filas pa
triotas . Serian poco mas de las diez de la mañana cuando
empezó el cañoneo . La artilleria patriota pretendió contra
restarlo ; pero ademas de su inferioridad numérica , sus pro
yectiles apenas alcanzaban á recorrer la mitad de la distancia.
que separaba ambas líneas. Por cerca de media hora se
prolongó el fuego de la artilleria, dando tiempo á que los flan
queadores españoles ganasen terreno, disparándose en este
intérvalo mas de 400 tiros. La línea patriota á pesar de tantas
desventajas, se hizo el objeto de la admiracion del enemigo.
Segun declaracion del mismo General español, ella soportó
valerosamente el cañoneo que barria sus hileras, mantenién
dose con tanta firmeza (son sus palabras) como si hubiese criado
CAPITULO XXI 25

raices en el lugar que ocupabo. Nunca se ha hecho un elogio


mas grande de las tropas argentinas, y merece participar de
él una animosa muger de color, llamada Maria, á la que cono
cian en el campamento patriota con el sobrenombre de Madre
de la Patria. Acompañada de dos de sus hijas con cántaros
en la cabeza, se ocupó durante todo el tiempo que duró el ca
ñoneo, en proveer de agua á los soldados, llenando una obra
de misericordia como la Samaritana, y enseñando á los hom
bres el desprecio de la vida.
Belgrano que habia sabido inocular á sus soldados ese es
píritu sublime de abnegacion, esa disciplina que hace al hom
bre superior á la muerte, no estuvo en este dia á la altura de
sus tropas como inteligencia militar. Sin embargo, no era
hombre de desmayar, así es que, cuando cesó el fuego de la
artilleria enemiga, y su línea empezó á ponerse en movimien
to, dió por su parte la señal del ataque general. La infante
ria patriota á pesar de su inferioridad numérica, avanzó con
denuedo, aunque no bien ordenada, á causa del barranco in
terpuesto que tuvo que atravesar, siendo recibida del otro lado 1
de él, por los nutridos fuegos del enemigo ventajosamente
posesionado. Asimismo siguió avanzando, y á medio tiro de
•S
fusil rompió el fuego de mosqueteria, con una decision y una
viveza, que hizo creer por un momento en la posibilidad de la
victoria. Simultáneamente, con el avance de la infanteria
mandó Belgrano cargar á la caballeria de la izquierda al man
do de Zelaya, la que se lanzó impetuosamente lanza en ristre ,
aunque con algun desórden causado por las desigualdades del
terreno . Como este era precisamente el ataque que temia .
Pezuela, habia reconcentrado sobre su flanco derecho todo el
grueso de su caballeria , reforzándola hasta con su misma es
colta ; pero como esto no bastara para contener el ímpetu de
400 caballos, dispuso que dos batallones de infanteria con 10.
piezas de artilleria sostuviesen sus débiles escuadrones. Ze
laya se estrelló contra esta masa , sufriendo los fuegos cruzados
de los dos batallones y como ciento cincuenta cañonazos á me
tralla que le dispararon las diez piezas en el espacio de pocos
minutos, asi es que tuvo que retroceder en desórden .
26 HISTORIA DE BELGRANO

A la vez que iniciaba sus cargas la caballeria patriota, la


línea de infanteria avanzaba á la bayoneta . En aquel mo
mento sono una descarga de fusileria casi á espaldas de la de
recha : eran los flanqueadores enemigos, que posesionados del
cerro en que ella se apoyaba, la tomaban entre dos fuegos,
obligándola á ponerse en desordenada fuga antes de que tu
viese tiempo para calar la bayoneta . El centro, que lo for
maba el N.° 6, se halló en el mismo caso, y siguió en disper
sion el movimiento retrógrado de sus compañeros . La izquier
da española se lanzó sobre los dispersos, haciendo grandes
estragos en ellos y tomando gran número de prisioneros . El
Mayor Cano, comandante de Cazadores, y el Coronel Superi,
gefe de los Pardos y Morenos, quedaron muertos al frente de
sus batallones . La izquierda compuesta del N.º 1. ° que al prin
cipio habia hecho flaquear el enemigo, tuvo que ponerse en
precipitada retirada, que muy luego se convirtió en fuga asi que
vió descubierto su flanco. Toda la infanteria patriota habria
quedado muerta en el fondo del barranco, si en aquel momen
to Zelaya, reorganizando sus destrozados ginetes, no los hu
biese conducido nuevamente á la carga, paralizando la accion
del enemigo, y dádole tiempo para que se salvase detrás del
barranco. La caballeria de la derecha al mando de D. Diego
Balcarce y del Mayor D. Máximo Zamudio, trasladándose al
fin al costado izquierdo por órden del General, cooperó efi
cazmente á este objeto, aunque sin obtener ventajas positivas.
La batalla estaba perdida : no habia ya que pensar sino en
la salvacion. Belgrano auxiliado de Diaz Velez , y corriendo
ambos sérios peligros , se ocuparon de reunir algunos disper
sos al abrigo del barranco, retirándose con ellos á las lomas
pedregosas de que hemos hablado antes, y que se hallaban co
mo á media legua del campo de batalla. Allí enarboló Bel
grano la bandera del ejército y empezó á tocar reunion á la
vista del enemigo . Este, quebrantado por tres largas ho
ras de combate y por las pérdidas sufridas, dió tiempo al Ge
neral patriota para que se le reuniesen como 400 hombres de
infanteria, y como ochenta de caballeria. Todo lo demas se
habia dispersado ó quedaba en el campo de batalla : artilleria,
CAPITULO XXI 27

bagajes, parque, mas de 500 prisioneros, entre ellos gran nú


mero de oficiales ; cerca de 200 heridos que cayeron en po
der del enemigo y otros tantos muertos. El enemigo compró
caramente esta victoria á costa de 500 hombres fuera de com
bate, de los cuales mas de 200 muertos y como trescientos he
ridos . (7)
Este contraste, mas severo que el de Vilcapujio, fué de
bido en gran parte á la ciega confianza de Belgrano antes de
la batalla, y á sus errores en el curso de ella ; aunque entró
por mucho la superioridad de las aguerridas tropas españo
las, con mejores gefes y oficiales que los del ejército argenti
no, y sobre todo, la superioridad inmensa de su artilleria. El
cargo mas sério que puede hacerse á Belgrano es, no haberse
sabido aprovechar de las faltas de su contrario, atacándolo en
la bajada de la cuesta ; y despues, no haber tomado ninguna
disposicion acertada para neutralizar las maniobras que die
ron por resultado la derrota. Así, razon tenia hasta cierto
punto Pezuela, al colocar los soldados argentinos mas arriba
de su General, cuando decia : « Las tropas de Buenos Aires

7-Pezuela en su parte (publicado en la Gaceta Estraordinaria de Mon


tevideo Nº 11 ) confiesa solo como 200 hombres fuera de combate entre muertos
y heridos, exagerando en parte la de los patriotas que hace ascender á 1270, en
tre muertos, heridos y prisioneros, suponiendo al mismo tiempo que el ejército
de Belgrano se componia de 7000 hombres. Por lo demas, nuestro cómputo,
fundado en informes fidedignos, no difiere del de Pezuela sino en 300 hombres,
rebajando 100 de los heridos que él señala, y 200 de los muertos. En cuanto
á la pérdida que atribuimos al ejército real, faltan documentos para establecerla
de un modo positivo ; pero puede asegurarse que pasó de 500 por el siguiente
dato. En la batalla de Vilcapujio confiesa el enemigo la pérdida de 471 hombres
entre muertos y heridos. Hablando de la batalla de Ayohuma, dice Pezuela al
Virey de Lima, en carta confidencial de fecha 16 de Noviembre, publicada en la
Gaceta ya citada, lo siguiente : "Esta segunda batalla de Ayohuma, mas terrible
66
que la de Vilcapujio, contra la natural y regular presuncion mia etc. " palabras
que indican que la pérdida de Ayohuma fué mayor que en Vilcapujio, y no es
mucho suponer que ascendiese á 130 hombres mas entre muertos y heridos . Ade
mas debe advertirse, que Pezuela al declarar la pérdida de 200 hombres en
Ayohuma, declara no incluyó en ella la de los Cuerpos de Cazadores. Partidarios
y Dragones que componian cerca de un tercio de su ejército, y que fueron de los
que mas de cerca participaron del combate.
28 HISTORIA DE BELGRANO

<< presentadas en Vilcapujio y Ayohuma, es menester confesar


« que tienen una disciplina, una instruccion y un aire y des
❝pejo natural como si fueran francesas ; pero si alguna vez
« volvieran á formar ejército con ellas, como sean mandadas
por Belgrano y Diaz Velez, serán sacrificadas por pocas .
" Estos dos caudillos no supieron hacer el menor movimiento,
« cuando obligándolos yo á variar su primera posicion , mar
❝chando con el ejército sobre su flanco derecho, ellos que me
« esperaban por su frente no dieron disposicion de tomar las
❝ alturas, por donde era conocida mi direccion, ni hicieron
« otra cosa que darme su frente y hacer subir una nube de
« indios á una montaña de su espalda, que yo no necesitaba
« tomar. " (8 ) El General Paz, no menos severo que Pezue
la, señala estas mismas faltas ; pero al mismo tiempo las es
plica diciendo : « Es preciso considerar que estábamos en el
❝ aprendizaje de la guerra, y que asi como era, el General
« Belgrano, era el mejor General que tenia entonces la Repú
« blica. Estaba tambien falto de gefes, pues los mejores por
❝ varios motivos estaban ausentes : no tenia un solo hombre á
« quien pudiera deber un consejo, ni una advertencia : estaba
❝solo, y solo llevaba todo el peso del ejército . " (9)
Pero si en la batalla pudo hacer padecer la fama del General,
mostrándose inferior al vencedor de Salta ; en la retirada vuel
ve á reaparecer el héroe de alma grande, el patriota de fé in
contrastable, que no se rinde bajo los golpes del infortunio, ` y
que continúa imponiendo al enemigo y dominando á los suyos,
por su tenaz resistencia y fortaleza de espíritu . Situado con
la bandera en la mano en las asperezas de la montaña, rodea
do de las miserables reliquias de su ejército, continuaba to
cando reunion á los dispersos , en señal de que su General no
los abandonaba. Mientras tanto, el enemigo vencedor avan
zaba con la resolucion, al parecer, de forzarlo en sus últimas
posiciones. Aun faltaban como dos horas para que el sol se

8-Carta confidencial de Pezuela al Virey Abascal, (Véase la Gaceta de


Montevideo del 3 de Marzo de 1814. )
9 -Memorias Póstumas : T. 1 ? paj . 158.
CAPITULO XXI 29

ocultara, y por lo tanto la retirada se hacia muy difícil y peli


grosa. Entonces, llamando al Coronel Zelaya, le ordenó que
con los ochenta ó noventa hombres de caballeria salvados de
la derrota, se situase sobre el arroyuelo que dividia las líneas
del campo de batalla, y contuviera al enemigo, mientras la
infanteria emprendia la retirada . D. Cornelio Zelaya era dig
no de recibir esta órden, y supo cumplirla de una manera que
hará eterno honor á su memoria.
Aunque en aquel momento el arroyo llevaba poca agua ,
sus barrancas eran bastante elevadas y escabrosas, como lo son
las de todos los cauces que bajan de las montañas, y que en
tiempo de lluvias se convierten en torrentes. Sobre la már
gen ocupada por los patriotas, se alzaba un pobre rancho y un
corral de piedra. Zelaya hizo echar pié á tierra á todos sus gi
netes, y colocó una parte parapetada sobre la barranca y la otra
sobre el corral . El permaneció á caballo corriendo de un punto
á otro, sirviendo de blanco á los fuegos del enemigo, infundien
do aliento con su enerjía y viendo aglomerarse cerca de 800
hombres sobre la márgen opuesta . Por cerca de tres cuartos
de hora sostuvo Zelaya su terrible posicion, perdiendo algunos
hombres, y contestando el fuego de la fusileria enemiga con
las tercerolas de los dragones. Gracias á esta resistencia, los
restos del ejército patriota estaban salvos : habian ganado una
hora de sol, habian penetrado ya en los desfiladeros de la mon
taña, y antes de que pudieran ser alcanzados, la noche, protec
tora de los derrotados , les permitiria adelantar camino sobre
sus perseguidores.
No contento Zelaya con haber salvado á sus compañeros,
se obstinaba en mantener su posicion á todo trance, á pesar
de las reflexiones de sus compañeros y de la inutilidad de sus
esfuerzos. Al fin , cediendo al imperio de las circunstancias
ordenó la retirada, que se emprendió por distintos senderos
escabrosos y en varias fracciones. La caballeria enemiga al
mando del perjuro Castro, atravesó inmediatamente el rio, si
guiéndole á la distancia los batallones de Cazadores y Parti
darios . Zelaya con un puñado de ginetes siguió cubriendo la
retaguardia, conteniendo al enemigo en los desfiladeros , y ha
30 HISTORIA DE BELGRANO

ciendo una heróica ostentacion de su poca prisa en abandonar


el campo del peligro. No todos los que le acompañaban te
nian el temple fuerte de su alma, asi es que á poco trecho so
lo le acompañaban los capitanes Arévalo y D. José Maria Paz,
con quince ó veinte soldados decididos . Tan encarnizado Cas
tro en la persecucion , como Zelaya en la resistencia, llegaron
ambos á retarse á duelo singular, el cual habria tenido lugar
sin la interposicion de los oficiales , que no podian ni debian
permitir tal imprudencia. Al fin al ponerse el sol cesó la per
secucion, y el Coronel Zelaya acompañado de un oficial y de
su asistente, continuó lentamente su marcha, satisfecho de ha
ber cumplido su deber.
Otros hechos qne honran á la humanidad, y que realzan
las nobles figuras de este cuadro, tuvieron lugar en la retirada.
D. Ramon Estomba, ayudante mayor de dragones, fué herido
en la defensa del arroyo de un balazo que le rompió el muslo.
Dos oscuros soldados, indio misionero el uno llamado Aldere
te, y el otro Gaona, natural de Córdoba, se encargaron de su
custodia, y no pudiendo salvarle de caer prisionero , se sacrifi
caro generosamante con él antes que abandonarle. El capi
tan D. José M. Paz que marchaba con el coronel Zelaya, al
saber que su hermano D. Julian habia perdido su caballo en
la retirada del arroyo , volviendo al frente del peligro y enci
ma del enemigo, consiguió salvar á su hermano abandonado
por todos.
todos. Acciones como estas son dignas de figurar en las
páginas de la historia de un hombre como Belgrano, cuya gran
deza consistió en ser superior al egoismo, germen de todos los
vicios, y profesar la abnegacion, fuente de todas las virtudes.
En el dia 15 llegaron los menguados restos d lejército
patriota á la quebrada de Tinguipaya, ilustrada por la recien
te hazaña de Tambo Nuevo. Allí acabó Belgrano de reorga
nizar sus rotos batallones sin permitir que se relajase en lo
mínimo la disciplina, y estableciendo el órden mas severo
para las marchas sucesivas. Al ponerse el sol se pasó lista
como de costumbre, y la mayor parte, muertos ó cautivos, no
respondieron al llamado. Despues de pasar lista, el General
mandó formar cuadro, y colocándose en el centro como despues
CAPITULO XXI 31

de Vilcapujio, se rezó el rosario como de costumbre « en se


ñal de que la derrota en nada habia alterado los deberes del
órden y la disciplina, " segun las palabras de un testigo pre
sencial.
A los tres dias de marcha ( 16 de Noviembre) llegó Bel
grano á Potosí al frente de su columna de derrotados. La re
cepcion que le hizo el pueblo fué grave, digna y melancólica,
como lo fué la actitud de los patriotas al penetrar por las ca
lles que setenta dias antes habian atravesado confiados en la
victoria .
Belgrano concibió la idea de fortificarse en Potosí, pero
tuvo que desistir de este intento en vista de las prudentes re
flexiones que le hicieron sus principales gefes. El enemigo
por otra parte no le habria dado tiempo para ello. Mas activo
esta vez que despues de Vilcapujio, supo aprovecharse mejor
de su victoria, mandando ocupar con 500 hombres y artilleria
la ciudad de Chuquisaca, y dirigiendo una columna de 800
hombres sobre Potosí, siguiendo muy luego Pezuela en su
apoyo con todo el resto det ejército. El 18 evacuó el general
la ciudad al frente de su pequeña columna de infanteria, de
jando á su mayor general con las reliquias de la caballeria for
mada en la plaza mayor, con órden de hacer volar el gran
edificio de la moneda, monumento de su antigua opulencia.
Circunstancias independientes de su voluntad le impidieron
llevar á cabo este bárbaro proyecto, cuya ejecucion habria he
cho mas daño al crédito de la revolucion que al enemigo, y cu
ya concepcion indica ya el grado de exaltacion de las pasiones
revolucionarias. Ocho dias despues , la vanguardia enemiga
ocupaba la ciudad de Potosí, y en la mañana del 19 continua
ba su marcha en persecucion de Belgrano, que seguia su reti
rada en direccion á Jujuí al frente de poco mas de 800 hom -
bres, últimos restos de los vencedores de Tucuman y Salta.
Al terminar el año de 1813 , comenzado bajo tan gloriosos
auspicios y terminado de una manera tan desastrosa, Belgra
no se hallaba en Jujuy ocupado en organizar un nuevo ejér
cito, y escribia á un amigo : « Las acciones de Vilcapujio y
<< pampas de Ayohuma han sido crueles, y casi he venido á que
32 HISTORIA DE BELGRANO

« dar como al principio. " Estas palabras indican que estaba


resuelto á volver á empezar, y que no consideraba sus contras
tes sino como tiempo y trabajos perdidos que podian resarcirse
por la actividad. Asi es que á pesar de hallarse atacado de ter
cianas, á los pocos dias contaba con un ejército de 1,800 hom
bres, al mismo tiempo que llegaba á reforzarlo con el Regimien
to de Granaderos á Caballo el Coronel D. José de San Martin,
nombrado su segundo gefe. ( 10) Entonces volvió á acordar
se de Dorrego, á quien habia echado tantas veces de menos , y le
llamó á su lado, devolviéndole su antigua confianza . Nombróle
gefe de retaguardia, poniendo bajo sus órdenas una compañia
de infanteria montada, la caballeria de línea que se hallaba en
Humahuaca, y un escuadron de Granaderos á caballo que es
taba próximo á llegar : en todo como 500 hombres . Con es
ta fuerza fué encargado de disputar el terreno al enemigo
triunfante que avanzaba sobre Salta á marchas forzadas , mi
sion que supo llenar cumplidamente como se verá mas ade
lante.
Ansioso el General Belgrano por tener noticias exactas
de las posiciones, fuerzas y planes del enemigo , dispuso que el
Sargento de Tambo Nuevo Mariano Gomez se internase con
25 hombres mas allá de la quebrada de Humahuaca , y hosti
lizando á los invasores, procurase tomar los conocimientos ne
cesarios . Gomez avanzó hasta Cangrejos, donde se encontró
con la vanguardia realista, que se componia del grueso de la
caballeria al mando de Castro. Desde este punto se retiró
Gomez con sus veinticinco hombres hostilizando á los enemi
gos dia y noche; pero al llegar al pueblo de Humahuaca cayó
desgraciadamente en una celada, y conducido á presencia de

10 -Hé aqui un estracto del estado de fuerza pasado por Belgrano desde
Jujuy con fecha 3 de Enero de 1814. Artilleria 42 soldados ; No 1º de Infan
teria 338 ; No 6 de id. 213 ; Cazadores de id . 164 ; Pardos y Morenos 188 ; Ca
balleria de línea del Perú 180 ; milicias de dragones de Tucuman 374 ; id. id .
de Salta 153 ; Decididos de Salta 48 ; Lanceros de Cochabamba 46 ; cuerpo de
Partidarios de Salta 48 -Total 1800 soldados, y á mas 101 oficiales : en todo
1901 hombres, sin incluir los Dragones á caballo . ( M. S. del Archivo General.)
CAPITULO XXI 33

Castro, este le ofreció la vida si prometia servirle con fidelidad .


Gomez, que habia pertenecido al ejército español , de cuyas fi
las desertó el año doce, antes de la batalla de Tucuman, con
testó que no era capaz de traicionar á su patria ni á sus gefes.
Puesto en capilla para ser fusilado al dia siguiente, conservó
siempre su altivez, sin que pudieran quebrarla los halagos ni
las amenazas . Llegó el dia fatal, y ya dentro del cuadro, y al
tiempo de sentarlo en el banquillo , se le acercó un ayudante
de Castro ofreciéndole nuevamente la vida si le prometia fi
delidad. La respuesta del Sargento de Tambo Nuevo fué
« Dí
digna de la hazaña que le habia merecido este título.
« gale Vd. al Coronel, " contestó, « que si quiere saber quien
« es Gomez, me mande quitar las prisiones, y entregándome
<
« mi sable me haga largar dentro de este cuadro. ¿Que pue
« de hacerles un hombre solo? Pues que haga la prueba y
« verá que Gomez no puede servir contra su patria . " Poco
despues sonó una descarga y Gomez cayó bañado en su san
gre, mártir oscuro de su fé política, sin pensar que algun dia
la posteridad recordaria su nombre con admiracion .
Despues de esta ejecucion , Castro siguió su marcha á la
cabeza de una columna ligera de 500 hombres, apoyando su
movimiento el general Ramirez , gefe superior de la vanguar
dia, con tres batallones y ocho piezas de artilleria . El 16 de
Enero de 1814 llegó la vanguardia enemiga á Jujuy, á los ocho
dias de haber evacuado Belgrano esta ciudad con el grueso de
su ejército, encomendando á Dorrego el cuidado de cubrir su
retirada y defender el territorio hasta donde fuere posible.
El gefe de la retaguardia patriota cedió la posesion de Jujuy,
no sin sostener algunos choques, y se replegó hácia Salta bus
cando la incorporacion de un Escuadron de Granaderos á ca
ballo, que esperaba encontrar alli . En efecto, allí se le incor
poraron estos nuevos soldados, cuyo porte marcial y actitud
decidida inspiró á todos confianza.
Reconcentrada toda su fuerza, Dorrego se situó sobre los
altos de San Lorenzo á inmediaciones de Salta, cuya posicion
la forman cuatro lomas contínuas que se suceden formando
anfiteatro. Allí fué atacado por los enemigos en número co
3
34 HISTORIA DE BELGRANO

mo de 800 hombres ; y replegándose de una loma á otra mas


elevada, haciendo alternar hábilmente una doble línea de guer
rilla, que relevaba cada vez que se ocultaba en uno de los ba
jios, sostuvo un vivo fuego por el espacio de mas de cuatro
horas , con la pérdida de solo cinco muertos, ocho heridos y
un prisionero. Al anochecer, se retiró hasta el rio Arias, cu
briéndose por una cerrillada, despues de haber impuesto al
enemigo, y causádole una pérdida tal vez no menor de la que
él habia sufrido.
Desde Guachipas desenvolvió Dorrego un nuevo sistema
de hostilidades, por medio de partidas volantes , que auxilia
das por la buena disposicion del paisanaje, mantuvieron al
enemigo en constante inquietud, logrando á veces algunas
ventajas señaladas sobre él. La vanguardia realista se hizo
mas cauta en presencia de esta resistencia inesperada , y no
teniendo fuerzas para avanzar hasta Tucuman, se limitó á ocu
par las ciudades de Salta y Jujuy, avanzándose tímidamente
hasta el arruinado fuerte de Cobos . Las partidas enemigas
que se aventuraban fuera de estos puntos, eran irremisible
mente sacrificadas por los gauchos, estos cosacos de la Amé
rica, que se ensayaban para la heróica resistencia que mas
tarde debian hacer ellos solos á todos los ejércitos españoles
que se atrevieron á pisar su territorio .
Belgrano mientras tanto siguió replegándose con el grue
so del ejército hácia Tucuman. A mediados de Enero se le
incorporó San Martin con los refuerzos que traia de la capi
tal, y en consecuencia de órdenes superiores lo hizo reconocer
por segundo gefe del ejército . Cerca de Tucuman le alcanzó
una nota del Gobierno, haciéndole saber que se le habian re
tirado las facultades de capitan general de provincia, que
dándole simplemente las de comandante en gefe del ejército .
Al llegar á Tucuman , recibió otro oficio ordenándole entregar
el mando del ejército al coronel San Martin , á consecuencia
de peticion hecha por el mismo Belgrano, volviendo él á ocu
par su puesto de coronel del Regimiento N.° 1. ° San Martin,
como se verá mas adelante, supo apreciar la abnegacion y las
grandes calidades de Belgrano, y desde entonces se profesaron
CAPITULO XXI 35

recíproca amistad y admiracion estos dos grandes hombres, los


mas grandes de la historia argentina . (11 )
El nuevo general dictó medidas acertadas para remontar
el personal y la moral del ejército , á la vez que para darle me
jor organizacion, especialmente á la caballeria . Sistemando
las hostilidades de los habitantes de la campaña contra el ene
migo, cubrió perfectamente por medio de las partidas de mi
licianos voluntarios la línea del Pasage, pudiendo de este mo
do reconcentrar toda su fuerza de línea para disciplinarla me
jor, ordenando en consecuencia á Dorrego se replegase al cuar
tel general.
Por este tiempo empezó á distinguirse el teniente coronel
D. Martin Güemes, que fué quien relevó á Dorrego como gefe
de vanguardia. Este caudillo, destinado á adquirir una glo
riosa á la vez que triste celebridad, hacia parte entonces de la
oficialidad del ejército auxiliar ; y aunque educado y perte
neciente á una notable familia de Salta, manifestó siempre una
tendencia á halagar las pasiones de las multitudes para con
quistarse su afecto, y dividirlas de las clases cultas de la socie
dad, haciendo de ellas el pedestal de su elevacion.
Era Güemes un arrogante oficial, que habia empezado su
carrera en el Batallon Fijo de Buenos Aires, batiéndose con
honor contra los ingleses en las jornadas de la Reconquista y
la Defensa el año VI y VII . Fué uno de los primeros hijos
de Salta que tomó partido por la revolucion, enrolándose en
un cuerpo de voluntarios que se formó allí . Colocado al fren
de una partida suelta, se anticipó á los movimientos del ejér
cito auxiliar de Buenos Aires que venia en marcha y adelantó
sus correrias hasta el Alto Perú, prestando asi servicios
distinguidos, pero quedó en Tarija cuando la espedicion patriota
penetró á aquel territorio. Rechazada esta en las líneas de
Cotagaita, tuvo que retroceder sin municiones , quebrada y
perseguida, hasta que sabedor su General en gefe que 100 sol
dados de Buenos Aires y otros tantos Tarijeños, conduciendo

11- Véase nuestra "Historia de San Martin," cap. III.


36 HISTORIA DE BELGRANO

ambos alguna carga de municiones venian á incorporárseles ,


resolvió hacer pié firme en Nazareno ó Suipacha. El que con
ducia el convoy de Tarija, era el comandante de milicias con
grado de capitan D. Martin Güemes, que hacia su aparicion en la
escena histórica. En tal clase, hallóse en la mencionada batalla
de Suipacha, en que se salvó la revolucion , promoviendo la in
surreccion del Alto Perú. Despues de esto, Güemes regresó
á Buenos Aires, donde permaneció agregado al Estado Ma
yor, asistiendo por un corto tiempo al segundo sitio de Mon
tevideo, hallándose por lo tanto ausente de su provincia natal
durante las campañas de Tucuman y Salta y no concurriendo
á las del Perú. Hacia poco que habia regresado á su provincia
natal, cuando el General San Martin tomó el mando en gefe del
ejército del Perú. ( 12)
Hé aqui el retrato que de él hace el General Paz que le
conoció particularmente : « Poseia esa elocuencia peculiar que
« arrastra las masas. Principió por identificarse con ellas,
« adoptando su traje en la forma , pero no en la materia, por
« que era lujoso en un sentido, y afectando las maneras de
aquellas gentes poco civilizadas. Cuando proclamaba , so
« lia hacer retirar todas las personas de educacion , y aun á
sus ayudantes, porque sin duda se avergonzaba de que pre
❝senciáran la impudencia con que escitaba á aquellas pobres
« gentes á la rebelion contra la otra clase de la sociedad . Este
« caudillo, este demagogo, este tribuno, este orador, carecia
« hasta cierto punto del órgano material de la voz , pues era
gangoso ; sin embargo tenia para los gauchos tal uncion en
« sus palabras y una elocuencia tan persuasiva, que hubieran
« ido en derechura á hacerse matar para probarle su conven
❝cimiento y su adhesion . Relajado en sus costumbres, poco
« sóbrio, hasta carecia de valor personal, pues nunca se pre
sentaba en el peligro. No obstante, era adorado de los gau

12-Todas estas noticias biográficas son tomadas de los documentos que con
respecto á la carre de Güemes en esa época existen originales en el Archivo Ge
neral. M. S. S. ( Véase "Indice del Archivo de 1810," LXXXVIII , Nº 223 y nues
tros "Estudios sobre la Revolucion Argentina" pag. 84 y 178 á 180. )
14
CAPITULO XXI 37

« chos, que no veian en su ídolo sino al representante de la ín


« fima clase, al protector y padre de los pobres, como le
« llamaban ; y tambien , porque es preciso decirlo, al patriota
<< sincero y decidido por la independencia, porque Güemes lo
« era en alto grado. » Tal era el hombre que poniéndose al
frente de la resistencia popular contra los invasores, convirtió

en soldados á todos los habitantes del país, cooperando mas I
eficazmente que las tropas regularizadas á paralizar las ope
raciones del enemigo, y encender en todos los corazones el
entusiasmo por la revolucion , neutralizando asi el efecto de las
recientes derrotas de sus armas.
Como si las derrotas , en vez de quebrar, hubiesen dado
nuevo temple á los resortes de la antigua energia, los pueblos
dieron por todas partes señales de vida en el Alto y Bajo Perú,
levantando con osadía el estandarte de la insurreccion, y resis
tiendo á los vencedores con indomable coraje. El infatigable
Arenales, gobernador de Cochabamba al tiempo de la batalla de
Ayohuma, se replegó al Valle Grande despues de aquella der
rota, reunió á todos los partidarios de aquella parte de la
montaña, y sosteniendo con ellos en su retirada el combate de
Chilon, abrió comunicaciones con Santa Cruz de la Sierra. Der
rotado en el combate de San Pedrillo, atravesó la cadena
oriental de los Andes, donde se rehizo, abriendo nuevas comu
nicaciones con los centros de insurreccion por las fronteras
del Chaco, apoyándose en Santa Cruz de la Sierra. Warnes,
gobernador de esta provincia, pretendió desconocer la auto
ridad del nuevo comandante general, y salió solo con su
fuerza al encuentro del enemigo, que destacó una gruesa
division con el objeto de sofocar la resistencia ; pero com
pletamente batido con pérdida de su artilleria en Las Horcas
y Petacas, tuvo que refugiarse á la division de Arenales . Este
gefe, tan intrépido como entendido, maniobrando hábilmente,
esperó al confiado enemigo en la Florida , posicion perfectamente
elegida, y obtuvo sobre él un brillante triunfo ( el 25 de Mayo, )
quedando muerto en el campo el gefe español, salvándose tan
solo tres oficiales y nueve soldados de la division realista,
1
aunque cayendo Arenales con catorce heridas que le valieron 4
38 HISTORIA DE BELGRANO

mas tarde el grado de general. Con esta victoria , conmovi


dos los pueblos de las márgenes del Pilcomayo hasta Chuqui
saca y Cinti, y contando con el auxilio de los guerreros pro
metidos á Belgrano por el célebre Cumbay, Arenales se halló
muy pronto á la cabeza de trescientos fusileros, cuatro pie
zas de artilleria, alguna caballeria y millares de indios aguer
ridos armados de hondas y de flechas , con los que amagaba la
capital del Alto Perú, débilmente guarnecida . ( 13)
No fueron estas las únicas dificultades que asediaron al
enemigo por su espalda, impidiéndole llevar adelante su inva-.
sion. Poco despues (el 3 de Agosto de 1814 ) estalló en el
Cuzco una terrible insurreccion, que llegó á estenderse á Are
quipa, Huamanga, Andahuailas, Puno y la Paz, derrotada
unas veces y vencedora otras ; y aunque al fin fue sofocada,
contribuyó eficazmente, á la par de la resistencia opuesta en
Tucuman y Salta, á hacer desistir al enemigo de su proyecto
de invasion.
Estas resistencias tenaces, y estos movimientos de los
pueblos, eran el resultado de la política y de los trabajos ante
riores de Belgrano, quien habia inoculado profundamente la
revolucion en los pueblos del Alto Perú, especialmente en los
indígenas, que eran los mas decididos ; y que, contando con
un triunfo que le negó dos veces la fortuna, habia preparado
la insurreccion del Bajo Perú, como se ha esplicado antes. (14)

13-La historia circunstanciada y documentada de esta estraordinaria cam


paña de Arenales, puede leerse en nuestra "Historia de San Martin," cap. IV.
14-Garcia Camba dice lo siguiente en el tomo 19 pag. 118 : " La revo
“ lucion del Cuzco fué promovida por los oficiales capitulados y juramentados en
" Salta. " En el mismo tomo pag. 122 y 123, dice : 66 Segun los mejores da
66
tos reunidos en el gobierno superior del Perú, el plan de revolucion en el pais
""
(Bajo Perú) fué trazado por los independientes en Salta, de acuerdo con los
" oficiales capitulados y juramentados, y comunicado á sus partidarios ocultos y
66 agentes de las Provincias. Muy adelantado este terrible proyecto en el Cuzco,
"fué denunciado al Presidente interino Brigadier Concha, por uno de los oficia
" les separados del ejército, denuncia que se verificó el 30 de Octubre de 1813
" (despues de Viicapugio. ) Las providencias de Concha impidieron que estalla
66
ra por entonces la rebelion ; pero sin otro resultado que el de aplazar su es

plosion. "
CAPITULO XXI 39

Mientras estos sucesos se desenvolvian por su espalda, el


grueso de la vanguardia realista permanecia estacionada en

sa
mgajevpia
Salta, sin atreverse á destacar fuerzas mas allá de esta ciudad,
donde el mismo Coronel Castro perdió 45 prisioneros en un
avance que hicieron sobre ella las guerrillas de Güemes. Todas
las operaciones del enemigo en el espacio de tres meses se re
dujeron á avanzar con una fuerte columna hasta el punto
de Cobos, con el objeto de reconocer el camino hasta el Pasa
je. Esta operacion fué confiada al Coronel D. Guillermo Mar
quiegui, natural de Salta, como Castro, que igualmente se
habia decidido por la causa del Rey, á la que prestó servicios
de consideracion . Las hostilidades que las guerrillas hicieron
á los enemigos , los desalentaron en términos tales, que consi
deraron insensato el proyecto de adelantar un paso fuera
de Jujuy ; divulgándose al mismo tiempo la voz de que el
ejército patrio se preparaba á atacarlos en número de 4,000.
hombres, marchando fraccionado en dos divisiones por los ca
minos de Guachipas y Pasaje, en circunstancias en que San
Martin tenia poco mas de 2,500 hombres de pelea . (15) Sin
embargo, Ramirez, gefe de la vanguardia española, ignorante
de lo que pasaba en el campamento argentino, se alarmó con
aquella noticia, y á principios de Abril pidió nuevos refuerzos
á Pezuela. Este le remitió en el acto siete compañias de in
fanteria y 4 piezas de artilleria, con lo cual la vanguardia rea
lista llegó á contar 3,200 hombres de buenas tropas , con 12
piezas de artilleria.
En el siguiente mes de Mayo, considerando Pezuela com
pletamente dominada la resistencia de Arenales por el desas
tre de San Pedrillo y otras ventajas obtenidas sobre él por
sus tenientes, se puso en marcha hácia Jujuy, seguido de dos
batallones, con el objeto de avanzar hasta el Tucuman, y abrir
comunicaciones con la plaza de Montevideo, para obrar en

15- A mas de los Escuadrones de Granaderos á caballo, de que se ha


hecho mencion antes, el ejército del Alto Perú fué reforzado por este tiempo con
un hermoso batallon de 700 plazas [ el número 7 ] al mando del Teniente Coronel
D. Toribio Luzuriaga.
40 HISTORIA DE BELGRANO

combinacion con ella , ó hacer por lo menos una poderosa di


version en su favor. El 27 de Mayo llegó á aquella ciudad , y
á mediados de Julio se trasladó con todo su ejército á Salta ,
despues de hacer practicar por su ingeniero un prolijo reco
nocimiento de todo el país, en cuya operacion sufrieron hosti
lidades contínuas y algunas pérdidas. Preparábase á abrir
su nueva campaña sobre Tucuman, cuando llegó á su noticia
la rendicion de la plaza de Montevideo , de la que se habian
apoderado los patriotas por capitulacion del 20 de Junio ,
mandando el ejército sitiador el general Alvear. Esta triste
nueva, la del triunfo de Arenales en la Florida, su marcha
consiguiente sobre Chuquisaca, y el estado alarmante que pre
sentaban los pueblos del Bajo Perú, le hicieron suspender to
do movimiento agresivo, consultando al Virey sobre el replie
gue del ejercito á sus antiguas posiciones y tomando algunas
medidas preventivas en tal concepto . El 22 de Julio le con
testó el Virey « autorizándolo plenamente para disponer el
repliegue desde Jujuy hasta Cotagaita, y aun mas adelante
❝ si era menester, escojiendo todos los parajes mas defendi
« bles que presentase el camino de las Sierras ; pero que en
« último evento no deberia cederse sino palmo á palmo el
« terreno hasta el Desaguadero, término de ambos vireyna
❝tos. " Tal era la vitalidad de la revolucion : aun no hacia
seis meses que habian sido destrozados sus dos mejores ejér
citos en dos sangrientas batallas, y ya el orgulloso vencedor
tenia que retroceder en presencia de los derrotados y ante la
actitud decidida de las poblaciones alzadas espontáneamente .
En retirada ya el ejército español, recibió Pezuela la no
ticia de la revolucion del Cuzco, que se propagó muy luego
entre sus soldados , llenándolos de desaliento . Fué en esta
circunstancia cuando el Coronel D. Saturnino Castro, conci
bió el atrevido proyecto de sublevar el ejército realista y pa
sarse con él á las banderas de la revolucion, á las que siem
pre debió pertenecer ; pero habiéndose frustrado completa
mente su plan, fué preso y fusilado en el pueblo de Moraya,
muriendo asi á manos de sus antiguos correligionarios políti
cos, traidor á su patria y perjuro á su fé.
CAPITULO XXI 41

Pero antes que todos estos acontecimientos tuviesen su


completo desarrollo, habian mediado entre San Martin y Bel
grano algunos sucesos, dignos de ser recordados por la histo
ria, los que hemos reservado para el capítulo siguiente, en el
interés de no romper la unidad de la narracion.

AGTE
1

1
1

CAPITULO XXII W

BELGRANO Y SAN MARTIN- DIPLOMACIA


1

1814-1815

Concentracion del Poder Ejecutivo- Posadas es nombrado Director Supremo—


La masoneria política Origen y progresos de la Lógia de Lantaro- Su in
fluencia en la eleccion de Posadas-San Martin y Alvear-Primer entrevis
ta de San Martin y Belgrano- San Martin General en gefe del Perú― No
ble manifestacion de Belgrano - Palabras de San Martin-Paralelo entre
Belgrano y San Martin-Abnegacion de Belgrano- Noble conducta de
San Martin con él - Trabajos de reorganizacion del ejército-Dorrego y
San Martin- Elogio de Belgrano hecho por San Martin-Belgrano es se
parado del ejército del Perú - Error de esta medida- Belgrano detenido
en la Villa de Lujan- Empieza á escribir sns memorias- Su correspon
dencia con el gobierno - Se le permite pasar á Buenos Aires-Estado del
pais en aquella época - Belgrano y Rivadavia son enviados en una mision
diplomática á Europa- Sus instrucciones -Su permanencia en Rio Janei
ro-Mision al Brasil de D. Manuel José Garcia-Exaltacion de Alvear
Propuestas que este hace á la Inglaterra --Los comisionados llegan á Fal
mouth- Caida de Alvear- Desaliento de Belgrano y Rivadavia.

La Asamblea Constituyente, desenvolviendo su vasto plan


de reformas, y obedeciendo , á la lógica de los principios, á las
exigencias de los partidos y á las necesidades de la revolu
cion, sancionó al comenzar el año de 1814 una innovacion tras
cendental. Tal fué la concentracion del Poder Ejecutivo, po
niendo término á los gobiernos colegiados , que hasta entonces
habian estado al frente de los destinos públicos. El mismo
triunvirato, compuesto de Rodriguez Peña, Larrea y Posadas,
44 HISTORIA DE BELGRANO

se dirigió á la Asamblea el 24 de Enero, diciéndole que, « la


esperiencia del mando y el conocimiento inmediato de las
« transacciones, le habian enseñado que para dar el impulso
« que requerian las empresas, y el tono que los negocios exi
« gian, era indispensable la concentracion del poder en una
« sola mano , dictando una constitucion mas análoga á las cir
❝cunstancias. " Despues de dos dias de largas discusiones,
la Asamblea resolvió por fin con fecha 22 de Enero, que el
Poder Ejecutivo se concentrase en una sola persona, refor
mando en consecuencia el estatuto provisorio vigente, y dis
poniendo ademas que se asociase al gobierno un consejo de
Estado compuesto de nueve vocales. En seguida, procedién
dose al nombramiento de la persona que debia ejercer el
poder, resultó por unanimidad de sufragios D. Gervacio An
tonio Posadas , con el título de Director Supremo de las Pro
vincias Unidas.
La concentracion del Poder Ejecutivo, que tenia por obje
to vigorizar la accion gubernativa, era un paso mas dado en
sentido de la independencia. Los gobiernos colectivos que
hasta entonces se habian sucedido unos á otros , no tenian un
carácter definido, y parecian mas bien llenar un vacio, que
ejercer una autoridad nacional. La unipersonalidad del go
bierno, por el contrario, variando la esencia de la autoridad,
la acercaba á las condiciones republicanas, haciendo efectiva
la responsabilidad de los mandatarios, dándole un título que
rompia abiertamente con los precedentes monárquicos, na
cionalizando mas la representacion del poder, y haciendo mas
palpable el hecho de que el gobierno de la República era una
emergencia de la soberania del pueblo .
Antes que este gobierno se instalara, ( 1 ) habia salido
San Martin con direccion al Perú ; pero como el partido que
creaba el Directorio era el mismo que habia exaltado al triun
virato ; y como por otra parte, Posadas heredaba las tradi

1-El Directorio Supremo se instaló el 31 de Enero de 1814, en cuyo dia


prestó juramento Posadas en manos del Presidente de la Asamblea.
CAPITULO XXII 45

ciones del anterior gobierno, elevándose bajo los auspicios de


1
las sociedades secretas, puede decirse que este cambio no im
portaba una alteracion en la política seguida hasta entonces.
San Martin, que á la par de Alvear, habia contribuido á fun
dar aquel órden de cosas por la revolucion de 8 de Octubre de
1812 , deseaba despues del triunfo de San Lorenzo, un teatro
mas vasto en que desenvolver sus talentos militares . Alvear,
su colaborador en el movimiento, y no menos ambicioso de glo
rias y de poder, aunque sin el genio y la claridad de vistas de
San Martin, deseaba igualmente una ocasion de elevarse, to
mando una parte activa en la direccion de la guerra . Estos
dos hombres, que habian hecho juntos la guerra de la Penín
sula contra los franceses, y en la cual se habian distinguido,
principalmente San Martin , fueron los primeros que introdu
jeron en Buenos Aires las sociedades secretas aplicadas á la
política.
Las sociedades secretas compuestas de americanos , que
antes de estallar la revolucion se habian generalizado en Eu
ropa, revestian todas las formas de las lógias masónicas ; pe
ro solo tenian de tales, los signos , las fórmulas, los grados y los
juramentos. Su objeto era mas elevado, y por su organiza
cion se asemejaban mucho á las ventas carbonarias. Com
puestas en su mayor parte de jóvenes americanos fanatizados
por las teorias de la revolucion francesa, no iniciaban en sus
misterios sino á aquellos que profesaban el dogma republica
uo y se hallaban dispuestos á trabajar por la independencia de
la América . Estas sociedades, que establecieron sus centros
de direccion en Inglaterra y España, tuvieron su orígen en
una asociacion que con aquellos propósitos, y con el objeto in
mediato de revolucionar á Caracas, fundó en Lóndres á fines
del siglo pasado el célebre General Miranda, quien buscó su
cesivamente el apoyo de la Francia, de los Estados Unidos.
y de la Inglaterra en favor de su empresa. Para cooperar á
esta asociacion de Miranda, se formó en los primeros años
del siglo XIX, una vasta sociedad secreta, compuesta casi es
clusivamente de americanos , que se habia generalizado en Es
paña con la denominacion de Sociedad Lautaro 6 Caballeros
46 HISTORIA DE BELGRANO

racionales, contando entre sus miembros algunos títulos de la


alta nobleza española. En Londres estaba lo que podia lla
allí par
de allí
marse el grande oriente político de la asociacion, y de
tian todas las comunicaciones para la América . En Cádiz
existia el núcleo de la parte correspondiente á la Península,
y en ella se afiliaban todos los americanos que entraban ó sa
lian por aquel puerto. El primer grado de iniciacion de los
neófitos era el juramento de trabajar por la independencia
americana el segundo, la profesion de fé del dogma republi
cano. La fórmula del juramento del segundo grado era la si
guiente : « Nunca reconocerás por gobierno legítimo de tu
<< patria sino á aquel que sea elegido por la libre y espontá
❝nea voluntad de los pueblos ; y siendo el sistema republicano
❝el mas adaptable al gobierno de las Américas, propenderás
« por cuantos medios estén á tus alcances, á que los pueblos
❝ se decidan por él. " En esta asociacion secreta, ramificada
en el ejército y la marina, y que en Cádiz solamente, contaba
cuarenta iniciados en sus dos grados, se afilió San Martin, ca
si al mismo tiempo que Bolivar ; ligándose así por un mismo
juramento prestado en el viejo mundo, los dos futuros liber
tadores del Nuevo Mundo, que partiendo de un mismo centro
con idénticos propósitos , elevándose por iguales medios y á la
misma altura, debian encontrarse mas tarde frente á frente en
la mitad de su gloriosa carrera.
El teniente de marina D. Matías Zapiola, que se distin
guió despues en las guerras de la revolucion , y el capitan de
carabineros D. Cárlos Maria de Alvear llamado á brillantes des
tinos, se afiliaron con San Martin en la asociacion de Caballeros
racionales. Estos tres oficiales, llegados á Buenos Aires en
Marzo de 1812 , fueron los fundadores de la masoneria política
en el Rio de la Plata . (2 )
El primer trabajo de San Martin y Alvear al llegar á su
patria, fué el establecimiento de la famosa Lógia conocida en

2-Por mas pormenores sobre este punto, véase nuestra "Historia de San
Martin" cap. II.
CAPITULO XXII 47

la historia con el título de Lautaro, la que debia ejercer una


misteriosa influencia en los destinos de la revolucion . Aspi
rando á gobernarla, sometieron á sus directores á la disciplina
de las sociedades secretas, preparando misteriosamente entre
pocos, lo que debia aparecer en público como el resultado de
la voluntad de todos. Esto esplicará algunas aberraciones que
se notarán mas adelante .
La Logia de Lautaro cooperó eficazmente al movimiento
de 8 de Obtubre : influyó poderosamente en la eleccion del
triunvirato que fué su consecuencia ; conquistó los principales
miembros de la asamblea, que se afiliaron en ella, y al finalizar
el año XIII , era la suprema reguladora de la política interna.
San Martin y Alvear, auxiliados por la habilidad de Mon
teagudo, fueron por mucho tiempo los árbitros de la logia ;
pero esta buena inteligencia no podia ser de larga duracion.
Los amigos se convirtieron muy luego en dos irreconciliables
enemigos . Diversas causas produjeron este rompimiento. La
petulancia juvenil de Alvear, no podia sobrellevar con pacien
cia el ademan imperioso, la palabra incisiva y la voluntad de
fierro de San Martin, profundamente convencido de su supe
rioridad sobre cuantos le rodeaban, y que apenas se apercibia
de los pueriles celos de su competidor . Alvear, con calidades
mas brillantes, aunque menos sólidas que las de San Martin,
podia sobreponerse á su antiguo amigo en las oscuras intri
gas de la logia ó en el favor pasagero de una ciudad impre
sionable como la Atenas de la antigüedad. Esto tal vez le
hizo creerse superior, al que desde entonces pudo conside
rar como su rival. Era el Alcibiades moderno, hermoso , in
clinado al fausto y á la ostentacion, fogoso en la tribuna, chis
peante en el banquete, bravo si era necesario en el campo de
batalla y devorado por la fiebre de la ambicion ; en presencia
del Annibal americano, tan astuto, tan reservado y tan lleno
de fé en el poder de su espada como aquel héroe de la anti
güedad cuya mas notable hazaña debia imitar. Alvear tenia
inspiraciones súbitas que deslumbraban como un relámpago.
San Martin era el vaso opaco de la escritura, que guardaba la
claridad en lo interior de su alma . Estos dos hombres eran
48 HISTORIA DE BELGRANO

los candidatos para Generales, designados por la Logia de


Lautaro .
Omnipotente en la Asamblea, influyente en el gobierno,
ramificada en la sociedad, la logia aspiraba á apoderarse del
mando de las armas, para centralizar en sus manos todo el po
der moral y material de la república . Tal era tambien la am
bicion de San Martin y Alvear, aunque cada cual tuviera en
ello distintas miras . El segundo , veia que el camino de la glo
ria militar era tambien el camino del gobierno, y esta tenden
cia egoista de su ambicion, podia estimularle á obrar grandes
cosas ; pero no formar un héroe. El primero, aunque no mi
rase en menos el poder, tenia vistas mas largas, propósitos mas
deliberados, aspiraciones mas generosas : él buscaba para la
revolucion el camino de la victoria, porque la consideraba mal
organizada y mal encaminada en el sentido militar . Así es
que, cuando despues de Ayohuma se pensó en Buenos Aires en
remover á Belgrano del mando del ejército del Perú , Alvear
se presentó como candidato ; pero recapacitando sin duda, que
era peligroso abandonar á San Martin la supremacia de la lo
gia, cedió á este el poco envidiable mando de un ejército der
rotado . San Martin comprendió que se trataba de alejarle
para anular su influencia, y se resistió al principio á aceptar :
pero pensando quizá con mas madurez , que luchaba en terreno
desventajoso para él, y que en definitiva la supremacia seria del
vencedor en los campos de batalla , se decidió á marchar al Perú,
abandonando á su rival el imperio de la logia . Alvear le acom
pañó hasta la salida de la ciudad, y al separarse dijo á sus ami
gos, riéndose alegremente : « Ya cayó el hombre. » (3)
Alvear, libre de la competencia de San Martin y dueño de
la mayoria de la logia, se aprovechó de su ausencia para des
envolver sus proyectos de ambicion. Fué en esta epoca que
se acordó en los consejos secretos centralizar el poder ejecuti
vo en una sola persona, nombrando un Director supremo para

3- Las palabras testuales fueron mas enérgicas y dichas en portugués por


via de gracejo Ja se f... o home.
CAPITULO XXII 49

ejercerlo. Este elevado puesto halagaba la prematura é ines


perta ambicion de Alvear ; pero sin bastante prestigio aun,
sin un partido que lo apoyara fuera de la logia, sin títulos pa
ra mandar á los demas, hizo que los logistas, que eran al mis
mo tiempo los Diputados que debian efectuar la eleccion , se
fijasen en su tio D. Gervasio Posadas, preparándose así el ca
mino del poder para mas tarde . En seguida, se hizo nombrar
general en gefe de las fuerzas de la capital ; y muy luego, del
ejército sitiador de Montevideo, á cuyo frente tuvo la gloria
.
de rendir el último baluarte de la dominacion española en el
Rio de la Plata, arrebatando este lauro al General Rondeau, á
quien relevó en el mando, en momentos en que la rendicion
de la plaza era cuestion de hambre y de tiempo.
Antes de que tuviera lugar la rendicion de Montevideo, de
la cual se ha hablado ya en el capítulo anterior, se habian en
contrado en Yatasto el General Belgrano y el Coronel San
Martin. Este, que habia salido de Buenos Aires con el título
de Mayor General y segundo gefe del ejército , se presentó á
pedir órdenes; y aquel le ordenó que regresára á Tucuman á
ocuparse de la reorganizacion del ejército , introduciendo en él
las reformas y mejoras de la táctica moderna . Belgrano, que
despues de dos derrotas consecutivas y postrado por la enfer
medad, se consideraba física y moralmente impedido para
continuar en el mando del ejército, se habia anticipado á pedir
al Gobierno su relevo, fundando su renuncia en razones de con
veniencia pública. Con este antecedente debió ver en San
Martin un sucesor mas bien que un subordinado.
El Gobierno accedió á la peticion de Belgrano, y este
contestó al oficio en que le fué comunicada la resolucion, en
términos dignos de él y de su sucesor. Hé aqui la contesta
cion de Belgrano :-«Al instante que tuve la satisfaccion de
leer el oficio de V. E. fecha 18 del corriente, por el que se ha
dignado avisarme haber conferido el mando de General en Gefe
al Coronel de Granaderos á caballo D. José de San Martin,
permaneciendo yo á sus órdenes, á la cabeza del Regimiento
núm. 1.º ; le dí á reconocer en la órden del dia, y en consecuen
cia fuí á rendirle los respetos debidos á su carácter.- Doy á
50 HISTORIA DE BELGRANO

V. E. mis mas espresivas gracias por el favor y honor que me


ha dispensado accediendo á mi solicitud ; y créame que, si cabe
el redoblar mis esfuerzos por el servicio de la patria, lo ejecu
taré con el mayor empeño y anhelo, para dar nuevas pruebas
de mi constancia en seguir el camino que me propuse desde
que me decidí á trabajar por la libertad é independencia de la
América . " (4)
San Martin, por su parte, al recibirse del mando (30 de
Enero) dirijióse al Gobierno diciéndole : « Yo me encargo de
« un ejército que ha apurado sus sacrificios durante el espa
« cio de cuatro años ; que ha perdido su fuerza física, y solo
« conserva la moral ; de una masa disponible á quien la me
« moria de sus desgracias irrita y electriza, y que debe mo
« verse por los estímulos poderosos del honor, del ejemplo ,
« de la ambicion y del noble interés.-Que la bondad de V.
« E. hácia este ejército desgraciado se haga sentir, para le
vantarlo de su caida. "
Es un espectáculo digno de la atencion de la posteridad
el momento en que, dos hombres eminentes se encuentran en
la historia á la sombra de una misma bandera ; y si ambos lle
gan á comprenderse y estimarse, haciéndose superiores á
innobles pasiones que impidan hacerse recíproca justicia, en
tonces la escena es tan interesante como moral. Tal sucedió
con San Martin y Belgrano, los dos hombres verdaderamente
grandes de la revolucion argentina, y que merecen el título de
fundadores de la Independencia de su patria.
Existian muchos puntos de contacto entre San Martin y
Belgrano, que eran dos naturalezas superiores destinadas á
entenderse, aun por las mismas calidades opuestas que daban
á cada uno de ellos su fisonomia propia y original .
San Martin era un génio dominador, y Belgrano un hom
bre de abnegacion . Obedecia el uno á los instintos de una or
ganizacion poderosa , y el otro á los sentimientos de un cora

4- Oficio fechado en Tucuman el 29 de Enero de 1814 , (M. S. del Ar


chivo General.)
CAPITULO XXII 51

zon sensible y elevado. Empero, ambos, al aspirar al mando


ó al profesar el sacrificio, subordinaban sus acciones á un prin
cipio superior, teniendo en vista el triunfo de una idea, sobre
poniéndose á esas ambiciones bastardas que solo pueden per
donarse á la vulgaridad.
Belgrano tenia un candor natural, que le hacia confiar
demasiado en la bondad de los hombres : San Martin, por el
contrario, sin despreciar la humanidad , tenia ese grado de pe
simismo que es tan necesario para gobernar á los hombres.
Esto no impedia que San Martin admirara la generosa eleva
cion del carácter de Belgrano ; y este, su tacto seguro y su pe
netracion para juzgar á los hombres, utilizando en ellos hasta
sus malas tendencias y aun sus vicios .
Ajenos los dos á los partidos secundarios de la revolucion ,
sin ser indiferentes á la política interna, nunca participaron de
sus ódios, ni se subordinaron á sus tendencias egoistas , man
teniéndose siempre á una grande altura respecto de las cosas
y los hombres que no concurriesen inmediatamente al triunfo
de la revolucion americana . Esta identidad de ideas sobre
punto tan capital, les hacia naturalmente apasionarse por los
grandes resultados que buscaban, y procurar que sus subor
dinados poseidos del mismo espíritu , se mantuvieran agenos á
las divisiones internas, para concentrar todos sus esfuerzos y
toda su enerjía contra sus enemigos externos. Eran dos atle
tas que necesitaban una vasta arena para combatir, y el cam
po de la política interna les venia estrecho á sus combinacio
nes ; asi es que, los ejércitos de San Martin y Belgrano, tuvie
ron la pasion de la independencia y de la libertad , y solo fue
ron presa de las facciones el dia que ellos faltaron á su cabeza.
Los dos poseian ese espíritu de órden y de disciplina,
peculiar á los genios sistemáticos, que ven en los hombres
instrumentos inteligentes para hacer triunfar principios y no
intereses personales. El sistema de Belgrano, era austero,
minucioso, casi monástico, y trababa hasta cierto punto el
libre vuelo de las almas ; « exigiendo, segun la espresion de
<<uno de sus oficiales, una abnegacion, un desinterés y un pa
« triotismo tan sublime como el suyo. " El de San Martin,
52 HISTORIA DE BELGRANO

por el contrario, aunque no menos severo, tendia á resulta


dos generales, y obrando sobre la masa con todo el poder de
una voluntad superior, dejaba mayor libertad á los movimien
tos espontáneos del individuo.
San Martin habia nacido para la guerra, con un tempe
ramento varonil, una voluntad inflexible y una perseverancia
en sus propósitos, que le aseguraba el dominio de si mismo ,
el de sus inferiores y el de sus enemigos. Belgrano , débil de
cuerpo, blando y amable por temperamento, y sin ese frio golpe
de vista del hombre de guerra, habia empezado por triunfar
de su propia debilidad dominando su naturaleza, contrariando
los sentimientos tiernos de su corazon, y supliendo por la
constancia y la fuerza de voluntad, las calidades militares que
le faltaban. Ambos se admiraban : el uno por ese poder mag
nético que ejercen las organizaciones poderosas : el otro por
la simpatia irresistible que despierta el hombre que sobrepone
el espíritu á la materia .
Ardientes partidarios de la independencia, los dos esta
ban convencidos de la necesidad de generalizar la revolucion
argentina por toda la América, á fin de asegurar aquella. Con
gustos artísticos uno y otro, pues Belgrano era músico, y San
Martin pintor, tenian algo de ese idealismo que poseen los
héroes en los pueblos libres. Graves, sencillos y naturales en
sus maneras, aunque en San Martin se notara mas brusquedad
y reserva, y en Belgrano mas mesura y sinceridad , habia de
comun entre ellos , que despreciaban los medios teatrales ; y
grande cada cual á su manera, se ayudaban y completaban mú
tuamente sin hacerse competencia . En San Martin habia mas
génio, mas de lo que constituye la verdadera grandeza del hom
bre en las revoluciones ; pero en cambio, habia en Belgrano
mas virtud nativa, mas elevacion moral ; y si este era acreedor á
la corona cívica, aquel era digno de la palma del triunfador. (5)

5-Véase nuestra " Historia de San Martin, " cap. III, en que este para
lelo está complementado bajo una nueva faz , dando mas pormenores sobre sus
relaciones personales y su correspondencia confidencial antes de conocerse perso
nalmente.
NA VAŠE NA
CAPITULO XXII 53

San Martin ha sido pintado por sus enemigos con colores


muy distintos, y sus admiradores han descuidado darnos el
1
trasunto de su fisonomia moral ; asi es que, unos y otros han •

Thi đấuvà mấtđi


creido que entre Belgrano y él , existió una rivalidad innoble ;
y aun dan por hecho que despues de recibirse del mando lo
despidió inmediatamente del ejército . (6) Para honor de la

HNGGIANG
humanidad nada de esto es cierto ; y las relaciones de San
Martin y Belgrano fueron siempre cordiales, entusiastas, lle
nas de lealtad ; y ambos se hicieron en todo tiempo la mas

Tên
completa justicia. Los sucesos mismos, comprobados por do
cumentos fehacientes, se encargarán de demostrar la verdad de
este aserto.
Apenas recibido del mando, significó San Martin á la co
mision nombrada para procesar á Belgrano ( 7) por las recien

6-El General Paz en sus "Memorias" [ Tom. 1º pag. 176 ] asienta como "
un hecho que no admite duda, que San Martin desterró á Belgrano del ejército. 1
Otros han repetido esto mismo. Felizmente todo esto es incierto, y por el contra
rio, la separacion de Belgrano fué un verdadero pesar para San Martin.- Miller
va mas lejos diciendo que en 1818 se retiró Belgrano con su ejército de la fron "
tera del Perú por no coadyuvar á los planes de San Martin, lo que es historica "
meute falso, como se verá despues.
7-Esta Comision, nombrada para el arreglo de los negocios del Alto Pe
rú, con el título de "Comision Directiva" y con acuerdo de la Asamblea, se com
ponia del Dr. Ugarteche, de Alvarez Jonte y de D. Justo José Nuñez . Hé aqui
el decreto del Gobieruo en virtud del cual procedia la Comision, habiendo prévia
mente pedido el General Belgrano que se le sometiera á un juicio, para que se
esclareciese la verdad.— “ Siendo sumamente importante el averiguar los motivos
“ de las desgracias sucedidas al Ejército destinado á las provincias interiores en
66
sus dos últimas acciones al mando del General Belgrano, ha acordado el Go
" bierno dar á V. E. la comision bastante, como le confiere por la presente ór
" den, para que sin pérdida de tiempo proceda á realizar la averiguacion compe
" tente sobre las referidas desgracias, analizando por todos medios la conducta
..
de los gefes que dirijieron las dichas acciones, qué disposiciones tomaron para
* conseguir su buen éxito, y qué causas hayan influido en su mal resultado,
" dando cuenta V. E. inmediatamente de todo - Buenos Aires, Diciembre 27 de
1813-JUAN LARREA- GERVASIO POSADAS -NICOLAS R. PEÑA- Manuel
" Moreno, Secretario. - A la Comision destinada á las Provincias interiores." -El
título del proceso que original existe en el Archivo General, es como sigue : "Año
de 1814. — Sumaria actuada para esclarecer las causas que influyeron en el mal
resultado de las acciones de Vilcapugio y Ayohuma.” —En el apéndice de la 2ª edi
cion dimos un estracto de este documento, que ya hemos tenido ocasion de citar.
54 HISTORIA DE BELGRANO

tes derrotas de Vilcapugio y Ayohuma , la conveniencia de pos


poner la continuacion de la causa, á la reorganizacion del
ejército, escribiendo al Gobierno en el mismo sentido. La
Comision, dando cuenta de este incidente ( 23 de Febrero de
1814 ) , esponia al mismo tiempo que no habia adelantado mas
el sumario por la desmoralizacion que resultaba de procesar
á un General con mando, haciendo deponer contra él á sus
subalternos ; dando á entender que tal vez se retraian de de
cir la verdad . Despojado del mando, y reducido á la modesta
posicion de gefe de un cuerpo, su sucesor, no menos genero
so que él, no podia consentir sin deshonrarse en ser el instru
mento de su humillacion ; pues debia comprender que el pro
ceso se convertiria al fin en receptáculo de las calumnias de
sus enemigos ; asi es que, desde entonces la causa no dió un
paso adelante, no obstante que el Gobierno con fecha 18 de
Marzo ofició al auditor de guerra que continuara hasta poner
la en estado de sentencia .
No fué esta la única muestra de deferencia que dió á su
ilustre antecesor . Al tiempo de ocuparse de la reorganiza
cion del ejército, agregó al cuerpo de Belgrano todos los pi
quetes sueltos, confiándole así el mando de la masa de tropa
mas respetable del ejército, como al mas capaz de instruirla y
de moralizarla.
Sobre la base de los Escuadrones de Granaderos á caballo ,
que presentaba como modelo ; y del Rejimiento N.° 1. ° manda
do por Belgrano, San Martin se contrajo á la reorganizacion
y disciplina del ejército, con toda la enerjía de que era capaz.
Introdujo en él las reformas de la táctica moderna , especial
mente en el arma de caballeria, abandonada hasta entonces á
la vieja rutina de los veteranos , ó á la inesperiencia de los ofi
ciales improvisados por la revolucion ; cambió el espíritu del
ejército, permitiendo el duelo que Belgrano habia prohibido
bajo penas severas ; pidió contingentes de reclutas á todas las
provincias de su dependencia, especialmente de Santiago del
Estero , mina inagotable de soldados ; y fundó una academia
para transmitir á los gefes de cuerpo el caudal de su ciencia y
de su esperiencia militar, iniciándolos con sus lecciones en los
CAPITULO XXII 55

progresos que habia hecho el arte de la guerra ; llegando á


reunir bajo sus banderas mas de tres mil hombres sobre la ba
se de los 1,800 que le habia entregado Belgrano.
Con el objeto de dar un punto de apoyo á su tropa , ocu
parla útilmente, impedir la desercion que se habia pronuncia
do, y de instruir á los oficiales en los trabajos de la fortifica
cion, emprendió la construccion de un campo atrincherado á
inmediaciones de Tucuman. (8) Este campo fué el que des
pues se llamó la « Ciudadela de Tucuman, " célebre en los fas
tos argentinos.
Ya se ha visto en el capítulo anterior que para uniformar
la instruccion del ejército y sujetarlo á la misma regla, concen
tró en Tucuman toda la fuerza empleada en la vanguardia ba
jo las órdenes de Dorrego, confiando la guarda de la línea del
Pasaje á las milicias del país, acaudilladas por Güemes. Falto
de conocimientos en el país (como él mismo lo confiesa) con
sultó á Dorrego sobre esta medida, interrogándolo acerca de
tres puntos : 1. Si era útil la permanencia de la vanguardia
para resguadar á Salta y hostilizar al enemigo ; 2.º Si podria
hacerse el mismo servicio con 100 hombres de línea y con las
milicias del país ; 3. Si convendria encomendar á las milicias
el impedir los merodeos del enemigo, encargándolas de obser
var sus movimientos. Dorrego contestó que no solo era inútil
sino peligrosa la permanencia de la vanguardia donde se ha

8-San Martin, reservado por sistema, no confió á nadie el objeto que se


proponia al emprender la obra del campo atrincherado, asi que siempre ha sido
este un misterio, que el siguiente documento esplicará : -" GUERRA Num. 14—
"
Exmo. Señor Convencido de la necesidad de sostener este punto, he dispues
" to la construccion de un campo atrincherado en las inmediaciones de esta ciu
40
dad, que no solo sirva de apoyo y punto de reunion á este Ejército en caso
" de contraste, sino que me facilite los medios de su mas pronta organizacion,
46
como igualmente evitar la desercion en un Ejército compuesto la mayor parte
" de reclutas .- El plan del campo, como las razones por mas estenso que me han
"1
movido á su construccion, remitiré á V. E. á la mayor brevedad. —Tucuman,
" 13 de Febrero de 1814. —José de San Martin. —Exmo . Sr. Director Supremo."
Con fecha 19 de Marzo aprobó el Gobierno el proyecto ; pero las razones por mas
estenso nunca se las dió, á pesar de pedírselas por reiteradas ocasiones.- (M. S.
del Archivo General.)
56 HISTORIA DE BELGRANO

llaba (Guachipas ) ; inútil por falta de buenas cabalgaduras,


y porque su objeto lo podian llenar 50 hombres ; peligrosa
porque para cubrir debidamente los puntos convenientes de
bia situarse en el Rosario, Chicuana ó el Bañado, y en tal caso
con una marcha forzada del enemigo se veria atacada , sin po
der evitar el combate antes de llegar á las cuestas , pudiendo
ser cortada : esponiendo un plan de vigilancia, escrito con per
fecto conocimiento de la topografia del país, el cual fué apro
bado por San Martin en todas sus partes. (9)
Incorporado Dorrego al ejército, no tardó en dar motivos
de disgusto al nuevo general en gefe . En una de las sesiones
de la academia de gefes que presidia San Martin personal
mente, y á las cuales asistia modestamente Belgrano como co
ronel del núm. 1.º, se trataba de uniformar las voces de man
do. Belgrano por su calidad de Brigadier General , ocupaba
el puesto de preferencia , siguiéndole Dorrego por el órden de
antigüedad. San Martin dió la voz de mando que debian re
petir los demas sucesivamente y en el mismo tono. Al repe
tir la voz el general Belgrano, soltó la risa el coronel Dorrego.
San Martin que no era hombre de tolerar aquella impertinen
cia, le dijo con firmeza y sequedad : « Señor Coronel, hemos
venido aquí á uniformar las voces de mando ! "-y volvió á dar
la misma voz como si nada hubiera sucedido ; pero al repetir
la nuevamente Belgrano, soltó otra vez la risa Dorrego. En
tonces San Martin empuñando un candelero de bronce que ha
bia sobre la mesa que tenia por delante, y dando sobre ella un
vigoroso golpe, profirió un voto enérgico, y dirijiendo una mi
rada iracunda á Dorrego, le dijo sin soltar el candelero de la
mano : « He dicho, Sr. Coronel, que hemos venido á unifor
mar las voces de mando ! " -Dorrego quedó dominado por
aquella palabra y aquel gesto y no volvió á reirse ; y pocos dias
despues fué desterrado á Santiago del Estero en castigo de su
insubordinacion.

9-Para mayores detalles sobre este punto, véase "Historia de San Mar
tin," cap. IV, donde se citan los documentos ( M. S. S. del Archivo General.)
CAPITULO XXII 57

Mientras tanto, el gobierno se impacientaba al ver que no


se adelantaba el proceso mandado levantar á Belgrano , dis
puso (en fecha 5 de Febrero ) que sin pérdida de tiempo se le
ordenase pasar á la ciudad de Córdoba, entregando el mando
del regimiento núm. 1.° al oficial mas antiguo. San Martin
lejos de aprovecharse de esta circunstancia para deshacerse
de Belgrano, tomó sobre sí el no dar cumplimiento á la órden ,
esponiendo ( 13 de Febrero) que no se podia llevar á efecto
sin grave riesgo de la vida del general, enfermo á la sazon de
tercianas, añadiendo otros conceptos que honran tanto al uno
como al otro : He creido de mi deber imponer á V. E. que
« de ninguna manera es conveniente la separacion del general
« Belgrano de este ejército ; en primer lugar, porque no en
« cuentro un oficial de bastante suficiencia y actividad que le
« subrogue en el mando de su regimiento ; ni quien me ayude
« á desempeñar las diferentes atenciones que me rodean con
« el órden que deseo, é instruir la oficialidad , que ademas de
« ignorante y presuntuosa, se niega á todo lo que es apren
« der, y es necesario estar constantemente sobre ellos para que
se instruyan al menos de algo que es absolutamente indis
❝pensable que sepan . ” Mas adelante añadia : " Me hallo
<< en unos paises cuyas gentes , costumbres y relaciones me son
❝ absolutamente desconocidas , y cuya topografia ignoro ; y
❝siendo estos conocimientos de absoluta necesidad para hacer
❝ la guerra, solo el general Belgrano puede suplir esta falta,
instruyéndome y dándome las noticias necesarias de que ca
« rezco (como lo ha hecho hasta aqui ) para arreglar mis dis
<< posiciones ; pues de todos los demas oficiales de graduacion
« que hay en el ejército no encuentro otro de quien hacer con
<< fianza, ya porque carecen de aquel juicio y detencion que
« son necesarios en tales casos, ya porque no han tenido los
❝ motivos que él para tener unos conocimientos tan estensos é
<< individuales como los que él posee. Su buena opinion entre
<< los principales vecinos emigrados del interior y habitantes
❝ del pueblo, es grande ; que á pesar de los contrastes que han
« sufrido nuestras armas á sus órdenes, lo consideran como un
hombre útil y necesario en el ejército, porque saben su con
58 HISTORIA DE BELGRANO

traccion y empeño, y conocen sus talentos y su conducta ir


< reprensible. Están convencidos prácticamente que el mejor
❝ general nada vale si no tiene conocimientos del país donde
« ha de hacer la guerra , y considerando la falta que debe ha
« cerme, su separacion del ejército les causará un disgusto y
<< desaliento muy notable, y será de funestas consecuencias pa
ra los progresos de nuestras armas. No son estos unos te
« mores vagos, sino temores de que hay ya alguna esperien
❝cia, pues solo el recelo de que á su separacion del mando del
« ejército se seguiría la órden para que bajara á la capital, ha
« tenido y tiene en suspension y como amortiguados los espí
« ritus de los emigrados de mas influjo y séquito en el interior ,
« y de muchos vecinos de esta ciudad, que desfallecerán del
« todo, si llegan á verlo realizado. En obsequio de la salva
« cion del Estado, dígnese V. E. conservar en este ejército al
brigadier Belgrano. " Páginas como esta son las que hacen
la gloria de la humanidad. Cuánta grandeza de alma de par
te de uno y otro, y al mismo tiempo cuánta sencillez en la ab
negacion y en la generosidad recíproca !
En comprobacion de los temores de San Martin, los prin
cipales emigrados del Perú, Salta y Jujuy, y algunos vecinos
de Tucuman, elevaron al gobierno una peticion, tal vez promo
vida por el mismo San Martin, en que haciendo los mayores
elogios del nuevo general, pedian la reposicion de Belgrano
en el mando del ejército, dando por razon que aquel no per
maneceria mucho tiempo al frente del ejército auxiliar del
Perú . El gobierno, mal aconsejado , ordenó ( Marzo 1. °) que
se llevara á efecto lo dispuesto, manifestando á San Martin su
disgusto
usto por haber demorado el cumplimiento de una órden
superior. Belgrano abandonó en consecuencia el ejército del
Perú, no despedido por San Martin, como se ha dicho, sino
arrebatado á su general, al amor del pueblo y á la admiracion
del ejército, que lloró su ausencia, tributándole el mas sincero
homenage de que puede ser objeto un hombre caido y perse
guido.
La separacion del general Belgrano del mando del ejérci
to, fué un error y una injusticia ; porque llamado San Martin
CAPITULO XXII 59

muy luego á otras empresas, nadie pudo llenar el vacío que de


jó. Belgrano, continuando en el mando del ejército ó reempla
zándole despues de recibir sus lecciones, habria levantado el
espíritu del ejército, contando con el respeto de sus soldados
y la opinion de los pueblos, que solo en él tenian confianza,
á pesar de sus derrotas ; y aleccionado por sus contrastes, ha
bria emprendido sobre el Alto Perú otra campaña con mejor
éxito que la anterior ; salvando en todo caso la moral de sus
tropas, que despues le costó largos años de afanes poder res
tablecer.
Enfermo de cuerpo y espíritu , el desgraciado General em
prendió su viaje. Al pasar por Santiago del Estero, donde
se hallaba desterrado el Coronel Dorrego, tuvo la amargura
de que su antiguo amigo, el oficial de su ejército que mas ha
bia querido, hiciese pasear por las calles de la ciudad un loco
vestido con las insignias de Capitan General : burla indigna y
cobarde que deshonrará eternamente la memoria de aquel
hombre, que con sus ligerezas deslucia sus calidades, y que en
esta ocasion no supo ni agradecer, ni perdonar , ni respetar al
héroe en su infortunio . Con el corazon lacerado por este des
encanto, llegó Belgrano á Córdoba, donde permaneció algun
tiempo. De allí se trasladó á la Villa de Lujan, donde el Go
bierno le intimó se detuviera . Agravándose su enfermedad en
este punto, pidió y obtuvo permiso para pasar en calidad de
arrestado á una quinta inmediata á la capital, y en aquel re
tiro empezo á escribir sus Memorias para consolarse de sus
recientes desgracias . Al mismo tiempo, su proceso se conti
nuaba, y con este motivo decia al Director en una carta confi
dencial que le escribia, que su defensa ante el consejo de
guerra se reduciría á decir que nada sabia de milicia, y
que á pesar de esto sus paisanos se habian empeñado en ha
cerlo general. Al fin, el Gobierno mandó sobreseer en la
causa, de la que por otra parte no resultaba ningun cargo sério. 暑
contra él.
La c

Mientras tanto el año de 1814 tocaba á su término . Na


poleon, el hombre del siglo habia caido, permitiendo á la Es
paña disponer de sus recursos, para auxiliar á los que bajo el
60 HISTORIA DE BELGRANO

pendon real combatian en América desde Méjico hasta Arau


Co. Fernando VII, libre de su cautiverio y restituido al trono
de sus mayores, aprestaba en Cádiz una espedicion de 15,000
hombres , destinada contra el Rio de la Plata . La revolucion
de Chile sucumbia gloriosamente en Rancagua, y millares de
emigrados atravesaban los Andes huyendo de la persecucion
del enemigo. En Quito el pendon republicano caia abatido .
En Caracas, se eclipsaba la estrella del Libertador Bolivar, y
la revolucion venezolana era sepultada bajo los humeantes es
combros del pueblo de Maturin , bañados con sangre america
na. En Méjico triunfaban por todas partes los realistas. Lima,
continuaba siendo el gran centro político y militar de la reac
cion, y aunque amagada por la revolucion del Cuzco de que
se ha hablado ya , se disponia á reforzar el ejército de Chile con
el objeto de atacar á las Provincias Unidas por la cordillera,
á cuyo pié disciplinaba el General San Martin unos cuantos re
clutas, núcleo del inmortal ejército de los Andes, que debia
llevar mas tarde la bandera argentina hasta la línea del Ecua
dor. El horizonte se nublaba por el lado del Brasil, cuyo go
bierno parecia dispuesto á cooperar con Fernando VII, en su
lucha contra las Provincias argentinas . En medio de tantos
desastres y amenazas, solo las Provincias Unidas del Rio de la
Plata, permanecian de pié, vestidas con las armas del guerrero ;
pero vertiendo sangre de sus heridas y destrozadas por¡las fac
ciones interiores.
La revolucion argentina se hallaba en un momento crítico
al terminar el año de 1814. Los malos elementos que hasta
entonces habian concurrido al movimiento general, empezaban
á manifestarse, como las espumas impuras que suben á la su
perficie del mar en medio de la tempestad. La lucha social
empezaba, la sociedad trabajada por la guerra, se descompo
nia, se disolvia ; las ambiciones bastardas alzaban impúdica
mente la frente ; la virtud cívica se relajaba ; el resorte de la
autoridad estaba destemplado ; el espíritu militar se desmora
lizaba ; el tesoro estaba agotado ; las ideas republicanas fluc
tuaban ; y la fuerza moral de la revolucion desvirtuada , no po
dia suplir á la fuerza física de que carecia.
I

R
CAPITULO XXII 61

Despues de la rendicion de Montevideo , las tropas argen


tinas que ocupaban la plaza, tuvieron que luchar con otro ene
migo mas temible que el que habian vencido : con los malos
elementos internos en pugna con el órden ; contra las masas
semi-bárbaras de las campañas en pugna con los grandes obje
tos de la revolucion . El famoso D. José Artigas, caudillo de
la democracia semi-bárbara, que se habia separado del sitio
de Montevideo, desconociendo la autoridad nacional, mien
tras los patriotas estrechaban aquel baluarte de la dominacion
española, habia conseguido insurreccionar contra el gobierno
general los territorios de Entre- Rios y Corrientes , elevados ya
al rango de Provincias. Desmoralizadas con el mal ejemplo
del Paraguay y halagadas con las ideas de una mal entendida

. ·
federacion, que estimulando poderosamente las ambiciones lo
cales, les prometia las ventajas de la independencia sin los sa
crificios que ella exigia, aquellas provincias se habian puesto
bajo la proteccion de Artigas. Santa Fé y Córdoba estaban
próximas á seguir el ejemplo. Las demas provincias, profun
damente conmovidas por el ódio á Buenos Aires y al gobierno
central, cooperaban indirectamente á los progresos del terrible
caudillo, cebando así la fiera que debia devorarlos . No era una
revolucion social, aunque fuera un sistema precursor de ella : era
una disolucion sin plan, sin objeto, operada por los instintos.
brutales de las multitudes, reunidas bajo el pendon de la guer
ra civil, armados de la espada de Cain y de la tea de la dis
cordia. Era una tercera entidad que se levantaba , enemiga.
igualmente de los realistas y de los patriotas, dispuesta á lu
char indistintamente con todo lo que se opusiera á su espan
sion. Hasta entonces , este elemento habia marchado aunado
á la revolucion ; pero elemento heterogéneo á ella, se separó
al fin, afectando formas propias que lo hicieron aparecer como
la subdivision del gran partido revolucionario. La revolucion
que lo llevaba en su seno, solo habia servido para desenvolver
lo, ó mas bien, ponerlo de relieve. Al frente de este elemento
se pusieron caudillos oscuros , caracteres viriles fortalecidos en
las fatigas campestres, acostumbrados al desórden y á la san
gre, sin nociones morales, rebeldes á la disciplina de la vida
62 HISTORIA DE BELGRANO

civil, que acaudillaron aquellos instintos enérgicos y brutales,


que rayaban en el fanatismo. Artigas fué su encarnacion :
imágen y semejanza de la democracia semi-bárbara, el pueblo
adoró en él su propia hechura, y muchas inteligencias se pros
tituyeron á ella . Tal fué el progenitor de los caudillos de la
federacion en el Rio de la Plata.
La autoridad nacional débil contra este nuevo enemigo,
que tenia aliados en los mismos centros de la civilizacion , pu
so á talla la cabeza de Artigas, dando así pretestos á la anar
quia, á la vez que revelaba su impotencia. Desde entonces su
ódio á Buenos Aires se convirtió en delirio. Ensoberbecido
con su poder y su prestigio en las masas, exigió que se le en
tregase la plaza de Montevideo conquistada por los esfuerzos
de las tropas que él habia hostilizado ; pues en su calidad de
caudillo popular se consideraba dueño de todo lo que corres
pondiera á la Banda Oriental . La negativa produjo un nuevo
rompimiento, y la guerra civil volvió á encenderse con encar
nizamiento , mediando algunas cortas treguas, con ventajas
alternadas por una y otra parte ; distrayéndose en esta lucha
estéril un ejército de tres mil soldados patriotas , que unidos á
los del Perú, habrian llevado el terror hasta Lima, amagada
en aquel momento por la revolucion del Cuzco , y por la con
juracion de Castro en el ejército de Pezuela, de que se ha ha
blado ya.

En tal estado , el Gobierno pensó sériamente en buscar alia


dos esteriores á la revolucion, neutralizando por la diplomacia
á las potencias que podrian declararse contra ella, y previnien
do si era posible la espedicion española que se anunciaba con
tra el Rio de la Plata. A este fin se resolvió á mandar comi
sionados á Europa , con el objeto de negociar por medio de la In
glaterra el reconocimiento de la independencia, abriendo ne
gociaciones con la Corte de España para un arreglo pacífico ;
y tratar con la Córte de Portugal en el Brasil, que se manifes
taba dispuesta á intervenir en alianza con Fernando VII.
Cuando una revolucion apela á la diplomacia buscando en
ella la salvacion, es señal evidente de que empieza á perder la
fé en sus propios recursos, y esto es lo que sucedió á la revo
CAPITULO XXII 63

lucion argentina al finalizar el año XIV. El cansancio de la


lucha, el espectáculo del desórden, los contrastes sufridos, la
actitud amenazadora de la España y el aislamiento á que esta
ban reducidas las Provincias Unidas , eran causas bastantes pa
ra hacer desesperar á los mas débiles, y hacer dudar del triun
fo á los mas fuertes ; á lo que debe añadirse la fluctuacion de
las ideas políticas en los hombres pensadores que dirijian la re
volucion, lo que contribuia no poco á desmoralizar el espíritu
público. Todos marchaban á la independencia y querian la li
bertad ; pero diferian en cuanto á los medios de alcanzar una y
otra, sin que se hubiesen fijado las ideas respecto de la forma I
de gobierno que deberia adoptarse despues de declarada la in
dependencia . Las masas insurreccionadas querian la federa
cion ; pero la federacion de los tiempos primitivos, sin mas
ley ni regla que la de los caudillos que habian elevado . Los
hombres que en presencia de la anarquia, aspiraban á fundar
la libertad sobre el órden, creian que la forma monárquica cons
titucional era la única que podia dar estabilidad á la revolucion
conjurando la tempestad que la amenazaba ; y apoyaban esta
idea los que por conviccion simpatizaban con la monarquia.
Al número de los monarquistas pertenecia el mismo Director
Supremo, que solia decir en el estilo burlesco que le era pecu
liar: « Que importa que el que nos haya de mandar se llame
« rey, emperador, mesa , banco ó taburete? Lo que nos con
<< viene es que vivamos en órden y que disfrutemos tranquili
« dad, y esto no lo conseguiremos mientras seamos goberna
< dos por persona con quien nos familiaricemos. » ( 10) Los
demócratas, fieles á los principios proclamados por Moreno
desde los primeros dias de la revolucion , preferian la libertad
borrascosa á las ventajas de una paz comprada á costa de la
dignidad humana ; y esta era la opinion instintiva de los ejér
citos. Mientras tanto, la república era un hecho fatal, irre
vocable, que se habia producido espontáneamente , y que no
podia destruirse sino reaccionando contra la revolucion ; ó im

10-Memorias de Rondeau,
64 HISTORIA DE BELGRANO

poniendo al pais por la sorpresa ó la fuerza , un órden de cosas


artificial, en pugna con sus tendencias y sus intereses.
Rivadavia y Belgrano, participaron de estas influencias,
y empezaron á dudar de la posibilidad de fundar la democra
cia sobre bases sólidas, en vista de los escesos de la democra
cia semi-bárbara , y de los prosélitos con que contaban las ideas.
monarquistas, sin que por esto se modificáran fundamental
mente sus creencias. Deseando lo mejor para su pais, y per
suadidos que todo debia sacrificarse á la independencia, pen
saban que para conseguir este bien debia aceptarse cualquiera
forma que la asegurase, con tal que ella diera garantias á la li
bertad. Tal vez el conocimiento de este modo de pensar, in
fluyó para que el Gobierno se fijara en ellos, al nombrarlos en
una mision cerca de las Córtes de Inglaterra y España con el
objeto de recabar de ellas el reconocimiento de la independen
cia, especialmente de la primera ; haciendo á la segunda al
gunas concesiones transitorias, á fin de obtener una paz ven
tajosa si era posible, 6 ganar tiempo en todo caso.
En una mision de esta naturaleza, las instrucciones no
podian ser sino muy latas , y se dividieron en públicas y reser
vadas. Las ostensibles eran referentes á la España, y en ellas
se encargaba á los comisionados presentaran al Rey las quejas
de la América contra la opresion y los vicios de los Vireyes,
limitándose á oir proposiciones, en el concepto de que todo
arreglo debia reposar sobre dos bases esenciales : « dejar en
« los americanos la garantia de lo que se estipulase, y presen
❝tar lo pactado al exámen de las Provincias, en Asamblea de
" sus representantes." ( 11 ) -En las instrucciones reservadas
se prevenia á los comisionados, que su primordial objeto era
<< asegurar la independencia de la América, " negociando el
establecimiento de monarquias constitucionales en ella , ya fue
se con un príncipe español si se podia, ya con uno inglés ó de
otra casa poderosa, " si la España insistia en la dependencia
" servil de las Provincias. " Estas instrucciones se conden

11-Vease "Comercio del Plata," del 19 de Octubre de 1847, Núm . 601 .


CAPITULO XXII 65

saban, recomendando, " se tuviese muy presente en el desem


" peño de la Comision , que las miras del Gobierno, sea cual
" fuese el estado de la España, solo tenian por objeto la inde
" pendencia política del continente , ó á lo menos la libertad
" civil de las Provincias . " Para el logro de estos objetos se
les previno se pusiesen préviamente de acuerdo con Lord
Strangford Ministro británico en Rio Janeiro, y que procedie
ran en la seguridad de ser apoyados por el gabinete inglés .
Este quimérico proyecto de fundar monarquias constitu
cionales en América, debe juzgarse con relacion á su época, y
tomando en consideracion las causas esternas que precipitaban
á los hombres pensadores de entonces en esa corriente de ideas
artificiales. Las Provincias Unidas no habian proclamado aun,
ningun dogma político-puesto que no se habian dado una
constitucion, ni pronunciádose sobre la forma de gobierno,
limitándose á organizar provisoriamente el poder, y realizar
algunas reformas parciales -y esto, agregado á los inminentes
peligros que amenazaban la revolucion, hacia fluctuar las con
ciencias mas firmes . El sentimiento democrático era general ;
pero era mas bien un instinto que una conviccion razonada ;
él fluia naturalmente del organismo social, y se habia robuste
cido en la lucha, habiendo ademas destruido la revolucion todos
los antecedentes monárquicos de las colonias españolas , dejan
do tan solo en pié los elementos constitutivos de una democra
cia elemental, cuya energia se revelaba hasta en sus mismos
escesos . El pueblo y la juventud era republicana, aun cuando
no se diese cuenta de sus creencias , ni remontara su inteli
gencia hasta la idea abstracta de un definido sistema de go
bierno ; así es que, lo que verdaderamente era popular, era la
independencia, como hecho material mas fácil de comprenderse
por las multitudes. La parte ilustrada , que podia formar jui
cios mas correctos, carecia de esperiencia, y tenia ideas muy
incompletas sobre derecho público, no habiéndose populariza
do aun las instituciones de la república norte- americana. Edu
cados bajo el régimen monárquico, sin mas lecciones que las
que le suministraba la historia de la Europa, y viendo triun
fante por todas partes la causa de los reyes, la mayoria de los
5
66 HISTORIA DE BELGRANO

hombres ilustrados de aquel tiempo era monarquista, algunos


por eleccion, otros porque la creian la única organizacion posi
ble, y los mas, porque la consideraban indispensable para ase
gurar la independencia y dar estabilidad al gobierno. Pero
este era un movimiento de ideas puramente artificial ; los prin
cipios opuestos estaban escritos en la conciencia pública, bien
que de una manera confusa ; solo comprendian el complicado
sistema de la monarquia constitucional , los que lo habian es
tudiado en los libros, y estos no iban mas allá de Montesquieu,
cuando no se estraviaban con Rousseau ; la universalidad de
los ciudadanos no podia comprender sino lo que veia, es decir,
el hecho palpable que habia constituido la revolucion, que era
un sistema representativo popular, sin rey, sin gerarquias, y
esencialmente democrático en su fondo y en su forma, y has
ta por sus oríjenes históricos .
Pero cuando empiezan las revoluciones, lo mas difícil es
tener la inteligencia de la conciencia pública , entidad miste
riosa que escapa á la penetracion de los mismos que partici
pan de las tendencias de la mayoria ; y esa inteligencia se
forma primero en las masas que en los directores de un gran
movimiento, porque creyendo estos dirijirlo con ideas abstrac
tas ó preconcebidas, no advierten que ellas pugnan con los he
chos. Así es como muchas veces los grandes principios se
salvan en las revoluciones á despecho de la voluntad de los
hombres .
Los dos comisionados, participando sin duda de estas ilu
siones de los directores inteligentes de una revolucion , cuyas
tendencias invencibles no habian puesto á prueba, aceptaron
la mision que se les encomendaba, y el 28 de Diciembre de
1814 , dieron la vela con destino á Rio Janeiro. Llegados á
este punto, se les reunió poco despues D. Manuel José Garcia,
nombrado comisionado confidencial cerca de la Corte del Bra
sil, con el objeto de cooperar á sus trabajos. Por él supieron
los notables cambios que habian ocurrido en las Provincias.
Unidas. Nombrado Alvear General en Gefe del ejército del
Perú, habia hecho preceder su marcha de algunos cuerpos mi
litares de su devocion, con el objeto de afirmar su autoridad
CAPITULO XXII 67

sobre bases mas sólidas. Los gefes del ejército del Perú se
pronunciaron desde luego contra este nombramiento, en el
cual vieron tan solo una maniobra de la faccion dominante en
la capital, que á toda costa pretendia elevar á su favorito mi
mado dándole ocasiones de brillar, como cuando se le puso al
frente del sitio de Montevideo. Esto dió lugar á que el 17
de Diciembre ( 1814) hiciese un movimiento militar, dando el
primer ejemplo de la desobediencia de un ejército, á las órde
nes del gobierno, exigiendo la continuacion del general Ron
deau en el mando. A consecuencia de este movimiento, Al
vear, en marcha hácia Tucuman , tuvo que retroceder precipi
tadamente á Buenos Aires. El Director Posadas en presencia

в
de esta nueva dificultad , renunció el mando (Enero 9 de 1815 )

APPARE
por el año que le faltaba para cumplir
faltaba para cumplir su período, para " po
99
" der retirarse á su casa, decia, " á pensar en la nada del
" hombre, y preparar consejos que dejar á sus hijos por he
" rencia. " Aceptada la renuncia, fué nombrado Alvear pa
ra sucederle, quien á pesar de tener de su parte la Lógia y la
Asamblea, no contaba con el apoyo de la opinion pública, y
tenia en contra de sí al ejército del Perú en declarada oposi
cion, y al plantel del de los Andes dispuesto á seguir su ejem
plo. Elevado al mando supremo á los veinte y ocho años de
edad, mas por la influencia de una camarilla que por el voto
público, se creyó sin embargo en aptitud de dominar la situa
cion, y se contrajo á disciplinar el ejército de la capital, dan
do á su poder la base de un partido militar. Este paso in
sensato, que puede esplicarse por la impaciente ambicion de
un jóven sin bastante madurez en sus ideas, era tan indis
culpable como el paso anárquico de los gefes del ejército del
Perú. Así es que, Alvear subió al gobierno, sin plan , sin
ideas, sin fé en la revolucion, sin objeto hácia el cual dirigir
sus esfuerzos , poniendo el poder al servicio de su ambicion
personal, gastando todo su tiempo y toda su energia en cimen
tar su precaria autoridad , luchando con la opinion, contra las
provincias, y contra la mayor parte de la fuerza armada que
le negó abiertamente la obediencia . Para colmo de desdichas,
las tropas argentinas se vieron obligadas á evacuar la plaza de
68 HISTORIA DE BELGRANO

Montevideo, dejándola á disposicion de Artigas, que tambien


se declaró contra el nuevo Director Supremo. Tal orden de
cosas era violento, y Alvear lo comprendia :-en presencia de
las dificultades que él mismo habia agravado, llegó á desespe
rar del éxito de la revolucion , declarando á los pueblos impo
tentes para conquistar su independencia . A los quince dias.
de haber subido al mando (el 25 de Enero de 1815 ) firmaba
de acuerdo con la mayoria de su Consejo de Estado, dos notas
escritas por su Ministro D. Nicolás Herrera, poniendo las Pro
vincias Unidas del Rio de la Plata á disposicion del gobierno
británico, y pidiéndole las salvase á pesar suyo de la perdicion
á que marchaban. Sin embargo, ostensiblemente perseveró
en la política esterior iniciada por su antecesor, y nombró en
consecuencia á Garcia, comisionado confidencial en la Corte
de Rio Janeiro, al parecer para cooperar á los trabajos de Ri
vadavia y Belgrano ; pero en realidad , para negociar con Lord
Strangford la alianza ó el protectorado de la Inglaterra.
Garcia, munido de instrucciones competentes, fué el por
tador de las dos notas de que se ha hecho mencion. En la
primera de ellas dirigida al Ministro de Negocios Estrangeros
de la Gran Bretaña , el Director Supremo de las Provincias
Unidas del Rio de la Plata, despues de hacer una tristísima
pintura, que no carecia de verdad, de su estado físico y mo
ral, las declaraba inhábiles " para gobernarse por sí mismas ,
" y que necesitaban una mano esterior que las dirigiese y
" contuviese en la esfera del órden, antes que se precipita
" ran en los horrores de la anarquia. " Partiendo de esta base
decia : " Estas Provincias desean pertenecer á la Gran Breta
" ña, recibir sus leyes, obedecer su gobierno, y vivir bajo su
66
influjo poderoso . Ellas se abandonan sin condicion alguna
" á la generosidad y buena fé del pueblo inglés , y yo estoy re
" suelto á sostener tan justa solicitud para librarla de los ma
" les que la aflijen. " Y terminaba : " Es necesario se aprove
" chen los momentos , que vengan tropas que impongan á los
66
génios díscolos, y un gefe plenamente autorizado que empie
" ce á dar al país las formas que sean de su beneplácito, del
66 rey y de la nacion , á cuyos efectos espero que V. E. me da
CAPITULO XXII 69

" rá sus avisos con la reserva y prontitud que conviene para


66
preparar oportunamente la ejecucion . " La otra nota era
dirijida á Lord Strangford, y en ella, vaciando los mismos con
ceptos de la anterior le decia : " Ha sido necesaria toda la
66
prudencia política y ascendiente del Gobierno actual para
66 apagar la irritacion que ha causado en la masa de estos ha

" bitantes, el envio de Diputados al Rey. La sola idea de


" composicion con los españoles, los exalta hasta el fanatis
" mo, y todos juran en público y en secreto morir antes que
66
sujetarse á la metrópoli. En estas circunstancias, solo la
" generosa nacion británica puede poner un remedio eficaz á
" tantos males, acogiendo en sus brazos á estas Provincias,
" que obedecerán su gobierno y recibirán sus leyes con pla
66 cer, porque conocen que es el único medio de evitar la des

" truccion del país, á que están dispuestos antes que volver á
“ la antigua servidumbre, y esperan de la sabiduria de esa na
" cion una existencia pacífica y dichosa. La Inglaterra que ha
" protejido la libertad de los negros en la Costa de Africa,
66
impidiendo con la fuerza el comercio de esclavatura á sus
" mas íntimos aliados, no puede abandonar á su suerte á los 1
" habitantes del Rio de la Plata en el acto mismo en que se
66 arrojan en sus brazos generosos . ” Estos documentos , pro A
1
ducto de un momento de debilidad ó de desesperacion del "
que se ilustró despues con grandes servicios , encierran una
terrible leccion moral ; porque ellos enseñan á los hombres 6
públicos, que deben pensar y obrar bien en todas las circuns
tancias de su vida, pues el tiempo todo lo revela y ni aun las
intenciones escapan al ojo perspicaz de la posteridad . ( 12)

12-La nota dirijida al ministerio ingles ha permanecido cerrada por mas


de veinte y siete años, desde 1815 hasta 1842. Rivadavia que la recibió de
manos de D. Manuel José Garcia en Rio Janeiro, y sospechando tal vez su
contenido, nunca llegó á entregarla, y la conservó cerrada hasta 1842, en cuya
época, hallándose ocupado en Rio Janeiro en clasificar sus papeles en presencia
de D. Florencio Varela, se disponia á echarla al fuego, cuando Varela apoderán
dose de ella rompió el sello por curiosidad, sin sospechar su importancia, y se
encontró con lo que queda dicho en el texto. Este documento existe original
entre la coleccion de papeles de D. Florencio Varela, por quien me fué comuni
70 HISTORIA DE BELGRANO

Don Manuel José Garcia, portador de ambos pliegos cer


rados, guardó el dirijido á Lord Strangford, dando copia de él
á los comisionados, y entregó á Rivadavia el dirijido al minis
terio inglés. Garcia, que como la mayor parte de sus contem
poráneos era monarquista, tenia las dos grandes pasiones de su
época el amor por la independencia y el ódio á los españoles ;
asi es que, aun cuando participara de las ideas de Alvear, en
cuanto á entregarse á la Inglaterra antes que volver á perte
necer á la España ( 13 ) , creia que esta era la última estremi
dad á que debia apelarse, limitándose mientras tanto á buscar
el apoyo de esta poderosa nacion. Aconsejándose de Rivada
via á quien confió sus instrucciones, y comprendiendo la gra
vedad del paso, que segun sus propias espresiones " podia te
ñirse con el colorido del crímen " ( 14 ) resolvió no entregar
la nota de Alvear, limitándose á pedir una conferencia á Lord
Strangford, en la que le manifestó que las colonias españolas
al declararse contra la metrópoli, habian contado con el apoyo.
de la Inglaterra " que habia dado vida y libertad á la Europa ,
" sin ser detenida por la grandeza de los sacrificios , ni por la
" magnitud de los protegidos ; que si ella no podia levantarse

cado en 1843 en Montevideo, en presencia de varias otras personas, entre ellas


el Sr. Cané y el Sr. Madero. La nota á Lord Strangford, existe original entre
los papeles de D. Manuel José Garcia, con los documentos que le son anexos, y
su hijo D. Manuel Rafael Garcia ha tenido la bondad de proporcionarme una
copia. Por último, entre la misma coleccion de papeles del Dr. Varela de que
es depositario D. Luis Dominguez, existe original una nota de Mr. Staples,
Cónsul de S. M. B. en ella época en Buenos Aires, en que incluye á su go
bierno confidencialmente la nota de Alvear á que se ha hecho referencia. La
nota de Staple, asi como las dos de Alvear, llevan la fecha del 25 de Enero de
1815. Puede decirse que estos documentos eran ya del dominio público, pues
han sido comunicados á muchas personas, tanto por el Dr. Varela, como por el
señor Garcia ; y en su tiempo tomaron conocimiento de ellos muchos otros que
tal vez hayan escrito algo sobre el particular. ( M. S. S. )
13-En carta á D. Manuel Sarratea, escrita de Rio Janeiro con fecha 5 de
Febrero de 1816, decia Garcia lo siguiente : " En el pais no se tenia por trai
" cion cualquier sacrificio en favor de los ingleses, y aun la completa sumision,
"L en la alternativa de pertenecer otra vez á la España. 19 (M. S. )
14-Carta de Garcia al Director D. Ignacio Alvarez, de fecha 15 de Agosto
de 1815. Col. de Pap. de Garcia. ( M. S. )
CAPITULO XXII 71

" á pesar de esto en favor de las colonias españolas, si circuns


" tancias desgraciadas para ellas las destinaban á ser víctimas
" de sus esfuerzos generosos y de su credulidad , las Provin
“ cias Unidas , sin acusar mas que á su fortuna, tomarian el
66
partido que el tiempo les dejaba . Que procediendo las Pro
" vincias Unidas sobre principios uniformes de política , ha
" bian resuelto no proceder en este último lance sin anunciar
" le su resolucion, para que si los pueblos llegasen á ceder
" á sus desgracias, no olvidase la nacion británica , que las
" Provincias Unidas del Rio de la Plta, abandonadas á sí mis
66 mas, defendieron sus derechos
hasta el estremo, sin desmen
" tir los principios adoptados con respecto á la Inglaterra
66
(15). " Esto era enoblecer hasta cierto punto una mision.
vergonzosa, que aunque no tenia en su tiempo la misma gra
vedad, atento el estado de desmoralizacion de la opinion pú
blica, y la circunstancia de no haberse declarado aun la inde
pendencia, probaba falta de calidades para salvar una gran
revolucion, de parte de los que la habian iniciado. Era además
una verdadera traicion á los intereses del pais, cuya voluntad
se invocaba mentidamente en la nota al gabinete inglés, pues
á pesar de los peligros , á pesar del anuncio de la espedicion de
15,000 hombres al mando de Morillo que se decia destinada
al Rio de la Plata, la decision en favor de la resistencia era
unánime. Pero no era tanto los peligros esteriores lo que tur
baba la inteligencia y hacia flaquear el patriotismo de los po
líticos argentinos de aquella época, cuanto los peligros de la
situacion interna, en presencia de la anarquia que se levanta
ba terrible y amenazadora , haciéndoles desesperar del porve
nir. Asi, el mismo Garcia, que procuraba ennoblecer su
mision, deteniendo bajo su responsabilidad una negociacion
tendente á entregar las Provincias Unidas á la Inglaterra,
decia á Strangford en su conferencia : " Todo es mejor que
" la anarquia ; y aun el mismo gobierno español, despues de

15- Nota de Garcia á Lord Strangford de fecha 27 de Febrero de 1815, en la


que se epiloga la conferencia tenida entre ambos en el dia anterior. Col. de Pap.
de Garcia. M. S.
72 HISTORIA DE BELGRANO

" ejercitar sus venganzas, y de agobiar al país con su yugo de


" fierro, dejaria alguna esperanza mas de prosperidad que las 目
" pasiones desencadenadas de pueblos en anarquia. " 0
Muy luego se apercibieron los comisionados que no de
bian contar con la Gran Bretaña en la lucha de las colonias es 1

pañolas contra su metrópoli , y que Lord Strangford, muy de
caido ya en su crédito para poder ser útil á las Provincias.
Unidas, carecia de facultades y tenia nuevas instrucciones de
su gobierno para obrar de acuerdo con la España en su guerra
con la América.
Contristados con las recientes noticias del Rio de la Pla
ta, desalentados por este primer desengaño, alarmados por las
ideas predominantes en el gobierno argentino, dejando á Gar
cia en la Corte del Brasil y comprometiéndose á proceder de
acuerdo en sus negociaciones, el 15 de Marzo partieron de
Rio Janeiro, y el 7 de Mayo llegaron á Falmouth. De Fal
mouth pasaron á Lóndres, donde se encontraron con D. Ma
nuel Sarratea, agente del gobierno argentino en Europa . En
el acto procedieron á abrir sus pliegos cerrados, que tenian
órden de no leer sino al llegar á aquella capital, y dentro de
ellos encontraron sus diplomas y las instrucciones particula
res, en las que se les prevenia debian obrar de acuerdo con
Sarratea, pasando Rivadavia á España, y permaneciendo Bel
grano en Londres en carácter de agente confidencial, junta
mente con Sarratea.
Al poco tiempo de hallarse los comisionados en Londres
recibieron la noticia de la caida de Alvear, producida por un
movimiento revolucionario de la capital, de todo lo cual se da
rá mas adelante cuenta circunstanciada, esplicando sus tenden
cias y resultados.
Aun cuando la eleccion para Director Supremo en el nue
vo órden de cosas, recayese en el Coronel D. Ignacio Alvarez
y Thomas, pariente inmediato de Belgrano ; y aun cuando tan
to este como Rivadavia tuviesen pocas simpatias por Alvear,
una profunda melancolía se apoderó de ellos, porque preveian
los males que aquellos trastornos y aquellos errores debian.
producir. Aquellas dos almas fuertes, lejos del teatro de los
CAPITULO XXII 73

sucesos, privados del aire de la patria, y sin los estímulos po


derosos del combatiente en medio de la accion, flaquearon en
aquel momento solemne, y llegaron á desesperar de los altos
destinos de la revolucion . Incapaces sin embargo de desertar
la desgracia, Rivadavia escribia desde Lóndres con fecha 29
de Junio , al saber el estado alarmante de la capital : " No he
" recibido ni una letra de nuestro gobierno : tengo cartas de
luz so
" Buenos Aires hasta el 3 de Abril, que me dan alguna
“ lo para atormentar mi alma. ” Poco despues, el 2 de Octu
bre, escribia á D. Manuel José Garcia : " Vd. sabe lo bas
" tante acerca de nuestro juicio sobre el nuevo Estatuto, mu
" tacion y violencias que han acaecido en nuestra patria ; vd.
" sabe cuales y cuan firmes son mis principios sobre este pun
" to y su fatal trascendencia . Las esperiencias parece que
" tienen un efecto contrario en la época presente, " terminan
do por hacer votos por la felicidad de los caidos .
Para colmo de dificultades, la vuelta de Fernando VII al
trono, venia á complicar la situacion respecto de las potencias
estrangeras, y á colocar á la revolucion en una posicion falsa .
Hasta entonces, los patriotas habian hecho la guerra á la Espa
ña, sin pronunciarse contra el Rey, y sin declarar la indepen
dencia, esperando que el triunfo de la dinastia napoleónica en
la Península desligara naturalmente la América de su metró
poli. La caida de Napoleon y la vuelta de Fernando VII
hacia imposible perseverar en este sistema, y obligaba á
los revolucionarios , ó á declarar la independencia, ó á negociar
con el Rey, al cual no habian cesado de reconocer, creyéndole
destronado para siempre. Sin coraje para lo primero, aunque
resueltos á no volver someterse al antiguo yugo, los hombres
que estaban al frente del gobierno de las Provincias Unidas
se decidieron por un término medio, que sin definir precisa
mente la situacion, tendia al primer resultado, reservándose
adoptar otra combinacion si él no era asequible.
Habiendo Lord Strangford dirijídose al Director Posa
das, insinuándole la conveniencia de enviar diputados á Fer
nando VII, para proponerle bases de un arreglo pacífico, lo
que indicaba que la Inglaterra cambiando de política, apoyaba
74 HISTORIA DE BELGRANO

á la España en sus cuestiones con la América, el Director con


testó ( 12 de Setiembre de 1812 ) prometiendo hacerlo así, pe
ro advirtiendo que "los pueblos de la Union habian peleado por
" sus derechos ; que ellos no habian sido los primeros en en
" trar en la lucha ; pero no podian verla concluir, sin conse
66
guir su libertad. "
Como la negociacion con el Rey de España era el objeto
ostensible, y en realidad la Inglaterra era ó debia ser el eje de
ella, acordó el Directorio mandar una mision cerca del gobierno
británico, al mismo tiempo que al de España, fijándose para el
efecto en Rivadavia y Belgrano.
Rivadavia y Belgrano que hasta entonces eran republica
nos ardientes, y que habian trabajado eficazmente en el senti
do de dar ensanche á la democracia, empezaban á concebir
dudas respecto de la posibilidad de establecer la república so
bre bases permanentes, segun queda ya dicho.
Desalentados por los sucesos ocurridos en la patria leja
na, y por los que en aquel momento tenian lugar en Europa,
Belgrano y Rivadavia solo pensaron en asegurar á todo trance
la independencia de las Provincias Unidas. Animados de tan
noble deseo, se persuadieron que solo podria obtenerse este
resultado haciendo concesiones á las ideas monárquicas, y se
dejaron al mismo tiempo seducir por la astucia de un intri
gante que abusó de su buena fé. Estos proyectos, en que
comprometieron su nombre, que han esparcido sobre su fiso
nomia una sombra misteriosa, que han sido objeto de alaban
zas y vituperios, deben ser examinados en su conjunto, con
relacion á su época y con presencia de todos los documentos
que los ilustran. Este será el objeto del capítulo siguiente.
-con

, pe
por
en
nse

bjeto
je de
ierno
ara el
CAPITULO XXIII

blica
senti PROYECTOS DE MONARQUIA
acebir
ca so 1815.

Estado de la Europa á principios de 1815- Mala disposicion del gabinete inglés


a leja
respecto de la América- Tratado de Madrid entre la España y la Gran
uropa, Bretaña- Vistas de los comisionados sobre la política europea- Proyec
trance to para coronar al infante D. Francisco de Paula en Buenos Aires- Es
de tan plicaciones sobre el alcance de este plan- Motivos que determinan á Bel
se este grano y Rivadavia á aceptarlo - Fernando VII y Cárlos IV- Reflexiones
sobre el establecimiento de la monarquia en América- El Conde Cabar
s, y se rus-Retrato de Sarratea-Instrucciones dadas á Cabarrus -Estracto de
intri ellas-Memorial dirijido por los tres comisionados á Cárlos IV, pidiéndole
en que la ereccion de un reino independiente en América- Proyecto de Constitu
cion redactado por Belgrano- Proyectos de tratados con Cárlos IV y el
afiso
Príncipe de la Paz-El plan de los comisionados se frustra, y por qué cau
aban sas -Disidencia con Sarratea é indigna conducta de este-Escenas entre
o, con Belgrano y Cabarrus— Elogio de Rivadavia por Belgrano—Belgrano y Ri
mentos vadavia se separan para no volverse á ver.

ente.
A la llegada de los comisionados á Lóndres, toda la Eu
ropa se hallaba conmovida por un acontecimiento estraordina
rio. Napoleon habia abandonado su retiro de la isla de Elba
á fines de Febrero ; y el 20 de Marzo volvió á ceñirse la coro
na, que hacia poco habia abdicado en presencia de las fuerzas
aliadas posesionadas de Paris. Los soberanos de las potencias
! coligadas contra Napoleon, que reunidas en Viena habian
abierto sus conferencias el 3 de Octubre de 1814 , hicieron un
1
paréntesis al arreglo del mundo, para desenvainar nuevamen
76 HISTORIA DE BELGRANO

te la espada contra el enemigo comun. La Europa entera se


puso en armas otra vez, invocando el principio de la legitimi
dad. La Inglaterra era como siempre el alma de esta nueva
coalicion, y su causa identificada á la de los reyes contra los
pueblos, le imponia el deber de adoptar una política distinta
de la que hasta entonces habia seguido respecto de la emanci
pacion de las colonias americanas .
Por consecuencia, no podian llegar los comisionados en
peor momento para negociar con la Inglaterra el reconoci
miento de la independencia de las Provincias Unidas . Aliada
á la España, comprometida con los reyes, y dispuesta á sacri
ficar todo interés lejano á las ventajas que pudiese obtener en
Europa, la Inglaterra debia hallarse poco dispuesta á recono
cer la independencia de las colonias españolas, y mucho me
nos bajo la forma republicana, á la cual era abiertamente
hostil.
Pero no eran estos los únicos obstáculos con que los co
misionados tenian que luchar para decidir á la Gran Bretaña
en su favor. Esta nacion, que durante el cautiverio de Fer
nando se habia mantenido neutral entre la metrópoli españo
la y sus colonias, aparentando mediar entre ellas y las Cortes
reunidas en Cádiz , sacando las mayores ventajas posibles para
su comercio, no vaciló un momento en sacrificar estas ven
tajas á las que le brindaba la vuelta de Fernando VII, el cual
agradecido á la potencia que le devolvia el trono de sus ma
yores, nada podia negarle. En consecuencia, el dia 5 de Ju
lio de 1814 , se firmó en Madrid un tratado entre la España y
la Inglaterra, en que se estipulaba que " en el caso de que el
" comercio con las posesiones españolas de América fuese
" abierto á las naciones estrangeras, su Majestad Católica
" prometia que la Gran Bretaña seria admitida á comerciar
" con dichas posesiones á la par de la nacion mas favoreci
“ da . " Poco despues, ( el 28 de Agosto del mismo año) se
firmaban entre ambas potencias tres artículos adicionales al
anterior tratado , estipulándose en uno de ellos que, “ deseando
" S. M. B. que las discordias que se habian suscitado en los
" dominios de S. M. C. en América cesasen enteramente, y
CAPITULO XXIII 77

" que los súbditos de estas provincias volviesen á la obedien


" cia de su legítimo soberano, se comprometia ( la Inglaterra)
" á tomar las medidas mas eficaces para impedir que sus súb
" ditos proporcionasen armas, municiones ú otro artículo de
66
guerra de cualquier género que fuese, á los insurgentes de
" América." ( 1)
Los comisionados , en vista de la actitud de la Europa, de
las ideas dominantes allí, y de los nuevos compromisos con
traidos por la Inglaterra, se convencieron muy luego que na
da tenian que esperar de ella . Así dice Belgrano en su in
forme sobre esta mision : " Nos acercamos á personas que
66
podian instruirnos, y hallamos conformes á todos en que la
" alianza de los soberanos era la mas estrecha que tal vez ha
" bian presentado los siglos : que las miras de todos era sos
" tener la legitimidad , y que no habia que pensar en que tu
" viesen cabida las ideas de republicanismo : que ademas,
" habian venido por el órden de los sucesos y esperiencia de
" veinte y cinco años en Francia, á reducirse á las de monar
66
quia constitucional, teniendo ya este gobierno por el único,
" presentando para sostenerlo el ejemplo de la Inglaterra. ” (2)
Este estado de cosas no era absolutamente incompatible
con el reconocimiento de la independencia de las colonias es
pañolas, siempre que Fernando VII se prestase á constituir
en ellas una ó mas monarquias independientes, coronando á
un príncipe , que contase con el beneplácito de las potencias
aliadas. Esto era hacer en América lo mismo que el Congre
so de Viena se proponia hacer en Europa, modificando la geo
grafia política de las casas reinantes . Esta idea empezaba ya
á germinar en algunas cabezas, y contaba prosélitos aun entre
los partidarios del principio legitimista . Por eso dice Belgrano
en su precitado informe : " El acelerar el reconocimiento de
66
nuestra existencia política, ó mejor diré, el realizar esta,

1-Tanto respecto de este artículo adicional, como del tratado de 5 de Julio,


Véase MANTENS , Nouv. Rec. de Traités, Tom. 4º pag. 118 á 119, y 122 á 123.
2-Hemos compulsado dos copias contestes de este Informe, ambas de puño
y letra de Belgrano. M. S.
78 HISTORIA DE BELGRANO

" pende del modo en que se negocie con la España, para que
" ella sea la primera en reconocerla ; porque, el que la Ingla COBIC
" terra ó cualquiera potencia lo haga, mientras las cosas per LORE
" manezcan como están en Europa, es del todo imposible y no Tea
6.
hay que esperarlo jamás, siendo contra todos los principios
66
que rigen á los soberanos, y han proclamado del modo mas bo

2.9 2. 3
" enérgico, y sostendrán con los mejores esfuerzos , habiéndo
" les llegado su época . " En vista de estas consideraciones
resolvieron los dos comisionados, que con arreglo á sus ins
trucciones, debia Rivadavia pasar á España á negociar con
Fernando VII, sobre la base imprescindible del reconocimien
to de la independencia que aquellas les prescribian, quedando
Belgrano y Sarratea en Londres para disponer al gobierno in COC
glés en favor del plan que se ajustase. Comunicado este pro
pósito á Sarratea, les dijo que de ningun modo debia pasar
Rivadavia á España ; pues tenia entre manos un plan de la C
mas alta importancia , que debia dar por resultado el recono
cimiento de la independencia americana, aun por las mismas
potencias que podrian hacerle oposicion . Entonces les mani 10
festó que habia enviado un agente cerca del Rey Cárlos IV , á
la sazon residente en Roma con su familia, con el objeto de
recabar de esta corte desterrada su adquiescencia para coronar
en Buenos Aires al príncipe D. Francisco de Paula, hijo del
monarca destronado .
Para comprender el alcance de este plan y los objetos que
tuvieron en vista los que lo aceptaron, se hace necesario en
trar en nuevas esplicaciones respecto del estado de la política
de la Europa en aquella época .
Los soberanos coaligados contra Napoleon habian desco
nocido siempre la validez de la abdicacion y de las renuncias
de Cárlos IV, en Aranjuez y en Bayona, considerandolas co
mo el resultado de la coaccion ejercida por aquel. Por conse
cuencia, mientras Napoleon fuese dueño de la Francia, no po
dian dejar de reconocer en Cárlos IV al legítimo soberano de
España y de sus Indias. Despues de la primera caida de Na
poleon la situacion no era la misma . Posesionado Fernando
VII del trono español, asegurado este del apoyo de la Ingla
CAPITULO XXIII 79

terra, y sin que ningun interés moviese á los soberanos de la


coalicion á apoyar á Cárlos IV contra su hijo, comprendió el
monarca caido que no le quedaba sino resignarse á su destino ;
y en consecuencia, el 14 de Enero de 1815 , firmó en forma de
declaracion una especie de pacto de familia , por el cual cedia
la corona de España en favor de su hijo, bajo la condicion de
que se le asegurase una pension de doce millones de reales al
año ; conservando durante su vida y la de su esposa, el título
y las prerogativas reales, como sagradas y anexas á sus perso
nas en cualquier punto donde residiesen.
Este pacto, ratificado por Fernando, el 4 de Marzo , es
decir, cuando Napoleon de regreso de la isla de Elba, mar
chaba triunfante sobre la capital de su imperio, perdia mucho
de su importancia para los soberanos coaligados en presencia
de la reaparicion de aquel grande hombre en la escena del
mundo. Este acontecimiento volvia á colocar á Cárlos IV en
situacion ventajosa, dando nuevo vigor á las declaraciones an
teriores hechas por sus aliados respecto de su abdicacion y sus
renuncias, de las que el pacto de familia no era sino un resul
tado. Para ser consecuente con esas declaraciones y para
mantener en todo su vigor el principio de la legitimidad por
ellos proclamado, no podian dejar de reconocer en Cárlos al
legítimo soberano de España y sus Indias , temorosas de que
se echase en brazos de Napoleon . En tales circunstancias,
decian los comisionados : " obtener de Cárlos IV una declara
" cion espontánea, hecha en virtud de su soberania, por la que
66
separe á la América de la España, constituyéndola en dos ó
mas monarquias constitucionales, absolutamente indepen
66
dientes, poniendo en ellas á sus hijos : hacer que el mismo
" Cárlos IV comunique esa resolucion á los soberanos de Eu
66
ropa , y les pida que la apoyen contra toda tentativa de su
66
hijo Fernando VII ; es conseguir de un golpe la indepen
" dencia de la América, neutralizar la hostilidad de los go
" biernos absolutos contra ella y poner por el hecho un térmi
66 no á la guerra . " El pensamiento, aunque quimérico por
la forma de gobierno que se pretendia imponer á la América,
é inconsistente por sus medios, no carecia de cierta grandeza,
80 HISTORIA DE BELGRANO

y manifestaba un perfecto conocimiento del estado de la Eu


ropa ; pues es de creerse, que en presencia de la nueva situa
cion y de las ideas dominantes en los gabinetes de la coalicion,
los soberanos hubieran apoyado la peticion de Cárlos IV , in
cluso la Inglaterra interesada en disminuir el poder colonial P
de las demas naciones .
Esta idea fué un rayo de luz para los comisionados. Con
siderando que en el estado de la Europa nada tenian que es
perar de sus gobiernos ; que el reconocimiento de la indepen te
dencia por ellos era imposible bajo la forma republicana ; que MTwal
una monarquia independiente no seria reconocida sino en tan
**
to que emanase del principio de la legitimidad ; que esto era
difícil , sino imposible obtenerlo del monarca reinante en Es
paña ; y que por el nuevo camino que se les abria podian con
ciliarse todos los grandes objetos de su mision ; resolvieron ,
despues de maduro exámen, adoptar el plan propuesto por
Sarratea, y continuar la negociacion entablada con Cár
los IV .
Hé aquí las razones de Belgrano al decidirse á cooperar
con Rivadavia al plan de Sarratea : " Reflexionamos sobre la
" materia con aquel pulso y madurez que exigia : observamos
" por una parte el estado en que habiamos dejado las Provin
" cias, y el de los gobiernos que las regian ; las disposiciones
" de la Córte de España para traer la guerra á nuestros pai
" ses ; la frialdad del gobierno inglés , ó no se si me atreva á
" decir enemigo de nosotros y de todos los demas gobiernos
" de América : el interés que manifestaba el resto de las po "
66
tencias , (incluyendo aun á los Estados-Unidos de América)
CC 2
en que nos conservemos unidos á la España, con el designio
" de poder balancear el poder marítimo de la Inglaterra, apro A
" vechándose de su misma indiferencia á favorecernos, ó por 4
" que no está en sus cálculos de ventaja respecto del conti *
" nente europeo , ó porque en él ha obrado por ideas entera
" mente contrarias, ó porque cree tal vez de que somos capa
" ces de sostenernos por nosotros mismos contra el gobierno
66
español, y que demasiado hace con no ayudarlo . Observamos
" la reaccion que se obraria en la familia de España con este
CAPITULO XXIII 81

44 hecho ; como se le cruzarán sus ideas en contra de la Amé

" rica con él, pudiendo nosotros apoyar el proyecto en el de


" recho que nos asistia de escojer al Infante, lo mismo que
" habian hecho los españoles escogiendo á Fernando, y des
" pojando á su padre del reino : que nombrando el padre á su
" hijo, el predicho Infante, por su sucesor en las Provincias del
" Rio de la Plata, se declararia precisamente el gobierno in
" glés por el pensamiento, asi porque era nuestro y consiguien
" te á los principios porque obra en sus transacciones políticas
" en el continente de Europa, como porque entonces no te
" niendo disculpa para con su nacion que está empeñada en
" nuestra independencia, y se empeñaria mas viendo que la
" imitábamos en su clase de gobierno, se veria precisado á se
66
guir sus votos ; que entonces habríamos llegado á aspirar, y
66
plantificar la legitimidad de los sucesores ; con lo que obli
66
gábamos á hacer callar no solo á las potencias en contra
“ nuestra, inclusa la de nuestra vecindad , quien pensábamos
66
podia obligarse por enlace de una de las hijas con el Infan
teniendo por último y lo mas
" te, para que nos favoreciese ;
66
principal en vista, que así desterrábamos la guerra de nues
" tro suelo ; que habria una persona en quien se reuniesen to
“ das las miras sin despertar celos entre quienes se consideran
“ iguales, lo que siempre trae pasos retrógrados á la causa que
" sostenemos con la continua variacion de gobierno, y que al
" fin por este medio conseguíamos la independencia y que ella
" fuese reconocida con los mayores elogios , puesto que en Eu
66
' ropa no hay quien no deteste el furor republicano ; é igual
" mente establecer un gobierno sobre bases sólidas y perma
" nentes segun la voluntad de los pueblos , en quien estuviesen
" deslindadas las facultades de los poderes, conforme á sus
" circunstancias, carácter, principios, educacion y demas ideas.
66
que predominan, y que la esperiencia de cinco años que lle
66
vamos de revolucion nos han enseñado. Considerado, pues,
" todo esto, y teniendo presente que de resistirnos no solo
" obrábamos contra lo que la razon dictaba en tales circuns
""
tancias, como único remedio á nuestra patria, sino que se
" atribuiria despues á nuestra resistencia su pérdida, y la pre
6
82 HISTORIA DE BELGRANO

" ponderancia de la causa de los reyes sobre los pueblos , nos


" resolvimos á entrar en el proyecto, á favorecerle y prestarle
" todos los auxilios que de nuestra parte estuviesen . " ( 3)
Considerado del punto de vista de la política europea en
aquella época, el plan era hábilmente combinado, y habria he
cho honor á un diplomático de la escuela monárquica. Pero
considerado del punto de vista de la política americana, era
una combinacion tan inhábil como pueril, si como parece in
dudable, la aceptaron sériamente. Los comisionados estaban,
sin embargo, animados de las mas puras intenciones, y como
se deduce de las palabras de Belgrano, aceptaban y no elegian
la forma monárquica, resignándose á recibir la ley de los re
yes, á trueque de salvar la independencia y fundar la libertad
sobre una base cualquiera ; y sobre todo, sustraerse á la do
minacion española , asegurando al mismo tiempo la paz. Pero
lejos del teatro de los sucesos, impresionados por el espectá
culo que en aquel momento presentaba la Europa , viendo des
acreditados los principios republicanos , triunfantes á los reyes,
abatidos á los pueblos , fuerte á la España, y al parecer débil
la revolucion en todos los puntos de la América, creyeron que
el triunfo de la independencia americana dependia del recono
cimiento que de ella hicieran algunas potencias europeas ; sin
advertir que las concesiones que hacian , aun dado caso que el
plan se realizara violentado el modo de ser de la América,
creaban un órden artificial que debia producir nuevos tras
tornos. Aun cuando la monarquia constitucional contase con
algunos prosélitos en el Rio de la Plata, solo las ideas demo
cráticas eran verdaderamente populares, solo la forma repu
blicana era posible, porque era la única orgánica. La igualdad
de todas las clases era un hecho que se habia producido es
pontáneamente , y todo sistema de gobierno que no se fundara
en esta base, se pondria necesariamente en pugna con la so
ciedad en masa. La monarquia, fundándose sobre la desigual
dad de las clases, en una sociedad donde esta injusticia tenia

3-Informe de Belgrano va citado, de fecha de 3 de Febrero de 1816.


CAPITULO XXIII 83

que producirse artificialmente y por medios violentos opues


tos á su índole, seria , ó un nuevo principio de division intro
ducido en ella , ó un gérmen de disolucion depositado en el
seno del nuevo gobierno, ó una mascarada politica . Por con
secuencia, tal órden de cosas no podia plantearse sino efec
tuando una especie de conquista del pais, venciendo resisten
cias, creando un nuevo antagonismo, reaccionando contra los
hechos conquistados y los principios reconocidos, y perpetuan
do el desórden que se pretendia evitar. Así, pues , el plan
podia alucinar por un momento á hombres , que mirando la re
volucion al través del prisma engañoso de la política europea,
confiaban mas en la eficacia de las intrigas diplomáticas, que
en los esfuerzos generosos de los pueblos ; pero la conciencia
pública debia protestar contra él.
Cuando los pueblos revolucionados fian á los diplomáticos
la solucion de sus grandes cuestiones , rara vez son estos los
intérpretes del sentimiento y de las necesidades públicas ; so
bre todo obrando á la distancia, y en circunstancias tan difi
ciles como las de la América en 1815. Si Franklin en situa
cion no menos crítica para su pais que la de las Provincias
Unidas en aquella época, pasó á Europa á buscar el apoyo de
los reyes absolutos en favor de la libertad y la independencia
de la América, y dominó la política europea con ventaja para
su causa ; fué porque se presentó á ella como el representante
de una voluntad nacional declarada, de un pueblo que se habia
proclamado independiente á la faz del mundo , y que recono
cia un dogma político . Por consecuencia, no le era permitido
hacer concesiones en cuanto á los principios fundamentales de
la revolucion de las colonias inglesas, pudiendo esplotar en
favor de los objetos de su mision las divisiones de los gabine
tes europeos. La situacion de los diplomáticos argentinos era
muy distinta, tanto respecto de su país, como respecto de la
Europa. Las colonias españolas buscaban la independencia ;
pero aun no la habian declarado : profesaban un dogma polí
tico ; pero no lo habian proclamado . Por lo tanto, no eran
para el resto del mundo sino colonias rebeladas contra su me
trópoli. Su revolucion era una revolucion sin carácter defi
84 HISTORIA DE BELGRANO

nido, sin principios confesados ; bien que sus tendencias fue


sen esencialmente democráticas, aun cuando las ideas de mu
chos de sus directores fueran monárquicas. De aqui la fluc
tuacion de las ideas, la desmoralizacion de los principios, y la
falsa posicion en que se hallaron los comisionados, encargados
de negociar la paz con la metrópoli sobre la base de la inde
pendencia ; y de negociar el reconocimiento de la independen
cia con las demas potencias europeas, sobre la base de los
principios por ella sostenidos . Estos resultados no podian al
canzarse sinó haciendo grandes concesiones, concesiones que
los pueblos resueltos á la lucha se negarian indudablemente á
ratificar ; porque eran contra sus intereses y contra sus ideas
dominantes, y hasta contra sus instintos . Así, pues, los comi
sionados tenian que resignarse, ó, á no hacer nada, ó á hacer
concesiones, y se decidieron por lo último ; porque en tan es
traño teatro , tan lejos de la patria , y bajo la presion moral que
ejercia sobre ellos el espectáculo de la Europa, no podian co
locarse en lugar de los combatientes del hemisferio opuesto,
y proceder con la energia revolucionaria de un pueblo decidi
do al último sacrificio.
Para dar su aquiescencia al plan de Sarratea, los comi
sionados tuvieron que interpretar latamente las instrucciones,
segun confesion del mismo Belgrano ; pero antes de compro
meterse quisieron tener una conferencia con el agente de Sar
ratea. Era este el Conde de Cabarrús, hijo del personaje del
mismo nombre que ilustró el reinado de Cárlos III, y que muy
inferior á su padre, no pasaba de ser un hábil intrigante . Ha
llábase á la sazon proscripto por Fernando VII , por haber si
do uno de los gentiles hombres del rey José Bonaparte, ha
biendo sido antes partidario del Príncipe de la Paz en la época
de su valimiento. El les informó , que habia tenido varias con
ferencias secretas con los Reyes padres en Roma, é indicádoles
la conveniencia de erigir un reino independiente en América
en favor de su hijo ; que la Reina Maria Luisa y el Príncipe de
la Paz habian acogido la idea con entusiasmo, manifestándose
Cárlos IV favorablemente dispuesto, aunque no completa
mente decidido : añadiendo que la reina habia dicho, " que
CAPITULO XXIII 85

46
quisiese ó no el rey, el príncipe se pondria en marcha luego
" que el Conde volviese con proposiciones formales . " Que
por lo tanto, no dudaba que si esas proposiciones se hacian
.
por los comisionados, se arribaria á un arreglo definitivo ; in
sinuando por último, que el Príncipe de la Paz le habia indi
cado la necesidad que tendria de que se pusiesen algunos fon
dos á su disposicion , con el objeto de trasladarse á Inglaterra,
y evadir la persecucion que creia consiguiente á la desapari
cion del infante .
Sobre esta efímera base fundaron los comisionados su gi
gantesco proyecto de plantificar la monarquia constitucional
en América, obtener de la Europa el reconocimiento de su in
dependencia y hacer la paz con la España. Rivadavia, incu
bando sobre la idea fundamental fué el que le dió estas vastas
proporciones, pues su génio con tendencias á lo grandioso, no
podia encerrarse en los estrechos límites de una intriga : ne
cesitaba espacio en que dilatarse. Belgrano, á quien el espec
táculo de la libertad inglesa amparada por las formas monár
quicas, habia impresionado profundamente, fijando sus irreso
luciones, aceptó todas las ideas de Rivadavia con el mismo candor
y buena fé, poniendo ambos mano á la obra sin pérdida de tiem
po. Sarratea, carácter versátil, talento de conversacion epi
gramática, verdadero especulador político, que no carecia de
habilidad ni de alcances, era tal vez el que menos se alucina
ba respecto de la realizacion y conveniencia del proyecto, á
pesar de ser su verdadero autor. Entraba en él como en una
aventura interesante, arrastrado en parte por su inclinacion
á la intriga, y principalmente por intereses sórdidos . Este
personaje que ha jugado en la revolucion los roles mas opues
tos, ha sido retratado por un contemporáneo enemigo suyo,
con rasgos que no carecen de verdad. 66" Era, dice, un hom
“ bre sin probidad , pero bastante ejercitado en el arte de en
" cubrir las lepras de su alma ; que unia una dulzura insinuan
"te y donairosa á un génio desapiadado : la flexibilidad de un
" cortesano al orgullo y altivez de un gefe de partido : las apa
" riencias de un patriota celoso al egoísmo mas refinado ; en
“ fin, una duplicidad de carácter, que hacia su ódio ó su amis
86 HISTORIA DE BELGRANO

" tad igualmente peligrosas, y un aire de buena fé que enga


" ñaba á los mas prevenidos. " (4) Cabarrus lo que queria y
necesitaba por lo pronto, era dinero, y se comprometia en el
proyecto como en una especulacion, lisonjeándose tal vez con
la esperanza de ser uno de los próceres de la futura monar
quia, si la empresa se realizaba .
La participacion de Belgrano y Rivadavia ennobleció el
proyecto, y le dió un significado político, tendente á la eman
cipacion de la América y al establecimiento de un régimen de
libertad. Ellos sacaron la negociacion de los caminos tortuo
sos de la intriga palaciega, y aunque pagando su tributo al
error, se colocaron en terreno mas ventajoso, tomando una ac
titud mas digna. Poseidos de la idea y animados por tan no
bles sentimientos, se ocuparon ambos en redactar los docu
mentos de que el Conde debia ser portador.
Las instrucciones que dieron al Conde Cabarrus, aunque
llenas de prevenciones pueriles, y concesiones que comprome
tian algun tanto su dignidad , manifiestan que los comisiona
dos ni desesperaban de la independencia de la América , ni es
taban dispuestos á sacrificar su libertad en cambio de un tro
no. 66 Si contra lo que es de desear, " decian en ellas, 66 va
" cilase S. M. ( Cárlos IV , ) ó manifestase deseos de desviarse
" del plan propuesto para llevarlo á efecto, alterando algunas
" de las partes esenciales que lo constituyen, el Conde se ha
" lla muy particularmente encargado de emplear cuantos me
" dios sugiere la persuasion para convencer de la necesidad
" de conformarse con los medios adoptados para su ejecucion.
" La conciencia de S. M. debe aquietarse con la consideracion
" de que la medida que adopta, no causa desmembracion de
" los dominios de la Corona, porque esta es inevitable ya.
" Cuando el gobierno de España no puede conservar en la

"4-"El Grito de la razon y la ley sobre el proceso formado á los Congresa


les, " folleto publicado anónimo en 1820, y suscripto: Los Partidarios de la razon
y amantes de la ley. Su autor el Dean Funes, cuyo estilo no puede equivocarse
con ningun otro escritor de aquella época, especialmente en la manera rebuscada
de bosquejar sus retratos por medio de antítesis simétricas.
CAPITULO XXIII 87

" obediencia provincias que poco antes lo estaban, porque el


66
fuego de la disidencia se estiende con la voracidad del vol
66
can ; ¿puede considerarse practicable nueva conquista en
" aquel vasto continente? Y aun cuando quisiera admitirse
66
por un momento que la España posee los tesoros y flotas
" necesarias para repetir aquel envio sucesivo de tropas, que
66
requiere una empresa tan vasta, y que esta guerra se em
66
prendiese bajo los auspicios mas favorables, ¿el último ejem
66
plar de España no ministra un ejemplo práctico de la difi
cultad insuperable para un ejército de subyugar una nacion
" entera, cuando tiene que contender con toda ella? Considé
66
rese, pues, la perspectiva con que entraria la España en la
66
conquista de un país cuyas tropas no han dejado de triun
" far ni una sola ocasion, sobre las que ha hecho pasar alli el
" gobierno de la Península ; donde cinco mil hombres de lí
" nea no han podido siquiera defender la plaza de Montevi
" deo, sostenida ademas por una escuadrilla de buques mayo
" res y menores , y cuando al mismo tiempo el gobierno de
" Buenos Aires ha sostenido la guerra á quinientas leguas
" de la capital, y obtenido ventajas sobre las tropas del virey
" de Lima. Este empeño sin duda será ruinoso y el obsti
" narse en él, quizá mortal para España . " A continuacion de
estos varoniles conceptos se leen estos otros que manifiestan
su desencanto respecto del porvenir de la América : " La me
" dida de que se trata, considerada ya política, ya filosófica
“ mente, no ofrece sino resultados favorables para los paises
" respecto de quienes refluye mas directamente . Tales son
66
' hacer cesar un consumo estéril de sangre y todos los estra
66
gos de una guerra civil ; poner un dique á la desmoraliza
" cion de los pueblos , y retroceso que es consiguiente á la ci
" vilizacion de un pais naciente ; salvar la dignidad de la co
" rona ajada con las doctrinas y declaraciones del gobierno
66
popular de España, cuyo funesto ejemplo habria cundido en
" nuestros paises, sin el empeño sostenido de sus gobiernos en
66
impedirlo ; dar un testimonio público á la lealtad de aquel
66
hemisferio, y del humano y paternal designio de S. M. en
66
' adoptar la única medida que puede salvar á los pueblos de
88 HISTORIA DE BELGRANO

" las calamidades de la anarquia á que van caminando, si con


" tinuan por mas tiempo entregados á sí mismo . " Esto im
portaba declarar inhábiles á los pueblos americanos para
gobernarse por sí, y fundar un órden regular sin auxilio
estraño .
En el memorial dirigido á Cárlos IV, y de que el Conde
debia ser portador, sirviéndole de credencial, presentaban una
reseña historica de la revolucion argentina, y despues de ha
cer ascender las fuerzas de Buenos Aires á 11,000 veteranos,
8,000 voluntarios de infanteria y 14,000 hombres de caballe
ria, con 200 piezas de artilleria, sin contar las del Perú, del
Ejército de los Andes , y las del Estado Oriental ; protestaban
desconocer la revolucion de Aranjuez que habia elevado á Fer
nando VII al trono ; pidiéndole á él, como al soberano legí
timo, cediese en favor de su hijo el dominio y soberania de las
Provincias del Rio de la Plata, erijiéndolas en reino indepen
diente, sobre las bases de la constitucion que al efecto le pro
ponian, y que préviamente debia jurar. ( 5)
El proyecto de constitucion redactado por Belgrano, era
vaciado en el molde de la constitucion inglesa, y constaba de
siete secciones , estableciendo brevemente en cada una de ellas
las reglas y principios fundamentales de la proyectada monar
quia, siempre sobre la base indeclinable de la independencia
y la libertad. Por esa Constitucion se establecia el nuevo
reino con la denominacion de Reyno Unido de la Plata, Perú
y Chile ; se declaraba la inviolabilidad del monarca ; se ins
tituia una nobleza sin privilegios , y á la que todos los indivi

5-Este memorial se publicó en Córdoba en 1823 con el siguiente título :


" Reverente súplica al ex-Rey Cárlos IV pidiéndole á su hijo adoptivo D. Fran
" cisco de Paula, para coronarle en las Provincias Unidas del Rio de la Plata,
(6
etc. "-En esta publicacion, dirijida principalmente contra Rivadavia y la me
moria de Belgrano, se suprimió maliciosamente la firma de Sarratea, que figura
en el original, y es en esta forma trunca y falsificada que Parish lo ha reprodu
cido en el Apendice ( Núm 2º ) de su obra sobre Buenos Aires y las Provincias
del Rio de la Plata. El Sr. Maeso en su traduccion de esta obra suprimió ese
documento, en vez de anotarlo cual correspondia, como ha hecho con otros me
nos importantes que se registran en el mismo libro.
CAPITULO XXIII 89

duos podian optar ; se organizaba el cuerpo legislativo en dos


Cámaras, una de nobles , y otra de diputados con la plenitud
de facultades que son propias á un país libre ; se estatuia so
bre la responsabilidad de los ministros, sin cuya firma ningun
acto del rey era válido ; se sancionaba la independencia del
poder judicial, sus garantias y responsabilidad, terminando.
con varias declaraciones generales, una de las cuales decia
así : " A mas del reparto proporcionado y uniforme de todos
" los cargos y servicios del Estado , de la opcion de todos á la
" nobleza, empleos y dignidades, y del comun concurso y su
66
' jecion á la ley, la nacion gozará con derecho de propie
“ dad inalienable, la libertad de culto y de conciencia, In li
" bertad de imprenta, la inviolabilidad de las propiedades y
66
seguridad individual, en los términos que clara y distinta
" mente acuerde el Poder Legislativo. "
Ademas de estos documentos, el emisario era portador de
dos proyectos de tratado ó mas bien contratos, firmados por
los tres comisionados y con el sello de la legacion . Por uno
de ellos aseguraba á Cárlos IV " que en el caso de que la
" corte de Madrid resentida por la institucion de un reyno en
" las Provincias del Rio de la Plata, y cesion consiguiente á su
66
hijo el infante D. Francisco de Paula, retirase ó suspendiese
" las asignaciones que le estaban acordadas, seria inmediata
" mente asistido con una suma igual en dinero efectivo, su
66
fragándose á la Reina las mismas asignaciones por via de
" viudedad . "

Por el otro se aseguraba al Principe de la Paz, " en justo


" reconocimiento de los buenos y relevantes servicios para con
"las Provincias del Rio de la Plata, la pension anual de un
" Infante de Castilla (cien mil duros al año) durante toda su
" vida, y con el juro de heredad para él y sus sucesores habi
" dos y por haber. » (6)
Munido de estas instrucciones y documentos , y bien pro

6-Todos los documentos relativos á esta negociacion, citados en el texto


fueron publicados en el "Apéndice" al tomo II de la ed. anterior.
90 HISTORIA DE BELGRANO

visto del dinero necesario, salió el Conde de Cabarrus de Lón


dres á fines de Junio, y llegó á Roma en circunstancias en que
la Europa se hallaba bajo la impresion de la batalla de Water
loo ocurrida el 18 del mismo mes ( 1815 ) . Este acontecimien
to hacia fallar el plan por su base . Privado Cárlos IV del
apoyo de la Francia, con el cual contaba en caso necesario, si
era desatendido por los reyes de la coalicion ; y caido Napo
leon, cuya presencia le era sumamente útil para inclinar á los
aliados en su favor, de esperarse era que el destronado rey se
negase á dar el avanzado paso que se le proponia, y que debia
comprometerle ante la corte de España, de la cual dependia
su subsistencia. Así sucedió. Temeroso de su hijo, mejor
apoyado que él despues de Waterloo ; no contando por conse
cuencia con ser atendido por los soberanos coaligados ; y á lo
que se cree, aconsejado por su confesor, que era agente de
Fernando VII, declaró terminantemente que su conciencia le
mandaba no hacer nada que no fuese favorable al rey de Es
paña, que segun dijo, tanto tino había mostrado para gober
nar. (7)
La influencia de Godoy y de la Reina se estrelló contra
esta voluntad pasiva, hija de la debilidad , hasta el estremo de
romper en ira contra la última, que se empeñaba en decidirlo
á favor del plan . Maria Luisa salió llorando de la presencia
del rey , y le dijó á Cabarrus, que si su edad y enfermedades
se lo permitieran, ella iría á la América y mostraria al mundo

7-De una carta de Rivadavia á D. Manuel José Garcia, de 2 de Octubre


de 1815 estractamos el siguiente párrafo : " Al recibo de esta ya habrá vd. vis
66
to cuan rápida fué la nueva situacion de Europa, á que alude en sus esperan
66
zas : nosotros no habíamos perdido momentos, y hubiéramos sacado una ven
66
taja superior á todas sus esperanzas ; pero la derrota de Napoleon frustró to
" dos los efectos de un plan, que para nosotros y en nuestras circunstancias,
64
podia llamarse cabal ; y sobre esto, quedo sin fondos para mi subsistencia, en
" virtud de haberse consumido en la indicada negociacion. -No crea vd. que he
.6 desmayado muy luego he empezado á obrar solo, é insistiendo en el mismo
46 plan en lo sustancial, he tomado otro rumbo. En consecuencia de él, debia pa
66 ""
sar á Francia y esperaba contestacion en breve de la carta de Madrid etc.
(Col. de M. S. S. de Garcia. )
CAPITULO XXIII 91

de lo que era capaz . Esto era lo mismo que decir , que todo
estaba concluido y que ya nada habia que hacer. (8)
Así abortó el primer proyecto de fundar una monarquia
en América . En vano Cabarrus, apoyado por Sarratea, pro
curó continuarlo, proponiendo robar al infante . Belgrano y
Sarratea se opusieron á ello, y fueron de opinion que inmedia
tamente se hiciera volver al Conde, á que diese cuenta de su
comision.
Rivadavia y Belgrano manifestaron á Sarratea que era
necesario formalizar todos los documentos , para dar al Gobier
no una cuenta franca y detallada de todos sus pasos . Sarra
tea, fué de opinion contraria, indicando que debia decirse al
Gobierno que su intencion solo habia sido traer el infante á
Londres, y esperar allí sus órdenes, lo que era contrario á la
verdad, y no podia consentir la rigidez de Rivadavia, ni la
probidad de Belgrano . Esta fué la segunda disidencia que
estalló entre los comisionados . El regreso de Cabarrus á Lón
dres vino á producir una ruptura abierta entre ellos .
Habiendo acordado entre sí los comisionados, que Belgra
no regresara al Rio de la Plata, con el objeto de informar
personalmente al Gobierno de todo lo ocurrido, y deseando el
último justificar prolijamente la inversion de los fondos con
fiados á su honradez , exigió de Sarratea pidiera al Conde la
respectiva cuenta . (9) Sarratea, que antes de la llegada de

8-Estos últimos pormenores los tomamos de un escrito de D. Vicente Pa


zos Kanki, en que contestando ( en 1818 ) á un artículo publicado en el Mary
land-Censor, da algunas noticias sobre esta abortada negociacion Aunque él no
tenga ninguna importancia histórica, y esté plagado de groseros errores y nota
bles anacronismos, hemos creido que estos detalles merecian fé, por ser trasmiti
dos por el mismo Sarratea (segun parece) el cual estaba perfectamente interiori
zado en ellos por la correspondencia del Conde Cabarrus. Este escrito se
publicó en Buenos Aires en el Núm . 142 de La Prensa del 22 de Enero de
1858.-En el Núm. 739 del Orden ( de 15 de Febrero del mismo año, ) se registra
una refutacion que del escrito de Pazos hizo el Dr. D. Manuel Rafael Garcia.
9-Esta negociacion, ó mas bien dicho, esta intriga sin resultados, costó á
los comisionados de Buenos Aires 1600 libras esterlinas. Segun el párrafo de
carta de Rivadavia inserto en la nota 7 de este capítulo, se vé que los fondos de
los comisionados quedaron casi agotados á consecuencia de estos gastos.
92 HISTORIA DE BELGRANO

Cabarrus, reprobaba acremente su falta de delicadeza en dispo


ner para sus gastos de fondos que habian sido destinados á
la traslacion del Infante, y que hasta le suponia la intencion
de apoderarse del importe de todas las libranzas, varió de len
guaje despues de su llegada ; y al presentar desnuda de com
probantes la cuenta pedida, dijo que nada tenia que objetarle.
Belgrano le dirijió con este motivo una carta de observacio
nes ; y habiendo tenido ocasion de verle poco despues le dijo:
¿qué como decia que nada tenia que objetar á semejante cuen
ta? A esto se siguió un breve altercado, terminando por de
cirle, " que él daria cuenta al Gobierno, y con documentos ,
" hasta del último medio del Estado que se hubiere gastado,
66
porque el país era pobre y necesitaba de todos sus recursos,
" y no era regular mirar con indiferencia sus intereses. " Sar
ratea pareció deferir á las reflexiones de Belgrano, y quedó
en darle una contestacion al dia siguiente ; pero en lugar de
esto, haciendo un indigno abuso de confianza, entregó al
Conde la carta de observaciones de Belgrano, con el objeto de
provocar un lance entre ambos ; y viendo que Cabarrus pare
cia dispuesto á ello, le dió una órden firmada por él, para que
su armero le entregase unas pistolas que de antemano habia
hecho preparar.
A pocos dias despues, hallándose Belgrano en casa de su
banquero, se encontró en ella con el Conde, quien le dijo, que
á su carta, contestaria á D. Manuel Sarratea ; y que él pasaria
á su casa á pedirle algunas esplicaciones sobre ella. A lo que
contestó Belgrano: -" El dia que vd . guste. ” —A los dos ó
tres dias ( el 2 de Noviembre) recibió una cita del Conde, sin
indicar objeto .Acudió sin embargo á ella acompañado de D.
Mariano Miller, y habiendo transcurrido la hora designada,
se disponia á retirarse, cuando apareció aquel acompañado de
D. José Olaguer . El Conde pidió entonces á Belgrano una
satisfaccion por su carta de observaciones á la cuenta presen
tada por él, la que él se negó á darle, diciendo, que si le
habian ofendido sus reflexiones debia pedírselas á Sarratea y
no á él. Acalorándose el altercado entre ambos, dijo Ola
guer á Cabarrus ; que hasta allí le habia acompañado como un
* CAPITULO XXIII 93

amigo ; y volviéndose á Belgrano, le protestó en nombre de


todos los americanos contra cualquier paso inconsiderado que
pudiese dar ; y en seguida le presentó una carta de Rivadavia ,
en que este le conjuraba por lo mas sagrado, no se dejara ar
rastrar hasta el escándalo de un duelo , que redundaria en
descrédito de su mision . Rivadavia, á pesar de la reserva de
su amigo sobre el particular, habia penetrado el secreto, y
persuadido de que todo era obra de Sarratea, queria evitar
que fuese víctima de sus intrigas. Belgrano, viendo que has
ta el padrino de su contendor se le habia vuelto en contra,
y pesando las reflexiones de Rivadavia, por quien sentia
grande admiracion , cortó el altercado con el Conde, y se des
pidió.
Belgrano á su vez , habia tomado sobre su responsabili
dad, el hacer que Rivadavia permaneciese en Europa, conti
nuando una negociacion indirecta, que habia abierto en la cor
te de Madrid, por medio de su embajador en Londres, á pesar
de órdenes del Gobierno que disponian su regreso . Al dar
cuenta de esta resolucion decia al Gobierno : " He tenido
66
presente que exigia el interés de la patria , para que se lle
" vase adelante nuestra primera decision apuntada, que que
" dase Don Bernardino Rivadavia , de quien nunca haré los
" bastantes elogios por los conocimientos que le asisten , por
“ su carácter firme para sostener nuestros derechos ; por su
" conducta honrada y económica ; porque conoce nuestra ac
" tual situacion, cerciorado de que ha adquirido el concepto
" que se merece, y aun superioridad sobre el conducto que se
"le ha presentado para con la Corte de España , de que cuan
" do menos se pueda evitar el envio de una espedicion, y
" entretener el tiempo á fin de que el país se fortalezca y dis
66 ponga á adquirirse el concepto en toda Europa por una glo
" riosa defensa, si se le atacara. ” Estos dos grandes ciuda
danos, los dos tipos mas excelsos de la democracia argentina,
siempre se admiraron y apoyaron recíprocamente, y murieron
estimándose el uno al otro . Estraviados momentáneamente
en sus combinaciones políticas , este pasagero error, producido
por el amor del bien , envuelve una leccion moral que nos en
94 CAPITULO XXIII

seña, hasta que punto pueden los sucesos contemporáneos


ofuscar la mente de las mas altas inteligencias, y pervertir
hasta cierto punto el sentido moral de los mas nobles carac
teres.
Belgrano y Rivadavia se separaron el 15 de Noviembre
de 1815 para no volverse á ver en la vida. El primero regre
saba á la patria dejando á la Europa presa de la Santa Alian
za, y sin esperanza de que reconociera la independencia ame
ricana ; el segundo quedaba á luchar solo en favor de la Amé
rica, contra los primeros potentados del mundo .
CAPITULO XXIV

LA REVOLUCION INTERNA

1815-1816

Llegada de Belgrano á Buenos Aires -Ojeada retrospectiva- Alvear, Artigas y


el Cabildo de Buenos Aires-Insurreccion federal de las Provincias - Con
sideraciones sobre el federalismo- Sublevacion de Fontezuelas- Revolucion
de 15 y 16 de Abril -Juicio sobre ella-Acto de crueldad y cobardía con
que se deshonra -Muerte de Paillardell— Caida de la Asamblea-El Esta
tuto Provisional de 1815- La Junta de Observacion- D. Ignacio Alvarez,
Director Supremo- Negociaciones de paz con Artigas-Exigencias y pro
yectos de este caudillo- Espedicion á Santa Fé-Esta Provincia vuelve á
la dependencia de la capital -Antagonismo entre el Directorio y la Junta
de Observacion- Persecuciones de la revolucion triunfante- Derrota de Si
pe- Sipe -El Director apoya al pueblo pidiendo la reforma del Estatuto
Ajitaciones populares-Moderacion y buen sentido del pueblo en esta cir
cunstancia-Juicio de Belgrano sobre ello- Belgrano persiste en sus ideas
monárquicas-Su correspondencia con Rivadavia-Publica sus opiniones
por la prensa →→→Estado de la opinion - Mitolojia de la revolucion - Nueva
insurreccion en Santa Fé - Capitulacion de Viamont-Belgrano es nom
brado General del Ejército de observacion - Su dificil situacion- Diaz Ve
lez en connivencia con el enemigo pacta la caida del Directorio- Belgrano
es depuesto del mando- Renuncia el Director Alvarez-Entra á sucederle
D. Antonio Balcarce-Su retrato-Negociaciones que entabla con Artigas
-Instalado el Congreso en Tucuman, Belgrano se dirije allí .

Al comenzar el año de 1816 llegó Belgrano á Buenos Ai


res. La escena política habia cambiado completamente du
rante su ausencia : las facciones eran mas turbulentas ; los
males se habian agravado ; la division de las ideas era com
96 HISTORIA DE BELGRANO

pleta ; los ejércitos derrotados ó en embrion, apenas cubrian


las fronteras ; el elemento semi -bárbaro se habia sobrepuesto
en el interior á la influencia de los hombres de principios ; y
sin embargo, á pesar de todo esto, la libertad habia dado pa-.
sos gigantescos, y un nuevo órden de cosas parecia próximo á
surjir de aquel caos de desórden , de ódios, de derrotas, de lu
chas intestinas, de teorias mal comprendidas, de principios
mal aplicados, de hechos no bien apreciados, y de ambiciones.
legítimas ó bastardas , que se personificaban en pueblos ó en
individuos.
Para comprender como se habia operado esta muta
cion de escena, y bosquejar el curso de la nueva corriente de
sucesos en que vamos entrar, se hace necesario tomar nuestra
narracion de algunos meses atrás, es decir, desde el momento
en que tuvo lugar la caida del Directorio de Alvear y de la
Asamblea, suceso de que dimos cuenta incidentalmente al ter
minar el penúltimo capítulo.
Segun queda dicho, la imprudente elevacion de Alvear
al mando supremo , fué la señal de una disolucion en el órden
político y militar. El ejército del Perú le negó su obediencia,
y el reciente ejército de los Andes mandado por San Martin,
apoyó esta actitud hostil. En vano pretendió Alvear some
ter por las armas ó reducir por medio de negociaciones á Don
José Artigas , el caudillo del vandalaje y de la federacion se
mi-bárbara : al fin tuvo que reducirse á la defensiva , desatán
dose en recriminaciones violentas aunque justas, contra este
terrible enemigo. El Ayuntamiento de la capital, al mismo
tiempo que firmaba una de esas manifestaciones contra Arti
gas, protestaba contra ellas en acuerdo secreto, y se ponia en
comunicacion con el enemigo comun y le pedia su apoyo para
derribar al gobierno nacional.
Mientras tanto, Artigas, con el título de Gefe de los orien
tales y Protector de los pueblos libres , consolidaba su dominio
en el Entre-Rios y Corrientes, elevadas al rango de Provin
cias confederadas independientes, conquistando á su sistema
otros pueblos seducidos por sus promesas, ó estimulados por
los celos con la capital. Santa Fé, tenencia de gobierno de la
CAPITULO XXIV 97

Provincia de Buenos Aires, se declaró tambien independiente,


casi al mismo tiempo que la Provincia de Córdoba levanta
ba el estandarte del federalismo . No era una idea la que im
pulsaba á los pueblos á lanzarse en este camino era un ins
tinto ciego en las masas, y una ambicion bastarda en sus di
rectores, lo que producia este desordenado movimiento. Se
ducidos por el ejemplo del Paraguay y de la Banda Oriental,
que se habian declarado independientes, y proclamado un sis
tema de federacion semi-bárbaro, de que no se daban cuenta
clara, á lo que aspiraban era á hacer una manifestacion de su
autonomia ; á rehuir los sacrificios comunes en favor de la lu
cha exterior, limitando su defensa al círculo de la localidad ;
y á elevar sin condiciones, sin ley, ni regla alguna, á los cau
dillos que debian representarlos , esto es cuando no aceptaban
los procónsules impuestos por el Protector, como sucedia en
Entre-Rios y Corrientes. Esta federacion, sin mas base que
la fuerza, y sin mas vínculo que el de los instintos comunes

...
de las masas agitadas, no era en realidad sino una liga de man
dones , dueños de vidas y haciendas, que esplotaban las aspi
raciones de las multitudes ; sometidos mas o menos estos mis
mos á la dominacion despótica y absoluta de Artigas, segun
era menor ó mayor la distancia á que se hallaban del aduar
del nuevo Atila. Tal era el elemento vandálico que el Cabildo
de la capital llamaba en apoyo de la libertad ; y que la mayo
ria del pueblo de Buenos Aires, que sufria con impaciencia la
dominacion de Alvear, no rechazaba.
Alvear por su parte se preparó á contrarestarlo. Arti
gas atravesó el Paraná con sus tropas, y ocupando á Santa
Fé, emprendió su marcha sobre la capital . El Director hizo
que una parte de su ejército le saliera al encuentro ; pero al
llegar á Fontezuelas ( territorio de Buenos Aires) se sublevó
la vanguardia al mando del Coronel D. Ignacio Alvarez ( el
13 de Abril de 1815 , ) y el resto del ejército de operaciones si
guió su ejemplo, confraternizando con Artigas. El 15 estalló
la revolucion en la capital : los cuerpos cívicos se armaron, y
el Cabildo se puso á su frente, proclamando el descenso del
Director y la disolucion de la Asamblea. El Alcalde de pri
7
98 HISTORIA DE BELGRANO

mer voto, D. Francisco Escalada , en nombre de aquella cor


poracion, mandó levantar una horca frente a las casas consis
toriales ; para Alvear, si era vencido ; para el pueblo si la re
volucion no triunfaba. En vano pretendió Alvear resistir :
rechazado por los pueblos, abandonado por su ejército , sin el
apoyo de la opinion ni de la fuerza, tuvo que ceder el campo,
y refugiarse á bordo de un buque estrangero.
Esta revolucion , que fué verdaderamente popular, y que
puso en evidencia los medios artificiales porque se habia ele
vado al jóven Director, así como la impopularidad de su polí
tica desacertada, manchó su triunfo con actos de insólita cruel
dad y cobardía, inmolando una víctima inocente ; (1 ) capitu
lando con el candillo Artigas ; mandando quemar con gran
solemnidad los bandos y proclamas espedidos contra él, de
clarándole ilustro y benemérito gefe de la libertad, y entre
gándole aherrojados, para que dispusiese de ellos á su antojo ,
á aquellos de sus enemigos que mas se habian hecho notar por
su adhesion al Gobierno nacional. (2) Artigas tuvo la noble
za de rechazar el horrible presente de carne humana que se le
hacia, diciendo que no era el verdugo de Buenos Aires.
Aunque Alvear, por su ambicion estéril y egoista, por su
falta de ideas en el mando, y por sus medidas violentas, me
na
recia su caida, representaba al fin la sombra del gobierno na
cional, los principios de la civilizacion , y era en cierto modo
el caudillo de la unidad política y social, que se oponia á la
irrupcion de la semi-barbarie y á los progresos de la disolu
cion. El movimiento que lo derribó, aunque aspirando á en
sanchar la libertad y á destruir un órden de cosas que no se

1-El Comandante D. Enrique Paillardel, el mismo de quien Belgrano se


habia valido poco antes para insurreccionar los pueblos de la costa del Bajo Pe
rú, y que habia regenteado en 1814 la Academia de matemáticas del ejército Au
xiliar del Perú. La circunstancia de ser Paillardel peruano, (natural de Lima)
y desvalido, hizo mas cobarde é inútil este sangriento sacrificio.
2-He aqui los nombres de estas víctimas propiciatorias : los Coroneles Don
Ventura Vazquez, D. Matias Balbastro y D. Juan Fernandez, los Comandantes
D. Ramon Larrea, D. Antonio Paillardel y los Sargentos Mayores D. Antonio
Diaz y D. Juan Zufriategui.
CAPITULO XXIV 99

fundaba ni en la conveniencia, ni en la justicia, ni en la ver


dad, se hizo indigno de triunfar, por sus tendencias reaccio
narias y por el uso inhábil y vergonzoso que hizo de su triun
fo. Ninguno de los dos bandos, sin embargo, merecia la hor
ca levantada por el cabildo de Buenos Aires, aunque ambos
fuesen acreedores á la mas severa reprobacion ; y la historia
los condenará, como condena á los gobiernos y á las revolu
ciones estériles, no dando á ninguno la razon. Habia llegado
ese momento terrible para las revoluciones que se desenvuel
ven desordenadamente y por instinto, ese momento en que
el bien y el mal se confunden ; en que las conciencias mas
firmes trepidan ; en que las malas pasiones neutralizan la in
fluencia saludable de los principios, y en que cada bando se
apodera de una parte de la razon y de la conveniencia social ,
como de los girones de una bandera despedazada en medio
de la lucha ; pero sin que ninguno de ellos pueda decirse el
verdadero y único representante de la razon .
En las ruinas del Directorio cayó envuelta la gran Asam
blea del año XIII , despojada de la autoridad moral que le habian
merecido sus primeros pasos, y rebajada ya al nivel de una os
cura camarilla . El Cabildo reasumió el mando y la represen
tacion política del pueblo, continuando las tradiciones colonia
les que debian desnaturalizar y desacreditar las instituciones.
municipales en el Rio de la Plata. Del seno de esta corpora
cion así constituida, brotó sin embargo una idea nueva que
reaccionaba contra la teoría de la representacion popular de
los Cabildos, ordenando por Bando del 18 de Abril, que se
crease una Junta de Observacion , elegida por la masa de la
poblacion de Buenos Aires, y proclamando el principio del su
fragio universal ; imponiendo al mismo tiempo al gobierno
que se estableciera, el deber de convocar inmediatamente un
Congreso Nacional, dando nueva base á la eleccion de los di
putados.
De la Junta de observacion nació el famoso Estatuto pro
visional de 5 de Mayo de 1815 , concepcion absurda de buenas
ideas [mal incubadas, en que á la par de los grandes princi
pios que enaltecen la dignidad humana y aseguran el órden y
100 HISTORIA DE BELGRANO

la libertad á las sociedades, se proclamaban doctrinas tan im


practicables como peligrosas ; siendo una de las mas peregri
nas la consagracion de la Junta de observacion, elevada á la
categoria de motor sin contrapeso en la máquina política. Ba
jo la tutela de esa monstruosa entidad colocaron el Poder Eje
cutivo, inhabilitándolo para el bien, igualmente que para el
mal, y rompiendo en un momento de delirio el gran resorte
de la máquina revolucionaria. Esta autoridad , rebajada á las
condiciones de un instrumento servil, no de la ley, sino de la
voluntad ciega de una corporacion sin regla fija, á la que se
atribuia la supremacia absoluta y el don de la infalibilidad ,
aquella autoridad así rebajada, decíamos, fué confiada al Gene
ral D. José Rondeau con el título de Director Supremo, en cir
cunstancias en que se hallaba al frente del ejército del Perú ; y
en su ausencia se nombró para reemplazarle interinamente al
Coronel D. Ignacio Alvarez, gefe de la sublevacion de Fonte
zuelas, hombre sano y bueno, que no carecia de luces, pero
que no tenia autoridad moral, ni carácter para dominar una
situacion difícil.
El nuevo Director se convenció, bien pronto , que ni po
dia traer los pueblos á la union , ni hacer frente á los peli
gros esteriores , ni consolidar la paz con los caudillos alia
dos, ni mantener el equilibrio político en medio de las dis
cordias civiles ; de los intereses opuestos ; de la preponde
rancia de la Junta de observacion ; de la supremacia con
quistada por Artigas ; y del choque de las ideas embrionarias
sobre la mejor forma de gobierno y sobre el mejor modo
de asegurar la libertad , que fermentaban en todas las cabezas,
sin que aun pudieran conciliarse las instituciones viejas, con las
nuevas leyes vaciadas en moldes viciados .
El primer obstáculo con que tropezó, fué Artigas, con
quien en calidad de aliado de la reciente revolucion , se creial
fácil un arreglo . No se comprendia bien en Buenos Aires,
que el titulado Protector de los pueblos libres, era el gefe na
tural de la anarquía permanente, que por sus tendencias y por
sus instintos era enemigo de todo gobierno general y de todo
órden regular ; y que su influencia era igualmente hostil á la
CAPITULO XXIV 101
+
consolidacion del órden, al establecimiento de la libertad, y á
los progresos de la lucha contra la metrópoli . El resultado. •
de las negociaciones lo probó. Abiertas en dos ocasiones dis
tintas, el Protector formuló en ambas, exigencias tan exagera
das, que hacian imposible todo avenimiento. En la primera
tentativa, iniciada por el mismo Director, puso de manifiesto
que su objeto no era otro que consolidar la base de su poder
personal, obteniendo de Buenos Aires armas y dinero, y la se
guridad de continuar su política invasora y disolvente , arre
batando, separando de la union á los pueblos agitados por los
instintos de federacion . La segunda tentativa tuvo un ca
rácter en cierto modo hostil, y fué iniciado por el caudillo
oriental.

Por un momento , (único en toda su vida pública , ) el cau


dillo oriental tuvo la veleidad de querer reunir un Congreso
federal, en contraposicion al Congreso nacional cuyas eleccio
nes se habian mandado practicar, con arreglo á lo dispuesto
por el Estatuto Provisional. Al efecto, dirigió sus invitacio
nes á las Provincias de Entre-Rios , Corrientes y Banda Orien
tal que le obedecian, y á Santa Fé y Córdoba sometidas á su
influencia ; y aunque se reunieron algunos de los diputados.
federales en su cuartel general, el Congreso nunca llegó á te
ner vida real . Pero aprovechándose de la influencia moral
que le daban estos representantes titulares de los pueblos fe
derados, envió cerca del Directorio á cuatro de aquellos dipu
tados, autorizándolos para adelantar su tratado á nombre de
las cinco provincias. Las exigencias de esta comision pacifi
cadora fueron casi las mismas que Artigas habia dirijido á los
comisionados nombrados por el Directorio, declinando tácita
mente la soberania del Congreso Nacional que iba á reunirse,
no reconociendo en el Directorio sino una especie de belige
rante pasivo ; guardando silencio sobre la obediencia al go
bierno nacional, y reclamando la devolucion de las armas to
madas en la plaza de Montevideo incluso los cañones que co
ronaban sus murallas cuando fué rendida por las tropas de
Buenos Aires, y ademas una escuadrilla de nueve lanchas ca
ñoneras ; poniendo por condicion que se entregasen á Córdoba
102 HISTORIA DE BELGRANO

y Santa Fé quinientos fusiles á cada una. Despues de largas


conferencias, los diputados redujeron sus exigencias al ajuste
de una tregua estipulada en términos vagos, como si se trata
ra de dos enemigos que solo esperaban una oportunidad para
romper las hostilidades . Rechazadas las proposiciones , los
comisionados de Artigas se retiraron diciendo que « iban en
paz, " y el Director les contestó que « quedaba con ella ; " pa
labras que ocultaban una declaracion de cuasi-guerra . Así
terminó esta infructuosa tentativa de conciliacion. Esto últi
mo sucedia á principios del mes de Agosto de 1815 .
Al terminar el mes de Agosto del mismo año, el Directo
rio, visto el mal éxito de la primera negociacion con Artigas
y su actitud sospechosa , se habia visto en la necesidad de asu
mir una posicion mas decidida, aunque sin atreverse á desple
gar la política enérgica que las circunstancias aconsejaban.
Bajo el pretesto de contener las irrupciones de los indios , pero
con el objeto evidente de cerrar el paso del rio Paraná á las
fuerzas de Artigas que ocupaban su márgen occidental, dispu
so que un cuerpo de tropas, con el título de Ejército de obser
vacion y bajo las órdenes del General D. Juan José Viamont,
marchase á ocupar á Santa Fé, haciéndolo preceder de una
proclama ( 23 de Julio, 1815 ) que ponia de manifiesto ó la
irresolucion ó la impotencia. « Vosotros , " decia á los Santa
fecinos, habeis querido encargaros de vuestra propia direc
« cion , nombrar vuestros magistrados y romper los vínculos
« que os unian al pueblo de Buenos Aires como capital del Es
tado, y particular de vuestra provincia : no temais que un ejér
« cito enviado por sus órdenes vaya á hacer el cambio en vues
«tros consejos . Libres sois, y si no debieseis á la naturaleza
« este privilegio, yo por mi voto os lo concediera . Hasta las
« resoluciones soberanas del Congreso General, podeis dispo
«ner independientemente de vuestro destino . "
Santa Fé, que en uso de su soberania proclamada habia
instituido una Junta Representativa de la Provincia, vió esta
blecerse el antagonismo entre esta nueva corporacion y la an
tigua institucion del Cabildo . Ambas aspiraban á la supre
macia, y ni el Cabildo ni la Junta podian determinar el límite
CAPITULO XXIV 103

de sus atribuciones . La muerte del Gobernador recientemen


te nombrado, acaecida en momentos en que llegaba el ejército
de observacion á Santa Fé, hizo estallar la division entre las
dos corporaciones rivales. La Junta sostenia su competencia
para nombrar Gobernador, y el Cabildo se la negaba ; y am
bos invocaban el apoyo de las fuerzas de Buenos Aires . La
ciudad se dividió en bandos, las escenas tumultuosas se suce
dieron, y despues de largos dias de agitacion, en que el Gene
ral Viamont pudo conservar dificilmente la aparente neutralidad
que se le habia recomendado, el pueblo resolvió que Santa Fé
volviese á ser una tenencia de Gobierno de la capital de Buenos
Aires. A Santa Fé siguió Córdoba, volviendo á ingresar en
los pueblos de la Union y sometiéndose al fallo del Congreso
Nacional, cuya convocatoria estaba ordenada, aunque mante
niendo siempre cierto grado de independencia.
Pero al mismo tiempo que Córdoba y Santa Fé se separa
ban momentáneamente de la liga del caudillo oriental, los de
mas pueblos de la union, usando de la libertad que se les habia
dejado, de aceptar ó no el Estatuto Provisional, reconocian al
nuevo Directorio, desconociendo al mismo tiempo la potestad
de la Junta de observacion ; resultando de esto la anomalia de
que el gobierno llamado nacional se viese reatado en su movi
miento por un poder que solo la Provincia de Buenos Aires
aceptaba .
El Director, aunque no participara de los rencores insanos
de su partido, tuvo por deber de posicion que ser el instrumen
to de las venganzas políticas de la revolucion que lo habia ele
vado. Como la revolucion de 5 y 6 de Abril, y como casi to
das las conmociones internas que se habian sucedido, la que der
ribó á Alvear se convirtió á su vez de perseguidora , llevando su
encarnizamiento , hasta el grado de cebarse en enemigos impo
tentes, dignos de toda consideracion; tocando en su impudencia,
ó su delirio el estremo de calificar de criminales las acciones
mas inocentes; y para colmo de vergüenza, vendiendo por di 11
nero á los mismos compatriotas perseguidos, la dispensacion
de las penas arbitrarias á que eran sentenciados por las comi
siones instituidas en tribunal.
104 HISTORIA DE BELGRANO

Bajo la denominacion de Comision civil de Justicia y Comi sprend


sion Militar Ejecutiva, se habian organizado dos tribunales José Arre
revolucionarios , creacion monstruosa inspirada por el ódio, y Mon

cuyo único objeto era, no la persecucion de los enemigos este


riores, sino la persecucion de las opiniones disidentes de los P
patriotas caidos.
El voluminoso proceso que con tal motivo se formó, es la Deser
2800
mas completa justificacion de la inculpabilidad de los acusados,
á pesar de que se inventó con este motivo el crimen de faccion,
que indicaba simplemente la disidencia de opiniones . La sen
tencia que dictó la Comision civil (3) es un monumento 6 de

cínica injusticia ó de obcecacion, de que la historia argentina ‫مینیا‬


presenta pocos ejemplos ( 4) . Por esta sentencia, D. Hipólito
Vieytes (que murió de pesadumbre ) , D. Bernardo Monteagudo, 503
D. Gervacio A. Posadas, D. Valentin Gomez, fueron condenados
por equidad á destierro indefinido, á pesar de no resultar con Fea
tra ellos en el proceso sino el « hallarse comprendidos con prin
« cipalidad en la faccion de Alvear, segun voz pública y voto
" general de las Provincias, " teniendo sin embargo la genero A
sidad de devolverles (palabras testuales) « sus cortos bienes , "
despues de integrar el valor de las costas en que quedaban en
descubierto . A D. Nicolás R. Peña, se le condenaba por el crí Art

men de su influjo en la opinion á salir desterrado hasta la reunion


del Congreso. A D. Nicolás Herrera se le espatriaba simplemen
te, sin condenacion especial alguna , por haber oblado tres mil
pesos en caja, sin embargo de que, del proceso que hemos exa
minado, nada resultaba contra él. A D. Antonio Alvarez Jon
te se le desterraba, sin acusarlo de ningun delito, para que no
pudiese entrar en lo futuro en alguna revolucion . AD. Agus
tin Donado, por no tener delito alguno de que acusársele, pe
ro estando convicto de faccioso, es decir, perteneciente al par
tido caido, se le confinaba á San Luis bajo la vigilancia policial,

3- Esta Comision la componian D. Manuel Vicente Maza, D. Bartolomé


Cueto y D. Juan Garcia de Cossio ,
4-Es digna de leerse esta sentencia, única en su género , publicada en la
Gaceta Extraordinaria del Miércoles 2 de Agosto de 1815 .
CAPITULO XXIV 105

imponiéndosele una multa de dos mil pesos. Al Dr. Pedro


José Agrelo se le confinaba al Perú, sin dar mas razon que la
exaltacion de ideas con que habia esplicado sus sentimientos pa
trióticos, lo que, á la vez que motivaba su condena se contaba
como circunstancia atenuante. El Asesor, que lo era D. Juan

enA0_calena_So
PES_20_____
.K___
İLİTARELLA
José Passo, puso el sello á esta iniquidad , canonizando la injus

IATA
putra
,PTurner
Desk
-3banda
SNAGAR
JEALAT
ta persecucion de sus antiguos compañeros de causa en la re
volucion del 25 de Mayo, y no tuvo embarazo en dictaminar :
« Si en algo pudiera trepidarse, seria únicamente en la justeza
<< del criterio para el discernimiento y clasificacion de los crí
❝menes y graduacion de sus penas : mas si á presencia de los
« que los derechos imponen á la calidad execrable de estos crí
<
« menes, se observa el dulce temperamento con que la Comi
« sion ha mitigado aquel rigor, se habrá de convenir que por
« la imparcialidad con que ha obrado la pesquiza, y la equidad
« y consideraciones benignas que respira el pronunciamiento,
<< nada podrian prometerse los culpables que fuese mas indul
<< gente. " En cuanto á la Comision Militar (5) se manchó
con la sangre del desgraciado Paillardel ; condenó á destierro.
perpétuo á los mismos individuos que poco antes se habian man
dado á disposicion de Artigas, como un horrible presente, que
Artigas tuvo la nobleza de rechazar con dignidad ; procediendo
respecto de otros Militares con una severidad mas ó menos jus
tificada . Estos actos de venganza, que en su tiempo se consi
deraron por algunos como actos de moralidad y de justicia, y
que fueron el resultado de las exigencias de la mayoria de la
opinion pública, enseña hasta que punto pueden las malas pa
siones enceguecer á los pueblos, viciando su juicio y falseando
su sentido moral.
En medio de este desquicio , fué completamente derrotado
en Sipesipe el ejército del Alto Perú, á las órdenes del Gene
ral Rondeau, el 29 de Noviembre de 1815. Despues de una
fatigosa campaña, iniciada con algunos pequeños triunfos y sé

19
5-Esta Comision la componian : D. Miguel Estanislao Soler, Presidente,

los Coroneles D. José Viamont y D. Juan Bautista Bustos, Vocales, y como Fiscal P
el Coronel D. Nicolás de Vedia.
106 HISTORIA DE BELGRANO

rios reveses, las fuerzas patriotas fueron completamente bati Des.- E


das por Pezuela cerca de Cochabamba ; y sus reliquias tuvieron Sod
que replegarse hasta Jujuy, donde reforzadas por mil hombres C
de tropas salidas de Buenos Aires bajo el mando del Coronel 3mer
French, pudieron hacer pié firme. Pero aquí le esperaban adelEst
otras dificultades. Güemes, dueño absoluto de la provincia de Red Be
Salta y contagiado como caudillo de las masas, por las tenden de
cias anárquicas, se declaró de hecho en un estado de indepen
dencia, y empezó á hostilizar al General Rondeau, colocándolo T3
en una situacion sumamente crítica.
Depr
Las noticias de esta severa derrota y de estas desavenencias, b
llegaron á Buenos Aires en momentos en que las disidencias
entre el Director y la Junta de Observacion habian llegado al A
último estremo . La Junta de observacion, por el artículo 7.° E
del Estatuto tenia la facultad « de oponerse á cuanto de algun
modo perjudicase á la felicidad comun ; » y por el artículo 10 8-238
« la de resolver por sí sola todas las dudas que ocurriesen so E
« bre la inteligencia de lo establecido, ó que nuevamente se TR
« estableciese, ó defecto de prevencion. " Compuesta de un
corto número de individuos , y armada de tan enormes faculta
des , que equivalian á la concentracion de todos los poderes
públicos, la Junta de observacion era una institucion despóti
ca, que hacia imposible todo gobierno regular. Como era con
consiguiente, el antagonismo no tardó en manifestarse entre
los dos altos poderes, al punto que, la Junta interpretando la
tamente sus facultades llegó á separar sin causa hasta á los
Secretarios del Estado, usurpando esta atribucion esclusiva del
Poder Ejecutivo . No satisfecha con esto se erigió , » segun ..
lo dijo entonces el mismo Director (6) , « en juez de apelacio
« nes de las providencias del gobierno, llegando el caso de pe A
" dir autos para espedir las suyas ; de sujetarlo á darle cuenta
« de todas las comunicaciones que recibia del ejército para
« proveer á sus necesidades, inspirar medidas y acordar pla

6-" Oficio que dirige el Gobierno á las corporaciones, magistrados, gefes


"militares y ciudadanos reunidos de su órden suprema en Cabildo . " De fecha
12 de Febrero de 1816. Op. en fol.
CAPITULO XXIV 107

❝nes. " El director se resignó por algun tiempo á tan opro


biosa condicion ; pero, comprendiendo al fin que tal desorden
no podia continuar , sin que la causa de la revolucion se perdie
ra totalmente , se decidió á apelar al pueblo, pidiendo la refor
ma del Estatuto en la parte que trababa la accion legítima del
Poder Ejecutivo. A este fin convocó á un Cabildo abierto en
union de todas las corporaciones, renovando asi la tradicion
colonial, que las asambleas legislativas no habian podido hacer
olvidar. Esta convocatoria al pueblo era una verdadera revo
lucion provocada por el mismo gobierno, desde que se atacaba
por su base la existencia de los poderes constituidos, y se li
braba á los azares de una junta popular su conservacion ó su
destruccion .
En tales circunstancias llegó el General Belgrano á Bue
nos Aires (Febrero de 1815 ) , y pudo presenciar las animadas
escenas, que produjo la atrevida convocatoria del Director.
El pueblo de Buenos Aires, que en las grandes circuns
tancias de la revolucion supo siempre levantarse á la altura
de la situacion , mostró en esta ocasion una prudencia , un alto
buen sentido, una serenidad de espíritu, y una inteligencia
clara de sus deberes, muy superior á la que habian manifestado
sus gobernantes. Moderando su agitacion , penetrándose de la
seriedad de sus deberes, aconsejándose de los peligros de la
situacion Ꭹ del interés de la cosa pública, asistió el dia 13 de
Febrero á la asamblea popular convocada por el Cabildo en el
templo de San Ignacio. Aunque todos los ciudadanos iban .
armados, el debate se abrió pacíficamente, y despues de largas
y templadas discusiones, se acordó por unanimidad un pleblis
cito á nombre del pueblo soberano . Por él se declaraba , que las
autoridades quedaban en el lleno de su poder, hasta que la
asamblea popular resolviera si debia procederse ó no á la refor
ma del Estatuto ; que á esto únicamente se contragese la Asam
blea ; que para el efecto se nombra se una comision de su seno ,
la cual quedaria encargada de presentar el proyecto de refor
ma ; que la sancion de las reformas debia considerarse en una
asamblea á que se convocaria igualmente con anticipacion á los
habitantes de la campaña ; y por último, que se constituyera
108 HISTORIA DE BELGRANO

otra comision para que velase sobre la seguridad individual


L
durante la crisis, reclamando del Poder Ejecutivo el cumpli
miento de las leyes , en el caso de transgredirlas .
iP
Belgrano, en presencia de esta ajitacion ordenada, en me
dio de este desquicio aparente, correjido por el buen sentido
R
del pueblo, volvió á sentir renacer su antigua fé, y á juzgar
con mas equidad y mas elevacion los hombres y las cosas de la
revolucion . Con motivo de estos sucesos , escribia el 20 de Fe
brero á Rivadavia : « El pueblo ha estado erizado de armas,
❝y ni un solo papirotazo he oido que se haya dado : tuvieron
❝sus sesiones, y todo lo resolvieron amigablemente como her
❝manos. Creo que hay muy pocos que no descen lo mejor, y
" por esto son las cuestiones, y cuando parece que van á devo
« rarse, basta que uno hable con juicio, aunque no tenga la
voz de un estentor, para que todos le oigan . Siempre será
«una eterna gloria para nuestro pais esa deferencia á la razon . ”
Los actos posteriores del pueblo no hicieron sinó justifi
car este juicio : desistiendo finalmente de proceder por si á la
reforma del Estatuto, y remitiendo su resolucion al Congreso
próximo á reunirse, como á la única autoridad competente
<< para decidir sobre el vigor de una Constitucion calculada
para regir todo el Estado. "
A pesar de estas lecciones prácticas que enseñaban á Bel
grano, que las democracias no obstante sus inconvenientes,
tienen en si mismas sus correctivos ; que bajo todas las formas
de gobierno existe en las sociedades humanas un principio
conservador inmortal, y que los males que él se habia exage
rado no eran tan difíciles de curar ; á pesar de esto , persistió
en sus ideas monárquicas, combinando planes ilusorios de or
ganizacion, y escribiendo al Dictador Francia y al caudillo Ar
tigas, los dos enemigos mas peligrosos del órden , de la liber
tad y de la unidad nacional, pretendiendo conquistarlos á sus
ideas . El espectáculo de la Constitucion inglesa, en que se
combina hasta cierto punto la libertad con la dignidad del hom
bre, la grandeza del pueblo con las formas monárquicas, le
habia impresionado profundamente , y desde entonces este fué
su bello ideal, como antes lo habia sido la patria de Washing
CAPITULO XXIV 109

ton, en la que veia bajo otro punto de vista un espléndido re


flejo de las instituciones inglesas. Afirmado en estas ideas
por los pensadores fatigados, que buscaban como él la libertad
en el orden sin acertar con el verdadero camino , escribia á los A
pocos dias de llegar á Buenos Aires : Es casi general la opi
« nion de la monarquia constitucional. Han perdido casi to
talmente el campo los del republicanismo. Nuestra opinion
« cunde y ya no hay embarazo en hablar, ni aun escribir acer
« ca de ella. " Segun él, la única disidencia consistia , en la
eleccion de la dinastía. «Nuestro pensamiento cunde, " es
cribia á Rivadavia el 20 de Febrero, « agrada á todos, conven
« cidos de que es el único remedio que hay para la union se
« dividen las opiniones entre los Incas y Borbones. Tengo
" para mi que en el Congreso se tratará la cuestion. "
Otros sucesos y otros deberes mas serios vinieron á inter
rumpir estas ilusiones candorosas de un hombre animado por
la pasion del bien, que en presencia de las desgracias de su
pais, buscaba con afan el remedio á tantos males, y creia en
contrarle, aunque equivocadamente, en la adopcion de una
forma de gobierno, que asegurara la estabilidad del órden , á
par de la libertad . Mientras tanto, la guerra civil golpeaba

*************
nuevamente las puertas de la capital. La provincia santafe
cina se levantó nuevamente en masa acaudillada por D. Maria
no Vera ; y auxiliada por una division de las tropas de Artigas
que se hallaba en la Bajada del Paraná, puso sitio á la ciu
dad de Santa Fé, donde á la sazon se hallaba el General Via sa
Bysănëp”e,
mont con gran parto del Ejército de observacion (como 700
hombres) considerablemente debilitado por los refuerzos con
que habia auxiliado al del Perú. Despues de mas de veinte
dias de sitio y de un combate sangriento, en que las tropas de
Buenos Aires se defendieron hasta el último trance, Viamont
se vió en la necesidad de capitular, quedando él prisionero, y el
camino de la capital nuevamente descubierto. En estas cir
cunstancias ( Marzo de 1815 ) fué nombrado Belgrano Gene
ral en Gefe del Ejército de observacion de mar y tierra, que se
reducia á unos cuantos escuadrones de milicias reunidos en el
Rosario, bajo la proteccion de ocho buques menores de guerra
110 HISTORIA DE BELGRANO

surtos en el puerto . Belgrano aceptó , aunque le repugnaba


tomar parte en la guerra civil.
El nuevo general fué recibido con tibieza por los gefes de
su ejército, y entre ellos por su antiguo amigo D. Eustaqui
Diaz Velez , en quien sin embargo depositó toda su confianza.
Situado en el Rosario al frente de pocas y malas tropas ; mal
apoyado por sus subordinados, muchos de los cuales simpati •by
zaban en el odio al gobierno : sin dinero, sin caballos, rodea "
do de montoneras, en medio de un pais que le era completa
mente hostil, se contrajo prudentemente á disciplinar sus fuer
zas, antes de salir al encuentro del enemigo, iniciando por el 6
momento una negociacion para ver si era posible entenderse
amigablemente, y en todo caso ganar un tiempo precioso. En
una carta del 5 de Abril escribia con tal motivo al Direc
tor : " Se conoce que el mayor número efectivamente quie
❝re la destruccion del pais por satisfacer pasiones , indig
« nas de quien se dice hombre; pero ello es mas que cierto , que
« es indispensable atajar el mal por todos los medios imagina
« bles, y con toda especie de sacrificios : convencido de esto ,
« he dispuesto mandar á Diaz Velez á tratar con Ereñú , á quien
« no he debido contestacion despues de tantos dias, lo mismo
« que á Artigas ; y en la de Espeleta ya he observado el tono,
" sino del desprecio, al menos del orgullo . Estoy con un ca
«ballo por hombre, y sin embargo que he dado mis providen
« cias para conseguirlos, mucho me temo que no se pueda : si,
« porque los dueños estan cansados de patria, de auxilios y de
servicios, y quieren probar la via del alzamiento á ver si les
❝va mejor. En cuanto á los 200 Granaderos harán lo que to
« dos; y en punto á llevarse por delante grupos de montoneros ,
❝lo veremos cuando llegue el caso : los cosacos arrollaban las
« tropas mas bien disciplinadas, y poco mas o menos son de los
❝ que se llaman montoneros, “ Y hablándole de su posicion
añade : « Creyó vd. la vulgaridad de que todos me deseaban ,
" y que decian que era el único capaz de componer este relox
❝ con el muelle roto : ya debe ver vd. su desengaño, y sirvale
« este ejemplo para echar mano de otro para aquí, para el Perú,
❝ó para donde fuere. Yo deseo irme á vivir con mi hermano
CAPITULO XXIV 111

« Cumbay, 6 Carupan, ó Corripilan (caciques indios ) : lo que


« ha ganado vd. con nombrarme para esta comision ha sido que
❝se crean los hombres, que vd . y yo aspiramos á engrandecer
nos porque somos parientes, y á que si antes trabajaban como
« uno para desbaratar el órden , ahora lo hacen como cuatro. "
A los tres dias escribia otra carta , que probaba que no se hacia
ilusion respecto de su posicion : « Mi crédito no está tan ge
« neralizado como vd . ha creido, y mi direccion no puede ser
« sábia ; pero hay buenas intenciones, y haré cuanto esté á mis
<< alcances : soy solo, no tengo quien me ayude, ni con quien
« consultar todo está entregado á la Providencia, y en ella
" confio . "
Las previsiones de Belgrano no tardaron desgraciada
mente en realizarse. El primer síntoma alarmante que se ma
nifestó fué la tentativa de un comandante Conejo-Amores ,
quien al frente de un regimiento de milicias de los suburbios.
de Buenos Aires, intentó pasarse á la montonera Santafecina.
El regimiento reaccionó por si mismo y se negó á acompañar
á su Gefe, dispersándose antes de llegar al Carcarañá . Co
nejo-Amores se asiló en el campo de Diaz Velez , quien lo es
cudó con su autoridad , obteniendo del gobierno un indulto
honroso en su favor .
D. Eustaquio Diaz Velez , nombrado para negociar un ar
reglo pacífico , abusando de la confianza que su general habia
depositado en él, se entendió con el enemigo, (el 9 de Abril de
1816 ) ajustando un subversivo pacto que se llamó de Santo
Tomé, por el lugar en que fué firmado. Por él se estipulaba :
la separacion de Belgrano del mando del ejército, el nombra
miento de Diaz Velez como sucesor, la retirada de las tropas
de Buenos Aires, y la deposicion del Director Supremo, todo
con la concurrencia de ambas fuerzas. Los gefes y oficiales
del ejército se adhirieron á este indigno y vergonzoso tratado
el 11 á las tres de la mañana, poniéndose asi del lado del cau
dillo de la anarquia, y traicionando los altos intereses del órden
y los deberes de la disciplina . En consecuencia de esta revo
lucion hecha en connivencia con el enemigo, Belgrano fué de
puesto y arrestado en su campo, y al siguiente dia se le intimó,
112 HISTORIA DE BELGRANO

con arreglo á lo pactado, que debia retirarse á Buenos Aires,


lo que en efecto verificó. (7)
Estos sucesos tuvieron su inmediata repercusion en la ca
pital, profundamente agitada por las facciones. que pululaban
en derredor de un gobierno débil y mal constituido . El Direc
tor supremo D. Ignacio Alvarez, en vista de estas nuevas difi
cultades, resignó con dignidad el mando. La Junta de obser
vacion nombró para sucederle al General D. Antonio Gonzalez
Balcarce, hombre íntegro y de carácter rígido, vaciado en el
molde de Belgrano, pero de limitados alcances en política, y
con mas resolucion en el campo de batalla que en el consejo.
Al mismo tiempo, la conducta de Diaz Velez recibió la mas
solemne aprobacion ; y el nuevo gobernante, apresurándose á
brindar con la paz á D. José Artigas , aceptó las humillantes
condiciones preliminares que este le impuso, que eran, retirar
las tropas de Buenos Aires á la línea del Arroyo del Medio , y
enviará su campo comisionados para tratar.
Belgrano, que hacia tiempo tenia fijas sus miradas en el
Congreso Nacional que debia reunirse en Tucuman, como en
la única tabla de salvacion en medio de aquella tempestad des
hecha ; y que despues de su instalacion (24 de Marzo) habia
sido llamado con instancia por algunos de los congresales , para
que los ayudara con sus luces y los apoyase con su nombre,
resolvió trasladarse al teatro de su antigua gloria, con el firme
propósito de continuar trabajando en bien de la patria . Triste
pero no desalentado, se puso en viage, y al finalizar el mes de
Junio llegó á Tucuman, donde desde luego se hizo el centro de
todas las afecciones, y el nervio de las deliberaciones del Con
greso.

7-Los documentos que se refieren á este suceso , fueron publicados por ór


den del Cabildo y de la Junta de observacion en el suplemento al número 34 del
Censor; y la coleccion consta: 1º de la credencial del negociador por parte de las
fuerzas de Artigas; 2º del testo del tratado; 3º de las actas de los gefes y oficiales
adhiriéndose al tratado.
1

*
ww
"

1.
CAPITULO XXV H

LA INDEPENDENCIA- EL CONGRESO DE TUCUMAN

1816

Sinopsis del Congreso de Tucuman- Su origen-Provincias que se prestan á reu


nirse en Congreso -Nuevo sistema electoral -Eleccion de los diputados, y
juicio colectivo de ella-Instalacion del Congreso - Su composicion - Bos

tegund
quejos de sus mas notables figuras-Estado del pais al abrir sus sesiones

ER
no

in
Entidades en que se subdivide - Nombramiento del Director Supremo
Programa de trabajos lejislativos- Debate sobre el sistema de votacion
Base federativa adoptada por el Congreso- Llega Belgrano á Tucuman
Sus trabajos en favor de la independencia y de la idea de una monarquia—
San Martin coopera á estos trabajos - Sus opiniones sobre la necesidad de
declarar la independencia- Sus ideas prácticas acerca de la monarquia- San
Martin y Belgrano sostenedores del Congreso - Belgrano, en una sesion
secreta, espone al Congreso sus vistas políticas -Encuentra apoyo en los
diputados- Asoma el federalismo en Buenos Aires - Mala disposicion de la
capital- Declaratoria de la independencia—Debates sobre la forma de go
bierno-La monarquia del Inca - Manifiesto del Congreso - El órden y la
revolucion- Federalismo y unitarismo- Primeros trabajos orgánicos del
Congreso -Resumen.

El Congreso de Tucuman, á cuyo lado iba á ponerse Bel


grano, era en la época á que hemos llegado, la última espe
ranza de la revolucion ; el único poder revestido de alguna
autoridad moral , que representara hasta cierto punto la unidad
nacional ; pues como queda esplicado, una parte de las provincias
se habian sustraido á la obediencia del gobierno central, y 8este,
114 HISTORIA DE BELGRANO

asediado por las ajitaciones de la capital, y por las atenciones.


de la guerra civil, apenas dominaba en Buenos Aires. En tal
estado de cosas, la reunion de un Congreso era la última áncora
echada en medio de la tempestad.
Aquel Congreso, que debe su celebridad á la circunstan
cia de haber firmado la declaratoria de la independencia de las
Provincias Unidas del Rio de la Plata , presenta uno de los mas
raros fenómenos de la historia argentina. Producto del can
sancio de los pueblos; elejido en medio de la indiferencia pú
blica ; federal por su composicion y tendencias y unitario por
la fuerza de las cosas ; revolucionario por su origen y reaccio
nario en sus ideas ; dominando moralmente una situacion , sin
ser obedecido por los pueblos que representaba ; creando y
ejerciendo directamente el poder ejecutivo , sin haber dictado
una sola ley positiva en el curso de su existencia; proclamando
la monarquia cuando fundaba la República ; trabajado interior
mente por las divisiones locales, siendo el único vínculo de la
unidad nacional ; combatido por la anarquia, marchando al
acaso, cediendo á veces á las exigencias descentralizadoras de
las provincias, y constituyendo instintivamente un poderoso
centralismo, este célebro Congreso salvó sin embargo la revo
lucion, y tuvo la gloria de poner el sello á la independencia de
la patria . La Asamblea de 1813 habia constituido esa inde
pendencia en una série de leyes inmortales, y el Congreso
de Tucuman al declararla solemnemente , no hizo sino pro
clamar un hecho consumado, dictando la única ley que en
aquellas circunstancias podia ser obedecida por los pueblos.
En el curso de este capítulo quedarán claramente demos
tradas estas proposiciones contradictorias , que parecen es
cluirse.
Segun queda esplicado en el capítulo anterior, la revolu
cion de 15 de Abril que derribó á Alvear del mando y disolvió
la Asamblea del año XIII, impuso al nuevo gobierno la obliga
cion de convocar inmediatamente un Congreso general, que se
ocupara de dictar la Constitucion del Estado ; siendo condi
cion espresa que debia reunirse en un punto céntrico del ter
ritorio, para no despertar los celos de las localidades contra la
"

CAPITULO XXV 115

capital. (1 ) En virtud de este compromiso, el Director diri


jió circulares á las Provincias, invitándolas á reunirse en con
greso, precisamente en los momentos en que Artigas se ocu
paba por su parte en reunir un Congreso federal en Paysandú.
El Paraguay se mantuvo en su aislamiento. Córdoba, la Banda
Oriental, Entre-Rios y Corrientes, y poco despues Santa Fé,
se plegaron á la poderosa influencia del caudillo de la fede
racion. Solo la provincia de Cuyo, la de Tucuman y los emi
grados que representaban las del Alto Perú ocupadas por el
enemigo, contestaron al llamamiento de la capital . (2 ) Poco
despues, dominada la primera conmocion de Santa Fé ( de que b
ya se ha dado noticia, ) Córdoba se prestó á enviar diputados
al Congreso, aunque reservándose el uso de su soberania inte
rior ; tardando mas tiempo en seguir este ejemplo la provin
cia de Salta, que bajo la influencia de su caudillo Güemes, se
mantenia en un estado casi independiente. Sobre esta base
ya fué posible pensar en la reunion de un Congreso nacional,
y se determinó como punto de su residencia la ciudad de Tucu
man, que entonces podia considerarse como el centro del anti
guo vireynato del Rio de la Plata . A
N
Siguiendo la base teórica que se habia adoptado para la
eleccion de la Junta de observacion, se determinó por el Esta 1
Me
tuto Provisional (do 1815 , ) que los diputados al Congreso fue 18
sen elegidos con arreglo al censo de la poblacion de las provin
cias, dividiendo y subdividiendo cada una de ellas en asambleas
primarias y secciones electorales, de modo que por cada cinco mil
almas se nombrara un elector; constando cada asamblea primaria
de cuatro secciones, menos en las villas y ciudades que podian
formar secciones aun cuando no alcanzasen á tener aquel nú
mero de habitantes. Del escrutinio parcial de las secciones,
villas y ciudades, debia resultar una asamblea electoral, la que

1- Bando del Cabildo de Buenos Aires de 18 de Abril de 1815.


2-Debe tenerse presente que las Provincias de Cuyo, Córdoba, Tucuman
y Salta, se componian en aquella época de las jurisdicciones que despues han pa
sado al rango de Provincias, y son las siguientes : Mendoza, San Juan, San Luis,
Córdoba, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, Tucuman y Santiago del Estero.
116 HISTORIA DE BELGRANO

reunida en la capital de cada Provincia, procederia á pluralidad


de votos á la eleccion de los Diputados al Congreso Nacional,
con arreglo á un diputado por cada quince mil almas , ó por
una fraccion que escediese de siete mil quinientos . Este com
plicado sistema de eleccion indirecta, indicaba un progreso
teórico en las ideas de organizacion política , y manifestaba
una tendencia pronunciada hácia el unitarismo , á la vez que se
hacian algunas ligeras concesiones al espíritu federalista de la
época ; pero era impracticable en todos sus detalles por la falta
del censo, y por las resistencias que debia encontrar en las
provincias, asi es que estas fueron autorizadas por el mismo
Estatuto para sostituir al sistema electoral prescripto para la
campaña, el que creyesen mas oportuno.
La eleccion popular de las asambleas , y el nombramiento
de los diputados hechos por ellas , se efectuó en medio de la
indiferencia pública (3) en unas partes, y bajo los auspicios
del ódio á la capital en otras ; y sin embargo, todos tenian fé
en el próximo Congreso, y ansiaban por su reunion . En ge
neral, los pueblos se ajustaron á la base del nuevo sistema elec
toral, nombrando sus representantes con arreglo á la pobla
cion, á pesar de las resistencias que era de esperar opusiese el
espíritu provincial . ( 4 ) Pero los diputados, á escepcion de los
de Buenos Aires y Cuyo, iban inoculados de ese espíritu , y
aunque todos ellos no fuesen precisamente partidarios de la

3-En Buenos Aires fué tal la indiferencia del pueblo en el acto de las elec
ciones para diputados al Congreso, que el Director Supremo no pudo menos que
estimularlo por medio de una proclama, á que no abandonase los comicios pú
blicos, diciéndole entre otras cosas : +6 He esperimentado con el mayor dolor
66
que en las dos últimas elecciones populares no habeis tomado aquel interes ni
66 parte activa que debia esperarse de vuestro entusiasmo. 99 V, en la Gac. de B.
A. Nº 34, la proclama de 23 de Noviembre de 1815.
4-Hé aquí la proporcion en que cada localidad concurrió al Congreso.—
Buenos Aires con 7 diputados : Córdoba con 5 : Chuquisaca con 4 : Tucuman
con 3 : Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza y Salta, con 2 cada una ; y la
Rioja, San Luis, San Juan, Mizque, Cochabamba y Jujuy, con uno cada cual .
Como se vé, la Banda Oriental, Entre- Rios, Corrientes y Santa Fé, no concur
rieron al Congreso nacional de 1816, y por esta razon no firmaron el acta de la
independencia.
CAPITULO XXV 117

federacion disolvente, estaban dispuestos á aunar sus esfuer


zos, siempre que se tratara de trabajar contra la capital . ( 5 )
Los hombres en quienes los pueblos se fijaron para dele
gar en ellos su soberania, fueron generalmente los mas dignos
y respetables de cada Provincia, y los mas señalados en ellas
por su adhesion á la causa americana . Pero con raras escep
ciones, sus nomhres eran desconocidos á la nacion ; poca ó
ninguna parte habian tomado en el movimiento general de la
revolucion, y mal preparados para la vida pública, no tenian
ideas fijas sobre administracion ni gobierno ; desconociendo
las necesidades de su época, y las nociones mas vulgares del
derecho público . Muy inferiores bajo muchos aspectos á los
miembros de la asamblea del año XIII, compuesta de los pa
triotas del año diez, carecian de su temple político , de su fijeza
de propósitos , de su claridad de vistas y conocimiento perfecto
de las exigencias de la revolucion . Sin embargo, contábanse
entre ellos algunos hombres superiores, y animados los demas
de buenas intenciones , no obstante sus disidencias , no era difí
cil que pudieran crear una situacion nueva, como en efecto la
crearon , salvando instintivamente la revolucion que iba á pere
cer, dando á la patria su ser político, centralizándo el gobierno,
y presidiendo á los mas gloriosos triunfos de las armas inde
pendientes , en medio de la mas espantosa guerra social; sucum
biendo al fin vencidos por la anarquia, despues de haber ven
cido á los enemigos esteriores en cuatro años de terrible lucha .
Los diputados nombrados por los pueblos empezaron
á reunirse en Tucuman á principios del año XVI . Los
de Buenos Aires fueron los primeros en acudir á esta cita
nacional, y sucesivamente fueron llegando los de otras locali
dades; pero, como pasando el tiempo, y no estando aun repre
sentadas algunas de las provincias, se corriera el peligro de
dejar burlada la esperanza de la nacion, el Directorio con tal
motivo dictó una acertada disposicion, insinuando á los dipu

5- Segun un informe del Dr. D. Antonio Saenz, de fecha 1º de Febrero de


1817, las elecciones de diputados al Congreso nacional, se efectuaron en Salta al
grito de ¡mueran los porteños!
118 HISTORIA DE BELGRANO

tados, que así que se hallasen reunidos en sus dos terceras


partes, procedieran á señalar el dia de su instalacion ; y que ,
caso que no se llenara aquel número, hiciesen nueva incitatoria
á nombre del Gobierno. Esta idea fué aplaudida por la univer
salidad de los ciudadanos , y los diputados, defiriendo al clamor
de los pueblos, abrieron solemnemente las sesiones del Con
greso el dia 24 de Marzo de 1816 , con las dos terceras partes
de sus miembros presentes .
Fat
Como en todas las asambleas políticas de la revolucion , el
elemento legista y clerical predominaba en la composicion del
Congreso de Tucuman ; lo que se esplica no solo por la mayor
ilustracion que debia suponerse en aquellas clases, sino tam
bien por haberse decidido desde muy temprano en favor de las
nuevas ideas , los clérigos , los frailes y los abogados , que se
constituyeron en sus ardientes apóstoles. Entre los sacerdo
tes figuraban en primera línea : D. Antonio Saenz, que reunia
á una razon clarísima, la habilidad y la voluntad suficiente para Y
influir en las deliberaciones de una asamblea ; Fray Justo de
Santa Maria de Oro, alma angélica, en quien los dotes del cora
zon y la cabeza estaban armónicamente equilibrados ; Fray
Cayetano Rodriguez , á quien ya conocemos, y que debia ser
el cronista del Congreso ; y por último, el Padre D. Pedro
Ignacio Castro Barros, que hemos visto aparecer por la pri
mera vez en la Asamblea del año XIII , y que continuaba con
el mismo fanatismo su doble propaganda política y religiosa.
Entre los abogados, marchaban á la cabeza , los Dres. D. Juan
José Passo y D. José Mariano Serrano, que eran á la vez los
dos escritores y los dos oradores mas notables de aquella cor
poracion . Seguíales D. Pedro Medrano, que era el remedo ,
(á veces algo grotesco) de sus dos colegas ; y despues de Me
drano algunos otros, cuyos nombres se han salvado inscriptos
en el acta de la independencia. Entre los hombres que no
podian ostentar ningun título universitario, pero que estaban
destinados á ejercer una influencia decisiva en el Congreso ,
contábase D. Francisco Narciso Laprida, hermoso carácter,
honor de aquella democracia naciente, y cuya trágica muerte,
hace mas interesante su memoria ; D. Tomas Godoy Cruz,
CAPITULO XXV 119

hombre de buen sentido, filántropo inteligente y perseverante,


que conocia los hombres y las necesidades prácticas de su
época ; D. Eduardo Perez Balnes, prohombre de Córdoba , de
palabra amena y de inteligencia despejada ; y por último, D.
Tomas Manuel Anchorena, el antiguo Secretario de Belgrano,
que tenia á la vez la ciencia de los abogados y de los clérigos,
y participaba de las preocupaciones de unos y otros, represen
tando el contradictorio papel de diputado de una asamblea re
volucionaria, que rechazaba tenazmente toda innovacion que
no tuviese por base la tradicion ó el hecho consumado. Por
último, debe señalarse el nombre de D. José Ignacio Gorriti,
hermano del pensador profundo del mismo apellido , que á un
carácter varonil y un alto buen sentido, reunia títulos á la con
fianza de sus conciudadanos . Estos eran los políticos , que
iban á pilotear la nave del estado, en medio de la tempestad.
El Congreso presentó en su orígen la apariencia de un
cuerpo homogeneo, por la circunstancia de estar animados to
dos sus miembros del sincero deseo de dar impulso á la revo
lucion, consolidar la union de los pueblos, y poner término á la
anarquia que obstaba á los progresos de la guerra y de la paz,
asi en lo exterior como en lo interior. Así decia al abrir sus
sesiones : "Los representantes de las Provincias Unidas no
<< han podido desentenderse del clamor universal de los pueblos,
« viendo armada la negra tempestad que va á descargar sobre
« ellos, y se han decidido á no defraudar sus esperanzas , pre
❝sentando á la faz de las Provincias una autoridad que resuel
« va la incertidumbre de las opiniones , y calme los recelos que
<< inspiraban necesariamente unos gobiernos que jamas con
<< centraron dignamente el poder, y la voluntad general de
« los que debian prestarle sumision . " Y haciendo con la pluma
de Fray Cayetano Rodriguez una triste pintura del misera
ble estado de la nacion , en el momento de iniciar sus tareas , aña
dian : « Divididas las provincias , desunidos los pueblos y aun los
« mismos ciudadanos, rotos los lazos de la union social, inutili
« zados los resortes todos para mover la máquina , erigidos los
❝ gobiernos sobre bases débiles y viciosas, chocados entre sí
los intereses comunes y particulares de los pueblos, negán
120 HISTORIA DE BELGRANO

dose algunos al reconocimiento de una autoridad comun,


« en diametral oposicion las opiniones, convertidos en dog
« mas los principios mas distantes del bien comun, enerva
das las fuerzas del Estado, agotadas las fuentes de la pú
« blica prosperidad , paralizados los arbitrios para darles un
« curso conveniente, pujante en gran parte el vicio, y estin
« guidas las virtudes sociales, ó por no conocidas, ó por incon
« ciliables con el sistema de una libertad mal entendida, con
« ducidos en fin los pueblos por unos senderos estraños, pero
análogos á tan funestos principios, á una espantosa anarquía ,
" mal el mas digno de temerse en el curso de una revolucion
❝ iniciada por meditados planes, sin cálculo en sus progresos,
❝ y sin una prudente prevision de sus fines, ¿ qué dique mas
« poderoso podia oponerse á este torrente de males políticos ,
« que amenazaban absorber la pátria , y sepultarla en sus rui
« nas, que la instalacion de un gobierno, que salvase la uni
dad de las provincias, conciliara su voluntad, y reuniera los
« votos, concentrando en sí el poder ? " ( 6)
No obstante esta unidad de miras, en lo relativo á poner
término á los males de la situacion, muy luego empezáronse á
diseñar en el Congreso tres entidades colectivas , que hacian
augurar próximas divisiones. Los diputados de Buenos Aires ,
que habian servido de núcleo al Congreso, formaban una fa
lange compacta , que levantó resueltamente el pendon del cen
tralismo, en oposicion á los diputados de las Provincias acau
dillados por los de Córdoba, que se inclinaban al federalismo,
mas por instinto que por conviccion . El director de aquella
falange era el Dr. D. Antonio Saenz, y su candidato D. Juan
Martin Pueyrredon , nombrado diputado por San Luis. En
cuanto á los segundos, careciendo de plan y de principios de

6- V. El Redactor del Congreso Nacional Núm . 1 ? pág. 3 y 4. - En este


periódico, redactado por Fray Cayetano Rodriguez, se insertaba un estracto de
las sesiones, haciendo preceder cada número de consideraciones políticas, que
tenian un carácter oficial, pues el redactor hablaba siempre en nombre del Con
greso, De la introduccion al primer número son tomadas las palabras que se
leen en el testo.
CAPITULO XXV 121

finidos, tuvieron que someterse á la influencia irresistible de


los representantes de la capital robustecidos por el voto de al
gunas provincias. La tercera entidad la componian los dipu
tados del Alto Perú, nombrados por los emigrados que se ha
bian refugiado en Tucuman, Salta y Jujuy, despues de la der
rota de Ayohuma. Su director era el Dr. Serrano, el mas
hábil de todos ellos ; pues todos sus compañeros, ni tenian
ideas políticas, ni esperiencia alguna de la vida pública ; pre
tendiendo todos ellos esplicar la revolucion por las crueldades
de los españoles con los indios en la época de la conquista, y
arreglar el Estado con sujecion á los códigos de la antigua me
trópoli . Sin embargo, todos ellos tenian un propósito comun ,
y era, trasladar la sede del gobierno al interior del Perú, res
tableciendo si era posible la antigua monarquía de los Incas .
Esta entidad, se sometió tambien á la influencia de los dipu
tados de Buenos Aires en las cuestiones capitales , aunque
aliándose algunas veces con los de las Provincias, en las cues
tiones tendentes á descentralizar el poder. Como se vé, el
Congreso, si bien tenia uniformidad de miras en cuanto á la
necesidad de consolidar el órden y fortalecer la union de los
pueblos, disentia profundamente en cuanto á los medios de
obtener este resultado ; y la mayor parte de los diputados, en
vez de considerarse los representantes de los intereses de la
nacion, se consideraban los representantes de sus respectivas
localidades ; y si seguian la impulsion dada por los de la capi
ELE
tal, era porque estos eran los únicos que marchaban con ener
gia hácia un punto fijo .
Los primeros pasos del Congreso fueron tímidos y vaci
lantes . Se conocia que ni tenia la conciencia de su poder, ni
sabia como apoderarse de él. Contaba sin embargo con la
opinion de la mayoria de los pueblos, donde su instalacion se
celebró con entusiasmo, jurando obedecer sus decisiones . So
bre esta base de opinion, no le habria sido difícil establecer
su ascendiente moral ; pero por una parte la falta de plan en
sus trabajos, y por otra las dificultades de la época, hicieron
que, abdicando su alto carácter de legislador, se contrajese á
proveer á todas las emergencias de las circunstancias , perdien
122 HISTORIA DE BELGRANO

do su tiempo en discusiones estériles que daban por resultado


pobres arbitrios del momento, y haciéndose el juguete de los
desórdenes que debia precaver por medios mas enérgicos y efi
caces. Ya era el nombramiento de una comision para mediar
entre Güemes y el general Rondeau, que se hostilizaban como
dos enemigos ; ya un empréstito para auxiliar al ejército del
Perú ; ya el envío de espediciones para sojuzgar á la Rioja,
que se habia declarado provincia independiente de Córdoba ;
ya una diputacion dirijida á Artigas, para que los pueblos que
le obedecian enviasen sus diputados al Congreso ; sin que una
sola idea , un solo hecho brotase de todas aquellas cabezas
reunidas. (7) Hacia un mes que duraban sus sesiones, sin
que hasta entonces hubiesen iniciado la discusion de ningun
punto de trascendencia, á escepcion del nombramiento de una
Comision encargada de redactar el reglamento constitutivo
que debia regir el Estado , lo que manifiesta que creian de
buena fé poder establecer un edificio permanente sobre una
base movediza .
Los últimos disturbios de Santa Fé y las agitaciones de
la capital, que quedan detalladas en el capítulo anterior,
dieron motivo á que se dijese que « el gobierno que habia en
« Buenos Aires era una gerga rota con que nadie queria ta
" parse, haciendo al fin comprender á los congresales , que
era indispensable la aplicacion de medios mas enérgicos y mas
prácticos, para dominar la situacion, y que lo primero era
constituir el poder para que organizase la fuerza material,
prestándole en seguida el apoyo moral de sus decisiones . En
consecuencia, acordaron en la sesion del 26 de Abril, que sin
esperar á la formacion del reglamento constitutivo, se proce
diese inmediatamente al nombramiento de un Director Supre
mo. Esta resolucion aunque acertada no dejaba de tener sus
peligros. Algunos de los diputados de las provincias se ha
bian fijado en D. José Moldes para ocupar aquel elevado des

7-Actas secretas del Congreso de Tucuman. ( M. S. del Archivo Legis


lativo. ) " Redactor del Congreso Nacional. "
CAPIT ULO XXV 123

tino ; y siendo este un enemigo declarado de la capital , de es


perarse era que la capital conmovida ya por las ideas federa
listas, negase su obediencia al nuevo Director, y se destruyera
así la única base sólida y regular sobre la cual podia cimen
tarse el poder. Afortunadamente, el candidato de los diputa
dos de la capital predominó, y el 3 de Mayo fué nombrado
D .; Juan Martin Pueyrredon, Director Supremo del Estado ,
por veintitres votos contra dos.
La eleccion de Pueyrredon fué, acertada en aquellas cir
cunstancias, y á pesar de los errores que cometió en el curso
de su administracion, fué el primer gobernante que aceptando
el mando en medio de una situacion crítica, dió estabilidad al
poder ; volvió á dar á la revolucion la fuerza espansiva que ha
bia perdido ; y retardó por algunos años la disolucion política
y social, mientras que los ejércitos independientes triunfaban
de la España. Quizá habria podido hacer algo mas ; quizá
habria sido posible, no solo retardar la disolucion , sino pre
venirla ; pero sin anticiparnos á los sucesos, por ahora , solu
nos toca hacer notar, que subió al mando rodeado de las mas
sérias dificultades ; que recibió un gobierno sin fuerza real y
sin autoridad moral ; un tesoro exhausto ; dos ejércitos en es
queleto ; varias provincias rebeladas ; y que desde luego tenia
que luchar con una opinion poderosa , que surgía del seno
mismo de la capital ; y que á pesar de todo, aceptó el puesto,
resuelto á luchar con todos esos inconvenientes .
El nombramiento de Pueyrredon daba por resultado la
existencia de dos Directores Supremos en el Estado . Para
obviar los inconvenientes que nacian de esta duplicacion, el
Congreso acordó se previniera al Director Balcarce, que mien
tras el electo no se apersonase en la capital, circunscribiera su
autoridad á los límites de la Provincia de Buenos Aires, obe
F
deciendo las órdenes del nuevamente electo .
}
Arreglado este punto capital, el Congreso formuló á la
1
manera de tésis ó problemas por resolver, el programa de sus 8
trabajos legislativos, convocando á todos los ciudadanos á una 7

especie de certámen político. Este programa, comprendia el
deslinde de las facultades del Congreso ; la discusion sobre la 3
A
124 HISTORIA DE BELGRANO

declaratoria solemne de la independencia política de las Pro


vincias Unidas ; los pactos generales de las provincias y pue
blos de la union , como preliminares de la constitucion ; la
adopcion de la mas conveniente forma de gobierno ; la cons
titucion adaptable á esta forma ; el plan de arbitrios perma
nentes para sostener la lucha ; el arreglo del sistema militar y
de la marina ; la reforma económica y administrativa ; la crea
cion de nuevos establecimientos útiles ; el arreglo de la justi
cia ; la demarcacion del territorio ; el repartimiento de las
tierras valdías, y la revision general de todo lo estatuido por
la anterior Asamblea ó por el Poder Ejecutivo , ya fuese en
forma de leyes ó de reglamentos. ( 8)
Sobre esta base se trabó el primer debate de un órden
elevado, que hubiese hasta entonces ocupado al Congreso . El
primer tópico de discusion fué, determinar el número de vo
tos que deberian hacer sancion en las materias trascendentales
señaladas en el programa. Los diputados de Buenos Aires,
temiendo ser absorbidos en la votacion por los diputados de
las provincias aliados á los del Alto Perú, que en un momento
dado podian coaligarse contra la capital, con menoscabo de la
causa comun, evitaron hábilmente el peligro, proponiendo se
fijara préviamente el número de votos que debia hacer sancion
en las materias graves . Anchorena , dividiendo estas materias
en tres categorías, propuso que para resolver las de primer
grado se determinara una mayoria de las nueve décimas par
tes sobre el total de diputados incorporados al Congreso ; dos
terceras partes de los concurrentes, para las de segundo órden ,
y la simple mayoria absoluta para las de tercer grado . Esto
importaba lo mismo que imposibilitar á la corporacion, para
obrar tanto el bien como el mal, convirtiéndola en una espe
cie de entidad negativa. Mas prácticos otros, hicieron adop
tar un sistema de votacion, que llenando perfectamente el ob
jeto que se tenia en vista, no presentaba los inconvenientes
del de Anchorena. Despues de largas y acaloradas discusio

8-Véase " Redactor del Congreso. "


CAPITULO XXV 125

nes , se acordó al fin por unanimidad , que en los asuntos cons


titucionales ó de ley, incluidos en el programa de los trabajos
parlamentarios, hiciera sancion un voto sobre las dos terceras
partes en sala plena ; con la adicion de que, en caso de recla
mar alguna de las provincias ó pueblos , en los asuntos sobre
diferencias de límites, division de jurisdiccion , ú otros dere
chos respectivos, se resolviese la cuestion por el método pro
puesto en el artículo 9. ° del pacto de federacion de los Estados
Unidos de América, es decir, constituyendo el gobierno una
comision que la dirimiese en último grado. (9)
Al iniciarse estas discusiones llegó Belgrano á Tucuman ,
es decir, á principios de Julio ; é inmediatamente se puso en
contacto con los diputados, que se habian fijado en él para el
mando del ejército del Perú, en sostitucion del general Ron
deau. Desde luego se apercibió de que casi todo el Congreso
era monarquista , y que podia contar en su seno con una gran
mayoria en favor de sus ideas políticas ; especialmente entre
los diputados del Alto Perú, afectos á su persona , y partida
rios de la dinastia del Inca. Al mismo tiempo, pudo cercio
rarse de la vacilacion de sus propósitos respecto del punto ca
pital, que era la declaratoria de la independencia . Como se
ha visto, el designio de la independencia era inseparable en
su mente de la idea de establecimiento de una monarquía,
porque consideraba que este era el único medio de hacerla
aceptar por las demas naciones y de crearse alianzas poderosas
1.BLOGť JANOK 1 anthol- digis
que consolidaran el nuevo órden de cosas . Así , la indepen
cia y la monarquía , eran por el momento sus dos ideas fijas :
la primera germinaba en su cabeza desde antes de la revolu
cion, y en su transcurso no habia dejado de trabajar por ella
un solo instante ; la otra le habia sido sujerida por el estado
de la Europa, por el espectáculo de la Constitucion inglesa, y
por la anarquía de las provincias , segun anteriormente se es
plicó . En consecuencia se contrajo con ardor á la propagan
korkutaka kamus mundrinātade

9-V. Respecto de esto último : Story "Comentarios de la Constitucion fe


deral de los Estados Unidos " de 1843 ; y respecto de lo que antecede : Redactor
del Congreso Nacional, Núm. 6, pág. 3.
126 HISTORIA DE BELGRANO

da de estas ideas, en favor de las cuales encontró bien prepa


rado el terreno .
Por una coincidencia , que podria llamarse providencial,
al mismo tiempo que Belgrano trabajaba en favor de aquellas
ideas, otro hombre mas poderoso y de mas claras vistas polí
ticas, cooperaba á su triunfo. Este hombre era San Martin ,
que á la sazon organizaba en Mendoza el famoso ejército de
los Andes, y se preparaba misteriosamente para el paso de las
cordilleras, y las inmortales campañas de Chile y el Perú. San
Martin era el oráculo de los diputados de las Provincias de
Cuyo, y por medio de D. Tomás Godoy Cruz, influia sobre
Maza, Oro y Laprida, disponiendo por consecuencia de cuatro
votos, que se apoyaban en su voz autorizada, para conquistar
nuevos prosélitos . Apenas instalado el Congreso , le escribia
el 12 de Abril : " Hasta cuándo esperamos para declarar
<< nuestra independencia ? Es ridículo acuñar moneda , tener
« el pabellon y cucarda nacional, y por último, hacer la guer
❝ra al Soberano de quien se dice dependemos, y permanecer
« á pupilo de los enemigos. ¿ Qué mas tenemos que decirlo ?
« Con este paso el Estado ganará un cincuenta por ciento : y
« si tiene riesgos , para los hombres de corage se han hecho las
« empresas. " Como Godoy le contestase que no era cosa tan
llana declarar la independencia, le replicaba el 24 de Mayo , con
tanta gracia como energía : « Veo lo que vd. me dice sobre que
" el punto de la independencia no es soplar y hacer botellas :
" yo respondo que mil veces mas fácil es hacer la indepen
« dencia que el que haya un solo americano que haga una sola
" botella . "
En cuanto al establecimiento de un sistema monárquico
constitucional, San Martin no era antipático á él ; y aunque
republicano por inclinacion y por principios, ( 10 ) consideraba
muy difícil y poco fructífero, ya que no imposible, el estableci

10-En una carta, que original poseemos en nuestro archivo, decia San Mar
tin á Godoy y Cruz, de fecha 24 de Mayo de 1816 : " Si yo fuese diputado,
66
me aventuraria á hacer al Congreso las siguientes observaciones ; y para el
" efecto haria mi introduccion de este modo, propio de mis verdaderos senti
CAPITULO XXV 127

miento de un órden democrático ; porque pensaba como Bel


grano, que faltaban elementos sociales y materiales para
constituir una república, y que con un monarca era mas fácil
consolidar el órden, fundar la independencia y asegurar la li
bertad, conquistando por el hecho alianzas poderosas en el
mundo, y neutralizando á la vez el antagonismo del Brasil .
Así es que, no estaba distante de aceptar la combinacion de la
restauracion de la casa de los Incas ; pero no como un fin, si
no como un medio, organizando bajo sus auspicios una rejen
cia unipersonal, que rodeando á la autoridad de mas facultades
y de mas prestigio, no importara la innovacion otra cosa, sino
el cambiar la denominacion de Director Supremo, por la de
Regente del Reyno.
Así, en uno de los momentos mas solemnes de la historia
argentina, San Martin y Belgrano se hallaron al lado del Con
greso de Tucuman, inoculándole su espíritu, escitándolo á de
clarar la independencia, prestándole el apoyo de su nombre y
de su espada, y participando de las mismas ideas políticas ; con
la diferencia de que, en Belgrano, las convicciones monarquis
tas eran hijas del sentimiento , y en San Martin eran producto
de la reflexion . Singular fenómeno ! Estos dos hombres,
que tan mal comprendian entonces las necesidades de su pa
tria y tan mal representaban la opinion dominante de la ma
yoria en cuanto á la forma de gobierno, fueron las dos robus
tas columnas en que se apoyó el Congreso de Tucuman, los
verdaderos autores de la independencia argentina, y los que
con sus victorias anteriores y trabajos posteriores , hicieron
posible su declaratoria y obligaron al mundo á reconocerla co
mo un hecho incuestionable. Sus ideas personales , que nin
guna influencia tuvieron en el giro de la política interna, y
que ellos jamas procuraron hacer predominar por otros me
dios que los de la propaganda parcial, se han convertido en
polvo, como esos adornos de marfil de las estátuas antiguas ,

" mientos : SOBERANO SEÑOR : un americano republicano por principios y por


66
' inclinacion, pero que sacrifica este mismo por el bien de su patria ; hace al Con
"greso presente, etc. , etc. M. S.
128 HISTORIA DE BELGRANO

mientras el mármol en que estaban talladas sus nobles formas,


han resistido á la accion destructora del tiempo. Solo los que
están en los secretos íntimos de la historia, saben que San
Martin y Belgrano profesaron ideas monárquicas, y que algu
nas veces aconsejaron la adopcion de esta forma de gobierno,
sin pretender torcer el curso natural de los acontecimientos ;
pero lo que nadie ignora, es que ellos fueron los ilustres pa
dres de la República Argentina, y los verdaderos autores de
su independencia.
Conociendo el Congreso las ideas de Belgrano, y desean
do ser instruido por él, acerca de las disposiciones de los ga
binetes europeos respecto de la revolucion americana, acordó
oirle en sesion secreta, y al efecto se reunió en el salon de
sus sesiones el dia 6 de Julio de 1816. Belgrano se presen
tó ante la asamblea, y despues de contestar á algunas pre
guntas que se le hicieron , tomó la palabra, y en un largo y
sentido discurso, (en que pintando el estado tristísimo del país,
espuso la disposicion de la Europa respecto de la América, y
desenvolvió con franqueza su profesion de fé monárquica , ) di
jo entre otras cosas : " Aunque la revolucion de América en
su orígen mereció un alto concepto de los poderes de Euro
« pa, por la marcha magestuosa con que se inició, su declinacion
<< en el desórden y anarquía, continuada por tan dilatado tiem
" po, ha servido de obstáculo á la proteccion, que sin ella se
habria logrado ; así es que, en el dia debemos contarnos re
<< ducidos á nuestras propias fuerzas. Además , ha acaecido
« una mutacion completa de ideas en la Europa , en lo relativo
« á la forma de gobierno. Así como el espíritu general de
« las naciones, en años anteriores, era republicanizarlo todo ,
<< en el dia se trata de monarquizarlo todo. La nacion ingle
❝sa, con el grandor y majestad á que se ha elevado , mas que
« por sus armas y riquezas, por la escelencia de su constitu
« cion monárquico-constitucional, ha estimulado á las demas
« seguir su ejemplo. La Francia lo ha adoptado. El Rey de
Prusia por sí mismo, y estando en el pleno goce de su po
« der despótico, ha hecho una revolucion en su reino, y suje
❝tádose á bases constitucionales idénticas á las de la nacion
CAPITULO XXV 129

<< inglesa ; habiendo practicado otro tanto las demas naciones .


« Conforme á estos principios , en mi concepto, la forma de
❝ gobierno mas conveniente para estas provincias , seria la de
« una monarquía temperada, llamando la dinastía de los In
cas, por la justicia que en sí envuelve la restitucion de esta
< casa, tan inícuamente despojada del trono ; á cuya sola no
«
« ticia estallará un entusiasmo general de los habitantes del
« interior . » ( 11 ) Habló en seguida del poder de la España ,
comparándolo con el de las Provincias Unidas, indicando los
medios que estas podian desenvolver para triunfar en la lucha;
manifestó cuales eran las miras del Brasil respecto al Rio de
la Plata, y elevándose á otro órden de consideraciones, con
cluyó exhortando á los diputados á declarar la independencia

De aan
en nombre de los pueblos , adoptando la forma monárquica ,
como la única que en lo presente podia hacer aceptable aque
lla por las demas naciones, y colocando para lo futuro , bajo
la salvaguardia de un órden de cosas estable, la paz y la li
bertad de las Provincias desunidas por la anarquía y deshon
radas por sus escesos . Su palabra era sencilla y elocuente , y

te maakakapagpatalan allan destarkangels and shauni Aaphtha


su acento conmovedor : al terminar su discurso , su rostro es
taba humedecido por las lágrimas , y su auditorio lloraba con
él, convencido por sus razones y cautivado por su sinceri
dad . (12)
En corroboracion de las opiniones sostenidas por Belgra
no, respecto al desórden de ideas y de la anarquía que reina
ba en el país, el Congreso recibió en el mismo dia ( 6 de Ju
lio) algunas comunicaciones de la capital, « cuyo contenido,
( segun sus propias palabras) lo llenó de amargura. ” La ciu

11-Actas secretas del Congreso de Tucuman. M. S. del Archivo de la Sa


la de Representantes de B. A. - En el Apéndice de la 1ª ed. se publicó íntegra
por la primera vez, el acta de esta sesion desconocida hasta entonces.
12-En una carta que Belgrano escribia á Rivadavia desde Tucuman, con
M

fecha 8 de Octubre de 1816, le decia entre otras cosas : " Al dia siguiente de mi
" arribo á esta, el Congreso me llamó á una sesion secreta, y me hizo varias
AMANA

"1 preguntas. Yo hablé, me exalté, lloré é hice llorar á todos al considerar la


“ situacion infeliz del país. Les hablé de monarquia constitucional, con la re
66
presentacion soberana de la casa de los Incas : todos adoptaron la idea. " M. S.
9
130 HISTORIA DE BELGRANO

dad de Buenos Aires, presa de las facciones, y agitada por el


reciente nombramiento de Director Supremo recaido en Pueyr
redon, vió surgir repentinamente de su seno, un partido fuer
te, encabezado por hombres audaces, y apoyado indirecta
mente por el Director interino, que levantó decididamente la
bandera de la federacion , proclamando la independencia pro
vincial. El partido federal, que habia tenido su origen en el
ódio á la capital, representaba, mas bien que un órden de
ideas, un sistema de hostilidad contra Buenos Aires. A pesar
de esto, nunca dejó de contar con prosélitos en la capital, pues
hasta el mismo Artigas los tenia, como se ha visto en el cur
so de esta historia. A estos partidarios, desprovistos de mo
ral política y de buen sentido práctico, se unian entonces :
por una parte, los hombres de buena fé, aunque de cortos al
cances, que creian poder conjurar los peligros de la situacion ,
reduciendo á la capital á las condiciones de una simple pro
vincia, removiendo así las causas de rivalidad entre ella y los
demas pueblos ; y por otra parte, los descontentos con el nom
bramiento del nuevo Director, entre los cuales se encontra
ban Agrelo, Soler y Dorrego. Siendo Buenos Aires la única
base posible de un gobierno general, el único centro de donde
podia partir un impulso vigoroso y una inmensa masa de re
cursos puestos al servicio de la comunidad, su aislamiento ,
una vez constituido en provincia federal, importaba una ver
dadera disolucion nacional, una ventaja mas para el enemigo,
y un peligro mas para la revolucion . Pero en el seno de la
capital existia otro partido mas poderoso aun, y que con mas
claras vistas sobre la situacion y las necesidades de la época,
sostenia valientemente la supremacia del Congreso, y con
ella los principios conservadores de la unidad nacional, el cual
comprendia, que faltando Buenos Aires como cabeza ó como
centro, la nacionalidad argentina naufragaba, y la capital se
convertia en un nuevo foco de anarquía.
Una reseña de los sucesos ocurridos en la capital hará
comprender mejor el estado violento en que ella se encontraba .
El 14 de Julio se elevaron al Gobernador intendente de
la provincia, dos peticiones suscriptas por doscientos once ciu
CAPITULO XXV 131

dadanos. En ellas se decia : « Desde el 25 de Mayo de 1810


« hasta el presente, nadie podria dudar que la fatal desunion
« y contínuas querellas de los pueblos contra esta capital, que
« han causado tan graves males, y tan irreparable atraso á la
« causa general del país, han tenido por único motivo el ha
aber sido la silla del gobierno supremo de las provincias,
« acusándola de despotismo, que con la reunion de todas las
« autoridades superiores, ha pretendido ejercer en los pueblos.
« El año pasado se separó Santa Fé de toda dependencia del
gobierno superior de Buenos Aires ; tambien se separó en
« tera la Provincia de Córdoba : la de Salta quedó en parte
« dependiente, en parte separada ; resultando de esta especie
« de disolucion social la impotencia en que se hallaba el go
« bierno de Buenos Aires para regir todo el Estado con uni
66❝ formidad sistema. Se esperaba que la reunion del Con

" greso general fuese bastante para restituirnos á la depen
« déncia de un solo gobierno superior ; pero despues de esta
« blecido, hemos visto que subsisten las querellas ; que sigue
« Córdoba en su independencia , y Santa Fé ha ratificado la
❝suya , autorizándola un diputado de aquella augusta repre
" sentacion, etc.-Todos los pueblos se han esplicado en favor
แ del
gobierno provincial ó federal : esta es la pretension de
<< la Banda Oriental, con la cual justifica su separacion : esta
" es la de la Provincia del Paraguay, la de Córdoba, Salta y
demas
« pueblos de la Union . Buenos Aires manifestó tam
<<bien este mismo deseo en el movimiento del 15 de Abril
« de 1815. ” Partiendo de estos antecedentes históricos , los
peticionarios concluian, que era necesario uniformar el siste
ma, arreglándolo á la voluntad general claramente manifesta
da, y que po co , prot de su obed al
Congr r nsec esta ienc
eso , uenc ndo ia
ia
era su voluntad decidida , mientras no se constitu
yera poder, reducirse al rango de provincia federal, renun
el desde
ciando luego á las prerogativas de capital del Estado,

gobernándose por lo tanto por sus leyes interiores ; sin per


juicio de reconocer y obedecer al Director nombrado por el
Congreso
en el punto en que fijara su residencia, toda vez
que aquel reconociese la nueva personalidad política que asu
132 HISTORIA DE BELGRANO

mia. (13 ) Los pueblos de la Villa de Lujan, de Areco y de la


Guardia de Lujan , adhirieron á esta manifestacion, elevando
otras de igual tenor ; y el Gobernador Intendente, con el objeto
de esplorar la voluntad general, congregó á los alcaldes de bar
rio de la ciudad , que declararon unánimemente en número de
treinta y tres, ser esa la voluntad del pueblo. Esta actitud
amenazadora de los peticionarios , se robusteció mas con algu
nas reuniones en la campaña, y con el pronunciamiento de una
parte de los batallones cívicos, que simpatizaron con sus ideas
y propósitos.
Sorprendida la Junta de observacion por este estallido de
la opinion activamente esplotada, y viendo que no era posible
contener el torrente de las nuevas ideas, procuró hacerle va
riar de curso, con el objeto de producir una reaccion, ó por lo
menos ganar tiempo mient as llegaba á la capital el Director
nombrado . Al efecto, poniéndose de acuerdo con el Cabildo
y con el concurso del Director interino, acordó el 18 que de
bia oirse á todos los habitantes de la campaña, al mismo tiem
po que á los de la ciudad , no en Cabildo abierto como se
pretendia, sino por medio de representantes nombrados del
mismo modo que los electores de diputados, sin separarse
mientras tanto de la obediencia debida al Congreso general.
El 19 apareció un bando del Director interino, convocando
al pueblo á Cabildo abierto, er contradiccion con lo acordado ei
dia anterior. Los agitadores habian conseguido en el intér
valo conquistar este poderoso aliado, que se inclinaba á soste
ner las nuevas ideas . Para cohonestar esta variacion decia,

que « no queriendo el gobierno atraerse sobre sí el gravísimo


cargo de estorbar la libre manifestacion de los votos de los
« ciudadanos, ni oponerse en manera alguna al uso tranquilo
« de un derecho tan sagrado, " convocaba para una reunion
popular, á la que debian asistir todas las corporaciones , en el

13- Esta representacion se publicó en hoja suelta, con el decreto del Gober
nador Intendente y el acta de los Alcaldes, de que se hablará mas adelante. Se
encuentra generalmente en las colecciones de la Gaceta en seguida del Núm. 60
de este periódico en el año de 1816.
CAPITULO XXV 133

templo de San Ignacio, con el objeto de discutir las indicadas.


peticiones .
En vano protestó la Junta de observacion , declarando de
antemano nulo todo cuanto se acordara, por falta de poderes
dados por los habitantes de la campaña . La reunion tuvo lu
gar el dia 19 en el sitio señalado, siguiéndose una sesion
tempestuosa , en que el púlpito hizo las veces de tribuna de las
arengas. De esta reunion , en que se discutió largamente so
bre la forma que debia adoptarse para recojer los sufragios ,
yen que la divergencia de opiniones llegó al último estremo,
salió un plebiscito imperativo expedido en nombre del pueblo.

llamado soberano, quien significando su voluntad á las autori


dades , les ordenó procediesen á formular en el término de
veinte y cuatro horas el sistema que debia seguirse para con
vocar á los ciudadanos , á fin de tomar sus sufragios .
Dominada la Junta de observacion, neutralizado el Cabil
do, tuvieron que ceder por el momento al imperio de las cir
cunstancias,
Balcarce espidiendo ( el 20) de acuerdo con el Director
, un reglamento, organizando comisiones en la ciudad

y campaña á fin de que el pueblo se pronunciara sobre si que


ria ser oido en Cabildo abierto ó por medio de representantes ,
abriendo dos registros al efecto. Esto era perseverar en el
antiguo plan de ganar tiempo para producir una reaccion , con
la sola diferencia de dar al mandato el carácter de consulta.
Esta resistencia opuesta á la reunion de un Cabildo abierto,
que
era hasta entonces la tradicion revolucionaria, manifies
ta
directo
que las asambleasdesacreditadas,
privilegiadas y y
tumultuosas del gobierno
se hallaban que las teorias de la so
berania
delegada , base del sistema representativo democráti
iban
co, ganando terreno.

federaci
El on
Director, apoyado en los agitadores que promovian la
, sostenia que el pueblo debia decidir la cuestion
por medio de un Cabildo abierto. El Cabildo y la Junta de
observacion
, sostenian por el contrario , que debian elejirse re
presentantes
por la ciudad y campaña, con plenos poderes pa
ra resolver en el nombre y en el interés de la mayoria.

Esta disidencia de opiniones entre los altos poderes pú


134 HISTORIA DE BELGRANO

blicos, tenia sus representantes en la prensa periódica. La


Gaceta de Buenos Aires, fundada por el célebre Dr. Moreno,
era el órgano del Director. Este periódico era redactado en
tonces por D. Julian Alvarez, bellísimo carácter, talento epi
gramático sin amargura, escritor fácil aunque algo difuso,
nutrido de estudios sérios, que derramaba en sus escritos to
da la sávia exuberante de la juventud. El Censor, órgano de
la política del Cabildo y de la Junta de observacion , era un
periódico constituido por la ley, con el objeto de vijilar los ac
tos de los mandatarios, y de ilustrar las grandes cuestiones
de la actualidad . Su redactor D. Antonio José Valdez , era
un habanero, diputado de las Córtes de Cádiz en 1814 , que en
largos viajes decia haber estudiado los hombres y las institu
ciones de todos los pueblos ; y aunque en el fondo era una
mediocridad suficiente, estaba animado de un verdadero en
tusiasmo por la causa americana. Sostenia la Gaceta, que el
Cabildo era conforme á la ley y á la costumbre ; que en Ca
bildo abierto se habia hecho la revolucion del 25 de Mayo, y
los movimientos que posteriormente se habian sucedido, y que
en un pueblo revolucionado, no podia prohibirse, en casos es
traordinarios, manifestar su voluntad por este medio. ( 14 )
El Censor, con mas copia de hechos, y con mas sólidas razones ,
demostraba lo deficiente del sistema de Cabildos abiertos , co
mo medio de esplorar la voluntad general ; los inconvenientes
que presentaba para arribar á una solucion en cuestiones difi
ciles, en que las pasiones colectivas se chocan como en un tu
multo popular ; al paso que evidenciaba las ventajas del siste
ma representativo en que las pasiones (son sus palabras, )
❝obran por resortes ocultos , y por las mismas causas se ven
❝ repelidas por la masa de la virtud. »
La Gaceta, haciendo un paréntesis á la discusion, se levan
taba repentinamente á consideraciones mas elevadas , y asu
miendo el tono severo del verdadero censor, dirigia al pueblo
este enérjico apóstrofe : « Representantes ! -Cabildos abier

14- Véase la Gaceta Núm. 61 del año de 1816.


CAPITULO XXV 135

« tos ! —Unidad, federacion ! -Pretestos !! El mal no está en


« los diferentes sistemas gubernativos, está en el corazon de
nosotros mismos. Ni el provincialismo, ni el capitalismo,
« ni todos los sistemas del mundo salvarán á la pátria, si si
<
« guen las discordias , las rivalidades , los enconos y los deseos
« de venganza . En vano decimos que daremos mil vidas por
« la salud de los pueblos. Nosotros que no sacrificamos á la
66 felicidad pública las mas despreciables rencillas ; seremos

" capaces de derramar nuestra sangre en su obsequio ?—Una


«de dos : 6 nos reconciliamos tales como somos , ó el Estado
« perece ; porque los hombres no son como los fusiles que vie
❝nen de fuera, ó se trabajan en el pais muchos en un dia ( 15) . "
El Censor por su parte, fiel á su título y á su mision constitu
cional, hacia oir al pueblo la voz no menos severa de la verdad,
diciéndole respecto de la cuestion peligrosa que le ocupaba :
« Con la misma pureza me parece animado este gran pueblo, á
<< quien miro proceder respecto de la comunidad, con la misma
" virtuosa política que Atenas procedió en tiempo de Temísto
<< cles .
Despues de la batalla de Platea los atenienses organi
❝zaron una marina formidable, y los otros pueblos de la Gre
« cia imitaron recíprocamente un ejempio de tanta importan
« cia .
Temistocles concibió el proyecto de incendiar la marina
« de los demas, para hacer á su patria superior á las otras ciu
66
dades ; pero pidió al pueblo que le nombrase un compañero
❝ acreditado á quien confiar sus ideas. El pueblo nombró al
« virtuoso Arístides, el que asombrado al oir la proposicion, y
" presentándose á la asamblea esclamó : Atenienses , el pro
❝yecto de Temistocles es el mas favorable á nuestra elevacion ;
llenaria
" pero se opone al interés deElvuestra
แ de execracion .- pueblogloria, y en vez del amor os
apoderado de un noble

❝ sentimiento prohibió la ejecucion . Traigo este ejemplo con


« elfin de patentizar, que habiendo fondo de virtudes , todo in
« terés individual debe ceder al órden y á la justicia ( 16) . ”

15 -Véase la Gac. núm. 62 de 1816.


16-Véase al Censor núm . 44 de 27 de Junio de 1816.
136 HISTORIA DE BELGRANO

Estas discusiones, ilustrando al pueblo y formando su


conciencia, contribuyeron á fijar las ideas fluctuantes de la ma
yoria, asi es que, cuando los ciudadanos de la capital acudieron
á los comicios públicos para votar sobre el modo en que el pue
blo debia ser oido, 1020 sufragaron por el sistema de represen
tantes, y solo 86 por el cabildo abierto. Desde este momento
el provincialismo promovido por los federalistas de la capital,
quedó completamente vencido ; y el Director D. Antonio Bal
carce, que se habia puesto de parte de ellos , no tardó en sentir
los efectos de su imprudencia. Dominada la situacion por el
Cabildo apoyado en los tercios cívicos de que era Brigadier, y
por la Junta de observacion , le intimaron cesase en el mando, y
nombraron para reemplazarle una Comision gubernativa com
puesta de D. Fraucisco Antonio Escalada y D. Miguel de Iri
goyen, mientras llegaba el Director nombrado ; conservando
en el ínterin á disposicion del Congreso, el depósito sagrado
de la capital, que constituia el nervio de la lucha , y el vínculo
mas fuerte de la unidad nacional.
En la fecha á que antes nos referimos ( 6 de Julio) no ha
bia llegado aun á noticia del Congreso el desenlace de la crisis
porque estaba pasando la capital, la que solo tuvo su termina
cion algunos dias despues. Instruido únicamente de las pri
meras peticiones, y de las agitaciones que trabajaban á Bue
nos Aires, recibió al mismo tiempo la noticia de la próxima in
vasion de un ejército portugues que se dirigia al Rio de la Pla
ta, y la de haberse roto nuevamente las hostilidades entre Ar
tigas y las fuerzas nacionales.
En medio de tantas dificultades, el Congreso supo levan
tarse á la altura de la situacion , dando nueva vida á la revolu
cion y nuevo será la república, por un acto vigoroso, que hará
eterno honor á su memoria mientras el nombre argentino no
desaparezca de la tierra ; acto que aconsejaba la misma pru
dencia, porque era lo único que el Congreso podia mandar, por
ser lo único que los pueblos estaban dispuestos á obedecer . Tal
fué la declaratoria de la independencia .
El Congreso de Tucuman, penetrándose de las ideas antes
indicadas, dando oidos al clamor universal de los pueblos, que
CAPITULO XXV 137

pedian la emancipacion de la España, y de acuerdo con sus dos


ilustres sostenedores San Martin y Belgrano, se decidió al fin á
proclamar á la faz del mundo, la existencia de una nueva na
cion . Reunido en su sala de sesiones el dia 9 de Julio de 1816 ,
se puso á discusion la cuestion de la INDEPENDENCIA DEL PAIS !
señalada en el programa de sus trabajos : un pueblo numeroso
llenabala barra, y D. Narciso Laprida presidia la sesion. For
mulada por el Secretario la proposicion que debia votarse, in
terrogó á los Diputados ¿ Si querian que las Provincias de la
union Freesen una nacion libre é independiente de los reyes de
España ? Todos á la vez, y poniéndose espontáneamente de
pié, contestaron por aclamacion que SI, « llenos del santo amor
de la justicia, " segun las palabras del acta, « y uno á uno suce
« sivamente reiteraron su voto por la independencia del pais, "
en medio de los aplausos y de los víctores del pueblo, que pre
senciaba aquel acto memorable. Estendióse en seguida el
acta, en la que, « invocando al Eterno que preside el universo,
" en nombre y por autoridad de los pueblos que representaba, "
el Congreso declaró solemnemente : « que era voluntad uná
«nime de las Provincias Unidas de Sud-América romper los
« violentos vínculos que las ligaban á los reyes de España, re
« cuperar sus derechos , investirse del alto carácter de nacion
« libre é independiente, quedando de hecho y de derecho con
amplio y pleno poder para darse las formas que exigiere la
❝ justicia
« . "

El 21 de Julio se juró solemnemente la independencia en


la sala de sesiones del Congreso con asistencia de todas las au
toridades civiles y militares de Tucuman, protestando todos
ante Dios y la Patria, promover y defender la libertad de las
provincia
sucesoress Unidas, y su independencia del Rey de España , sus
y metrópoli, y de toda otra dominacion estrangera,

prometiendo sostener este juramento , hasta con la vida, habe


res y fama. (17)

17-En el Acta Secreta [ M. S. ] del 19 de Julio de 1816 á f. 4 y vuelta del


libro que las contiene, y que original existe en el Archivo de la Cámara de Di
putados de Buenos Aires, selee lo siguiente : " Reunidos los señores Diputados
138 HISTORIA DE BELGRANO

Al mismo tiempo que se fijaba la fórmula del juramento


de la independencia, pidió el diputado Gazcon que se fijase la
bandera nacional, indicando que esta debia ser la azul y blan
ca, inventada por Belgrano , que ya entonces se usaba como se
ha dicho antes, aunque no estaba autorizada por ninguna ley .
En consecuencia de esto, el Congreso, en sesion del 25 de Ju
lio decretó : « Será peculiar distintivo de las Provincias Uni
« das la bandera celeste y blanca de que se ha usado hasta el
« presente, y se usará en los ejércitos, buques y fortalezas . ( 18 )"
Pero la independencia no importaba sino la declaracion
de un hecho consumado : la bandera no era sino un símbolo,
al que se imprimia el sello de la legalidad . Este hecho y es
te símbolo no tenian un significado claro, mientras no se fijase
la forma de gobierno, mientras no se proclamase un principio
superior que subordinara la política á su accion reguladora .
Con tal motivo escribia Belgrano : « Se han contentado con
« declarar la independencia , y lo principal ha quedado aun en
« el aire de lo que, para mi entender resulta en lo principal,
« el desórden en que estamos ; porque país que tiene un go
« bierno, sea el que fuere, sin constitucion, jamás podrá diri
jirse sino por la arbitrariedad ; y aunque concedamos que
« este sea dirijido por la mas recta justicia, siempre hay lu

66
que se anotan al márgen, en la Sala del Congreso á la hora acostumbrada, re
" suelto todo lo que consta en el acta pública de este dia, se mandó despejar la
" barra, y tomando la palabra el Sr. Medrano pidió, que pues se habia de pa
" sar al ejército el acta de la Independencia y fórmula del juramento de ella,
66
despues de las espresiones -sus swesores y metrópoli- se agregase―y de toda
66 otradominacion estrangera -Dando por razon que de este modo se sofocaria el
66
rumor esparcido por ciertos hombres malignos, que el Director del Estado , el
" General Belgrano, y auu algunos individuos del Soberano Congreso, alimenta
" ban ideas de entregar el pais á los portugueses, y fué acordado. "
18-Este decreto, que es el primero que se haya dado respecto de la bandera
argentina, no ha sido insertado por el Sr. Angelis en su Recopilacion de Leyes y
Decretos, en la que solo se encuentra la ley de 26 de Febrero de 1818 relativa á la
bandera de guerra. Puede esplicarse la omision que se nota en dicha coleccion, del
decreto relativo á la escarapela nacional, por haber permanecido ignorado hasta el
presente : no así el de la bandera, que se registra en la pájina 5 del número 10
del Redactor del Congreso Nacional.
CAPITULO XXV 139

" gar, no existiendo reglas fijas, para tratar de despótica


« la autoridad que gobierna . (19) "
Al Congreso no se ocultaba todo esto, así es que , á los
tres dias de declarada la independencia (el 12 de Julio , ) con
motivo de proponer el Presidente, que se abriera el sello de
la nacion, se suspendió proceder á ello por haber observado
un diputado « que convenia esperar á que se adoptase la for
« ma de gobierno á que debian ser alusivas las armas y tim
« bres . ” Entonces hizo mocion el diputado Azebedo, para

que desde luego se diese principio á la discusion sobre la for


ma de gobierno que debia adoptarse, pronunciándose por su
parte en favor de la monarquía temperada , proclamando la di
nastía de los Incas, y designando la ciudad del Cuzco, como la
sede de la proyectada monarquía. Esta mocion fué aceptada, y
para proveer al interinato, y dar al gobierno una norma para
proceder, se acordó que, mientras no se sancionara el nuevo re
glamento, se rigiese por el Estatuto Provincial de 1815 , que
debia
Considerarse vigente . En estas dos resoluciones se
siente la influencia de Belgrano . (20)
En la sesion del 15 tomó la palabra Fray Justo de Santa
Maria de Oro, y declaró con la mansedumbre que le era ha
bitual , pero con firmeza, que para proceder á declarar la for
ma de gobierno, era preciso consultar préviamente á los pue
blos , limitándose por el momento á dar un reglamento provi
sional ; y que en caso de procederse sin aquel requisito á
adoptar el sistema monárquico constitucional, á que veia in
clinados los votos de los Representantes , pedia permiso para
retirarse del Congreso . La discusion se trabó sobre este pun
to, y el Padre Oro sostuvo obstinadamente su opinion, siendo
esta la única protesta que se levantó en aquel Congreso, con
tra la adopcion inmediata de la forma monárquica. (21 )
En la sesion del 19 , el diputado Serrano hizo su profesion
de fé monárquica abjurando sus principios republicanos ; di

19—Carta á Rivadavia de 8 de Octubre de 1816. M. S. ( Archivo Varela. )


20-Redactor del " Congreso Nacional, ” Núm, 10, páj. 2.
21 - Redactor del " Congreso " Núm. citado . páj. 3.
140 HISTORIA DE BELGRANO

ciendo que aunque habia sido partidario del gobierno fede


« ral, por creerlo el mas á propósito para el progreso y la fe
❝licidad de las Provincias Unidas, despues de meditar séria
« mente sobre la necesidad del órden y de la union , la rápida
« ejecucion de las leyes etc., se habia decidido por la monar
« quía temperada, que conciliando la libertad del ciudadano,
" y el goce de los derechos principales del hombre, con la sal
❝vacion del país, la hacia preferible á toda otra forma en la
66 crísis que se hallaban envueltos , " declarándose sin embar
go, contra la dinastía de los Incas. Fué apoyado por los di
putados Passo y Azebedo, insistiendo este sobre la dinastía
de los Incas. (22)
A su vez (el 31 de Julio) hizo igual declaracion el Dr.
Castro Barros, pronunciando un prolijo discurso, en que pre
tendia probar que el sistema monárquico constitucional era
" el que el Señor dió al pueblo de Israel, el que Jesucristo
constituyó en la Iglesia, el mas favorable á la conservacion
« y progreso de la religion católica, y el menos sujeto á los
« males que afectan á los demas ; que sentada esta base, el
❝ órden hereditario era preferible al electivo, y que en conse
« cuencia debian ser llamados los Incas al trono de sus mayo
« res, del que habian sido despojados por la usurpacion de los
« reyes de España . " Varios diputados de los del Alto Perú
apoyaron calorosamente al orador, añadiendo que debia desde
luego declararse al Cuzco la capital del reino , oponiéndose á
esto último varios diputados, que consiguieron paralizar la
votacion. (23)
El Diputado Serrano, aunque monarquista, rechazaba la
restauracion del trono de los Incas, fundándose en que, la mis
ma idea promovida no hacia mucho por Pumakahua en el Cuz
co, lejos de producir el resultado que se suponia seguro, que
era adherir los indígenas del Perú á la causa de la independen
cia, produjo el efecto contrario en aquella ocasion ; que uno de

22-Redactor del " Congreso, " Núm. citado, páj. 4.


23- Redactor del " Congreso. " Sesion del 5 de Agosto.
CAPITULO XXV 141

los males inmediatos de tal idea, era la regencia interinaria


que forzzosamente debia establecerse ; que seria promover una
nueva guerra entre los diversos pretendientes al trono ; y por
último , por las dificultades que se presentaban para crear so
bre tal base una nobleza, deduciendo de esto , que antes de todo
debia pensarse en crear la fuerza que debia dar el triunfo sobre
el enemigo . (24)

Otra de las pocas voces que se levantó contra la adopcion


del sistema monárquico, fué la del Diputado Anchorena, pero
fundándose en razones tan peregrinas, que merecen ser con
signadas en las pájinas de la historia, como un dato que sirve
para caracterizar á los políticos de aquella época . Segun él,
existia
un antagonismo, entre el génio, los hábitos y costum
bres de los habitantes de los llanos y los habitantes de las mon
tañas , siendo los de estas mas apegados á la forma monárqui
ca, y los primeros los que mas resistencia le oponian ; que en la
imposibilidad de conciliar una forma de gobierno igualmente
adaptable á los llanos y á las montañas, no habia mas medio
que adoptar el sistema de una federacion de provincias . Esta
fué la última voz que se levantó en esta ociosa discusion sobre
la forma de gobierno . El Congreso , sin duda se apercibió que
sus palabras no encontraban eco en el pueblo, y obligado á ocu
parse de otros intereses mas premiosos, contrajo sus afanes á
objetos mas dignos y á necesidades mas prácticas.
discusiones
El momento no era el mas á propósito parateoria
abstractas
. Mientras los diputados discurrian una sobre

la mejor forma de gobierno, y sobre la mas adaptable á la


naturaleza del suelo, la sociedad política se disolvia en torno
vacion lasinterrumpida con la suble,
noticia delalanacion
suyo cada
y de alguna deera
sesion Provincias que componian
profundamente
trabajada por el espíritu federal de las locali
dades .
El mismo Congreso, al anunciar á los pueblos por me
dio de unmanifiesto la heróica resolucion tomada el 9 de Julio,
les decia : « Consagrados á nuestro alto destino, somos á cada

24—“ Redactor del Congreso " num . citado, paj. 6.


142 HISTORIA DE BELGRANO

" paso interrumpidos en nuestras meditaciones por la incesan


« te agitacion tumultuosa que os conmueve ; y echando una
« ojeada desde la cumbre eminente en que observamos, se ha
« detenido con asombro nuestra consideracion sobre el cuadro
que ha ofrecido á nuestra vista la alternativa terrible de dos
« verdades, que escritas en el libro de vuestros destinos nos
apresuramos á anunciaros : union y órden, ó suerte desgra
« ciada. "
Este manifiesto ( de 1. ° de Agosto) escrito por la elegante
pluma del Dr. Passo, tenia por principal objeto escitar á los
pueblos á la union y al órden, dirigiéndoles verdades severas é
ilustrándolos sobre sus verdaderos intereses. " Acercaos al
« paño " le decia, en que trazamos el bosquejo del estado
que entramos á constituir. Fijas vuestras miradas al objeto
<< de vuestra comun felicidad , en vano es que nos autorizáse
❝mos con vuestros poderes, para no dirigir y terminar las lí
" neas por los puntos indicados al bien general. Si al tirar las
<< de demarcacion, las condujeramos por donde la naturaleza
las señaló con límites visibles donde el suelo se basta á sí
❝ mismo, diremos : la naturaleza ha llenado su designio, y nos
" otros hemos conformado nuestra obra á sus planes . Mas
« cuando dentro de esta traza los pueblos insistieren en de
« marcaciones, por divisiones y subdivisiones arbitrarias , les
« diremos : echad la vista á la Europa, ved lo que ha obrado en
« ella el siglo pasado, su division multiplicada en tan pequeños
« estados, etc. Volved á nuestra obra, les diriamos, y adver
❝tid que en nuestras manos estan puestos los destinos de la
« tierra y de las sucesiones futuras. La pluma ó el estilo que
" multiplique las líneas demarcatorias, abre en cada una de
<<< ellas los abismos , y la ley que las sancione, es una ley de
« muerte, desolacion y espanto. No, nuestra mision es para
regenerar, formar, y hacer la felicidad del pais ; nuestros
planes deben ser de vida y beneficencia. Que vivan, pueblen
❝y prosperen el estado en un sistema de union y de integri
« dad. " El Congreso, poseido de una ilusion generosa, y
creyendo que bastaba decretar el órden para que el orden exis
tiera, terminaba su manifiesto con un decreto en forma defiat,
CAPITULO XXV 143

que empezaba con estas palabras : Fin á la revolucion principio


alórden , amenazando con la pena de muerte ó de espatriacion á
los que atentáran contra él. Asi es como el Congreso creado
por los instintos federales de la época, conmovido por ellos al
tiempo de su instalacion , abiertamente partidario de la mo
narquia , mas tarde acabó por acertar instintivamente con el ca
mino de la salvacion, entrando de lleno en el órden republica
no, y proclamando abiertamente la unidad de régimen para
todos los pueblos que componian la nacion.
Entrado en este nuevo camino, se ocupó en confeccionar
un reglamento provisional para el gobierno del Estado, acor
dando se procediese sin perjuicio de esto á redactar una Cons
titucion, que sirviera de base de discusion al Congreso, para
afirmar la independencia sobre bases sólidas, colocándola bajo
la salvaguardia de los grandes principios que la revolucion se
habia propuesto hacer triunfar .
A su tiempo continuaremos la historia del Congreso de
Tucuman, siguiéndole en sus trabajos y emigraciones , volvien
do por ahora á ocuparnos de Belgrano, que nombrado nueva
mente General en Gefe del ejército del Perú, con universal
aplauso de los pueblos del Norte, era en aquel momento el
ejecutor de las voluntades del Congreso, y la espada fuerte en
que se
hubies apoyaba . Aunque las derrotas de Ayohuma y Vilcapugio
eneclipsad la estrella del venced
o or de Tucuman y Salta,
lo pu blre
tasdeel vove ia siempre en él la personificacio mas comple
a os lucinon argentina . n
comerc Iniciador de la independen
ial y políti ; prom re volucion ; autor decila
bande ca otor de la a
ra nacion , y últi
al mamente sostenedor del nuevo órden
cosas
de , las grandes ideas y los grandes intereses á
que habia
consag s vi tr iu al fi n , y c o T u renna , podia
rado n da nfaban mo
mr y atr en medi de su victor . La independen
e oari r uan
n qu choo indestruoctible , y la bania
heil dera que la simboliz cia a
ba i b a á ser pasead en tr iu de S ,
a nf o p o r to da la A m é r i c a l u d
Sosten
ida
por el robusto brazo de San Martin .
n San Martin es
el uevo combat q l
gran iente ue baja á apalestra á continuar con mas
dezay
gran y con mas acierto la tarea encomendada antes á Bel
o.
Este, reducido á la condicion de entidad negativa en
144 HISTORIA DE BELGRANO

cuanto á la propaganda esterior, contrae sus esfuerzos á domi


nar el desórden interior, lucha con el desórden , y lo neutraliza
hasta cierto punto, mientras San Martin triunfa mas allá de las
fronteras, desplegando en este teatro nuevas calidades y nue
vas virtudes que complementan su fisonomia moral.
Los sucesos de esta nueva faz de su vida nos conducirán
naturalmente á dar una idea de los movimientos internos que
se operaban fuera del recinto del Congreso, y la confla
gracion á que ellos dieron orígen, reduciendo á la República
Argentina al último estado de postracion y de miseria , preci
samente en los momentos en que mas grande se presentaba
ante el mundo, redimiendo pueblos esclavizados y llevando sus
armas triunfantes hasta la línea del Ecuador. Esta disolucion
interna contrarestada por la perseverancia de Belgrano , en
presencia del desenvolvimiento espléndido de la revolucion ar
gentina, generalizada por toda la América por los esfuerzos de
San Martin, es el espectáculo mas interesante que puede ofre
cerse á las miradas de la posteridad , el momento mas solemne
de su historia , el punto de partida de las grandes luchas de
principios, que han ensangrentado á los pueblos del Rio de la
Plata. Sin la inteligencia de esta época, la historia seria un
pálido reflejo de la realidad , porque la lucha de la independen
cia, en que se combate contra la España , no es sinó una faz de la
revolucion. La verdadera revolucion, la revolucion que con
mueve á la sociedad , que tiende á dominarla, y fija sus destinos
para lo futuro, se continúa entre los mismos pueblos revolu
cionados, despedazándose entre sí. Unos combaten por la fe
deracion, acaudillados por Artigas, personificacion genuina de
los instintos brutales de las multitudes, cooperando á su obra
de destruccion fuerzas vitales, que tenian su razon de ser, y de
bian mas tarde concurrir á la reconstruccion. Otros resisten ,
y contienen el incendio, dirigidos por Belgrano , dando tiempo
á la independencia para consolidarse en lo presente, y á la liber
tad, vigor para triunfar en lo futuro . Belgrano va á presentar
su tercera faz . Despues de haber reasumido la epoca colonial,
como reformador y revolucionario pacífico ; despues de reasu
mir la época de la independencia, como su promotor, y como
CAPITULO XXV 145

su apóstol armado, va á reflejar la revolucion social, en la que


tambien tiene su papel conspicuo. Bien que su gran mision his
tórica haya terminado, su nombre sigue siempre identificado al
desarrollo y á los destinos de la revolucion argentina, conside
rada bajo su doble faz política y social. ( 1 )

1- Hasta aqui llegaba lo contenido en la anterior edicion. Todos los capí


tulos que siguen, son nuevos, y han sido espresamente escritos para completar
esta tercera edicion, única completa. (Nota del Editor. )

10
CAPITULO XXVI

SIPE - SIPE

1815-1816

Prospecto y retrospecto -La guerra del Alto Perú -El programa territorial de la
independencia -El año XIV-Alvear y Rondeau - El levantamiento de
Pumakahua en el Cuzco- Noticias sobre Rondeau- Constitucion del ejército
auxiliar del Perú -Tercera campaña del Alto Perú—El Tejar-El Puesto
del Marqués -- Operaciones de los ejércitos beligerantes -Venta y Media- Ba
talla de Sipe-sipe - Retirada del ejército argentino - Se reorganiza en Hu
mahuaca-La revolucion interna --El caudillaje de Güemes en Salta- Su ac
titud ante el pais y el ejército - Desavenencias entre Güemes y Rondeau
Convenio de " Los Cerrillos " -Sus consecuencias-Contrastes en el Alto Pe
rú―Belgrano General en Gefe del Perú—Intentos de subversion - Reconcen
tracion en Tucuman - Reorganizacion del ejército - Su situacion militar, su
espírituy su influencia política.

Nombrado Belgrano general del ejército del Norte, por


elvoto del Congreso de Tucuman integrado por los diputados
de las provincias del Alto Perú ocupadas por el enemigo , el
árduo problema del avance de la revolucion armada por aque
lla parte, volvia á ponerse á la órden del dia.
El Congreso habia trazado los límites ideales de la nueva
nacion dentro de las fronteras del antiguo vireynato , obedecien
do á la tradicion histórica de la colonia y á las primeras aspi
raciones de la revolucion. Las armas habian sido impotentes.
para realizar este programa de nacionalidad, y la accion simul
tánea de las partes no habia sido homojénea en tal sentido.
148 HISTORIA DE BELGRANO

De los pueblos que en 1816 formaban teóricamente parte


integrante de las PROVINCIAS UNIDAS, cuya independencia se
proclamó en Tucuman , casi una mitad no reconocia su ley . El
Paraguay se habia segregado de hecho de la comunidad , bajo
la dictadura de Francia . La Banda Oriental, bajo el caudilla
je de Artigas, estaba en abierta insurreccion contra el gobier
no general, formando una especie de confederacion ó liga de
caudillos con Entre- Rios, Corrientes y Santa-Fé que se nega
ron á enviar sus Diputados al Congreso Nacional . Córdoba ,
trabajada por la influencia disolvente de Artigas y por ideas
truncas de federacion , obedecia condicionalmente . Salta , so
metida á un poder irresponsable y personal, formaba parte del
sistema á condicion de gobernarse á su antojo, bien que sin rom
per el vínculo nacional y concurriendo eficazmente á la defensa
del territorio en las fronteras del Norte. En el mismo Tucu
man, asiento del Congreso, fermentaban ideas de disgregacion ,
aun en las clases ilustradas, sugeridas por un estraviado patrio
tismo local y mal comprendidos principios de federacion . ( 1 )
En cuanto á los que se titulaban representantes del Alto
Perú, ellos no eran en realidad sinó los diputados vergonzan
tes de los emigrados de aquellas Provincias, que habian segui
do la desgraciada suerte de los ejércitos argentinos derrotados
en las anteriores campañas .

1 -El diputado por Tucuman de la Asamblea de 1813 , D. Nicolás Lagu


na, en un Informe de 31 de Mayo de 1813 dirigido á su Cabildo, esplicaba la ra
zon de sujuramento condicional, diciendo : " Algunos querian demostrar la ser
" vidumbre de mi pueblo por el juramento de obediencia que exigió por medio de
" V , E , esta Asamblea. Dije que siendo juramentos provisionales de Gobierno
(1
y disposiciones de la Asamblea hasta la sancion de la Constitution , el juramento
66
no tenia otra firmeza que la del acto á que se agregaba ; que no inducia especial
16
obligacion distinta de la naturaleza de la cosa que se habia jurado, y que bajo
46
este supuesto y certísima doctrina, no se podia decir que el Tucuman prestó pa
66
ra siempre la cerviz doblada á la Asamblea y Poder Ejecutivo ; sinó que aquel
66 acto tenia solamente la fuerza de una promesa que hacía el pueblo, de estar
66
quieto y tranquilo á las órdenes provisorias del Gobierno y Asamblea, hasta la
" sancion de la Constitucion. Quien juró Provincias Unidas no juró la unidad
" de las Provincias " [ Doc. inserto en las " Memorias " ineditas del director Po
sadas, M. S. ]
CAPITULO XXVI 149

El acta de la independencia de las PROVINCIAS UNIDAS


DEL RIO DE LA PLATA era, pues , un simple proyecto de sobera
nía territorial, trazado sobre la carta del antiguo vireynato , cu
yos elementos incoherentes estaban en descomposicion , y en cu
yo seno atormentado se elaboraban los gérmenes de su recom
posicion y organizacion . En tal situacion ¿ cómo reconquistar
el territorio que las firmas de los diputados del Alto Perú re
presentaban, desde Humahuaca y el Pilcomayo hasta el Desa
guadero ? cómo defender el territorio en parte regido por la ley
com un, que las demas firmas representaban, teniendo sobre la
frontera al enemigo triunfante y á la espalda las masas indisci
plinadas con sus tendencias disolventes ? Tal era el complicado
problema que el Ejército Auxiliar del Perú tenia que encarar .
Por tres veces la revolucion habia avanzado en son de guer
ra con el objeto de ocupar la estremidad de la frontera norte
del vireynato, buscando el camino de Lima, centro de la reac
cion , y por tres veces habia retrocedido vencida . La primera
vez llegó hasta el Desaguadero, bajo los auspicios de una victo
ria, y retrocedió hecha pedazos en Huaqui. La segunda vez, ---
por dos ocasiones triunfante dentro de sus límites revoluciona
rios , fué vencida en Vilcapugio y Ayohuma . En su tercer
t
avance se habia visto obligada á abandonor para siempre el
erren e
o n
Sipe-Sipe, retrogradando á su punto de partida.
Para comprender mejor los sucesos que van á desenvolver
se, darles un encadenamiento metódico y encerrar dentro del
cuadro de esta historia todo cuanto al Alto Perú se refiere, se
hace necesario
volver á tomar el hilo de la narracion en 1815 ,
en los momentos en que la tercera y última campaña al Alto
Perú sepreparaba
.
Ayoh
uma, se
Como Belsabe, despues de las derrotas de Vilcapugio y
Mart grano habia sido relevado por el general San
in. El en
emigo triunfante , que habia invadido el territo
rio argen
tino , tuvo á su vez que retroce sin combat a
ir nte
der
las hábiles mani
obras de San Martin ; la decision de la provincia
de Salta, sost
recc enida por las guerrillas de Güemes ; y la insur
ion
del Alto Perú que renacia poten p
te á su espalda , romo
vid
a
Por la incontrastable constancia de Arenales en Cochabam
150 HISTORIA DE BELGRANO

ba, la enerjia de Warnes en Santa Cruz de la Sierra, y el entu


siasmo de las multitudes que se levantaban espontaneamente
en los valles y las montañas, armadas de piedras y garrotes.
En tales condiciones, el duelo á muerte entre el vireynato
del Perú, y el vireynato del Rio de la Plata convertido en Pro
vincias Unidas, volvió á recomenzar . Como siempre, el Alto
Perú fué el palenque, cuyo dominio se disputaron ambos con
tendentes. Los dos procuraban herirse en el corazon, buscan
do el uno el camino de Buenos Aires y el otro el de Lima.
Pero si los realistas habian triunfado constantemente en las
montañas del Alto Perú, merced á su disciplina, su táctica y
sus mejores generales, la revolucion por su parte habia mostra
do que era invencible dentro del territorio de la cuenca del
Plata . San Martin con su génio observador, dándose cuenta
racional de estos hechos , habia comprendido que no era aquel
el camino militar de la revolucion, y que la guerra se prolon
garia indefinidamente mientras las condiciones de la lucha no
se variasen. Desde entonces, su idea fija fué llevar la guerra
por Chile, dominar el Pacífico, y atacar el Bajo Perú por el mar,
admitiendo simplemente como complementarias de este plan ,
las operaciones militares por el Alto Perú.
En esa época, los realistas que habian sofocado todas las
revoluciones americanas desde Méjico hasta Arauco, con es
cepcion de la de las Provincias Unidas , proyectaban formar en
Chile un ejército poderoso con el objeto de atravesar los An
des y darse la mano con el ejército triunfante del Alto Perú
en el centro del territorio argentino, localizando en él la guer
ra y haciendo converjer contra ella todos los elementos milita
res de la América y de la Península . Tal era el plan del virey
Abascal en 1815. ( 2 )
El año de 1814 habia sido de angustias y de prueba para

2-Instrucciones de Abascal á Pareja, Gainza y Osorio en sus espediciones


á Chile. [ Véase Amunátegui, " Reconquista de Chile, " pág. 132 ; Torrente,
"Historia de la Rev. hisp. amer. t. II, pág. 149, y el oficio de Pezuela á Marcó
del Pont de 4 de Noviembre de 1815, interceptado y publicado en la " Gazeta
de Buenos Aires " de 11 de Marzo de 1817. Garcia Camba lo comprueba.
CAPITULO XXVI 151

las Provincias Unidas. Evacuado el Alto Perú por su ejército


derrotado en Ayohuma, ocupado Montevideo por los realistas
señores de las aguas, caido Chile cuando Montevideo era con
quistado, presas del desórden interno que empezaba á hacerse
crónico , las provincias argentinas iban á quedar solas en la
arena revolucionaria , rodeadas por tres ejércitos y una escua
dra, llevando en su propio seno los gérmenes de la anarquía
política , militar y social. Agréguese el anuncio de una espedi
cion de 15,000 hombres prontos á dirigirse de Cadiz al Rio de
la Plata para abrir operaciones sobre la base de Montevideo, y
se tendrá una idea de los peligros de la situacion.
Todos estos peligros fueron empero conjurados . La es
cuadra española en el Rio de la Plata, fué batida y apresada .
Montevideo fué rendido por capitulacion . La espedicion es
pañola destinada contra las Provincias Unidas se dirigió con
tal motivo á Costa Firme. El ejército de los Andes empezó á
organizarse en Mendoza respondiendo al plan de San Martin .
Entónces fué que se pensó en abrir por tercera vez una nueva
campaña sobre el Alto Perú.
El
general Alvear que, como queda esplicado, habia teni
do la gloria de rendir á Montevideo y era el favorito del gobier
no, anhelaba ceñirse los lauros de esta campaña, y contaba por
seguro abrirse paso hasta Lima al frente de un ejército de seis
mil hombres, insurreccionando todas las poblaciones á su paso.
Aeste fin empezó á reforzar el ejército auxiliar del Perú con
batallones victoriosos
los en Montevideo mandados por gefes
adictos á su persona.

Al solo anuncio de estos movimientos preparatorios , habia


estallado en el Cuzco un gran movimiento popular , que se pro

pagó hasta Puno y la Paz, activando el fuego de la insurrec


Acaudillá baloel Alto Perú y aun en las fronteras argentinas.
cion en todo
el indio Mateo Pumakahua , cacique elevado al
rango de general
por sus servicios contra la gran sublevacion
de Tupac-Amaru treinta y cinco años antes. Este descendien

de la raza conquistada al servicio de los conquistadores,


reunió
te
en torno suyo no solo á los indígenas y mestizos, sinó
tambien
á una gran parte de los criollos que dieron al movi
152 HISTORIA DE BELGRANO

miento un significado verdaderamente americano. Aunque in


consistente y destinado fatalmente á sucumbir por su debilidad
orgánica, como todos los movimientos de este género que esta
llaron durante la revolucion en el Alto y Bajo Perú, el del Cuz
co era formidable, y obligó al ejército español del Alto Perú á
debilitarse considerablemente á fin de acudir á sofocarlo, que
dando por esta causa en absoluta impotencia para atacar.
En el mismo ejército español se elaboraban misteriosos
planes de conjuracion. Dijimos antes, que al servicio de los
realistas, existia un gefe natural de Salta, reputado como el
primer guerrillero del ejército español. Era este el coronel
D. Saturnino Castro, que con su coraje y oportunas disposi
ciones habia decidido la batalla de Vilcapugio. Gefe de un
escuadron sobre el cual ejercia dominio, apasionado de una
belleza salteña cuya ausencia lloraba, deseando abrirse el ca
mino de la ciudad natal ó por el triunfo ó por la defeccion de
la causa del Rey, y á la sazon conmovido por la revolucion del
Cuzco, meditó el plan audaz de insurreccionar el ejército real,
sobre la base de su escuadron, contando arrastrar fácilmente al
primer regimiento de cuzqueños, cuerpo compuesto de america
nos . Al efecto despachó un emisario al general patriota (Agosto
de 1814 ) comunicándole su resolucion y su plan . Consistia este,
ó bien en apoderarse con su escuadron de la persona del gene
ral español y de la artilleria del cuartel general, sublevando por
este medio su ejército ; 6 bien marchar desde Suipacha (donde
se hallaba) á Moxo donde estaba la vanguardia, y apoderarse
de esta por sorpresa, intimando en seguida rendicion al gene
ral en gefe y su estado mayor. Para asegurar una de estas
combinaciones pedia que el general patriota hiciera adelantar
un batallon hasta Colorados, poniéndose desde luego á sus ór
denes y remitiéndole una clave secreta para comunicarse. (3)

3-El emisario fué el Dr. D. Lorenzo Villegas, que despues figuró en la re


volucion Of. reservado de D. Lorenzo Villegas al General Rondeau, de 6 de Se
tiembre de 1814. M. S. autógrafo en nuestro archivo ( Papeles de Rondeau)
Véase " Memorias etc. " de Camba, t. I, páj. 119 y 120 y " Memorias " de Paz,
t. I, páj. 185 y 186.

1
CAPITULO XXVI 153

Todo, pues, parecia prometer una victoria á las armas ar


gentinas , que habrian alcanzado quizá , si el general Alvear
hubiese podido dirigirlas.
Conocemos ya á Alvear como político de intrigas y aven
turas , y hemos asistido á su merecida caida, castigo de una am
bicion sensual y estéril, desnuda de principios en el gobierno
del Estado . Empero, como general tenia ca lidades de mando
y poseia sobre el arte de la guerra ideas mas completas que
los demas generales de su tiempo (con escepcion de San Mar
tin.) Por su petulancia juvenil, su indisputable corage, su
carácter emprendedor y sus chispazos de inteligencia que imi
taban á veces los relámpagos del génio, era el mas indica
do para romper con la vieja rutina que realistas y patriotas
habian practicado en aquel teatro de la guerra, y habria
lanzado las operaciones por otros caminos , sinó muy seguros ,
al ménos mas brillantes y gloriosos . Hemos esplicado ya
las causas porque Alvear no pudo tomar el mando del ejér
cito del Perú, que le negó su obediencia , precipitando su
caida . (4)

Hallábase al frente del ejército auxiliar el General D. José


Rondeau , nacido en Buenos Aires en 1773 , Era un hombre
de recto juicio , pero sin las luces de la inspiracion , de porte
grave y carácter algo apático, de alma serena, reconocido por
todos como un patriota abnegado y virtuoso , y un soldado de
buena escuela . Habia hecho sus primeros ensayos militares
en las guerras de frontera contra indios y portugueses, acredi
tándose de bravo. Fué uno de los defensores de Montevideo
en 1807 , de donde pasó á Inglaterra prisionero. En la guerra
de la Península contra Napoleon , se habia distinguido como
oficial de caballeria bajo las órdenes de Blacke y del marqués
de la Romana . Restituido á su pátria en 1810, ofreció su es
pada á la revolucion , y formó el primer cuerpo de caballeria re
nominaci
gular de on ejércitos
los de independenc
de lade conocido
Dragones la Patria.ia Como con habia
general la de

4- Véase el capitulo XXIV de este libro .


154 HISTORIA DE BELGRANO

mandado con acierto y gloria los dos sitios puestos á Montevi


deo, batiendo á su guarnicion fuera de murallas en la batalla
del Cerrito, y estrechando el asedio con perseverancia y méto
do. Ya se ha visto como el General Alvear le arrebató el honor
de entrar triunfante á la plaza, cuya rendicion habia prepa
rado.
A pesar de lo depresivo del relevo , el General Rondeau , mo
derado por temperamento y exento de ambiciones políticas , ha
bria cedido por segunda vez á Alvear el puesto del honor , sinó
se hubiese dejado dominar por los gefes principales del ejérci
to. Estos se empeñaron en sostenerle á todo trance en el
mando, llegando hasta desconocer la autoridad del gobierno , y
separar de él á los jefes adictos á Alvear, que eran precisamen
te los mas capaces. Desde ese momento, el general en gefe
convertido en instrumento de sus subordinados, fué obedecido
á condicion de no mandar, y la moral y disciplina del ejército
se relajó completamente. Esto mostraba que Rondeau carecia
del temple del hombre de mando, no teniendo por otra parte
las inspiraciones del guerrero, ni los talentos del organizador
militar, como lo manifestó despues. Si al ménos una voluntad
fuerte y una inteligencia superior hubiese prevalecido en sus
consejos , esta mala constitucion del ejército habria podido cor
rejirse quizá. Pero sus principales cabos no le eran muy su
periores. El Coronel D. Martin Rodriguez , que estaba á la
cabeza del círculo que lo sostenia, era un buen patriota de mas
corazon que cabeza, sin aptitudes para concebir una opera
cion de guerra, ni para ejecutarla. Pagola y Forest, valerosos
gefes de infanteria , eran dos atolondrados , que hacian gala de
insubordinacion y de despreciar la autoridad del general.
D. Rudecindo Alvarado y D. Diego Balcarce, hombres de ór
den en el campamento y de enerjia en el combate , eran de ca
rácter irresoluto, y su instruccion militar no sobrepasaba el
nivel de los rutineros . El mayor general del ejército D. Fran
cisco de la Cruz, el mas capaz de todos en otro sentido , con
conocimientos científicos y talentos de organizador, aunque de
un carácter recto y un juicio sólido, era un espíritu sin iniciati
va, que cumplia su deber con honor llegado el caso ; pero que
CAPITULO XXVI 155

se ainoldaba á las situaciones . (5 ) Era, pues, un ejército sin


cabeza y sin nervio, el que iba á llevar nuevamente la bandera
de la revolucion al territorio del Alto Perú.
En el intérvalo de los sucesos que hemos apuntado, se
habia dejado escapar la oportunidad de la revolucion del Cuzco,
y no se habia sabido ó podido utilizar la valiosa cooperacion
ofrecida por el coronel D. Saturnino Castro. Los trabajos
de este , fueron al fin sentidos por el general español, que or
denó su prision. Viendose Castro perdido, montó á caballo

acompañado de algunos soldados y se dirigió á su escuadron


del cual estaba accidentalmente separado. Pocos fueron los
que le siguieron , y entre ellos su hermano D. Pedro Antonio,
que servia en él como oficial. Al frente de este grupo se di
rigió á Moraya donde se hallaba el regimiento del Cuzco , inti
mando sobre la marcha rendicion á Pezuela y espidiendo á la
vez su proclama en el sentido de la revolucion . No habiendo
conseguido persuadir á los gefes y oficiales de la compañía á
que se pronunciaran , procuró ponerse en salvo , pero al ir á to
mar un caballo , fué inmediatamente preso. Juzgado y senten
ciado por un consejo de guerra , fué condenado á muerte y fusi
lado en Moraya en Octubre de 1814. El batallon cuzqueño con
el cual habia contado para la sublevacion , reclamó ser el ejecutor
de la sentencia, para dar ' una muestra de su fidelidad . ( 6)
Bajo estos tristes auspicios, el ejército auxiliar del Alto
Perú, en entredicho con el gobierno y sin plan ni actividad en
sus movimientos , abrió desde Jujuy la tercera campaña sobre
el Alto Perú. Fuerte de mas de 4000 hombres de las tres
armas y dosa baterias de artilleria, componíanlo los batallones
infanteri
de 1º, 6º, 7°, el 2° y 9° de cazadores y los regimien

tos de caballeria Granaderos á Caballo y Dragones de la Pa


tria. ( 7 ) La vanguardia la cubria el comandante Güemes con

5- Véase " Memor


ias " del general Paz, t. I, pág . 83 y sig.
6- Véase, Camba , t. I. páj . 120 y 121 , y Paz , t. I, páj . 186 .
7-El Rondeau en su 66 Auto Biografia " dice 4009 hombres , contan
do con los ge
deneSa
ralt
l a.
"apénas pasab de 3000El homgebne ,l"Pa
talz ven
ez psuosr n"o Me
incmo las "fudi zasqudeeelGüejeérmci
erce
a rera
s luri
ir as esto
156 HISTORIA DE BELGRANO

las milicias de Salta , unidas á dos escuadrones de caballeria de


de línea. Su maniobra preliminar fué escalonarse en la que
brada de Humahuaca á principios de Febrero 1815 , tomando
el mando de la vanguardia D. Martin Rodriguez . El 19 de
Febrero intentó este gefe un reconocimiento por el frente á
la cabeza de un escuadron y acampó en el Tejar, sin tomar
precauciones. Sorprendido por una division enemiga , fué
hecho prisionero con toda su tropa, salvándose únicamente el
teniente D. Mariano Necochea . Este bizarro oficial encerrado
en un corral de piedras con 25 granaderos, procuró resistir por
algun tiempo, pero viendo la inutilidad de sus esfuerzos, montó
á caballo en pelos y se lanzó sable en mano sobre el enemigo
que lo cercaba y que rompió sobre él un fuego horroroso. Ne
cochea parece trepidar y se detiene : era que observaba el
punto débil. En seguida, dando espuelas al caballo, se lanza
como un rayo sobre la caballeria , que se prepara á recibirle :
un valeroso soldado español le sale al encuentro, avergonzado
tal vez de que un solo hombre los cargase. Necochea lo atro
pella, descarga sobre él un golpe tremendo que lo derriba. A
su frente se abre un claro, pasa por allí esgrimiendo el sable
ensangrentado, y escapa golpeándose la boca , siendo perse
guido por el espacio de dos leguas . Necochea contando sen
cillamente esta hazaña decia : « En mi vida he dado un tajo
igual creo que le dividí la cabeza hasta el pescuezo. ” ( 8 )
Mandaba el ejército español el general Pezuela , vencedor
en Vilcapugio y Ayohuma, el cual tenia su cuartel general en
Cotagaita y se hallaba mal preparado para recibir una invasion .
Constaba toda su fuerza de 4500 hombres, de los cuales como
2500 dispersos en destacamentos lejanos, habieudo tenido que

que regresaron al abrirse la campaña. Los historiadores españoles Torrente y


Garcia Camba dicen : 4000 el uno y 4000 y 6000 el otro contradiciéndose. Fal
tando en el Archivo general, los documentos de esta campaña (solo existen algu
nas carpetas sueltas ) no hemos podido comprobar esta cifra.
8-Relacion verbal de Necochea- Memoria de D. Celedonio Balbin sobre
algunos sucesos de la guerra de la Independencia (M. S. autógrafo en nuestro
archivo.)
CAPITULO XXVI 157

desprender una columna de 1200 hombres con 4 piezas de ar


tilleria , al mando de su segundo el general Ramirez, para hacer
frente á la formidable insurreccion del Cuzco . Por lo tanto,
Pezuela solo contaba con poco mas de 2000 hombres bajo su
inmediato mando en Cotagaita. En tal situacion , el general es
pañol se dejó persuadir por su prisionero D. Martin Rodriguez ,
quien le hizo concebir la esperanza de un arreglo, si lo ponia
en libertad bajo su palabra de honor, con la condicion de ser
canjeado. Accedió á ello Pezuela, esperando sin duda ganar
tiempo para reconcentrar sus fuerzas, haciendo á la vez al ejér
cito patriota un verdadero presente griego.
Pasaron cerca de dos meses antes que el ejército patriota
abriese resueltamente su campaña . En los primeros dias de
Abrilemprendió su movimiento en masa, inclinándose á su iz
quierda por el camino del despoblado . Desde la altura del
Tejar , desprendió una columna de 500 hombres de infanteria y
caballeria, acompañada por los milicianos de Salta al mando de
Güemes , con el objeto de sorprender un destacamento como de
250 realistas que se hallaba en el Puesto del Marqués ( cerca de
Yaví) .
La empresa se logró felizmente ( 17 de Abril) quedan
do vengada la sorpresa del Tejar, y en poder de los patrio
tas como cien prisioneros , y en el campo varios muertos y
heridos
.

A la noticia de este contraste , Pezuela levantó precipita


damente
su campo de Cotagaita el 21 de Abril, tomó el camino

tdel despoblado, atravesó la cordillera nevada del Fraile y se si


uó en
Challapata , observando el camino de Potosí, y cubrien
do las provincias de Cochabamba , Oruro y la Paz, mantenien
do
hizo sus comunicaciones francas por el Desaguadero. A la vez,
replegar las guarniciones de Potosí y Chuquisaca, con ór

Ramir
ez, vencedo
ra ya de Pumakahua .

El ejército argentino ocupó el pais que le abandonaba sin


resistencia el enemigo, y permaneció por mas de cuatro meses
eninaccion (desde Abril á Setiembre, ) proveyéndose de lo ne
cesario
para continuar su campaña, en las ciudades de Chuqui

saca y Potosí. Aqui supo el General Rondeau la caida de Al


158 HISTORIA DE BELGRANO

vear y su nombramiento de Director Supremo del Estado, de


cuyo puesto escusó recibirse hasta no dar cuenta del enemigo.
En sostitucion fué nombrado Director provisional el General
Alvarez y Thomas, como queda dicho .
Mientras tanto, la division de Ramirez aumentada hasta
el número de 2000 hombres, se ponia en marcha desde el Cuz
co buscando la incorporacion de Pezuela, y un batallon de Chi
lotes desembarcado en Aríca venia á reforzarlo, trayéndole ar
mamento y municiones. Por su parte el infatigable Arenales
anticipándose á las operaciones del ejército, invadía á Cocha
bamba y ocupaba su capital á la cabeza de 800 hombres de in
fanteria y caballeria medio organizados y una multitud de in
dios armados de hondas, picas y macanas. Situado asi sobre
el flanco del enemigo, promovia la sublevacion de la provincia
de Chayanta en masa y obligaba á la vanguardia realista á re
concentrarse. Pero casi simultáneamente (mes de Julio) llega
ron al cuartel general realista en Challapata la division Rami
rez y el batallon de Chilotes . Pezuela se encontró entonces
al frente de mas de 4000 hombres. La sublevacion del Cuzco
estaba domada y el pais á su espalda pacificado. La faz de la
campaña habia cambiado.
En Setiembre se movió el ejército patriota por el camino
real que de Potosí conduce á Oruro al través de ásperas mon
tañas y largos desfiladeros. A la altura de Chayanta se inclinó
sobre su derecha y tomó acantonamientos, poniéndose en comu
nicacion con Cochabamba . Allí permaneció por el espacio de
un mes, en cuyo intérvalo el coronel Arenales le trajo el contin
jente de dos batallones de mas de 400 plazas cada uno , que se
incorporaron al ejército bajo la denominacion de Núm. 12.
Por efecto de las bajas por enfermedades, deserciones y la
disminucion que produjo en las filas el regreso de los milicia
nos de Güemes desde el Puesto del Marqués , el ejército de
Rondeau apénas ascendia á 4000 hombres, no obstante el re
fuerzo de Arenales .
El movimiento del ejército patriota hizo presumir á los
realistas que el plan de Rondeau era acordonarse desde Lloca
lla (camino de Potosí) á Paria (camino de la Paz) , aislarlos de
CAPITULO XXVI 159

la parte mas abundante del pais, y aprovechándose de la


buena disposicion de los naturales que obstruian los caminos ,
privarles de todo recurso , lanzarse en seguida sobre Oruro
cortar sus comunicaciones con el Desaguadero y obligarlos á
una batalla en condiciones desventajosas. Pezuela lo previno,
trasladando su cuartel general á Sora- Sora cubriendo á Oruro,
y atendiendo á la Paz por medio de una fuerte division que
situó en Paria, amenazando á la vez á Chayanta con otra divi
sion que estableció en Venta y Media á cuatro leguas de dis
tancia de la vanguardia patriota, pero en aptitud de poderla

protejer oportunamente, guardándose contra toda sorpresa


en posiciones escojidas.
El general argentino se mantenia entretanto á la espec
tativa , en la inteligencia de que Pezuela estaba atrincherado
con el grueso de su ejército, y fluctuaba entre aventurar un
ataque ó prolongar la defensiva. Una funesta inspiracion de
Martin Rodriguez vino á sacarle de esta incertidumbre . Se
gun los partes del oficial de avanzada La Madrid , la division es
pañola de Venta y Media no pasaba de 300 hombres . Un re
conociento de D. Diego Balcarce al frente de la caballeria, con
firmó este parte . En consecuencia , Rodriguez proyectó una
sorpresa , y Rondeau la autorizó aunque con repugnacia, con
prevencion de no arriesgar nada si la fuerza escedia del nú
mero calculado . (9)

La division de realistas se componia de dos batallones y


un
divescuadro
ision pa n y estaba mandado por el famoso Olañata . ( 10 ) La
triota que se destinó á la sorpresa, se componi de
a
350 infant d batallon de cazador y 200 hombre de caba
es el es s
lleria del regimie d D o
nto e ragones . La peracion fué mal con

9- Parte de Venta y Media M. S. del Archi Gener .


vo al
10- El genera La Madri en sus " Observ
l d aciones ", páj . 67. niega que fue
seMnedmoosrila s baGa
os." Caes josrein Venta y, yMqeudeiam,ascobi
n fo moen lo afirsu P z en su
"
teresado en
tarc
llon
iaes mbpa
año
mele rmado debi a maponéars s
ele in
páj. 163, quedisminuir
los batalllaonfuerza realista, dice espresamente en sus "Memorias" t. I.
escuad es eran dos , el de Partidarios y Cazadores , y además un
ron.
160 HISTORIA DE BELGRANO

ducida , los guias se estraviaron en la noche, y aunque el capitan


La Madrid consiguió sorprender la gran guardia que pasó á
cuchillo, en la mañana del 20 de Octubre la columna argentina
fué completamente derrotada, dejando en el campo como cien
muertos y otros tantos prisioneros (casi todos de infanteria)
con mas de 300 fusiles , salvando apénas la caballeria. ( 11 ) En
este combate fué herido el mayor D. José Maria Paz, tan cé
lebre despues, quedando manco para toda su vida, y el coro
nel Martin Rodriguez (despues General) perdió para siempre
en él su reputacion militar.
Desde ese momento no pensó Rondeau en buscar al ene
migo, y resolvió replegarse á Cochabamba, aumentar allí su
ejército, mantenerse á la defensiva en posiciones convenientes
mientras le llegaba el refuerzo de una division de mil hom
bres que á marchas forzadas venia á incorporársele á las
órdenes del general D. Domingo French. ( 12 ) En consecuen
cia, emprendió una retirada precipitada de Chayanta, por
caminos escabrosos, aun ántes de hacer adelantar sus depósitos.
Pezuela por su parte, que hasta entónces se habia mante
nido á la estricta defensiva esperando mayores refuerzos , se
decidió á tomar decididamentee la ofensiva, aprovechando el
efecto moral de Venta y Media. Casi al mismo tiempo que
Rondeau, levantaba su campo en los primeros dias de Noviem
bre , se dirigia por otro camino mas directo en su busca, bajaba
á los valles de Cochabamba por la cuesta de Tapacari, cubriendo
en su movimiento á Oruro y procuraba salir á vanguardia del
ejército patriota, interponiéndose entre él y Cochabamba.
Al pié de la cuesta de Tapacari se levanta una aspera ser
rania . En medio de ella se abre una áspera quebrada, que
conduce á la pampa de Sipe- Sipe, ancha llanura rodeada de

11- Véase. -Auto Biografia de Rondeau-" Memorias de Paz" - "Observa


[ciones de La Madrid" —" Memorias de Camba"-Ademas hemos tenido á la vista
los "Recuerdos del general D. Rudecindo Alvarado, que mandaba la infanteria
en aquella jornada M. S.
12-Oficio de Rondeau al Director, de 4 de Noviembre de 1815. ( M. S. del
Archivo General.)
CAPITULO XXVI 161

altas y escabrosas montañas , en cuyo centro se levantan algu


nas lomas aisladas al pié de un suave plano inclinado, que do
mina la planicie. Allí hizo alto el ejército arjentino, á cuatro
leguas de Cochabamba, y se resolvió á esperar al enemigo, con
siderándose inespugnable .
Pezuela amagó un ataque por la quebrada ; pero encon
trándola bien defendida , se corrió por su izquierda con el grue
so de sus fuerzas y coronó las altas montañas de aquella parte,
que se consideraban impracticables y que llevan el nombre de
Viluma, famoso desde entónces . Desde la altura descubrió el
general realista la posicion y la fuerza del ejército patriota, pe
netrando desde luego su plan, que era defender la boca de la
quebrada por donde se crecia únicamente posible el ataque.
El 27 de Octubre empezó á descender el ejército español
las fra gosidades de la cuesta de Viluma , que conducen al valle
de Sipe - Sipe . Rondeau apercibido oportunamente de la ope
racion, habia acudido á disputar el paso ; pero una bateria ene
miga situada en una meseta á media cuesta, protegia el descen
so de los realistas , que pasaron la noche en aquel ancho esca
lon de
la montaña. Al dia siguiente ( el 28 ) el ejército real
continuó su descenso superando inmensas dificultades, descol
gándose como gatos, segun la espresion de un testigo presencial
bajo el fuego de los batallones patriotas que disputaban palmo
á palmo el terreno. Consiguieron al fin establecerse en el
llano sobre la boca de la quebrada cuyo poligroso ataque habian
evitado , tendiendo su línea casi paralelamente á la que ocupa
ban los patriotas .

El ejército argentino, coronando con artilleria las lomas


aisladas del centro del llano, estaba situado al pié del suave
inclinado que lo domina, emboscado en las huertas de
plano Sipe
Sipe- y parapetado en parte por algunas tapias. A su de
recha tenia el cauce seco de un rio. En tal posicion , si el ata
que se
hubiera
bable, que empeñado
la victoria porquedado
el frente,
poresl posible y aun pro
hubiese
patriotas . Pero
Pezuela habia mostrado en Ayohuma , que sin ser un génio
militar, sabia que era peligroso pretender agarrar un toro por
las astas .
11
162 HISTORIA DE BELGRANO

En la tarde del 28 hizo Pezuela un reconocimiento sobre


la derecha patriota, empeñándose un fuerte tiroteo que se pro
longó hasta entrada la noche. En la mañana del 29 practicó
un movimiento de flanco fuera de tiro de cañon, se corrió en
columna sucesiva por su izquierda , formó cuadro , arengó per
sonalmente á sus tropas entusiasmadas, y desplegó su línea de
batalla dando frente al cauce seco del rio ya señalado . Por este
bien combinado movimiento se colocó sobre la derecha de Ron
deau, neutralizando en gran parte las ventajas de su fuerte po
sicion.
El General patriota al iniciarse el movimiento del enemigo,
ejecutó con precision un cambio de frente. Por este movi
miento, la loma ó morro principal, que formaba el dia anterior
la estrema derecha de su línea, quedó colocado al centro , domi
nando siempre el llano del otro lado del barranco ó cauce seco,
el cual fué cubierto con guerrillas de infanteria apoyadas por
los fuegos de artilleria que atacaban los despliegues de las co
lumnas realistas. (13 ) A retaguardia se estableció la infante
ria, cubierta por los accidentes del terreno. La caballeria se
situó sobre ambos flancos en actitud de cargar oportunamente,
y esta fué la única disposicion que indicara una intencion mas
allá de la estricta defensiva.
Pezuela avanzó resueltamente desplegado en batalla su
friendo el fuego de artilleria, desalojó á los tiradores patriotas
del barranco, se lanzó sobre la derecha de la posicion, que te
nazmente defendida al principio, cedió al fin á su empuje.
Mientras tanto, la derecha realista se corria en desfilada á lo
largo del indicado barranco, vigorizando el ataque á la vez que
amagando la izquierda argentina . Rota la derecha de los pa
triotas y en inaccion su izquierda, la batalla estaba completa
mente perdida.
Los que han atribuido esta derrota á órdenes dadas á des
tiempo ó mal ejecutadas, parecen no haber comprendido que

13-Parte de Sipe- Sipe por Rondeau. -Manifiesto del mismo sobre su cam
paña. M S.-- Parte de Sipe-Sipe por Pezuela en la Gazeta de Lima.
CAPITULO XXVI 163

la batalla estaba perdida antes de darse. Era un ejército des


moralizado, sin cabeza y sin nervio, que se mantenia á una
estricta defensiva en una posicion que creyó equivocadamente
inespugnable. Atacado en ella por donde no lo esperaba, tuvo
que obedecer á todos los movimientos agenos, y empeñado el
fuego, lo libró todo á la resistencia pasiva contra un enemigo
resuelto á avanzar á todo trance . Solo así se esplica como
Pezuela pudo ejecutar su marcha de flanco casi dentro del tiro
de cañon de los patriotas, y avanzar impunemente desplegando
en línea de batalla con fuegos sobre la marcha, sin ser atacado
en su avance por una ó mas columnas, oportunamente lanzadas
bajo la proteccion de una artilleria en posicion y superior en
en calidad . Estas faltas cometidas por el general español y
que con razon los militares han criticado, prueban empero, que,
en la resolucion del avance estuvo la victoria y en la falta or
gánica de iniciativa de parte de los patriotas, la derrota .
El general Rondeau sin perder su sangre fria, procuró
contener al enemigo triunfante haciendo jugar activamente su
artilleria, perfectamente dirijida por el comandante D. Pedro
José Luna y los capitanes Peralta y D. Antonio Giles . Al
mismo tiempo ordenó al batallon número 9 que se retiraba en
.
formacion, volviese caras, lo que ejecutó bravamente y en órden
el coronel Pagola ; aunque envuelto muy luego por el desórden
del batallon N° 1° tuvo que ceder, dejando gran parte de su
tropa tendida en el campo. ( 14 ) Viendo la inutilidad de estos
esfuerzos, y que su izquierda era al mismo tiempo forzada por
la derecha enemiga, procuró reconcentrar la resistencia en el
morro ; pero tuvo que desistir de ello , porque ya nada habia
que hacer sinó salvar los restos dispersos. Entonces tuvo la
inspiracion del momento. Dirigióse al galope á los dos es
cuadrones de Granaderos á caballo que se habian retirado
en órden del flanco derecho, y ordenó personalmente á los
comandantes Rojas y Necochea que cargasen sable en mano

14-Parte y manifiesto de Rondeau ya citado - Informe de Pagola sobre sus


operaciones en la batalla, M S. -Carta de Pezuela al virey de Lima.
164 HISTORIA DE BELGRANO

para contener al enemigo. Estos dos gefes eran dignos de


recibir tal órden. Cargaron con irresistible denuedo sobre
la infanteria, paralizaron una parte de ella, hicieron retroceder
otra, acuchillaron la caballeria enemiga, obligandola á refu
giarse desmontada á retaguardia de sus batallones ; y con ocho
oficiales heridos y una pérdida de mas de cincuenta hombres
de tropa entre muertos y heridos , dieron tiempo á que se sal
vase una gran parte de los dispersos. Rehaciéndose luego con
serenidad, continuaron sesteniendo bizarramente la retirada,
hasta que no quedó en el campo un solo soldado patriota que
protejer. (15 ) Al mismo tiempo, el mayor La Madrid vol
viendo cara con una parte de los Dragones que se retiraban
ordenados , cargó sobre las partidas perseguidoras del enemigo,
y las obligó á replegarse, concurriendo así á que se salvara
mayor número de dispersos. ( 16) El general español, haciendo
justicia al valor de sus enemigos desgraciados, escribió sobre
el campo de batalla : « Fueron los enemigos batidos , pero reu
niéndose siempre y perdiendo terreno palmo á palmo, con
« teson, y una disciplina como pueden tener las mejores tropas.
« Su caballeria trabajó admirablemente . " ( 17)
La pérdida de los patriotas pasó de mil hombres entre
muertos, heridos y prisioneros, dejando en el campo una
bandera (la del Núm. 7 ) , nueve piezas de artilleria y como
1500 fusiles. ( 18 ) La pérdida confesada por los españoles fué
de treinta y dos muertos y 198 heridos, y debió ser asi por que
casi no hubo pelea.
No obstante que la persecucion no alcanzó á mas de tres
leguas, la retirada fué desordenada, casi individual : nadie

15-Auto, Biografia y Doc. de Rondeau ya citados - Informes de Rojas y


Nec chea sobre Sipe- Sipe M S S.- " Memoriaz " de Paz t. I. páj . 262.
16-Parte de Sipe-Sipe por Rondeau M S.- " Observaciones del general La
Madrid "-Memorias de Paz, loc. cit.
17- Carta de Pezuela al virey de Lima, publicada en " La Prensa Argen
tina " de 1816.
18-No hemos encontrado datos en los archivos públicos para determinar con
exactitud esta pérdida. El parte de Rondeau no la señala. Pezuela la calculó
en el primer momento en 1500 muertos y 500 prisioneros, además de 500 heridos,
CAPITULO XXVI 165

mandaba, nadie obedecia . Ante este espectáculo desconsola


dor, uno de los antiguos oficiales del ejército del Perú , escla
maba : « Que comparacion con las retiradas del General Bel
grano ! Perdia tres cuartas partes de su ejército en el campo
de batalla y salvaba lo que le quedaba, conservando la disci
plina y el honor de nuestras armas ! »
La derrota de Sipe- Sipe, á que los realistas llamaron vic
toria de Viluma, fué despues de Huaqui la mas desastrosa de
la revolucion. Dominada por la espedicion de Morillo ( ántes
destinada al Rio de la Plata) lo que despues se llamó Colombia ,
desde el Atlántico al Pacífico : sojuzgado Chile, perdido para
siempre el Alto Perú y aumentado el ejército del Bajo Perú
con nuevos refuerzos de la Península, las Provincias Unidas
del Rio de la Plata quedaban solas y aisladas , y Sipe- Sipe pa
recia ser el último golpe dado á la revolucion americana. Con
razon lo festejaron ruidosamente los realistas en Europa y Amé
rica, entonándose un Te-Deun en todas las catedrales de la mo
narquia española, hecho casi sin ejemplo despues de la batalla
de San Quintin . Bajo estos auspicios los realistas adelantaron
su vanguardia hasta Suipacha á mediados del mes de Enero
de 1816.
El ejército patriota compuesto de 1500 hombres salvados
de la derrota, pretendió primero hacerse fuerte en Tupiza y
luego mantenerse en Moraya; pero tuvo que evacuar sucesiva
mente estas posiciones, al solo anuncio del avance de la van
guardia enemiga, y se estableció en Humahuaca . No por esto
desmayó el aliento de los pueblos ni del gobierno . La indo
mable insurreccion del Alto Perú se asiló en las montañas del

y Garcia Camba la estima en 500 muertos, 800 prisioneros y 1000 heridos. Tor
rente con su habitual exageracion, supone 1200 muertos, 300 prisioneros y 600
heridos. El General Paz declara que "la pérdida fué poquísima en el campo de
batalla." Tomando por base en medio de estas contradicciones, que el ejército ar
gentino no alcanzaban á 4000 hombres (3800 era su estado de fuerza al moverse
de Chayanta), que de estos se reunieron como 2000, que mas de 1000 nativos del
país, entre ellos las cochabambinos de Arenales, no siguieron al ejército en
su retirada y se dispersaron, se vé que el máximun de la pérdida total apénas
podia alcanzar á 1000 hombres.
166 HISTORIA DE BELGRANO

interior, se mantuvo inconmovible en Santa Cruz de la Sierra,


y se estendió á lo largo de la frontera del pais argentino , loca
lizándose en las quebradas que derraman sus aguas en el Pilco
mayo, y especialmente en el valle de Cinti.
Casi simultáneamente con el arribo del ejército á Huma
huaca , llegó á Jujuy la division French, fuerte de 1067 hom
bres con 6 piezas de artilleria. El gobernador de Salta ( Güe
mes) adelantó una division de milicianos para cubrir la van
guardia ( 19) El coronel D. José Fernandez Campero , mas
conocido con el título aristocrático de Marques de Yavi y del
Tojo, especie de señor feudal de un vasto territorio adyacente
á la frontera argentina, se levantó en armas con todos sus feu
datarios, organizando á su costa un cuerpo de tropas , y cubrió
con él la boca superior de la quebrada de Humahuaca , dominan
do el camino del despoblado y manteniendo las comunicacio
nes con el pais insurreccionado . El Gobierno oficiaba al ge
neral vencido (Enero 2 ) que nuevos auxilios se preparaban
para reparar el contraste de Sipe- Sipe, y pocos dias despues
(Enero 23 ) anunciaba que un batallon ( el N.° 10) , dos escua
drones de dragones y 2 compañías , marchaban en su auxilio,
reiterando su decision . ( 20 ) El Congreso que debia declarar
la independencia, estaba convocado, y la revolucion argentina
iba á resurgir de su seno, mas potente que ántes, irradiando
su accion por toda la América del Sud , al mismo tiempo que se
eleborarian en sus atormentadas entrañas los elementos de su
democracia genial.
Mientras tanto , la revolucion interna mas ingobernable
cada dia, seguia su curso fatal. Efecto de nuevas fuerzas vi
vas que se chocaban, se neutralizaban ó se combinaban sin
concierto ; producto de instintos selváticos de independencia

19 -Esta fuerza que se incorporó al ejército en Moraya el 6 de Enero, fué


destinada á Salo á 4 leguas de Tupiza en el camino de Cotagaita. En la mañana
del 17 de Enero de 1816 fué sorprendida, sin tiempo para ensillar, por no tener
descubierta, dejando en el campo 64 prisioneros con bastantes muertos, dispersán
dose el resto. (M. S. del Archivo de Guerra. )
20-Doc. del Archivo Gral. de guerra (M S S. Leg. de 1816. )
CAPITULO XXVI 167

individual, y de reglas teóricas de disciplina legal ; antagonis


mo de oligarquia y democracia, complicacion de rivalidades
locales , de ambiciones personales , de pasiones egoistas ó tu
multuosas, de movimientos convulsivos de las masas ignoran
tes y de errores de los hombres ilustrados, de falta de cohe
sion social y de coherencia política, desequilibrio de fuerzas
morales y materiales , la revolucion interna revestia contante
mente la forma innata de la república democrática y aspiraba
ardientemente á la independencia nacional. A veces estas fuer
zas se desperdiciaban en el vacío sin producir ningun resultado
útil, como sucedía con las resistencias latentes de las localida
des ; otras, concurrian directamente al mal, tendiendo brutal
mente á la disgregacion y debilitando el organismo político y
social, como sucedia con las que dirigia Artigas, obedeciendo
á un instinto salvaje de destruccion, de ódio y de dominio esté
ril, que no entrañaba ningun principio . A veces esas fuerzas
antagónicas al órden normal, mientras por una parte fomenta
ban la anarquia y descentralizaban el poder general localizando
el desórden gubernativo, por la otra , concurrian al triunfo de la
revolucion, manteniendo el vínculo nacional, prontas siempre
á combatir contra el enemigo comun. Esta era la actitud
de Salta en aquella época bajo la dominacion de su caudillo
Güemes, en presencia de la nacion, del gobierno general, del
ejército situado en Humahuaca, de los demas caudillos que
hacian guerra á Buenos Aires, y de los realistas que amenaza
ban invadir otra vez el territorio argentino . Mezcla de localis
mo estrecho y patriotismo nativo, de autonomia y nacionalismo,
de ambicion bastarda de mando personal y de aspiraciones
E
elevadas en el sentido de la causa americana, de arbitrariedad W
brutal y de una incontestable autoridad moral hija de la popu
laridad, con mas pasiones que ideas y mas instintos que propó
sitos claros en el sentido político , el caudillage de Güemes en
1
Salta, era con todos sus vicios, una fuerza viva al servicio de la
1
revolucion, y tal como era habia que admitirla, so pena de per
derla ó ponerla en contra. Tal hubo de suceder en esta ocasion,
en que puesto en contacto el caudillage de Güemes con el ejér
cito nacional, el conflicto se produjo como va á verse, dando 1
168 HISTORIA DE BELGRANO

orígen á un desenvolvimiento de sucesos estraños , cuya sín


tesis acabamos de esponer.
Hemos bosquejado ya los antecedentes y el retrato de
Güemes, en los momentos en que hacia su aparicion en la his
toria. Desde entónces, fiel al plan de conducta que se habia
propuesto , se mantuvo en la provincia de Salta como coman
dante general de sus milicias, apoderándose de la fuerza y de
las voluntades. En contacto inmediato con los generales San
Martin y Belgrano, que le distinguieron siempre , utilizando su
influencia sin trabar la espontaneidad de sus movimientos, na
ció en él un verdadero cariño hácia estos dos grandes hombres,
los únicos tal vez ante cuyo ascendiente moral se inclinó. Al
abrirse la tercera campaña del Alto Perú ocupó al principio la
vanguardia, como se ha visto, y concurrió á ella con dos escua
drones de milicias; pero mal avenido con la disciplina militar , y
no siendo por otra parte útiles los servicios de su tropa en una
guerra en que la caballeria era un peso , regresó á Salta despues
de la accion del Puesto del Marqués, en la que se halló con sus
Gauchos, segun se esplicó yá . Dueño absoluto entonces de la
Provincia, en medio del desquicio general que produjo la sedi
cion del ejército del Perú y la caida del directorio de Alvear,
se apoderó sin resistencia del poder personal en Salta, se hizo
elegir Gobernador Intendente ejerciendo presion sobre el Ca
bildo, y declaróse independiente de hecho. ( 21 ) Echose sobre
el parque de reserva que el ejército del Perú habia dejado en
Jujuy, donde encontró 500 fusiles y 300 carabinas, y armó sus
milicias, dándoles una organizacion especial, que respondía á
la vez que á sus miras ambiciosas, á los antecedentes guer
reros y á la índole de los habitantes de la comarca . Toda la
poblacion fué declarada en asamblea permanente, adoptando
por unidad de su organizacion militar la partida tradicional,
con que se habia iniciado Ja heróica resistencia popular contra
los realistas despues de Ayohuma. Cada veinte ó treinta veci

21 - Zorriegueta " Apuntes históricos de Salta " ent. 4 , pág. 42. Acta del
Cabildo de Salta.
CAPITULO XXVI 169

nos, formaban una partida, á cargo de uno ó mas oficiales de


la misma localidad, que sin abandonar sus hogares, presidian
á los ejercicios y cuidaban de las armas, entendiéndose direc
tamente con el caudillo que les trasmitia del mismo modo sus
instrucciones. Algunas partidas agrupadas por distritos for
maban por escepcion lo que llamaban una division, á cargo de
caudillos locales que tenian cierto ascendiente adquirido sobre
las masas .
En cuanto á los ejercicios militares , ellos eran simplemen
te simulacros de la guerra de partidarios , que tan gloriosa
mente habian puesto en práctica en la anterior invasion : cor
rerías á caballo de hombres armados de lanza, fusil ó carabina,
que hacian amagos de cargas desordenadas como los cosacos,
disparaban tiros al aire como los árabes, ó echaban pié á tierra,
ya formando grupos de infanteria, ya dispersándose en tirado
res, ya montando rápidamente á caballo, ya reconcentrándose
repentinamente y dando alarídos salvages como los pampas,
haciendo sonar al mismo tiempo con sus largas riendas de anta,
los guardamontes de cuero de que estaban revestidos para atra
vesar á gran galope los bosques espinosos . Táctica primitiva,
apropiada al carácter de aquellos hombres sencillos, ella heria
la imaginacion de los gauchos, entretenia sus instintos guerre
ros, despertaba la espontaneidad individual, creando un nue
vo espíritu que los identificaba con la defensa del territorio y
con la suprema autoridad de su caudillo. Luego veremos la
aplicacion que de esta táctica hicieron.
Su sistema de gobierno era tan elemental como su táctica ,
Una autoridad personal, irresponsable , que podia disponer de
voluntades, vidas y hacienda , sin contrapeso ni correctivo, en
que él era el magistrado absoluto, el general nato, el profeta y
el juez, sin mas institucion civil que los cabildos, á quienes
dejaba cierta libertad de accion en lo administrativo y judicial,
consultándolos directamente como cuerpos políticos en algunas
ocasiones, tal era la constitucion típica del caudillo. Al iniciar
su movimiento anárquico y plantear su sistema autonómico,
Güemes contó con el concurso de las clases ilustradas de Salta,
muchos de cuyos prohombres abrigaban odios contra el predo
170 HISTORIA DE BELGRANO

minio que atribuian á la capital, ó profesaban ideas liberales, ú


obedecian puramente á tendencias disolventes. Muy luego el
caudillo las fué relegando al último término, deprimiéndolas ,
y exaltando sobre ellas la masa del pueblo, asi es que desde
el principio de su gobierno, Güemes se hizo impopular entre
esas clases, siendo en cambio adorado por el pueblo, que le
llamó desde entónces el Padre de los pobres.
A pesar de este estado de independencia, y no obstante su
entredicho con el gobierno general, Güemes ni se entendia con
los caudillos del litoral que obedecian á la influencia de Arti
gas, ni ejerció ningun acto de hostilidad contra la nacion ó sus
limítrofes. Cuando la division de French llegó á Salta en au
xilio del ejército derrotado en Sipe- Sipe, Güemes creyó que
aquella fuerza iba á atacarlo, y puso en alarma la Provincia .
French para tranquilizarlo se dirigió personalmente á Salta,
y en plena sesion Municipal , presente el Gobernador Güemes,
hizo protestas de paz y amistad en nombre del Gobierno Na
cional . La Municipaldad y el Gobernador contestaron : « Ju
« rando una eterna union, sofocar los anteriores resentimien
tos, auxiliar en cuanto estuviese á sus alcances no solo á la
« division auxiliar, sinó tambien las reliquias del ejército del
Perú, hermanándose con el pueblo de Buenos Aires, y pro
❝ metiendo una division de mil hombres de caballeria , entre
« gando los desertores y los fusiles que tuviese sobrantes, á la
❝ vez que proporcionando las mulas, aparejos y ganados nece
sarios . " (22) 1
A la llegada de las reliquias del ejercito, Güemes cumplió
en parte su promesa, enviando á incorporársele en Moraya una
division de 310 milicianos de Salta al mando del comandante
Ignacio Regueral, la que cubrió la vanguardia por el camino
1
de Cotagaita. Esta fuerza fué sorprendida pocos dias des
1
pues en Salo el 17 de Enero de 1816, dejando en el campo co
mo 64 prisioneros, bastantes muertos y dispersándose el resto.

21 -Of. de French al Gob. de 9 de Enero de 1816 " Leg. Gral. del Perú.
1816 " (M S. del Archivo. ) 1
1
CAPITULO XXVI 171

Poco despues envió á uno de sus mejores oficiales de partida ,


al capitan D. Juan Antonio Rojas , el cual al frente de un gru
po de gauchos, vengó en parte la sorpresa de Salo, derrotando
en Mojo una fuerza superior en número, matándole 14 hom
bres, tomándole 20 prisioneros , 24 fusiles y otros trofeos . ( 23 )
Con motivo del primer auxilio, Rondeau escribia al Director :
« El gobernador de Salta se esfuerza en comprobar con su con
<< ducta, que está animado de espiritu público.» ( 24 ) Hemos in
sistido en estos detalles, porque ellos aclaran un punto históri
co , que hasta hoy estaba envuelto en dudas, y que es de gran
importancia establecer con certidumbre, como punto de parti
da de hechos mas trascendentales, á saber : la armonia que
hasta entónces (febrero de 1816 ) reinaba entre Güemes y el
general del ejército nacional .
No obstante estos actos y protestas, la actitud de Güemes
no dejaba de ser hostil' y recelosa. Abrigaba los desertores, per
seguia á algunos gefes que atravesaban pacíficamente su ter
ritorio, hacia gala de insubordinacion cometiendo otros actos
irregulares que parecian el principio de una abierta rebelion ,
al estremo de llegar á persuadir á los realistas que era un au
xiliar con el cual podian contar en caso de invasion . Rondeau
que á fines de febrero se habia replegado con la infanteria á
Jujuy, dejando la caballeria en Humahuaca, y ocupados por las
milicias del país y las del Marques de Yavi los puesto avanzados
del Potrero, Casabindo y Tarija, vió desaparecer en su mar
cha el resto de los trescientos diez milicianos de Güemes, que se
dispersaron despues de la sorpresa que sufrieron en Salo. Al
mismo tiempo se esparció en Salta el rumor de que el ejército
se retiraba dejando descubierta la provincia, insinuando algu
nos que el movimento era con el objeto de atacarla y someterla
á la autoridad militar . No faltaron algunos vecinos de Salta
mal avenidos con Güemes, que incitaban al general en gefe á

23-Oficio de Rondeau de 20 de Enero de 1816 Leg. cit. M S.


24-Of. de Rondeau cit. y otro de 27 de Febrero de 1816 M S S. en el Leg.
cit.-Torrente llama equivocadamente (t. I. paj . 210 ) Reglar á Regueral que ha
bia sido un antiguo oficial del Rey en Montevideo y á la sazon servia con Güemes.
172 HISTORIA DE BELGRANO

venir en auxilio del pueblo para sacudir la autoridad del cau


dillo. Todas estas pequeñas causas reunidas crearon una si
tuacion tirante , y Rondeau hallándose á la cabeza de 2000 ve
teranos, creyendo contar con la obediencia de todas las milicias
de la vanguardia, y aun con el apoyo de una parte del pue
blo de Salta, se decidió á castigar los desmanes de Güemes ,
estimando en poco su poder y su capacidad militar .
A mediados de Marzo se movió Rondeau con todo su ejér
cito sobre Salta, ordenando á dos escuadrones de dragones que
se hallaban en Tucuman, se le incorporasen en aquel punto .
A los primeros pasos , comprendió que estaba en un pais enemigo :
todos los habitantes se habian reconcentrado en torno de su cau
dillo : los ganados y las cabalgaduras se habian retirado y las ca
sas estaban desiertas. Al llegar á los altos de la Caldera á seis
leguas de Salta (el 15 de Marzo ) las guerrillas salteñas rom
pieron el fuego sobre el ejército, continuando las hostilidades
casi sin interrupcion hasta el campo de Castañares . Desde
allí siguió avanzando hasta el punto de los Cerrillos ( seis leguas
al sur de Salta, ) donde se habia reconcentrado Güemes con to
das sus fuerzas, haciéndole el vacio á su alrededor. Rondeau re
ducido al terreno que pisaba, faito de víveres y forrages, escaso
de caballeria para dominar la campaña , recibió allí la noticia de
que de los dos escuadrones de Dragones que esperaba, el uno
habia pasado á Jujuy, y el otro habia sido rendido por las tro
pas de Güemes en el Campo Santo á inmediaciones de la ciudad .
En efecto, el 20 á la madrugada el escuadron de Dragones
que mandaba el comandante Hortiguera, fuerte de 70 hombres,
habia sido atacado en su campamento en marcha , dejando en
el campo 30 soldados y dos oficiales prisioneros , con algunos
pocos muertos y heridos, dispersándosele el resto . ( 25)
Este contraste y las dificultades de su posicion , aconse
jaron á Rondeau espedir una proclama pacífica , aceptando la
indicacion que antes le habia hecho el Cabildo de Salta por me

25 - Parte del comandante Hortiguera de 22 de Marzo, elevado por Rondeau


con nota de 5 de Abril de 1816. M S S. del Archivo General.
CAPITULO XXVI 173

dio de una diputacion, de adoptar un término conciliatorio.


Doña Magdalena Güemes, arrogante belleza Salteña, y herma
na del popular caudillo, fué la intermediaria de la negocia
cion, arreglando una entrevista entre ambos generales. Esta
tuvo lugar el 22 de Marzo, formados ambos ejércitos en batalla .
Firmóse en seguida la convencion de antemano ajustada entre
la hermosa Doña Magdalena y el bizarro comandante de Gra
naderos á caballo D. Juan Ramon Rojas, en la que, segun las
enérgicas espresiones del general Paz , Rondeau « fué tan perju
« dicado por sus amigos , como antes lo fuera por sus enemigos."
Estipulóse por el convenio : que se « juraba paz sólida,
« amistad eterna , olvido del pasado y amnistia general, que
« dando los desertores del ejército en los cuerpos de Güemes
« en que so hallaban , comprometiéndose Salta á dar 300 re
« clutas en reemplazo de los que militaban en sus filas, con
« obligacion de devolverse recíprocamente los prisioneros , ofre
« cierdo la provincia auxiliar el ejército con caballos y víveres
K
« bajo la condicion de efectivo pago . ” (26 )
Al saber este arreglo, el general San Martin escribia des 1

de Cuyo á un diputado del Congreso de Tucuman ; « Mas que


« mil victorias he celebrado la mil veces feliz union de Güemes
❝con Rondeau, asi es que las demostraciones en esta sobre tan 1
« feliz incidente han sido una salva de 20 cañonazos , ilumina
I
« cion, repiques y otras mil cosas. " (27) El Gobierno apro L
bó el convenio, ( 28 ) y Güemes al dar cuenta por su parte de
1
lo sucedido , se puso á las órdenes del gobierno gencral, pro
testando union y fraternidad y ofreciendo sacrificarse por la
causa comun. (29 ) F

2
8
26 - El testo de este convenio que nunca ha sido publicado, existe en cópia
auténtica en el Archivo Gral. Leg. cit. M S.
27 -Carta del General San Martin á Godoy Cruz, de 2 de Abril de 1816 .
M S. autógrafo en nuestro archivo.
28-La aprobacion del Gobierno es de 10 de Abril de 1816. Rondeau al
acusar recibo de ella, dice : " La transacion se cimenta cada dia sobre bases mas
sólidas. " M S. del Archivo General,
29- Oficio de Güemes al Director, publicado en la " Gaceta " de Buenos
Aires de 1816 .
174 HISTORIA DE BELGRANO

Desde ese momento, nadie sinó Güemes cupo en Salta .


Dueño absoluto de su Provincia por el amor 6 por la fuerza,
vencedor de las armas nacionales por la energia y por la diplo
macia, campeon de la nacionalidad á condicion de no obedecer
sinó á sí mismo, á él quedó confiada la custodia de la puerta de
las Provincias Unidas por el norte , preparándose en conse
cuencia para rechazar con sus valientes gauchos la próxima
invasion del enemigo . Con los desertores del ejército que se le
habian incorporado , formó un cuerpo de línea bajo la denomi
nacion de « Dragones Infernales, " perfeccionó en otros deta
lles su organizacion militar, y tomando la direccion de las
operaciones de vanguardia en sus fronteras, se mostró mo
derado en el triunfo y decidido á todo lo que pudiera sobre
venir.
El ejército nacional retrocedió humillado á sus antiguos
acantonamientos de Jujuy (Abril 15. ) Allí le esperaban las
mas tristes nuevas . El mayor La Madrid , á quien habia des
tacado desde Moraya á Tarija con cuatro dragones, con el ob
jeto de reunir dispersos, se habia visto obligado á replegarse
de este punto, despues de obtener algunas ventajas sobre uer
zas del enemigo que habian intentado atacarlo. Camargo, uno
de los caudillos mas prestijiosos de la insurreccion del Alto
Perú, que hasta entonces se sostenia en el valle Cinti (cuyo
nombre lleva hoy en su honor) habia sido destrozado , claván
dose su cabeza en un madero. Uriondo, uno de sus ayudantes
de campo en Sipe - Sipe, y pariente del Marqués de Yavi, que
operaba en combinacion con las fuerzas de La Madrid y Camar
go, se habia visto obligado á seguir el movimiento retrógrado,
abandonando el terreno al enemigo. Padilla, el guerrillero
famoso, que á la cabeza de millares de partidarios habia teni
do en jaque á Potosí y Chuquisaca, despues de algunas venta
jas y de sérios contrastes, se habia visto forzado á refugiarse
en las montañas del oeste. Las fuerzas del Marqués de Yavi,
al amago del enemigo, abandonaban sus posiciones de Casa
bindo y Pascaya. El enemigo triunfante en todas partes, y
resuelto al parecer á seguir adelante, ocupaba á Tarija, ame
nazaba el flanco y la boca de la quebrada de Humahuaca, es
CAPITULO XXVI 175

tableciendo su cuartel general sobre las fronteras del pais ar


gentino. (30)
El general Rondeau, considerándose desautorizado ante
el pais, renunció el mando del ejército , pero se dió por resen
tido cuando supo que antes de proveer á su renuncia se le
habia nombrado por sucesor al general Belgrano. Mal acon
sejado, pasó al Congreso una nota reservada, llena de quejas
amargas, insinuando que de ello podria resultar « una efer
<< vescencia espantosa, que desgarrase con furia el agonizante
corazon de la patria. " El Congreso alarmado por esta es
8
pecie de conminacion , previno á Belgrano tomase las medidas
del caso con plenitud de facultades. ( 31 ) Aun cuando aque
1
llos conceptos no fuesen sinó la espresion del estilo gerundiano
del secretario de Rondeau, ellos respondian empero á un pro 踩
I
yecto de resistencia , que algunos de los gefes adictos á su per 1
·
sona tentaron poner en práctica, renovando el escándalo ante B
!
rior ; pero esto no pasó de una veleidad . ( 32) I
11
Despues del triunfo de Güemes, consagrado por el con 1
第三
venio de los Cerrillos, la permanencia del ejército en Jujuy era
imposible. Los gauchos ensoberbecidos, provocaban á los sol
.
dados , resultando frecuentes conflictos ; y el mal ejemplo de la
escesiva licencia de que gozaban , relajaba los vínculos de la
disciplina, al punto de amenazar su existencia ; asi es que el
general interino, que lo era French, se apresuró á obedecer la
órden que se le transmitió de replegarse á Tucuman.
Belgrano se recibió del mando del ejército en las Trancas
(7 de Agosto) donde lo revistó y proclamó, y siguió su marcha
hasta Tucuman, acantonándose en la ciudadela, pasando la
caballería á ocupar el campo de los Lules . En esa época el ejér
cito constaba de 2422 hombres con 12 piezas de artilleria. ( 33)

30 -Of. de Rondeau de 26 de Abril de 1816. Leg, cit. M S. del Arch. Gral.


31- Actas secretas del Congreso de Tucuman, de 17ly 18 de Julio de 1816
MS S.
32-Memorias del General Paz, t. I, páj . 282.
33- Estado de fuerza de 8 de Mayo y 13 de Agosto de 1816. MSS . del
Archivo General.
176 HISTORIA DE BELGRANO

Los jefes principales, French, Pagola, Rojas , Hortiguera,


Vidal y otros que pertenecian al partido de Rondeau, pi
dieron su separacion. Casi al mismo tiempo murió el coronel
D. Diego Balcarce, llorado por todos sus compañeros, que vis
tieron luto en honor de su gloriosa memoria . El ejército que
daba así, huérfano de sus viejos gefes, bien que con su antiguo
general á la cabeza . Entre la oficialidad, formada casi toda
ella en la escuela de Belgrano, se distinguian algunos jóvenes
señalados para ocupar los puestos vacios. Era el mas conside
rado de todos ellos, el comandante D. Juan Bautista Bustos , de
la Provincia de Córdoba, que á pesar de ser un rutinero vulgar,
gozaba de una reputacion superior á sus cortos alcances, ha
biendo hecho sus pruebas con brillo en la defensa de Buenos
Aires en 1807 , y cumpliendo siempre su deber con honor. El
mayor D. José Maria Paz, cordobés tambien, que debia ser con
el tiempo uno de los primeros generales de la América del Sud,
era otro de los discípulos de la escuela de Belgrano, que ya
desde entónces sobresalia por sus conocimientos facultativos y
sus calidades morales. El mayor La Madrid , tucumano, y el
comandante Zelaya, de Buenos Aires, representaban el valor
juvenil de los heróicos dias del ejército . Los hermanos D.
Felipe y D. Alejandro Heredia, tucumanos ambos , formaban
tambien en primera línea, á la par de otros subalternos desti
nados á figurar con mas o menos distincion . Con la adhesion
patriótica de todos ellos podia contar Belgrano para acometer
la dificil tarea de la reorganizacion del ejército, cuyos resortes
estaban destemplados. Contaba tambien con la eficaz coope
racion de su mayor general Fernandez Cruz, á quien ya cono
cemos, cuyo noble carácter simpatizaba con el de Belgrano .
Además tenia á su lado al coronel D. Francisco Antonio Pinto ,
hijo de Chile, de cuya república llego á ser Presidente despues ,
que habia militado en su patria, que á la sazon mandaba el ba
tallon N.° 10 , el cual con mas lectura militar y una inteligen
cia mas sagaz que la de los dos gefes principales del ejército ,
era un buen consejero, aunque su carácter no fuese en otro
sentido tan consistente como el de ellos .
El ejercito auxiliar del Perú, que por sí solo representaba
CAPITULO XXVI 177

hasta entonces la historia militar de la revolucion , habia gas


tado sus fuerzas en seis años continuos de victorias y reveses ; y
era un cuerpo inforire casi sin vitalidad , cuando Belgrano se
recibió de su mando. El espiritu juvenil que lo animara en
Suipacha y Tucuman, la poderosa musculatura con que habia
luchado en Salta, la moral y la disciplina de que diera pruebas
en Vilcapugio y Ayohuma, todo se habia debilitado y relajado
en la última campaña del Alto Perú y durante su vergonzosa
permanencia en Jujuy. Los nuevos elementos venidos de la
capital , que en este transcurso de tiempo se le habian incorpo
rado , lejos de robustecer su constitucion , contribuyeron á vi
ciarla, como se ha visto. Necesitaba , pues, remontarse , re
templarse, regenerarse, inocularse vida nueva, para llenar
cumplidamente la doble mision que le estaba encomendada :

He was an
velar por el órden interno al lado del Congreso, y mantener la
frontera norte de la república contra los enemigos esternos que
la amenazaban. En ambos casos, su papel era puramente
pasivo , sin los estímulos de la gloria ni del peligro , y sin espe
ranzas siquiera de dilatar su esfera de accion . Las repetidas
derrotas de las armas de la revolucion en el Alto Perú, habian
quebrado su resorte, y desacreditado las empresas militares
por ese camino. Aquel atrevido plan de campaña de los pri
meros dias de la revolucion , de marchar en son de guerra hasta
Lima, atravesando en triunfo el Desaguadero, insurreccionando 1
los pueblos á su paso, parecia imposible, y lo era en efecto. F
En los primeros pasos de la propaganda revolucionaria despues
de Suipacha, y aun ántes de Sipe-Sipe, tal vez habria sido po
sible llevar la accion militar de la revolucion hasta las costas
del Bajo Perú ; pero despues de Sipe-Sipe, faltaban para ello
los elementos materiales, y sobre todo las fuerzas morales . Las
derrotas
sucesivas habian herido la imaginacion de los comba
tientes
; el enemigo habia establecido su dominacion militar en

aquellas comarcas ; y organizádolas de manera de sacar de ellas


sus recursos , asimilándose una parte de los naturales, que in
corporados á sus ejércitos como núcleo indisoluble, daban á la
lucha un carácter de guerra civil. Los revolucionarios del
Bajo Perú, agotados por los estériles esfuerzos de 1812 y de
12
àª
Ø
…N,
178 HISTORIA DE BELGRANO

1814 , cuando contaban con el apoyo de las armas argentinas,


habian sucumbido, para no volver á levantarse mas, aun en
condiciones propicias, como se vió despues .
El Alto Perú, que se habia identificado moralmente con la
causa de la revolucion de Mayo, jamás habia podido constituirse
robustamente dentro de su propio organismo , al efecto de con
currir eficazmente á la accion libertadora de los ejércitos auxi
liares , que llevaron casi solos todo el peso de la guerra. Des
pues de Sipe- Sipe, sus clases ilustradas estaban decididas á
formar una nacion aparte, no obstante que las masas popula
res, y sobre todo los indígenas, persistian en mantener viva la
insurreccion , levantando con manos débiles aunque heróicas.
los abatidos pendones de la revolucion argentina. (34) Todas
las miradas se volvian hacia Chile, señalado por el dedo pro
fético de San Martin, que organizaba sigilosamente el ejército
de los Andes en Mendoza , resuelto á emprender la gran cam
paña de las cordilleras en la primavera próxima . ( 35 ) Todos
los recursos del Estado se concentraban en Mendoza, y la pobre
za, el cansancio , el descontento y la desorganizacion de los pue
blos circunvecinos, no ofrecian esperanza de remontar el ejér
cito, que todavía llevaba el título de Auxiliar del Perú. Im

34 -El plau de formar el Alto Perú un estado independiente despues de Sipe


Sipe, solo ha sido tomado en cuenta por un historiador. Véase Urenllu, “ Apun
tes para la historia de la revolucion del Alto Perú, " páj . 85 en que dice : " Des
" de esa época (Sipe-Sipe) se formó por los patriotas el proyecto de hacer un es
" tado independiente de las provincias del Alto Perú ; sin embargo por amor á la
"vida muchos emigraron para el sur. "-La prueba mas concluyente de esto es
una carta de San Martin á Godoy Cruz, de 24 de Agosto de 1816, en que le di
ce :-" No hay una verdad mas demostrable que lo que vd . me dice de la separa
" cion del Perú (Alto ) de las provincias baxas : esto lo sabia muy de positivo des
" de que estuve con el mando de ese ejército, y de consiguiente , los intereses de
" estas provincias con las de arriba no tienen la menor relacion. " ( M. S. autó
grafo, en nuestro Archive . )
35 -Con motivo de ordenar el Gobierno que los Granaderos á caballo que se
hallaban en Tucuman pasasen á Mendoza, Belgrano hizo algunas observaciones,
y le fué contestado por el ministro de guerra en oficio de 19 de Agosto de 1816 :
.f
La proximidad de la campaña á que se prepara el ejército de los Andes, y debe
66 emprenderse
' en la primavera entrante por exigirlo asi el interés general del
66
Estado, no permiten hacer lugar á la solicitud . " (M. S. del Archivo General. )
CAPITULO XXVI 179

potente para la ofensiva, su misma actitud defensiva era pasiva


y sin brillo. Belgrano, relegado al segundo término á reta
guardia de las guerrillas de Salta , era la reserva inerte de un
elemento mas activo, incompatible con toda accion regular, y
escluyente de toda direccion que no fuese la del prepotente
caudillo, al cual estaba encomendada la gloriosa defensa popu
lar de la frontera .

Solo un hombre de la abnegacion y patriotismo de Bel


grano, revestido de su autoridad moral, pudo aceptar la inmen
sa responsabilidad de tan oscura como difícil posicion, y des
empeñarse en el sentido del bien general, manteniendo el ór
den en el ejército, la quietud en los pueblos, la armonia con
Güemes , la seguridad en los gobernantes , y la confianza y el
aliento de los que iban á ponerse al frente de las operaciones
activas en Salta y en Mendoza. Bien que no fuera el hombre
de las circunstancias , era siempre reputado como uno de los •
primeros generales de la Nacion á pesar de sus derrotas. No W
obstante el descrédito de sus errores políticos , el pueblo lo res f
petaba como á uno de sus mas grandes patriotas, siendo el único "
ante el cual se inclinaba Güemes , y el que mantenia vivas las 8
esperanzas de la revolucion en el Alto Perú. Su imparcialidad
enmedio de los partidos , su falta de ambicion personal , la rec
titud de su carácter y su espectabilidad ante propios y estra
ños, daban á sus palabras y á sus actos mayor autoridad . Des ↓
graciadamente , sus ideas políticas estaban en pugna con las
tendencias de la opinion , como se ha visto . Ellas debian con
ducirle á cometer nuevos desaciertos , como va á verse. El
temple de su alma, mas predispuesto á la resistencia pasiva que
á la lucha ,
tiempos no respondia á las exijencias imperiosas de aquellos
, como se verá despues .
CAPITULO XXVII

EL INCA

1816

El proyecto de la monarquia Incásica. -Su filiacion . -La insurreccion de Tupac


Amaru y la revolucion Sud americana. —Correspondencia de Belgrano al
Gobierno sobre el particular. - Opinion de San Martin y Rivadavia sobre
este plan. Preconizacion de la dinastia del Inca por Belgrano y Güemes.—
Tendencias opuestas de este acto. — Su efecto en la opinion. ---
— Adelantos de
la razon pública. - Pazos Kanki. - La prensa argentina en 1816.--Memora
ble discusion de principios.– Derrota de la idea monárquica. —Elementos or
gánicos que prevalecen. - Federacion y unidad. - Malas consecuencias de es
tas disidencias . - Transformacion de los partidos. - Fenómenos de la historia
argentina.

El proyecto de restauracion de la antigua monarquia de


los Incas, como coronacion de la revolucion sud americana, fué
promovido por Belgrano y acogido por el Congreso de Tucu
man, segun se ha visto. Bien que estravagante en la forma é
irrealizable en los medios , esta era una idea que estaba en la
cabeza de muchos pensadores, y tenia su razon de ser, si no en
los hechos, por lo menos en la imaginacion , que á veces gobier
na á los pueblos mas que el juicio. Aun cuando no respondie
ra á ninguna aspiracion popular, y estuviese en pugna con los
elementos orgánicos de la sociedad á que pretendia aplicarse,
como solucion por unos , ó como remedio por otros, él entraña
ba empero un plan politico , que tenia su filiacion histórica, y
182 HISTORIA DE BELGRANO

que encontraba eco, asi en las poblaciones indígenas , como


en las falsas ideas que en aquella época circulaban, respecto de
la identidad de causa entre los antiguos ocupantes del suelo y
los nuevos revolucionarios hijos de la tierra.
La revolucion americana, radical en sus propósitos y orgá
nicamente democrática por la índole misma de los pueblos , fué
no solo una insurreccion de las colonias hispano-americanas
contra su metrópoli , sinó principalmente de la raza criolla con
tra la raza española. Confundiendo aquella en su odio, á los
antiguos conquistadores con los dominadores y esplotadores
del pais durante el coloniaje , se llamaba americana, renegaba
la sangre española que corria por sus venas y hacia causa co
mun con los indígenas, haciendo suyos sus antiguos agravios ,
considerándose descendientes de los monarcas y caciques que
tiranizabanel nuevo mundo al tiempo del descubrimiento. Este
sentimiento era mas pronunciado en los paises en que la pobla
cion indígena ó mezclada prevalecia, constituyendo el elemen
to activo, como sucedia en Méjico y en el Perú. En las Pro
vincias Unidas del Rio de la Plata y en Chile, donde la masa
de la poblacion en que estaba radicada la fuerza, la componian
los criollos , ese sentimiento, racionalmente alimentado por las
clases ilustradas, tenia tambien su repercusion en el pueblo.
Sin tradiciones propias de sociabilidad , sin nociones claras
en política, sin preparacion para el propio gobierno, y con
instintos de independencia nativa, que surgian vivaces de un
patriotismo indígena, las colonias americanas sublevadas da
ban como una de las causas de la revolucion, las crueldades de
los antiguos conquistadores españoles contra los indios ameri
canos, declarando á los primeros, usurpadores de su suelo y
verdugos de su raza. ( 1 ) Tal era la nocion vulgar de la revo
lucion, tal la pasion que se inoculó desde su orígen, y tal la

1-En este espíritu está concebido el Manifiesto del Congreso de Tucuman


de 25 de Octubre 1817, cuyo titulo es : -"Sobre el tratamiento y crueldades de
"los españoles, motivando la declaracion de la Independencia de las P. U. del
" Rio de la Plata . "-En él se dice :-"Desde que los españoles se apoderaron
"de estos paises, prefirieron el sistema de asegurar su dominacion, esterminan
CAPITULO XXVII 183

fuente en que bebian sus inspiraciones los poetas á la par de


los publicistas y gobernantes .
En sus proclamas , en sus boletines, en sus bandos , en sus
manifiestos, en los artículos de su prensa periódica, en sus cán
ticos guerreros, los patriotas de aquella época invocaban con
entusiasmo los manes de Manco Capac, de Moctezuma, de Gua
timozin , de Atahualpa, de Siripo, de Lautaro, Caupolican, y
Rengo, como á los padres y protectores de la raza americana .
Los Incas, especialmente, constituian entónces la mitologia de
la revolucion : su olimpo habia reemplazado al de la antigua
Grecia : su sol simbólico, era el fuego sagrado de Prometeo, ge
nerador del patriotismo; Manco Capac, el Júpiter americano que
fulmina ba los rayos de la revolucion, y Mama Oello, la Minerva
indígena que brotaba de la cabeza del padre del Nuevo Mundo
fulgurante de magestad y gloria. Asi interpretaba todavia
ocho años despues (en 1825 ) , uno de los mas grandes poetas
americanos (Olmedo) , la tradicion histórica y la filiacion polí
tica, renegando de la genealogia europea, levantando como
«santos en su antigua gloria" los manchados altares de Pacha
Kamak , dando á Las Casas un lugar en el « empireo de los re
yes del sagrado Cuzco," y coronando á Bolivar por la mano
inmortaly aérea de Huaina-Capac bendiciendo desde el cielo
á los continuadores y vengadores de su raza y de su « imperio
que de Su ruina á nuevo ser revive" , diciendoles :

Desde aqui empieza


La nueva edad del Inca prometida
De libertad, de paz y de grandeza !

En 1816, en medio del polvo del combate y el delirio sa


grado de la lucha á muerte entre dos razas, no es de estrañar
que el ideal fuese la continuacion ó la renovacion del antiguo
imperio del Cuzco, y que los ciudadanos entonasen con tanto

“p
" do s degradando. Principiaron por asesinar á los monarcas del Perú , y des
uey
hicieron lo mismo con los demás régulos y primados que encontraron.
“f
" uerohabitantes
Los del pais ( los indios ) queriendo contener tan feroces irrupciones ,
n víctimas."
184 HISTORIA DE BELGRANO

entusiasmo como conviccion en las plazas, en las asambleas le


gislativas (Asamblea de 1813 ) y en los campos de batalla, es
ta estrofa del Himno Argentino , que resonaba como un grito
de guerra nacional por toda la América :

Se conmueven del Inca las tumbas


Y en sus huecos revive el ardor
Lo que ve renovando á sus hijos
De la patria el antiguo esplendor .

Pero la monarquia incásica era todavia algo mas que un


ideal : era un modelo, y segun el concenso universal, el único
modelo humano digno de admirarse y de imitarse, como lo
es hoy la democracia americana, enyos principios racionales
recien empezaban á iluminar algunas cabezas, como se verá
muy luego. Los Incas de Marmontel habian generalizado
en el mundo, que el imperio del Cuzco era la realizacion del
sueño de la edad de oro, el asilo de la inocencia primitiva, el ti
po de civilizacion humana, y los conquistadores europeos eran
los bárbaros que la habian ahogado en sangre, y este era el li
bro del vulgo de los lectores. La «Historia Filosófica" de
Raynal, haciendo la esposicion aparentemente cientifica de sus
leyes, sus costumbres y su organizacion política, deducia de
ellas reglas fundamentales para el gobierno eterno de las so
ciedades, y este era el libro de los sabios de la época. No es
estraño pues, que Belgrano participara de las ideas y de los
sentimientos convencionales de sus contemporáneos, y que
combinando estas tendencias aparentes con su objetivo hácia
la independencia y su aspiracion al órden , procurase hacer con
verger esas fuerzas morales á la realizacion de un plan conce
bido con mas inocencia que penetracion política, y con tanto
patriotismo como falta de sentido práctico y reflexion.
El plan de Belgrano reflejaba la composicion y el espíritu
del Congreso de Tucuman : colonial , democrático, monarquista ,
doctoral, y pedantesco , con tendencias á la union , al órden y al
americanismo . Representante en teoria de la unidad territorial
del vireynato, del cual una tercera parte estaba ocupado por el
enemigo, la otra tercera en anarquía ó segregada, y la última solo
CAPITULO XXVII 185

obedecia las leyes anteriores y superiores de la independencia y


la república, el Congreso habia perdido la nocion de la realidad
.
en cuanto á límites, y vivia en una region ménos que fantás
tica, puramente fantasmagórica. Se esplica que por la orga
nizacion de un gobierno fuerte y estable, procurase atraer y
dominar á las provincias disidentes, y que invocando la frater
nidad de las razas y los derechos comunes, propendiera á man
tener atadas á las Provincias del Alto Perú por un vínculo
moral, propiciándose la voluntad de las poblaciones indígenas
del Bajo Perú. Pero desconocia los antecedentes históricos ,
los hechos contemporáneos, los medios y los fines , al formular
su plan. Respecto de los disidentes, creaba una nueva causa
de disidencia , poniendose en antagonismo con la opinion y con
los hechos . Respecto del Alto Perú , olvidaba que era un pais
conquistado por los Incas, á cuya absorcion habia sido siempre
resistente, identificándose con la revolucion sud-americana
únicamente en odio á los españoles, y en agradecimiento á la
abolicion de la mita y del tributo colonial. Respecto de la
incorporacion de las fuerzas populares del Bajo Perú, no apre
ciaban su debilidad orgánica, pareciendo ignorar que ellas no
podian concurrir sinó con sus instintos bárbaros como en tiem
po de Tupac- Amaru ó á medias y sin eficacia como bajo Puma
kahua. Respecto de la unidad territorial, que representaba en
teoria , hacía mas vagas sus fronteras, al intentar fundar un
vasto imperio sud-americano, que englobase casi la totalidad
de la America española al sur del Ecuador, en el hecho de de
signar el Cuzco como capital .
Si bien á este plan no puede negarse grandiosidad y buena
intencion, es imposible concederle sentido práctico , ni siquiera
sentido comun, ni aun en su tiempo . Como combinacion polí
tica en sus relaciones internacionales, no era ménos inconsis
tente. Imajinábanse sus promotores, que por este medio se
propiciarian la opinion de la Europa monárquica, por la iden
tidad de la forma de gobierno, fundada en el principio de legi
timidad proclamado por la Santa Alianza , bajo los auspicios de
la Inglaterra, y que asi comprometerian á esta nacion en su
causa, dando á su obra ante la América un significado nacio
186 HISTORIA DE BELGRANO

nal , ligando la cadena de las tradiciones americanas con las


preocupaciones del viejo mundo, ( 2 ) cálculo tan pueril como
el de hacer triunfar la revolucion por la fuerza de los indios.
Simultáneamente con la esposicion de este plan, tan gran
dioso como inconsistente y estravagante, se publicaba en Bue
nos Aires un escrito en que, con el sentimentalismo de Mar
montel y la filosofia superficial de Raynal, se exaltaba la me
moria de José Gabriel Tupac- Amaru, ligando su malograda
empresa treinta y seis años ántes, con los propósitos y aspira
ciones de la revolucion sud -americana. Era una oracion fúne
bre en honor de aquel descendiente de los Incas, que habia in
tentado restaurar su trono con el solo auxilio de la raza indíge
na, y á cuya insurreccion en Tungasuca se vinculaba por ana
lojia el alzamiento de las colonias independientes, escitando á
la vez que el patriotismo de indígenas y criollos, la piedad , el
odio y el entusiasmo. Tomando por epígrafe las palabras de
la bárbara sentencia de Tupac-Amaru : « El Rey de España
« es nuestro lejítimo y verdadero soberano , está puesto por
« Dios mismo para que nos mande " las comentaba diciendo :
« Demasiado comunes y públicos son los monumentos históri
❝cos de la monarquia española y de la subyugacion de la Amé
« rica, para que se nos quiera hacer pasar aquel gobierno por
« emanado de los cielos . " Y suponiéndose el autor, contem
poráneo y confidente del mártir de los hijos del sol , ponia en
sus lábios estos conceptos . " Yo soy el caudillo de estos pue
" blos, no por descendiente de los Incas, sinó porque ellos asi

2- En los números 55 y 56 del " Censor " ( 1816 ) se publicó juntamente con
las proclamas de Belgrano y Güemes ensalzando la dinastia del Inca, un Artículo
comunicado del primero, firmado con las iniciales J. G. (escrito con anterioridad
proclamas ) en que se dice : " Habrá gobierno en el mundo que se nos
66á las
oponga cuando fijemos el monárquico constitucional y pongamos en el trono á
66
un sucesor legítimo de los Incas ? Nuestra justicia hallará apoyo, si es que no
66
quieren caer en la contradiccion como Fernando, y se deciden por la legitimidad
66 para la Europa y la ilegitimidad para América . ” —En los números 65, 66, 68,
69 y 71 del mismo periódico se registra bajo el rubro, Carta remitida del Tucu
man, la de un congresal del Alto Perú escrita de acuerdo con las ideas de Bel
grano, sosteniendo y aceptando las conclusiones del Artículo comunicado cuya
última palabra es la legitimidad ante la santa alianza de la Europa.
CAPITULO XXVII 187

« lo quieren." Y al acompañarle hasta el cadalso, en que su cuer


po fué despedazado por los potros, para ser clavados sus miem
bros en los caminos , le aclama : « el defensor de los principios
<< americanos, el proclamador de los derechos de la especie hu
« mana, arrastrado á una muerte ignominiosa. " Terminaba la
elocuente oracion, profetizando la futura revolucion que con
tinuaria la de Tupac-Amaru, y que tenderia su vuelo mages
tuoso de libertad y gloria por las rejiones del nuevo mundo ,
sosteniendo la justicia con la fuerza. " El folleto era dedi
cado Al ciudadano José de San Martin, conteniendo estas pa
labras tomadas del testo mismo del discurso ; -« Rompe cade
" nas, disipa errores. Une á los hombres que el rencor divide .
<< Tal es tu augusto destino. " (3 )
Esta publicacion, parecia tener por objeto proponer la
candidatura al fantástico trono, de un descendiente de José
Gabriel Tupac-Amaru, que con el mismo nombre hacia 34
años yacia cautivo en las mazmorras españolas, ó por lo menos
señalar la rama de la disnastía incásica que debia continuar el
reinado de los hijos del Sol . (4) Y como este candidato esta
ba fuera de la dependencia de los que proyectaban la restaura
cion del imperio del Cuzco, y no se presentaba ni en perspec
tiva ningun otro que pudiera reemplazarle, resultaba que el
plan se reducia á proclamar la sombra de una sombra, presen
tando á la Europa y la América la misma cosa cɔn otro so
brescrito, repitiendo el interinato de la España durante el cau
tiverio de Fernando VII, ó sea una regencia bastarda en vez
de un nuevo órden de cosas fundado en la verdad , ó siquiera
en la legitimidad convencional.
Belgrano enarbolando esta bandera y enrolando bajo ella

3-"Oracion fúnebre de Tupac-Amaru ; publicado por Melchor Equazini '


Buenos Aires, 1816 en 4º.
4-Este candidato vino á Buenos Aires en 1822 á la edad de 80 años , des
pues de 40 años de cautiverio, donde por órden del Gobierno que le señaló una
pension, escribió una relacion de sus padecimientos bajo el título de : — “ El dila
66
tado cautiverio bajo el gobierno español de Juan Baustista Tupac-Amaru 5º
" nieto del último emperador del Perú. " Buenos Aires, Imprenta de los Espósi
tos, en 40"
188 HISTORIA DE BELGRANO

al Congreso de Tucuman, pretendia americanizarla, convirtién


dola en símbolo de independencia y soberania . Dándole signi
ficado revolucionario procuraba atraerse el concurso de las
fuerzas del Alto y Bajo Perú. Pensando que el descrédito
que le habia acarreado su participacion en el malhadado pro
yecto de coronacion del infante D. Francisco Paula, provenia,
no de resistencias á la idea monárquica en sí, sinó á una dinas
tía estrangera y sobre todo española, escribia al gobierno, á la
vez de pedirle instrucciones : -« Seis años hemos trabajado sin
objetivo, á que pudieran y debieran concentrarse cuantos
nos llamamos americanos del sud ; felizmente en el septimo
« debemos al Soberano Congreso la declaracion de nuestra In
«
< dependencia de los reyes de España y su metrópoli. Pero
❝ todavia el punto primordial no está declarado, para que sepa
mos con qué gobierno se sostiene ; y si con arreglo á las cir
« cunstancias asi físicas como morales que caracterizan nuestro
pais, se adoptase el monárquico constitucional, si seria la
« Casa de los Incas la que deberia representar la Soberania
« Nacional, única porque anhelo, tanto mas cuanto se me ha
hecho la atroz injuria de conceptuarme por un traidor, que
trataba de vender mi patria á otra dominacion estrangera.
« Es bien notoria la disolucion en que se halla nuestro pais, y
« que la anarquia lo grasa ; en consecuencia lo es, que las auto
« ridades están poco menos que á merced de los que las quie
« ren obedecer ó contrariar . " (5 ) La contestacion del Go
bierno (á cuyo frente se hallaba Pueyrredon) es tan espresiva
como sensata. « Reservando (le dice) al Soberano Congreso
« de estas provincias, á quien compete la decision sobre el sis
« tema de Gobierno con que ha de fundarse la independencia
« Nacional, y á quien podrá dirigir sus observaciones en este
❝ asunto, es conveniente esponer en contestacion : que siendo
❝ conforme al carácter de general en gefe, el exigir con todo
« el rigor de la ley el puntual cumplimiento de sus órdenes

5-Oficio de 12 de Julio de 1816, ( la misma fecha en que se aceptaba lo mo


cion sobre el Inca en el Congreso. ) M. S. del Archivo General .
CAPITULO XXVII 189

« relativas á la guerra, las que deben ser estensivas no solo á


« las tropas de su dependencia , sinó tambien á los gobernado
« dores Intendentes de las Provincias, que queden bajo la pro
teccion del ejército, desde la del Tucuman inclusive , puede
« y debe ejecutarlos á la exacta obediencia en lo militar, sin
« mezclarse en modo alguno en lo político y civil de sus res
« pectivas jurisdicciones. ( 6)
San Martin al ser instruido del nuevo plan por conducto
de uno de los diputados de Cuyo ( despues de haber conferen
ciado con el Director sobre su proyecto de reconquista de
Chile) adheria á la idea de su punto de vista, mezclando á la
aprobacion un ligero sabor de ironia, y procurando darle una
direccion práctica. "Ya digo á Laprida ( escribia) lo admi
« rable que me parece el plan de un Inca á la cabeza : las
« ventajas son geométricas ; pero por la Patria les suplico no
« nos metan una regencia de (varias) personas : en el momento
« que pase de una, todo se paraliza y nos lleva el diablo. Al
❝ efecto no hay mas que variar el nombre á nuestro Director ,
" y quede un Regente : esto es lo seguro para que salgamos al
<< puerto de salvacion ; " (7) La ironia de esta carta, está en
el énfasis de la palabra geométrica , aplicada por un espíritu
tan exacto como el de San Martin, á un plan fantástico y sin
base política ni militar. Ella se acentúa mas en vista de una
carta anterior del mismo , en que demostraba matemáticamente
que el ejército del Perú era impotente para entrar en opera
ciones, y que no podria emprenderlas sinó despues de domi
nar el Pacífico . Hé aqui sus palabras : « Puede demostrarse
" geometricamente, que si Chile existe en poder de los enemi
" gos dos años mas, no solamente hace la ruina de estas Pro
" vincias sinó que jamás se tomará el Perú por otra parte ; los

6- Oficio de 3 de Agosto de 1816 ( siete dias despues de la proclama dada


por Belgrano sobre la dinastia de los Incas. ) M. S. del Archivo General.
7- Carta de San Martin á Godoy Cruz de 22 de Julio de 1816. Al pié de
esta carta escrita en Córdoba hay una posdata de puño y letra de Pueyrredon en
que saluda á Godoy Cruz, lo que prueba que el Director la leyó y la aprobaba.
(M. S. Autógrafo en nuestro Archivo. )
190 HISTORIA DE BELGRANO

« esfuerzos que se hagan en el Perú, serán nulos. " Con


tales ideas no podia dar importancia al plan de Belgrano, y
por lo mismo se mostraba hasta cierto punto deferente con el
compañero y el amigo á quien respetaba .
Hombre político mas práctico que Belgrano, el General
San Martin no aceptaba la idea monárquica como un fin , sinó
como un medio de constituir un gobierno fuerte para triunfar
de la España, y mas cauto que él no hacia ostentacion pública
de sus opiniones , ni procuraba imponerlas á sus amigos . Asi
se ve que los diputados de Cuyo, que obraban bajo sus inspi
raciones, opinaron unos en contra de la monarquía como Oro,
y otros como Godoy Cruz la acojieron con tibieza. Incitado
por el Congreso, escribió oficialmente Godoy Cruz á D. Ma
nuel Y. Molina, encargado interinamente del gobierno de Cu
yo, á fin de que esplorase la opinion en el sentido de la mo
narquia del Inca. Molina, que parece simpatizaba con la idea,
dispuso que se convocase al efecto un cabildo abierto. Con
sultado San Martin, contestó que « le parecia mas acertado,
citar por esquelas á su casa particular á los hombres de conse
jo," y proceder en consecuencia. La reunion se verificó en esta
forma, sin que San Martin interviniera directa ni indirecta
mente , tomando la palabra en contra del proyecto el Dr. D.
Bernardo Vera, arrastrando tras sí la opinion . Este resultado
fué trasmitido confidencialmente por San Martin á Godoy
Cruz, tomando el Congreso conocimiento de su carta que
mandó archivar en su secretaria. (8)
Rivadavia en Europa, al recibir la noticia por el mismo
Belgrano, segun queda esplicado, quedó desorientado. Como
San Martin, no obstante sus principios republicanos , aceptaba

8-Cartas de San Martin á Godoy Cruz de 12 de Agosto de 1816 -Esta es


la famosa carta interceptada por el Coronel Moldes, que dió lugar á la acusacion
que hizo á este Godoy Cruz en pleno Congreso, en la sesion del 31 de Octubre de
1816 (V. Redactor Nº 15 ) , con cuyo motivo se instruyó un proceso sobre el he
cho. La carta aun permanece inédita. El testo porque nos guiamos es un testi
monio autorizado por el escribano del Congreso D. Marcos Paravissino con fecha
4 de Diciembre de 1816 ( M. S. original en nuestro poder, que perteneció á la col.
de papeles de Godoy Cruz. )
CAPITULO XXVII 191

patrióticamente de su punto de vista la monarquia, como medio


de consolidar el órden y de asegurar la independencia por alian
zas poderosas ; pero no podia aceptarla, ni aun concebirla fue
ra de las relaciones serias con la política europea. Justamente
alarmado por esta novedad , se dirigió al Director Pueyrredon
en una notable carta, en que desenvuelve su plan, diciendo por
via de introduccion : « Me dice el señor Belgrano que muy
<< en breve declarará el Congreso que nuestro gobierno es mo
"nárquico moderado ó constitucional , que esta parece la opinion
« general, y no ménos de que la representacion soberana cree
justo se dé la dinastia de los Incas. Lo primero, considera
« do bajo todos sus aspectos , lo juzgo lo mas acertado y necesa
« rio al mejor éxito de la gran causa de ese pais . Mas lo se
« gundo , confieso ingenuamente, que cuanto mas medito sobre
« ello , ménos lo comprendo. Este es un punto demasiado
<< grave, y lo considero demasiado avanzado, para prometerme
"(por lo mucho y muy obvio que puede aducirse contra tan
<< desventurada idea, ) que ella tenga un efecto útil : por el con
« trario puede ser que no hiciera sinó daño ; en cuya virtud me
❝veo con dolor obligado á encerrarme en los límites de mi si
«tuacion, cual es obedecer y obrar, deplorando los males de
«mi pátria. " (9 )
Como se vé, San Martin , si bien no daba trascendencia á
la idea, no la repudiaba, al menos como medio de robustecer el
poder existente, y el Director pensaba lo mismo que él. Riva
davia, si bien la reprobaba en su forma , se resignaba á aceptarla.
Los que se consideraban árbitros de la situacion, estaban deci
didamente por ella. No obstante esto, y contar con una mayo
ria en el Congreso, y la calorosa aprobacion que secretamente

9-Carta de Rivadavia, Paris, 27 de Febrero de 1817. (M. S. autógrafo


en nuestro archivo. ) En carta posterior de 22 de marzo del mismo año, decia
Rivadavia á Pueyrredon sobre este tópico : "He sabido con sorpresa y dolor la
"idea de proclamar á un descendiente de los Incas. Como he llegado á compren
" der que uno de los que habian abrazado con mas calor esta opinion, es D. Ma
" nuel Belgrano, le he escrito largamente esponiendole las principales razones
"que á mi concepto deben condenar á tan desgraciado pensamiento á un olvido
"absoluto ." ( M. S. autógrafo en nuestro archivo. )
192 HISTORIA DE BELGRANO

habia merecido el plan, esta mayoria compacta tuvo que retro


ceder, ante la enérgica oposicion del diputado Oro y las argu
mentaciones especiosas de Anchorena, resolviéndose se invitase.
á los ciudadanos á emitir opinion sobre él.
Belgrano, penetrado de la bondad de su idea , y persuadi
do de buena fé, que la mayoria del pais lo mismo que la del
Congreso la aceptaba como una solucion, se adelantó á dar un
paso atrevido, que habria podido tener las mas funestas con
secuencias, si el plan hubiese tenido alguna seriedad . Con
motivo de reunir la milicia de Tucuman para hacerla jurar la
independencia el 27 de Julio, aprovechó esta oportunidad á fin
de dar publicidad á la idea, esplorando á la vez la opinion del
pais. Al efecto le dirigió una proclama preconizando la di
nastia de los Incas en estos términos. "He sido testigo de
« las sesiones en que la misma soberania ha discutido acerca
<< de la forma de gobierno con que se ha de regir la nacion , y
« he oido discutir sabiamente en favor de la monarquia consti
« tucional, reconociendo la legitimidad de la representacion
« soberana en la casa de los Incas, y situando el asiento del
" trono en el Cuzco, tanto que me parece se realizará este pen
1 " samiento tan racional, tan noble, y tan justo, con que asegu
ramos la losa del sepulcro de los tiranos."
En seguida ( el 2 de Agosto ) se dirigió por medio de otra
proclama, á los PUEBLOS DEL PERU, anunciándoles en términos
mas esplícitos la fausta nueva de la resurreccion de la monar
quia americana, diciéndoles : « Os he hecho saber y os he en
" señado las causas y razones porque peleamos. Ya está re
« suelta, escrita y jurada nuestra separacion é independencia,
" arrancándola de las manos y poder de esos bestias. Ya
nuestros padres del Congreso han resuelto revivir y revindi
car la sangre de nuestros Incas para que nos gobiernen. Yo,
" yo mismo he oido á los padres de nuestra patria reunidos,
66 hablar y resolver rebosando de alegria, que pondrán de nues
tro Rey á los hijos de nuestros Incas. "
Aun fué mas allá, infatuado con su plan. Haciendo uso
de la influencia que creia tener sobre Güemes, lo comprometió á
imitar su ejemplo. Güemes, que por su calidad de caudillo de
CAPITULO XXVII 193

la masa popular, y por lo tanto gefe de la autonomia de


su provincia, era federal en el hecho, y al mismo tiempo.
indiferente en materias de formas de gobierno, que su in
teligencia no alcanzaba á discernir, no obstante su talento
natural.

Aceptaba lo mismo, la federacion que la unidad escrita,


con tal que no menoscabasen su autoridad local ; y odiando la
propaganda disolvente de Artigas en el sentido de la unidad
nacional ; y la soberania del Rey de España del punto de vista
de la independencia , no tenia nociones claras respecto de mo
narquia ni de república . Aceptó por lo tanto la indicacion de
Belgrano ; pero mas suspicaz, dirigió el 6 de Agosto una pro
clama patriotera y jactanciosa á los pueblos del Perú, sin com
prometerse decididamente ante el pais , esplotando la idea co
mo medio de propaganda revolucionaria y dilatacion de su in
fluencia personal . En ella les decia : « La independencia ó la
« muerte en la causa del honor. No lo dudeis un solo instan
« te, guerreros peruanos. Los pueblos están armados en masa
" y enérgicamente dispuestos á contener los ambiciosos ama
« gos de la tirania . Si estos son los sentimientos gene
" rales que nos animan, con cuanta mas razon lo serán
« cuando, restablecida muy en breve la dinastia de los Incas,
❝veamos sentado en el trono y antigua Córte del Cuzco al le
gítimo sucesor de la corona ? Pelead, pues, guerreros intré
« pidos, animados de tan santo principio, que la Provincia de
Salta y su Jefe velan incesantemente sobre vuestra existen
« cia y conservacion . No temais á esos cobardes sanguinarios,
ni la retirada que ha hecho el ejército auxiliar á la ciudad
<< de Tucuman, con fin de rehacerse y organizarse, os amilane.
<< Tengo fuerzas superabundantes, y virtudes esta provincia,
« para destrozar y aniquilar, no solo ese grupo de bandidos,
« sinó á cuantos enemigos interiores ó esteriores, intenten ho
< llar los sagrados derechos de la América.
« No desmayeis un
<< punto de los grandes empeños que exige de vosotros la dul
❝ce patria, que no tardaré en volar como el rayo con mis
13
194 HISTORIA DE BELGRANO

« bravas legiones á aniquilar esa gavilla que os insulta y


oprime. " ( 10)*
Estas tres proclamas, ademas de su importancia como
documentos de un escándalo histórico, tienen la de diseñar
netamente las respectivas posiciones, del omnipotente caudillo
de Salta y del general en gefe del ejército del Perú. Belgrano
al dirigirse á la milicia de Tucuman, no se atreve á proclamar
ante el ejército la idea monárquica . Se dirige al pais en sus
conciudadanos armados, como esplorando timidamente la opi
nion, invocando la autoridad moral del Congreso, en cuyo
nombre obra, y apenas se aventura á decir : « que le parece
❝ que el pensamiento se realizará. " En su proclama á los
pueblos del Perú, habla como el general argentino que se pre
para á llevarles nuevamente la libertad , al frente de las armas
de la nacion, de que ellos forman legalmente parte, y como el
órgano del Congreso que transmite sus ideas respecto de la
monarquia Incásica . Güemes se dirige de su propia autoridad
á las Provincias de la Union ocupadas por las armas enemigas,
relega al último plano al ejercito auxiliar del Perú, presentán
dolo en la impotencia, rehaciéndose y organizándose á su reta
guardia y bajo su proteccion, les dice que no se amilanen por
eso, porque la provincia de Salta y su gefe velan por su exis
tencia, brindándoles su apoyo , y les promete él, Güemes , volar
como el rayo con sus bravas legiones, porque tiene él fuer
zas superabundantes y su provincia virtudes para ello . "
Aunque, los hombres puramente de accion como Güemes,
no son responsables de los documentos que firman (escritos ge
neralmente por tinterillos que solo procuran al redactarlos
halagar su vanidad y sus pasiones, ) sin embargo, la proclama
de Güemes , consecuente con su conducta anterior y posterior,
revela una completa indiferencia respecto de la idea de coro

10-Tanto la primera proclama de Belgrano, como la de Güemes, se publi


caron en el número 55 del Censor de 12 de Setiembre de 1816 páj . 3 y 5 al mismo
tiempo del Articulo comunicado de Belgrano ya citado. La proclama de Belgrano
A los pueblos del Perú , ménos conocida, la hemos encontrado M. S. entre los pa
peles que conservaba su familia.
CAPITULO XXVII 195

nacion del Inca, y solo la invoca para presentarse como el pró


ximo redentor de las provincias del Alto Perú, al frente de las
legiones de la provincia de Salta, prescindiendo del ejército
de línea, y de la nacion cuya bandera enarbolaba en la frontera.
Señalamos por ahora esta tendencia, (que luego ilustraremos
con hechos y documentos) porque ella manifiesta que, á pesar
de su aparato teatral y de los nombres espectables de los pro
clamadores, la idea no tenia trascendencia ni seriedad.
El pueblo que habia asistido indiferente á las deliberacio
nes monarquistas del Congreso , ignorando sus acuerdos secre
tos, se alarmó ante esta proclamacion insolente, y como era
justo, hizo responsable de ella á Belgrano, amnistiando bene
volamente á Güemes. A pesar de que los hombres mas impor
tantes del pais, fatigados por el desórden, propiciaban la idea ;
á pesar de que no se ignoraba que los dos generales que man
daban los dos únicos ejércitos de la nacion, pensaban como
ellos ; y á pesar de la respetable autoridad del Congreso con
que se escudaba , el sentimiento público reaccionó vigorosa
mente, y el Congreso, los generales y los políticos que habian
enarbolado tan atrevidamente la bandera monárquica, tuvieron
que retroceder de su empeño, como va á verse.
Era que la razon pública habia adelantado en seis años de
revolucion, y que la idea innata de la república estaba en las
cosas mismas, en el organismo de todos y cada uno. Era una
ley escrita en la conciencia popular, que tenia sus manifesta
ciones espontáneas, ya brutales, ya cívicas, ya intelectuales, ya
puramente instintivas, asi en los individuos como en la colec
tividad social, revistiendo siempre formas propias y originales.
No obstante de lo generalizado que estaban en aquella époc a
las ideas mouárquicas entre los hombres mas eminentes de la
revolucion, jamás el sentimiento republicano habia sido mas
fuerte, jamás las nociones del pueblo sobre la organizacion
de una democracia habian sido mas correctas . Hasta las mul
titudes que no alcanzaban á comprender sus teorias abstractas
ni sus formas concretas, tenian el instinto de lo mejor, por mas
que se estraviasen en cuanto á los medios de alcanzarlo . Ya no
era únicamente el nebuloso « Contrato Social " de Rousseau,
196 HISTORIA DE BELGRANO

el vademecum de los revolucionarios : los principios claros ,


prácticos, radicales del libro de Tomás Payne sobre los « De
rechos del Hombre » eran populares en la juventud. Despues
de seis años de vida libre, en que se habia educado una gene
racion sin reyes ni vireyes, la monarquia no podia presentarse
á sus ojos sinó como una especie de «papismo político, " segun
la definia Payne.
El periódico La Crónica Argentina, " órgano de las
ideas democráticas, se encargaba de comentar estas palabras :
No puede haber monarquia sin despotismo, " y el pueblo vol
viendo los ojos á su pasado, aplaudia el comentario, evocando
las reminiscencias de Grecia y Roma y las primitivas tradicio
nes americanas, que siempre estuvieron presente en los espíri
tus durante el curso tempestuoso de la revolucion . Estos sen
timientos y estas ideas, estas aspiraciones exageradas ó afec
tando formas brutales en las masas democráticas insurreccio
nadas de las campañas, ménos consistentes en los centros
urbanos del interior, que participaban de las influencias del
Perú, (que por burla llamaban Peruleras, ) se manifestaban vi
vaces y activas en Buenos Aires , la Atenas del Peloponeso Ar
gentino . Instintivamente, la capital comprendia que en el
fondo de este plan fermentaban odios , rivalidades y preocupa
ciones contra ella, y que, al intentar establecer la sede del go
bierno en el Cuzco, lo mismo que al reunir el Congreso Nacio
nal fuera de su centro, se tenia por objeto despojarla de la co
rona de Cibeles que se habia ceñido el 25 de Mayo de 1810 .
Por estos antecedentes, puede calcularse el escándalo que
en tal atmósfera produciria la publicacion de las proclamas de
Belgrano á las milicias de Tucuman y de Güemes á los pueblos
del Perú ¡ y eso que se omitió la del primero á los peruanos,
como destinada esclusivamente á los inocentes indios ! El es
cándalo fué mayor cuando , juntamente con las proclamas , se
publicó en el mismo periódico una carta del General Belgrano ,
que aunque de fecha anterior y bajo el velo de un transparente
anónimo , desenvolvia la teoria que ellas entrañaban , abogando
calorosamente por la monarquía sobre las bases de la Constitu
cion inglesa y la dinastía de los Incas . «¿ Será posible , se
CAPITULO XXVII 197

« decia en ese escrito, que despues de seis años de revolucion


aun no se haya fijado la opinion, acerca del sistema de go
« bierno que nos es mas conveniente ? En qué especie de go
« bierno hemos vivido despues de la recuperacion de nuestros
<< derechos en 1810 , á que tan injustamente se dá el título de
<< insurreccion ? No hemos conocido mas que el despotismo
bajo los Gobernadores y Vireyes, y bajo las Juntas, los
« Triunviros y Directores, pero sin el órden que en aquel pro
porciona el temor, y con todo el compuesto de las ideas tan
.
brillantemente pintadas por los escritores de la nacion que al
borotó el mundo, para darle el ejemplo de los tristes resulta
dos de que todos somos testigos, y á que vamos marchando
con la mayor aceleracion . ( 11 ) " De estas premisas, que no
carecian de verdad , deducia sus consecuencias, pretendiendo
probar que la monarquía constitucional era, á la vez que un
gobierno racional, el mas adecuado á las costumbres, y aun á
las preocupaciones de la América. Estas deducciones falsas,
mezcladas con argumentos estravagantes sobre la pretendida
legitimidad de la dinastía americana, harian dudar de su recto
juicio, sinó hubieran sido tales las ideas de una mayoria de los
hombres pensadores de aquella época de transicion , y sinó hu
biesen tenido la sancion histórica del Congreso que declaró la
Independencia Argentina !
La primera impresion fué de estupor. Aunque el carácter
del General Belgrano escluyeso la idea de una revolucion, tal
era la que ocurria en presencia del espectáculo escandaloso
de un General al frente de un ejército y unido á un caudillo
poderoso, proclamando una subversion del órden de cosas esta
blecido, y anticipándose á las sanciones del cuerpo soberano cuya
autoridad invocaba . Pasado esta primera sorpresa, el senti
miento fué de hilaridad en vista de lo ridículo del pensamiento ,
y los atributos burlescos de que venia revestido . El pueblo de

11 —Además de las pruebas concluyentes que hemos dado en nota anterior


de este capítulo para demostrar que este escrito es de Belgrano, podemos exhibir
otra, y es haber encontrado entre sus papeles conservados por su familia, una có
pia M. S. de él, que hoy forma parte de nuestro archivo.
198 HISTORIA DE BELGRANO

Buenos Aires, siempre dispuesto á reir como el de Atenas, hizo


la caricatura del plan con chistes gráficos, que bajo su forma li
gera condensaban el juicio colectivo de la opinion. « Es la
monarquía en ojotas, " decia el Dr. Agrelo con la ironia mor
daz que caracteriza sus epígramas. Dorrego con su estilo
llano al alcance del pueblo, completaba la pintura de Agrelo,
agregando : « Este es un Rey de patas sucias. " Pazos Kanki
(de quien hablaremos despues ) decia : « Esta es la vuelta del
Rey D. Sebastian ! " El coronel D. Nicolás de Vedia , rodea
do de jóvenes oficiales, les decia en tono joco- serio :
« Yo seré
el primero que salga á recibir al Rey mi amo ... con un fusil
en la mano.” Antes que la gruesa artilleria de la prensa pe
riódica hubiese hecho sus primeros disparos, ya la idea estaba
muerta bajo la nube de flechas áticas que la habian acribillado.
Era una risa homérica , cuyos ecos llegaban hasta Tucuman.
Un Perulero le dió el golpe de gracia, para hacer mas ver
gonzoso el fracaso . Este fué el mismo Pazos Kanki, de quien
acabamos de hacer mencion . Su verdadero nombre era Vi
cente Pazos Silva, habiéndose agregado el de Kanki por la
mezcla de sangre indígena que visiblemente llevaba en sus ve
nas. Hijo de la Paz en el Alto Perú, su niñez la habia pasado
en medio de la autótona raza Aymará cuya lengua aprendió
con perfeccion, aprendiendo á la vez á odiar á la antigua raza
quechua conquistadora y opresora de sus hermanos etnicos, y
por consecuencia la dominacion de los Incas del Perú . Ami
go del famoso doctor Cañete, y del doctor D. Mariano Moreno
á quienes habia conocido en Chuquisaca, se trasladó á Buenos
Aires á practicar leyes , viviendo del producto de sus escritos ,
siendo entónces presbítero. Sin duda con tal motivo se rela
cionó con D. Manuel Moreno, hermano del famoso repúblico,
con cuyas ideas políticas simpatizó , ligándose estrechamente
con Moldes y con el canónigo D. Pedro Pablo Vidal, miembro
de la Asamblea del año XIII . ( 12 ) En 1812 fundó « El Cen

12-Consta todo esto de un espediente M. S. que original existe en nues


tro archivo, y sus relaciones con Cañete y D. Mariano Moreno de las " Memorias
histéricas políticas " del mismo Pazos, pág. 348.
CAPITULO XXVII 199

sor, " periódico destinado á sostener ideas liberales , que tuvie


ron su repercusion en las provincias del interior, aunque por
entónces todavia no manifestara tendencias á la independencia
ni profesase principios republicanos. Acusado el periódico
por el Gobierno y absuelto por la Junta protectora de la Liber
tad de Imprenta, vióse envuelto en persecuciones, y desterrado
posteriormente por conexiones que se le suponian con planes
disolventes que se le atribuian al Coronel Moldes, cuyo espíri
tu inquieto y ódio hácia lo que él llamaba la oligarquía de la
capital, soplaba el fuego de la discordia, propagando ideas
descentralizadoras mal digeridas. Trasladado á Lóndres , se
relacionó alli con D. Manuel Sarratea, de quien obtuvo infor
mes sobre la negociacion relativa al infante D. Francisco de
Paula y los planes monárquicos de Rivadavia, en el sentido de
prevenirlo fuertemente contra el General Belgrano . En 1816
regresó á Buenos Aires sin sotana y casado, con comunicaciones
de Sarratea para el Director, trayendo al mismo tiempo una
imprenta, siendo probable fuera Sarratea (á quien siempre
fué consecuente) el que le proporcionara los fondos para su ad
quisicion. Por esta imprenta salieron casi simultáneamente
dos periódicos : francamente republicano el uno y monarquista
constitucional el otro . ( 13 ) Era el primero « La Crónica Ar
gentina " redactada por Pazos Kanki, y el segundo « El Ob
servador Americano, " redactado por el Dr. D. Manuel Antonio
Castro, jurisconsulto profundo , escritor y orador elegante, pa
triota decidido y carácter elevado, aunque como político su in
teligencia careciese del resorte de la iniciativa.
Era Pazos Kanki de carácter escéntrico, de moralidad
equívoca, con un juicio desequilibrado y una inteligencia bas
tante cultivada y activa , nutrida con fuertes lecturas . En los
últimos años que habia pasado en Inglaterra, se habia fami
liarizado con las instituciones británicas, interpretadas por los

13-Consta todo lo relativo á sus relaciones con Sarratea de un escrito del


mismo Pazos publicado en un periódico de Nueva-York en 1818, citado ántes.
En él consta tambien que era enemigo de Alvear, de quien se le ha supuesto sin
razon partidario, lo que se contradice con su amistad con Sarratea .
200 HISTORIA DE BELGRANO

demócratas republicanos , especialmente por Tomas Payne, cu


yas doctrinas profesaba . Con estos antecedentes, con las pre
venciones que traia respecto de tenebrosos planes de monarquia ,
que se atribuian á los hombres que le habian perseguido , ó
contra los cuales estaba prevenido por los informes parciales de
Sarratea, se comprenderá que la «Crónica Argentina, " tenia
que ser adversa al plan de Belgrano .
Estos rasgos biográficos respecto de un personage secun
dario, eran indispensables, para colocar á los personages prin
cipales bajo su verdadera luz, en el momento de abrirse por la
prensa el solemne debate sobre la forma de gobierno que mas
convenia al pais, una vez declarada la independencia nacional .
El estado de la prensa argentina en los momentos en que
aquel grande acontecimiento tuvo lugar, es una pájina histórica
que todavia no ha sido escrita, y que debe serlo. Ella nos hará
conocer el caudal de ideas que entónces se hallaban en circula
cion, nos iniciará en los misterios de la conciencia pública cuyas
luces eran reflejadas por la publicidad, determinará el grado
de madurez del pueblo para discurrir sobre sus propios inte
reses, y nos hará asistir á la gestacion intelectual de una na
cion al asumir ante el mundo su personalidad independiente
y libre.
Existian en Buenos Aires en aquella época cinco impren
tas, que apenas bastaban á la reproduccion del pensamiento
argentino. Los emigrados chilenos habian fundado la suya ,
y en ella imprimian el primer tomo del « Ensayo " del Dean
Funes, destinado á hacer conocer en el mundo los anteceden
tes históricos de la nueva nacion. La « Imprenta de los niños
Espósitos la primera del Rio de la Plata , que originariamente
establecieron los jesuitas en Córdoba, era á la sazon la del Es
tado . Publicábanse por ella tres periódicos. Era el primero
de ellos la «Gaceta de Buenos Aires," el monitor de la revo
lucion en sus relaciones con la América independiente y con el
pais, que contraida esclusivamente á los intereses generales ,
prescindia generalmente de la política interna por un discreto
patriotismo. Era el otro el « Redactor del Congreso," órgano
de la asamblea constituyente, que daba cuenta al pais de sus
CAPITULO XXVII 201

operaciones, esplicándolas. El tercero era el « Censor, » que


como queda esplicado, ejercia una especie de magistratura
periodistica establecida por la Constitucion, gozando del privi
lejio de censurar al gobierno con sus propios tipos, siendo in
violable su redactor . El cuarto periódico que por la imprenta
de Espósitos se publicaba, era una revista miscelánica , desti
nada á la ilustracion popular, que redactaba con amenidad D.
Santiago Wilde, inglés aclimatado en el pais.
Por la Imprenta de la Independencia, se publicaban dos
periódicos : el «Desengaño, " redactado bajo este título singu
lar como su autor, por el presbítero D. Bartolomé Muñoz , quien
difundia sus incompletos conocimientos científicos y sus senti
mientos patrióticos, sin profundizar mucho las cuestiones que
trataba ; y el « Independiente " redactado por el fogoso Dr. D.
Pedro José Agrelo, veterano de la prensa revolucionaria .
La imprenta traida por Pazos Kanki habia tomado la deno
minacion Del Sol, en honor del astro que derramaba sus luces
en medio de las nubes simbólicas de la bandera argentina . Por
ella se publicaban fraternalmente, como queda dicho, La Cró
nica Argentina y El Observador Americano, redactada la pri
mera por Pazos Kanki y el segundo por D. Manuel Antonio
Castro . No obstante representar opiniones diametralmente
opuestas, cultivaban sus redactores amistad cordial en medio
del debate que mantenian, y se trataban en sus escritos con
benevolencia y con recíproco respeto.
La «Crónica Argentina" fué la primera que inició resuel
tamente el debate, levantando en alto el lábaro republicano, y
haciendo fuego sobre la bandera monárquica enarbolada por
Belgrano y Güemes bajo los auspicios del Congreso . Tomando
por tema sus proclamas, y la invitacion hecha por el « Redac
tor del Congreso " para que los ciudadanos manifestasen sus
opiniones respecto de la forma de gobierno, publicó un artícu
lo en tono tan magistral, con tal posesion de su asunto, con tan
lógica esposicion de hechos y claridad de doctrina, con tan
acerada como culta ironia , á la vez que con tan calorosa y pro
funda conviccion de principios, que desde luego se impuso á la
opinion, como una fórmula de lo que todos veian , pensaban y
202 HISTORIA DE BELGRANO

querian . Hay artículos de periódico, que tienen la importan


cia histórica de un libro, y este es uno de ellos .
El articulista de «La Crónica Argentina ," al tomar por
tema las proclamas de Belgrano y Güemes , manifestaba que de
pronto las habia tomado por una metáfora política para de
signar el imperio argentino ; " pero que muy luego habiase
convencido que se hablaba con seriedad « esperando precisa
mente la víspera de la promulgacion de la independencia, para
clavar un puñal en el corazon de las Provincias Unidas. " Li
gando el plan á los rumores que sobre monarquia circulaban , y
dándole el carácter de una conjuracion tenebrosa para « variar
❝la opinion de los pueblos, haciéndoles abandonar el proyecto
« de constituir una república por todos deseada, " toma valiente
y tranquilamente la defensa de las democracias á las que se
atribuia « una anarquia inherente á su constitucion . » Des
miente la acusacion con el espectáculo « del gobierno florecien
« te de Norte América en el propio continente americano, de
cuyas instituciones y reglas se habia procurado apartar á los
« pueblos para buscar su felicidad en domicilio mas lejano . »
Con tal motivo agregaba :-« Allí vemos una democracia sin
« desórden, y no es tan fácil presentar aristocracias sin inso
« lencia, ni monarquias (aun constitucionales, si es que puede
« haber alguna fuera de Inglaterra ) sin tirania y sin usurpa
❝cion. "
Sentada asi la cuestion , presentaba las proclamas de Bel
grano y Güemes como una manzana de nuevas discordias,
arrojada por la mano de dos gefes al frente de fuerza arma
da en presencia de los grandes deberes que les estaban en
« comendados. " Establecida esta premisa protestaba no creer
que el Congreso « pensase en instituir una dinastía como la de
" los Incas, que ningun derecho tenia para reinar sobre los ame
« ricanos , habiendo dejado de existir como casa de príncipes
« hacia 300 años , sin legar á la posteridad sinó vástagos bas
« tardos y sin consideracion en el mundo, y que solo existia en
« la historia de Garcilaso y en los poemas de Marmontel . »
Ampliando esta salvedad, dice que « anticiparse al voto del
« Congreso (que debia respetarse una vez pronunciado ) era
CAPITULO XXVII 203

« una ligereza criminal, que suscitaba un germen de divisiones


« y guerras intestinas, violentando en cierto modo la libertad
« del cuerpo soberano, protejido por las bayonetas de que dis
« ponia el general Belgrano. "
Haciendo en seguida la enumeracion de las graves y com
plicadas cuestiones que envolvia la fijacion definitiva de la for
ma de gobierno, daba una severa leccion á los proclamadores,
diciéndoles : « Estas cuestiones no deben decidirse por los ge
« nerales, sinó por la razon, por el convencimiento y por el vo
to libre é ilustrado de los ciudadanos . " A la merecida lec
cion seguia la ironia, y aludiendo á las últimas derrotas de Bel
grano sin mencionarlas , le decia : « Mejor seria que se dejase
« de escribir y ganase batallas ; que es para lo que está consti
« tuido , no sea que perdiéndose las provincias por incuria, nos
veamos al fin en estado de no poder ser cosa alguna. "
Elevándose de la ironía personal al sarcasmo histórico po
lítico, presenta la imágen de « un Rey de burlas, hechura de
« la irreflexion y el capricho, sacado de una choza ó del centro.
« de la plebe, como en una romance ó en una comedia, porque
« se habian acabado los tiempos en que los pueblos inocentes
<< ofrecian coronas á viejos venerables y prudentes ancianos
« que reposaban bajo la sombra de una encina, por que los re
« yes no se hacen por nadie sinó por ellos , y por eso usaban el
« Dei gratia, " agregando que, « seria un prodigio mas gran
66 de que el que ejecutó la divinidad resucitando el cadáver in
« fecto de Lázaro despues de tres dias de corrupcion , restituir
« á la vida despues de 300 años , el esqueleto inmundo de la di
nastia de los Incas. " Demostrando con el raciocinio mas
elemental, que la casa de los pasados Incas no podia reatar la
libertad de los presentes « para constituir el gobierno mas jus
« to y conveniente, con arreglo á sus costumbres y su ilustra
❝cion, con menoscabo de sus derechos, ligando á tal enagena
cion la libertad y los derechos de su posteridad , » establece
la línea divisoria, de la raza indígena y de la raza criolla, pre
sentando como un peligro el ejemplo de la preponderancia de la
raza negra en Santo Domingo. Considerando el plan bajo su
faz práctica y de actualidad , demostraba brevemente , que él no
204 HISTORIA DE BELGRANO

proporcionaria una ventaja mayor que la que se lograria go


bernándose por un sistema como el norte- americano, y que por
el contrario, ofrecia los mas graves inconvenientes y peligros
para el presente y el futuro .
Reservando para mas adelante hacer la exposicion metó
dica de sus ideas de gobierno, dice por último : -« Nadie en el
« mundo fué tan insensato y falto de amor propio para consti
tuir Reyes de propia voluntad : los que existen han empeza
do por la fuerza ; y si en algunos de ellos ha concurrido la
« libre eleccion de los pueblos, ha sido en virtud de un contra
" to. Solo los judios han elejido Rey voluntariamente. " Y
agregaba en un artículo posterior, que estos mismos lo habian
efectuado por ciego envilecimiento, á pesar de las profecias de
Samuel, que comunicó al pueblo las palabras de Dios : —« Es
« tas serán las atribuciones del Rey, que mandará sobre voso
❝tros : os arrancará vuestros hijos para que le sirvan de laca
« yos los destinará para su servicio en clase de soldados y pa
" ra que guarden su persona ; los empleará en el trabajo de
" sus campos ; os quitará tambien vuestras hijas para que sirvan
66 á sus objetos personales : os despojará de vuestras propieda
«
❝des para repartirlas á sus domésticos y favoritos : os recarga
« rá de tributos y contribuciones, quitándoos para su capricho
« vuestros esclavos y ganados, y últimamente vosotros mismos
" sereis esclavos del Monarca . Vos eritis ei servis. Entónces
« clamareis en vano contra el Rey, el Señor so hará sordo á
vuestros clamores. " Jamás despues de los tiempos en que
Moreno y Monteagudo estaban al frente de la prensa argenti
na, se habia oido un lenguaje mas viril, una argumentacion
mas contundente, un poder de persuasion mas eficaz , emplean
do alternativamente la lógica, el ejemplo, el sarcasmo, la pasion
y el pavor por los destinos futuros del pueblo, envuelto todo en
reminiscencias bíblicas, vulgarizacion de principios fundamen
tales y alusiones históricas. ( 14 )

14—Véase “ La Crónica Argentina núm. 17 y 21. —El Dr. don V. F. Lopez,


lo atribuye por inferencia á D. Manuel Moreno. Aparte de que fué publicado
como de Pazos Kanki, que su tono, su estilo y sus tendencias están en armonia
CAPITULO XXVII 205

A este prólogo magistral, siguió una serie de artículos , en


que Pazos Kanki agotó la cuestion bajo todas sus faces, soste
niendo la polémica con sus contendores, obligándolos al fin,
tanto á ellos como á los sostenedores del paso inconsiderado de
Belgrano, á encerrarse en la defensiva de su conducta , plegan
do su bandera. El esqueleto del Inca había sido enterrado por
la cuarta vez !
El « Censor, redactado por el habanero Valdez, antiguo
diputado á Cortes , que se hallaba constitucionalmente al am
paro de la inmunidad de los antiguos tribunos de Roma, quedó
desconcertado ante aquel brusco ataque, aquella valiente fusti
gacion pública y aquella conviccion apasionada y razonada á la
vez . Hasta entónces habia gozado de la fama de sabio, y era
considerado por algunos como un oráculo en materias consti
tucionales. No era en realidad , como lo hemos dicho ya, sinó
una mediocridad suficiente, con algunas luces intermitentes y
ciertas nociones vulgares de historia y derecho público. Apé
nas acertó á balbucear algunas esposiciones sobre la Constitu
cion inglesa, tendentes á probar que la monarquia constitucio
nal era el mejor sistema de gobierno, haciendo algunas recri
minaciones sobre los abusos de la libertad de imprenta apro
pósito de los escritos de Pazos Kanki, llegando hasta pedir
por el hecho de estar prohibido en Inglaterra, la prohibicion
del libro de Tomas Payne, como pernicioso para los infantiles
pueblos sud-americanos . Pazos Kanki, que habia asistido en
Londres al triunfo de un editor de este famoso libro, le con
testó con estas hermosas palabras : Sepa el Censor » que
<< en nuestros tiempos se condenó en Lóndres á un impresor,
« que fué sorprendido reimprimiendo á Payne, no á destierro.

con sus escritos anteriores y posteriores, que él no tiene ninguna analogía con el
estilo seco, incoloro y analítico de D. Manuel Moreno, existe la prueba escrita de
ser un articulo firmado con presencia de testigos . Pazos Kanki en una nota
puesta á su artículo del núm. 20 de " La Crónica Argentina, " se refiere á él es
presamente, declarándolo suyo ; y declarando además que estaba autorizado para
impugnar la monarquía de los Incas, insertando en comprobacion de su aserto la
carta que con fecha 3 de Setiembre de 1816 le habia dirigido un miembro del Con
greso de Tucuman.
206 HISTORIA DE BELGRANO

❝y horca como él quiere, sinó á ser espuesto á la espectacion


« pública en el Pilar (Pillary;) pero en lugar de insultarlo el
ilustrado pueblo inglés, lo coronó de flores y celebró con
« músicas, convirtiendo aquel acto en un verdadero triunfo
<< contra la intencion de los jueces. »
El Observador Americano" fué fundado por el Dr. Castro
para prohijar el plan de la monarquia constitucional y la dinas
tia del Inca . Era su persuasion « que todos los patriotas de
« juicio estaban decididos por ella, como medio de hacer cesar
« de un golpe las divergencias de opiniones, la incertidumbre
respecto de la suerte futura, y los males de la anarquia, pro
❝ piciándose la opinion de la Inglaterra y haciendo tomar inte
« rés á los indios por la revolucion . ( 15 ) » A la aparicion de
su periódico, se encontró envuelto en esta tempestuosa discu
sion , y ante una opinion manifiestamente hostil. No era un
hombre de lucha, aunque tuviera el coraje de sus creencias, y
por lo tanto retrocedió ante la idea de sostener publicamente
la legitimidad ó la conveniencia de la dinastia de los Incas en
presencia de la burla general y de los sarcasmos de su amigo y
contendor Pazos Kanki. Mal preparado por sus estudios fo
renses para dilucidar una cuestion de tanta trascendencia, todo
su bagaje científico al entrar en campaña lo componian : el
Contrato Social de Rousseau, el Espíritu de las Leyes de Mon
tesquieu, y los Ensayos de Filangieri, con algunas traqueadas
reminiscencias de Grecia y Roma, matizadas con ejemplos de
ia revolucion francesa.
Colocándose el 66
« Observador Americano " en un terreno
neutral, sin condenar en abstracto ninguna forma determinada
de gobierno, invocando al efecto el testo de Rousseau, hizo su
esposicion metódica de principios en una série de artículos pu
blicados en doce números sucesivos , entrando por accidente en
el terreno de la polémica . Queria un gobierno que impidiera
la anarquía y evitase caer en la olocracia , ó sea el gobierno de

15-Carta de Castro al Dr. D. José Darragueira, diputado al Congreso de


Tucuman, publicada por la primera vez por el Dr. don V. F. Lopez.
CAPITULO XXVII 207

los pobres, lo que era levantar bandera contra la masa popular


y proclamar en cierto modo una oligarquía política . Siguien
do las huellas de sus maestros, creia que la base de la democra
cia era únicamente la virtud, y que por falta de ella , habiéndo
se agotado las formas democráticas en los distintos períodos
de la revolucion, ellas « no ofrecian mas que lecciones terribles,
« espantosos contrastes de un verdadero despotismo con el
« nombre de República, del amor de la libertad con las bajezas
<< de la servidumbre, de la contínua invocacion de las leyes con
« la anarquía mas licenciosa , del lujo mas inmoderado con la
« mas apurada indigencia. " ( 16 )
Divagando en seguida con Montesquieu sobre climas , es
tension del territorio y naturaleza del suelo, negaba la identi
dad de condiciones de las Provincias Unidas con la América
del Norte, disertando estensamente contra el federalismo , es
plicando por sus reglas mal entendidas y peor aplicadas, y por
las semi formas republicanas que revestia, la debilidad de la
nacion en presencia de los estraños (se referia á los portugue
ses que invadian la Banda Oriental ; ) oponia la despoblacion
como obstáculo á la planteacion de tal sistema, que segun él,
entrañaba necesariamente la disgregacion, terminando su es
posicion con estas palabras :-« Demos que se organice la mas
« bella constitucion federal que han conocido los Estados,
« ¿ Cuál será el genio que acierte á ponerla en ejecucion ? Mo
❝mento peligroso ! El tiempo decidirá esta gran cuestion. "
(17) Y solo el tiempo la ha decidido!
Dentro de este triángulo, que simboliza los puntos estre
mos de las líneas generales de la discusion , se colocó el « Inde
pendiente » redactado por el Dr. Agrelo. A pesar de su carác
ter arrebatado, de sus conexiones políticas y personales con D.
Manuel Moreno, los coroneles Pagola y Dorrego, que junta
mente con él habian tratado de oponerse á la entrada del Di
rector Supremo en Buenos Aires, su actitud fué moderada y

16-Obs . Amer. Nº 9, pág. 47.


17-Obs. Amer. Nº 12, pág. 96.
208 HISTORIA DE BELGRANO

mas bien ecléctica. Su programa eran las Instrucciones dadas


por Buenos Aires á los Diputados al Congreso , concebidas en
el espíritu del parlamentarismo, en las cuales se les recomen
daba la « indivisibilidad del territorio , " -el ejercicio delegado
de la soberania en tres poderes definidos, la consagracion de las
garantías inherentes al hombre, con « el derecho de resistir á
« cualquier autoridad que no se contenga dentro de los límites
« de la constitucion, "-la «division del poder legislativo en
dos ó mas secciones, "-y la sancion de una reforma progresi
va de la ley fundamental. ( 18 ) Tomando las Instrucciones co
mo testo, teniendo á De Lolme por Evangelio y por profeta á
De Pradt, sostiene la constitucion inglesa republicanizada,
asume el papel de demócrata conservador, manteniéndose en
el terreno doctrinario sin intervenir en la polémica, como si
dictase un curso de política teórica desde lo alto de la cátedra.
Su estenso comentario ( el mejor que hasta entonces se hubiese
hecho de la constitucion inglesa) termina anunciando , « que se
<< suspende el periódico porque no se costea la impresion . »
La discusion estaba agotada ; la opinion hecha y triun
fante . La idea monárquica estaba derrotada por el razona
miento ; el plan dinástico del Inca anonadado bajo la rechifla
pública. El Congreso retrocedió ante esta actitud y no volvió
á hablar mas de la dinastía del Inca , salvo reincidir mas tarde
en sus propósitos monárquicos. La idea de la independencia
se hizo desde entónces inseparable de la idea de una república,
que habia nacido con la revolucion . Empero que, este fuese
el modo de pensar y de sentir de la universalidad de los ciuda
danos , la opinion se dividió mas pronunciadamente que ántes ,
en dos fracciones, cuyas tendencias, si bien no afectaban la
esencia del gobierno republicano, entrañaban una revolucion
profunda, y conspiraban desde luego, ya contra la constitucion
robusta del poder público para hacer triunfar la revolucion
contra sus enemigos esteriores, ya contra las fuerzas esplosi

18 " Instrucciones que la Junta Electoral de Buenos Aires da á sus repre


sentantes en el uturo Congreso General de todas las de la union. " Setiembre
12 de 1815.-Publicadas en el núm. 1º pág. 6 y 9, del " Independiente. "
CAPITULO XXVII 209

vas de la nacionalidad que debian sostenerla en el organismo.


interno. Nos referimos á las disidencias sobre unidad ó fede
racion de regimen, que desde esta epoca se acentuaron mas .
Declarada la Independencia por la voluntad manifiesta de
los pueblos , y fijada definitivamente la forma de gobierno ,
determinada por el propio organismo y los antecedentes de su
revolucion, quedaban irrevocablemente fijados los destinos del
pueblo arjentino, que llevaba en su seno la anarquia interna ;
teniendo en una mano la espada que debia salvarlo, y en la
otra la tea que debia incendiarlo y casi aniquilar sus elementos
sociales, hasta que despues de la victoria, amalgamadas las
fuerzas encontradas, prevaleciese el espíritu conservador, y la
nacion se constituyese dentro de sus elementos orgánicos , dan
do su parte á la inspiracion genial, y su parte á la alta razon
aleccionada por la dolorosa esperiencia .
Tal fué el resultado de este debate memorable, que deter
minó definitivamente el rumbo de la revolucion argentina.
Aunque favorable al triunfo de las ideas democráticas , él ejer
ció desde luego una influencia funesta sobre el desarrollo armo
nioso de la revolucion . Su influencia se hizo sentir aun por lar
gos años, dando origen á acciones y reacciones, que tal vez
pudieron haberse evitado , procediendo con mas prevision y cla
ridad de vistas por parte de los directores del movimiento ge
neral, á fin de no dar razon , y sobre todo razon de ser, á las
fuerzas populares. Guiadas estas por sus instintos , querian
la república conspirando contra su triunfo, triunfando en la
revolucion interna, mientras la accion esterna triunfaba en
toda la América del Sud, y aun en el propio territorio, sin
concurrir ambas fuerzas á la organizacion constitucional del
pais .
La derrota de la idea monárquica , representada por los
directores inteligentes de la revolucion , envuelta en la mere
recida burla de que fué objeto la dinastia incásica , desauto
rizó á la parte ilustrada de la sociedad . Dió razon, y sobre
todo razon de ser, como hemos dicho, á las masas ignorantes
ó semi-bárbaras, que resistian por instinto todo lo que no se
acercara á la forma innata de gobierno que estaba en ellos
14 , y
210 HISTORIA DE BELGRANO

que la razon tenia que sancionar al fin, dándole formas orgá


nicas. Despojó de su majestad al Congreso de las Provincias
reunido en Tucuman , en cuyas manos estaban los destinos de
los pueblos que representaba , por delegacion espresa ó por vo
luntad tácita. Debilitó la constitucion del gobierno central
comprometido en este malhadado plan, arrebatándole parte de
su autoridad moral, y obligándole á reemplazarla con la vio
lencia. Ahondó mas la division entre la capital y las provin
cias , entre los centros urbanos y la semi-barbarie campesina, en
tre los ciudadanos entre si , dando á unos razon y á otros pre
testo para resistir y para combatir. Los mismos ejércitos, base
del órden y esperanza de la revolucion, se resintieron de este
embate de opiniones encontradas, dejándose penetrar por ten
dencias disolventes, que en un dia no muy lejano darian su esta
llido . El nombre de Belgrano, el mas puro de todos , quedó
tiznado , debilitándose ante el pueblo su prestigio, y ante los
partidos la alta imparcialidad del patriotismo, que hasta entón
ces lo habia elevado en la opinion pública , no obstante sus der
rotas y sus errores.
Los monarquistas, derrotados en su imposible intento, se
hicieron centralistas, arrastrando en su movimiento de concen
tracion al Congreso de Tucuman, que levantó patrioticamente
el estandarte de la unidad nacional, rodeando al poder general
y aplicando todas sus fuerzas al triunfo de la revolucion ame
ricana..
Los republicanos de instinto triunfantes en la lucha , se
asimilaron todos los elementos inorgánicos de la sociabilidad,
rehuyendo sus brazos á la comun fatiga, y enervando las fuer
zas políticas y militares, que contrarestaban su accion fatal y
disolvente á la vez . De este modo , los precursores de la inde
pendencia, los fautores de la república, reaccionando contra su
obra, vinieron á ser los conservadores del órden de cosas, que
debia hacer triunfar la independencia y la república ; miéntras
que las fuerzas populares que habian vivificado una y otra,
reaccionarian contra ellas, representándolas sin embargo me
jor , guiadas por sus intintos ; triunfando las primeras en el es
terior y las segundas en el interior, legando unas y otras á la
CAPITULO XXVII 211

posteridad, á la par de sus elementos de vida estable, sus gér


menes de descomposicion.
Estas metamórfosis mitológicas de los partidos , estas com
plejas acciones y reacciones, estas fuerzas eficientes que se
chocan y concurren empero al movimiento general, estos prin
cipios de vida y de destruccion, que parecen escluirse y sin
embargo no son del todo incompatibles , esta elaboracion do
lorosa de una nacionalidad que reviste por instinto una forma
genial, que ensaya teoricamente varios sistemas, que conspira
contra sí misma, aplicando mal la inteligencia ó la fuerza, en
que alternativa ó simultaneamente lo que destruye vivifica, y lo
que resiste salva á todos , surgiendo de este caos una fuerza vital,
conservadora, reparadora y organizadora, son fenómenos pro
pios de la historia argentina, que solo pueden ser esplicados
por los antecedentes que hemos procurado condensar en estas
pájinas.
Estos antecedentes rigorosamente históricos y documen
tados, acompañados de esta sinopsis ajustada á ellos , nos habi
litan para comprender mejor, los sucesos que van á desenvol
verse en el campo de la política interna , en que á veces la
razon está de una y otra parte, otras veces parece no estar en
ninguna de ellas, y en que al fin, despues de malgastar sus fuer
zas en una lucha estéril, todos se encuentran en el punto de
partida, tiene la singularidad de ser una obra anónima y colec
tiva, en que los protagonistas se suceden y desaparecen, y en
que el pueblo ocupa constantemente la escena.
CAPITULO XXVIII

LA ANARQUIA

1816-1817

Teoria de la anarquia argentina-La federacion de hecho - El Congreso de Tucu


man, el antagonismo, el federalismo, la centralizacion y Buenos Aires
Mision del diputado Corro - Disturbios en la Rioja- Renovacion de hosti
lidades entre Buenos Aires y Santa-Fé- Derrota del ejército y escuadrilla
de Buenos Aires-El artiguismo en Córdoba- Insurreccion de Bulnes en
Córdoba y desórdenes que se siguen- Impresiones de San Martin y Belgra
grano-El Congreso y el Director ejercen simultáneamente el poder ejecu
tivo- Se reprime la insurreccion de Córdoba-Nueva conmocion en Cór
doba sofocada- D. Ambrosio Funes-Sublevacion de Santiago del Estero
Muerte del comandante Borges y sus antecedentes - Estado del Congreso
y la cuestion de su traslacion á Buenos Aires- Resistencia de los diputados
de Córdoba y Salta-El enemigo sobre Jujuy- Ultimas sesiones del Con
greso en Tucuman- Prospecto.

Hemos dicho, que la revolucion argentina, como hecho


múltiple y complejo, necesita ser estudiado para ser bien com
prendido, en sus varias y al parecer mas contradictorias ma
nifestaciones, á fin de darse cuenta de la ley que presidió al
desarrollo latente de las fuerzas sociales y de las causas que
las enervaron , asi en el órden político como en el órden mili
tar. Solo por este método puede ser esplicada la anarquia
argentina, ligando los efectos á sus causas, y deduciendo
de los hechos ingenuamente comprobados la teoria que los
sintetiza .
214 HISTORIA DE BELGRANO

Considerada la revolucion argentina, en su doble manifes


tacion de lucha de emancipacion y regeneracion politica, que
se concreta en la ingénita aspiracion del pueblo hacia la sobe
rania de hecho y la soberania de derecho, ella es como esos só
les duplos de distintos colores, que nos envian confundidos
sus rayos luminosos .
Bien que la revolucion fuera un hecho fatal, que estaba en
el órden de las cosas, y que reconoce causas originarias, no
puede desconocerse, que causas accidentales é inmediatas la
determinaron, ántes de que la sociedad hubiese alcanzado su
desarrollo normal. De aquí provino la desigual distribucion
de las fuerzas eficientes, la incoherencia de los movimientos
escéntricos y el desequilibrio de los elementos que concurrie
ron á su resultado final.
El vireynato del Rio de la Plata, dentro de cuyas fronte
ras se dilató la revolucion argentina, no era, como fué antes es
plicado, un organismo articulado . Era un cuerpo informe,
una aglomeracion de elementos hetereogeneos, dispersos en
una vasta estension de territorio casi desierto, sin cohesion so
cial entre sí, y sin esa amplitud de vibraciones morales que
constituyen la solidaridad de las partes con el todo . Local y
municipal en su orígen ostensible, guerrera en los primeros
pasos de su propaganda, popular en su desenvolvimiento, ame
ricana en sus tendencias, y nacional en su fórmula concreta , esa
revolucion fué complicándose gradualmente en sus elementos
constitutivos, acelerándose en su movimiento, poniendo en ac
tividad todas las fuerzas, todos los intereses, todas las pasiones,
todos los instintos y todas las ideas que de ella surgian, hasta
revestir una forma nativa, revelando un vitalismo propio, y
obrar con la espontaneidad de su naturaleza, dando orígen á una
vida múltiple y colectiva á la vez.
Los primeros movimientos de la revolucion pusieron de
manifiesto desde luego dentro de los grandes contornos del
vireynato, un organismo rudimentario y persistente, que re
conocia un núcleo y que obedecia á ciertas leyes con afinida
des comunes y recíprocas. Tal fué el bosquejo del pais argen
tino, dentro del cual debia operarse su revolucion interna.
CAPITULO XXVIII 215

De este organismo, se segregó el Paraguay, como un miembro


atrofiado de la sociabilidad argentina. Desligáronse mas tarde
las Provincias del Alto Perú, no solo por la derrota de las ar
mas revolucionarias, que produjeron una solucion de continui
dad en el territorio, sinó porque en realidad era un mundo
aparte, sin puntos de contacto con las poblaciones de la cuenca
del Plata. La insurreccion de la Banda Oriental, nacida en
las campañas, sin un centro urbano que le sirviese de núcleo,
privada así de toda cohesion y de todo elemento de gobierno
regular, fué el patrimonio de multitudes desagregadas, eman
cipadas de toda ley , que al fin la hicieron política y militar
mente ingobernable, entregándola desorganizada al arbitrio
del caudillage local, que convirtiéndola en insurreccion contra
la sociabilidad argentina, le inoculó este principio disolvente .
Durante la lucha de la independencia, la vida colectiva
en sus multiformes manifestaciones, se agita y bulle como la
sávia loca, en las ciudades, en los hogares urbanos, en los ejér
citos, en las asambleas populares, en los clubs, y se propaga
dentro de los límites que le hemos asignado, en las campañas
apenas pobladas de la cuenca del Plata. Las multitudes cam
pesinas desagregadas, semi-bárbaras, que aunque segregadas
hasta entonces de la vida social y política, constituyen una en
tidad por el número y que reconocen la ley del territorio al cual
están identificadas, se agrupan por afinidades y se incorporan
al movimiento general, surgiendo con ellas un individualismo
marcado y persistente , que llevaba en sí una fuerza esplosiva .
Compelidas ó apasionadas las masas campesinas, siguen el
movimiento revolucionario, interpretándolo, aplicándolo á su
manera y haciendo brotar otra revolucion social del seno mis
mo de la revolucion política, teniendo cada cual su objetivo y
persiguiendo cada una de ellas un ideal, que procuraba hacer
prevalecer por medios análogos á sus fines, interviniendo la
accion recíproca de las fuerzas vitales y de las pasiones encen
didas, aunque visiblemente un principio superior dominara su
antagonismo. Estas dos revoluciones gemelas, confundién
dose algunas veces en su dualismo, dividiéndose otras, com
binan sus fuerzas, se neutralizan, se chocan concurriendo uni
216 HISTORIA DE BELGRANO

das á la disolucion de la sociedad vieja, prolongando los dolo


res de la comunidad, y malgastando sus elementos vitales por
los medios puestos en juego asi para el bien como para el mal .
Este era el resultado natural de un movimiento en que, la ma
yoria ignorante llamada á obrar y combatir, y por lo tanto á
influir de hecho, y por consecuencia á pensar como podia y
sabia para ejercer esas funciones, no se hallaba al nivel de la
inteligencia que primero concibió la revolucion y la llevó á
cabo, organizándola civilmente, contando para hacerla triunfar
con fuerzas que estimó poderosas, pero cuya energia no pudo
calcular bien de antemano. De este desnivel, era consecuencia
lógica la reaccion de las masas plebeyas, su insurreccion, y la
anarquía tambien ; asi como lo era la accion constante de las
fuerzas unificadoras, reguladoras y conservadoras, que impri
mian movimiento á la máquina del gobierno general, resis
tiendo á la disolucion interna y combatiendo contra los ene
migos esternos.
Llamadas las masas sin preparacion á tomar parte en el
gobierno, era natural que la tomaran de hecho, primero en la
guerra, luego en la política militante, creando segun sus nocio
nes, poderes á imágen y semejanza suya, que representasen sus
instintos enérgicos ó brutales, que á veces rayaban en el fana
tismo. Tal fué el orígen de los caudillos populares de la anar
quía argentina. Estos caudillos , elegidos unos , impuestos
otros, salidos de la misma masa, participando de las mismas pa
siones, se hicieron la encarnacion de esa democracia indiscipli
nada, semi-bárbara, con vitalismo propio en algunas partes, con
tendencias puramente vandálicas y disolventes en otras , pero
siempre vivaz y robusta como un elemento indígena. Los cau
dillos , absorbiendo la fuerza de las masas, se convirtieron en
mandones irresponsables, se perpetuaron por la violencia en el
poder, y árbitros de las voluntades de sus subordinados , los
arrastraron tras sí, conduciéndolos al campo de la guerra civil ó
en contra del enemigo esterior, desmoronando con ellos la socie
dad vieja á la par que agotando las fuentes de la vida comun ;
comprometiendo el éxito de la lucha por la independencia ; re
bajando el nivel político y moral de los pueblos, y dificultando
CAPITULO XXVIII 217

la organizacion constitutiva que unos anhelaban por instinto, y


otros buscaban en el órden superior de las ideas .
Este movimiento desordenado de la democracia semi-bár
bara, esta anarquia multiforme, este estallido de fuerzas esplo
sivas, estas aspiraciones vagas hacia un ideal inconciente, esta
intervencion de pasiones tumultuosas, de ambiciones bastardas
esta accion disolvente del bandolerismo revistiendo formas
políticas, pudo haberse prevenido en parte ó regularizado has
ta cierto punto ; pero no era posible eliminarlo del todo, dadas
las condiciones y los antecedentes revolucionarios . Precisa
mente porque fué una revolucion y no una simple mutacion
de escena ó evolucion normal ; porque era condicion de vida y
de progreso destruir lo viejo y crear lo nuevo dentro de ele
mentos orgánicos ; porque este resultado no podia alcanzarse
sinó revolucionando la sociedad entera , precisamente por eso,
no era posible eliminar las fuerzas incoherentes que debian
producir ese resultado , con todos sus inconvenientes, con todos
sus dolores y con todos sus deplorables estravios.
En medio de su desórden real y de su tendencia anárqui
ca y disolvente, aquel movimiento entrañaba un principio vital,
tenia una cohesion relativa y'obedecia á una ley, en sus fenóme
nos de descomposicion y recomposicion . La amplitud de sus
estremecimientos orgánicos, diseñó los contornos de una na
cionalidad marcada, estableciendo su unidad moral por la soli
daridad del dolor . Su espontaneidad democrática, reveló la
forma innata de la república , haciendo imposible el estableci
miento de una monarquia artificial con que soñaban los pensa
dores fatigados . Socavando por espíritu de destruccion los
cimientos de la sociedad política, echó por tierra la vetusta ar
mazon del mundo colonial , obligando á los políticos á levantar
una nueva fábrica sobre sus ruinas, rompiendo con las tradi
ciones del pasado. Guiado por un instinto ciego de exagera
da independencia, de individualismo casi salvaje y de disgrega
cion brutal, introdujo como el de los bárbaros en la civilizacion
europea, un nuevo elemento político que yacia latente, llaman
do la atencion de los pensadores hacia las formas cultas de una
federacion, que los norte-americanos habian encontrado plan
218 HISTORIA DE BELGRANO

teada al constituirse en nacion independiente y libre . Sin él,


la república democrática y la federacion , no habrian sido dos.
hijas de las entrañas doloridas de la patria de los argentinos,
ni habria ella esperimentado las sublimes palpitaciones que le
dieron la conciencia de la plenitud de su ser, cuando al asumir
su personalidad maternal ante el mundo, levantó en sus brazos
lacerados á las Provincias Unidas del Rio de la Plata alimen
tadas con su propia sustancia.
No todos los resultados que esa conmocion interna produjo,
fueron lógicos y necesarios en el órden de las cosas ; pero sien
do efectos de causa , todos ellos tienen su esplicacion en el ór
den en que se sucedieron, tomando la historia tal como es, y
no tal como pudo ó debió ser. Esta anarquia vivaz que tenia
sus raices en el pueblo , que se alimentaba lo mismo del patrio
tismo que del egoismo local , inconciente, facciosa, personal ó •
bandolera, reconocia por causa , no solamente los movimientos
desordenados de las masas y las tendencias disolventes de sus
caudillos , sinó tambien las evoluciones que la revolucion habia
ejecutado sobre la marcha en el transcurso de cerca de siete
años de lucha y trabajos , en que los combatientes y los jorna
leros inteligentes habian casi agotado sus fuerzas .
El gran partido gubernamental, que desde los primeros
dias se apoderó con mano firme del gobierno y de la direccion
revolucionaria, no supo ó no pudo dar la debida consistencia
al poder desde su orígen. Colonial por su filiacion , unitario
por antecedentes y por temperamento, y centralista por nece
sidad ; oligárquico por su composicion, municipal por su punto
de apoyo, americano por sus grandes vistas y nacional por su
espíritu ; ese gran partido se descompuso dentro de sus pro
pios elementos, resistiendo por mas de tres años aceptar la
reunion de una asamblea verdaderamente nacional como base
de su autoridad. Asi oscilando entre la tradicion, lo provisio
nal y lo arbitrario, llegó deshecho hasta la gran Asamblea del
año XIII , la que no obstante sus vicios de eleccion, dió orí
gen á la primera autoridad republicanamente legítima, re
templando los resortes de la revolucion , y vivificando el senti
miento nacional.
CAPITULO XXVIII 219

Las ambiciones bastardas, la incoherencia de medios y


propósitos, y la influencia enervante de una política guberna
mental que no se vivificaba con nuevos elementos en la atmós
fera sana de la democracia, hicieron degenerar el poder en oli
garquia y á la representacion legislativa en camarilla , segun se
ha esplicado ya. Las resistencias populares mas o menos
tumultuosas, los movimientos subversivos que al mismo tiempo .
tuvieron lugar en los ejercitos regulares y la petulante y pre
matura ambicion de Alvear , dieron origen á su egoista dicta
dura personal y militar , que sublevó contra sí las masas , los
caudillos, las provincias y hasta la opinion irresistible de la
capital, base y centro del poder general y nervio de la situa
cion revolucionaria. La revolucion que derribó á Alvear, ca
pituló con la anarquia, pactó con el caudillage, se dió de su
propia autoridad una constitucion mal calculada, que con razon
nadie aceptó ó aceptó á medias ' ; nombró por si y ante si un
director supremo emanado de su Cabildo local , que no tenia el
derecho de mandar á nadie, que no era obedecido sinó por la
provincia de Cuyo gobernada por San Martin, y que mostró
no tener fuerza ni aun para mantener su propia integridad
provincial. Por un artículo de la nueva Constitucion (Esta
tuto Provisional) se dejó á las provincias la facultad de nom
brar sus gobernadores y gobernarse por su régimen municipal ,
siendo este el paso mas atrevido que hasta entonces se hubiese
dado en el sentido de la descentralizacion.
De este modo fué como, á la caida de Alvear, los vínculos
políticos se desataron sin romperse, y como se estableció una
confederacion de hecho, reasumiendo cada provincia su go
bierno local, como la capital habia reasumido el suyo, al crear
un fantasma de autoridad nacional, que solo tenia de tal los
atributos, y que por su constitucion era impotente hasta para
regir su propio municipio. Esto era si asi puede decirse, ha
cer constitucional la anarquia.
Durante este periodo de desagregacion, de descomposicion
y de fermentacion, se produjeron fenómenos elementales, dignos
de llamar la atencion del historiador. El caudillaje de Arti
gas, 6 sea el artiguismo localizado en la Banda Oriental, y do
220 HISTORIA DE BELGRANO

minando por la violencia ó por afinidades los territorios limí


trofes, obtuvo por la primera vez carta de ciudadania, recono
ciéndosele el derecho de resistencia. El artiguismo oriental ,
dueño del Entre-Rios y Corrientes , sintió dilatarse su esfera
de accion disolvente, y aspiró por la primera vez á dominar los
destinos nacionales, con sus medios y sus propósitos . Divor
ciado de la comunidad argentina, sin principios vitales que
inocularle, sin mas bandera que el personalismo, ni mas pro
grama que una confederacion de mandones, en que la fuerza
era la base, empezó á chocarse con los régulos argentinos de
la orilla occidental del Uruguay, que aspiraban á establecer la
autonomia de sus respectivas provincias dentro del organismo
argentino, diseñándose desde entónces las personalidades fede
rativas de Entre Rios y Corrientes, que debian matar el caudi
llaje oriental .Estas dos tendencias, segregatista la una y fede
rativa la otra, concurrieron por el momento á dilatar la esfera
de accion del artiguismo, en nombre de la federacion.
Santa Fé, tenencia de gobierno de la Provincia de Buenos
Aires, habia aspirado de antemano á la categoria de provin
cia, y sublevadose, derrotando por mas de una vez los ejér
citos de la capital por las armas y por la diplomacia; bajo los
auspicios de Artigas. Momentáneamente sometida por efec
to de acciones y acciones propias, aprovechó esta oportunidad
para levantar de nuevo la bandera tricolor artigueña , revindi
cando su independencia , que la capital reconoció de hecho en
la impotencia de sojuzgarla.
A Santa Fé siguió Córdoba, que se declaró independiente ;
arreó la bandera nacional que quemó en la plaza pública, enar
bolando la de Artigas ; se incorporó á la liga federal , poniéndo
se bajo la proteccion del caudillo oriental, y se adhirió á la
convocatoria del Congreso de Paisandú, promovida sin pro
grama político y con objetos puramente bárbaros y personales.
De aquí la primera resistencia de Córdoba á concurrir al
Congreso de Tucuman .
La Rioja, tenencia de gobierno de Córdoba , siguió el ejem
plo de Santa Fé segregándose de ella ; y protestando contra I
sus actos, mandó testar el bando que la colocaba bajo la protec
CAPITULO XXVIII 221

cion de Artigas, poniéndose á órdenes del gobierno general y


reconociendo con algunas variaciones el « Estatuto Provi
sional. "
Cuyo se mantenia compacta y disciplinada bajo la mano.
firme de San Martin . En Tucuman se hacia aun sentir la in
fluencia moral de Belgrano, gravitando su opinion hacia la
union. En Salta , Güemes reasumia la autonomia de la Pro
vincia para sí, segun se ha visto, pero sin desertar los sacri
ficios comunes como el Paraguay, la Banda Oriental, Entre
Rios , Corrientes, Cordoba y Santa Fé, y colocándose por el
contrario á la vanguardia del peligro . El Alto Perú, se desli
gaba para siempre del sistema político arjentino despues de la
derrota de Sipe- Sipe .
Buenos Aires , empero, por el poder de su masa compacta,
en medio de este desquicio, era en el órden político y social, el
centro de un sistema, en que á pesar de sus aberraciones los as
tros del firmamento argentino giraban con cierta armonia, obe
deciendo á una ley física y moral de atraccion . Por eso, de su
centro regulador fué de donde partió la iniciativa para la convo
catoria de un Congreso Nacional, que representase y organi
zase de nuevo la familia política, imponiendo por única condi
cion, que se reuniera fuera de su recinto y que fuese constitu
yente. De esta iniciativa nació el Congreso de Tucuman.
El Congreso reunido en Tucuman, al reasumir la sobera
nia nacional dispersa, se encontró presidiendo una anarquia,
sin fuerzas para dominarla, y en presencia de los mas arduos
problemas del gobierno . Estos problemas se complicaban con
los desórdenes interiores y los peligros esteriores, que amena
zaban no solo por el norte y el oeste, sinó tambien por el orien
te en las relaciones con la corte portuguesa del Brasil. Im
pregnado fuertemente del espíritu federalista, que se inspira
ba en el artiguismo, cuyo cuartel general en el interior era
Córdoba, el federalismo era el primer obstáculo con que el Con
greso tropezaba en su marcha, y el mismo Artigas no recono
cia su autoridad. Creado por el concurso de una opinion de
la capital uniformada con las exigencias de las provincias, para
constituir el poder fuera de Buenos Aires , comprendió en pre
222 HISTORIA DE BELGRANO

sencia de la realidad , que sin Buenos Aires como base de un


poderoso centralismo, la revolucion quedaba décapitada, y que
ni siquiera era posible allegar elementos de gobierno fuera de
esta combinacion . Todo esto esplica la reaccion que espon
táneamente se operó en el espíritu de que venia animada la
mayoría de los congresales, y la preponderancia que gradual
mente fueron adquiriendo los diputados de Buenos Aires uni
dos á los del Alto Perú .
Precisamente las Provincias que debian dar un punto de
apoyo á la reaccion federativa, eran las que se manifestaban
mas hostiles á la instalacion del Congreso . Todas las provin
cias del litoral, desorganizadas por la influencia disolvente de
Artigas, se negaban á enviar sus diputados, con escepcion de
la de Buenos Aires . Córdoba, simpatizando con el federalis
mo de Artigas, retardaba enviar los suyos, y se manifestaba
mal dispuesta en sentido de una union franca. En Salta, los
diputados habian sido elegidos al grito de mueran los porteños!
que era el grito de guerra de las montoneras contra el gobier
no general y contra la capital, y aun no se habian incorporado.
Uno de los diputados nombrados bajo estos auspicios, habia si
do el coronel Moldes, el candidato del anti-capitalismo. Al
pasar por Córdoba escribia á un amigo de Tucuman , diciéndo
le , « Es un delirio querer contener un huracan con un som
brero. (1 ) Al pasar por Tucuman , desdeñaba presentar sus
poderes, al apercibirse del nuevo camino en que entraba el
Congreso, escribiendo á un amigo en Buenos Aires: - « Estos
❝ individuos del Congreso han dado crueles puñaladas á las
« entrañas de la pátria, cometiendo horrendos delitos, pues
<< abusando de su encargo, de hecho han promovido odios y ren
« cores muy grandes, que han de ocasionar estragos , sedicio
nes y convulsiones en descredito del mismo Congreso y del
" pueblo de Salta, igualmente que en los demas que lo han
« elegido, ante cuyos electores deben ser y serán acusados co

1-Ofic. de Pueyrredon al Congreso 27 Noviembre de 1816, refiriéndose á car


ta de Moldes leida por los diputados, M. S. ( Archivo reservado del Congreso
de Tucuman.)
CAPITULO XXVIII 223

❝mo reos y monstruos de la humanidad . El Congreso nece


sita ropa limpia, y mientras no haya esta, nunca habrá ni
« órden ni acierto, y todos los pueblos americanos, reducidos
« á unos hormigueros sin leyes y sin gobierno, serán el teatro
de los vicios. Por falta de pactos ó leyes , unos cuantos se
❝ han hecho dueños de la revolucion , y quieren hacernos feli
❝ces á su modo. Doscientos hombres á lo mas , mudando de
❝ corifeos, nos hacen sentir este peso , que arrastra la fuerza de
« la ignorancia de unos y la mala fé de otros. —Aqui se halla
« el ejército estacionado y á mi vista debe desaparecer de con
❝ suncion. " (2 ) Con estas ideas y propósitos, habia pasado
Moldes á Salta, creyendo poner de su parte á Güemes , y á es
te en pugna con el Congreso. Felizmente Güemes aunque
caudillo, aborrecia á muerte á Artigas, y á la par su caudillage
segregatista, por lo que, no obstante sus actos en realidad ir
regulares , se decidió abiertamente por la causa nacional contra
los caudillos del litoral y las tendencias de Córdoba, dando un
tercer punto de apoyo al Congreso, sostenido ya por los ejérci
tos de los Andes y del Perú, mientras se reconquistaba el mas
sólido de todos, que era la capital en Buenos Aires . ( 3)
Las primeras nuevas que el Congreso tuvo del litoral, des
pues de su instalacion , fueron alarmantes. El ejército de Bue
nos Aires de acuerdo con el Gobierno de Santa Fé, que obe
decia á Artigas, se habia revelado contra el General Belgrano,
celebrando sus gefes un tratado (pacto de Santo Tomé, ) depo
niendo al Director supremo, desenvolviéndose en la capital una
agitacion federalista que amenazaba comprometer la existen
cia misma del Congreso, despojándolo de toda respetabilidad ,
y las hostilidades parecian próximas á renovarse entre Buenos

2- Carta de Moldes de 10 de Noviembre de 1816 M. S. (Archivo reservado


del Congreso de Tucuman. )
3-En carta de Güemes á Belgrano de 13 de febrero de 1818 le decia :-" Con
66
' respecto á Artigas, estoy en lo mismo que dije á V. , que todos los gefes debe
66 mos invitarlo á union, y que si pertinaz en su empeño la resiste, lo ataque
"1
mos entre todos, pues de lo contrario nos ha de ir quitando gente ese malvado. ”
(M. S. original en nuestro archivo. )
?

224 HISTORIA DE BELGRANO

Aires y Artigas despues de una corta tregua. ( 4) En tal con


flicto acordó enviar un comisionado cerca de Artigas , incitán
dolo á reunirse en Congreso , á la vez que á mediar en las dife
rencias con Santa Fé. La eleccion recayó en D. Miguel Corro,
diputado por Córdoba, uno de los mas ardientes partidarios
de Artigas , que en vez de un emisario de paz se convirtió en
propagador de nuevas discordias. (5) Bajo su mediacion set
ajustó, sin embargo, un convenio entre los comisionados de
Buenos Aires y Santa Fé, reconociendose la autonomia pro
vincial de Santa-Fé, pasando en seguida al campamento de
Artigas (La Purificacion) , donde permaneció sin adelantar
nada, esperando segun lo arreglado por él, que los diputados.
por Buenos Aires fueran á llevar personalmente al caudillo la
ratificacion que habia garantido. (6 ) El Congreso bajo la in
fluencia de los diputados de Buenos Aires , negó su ratificacion
al convenio, lo que fué una fatalidad, pues este acto, que mas
tarde tuvo lugar bajo condiciones depresivas, habria puesto
del lado del Congreso y de la capital á la provincia de Santa
Fé, que ya se manifestaba dispuesta á sacudir el yugo de Arti
gas, manifestándose iguales disposiciones en Entre Rios .
Con este resultado y las complacencias de Corro , la arro
gancia y enojo de Artigas creció de punto, negándose abierta
mente á reunirse en Congreso , y rompiendo de nuevo las hos
tilidades. (7) A esto se siguieron las agitaciones de que fué
teatro la ciudad de Buenos Aires, los conflictos entre sus altos
poderes públicos y la caida del Director que habia reemplazado
al derribado por el pacto de Santo Tomé, de que ya se ha dado
cuenta en otro capítulo. ( 8)
En medio de estos desórdenes , conflictos y peligros, y en

4-Véase cap. XXIV pág. 111 y sig.


5-Nº 13 del " Redactor del Congreso " y nota de Pueyrredon al Congreso
de 16 de Agosto de 1816, M. S. ( Archivo reservado del C. de T. )
6-" Redactor del Congreso, " sesion de 3 y 19 de Abril, de 10 de Junio y 6
de Julio.
7-Véase " Redactor del Congreso " núm. 9, páj . 4.
8-Véase capítulo XXV.
CAPITULO XXVIII 225

vísperas de otros mas graves aun , se hizo la eleccion del nuevo


Director Supremo del Estado que recayó en Pueyrredon, encar
gado de restablecer la sede del gobierno general en Buenos
Aires, á fin de hacer frente á la situacion con mayor poder, y
llevar á ejecucion con sus recursos los grandes planes militares
de la revolucion.
Un disturbio de menor magnitud que los del litoral, pero
que ocupó mas la atencion del Congreso en razon de la inme
diacion, tuvo lugar al mismo tiempo en la Rioja . Hallábase
alli reclutando el tercer escuadron de Húsares de la Union, por
órden del Director Balcarce, el capitan D. José Caparrós, anti
guo oficial que habia servido con distincion en los ejércitos de
la patria, el cual tenia ya reunidos como 80 hombres. Sea con
su connivencia segun se creyó, sea contando con su neutralidad,
el hecho es, que los autonomistas riojanos, que se habian de
clarado antes independientes de Córdoba, y que soportaban
con impaciencia la autoridad del Teniente Gobernador D. Ra
mon Brizuela y Doria, se reunieron tumultuosamente y lo depu
sieron por intruso y tirano, " ( 14 de Abril, ) destituyendo á
los miembros de la Municipalidad . Bajo los auspicios de un
nuevo Cabildo , eligieron por Gobernador á D. Domingo Villa
fañe, cuidando del órden público una guardia de la tropa de
Caparrós, el cual contestó en términos corteses al oficio que se
le pasó avisándole la eleccion . El Dr. Castro Barros , diputado
por la Rioja y amigo del Teniente Gobernador, denunció el he
cho como una revolucion , pidiendo se dictasen medidas de
represion. En consecuencia, el Congreso en sesion pública,
decretó una espedicion militar , comisionando al comandante
D. Alejandro Heredia para que al frente de una columna de
infanteria y caballeria acudiese á restablecer el órden y reponer
al Cabildo y Teniente Gobernador depuesto, prendiendo á los
revolucionarios. Caparrós se sometió á Heredia ; pero declaran
do al mismo tiempo, que aun cuando no habia tenido participa
cion en el movimiento , no podia recibir órdenes directas sinó del
Director en Buenos Aires que lo habia comisionado , y que por
lo tanto para evitar un conflicto se retiraba con su fuerza, como
en efecto lo verificó , reuniéndosele los revoltosos en la marcha.
15
226 HISTORIA DE BELGRANO

El Escuadron de Húsares se sublevó en el camino á 30 leguas


de la Rioja, llegando Caparrós á Córdoba con un piquete de
30 hombres , que sirvió mas tarde para fomentar otros distur
bios . Tal fué la sublevacion de la Rioja , mera cuestion de al
caldes y aspiraciones de autonomia municipal, en que el Con
greso acabó por dar razon á los revolucionarios. Ella figura ,
empero en sus actas como un grave acontecimiento que ponia
en peligro la paz pública, lo que ha inducido á algunos histo
riadores á darle las proporciones de una convulsion artiguista ,
reflejando las inquietudes de la época, que la han hecho pasar
á la historia. (9)
En medio de estos desórdenes, conflictos y peligros , en
vísperas de una invasion española por el norte y la invasion de
un ejército portugues por el oriente, amenazando otro ejército
español descolgarse de los Andes de Chile, teniendo en pers
pectiva otra espedicion española de la Peninsula que se decia,
destinada al Rio de la Plata, se declaró la independencia de las
PROVINCIAS UNIDAS, y el Director Supremo recientemente.
nombrado, fué á restablecer la sede del gobierno en Buenos
Aires, con el propósito de llevar adelante los grandes planes
militares de la revolucion en relacion á la emancipacion de la
América del Sud.
El Director Pueyrredon al pasar por Córdoba tuvo con
San Martin una conferencia, de dos dias con sus noches, ( 10 ) en
que quedó definitivamente acordada la espedicion á Chile y
todo lo relativo á la política interna y esterna, continuando su
marcha hacia la capital. Al llegar á Santa- Fé le alcanzaron
tristes nuevas. El ejército de observacion de Buenos Aires al
mando del General Diaz Velez , acantonado en San Nicolás,

9--" Redactor del Congreso. "-Informe documentado de Caparrós al Con


greso de 22 de Junio de 1815 y correspondencia del mismo con el Director. M S S.
del Archivo generol. -En no menos de diez y seis sesiones públicas y secretas,
se ocupó el Congreso de este asunto, segun consta del " Redactor " y del Libro de
Actas Secretas.
10 -Carta autógrafa de San Martin de 22 de Junio de 1816 con una postdata
de Pueyrredon. ( M S. en nuestro Archivo) -Recuerdos del General Alva
rado. M S.
CAPITULO XXVIII 227

habia marchado sobre la ciudad de Santa-Fé, y se hallaba en


sérias dificultades para regresar ; la escuadrilla que lo acompa
ñaba por el rio, habia sido apresada en parte, contándose entre
sus prisioneros su almirante. El Director que comprendia la
necesidad de transar la cuestion de Santa -Fé, habia ordenado
terminantemente á Diaz Velez desde Córdoba que se abstuvie
ra de toda hostilidad, invitando al mismo tiempo al gobernador
D. Mariano Vera que saliese á su encuentro en el camino . Pa
ra poner término seguro á las desavenencias, despachó á D.
Alejo Castex, miembro de la Cámara de Apelaciones , con ins
trucciones para hacer retirar el ejército invasor y desautorizar
ante el gobierno y pueblo de Santa-Fé , el avance imprudente
de Diaz Velez. ( 11 )
Hé aquí lo que habia sucedido . Algunos caudillos de
Entre-Rios, habian manifestado indirectamente las disposicio
nes en que se hallaban de ingresar á la union sacudiendo el yu
go de Artigas, y de obrar en combinacion con las fuerzas de la
capital, siempre que estas se posesionasen de Santa-Fé y les
asegurasen el dominio del Rio. La Comision gubernativa de
Buenos Aires, sin consulta con el Director, ordenó que el ejér
cito de Diaz Velez se moviese en combinacion con una escua
drilla de dos bergantines, dos cañoneras y cuatro faluchos man
dada por el general D. Matias Irigogen, que como oficial de la
armada española habia asistido á la batalla de Trafalgar.
Apénas inició Diaz Velez su invasion, el pais empezó á su
blevarse en masa , emigrando las poblaciones , retirando sus ga
nados, haciendo el desierto á los invasores y hostilizándolos
con sus guerrillas. Asi llegó hasta las inmediaciones de la
ciudad de Santa-Fé. La escuadrilla que le habia precedido ,.
estableció el bloqueo fluvial (el 12 de julio de 1816 ) en las bo
cas del Colastiné. En un movimiento mal combinado con el
ejército, perdió sus dos cañoneras y un falucho (26 de julio)
que fueron tomadas á lazo , rindiéndose sus tripulaciones. Po

11-Núm. 13 del " Redactor del Congreso " y o icio del Director al Congre
so de 15 de Agosto de 1516. ( M S. del Archivo del C. de T.
228 HISTORIA DE BELGRANO

co despues fué sorprendido ( el 9 de agosto) un lanchon arma


do, en que quedó prisionero el mismo general Irigoyen . Diaz
Velez despues de ocupar á Santa - Fé abandonado por sus ha
bitantes, encontrándose sitiado y en peor situacion que ántes,
tuvo que emprender por agua una retirada trabajosa , sufriendo
muchas pérdidas . Los santafecinos quedaron por segunda vez
dueños del campo . Cualquiera que fuera la causa que defendie
ra Santa-Fé, no puede negarse admiracion á una provincia pe
queña, casi desierta, pobre, sin tropas disciplinadas y mal ar
mada, que con tanta virilidad sostenia su independencia local
contra un enemigo relativamente poderoso, tomando parte en
la lucha la poblacion en masa, sin escluir niños ni mujeres.
Esta malhadada espedicion , encendiendo de nuevo los
odios contra los porteños y alentando mas á los montoneros,
lanzó decididamente á Santa- Fé en la liga de Artigas y dió
orígen á nuevos disturbios que ocurrieron en el interior, como
va á verse.
A su paso por Córdoba, el Director Pueyrredon se habia
apercibido del mal espíritu de su poblacion , y sobre todo de su
gobernador D. José Xavier Diaz, embozado, partidario de la
anarquia de Artigas, bajo cuya proteccion se habia puesto en
1815 , época en que fué nombrado Gobernador, proclamando la
independencia de Córdoba, y amparando por bando solemne á
los desertores del ejército nacional , que combatian contra el
enemigo esterior. Era este uno de los gefes del partido loca
lista, de cuyas ideas y tendencias dará idea una anécdota. En
el año anterior, gobernando á Córdoba el mismo Diaz, habia
llegado alli el geueral French, que iba de paso con una division
en auxilio del ejército del Perú derrotado en Sipe - Sipe . Diaz
le intimó que se abstuviese de transitar por el territorio de su
provincia. Como el camino era preciso y no habia otro, French
siguió su marcha . Luego que la division hubo salido del terri
torio, el gobernador espidió un decreto ordenando : « < que se
tuviese por no pasada. " Este personaje obraba bajo las ins
piraciones del diputado Corro, en connivencia con los artiguistas
de Santa-Fé. Un incidente escandaloso, vino á poner en trans
parencia esta actitud equívoca. Un oficial conduciendo plie
CAPITULO XXVIII 229

gos del Director, fué detenido en la jurisdiccion de Córdoba y


despojado de su correspondencia. El gobernador y el Diputa
do Corro fueron públicamente señalados como instigadores y
consentidores de esta violacion, y acusados como tales ante el
Congreso. (12 ) Con este motivo se trabó en él una ardiente
discusion, que hubo de producir su disolucion, revelando que
la anarquia estaba en todas partes.
A mocion del diputado Gazcon , se acordó el nombramiento
de una comision investigadora del hecho, insinuando que Diaz
y Corro eran cómplices en el delito . Los diputados de Córdo
ba, hicieron esfuerzos para neutralizar este golpe. El Dipu
tado Perez Bulnes, propuso que la comision se compusiese de
un diputado de cada provincia. El diputado Cabrera y Cabre
ra, conocido por su odio á Buenos Aires, declaró que si no se
adoptaba la mocion de Bulnes « protestaba á nombre de su
❝ provincia de nulidad de cuanto se actuare, » acusando abier
tamente al Congreso de estar « dominado por una faccion. "
En esta actitud fué sostenido por sus compañeros Bulnes y
Salguero, que se abstuvieron de concurrir á las sesiones. Otros
sucesos de mayor gravedad pusieron término á este ruidoso in
cidente parlamentario , dando los diputados disidentes espli
caciones, que sin alterar el fondo salvaban las formas , formu
lando el Congreso una reprobacion ambigua de tan irregulares
procederes. (13)
El Gobernador Diaz, que habia con anterioridad presen
tado su renuncia ante el Congreso, fué separado de su puesto
por el Director, consultando en esta medida la tranquilidad pú
blica, no obstante ser ella violatoria del Estatuto Provisional
del año XV, que dejaba á las Provincias estos nombramientos,
y el cual se hallaba vigente. Diaz se quejó al Congreso en tér
minos denigrantes al Director, negándole obediencia, en cir

12-" Redactor del Congreso, " núm . 13, sesiones del 3, del 4 y del 6 de Se
tiembre de 1816. El oficial conductor era el teniente D. Cayetano Grimau (Me
moria de Balbin ya citada. M S. )
13-" Redactor del Congreso " núm. 13, sesiones del 6, del 7 , del 12, del 14,
del 16 y del 17 de Setiembre.
230 HISTORIA DE BELGRANO

cunstancias que ya su renuncia habia sido aceptada, nombrán


dose en su reemplazo á don Ambrosio Funes, de quien nos
ocuparemos despues. (14 )
Este escándalo vino á complicarse con hechos de mayor
trascendencia, que amenazaron envolver al pais en una con
flagracion general.
A la noticia de la invasion de Diaz Velez sobre Santa Fé,
la alarma cundió en Córdoba entre los partidarios de Artigas,
secretamente aliados á los santafecinos, quienes reclamaron su
auxilio. Diaz no se atrevió á dar de frente la cara ; pero con
sintió en que el capitan de artilleria cívica don Juan Pablo
Bulnes (hermano del Diputado del mismo apellido) se pusiese á
la cabeza del movimiento . Este oficial de carácter violento y
arrojado, que era uno de los cabecillas del partido federalista,
sublevó la guarnicion de la ciudad en la noche de 21 á 22 de
Agosto, apoderándose del piquete de húsares de Caparrós y de
todo el armamento de la plaza, incluso la artilleria. Al dia
siguiente pasó una nota á Diaz intimándole convocase un ca
bildo abierto, para que se resolviera si se habia de auxiliar ó no
á Santa Fé, « invadido contra las órdenes espresas del Direc
tor, " agregando que « de lo contrario tendria que arrepen
tirse. " El pueblo se reunió en cabildo convocado por el go
bernador, y acordó bajo la presion de la fuerza, acceder á la I
exigencia de Bulnes, quien á la cabeza de 400 hombres se puso
en marcha en auxilio de sus hermanos de Santa Fé , reforzando
su columna con las guarniciones de la frontera del Chaco . En
el camino, supo la retirada de Diaz Velez , y regresó á Cór
doba, resuelto á deponer á Diaz , que lo habia denunciado como
rebelde ante las autoridades nacionales, declinando toda soli
daridad con él. Diaz que se mantenia en su desobediencia al
Director, y que no habia dado cumplimiento á la órden del
Congreso de entregar el mando á D. Ambrosio Funes, trató
de entenderse con Bulnes, enviándole al efecto dos emisarios
de paz . No pudiendo conseguirlo y perseverando en sus tor

14- Sesion del 14 de Setiembre de 1816. " Red. del Cong, " Núm . 14.
CAPITULO XXVIII 231

tuosos procederes, delegó provisionalmente el mando en Funes ,


mientras él salia al encuentro de su rival al frente de otra
columna, contando ser el árbitro de la situacion una vez ven
cedor. Ambas fuerzas se encontraron en los altos de la ciudad ,
donde despues de un simulacro de combate, Bulnes quedó
dueño del campo, y entró triunfante á la ciudad, proclamando
abiertamente la rebelion. (15)
Bulnes, dueño de la situacion , se impuso por el terror,
inaugurando el torpe sistema de gobierno autocrático y per
sonal de los caudillos del federalismo, y sofocó la opinion de una
parte considerable del pueblo de Córdoba que decididamente
estaba por la Union . A la cabeza de este partido se puso D.
Ambrosio Funes, hombre de algunas luces, de costumbres seve
ras y carácter firme, que degeneraba en testarudo, y que ejer
cia un ascendiente moral sobre la ciudad y campaña de Cór
doba. Por una triste coincidencia, era Funes padre político
de Bulnes . Anteponiendo sus deberes á sus afecciones, y
armándose de una resolucion á toda prueba, se puso á órdenes
del Congreso , delegando el mando en el Cabildo y ocultán
dose mientras tanto, sin dejar por esto de preparar los elemen
tos de una reaccion en la misma provincia. ( 16 )
Profunda fué la alarma que estos sucesos produjeron en
el Congreso y en sus sostenedores San Martin y Belgrano. El
Congreso facultó inmediatamente á Belgrano para sofocar la
insurreccion, usando de la fuerza. San Martin bajo la impre
sion de la primera noticia, escribió al Director pidiéndole ór
denes para marchar con el ejército de los Andes si fuese nece
sario, aun cuando veia que esto haria fracasar la espedicion á
Chile . Belgrano que estaba resuelto á operar con el del Perú,

15- Doc. del Archivo reservado del Cong. de T. á saber : 19 oficio del gober
nador Diaz al Director. 2 de Bulnes á Diaz. 3? de Pueyrredon al Congreso. M.
SS.- Carta de Diaz á San Martin. M. S. en nuestro archivo.- Véase además
"Redactor del Congreso, " actas de 4 y 30 de setiembre, y " Historical Skecth "
(continuacion) by Dean Funes, en el Apéndice de Rodney y Graham pág. 187
y 188.
16-" Redactor del Congreso " y Causa de los alborotos en la ciudad de Cór
doba, M. S. del Archivo general, Leg. Año 1817.
232 HISTORIA DE BELGRANO

ofició al Director diciéndole :- Para sofocar la insurreccion,


❝es indispensable marchar con todo el ejército, reforzado con
<< las milicias de Santiago y 400 hombres de la Rioja y reunirse
<< en la marcha con el ejército de los Andes. Ambos ejércitos
« podrian entónces sofocar la revolucion de Santa-Fé. No es
❝ posible que hallándose estos paises en la convulsion en que
« están, pueda el ejército de los Andes ni el del Perú, dar un
« paso adelante con seguridad . Pienso que de este modo no
❝ solo se va á conseguir la destruccion de la anarquia , sinó á I
❝ imponer al estrangero que invade nuestro territorio , que aca
❝so intenta introducirse hasta el corazon de él, como lo veri
I
❝ ficará si seguimos en la desunion . » El Director con mas se
renidad, no dió á San Martin la órden que se mostraba dis
puesto á cumplir, aunque con repugnancia. Despachó á Cór
doba en comision , al Dean Funes y á D. Manuel Antonio Castro,
para tentar un arreglo pacífico . Ofició al Congreso haciéndole
sentir los inconvenientes que habrian resultado de órdenes
contradictorias emanadas de dos altos poderes, si la persona
encargada de ejecutarlas no hubiese sido el prudente general
Belgrano y si este no le hubiera consultado. Contestó por úl
timo á Belgrano, autorizándolo á usar de la fuerza en la medi
da necesaria, en el caso que la comision de Funes y Castro no
produjese efecto. ( 17) H
Belgrano mas serenado, y bajo la impresion de la noticia
de que el enemigo invadia la provincia de Salta, comprendió
que no era conveniente abandonar su puesto sobre la frontera
ni debilitar el ejército que apoyaba la decidida actitud de Güe
mes. En consecuencia dictó sus disposiciones con acierto y
prudencia.
Hallábase en marcha de Santiago hácia la ciudad de Cór
doba el sargento mayor D. Francisco Sayós al frente del plan
tel de Granaderos de Infanteria que debia remontarse en aque
lla ciudad . Una órden de Belgrano le alcanzó en el camino,

17- M SS . del Archivo General de Guerra. Leg. de 1816.- Papeles de


Pueyrredon en nuestro archivo M SS.
CAPITULO XXVIII 233

previniéndole marchase á sofocar la insurreccion, poniéndose


de acuerdo con el Gobernador Funes y tomando el mando su
perior de las milicias de la provincia que sostuvieran el órden .
Sayós era un oficial de buen juicio , reposado en el mando y fiel
observador de la disciplina, asi es que, aun cuando apenas con
taba con 50 hombres de línea , no trepidó en cumplir la órden ,
anticipando sus avisos . En su marcha reuniósele en la Villa
del Rio Seco (á 40 leguas de Córdoba) el comandante militar
del punto D. Francisco Bedoya, hombre de gran valor y de
prestigio entre las masas, trayéndole un contingente de 350
milicianos cordobeses armados con lanzas, sables, trabucos ,
pistolas, y los que no tenian armas, con lazos. Agregó á su
piquete de 47 granaderos, 35 milicianos de fusil y carabina,
con lo cual formó una compañía de infanteria de ochenta hom
bres, dividiendo la caballeria en tres escuadrones. Así orga
nizada su pequeña columna, continuó su marcha, avanzando
hasta el Potrero de las Cañas á siete leguas al norte de Córdo
ba. Allí tuvo aviso de que Bulnes, haciendo un semi - círculo
por las chacras del nordeste, se proponia sorprenderlo , llevan
do una fuerza superior á la suya y además 4 piezas de artille
ria. Inmediatamente se puso en movimiento por un camino
opuesto, llegando rápidamente á las cercanías de la ciudad,
donde acampó á un cuarto de legua al oeste, situándose en las
alturas del pueblito llamado de los indios . Allí se reunió con
el gobernador Funes, que se habia mantenido oculto en los su
burbios, y permaneció en el campamento sin entrar á la ciudad.
En tal situacion, despachó el gobernador un emisario al ene
migo, proponiendo un arreglo para evitar la efusion de sangre.
Bulnes, que retrocedia furioso sobre la ciudad por el camino del
Paso Hondo, contestó que « si no se rendia á discrecion la di
vision (de Sayós ) la iba á pasar á cuchillo. Poco despues
ocupó bulliciosamente y sin resistencia la ciudad , formando su
ejército en la plaza mayor. A las 3 de la tarde ( 8 de Noviem
bre) montó á caballo y salió en busca de Sayós, que lo espera
ba apercibido al combate.
La posicion que ocupaba Sayós era una eminencia , con un
declive á su frente, cubierta en parte por arbustos y en parte
234 HISTORIA DE BELGRANO

cortada por profundas asequias laterales . Formó su linea en


la altura, colocando al frente su infanteria, dos alas de caballe
ria á los flancos y una reserva de la misma arma á retaguardia.
En esta disposicion esperó el ataque . A las 4 de la tarde em
pezó Bulnes á hacer jugar su artilleria con viveza . Sayós
destacó una guerrilla de infanteria al mando del teniente Pasos,
la que cubierta por los arbustos y protegiéndose de los acci
dentes del terreno, se lanzó por el declive de la posicion apa
gando los fuegos de un cañon de á 4 , que era el que mas los
incomodaba . Luego que vió que el fuego de la artilleria se

debilitaba, cargó Sayós con el resto de la infanteria, al mismo


tiempo que Bedoya y el comandante D. Estevan Chaves lo ha
cian por ambos flancos .El enemigo se puso en completa fuga,
dejando en el campo sus cañones, 17 muertos y 62 prisioneros.
Poco despues fué tomado el mismo Bulnes y su segundo un
oficial Quintana, que habia militado con los realistas. ( 18)
La exagerada importancia que se dió á este hecho, peque
ño en sí, fué en razon de la grande y justa alarma que la con
mocion habia producido. En efecto, triunfante la insurreccion
de Córdoba en este combate, se daba la mano con la del lito
ral, interceptando los caminos de Buenos Aires. Las Provin
cias de Santiago del Estero y la Rioja, ya conmovidas en el
mismo sentido , se unian á Córdoba ; y San Martin y Belgrano
quedaban aislados , en circunstancias en que los realistas inva
dian por Salta y los de Chile se proponian verificarlo en com
binacion por el Oeste. La capital, apenas serenada de sus
recientes agitaciones, y con una oposición ardiente -que esplo
taba contra el gobierno la invasion de la Banda Oriental por los
portugueses, atribuyéndole conexiones con el estrangero para
entregar al pais á un monarca estraño,-habria quedado cuan

18-Los documentos relativos á este hecho de armas se imprimieron en el


Suplemento de la Gazeta de 7 de Diciembre de 1816 ; pero falta en ellos el parte de
Sayós que nunca ha sido publicado y que se encuentra original en el Archivo ge
neral, Legajo de 1816, M S. -En el parte no se hace mencion de los muertos, “por
parecerle innecesario, " dice Sayós en carta confidencial á Belgrano (donde los
detalla) y que original existe en el Archivo reservado del C. de Tucuman. M S.
CAPITULO XXVIII 235

do menos anulada en su accion. El Congreso , desautorizado


y degradado, se habria disuelto, desertando su puesto los dipu
tados que simpatizaban con el federalismo. La reorganiza
cion nacional apenas iniciada, se malograba, prevaleciendo en
todas partes la anarquia. La lucha habria empezado entre los
ejércitos y las poblaciones, y los ejércitos, aun venciendo, se
habrian gastado en la guerra civil . La resistencia de Güemes,
abandonado en Salta, se habria quebrado. La espedicion á
Chile realizada tres meses despues, habria sido imposible . Los
enemigos esteriores habrian aislado la revolucion argentina,
mientras la anarquia la debilitaba disolviendo la nacion . Estos
males fueron prevenidos en gran parte, por los 47 granaderos
de Sayós, por las milicias cordobesas de Bedoya , y por la viril
energia de D. Ambrosio Funes, que es el mas notable carácter
que surge en esta emergencia, representando el espíritu con
servador de la Provincia de Córdoba .
El gobernador Funes, con el alma dolorida y con la estoica
conciencia del deber cumplido, escribia á Belgrano : « V. ha
« sido nuestro angel tutelar : por tal lo reconoce mi gratitud
❝ y la de este pueblo . Las relaciones al Congreso le habrán im
<< puesto de estas trágicas y felices aventuras. Aunque cele
« bramos las postreras, tambien las lloramos. Rara suerte la
mia, pelear contra un miembro de mi familia , por hacer
« triunfar la justicia. " ( 19 ) Otras mas duras pruebas le espe
raban en el austero cumplimiento de su deber .
No bien serenada la tempestad, estalló un nuevo motin
encabezado por el mismo Bulnes. Este, sobornando la guardia
que lo custodiaba y en connivencia con varios prisioneros es
pañoles que se hallaban confinados en Córdoba, salió en armas
de su prision, depuso al gobernador, prendió á Sayós y se apo
deró de nuevo del mando , autorizando varios desórdenes que
sublevaron al vecindario y mostraron, que si le sobraba auda
cia le faltaba cabeza para dirigir un movimiento popular. Des

19-Carta autógrafa de D. A. Funes á Belgrano , de 19 de Noviembre de 1816.


M S. en nuestro archivo. (Papeles de Belgrano. )
236 HISTORIA DE BELGRANO

acreditado ante sus propios partidarios , la situacion cayó en


manos inhábiles, y puestos de acuerdo Funes y Sayós ( que se
habian sustraido de su dominio) se pusieron al frente de la
reaccion, consiguiendo restablecer el órden con la prision del
>
cabecilla. Bulnes fué puesto en prision y sometido á un juicio,
que al fin no se terminó ; y sus cómplices los prisioneros espa
ñoles sublevados, juntamente con Quintana, fueron remitidos.
á Buenos Aires y ejecutados en 1817 , quedando asi pacificada
Córdoba. Empero, esta provincia, quedó desde entónces com
pletamente desorganizada y desmoralizada , gastándose en el
áspero roce de los acontecimientos la autoridad moral de D.
Ambrosio Funes, quien desde entónces quedó inutilizado. ( 20)
Apenas apaciguados los alborotos de Córdoba, estalló en
Santiago del Estero, tenencia de gobierno de Tucuman, otra
sublevacion (Diciembre de 1816) encabezada por el coman
dante D. Juan Francisco Borges, oficial valiente y hombre
digno, pero contaminado por las ideas en boga del provincia
lismo y federalismo, que lo lanzaron en esta aventura . De
acuerdo con el capitan D. Lorenzo Lugones, oficial enviado en
comision por Belgrano y con el concurso de D. Lorenzo Gon
sebat, alborotaron al pueblo, depusieron al Teniente Goberna
dor D. Gavino Ibañez , proclamando su independencia . Inme
diatamente desprendió Belgrano un escuadron de 100 húsares
al mando de La Madrid, que fueron inmediatamente seguidos
por 200 infantes, 50 dragones y 2 piezas de artilleria al mando
del Coronel D. Juan B. Bustos , con órden de sofocar á todo
trance la sublevacion. Borges, al anuncio de las fuerzas que
marchaban contra él, se retiró á la campaña donde reunió una
columna como de 500 hombres. La Madrid al frente de una
guerrilla siguió activamente en su persecucion, y lo dispersó

20 —Véase continuacion del Bosquejo Histórico del Dean Funes , publicado


en inglés por Graham y Rodney, ya citado. - La mala redaccion, 6 quizá la mala
traduccion inglesa del testo de Funes, ha hecho creer por mucho tiempo, que Bul
nes habia sido ejecutado con sus complices en 1817. El Eco de Córdoba rectificó
este hecho y publicó su fé de muerto. Bulnes murió en Córdoba, ciego, á la edad
de 70, siendo maestro en artes de su Universidad.
CAPITULO XXVIII 237

completamente ( el 27 de Diciembre) persiguiéndolo desde Saló


hasta Sabayanta, cayendo poco despues prisionero el mismo
Borges, entregado por sus comprovincianos. (21 )
Al dar cuenta Belgrano de la sublevacion al Gobierno,
este le contestó :- Aprehendidas que fueren las personas de
« Gonsebat y Borges, serán sumariadas ejecutivamente y cas
« tigados sus crímenes de un modo ejemplar , como atentatorios
❝del órden público, y cuya calidad demanda el rigor inexo
rable de los magistrados conforme al decreto del sobe
❝rano Congreso Nacional de 1. ° de Agosto del año últi
❝ mo. " ( 22)
Belgrano cumplió con escesivo rigor la sentencia fulmina
da de antemano por el gobierno . Persuadido de que el movi
miento subversivo de Santiago era en connivencia con el ene
migo, que al mismo tiempo amenazaba invadir por la frontera
de Salta, ordenó que en el término de dos horas fuese ejecuta
do. Injusta era esta suposicion, pues Borjes habia probado
ser un verdadero patriota : aun despues de sublevado habia de
jado pasar libremente un convoy de armas que iba para el ejér
cito, y otro de caudales para Buenos Aires, sin permitir se to
case un peso ni una arma, á pesar de que carecia de todo . Pero
los tiempos eran duros, y el general Belgrano era inexorable
en materia de disciplina, siendo Borges un militar sujeto á su
dura ley. El 1º de Enero de 1817 á las 9 de la mañana mu
rió fusilado al pié de un frondoso algarrobo, atado á una silla
de vaqueta, protestando contra la injusticia de su sentencia y

21 —Oficios de Belgrano al Gobierno, parte de La Madrid é informe del Gó


bernador Araoz de Tucuman. MSS . del Archivo General de Guerra, Leg.
de 1816 .
22- El oficio de Belgrano es de 18 de Diciembre de 1816 y la contestacion
del Gobierno de 11 de Enero de 1817. M S S. del Archivo General de Guerra,
Leg. 1816- La ley á que se refiere el Gobierno calificaba como enemigo del Esta
do y castigaba con pena de espatriacion y hasta de muerte á "los que promovieren
66
la insurreccion 6 atentaren contra esta autoridad y las demas constituidas ó que
66
se constituyeren en los pueblos, los que de igual modo promovieren ú obraren
" de unos pueblos á otros, los que auxiliaren 6 dieren cooperacion á favor. ” ( Se
sion del Congreso de 3 de Agosto de 1816 en el Redactor núm. 11.)
238 HISTORIA DE BELGRANO

la inobservancia de las formas. Fué sepultado en la Capilla


de los Robles. (23)
Lugones y Gonsebat fueron perdonados por intercesion
del Comandante D. José Maria Paz, y rescataron este momen
to de error con distinguidos servicios posteriores .
Asi terminó el año de 1816 y comenzó el año de 1817 , en
medio de estos siniestros relámpagos de guerra civil, que pre
sagiaban la gran tempestad anárquica que mas tarde debia
desencadenarse con irresistible furia.
El Congreso habia sentido repercutir en su seno estas do
lorosas conmociones, que turbando sus deliberaciones consti
tucionales, le inoculaban gérmenes de anarquia y descomposi
cion.
La sublevacion de Córdoba, en la cual aparecian compli
cados dos de sus diputados, ahondó la division existente entre
su diputacion y la mayoria del Congreso, acusada por ella de
facciosa . Estas dos fracciones que representaban las tenden
cias descentralizadoras que habian dado orígen al Congreso, y
las que en presencia de los peligros de la situacion habian sur
gido en sentido opuesto, estaban profundamente divididas por
una cuestion que concretaba sus respectivas aspiraciones . Era
esta, la traslacion del Congreso á Buenos Aires ó su permanen
cia en el interior.
El Congreso, lanzado definitivamente en la via de la cen
tralizacion del poder, vigorizándolo por todos los medios y dán
dole por asiento la base sólida de la capital en Buenos Aires,
habia tocado practicamente los inconvenientes de la lejania en
que residian los dos altos poderes del Estado , sin poder obrar
de concierto . San Martin era de opinion que el Director esta
bleciese su residencia en Córdoba, para dominar aquel foco de
reaccion del interior, y que el Congreso se trasladase á Buenos.
Aires . El Director Pueyrredon por el contrario, pensaba que
el Congreso debia establecerse en Córdoba, continuando él en

23- M S. del Archivo Gral. de Guerra- Véase Memorias del Gral. Paz,
t . I, pág. 291 y sig.
CAPITULO XXVIII 239

la capital. Belgrano creia que el Congreso no debia salir de


Tucuman , y Güemes lo apoyaba. La diputacion de Córdoba
coincidia en este punto con Belgrano y Güemes, y se habia
atraido la diputacion de Salta, mal aconsejada por Moldes , que
intrigaba para suscitar nuevas dificultades.
Desde el mes de Agosto empezó á tratarse en sesiones se
cretas sobre la conveniencia y necesidad de trasladar el Con
greso á Buenos Aires. (24) La actitud de los diputados de
Córdoba fué con tal motivo tan agresiva, que se trató seria
mente de escluirlos de las sesiones, negándoles por varias ve
ces el derecho de protestar contra las deliberaciones de la ma
yoria, como pretendian hacerlo. (25 ) Ultimamente, se resolvió
el 1 ° de Febrero de 1817 , por 21 votos contra 15 , que el Con
greso se trasladase á Buenos Aires, nombrándose en seguida
una comision que residiera cerca del Director para aconsejarle
en los graves asuntos internacionales que pendian de su resolu
cion, y de los cuales se hablará despues. Las disidencias se
acallaron ante la urgente necesidad de esta medida ; pero los
diputados de Córdoba vencidos por la razon y por el voto, se
negaron á acompañar á sus colegas á la capital, con escepcion
de uno solo, el diputado Salguero.
Los diputados de Salta, incitados por Moldes , fueron los
que mas prolongaron la tenaz resistencia. Primero amenaza
ron con retirarse si no se aceptaban los poderes del diputado
Moldes, cuya admision estaba suspensa , á causa de la acusacion
entablada contra él . En seguida, protestando contra la tras
lacion , presentaron un pliego de la junta electoral de su pro
vincia en que se prevenia, que si en el término de 30 dias el
Congreso no se espedia en la constitucion (único punto para
que estaba facultado segun sus instrucciones,) se retirasen. El
Congreso les hizo entender, que los cabildos y juntas electo
rales no podian limitar las facultades de los diputados, y sí,

24-Acta secreta de 25 de Agosto de 1816, Lib. orig., fol. 15 vuelta. M.


S. (Archivo secreto del Cong, de T.)
25- Actas secretas de Setiembre 18 al fol. 28, id id de 30 de Octubre al fol. 45
y 47, Lib. cit. M S.
240 HISTORIA DE BELGRANO

solo ilustrarlos con sus indicaciones, declarando que de todos


modos se llevaria á efecto la traslacion sancionada. (26 ) Al
fin, la influencia moral de Belgrano y la ruptura que poco des
pues sobrevino entre Güemes y Moldes, desarmaron la resis
tencia de los diputados de Salta . El Congreso , mas compacto
que al tiempo de su instalacion un año ántes, celebró su últi
ma sesion secreta en Tucuman, al anuncio de que el ejército
español ocupaba á Jujuy, teniendo su última sesion pública el
17 de Enero de 1817 en que aprobó el Manifiesto de Indepen
dencia dirijido á las Provincias Argentinas en presencia del
mundo. (27)
Belgrano quedó solo á contener el enemigo esterior, que
habia traspasado las fronteras del norte, y avanzaba por el
frente, teniendo á la vez que contener el desórden interior,
que amenazaba por la espalda, mientras que San Martin se
preparaba á escalar los Andes, llevando la bandera de la Inde
pendencia á Chile y el Perú.
La República Argentina, reaccionando contra la derrota
y la anarquia, habia forjado los rayos revolucionarios de 1816;
su diestra armada con ellos los iba á lanzar por toda la Amé
rica del Sud. La Provincia de Salta, levantada en masa con
Güemes á la cabeza , salia á rechazar al enemigo en la frontera.

26-Acta secreta de Octubre 5 de 1816 al fol. 30 Lib. cit. M S. Los demas


incidentes relativos á la traslacion del Congreso, constan del archivo reservado
del mismo, de la correspondencia oficial del Director con él, de la corresponden
cia confidencial entre San Martin y Godoy, y de Belgrano con Güemes, cuyos ori
ginales ó copias auténticas existen en nuestro archivo. En carta de 6 de Noviem
bre de 1816 dice Güemes á Belgrano : " Sobre lo que V. me dice respecto de la
" ida del Congreso á Buenos Aires y continuacion (en Tucuman) soy de su mis
66
66 mo dictámen: he trabajado y estoy trabajando para que la citada soberana cor
poracion no pase de aquel punto, sinó siempre se mantenga en Tucuman, y se fije
66 en este pueblo, porque es mas conveniente á la consolidacion de nuestro sistema
66
su existencia allí. Del mismo modo yo no sé que hacen esos señores oradores
66
que no nos dan ya la constitucion, que debe hacer la felicidad de nuestros pue
" blos, y últimamente sabremos que somos y tendremos un punto céntrico de
" donde partan todas las operaciones del gobierno. " ( M S. original en nuestro
archivo.)
27-Lib. de Actas secretas fol. 63, M S.- " Redactor del Congreso " No 19.
CAPITULO XXIX

SALTA Y GÜEMES

1816-1817

El año de 1816 en América - Situacion del ejército auxiliar del Perú-Relaciones


entre Belgrano y Güemes - Situacion del ejército realista del Alto Perú―
La Serna reemplaza á Pezuela-Opiniones de La Serna y Pezuela sobre
iuvasion al territorio argentino -El Virey Pezuela ordena la invasion
Movimiento de La Serna sobre Tarija- Uriondo en Tarija- Opinion de la
Serna sobre los gauchos -Descripcion de Salta , Jujuy y Oran -- El Marqués
de Yavi-Sorpresa de Colpayo - Falsa retirada de la vanguardia realista
Derrota de Yavi-La vanguardia realista invade pcr Humahuaca-Pacifi
cacion del Alto Perú -Espedicion de Marquiegui á Oran- Olañeta ocupa á
Jujuy- Levantamiento en masa de Salta- Fuerzas de los beligerantes—
La línea de insurreccion de Salta-Plan de operaciones de La Serna y su
eficacia.

El año de 1816 habia sido un año de prueba para las Pro


vincias Unidas del Rio de la Plata, como lo fué para toda la
América del, Sud. Las Provincias Unidas, vencidas en Sipe
Sipe, amenazadas de una invasion por el Alto Perú y otra por
Chile, y por una espedicion de la Península que se preparaba
al mando del conde la Bisbal ; en jaque por un ejército portu
gués, que ocupaba parte de su territorio ; devoradas por la anar
quía, y divididas por ideas fundamentales que afectaban la
forma de gobierno, habian quedado solas en la palestra del
continente americano. Desde Méjico hasta el cabo de Hornos
imperaban las armas españolas. Morillo habia dominado el
16
242 HISTORIA DE BELGRANO

vireynato de Santa-Fé y la capitania general de Venezuela


desde el Atlántico al Pacífico, y Bolivar se hallaba emigrado
en la Jamaica. El virey Apodaca dominaba á Méjico, recibien
do de manos de su antecesor Calleja la revolucion casi del todo
sofocada. Un ejército español mas fuerte que el de los Andes,
ocupaba á Chile. El Alto Perú, sojuzgado por los vencedores
de Sipe - Sipe, con sus fuerzas populares agotadas , y abandona
do por sus aliados impotentes, era la base de operaciones de
sus enemigos por el norte. La corte de Portugal establecida
en el Brasil, ocupaba la Banda Oriental y se posesionaba de
Montevideo, atraida por la anarquia y obedeciendo á las miras
de su política ambiciosa . El viejo virey Abascal, que habia
iniciado la reaccion realista en 1810, triunfaba de un estremo
á otro del continente sud -americano en 1816 , y solo le faltaba
para completar su obra, clavar sus banderas victoriosas en las
torres de Buenos Aires, ó por lo menos en las hasta entonces
inespugnables fronteras de la revolucion argentina. Pezuela,
el vencedor de Vilcapugio, de Ayohuma y Sipe- Sipe , se pre
paraba á dar el golpe final, y las mismas Provincias Unidas co
operaban á sus designios, debilitándose por sus guerras intesti
nas. Bajo estos tristes auspicios, se habia declarado por el
Congreso de Tucuman la independencia de las Provincias Uni
das del Rio de la Plata á mediados del año 1816 .
Este año de prueba y de congojas, fué para las Provincias
Unidas un año de reparacion, de descomposicion, de recompo
sicion interna y de reaccion esterna, que debia decidir de sus
destinos y de los de la América toda. Dominada la anarquía
en parte, como se ha visto ; neutralizada por otra parte por los
mismos peligros de la situacion ; concentrado el poder consti
tucionalmente ; organizado el ejercito de los Andes que debia
invadir á Chile y amenazar al Bajo Perú ; establecido el ejército
auxiliar del Perú en Tucuman á las órdenes de Belgrano, le
vantábase á su vanguardia la heróica provincia de Salta acau
dillada por Güemes, como un ante- mural de la nacionalidad
argentina por el Norte.
El ejército auxiliar del Perú , débil en número, quebranta
do por una larga serie de derrotas y enervado por las humilla
CAPITULO XXIX 243

ciones que le habia infligido Güemes, era impotente para me


dirse con su enemigo victorioso, y hasta para cubrir la fronte
ra. Casi abandonado por otra parte por el gobierno, cuya
atencion se contraia principalmente al ejército de los Andes,
ni esperanzas tenia de remontarse. Empero, la presencia de
Belgrano á su frente, templando su disciplina, reconciliándolo
con Güemes imponiendo con su autoridad moral á la anarquía
del interior, lo hacia aparecer á los ojos del enemigo mas fuerte
de lo que realmente era física y moralmente. Por consecuen
cia, su accion tenia que ser necesariamente pasiva y negativa.
Solo un hombre , de la abnegacion de Belgrano podia aceptar
esta posicion, y solo él podia ocuparla con dignidad, sirviendo
de reserva á las guerrillas de Salta y velando por el órden pú
blico á su espalda, cuando estaban reservadas para otros las
glorias de que él no podia participar.
El ejército de Belgrano al finalizar el año de 1816, apenas
pasaba de 2700 hombres, y lo componian cuatro batallones de
infanteria ( 2000 infantes , ) dos regimientos de caballeria (400
ginetes, ) y un cuerpo de artilleria ( 170 hombres) con 12 piezas,
y las correspondientes planas mayores. ( 1 ) La inaccion á que
fatalmente se veia condenado, la falta de horizontes militares ,
y la disciplina tirante y monástica á que estaba sometido , obli
gado á rezar el rosario y dormir encerrado en un campo atrin
cherado á inmediaciones de una ciudad que lo incitaba con sus
halagos, eran otras tantas causas que contribuian á destemplar
su nervio y relajar su moral. El mismo General en jefe, hacia
de él la mas triste pintura en sus órdenes generales . Hablando
de los sacerdotes decia:-« Los mismos capellanes, que debian
<<< dar el ejemplo acerca del órden y conducta cristiana del ejér
« cito, tienen procedimientos que llenan de rubor, haciendo
<< algunos de ellos vida escandalosa con mujeres, juegos y otros
<<< vicios . " Hablando de los oficiales decia :- Los oficiales
« debian llenarse de vergüenza por quebrantar sus arrestos y

1-Estado de fuerza de Mayo 8, de Agosto 13 y de Nobiembre 3 de 1816 .


(MSS. originales del Archivo General. )
244 HISTORIA DE BELGRANO

« fingirse enfermos para concurrir de noche con descaro á los


« bailes, haciendo ostentacion de su deshonor, mientras sus
<< conversaciones se reducen á murmurar de su General, de sus
« gefes y compañeros, sembrando especies sediciosas y ofen 1
❝diendo con ellas al sexo sin respetar casadas ni solteras, "
Para reprimir estos abusos, el General, exagerando el castigo,
quebraba el resorte del honor, publicando por la órden del dia:
« Todo oficial que cayese en la debilidad de las conversaciones
" que he apuntado, incurrirá en la pena de suspension de em
« pleo y pasará á la clase de soldado. " (2 ) Aqui se ve que
los principios de descomposicion empezaban á trabajar al ejér
cito, y que no teniendo el dominio de las conciencias , la estre
mada severidad del General, debia producir un efecto con
trario.
Agréguese á todo esto la miseria, que el mismo General
pinta con estos tristes colores :-« Yo mismo estoy pidiendo
« prestado para comer . La tropa que tiene el gobernador
" Güemes está desnuda, hambrienta y sin paga, como nos
❝hallamos todos, y no es una de las menores razones que
« lo inducen á hacer la guerra de recursos al enemigo. Yo
❝ mismo habria hecho otro tanto ; pero estoy muy lejos, y temo
« se me quedaria en la marcha la mitad de la fuerza de lo que
« se llama ejército . " (3)

Güemes da la última sombra á este melancólico cuadro
escribiendo á su General :- Entro de tres dias me vuelvo pa
« ra Jujuy, y seguidamente pasaré hasta la vanguardia con el
« objeto de visitarla y hablarla , consolándola en sus necesida
« des que me representan con ternura. Yo no tengo un peso
« que darles ni como proporcionarlo, porque este pueblo es un
« esqueleto descarnado, sin giro ni comercio. Me falta pa
« ciencia y á veces pienso tocar otros medios mas violentos.—
« Al cabo de dos meses pude socorrer á aquella infeliz tropa

2-Ordenes Generales de Belgrano de 28 de Octubre de 1816 y oficio del Go


bierno de 19 de Noviembre de 1816 acusando recibo de ellas. ( MSS . del Ar
chivo General. )
3-Oficio al Gobierno de 22 de Octubre de 1816. M S. del Archivo Gral.
CAPITULO XXIX 245

<< con cuatrocientos pesos, que no les tocaria ni á dos reales.


« En fin, vamos trabajando que quizá mejore el cielo sus ho
❝ras. " (4) El gobierno contestó enviando diez y seis mil pe
sos á Belgrano, y ordenándole que de ellos auxiliase con tres
mil pesos á Güemes, con prevencion de pedir á este « un estado
prolijo de fuerza, armamento, caballerias, municiones, posicion
de la masa general, puntos de destacamentos permanentes,
línea de comunicaciones desde la primera avanzada, para con
este detalle formar un cálculo exacto á fin de proveer las ne
cesidades de sus divisiones. " (5) Este conocimiento que Bel
grano no habia podido obtener, á pesar de haberle sido prome
tido varias veces , Güemes no lo podia dar : su capital y su
cuartel general ambulante, era el lomo de su caballo ; su plan,
su estado de fuerza y su distribucion , que variaba con las exi
gencias del momento, estaban en su cabeza ; todo su archivo
cabia en el bolsillo de su secretario el Dr. D. Toribio Tedin,
que redactaba en medio del campo las cartas , que él firmaba
con una rúbrica garabateada que llenaba casi la mitad del
pliego, sin tomarse el trabajo de leerlas muchas veces. Cre
yendo que debia confiarse en él, no queria que sus gauchos
recibieran auxilios de otras manos que las suyas, reservándose

asi este medio de influencia personal. Su contestacion á Bel


grano sobre este punto es característica : « Inmediatamente
« que me desprenda de las complicadas atenciones que me ro
« dean, daré á V. un estado exacto de las fuerzas de mi man
« do con este motivo pondremos un tapon á los teclistas de
« Buenos Aires , que no tienen mas objeto que enredar ; pero
« ellos caerán algun dia del burro, y verán que solo trabajamos
❝ por el bien general. " (6) Este estado no se formó jamás :

4-Carta de Güemes á Belgrano de 5 de Octubre de 1816. M S. del Archivo


Gral.
5- Oficio del Gobierno á Belgrano de 26 de Octubre de 1816. M S. del A.
G. -Anteriormente (con fecha 6 de Setiembre) el gobierno habia remitido 200
sables de caballeria con destino á Güemes. M. S. del A. G.
6-Carta de Güemes de 6 de Noviembre de 1816. [ M S. original en nues
tro archivo. ]
246 HISTORIA DE BELGRANO

el movimiento popular de Salta no cabia en un pliego de pa


pel, ni tenia nada que hacer con la pauta de los estados mayo
res. A Güemes le estaba encomendada la defensa del territo
rio nacional, y él solo tenia que triunfar ó perecer en la deman
da, usando de sus medios segun su índole, siendo forzoso
aceptar los inconvenientes que de situacion tan anómala nacian.
Dados estos antecedentes, la situacion del ejército de Bel

――
grano en Tucuman era la mas segura, la mas militar y tam
bien la única posible. A la vez que cubria por el norte las
provincias del interior, mantenialas en órden, y, servia de re
serva á Salta imponiendo moralmente al enemigo . En caso
de no poder contener Güemes la invasion, le servia de punto
de apoyo, de modo de poder ambas fuerzas reunidas oponer un
ejército de casi igual número al del invasor ya debilitado, y
con mas probabilidades de disputarle con éxito el terreno. Por
otra parte, esta actitud pasiva, era una necesidad impuesta por
las circunstancias. Despues de las deplorables desavenencias
que habian tenido lugar entre el ejército y los salteños, estos
dos elementos eran militarmente incompatibles, y los soldados
de Güemes orgullosos con su preponderancia local, querian
mostrar que ellos solos bastaban para defender su territorio,
de manera que hasta el pisar el teatro de la guerra le estaba
inhibido de hecho.
En medio de esta separacion de fuerzas y de esta incom
patibilidad de elementos hetereogeneos , Belgrano era el vín
culo de union entre Güemes y Salta para con el gobierno
nacional y con el ejército. Su autoridad moral , su carácter
conciliador, su abnegacion para aceptar tan equívoco mando ,
le permitian obrar sobre unos y sobre otros, manteniendo
cierta cohesion moral y presentando ante el enemigo un poder
militar mas compacto de lo que realmente era. Empero su
ascendiente sobre Güemes era mas aparente que real. El cau
dillo tenia confianza en él, le profesaba cariño y respeto, lo mis
mo que al General San Martin, y mantenia relaciones amistosas
con Pueyrredon, pero, obedecia á condicion de no ser man
dado. A título de gefe de vanguardia, cuyo ejército era una
provincia independiente, insurreccionada contra el enemigo
CAPITULO XXIX 247

por su influencia personal, se consideraba con razon indispen


sable, y obraba en consecuencia, siguiendo sus propias inspi
raciones sin sujetarse á órdenes ni instrucciones , guardando
empero hacia su gefe una respetuosa y cordial deferencia de
forma. Belgrano comprendiendolo, contemporizaba con todo
por patriotismo. Asi decia Güemes á Belgrano hablando de
los que pretendian dividirlos : " Hace V. muy bien de reirse
« de los doctores : sus vocinglerias se las lleva el viento, por
❝que en todas partes tiene fijado su buen nombre y opinion .
« Por lo que respecta á mi , no se me dá el menor cuidado :
« el tiempo hará conocer á mis conciudadanos que mis afanes,
❝ y desvelos en servicio de la Patria, no tienen mas objeto que
« el bien general . Créame, mi buen amigo, que este es el
« único principio que me dirige , y en esta inteligencia no hago
" caso de todos esos malvados que tratan de dividirnos. Güe
« mes es honrado, se franquea con V. con sinceridad , es su
« verdadero amigo y lo será mas allá del sepulcro, y se lison
« jea de tener por amigo á un hombre tan virtuoso como V.
" Asi, pues, trabajemos con empeño y teson, que si las gene
❝raciones presentes nos son ingratas, las futuras venerarán
❝ nuestra memoria , que es la recompensa que deben esperar
❝los patriotas desinteresados. " (7 )
Tal era la situacion militar de las Provincias Unidas al
finalizar el año de 1816 , en sus fronteras con el Alto Perú.
Volvamos ahora al ejército realista, al que hemos perdido de
vista despues de su gran triunfo de Sipe - Sipe.
Pezuela, vencedor en el campo de batalla de Vilcapugio,
Ayohuma y Sipe- Sipe , pudo considerarse dueño del Alto Perú.
Empero, el pais vencido, pero no domado, se resistia á pres

7- Carta de 6 de Noviembre de 1816. M. S. original en nuestro archivo.—


En una memoria inédita del General D. Tomás Iriarte, que en aquella época trató
con alguna intimidad al General Belgrano, se dice lo siguiente : -"Me confió que
" su autoridad para con el gefe de la vanguardia General Güemes, era puramente
" nominal; pues este hacia sin su anuencia cuanto se le antojaba, y él tenia que
64
contemporizar en obsequio de la causa pública, cuya tranquilidad se alteraria al
"6
menor altercado. Conocí que su alma estaba lacerada. " M S. autógrafo en
nuestro archivo .
248 HISTORIA DE BELGRANO

tarle obediencia . En los valles apartados, en lo alto de las


montañas y hasta en los caminos públicos, se mantenia viva la
insurreccion, que habia precedido á la revolucion argentina, y
que no la abandonaba en la hora de la desgracia. Por muy .
ensoberbecido que estuviera con sus triunfos, Pezuela com
prendia, que no era fácil invadir un pais, que en peores con
diciones habia dado cuenta de sus ejércitos en Tucuman y
Salta , y sobre todo antes de pacificar y asegurar su reta
guardia. ( 8 ) El Virey Abascal era de opinion de avanzar
inmediatamente, aprovechando el prestigio de la reciente vic
toria. Pezuela, mas cauto que Goyeneche y Tristan despues
del Desaguadero, consideraba pocas sus fuerzas, y creia pru
dente esperar las nuevas tropas que de la espedicion de
Morillo á Costa Firme, debian desprenderse para reforzar las
del Perú. Esto era á principios (Febrero) de 1816. ( 9)
En medio de estas trepidaciones, fué elevado Pezuela al
vireynato del Perú. Mas ansioso de gozar de sus triunfos en
la corte colonial de Sud América , que de completarlos fuera
de las fronteras del Alto Perú, se apresuró á delegar el mando
en su segundo el General Ramirez, el cual por esperiencia
propia conocia ya, que la sola empresa de dominar á la
Provincia de Salta al frente de un ejército vencedor, no era
tan llana. Con esta alteracion en el mando, las operaciones
del ejército español quedaron paralizadas. Coincidió con esto
la sublevacion casi general del pais á su retaguardia. En San
Lúcas, en Potosí, en Cinti, en Charcas, en Cochabamba, en
Larecaja, la insurreccion popular resurgia potente , acaudillada
por Lanza, Padilla, Camargo y otros caudillos , mientras Santa
Cruz de la Sierra se mantenia en armas al oeste del cordon de
la cordillera oriental, con su indomable gobernador Warnes á
la cabeza . En tal situacion, Ramirez se vió obligado á recon
centrar todas sus fuerzas á su cuartel general de Santiago de
Cotagaita, dejando en el resto del pais las guarniciones estric

8-Camba " Memorias etc, " t . I, pág. 192.


9-Camba, obra cit. t. 1, pág. 200 y 201 .
CAPITULO XXIX 249

tamente necesarias para mantener el dominio militar y las


comunicaciones de las divisiones entre sí, avanzando sin em
bargo su vanguardia ha sta Yavi en observacion de las fronte
ras argentinas.
Tal era la situacion del ejército realista del Alto Perú ,
cuando el General La Serna se recibió de su mando en Setiem
bre 19 de 1816 , trayendo el refuerzo de las tropas peninsulares
que Pezuela esperaba para abrir operaciones decisivas. Con él
venian los batallones de Estremadura, de Gerona, y algunos
otros cuerpos que unidos á los Húsares de Fernando VII y los
Dragones de la Union, representaban para la España una his
toria de triunfos inmortales desde la época del Mariscal de
Berwich en la guerra de sucesion . Acababan de tomar parte
en la famosa guerra de la península , bajo las órdenes de Cas
taños, del Marqués de la Romana, de Black, de Berresford y
de Wellington, y figuraban á su frente los nombres conocidos
ya, y célebres despues de D. Gerónimo Valdes, de Espartero ,
de Carratalá, de Rodil y de otros, que acababan de vencer á los
primeros soldados del mundo mandados por el gran Napoleon,
en Vitoria, en San Marcial, en el paso del Vidasoa y en Tolosa
de Francia. Estas tropas invencibles y estos ilustres veteranos,
venian á medirse con unos pobres GAUCHOS rotosos y desarma
dos, que les iban á enseñar lo que todavia no habian aprendido
en medio de tantos triunfos
El nuevo general español venia precedido de una gran re
putacion. Había hecho con distincion la guerra en Africa, en
el Rosellon y la última de la Península ; tenia conocimientos
profesionales, y era ménos aferrado que Pezuela á la rutina
militar. Humano, liberal en sus ideas políticas, con aptitudes
administrativas y valor personal, era sin embargo débil en el
mando é irresoluto para adoptar un plan y llevarlo á ejecucion.
Imbuido de principios teóricos, que habia visto aplicar en otro
teatro, no conocia el pais, y á la vez que despreciaba al enemi
go que iba á combatir , dudaba que los medios de que disponia
fueran suficientes para llevar á cabo la empresa . Persuadido
de que el nervio del ejército realista, lo constituian los batallo
nes peninsulares, no supo apreciar el temple del arma que tenia
250 HISTORIA DE BELGRANO

en sus manos, desconociendo la importancia de los cuerpos


americanos que le obedecian y que hacia mas de seis años sos
tenian la guerra en el propio territorio. Esto le enagenó des
de luego la buena voluntad de los naturales, lo cual contribuyó
mucho á quitar á la lucha su carácter de guerra civil , dándole
el de una guerra nacional contra soldados estrangeros . ( 10) ·
Contribuia á desautorizar á la Serna ante los soldados america
nos que seguian las banderas del rey, el que los gefes que los
mandaban eran francamente absolutistas, mientras el general
era decididamente liberal. Entre estos gefes figuraba en pri
mera línea el general D. Pedro Antonio Olañeta , discipulo de
la escuela de Goyeneche y Tristan, y por lo tanto rival de la
preponderancia de los militares europeos. De traficante se ha
bia elevado al rango que ocupaba, acaudillando la reaccion
contra los patriotas, y como gefe permanente de vanguardia,
era respecto de La Serna en el Alto Perú, lo que Güemes res
pecto de Belgrano en Salta . Tenia por segundo á su cuñado
el Coronel D. Guillermo Marquiegui, natural de Salta , y am
bos acaudillaban una faccion americano- realista, que constituia
una entidad aparte, y que decidida por una invasion inmediata
sobre las provincias argentinas, murmuraba de sus trepidacio
nes, al mismo tiempo que le hacia una oposicion sorda que mi
naba su autoridad moral. ( 11 )
El Virey Pezuela, que como general en gefe despues de
Sipe-Sipe hallaba que era arriesgada la empresa de invadir á
las provincias argentinas, instaba desde Lima á La Serna para
que la tentase al ménos. Obraba en su ánimo para proceder
así, la amenaza del ejército de los Andes, que bajo las órdenes
de San Martin se disponia á invadir á Chile . Pensaba él (y
así se lo escribia á La Serna, ) que era conveniente un movi
miento ofensivo, no precisamente con ánimo de conquista, sinó
para efectuar una poderosa diversion que retragese á San Mar
tin de su empresa, avanzando al efecto hasta Tucuman, ó San

10 -Véase Torrente " Hist. de la Rev. Hisp . Am. " t. II, páj. 297 y 298 y
Camba "Memorias! &. " t . I, páj. 223, 224 y 228.
11-Camba y Torrente loc. cit.
CAPITULO XXIX 251

tiago del Estero si fuese posible. La Serna , ménos resuelto,


pero mas juicioso que Pezuela, le objetaba : que para decidir
con probabilidad un movimiento tan trascendental , debian te
nerse en cuenta los funestos resultados de las invasiones ante
riores al pais argentino, así como los progresos que este habia
hecho en su organizacion militar y espíritu público ; agregan
do la consideracion militar, de que la base de operaciones no
estaba bien asegurada, y que la operacion proyectada en nada
influiria, ó influiria muy tarde, en los planes de San Martin,
obrando á tan largas distancias. Vencido al fin , por la opi
nion de una parte de su ejército y por la insistencia del Virey,
que le trasmitió sobre el particular órdenes terminantes, se de
cidió por la invasion , no obstante tener casi la tercera parte de
su ejército ocupada en pacificar el pais insurreccionado á su re
taguardia y por su flanco izquierdo , lo que lo ponia en riesgo
de perder sus comunicaciones. ( 12 )
Decidido á la invasion, La Serna se trasladó á la vanguar
dia (de cuyas operaciones nos ocuparemos despues) escoltado
por el batallon Gerona, con el objeto de hacerse conocer de
sus tropas, conferenciar con Olañeta y tomar por sí conoci
mientos prácticos sobre la topografia del pais . Desde Yavi ,
donde revistó la division de Olañeta , se trasladó á Tarija, ( 28
de Noviembre de 1816 ) con el ánimo de sorprender al coman
dante D. Francisco Uriondo, que la ocupaba por los patriotas.
Era Uriondo un pariente del Marqués, activo y bastante inte
ligente, que habia militado , en los ejércitos de la revolucion ,
encontrándose en la batatalla de Sipe- Sipe como ayudante de
campo del general Rondeau. Hallábasé á la sazon en Tarija
al frente de una division de partidarios, que obraba bajo las
órdenes de Güemes. Sus correrias y guerrillas en este teatro,
acompañadas de pomposos partes y proclamas, le habian dado .
algun nombre. Malograda la empresa de sorprenderle, por su

12-Oficio de Pezuela á Marcó del Pont, de Noviembre de 1816, intercepta


do en Chacabuco, y publicado en la Extraordinaria de B. A. de 11 de Marzo de
1817 -Camba, “ Memorias &, "t. I, pág. 220 -Torrente, " Hist. de la Rev.
Hisp. Am . ", t. II, pág. 296.
252 HISTORIA DE BELGRANO

rápida retirada, La Serna se dirigió á él y por su intermedio


á Güemes, escribiéndole una carta en que procuraba seducirlo .
La historia no tendria para que recoger esta pueril tentativa,
noblemente rechazada, que en nada podia alterar la decision
patriótica de Güemes ni de Uriondo, si al mismo tiempo el
general español no hubiese consignado en su carta al último ,
el juicio que tenia formado de sus propias tropas y de los ene
migos que iba á combatir. En ella decia : «Cree V. por
« ventura que un puñado de hombres desnaturalizados y man
❝tenidos con el robo, sin mas órden, disciplina , ni instruccion
« que la de unos bandidos, puede oponerse á unas tropas
❝aguerridas y acostumbradas á vencer las primeras de Europa,
« y á las que se haria un agravio comparándolas á esos que se
« llaman gauchos, incapaces de batirse con triplicada fuerza,
« como es la de su enemigo. " ( 13 )
Conocidas las respectivas posiciones de los beligerantes,
los planes de sus generales y el espíritu de sus tropas , volvamos
á ocuparnos de las operaciones militares de vanguardia, que
habian tenido lugar en la frontera desde la llegada de La Serna,
ligándolas con las mas importantes que inmediatamente van á
seguirse. Pero para comprender mejor unas y otras, se hace
necesario hacer conocer el teatro de la guerra , complemen- 、
tando las noticias topográficas que sobre Salta y Jujuy dimos
anteriormente. ( 14)
El territorio de las jurisdicciones de Salta, Jujuy y Oran
(que entónces formaban la Provincia de Salta) es una conti
nuacion de la region montañosa del Alto Perú por una parte,
y se liga por la otra á las pampas argentinas. A este acciden
te geográfico debe su fisonomia especial como territorio, y su
importancia militar como frontera.
Encerrado el Alto Perú entre las dos cadenas de la cordi
llera de los Andes, que se bifurcan en el Bajo Perú y corren
paralelas hasta que al llegar al pais argentino se reunen en un

13-Ofi. de La Serna á Uriondo fech . en Tarija el 14 de Diciembre de 1816.


M S. original en el Arch. Gral. de guerra Leg. de 1817.
14-Véase cap. XVI, I. tít. TUCUMAN.
CAPITULO XXIX 253

solo cordon paralelo al Pacífico , el sistema orográfico de Salta


es el punto de union de ambas cadenas por el sur . La cadena
oriental que corre de norte á sur, forma al llegar á la altura
de Potosí el notable nudo de montañas conocido con el nom
bre de Porco, el cual divide las aguas del Amazonas y del Pla
ta. Los diversos ramales de este nudo, inclinándose desde
allí oblicuamente al poniente, cortan casi perpendicularmente
las alti-planicies ó mesetas que se desenvuelven entre las dos
cadenas montañosas ya señaladas, formando estos ramales.
otros tantos contrafuertes ó estribos de la cadena central que
va á terminar en el Cabo de Hornos recorriendo toda la Amé
rica del Sur. Dentro de la última de estas ramificaciones se
halla enclavado el territorio de Salta, Jujuy y Oran, que linda
á la vez con la montaña, con la alti- planicie boliviana y la pampa
argentina. La cadena oriental al inclinarse al oeste en el nudo
de Porco, y ántes de llegar á Salta y Jujuy, va orillando las
llanuras de la cuenca del Plata, y sus contrafuertes forman los
amenos valles que descienden gradualmente al nivel horizon
tal del Chaco, derramando sus aguas en el Pilcomayo y el Ber
mejo, cuyos afluentes alimentan y dividen á la vez á la altura
de Abra Pampa, Yavi y Tarija, línea divisoria de las dos regio
nes, como lo era de los ejércitos beligerantes en aquella época .
Dentro de los últimos relieves del terreno y la red de
afluentes del Bermejo, se halla enclavado el territorio de Nue
va Oran, tenencia del gobierno de Salta, y teatro de las opera
ciones que se referirán mas adelante. La Provincia de Salta
(incluyendo el territorio de Jujuy y Oran ) era , pues , el único
punto por donde las Provincias Argentinas, y la del Alto Perú
se tocaban, siendo por lo tanto la puerta que habia que forzar
para penetrar hasta el Tucuman bajando de las regiones mon
tañosas. Tal era el punto cuya guarda estaba encomendada
al ejército popular de Salta acaudillado por Güemes.
Conocido el relieve general del terreno, se comprenderá
mejor su importancia estratéjica, desde que se sepa que solo
por tres caminos es accesible la Provincia de Salta . Estos tres
caminos son : 1.º el de Tarija, al nordeste ó derecha de Salta,
áspero, largo, cruzado de rios y matizado de selvas frondosas,
254 HISTORIA DE BELGRANO

que aunque puede conducir por largos rodeos hasta Jujuy,


atravesando oblícuamente el valle del Bermejo, solo podia te
ner por objetivo inmediato á Oran ; 2. ° El del despoblado, ó
sea la última altiplanicie del llano central del Alto Perú, situa
do en la estremidad noroeste á la izquierda de Salta , puna frí
gida y desolada á 3,500 y 4,000 metros sobre el nivel del mar ,
que comunica con el valle de Salta por la quebrada del Toro, y
es el camino de los comerciantes de mulas ; pero que presenta
grandes dificultades para las operaciones de un ejército ; 3.º El
central de la Quebrada de Humahuaca, que desde la region
montañosa conduce directamente á los valles de Jujuy y Salta.
Por consecuencia, Humahuaca, es el único camino militar para
un ejército invasor del territorio argentino por el Norte, y por
lo tanto la línea precisa de operaciones de todo movimiento.
ofensivo y defensivo como se verá despues .
La quebrada de Humahuaca ( que llamaremos en adelante
la quebrada) es un valle angosto, poblado, bien cultivado de
alfalfa, de mas suave temperatura que la region montañosa á
que se liga, en cuya garganta superior está situado Yavi, y en
cuyo plano inferior á la salida del desfiladero, se encuentra la
ciudad de Jujuy. Por el centro de esta quebrada corre de
norte á sud el rio Grande de Jujuy, y al llegar á la altura de
la ciudad de este nombre forma un ángulo, se inclina al oriente
y va á derramarse en el Bermejo , recibiendo el tributo de las
aguas de los rios Negro, Ledesma, Soria , Piedras, Colorado y
Zenta que descienden de la Sierra de Zenta y Santa Victoria
corriendo del oeste al este . Forman esta quebrada ó valle pro
longado , dos sistemas de serranias paralelas cuya altura varía en
las mas empinadas cumbres de 3500 á 4000 metros sobre el ni
vel del mar, y se levantan á manera de dos gigantescas murallas
que lo limitan por el oriente y el poniente. La serrania del po
niente, que como la quebrada lleva el nombre de Humahuaca, la
forman las faldas de la alti-planicie de la izquierda ya señalada,
siendo tan escarpadas, que tomando como estremidades del
camino central los puntos estremos de Yaví y Jujuy, solo se
comunica con la puna por tres sendas : en la parte superior
por Abra Pampa ; en su mediania por la quebrada lateral de
CAPITULO XXIX 255

Pumamarca; y tres leguas antes de llegar á Jujuy por la de Yala.


La serrania del oriente, ó sea de la derecha, la forman dos
sierras ligadas entre sí, que limitan por esa parte el valle del
Bermejo, dentro del cual está enclavado el territorio de Oran
Una de estas dos sierras es la de Santa
como queda esplicado .
Victoria que se liga á la de Tarija, la cual corta las aguas del
Bermejo y del Pilcomayo, y la otra es la de Zenta en cuya es
tremidad sud está situado Jujuy. Entre la sierra de Santa
Victoria y de Zenta, se desenvuelve la alti-planicie llamada
Abra de Zenta, único punto por donde pueden comunicar fá
cilmente el valle del Bermejo y la quebrada de Humahuaca,
siendo este el camino que conduce á Nueva Oran y Tarija, y vi
ceversa. En la prolongacion de este camino, marchando hacia
la poblacion de Nueva Oran, situada sobre la márgen derecha
del Bermejo, se encuentra el valle de San Andrés, y hacia el
norte en rumbo á Tarija, el de Santa Victoria al oriente de la
sierra de este nombre . (15 )
Ahora se comprenderá como, situada la vanguardia rea
lista en Yaví, con sus reservas en Tupiza y Suipacha, domi
naba por la parte superior la boca de la quebrada, á la vez que
la entrada del camino del despoblado, pudiendo mantener fran
cas por su izquierda las comunicaciones con Tarija . Se com
prenderá igualmente , que los patriotas dueños de la Quebrada,
podian avanzar y retroceder con seguridad, y obrar á la vez
por ambos flancos, ya tomando el camino del despoblado , ya
internándose á Tarija por el valle del Bermejo . Tal era el
plan defensivo- ofensivo aconsejado por la topografia, y tal fué
el que Güemes adoptó , limitándose á la guerra de sorpresas y
espediciones ligeras, como único medio de estar en actitud de
esperar la invasion anunciada .
Desde el mes de Agosto de 1816 en que Belgrano se reci
bió del mando del ejército, empezaron las alarmas de invasion
á Salta. Daban orígen á estas alarmas los movimientos ya

15-Véase " Atlas de la Confederacion Argentina, " por Martin de Moussy,


planc. XVI.
256 HISTORIA DE BELGRANO

directos ya laterales de la vanguardia realista al mando de Ola


ñeta situada en Yavi, que unas veces avanzaba hasta el pueblo
de Humahuaca á la entrada de la Quebrada, otras se corria
hasta Casabindo por el despoblado, ó introducia sus partidas
al valle del Bermejo atravesando por los boquetes de Santa
Victoria. Para neutralizar estos movimientos, Güemes dis
puso que Uriondo avanzase por su derecha hasta Tarija con un
destacamento de partidarios, tomase posesion del punto y se
mantuviese en él apoyando la insurreccion de los naturales ,
que se mostraban decididos por la revolucion. Ya hemos visto
como habia llenado su comision, hasta que el mismo La Serna
lo obligó á retirarse á las Salinas. Servia de punto de apoyo á
esta fuerza destacada , el comandante D. Manuel Eduardo Arias,
caudillo local del Valle del Zenta, que tenia su cuartel general
en San Andrés, quien vigilaba al mismo tiempo la serrania de
Santa Victoria ó Yavi. Por su izquierda reforzó al Marqués
de Yavi, situado en la alti-planicie del despoblado , con algunas
partidas de Dragones Infernales y Gauchos á cargo del Capitan
D. Juan Antonio Rojas, ( 16 ) nombrando segundo gefe de la
division volante del Marqués al comandante Quesada , desertor
del ejército de Rondeau , que tenia reputacion de buen oficial de
linea. Al centro y á lo largo de la Quebrada situó la vanguar
dia escalonada, confiando su mando general y el de todos los
puestos avanzados al comandante D. José Maria Perez de Ur
dininea, natural del Alto Perú y jefe valiente y entendido en la
guerra . En esta disposicion , el honor del primer choque par
cial cupo á la division del Marqués de Yavi.
D. Juan José Fernandez Campero Maturana del Barranco,
Perez de Uriondo, Hernandez de la lanza, Marqués del Valle

16 -No debe confundirse con D. Juan Ramon Rojas comandante de Grana


deros á caballo en Sipe- Sipe; ni con D. Manuel Rojas, edecan del General Ron
deau que figuró despues en el ejército de los Andes; ni con D. José Maria Rojas,
director del Parque de Artilleria que fundió los cañones de batalla de la revolu
cion; ni con otros dos caudillos del mismo apellido, Ramon Rojas el uno y Manuel
Rojas el otro que figuraron en la misma época en la insurreccion local de Tarija;
ni con el coronel D. Paulino Rojas que tambien se hizo notable en la guerra de
la Independencia,
CAPITULO XXIX 257

del Tojo, Vizconde de San Mateo (que estos eran los títulos
que él mismo se daba en sus bandos y proclamas, ) ( 17 ) mas
conocido por Marqués de Yaví, era español por su noble estir
pe, americano de nacimiento y patriota por eleccion, aunque
sus inclinaciones fuesen mas bien aristocráticas que republica
nas y sus tendencias mas peruanas que argentinas .
Hemos dicho ya, que este opulento señor feudal se habia
decidido por la revolucion desde un principio. Hombre de
hábitos sedentarios , de cortos alcances, de poca energia y sin
disposiciones militares, era sin embargo por los recursos de
que disponia y por la popularidad de su nombre en el Alto Pe
rú, un valioso contingente, que cooperaba de una manera eficaz
precisamente alli donde era mas necesario, es decir, sobre la
frontera donde el Marqués tenia sus vastos estados. Estos se
estendian desde el despoblado hasta Yaví y Tarija, donde pa
cian sus innumerables ganados cuidados por numerosos feuda
tarios . Hemos visto tambien que despues de Sipe - Sipe, habia
levantado á su costa un crecido número de tropas, que deno
minó Regimiento Peruano, con el que evolucionaba fantástica
mente, efectuando marchas y contramarchas sin objeto , dándo
se á sí mismo el titulo de Coronel Mayor, teniendo por el Rey
despachos de Coronel de milicias reconocido por las Provincias
Unidas. Con esta division cubrió la frontera mientras el
ejército de Rondeau permaneció en Jujuy, y á su retirada no
trepidó en ponerse á órdenes de Güemes, obrando en todo de
perfecto acuerdo con él. A los primeros anuncios de invasion
estableció su cuartel general en Casabindo (centro de la alti
planicie del despoblado, ) pero desalojado de allí por un movi
miento ofensivo de Olañeta , tuvo que ponerse con el resto de
sus fuerzas bajo la proteccion de la vanguardia al mando de
Urdininea, avanzando hasta Abra Pampa sus partidas inter
poladas con los gauchos y los Infernales de Güemes.
Los realistas, confiados en su superioridad y en la impu
nidad de sus anteriores movimientos ofensivos , avanzaban en

17-"Memorias " del General Paz, t. I, pág. 277. 17


258 HISTORIA DE BELGRANO

sus escursiones hasta la línea de Abra Pampa cerca de la boca


superior de la quebrada . Hasta allí se adelantó desde Talina,
el 14 de Setiembre, un destacamento de infanteria montado
como de 80 6 100 chicheños, desprendidos de la vanguardia de
Olañeta y acamparon en el punto llamado Colpayo. Señalada
su presencia por los espías del Marqués, salieron en su busca
los capitanes Rivera y Cala, cada uno con 30 hombres de fusil
de la division peruana, y el teniente Falagiani con 10 Infer
nales. A las 12 de la noche se pusieron á retaguardia del ene
migo, y esperaron que saliese la luna para dar el golpe. An
tes del amanecer del 15 entraron al ataque los patriotas con 20
hombres pié á tierra conducidos por el capitan Rivera, mién
tras el capitan Gonzalez con el resto á caballo atacaba las ca
balgaduras. Los chicheños aunque sorprendidos se defendie
ron valientemente, y posesionándose de una pequeña altura
rompieron el fuego sobre los agresores. Vigorosamente ata
cados, fueron todos hechos pedazos , muriendo á manos de Ri
vera por no querer rendirse , el Comandante D. Pedro Zavala
que mandaba el destacamento, cayendo á su lado un oficial y
15 soldados mas. Fueron los trofeos de este encuentro dos
tambores, un pífano, el armamento y fornitura de los vencidos ,
y 13 prisioneros , entre ellos un oficial, salvándose el resto por
la oscuridad de la noche . ( 18 ) La noticia de este contraste de
vanguardia llegó al cuartel general de Cotagaita en momentos
en que La Serna se recibia del mando del ejercito español. El
enseñó á las partidas realistas á ser mas cautas ; pero no obró
en el ánimo del nuevo general, como se ha visto en su carta á
Uriondo, ni curó la petulancia de los recien llegados , que solo
aprenderian á respetar á sus enemigos á costa de lecciones
mas dolorosas aun.
Pocos dias despues las partidas patriotas obtenian algunas
ventajas parciales al norte de la Sierra de Santa Victoria, en

18-Partes oficiales publicados en la " Estraordinaria de B. A. del 6 de Oc


tubre de 1816. — Camba, obra cit. , t. I, pág. 213. Camba confiesa la derrota ;
pero dice que los chicheños eran solo 60 hombres, guardando silencio sobre las
pérdidas.
CAPITULO XXIX 259

tre ellas la destruccion de un cuerpo de partidarios acaudillado


por un Cura de Yaví que se titulaba Teniente Coronel, quien
habia levantado allí el pendon realista dando á sus soldados la
denominacion de Angélicos, en contraposicion á los Infernales
de Güemes. Este hecho tuvo lugar el 24 de Setiembre, ani
versario de la batalla de Tucuman. ( 19) Asi se inició esta
nueva y famosa guerra.
Estos pequeños triunfos infatuaron por demas á los pa
triotas de Salta . El marqués se creyó un verdadero general
vencedor, y avanzó su campo hasta Miraflores , á inmediacio
nes de la vanguardia enemiga ; y Güemes, que dirigia las ope
raciones á setenta leguas á retaguardia, se persuadió que los
españoles estaban alebronados. Coincidió con esta creencia
un movimiento precipitado de la vanguardia realista, la que,
desde el punto de Yaví en que se encontraba, abandonó repen
tinamente su posicion y sus equipos , retirándose casi en fuga
á Moraya por la quebrada de Sococha. A la primera noticia
de esta retirada, Güemes ordenó que se reconcentrasen todas
las partidas de vanguardia sobre el núcleo de la division del
marqués, y persiguiesen al enemigo por su retaguardia « to
mase el camino que tomase. " Escribiendo con este motivo á
Belgrano le decia : « Por la cobardia del enemigo no hemos
❝ podido poner en ejecucion en el todo los planes que en cópia
« le dirigí en mi anterior. La retirada la han hecho sin mas
motivo que el haber sabido que se movian las divisiones de
❝mi mando. Hemos desconcertado sus planes. " Esta reti
rada misteriosa, fué celebrada como un gran triunfo, y pagada
con una triste derrota . (20)
A la cabeza de una division de 600 hombres, el marqués
de Yaví, reforzado por los Infernales y gauchos de Güemes ,
movió su campo de Miraflores ( 1816 ) y el 14 de Noviembre en
tró triunfante al pueblo de Yaví con 500 fusileros . Habia si

19-Los partes oficiales de estas guerrillas pueden verse en la " Gazeta " de
2 de Noviembre de 1816, núm. 79, pág. 323 .
20-Pueden verse los partes oficiales en la " Gazeta " de 7 de Diciembre de
1816.
260 HISTORIA DE BELGRANO

do precedido por su segundo Quesada, al frente de 100 hom


bres de caballeria armados de chuzas, quien avanzó sus parti
das esploradoras hasta la Quiaca , estando ya el capitan Rojas
á la entrada de la quebrada de Sococha para vigilar el camino
de Tupiza, único que podia traer al enemigo (segun instruc
ciones de Güemes. ) Entregadas las fuerzas patriotas á una
ciega confianza y halagadas por el saqueo de los equipages ,
abandonaron todos los puestos de observacion y se reconcen
traron en Yaví, no obstante que Rojas avisó que el enemigo
hacia correrias por la altura del Tojo . ( 21 )
Hé aquí lo que habia sucedido y esplica el misterio de la
retirada de la vanguardia, que por algunos se consideró como
un ardid de guerra.
El general Olañeta al frente de un batallon y un escuadron
se habia trasladado á Tarija con el objeto de recojer algunos
ganados, dejando el mando de la vanguardia á su segundo.
Poco despues de su salida, empezaron á correr voces de que
Belgrano con el ejército de Tucuman fuerte de 6,000 hombres
avanzaba sobre el Alto Perú , corroborando estos rumores la re
concentracion y avance de la division del marqués y de las par
tidas de Güemes. La Serna alarmado, se preparó á salir á su
encuentro con las fuerzas disponibles, ordenando que la van
guardia fuese reforzada inmediatamente con dos batallones ;
pero ántes que estos llegaran, la vanguardia se habia puesto
en precipitado retroceso hácia Moraya . Allí la encontró Ola
fieta, quien al primer aviso habia acudido con su columna espe
dicionaria, y desandando el camino de Sococha, marchó deci
didamente sobre Yaví . (22 )
El 15 por la mañana, salieron algunos soldados do Yaví á
recojer leña, y seis de ellos cayeron prisioneros del enemigo.
Uno de estos prisioneros logró fugarse y trajo la alarma al
campamento del marqués, en circunstancias que este se hallaba
oyendo misa . Inmediatamente , el enemigo apareció haciendo

21-Partes oficiales MSS. en el Archivo General de Guerra. Leg. 1816.


22-Camba, obra cit. tomo 1, pág. 217.
CAPITULO XXIX 261

fuego. Desde este momento todo fué confusion . Una parte


de los soldados del campamento que estaba á la orilla del
pueblo, se hizo fuerte en un cerro, donde se resistió, causando
algunas pérdidas al enemigo ; pero vigorosamente atacados
fueron pasados á cuchillo . Otra parte se reconcentró á la
plaza, donde nada pudo organizarse, á pesar de hallarse alli
Quesada. Al tumulto salió el marqués á la plaza , en momen
tos que pasaba por ella el oficial D. Bonifacio Ruiz de los Llanos,
comandante de las avanzadas de Güemes, montando en pelos
un caballo flaco enfrenado . El marqués atribulado le gri
tó : “ Ruiz ¿ que haré ? favoréceme ! "-Ruiz de los Llanos le
cedió generosamente su caballo, costando trabajo hacerle mon
tar por su mucha corpulencia . Una vez á caballo, le recomendó
tratase de reunir la tropa, poniéndose él en salvo ; pero en
aquel momento , á la voz de « nos cortan por la zanja ! " ( que
era la izquierda por el lado del rio, por donde en efecto apa
recia una columna) todos huyeron . Ruiz á pié, pudo alcanzar
al Marques que huia y montar de un salto en ancas; pero
viendo que su compañero no podia sostenerse, se bajó, consi
guiendo tomar una mula ensillada, que dió á su gefe, cam
biando con él cabalgadura . Cuatro hombres se habian reu
nido con el Marques, los que eran perseguidos por siete gine
tes . Al llegar á una zanja (despues de haber caido el Mar
qués por mas de una vez de su montura) todos la salvaron,
ménos él, que á instancias de sus compañeros solo se decidió
á hacerlo cuando los perseguidores estaban á media cuadra, y
cayó de espaldas al intentarlo . Inmediatamente cargaron los
enemigos y le intimaron rendicion , y él poniéndose de pié de
claró que estaba rendido. A escepcion de los muertos en el
acto de la pelea, el enemigo no abusó de su victoria, tomando
como 300 prisioneros, entre ellos el comandante Quesada, de
los cuales solo uno fué ejecutado, por ser un caudillo indio, á
quienes los españoles no daban cuartel. ( 23 )

23-Parte inédito de Güemes de 22 de Noviembre de 1816.- Id. de 27 de


Noviembre de id. - Carta de D. Bonifacio Ruiz , dando detalles sobre la sorpresa
como testigo personal. - Id de D. Gaspar Aramayo de 16 de Diciembre de 1816
262 HISTORIA DE BELGRANO

El comandante José Miguel Lanza, que á la cabeza de un


escuadron y algunas cargas de armas se habia adelantado hasta
Tojo, con el intento de promover la insurreccion, fué tambien
batido por una columna que desprendió Olañeta en su alcance.
Los restos de las fuerzas derrotadas se replegaron por diferen
tes caminos á la Quebrada, volviendo á ocupar sus antiguas
posiciones. El desgraciado Marqués, prisionero , fué sometido
á un consejo de guerra como coronel del Rey, tratándosele
empero, con benevolencia. Remitido á España por la via de
Panamá, murió en el camino, mártir grotesco de una gran
causa , á la que sin embargo sirvió de todo corazon y por la
cual se sacrificó.
Estos contrastes, haciendo mas cauto á Güemes, no que
braban su soberbia . Al anuncio que le trasmitia Urdininea de
que el enemigo avanzaba resueltamente, y que lo suponia en
el pueblo de Humahuaca, ó en Guacalera, escribia á Belgrano :
" Ya están dadas las órdenes relativas á la defensa que se ha
« de hacer ; están cubiertos los principales puntos y en movi
« miento todas las divisiones de mi mando. Descanse V. S.
« en mis cuidados ; ellos vienen engañados 6 seducidos, y su
« ruina será el escarmiento. Nuestra situacion es hoy mas
« ventajosa, y la estacion la mas favorable con respecto á caba
< lladas y demas artículos, asi es que me felicito y lo felicito,
«
porque creo que la patria será en breve libre. " ( 24 ) Por
esta vez Güemes tenia razon en confiar , y el éxito justificó este
noble y arrogante lenguaje.
Desde el 24 de Diciembre estaba la vanguardia enemiga
en posesion del pueblo de Humahuaca. Su movimiento fué
tan rápido y bien combinado, que consiguió sorprender la par
tida que se hallaba allí, escapando tan solo uno de los diez gau
chos que la componian, el cual llevó la alarma á las avanzadas
patriotas que se replegaban, recibiendo Güemes el aviso á los
siete dias del suceso (el 3 de Enero de 1817. ) Persuadido por

sobre lo mismo. [ M SS. originales del Archivo General. ]- Véase además Me


morias del General Paz, t. I, pág. 276, y Camba, obra cit., t I. pág. 217 y 218.
24-Parte original de 29 de Diciembre de 1816. M S. del Archivo General.
CAPITULO XXIX 263

los anteriores movimientos falsos de Olañeta, que este era un


simple simulacro de invasion , escribia el mismo dia á Belgra
no : « Seguramente intentan incomodarnos con falsos ama
gos, creyendo que de este modo nos distraerán y obligarán.
á abandonar nuestras atenciones ; pero se engañan. Tiem
" po ha que todo está dispuesto de un modo que á mi primera
❝voz se presenten los bravos que les han de hacer sentir todo
❝el peso del rigor y de la justicia, sin que en el entretanto lle
« gue este dichoso dia se separen de sus labores, de sus talle
❝res , ni del lado de sus familias . " (25 ) Como se vé, era un
duelo entre un pueblo decidido á defender sus hogares y un
ejército invasor que todo lo esperaba de la superioridad de sus
armas.
En prevision de una invasion, el comandante general de
vanguardia Urdininea tomó sin embargo sus disposiciones.
Cedió al enemigo en la Quebrada el terreno que no podia dis
putarle, se replegó con su reserva de Infernales á Guacalera, y
tendió su línea de avanzadas en Uquia sobre el pueblo de Hu
mahuaca á cargo del gefe de ellas D. José Gavino de la Quin
tana. En el alto del despoblado, estableció su vigilancia, acla
rando el campo hasta Abra Pampa y cubriendo el camino de
Pumamarca para prevenir una sorpresa por su izquierda. Or
denó al comandante D. Manuel Eduardo Arias que con las fuer
zas á su cargo se pusiera en campaña y amagase el flanco iz
quierdo del enemigo por la Abra de Zenta.
A la vez, acudian á sus puestos de combate los gauchos
de la Quebrada y coronaban las fragosidades de la sierra de
Zenta al poniente , desde Guacalera hasta Tumbaya, aseguran
do la retirada y dando tiempo á Güemes para que á su voz se
levantase el pais en masa, en la oportunidad que indicaba. ( 26)
Al mismo tiempo que este puñado de gauchos acaudillados por

25-Oficio de Güemes de 30 de Diciembre de 1816 ( publicado en la " Gaze


ta ") y de 3 de Enero de 1817. M. S. original en el Archivo General. -Parte
del comandante de avanzadas D. José Gabino Arias de 23 de diciembre del mis
mo, M S del Archivo General.
26 -Partes de Urdininea de 24 y 26 de diciembre de 1816. M. SS. del A. G.
264 HISTORIA DE BELGRANO

gefes oscuros ejecutaban estos movimientos defensivos , el ge


neral San Martin iniciaba su gran campaña continental , esca
laba los Andes y marchaba en busca del ejército español en
Chile. Asi , pues, el objeto de la invasion del ejército realista
estaba frustrado casi simultáneamente con su primer movi
miento.
Una vez decidido á la invasion , el general La Serna tomó
sus medidas con rapidez , prevision y energia. Considerando
peligrosa la permanencia sobre su flanco de las fuerzas de
Uriondo en Tarija, y la de los partidarios que de acuerdo con
él mantenian la insurreccion en los valles inmediatos, organizó
una espedicion , que consiguió dominar todo el pais por esta par
te hasta las desiertas fronteras del Chaco . Simultáneamente,
Warnes era batido en Santa Cruz de la Sierra, y casi todas las
insurrecciones que agitaban el interior del Alto Perú, eran so
focadas ú obligadas á refugiarse en las montañas . (27 ) Urgi
do La Serna por órdenes apremiantes del Virey Pezuela, no tu
vo tiempo de reunir sus divisiones destacadas, y ordenando
que oportunamente se le incorporasen las que debian concurrir
á la invasion, dispuso todo para penetrar por la Quebrada. Al
efecto ordenó á Olañeta, que con la vanguardia reforzada ini
ciase el movimiento al frente de cuatro batallones, dos escua
drones y cuatro piezas de artilleria, próximamente dos mil
hombres. Posesionado Olañeta del pueblo de Humahuaca,
segun queda dicho, avanzó hasta Hornillos, y desde allí des
prendió por su izquierda á Marquiegui con un batallon y un
escuadron con instrucciones de penetrar por la Abra de Zenta,
dominar el inmediato valle de San Andrés, dar la vuelta por
Nueva Oran, batir el valle del Bermejo y pasar en seguida á
incorporársele en Jujuy, para donde se puso en marcha el 4
de enero ( 1817 ) , arrollando á su paso las partidas que le dis
putaban el terreno. El 6 entró triunfante á Jujuy, con pér
dida de algunos hombres, y enarboló allí el estandarte del Rey

27-La historia de estos últimos esfuerzos de la insurreccion del Alto Perú y


de las operaciones que siguieron despues en aquel territorio hasta fines de 1817,
formarán un capítulo especial.
CAPITULO XXIX 265

de España. La ciudad estaba casi desierta ; solo habian que


dado las mujeres, destinadas á servir de espias , los ancianos
que no podian moverse, un párroco, un ciego, y un lego á
quien fué preciso prohibir tocar las campanas, porque se des
cubrió que sus repiques servian de señal á los patriotas que
sitiaban la plaza. (28)
El pais en masa se habia levantado como un solo hombre
á la voz de Güemes. Todos los hombres aptos para llevar ar
mas, montaron á caballo y acudieron á ocupar sus puestos en
la campaña . Las subsistencias y los elementos de movilidad
fueron retirados á largas distancias . Los habitantes todos de
la provincia de Salta, formaban un ejército múltiple y com
pacto en toda la estension de su territorio.
El dia que el enemigo ocupaba á Tumbaya, Güemes escri
bia á Belgrano : « El enemigo sigue con paso firme su mar
« cha : hoy estará en Jujuy. La Divina Providencia me hace
<< concebir fundadas esperanzas de que la patria se cubrirá de
<< glorias. " Al enarbolar Olañeta el estandarte real en Jujuy
volvia á escribir: « El enemigo ocupó Jujuy y se me avisa
" marcha á ocupar esta plaza ( Salta . )
Tengo por esta vereda
" puestas las fuerzas convenientes que lo hostilicen , y luego
« que lleguen á este punto, dentro de corto tiempo, tendré la
" satisfaccion de avisar que queda escarmentada la ambicion
« de ese bárbaro : ellas me aseguran el éxito. » ( 29 ) A me
dida que la situacion se hacia mas solemne, el lenguaje del
caudillo se hacia mas profético, y para honor de la heróica
provincia de Salta y en premio de su confianza, el resultado
debia justificar la profecia.
Para apreciar mejor este glorioso resultado ; para dar uni
dad á este movimiento múltiple, complicado y confuso de ejér
citos, guerrillas volantes, columnas destacadas, plazas sitiadas
y hostilidades individuales, que convergian, empero, hacia un
objetivo ; se hace necesario dar una idea de la fuerza y de los

28-Camba, obra cit . , t. I , pág. 230.


29-Oficios de Güemes de 6 y 7 de Enero de 1817. M SS. del Arch. Gral.
de G. Leg. de 1817.
266 HISTORIA DE BELGRANO

elementos materiales de los beligerantes, asi como de los me


dios puestos en accion por una y otra parte en tan estraordi
naria guerra .
El ejército con que La Serna inició y terminó su invasion
por la Quebrada , ascendia á 2,800 infantes , 700 ginetes y 12
piezas de artilleria , á los que se agregaron despues como 1,000
hombres de ambas armas; en todo cerca de 4,500 hombres de
las mejores tropas del mundo, incluso los aguerridos soldados
americanos de Olañeta que militaban bajo su bandera. (30 )
El ejército de Belgrano en Tucuman, aunque inferior en nú
mero y calidad, se habia retemplado algun tanto en su disci
plina; y alcanzando á mas de 3000 hombres al tiempo de la in
vasion, podia disputar el terreno á un enemigo que no llegaria
hasta él sinó sumamente debilitado por las hostilidades de su
vanguardia popular. (31 ) Entre estas dos masas organizadas
se desenvolvia, desordenadamente al parecer, la insurreccion
de Salta, apoyando su espalda en Tucuman y haciendo frente
al invasor .
El frente de la línea de insurreccion se estendia diago
nalmente, desde los valles del noroeste de Salta en Chicoana
hasta nueva Oran sobre el Bermejo, cubierta por el Rio Grande
de Jujuy, manteniendo libres sus comunicaciones de un estre
mo al otro . A su izquierda, estaban los depósitos de ganados
y caballadas ocultos en lugares escabrosos ; á su centro á reta
guardia, estaba el cuartel general de Güemes con las milicias
circunvecinas ; á la retaguardia de su derecha, estaba el desierto
del Chaco innaccesible á los invasores . Al frente de esta es
tensa linca ; y en contacto inmediato con su centro, apoyán
dose en la reserva de Salta, estaban todas las partidas que
componian antes la vanguardia del despoblado y de la Que
brada, reforzada por los Dragones infernales y algunas parti
das de Oran, que se habian condensado al derredor de Jujuy
y la sitiaban bajo la direccion de Urdininea . Al oriente de la

30 -Camba, "Memorias," t. I , pág. 220 y 243.


31 - Estado de fuerza de 3 de Enero de 1817 en que se dan 3027 hombres
efectivos y 2595 prontos para formar. M S. del Arch. Gral. de Guerra.
CAPITULO XXIX 267

sierra de Zenta y á vanguardia de la misma línea , estaban des


tacadas las fuerzas volantes del comandante D. Manuel Eduar
do Arias, con su cuartel general en el valle de San Andrés,
amagando el flanco de Humahuaca por el Abra de Zenta, y
dándose la mano con Uriondo situado sobre la frontera de Ta
rija que linda con el Chaco.
Ahora se comprenderá la importancia del movimiento de
la columna de Marquiegui. Su objeto era garantir el flanco
izquierdo de la línea de comunicaciones del invasor, desalojar
á Arias de los valles laterales hasta Oran, cortar las comuni
caciones entre Arias y Uriondo, dominar el valle del Bermejo,
envolver la línea de insurreccion de Salta por su derecha (que
era el punto mas débil , ) y darse la mano en Jujuy con la inva
sion iniciada por Humahuaca, asegurándose así dos líneas de
comunicacion y franqueando la via por donde debian llegar
nuevos refuerzos al ejército español. Este plan, teóricamente
bien concebido, habria podido producir sus resultados manio
brando contra un ejército regular 6 toniendo al frente un pue
blo menos decidido que el de Salta . En el capítulo siguiente
se verá como fué desenvuelto por la estrategia española y con
trarestado por la táctica Gaucha .
CAPITULO XXX

LA GUERRA DE LOS GAUCHOS

1817

Carácter de la guerra de Salta-Los Gauchos de Salta pintados por los españo


les-Combate de la columna de Marquiegui con los Gauchos en Oran—
Olañeta marcha en auxilio de Marquiegui comprometido - Reunion de Ola
ñeta y Marquiegui-La Serna con el resto del ejército entra á Humahuaca
Humahuaca fortificado - Reconcentracion del ejército realista en Jujuy
Sitio de Jujuy por los Gauchos - Combate de San Pedrito -Auxilios á Güe
ines y planes de Belgrano - Espedicion de La Madrid al Alto Perú-- Toma
de Humahuaca por Arias- Nuevas columnas espedicionarias de realistas
sobre Qran- Hostilidades de los Gauchos sobre Jujuy- Pachi Gorriti—
Nuevos combates en Jujuy-Correspondencia diplomática entre Güemes y
La Serna-Los españoles confiesan un derecho de gentes en la guerra ame
ricana- Operaciones en Oran- Regreso de las columnas espedicionarias—
El ejército español es reforzado y avanza sobre Salta-Heróica defensa del
camino de Salta- La Serna sitiado en Salta- Nuevas columnas espedicio
narias de los españoles - Combates de los Cerrillos , de Gauna, del Bañado,
de Pulares y del Rosario-Muerte de Sardina- Nuevas hostilidades de los
Gauchos- Retroceso del ejército español á Jujuy- Su desastrosa retirada al
Alto Perú-Honores á Güemes -Gloria de Salta.

La guerra de Salta en 1817 es la lucha de un pueblo le


vantado en masa, que defiende sus hogares y su independencia,
contra un ejército regular que invade su territorio . Bajo este
aspecto general, ella tiene su analogia con otras guerras del
mismo género, de que la historia presenta muchos ejemplos ;
pero no es esto lo que la caracteriza. Lo que le imprime su
270 HISTORIA DE BELGRANO

carácter moral, es que fué un desenvolvimiento armonioso de


fuerzas populares, nacido de un movimiento de opinion espon
tánea, en ' que obraba la accion individual y colectiva simultá
neamente, alimentada por una pasion política á la vez que por
una idolatria personal. Lo que bajo otra faz la caracteriza es,
la elemental organizacion militar, en que el ejército es el pue
blo todo capaz de cargar armas, y en que cada soldado está
sujeto á una disciplina local, sin abandonar sus tareas ni sus
hogares, prevaleciendo el individualismo bajo un nivel comun
de inteligencia. Lo que le dá su originalidad , es la especiali
dad de su táctica, que se identifica con el modo de ser de cada
combatiente, sin trabar su espontánea iniciativa individual, no
obstante subordinarse á una voluntad superior . Lo que la
distingue principalmente de las guerras de este género, es ser
un movimiento sistemado en medio de su aparente desórden ,
que se desenvuelve táctica y estrategicamente en una vasta
estension de territorio, segun un plan que está en la cabeza de
todos . Lo que la clasifica militarmente , es que sus guerrillas,
sus marchas, sus sorpresas, sus combates obedecen á una idea
militar, ya condensándose en puntos determinados, ya disper
sándose, sin perder nunca su cohesion ni sus posiciones , sin
ceder mas terreno que el ocupado por los piés del enemigo,
concibiendo y ejecutando operaciones decisivas y bien calcu
ladas con su propia inteligencia y con arreglo á sus medios ,
triunfando al fin contra un ejército mas poderoso y una táctica.
mas adelantada , mejor que ganando una gran batalla .
Los ejércitos de línea se habian mostrado impotentes para
estender la revolucion mas allá de las fronteras argentinas, y
por causas que hemos dado ya á conocer, no podian defender
militarmente las propias. En tal situacion, la provincia de
Salta militarmente organizada segun su índole, bajo la direc
cion de un caudillo idolatrado por las masas, y dotado de bas
tante inteligencia para dominarlas y dirigirlas, se habia levan
tado para reemplazar al ejército ausente en la frontera, no solo
defendiendo sinó conservando el territorio en que peleaban ;
no solo peleando valientemente, sinó aspirando á espulsarlo con
sus propios medios y por sus propias combinaciones . La Re
CAPITULO XXX 271

pública tenia fijos sus ojos en Salta : era su baluarte, y Güemes


y sus Gauchos su esperanza. Desde esta guerra , el dictado
de GAUCHOS, que ya se habia hecho glorioso en el curso de la
revolucion, empezó á ser pronunciado con respeto, aun por sus
mismos enemigos, como va á verse, y aunque tardíamente, al
fin ha sido consignado en las páginas de la historia .
En esta guerra singular, todas las ventajas estaban apa
rentemente de parte de los invasores. Sus tropas eran de las
primeras del mundo, puesto que habian vencido á las mejores
de Europa, formando parte de ella batallones y escuadrones
americanos, probados en seis años de guerra , que habian ven
cido á las mejores tropas argentinas , y que conocian el pais tan
bien como los naturales. Su número, su armamento, su tácti
ca y la inteligencia militar que los dirigia, eran superiores á
los de sus contrarios. Nadie podia disputarles el terreno, ni
presentarles batalla. En cambio, todas las ventajas topográ
ficas y morales estaban de parte del pais que se defendia con
tra la invasion . Lo accidentado del terreno, lo compacto de
su opinion, lo indisoluble de su organizacion militar, lo inata
cable de esta masa, que se disipaba como una nube impalpable
y se condensaba repentinamente, midiéndose cuerpo á cuerpo
con los ejércitos en masa , volviéndose á dispersar siempre adhe
rida al suelo, para volver de nuevo al ataque con mas ímpetu ,
todo esto hacia invencible la insurreccion. Empero, esto solo
no habria bastado para sostener la guerra defensiva-ofensiva,
sin las disposiciones naturales y el coraje de los gauchos de
Salta para la pelea, y sin la influencia y la direccion de Güe
mes, que condensaba todas estas fuerzas populares.
Para dar una idea de la organizacion , de la táctica espe
cial y del corage de esta tropa popular, preferimos valernos de
las palabras testuales de un historiador enemigo, que como
militar tuvo ocasion de apreciar sus notables calidades en
aquella campaña. Habla el General español Garcia Camba :
" Los Gauchos eran hombres del campo, bien montados y ar
" mados todos de machete ó sable, fusil ó rifle (carabina de ca
« balleria, ) de los que se servian alternativamente sobre sus
« caballos con sorprendente habilidad , acercándose á las tropas
272 HISTORIA DE BELGRANO

« con tal confianza , soltura y sangre fria que admiraban á los


« militares europeos , que por primera vez observaban aquellos
« hombres estraordinarios á caballo, y cuyas escelentes dispo
« siciones para la guerra de guerrillas y sorpresa tuvieron re
" petidas ocasiones de comprobar. Eran individualmente va
« lientes, tan diestros á caballo que igualan si no esceden , á
« cuanto se dice de los célebres mamelucos y de los famosos.
cosakos, porque una de las armas de estos enemigos consistia
« en su facilidad para dispersarse y volver de nuevo al ataque,
❝ manteniendo á veces desde sus caballos y otras veces echan
« do pić á tierra y cubriéndose con ellos, un fuego semejante
« al de una buena infanteria. " ( 1 ) Este pueblo así militari
<<
zado por el entusiasmo, era dirigido por un caudillo que no ha
bia dado pruebas de su valor personal, que huia del peligro,
que nunca conducia sus soldados al fuego y se mantenia cons
tantemente léjos de los combates , presidiendo á su resistencia,
lo que en nada disminuia su prestigio . Sin negar á Güemes
su corage cívico y la parte de gloria que le toca por la resis
tencia de Salta y muy principalmente la que le cabe como
general en gefe de este heroico movimiento que preparó y di
rigió, sea dicho esto en honor del indomable corage de la pro
vincia de Salta.
Los españoles que no conocian mas guerra de partidarios
que la que habian practicado en la Península , Mina y el Empeci
nado, ó la resistencia popular de las inconsistentes multitudes.
indígenas del Alto Perú, debieron encontrarse sorprendidos en
presencia de aquellos « hombres estraordinarios , como ellos
los llaman, cuya fuerza consistia en la iniciativa individual, en
quienes el corage, la inteligencia, la voluntad y la pasion de
cada unidad penetraba toda la masa, la cual se dilataba ó se
condensaba como por inspiracion . Cada uno obraba como to
dos y todos como cada uno, y hasta la pobre campesina senta
da á la puerta de su cabaña y el niño que descansaba en sus fal

1- Camba " Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú, ”


t. I, pág. 231 y 240.
CAPITULO XXX 273

das, desempeñaban una funcion militar.. Esta observacion la


hizo el general Valdez al llegar con su tropa á la inmediacion
de un pobre rancho, y ver á un muchacho de cuatro años que
montaba á caballo á la voz de su madre y partia á todo escape
para llevar á su padre la voz de alarma contra el invasor ! El
General en presencia de aquella accion esclamó : A este pueblo
no lo conquistaremosjamás ! Asi es que, dueños los españoles de
Jujuy, á la entrada de los valles abiertos que conducen al Tu
cuman, no fueron dueños sinó del terreno que pisaban, tenien
do que sostener combates diarios en que agotaban sus fuerzas.
Mientras tanto, la columna de Marquiegui, que habia pe
netrado al territorio de Oran por el Abra de Zenta, se encon
traba con las fuerzas de Arias en el valle de San Andrés . Por
tres dias consiguió Arias detener su avance (del 7 al 10 de
enero) causándole algunas pérdidas y sufriendolas tambien.
Al fin tuvo que ceder el paso y se replegó hasta la ciudad de
Nueva Oran, hostilizando constantemente á los espedicionarios,
que despues de algunos encuentros parciales le obligaron á
evacuar la poblacion . En tal situacion llamó á sí á todas las
partidas de su jurisdiccion , que habian acudido sobre Jujuy al
mando del capitan D. Mariano Benavidez ; se puso de acuerdo
con Uriondo en la frontera de Tarija, y pidió refuerzos á Güe
mes, quien le envió una division de gauchos al mando del capi
tan don Juan Antonio Rojas, que ya empezaba á distinguirse.
Estas fuerzas se interpusieron entre la columna de Marquiegui
posesionado de Oran, y la columna de Olañeta que ocupaba á
Jujuy. Tomadas estas disposiciones, Güemes escribia á Bel
grano : « Si el enemigo se desprende de Jujuy en direccion
« á esta ciudad ( Salta) , encontrará en su marcha una resisten
« cia vigorosa, no solo por su vanguardia sinó tambien por su
« retaguardia, á cuyo fin están dadas las respectivas órdenes,
❝ y de su cumplimiento no me queda duda. " (2)

2-Partes de Arias de 8 y 9 de Enero de 1817. M SS. del Archivo General.—


Oficios de Güemes adjuntando á Belgrano los anteriores partes, M SS. - Oficios de
Belgrano de 10 y 18 de Enero de 1817 acompañando los anteriores documentos
(M SS. del Archivo G. de Guerra. Leg. de 1817. )
18
274 HISTORIA DE BELGRANO

Para reincorporarse Marquiegui con Olañeta tenia que re


correr un trayecto de sesenta leguas, al través de un pais cru
zado de rios caudalosos que desembocan en el Bermejo y en el
rio Grande de Jujuy, cubierto por un bosque elevado y espesí
simo en el espacio de veinte y cinco leguas. Los Gauchos ,
prácticos del pais, dirigidos por Arias, Rojas y Benavidez , dis
putaban por el frente el terreno palmo á palmo, corriéndose por
las estrechas veredas de los bosques protegidos por sus guar
damontes. Dispersándose, reconcentrándose, defendiendo los
pasos precisos de los rios, sin dar un momento de descanso á
Marquiegui, obtenian en cada encuentro ventajas parciales,
aunque sufriendo tambien perdidas por su parte. Asi hosti
gado y desmoralizado , llegó Marquiegui el 17 de Enero al Rio
de las Piedras, donde tuvo que sostener un recio combate para
franquearlo. El 19 llegó al Rio Negro, donde se encontró al
frente de mas de 500 gauchos, que volvieron á atacar su colum
na en todas direcciones, lo que se repitió el dia 20, « poniéndo
le en la mas comprometida situacion » dice el historiador espa
ñol Garcia Camba. Marquiegui estaba en inminente peligro :
habia perdido mas de un tercio de su fuerza durante la espe
dicion, y aun le faltaban como 25 leguas para llegar á Jujuy,
debiendo encontrarse en este camino con mayores fuerzas que
la habrian sin duda rendido. (3)
Cuidadoso Olañeta por la suerte de Marquiegui , del cual
no tenia noticia alguna, resolvió salir en su auxilio, calculan do
segun el itinerario marcado encontrarse con él en Ledesma, á
30 leguas de Jujuy. El 12 de Enero se puso en marcha con

3-Faltan datos para fijar con precision esta pérdida. Camba en sus " Me
morias, " t. I, páj . 231 confiesa 80 entre muertos y heridos, estimando en 120 la
de los patriotas . El mismo, dice en la páj. 227 del mismo tomo, que la columna
de Marquiegui la componian el batallon de Partidarios y el Escuadron de Caza
dores, cuya fuerza total no podia bajar de 500 á 600 hombres . Torrente en el
tomo II, páj . 299 declara que 66 con las muchas bajas que los realistas habian te
“ nido durante aquella arriesgada espedicion, habia quedado reducida su fuerza
" á 300 infantes y 60 caballos " por manera que no puede calculársele menos
de 180 hombres de pérdida entre muertos, heridos, prisioneros, estraviados y
pasados.
CAPITULO XXX 275

dos batallones y un escuadron dejando fortificada la ciudad al


mando del coronel Olarria. El 20 se encontraron ambas
columnas en la Reduccion á 20 leguas de Jujuy, y tres dias
despues entraron juntas á la plaza sitiada . Quince dias habia
durado la espedicion de Marquiegui, y hacia 20 que Olañeta in
vadiera el territorio argentino, y en tan corto espacio de tiempo
se habia demostrado prácticamente, que siendo las tropas
españolas sólidas, valerosas y constantes en la fatiga, no do
minarian jamás sinó el terreno que pisasen .
La Serna, mientras tanto, con el resto del ejército seguia
los pasos de su vanguardia por la Quebrada y llegaba el 14 de
Enero al pueblo de Humahuaca. Impuesto de la situacion
militar, comprendió que no tenia mas línea de comunicacion
con su base de operaciones que el camino de la misma Que
brada, y que para mantenerla franca era necesario asegurarla.
En consecuencia resolvió fortificar el pueblo de Humahuaca,
que por su posicion dominaba el Abra de Zenta, único punto
por donde el camino podia ser interceptado desde el valle de
San Andrés, que ocupaba nuevamente Arias. Al efecto der
ribó una parte del cementerio de la iglesia, formó allí una
bateria que artilló con seis piezas poniéndole el nombre de
Santa Bárbara, cerró las boca calles de la poblacion , estableció
dentro de las trincheras el hospital, el parque y los depósitos,
y encomendando su defensa á una parte del batallon del Cuzco
incorporada recientemente al de Gerona, siguió su marcha
para Jujuy, donde se reunió poco despues con Olañeta ya de
regreso de su espedicion . El ejército reconcentrado en masa
en Jujuy, se encontró sitiado, desprovisto de cabalgaduras y
subsistencias y con todo el pais insurreccionado á su alrededor.
Desde este momento el éxito de la campaña no podia ser du
doso, ni aun para el mismo La Serna, puesto que no pudiendo
vencer la resistencia popular de Salta, menos posible le era ir
á provocar á Belgrano á una batalla campal, dejando un pais
insurreccionado á su espalda, perdiendo del todo su base de
operaciones y su línea de comunicaciones .
Desde el mismo dia que Olañeta ocupó á Jujuy, quedó
establecido el bloqueo de la ciudad . Urdininea, reconcen
276 HISTORIA DE BELGRANO

trando todas las partidas que formaban su vanguardia, reuni


das á los milicianos de la Quebrada y alrededores de Jujuy,
estableció en contorno un cordon de guerrillas . El enemigo ,
con toda su caballeria apoyada por infanteria salió de la plaza,
y á vivo fuego consiguió ganar algun terreno para dar suelta
á sus cabalgaduras. Urdininea se replegó al Rio Blanco , y su
cesivamente al Campo Santo, sosteniendo guerrillas diarias.
En el Campo Santo se hizo Güemes ver por primera vez de
sus soldados de vanguardia, siendo saludada su presencia con
inmenso entusiasmo, á pesar de los trabajos y miserias que
soportaban. Véase como él mismo narra su visita : « Ayer
« he recorrido los campamentos del Campo Santo : he hablado
" con Urdininea y he socorrido por mi mano, aunque con es
« casez, á la infeliz tropa, que tanto ha estado al frente del
« enemigo . Su triste situacion me ha consternado, viéndolos
« enteramente desnudos, pero siempre dispuestos á la lu
« cha. " (4)
Reforzada la línea del bloqueo, se convirtió en un verda
dero sitio . El enemigo encerrado en el recinto de la ciudad ,
tuvo necesidad de comprar á costa de sangre derramada en
combates diarios, los víveres frescos, los forrajes y hasta el
campo en que durante el dia pacian sus cabalgaduras. Los
escuadrones de caballeria tenian que salir á forragear prote
gidos por infanteria, aun bajo el fuego de sus cañones.
El 6 de Enero salió de Jujuy un escuadron de caballeria
protegido por una compañía de infanteria del batallon Estre
madura, con el objeto de forragear en los potreros de alfalfa
de San Pedrito , en las cercanias de la plaza. Una parte de los
forrageadores se ocupaba en cortar pasto dentro de un potrero,
mientras los demas á caballo y con las armas en la mano pro
tegian la operacion cubiertos por un cerco. De improviso se
presentaron á su frente dos fuertes escuadrones, que despren
dieron guerrillas sobre ellos provocándolos al combate. Eran

4-Oficio de Guemes á Belgrano de 26 de Enero de 1817. M S. del Ar


chivo General.
CAPITULO XXX 277

los Infernales y los Gauchos dirigidos por el Comandante Juan


Antonio Rojas, el cual viendo que los españoles se disponian á
atacarlo, cargó resueltamente sobre ellos , sufriendo dos descar
gas que le derribaron seis hombres, entre ellos dos oficiales. La
pelea que se siguió fué encarnizada á bala, sable, bolas y cu
chillo. El resultado fué quedar en el campo 100 cadáveres de
los forrageadores, tomándose siete prisioneros.
Los vencedores se ocupaban en recoger los despojos del
campo de batalla, cuando vieron á su frente un piquete de
quince hombres á caballo , tan gallardos y bien vestidos , que
Rojas los tomó por oficiales. Era la guardia de prevencion
de Dragones de la Union, que al primer aviso del compromiso
de sus compañeros acudia en su auxilio, cuando ya todos habian
sucumbido. Mandábala el capitan Arregui, que solia decir,
que con solo su compañia iria hasta Buenos Aires, mostrando en
esta ocasion que sabia sostener su temeraria jactancia . Al
frente de sus quince hombres hizo prodigios de valor, y murió
peleando al lado de once de sus compañeros. El combate
habia durado cerca de dos horas, y las columnas enemigas de
la plaza marchaban sobre Rojas con artilleria , cuando este em
prendió su retirada llevando por trofeos las armas de los ven
cidos . (5)
Este suceso, que por sus accidentes trájicos hizo profunda
sensacion en el ejército invasor, fué celebrado como un gran
triunfo en todo el pais, que como queda dicho tenia puestas sus
esperanzas en Güemes y los Salteños . Las comisiones del Ge
neral Belgrano, que recorrian las provincias inmediatas en
busca de caballos para proveer de ellos á Güemes , —quien los

5-Parte de Rojas, M S. en el Archivo General , en que da 80 muertos de


infantería y 20 de caballeria. - Parte detallado del mismo publicado en la “Gazeta
Estraordinaria " de 6 de Marzo de 1817, en que reduce la pérdida del enemigo á
90 muertos, estimando en 50 el número de heridos.— La verdad es que la pérdida
de los realistas, segun con fesion de ellos mismos, fué mayor que la que Rojas con
signa en cuanto á muertos. Torrente [ t. II , pag. 299 ] confiesa 110 muertos y
Garcia Camba [ t. I , pág. 232 ] lo repite, elogiando la comportacion de los salte
ños, de quienes dice : "Tan bien dirigidos como resueltos, cayeron sobre los for
66
rageadores. ""
278 HISTORIA DE BELGRANO

pedia con instancia , « por ser las armas ( decia ) que habia pre
« parado para la destruccion de los tiranos, " -encontraron
bien dispuesto al vecindario, y pudo Salta ser auxiliada con 300
caballos y con un piquete de dragones y otro de artilleria, ade
mas de las municiones de que era regularmente provisto. (6)
Al mismo tiempo meditaba Belgrano un movimiento mili
tar con parte de sus tropas, para cooperar mas eficazmente á
las operaciones de Güemes . Era su ánimo desprender de su
ejército una division volante de las tres armas que penetrara al
Alto Perú, cortase el camino militar de Humahuaca entre Sui
pacha y Yaví, amagase el flanco descubierto de las posiciones
de Tupiza y Cotagaita, y avanzando hasta Oruro si era posible,
dominase aquella parte del despoblado insurreccionando el
pais. Llamada asi fuertemente la atencion del ejército inva
sor, pensaba que le obligaria á evacuar el territorio, ó por lo
ménos atraer sobre la columna espedicionaria una parte consi
derable de él , haciendo correr la voz que era un cuerpo de
ejército fuerte el que operaba á su espalda . Para ejecutar es
te plan, algo vago y sin objetivo determinado , que no pasaba de
ser una diversion parcial, se fijó en el comandante D. Gregorio
Araoz de La Madrid, á quien conocemos ya , poniendo bajo
sus órdenes una columna de 350 á 400 hombres de las tres ar
mar, compuesta como de 250 ginetes de húsares, dragones y
milicianos de Tucuman, 2 compañías de infanteria montada en
mulas de 50 hombres cada una , y 2 piezas de artilleria de mon
taña. Esta pequeña columna se puso secretamente en marcha
el 3 de Marzo, tomó desde las Trancas el camino de las cues
tas, y atravesó el valle de Calchaqui cubriéndose por la linea de
insurreccion de Salta. Guiado por una partida de baqueanos
de Güemes, trepó la meseta del despoblado por la quebrada
del Toro y se puso sin ser sentida sobre la retaguardia del ene
migo, cortando su línea de comunicaciones á la altura de Yaví.
A su tiempo continuaremos la historia de esta famosa espedi

6-Oficio de Güemes á Belgrano de 19 de Abril de 1817 y de Belgrano al


Gobierno de 26 de Abril de id . M. SS. del Arch. G. y Leg. de Guerra de 1817,
pasim.
CAPITULO XXX 279

cion, que corresponde á las operaciones del Alto Perú, las cua
les forman un cuadro especial , y tendrán su colocacion en el
capítulo siguiente. (7)
Para proteger este movimiento y concurrir á las operacio
nes ulteriores de Güemes, dispuso Belgrano que el Coronel Bus
tos con su regimiento ( N. ° 2. °) avanzase hasta el Rio del Valle ,
al sur de Salta, con órden de cooperar con las fuerzas de Güe
mes, en el caso que el ejército enemigo emprendiera su retira
da. Güemes que se prometia buenos resultados de la opera
cion de La Madrid , era de opinion que el regimiento de Bustos
debia dirigirse sobre Oran, reforzándolo con la caballeria que
allí operaba á órdenes de Arias, Rojas y otros caudillos , hosti
lizando así con mas eficacia las columnas volantes que los espa
ñoles habian desprendido de Jujuy. Pero Belgrano, firme en
su plan y con arreglo á sus instrucciones , ordenó á Bustos, que
❝solo en el caso de que el enemigo se retirase, sacrificara todo
❝ y marchase á la vanguardia á tomar con su cuerpo la direc
❝cion de la persecucion. " (8)
Para no cortar el hilo de la narracion, agregaremos que es
tos movimientos no tuvieron la aprobacion del gobierno, el cual
queria que el ejército de Tucuman se mantuviera concentrado,
remontándose y poniéndose en aptitud de hacer frente á todas
las emerjencias posibles ; por lo que, el regimiento de Bustos
recibió órden de replegarse, no alcanzando la contra órden á la
division La Madrid, por estar comprometida ya en pleno pais
enemigo. (9)

7-Carta de Güemes á Belgrano de 20 de Marzo de 1817. M S autógrafo


en nuestro archivo.-" Oservaciones " de La Madrid, pág. 115.-" Memorias "
del General Paz, t. I, pág. 297 -Boletin del Ejército del Perú núm. 20, en la
Gaz. núm. 20 de 1817.
8- Carta de Güemes á Belgrano de 20 de Enero ya cit. y oficio del mismo
con notas autógrafas de Belgrano al márgen, de 21 y 25 de Marzo de I817. M S.
original en nuestro archivo. ( Papeles de Belgrano.)
9-Hé aquí el oficio del Gobierno á Belgrano de 11 de Abril de 1817 : :
66
Despues de las mas sérias meditaciones que demandan los negocios de la guerra
66
en las actuales circunstancias políticas del Estado, ha acordado el Gobierno pre
61
venga á V. E. la necesidad de elevar ese ejército á la mayor fuerza posible, en
66
cuya virtud, y para no aventurar el buen suceso de los planes que la superio
280 HISTORIA DE BELGRANO

Durante el transcurso de estos sucesos habian ocurrido en


Salta novedades importantes en el órden militar, que coloca
ban á los invasores en la imposibilidad absoluta de dar un paso
adelante, y de las cuales vamos á ocuparnos.
El desastre de San Pedrito habia aconsejado á La Serna
reconcentrar en Jujuy (el 7 de Febrero) todo su ejército, que
hasta entonces se mantenia parte en la ciudad y parte en Yala
(dentro de la Quebrada, ) donde estaba el cuartel general . Esta
reconcentracion hizo mas difíciles sus subsistencias y la con
servacion de sus cabalgaduras, encerradas en un pequeño es
pacio de terreno. Para dilatarlo, se vió en la necesidad de
establecer cantones fortificados en las inmediaciones , colocando
un batallon y un escuadron en Perico , un fuerte destacamento
en el Carmen y otro en la capilla de los Alisos , formando un
triángulo cerrado por dos rios, dentro del cual forrageaba la
caballeria y pacian los ganados, protegiendo estos puestos una
fuerte columna pronta á acudir al punto atacado á la primer
señal de alarma. La primera vez que los españoles intentaron
fortificarse en los Alisos, habian sido vigorosamente atacados,
y sin el oportuno auxilio de la plaza , habria tenido que ren
dirse su guarnicion, encerrada en la torre de la iglesia. La
segunda vez se establecieron mas sólidamente, merced á su
mayor fuerza y á la inteligencia con que el coronel Carratalá
defendió los tres puestos avanzados , sosteniendo diarios com
bates y guerrillas, que no les daban un instante de descanso y
que les causaban bastantes perdidas, impidiendo la entrada de
víveres frescos á la plaza. En tal situacion , La Serna espe
raba los refuerzos que debian venirle de Tarija, Potosí y
Chuquisaca, con ánimo de avanzar hasta la ciudad de Salta
(objetivo inmediato de la invasion , ) cuando se recibió en Ju

" ridad se propone, deberá disponer V. E. no se fraccione en manera alguna, y


"" se restituyan á ese punto las divisiones, piquetes 6 destacamentos que se hallen
" fuera, regresando al mismo el regimiento Nº 2 en el caso que ya hubiese mar
“ chado al interior, segun las comunicaciones últimas de V. E. - Asi lo exige el
" buen servicio del Estado. " Belgrano con fha. 26 de Abril contestó de confor
" midad eu lo relativo al Nº 2. (M SS. del Archivo Gral.)
CAPITULO XXX 281

juy la noticia de que la línea de Humahuaca habia sido cor


tada con el esterminio de la guarnicion que la custodiaba y
pérdida de toda su artilleria y depósitos de guerra.
Hé aquí lo que habia sucedido. El comandante D. Manuel
Eduardo Arias, que era sin duda el gefe divisionario de mas
cabeza del ejército de Salta , se habia vuelto á posesionar del
valle de San Andrés despues de la concentracion de Marquie
gui y Olañeta en Jujuy. Desde alli mantenia libre sus comu
nicaciones con Uriondo en la frontera de Tarija, adelantaba sus
partidas sobre Santa Victoria y vigilaba la Quebrada desde el
Abra de Zenta, dueño de todo el flanco izquierdo de la línea
de comunicacion del enemigo. Apostados sus espias sobre la
sierra de Zenta y la punta sud de la sierra de Santa Victoria,
observaban todos los movimientos de la línea de comunicacion
española, que La Serna consideraba, y con razon, como un ver
dadero camino cubierto, cuyo único punto accesible por el
flanco estaba garantido por el pueblo de Humahuaca, atrinche
rado y artillado. Perdido este punto , se perdía la línea. Arias
seguia con ansiedad los trabajos de fortificacion de Humahuaca,
y se hacia dar informes á su respecto por medio de indios que
penetraban á la poblacion . Cuando maduró en su cabeza la
idea que lo trabajaba, escribió á Güemes : Veo que se me
❝ proporcionan mil lances lisongeros para operar á mi satis
❝ faccion en casos ventajosos. ” ( 10)
El 27 de Febrero á la oracion recibió Arias las comunica
ciones de Güemes que lo autorizaba á obrar segun el plan que
se habia trazado. Inmediatamente y bajo una tempestad des
hecha, movió su campo de San Andrés y marchó á incorporar
se con su vanguardia, que estaba sobre el camino del Abra de
Zenta. Desde allí se adelantó con una pequeña escolta, y lue
go que hubo tomado personalmente los conocimientos necesa
rios, ordenó que avanzase toda la fuerza que en su totalidad se
componia de 150 hombres, armados algunos de ellos de garro

10-Suplemento al " Boletin del ejército del Perú, " núm. 8, inserto en la
" Gazeta" de 8 de Noviembre de 1817.
282 HISTORIA DE BELGRANO

tes. Dividió su pequeña columna en tres trozos , de cincuenta


hombres cada uno, y siguió su marcha desde el amanecer del
28 hasta las 3 de la mañana del 1. ° de marzo en que se puso á
una legua de Humahuaca, sin haber sido sentido por el enemi
go. Allí confió el mando del primer trozo al capitan D. Hila
rio Rodriguez, con órden de echar pié á tierra en una quebra
da inmediata, y marchar al asalto de la bateria . El segundo
trozo lo confió al teniente D. Manuel Portal, con órden de en
trar á sangre y fuego al cuartel de la guarnicion , que comuni
caba con la iglesia y el campanario, que dominaba la bateria .
( 11 ) Arias se hizo cargo del tercer grupo, previniendo que
acudiria con él en proteccion de los otros dos, segun las cir
cunstancias. En esta disposicion avanzaron silenciosamente
sobre las fortificaciones, se practicó un prolijo reconocimiento
de ellas, y se esperó á que amaneciera para dar el asalto. A
la hora señalada y protegidos todavia por las sombras, mar
charon al ataque las dos divisiones de Rodriguez y Portal, que
dando Arias de reserva segun lo convenido . Poco despues se
oyó una descarga , tan ordenada , que Arias creyó fuese un ca
ñonazo. Era Rodriguez que con sus cincuenta hombres se apo
deraba de la bateria de Santa Bárbara al grito de i¡ Viva la pá
tria ! Habian llegado hasta el pié de ella sin ser sentidos, y
se habian apoderado de todos sus cañones, que eran seis , ántes
que los defensores pudiesen acudir á sus puestos . Inmediata
mente Arias marchó á apoderarse del depósito de pólvora, y
Portal se dirigió sobre el cuartel. El primero se posesionó del
punto, venciendo la resistencia de la guardia que le mató dos
soldados , consiguiendo al fin rendirla. Portal con el segundo
grupo no fué tan feliz en su ataque sobre el cuartel : encontró
su guarnicion alarmada y no le fué posible forzarla. Entónces
Arias acudió en su apoyo ; pero ni aun así pudieron dominar
la posicion. A las cinco, los enemigos subieron á la torre con
las primeras luces del alba, y desde ella sostuvieron un vivo

11- Este oficial Portal es el mismo que al tiempo de la invasion , habia sido
sorprendido por Olañeta, en Humahuaca, donde permaneció algun tiempo preso,
fugándose despues, de manera que conocia bien las fortificaciones. MS . del A. G.
CAPITULO XXX 283

fuego hasta las 6 de la mañana, en que al fin tuvieron que


rendirse á discrecion, bajo la amenaza de ser pasados á cu
chillo.
La guarnicion de Humahuaca se componia de 130 solda
dos del antiguo y afamado regimiento de Picoaga, que habia he
cho la campaña del Cuzco . En memoria de ella llevaba en uno
de los ángulos de su bandera á Pumakahua degollado. Esta
bandera fué uno de los trofeos de la victoria , y con tal motivo
dice Arias en su parte. « Se jactan los enemigos de que dicho
« regimiento era invencible ; pero seria porque estaba reser
« vado á los gauchos humillar su orgullo. " De esta guarni
cion quedaron muertos 20 soldados y cuatro oficiales en el com
bate, tomándose 86 prisioneros , de ellos 6 oficiales, salvando
apénas 20 hombres. (12 ) Tomáronse además 7 piezas de arti
lleria, 100 fusiles, muchos bastimentos, ganados y cabalgaduras.
Este golpe decidía de la campaña. El Gobierno en premio de
esta memorable hazaña, decretó cinco medallas de oro para.
Arias y sus oficiales, incluyendo en el premio al Teniente D.
Pablo Mariscal y al alferez Ontiveros, que se habian distingui
do en el asalto, siendo para los demas de plata ; y á la tropa una
cinta celeste y blanca en la chaqueta con la inscripcion : HUMA
HUACA en letras blancas, segun propuesta y modelos presenta
dos por Belgrauo. ( 13 )
Esta noticia, que solo recibió La Serna tres dias despues,
cayó como un rayo en el cuartel general de Jujuy . El gene
ral español comprendió que la línea de comunicaciones con el
Perú estaba perdida, y que era necesario una nueva campaña
para restablecerla , antes de seguir adelante. Inmediatamente
dispuso saliesen dos columnas espedicionarias : la una directa
mente á las órdenes de Olañeta y Marquiegui con destino á

12-Parte de Arias de 3 de Marzo de 1817 y 6 de Marzo del mismo publica


dos en el " Suplemento á la Gazeta " de 22 de Marzo de 1817 y " Gazeta " de 29
de Marzo del mismo- " Boletin del Ejército Auxiliar del Perú " núm. 17, y ofi
cio de Belgrano adjuntándolo, M S. del Archivo General. -Torrente y Garcia
Camba obras cit.
13-Oficio de Belgrano al Gobierno de 10 de Abril de 1817 y decreto de 27
de Abril del mismo. M S. del Arch. Gral.
284 HISTORIA DE BELGRANO

Nueva Oran, con el objeto de cortar la retirada á Arias y res


catar si era posible los prisioneros ; la otra, por el camino de
la Quebrada con el mismo objetivo , bajo la direccion del coro
nel Centeno, compuesta de un batallon y dos escuadrones. El
9 de Marzo llegó Centeno á Humahuaca, donde encontró los
cadáveres insepultos y la poblacion totalmente abandonada,
siguiendo por el Abra de Zenta á operar en combinacion con
Olañeta, que habia tomado el camino de Ledesma . Luego
veremos la suerte que cupo á estas dos columnas. Volvamos
ahora á Jujuy .
Con la ausencia de estas dos columnas quedó la guarni
cion de Jujuy sumamente enflaquecida, especialmente en caba
lleria. La audacia de los gauchos sitiadores llegó entónces á
tal grado, que las guerrillas sitiadoras estrecharon el cerco
hasta sobre las mismas calles, haciendo diariamente prisione
ros al pié de las casas de la ciudad, obligando á La Serna á
cerrar las bocas-calles con atrincheramientos para precaverse
de un golpe de mano. (14)
Nuevos contingentes habian venido á reforzar el sitio por
parte de los gauchos . El comandante D. José Apolinar Sara
via, que precedió á Güemes en la organizacion de la resisten
cia de Salta en 1812 y 1814 y se distinguió mandando la línea
de avanzadas de Guachipas, habia acudido al frente de los es
cuadrones de milicias del valle de Calchaqui . El comandante
D. Pablo Latorre, mandaba otra division de partidarios . Por
último, el comandante D. José Francisco Gorriti se hallaba al
frente de un escuadron de Lanceros, que como los Dragones
Infernales y la partida de Rojas empezaban á señalarse por sus
hazañas. Este gefe, mas conocido bajo el nombre de Pachi
Gorriti, era un hombre de un valor genial, de uua selvática
energia y de una audacia que rayaba en el delirio en medio de
la pelea. Habíase distinguido en las anteriores guerras de
partidarios, y era reputado como la primera lanza del ejército
salteño, que no daba ni pedia cuartel .

14-Camba, obra cit . t . I, páj . 240


CAPITULO XXX 285

Con estos nuevos elementos, los sitiadores se propusieron


dar un golpe como el de San Pedrito á los forrageadores espa
ñoles. Al efecto, prepararon para el 12 de Marzo una embos
cada de 300 caballos al mando de Sarabia ; pero prevenido con
tiempo el activo y entendido General D. Gerónimo Valdéz, sa
lió de la plaza al frente de una columna, batió á los patriotas
en su misma emboscada, causándoles una pérdida de mas de
30 hombres, á costa de 13 muertos y heridos por su parte .
Empero, esta ventaja fué compensada por otra mayor por
parte de los patriotas, quienes arrebataron el mismo dia á los
de la plaza 200 mulas de silla y carga, dejándolos inhabilitados
para moverse. ( 15 )
El dia 13 todos los puestos avanzados de los españoles.
fueron como de costumbre, simultáneamente atacados. La
accion se hizo luego general, perdiendo los realistas un coman
dante muerto y veinte y cinco soldados entre muertos y heri
dos , bien que quedando dueños del campo . La pérdida de los
patriotas no fué menor. ( 16 )
El 14 de Marzo continuaron los tiroteos . El 15 se renovó
el combate, siendo vigorosamente atacados por los Gauchos á
las 11 del dia los puestos avanzados de la plaza situados sobre
el camino de la Tablada, cubierto por los Granaderos de Ge
rona, y el de la derecha del Rio Chico ocupado por los Grana
deros de Estremadura , con sus correspondientes piquetes de
caballeria en ambos puntos . El fuego se sostuvo por una y otra
parte hasta las 2 de la tarde , en que los españoles cargados por
fuerzas superiores, pidieron á la plaza auxilio y municiones.
El infatigable General Valdéz acudió con toda la caballeria.
disponible y dos piezas de artilleria, logrando restablecer el
combate con pérdidas por una y otra parte, siendo mayores la
de los patriotas .
Mientras estos combates tenian lugar, el comandante Pa
chí Gorriti, á la cabeza de su escuadron de lanceros y de la

15—Camba, obra cit. , t. I, pág. 241 .


16-Parte de D. Pablo Latorre á Güemes de 14 de Marzo de 1817, y oficio
de Güemes de 26 del mismo mes y año. M SS . del A. G. de Guerra.
286 HISTORIA DE BELGRANO

partida del capitan Torino, cargaba sobre las trincheras de Ju


juy « con el arrojo mas sorprendente, " dice el historiador es
pañol Camba . Parte de los batallones de Gerona y Estre
madura y la caballeria que habia quedado en la plaza , ocupa
ron sus puestos de combate sobre el Rio Chico, y el General
La Serna que se hallaba postrado en cama tuvo que acudir á
los parapetos con los asistentes y convalecientes que podian ma
nejar las armas. El choque fué vivísimo y habria quedado la
ventaja tal vez por los españoles, si el capitan D. Antonio Mar
tinez , al frente de 25 hombres de la escolta de La Serna, no
hubiese salido imprudentemente al encuentro de Gorriti. To
dos ellos quedaron muertos en el campo sin que la infanteria
pudiese protegerlos, peleando bravamente. Salvóse única
mente el oficial herido , un trompeta y un soldado que fueron
hechos prisioneros . La pérdida de los españoles en esta jor
nada fué de 28 muertos y 12 heridos segun confesion propia,
y además 17 prisioneros, de ellos dos oficiales. (17)
Este golpe acabó de abatir la soberbia española : los cam
peones del Rey de España reconocieron en los gauchos de Sal
ta, guerreros dignos de medirse con ellos , y La Serna recono
ció en Güemes un beligerante con arreglo al derecho de
gentes.
Hasta entónces , el general español habia sostenido como
principio indiscutible, que los revolucionarios argentinos eran
rebeldes, á quienes no amparaban ni las leyes de la guerra.
Empero, aparte de las atrocidades que se cometian con los
partidarios del Alto Perú , dando lugar á sangrientas represa
lias, la guerra se habia hecho con regularidad y humanidad .
entre argentinos y españoles, para honor de unos y otros . Sal
vo uno que otro esceso aislado, ningun acto de crueldad, nin
guna represalia se habia ejercitado por una ni otra parte, mos
trando igual lenidad asi Güemes como La Serna. Pero con
todo, el principio se mantenia teóricamente en su integridad.

17-Camba, obra cit. t. I, pág. 242 -Parte de D. José Francisco Gorriti de


15 de Marzo de 1817 y oficio de Güemes del 26 del mismo mes y año MSS. del A.
G. de Guerra.
CAPITULO XXX 287

Al iniciarse la invasion á Salta , Belgrano se habia dirigido á


La Serna proponiendo cangear al marqués de Yaví por dos co
roneles españoles que tenia prisioneros , declarando que los fu
silaria si aquel fuese ejecutado . El general español habia
contestado, que era público y notorio el buen trato que habia
dado á los oficiales y soldados prisioneros , sin embargo
(agregaba) de que es una cosa sabida, que solo las tropas
regladas y que dependen de una nacion cuyo gobierno está
reconocido por los demás , son los que tienen derecho á ser
<< tratados con las consideraciones que un prisionero de guerra
merece. Esta es una verdad y no lo es ménos que el cange
❝es inadmisible. " ( 18) El tono y la teoria cambiaron con la
fortuna.
Sabiendo Güemes que el Capitan prisionero en el comba
te del 14 era sobrino de La Serna, dirigió á este un oficio par
ticipándole, que el oficial y el soldado que con él habia caido
prisionero, iban mejor de sus heridas y se hallaban cuidadosa
mente atendidos. La Serna contestó : « Siento como debo la
« pérdida de tan dignos compañeros de armas , pero al mismo
tiempo me ha servido de satisfaccion , el saber se asista tanto
« al capitan como al lancero, que igualmente se halla herido y
<< prisionero con cuanto necesitan para su curacion. No es
« peraba ménos de un sugeto de las circunstancias de V ; y no
dudo que en todos casos procurará se trate al desgraciado
" con la humanidad que el derecho de gentes exige, estando
seguro que por mi parte trataré al prisionero con la hospita
❝lidad y dulzura que es justo, " acabando por proponer un
cange de prisioneros clase por clase.
La contestacion de Güemes fué arrogante. A pesar de la
independencia real con que obraba, no era hombre de abatir la
autoridad de su General ante el enemigo, ni olvidar la injuria
que en él se habia inferido á su patria y á su causa, y asi se lo
enrostró con dureza : « Pudiera resolver sobre el cange de

18-Oficio de Belgrano á La Serna de 3 de enero de 1817y contestacion de


La Serna de 14 del mismo mes y año, en el que llama á Belgrano General del
ejército revolucionario . (M SS . del Archivo Gral. de Guerra, Leg. de 1817. )
288 HISTORIA DE BELGRANO

❝ prisioneros que V. me indica ; pero como no ha mucho que á


« igual propuesta, que dirigió á V. mi digno General, se negó
« V. temerariamente, he tenido á bien consultarlo sobre el
particular. Aquel paso poco político es causa de este tro
❝ piezo. " Y terminaba diciendole : " Estoy satisfecho de la
<< humanidad y lenidad que á V. caracteriza, pero no asi de sus
« subalternos Centeno y otros, autores de escesos : sobretodo ,
" y asegurando que mis armas son protectoras de la inocencia,
« nivelaré mi conductu con la que V. observe. Y he contes
« tado. " (19) La réplica de La Serna (que ha permanecido
hasta hoy ignorada) es notable. « Permítame V. (le escribia)
❝ que le diga que el lenguaje de su carta del 25 que acabo de
❝ recibir, es un poco estraño, tanto en llamar impolítica la que
❝ escribí al General Belgrano sobre el cange del Marqués de
« Tojo, como en afectar demasiado calor en materia de opinio
❝nes . Yo prescindo de esto, pues las opiniones son tan diver
" sas como los semblantes de los hombres , pero no puedo pres
« cindir de declarar que estaba bien distante de negarme al
« cange, pues proponia uno general ; y no debo dudar de que
así como jamás paso los límites que previene la moderacion,
« tampoco tolero espresiones poco decorosas al carácter que
<< represento . Ninguno de los escesos que me dicen han come
<< tido mis subalternos, ha llegado á mi noticia. Mi conducta
será siempre la misma, sea cual fuere la suerte de las armas,
" pues ni me ensoberbecen los sucesos favorables , ni me aba
❝ten los adversos . "
Güemes , al elevar la anterior correspondencia al conoci
miento de su general, le hacia observar : " No dejará V. E.
« de notar el distinto tono con que hoy se produce aquel gefe
« (La Serna,) al en que estaban concebidas la proclama y oficio
que dirigió desde Tarija . Ya aquel general se da á conocer
« desengañado , y convencido de la firmeza y bravura de los
americanos por los derechos que legítimamente sostienen.

19 - Nota de La Serna á Güemes de 23 de Marzo de 1817 y contestacion de


Güemes de 25 del mismo mes y año, publicadas en la " Gazeta " de 19 de Abril
de 1817.
CAPITULO XXX 289

" Ya hoy confiesa un derecho de gentes en toda guerra, sea


« cual fuere ; el que desconoció inicuamente con nosotros en
« los indicados oficios y proclama, marcados con el sello de la
« soberbia, de modo que con el tiempo habrá de confesar mal
« de su grado, la justicia de nuestra causa . " ( 20) Legítima
era la concentrada satisfaccion que encierran estas palabras :
era un triunfo de la civilizacion debido á las armas gauchas y
á la diplomacia de su caudillo .
Mientras tanto, las columnas espedicionarias de Centeno
y Olañeta, seguian en persecucion de los vencedores de Huma
huaca . La columna de Centeno, que habia tomado el camino
de la Quebrada, penetró á Oran por el Abra de Zenta, y desde
el valle de San Andrés siguió su marcha con direccion á Nue
va Oran por la estrecha senda de un bosque espesísimo, donde
solo encontró bandadas de patos silvestres, cuyo hermoso plu
mage, cantidad y rápido vuelo llenaron de admiracion á los
soldados europeos que los veian por primera vez . Antes de
llegar al arroyo de Santa Cruz se le presentaron nueve prisio
neros de los de Humahuaca, que sin duda habian quedado re
zagados, los que dieron noticias del punto en que Arias habia
enterrado los cañones ; pero por falta de acémilas no pudieron
cargarlos . El diez y seis de Marzo ocupó á Nueva Oran, vi
vamente hostilizada por sus flancos y retaguardia, por las par
tidas de Benavides destacadas por Arias, que cercaron la po
blacion, la que á pesar de su pomposo título de ciudad consta
ba apénas de treinta casas. Por la mañana del mismo dia ha
bia salido de allí Olañeta en persecucion de Arias, quien con el
convoy de prisioneros se retiraba á ponerlo en seguridad en la
frontera del Chaco, tomando la vuelta por el Rio de San Fran
cisco . Centeno con sus cabalgaduras estenuadas y su tropa
fatigada, no pudo operar en combinacion con Olañeta, y des
pues de tomar seis dias de descanso , se vió obligado á empren
der su retirada por el camino que habia traido, abandonando

20 - Carta de La Serna á Güemes de 27 de Marzo de 1817 y oficio de Guemes


á Belgrano de 3 de Abril del mismo año. (M SS. del A. G. de G. Leg. de 1817.)
19
290 HISTORIA DE BELGRANO

parte de sus enfermos. Al regresar al valle San Andrés, lo


encontró ya ocupado por una partida de Gauchos, que se retiró
á la aparicion de su vanguardia. Era la avanzada de la divi
sion de Arias, que se proponia cerrarle el paso .
El 29 siguió su marcha la columna española y llegó á el
Abra de Zenta, en cuya marcha perdió gran parte de sus mulas
y caballos por efecto del garbancillo, yerba venenosa para las
bestias, que abunda en aquellos campos . El 30, al tiempo de
franquear el Abra, se encontraron al frente de una division
como de 200 á 300 Gauchos, que solo cedieron el paso ante los
fuegos de la infanteria . Al descender á Humahuaca y conti
nuar su marcha hasta Tilcara , encontraron abandonadas todas
las poblaciones. Estaban sobre el cuartel general de Jujuy, de
donde habian salido como un mes antes, y ninguna noticia ha
bian tenido hasta entónces de su ejército . Alarmado por este
silencio y esta soledad , el gefe de Estado Mayor de la columna,
que lo era el teniente coronel D. Antonio Seoane, se adelantó
con una partida de ocho húsares á fin de tomar lenguas. Al
dia siguiente ( 3 de abril) al continuar la vanguardia su marcha,
cargó sobre ella un trozo de 50 Gauchos, arrebatando en un
repelon unos cuantos soldados de los húsares de Fernando VII
y desapareciendo con su presa. El 4 al llegar al Volcan , encon
traron los cadáveres de dos soldados de la escolta de Seoane,
el cual habia caido en una emboscada y se hallaba prisionero.
En la misma noche llegaba á las inmediaciones de Jujuy la ca
beza de la columna de Centeno , sosteniendo un combate con los
gauchos sitiadores. Las fuerzas de la plaza atraidas por el
tiroteo, tuvieron que salir al encuentro á fin de proteger su
entrada. Hacia un mes cabal que habia salido de aquel punto,
y regresaba á su punto de partida, estenuada, sin caballos, y
con una pérdida de cuarenta á cincuenta hombres, entre ellos
su gefe de estado mayor .
En cuanto á la columna de Olañeta, despues de llegar has
ta la mision de San Francisco, sin conseguir dar alcance al
convoy de prisioneros , se habia visto obligada á retrogradar á
Nueva Oran, á donde llegó dos dias despues de la salida de
Centeno . Allí se encontró con las partidas al mando de Rojas
CAPITULO XXX 291

destacadas por Güemes para hostilizarlo y cortar su comunica


cion con Jujuy. En los encuentros parciales que se siguieron
sufrió algunas pérdidas, estrechándose su círculo de accion
por el mal estado de sus caballos y la escasez de subsistencias.
En tal situacion emprendió su retirada hácia Jujuy, vivamen
te hostilizado por la retaguardia y por los flancos por las guer
rillas de Rojas , habiendo perdido al llegar al rio de Ledesma
(el 30 de Marzo) como 80 hombres entre muertos, heridos ,
prisioneros y enfermos rezagados . Tal fué el fruto de esta se
gunda espedicion, que afirmó para siempre el dominio de las
partidas patriotas en el territorio de Oran, quedando á merced
de ellas las líneas de comunicacion con el Alto Perú por Huma
huaca y Tarija. ( 21 )
Todo esto hacia mas crítica la situacion de La Serna en
Jujuy despues de la pérdida de Humahuaca, y ella se agravaba
por la carencia de víveres, y las tercianas que habian postrado
una parte de su ejército . Para proveerse de algunos ganados
en pié, dispuso, que una columna de 230 hombres entrase á la
Quebrada al mando del Coronel La Torre, con órden de pro
porcionárselos á toda costa . Esta columna salió batiéndose
desde la ciudad, hostilizada activamente por la division de Sa
ravia, que cubria la boca inferior de la Quebrada, teniendo que
atrincherarse al llegar á Yala, donde pasó la noche del 1 ° de
Abril. Al dia siguiente se encontró con otra columna espa
ñola que bajaba del Alto Perú, al mando del coronel D. Vicente
Sardina, la cual se componia del 2 ° batallon del regimiento
Estremadura, (que desde entonces tomó el nombre de Real
Alejandro, ) y el 2° escuadron de Cazadores , conduciendo mu
niciones, numerario y correspondencia . Sardina era portador
de nuevas y apremiantes órdenes del Virey Pezuela para avan
zar á todo trance en la direccion de Tucuman , teniendo en

21-Parte de Rojas á Güemes de 31 de Marzo de 1817 en Ledesma. M S. del


A. G.-Oficio de Güemes á Belgrano de 30 de Marzo del mismo año publicado
en la Gazeta de 26 de Abril— “ Boletin " N. 19 del ejército auxiliar del Perú pu
blicado en la misma " Gazeta. "-Véase además Torrente, t. II, pág. 302 y 303
y principalmente Camba, t . I, pág. 237 y sig.
292 HISTORIA DE BELGRANO

mira paralizar la invasion de San Martin sobre Chile, á quien


se creia todavia en Mendoza .
Antes de dar cumplimiento á estas órdenes , La Serna quiso
dar un golpe sobre los sitiadores, á fin de proteger la reincor
poracion de la division de Olañeta , de la cual no tenia noticia
.
desde Oran, donde la habia dejado Centeno comprometida . Al
efecto , dispuso que el General D. Gerónimo Valdéz , al frente de
una columna de 600 hombres de las tres armas, partiese en la
direccion de Oran. Esta espedicion fué mas feliz que la ante
rior, pues logró sorprender completamente á la division del co
mandante Corte en Salpala, tomando como 80 prisioneros y
dispersando el resto , siguiendo su marcha en proteccion de Ola
neta, que se reconcentró á Jujuy pocos dias despues . Para dar
noticia de todo esto al Virey por la via de Humahuaca, fué
necesario hacer escoltar la correspondencia por 200 hombres
de infanteria y caballeria.
Güemes, disculpándose con Belgrano de no haber impe
dido esta reconcentracion por falta de caballos , le decia : « En
« el caso de invasion (hasta Salta ) no podré hacerle una guerra
« tan activa como pudiera, si tuviese caballos y municiones ;
« pero yo y la tropa de mi mando, hemos de hacer el último
« esfuerzo, y no nos hará desmayar el temerario arrojo del
« enemigo, ocupando provincias aguerridas que aspiran á la li
« bertad. " (22) Nueve dias despues (el 14 de Abril) oficiaba :
« El enemigo se dirige á paso firme á esta plaza . Mis dispo
« siciones están tomadas, sujeto en todo á las prevenciones de
« V. E. " En efecto, el grueso del ejército enemigo, con La
Serna á la cabeza, se habia movido el 13 con direccion hacia
Salta, dejando guarnecido á Jujuy por la division de Olañeta.
El ejército con que La Serna emprendió la invasion sobre
Salta, fuerte como de 2500 hombres, se componia de los dos
batallones del Imperial Alejandro (antes de Estremadura, ) el
batallon Gerona , los escuadrones de Húsares de Fernando VII,
el de Dragones de la Union, el de Cazadores á caballo y el de

22-Oficio de Guemes de 5 de Abril de 1817. M S. del A. G. de G.


CAPITULO XXX 293

Granaderos de la guardia, con cuatro piezas de artilleria de


montaña. Salió de la plaza en tres columnas con banderas
desplegadas y en disposicion de combate. Inmediatamente se
movió á su encuentro la division de D. Apolinario Saravia, que
cubria el camino de Salta, la que empezó á fustigar la columna
por los flancos y por la retaguardia, dispersada en pequeños gru
pos, sosteniendo á la vez fuertes guerrillas. Sucesivamente
los grupos y las guerrillas se fueron multiplicando, con refuer
zos de partidas gauchas que acudian de todos los puntos del
horizonte, disputando el terreno con mas energia y mas éxito
cada vez . Asi hizo el ejército español su primera jornada hasta
la Cabaña.
Al dia siguiente se renovó la marcha y el combate . Como
el terreno es montuoso y cortado por rios y barrancos , los
gauchos prácticos de él, se aprovechaban de sus menores acci
dentes, apareciendo ya en grupos ya individualmente sobre los
flancos de la columna enemiga, disparando sobre ella sus ar
mas, picando tenazmente su retaguardia y sosteniendo el paso
de los rios, sin descansar ni dar descanso de dia ni de noche.
Al tercer dia de marcha ( 15 de Abril , ) al llegar á la Caldera,
todas las partidas se condensaron sobre la cabeza de la columna
invasora, en actitud de disputar el paso. Cinco compañias de
cazadores del Gerona é Imperial Alejandro, con gruesas reser
vas de caballeria, se dispersaron en cazadores para despejar el
tránsito. Los gauchos cargaron sobre ellos, viéndose forza
dos los españoles á formar grupos dobles para sostenerse , aun
teniendo por reserva un ejército que los apoyaba á tiro de fu
sil . Asi desembocó el ejército realista al campo de Castañares,
gran llanura que en suave plano inclinado se estiende hasta la
ciudad de Salta, y cuya descripcion hemos hecho ya, con mo
tivo de la memorable batalla de Salta , que alli tuvo lugar.
Las guerrillas patriotas siguieron disputando con mas te
son el terreno, aunque replegándose en órden bajo los fuegos
de las guerrillas de la infanteria enemiga . A su retaguardia,
y en actitud de defender la entrada de la ciudad , se veia una
línea de caballeria, como de 1,200 hombres. Por esta vez
Güemes estaba á su cabeza ; pero no era su ánimo presentar
294 HISTORIA DE BELGRANO

batalla, sinó hacer un simple alarde. Asi es que, cuando La


Serna se formó en tres columnas con la infanteria y la artille
ria al centro, haciendo jugar dos de sus piezas , y la caballeria
cargó por la derecha al mando de su comandante general Sar
dina, aquella línea se disipó como una nube, y el ejército inva
sor se encontró con las mismas guerrillas que desde Jujuy lo
venian fustigando dia y noche, las cuales disputaron la entrada
hasta las calles de la ciudad, batiéndose denodadamente en
ellas, y cediendo únicamente á la presion de la masa . Los es
pañoles perdieron en esta marcha como treinta á cuarenta hom
bres entre muertos y heridos , de ellos dos oficiales . La de los
patriotas fué muy pequeña .
Al dar cuenta de este suceso, decia Güemes : « Ayer á las
« 4 de la tarde ocupó el enemigo la plaza de Salta . Pronto
« tocará el escarmiento. -El terreno se ha disputado palmo á
❝ palmo, pues desde Jujuy ha sufrido un vivo fuego, con fruto
❝ y sin pérdida por nuestra parte. ” ( 23)
Falto de municiones y mal de caballos , Güemes se replegó
á diez leguas al sud -oeste de Salta, en posicion de servir de re
serva á las partidas volantes que dejó sobre Salta , y protegien
do sus comunicaciones con Tucuman , de donde le venian todos
los auxilios que alimentaban la guerra. Allí recibió un convoy
de municiones, piedras de chispa, 40 fusiles y 300 caballos que
le remitía Belgrano, agradeciendo tan oportuno envio con estas
enérgicas palabras : « Ahora verá V. E. el empeño de mi pro
« vincia, en viéndose montados. " (24)
Dueño La Serna de Salta, volvió á encontrarse en idénti
ca ó peor situacion que en Jujuy : sin víveres frescos, con es
casos medios de movilidad , y dueño únicamente del terreno
que ocupaba. Una banda de Gauchos, mantenia encerrado

23-Oficio á Belgrano de 16 de Abril de 1817 , M S. del A. G. de G. - Parte


de Saravia á Güemes publicado en la Gazeta de de Mayo del mismo año.
Camba, t. I, pág. 244 á 246 y Torrente t. II, pág. 303 y 304.- " Boletin " N. 20
del ejército A. del Perú.
24-Oficios de Güemes de 19 de Abril de 1817. M S. del A. G. de G. - Véase
nuestros " Estudios sobre la Revolucion Argentina " pág. 207.
CAPITULO XXX 295

dentro de una ciudad , al ejército mas aguerrido de Sud-Amé


rica . Cuando esto sucedia , llegó á oidos de La Serna, que La
Madrid habia penetrado al Alto Perú para insurreccionar el
pais á su espalda, y que San Martin, despues de escalar los An
des, habia triunfado en Chacabuco y era dueño de Chile. Des
de este momento comprendió el general español , que siendo
imposible todo movimiento ofensivo, lo era igualmente conser
var el terreno invadido, y que la retirada era un movimiento
impuesto por la necesidad y aconsejado por la prudencia militar.
Pero á todo evento se empeñó en procurarse los elementos de
movilidad de que carecia, poniéndose en lucha con la fatalidad ,
al perseverar en su errado sistema .
El 17 , el 18 y 19 salieron sucesivamente de Salta tres co
lumnas espedicionarias. Mandábanlas los coroneles Vigil,
Castro y Carratalá . Desde los suburbios de la ciudad empe
zaron á ser tiroteadas por las partidas patriotas, que las acom
pañaron por su flanco y retaguardia, sin permitirles abando
nar su formacion ni estenderse por el campo. Despues de
reunir algunas reses y mulas en los alrededores tuvieron que
regresar con pérdida de algunos heridos.
Vista la ineficacia de este medio, se resolvió por La Serna
la salida de una espedicion formal con destino al Bañado,
adonde se habia retirado Güemes con el grueso de su fuerza,
segun queda dicho , y donde se creia estuviesen reconcentrados
los ganados . Componian la columna destinada á esta opera
cion, el batallon Gerona fuerte de mas de 500 plazas, como 180
hombres de caballeria y una pieza de artilleria, bajo el mando
de uno de los mas distinguidos jefes del ejército español, el
coronel Sardina, llevando por jefe de estado mayor al coman
dante D. Bernardo La Torre. El 20 por la noche se puso en
marcha con direccion al valle del Calchaqui. Señalada su pre
sencia desde los primeros pasos por las avanzadas patriotas por
medio de tiros disparados de trecho en trecho, que era la señal
de alarma, todas las guerrillas inmediatas que formaban la divi
sion del comandante Burela, se reconcentraron en los Cerrillos
como á tres leguas de la ciudad . Allí empezó el 21 el combate
que debia durar dos dias. La division realista , formando una
296 HISTORIA DE BELGRANO

masa, continuó impávida su marcha, llevando por su flanco.


derecho las guerrillas patriotas que no dejaron ni por un ins
tante de hostigarla. Al llegar al punto llamado la casa de
Gauna, se unió á Burela la division de D. Pedro Zavala, y am
bos reunidos, tentaron una carga que produjo una confusion
momentánea en las filas enemigas ; pero tuvieron que ceder el
terreno los gefes patriotas.
Al aproximarse los realistas á las inmediaciones de las
casas del Bañado, se descubrió formada á su frente una línea
como de quinientos caballos . Era la division de D. Pablo La
torre reforzada , que parecia esperarlos en actitud de combate.
Sardina tomó sus disposiciones en consecuencia , y avanzó de
frente en órden cerrado, protegiendo su derecha por la compañia
de granaderos del Gerona, la que tendió su guerrilla flanquea
dora. Al iniciar Sardina su ataque, salieron inopinadamente
de un bosque inmediato, la partida de Infernales de Rojas y la
de Gauchos del alferez Leytes, y cargaron sobre los tiradores
del Gerona, que fueron instantáneamente pasados á cuchillo,
sin que su reserva pudiera protegerlos, ni aun impedir que
fuesen despojados de sus armas y vestidos . (25 ) La línea de
caballeria patriota se disipó como una nube, segun su táctica,
y se perdió en los bosques y escabrosidades del terreno.
Dueños los españoles de las casas del Bañado, encontra
ron allí algunos hombres desarmados (talvez dejados de in
tento, ) los que informaron que el ganado que buscaban habia
sido retirado hacia la Quebrada de Escoipe . En consecuencia,
despues de tomar un ligero rancho, contramarcharon sobre su
derecha, y tomaron la direccion de Chicoana . Los patriotas ,
que en prevision de todo habian preparado varias emboscadas,
cargaron decididamente sobre la retaguardia y los flancos de
la columna, que resistió bravamente el triple ataque . Pero
simultáneamente cargó Rojas y Leytes sobre la cabeza , hacien
do una descarga que derribó mortalmente herido al coronel
Sardina, tendió en el suelo á casi toda la banda de música del

25-Camba, " Memorias " t. I, páj. 250.


CAPITULO XXX 297

Gerona y deshizo sus primeras filas. De parte de los patriotas


cayó muerto el alferez Leytes, y heridos algunos soldados de
Gauchos y de Infernales.
El mando de la columna española, profundamente conmo
vida por este golpe, recayó en el coronel Vigil. Los ataques
sucesivos sobre ella se continuaron hasta el anochecer, hora en
que alcanzó la boca de la quebrada de Escoipe, donde tampoco
encontró el ganado que buscaba . Sin atreverse á penetrar en
ella, por temor de que los patriotas reforzados por Güemes y
Gorriti le cortaran la retirada, pasó la noche en alarma, sin
encender fuegos .
Al dia siguiente al amanecer inició su movimiento retró
grado hacia Salta desde el cerro Pulares, abandonando el carril
y marchando por la parte mas escabrosa del terreno, cubierta
su derecha por el rio Escoipe que baja de la quebrada del mis
mo nombre. Al romper la marcha se adhirieron á su flanco
izquierdo y á su retaguardia las tenaces divisiones de Burela y
Zabala, hostilizándola eficazmente siempre que el terreno lo
permitia. A cierta altura se adelantó Burela y preparó cinco
emboscadas á lo largo del camino que debia llevar, encomen
dándolas á los oficiales de partida D. Jorge Torino, D. Bernar
dino Olivera y otros , previniendo al Mayor D. Mariano Zabala
y al comandante D. Bonifacio Ruiz de los Llanos ocuparan la
pampa del Rosario, que necesariamente tenia que atravesar.
Todas las emboscadas produjeron mas ó menos su efecto , espe
cialmente la última compuesta de Infernales, á cargo del te
niente Olivera, que le causó algunas pérdidas.
Salvadas las emboscadas del terreno escabroso matizado
de bosques, los españoles se dirigieron á tomar el carril, des
embocando á las 9 de la mañana en la espaciosa llanura del
Rosario, con su caballeria á vanguardia . Allí se habian recon
centrado las divisiones patriotas que venian azotando sus cos
tados hacia dos dias, en número como de 1000 hombres. Una
vez comprometida la columna en el terreno descubierto, cargó
impetuosamente la caballeria Gaucha y arrolló la de los realis
tas, sableándola hasta obligarla á refugiarse deshecha dentro
de las filas de su infanteria herizada de bayonetas .
298 HISTORIA DE BELGRANO

La columna espedicionaria quedó desde aquel momento


literalmente circunvalada. En este conflicto el bravo batallon
Gerona formó con rapidez y serenidad el cuadro, colocando en
medio la camilla en que agonizaba Sardina, y todos sus heridos
y bagajes. En esta disposicion rompió el fuego al grito de
Viva el Rey ! consiguiendo con grandes esfuerzos rechazar los
reiterados ataques que los Gauchos le llevaron simultáneamen
te por los cuatro frentes. En la misma formacion se vió obli
gado á continuar su desastrosa retirada, presentando una masa
compacta á los fuegos de las guerrillas patriotas, que abrian
claros en las filas , siendo los heridos cargados en las acémilas
que se habian preparado para conducir provisiones . Así con
tinuó sin descanso la persecucion por el espacio de algunas
horas desde el Rosario hasta los Cerrillos , donde se habia ini
ciado el combate el dia ántes .
En todo este trayecto, los Gauchos renovaron sus animo
sas tentativas para romper el cuadro, y lo habrian conseguido
tal vez si en vez de fusiles y carabinas, hubieran contado con
una cantidad mayor de armas blancas, ó si los terribles lance
ros de Pachi Gorriti hubiesen estado presentes.
Desde los Cerrillos continuó la columna española su mar
cha con menos zozobra , aunque siempre perseguida por las guer
rillas que azotaban sus flancos y su retaguardia, y que le acom
pañaron con sus disparos hasta las inmediaciones de Salta, de
donde tuvo que salir otra columna para proteger su entrada.
Algunas horas despues espiró el coronel Sardina. ( 26 ) Esta gran
pérdida produjo honda sensacion en el ejército español , que de
ploraba además la muerte de mas de veinte compañeros (casi
todos peninsulares ) en presencia de 48 heridos que llenaban sus
hospitales, entre ellos el gefe de estado mayor coronel La Torre

26-El coronel Sardina se habia señalado en la guerra de España contra los


franceses, como segundo gefe del famoso Empecinado. El popular novelista es
pañol Perez Galdós en su romance histórico "D. Juan Martin el Empecinado, "
trae noticias biográficas sobre este personaje, y hace de él un retrato muy inte
resante.
CAPITULO XXX 299

y tres oficiales mas. La pérdida de los patriotas fué apénas de


6 muertos y 18 heridos . (27)
Juntamente con este golpe, que lo convencia de su abso
luta impotencia para contrarestar la indomable insurreccion
de Salta, La Serna recibió la confirmacion oficial de la pérdida
de Chile y de los progresos que la espedicion de La Madrid
hacia en el Alto Perú. Desde este momento la evacuacion de
Salta quedó decidida. Pero mientras tanto necesitaba dar de
comer á su tropa , que sufria escasez , no habiendo encontrado
en la ciudad sinó un poco de harina que apenas alcanzó para
los enfermos y convalecientes. Aun para retrogradar , nece
sitaba elementos de movilidad de que carecia , previendo que la
retirada pudiera ser mas larga . Al efecto, hizo salir una
fuerte columna de las tres armas con 2 piezas de artilleria , al
mando del siempre infatigable general Valdéz, con el objeto de
sorprender á Güemes á quien suponian descuidado, durmiendo
sobre sus laureles , y al mismo tiempo proporcionarse algun
ganado y caballadas, de cuyo paradero tenia noticias exactas.
Valdéz salió de la ciudad el 29 de Abril, marchó hasta la
Silleta en la embocadura de la quebrada del Toro , y en medio
de un vivo tiroteo que duró todo el dia , logró apoderarse de
algunas reses, mulas y burros cuyo número total no alcanzaba

27-Al narrar esta jornada, hemos tenido presente las versiones contradic
torias de ambos contendentes, á saber : los partes de Guemes de 24 , de 25 y 26
de Abril de 1817 , publicados en la Gazeta de 10 y 24 de Mayo del mismo año, y
las "Memorias " del General Camba, (t . I, pág. 250 á 252) que se hallaba en
tónces en Salta, y es el mas bien informado y el mas imparcial de los historia
dores españoles de la guerra hispano-americana, no obstante la pasion con que
combatió por la causa del Rey. Los partes de Güemes son confusos y se contra
dicen á veces, siendo el fundamental el de 25 de Abril que los compendia y corri
ge. La cronologia de Camba está equivocada en un dia, pues supone que la co
lumna de Sardina salió en la noche del 19 de Abril en vez del 20 que le asigna
Güemes, que es la fecha que hemos adoptado como exacta. Torrente se ocupa
muy superficialmente del suceso y disminuye la pérdida de los españoles . Cam
ba la reduce á 12 muertos ; pero dá los 48 heridos, 6 sea ocho mas de los que dá
Güemes en sus partes. Además, hemos conversado sobre este y otros puntos re
ferentes á esta famosa guerra, con el general boliviano Perez Urdininea que for
maba entonces parte del ejército de Salta, y con el Dr. D. Facundo Zuviria, con
temporáneo y testigo de muchos de estos sucesos.
300 HISTORIA DE BELGRANO

á cien, y con estas presas emprendió su retirada vivamente


hostilizado , salvando á duras penas su precioso arreo. Esta
ventaja insignificante la pagaron caramente. El mismo dia y
á la misma hora dos partidas de Gauchos, destacadas de las
divisiones de Saravia y de D. Pedro Zabala, arrebataron 150
mulas de artilleria de la plaza , que se hallaban al pasto á las
orillas de la ciudad , entre el cerro de San Bernardo y el con
vento de San Francisco, encomendadas á la guardia del bata
llon Gerona. Pocos dias despues (el 1 ° de Mayo) toda la caba
lleria realista fué atacada mientras forrageaba en una quinta
de los alrededores. Siguióse un reñido combate en que, si
bien los patriotas fueron rechazados al fin por los fuegos de la
infanteria que protegia la operacion , y por los refuerzos suce
sivos que salieron de la plaza, causaron la pérdida de catorce
hombres entre muertos y heridos , á costa de una pérdida mayor
por su parte. " (28)
Estos golpes cuya importancia no debe medirse por la mas
ó menos pérdida, sinó por sus efectos morales, irritaban á la
vez que humillaban á los altivos soldados españoles, desmora
lizándolos y desalentándolos al verse no solo hostilizados, sinó
provocados, y mas que todo, burlados en medio de su poder.
A estos sentimientos enervantes de la energia humana, vino á
agregarse el pavor que paraliza la accion de las almas. Hé
aquí las ingenuas palabras con que uno de los generales espa
ñoles lo confiesa : " Los enemigos habian llevado su osadia al
« estremo de enlazar y arrastrar con sus caballos , algunos cen
« tinelas sobre sus mismos cuerpos de guardia, y este nuevo
« método de ofender, causó singular horror. " (29) Desde
este momento, el ejército invasor, militarmente impotente con
tra la insurreccion popular, estaba moralmente vencido por ella.

28-Oficio de Guemes á Belgrano de 30 de Abril de 1817 publicado en la


"Gazeta" de 31 de Mayo del mismo año, y Camba, t. I, paj . 253.
29 - Camba, t. I, pág. 253—Véase las palabras con que Torrente relata este
mismo hecho, al referirse á la situacion precaria de La Serna en Salta : " Iba
66
agravándose sin embargo la posicion del general ; los incansables gauchos le
66
hostigaban de contínuo, llegando su insolencia hasta el punto de llevarse arras
66
trando al lazo algunos individuos de los puestos avanzados. " t. II, páj. 304.
CAPITULO XXX 301

Impuesto Güemes por sus espias del estado lamentable de


La Serna en Salta, comprendió con su perspicacia natural, que
el enemigo no podia dar un paso adelante, y que la retirada
definitiva hasta mas allá de las fronteras argentinas, era un
hecho inminente. En prevision de todo esto, distribuyó sus
fuerzas . Situó al comandante Pachi Gorriti con su division
sobre Jujuy, con órden de emboscarse. Al comandante D.
Gabino de la Quintana con su division, dentro de la Quebrada
en Leon, nombrándolo comandante general de las partidas
desde Jujuy hasta Hornillos, con órden de retirar sus víveres
y combinar sus movimientos con Gorriti . Al comandante
Corte, en el Rio Blanco del otro lado del Rio Grande, combi
nando movimientos con Quintana. La division de Arias la
situó en Tilcara, ocupando el camino desde Hornillos á Can
grejos. El capitan José Maria Cornejo con su partida se esta
bleció en Lagunillas , al norte de Castañares, observando el
camino de la Caldera , y ligando la cadena de puestos de Salta
con los de Jujuy. De este modo Olañeta quedó sitiado en Ju
juy, mas estrechamente aun que La Serna en Salta, cayendo
en poder de los patriotas varios destacamentos y convoyes de
municiones. Esplicando estas medidas decia Güemes :- <« He
« dado estas disposiciones porque me es imposible creer que
los enemigos piensen bajar, y porque asi les tengo á reta
<< guardia esas fuerzas prontas y bien dispuestas, para que en
« caso de retirada los hostilizen por vanguardia , quitandoles
« los víveres, haciéndoles fuego de noche y dia en emboscadas
❝ y de todos los medios posibles, y si no se retiran , me es mas
❝ fácil conseguir ventajas en aquellos puntos, en razon que los
❝ enemigos creen que la mayor fuerza está aquí, y allí creen
❝ que no hay, y por lo mismo se descuidan . » (30)
Disipadas todas las esperanzas con que se habia abierto
aquella campaña y sintiendo que la situacion empeoraba por
momentos, La Serna se resignó á retroceder á los 19 dias de

30-Oficio de Güemes á Belgrano de 2 de Mayo de 1817 y dos del mismo á


D. José F. Gorriti dándole instrucciones. M SS . del Archivo G. de G.
302 HISTORIA DE BELGRANO

haber ocupado la ciudad de Salta. El 4 por la noche salió sigilo


samente de la ciudad la primera columna, conduciendo el con
voy de heridos y el parque : las sombras ocultaban su vergüenza .
En la madrugada del 5 siguió La Serna con el resto del
ejército, y en una marcha forzada de nueve leguas se puso en
los Sauces, mitad del camino de Jujuy, picando su retaguardia
partidas sueltas de gauchos. A la media noche sintióse un pa
voroso tropel, de carreras de caballos, que hacian estremecer el
suelo ; de tiros y alaridos en todas direcciones , que llenaban el
aire . Una masa informe y negra produciendo un ruido estra
ño, avanzaba con vertiginosa celeridad sobre la cabeza del cam
pamento español, que estaba defendido por un barranco. Los
realistas tomaron las armas y rompieron el fuego . La masa
que avanzaba se dividió en dos y se corrió por los costados del
campamento, que se iluminaron súbitamente por los fuegos de
dos líneas de tiradores. Eran las partidas de gauchos de la re
taguardia que ensayaban un nuevo género de hostilidad, lan
zando sobre el campo realista varias manadas de yeguas cer
riles con cueros secos de caballo atados á la cola , simulando un
ataque general. Aun cuando los españoles solo tuvieron algu
nos heridos y la pérdida de algunas mulas y caballos, su imagina
cion quedó profundamente herida por esta estratagema , que sus
historiadores llaman diabólica ; tal fué el espanto que les causó.
El 6 continuó la marcha y se renovó el tiroteo á lo largo
del camino . Al llegar al Barranco- Hondo , estrecho desfilade
ro en que la columna tenia necesariamente que prolongarse ,
todas las partidas se reconcentraron bajo las órdenes de Sara
via, y disputaron tenazmente el paso. Fué necesario que Val
déz en persona al frente de las compañías de cazadores, des
pejara el camino, con pérdida de algunos hombres y caballos .
En el mismo dia 6 entró La Serna á Jujuy, y por la segunda
vez el ejército español se vió reconcentrado y encerrado en su
estrecho recinto. ( 31 )

31-Partes de Guemes de 5 y 9 de mayo de 1817 , publicados en la Gazeta


de 31 de Mayo y 7 de Junio del mismo año. Camba, t. I, pág. 254.
CAPITULO XXX 303

Seria enojoso detallar las nuevas hostilidades de que con


tinuaron siendo teatro los alrededores de Jujuy, repitiéndose
las emboscadas , las guerrillas, los repelones de soldados y de
caballos, los destacamentos tomados prisioneros y los diversos
convoyes interceptados, que dieron por resultado decidir la
definitiva retirada de los invasores. Güemes pintaba con ver
dad su situacion tres dias despues de su retroceso, al decir :
« Su estado es el mas triste y deplorable, en impotencia de
❝ avanzar, de subsistir allí, y de retirarse. » ( 32 ) Pero, como
segun las palabras de un historiador español, que se hallaba allí
presente, 66 las cosas habian llegado á punto que la pérdida de
tiempo podia comprometer la suerte del ejército y consiguien
❝temente la de todo el Perú, " la inmediata y pronta retirada
fué unánimemente resuelta en una junta de guerra que al efecto
convocó La Serna. ( 33)
El 13 de Mayo, ántes de cumplirse los seis meses de ini
ciada la invasion, rompió su retirada la primera columna de
evacuacion compuesta de los batallones de Chilotes y Partida
rios, y los escuadrones de Húsares, Dragones y Cazadores,
custodiando el parque de artilleria y el hospital, al mando del
brigadier Olañeta . Esta columna llevaba por mision posesio
narse de un punto fuerte en la Quebrada, á fin de asegurar la
retirada y proporcionarse á la vez algunos ganados para la mar
cha. Seis dias tardó en llegar á Tilcara, donde se fortificó .
En el trayecto fué vivamente hostilizada, quemándole el campo
que hubo de incendiar el parque, arrebatándole ganados , to
mándole prisioneros y haciendo sobre ella un vivo fuego que le
causó algunas pérdidas . El mismo dia que esta columna salia
de la plaza, eran atacados por las partidas de Rojas apoyadas por
la division de Saravia en reserva, los forrageadores españoles
y cuatro compañías del Gerona que los protegia. Una de estas
compañías fuerte de 85 hombres, pretendió contener con sus
fuegos el avance de los Infernales de Rojas ; pero sobre el hu

32-Parte de Guemes ya citado.


33-Camba, obra cit. t. I, pág. 255.
304 HISTORIA DE BELGRANO

mo de la primera descarga estuvieron encima de ella , la acuchi


llaron , matando algunos , hiriendo otros, y tomando trece pri
sioneros , incluso á su capitan D. Joaquin Gomez de Barreda ,
siendo los trofeos de esta victoria, 33 fusiles y cartucheras, 3
sables, 1 clarin y cuatro caballos y mulas ensilladas. (34 )
Por mas que La Serna deseara activar la evacuacion, le
era forzoso permanecer sosteniendo la retaguardia en Jujuy.
Falto de acémilas, tenia que esperar á que la columna que se
habia fortificado en Tilcara, le devolviera sus mulas de carga,
á fin de poder moverse , « tan triste era el estado del ejército al
« regresar á las posiciones del Alto Perú que habia dejado ! "
esclama melancólicamente con este motivo, el general español
Garcia Camba, que se hallaba presente, y sentia aun estreme
cerse la vieja fibra realista al consignar en sus pájinas estos
tristes pormenores treinta años despues.
El 21 de Mayo fué evacuada totalmente la ciudad de Ju
juy por el resto del ejército invasor mandado por La Serna en
persona, merced á las mulas que le llegaron escoltadas por el
batallon de Chilotes. Desde la ciudad hasta el rio Leon, mar
chó en medio de un fuego sostenido de guerrillas, que le cau
saron algunos heridos, agotando sus últimas fuerzas en peque
ños combates . « Era doloroso (dice el general español ya
« citado) ver y contemplar el estado lamentable en que se reti
« raban estas tropas tan valientes, tan sufridas, tan constantes,
« y que habian batido y dispersado á sus contrarios ; pero era
<< tal la naturaleza de esta guerra, que el vencedor salia per
diendo mas que el vencido. " (35) Güemes por su parte,
agotaba sus últimas fuerzas en estas no interrumpidas hosti
lidades, pues él mismo estaba mal de caballos, y á duras penas
habia podido montar 300 hombres en regular estado.
Mientras la columna de La Serna seguia su penosa mar
cha, caminando una legua escasa por dia, la division de Arias,
reforzada por las partidas que operaban en la Quebrada, tenia

34- Parte de Güemes, y Camba, "Memorias" loc. cit.


35- Camba, "Memorias" t. I, pág. 256.
CAPITULO XXX 305

asediado el campamento fortificado de Tilcara, -donde ya em


pezaba á hacerse sentir el hambre, -arrebatándole diariamente
hombres y cabalgaduras. Olañeta , que se habia separado de
su division al frente de una fuerte columna de infanteria y
caballeria, con el objeto de reunir algun ganado, encontró una
resistencia tan enérgica en la quebrada de Leon, que, forzado
á retroceder , desistió de su intento, y vióse obligado á mante
nerse á la defensiva. La division de Saravia, de Corte, de
Rojas, Quintana y varias partidas sueltas, habian convergido
hácia la Quebrada , y rodearon á Olañeta, llegando este á verse
tan comprometido, que estuvo á punto de perderse. Por for
tuna suya salió en su auxilio el coronel Carratalá al frente de
otra fuerte division de infanteria y caballeria, y consiguió des
embarazarlo . Ambas columnas reunidas entraron al campa
mento fortificado de Tilcara, sin haber podido reunir ni una
res, perdiendo doce hombres muertos y heridos en la operacion,
y entre ellos un capitan. ( 36 )
El 1 ° de Junio se halló reunido todo el ejército español en
Tilcara, arrastrándose penosamente sus divisiones á razon de
dos millas por dia, obligadas á no soltar las armas de la mano
de dia ni de noche ; abandonando sus rezagados y sus baga
ges ; conquistando cada res que mataban con un hombre que
moria.
El 2 continuó el grueso del ejército su rotirada, quedando
Olañeta con su division en Tilcara para cubrir la retaguardia.
Una columna de 200 hombres, que desprendió un dia con el
objeto de recoger algun ganado en uno de los valles laterales
de la Quebrada, regresó trayendo unas cuantas reses á costa
de cinco muertos y diez heridos , contándose entre estos el
mismo coronel Castro que la mandaba y dos oficiales mas.
Afortunadamente para los españoles , los caballos de Güe
mes rendian los últimos alientos en la persecucion , asi es que
al llegar al pueblo de Humahuaca, solo eran hostilizados por

36-Partes diversos de Guemes y de sus jefes de division publicados en la


Gaceta de Junio y Julio de 1817, y Camba "Memorias" pasim. 20
306 HISTORIA DE BELGRANO

algunas partidas ligeras , de las divisiones de Arias y Quintana,


que picaron activamente su retaguardia hasta la Negra Muerta,
límite del despoblado, que separa la rejion argentina de la del
Alto Perú, avanzándose luego hasta Abra Pampa y Puesto del
Marqués. Al emprender esta travesia el ejército español , solo
llevaba como 25 caballos útiles ; habia quemado las cureñas de
sus cañones y las cajas de sus fusiles, y no contaba para alimen
tarse sinó con la carne de los caballos y de los burros que mo
rian de cansancio.
He aqui como un general español, presente en aquella de
sastrosa retirada , pinta el estado del ejército de La Serna al
tiempo de alcanzar las fronteras del Alto Perú : "Las pena
« lidades, los sufrimientos y las pérdidas que esperimentó el
« ejército real en esta campaña y retirada, ni fuera fácil des
« cribirlas con puntualidad, ni á ser posible se creyera tal es lo
" singular y estraordinario de sus pormenores. En esta céle
« bre retirada, á la que no obligaba la superioridad del enemi
« go, faltaron todos los recursos de subsistencia. Como los
« pastos se hallaban secos por lo avanzado de la estacion, los
❝estenuados caballos y mulas de carga quedaban sembradas
« por el camino consumidas de hambre, de fatiga y de cansan
« cio. Hubo necesidad de destruir y consumir muchos efec
tos de parque y municiones : la caballeria llegó al Alto Perú
« á pié, teniendo que quemar los bastos de la mayor parte de
❝las sillas. Las tropas vencedoras del enemigo, presentaban
« el aspecto de la mas desastrosa derrota. " (37)
Una gran batalla ganada no habria dado mas á los argen
tinos. Es que aquello era mas que una derrota : era un desas
tre. El ejército español , el primero de Sud- América, cuyo
nervio lo formaban los vencedores de Napoleon en Europa y de
los argentinos en el Alto Perú, retrocedia militarmente venci
do en lucha franca, moralmente humillado y hecho material
mente pedazos en su personal y material. De los 4500 hom
bres con que invadió y fué reforzado, apénas llevaba tres mil,

37- Camba, " Memorias " t. I, pág 258.


CAPITULO XXX 307

habiendo perdido como 1000 hombres muertos , prisioneros y


desertores, sin contar los que habian sucumbido por enferme
dad. ( 38) A escepcion de las armas que llevaban en la mano
y de los cañones sin cureña, habia perdido todo su material de
guerra y sus cabalgaduras. Nunca fué dueño sinó del terreno
que pisó, y aunque sólido en el combate y valiente en la fati
ga, las ventajas parciales que obtuvo fueron siempre pequeñas ,
luchando con fuerzas que eran inferiores en número, y sobre
todo en disciplina , armamento y direccion. Por último, habian
entrado en la creencia de que sus armas eran irresistibles, pro
clamando por boca de su General en Jefe « que un puñado de
<< Gauchos sin instruccion ni disciplina, no podia oponerse á
« una tropa tan aguerrida, acostumbrada á vencer las mejores.
« de Europa, siendo un agravio el solo compararlas, cuando
« además tenian esas turbas que batirse con triplicadas fuer
❝zas. " (39) Y ahora, al retirarse vencidos ante ese puñado
de Gauchos mal armados, que tanto habian hecho alarde de
despreciar, tenian que confesar que ellos solos habian bastado
para defender el umbral de la República Argentina y hacerlos
retroceder deshechos .
Las últimas partidas perseguidoras montadas en los últi
mos caballos de Salta , llegaron hasta Sococha, tomando prisio
neros y recojiendo despojos ; y hasta una partida volante des
prendiéndose por uno de los flancos desde Livi-Livi, se adelan
tó á la columna en retirada, y sorprendió en el pueblo de Tupi
za á su guarnicion, causándole algunas pérdidas y la obligó á
encerrarse en el reducto . (40)
Así terminó esta famosa campaña, la mas estraordinaria
como guerra defensiva-ofensiva, la mas completa como resul
tado militar, la mas original por su estrategia, su táctica y sus

38-De los partes oficiales consta aproximadamente un número como de 300


prisioneros, que llegaron efectivamente á Tucuman remitidos por Güemes. En
cuanto á pasados, el mismo Camba confiesa como 300 de los cuerpos americanos.
No se han computado los heridos, cuyo número fué considerable.
39-Oficio de La Serna ántes citado, en el cap. anterior.
40-Parte de Guemes de 9 de Julio de 1817, publicado en la Gazeta de 9 de
Agosto de 1817.
308 HISTORIA DE BELGRANO

medios de accion , y la mas hermosa como movimiento de opi


nion patriótica y desenvolvimiento viril de fuerzas, de cuantas
en su género puede presentar la historia del nuevo mundo.
Salta correspondió á las esperanzas que en ella habia deposita
do la República entera , y el caudillo que la dirigió en esta des
igual y gloriosa lucha se hizo acreedor á la corona cívica y á la
gratitud de sus conciudadanos.
Los honores que en vida se tributaron á Güemes fueron
merecidos. El General Belgrano, intérprete del sentimiento
público, se dirigió al gobierno en estos términos : « Los dis
❝tinguidos serviciosde D. Martin Güemes, su constancia, sus
« trabajos, sus disposiciones militares para hostilizar al enemi
go con el fruto que se ha conseguido, y cuanto ha ejecutado
« con los bravos de su mando para afianzar la independencia de
« la Nacion, lo hacen acreedor á que se le premie con el grado
« de Coronel Mayor , y se le señale además una condecoracion
« que perpetúe en su familia el relevante mérito que ha adqui
" rido " El Gobierno decretó ademas de otros honores « que
« el primogénito de Güemes, sin distincion de sexo, gozase la
" pension vitalicia de 400 pesos anuales, para trasmitir de este
« modo á su primera sucesion el reconocimiento de sus con
« temporáneos . " (41 )
En medio de estos honores, Güemes en vista de la Pro
vincia de Salta desolada por la guerra y los sacrificios que le
habia impuesto, escribia á Belgrano : " Esta Provincia por
« todos sus aspectos no me representa mas que un semblante
« de miseria, de lágrimas y de agonia. -Ya es inútil todo pro
yecto para proporcionar auxilios que franqueen las atencio
« nes de la guerra ; pero ni para conservar la existencia de los
« que deben sostenerla. La Nacion sabe cuan grandes sacri
❝ficios tiene hechos la provincia de Salta en favor de su ido
« latrada libertad , y debe saber se halla dispuesta á otros ma
" yores. He tocado en medio de tantos conflictos el último

41 - Oficio de Belgrano de 10 de Mayo de 1817 y contestacion del Gobierno


de 28 del mismo mes y año. M SS del Archivo General. -En la .. Gazeta " del
31 de Mayo está publicado el decreto concediendo el grado y la pension .
CAPITULO XXX 309

« de los recursos, cual es imponer una contribucion con anuen


« cia del Cabildo, para sostener la tropa que funda las espe
❝ranzas de nuestra defensa, y sin embargo de ser la mas exi
« gua y prudente, la multitud de clamores ha puesto en pro
« blema mi resolucion . Esta representacion no tiene por
« objeto encarecer los servicios que Salta tiene obligacion de
« consagrar á la sociedad, sinó exigir arbitrios que afiancen el
❝ éxito de sus mas nobles esfuerzos para conseguir el total es
« terminio del enemigo. " (42)
Este documento histórico , marcado con el timbre del pa
triotismo heróico, realzando la gloria de la Provincia de Salta,
hace honor al desinterés de su caudillo , que á pesar del poder
despótico de que podia usar y abusar, y en medio de los vi
cios que deslustraban sus grandes calidades, poseyó esa vir
tud en alto grado, sin lucrar con el gobierno, y aplicando todos
los recursos públicos y privados al servicio de la causa de la
independencia argentina.
Para conmemorar y premiar esta famosa GUERRA DE LOS
GAUCHOS, -nombre glorioso con que pasará á la historia-el
Gobierno, á propuesta de Belgrano, decretó una medalla de
oro á Güemes, una de plata con brazos de oro para los coman
dantes; de plata para los oficiales ; y para la tropa, un escudo
de paño blanco con la inscripcion en letras celestes . Esta ins
cripcion era igual para todos : A LOS HEROICOS DEFENSORES DE
SALTA . (43)

42- M S. del Arch. G. de G. publicado por 1ª vez íntegro en nuestros " Es


tudios Históricos " pág. 210 á 213 .
43-Oficio de Belgrano de 10 de Noviembre de 1817 y decreto del Gobierno
de 27 de Noviembre del mismo año. En el acuerdo que precedió al decreto mar
ginal, se dice: " el Gobierno costeará las medallas, previniéndose al E. M. que se
encargue de contratar su hechura en Buenos Aires. " (M S. del Arch. General . )
CAPITULO XXXI

LAS REPUBLIQUETAS

1816-1817

La guerra de las Republiquetas, su carácter é importancia-Distribucion topográ


fica de la insurreccion del Alto Perú-Antecedentes históricos sobre ella y
noticias sobre sus caudillos - Contingente que dan al ejército argentino- Su
reorganizacion despues de Sipe- Sipe -Planes de Pezuela despues de Wilu
ma-Reseña de los gefes españoles en la guerra de las Republiquetas-Es
pedicion de Cinti, combates de Culpina y Uturango -Se espedicion
de Cinti, combates de Aucapuñima y Arpajo -Muerte de Camargo -La
guerra á muerte -Ocupacion de Tarija por los realistas-La Republiqueta
de Ayopaya- Levantamiento de Chayanta-Republiqueta de Larecaja—
Derrota y muerte de Muñecas -La Republiqueta de la Laguna : empresas
de Padilla, combates de Tarabuco, la Laguna y el Villar- Muerte de Pa
dilla-La viuda de Padilla-Espedicion á Santa Cruz de la Sierra, batalla
de Pari y muerte de Warnes-Influencia de las republiquetas en la guerra
de la independencia americana-Nuevos levantamientos en Cinti y combate
de Cañashuaico- Restauracion de la Republiqueta de Padilla-Combates
de la Laguna y las Garzas-Espedicion de La Madrid al Alto Perú, comba
te y rendicion de Tarija, sus maniobras y aventuras-Derrota de Sopa
chuy-Hostilidades en Tarija-Nueva invasion de los españoles á Huma
huaca.

Simultáneamente con los memorables acontecimientos


narrados en los capítulos anteriores, se desenvolvian á espaldas
del enemigo otros que con ellos se relacionan intimamente, y
que corresponden á nuestro cuadro histórico. Nos referimos
á las insurrecciones populares del Alto Perú, que han pasado á
la historia con la denominacion de GUERRA DE LAS REPUBLIQUE
312 HISTORIA DE BELGRANO

TAS, que le dieron los contemporáneos, para distinguirlas de las


MONTONERAS en la República Argentina.
Es esta una de las guerras mas estraordinarias por su ge
( nialidad, la mas trágica por sus sangrientas represalias, y la
mas heróica por sus sacrificios oscuros y deliberados. Lo leja
no y aislado del teatro en que tuvo lugar, la multiplicidad de
incidentes y situaciones que se suceden en ella fuera del círcu
lo del horizonte histórico, la humildad de sus caudillos, de sus
combatientes y de sus mártires, ha ocultado por mucho tiem
po su verdadera grandeza, impidiendo apreciar con perfecto co
nocimiento de causa su influencia militar y su alcance político.
Como guerra popular, la de las republiquetas precedió á la
de Salta y le dió el ejemplo, aunque sin alcanzar igual éxito.
Como esfuerzo persistente, que señala una causa profunda y
general, ella duró quince años, sin que durante un solo dia se
dejase de pelear, de morir y de matar en algun rincon de
aquella elevada region mediterránea. La caracteriza moral
mente el hecho de que, sucesiva ó alternativamente, figuraron
en ella ciento dos caudillos mas o menos oscuros, de los cuales
solo nueve sobrevivieron á la lucha, pereciendo los noventa y
tres restantes en los patíbulos ó en los campos de batalla , sin
que uno solo capitulara, ni diese ni pidiese cuartel en el curso de
tan tremenda guerra. (1 ) Su importancia militar puede me
dirse mas que por sus batallas y combates, por la influencia que
tuvo en las grandes operaciones militares, paralizando por mas
de una vez la accion de ejércitos poderosos y triunfantes, como
se ha visto ya, y como se comprenderá ahora mejor.
Como queda dicho, el primer grito de insurreccion de la
raza indígena y el primer grito de independencia de la raza
criolla sud-americana , fué dado en el Alto Perú . Segun queda
narrado en los primeros capítulos de este libro , un año antes
que estallara en Buenos Aires la gran revolucion de 1810 , ha
bian subido al patíbulo en la ciudad de la Paz, los primeros már

1-Urcullu, “ Apuntes para la Historia de la Revolucion del Alto Perú. "


Cap. VI, pág. 93.
CAPITULO XXXI 313

tires de la independencia americana . Uno de ellos , hombre


oscuro del pueblo, gritó al subir á la horca : « El fuego que
he encendido no se apagará jamás ! " ( 2) Sus miembros des
pedazados, lo mismo que los de sus compañeros de causa, fue
ron clavados de firme en las pirámides de piedra, que en los ca
minos del Alto Perú marcan las leguas. Allí permanecian aun
como padrones de escarmiento, cuando antes de cumplirse un
año, el grito profético de los revolucionarios de la Paz dado el
16 de Julio de 1809, fué repetido en Buenos Aires el 25 de
Mayo de 1810. Desde entónces y hasta la época que hemos
llegado en nuestra narracion, el Alto Perú fué el palenque en
que se batieron americanos y realistas . Tres ejércitos argen
tinos llevaron sucesivamente sus armas á aquel territorio , obte
niendo un triunfo, sufriendo cuatro derrotas, y evacuándolo
vencidos por tres veces consecutivas.
En medio de estas alternativas, la opinion de los pueblos.
del Alto Perú acompañó constantemente á sus libertadores ,
asi en la prosperidad como en el infortunio. Hemos visto ya,
como, la heróica Cochabamba precedió con su alzamiento á las
armas de la revolucion argentina, respondiendo al triunfo de
Suipacha con el de Aruhuma ; como , despues de la derrota
Huaqui, se alzó sola por dos veces por no doblar el cuello ante
la espada del vencedor ; y como se alzó por seis veces conse
cutivas, manteniendo en alto los pendones de la insurreccion
popular, aun sin esperanza de triunfo. Hemos visto como,
despues de Vilcapugio y Ayohuma , la insurreccion se mantuvo
indomable en Cochabamba, en Mizque, en Santa Cruz de la
Sierra, en Tomina, en la Laguna y Pomabamba, acaudillada
por Arenales, por Warnes y Padilla, paralizando las operacio
nes del vencedor por su frente, y obligándolo á distraer la mi
tad de su ejército para cubrir su retaguardia amenazada . Por
último, hemos visto , que despues del gran triunfo de los espa
ñoles en Sipe-Sipe, la insurreccion resurgió mas enérgica y

2- Cortés. "Historia de Bolivia, ” páj . 31 — Véase además “ Gazeta de


Buenos Aires" de 8 y 15 de Noviembre de 1810.
314 HISTORIA DE BELGRANO

valiente en los valles y las montañas del norte, del centro y del
oriente, asumiendo las proporciones de una verdadera guerra,
impidiendo asi al vencedor llevar adelante inmediatamente su
plan de invadir las Provincias Unidas, dando tiempo á estas
para declarar su independencia, organizar sus elementos de
accion, hacerse invencibles dentro de sus fronteras, y llevar á
su vez la guerra fuera de su territorio reconquistando á Chile
y amenazando al Perú.
Lo mas notable de este movimiento multiforme y anónimo
es que, sin reconocer centro ni caudillo, parece obedecer á un
plan preconcebido , cuando en realidad solo lo impulsa la pasion
y el instinto . Cada valle , cada montaña, cada desfiladero, cada
aldea, es una republiqueta, un centro local de insurreccion,
tiene su jefe independiente, su bandera y sus termópilas vecina
les, y cuyos esfuerzos aislados, convergen sin embargo hacia un
resultado general, que se produce sin el acuerdo prévio de las
partes. Y lo que hace mas singular este movimiento y lo carac
teriza, es que las multitudes insurreccionadas pertenecen casi en
su totalidad á la raza indígena ó mestiza , y que esta masa incon
sistente, armada solamente de palos y de piedras, cuyo concur
so nunca pesó en las batallas, reemplaza con eficacia la accion
de los ejércitos regulares ausentes , concurriendo á su triunfo
como va á verse, con sus derrotas , mas que con sus victorias.
Durante el año de 1816, este movimiento insurreccional
y tumultuario, se localizó principalmente en seis puntos del
territorio del Alto Perú, y se hizo fuerte en ellos , desafiando
el poder de las armas españolas. Al norte de la Paz y sobre
las márgenes del Desaguadero y del lago de Titi- Caca , se orga
nizó y mantuvo una insurreccion de indígenas, con su cuartel
general en Larecaja, que estendia sus correrias hasta Omasu
yos, interceptando los caminos con el Bajo Perú por aquella
parte. Al centro se establecieron tres indomables republique
tas, que envolvian á Cochabamba por el sur, el norte y el
oriente, pululando á su alrededor innumerables bandas de par
tidarios . Era la principal de estas la de Ayopaya, que amena
zaba los caminos de la Paz y Oruro, manteniéndose atrinchera
da en sus inespugnables montañas y teniendo libre á su espalda
CAPITULO XXXI 315

la retirada al territorio de los Mosetenés y Yuracarés, que linda


con el de Mojos. La otra tenia su asiento en Chayanta , inter
ceptando las comunicaciones entre Oruro y Potosí , y entre Co
chabamba y Chuquisaca, y que por falta de una retirada segura,
fué fácilmente dominada varias veces. La tercera de las tres re
publiquetas, que circundaban á Cochabamba, era la de Mizque,
que mantenia sus comunicaciones con Santa Cruz de la Sierra
por Valle Grande (otro centro de insurreccion, ) y por su izquier
da con Tomina, cuartel general de otra republiqueta limítrofe.
Desde Tomina hasta Pomabamba, entre el Rio Grande 6
Guapey y el Pilcomayo, se estendia una confederacion de repu
bliquetas, las cuales amenazaban las fronteras de Charcas, te
niendo su retirada franca sobre el Chaco boreal. Al rededor
de Potosí, interceptando los caminos entre esta ciudad y Chu
quisaca, y los de ambas con Cochabamba, se interponian nume
rosas bandas de partidarios, cuyo centro eran Porco y Siporo,
y se estendian hácia el sur ligándose con las insurrecciones de
los valles y altiplanicies inmediatos. Al oriente de la segunda
cadena de los Andes, cubierta por este gigantesco antemural y
apoyando su espalda en las selvas de Mojos y Chiquitos, es
taba la gran republiqueta de Santa Cruz de la Sierra, que hacia
tres años se mantenia en armas, desafiando el poder español .
Por último , desde Tarija á Chuquisaca, entre el Pilcomayo y
el rio de San Juan, ligándose al poniente con la insurreccion
de Tarija y el oriente con la de Tomina, se estendia otra línea.
de republiquetas con sus retiradas abiertas sobre el Chaco cen
tral. Cada uno de los valles de esta línea que derraman sus
aguas en el Pilcomayo, cada cordon de sierras, cada depresion
del terreno, era una republiqueta, un foco de insurreccion per
menente, formando el núcleo de ellas la que tenia su asiento en
la quebrada de Cinti. De las operaciones de todas estas repu
bliquetas y de sus caudillos daremos oportunamente noticia
en el curso de este capítulo. (3)

3-Véase el mapa de la República de Bolivia por Ondarza y Mujica, año de


1859, y Atlas de Martin de Moussy pl. XVI y XVIII .
316 HISTORIA DE BELGRANO

Con esta distribucion topográfica de las fuerzas insurrec


cionales del Alto Perú en 1816 , podrá comprenderse, que si
tuado el grueso del ejército español en Cotagaita , su frente es
taba cubierto por el Rio de San Juan que se derrama en el Pil
comayo, y que por lo tanto, Potosí y Chuquisaca eran los pun
tos fuertes de su línea por la izquierda, formando Cinti un án
gulo entrante . El estremo de esta línea se hallaba amagado
por el frente, por el flanco y por la retaguardia, por las repu
bliquetas de Cinti inmediatamente y por las de Pomabamba y
la Laguna en su prolongacion , las cuales circundaban ' á Chu
quisaca. Las republiquetas que circundaban á Potosí y Co
chabamba, quedaban situadas á retaguardia del centro de esta
línea . La de Muñecas al norte, era un punto aislado que no
formaba sistema con las demas . La de Santa Cruz de la Sier
ra, aunque aislada tambien por la barrera de los Andes orien
tales, era la base y la reserva de la línea de insurreccion, que
se estendia desde Valle Grande y Mizque hasta la Laguna y
Pomabamba, y por lo tanto una seria amenaza sobre la reta
guardia de los realistas.
Hechas estas esplicaciones sobre el carácter y la importan
cia de la insurreccion popular del Alto Perú, y la distribucion
topográfica de sus fuerzas, necesitamos tomar el hilo de los
sucesos inmediatamente despues de Sipe-Sipe, haciendo prece
der de algunos antecedentes históricos la crónica de las repu
bliquetas de 1816 á 1817 , y esplicando como obraron sobre el
flanco y la retaguardia del enemigo. Ligaremos en seguida
sus operaciones con la espedicion de La Madrid á que nos he
mos referido ántes, para volver despues con sus últimos restos
al territorio argentino, entrando de nuevo en la corriente de
los acontecimientos generales que constituyen el fondo de este
libro.
Cuando en 1815 el ejército argentino al mando del gene
ral Rondeau , invadió por tercera vez el Alto Perú , la insurrec
cion popular de las Republiquetas se hallaba de pié y triunfan
te en los grandes centros que le hemos señalado.
Muñecas dominaba en Caupolican, Omasuyos y Larecaja
al oriente del gran lago, cuna del imperio de los Incas. To
CAPITULO XXXI 317

dos los indios de esta agreste region obedecian su voz , y aun


que inermes, hacia un año que se mantenian en insurrercion .
Era el Dr. D. Ildefonso Muñecas natural de Tucuman en la
República Argentina, y se hallaba de cura del Sagrario del
Cuzco cuando en 1814 estalló la sublevacion de Pumakahua,
en la que tomó parte. Hombre de inteligencia y de accion, se
hizo notar desde luego como uno de los mas ardientes tribu
nos de la revolucion . " Los acostumbrados á morder el freno
« de la esclavitud (decia á los peruanos) quieren que sigais su
« ejemplo : echaos sobre ellos y haced que no quede ni aun
memoria de tantos monstruos. " Nombrado secretario de
Pinelo, uno de los tenientes de Pumakahua , le acompañó en su
espedicion á la Paz, y despues de la derrota de este, se retiró
con algunos oficiales y emigrados de la Paz á los bosques de
Larecaja, donde logró sublevar en masa todos los habitantes de
la comarca, á los que gobernaba con su doble autoridad de cura
y de caudillo, sirviendo así de vínculo á la insurreccion popular
del Alto y del Bajo Perú. (4 ) Luego se verá la suerte que le
cupo.
Padilla dominaba con sus armas el territorio entre el Rio
Grande y el Pilcomayo, bajo la direccion de Arenales , á quien
habia acompañado en sus últimas operaciones . Nacido en Cha
yanta el 29 de Setiembre de 1773 , tenia á la sazon 43 años de
edad . Habia empezado su carrera de partidario en 1812 , reali
zando hazañas que le granjearon nombradia entre los patriotas,
y halládose en las batallas de Tucuman y Salta, siendo herido.
en la primera de ellas. Despues de Ayohuma se mantuvo en
el Alto Perú, al frente de algunas bandas de partidarios . Ha
biendo sido preso en una ocasion por los españoles, aprovechó
un momento de descuido de sus guardias , mató de una puñalada
al hombre que le ponia los grillos , y tomando un trabuco conti
nuó su vida de aventuras, sublevando el distrito de la Laguna,
donde estableció el cuartel general de su republiqueta. Acom

4 -Cortés y Urcullu obras cit. - D'Orbigui " Descripcion de Bolivia, ” t. I,


páj . 46. —Torrente y Camba, ob. cit., pasim.
318 HISTORIA DE BELGRANO

pañábale en sus correrías su esposa Da. Juana Azurduy, que


llegó á hacerse tan famosa como su marido por su valor, sus ha
zañas y por su ascendiente sobre los naturales. Esta heroina
nacida en Chuquisaca en 1781 , educada en un convento, casada
con Padilla á los 24 años, de gallarda presencia, rostro hermoso,
y tan valiente como virtuosa, contaba en aquella época 35 años
de edad. En los combates vestia una túnica escarlata con
franjas y alamares de oro y un ligero birrete con adornos de
plata y plumas blancas y celestes . (5 )
Las primeras empresas de Padilla fueron felices, y le con
quistaron el predominio de todas las republiquetas de aquella
region, las cuales obedecian sus órdenes, llegando á reunir mas
de 4000 hombres bajo su bandera . Para contener sus correrias
se habia levantado un fuerte en el pueblo de Presto , á 15 le
guas de Chuquisaca. En Enero de 1815 , Padilla atacó el fuerte,
guarnecido por una compañía del batallon Centro, y fué recha
zado de las trincheras. Ufana la guarnicion con su triunfo,
salió á desafiarlo en campo abierto, y fué batida por él , obli
gándola á rendirse á discrecion . Batido á su vez en la Lagu
na á fines de Marzo del mismo año , vino entonces en su auxilio
la division de Arenales, que era la mas bien organizada de to
das aquellas republiquetas . (6 )
Unidos Arenales y Padilla, mantuvieron viva y pujante
la insurreccion desde valle Grande hasta Yamparaez , teniendo
en constante jaque á la guarnicion de Chuquisaca , á la vez que
interceptando las comunicaciones entre esta ciudad y Cocha
bamba. De este modo, Arenales nombrado gobernador de Co
chabamba despues de Ayohuma, habia maniobrado alrededor
de la cadena oriental de la cordillera, replegándose por Valle
Grande, sosteniendo los desfiladeros de Santa Cruz de la Sier
ra, triunfando en la Florida , reconquistando el terreno perdido ,

5-En las " Vidas de Bolivianos célebres " por Velazco Flor, páj. 15 á 40, se
encuentran noticias biográficas sobre Padilla y su esposa, y de este libro toma
mos las fechas de su nacimiento.
6-Cortés, Hist. de Bolivia, páj. 60 -Camba, t. I. páj . 139.— M S. del Archivo
General, Leg. de 1815 .
CAPITULO XXXI 319

ya vencido ya vencedor, acudiendo en auxilio de Padilla y su


bordinándolo á su plan. Cerró al fin el círculo de su gloriosa
campaña entrando á Cochabamba, que habia sido su punto
de partida, al mismo tiempo que el ejército argentino volvia á
pisar el territorio del Alto Perú , despues de 18 meses de ausen
cia. (7)
En Santa Cruz de la Sierra, gobernaba y dominaba el coro
nel D. Ignacio Warnes. Descendiente de inglés y de argen
tina, nacido en Buenos Aires , habia empezado su carrera mili
tar como cadete del Regimiento de Blandengues de Montevi
deo, siendo ascendido á subteniente en 1795. En la clase de
teniente, habia asistido á la DEFENSA de Buenos Aires contra
los ingleses en 1807. Enrolado en los primeros ejércitos de la
revolucion, acompañó á Belgrano en sus campañas del Para
guay, Tucuman y Salta , recibiendo los despachos de Teniente
Coronel en 1811. Despues de la desgraciada campaña de
Vilcapugio y Ayohuma, fué nombrado por Belgrano en 1813
gobernador intendente de Santa Cruz de la Sierra , puesto en
que debia morir é inmortalizarse. Evacuado el territorio del
Alto Perú por las tropas argentinas, formó en Santa Cruz una
division de las tres armas, con la cual pretendió por si solo de
fender su territorio ; pero derrotado en los desfiladeros de la
cordillera por las fuerzas españolas que se destacaron sobre él,
tuvo que asilarse con sus restos en la division de Arenales ,
cuya autoridad militar habia desconocido antes . Fué asi como
asistió á la batalla de la Florida en Mayo de 1814 , despues de
la cual regresó á la ciudad de Santa Cruz, en la que restable
ció su dominio, obligando al Gobernador español Altolaguirre,
que la habia ocupado por él Rey, á replegarse con su guarni
cion al territorio de Chiquitos. Warnes marchó en su persecu
cion, lo derrotó en Santa Bárbara el 27 de Noviembre de 1815 ,
quedando muerto Altolaguirre de una lanzada, y obligó á su
segundo Udaeta á emigrar á Cuyabá. Dueño absoluto desde

7- M S S. del Archivo General de Guerra, Leg. " General del Perú. ” —Ga
zeta de B. A. N. 23 N. 32 y N. 36 de 1815- Mem. del Gral. Paz- Camba y
Torrente ob. cit. —Véase nuestra “ Historia de San Martin, ” cap. IV.
320 HISTORIA DE BELGRANO

entonces de aquella provincia, que gobernaba con dureza, ha


ciendo temer su autoridad, se hallaba á la cabeza de 700 á 800
hombres de las tres armas con cinco piezas de artilleria, sir
viendo de base y de reserva á la insurreccion que se estendia
en el resto del pais. Tal era su situacion cuando el ejército ar
gentino se posesionó de Cochabamba antes de Sipe- Sipe . (8 )
En Ayopaya, distrito montoñaso situado entre Cochabam
ba, La Paz y Oruro, habia establecido su republiqueta el famoso
guerrillero D. José Miguel Lanza, natural del Alto Perú y muy
práctico del terreno . Esta comarca se prestaba asi por su situa
cion especial como por sus accidentes, á una ventajosa guerra
ofensiva-defensiva de partidarios . Todo el pais es una serra
nia elevada, cortado por quebradas estrechas y profundas, por
cuyo fondo corren torrentuosamente los rios que lo bañan, y
van á derramarse en el Beni al oriente de la cordillera. Todos
estos rios y quebradas están pobladas de bosques , y hácia el
norte, todo el pais es una espesa selva. Por lo tanto, siendo
este territorio inespugnable por su configuracion , era á la vez
que una amenaza sobre el camino de Oruro y la Paz, un puesto
avanzado del ejército patriota sobre el flanco y á retaguardia
de los realistas situados en Oruro .
Por último, en el valle de Cinti dominaba el coronel D.
Vicente Camargo, indio rico del distrito, cuyo aspecto y ener
gia en el mando, indicaba que por sus venas corria alguna san
gre europea. Su fortuna, su génio emprendedor y la impor
tancia militar del punto que ocupaba, le habian dado el domi
nio de todas las republiquetas de los valles adyacentes desde el
Pilcomayo hasta Cotagaita, asi es que su nombre era famoso
en las fronteras de Oran y del Chaco, aun antes que el marti
rio lo ilustrase.

8-Estas noticias sobre Warnes tienen por base : 19 Los papeles de su fami
lia que originales existen en poder de su descendiente don Ovidio Warnes, resi
dente en Paisandú : -2º Lib . de Tómas de razon de la Contaduria núm . 68 pág.
169 en el Archivo General :-39 Correspondencia oficial entre Arenales, Rondeau
y el Directorio en 1814, leg. "General del Perú" ( M SS .) -4? Urcullu, ob. cit.
páj . 83 y 84—50 Paz, Mem. t. I, páj . 258-69 Cortes, Hist. de Bolivia páj. 55—
7? Gazeta de B. A. núm. 26 de 1815. -89 Torrente y Camba, pasim.
CAPITULO XXXI 321

Un ejemplo dará idea de su sistema de guerra.- Alar


mados los españoles por el desarrollo que tomaba la republi
queta de Cinti, prepararon contra ella una espedicion formal.
Al efecto organizaron una columna de las tres armas, bajo al
mando del coronel Enezarro y el comandante Jauregui . Esto
sucedia en Febrero de 1815 , tres meses antes de que el ejér
cito de Rondeau invadiese el Alto Perú.- Camargo, sin tropas
organizadas y sin armas con que disputar el campo, tuvo
que ceder á los primeros choques, sufriendo bastantes pérdidas,
y dispersó sus fuerzas en las montañas, con órden de acudir al
primer llamado, señalándoles los puestos que debian ocupar.
Hecho esto, dejó comprometerse á la columna española en el
ameno valle de Cinti, espiando sus movimientos desde las altu
ras. Cuando los que se consideraban vencedores se replegaban
cargados de botin y arreando los ganados de la comarca, se
reconcentraron rápidamente los indios de la Loma, Cueva, San
Lucas, Culpina y Quiriquira; coronaron los desfiladeros que ne
cesariamente tenia que atravesar ; y cayeron súbitamente sobre
su retaguardia, cortándola. El coronel Enezarro, que acudió
con un destacamento en proteccion de ella, fué muerto de una
pedrada, quedando envueltos en la derrota 40 soldados que le
acompañaban. El resto de la columna poseido de pánico, se
entregó á la fuga, arrojando sus armas , quedando muchos pri
sioneros y el botin rescatado, en poder de Camargo. Los últi
mos restos perseguidos, se precipitaron en dispersion al rio de
la Palca Grande, donde perecieron muchos ahogados , yendo
los demas á llevar la triste nueva al inmediato cuartel general
de Cotagaita. Desde entónces habia quedado Camargo en
quieta posesion del ángulo entrante que formaba Cinti sobre la
línea del rio de San Juan, dominando á su espalda los desfila
deros que forman los contrafuertes de los Andes, á cuyo pié se
estienden los bosques del Chaco central . ( 9 )
Esta imponente actitud de las Republiquetas del Alto Pe

9-Véase Torrente, obra cit., t. II, páj. 123 y 124 ; y Camba, ob. cit., t. I,
páj. 140. 21
322 HISTORIA DE BELGRANO

rú, era la que habia paralizado la accion de Pezuela despues


de Vilcapugio y Ayohuma ; la que le obligó á desistir de la in
vasion que en 1814 inició sobre Salta y Tucuman , segun queda
esplicado ; y la que facilitó la invasion del ejército argentino en
Abril de 1815 , asegurándole desde luego el dominio del pais
desde la Quiaca hasta los confines de Cochabamba, aislando al
enemigo en Oruro y la Paz.
Al abrir Rondeau su campaña sobre el Alto Perú, Mu
ñecas se hizo sentir por la espalda de Pezuela, y empezó á em
barazar la recluta que habia mandado hacer el general español
por aquella parte. Zárate, caudillo de la republiqueta de Por
co, se posesionó de Potosí á la cabeza de 4000 indios, come
tiendo muchos desórdenes . Chayanta le precedió en su mar
cha, levantándose en masa . Arenales obrando en combinacion
con Padilla y Camargo, tomó posicion de Chuquisaca, invadió á
Cochabamba, obligó al enemigo á reconcentrarse en Oruro, y
presentó al General argentino al establecer su cuartel general en
Chayanta , un contingente de mas de 800 hombres, sobre cuya
base se formó el regimiento N. 12 de que ya se dió noticia. ( 10)
Despues de la derrota de Sipe - Sipe, todos estos contin
gentes se dispersaron en el pais , replegándose los caudillos á
sus respectivas republiquetas . El General vencido, ménos
previsor que Belgrano despues de Ayohuma, no se cuidó de
dictar ninguna providencia, y dejó entregada la insurreccion
del Alto Perú á su suerte . Fué este un grande error ó un
grande olvido. Si al ménos el Coronel Arenales hubiese que
dado al frente de la insurreccion , él habria podido, con su au
toridad moral sobre las republiquetas, con el respeto que in
fundia al enemigo y con sus grandes calidades de guerrero y
administrador, darles la cohesion que les faltó despues, reno
vando en el mismo teatro sus anteriores hazañas ; pero no re
cibiendo Arenales órden alguna, siguió al ejército derrotado en
su retirada .

10-Gazeta de Buenos Aires, N. 23, N. 26, N. 29, N. 32 y N. 36. — Camba,


t. I. páj. 152.
CAPITULO XXXI 323

No quedó mas centro militar organizado que el de Santa


Cruz de la Sierra, y este mismo hubo de ser anarquizado por
la única providencia que el general argentino dictó respecto de
las republiquetas. Sea por indicaciones de Arenales, con quien
Warnes habia quedado en desacuerdo despues de la batalla de
la Florida ; sea como se ha repetido , á peticion de un partido
local del mismo Santa Cruz, que reclamó su remocion queján
dose de la dureza de su gobierno , el hecho es, que el General
nombró para reemplazarle al coronel D. Santiago de la Carrera,
antiguo Gobernador Intendente de Córdoba y natural de esta
ciudad, que en 1813 habia conducido los Auxiliares Argentinos
á Chile, y á la sazon formaba parte del ejército del Perú . El
Coronel Carrera llegó á Santa Cruz en circunstancias en que
Warnes se hallaba comprometido en su espedicion á Chiquitos,
y se recibió sin oposicion del gobierno de la provincia ; pero
sin fuerza moral ni material que lo apoyase. El partido de
Warnes, que era poderoso, tramó una conspiracion contra el
nuevo gobernador , sublevó la plebe , y Carrera fué muerto por
los amotinados . Poco despues regresó Warnes, triunfante de
la espedicion de Chiquitos , y reasumió de hecho el gobierno,
en los momentos en que el ejército argentino era vencido en
Sipe- Sipe. ( 11 )
Empero que Warnes fuese un hombre de temple heroico,
no tenia ningun ascendiente sobre las republiquetas al poniente
de la segunda cordillera, ni poseia las altas cualidades de Are
nales, ademas de que jamás habia manifestado aspiraciones de
ensanchar el círculo de sus operaciones fuera de los límites de
la provincia de su mando, con la cual se habia identificado, y
en cuya defensa debia rendir su vida. Camargo era simple
mente un caudillo local, que solo tenia importancia en las fra
gosidades de Cinti. Las aspiraciones de Lanza no iban mas
allá de las quebradas de Ayopaya. Padilla, el mas popular
de todos los caudillos de las republiquetas del centro, era acti
vo, valiente, ejercia dominio sobre las multitudes y los gefes

11-Paz, " Memorias, ” t. I, pág. 258 y 259.


324 HISTORIA DE BELGRANO

que las acaudillaban, pero carecia de los talentos del adminis


trador y del guerrero, como lo mostró despues, no obstante
sus proezas y las señaladas ventajas que alcanzó en la guerra
de partidarios, que continuó sosteniendo por su cuenta con los
mismos elementos salvados del campo de la derrota.
Los mas gruesos trozos de los dispersos, acompañaron á
Padilla en su retirada despues de Sipe- Sipe. Con ellos volvió
á organizar su antigua republiqueta en Tomina, entre el Rio
Grande y el Pilcomayo, estableciendo su cuartel general en la
Laguna, que se convirtió en el principal foco de la insurrec
cion . Empero, esta insurreccion solo era popular entre los indí
genas, y solo entre ellos y los mestizos se reclutaban sus fuerzas,
permaneciendo el resto de la poblacion ageno al movimiento,
cuando no hostil, habiendo contribuido á crear este alejamiento
los escesos que cometieron los dispersos y las crueldades de los
mismos indios en represalia de las de los españoles . ( 12)
A los dos meses de la derrota de Sipe- Sipe casi todo el
pais se hallaba sublevado , y á los tres meses las republiquetas
tomaban de nuevo la ofensiva sobre las tropas españolas. El
general vencido recibia en un mismo dia en Jujuy los partes
de casi todos los caudillos de la insurreccion, en que le daban
cuenta de su situacion y le pedian sus órdenes . Muñecas le
escribia desde su cuartel general en Ayata, que se mantenia

12-En una interesante relacion escrita por un sacerdote, que acompañó á


Padilla en esta campaña, y que original existe en el Archivo General, se dice lo
siguiente : "Con motivo del fatal acontecimiento de Sipe - Sipe y la ignominiosa
.6
conducta de los derrotados, que venian saqueando y matando por los pueblos
46
que transitaban, sin distincion de patriotas ni de realistas, los mas de los vecinos
" del Alto Perú han conspirado incautamente contra la causa de la Patria. Han
" quedado tan resfriados y displicentes los corazones de los hombres, que no se
" advierte entre ellos mas entusiasmo que rivalidad y desunion. Aun los mas
"4 sensatos están persuadidos, que el ejército grande que puede venir de abajo con
" el lisongero objeto de proteger estas provincias sobremanera estenuadas, las
" hará sufrir mayores males tal vez que los pasados. En este conflicto no quedó
" sinó la division de la frontera de Tomina y la Laguna al mando de Padilla,
66
que se conservó hasta el mes de Agosto con admiracion de sus rivales. " Carta
del P. Fr. José Indalecio Salazar, escrita en Pomabamba el 29 de Setiembre
de 1815. ( M S. del Arch. Gral . de G. Leg. " General del Perú, " año 1816. )
CAPITULO XXXI 325

firme en Larecaja. Padilla , le anunciaba desde Yamparaez su


marcha sobre Chuquisaca. Camargo, le decia que proyectaba
invadir á Potosí y Oruro y pedia armas para ello . Betanzos,
(otro caudillo que aparecia, ) le escribia desde Colpa, que habia
interceptado el camino entre Potosí y el cuartel general espa
fiol en Cotagaita. Uriondo, nombrado teniente gobernador de
Tarija, le participaba que se mantenia firme y meditaba nuevas.
empresas. (13 ) La resistencia popular continuaba , pues , en
toda la línea .
Pezuela, mientras tanto, consideraba el pais subyugado y
pacificado ; y persuadido de no dejar á su espalda enemigos que
lo hostilizasen, ni tener á su frente ejércitos que pudiesen con
tener su avance, se disponia á llevar adelante su plan de inva
sion á las provincias argentinas. Al efecto, inmediatamente
despues de Sipe- Sipe, adelantó su vanguardia al mando de
Olañeta hacia la frontera de Salta y Tarija, reforzándola con
un regimiento de infanteria á las órdenes del general D. Anto
nio Maria Alvarez y dos escuadrones de caballeria al mando
del coronel D. José Melchor Lavin. Sucesivamente distribuyó
las guarniciones para asegurar la ocupacion militar, destinan
do algunas columnas espedicionarias á fin de apagar las últimas
chispas del incendio que daba por estinguido. Guarneció con
venientemente con tropas veteranas las ciudades de la Paz,
Oruro y Cochabamba : destinó al general Tacon, con el 1 ". re
gimiento á Potosí y al coronel D. Santos La Hera con el bata
llon Centro á Chuquisaca . Al mismo tiempo, dispuso, que el
coronel D. Javier Aguilera con su batallon de Fernando VII,
pasara á remontarse en Valle-Grande , con el objeto de espedi
cionar sobre Santa Cruz de la Sierra y reducir á la obediencia
del Rey esta provincia .
Todos estos gefes destinados á figurar en primera línea
combatiendo las republiquetas, se hacian notar por diversas

13-Oficio de Rondeau de 27 de Marzo de 1816, en que se hace referencia á


las comunicaciones recibidas de cinco caudillos de republiquetas. Existe origi
nal en el Archivo General y se publicó un estracto en la Gazeta de Buenos Aires
núm. 53 de 1816.
326 HISTORIA DE BELGRANO

calidades. La Hera, era un oficial precavido en el campa


mento, sólido en el campo de batalla , constante en los reve
ses, y poseia buenos conocimientos militares . Tacon gozaba
de alta reputacion como gefe, aun cuando nunca tuvo oca
sion de acreditar su valor en la guerra de América : era de un
carácter sombrio, duro con el pais que gobernaba é implacable
con los enemigos vencidos. La figura mas original era la de
Aguilera. Hijo del Alto Perú, nacido en Santa Cruz de la
Sierra, habia estudiado teologia en Chuquisaca. Obeso, de ojos
rasgados inyectados de sangre, de una voluntad de hierro y
animado de pasiones profundas , era un hombre de un valor
feroz , digno de medirse con Warnes. Alvarez, era peruano
y hermano del general D. Ignacio Alvarez Tómas, que acaba
ba de ser Director Supremo de las Provincias Unidas ; por su
valiente comportacion habia sido ascendido á Brigadier en el
campo de batalla de Sipe- Sipe . Lavin, era argentino , nacido
en Entre-Rios de padre español, que le envió á estudiar á Chu
quisaca, donde al estallar la revolucion se enroló bajo la ban
dera realista : valiente, friamente cruel, activo en sus movi
mientos y ardiente en la pelea , era un enemigo terrible antes
y despues del triunfo . Sucesivamente aparecerán en esta
guerra, bajo las banderas del Rey, otras figuras que haremos
conocer, siendo por el momento los anteriores los que inmedia
mente van á entrar en escena.
Casi simultáneamente con esta distribucion de fuerzas y
de mandos territoriales, marchó Pezuela con el resto del ejér
cito á establecer su cuartel general en Cotagaita, amagando la
frontera argentina. Aun no habia establecido sobre ella sus
avanzadas, cuando empezaron á estallar en todo el pais levan
tamientos parciales , que segun la enérgica espresion de un his
toriador español, actor en aquella guerra, llenaban el vacio que
las tropas dejaban á retaguardia. No les dió desde luego la im
portancia que realmente tenian ; pero llamó seriamente su aten
cion el hecho de que los habitantes de Cinti y de los valles in
mediatos de Santa Helena, Ingaguasi y Culpina hubiesen le
vantado de nuevo el pendon de la insurreccion sobre su flanco
izquierdo, y sobre la misma frontera que debia formar la base
CAPITULO XXXI 327

de las operaciones invasoras. La atencion se convirtió en alar


ma cuando corrió la voz que el famoso Camargo la acaudillaba,
y que estaba allí el renombrado Mayor La Madrid, cuyas em
presas temerarias le hacian respetar de sus enemigos .
La Madrid se hallaba en efecto con Camargo, situado pre
cisamente sobre el flanco izquierdo de la línea que los españo
les debian ocupar á lo largo del rio de San Juan . Despues de
Sipe-Sipe, habia reunido allí algunos dispersos del ejército, y
formado con ellos un escuadron de caballeria de 80 hombres y
una compañia de 50 infantes medio armados . Hecho esto , se
habia trasladado al cuartel general argentino en Moraya, regre
sando inmediatamente con la autorizacion para hostilizar al
enemigo por aquella parte. Camargo, con sus indios armados
de hondas y macanas , le habia ofrecido apoyarlo. La Madrid,
que nunca habia mandado en gefe un cuerpo de tropas tan
numeroso, se creia en aptitud de medirse con todo el ejército
español, y esperaba impaciente el dia de la pelea, que no tardó
en llegar, con romanesca gloria para su ardiente corage, pero
con mengua de sus aptitudes para el mando en gefe.
Los españoles destacaron sobre Cinti á fines de Enero, una
columna de infanteria y caballeria , compuesta de un batallon
y un escuadron (como 500 á 600 hombres) al mando del Bri
gadier Alvarez. Los atalayas de los cerros anunciaron á Ca
margo que la columna penetraba á Cinti, por la parte superior,
camino de Potosí . Inmediatamente se hizo la señal de alarma,
encendiendo hogueras en lo alto de sierra de Santa Helena y
Cinti, que forman el valle de este nombre, á cuyo fondo por
el sud corre el rio Pilaya afluente del Pilcomayo.
A inmediaciones del Pilcomayo, sobre su márgen izquier
da y apoyándose en la sierra de Santa Helena, están los Inge
nios de Culpina, situados entre dos cerros, á cuyo pié se es
tiende una campiña de media legua de ancho y como una legua
de largo, adecuada á las maniobras de caballeria. Allí esperó
La Madrid á sus contrarios el 31 de Enero de 1816 , con su
caballeria formada en batalla en campo abierto y sus infantes
destacados. Los indios sostenian esta actitud encaramados
en los cerros inmediatos, fuera del tiro de fusil. Solo un hé
328 HISTORIA DE BELGRANO

roe á la Cárlos XII , con cascos á la gineta, podia adoptar esta


disposicion de combate, y solo él podia realizar las estraordi
narias hazañas que vamos á narrar.
El enemigo asomó por el Este, formado en columna, con
dos alas de caballeria en la prolongacion de sus flancos , y á

media cuesta desprendió á su frente una guerrilla de infante


ria. La Madrid salió á su encuentro en la planicie intermedia
de los dos cerros, fraccionando su fuerza en dos ataques falsos,
el uno con los infantes por la derecha y el otro con 16 ginetes
por la izquierda, manteniéndose él en el centro con el grueso
del escuadron, fuerte de 64 hombres, en actitud de carga.
A los primeros tiros desaparecieron las alas de La Madrid.
El delirio del combate se apoderó desde aquel momento de él.
Al frente de 10 hombres cargó en proteccion de sus 16 ginetes
de la izquierda, mientras el enemigo seguia avanzando hasta
ponerse á tiro del escuadron, hiriendo algunos de sus soldados.
Entonces La Madrid vuelve á ponerse al frente de su caballe
ria, la proclama y manda tocar á degüello. La columna hace
alto, y la primera fila de la cabeza , hinca rodilla en tierra ca
lando bayoneta. Sobre la línea de cazadores, todo el escua
dron vuelve caras , dejando en el campo cinco ó seis muertos y
llevando siete heridos. Solo tres soldados , JOSE SANTOS FRIAS,
'puntano, GREGORIO JARAMILLO, salteño, y JUAN Manzanares,
paraguayo, siguen acompañando en la carga á su heróico y
temerario gefe, el cual, dando espuelas á su caballo , se lanza
sobre la línea de fuegos, recibe una descarga , y aparece pocos
momentos con sus tres soldados á retaguardia de la columna,
enarbolando en la punta de su espada una pequeña bandera
argentina, que era la señal de reunion, sin haber sufrido mas
que una contusion de fusil!
Rehecho el escuadron, bajo la proteccion de los indios de
Camargo, que coronaban las alturas, avanzó sobre el campo
que poco ántes ocupaban los españoles , y donde habian dejado
sus equipages á cargo de una guardia. La columna contra
marchó en proteccion de ella, y La Madrid salió de nuevo á su
encuentro en dos grupos, los cuales se corrieron por los flancos
sin chocar, dejando él su caballo muerto con cinco balazos y
CAPITULO XXXI 329

tres bayonetazos sobre la línea de la primera fila. Los espa


ñoles, asombrados de aquel valor tan insensato como estéril,
gritaban: No lo maten ! Alto el fuego ! al ver á un hombre
solo y á pié, corriendo por el campo con la espada en la mano .
Debió su salvacion al oportuno auxilio que le prestaron sus no
ménos valerosos compañeros Frias, Jaramillo y Manzanares ,
quienes lo levantaron en ancas, cogiéndole uno por el corba
tin y otro por el faldon de la casaca . Sin intimidarse por es
tos fracasos, rehizo por segunda vez su escuadron, bajo la pro
teccion de los indios, y volvió con él al campo de batalla, si
tuándose á corta distancia del enemigo, que se habia posesio
nado de la casa de los ingenios.
La noche se pasó en alarma por una y otra parte. Al dia
siguiente ( 1.º de Febrero) un copioso aguacero impidió que si
guieran las hostilidades . Esta interrupcion fué favorable á
los patriotas . Las avenidas del rio San Juan habian impedido
que se reuniesen oportunamente los contingentes de Camar
go ; pero en la noche de este dia se le presentaron 150 natu
rales , con lo cual reunió una division de mas de 400 honderos ,
que inmediatamente ocuparon sus puestos de combate en las
alturas.

Aqui empieza á intervenir un nuevo elemento y una nue


va táctica : el indio rústico superará en inteligencia y prevision
al general español y al paladin argentino. Las montañas se
rán á la vez las murallas y los proyectiles de los nuevos com
batientes, y sin mas armas que los brazos, ni mas municiones
que las piedras del camino, fijarán la victoria de la manera mas
estraordinaria.
Amaneció el dia 2, y el enemigo escaso de municiones ,
pues no habia llevado sinó la de las cartucheras ; falto de ví
veres, pues todos los ganados habian sido retirados ; y viendo
que por momentos engrosaba el número de indios que coro
naban los cerros inmediatos, juzgó prudente emprender su
retirada hacia el pueblo de Cinti, siguiendo el camino de las al
turas para precaverse de una celada . La configuracion del
terreno le obligó, empero, muy pronto , á descender al fondo del
valle y entrar á la profunda y escarpada quebrada de Uturango,
330 HISTORIA DE BELGRANO

paso preciso y el camino mas corto para remontar el valle.


Apénas la columna se comprometió en este paso, empezaron á
llover piedras disparadas desde las alturas por los honderos de
Camargo. Los españoles contestaron con descargas cerradas
por mitades, y continuaron su peligrosa marcha recogiendo
sus heridos. Los indios parecieron intimidarse, y huyeron en
desbandada. Mas adelante, el camino se estrechaba, siendo
necesario pasarlo en desfilada, faldeando un empinado despe
ñadero situado sobre el flanco derecho . Alli estaba Camargo
emboscado, con los indios que habian hecho ademan de huir.
Luego que la columna se hubo prolongado en aquella an
gostura, se oyó repentinamente un espantoso fragor : la mon
taña pareció deshacerse en su cima y conmoverse en su base.
En seguida resonaron alaridos de triunfo en lo alto y lamentos
y maldiciones en el fondo del precipicio. Eran las armas de la”
republiqueta de Cinti, que intervenian en el combate ; eran las
formidables galgas de los antiguos peruanos , que aplastaban
la columna española. Peñascos de gran volúmen y de muchas
toneladas de peso, que requerian la fuerza de 40 á 50 hombres
para ser removidos, se desprendian de la cima, rodaban por la
pendiente casi perpendicular del despoñadero, arrastraban á su
paso multitud de piedras de distinto tamaño, sucediéndose sin
interrupcion, y caian al fondo rompiendo la columna española
en varios pedazos, que se agitaban en el estrecho sendero como
los fragmentos de una serpiente . Al mismo tiempo, la caba
lleria de La Madrid picaba su retaguardia , completando la der
rota. El pánico se apoderó de los realistas, que huyeron de
carrera tendida y en desórden, dejando en el campo como 60
muertos, 74 fusiles útiles, varios caballos ensillados y mulas
cargadas, quedando el suelo sembrado de miembros humanos
y armas destrozadas .
Asi perseguida á pedradas de altura en altura, y dejando
algunos rezagados, la columna fugitiva llegó el dia 3 hasta el
rio de la Palca grande, que estaba á nado, y tenia necesaria
mente que atravesar para llegar al pueblo de Cinti . Allí fué
alcanzada y obligada á precipitarse en su corriente, ahogán
dose algunos soldados. Siguió apresuradamente su marcha,
CAPITULO XXXI 331

cruzó el pueblo de Cinti sin detenerse, trepó las alturas de su


izquierda para esquivar la persecucion, y pocos dias despues
entró con la mitad menos de su fuerza en el cuartel general de
Cotagaita, á la sordina, con su bandera arrollada. (14)
La Madrid incapaz de concebir ni ejecutar un plan metó
dico de campaña , y mucho menos de sujetarse á una guerra de
fensiva , se separó de Camargo el dia 5 de febrero, llevándose
los prisioneros de Uturango y Cinti , que pasaban de veinte,
buscando nuevas aventuras en Tarija , donde á la sazon ope
raba Uriondo. Los españoles, por su parte, profundamente
alarmados por el desastre de Alvarez, y la presencia de tan
temerario gefe sobre su flanco , destacaron sobre él una columna
compuesta de un batallon, un escuadron y algunos destaca
mentos de la vanguardia de Olañeta , á fin de cortarle la reti
rada del rio San Juan, reuniéndose al efecto en el pueblo de
este nombre mas de mil hombres de infanteria y caballeria. ( 15)
El 12 de febrero por la mañana, se encontró La Madrid con la
caballeria enemiga, mandada por el tránsfuga arjentino Eusta
quio Gonzalez, natural de Córdoba, y despues de un combate
desatinado, con pérdidas por una y otra parte, se vió obligado á

14-Para narrar correctamente este episodio, hemos compulsado los testimo


nios de patriotas y realistas, tomando por base los partes oficiales de Camargo y
La Madrid, estractados por el General Rondeau en oficio de 18 de Febrero de 1816,
inserto en el núm. 46 de la Gazeta de 1816, comparándolos con la relacion que La
Madrid hizo despues en sus "Observaciones," desde la pág. 83 á la 97, contradi
ciéndose en algunos detalles. -Torrente en su "Historia" t. II páj . 213 apenas
consagra al hecho doce líneas, dando á La Madrid “ 400 fusileros ; ” pero confe
sando que ' Alvarez se vió sumamente estrechado y en la necesidad de retirarse
"6
con alguna pérdida, y que este contraste si bien fué de poca consideracion
66 (agrega) dió nuevo pábulo á la insolencia y altivez de los caudillos La Madrid
" y Camargo. "-Camba en sus " Memorias, " t. I, páj . 192, dice que el combate
del 31 fué obstinado, que los españoles consumieron en él la mayor parte de sus
municiones, que Alvarez se vió obligado á retirarse sosteniendo temerarios choques
el 2 y 3 de Febrero, que fué perseguido hasta el mismo pueblo de Cinti, y que en
tró á Cotagaita "con alguna pérdida " agregando : “ aunque debió ser mayor la
"de los enemigos " sin decir porqué. - Por último, en las mismas localidades he
mos recojido algunas noticias sobre los movimientos y peripecias de esta jornada.
15-Torrente "Historia de la Revolucion Hispano- Americana" t. II, páj. 213.
-La Madrid " Observaciones, " páj. 98.
332 HISTORIA DE BELGRANO

arrojarse al rio de San Juan á nado, perdiendo allí sus prisio


neros y algunos hombres que se ahogaron, Asi descalabrado,
alcanzó hasta Tarija, y al frente de 150 hombres llegó al cuar
tel general de Jujuy, rodeado de una aureola de gloria roma
nesca, que debia ser funesta á la causa de la revolucion en lo
futuro. Camargo quedó solo en la republiqueta de Cinti. ( 16)
Para neutralizar el mal efecto del desastre de Cinti , pro
yectó Pezuela una nueva espedicion sobre Camargo, encomen
dando su direccion al comandante Centeno (que ya hemos he
cho conocer, ) al frente del batallon Chilotes (por otro nombre
de Castro, ) y un escuadron de su propia guardia, encargando
al coronel Olarria que la protegiese con 200 infantes y 200 gi
netes sacados de la guarnicion de Potosí. ( 17 ) Centeno, des
pues de arrollar algunas avanzadas, se posesionó del pueblo de
Cinti el 12 de Marzo, con la pérdida de unos veinte hombres
entre muertos y heridos, encontrándose allí con Camargo, que
al frente de mas de 2000 indios de honda y palo y algunos de
fusil, puso sitio al referido pueblo, ocupando las alturas inme
diatas.
Centeno habria tenido probablemente que rendirse ó em
prender una retirada tan desastrosa como la de Alvarez , si opor
tunamente no hubiese acudido en su auxilio la columna Olar
ria, situada á prevencion en la Palca grande . Camargo se
replegó entónces á Culpina, apoyando su espalda en la sierra de
Santa Helena , y Centeno tomó de nuevo la ofensiva por el
frente, mientras Olarria marchaba por el camino de San Juan
para cortar la retirada de los defensores del valle . El terreno
fué, empero, disputado palmo á palmo : á medida que Centeno
se internaba hácia Culpina, las fuerzas de Camargo le toma
ban la retaguardia, y lo hostilizaban por los flancos , sin pre
sentarle objetivo determinado , retirándole los víveres, inter
ceptando sus comunicaciones y obligándole al fin á encerrarse

16-Oficio de Rondeau el 24 de febrero de 1816 en el núm. 48 de la Gazeta


de 1816- "Observaciones" de La Madrid, páj . 98 y sig.-Torrente y Camba
obras citadas.
17-Torrente, t. II, páj. 213 y 214, y Camba, t. I, páj. 195.
CAPITULO XXXI 333

en el pueblo de Santa Helena, haciendo fracasar su combina


cion con la columna de Olarria. ( 18 )
Asi que Centeno se comprometió en las anfractuosidades ,
en cuyo laberinto se encuentra el pueblo de Santa Helena, se
vió rodeado de una nube de enemigos , que lanzandole piedras
le gritaban : « Ladrones, á la bolsa ! " El gefe español com
prendió que estaba perdido si no tomaba la iniciativa, y se de
cidió á llevar el ataque . El 26 de marzo avanzó en consecuen
cia en dos columnas sobre los cerros de Aucapuñima, donde
se habia establecido Camargo. La primera columna fué re
chazada por tres veces, teniendo Centeno que acudir con la se
gunda en su auxilio , empeñándose con tal motivo un combate
encarnizado á bala, bayoneta, piedra y macana, que el mismo
Centeno refiere de este modo : " Duró la accion una hora, y
<< aseguro, sin la menor exageracion , que jamás he visto despe
❝cho ni energía semejante á la de estos enemigos, que asalta
" ban los fusiles como si no ofendiesen .-Los soldados mezcla
<< dos ya con ellos andaban en una continua lucha forcejando de
« las armas que se les queria quitar de las manos , y como el di
« luvio de piedras y el arrojo y precipitacion de aquellos no
« daba lugar á la continuacion del fuego, fué preciso combatir
❝ á bayoneta calada . » ( 19) Nunca ningun enemigo ha hecho
un elogio mayor de su enemigo. Centeno dice que el resulta
do fué la derrota de Camargo, dejando en el campo como cua
renta muertos, siete prisioneros y cuatro fusiles ; pero agrega á
renglon seguido, que « dispersos (los indios) en cinco grupos ,
« por diferentes rumbos y despeñaderos , se pusieron á la vista

18-Parte de Centeno de 8 de Abril de 1816 publicado en la " Gazeta de


Lima " del mismo año y en la realista de Chile de 9 de Agosto de 1816, en que
dice : 66' Desengañado de las dificultades de las entradas (de la sierra) las mas
66
fragosas, dificiles y peligrosas, me contrage á la de Santa Helena, persuadido que
66
en aquellas profundidades saldrian perseguirme de sus alturas. "-Torrente
dice : -"Estos movimientos, si bien ejecutados con el mayor celo é inteligencia,
no produjeron los felices resultados que se habian propuesto los gefes realistas,
66
á causa de lo encontrado de las marchas de los rebeldes, y tan solo pudieron
66
empeñarse algunos choques parciales con las partidas sueltas " t. II, páj. 215.
19-Parte oficial de Centeno á Pezuela ya citado.
334 HISTORIA DE BELGRANO

« en número como de dos mil hombres, " confesando por su


parte una pérdida de 120 hombres entre muertos , heridos y
contusos de piedra, pasando estos últimos de cien. Para con
solarse, Centeno mandó pasar por las armas á los siete prisio
neros, entre los cuales se encontraba el caudillejo Rudecindo
Avila, cuya cabeza fué mandada clavar en el camino de Culpi
na. Mas tarde le trajeron otro caudillejo llamado Manuel Diaz,
á quien segun sus propias palabras , « hizo pasar por palos y
« pedradas, á usanza de ellos . " (20)
La verdad es que la columna española, estaba perdida, se
gun lo confesó el mismo gefe realista ocho dias despues , escri
biendo oficialmente á Pezuela estas palabras :-« Los enemi
gos, valientes, sagaces y engreidos con los sucesos anterio
« res, posesionados de unas ventajas capaces de combatir todo
« nuestro ejército, y que por mas que me empeñase, me era ne
cesaria la pérdida y aniquilacion en los continuos ataques
« que me presentaban con aumento de fuerza y de entusiasmo,
« me persuadian una desairada resulta : ya no teniamos con
« que desayunarnos, porque nos cortaron todos los recursos .
« En este estado y en medio de las mas tristes cavilaciones,
❝ quiso Dios protegerme. " ( 21 ) Asi como el elogio al enemi
go habia sido esplícito, la confesion de la derrota no podia ser
mas franca.
En tal situacion Dios se apareció al gefe español bajo la
forma de dos indios, comprados á precio de oro por un vecino
de Cinti, que hasta entónces habia pasado por patriota . (22)
Estos traidores , desertados del campo patriota, se presentaron
á Centeno el 2 de Abril, le dieron noticia puntual de la fuerza,
de sus preparativos de defensa y del plan de ataque que medi
taba Camargo, comprometiéndose á guiarlo por el único sende

20-Estracto del parte oficial de Centeno ya citado.


21-Parte oficial de Centeno á Pezuela de 3 de Abril de 1816, inserto en la
" Gazeta de Lima " del mismo año, y en la realista de Chile núm. 73.
22-Llamábase Manuel Fernando Baca, siendo el mismo á quien se refiere
La Madrid en la páj. 98 de sus " Observaciones, " con motivo de un caballo nada
dor que le regaló al salir de Cinti. Los traidores que vendieron á Camargo fueron
José Marquez y su sobrino, segun lo espresa Centeno en su parte de 3 de Abril.
CAPITULO XXXI 335

ro por donde la montaña era accesible. En consecuencia, la


infanteria española se puso en marcha sigilosamente á las 8 de
la noche, apostando su caballeria en la llanura, en que se levan
ta el gran cerro que servia de fortaleza á los de Cinti , y al cual
los naturales dan el nombre de Arpajo.
A la madrugada del dia 3 se hallaban situados los realis
tas sobre una eminencia que domina la posicion, y desde ella se
precipitaron con ímpetu , tomando de sorpresa el campamento
patriota . Siguióse una matanza horrorosa . Camargo, que
procuró defenderse á pié, cayó herido de un balazo y fué to
mado prisionero. El mismo Centeno lo degolló en el acto, ca
biendo igual suerte á su segundo Villaruvia y su asesor Centeno .
La cabeza de Camargo fué remitida al cuartel general de Co
tagaita, y clavada alli en un palo. Mas de novecientas victimas
fueron sacrificadas en el campo de batalla y en los cadalsos , y
en seguida fueron saqueadas y quemadas las haciendas. ( 23)
Asi cayó la republiqueta de Cinti . El pueblo de Cinti, capital
de esta comarca, que antes llevaba este nombre, se llama hoy
de CAMARGO, en honor y perpétua memoria del héroe y del már
tir de aquella oscura y memorable guerra.
La importancia de este triunfo puede medirse por la que
le dió el mismo gefe vencedor. « La increible sorpresa (dice
« Centeno) y destruccion de Camargo y su ejército , todo es de
« bido al manifiesto milagro de Nuestra Señora del Cármen .
« Ella nos ha prosperado mas allá de lo que creiamos. El com
« pleto triunfo, á que yo mismo parece que no quiero persuadir
« me, sus circunstancias misteriosas y los resultados tan satis
" factorios como funestos , no caben todavia en mi creencia,
« porque jamás pensé concluir con esta espedicion, aunque tu
« viese redoblada fuerza. ( 24 )
Todo parecia concluido ; pero no bien hubo evacuado el
batallon de Chilotes el valle de Cinti , volvieron los indios á le

23-Torrente t. II , páj. 217 - Camba, t. I, páj. 201 y 202-Urcullu, "Apun


tes " páj . 94-Oficio de Rondeau al Congreso de Tucuman de 26 de Abril y de
24 de Mayo de 1816 (M SS. del Archivo General. )
24-Parte de Centeno en la "Gaz. de Lima," ya citado.
336 HISTORIA DE BELGRANO

vantarse en masa. El subdelegado, al frente de alguna tropa


y el paisanaje armado, salió á batirlos y cayó en una embosca
da, siendo muerto aquel de una pedrada y barbaramente mu
tilado en seguida, sucumbiendo todo el destacamento . Al mis
mo tiempo (mayo de 1816) se sublevaron los indios de la con
tigua quebrada de Vilacaya y Vitiche, atrincherándose en el I

cerro de Ñuqui : los de Puna y San Lucas seguian su ejemplo


y el caudillo Betanzos interceptaba el camino entre Potosí y el
cuartel general de Cotagaita obrando en combinacion con los
caudillos de Porco, Cardoso y Fuentes. Nuevas fuerzas espe
dicionarias, salieron contra ellos. El cerro de Ñuqui fué to
mado y retomado dos veces por los españoles, matando á todos
los prisioneros. En Vitiche los primeros 15 indios que se to
maron fueron muertos á palos, cabiendo igual suerte á 11 mas
que cayeron en seguida . El pueblo de San Lúcas fué entre
gado á las llamas en castigo de su rebeldia . Los habitantes
de Cinti fueron despojados de sus últimos ganados . (25 ) La
guerra á muerte recrudecia . Cardoso y Fuentes fueron bati
dos, sus partidarios pasados á cuchillo, y sus cabezas clavadas
al lado de la de Camargo .
Simultáneamente con la derrota y muerte de Camargo, se
posesionaba Olañeta de Tarija, estableciéndose allí poco despues
el coronel Lavin con sus escuadrones de caballeria y alguna
infanteria. Uriondo y La Madrid, que concertaban operacio
nes sobre la línea de San Juan, contando con el apoyo de Ca
margo, se vieron obligados á replegarse al inmediato valle de
Concepcion, donde perseguidos por Lavin y despues de algu
nos combates, se concentraron en Baritú sobre la frontera de
Oran. Solo quedaron sobre Tarija los caudillos locales Men
dez y Mendieta, al frente de sus respectivas partidas, que obli
1
garon á Lavin á mantenerse en cautelosa vigilancia , circuns
cripto á la poblacion. Animados por algunos sucesos parciales,
combinaron un ataque sobre Tarija, al cual solo concurrió Men

25-Camba (testimonio español) en sus " Memorias, " páj. 204, 205 y 210.
26-Camba, t. I, páj. 210-Torrente, t. II, páj. 222.
CAPITULO XXXI 337

dieta, quien fué completamente derrotado, dejando en el campo


un cañon que llevaba y algunos muertos y prisioneros . (26)
El Brigadier O'Relly, irlandés al servicio de la España
desde su juventud, fué encargado de ocupar militarmente el
valle de Cinti . Olañeta se trasladó al despoblado con el objeto
de desalojar al Marqués del Tojo, de Casabindo , obligándolo á
replegarse sobre Yaví, donde le esperaba la derrota , de que ya
hemos dado noticia . De este modo quedó asegurada la iz
quierda y la derecha realista, y descubierta la frontera argen
tina desde el despoblado hasta Cinti. (27)
Mientras tanto, la republiqueta de Ayopaya resistia va
lientemente bajo la direccion de Lanza, haciendo frecuentes
incursiones sobre el camino de La Paz y Oruro. Una colum
na compuesta de fuerzas de Cochabamba y Oruro fué dirigida
contra él, intentando el gobernador de Oruro, Benavente, forzar
la posicion que ocupaba, á la cabeza de 70 fusileros ; pero las
terribles galgas volvieron á funcionar, y los invasores huyeron
despavoridos, dejando en el campo 20 muertos , Una nueva
espedicion, compuesta de un batallon al mando del comandan
te Lezama, tuvo la misma suerte de la anterior . (28) No en
contrando enemigo que combatir, privado de todo recurso para
subsistir, perdida entre sus fragosidades, la columna espedicio
naria se vió obligada á contramarchar, teniendo que hacerlo
por uno de los muchos desfiladeros que cortan la comarca, cu
ya descripcion hemos hecho ya. Allí la esperaba emboscado
uno de los tenientes de Lanza, llamado Chinchilla, el cual la
atacó de improviso, haciéndole perder una parte de su fuer
za. (29) Desde entónces la republiqueta de Ayopaya fué de
clarada invencible, y Lanza se sostuvo en ella hasta 1825 en
que los americanos triunfaron en Ayacucho.
Los de Chayanta se sublevaban por sesta ó séptima vez , y
armados de hondas y macanas ponian on campaña 200 hombres,

26- Camba, t . I, páj . 210 -Torrente, t. II, páj . 222.


27- Parte de Mendez á Guemes de 16 de Octubre de 1816. M S. del Arch. G.
28-Camba, t. I, páj . 203 y Urcullu, ob. cit. 86 y 88.
29-Cortés, " Historia de Bolivia, " páj. 69. 92
338 HISTORIA DE BELGRANO

que no tardaron en ser dispersados, sin dejar por esto de con


tinuar la guerra en pequeñas partidas y aun individualmente.
La republiqueta de Muñecas en Larecaja se sostenia aun .
Habia iniciado en 1815 sus hostilidades sobre Puno y la Paz ,
obrando de acuerdo con los caudillos Monroy, Carreri y Carrion,
escapados como él de la derrota de Pinelo . Batidos estos en
los altos de Paucarcolla (entre Puno y Lampa, ) Monroy vién
dose perdido se suicidó de un pistoletazo . Carrion , Carreri y
cinco compañeros mas, fueron fusilados , y sus cabezas clavadas
en los caminos. Muñecas se internó á Larecaja por Huancane,
rodeando el lago de Titi- Caca por el norte y sublevando todo el
pais hasta Omasuyos, amenazando por el estremo opuesto los
departamentos de Puno y la Paz . ( 30 ) Una espedicion como
de 400 hombres salió en su persecucion , en Enero de 1816 ;
pero despues de 35 dias de hostilidades se vió obligada á eva
cuar el territorio, quedando él, dueño de todo el oriente del
gran lago. ( 31 ) Por tercera vez se organizó otra espedicion
combinada, partiendo una columna de la Paz al mando del
comandante Aveleira y otra de Puno á las órdenes del coronel
D. Agustin Gamarra (famoso despues en el Perú, ) los cuales
rodeando el lago en sentido opuesto , debian estrechar á
Muñecas sobre la cordillera de Sorata. Alcanzado á fines
de Febrero, al norte de este gran nevado, en la cordillera de
Cololó, fué completamente batido por Gamarra el 27 de Fe
brero, tomándole 106 prisioneros mestizos, que componian su
batallon sagrado . ( 32) Todos fueron pasados por las armas ;
y las cabezas de los oficiales colgadas en los pueblos que circun
daban el lago. Muñecas salvó por el momento, pero destruido

30-Partes oficiales del Presidente del Cuzco y del coronel Francisco Paula
Gonzalez al virey del Perú y al general Ramirez, publiçados en la “ Gazeta ” de
Lima de 1815 y en el núm. 42 de la de Chile del mismo año.
31 - Parte oficial de Muñecas á Rondeau y oficio de este al Gobierno de 27
de Marzo de 1816. MSS. del Archivo General y Gazeta de Buenos Aires-" Des
cripcion de Bolivia, " por D'Orbigni, ya citada.
32-Parte del Gobernador de Puno y del coronel Gamarra insertos en la
Gazeta de Lima. -Oficio de Rondeau al Gobierno de 12 de Mayo de 1816 refirién
dose á los anteriores. M S. del Archivo General de Guerra. Leg. de 1816.
CAPITULO XXXI 339

el núcleo militar, que daba nervio á la insurreccion , los mis


mos indios entre quienes se refugió, lo entregaron con 30
compañeros mas, que en masa fueron tambien pasados por las
armas. (33) Muñecas enviado por Pezuela para ser degra
dado en el Cuzco y ahorcado allí, fué muerto en el camino an
tes de llegar al Desaguadero (entre Tiaguanaco y Guaqui) el
7 de Julio de 1816 , asesinado segun los patriotas, y segun
los españoles por un tiro que se disparó casualmente. (34) El
sitio en que tuvo lugar la derrota de MUÑECAS, lleva hoy su
glorioso nombre, como Cinti lleva el de CAMARGO, habiendo
sido dados ambos por la República Boliviana triunfante, mer
ced á estos oscuros sacrificios . (35 )
Despues de estas catástrofes, no quedaban en pié y en
actitud de operar una seria diversion , sinó las grandes repu
bliquetas de Santa Cruz de la Sierra y la Laguna, capitaneadas
por Warnes y Padilla, de cuyas estraordinarias operaciones
vamos á ocuparnos.

Hemos dejado á Padilla con su antigua republiqueta reor


ganizada con los dispersos de Sipe- Sipe , entre el Pilcomayo y
el Rio Grande ó Guapey, amenazando á la vez á Cochabamba
y Charcas. Con su cuartel general en la Laguna y su van
guardia en Yamparaez , manteniendo comunicaciones por Miz
que y Valle Grande, con Santa Cruz de la Sierra, y apoyando su
espalda en el Gran Chaco en toda la estension de las fronteras por
aquella parte, desde Tomina á Pomabamba, queda ya esplicado

33-Camba, t. I, páj. 206. —Cortés " Historia de Bolivia " páj. 69. - Urcullu
"Apuntes," páj. 94-Torrente supone que Muñecas pidió indulto, lo que está des
mentido por los documentos oficiales de los mismos españoles, y por el testimonio
esplícito de Garcia Camba, testigo presencial y mejor informado que él.
34- El virey Pezuela, que se encontraba de tránsito en Ayoayo, mandó al
capitan Pedro Salar, limeño, á recibirse del preso, haciendo instruir un sumario
sobre el hecho, del cual resultó que la muerte habia sido casual, segun lo declaró
en una carta suya que insertó en la " Gazeta de Lima, " y se reprodujo en la de
Chile núm. 82 de 1816. En ella dice Pezuela : -" La divina providencia por un
" efecto de sus inescrutablesjuicios, frustró mis designios ( la ejecucion en el Cuzco)
" sobre la suerte de aquel sanguinario sacerdote. "-Véase además Urcullu páj.
94 y Cortés páj. 70
35-Véase Mapa de Bolivia por Mujia y Ondarza.
340 HISTORIA DE BELGRANO

como habia reunido bajo su bandera mas de 4000 hombres, su


bordinando todas las pequeñas republiquetas de aquella region.
Noticioso Padilla de que Chuquisaca, solo estaba guar
necida por 300 hombres del batallon Centro y un cañon , al
mando de La Hera, marchó rápidamente sobre este punto
con mas de tres mil hombres. Llegó allí el 9 de febrero ( 1816 )
y ocupó sus suburbios, penetrando en algunas de sus calles , al
mismo tiempo que La Hera prevenido de su aproximacion ce
lebraba una junta de guerra para proveer á la defensa. La
resistencia que opuso el gefe español, auxiliado por el vecinda
rio armado, fué vigorosa, consiguiendo rechazar los ataques
que los partidarios llevaron sobre sus posiciones con gran va
lentia, pero con poca eficacia desde que no habian logrado la
sorpresa. En los dias 10 y 11 se renovaron las tentativas de
asalto, animados los sitiadores por la muger de Padilla, que en
persona recorria los cantones bajo el fuego de los de la plaza ,
segun cuenta la tradicion. A los tres dias, convencido el gefe
patriota de la inutilidad de sus esfuerzos para apoderarse de la
ciudad, resolvió replegarse sobre Yamparaez, donde estableció
nuevamente su vanguardia al mando de su teniente el coman
dante Jacinto Cueto, antiguo capitan del ejército y natural de
Chuquisaca. ( 36 )
Pezuela destacó en auxilio de Chuquisaca, al batalllon del
General, vulgarmente llamado de los Verdes por el color de su
uniforme, y que era mandado por el Mayor D. Pedro Herrera,
oficial valiente pero señalado por sus crueldades contra los
partidarios, á quienes miraba en ménos. Reforzado La Hera,
se puso en campaña con los dos batallones y alguna caballeria ;
obligó á la vanguardia de Cueto en Yamparaez á replegarse,
llevándose por delante las fuerzas inconsistentes que lo apoya
ban, en circunstancias en que Padilla recorria su línea de reta
guardia, desorganizada por querellas intestinas y amenazada
por algunos indios del Chaco aliados con los españoles.

36-Torrente, t. II, páj. 212 y 213- Camba, t. I, pág. 193-Relacion del


Padre Salazar ya citado. M S. del Arch. Gral.
CAPITULO XXXI 341

Al anuncio , acudió Padilla prontamente, y se situó con su


division en San Julian, á una legua del pueblo de la Laguna,
del cual se habia posesionado La Hera. Su presencia resta
bleció la moral, y sus acertadas disposiciones correspondieron á
la gravedad de la situacion. Situado en San Julian al oriente
de la Laguna, escalonó por su izquierda las demás divisiones ,
formando con ellas un cuarto de círculo, de manera de interpo
nerse entre Chuquisaca y los invasores. A su valerosa mujer
doña Juana Azurduy, la situó al sur, en el Villar, cubriendo su
izquierda. Tenia esta á sus órdenes una guardia de amazo
nas, que siempre la acompañaba, con 30 fusileros criollos, y
200 indios armados de hondas, palos y flechas. En Sopachuy,
prolongando la curva hácia el occidente, estableció al comandan
te Cueto, (que cubria ántes la vanguardia en Yamparaez) , con
40 fusileros, 30 lanceros y 500 indios de toda arma. En Ta
rabuco, que era el punto peligroso, que cerraba el camino entre
la Laguna y Chuquisaca , situó al Comandante D. José Zerna,
natural de Cochabamba, al frente de 30 fusileros y 2000 indios,
sobre los cuales tenia un gran ascendiente, y de quienes dice
el mismo Padilla , que les señaló este puesto porque « con so
« brada energía, amor é intrepidez por la sagrada causa de la
<< Patria, miraban con desprecio sus vidas por oprimir al ene
« migo intruso, é interceptar sus correspondencias. » La di
vision de Tarabuco supo corresponder á esta confianza.
En esta disposicion se rompieron las hostilidades el 3 de
marzo de 1816, con algunas guerrillas y combates de posicio
nes, en que si bien Padilla tenia que ceder el terreno, los es
pañoles llevaban con frecuencia la peor parte. Convencido
La Hera de la ineficacia de estas hostilidades, empezó á ma
niobrar en el sentido de cortar la retaguardia de Padilla, ata
cando el punto atrincherado del Villar . Doña Juana Azurduy
lo mantuvo valerosamento, saliendo al encuentro del destaca
mento español, y lo rechazó matándole 15 hombres. Igual
suerte cupo al destacamento que atacó el puesto de Sopachuy
mandado por Cueto.
La situacion de los realistas empezó á hacerse crítica .
Interceptadas sus comunicaciones, sin objetivo que combatir y
342 HISTORIA DE BELGRANO

escasos de municiones y recursos, La Hera despachó la compa


ñia de tiradores del batallon Centro con el objeto de ir á bus
car á Chuquisaca lo que le faltaba. La compañia, despues de
batirse un dia entero, tuvo que regresar á la Laguna, dando
parte que no habia podido romper el cerco. Despechado La
Hera, dispuso que saliesen tres compañias del batallon General
(a. Verdes) al mando del comandante Herrera, quien aceptó la
comision, prometiendo llevarse por delante á los partidarios .
Desde que salió de la Laguna hasta que llegó á Tarabuco, el
batallon Verdes tuvo que abrirse paso á sangre y fuego. En
Tarabuco lo esperaba Zerna con sus 2000 indios, teniendo á sus
órdenes á los caudillos Ildefonso Carrillo, Pedro Calisaya y
Prudencio Miranda. (37 ) Alli se empeñó el combate el 12 de
Marzo de 1816. Agotadas sus municiones, Herrera intentó
formar cuadro, tomando en sus manos la bandera ; pero los in
dios de Zerna, como los de Camargo en Aucapuñima, « se
« fueron á las manos de los fusiles y se los quitaron de la
« mano, segun las espresiones de Padilla, obligando á los
realistas á rendirse á discrecion. El batallon fué muerto á 1
garrotazos , siendo pasados por las armas Herrera y trece ofi
ciales mas. Escapó de la matanza únicamente un tambor, y
quedó en poder del vencedor la bandera que simbolizaba sus
antiguos triunfos. (38)

37-Cortés en su " Historia de Bolivia, " páj . 67 atribuye esclusivamente la


gloria del triunfo, á estos tres caudillos, omitiendo el nombre de Zerna, sin duda
por no conocer el parte de Padilla quien espresamente se lo atribuye á Zerna, que
era quien mandaba en gefe en Tarabuco. -Cortés incurre en este error copiando
á Urcullu en sus 66 Apuntes, " páj. 92. El historiador español Camba, mejor in
formado, solo nombra á Zerna, lo mismo que Padilla .
38-Parte oficial de Padilla al Director Supremo de las P. U. de fecha 24 de
Abril de 1816 inserto en el núm. 68 de la Gazeta de 1816.- Torrente, t. II, páj.
217 -Camba, t. I, paj. 194 -Urcullu, páj. 92-Cortés, páj . 67 -Belgrano en su
oficio de 26 de julio de 1816, acompañando el citado parte de Padilla, atribuye la
toma de la bandera á Doña Juana Azurduy : ".por constarle [ dice ] que ella mis
" ma la arrancó de manos del abanderado en el Cerro de la Plata, y que Padilla
66 no dió esta gloria á su esposa,
por moderacion. " Este vago testimonio de Bel
grano, se halla en contradiccion con los mismos documentos á que se refiere, y lo
desautorizan los errores en que incurre. La bandera fué tomada por la division
CAPITULO XXXI 343

Sitiado La Hera en la Laguna, pudo rechazar los ataques.


que sucesivamente le llevó Padilla ; pero al tener noticia de
la catástrofe del batallon Verdes, comprendió que estaba
perdido sino abandonaba inmediatamente aquella mala po
sicion. En consecuencia, emprendió precipitadamente su re
tirada á principios de Marzo, saliendo del pueblo á las doce
de la noche. Fué vivamente perseguido por el espacio de
seis dias, hasta las inmediaciones de Chuquisaca, sin dejar un
momento las armas de la mano, y casi sin comer ni dormir en el
trascurso de esta penosa marcha, en que sufrió algunas pérdidas.
El General Tacon salió de Potosí en su auxilio, á la cabeza de
una columna de las tres armas, consiguiendo que Padilla se
concentrase en Yamparaez. Sin intentar ningun movimiento
decisivo, se limitó á algunas correrias contra las poblaciones
indefensas, teatro de la insurreccion , incendiando aldeas, pa
sando á cuchillo sus habitantes y volviendo á Chuquisaca con
los despojos sangrientos de tan cobarde campaña, clavados en
las puntas de sus bayonetas . (39) Estas atrocidades en vez
de amedrentar á los revolucionarios , no hacian sinó encender
el furor de los combatientes, provocando las represalias .
revolucion progresaba visiblemente y Padilla engrosaba asom
brosamente su faccion , " dice un historiador español, que refi
riéndose á esta época, calla estos escesos. (40 ) Otro histo

Zerna en Tarabuco : -1 ? Porque en Tarabuco fué donde se rindió el batallon del


General cuya bandera fué la tomada : --2? Porque en el Cerro de la Plata, que
dista del Villar menos de una legua, no se dió ningun combate, ni se tomó bandera
alguna : -3 Porque Padilla en su parte nombra dos veces á su esposa haciendo
resaltar su mérito por hechos de menos importancia, perdiendo con esto todo su
valor la suposicion gratuita de que Padilla por moderacion ocultara mas glo
rioso de todos. Se vé que Belgrano al atribuir esta hazaña á una muger quiso
exaltar el entusiasmo á la par que el mérito de la heroina, la cual no necesita de
una gloria usurpada para brillar en las páginas de la historia.
39 -Urcullu, páj . 89 y 90. - Cortés, páj . 68 y 69.
40-Camba, t. I, páj. 199 y 209-El mismo Camba que por el momento si
lencia estos horrores, al ocuparse de la nueva política inaugurada por la Serna,
dice en la páj. 220 del t. I, lo siguiente :-" Los prisioneros de la sorpresa de Yavi
" quedaron bajo la inmediata autoridad del nuevo General en gefe la Serna, quien
" no permitió que á ninguno se le quitara la vida, é hizo igual prevencion á todos
344 HISTORIA DE BELGRANO

riador boliviano dice con tal motivo : Las gentes acudian


« por centenares á la voz del primero que los llamaba á ven
gar tan espantosa barbarie : todos los naturales errantes y
« desesperados, sin recursos de ninguna especie, se arrojaron á
« la lid en una guerra á muerte. " (41 )
Debilitada la línea realista sobre la frontera argentina por
las atenciones de la guerra de las republiquetas , en circunstan
cias en que Ramirez se recibia interinamente del mando del
ejército, el nuevo general consideró prudente reconcentrar sus
fuerzas en Cotagaita, dejando á su retaguardia las guarnicio
nes estrictamente necesarias para mantener la ocupacion mili
tar. Como Chuquisaca solo quedase cubierta por el batallon
Centro y un escuadron, Padilla cargó nuevamente sobre la
ciudad . La Hera salió resueltamente á su encuentro al frente
de 600 hombres, y despues de una accion indecisa que tuvo
lugar el 28 de Mayo ( 1816 , ) lo obligó á replegarse á Yam
paraez .
1
No habian pasado muchos dias, cuando Padilla volviendo
sobre Chuquisaca á la cabeza de cerca de cuatro mil indios,
ocupó sus suburbios y le intimó rendicion. Gobernaba á la
sazon la provincia el coronel Vercolme, hombre de poco espí
rítu , siendo La Hera simple comandante de armas. La desin 1
teligencia que reinaba entre ambos gefes hubo de aumentar los
conflictos de la plaza sitiada, que pronto empezó á sufrir es 1
casez de víveres. La Hera se resolvió á adoptar el sistema de
salidas, y merced á la superioridad de sus armas y á la disci
plina de sus tropas, obtuvo algunas ventajas parciales , espe
cialmente en las del 20 de Junio, en que logró alejar la línea
del bloqueo. (42)
A principios de Julio volvió Padilla á estrechar el cerco
de la ciudad, ocupando los dos cerros que la dominan . El 11

"los comandantes de canton, columna y partidas dependientes del ejército, ce


“ sando asi una carniceria que causa horror aun mencionar, y este rasgo de hu
" manidad empezó á regularizar la guerra á muerte y esterminio. "
41 -Torrente y Urcullu, obras citadas.
42 -Camba, "Memorias," t. I, pág. 207 á 208 y 209.
CAPITULO XXXI 345

de Julio intentó un nuevo ataque por seis puntos distintos , á la


cabeza de cerca de seis mil indios , reservándase el mando inme
diato de una de las columnas, donde habia reconcentrado todas
sus armas de fuego, que no alcanzaban á 200 entre fusiles y
carabinas. Observado esto por La Hera , salió á su encuentro
al frente de tres compañías de infanteria, un escuadron de ca
balleria y 2 piezas de á 4, consiguiendo rechazarla, replegándo
se inmediatamente á sus trincheras, protegido por el resto de
la guarnicion. No por esto mejoró su situacion , pues Padilla
ensanchando el círculo del asedio, siguió rodeando la ciudad é
interceptando todos los caminos ; á la vez que los indios de
Chuquisaca y Potosí sublevados en masa, cortaban todos los
recursos. (43 )
Así permaneció Padilla asediando á la ciudad de Chuqui
saca y dominando todo su territorio, desde fines de Mayo has
ta principios de Agosto, en que Tacon vino nuevamente en su
auxilio á la cabeza de una fuerte columna de las tres armas,
cuya base la formaban dos batallones. Su marcha desde Po
tosí, fué un continuado combate, costándole no poco tra
bajo penetrar á la ciudad sitiada. (44 ) Padilla se replegó otra
vez á Yamparaez, desde donde continuó fomentando la insur
reccion, llamando sériamente la atencion de los realistas con su
amenazadora actitud.
El general español comprendió, que mientras la republi
queta de Padilla se mantuviera en pié, Chuquisaca estaba es
puesto á perderse, y que el ejército realista no podia dar un
paso adelante sin esponerse á perder su base de operaciones.
Casi la mitad de sus fuerzas estaban esclusivamente empleadas
en hacer frente á sus ataques, sosteniendo en el espacio de seis
meses una larga serie de combates , ya prósperos, ya adversos ,
sin obtener mas resultado que salvar el recinto de las ciudades
que ocupaban las tropas españolas. En tal situacion, un ata
que de frente, como el que La Hera habia llevado anteriormente

43-Parte oficial de Vercolme al General Ramirez de 12 de julio de 1816.


publicado en la “ Gazeta de Lima " del mismo año.
44- Torrente, "Hist. de Rev. Hisp. Amer." t. II, pág. 223 á 224.
346 HISTORIA DE BELGRANO

con resultado tan desastroso, no podia prometer mejor éxito, á


ménos de operar con fuerzas respetables , y aun así, tenia que
que ser necesariamente incompleto, desde que los partidarios
tenian libre á su espalda la retirada sobre la frontera del Cha
co, y el apoyo, bien que lejano, de Santa Cruz de la Sierra.
En consecuencia resolvió abrir nueva campaña sobre Tomina,
siguiendo distinto plan, empleando al efecto dos cuerpos de
ejército, que componiendo un número total de cerca de 3000
hombres de tropas regulares, debian atacar por el frente y por
la retaguardia á la vez.
Hemos dicho ántes , que el coronel Aguilera se habia si I
tuado en Valle Grande con el batallon Fernando VII , con el
objeto de espedicionar sobre Santa Cruz de la Sierra. Las
alarmas producidas por las empresas de Padilla, le habian im
pedido llevar adelante su proyectada invasion , por temor de
dejar descubierta á Cochabamba, cuya espalda protegia desde
allí, dominando á Mizque y atendiendo á Tomina, centro de la
insurreccion de las fronteras. Sobre esta base se contó para
abrir contra Padilla la nueva campaña combinada. Su posi
1
cion un poco á retaguardia de Tomina, le permitia invadir este
territorio por uno de sus flancos . Cortando la retirada de los
partidarios situados en Yamparaez y la Laguna, daba asi lugar
1
á las tropas que salieran de Chuquisaca á obrar con mas efica
cia por el frente. Al efecto, Aguilera remontó su batallon has I
ta el número de 600 hombres de fusil, agregando 2 cañones
de á 4 y algunos escuadrones de lanceros cochabambinos , con
lo cual tuvo bajo sus órdenes como mil hombres, á cuyo frente
pasó el Rio Grande en direccion á la Laguna. (45 ) Al mismo
1
tiempo, Tacon se movia de Chuquisaca con una columna de 1
cerca de 2000 hombres, compuesta de tres batallones y dos
escuadrones con 2 piezas de artilleria . (46 ) Tan formidables
preparativos se dirigian contra un hacinamiento de hombres,
sin organizacion militar, armados solo de palos y de piedras,

45-Informe del P. Salazar ya citado y parte del comandante Cueto de 9


de Octubre de 1816. M SS. del Archivo General.
46- Camba, "Memorias," t. I, pág. 215.
CAPITULO XXXI 347

que apenas contaba con un mal cañon y 150 fusiles con escasas
municiones !
La campaña contra Tomina se abrió á principios de Se
tiembre ( 1816 ) , sorprendiendo La Hera con el batallon Centro ,
una avanzada de partidarios situada en Tarabuco. Padilla, al
sentir la doble invasion, se replegó en órden hácia la Laguna.
Dejando sobre Tacon las divisiones de indios de Zerna, Miran
da, Carrillo y Zárate, salió con sus mejores tropas y todos sus
fusiles disponibles , al encuentro de la columna de Aguilera,
que habia ocupado aquel punto, entrando por el Pescado. Am
bas fuerzas se encontraron el 13 de Setiembre á inmediaciones
de la Laguna. Padilla, provocó el combate con mas gallardia
que acierto. Desplegó su infanteria en campo descubierto, y
amagó un falso ataque por el frente, al mismo tiempo que su
caballeria entraba por la retaguardia del enemigo . Apenas
inició este movimiento falso, Aguilera cargó resueltamente so
bre él, trabándose en seguida un reñido y desordenado comba
te, en que la infanteria patriota hubo de ceder el campo, aun
que no del todo deshecha. Amparada por las fragosidades del
terreno y protogida por la caballeria, que habia quedado intac
ta, pudo, empero, emprender su retirada , perseguida por ambos
flancos por el espacio de dos leguas, sin que la derrota se pro
nunciase completamente. (47)
Al dia siguiente ( 14 de Setiembre) llegó Padilla al Villar
con una parte de sus fuerzas. ( 48 ) El Villar, que dista nueve
leguas de la Laguna, es un lugarejo habitado por indios , donde
existia un Sagrario, que todos los comarcanos reverenciaban .
Aquel era el punto de reunion que Padilla habia señalado á sus
tropas, y alli estaba doña Juana Azurduy atrincherada, con un
cañon ligero y la reserva de municiones, rodeada por los natu

47-Salazar, Informe cit. M S. del Arch. Gral.


48--No existe ninguna descripcion de este combate. Los detalles que se leen
en el testo, son tomados de la relacion de P. Salazar y principalmente del parte de
Cueto ya citados, y que M SS. existen en el Archivo General. Tacon en su parte
oficial no trae ningun pormenor, lo mismo que Torrente ; Camba, por lo general
tan exacto, supone tres dias de combate y nada adelanta sobre ellos.
348 HISTORIA DE BELGRANO

rales que la adoraban como á la imágen de la vírgen del Villar.


Sucesivamente fueron llegando en desórden las compañias, fa
tigadas por la pelea y la marcha del dia anterior, y se entre
garon imprudentemente al descanso sin tomar ninguna pre
caucion.
Aguilera, poniéndose al frente de un grueso destacamento
de caballeria bien montado, cargó repentinamente sobre el
Villar el 14 á las 3 de la tarde. Sorprendido Padilla, trató de
reunir los suyos , ayudado por su valiente esposa doña Juana ;
pero todo fué en vano : el pánico se apoderó de ellos y ni aliento
tuvieron ni aun para disparar un tiro. Padilla desesperado, se
entregó á la fuga, acompañado de su esposa. Acompañabale el
Padre Mariano Suarez Polanco, que le seguia á todas partes co
mo capellan, secretario y ayudante de campo, armado de cara
bina y pistolas. (49) Aguilera, precedido de algunos oficiales, se
lanzó en persecucion de Padilla dando riendas á su brioso ca
ballo . Doña Juana, que habia quedado un poco á retaguardia,
iba á caer prisionera , cuando advirtiéndolo su esposo, vuelve
sobre sus pasos , descarga sus dos pistolas, y carga en seguida
sobre los oficiales que la acometian, consiguiendo salvarla . En
aquel momento , llega Aguilera, descarga uu pistoletazo sobre
Padilla, lo derriba del caballo , ordena al Padre Polanco (que no
lo habia desamparado en aquel trance, ) que lo absuelva, ejecu
tado lo cual, el feroz Aguilera le corta con su propia mano la
cabeza. En la persecucion , una de las mujeres que formaban
la guardia de amazonas de doña Juana , es alcanzada, y equi
vocándola con ella, la degüellan . (50)

49 -Parte oficial de Tacon al gobernador de La Plata, de 27 de Setiembre


1816, inserto en la " Gazeta de Lima " del mismo año.
50 —El P. Salazar en su relacion M S. ya citada dice : —“ En la fuga no se
66
oyeron mas tiros que dos que hizo Padilla para defender á su esposa, que iba á
66
caer prisionera, y desenvainando el sable por último recurso, contra los oficiales
(6
que la acometian, tuvo la desgracia de que lo hiriera una bala de pistola, lo der
" ribara del caballo y dejara muerto, sin haber tenido un soldado ó un oficial que
" lo socorriera. -Doña Juana Azurduy, su esposa, escapó, degollando los enemi
(6 gos otra muger que la acompañaba, por creer que era ella, colgando las dos ca
" bezas en el pueblo de la Laguna. "-Tacon en su parte oficial ya citado dice :
CAPITULO XXXI 349

Los muertos del campo de batalla en las dos jornadas no


pasaron de 60, pero los esterminados en la persecucion y en las
matanzas subsiguientes, alcanzaron á 700. Sesenta y siete
prisioneros tomados en los dos dias, fueron pasados por las ar
mas, sin forma alguna de juicio. El P. Polanco, sometido á
una comision militar para ser ejecutado despues, fué senten
ciado á presidio. La cabeza de Padilla fué clavada en una
pica en la plaza de la Laguna, y á su lado se colocó ia de una
muger degollada, que se suponia ser su esposa doña Juana. (51 )
Los españoles mandaron batir medallas en conmemoracion de
estas jornadas.
El elojio de Padilla y de su viuda, fué hecho por sus mis
mos enemigos en sus documentos oficiales. El general en
gefe español decia al Virey de Lima , al dar cuenta de las der
rotas de la Laguna y del Villar : « La fortuna habia acompa
« ñado á aquel caudillo (Padilla) desde poco despues de las
« primeras convulsiones políticas de estas provincias . En mas

" Fr. Mariano Suarez Polanco, inseparable compañero de Padilla, no se movió


" de su lado con carabina y pistolas hasta que le vió caer del caballo, se le mandó
" absolver, como lo ejecutó "-Torrente en su Hist. de la Rev. Hisp. Am. t. II,
páj . 226 dice: " Aguilera que habia derrotado á las gavillas del indomable Pa
" dilla, cortando con su propia mano la cabeza de este feroz insurgente ………. adqui
" rió nuevos laureles. " -Camba, t. I, páj. 215 dice que Aguilera fué quien mató
" á Padilla de un pistoletazo.
51-Tacon, en su parte oficial al general Ramirez de 27 de Setiembre de
1816, publicado en la Gazeta de Lima de 18 de Noviembre de 1816, dice : 16 Padilla
" fué muerto á manos del comandante Aguilera, y la cabeza permanecerá sobre
" una pica en la plaza de este pueblo [ la Laguna, ] para perpetuo escarmiento de
" los traidores. En el mismo parage han sido pasados por las armas sesenta y
“ siete de los tomados prisioneros. La pérdida de muertos del enemigo en el
66
campo, y los ejecutados puede pasar de 700. Los pueblos han sido y serán
" castigados. Tengo cuatro divisiones que giran por las rutas que conviene al
" esterminio de los traidores , y no descansaré un instante hasta no estinguir la
" canalla de tal especie . '11 Camba [ otro testimonio español ] repite las mismas
cifras, confirmando las ejecuciones -Cueto en su parte ya citado, da 60 muer
tos y 64 prisioneros en los dias 13 y 14- En cuanto al P. Polanco, por falta de
obispo que lo degradase en Chuquisaca (segun Urcullu, ) fué despachado á Lima,
donde el virey le condenó á presidio perpetuo en la Carraca de Cadiz . En el
viage logró seducir la tripulacion del buque que lo conducia, y sublevándola con
tra el capitan, llevó la embarcacion á Buenos Aires en 1818.
350 HISTORIA DE BELGRANO

« de cinco años de sedicion y todo género de hostilidades, ha


« bia adquirido un riesgoso ascendiente en los naturales de
« ellas, y no pocos recursos para conservarlos insurrectos.
" En distintas ocasiones tuvo la audacia de invadir la ciudad
« de La Plata, hallándose esta con respetable guarnicion, y la
« mantuvo en asedio por algunos meses- Su muger, con des
<< pecho y ánimo superior á su sexo, se ha presentado á la frente
« de sus huestes insurgentes en muchas acciones. " ( 52 ) El
pueblo de la Laguna, donde la cabeza de PADILLA fué puesta
por escarnio en una pica, lleva hoy su nombre ilustrado por sus
hazañas y su martirio, como Cinti el de CAMARGO y Cololó
el de MUÑECAS .
Los restos de Padilla se retiraron á Pomabamba, sobre la
frontera del Chaco, y en el punto denominado de Segura, se
reunió una junta de guerra, á la que asistió doña Juana en su
calidad de teniente coronel de los ejércitos de la patria con
que el gobierno de las Provincias Unidas la habia condecorado
por sus hazañas , y vestida de luto por la pérdida de su ilustre
esposo, votó á la par de los demás capitanes. (53) En ella se
acordó confiar el mando de la insurreccion al comandante D.
Jacinto Cueto, á quien conocemos ya, el cual nombró por su se

52-Parte del General Ramirez al Virey de Lima, de 13 de Octubre de 1816,


inserto en la " Gazeta " de Lima del mismo año.
53-En la Gazeta de B. A. 17 de Agosto de 1816 está el oficio de Belgrano
recordando los servicios militares de Da. Juana ; pero nunca se ha publicado la
contestacion del Gobierno, en que le conferia el grado de teniente coronel y es
como sigue : " DECRETO -B. A. Agosto 13 de 1816. -Acúsese recibo y que se
" dé las gracias á nombre de la patria, como igualmente á los demás que espre
44
Isa, esperando el recibo de la relacion que manifiesta para darlo en la Gazeta,
" como se efectúa con este parte, espidiendo el despacho de teniente coronel de
" Milicias partidarias de los Decididos del Perú á favor de doña Juana Azur
""
duy. "—OFICIO- " El Exmo. Sr. Director del Estado se ha impuesto con sa
" tisfaccion del oficio de V. S. y parte que acompaña, pasado por el comandante
" D. Manuel Padilla, relativo al feliz suceso que lograron las armas de su mando
" contra el enemigo opresor del Perú, arrancando de su poder la bandera que
" remite, como trofeo debido al varonil esfuerzo y bizarria de la amazona Da.
“ Juana Azurduy. El gobierno, en justa recompensa de los heroicos sacrificios
"
con que esta virtuosa americana se presta á las rudas fatigas de la guerra en
" obsequio de la libertad de la Patria, ha tenido á bien decorarla con el despacho
CAPITULO XXXI 351

gundo al mayor D. Estevan Fernandez, natural de Potosí, que


habia acompañado á Padilla en todas sus empresas. (54)
A su tiempo volveremos á ocuparnos de la suerte de los
restos de esta republiqueta . Por ahora seguiremos á Aguile
ra en marcha á su espedicion sobre Santa Cruz de la Sierra.
El 21 de Noviembre de 1816 se presentó Aguilera á la
vista de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, á la cabeza de
mas de 1200 hombres de las tres armas. [55] Alli lo espera
ba Warnes al frente de mil hombres poco mas ó ménos . Ves
tido con una chaqueta morado- oscuro con vivos blancos ; un
sombrero blanco de fieltro, bajo de copa y emplumado ; con
botas largas de cuero curtido á usanza del pais, y con espada á
la cintura, recorrió á caballo su línea, y esforzando la voz es
clamó : SOLDADOS ! Vencer ó morir con gloria ! " Un grito
frenético de entusiasmo, fué la contestacion del ejército cru
zeño, compuesto en su mayor parte de mestizos, que hacia
cuatro años militaban bajo su bandera . Los soldados de caba
lleria, armados de lanzas, y vestidos de cuero curtido de piés á
cabeza, semejaban guerreros antiguos cubiertos de armaduras.
La infanteria, con camisas blancas, de algodon del pais, y una
montera de cuero en forma de yelmo, presentaba un aspecto
igualmente uniforme y no ménos pintoresco que el de la

" de teniente coronel que acompaño, para que pasándolo á manos de la interesa
66
da, le signifique la gratitud y consideracion que han merecido al gobierno sus
“ servicios, igualmente que á los demás compatriotas que la acompañan. —Buenos
" Aires Agosto 13 de 1816. - Antonio Berutti. -Al Sr. General del Exto . del Pe
“ rú. ” [ M SS del Archivo Gral. de G. Leg. de 1816. ] —Doña Juana se retiró
de Pomabamba siguiendo el camino desierto por la frontera, fué recibida por
Uriondo en Tarija con los honores debidos y se retiró á Salta donde permaneció
hasta 1825. Terminó sus dias en Chuquisaca en 1862 gozando de una pension
concedida por el Congreso Boliviano. -D . Manuel R. de Trelles en su "Cues
tion de límites de la Rep. Arg. y Bolivia, " inserta quince documentos de 1819 á
1820, relativos á los servicios de Padilla y de su esposa, con motivo de reclamar
esta sus sueldos devengados.
54-Parte de Cueto ya citado [ M S del Archivo General . ]
55-Urcullu le da 1600 y Camba 800 hombres : tomamos el término medio
entre estos dos estremos, apoyándonos en el testimonio de un oficial español pri
sionero en la guerra de Salta, segun consta de su declaracion que original existe
en los M SS. del Arch. Gral. de Guerra Leg. de 1817.
352 HISTORIA DE BELGRANO

caballeria . Su bandera era la celeste y blanca de as Provin


cias Unidas.
La ciudad de Santa Cruz está fundada en medio una es
tensa pradera , y sobre una barranca á cuyo pié corre el arroyo
del Parí, tributario del Piray, por entre bosques de palmas y
de cedros. Al occidente de la ciudad, entre la márjen derecha
del arroyo y el pié de la barranca, se desenvuelve una ancha
vera matizada de grupos de árboles á manera de isletas y cu
bierta en parte de renovales silvestres , que se llama el campo
del Pari, y que debia dar su nombre á la batalla de este dia.
En este campo y como á 800 varas del último arrabal de la ciu
dad, tendió Warnes su línea, apoyando su derecha sobre el -
arroyo, dando frente al oeste y cerrando el camino real, que en
sentido opuesto traia Aguilera. Colocó su artilleria en el centro,
emboscando una parte de ella en la isleta y renovales, estableció
su artilleria sobre la vera del bosque del arroyo Pari , y cubrió
su izquierda con la caballeria . A las 11 de la mañana (56)
del mencionado dia 21 , desplegó Aguilera su línea emboscando
una parte de ella en los renovales del Pari, en cuya vera esta
bleció su artilleria, y cubrió sus alas con la caballeria . A las
once de la mañana desplegó Aguilera su línea á tiro de pistola,
paralelamente á la de Warnes y en la misma disposicion . Si
multáneamente ambas líneas avanzaron la una sobre la otra.
La caballeria cochabambina fué envuelta en el choque y huyó
en completa dispersion , perseguida de cerca por la de los cru
zeños . El batallon Fernando VII , dirigido por Aguilera en
persona, abrió un fuego nutrido y mortífero sobre la infanteria
cruzeña, que á las primeras descargas se echó al suelo, huyendo
su comandante. Warnes á caballo y sable en mano , la estimuló
enérgicamente á seguir adelante, y el combate se trabó con

56-El 21 de Noviembre, dice el capitan D. Mariano Rendon, presente en la


batalla, en una noticia M S. de fecha 16 de Noviembre de 1817 que tenemos á la
vista. El comandante Mercado, presente tambien sucesor de Warnes, repite
la fecha del 21 , en parte á Belgrano de 2 de Abril de 1817, que existe entre los M
SS. del Archivo General. El 22 dice Urcullu . El 27 dice Camba y lo repite Cór
tés sin citar su autoridad. Por lo tanto, debe estarse á la fecha de los dos testi
gos presenciales, que en distintos lugares y épocas coinciden en este punto.
CAPITULO XXXI 353

encarnizamiento á la bayoneta . Desgraciadamente en aquel


momento fué herido en una pierna , y una bala le mató al mismo
tiempo el caballo, que cayó apretándolo . Esta caida decidió de
la batalla. La tropa, creyendole muerto, y sin gefe que la di
rigiese, volvió la espalda y se dispersó por las márgenes del
Pari, dejando á su General abandonado en el campo de batalla.
Un soldado español le atravesó el pecho con su bayoneta, y
un pistoletazo en la cabeza lo ultimó. Así murió Warnes, á
quien un historiador enemigo llama : « el formidable Barnes,
« que exhaló el postrer aliento sobre un monton de cadá
<< veres. " (57)
En la tarde del mismo dia retornaba la caballeria Cruzeña
al campo de batalla, despues de haber casi esterminado á la
enemiga, y encontrándose con el enemigo triunfante, fué com
pletamente derrotada á su vez. Esta victoria costó cara á los
realistas, que sufrieron una pérdida de mas de 400 hombres ó
sea casi la mitad de su ejército. El feroz Aguilera, hizo cla
var la cabeza de Warnes sobre una picota, y en el espacio de
ménos de cuatro meses mandó fusilar 914 personas de toda
edad y sexo. (58) La República de Bolivia que ha perpetuado
los nombres de Camargo, de Muñecas y de Padilla, en su nueva
geografia, ha olvidado inscribir en ella el de Warnes, á cuyos

57-Torrente, " Hist. de la Rev. Hisp . Amer. " pág. 227.


58-Urcullu " Apuntes " páj . 98. Este es uno de los testos que hemos te
nido presente al escribir este episodio, corrigiendo sus errores y exageraciones,
en vista del testo de los historiadores españoles, de los pocos documentos oficiales
oue existen sobre este suceso, y de algunos documentos inéditos consultados, á
saber:-1 Torrente, que no trae ningun detalle preciso, salvo lo estractado en
el testo : 20 Camba, mejor informado que Torrente, dice sobre la batalla de Pari,
en el t. I, páj. 220 : --" Los enemigos se batieron con una obstinacion increible;
"6
pero la habian con el esforzado Aguilera, á quien sin embargo causaron la pér
" dida de la mitad de su gente, es decir, cerca de 400 hombres y 7 oficiales fuera
" de combate, porque el terreno favorecia mucho á los rebeldes : " -39 El capitan
D. Mariano Rendon, en su noticia inédita ya citada, es el único que trae el detalle
de haberse echado al suelo la infanteria cruzeña y el modo como Warnes fué he
rido al mismo tiempo que le mataron el caballo , asi como la descripcion del trage
que vestia ese dia. M S.-4? Oficio de Belgrano al gobierno de 3 de Julio de
1817, en que con referencia á parte de Mercado de 2 de Abril de 1817 en Abapó
( al sur de Santa Cruz ) dice : —“ Me avisa ( Mercado) que el 21 de Noviembre23 del
F

354 HISTORIA DE BELGRANO

grandes servicios y notables calidades todos sus historiadores


han hecho cumplida justicia.
Con Santa Cruz de la Sierra y la muerte de Warnes, cayó
la última de las grandes republiquetas del Alto Perú, que por
el espacio de un año habian inmovilizado todo el ejército espa
ñol vencedor en Sipe- Sipe, distrayendo mas de la mitad de su
fuerza en espediciones lejanas , combates , batallas y guarnicio
nes, impidiéndole realizar su invasion sobre las provincias ar
gentinas. En este año, que fué el de 1816 , se declaró la inde
pendencia argentina, como queda dicho, se remontó el ejército
del Perú, se organizó la resistencia de Salta , se preparó la es
pedicion de Chile , se robusteció el espíritu público y se salvó
la revolucion . Todo esto fué debido en gran parte, á los varo
niles esfuerzos y á los oscuros sacrificios de aquellas pobres
republiquetas, que sin armas, sin recursos, aisladas del resto
del mundo y hasta entre sí mismas, combatiendo, muriendo y
matando dia á dia sin los estímulos de la gloria ni la esperanza
de triunfar, sostuvieron durante trece meses la diversion mas
importante y mas útil de que haga memoria la guerra ameri
cana, á cuyo éxito definitivo sirvieron así con sus victorias
como con sus derrotas . (59) De los cuatro señalados cam
peones de esta guerra, cuyas cabezas fueron clavadas en los

" año último (1816 ) al cerrarse la tarde en accion sangrienta con el enemigo, y en
66
momento de cantar la victoria, arrojó aquel una bala de cañon, y con ella la
16 muerte al coronel Warnes, la que arrancándole en medio de su division, intro
66
dujo en esta el terror y el espanto, causando la dispersion y consiguiente der
66
rota : que con la lobreguez de la noche les fué imposible á los oficiales reunir la
66 gente por la espesura de aquellos bosques, bien que manteniéndose con as ar
66 mas que condujeron. " M S. del A. G. de G. - La muerte de Warnes solo se
supo en las provincias argentinas por este parte, es decir, ocho meses despues, tal
era el estado de incomunicacion, y por mucho tiempo se creyó en su triunfo, pu
blicándose así en los periódicos de la época. El General Belgrano, al dar el pé
same á la madre de Warnes Doña Ana Garcia Zúñiga de Warnes, en carta de 10
de Enero de 1818, le decia : " Quiera vd. permitir que salga de la rutina de los
6.
pésames, y que si concedo á vd . los sentimientos de una madre, tambien exija
" de una heroina cristiana, que debe ver en todo la mano del Altísimo, y en este
64
caso, el fin de un hijo de la patria mas que de vd., conseguido con honor. "
[M SS, de la familia de Warnes. ]
59-Véase " Memorias " del General Paz, t. I, páj . 259.
CAPITULO XXXI 355

cuatro puntos cardinales del territorio del Alto Perú, marcando


la estension que la insurreccion abrazaba, Camargo y Padilla
eran bolivianos ; Muñecas y Warnes, argentinos. Ellos repre
sentan en su olvidada historia, que apenas hemos bosquejado,
el consorcio de la revolucion Argentino-Peruana á la par que
la solidaridad en la lucha y en el martirio.
No por esto se estinguió el fuego de la insurreccion popu
lar. Ayopaya se mantenia como siempre inespugnable en sus
montañas, con Lanza á la cabeza. En los valles de Cochabamba
se levantaron nuevos caudillos , entre los cuales llegó á hacerse
famoso el indio Lira, que vencido varias veces, mantuvo viva
en su territorio la resistencia. Los restos del ejército de Santa
Cruz escapados á la derrota de Pari, se replegaron, una parte
de ellos , al pueblo de Abapó al Este del Rio Grande, desde
donde continuaron la guerra de partidarios á las órdenes del
comandante D. José Manuel Mercado, obteniendo algunos
triunfos parciales ; mientras que la otra parte se dirigió á Miz
que y Valle Grande, interceptando las comunicaciones de Agui
lera, aislado en medio de su sangrienta victoria . ( 60 ) A lo
largo de las fronteras del Chaco, la insurreccion volvió á esten
derse con nueva energia.
Dijimos ántes, que los derrotados en la Laguna y el Villar
se habian replegado á Pomabamba, y nombrado por gefe supe
rior al comandante Cueto. A pesar de este aparente acuerdo,
la anarquia se introdujo entre los gefes, y la antigua republi
queta de Padilla perdió toda cohesion con su muerte, disol
viéndose en grupos armados , que se estendieron á lo largo de
las fronteras. (61 ) Uno de estos grupos era mandado por el
comandante D. Estevan Fernandez, á quien se agregaron con
sus fuerzas los comandantes Zerna, Prudencio Miranda , y el

60-Véase Gazeta de B. A. N. 46 de 1817. -Camba, t. I, páj . 220 -Urcullu,


páj. 98- Oficio de Belgrano al gobierno, de 3 de Julio de 1817, de que solo se
publicó un breve estracto en el N. 46 de la Gazeta de 1817. [ M S. del Arch.
Gral, de Guerra . ]
61-Parte de D. Mariano Acebo, comandante de los partidarios de Cinti, á
Belgrano, de 16 de Octubre de 1816. ( M S. del Arch . Gral . de Guerra.)
356 HISTORIA DE BELGRANO

mayor D. Agustin Rabelo al frente de un escuadron de drago


nes regularmente organizado. Era Rabelo hijo de Buenos Aires,
habia concurrido á las empresas de Padilla sobre Chuquisaca
distinguiéndose en ellas, y como antiguo oficial del ejército ar
gentino, en cuya escuela se habia formado, era el hombre de
guerra mas señalado de aquella columna, cuyo nervio constituia.
Fernandez, atravesando el Pilcomayo, se corrió á lo lar
go de la frontera del Chaco, y se situó en la Loma, promovien
do desde allí la insurreccion de Santa Helena, y amenazando
el valle de Cinti, ocupado por la columna de O'Relly. A la
aparicion de este refuerzo, los indios de Cinti, que se habian
sometido pidiendo papeletas de indulto, volvieron á insurrec
cionarse, y se concentraron en gran número en la Sierra de
Santa Helena. O'Relly, que se hallaba en Culpina, marchó
sobre ellos al frente de un batallon y un escuadron, y se situó
en el pueblo de Santa Helena, sin haber encontrado un solo
habitante en su camino. Los insurrectos, apoyados por el es
cuadron de Rabelo, ocuparon las alturas de Santa Helena, es
tableciéndose sólidamente en el inmediato cerro de Cañashuai
CO. Los españoles quedaron asi sitiados, con sus comunicacio
nes interceptadas, y se vieron obligados á replegarse á Culpi
na, abriéndose paso con sus armas, con la pérdida de algunos
pocos muertos y 24 heridos de piedra, fuera de los contusos.
Los indios al disparar sus piedras, daban grandes alaridos, y
rompian las papeletas de indulto que pocos dias ántes habian
obtenido, y las lanzaban al aire con muestras de desprecio. ( 62)
Esto sucedia á fines de Diciembre de 1816 , en circunstancias
en que el ejército español invadia á Salta, y Fernandez era
nombrado por el general Belgrano jefe superior de la insur
reccion de las fronteras del Oeste, en sustitucion de Padilla.
En Febrero de 1817 emprendió Fernandez su marcha,
con el objeto de reorganizar la antigua Republiqueta de Padi
lla, y el 24 del mismo se posesionó del pueblo de Pomabamba

62 -Camba, t. I, pág. 234 y 235-Boletin del ejercito del Perú, núm. 15 en


la Gazeta núm. 13 de 1817 -Diario de Fernandez dirigido á Belgrano con fecha
12 de Abril de 1817. M S del Arch. Gral. de Guerra.
CAPITULO XXXI 357

á la cabeza de 250 hombres de infanteria y caballeria . Sabe


dor allí que los españoles ocupaban los puntos de Tarabuco y
la Laguna, donde habian construido dos reductos , marchó sobre
ellos, destacando por su derecha una partida á fin de promover
la insurreccion del pais á lo largo de la frontera. Tarabuco
estaba guarnecido por dos compañías de infanteria, que Zerna
obligó á replegarse en fuga hasta Chuquisaca . En la Laguna
estaba el coronel Maruri con una compañía de infanteria y otra
de milicias con alguna caballeria, y sobre este punto marchó
Fernandez en persona, á la cabeza de 150 hombres y 50 natu
rales que se le habian reunido. Maruri salió á su encuentro, y
el 15 de Marzo se trabó la pelea, quedando completamente
derrotados los realistas , dejando en el campo muchos muertos
y viéndose obligados á encerrarse en el reducto artillado , sien
do la pérdida por parte de los patriotas dos muertos y diez he
ridos, entre estos el mayor Rabelo . El pueblo de la Laguna,
que se hallaba bajo los fuegos del cañon del reducto, fué toma
do á viva fuerza por los dragones de Rabelo que echaron pié á
tierra. Al llegar á la plaza, los indios lanzaron un grito de furor
y de venganza á la vista de la cabeza de Padilla, su querido y
nunca olvidado caudillo, que aun permanecia allí clavada en una
pica. Sin que nadie pudiera contenerlos , se lanzaron furiosos al
saqueo, costando á Fernandez no poco trabajo evitar mayores
estragos. (63)
El infatigable La Hera acudió con el resto del batallon Cen
tro en auxilio de Maruri, que ya iba á sucumbir despues de
doce dias de sitio rigoroso . Fernandez, reconcentrando todas
sus fuerzas, á que se habian unido mas de 400 naturales, se situó
á poca distancia, en la pampa de las Garzas, y allí esperó al
enemigo. El 19 de Marzo de ( 1817 ) se avistaron ambas
fuerzas, constando la de los patriotas de cerca de 700 hombres
mal armados , y la de los españoles de 400 hombres de buenas
tropas con 2 piezas de artilleria mandadas por el comandante
don Baldomero Espartero , tan famoso despues.

63-Diario de Fernandez ya citado. M S. del Arch. Gral.


358 HISTORIA DE BELGRANO

La infanteria patriota ocupó el centro de su línea y rompió


el fuego dentro del tiro de fusil.El plan convenido era ata
car al mismo tiempo al enemigo por ambos flancos con la caba
lleria situada en las alas. Desgraciadamente, á los primeros
tiros de cañon cayó herido el comandante Miranda, y su ala no
concurrió al ataque simultáneo. A pesar de esto, y de hallarse
sufriendo aun de su herida, Rabelo se lanzó intrépidamente á
la cabeza de sus dragones sobre la infanteria española, á la que
la obligó á formar cuadro, abriendo un claro, siendo rechazado
por el fuego de la artilleria, y recibiendo un casco de metralla
en el brazo . « La accion fué reñidísima, " dice un autor es
pañol . Otro, que se distingue por el ódio y desprecio con que
habla siempre de los americanos, la pinta así : « Atacados (los
❝ españoles ) con la mas ciega confianza é irritante orgullo , hu
« bieron de desplegar un increible grado de vigor y firmeza
« para resistir las impetuosas cargas de los contrarios ; el cho
« que fué obstinado y sangriento, cada cual puso de su parte
« todo el fuego y el entusiasmo que sugieren el furor y la de
« sesperacion ; pero heridos los dos caudillos Prudencio y Ra
« belo, se perdió el nervio principal de las filas rebeldes . " ( 64)
El resultado fué la dispersion de la columna de Fernandez ,
cuyos restos se reunieron en el inmediato punto del Villar, por
que los vencedores ni aun intentaron perseguirlos . Por el con
trario, se replegaron á la Laguna, destruyeron el reducto y se
reconcentraron en Tarabuco, volviendo muy luego los patrio
tas á recuperar el terreno perdido, estendiéndose nuevamente
la insurreccion á lo largo de las fronteras. (65)
Tal era el estado de la insurreccion popular del Alto Perú,
cuando la espedicion de La Madrid penetrando en su territo
rio, cortó la línea de comunicaciones de los invasores de Salta
á la altura de Yavi. La Madrid, faltando á sus instrucciones ,
en vez de operar por el despoblado , se inclinó sobre su dere
cha, dejó á su izquierda el rio y la quebrada de Sococha, y de

64- Camba t. I, páj. 260 y Torrente. t. II, páj . 307, ob. cit..
65-Diario de Fernandez ya citado. M S-Camba y Torrente, loc cit.
CAPITULO XXXI 359

terminó dirigirse sobre Tarija, dando como causal de esta va


riacion la falta de cabalgaduras para llenar aquel objeto. (66)
De este modo , una simple diversion se convertia en una ver
dadera operacion de guerra ofensiva , sin base, sin plan y sin
mas objetivo que la buena ó mala estrella del aventurero gefe
de aquella espedicion .
A la altura de Cangrejillos , una de las partidas de la espe
dicion sorprendió un destacamento enemigo ( el 8 de Abril de
1817, ) que de Tupiza se dirigia con comunicaciones al ejército
invasor de Salta, matando 6 soldados y un oficial, de los 12
que lo componian, y tomando prisionero el resto, sin que uno
solo escapase. Desde este punto tomó el rumbo del noroeste, y
marchando con suma rapidez dia y noche, trasmontó la sierra,
y entrando por la quebrada de Tolomosa, penetró al territorio.
de Tarija por la abra llamada la Puerta del Gallinazo á cuyo pié
se estiende la cuesta del Inca . Allí se le unió el caudillo Mendez
con su partida, fuerte como de 100 hombres. El 14 de Abril
se presentó sobre las alturas que dominan la villa de Tarija , sin
que hasta ese momento se hubiese sospechado su presencia en
aquellos lugares , pues La Madrid habia tenido la precaucion
de secuestrar mas de 100 personas de ambos sexos que encon
tró en su camino , á fin de que no dieran noticia de su marcha.
La villa de Tarija estaba atrincherada y guarnecida por
un batallon de cuzqueños, mandado por el comandante D.
Mateo Ramirez . En el inmediato valle de Concepcion estaba
acampado un escuadron, protegido por 50 hombres de infan
teria, del cual era gefe el teniente coronel D. Andres Santa
Cruz, tan célebre despues, quien por un accidente se hallaba
aquel dia en Tarija. La Madrid , en la direccion. que llevaba,
dejaba á Concepcion á su derecha, y por lo tanto se interponia
entre ambas fuerzas, amagando á la villa por la parte del Este.
El gefe español intentó hacer una salida ; pero intimidado por
los cañonazos que le disparó La Madrid rio por medio , se recon
centró á la plaza. La Madrid, ocupando el morro de San Juan

66-La Madrid "Observaciones" páj . 116.


360 HISTORIA DE BELGRANO

que domina la villa, y estableciendo en él sus dos piezas de


artilleria, ocupó los suburbios é intimó rendicion al enemigo.
Ramirez le contestó que « un jefe de honor no se entregaba á
discrecion por el hecho de disparar cuatro tiros , y que él solo.
❝lo haria cuando no le quedasen mas que 20 hombres, y estos
❝sin municiones . " Ya se verá de que modo correspondió á
esta enérgica resolucion .
Al dia siguiente ( 15 de Abril) por la mañana, se presentó
en el campo denominado de la Tablada la fuerza de Concepcion,
que al ruido de los cañonazos acudia en ausilio de la plaza en
número de 50 ginetes y 50 infantes. Mandábala el segundo
de Santa Cruz, llamado Malacabeza. La Madrid, sin desa
tender el sitio, salió en persona á su encuentro al frente de sus
húsares , y la batió completamente, haciéndole 50 muertos y
tomándoles otros tantos prisioneros, distinguiéndose en este
encuentro el capitan D. Lorenzo Lugones, que en calidad de
aventurero seguia la espedicion , procurando rehabilitarse de
su participacion en la insurreccion de Santiago del Estero el
año anterior. Bajo la impresion de este triunfo , dirigió se
gunda intimacion,á la plaza, previniendo al gefe de ella , que
las comunicaciones en que pedia ausilios á Cotagaita, Potosí y
Cinti , habian sido interceptadas , y le dió de plazo cinco minu
tos para decidirse . El jefe español, olvidando su arrogante
respuesta anterior, contestó que, aun cuando tenia fuerza
suficiente para sostenerse, pedia capitulacion, y se entregaba
prisionero con su guarnicion , sin mas condiciones que los ho
nores de la guerra, garantías para los paisanos á quienes habia
obligado á tomar las armas, y el uso de la espada para los ofi
ciales, con seguridad para sus bagajes. En consecuencia, en
el mismo dia rindieron sus armas en el campo de las Carreras
al Este de la Villa, 3 tenientes coroneles (entre ellos Santa
Cruz ,) 17 oficiales y 274 soldados, siendo los trofeos de este
triunfo incruento, 400 fusiles, 144 armas de toda especie, 5 ca
jas de guerra y muchos otros pertrechos militares .
La noticia de la rendicion de Tarija, fué la primera que
tuvieron los realistas de la espedicion argentina, y cayó como
un rayo en las provincias del Alto Perú. La fama abultó su
CAPITULO XXXI 361

importancia, dando á La Madrid un cuerpo de tropas de dos


mil hombres y suponiendo una combinacion con el ejército de
Tucuman por la via de Oran, lo que hizo cundir por todo el pais
la alarma en unos y la esperanza en otros. Los gefes españo
les , completamente sorprendidos , en la ignorancia de la suerte
del ejército de La Serna , en medio de poblaciones dispuestas á
la insurreccion, podian contar por lo pronto con las guarnicio
nes fijas de Potosí, Chuquisaca y Cotagaita, y algunas colum
nas volantes sobre Cinti y el rio de San Juan , que reunidas
alcanzaban á 1800 hombres de línea, diseminados desde Tupi
za hasta Tarabuco . El general Ricafort, que mandaba en Po
tosí, que habia sido el verdugo de los americanos en el Cuzco y
la Paz , era empero un militar inteligente y resuelto, y fué el
primero que se puso en campaña al frente de un batallon y va
rios piquetes, con cuya fuerza se adelantó hasta Tupiza. O'Re
lly, con dos batalllones y una compañía de caballeria , ocupó
sucesivamente las alturas de Cinti á Puna, quedando Lavin
en observacion del valle de Cinti con una columna volante.
Estos movimientos mostraban que los gefes esperaban un ata
que de frente, y que precaviéndose contra él, estendian su línea
defensiva, esquivando su izquierda en prevision de un avance
por Cinti, manteniendo así el dominio del camino de comunica
ciones con Humahuaca , á la vez que protegiendo á Chuquisaca.
La Madrid por su parte, remontó su columna con 60 vo
luntarios tarijeños y 130 prisioneros cuzqueños, y dispuso que
los grupos de partidarios que se le habian reunido y los in
surrectos de Cinti se adelantasen á entretener á Ricafort,
O'Relly y Lavin, llamando su atencion . En seguida, enco
mendando á Uriondo la defensa de Tarija, se puso en campaña
con el grueso de su fuerza en direccion á Potosí, desistiendo de
su primera idea de operar por Cinti, donde á la sazon se halla L

ba el coronel Azebey al frente de la insurreccion patriota, dán +
dole órden de buscar su incorporacion . ( 67) Lanzándose por

67-Hemos dicho ántes, que D. Mariano Acebo era gefe de partidarios en


Cinti. Azebey que se hallaba al lado de Güemes, fué nombrado por este en no
viembre de 1817 gefe de la Laguna en sustitucion de Padilla, y Belgrano confir
362 HISTORIA DE BELGRANO

caminos estraviados, trasmontando sierras, llevando su artille


ria á brazo y sus caballos de la rienda, maniobró habilmente en
tre las dos columnas enemigas, poniéndose á retaguardia de
ellas. Ricafort, reforzado con la columna que desde Jujuy
habia despachado La Serna custodiando el correo, fué el pri
mero que se apercibió de este estratagema, y acudió pronta
mente á cubrir á Potosí. Sabedor La Madrid de este movi
miento por las comunicaciones que habia interceptado, y de
que una columna al mando del comandante Ostria debia mar
char en auxilio de Chuquisaca, tomó á la altura de los Baños
termales de D. Diego, el camino que desde Potosí conduce á
aquella ciudad. A mediados de Mayo, La Madrid atravesaba
el Pilcomayo, habiendo franqueado mas de 80 leguas sin ser
sentido, al mismo tiempo que O'Relly, que quedaba á retaguar
dia de su derecha, anunciaba oficialmente que lo tenia á la vista.
El 20 de Mayo por la mañana, al tiempo de penetrar á la
quebrada de Cachimayo para ascender la cuesta que conduce
á las alturas de Chuquisaca (que dista de allí dos leguas, ) la
avanzada patriota señaló la presencia de una fuerza de caballe
ria enemiga como de 50 á 60 hombres, que descendia por el
mismo camino. Era el escuadron denominado de la Laguna,
perteneciente á la guarnicion de Chuquisaca, que esploraba el
campo en sentido opuesto , y que por uno de aquellos acasos,
que no son raros en los paises montañosos, donde los caminos
son precisos y cerrados , se encontraba con su enemigo, cabal
mente en la interseccion de dos de ellos . Los realistas, al di
visar desde la altura la columna patriota , hicieron alto y pare
cieron vacilar. Entonces La Madrid, ordenando á su tropa
que no hiciera movimiento alguno, se adelantó á gran galope,
y agitando un pañuelo blanco, les gritó : « Bajen, que es el

mó el nombramiento, pidiendo para él el grado de coronel de milicias, que le


otorgó el gobierno. Azebey fué hasta Cinti y regresó enfermo á Oran, siendo
nombrado entonces D. Esteban Fernandez gefe de la insurreccion de las fronte
ras. Cuando Fernandez marchó á Pomabamba, Azebey pasó á Cinti y relevó
á Acebo en el mando de los partidarios de este punto, y allí se hallaba cuando
tuvo lugar la espedicion de La Madrid á quien se incorporó despues, como se ve
rá. (M SS . del Archivo General. )
CAPITULO XXXI 363

« auxilio de Potosí. " El gefe enemigo, que lo era el coman


dante D. Eugenio Lopez, persuadido que aquella era la columna
de Ostria, descendió apresuradamente seguido de algunos ofi
ciales , y grande fué su humillacion y sorpresa , cuando á los
gritos de ¡ Viva el Rey ! dado por los patriotas, se vió rodeado
y obligado bajo pena de la vida á ordenar á su tropa que des
cendiera al llano, intimacion á que hubo de resignarse mal de
su grado. La tropa, alucinada como su gefe y engañada por él,
quedó prisionera, sin que fuera necesario, como dice el Gene
ral Paz, disparar un tiro, desenvainar un sable ni derramar
una gota de sangre. Fué este el último golpe de fortuna de una
espedicion, en que el acaso mas que la prevision habia interve
nido hasta entónces .
En la misma noche del 20 se puso la espedicion sobre
Chuquisaca, y ocupó el alto de la Recoleta que domina la ciu
dad, donde se estableció la artilleria. La poblacion estaba
entregada al descanso, al amparo de sus fuertes trincheras arti
lladas, bien que no contase con mas guarnicion que 100 hom
bres de línea . El resto de su guarnicion, que la componia el
batallon Centro y las compañias de Maruri, estaba acantonado
en Tarabuco ( á 12 leguas de Chuquisaca) haciendo frente á la
insurreccion de la Laguna, que aun se mantenia en pié á las ór
denes de Fernandez y Rabelo . Si en aquel momento La Madrid
hubiera resuelto el ataque, es probable que hubiese tomado la
plaza por sorpresa ; pero temiendo los desórdenes que podrian
producirse en medio de la oscuridad, esperó á que amaneciera,
persuadido que ella se rendiria como Tarija á la segunda inti
macion.
Desde la posicion que ocupaba la artilleria patriota en la
Recoleta, enfilaba la calle principal de la ciudad , y en esta di
reccion se apuntaron las dos piezas . Al rayar el alba, junta
mente con el toque de diana de los de la plaza, retumbaron los
cañones de la Recoleta , en medio de los vivas de los patriotas,
que segun el plan convenido debian á esta señal situarse á dos
cuadras de las trincheras y esperar órdenes. Precisamente, la
señal de alarma de la plaza eran dos cañonazos, en prevision de
las frecuentes incursiones de las republiquetas á que estaba es
364 HISTORIA DE BELGRANO

puesta, asi es, que inmediatamente sus defensores acudieron á


ocupar sus puestos. Mayor fué la alarma , cuando á la primera
intimacion, se supo que era un gefe tan renombrado como La
Madrid el que tenian al frente. Los vecinos fueron llamados
á tomar las armas, y la defensa se organizó en las trincheras y
edificios adyacentes á una cuadra de la plaza mayor.
Rechazada dignamente la primera intimacion y no con
testada la segunda, dió La Madrid la señal de ataque . En
prevision de esto habia hecho circundar la ciudad por 300 in
dios que se le habian reunido, distribuyendo su fuerza en seis
destacamentos que debian atacar por seis partes distintas, lan
zándose á un asalto franco por las calles, sin ligar estos ata
ques entre sí y sin prevenir ninguna reserva. Los asaltantes
recibidos á bala y metralla, y fuego de fusil de las torres, de
los balcones, de las aspilleras del recinto fortificado y de los
tambores que lo flanqueaban, fueron rechazados en todos los
puntos á cien varas de las trincheras, dejando algunos muertos,
y salvando con trabajo una de las piezas, que hubo de ser to
mada en una salida parcial que intentaron los sitiados . La
pérdida de los españoles fué de 22 hombres, y la de los patrio
tas pasó de 30 entre muertos y heridos, siendo mayor las que
sufrieron por dispersion, y sobre todo por la desmoralizacion
que se introdujo en sus filas.
Este contraste decidia de la campaña : la espedicion ini
ciada bajo tan favorables auspicios , estaba irremisiblemente
perdida ; como se habria perdido, aun cuando hubiese logrado
apoderarse de Chuquisaca, sobre todo, dirijida por un hombre
de tanto corazon y tan poca cabeza como La Madrid . La espe
dicion concebida por Belgrano como una simple diversion á
espaldas del enemigo, no tenia mas objeto que llamar la aten
cion del ejército invasor de Salta, obligándole á la retirada, sin
abandonar el ejército de Tucuman la actitud defensiva que le
estaba forzosamente impuesta . Desde que el movimiento ofen
sivo sobre Tarija no pudiese ser eficazmente apoyado , con la
decision y los medios suficientes para sostener á todo trance
las posiciones conquistadas, él no podia tener mas importancia
que la que le dieron las primeras ventajas que se alcanzaron
CAPITULO XXXI 365

por sorpresa . Los españoles , para quienes la posesion de Ta


rija era de la mas alta importancia, por ser el único punto
donde podian remontar su caballeria, habrian acudido alli con
1000 á 1500 hombres de buenas tropas, con los cuales no podia
competir la columna argentina, y es evidente que entonces la
ofensiva habria tenido que retroceder ante fuerzas superiores .
Dada esta situacion, lo mejor habria sido sin embargo,
mantenerse en Tarija, formar allí con las gentes del pais un
cuerpo de ejército bien montado, y disputar el terreno has
ta donde hubiese sido posible, llenando asi los objetos de la
diversion. De este modo , dándose una base sólida de opera
ciones en Oran, manteniendo francas sus comunicaciones con
Salta, pudiendo maniobrar libremente desde Tarija hasta
Pomabamba al esterior de las fronteras del Chaco, daba un
punto de apoyo fijo á las insurrecciones de Tarija, de Cinti, de
Yamparaez y de la Laguna ; se habilitaba para hostilidades
mas seguras y eficaces, y sin comprometer nada, obtenia todo
lo que de una espedicion aislada podia esperarse. Este plan
metódico, ejecutado por Arenales ó por el comandante Paz,
que aun no habia revelado sus grandes aptitudes para el mando
en gefe , era el único que podria haber dado algunos resultados ;
pero él era incompatible con la ciega heroicidad de La Madrid,
á la cual faltaban las luces de la prevision y la fortaleza de la
paciencia.
Lanzándose La Madrid al interior del pais en busca de aven
turas, á la cabeza de una espedicion de 600 á 700 hombres mal
armados y mal organizados, perdia su base de operaciones sin
esperanza de conquistar otra mejor, entregaba Tarija al ene
migo, anonadando la insurreccion de Cinti. Aun salvando de
ser batido en su marcha, por una de las divisiones realistas, su
periores en fuerza y calidad, se esponia á perderse irremisible
mente, cualesquiera que fueran las ventajas parciales que al 1
canzara . La insurreccion del pais que recorriese, aun supo A
niéndola en masa, no podia dar ningun resultado. Además de
que, á ella solo respondian los indios, este elemento era militar
mente inconsistente y ningun contingente poderoso podia lle
varle, como la esperiencia lo habia demostrado, y lo demostró
366 HISTORIA DE BELGRANO

una vez mas. Los ejércitos argentinos, en sus tres invasiones


sucesivas, habian contado con ese apoyo, que aunque muy efi
caz en un sentido , habia sido nulo en el órden militar . Su
accion fué puramente negativa, y esta, circunscripta á sus res
pectivas localidades .
Sirviendo con sus derrotas mas que con sus victorias á la
causa de la independencia, despues de paralizar la accion del
ejército español triunfante en Sipe- Sipe, las republiquetas que
la representaban habian sucumbido una tras de otra, demos
trando su inconsistencia. Padilla habia reunido hasta 6000
hombres, habia alcanzado victorias señaladas, habia mantenido
en jaque por algunos meses á Chuquisaca, y al fin habia sido
deshecho por un destacamento de caballeria . Warnes en
Santa Cruz, al frente de una provincia mas guerrera y de un
ejército mejor pertrechado, habia sido vencido por un número
de fuerza poco mas ó ménos igual á la suya. Solo quedaba la
insurreccion aislada de Ayopaya, fuerte dentro de sus desfila
deros, pero sin accion sobre el pais, y la insurreccion debilitada
de la Laguna (Tomina y Yamparaez, ) que mejor podia ser apo
yada por Pomabamba al esterior de la frontera del Chaco , que
yendo en su busca por entre fuerzas enemigas. En cuanto á
la insurreccion de Cinti, ella estaba limitada á sus fronteras
por la parte del Chaco, y abandonar á Tarija, quitándole la
fuerza que le daba nervio, era , como lo hemos dicho , lo mismo
que anonadarla.
Esto es considerando las mal calculadas operaciones de La
Madrid, del punto de vista militar. En el órden político, sus
consecuencias tenian que ser mas desastrosas aun . Lanzarse
al interior de un pais para promover una insurreccion , apoyán
dola por una débil espedicion, que apénas podia hacer frente.
á un batallon realista, y que cualesquiera que fuesen las venta
jas que alcanzara, debia estrellarse contra el primer obstáculo,
era despertar una esperanza vana, sacrificar estérilmente ge
nerosas abnegaciones, desalentar la guerra de partidarios, y
comprometer para siempre el crédito de las armas argentinas en
el Alto Perú, entregando al pais estenuado y sin esperanza en
manos del enemigo, como sucedió. A pesar de que la fortuna
CAPITULO XXXI 367

ciega favoreció por demas á la espedicion ; á pesar de que pudo


llegar á Chuquisaca por sorpresa, burlando la vigilancia de los
realistas y rindiendo en su tránsito un escuadron ; la espedicion
estaba irremisiblemente perdida, aun cuando se hubiese apo
derado de aquella ciudad, como lo hemos dicho ántes , porque
los españoles alarmados ocurrian ya con fuerzas superiores pa
ra darle el golpe de gracia, ya fuese vencido ó vencedor sobre
sus trincheras.
Despues del rechazo de Chuquisaca, no le quedaban á La
Madrid sinó tres partidos . O bien retroceder á Tarija, bus
cando su base de operaciones perdida, marchando por la már
gen izquierda del Pilcomayo , y penetrando por los llanos de
la frontera de Cinti, á fin de evitar el encuentro de las colum
nas españolas que le perseguian ; ó bien trasladarse á Tomina,
para apoyar la insurreccion de la Laguna, que aun sostenia
Fernandez y Rabelo y hacerse asi una nueva base de operacio
nes ; ó bien buscar nuevas aventuras, á ver lo que la fortuna
podia dar. Como de costumbre, se decidió por el último, que
era el peor de todos, y que debia convertir el rechazo al frente
.
de Chuquisaca, en un desastre vergonzoso.
Hemos dicho ántes , que La Hera se hallaba en Tarabuco al
frente del batallon Centro con algunos otros piquetes y 2 pie
zas de artilleria, cuya fuerza total pasaria de 400 hombres bien
organizados y bien mandados, siendo el segundo de La Hera
el comandante Espartero. La Madrid se puso en marcha en
su busca, con el objeto de batirlo, al frente de 600 hombres
escasos y desmoralizados. El campo de Yamparaez , que tenia
que atravesar para el efecto, es una llanada accidentada, con
anchos horizontes, limitada al poniente por una sierra, del otro
lado de la cual se encuentra Tarabuco . Grandes ondulaciones
y pequeñas quiebras lo cortan en todo sentido, y montones de
riscos de grandes dimensiones, desparramados como al acaso,
le dan un aspecto fantástico y melancólico. Serian las cinco
de la tarde cuando la columna patriota penetró en este campo.
Allí hizo un corto descanso y al ponerse el sol continuó su
marcha. Una partida de ocho batidores con 20 indios vaquea
nos iba á la cabeza : seguian, un destacamento de 16 carabine
368 HISTORIA DE BELGRANO

ros, y mas á retaguardia el resto de la fuerza en columna suce


siva. La infanteria llevaba el centro y con ella iba la artilleria
á lomo de mula, y por fin los prisioneros y los heridos.
Como dos horas antes de amanecer, y próximos á la cues
ta que debian ascender, los patriotas fueron sorprendidos por
una descarga de fusileria á quema ropa, que introduciendo el
pánico en la caballeria, que marchaba á la cabeza, la puso en
dispersion. Siguióse á esto un vivo tiroteo y toques de tam
bor y corneta, que anunciaban la presencia de una fuerza ene
miga sobre el flanco. Eran 100 hombres de la guarnicion de
Tarabuco, al mando del capitan D. Felipe Rivero (que despues
hizo figura en España ) que en ese mismo dia habian salido con
el objeto de espedicionar sobre una reunion de indios que se
creia inmediata . Al descender la cuesta, el oficial que los
mandaba descubrió los esploradores de La Madrid que se ha
bian desviado del camino para vivaquear, y mas á retaguardia
una tropa en marcha, cuyo número no pudo apreciar en la os
curidad, pero que sospechó fuesen enemigos. Apartándose
del camino que seguia, se situó sobre uno de sus costados , do
minando una especie de desfiladero formado por dos montícu
los de peñascos , de que hemos dicho estaba sembrado el cam
po. Al comprometerse la cabeza de la columna patriota en es
te paso, dieron los centinelas españoles el grito de ¿ Quién vive ?
y á la contestacion : La Pátria ! partió la primera descarga.
La Madrid , como de costumbre, avanzó resueltamente á la
cabeza de doce hombres, cargó sable en mano sobre los enemi
gos , fué rechazado y desarmado en combate singular, y volvió
á intentar nuevo ataque con algunos infantes que reunió, si
acabó de desordenar la columna pa
guiendose un tiroteo que acab
triota .Los españoles, apercibidos de la superioridad de la
fuerza con que se batian, se pusieron en retirada por el camino
que habian traido, llevando algunos prisioneros , y fueron á dar
la voz de alarma en Tarabuco.
Al amanecer el 22 , el campamento patriota ofrecia el as
pecto de una completa derrota. Algunos muertos se veian
tendidos en el lugar del combate, mas de un tercio de fuerza
se habia dispersado, la artilleria estraviada, y una parte de los
CAPITULO XXXI 369

soldados habia perdido sus armas. Felizmente pudo encon


trarse la artilleria y reunirse la mayor parte de los dispersos ;
con lo cual, volviendo La Madrid á su insanable optimismo,
mandó tocar dianas en señal de triunfo, despachando comuni
caciones en todas direcciones con el anuncio de su victoria.
Restablecido aparentemente el órden, la espedicion siguió su
interrumpida marcha, y al dia siguiente llegó á Tarabuco, que
encontró abandonado .
La Hera, oportunamente prevenido, habia evacuado el
reducto. Desde el cerro de las Carretas, que domina la cresta
del mismo nombre y la llanada que se estiende á su pie, pudo
observar los movimientos de La Madrid el dia 22. Maniobró
en consecuencia, corriéndose por uno de sus flancos , y llegó el
23 á Chuquisaca, donde esperó la incorporacion de la columna
de O'Relly, que ya estaba en marcha en persecucion de los
espedicionarios.
La Madrid, en vez de aprovechar útilmente el tiempo que
los enemigos le dejaban libre, mientras operaban su reconcen
tracion, se empeñaba en buscar nuevas aventuras, contando
tal vez con algun nuevo golpe de fortuna. Habiéndosele incor
porado en Tarabuco la division de partidarios de la Laguna, á
las órdenes de Fernandez y Rabelo, y la de Cinti á las del coro
nel Azebey, volvió á encontrarse al frente de una columna
como de 700 hombres , sin contar los indios, que en esta clase
de guerra solo figuraban como comparsas militares, aun que
no dejaban de ser útiles en otro sentido. Con este contin
gente, se creyó en aptitud de volver á tomar la ofensiva ; y des
pues de descansar tres dias en Tarabuco, emprendió nueva
mente su marcha sobre Chuquisaca, en cuyos alrededores se
situó acompañado de gran muchedumbre de indios que figu
raban un ejército. La Hera, como un leon enjaulado, ansiaba
por salir á su encuentro con su division ; pero sus instruccio
nes se lo prohibian, y el Presidente de Chuquisaca, que lo era
D. Pascual Vivero, se oponia á ello, suponiendo que La Madrid
tenia realmente la fuerza que aparentaba.
En esta situacion equívoca se pasaron otros tres dias.
A fines de Mayo, los indios que tenia apostados en las alturas
24
HISTORIA DE BELGRANO
370

del Pilcomayo , camino de Potosí, anunciaron á La Madrid que


la columna de O'Relly (fuerté de mas de 1000 hombres en su
mayor parte de infanteria ) se aproximaba á reunirse con La
Hera en Chuquisaca , recibiendo al mismo tiempo la noticia de
que la Serna con el ejército invasor de Salta regresaba al Alto
Perú. ( 68) En tal conflicto , La Madrid se decidió como de
costumbre por el peor de todos los partidos. Sin plan, sin
probabilidad ninguna de éxito , y agravando mas una situacion
perdida, salió al encuentro de la colmuna de O'Relly, con áni
mo de batirla por sorpresa en la quebrada de Pilcomayo , hu
yerdo de la columna de La Hera, que era la mas débil, la cual
inmediatamente salió tras sus huellas y le cerró la garganta
delante de la cuesta de Cachimayo , combinando su movimiento
con O'Relly. El jefe patriota, maniobró con tan escaso tino y
tan poca prudencia entre ambas columnas , (separadas por una
distancia de cuatro leguas á lo sumo , ) que , al intentar revol
ver sobre La Hera, se encontró el 7 de Junio al frente de 1500
hombres que le obligaron á emprender la retirada precipitada ,
con sus cabalgaduras en mal estado . Perseguido hasta la
cuesta de las Carretas, llegó á los dos dias á Tarabuco , y desde
allí emprendió una fuga ordenada, marchando dia y noche sin
comer y sin dormir.
A los tres dias de penosa marcha ( 11 de Junio) como á
las nueve de la noche, penetraron por una estrecha garganta á
un valle circular, estenso , apacible, de suave temperatura y al
fombrado de ricos pastos . A su fondo, se descubria en medio
de la oscuridad una elevacion cortada horizontalmente, como
una meseta , en cuya falda se diseñaba á manera de decoracion
un pueblito, cuyas arboledas se destacaban en el fondo de un
cielo sereno . Todo convidaba al descanso, y hombres y caballos
exhaustos de fatiga, se rindieron al sueño sin que se tomase
ninguna precaucion . Aquel lugar era Sopachuy, que debia ser

el sepulcro de la espedicion .

68-El 19 de Junio en que tenian lugar estos sucesos á inmediaciones de Chu


quisaca, el ejército de La Serna se reunia en Tilcara, abandonando su empresa de
Salta.
CAPITULO XXXI 371

A las 8 de la mañana del dia siguiente ( 12 de Junio, ) el


campamento patriota despertó al estrépito de descargas cerra
das, que se sucedian sin interrupcion . Era el activo La Hera
y su segundo Espartero , que con el batallon Centro y un escua
dron de caballeria, habian tomado la vanguardia , y marchando
por el flanco derecho de la columna patriota con el intento de
cortarle la retirada en Sopachuy, desembocaban en la quebra
da por uno de sus flancos. Desde este momento todo fué con
fusion, y la derrota se declaró ántes de poder organizar la re
sistencia. Todos huyeron, abandonando la artilleria y una
bandera, y dejando en poder del enemigo como trescientos
hombres entre muertos, heridos y prisioneros , rescatando los
vencedores sus prisioneros . Segun el mismo La Madrid , los
primeros que abandonaron el campo fueron sus gefes principa
les. Distinguiéronse en la retirada, que con sus derrotados
restos emprendieron al frente del enemigo, el mayor Rabolo
y el capitan Lugones, que con sus guerrillas de retaguar
dia salvaron el honor de aquella desastrosa jornada. (69)
Este fué el último combate de la última invasion de las armas
argentinas en el Alto Perú . Desde ese dia la separacion
entre las Provincias Argentinas y las del Alto Perú, fué un
hecho.
La Hera, satisfecho con su triunfo y mal de cabalgaduras,
se replegó á la Laguna, y O'Relly á Chuquisaca, donde se col
gó por 24 horas en la horca la bandera Argentina tomada en
Sopachuy. La Madrid, pudo asi ejecutar con mas descanso su
retirada, franqueando en cuatro dias las 21 leguas que median
entre Sopachuy y Pomabamba, á donde llegó el 16 de junio de
1817 á la cabeza de 150 hombres, últimas reliquias de la es
pedicion que habia rendido á Tarija, sitiado dos veces á Chu

69-A consecuencia del parte oficial de La Madrid sobre estajornada, acu


sando á los indicados gefes y otros oficiales de cobardia, se formó un consejo de
guerra, que los absolvió, haciendo el debido honor á La Madrid . El original de
este proceso no existe en el Archivo General ; pero sí la carpeta que contiene su
estracto, que termina en Agosto de 1818, registrando el testo de la aprobacion de
la sentencia. (Leg. " Secretaria de Gobierno y General Belgrano. Año de 1818 "
M SS .)
372 HISTORIA DE BELGRANO

quisaca, tomado cerca de 400 prisioneros y sublevado el pais


en su caprichoso trayecto. Desde Pomabamba continuó su
marcha orillando las fronteras por los valles del Pilcomayo y
del Pilaya, y atravesó los llanos de Culpina, llegando á Tarija
en el mas lastimoso estado, en circunstancias en que una divi
sion española al mando de Ricafort maniobraba á fin de cor
tarle la retida. Esta division compuesta de dos batallones, un
escuadron y 2 piezas de artilleria, tomó posicion de la Villa de
Tarija el 11 de julio ( 1817. ) La Madrid, en combinacion con
Uriondo, pretendió disputar el terreno ; pero despues de algu
nos movimientos falsos y encuentros sin resultado, tuvo que re
fugiarse en Oran, donde recibió órden del General Belgrano
para replegarse á Tucuman. ( 70 )
Al cumplirse los diez meses de campaña (diciembre de
1817 , ) regresaban á Tucuman los mutilados restos de la espe
dicion, que tan famosa se habia hecho por sus fantásticas mar
chas, sus gloriosos triunfos, sus estraordinarias aventuras y
severas derrotas . En cuanto á su gefe, condecorado con el
grado de coronel por la toma de Tarija, sus compañeros de
armas (dice uno de ellos) << hicieron justicia á su valor ; pero
❝ no juzgaron asi de su capacidad, creyendo que no habia sido

70-No existe ninguna relacion completa y correcta de esta espedicion. La


que trae el General Paz en sus " Memorias " es la mejor, aunque adolece de defec
tos y es muy sumaria. La del mismo La Madrid en sus " Observaciones " 6
memorias, es la mas difusa, y se contradice á veces con sus mismos partes oficia
les. Para confeccionar esta pájina histórica, hemos consultado lo que sobre el
particular se halla impreso y los documentos inéditos que se encuentran en los ar
chivos públicos, á saber : 19 " Memorias " del General Paz, t. I, páj . 297 á
303-29 “ Observaciones sobre las memorias Póstumas " del general La Madrid,
páj . 114 á 246 : —3º Lugones, “ Recuerdos históricos & ” páj . 65 á 102 : —4º Ur
cullu, " Apuntes etc. " páj. 104 á 107-5º Cortés, " Historia de Bolivia " páj. 78
á 80-69 Camba " Memorias etc. " t I, páj. 261 á 264 : -79 Torrente, " Hist. de
la R. H. A. " t. II, páj . 308 á 309 : -89 " Gazeta de Buenos Aires " N. 19 ; Ex
traordinaria de 14 de Mayo, núm. 20 ; Est. de 22 de Mayo, núm. 22, núm. 32,
núm. 33 y núm. 43 en que se dan noticias oficiales y se registran documentos so
bre la espedicion :-99 Documentos del Archivo General, donde existe original la
correspondencia oficial de Belgrano con el gobierno y los partes de La Madrid.
incluso el parte detallado de Sopachuy. (Legajo " PERU. El General Belgrano
1817 " M S S. )
CAPITULO XXXI 373

<< acertada la direccion dada por él á las operaciones , ni tenido


<< la firmeza y habilidad necesaria para conservar la disciplina,
« tan precisa en una campaña ofensiva y lejana . " (71 )
Los comandantes D. Juan Antonio Rojas y Uriondo , des
pues de proteger la retirada de La Madrid, volvieron á recon
quistar el terreno perdido por este, obligando al enemigo á
reconcentrarse en Tarija, hostilizándolo sin descanso, arreba
tándole las caballadas por atrevidos y bien combinados golpes,
demostrando prácticamente las importantes ventajas que de la
malograda espedicion podrian haberse reportado, á haber sido
mejor conducida. (72 ) Al mismo tiempo, el comandante D.
Esteban Fernandez y el mayor Rabelo, volvian á establecer su
campamento á inmediaciones de Santa Helena, y desde alli
apoyaban nuevamente la insurreccion de Cinti.
Simultáneamente con estos movimientos en Tarija, Ola
ñeta, á la cabeza de una columna de 1000 hombres, invadia
nuevamente por Humahuaca . (Agosto de 1817 ) Esta opera
cion sin alcance ulterior, tenia simplemente por objeto de parte
de La Serna, acreditar que los realistas no se habian retirado
de Salta por temor de los Gauchos. La provincia de Salta,
estenuada y exhausta de caballadas, no podia oponer una seria
resistencia al avance de esta columna, que merced á las fuertes
posiciones que ofrece la Quebrada y con sus flancos cubiertos,
pudo llegar el 1° de Diciembre hasta Uquía. Hasta alli le
hizo frente el comandante Arias, manteniéndose constante
mente á su vista, al frente de una corta y mal montada divi
sion de Gauchos. En una de las guerrillas se encontraron al
habla Arias y Olañeta, y este invitó al jefe patriota á pasarse
con su tropa. Arias le contestó con un tiro de fusil, y dando
cuenta de este hecho , dice : " Nadie se pasa, á pesar de
« hallarse muchos de mis soldados en cueros vivos. " (73)
Desde Tilcara, volvió Olañeta á replegarse al pueblo de Hu

71-General Paz, "Memorias Póstumas," t . I, páj . 393 .


72-Véase Gazeta de Buenos Aires N. 43 de 1817.
73- Parte de Arias á Güemes de 3 de Diciembre de 1817. M S. del
Arch. Gral.
374 HISTORIA DE BELGRANO

mahuaca, siempre observado y hostilizado de cerca por los


Gauchos . (74)
Este alarde de La Serna , que contaba no encontrar á su
frente sinó guerrillas de gauchos mal armados, ofrecia á Bel
grano la ocasion de obtener sobre Olañeta una ventaja señalada,
destacando sigilosamente sobre la Quebrada una colnmna li
gera de su ejército, para obrar en combinacion con las parti
das de Güemes. En tal sentido, habia tomado sus medidas,
y se proponia llevarlas á ejecucion , cuando recibió órden del
Gobierno para desprender al interior una parte de sus fuerzas ,
á fin de garantir el órden en la República. ( 75 )
Desde este dia, el ejército auxiliar del Perú quedó perdido
para la guerra de la independencia ; pero ya la inmunida de
la frontera argentina por el norte era un hecho, y Salta bas
taba para hacerlo respetar.

74-Oficio de Belgrano al Gobierno, adjuntando partes de Güemes y Arias,


desde el 10 al 26 de Diciembre de 1817. M SS. del A. Gral.
75-Oficio del gobierno á Belgrano de 11 de Diciembre de 1817 y de Belgrano
al Gobierno de 26 del mismo . M SS. del Arch. Gral.
CAPITULO XXXII

EL RIO DE LA PLATA Y EL BRASIL

1816

Nuevo punto de vista histórico -El Directorio de Pueyrredon- Bosquejo de Pueyr


redon- La cuestion argentino-brasílico-portuguesa- Antecedentes públicos
y secretos sobre la invasion brasilero - portuguesa á la Banda Oriental- Po
lítica del Brasil en el Rio de la Plata ántes y despues de la revolucion hasta
1816- Estado de la Banda Oriental en esta época-Desaliento de los polí
ticos ante la anarquía- Preliminares de la espedicion portuguesa al Rio de
la Plata, sus causas, su plan yobjeto - Berresford y el General Lecor -D.
Nicolás Herrera y D. Manuel José Garcia en la Córte del Brasil- Retrato
de Garcia-Antecedentes diplomáticos reservados sobre la espedicion- Ca
rácter y antecedentes del Dr. D Gregorio Tagle-Correspondencia secreta
de Garcia sobre la invasion portuguesa y sus ideas acerca de ella -Abertura
de negociacion entre Garcia y el encargado de Negocios de España en Rio
Janeiro- Pueyrredon somete la política esterior al Congreso -Plan político
que acuerda el Congreso, sobre la base de la monarquia-El Director abre
comunicaciones con Artigas, y rechaza el plan de política esterior acordado
por el Congreso - Contestacion del Congreso sobre este punto -Exámen de
estos documentos -Rasgo fisionómico de la época -Ley de la necesidad que
domina la situacion.

Para dominar de mas elevado punto de vista los horizon


tes de nuestro cuadro histórico, y comprender mejor el enca
denamiento de hechos que llevaron al ejército de Belgrano á
complicarse y perderse en masa en la guerra civil, se hace
necesario tomar al gobierno general como centro de movimien
to colectivo, y traer la narracion al momento en que el Direc
376 HISTORIA DE BELGRANO

tor Pueyrredon se recibió del mando supremo de las Provincias


Unidas. Partiendo de esta base, bosquejaremos la situacion
del pais, trazaremos la marcha de la administracion pública
con relacion á ella, y esplicaremos su política interna y esterna
hasta la época á que hemos llegado.
Hemos dicho, que Pueyrredon se recibió de una situacion
preñada de peligros y de un gobierno sin fuerza real y sin au
toridad moral. Este gobierno, nacido en medio de una diso
lucion política, no tenia mas punto de apoyo que el Congreso
que lo habia creado, el cual, al instituir un poder central y uni
tario, ántes de organizar ni aun definir siquiera, la situacion
política del pais, habia destruido su propia base sin crearse una
nueva, reaccionando así contra las tendencias federativas ó
descentralizadoras que le habian dado vida, y que en la ocasion
amenazaban reducirlo á la nulidad . El Congreso, á su vez, no
contaba con mas puntos de apoyo que el del ejército del Perú,
en cuyo cuartel general funcionaba bajo la proteccion de Bel
grano ; y el del ejército de los Andes mandado por San Martin,
que mantenia en perfecto órden las Provincias de Cuyo . El
resto del pais lo desconocia abiertamente y le obedecia con
dicionalmente. Los diputados de las provincias del Alto Perú,
ocupadas por el enemigo, pesaban en sus deliberaciones única
mente como votos inertes. Los diputados del interior, espe
cialmente los de Córdoba, lo trabajaban en su propio seno, in
troduciendo en él gérmenes de disolucion. Los federalistas
de la Banda Oriental, Entre- Rios, Corrientes y Santa Fé no
estaban representados ; se mantenian en rebelion armada, y
rehusaban toda participacion y toda mancomunidad en los es
fuerzos y sacrificios contra el enemigo comun.
Al mismo tiempo , y casi simultáneamente con el nombra
miento del Director Pueyrredon , estallaban en Buenos Aires
las agitaciones, que hubieron de privar á la revolucion del con
curso eficiente de este poderoso centro de accion y direccion.
Si, como lo pretendia el partido que en Buenos Aires se levantó
en aquella época, con tendencias á concentrarse en el aisla
miento provincial (que era lo que entonces se entendia por
federalismo , ) tal idea hubiese triunfado, el Congreso habria
CAPITULO XXXII 377

quedado despojado de toda autoridad moral, y el Director


nombrado, sin los medios materiales para hacer gobierno. En
tónces, todo el litoral argentino, anarqui zado y rebelado en
parte, y aislado en el resto, habria quedado en cierto modo
desligado de la comunidad argentina, no siendo difícil que al fin
prevaleciesen en todo él las tendencias disolventes de Artigas ,
como sucedió en 1815. De este modo, el Congreso de Tucu
man habria quedado reducido á la nulidad, como queda dicho,
y el Directorio de Pueyrredon no hubiera sido sinó la sombra
de una sombra. Afortunadamente , los principios conserva
dores prevalecieron en Buenos Aires: La opinion pública se
pronunció enérgicamente en el sentido de apoyar al Congreso
y sostener al nuevo Director. El Cabildo y la Junta de Obser
vacion se pusieron á la cabeza de esta opinion, y los Tercios
Cívicos de la ciudad y suburbios le prestaron su irresistible
apoyo, manteniendo en respeto á los gefes militares de la capi
tal, que amenazaban con una revolucion pretoriana. Decla
rada bajo estos auspicios la independencia de las Provincias
Unidas, el Director Pueyrredon pudo entrar como en triunfo
á la capital de la República, ceñido con la aureola del primer
gobernante nacional que hubiese tenido el pais en el curso de
siete años de revolucion . (1 )
El nombramiento del Director Pueyrredon no fué, empero,
un acto popular. Señalado por los diputados de Buenos Aires,
para evitar la eleccion de un gobernante que fuese hostil á la
capital ; nombrado por la influencia negativa de los diputados
del Alto Perú, que neutralizaron los votos opuestos de los dipu
tados federales del interior ; prohijado por Belgrano, por un
espíritu conservador, y aceptado por San Martin, porque el
Congreso lo nombraba ; reconocido por Güemes, á condicion
de no trabar su autoridad provincial ; sostenido por Buenos
Aires en nombre y en el interés de la unidad nacional, y recha
zado por los federalistas del litoral, porque Buenos Aires lo
sostenia ; su candidatura fué de transaccion, y su nombramiento

1- Véase Cap. XXV, páj. 123 y 129 y sig.


378 HISTORIA DE BELGRANO

un acto puramente parlamentario, en que la opinion pública no


tuvo participacion directa ni indirecta . Precisamente por esto ,
fué el candidato de las circunstancias . No era un general
prestigioso, que se imponia por la violencia ó por la fuerza de
las cosas, ni un gefe de partido exaltado por sus parciales , ni
un intrigante de mala ley que falsease el voto de sus comiten
tes, ni un ambicioso personal que pudiera inspirar temores
para lo futuro, ni un genio de quien se esperase fatalmente la
salvacionera simplemente un representante que la situacion
se daba, sometiéndolo á una dependencia parlamentaria y
á una disciplina de causa comun . Por esto, el Congreso al
compartir con él la potestad ejecutiva, que habia reasumido,
juntamente con la potestad legislativa y constituyente, - —
que únicamente le habian delegado los pueblos, ―le impuso
la condicion de consultarle en los asuntos graves, reserván
dose en toda su plenitud la direccion de las relaciones este
riores . (2)
Hasta entónces, Pueyrredon , segun ha podido verse, no
se habia señalado como militar, ni como administrador, ni como
político, no obstante haber sido las tres cosas con algun brillo
pasagero . Patriota probado y uno de los precursores de la re
volucion, hombre de mundo , de buen sentido y juicio propio,
con bastante carácter para sostener sus opiniones ; con suficien
te inteligencia para juzgar de la agena, y flexibilidad para so
meterse á las deliberaciones de una mayoria ó á las exigencias
de las circunstancias ; con una ambicion flotante sin trascenden
cia, que se contentaba con el fausto esterno del poder ; modera
do en sus pasiones políticas y sin opiniones comprometidas sobre
los partidos ; decoroso en su vida pública y privada , con la ne
cesaria instruccion y sagacidad para estimar las aptitudes de
los demas ; circunspecto y prudente, pero dotado de cierto tem
ple de corage cívico, que no retrocedia ante las responsabilida
des colectivas ; de figura hermosa y arrogante, con maneras

2- En el archivo secreto del Cong. de Tuc. se encuentran repetidas pruebas


de esto aserto, como se verá en el curso de este capítulo.
CAPITULO XXXII 379

cultas y lenguaje digno, que establecian sin altaneria el recí


proco respeto, tal era D. Juan Martin de Pueyrredon en 1816 .
Era, pues, una mediocridad relativa, representando por sus ca
lidades negativas principalmente , el gobierno de una república
radicalmente democrática, guerrera y anárquica, gobernada
por un parlamento patricio, ponderada por una oligarquía po
lítica, sostenida por la plebe armada de un centro urbano com
pacto, homogéneo y orgánico como Buenos Aires ; cuya ban
dera era llevada por dos ejércitos igualmente refractarios al
pretorianismo y al caudillaje, y cuyo resorte secreto era una
asociacion misteriosa , que hacia las veces de consejo áulico .
Este gobierno asi montado, buscaba el triunfo de la indepen
dencia, aspiraba á la libertad , y subordinando las formas á los
fines, contemporizaba con los hombres y los acontecimientos,
aceptando los medios compatibles con su naturaleza, teniendo
por objetivos constantes, vencer al enemigo esterno y fundar
la nacionalidad argentina sobre la base del centralismo , ya fue
se coronándola con el gorro frígio de los libertos , ó con la dia
dema de un monarca constitucional .
Llamado á presidir este conjunto, sin dominarlo, y armado
en nombre de la revolucion de las facultades arbitrarias de los.
antiguos reyes , el Director Pueyrredon dió un nuevo contra
peso á su autoridad , reorganizando la antigua lógia de Lautaro
sobre bases mas anchas, reclutando sus miembros en el parla
mento, en la administracion y en los ejércitos , subordinándose
á todas estas influencias públicas ó secretas, y reservándose en
cierta medida el uso de su juicio propio. Esto esplica la dura
cion, el éxito y la caida del Directorio de Pueyrredon, que na
ció en medio de la anarquia, y vivió combatido por las resisten
cias populares que nunca pudo aplacar , y que dejó mas embra
vecidas; pero que tuvo la gloria y la fortuna de que, en la época
de su gobierno, se retardase por lo menos la disolucion políti
ca y social, mientras se consolidaba la independencia, y de que,
todas las fuerzas organizadas que concurrieron á su elevacion
le acompañasen hasta el fin de su laboriosa carrera, aun des
pues que las fuerzas vivas de la opinion lo habian abandonado,
y cuando el poder por él representado se descomponia dentro
380 HISTORIA DE BELGRANO

de sus propios elementos y amenazaba desplomarse sobre sus


resortes gastados.
Tocóle al Directorio de Pueyrredon tener que afrontar
desde luego la mas grande complicacion esterior que hubiese
surgido en el curso de la revolucion, la cual, arrojando una
sombra sobre su gobierno , debia legar una guerra al porvenir.
Nos referimos á la ocupacion de la Banda Oriental por las armas
brasílico-portuguesas. Este hecho, cuyo anuncio coincidió con
su elevacion, dió consistencia al rumor de que el Congreso,
complotado con los políticos de la situacion , meditaba entregar
el pais á una dominacion estrangera. Acentuándose la acu
sacion, se agregaba : que el Director Pueyrredon y el General
Belgrano intentaban entregarlo á los portugueses. Alarmado
el Congreso con estos rumores y acusaciones, no se le ocurrió
para desvanecerlos , sinó celebrar una sesion secreta, con el
objeto de adicionar el acta de la Independencia, diez dias des
pues de firmada y promulgada ! acordando , que despues de las
palabras : « una nacion libre é independiente del Rey Fernando
« VII, sus sucesores y metrópoli , " se agregasen estas otras :
" Y' de toda otra dominacion estrangera. » ( 3) Por la solemni
dad del correctivo, singularísimo en la historia del mundo ,
puede juzgarse de la importancia de la cuestion á que respon
dia, la cual constituye en efecto uno de los principales nudos
de la situacion.
La cuestion argentino-brasílico -portuguesa, como ha po
dido verse en las primeras pájinas de este libro, tuvo su orígen
en la época del descubrimiento del Rio de la Plata, se complicó
durante el período de la poblacion del pais y se prolongó en el
del coloniage. La España y el Portugal, limítrofes en ambos.
hemisferios y alternativamente en guerra ó en alianza en ellos ,
no pudieron entenderse definitivamente en el espacio de tres

3-Consta asi en el Libro M S. de actas Secretas del Congreso de Tucuman


al fol. 4 vuelta, en que se registra la sesion de 19 de Julio de 1816, inserta en el
Apéndice de la 1ª edicion de esta obra -Este voto no tuvo efecto alguno, pues el
Acta de la Independencia no fué adicionada, reproduciéndose su testo hasta nues
tros dias, tal como fué labrada el 9 de Julio de 1816.
CAPITULO XXXII 381

siglos ( 1515-1815 , ) ni respecto de sus intereses en Europa,


ni respecto de los límites de sus colonias en el nuevo mundo. (4)
Al finalizar el siglo XVIII , hallábanse en paz España y
Portugal, y el tratado de 1777 parecia haber puesto término á
sus cuestiones de límites en el Rio de la Plata, bien que su eje
cucion se prolongase indefinidamente, cuando sobrevino la
guerra de 1800 entre ambas naciones. Las hostilidades se
rompieron casi simultáneamente en ambos hemisferios . La
España, aliada á la Francia, atacó las fronteras de Portugal y
se apoderó de la plaza fuerte de Olivenza en 1801. El Portu
gal apoyado por la Inglaterra, resistió, y se apoderó á su vez
en América, y en el mismo año, de los siete pueblos de las
Misiones orientales del Uruguay, que por el último tratado cor
respondian á la corona española. Al mismo tiempo que esta
última conquista tenia lugar, se firmaba en Badajoz la paz
entre Portugal y España ; pero no estando espresamente men
cionado entre los territorios que recíprocamente debian devol
verse, el de las Misiones, los portugueses se negaron á su
entrega, y los españoles por su parte retuvieron á Olivenza,
que les estaba asegurada por el tratado, preparándose asi el
conflicto que debia complicar esta cuestion con la revolucion
futura del Rio de la Plata.
La política de la España, dirigida por el favorito Godoy,
poniéndose al servicio de la ambicion napoleónica en Europa,
atrajo sobre sus posesiones del Rio de la Plata las invasiones
inglesas de 1806 y 1807, cuya historia hemos hecho ya. En
pugna con el Portugal (aunque no en abierta guerra, ) á causa
de los compromisos que existian entre esta nacion y la Ingla
terra, la España celebró en 1807 con la Francia el tratado de
Fontainebleau, por el cual estas dos potencias borraban del
mapa político el reino de Portugal, repartiéndose sus posesio
nes en Europa y América y asegurando á Cárlos IV el título de
Emperador de ambas Américas. La ocupacion subsiguiente
de toda la Península Ibérica por las armas francesas, dejando á

4- Véase la INTRODUCCION.
382 HISTORIA DE BELGRANO

la España sip Reyes y á sus colonias sin vínculos legales con la


madre pátria, obligó á la casa reinante de Portugal á refugiar
se en sus posiciones del Brasil, bajo la proteccion de la Ingla
terra, cuando esta potencia podia aun considerarse en guerra
con la España, y por consecuencia con las vecinas posesiones
del Rio de la Plata . Este era el estado de las cosas cuando la
Córte Portuguesa se trasladó á Rio Janeiro en 1808 .
En vista de estas causas y antecedentes históricos , de la
ambicion tradicional del Portugal, respecto de engrandeci
miento territorial en América ; de las tendencias que en el mis
mo sentido habia manifestado la Inglaterra en los últimos años ;
y teniendo presente, que el Príncipe Regente estaba casado
con la Infanta Carlota, hermana de Fernando VII, la cual ha
bia pretendido tener derechos eventuales al trono español, de
temerse era, que la política portuguesa se complicase con la
situacion de las vecinas colonias del Rio de la Plata, que á la
sazon no sabian que rumbo seguir, en medio de la tempestad
que agitaba á la madre patria. En efecto, apénas establecida
la córte portuguesa en Rio Janeiro, el Ministro del Brasil, D.
Rodrigo de Sousa Coutinho, pasó una nota reservada al Ca
bildo de Buenos Aires , diciéndole : « que en virtud de ser
un hecho indudable la completa sujecion de la monarquia es
pañola á la Francia, y el hallarse comprometidas con la Ingla
terra las Provincias del Rio de la Plata, que habian resistido
triunfantemente sus invasiones , el Portugal les ofrecia tomar
las bajo su proteccion, guardándoles sus fueros , garantiendo
su comercio y un olvido de lo pasado por parte de sus aliados
los ingleses ; teniendo por objeto estas proposiciones amistosas
evitar la efusion de sangre ; en la inteligencia que, de no ser
aceptadas, haria causa comun con su poderoso aliado contra el
pueblo de Buenos Aires y todo el vireynato del Rio de la Plata,
por mas doloroso que le fuese esto , tratándose de naciones uni
das por los vínculos de la misma religion, por hábitos y costum
bres semejantes y por un idioma casi idéntico, que se verian en
vueltos en una guerra . » El Cabildo de Buenos Aires, bajo las
inspiraciones de D. Martin Alzaga, contestó animosamente
protestando su fidelidad al Rey de España, declarando que con
CAPITULO XXXII 383

sideraba la proposicion como una afrenta que no olvidaria ja


más ; que ni las promesas seductoras ni las amenazas podrian
nunca conmover la fidelidad de pueblos, que acostumbrados á
arrostrar todos los peligros y hacer toda clase de sacrificios,
como lo habian probado, estaban prontos á derramar la última
gota de sangre, ántes que las Provincias del Rio de la Plata.
fuesen usurpadas á la corona de la España. "
Esta contestacion, confidencialmente acordada con el Ge
neral Liniers, que á la sazon se hallaba al frente del vireynato,
se hizo constar oficialmente manifestandole que, como gefe
« superior de las Provincias del Rio de la Plata, no perdiese
<< instante en ponerlas á cubierto de cualquier insulto y adoptar
« medidas conducentes á su seguridad, sin omitir las que
fuesen propias á vengar tan gravísimo ultrage, inferido á las
sagradas personas del Rey de España y del Emperador de los
<< Franceses su aliado, castigando el temerario arrojo con que
« un Príncipe fugitivo, esclavo de las disposiciones del gabine
« te de San James, atacaba al Cabildo en lo mas sagrado de su
« honor y de su lealtad , desagraviando asi los vejámenes irro
« gados al soberano español y á su poderoso aliado el Empera
« dor Napoleon. " (5 ) Como se ve, el viento soplaba del lado
de los franceses y contra la Inglaterra, y en este punto se en

5— Loš documentos en que se funda este parte son : -1º Nota del ministro
Souza Coutinho al Cabildo de Buenos Aires, de 13 de Marzo de 1808-29 Id del
Cabildo á Souza Coutinho de 20 de Abril de 1808-3? Id del Cabildo á Liniers
de 30 de Abril de 1808-49 Declaracion del conductor de la comunicacion de Sou
za Coutinho de 4 de Mayo de 1808 y auto de Liniers de la misma fecha, ordenán
dola. (M S ) Parish en su obra " Buenos Aires and the Provinces of the Rio de
la Plata, " trae en inglés el 1º y 29 documento, omitiendo en el 19 la calidad de
reservado y la fecha no establece su autenticidad. Maeso en su version de esta
obra, ha traducido igualmente ambos documentos, sin tener presente el original de
ellos. Nosotros hemos tenido á la vista el testo auténtico, inserto en el 66 Proceso
de Independencia " ( M S) ya citado en los capítulos sobre las invasiones inglesas,
y allí se encuentran las otras piezas de que Parish no hace mencion, y que con
tienen datos importantes para la historia. La declaracion á que nos referimos,
fué dada por el capitan de un buque, de que era armador Alzaga, que se ocupaba
por cuenta de este en el tráfico de esclavos de la Costa de Africa, llamado Antonio
Lopez, y él fué el conductor de la comunicacion de Souza Coutinho al Cabildo.
384 HISTORIA DE BELGRANO

contraban de acuerdo, el héroe militar de la reconquista y la


defensa, y el héroe civil de ambas jornadas , que como francés
el uno y español el otro, procedian en el sentido de que la mo
narquía española habia sucumbido, deseando el primero ponerse
bajo la proteccion de Napoleon, mientras el otro meditaba fun
dar una América española, independiente de la España, de la
Francia y del Portugal .
Aunque la Corte del Brasil no estaba preparada para ha
cer efectiva su amenaza, ella respondia á un plan, que tenia
sus raices en el pasado, y debia continuar desenvolviéndose por
otros caminos en lo futuro. El Portugal y la Inglaterra, dando
por sojuzgada la monarquia española , se preparaban á recojer
sus despojos en América, ensanchando el primero sus dominios
del nuevo mundo , y apoderándose la segunda con su concurso
de las colonias del Rio de la Plata, donde ántes habia sido
rechazada. Sir Sidney Smith, el famoso vencedor de San Juan
de Acre, que habia conducido la corte portuguesa al Brasil,
era el encargado de tentar por tercera vez la conquista del Rio
de la Plata, y al efecto las tropas portuguesas fueron puestas
á sus órdenes. Cooperaban á este plan, D. Saturnino Rodri
guez Peña y D. Manuel Aniceto Padilla, que perseveraban en
sus antiguas ideas , y pensaban que solo bajo los auspicios de la
Gran Bretaña podrian emanciparse aquellas colonias.
La infanta Carlota, por su parte, muger ambiciosa , intri
gante y liviana como su madre, trabajaba en el mismo sentido,
bien que con miras diversas, esperando que, en virtud de sus
derechos eventuales al trono español, seria reconocida como
protectora de la América del Sur, y que en este sentido seria
eficazmente servida por Sidney Smith.
Lisonjeábase que su esposo el príncipe regente, de quien
estaba separada en cuerpo y alma, se pondria tambien de su
parte, conciliándose la ambicion de todos los interesados en la
prosecucion de estos planes. En este sentido abrió corres
pondencia con Liniers, adjuntándole un Manifiesto y proclama
dirigido á los pueblos americanos, procurando propiciarse el
apoyo de aquel. Asi es que, la Corte de Rio Janeiro, sin darse
por notificada del enérgico rechazo del Cabildo de Buenos
CAPITULO XXXII 385

Aires, anunció casi inmediatamente, por medio de una carta


oficial del Capitan general del Rio Grande, su intencion de en
viar una mision al Virey del Rio de la Plata. Aprovechando
la permanencia en Rio Janeyro del Conde Liniers, hermano del
Virey, se le indicó , que el objeto era arreglar un tratado de co
mercio, por cuanto hasta entonces el tráfico entre el Brasil Ꭹ el
Rio de la Plata se hacia con banderas simuladas, á causa del es
tado de guerra entre Inglaterra y España, que aun subsistia.
Al anuncio de esta mision, Liniers se dispuso á enviar una
por su lado, con el doble objeto de arreglar el tratado de comer
cio, si era posible , pero principalmente para imponerse de las
verdaderas miras de sus vecinos. Por su parte, la Corte del
Brasil envió, con el carácter aparente de comisionado, al gene
ral D. Joaquin Xavier Curado, mas bien como espia de guerra
que como negociador diplomático. Esto se evidenció cuando
Curado tuvo que declarar, que no era portador de credenciales,
y cuando recibidas estas, hizo la proposicion de que la márgen
oriental del Rio de la Plata se pusiera bajo la proteccion de
Portugal. Esta proposicion fué contestada ordenándosele su
inmediato retiro. Con este motivo, Liniers se dirigió á la
Infanta Carlota en una carta pública , notificándole, que las
Provincias del Rio de la Plata habian jurado fidelidad á Fer
nando VII, y que por lo tanto, no podian publicarse sus pro
clamas ; agregando, que por respeto á ella no habia tomado
la insinuacion de Curado como una formal declaracion de guerra.
Al mismo tiempo le escribió reservadamente, quejándose con
amargura de los planes de usurpacion que el gabinete del Bra
sil fomentaba contra los dominios españoles en América, cuando
la España hacia tantos sacrificios por la conservacion de la
monarquía portuguesa en Europa, reclamando enérgicamente
<<< contra estos atentados contra el derecho de gente. " La
princesa procuró justificarse, protestando de su lealtad espa
ñola y echando la culpa sobre los Ministros de su marido, en
nombre de quien trasmitió palabras amistosas, que importaban
una satisfaccion , aun que insistiendo siempre en dar interven
cion al Almirante Sidney Smith en los negocios del Rio de la
Plata, al frente de las fuerzas anglo-lusitanas, al intento de
25
386 HISTORIA DE BELGRANO

apoderarse de Montevideo, como base de operaciones . Por


entónces ninguno de estos planes tuvo ulterioridad . (6)
El alzamiento de la España contra la dominacion napo
leónica, y la alianza de esta nacion con la Inglaterra, que fué
su inmediata consecuencia, vino á cambiar el aspecto de las
cosas, modificando la política brasilera y dando otra direccion
á las pretensiones de la Carlota . Fue entónces (1809 ) que D.
Saturnino Rodriguez Peña promovió el proyecto de emancipar
y constituir las Provincias del Rio de la Plata, coronando á la
Infanta como soberana de ellas , proyecto de que ya nos hemos
ocupado, y en el que tomaron parte Belgrano, Moreno, Saave
dra, Castelli, Vieytes, D. Nicolás Peña, los hermanos Passo,
Pueyrredon y otros, que despues formaron el gran partido
patriota de la revolucion, que estalló en 1810 .
Las peripecias de la revolucion argentina trageron al fin
las tropas portuguesas á intervenir en las cuestiones del Rio de
la Plata, asumiendo la diplomacia inglesa y española, actitudes
que parecerian contradictorias, si sus móviles secretos no hu
bieran quedado consignados en documentos auténticos .
Con motivo del primer sitio de Montevideo puesto por los
argentinos ( 1811 , ) el gobierno del Brasil ofreció su concurso á

6-Todas estas noticias, en gran parte desconocidas, se fundan en documen


tos auténticos que tenemos á la vista , á saber : 1º Correspondencia oficial de
Junio de 1808 entre Liniers y el Cabildo de Buenos Aires sobre el envio de la
mision al Brasil ; 29 Instrucciones reservadas á la misma y clave secreta de Junio
de 1808 : 3º Correspondencia reservada entre Liniers y la Infanta Carlota desde
Octubre de 1808 á Junio de 1809 ( Papeles de Liniers, M S. originales unos y auto
rizados con la firma de Liniers otros, existentes en nuestro archivo. ) Además
hemos tenido presente un legajo que existe en el Archivo General, titulado : " Sobre
la venida del Brigadier portugues D. Joaquin X. Curado . " ( 1808 que contiene la
correspondencia original de este personage, asi como la de Liniers y Elio que
con ella se relaciona. M SS. ) --No debe confundirse la correspondencia ántes
citada (que es inédita ) con la de Liniers y la Carlota que fué publicada en la mis
ma época en B. A. por la Imp . de Niños Espósitos, que tambien se ha tenido pre
sente, á saber : -Carta de la Carlota de 27 de Agosto de 1808 en h. s. fol. y en
4º con la contestacion de Liniers de 13 de Setiembre de 1808 : -Id de la Carlota
á Liniers de 16 de Setiembre de 1808 ; -de la misma al Cabildo de Buenos Aires
de 28 de Mayo de 1809 ; -Manifiesto y proclama de la Carlota de 19 de Agosto
de 1808.
CAPITULO XXXII 387

la plaza, coincidiendo por acaso en este punto la política del


gabinete del Príncipe Regente y las miras ambiciosas de su
consorte D. Carlota. Los españoles, recelosos de las insidias
portuguesas, consideraban este auxilio como un presente grie
go ; y los ingleses, que habian desistido de sus propósitos de
conquista, subordinando su política á la de la Europa y á las
conveniencias de su comercio, obstaban á la realizacion de es
tos planes . El marqués de Casa Yrujo como representante de
la España, y Lord Stranforg como embajador de la Inglaterra
cerca de la Córte del Brasil, aunque en desacuerdo ambos en
lo general de las cuestiones que les estaban encomendadas,
procedian de conformidad en este punto . Pero los apuros en
que llegó á verse la plaza de Montevideo, obligaron á los
españoles á aceptar el concurso ántes deshechado ; y el go
bierno del Brasil se apresuró á darlo, recatándose de Lord
Stranforg.
Queda ya esplicado como las tropas portuguesas penetra
ron al territorio de la Banda Oriental en 1811 , coincidiendo
este suceso con la derrota de las armas argentinas en el Desa
guadero. Desde entónces , el sitio de Montevideo no podia sos
tenorse ; asi es que los patriotas se prepararon á levantarlo.
Los españoles por su parte, una vez conseguido el principal
objeto, y mas temerosos de las intenciones de sus nuevos aliados
que de las hostilidades de sus enemigos, se apresuraron á fir
mar con estos un armisticio, á fin de justificar el retiro de las
tropas portuguesas, quedando dueños de la plaza, mientras re
cibian nuevos auxilios de la metrópoli. Este armisticio fué
negociado en Rio Janeiro por D. Manuel de Sarratea, enviado
secreto del gobierno argentino, apoyado por Lord Stranforg,
y de acuerdo con el embajador español Casa Yrujo , con quien
se habian conocido en Norte America.
Queda tambien esplicado cómo las tropas portuguesas ,
á pesar del armisticio, permanecieron ocupando militarmente la
Banda Oriental ; como sus operaciones militares hubieron de
combinarse con las de Goyeneche, quien despues del Desagua
dero se proponia invadir las provincias argentinas ; y como al
fin fué enviado Rademaker á Buenos Aires, por influencia de
388 HISTORIA DE BELGRANO

la diplomacia inglesa, para ajustar el armisticio indefinido de


1812 entre el Brasil y el Rio de la Plata .
La evacuacion de las tropas, no siguió inmediatamente al
armisticio, aunque era una de sus cláusulas, por los motivos
que ya se esplicaron . El general del ejército portugués, D.
Diego Sousa , habia sido uno de los conjurados que en Lisboa
habia cooperado en el sentido de derribar al Príncipe Regente,
con el propósito de encerrarle en un convento por imbécil, á fin
de entregar el gobierno del reino á su perversa esposa D. * Car
lota Joaquina de Borbon. Era por lo tanto uno de sus parti
darios secretos , y continuaba trabajando por sus intereses pro
cediendo en todo de acuerdo . Pero desvanecidas las esperan
zas de la cooperacion militar de Goyeneche (que era otro de
los apoyos con que creia contar la Carlota) y frustrada la con
juracion de Alzaga, á cuyo logro habia cooperado, las tropas
portuguesas, evacuaron definitivamente la Banda Oriental. El
armisticio de 1812 fué desde entónces la regla internacional
entre el Brasil y las Provincias Argentinas, y sus relaciones
de amistad y comercio quedaron establecidas bajo la base de
la mas perfecta cordialidad y reciprocidad . (7)
La sublevacion de Artigas durante el segundo sitio de
Montevideo, la guerra civil que sobrevino, la anarquia que se
hizo crónica en la Banda Oriental, colocaron á esta Provincia
en una condicion escepcional. Parte integrante de las Provin
cias Unidas de derecho, no lo era de hecho ; y se mantenia en
rebelion contra su gobierno general, presidiendo la resistencia
de Corrientes , Entre- Rios y Santa-Fé y estendiendo sus tra
bajos anárquicos hasta el interior de la República . Limítrofe
del Brasil , no se hallaba en condiciones de cultivar relaciones
regulares con su gobierno ; y por el contrario, era un peligro
para la Provincia brasilera del Rio Grande produciéndose en

7-Además de los documentos relativos á estos tópicos, antes citados, hemos


consultado la correspondencia de Sarratea con el gobierno argentino en 1811 y
los despachos originales del marqués de Casa-Yrujo con Elio y Vigodet, desde
1811 á 1812. [ M SS del Archivo General ] -Véase además las " Memorias se
cretas de la Princesa del Brasil " por Presas.
CAPITULO XXXII 389

la frontera continuos conflictos, que obligaban á unos y otros á


mantenerse en armas. Complicábase esta situacion anómala
por el carácter brutal de Artigas. Enemigo igualmente de
Buenos Aires y de la unidad nacional, y de toda dominacion
estrangera, dividíanse el imperio de su alma indómita, el odio
á los porteños, á los portugueses y á los españoles, el cual su
bordinaba únicamente á su pasion por el mando absoluto y
personal de su bárbaro caudillaje. A pesar de esto , la Banda
Oriental gozaba de una quietud relativa en la época á que he
mos llegado en nuestra narracion ( 1816. ) En rebelion contra
el gobierno general de las Provincias Unidas, las hostilidades.
estaban paralizadas . En entredicho con el Brasil, no se habia
producido ningun hecho que autorizase la intervencion de una
nacion estrangera. Siendo un peligro para ambos vecinos la
actitud de Artigas, lo era mas aun para la República Argentina,
pues mientras existiese este foco disolvente de anarquia cró
nica, era imposible toda organizacion nacional, y efímera toda
combinacion política ó militar.
En vista de este problema , que las armas habian sido im
potentes para resolver en el curso de seis años de guerra , al
gunos patriotas llegaron á desesperar de los destinos de la re
volucion. Unos creyeron que las Provincias Argentinas no
tenian fuerzas propias para triunfar de la España, y buscaron
por la diplomacia el concurso directo de naciones estrañas .
Otros se persuadieron que ellas no tenian elementos de propio
gobierno y buscaron la salvacion en la monarquia, con el con
curso de las grandes potencias europeas, sin escluir el de la Es
paña, sobre la base de la independencia garantida. Algunos
fueron mas allá, y considerando que la anarquía era el peor de
todos los males, y que el mal era incurable, se resignaban á ser
colonia del Portugal ántes que volver á someterse al yugo es
pañol. Como es esta la primera vez que tal aserto se formula
históricamente, necesitamos establecer sólidamente nuestras
pruebas, recorriendo la serie de actos públicos que complicaron
la cuestion argentino-brasílico-portuguesa hasta el momento
en que el Directorio de Pueyrredon la tomó á su cargo. En
seguida, examinaremos los procederes secretos de los gobier
390 HISTORIA DE BELGRANO

nos que precedieron al de Pueyrredon , y al descorrer el velo


que oculta aun parte de este misterio diplomático, haremos una
esposicion documentada, dando su parte á los errores y desfa
llecimientos de la época, reconociendo el patriotismo que bus
caba la solucion de árduos problemas por caminos estraviados ,
y dejando su responsabilidad moral ante la posteridad á los que
pudieron obrar guiados por otros móviles .
Hemos dicho ántes, que la política de la Corte del Brasil
respecto de los negocios del Rio de la Plata, habia sido siem
pre vacilante y contradictoria, reflejando en sus diversas peri
pecias el carácter indeciso del Principe Regente. Sucesiva
mente codiciosa ó ambiciosa , invasora unas veces y tímida otras ;
ni aliada de la España , ni abiertamente hostil á la revolucion
argentina ; obedeciendo á influencias palaciegas ó á intrigas
tenebrosas ó á presiones estrañas, siempre fué, empero, lógica
consigo misma, teniendo constantemente un objetivo, cual era
su engrandecimiento territorial á costa de sus vecinos , ya fueran
estos europeos ó americanos . Contenida en sus ambiciones
por la Inglaterra, habia firmado el armisticio de 1812 , y desde
entónces hasta la época á que hemos llegado, esta era la ley
internacional entre ambos paises .
Los grandes acontecimientos que en aquella época empe
zaron á desenvolverse en Europa, y especialmente en la Penín
sula, llamaron la atencion de Portugal hacia aquella vasta es
cena, en que sus tropas combatian á la par de las de España
contra Napoleon , mientras en América mantenia relaciones
amistosas con los súbditos rebeldes de su aliado . La caida de
Napoleon y la vuelta de Fernando VII al trono en 1814 , no
alteraron este anómalo órden de cosas, y el Congreso de Viena,
que debia arreglarlo ó modificarlo, no hizo sinó complicarlo
mas. De todas las naciones que habian figurado en la coalicion
continental, el Portugal fué el único que no alcanzó compen
sacion alguna de parte de sus aliados . Por el contrario, fué
obligado á devolver á la Francia la Guayana francesa, que ha
bia conquistado durante la guerra ; se le exigió adhiriese á la
abolicion del tráfico de esclavos y aun á la de la esclavatura, sin
poder obtener siquiera la restitucion de la plaza de Olivenza,
CAPITULO XXXII 391

acordándosele apénas la cantidad de 400 mil pesos fuertes por


indemnizacion de gastos de guerra.
Coincidió este triste resultado con una innovacion de gabi
nete del gobierno brasílico-portugues. El príncipe Regente
habia llamado á sus consejos á D. Fernando José de Portugal,
mas conocido bajo el título de Marqués de Aguiar, y á D. An
tonio Araujo de Acebedo, mas célebre bajo la denominacion de
Conde da Barca . Era el marqués de Aguiar, el representante
del partido portugués, que opinaba por el regreso de la Corte
á Lisboa, adonde le arrastraban sus simpatias. Por el contra
rio, el Conde da Barca sostenia, que el Brasil era el nuevo tea
tro de engrandecimiento de la monarquia portuguesa , emanci
pada del tutelage de las grandes potencias que la humillaban en
Europa, y pretendia levantarla asi á la categorria de la primera
potencia americana con mayor influencia en el mundo político.
El fracaso de Portugal en el Congreso de Viena vino á
resolver esta cuestion . El Principe, bien aconsejado por su
gabinete y por los sucesos, se negó á la solicitud de sus aliados
para trasladar su corte á Lisboa y elevó el Brasil á la categoria
de reino y de metrópoli provisoria de la monarquia. Resen
tido á la vez con la España , por su retencion de la plaza de
Olivenza, determinó apoderarse de la Banda Oriental, prosi
guiendo un plan de engrandecimiento territorial, que esperaba
poder combinar tal vez con la consolidacion de una nueva y
gigantesca monarquia americana. Al efecto, dispuso que un
cuerpo de tropas pasase del Portugal al Brasil, ( 1815 , ) limi
tándose simplemente á dar aviso á la Inglaterra y á la España ,
de que era con el objeto de garantir la paz de sus fronteras del
Sud, insinuando la posibilidad de que el Brasil cooperase con
la España á la pacificacion de sus colonias rebeladas.
En noviembre de 1815 llegó el primer contingente de
estas tropas, que pasó á situarse en la isla de Santa Catalina.
En 30 de marzo de 1816 llegó el resto, bajo el mando del gene
ral D. Cárlos Federico Lecor (despues Baron y Vizconde de la
Laguna) formando ambos contingentes un total de cerca de 5000
hombres de las tres armas. Esta division fué revistada con

gran pompa el 13 de mayo de 1816 por el Príncipe Regente


392 HISTORIA DE BELGRANO

en persona, quien á la sazon por muerte de su madre iba á


tomar el título de Juan VI, indicándose ya que su destino se
ria al Rio de la Plata. Su embarque en Rio Janeiro, fué presi
dido por el general Berresford , quien accidentalmente se halla
ba alli, tocándole asi tomar parte activa en una empresa en que
él habia sido vencido diez años ántes. Las tropas destinadas
á la espedicion habian militado bajo sus órdenes en la guerra
de la Península , triunfando en Albuera, Bussaco, Salamanca,
Vitoria y Orthez, y por lo tanto se consideraban invencibles.
Al dia siguiente ( 13 de Mayo de 1816 ) el Brasil fué ele
vado á la categoria de reino y de metrópoli , abriéndose con
este acto trascendental la nueva campaña contra las posesiones
españolas en la América . El plan era que las tropas portugue
sas, protegidas por una poderosa escuadra, marchasen directa
mente á posesionarse de Montevideo, á la vez que un cuerpo
de tropas de Paulistas y Rio Grandeses penetrase por las fron
teras terrestres y ocupara militarmente toda la Banda Oriental
hasta el Uruguay. El encargado de ejecutar este plan era el
General Lecor, militar de la escuela cortesana y hombre sin
aptitudes políticas , segun los historiadores portugueses y bra
sileros, no obstante sus distinguidas maneras, su lenguaje culto
y su práctica de mundo. En consecuencia, en Junio de 1816
toda la division portuguesa se hallaba reconcentrada en Santa
Catalina, y las fuerzas brasileras se reunian sobre la frontera
del Rio Grande con el objeto de obrar oportunamente en com
binacion, segun un plan de campaña político-militar, formulado
en detalladas instrucciones . Estas instrucciones revelaban
una larga elaboracion, cuya tendencia era una absorcion me
tódica, bajo la base de la guerra á Artigas, la neutralidad con
las Provincias Unidas y una prohibicion absoluta de admitir en
su territorio tropas de ninguna otra nacion, sin escluir á la Es
paña. Era simplemente la conquista militar , bajo el pretesto
de ir á combatir la anarquía del territorio limítrofe. (8)

8--Véase Gonzalbes, " Memorias para a Historia do Brasil " vol. I , pág.
134 y 135 y vol. II, pájina 73 á 83 - Delbret " Voyage pittoresque et historique
du Bresil depuis 1816, " tom. III, pág. 168, en que se rejistra una lámina (núm.
CAPITULO XXXII 393

Como se vé, la espedicion conquistadora de la Banda Orien


tal del Rio de la Plata , tenia su orígen de la tradicional ambi
cion del Portugal ; respondia á las exigencias de una nueva po
lítica en Sud-América ; y reconocia por causa inmediata el fra
caso del Congreso de Viena, que divorció sus intereses de los de
la España. A la vez de hacer la policia en las fronteras de su
territorio, ella iba directamente contra la soberania de las Pro
vincias Argentinas, con miras ulteriores á su respecto . Em
pero, la opinion contemporánea acusó al Director Pueyrredon
de connivencia en esta empresa ; los historiadores brasileros
han atribuido el triste honor de su iniciativa á D. Nicolás Her
rera, quien despues de la caida de Alvear se hallaba emigrado
en Rio Janeiro. (9) La tradicion argentina á su vez , señala
como uno de sus agentes al Dr. D. Manuel José Garcia, que
desde 1815 desempeñaba el puesto de Enviado confidencial
de las Provincias Unidas cerca del gobierno del Brasil. La
verdad es, que Pueyrredon encontró el hecho establecido, y
hubo de contemporizar en él, mal de su grado ; que Herrera y
Garcia cooperaron en efecto mas ó ménos directamente á su
realizacion, por móviles que sus mismos actos y palabras pon
drán en evidencia. Herrera por ódio al caudillaje de Artigas
y creyendo servir mejor asi al triunfo de las ideas monárquicas
porque se habia decidido , se entregó en cuerpo y alma á la po
litica del Brasil, contando ser el intermediario de futuros arre
glos entre los portugueses y los argentinos. Garcia, convencido
despues del malogro de su negociacion con Lord Stranforg (de
que ya dimos noticia) que nada debia esperarse de la Ingla
terra, habia vuelto sus ojos al gobierno portugués, lisonjeándo
se poder dirigir en el sentido de los intereses de su pais, acon
tecimientos que no podia evitar, partiendo de la base de la in
dependencia y la monarquía ; sin retroceder ante una ane

23) representando el embarque de la espedicion, figurando en ella Berresford.


Pereyra da Silva, “ Hist. da fundacao do Imperio Brasileiro, 27 tom. III, Sec. IV.
Véase además las Instrucciones, á Lecor de 4 de junio de 1815 , publicadas en la
Col. de Mem. y Doc. de Lamas.
9-Véase Historia Gral. do Brasil por Varnaghen t. II, páj. 333.
394 HISTORIA DE BELGRANO

xion al Portugal, prefiriendo esto, á continuar bajo el imperio


de la anarquía ó volver á someterse á la España .
En el curso de este capítulo quedará todo esto auténtica
mente comprobado. Para poder seguir en su paralelismo la
doble corriente de los acontecimientos , ostensible la una y sub
terránea la otra, empezaremos por establecer los antecedentes
secretos , continuaremos con los públicos, y por fin esplicare
mos simultáneamente los unos por los otros en el órden cronoló
gico en que se suceden.
El Dr. D. Manuel José Garcia, que como representante
del gobierno de las Provincias Unidas en Rio Janeiro, presen
ciaba los sucesos de que hemos dado cuenta ántes, y estaba en
muchos de los arcanos de la política brasílico-portuguesa, era
sin duda uno de los hombres mas notables de su época . Pa
triota decidido, hombre de elevacion moral, cabeza de inteli
gencia poderosa nutrida con estudios serios, escritor literario.
con nervio y originalidad, con penetracion profunda para juz
gar los hombres y las cosas, con una alta moderacion que
nunca se desmentia, era un verdadero hombre de estado, que
reunia á estas calidades una bella y distinguida figura, realzada
por modales dignos y por una conversacion chispeante de inge
nio y de amenidad . Con todas estas dotes naturales y adqui
ridas, Garcia no era empero un hombre de iniciativa ni de
lucha. Carácter flexible, que se doblaba á impulso de las cir
cunstancias , conciencia flotante que buscaba su equilibrio en el
término medio de los hechos consumados ó que tenian la san
cion de la fuerza, era mas bien un hombre parlamentario , que
un combatiente revolucionario. Sin perseverancia ni fortaleza
para perseguir el ideal que su inteligencia alcanzaba y que su
corazon bien puesto anhelaba, se dejaba dominar y aun postrar
por los hechos brutales, abdicaba en presencia de ellos su libre
albedrio, y pactaba con el mal á trueque de obtener un bien
relativo que se alejaba mas, á medida de las concesiones que á
aquel hacia, acabando por ser un político inerte, que se veia
fatalmente obligado á optar por el menor entre dos males ,
capitulando quizá con el peor de ellos. Era como un rico
metal sin temple, que sin perder sus cualidades intrínsecas,
CAPITULO XXXII 395

tomaba las formas que le daban las pasiones esternas, sin opo
nerles mas resistencia que la cohesion de sus moléculas . Con
este carácter, no se estrañará que tan noble inteligencia y tan
decidido patriota, hubiese aceptado el vergonzoso encargo de
Alvear para poner en 1815 las Provincias Unidas bajo la domi
nacion de la Inglaterra, sin consultar el voto de los pueblos y
contrariándolo, mision que él procuró ennoblecer hasta cierto
punto, pero que si bien puede ser esplicada no puede en manera
alguna disculparse ante la historia . ( 10 ) Desengañado de que
el pueblo arjentino nada tenia que esperar de la Inglaterra , ni
aun para aceptarlo en la condicion de colonia , volvió sus ojos á la
Corte de Portugal establecida en el Brasil, y trató de propiciarse
la buena voluntad de esta potencia vecina, fundando sobre esta
base un plan político , en el cual, creyendo ser el director en cierto
modo, no era sinó el servidor de intereses agenos y antagónicos.
Por analojia de gustos literarios y por sus tendencias ame
ricanas, Garcia habia simpatizado con el Ministro Conde da
Barca, el cual á su vez le profesaba una verdadera admiracion.
Por este conducto estaba al corriente de una gran parte de los
secretos de gabinete, coincidiendo en muchos puntos, con las
opiniones de Herrera, que cultivaba relaciones con ambos . Asi
es que, conocedor del mal efecto que habia producido en el
gabinete portugues el resultado del congreso de Viena , y com
prendiendo con su natural sagacidad que el Portugal tenia que
divorciarse de la España, Garcia escribia en cifra secreta á su
gobierno el 27 de Abril de 1815 :- Puedo asegurarle que no
« tema por parte de esta córte. No seguir á los orientales en
« su política salvaje y turbulenta . " ( 11 ) Al mismo tiempo

10-Al mismo tiempo que escribimos esto, se publica en el núm. 45 de la


" Revista del Rio de la Plata ' un escrito histórico de D. Manuel Rafael Garcia,
hijo de D. Manuel José, procurando esplicar y aun disculpar estos hechos . Ha
biendo escrito sobre este punto sobre documentos del archivo del Dr. Garcia, comu
nicados por su propio hijo ( segun lo dijimos en la primera edicion de esta obra)
dejamos que la conciencia de cada uno forme su juicio sobre el particular, refirién
donos en lo posterior á las pruebas que exhibiremos.
11-En el " Proceso original de alta traicion & "-Carta de Garcia al Direc
tor Supremo D. Ignacio Alvarez de 27 de Abril de 1815, pág. 51.
396 HISTORIA DE BELGRANO

que este despacho se espedia, el gobierno del Brasil hacia venir


tropas del Portugal para apoderarse de la Banda Oriental, se
gun se ha visto ya. Seis meses despues (Nbre. de 1815 ) lle
gaba el primer contingente de estas tropas y Garcia escribia :
<< Ninguna novedad ha ocurrido si no es la próxima marcha
« de la primera division portuguesa á Santa Catalina.- La
❝ incomprensible obstinacion con que algunas Provincias sostie
« nen una division escandalosa y la dislocacion general de ese
<< estado, escita la lástima de unos y la agresion de otros, y se
«
<< calcula como muy fácil la subyugacion de un pais sin unidad,
sin gobierno y que solo cuenta con el furor desatinado de
" muchos gefes divididos y aun enemigos entre sí. » ( 12)
Aqui se ve diseñarse ya la invasion portuguesa al territorio ar
gentino, justificándola en el hecho ante su propio gobierno el
representante argentino.
Caido el Director D. Ignacio Alvarez, su sucesor el Gene
ral D. Antonio Balcarce recibió nuevamente comunicaciones de
Garcia, anunciando con palabras enigmáticas grandes sucesos,
relacionados con la invasion portuguesa á la Banda Oriental,
lo que ya no era un misterio para nadie. En tal conflicto, Bal
carce se dirigió al Congreso reunido en Tucuman, diciéndole :
<< La desconfianza que tiene nuestro diputado en Rio Janeiro,
« de que no pueda guardarse el secreto de sus comunicaciones,
« lo ha obligado á observarlo con él mismo el gobierno, por no
« comprometer al gabinete portugués y esponer el éxito de la ne
« gociacion. El resultado viene á ser , que carecemos de brúju
« la en la direccion de negocios tan delicados, y que la verosímil
aproximacion de las tropas lusitanas nos encuentra absolu
« tamente desprevenidos acerca de sus miras. La incertidum
« bre del gobierno da ansas para suscitarle sospechas injurio
" sas, que le harán al fin perder la confianza pública acusándo
« lo de traidor: » ( 13) Pintada asi la situacion y dando por

12-Carta de Garcia al Ministro D. Gregorio Tagle de 19 de diciembre de


1816 ( MS del Archivo secreto del Cong. de Tuc. )
13-Comunicacion del Director Balcarce al Congreso, de 19 de Julio de 1816
(M S del Archivo secreto del Cong. de Tuc. )
CAPITULO XXXII 397

sentado la existencia de una negociacion préviamente autori


zada, el gobierno concluia pidiendo al Congreso « una regla de
conducta en crisis tan arriesgada. "
En estas circunstancias se trasladó el Director Pueyrre
don á Buenos Aires . A los dos dias de su llegada (1.° de
Agosto) fué á verle el Dr. D. Gregorio Tagle, para confiarle
con gran misterio comunicaciones de suma importancia, que
acababa de recibir del Brasil. Este personaje, que hace ahora
su primera aparicion en nuestra historia y que reaparecerá mas
adelante, merece que le dediquemos alguna atencion . El Dr.
Tagle, rezagado en el movimiento revolucionario, habia empe
zado su carrera política como ministro del Director Alvarez
Thomas, continuando en el mismo puesto bajo el Directorio de
Balcarce, en cuya caida fué envuelto. ( 14 ) Inteligencia me
diocre, de instruccion problemática y reputacion moral equívo
ca, muy pagado de sí mismo como toda personalidad que no
escede el nivei comun, tenia empero fama de ser un abogado
hábil en materia de pleitos. Dotado de sangre fria, de bas
tante sagacidad y astucia y de una voluntad consistente y flexi
ble, con poca escrupulosidad en cuanto á la escogitacion de
medios para alcanzar fines inmediatos , era hombre de buen
consejo en las dificultades y un auxilir útil para gobernantes
legos y sin ideas propias, á los cuales sabía imponerse hacién
dose necesario. Era como una de aquellas luces que alumbran
los rincones, sin proyectar jamás sus rayos hacia lo alto de la
bóveda. Su nombre, que no se halla ligado á ningun hecho
histórico, habria quedado como un geroglífico mudo en los
decretos sin trascendencia que firmó, si á la vez la tradicion no
hubiera trasmitido algunas anécdotas escandalosas que con su

14-Su renuncia, es un documento característico. Se imprimió en hoja


suelta en Junio de 1816. En ella se registran estas palabras enigmáticas, que
refiriéndose al punto que nos ocupa, dieron orígen á que por ellas fuese interpelado
por
66 el Congreso, segun se verá despues. " Mi inmediacion á los negocios, decia,
me ha hecho conocer la necesidad de no malgastar el tiempo en peligrosas dis
" cordias, y que un solo instante de madurez que traiga los ánimos á la reconci
“ liacion va á decidir nada ménos que la humillacion ó la gloria de nuestros fu
46 turos destinos. "
398 HISTORIA DE BELGRANO

administracion se relacionan , y si los documentos de los archivos


secretos no viniesen á revelar la parte que le cupo en la mis
teriosa negociacion de que venimos ocupándonos . Como Mi
nistro de Relaciones Esteriores, fué el primero que recibió las
confidencias de Garcia , y por el interés que en ello tenia se le
habia confiado la custodia del archivo de la diplomacia reserva
da, manteniendo á la vez una correspondencia confidencial con
el enviado de Rio Janeiro. A la posesion de este secreto ha
bia debido en gran parte su inamovilidad en el ministerio bajo
dos Directorios, y á ello debió el ser llamado á ocuparlo por
tercera vez, segun se verá mas adelante. Como todos los hom
bres frios, sin grandes vistas ó convicciones profundas, Tagle
era un político escéptico, alimentado con ideas agenas, que di
geria segun su naturaleza. Patriota á su manera , sin embar
go, pero patriota del dia siguiente, miraba con celos á los
precursores de la revolucion y estaba descontento del presente .
Sin creencias fijas, aceptaba como solucion la forma monárqui
ca, y como medio de combatir la anarquia de la Banda Orien
tal, la política aconsejada por Garcia, en la cual entró de lleno.
Bien que el plan de Garcia fuese hijo del desaliento , que
partia de la base de la carencia de fuerzas morales y materiales
propias, admitiendo la fatalidad de los hechos agenos á cuyo
servicio se ponia, él tenia cierta amplitud de ideas, revelaba
una inteligencia en actividad, y un estadista que seguia con
atencion el movimiento del mundo con relacion á los intereses
de su patria, aun cuando errase el camino. Estos alcances y
estos conocimientos, bebidos en una fuente lejana, no podian
brotar de la cabeza de un hombre, que como Tagle, no se nu
tria con la lectura, estaba encerrado en el círculo estrecho de
la chicana forense, llevaba una vida disipada , y en cuyos escri
tos difusos no ha quedado consignada una sola idea . Empero,
como es mas fácil enmendar una plana agena que hacerla, el
buen sentido de Tagle le hizo notar desde luego el defecto
capital del plan del enviado argentino , que no retrocedia ante
el protectorado del Portugal, dejando á su pais comprometido
ante sí mismo y ante naciones mas poderosas. Por eso, acep
tando la idea de combinar los intereses de las Provincias
CAPITULO XXXII 399

argentinas, segun él los entendia , con la ambicion y el engran


decimiento del Portugal, sin escluir en último caso la corona
cion de un Príncipe de la casa de Braganza en el Rio de la
Plata, preferia el establecimiento de un monarca bajo los aus
picios de una nacion mas poderosa , que resolviera la cuestion
de la independencia pacíficamente, ó por lo ménos una garan
tía eficaz que no hiciera árbitro absoluto al Portugal, cuyo
protectorado rechazaba aun como refugio, porque ( segun él
decia un año despues) « capitular con una nacion inferior en
importancia política haria ménos escusable la ignominia de
« retroceder en una carrera ilustre . " ( 15 ) Tal era el perso
naje problemático , que al poner en manos de Pueyrredon en
Agosto de 1816 las últimas comunicaciones reservadas de
Garcia, lo iniciaba en los misterios de la diplomacia subterránea
de aquellos tiempos difíciles.
Las comunicaciones de Garcia (que eran dirigidas á Bal
carce, suponiéndolo aun en el mando) aumentaron las perple
gidades de Pueyrredon , á la vez de darle la certidumbre de
la próxima invasion portuguesa al territorio argentino de la
Banda Oriental. En tal conflicto, las sometió al Congreso,
pidiendo instrucciones en las « decisivas ocurrencias que se iban
« á agolpar y de cuya inminencia ya no podia dudarse. " ( 16 )

15-Este retrato es rigorosamente histórico . Las palabras marcadas son


tomadas de una esposicion de Tagle á Pueyrredon, escrita un año despues de
esta época, en 4 de Noviembre de 1817 , en la que, con motivo de esplicar el con
cepto de su renuncia ya transcrito y dar noticias del archivo secreto de Relaciones
Esteriores á su cargo, habla largamente de sí y de " la superioridad de luces "
que le daban su posicion, ocupándose estensamente de sí mismo y retratándose
al mismo tiempo, como lo hace en la citada renuncia. A la esposicion acompaña una
carta confidencial de Garcia de 29 de Diciembre de 1815, de la cual tomatestual
mente la única idea que se encuentra en su difuso escrito. En él declara ser suya una
nota firmada por Pueyrredon en 19 de Noviembre de 1816, ( que se halla publi
cada en el " Proceso de Alta Traicion ” ) en que hace el último su profesion de fé
monárquica. Los demas hechos que se precisan ó á que se hace referencia cons
tan de la correspondencia secreta de Garcia ( M S S. del Archivo del C. de T. ) 6
son de notoriedad .
16- Pueyrredon al Congreso, oficio de Agosto ( el dia de la fecha en blanco
en el original) de 1816. M S. del Archivo secreto del Cong. de Tuc.
400 HISTORIA DE BELGRANO

La correspondencia de Garcia, hasta entonces llena de


reticencias sobre su negociacion , contenia esta vez una franca
esposicion de sus ideas con relacion á la política interna y
esterna del pais . « No estoy libre aun de temores, decia, por
« que no sé si existirán las mismas personas al frente de los
negocios : si interpretarán bien mis palabras ó las tomarán
de texto para atemorizar á mis compatriotas con la perspec
« tiva de nnevas traiciones y felonias. Nada seria estraño en
« el estado de delirio á que hemos venido ; pero este recelo
❝ escusará á los ojos imparciales mi circunspeccion en detallar
« circunstancias por otra parte agradables á los que aman el
❝ pais. " En seguida, levantándose á la region serena desde
la cual creia dominar el delirio de que estaba poseido su pais,
establecia como punto de partida, que las provincias argenti
nas eran impotentes para salvarse por sí solas . « Es un error ,
« continuaba, imaginar proyecto alguno de sólida prosperidad ,
« mientras sus bases no se asienten sobre las ruinas de la anar
« quia que actualmente nos devora. Estoy persuadido , y la
<< esperiencia parece haberlo demostrado , que necesitamos la
« fuerza de un poder estraño, no solo para terminar nuestra
« contienda, sinó para formarnos un centro comun de autori
« dad, capaz de organizar el caos en que están convertidas
« nuestras provincias, y en la escala de las necesidades públi
« cas cuento primero la de no recaer en el sistema colonial.
« En tal situacion es preciso renunciar á la esperanza de cegar
« por nuestras manos la fuente de tantos males . "
Estableciendo que los males de la anarquia de la Banda
Oriental son igualmente funestos al Brasil y que de aqui surge
la armonia de su política internacional, agrega :-« Alarmado
este ministerio ( el del Brasil ) de los progresos que sobre el
" gobierno de las Provincias Unidas va haciendo el caudillo
de los anarquistas, no ha podido ménos que representar á S.
« M. F. la urgencia de remediar en tiempo tantas desgracias,
« y S. M. parece haberse inclinado á empeñar su poder en
< estinguir hasta la memoria de esta calamidad , haciendo el
«
bien que debe á sus vasallos y un beneficio á sus buenos veci
« nos que cree le será agredecido . "
CAPITULO XXXII 401

Anunciada la próxima invasion en tan melífluos términos ,


se empeña en demostrar, que siendo un hecho fatal la interven
cion de esta fuerza estraña, es conveniente, por cuanto el Bra
sil no debe considerarse como pais estrangero. Véase como
desenvuelve su idea :- Siempre ha sido temible la ingerencia
« de una potencia estrangera en las disensiones domésticas ;
« pero esta regla no me parece aplicable á nuestro caso. La
« estremidad en que estamos, solo nos permite optar entre la
« anarquia y la subyugacion consecuente por la España ó el
« riesgo de que el estrangero saque partido de nuestra debili
« dad para engrandecer su poder. Por una combinacion harto
« feliz para los americanos del Sud , los intereses de la casa de
« Braganza han venido á ser homojéneos con los de nuestro
« continente. El establecimiento del trono del Brasil, despues
« de haber dado el paso de abolir el sistema colonial, ponién
« dose al lado de la América en la cuestion que la divide ahora
« con la Europa, necesita nuevas fuerzas para seguir cortando
« los lazos que todavia detienen los pasos de su política, y em
<< barazan la marcha natural de esta parte del mundo á sus altos
<< destinos. De este modo, viene á quedar en cierta manera
< dependiente de nosotros la aproximacion de esta época ver
« daderamente grande por sus consecuencias, y el impulso de
<< nuestra política no puede obrar sinó en el mismo sentido que
« el de esta nacion nueva, para enlazar intimamente con ella
❝nuestros intereses y aun identificarlos si fuese posible. Mi
« rando asi la cuestion parece que los intereses de esta nacion,
❝no son estrangeros para nosotros, y por consiguiente es ina
<< plicable al caso presente cuanto se diga acerca de la interfe
« rencia de un poder estrangero en discusiones domésticas.
" Si esto no es prueba para un político, lo seria el detall de mis
« transacciones, ( 17) pero ni puedo fiarlo á la pluma ni V. E.
« lo juzgaria prudente. »
Establecida la impotencia de las Provincias Unidas para
resolver su cuestion interna y esterna ; admitiendo que la inva

17-Asi está subrayado en el original de donde lo copiamos. M S.


26
402 HISTORIA DE BELGRANO

sion era un beneficio que debian agradecer ; conviniendo que


esa invasion era un hecho fatal preferible á volver á la domi
nacion española, y que, aun considerada como una intervencion
en las diferencias domésticas, no debia considerarse al Brasil
como una potencia estrangera, sinó por el contrario, como un
poder homogeneo, con el cual las Provincias Unidas debian
enlazar y aun identificar sus intereses, si fuese posible, -la con
secuencia que lójicamente se deducia, era que la fuerza estran
gera debia aceptarse para resolver las cuestiones internas,
sirviendo indirectamente de punto de apoyo al gobierno ar
gentino para dominar las resistencias nacionales y formar asi
una sola nacion. Garcia, no trepida en formular netamente
este pensamiento, y dice por conclusion : -« Sé por esperien
« cia, que los rivales de América de todas sectas y naciones,
« pondrán en accion las preocupaciones viejas de nuestra edu
< cacion, las de nuestra revolucion , y las pasiones todas. Preveo
« tambien, que estas maniobras producirán demasiado ( 18 )
<< efecto en nuestros compatriotas. De modo que, una fuerza
« bien organizada me parece indispensable no solo para la con
« sistencia del Gobierno, sinó para que las deliberaciones sean
" mas libres y pueda ser ventilada la cuestion sin temores.
« Debo concluir con mi ruego acostumbrado : mucho sigilo,
sinó, comprometemos contra nosotros á nuestros propios
amigos. " (19 )
En su carta confidencial al Director Balcarce, escrita en la
misma fecha ( 9 de Junio de 1816 ) , es Garcia mas esplícito en
sus noticias y medios de ejecucion del plan convenido . Dícele,
que la escuadra portuguesa está al ancla y solo espera buen
viento para ir á acabar con Artigas, quien « luego dejará de
« molestar á Buenos Aires. » Que ha tratado de cerca al
General Lecor, jefe de la espedicion , y le parece de buen ca
rácter, además de que va bien instruido, habiendo sido invitado
por él para asistir á una gran sesion en la misma noche. Ter

18-Asi subrayado en el original M S.


19-Despacho de Garcia al Director Supremo, de 9 de Junio de 1816. M S
del Arch. sec. del Cong. de Tuc.
CAPITULO XXXII 403

mina su carta diciendo :-« Nuestro amigo Herrera estará lue


« go en Montevideo . El será el depositario de nuestras co
❝municaciones , y así serán mas prontas y seguras . Será
66 además encargado de otras cosas. Las primeras medidas
«
« de Lecor pienso que inspirarán confianza . Esta es maniobra
« complicadísima, y se necesita la circunspeccion del mundo
« para salir sin desgracias. Vaya pensando en el sugeto que
« ha de acercarse á tratar con Herrera y el General, que sea
« hombre sin ruido , y que el tal hombre sea sobre todo manso,
« callado y negociador . Por Dios, que no sea asustadizo, ni
« de aquellos que quieren todo en un abrir y cerrar de ojos.
« Luego irán ciertas bases que pudieran ser las del nego
« ciado. " (20)
Quince dias despues (25 de Junio) Garcia anunciaba que
la espedicion portuguesa habia zarpado el 12 de Junio y que
su destino era á Maldonado y Montevideo, debiendo tocar
en Santa Catalina para recibir mas tropas , y obrar en com
binacion con las que simultáneamente invadirian por tierra
-
las fronteras argentinas de la Banda Oriental, agregando :
« El objeto de este armamento lo he anunciado, asi como
tambien que las provincias de la dependencia de ese go
« bierno (el argentino) no tenian que recelar cosa alguna
« de él. "
Comprendiendo, empero, que la situacion que crease la
invasion portuguesa no podia ser permanente, y que una vez
producida, era necesario tomar un partido decisivo, epilogaba
los principios que habian guiado su conducta, para que sirvie
sen de norma al gobierno argentino. « Desde que llegué á
« esta corte, decia, procuré ponerme en la misma direccion de
«
< los sucesos públicos , y de los intereses de aquellos con quie
« nes debia tratar. No teniendo fuerza alguna para detener
« aquellos ni alterar estos, habria sido deshecho en el caso de
« aventurar un choque. Asi, pues, mi empeño fué combinar

20-Carta de Garcia al Director Balcarce, de 9 de Junio de 1816, M S del


Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
404 HISTORIA DE BELGRANO

los intereses peculiares de esas Provincias con los de los


❝estrangeros, y neutralizar, ya que no era posible destruir
los principios de oposicion. "
Reasumiendo los resultados que esta política á remolque
del Portugal le habia dado, los detalla en el órden siguente :—
1 ° Suavizar las malas impresiones que un sistema exagerado
de libertad habia hecho sobre el corazon de los soberanos cons
tituidos, apoyados por la opinion del mundo civilizado ; 2°
Conservar la buena armonía y las relaciones mercantiles ; 3°
Desviar del gobierno argentino el golpe que iba á dirigirse
contra Artigas ; 4° Contribuir á que las operaciones militares
contra Artigas fuesen útiles á las demas Provincias Argentinas,
no solo para aniquilar el caudillage sinó para preparar un órden
de cosas mejor que el que jamas pudo traer la anarquia que era
de esperarse de una subyugacion enteramente militar (subrayado
en el original ; ) 5° Poner á los pueblos argentinos en aptitud
aprovecharse de la variedad de intereses de las potencias inte
sadas, para poder hacer con alguna mas dignidad y seguridad
la mudanza á la cual en otro caso serian irresistiblemente for
zados sin condicion. " (21 )
Sentadas estas premisas, que importaban un ultimatum
hecho por la boca del amigo , definia cuales serian (para no
perder tiempo, decia) las propuestas admisibles por su natura
leza, sintetizándolas en este órden : 1 Que la tendencia natu
ral de la Corte Brasilero-Portuguesa era aumentar el peso
del continente sud-americano contrabalanceando el del viejo
mundo, (lo que importaba indicar que no debia contrariarse ; )
2 Que los principios puramente democráticos (asi subrayado
en el original) son incompatibles con los monárquicos , y por
lo tanto el sistema adoptado por las Provincias Unidas marchi
taria los frutos que debia producir la analogia de intereses
políticos con sus vecinos .
De aquí á aconsejar hasta la anexion como colonia del
Portugal no hay sinó un paso, y Garcia lo da resueltamente

21-Asi subrayado en el original M S.


CAPITULO XXXII 405

agregando : « La anarquia que todo lo empobrece, despuebla


❝ y desune, es el mayor de todos los males, y en la alterna
« tiva puede preferirse el restablecimiento del sistema colonial,
porque, aun cuando él ponga embarazos al engrandecimiento
" (subrayado en el original, ) conserva al ménos los elementos
que tienen las Provincias sin destruir la naturaleza que obra

« incesantemente y triunfa al fin, (sic) del sistema violento de


« colonizacion. Esto, pues , debiera tenerse presente á la
vista, porque segun las circunstancias, el Soberano (del Por
« tugal y del Brasil) podrá ser ya aliado, ya protector, ya
u neutral, ora mediador, ora garante de sus vecinos , ora en fin,
« recibirlos é incorporarlos á sus Estados, ó bien desechar
« esto mismo, si la imprudencia, el descuido ó la desgra
« cia de aquellos ( los vecinos arjentinos ) no le deja medio
honesto de hacerlo, por mas que convenga á sus intere
❝ses asi. "
Para alcanzar estos resultados, que segun Garcia eran el
máximun de las aspiraciones posibles, indica que debe « respe
« tarse hasta las preocupaciones y errores vulgares para que no
<< desvanezcan los proyectos mas bien concertados, asegurando
« la unanimidad de opinion . " Pero observa al mismo con este
<< motivo :-<< Es muy útil no olvidar la doctrina recibida por
« todos los publicistas, que cuando una nacion despues de ha
« ber destruido su gobierno se divide en fracciones, su estado
« es el de una verdadera disolucion ; ya no hay nacion ni vín
❝culo alguno social, ni otra cosa que individuos , abandonados
« sin freno á todo el furor de sus pasiones. " Y en seguida
concluye agregando : <<< Desde que falte una esperanza razo
« nada de obtener una pretension por justa sea, son impruden
a tes y criminales los mas heroicos esfuerzos, si ellos esponen
<<< al pais á caer en el abismo de una declarada anarquia . Para
❝ alejarse de este monstruo se presentan á V. E. dos caminos :
« el Rey de Portugal en sus amigables disposiciones y S. M.
« Católica en las proposiciones que hace por medio de sus mi
« nistros . Será siempre una felicidad haber preparado en estos
❝ dominios un asilo tan seguro como sabe V. E. , viniendo asi
« á evitarse que una desesperacion funesta sacrifique el sosiego
406 HISTORIA DE BELGRANO

< de la generacion actual y las esperanzas de las venideras á la


« defensa de algunas personas. " (22)
Véase cual era la proposicion de S. M. Católica á que se
refiere Garcia en su anterior despacho. El encargado de Ne
gocios de España en Rio Janeiro le habia manifestado , estar
autorizado por su Soberano para asegurar, que se hallaba ani
mado de los mejores deseos respecto de las Provincias del Rio
de la Plata, y dispuesto á ahorrar la sangre que se derramaba
lastimosamente en ellas. En consecuencia de esta abertura, el
enviado argentino y el diplomático español celebraron varias
conferencias, acordando al fin , que el primero dirigiria una co
municacion pidiendo bases, la cual seria contestada satisfac
toriamente por el segundo. ( 23 ) El español contestó así :
" Infiriendo yo de la pregunta que V. me hace en su carta que
« cansadas las Provincias del Rio de la Plata de los horrorosos
<< males que sufren , desde el primer estravio de los que por un
« error de su imaginacion exaltada las redujeron á este deplo
« rable estado, y de que, el deseo de que se restablezca en ellas
« la tranquilidad por medio del Gobierno paternal del Rey
" Nuestro Señor, es lo que le mueve á dar este paso, debo de
<< cirle : que el mismo augusto Señor, está dispuesto á volver á
« admitir en el seno de la nacion española como á sus demás
❝ vasallos á los habitantes de las Provincias del Rio de la Plata,
❝ olvidando enteramente cuanto ha pasado en ellas desde el
❝ año de 1810 , echando un eterno velo sobre la conducta polí
❝tica de todas, y dejándolas en el completo goce de su seguri
❝ dad personal y de sus propiedades . Para disfrutar este be
❝neficio seria menester que el Gobierno de Buenos Aires, to
« mándose el tiempo necesario para preparar la opini on pública,
« imprimiese y circulase un manifiesto, en que hiciese ver la
<< crítica situacion en que se hallan las Provincias , los grandes
« peligros, las ningunas esperanzas, y que el único medio de

22-Despacho de Garcia al Director Balcarce, de Junio 25 de 1816. M S.


del Archivo secreto del Cong, de Tuc.
23-Despacho de Garcia al Director Sup., de 19 de Julio de 1816. M S del
Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
CAPITULO XXXII 407

<< evitar todas las desgracias es volver al dominio de S. M. , es


❝ poniendo las ventajas de hacer esta sumision en tiempo y
❝ voluntariamente ántes que se acerquen las tropas del Rey.
« Despues de estos pasos podrán enviar diputados para im
plorar la proteccion poderosa de la augusta hermana de S.
« M., la Reina Fidelísima (la Carlota) cerca del Rey Nuestro
« Señor, la que satisfecha de la conducta que hubiesen tenido,
« participará lo sucedido al General D. Joaquin Pezuela, para
« que bajando á ocupar á Buenos Aires y todas las Provincias,
« trate á sus habitantes del modo que el Rey quiere en premio
« de su voluntaria sumision. » (24 )
Este paso en falso que Garcia daba por complacer á la
Reina Carlota, lo habia hecho preceder del siguiente anuncio,
en que apuntaba las mismas proposiciones en globo :- Las
garantias son : la palabra Real y la autoridad de S. M. la Rei
« na Fidelísima, que está dispuesta á prestarla si es tal el esta
« do de nuestras Provincias que hayan de entregarse á discre
« cion de un General. Creo que estos partidos no son de
❝ despreciar, ni ménos la garantia de una Soberana que siem
<< pre vale mas que muchas promesas de Generales . » (25 ) En
carta del dia siguiente ( 2 de Julio) al Director Balcarce le de
cia : « Son tan tristes las noticias que recibimos sucesivamen
« te de ese pais, que no seria milagro que acabasen con él sus
<< propios hijos, ántes que pudiese aplicársele ningun remedio.
« Poniéndome en este caso no quise perder la ocasion que se
❝ me presentó el dia 12 del pasado (el mismo dia que zarpaba
❝ la espedicion portuguesa) de tener una conferencia. Para
❝ todo es preciso calcular con que ese pais tenga alguna fuerza
<< para mantenerse en pié, pues si el cuerpo está muerto y des
<< hecho no es posible hacer nada, á no ser disponiendo de él
como materia inerte. En la Banda Oriental (ocupada por
« las armas portuguesas) debe fijarse el pié para luego obrar

24-Carta del Encargado de Negocios de España en el Brasil D. Andrés


Villalba, inserta en el " Proceso de alta traicion " pág. 43.
25-Oficio de Garcia al Director Balcarce,de 1º de Julio de 1816. M S. del
Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
408 HISTORIA DE BELGRANO

<< con energia. Vd. queda ya bien cerca. Yo estoy aquí á la


« orilla de la fuente, y crea vd . que no me dormiré. Es menes
« ter sistema, y adoptarlo con uñas y dientes, pues si andamos
« escogiendo manjares como enfermo desganado, vendremos á
« morir de flaqueza . Es indispensable preparar la opinion ó
« mejor diré ilustrarla, cuidando no decir cosas á destiempo
« que comprometan á todos inclusos nuestros pueblos mismos.
« Las medidas prácticas las entienden muy pocos. A turbio
« correr nuestros compatriotas tendrán siempre un asilo en este
« Reino. " (26)
Al mismo tiempo que así discurria, adjuntaba Garcia un
proyecto anónimo, que decia ser presentado por un amigo de
los argentinos, en el que se contenian las siguientes proposi
ciones : 1 Que las Provincias Unidas reconociesen por sobe
rano al Rey de Portugal : 2' Que las tropas argentinas y bra
sílico-portuguesas se unirian para operar contra los díscolos
promovedores de la anarquia : 3' Que el Rey de Portugal
allanaria las dificultades que la España pudiese oponer á este
proyecto : 4 Que se garantirian todos los derechos y privile
gios de las provincias que se sometiesen, sobre la base de la
ocupacion militar y nombramiento de un Virey. (27) Al
adjuntar estas bases, el Enviado las acompañaba con este
comentario : « El adjunto papel, aunque no tiene carácter
« ninguno oficial, ni creo que produjese efecto alguno, he pen
sado seria curioso y útil el leerlo. Si he de decir mi opi
« nion, creo que por ahora no se convendria este gobierno en
<< aparecer aliado, ni confederado . Quizá admitiria mas bien
« el papel de mediador ó tambien el de protector, y quizá
« tambien comprometido su honor por un paso atrevido , ten
« dria que abandonar sus miramientos políticos . Para todo
❝ esto es preciso mirarse bien, y ántes de ver por donde sale
« Lecor, tengo fuertes motivos para creer que su conducta dará

26-Carta de Garcia al Director Balcarce de 2 de Julio de 1816. M S. del


Arch. Sec. del C. de T.
27- Proceso de Alta Traicion. -Veasé páj. 403.
CAPITULO XXXII 409

« campanada entre los que piensan restablecer el sistema colo


❝nial á toda costa. " (28)
Estas maniobras subterráneas, cuyos ruidos sordos se ha
cian sentir en la superficie, en nada modificaban el movimiento
genial del pueblo argentino, que se operaba á la luz del dia en su
atmósfera vital. Ellas representaban los pavores secretos de
una época histórica, que doblegaban las almas débiles bajo el
yugo de la fatalidad, buscando la salvacion fuera de las condi
ciones del organismo propio. Los hombres pensadores los
estudiaban con serenidad ; los hombres de accion conciente los
encaraban virilmente ; y las masas populares los desafiaban,
dando alas á sus ideas, temple á sus corazones y convirtiendo
sus pasiones en fuerza activa. Mientras el Enviado Argentino
en la Corte de Rio Janeyro, desesperaba de los destinos de la
revolucion de su patria, dando por punto de apoyo al gobierno
de ella una fuerza estrangera que ocupaba una parte del terri
torio argentino, sin retroceder ante la subyugacion colonial
bajo otra potencia que no fuese la España, (aceptando para el
efecto lo mismo á la poderosa Inglaterra que al reino del Por
tugal ; ) y mientras un gobierno inerte dejaba pasar un año y
otro año esperando que D. Juan VI y el general Lecor lo defen
diese contra Fernando VII y contra Artigas ; casi en el mismo
dia y á la misma hora se producian otros hechos que contra
restaban esa política enervante. El Congreso Argentino,
reunido en Tucuman, declaraba la Independencia de las Pro
vincias Unidas del Rio de la Plata, inspirándose en el senti
miento unánime de los pueblos que representaba. Güemes, á
la cabeza de la Provincia de Salta levantada en masa, salia á
rechazar en las fronteras de las Provincias Unidas al enemigo
que se atrevia á proponerle la rendicion á discrecion por el
órgano de uno de sus representantes esteriores. Belgrano
contenia con mano firme el desórden interno, y en medio de
sus sueños de monarquia indígena, servia con abnegacion á la
República. San Martin disciplinaba en Mendoza el ejército

28-Proceso de Alta Traicion.


410 HISTORIA DE BELGRANO

que habia de reconquistar á Chile, y dar libertad á la mitad de


la América del Sur. Los pueblos anarquizados y los caudillos
anárquicos , desenvolvian fuerzas, que de otro modo habrian
permanecido latentes, destruyendo con ellas el edificio viejo,
obstando con su resistencia inconciente á que triunfasen pro
yectos bastardos como los de Sarratea, Belgrano y Rivadavia
en Londres y los de Garcia en Rio Janeiro. El mismo Artigas,
con su brutalidad y sus instintos disolventes , representaba
ante la sociabilidad argentina un principio de vida mas tras
cendental que el que sostenia el diplomático argentino en la
Corte del Brasil, empujando 6ó creyendo empujar á las tropas
portuguesas para eliminar una fuerza que, aunque bárbara, era
una fuerza vital cuya pérdida debia debilitar el organismo
argentino. Por eso, ante la opinion ardiente de los contem
poráneos lo mismo que ante el juicio sereno de la posteridad ,
la política tenebrosa que venimos historiando, ha sido igual
mente condenada, porque ella, sin resolver ninguno de los
problemas de la revolucion, los complicaba ; sacrificaba el por
venir de la república á los miedos del momento, y dado que
sus designios se realizasen, enervaba por una serie de gene
raciones las fuerzas de un pueblo independiente y libre, de
gradando el carácter nacional, y hasta renegaba de la pro
pia raza.
La opinion pública de la época , lo sentia y lo comprendia
asi por instinto de conservacion. Asi es que, cuando surjió el
federalismo en Buenos Aires, oponiendo obstáculos á la conso
lidacion de un poder central y al desarrollo vigoroso de la revo
lucion, el pueblo adivinó que la inercia del gobierno de Buenos
Aires ante la próxima invasion portuguesa, que entonces se
anunció (Junio de 1816 , ) importaba una complicidad con ella.
Lo era en efecto, puesto que, como se ha visto, él estaba per
fectamente impuesto desde 1815 de las miras del gobierno del
Brasil, y no ignoraba que tropas portuguesas marchaban á
ocupar á Montevideo, sin que hasta entonces hubiese dado
muestras de pensar en algo, siquiera fuese para estar prevenido
contra toda emergencia, al ménos para garantir la integridad
territorial del pueblo arjentino.
CAPITULO XXXII 411

En tan tirante situacion, el primer grito de alarma contra


la invasion fué dado por el Cabildo de Montevideo, en una pro
clama, llamando al pueblo á las armas para resistirla . ( 29 )
Quince dias despues (8 de Julio de 1816 ) el gobierno de Bue
nos Aires espedia otra proclama anunciando :-« La córte
<< vecina de Portugal va á despachar un armamento misterioso
<< con destino á las provincias argentinas, con el fin de ocupar
« la Banda Oriental, " agregando que sin embargo descansaba,
en cuanto lo permitia la prudencia en « la religiosidad de los
« tratados de 1812 y la paz garantida por la Inglaterra. »
Despues de aconsejar precaucion mientras no haya agresion ,
recuerda inoportunamente los triunfos anteriores sobre los in
gleses, terminando por decir : « La Patria está en peligro, sal
<< vémosla ! " (30) Si se compara esta ambigua manifestacion
con los conocimientos exactos de que el gobierno estaba en
posesion desde un año atrás, se vé bien que era un papel que
representaba y no un deber serio que se preparaba á cumplir.
El pueblo lo comprendió así cuando vió que la accion no cor
respondia á las palabras. En consecuencia, el Directorio de
Balcarce fué derribado popularmente, para entregar la plenitud
del gobierno al elegido por el Congreso, dando por una de las
causales la siguiente : " El disimulo que le han merecido los
<< arbitrios que en estos dias se han visto suscitar y la apatia,
inaccion y ningun calor observado para preparar la defen
" sa del pais, en el peligro que amenaza la vida de la patria,
<< son otros tantos motivos imperiosos porque reclama la salud
❝ del pueblo, y constituye la imposibilidad de poderse conservar
❝ en el mando D. Antonio Gonzalez Balcarce. " ( 31 )
La Comision gubernativa, que asumió provisionalmente el
mando, del modo que en el lugar correspondiente se esplicó (32)
publicó un bando, poniéndo al pais en estado de defensa , de
clarándolo en asamblea y espidiendo una proclama que decia : --

29-Proclama de 22 de Junio de 1816, impresa en hoja suelta .


30-Impresa en hoja suelta, fol.
31-Proclama de 11 de Julio de 1816, impresa en hoja suelta y en la Gazeta.
32-Véase cap. XXV, pág 136.
412 HISTORIA DE BELGRANO

" Esperaremos á que los portugueses nos invadan para creer


« nos autorizados á tomar medidas de defensa contra su injusta
" opresion ? De cuando acá los arjentinos se abandonan cie
« gamente á los sentimientos liberales de un príncipe , que no
❝nos ha dado la menor prueba de adhesion, y que por el con
« trario se ha unido ántes de ahora con nuestros opresores para
<< hostilizarnos ? " Y en presencia de la agresion de la monar
――――――
quia americana, señalaba á la república americana diciendo :
" Volved los ojos á los Estados Unidos de Norte América y
« hallareis en ellos el ejemplo que debe animar vuestras accio
« nes, y el suspirado término de tantos trabajos ¡ Que podamos
« gloriarnos algun dia de haber sabido imitarlos ! " (33)
En medio de estas agitaciones , el 19 de Julio de 1816 se
publicaba por bando solemne en la capital de Buenos Aires el
acta de la Independencia de las Provincias Unidas.
Tal fué la situacion que encontró Pueyrredon al hacer su
entrada en Buenos Aires, el 29 de Julio de 1816, envuelto por
el prestigio de una nueva soberania nacional, siendo recibido
por todos como un salvador, en razon de las esperanzas que en
él se depositaban. Sus primeras medidas no correspondieron ,
empero, á la espectativa pública ni á la solemnidad de las cir
cunstancias . Rodeóse de un pobrísimo ministerio, y en el es
pacio de mes y medio, fueron sus únicas manifestaciones gu
bernativas, un bando solemne contra los juegos prohibidos en
la capital-materia que competia á la Municipalidad, ―y un
decreto sobre el ceremonial para la jura de la independencia.
Pendiente de las deliberaciones del Congreso, esperaba que
este le trazara su regla de conducta en la cuestion argentino
brasilero-portuguesa.
Mientras tanto, las tropas portuguesas avanzaban , la opi
nion patriótica se alarmaba, sordos rumores, acusando al Con
greso y al Director de connivencia con la invasion estrangera,
circulaban por todas partes. El gobierno inerte en medio de

33-Bando de 14 de Julio y proclama de 17 de Julio de 1816, en la Gazeta


No 66 y en hoja suelta.
CAPITULO XXXII 413

esta gran agitacion, perdia aquel impulso juvenil de los pode


res nuevos, que rara vez vuelve encontrarse despues de disi
par sus fuerzas en el vacío. Comprendiéndolo sin duda así, el
Director se decidió á dirigir por la primera vez la palabra al
pueblo diciéndole : « Me he abstenido hasta hoy de publicar
mis sentimientos. Al aceptar el ilustre, pero difícil cargo á
« que he sido destinado , juré no hacer violencia al voto público.
Me he puesto en medio de todos los partidos . Llamo vues
« tra atencion á las operaciones de la nacion limítrofe , que con
mano armada ha penetrado en el territorio oriental, ocultan
❝do sus futuros designios , los principios en que funda su agre
❝sion, la connivencia que tenga con nuestros enemigos natu
« rales, afectando el tono altivo de dictar la ley á los pueblos
« hermanos á quienes imponga su yugo, y recatando acaso la
« intencion de llevar mas adelante sus miras de invadir la ca
" pital misma, siempre que la suerte y las noticias de nuestra
« debilidad le haga concebir esperanzas de éxito en su empre
sa. ¿ Donde están esas demostraciones públicas y de honor
❝que en otras ocasiones os ha hecho anticipar á las medidas
« del gobierno en presencia del peligro ? » (34)
El Cabildo y la Junta de Observacion respondieron á esta
incitacion, indicando la organizacion de una fuerza de línea de
4000 infantes y competente número de caballeria, la cual no
debia moverse del territorio de Buenos Aires . El gobierno
aceptó la idea « para poner al pais á cubierto contra cualquier
« invasion estrangera, " y decretó en consecuencia algunas
medidas de guerra, entre ellas un nuevo enrolamiento de escla
vos libertos. (35 ) Todo esto no pasaba de una fantasmagoria.
El Director sabia bien á que atenerse respecto de las miras de
la política brasílico-portuguesa, que por el momento al ménos,
no iba mas allá de la Banda Oriental . Tenia ó debia tener con
ciencia de que, despues del resultado del Congreso de Viena,

34--Proclama del Director Pueyrredon de 10 de Setiembre de 1816, impresa


en hoja suelta, fol.
35- Nota del Congreso al Director de 4 de Setiembre de 1816, imp. en la
Estraordinaria de 17 de Enero de 1817.
414 HISTORIA DE BELGRANO

no habia alianza posible entre el Portugal y la España. Le


constaba que el pais no tenia recursos para crear un nuevo
ejército, y que la verdadera fuerza militar de Buenos Aires la
constituian sus tercios cívicos. No se le ocultaba que la opi
nion que él calificaba de tibia, estaba escitada, y que por lo
tanto, los armamentos proyectados no podian pasar del papel,
como en efecto sucedió, á escepcion de un cuerpo de gefes y
oficiales sueltos que se formó.
El Congreso seguia deliberando en el intermedio . Vaci
lante, y como de costumbre desprovisto de sentido político,
espidiose al fin, disponiendo que el Director Supremo acredi
tase dos enviados, ambos secretos , uno cerca de Lecor, y otro
cerca de la Corte del Brasil. Fijábase para lo primero en el
Ministro de la guerra D. Juan Florencio Terrada y para lo
último en el general D. Matias Irigoyen , dos militares de honor,
de maneras cultas y alguna instruccion general , pero sin nin
gun alcance político . La mision de Terrada se reducia á salir
al encuentro del general invasor, reclamándole el cumplimiento
del armisticio de 1812 y pedirle esplicaciones. (36)
El plan de la mision al Brasil confiada á Irigoyen, era
esencialmente diplomático, y fué trazado en dos juegos de ins
trucciones reservadas y reservadísimas , de que el enviado habia
de servirse alternativamente como de dos barajas. Por las
Instrucciones reservadas se le prevenia : pasar préviamente por
el cuartel general de Lecor, y ponerse allí de acuerdo con D.
Nicolás Herrera ántes de entrar en negociaciones con Lecor,
siguiendo en un todo las prevenciones de Garcia. En ellas se
declaraba, que la base de toda negociacion seria la indepen
dencia de las Provincias Unidas, haciendo una halagüeña pin
tura de su estado y de su fuerza . Todo este preámbulo, tenia
únicamente por objeto recabar del gobierno del Brasil « pruebas
« de sinceridad , capaces de aquietar los recelos de los habitan
« tes de las Provincias Unidas , que se agitaban demasiado, y

36- Nota del Congreso al Director, de 4 de Setiembre de 1816, en la Estr. de


17 de Enero de 1817.
CAPITULO XXXII 415

<< esta agitacion les hacia espresar el deseo de auxiliar al gene


« ral Artigas ; haciendo entender que, si el objeto del gabinete
« portugués era solamente reducir al órden la Banda Oriental,
« de ninguna manera podria apoderarse del Entre-Rios, por
ser territorio perteneciente á la Provincia de Buenos Aires. "
Para amansar las furias portuguesas , se prevenia además al
comisionado : " Tambien espondrá , que á pesar de la exalta
« cion de ideas democráticas que se ha esperimentado en toda
« la revolucion, el Congreso, la parte sana é ilustrada de los
❝ pueblos, y aun el comun de estos , están dispuestos á un sis
« tema monárquico constitucional, de un modo que asegure la
« tranquilidad y el órden interior y estreche sus relaciones é
<< intereses con los del Brasil . » —La fórmula práctica de esta
premisa era la siguiente :-« Procurará persuadirles el interés
« y conveniencia que de estas ideas resulta al gabinete del
« Brasil, en declararse protector de la libertad é independen
« cia de las Provincias Unidas, restableciendo la casa de los
« Incas, y enlazándola con la de Braganza. "-Para el caso que
nada de esto se consiguiera, preveníase ; -« Si despues de
« los mas poderosos esfuerzos para recabar la anterior propo
« sicion, fuese rechazada, propondrá la coronacion de un infante
« del Brasil en las Provincias Unidas, 6 la de otro cualquier
❝ infante estrangero, con tal que no sea de España, para que
« enlazándose con alguna de las Infantas del Brasil gobierne
este pais bajo una constitucion que deberá presentar el Con
« greso, tomando á su cargo el gobierno portugués allanar las
<< dificultades que presente la España . " (37 ) Estas eran las
instrucciones reservadas con que debia jugarse la primera par
tida con Herrera y con Lecor.
Las Instrucciones reservadísimas prevenian al comsionado ,
proceder segun las comunicaciones oficiales y confidenciales de
Garcia á los Directores Alvarez Thomas y Balcarce, cuya sus
tancia hemos hecho conocer ya. Sobre esta base se le hacia la

37-Instrucciones reservadas del Congreso, aprobadas en la sesion del 4 de


Setiembre de 1816.
416 HISTORIA DE BELGRANO

siguiente prevencion :-« Si se le exigiese al comisionado que


las Provincias Unidas se incorporen á las del Brasil, se opon
« drá abiertamente ; pero si despues de apurados todos los re
« cursos de la política insistiesen, les indicará (como una cosa
« que nace de él, y que es lo mas tal vez á que pueden prestar
se las Provincias,) que formando un estado distinto del Brasil,
❝ reconocerán por su monarca el de aquel, mientras mantenga
❝ su Córte en este continente ; pero bajo una Constitucion que
« le presentará el Congreso. " (38 ) Varios diputados salvaron
su voto en puntos de detalle ; pero Godoy Cruz , diputado por
Mendoza y corresponsal del General San Martin, declaró « que
« la primera proposicion que debia hacerse al enviado fuese
<< forzosamente sobre el principio de que la forma de Gobierno
mas estimada por los pueblos , y por la cual tenian opinion de
<< decidirse, era la republicana. " (39) Verdaderamente, la
mayoria de este Congreso no tenia la conciencia de que habia
declarado á la faz del mundo la independencia de una nacion
soberana y libre, y fundado por el hecho una república demo
crática !
Antes de imponerse de estas mal calculadas y vergonzo
sas instrucciones , el Director Supremo se dirigia al Congreso,
sometiéndole las últimas comunicaciones de Garcia, trasmitien
do sus impresiones acerca de ellas. « Las comunicaciones de
" Garcia, decia el Director, se encuentran tan poco caracteri
« zadas y abundan en tanto misterio , que el Gobierno se cree
❝ con motivo para aspirar á su mejora. Su empeño en inter
« pretar constantemente como favorable un paso de suyo tan
« equívoco, como es la invasion de los portugueses, y de remi
tir la sancion de los intereses de este pais ante un general de

38-Estas instrucciones se encuentran insertas en el fol . 20 á 25 del libro ori


ginal de actas secretas del Congreso de Tucuman, ( M S) estando conformes con
la publicacion que de ellas se hizo en el " Proceso original de Alta traicion, "
páj . 22 á 27.
39-Acta secreta del C. de T. de 4 de Setiembre de 1816, en que se aproba
ron las anteriores Instrucciones. Estas instrucciones fueron modificadas en algu
nos detalles en la sesion secreta de 27 de Setiembre de 1816, que se registra á f.
37 á 41 del libro original M S.
CAPITULO XXXII 417

❝ ejército, hace lugar al deseo de un nuevo género de relacio


❝nes. " Al terminar, le esponia, que la situacion se hacia cada
dia mas apremiante, y que era necesario, para evitar ries
gos y demora, que el Congreso se trasladase á Buenos Aires
ó á Córdoba. (40)
Las comunicaciones de Garcia á que el Director se referia,
eran sin embargo mas tranquilizadoras que las fanteriores. En
ellas avisaba, que habiéndole hecho entender el Encargado de
Negocios de Inglaterra en Rio Janeiro, que tenia instrucciones
relativas á los intereses del Rio de la Plata, habia tenido con
él una conferencia , obteniendo las siguientes declaraciones :
1. Que siendo la gran Bretaña amiga y aliada de la España, el
decoro le impedia favorecer la causa de sus súbditos rebeldes,
segun lo habia estipulado en el tratado de 1814. 2. Que sus
intereses, como señora de muchas colonias , la obligaban á sos
tener el sistema colonial, y que no imitaria la conducta de la Es
paña en la guerra de las colonias inglesas.-De esto concluia,
que nada habia que esperar de Inglaterra . (41 ) —En cuanto al
Brasil decia, que el Ministro de Estado le habia hecho las de
claraciones siguientes : -1 . Que el Rey de Portugal y Brasil,
al mover sus tropas á la Banda Oriental, no tenia otra mira
que asegurarse contra el poder anárquico de Artigas, igual
mente incompatible con la quietud de los gobiernos vecinos .
2. Que no existia ningun tratado, convenio ni compromiso en
tre el Rey de Portugal y el de España, ni ninguna otra poten
cia, con relacion á la América del Sur. 3. Que el gobierno
de Buenos Aires podia estar en la plena seguridad de que
el Rey de Portugal conservaria la misma buena armonia
que hasta entónces. Al trasmitir estas declaraciones, Gar
cia las acompañaba con esta conclusion : « En resúmen, el
" paso de los portugueses puede traer nuevas relaciones en
« lo esterior, nuevas combinaciones en lo interior, y deci

40-Oficio de Pueyrredon al Congreso, de 4 de Octubre de 1816. M S. del


Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
41-Oficio reservadísimo de Garcia al Director Pueyrredon, de 26 de Agosto
de 1816. M S. del Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
27
418 HISTORIA DE BELGRANO

« dir de nuestra futura felicidad ó nuestra desgracia perma


« nente. " (42)
El Director Pueyrredon, cuidando mas del decoro del pais
y de su gobierno, se limitó á contestar á Garcia : que se habia
abstenido hablarle sobre el particular, por que habia sometido.
todo á la decision del Congreso ; pero que estrañaba la falta
de comunicacion directa de parte del gobierno portugués, no
graduándose bastante la de un General al frente de un ejército ;
que por lo tanto, él solo se ocupaba de poner otro ejército para
recibir las proposiciones de Lecor en la misma actitud que este
se habia puesto para traerlas. Terminaba por decirle : « Si
« esa Corte quiere la paz & porqué no lo dice ? Entre tanto,
<< ella empieza la guerra, y estos pueblos arden ya en un racio
anal resentimiento que los dispone á la venganza : el mismo
« bien no debe darse á los pueblos por los medios de la violen
« cia. Que haga esa corte una declaracion de sus intenciones,
« en la seguridad de que, si fuesen equitativas, serán apoya
66 das por la razon nuestra, y si no serán rebatidas con el poder
❝ y con la fuerza. Siempre seremos aquí juiciosos , pero debe
« mos ser tratados con el decoro que nos corresponde . " (43)
Consecuente con estas patrióticas disposiciones , el Direc
tor Pueyrredon se dirigió á Artigas y al Cabildo de Monte
video, invitándolos á una sólida reconciliacion para hacer frente
á los peligros de la situacion. (44 ) Al mismo tiempo dispuso,
que en vez de un negociador diplomático, saliese á encontrar
al general portugues el coronel D. Nicolás de Vedia, en calidad
de parlamentario de paz ó de guerra , á fin de requerirle que sus
pendiera sus marchas y retrocediese á sus límites , pues de lo con
trario, daria una cooperacion vigorosa á la defensa heróica , que
los habitantes de la Banda Oriental se disponian á oponerle. (45)

42-Comunicaciones de Garcia al Director, de 4 de Setiembre de 1816. M


S del Arch. Sec. del Cong. de Tuc.
43-Carta de Pueyrredon á Garcia de 30 de Setiembre de 1816. M S. del
Archivo secreto del Cong. de Tuc.
44-Véase Col. Lamas pájs . 274 y 276.
45 - Oficio de Pueyrredon al Congreso de 5 de Noviembre de 1816. M S
del Archivo secreto del Cong. de Tuc.
CAPITULO XXXII 419

Las comunicaciones del Director y del Congreso se cru


zaron en el camino. Al recibir el primero las instrucciones.
reservadas y reservadísimas , de que hemos dado un estracto,
sus instintos de argentino y de gobernante, ya que no de repu
blicano, se rebelaron . No encontrando , empero , en su consejo
de ministros las luces nj el temple necesario para tomar una
decision en tan árdua emergencia, llamó al Dr. D. Gregorio
Tagle, para conferenciar con él .Tagle conocedor de los ante
cedentes, y que en el curso de dos años de gobierno se habia
trazado un plan de conducta, lo aconsejó bien , y se encar
gó de redactar las notas de contestacion sobre apuntes que
le dió Pueyrredon . ( 46 ) Desde este dia Tagle formó parte
del consejo aulico del Director, y ya pudo verse cercano
el dia en que por tercera vez volveria á ser Ministro de
Estado .
La contestacion de Pueyrredon al Congreso es un docu
mento de grande interés histórico, que hasta hoy ha perma
necido desconocido . En ella le decia : « Mientras conservé la
« idea de que el gabinete del Brasil trataba de combinar el in
« terés y la gloria de estas provincias con los proyectos de su
<< ambicion y engrandecimiento, sentía ménos la mortificacion
« de que la libertad y el nuevo destino de la amada patria no
❝ fuese esclusivamente la obra de sus manos , y el premio debido
« á nuestra constancia ; pero ahora, que hay fundamentos para
sospechar que el rey de Portugal quiere abusar de nuestra
buena fé y partir con nuestros enemigos las ventajas que

46-Las notas de contestacion son dos : una de 18 y otra de 19 de Noviem


bre de 1816. La primera existe original entre los M SS . del Archivo secreto
del Congreso de Tucuman, y la 23 , que tambien se encuentra en él, ha sido im
presa en el " Proceso de Alta Traicion, " pág. 46. Los apuntes á que se hace
referencia se encuentran autógrafos entre los " Papeles de Pueyrredon. " MSS.
que existen en nuestro archivo. La nota de Tagle, en que consta el hecho, y
que es de 4 de Noviembre de 1817 , dice asi : –“ Consultado por V. E. , poco tiem
66 po despues de llegado á esta capital, y cuando yo no existia al servicio de la
" Secretaria, no solo aconsejé á V. E. que representase lo contrario que creia á
" los intereses del pais la mision del diputado Irigoyen, con las Instrucciones re
“ servadas y reservadísimas, sinó que yo mismo tiré el oficio que V. E. remitió al
"l augusto cuerpo. " M S. del Archivo secreto del Cong, de Tuc.
420 HISTORIA DE BELGRANO

« adquiriese por medio de una negociacion , creo de mi primera


obligacion dirigir una esplicacion de mis verdaderos senti
❝mientos. " En seguida, despues de referirse á otra nota, en
que esponia sus motivos de desconfianza, continuaba diciendo :
« Estas reflexiones, de suyo sencillas han penetrado has
❝ta el corazon de las gentes ménos ilustradas, y temiendo ser
« la víctima de una política astuta y pérfida, no esperan sinó
« un solo indicio que confirme sus sospechas para desplegar la
❝ resolucion heróica de no perder en un solo dia la obra de
« tantos trabajos, tantos sacrificios y de tanta sangre. " Lue
go trazaba con tanta arrogancia como poco juicio , el plan de
política que debia seguirse, en las siguientes palabras : << El
« honor, la justicia , la libertad , y la seguridad individual y pú
« blica, exigen otra energia y otra dignidad en los pasos que
" hayan de darse, para que el éxito de una negociacion con la
❝ potencia limítrofe, no aventure la pérdida de unos bienes que
« podemos conservar, á pesar de tantos obstáculos, sin ne
« cesidad de encomendar á otras manos nuestro destino . El
« Rey de Portugal, ántes de entrar en cualquier tratado con
❝estas Provincias, debe reconocer nuestra independencia y
nosotros debemos exigirlo como preliminar, en términos que
se haga público á todos los pueblos : cuando estos hubieran
« recibido una tal prueba de amistad del Rey de los Brasiles
<< entónces recien deben tener lugar las negociaciones , y entón
❝ ces entraremos en ellas con el carácter que corresponde á la
« declaracion solemne y jurada de nuestra emancipacion politi
ca. Cualquiera otro rumbo que se dé á este negocio lo con
« sidero impolítico, ignominioso, contrario á nuestros intereses ,
« á la voluntad del pueblo, y á nuestros juramentos . ” Y ter
minaba declarando que él no se haria el agente de un oprobio,
como era la ejecucion de las instrucciones reservadas y reser
vadísimas, haciendo presion moral sobre el Congreso, en estos
términos : « Si razones superiores dictasen al Congreso que
❝ debe insistir en otros planes , yo le suplico que me exima de
❝tener parte en ellos, constituyendo otra persona que juzgue
compatible con sus deberes el desempeño de un encargo,
« que comprometeria inútilmente mi seguridad, mi conciencia
CAPITULO XXXII 421

“ у mi reputacion . Toco de cerca las cosas, y conozco á fondo


« los sentimientos de estos habitantes cuyo celo perspicaz no
dejaria escapar el menor proyecto que ofendiese á sus inte
« reses ó su gloria. " (47)
Al dia siguiente ( 19 de Noviembre de 1816 ) el Director ,
complementando su anterior comunicacion , insistia en los mis
mos tópicos, porque todo , decia él , es poco cuando se trata de
« la suerte futura de la Patria. " Conviniendo en la urgencia
de una mision al Brasil, se oponia á que fuese secreta y sobre
todo ante el general Lecor, porque esto seria indecoroso á la
dignidad de una nacion independiente, y porque « un general
« militar, á la cabeza de sus legiones , no es á quien deben ocur
<< rir los pueblos libres para asegurar por un tratado mútua
« mente benéfico su libertad é intereses, " y por esto habia des
pachado con anterioridad al coronel Vedia en calidad de parla
mentario militar sin mision diplomática. Admitiendo que, so
bre las bases por él indicadas, pudiese iniciarse una negociacion,
rechazada como « indecente, ridícula y despreciable " la de pro
poner al Brasil el enlace de la casa del Inca con la de Braganza.
Admitia, empero, la posibilidad de negociar la coronacion de
un príncipe de la casa de Braganza ú otro principe estrangero,
en calidad de monarca de las Provincias Unidas con sujecion á
la Constitucion que el Congreso le presentase, poniendo siem
pre á cubierto de toda contingencia el mantenimiento de la
independencia por medio de la garantia de la Inglaterra ó de
alguna otra potencia . (48)
Aunque mas digno y patriótico en la forma, el plan polí
tico del Director no era mas coherente que el del Congreso . El
Brasil invadia la Banda Oriental de acuerdo con el Enviado
argentino en Rio Janeiro, quien desde 1815 habia cooperado
á este propósito, sin que en ningun tiempo hubiese sido desau
torizado por su gobierno, y este antecedente era olvidado . El

47-Oficio de Pueyrredon al Congreso, de 18 de Noviembre de 1816. M S.


del Arch. sec. del Cong. de Tuc.
48-Esta nota se halla inserta en el " Proceso original de alta traicion, ”
págs. 46 á 48.
422 HISTORIA DE BELGRANO

Director sabia, ó no sabia ( que para el caso todo es lo mismo),


que el Portugal aunque dividido de intereses de la España, no
podia reconocer la independencia de ninguna colonia americana
sin ponerse en pugna con sus poderosos aliados de Europa, que
habian establecido con su acuerdo lo contrario . Por lo tanto,
la exigencia prévia carecia de sentido práctico ; si tenia algu
no, era cerrar la puerta á toda negociacion ; siendo además
pueril, desde que no se pensara formalmente en rechazar la
guerra con la guerra. Todos estaban penetrados de que, las
Provincias Unidas amagadas por un ejército español al norte,
por otro al oeste, y por una formidable espedicion española,
que con destino al Rio de la Plata se anunciaba desde la Penín
sula, no podia comprometerse en una nueva guerra, cuando no
podia ni dominar las montoneras de Santa-Fé, y tenia contra
sí toda la anarquía del litoral. El envio de un comisionado
público cerca de la Córte del Brasil, en nada modificaba el es
tado de cosas ; porque desde que se sabia, que con arreglo á la
ley de las naciones no habia de ser recibido , la situacion no
podia con esto sinó complicarse y hacerse mas tirante. El
envio de un parlamentario cerca del general portugués, era una
mera satisfaccion ostensible á la opinion pública, que no podia
tener ninguna ulterioridad, puesto que nada se habia prepa
rado ni nada estaba prevenido para el caso de que el ejército
invasor no detuviese sus marchas, debiendo el requerimiento
de que era portador haber sido hecho en oportunidad por el
Enviado Argentino en Rio Janeiro quien, como se ha visto,
habia por el contrario autorizado la invasion, recibiendo en
cambio las posibles garantias morales. Por último , la garantía
de una potencia estrangera, y ménos aún, despues de las de
claraciones esplícitas de la Inglaterra, era tan quimérica como
el enlace de la casa del Inca con la de Braganza, que con ra
zon ridiculizaba el Director, no obstante que aceptaba un mo
narca portugués como base de la negociacion . Con todo esto,
que hoy es fácil criticar, cuando han pasado los grandes con
flictos, y cuando se domina con mas serenidad una situacion
histórica con perfecto conocimiento de causa, las contestacio
nes de que nos hemos ocupado, hacen honor á Pueyrredon
CAPITULO XXXII 423

y á su consejero Tagle, por cuanto en ellas vibra la fibra na


cional de una época memorable. Ellas dieron lugar á que
se ensayasen otras combinaciones mas coherentes, alcanzán
dose al fin resultados negativos en que, por lo ménos, no se
perdió todo, hasta el honor, como se habria perdido cum
pliendo las instrucciones reservadas y reservadísimas del
Congreso.
La contestacion de Pueyrredon, lastimó y avergonzó al
Congreso ; pero lo contuvo en su errado camino, retemplán
dolo. Replicó sin embargo en una estensísima nota , redactada
por el Secretario Passo, procurando mas bien disculpar que
esplicar su anterior sancion, sin insistir decididamente en ella.
Toda su argumentacion se basaba en las comunicaciones de
Garcia. « Era muy débil nuestro poder, decia en su réplica.
« Aunque muchísimo debia esperarse del entusiasmo general
❝ de los pueblos por su libertad é independencia, la suerte de
« las armas es siempre variable, y mas cuando grasa el desór
« den en un Estado , que necesariamente se hace trascendental
« á los ejércitos . Pudiendo un triunfo del enemigo poner al
« pais á riesgo de sucumbir, no debia librar la suerte solo al
« valor y constancia de sus habitantes, que al fin reconoce un
término en los hombres, sin buscar otros medios que sugiere
« la política, para prever este mal nada estraño , ni remoto .
" Por lo mismo , debíamos ponernos en tres aptitudes : de hacer
« la guerra á todo trance á quienes combatiesen nuestros dere
❝chos de invitar con el olivo de la paz y de la union á quie
« nes tuviesen disposicion para reconocerla , y de prepararnos
❝ un asilo seguro para el caso en que, una inesperada fatalidad
« llegase á apurar el colmo de nuestras desgracias .Este pen
<< samiento nada tiene que se oponga al honor, á la justicia, á
« la libertad y seguridad pública y privada, porque por él no
« se encomienda á otras manos nuestro destino . Al fin el
« Congreso se resuelve á tomar el temperamento medio, que
<< concilia los tres objetos. Disimula un mal que no puede
❝evitar, esto es, la invasion portuguesa, y afectando una con
< fianza que no tiene en la Corte del Brasil, sigue las relaciones
<< y las estrecha mas y mas, á medida que ella se manifiesta
424 HISTORIA DE BELGRANO

« bien intencionada y benéfica, para darse tiempo á mejorar la


❝ situacion del país, tanto en lo interior como con respecto á
« los enemigos esteriores que ocupan el Perú y Chile, y á poner
« al pais en un pié respetable de defensa. "
Mal parado así el golpe de maza que habia aplastado las
instrucciones reservadas y reservadísimas , la dialéctica del Con
greso toma fácilmente su desquite, atacando algunos puntos
inconsistentes de la nota del Director Supremo , especialmente
el que se relaciona con el reconocimiento prévio de la indepen
dencia. " V. E. opina, le decia, que el Rey de Portugal ántes
" de entrar en cualesquier tratado reconozca nuestra indepen
" dencia, y que nosotros debemos exigirlo como preliminar en
" términos que se haga público á todos los pueblos. Esto
66
acaso no será posible, y sí, que sea el resultado de la nego
" ciacion, cuando haya de surtir su efecto, lo que seria impru
" dencia perder, por solo no conseguirlo preliminarmente á
" todo tratado. Insistiendo en esta proposicion pudiera tal vez
" ser rechazada con desprecio y prepararnos un rompimiento
" prematuro. Esto á la verdad es exigir de aquella Córte lo
66
que no exigiriamos precisamente de otra alguna, sin entrar
" en el ridículo proyecto de negarnos á toda negociacion con
" las naciones, porque ninguna hiciese preliminarmente un
" solemne reconocimiento de nuestra independencia . Es re
" cabar de ella una importante prenda cuando nosotros nin
66
guna damos, ni aun la garantia de que nuestras proposicio
" nes ulteriores en el tratado serán recíprocamente acomoda
" bles. Es pedirle que se comprometa con las demás Córtes ,
con quienes está aun intimamente relacionada , sin que noso
" tros le recompensemos este compromiso, ó le pongamos á cu
" bierto de él . Es querer que renuncie el recurso propio y
" natural de todo gobierno , que se halle en su caso, y que le es
66
quizá tanto mas necesario cuanto sean mas benéficas sus in
" tenciones, pues que á proporcion despertaria mas los celos
" de las potencias europeas, cuyos intereses y aspiraciones so
" bre estos territorios están en oposicion . Es por último una
66
proposicion, que en razon del gravámen que puede traer á la
" Corte del Brasil, solo podria hacerle una nacion para con
CAPITULO XXXII 425

" ceder la paz á otra cuando estuviese á punto de hacerla su


" cumbir . " (49 )
Este modo de gobernar, discutiendo el poder constituyen
te y legislativo con el poder ejecutivo , á trescientas leguas de
distancia, en presencia del peligro inminente , invirtiendo uno y
otro sus papeles , es un rasgo fisionómico de la época , que nos
dá la esplicacion de muchos fenómenos históricos . El Director
Supremo, con sobrada razon, y penetrado del sentimiento pú
blico, anonadaba el plan de política del Congreso . Este á su
vez, armado de la lógica escolástica , eliminaba con no ménos
razon la base prévia del Director, lo que echaba por tierra todo
su plan político. En consecuencia, de ambos planes, nada que
daba de positivo, sinó la inflexible necesidad que estrechaba su
círculo, oprimia á uno y otro, y obligaba á todos á buscar solu
ciones prácticas fuera de la discusion teórica, bajo el imperio
tiránico de los acontecimientos, que se producian á su despecho
y se encaminaban fuera de sus previsiones. Nadie tenia pro
piamente pensamiento propio, ni libertad de accion -la ne
cesidad era la que dominaba imperiosamente la situacion , y los
hechos consumados lo único que prevalecia .

49- Nota del Congreso al Director, de 11 de Enero de 1817. Fué acordado


en la sesion secreta de 17 de Diciembre de 1816, y el original de ella firmado por
el Presidente del Congreso D. Mariano Boedo y el Secretario D. Juan José
Passo, forma parte de los papeles M SS . de Pueyrredon, que existe en nuestro
archivo.
CAPITULO XXXIII

LA INVASION BRASILERO - PORTUGUESA

1816-1817

Rómpense las hostilidades en la Banda Oriental-Preparativos de Artigas para


rechazar la invasion portuguesa- Su plan de campaña-Invade el territorio
brasilero -Campaña de las Misiones orientales por Andresito —Operaciones
por el Cuareim -Combate de Ibiracoy, Corumbé é India Muerta- Estado
de la opinion en la Banda Oriental- Seguridades que da el Brasil al Go
bierno Argentino -Política impuesta por los acontecimientos -Actitud que
asume el Director Pueyrredon - Mision del coronel Vedia cerca de Lecor, y
antecedentes sobre el comisionado- Notables conferencias entre Vedia y
Lecor-Vedia y D. Nicolás Herrera-Actitud de Artigas despues de sus
primeras derrotas - Se abren negociaciones entre el Directorio y Monte
video -Actitud de Pueyrredon y su corr orrespondencia al Congreso con tal
motivo - Se pacta la incorporacion de la Banda Oriental á las Provincias
Unidas -Artigas desaprueba el convenio- Correspondencia entre el Director
y las autoridades de Montevideo con tal motivo - Ocupacion de Montevideo
por los portugueses -Derrotas de Artigas en Arapey y Catalan- Campaña
de los portugueses á las Misiones Occidentales -Carácter de la resistencia
de los orientales -Situacion militar de los portugueses- Repercusion de estos
sucesos en la opinion argentina - Plan de política del Congreso sobre la base
de la monarquia - Su rechazo por Pueyrredon - Correspondencia entre el
Director y Lecor-Reconquista de Chile por San Martin-Actitud bélica de
Pueyrredon.

Mientras el Congreso argentino y el Director supremo dis


cutian, á trescientas leguas de distancia uno de otro, sobre
instrucciones diplomáticas, que en definitiva tendian á fundar
una monarquia imposible en el Rio de la Plata , las hostilidades.
428 HISTORIA DE BELGRANO

se rompian sobre la frontera de la Banda Oriental.


guardia de Lecor , partiendo del territorio del Rio Grande, se
apoderaba en Agosto de 1816 del fuerte de Santa Teresa , si
tuado entre el Rio de la Plata y el lago Merim, dentro de los
límites argentinos. Otra columna de 2000 Riograndeses inva
dia por el Cerro Largo á las órdenes del general Silveira, en
combinacion con Lecor. Al mismo tiempo'se reunian las fuerzas
de San Pablo y San Pedro do Sul , sobre la línea del Rio Pardo ,
en número de mas de 2,000 hombres, al mando del general
Curado, y se destacaban partidas de observacion sobre el Alto
Uruguay en el territorio de las Misiones orientales . De este
modo, el Brasil establecia sobre su frontera del sur, un ejército
de cerca de 10,000 hombres, cuya línea de operaciones se es
tendia desde Santa Teresa sobre el Plata hasta las Misiones
sobre el Uruguay.
Artigas por su parte, oportunamente prevenido de la in
vasion, habia tomado sus medidas para contrarestarla, trazán
dose un plan de campaña, verdaderamente atrevido, y que bien
desenvuelto con mejores elementos y mas pericia, pudo y debió
dar sus resultados . Este plan era nada ménos que el de Sci
pion el Africano, buscando la salvacion de Roma en Cartago ;
pero las bandas Artigueñas no eran las legiones romanas, y
Artigas como gefe de partidarios no llegaba ni al tobillo de
Güemes, segun va á verse .
Desde el mes de Enero de 1816 , Artigas, en prevision de
una invasion portuguesa, habia puesto en estado de defensa las
Misiones occidentales sobre el Alto Uruguay, (1) de las que
era gobernador un indio misionero llamado Andrés Guacurari,
á quien habia bautizado con su nombre, haciendo de él un hijo
adoptivo y convirtiéndolo en uno de los generales de su ejérci
to. Este indio, conocido en la historia con el nombre de An
dresito, era el que habia subyugado á Corrientes y gobernaba
el territorio que se estiende entre el Paraná y el Uruguay, li

1- Oficio de Artigas á Andresito de 18 de Enero de 1817. M S en nuestro


archivo.
CAPITULO XXXIII 429

mitado al norte por el Paraguay y al sur por el Guaiquiraró y


Mocoretá por la parte de Entre- Rios. En Marzo del mismo
.
año le escribia Artigas : " No hay que vivir descuidados, cuan
" do los portugueses no se duermen. Sus movimientos son
66
muy sospechosos , y nunca debemos esperar á que nos sor
66
prendan . Si ellos se preparan á hacer tentativa por algun
otro . Lo
" lado, es preciso robarles la vuelta y entrarles por otro.
" que interesa en ese caso es pasar el Uruguay por arriba del
.6
Ibicuy y entrar en sus poblaciones. " (2) En el mes de Junio
cuando las fuerzas de Lecor empezaron á reconcentrarse en
Santa Catalina, hizo dar la voz de alarma por medio de una
proclama espedida por el Cabildo de Montevideo , segun queda
dicho, levantándose á su voz el pais en masa. Inmediatamen
te empezó á enviar armamento y municiones de infanteria á
Andresito, organizando una flotilla de embarcaciones menores
armadas en guerra, con el objeto de dominar el rio, y facilitar el
pasage de las tropas á territorio brasilero. Al mismo tiempo
disponia, que el alferez D. Pantaleon Sotelo con 4 soldados
fuese á organizar una division de indios misioneros en Yapeyú,
con el objeto de invadir por su frente, á la vez que Andresito
á la cabeza de 2000 hombres lo verificase Ibicuy arriba. (3 )
" No hemos de aguardar á que ellos precisamente nos ataquen,
" escribia Artigas. Debemos penetrar á su territorio, á cuyo
" fin estoy tomando mis providencias, para dar un golpe maes
" tro y decisivo. De lo contrario, el Portugal se nos echa
" encima y nos acabará de arruinar . ” En Julio , dispuso
que una division entreriana como de 600 á 700 hombres,
que al mando del comandante Verdun ( entreriano) se ha
llaba en el Arroyo de la China, marchase hasta Mandisoví,
con el objeto de remontar el Uruguay por su márgen dere
cha y atravesarlo mas arriba del Arapey, para cubrir la línea

2-Oficio de Artigas ǎ Andresito de 26 de Enero de 1816. M S. en nuestro


archivo.
3-Oficios de Artigas á Andresito de 20 y 27 de Junio y 8 de Julio de 1816,
y de Justo Yegro jefe de la escuadrilla de Artigas en el Uruguay de fecha 15 de
Setiembre de 1816. M SS. en nuestro archivo.
430 HISTORIA DE BELGRANO

del Cuareim y concurrir así al movimiento de Andresito y


Sotelo . (4)
Simultáneamente con estos movimientos preparatorios
destacó Artigas á dos de sus principales tenientes sobre la
frontera del Este, en actitud defensiva . D. Frutos Rivera, el
mas capaz y el mas humano de sus gefes , salió al encuentro de
la division de Lecor á la cabeza de una columna de 1400 á 1500
hombres. D. Fernando Otorgués, el mas bárbaro y cruel de
sus caudillos , que contrabalanceaba hasta cierto punto su in
fluencia sobre las masas por medio del terrorismo , marchó al
frente de 800 á 900 hombres á colocarse frente á la columna
brasilera de Silveyra, que amenazaba al Cerro Largo . Artigas
por su parte, á la cabeza de una division de poco mas de 1000
hombres, se ponia en marcha para ocupar la línea del Cuareim,
concurriendo á los movimientos ofensivos sobre el territorio
brasilero . En esta actitud, Andresito debia atacar á San Bor
ja , capital de los siete pueblos de las Misiones orientales, in
vadiendo Sotelo frente á Yapeyú, y Verdum por el Cuareim,
con órden de abrir comunicaciones entre sí todas estas fuerzas,
reuniéndose todas ellas sobre Santa Maria, y amenazando la lí
nea del Rio Pardo, á retaguardia de las fuerzas enemigas . (5)
De este modo , al iniciarse la invasion portuguesa , Artigas podia
disponer de un ejército de 6500 á 7000 hombres , sin contar
una division de 1200 hombres , que al mismo tiempo se orga
nizaba en Corrientes , y de una reserva mayor aun, que tenia
pronta el Entre -Rios, todo lo cual formaba un total de cerca
de 9000 hombres, que bien dirigidos, y sobre todo, combinán
dose con las fuerzas de Buenos Aires , habrian hecho imposible
la invasion portuguesa.
El plan de Artigas, teóricamente considerado , haria honor
á cualquier general . Era, no solo atrevido en el sentido de la

4- Oficios de Artigas á Andresito de 12 y 15 de Julio, y de Verdun á Andre


'sito de 20 de Agosto de 1816. M SS en nuestro poder, cuyos originales existen
en el Archivo de D. Andrés Lamas, á quien debemos su comunicacion.
5 - Oficios de Artigas á Andresito de 25 de Agosto y de 1º de Setiembre de
1816. MSS . en nuestro archivo.
CAPITULO XXXIII 431

ofensiva, sinó tambien prudente en el sentido de la defensiva.


Invadiendo las Misiones orientales por el Uruguay y el Cuareim,
se posesionaba de un territorio que imposibilitaba la invasion
portuguesa por la frontera norte, á la vez que amagaba la inva
sion del Este por la espalda, pudiendo levantar en los siete
pueblos una fuerza de 1000 á 1500 misioneros , que unidos á
las divisiones de Andresito, Sotelo, Verdun y la suya propia
(sin contar las de Rivera y Otorgués, ni las de Entre - Rios y
Corrientes) podrian formar una masa de mas de 5000 hombres ,
fuerza dos veces superior á todas las que el enemigo podia pre
sentar por el Rio Pardo . Aun suponiendo que este movimiento
no hiciera desistir á los portugueses de su intento , se colocaba
en aptitud de batir á las fuerzas del Rio Pardo, conservaba el
dominio contínuo de la parte mas importante del pais, sin por
der su base de operaciones que ensanchaba, mantenia libre sus
comunicaciones con Entre-Rios y Corrientes, dominaba el
Rio Uruguay, se cubria con la barrera del Rio Negro, y po
dia sostener en todo caso una guerra de partidarios contra
igual número de fuerzas invasoras . Pero este plan , concebido
por instinto, era superior á la inteligencia de Artigas y de sus
tenientes, y careciendo de una base segura, cual era la conser
vacion de la plaza de Montevideo, debia dar los resultados de
sastrosos que dió.
Los portugueses por su parte, tenian en las tropas euro
peas soldados mejores que los de Artigas y en las milicias del
Rio Grande y de San Pablo, montoneros tan ginetes y tan va
lientes como los de Artigas en la guerra de partidarios. Si
bien la inteligencia de Lecor como general no escedia en su
línea á la de Artigas, (segun el juicio de sus compatriotas y
como lo demostró en el curso de la campaña) las divisiones por
tuguesas eran mandadas por gefes superiores á Andresito,
Sotelo, Verdun, Rivera y Otorgués, no faltando entre ellos hom
bres del mismo temple tratándose de bárbaras represalias segun
se verá mas adelante.
Iniciada la invasion en Agosto de 1816 por la Angostura
y el Cerro Largo, Artigas empezó á ejecutar el plan preparado
en el transcurso de seis meses, el cual hasta entonces no habia
432 HISTORIA DE BELGRANO

sido penetrado por el enemigo. « Los portugueses han avan


❝zado ya al Cerro Largo, escribia á Andresito. Es preciso
que cuanto ántes empiece V. á hostilizarlos, aunque apure
sus movimientos ántes del dia prefijado (que era el 12 de
" Setiembre de 1816) pues yo apénas llegue, ya empiezo á rom
<< per el fuego . " ( 6) En consecuencia, en los primeros dias
de Setiembre, Andresito invadió las Misiones orientales á la
cabeza de 2000 hombres . Sotelo, auxiliado por la escuadrilla
se dispuso á segundarlo con 400 á 500 hombres . Artigas con
sus 1000 hombres, se situaba en el paso de Santa Ana sobre el
Cuareim, y Verdun con cerca de 700 hombres se colocaba sobre
la misma línea diez y ocho leguas mas abajo, avanzando sus
esploraciones sobre el territorio enemigo.
El General Curado ( el mismo que hemos visto figurar en
1808 como negociador con Liniers) á la sazon jefe de la fronte
ra del Rio Pardo ; se ocupaba en tomar medidas preventivas
para concurrirá la invasion de las tropas portuguesas por el
norte, cuando tuvo lugar la irrupcion de las bandas de Artigas
sobre su propio territorio. Por acaso, habia destacado al bri
gadier Francisco das Chagas Santos al frente de una division
de Paulistas, Catalinetas y Rio Grandeses (próximamente 400
á 500 hombres) con el objeto de proteger el flanco por el Alto
Uruguay, defendiendo los siete pueblos de las Misiones Orien
tales. A esto se debió que el movimiento de Andresito y Sotelo
no surtiese efecto, segun se verá . Curado, completamente
sorprendido, se reconcentró en Santa Maria, punto céntrico y
convergente de las columnas espedicionarias de Artigas , y des
tacó sobre el Cuareim dos de sus divisiones al mando del bri
gadier Costa Correa Rebello y del comandante Abreu , con el
objeto de hacer frente á Sotelo y Verdun, avanzando él á su
vez hasta Ibirapuitan chico. Verdun á su vez, invadiendo
resueltamente el territorio enemigo, apoyado por Artigas que
habia ocupado la márgen derecha del Cuareim, maniobraba en
el sentido de cortar su retirada á Correa Rebello y Abreu,

6-Nota sin fecha de Artigas á Andresito. M S. en nuestro archivo.


CAPITULO XXXIII 433

procurando tomar la retaguardia de Curado, ocupando á San


ta Maria, y abriendo sus comunicaciones con Sotelo y Andre
sito. Apercibido Curado de su intento, llamó á sí la columna
de Correa Rebello, despues de reforzar con una parte de
ella á la de Abreu, quien quedó de este modo dominando la
márgen izquierda del Uruguay desde el Cuareim al Ibicuy,
á la cabeza de una division de 650 á 700 hombres de las tres
armas.
Sotelo, protegido por la escuadrilla mandada por Yegro,
bandeó el Uruguay desde Yapeyú, y tomó tierra á inmediacion
de la boca del Ibicuy en 20 de Setiembre. Abreu acudió en de
fensa del territorio invadido, y lo rechazó por dos ocasiones
(el 21 y 23 de Setiembre, ) cañoneando la escuadrilla y obli
gándolo á repasar el rio, impidiéndole ponerse en contacto con
Verdun. (7) Sotelo, viendo malograda su operacion , se corrió
por la márgen derecha del Uruguay, con el objeto de atrave
sar el rio mas arriba de la barra del Ibicuy, como lo verificó,
buscando ponerse en comunicacion con Andresito .
Mientras tanto, Abreu marchó sin pérdida de tiempo.
en proteccion de las Misiones orientales atacadas por Andre
sito, y el 27 de Setiembre se encontró su vanguardia con la
de Sotelo, teniendo lugar algunas escaramuzas. El 3 de
Octubre estaba la columna de Abreu sobre San Borja, capital
de los siete pueblos , que se hallaba sitiada por el ejército de
Andresito y á punto de sucumbir. ( 8)
La invasion de Andresito á los siete pueblos, habia sido
precedida por el levantamiento de los indios de la comarca, que
simpatizaban con sus hermanos de occidente y odiaban el do
minio portugués, sublevándose casi en masa un regimiento
de naturales que se pasó á los invasores. El brigadier Chagas,
apénas tuvo tiempo de encerrarse en San Borja con poco mas
de 200 hombres de infanteria . Andresito marchó sobre él,

7-Oficio de Yegro á Andresito desde el pueblo de la Cruz en 23 de Setiem


bre de 1816. M S en nuestro archivo y " Revista Trimensal " t. VII.
8-Véase " Rev. Trimensal do Instituto Brasileiro " t. VII, páj. 125 y sig.
"
Campanha de 1816. " 28
434 HISTORIA DE BELGRANO

incendiando y talando todo en su camino, y puso sitio á la


ciudad. Chagas rechazó enérgicamente los ataques que los mi
sioneros llevaron sobre sus trincheras, pero habria sucumbido
al fin sin el oportuno auxilio de Abreu. En sus intimacio
nes decia Andresito á Chagas : « Rinda V. S. las armas y
« entregue el último pueblo que me falta, pues vengo á res
« catarlo, no habiendo otro fin que me mueva á derramar
« la última gota de sangre, sinó nuestro suelo nativo, qui
tado con toda ignominia en 1801 , pues estos territorios
« son de los naturales misioneros á quienes corresponde de
« derecho gobernarlos, siendo tan libres como las demás na
< ciones. " ( 9)
«
A la aproximacion de la columna de Abreu , Andresito,
sin levantar el sitio de San Borja, hizo salir á su encuentro
una division de 800 hombres de caballeria. Abreu desplegó
su línea y marchó de frente sobre el grueso de las fuerzas
sitiadoras, á las que derrotó completamente, con insignificante
pérdida por su parte, matando ó aprisionando mas de 500 mi
sioneros, tomándoles un cañon, y obligando á Andresito á repa
sar en derrota el Uruguay.
Restaurado de este modo el territorio de las Misiones
oriontales, Curado resolvió á atacar á Verdun , que se habia
internado al territorio brasilero y se hallaba situado en Ibira
coy. El brigadier Juan de Dios Mena Barreto, á la cabeza de
una division de poco mas de 500 hombres con dos piezas de
artilleria, marchó en su busca, y lo derrotó completamente el
19 de octubre, causándole la pérdida de mas de un tercio de su
fuerza entre heridos , muertos y prisioneros, y lo obligó á reple
garse al territorio oriental.
Inmediatamente, otra columna como de 800 á 900 hom
bres, al mando del Brigadier Joaquin d'Oliveira Alvarez , mar
chó sobre Artigas, que con mas de 1200 hombres de infanteria
y caballeria se hallaba sobre la márgen derecha del Cuareim,

9 - Oficio de Andrés Artigas á Chagas de 25 de Setiembre de 1816. M S.


en nuestro archivo.
CAPITULO XXXIII 435

en territorio brasilero, esperando el desenvolvimiento de su


plan para obrar en consecuencia. El 27 de octubre fué ata
cado Artigas en su campo de Corumbé. · Este caudillo , jamás
habia mandado una batalla, pues en el combate de las Piedras
(único en que se hubiese encontrado en su vida) sus disposi
ciones en nada influyeron en el éxito. En su ignorancia de la
guerra y en su nécia vanidad , creía , empero , haber inventado
una nueva táctica , con la cual debia vencer infaliblemente á
los portugueses, de modo que no se escapase ni un solo enemigo
de caer prisionero. Este secreto consistia, en abrazar en el
órden abierto un gran espacio de terreno, circundando por
todas partes al enemigo . Así es que, teniendo como 500 hom
bres de infanteria, sobre esta base, que consideró inconmo
vible, prolongó por derecha é izquierda su caballeria, formando
un vasto círculo como los indios pampas. Aunque sus tropas
pelearon valientemente, el resultado fué la mas completa der
rota, perdiendo cerca de un tercio de su fuerza entre muertos
y prisioneros , mientras que los portugueses solo perdieron
setenta hombres . ( 10) Artigas en derrota , se refugió al ter
ritorio oriental , lo mismo que Verdun, quedando asi completa
mente desbaratado su gran plan de campaña.
Curado, despues de rechazar la invasion, se mantuvo por
el momento en el territorio brasilero, donde organizó un ejér
cito de 2500 hombres con 11 cañones , esperando el momento
oportuno de entrar nuevamente en campaña.
Las operaciones defensivas de Artigas por la parte del
Este, no habian sido mas felices que las del Norte . La colum
na de Silveira habia obligado á Otorgués á abandonar el Cerro
Largo, sorprendiendo poco despues sus avanzadas. La co
lumna de D. Frutos Rivera que habia salido al encuentro de la
vanguardia de Lecor, logró, maniobrando con habilidad, sor
prenderla en marcha . La vanguardia portuguesa no pasaba
de 900 hombres, y la de Rivera alcanzaba á 1400 de infanteria
y caballeria. Era Rivera el mas acreditado de los tenientes

19-Véase "Revista Trimensal, " t. VII ya citado, " Campanha de 1816. "
436 HISTORIA DE BELGRANO

de Artigas valiente, sagaz, conocedor del terreno , con dominio


moral sobre sus subordinados , querido y respetado por las po
blaciones, era un notable jefe de partidarios, calidades que tan
famoso lo hicieron despues ; pero completamente ignorante en
materias militares, jamás tuvo la inteligencia suficiente para
dirigir en gefe una batalla, no obstante que hubiese derrotado
á Dorrego y Soler en las anteriores guerras con los porteños en
1815. Imbuido de las salvajes ideas tácticas de su jefe, creyó,
que habiendo conseguido sorprender al enemigo , le bastaba
formar cerco « para que no escapase ningun portugués » (sic) .
El encuentro tuvo lugar en la India Muerta ( el mismo dia que
Verdun era derrotado en Ibiracoy) . La vanguardia portu
guesa era mandada por el brigadier Sebastian Pinto de Araujo
Correa, veterano probado en la guerra de la Península , y su
fuerza se componia de 500 infantes y 400 caballos con una
pieza de artilleria. A la vista de la columna de Rivera, de
1400 hombres como queda dicho, Pinto formó en órden cerra
do y esperó el ataque.Rivera, por el contrario , repitiendo
mas estúpidamente aun la desgraciada maniobra de Artigas
en Corumbé, formó su infanteria en ala, abrazando un espacio
de 1500 varas, y estendió su caballeria perpendicularmente á
ella, formando dos martillos, cada uno de los cuales ocupaba
500 varas de estension . Los portugueses, colocados entre
estos dos martillos, debian ser cogidos como por los estremos
de una tenaza, segun los cálculos de Rivera, entregándolos en
seguida á los fuegos de la infanteria formada en órden abier
to, que daria cuenta de ellos . Pinto , que se apercibió de la
supina ignorancia de su contendor en materias militares , des
prendió por su frente 200 cazadores, que se agazaparon en
medio de los dos martillos, dejando obrar la caballeria . Al
mismo tiempo desprendió por derecha é izquierda dos escua
drones de caballeria de 100 hombres cada uno, los cuales, es
pada en mano, apoyados por los fuegos de su única pieza de
artilleria, flanquearon los dos martillos envolviéndolos . In
troducido el desórden en las filas orientales, los cazadores car
garon en pelotones, y así fué como 900 hombres derrotaron á
1400 , quedando Rivera al frente de poco mas de 100 hombres,
CAPITULO XXXIII 437

con los cuales continuó hostilizando valientemente al enemigo


vencedor . (11)
Tal era el estado de la guerra en la Banda Oriental en
Noviembre de 1816. Ante este doloroso espectáculo el pa
triotismo argentino no podia dejar de estremecerse . La opi
nion exaltada, exagerando este sentimiento, y simpatizando en
el fondo mas con el caudillage de Artigas que con la causa pa
triótica que por desgracia representaba este bárbaro, acusaba
al gobierno general de connivencia pasiva con los portugueses,
mientras que las poblaciones rebeladas del litoral lo acusaban
públicamente de traicion . Los políticos frios como Garcia,
pensaban que lo mejor era dejar destruir la anarquia por la
mano del estrangero, librando á la accion del tiempo los pro
blemas internacionales . En medio de este desórden de pro
pósitos y aspiraciones negativas, no faltaba quien creyese, que
la invasion era llamada por el mismo Artigas , para obrar de
consuno contra Buenos Aires, creencia de que, en sus fluctua
ciones, llegó á participar el mismo Director Pueyrredon, no
obstante los antecedentes de que estaba en posesion . (12 )
La Corte del Brasil, firme en sus propósitos y en la línea
de conducta que se habia trazado, reiteraba sus anteriores segu
ridades, y con motivo del anuncio de una próxima espedicion
española al Rio de la Plata , declaraba á Garcia :-<< que la Corte
<<< del Brasil habia significado á la de Madrid que solo daria á
« la espedicion española, puerto y los víveres que comprase
« con su dinero ; pero nunca paso por su territorio , ni otro
« auxilio fuera de los mencionados , y son rigorosamente pres
<< critos por el derecho de gentes, agregando que el gobierno

11-" Informacion Histórica " por el coronel D. Ramon Cáceres. M S. en


nuestro archivo - " Memoria de los sucesos en la guerra de la independencia de
los orientales, " Col. Lamas, páj . 309.-" Memorias y reflexiones sobre el Rio
de la Plata " por un oficial de la marina brasilera Col. Lamas, páj. 337.
12-Por absurdo que esto parezca, la prueba de tan contradictorios asertos se
encuentra en el archivo secreto del Congreso de Tucuman y en la correspondencia
confidencial de San Martin y Pueyrredon, constando asimismo de documentos
públicos y solemnes firmados por el último, segun se verá mas adelante . MSS.
en nuestro archivo.
438 HISTORIA DE BELGRANO

« del Portugal y Brasil permaneceria firme en estos prin


<< cipios . " ( 13 )
Artigas, por otra parte, intransigente y soberbio, prescin
dia del gobierno nacional, y confiando en sus fuerzas, se lan
zaba atrevidamente á la lucha, renegando de españoles, portu
gueses y porteños, como él llamaba á los de la Banda occidental.
En tal estado, los sucesos imponian la marcha que debia se
guirse. El Directorio, comprendiéndolo así por necesidad y
patriotismo , buscaba el acuerdo con Artigas , á fin de traer á la
Banda Oriental y demás territorios anarquizados , á la comu
nion nacional, de la que de hecho estaban segregados . Obte
nido este resultado, sostituir la autoridad nacional al caudillage
anárquico de Artigas haciendo desaparecer el pretesto de la
invasion estraña ; tomar bajo su proteccion á la Banda Orien
tal, colocándose frente á frente del Brasil, arguyéndole con sus
propias declaraciones y enredándole en sus propias redes si la
cuestion se trasladaba al terreno diplomático. Si en este ca
mino la guerra con el Brasil venia, aceptarla valientemente
como un deber terrible impuesto por la dignidad nacional y
el instinto de la propia conservacion, reuniendo bajo su ban
dera la fuerza de los caudillos anárquicos del litoral. Pero si
Artigas no se prestaba á someterse á la nacion , ó al menos á la
direccion suprema de su gobierno, si la Banda Oriental no se
ponia bajo la proteccion de la ley y de las armas de la Repú
blica Argentina, entónces abstenerse de toda participacion
directa en la lucha ; dejar que la ocupacion portuguesa que no
podia evitarse, se produjese, sacando de ella la ventaja de no
hacerse de un vecino un nuevo enemigo poderoso por mar y
por tierra, y mantener la division de intereses entre España y
el Brasil ; hacer por este medio imposible la espedicion espa
ñola al Rio de la Plata , desde que fuera un interes del Portugal
impedir que aquella tomase tierra en la costa Oriental, y por
fin, aceptar como una fatalidad el beneficio de estinguir por

13-Nota reservada de Garcia al Director Pueyrredon, de 8 de Noviembre


de 1816, comunicada por este al Congreso en 4 de Diciembre de 1816. M SS.
del Arch. sec. del C. de T.
CAPITULO XXXIII 439

mano agena la anarquia de Artigas, que ponia en peligro la


existencia misma de la nacion argentina.
A nada de esto respondia el plan político trazado por el
Congreso, ni el propuesto en contradiccion por el Director .
Empero, la actitud reservada del último ante las declaraciones
y vistas de Garcia, y su resistencia á la conducta pusilánime
aconsejada por el Congreso ; su abertura pacífica con Artigas
y con el Cabildo de Montevideo ; y por último, la mision del
coronel Vedia, portador de una intimacion , reclamando el
cumplimiento del armisticio de 1812 y protestando contra
la invasion, mostraban que en último caso estaba resuelto
á afrontar la situacion en todas sus eventualidades, res
pondiendo en primer lugar á sus deberes de gobernante
argentino, y obrando en seguida segun las necesidades del
momento .
El coronel D. Nicolás de Vedia, elegido por el Director
para desempeñar la mision de parlamentario de paz ó de
guerra, era sin duda uno de los hombres mas indicados al
efecto . Era uno de los gefes mas distinguidos del ejército
argentino por su ilustracion y recomendables servicios . Natu
ral de Montevideo , conocido por sus principios republicanos,
condiscípulo y antiguo compañero de armas de Artigas, daba
garantias positivas á la Banda Oriental, á su caudillo y á los
patriotas que desconfiaban de la política del Directorio. Amigo
personal de Pueyrredon, á cuya elevacion habia contribuido ,
cooperando como Mayor General á vencer las resistencias que
en su contra se habian levantado en Buenos Aires al tiempo
de ser nombrado aquel Director supremo, daba iguales ga
rantias al gobierno. Antiguo oficial del batallon Fijo antes de
la revolucion, habia figurado en las invasiones inglesas de 1806
y 1807, cayendo prisionero de guerra cuando la plaza de Mon
tevideo fué tomada por asalto por Sir Samuel Auchmuty. Tras
ladado como tal á Inglaterra y posteriormente á España, habia
servido en la guerra de la Península contra Napoleon, encon
trándose en varias acciones de guerra. Restituido á su patria
fué uno de los precursores de la revolucion, figurando entre
sus actores, como se ha visto, en Mayo de 1810. Mayor Gene
440 HISTORIA DE BELGRANO

ral del ejército que sitió por dos veces á Montevideo, hasta
rendirlo, ocupaba un alto rango entre sus compañeros de
armas. Hombre inteligente y culto, de figura simpática y
maneras dignas, de vasta lectura, poseyendo varios idiomas y
conocedor de la geografia y la historia del mundo, era un ver
dadero diplomático, que bajo las apariencias de un parlamen
tario con la espada al cinto y un pliego político en el bolsillo,
llevaba en su cabeza todos los recursos necesarios para espe
dirse con habilidad y decoro en su equívoca mision. Diósele
llevaba, que al
por toda instruccion, imponerse del pliego que
efecto se le entregó abierto, y averiguar el número de las fuer
zas invasoras tratando de penetrar las intenciones del general
portugués. ( 14 )
El 19 de Noviembre de 1816 salia el coronel Vedia de
Montevideo en desempeño de su mision . En su tránsito, pre
senció el desembarque de una parte de las fuerzas portugue
sas en Maldonado, y el 24 alcanzó al arroyo de San Miguel, pa
sando por el fuerte de Santa Teresa, ocupado ya por los inva
sores, donde encontró el cuerpo de ejército del general Lecor.
Este salió á recibirle hasta el pié de su caballo, rodeado de su
estado mayor, y le condujo ceremoniosamente hasta una lu
josa tienda de campaña que le tenia preparada , diciéndole :
« Este es el alojamiento que un general en campaña puede pro
❝ porcionar á V. E. » Cuando llegó el caso de entregar el
pliego del Director de que era portador, ei general portugués se
puso de pié para recibirlo, y despues de leerlo en la misma acti
tud, díjole que lo contestaria despues .
En varias conferencias, el general Lecor dió al coronel
Vedia algunas esplicaciones sobre los motivos que obligaban al
Rey de Portugal y Brasil á la operacion militar de que venia
encargado. " El ejército de mi mando , díjole, solo viene á to
" mar posesion de la Banda Oriental, y finalizará sus marchas
" en el Uruguay. Ignoro si despues pasaré á ocupar la provin
" cia de Entre-Rios ; pero tengo órdenes de guardar con Bue

14-M S. autógrafo del general D. Nicolás de Vedia, en nuestro archivo.


CAPITULO XXXIII 441

" nos Aires la mas perfecta neutralidad. El Rey mi amo se


" ha resuelto á enviar sus tropas para recobrar lo que ya en
" otros tiempos poseyó, con justos títulos adquiridos desde la con
66
quista, y que la corona de Castilla le arrancó con violencia.
" Además de esto, no puede serle indiferente ver amenazada la
" tranquilidad y seguridad de los pueblos de su mando, por
" el mal ejemplo de la Banda Oriental, la ambicion de Artigas
66
y su ódio hácia los portugueses . Siento los males que aflijen
" á este país ; pero no me es posible suspender mis marchas,
" ni tengo facultades para interpretar las órdenes que se me
" han dado. V. E. , agregó, debe esforzar estas razones para
" contener á su Gobierno y moderar la animosidad en que están
" los pueblos de la Union , porque si es preciso venir á un des
" graciado rompimiento, se verá inmediatamente bloqueado el
" Rio de la Plata y se llevará la guerra hasta la banda occi
" dental, pues una vez decidido mi Gobierno á recobrar este
" territorio, no le es ya posible dar un paso atrás sin compro
" meter su honor, su consideracion y quizás la integridad de
" sus dominios. Es verdad que no ha habido el mejor acierto
" en dar principio á las operaciones militares, sin tratar pri
66
mero con Buenos Aires, y hacer públicos nuestros derechos
" y razones, pero ni mi gobierno lo ha creido necesario, ni se
" lo han permitido los inconvenientes y consideraciones que
" guarda con la Corte de España ; lo primero porque, para
" tomar lo que á uno le pertenece, no es necesario pedir el
66
beneplácito de otro ; lo segundo porque invadir una provin
" cia limítrofe en anarquia, tiranizada por un caudillo que la
66
oprime, y prevenir los males que amenazan las posesiones
" portuguesas, no puede decirse un atentado contra Buenos
Aires, con cuyo gobierno ha celebrado un tratado, en que ha
" reconocido de un modo tácito la legitimidad de las Provincias
" Unidas. Su independencia quizás será reconocida, y al fin
" Buenos Aires se verá libre de Artigas, de quien nada bueno
""
" debe esperar . Estas declaraciones del General restringian
mucho las seguridades dadas por Garcia, y revelaban un pen
samiento de conquista inmediata, con miras para lo ulterior ,
segun las circunstancias.
442 HISTORIA DE BELGRANO

En sus conversaciones solia el General dejar escapar como


al acaso, frases que respondian á un pensamiento secreto, como
para sondear las disposiciones del enviado. En una ocasion le
dijo inopinadamente : " No le parece á Vd. que la grandiosa
" bahia del Rio Janeiro, es la puerta del imperio Sud- Ameri
66 cano, cuyos límites están trazados por la naturaleza en los
66
magníficos rios del Amazonas y el Plata ? Vdes . deben
66 conocer que seria una locura , en una nacion tan pequeña como
el Portugal, estenderse á mas. " -En otra ocasion le dijo
66 con su natural suavidad : " En breve tendré el gusto de ver

“ á V. E. en Buenos Aires . " -Vedia contestó con firmeza y


con alguna intencion : " Y yo la honra de que mi gobierno
66 me comisione para salir al encuentro de V. E. "—" No , re
66 puso Lecor, como particular, y solo por satisfacer el deseo
66
que tengo de conocer aquel gran pueblo. "-" De cualquier
" modo que vaya V. E. , contestó Vedia sonriendo, me honra
" ria mucho salir á recibirle.
Al dia siguiente de su llegada, D. Nicolás Herrera, que
seguia al ejército portugues en calidad de confidente y conse
jero de Lecor, fué á visitar á Vedia á su tienda, y cumplimen
tándolo sobre la oportunidad de sus réplicas, se trabó entre
ellos un diálogo amistoso, como que habian sido condiscípulos
en Montevideo - Cuanto me alegro que hayas sido tú el elegido
para este encargo, le dijo Herrera- Mucho te agradezco tu
buena voluntad-Qué dicen de mí en Buenos Aires ?-Mucho
malo-¿ Es posible ? -Como lo oyes-No puedo olvidarme que
mis paisanos me han puesto grillos-Yo no pienso sinó en servir
á mi patria-Qué dicen en Buenos Aires de este ejército ?—
Que es preciso auxiliar la Banda Oriental, porque su invasion
debe considerarse como si fuera invadida la plaza misma de la
capital- El gobierno piensa así ?-Así piensa el gobierno y los
pueblos- Lo siento mucho : díles que se miren bien en lo que
hacen-Yo creo imposible variar la opinion de los pueblos- No
creas que este ejército pase el Uruguay-Despues de esta
agresion todo es preciso temerlo-El gobierno sigue bien con
Garcia ?-Me parece que no- Es muy estimado del ministro
Araujo (conde da Barca) que tiene con él la mas estrecha
CAPITULO XXXIII 443

amistad en Janeiro se le mira como un grande hombre- Siem


pre lo he creido de buen talento ; pero no goza de buena opi
nion-No se deshagan Vdes. de él, porque es lástima perderlo
-El gobierno no puede valerse de un hombre desopinado,
dijo por último Vedia, cortándose asi desabridamente la con
versacion entre estos dos antiguos amigos. (15)
Despues de algunas demoras calculadas, el coronel Vedia
fué despachado al fin, entregándole Lecor por despedida un
estado de las fuerzas de mar ytierra que estaban á sus órdenes ,
á fin de que lo comunicase á su gobierno. ( 16 ) A pretesto de
falta de caballos se le obligó indirectamente á embarcarse en
Maldonado. El objeto era ocultar las marchas dol ejército por
tugués , y posesionarse de Montevideo ántes que el comisionado
argentino pudiese dar cuenta de su comision en Buenos Aires ,
adonde llegó el 7 de Diciembre, entregando al Director la con
testacion de que era portador. En ella decia Lecor :-« Puedo
❝ asegurar que mis marchas solo se dirigen á separar de la
« frontera del Reino del Brasil el gérmen del desórden , y á
❝ocupar un pais que se halla entregado á la anarquia. Esta
<< medida en ningun sentido puede inspirar desconfianza á ese
gobierno (el argentino) cuando ella es practicada en un terre
« no ya declarado independiente de la parte occidental . Se
« han guardado escrupulosamente los artículos del armisticio
<< de 1812 , y siendo hostilizado , tomaré medidas de precaucion
« hasta que reciba nuevas órdenes de mi Rey. " ( 17)
Mientras la mision político-militar del coronel Vedia se
preparaba y se desenvolvia, graves acontecimientos que debian
.
tener larga trascendencia se producian. Artigas, invasor é
invadido casi simultáneamente, y batido en toda la línea de
frontera desde el Cuareim hasta la Laguna de Merim, habia

15 – Diario de Vedia remitido por el Director al Congreso . M S. del Arch .


sec. del C. de T.
16-M S autógrafo de D. Nicolás Ved ia en nuestro archivo.
17-Nota del General Lecor al Director Pueyrredon de 27 de Noviembre de
1816, publicada en la Estraordinaria de 5 de Febrero de 1817. Cuando esta no
ta se publicó, ya la plaza de Montevideo estaba ocupada por el ejército de Lecor.
444 HISTORIA DE BELGRANO

reconcentrado sobre el Alto Uruguay la resistencia de la Ban


da Oriental, cada vez mas brava aunque no mejor dirigida. El
caudillo, terco y rudo como siempre, sin inspirarse mas que en
su egoismo y en su ódio á los porteños , preferia perderse solo
y entregar su pais al estrangero, ántes que salvarlo mancomu
nándolo con el pueblo argentino. Persuadido de que el Go
bierno Nacional era cómplice de la invasion portuguesa, ó mas
bien, aconsejado por su feroz orgullo, espidió una bárbara cir
cular, «
< cerrando absolutamente todos los puertos de la Banda
Oriental para Buenos Aires y sus dependencias , prohibiendo
todo tráfico , deteniendo y asegurando ( embargando) todos los
buques que se hallasen en puertos orientales, y haciendo res
ponsables á todas las autoridades civiles y militares de cual
quiera omision ó indulgencia en el cumplimiento de estas órde
nes. " Los fundamentos de esta medida eran , que « el gobierno
« de Buenos Aires estaba empeñado en el aniquilamiento de
<< los orientales observando una conducta criminal en el hecho
« de mantener relaciones abiertas y de comercio con el Portu
❝gal, y que se mostraba indiferente. " ( 18) Esto tenia lugar
el 16 de Noviembre de 1816, en circunstancias en que el
coronel Vedia llegaba á Montevideo en cumplimiento de su
comision, brindando al invasor con la paz y amenazándole con
la guerra.
El Director Supremo, abundando en una alta moderacion,
se dirigió con este motivo al Delegado de Artigas en Montevi
deo, que lo era D. Miguel Barreyro, hombre de alguna inteli
gencia ; pero de un carácter sombrío, y enemigo enconado de
la union con los argentinos, lo que le habia merecido ser elegido
como instrumento servil de la autocrácia del caudillo oriental.
Decíale que no queria considerar la medida como un rompi
miento , cuando « él por su parte provocaba á la guerra al gefe
« de los portugueses, sin otro motivo que la invasion de la
" Banda Oriental. » Al mismo tiempo escribia al Cabildo de

18-Circular de Artigas á los pueblos de la Convencion, de 16 de noviembre


de 1816 .
CAPITULO XXXIII 445

Montevideo, manifestando sus disposiciones amistosas y patrió


ticas y rechazando con templanza las sospechas de traicion que
sobre el gobierno nacional se propalaban, insinuaba que, mas
bien podia ser Artigas acusado en ese sentido. « Si fuese da
« ble (decia) el entregarse precipitadamente á recoger y pro
« pagar sospechas, este gobierno podia haber sido llevado á
« formar una opinion muy poco favorable del patriotismo del
« general Artigas, desde que ha visto que, descuidando apro
❝vecharse de la movilidad de sus tropas, parece separarse del
« único plan de guerra que puede salvar esa provincia ; que ha
❝empeñado algunas acciones que acaso se hubieran evitado ; y
❝ que ha sufrido en sus divisiones algunas sorpresas que no es
" muy fácil esplicar. " El Director terminaba incitando á am
bas autoridades á interponer sus respetos con el caudillo á fin
de que reformase sus medidas, y no pusiese al gobierno argen
tino en el caso de usar del derecho de represalia « con grave
❝ escándalo de los pueblos y perjuicio de la conciliacion que era
« necesaria para la salvacion comun . » ( 19 )
La verdad es que el Director en lo que ménos pensaba era
en comprometer una guerra nacional con un aliado tan inhábil
en lo militar y tan peligroso en lo político como Artigas, y que
se felicitaba de sus derrotas como de las de un enemigo de todo
el mundo, como en efecto lo era. Así escribia al mismo tiem
po al General San Martin : « Los portugueses consiguen ven
" tajas en todas partes sobre Artigas, y este génio infernal
« acaba de embargar todos los buques de esta Banda y cerrar
« todos sus puertos á pretesto de que no tomamos parte en su
« guerra. Yo tambien he cerrado nuestros puertos, y voy á
reunir las corporaciones con arreglo al Estatuto para delibe
rar. Es una crueldad comprometer uno su crédito á la opi
" nion agena. " (20)

19-Notas del Director Pueyrredon al Delegado Barreyro y al Cabildo de


Montevideo, de 2 de Diciembre de 1816. M SS del C. de T.
20 -Carta del Director Pueyrredon al General San Martin de 2 de Diciem
bre (la misma fecha de la nota de Barreyro ) de 1816. M S autógrafo de nuestro
archivo (Papeles de San Martin.)
446 HISTORIA DE BELGRANO

Las notas del Director se cruzaron con otras de Barreyro,


quien aconsejado por las últimas derrotas de Artigas , pedia al
Director su proteccion en el interés de la causa general . En
carta confidencial le escribia : " Los auxilios de Vd . son ente
« ramente necesarios . Yo los admito del modo que vd. quiera
« franquearlos, y sin ponerle la menor traba. ” Y hablando
al mismo tiempo con la solemnidad oficial le decia : " Todo
❝ está en las manos de V. E. Sus auxilios , remitidos aquí sin
« pérdida de instantes, llegarán aun á tiempo oportuno, y to
" dos los pueblos cantarán juntos la consolidacion de su inde
« pendencia cubiertos de una gloria inmortal. Cualesquiera
« que sean los pactos que V. E. precise al efecto , yo estoy
<< pronto á sellarlos . ( 21 ) " Este cambio de política ó mas
bien de conducta en el Delegado de Artigas, era dictado por
el hecho de que, Lecor, despues de dar su contestacion al
Director Pueyrredon por medio del Coronel Vedia, y arro
llar á su paso las fuerzas que habian pretendido detenerlo , se
guia á marchas forzadas sobre Montevideo , y Montevideo no
contaba sinó con una escasa guarnicion con que defender sus
murallas.
El Director, encarando la cuestion bajo su doble aspecto
patriótico y político, contestó á la abertura de Barreyro : «
< Los
portugueses han pretestado para su invasion á la Banda
" Oriental, la independencia en que se constituyó esa provin
❝cia. De modo que, reconociendo al soberano Congreso y
« Superior Gobierno de las Provincias Unidas, y agregada por
<< este paso al resto de los pueblos que pelean por la libertad del
« Estado, aparecerá formando un cuerpo de nacion , cesará la
« causa de la guerra que se le hace como á un poder aislado, y
« empezarán á obrar otros motivos que no puede despreciar el
« gabinete portugués, desde el momento que la mire bajo la
" proteccion de las Provincias Unidas de Sud-América . Há

21-Carta y nota de Barreyro al Director Pueyrredon , de 30 de Noviembre


de 1816, M SS del Arch. sec. del C. de T. Estos y los anteriores documentos,
no se encuentran entre los que sobre el mismo punto histórico publicó el Sr. La
mas en su "" Coleccion de mem. y Doc., pág. 284 y sig.
CAPITULO XXXIII 447

« gase esta declaracion sin mas demora y la plaza será auxilia


« da pronta y vigorosamente, y se hará saber al general del
« ejército portugués, para que considerándola comprendida en
❝el armisticio existente entre este pais y la Córte del Brasil,
desista de las hostilidades con que la tiene amenazada. Esta
« medida me la ha propuesto el oficial que V. S. ha comisionado
❝ para conducir el pliego, asegurándome reunir el voto gene
« ral de sus habitantes. ( 22) Sea, pues, la obra del patrio
❝tismo el remover los obstáculos que se opongan á esta de
« claracion para salvar el suelo patrio de la opresion que le
amenaza. "
En su carta confidencial era mas esplícito aun el Director .
Anunciábale que, fijándose únicamente en la necesidad de
socorrer á un pueblo hermano , se estaba aprontando para remi
tir á Montevideo 600 fusiles , 500 sables, 4 piezas de tren volante
y 200 mil cartuchos, pero agregaba : « Esa plaza no tiene
<< fuerzas con que sostenerse ; tampoco pueden ir de aquí con
« la prontitud necesaria. Hemos perdido el tiempo en soste
<< ner la nécia terquedad de nuestras pasiones. Fusiles, sables
❝y cañones son instrumentos nulos cuando no hay brazos que
los manejen con destreza. Para contener los sucesos que se
« precipitan , hagamos obrar la política ; este es el único arbi
« trio que nos queda, si no para salvar infaliblemente la plaza ,
« á lo menos para intentarlo por los medios que están al arbi
« trio de nuestra situacion . Los auxilios que se preparan
❝ nunca podrian salvar por sí esa plaza , amenazada de un ejér
« cito poderoso si los mando, van á ser presa del ejército
« invasor, y sinó, queda en sospecha mi interés por la salvacion
❝ de ese pueblo. Decídase por la operacion que pido en mi
< contestacion de oficio, por ser la única capaz de producir el
« efecto que deseamos. " ( 23)

22-El oficial á que se hace referencia era D. Francisco Bauzá hermano de


D. Rufino Bauzá que mandaba la infanteria de la plaza de Montevideo y de quien
se hablará con mas particularidad despues.
23-Oficio y carta del Director Pueyrredon al Delegado Barreyro, de 5 y 6
de Diciembre de 1816. M SS. del Arch. Sec. del C. de T. - Estos documentos,
448 HISTORIA DE BELGRANO

El gobierno argentino no podia hacerse ilusiones . Esta


actitud importaba la aceptacion de una nueva guerra, con todas
sus consecuencias inmediatas. Aun sin conocer las declara
ciones de Lecor á Vedia , que desmentian en parte las anterio
res seguridades de Garcia, debia prever, que el gobierno por
tugués no retrocederia de la invasion que hacia dos años venia
preparando, teniendo principalmente en vista la plaza de Mon
tevideo, y sin cuya posesion, la ocupacion militar era imposible,
ó por lo menos muy difícil, debiendo venir de aquí un rompi
miento inevitable. Pero el pueblo y el gobierno argentino no
podian sustraerse al cumplimiento de este deber sagrado
aun á riesgo de perderse, si bien no podian aceptarlo sinó
en nombre de la integridad nacional á la sombra de su
bandera , y bajo la direccion de sus altos poderes públicos . Así
lo comprendia el Director Supremo al dar cuenta al Congreso
del estado de esta solemne negociacion. " Ante este conflicto,
« decia Pueyrredon , decidido á hacer todos los esfuerzos posi
<<< bles para salvar á aquel pueblo aflijido (Montevideo) , aun
<< sobreponiéndome á otras consideraciones que deben suminis
« trar los riesgos comunes y que la política puede pronosticar
" para todas estas provincias, le he dado las contestaciones
« adjuntas. " (24) Como se vé, era la necesidad y no la inte
ligencia ni la voluntad, la que gobernaba, desenvolviéndose los
acontecimientos fuera de toda prevision, como se ha visto hasta
aquí, y como se verá mas adelante .
En el mismo dia en que el Director escribia á Barreyro
(6 de Diciembre, ) este despachaba una comision compuesta de
D. Juan José Duran y D. Juan F. Giró, regidores del Cabildo
de Montevideo y dos de los mas respetables vecinos de la ciu
dad. Su mision, era tratar, estipular y convenir, sobre los
auxilios pedidos, munidos al efecto de ámplios poderes sin limi

que son fundamentales como antecedente en la negociacion que á consecuencia de


ellos se siguió, tampoco se encuentran entre los que sobre el particular trae el Sr.
Lamas en su " Coleccion " citada en la nota anterior.
24 -Nota del Director Pueyrredon al Congreso, de 7 de Diciembre de 1816
M S. del Arch. sec. del C. de T.
CAPITULO XXXIII 449

tacion alguna. (25 ) Estos comisionados acertaron á llegar á


Buenos Aires el mismo dia en que Vedia regresaba con la con
testacion de Lecor. El Director, despues de imponerse de
todo y de conferenciar con los comisionados, con quienes se
puso verbalmente de acuerdo en ideas, creyó que era llegado.
el momento de declarar la guerra á los portugueses . Para
resolver esta grave cuestion, convocó á las corporaciones con
arreglo al Estatuto Provisional, en defecto del Congreso cuya
lejania no daba lugar á ser consultado. Reuniéronse el dia 6
en el salon de Gobierno, la Junta de Observacion, el Cabildo,
la Cámara de Justicia, el Gobernador Intendente de la Pro
vincia, el cabildo eclesiástico y el provisor, la comision de
guerra, el Inspector General de Armas, el Tribunal del Con
sulado y los jefes militares de cuerpos , con asistencia de los
Secretarios de Estado bajo la presidencia del Director Supremo.
Esta asamblea de notables, en vista de las circunstancias fijó
las siguientes proposiciones á discutir : -1 Si debia mandarse
inmediatamente un Enviado al Brasil, exigiendo el reconoci
miento de la independencia argentina y pidiendo esplicaciones
sobre la invasion portuguesa á la Banda Oriental. 2 Si debia
declararse la guerra al Brasil sin esperar la resolucion del
Congreso.
Reunidas nuevamente las corporaciones en la noche del
7, quedó resuelto por mayoria de votos, que se nombrase inme
diatamente el enviado estraordinario, con el objeto de exigir el
reconocimiento de la independencia y la evacuacion del terri
torio oriental. En cuanto á la segunda proposicion, fué casi
unánimemente desechada. Entónces, poniéndose de pié el
Director Supremo declaró, que protestaba pública y solemne
mente que no respondia de los males que podrian sobrevenir al
órden y al Estado, por la inaccion en que constituia al gobier
no la decision de no declarar inmediatamente la guerra, mani
festando, que si no procedia á declararla por sí, era por que

25—Véase la Col. de Lamas ya citada páj . 228 y sig. en que se registran los
documentos de esta negociacion .
29
450 HISTORIA DE BELGRANO

conocia que no estaba en sus facultades, pidiendo que se hicie


ra constar así en el acta de la sesion , que firmaron los tres mi
nistros de Estado D. Vicente Lopez, D. Juan Florencio Terra
da y D. José Domingo Trillo. (26 ) Al dar cuenta al Congreso
de este paso, el Director le decia : «El pais se halla en cir
« cunstancias estraordinarias, la invasion de los portugueses
« ha exaltado el celo de los pueblos; que claman por la guerra,
« y toda inaccion en este punto compromete la quietud pú
« blica y el crédito de las autoridades. " (27)
Esta actitud estraña del Director, en que olvidando su
habitual prudencia, parecia dejarse arrastrar por una opinion
exaltada ó liviana mas vocinglera que heróica, solo puede ser
racionalmente esplicada por la circunstancia de considerar ya
como un hecho la reincorporacion de la Banda Oriental á la
comunidad argentina, de la cual debia necesariamente nacer
una ruptura, caso que los portugueses (como era probable) no
evacuasen el territorio . Aun así, era acto incoherente provo
car la guerra ántes de agotar el recurso de las negociaciones y
de evidenciar ante el mundo la razon que asistia á la Repú
blica, dándose tiempo para hacer frente á la lucha. Mas que
todo, era un acto de aturdimiento aceptar la defensa militar
del territorio invadido, ántes de contar con las fuerzas popu
lares del pais á la sazon anarquizado, sin cuyo concurso eficien
te la guerra era imposible. Pero como todo sucedió á la inver
sa de las previsiones y de las decisiones oficiales , y como los
errores lo mismo que los aciertos , no alteraban el curso de
los acontecimientos, sucedió que, ni la mision acordada tuvo
lugar, ni la incorporacion en cuyo honor se hacia el sacrificio,
se verificó, y que en definitiva , no se hizo ni la paz ni la guerra,
segun va á verse .
El dia 8 se firmaron los ajustes entre el gobierno argenti
no y los comisionados orientales. Por ellos se estipuló, que el

26-Acta de 24 de Diciembre (fecha en que se labró) de 1816, firmada por


los ministros nombrados M S original (Papeles de Pueyrredon en nuestro archivo.)
27 -Nota del Director al Congreso, de 9 de Diciembre de 1816 M S del
Arch. sec. del C. de T.
CAPITULO XXXIII 451

territorio de la Banda Oriental juraba obediencia al Congreso


y al Director de las Provincias Unidas, en la misma forma que
las demás Provincias, comprometiéndose á enarbolar su pabe
llon y mandar inmediatamente sus diputados al Congreso . En
consecuencia , el gobierno Nacional se comprometia á dar á la
Banda Oriental todos los ausilios necesarios para su defensa,
enviando desde luego 1000 hombres con 1000 fusiles y 8 caño
nes, con una flotilla de lanchas para sostener la ciudad de Mon
tevideo. ( 28 ) El pueblo recibió con entusiasmo la noticia, la
guerra se hizo popular y todos la aceptaron con sus dolorosos.
sacrificios en nombre de la integridad nacional . El diario ofi
cial comentando el tratado decia : «¿ Quién habia de pensar
« que la invasion de los portugueses en el territorio oriental
« de nuestro rio, habia de producir el efecto de reconciliar
66
« á los que moran en sus opuestas márgenes ? " El gobierno
hacia celebrar con pompa tan fausto acontecimiento y lo
comunicaba oficialmente al Congreso y á todas las autori
dades civiles y militares de la República, incluso á las depen
dencias de Artigas en el Entre- Rios.
El tratado fué comunicado á las autoridades de Montevi
deo por medio de un Edecan de Gobierno, portador de una co
municacion del Director Supremo en la que decia al Cabildo :
66 Con solo este importante paso quedan disipadas las esperan
zas que los enemigos del pais habian depositado en nuestra
« division intestina .El territorio oriental y occidental de este
« gran rio formarán en adelante una gran masa, que si es con
❝ducida con prudencia será el escollo en que se rompan las ma
<< quinaciones estrangeras. " (29)
Barreyro, que hasta entonces escusara contestar esplíci
tamente las comunicaciones del Director, donde se establecian
las condiciones de los ausilios, habia dejado correr las nego

28-Oficio de los comisionados Duran y Giró al Delegado Barreyro, de 8


de Diciembre 1817. Col. Lamas.
29-Oficios del Director Pueyrredon al Delegado Barreyro y al Cabildo de
Montevideo de 10 de Diciembre de 1816.- M SS . auténticos de los papeles de
Pueyrredon en nuestro archivo. (Faltan en la Col. Lamas. )
452 HISTORIA DE BELGRANO

ciaciones, sin esplicarse sobre este punto capital . Al recibir


el acta de la incorporacion, firmada por sus comisionados, el
Delegado se encontró embarazado, no atreviéndose á repro
barlo abiertamente ni aceptarlo de buena voluntad . Habia
procedido sin suficiente autorizacion por parte de Artigas, de
quien dependia como un esclavo, y comprometidose por demás
aceptando de antemano cualquiera condicion, no previendo tal
vez la mas repugnante de todas para él y para Artigas, cual
era la union nacional . Así, al dejar correr la negociacion bajo
un equívoco sub- entendido, su objeto era obtener los ausilios
de cualquier modo, salvo cumplir ó no los tratados segun fuese
la voluntad del caudillo oriental . Obligado á esplicarse al fin ,
adoptó el temperamento de firmar una nota conjunta con el
Cabildo, comisionando á D. Victorio Garcia Zúñiga para dar
esplicaciones y solicitar que, sin aprobar el acta de incorpora
cion celebrada, se librasen sin pérdida de tiempo los ausilios
reclamados. El Director contestó que « persistia en la opi
« nion de que, para salvar al pais era preciso obrar con unidad,
« poniendo en movimiento todas sus fuerzas eficientes , y que
« por lo tanto, mientras no se procediese á ejecutar las bases
« acordadas, no se creia en aptitud de disponer con utilidad de
las fuerzas que le estaban encomendadas para la defensa co
« mun del Estado, debiendo advertir con tal motivo, que en vis
< ta de la repugnancia en aceptar el acta , se veria obligado á exi
« gir las garantias competentes para su cumplimiento, caso que
« fuese aprobada como aun lo esperaba, anticipando espontá
« neamente por su parte, que el General Artigas quedaria con
la autoridad que ejercia. » (30)
La union nacional, si bien no era precisamente popular,
era una opinion que tenia prosélitos en la parte sana de la
poblacion de la Banda Oriental y aun en parte de las masas
fatigadas por la dura tirania de Artigas, que gemian bajo su

30 -Oficio del Delegado y Cabildo de Montevideo al Director Supremo en


12 de Diciembre de 1816, y contestacion del Director de 19 de Diciembre de 1816.
M SS. autenticados. Papeles de Pueyrredon en nuestro archivo (Faltan en la
Col. Lamas .)
CAPITULO XXXIII 453

terrorismo. Como se ha visto, el oficial Bauzá, comisionado


para pedir los primeros ausilios, se habia abierto en este sen
tido con el Director, porque en presencia del peligro, todos
comprendian que la union nacional era lo único que podia sal
varlos. De esta opinion se habian hecho nobles intérpretes
los comisionados Duran y Giró, poseidos de un verdadero
patriotismo al firmar el acta de incorporacion de la Banda
Oriental á las Provincias Unidas. Pero era tal la abyeccion
moral en que Artigas mantenia á la poblacion civil de su pais
y á sus primeros magistrados, que nadie se atrevia ni aun á
pensar sin su permiso, y preferian que la importante plaza
de Montevideo se perdiera y fuera ocupada por el enemigo,
ántes que salvarla sin el espreso consentimiento del cau
dillo . No se creeria lo que va á leerse sinó hubiese quedado
consignado en documentos solemnes, que hoy recien salen
á luz.
El Cabildo de Montevideo, insistiendo sobre los objetos
encomendados á Garcia Zúñiga, se manifestaba sorprendido
del que « posponiendo el objeto general, que eran los auxilios
" pedidos, se propusiese disponer de la suerte de la Provincia
« Oriental. " Partiendo de esta base singularísima decia :
" Nosotros partimos de principios generales y comunes ; pro
« pendemos á rechazar un enemigo, que tanto lo es nuestro,
como de las Provincias de la Direccion de V. E. , y en este
❝ caso vemos con admiracion , que entretenido V. E. en un fin
<< secundario, descuide el general. Sean cuales fueren los artí
« culos acordados, el valor de ellos se hace depender de nues
<
« tras facultades, que ni son , ni pueden suponerse bastantes
" para disponer de toda la Provincia y del jefe que está á
« su cabeza . Por consiguiente, es necesario acordar puntos
de la trascendencia que tienen los de que hablamos (los
ausilios ) en términos mas serios y con conocimiento de los
❝ pueblos . "
El Director, haciendo una metódica esposicion de los an
tecedentes de la negociacion, y manifestando que no obstante
estrañar el silencio del General Artigas, no habia dudado de
sus sentimientos de fraternidad , desde que no eran pueblos es
454 HISTORIA DE BELGRANO

trangeros los que concurrian al tratado, se hacia cargo de la


escepcion de falta de poderes, y encarando el punto del con
sentimiento de los pueblos , consignaba estas palabras, que eran
á la vez un reproche indirecto y un argumento : « No parece
« oportuno echar de ménos la representacion de los pueblos ,
« popularmente elejida, cuando esta no se ha tenido por nece
« saria para el ejercicio actual de la autoridad superior á que
<<< obedecen . " Y despues de demostrar lo que era óbvio, que
la union era lo principal y los ausilios su consecuencia , termi
naba diciendo : << Las provisiones militares de que puedo dis
« poner son el fruto de los sudores y de la sustancia de los
pueblos que presido, y ellos no me han elevado á tan alta
« confianza para que los esponga por un mero aparato, sinó
para que los emplee con seguridad en una defensa efectiva
<< del territorio . Yo no cumpliria con esta precisa obligacion,
« si ántes de deshacerme de ellos , mirase con indiferencia sus
« destinos. Esa plaza no tiene otros medios de evadir la opre
❝sion con que se halla amenazada, que la acertada combinacion
« de nuestros elementos. Conozco demasiado á qué estremo
<< pueden llevarnos nuestras funestas divisiones, pero ¿ será
« posible que haya podido preferirse la pérdida de esa intere
" sante plaza y de ese hermoso territorio en manos de un es
« trangero, que sujetará á su arbitrariedad los derechos mas
sagrados de tantas familias americanas , ántes de aceptar el
" sistema de unidad que rige el resto de las Provincias ? Ni
" yo puedo puedo persuadirme un término tan fatal, ni puede
ser este el voto de esos habitantes. No me arrebate V. E.
" la gloria de haber contribuido con mis esfuerzos á la salva
❝cion de esa Provincia interesante. Las armas, provisiones
66 de guerra y destacamentos que he destinado á ese efecto,
«
« están en disposicion de partir luego que queden allanadas
<< las dificultades que han ocurrido. » (31 )

31-Oficio del Delegado y Cabildo de Montevideo al Director Sup., de 12


Diciembre y contestacion de este de 19 de Diciembre de 1816. M SS autentica
dos. Papeles de Pueyrredon. Estos dos documentos capitales, sobre un punto que
forma el nudo de la negociacion, tambien faltan en la cit. Col. Lamas.
CAPITULO XXXIII 455

El Delegado Barreyro contestó la nota anterior en térmi


nos tan absurdos que harian dudar de su buen juicio , si no se
supiese que procedia así bajo la presion de un bárbaro sin pa
triotismo y sin ideas. Decíale en sustancia, que los ausilios
que se diesen sin condiciones le grangearian la confianza de los
orientales, y que entonces podria tratarse de la union con los
demás pueblos argentinos ; que proceder del modo contrario.
mostraria que el interés de la incorporacion era el único que
animaba al Gobierno argentino. Agregaba, que decir que la
union era indispensable para quitar todo pretesto á los portu
gueses, era otro pretesto para no ausiliar á la Banda Oriental .
Le argüia con que , habiendo declarado el Director en su reque
rimiento al general portugués, que la disidencia entre ambos
pueblos era accidental y no debilitaba su enlace, estaba obliga
do á defender el territorio oriental, ausiliándolo , sin necesidad
de que el acta de incorporacion fuese aprobada. Por último,
terminaba diciendo : « es muy claro que nosotros no podemos
❝caer en el delirio de querer constituir solos una nacion , ”
agregando que esta seguridad debia bastarle, mientras él (el
gobierno nacional, ) definiendo su situacion por medio de la con
cesion de ausilios, que no podia negar, se ponia en condiciones
de verificar la union. ( 32)
El Cabildo de Montevideo, apoyando las pretensiones de
Barreyro, entraba en largas y ridículas consideraciones políti
cas y militares , increpando al gobierno argentino de indife
rencia por no declarar inmediatamente la guerra, aduciendo que
no podia verificarse la union sin garantir sus fueros ; que en
vista de los hechos que en tal sentido se produjesen , el Cabildo
propenderia á la union, convencido de su conveniencia y nece
sidad, debiendo ser esta la base de las futuras relaciones. El
Director, poniendo de lado toda importuna discusion , replica
ba que, si se tratase de emplear en discursos un tiempo
precioso que se escapa, sería obra de un momento demostrar

32-Nota del Delegado al Director de 27 de Diciembre de 1816. M S auten


ticado de los papeles de Pueyrredon en nuestro archivo ( Falta en la Col. Lamas.)
456 HISTORIA DE BELGRANO

« la inconsistencia de los razonamientos del Cabildo, " Entran


do en la cuestion de hecho agregaba :- « Ya que tengo el do
« lor de ver desvanecidas las esperanzas de la unidad moral, de
« la que únicamente pueden proceder el órden y estabilidad
interna á par de la fuerza y respetabilidad esterior, ya que
<< ni en el dia de los peligros nos es dado ver esta solidez ga
« rante de la seguridad de los pueblos , ocupen en horabuena
« las circunstancias el lugar de la razon. " El Director , que
reconocia que era la fatalidad la que gobernaba , terminaba
su nota con esta noble y melancólica declaracion : -« Si se
« han frustrado mis deseos, de dar á ese territorio todo el vi
gor político y militar de que lo creí susceptible, cuente V. E.
con que, prescindiendo de todo, voy á contraer mis esfuerzos.
« á este último respecto. En esta virtud, disponga V. E. de
<< 300 fornituras, 300 fusiles, 30,000 cartuchos á bala y dos
<< piezas de campaña con 100 tiros á bala y 100 á metralla, que
« deben estar hoy en la Colonia ; previniendo á V. E. destine
« este auxilio, que remito por lo pronto, á la division de D.
« Frutos Rivera, que es la que por su inmediacion á esa plaza
<< se halla en mas aptitud de impedir los ataques que intenta el
« enemigo. Aprovecharia igualmente esta ocasion para auxi
❝liar en lo posible al General Artigas, si él se hubiese prestado
« amistosamente á mis insinuaciones y me hubiera proporcio
❝nado un medio de entendernos y combinar un plan unido de
<< defensa. (33)
Al mismo tiempo que así escribia al Cabildo de Montevi
deo, el Director se dirijia á Artigas, enviándole como comisio
nado á D. Marcos Salcedo, brindándole cordialmente con la
amistad, invitándolo á la union nacional, á pesar de no haber
merecido, decia, ninguna contestacion á sus anteriores comu
nicaciones, terminando por protestar, que sacrificaba con gusto
❝ su vanidad por no dejar cosa que hacer para buscar el consuelo
❝ y bien de todos los hermanos, en lo cual cifraba su gloria,

33 -Oficio del Cabildo de Montevideo al Director Supremo, de 26 de Di


ciembre y contestacion del Director, de 31 de Diciembre de 1816. M SS de
los papeles de Pueyrredon en nuestro archivo. (Faltan en la Col. Lamas. )
CAPITULO XXXIII 457

" esperando que en todo caso el cielo le haria justicia y los


❝ hombres no le culparian de sus desgracias. " (34 )
Artigas, al conocer el acta de incorporacion ajustada por
los comisionados orientales, les dirigió una iracunda comuni
cacion, diciéndoles :-« Y V. SS. con mano serena han firmado
<< el acta del 8 del presente ? Es preciso, ó suponer á V. SS :
« estrangeros á la historia de nuestros sucesos ó creerlos menos
<< interesados en conservar lo sagrado de nuestros derechos,
" para suscribirse á unos pactos, que envilecen el mérito de
<< nuestra justicia, y cubren de ignominia la sangre de nuestros
<< defensores. - Tengan V. SS . la bondad de repetirlo en mi
« nombre á ese gobierno, y asegurarle mi poca satisfaccion en
<< la liberalidad de las ideas con la mezquindad de sus senti
< mientos. " (35) Ocho dias despues de escrita esta nota, el
ejército de Artigas era sorprendido y completamente derro
tado ! Veinte dias despues, el ejército de Lecor llegaba á
las puertas de Montevideo, sus principales habitantes se pre
sentaban en su campo á entregarle las llaves de la ciudad, y el
general portugués era entrado á ella bajo pálio, llevando el
pálio los mismos cabildantes que habian negado su aprobacion
al acta de incorporacion ! Pocos dias despues partia á Rio
Janeiro una diputacion del Cabildo de Montevideo con el objeto
de solicitar del Rey D. Juan VI la anexion de la Banda Orien
tal á su corona !
Volvamos ahora á tomar el hilo de los sucesos militares
en la Banda Oriental.
Al terminar el año de 1816 dejamos á los portugueses
vencedores en toda la línea, desde el Plata hasta el Uruguay.
Al comenzar el año de 1817 , nuevas y mas severas derrotas
pusieron á prueba la constancia de los orientales . Despues
de sus contrastes en Cerro Largo y la India Muerta, Otor
gués y Rivera habian conseguido rehacerse, pero en la impo

34-Carta de Pueyrredon á Artigas, de 31 de Diciembre de 1816. M S autó


grafo de los papeles de Pueyrredon.
35-Nota de Artigas á los Comisionados Duran y Giró en 26 de Noviembre
de 1816. Véase Col. Lamas páj. 306.
458 HISTORIA DE BELGRANO

tencia de contener los progresos de las armas invasoras, se


mantuvieron en observacion durante el mes de Diciembre , al
canzando, empero, algunas ventajas parciales . Los portu
gueses se hicieron dueños de todo el territorio oriental desde
Maldonado hasta el Cerro Largo. Las poblaciones domina
das por las armas estrangeras, se sometian mansamente, y
muchos orientales se presentaban ofreciendo sus servicios al
invasor , el cual no tardó en contar en sus filas escuadrones y
baqueanos del pais, que combatian en su favor con mas deci
sion que bajo la bandera artigueña. (36)
Por la parte del norte, Artigas habia conseguido rehacerse
despues de sus derrotas de Ibiracoy y Corumbá, y á fines de
1816 se sostenia aun sobre la frontera del Cuareim á la cabeza
de un ejército de cerca de 4000 hombres, con el intento de
reabrir hostilidades .Al efecto, se situó él personalmente con
600 á 700 hombres en los cerros de Arapey, estableciendo su
parque de reserva y sus caballadas en un fuerte potrero natu
ral. Su Mayor general D. Andrés Latorre, que era su gefe
de mas confianza y el mas rudo é incapaz de todos ellos, aun
que muy valierte, cubrió á vanguardia la línea del Cuareim á
la cabeza de cerca de 3400 hombres, amenazando invadir el
territorio brasilero.
Casi simultáneamente, verificaron su invasion los ejércitos
contendientes en los primeros dias de Enero de 1817 , desen
contrándose en sus marchas. Curado, que á la cabeza de
2500 á 2600 hombres atravesó el Cuareim partiendo de Ibira
puitan grande, se interpuso entre Artigas y Latorre, y tomó
una fuerte posicion sobre el arroyo del Catalan, afluente del
Cuareim . Latorre, apercibido que le habian robado la vuelta
(segun la espresion de Artigas,) revolvió sobre el territorio
oriental invadido, y marchó resueltamente en busca del ejér
-
cito portugués, que era mandado accidentalmente por el mar
qués de Alegrete, Capitan general del Rio Grande.

36-Memoria de los sucesos de armas de los orientales (por un Oriental . ) Véase


páj. 321 de la Col. Lamas- Es notorio que esta Memoria fué redactada sobre apun
tes del General D. Fructuoso Rivera, y corregida por el Dr. D. Lucas José Obes.
CAPITULO XXXIII 459

Sabedor el marqués de Alegrete de la posicion que ocu


paba Artigas y de la poca fuerza que tenia consigo, destacó
sobre él al comandante Abreu (el reconquistador de las Misio
nes orientales ) á la cabeza de 600 hombres de infanteria y
caballeria y 2 piezas de artilleria.
Abreu, atacó á Artigas en
su mismo campo el 3 de Enero de 1817 , lo dispersó completa
mente aunque causándole poca perdida, y se apoderó de sus
depósitos y caballadas, regresando inmediatamente á incor
porarse al grueso de su ejército con los despojos de su fácil
victoria.
Latorre, confiado en la superioridad numérica de sus
fuerzas, resolvió atacar al ejército portugués, y haciendo una
marcha forzada en la noche del 3 de Enero cayó en la madru
gada del 4 sobre el campo enemigo, con la esperanza de sor
prenderlo por uno de sus flancos y retaguardia . Los portu
tugueses estaban prevenidos. Con las primeras luces del alba
empezó la batalla, que fué reñida y sangrienta, manteniéndose
indecisa por largo tiempo, consiguiendo Latorre envolver una
de las alas enemigas. Al fin, la victoria se declaró por los
portugueses, perdiendo Latorre cerca de 1000 hombres entre
muertos y prisioneros, y abandonando en el campo dos cañones
y gran parte de sus cabalgaduras. Los vencedores perdieron
230 hombres entre muertos y heridos . Esta batalla postró el
poder militar de Artigas.
Satisfechos los portugueses con su gran victoria, se re
plegaron á territorio brasilero sobre la márgen derecha del Cua
reim , y desde allí continuaron haciendo irrupciones vandálicas
sobre el territorio oriental, mientras llegaba el momento de
invadirlo nuevamente. (37) Para asegurar con este intento
su flanco derecho y su retaguardia, el Marqués de Alegrete
dispuso que las Misiones occidentales fuesen invadidas.
El Brigadier Chagas, que habia quedado en las Misiones
orientales despues de la derrota de Andresito, organizó una

37-Véase " Memoria de los sucesos de armas de los orientales " (testimonio
oriental) y " Campanha de 1816, " (testimonio brasilero) en la Revista Trimensal.
460 HISTORIA DE BELGRANO

columna de cerca de 600 hombres con 5 piezas de artilleria, y


personalmente se puso á su cabeza, y atravesando el Uruguay
en canoas el 14 de Enero de 1817 tomó tierra en la barra del
Aguapey. Andresito, que se hallaba frente á Itaquí con 500
hombres, y esperaba la incorporacion de 1500 correntinos que
venian en marcha, acudió á rechazar la invasion ; pero fué
completamente derrotado el 19 de Enero. El 20, marchó
Chagas sobre el pueblo de la Cruz y lo redujo á cenizas, y siguió
á Santo Tomé, marcando su paso con incendios y saqueos .
Desde Santo Tomé, avanzó su vanguardia hasta la Tranquera
de Loreto. El 13 de Marzo de 1817 , repasaba Chagas el
Uruguay, despues de haber incendiado y saqueado los pueblos
de Yapeyú, La Cruz, Mártires, Santo Tomé, Santa Maria y
Concepcion, limitándose á saquear los de San José, Apóstoles
y San Pablo. Ni los templos , ni las cabañas fueron respeta
dos ; todos los pueblos fueron destruidos ; todos los campos
fueron talados ; todos los ganados fueron arrebatados, y el
vencedor se replegó á su territorio cargado de botin, osten
tando como trofeo 80 arrobas de plata labrada, robada á las
iglesias fundadas por los antiguos Jesuitas. (38 ) Despues de
la conquista, la historia no presenta ejemplo de una invasion
mas bárbara que esta. Desde entónces las Misiones occiden
tales son un desierto poblado de ruinas.
Simultáneamente con estos movimientos y victorias de
los portugueses por el norte, Lecor adelantaba sus marchas
sobre Montevideo por el Este, á donde entró en triunfo el 20
de Enero de 1817 , sin disparar un tiro, y bajo pálio condu
cido por el Cabildo de la ciudad conquistada, segun queda
dicho.
A pesar de tantos y tan severos reveses, los orientales no
desmayaban en su heróico empeño . Defendian su suelo pa
trio y su independencia contra la agresion injusta de un poder
estraño, que tomando por pretesto la anarquía del limítrofe,

38-Oficio del Brigadier Chagas al General Curado inserto en el t. VII de la


Revista Trimensal do Instituto Brasileiro, páj. 299 á 307.
CAPITULO XXXIII 461

solo era movido por su ambicion y su codicia. Solos, mal


mandados, maltratados, mal organizados, casi sin armas y
desprovistos de todo, se mostraban empero dispuestos á hacer
el último esfuerzo. Artigas, acaudillando esta valerosa resis
tencia , se habria levantado ante la historia , si hubiese poseido
alguna de las calidades del patriota ó del guerrero. Pero des
provisto de toda virtud cívica, de toda inteligencia política ó
militar , y hasta del instinto animal de la propia conservacion,
habia preferido que su patria se perdiera ántes que reconciliar
se con sus hermanos, y se habia hecho derrotar miserablemen
te en todas partes, lo mismo que sus tenientes, sin tener una
sola inspiracion generosa , ni acertar una sola vez á combinar
medianamente la mas vulgar operacion de guerra. Jamás
causa mas sagrada fué acaudillada por un sér mas indigno
ni mas inepto, ni sostenida por soldados mas llenos de abne
gacion.
No por tantas y tan fáciles victorias, los portugueses se
habian adueñado del pais. Señores de las fronteras del Cua
reim y de las del Cerro Largo hasta Maldonado, con la pose
sion de la plaza fuerte de Montevideo, protegidos por una po
derosa escuadra, los portugueses no eran dueños sinó del
territorio que pisaban . Despues de la derrota del Catalan ,
Artigas reconcentró la defensa al interior del pais, haciendo
el desierto al invasor á lo largo de toda la línea de la frontera
norte. D. Frutos Rivera, rehecho de la última derrota, y re
forzado con las tropas salvadas de Montevideo, retiró todas las
subsistencias al rededor de la plaza, y estableció un bloqueo
formal, reduciendo á Lecor al recinto de sus murallas. De
este modo los ejércitos de Montevideo y del Cuareim , quedaban
interceptados, y todo el interior del pais en poder de sus defen
sores . Estos resultados, despues de tantos contrastes, dan
ideas de las ventajas que se habrian obtenido, si las tropas
de Buenos Aires hubiesen ocupado y mantenido la plaza de
Montevideo, y si Artigas hubiese seguido un plan de cam
paña mas juicioso, evitando batallas campales en que nece
sariamente debia ser derrotado, y limitándose á hostigar
al enemigo como pudo hacerlo, hasta reducirlo á la impo
462 HISTORIA DE BELGRANO

tencia, segun lo habia indicado anteriormente el Director


Pueyrredon.
Estas peripecias de la guerra de la Banda Oriental , reper
cutian dolorosamente en el corazon de los argentinos, embra
vecian las resistencias anárquicas del litoral contra el gobierno
general, y daban pábulo á la oposicion que fermentaba en
Buenos Aires .
El Director Supremo, agobiado por situacion tan angus
tiada, pedia al Congreso se trasladara á su inmediacion , para
ayudarle á soportar la carga . El Congreso, despues de decre
tar su traslacion á Buenos Aires, diputaba cerca del Director
una comision para dirigir conjuntamente con él las relaciones
con el Brasil. Las instrucciones de que esta comision fué mu
nida, darán una idea del alcance político del Congreso . Insis
tiendo en sus anteriores prevenciones, recomendaba muy prin
cipalmente el ajuste de un tratado de comercio con el Brasil,
sobre la base del reconocimiento de la Independencia ; y caso
que esto no pudiera obtenerse, una promesa secreta garan
tida por la Inglaterra ó los Estados-Unidos. En segundo lu
gar, recor
comendaba, que se tratase de convencer á D. Manuel
José Garcia, para que este á su vez convenciera al Ministerio
del Brasil, de la absoluta imposibilidad de que las Provincias
Unidas formasen un solo Estado con el Portugal, presentando
como corolario de esto, el hecho de « haberse visto el Supremo
« Director en la necesidad de publicar la reclamacion al gene
« ral Lecor y comunicaciones con la Banda Oriental, para
aquietar la general alarma que ya causaba la aproximacion
« de las tropas portuguesas, y satisfacer el clamor público. "
En tercer lugar encargaba, repetir á la Córte del Brasil la
protesta, de que los pueblos argentinos no insistian en las ideas
democráticas proclamadas al principio de la revolucion, y esta
ban dispuestos á aceptar una monarquia constitucional. Por
último, autorizaba al enviado argentino en Rio Janeiro, para
hacer proposiciones respecto de la coronacion de un Infante
del Brasil como monarca del Rio de la Plata, bajo las espresas
condiciones de que, el Brasil allanaria las dificultades que pre
sentase la España y que la Banda Oriental formara parte inte
CAPITULO XXXIII 463

grante del nuevo reino . ( 39) Así resolvia el Congreso la cues


tion de la Banda Oriental.
Estas instrucciones eran acompañadas de otras especiales
para servir de regla á la comision . En ellas se le prevenia que
« pareciendo inclinada la opinion á la guerra con el Brasil , hi
ciese presente los males en que se veria el pais envuelto por
un rompimiento prematuro , por no contarse con tropas ni con
recursos para auxiliar eficazmente á la Provincia oriental , » (40)
encargo que respondia muy juiciosamente á la consulta hecha
por el Director en el mes anterior, pidiendo autorizacion para
declarar inmediatamente la guerra al Portugal. Refiriéndose
especialmente á este punto, le decia al Director : -« Hasta la
« reunion del Congreso en esa ciudad , no haga V. E. , declara
« cion alguna de guerra al Portugal, y arregle solo su conducta
« á la que aquel observe en estas Provincias, evitando todo
« compromiso que no sea dictado por causas muy poderosas,
« y procurando continuar en el empeño de poner el pais en el
« mejor estado de defensa . » ( 41 )
Estas dobles instrucciones, eran calculadas en el concepto
de que la revolucion argentina se estendiese hasta Chile y avan
zase de nuevo al Alto Perú, lo que muestra que aquel resultado
era el máximun de las aspiraciones del Congreso por entonces.
Así prevenia al Enviado en Rio Janeiro :-" Si ántes se nos
" consideraba un Estado decadente y retrógrado por los con
" trastes del ejército del Perú y por la anarquia de los pueblos,
" en el dia, que ha mejorado este notablemente, nos hallamos
" con fundadas esperanzas de recobrar á Chile, y progresar en
" el Perú, por lo que deberá esforzarse en sacar el mejor partido
66 posible,
sin precipitar el éxito de la negociacion, á ménos
66
que nuevos acontecimientos inesperados, reduciendo el pais.

39-"Instrucciones al Director Sup. y comision del S. Congreso para la con


duccion de una negociacion secreta con el Brasil " de Enero de 1817 M S del
Arch., sec. del C. de T.
40-Instruccion de 8 de Enero de 1817. M S. del Arch. sec. del C. de T.
41--Oficio del Congreso al Director, de 3 de Enero de 1817. M S. del Ar
chivo secreto del C. de T.
464 HISTORIA DE BELGRANO

" á nuevos conflictos, le obliguen á acomodarse á las circuns


" tancias. " (42)
.
El Director, que arrastrado por las corrientes de la opinion
y lastimado por las acusaciones de traicion que le dirigia la
oposicion, habia estado á punto de comprometerse en una guerra
abierta con los portugueses, aun ántes de entenderse con la
Banda Oriental, hubo de modificar sus ideas en vista del resul
tado de la negociacion de Barreyro, y por lo tanto se hallaba
bien dispuesto para adoptar la prudente línea de conducta que
le trazaba el Congreso, incluso la idea de la fundacion de una
monarquia, sin renunciar por esto á mantener una actitud
digra y enérgica respecto de la Corte del Brasil. Pero, para
esto mismo necesitaba mas libertad moral que la que le deja
ban las circunstancias premiosas que atrevesaba, y la oposicion
ardiente que interpretaba siniestramente todos sus actos y pala
bras. Ya en el año anterior se habia visto obligado á dictar
una medida de represion contra el coronel Dorrego, tribuno
bullicioso, carácter inquieto, caudillo populachero, republicano
ardiente, militar valeroso, con bastante inteligencia y mucha
audacia para perturbar el sueño de un poder ménos sombrio
que el del Directorio. Enemigo del Congreso , opositor al Di
rector, contrario á la espedicion á Chile, partidario de la guerra
contra el Brasil, enviciado en la agitacion politiquera de la
Atenas argentina, las notables calidades de Dorrego como mi
litar no podian ser utilizadas en los ejércitos. Desterrado á
consecuencia de repetidos actos de insubordinacion y acusado
como conspirador, dióse á esta medida una solemnidad inusi
tada. El Director, al dictarla, espidió un manifiesto , esplicando
sus motivos y haciendo á los gloriosos servicios del desterrado
la merecida justicia, lo que probaba que no era el encono ni la
arbitrariedad que la dictaba . Este acto de rigor, que manifes
taba cierta debilidad para proceder con mas efectiva energia,
no hizo sinó irritar á los descontentos y destemplar el resorte
del gobierno. Así decia el mismo Pueyrredon, hablando de

42-Instrucciones citadas. M S. del Archivo secreto del C. de T.


CAPITULO XXXIII 465

los congresales que habian exigido la medida :" Despues que


"" me tenian sofocado con sus cartas confidenciales , acusán
" dome que no tomaba medidas contra los malvados, han
" tenido valor para desaprobar completamente lo hecho con
66
Dorrego, por no habérsele formado causa y juzgádolo segun
" las leyes. Es verdad que ha venido con la calidad de reser
" vado ; pero esto basta para obligarme á dejar correr los
99
" males, sin atreverme á poner remedio. (43)
La anarquia apenas sofocada en el interior, los cuidados.
de la invasion española por Salta, la incertidumbre de la espe
dicion sobre Chile, el desórden triunfante en el litoral, la irri
tacion que producia la agresion portuguesa, las sospechas en
gran parte fundadas de que eran objeto el Congreso , el Direc
torio y el Enviado Garcia, y los trabajos de zapa de la oposi
cion en la capital, todo esto habia contribuido á desmoralizar
la opinion, produciendo una sorda inquietud, que parecia pre
cursora de un estallido . " Todos hablaban de una revolucion
66
que debia estallar, se designaban personas, se señalaban me
66
dios, se alegaban causas y se propalaban designios, acusando
" al gobierno general de perfidia y traicion. " (44) El go
bierno recibia frecuentemente avisos de trabajos secretos, lle
gando hasta denunciársele un complot que debia estallar inme
diatamente. Tal era la situacion, cuando la Comision del
Congreso, portadora de sus últimas instrucciones llegó á Buenos
Aires en febrero de 1817. Componíanla los doctores D. José
Darragueira, D. Pedro Ignacio Castro, y D. Pedro Carrasco,
quienes desde luego entraron á desempeñar cerca del Director
el puesto de consejeros consultivos y deliberantes, que les ha
bia señalado el Congreso.
El Director hizo presente á la comision las dificultades que
tocaba para adelantar la negociacion con el Brasil, indicando
como la mas grave de todas « la contínua alarma por el pre
❝ maturo rompimiento de una guerra contra la nacion limítro

43-Carta de Pueyrredon al general San Martin, de 31 de Diciembre de 1816.


M S. Autógrafo en nuestro archivo.
44 -Manifiesto de Pueyrredon, de 14 de Febrero de 1817. 30
466 HISTORIA DE BELGRANO

« fe, que propalaban los enemigos del órden público , minando


<< los cimientos de la opinion y de la autoridad pública, ” pi
diendo en consecuencia autorizacion para remover estos obstá
culos, sometiéndole á la vez las pruebas que tenia para temer
un inminente desórden. La comision, en el intérvalo de 24
horas, contestó : « Cree firmemente la comision, que V. E. se
❝ halla en el caso de tomar las providencias que espone en su
❝ oficio ; y en su apoyo, persuadida la comision de la conve
❝niencia y necesidad de que antes que se verifique la esplosion
« que amenaza de cerca á la tranquilidad pública, se apresura á
" mandar esta contestacion en los precisos términos de apro
<< bar la adopcion de aquellas medidas. " (45)
En virtud de esta autorizacion, fueron desterrados á Norte
América, el General French, los coroneles Pagola y Valdenegro
y los doctores Agrelo, Moreno, Chiclana y Pasos Kanki redac
tor de la « Crónica , » acusándolos públicamente de conatos de
conspiracion. Este acto de represion , aquietó la situacion, sin
dar al gobierno mas prestigio . El Director publicó con este
motivo un notable manifiesto, esplicando y justificando la me
dida . (46) « El principal asunto que ocupa hoy nuestra aten
« cion (decia en ese documento) es la invasion portuguesa . Si
« cada combinacion ha de ser interpretada como una combina
« cion con los enemigos ; no direis cuál es la libertad que se
deja al Gobierno para dirijir los negocios ? " Despues de
haber manifestado que no reconocia enemigos, declaraba que
habia procedido contra los desterrados únicamente para pre
servar el órden público, porque 66 una revolucion mas, condu
" ciria el Estado á la barbárie, y estaba resuelto á impedirla.
Esplicando su actitud ante la invasion portuguesa , y prome
tiendo no contraer compromisos internacionales sin el consen
timiento del pueblo, terminaba con estas palabras : " Los por

45- Oficio del S. Director de 10 de Febrero y contestacion de la Comision


del Congreso de 1º de Febrero de 1817. M S. original en nuestro archivo . (Pape
les de Pueyrredon. )
46-Lleva la fecha 14 de Febrero de 1817 y se publicó en la Gazeta del 15
del mismo, número 7.
CAPITULO XXXIII 467

" tugueses no desean la guerra : quisieran que las Provincias


" Unidas se mostrasen indiferentes en medio de la agresion de
" una parte de su territorio ; pero la guerra será inevitable si
66
muy en breve no satisfacen al Gobierno sobre sus miras y
" si la incursion de tropas estrangeras, mas peligrosas por ser
66
vecinas, no se demuestra compatible con nuestra libertad y
" nuestra independencia. Pueblos ! ningun tratado definitivo
" se hará con los portugueses sin vuestra noticia anterior y
" vuestro conocimiento . Se llevará la guerra á la Banda Orien
" tal misma, se arrojarán los estrangeros de aquellos campos, y
" de los pueblos que ocupan, y esto será bien pronto , si no so
" mos convencidos plenamente de que lo contrario conviene á
" nuestros intereses y á nuestra gloria . Sabed de cierto, que
" el gobierno no ha hecho pacto alguno con potencia alguna, y
" que relativamente á los portugueses, no ha podido ser ins
99
" truido de sus planes .
Este documento histórico, mas artificioso que franco y
valiente, que ofrecia la publicidad cuando se negociaba secre
tamente contrariando la opinion , que amenazaba con la guerra,
reservándose no hacerla si la ocupacion convenia á los intereses
y la gloria argentina ; y que negaba casuisticamente un hecho
que hacia dos años le constaba oficialmente, revelaba empero
en su ambiguo lenguaje mas aplomo en el gobierno , mas clari
dad en sus vistas , y cierto temple que indicaba hallarse á la
espectativa de un gran acontecimiento que debia despejar la
situacion. En efecto , hacia veinte y siete dias que el ejército
de los Andes, mandado por San Martin, se habia internado
en los ásperos desfiladeros de las montañas que conducen á
Chile . Todos estaban pendientes del resultado de esta gran
de empresa. El Director Pueyrredon, que despues de su en
trevista con San Martin en Córdoba , la habia prohijado con
decision, confiaba en sus resultados ; pero no dejaba de abrigar
sus temores, y de aquí su lenguaje arrogante á la par de los ca
minos de retirada que se reservaba, esperando sin embargo,
que bien pronto la República Argentina podria levantar el tono.
En prevision de la victoria, y en guarda de los derechos
futuros del pueblo arjentino , á la vez que obedeciendo á otros
468 HISTORIA DE BELGRANO

móviles, que luego haremos conocer , el Director, al saber la ocu


pacion de la ciudad de Montevideo por las armas portuguesas,
habia dirijido á Lecor una protesta en forma, que importaba
una solemne declaracion de guerra. " Espero, le decia, no
66
prosiga hostilizando ese territorio, y suspenda desde luego
" sus marchas, bajo los términos de un armisticio provisional,—
" Si V. E. , ceñido á las órdenes de su soberano continuase la
66
guerra, será responsable de la sangre que se derrame, pro
" testando como lo hago de toda usurpacion territorial com
" prendida dentro de los límites reconocidos, ántes de abrir V.
" E. la campaña fuera de las fronteras de los dominios del
" Brasil. "
Lecor, contestando mesuradamente á esta protesta le
decia : " Aunque la vehemencia con que V. E. se ha espresado ,
66
podria considerarse como una intimacion de guerra , he crei
" do prudente suplicar á V. E. ántes de comprometer esos
66
pueblos á renunciar á los beneficios de la paz con el Brasil. "
Continuando en este mismo tono, establecia, lo que era verdad,
que en su anterior contestacion le habia anunciado la continua
cion de sus marchas, y que por lo tanto, no podia presumir
que las suspendiese, como decia el Director haberlo esperado.
Agregaba, que no violaba las estipulaciones del armisticio de
1812 , ni la integridad del territorio argentino, por cuanto iba
contra un pais anarquizado que se habia declarado indepen
diente de las Provincias Unidas, y que estas no habian podido
reducir ni á órden ni obediencia . Protestaba que mantenia la
neutralidad estipulada, aun despues de los ausilios bélicos que
el Gobierno Argentino habia suministrado á los orientales por
el puerto de la Colonia, y abundando de sus sentimientos pací
ficos, terminaba diciendo : -« Si á pesar de esto, está en el in
« terés político de esas Provincias (argentinas) entrar en guer
« ra y tener por enemigo un Rey vecino, sin otro fruto que
<< sostener los caudillos orientales , y asegurarles el derecho de
<< oprimir cien familias en esta banda, llevar á la otra la anar
« quía y tener estos pueblos en contínuas agitaciones , en tal
caso, (que no debe esperarse de la prudencia de ese gobierno)
« trataré de precaucionarme hasta recibir órdenes de mi sobe
CAPITULO XXXIII 469

rano. Entre tanto, el mundo imparcial decidirá quien es el


<< responsable de las desgracias de un rompimiento, si V. E.
« que me provoca á la guerra, ó yo que le protesto la continua
« cion de una paz útil y permanente. " (47 ) Esta nota, en
que se reconocia el estilo límpido y la lógica poderosa de D.
Nicolás Herrera, trazaba al gobierno argentino la política que
en definitiva adoptó bajo el imperio de las circunstancias .
En medio de estas contestaciones de mero aparato, llegó
á Buenos Aires (el 19 de Marzo) la nueva de un gran acon
tecimiento .
El ejército de los Andes habia atravesado las cor
dilleras, triunfado el 12 de Febrero del ejército español en
Chacabuco, héchose dueño de Chile , y la República Argen
tina levantada al apogeo del poder y de la gloria, habia salvado
la revolucion de Sud América. Coincidió con esta noticia la
de un bárbaro edicto espedido por Lecor ( el 15 de Febrero , )
declarando, " que las partidas orientales que robasen (retirasen
" recursos á la plaza ) no serian tratadas como prisioneros de
66
guerra, sinó como salteadores de caminos , y que no pudiendo
" ser aprehendidos , se haria severa represalia con las familias
" y bienes de los individuos que las componian. (48) "
El Director Supremo en vista del edicto de Lecor, reclamó
enérgicamente contra él, por cuanto " su contenido causaria es
panto á las naciones mas civilizadas. » Partiendo de esta pre
« misa, decia el Director Argentino al General portugués :—
« V. E. pretende tener derecho á ese territorio por la protec
acion que dice dispensarle, y sobre esta base cuenta con el
<< consentimiento de los puntos subyugados. Los bravos orien
<< tales se han propuesto acreditar que las fuerzas de V. E. no
son capaces de dispensar semejante proteccion, y á este efecto
« han empezado sus hostilidades sobre esos mismos pueblos ,
« que V. E. confiesa mantener indefensos, al paso que pretende

47-Nota del Director Pueyrredon, de 1º de Febrero y contestacion de Lecor


de 6 de Febrero de 1817 insertas en la Extraordinaria de 5 de Febrero y Gazeta
del 18 del mismo.
48 -Edicto de Lecor de 15 de Febrero de 1817, publicado en Montevideo en
hoja suelta, é inserto en el Manifiesto de Pueyrredon de 2 de Marzo de 1817.
470 HISTORIA DE BELGRANO

❝ someterlos á su yugo. Para cubrir este vacío, apela al estraño


<<< arbitrio de una mal entendida represalia, y al mucho mas
« estraño de declarar salteadores de caminos á los defensores
« de su libertad ...¿ Con qué derecho puede V. E. declarar
" salteadores de caminos á los habitantes de un pais que ponen
❝en ejecucion medios generalmente admitidos por las naciones
« para defenderse de injustas opresiones ?-Los orientales sos
<< tienen su independencia y la de los pueblos occidentales á
❝ un mismo tiempo, así es que han sido y serán constante
❝mente ausiliados de esta capital, hasta que V. E. desaloje el
« territorio de que se ha apoderado con violencia- Si V. E.
<< lleva á efecto las amenazas que contiene el edicto , protesto que
" por mi parte ejerceré una mas rigorosa represalia, verificando
« en cada tres vasallos de S. M. F. , residentes en estas Pro
❝vincias, los mismos tratamientos que V. E. verifique en uno
❝ solo de los orientales. " (49) En consecuencia de estas pro
testas, mandó internar á todos los portugueses á la Villa de
Lujan , espidió pasaporte á un comisionado de Lecor que se
hallaba en Buenos Aires, suspendió la mision á Rio Janeiro, y
declarando que las únicas bases admisibles de negociacion con
la Corte del Brasil serian :-El reconocimiento de la Indepen
dencia Argentina y la evacuacion del territorio oriental, orde
nando á la vez que se remitiesen ausilios de todo género á los
defensores del territorio oriental. ( 50)
La diplomacia argentina , al levantar el tono al diapason
de los cañones de Chacabuco, parecia resuelta á hacerlos re
tumbar en la márgen oriental del Rio de la Plata . En efecto,
tal era la mente del Director Pueyrredon por el momento, aun
cuando con miras diversas de las que proclamaba, y de las cua
les habia de desistir muy luego, como se verá. Al comunicar
á la comision del Congreso, con un dia de anticipacion, su
conminacion á Lecor, le revelaba una parte de su pensamiento ,
diciéndole :—« Los edictos van á producir en los pueblos el

49-Manifiesto del Director Pueyrredon de 2 de Marzo de 1817 imp. en hoja


suelta.
50-Manifiesto del Director Pueyrredon, ántes citado.
CAPITULO XXXIII 471

<< efecto de exaltar los clamores , esponiendo á violentas con


<< vulsiones el Estado ó estinguiendo su ardor patriótico toda
❝ vez que por parte del gobierno se note la misma apatía. La
« partida del enviado estraordinario , que no dejaba de tener
« inconvenientes, seria mal interpretada y acabaria de hacer
<< perder la confianza harto fluctuante que tienen los pueblos en
« el gobierno y en el Congreso. El noble orgullo que se ha apo
❝derado de todos los corazones despues de la gloriosa jornada
« de Chacabuco, los ha hecho indóciles para contemporizar con
« un estrangero que ejecuta hostilidades en el suelo pátrio,
« que subyuga á nuestros hermanos, y profiere amenazas en
<< mengua del nombre americano. " Impulsado por estos mó
viles, pedia que el Congreso modificase sus anteriores instruc
ciones, (que ya se habia prestado á ejecutar) y con cuya res
ponsabilidad él no se atrevia á cargar despues que las circuns
tancias habian variado, terminando por declarar : « Mi resolu
❝cion es no sufrir insultos : si los portugueses quieren negociar
« con las armas en la mano, nosotros debemos conservar la
<< misma actitud. » ( 51 )
Escribiendo al vencedor de Chacabuco con 24 horas de
posterioridad, le revelaba otra parte de su pensamiento. " Los
portugueses (escribia á San Martin ) han manifestado ya su
« mala fé : su objeto y sus miras tan ponderadas de beneficencia
« á estas provincias , están ya descubiertas , y no son otros , que
66
« agregar á la corona del Brasil la Banda Oriental , si nosotros
<< proclamamos por Emperador al Rey D. Juan , y admitirnos
❝ como por gracia bajo su soberano dominio ¡ Bárbaros mise
<< rables ! Tenemos mas poder y dignidad que ellos , y jamás
<< las provincias de Sud América tendrán un monarca tan subal
❝terno . Vea vd. mi manifiesto de ayer y gradúe por él mis
" sentimientos . El nombre americano y nuestro noble amor
❝ propio debe sentirse humillado . Yo deseo un soberano para
❝ nuestro Estado , pero lo quiero capaz de corresponder á la

51- Nota del Director Pueyrredon á la Comision del Congreso, de 1º de


Marzo de 1817. M S. del Arch, sec. del C. de T.
472 HISTORIA DE BELGRANO

« honra que recibirá en mandarnos : es decir, quiero alguno


« que sea mas grande que D. Juan, y lo quiero para solo nos
❝ otros. Es, pues, necesario aumentar este ejército (el de
<< Buenos Aires ) para hacerles sentir la locura de sus preten
❝siones, y de oficio digo á vd. que me mande mil soldados de
« nuestra fuerza y mil chilenos presentados ó prisioneros . Veo
« muy indispensable y muy próxima la guerra con los portu
❝gueses. " (52)
En el capítulo siguiente se verá, como y por qué causa pasó
esta ráfaga guerrera del Director, de qué modo fué cumplida
la promesa de no celebrar tratados sin prévio conocimiento
del pueblo y sin su espreso consentimiento, y por qué caminos
continuaron desenvolviéndose los sucesos de la Banda Oriental,
así como el giro que tomaron las negociaciones entre las Pro
vincias Unidas y el Brasil.

52-Carta de Pueyrredon á San Martin, de 3 de Marzo de 1817. M S. Autó


grafo en nuestro archivo- En carta posterior de 10 de Marzo le repetia: 66 Que
64 vengan sin falta antes que
se cierre la Cordillera los dos mil soldados pedidos,
66
por que aquí está ahora la mayor necesidad. " M S. ( Papeles de San Martin. )
CAPITULO XXXIV

LAS PROVINCIAS UNIDAS Y LA SANTA ALIANZA

1817-1818

Embrollo diplomático-Actitud del Director en consecuencia- Política de la Euro


pa respecto de la revolucion americana-Actitud del Portugal y del Brasil
respecto de la España y del Rio de la Plata-Antecedentes sobre la diplo
macia argentina en Europa- Gestiones diplomáticas de Rivadavia en conse
cuencia Negociaciones directas con la Córte de Madrid y su desenlace
Ideas políticas de Rivadavia y sus pasos ulteriores-La Santa alianza, la
España, la Francia, la Rusia, el Portugal y la Gran Bretaña con respecto
al Rio de la Plata-Consejos de Rivadavia sobre política esterior -Política
de Lord Castlereagh respecto de la revolucion hispano-americana-La
prensa y la opinion inglesa en 1817-El Comodoro Bowles en el Rio de la
Plata-La España solicita la mediacion de la Santa Alianza para dominar
la revolucion americana-Protesta de Rivadavia ante la gran Bretaña
Nueva credencial á Rivadavia-Orígenes del Comercio francés en el Rio de
la Plata-Aberturas del Duque de San Carlos á Rivadavia-Instrucciones
del Congreso en consecuencia -Plan de monarquia- Rivadavia y sus cone
xiones con Lafayette, La Harpe y el Ministro Galatin-La Rusia y la revo
lucion americana -Abertura de Rivadavia al Congreso de Aix la Chapelle
La diplomacia norte americana en Europa y la Santa Alianza - Ricardo
Rush y Castlereagh- Lafayette pone en contacto á Rivadavia con el gobier
no francés - Ilusiones.

No era solamente la perspectiva de la reconquista de Chi


le y el resultado de la batalla de Chacabuco, lo que impulsaba
al Director Pueyrredon á levantar por dos veces el tono en
presencia de la invasion portuguesa . Era que, á mediados del
mes de Enero (1817 , ) habia llegado de Europa D. Manuel de
474 HISTORIA DE BELGRANO

Sarratea, quien despues de su malhadada negociacion para


coronar al infante D. Francisco de Paula, fué relevado en su
mision por Rivadavia . Este, de conformidad á las instrucciones
de su gobierno, se habia puesto al habla con el de la metrópoli,
buscando la reconciliacion con sus colonias rebeladas . Celoso
Sarratea de Rivadavia, y deseoso de reconquistar la confianza
del gobierno, que habia perdido por sus ligeros procederes,
procuró darse una importancia que no tenia, trabando al mismo
tiempo los trabajos de su sucesor . Con su talento de embro
lla, su palabra insinuante, y afectando un conocimiento profun
do de las vistas secretas de las potencias europeas, no le fué
difícil hacer creer que tenia íntimas conexiones con el gabinete
de Madrid , que el intrigante conde de Cabarrús gozaba en él
de una alta influencia, y que por este conducto le constaba, que
la Gran Bretaña jamás accederia á las pretensiones de la Espa
ña forzando á las provincias disidentes de la América á entrar
en la obediencia de la antigua metrópoli. Que además , el go
bierno británico parecia resuelto á estorbar la ingerencia del
Brasil en los negocios del Rio de la Plata. Que para apoyar
esta actitud decididamente, el mismo gobierno habia despa
chado las fragatas Amphion é Hyacintus , que en la actuali
dad se hallaban en el Rio de la Plata, con órdenes é instruc
ciones de impedir el progreso de las armas portuguesas, y
con autorizacion para reforzarse con la escuadra del Cabo
de Buena Esperanza, caso que estas fuerzas fuesen insufi
cientes al efecto. Que los planes agresivos del Portugal, lo
habian colocado en la necesidad (á él, Sarratea) de ofrecer á
la España la aceptacion de un príncipe de la casa reinante,
como soberano de las Provincias del Rio de la Plata y Chile,
en cambio del reconocimiento de la independencia, con la
garantia de su integridad territorial, bajo bases constitucio
nales. Concluia de todo esto, que con tan hábiles manio
bras habia neutralizado los planes de usurpacion del Portu
gal, y estrechado al gobierno español, quien bajo la presion
de la Gran Bretaña, tendria que aceptar al fin la base pro
puesta ó indicar otra, que combinando sus intereses con los
de los disidentes de América, pusiese término á la cuestion
CAPITULO XXXIV 475

pendiente, y que por esto era inconducente la mision de


Rivadavia. (1)
El Director Pueyrredon , que como habrá podido notarse,
era un hombre impresionable y sin gran penetracion , no obs
tante su buen juicio, se dejó persuadir por este fárrago, sin
darse cuenta de lo grosero de la trama, y escribió en el acto
al Congreso lleno de un cómico entusiasmo : " Jamás he sen
" tido tanto la distancia en que se halla esa corporacion, que á
" la llegada de D. Manuel Sarratea. El oficio en que me dá
" cuenta del estado en que dejó sus relaciones, dará una idea
" del rumbo favorable que pueden tomar en lo sucesivo, y de
" la necesidad de afianzar el éxito de las negociaciones pen
" dientes." Y partiendo de esta base imaginaria, terminaba afir
mando con todo aplomo : " El Brasil será contenido en sus pre
" tensiones, sin que por nuestra parte haya que hacer sacrificios
" para resistir una agresion que debe disiparse por sí misma,
" ó mas bien por el influjo superior de todas las naciones." (2)
Hé aquí esplicado el tono bélico de la intimacion de 1º de
Febrero á Lecor, y del manifiesto de 2 de Enero, en que por se
gunda y tercera vez amenazaba con la guerra , dirigiendo un ver
dadero ultimatum. Creíase escudado por la Gran Bretaña, cuan
do por las comunicaciones de Garcia y las de Rivadavia, le cons
taba lo contrario. (3) Hacia alarde de un gran interés por la
causa de Artigas, cuando secretamente se felicitaba por sus

1- Oficio de Sarratea al Director S. de 9 de Enero de 1817. M S del Arch.


sec. del C. de T.
2-Oficio del Director S. al Congreso, de 11 de Enero de 1817, adjuntando
el de Sarratea- M S. id. id .
3-En carta al general San Martin, escrita seis dias despues de su primer
Manifiesto, decia el Director Pueyrredon, con fecha 8 de Enero de 1817 lo siguiente:
66
Ayer he tenido carta de Rivadavia. Dice que ha sido recibida con estraordi
" nario aprecio la noticia de que pensábamos declarar por forma de nuestro go
" bierno la Monarquía Constitucional ; pero que ha sido en proporcion ridiculi
“ zada la idea de fijarnos en la dinastia de los Incas. Discurre con juicio sobre
66 esto, y me insta que apresure la declaracion de la primera parte. Este ha
" sido mi sentir ; pero no sé si los doctores (asi llamaba á los miembros del Con
" greso) pensarán de un modo igual. " M S. autógrafo, en nuestro Archivo.
(Papeles de San Martin. )
476 HISTORIA DE BELGRANO

derrotas. Hacia tres conminaciones fulminantes, que impor


taban otras tantas declaraciones de guerra, para satisfacer
ostensiblemente las exigencias de la opinion, y se quedaba tan
quieto ó mas que ántes, abriendo en seguida hostilidades con
tra Artigas, al cual suscitaba insurrecciones, promoviendo la
desercion en sus filas. Hablaba de guerra con el Portugal,
cuando estaba convencido de que era imposible hacerla sin
Artigas y con Artigas en disidencia, y cuando no podia con la
pobre provincia de Santa Fé. Se daba por sorprendido de las
miras de anexion del Brasil, cuando era Garcia quien las habia
fomentado y el Congreso el que las habia aceptado como un
remedio estremo . Habia estado dispuesto á aceptar un Rey de
la casa de Braganza, y lo queria siempre para el Rio de la Plata,
aunque lo deseaba de mas categoria . Pretendia contener, sin
hacer esfuerzos ni resistencia, las usurpaciones del Brasil, y fiaba
para ello en la España, cuando la ocupacion de la Banda Orien
tal por los portugueses era precisamente lo que hacia imposible
la espedicion española al Rio de la Plata . Este proceder livia
no tenia su correctivo en su misma inconsistencia, y en la calma
con que los portugueses dejaban correr los papeles, mientras las
intimaciones no pasaran de palabras . Todo iba á Rio Janeiro, y
allí se arreglaba todo amigablemente, volviendo al antiguo modus
vivendi, impuesto á unos y otros por las circunstancias. Tal suce
dió en esta ocasion segun se esplicará y comprobará á su tiempo.
La política de las naciones europeas, con relacion á las
colonias americanas insurreccionadas, que tan candorosamente
invocaba Pueyrredon desconociendo los hechos , seguia muy
distintos rumbos de los que le trazaba Sarratea con su habitual
charlatanismo y falta de ciencia y de conciencia. El gobierno
español protestaba enérgicamente contra la invasion de la Cor
te del Brasil sobre la Banda Oriental, acusándola de conniven
cia con las provincias Unidas. (4 ) A la vez persistia con mas
ahinco en su plan de espedicionar sobre el Rio de la Plata, pro

4-Nota de Garcia al Director S. , de 16 de Diciembre de 1816. M S. del


Arch. sec. del C. de T.- Véase además " Correspondencia do Duque de Pal
mella, " t. I.
CAPITULO XXXII 477

curando darse un punto de apoyo en su márgen oriental, bajo


la amenaza de invadir el Portugal si sus exigencias no eran sa
tisfechas . La gran Bretaña , firme en su alianza con la España,
y ligada por su interés y por sus compromisos con las grandes
potencias europeas, al mantenimiento del sistema colonial, ha
cia sérias conminaciones al embajador de Portugal, con motivo
de su espedicion al Rio de la Plata, declarándole que no podria
ampararlo contra la reprobacion de sus aliados, garantiéndole
sin embargo, que su territorio en Europa no seria invadido por
la España. (5 ) Las cinco grandes potencias del Congreso de
Viena, que regian entónces los destinos de la Europa, empla
zaban al Portugal y Brasil , ante su tribunal augusto, dirigién
dole una nota colectiva, reprobando severamente la invasion de
la Banda Oriental, como « incompatible con la tranquilidad del
« mundo, y declarando que apoyarian á la España en la justicia
❝ de su causa, para revindicar sus derechos territoriales y obte
« ner reparacion de sus agravios. " ( 6) El Brasil por su parte,
garantido de una invasion española en Portugal, y contando
con la benevolencia de la Gran Bretaña, llevaba adelante su
invasion en América, mientras negociaba en Europa, previnien
do á Lecor en Montevideo que, á toda « fuerza española que
« llegase á Maldonado ó Montevideo, no se le permitiera des
« embarcar, y le declarase que el Brasil era protector de aque
« llas plazas y territorio, pudiendo sin embargo tratar con los
« Cabildos sobre el particular, con sujecion á lo que en defini
❝tiva dispusiese el Rey de Portugal, en la inteligencia que, si
❝el destino de tal fuerza fuese á Buenos Aires , el Brasil se de
< claraba neutral y no tomaria partido ni por unos ni por otros,
❝ pues estaba resuelto á no hacer la guerra ni á Buenos Aires ni
« á la España . " (7)

5-Nota del conde Palmella ( despues Duque) al conde da Barca, de 9 de


Abril de 1817, en la " Corresp. del Duque de Palmella " tom. I. páj. 1 á 10.
6-Nota de las cinco potencias al Marqués de Aguiar, de 16 de Marzo de
""
1817 en la " Corresp. del Duque de Palmella, t. I. páj. 11 .
7-Nota del Ministro del Brasil al General Lecor, de 2 de Diciembre de
1816 inserta en los " Apuntes para la Historia de la República del Uruguay "
por A. D. de P. , tomo I pág. 54.
478 HISTORIA DE BELGRANO

En medio de esta agitacion universal, producida por la


invasion partuguesa á la Banda Oriental, Rivadavia continuaba
gestionando en Europa los intereses de la independencia ame
ricana, cerca de las córtes de Inglaterra, Francia y España, se
gun el plan convenido con Belgrano en Londres en 1815. ( 8)
Como lo esplicamos anteriormente , la idea de enviar diputados
al Rey de España con el objeto de buscar un arreglo con la me
trópoli, ántes de romper definitivamente con ella, nació con el
regreso de Fernando VII al trono de sus mayores. Hasta en
tónces, ninguna seccion americana (á escepcion de Venezuela,)
habia declarado su independencia, y todas las demás colonias.
hispano-americanas insurreccionadas, se gobernaban en nombre
del monarca cautivo . Reintegrado Fernando VII en su tro
no y contando con el apoyo de las grandes potencias para hacer
valer sus derechos sobre sus colonias, estas tenian , ó bien que
someterse á la potestad real que habian invocado, ó bien pro
clamar abiertamente la revolucion . El gobierno argentino
adoptó un término medio, dirigiéndose á Pezuela en el Alto
Perú y á Marcó del Pont en Chile, con el objeto de paralizar
sus operaciones militares, ganando tiempo para robustecerse,
reconociendo indirectamente los derechos del monarca español,
y quedó así en actitud para proceder segun las circunstan
cias . (9)
A consecuencia de este plan político, fueron enviados á
Europa como diputados, el General Belgrano y D. Bernardino
Rivadavia, con encargo de negociar cerca de las Cortes de Lón
dres y Madrid , sobre la base de la independencia y la monar
quía . Esplicado queda como la incipiente negociacion relativa
á la coronacion del infante D. Francisco de Paula, iniciada por
Sarratea, vino á interrumpir el desarrollo de este plan . Malo
grada esta negociacion, segun se dijo ántes, los poderes de los

8-Véase final del cap. XXIV de este libro, y Doc. VI del Apéndice núm.
7 del t. II de la 1ª ed. de la Hist. de Belgrano.
9-Comunicacion del Ministro D. Nicolás Herrera á D. Juan José Passo,
de fecha de 24 de Agosto de 1814, inserta bajo el núm. 6 en el apéndice del t. I
de la 1ª edicion de la Historia de Belgrano ( M S. en nuestro archivo. )
CAPITULO XXXIV 479

comisionados fueron revocados. Belgrano tomó sobre sí auto


rizar á Rivadavia á permanecer en Europa , á fin de continuar
la negociacion de que estaba encargado cerca del Rey de Es
paña, trasladándose él inmediatamente al Rio de la Plata, con
el objeto de recabar del Gobierno Argentino la renovacion de
sus poderes . ( 10) Sin mas credencial que esta, Rivadavia se
trasladó á Paris , centro entónces del movimiento diplomático
de la Europa, á fin de esperar el efecto de la negociacion indi
recta que habia entablado con el embajador español en Londres.
En estas circunstancias , le fueron espedidos por el Gobierno
Argentino sus nuevos poderes , revalidando sus anteriores ins
trucciones ; pero llegaron á sus manos cuando ya habia empe
zado á proceder con arreglo á ellas y con absoluta independencia
de Sarratea. ( 11 )
Hallábase Rivadavia en Paris (Enero de 1816 ) cuando
recibió una real órden , firmada por el primer ministro de Fer
nando VII , D. Pedro Ceballos , en que se le decia, que « habia
« llegado á noticias del Rey la importante comision de que se
<< hallaba encargado, y que, deseando dar á sus amados vasallos ,
❝ que sinceramente imploraban su clemencia y se acojian á su
« proteccion, los testimonios de un verdadero padre de los
« pueblos americanos, le comunicaba que, podia dirigirse á
« Madrid, bajo la seguridad de que su apreciable persona no
« seria de ningun modo ofendida , á fin de tratar del objeto de
« su mision, en el concepto de que, seria atendido por S. M.
❝ en todo lo que fuere compatible con su dignidad y decoro. "
( 12) Rivadavia, contestó aceptando la invitacion, adjun
tando una comunicacion directa al Rey en la que decia :
" No he perdido momento en trasmitir noticias á los pueblos
❝ que me han diputado, de un documento que tanto califica las
« disposiciones de V. M.; y obedeciendo á vuestra soberana

10-Comunicacion de Belgrano á Rivadavia, de 30 de Octubre de 1815 ; in


serta bajo el número 8 en el Apéndice del t. II, pág. 506 de la Hist. de Belgrano.
(M S. en nuestro archivo. )
11 - Of. de Sarratea al Director, de 9 de Enero de 1817 ya citado. M S.
12- Real órden de 27 de Diciembre de 1815. M S. del Arch. sec. del C. de T.
480 HISTORIA DE BELGRANO

« voluntad marcharé á gozar del honor y placer de trasmitir


« á V. M. las felicitaciones y sentimientos de lealtad de algu
❝nos miles de sus vasallos, cuyo voto es la paz, y la prosperidad
« del reinado de su amado monarca. " (13 )
Hasta entonces , Rivadavia no habia hecho ninguna aber
tura, ni escrita ni verbal, á la Corte de España . Siendo su
objetivo la independencia, teniendo en vista paralizar el envio
de la espedicion que se preparaba en Cádiz contra el Rio de la
Plata, y buscar si era posible un acomodamiento con la metró
poli antes de romper para siempre, mantenia en reserva la idea
de una combinacion monarquica, esperando que la España
tomara la iniciativa . Al desenvolvimiento de este plan obstaba,
la poca meditada declaracion hecha por Sarratea, de aceptar
como soberano de las Provincias Unidas y de Chile, un príncipe
de la casa reinante. Rivadavia, empero, habia neutralizado
los efectos de esta declaracion , acordando con el embajador
español en Paris tres bases inalterables : 1 Que él no habia
de hacer proposicion alguna determinada : 2 Que sus recla
maciones debian ser arregladas á un plan, comun á toda la
América : 3 Que todo debia sujetarse á la confirmacion de las
Provincias Unidas. ( 14 ) Esplicando el alcance de este plan ,
decia el mismo Rivadavia : « Lejos de aventurar algo las Pro
« vincias Unidas en tal negociado, aun las pérdidas vendrian
66 á ser utilidades . Esto nos proporcionaria un estado que nos
« cubra de la vista demasiado alarmante de la liga victoriosa
« de los soberanos : obligamos á todos los americanos, acer
« cándolos á nuestras ideas : distraer ( si no hace desistir ) á los
❝ españoles de la espedicion que tenian preparada contra el
" Rio de la Plata. Esto nos promete el único medio de cono
❝cer las verdaderas disposiciones de la Inglaterra con respecto
« á nosotros, y sobre todo, ganamos tiempo, aprovechando las

13-Oficio de Rivadavia al Director, de 18 de Enero de 1817- Id al Minis


tro Ceballos de 17 de Enero de 1817-Memorial del mismo al Rey Fernando VII,
de la misma fecha- M SS. del Arch. sec. del C. de T.
14- Carta de Rivadavia al Director, de 6 de Noviembre de 1816. ( M S. autó
grafo en nuestro archivo.)
CAPITULO XXXIV 481

« ventajas que él nos presente, sin dejar de obrar y sin perder


« tiempo . " (15)
Animado de estos propósitos , Rivadavia escribia confiden
cialmente al Director, al comunicarle su decision de aceptar la
invitacion del Rey de España : « Es un verdadero golpe para
« mí, que me pone en dificultades , y me impele á no muy pocos
« riesgos ; pero yo no puedo sin faltar á las obligaciones que
« tengo para con mi patria, dejar de ir á Madrid, aunque en
❝ello aventure mi persona, bajo el concepto que yo nada he de
« tratar, que no sea sujeto á la aprobacion de ese gobierno y
« de esos pueblos . " (16 ) Insistiendo sobre lo mismo un mes
despues, escribia : « De España espero la comunicacion , de que
« instruiré, mayormente si convienen en lo que indiqué, que
« fué, la gran necesidad de que el rey por su parte empezase
« á preparar la opinion pública y allanar los obstáculos . He
« llevado en ello dos objetos : el primero el ligar y comprometer
<< en lo posible al Rey y sus ministros, y el segundo el de esplo
rar mejor y ganar algunos datos , por donde empezar, lo cual
« puede conseguirse aunque no alcance lo primero. » (17)
La mision de Rivadavia á España, concebida sin propósito
determinado ni plan , y teniendo únicamente un objeto inmedia
to y eventual, no podia dar ningun resultado . El Rey de Es
paña no podia ofrecer á sus vasallos rebelados en América, sino
lo mismo que por conducto de su agente diplomático en el Bra
sil, habia ofrecido á Garcia, es decir, el perdon y la amnistia, á
condicion de una absoluta sumision. De esto pudo convencer
se Rivadavia así que tuvo su primera conferencia con el minis
tro. Véase como él mismo da cuenta de esto : « Por lo que
❝ hace á mi conducta práctica en este negocio, no dejé de apro
<< vechar cuantas ventajas divisé asequibles con el decoro y mi

15-Carta de Rivadavia, de 6 de Noviembre de 1817, ya citada. Siendo ella


posterior á su ida á España, hemos puesto en presente, los conceptos que espresa
en tiempo pasado, esplicando los móviles que le aconsejaron iniciar la negociacion
y aceptar la invitacion del Rey. MS .
16-Carta de Rivadavia al Director, de 3 de Febrero de 1816 ( MS. autógrafo
en nuestro archivo .)
17-Carta de Rivadavia de 6 de Noviembre de 1817, ya citada . MS. 31
482 HISTORIA DE BELGRANO

seguridad. Afortunadamente me las ha presentado mayores


« de lo que era creible, la ignorancia, la nécia presuncion y ba
« ja inmoralidad que reina en la Córte de España . El pre
❝tendido político y diplomático, estaba tan tranquilo de su
« superioridad sobre el neófito de ultramar, que en la primera
<< audiencia ni me proporcionó el placer de ganar con mérito la
<< situacion mas ventajosa, y esplorar á mi satisfaccion todo
« el campo. Luego que me ví seguro y como en terreno pro
" pio, le hice mi esposicion ; pero tan precisa en lo sustancial,
que esto, y el eterno interrogatorio que habia sufrido , lo
« pusieron fuera de pelea. " ( 18 ) Por mucho que se halaga
se el amor propio de Rivadavia, su posicion era falsa y sin
salida . El ministro español insistia brutalmente en la condi
cion de una sumision absoluta , única que podia ofrecer y aceptar.
Rivadavia contestaba que habia ido buscando la paz bajo con
diciones recíprocamente decorosas y convenientes para la me
trópoli y sus colonias americanas, bajo la fé de un salvo con
ducto que así lo reconocia implícitamente. Apercibido de que
se procuraba convertirle en un instrumento de oprobio para su
pais, comprándolo con dádivas y honores, todo su conato se
redujo en definitiva á obtener algun documento que pusiese de
manifiesto « la bajeza y la inmoralidad de la córte, " segun sus
espresiones .
Un suceso inesperado vino á poner término á esta nego
ciacion singular . Al mismo tiempo que Rivadavia conferen
ciaba con el ministro Ceballos, un corsario argentino se pre
sentaba delante de Cádiz y hacia varias presas á la vista del
puerto y en presencia de los'buques de guerra españoles que lo
defendian. ( 19 ) Este suceso y las declaraciones categóricas
que con tal motivo se vió obligado á hacer Rivadavia, irritaron
al último punto á la Córte de Madrid. Diósele en consecuen
cia órden de salir de ella en un plazo perentorio, respetando
caballerescamente la seguridad que por real órden se le habia

18-Carta de Rivadavia de 6 de Noviembre ya citada. M S.


19- Carta de Rivadavia ántes citada. M S.
CAPITULO XXXIV 483

garantido. Así acabó este triste negociado, en que Rivadavia


se figuraba representar un papel heróico, y en que en verdad
se condujo con dignidad y energía, no obstante las concesiones
de forma que eran de regla. De su desenlace se consolaba
diciendo :-
<«< Hemos dado un paso que nos hará honor para con
las primeras naciones y rebajará ante ellas la corte de Espa
« ña. Hemos ganado tiempo , y el pais no ha sufrido el mas
« mínimo perjuicio. "
Las noticias de la invasion portuguesa á la Banda Oriental,
que alarmaron á toda la Europa ; las que simultaneamente se
publicaron en los diarios de Londres, y las comunicaciones que
al mismo tiempo recibió de Garcia, aumentaron sus perplejida
des. Escribiendo sobre todo esto al Director le decia :-« Se
« gun una carta que acabo de recibir de D. Manuel Garcia,
entre este pais y el Brasil existe un plan que se va maduran
« do. No me dice qué es , pero me espresa que D. Nicolás
« Herrera está encargado de la parte política. Me asegura
« tambien que el Rey de Portugal y Brasil se ha decidido por
« los intereses de América. Yo quisiera tener una entera es
❝peranza sobre estos puntos , y espero que en todo caso las
« luces y el celo de mis compatriotas salvarán el honor y la li
« bertad de nuestra Patria, por la que hace siete años no dis
« pensan sacrificios . " (20)
Insistiendo en sus ideas monárquicas, como medio de ha
cer reconocer la independencia y fundar el órden , decia al
mismo tiempo :-« Nunca pensé que el Congreso demorase
tanto en pronunciarse sobre la forma de gobierno, siendo
« urgente el hacerlo . Estoy persuadido que es de suma im
« portancia el declarar á ese Estado en monarquia, reservando
« la eleccion y proclamacion de Soberano, al resultado de la
<< negociacion que en su virtud acuerden para con las Córtes de
« Europa. " (21 ) -Este era tambien el sentir del Director
Pueyrredon, como se ha visto, y Rivadavia, al insistir sobre este

20-Carta de Rivadavia al Director Pueyrredon, de 22 de Marzo de 1817


(Papeles de Pueyrredon. M S. autógrafo en nuestro archivo . )
21-Carta de Rivadavia de 22 de Marzo de 1817 ya citada. M S.
484 HISTORIA DE BELGRANO

punto, se lisongeaba con que la Europa se decidiria por este


camino á tomar nna actitud decidida, con motivo de la media
cion que la España habia solicitado de las grandes potencias,
y especialmente de Inglaterra, para la pacificacion de sus co
lonias americanas. Así agregaba :-« No será necesario de
<< mostrar la necesidad de una autorizacion para tratar igual
❝mente con la España. La suerte de ese Estado no puede
« decidirse, sin que por lo menos se prepare la de los otros
" Estados de América. -Presumo, pudiésemos conseguir para
« nosotros un príncipe mas digno que los que ofrece la casa de
« España. ” ( 22 ) Estas insinuaciones tenian por orígen, aber
turas que indirectamente se le habian hecho por el embajador
español en Londres, y esperanzas que abrigaba respecto de un
cambio de política de las potencias europeas con relacion á
América, especialmente por parte de la Francia, como luego se
verá.
Encerrado Rivadavia en el círculo de una diplomacia sin
horizontes, buscando la solucion de los problemas políticos,
sociales y militares de su patria en la intervencion mas ó mé
nos directa de las cortes europeas, y juzgando todo de su punto
de vista convencional, establecia empero, que la independencia
era una cuestion de vida ó muerte para la América . Así decia
en presencia de la opinion argentina : « Mi juicio es, que ya
" no es posible entrar en ningun tratado que no sea bajo el
❝ reconocimiento de la independencia : esto lo creo una deci
« sion irrevocable de este pais. No hay que esperar la mas
« mínima deferencia á ningun género de dependencia de la
" España. " (23 )
La política de la Europa respecto de la América en esta
época ( 1817-1818 ) era una política de mero reflejo. Vincu
lábanse á ella compromisos internacionales, intereses , preocu
paciones, intrigas, celos, temores del presente, instintos del
futuro y pasiones de los pueblos en ambos hemisferios ; pero en

22 -Carta de Rivadavia ántes citada. MS.


23-Carta de Rivadavia al Director Pueyrredon de 15 de Abril de 1817 .
(M S. autógrafo de los papeles de Pueyrredon, en nuestro archivo.)
CAPITULO XXXIV 485

general no obedecia á ningun plan ; no tenia un propósito defi


nido, ni la voluntad ni los medios para lanzarla decididamente
en un camino determinado. Era la consecuencia de la situa
cion del viejo mundo pacificado bajo los auspicios del derecho
divino, en presencia del nuevo mundo insurreccionado bajo
el dogma republicano, aunque no solemnemente confesado.
Aquellas memorables palabras de que, « un mundo no podia.
ser rebelde, no habian sido pronunciadas aun por un Minis
tro de la Gran Bretaña. Las potencias europeas, guiándose á
su respecto, mas por sus instintos ó sus compromisos presen
tes, que por su alta razon y sus conveniencias futuras , obede
cian á la inmediata razon de Estado, agitándose en el vacio, lo
mismo que se agitaba en torno de ella la impotente diplomacia
americana . Esta es la única faz de la política europea de la
Santa Alianza, que interese á la historia americana y princi
palmente á la de la independencia argentina ; así como la
influencia que ella pudo ejercer sobre los políticos argentinos,
la única que pueda tener cabida en sus páginas.
La cuestion no era entre la Europa y la América, ni entre.
la monarquia y la república, ni entre la independencia y el
coloniage en abstracto, por mas que estos principios antagó
nicos interviniesen en ella . Era pura y simplemente la lucha
armada, entre las colonias hispano-americanas insurreccionadas
aspirando á la independencia, y la antigua Metrópoli empeñada
en traerlas á la antigua obediencia por la fuerza . A su alre
dedor se agrupaban otras cuestiones secundarias, que en nada
la modificaban esencialmente, pero que tenian su repercusion
y su reflejo en Europa y en América.
La España, reinstalada en su integridad por los esfuerzos
de la coalicion de la Europa contra Napoleon, y amparada por
las decisiones del Congreso de Viena, en que se mantenia el
sistema colonial- contra el cual habia conspirado ella ántes ,
aliándose á las colonias inglesas rebeladas -creia poder contar
con su ausilio para restaurar su antigua dominacion en Amé
rica. La Rusia la apoyaba hasta cierto punto en este sentido,
por celos con Inglaterra. El Portugal, que se hallaba en las
mismas condiciones que la España respecto de la Europa, des
486 HISTORIA DE BELGRANO

ligaba sus intereses de ella, y provocaba la cuestion de la Banda


Oriental, contemporizando con el Rio de la Plata revolucionado ,
conciliando así sus deberes con las grandes potencias, y sus
intereses con sus vecinos. La Inglaterra tomaba bajo su pro
teccion al Portugal respecto de la España en Europa, y llenando
para con esta pasivamente sus deberes de aliado, mantenia de
hecho con las colonias americanas revolucionadas sus proficuas
relaciones comerciales , con cuya causa simpatizaba el pueblo
inglés , aun cuando su gobierno las tratase con desvio. La
Francia, deseosa de reconquistar su antiguo rango y de abrir
á su comercio nuevos mercados, se inclinaba platónicamente al
reconocimiento de la independencia americana, procurando
conciliar sus intereses dinásticos con el apoyo de las grandes
potencias que habian creado su actualidad . Las grandes
potencias, unidas ante el peligro de que la paz del mundo vol
viera á comprometerse por la cuestion de la Banda Oriental
entre España y Portugal, se constituian en mediadoras,
y el Portugal ganaba de hecho su pleito ante ellas , rete
niendo justificadamente el territorio ocupado por sus armas.
A su vez, la España impotente para sojuzgar por las armas
á sus antiguas colonias , buscaba la mediacion de sus alia
dos á fin de pacificarlas, esperando comprometerlas en la
lucha .
La única potencia que podia ayudar eficazmente á la Es
paña en el sentido de someter á la antigua obediencia á sus
colonias rebeladas , era la Inglaterra, la cual se encerraba en
los deberes de la neutralidad , mientras que su comercio esplo
taba los mercados americanos, dando indirectamente su con
tingente á la revolucion . Los ausilios que en el mismo sentido
le prestó al principio la Rusia para hacer posible una nueva
espedicion española al Rio de la Plata, no podian inocularle las
fuerzas morales y materiales de que para ello carecia. El
horror que habian inspirado los escesos de la revolucion fran
cesa, desacreditando la democracia; el orgullo que inspiraba el
triunfo de los reyes sobre los pueblos, haciendo incompatible
la causa de la Europa monárquica con la América republicana ;
inclinaban á buscar un término conciliatorio en la forma mo
CAPITULO XXXIV 487

nárquica para el nuevo mundo. La Inglaterra, como modelo


de la monarquia constitucional, no rechazaba, pero tampoco
prohijaba esta combinacion. La Francia, la aceptaba del triple
punto de vista comercial, dinástico y de influencia europea . La
diplomacia portuguesa, trabajaba activamente en este sentido
cerca de las córtes europeas, y especialmente de la de Ingla
terra, en el interés de suprimir la peligrosa vecindad de la re
pública en las fronteras del Brasil, y colocar en un trono ame
ricano un vástago de la casa de Braganza. Los políticos del
Rio de la Plata, desalentados por la anarquia interna, recelosos
de los esfuerzos que aun pudiera hacer la España, sin esperanza
de propiciarse la buena voluntad de la Europa monárquica
bajo la forma republicana, aceptaban la monarquia con tal de
asegurar el órden y la independencia . De este modo, el Rio
de la Plata venia á ser el nudo de la cuestion entre la Europa y
la América, entre las colonias sublevadas y su metrópoli, entre
el Portugal y la España . En tal situacion , el establecimiento
de una monarquia en el Rio de la Plata y Chile, bajo los auspi
cios de las grandes potencias europeas, se presentaba como
una solucion, así para las colonias respecto de la madre patria,
como para la Europa respecto de la América y de sus aliados
en el viejo mundo . Pero, como se ve, todo esto no pasaba de
una política de mero reflejo y esta era la política que Rivada
via representaba ante las córtes europeas, agitándose en el va
cío y persiguiendo mirages.
Despues de su malograda negociacion en Madrid, Riva
davia comprendió que nada tenia que esperar de la Inglaterra,
cuya política era dirigida por el Conde Castlereagh, quien en
cerrado en una soberbia neutralidad, ni aun se dignaba dar
audiencia á la diplomacia americana, no obstante mantener de
hecho las buenas relaciones comerciales con sus pueblos y go
biernos. En consecuencia, fijó su residencia en Paris, y desde
entónces sus simpatias y sus esperanzas se concretaron en la
Francia. La Francia,-decia él con este motivo, -tiene so
<< bradas luces y bastantes elementos, para ejercer indepen
❝dientemente de todo gobierno, un influjo de primer órden en
« los destinos de la Europa y del mundo. Los hombres de
488 HISTORIA DE BELGRANO

❝ primer rango y mas independientes de todas las clases, están


❝ al frente de los defensores de la libertad . Y como al fin, la
❝ esperiencia y la reflexion han evidenciado que el fanatismo,
« el espíritu militar, el monopolio, las rivalidades de provincia
« ó de nacion, han hecho y harán siempre, mientras no se es
« tirpen, la miseria de la especie humana, el partido de la li
❝bertad y la reforma, tiene unos mismos intérpretes, y sostie
ne los mismos principios en Inglaterra, Francia, Alemania y
« Suecia. En las Cámaras, cátedras, teatros, tertulias y hasta
❝ en correspondencias oficiales y en los tribunales , se procla
❝man y respetan los citados principios. Tales y tan irresisti
« bles son las gracias de la verdad , cuando ella se deja ver des
« nuda. -Claro es que, el primer efecto y acaso mas grande de
❝estos principios, es la libertad de la América. Así, su inde
" pendencia es el objeto de los deseos de toda la Francia y
« demás naciones del continente : ella es la gran cuestion del
« dia. Nadie se atreve ya á atacar directamente los derechos
❝ y la justicia de los americanos, que pelean por lo mas sagrado
« del hombre. Escritos luminosos y enérgicos se publican en
« todas partes, y especialmente aquí, demostrando no solo la
« justicia, sinó el interés de la Europa en la emancipacion de
« toda la América. -Es cierto que los Soberanos han mostrado
❝ una oposicion, que por los límites á que ha estado reducida,
« podemos llamar negativa ; pero esta, creo, que ya no existe,
" y lo que solo resta, es el temor por los principios que tanto
« les dan que hacer en Europa, y que suponen reinantes en
« América." ( 24)
Al mismo tiempo que Rivadavia calificaba de anti-social,
la política fria y reaccionaria de Castlereagh, cuyo carácter
duro la hacia mas odiosa, encargaba á su gobierno tratase de
cultivar su benevolencia : « No estará demás advertir, decia
« á este propósito, que no se hiera ahí de ningun modo á la
" nacion inglesa : ella está en lo principal por nuestra causa,

24-Carta de 22 de Marzo de 1817 de Rivadavia á Pueyrredon. M S autó


grafo en nuestro archivo (Papeles de Pueyrredon. )
CAPITULO XXXIV 489

❝ y es preciso hacer una formal distincion entre ella y su go


« bierno. Tampoco debemos atacar á este abiertamente, sinó
❝ manifestar con prudencia y energia, que estamos al alcance
« de nuestros derechos, del poco lugar que se les hace, y de las
« injurias que se nos irrogan. Es preciso no mostrar predi
« leccion por la nacion francesa, ni preferencia por la causa é
❝ intereses del continente de Europa contra la Inglaterra. Lo
« que debe manifestarse, es una disposicion igualmente cordial
❝ para con todos los gobiernos y todas las naciones, y un vivo
<< celo por nuestros intereses y conveniencias dó quiera que
<< nos encontremos . Esta es la marcha que nos corresponde,
❝si hemos de ser verdaderamente independientes : lo demás
« seria servir á intereses ajenos , subordinando á ellos los nues
« tros. " (25) Luego se verá el alcance y la prudencia de estos
consejos.
La España, en su impotencia para sojuzgar por las armas
á sus colonias rebeladas , procuraba por su parte propiciarse el
apoyo de la Gran Bretaña, al mismo tiempo que activaba en
Cádiz los aprestos de su gran espedicion contra el Rio de la
Plata . Al efecto, entró en negociaciones con la embajada
inglesa en Madrid, invocando sus deberes de aliado y ofreciendo
en cambio algunas ventajas comerciales en América . En tal
sentido se publicó en la « Gazeta de Madrid » un artículo
oficial, en que se le insinuaba la necesidad de cambiar de plan
y conducta respecto de la insurreccion americana ; pero sin
determinar nada con precision. El nuevo plan consistia en
solicitar la mediacion de la Gran Bretaña, para la pacificacion
de sus colonias. Sir Charles Waughan, que en ausencia de Sir
Enrique Wellesley desempeñaba las veces de Encargado de
Negocios, pasó á Lóndres con el objeto de conferenciar sobre
el particular con Lord Castlereagh. El soberbio Ministro,
no pareció repugnar la idea, y se creyó estuviera dispuesto
á aceptarla. (26 ) Pero sabedor de que los Estados Unidos.

25 -Carta de Rivadavia citada. M. S.


26- Carta de 15 de Abril de 1817, de Rivadavia á Pueyrredon. MS. autó
grafo en nuestro archivo. (Papeles de Pueyrredon)
490 HISTORIA DE BELGRANO

seguirian una política opuesta y consultando friamente los


intereses materiales del comercio británico, se inclinó por
esta vez ante la opinion pública, que hacia gala de despre
ciar, resolviéndose á mantener la neutralidad, cumpliendo así
con la España, y sirviendo indirectamente á la América, á
la que continuó tratando con alejamiento, aunque recojien
do comercialmente las utilidades que tal política le propor
cionaba.
La opinion pública alarmada, tuvo inmediatamente su éco
en la libre prensa inglesa. El Times, en un artículo de profunda
intencion, fué el primero que tomó la palabra, poniendo de
manifiesto el alcance político del plan, y asestándole un golpe
de muerte Hay un deseo vehemente , decia « El Times, " de
66
parte del gobierno español de envolvernos, primero en media
" cion entre la madre patria y sus colonias, y por consecuencia
" si nuestros términos no son aceptados , en una guerra contra
las últimas. Por el contrario, la disposicion del pueblo aquí,
" es de intervenir por parte de los insurgentes- Nuestra obli
" gacion al presente es de una estricta neutralidad - Seria
" realmente vergonzoso é inhumano vender ó alquilar nuestras
66
armas por causa de algunas ventajas que pueden resultar. »
(27)-Al " Times, " se unió el " Morning Chronicle. " " Corre
66
un rumor, escribia al dia siguiente, de que por nuestra in
fluencia ó por el empleo de nuestra fuerza á fin de que la
" Gran Bretaña sea la mediadora entre España y las Provincias
" independientes, (que juzga imposible reducir al primer estado
" de obediencia á su autoridad) se nos ofrece el beneficio de
66
un comercio limitado con ciertos puertos sobre la costa, en
66
lugar del comercio ilimitado que ahora gozamos con toda
“ ella- Difícilmente se creerá que los Ministros hayan pres
" tado oido propicio á esta propuesta, y que se intenten pre
66 parativos, y aprestos para llevar esta mediacion á un efecto

" inmediato-Las Provincias independientes han avanzado


" demasiado para retroceder. Han gustado con mucha amar

27-Times de 14 de Abril de 1817.


CAPITULO XXXIV 491

66
gura los frutos de la dominacion española, y han de rehusar
" el presente que se les ofrezca . " (28)
Estos artículos, reproducidos por la " Gazeta de Buenos
Aires ", y acompañados de algunas insinuaciones respecto de la
conducta de los agentes de la Gran Bretaña en América, die
ron lugar á esplicaciones que pusieron mas en claro la políti
ca del gabinete Castlereagh respecto de las colonias indepen
dientes . Hallábanse á la sazon en las aguas del Plata dos
buques de guerra ingleses, á las órdenes del Comodoro Bowles ,
con el encargo de proteger su comercio, recorrer la América y
cultivar con los gobiernos revolucionarios buenas relaciones,
sin comprometer su neutralidad . Esta era la conducta que
habian observado los ingleses en 1809 en que los puertos del
Rio de la Plata fueron abiertos á sus mercaderias, y la que con
tinuaron observando desde 1810, prestando indirectamente
grandes servicios á la revolucion, segun se esplicó en su lugar,
siendo el mas notable de todos ellos, impedir que la escuadra
de Montevideo establecieşe el bloqueo de Buenos Aires , como
lo intentó. Bowles continuaba esta misma política, y sus sim
patias en favor de la causa argentina no eran un misterio, así
es que, obedeciendo sin duda instrucciones de su gobierno al
respecto, aprovechó esta ocasion para dar una esplicacion amis
tosa , aparentando pedir una esplicacion. Con tal objeto diri
gió al Director Supremo una carta oficial, diciéndole : " He
" visto ultimamente con disgusto las diversas tentativas que se
" han hecho aquí para escitar sospechas injuriosas sobre las
" intenciones del gobierno de S. M. B. con relacion á estas
" Provincias ; pero creyendo que la esperiencia de siete años
" consecutivos debia producir la mejor refutacion de estas ca
" lumnias despreciables, las he tratado hasta aquí con la indi
""
" ferencia que merecen . En seguida, refiriéndose á un artí
culo de la « Gazeta, " (á que daba cierto carácter semi-oficial ,)
en que parecia darse crédito á tales rumores, esponia que se
consideraba autorizado á pedir alguna esplicacion, que lo ha

28-Morning Chronicle del 12 de Abril de 1817.


492 HISTORIA DE BELGRANO

bilitara para informar á su gobierno, previniendo así toda mala


inteligencia, y protestando que este paso le era indicado por
sus deseos de conservar la armonia subsistente, y evitarse el
*
disgusto de trasmitir á su Córte cuanto en este sentido pudie
ra serle desagradable. ( 29) El Director, por medio de uno de
sus Ministros , contestó esta comunicacion en términos cordia
les, declinando toda responsabilidad oficial, esplicando que la
Gazeta no habia hecho sino transcribir las noticias de los perió
dicos de Londres, y retribuyendo sus protestas de buena amis
tad. (30) El Director dió con razon tanta importancia á esta
correspondencia que la trasmitió reservadamente al Congreso.
Convencida la España de que no lograria comprometer á
la Gran Bretaña en la cuestion americana, se dirigió oficial
mente á Lord Castlereagh por medio de su embajador en Lón
dres, el Duque de San Cárlos, pidiéndole invitase á la Santa
Alianza á mediar entre ella y sus colonias con arreglo á las
promesas del Congreso de Viena, manifestándole que estaba
dispuesta á poner término á la querella, sobre las bases siguien
tes : 1. Amnistía general cuando las colonias rebeladas vol
viesen á la obediencia desistiendo de toda hostilidad . 2. * Segu
ridad de emplear el Rey en América á los americanos á la par
de los españoles europeos ; 3. Concesion de privilegios de
comercio á las colonias, adaptadas al estado de las cosas ; 4.*
Adquiescencia anticipada á todas las medidas que las grandes
potencias sugiriesen para llevar á efecto la mediacion . ( 31 )
El gabinete británico aceptó la invitacion, y al dirigirse en tal
sentido á las potencias que debian proximamente reunirse en
el Congreso de Aix la Chapelle, manifestó la opinion de que la
cuestion debia terminar sin que sufriese menoscabo la suprema
cia de la madre patria, y que el comercio de las colonias con

29—Carta oficial de Bowles al Director, de 22 de Julio de 1817 ( traduccion)


M S. del Arch. sec. del C. de T.
30-Ofi. sin fecha adjunto al anterior, de 22 de Julio de 1817. M S. del Arch.
sec. del C. de T.
31-Residence at the Court of London, by Richard Rush, Minister from the
United States from 1817 to 1825, cap. XXVII .
CAPITULO XXXIV 493

el resto del mundo debia ser libre. Pero declaró que por su
parte no haria mas que interponer sus buenos oficios, abste
niéndose de toda accion compulsiva si no se alcanzaba el fin
deseado, poniendo de lado todo empleo de fuerza material para
obtener la pacificacion . (32)
Rivadavia, instruido de los primeros pasos dados en este
sentido, anticipó á su gobierno, al tiempo de trasmitir estas
novedades, que si no se le daba parte en la negociacion, ó la
Inglaterra pretendiera interponerse bajo otro plan, haria una
protesta formal contra la mediacion . Esplicando el objeto de
esta actitud decia confidencialmente : " Con esto, el espíritu
66
público de la Inglaterra se pondrá á nuestro favor, y ese
66
Congreso y Gobierno tendrá el medio mas decoroso de evi
" tar compromisos, que enerven las fuerzas morales y aun físi
" cas de ese pais . Mi juicio es que ya no es posible entrar en
66
ningun tratado que no sea bajo la base del reconocimiento
" de la Independencia ; esto lo creo una decision irrevocable
" de ese pais. La ocasion es la mas propicia de exigirlo y de
" convencer para siempre, que no hay que esperar la mas mí
" nima deferencia á cualquier género de dependencia de
66
España. " ( 33) En este sentido pedia órdenes é instruc
ciones terminantes, pues, segun agregaba, " sobrada respon
sabilidad se echaba ya sobre sí, procediendo como lo hacia, por
99
amor á su patria .
En consecuencia de esta resolucion , participó oficialmente
á su Gobierno, que habia hecho conocer su representacion al
ministro británico , reclamando se le diera conocimiento de las
proposiciones de la Corte de Madrid sobre mediacion, y se oye
sen los informes y esposiciones que demandasen los intereses
-
:
de su pais. Con tal motivo decia : " Estos pueblos no goza
" rán jamás en seguridad los sagrados derechos, por cuya
66
recuperacion tanta sangre llevan derramada y tantos sacri
" ficios tienen hechos , mientras que su independencia de la

32-Of. de 28 de Agosto de 1817, apud. Rush.


33—Carta de Rivadavia á Pueyrredon de 15 de Abril de 1817. M S. autó
grafo en nuestro archivo.
494 HISTORIA DE BELGRANO

66
España no sea reconocida . Como esta es una decision tan
66
justa y necesaria como irrevocable, juzgo por mi primer
" deber, no solo oponerme por todo medio, sinó protestar
" solemnemente contra toda convencion, tratado ó interposi
.6
cion, que no asiente por primera base el reconocimiento de
" la Independencia de ese Estado . (34)
Cuando estas comunicaciones llegaron á manos del gobier
no hacia meses que se le habia ordenado á Rivadavia su retiro,
no obstante aprobar su conducta. (35 ) En vista de ellas se
resolvió munirlo de nuevas credenciales y autorizarlo á proce
der en el sentido por él indicado . En consecuencia, fué otra
vez acreditado cerca de las córtes europeas, con mas amplios
poderes, « autorizándole á tratar cuanto pudiese convenir á la
«felicidad y el honor de los pueblos (del Rio de la Plata) sin
mas condiciones que la de esperar la ratificacion de cualquier
" pacto, que llegase á formalizarse y de no alterar la base de
99
" independencia. (36)
Simultaneamente con estos inconsistentes trabajos diplo
máticos, el gobierno argentino procuraba establecer la corrien
te del comercio entre la Francia y el Rio de la Plata, siguiendo
practicamente las indicaciones teóricas de Rivadavia. Al efec
to , fué constituido en Paris en calidad de agente un Mr. Gran
dier, quien combinaba sus propios negocios con los del Estado,
pidiendo patentes de corso en blanco, proponiendo la adopcion
de varios proyectos y dándose por muy acreditado cerca de al
guno de los ministros de Luis XVIII . Fué con tal motivo
que se admitió como representante de los comerciantes fran
ceses en Buenos Aires á Mr. Francisco Antonio Leloir, bajo la
promesa de ser nombrado cónsul de su nacion , (lo que no llegó
á tener efecto, ) reconociéndolo despues como agente de los ne

34- Of. de Rivadavia al Director S. de 20 de Abril de 1817. M S. del Arch.


Sec. del C. de T.
35-En 3 de Enero de 1817 se le comunicó su retiro y en 14 de Mayo del
mismo acusó Rivadavia recibo. MSS. del Arch. sec, del C. de T.
36-Credencial de 10 de Setiembre de 1817. M S. del Arch. Sec. del C.
de Tuc.
CAPITULO XXXIV 495

gociantes de su nacion y autorizándolo á gestionar sus intere


ses. Tales fueron los orígenes del comercio francés en el Rio
de la Plata, despues de la independencia. (37 ) De este modo.
es, como la atmósfera en favor de la Francia venia preparán
dose por la diplomacia y el comercio, é inclinando al gobierno.
argentino á buscar cerca de su gobierno la solucion que indi
caba Rivadavia.
Rivadavia, persistiendo en sus planes monarquistas com
binados con la Independencia y el apoyo de la Europa, princi
palmente de la Francia, continuaba en el intertanto sus gestiones
con infatigable teson. A fines de 1817 trasladóse á Lóndres ,
y sabedor de que la mediacion solicitada por la España habia
sido acojida, hizo efectiva su protesta ante el gabinete británico ,
declarando solemnemente : 1.° Que las Provincias Unidas del
Rio de la Plata estaban penetradas de los respetos que debian
á las demás naciones, y á los principios que reglan el órden y la
justicia, en homenage á la paz universal, y que en consecuencia
se habian hecho todos los esfuerzos para poner fin á la guerra,
habiéndose negado el gobierno español á todo arreglo ; y que
en prueba de ello , reiteraba, que estaba dispuesta á tratar,
haciendo todo género de sacrificios : 2. ° Que toda negociacion
que no tuviese por base la separacion de las Provincias Unidas
de la monarquia española, y por consiguiente su independencia
nacional, no podia ser admitida. « La independencia del Rio
« de la Plata (decia con tal motivo) no es efecto de circuns
« tancias, ni ménos de ideas y doctrinas. Es el producto de la
❝ conveniencia natural de las cosas, así es que ha existido
« ántes de que la Europa se apercibiese de ello. La España
<< hace mucho tiempo que no es capaz de ser metrópoli de esas
<< provincias. Ella lo ha confesado solemnemente, desde que
« ha exigido de los demás poderes todo género de recursos

37-Comunicacion de Grandier al Director, de 23 de Febrero de 1818- Id de


Rivadavia sobre Grandier, de Julio 31 de 1818. - Id de Mr. Leloir, de 26 de Abril
de 1818.—Id del gobierno á Grandier, de 31 de Julio de 1818. MSS. —Carta del
Director Pueyrredon al Ministro de Estado en Francia ( sin fecha).- ( Papeles de
Rivadavia y de D. Valentin Gomez en nuestro archivo. )
496 HISTORIA DE BELGRANO

<< para restablecer su antigua dominacion. Quien no es capaz


« de conquistar, lo es mucho menos de conservar. ” A estas
solemnes y elocuentes declaraciones respecto de la indepen
dencia, seguia un correctivo implícito, respecto de la forma de
gobierno. « Las Provincias de América (decia) no han decla
rado su independencia, sinó despues de siete años de espe
« riencia ; y aun entónces, evitando en los momentos de la victo
« ria los estremos de los partidos, han limitado su consideracion
« al solo punto que es muy modificable, dejando todo lo demás
« á la resulta del tratado , que han tenido siempre en vista con
« las naciones de Europa . " Esplicándose mas esplicitamente
sobre este punto delicado agregaba : « Me hallo autorizado á
« protestar, que la marcha y disposiciones de las Provincias
❝ del Rio de la Plata, no solo no contrariarán jamás la política
“ у los principios de los gobiernos de Europa, sinó que están
< dispuestos á respetarlos y conciliarlos en todo lo que sea ase
« quible. " (38 ) -Bien se ve por estas muestras que la impo
tencia de la diplomacia argentina en Europa, no provenia de
falta de celo, de habilidad , ni de justicia.
Todas estas reticencias de Rivadavia respondian á embrio
nes de negociaciones, y grandiosos planes de independencia y
monarquia americana , que flotaban como nubes en los espa
cios de su poderosa cabeza. Al mismo tiempo que las incor
poraba á su anterior protesta, recibia una abertura del duque
de San Carlos , ántes embajador español en Paris y á la sazon
en Londres, á efecto de arribar á una conciliacion bajo el
subentendido de la independencia absoluta y las formas que
estableciese el Congreso Argentino, indicando que podria ser
la monarquia constitucional. ( 39 ) Rivadavia aceptó la aber
tura, declarando por escrito « que sus disposiciones eran de
« tratar con la España, con preferencia á cualquier otra nacion
« de la Europa, y que en consecuencia, lo único que podia

38-Oficio de Rivadavia al ministro Tagle, de Febrero 15 de 1818 en Paris,


adjuntando la protesta al Ministro Castlereagh escrita en Londres ( sin fecha)
MS. (Papeles de D. V. Gomez . )
39-Oficio de Rivadavia ántes citado. M S.
CAPITULO XXXIV 497

adelantarle era, que si el Rey D. Fernando VII estaba dis


<< puesto á tratar con el Gobierno de las Provincias Unidas , él
« se hallaba «plena é ilimitadamente facultado " para ello, y
que una vez instruido oficialmente de tal disposicion , entraria
en negociaciones con la persona que espresa y suficientemente
autorizada se trasladase á Lóndres ó Paris, prefiriendo que esta
fuese el mismo Duque de San Carlos . (40 ) Por el momento
esta recíproca abertura no tuvo ninguna ulterioridad .
Habian transcurrido mas de dos meses cuando Rivadavia
recibió por conducto del Marqués de Almenara, residente en
Paris, la contestacion del duque de San Cárlos . En ella le
decia : « La reconciliacion de Buenos Aires, como de todas
« las Provincias de América que en el dia se hallan por des
« gracia separadas de la dominacion del Rey , ha sido un objeto
« que me ha ocupado siempre como hombre público y particu
« lar. Circunstancias desgraciadas han sido la única y ver
« dadera causa de que esta conciliacion no tuviese lugar apé
❝ nas volvió el Rey á sus dominios, como fué su real ánimo.
(41 ) Vamos, pues, al remedio, y vamos de buena fé. Dis
« curra vd . unas bases que acrediten al Rey su sincero deseo
« de reconciliacion. La buena disposicion de S. M. me es
« conocida tengo nuevas pruebas de ello, en negocios análo
<< gos que trato . Si vd . viniese á esta Corte, como ha indicado,
podriamos combinar amistosamente los mejores medios . "
(42) Estas protestas vagas y melosas persuadieron á Riva
davia de que el embajador español no se hallaba autorizado
para entrar en negociaciones ; pero habiéndole comunicado el
marqués de Almenara una carta que al mismo tiempo recibiera
del Duque, cambió de opinion , y creyó que por lo menos debia
tentar este nuevo esfuerzo, haciendo patente la moderacion á

40-Carta de Rivadavia al Duque de San Carlos, fecha 6 de Febrero de 1818


en Paris. M S. (Papeles de don V. Gomez.)
41-Alude á la malograda negociacion de Rivadavia en Madrid.
42-Carta reservada del Duque de San Carlos á Rivadavia, de 13 de Abril.
de 1818 en Londres. Se hace referencia de ella en una nota del Director que
existe original en el Arch. sec. del C. de T., pero su testo lo hemos encontrado entre
los papeles de don V. Gomez. M S.
32
498 HISTORIA DE BELGRANO

la par que la irrevocable resolucion de las Provincias Unidas


de ser independientes á todo trance. En consecuencia, hizo
entender al marqués de Almenara que el gobierno argentino,
para probar al mundo sus deseos de paz, estaba dispuesto á
sacrificar una suma de dinero que indemnizase á la España.
El marqués, que era un hombre de córte y un escritor de
talento , se empeñó en persuadirle que haria muy bien , en reci
bir un príncipe de la familia reinante en España, y que no
debia trepidar, con tal que á ese precio se ganase la paz y la
independencia .Sospechando Rivadavia que esta insinuacion
envolveria una proposicion, trasmitia á la vez el rumor, de
que el Rey Fernando VII parecia decidido á coronar á su ter
cer hermano como monarca de Sud América. « Si tal propo
« sicion me fuese hecha (decia con este motivo) yo la resistiré
« fuertemente. Si se obstina el gabinete español en que sea
« una condicion sine qua non , despues de apurar todos los
« recursos me reduciré á esperar la contestacion al aviso ofi
« cial y documentado que remitiré en tal caso. Así como dos
« años há no habria trepidado en suscribir á esta medida, en
« el dia creo de mi deber no adoptarla sin órden espresa y
❝terminante de esa supremacia. " (43)
En presencia de estas comunicaciones, el Congreso habilitó
á Rivadavia con nuevas y detalladas instrucciones. Por ellas
se le prevenia : 1.° Que en ningun caso propusiera ni aceptase
nada con relacion á un Príncipe de las casas reinantes de Es
paña, como soberano del Rio de la Plata ; 2.° Que pudiese
contratar con la España el reconocimiento de la Independencia
en cambio de una suma de dinero, incluyendo en tal recono
cimiento todo el territorio del vireynato del Rio de la Plata en
1810 , procurando emprender igual negociado respecto de Chi
le, con los poderes de este ; 3. ° Que bajo las mismas condicio
nes, pudiese negociar y ajustar tratados con otras naciones,
ofreciendo ventajas comerciales por un término que no bajase

43-Oficio de Rivadavia al Ministro Tagle, de Abril de 1818. MS. (Papeles


de D. V. Gomez.)
CAPITULO XXXIV 499

de diez , ni escediese de veinte y cinco años ; 4.° Que tuviese


presente en todo caso lo sancionado en el proyecto de consti
tucion que se discutia, el artículo relativo á la religion del Es
tado y Cuerpo Legislativo. (44) Estas instrucciones tenian
por comentario una nota reservada del Ministro Tagle al en
viado argentino, en que le prevenia simplemente ajustar á
ellas su conducta en las negociaciones, agregando que los artícu
los del proyecto de constitucion ya sancionados, le darian idea
de la forma de gobierno á que se dirigian las Provincias Uni
das. (45)
Dictadas en presencia de las comunicaciones de Rivadavia,
estas instrucciones respondian directamente al punto por él
consultado, é indirectamente á la posibilidad de una combina
cion monárquica bajo los auspicios de algunas de las grandes
potencias europeas, y en particular de la Francia, segun se
deduce de los antecedentes, y se reveló muy luego por actos de
solemnidad histórica. Lo único que se prohibia en ellas es
presamente era, proponer ni concluir nada sobre la admision
de un príncipe « de las casas reinantes en España , ” como so
berano del Rio de la Plata, lo que importaba autorizar implíci
tamente para proponer y ajustar tratados con relacion á otros
príncipes como candidatos al imaginario trono argentino. Esta
autorizacion tácita, revestia un carácter espreso , desde que se
dejaba subsistente la anterior credencial de Rivadavia, por la
cual se le autorizaba á tratar y contratar cuanto pudiese con
venir á la felicidad de los pueblos del Rio de la Plata, sin mas
limitacion que la de no alterar la base de su independencia . Por
esto decia Rivadavia al duque de San Carlos, que se hallaba
« plena é ilimitadamente facultado para tratar. " Además,
Rivadavia al dar cuenta de todo esto, manifestaba que habia

44- Instrucciones reservadas del Congreso á Rivadavia, de 28 de Agosto de


1818, sancionadas en las sesiones secretas del 20, del 22 y 25 del mismo, segun
los antecedentes del Arch. sec. del C. de T. MS. Original en nuestro archivo.
(Papeles de Rivadavia. )
45—Ofi. del Ministro Tagle á Rivadavia, de 10 de Setiembre de 1818. MS
Original. (Papeles de Rivadavia. )
500 HISTORIA DE BELGRANO

concebido un plan , sobre el cual no podia dar detalles , antici


pando apénas sus bases esenciales. (46 )
El plan á que se referia Rivadavia , segun se colije de su
correspondencia oficial y confidencial, era una monarquia sos
tenida por las grandes potencias europeas, que resolviendo la
cuestion de la independencia americana, estableciese la paz con
la España y consolidase el órden en el Rio de la Plata con ga
rantias eficaces para el presente y el futuro. Refiriéndose al
plan, cuyas bases esenciales anticipaba, escribia oficialmente al
gobierno :-Me asisten cooperadores de la mayor respetabili
« dad en influencia, y aunque no me es permitido nombrarlos
<< en la actualidad, respecto de dos de ellos no puedo dejar de
" marcarlos. Estos son, el marqués de Lafayette, compañero de
« Washington, y el conde Tracy, par de Francia. Lafayette ha
« representado á su gobierno en los términos mas urgentes
<< para que se reconozca la independencia . Fuí presentado por
« Lafayette al embajador de Estados -Unidos el señor Gallatin .
« Me presta este una cooperacion activa para impedir la pre
« tendida mediacion . Ha manifestado á los jefes del cuerpo di
<< plomático , que es de precision que su gobierno (Estados Uni
« dos) no podrá dejar de reconocer en todo este año la inde
« pendencia de Sud- América . Oportunamente ha llegado el
<< General La Harpe , á quien debe el Emperador Alejandro toda
« su educacion, y á cuyos consejos ha rendido siempre este mo
❝narca la mayor deferencia . He tenido algunas entrevistas con
« él, en las que he obtenido importantes avisos. Acordamos que
« yo redactaria una memoria que diese á conocer la conducta de
❝ese gobierno, la capacidad del pais y lo que justificaba su
« emancipacion , y que él formaria otra demostrando las ven

46-Of. de Rivadavia á Tagle, de 15 de Febrero de 1818. MS. El testo de


ese oficio que tenemos á la vista, es una cópia de los papeles de D. Valentin Go
mez, en que el encabezamiento está en estracto, y se marcan con puntos suspen
sivos las bases esenciales á que se hace referencia. Al frente de él se encuentra
esta anotacion de puño y letra de Gomez : -" Relaciones esteriores de la Corte
" de Francia seguidas por el Sr. D. Bernardino Rivadavia, con algunos otros in
" cidentes. Todo en estracto sacado de los originales que el Gobierno puso en
" mis manos, para mi conocimiento á mi partida á Francia. " M S.
CAPITULO XXXIV 501

« tajas é intereses políticos y comerciales que el Imperio debe


« prometerse de la libertad de Sud-América. He tratado
<< tambien otras vias al mismo fin ; han accedido bajo la con
« dicion de la mas absoluta reserva ... He asociado siempre la
« suerte de Chile ... " (47)
Desde esta época y bajo estos auspicios empezó á madu
rarse el plan de una monarquia constitucional en Sud-América,
propiciada por la Francia. Celosa la Francia de la preponde
rancia política y comercial de la Inglaterra, empezó á prestar
oidos á este plan, aspirando á conquistar en el viejo mundo
la importancia que habia perdido, y en el nuevo la que te
nia su poderoso vecino . Luego se verá como este plan dege
neró en un embrollo sin seriedad , que no tuvo mas consecuen
cias que el descrédito de los que en él intervinieron.
La Rusia, que se habia mostrado decididamente favorable
á la España, en el sentido de garantir la integridad de sus
posesiones con arreglo á los tratados de 1815, suministrándole
algunos ausilios pecuniarios y navales, empezó á sentir las
influencias indirectas de la diplomacia de Rivadavia, tal vez
por el intermedio del General La Harpe . Impulsábala en tal
sentido su rivalidad con la Inglaterra y el papel de protector
generoso que habia asumido respecto de la Francia, y solo así
puede esplicarse que abogase por los principios liberales res
pecto de la América, cuando trabajaba por el despotismo en
Europa, y mantenia la mas cruda tirania en su propio territorio.
Ya desde el año anterior, la Rusia habia hecho oir su voz
en la dieta de los soberanos, sobre la cuestion del Rio de la
Plata, apropósito de la mediacion solicitada por la España para
pacificar sus colonias americanas. En una memoria, presen
tada por el Ministro Ruso á las Cortes interesadas , habia
llamado su atencion « sobre la situacion de las fértiles re
giones del otro hemisferio, que interesaba inminentemente
á la Europa, á fin de preservarlo de los horrores de la re

47-Oficio de Rivadavia, de 15 de Febrero, antes citado -Los puntos sus


pensivos están en la copia de D. Valentin Gomez, de que nos servimos , indicando
supresiones. M. S.
502 HISTORIA DE BELGRANO

volucion, con motivo de la cuestion del Rio de la Plata en


tre España y Portugal, " que afectaba las colonias de la
99
Rusia, segun decia. Abriendo opinion en tésis general
sobre las ulterioridades de la mediacion, esponia : " Con
« sideramos el acto que resultará de la negociacion, como
< una nueva piedra angular, que aumentará la solidez inmuta
<< ble del sistema europeo.” — Epilogando la cuestion entre Es
paña y Portugal, definiendo las relaciones de estas dos poten
cias con respecto á la América meridional, esplicaba como el
Brasil por el hecho de ser elevado al Reino se hallaba en pugna
con el sistema colonial de la Córte de Madrid , y como la acti
tud del Portugal fomentaba « las esperanzas arriesgadas de los
<< pueblos insurrectos, por su manejo con los limítrofes. " De
tales hechos deducia esta fórmula : « El objeto mas esencial
« de la negociacion europea es el establecer las relaciones entre
« los gabinetes de Madrid y Rio Janeiro, de modo que se pre
❝ senten como íntima é irrevocablemente unidos de intencion
❝ y de hecho, respecto del sistema que se proponen seguir con
« relacion de los naturales de las colonias americanas . " En
carando la cuestion del sistema que las dos Córtes se proponian
de comun acuerdo para con los pueblos insurrectos, establece
esta proposicion : « Si se admite la necesidad urgente é im
<< periosa de hacer conocer á los pueblos desviados del otro
« hemisferio, la actividad verdadera y la identidad de inten
« cion de las potencias respecto de ellas, se convendrá que
« un acto preliminar desembarazaria toda diferencia terri
<
« torial entre España y Portugal. Este acto sugerido por el
« interés del sosten de la paz, y de los principios sobre la cual
« ella descansa, revestida de formas imponentes, aseguraria á
« SS. MM. Católica y Fidelísima la cooperacion mas unánime,
<< al fin de hacer participar á las vastas regiones del nuevo mun
< do de las ventajas de que goza la Europa, bajo los auspicios
« de las estipulaciones de Viena y de Paris de 1815. Una de
« claracion semejante obraria de golpe muy eficazmente sobre
« el espíritu de los pueblos insurrectos. " Esplanando esta
proposicion, y robusteciéndola con un ejemplo, que era ley, el
gabinete ruso agregaba : " Las potencias, en tiempo del Con
CAPITULO XXXIV 503

❝greso (de Viena,) no ejercitaron sus derechos sobre los paises


« conquistados, sinó estipulando los derechos políticos y civi
« les, que en su justicia y sabiduria juzgaron convenientes.
<<< acordarles. ” Asimilando así la Europa pacificada á la Amé
rica revolucionada, llega á esta conclusion : « Hacer la aplica
❝cion de este mismo principio á las colonias (americanas) por
<< una determinacion espóntanea de sus soberanos , seria hacer
« participar á las vastas regiones del nuevo mundo de las ven
« tajas que goza la Europa bajo los auspicios del Recez de
66 Viena. " Y esplanando mas esta conclusion, termina dicien
do : "Suponiendo que este proyecto de Carta Constitucional,
" destinado separada ó colectivamente á las Provincias insur
" rectas, fuese únicamente reconocido por las Potencias Euro
66
peas que intervengan, como lo mas justo y mejor medio de
“ unirlas á la Madre Patria ; se pudiera creer en ese caso, que
" las cuestiones accesorias de neutralidad, de armisticio, de
CC
cooperacion, de garantia, serian de naturaleza propia para
66
impedir la marcha y el éxito de esta grande empresa ? "
Establecida así la cuestion, el gabinete ruso la reasume en es
tos términos precisos : "La transaccion preliminar llevará en
" nombre de las Potencias interventoras , la oferta de recupe
66
racion, á efecto de hacer que participen las vastas regiones
" del otro hemisferio de las ventajas garantidas á la Europa
" por el Recez de Viena. " (48) Con este antecedente no se
estrañará que el autócrata ruso , no fuese del todo hostil á los
proyectos de monarquia constitucional de la Francia en Amé
rica, conciliando los derechos de la España con la política de la
Santa Alianza.
Halagado por estas esperanzas , Rivadavia formuló una
comunicacion á los representantes de las Altas potencias, á la

48-"Memoria tocante á la cuestion del Rio de la Plata y la pacificacion


de las colonias " [ Moscow, 17 de Noviembre de 1817 ] comunicada por Rivada
via en nota de 19 de Abril de 1818 en Paris, y elevada al Congreso con oficio del
Director Supremo, de 28 de Julio de 1818. - No tenemos conocimiento que haya
sido publicada hasta ahora. -La hemos encontrado entre los documentos del
Arch. secreto del Congreso de Tucumau.
504 HISTORIA DE BELGRANO

sazon reunidas en el Congreso de Aix-la-Chapelle, procurando


interesarlos en la causa de la independencia americana . (49)
En ella decia el diplomático argentino :-" El Gobierno de las
66
Provincias-Unidaş, convencido que la regla de conducta que
" se ha trazado, debia conciliarle la estimacion de los augustos
" soberanos de la Europa, me ha enviado de nuevo los mas ple
" nos poderes con fecha 10 de Setiembre de 1817, á efecto de
66 ser cerca de ellos el órgano legítimo de sus votos. ”
Despues de esta exhibicion de credenciales, esplicaba los
motivos que le habian retraido de hacerlo hasta entónces : " El
<< Congreso que se anunciaba (decia con tal motivo, ) me hizo
" esperar que ningun objeto seria mas digno de su atencion,
66
que el reunir á la América y la Europa por medio de otros
" vínculos que no fuesen los del sistema colonial. La circular
66
publicada algunos meses despues, y que encerraba en límites
" mas estrechos los objetos de que esta augusta asamblea debia
" ocuparse, suspendió la resolucion que habia tomado. Pero
" dos consideraciones, me han aconsejado hacer lo que el deber
" me ordenaba . La primera, es que la nota circular del gabi
" nete de Madrid de 12 de Junio último, publicada despues
" de la relativa á la reunion de Aix-la-Chapelle, establece que
" las bases que ella indica como irrevocables, son conformes
" á las comunicaciones hechas por las altas potencias, cuya
" mediacion solicita . La actitud, las luces, las miras benéficas
" de los soberanos ocupados en este momento de establecer
"los fundamentos de la moral pública, no permiten suponer
66 que hayan podido juzgar una cuestion, en la cual están inte

" resados mas de 20 millones de hombres , sin el conocimiento


" prévio de todas las circunstancias. La segunda considera
" cion es, que la existencia política, la organizacion interna y
" las relaciones esteriores de la mas vasta y mas hermosa

49-En una carta de Rivadavia al general La Harpe, de 16 de Octubre de


1817 cuya copia se encuentra entre los papeles MSS. de D. Valentin Gomez, le
pide ponga bajo los ojos del Emperador de Rusia este documento, adjuntándole
á la vez copia del proyecto de Constitucion de las P. U. y de la correspondencia
entre el General San Martin y el Virey de Lima despues de Maipo. M S.
CAPITULO XXXIV 505

66
parte de la América, no es un negocio particular de la Es
" paña, y que ella interesa al mundo civilizado. " Estableci
das estas premisas hace esta abertura : " Estoy autorizado
" por el Gobierno de las Provincias Unidas para manifestar
" sus deseos y sus votos , á fin de asegurar la paz del mundo ,
" asi como sus relaciones futuras con el antiguo. Las Provin
" cias Unidas despues de muchos años, y Chile mas reciente
" mente, tienen todos los títulos que pueden exigirse de un pais
66
nuevo, pero digno de tener una constitucion nacional. " (50)
Estas consideraciones, que el Abate de Pradt, de acuerdo con
Rivadavia, popularizaba bajo otra forma literaria en Europa,
ejercian principalmente su influencia en la opinion pública
de la Francia . Despues se verá cuales fueron sus conse
cuencias.
Cooperaban á la accion diplomática de Rivadavia, que era
la del mosquito sobre el aspa del buey, otras influencias mas
poderosas, que él mismo no sospechaba. Ya hemos visto cual
era la actitud del Ministro norte-americano en Paris, Gallatin ,
en union con Lafayette, y las seguridades dadas por él, de que
el gobierno de Washington no podia dejar de reconocer la
independencia sud-americana. Esta actitud respondia á una
política firme y deliberada, que hacia frente á la de la Santa
Alianza, escudando con su autoridad moral á las nuevas
repúblicas, que nacian imitando su ejemplo. Esta página
desconocida de la historia de la independencia del nuevo
mundo, ha sido escrita por la pluma de su mas autorizado
defensor.
En 1818 existia como Ministro Plenipotenciario de los
Estados Unidos en Inglaterra, el famoso estadista Ricardo
Rush, que habia desempeñado en su pais el alto puesto de
Attorney y figurado como Ministro bajo la presidencia de Mon

50-Nota de Rivadavia á los plenipotenciarios de las grandes potencias en el


Congreso de Aix-la-Chapelle, en Octubre de 1818. M S.-Hemos encontrado
esta nota en borrador, escrita en francés, entre los papeles de Rivadavia, con cor
recciones marginales de lápiz- Por la carta al general La Harpe, ántes citada,
consta que fué remitida al Ministro de Rusia. M S.
506 HISTORIA DE BELGRANO

roe. (51 ) Lord Castlereagh, que procuraba conciliar los in


tereses comerciales de la Gran Bretaña con los del nuevo mun
do, y sus deberes para con la Santa Alianza sin ponerse en pug
na con el gabinete de Washington, se abrió francamente con
el diplomático norte-americano, y le reveló los objetivos de su
política, así que recibió las primeras proposiciones de la España
con tendencias á una alianza ( Abril de 1818. ) Díjole " que
" deploraba la duracion de la lucha entre España y sus colo
" nias, habiendo hecho cuanto le era posible para ponerle tér
" mino; que no abandonaria este propósito, y que deseaba
66
que la España adoptase una política mas liberal, en vez de la
" estrecha y esclusiva que seguia, entendiendo por esto la
" emancipacion comercial de las colonias, agregando que la
" Gran Bretaña no serviria de instrumento á un arreglo que
" le procurase especiales ventajas escluyendo á los Estados
" Unidos ó cualquiera otra nacion. "
El Ministro norte-americano contestó , que 66 esos mismos
" eran los principios que dirigian invariablemente la política
" de los Estados Unidos ;-Que consideraba la lucha entre
66
España y sus colonias como una guerra civil, perjudicial á
" otras naciones y especialmente á su pais, que mantenia una
" estricta neutralidad ; pero que si las colonias españolas obte
" nian el triunfo, no procurarian ni aceptarian ninguna ventaja
" esclusiva. " Declaró por último : " que al dejar á Was
" hington (en Noviembre de 1817) ningun representante de
" las colonias insurreccionadas habia sido recibido en carácter
" oficial, empero se hubiese rechazado la pretension de la Es
" paña (de la cual los Estados Unidos tenian grandes y justas
66
quejas) de escluir de sus puertos las banderas de Buenos
Aires, Méjico y Cartagena. " (52)
Renovadas estas conferencias, cuando la España solicitó
la mediacion de las grandes potencias por intermedio de la
Gran Bretaña (Julio de 1818 , ) el mismo Rush interpeló á Lord

51 -Véase " New American Cyclopædia " de Appleton, vol. XIV, pág. 213.
52-Rush " Residence etc. 99 ya citado cap. XIII .
CAPITULO XXXIV 507

Castlereagh, sobre sus intenciones respecto á la cuestion sud


americana. El Ministro británico manifestó, que ningun plan
de mediacion habia sido madurado aun entre las grandes
potencias, dependiendo todo de lo que se resolviese en el Con
greso de Aix-la- Chapelle, dándole conocimiento de toda la
correspondencia que sobre este asunto habia mediado. Rush,
despues de leer los despachos sobre la proyectada mediacion y
la manifestacion de la Gran Bretaña ante las potencias media
doras, (tendente á buscar un arreglo entre las colonias y la ma
dre patria, sobre la base de la libertad comercial, reintegrando
á la España en su antiguo dominio, segun se esplicó antes, )
declaró formalmente, que, las miras de su gobierno eran
" que las colonias americanas se emancipasen completamente
" de la madre patria, y que era su opinion que la lucha no
" podia terminarse de otro modo. Que los Estados- Unidos
" no tomarian parte en ningun proyecto de mediacion, que no
" tuviese por base la emancipacion de las colonias americanas,
" y que esta resolucion habia sido tomada despues de una ma
" dura reflexion, estando él obligado á comunicarle con toda
66
franqueza al ministro de la Gran Bretaña, esperando que su
" política coincidiese con tales miras. "-Lord Castlereagh,
visiblemente contrariado por esta firme y tranquila resolucion,
procuró sin embargo comprometer al Ministro Norte americano
á prestar su concurso á la Europa en lo relativo á la mediacion,
no obstante reconocer que los Estados -Unidos tenian en la
lucha sud-americana diferentes relaciones y mayores intereses.
Rush le significó en términos esplícitos, " que ninguna razon
" haria cambiar la política de los Estados-Unidos con relacion
" á las colonias sud-americanas en insurreccion contra la Es
" paña, " con lo cual se cerró perentoriamente la conferen
cia . (53)
Para no dejar trunca esta hermosa página de la diploma
cia norte-americana en pugna con la política de la Santa
Alianza europea, diremos, que en Febrero de 1819 , el ministro

53-Rush " Residence etc. "" cap. XVII.


508 HISTORIA DE BELGRANO

Rush dió lectura á Lord Castlereagh de un despacho, relativo


á la mediacion entre España y sus colonias de que se habia
tratado en Aix-la-Chapelle. En él se esponian los progresos
que habian hecho los nuevos Estados hispano-americanos en
el sentido de una existencia independiente, que abria campo
á las esperanzas, y acercaba el tiempo en que el gobierno bri
tánico y las potencias europeas, así como la España , los recono
ciesen en el rango de las naciones, declarando por conclusion,
que respecto de Buenos Aires, el Presidente de los Estados
Unidos habia resuelto dar su exequatur á un cónsul general
nombrado por el gobierno de este nuevo Estado, y que estaba
resuelto á reconocer de cualquier modo la independencia , en el
caso de que, en el intertanto nada ocurriera que pudiese justi
ficar el aplazamiento de sus intenciones.
Lord Castlereagh, aunque sorprendido por esta formal
declaracion, no fué ménos esplícito por su parte. Dijo que
en ninguna ocasion habia emitido conceptos que hicieran sos
pechar que el gobierno inglés estuviese inclinado , aun en el
fondo, á participar de las miras de los Estados-Unidos res
pecto al reconocimiento de la independencia de las colonias
hispano-americanas. " La Gran Bretaña agregó, ha deseado
66
ver terminada la controversia entre España y sus colonias, y
" ha hecho en tal sentido lo posible, pero siempre sobre la ba
" se de la restauracion de la supremacia de la España, con un
" mejor plan de gobierno, especialmente, respecto de los inte
66 reses comerciales de las colonias. Este modo de terminar

" el conflicto, además de ser el que señalan á la Inglaterra las


" relaciones que existen entre ella y España , será el mejor para
" ambas partes en lucha, porque los elementos para un go
" bierno propio (self governement) no parecen existir en ellas,
" y esto hace imposible prever si serán capaces de sostenerse
66
como naciones independientes, ya respecto de su propia fe
" licidad y prosperidad, ya en relacion á los principios que
66
podrian afectar respecto de los otros pueblos . " Por último
agregó : " La intervencion de la fuerza, como medio de lo
66
grar tal fin, es cosa que la Inglaterra ha rechazado siempre :
" el consejo y el poder moral son los únicos medios que deben
CAPITULO XXXIV 509

66
emplearse, y que el gobierno inglés ha empleado, aunque
CC
desgraciadamente lo reconoce, sin resultado práctico , siendo
" esta la única base sobre la cual habia convenido tomar parte
" en la mediacion , que el Congreso de Aix-la-Chapelle ha to
" mado en consideracion (en 1818. ) Nada se ha realizado ; la
66
España parece insistir en continuar la guerra con sus propios
" recursos , y alimenta la esperanza de llevarla á término segun
" sus propias miras. "
Como una concesion al ministro americano, Lord Castle
reagh manifestó en esta ocasion , «que Buenos Aires era entre
"todas las colonias insurreccionadas, la que habia dado mejo
66
res pruebas de su capacidad para existir como nacion inde
"pendiente, y cuyo comercio tenia mas importancia en el
" presente y en el porvenir. " (54 ) El resultado de esta in
tervencion diplomática de los Estados- Unidos en Europa, con
relacion á la independencia sud-americana, fué el abandono
del proyecto de mediacion en favor de la España, preparando
así la política que muy luego siguieron los Estados Unidos, y
mas tarde la misma Gran Bretaña bajo el ministerio de Can
ning, sucesor de Castlereagh.
Simúltaneamente con estos eficientes esfuerzos de la Eu
ropa (Enero de 1819 ) , Lafayette, de acuerdo con el Ministro
de Washington en Paris, Gallatin, abogaba por los mismos in
tereses cerca del gobierno francés, poniendo en contacto á Ri
vadavia con el Marqués de Dessolles á la sazon ministro de
negocios estrangeros de Luis XVIII. Con tal motivo escribia
este : " Cuando me tomo la libertad de dar un consejo al Mi
" nistro de negocios estrangeros , presidente del Consejo, hay
" tal vez el derecho de preguntarme, porque me mezclo en es
"to (de quoi je me mêle.) Igual interrogacion me fué hecha
" hace cuarenta y dos años á propósito de la América del Nor
" te." El héroe de dos mundos, como le llamó despues el poe
ta , terminaba su carta anunciando la visita de Rivadavia y
agregaba por via de postdata, que toda oposicion que se hiciese.

54 " The court of London, from 1819 to 1825 " by Richard Rush. Cap. I.
510 HISTORIA DE BELGRANO

á la independencia del nuevo mundo, podria aflijir á la huma


nidad, pero no ponerla en peligro. ( 55 )
En la noche del 19 Enero de 1819 tuvo Rivadavia su pri
mera conferencia con el marqués Dessolles. El diplomático
argentino, con la conviccion de que estaba animado, y con la
grandi -elocuencia que le era propia, abrió al Ministro francés
nuevos horizontes, vinculando la causa de la América con los
destinos políticos y comerciales de la Francia, bajo los auspi
cios del liberalismo inaugurado por ella, que representaba su
ilustre introductor. Dessolles, que era un hombre impresio
nable, de cortos alcances políticos y sin ascendiente en el gabi
nete de que formaba parte, parece que abundó en el mismo
sentido que Rivadavia; pero todo ello no pasó de conversacion.
Rivadavia, sin embargo, dió á esta conferencia mayor trascen
dencia de la que realmente tenia, y presentó á su gobierno co
mo un plan político de la Francia , la idea de una monarquia
constitucional en América, aceptada por las grandes potencias
y sostenida por ellas . (56)

55-Carta de Lafayette á Dessolles, de 19 de Enero de 1819. En ella se


dice: " Mr. Rivadavia, á quien conduciré esta noche á casa del Ministro Presi
66
dente, está autorizado para estipular en nombre de su gobierno condiciones del
66 mas alto interés. " (MS. papeles de D. Valentin Gomez. )
56-Faltan los documentos para entrar en pormenores precisos sobre los
orígenes de esta negociacion; pero ellos constan de otros documentos correlativos.
Este era el plan á que Rivadavia se referia en su nota al Director de 15 de Fe
brero de 1818, que figura en extracto entre los papeles de don Valentin Gomez, y
á él se refieren las instrucciones de que este fué munido en su mision á Francia.
Además, en la correspondencia entre el Enviado de Chile, Irisarri, y Gomez
(que original existe entre los papeles MSS. de este) consta que Rivadavia dió
mayor importancia de la que realmente tenian á las manifestaciones de Dessolles
de donde provino la posicion falsa en que Gomez se encontró ante el gabinete
francés segun lo manifestó él mismo oficialmente, como se verá despues.— (MSS.)
CAPITULO XXXV

LA DIPLOMACIA DE LA REVOLUCION

( CONTINUACION DEL ANTERIOR )

1817-1818

Negociacion del Rio de la Plata con los Estados Unidos, y sus resultados-Si
tuacion militar de la Banda Oriental-Negociaciones del Director con Ri
vera y Otorgués -Anarquía de la Banda Oriental- Negociacion secreta en
tre los orientales disidentes y Lecor, y sus resultados- Traslacion del Con
greso á Buenos Aires -Mutacion política-Negociaciones de Garcia en Rio
Janeiro-Proyecto de tratado entre las Provincias Unidas y el Brasil-El
Congreso lo aprueba con modificaciones-La Diplomacia Argentina en Rio
Janeiro y Europa-Correspondencia entre el Director y Pueyrredon y el
Gobierno del Brasil- Se establece entre ambos paises el statuo quo de 1812
Accion del Brasil en Europa con relacion á la independencia de América
-Proyecto de monarquía como solucion de cuestiones pendientes - Mision
de don Valentin Gomez á Francia, sus negociaciones y ulterioridades—
Complemento histórico.

Al mismo tiempo que se buscaba una solucion política


cerca de los gobiernos del viejo mundo, el Congreso procuraba
estrechar directameute las relaciones con la gran República de
los Estados Unidos , ordenando al Director las cultivase con
preferencia. Al efecto, fué acreditado cerca de esta nacion
D. Manuel Hermenegildo Aguirre, con el doble objeto de re
cabar de ella el reconocimiento de la independencia argen
tina y decidir á su gobierno en favor de los intereses america
512 HISTORIA DE BELGRANO

nos. ( 1 ) El Enviado Argentino, recibido confidencialmente, hizo.


presente, que al propender á tales objetos, no aspiraba á com
prometer las relaciones políticas de los Estados Unidos con la
España. A esto se le contestó por el Presidente Monroe, que
" de hecho eran amigos los americanos del Sud y del Nor
" te; " pero que el reconocimiento de su independencia debia
ser materia de una deliberacion pública del Congreso, asegu
rándole que simpatizaba con su causa y ofreciéndole una pro
teccion indirecta y disimulada.
D. Manuel H. Aguirre, que llevaba tambien credenciales
del Gobierno de Chile, manifestó al Ministro de Monroe, el
plan que ambos gobiernos habian concertado para espedicionar
sobre Lima, y la necesidad que para ello tenian de cuatro bu
ques de guerra á fin de dominar el mar Pacífico . El gobierno
americano contestó á esto, que estaba en plena paz con la Es
paña, que en consecuencia habia resuelto mantenerse neutral
entre la metrópoli y sus colonias, admitiendo ambas banderas
en sus puertos, y que por lo tanto, no podia franquear los bu
ques que se le pedian ; pero que permitiria y protejeria la
construccion, compra y equipo de ellos, como una especulacion
mercantil tolerando su salida con todo género de armamento
y tripulaciones. Al mismo tiempo le comunicó que el Gobierno
de los Estados Unidos , con el objeto de afirmar mas las relacio
nes y establecer una negociacion sólida y durable, iba á enviar
un buque de guerra, llevando á su bordo una comision, con el
encargo de informarle sobre el estado de la América del Sud. (2)
La comision anunciada por Aguirre, compuesta de los
señores Grahan y Rodney llegó á Buenos Aires á principios de
1818, y los informes que ellos trasmitieron á su gobierno de
cidieron el reconocimiento de la independencia argentina por
su hermana mayor la República de los Estados Unidos. (3)

1-Credencial de 28 de Abril de 1817. M: S. del Arch. Sec. del C. de T.


2-Of. de Aguirre al Director, de 30 de Julio de 1817. M S. del Arch. Sec.
del C. de T.
3-Véase "The Reports of the present state of the " United Provinces ;
drawn up by Rodney and Graham " y Brackenridge (secretario de la mision)
CAPITULO XXXV 513

Mientras el mundo europeo se agitaba con motivo de la


invasion portuguesa á la Banda Oriental, y la diplomacia argen
tina oscilaba en el vacio persiguiendo un fantasma coronado,
á la vez que iniciaba sus relaciones con los Estados-Unidos ,
los orientales continuaban combatiendo por su independencia.
No obstante sus derrotas, habian impedido que el enemigo
consolidase su dominacion sobre el pais, interceptando segun
dijimos ántes, á los dos ejércitos invasores. Por este medio,
consiguieron formalizar el bloqueo terrestre de Montevideo,
mientras Artigas, con su cuartel general en la Purificacion
(Hervidero) hacia nuevas reuniones, para volverlas á perder
en nuevas derrotas. Mandaba el asedio de Montevideo, bajo
la direccion superior del delegado Barreiro el comandante D.
Frutos Rivera, con quien inmediatamente se puso en comuni
cacion el Director, suministrándole algunos ausilios bélicos .
Con esto motivo procuró atraerlo á la causa de la union, y ya
estaba algo adelantada la negociacion , cuando la derrota del
Catalan obligó á Rivera á acudir con parte de sus fuerzas en
ausilio de Artigas . (4)
Sucedió á Rivera en el mando del asedio el siniestramen
te famoso don Fernando de Otorgués, quien asumió el mando
en gefe. Era este hombre una especie de bestia feroz . Su
tez blanca y su cabello rúbio, acusaban como su apellido, su
orígen exótico . Habia sido labrador de los alrededores de
Montevideo, y fué uno de los primeros que se alistó bajo la
bandera revolucionaria. No tardó en señalarse por su valor y
su fria crueldad , adquiriendo ascendiente sobre las masas y
siendo respetado hasta por el mismo Artigas, á quien aspiraba
á suplantar, y que le dejaba cierto grado de libertad . Vestia
chaqueta colorada y bota de potro, y en los combates peleaba
con lanza en mano . Rodeábale siempre una banda de sica
rios, y era para él crímen digno de muerte, ser español, porte

"Voyage to South América, performed by order of the Américan Governement


en the years 1817 and 1818 in the frigate Congress. "
4-Carta de Pueyrredon de 25 de Febrero de 1817. MS . autógrafos en nues
tro archivo.
33
514 HISTORIA DE BELGRANO

fio ó portugués. Durante la guerra de 1814 á 1815 con los


porteños, habia hecho castrar una partida de argentinos que
tomó prisionera, en venganza de que el jefe enemigo le habia
quitado una querida . En los bailes á que concurria , hacia apa
gar las luces con sus seides, para apoderarse como de una presa
de la muger que habia despertado su brutal concupiscencia.
Mientras fué Gobernador de Montevideo en 1815, tenia dos
satélites, que representaban en las calles su voluntad . Uno de
ellos , un mulato Gay, era el que haciendo poner á los españoles
en cuatro patas , los montaba con espuelas y rebenque y se pa
seaba de este modo sobre ellos por las calles. Su cabalgadura
habitual era un lego de San Francisco, al cual hacia besar el
trasero por las mujeres tildadas de godas, que salian de oir
misa de la Iglesia. El otro, un tal Castillo, estendia la ban
dera española sobre el muelle, y los españoles que no la pisa
ban y escupian, eran cruelmente azotados en el acto, atados á
uno de los pilares . En una ocasion un soldado de su escolta
pretendió violar á una señora distinguida en media calle. In
dignada , llevó inmediatamente su queja al Gobernador . Este,
despues de oir la narracion, esclamó jocosamente : " P... como
estaria de caliente el chino !" y esta fué su sentencia . Cuando
su secretario le llevaba á firmar el despacho, lo convidaba con
un vaso de caña, y continuaba bebiendo sin comprender lo que
le leian . (5 ) Este era Otorgués, cerca del cual despachó el
Director Supremo de las Provincias Unidas un emisario, con
el objeto de continuar la negocion iniciada con Rivera . Otor
gués contestó manifestando sus buenas disposiciones en el sen
tido de la union, declarando que estaba pronto hasta á pasar

5-La tradicion ha conservado estos hechos, que son populares. Para cer
ciorarnos de ellos hemos consultado á varios contemporáneos, y recojido informes
verbales de D. Lucas José Obes y D. Atanasio Lapido, que fueron sus secreta
tarios ; de D. Santiago Vasquez, que le conoció íntimamente ; de D. Francisco
Joaquin Muñoz, que se hallaba en Montevideo, cuando él era gobernador ; de
D. Juan Manuel La Sota y D. Julian Alvarez que recojieron todas estas anéc
dotas de boca de testigos presenciales ; del general D. Cárlos San Vicente que
sirvió con él, limitándonos á estos testimonios de Orientales ; á quienes muchas
personas que aun viven, les han oido referir estos y muchos otros hechos atroces.
CAPITULO XXXV 515

en persona á Buenos Aires á fin de sellar la paz . Aunque esta


correspondencia se prolongó por el espacio de mas de ocho
meses, no llegó á producir resultado. (6)
El Director, al abrir negociaciones con Rivera y Otorgués,
se proponia, no tanto robustecer el poder de los Orientales,
cuanto debilitar el poder de Artigas, que consideraba peligroso
para la paz de las Provincias Unidas. Temia y con razon ,
que aun vencido, trataria de llevar la guerra á la banda occi
dental fomentando la anarquia , así es que, á la vez que promo
via insurecciones en el Entre -Rios para sustraer de su domina
cion este territorio, procuraba poner á sus principales tenien
tes en pugna con él, fomentando al mismo tiempo la desercion
en sus filas. (7) En este sentido, la barbarie de Artigas hizo
mas que la habilidad de la diplomacia turbia del Director .
Los males de la guerra no eran nada, en comparacion de
los que producia la bárbara tirania del caudillo oriental, y las
iniquidades de sus tenientes. Pero donde se hacian sentir

6- El emisario de Pueyrredon fué el mayor D. Adrian Eusebio Mendoza,


y el de Otorgués, el capitan de buque Luis Escofiet. La carta de Otorgués,
con fecha 12 de Abril de 1817, se conserva original en el Archivo General en
66
un legajo que lleva el título de “ Reservados “ juntamente con dos contestaciones
en borrador de Pueyrredon de 27 de Abril y 14 de Diciembre de 1817. MSS.
7 -En 18 de Enero de 1817 escribia Pueyrredon á San Martin : " No pue
" de haber un vecino mas perverso que Artigas : ha decretado hacer la guerra
، . á esta capital cualquiera que sea su suerte con los portugueses . Su intento
66 principal es introducir el desórden en la banda Occidental. " En 24 de Enero
volvia á escribir : Artigas despues de su total destruccion en su territorio.
" intenta venir, alborotar la campaña y hacernos la guerra. Este hombre corre
" por un precipicio y yo me preparo á todo. No contento con haber perdido el
" oriente quiere concluir con el occidente del Rio de la Plata. " En 24 de Febrero
decia: " Artigas estaba en el Hervidero haciendo nuevas reuniones para hacer sin
" duda nuevos sacrificios. Me estoy entendiendo con Frutos Rivera. " En 9 de Di
ciembre le anunciaba : " Ereñú ya está en movimiento contra Artigas, y espero
" muy pronto que lo estará el Entre- Rios . " El 24 del mismo agregaba : “ Ya
" se rompió el baile en la Banda Oriental. Ereñú negó su obediencia á Artigas. ”
Por estos estractos se comprueba, que el Director Pueyrredon al pedir 2,000 hom
bres á San Martin al mismo tiempo que promovia la insurreccion del Entre- Rios,
no era con el ánimo de hacer guerra á los portugueses, con quienes muy luego
ajustó una especie de alianza ofensiva y defensiva contra Artigas, sinó por el
contrario hacer la guerra al último [ MSS en nuestro archivo. ]
516 HISTORIA DE BELGRANO

estos males en toda crudeza, era en la línea del sitio de Mon


tevideo mandada por Otorgués. En vez de dar impulso á la
guerra, este caudillejo , se ocupaba principalmente en asolar el
pais por medio de espoliaciones, fomentando las rapiñas de sus
subalternos, alimentando con ellas un puerto que habia habili
tado en los Cerrillos, y especulando con los ganados para surtir
de víveres á la plaza enemiga, vendiendo los permisos por
segunda mano. Los orientales, hostigados por esta barbarie
sin prevision, sin caridad y sin moral, preferian el yugo blando
del estrangero al del tirano y de los tiranuelos que los ator
mentaban ; así es, que fueron ellos mismos los que entregaron
á una escuadrilla portuguesa la importante plaza de la Colonia,
pasándose en masa todas las milicias del departamento. (8)
Los oficiales orientales de alguna educacion que hasta entonces
habian militado bajo la bandera de Artigas, sentian sublevarse
su conciencia ante aquel espantoso desórden, que anticipando
la ruina y el deshonor del pais, debia terminar necesariamente
por una vergonzosa derrota.
Entre los gefes que se hallaban á órdenes de Otorgués,
encontrábase el coronel D. Rufino Banzá ,. á la cabeza de un
batallon de 600 negros libertos, con tres piezas de artilleria,
que constituian el núcleo y el nervio del ejército sitiador de
Montevideo. Bauzá era un jefe de órden, que habia servido
con distincion en el ejército de Artigas, señalándose en el
combate de los Guayabos en que fué derrotado Dorrego y que
decidió de la dominacion argentina en el territorio oriental en
1814. Desengañado al fin, que la causa personal de Artigas
no era la do patria, y que " su tirania los barbarizaba ; que no
era posible fundar el órden con hombres que lo detestaban por
profesion ; que los sacrificios que se hacian en la lucha contra
los portugueses, eran estériles por falta de buena direccion, " se
puso de acuerdo con varios oficiales orientales que pensaban del
mismo modo, y ofrecieron sus servicios y su sangre al Director

8- Véase " Memoria de los sucesos de armas de los orientales " (por Rivera
y Obes) pág. 330 y 331 en la Col. Lamas.
CAPITULO XXXV 517

Supremo de las Provincias Unidas, allí donde ellos fuesen mas


útiles en defensa de la libertad. " (9) El Director aceptó este
espontáneo ofrecimiento, y en la imposibilidad de proteger su
embarque, les indicó la idea de dirigirse á Lecor, poniendo el
batallon de libertos bajo la proteccion de un Bando espedido
por el general portugues en que se declaraba , que los negros
esclavos que hubieran tomado las armas con Artigas y se pre
sentasen en los pueblos de su mando, serian tratados como
hombres libres y no como prisioneros ; previniéndoles á la vez
garantiesen su paso hasta Buenos Aires con armas y bagajes.
(10) Al efecto, se pusieron en comunicacion con D. Nicolás
Herrera, asesor de Lecor, y por intermedio del Mayor Monjaime
y del Capitan D. Manuel Oribe (tan siniestramente famoso
despues, ) se negoció un convenio en los términos indicados por
el Director, con la condicion, que, los gefes y oficiales se com
prometieran á no tomar armas contra el ejército portugués,
durante el término de seis meses. ( 11)
Segun lo convenido, en los primeros dias del mes de Octu
bre el batallon con su artilleria se aproximó á la línea del sitio,
y en circunstancias de hallarse de servicio, penetró hasta las
avanzadas portuguesas, donde fué amistosamente recibido ,
entregando en depósito sus caballos , fusiles y cañones , los
cuales les fueron devueltos al tiempo de embarcarse en un
buque portugués, con destino á Buenos Aires. Interrogados
Bauzá y Oribe de los motivos que habian tenido para tomar
aquella resolucion, contestaron, " que no querian servir á las
" órdenes de un tirano, como Artigas, que vencedor redu
" ciria al pais á la barbarie, y vencido lo abandonaria . " Se
mejante respuesta dió á conocer á los portugueses, que los
orientales que abandonaban su patria, no perdian la esperanza

9--Todas las palabras señaladas entre comillas, son testualmente copiadas


de una nota de Bauzá al Director Pueyrredon, de 7 de Octubre de 1817, y en ella
están consignados los pormenores que siguen. M S. del Arch. Sec. del C. de T.
10-El Bando de Lecor es de 9 de Julio de 1817 y se publicó en hoja suelta.
11 -Acta de Lecor, de 29 de Setiembre de 1817. M S. del Arc . Sec. del
Cong. de Tuc.
518 HISTORIA DE BELGRANO

de rescatarla del dominio estrangero. (12 ) Como esto, solo


podian alcanzarlo algun dia, haciendo causa comun con la
Nacion Argentina, resistieron noblemente á las seducciones
que se pusieron en juego para atraerlos á las banderas portu
guesas, y siguieron su viaje, siendo fielmente cumplido el con
venio. Recibidos en la capital de la República con el amor y
los honores debidos á hermanos de armas, ( 13) que en epoca
no lejana habian de reconquistar unidos la Banda Oriental
bajo la bandera republicana, ingresaron á la comunidad argen
tina, preparando con este acto el advenimiento de su indepen
dencia.
Habia sucedido que, al tiempo de firmarse el convenio,
que consistia en un documento firmado por Lecor garantiendo
lo pactado verbalmente, los portugueses pusieron un año en
vez del término de seis meses, por el cual los Orientales se
comprometian á no hacer armas contra ellos. Bauzá reclamó,
y se le satisfizo diciéndole, que era una equivocacion que se en
mendaria al firmar los oficiales el compromiso. Puesto esto
en conocimiento del Director, hizo contestar por su Ministro
de la Guerra, que se insistiese en ello, « bien que, (agregaba,)
« viniendo ese batallon á Buenos Aires será muy remoto el ca
so á que se refiere el compromiso . " ( 14) Por esto se vé,
que la ráfaga guerrera del Director habia pasado, y que el vien
to soplaba del lado de la paz con el Brasil. En efecto , al mis
mo tiempo que Bauzá negociaba con Lecor el paso de tropas
por Montevideo, acogiéndose á los edictos contra los cuales
habia protestado ántes el Director, el Enviado Argentino en
Rio Janeiro negociaba con el Gobierno del Brasil un tratado
de paz y amistad, una liga ofensiva y defensiva contra Artigas,
y una alianza eventual contra la España.

12-"Memoria" de un oficial de la marina brasilera, [ Sena Pereyra ] pág.


347, Col. Lamas.
13-Notas de 14 y 15 de Octubre de 1817 del Ministro de la Guerra D. Ma
tias Irigoyen á Bauzá y Monjaime. M S. del Arch. Sec. del C. de T.
14- Of. del General Irigoyen á Bauzá, de 15 de Junio de 1817. M S. del
Arch. de Tucuman.
CAPITULO XXXV 519

Mientras en el Rio de la Plata se desenvolvian los sucesos


que quedan relatados , D. Manuel José Garcia continuaba con
teson y con éxito en Rio Janeiro, sus trabajos diplomáticos. Al
principio, y no obstante la consideracion que en aquella corte
se le dispensaba, encontró dificultades para arribar á puntos
definidos , salvo las protestas que verbalmente se le hacian.
Muerto en Enero de 1817 el Marqués de Aguiar, que como
gefe del partido portugues no queria contraer compromisos
formales en América, entró á reemplazarle el Conde da Barca,
gefe del partido americano, segun se esplicó ántes. Desde este
momento todo fué llano para Garcia, y en Abril del mismo año
pudo convenir confidencialmente en el ajuste de una serie de
artículos complementarios del armisticio de 1812 , que el Brasil
se comprometió á aceptar por su parte luego que obtuviesen la
aprobacion del gobierno argentino, que habia tomado la inicia
tiva. ( 15 ) Apénas convenidos estos artículos , falleció á su
vez el Conde da Barca en Junio de 1817 , quedando la negocia
cion algun tanto paralizada. Coincidieron con estos incidentes,
nuevas instrucciones del Congreso, que el Director ya mas re
conciliado con Garcia, se apresuró á trasmitir á este . Segun
ellas, debia el Enviado no apresurarse á contraer ningun com
promiso con el Brasil, manteniendo entre tanto la buena armo
nia entre ambos gobiernos. ( 16)
En tales circunstancias, fué repentinamente llamado Gar
cia en altas horas de la noche por el Ministro de Relaciones
Esteriores, con el objeto de comunicarle un despacho con que
el nuevo Embajador español, el Conde de Casa Flores, habia
abierto su correspondencia oficial. Era un verdadero ultima
tum en términos agresivos. En él exigia, 1. ° Que el Rey de
Portugal reconociese públicamente la soberania española en
las posesiones invadidas de la Banda Oriental ; 2.° Que se com

15-Memorandum de Garcia anexo á un oficio del mismo, al Ministro Tagle,


de 18 de Julio de 1818. ( Papeles de D. Valentin Gomez en el archivo del Dr.
Roque Perez ) MSS .
16-Of. del Director al Congreso de Diciembre 1º de 1817. MS del Arch.
sec. del Cong. de Tuc.
520 HISTORIA DE BELGRANO

prometiese á entregar este territorio cuando le fuera pedido ; 3.º


Que mientras S. M. C. no tomara posesion de el, se recibiese
en Montevideo un gobernador que enarbolase allí el pabellon
español. Terminaba declarando , que de no aceptarse estas
condiciones, la guerra seria inevitable ; y por conciliacion,
proponia una alianza ofensiva contra los rebeldes sud ameri
canos. ( 17)
Por muy indirectas que hubiesen sido las negociaciones
entre Bauzá y Lecor con respecto al Directorio, ellas importa
ban una separacion de la causa argentina con la que Artigas
sostenía en la Banda Oriental. En el hecho de acoger el go
bierno argentino un batallon desertor de las filas del caudillo,
bajo la proteccion de la bandera portuguesa, reconocia en Ar
tigas un enemigo comun, y cuando menos , la neutralidad que
de hecho habia proclamado el Brasil . Esto indicaba, ya que
no una contramarcha política, por lo menos una mutacion, en
abierta contradiccion con las protestas públicas hechas por el
Director. En efecto , el gobierno argentino, despues de salvar
respecto de la Banda Oriental sus derechos para el futuro por
medio de la protesta, y su decoro ante el pueblo por medio de
manifestaciones bélicas , procuraba precaverse contra las agre
siones de Artigas, manteniéndose entre tanto en paz y amistad
con los portugueses .
Ademas de que esta era la política fatal que los aconteci
mientos imponian, varias causas contribuian á fijarla . Antes
que estos sucesos se desenvolviesen, el Congreso de Tucuman
se habia trasladado á Buenos Aires, abriendo en la capital
sus sesiones el 12 de Mayo de 1817 , y como se sabe, la política
del Congreso era cuando menos favorable al mantenimiento
del tatu quo respecto del Brasil. Simultáneamente con este
hecho, el Director Supremo habia modificado su gabinete, lla
mando á ocupar el puesto de Ministro de Relaciones Esteriores
al Dr. Tagle. Este nombramiento indicaba que el viento se

17-Carta de Garcia al Director Supremo, de 11 de Octubre de 1817 á media


noche. MS. del Arch. sec. del Cong. de Tuc.
CAPITULO XXXV 521

fijaba del lado de la paz de hecho con los portugueses, siendo


una consecuencia inmediata de esto, contemporizar con la ocu
pacion de la Banda Oriental y hacer causa comun con ellos
contra Artigas , considerándolo como enemigos de ambos y del
género humano. A este propósito respondian los trabajos de
Garcia en Rio Janeiro, con los cuales estaba de acuerdo en gran
parte el Dr. Tagle, y que entónces no habian sido ni abierta
mente aceptados ni decididamente contrariados por el Direc
tor ni el Congreso. Circunstancias que sobrevinieron les acon
sejaron aceptar el nuevo plan de Garcia, quedando desde en
tónces uniformada la política de los poderes públicos, con un
gabinete y una diplomacia compacta .
Juntamente con el proyecto de tratado y las anteriores.
noticias trasmitidas por Garcia, recibió el gobierno argentino
una carta de uno de sus agentes secretos en Cádiz anunciándo
le que la espedicion proyectada contra el Rio de la Plata , es
taba á punto de realizarse, y que en Lisboa se hallaban 35 fra
gatas (lo que no era cierto) prontas á embarcar mas de 10,000
hombres de tropas portuguesas con destino al Brasil. ( 18 )
El Director Pueyrredon y su consejero el Dr. Tagle, se
alarmaron profundamente, y el primero se dirigió al Congreso
por medio de una nota, pidiendo con urgencia la aprobacion
del convenio confidencialmente ajustado en estado de proyecto .
" Ha llegado el momento (decia el Director al Congreso) en
66 que, de no estrechar con
nuevos vínculos las relaciones sub
" sistentes con el Brasil, es inevitable una ruptura, que será
“ igualmente funesta á las dos partes . ” —Refiriéndose al ajuste
proyectado decia: "Podemos lisongearnos de conseguir una
" transaccion en las actuales circunstancias , de que no nos des
" deñariamos entre las embriagueces de mejores tiempos. El
" proyecto incluso será sustancialmente admitido por la Córte
" del Brasil, y yo suplico á V. Sob. quiera considerar la impor
" tancia que adquieren las Provincias, casi identificando sus in

18-Carta fechada en Cadiz el 3 de Agosto de 1819, anexo al of. del Direc


tor de 19 de Diciembre ya citado . MS . del Arch. sec. del C. de T.
522 HISTORIA DE BELGRANO

" tereses con los de un Monarca, cuya sola vecindad era consi
" derada como un peligro. " Ligando la espedicion española
de Cádiz con la intimacion del Conde de Casa Flores, incul
caba mucho el Director, que de no aceptarse el proyecto,
la Corte del Brasil, no esperando nada de las Provincias Uni
das, se entendería con la de España, y se pondria de acuerdo
con las grandes potencias euopeas para empeñarlas en sofocar
la anarquia de los nuevos gobiernos americanos , invocando el
mismo pretesto que para su agresion á la Banda Oriental, ter
minando con estas angustiosas palabras : " Calcule V. Sob. el
" peligro que va á correr en la demora, y sea bajo el cierto prin
" cipio de que, esta ocasion desperdiciada, se escapa para
" siempre. No venga á suceder, que prestado el advenimien
" to por parte de S. M. F. como lo esperamos , se niegue la ra
"tificacion por parte de las Provincias que han tomado la ini
" ciativa, lo que seria monstruoso. Hago á V. Sob. misma, juez
" de la necesidad , á que no podemos sustraernos de establecer
" estos nuevos pactos . " (19)
Veamos ahora cual era el convenio ajustado por Garcia.
El era condicionalmente secreto en todas sus partes; pero esta
ba calculado para poder dar publicidad á algunos de sus artí
culos, como complementarios del armisticio de 1812. Corres
pondian á este número los artículos 1 °. 2 °. 4° . 5° y 11 en que se
estipulaba 1 °. La libertad de los súbditos internados por el
Director á Lujan ; 2°. La declaracion por parte del Brasil de
que la ocupacion de la Banda Oriental en persecucion de Arti
gas, no tenia otro objeto que su propia seguridad , sin pretender
deducir de este acto derecho alguno de dominio , ni ménos de
conquista, comprometiéndose á transar amigablemente con la
autoridad de las Provincias Unidas los términos de su desocupa
cion ; 3°. La indemnizacion y devolucion recíproca de las pre
sas capturados desde 1812 ; 4°. La declaracion de que el ar
misticio de 26 de Mayo de 1812 , quedaba en toda su fuerza y

19-Oficio del Director al Congreso, de 19 de Diciembre de 1817. MS. del


Arch. sec. del Cong. de Tuc.
CAPITULO XXXV 523

vigor ; 3°. El compromiso de que, en el caso de renovarse las


hostilidades, el rompimiento del armisticio seria oficialmente
notificado con seis meses de anticipacion.
Por los artículos absolutamente secretos, se estipulaba :
1 ° La obligacion por parte del gobierno argentino de retirar
todas las tropas y municiones que hubiese enviado en socorro
de Artigas, comprometiéndose á no prestarle ninguno en lo
sucesivo, y á no admitirlo á él ni á sus partidarios en el terri
torio de la banda occidental ; y, caso que entrasen, y no tuviese
medios de espulsarlos , solicitar al efecto la cooperacion de las
tropas portuguesas, en la proporcion cuando ménos de una
tercera parte de las suyas, correspondiendo el mando al jefe
argentino en su territorio ; 2° Que la línea del Uruguay, seria
la línea provisional de demarcacion entre el Brasil y las Pro
vincias Unidas, con arreglo al armisticio de 1812 , quedando
comprendidos espresamente dentro de ellos por la parte argen
tina, los territorios del Paraguay, Corrientes y Entre -Rios ; 3°
Obligacion recíproca para ambas partes, de no hacer ni permi
tir tentativa alguna que, directa ó indirectamente, pudiese
perjudicar la mútua tranquilidad ; 4° Promesa por parte del
Brasil, en reciprocidad de lo anterior, de no emprender nada
contra las Provincias Unidas, ni aliarse con enemigos suyos,
ni prestarle municiones, víveres ni otro género de ausilios y ni
aun á permitirles paso ó puerto en sus dominios ó territorios
ocupados por sus tropas ; 5 Libertad recíproca de comercio
y navegacion entre ambas partes, con esclusion de los rios in
teriores , salvo el caso de que los portugueses penetrasen á ellos
en persecucion de Artigas y sus partidarios ; 6° Compromiso
de entregar recíprocamente los criminales y desertores, con
sujecion al derecho de gentes entre neutrales ; 7° Declaracion
de que los artículos convenidos producian el efecto de un
solemne tratado de paz ; 8° Que en consecuencia, en el caso
de un rompimiento del Portugal con la España, se estipulaba
una alianza eventual entre ambas partes contratantes, la que
seria publicada juntamente con el reconocimiento solemne de la
independencia de las Provincias Unidas por parte de S. M. F.;
9° Compromiso espreso de guardar por ambas partes un sigilo
524 HISTORIA DE BELGRANO

inviolable respecto de lo estipulado, obligándose los dos gobier


nos de un modo solemne, comprometiendo su dignidad si fuese
preciso, á desmentir la existencia de las cláusulas secretas que
llegasen á divulgarse, pudiendo en todo caso desglosarse y
publicarse los cinco artículos ántes designados al efecto. ( 20)
El Congreso dió tanta importancia al asunto, que en su
primera sesion, además de las penas establecidas para los que
violasen el sigilo de sus deliberaciones secretas, acordó que
ellas se reagravasen con diez años de destierro. Los diputa
dos Zudañez y Maza, consignaron su voto por la pena de
muerte, sin súplica el uno y con recurso graciable el otro. Por
mocion del diputado Pacheco, se acordó que las penas fuesen
estensivas al Supremo Director, á sus Ministros y á todos los
que interviniesen en las relaciones secretas, sobre las cuales
iban á deliberar (21 )
El proyecto de tratado de Garcia fué fundamentalmente
aprobado en todas sus partes por el Congreso, haciendo en
algunos de sus artículos adiciones y modificaciones de poco al
cance, y salvando algnnos diputados su voto en puntos de de
talle. Por ejemplo : en el artículo 2° se puso " gobierno de las
Provincias Unidas " en vez de " gobierno de Buenos Aires.
En el 8°, se agregó una garantia mas para los ciudadanos ar
gentinos residentes en el Brasil. En el 10°, se hizo una simple
aclaracion de derecho . En el 15° relativo al sigilo, se quitó
la condicion de comprometer ambos gobiernos su honor para
desmentir la existencia del tratado, limitándose á la obligacion
de contradecirlo . Los diputados Zudañez, Lopez (Vicente)
Maza, Sanchez , Bustamante, Araoz, Patron y Zavaleta, sal
varon su voto, el primero contra el proyecto en general ; lost
cuatro siguientes contra el art. 3° relativo á no dar ausilios á

20-Copia auténtica, en el Arch. sec. del C. de T. (M S . )- En las actas secre


tas del Congreso publicadas en la pág. 30 á 39 del " Proceso de Alta Traicion"
se insertan á la letra de los articulos de este tratado, omitiendo el encabezamiento
y el final. Estas actas se registran en el libro original al fol. 83-106-110 y 117
MSS . del Arch. sec . del C. de T.
21-Libro original de actas secretas, en la sesion de 5 de Diciembre de 1817,
al fol. 66 M S. Fué impreso en el " Proceso de Alta Traicion " pág. 30 y 31.
CAPITULO XXXV 525

Artigas ; Patron contra cuatro de sus artículos, y Zavaleta


contra el 7º, en que se estipulaba no autorizar por una ni otra
parte tentativas que pudiesen perjudicar la mútua tranquilidad,
porque segun manifestó « esto era atarse las manos para reco
« brar por la fuerza el territorio oriental. " (22)
El convenio, asi modificado por el Congreso, fué devuelto
á Garcia y recibido por este (en Marzo de 1818 , ) en circuns
tancias en que acababa de fallecer el tercer Ministro de D. Juan
VI que hubiese entendido en este negociado, como si una fa
talidad persiguiera á todos los que tomaban parte en él. El
iniciador, que lo fué el Marqués de Aguiar, murió en 1816 ,
apénas ajustado el proyecto . El Conde da Barca que lo acor
dó confidencialmente, murió á mediados del mismo año. Por
último, el Ministro Juan B. Bezerra que lo formalizó, murió
ántes de conocer su resultado . El ministro de relaciones es
teriores, Tomás Antonio Villanova Portugal, que sucedió á
Bezerra, era un jurisconsulto profundo y un magistrado ínte
gro á quien su falta de esperiencia política y su pasion por el
retiro, hacia antipática toda complicacion diplomática, y este
fué el primer escollo con que tropezó Garcia para obtener al
ménos que se ocupase del asunto. (23) Agréguese á esto que
el Conde de Arcos, jefe del nuevo gabinete brasilero, era un
autoritario que miraba con horror toda revolucion, y en conse
cuencia el entenderse y tratar con los revolucionarios del Rio
de la Plata. (24) Por otra parte, el Portugal habia aceptado
la mediacion de las grandes potencias en su cuestion con
la España sobre la Banda Oriental, y negociaba á la sazon
su entrega, sobre la base de la devolucion de Olivenza y el
pago de los gastos de su espedicion contra Artigas , lo que
le hacia rehuir de todo compromiso con el gobierno argen

22 - Sesiones del C. de T. de 4 de Diciembre de 1817, en el libro original de


actas secretas al fol. 85 y sig. M S.- Fueron publicadas en el " Proceso de alta
traicion, " pág. 37 á 39.
23-Carta confidencial de Garcia al Director Pueyrredon, de 19 de Agosto
de 1818. (Papeles MSS. de D. Valentin Gomez. )
24- Carta de Garcia citada en la nota anterior. MS.
526 HISTORIA DE BELGRANO

tino. (25 ) La sorpresa de Cancharayada que sobrevino al


tiempo de reanudarse la negociacion , vino á dificultar mas el
logro de los propósitos de Garcia.
La perseverancia y la habilidad de Garcia, ayudada por
los sucesos, logró al fin triunfar en gran parte de estas dificul
tades, obteniendo las únicas ventajas compatibles con tal situa
cion . En la primera conferencia que el enviado argentino
tuvo con el ministro Villanova, le dijo : « Que las Provincias
Unidas habian buscado en varias épocas la paz con la antigua
metrópoli, en Inglaterra, en Paris y hasta en Madrid ; pero
que la España solo entendia por paz la subyugacion y la con
quista, cuando la única base arreglada al honor y la justicia,
era su independencia y la de sus aliados : Que si las formas
puramente democráticas llegasen á prevalecer en la América
española, esto seria únicamente la obra de los soberanos que
se aliasen para sostener pretensiones tan injustas : Que el Rey
de España habia despreciado la justicia de los americanos y
los intereses de los pueblos , cuando la justicia y los intereses
del género humano estaban mas interesados de lo que parecia,
en el gran fenómeno político de su revolucion : Que los desti
nos del Portugal estaban tambien envueltos en él por su misma
neutralidad , cuando la emancipacion del continente americano
era la única garantia de la independencia del Reino Unido
(Portugal y Brasil , ) y no la benevolencia pasagera de las gran
des potencias europeas , ni la amistad de España que siempre
seria frágil, mientras no cambiasen las relaciones entre esta y
la América : Que estas razones habian guiado á sus antecesores
en su sistema de conducta con el Rio de la Plata desde 1812 ,
el cual solo podia parecer peligroso á los que miraban las cosas
superficialmente. » (26 )
Este lenguaje noble y halagador del estadista argentino,
hizo impresion sobre el ministro brasilero, el cual contestó in

25-Negociaciones para la entrega de Montevideo entre Portugal y España


en 1818. MS . en nuestro archivo -Véase correspondencia del Duque de Palme
lla, t . I.
26-Carta de Garcia ántes citada MS.
CAPITULO XXXV 527

directamente, manifestando : " que si Rivadavia ajustaba en


Paris un proyecto de pacificacion sobre las bases de indepen
dencia y monarquia, él seria apoyado por el embajador portu
gués. " Garcia replicó indirectamente tambien : " Que Riva
davia haria tal tratado si sus instrucciones no se lo prohibian
espresamente. " (27) Como queda dicho, lo único que las ins
trucciones de Rivadavia le prohibian espresamente, era aceptar
un príncipe de la casa reinante de España, como soberano del
Rio de la Plata, y esto lo sabia Garcia.
En tal sentido convino Villanova en escribir al conde de
Palmella, su negociador cerca de las grandes potencias, po
niéndose á la vez Garcia de acuerdo con Rivadavia. La inter
rupcion de las negociaciones de Paris sobre la Banda Oriental,
á consecuencia de la negativa de la España de abonar los gas
tos de la espedicion portuguesa, y el aplazamiento indefinido de
la cuestion á lo que resolviera sobre ella el Congreso de Aix
la-Chapelle, propiciaron al Portugal la buena voluntad de las
grandes potencias, (á lo ménos de Inglaterra y del Austria, )
y le dejaron mas libertad de accion. Por parte de las Provin
cias Unidas, la victoria de Maipo, que tuvo lugar en el curso
de la nueva negociacion, pusieron de su parte el prestigio,
grangeándole el respecto y la admiracion que tan grande ha
zaña despertó en todo el mundo . En tales condiciones, no
fué difícil arribar á un término conciliatorio y decoroso para
ambos gobiernos.
El Ministro Brasilero, desligado en gran parte del com
promiso moral de aceptar el convenio primitivo, desde que el
Congreso lo hubiese alterado, manifestó francamente al envia
do argentino : " Que el encargado de Negocios de Francia en
Rio Janeiro habia asegurado de oficio á su gobierno la exis
tencia de un tratado secreto entre el Brasil y las Provincias
Unidas , lo que produjo en los plenipotenciarios de las gran
des potencias reunidas en Paris una impresion tan desfavo
rable al Portugal, que su embajador el conde de Palmella.

27-Carta de Garcia ya citada. M S.


528 HISTORIA DE BELGRANO

se vió en la necesidad de desmentir formalmente el hecho.


" De todo esto se deduce (agregaba Villanova) que es no solo
" imprudente, sino contrario á los intereses del Brasil, y aun
" de las Provincias del Rio de la Plata, firmar en tal situacion
" el convenio proyectado. Ademas, en él se comprenderian
" artículos que, escritos y firmados, se tendrian por otras tan
" tas infracciones del compromiso de mediacion , y por lo tan
" to las potencias mediadoras se ofenderian de la sancion se
" creta en América sobre puntos que en Europa se publicaban
66
pendientes y de su atribucion. Una alianza eventual, cele
" brada con las Provincias Unidas sin el conocimiento de los
" mediadores, autorizaria las imputaciones de España, y pri
" varia cuando ménos á S. M. Fidelísima de una influencia
66
que, sinó necesaria, debe ser gradualmente útil al continen
" te Americano. " (28)
Por esta vez el diplomático argentino fué convencido por
el estadista brasilero, y no insistiendo ya sobre la inmediata
aprobacion del convenio modificado, procuró sacar todas las
ventajas posibles, que esta forzada deferencia unida á la noti
cia de la gran victoria de Maipo, le permitia alcanzar. En
consecuencia, se convino de comun acuerdo, que el Ministro
Villanova, contestaria á una nota dirigida por el Director
Pueyrredon al Rey D. Juan VI, haciéndole declaraciones que
tuviesen en cierto modo el mismo significado, ya que no el mis
mo valor ni el alcance de las estipulaciones ántes concertadas.
En virtud de lo convenido, el Ministro de relaciones este
riores del Brasil , escribió al Director Supremo de las Provin
cias Unidas en nombre de su Rey, haciendo protestas de paz
y amistad, declarando en toda su fuerza y vigor el armisticio
de 1812 , y comprometiéndose á la neutralidad , sin dejar por
esto de propender eficazmente á la paz de sus vecinos . « Pai
« ses, (decia con este motivo) á quienes la naturaleza ha dotado
« de los dones mas ricos, merecen que sus habitantes puedan

28—Of. de Garcia al Ministro Tagle, de 26 Julio de 1817. MS. ( Papeles


de D. Valentin Gomez.)
CAPITULO XXXV 529

<< gozar de los bienes que poseen ; y por su parte, habiendo S.


« M. Fidelísima, convencionado el armisticio de 26 de Mayo
<< de 1812 , ha de sostenerlo, pues su real palabra es inviolable.
« En la presente guerra (con la España) ha de conservar la
<< neutralidad, pero no cesará de apurar todos sus esfuerzos
« para que las desgracias de la guerra se acaben, para que se
« consiga la pacificacion, y vuelvan sus vecinos, que cordial
❝mente estima, á gozar del bien inestimabble de la paz. ”
Respecto de la invasion de la Banda Oriental, hacia esta decla
racion : « La ocupacion del territorio de Montevideo, fué una
« medida provisional para procurar la paz, aquietando lo que
« le quedaba contiguo, y que la inquietud de Artigas no per
« mitia demorar por mas tiempo. Por lo tanto, el general
« Baron de la Laguna tiene órden de contenerse en la línea
« del Uruguay. ” Con relacion á su política ante el mundo, se
espresaba así : « Estos principios ha manifestado S. M. F. á
las potencias de Europa que se declararon mediadoras en
❝ este negocio del Rio de la Plata ; y por lo que ha instado mas
« fuertemente, es por consolidar una pacificacion, que vuelva
« á hacer felices esos pueblos, pues esto igualmente pone en
« tranquilidad al Brasil, y continuará instando por ello con la
« mayor eficacia. » (29)
A pesar de la generalidad de algunas declaraciones y la
ambigüedad de otras, esta manifestacion importaba adelantar
algun tanto sobre el armisticio de 1812. El Brasil, en vez de
retener incondicionalmente como ántes, los límites provisiona
les, reconocia indirectamente la soberania de las Provincias
Unidas dentro y fuera de ellos. Definia su actitud en la Ban
da Oriental ante la España y ante las grandes potencias
europeas ; daba prenda de amistad , y estendia hasta seis me
ses el plazo para romper hostilidades , que en el armisticio

29-Oficio del Ministro de R. E. del Brasil, Villanova, al Director Pueyrre


don, de 23 de Julio de 1818. Nota de Pueyrredon al Congreso, de 8 de Octubre
de 1819, adjuntando el anterior oficio traducido al español. ( MSS . del Arch.
sec. del C. de T. )-Entre los papeles del Dr. D. Valentin Gomez, hemos encon
trado en portugués el mismo documento comunicado por Garcia.
31
530 HISTORIA DE BELGRANO

de 1812 solo era de tres. Con razon decia Garcia : " La


« política del Brasil ha dejado de ser un misterio. Este docu
« mento no satisface tan completamente los deseos del Congre
« so, como la sancion de los articulos proyectados, pero como
« una necesidad invencible obliga á suspenderlos, estas declara
« ciones podrán á lo ménos calmar las inquietudes . » ( 30 ) La
historia puede agregar hoy, en presencia de los documentos y
los hechos, que fué un honor y una fortuna que aquel convenio
no se aprobase. De este modo se salvó la República Argentina
del deshonor de pactar la union de sus armas con las del estran
gero que invadia su territorio, para matar en alianza con ellas
á sus propios hijos, aunque estos fuesen acaudillados por un
bárbaro ; y salvó además el derecho de revindicar por la diplo
macia ó por las armas en todo tiempo, el territorio usur
pado. (31 )
En virtud de las ideas cambiadas entre Garcia y el Minis
tro Villanova, este ordenó á su embajador en Europa, el Conde
de Palmella (el 19 de Agosto de 1818 ) propusiera el reconoci
miento de la independencia de la América meridional, á lo
ménos de los antiguos vireinatos de Lima y Rio de la Plata,
incluso Chile, sobre la base de un sistema monárquico . Pal
mella, que trabajaba cerca de la Inglaterra á fin de decidirla
á propender á la fundacion de una monarquia en el Rio de
la Plata, se apresuró á comunicar la idea á los ministros
de las grandes potencias, la cual no fué por ellos mal aco
gida. (32 )

30-Of. de Garcia al Ministro Tagle, de 26 de Julio de 1818. M. S.


(Papeles de D. Valentin Gomez. )
31-Pereira Pinto en sus 16 Apontamentos para o Direito Internacional, ou
Tratados celebrados pelo Brasil " (t. I, pág. 109 ) incluye este documento, como
tomado del Correio Brasiliense, vol . V., pag, 228, año de 1820, el cual sin duda lo
copió del " Proceso de Alta Traicion, " lo que se comprueba por el hecho de faltarle
tambien el encabezamiento y el final del original, así como la fecha. Este tratado,
nunca fué aprobado, y es por lo tanto un mero documento histórico, siendo la con
testacion de Villanova á Pueyrredon la única pieza de este negociado, que tenga
algun valor internacional.
32-Of. de Garcia al Ministro Tagle, de 8 de Noviembre de 1818. MS.
(Papeles de D. V. Gomez. )
CAPITULO XXXV 531

Habiéndose propagado, con posterioridad al arreglo entre


el gobierno argentino y brasilero, de que hemos dado cuenta,
el rumor de que el Portugal y la España habian ajustado los
preliminares de un tratado, sobre la base de la inmediata en
trega de Montevideo y su territorio á las autoridades españolas ,
Garcia se consideró en el caso de pedir esplicaciones. El Mi
nistro Villanova se las dió ámplias y francas, mostrándole la
correspondencia original de su embajador en Londres y el bor
rador de contestacion á ellas, en la cual le prevenia : « Que
se pretendia envolver al Portugal en una guerra con las
<< Provincias Unidas, para escusarse la España trabajos y peli
« gros, satisfaciendo resentimientos ; pero que S. M. Fidelísima
« estaba decidido á sustentar sus empeños, porque no convenia
❝al honor ni á los intereses de su corona, y porque los pueblos
❝ del Rio de la Plata sin darles motivo alguno para un rompi
« miento, se habian fiado buenamente en su real palabra :
« Que por lo tanto, hiciese entender, que el Rey de Portugal y
« Brasil habia de cumplr el armisticio de 26 de Mayo de 1812 ,
« la capitulacion de Montevideo y las leyes de la neutralidad
" que habia adoptado . » A estas declaraciones esplícitas se
guia una insinuacion, en el sentido de lo ordenado anterior
mente á Palmella, formulada en estos términos : « S. M.
« Fidelísima se alegraria que S. M. Católica terminase con
« gloria la guerra en que está empeñado, pero obedeciendo á
« un órden de cosas que, ademas de justo, parece el único
❝ capaz de producir una pacificacion sólida, y hacer desde el
<< momento innecesaria la ocupacion de Montevideo , mucho
" mas cuando las Provincias Unidas no se negarian , segun la
❝ opinion de S. M. F. , á una paz que tuviese por base el reco
nocimiento de su independencia. (33)
Estos proyectos de diplomacia universal, que pretendian
amalgamar los intereses de dos mundos ; estos mirages que se
reproducian en todo el circuito del horizonte político ; los peli
gros del interior que amenazaban á la revolucion, y los desór

33-Of. de Garcia, de 8 de Noviembre ya citado. M S.


532 HISTORIA DE BELGRANO

denes internos que la trabajaban , sugirieron á los que dirigian


en aquella época la política argentina, dar solucion á todos los
problemas de la situacion, por medio del establecimiento de
una monarquia independiente en el Rio de la Plata, garantida
por los grandes poderes que á la sazon gobernaban el mundo.
Si bien los fundamentos eran débiles, el plan que se trazó en
consecuencia no carecia de intencion y profundidad , dadas las
circunstancias y el modo como las encaraban los contemporá
neos. Las bases eran, como se sabe ya, las esperanzas ilusorias
con que se halagaba Rivadavia respecto de la Francia ; las
aberturas de la España interpretadas por las declaraciones de
su embajador en Londres : la neutralidad del gobierno y las
simpatias del pueblo británico , que podian convertirse en pro
teccion eficaz ; las promesas vagas del gabinete del Brasil ; la
actitud al parecer benévola de la diplomacia rusa ; las buenas
disposiciones de los Estados -Unidos ; y por último , los intereses
del comercio y la paz universal comprometidos en la lucha en
tre España y sus colonias, complicados por la cuestion del Por
tugal en ambos hemisferios.
Véase ahora cual era el gran edificio que se proyectaba
sobre estos débiles fundamentos. Un acuerdo con las grandes
potencias de Europa, resolvia de hecho, segun sus autoros, la
cuestion de la guerra, desarmando á la España y pacificando á
las colonias revolucionadas. Un monarca constitucional pro
piciado por ellas, resolvia desde luego la cuestion de la inde
pendencia americana ante el mundo, salvaba la libertad ante la
ley, y daba estabilidad al órden interno, dominando la anarquia.
Un acuerdo garantido por las grandes potencias y un monarca
sostenido por ellas, con el consentimiento forzoso ó volunta
rio de la España y con el asentimiento del Portugal , resolvia la
cuestion territorial del Rio de la Plata, incluyendo en los lími
tes de la nueva monarquia las Provincias perdidas del Alto
Perú, el territorio de la Banda Oriental ocupado por las armas
del Brasil, y tal vez Chile y el Bajo Perú. En todo caso ,
bastaba segun ellos, que una sola de las grandes potencias
prohijase este plan para que produjera algunos de sus efec
tos, y á peor andar, aun suponiendo que no se formalizara
CAPITULO XXXV 533

la negociacion, se paralizaba la gran espedicion española de


veinte mil hombres de la Península, próxima á caer sobre
el Rio de la Plata, ó por lo menos se ganaba un tiempo
precioso.
Todo se preveia, todo se tomaba en cuenta, ménos la mar
cha de los acontecimientos y ménos el pais sobre el cual debia
operarse. En último resultado , logrado el plan, era una inter
vencion estraña para establecer un órden de cosas que el pais
rechazaba ; y malogrado, era el descrédito del gobierno de la
revolucion , sin conseguir siquiera ganar tiempo, perdiendo por
el hecho fuerzas morales y materiales que eran necesarias para
hacer frente á las emergencias que debian sobrevenir , así en el
órden interno como en el esterno . - Infatuado empero con este
grandioso plan, como Belgrano con el del Inca, el Director Su
premo escribia al general San Martin, que á la sazon preparaba
su espedicion sobre Lima :-« Muy pronto sabrá Vd el nuevo
teatro que se presenta á nuestros negocios públicos. Por él
< deben variarse ó al ménos suspenderse nuestras principales
< disposiciones respecto de Lima. Vd. es indispensable, de
absoluta necesidad á este grande interés de nuestro pais : él
❝ solo va á terminar la guerra y asegurar nuestra independen
« cia de toda nacion estrangera. Con él haremos que al mo
mento evacuen los portugueses el territorio Oriental. Por
fin, son incalculables los bienes que disfrutará nuestro pais
❝ por un medio tan lisongero . " ( 34 )

34-Carta de Pueyrredon á San Martin, de 24 de Setiembre 1818. ( M S.


autógrafo en nuestro archivo)—Para comprender bien el significado y alcance de
esta carta, debe tenerse presente : 19 Que la primera confidencia oficial de
Garcia, sobre la posibilidad de negociar la paz en Europa, asegurando la inde
pendencia, bajo promesas de apoyo del Portugal y sobre la base de una monarquia
en el Rio de la Plata, lleva la fecha de 26 de Julio de 1818, segun se espresó
ántes, y que de ella se tuvo conocimiento en Octubre segun consta del oficio con
que el Director la comunicó al Congreso ; 2º Que la nota de Rivadavia en el
mismo sentido, dando cuenta de las aberturas del Duque de San Carlos, fueron
hechas en 28 de Julio de 1818 y conocidas en Buenos Aires en Setiembre, segun
documento ya citado ; 3 ? Que la carta del Ministro Villanova á Pueyrredon
escrita en nombre de don Juan VI, fué comunicada por aquel al Congreso en
Octubre, segun se ha comprobado ; 4? Que á todo esto precedieron las comuni
534 HISTORIA DE BELGRANO

Para realizar de un golpe todos estos milagros, fué desig


nado por la Logia gubernativa el canónigo D. José Valentin
Gomez, á quien hemos visto figurar ántes en la Asamblea del
año XIII. Este sacerdote habia sido uno de los precursores
de la revolucion y de los que mas se habian distinguido en ella.
Catedrático de filosofía ántes de 1810, habia dictado lecciones
á Rivadavia, D. Manuel José de Garcia, D. Vicente Lopez, D.
Tomás Anchorena, D. Matias Patron, D. Antonio Alvarez
Jonte, D. Manuel Dorrego y otros que le veneraban como al
maestro. En la época de la primera invasion inglesa era Cura
de Moron, y en su humilde presbiterio se reunieron Pueyrre
don, Martin Rodriguez, Zelaya, D. Mauricio Pizarro y varios
otros que organizaron allí el plan de la reunion de Perdriel, á
donde volvieron despues de la derrota para tomar consejo de
él. Como Cura de Canelones en la Banda Oriental, preparó
allí los primeros trabajos de la revolucion de acuerdo con D.
Nicolás Rodriguez Peña y los demás patriotas. Luego que ella
tuvo lugar, se incorporó á las primeras fuerzas de la insurrec
cion que se reunieron bajo las órdenes de Artigas unidas á los
cívicos de Buenos Aires mandados por el comandante D. Beni
to Alvarez . Comò capellan militar asistió á la batalla de las
Piedras, y él fué quien en nombre del general arengó á las tro

caciones del Congreso á Rivadavia ántes citadas, autorizándolo á tratar y con


tratar con las cortes enropeas, sin mas limitacion que la de la independencia y
prohibicion de aceptar un príncipe de las casas reinantes de España como sobe
rano del Rio de la Plata, sin escluir ninguna otra rama, cuyas instrucciones llevan
la fecha de 28 de Agosto de 1818, es decir, cuando estaba cercano el mes de Octu
bre; 5 Que la nota con que el Director elevó al Congreso la de Rivadavia de
28 de Julio, lleva la fecha de 18 de Octubre, como queda dicho ; 6º Que las
credenciales y las instrucciones de D. Valentin Gomez fueron espedidas en 24 de
Octubre de 1818 ( segun se esplicará despues ; ) 7º Que en la fecha que escribia
Pueyrredon á San Martin, no sucedió ni se anunció públicamente nada que pudiese
motivar las grandes novedades que anunciaba en términos tan misteriosos
Teniendo presente todo esto, se puede leer entre los renglones de la carta todo
cuanto se refiere al alcance del plan preparado en Agosto con las instrucciones de
Rivadavia, madurado en Setiembre en que el Director le escribia, y acordado defi
nitivamente en Octubre con las Instrucciones á D. Valentin Gomez, de que se ha
blará despues .
CAPITULO XXXV 535

pas entusiasmándolas con su elocuente palabra, recorriendo la


línea á caballo y desarmado durante el combate, animando á
todos con su ejemplo . Despues de la victoria, viendo que el
gefe enemigo, que habia caido prisionero, iba sumamente fati
gado, se apeó del caballo y se lo dió para que montara . En la
asamblea del año XIII se hizo conocer como orador político ,
siendo admirado ya por todos como orador sagrado . Envuel
to en la caida de Alvear on 1815 , fué perseguido como los de
más diputados de aquella corporacion , remachándosele una
barra de grillos . El dia en que su anciana madre le visitaba
en la prision, se ponia en cama, pretestando enfermedad,
á fin de evitarle el dolor de ver cargado sus pies con hier
ros. Condenado por equidad á destierro segun se dijo ántes,
se dirigió al Janeiro, donde se encontró con sus antiguos ami
gos Alvear, Nicolás Herrera y Garcia en cuyos trabajos
secretos fué sin duda iniciado. Admirador de Belgrano á
quien sin embargo no conocia personalmente, justo apre
ciador de las calidades de su discípulo Rivadavia, amigo de
Pueyrredon, de D. Manuel Antonio Castro y de otros patrio
tas notables miembros de la Logia, participaba de las ideas
políticas de una gran parte de sus mas ilustrados contemporá
neos, y se habia decidido por las ideas monárquicas. Resti
tuido á la patria bajo el Directorio de Pueyrredon, es probable
que tomara parte en sus acuerdos secretos, aunque no nos cons
ta. Hombre de letras, de conversacion amena, de carácter
suave, de pasiones moderadas, fiel á sus amigos y amante de
la causa de su patria, gozaba de mucho crédito y simpatias,
cuando en 1818 fué nombrado para ir á negociar en Europa la
independencia argentina sobre la base del plan preparado por
sus discípulos Garcia y Rivadavia, y tan enfáticamente anuncia
do por su amigo Pueyrredon. Mas literato que político, algo
inocenton y crédulo ; sin la suficiente penetracion para juzgar
de los hombres y las cosas en la vida práctica , le faltaba la
energia iniciadora de Rivadavia y la habilidad consumada
de Garcia ; pero por sus antecedentes patrióticos y por las
ideas que profesaba, merecia representar diplomáticamente
la causa de la independencia, y era indicado para ser ante
536 HISTORIA DE BELGRANO

los gobiernos europeos el intérprete de las ideas que el plan


envolvia. (35)
En la credencial de que fué munido, se decia : que “ la si
tuacion de los Negocios de Europa y América habian decidido
el nombramiento del Sr. Gomez cerca de las Córtes europeas,
con calidad de establecer su residencia en Paris , retirándose
el Sr. Rivadavia á Lóndres ; y que llevaba facultades para ne
gociar y hacer proposiciones al ministerio francés, á fin de
hacer cesar las hostilidades que inundaban en sangre á las pro
vincias del Rio de la Plata, acreedoras á mejor suerte, por cu
yo resultado clamaban sus habitantes y naturales , deseando los
momentos de esta feliz metamorfosis, aunque resueltos á sos
tener á todo trance su independencia . » ( 36)
En las instrucciones se le prevenia se " dirigiese primera
mente á la corte del Brasil, y alli pidiera al enviado Garcia le
instruyera del estado de los negocios á su cargo, tomando de
él los conocimientos necesarios al objeto de su mision, acordan
99 Llegado á Paris se le ordena
do el medio de comunicarse.
ba en ellas " exigiese inmediatamente del enviado Rivadavia
le instruyese radicalmente del estado de los negocios á su car
go y le entregara todos los papeles y documentos concernientes
á ellos, procurando proceder de acuerdo con él en lo demas,
por hallarse investido del mismo carácter y de iguales faculta
des " Despues de esto: " oiria las proposiciones del ministe
rio francés, y traido lo convencionado á los términos mas ven
tajosos á la independencia absoluta del pais, daria cuenta á la
mayor brevedad por la via de Londres (Rivadavia) ó de Ja
neiro (Garcia) . " Para el caso de que no diese resultados la
negociacion cerca del gobierno francés, se le indicaba que “ su
comision era estensiva á toda potencia que no fuese la de Es
paña ú otra de segundo órden . " Por último, se le ponia por

35-La mayor parte de estas noticias biográficas son tomadas de la me


moria ya citada de D. Celedonio Balbin, contemporáneo de D. Valentin Go
mez. MS.
36—Credencial de 24 de Octubre de 1818. MS . ( Papeles de D. Valentin
Gomez en el archivo del Dr. Roque Perez)
CAPITULO XXXV 537

66
regla general, que no podria llevar á término ninguna nego
ciacion sin esperar la sancion del Congreso . » (37)
Cuando estas instrucciones fueron espedidas, aun no habia
terminado la obra de la Constitucion definitiva del pais. Tras
ladado el Congreso á Buenos Aires, habia abierto sus sesiones
en esta ciudad el 12 de Mayo de 1817. Desde Tucuman traia
entre manos la reforma del Estatuto Provisional de 1815 , que
era hasta entónces (al ménos en teoría) la ley fundamental del
Estado. Objetada la reforma por el Poder Ejecutivo, así que
este trabajo fué terminado, volvió á tomarse en consideracion
y el 3 de Diciembre de 1817 fué al fin promulgado bajo el títu
lo de Reglamento Provisorio, dejando casi en blanco lo relativo
al poder legislativo, y armando al ejecutivo de facultades cua
si omnímodas, bajo un sistema del mas absoluto centralismo.
(38) En seguida, empezó la obra lenta de la organizacion de
finitiva, y á pesar de que algunos diputados opinaron que debia
postergarse hasta que el pais se encontrara en condiciones nor
males y pudiera pronunciarse sobre la forma de gobierno, y si
esta habia de ser monárquica ó republicana, ya federal, ya uni
taria, la mayoria decidió que debia darse la Constitucion.
De este trabajo se hallaba ocupado el Congreso, cuando se
recibieron las notas de Rivadavia y de Garcia, que abrian
nuevos horizontes á la política internacional, del punto de vista
de la independencia y de la monarquia. Las instrucciones que

37-Instrucciones del Gobierno firmadas por el ministro Tagle, en Octubre


24 de 1818. M. S. ( Papeles de D. Valentin Gomez ). Estas instrucciones, así
como todos los demas documentos citados en este capítulo, no han sido conocidos
por los historiadores que se han ocupado de esta misteriosa negociacion . En el
" Proceso del Alta Traicion "1 se hace referencia á ellas, pero no se insertan, por
no haberse encontrado en el archivo secreto. D. Valentin Gomez, en una de sus
notas publicada en ese proceso se refiere al art. 7º de esas instrucciones, y de
esta referencia se han sacado varias deducciones. Hé aquí el art. 7º testual
mente copiado: -" Art. 7! La comision es estensiva á oir proposiciones de toda
"" potencia que no sea la España ú otra de inferior órden, como Portugal, la
" Suecia etc. ", lo que importaba decirle que solo deberia entenderse con las
grandes potencias que dirigían la política del mundo.
38-Véase " Reglamento Provisorio " de 3 de Diciembre de 1817 en la Col,
de "Tratados y Constituciones " de F. Varela, pág. 356.
538 HISTORIA DE BELGRANO

en consecuencia se dieron, reflejan el estado de los espíritus.


Firmes en la idea de la independencia, buscaban la paz y la
estabilidad por todos los caminos, aceptando todas las formas
de gobierno, y tal vez con preferencia la monárquica, que segun
las ideas de la época, debia uniformar la política universal,
dominando el desórden interior, y dando al gobierno nueva
fuerza moral y material. Así, al dar instrucciones á Rivadavia
para tratar y contratar con las córtes europeas, se le daba por
fórmula : todo cuanto pudiese convenir á la felicidad y al honor
de las Provincias del Rio de la Plata, sin definir nada respecto
de la forma de gobierno, limitándose á llamar su atencion sobre
los artículos del proyecto de Constitucion ya sancionados rela
tivos á la religion del Estado y á la organizacion del cuerpo
legislativo. Si algun alcance político tenian estas prevencio
nes, él no podia ser otro que escluir del trono del Rio de la Pla
ta á todo príncipe que no fuese católico, y por consecuencia á
las casas de las grandes potencias de la comunion protestante.
En cuanto á lo proyectado con relacion al poder legislativo, lo
mas notable era un Senado oligárquico, elegido por las munici
palidades y las diferentes corporaciones políticas , esclesiásticas
y militares, que así podia convenir á una monarquia democrá
tica á la holandesa , como á una república aristocrática á la ve
neciana. Por lo demás, salvo la declaracion de residir origi
nariamente la soberania en la Nacion y la designacion de un
Director Supremo elegido periodicamente por el voto indirecto
del pueblo, la forma de gobierno no se definia, bien que esen
cialmente fuese republicana. Como el del Reglamento Provi
sorio, su plan era rigorosamente unitario, calculado para cons
tituir un vigoroso poder central, al cual se daba la atribucion
de nombrar por sí los gobernadores de Provincia.
No entra cronologicamente en este cuadro el resultado de
la mision de D. Valentin Gomez ; pero para completar la his
toria de este periodo de la diplomacia secreta, y no romper la
unidad de la narracion, anticiparemos que ella no dió los re
sultados que sus autores se prometian . Cuando Gomez llegó á
Europa, en los primeros meses de 1819 , estaba reunido el Con
greso de Aix-la- Chapelle, y pudo convencerse que la política
CAPITULO XXXV 539

de los soberanos de las grandes potencias europeas, sin ser


directamente hostil á la independencia, era espectante en un
sentido, y peligroso en otro ; que solo intervendria diplomáti
camente, cuando la España se declarase vencida, y esto al solo
efecto de proponer alguna combinacion monárquica, que diese
por resultado la estincion de los nuevos gobiernos republicanos
en Sud América. La diplomacia portuguesa, de conformidad
con las manifestaciones del ministro Villanova á Garcia , tra
bajaba activamente en este sentido. (39) En tal situacion, le
fué propuesta por el gabinete francés, la coronacion del Duque
de Luca, soberano desposeido del reino de Etruria, como mo
narca del Rio de la Plata, bajo la proteccion de la Francia, con
la condicion de allanar las dificultades con España, y de inte
resar al Portugal en el plan por medio del onlace de una prin
cesa del Brasil con el nuevo candidato al trono argentino, faci
litando así la evacuacion de la Banda Oriental. El Duque de
Luca, pertenecia como Borbon á la casa reinante de España, y
no se podia considerar ni aun en el órden de las ínfimas poten
cias ; por lo tanto, se hallaba espresamente escluido por el artí
culo 7.º de las instrucciones. Empero, el plenipotenciario
argentino interpretándolo latamente, creyó que las ofertas de
la Francia lo modificaban. En consecuencia contestó que, « no
« se hallaba completamente autorizado » para tratar sobre esta
base : pero que lo trasmitiria al conocimiento de su gobierno,
en la inteligencia de que el gobierno francés procuraria << con
<< vencer al Rey de España para que diese otra direccion á la
❝espedicion de Cadiz . » En todo convino confidencialmente
el ministro de Luis XVIII, el general Desolles, haciendo cons
tar del mismo modo la propuesta en una Memoria sin firma ni
fecha, de que el Baron de Reyneval, director de Relaciones.
Esteriores, le hizo posteriormente entrega. (40 ) Este plan

39-Correspondencia de D. V. Gomez, de Abril 28, Mayo 15 y Junio 18 de


1819. MSS -Correspondencia del Duque de Palmella, t. I, pasim.
40-Proceso citado, pág. 9 y 11. Gutierrez Moreno era el conductor de
pliegos de Irizarri, trasmitiendo al Gobierno de Chile las mismas proposiciones
comunicadas por Gomez.
540 HISTORIA DE BELGRANO

no tenia seriedad, ni podia tener consecuencia, y al comuni


carlo, Gomez se limitaba á decir por escrito : « Que siendo im
❝ posible toda combinacion de un príncipe de la dinastia de las
« cinco grandes potencias, la propuesta de la Francia en las
« circunstancias antedichas, tendria probablemente su aproba
« cion. " (41 ) Sin embargo, verbalmente encargaba al envia
do de Chile D. José de Irizarri, trasmitiera estas proposiciones
á su gobierno, y de acuerdo con Rivadavia, recomendaba enca
recidamente al emisario de Irizarri D. Mariano Gutierrez Mo
reno, que hiciera presente al gobierno argentino « que no de
jase escapar una ocasion tan favorable y de tan conocidas
« ventajas para el pais. » (42 )
Cuando esta propuesta llegó á Buenos Aires Pueyrredon
habia dejado de ser Director y la constitucion habia sido solem
nemente promulgada el 25 de Mayo de 1819. En el Manifiesto
con que fué recomendada á los pueblos se decia que ella “ no
" era ni la democracia de Atenas, ni el réjimen de Esparta , ni
" la aristocracia patricia, ó efervescencia plebeya de Roma, ni
" el gobierno absoluto de Rusia, ni el despotismo de Turquia,
" ni la confederacion complicada de algunos Estados . Es un
" estado medio entre la convulsion democrática y el abuso del
" poder ilimitado. " Entre estos grandes espacios trazados
á la nueva constitucion, cuyos límites eran el Sultan de Tur
quia por una parte y el Presidente de los Estados -Unidos por
la otra, bien cabia un Príncipe de Luca !
El Congreso, á propuesta del Director interino, tomó el
proyecto en consideracion, y á pesar de reconocer que era in
compatible con la constitncion sancionada, lo aprobó en todas
sus partes, con la condicion de que si la Inglaterra lo resistia,
el tratado quedase sin efecto, calculando que en caso contra
rio su apoyo le daba la eficacia de que careeia, y que de todos
modos se ganaba tiempo á fin de paralizar la gran espedicion
de Cádiz, que era el fantasma al rededor del cual giraba toda

41- Nota de Gomez de 18 de Junio de 1819, en el Proc. cit. pág. 10 y 11.


42-Nota del Director Rondeau , al Congreso, de 26 de Octubre de 1816, en el
proceso citado.
CAPITULO XXXV 541

la política internacional. Consecuente con esta resolucion , se


le autorizó á Gomez para que " contestase al Ministro francés,
"6
que el Congreso de las Provincias Unidas, despues de con
" siderar con la mas séria meditacion la propuesta del estable
" cimiento de una monarquia constitucional, colocando en ella
66
bajo los auspicios de la Francia al duque de Luca enlazado con
" una princesa del Brasil, no la encontraba inconciliable ni con
" los principales objetos de su revolucion, que era la libertad é
66
independencia política,ni con los grandes intereses de las mis
66
mas Provincias. " (43 ) -Varios diputados salvaron su voto ;
pero solo D. Jaime Zudañez lo hizo en términos esplícitos, for
mulando su protesta de este modo :-" No estando en mis fa
" cultados contrariar la espresa voluntad de mi Provincia por
" el Gobierno Republicano, manifestada en las instrucciones á
" sus diputados para la asamblea general constituyente, ni va
" riar en su principio fundamental la Constitucion del Estado,
" me opongo á la propuesta hecha por el ministerio francés
.6
para admitir al Duque de Luca como Rey de las Provincias
" Unidas. " (44) -El Dr. D. José Severo Malavia, diputado
como Zudañez por el Alto Perú, declaró que él habia sostenido
en el debate la proposicion contraria, no obstante lo que las
instrucciones invocadas por Zudañez disponian en contra, por
que no se creia obligado á arreglar su conducta por ellas en
razon de lo que habian variado las circunstancias políticas, "úni
cas que debian determinar las conveniencias públicas ; y porque
ademas podia asegurar que la opinion de sus comitentes no.
estaba en contradiccion con su voto, pues que lo único que le
habian encargado era la conservacion de la religion del Esta
do y el establecimiento de una monarquia constitucional , por
lo cual no habia trepidado un momento en aceptar la propuesta
del gobierno de Francia, como estaba dispuesto á firmar su

43-Instrucciones del Congreso á don J. V. Gomez de 13 de Noviembre


de 1819. [ MS . Papeles de Gomez . ) Sesiones secretas del Congreso de 27 y
30 de Octubre. 3 de Noviembre y 12 de Noviembre de 1819.
44- Sesion secreta del 3 de Noviembre de 1819. Lib, original de Actas, fol.
137. MS.
542 HISTORIA DE BELGRANO

preliminar, como el único medio de terminar la guerra este


rior y resolver las cuestiones interiores pidiendo que esta ma
nifestacion se hiciese constar en el acta." (45 )
Todo se consultó y se previó en las nuevas instrucciones
de que fué munido el plenipotenciario, ménos la opinion del
pais y el desenvolvimiento de los sucesos . Estos , como de cos
tumbre, marcharon por sus caminos, fuera de las previsiones de
los políticos subterráneos . La espedicion de Cadiz se disolvió
por sí misma mas tarde, sublevándose contra el Rey de España.
La Francia declinó toda responsabilidad en un negociado
con aire de intriga de comedia, que comprometia ante el mun
do su seriedad. (46 ) El duque de Luca fué el último sobe
rano que reinó en la imaginacion de los monarquistas del Rio
de la Plata.
Estas maniobras tenebrosas , que revestian ante el pais los
caracteres de la traicion , léjos de normalizar su situacion ante
propios y estraños, no hacian sinó desconsiderarlo ante el
mundo, desautorizando al gobierno general, sublevando la opi
nion republicana de sus clases ilustradas y dando pábulo á las
pasiones politicas. La democracia semi -bárbara, que segun
la pintoresca espresion de un historiador argentino. « estaba
esperando el resultado de las deliberaciones del Congreso con
la rienda del caballo en una mano y la lanza en la otra, » habia
montado á caballo y la guerra civil ardia en todo el litoral ar
gentino. El ejército de Belgrano, atraido por ella , venia á
precipitarse fatalmente en su vorágine.

45-"El grito de la razon y la ley sobre el proceso formado á los congresales"


(anónimo) escrito por que el Dean Funes , paj . 13 nota 7. Este testimonio tiene
gran valor, por cuanto es suministrado por uno de los que afirmaban como Ma
Javia, que los congresales no estaban atados por sus poderes ni por la constitucion
para establecer una monarquía.
46- Oficio de D. Valentin Gomez de 6 de Setien bre, 12 de Octubre y 6 de
Abril de 1819. MS. ( Papeles de D. V. Gomez en el Archivo de D. José Roque
Perez )-En el intervalo, tuvo lugar un cambio en el gabinete francés, siendo
reemplazado Desolles en el Ministerio de R. E. por Gouvion de Saint Cyr,
quedando como gefe del gobierno M. Decases, que como miembro del anterior
gabinete negó haber tomado participacion en el proyecto del Duque de Luca.
CAPITULO XXXVI

LA GUERRA DEL LITORAL

1817-1819

Doble influencia de la invasion portuguesa á la Banda Oriental -Artigas acusa


de traidor & Pueyrredon- Situacion de las Provincias del Litoral -Artigas
y Ramirez-Levantamiento del Entre Rios en favor de la union-Espedi
cion de Montesdeoca á Entre Rios y su derrota- Nueva espedicion á Entre
Rios de D. Marcos Balcarce -Batalla del Saucesito-La escuadrilla portu
guesa domina el Uruguay- Nuevos contrastes de Artigas-Situacion del
litoral-Una division del ejército del Perú marcha á Córdoba - Carácter de
Bustos-Nueva campaña contra Santa Fé-El General D. Juan Ramon
Balcarce-Plan de campaña -Bustos en el Fraile Muerto- Primeras opera
ciones-Combate del Paso de Aguirre-Ocupacion y evacuacion de la ciudad
de Santa Fé- Retirada de Balcarce al Rosario- Santa Fé es ausiliada de
Entre Rios y Corrientes por agua y por tierra- Pedro Campbell- Contrastes
de los partidarios de la union en Entre Rios- Sinopsis histórica sobre la
anarquia y el caudillaje-Contrastes de la escuadrilla frente á Santa Fé
Balcarce se repliega á San Nicolás -El General Viamonte reemplaza á Bal
carce é invade de nuevo á Santa Fé-Lopez toma la ofensiva y marcha
sobre Córdoba- Sorpresa de las Barrancas- Sitio del Rosario por los mon
toneros Belgrano avanza sobre Santa Fé con todo su ejército- Sublime
comedia del General San Martin-Influencia de ella en la guerra civil
Armisticio del Rosario en 1819- Nuevo prospecto histórico.

La invasion portuguesa á la Banda Oriental, como ha


podido verse, es el nudo de una doble série de acontecimientos,
que por una parte se ligan con el mundo esterior y que por la
otra se complica con la política interna. Esta invasion, pre
parada por la ambicion del Brasil ; atraida por la anarquia de
544 HISTORIA DE BELGRANO

la Banda Oriental ; cohonestada con ella ; fomentada por una


diplomacia tenebrosa ; combinada con la política interna y
esterna del gobierno argentino ; complicada con la actitud de
la España y el Portugal respecto de las colonias americanas en
insurreccion ; relacionada directa ó indirectamente con la Santa
Alianza en Europa, hizo sentir desde luego su doble influencia
en ambos mundos.
En el órden esterno, tal acontecimiento produjo sus con
secuencias necesarias. Las buenas relaciones entre el Portugal
y la España se alteraron , y todo acuerdo de estas dos naciones
contra la revolucion de las Provincias Unidas, se hizo imposi
ble. La espedicion española contra el Rio de la Plata, que se
preparaba en Cadiz , se hizo militarmente impracticable, desde
que, declarándose neutral el Brasil, le cerraba los puertos orien
tales y le privaba de un punto de apoyo indispensable . El
estado vidrioso de las relaciones entre el gobierno argentino y
el brasilero, se normalizó en cierto modo , determinando una
regla internacional para el presente y una base de acuerdo
para el futuro, guardando mientras tanto la paz de hecho.
Bajo estos auspicios, las relaciones del Rio de la Plata con las
potencias europeas, se hicieron ménos tirantes , poniendo á la
Inglaterra de parte del Portugal y enagenando á la España
las simpatias de la Santa Alianza en su cuestion con las colo
nias insurreccionadas.
En el órden interno, su accion fué no ménos decisiva,
obrando en sentido opuesto. Por un lado hizo imposible la
guerra que Artigas intentaba hacer al gobierno general ; pero
por otro, creó un nuevo peligro, con la vecindad de un ejército
estrangero establecido en territorio argentino, con el consen
timiento de hecho y al parecer con la complicidad del soberano.
Si bien la intervencion armada del Brasil dominó la anarquia
de la Banda Oriental, ante la cual se habia mostrado impotente
la República Argentina, este resultado, obtenido á costa de su
decoro y su derecho, embravecia la anarquia del litoral, robus
teciendo la accion disolvente de Entre-Rios, Corrientes y Santa
Fé, que se declararon en rebelion permanente contra el go
bierno general. En otro sentido, esta misma actitud de las
CAPITULO XXXVI 545

provincias del litoral, á la vez que debilitaba el poder local de


Artigas, hacia surgir al occidente del Uruguay nuevas influen
cias, que á pesar de sus tendencias anárquicas, se inspiraban
en intereses y pasiones argentinas , que reaccionaban contra
los propósitos anti- nacionales del caudillo oriental . La opinion
pública, irritada por la agresion brasilera , reprobó la política
de contemporizaciones del gobierno argentino con el invasor ;
y aun los que no simpatizaban con Artigas, la consideraban por
lo ménos sospechosa. Por último, Artigas denunció pública
mente al Director Supremo, como traidor á la causa de los
pueblos del Rio de la Plata y complotado con el enemigo es
trangero.
Aun cuando en un principio el Director Pueyrredon
estuvo dispuesto á afrontar la cuestion argentino- brasilera con
todas sus consecuencias, el hecho es que, la invasion , ejecutada
con conocimiento prévio del gobierno argentino , autorizada
por su diplomacia y no repelida de alguna manera, una vez
realizada, revestia un carácter de connivencia ó tolerancia, que
siendo depresivo de la soberania argentina , comprometia la
dignidad de sus poderes públicos . Refleja un siniestro colori
do sobre esta situacion equívoca, la circunstancia de que,
mientras los Orientales peleaban y morian defendiendo el tor
ritorio argentino, el gobierno de las Provincias Unidas mante
nia sus relaciones políticas y comerciales con la nacion inva
sora, y la mas cordial inteligencia con el general invasor.
Empero, las declaraciones públicas de Pueyrredon, pro
testando contra los actos de Lecor y aplaudiendo la resistencia
de los Orientales ; los auxilios de armas dados á Rivera por el
gobierno argentino, y el anhelo de una parte de los mismos
parciales de Artigas, en buscar la salvacion por la union argen
tina, aconsejaron al último, procurar entenderse con el Direc
torio. En este sentido, se abrieron negociaciones, que desgra
ciadamente escollaron en la infatuacion de Artigas, quien pre
tendia que todos los recursos de la Nacion se pusieran á su
disposicion, sin condiciones, sin reincorporarse la Provincia
oriental á la union, y sin reconocer la direccion suprema del
gobierno general ni en lo político ni en lo militar. Este ma
35
546 HISTORIA DE BELGRANO

logro, las sucesivas derrotas por él sufridas, la proteccion dada


por el Directorio á las tropas que habian abandonado sus filas,
y la noticia de que se trataba de minar la base de su poder en
Entre-Rios, exasperaron al último grado al soberbio caudillo
oriental.
La indignacion de Artigas estalló en una nota estravagan
te y terrible, redactada por su secretario Monteroso, fraile após
tata y depravado, de vulgar instruccion, que poseia el arte de
traducir los odios de su gefe, halagando su vanidad en frases
resonantes y sin sentido. En ella acusaba al Director Pueyrre
don de haber permitido la esportacion de trigos para surtir la
plaza de Montevideo ocupada por el enemigo: de haber promo
vido la insurreccion en territorios de su dependencia ; haber
prestado proteccion á los prisioneros portugueses prófugos, fo
mentando á la vez la desercion en las tropas orientales de
acuerdo con el general portugues, terminando por denunciar
lo como un traidor . " No son los portugueses de este año (le
" decia en ella) los mismos del pasado ? Ahora y entonces no
" subsistian las mismas diferencias ? Confiese V. E. que so
"lo por realizar sus intrigas puede representar ante el público
"el papel ridículo de un neutral. El Supremo Director de
" Buenos Aires no debe, no puede serlo. ¿ No reconvino, V.
“ E. al general Lecor por la conminatoria proclama contra los
" orientales ? Pero sea V. E. un neutral, un indiferente ó un
66
enemigo, tema justamente la indignacion ocasionada por sus
" desvarios :-tema con justicia el desenfreno de unos pueblos
" que sacrificados por el amor de la libertad, nada les acobarda
"tanto como perderla. Desista de concebir tan pobre pensa
" miento, que de los fragmentos de sus rutinas, podrá cimen
" tarse algun dia el alto Capitolio que simbolice nuestra degra
66 dacion (sic). 99

Prescindiendo de que los hechos apuntados reconocian


por principal causa la actitud del mismo Artigas, ellos eran evi
dentes ; y si se toma en cuenta, que era su creencia que la in
vasion portuguesa habia sido atraida por el gobierno argen
tino, no puede negársele justicia para esclamar con amargura :
" Yo en campaña, y repitiendo las sangrientas escenas de
CAPITULO XXXVI 547

" la guerra contra los injustos invasores, y V. E. debilitando


" nuestra energia, con la mezcla de unos negocios que no dejan
" de escitar fundadas sospechas. Yo empeñado en el contrar
" resto de los portugueses, y V. E. en favorecerlos. " Y ter
minaba con una verdadera declaracion de guerra :—“ V. E. no
" ha cesado de irritar mi moderacion ; y mi honor reclama por
66 su vindicacion . Hablaré por esta vez y hablaré para siem
" pre. V. E. es responsable ante las aras de la patria de su
❝inaccion ó de su malicia contra los intereses comunes. Algun
" dia se levantará ese tribunal severo de la Nacion y en él debe
" administrarse justicia. " ( 1 )
Esta conminacion, alarmó seriamente al Director Pueyrre
don. Persuadido de que, el caudillo oriental vencedor de los
portugueses, volveria sus armas contra el gobierno nacional, y
que vencido le traeria igualmente la guerra con las últimas re
liquias de sus bandas, ocupábase á la sazon de fomentar la su
blevacion del Entre-Rios, á fin de arrebatarle esta base de ope
raciones, aislándolo de Santa Fé, que era su vanguardia al oc
cidente del Paraná. Artigas habia sentido estos trabajos, y
fué en consecuencia de ellos que dirigió á Pueyrredon la nota
que acabamos de analizar.
Las Provincias del litoral, que en aquella época obedecian
á Artigas, eran, segun queda esplicado, las de Santa Fé, Cor
rientes y Entre Rios. Artigas, dueño y señor de la Banda
Oriental, se imponia á todas ellas por su influencia, por sus
armas 6 por medio de sus procónsules, denominándose « Pro
tector de los pueblos libres. » De este modo mantenia una
especie de confederacion de hecho, sin mas ley que la fuerza,
ni mas voluntad que la suya . Empero, la accion absoluta del
caudillo, se hacía sentir desigualmente en estos territorios
anarquizados ú oprimidos.
En Corrientes, imperaba la mas cruda tirania. Consti
tuida en provincia de la Union en 1813, pronunciada por la

1-Nota de Artigas á Pueyrredon, de 23 de Noviembre de 1816. En el


Arch. Gral. existe una copia autorizada de ella. MS. Ha sido tambien publi
cada por Zinny en su “ Efemeridografia, " con otros documentos correlativos.
548 HISTORIA DE BELGRANO

federacion en 1814 , vuelta á la obediencia del gobierno nacio


nal en el mismo año, conquistada á sangre y fuego por las
bandas artigueñas en 1815 , en jaque constante por los indios
misioneros que acampaban en sus inmediaciones á órdenes del
cacique Andresito, Corrientes formaba parte de la liga federal,
de que Artigas se llamaba « Protector, » regida por un gober
nador, que dependia en todo y por todo del caudillo oriental,
aspirando secretamente sus habitantes á volver á la union.
La Provincia de Santa Fé, desligada de Buenos Aires , se
habia dado un gobierno propio, con formas municipales y un
caudillo absoluto en lo político y militar. Despues de la inva
sion del general Viamonte, que restableció allí el predominio
provincial de Buenos Aires, sobrevino la reaccion, apoyada
por Artigas, que derribó el teniente gobernador Tarragona,
representante de la influencia porteña . Sucedióle como gober
nador autonómico D. Mariano Vera , hombre de algun valer,
bajo cuyos auspicios tuvo lugar el rechazo de la invasion de
Diaz Velez. En todos estos sucesos cupo una parte muy se
ñalada á D. Estanislao Lopez, santafecino que habia militado
en los ejércitos nacionales. Soldado en la reconquista de
Buenos Aires , sargento en la espedicion al Paraguay, prisio
nero en Paraguary, se habia incorporado al ejército patriota
que sitiaba á Montevideo, fugándose á nado de un buque de
guerra español donde se hallaba detenido en el puerto de esta
plaza. En clase de alferez habia regresado á su provincia,
donde organizó un cuerpo de Dragones que fué el nucleo de su
ejército. De un valor sereno, manso por temperamento , am
bicioso y emprendedor, poseia un talento natural y cierta habi
lidad gauchi-política, que le granjearon gran ascendiente entre
sus paisanos . Elevado por Vera de la clase de teniente á la
de coronel, no debia tardar en sobreponérsele nombrándose á
sí mismo gobernador y general vitalicio. En razon de su
situacion territorial al occidente del Paraná y del apoyo moral
y material que le prestaba la opinion compacta de su provincia,
la influencia de Artigas no pesaba tanto sobre él, y se mante
nia en una independencia relativa guardando un equilibrio
gauchi-político, confederado con el Protector á título de cau
CAPITULO XXXVI 549

dillo local, pero sin desligarse del organismo argentino , obser


vando ciertos miramientos para con Buenos Aires y las demás
provincias.
El Entre-Rios era una asociacion elemental, dividida to
pográficamente en tribus pastoras y militares, gobernadas por
régulos independientes entre sí, sin mas cohesion que la del
territorio, ni mas vínculo que el del caudillo prepotente, que
dominaba cada localidad . La region del Paraná obedecia á
la influencia del caudillo D. Eusebio Hereñú, que tenia su
asiento en la Bajada, y á quien se subordinaban los caudillos
de segundo órden D. Evaristo Carriego, su segundo, D. Ger
vasio Correa comandante de Gualeguay y D. Gregorio Sama
niego, vecino prestigioso de Gualeguaychú . Estos caudillos que
formaban una especie de liga parcial, hacia tiempo que soporta
ban con impaciencia el yugo de Artigas, inclinándose á la union
nacional. El temor de envolverse en la guerra que desolaba á la
Banda Oriental y de que el Entre -Rios fuese presa de la invasion
estrangera, acabó de decidirlos en este sentido . Contrapesa
ba, por la parte del Uruguay, la influencia de estos caudillos,
otra que debia sobreponerse á todos ellos, incluso al mismo.
Artigas, y que estaba destinado á iluminar con resplandores
siniestros las páginas de la historia argentina. Era este D.
Francisco Ramirez, hombre dotado de ciertas cualidades, que
en el medio en que figuraba, asumian las proporciones del gé
nio nativo, y que en un estado de civilizacion embrionaria,
como se ha dicho de él, poseia aquellas prendas fisicas, que
abrieron á un pastor errante de los bosques del Danubio la
rera por donde pudo llegar triunfante hasta las puertas del
Capitolio Romano. Soberbio, ambicioso y valiente, habia es
tablecido una disciplina severa en sus tropas, que le habia
grangeado el respeto de los soldados y el temor de los habi
tantes de la comarca . Los demas comandantes le miraban con

recelo, y Artigas lo respetaba como á un aliado poderoso. El


por su parte, sin negar su concurso militar á Artigas, se man
tenia en los límites de su territorio, sin confundi sus armas
con las del caudillo. Su cuartel general era el Arroyo de la
China, (hoy la Concepcion del Uruguay.) A medida que Ar
550 HISTORIA DE BELGRANO

tigas, estrechado por las armas portuguesas, era empujado en


derrota sobre la márgen izquierda del Uruguay, su poder y su
prestigio declinaba, en la misma proporcion en que el de Ra
mirez crecia. Otro rasgo característico distinguia la fisonomia
política de estos caudillos . -Artigas era un anarquista anti-na
cionalista, cuya tendencia era desligar á la Banda Oriental y á
los territorios que le obedecian , de la comunidad argentina, for
mando causa comun con el Paraguay , y que preferia perder su
pais entregándolo vencido al estrangero, antes de reconciliar
se con las Provincias Unidas. Ramirez, por el contrario, aun
que federalista, se reconocia miembro de la familia argentina,
aspiraba á influir en sus destinos y miraba con odio al Para
guay, asi es que sus pasiones, sus instintos y sus intereses , ale
jándolo del titulado Protector, que ya no podia protegerse á
si mismo, lo arrastraban fatalmente á ponerse en pugna con él,
mas tårde ó mas temprano.
En tal situacion de las Provincias del litoral, no habria
sido dificil propiciarse la buena voluntad de Santa-Fé, recono
ciendo su independencia municipal, que ya era un hecho triun
fante y consentido. Desarmada asi la vanguardia de Artigas,
la paz de ambas márgenes del Paraná era un hecho ; la influen
cia de Hereñú, que se inclinaba á la union, se habria robustecido;
Ramirez se habria contenido entónces tal vez dentro de sus
límites por la parte del Uruguay, y en todo caso podria haber
se fomentado su division con Artigas, vinculándolo á los inte
reses argentinos. Vencido definitivamente Artigas por los
portugueses, lo que era una cuestion del tiempo, el estado vio
lento de Corrientes cesaba de hecho, y su reincorporacion al
sistema de la nacionalidad argentina, debia producirse natu
ralmente, como sucedió despues.
El tiempo , la paz y la gravitacion de los intereses comu
nes, habrian resuelto al fin un problema que la guerra habia

sido impotente para resolver en el pasado, y que no podia sinó


complicarlo en lo futuro , dando á la anarquia mayor fuerza y á
su causa, la razon de ser de que carecia.
Estas eran tambien las ideas del Director Pueyrredon,
inspiradas por un patriotismo prudente é impuestas por la ne
CAPITULO XXXVI 551

cesidad. (2) La guerra emprendida contra la Banda Oriental


en 1814 y 1815 , habia terminado desastrosamente con la der
rota de las armas nacionales y el abandono de la plaza de Mon
tevideo arrebatada á los españoles . La espedicion de 1814
contra el Entre-Rios tuvo igual desenlace. Santa Fé habia
dado cuenta de los ejércitos y escuadras de Buenos Aires en
las dos espediciones que sucesivamente se dirigieron contra ella.
Estaba, pues, practicamente demostrado la impotencia de las
armas para combatir el caudillage y la anarquia. Por otra
parte, no haciéndose la guerra al invasor estrangero, que ocu
paba á mano armada una parte del territorio nacional, era una
inmoralidad y un contrasentido político , llevarla á territorios
que se hallaban respecto de las Provincias Unidas en condicio
nes ménos irregulares que la Banda Oriental. Desgraciada
mente, el Director halagado por ilusiones, asediado por impor
tunos consejeros y alarmado por las amenazas de Artigas, se
decidió contra sus convicciones á dar la nueva señal de la guer
ra civil, que debia conflagrar á toda la República, hacer impo
sible su gobierno y destruir en un periodo no muy lejano , el
órden de cosas que presidia. El mismo lo reconoció, aunque
tarde, como se verá muy luego .
Hemos dicho que al tiempo de recibir la carta conminato
ria de Artigas, el Director se ocupaba en fomentar la subleva
cion del Entre-Rios contra Artigas. En efecto, en Setiembre
de 1817 habia llegado á Buenos Aires, D. Gregorio Samaniego ,
quien informó al Gobierno que los habitantes del Entre -Rios
estaban decididos á unirse á la Nacion, y obtuvo algunas mu
niciones, prometiéndosele auxilios eficaces, en el caso de que
el pronunciamiento tuviese lugar. Este hecho, conocido por
Artigas, dió lugar á la carta de que ántes nos hemos ocupado.
En consecuencia, en Diciembre de 1817 , Hereñú dió en el Pa
raná el grito de sublevacion contra Artigas, sometiéndose sin
condiciones al gobierno Directorial. Fué secundado por Car

2-Véase " El general Pueyrredon á los pueblos . " Manifiesto de 3 de Ma


yo de 1820.
552 HISTORIA DE BELGRANO

riego, y seguido inmediatamente por Correa en Gualeguay y


Samaniego en Gualeguaychú, reclamando los auxilios prome
tidos. Pueyrredon trepidó ; pero dispuso al fin remitir un
nuevo auxilio de armamento, esperando que la guerra civil se
alimentase con la resistencia del mismo Entre -Rios. Ultima
mente, arrastrado por sus compromisos, se decidió á enviar
una espedicion militar. (3) El Ministro de la Guerra al es
plicar las causales que determinaban esta nueva actitud bélica ,
decia oficialmente : Despues que una larga esperiencia de
<< disturbios y de anarquia, con que ha sido afligida la Banda
« Oriental por la conducta del desnaturalizado Artigas ; y des
<< pues que este opresor ha tenido en conflicto la causa general
« del pais, la libertad y la independencia etc. etc. ha puesto al
« fin el sello á su procacidad y barbarie, cometiendo el arrojo
« de declarar abiertamente la guerra á la capital . Los efectos
« de tan horrorosa empresa se han hecho sentir de un modo
« diverso del que se prometia aquel caudillo : los pueblos per
" tenecientes á la Provincia de Entre-Rios y sus adyacencias,
cc
aprovechando los momentos con que les brinda una suerte
" mas favorable, han demandado con encarecimiento los mas
66
prontos auxilios para obrar de consuno con la capital en el
" restablecimiento del órden y reconocimiento de la suprema
" autoridad de la Nacion. El gobierno, satisfecho de las bue
" nas intenciones de aquellos habitantes, no trepidó un momen
" to en volar á su socorro. Empeñada la superioridad en sos
" tener esta empresa, empleará si fuese preciso todas las fuer
66 zas del estado. " (4)

Las consecuencias de este paso dado sin plan político ni


militar, sin elementos suficientes y hasta sin gefes capaces de
dirigir la empresa, fueron epilogados tres años despues por el

3-Véase el folleto : " El Camarista Oliden contesta por lo que á él toca el


papel publicado por el general Pueyrredon, " de fecha 3 de Junio de 1820. El
autor de este panfleto es D. Matias Oliden, que no debe confundirse con D. Ma
nuel Luis Oliden, que fué gobernador intendente de Buenos Aires en 1816.
4-Oficio del Ministro de la Guerra D. Matias Irigoyen á Belgrano, de
Diciembre 27 de 1817. MS. del archivo general de guerra.
CAPITULO XXXVI 553

mismo Pueyrredon , cuando la catástrofe por él provocada, se


habia producido : Esta imprudencia ( dice Pueyrredon ) es
« la única mancha que reconozco en mi administracion ; ella
« encendió de nuevo la discordia y ocasionó una repeticion de
❝ actos hostiles , que pusieron en formal empeño el poder del
« gobierno. " (5) Verdad que decia al mismo tiempo en su
descargo, que era un deber del ministerio que ejercia pro
« pender á la total unidad del territorio ; pero olvidando
este deber, mas imperioso aun respecto de la Banda Oriental
invadida, olvidaba ademas, la ligereza con que habia procedido
en la preparacion de los medios, mal calculados para tan tras
cendental decision .
La espedicion fué preparada á la ligera. Componíanla
500 á 600 hombres de las tres armas. (6) Nombróse para
mandarla al coronel D. Luciano Montesdeoca, muy acreditado
como maestro de carretas, cuya ineptitud militar debia hacerse
proverbialmente famosa. Este gefe, al tiempo de emprender
su marcha, proclamó á sus tropas encargando « respeto en el
« mas alto grado á las esposas, hijas y fortunas " de los habi
tantes de Entre-Rios, terminando por decirles : "Cerca teneis
< los laureles con que debeis coronaros. " (7 ) El Director les
«
dirigió la palabra diciéndoles : La espedicion que marcha al
« Entre-Rios, va con el objeto de proteger los derechos de
« aquellos pueblos, que para recuperarlos han implorado ausi
« lio. La presente administracion no ha hecho ni pretende
« hacer la guerra á sus hermanos y compatriotas. Todo su

5—Manifiesto de Pueyrredon de 3 de Mayo de 1820, ya citado, pág. X. ( Hay


dos ediciones de este manifiesto, ambas de la " Imprenta de la Independencia. ")
6- Pueyrredon en su manifiesto de 3 de Mayo de 1820, ya citado y en una
carta de 24 de Diciembre de 1817. (MS. autógrafo en nuestro archivo ) dice 600
hombres. D. Matias Oliden, que fué el comisionado especial para atender á la
espedicion, dice en su esposicion de 1820 ya citada, que solo fueron 500 hombres
En la Gazeta de B. A. N. 50 de 20 de Diciembre de 1817, se dan á la espedicion
800 hombres.
7- Proclama de Montesdeoca de 15 de Diciembre de 1817, publicada en hoja
suelta. Hay otra proclama de D. Domingo Saez, gefe de caballeria de la division
espedicionaria, que se imprimió tambien en hoja suelta en la misma fecha, en la
que se dice: “ Vamos á proteger y no á destruir. "
554 HISTORIA DE BELGRANO

« anhelo es favorecer los proyectos de los buenos ciudadanos,


« que han conocido por esperiencia cuan perjudicial es al sis
« tema de la América la doctrina de D. José Artigas. " (8)
Los transportes que conducian la espedicion, convoyados
por varios buques de guerra zarparon del puerto de Buenos
Aires el 15 de Diciembre ( 1817) . En las instrucciones reser
vadas que se dieron al jefe militar de ella y al comandante del
convoy, se les prevenia : que sin detenerse en punto alguno se
dirigiesen al puerto del Ibicuy en el Entre-Rios . Llegados á
su destino, debian ponerse en comunicacion con los amigos de
la costa, por medio de señales de dia y de noche, ya de ante
mano convenidas. Verificado el desembarco con las precau
ciones debidas, se daria inmediato aviso á Hereñú en la Bajada
previniéndole marchase á incorporarse con sus fuerzas para
defender en comun á la Provincia de Entre- Rios contra las
hostilidades probables de Artigas. En seguida, debia la espe
dicion ocupar sin pérdida tiempo la Villa del Arroyo de la Chi
na, en combinacion con las fuerzas de Correa y Samaniego, á
quienes ausiliaria con armas y oficiales, recibiendo de ellos las
cabalgaduras necesarias para entrar en operaciones. En lo de
más debia obrar segun su prudente discrecion , en la inteligen
cia que su mision era proteger la Provincia de Entre-Rios,
recomendándosele muy especialmente « el respeto por la mu
«jer, como la propiedad mas querida del hombre, y el mayor
« cuidado para que nadie se acercase á la artilleria con riesgo
« de que fuese clavada, en un pais donde no puede distinguirse
« el enemigo del amigo. " (9)
Este embrionario plan de campaña , cuya ejecucion se li
braba discrecionalmente á un gefe sin aptitudes, sin autoridad
moral y sin suficientes recursos, mostraba que el gobierno ge
neral procedia sin ideas políticas ni militares, y que el fracaso

8-Proclama del Director Supremo de 15 de diciembre 1817, impresa en hoja


suelta.
9-Instrucciones al comandante de los buques y al jefe de la espedicion de
Entre-Rios, de 18 de Diciembre de 1817. MSS. del Arch. Gral. en el Legajo
Reservados, 1817 1819 .
CAPITULO XXXVI 555

de las anteriores espediciones sobre el litoral, nada le habia


enseñado. Provocaba la guerra sin prever sus consecuencias,
abria una campaña ofensiva sin tomar en cuenta las resisten
cias locales que debia encontrar ; desconocia el teatro en que
sus tropas iban á operar, y no tenia ni aun la conciencia del es
tado moral del pais, no obstante que reconocia que todo él era
enemigo, y recomendaba á sus tropas el mayor respeto por
las mujeres agenas. Con toda esta impremeditacion se provocó
la gran guerra del litoral argentino, que debia ensangrentar
por largos años á la República , disolviéndola políticamente !
La espedicion porteña, favorecida por vientos propicios,
entró por el Paraná Guazú y siguió por el canal del Ibicuy,
con arreglo á sus instrucciones . El 19 de Diciembre ( 1817 )
llegó al paso de los Toldos inmediato á la barra del Gualeguay,
por donde se comunica la tierra firme entreriana con la gran
isla del Pillo. Allí se hallaban refugiados Samaniego y Cor
rea, con poco mas de 200 hombres y las familias de Gualeguay
chú y Gualeguay, que los habin seguido. Sitiábalos D. Fran
cisco Ramirez al frente de 300 hombres. ( 10) El terreno que
ocupaban era un ribano, llamado en el pais albardon, situado
sobre la márgen izquierda del Ibicuy y dividido de la tierra
firme por un gran anegadizo ó bañado. Su estado de miseria,
era tal, que la espedicion, en vez de recibir de ellos los auxilios
que esperaba, tuvo que distribuir sus víveres para alimentar á
las tropas y familias entrerianas. Véase lo que habia suce
dido.
Apénas iniciado el pronunciamiento de Gualeguaychú,
Gualeguay y Bajada del Paraná, Ramirez , con sus elementos
organizados y con su genial audacia y actividad, se habia pues
to en campaña, ordenando la inmediata reunion de las milicias.
del Arroyo de la China . Samaniego en Gualeguaychú, sin
fuerzas con que hacer frente á Ramirez , se habia replegado
sobre la reunion de Correa en Gualeguay. Perseguidos y des

10-Parte de Montesdeoca, de 20 de Diciembre de 1817, en la Gaceta núm.


51 del mismo mes y año.
556 HISTORIA DE BELGRANO

moralizados ambos caudillos, habian tenido que refugiarse con


las familias de los comprometidos, en el albardon de los Toldos
antes que Hereñú y Carriego hubieran podido apoyarlos desde
el Paraná.
A pesar de este contratiempo, aun pudo haberse restable
cido la campaña, si Montesdeoca hubiese obrado con energia y
actividad . Atacar inmediatamente á Ramirez, que á la sazon se
hallaba al frente con fuerzas muy inferiores ; recuperar el ter
reno perdido ; hacerse de elementos de movilidad ; traer á sí las
fuerzas de Hereñú y marchar resueltamente á ocupar la línea
del Uruguay con 2000 hombres que pudo haber reunido , tal
era el plan de operaciones que aconsejaban las circunstancias.
En vez de aprovechar el tiempo, la espedicion llegada á los
Toldos el 19 á las 9 de la noche, solo desembarcó al dia siguien
te . En vez de atacar sin perder momentos, el primer acto de
Montesdeoca fué dirigir á Ramirez una intimacion , avisándole
" que los pueblos de Gualeguaychú y Gualeguay y muchos ve
cinos de Entre-Rios, habian pedido ausilio al Gobierno de las
Provincias Unidas, temerosos de sucumbir á una dominacion
estrangera por la falta de poder y de aptitudes de Artigas, y
que él iba á hacerlo efectivo. ( 11 )
Ramirez, que se apercibió de lo peligroso de su situacion,
se puso inmediatamente en retirada, y el parlamentario no en
contró ni á quien entregar la intimacion . Despues de tres
dias perdidos en trepidaciones, Montesdeoca se resolvió al fin
á ponerse en campaña, movido por las instancias de Samaniego
quien comprendia la importancia de no dar tiempo á Ramirez
para reforzarse ni para retirar ó destruir los elementos de sub
sistencia y movilidad del pais circunvecino .
Reforzados Samaniego y Correa con 50 hombres de caba
lleria de línea, emprendieron su marcha con direccion á Gua
leguaychú, amagando al Arroyo de la China. Montesdeoca,
con el grueso de las fuerzas , siguió por la márgen del Guale

11 -Intimacion de Montesdeoca á Ramirez de 20 de Diciembre de 1817, en


Gaceta núm. 51 del mismo año.
CAPITULO XXXVI 557

guay grande arriba, llevando el mismo objetivo. ( 12 ) A los


cuatro dias de marcha ( el 25 de Diciembre) Ramirez, reforzado
con las milicias de la costa del Uruguay, cayó inopinadamente
sobre la columna de Montesdeoca á la altura del arroyo de Ce
ballos , dispersó su caballeria, lo obligó á ponerse en fuga con
su infanteria , y se apoderó de su artilleria en la persecucion.
Las fuerzas de Samaniego y de Correa se dispersaron . Los
restos de ambas columnas refugiados en el pueblo de Guale
guay, se replegaron nuevamente al paso de los Toldos , segui
dos por una multitud de familias desoladas , y desde allí pidie
ron ausilio á Buenos Aires .
La lucha estaba empeñada, y no era posible retroceder, ni
abandonar á los nuevos aliados de la Nacion en desgracia . El
General D. Marcos Balcarce, gefe juicioso, metódico y valiente,
pero sin las calidades del mando en gefe para esta guerra, fué
nombrado para reemplazar á Montesdeoca , conduciendo un
nuevo refuerzo de 500 hombres. ( 13 ) El nuevo general, des
pues de poner en salvo á las familias entrerianas refugiadas en
el albardon, se reforzó con la columna de Hereñú , y restableció
la base de operaciones del Paraná que este habia abandonado,
estableciendo su centro en la Bajada, á cuyo puerto se dirijióla
escuadrilla . (14)

12- Parte de Montesdeoca ya citado.


13- Ofi. del Gobierno á Belgrano, de 2 de Enero de 1818. MS. del Arch.
Gral. Leg. Secretaria de Gobierno.
14-El Gobierno comunicó estas operaciones al general Belgrano, en ofi
del 2, 9, 10 y 12 de Enero, halagándose con un feliz resultado. Belgrano, refle
xionando juiciosamente sobre esta mal calculada guerra, con fecha 26 de Enero
de 1818 le decia en contestacion : " Considero muy corta la fuerza veterana que
" manda el nuevo gefe ( D). Márcos Balcarce), cuya eleccion lleva mi complacen
" cia . Esta clase de guerra, debe hacerse con el todo, para concluirla con cele
" ridad, 6 no hacerla. No se puede, ni es dable contar mucho con las milicias de
16
aquellas provincias : el menor contraste las aterra y les hace infundir el pavor
(1
en las tropas veteranas en las ocurrencias mas delicadas é importantes. Si no
66 es posible disponer de fuerzas imponentes . es sobremanera ventajoso auxiliar
.6
con armas y municiones á los que se han separado del enemigo comun . En
" tregados á sí mismos . á sus ideas sean cuales fuesen, que nunca dejarian de ser
" desordenadas, y convencidos por su propio conocimiento que al fin han de ser
❝ victimas del desórden, desconcierto y anarquia, clamarian uno y otro partido por
558 HISTORIA DE BELGRANO

Ensoberbecido Ramirez con su nuevo triunfo , y á la cabe


za de las milicias del resto del pais, levantado casi en masa,
se situó á las inmediaciones de la Bajada . Despues de algu
nos movimientos sin consecuencia, Balcarce se decidió á salir
al encuentro del enemigo, con un cuerpo de ejército de las tres
armas, de que formaban parte las milicias de Entre-Rios acau
dilladas por Hereñú, Samaniego y Carriego. ( 15 )
El 25 de Marzo de 1818 á las 4 de la tarde se avistaron
ambas fuerzas. Ramirez, simulando una retirada, cubrió su
retaguardia con fuertes guerrillas de caballeria. A las dos le
guas, hizo alto en el punto denominado el Saucesito, y ten
dió su línea. Balcarce siguió avanzando. Entónces el cau
dillo entreriano, mandó cargar simultáneamente las dos alas de
Balcarce, flanqueándolas, y atacó de frente la infanteria por
teña que ocupaba el centro . En pocos momentos quedó deci
dida la accion, abandonando Balcarce 4 piezas de artilleria y
dejando en el campo de batalla un número considerable de
muertos y prisioneros y gran cantidad de armamento y muni
ciones . (16)

" el remedio, que debian esperar de una mano fuerte, capaz de reconciliar los
(6 espiritus, haciéndoles entrar en su deber. De lo contrario, cualquiera ventaja
66
que adquieran sobre nuestras armas, por leve que sea, pues el perverso no siem
"" pre es desgraciado, los enorgullecerá, penetrándolos del estremo de la osadia
" hasta empeñarlo en empresas atrevidas , la mas de las veces desastrosas, y con
" desdoro de nuestra opinion, antemural poderoso contra toda suerte de ene
" migos. "" (MSS. del Arch. Gral, Leg. Secret. de Gob. 1818. )
15-Véase Estraordinario de B. A. de 13 de Enero de 1818 y Gazeta de
Buenos Aires de 17 del mismo mes y año, art. Entre-Rios- Ofi. del Gobierno á
Belgrano de 4 de Marzo de 1817 y contestacion de éste de 24 del mismo . MSS.
del Arch. General. Leg. " Secretaria de Gobierno. "
16- Parte de Ramirez á Artigas, de 25 de Marzo de 1818, cópia con la
firma autógrafa de Artigas, M. S. en nuestro archivo.-Nota de Belgrano, de
25 de Abril de 1818, adjuntando cópia del parte del gobierno de Santa Fé al de
Santiago del Estero, dando detalles sobre la batalla. MSS. del Archivo General
Leg. "Secretaria de Gobierno ."- Ramirez en su parte da 200 prisioneros y co
mo 600 muertos ; y el parte de Santa Fé, 700 entre muertos, prisioneros y he
ridos ; pero en esto hay exageracion. Ambas coinciden en el número de piezas
tomadas, con la diferencia que Ramirez dice 4 piezas de á 6, y el de Santa Fé,
da dos de á 6 y dos de á 4 de bronce.
CAPITULO XXXVI 559

Los restos escapados á la derrota del Saucesito, se refu


giaron en la escuadrilla surta en el puerto de la Bajada . Allí
permaneció Hereñú embarcado al frente de sus últimos par
ciales, espiando la oportunidad de abrir nuevas hostilidades en
combinacion con algunas montoneras que aun se mantenian
ocultas en los bosques de Montiel. Balcarce pasó á Buenos
Aires á dar cuenta del triste resultado de la campaña, decidida
en poco mas de dos meses, con la completa derrota de dos es
pediciones y el aborto de la inconsistente insurreccion del
Entre Rios, justificándose así las previsiones del general Bel
grano . Desde entónces D. Francisco Ramirez fué el amo y
señor del Entre -Rios, quien organizándolo militarmente, se
preparó á ser el árbitro del litoral del Plata.
Al mismo tiempo que el gobierno general llevaba la guer
ra á Entre-Rios, promovia la insurreccion en Corrientes comi
sionando al efecto al coronel D. Elias Galvan , antiguo gober
nador de la Provincia, logrando sustraerla á la dominacion de
Artigas ; pero los contrastes de Entre-Rios, la entregaron de
nuevo á discrecion del caudillo oriental. El cacique Andre
sito á la cabeza de los indios guaranís de las misiones, subyugó
por las armas á toda la Provincia , y para castigarla de sus
veleidades de independencia, la trató como provincia conquis
tado, sofocando en ella todo espíritu de resistencia local . ( 17)
Estos contrastes que comprometian al gobierno ante la
opinion sensata del pais y ante los enemigos internos y ester
nos , tuvieron lugar precisamente en circunstancias en que la
cuestion de la Banda Oriental se complicaba, trasladándose al
Uruguay la guerra contra Artigas, y acercándose por lo tanto
de la frontera de Entre-Rios.
Lecor, sitiado en Montevideo , é interceptado de su ejér
cito del Alto Uruguay, resolvió dominar la navegacion de este
rio, á fin de abrir comunicaciones y combinar operaciones. Al
efecto organizó una escuadrilla compuesta de una goleta y dos

17- Véase " Sucesos de Corrientes de 1814 á 1822, " en el tomb VII de la
Revista de Buenos Aires.
560 HISTORIA DE BELGRANO

barcas, que penetró al Uruguay el 2 de Mayo de 1810. Uno


de los buques ( la goleta ) , se adelantó dejando á retaguardia
dos de ellos por su mayor calado. Navegaba la vanguardia
brasilera en medio de una solemne soledad , sin encontrar una
sola embarcacion en su trayecto, ni percibir un solo habitante
en sus entónces desiertas márgenes. El 12 de Mayo seguia
la goleta impulsada por una brisa del sud, cuando á la altura
del Arroyo de la China, en el punto denominado Paso de
Vera, se percibieron dos ginetes en la costa entreriana , que in
mediatamente se ocultaron. Pocos momentos despues rompió
el fuego una bateria de tres cañones oculta por el bosque á cu
ya inmediacion habian aparecido los dos ginetes. El combate
que se siguió duró tres cuartos de hora. La bateria de tierra
tuvo una pieza desmontada y algunos hombres muertos y he
ridos. La goleta, con un herido, dos rumbos en su costado y
algunas averias en su arboladura y velámen, se cubrió con la
isla fronteriza, á inmediacion de la costa oriental. ( 18)
Al despuntar la aurora del dia 13, iluminando al pinto
resco paisaje de aquella parte del Uruguay, y soplando una li
gera brisa del norte que rizaba ligeramente la superficie de las
aguas, viéronse aparecer por sobre el bosque de la Banda
Oriental, multitud de ginetes que coronaban las colinas inme
diatas. Su número fué aumentando considerablemente hasta
alarmar á los de la goleta, que á todo evento se prepararon
para sostener un nuevo combate. Al izar en su mastil la bandera
portuguesa, los de tierra hicieron demostraciones de júbilo,
disparando sus armas al aire y saludando con entusiasmo á los
marinos. Era la vanguardia del ejército del Curado , que atrai
da por los cañonazos del combate del dia anterior, se habia
vanzado con el objeto de descubrir la causa. ( 19 )
En el intervalo , despues de la batalla del Catalan , las ar
mas brasileras habian hecho grandes progresos sobre la fron
tera. El coronel Benito Gonzalves da Silva y otros caudillos

18-Memorias y reflexiones de un oficial de la marina brasilera ( Sena Pe


reyra.) Col. Lamas.
19-Memoria de Sena Pereyra, ya citada
CAPITULO XXXVI 561

riograndeses por la parte del Cerro Largo, habian derrotado la


division de Otorgués en la costa del Rio Negro , tomandolo
prisionero, ( 1818 ) destruyendo casi al mismo tiempo en las
Cañas y Olimar Grande las divisiones de los comandantes D,
Gorgonio Aguiar y D. Francisco Delgado , destacadas de las
columnas de Artigas. El ejército de Curado habia abierto nue
va campaña desde el Cuareim, derrotando la vanguardia de
Artigas en Guabiyú y haciendo prisionero á su jefe el coman
dante D. Juan Antonio Lavalleja, tan célebre despues. Arti
gas habia tenido que levantar su cuartel general de la Purifica
cion (Hervidero) , y retirarse con sus restos desmoralizados al
interior del pais .La Colonia, segun se dijo ántes, habia sido
entregada á los portugueses por los mismos orientales. (20)
Dueño, pues , Curado de la márgen izquierda del Uruguay, des
de las Misiones Orientales hasta el Salto , como Lecor lo era de
la del Plata desde Maldonado hasta la Colonia, no le fué difi
cil estender su vanguardia hasta Paysandú, y darse la mano
como se ha visto, con la escuadrilla que de Montevideo venia
en su ausilio .
Reunidas las tres embarcaciones de la escuadrilla portu
guesa, intimaron rendicion á la bateria entreriana, amenazando
saquear la Villa del Arroyo de la China si no se entregaba en
un plazo perentorio. No dejaba de presentar serias dificulta
des, hacer efectiva esta amenaza . Protegia la bateria el go
bernador D. Francisco Ramirez con una division de 400 á 500
hombres . (21 ) Mas arriba del paso de Vera, frente á Pay
sandú y en la barra de Perucho Berna, habia dos baterias mas
que forzar, las cuales estaban guarnecidas por 600 hombres
(de ellos 200 infantes) al mando del coronel Aguiar, que de
pendia inmediatamente de Artigas. En el arroyo de Perucho
Berna, se hallaba una flotilla artigueña de doce embarcaciones
menores, defendida por los cañones de la bateria de la barra.

20-Memorias de los sucesos de armas orientales " ( de Rivera y de Obes)


ya citada.
21 -La memoria de Rivera y de Obes, " dice 300, y la de Sena Pereyra, da
600 hombres . Col. Lamas.
36
562 HISTORIA DE BELGRANO

Un desembarque á viva fuerza, con el escaso número de buques


de que disponian los portugueses , no era, pues, posible. En
tal situacion, el general Curado bajando hasta Paysandú con el
grueso de su ejército, dispuso que el coronel Bento Manuel Ri
veiro atravesara el rio mas arriba, tomase de flanco las dos ba
terias superiores, dominase toda la costa occidental fronteriza
y atacase por la espalda la bateria de Arroyo de la China ( hoy
Concepcion del Uruguay) . Bento Manuel ejecutó la operacion
con actividad y arrojo. Al frente de 500 hombres de caballe
ria, pasó á nado el rio protegido por una noche oscura , en el
punto denominado San José del Uruguay, frente á la Calera de
Barquin . Montando sin pérdida de tiempo en los caballos que
habian pasado del diestro, sorprendió á Aguiar en Perucho
Berna, y lo tomó prisionero con toda su fuerza, apoderándose de
la bateria y apresando la flotilla artigueña. Frente á Paysan
dú, deshizo al comandante D. Francisco Tejera, que se hallaba
allí con 400 hombres de caballeria. En seguida, cayó como un
rayo sobre el flanco y la retaguardia del Arroyo de la China,
obligando á Ramirez á ponerse precipitadamente en retirada
con toda su division, y apoderóse de las piezas de la bateria, que
eran las mismas tomadas á Balcarce en el Saucesito. La villa
del Arroyo de la China fué saqueada en parte, se le impuso ade
mas una contribucion , y arrebatando un gran número de caba
lladas y familias, Bento Manuel repasó triunfante el Uruguay,
protegido por la escuadrilla portuguesa . ( 22 )
Reforzado Artigas con la division de D. Frutos Rivera,
que se destacó del sitio de Montevideo en su auxilio, le fué po
sible diputar aun el terreno de las inmediaciones del Uruguay.
Situóse con 1200 hombres en la márgen izquierda del Queguay
Chico, ensayando desde allí un nuevo plan de hostilidades,
que merced á la actividad de Rivera , le valieron algunas ven
tajas de vanguardia. Curado, destacó entónces sobre él á

22 " Memoria" de los sucesos orrientales, ya citada, pág. 334 de la Col.


Lamas-" Memoria " de Sena Pereyra, ya citada, pág. 343 y 344 de id id-La
Sota (Juan Manuel ) " Cuadros Históricos " MS. en nuestro archivo-“ Infor
macion histórica 19 por D. Ramon Cáceres, MS. en nuestro archivo.
CAPITULO XXXVI
563
Bento Manuel al frente de 500 hombres. El guerrillero brasi
lero, penetró, personalmente al campo del caudillo oriental á la
cabeza de 100 hombres, el 4 de de Julio de 1818 á las 4 de la
mañana, logró envolver una columna de mas de 800 hombres
de infanteria, se apoderó de dos piezas de artilleria, y quedó
dueño del terreno, dispersando el resto de la fuerza. Entre
los prisioneros , se encontró el antiguo Delegado Barreiro, á
quien Artigas tenia con grillos y le hacia formar causa con
ánimo de fusilarlo , acusándole de connivencia con los portu
gueses, pero en realidad, por su actitud en Montevideo cuando
abrió relaciones con el gobierno argentino. A las 8 de la ma
ñana del mismo dia fué á su vez sorprendido Bento Manuel por
la division de D. Frutos Rivera , fuerte de 500 hombres , lo que
permitió á Artigas continuar la guerra por algun tiempo mas.
(23) Pero la campaña, perdida desde el primer dia, podia
darse por terminada . El detalle de operaciones que se siguie
ron, no entra en el plan de este libro ; sin embargo , para com
pletar esta parte de nuestra narracion, anticiparemos lo que
sucedió despues .
Curado , dueño de la márgen izquierda del Uruguay, ma
niobró de modo de dominar todo el litoral fluvial hasta la Co
lonia, hasta darse la mano con el ejército de Lecor en Montevi
deo . Artigas se reconcentró al interior del pais sobre las
nacientes del Rio Negro ; pero estrechado y falto de recursos ,
y activamente perseguido , se vió obligado á dispersar sus divi
siones , retirándose con ellas á ( retaguardia del ejército invasor ,
En esto se pasó el resto del año de 1818 y parte del XIX.
A fines del año de 1819 , Artigas , volvió á reunir sus fuer
zas y aprovechando la circunstancia de haberse internado el
ejército de Curado, dejando descubierta la frontera , meditó re
petir el primitivo plan de campaña de invadir el Brasil, á fin de
atraer á sí, todas las divisiones sueltas de los portugueses que
habian quedado en Rio Grande, batirlas con fuerzas superiores

23-" Memoria " sobre los sucesos orientales ya citada, pág. 335 de la Col.
Lamas.
564 HISTORIA DE BELGRANO

y hacerse de recursos de movilidad á costa del enemigo. (24)


Tomando esta vez mejor sus medidas, reunió un ejército como
de 2500 hombres, y penetró al territorio brasilero llevando to
do á sangre y fuego. Derrotó el 14 de Diciembre de 1819 en
la barra del Sarandi (por otro nombre Guirapuitá chico) al
Mariscal Abreu, que con 500 hombres salió á su encuentro.
(25) Rehecho Abreu con el auxilio de una division mandada
por el general Cámara, reaccionó inmediatamente y cubrió la
línea del Santa Maria, empeñándose allí algunas acciones par
ciales . El Conde de Figueiras, capitan general de Rio Grande,
formó sobre esta base un nuevo ejército, y obligó á Artigas á
replegarse al territorio oriental. Artigas hizo pié firme en las
puntas de Tacuarembó , y estableció su ejército en una posi
cion que consideraba inespugnable . Como de costumbre, con
fió su mando al coronel Latorre. Este jefe, tan incapaz como
siempre, se dejó sorprender por el Conde de Figueiras el 22 de
Enero de 1820, perdiendo su último batallon de infanteria y
salvando apenas con una parte de la caballeria, á pié, con los
frenos en la mano . (26) Este golpe mortal, puso término á la
guerra. Artigas, derrotado en todas partes por las tropas
portuguesas y los guerrilleros brasileros, divorciado con la opi
nion de su pais, despreciado de todos por su nulidad militar,
sin autoridad moral sobre sus jefes ni imperio sobre sus últimos
soldados, celoso del prestigio de Rivera que le negó obediencia,
temeroso de la preponderancia que empezaba á tomar Rami
rez, y sin mas apoyo que el de los indios de - Andresito, se re
tiró á Corrientes acompañado de Latorre y Aguiar, y de 300 á
400 hombres que le siguieron, abandonando para siempre su
patria, dejándola en poder del estrangero cuya invasion habia
provocado con su política brutal, y librándola á los desesperados
esfuerzos de sus últimos defensores, que muy luego tuvieron

24-Of. de Artigas de 17 de Noviembre de 1819 al Comandante D. Felipe


Duarte. MS. original en nuestro archivo.
25 -Parte del comandante D. Aniceto Gomez al comandante Duarte, de 19
de Diciembre de 1819. MS . original en nuestro archivo.
26- Informaciones históricas de D. Ramon Cáceres. MS. en nuestro archivo.
CAPITULO XXXVI 565

que capitular. Por algun tiempo mas, y mientras le llegaba


la hora de desaparecer del todo de la escena, Artigas continuó
creyéndose, en su soberbia necedad , el caudillo omnipotente de
otros tiempos, y soñando en llevar la guerra á Buenos Aires,
no obstante que solo le obedecian los bárbaros indios misione
ros, que tenian subyugada á la Provincia de Corrientes.
Antes que estos últimos sucesos tuvieran lugar, se desen
volvieron en el litoral del Plata, otros de no menor importancia,
que debian influir profundamente en los destinos de la Repú
blica, produciendo su disolucion política y militar, y acelerando
su descomposicion social.
Casi al mismo tiempo que la derrota del Saucesito (Marzo
de 1818, ) habia tenido lugar la sorpresa de Cancha-rayada
(Abril de 1818. ) La gran victoria de Maipo que se siguió,
habia retemplado la opinion, cuando sobrevino la irrupcion de
las tropas portuguesas al territorio entreriano. Este hecho
produjo en todo el país profunda sensacion. El gobierno na
cional que se habia mostrado impotente para dominar el Entre
Rios, cuyo territorio le habia sido garantido por promesas
internacionales, á condicion de una neutralidad que no habia
hecho efectiva, se encontró inhabilitado para reclamar. Fue
entonces que, en presencia de la conquista brasilera que se
consolidaba en la Banda Oriental y de la anarquia triunfante
en el litoral, se decidió á llevar adelante la guerra civil. Para
sostenerla, habia pedido un contingente de tropas al ejército
del General Belgrano. El resto no debia tardar en com
prometerse y perderse en esta lucha estéril , que al fin habia de
dar en tierra con el gobierno que tan impremeditadamente la
provocó, sin medir sus fuerzas, ni prever sus consecuencias .
En prevision de las complicaciones posibles del litoral con
el interior, el Gobierno habia dispuesto que el Coronel Are
nales se trasladase á Córdoba , en calidad de comandante gene
ral de armas, bajo el pretesto de combinar una espedicion con
tra los indios Abipones, segun un plan propuesto por el coman
dante D. Alejandro Heredia, que se hallaba en la frontera de
Santiago del Estero, y á cuya ejecucion debia invitarse á Santa
Fé á cooperar . Subsiguientemente (en víspera de la espedi
566 HISTORIA DE BELGRANO

cion de Montesdeoca á Entre Rios) se dispuso que 400 hom


bres del ejército de Belgrano, marchasen á ocupar militarmente
á Córdoba en observacion de Santa-Fé, (Diciembre de 1817.)
El Coronel Bustos , á la cabeza de poco mas de 300 hombres
del Regimiento número 2 , fué nombrado para desempeñar esta
comision, siendo á la sazon Gobernador Intendente de Córdoba
el Dr. D. Manuel Antonio Castro, y gefe de una parte de sus
milicias el comandante D. Andrés Pueyrredon , hermano del
Director . (26)
Como desde esta época empezó á figurar en la escena, en
que debia hacerse tristemente célebre el coronel D. Juan
Bautista Bustos, se hace necesario detenernos á estudiar este
tipo bastardo, que á la cabeza de las tropas disciplinadas de la
República, traicionó la causa del órden y pactó con la anarquia,
bien que sin mancomunarse del todo con ella, y aceptando una
política singular , que inauguró una nueva escuela de caudillage,
y entregó las provincias del interior á la arbitrariedad de
mandones irresponsables. Asi fué como fundó mas tarde, en
complicidad con los hombres sin principios de las ciudades
cultas, otro tipo de gobierno personal, con cierta apariencia de
legalidad, con el provincialismo estrecho por bandera , y el
militarismo en sostitucion de las campañas insurreccionadas.
Bustos era el hombre indicado para acaudillar este movimiento
bastardo . Siendo una completa nulidad como militar, era
valiente y tenia autoridad moral en el ejército de línea . Aun
que de muy limitados alcances , no carecia de astucia para go
bernarse en los negocios de la vida práctica y tenia talento para

26 -Oficio de Belgrano al Gobierno, de 26 de Julio de 1817, acompañando


parte y plan de D. Alejandro Heredia, sobre espedicion contra los Abipones - Of.
del Gobierno de 18 de Setiembre de 1817, nombrando á Arenales gefe de la espe
dicion-Of. (muy reservado) del Gobierno á Belgrano, de fecha 11 de Diciembre
de 1817, recomendando precauciones contra Artigas y Santa Fé, y ordenando la
ocupacion militar de Córdoba -Of. de Belgrano al Gobierno, de 25 de Diciembre,
dando parte de la marcha de 400 hombres con Bustos -Of. del Gobierno á Bel
grano de 27 de diciembre de 1817, avisándole que se abria la guerra contra Arti
gas, y dándole instrucciones en consecuencia-(M SS. del Archivo General de
Guerra, Año 1817.)
CAPITULO XXXVI 567

la intriga. Desprovisto de resorte y elevacion moral, su fuerza


era la de la inercia y su móvil un egoismo frio y taimado, que le
infundia ambiciones estrechas, sin predilecciones políticas y
sin amor y sin ódio por todo aquello que no afectase sus apo
titos inmediatos . En su calidad de cordobés , era el hombre de
accion de los intrigantes de la docta ciudad que desde luego
empezaron á halagar sus malos instintos . La influencia de
esta atmósfera enervante debia ser funesta á su pobre cabeza
en el estado de agitacion y desmoralizacion en que se encon
traba Córdoba.
Véase la pintura gráfica que el mismo Bustos hace del
estado moral de Córdoba en aquella época. « Infinidad de
" montoneros van y vienen de Santa Fé, sin licencia ni cono
« cimiento de nadie. Hay mucha gente buena en esta pro
« vincia ; y aunque son los ménos los montoneros , son los mas
« vivos, y los que se dicen decentes ; por consiguiente, influyen
<< bastante. Son enemigos del órden , Córdoba (la ciudad) y
« la mayor parte de la gente visible. Desde el litoral hasta la
« ciudad, todos son montoneros, con escepcion de cinco ó seis
« sujetos. Todo el Rio de Córdoba es amante del órden, y
solo el comandante Carballo es montonero . El Rio 2.º, mon
<< tonero, escepto cuatro ó cinco personas . El Rio 3.º, monto
neros, á escepcion del comandante Haedo . Estos son los
« lugares que tienen en movimiento á esta Provincia de Cór
« doba, comunicando los dos últimos con Santa Fé. » (27)
Apenas llegado á Córdoba, Bustos empezó á manifestarse
reservado con el gobernador, descontentadizo con Arenales ,
celoso del comandante Pueyrredon, prestando oidos á los
chismes locales, é inoculándose todas las pasiones pequeñas ,
que tan bien se asimilaban con su naturaleza. Aun respecto
del general Belgrano, empezó á afectar cierto tono de suficien
cia que traicionaba sus ocultas pretensiones , veladas por un
desprendimiento socarron . Como las gentes de este lugar

27--Carta de Bustos á Belgrano de 25 de Febrero de 1818 en la Villa de los


Ranchos. M S. autógrafo en nuestro archivo.
568 HISTORIA DE BELGRANO

« son tan montoneras ( escribia á Belgrano) necesito ir despa


« cio para imponerme de todo. En la actualidad me estoy in
« formando de todos los curas de esta Provincia y Alcaldes. >>
Y á renglon seguido agregaba : « En las propuestas que se hi
« cieron en Córdoba para gobernador, sé que me propusieron ;
❝ pero escribí al Director para que se desentendiera de mí, di
« ciéndole que mas queria morir de soldado en el ejército, que
« de gobernador de Córdoba, porque para serlo es preciso ser
loco y dar palo de ciego. " ( 29)
Habiéndose ordenado á Bustos se situara en la Villa de
los Ranchos, en observacion de la Provincias de Santa-Fé, es
cribia desde allí á Belgrano : « Me es demasiado estraña la
❝ conducta de este gobernador con respecto á mi division, por
« que hasta la fecha, no me ha dado mas órden sinó que esté
« en este punto, (que lo es de la montonera) , como de observa
« cion de los movimientos de los enemigos. Instruido de los
< descabellados planes de dividirme la fuerza y viendo por
" otra parte el gran desórden de esta provincia, tuve el claro
« del reconocimiento del coronel Arenales de comandante ge
« ral de armas, para hacerle la protesta en cinco capítulos que
« por separado adjunto, los cuales creo que le han disgustado,
por que me dice ( en tono grave) que remite copia al Sr. Di
« rector ; pero á mí poco se me da, porque además de las ins
« trucciones de V. en precaucion de la conservacion de esta
❝ division de mi mando , debia hacerlo con tiempo, ántes que
« llegasen circunstancias mas apuradas, y no se me imputase
retardaba algun movimiento, ". (30)
En la protesta, formulada por escrito en tono absoluto,
Bustos declaraba : 1.° Que de la division de su mando no se
habia de separar soldado alguno á ningun otro destino, de
biendo estar siempre completamente reunida ; 2. ° Que en caso
que las circunstancias lo exigieran, no habia de marchar la divi
sion sinó completamente montada, proveyéndosele con antici

29-Carta de Bustos á Belgrano ya citada. MS.


30-Carta de 25 de Febrero de 1818, ya citada. MS.
I
CAPITULO XXXVI 569

pacion de las monturas necesarias ; 3.° Que la division no ha


bia de ser mandada por otro gefe que por él y sus respectivos
oficiales , además de la milicia que pediria se pusiera á sus órde
nes en el caso que él lo hallase por conveniente ; 4.° Que la
division no habia de salir de la jurisdiccion de Córdoba , á no
ser para incorporarse al ejército del General Belgrano ó con ór
den de este ; 5. Que en el territorio y sus alrededores donde
tuviese que atacar algun enemigo, se habian de separar todos
los individuos , que con pruebas ó fundadas sospechas, él indi
case como contrarios al órden. ( 31 )
Bajo estos auspicios, que nada bueno auguraban para lo
futuro, empezó á intervenir el ejército auxiliar del Alto Perú
en la guerra civil del litoral, que en aquella época se iniciaba
por la parte de Santa-Fé á cuyo teatro vamos á trasladarnos.
La guerra contra Santa-Fé fué provocada por el gobier
no nacional, con mayor ligereza aun que la del Entre Rios.
Los anteriores contrastes no lo habian escarmentado, y la espe
riencia nada le había enseñado. Sin base sólida , sin elementos,
sin plan y sin una idea política ni militar definida, se lanzó
aturdidamente á la lucha, complicando desde luego en ella al
único ejército que guardaba su frontera norte por el Alto Perú.
Como queda esplicado, la disidencia de Santa- Fé con Bue
nos Aires, tuvo por orígen la proclamacion de la independencia
provincial , acto que resistió la capital. Restablecido el predo
minio de esta por acciones y reacciones internas del mismo
Santa-Fé, fué ocupado militarmente su territorio por las armas
nacionales al mando del general Viamonte, segun se dijo antes.
El teniente gobernador Tarragona, nombrado por el directo
rio, se hizo odioso á los santafecinos, y provocó una reaccion ,
que de acuerdo con Artigas, dió por resultado la capitulacion

31-" Protestas &." MS. autógrafo autorizado con la rúbrica de Bustos .


(Papeles de Belgrano. ) Al pié de la transcripcion de las anteriores protestas,
ponia Bustos esta anotacion : “ La 4ª y 5ª protesta son las que le han disgustado
“ (á Arenales) ; pero como yo los entiendo y sé todas sus tramoyas, poco cuidado
"" me dá de su disgusto, porque si alguna hay avanzada 6 anticipada, daré la
" razon si disgustan al gobierno. "
570 HISTORIA DE BELGRANO

de las tropas de Viamonte. Malograda la oportunidad de re


conciliar á Santa- Fé con la nacion, reconociendo su indepen
dencia municipal, ―segun se acordó en el pacto de Santo Tomé,
que el Congreso de Tucuman desaprobó,-la division se hizo
mas profunda. La espedicion de Diaz Velez que se siguió,
en que el ejército y la escuadrilla de Buenos Aires fueron der
rotados, lanzó definitivamente á Santa Fé del lado de Artigas.
Empero, á esto estado violento de cosas, habia sucedido una
trégua, en que la capital sin ceder en sus derechos , no se em
peñaba en hacerlos valer. Esta paz de hecho , habria podido
por lo menos neutralizar á Santa-Fé, -que por su situacion
territorial, tenia que guardar miramientos con el poder nacio
nal, si en vez de llevar la guerra á Entre-Rios, se hubiese
tratado de uniformar la opinion de ambas orillas del Paraná,
combinando la accion de sus caudillos en el sentido de la
union. Precisamente en esos momentos se hacia dueño de
la situacion de su provincia D. Estanislao Lopez , (Julio de
1818 , ) á quien ya hemos hecho conocer, el cual empezaba á
ensayar su sistema indígena de equilibrio, que sin romper con
Artigas ni hacer guerra á la nacion, se manifestaba dispuesto
á inclinarse á uno ú otro lado, segun se lo aconsejasen las cir
cunstancias y los intereses locales subordinados á su poder
personal. Así se vió que, durante la primera y segunda es
pedicion de 1817 y 1818 contra el Entre -Rios, Santa-Fé per
manoció tranquilamente á la espectativa, bien que mantenien
do su actitud disidente. Dado este estado de cosas, era mas
que una imprudencia, una insensatez, provocar gratuitamente
una nueva guerra, sin medios y hasta sin ideas para empren
derla. Sin embargo, esto fué precisamente lo que se hizo,
dando por consecuencia los resultados funestos y vergonzosos
que pudo haber alcanzado la mas vulgar prevision.
Simultáneamente con la espedicion de D. Marcos Balcar
ce al Entre-Rios ( Marzo de 1818) empezaron á hacerse traba
jos insurreccionales en Santa-Fé, sobre base mas inconsistente
aun. Hallábase á la sazon de Comandante General de la pri
mera seccion de campaña de Buenos Aires, limítrofe con San
ta-Fé, el General D. Juan Ramon Balcarce . Este personage,
CAPITULO XXXVI 571

á quien hemos hecho conocer antes como uno de los héroes de


la batalla de Tucuman , valiente á la par de algo jactancioso ;
patriota bien intencionado, pero ligero en sus juicios ; buen
gefe de caballeria, con fórmulas rutinarias de milicia en su ca
beza, carecia de las ideas amplias que requiere el mando en je
fe, especialmente en una guerra popular de carácter nuevo, en
la que sin embargo debia ilustrarse mas tarde con una glorio
sa hazaña . Balcarce no tardó en ponerse al habla con algunos
caudillejos oscuros de la Provincia vecina, que halagaron su
amor propio, manifestándole , « que sus personas é influjo no
« pertenecian sinó á él. » ( 32 )
El ayudante mayor D. Juan Manuel de la Sota , fué comi
sionado por el capitan D. Valentin Valdez y otros caudillos del
Rosario, á fin de entenderse con Balcarce. Las proposiciones
que presentó fueron las siguientes : 1°. Que se ponian á ór
denes del General Balcarce : 2°. Que en en el caso de recibir
órdenes del Gobierno de Santa-Fé para hostilizar al de Buenos
Aires, demorarian su cumplimiento hasta que el Gobierno Ge
neral se impusiera secretamente de sus disposiciones ; 3°. Que
oportunamente harian levantar la campaña de Santa - Fé en fa
vor de la union ; 4°. Que se comprometian á impedir el paso
de los orientales á la margen occidental del Paraná ; 5°. Que
para el efecto, era conveniente no pasasen tropas nacionales á
la jurisdiccion de Santa-Fé ; 6°. Que unidas á su tiempo las
fuerzas insurreccionales de Santa Fé con las de la Nacion , per
seguirian á los que se resistiesen á la union. Balcarce, al dar
" Yo
cuenta al Gobierno de estas proposiciones, opinaba así :
❝ creo que no debemos admitir otro conveuio que el de una pron
« ta y ciega obediencia á las legítimas autoridades del Estado,
» de que criminalmente se separaron por un movimiento sub
<< versivo, contrario á los intereses de la causa pública. » ( 33)

32-Of. de D. Juan R. Balcarce al Director, de 19 de Marzo de 1818. MS.


del Arch, Gral, en el Leg: Reservados, 1816-1819.
33- Of de D. Juan R. Balcarce al Ministro de Guerra (en que se hallan in
clusas las anteriores bases ) de 17 de Marzo de 1818. MS. del Arch , Gral., Leg.
Reservados,
572 HISTORIA DE BELGRANO

El Gobierno, pesando con madurez lo dificil de la situa


cion, contestó á Balcarce, despues de conferenciar con La Sota :
" Estando en los prudentes cálculos del Gobierno conservarse
« solo á la defensiva y en perfecta neutralidad, convienen con
« esta idea (las proposiciones) y aun ofrecen ventajas en el im
❝portante objeto á que se dirigen los conatos de la superiori
« dad. Sus reflexiones son justas, pero las resiste el imperio
<< de las circunstancias . Dados los primeros pasos en el resta
❝blecimiento del órden, y ganada la voluntad de los primeros
<< corifeos de la anarquía, es consiguiente la unidad de opinion
« en el resto de los habitantes de aquel territorio limítrofe, á
<< quienes paulatinamente y con discrecion y prudencia se les
<< irá acostumbrando al respeto y subordinacion debido á las
« autoridades constituidas. Cualquiera medida estrepitosa y
<< violenta, seria precipitarlos en la desesperacion ; es forzoso
<< inspirarles confianza, haciéndoles palpables las ventajas de un
« gobierno pacífico, generoso y paternal. En estos convenios
<< deben mandar inequívocas ideas de liberalidad , en la inteli
« gencia de que el objeto es reedificar y no destruir. " En este
sentido fué autorizado Balcarce para adelantar la negociacion,
muniéndolo al efecto de una credencial « para proponer acor
dar y convenir en nombre del gobierno nacional con cualquiera
de los gefes del territorio de Santa-Fé, sobre los medios opor
tunos para el restablecimiento del órden , de la paz y de la
union. " (34)
Por el momento , estos pasos secretos no tuvieron trascen
dencia ; pero habiéndose avivado las alarmas con motivo de los
reveses sufridos en Entre-Rios y hostilidades que se temian
por parte de Santa-Fé, la negociacion volvió á reanudarse.
Fué encargado de adelantarla el coronel D. Rafael Hortiguera,
que se hallaba al frente de un cuerpo de tropas en San Nicolás
de los Arroyos. En una conferencia que tuvo al efecto con

34 -Ofi. del Ministro de la Guerra á don Juan R. Balcarce de 18 de Marzo


de 1818. MS . - Carta del S. Director á D. Valontin Valdez, de la misma fecha.
MS.-Credencial del Gobierno á Balcarce. ( MSS . del Arch. Gral, Leg. Reser
vados.)
CAPITULO XXXVI 573

los caudillos santafecinos del Rosario, y á la que asistió D. Eu


sebio Hereñú, quedó acordado, que el capitan Valdez y sus
compañeros se levantarian inmediatamente en armas procla
mando la union. ( 35) Habiéndoles ofrecido Hortiguera la
cooperacion de sus fuerzas, le contestaron que en caso necesa
rio solicitarian su apoyo. (36 ) Insistimos en estos detalles
triviales, porque esos manejos oscuros, fueron los que determi
naron la política definitiva del Directorio, que fomentando la
guerra civil, dió orígen á la gran conflagracion social, bajo
cuyas ruinas quedó sepultado él mismo .
El Directorio, que no obstante sus recientes derrotas , se ,
halagaba con planes fantásticos de reaccion, que surgirian del
seno mismo de la anarquia, retrocedió por segunda vez ante la
inminencia de una guerra en la provincia vecina que con tanta
virilidad habia sabido sostener su actitud disidente. « Debe
« estar V. S. persuadido (decia el gobierno á Hortiguera)
<< que el suceso de Corrientes, la espedicion que va á marchar
« para el Entre- Rios, y otros acaecimientos , ofrecen muy en
« breve resultados útiles que el horizonte declara, y que preci
« pitándose los movimientos de Santa-Fé, podria ser tal vez
<< un esfuerzo de desesperacion de los enemigos, trastornar los
« bien meditados planes que exije la importancia del asunto . "
Poniéndose en el caso de que la insurreccion estallara inopina
damente, y no pudiese ser sostenida, acababa por prevenir, se
ofreciera á los comprometidos un asilo en el territorio de Bue
nos Aires, en la inteligencia que muy pronto se llevaria á
« cabo la empresa con todas las precauciones necesarias para un
« feliz término. ” ( 37 ) Estos trabajos preparatorios, dieron un
resultado mas negativo aun que los de Entre- Rios . Ni la in
surreccion previa de Santa- Fé tuvo lugar ; ni los caudillejos

35 -Los que suscribieron el acuerdo, además del capitan Valdez, segun los
documentos originales, fueron : D. Antonio Horta, D. Cayetano Acebedo, D. Ti
burcio Benegas y otros. ( MS. del Arch. Gral. ]
36-Oficio de Hortiguera al Sup. Director, de 16 de Julio de 1816. MS. del
Archivo General Leg. Reservados.
37- Oficio del Ministro de la Guerra al coronel Hortiguera, de 20 de Julio
de 1818. MS. del Arch. Gral. Leg. Reservados.
574 HISTORIA DE BELGRANO

que con sus ofrecimientos precipitaron los sucesos, prestaron


en lo sucesivo ningun servicio útil. Producido el conflicto, el "
gobierno general se encontró solo, luchando brazo á brazo con
las fuerzas populares, abandonado por la opinion y por el ejér
cito, vencido moral y militarmente, asi en la derrota como en
la victoria.
En Setiembre de 1818 , se decidió definitivamente á llevar
la guerra á Santa Fé. El ejército que debia emprenderla bajo
la denominacion de Ejército de Observacion, se reunió en San
Nicolás en número de cerca de 3000 hombres, sin contar la
division de Bustos y las fuerzas de Hereñú y de la escuadrilla,
que debian operar en combinacion con él, formando un total de
4000 hombres con 8 piezas de campaña (38) De las fuerzas
que componian el ejército de operaciones, 1600 hombres eran
de línea, mandados por gefes esperimentados. La infanteria
que constituia su nucleo , estaba á órdenes del coronel Bauzá y
del comandante D. Francisco Castellanos . La caballeria tenia
á su cabeza los coroneles Hortiguera y D. Domingo Saenz. La
artilleria era dirigida por el capitan D. Juan Antonio Vasquez
de Novoa. El Mayor D. Miguel Planes, los capitanes Vilela
Casacuberta, Izquierdo y otros que empezaban á distinguirse,
figuraban en sus filas. El gefe de Estado Mayor lo era el co
ronel D. Bernabé San Martin . La escuadrilla , compuesta de

38-Segun los estados originales que tenemos á la vista, el ejército con que
el general Barcarce abrió la campaña de Santa- Fé, en Noviembre de 1818, as
cendia á 2796 de tropa, 122 oficiales y 57 de plana mayor, total, 2959 hombres,
divididos en los siguientes cuerpos : Batallon 2º de Cazadores de la Union- Pi
quete de Artilleria-Compañia cívica de Infanteria -Regimiento de caballeria
Dragones de la Patria -Regimiento Húsares de la Union-Escuadron de id. de
Blandengues id , de Voluntarios de la frontera-Regimiento de id . N. 2 milicias
de campaña― Id. id . N. 3 de id . -2 compañias de pardos y morenos voluntarios
De estos, 1630 eran veteranos, á saber : Cazadores 600-Union 130-Dragones
300-Húsares 290 -Blandengues 200 -Artilleria 110 -La division de Hereñú
constaba de 300 hombres, y la de Bustos en Córdoba de 496 con 2 cañones, se
gun estado suyo de 24 de Octubre de 1818. - En la escuadrilla y en otros desta
camentos, tenia mas de 200 hombres, todo lo cual forma el total de 4000 y 8 pie
zas, apuntado en el texto. (MSS. del Archivo General Legajo " Campaña de
Santa-Fé " 1818-1819 .)
CAPITULO XXXVI 575

los bergantines " Belen, ” y “Aransazú , ” la goleta “ Invencible"


y varios lanchones armados en guerra, situada frente á la Ba
jada y bloqueando á Santa Fé, estaba á órdenes del sargento
mayor D. Angel Hubac, valiente aventurero francés, y tenia
á su bordo al coronel Hereñú con 300 entrerianos emigrados .
Al frente de todos estos elementos, tocóle al general Balcarce
la desgracia de realizar una de las mas tristes campañas de las
guerras civiles argentinas.
En vísperas de abrir su campaña, Balcarce pidió instruc
ciones que reglasen su conducta política. El gobierno se las
dió, ordenándole " que los santafecinos que se sometieran fue
sen tratados con consideracion en sus personas y bienes, pero
á condicion de ser trasportados á la nueva línea de frontera ó
á la capital bajo la vigilancia militar. " " Si se resisten (agre
66
gaba ) deben ser tratados militarmente como rebeldes, im
" poniéndoles sin dilacion la última pena correspondiente, lo
" mismo que á los que en lo sucesivo se subleven . " Por último
le provenia que, « echando un velo sobre lo pasado, el someti
miento de la Provincia de Santa- Fé debia ser sin mas condicio
nes que para las demas de la Union. " ( 39) Estas instrucciones,
que fundándose en un principio legal entrañaban un plan impo
sible de conquista , de despoblacion y de esterminio, respecto de
una provincia disidente pronunciada en masa, demuestra la ca
rencia de ideas políticas del gobierno general y la inconciencia
con que procedia.
La campaña se abrió á principios de Noviembre ( 1818 ) .
Balcarce se situó con su ejército sobre la línea del Arroyo del
Medio. Un destacamento de milicias de caballeria situado
en el Pergamino, cubria la izquierda de la línea . Bustos con
400 veteranos y 200 milicianos de Córdoba, se situó sobre el
Fraile Muerto amagando la frontera de Santa-Fé, miéntras
llegaba el momento de obrar en combinacion. (40 ) Al sentir

39- Of. de Balcarce de 28 de Setiembre é Instrucciones del Gobierno de


1818. MSS . del Arch. Gral . Leg. citado.
40 - Of. de Bustos desde el Fralle Muerto, de 24 de Octubre, y de Balcarce
de 19 de Noviembre de 1818. MSS. del Arch. Gral. Leg. citado.
576 HISTORIA DE BELGRANO

este movimiento por la parte de Córdoba, las fuerzas de van


guardia de Santa- Fé, que se habian reconcentrado en el Rosa
rio, empezaron á replegarse á la línea del Carcarañal, dejando
algunas partidas de observacion sobre el Arroyo del Medio.
Balcarce, receloso del espíritu de sus tropas, trepidaba en em
prender operaciones decisivas. Los cuerpos de caballeria de
linea, aumentados con altas colecticias, le inspiraban poca con
fianza, pues habian tenido lugar ya deserciones tumultuosas
hasta de 50 hombres á la vez. Para probar su temple, dispuso
que en la noche del 5 de Noviembre avanzasen 160 dragones
de la Patria y 54 colorados de las Conchas, con el objeto de es
plorar el campo del otro lado del Arroyo del Medio. El resul
tado de esta operacion preliminar fué la desercion de 15 dra
gones . Este hecho, conmovió profundamente la moral poco
sólida del ejército, y desmoralizó al general, que lo participó
al gobierno como si se tratase de una séria derrota . (41 )
Mas de mes y medio se habia empleado en preparativos,
(25 de Setiembre á 12 de Noviembre) sin combinar un plan
metódico de operaciones , y al emprender tardiamente la campa
ña, se hacia sin vigor y sin confianza . El Gobernador Lopez,
ménos ilustrado, pero mas avisado y audaz que su competidor,
supo aprovecharse de estas lentitudes, y decidió marchar al
encuentro de Bustos, inutilizando su combinacion . A la cabe
za de una division ligera de 400 hombres de caballeria , y 50
indios , se lanzó resueltamente sobre la frontera de Córdoba.
La columna de Lopez presentaba un aspecto original y
verdaderamente salvage. Su escolta, compuesta de Dragones
armados de fusil y sable, llevaba por casco, (como los soldados
de Atila una cabeza de oso, ) la parte superior de la cabeza de
un burro con las orejas paradas por creston . Los escuadrones
de gauchos que le acompañaban , vestidos de chiripá colorado y
bota de potro, iban armados de lanza , carabina , fusil ó sable
indistintamente, con boleadoras á la cintura, y enarbolaban en

41-Of. de Balcarce de 7 y 12 de Noviembre de 1818. MSS. del Arch. Gral.


Leg. cit.
CAPITULO XXXVI 577

el sombrero de panza de burro que usaban, una pluma de aves


truz, distintivo que desde entónces empezó á ser propio de los
montoneros. Los indios con cuernos y bocinas por trompetas,
iban armados de chuzas emplumadas, cubiertos en gran parte
con pieles de tigre del Chaco, seguidos por la chusma de su
tribu, cuya funcion militar era el merodeo.
La columna de Bustos, se habia reforzado con el piquete
de Granaderos de Sayós, y 200 hombres de milicias de Córdo
ba, como queda dicho, debiéndosele incorporar mayores fuerzas
que estaban en marcha de San Luis y Mendoza, además de una
division de 200 á 300 hombres, que al mando de La Madrid
habia Belgrano destacado en su auxilio. Por lo tanto, era su
perior en número y calidad á la del enemigo ; pero este contaba
principalmente con el efecto de la sorpresa y su movilidad.
Bustos, colocado en el Fraile Muerto, sobre la márgen del
Tercero (continuacion del Carcarañal) , tenia puesta toda su
vigilancia al sur de este rio. Al efecto habia situado al coman
dante Pueyrredon en la Cruz Alta (á 26 leguas ) con 50 vetera
nos y 50 milicianos, y al capitan Quevedo con 100 veteranos
en Litin, cinco leguas al norte del Fraile Muerto . Los pasos.
del rio, arriba y abajo de la posicion , estaban custodiados por
pequeñas guardias. En la orilla del pueblo estaba reconcen
trado Bustos con el grueso de la fuerza , que alcanzaba á mas
de 400 hombres, y sus dos piezas de artilleria.
Lopez marchó sigilosamente en la prolongacion de la cor
riente del Carcarañal arriba, tomando una línea recta y aleján
dose de su márgen, de modo de evitar la avanzada de Pueyr
redon, que por este movimiento quedó inutilizada . El 4 de
Noviembre cayó la vanguardia de los montoneros sobre el des
tacamento de Quevedo, y lo dispersó , obligándolo á replegarse
en fuga, aunque con poca pérdida, á su reserva. Sayós, al
frente de una columna ligera, salió el dia 8 al encuentro del
enemigo, y lo rechazó, dispersándolo al parecer aunque sin
causarle daño. El7 á la tarde, se presentaron los montoneros
en mayor número sobre el campo de Bustos, rio por medio. El
8 por la mañana atravesaron el Tercero, sorprendiendo una
guardia, y cargaron estrepitosamente sobre el campamento
37
578 HISTORIA DE BELGRANO

dando grandes alaridos. Bustos, atrincherado en un cuadro


de carretas, consiguió rechazar el ataque ; pero perdió sus ca
balgaduras y los ganados para su subsistencia, los que le fue
ron arrebatados, dispersándosele alguna tropa. Los montone
ros pusieron sitio al Fraile Muerto, donde se mantuvieron hasta
el 15 de Noviembre por la noche, intentando varios ataques ,
que causaron pérdidas por una y otra parte. La columna de
Bustos tuvo 8 muertos y 16 heridos, y los montoneros mas del
doble entre unos y otros. Al anuncio de la invasion , Arenales
á la cabeza de cerca de 300 hombres, se puso en marcha en
auxilio de Bustos. A su aproximacion , el enemigo emprendió
su retirada, asolando el pais por ambas márgenes del Tercero
desde la Herradura hasta la Esquina, saqueando las poblacio
nes, robando mujeres , y esparciendo el terror por todas partes.
(42) El objeto de Lopez estaba conseguido. Con este golpe
de audacia, desbarató en parte el plan de campaña de sus
adversarios ; mostró que á fuerzas iguales, podia medirse con
las tropas veteranas ; conmovió profundamente la opinion de
Córdoba, que le era favorable ; y despues de reducir á Bustos
á la impotencia, regresó con el prestigio del éxito, á hacer fren
te á la invasion de Balcarce, sin cuidados por su flanco derecho.
Bustos desmoralizado, pidió á Balcarce que lo protegiese
con una division . Balcarce, no ménos desmoralizado con este
contratiempo, dispuso que el coronel Saenz al mando de una
division de 500 hombres escogidos y 2 piezas de artilleria,
marchara en proteccion de Bustos, dirigiéndose al efecto al
rincon de Gorondona, corriéndose desde allí por la margen del

42-Este hecho no ha sido hasta hoy correctamente relatado con todas sus
particularidades. Para ello hemos tenido á la vista los siguientes documentos
inéditos : -19 Parte de Bustos á Balcarce, trasmitido por este al Gobierno en
oficio de 12 de Noviembre de 1818. MS . del Archivo General : -2º Diario de ope
raciones del comandante Pueyrredon de 17 de Noviembre de 1818. MS . autógrafo
ennuestro archivo : -3 Carta detallada de Arenales á Belgrano sobre este suceso,
de 24 de Noviembre de 1818.-En su carta dice Arenales :-" La lentitud de Bal
66
carce dió lugar á que los anarquistas, como si no tuviesen otra atención alguna,
66
cargasen sobre los nuestros en Fraile Muerto. "-Véase por via de referencia
"6
lo que dice Paz en sus Memorias, " t. I, páj. 306.
CAPITULO XXXVI 579

Carcarañal y Tercero hasta el Fraile Muerto. Por este mo


vimiento incomprensible, el general porteño, en vez de elegir
el camino de la Cruz Alta, cuyo trayecto forma uno de los la
dos del triángulo equilátero que traza sobre el terreno el Para
ná y el Carcarañal, obligaba á la division de Saenz á recorrer
sin objetivo dos de sus lados, perdiendo un tiempo precioso y
dando un inmenso rodeo, que inutilizaba la operacion. Por
otra parte, si Bustos con 600 hombres de buenas tropas, apénas
habia podido sostenerse atrincherado en su posicion , perdiendo
sus caballadas y su nervio, luchando contra una division menor
del ejército santafecino , era un delirio suponer que Saenz, con
ménos fuerzas y de no mejor calidad , pudiera luchar contra
todas las bandas de montoneros que defendian el territorio que
iba á invadirse. Como es de suponerse, tan desatentada com
binacion, materialmente imposible, jamás llegó á realizarse, y
ni el mismo Balcarce volvió á acordarse de ella. ( 43)
El dia 13 de Noviembre, se puso Balcarce con su ejército
sobre el Arroyo del Medio, y el 15 Saenz emprendió la marcha
con direccion al Rosario á la cabeza de una vanguardia de 700
hombres, y persiguió á las avanzadas enemigas hasta San Lo
renzo, obligándolas á replegarse al Carcarañal. El 17 se re
concentró el ejército en San Lorenzo, donde se encontró á la
vista de un grueso destacamento enemigo, el cual se retiró al
norte del Carcarañal, comprometiéndose un fuerte escopeteo.
de banda á banda. El ejército pasó el rio y avanzó su van
guardia hasta cerca de Coronda, sosteniendo siempre fuertes
guerrillas, sin mas resultado que arrebatar algunos gana
dos y tomar prisioneros algunos vecinos. En estas correrias.
inútiles, fatigó el ejército en tres dias mas de 2500 caballos ,
viéndose obligado á suspender sus marchas para darles des
canso. (44 )

43-Consta todo esto de la correspondencia oficial de Balcarce con el gobier


no, y particularmente en su oficio de 12 de Noviembre de 1818 datado en San
Nicolás. MS. del Archivo General, Leg. cit.
44 - Of. de Balcarce al Gob. de 18 de Noviembre de 1818. MS. del Arch.
Gral . Leg, cit.
580 HISTORIA DE BELGRANO

Lopez, que venia de regreso de su espedicion del Fraile


Muerto, tuvo noticia de la invasion á la altura del Carrizal.
Balcarce, que lo sintió por su retaguardia, á la altura del án
gulo que forma el Carcarañal con el Tercero, se alarmó y dis
puso que su vanguardia repasase el rio. Con tal motivo escri
bia : " No dejaré á retaguardia á Lopez, y lo perseguiré has
ta destruirlo y obligarlo á refugiarse en los bosques, como
« que es la única fuerza que ha quedado de los rebeldes capaz
« de incomodarme é interceptar la correspondencia . » (45 ) La
situacion de Lopez no dejaba de ser crítica, y Balcarce tuvo
exacto conocimiento de ella, por una carta del caudillo que su
vanguardia interceptó. (46) Balcarce, en vez de obrar con
actividad y resolucion, llamó á sí prudentemente su vanguardia.
Aun tardó dos dias mas en atravesar el Carcarañal con todo
su ejército ( el 20 de Noviembre á las 2 de la mañana) . Mien
tras tanto, Lopez, vadeando el mismo rio algunas leguas mas
arriba, efectuaba un rodeo por el flanco izquierdo de los inva
sores, y al anuncio de hallarse estos al Norte del Carcarañal,
dispersaba su columna en partidas y se dirigía así fraccionado
á la ciudad de Santa-Fé. A pesar de las demoras, aun pudie
ron ser tomadas algunas carretas de la retaguardia santafecina ,
que conducian parte de sus heridos en el Fraile Muerto . (47)
El 25 al ponerse el sol, una division santafecina intentó
sorprender el campo porteño á inmediaciones de Coronda.
Hortiguera montó á caballo con los Dragones y dispersó á los
montoneros, que se perdieron luego como una bandada de pá

45-Of. de Balcarce al Gob. de 18 de Noviembre de 1818, dando cuenta de


sus operaciones desde el 15 al 18 del mismo mes. MS . del Arch. Gral. Leg. cit.
46 -Hé aquí á la letra la carta de Lopez, que original existe en el Arch.
Gral. " Seran las 12 de la noche en que acabo de llegar del Carrizal donde
of
encuentro la noticia de haber pasado el enemigo el Carcarañal, en esta virtud
"( espero que V. me instruya de su estado , y de lo que halle mas conveniente, como
.6 que tiene el enemigo á la vista, que yo en la noche tengo lugar para obrar como
6. mejor convenga, bien á reunirme con
V. 6 á llamarles la atencion por su reta
.6
guardia.― Noviembre 17 de 1818. - Estanislao Lopez - Al comandante D. Juan
“ Antonio Garcia. " MS. Leg, cit.
47 - Of. de Balcarce al Gob. de 25 de Noviembre de 1818, dando cuenta del
paso del Carcarañal y operaciones posteriores. MS. del Arch . Gral. leg. cit.
CAPITULO XXXVI 581

jaros en los bosques inmediatos . (48) En este choque murió el


alferez de Dragones D. José Maria Suarez . Este nuevo gé
nero de guerra, que trabajaba al ejército, desmoralizándolo mas
de lo que estaba, traia desazonado al General, el cual no tenia
mas plan ni objetivo que marchar directamente á posesionar
se de la ciudad de Santa Fé, con lo cual se imaginaba que
terminaria la campaña .
Lopez, estrechado sobre el rio Salado, barrera de la ciu
dad de Santa- Fé por el Sud , resolvió disputar á los invasores
la línea de este rio, separándose de su táctica habitual, induci
do á ello por un español llamado Llac, que tenia á su servicio ,
y que entendia algo de ingenieria . ( 49) Este fortificó al efec
to el paso de Aguirre, con fosos , cortaduras, parapetos, abatidas
de árboles y trincheras de tierra , artillándolo con un obus y
dos piezas de á 4 , de modo de hacerlo inexpugnable por el fren
te. Allí situó 600 hombres, en su mayor parte de infanteria
sacada de la ciudad de Santa-Fé, y así perfectamente cubierto
esperó confiadamente el ataque. (50)
El Salado estaba muy crecido, y el paso de Santo Tomé
(que es el de la barra frente á Santa Fé) no daba vado. Bal
carce se decidió á forzar el de Aguirre. Con este intento , (el
27 de Noviembre) destinó una columna de las tres armas al
mando del coronel San Martin, llevando la vanguardia los ca
zadores de Bauzá. Al mismo tiempo, por consejo del P. Fr.
Juan José Leal, antiguo cura fundador de la reduccion de Ca
yastá, y gran baqueano de aquellos lugares, dispuso que una
columna, compuesta del regimiento de Dragones, los Colora
dos y una compañía de Cazadores de infanteria al mando todo
de Hortiguera, franquease el rio por un vado situado tres
cuartos de legua mas abajo. Despues de hora y media de fue

48-Oficio de Balcarce al gobierno, de 29 de Noviembre de 1818. MS. del


Archivo General, Leg. cit.
49- Iriondo, " Apuntes para la Historia de Santa-Fé " pág. 41. por lo que
respecta á Llac, á quien él llama Yac.
50-Of. de Balcarce al gobierno, de 29 de Noviembre de 1818. MS. del Ar
chivo general Leg. citado.
582 HISTORIA DE BELGRANO

go sobre el paso, se sintió un tiroteo á retaguardia del enemi


go. Era Hortiguera, que ejecutaba el ataque combinado. A
esta señal, el coronel Saenz marchó al asalto, pero herido en un
tobillo, entregó el mando de la columna á Bauzá . Este, ban
deó el rio al frente de sus cazadores con el agua casi al pescuezo
y la cartuchera á la cabeza, posesionándose de las trincheras
enemigas, que sus defensores habian abandonado en desórden .
Hortiguera, guiado por el Padre Leal, habia atravesado
el rio sin ser sentido. Cubierto por el espeso bosque de su
márgen norte, cayó sobre el flanco izquierdo de la bateria del
paso. Los santafecinos sorprendidos, despues de una ligera
resistencia, abandonaron sus posiciones, haciendo una última
descarga y se ocultaron en el bosque inmediato, dejando en el
campo su artilleria y como 40 muertos. No se tomó un solo
prisionero, porque Hortiguera, no tuvo la prevision de destinar
uno de sus escuadrones, á cortar la retirada de la derecha ene
miga. Al iniciarse el ataque, habia desprendido en guerrilla
la compañía de cazadores, al mando del teniente D. José Maria
Casacuberta . Esta fuerza, cubierta por una laguna, fué la que
rompió el fuego sobre el flanco izquierdo de la bateria, dando
la señal del ataque general. El animoso Padre Leal, que se
habia adelantado con el objeto de guiar la guerrilla, cayó mor
talmente herido de un balazo, cuando los santafecinos hicieron
su última descarga. A su lado cayó muerto el teniente Casa
cuberta. Los cadáveres de ambos fueron sepultados á orillas
de la misma laguna al pié de un árbol frondoso. La pérdida
total del ejército de Buenos Aires, en esta jornada, fué de 15
muertos, 22 heridos y 7 dispersos , de ellos 6 oficiales. (51 )

51 - Para narrar correctamente este hecho, hemos tenido á la vista : los partes
de Balcarce de 29 de Noviembre y 2 de Diciembre de 1818, que nunca han sido
publicados, y que originales se encuentran entre los MSS . del Arch. Gral. Leg.
cit. En unos 66 Apuntes para la Biografia del General Bauzá, " por el General
Pacheco y Obes, publicada en el Siglo de Montevideo, se dan algunos detalles de
este combate, con referencia á declaracion de un testigo presencial que no se nom
bra, en la cual exagera el número de muertos, que supone fueron 400. La rela
cion de Iriondo en sus " Apuntes " citados, trae algunos detalles, pero es incom
pleta é incorrecta.
CAPITULO XXXVI 583

Habiéndose adelantado Hortiguera, con su regimiento á


dos leguas del campo de batalla, con el objeto de apoderarse
de una caballada, fué sorprendido por una division santafecina.
en la madrugada del siguiente dia 28 , en el acto de estar mu
dando caballos . El gefe no acertó á tomar ninguna disposi
cion, y una gran parte de su tropa se dispersó, regresando
Hortiguera al campamento general con unos pocos soldados,
vencedor y vencido casi simultáneamente. Este pequeño y
vergonzoso contraste, desvirtuó todo el prestigio de la victoria
del dia anterior, pues todos comprendieron que la guerra que
se daba por terminada, iba recien á empezar.
Desde ese dia, las bandas santafecinas desaparecieron de
la vista del ejército directorial . La soledad y el silencio reina
ba en torno de los invasores ; ni un hombre, ni un caballo, ni
una vaca habia quedado en muchas leguas á la redonda. Lo
pez, en prevision de todo, habia hecho retirar todas las familias
.
hácia el interior del Chaco, llevando consigo todos sus gana
dos. La ciudad de Santa-Fé quedó casi desierta. (52 ) Bal
carce con su ejército se situó á una legua de la ciudad . Duran
te tres dias (del 29 de Noviembre al 2 de Diciembre ) despachó +
partidas esploradoras en busca del enemigo, y ninguna pudo 1
darle noticia de su paradero. Así aislado, sin objetivo , sin
plan, con sus cabalgaduras destruidas y sin medios de subsis .
tencia, Balcarce se encontró moral y fisicamente derrotado en 黑
medio de su esteril victoria. Parte de las fuerzas que él bus 1

caba vanamente, estaba emboscada en las inmediaciones, y el 4


resto se habia corrido por su retaguardia, é interceptaba ya sus
comunicaciones con Buenos Aires. En tal situacion, el gene
ral invasor se vió en la forzosa necesidad de contramarchar por
el camino que habia llevado.
Véase como anunció Balcarce su retirada : « Me pongo en
❝ marcha á ocupar un punto céntrico, desde donde estrecharé 1
« á los rebeldes y los pondré en el mayor conflicto, ya por la

52 -Of. de Balcarce al Gobierno, de 2 de Diciembre de 1818. MS. del Arch.


Gral . Leg. cit.
584 HISTORIA DE BELGRANO

« guerra de recursos que haga, como por los ataques que sobre
« ellos dirija, que los obligarán á rendirse o perecer. " Y
agregaba estas siniestras palabras, que respondian á las ins
trucciones del gobierno , de tratar al pais como pais conquista
do : « En otra ocasion manifestaré las poderosas razones que
« he tenido para no destruir la ciudad de Santa-Fé, y causar á
< las familias honradas que han quedado, el último mal . " ( 53)
Al dar el General las causales de su movimiento retrógra
do, las reasumia en cuatro puntos capitales : 1.° Mal estado de
su caballada ; 2. Desconfianza de los cuerpos de Húsares y
Dragones ; 3. Recelo de que Hereñú no tuviese éxito en la
nueva espedicion que se meditaba sobre Entre- Rios ; 4° Temor
de que los santafecinos fuesen reforzados con tropas de Entre
Rios y Corrientes, segun tenia noticias . ( 54 ) Era la confesion
de la derrota y de la impotencia física y moral para hacer la
guerra, que mal se avenia con la arrogancia del tono y su ame
naza de esterminio al tiempo de retirarse de Santa - Fé.
En efecto, la campaña estaba decidida. La pobre pro
vincia de Santa-Fé, triunfaba una vez mas de los ejércitos y
escuadras de la nacion, por su energia, por su tactica y por lo
compacto de su opinion instintiva. Las caballadas del ejérci
to directorial se habian destruido completamente en quince
dias de campaña, y apenas le quedaban 4000 caballos casi in
servibles . ( 55 ) El espíritu de la caballeria era malísimo y la
desercion por grupos raleaba diariamente sus filas. La em
presa de Hereñú debia dar el mismo resultado que las ante
riores, y Santa-Fé iba á ser reforzado con nuevas tropas nava
les y terrestres , que desde Entre-Rios y Corrientes venian en
su proteccion, como se verá luego.
El dia 2 de Diciembre ( 1818 ) á las 6 de la mañana, em
prendió el ejército su marcha retrógrada. Apénas hubo pene

53-Of. de Balcarce al Gobierno, de 2 de Diciembre ya citado. MS. del A. G.


54-Of. de Balcarce al Gobierno de 19 de Diciembre de 1818, en San Lo
nzo. MS. del Arch. Gral. Leg. cit.
55-Of, de Balcarce al gobierno de 5 y 19 de Diciembre de 1818. MS. del
Archivo General Leg. cit .
CAPITULO XXXVI 585

trado en los bosques inmediatos , se vió repentinamente circun


dado por una nube de montoneros, que rompieron un soste
nido fuego de mosqueteria , amenazando llevar una carga. La
infanteria porteña que era sólida , cubria los flancos , la van
guardia y la retaguardia, y al amago de carga salió en tres
columnas y rechazó facilmente á los agresores, causándoles al
guna pérdida sin recibir ningun daño. Los santafecinos vol
vieron á desaparecer, y el dia 3 el ejército se hallaba al sud del
Paso de Aguirre . ( 56 ) El General en su insanable optimismo,
oficiaba despues de esto al gobierno desde la altura de la Co
ronda : " El enemigo sin duda alguna, entre muertos , heridos ,
❝ prisioneros y dispersos , ha perdido la mitad de su gente :
en mi concepto, poco resta que hacer para acabar de ester
« minarlo. " (57)
El ejército recorrió en ocho dias (del 3 al 10 ) , el trayecto
que média entre el Salado y el Carcarañal, arrebatando los ga !
nados de las estancias, arreando delante de sí como 3000 ca
bezas vacunas, mas de 400 bueyes, 5 á 6000 ovejas, llevando
cantidad de carretas de los vecinos , como si fuesen despojos
ópimos de la campaña . Es el mismo general en gefe quien
lo dice, despues de dar las anteriores cifras : « Me dirijo al Car
<< rizal á reunir el ganado que encuentre, y calculo en 4 mil ca
" bezas. Esta importante operacion deja á Santa- Fé en la
« última necesidad, y sin ningun recurso para sostenerse por
<< mas tiempo : proporcionará la subsistencia del ejército para
❝ un año, y acaso lo proveerá de caballos suficientes para la
❝ próxima invasion. " (58)
En San Lorenzo, fueron licenciadas las milicias de caba
lleria por inútiles, y el general pidió al gobierno un refuerzo
de caballeria de línea para continuar la campaña. Esta nueva
exigencia le fué sugerida por las noticias que á la sazon recibió

56-Of. de Balcarce al Gobierno de 6 de Diciembre de 1818. MS. del Ar


chivo General Leg. cit.
57- Of. de Balcarce, de 6 de Diciembre, MS . ya citado.
58-Of. de Balcarce, de 19 de Noviembre de 1818. MS. del Archivo Gene
ral Leg. cit .
586 HISTORIA DE BELGRANO

de la escuadrilla.Como él lo habia previsto, la nueva espedi


cion de Hereñú á Entre-Rios, habia tenido un mal éxito. Ha
biendo intentado un desembarque cerca de la Bajada, no pudo
ponerse en comunicacion con las fuerzas que á cargo de su her
mano D. Pedro Tomás Hereñú y D. Gregorio Correa se con
servaban en armas en Montiel. Tuvo, pues, que acogerse
nuevamente á la escuadrilla, seguido de gran número de fami
lias, perdiendo por la desercion una parte considerable de sus
soldados . (59)
El hermano de Hereñú y Correa, aislados en medio de los
bosques del Entre- Rios , se recostaron hácia Gualeguaychú,
dispersándose en montoneras en los inmediatos rincones del
Nancay, con la esperanza de abrir comunicaciones con la escua
drilla por la parte del Ibicuy. (60 ) Estas montoneras fueron
dominadas mas tarde por Ramirez . El Entre-Rios quedó desde
entonces pacificado y sometido al yugo de un caudillo absoluto,
que creó el tipo de los gobiernos que se sucedieron en esta pro
vincia por el espacio de mas de medio siglo . El pueblo se plegó
bajo su poderosa voluntad , y le aclamó y obedeció con decision.
El Entre-Rios era una nueva provincia que nacia de las
entrañas atormentadas de la anarquia, con el gérmen del fede
ralismo en su seno ; y que se constituia autonómicamente de
hecho, obedeciendo á sus instintos de independencia y de indi
vidualismo, con una espontaneidad marcada, en que la pasion
social intervenia mas que el interés individual. Este hecho
pone de bulto un fenómeno de la embriologia política del pue
blo argentino . Esta provincia, dominada mas bien que go
bernada por régulos independientes, sin cohesion aparente en
sus elementos sociales, poseia, empero, un organismo propio,
adecuado á su naturaleza. Los caudillos Hereñú, Correa y
Samaniego y otros, caracteres viriles con iniciativa propia en
su medio, dominando hombres que se les parecian á quienes

59-Oficio de Hubac de 7 de Diciembre y de Hereñú de 1º del mismo de


1818, elevados por Balcarce al Gob , en 12 de Diciembre. MS . del Archivo Ge
neral Leg. cit.
60-Informe histórico de D. Ramon Cáceres . MS. en nuestro Archivo.
CAPITULO XXXVI 587

eran relativamente superiores, convirtiendo en fuerza propia


las pasiones de las multitudes que estimulaban , obrando en
armonia con un estado social semi-bárbaro, persiguiendo un
objetivo al alcance de la inteligencia de las masas, y combatien
do el ideal sublime de la libertad en el órden y de la unidad
nacional disciplinada que no comprendian, eran verdaderas
entidades de una democracia bárbara en su estado rudimental,
con aspiraciones á la independencia individual y local . Los
caudillos que concentraban y realizaban estas aspiraciones,
ejercian autocráticamente un poder representativo de las mul
titudes, y los que obedecian sus mandatos, se sentian dignifi
cados en su escenario, inclinándose ante aquella creacion que
era la imágen y semejanza suya. Estos mismos caudillos , tras
ladados á otra escena, sirviendo otros intereses y propósitos,
sin el concurso de la pasion vital que les daba nervio, perdian
toda su importancia, no tenian inspiraciones, se encontraban
impotentes ante sí mismos ; eran como árboles trasplantados
léjos del suelo y de las condiciones climatéricas que les daban
vida robusta. Tal sucedió con los régulos entrerianos que se
pronunciaron por la union nacional, y pretendieron con los
mismos elementos del desórden que acaudillaban, operar una
revolucion militar y política, reaccionando contra la revolucion
social que ellos mismos habian iniciado brutalmente, y que eran
impotentes para contrarestar. Hereñú, el mas poderoso cau
dillo de la Mesopotamia argentina, el primero que dió en ella
el grito anárquico levantando el pendon de la independencia
provincial, el que habia hecho capitular á Viamont en Santa-Fé
y derrotado la primera espedicion nacional contra Entre - Rios
(1814) , y que al pronunciarse por la union era el árbitro de
ambas márgenes del Paraná, era al servicio del órden, una
masa inerte, un objeto de odio y de desprecio para sus antiguos
partidarios ; un estorbo cuando no un peligro para sus nue
vos aliados. No tendrian esplicacion racional los hechos que
hemos narrado y otros analogos de que se hablará despues, si
esta sintesis histórica no los ilustrase.
Volvamos ahora á tomar el hilo de la narracion . El avan
ce tardio de Balcarce, habia dado lugar á Lopez á caer sobre
588 HISTORIA DE BELGRANO

Bustos en el Fraile Muerto. Su retirada de Santa-Fé, dejó


aislada la escuadrilla y malograda la combinacion con Hereñú
sobre el Entre-Rios. Dueños los disidentes de ambas márge
nes del Paraná, pudieron combinar sus operaciones , favoreci
dos por una gran creciente del rio que hacia imposible el blo
queo de las bocas del Colastiné. Aprovechándose de esta cir
cunstancia, pasaron 200 hombres de Entre-Rios en embarca
ciones menores, navegando por encima de las islas anegadas.
Al mismo tiempo, una espedicion mista, compuesta de 500 á
600 hombres de pelea y una escuadrilla de siete lanchas y 12
canoas bien tripuladas y artilladas algunas de ellas, descendia
el Paraná desde Corrientes, en auxilio de Lopez . La fuerza
de tierra llegó á Santa -Fé marchando por el Chaco, y la es
cuadrilla artigueña se reconcentró en su puerto. (61 ) Manda
ba esta espedicion terrestre-fluvial, el famoso aventurero Pe
dro Campbell, á quien por primera vez vemos aparecer en
nuestra historia, y cuya fisonomia original merece le dedique
mos alguna atencion.
Campbell era Irlandes y católico. Habia venido al Rio
de la Plata con la espedicion de Berresford , de cuyas filas de
sertó, pasando á Corrientes, donde por algun tiempo se ocupó
en trabajar como curtidor . De génio aventurero y turbulento
se enroló en las bandas de Artigas, así que estalló la revolu
cion . Por su energía, su valor, su destreza en el manejo de
las armas á pié, á caballo y en las aguas, así como por su impla
cable crueldad, no tardó en adquirir un gran ascendiente sobre
los gauchos cuyo traje y costumbres adoptó, y hacerse el se
gundo de Andresito. Artigas le confió la organizacion y man
dó de una escuadrilla de lanchas y canoas en el Paraná, á la
que dió una organizacion especial. (62 ) Formó al mismo tiem
po un regimiento de indios tapes armados con sable, fusil y
puñal, especie de centauros que combatian á pié y á caballo y

61 - Parte de Hubac transcripto por Balcarce en Enero de 1819. MSS. del


Arch. Gral.
62-Véase Robertson Letters on South America, Travels in Rio de la
Plata, " t. I. pág. 36.
CAPITULO XXXVI 589

cuya tactica llegó á considerarse incontrastable. Este hom


bre al llegar á Santa-Fé, fué recibido por el pueblo á los gritos
de ¡ Viva la Patria oriental !
La llegada de los refuerzos de Entre- Rios y Corrientes
exaltó el espíritu de los santafecinos , que desde aquel momento
solo pensaron en volver á tomar la ofensiva. En este sentido,
su primer empresa fué la captura de dos lanchones de la es
cuadrilla , tripulados con 24 hombres, y uno de ellos armado
con un cañon de á 6. El comandante de ella Hubac, alarmado
por este contraste, teniendo á su bordo como 500 hombres
desmoralizados de la gente de Hereñú (entre soldados y fami
lias ) , y temeroso de ser abordado por la escuadrilla de Camp
bell, consideró insostenible su posesion, y así lo manifestó á
Balcarce. Este lo autorizó á levantar el bloqueo, y la escua
drilla se retiró del frente de Santa-Fé, con siete buques arma
dos en guerra, teniendo á su bordo cuatro meses de víveres .
El gobierno desaprobó este acto de debilidad , y ordenó á Bal
carce reponer el bloqueo, enviando al mismo tiempo para re
forzar la escuadrilla el bergantin « Chacabuco. " Pero estas
órdenes llegaron tarde, y la escuadrilla con la espedicion de 麵
Hereñú á su bordo, se replego á San Nicolás , al mismo tiem
po que Balcarce al Rosario. (63)
1
Al anuncio de que Santa- Fé habia sido reforzado , Balcar
ce se retiró de San Lorenzo al Rosario, y allí se reunió poco St
despues la escuadrilla , con los restos de la espedicion de Here
ñú. El Gobierno accediendo á su pedido, le envió 200 hombres
escojidos de refuerzo. El general, buscando á quien echar la
culpa del mal éxito de su campaña y de su impotencia para
abrirla de nuevo, abrumaba al gobierno con quejas diarias so
bre falta de caballos , sobre el mal espíritu de la caballeria á
sus órdenes, sobre la calidad de los refuerzos que le remitian,
sobre que los contingentes no fuesen de puros porteños , sobre
el silencio que guardaba la Gazeta respecto de sus operaciones,

63-Of. de Hubac á Balcarce, de 7 de Diciembre de 1818 y de Balcarce al Go


bierno, de 12 del mismo y 19 de Enero de 1819. Of. del Gobierno, de 7 de Ene
ro de 1819, MSS . del Arch. Leg. cit.
#
590 HISTORIA DE BELGRANO

amenazando hacer uso de la libertad de imprenta para vindicar


el ejército, insinuando que no se le dejaba libertad para obrar,
y que por lo tanto no respondia del resultado de la guerra,
reiterando con cada queja su dimision . ( 64) El Gobierno,
despues de agotar todos los medios para satisfacerlo y conten
tarlo , le contestó al fin, que habia hecho el último esfuerzo
para reforzarlo con la mejor gente que tenia, que le constaba
ser imposible mandarle puros porteños, y que en medio de las
congojas que le rodeaban, le era sensible reiterase su renuncia.
« En tales conflictos (le decia) , ansioso de remover los infaus
« tos resultados que V. S. pronostica, consecuente con el em
« peño de emplear todo el poder de la Nacion, para concluir
<< felizmente esta desastrosa guerra, el Gobierno ha acordado
❝ y se han dado hoy por este ministerio (de la Guerra) las ór
« denes para que en consideracion á la inminencia de los peli
« gros , se ponga inmediatamente en marcha el Ejército Ausiliar
« del Perú en su todo ó en parte, al cargo del Capitan General
« D. Manuel Belgrano, quien tomará el mando en gefe de
❝ ambos ejércitos, que formarán uno solo en la presente cam
" paña. " (65)
El general D. Juan Ramon Balcarce, comprendiendo tal
vez que habia sido demasiado exigente sin razon por su parte,
y resentido á la vez de que al aceptar su renuncia, se nombrase
general en gefe á Belgrano, con el cual no simpatizaba , contes
tó: « No he pedido un ejército para llevar adelante la campa
« ña, sino un corto refuerzo para mejorar la caballeria . Re
❝poso seguro en el acierto de mis operaciones, y me asiste la
« confianza que si algunos no me creen suficiente para termi
❝nar la comision que me fué confiada, no sucede asi con los
« que he tenido el honor de mandar. Llegue enhorabuena

64-Oficios de Balcarce al Gobierno, de 16, 25, 27 y 28 de Diciembre de 1817


y de 3 de Enero de 1818. Decreto del Gob. de 27 de Diciembre y oficio del mis
mo de 23 de id de 1818. MSS. del Arch. Gral . Leg. cit.-Véase además Gazeta
No 103 de 30 de Diciembre.
65-Of. del Gobierno á Balcarce, de 7 de Enero de 1819, contestando otro de
3 de Enero del segundo. MSS. del Arch. Gral. Leg. cit.
CAPITULO XXXVI 591

« el general Belgrano á recibirse del mando de ambos ejérci


« tos. Entre tanto, si mi salud me lo permite, me conservaré
« á la defensiva. (66)
En el mismo dia (7 de Enero de 1819 ) en que el gobier
no aceptaba la renuncia de Balcarce, este era atacado por las
divisiones de Entre- Rios y Corrientes reforzadas con partidas
santafecinas, al mando de Campbell. Los sitiados consiguie
ron rechazar el ataque con la pérdida de 6 muertos y algunos

2
heridos, dejando el enemigo diez cadáveres en el campo, llevando
bastantes heridos . El resultado fué una verdadera derrota para
la plaza, pues con los tiros se dispersó su caballada, los mon
toneros arrebataron el ganado con que contaba para su subsis
tencia, y en medio del combate se pasaron nueve húsares á las
filas de los sitiadores. (67)
A pesar de la presencia de la escuadrilla en el puerto del
Rosario, que llegó oportunamente para moralizar á los sitia
dores, Balcarce no pensó desde aqnel momento sinó en reple
garse á la Provincia de Buenos Aires, en prevision de una
invasion de Lopez á su territorio . ( 68) Reaccionando inme
diatamente sobre sí mismo, dispuso de acuerdo con una junta
*
de guerra que el Coronel Hortiguera marchase con la caballe
ria (Húsares y Dragones) en la cual no tenia confianza , á pro
tejer la frontera de Buenos Aires, situándose en San Nicolás,
quedando él con la infanteria y artilleria en el Rosario. (69)
El gobierno que comprendia la importancia de mantener
este punto, reforzó á Balcarce con algunas tropas y 2 piezas
de artilleria para reanimar el espíritu de los sitiados, y dis
puso á la vez, que Bustos reforzado con 300 hombres del
14

ejército de Belgrano se incorporaso al ejercito de Santa-Fé ,

66—Of. de Balcarce al gobierno, de 13 de Enero de 1819. MS. del Arch .


Gral. Leg. cit.
67-Of. de Balcarce al gobierno , de Enero 7 de 1819. MS. del Arch. Gral.
Leg, cit.
68-Of, de Balcarce al gobierno, de 8 de Enero de 1819. MS . del Arch.
Gral. Leg. cit.
69 -Of, de Balcarce al gobierno, de 9 de Enero de 1819. MS . del Arch.
Gral, Leg. cit.
592 HISTORIA DE BELGRANO

dejando solo 100 hombres y algunas milicias en la frontera de


Córdoba. (70)
Mientras tanto, diarios combates y guerrillas sin resultado
tenian lugar al rededor del Rosario. Sitiados y sitiadores, su
frian pérdidas en muertos y heridos, disminuyendo considera
blemente las filas de los primeros por la desercion . (71 ) Bal
carce, desatentado ante la situacion sin salida que se habia
creado, propuso al Gobierno que se estacionasen dos ejércitos
de 2000 hombres cada uno, en puntos convenientes, para cu
brir las provincias de Buenos Aires y de Córdoba (72) sin de
terminar objetivo ni formular un plan. El Gobierno, compren
diendo que no podia contar con la perseverancia del General
Balcarce, ni en la consistencia de sus ideas militares aun para
mantenerse á la defensiva, le ofició inculcando particular
mente sobre la importancia de conservar el puerto del Rosario,
nombrando al general Viamonte para sucederle en el mando,
aceptando al fin sus reiteradas renuncias. (73) Antes que esta
resolucion hubiese llegado á sus manos, Balcarce se habia re
plegado con su infanteria á San Nicolás ( 74 ) , dejando al Ro
sario casi arruinado, é incendiando en su retirada lo techos
de algunas casas pajizas que habian quedado en pié. Este
fuego de paja, escendió ódios inter-provinciales que han du
rado mas de medio siglo !
Los montoneros ensoberbecidos por la retirada de Balcarce
marcharon en su busca hasta San Nicolás en número como de
700 hombres, provocándolo al combate. Despues de algunas
guerrillas sin resultado, que tuvieron lugar en la mañana y la

70-Of. del gobierno á Balcarce, de 11 y 19 de Enero de 1819. MS. del


Arch. Gral. Leg. cit.
71-Of. de Balcarce al gob. de 9, 13, 16, 20 y 25 de Enero de 1819. MS.
del Arch. Gral. Leg. cit.
72 -Of, de Balcarce al gobierno, de 16 de Enero de 1819. MS. del Arch.
Gral. Leg. cit.
73—Of. del Gobierno á Balcarce de 3 y 27 de Enero de 1819. MS. del Arch.
Gral Leg. cit.
74-Of. de Balcarce al gobierno, de 31 de Enero de 1819. MS . del Arch.
Gral. Leg. cit.
CAPITULO XXXVI 593

tarde del 5 de Febrero ( 1819 ) , en que Balcarce hubo de hacer


jugar su artilleria, los montoneros se replegaron á San Loren
zo, con el intento de abrir hostilidades contra Bustos en Cór
doba . (75)
El General Viamonte salió de la capital con una columna
de 500 soldados de línea, y se recibió de las fuerzas á órdenes
de Balcarce, que alcanzaban como á 1,900 hombres , con lo
cual reunió un ejército de 2400 plazas bajo su inmediato mando
(Febrero de 1819 ) . Además, se puso á sus órdenes la division
de Bustos , reforzada con 300 hombres de buena caballeria del
ejército de Belgrano y mas de 500 milicianos de Córdoba, for
mando un total de 3,500 hombres de las tres armas. (76) En
tal situacion, el ejército de Buenos Aires volvió á tomar la acti
tud ofensiva, avanzando nuevamente hasta el Rosario, con el
objeto de combinar operaciones con las fuerzas de Córdoba .
Al mismo tiempo, el ejército auxiliar del Alto Perú, fuerte de
3500 hombres (incluso la division de Bustos) se ponia en mar
cha para concurrir á la guerra civil. (77) De este modo, mas
de siete mil hombres iban á converger simultáneamente sobre
la provincia de Santa-Fé.
D. Estanislao Lopez , habia sido nuevamente reforzado á su
vez con otra columna de 800 hombres, enviada desde Entre
Rios por Ramirez, á las órdenes de su hermano materno D.
Ricardo Lopez Jordan . Con esta fuerza, la de Campbell y las
suyas propias, el gobernador de Santa-Fé se halló al frente de
un ejército de mas de 2000 hombres organizados , sin contar
los indios auxiliares y las montoneras sueltas de la frontera de
Córdoba. Con esta fuerza reunida , se puso en marcha á me
diados de Febrero en busca de Viamonte, que se habia esta
cionado al sud del Carcarañal. Despues de hacerse sentir so

75- Of. de Balcarce á Viamonte de 5 de Febrero por la mañana, y al go


bierno, del mismo dia á la tarde, y otro del dia 7 de id á id de 1819. MSS. del
Arch. Gral. Leg. cit.
76- Ofi. del Gobierno á Belgrano, de 3 de Febrero de 1819. MS. del Arch.
1.

general. Leg. " General Belgrano 1819. "


77-Estado de fuerzas de Belgrano, de 31 de Diciembre de 1818, remitido
en 3 de Febrero de 1819. MS. del Arch. gral. Leg. cit.
38
594 HISTORIA DE BELGRANO

bre la línea de este rio, destacó sobre Viamonte una vanguardia


de observacion, con el objeto de ocultar el movimiento que
meditaba, y á la cabeza de 1500 santafecinos, entrerianos,
correntinos é indios, se lanzó rápidamente por su flanco dere
cho sobre Córdoba en busca de la columna de Bustos , con el
intento de batirla. (78) A su tiempo narraremos las opera
ciones de esta columna, cuando nos ocupemos del desarrollo
de la guerra civil en el interior, continuando por ahora con la
del litoral.
Viamonte, que se apercibió de la marcha de Lopez y de la
poca fuerza que habia quedado á su frente, dispuso á principios
de Marzo que el coronel Hortiguera hiciese un formal recono
cimiento á la cabeza de 400 Dragones de la Patria, apoyándolo
á la distancia con el grueso del ejército . Hortiguera vadeó
sin resistencia el Carcarañal, arrollando en su marcha las par
tidas de montoneros , que le cedieron el terreno. De este modo,
siguiendo paralelamente por la costa del Paraná, avanzó hasta
Coronda, se posesionó del pueblo, tomó varios prisioneros y
reunió algunos ganados, emprendiendo desde allí su repliegue
al cuartel general, con humos de vencedor. Pero desgraciado
como siempre en sus empresas militares, fué repentinamente
cargado el 10 de marzo en las Barrancas á inmediaciones del
Carcarañal por una fuerza muy superior, que lo destrozó , ha
ciendo en su tropa una gran matanza y poniéndola en completa
dispersion. (79 ) Era Lopez, que de regreso de su segunda
espedicion á Córdoba, y despues de haberse medido con la di
vision de Bustos (como se relatará despues) , volvia á sostener
la campaña de Santa-Fé, abriendo las nuevas operaciones con
este golpe mortal. ( 80)

78-Iriondo " Apuntes para la historia de Santa-Fé " páj . 43. - Paz, "Me
morias ", t. I, páj . 318-Iriondo dice equivocadamente Marzo, y da exageradamen
te 1500 hombres á Lopez Jordan, sin mencionar á Campbell.
79 —Oficios de Viamonte á Belgrano de 10 y 11 de Marzo sobre el Carcarañal.
MSS. originales (Papeles del Gral. Viamonte en nuestro archivo. )
80 -Ofs. de Viamonte á Belgrano, de 18 de Enero de 1819. MSS. del Arch.
Gral. -Véase Paz " Memorias ", t , I, páj. 318 y 319, y " Apuntes " de Iriondo,
páj. 43.
CAPITULO XXXVI 595

Viamonte quedó moralmente anonadado por este contras


te y materialmente imposibilitado para continuar la campaña.
Sin caballeria, sin caballos y sin inspiraciones dentro de sí mis
mo para mantener la actitud ofensiva que habia asumido, el ge
neral porteño se reconcentró al Rosario , donde fué sitiado como
su antecesor por el ejército santafecino. Desde allí se dirigió
á Belgrano, cuya situacion ignoraba, asi como Bustos ignoraba
la de Viamonte, dándole cuenta de su estado. ( 81 ) Esta co
municacion encontró á Belgrano en la provincia de Córdoba,
en marcha con todo su ejército sobre Santa-Fé, y fué contes
tada ordenándole se sostuviera á todo trance, mientras los dos
ejércitos se ponian en contacto y combinaban sus operacio
nes. (82)
La situacion de Viamonte era apurada, pero la de Lopez
no era mas ventajosa, á pesar de su actitud preponderante. N
Dueño de la campaña con su caballeria , podia el caudillo santa
fecino interceptar las comunicaciones terrestres ; pero la infan
teria de Buenos Aires era invencible y contaba con el apoyo
de la escuadrilla para abastecerse. Por lo tanto, uno y otro
eran relativamente impotentes para destruirse. Por otra par
te , el ejército de Belgrano, fuerte de 3000 hombres, avanzaba
en masa sobre Santa-Fé, sableando con su sólida caballeria las I

guerrillas de montoneros que pretendian disputarle el paso, y 1.


el sitio del Rosario no podia tardar en ser levantado y la pro
vincia dominada militarmente. Pero esto no era sinó el pre
ludio de una nueva guerra sin solucion . O bien el ejército
del Alto Perú se estacionaba en el Rosario, perdiéndose en la
inaccion, ó bien se emprendian nuevas operaciones sobre el
Entre-Rios, donde aun se conservaban algunas montoneras fo
mentadas por el Gobierno Nacional. En ambos casos , el pro
blema no hacia sinó complicarse, embraveciendo mas la anar
quía, arruinando el país y malgastando en una lucha estéril y

81 —Ofs . de Belgrano al Gob. de 11 de Febrero de 1819. MSS . del Arch .


Gral. Leg. cit.
82- Of. de Belgrano á Viamonte, de 17 de Marzo de 1819. MS. del Arch.
Gral. Leg. cit.
596 HISTORIA DE BELGRANO

criminal de éxito dudoso, los últimos recursos de que la Na


cion podia disponer para llevar adelante la guerra de la inde
pendencia contra el enemigo comun. Un hilo de una de aque
llas tramas misteriosas, propias del genio profundo y paciente
de San Martin, y que involucraba los destinos futuros de la
América del Sud, vino por acaso á pasar por entre los ejércitos.
beligerantes, y este accidente resolvió pacificamente el proble
ma, al ménos por el momento. Véase como.
Una parte del vasto plan de campaña continental de San
Martin con relacion á la emancipacion de América meridional,
estaba realizado . El ejército de los Andes formado casi de
la nada, el paso de las Cordilleras ejecutado , Chacabuco y Maipo
fueron sus primeros resultados ; y una vez el mar Pacífico do
minado por una escuadra chilena , amenazaba llevar las armas de
la independencia al Bajo Perú. Este habia sido constantemente
el objetivo fijo de San Martin. Despues de cada una de sus in
mortales victorias, volvia á pasar y repasar la cordillera caba
llero en una mula , con el objeto de concertar con ambos gobier
nos los medios de realizar este gran pensamiento, empleando
alternativamente la persuasion, la amenaza de su renuncia, la
demostracion matemática, y venciendo uno por uno los obstá
culos que se le oponian, con su sagacidad, su paciencia y su
pasion reconcentrada . A fines de 1818, la espedicion estaba
acordada, San Martin habia bosquejado magistralmente por
escrito el plan de invasion , y la diplomacia se ocupaba en la
época á que hemos llegado, en concertar el tratado que la Re
pública Argentina y Chile debian firmar para llevar unidas sus
armas libertadoras al Bajo Perú. Precisamente, por la misma
época, sobrevinieron algunos desacuerdos entre el General San
Martin y el gobierno del Director O'Higgins, con motivo de
las dilaciones que retardaban la ejecucion del plan. A pesar de
lo convenido , ningun apresto serio se habia hecho hasta entónces
por Chile para activar la espedicion , así en el personal como en
el material que debia componerla . Mientras tanto, el ejército
de los Andes, combatia una parte de él en el sur de Chile, y la
otra parte custodiaba con el arma al brazo al gobierno de O'Hig
gins, que tenia en el pais un poderoso partido que le era hostil,
CAPITULO XXXVI 597

como lo era á la alianza argentino- chilena, y por lo tanto, de la


permanencia de las tropas de las Provincias Unidas en territorio
chileno. Impago este ejército de sus sueldos , que estaban á cargo
de Chile, hacía como seis meses ; retardado indefinidamente el
reemplazo de sus bajas por inutilizados en accion de guerra, á
que tambien debia proveer ; no bien atendido por los Ministros
de O'Higgins los reclamos de San Martin, este llegó á persua
dirse, que el gobierno chileno, al abrigo de toda invasion por su
preponderancia marítima en el Pacífico, no se ocupaba séria
mente de la espedicion , ó por lo menos no ponia los medios
eficientes para impulsarla. Entónces, concibió uno de aquellos
golpes peculiares de su genio, que sorprenden por la simplici
dad de sus medios y admiran por la seguridad de sus resulta
dos . Inventó el repaso del ejército de los Andes al territorio
argentino, que ha engañado hasta hoy á los mismos historia
dores. Sin confiar á nadie su terrible secreto, maniobró de
tal modo, que hizo servir alternativamente á los dos gobiernos
á sus profundas miras , sacando del territorio argentino nuevos
recursos, y obligando á Chile á que le rogara llevase inmedia
tamente á cabo la espedicion del Perú, ( que solo él podia rea
lizar,) presentándole allanados todos los obstáculos que á su
ejecucion se oponian . Para los objetos de este libro , pondre
mos al descubierto parte de esta memorable trama, uno de cu
yos hilo pasó por el Rosario, envolviendo accidentalmente á los
ejércitos beligerantes. ( 83)
Para preparar la ejecucion de su misterioso plan, San
Martin acantonó su ejército en Aconcagua al pié de los pasos
occidentales de la Cordillera, dejando únicamente una division
argentina al sur de Chile. Desde allí hizo presente al gobierno
argentino por la via reservada, que Chile no se ocupaba seria
mente de la espedicion al Perú, que su hacienda estaba en ban
carrota, que el ejército desatendido tendria que ser atendido
en adelante por las Provincias Unidas, que los chilenos odiaban

83- En nuestra "Historia de San Martin " se tratará estensamente este


punto, cuyos documentos comprobantes, asi oficiales como confidenciales, existen
autógrafos en nuestro archivo. MSS.
598 HISTORIA DE BELGRANO

tanto á su gobierno como desconfiaban del ejército de los Andes ,


que por todo esto lo habia aislado en Aconcagua, y que él salvaba
su responsabilidad diciéndole la verdad, y pidiendo órdenes
perentorias en consecuencia. ( 84) A la vez, pedia esplicaciones
oficiales al gobierno chileno sobre la poca actividad de los pre
parativos para la espedicion, y confidencialmente insinuaba á los
de Buenos Aires , que en el caso de impartírsele órden para
repasar la Cordillera, se reservase la verdadera razon y diesen
por causal la espedicion de Cádiz contra el Rio de la Plata (en la
cual él no creia . ) Las órdenes en este sentido no se hicieron es
perar. El gobierno argentino, -afligido por la guerra civil que
tan impremeditadamente habia provocado ; habiendo hecho re
tirar por causa de ella el ejército de Belgrano de la frontera del
norte, (á la sazon nuevamente amagada por los ejércitos realis
tas del Alto Perú ; ) que por otra parte esperaba, que este
despliegue de fuerzas, influiria poderosamente en la paci
ficacion interna ; y que, de no realizarse la espedicion del Bajo
Perú (como lo deseaba , ) creia, que unidos los ejércitos de San
Martin y Belgrano podrian penetrar nuevamente por el terri
torio del Alto Perú-autorizó plenamente á San Martin para
proceder segun sus insinuaciones .
Simultáneamente con todo esto , una division de 1100 hom
bres de las tres armas, en la que estaba comprendida casi toda
la caballeria del ejército de los Andes (Granaderos y Cazado
res á caballo) repasaba la Cordiilera y se estacionaba en Men
doza . De este modo, se colocaba en actitud de servir mejor á
la causa de América, cumpliendo sus deberes para con su pais.
En un caso, ejercia presion sobre Chile , obligándolo á decidir
se por la inmediata espedicion del Perú. En otro caso, remon
taba su caballeria en el territorio que poseia los mejores ele
mentos en esta arma ; y de todos modos, quedaba habilitado ya
para hacer repasar sin inconvenientes el resto del ejército, ya
para concurrir si fuese necesario á contrarestar la espedicion

84- Of. reservado de San Martin Director de las P. U. de 12 de enero


de 1819 en Santiago de Chile. MS . (Lib. copiados de San Martin, orij. en nues
tro archivo. )
CAPITULO XXXVI 599

española que se anunciaba. Los resultados correspondieron


á sus profundos cálculos .
El anuncio de la retirada del ejército argentino , hirió al
gobierno de Chile como un golpe de rayo. San Martin , qua
al dar comienzo al repaso, se habia trasladado á Mendoza , fué
desde aquel momento el objeto de sus solicitudes. Se le diri
jieron comunicaciones oficiales y confidenciales demostrando
la conveniencia de suspender la retirada del ejército argentino ;
se comprometió al Enviado argentino cerca del gobierno de
Chile, D. Tomás Guido, para que representara ante su gobierno
en tal sentido, y se hicieron presente á este los inconvenientes
que de tal paso resultarian para ambos paises y para la Améri
ca en general. San Martin mientras tanto, remontaba la divi
sion en la provincia de Cuyo, y anunciaba al gobierno de Chile.
su intencion de mediar en la guerra civil del litoral, compro
metiéndolo á ejercitar su influencia en este sentido , y mante
niendo al mismo tiempo una correspondencia activa con Bel
grano sobre el particular.
Cuando San Martin vió que el gobierno de Chile se ponia
á su discrecion y facilitaba todo para su anhelada espedicion al
Perú, y cuando las noticias de Europa anunciaron que la espe
dicion española al Rio de la Plata no era un peligro tan inmi
nente como se habia creido , empezó á deshacer la trama tan
laboriosamente urdida, haciéndose dar contraórdenes por el
gobierno argentino y poniendo á la Lojia Lautarina en Chile en
el caso que le ordenase terminantemente no obedeciera á su
gobierno y marchase á libertar el Perú con el ejército Argen
tino - Chileno. En honor de la verdad histórica debe decirse,
que el papel mas noble en esta sublime comedia, despues del de
San Martin, que no era movido por ningun interés personal, es
el de O'Higgins. Anonadado por el anuncio, comprendiendo
que su gobierno peligraba sin el apoyo del ejército de los An
des, anhelaudo sinceramente realizar la espedicion al Perú ; á
la par que hacia esfuerzos para suspender la retirada , recono
cia que la República Argentina pedia lo que era suyo, y que la
salvacion del país que habia dado la libertad á Chile era antes
que todo, aun cuando Chile amenazara perderse ; porque segun
600 HISTORIA DE BELGRANO

decia, perdida la República Argentina se perdia Chile, y sal


vándose podia volver á reconquistar su libertad como ya lo ha
bia hecho ; terminando por ofrecer cuanto Chile tuviese caso
que la espedicion española se dirigiera al Rio de la Plata. ( 85)
En cuanto á Pueyrredon, aturdido en medio de estas aparen
tes contradicciones, sin comprender su alcance, escribia á San
Martin, que sus órdenes y contra -órdenes le habian sido suge
ridas por él ; que él no habia pensado nunca comprometer al
ejército de los Andes en la guerra civil ; que se felicitaba que
la espedicion al Bajo Perú se realizára ; pero que de no, debia
abrirse nueva campaña por el Alto Perú, en union con el ejérci
to de Belgrano. En cuanto á Belgrano, no ménos sorprendido
que los demás por el repaso del ejército de los Andes, deplora
ba la suspension de la espedicion á Lima, como se verá despues.
Así, todo conspiraba á que el profundo plan de San Martin,
diera todos los resultados inmediatos que él se habia propuesto,
y otros con que tal vez no habia contado. La espedicion al
Bajo Perú, definitivamente arreglada por la invencion del re
paso del ejército de los Andes , contribuyó de una manera indi
recta á que se interrumpiese la guerra civil , que San Martin
miraba con horror, no solo por haber jurado no tomar jamás
en ella parte, sino porque interrumpia ó dificultaba sus gran
des planes de emancipacion continental. (86)
El acaso, que en esta ocasion coincidia con la lógica de las
cosas, vino á dar al complicado plan de San Martin una influen
cia inesperada en el sentido de sus propósitos. Hallándose
cerradas las comunicaciones entre el litoral y el interior, el cor
reo que conducia las comunicaciones de Mendoza del mes de
Marzo ( 1819) fué interceptado por los montoneros de Santa-Fé .
Quizá San Martin lò habia previsto, pero no tenemos documen

85-Carta de O'Higgins á San Martin, de 15 de Marzo de 1819. MS. autó


grafo en nuestro archivo.
86-Existen en nuestro archivo todos los originales de la correspondencia
oficial y confidencial de los gobiernos argentino y chileno, de O'Higgins, Pueyr
redon, Belgrano y Guido, que comprueban todos estos asertos, y que figurarán
en nuestra "Historia de San Martin. " MSS.
CAPITULO XXXVI 601

tos para asegurarlo. El hecho es que, en el fondo del saco de cue


ro del correista, se encontró una comunicacion de O'Higgins á
la que iba adjunta otra del Senado de Chile representando so
bre el repaso del ejército de los Andes, con una de Guido apo
yándolas ; y una carta de San Martin insinuando al gobierno
que podria dársele contra-órden, desde que las amenazas de
la espedicion española sobre el Rio de la Plata parecian disi
parse. (87)
Lopez se impuso con sorpresa de tan importantes docu
mentos. Ignorando las verdaderas disposiciones de San Mar
tin, se persuadió que el repaso del ejército de los Andes tenia
por objeto la guerra de Santa-Fé, y que iba á verse obligado á
hacer frente á tres ejércitos á la vez. Con su sagacidad nati
va, se dió cuenta clara de su situacion, y adoptó desde luego
una resolucion en armonia con sus instintos de caudillo perso
nal y el sistema gauchi-político de equilibrio que le era acon
sejado por su situacion territorial . Comprendiendo que no
podia resistir al ejército de Belgrano, que avanzaba sableando
sus montoneras ; presintiendo , que obligado á replegarse al
Chaco ó emigrar á Entre- Rios, perderia toda su importancia
como caudillo local, y quedaria á merced de Artigas ó de Rami
rez ; fatigado de sus terribles aliados de Entre- Rios y Corrien
tes, que empezaban á cometer escesos que él no tenia fuerza
para contener, y sin los cuales no podia sustentar la guerra con
eficacia ; y además, obrando probablemente en él los sentimien
tos de argentino que no habia desertado la causa comun con
tra los españoles , se decidió á hacer la paz bajo su responsabi
lidad, conjurando de este modo los peligros que lo amenazaban .
En su género, el plan de conducta que se trazó Lopez para al
canzar estos resultados, no fué ménos hábil que el de San
Martin.
En los primeros dias del mes de Abril ( 1819) un parla
mentario de los montoneros se presentó en la línea del sitio

87-Carta de Pueyrredon á San Martin, de 19 de Abril de 1819. MS. autó


grafó en nuestro archivo-Papeles del General San Martin en nuestro archivo.
(MSS.)
602 HISTORIA DE BELGRANO

del Rosario, y puso en manos de Viamonte la correspondencia


interceptada, protestando en nombre de Lopez sus sentimien
tos de americano y patriota. Con este motivo, ambos ejérci
tos se pusieron al habla. El general Viamonte, que estaba á
oscuras de lo que pasaba, que ignoraba hasta la proximidad
del ejército de Belgrano, y que en su apurada situacion no veia
prospecto lisongero á la guerra, abundó á su vez en protestas
pacíficas . De este cambio recíproco de caballerosas atenciones
y patrioticas protestas, nació un acuerdo para poner término
inmediato á la guerra. En consecuencia, ambos generales fir
maron el 5 de Enero un armisticio provisional por el término
de ocho dias, comprometiéndose á formalizarlo para entrar en
negociaciones de paz , en el caso de que dentro del plazo seña
lado fuera aprobado por el General Belgrano. ( 88 )
Así terminó por el momento esta guerra del Peloponeso
argentino, que hemos llamado del litoral, porque tuvo por tea
tro las provincias bañadas por las aguas del Uruguay y Paraná.
Imprudentemente provocada por el gobierno general ; mal
conducida por sus generales ; enérgicamente sostenida por los
montoneros ; los contendores volvian á encontrarse en su pun
to de partida y el armisticio del Rosario no era sino una tré
gua. Cuatro ejércitos habia empleado Buenos Aires en ella,
y sufrido otras tantas derrotas . El quinto ejército llamado á
intervenir en la contienda civil, dando la espalda al enemigo
comun en la frontera norte, marchaba fatalmente á sufrir otra
derrota mas desastrosa aun, pactando con la anarquía triun
fante. El ejército de los Andes, que pudo por acaso compro
meterse en ella , se salvaba de la disolucion merced á la claridad
de vistas de San Martin, y manteniendo en alto la bandera
redentora, libraba la patria á sus fatales destinos, que él no
podia conjurar.
La opinion pública enervada ; el gobierno sin fuerza
moral ni material ; las provincias insurreccionadas ó prontas

88 -Véase El Americano, núm. 3 de 16 de Abril de 1819, pág. 4, y Estraor


dinaria de 17 de Abril de 1819.
CAPITULO XXXVI 603

á rebelarse en masa ; los odios entre hermanos exacerbados ; el


espíritu militar destemplado en una lucha impopular y sin ho
rizontes gloriosos ; el patriotismo embotado por la obliteracion
del sentido moral ; la capital exhausta de recursos , la anarquía
de las ideas ; la debilidad orgánica de las instituciones ; el en
soberbecimiento de las masas semi-bárbaras, que representa
ban á la vez la mayoria y la democracia genial, todo presajiaba
la gran catástrofe histórica que debia disolver política y so
cialmente á la nacion. La Atenas del Plata pudo desde aquel
dia como los hijos de la ciudad de Minerva, colgar en sus tem
plos un freno de caballo y una proa de buque, en señal de que
la victoria no coronaria ya sus armas por agua ni por tierra en
la guerra civil , aun cuando su genio, su poder y su influencia
irradiaran su luz y su accion por todo el continente , y hubiese
de triunfar al fin por su accion civilizadora, por su temple cí
vico y por su fuerza de cohesion, luchando contra la barbarie
desorganizadora y brutalmente regeneradora á la vez, y esta
blecer por último la piedra fundamental de la nueva fábrica
política .
Los hechos brutales y las fuerzas vivas, estaban en pugna
con las leyes escritas y las barreras artificiales. La sociedad
política estaba fundada sobre cimientos carcomidos . Las nue
vas fuerzas en actividad, obedeciendo á su impulsion instintiva,
destruian lo viejo que se oponia á su desenvolvimiento y lo nue
vo que no tenia consistencia, salvándose únicamente de su ac
cion demoledora, el principio eterno de la cohesion y de la con
servacion que nunca perece en los pueblos destinados á vivir
en los tiempos. La sociedad colonial estaba en plena des
composicion ; las leyes orgánicas de la república democrática
aun no se habian revelado ; el gobierno del pueblo por el pue
blo no habia podido echar raices, y tantos errores cometia
la barbarie destruyéndolo todo, como la inteligencia buscando
la salvacion fuera de las condiciones geniales del pais. La
república nueva se elaboraba, empero, en la batalla de la vida
por la ley del crecimiento normal, dentro de las atormenta
das entrañas de la patria de los argentinos . De esta gestacion
dolorosa en medio de un caos aparente, debia surgir una
604 HISTORIA DE BELGRANO

asociacion embrionaria, con una democracia semi-barbara por


materia prima, con un centro de civilizacion espansiva por
núcleo, con un poder persistente de cohesion en su organis
mo y un sentimiento innato de libertad y de independencia
por alma, que por acciones y reacciones recíprocas, al fin encon
traria su equilibrio dentro del círculo magnético de sus ele
mentos constitutivos, bien que con sus fuerzas sociales casi
aniquiladas.
En el capítulo siguiente se verá diseñarse mas claramen
te este prospecto. En el se dará noticia de las operaciones
militares que simultáneamente con los sucesos ya narrados
tuvieron lugar en Córdoba, de los trabajos de Belgrano , de sus
vistas sobre la situacion, y de la resolucion que adoptó con
respecto al armisticio del Rosario que le fué sometido .
CAPITULO XXXVII

LA GUERRA SOCIAL

1819

Ojeada retrospectiva- Nueva invasion realista á Salta y su retirada-Combate de


Acoyte-Guerra de merodeo-Combate de las Salinas -Bustos con una di
vision del Ejército Auxiliar en Córdoba-Otra division con La Madrid y
Paz lo refuerza-Belgrano general en jete del litoral- Marcha de todo el
ejército del Perú, á Córdoba-Vacilaciones de Belgrano- Situacion de Bus
tos despues del Fraile Muerto -Lopez invade á Córdoba con los entrerianos
y correntinos - Combate de la Herradura-Primeras operaciones de Bel
grano -Actitud de San Martin en la guerra civil - Mediacion de Chile en
ella-Correspondencia entre San Martin y Belgrano sobre la guerra social
- Belgrano marcha sobre Santa- Fé- Sus nuevas vistas sobre la situacion
política y militar -Estado de la guerra del litoral— Armisticio del Rosario
y San Lorenzo - Consideraciones sobre la situacion política y militar
Influencia del armisticio en la política ulterior -Actitud de San Martin en
Mendoza - Planes del gobierno sobre el Alto Perú- La espedicion á Lima
acordada― Ideas de Belgrano y del Gobierno sobre el modo de sostener la
guerra civil -Miseria del ejército ausiliar-Apuros pecuniarios del Gobier
no--Negociaciones que siguieron al armisticio -Actitud de Lopez y Rami
rez - Ideas políticas y militares de Belgrano -El ejército auxiliar retrocede
á Córdoba- Retiro de Pueyrredon - Rondeau Director Supremo -Juicio
sobre la Administracion Pueyrredon.

Dijimos ántes, que para dominar de mas alto punto de


vista los horizontes de la historia, y hacer comprender mejor
el encadenamiento de hechos que llevaron al ejército del Perú
á
complicarse y perderse en masa en la guerra civil, necesitá
bamos tomar al gobierno general como centro del movimiento
606 HISTORIA DE BELGRANO

colectivo . En consecuencia, trajimos la narracion á la época


de la declaratoria de la independencia argentina, en que el Di
rector Pueyrredon se recibió del mando supremo de las Pro
vincias Unidas, punto en que habiamos dejado suspensa la es
posicion de los sucesos políticos y militares que simultanea
mente tenian lugar en el norte de la República. ( 1 ) Partiendo
de esta base, bosquejamos los antecedentes de la situacion ge
neral en aquel momento solemne, trazando la marcha de la ad
ministracion pública con relacion á ella, y esplicando su política
interna y esterna. Siguiendo los rumbos generales de nuestro
plan, hemos esplicado el desarrollo lógico y sucesivo de los
acontecimientos, ligando siempre los efectos á sus causas, mas
ó ménos inmediatas. Así, hemos completado el cuadro de las
resistencias anárquicas con que el Gobierno tuvo luchar por la
parte del oriente argentino, y sus complicaciones con la nacion
limítrofe al norte, que dieron por resultado la invasion brasíli
co-portuguesa á la Banda Oriental . Historiando los múltiples
trabajos de la política internacional con relacion á la indepen
dencia argentina, los hemos ligado naturalmente con las accio
nes y reacciones de la política interna, que dieron por resulta
do la renovacion de la guerra civil y la recrudescencia de las re
sistencias populares. La guerra del litoral, punto de partida
de la conflagracion general del país, ha sido en consecuencia
narrada en todos sus pormenores con espíritu equitativo ; y
dando la parte de responsabilidad que á cada uno toca en la
provocacion de ella, hemos dejado establecidos los fundamentos
de nuestro criterio histórico. Despues de haber recorrido este
vasto círculo de accion , volvemos á encontrarnos en nuestro
punto de partida, con el ejército auxiliar del Perú en marcha
para intervenir en la guerra civil y la frontera del norte aban
donada . Esplicadas las causas que produjeron fatalmente este
hecho, necesitamos traer ahora la narracion al momento en
que el General Belgrano, obedeciendo á las órdenes del Gobier
no, se trasladó á un nuevo escenario. Para completar nuestro

1- Véase el capítulo XXXII.


CAPITULO XXXVII 607

cuadro histórico en su órden cronológico, nos ocuparemos rá


pidamente de los sucesos de la guerra de Salta y del interior
de la República, desde el momento en que Belgrano fué llama
do á salvar el órden público amenazado, hasta el dia en que
le encontramos en marcha con todo su ejército sobre Santa
Fé, recibiendo el armisticio del Rosario, sometido á su apro
bacion.
Como se recordará, despues de rechazada gloriosamente
por Güemes la gran invasion de La Serna sobre Salta, la van
guardia española al mando de Olañeta, fuerte de 1,000 hom
bres, habia vuelto á invadir por la quebrada de Humahuaca en
Agosto de 1817 , saliendo á su encuentro el comandante Arias
y obligándolo á replegarse al pueblo del mismo nombre. Con
tal motivo, Belgrano se proponia abrir operaciones parciales
sobre la Quebrada, cuando al finalizar el mismo año recibió la
órden de acudir con su ejército á tomar parte en la guerra ci
vil. ( 2 ) Esplicado queda, como el General destacó una divi
sion al mando del coronel Bustos sobre Córdoba, y las opera
ciones que en su consecuencia tuvieron lugar hasta el combate
del Fraile Muerto. (3 ) Con estos antecedentes volvamos á to
mar el hilo de la narracion por la parte del norte de la Re
pública.
El comandante Arias continuó con los valerosos gauchos
salteños haciendo frente á la nueva invasion y obtuvo algunas
ventajas parciales, sufriendo pequeños reveses . (4 ) La van
guardia realista mientras tanto, se limitaba á ejecutar marchas
y contramarchas desde Tilcara á Hornillos, sosteniendo con
tinuas guerrillas. (5 ) Fué en esta ocasion que se pasó á las
filas argentinas el teniente coronel D. Tomás Iriarte, argen
tino al servicio de los españoles, que habia hecho su carrera en

2-Véase el final del capítulo XXXIII .


3-Véase capitulo XXXVI.
4- Oficio de Belgrano de 1º de Enero de 1818 -id de Güemes de 23 á 27 de
Diciembre de 1817. MSS . del Ach . Gral . ( Véase el núm. 54 de la Gazeta de 17 de
Enero de 1813 pág. 126. )
5 -Oficio de Guemes de 3 de Enero y de Belgrano de 10 del mismo de 1 ×18
MS. del Arch. (Véase el número 56 de la Gazeta de 31 de Enero de 1ɛle. )
608 HISTORIA DE BELGRANO

la península y que desde entónces se incorporó á las filas inde


pendientes, figurando mas adelante con cierta espectabilidad,
aunque ninguna parte directa ni indirecta tomó en la guerra de
la independencia. Artillero científico, hombre ilustrado y rela
cionado con los principales gefes españoles que abrigaban ideas
liberales, en cuyas sociedades secretas estaba afiliado, los infor
mes que suministró al General Belgrano fueron de alguna im
portancia, y habilitaron á este para conocer y juzgar los planes
del enemigo . (6)
La correria de Olañeta no tenia mas objeto que mantener
la actividad de las hostilidades de vanguardia, preparando una
nueva invasion hasta Tucuman, para el caso en que una recien
te espedicion que habia salido de Lima al mando del general
Osorio con el intento de reconquistar á Chile , obtuviese el éxi
to que esperaban, vengando la derrota de Chacabuco. Si
guiendo este plan, la vanguardia de Olañeta fué reforzada por
una division de cerca de 400 hombres del batallon Gerona y
húsares de Fernando VII al mando del coronel Gerónimo Val
dés. Ambas fuerzas reunidas, con la ventaja que les daba el
terreno y la superioridad de sus armas, arrollaron fácilmente
desde Hornillos las partidas de gauchos que les disputaban el
paso, y avanzaron hasta la ciudad de Jujuy, de la que se pose
sionaron el 14 de Enero. Olañeta empleó todo el dia 14 en
saquear ordenadamente á Jujuy y hacer algunas recogidas de
ganados en los alrededores, emprendiendo en el mismo dia su
retirada. Las fuerzas de Güemes, mal de armas y caballos,
no podian contrarestar eficazmente al enemigo ; pero así que
inició su movimiento retrógrado, rodearon inmediatamente su
campo, sitiándolo en él, teniendo lugar algunos choques de ca
balleria, y asi lo acompañaron hasta la frontera de Yaví. (7)

6-Informes de D. Tomás Iriarte. MS . autógrafo en nuestro archivo .


7 -Of. de Belgrano de 8 de Enero de 1818 ; -Id de Güemes de 12 y 13 del
mismo ;-Id de Belgrano de 26 del mismo ; -Id de Güemes, de 14 y 17 del mis
mo ;-Id de Belgrano de 2 de Febrero de 1818 -MSS . del Arch. Gral. - Memo
rias de Camba, t. I, páj. 283 y 284—Véase Gazeta de B. A. de 31 de Enero y 21
de Febrero de 1818.
CAPITULO XXXVII 609

Ufanos los realistas con la calidad de sus tropas, despren


dieron una columna de 200 hombres del regimiento Estrema
dura, que penetraron por la sierra de Santa Victoria. Una
partida de 40 hombres se destacó del grueso de la columna .
Cargada por 20 gauchos al mando del comandante José Anto
nio Ruiz, en Acoyte, ( 11 de Febrero de 1818 ) , fué completa
mente derrotada, dejando en el campo 40 fusiles , 6 muertos y
18 prisioneros, entre ellos un oficial . (8 ) La Serna, humillado
por este pequeño contraste, volvió á proponer un cange de pri
sioneros, y Güemes al aceptarlo le dió una nueva leccion de de
recho de gentes, diciéndole : «Tengo noticias de que despues
« del triunfo de mis armas en la jornada de Santa Victoria , se
« vengaron las tropas de V. S. con el enorme atentado de dego
« llar con frente serena algunas inocentes mugeres . Lo tengo
<< igualmente del castigo de azotes que ejecutaron en el capi
<< tan de naturales Toritalay, y de otros muchos escesos y des
« afueros cometidos con impunidad . Sabe V. S. que yo he
« hecho la guerra sin traspasar los límites de ella y que he res
« petado á la humanidad doliente. Esto mismo exijo de V. S.,
❝ sinó por justicia, al ménos por reciprocidad . » ( 9 )
La victoria de Maipo , que tuvo lugar en el siguiente mes
de Abril ( 1818, ) frustró una vez mas los planes de invasion de
los realistas sobre Salta . Desde entónces , la guerra militar se
convirtió en guerra de recíproco merodeo, haciendo uno y otro

8-Parte de Güemes en Jujuy de 26 de Febrero, y de Belgrano de 10 de


Marzo de 1818. MSS. del Arch. Gral. (publicados en la Gaz. Estraordinaria de
27 de Marzo de 1818 ) .- Los historiadores españoles no mencionan este combate .
El está comprobado por una nota de La Serna de 21 de Febrero, proponiendo á
Güemes el cange de los prisioneros, que original existe en el Arch. Gral. En ella
dice La Serna : " En Santa Victoria 6 sus inmediaciones, una partida de gauchos
" hizo el dia 11 del presente mes prisioneros á 21 individuos de Estremadura,
"" que se separaron de su cuerpo. " MS. del Arch. Gral. Secret, de Gob. 1818.
Güemes al contestar dice con fecha 3 de Marzo : " Los prisioneros son 16, á
(6 escepcion del oficial y no 21. Los demás moririan en la contienda. " MS.
del Arch. Gral. Leg. cit. De los prisioneros, á escepcion de 4 americanos, todos
los demás eran españoles.
9-Of. de Güemes á La Serna de 3 de Marzo de 1818. MS. del Arch. Gral.
Leg, cit.
39
610 HISTORIA DE BELGRANO

beligerante frecuentes incursiones. En este tiempo, Güemes


arrebató mas de 18,000 cabezas de ganado lanar y vacuno con el
objeto de quitar al enemigo los recursos con que contaba para
emprender nueva invasion . ( 10) Una columna española al man
do del coronel Vigil hizo una corrreria desde Tarija hasta Sali
nas , obligando á Uriondo á replegarse á la frontera. El coman
dante Rojas (Juan Antonio) salió en su auxilio al frente de una
division de Infernales y de gauchos que, unidos á algunos in
dios flecheros, cargaron sobre una reunion de 800 realistas ( en
su mayor parte indios ) y los destrozaron ( 18 de de Mayo 1818)
matando 119 hombres, tomando 62 fusiles y quedando en su
poder 73 heridos y prisioneros. ( 11 )
Oran se hizo por el momento teatro de nuevas operaciones,
cuyo principal objeto era siempre el merodeo. Por este tiem
po (junio de 1818 ) apareció el famoso general Canterac, como
gefe de Estado Mayor del ejército realista, dirigiendo en perso
na algunas de estas correrias, y unido al activo coronel D. Geró
nimo Valdés hizo esperimentar á los patriotas algunos reveses .
Pero los españoles habian desistido por entónces de todo pro
yecto de invasion formal. La derrota de Maipo en Chile los
habia anonadado, y el fracaso de la desastrosa campaña de
1817 sobre Salta, les habia enseñado á ser prudentes . Tal era
el estado de la guerra de la independencia en la frontera del
norte, cuando el ejército del General Belgrano acantonado en
Tucuman, recibió la órden de dar la espalda á los españoles,
para volver sus armas contra los hermanos en rebelion .
En Diciembre de 1818, marchó Bustos con 400 hombres
á ocupar militarmente á Córdoba segun queda ya esplicado. A
consecuencia del combate de Fraile Muerto, el Gobierno orde
nó que esta division fuese reforzada, en prevision de que fuer

10-Ofs. de Belgrano y Güemes, publicados en la Gazeta de 29 de Abril y 6


de Mayo de 1818, cuyos originales existen en el Arch. Gral . juntamente con otros
de 18 de Abril y 18 de Mayo de 1818. MSS .
11 -Of. de Belgrano al Gobierno, de 28 de Mayo, y parte de Güemes del 3
del mismo, acompañando otro de Rojas desde las Salinas. MSS . del Arch. Gral.
y Gazeta de 1? de Julio de 1818 -Véase, Camba, t. I , pág. 285.
CAPITULO XXXVII 611

zas superiores de Santa-Fé la atacaran. El coronel La Madrid


con dos escuadrones de Húsares, y el comandante D. José Ma
ria Paz con uno de Dragones, formando un total de 300 hom
bres, marcharon á fines de 1818 á incorporarse con la columna
de Bustos , que con este contingente se elevaba á 700 plazas de
linea de las tres armas . ( 12 ) El ejército acantonado en Tucu
man, que á la sazon constaba de cerca de 3500 hombres efecti
vos, quedó de este modo reducido á poco mas de 2500 hombres
útiles ( 13 ) desprovistos hasta de los recursos necesarios para
alimentarse, inhabilitados para la ofensiva, é impotentes para
la defensiva que mantenia á espaldas de las belicosas guerri
llas de Salta. (14)
Apénas habia pisado el territorio de Córdoba la columna
de La Madrid que debia reforzar el cuerpo de Bustos, cuando
el Directorio, alarmado con la apurada situacion de Balcarce
despues de su retirada de Santa-Fé ( Diciembre de 1818 ) y
las contradictorias exigencias de este General, de que ya se ha
hablado en el capítulo anterior, ofició á Belgrano, que con una
parte ó el todo del ejército auxiliar del Perú marchase á tomar
el mando de todas las fuerzas que operaban en el litoral. El
Gobierno General, que reconocia tardiamente las funestas
consecuencias de la guerra social que con tanta ligereza habia
provocado, sin plan, sin recursos suficientes y hasta sin gene
rales, habia perdido la serenidad del espíritu , y no atinaba á
dictar una medida acertada. Despues de comprometer suce
sivamente cuatro ejércitos en la contienda, haciendo derrotar
uno tras otro cuatro generales en Entre-Rios y Santa-Fé, habia ·

12- Antes de recibir la órden del Gobierno, Belgrano habia dispuesto la mar
cha de estos trescientos hombres á Córdoba, al mando de La Madrid.
13-Of. de Belgrano de 3 de Enero de 1819. M. S. del Arch. Gral.
14-Estado de fuerza de 31 de Diciembre de 1818, elevado por Belgrano al
Gobierno en 3 de Enero de 1819. MS. del Arch. Gral. Segun este estado, el
ejército se componia de los Regimientos núm. 2, núm. 3 y núm. 9 de infantería
y el batallon 10 de idem ; -de los Regimientos de caballeria de Húsares Dra
gones y del Regimiento de Artilleria, sumando un total de 3493 hombres, que
se descomponia del modo siguiente : Estado Mayor, 37 ; -Planas Mayores, 266 ; —
Total de tropa, 2990 &. Leg. " PERU, General Belgrano, GUERRA 1819. ”
612 HISTORIA DE BELGRANO

traido cerca de la tercera parte de el del Perú , llevando la guer


ra al territorio de Córdoba. En tan deplorable situacion, crea
da esclusivamente por él, no encontraba otro remedio para
salvarla, sinó volver la espalda á los españoles en la frontera
norte de la República, autorizar á la vez el repaso del ejército
de los Andes abandonando la empresa sobre Lima, y buscar
en Europa un monarca como solucion y remedio !
El Gobierno en su oficio á Belgrano le manifestaba , que
« habia visto con dolor que el éxito de la espedicion por él em
prendida, no correspondiera á sus esperanzas, y que léjos de
ello, hubiese variado el lisongero aspecto de los negocios, ama
gando al estado con males de fatal trascendencia sino se apli
caba instantáneamente el remedio »-Véase cual era este re
medio. « El Gobierno (decia en ese oficio) ha meditado con
« toda la detencion y madurez que la importancia del asunto
« exije, y ha estimado el mas oportuno, que V. E. se ponga
<<< inmediatamente en marcha, ya sea con la totalidad del ejér
<< cito ya con la parte de él que considere conveniente, á tomar
« el mando en gefe del ejército de operaciones de Santa
« Fé, en el concepto de que, el Gobierno Supremo está empe
« ñado, y se ha propuesto poner en accion los recursos del po
« der nacional para concluir felizmente y en el menor tiempo
« que sea posible, esta guerra desastrosa , que á su pesar ama
« ga la vida del estado, y desquicia en sus fundamentos el ho
« norable concepto y ventajosa opinion nacional adquirida á
« costa de innumerables sacrificios. " A estas melancólicas

palabras, que revelaban el arrepentimiento y presajiaban los


negros dias cercanos, seguíase la recomendacion perentoria de
dar el mas breve é instantáneo cumplimiento á tan impor
tante resolucion, " (15 )
Belgrano contestó con resignacion, que obedeceria, aun
cuando tenia la íntima conviccion de su insuficiencia , y que mar
charia con el todo del ejército, aun cuando ignoraba las fuer

15-Of. muy reservado del Gob. Belgrano, de 6 de Enero de 1819, firma


do por el Ministro de Guerra, D. Matias Irigoyen-MS . del Arch, Gral . Leg, cit.
CAPITULO XXXVII 613

zas con que tenia que combatir. ( 16 ) El Gobierno le contesta


ba confiando en sus aptitudes, y manifestándole , que la totali
dad de la fuerza enemiga con que iba á luchar ascendia á 1600
hombres, incluso 400 hombres de Corrientes y otros tantos de
Entre-Rios ! Se avisaba al mismo tiempo, que el ejército de
operaciones de que debia recibirse, contaba con 2600 soldados
en campaña. ( 17 ) Asi era como el Gobierno, despues de medi
tar con madurez sobre la situacion militar, lanzaba contra 1600
montoneros, cerca de 6000 hombres de tropas organizadas , sin
imprimirles direccion, comprometiendo su quinto ejército en
la guerra social, iniciada por él con un maestro de carretas por
general en gefe !
Bustos á su vez, contando con el apoyo de los escuadro
nes de La Madrid y Paz que iban en marcha, y reforzado con
las milicias de Córdoba, escribia á Belgrano lleno de zozobras :
que tenia órdenes para operar en combinacion con el ejército
de Viamonte, y que habiendo sabido que los santafecinos ha
bian sido reforzados con nuevas tropas de Entre-Rios (lo que
era cierto) consultaba lo que debia de hacer. ( 18 ) Belgrano,
á ciegas de todo, le daba por única instruccion, que si encon
traba obstáculos invencibles para cumplir las órdenes del Go
bierno y hubiese de ser atacado, se replegara con sus fuerzas
y las de La Madrid sobre su ejército, que ya iba en marcha .
" Con las fuerzas que se hallan al frente de los anarquistas
(agregaba) y con las que yo llevo, no es posible atender á
cubrirlo todo :-la union de las fuerzas es lo que nos ha de
salvar -las fracciones de ellas no harán mas que destruir
« nos. Así pienso hacer la guerra . -El gran asunto es el di
nero. » (19 ) ----Por aquí se vé, que el Gobierno no dominaba el
conjunto de las operaciones ; que Bustos vacilaba ; que La Ma

16—Of. de Belgrano al Gob. de 19 de Enero de 1819. MS . del Arch. Gral .


Leg. cit.
17- Of. del Gobierno á Belgrano, de Febrero 3 de 1819. MS . del Arch .
Gral. Leg. cit.
18-Of. de Bustos á Belgrano y de este al Gobierno, de 2 de Febrero de
1819. MSS. del Arch. Gral. Leg. cit.
19- Of. de Belgrano de 2 de Febrero de 1819. MS. del Arch. Gral.
614 HISTORIA DE BELGRANO

drid no llevaba instrucciones precisas, y que Belgrano no tenia


plan ni resolucion hecha. El General lo fiaba todo á una re
concentracion que no respondia á ninguna idea definida, y con
iguales fuerzas , no se atrevia ni aun á conservar el terreno
ocupado por su vanguardia. Bajo estos auspicios morales, la
campaña se iniciaba por una derrota en la cabeza de los que
mandaban.
El ejército se movió el 1.° de Febrero ( 1819 ) dejando en
Tucuman como 500 hombres de los diferentes cuerpos, divididos
en piquetes, á cargo del coronel D. Domingo Arevalo, de mane
ra que Belgrano podia contar en todo, con un total de 5,500
hombres para operar contra Santa-Fé. En marcha , le alcanza
ron nuevas órdenes perentorias del Gobierno, á las que contestó
que « obedeceria ciegamente, pero que suspenderia todo movi
" miento sobre el enemigo hasta recibir nuevas disposiciones
❝ del Gobierno con planes é ideas que disipasen toda confusion . "
(20) El Gobierno le replicaba , haciéndole juiciosas reflexiones
y lisonjeándose de que « aclaradas á su arribo á Córdoba las
<< incertidumbres que manifestaba, daria principio á sus ope
❝ raciones con la rapidez de que dependia el suceso . ” ( 21 ) Al
llegar, las mismas dudas trabajaban al General. Me he en
contrado sin los planes del Gobierno que esperaba (escribia) ;
me hallo con las manos atadas, no sé como acertar á cumplir
rápidamente las órdenes que tengo, y espero por lo tanto órde
nes é instrucciones. " ( 22) El gobierno al leer esta última
comunicacion , debió darlo todo por perdido, como en efecto lo
estaba, aun triunfando militarmente. El ejército venia poseido
de un mal espíritu, inoculado en tres años de estéril inaccion y
disciplina adusta, minado por vicios latentes ; y su General mo
ribundo no era ya el hombre de las inspiraciones de Tucuman
y Salta, ni siquiera el de las derrotas de Vilcapugio y Ayohu

20-Of. de Belgrano al Gobierno, de 10 de Febrero de 1819. MS . del


Arch. Gral.
21- Of. del Gobierno á Belgrano de 4 de Marzo de 1819, MS . del Arch. Gral.
22- Of. de Belgrano al Gobierno, de 28 de Febrero de 1819. MS. del
Arch. Gral.
CAPITULO XXXVII 615

ma, no obstante que luego habia de reaccionar sobre sí mismo,


agotando en este esfuerzo supremo los últimos latidos de su
grande corazon.
Mientras tanto, Bustos se mantenia en Córdoba con su
division. Despues del combate del Frayle Muerto , habíase
situado en la Villa de los Ranchos (por otro nombre del Rosa
rio) , sobre el Rio Segundo, abandonando su posicion avanzada
sobre el Tercero y perdiendo mas de 30 leguas de terreno . (23 )
En los primeros dias de Enero ( de 1819) le llegó el refuerzo de
La Madrid , que se situó en la Herradura sobre el Tercero, á
36 leguas de Córdoba. Allí se efectuó la incorporacion de
ambas fuerzas, donde permanecieron estacionarias.
La Herradura, como su nombre lo indica, es un seno que
forma el rio en aquella parte. En la concavidad del arco, se
hallaba situado el campamento de Bustos. Los flancos y la re
taguardia estaban cubiertos por el rio mismo, á la sazon á nado ,
y por un espeso bosque que se estendia arriba y abajo de la
posicion. El frente que era bastante estenso y despejado ,
estaba cerrado por una palizada, revestida en parte con
cueros de toro que figuraban una muralla, con tres portones
practicables en ella como para dar salida á una columna de
caballeria.
Segun se dijo ántes, D. Estanislao Lopez , á la cabeza de
1500 hombres, se habia corrido por su flanco derecho á prin
cipios de Febrero, con el objeto de caer sobre Bustos , dejando
á Viamonte entretenido con algunas partidas á su frente . El
caudillo santafecino lievaba consigo á sus aliados de Entre- Rios
Ꭹ Corrientes, y entre ellos el regimiento de Campbell, inven
tor de una nueva táctica de combate . Esta consistia en una
infanteria montada y armada de fusil con bayoneta , que carga
ba á gran galope como caballeria, se dispersaba en guerrilla del
mismo modo, echaba pié á tierra por parejas ó por grupos, -

23-Paz en sus " Memorias " afirma este hecho, que está de acuerdo con los
documentos consultados, aun cuando no bien comprobado ; La Madrid en sus
" Observaciones " lo niega, sin probar su aserto. Hemos seguido la version del
primero. De todos modos, la posicion en la Herradura, importaba un retroceso.
616 HISTORIA DE BELGRANO

cuidando uno de los caballos, -y rompia el fuego dentro del


tiro de fusil. En caso de avance, se reconcentraba, y cargaba
á pié ó á caballo, segun obrase como infanteria ó caballeria, y
en caso de retirada, saltaba rápidamente sobre sus caballos y
se ponia fuera del alcance de su enemigo. Esta operacion era
protegida por escuadrones de verdadera caballeria que servian
de reserva . (24)
Esta táctica primitiva, que habia surtido su efecto con las
tropas argentinas, y que tan mal habia probado al emplearla
contra las tropas portuguesas, era la que los montoneros iban
á ensayar en la Herradura.
El 18 de Febrero se presentó Lopez delante del campo de
la Herradura. Bustos casi sorprendido, mandó formar su in
fanteria en órden sencillo sobre la palizada, improvisando una
trinchera con los arneses de montura , á manera de las que for
man los marinos con sus hamacas. Situó sus dos pequeñas
piezas de artilleria sobre la palizada , y estableció su caballeria
en segunda línea, en disposicion de poder salir oportunamente
por los portones, que por el momento fueron cerrados con lazos
de cuero . En esta actitud esperó el ataque.
El combate se inició con fuertes guerrillas por parte de los
montoneros, que cubrian todo el frente que describia la cuerda
del arco por donde únicamente era accesible la posicion. Des
pues de un fuerte tiroteo, los asaltantes iniciaron una carga
simultánea, saltando á caballo su infanteria, que se habia des
montado para practicar su maniobra favorita. El número
2. de infanteria, rodilla en tierra y parapetado con sus mon
turas, rompió un nutrido fuego á discrecion , consiguiendo
rechazar al enemigo . Simultáneamente con el rechazo , salie
ron por los portones, cuyos lazos se cortaron al efecto , los tres
escuadrones de Húsares y Dragones en aire de carga con La
Madrid y Paz á su cabeza , manteniéndose uno de ellos en re
serva. Los montoneros fueron acuchillados por el espacio de
mas de 1000 varas, dejando en el campo como 30 cadáveres en

24- Véase " Memoria " de Paz, t. I, pág. 311.


CAPITULO XXXVII 617

este trayecto. (25) A esta altura retrogradaron en órden los


escuadrones triunfantes, porque los enemigos , superiores en
número, volvian con nuevos brios á la carga, siendo necesario
que algunas compañías de infanteria saliesen á proteger su
campo de la Herradura. Esta severa leccion, que
regreso al
enseñó á los vencidos á respetar la caballeria del ejército Au
xiliar, produjo á la vez una profunda impresion en los vence
dores. Los montoneros se habian batido con verdadero fana
tismo ; ninguno habia pedido cuartel en la derrota, y todos
habian muerto peleando individualmente con las armas en la
mano . Esto indicaba que las tropas que iban á combatir , no
serian vencidas tan fácilmente como se habian imajinado.
El enemigo sin desamparar el campo, mantuvo el sitio de
la Herradura. En la mañana del siguiente dia 19, amagó nue
vo ataque haciendo flamear una gran bandera colorada ; pero
sin intentar asalto . El objeto era sacar la caballeria nacional
á campo abierto, para caer sobre ella con fuerzas superiores.
Esta repitió su maniobra del dia anterior, haciendo replegar
las guerrillas enemigas, manteniéndose con circunspeccion al
amparo de los fuego de su infanteria. ( 26)
Lopez , dueño de la campaña, aunque escarmentado, se di
rijió sobre la Villa de los Ranchos, al parecer con ánimo de ha
cer una incursion hasta la ciudad de Córdoba. Allí supo el
avance de la vanguardia de Viamonte sobre Coronda, y fue en
tónces que contramarchando rapidamente, alcanzó á sorpren
der á Hortiguera en las Barrancas, segun queda ya narrado.
Bustos por su parte, inmediatamente de apercibirse de la ope
racion de Lopez ( 21 de Febrero ) marchó á cubrir la ciudad de

25-Este es el número que dá Paz en sus " Memorias. " La Madrid en sus
"Observaciones " lo hace subir á 60. El parte oficial de Bustos ya citado, dá
150 hombres entre muertos y heridos de parte del enemigo y 5 muertos y 2 heri
dos por la suya. Con los muertos que tuvieran en el campo y los que sucumbie
ron en la retirada á consecuencia de sus heridas, puede computarse en 50 muertos
la pérdida de los montoneros.
26-El parte de Bustos sobre este combate se publicó en la Gazeta de 17 de
Marzo de 1819 y existe original en el Arch. Gral. - Véase " Memorias " de Paz
t. I, pág. 310 á 318, y " Observaciones de La Madrid, pág. 155 á 161 .
618 HISTORIA DE BELGRANO

Córdoba ; pero cuando llegó al punto amagado, ya los monto


neros se habian retirado, y allí tuvo aviso que el ejército de
Belgrano se hallaba á pocas jornadas. El 28 de Febrero estaba
todo el ejército Ausiliar reunido en la Villa de los Ranchos . ( 27)
Belgrano lleno de incertidumbres, sin idea fija ni objetivo
determinado, ignoraba completamente la situacion del ejército
de Viamonte sobre el litoral. Por unas comunicaciones inter
ceptadas al enemigo , supo su avance sobre el Carcarañal, lo
que le aconsejó hacer adelantar su vanguardia. (28 ) Antes de
que el General pusiera en ejecucion este pensamiento, los mon
toneros se hicieron sentir en el Fuerte del Tio á 18 leguas de
distancia, sorprendiendo el destacamento de milicias que lo
guarnecia. Bustos fué destacado con 800 hombres de infante
ria y caballeria, y llegó al punto atacado cuatro dias despues de
abandonado por el enemigo . Siempre indeciso y sin plan,
Belgrano escribia con motivo de esta espedicion secundaria :
« Segun fueren los resultados , así tambien se dispondrá lo
« oportuno, aunque con el sentimiento de no haber recibido
<< hasta ahora los planes é instrucciones del Gobierno. ” ( 29)
Hasta entónces, su intencion era dirijirse directamente á la
ciudad de Santa-Fé por el camino del Quebracho Herrado, lo
que habria sido una buena marcha estratéjica ; pero escaso de
caballos y falto de resolucion , se resolvió al fin á tomar el cami
no del Tercero, que lo conduciria directamente al Rosario , ( 30)
Al efecto, hizo adelantar una division hasta la Esquina de Ba
llesteros, poniendo en movimiento las milicias de la frontera
Sud de Córdoba por la parte de la Carlota, con órden de
abrir hostilidades sobre la línea de Santa-Fé. ( 31 ) En estas va

27 -Oficios de Belgrano al Gobierno ( son dos ) de 28 de Febrero de 1819.


MSS. del Arch, Gral.
28-Oficio de Belgrano al Gob. de 28 de Febrero (tercero de la misma fe
cha) de 1819. MS. del Arch. Gral .
29- Oficios de Belgrano del 8, del 11 y 17 de Marzo. MSS. del Arch. Gral.
30-Of. de Belgrano de 11 de Febrero de 1819. MS . del Arch. Gral.
31- Carta de Belgrano á San Martin, de 13 de Marzo de 1819. MS. autó
grafo en nuestro archivo. ( Papeles de San Martin )-Of, de Belgrano de 8 de
Marzo de 1819. MS , del Arch. Gral.
CAPITULO XXXVII 619

cilaciones, movimientos falsos y disposiciones preliminares sin


consecuencia, perdió diez y ocho dias. En este intérvalo reci
bió las comunicaciones de Viamonte, que le anunciaba el desas
tre de Hortiguera en las Barrancas, su repliegue y su situacion
apurada en el Rosario. Fué entónces que escribió al general
en gefe de Santa-Fé, se sostuviera á todo trance, mientras él
marchaba en su auxilio ( 32 ) , abriéndo en consecuencia su
campaña el 17 de Febrero. (33)
En marcha sobre Santa-Fé, escribió al Gobierno dos dias
despues : « Yo he concebido la importancia del gran número,
no tanto por lo que pueda temer al enemigo, cuanto por la
❝ moral de mis compañeros de armas, que se conservarian en
« las filas sabiendo que han de vencer, y adquiriendo el con
cepto de desprecio que deben merecer los anarquistas, toda
❝ vez que yo consiga no tener el mas pequeño contraste, con
❝servando la union , aunque mis movimientos sean lentos." ( 34)
Con este sistema de guerra negativo y esta enervante moral
militar, que revelaba cuanto habia bajado la del ejército Auxi
liar del Perú, ya se alcanza cual podría ser el resultado de la
campaña, emprendida contra una insurreccion verdaderamente
popular, que abrazaba una vasta estension de territorio, inter
ceptando todos los recursos del pais, haciendo largas correrias,
y cuyos soldados se batian con el fanatismo que se ha visto.
A pesar de esto, Belgrano era el único general que podia ha
cerle frente con éxito. Su autoridad moral se imponia al ejér
cito, que emprendia sin entusiasmo esta guerra, á la vez
inspiraba confianza á los pueblos y temor al enemigo. Los
campesinos, aunque afectos en su gran mayoria á la monto
nera, veian en él una garantia de órden , pues sus tropas mar
chaban con una disciplina ejemplar, respetando todas las casas
abandonadas y pagando religiosamente lo que consumian . ( 35)

32-Véase el capítulo anterior : GUERRA DEL LITORAL.


33-Of. de Belgrano de 17 de Marzo de 1819. MS . del Arch. Gral.
34-Of. de Belgrano al Gobierno de 19 de Marzo de 1819. MS. del
Arch. Gral .
35-General Paz, " Memorias, " tomo I, pág. 325.
620 HISTORIA DE BELGRANO

Simultáneamente con la marcha del ejército Auxiliar del


Perú, inventaba San Martin la sublime comedia del repaso del
ejército de los Andes, de que hemos dado noticia ya (Enero de
1819. ) Contrariado el vencedor de Chacabuco y Maipo, por el
carácter crónico que tomaba la guerra civil, perturbando sus
vastos planes y combinaciones , todo su anhelo era ponerle tér
mino de cualquier modo. Su pasion era la independencia
americana, y su horror por las luchas intestinas habia llegado
á convertirse en una mania sistemática . Poseido de estos sen
timientos, anunció desde Curimon (Febrero de 1819) al Di
rector O'Higgins, que " la guerra de anarquía en las Provincias
" Unidas por parte de Santa-Fé, lo movia como ciudadano
" interesado en la felicidad de la América , á tomar una parte
" activa en ella, á fin de emplear medios conciliatorios, inter
"poniendo su crédito con el Gobierno Nacional y el de Santa
“ Fé. ” ( 36 ) A fines de Febrero, hallábase en Mendoza ocu
pado de esto, y allí fué instruido de la bajada del ejército de
Belgrano, que contrariaba sus planes ulteriores sobre el Bajo
Perú. (37) Con anticipacion , habia incitado á la Logia de
Lautaro de Chile á que comprometiese al gobierno de ultra
cordillera, á fin de que mediara oficiosamente en la guerra civil
argentina. (38 ) El Director O'Higgins, obedeciendo á su im
pulsion secreta, nombró al efecto una comision compuesta del
regidor don Salvador de la Cabareda y Coronel D. Luis de la

36—Of. reservado de San Martin al Director O'Higgins, de 14 de Febrero de


1819, en Curimon ( Aconcagua, en Chile) MS. en nuestro archivo . ( Lib. copiador
original de los Papeles de San Martin.)
37-Of. de San Martin al Director Pueyrredon, de 23 de Febrero de 1819 en
Mendoza. MS. en nuestro archivo. (Papeles de San Martin. )
38-Carta de O'Higgins á San Martin, de 17 de Febrero de 1819. MS. au
tógrafo en nuestro archivo. En ella le decia : " El amigo Guido le ha escrito la
66
resolucion de 0-0 (Signo que designaba la Logia) para que nuestro comun
"amigo Cruz y un regidor Cabareda, comisionados por este Gobierno, pasen á
""
verse con Artigas ó el gete que manda las fuerzas que hostilizan la campaña de
"Buenos Aires, establezcan una mediacion á nombre de Chile, pidan cesacion
"de hostilidades y ofrezcan á nombre de este Estado garantir los tratados que se
"capitulen entre el Supremo Gobierno de Buenos Aires y Artigas ; pero que todo
66
se convenga con V. para que tenga acierto. " MS.
CAPITULO XXXVII 621

Cruz, la cual fué oficial y confidencialmente recomendada por


San Martin á su Gobierno. (39) El Director Pueyrredon, jus
tamente ofendido de que se enviase una mision cerca de Arti
gas, ántes de dirigirse á él, reconociendo por el hecho á los
montoneros como beligerantes, á riesgo de ensoberbecerlos
mas, previno formalmente á los diputados chilenos : que sus
pendiesen todo paso en ejercicio de su comision, y así se lo sig
nificó á San Martin, reprobando confidencialmente su avanzado
proceder. (40) Esto tenia lugar en el mes de Marzo en que
el ejército del Perú abria sus operaciones sobre Santa-Fé.
En su impaciente anhelo por un arreglo inmediato, San
Martin se dirigió confidencialmente á Artigas y á don Esta
nislao Lopez, incitándolos á la concordia y á reunir sus esfuer
zos contra el enemigo comun. A Artigas le decia ; que la ba
jada del ejército del Perú, con el cual contaba para operar en
combinacion contra los españoles , habia desbaratado sus planes
militares. Hablándole de la espedicion de Cádiz, que amena
zaba al Rio de la Plata, le manifestaba : « Bien poco me impor
<< taria que fuesen 20,000 hombres , con tal que estuviésemos
« unidos ; pero en la situacion actual ¿ qué podemos hacer ? "
Respecto de su actitud ante la lucha civil, hé aquí sus palabras.
" No puedo ni debo analizar las causas de esta guerra entre
« hermanos ; sean cuales fueren, creo que debemos cortar toda
« diferencia y dedicarnos á la destruccion de nuestros crueles
" enemigos los españoles, quedándonos tiempo para transar
« nuestras desavenencias como nos acomode, sin que haya un
❝ tercero en discordia que pueda aprovecharse de nuestras crí
«
< ticas circunstancias. " Anunciábale al mismo tiempo la mar
cha de la comision mediadora de Chile, y terminaba por de
clararle : « Mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones

39-Of. de San Martin al Director Pueyrredon, de 23 de Febrero de 1819 en


Mendoza. MS . autógrafo en nuestro archivo ( Papeles de San Martin . )
40 - Carta de Pueyrredon á San Martin, de 11 de Marzo de 1819. MS .
autógrafo en nuestro archivo-Oficio de San Martin á la comision mediadora
de Chile, de 3 de Abril de 1819. MS. en nuestro Archivo. ( Papeles de San
Martin. )
622 HISTORIA DE BELGRANO

<< políticas, como estas no sean en favor de los españoles ó su


<< dependencia. " (41 )
La carta á Lopez estaba concebida en el mismo sentido,
aunque en términos mas espresivos, como si adivinara que este
caudillo estuviese mejor dispuesto á la paz . Manifestaba en
ella, tenerle por un patriota que le inspiraba toda confianza, y
le indicaba que no tendria inconveniente en celebrar una con
ferencia con él, en el lugar que le señalara. (42)
Estas declaraciones avanzadas de San Martin , eran impru
dentes, por no decir ligeras . La imparcialidad que afectaba,
era un reproche indirecto á la autoridad nacional que sostenia
la guerra. Su afirmacion absoluta de no tomar parte en nin
guna guerra civil, importaba debilitar la fuerza moral del Go
bierno, alejando de sus enemigos la amenaza del ejército de los
Andes. Felizmente, las cartas fueron detenidas por Belgrano,
que por el momento estaba en otras disposiciones. A la pri
mera insinuacion de un arreglo por parte de San Martin, habia
contestado categóricamente : « A lo que entiendo , esta guerra
no tiene transacion. " Y como de los conceptos de San
Martin pudiese deducirse que ofrecia algun concurso de tropas
para el caso que la tentativa de paz fracasara, Belgrano le de
cia : « No necesitamos mas fuerzas que las que hay aquí :
« tengo tres mil hombres con una bateria de ocho piezas per
« fectamente servidas, y es escusado, segun comprendo, que
« vengan mas. Los que están á mi frente son gente de desór
❝den, y ellos correrán luego que vean tropas. » (43 )
En tales circunstancias, fué Belgrano informado , que el
ejército de los Andes debia repasar próximamente la cordille

41 - Carta de San Martin á Artigas de 13 de Marzo de 1819. MS . Lib . co


piador original de los papeles de San Martin en nuestro archivo.
42-Carta de San Martin á D. Estanislao Lopez de 13 de Marzo de 1819.
Copiador de San Martin. MS . citado.
43-Carta de Belgrano á San Martin, de 5 de Marzo 1819 MS. autógrafo en
nuestro archivo. Debe advertirse, que además de los 3000 hombres que dice lle
vaba, habia dejado en Cordoba una division con una bateria de artilleria, á fin de
asegurar su retaguardia, segun consta de oficio suyo al Gobierno, de 17 de Marzo
de 1819 , MS, del Arch. Gral.
CAPITULO XXXVII 623

ra. Este anuncio produjo en él, la misma impresion que en San


Martin la bajada de el del Perú . Esta doble retirada del fren
te del enemigo comun, defraudaba las patrióticas aspiraciones
de ambos. « Compañero y amigo muy querido : (le escribia
con tal motivo) si V. se conmovió con mi bajada, figúrese
« cual me habrá sucedido con la noticia de que su ejército de
bia repasar los Andes. Tanto mas me admiraba esto, cuan
❝ to que el Director nada me dice de su movimiento, que va á
« retardar la ejecucion de los mejores planes, y quien sabe has
< ta que punto puede perjudicar la causa en el interior y afir
« mar el yugo español ! Pero lo dispone quien manda, y no
" hay mas que obedecer. " (44 )
Bajo estas impresiones, continuaba lentamente su marcha,
concentrado en masa, cuando recibió comunicaciones de Güe
mes que le anunciaban una nueva invasion sobre Salta, que al
parecer era formal . (45) No era sinó un simple reconocimien
to. Al emprender su marcha desde Tucuman , Belgrano habia
hecho esparcir la voz , que su ejército avanzaba con todas sus
fuerzas sobre el Alto Perú. Alarmados los realistas, habian
hecho penetrar una parte de su ejército por Humahuaca ade
lantando su vanguardia hasta Jujuy á las órdenes de Canterac
y Olañeta. Allí supieron la bajada del ejército auxiliar, y re
trogradaron á sus posiciones , sosteniendo frecuentes combates
con los incansables gauchos salteños . (46) Belgrano, dispuso
inmediatamente que las milicias de Santiago del Estero, Tucu
man y Catamarca acudiesen en sosten de Güemes, y consultó
al Gobierno sobre la conveniencia de desprender 1000 hombres
de su ejército á fin de cubrir la frontera del norte amenazada.
El Gobierno, que habia tomado á pecho la terminacion de la
contienda civil por las armas, contestó terminantemente á esta

44- Carta de Belgrano á San Martin de 13 de Marzo de 1819. MS. autó


grafo en nuestro archivo.
45-Parte de Güemes de 17 y 18 de Marzo y oficio de Belgrano de 29 de
Marzo de 1819. MSS . del Arch. Gral.
46-Parte de Güemes de 22 y 24 de Marzo de 1819, y oficio de Belgrano de
3 y 5 de Abril del mismo. MSS , del Arch. General.--Véase " Memorias " de
Camba, t. I, páj . 307.
624 HISTORIA DE BELGRANO

consulta : « Urge por instantes terminar cuanto áutes la pre


« sente azarosa campaña, y se opone á su realizacion enflaque
« cer sin una imperiosa necesidad la fuerza que ha de llevarla á
cabo. " Esplicando en seguida su resolucion , desenvolvia
su nuevo plan de este modo : « Pacificada totalmente la pre
❝sente contienda, y reunidos el ejército del Perú y de los An
« des , llevarán sus armas con las demás fuerzas que se dispo
« nen, á desalojar á los realistas de todo el territorio de este
" Estado. " (47)
A medida que Belgrano adelantaba camino, iba entrando
en posesion de sí mismo . Se daba cuenta mas clara de su
situacion militar, consideraba de mas alto punto la cuestion
política y social, encarando con patriotismo y firmeza los de
beres del pais y del Gobierno ante la guerra esterior. Sus an
teriores vacilaciones, su falta de iniciativa, sus preocupaciones
respecto de mucha fuerza y mucho dinero, se disipan, y aun
que sin brillo, su buen juicio iluminado por las últimas luces
de una inteligencia que se estinguia con las fuerzas físicas, llega
casi á tener la vision profética del génio . Véase la pintura
que él mismo hace de su itinerario , desde la Villa de Ranchos
hasta Candelaria : « Es urgente concluir esta desastrosa guer
❝ra por cualquier modo. Todo es desolacion y miseria : las
« casas abandonadas, las familias fugitivas ó arrastradas, los
" campos desiertos de ganados y caballos , todo en fin, inva
" dido de hombres que se han destinado á una guerra de
las mas terribles que puedan presentarse, pues para ellos
< todos son enemigos con tal que tengan ó no sean de su
❝ partido. " (48)
Aunque tarde y á su pesar, reconocia que la insurreccion
popular, brutal y viciosa como era, llevaba en sí misma una
fuerza de penetracion y de disolucion, superior á las fuerzas

47-Of. del Gobierno á Belgrano de Abril de 1819. MS . del Arch. Gral.


48-Of. de Belgrano al Gob. de 2 de Abril de 1819-Tal es la fecha que lleva
e original, pero como en él se hace referencia de una nota de 3 del mismo Abril, á
que se contesta, debe ser equivocacion y leerse por tanto 12 en vez de 2. ) MS.
del Arch. Gral.
CAPITULO XXXVII 625

represoras que podian contrarestarla. Presentia que era un


fenómeno social, que tenia su orijen en el organismo propio ;
veia que contra las multitudes insurreccionadas, diseminadas
en los espacios, eran impotentes los ejércitos, que apénas eran
dueños del terreno que pisaban ; se daba con dolor y virilidad
cuenta racional de todo esto, y he aquí como se espresaba :
« Para esta guerra ni todo el ejército de Xerxes es suficiente .
« El ejército que mando no puede acabarla ; es un imposible :
« podrá contener de algun modo ; pero ponerle fin , no lo al
« canzó sinó por un avenimiento . No bien habíamos corrido á
<< los que se nos presentaron y pasamos el Desmochado, que ya
« volvieron á situarse á nuestra retaguardia y por los costados.
Son hombres que no presentan accion ni tienen para qué.
Los campos son inmensos y su movilidad facilísima, lo
« que nosotros no podemos conseguir marchando con infan
<< teria como tal. Por otra parte de dónde sacamos caba
« llos para correr por todas partes y con efecto ? de dónde
<< los hombres constantes para la multitud de trabajos consi
« guientes, y sin alicientes, como tienen ellos ? Hay mucha
« equivocacion en los conceptos : no existe tal facilidad de con-
« cluir esta guerra ; si los fautores de ella no quieren concluir
« la, no se acaba jamás : se irán á los bosques, de allí volverán
« á salir, y tendremos que estar perpetuamente en esto, viendo,
❝ convertirse el pais en puros salvajes. " (49)
Su última palabra sobre la materia era esta : « que con 1000
hombres de caballeria y 500 infantes montados, podrian res
guardarse los caminos, aunque sin concluir radicalmente la
guerra civil, y que debia aplicarse toda la energia de la Nacion
á hacer frente á la guerra de la independencia en la frontera
del norte y en el Bajo Perú. " Y adelantándose á la objecion
que podia hacérsele, que antes habia opinado de distinto mo
do, hacia presente : « Estas reflexiones las habria hecho desde
« el principio, si me hubiesen dado los conocimientos que
❝ ahora tomo por mi mismo, y entonces no habria tenido

49-Of. de Belgrano al Gobierno, de 2 de Abril, ántes citado. MS. 40


626 HISTORIA DE BELGRANO

❝ la idea de la conclusion de esta guerra que hoy ocupa al


« Gobierno. " (50)
No se ha escrito una página mas juiciosa que esta, ni mas
llena de verdad y enseñanza, sobre la guerra social que aflijió á
la República Argentina en aquella época calamitosa, en que
las nuevas fuerzas populares surgian vivaces con toda la enér
gica espontaneidad de una naturaleza agreste, y en que las
fuerzas conservadoras y reparadoras, yacian enervadas. La
mano de un moribundo la ha trazado . Uno de sus mas ilustres
discípulos, que despues se elevó á la altura de los primeros ge
nerales americanos, marchaba en ese mismo dia en que ella se
escribia, á la cabeza de uno de los escuadrones de vanguardia.
Era este el entónces teniente coronel D. José Maria Paz. Al
pisar el territorio de Santa-Fé, los montoneros salieron á su
encuentro, dispersándose en guerrillas que luego se perdian
en el vasto horizonte de la pampa, arreando gruesos trozos de
ganados y caballos . Perseguidos activamente hasta los Des
mochados , la caballeria del Perú triunfaba sobre ellos como en
la Herradura, pero ni la fuga importaba la derrota del enemi
go, ni los vencedores obtenian ventajas, que compensasen
siquiera la pérdida de sus caballos . Como lo dice Belgra
no, los fugitivos aparecian muy luego hostilizando la reta
guardia de su ejército. Mas de treinta años despues , Paz,
aleccionado por el estudio y la esperiencia, ha procurado
esplicar los fenómenos militares de aquellos tiempos homéri
cos de la montonera, y no ha acertado á resolver en todos
sus grados el problema magistralmente planteado por el
maestro. (51 )
A pesar de hallarse el ejército á ménos de dos jornadas del
Rosario, Belgrano no tenia conocimiento exacto de la situacion
de Viamonte en el litoral, asi como este ignoraba la proximidad
del auxiliar que debia salvarlo . Fué en estas circunstancias
que Lopez interceptó el chasque de San Martin y abrió con

50-Of. de Belgrano, de 2 de Abril, ántes citado. M. S.


51 -Véase Memorias " del general Paz, t . I, pág. 319 á 322 y 325 á 327 .
CAPITULO XXXVII 627

tal motivo comunicaciones con Viamonte, dando esto lugar al


armisticio de 5 de Abril, segun se esplicó ántes . (52) Belgra
no se hallaba en la posta de la Candelaria á 14 leguas del Ro
sario cuando le fué comunicado este convenio, que se apresuró
á aprobar, trasladándose inmediatamente al Rosario acompa
ñado de una pequeña escolta, con el objeto de entablar las ne
gociaciones consiguientes. (53 )
Las conferencias diplomáticas se abrieron en San Lorenzo
el 12 de Abril, concurriendo como representante por parte del
General Belgrano, D. Ignacio Alvarez Thomas , gefe de Esta
do Mayor del ejército, y por parte de Lopez y sus aliados, D.
Pedro Gomez y D. Agustin Urtubey. ( 54 ) Las bases que en
definitiva acordaron fueron las siguientes : 1. Que continuase
el armisticio acordado bajo la garantia de la buena fé y mútua
correspondencia ; evacuando los ejércitos y escuadra de la Na
cion la Provincia de Santa- Fé, y retirándose al norte del Sala
do las tropas auxiliares de ésta ; 2. Que se comunicase este
acuerdo á los pueblos hermanos disidentes al oriente del Para
ná, á fin de que concurriesen por medio de diputados á la rea
pertura de las negociaciones definitivas en el término de un mes
( el 8 de Mayo subsiguiente) ; 3. Que las tropas que en favor
de la Nacion se mantenian aun en armas en Entre- Rios , se
retirarian por agua á San Nicolás de los Arroyos ; 4. Que la
comunicacion del litoral con el interior por el territorio de
Santa-Fé quedaria espedita, no pudiendo , sin embargo, esce
der de 25 hombres el número de soldados quo escoltase cada

52--Véase el final del cap. XXXVI que antecede.


53-Of. de Belgrano al Gob, de 7 de Abril de 1819.-MS. del Arch. Gral.,
y carta del mismo á San Martin de : de Marzo .— MS . en nuestro archivo. - E19
de Abril se trasladó Belgrano al Rosario.
54-Se ha confundido generalmente el armisticio de 5 de Abril en el Rosario
(que fué un acto provisional, en que se estableció simplemente una suspension de
armas mientras durasen las negociaciones que se iban á abrir, sugeto todo á la
aprobacion de Belgrano) con el armisticio de 12 de Abril en San Lorenzo que se
siguió, en el cual se acordaron las bases preliminares de la negociacion segun
consta del Nº 3 de' periódico El Americano ya citado, y del contesto del mismo
documento que se citará mas adelante.
HISTORIA DE BELGRANO
.628

convoy ; 5. Que se habilitarian las postas despobladas , que


dando abiertas por parte de las Provincias Unidas todas
las vias fluviales y terrestres ; 6. Que en ambos territorios
se perseguiria á los ladrones de caminos, prestándose las
partes mutuo ausilio para el efecto, sin que esto autorizase la
introduccion de fuerzas militares en las respectivas jurisdic
ciones ; 7. Que toda dificultad que ocurriese durante el
armisticio se transaria por medios famistosos , agotando los
medios pacíficos ántes de recurrir á las armas . ( 55 ) Bel
grano aprobó igualmente este convenio, persuadido de que
él, como lo decia, « afianzaria las bases de la amistad y
« confraternidad , sobre las cuales se fundaria el tratado de
« paz y concordia , tan deseado para la prosperidad de la

« Nacion. " (56)


Con arreglo á lo pactado, Viamonte se replegó á San
Nicolás (el 14 de Abril ) con su ejército , acompañado por
la caballeria entreriana de Hereñú ; y Belgrano retrogradó
á la posta de Arequito con ánimo de situarse en la Cruz
Alta (frontera de Santa -Fé y Córdoba ) y esperar allí el
resultado de las negociaciones . En cuanto á Lopez , cum
plió igualmente lo convenido reconcentrándose al Norte del
Salado , donde licenció sus milicias , y despidió á sus alia
dos de Entre -Rios y Corrientes , los cuales sublevándose , sa
quearon una parte de la ciudad de Santa -Fé ántes de re

tirarse . (57)
La paz parecia un hecho asegurado , y todos se felicitaban
por ello, incluso el mismo Lopez ; pero muy especialmente el
general San Martin , quien con tal motivo escribia á Belgrano
desde Mendoza : << El pueblo ha recibido con el mayor placer

55-El testo de este documento se halla original en el Arch. Gral , y fué pu


blicado en la Estraordinaria de 17 de Abril de 1819, segun se dijo antes.
56-Of. de Belgrano al Gobierno, publicado en la Estraordinaria de 17 de
Abril de 1819. En el original MS. que existe en el Arch. Gral. agregaba Bel
29
grano refiriéndose al armisticio : " lo he aprobado con mi mayor complacencia. ” El
Gobierno , mas celoso de su decoro esterno , suprimió en la publicacion esta mani
festacion exagerada de contento.
57-Iriondo, " Apuntes para la Historia de Santa- Fé, " pág. 43 y 44.
CAPITULO XXXVII 629

<< la noticia, esperanzados todos en que se corte una guerra en


« que solo se vierte sangre americana. " (58 )
Esta paz no era, empero, sinó una tregua pasagera en me
dio de la guerra civil. Las fuerzas vivas que debian impulsar
la estaban en movimiento, y ellas, léjos de ser enfrenadas por la
accion reguladora de la autoridad, preponderaban en el embrio
nario organismo social, y equilibraban cuando ménos el poder
militar que sostenia la armazon de la constitucion política del
Estado. No podian recibir imposiciones como vencidos, los
pueblos disidentes cuya resistencia no habia sido quebrada ; ni
podia dominar tal situacion un Gobierno con sus resortes gas
tados y sin fuerza moral ante la opinion, que habiéndose ma
nifestado impotente en el curso de cinco años para dominar
la anarquía por las armas ó la política, pactaba al fin una tre
gua sin medios para imponer condiciones. La ley histórica de
que las fuerzas antagónicas deben probarse ántes de subordi
narse unas á otras, para que todas ellas concurran al gobierno
de la sociedad, tenia que cumplirse. La voluntad de los hom
bres era impotente para contener el desenvolvimiento fatal de
los sucesos, ni estinguir en un dia las pasiones encendidas que
alimentaban el incendio latente. Los vientos sembrados, de
bian dar su cosecha de tempestades.
Sin embargo, de esta paz momentánea debia resultar
una modificacion ó dislocamiento de las fuerzas vivas que in
tervenian directamente en la lucha, preparando nuevas acciones
y reacciones , que influirian trascendentalmente en los destinos
futuros de la Nacion. Desde luego, la Provincia de Santa- Fé
se emancipó algun tanto del predominio de la liga de los cau
dillos orientales ; separó completamente su causa de la de Ar
tigas y se asimiló mas al organismo argentino. Aun cuando
mas adelante hubiese de unir otra vez sus armas con los ene
migos de la union Nacional , seria mas bien obedeciendo á una
atraccion, que sirviendo á un antagonismo incompatible con

58—Carta de San Martin á Belgrano, de 16 de Abril de 1819. MS . autó


grafo en nuestro archivo .
630 HISTORIA DE BELGRANO

ella ; y al fin, descompuestas en sus propios elementos las


fuerzas de los caudillos, y en pugna unas con otras, Santa-Fé
vendria á ser la vanguardia de la Nacion, que concurriria en
su medida al triunfo de un órden relativo, dando tiempo á los
elementos conservadores de Buenos Aires á rehacerse, orga
nizarse, reaccionar, combatir y triunfar en definitiva, por su
poder de cohesion, salvándose así la base de la organizacion
futura. Tal es el resultado que la trégua preparaba, y á él con
tribuia Lopez de buena fé con su política de equilibrio, obede
ciendo en esto á sus intereses y sus instintos. Esta política habia
agrupado en torno de su poder personal, todas las voluntades.
de su Provincia ; y fuerte con este apoyo, mantenia su indepen
dencia ante el Gobierno de la Nacion lo mismo que ante los cau
dillos orientales. Así se elaboraba la vida en medio de la des
composicion, y se depositaban en el seno fecundo del nuevo em
brion político y social, los gérmenes de sus futuras metamorfosis.
El General San Martin, que por accidente habia concur
rido á este resultado con la complicada trama de que se ha
dado noticia, se ocupaba en deshacerla metódicamente, cuando
él se produjo. Aun cuando el armisticio sirviese perfectamen
te á sus propósitos, el hábil artífice hubo de quedar envuelto
por los últimos hilos de su propia red. Para ejercer presion
sobre Chile, habia empezado á hacer efectivo el repaso de una
parte del ejército de los Andes. Colocado en Mendoza al fren
te de una division de las tres armas, y el resto del ejército si
tuado al pié de la falda occidental de la Cordillera, se hallaba
en actitud de reconcentrarlo segun las circunstancias , llenando
mientras tanto, el doble objeto que ya hemos indicado. Im
penetrable como siempre, parecia perseverar en la idea de
su retirada al territorio argentino. El Gobierno, cediendo
sucesivamente á sus indicaciones, habia ido modificando sus
órdenes y contra-órdenes . En la época á que hemos llegado
la órden vigente era : dejar 2,000 hombres del ejército argen
tino en Chile, tomar en reemplazo 2,000 reclutas Chilenos,
formar con ellos y sobre la base del resto un nuevo ejército ,
con el plan de abrir campaña por el norte en union del ejército
de Belgrano, luego que el litoral se pacificase.
CAPITULO XXXVII 631

Nuevos amagos de invasion realista por la parte de Salta ,


pusieron en alarma á Belgrano. Comprometido este con su
ejército en la empresa de consolidar la paz iniciada, no podia
acudirá ocupar su antiguo puesto. Entónces el gobierno or
denó á San Martin, que activase el repaso de la fuerza del ejér
cito de los Andes que debia formar el nuevo ejército, y que lo
dirigiese hacia el Tucuman , donde permaneceria hasta tanto
que, desembarazado de las atenciones que le rodeaban , pudiera
contraerse al proyecto de espeler á los españoles de las Provin
cias del Alto Perú. Como se le decia ser esta una medida pu
ramente preliminar, con el carácter de precautoria (sic) preve
níasele, que el General D. Francisco Fernandez de la Cruz,
Gefe de Estado Mayor del ejército auxiliar, debia marchar á
situarse en Tucuman , con el objeto de irse recibiendo de las
divisiones del ejército de los Andes que sucesivamente fueren
llegando á aquel destino . (59)
El General San Martin, que tal vez no veia claro en el
desenlace de su gran tramoya americana, parecia aceptar estas
absurdas combinaciones negativas, hijas de la imprevision y
de la carencia de toda idea política ó militar. No podia ocul
tarse á su penetracion, que asumir una actitud espectante en
Chile, renunciando á la espedicion sobre Lima ; asumir la mis
ma actitud en el interior , empleando para ello el ejército Ausi
liar, era hacer abandono de todas las posiciones conquistadas,
desorganizar las grandes bases de poder militar creadas y con
servadas con tantos afanes, dar seguridad á los españoles por
la parte del Pacífico, permitirles aglomerar sobre el Alto Perú
todos los poderosos elementos que tenian en Lima, reducirse
en fin en todas partes á la impotencia, y todo esto sin una
idea clara, sin un plan definido, sin un propósito fijo.
Era que habia llegado para el Gobierno, aquel momento
de postracion moral de los poderes exhaustos, en que á la im
posibilidad para obrar acompaña la ineptitud para pensar. Así,

59 -Of. del Gobierno á San Martin, de 15 Abril de 1819, firmado por el


Ministro de Guerra D. Matias Irigoyen . MS. del Arch. Gral.
632 HISTORIA DE BELGRANO

cuando San Martin, asegurada la espedicion á Lima por parte


del Gobierno de Chile, fué apremiado por el Gobierno arjen
tino para dirigir á Tucuman al ménos la division que tenia en
Mendoza, manifestó francamente : Que tal medida, sin llenar
los objetos que se tenian en vista, daria por único resultado la
disolucion de esa fuerza . Convencido al fin el Gobierno de la
importancia preferente de la espedicion al Bajo Perú por el
Pacífico, con el concurso eficaz de la alianza chilena, dió con
tra-órdenes respecto del repaso del ejército de los Andes y de
la marcha á Tucuman de la division de Mendoza, felicitándose
de este desenlace, preparado por la prevision de San Martin .
(60) Sin embargo, el General de los Andes mantuvo aun en
el mismo punto la division de Mendoza, con el objeto de reunir
mayores elementos para su espedicion á Lima, y esta circuns
tancia hubo de volver á complicarlo en la guerra civil, en que
seguramente se habria perdido su ejército, como se perdiójel de
Belgrano, segun se verá despues .
Mientras tanto, Belgrano, en cumplimiento de lo pactado
en el armisticio de San Lorenzo, se estableció en la Cruz Alta,
límite de las provincias de Córdoba, Santa- Fé y Buenos Aires.
Desde allí hizo presente las necesidades que le aquejaban : es
taba desnudo y no tenia que comer. Se le contestó que usase
de la propiedad particular donde la encontrara. Repugnán
dole este medio, que era contrario á sus principios y al sistema
administrativo que se habia propuesto seguir, hizo algunas ob
servaciones sobre el particular. El Gobierno le replicó en una
estensa nota, que el erario estaba exhausto, que no tenia mas
que darle, y que, aunque el medio le repugnaba tambien, no
habia otro, en lo que tenia razon. Con tal motivo le decia :
« En nuestros presentes conflictos ¿ cuál es el recurso que se
<< presenta para continuar la indispensable lucha á que estamos
❝ comprometidos ? Despedir las tropas porque el Erario ca
rece de fondos para sostenerlas ? Esto es decir, que depo

60-Todo esto consta de documentos originales que existen en nuestro archi


vo, y de que haremos mas amplio uso en la " Historia de San Martin. "-MSS .
CAPITULO XXXVII 633

<< niendo las armas pidamos el tiránico yugo español. - Desen


« gañémonos , señor General, es preciso vencer ó morir. » Am
pliando esta proposicion , le agregaba, que las propiedades solo
eran respetadas mientras la salvacion general del Estado no
reclamase su uso ; que todas las clases sufrian de grado ó por
fuerza los dolorosos sacrificios que la situacion traia apareja
dos ; y que, siendo notoria la impotencia del erario para su
fragar apénas el alimento de las tropas y los indispensables
articulos de guerra, los hacendados, cuyas fortunas se trataba
de salvar, tenian obligacion de contribuir á su sosten . Esfor
zando su demostracion con un ejemplo, terminaba diciéndole :
" Los orientales nos han hecho ventajosamente la guerra, por
“ que no pagan á sus tropas, ni satisfacen el precio de los ar
<
«
< tículos que arrebatan para su subsistencia. Sin embargo,
« cuentan con los brazos de aquel territorio , á los que obligan
con el terrorismo á llenar su objeto . " ( 61.)
El General Belgrano, contestando la nota del Gobierno le
decia : « Demasiado convencido estoy, como lo he estado desde
el principio de nuestra gloriosa revolucion , que es preciso
❝ vencer ó morir para afianzar nuestra independencia ; pero
<< tambien lo estoy de que no es el terrorismo lo que puede ci
« mentar el gobierno que se desea, y en que nos hallamos cons
« tituidos. " Repelido así decorosamente el reproche indirecto
del Gobierno y el ejemplo tan desgraciadamente aducido por él,
esplicaba las causas de las resistencias de este modo : « Tampo
« co deben los orientales al terrorismo la gente que se les une,
« ni las victorias que los anarquistas han conseguido sobre las
armas del órden . Aquella se les ha aumentado y les sigue,
« por la indisciplina de nuestras tropas y los escosos horrorosos
& que han cometido, haciendo odioso hasta el nombre de patria.
" La menor parte ha tenido el terror en la agregacion de hom
bres y familias. Las victorias ménos . " Dándose cuenta
equitativa de tan selváticas resistencias, formulaba su sistema
en estos términos : "Un sistema enteramente contrario debe

61 - Of. del Gob. á Belgrano, de 28 de Abril de 1819. MS. del Arch. Gral.
634 HISTORIA DE BELGRANO

« ser el de nuestras fuerzas al que observan los jefes del des


« órden, para atraernos con los hechos la voluntad de unos
<<< hombres que no discurren mas allá de lo que ven. Adoptar
<< este sistema en una guerra civil, que está fundada en los
<<< resentimientos de los hechos de las fuerzas del órden, que
< les han arrebatado sus propiedades tratándolos con el mayor
«
« desprecio, es lo que exige la razon , la justicia y la convenien
« cia pública. " Mostrando la conveniencia y posibilidad de
establecer este sistema, patentizaba, que por procederse en las
exacciones sin discernimiento, sin conocimientos y sin datos
estadísticos, ellas recaian esclusivamente sobre los pobres , que
por el hecho se convertian en otros tantos enemigos del Go
bierno y de los que tenian algo ; y concluia diciendo : que él no
habia pedido sinó lo absolutamente indispensable para vivir, y
que si esto no era posible sinó por los medios violentos que se
le indicaban, que eran los mismos de los anarquistas , él se con
sideraba incapaz de ponerlos en práctica. ( 62 ) Con alguna
exageracion, Belgrano no hacia sinó desenvolver una gran
verdad, y es, que ninguna causa justa puede triunfar sinó por
medios análogos á sus fines, sin desautorizarse y ponerse en
contradiccion consigo misma.
En medio de estas controversias que nada remediaban,
el ejército se desorganizaba trabajado por la miseria. « La
<< desercion está entablada (escribia Belgrano al Gobierno)
" como consiguiente al estado de miseria, desnudez y hambre
❝ que padecen estos mis compañeros de armas. " ( 63 ) Cua
tro dias despues escribia el General en términos angustiosos,
que causan profunda pena : «Consumo 50 reses diarias : no
« sé de donde sacarlas, porque se han agotado los depósitos.
« Se ha disminuido la racion de carne : vivimos con el arroz
<< traido de Tucuman ; vamos á echar mano de los bueyes. A

62-Of. de Belgrano al Gobierno, de 13 de Junio de 1819 en el Zanjon. MS.


del Arch. Gral. El Gobierno le puso al márgen el siguiente decreto : " Buenos
Aires, Agosto 21 —Archívese. ( Rúbrica de Irigoyen ) , " MS.
63-Of. de Belgrano al Gobierno, de 4 de Mayo de 1819. MS. del Archivo
General.
CAPITULO XXXVII 635

<< consecuencia de esto la desercion se pronuncia . Estoy en un


« desierto. " (64) El Gobernador Intendente de Córdoba, D.
Manuel Antonio Castro, empeñado en llenar las necesidades
mas premiosas del ejército, imponia una contribucion metódica
de reses á la Provincia , pero luchaba con dificultades para sis
temar el servicio : "Los paisanos conductores de reses de las

<< diferentes pedanías para el ejército (escribia á Belgrano) pier


<< den los recibos, ó los pitan, ó se los llevan á sus pagos ." (65)
El Gobierno por su parte, hacia esfuerzos supremos para
remediar estas miserias ; pero sus recursos estaban agotados .
Con grande trabajo pudo aprontar un vestuario para el ejército,
y auxiliar su caja con 5000 pesos , ofreciéndole 20 mil mas muy
luego. Mes y medio despues escribia consternado, á su General :
« El erario se halla exhausto y los recursos á que apela no bas
« tan. No puede por ahora proveer á su alivio ; pero tiene
esperanzas de poder reunir dentro de tres ó cuatro dias, 15
« á 20 mil pesos . ” Al mes de esta promesa, aun no habia sido
cumplida, y el Gobierno volvia á escribir lleno de congojas :
« Puede V. E. considerar cuales serán las angustias del Go
« bierno en vista de las justísimas reclamaciones de ese valien
« te ejército, y la imposibilidad de proveerlo como lo desea y
« ofreció . Se han practicado las diligencias mas esquisitas
" para el cumplimiento de aquellas ofertas , y lo han frustrado
« circunstancias imprevistas ó irremediables. No obstante,
se remite en el dia un pequeño socorro pecuniario, que de
❝berá emplearse esclusivamente en el alimento. " ( 66)

64-Of. de Belgrano de 8 de Mayo de 1819. MS. del Arch. Gral.


65-Carta de Castro á Belgrano, de 28 de Agosto de 1819. MS . autógrafo
en nuestro archivo.
66—Oficios del Gobierno á Belgrano de 11 de Mayo, 4 y 10 de Julio y 10 de
Agosto de 1819. MSS. del Arch . Gral. —Hé aquí las únicas cantidades que se
gun el mismo Belgrano empleó en el ejército desde su salida de Tucuman en Fe
brero, hasta el mes de Junio de 1819. En Tucuman obtuvo 20 mil pesos por
medio de un empréstito, con lo que pudo socorrer la tropa. Al llegar á Córdoba
recibió 18 mil pesos del Gobernador intendente, los que empleó en una buena
cuenta, caballos y otros gastos. Por último, recibió 5000 pesos . En todo 43,000
pesos en el espacio de seis meses.
636 HISTORIA DE BELGRANO

A sus informes de que la desercion se aumentaba cada


vez mas, que su fuerza se disminuia considerablemente, y que
era indispensable fijarle un destino que previniese su total rui
na, ( 67) se le contestaba, que tratara de remontarla para con
trarestar la espedicion española que se anunciaba . A esto
observaba él con cierta ironía desgarradora : « Ordena el Sr.
« Director se eleven las tropas de línea al nayor número . ¿ Có
« mo podré hacerlo con el ejército que mando, cuando no
" puedo mantener los hombres que hoy lo componen ? Ha
" blo con la circunspeccion que me caracteriza : muchos dias
pasan que absolutamente no tengo que dar de comer,
« ni aun á los gefes . Es preciso palpar esta míseria para
" formar concepto del grado de heroicidad á que pueden
ascender las pasiones humanas. " (68 ) Así, en medio de es
tas congojas, se constituia el hecho de la nacionalidad y la in
dependencia argentina, y era así, como sus hijos devorados.
por la anarquía y la miseria, se preparaban á llevar la libertad
al resto de la América del Sud desde Chile hasta el Ecuador !
Apartando los ojos de estas sublimes miserias, que carac
terizan Ꭹ realzan una época heroica, volvamos á tomar el hilo
de las negociaciones entabladas á consecuencia del armisticio
de San Lorenzo. Estas se prolongaban indefinidamente. Los
negociadores nombrados por parte del Gobierno Nacional, ha
bian acudido por dos veces á la cita, y por dos veces á nada se
habia podido arribar, ya por falta de instrucciones precisas, ya
por inasistencia de los Diputados de Santa- Fé y Entre- Rios.
Complicábase esta situacion indefinida y peligrosa con suce
sos que simultáneamente tenian lugar en el Entre-Rios, y con
la actitud que en consecuencia asumia Ramirez. Habian que
dado allí algunas montoneras en armas, que sostenian la ban
dera de la union á las órdenes del ya conocido D. Gervasio
Correa. A pesar del armisticio, las hostilidades se habian
roto de nuevo , en circunstancias que en Corrientes estallaba

67-Of. de Belgrano, de 4 de Setiembre de 1819. MS . del Arch. Gral.


68-Of. de Belgrano, de 27 de Junio de 1819. MS. del Arch. Gral.
CAPITULO XXXVII 637

un nuevo levantamiento en combinacion al parecer con los de


Entre-Rios (69) , y que algunas embarcaciones portugue
sas se presentaban en la boca del Ibicuy. Ramirez, creyendo
ver en esta simultaneidad de movimientos, un acuerdo entre el
Gobierno argentino y los portugueses, pidió á Santa-Fé sus
lanchones armados en guerra y con ellos organizó una escua
drilla, enseñoreándose de la navegacion del Paraná desde
Santa-Fé hasta el Paraguay, interceptando la navegacion y
comercio del rio, y asumiendo una actitud desconfiada y casi
hostil . Los comisarios nacionales, que lo eran el Dr. D. Julian
Alvarez y el general Alvarez Thomas, reclamaron por estos y
otros actos que consideraban violatorios del armisticio, y exi
gieron de Lopez pidiese la devolucion de sus lanchones. Lopez ,
esplicando el hecho, se escusaba de pedir la devolucion exigida,
por cuanto sus ❝ insinuaciones cerca de Ramirez serian sin
« efecto y peligrosas . » Protestando á la vez de su fidelidad
á lo pactado, les decia con arrogancia : « Por mi parte, á no
❝ conducirme por el honor y la palabra de la fé que se mere
❝cen nuestros pactos, habria ya privado á ese Gobierno de par
« te crecida de sus fuerzas, sin que estuviese al alcance de sus
<< enemigos evitarlo, y al ménos tendria presas mas preciosas
❝que las que causan nuestro comun disgusto. " (70)
Al mismo tiempo, dirigia Ramirez á Belgrano una comu
nicacion llena de contrasentidos , escrita en el estilo ridicula
mente hinchado, propio de los tinterillos que por tantos años
han dirigido como instrumentos serviles las cancillerias de los
caudillos, adornándolos con las plumas del grajo. En ella ma
nifestaba su horror por la guerra y su ódio contra los ambicio
sos, y con tal motivo terminaba diciéndole : « Al ver á las ma
« dres sin sus hijos, á las mujeres sin sus esposos , y el luto que

69-Esta sublevacion fué sofocada en el mismo año por los partidarios de


Artigas.
70-Of. de Don Francisco Ramirez á Belgrano, de 1º de Mayo de 1819. MS.
del Archivo Gral.-Of. de D. Estanislao Lopez á los comisarios nacionales de
12 de Junio de 1819, y contestacion de estos del 26 del mismo mes y año. MS.
auténtico en nuestro archivo:
638 HISTORIA DE BELGRANO

« presentan todos los pueblos libres del Sud, mi corazon se


« cargaba en lágrimas de ternura, para trasportarme al mo
« mento en iras de venganza contra sus autores ; y, pues que
« V. E. quiere ser el iris de la felicidad, yo dejo en sus manos
❝el eco de la razon , de la justicia, de la humanidad y de la
« sagrada pátria " ( 71 ) Belgrano, que observaba que para
hacer efectivas tan solemnes protestas, nombraba Ramirez
como negociador á uno de los enemigos mas encarnizados de
la paz y de la union nacional, adivinaba al través de esta geri
gonza, la actitud del enemigo implacable, y así escribia al Go
bierno : « La poca sinceridad con que se espresa ; el ataque de
Correa despues de celebrada la tregua, y el nombramiento
de D. Eustaquio Moldes para intervenir en las negociacio
❝nes, son, en mi concepto, una prueba del dolo con que
procede. " (72)
No discurria lo mismo respecto de su antiguo sargento del
Paraguay, á la sazon gobernador de Santa-Fé. Cada vez se
afirmaba mas en el concepto que se habia formado de que, por
su parte, anhelaba con sinceridad la paz , y sobre esta creencia
fundaba la posibilidad de un arreglo pacífico, que desvian
do los peligros del presente, preparase la solucion de las difi
cultades en lo futuro. « No estoy distante de creer (decia ) que
" Santa--Fé entrase por si sola en avenimiento, aunque lo re
pugnen los orientales ; á lo ménos así lo ha prometido Lopez.
« Mucho habríamos conseguido con solo esto, pues seria sufi
« ciente para mantener en nuestro territorio el órden interior,
« neutralizando los efectos de los anarquistas orientales, qui
< tando el punto de contacto con ellos y el apoyo de los mal
❝vados que no faltan entre ellos y nosotros . " (73 ) Aquí Bel
grano, con una penetracion singular, presentaba por el mo
mento la única solucion posible que el armisticio habia prepa
rado, y que el tiempo debia dar. Desligar á Santa - Fé de la

71 - Of. de Ramirez, de 19 de Mayo de 1819, ántes citado. MS. del Arch.


General.
72—Of. de Belgrano, de 23 de Mayo de 1819. MS . de Arch. Gral.
73-Of. de Belgrano, de 23 de Mayo de 1819, ántes citado. MS.
CAPITULO XXXVII 639

confederacion oriental, romper así la liga de sus caudillos, y


poner el Paraná por barrera de la guerra civil, para poder aten
der á la guerra de la independencia en las fronteras , tal era
la cuestion, mas bien política que militar, que él formulaba en
términos tan precisos y con tan clara prevision.
Su creencia era sin embargo, que habia poca probabili
dad de arribar á un arreglo. Pensaba que la prolongacion
del armisticio, conveniente en un sentido, era perjudicial en
otro, y que la inaccion equivalia á una derrota. Hé aquí sus
palabras, que proyectan una luz siniestra sobre aquella situa
cion : "Conociendo los perjuicios de esta inaccion, veo que
« por este medio adquieren los enemigos sobre nosotros , ven
tajas que jamás podian prometerse del suceso de sus armas.
« Los santafecinos conocen las desventajas de nuestra actual
« situacion, y no los supongo tan faltos de cálculo , que no
« prevean los efectos que tendrá nuestra permanencia por es
❝tas inmediaciones . Nada tendria de estraño que afectando
<< deseos de paz y entorpeciéndola con diferentes pretestos, vie
« sen que no podiamos ofenderlos. El punto que ocupamos y
« todos los demas de sus inmediaciones en mas de 40 leguas
« son tales, que basta prolongar en ella nuestra permanencia,
« para ser destruidos y reducir el ejército á un estado de nu
« lidad completa. " (74)
En vista de estas consideraciones, de lo asolado del país,
falta de ganados y malos pastos para las caballadas, proponia
que, sin romper el armisticio y continuando las negociaciones,
se trasladase el ejército á la Villa de los Ranchos (á 12 leguas
de Córdoba) , cubriendo la frontera de Buenos Aires con algu
nos piquetes de tropa veterana. Probablemente , con esto,
Belgrano se proponia alejarse del teatro de la guerra y acer
carse á Tucuman ; pues para llenar los objetos que decia tener
en vista, mas militar era la posicion que ocupaba, con todos sus
inconvenientes , que la de los Ranchos con sus problemáticas
ventajas. El ejército situado á la altura de la Cruz Alta, cu

74-Of. de Belgrano, de 23 de Mayo. MS. ántes citado.


640 HISTORIA DE BELGRANO

bria el interior, mentenia libres los caminos que conducen á


él, protegia la frontera de Buenos Aires, estaba mas cercano
á la fuente de los recursos, dominaba la línea del Carcarañal
y amagaba á Santa-Fé haciendo presion para la conclu
sion de los tratados ; y caso de volver á tomar la ofensiva,
no tenia que volver á vencer los mismos inconvenientes que
apuntaba.
La verdad es , que la campaña del Ejército Ausiliar nada
habia resuelto, y el armisticio habia dejado las cosas en el mis
mo ó peor estado que ántes, salvo la predisposicion de Lopez
para mas adelante . Hacer ó no hacer la guerra era la disyun
tiva, como lo habia dicho él mismo, y en vez de resolverse por
uno de estos dos partidos, se colocaba en un término medio,
que haciendo imposible la paz, agregaba los inconvenien
tes de la guerra que se hacia inevitable, sin proveer á esta
eventualidad . El Gobierno sin embargo, aceptó su indica
cion, y á principios de Junio se ponia en marcha el ejército,
estableciendo poco despues el campamento general en la
Capilla del Pilar á nueve leguas de Córdoba sobre el Rio
Segundo.
Al mismo tiempo que el Ejército Ausiliar retrogradaba
hácia Córdoba, en Buenos Aires era nombrado Director inte
rino del Estado el general D. José Rondeau (Junio de 1819 ) .
Pueyrredon, ausente por algun tiempo del Gobierno por causas
que nada tenian de comun con la política, habia reasumido el
mando á principios de Mayo, al solo objeto de activar la pro
mulgacion de la Constitucion y retirarse en seguida á la vida
privada . Entendia , y con razon, que era una dictadura revo
lucionaria la que se le habia confiado, y que debia resignar sus
poderes una vez establecido el órden normal . Larga habia
sido la elaboracion teórica de aquella obra. Iniciada en Julio
de 1818, fué sancionada á fines de Abril de 1819. En otro
capítulo hemos dado una idea de ella y no insistiremos sobre
esta creacion efímera , que no tuvo un solo dia de vida real.
Pueyrredon, que se sentia fatigado, y comprendiendo que su
autoridad estaba gastada, hacia tiempo que abrigaba la idea de
descargarse de un peso que consideraba ya superior á sus fuer
CAPITULO XXXVII 641

đivvềùcnvàógo
zas, (75) y aprovechó esta oportunidad para hacer su indecli
nable renuncia. El Congreso la aceptó en términos honorífi
cos, (9 de Junio) y nombró á Rondeau para sucederle provi
sionalmente. La retirada de Pueyrredon, en nada alteraba la
situacion política. Los mismos hombres con las mismas ideas
seguian gobernando, apoyados ó combatidos por las mismas
fuerzas ; y ni aun se alteraban en sus detalles los planes inicia

ADVERTI
dos , porque el nuevo Director era miembro de la Logia que
secretamente influia en las altas deliberaciones . Rondeau, era
una de aquellas figuras simpáticas, sin significado propio, que
la oligarquia gubernativa colocaba al frente de su decoracion
constitucional. Sin ambicion y sin odios, respetado por sus
virtudes, capaz de abnegacion como ciudadano, valiente como

ཧམ,,ཏ༨z༩|:ལཱེིu:
soldado, fiel á sus amigos y dócil á sus consejos , no era el hom
bre de las circunstancias ; pero era el único hombre negativo ,
que podia aceptar con candorosa serenidad las tremendas res
ponsabilidades de una situacion desesperada, porque para él, el
Gobierno era nna simple cuestion de sumision al deber .
El Director Pueyrredon , abandonaba el gran escenario y
se perdia para siempre en su penumbra, circundado por aquella
sombra que acompaña á los mandatarios que resignan el po
der en los tiempos difíciles. Habia sido como gobernante el
#


hombre de su partido, representando una autoridad imper
sonal, por cuanto la base de ella era parlamentaria, y su ac

སྐལ་
མཝཏྟཱ
cion estuvo siempre subordinada á un centro directivo.
Esto caracteriza politicamente su administracion .-Armado
de un poder dictatorial, contrapesado por una obligarquia in
teligente y patriota, aunque desprovista de verdadero sentido
político, sus actos llevaron el sello de la moderacion, sin ma
nifestar tendencia á la arbitrariedad caprichosa , y este es su
rasgo moral como magistrado. - Sin ser una personalidad mar
cada, ni tener en sí la potencia que domina los acontecimien 1.

75-Así consta de sus cartas á San Martin de 4 de Marzo, 24 de Abril, 1º de


Mayo, 18 de Mayo y 16 de Junio. MSS. autógrafos en nuestro archivo. En la úl
tima de ellas le decia: " Al fin fueron oidos mis clamores y hace seis dias estoy
66
en mi casa libre del atroz peso que me oprimia."
41
642 HISTORIA DE BELGRANO

tos y les imprime direccion, fué el representante de los elemen


tos conservadores, que manteniendo el centralismo revolucio
nario necesario á la lucha de la independencia, retardaron la
disolucion política y crearon nuevas fuerzas morales y mate
riales, para contrarestrar la accion disolvente de la revolucion
interna, lo que sin ser esclusivamente obra cuya, corresponde
á su época.
El Director Pueyrredon no cayó de su puesto, ni se reti
ró de él voluntáriamente : murió naturalmente de cansancio.
Gobernante en representacion de un sistema político y de un
gran partido gubernamental y revolucionario, gastó su perso
nalidad en el áspero roce de los acontecimientos, sin reparar
las fuerzas gubernamentales por el movimiento transformador
de la opinion pública, principio de vida que descuidó cultivar
al encerrarse en el círculo estrecho y sin luz de las influencias
del compañerismo. A esto debió que la indiferencia pública le
acompañase en su retirada, á la par de los denuestos de sus ene
migos, y el cansancio de sus amigos desesperanzados , que co
mo él se habian gastado en el roce, en el trabajo y en la lucha.
En su tiempo y por sus afanes , se consolidó la indepen
dencia argentina ; adquirió mayor respetabilidad esterior la
nueva Nacion ; se echaron los fundamentos del gobierno par
lamentario ; se crearon los dos grandes ejércitos nacionales,
que sostuvieron la bandera cívica de la República sin tenden
cias al pretorianismo ; tuvo lugar la valerosa resistencia de Sal
ta ; se llevó á cabo la reconquista de Chile atravesando los Ar
des ; se preparó la espedicion del Perú, y los laureles de Cha
cabuco y Maipo orlaron el escudo de las Provincias Unidas .
Estas son las luces que iluminan las páginas de su administra
cion histórica.
1

Tuvo la desgracia, que bajo los auspicios de su diploma


cia tenebrosa, se realizara la invasion luso brasilera á la Banda
Oriental . Las dificultades de aquellos tiempos , le obligaron
á seguir una política internacional equívoca, que no respondia
á un propósito deliberado. Buscó la solucion de los grandes
problemas políticos y sociales fuera de las condiciones geniales
del pais, reaccionando contra la ley de la democracia en el he
CAPITULO XXXVII 643

cho de propiciar la idea de una monarquia imposible. Provo


có impremeditadamente la guerra social, que debia acabar con
el Directorio y su sistema, y en esta empresa malgastó las úl
timas fuerzas militares de la Nacion. Estas son las sombras
del cuadro.
Nacido en medio de una tempestad, como se ha dicho, el
Directorio de Pueyrredon vivió combatido por la anarquia y
luchando por la independencia nacional. Embraveció las re
sistencias populares y triunfó de los enemigos esteriores . Cen
tralizó las fuerzas eficientes que concurrieron á su elevacion, y
las utilizó dando impulso á la revolucion americana. El re
sorte del Gobierno se gastó sin romperse en sus manos, cuan
do las fuerzas vivas de la opinion le habian abandonado, y
cuando el poder por el representado se descomponia en sus
propios elementos, y amenazaba desplomarse sobre sus cimien
tos carcomidos.
Esto, que esplica su elevacion, su éxito, sus errores y su
caida, esplica tambien la doble evolucion que durante su go 4
bierno operó la revolucion con respecto á la política interna y 8

esterna. Envuelto en sombras, tiznado por unos, calumnia


do por otros, no bien definido ante la moral y ante la historia,
largos años han pasado ántes que pudiese ser juzgado con im #
parcialidad, y por la primera vez se exhiben los documentos
que lo acusan, lo absuelven y lo dignifican ante el juicio de la
posteridad.

FIN DEL TOMO SEGUNDO


I
ALTIN
page
----
BREN
La A
ÍNDICE DEL TOMO SEGUNDO

Pájina

CAPITULO XXI

AYOHUMA

1813-1814
"
Diaz Velez en Potosí-Reto de Castro - Contesta
1
cion de Diaz Velez-El campamento de Macha
-Constancia de Belgrano- Decision de los ha
bitantes de Chayanta-Trabajos de reorganiza
cion-Hostilidades sobre el enemigo - El capi
tan La-Madrid- Los sargentos de Tambo Nue
vo-Muerte de dos perjuros - Insurreccion en
el Bajo Perú-Incorporacion de Diaz Velez y
Zelaya-El ejército patriota se remonta― Su
nueva organizacion- Emisarios en el Bajo Perú
-Ideas políticas de Belgrano- El ejército real
toma la ofensiva, venciendo grandes dificulta
des-Dispersion de Cárdenas y Lanza - Los dos
ejércitos se avistan- Junta de guerra en Ma
cha- Divergencia de opiniones entre los gefes
argentinos- El ejército patriota ocupa la posi
cion de Ayohuma-Error de este movimiento
646 INDICE

Pájina

Descripcion de Ayohuma-Fuerza respectiva de


los ejércitos contendores -Orden de batalla de
ambos ejércitos-Maniobras preliminares - Ba
talla de Ayohuma- La infanteria argentina
Juicio crítico sobre Ayohuma-Heróica com
portacion de Zelaya- Rerirada á Potosí- Pro
posito de resistencia- Retirada á Jujuy-Dor
rego gefe de retaguardia- Muerte de un sar
gento de Tambo Nuevo- Movimiento de la van
guardia realista- Refriega de San Lorenzo
Plan de hostilidades- Belgrano se repliega á
Tucuman-Entrega el mando á San Martin
Retrato de Güemes-Resistencia de Arenales
en Santa Cruz de la Sierra-Derrota de San
Pedrillo- Victoria de la Florida- Revolucion
en el Cuzco - Las montoneras de Salta- Situa
cion de la vanguardia realista en Jujuí-Pezuela
se dispone á abrir su campaña sobre Tucuman
Rendicion de la plaza de Montevideo - El ejérci
to real se repliega al Alto Perú—Atrevido pro
yecto de Castro- Su trágica muerte ........... 5-42

CAPITULO XXII

BELGRANO Y SAN MARTIN —DIPLOMACIA

1814-1815

Concentracion del Poder Ejecutivo- Posadas es


nombrado Director Supremo- La masonería
política Origen y progresos de la Lógia de
Lautaro- Su influencia en la eleccion de Po
sadas- San Martin y Alvear- Primer entre
vista de San Martin y Belgrano - San Martin
General en gefe del Perú- Noble manifesta
cion de Belgrano- Palabras de San Martin
INDICE 647

Pájina

Paralelo entre Belgrano y San Martin- Ab


negacion de Belgrano- Noble conducta de
San Martin con él-Trabajos de reorganiza
cion del ejército- Dorrego y San Martin
Elogio de Belgrano hecho por San Martin
Belgrano es separado del ejército del Perú
Error de esta medida-Belgrano detenido en
la Villa de Lujan- Empieza á escribir sus me

PARATE TUR
morias - Su correspondencia con el gobierno
-Se le permite pasar á Buenos Aires- Esta
do del pais en aquella época- Belgrano y Ri
vadavia son enviados en una mision diplomá
tica á Europa- Sus instrucciones- Su perma
nencia en Rio Janeiro- Mision al Brasil de D.
Manuel José Garcia-Exaltacion de Alvear
Propuestas que este hace á la Inglaterra- Los
comisionados llegan á Falmouth- Caida de
Alvear-Desaliento de Belgrano y Rivadavia. 43-74

CAPITULO XXIII

PROYECTOS DE MONARQUIA

-
1815

Estado de la Europa á principios de 1815 - Mala


disposicion del gabinete inglés respecto de la
E

América -Tratado de Madrid entre la Espa


ña y la Gran-Bretaña-Vistas de los comisio
nados sobre la política europea-Proyecto pa
ra coronar al infante D. Francisco de Paula en
Buenos Aires-Esplicaciones sobre el alcance
de este plan- Motivos que determinan á Bel
grano y Rivadavia á aceptarlo - Fernando
VII y Carlos IV-Reflexiones sobre el esta
blecimiento de la monarquia en América- El
648 INDICE

Pájina

Conde Cabarrus- Retrato de Sarratea- Ins


trucciones dadas á Cabarrus- Estractos de
ellas-Memorial dirigido por los tres comisio
nados á Cárlos IV, pidíendole la ereccion de
un reino independiente en América - Proyec
to de Constitucion redactado por Belgrano
Proyectos de tratado con Cárlos IV y el Prín
cipe de la Paz- El plan de los comisionados se
frustra, y por qué causas-Disidencias con
Sarratea é indigna conducta de este-Escenas
entre Belgrano y Cabarus- Elogio de Rivada
via por Belgrano-Beigrano y Rivadavia se
separan para no volverse á ver .. 75-94

CAPITULO XXIV

LA REVOLUCION INTERNA

1815-1816

Llegada de Belgrano á Buenos Aires- Ojeada re


trospectiva Alvear, Artigas y el Cabildo de
Buenos Aires- Insurreccion federal de las
Provincias-Consideraciones sobre el federa
lismo-Sublevacion de Fontezuelas- Revolu
cion de 15 y 16 de Abril-Juicio sobre ella
Acto de crueldad y cobardía con que se des
honra- Muerte de Paillardell- Caida 2 de la
Asamblea- El Estatuto Provisional de 1815
La Junta de Observacion- D. Ignacio Alva
rez, Director Supremo - Negociaciones de paz
con Artigas- Exigencias y proyectos de este
caudillo- Espedicion á Santa Fé- Esta Pro
vincia vuelve á la dependencia de la capital
Antagonismo entre el Directorio y la Junta
de Observacion- Persecuciones de la revolu
INDICE 649

Pájina

cion triunfante--Derrota de Sipe- Sipe- El


Director apoya al pueblo pidiendo la reforma
del Estatuto Ajitaciones populares- Mode
racion y buen sentido del pueblo en esta cir
cunstancia-Juicio de Belgrano sobre ello
Belgrano persiste en sus ideas monárquicas
Su correspondencia con Rivadavia- Publica
sus opiniones por la prensa -Estado de la opi
nion-Mitolojia de la revolucion - Nueva in
surreccion en Santa Fé-Capitulacion de Via
monte- Belgrano es nombrado General del
Ejército de observacion- Su dificil situacion
Diaz Velez en connivencia con el enemigo.
pacta la caida del Directorio - Belgrano es
depuesto del mando- Renuncia el Director
Alvarez- Entra á sucederle D. Antonio Bal
carce- Su Retrato-Negociaciones que enta
bla con Artigas- Instalado el Congreso en
Tucuman, Belgrano se dirije allí..... 95-112

CAPITULO XXV

LA INDEPENDENCIA-EL CONCRESO DE TUCUMAN

1816

Sinopsis del Congreso de Tucuman- Su origen


Provincias que se prestan á reunirse en Con
greso Nuevo sistema electoral-Eleccion de
los diputados, y juicio colectivo de ella -Insta
lacion del Congreso-Su composicion- Bos
quejos de sus mas notables figuras- Estado del
pais al abrir sus sesiones- Entidades en que
se subdivide- Nombramiento del Director Su
premo -Programa de trabajos lejislativos—
Debate sobre el sistema de votacion- Base fe
650 INDICE

Pájina

derativa adoptada por el Congreso- Llegada


de Belgrano á Tucuman-Sus trabajos en favor
de la independencia y de la idea de una mo
narquia- San Martin coopera á estos trabajos
-Sus opiniones sobre la necesidad de declarar
la independencia- Sus ideas prácticas acerca
de la monarquia - San Martin y Belgrano sos
tenedores del Congreso- Belgrano, en una se
sion secreta , espone al Congreso sus vistas po
líticas -Encuentra apoyo en los diputados
Asoma el federalismo en Buenos Aires -Mala
disposicion de la capital- Declaratoria de la
independencia-Debates sobre la forma de go
bierno-La monarquia del Inca- Manifiesto
del Congreso- El órden y la revolucion-Fe
deralismo y unitarismo - Primeros trabajos
orgánicos del Congreso- Resumen......... 113-145

CAPITULO XXVI

SIPE-SIPE

1816

Prospecto y retrospecto -La guerra del Alto Perú


-El programa territorial de la independen
cia- El afio XIV- Alvear y Rondeau- El le
vantamiento de Pumakahua en el Cuzco
Noticias sobre Rondeau- Constitucion del
ejército auxiliar del Perú-Tercera campaña
del Alto Perú- El Tejar- El puesto del Mar
qués-Operaciones de los ejércitos beligeran
tes-Venta y Media-Batalla de Sipe- Sipe
Retirada del ejército argentino- Se reorganiza
en Humahuaca-La revolucion interna- El
caudillaje de Güemes en Salta- Su actitud
ante el pais y el ejército- Desavenencias entre
INDICE 651

Pájina

Güemes y Rondeau- Convenio de « Los Cer


rillos -Sus consecuencias-Contrastes en el
Alto Perú Belgrano General en Gefe del
Perú-Intentos de subversion- Reconcentra
cion en Tucuman-Reorganizacion del ejér
cito-Su situacion militar, su espíritu y su
influencia política . 147-179

CAPITULO XXVII

EL INCA

1816

El proyecto de la monarquia Incásica.- Su filiacion


-La insurreccion de Tupac Amaru y de la re
volucion Sud americana. -Correspondencia de
Belgrano sobre el particular. - Opinion de
San Martin y Rivadavia sobre este plan.
Preconizacion de la dinastia del Inca por Bel
grano y Güemes.- Tendencias opuestas de es
te acto.―――――― Su efecto en la opinion .- Adelantos
de la razon pública. —Pazos Kanki . — La pren
sa argentina en 1816. - Memorable discusion
de principios. -Derrota de la idea monár
quica.-Elementos orgánicos que prevalecen.
-Federacion y unidad . -Malas consecuencias
de estas disidencias. -Transformacion de los
partidos-Fenómenos de la historia argentina . 181-211

CAPITULO XXVIII

LA ANARQUIA

1816-1817

Teoria de la anarquia argentina- La federacion de


hecho-El Congreso de Tucuman, el antago
652 INDICE

Pájina

nismo, el federalismo, la centralizacion y Bue


nos Aires- Mision del diputado Corro - Dis
turbios en la Rioja- Renovacion de hostilida
des entre Buenos Aires y Santa-Fé- Derrota
del ejército y escuadrilla de Buenos Aires
El artiguismo en Córdoba- Insurreccion de
Bulnes en Córdoba y desórdenes que se siguen
-Impresiones de San Martin y Belgrano- El
Congreso y el Director ejercen simultánea
mente el poder ejecutivo- Se reprime la in
surreccion de Córdoba- Nueva conmocion en
Córdoba sofocada-D. Ambrosio Funes - Su
blevacion de Santiago del Estero --Muerte del
comandante Borges y sus antecedentes - Es
tado del Congreso y la cuestion de su trasla
cion á Buenos Aires-Resistencia de los dipu
tados de Córdoba y Salta- El enemigo sobre
Jujuy-Ultimas sesiones del Congreso en Tu
cuman-Prospecto .. 213-240

CAPITULO XXIX

SALTA Y GUEMES

1816-1818

El año de 1816 en América.-Situacion del ejérci


to auxiliar del Perú. -Relaciones entre Bel
grano y Güemes . - Situacion del ejército rea
lista del Alto Perú.-La Serna reemplaza á
Pezuela-Opiniones de La Serna y Pezuela
sobre invasion al territorio argentino - El Vi
rey Pezuela ordena la invasion- Movimiento
de La Serna sobre Tarija- Uriondo en Tarija
-Opinion de La Serna sobre los gauchos
Descripcion de Salta, Jujuy y Oran- El Mar
INDICE 653

Pájina

qués de Yavi- Sorpresa de Colpayo- Falsa


retirada de la vanguardia realista- Derrota
de Yavi-La vanguardia realista invade por
Humahuaca -Pacificacion del Alto Perú
Espedicion de Marquiegui á Oran- Olañeta
ocupa á Jujuy - Levantamiento en masa de
Salta-Fuerzas de los beligerantes-La línea
de insurreccion de Salta- Plan de operaciones
de La Serna y su eficacia, ..... 241-267

CAPITULO XXX

LA GUERRA DE LOS GAUCHOS

1817

Carácter de la guerra de Salta-Los gauchos de


Salta pintados por los españoles -Combates de
la columna de Marquiegui con los gauchos en
Oran-Olañeta marcha en auxilio de Marquie
gui comprometido -Reunion de Olañeta y
Marquiegui-La Serna con el resto del ejérci
to entra á Humahuaca-Humahuaca fortifica
do -Reconcentracion del ejército realista en
Jujuy- Sitio de Jujuy por los Gauchos
Combate de San Pedrito -Auxilios á Güemes
y planes de Belgrano- Espedicion de La Ma
drid al Alto Perú-Toma de Humahuaca por
Arias-Nuevas columnas espedicionarias de
realistas sobre Oran- Hostilidades de los
Gauchos sobre Jujuy - Pachi Gorriti- Nuevos
combates en Jujuy- Correspondencia diplo
mática entre Güemes y La Serna- Los espa
ñoles confiesan un derecho de gentes en la
guerra americana-Operaciones en Oran
Regreso de las columnas espedicionarias-El
654 INDICE

Pájina

ejército español es reforzado y avanza sobre


Salta- Heróica defensa del camino de Salta
La Serna sitiado en Salta- Nuevas columnas
espedicionarias de los españoles- Combates
de los Cerrillos, de Gauna, del Bañado, de Pu
lares y del Rosario- Muerte de Sardina
Nuevas hostilidades de los Gauchos-Retroce
so del ejército español á Jujuy- Su desastro
sa retirada al Alto Perú- Honores á Güemes
-Gloria de Salta..... 269-309

CAPITULO XXXI

LAS REPUBLIQUETAS

1816-1817

La guerra de las Republiquetas , su carácter é im


portancia-Distribucion topográfica de la in
surreccion del Alto Perú-Antecedentes his
tóricos sobre ella y noticias sobre sus caudillos
-Contingente que dan al ejército argentino
Su reorganizacion despues de Sipe- Sipe
Planes de Pezuela despues de Wiluma- Re
seña de los gefes españoles en la guerra de las
Republiquetas -Espedicion de Cinti, comba
tes de Culpina y Uturango- Segunda espe
dicion de Cinti, combates de Aucapuñima y
Arpajo-Muerte de Camargo- La guerra á
muerte-Ocupacion de Tarija por los realistas
-La Republiqueta de Ayopaya- Levanta
miento de Chayanta- Republiqueta de Lare
caja-Derrota y muerte de Muñecas - La Re
publiqueta de la Laguna : empresas de Padilla
combates de Tarabuco, la Laguna y el Villar
-Muerte de Padilla-La viuda de Padilla
INDICE 655

Pájina

Espedicion á Santa Cruz de la Sierra, batalla


de Pari y muerte de Warnes-Influencia de
las republiquetas en la guerra de la indepen
dencia americana- Nuevos levantamientos en
Cinti y combate de Cañashuaico- Restaura
cion de la Republiqueta de Padilla- Combate
de la Laguna y las Garzas- Espedicion de La
Madrid al Alto Perú, combate y rendicion de
Tarija, sus maniobras y aventuras- Derrota
1
de Sopachuy- Hostilidades en Tarija- Nueva 17
Invasion de los españoles á Humahuaca ..... 311-374
1

CAPITULO XXXII

EL RIO DE LA PLATA Y EL BRASIL



*
1816 ?

Nuevo punto de vista histórico - El Directorio de


Pueyrredon- Bosquejo de Pueyrredon - La
cuestion argentino - brasílico - portuguesa
Antecedentes públicos y secretos sobre la in
vasion brasilero-portuguesa á la Banda Orien
tal-Política del Brasil en el Rio de la Plata
ántes y despues de la revolucion hasta 1816 1
Estado de la Banda Oriental en esta época
Desaliento de los políticos ante la anarquía •
Preliminares de la espedicion portuguesa al
Rio de la Plata, sus causas, sn plan y objeto
Berresford y el General Lecor - D. Nicolás
Herrera y D. Manuel José Garcia en la Córte
del Brasil- Retrato de Garcia-Antecedentes
diplomáticos reservados sobre la espedicion―
Carácter y antecedentes del Dr. D. Gregorio
Tagle-Correspondencia secreta de Garcia so
bre la invasion portuguesa y sus ideas acerca
656 INDICE

Pájina

de ella—Abertura de negociacion entre Garcia


y el encargado de Negocios de España en Rio
Janeiro-Pueyrredon somete la política este
rior al Congreso-Plan político que acuerda'
el Congreso, sobre la base de la monarquía—
El Director abre comunicaciones con Artigas,
y rechaza el plan de política esterior acordado
por el Congreso-Contestacion del Congreso
sobre este punto-Exámen de estos documen
tos-Rasgo fisionómico de la época- Ley de
la necesidad que domina la situacion.... 375-425

CAPITULO XXXIII

LA INVASION BRASILERA- PORTUGUESA

1816-1817

Rómpense las hostilidades en la Banda Oriental


Preparativos de Artigas para rechazar la in
vasion portuguesa-Su plan de campaña- In
vade el territorio brasilero- Campaña de las
Misiones orientales por Andresito- Operacio
nes por el Cuareim-Combate de Ibiracoy,
Corumbé é India Muerta-Estado de la opi
nion en la Banda Oriental - Seguridades que
da el Brasil al Gobierno Argentino- Política
impuesta por los acontecimientos- Actit
que asume el Director Pueyrredon - Mision del
coronel Vedia cerca de Lecor, y antecedentes
sobre el comisionado- Notables conferencias
entre Vedia y Lecor-Vedia y D. Nicolás Her
rera-Actitud de Artigas despues de sus pri
meras derrotas - Se abren negociaciones entre
el Directorioy Montevideo- Actitud de Pueyr
redon y su correspondencia al Congreso con
INDICE 657

Pájina

tal motivo- Se pacta la incorporacion de la


Banda Oriental á las Provincias Unidas-Ar
tigas desaprueba el convenio- Corresponden
cia entre el Director y las autoridades de Mon
tevideo con tal motivo- Ocupacion de Monte
video por los portugueses-Derrotas de Arti
gas en Arapey y Catalan -Campaña de los
portugueses á las Misiones Occidentales-Ca
rácter de la resistencia de los Orientales- Si
tuacion militar de los portugueses - Repercu
sion de estos suscesos en la opinion argentina
-Plan de política del Congreso sobre la base
de la monarquia- Su rechazo por Pueyrredon
-Correspondencia entre el Director y Lecor
Reconquista de Chile por San Martin - Acti
tud bélica de Pueyrredon ....... 427-722

CAPITULO XXXIV

LAS PROVINCIAS UNIDAS Y LA SANTA ALIANZA

1817-1818

Embrollo diplomático -Actitud del Director en


consecuencia- Política de la Europa respecto
de la revolucion americana-Actitud del Por
tugal y del Brasil respecto de la España y del
Rio de la Plata-Antecedentes sobre la diplo
macia argentina en Europa- Gestiones diplo
máticas de Rivadavia en consecucncia- Nego
ciaciones directas con la Córte de Madrid y su
desenlace -Ideas políticas de Rivadavia y sus
pasos ulteriores-La Santa Alianza, la España,
la Francia, la Rusia, el Portugal y la Gran
Bretaña con respecto al Rio de la Plata
Consejos de Rivadavia sobre política esterior
42
658 INDICE

Pájina

-Política de Lord Castlereagh respecto de la


revolucion hispano-americana- La prensa y
la opinion inglesa en 1817 - El Comodoro
Bowles en el Rio de la Plata-La España soli
cita la mediacion de la Santa Alianza para
dominar la revolucion americana- Protesta
de Rivadavia ante la Gran Bretaña- Nueva
credencial á Rivadavia- Orígenes del comer
cio francés en el Rio de la Plata- Aberturas
del Duque de San Cárlos á Rivadavia- Ins
trucciones del Congreso en consecuencia
Plan de monarquia- Rivadavia y sus conexio
nes con Lafayette, la Harpe y el Ministro Ga
llatin- La Rusia y la revolucion americana
Abertura de Rivadavia al Congreso de Aix la
Chapelle-La diplomacia norte americana en
Europa y la Santa Alianza- Ricardo Rush y
Castlereagh-Lafayette pone en contacto á
Rivadavia con el gobierno francés - Ilusiones . 473-510

CAPITULO XXXV

LA DIPLOMACIA DE LA REVOLUCION

1817-1818

Negociacion del Rio de la Plata con los Estados


Unidos, y sus resultados- Situacion militar de
la Banda Oriental - Negociaciones del Direc
tor con Rivera y Otorgués-Anarquía de la
Banda Oriental-Negociacion secreta entre
los Orientales disidentes y Lecor, y sus resul
tados-Traslacion del Congreso á Buenos Ai
res - Mutacion política -Negociaciones de
Garcia en Rio Janeiro-Proyecto de tratado
entre las Provincias Unidas y el Brasil- El
INDICE 659

Pájina

Congreso lo aprueba con modificaciones - La


diplomacia Argentina en Rio Janeiro y Euro
pa-Correspondencia entre el Director y
Pueyrredon y el Gobierno del Brasil- Se es
tablece entre ambos paises el statu quo de
1812 -Accion del Brasil en Europa con rela
cion á la independencia de América - Proyecto
de monarquía como solucion de cuestiones
pendientes-Mision de D. Valentin Gomez á
Francia, sus negociaciones y ulterioridades
Complemento histórico.... 511-542

CAPITULO XXXVI

LA GUERRA DEL LITORAL

1817-1819

Doble influencia de la invasion portuguesa á la


Banda Oriental- Artigas acusa de traidor á
Pueyrredon- Situacion de las Provincias del
litoral-Artigas y Ramirez - Levantamiento
del Entre Rios en favor de la union- Espedi
cion de Montesdeoca á Entre Rios y su derro
ta-Nueva espedicion á Entre Rios de D. Mar
cos Balcarce-Batalla del Saucesito- La es
cuadrilla portuguesa domina el Uruguay
Nuevos contrastes de Artigas- Situacion del
litoral-Una division del ejército del Perú mar
cha á Córdoba -Carácter de Bustos-Nueva
campaña contra Santa Fé-El General D. Juan
Ramon Balcarce- Plan de campaña― Bus
tos en el Fraile Muerto- Primeras operaciones
-Combate del Paso de Aguirre- Ocupacion y
evacuacion de la ciudad de Santa Fé -Reti
rada de Balcarce al Rosario- Santa Fé es ausi
660 INDICE

Pájina

liada de Entre Rios y Corrientes por agua y


por tierra- Pedro Campbell- Contrastes de
los partidarios de la union en Entre Rios - Si
nópsis histórica sobre la anarquia y el caudi
llage -Contraste de la escuadrilla frente á
Santa Fé -Balcarce se repliega á San Nicolás
-El Geueral Viamonte reemplaza á Balcarce
é invade de nuevo á Santa Fé- Lopez toma
la ofensiva y marcha sobre Córdoba - Sorpre
sa de las Barrancas- Sitio del Rosario por los
montoneros Belgrano avanza sobre Santa
Fé con todo su ejército - Sublime comedia del
General San Martin- Influencia de ella en la
guerra civil -Armisticio del Rosario en 1819
543-604
-Nuevo prospecto histórico ...

CAPITULO XXXVII

LA GUERRA SOCIAL

1819

Ojeada restrospectiva -Nueva invasion realista á


Salta y su retirada- Combate de Acoyte
Guerra de merodeo - Combate de las Salinas
Bustos con una division del Ejército Auxiliar
en Córdoba - Otra division con la Madrid y
Paz lo refuerza - Belgrano general en jefe del
litoral - Marcha de todo el ejército del Perú, á
Córdoba -Vacilaciones de Belgrano- Situa
cion de Bustos despues del Fraile Muerto
Lopez invade á Córdoba con los entrerianos y
correntinos -Combate de la Herradura - Pri
meras operaciones de Belgrano - Actitud de
San Martin en la guerra civil- Mediacion de
Chile en ella- Correspondencia entre San
INDICE 661

Pájina

Martin y Belgrano sobre la guerra social


Belgrano marcha sobre Santa Fé- Sus nuevas
vistas sobre la situacion política y militar
Estado de la guerra del litoral - Armisticio
del Rosario y San Lorenzo - Consideraciones
sobre la situacion política y militar-Influen
cia del armisticio en la política ulterior—Ac
titud de San Martin en Mendoza -Planes dèl
gobierno sobre el Alto Perú-La espedicion á
Lima acorda da- Ideas de Belgrano y del
Gobierno sobre el modo de sostener la guerra
civil-Miseria del ejército ausiliar-Apuros
pecuniarios del Gobierno- Negociaciones que
siguieron al armisticio -Actitud de Lopez y
Ramirez- Ideas políticas y militares de Bel
grano-El ejército auxiliar retrocede á Córdo
ba-Retiro de Pueyrredon- Rondeau Direc
tor Supremo - Juicio sobre la administracion
Pueyrredon..... 605-643
INDICE del tomo segundo .... 645-661
ERRATAS NOTABLES del tomo segundo.
ERRATAS NOTABLES

DEL TOMO SEGUNDO

--

Pájina. Línea. Donde dice. Léase.

36 1 alguna carga algunas cargas


57 1 se impacientaba impacientado
85 28 jugado representado
85 29 roles papeles
101 26 su tratado un tratado
105 2 nota D. José D. Juan José
108 30 escribiendo y escribió
112 26 y 27 al finalizar el mes
á principios del mes
de Junio de Julio
123 2 la capital Buenos Aires
125 2 nota de 1843
(se suprime)
326 12 peruano argentino
352 14 artilleria infanteria
393 2 origen de origen en
395 1 pasiones presiones
436 8 1815 1814 á 1815
453 19 del de
498 11 envolveria envolviera
ERRATAS NOTABLES

Pájina. Línea. Donde dice. Léase.

539 3 nota 40 42
540 1 nota 41 40
565 14 (Abril de 1818 ) (debe ir despues de
la palabra Maipo)
565 19 habia sido citaba
583 11 iba recien á iba á
LISTA DE SUSCRITORES

( CONTINUACION DE LA PUBLICADA EN EL TOMO I )

BUENOS AIRES

Areco, Juan Antonio. Boy, Casildo.


Areco, Juan Antonio. (Dr.) Bernal , Liborio.
Arrotea, Cárlos Molina Bonahura , Ramon.
Adrogué, Cesar. Bayá, Juan Antonio.
Artola, Vicente. Barrientos , Anselmo .
Araujo, Angel. Carranza , Juan (2 ej™³.)
Aguirre, Manuel . Correa, Manuel .
Aneiros, Ilmo. Arzobispo , Fe Cruz, Juan B.
derico. Carrasco , Antero .
Aldao, Camilo. Cadwel , Ricardo.
Alvarez, Enrique. Carranza , Lucio .
Brian, Santiago. Carril, Salvador Maria (hijo) .
Biedma, Martin. Carboni, Luis.
Boneo, Martin . Cabral, José Luis .
Basavilbaso, Eduardo (Dr.) Cazon, Cayetano.
Biblioteca Pública (6 ej .) Castex, Fermin.
Basterretche, Juan . Civit, Emilio .
Benguria, Bernardino. Casares, Alberto.
Bebolini, Juan. Centurion, Antonio.
Borches, José, Carreras, José Maria de las
Borches, Luis. Casarino, Nicolás.
Berro, Teodoro . Casalins, Jaime.
Berdia, Manuel. Coronado, Juan E.
II LISTA

Colombes, Santos. Letamendi, Francisco.


Dillon, Juan. Lopez, José Gregorio.
Descalzo, Fernando. Luca, Miguel Maria.
Dagnino, Luis. Lamas, Andres.
Denegri, Pedro. Lavalle, Francisco .
Diaz, Ramon. Lagos, Lino.
Dessein, Eduardo C. Lopez, Estanislao,
Dirube, Ramon. Lopez, Juan.
Estrada, Narciso . Lezica, Enrique.
Escalada, Marcelino. Lynch, Leandro.
Elía, J. J. Lynch, Victoria Puirredon de
Fernandez , Severo. Langdon, Juan Antonio.
Fernandez, Domingo (Dr.) Lacombe , Jorge.
Fernandez , J. Vicente (Dr. ) Lanús, A.
Fernandez, Francisco. Lopez, Lorenzo.
Fernandez, Pedro R. Ladelojo, Cárlos .
Fresco, Norberto . Lourcin, Lino.
Fernando , Octavio. Lynch, Francisco.
Freire, Ignacio. Lacroze, Guillermo.
Figueroa, Ignacio, Llobet, Flavio.
Garcia, J. Francisco . Mosefielo , B. Ricardo.
Garcia, Emiliano. Marin , Juan.
Gutierrez, Mariano . Mendy, Ernesto.
Gonzalez , Diego . (Dr. ) Muñoz, Amadeo .
Gowland, Daniel C. Month, Luis.
Gonzalez, Manuel. Muñiz, Emilio,
Gonzalez , Amancio . Montt, Pedro.
Goyena, Pedro. (Dr.) Montes, Victoriano.
Gallino, Cristóbal E. Mallo, Cecilio.
Garcia, S. A. Miranda Lázaro .
Hidalgo, Nemesio S. Martinez , Exequiel.
Hudson, Guillermo G. Miguenz, José Zoilo.
Hudson, José G. Mancilla, Dr. Manuel,
Imbalde , Zoilo. (Dr. ) Marcó del Pont, José.
Igarzabal, Federico . Murature, José P.
Insiarte, Manuel. ( Dr. ) Morcillo, Rafael
Ibañez, Félix . Millet, Julian .
Jardin , Benigno R. (Dr. ) Miguens, Nicanor .
Justo , (Dr.) Marenco, Mariano.
King, Juan C. Martin, Bartolomé.
King, M. S. Mármol, Florencio del
Landivar, Omar. Mones Ruiz, Mamerto.
Lavalleja, Francisco . Miranda, Pedro.
Lujan, Juan B. Malaver, José Maria.
DE SUSCRITORES III

Martel, Honorio . Rodriguez, Paulino C.


Martinez, Fortunato. Revodero, Alejo.
Martinez , Francisco . Rivas, Pedro.
Mattos, José Maria. Rodriguez, Josefa.
Mattos, Pedro A. Roca, Julio (General)
Moyano, Francisco. Salaverry, Pedro V.
Menton, Federico. San Roman, Francisco..
Nuñez, P. Regalado . Saenz Valiente, Antonio .
Navarro, Mardoqueo . Santa Maria, Constant.
Nocetti, Tomás. Sumbland, Gustavo.
Neires, Manuel. Smith, Miguel .
Nocetti . Santiago . Saavedra, Mariano.
Obregon, Adolfo . Saavedra Zavaleta, Cornelio.
Oyuela, Ignacio . Suasnabal , Melchor.
Oliden , Eugenio . Savalla, Ramon.
Olivera, Eduardo .
Soage, Saturnino.
Orlandin , Apolinario . Senado Nacional.
Oro, Antonio de , Serrano, Juan.
Oliden, Vicente . Sandoval, Avelino.
Orroyola, Marcial . Shaw, Eduardo.
Pino , Antonio del Sivori, Cárlos .
Pita , Felipe. Tezano, Isaac.
Posse, Alberto . Toledo de Alvarez.
Palacios, José Alberto. Toro, Gaspar .
Pinto , Anacleto. Toledo , Fidel.
Piñero , Manuel. Udaondo , Guillermo.
Posse, Juan. Villafañe , Domingo.
Ponce, Natalio A. Villalonga, Aguedo .
Pintos, Luis. Vedia, E. de
Quesada, Sixto J. Villanueva, Emilio.
Ramirez, Pedro R. Viglione, Luis A.
Ravier, Lucio. Vernet, Cárlos .
Rocha, Patricio. Vedia, Nicolás de .
Rodriguez, Cárlos P. Villanueva, Benito.
Rod, Lino. Viron, Avelino.
Rossi, Rogerio. Vidal, Ramon.
Reyes, Teodoro . Villar.
Repetto, Nicanor. Vivares Llores .
Roseti, Cárlos. Veres, Laureano.
Real de Azua, Manuel. Zorraquin, Cárlos.
Rojas, Felix. Zubiaurregui, Benjamin.
Ramos, Benito Acevedo . Zorraquin, Luisa.
Rufino, Felipe José. White, Guillermo.
Rosa, Alejandro .
IV LISTA

MONTEVIDEO

(CONTINUACION )

Gonzalez. Vedia, J. M. de
Montero, José Maria. Herrera y Obes , Miguel.
Vasquez, Eduardo. Guimerá, Eduardo .
Ramirez, J. P. (Dr) . Ibarra, Ignacio (Dr) .
Sienra Carranza, J. M. ( Dr) . Costa, J. F.
Ibarra, Jorge ( Dr.) Alvarez, Cayetano.
Costa, J. E.

CHIVILCOY

Cuestas, Juan. Asturillo, Lucio.


Almendro, Máximo . Llorente, F.
Bustamante, Fernando. Lopez Lorenzo, M.
Nogueras, Evaristo. Storni, Virginio.
Nasso, Jacinto. Gonzalez, Federico.
Luna, Aurelio. Hearne, Miguel.
Sanchez, Martiniano . Bancora, Hermanos.
Izaguirre, Martin . Silva, F. A.
Chacon, Antonio. Vivarés, Clovis.
O'Leary, Emilio . Cadelago, Cárlos.
Urrozola, Manuel. . Fernandez, Antonio.
Bonnell, Felipe. Fernandez , Aquilino .
Delvalle, Mauricio . Nuñez, Manuel.
Salvadores, Luis.

25 DE MAYO

Abrego , Victorino . Suarez, Pastor.


Luna, Liborio . Bonahura, Ramon.
Peron, Enrique . Marquez, Lucio .
Islas, Antonio M.

CORRIENTES

Luque,Tomás J. Pujato , Adolfo .


Valenzuela, Juan. Figueroa , Genaro .
Mantilla, Manuel F. Cossio, Juan A.
DE SUSCRITORES V

Morel, Miguel . Vazquez , Genaro .


Vivar, Eudoro D. de Vazquez , Cárlos .
Billinghurst, Roberto . Sanchez , Benito.
Martinez, Simeon. Resoagli , Juan.
Avalos, Cárlos . Fernandez , Evaristo
Montiel, Angel . Zamora , Francisco .
Pampin, Gregorio. Balbastro , Cárlos .
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APR 11 1911

APR 12 1989
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