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¿CÓMO SENTARSE CON QUIENES TIENEN DESEOS DE SUICIDARSE?

Entiende que su anhelo de morir es realmente su anhelo por llegar a Casa. Esta es una crisis espiritual,
no solamente médica. Estas personas está tratando de despertar de una pesadilla.

Por todos los medios, llama a un médico, obtén ayuda profesional, acudan a un hospital. Pero lo más
importante, ¡trata de entenderlo en lo más profundo! ¡Se trata de alguien que está pidiendo amor a
gritos! Entiende que no pueden matar al Ser, el Uno que son, sólo pueden matar al ‘yo’, a aquel que
habían estado imaginando ser. Ese anhelo de 'matar al yo’ es el anhelo de destruir lo falso y despertar a
la Verdad. Su anhelo a morir posee inteligencia y creatividad, y es digna de un absoluto respeto. No se
trata de un error, de ninguna aberración ni de ningún enemigo, es más bien el anhelo de la autenticidad.

Acógelos, abrázalos, como esa urgencia de morir que arde ferozmente en su interior - que es la urgencia
de vivir, pero disfrazada. Avala el lugar en donde se encuentran en este momento. No trates de
controlarlos o que dejen de sentir lo que están sintiendo. No trates de animarlos, ni les digas que todo
está bien, tampoco les ofrezcas respuestas prefabricadas como una forma de escaparte de tu propia
incomodidad. ¡Ellos están hartos de respuestas de segunda mano! Llega hasta lo profundo con ellos.
Entra en comunión con su soledad sin tratar de arreglarlos, incluso, sin tratar de convencerlos de que su
deseo está equivocado, enfermo o que no tiene validez. Toma su mano. Llega hasta donde nadie más se
ha atrevido a ir. Recuerda, sólo te estás reuniendo contigo mismo, reconociendo tu propio miedo a la
muerte.

No te dirijas a ellos como un sanador hacia una víctima, o como un maestro hacia un estudiante, o como
un experto hacia un novato, sino como un amigo hacia un amigo, como la inteligencia dirigiéndose hacia
sí misma. Reúnete con ellos más allá de los roles que dividen.

Ellos están pasando a través de una profunda crisis de identidad, un rito esencial de transición. El sanar
siempre implica crisis - un cambio repentino e inesperado. Algo en ellos, algún dolor pasado está
expresando su necesidad de ser sentido, tocado, validado. Este es un grito de amor tan antiguo como la
humanidad misma. ¿Quién escuchará?

Anhelan vivir, pero no saben cómo. Anhelan una conexión íntima pero no pueden encontrarla en 'esta
vida’. Anhelan una profunda aceptación y un profundo descanso. A pesar de que en estos momentos se
sientan derrotados, tócalos con vida, demuéstrales tu disposición de quedarte allí, con ellos. Recuérdales
que la profunda conexión humana es posible justamente aquí, en esta vida, en este lugar, en este
momento. Demuéstrales que incluso en la profundidad de su desesperación, no están solos.

Estate presente en su crisis. Tu presencia dice mucho más que lo que cualquier palabra pudiera decir. Tu
miedo no necesariamente está aquí. Estás siendo testigo de algo sagrado e íntimo. Ofrece todo de ti.

Quizás no necesites saber cómo arreglarlos o salvarlos. Quizás esa no sea tu verdadera vocación. Ya sea
que vivan o mueran, entra en comunión con ellos en ese extraño lugar del no saber. Pasa un momento
consciente con ellos. Ofrece tu profundo escuchar. Recuerda, independientemente que se queden o que
se vayan, están sanando en la única forma que conocen.

Todos son amados, todos son profundamente dignos.

- Jeff Foster

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