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Curso de Biología General

Bernardo Franco Bárcenas, Departamento de Biología, DCNE.


Universidad de Guanajuato, campus Guanajuato.
Módulo 7
Procesos vitales de plantas
En el módulo anterior dimos un pequeño paseo por lo que son las plantas y los
animales, honestamente un viaje rápido y más que nada evolutivo, resaltando
algunos aspectos de sus características, pero más enfocado en lo que les permitió
colonizar la tierra y los retos que resolvieron para esto. Ahora, nos enfocaremos
brevemente en algunos aspectos generales de los procesos vitales de las plantas.
Antes de empezar querido lector, les comento lo siguiente, las plantas son
maravillosas. Presentan mecanismos de defensa (que son muy variados, desde
señales químicas hasta la producción de moléculas para atraer microorganismos e
insectos que las protegen), comunicación entre individuos (a una gran distancia,
por cierto), se orientan con la luz y la gravedad (para crecer y orientarse), tienen
un repertorio químico enorme para diferentes funciones fisiológicas, entre muchas
otras cualidades. Es importante señalar que son organismos muy diversos, pero
hay un repertorio grande (2000 tipos diferentes) que son nuestros alimentos (flor,
fruto, tallos, hojas, etc.). Además, son organismos que llegan a ser muy viejos, un
ejemplo se muestra en la Figura 1.
Figura 1. El árbol del Tule, Oaxaca México, edad: 1600 años… Querido lector, no
se pierda este bello espectáculo que tenemos en México. Además, visitar Oaxaca
es una experiencia maravillosa, el tener acceso a un paisaje hermoso, una
cantidad enorme de cosas ricas que comer y zonas arqueológicas increíbles.
Antes de entrar en materia, creo que es importante mencionar la razón de esta
sección un poco especializada. El conocer los procesos vitales de las plantas tiene
como objetivo poder preservar a la flora de un país. Además, tiene razones
aplicadas importantes, como poder conocer las condiciones en las que una planta
puede acumular ciertos compuestos que son importantes, que desarrolle más
ciertas partes de la planta como las flores o los frutos, que tengan una mejor
apariencia, que capturen mejor el carbono para poder crecer mejor, tolerar mejor
las condiciones del suelo, entre muchas otras. Algunos de estos ejemplos se
muestran en la Figura 2.

Figura 2. Los procesos vitales de las plantas se han aprendido a manipular


dependiendo de las condiciones ambientales. El principal efecto es en el
crecimiento de la planta, que de hecho es de interés agrícola. Pero es un poco
más profundo que esto, en la primera figura de izquierda a derecha se muestran
algunas características de las plantas que pueden ser modificadas para lograr una
planta con características deseables. A esto se le llama selección artificial,
dependiendo de las condiciones de suelo, agua y salinidad, se puede lograr que
las plantas tengan diferentes respuestas. En la figura de izquierda a derecha en el
sentido de las mancillas del reloj: modificación de la producción de hormonas
(fitohormonas), metabolismo y señalización (comunicación dentro y con otras
plantas). Modificación de la respuesta a la luz. Modificación de la arquitectura de la
planta, como es el tamaño, la forma de los tallos, la forma de las hojas, etc.
Manipulación de los tiempos de floración, en algunos casos se ha logrado que
tengan múltiples eventos de floración en el año. Estimulación de la acumulación
de ciertos materiales, incluso hay casos de éxito que sirven para absorber del
suelo materiales tóxicos y poder bioremediar el suelo contaminado, o bien, la
acumulación de azúcares deseados, esto modificando también el flujo de
nutrientes internos. Mejora de la producción metabólica, así como la fijación de
carbono. Aumento en la producción de sacarosa y su exportación, esto es
importante incluso para el mantenimiento de otros seres vivos que las protegen.
Mejora en las raíces, esto les da soporte y mejora la absorción de nutrientes
necesarios para el desarrollo de la planta. En el lado derecho se muestra un
ejemplo con las uvas, los cítricos y las olivas. La observación primero y luego ya la
experimentación, han permitido conocer las etapas del año en las que las plantas
mejoran ciertas cualidades. Por ejemplo, cuando es la mejor época del año para
sembrar y luego para cosechar para tener alguna cualidad en especial, como el
contenido de azúcar, el color, la acidez, entre muchos otros.
Evidentemente lo claro de estos ejemplos son enfocados a la agricultura, pero no
es el único motivo, aunque, como el ejemplo de la Figura 2, pues para generar
vinos de calidad ha sido muy estudiado. Recuerde querido lector que muchos
ecosistemas han sido severamente dañados por diferentes procesos humanos,
por lo que conocer a las plantas en detalle, permite adaptarlas a nuevas
condiciones ambientales y poderle dar la oportunidad de usar métodos de siembra
para recuperar tierras dañadas y perdidas. Por tanto, esto tiene efectos
económicos y ambientales. Sin duda, el calentamiento global ahora nos presenta
una nueva interrogante, ¿cómo contender con esto y la producción de alientos?
Una forma que quizá sea la más razonable para conocer a las plantas es de raíz a
hojas, ya que el primer punto de toma de micronutrientes es por las raíces.
Vayamos entonces a conocer las estructuras de la raíz.
Las raíces son las primeras estructuras que emergen al germinar las semillas junto
con las hojas embrionarias. Pero sin duda, las raíces orientan a la planta en la
dirección adecuada y permiten la entrada de nutrientes y agua para poder
comenzar el proceso de crecimiento. Las raíces son los sitios de crecimiento ya
que las células son las primeras que tienen la capacidad de división celular y de
diferenciación, es decir, de convertirse en una célula con una función particular. El
proceso tiene el siguiente proceso, una célula se divide, dejando una célula con la
capacidad de diferenciarse en una parte del tejido y la otra queda con la capacidad
de pluripotencia, es decir, queda sin ser especializarse en un tejido, lo que permite
continuar con la capacidad de dividirse y seguir produciendo células nuevas, que
los tejidos se renueven y crezcan. Este tipo de células se les conocen como
meristemos. Los meristemos son puntos de crecimiento de tallos, hojas y raíces.
La anatomía de las raíces se muestra en la Figura 3 se muestra la anatomía de
las raíces, indicando dos aspectos, uno que es la anatomía de las hojas
embrionarias y como se distribuyen los meristemos así como la anatomía de la
raíz.
Figura 3. La distribución de los meristemos en las plantas se concentra en tallos y
raíces. Los meristemos son los puntos de crecimiento de los tejidos y puntos de
reparación cuando se pierde parte de un tallo u hoja. Son constituidos por células
pluripotentes, es decir, aquellas que son capaces de dividirse y diferenciarse en
células de función especializada. El tejido embrionario (imagen de la derecha) se
indica el promordium de las hojas, es decir, el primordium es el tejido más joven
que puede reconocerse como ya un tejido especializado, esto es cierto en
cualquier estudio embriológico, no nada más para plantas. Se muestra también el
meristemo apical, es decir, el punto del cual va a surgir la raíz embrionaria y
generar el primer punto de crecimiento de la planta. Un tejido ya diferenciado en el
embrión es el tejido vascular, el cual veremos más adelante, pero es el encargado
del movimiento de fluidos dentro de la planta. Al centro de la imagen se muestra el
tejido de una raíz ya diferenciada, en la que se observan el meristemo apical, que
es el punto de crecimiento de la raíz, es decir, las raíces crecen por los puntos
más distales y buscando la profundidad del suelo. Dentro de la raíz se diferencia
tres tejidos, la epidermis que es el tejido que protege la raíz, asociado a este tejido
se tiene la endodermis y dos tejidos especializados, el floema y la xilema, tejidos
encargados de la distribución de nutrientes en la planta. La epidermis genera
vellosidades o lo que se llama pelos radiculares o pelos de raíz, que ayudan a
tener una mayor área de contacto y adquirir de mejor manera agua, sales y
minerales. En la derecha se muestran los dos tipos de raíces que se pueden
observar, una es la raíz primaria, como el caso de las zanahorias, donde se
acumulan los nutrientes dándole esa característica estructural (y de sabor) o el
caso de las raíces fibrosas, como es el caso de las plantas monocotiledóneas (ver
más adelante).
Bien, entonces los meristemos son los puntos de crecimiento de las plantas, esto
se debe a la división celular. El proceso es por mitosis, pero en el caso de las
plantas hay una limitante: la pared celular. En la Figura 4 se muestra como es el
proceso de división en este tipo de células, como se logran formar las paredes y la
presencia de una estructura que permite la distribución de agua, sales, azúcares y
bueno, el paso de virus y otros parásitos intracelulares que son capaces de invadir
el tejido de las plantas causando su daño. Como se vio previamente, la célula
vegetal tiene como estructuras especiales la vacuola, el cloroplasto y la pared
celular.

Figura 4. La división celular en plantas implica la formación de dos células hijas en


las cuales no se pierda la integridad de la pared celular, ya que es el principal
soporte de todo el tejido y finalmente de la planta. En la derecha se muestra el
proceso de división celular, donde ocurre primero un proceso de mitosis y durante
este paso se forma una placa de celulosa entre ellas, que se trata de una pared
celular en formación y es la primera división que se forma entre la célula madre y
la hija. Sobre la placa se deposita los componentes de celulosa para formar la
pared primaria, es decir la primera capa de celulosa que encierra cada una de las
células. Una vez formada la pared primaria, las células acumulan nutrientes y
agua, lo que permite que se expandan obteniendo su forma y estructura final. Una
vez hecho esto, las células sintetizan su pared secundaria, que es la que les da la
rigidez que tienen típica las células vegetales y al expandirse las células, fracturan
la pared primaria, dando origen a la pared final. Una cualidad de las células
vegetales es la comunicación entre las células, lo que se llaman plasmodesmos.
Estos poros o pozos se muestran al centro de la imagen en forma de microscopía
electrónica. Los plasmodesmos son invaginaciones del retículo endoplásmico y de
la membrana plasmática, formando un canal, por el cual muchas moléculas pasan
de manera libre.
Estas estructuras son especialmente importantes para el desarrollo de la planta,
ya que cada tejido es alimentado con azúcares y otros micronutrientes (sales y
minerales) para su desarrollo. Tiene como lado menos positivo que es la forma en
la que algunos patógenos se diseminan dentro de la planta.
Una vez que la semilla germina y comienza el crecimiento, se forman todos los
tejidos y partes que conforman una planta, los cuales se dividen en raíces y el
brote (shoot), siendo las raíces el soporte que fija la planta al sustrato y el brote las
estructuras aéreas compuestas de tallos y hojas. Las partes de una planta común
se muestran en la Figura 5.

Figura 5. Las plantas se dividen en dos regiones, el sistema radicular o de raíces


y la parte aérea (brote o shoot) que se conforma de tallos y hojas. Las partes de la
raíz se conforman por una raíz principal con su meristemo apical o punto de
crecimiento y las raíces laterales. En la parte aérea se tiene el tallo por el cual
corre el sistema vascular (ver más adelante), el tallo principal termina en un
meristemo apical por el cual van creciendo nuevos tallos. La porción entre un tallo
y otro se le llama internodo. Las hojas se unen al tallo por un peciolo. La hoja tiene
dos partes, la chuchilla y las venas, que son parte del tejido conductor de
nutrientes o de transporte. Pecíolo, cuchilla y venas son las partes que conforman
una hoja.
Las plantas, por tanto, requieren de un transporte de nutrientes para irrigar todos
los tejidos. Una de las principales causas de marchitez en las plantas de casa es
la intensa evaporación de agua que ocurre en un ambiente cerrado y bajo en
humedad. Por eso se debe tener el cuidado y disciplina de regar las plantas cada
que les es requerido. Las sales y minerales, junto con el agua, son movidas por el
sistema de la xilema, mientras que los carbohidratos producto de la fotosíntesis
son transportados por el floema. Una diferencia sustancial entre ambas rutas de
transporte es la estructura del tejido de cada tipo, pero es tema de su curso de
fisiología vegetal. Acá solo veremos algunas generalidades. Una de las cualidades
del sistema vascular de las plantas es la direccionalidad del flujo de cada uno de
los elementos que se transportan de cada uno, en el caso del floema, el
movimiento de carbohidratos producto de la fotosíntesis se pueden transportar en
dirección raíz hacía tallos y hojas y de hojas y tallos hacía raíz; mientras que, en el
caso de la xilema, el movimiento de agua, sales y minerales ocurre
exclusivamente de raíz a tallos y hojas. En la Figura 6 se muestra la forma en la
que el sistema vascular se distribuye en la planta.

Figura 6. Sistema vascular de la planta. En el centro de la raíz principal y de los


tallos corre la Xilema, tejido vascular encargado de administrar de agua y
minerales al resto de la planta. El sistema vascular funciona gracias a una
diferencia de concentración y de potencial de agua, es decir, de las zonas menos
hidratadas a las más hidratadas, siendo posible gracias a que las hojas tienen
pequeños poros por los que puede salir vapor de agua, haciendo una diferencia de
presión y de potencial de agua, lo que permite elevar de las raíces a las hojas el
agua, como se puede ver en la planta al centro de la imagen. EL tejido vascular
corre al centro de los tallos en la disposición que se observa en la imagen de la
izquierda, donde la xilema queda dispuesta en el centro y el floema en la periferia
de la xilema. En el caso de las hojas, las células mesófilas, que son las
encargadas de hacer fotosíntesis, pero en la imagen, las células mesófilas
esponjosas son aquellas que tiene más espacios entre sí, generando una
propensión al escape de agua, la cual se libera en forma de rocío y de vapor de
agua por los estomas, estructuras que son poros que pueden regular su apertura
dependiendo de las condiciones ambientales, controlando la evaporación y
pérdida de agua de la planta.
A continuación, veremos cómo se diferencian los diferentes tipos de células que
conforman los tejidos con una breve descripción de su función. Uno de los
aspectos importantes es que al igual que el resto de los seres vivos que tienen
tejidos especializados por función, están constituidos por células especializadas.
En el caso de las plantas hay tres tejidos diferentes: tejidos de soporte, tejido de
transporte de raíz a las estructuras aéreas y de transporte de estructuras aéreas al
resto del organismo. Hay 5 tipos de células diferentes, las cuales se describen a
continuación:
Células de parénquima:

Células vivas, presentes en la mayoría de


las plantas jóvenes, de ahí que las plantas jóvenes son verdes en todos sus
tejidos y conforme van madurando, se van oscureciendo por la presencia
mayoritaria de células de soporte. En esta etapa las plantas son más susceptibles
a daño mecánico por viento y otras condiciones ambientales. Son de pared
delgada en relación con las células de soporte. Tienen una vacuola grande. Son
las células fotosintéticas o productoras de toda la planta ya que contienen muchos
cloroplastos. De este mismo tipo de células que no son fotosintéticas son células
especializadas en el almacén de almidón y lípidos.
Células de colénquima:
Estas son las células de soporte que
permiten el crecimiento de la planta y mantener su posición y estructura con
relación al suelo. Tienen una pared más gruesa que las células de colénquima.
Son células que generan los soportes flexibles para que el viento no rompa la
base de las hojas, no son tan rígidas como las células de esclerénquima. Una
forma simple de observar estas células es en el apio, las tiritas delgadas que se
pueden separar fácilmente son principalmente células de este tipo.
Células de esclerénquima:

En la imagen se muestran este tipo de


células con estructura que forma fibras y dan una textura granulosa a algunos
frutos y en la siguiente imagen se muestran aquellas que forman estructuras de
soporte gruesa.
Estas son células con doble pared celular
que resulta en una estructura muy gruesa. Estas células al morir son las que dan
el soporte rígido a la planta. Son las que forman las cortezas de los árboles ya que
acumulan lignina en la pared, un compuesto orgánico complejo que forma
polímeros y que son tan duraderos debido a su difícil degradación y baja
susceptibilidad a la putrefacción. Forman fibras o de forma variada, llamadas
escléridas, las cuales forman los cúmulos que son parte de las semillas y el tejido
granuloso de la pulpa de las peras y manzanas y la textura granulosa de las
guayabas.

Por último, las células que forman parte de los dos sistemas vasculares de las
plantas:
Células traqueidas y células vasculares

Células traqueidas: Células que forman parte del Xilema, las cuales participan en
el transporte de agua, sales y minerales a las hojas y tallos desde la raíz.
Células vasculares: Células que componen el floema y permiten el flujo de de
nutrientes de las hojas a la raíz.
Ahora, el desarrollo de las estructuras vasculares de la planta es especialmente
complejas, ya que cada tipo celular, ya sean las células traqueidas o las células
vasculares, deben tener ciertos cambios y procesos celulares para poder formar el
sistema vascular de la planta, de hecho, es lo que permite a nivel microscópico
diferenciar los tipos celulares y las estructuras. Veamos entonces querido lector
que ocurre con cada tipo de células y las estructuras que forman.
Células traqueidas: Para formar la xilema, las células mueren y forman tubos
huecos que permiten el flujo de agua en su interior, aprovechando la propiedad
mágica del agua llamada tensión superficial, la cual es la capacidad de subir por
capilares muy delgado, igualito que cuando un pone un popote en el agua. La
estructura final de estos tubos es gracias a que estas células hacen mediante
apoptosis, después de haber aumentado la secreción de lignina que endurece las
paredes y finalmente la ruptura apical para abrir el hueco que permite el flujo por
capilaridad del agua. Por este motivo, el remedio casero contra plagas de usar
agua jabonosa no es lo mejor, ya que puede afectar el sistema vascular de las
plantas, impidiendo el flujo correcto de agua por sus capilares, dañando los
tejidos. Claro, esto depende del tipo de planta y la cantidad de jabón usada.
Células de vasculares: A diferencia de la xilema, las células que forman el floema
están vivas ya que requieren de su actividad metabólica para el transporte de
nutrientes. Estas células hacen uniones estrechas por plasmodesmos más
grandes que facilitan el movimiento de carbohidratos y otros nutrientes.
La morfología de estos dos tipos celulares y por consecuencia las estructuras que
forman se muestran en la Figura 7.
Figura 7. Estructuras de las células que forman la xilema y el floema. En la
izquierda se muestran cortes de tejidos de plantas indicando la forma de cada una
de las células. En el centro se muestran dibujos tratando de mostrar la forma
tridimensional de los tubos de la xilema, en los que se señala además que los más
alargados y con cortes más en diagonal corresponden a las plantas vasculares
más antiguas, mientras que los vasos de la xilema más cilíndricos y con el corte
en los extremos más horizontal, corresponde a las células de plantas vasculares
más modernas. Las células antes de formar el vaso conductor son formas
alargadas como se muestra en los dos tipos celulares indicados en la figura como
traqueidas. A la derecha se muestra se muestran las células del floema, que
estructuralmente son más largas que de la xilema y al formar los vasos, se indica
la presencia de una placa en cada extremo que mantiene el flujo continuo y,
además, llevan una célula de compañía, la cual es la encargada de dar soporte al
floema y facilitar el transporte de la savia (sieve en la imagen) en dirección de
hojas hacia raíces y viceversa.
Como se puede ver en la figura anterior, el floema es más complejo que la xilema,
es un conducto activo, vivo y que permite el paso de azúcares y otros productos
metabólicos necesarios para la nutrición de todos los tejidos de la planta,
favoreciendo su crecimiento y desarrollo. Los conductos del floema se le llaman
tubos liberianos. Para mantener la estructura y las células vivas, los tubos
liberianos tienen células acompañantes que retienen todos sus organelos, lo que
funciona como un sistema de soporte vital para el resto de las células del floema
(aporte de nutrientes únicamente para este tipo de células), como se muestra en la
Figura 8.

Figura 8. Las células del floema no van solas, llevan una célula compañera o
companion cell, que proporciona nutrientes a lo largo de al menos dos células del
floema como se muestra en el dibujo esquemático de la izquierda. En el caso de la
imagen de microscopía, se muestra la parte superior, donde en el centro se
muestra un tubo liberiano, compuesto de varias células del floema en el centro y a
un lado de la estructura del vaso, se muestra una célula compañera. Se indica
también que los orificios que hay en los extremos de un tubo liberiano, es por
donde pasa la savia y van pasando de segmento a otro, lo que evita que se
regrese por el mismo tubo. Como se verá más adelante, es un proceso similar al
que se observa con las arterias y venas en los animales, pequeñas válvulas evitan
el reflujo de los fluidos.
La importancia del movimiento de los capilares de las plantas radica en que se
nutre la planta, eso es más o menos evidente, pero hay otros aspectos de la
necesidad de estos conductos importantes. Como se menciona líneas arriba, la
tensión superficial del agua y la evaporación de agua en las hojas genera una
diferencia de presión, un poco como las casas pueden hacer “sifón” para subir el
agua a los tinacos. Por este mecanismo, la sabia se mueve por una diferencia de
presión gracias a la transpiración de la planta y por ósmosis entre los dos tipos de
conductos, ya que el floema tiene una mayor concentración de azúcares, lo que
hace una diferencia de concentración de solutos, por lo tanto, favorece el paso de
agua de un tubo donde es menos concentrado (la xilema que lleva agua y una
concentración menor de sales y minerales) a uno de mayor, el floema. Aunado a
esto, la diferencia de presión es generada por los tubos huecos de la xilema y la
transpiración de la planta, mientras que la presión que ejerce el sistema del
floema, permite mover los nutrientes hacia abajo. Pero… ¿por qué mover los
nutrientes hacia abajo?
Hay dos razones, la primera es que esto permite a la planta crecer e incluso
reparar daños cuando estos ocurren, pero, además, establecer procesos que
todavía siguen en investigación en los que las raíces de las plantas atraen
organismos benéficos que promueven el crecimiento de la planta y en algunos
casos activas sus defensas, lo que las protege de patógenos y otros organismos
dañinos. Esto se debe a que exudan por las raíces algunos azúcares lo que
permite un proceso de deposición de otros microorganismos en estas estructuras,
favoreciendo su crecimiento y desarrollo. Muchos de estos organismos son a su
vez productores de metabolitos secundarios que funcionan como antagonistas o
agentes que eliminan a patógenos de plantas. Esto sin duda es un ejemplo de
establecimiento de relaciones simbióticas, entre organismos muy diferentes, pero
que se complementan por metabolismo primario y secundario. En la Figura 9 se
muestran algunos ejemplos de interacciones de este tipo.

Figura 9. La fisiología normal de las plantas depende no solamente de sus


procesos internos, sino de las interacciones que establezcan con
microorganismos, especialmente con los presentes en el suelo. En la figura de la
izquierda se muestra una planta que forma un tubérculo, como las papas o los
camotes. En la estructura engrosada es un almacén de azúcares (por eso
consumimos los tubérculos) en la que se genera un polímero de almacén, el
almidón. Pero parte de estas azúcares se producen conduce hasta las partes
terminales de las raíces donde son liberados, lo que se llama rhizodeposición.
Esto sirve para atraer y nutrir hongos y bacterias que promueven el crecimiento de
la planta y contrarrestan hasta cierto punto el efecto de microorganismos
patógenos. Esto queda todavía más claro en el caso de la imagen de la derecha,
donde se señalan los efectos de la presencia de azúizares específicos, los cuales
son transportados por el floema a las raíces y se establecen interacciones
benéficas como las bacterias fijadoras de nitrógeno o Rhizobia, hongos
protectores de la planta, y la relación de Rhizbacterias Promotoras del Crecimiento
de Plantas o (PGPR), las cuales pueden tener incluso interacciones benéficas con
protistas de suelo, favoreciendo también el crecimiento de la planta.
Evidentemente en estos casos, la presencia de azúcares en los exudados de
planta se atrae patógenos, pero es un costo (en evolución, trade off) que se debe
pagar para poder tener otros beneficios en el crecimiento y el desarrollo de las
plantas.
Sin duda es un campo sumamente interesante que amerita continuar con una
intensa investigación para esclarecer las implicaciones de estos mecanismos, en
distancia corta y a larga distancia, ya que la red de raíces es grande y pues hay
proximidad entre plantas cercanas.
En el ámbito del desarrollo de una planta, es importante tomar en cuenta otros
tejidos que por una parte son necesarios para el desarrollo, pero también como
parte del soporte de la planta. Los tejidos vasculares o de transporte forman parte
de la direccionalidad del crecimiento de la planta y de su soporte. Del resto del
organismo, podemos identificar tres sistemas de tejidos entonces: el sistema de
raíces, el sistema del taño y el de las hojas. En la Figura 10 se resumen los tres
tejidos principales de las plantas.
Figura 10. La direccionalidad del crecimiento es del suelo hacía los tejidos aéreos,
una de las formas de crecimiento es concéntrico, es decir, del centro de los tejidos
vasculares hacía la periferia, siendo lo que le da una forma geométrica a su
desarrollo y un porcentaje importante de estructura de soporte. Todos los tejidos
tienen las mismas tres capas de tejido, el dérmico (en amarillo), tejido primario
compuesto principalmente de parénquima, colénquima y esclerénquima (en verde)
y el tejido vascular (xilema y floema) en azul. La distribución concéntrica de los
tres tipos de células es lo que permite el crecimiento de toda la planta. Veamos la
imagen de abajo hacia arriba, la raíz es el tejido principal que origina el
crecimiento del resto de la planta, está compuesto por parénquima, colénquima y
esclerénquima, por regiones hay tejido fotosintético, y este tejido produce las
defensas del organismo, que son mecanismos moleculares tanto de protección del
individuo, como en el caso de los tallos y hojas, son señales que permiten la
producción de señales para otras plantas, incluso con plantas de otras plantas a
una distancia de hectáreas. Como se muestra en esta imagen, el sistema vascular
en raíces es más compacto que en el resto de la planta, esto reduciendo el área
de contacto, esto conlleva a que las raíces sean más invasivas en el suelo, para
adquirir agua y minerales para el resto de la planta. En el tallo, (centro de la
imagen) se muestra el cambio de la distribución del tejido vascular. En el caso de
la dermis (en todos los tejidos, en la imagen se muestra en amarillo), son las
células guardia mostradas en los tejidos vasculares previamente, en este caso
forman un tejido que protege a la planta de la desecación y daño superficial,
producen ceras que evitan la adhesión de otros organismos y la desecación del
tejido y producen una estructura llamada estomas, que son poros que regulan la
salida de agua, y finalmente controlan la absorción de agua desde la raíz como se
mencionó antes.
El crecimiento de las plantas y su forma de crecimiento es un indicativo de la
clasificación gruesa de las plantas en dos grandes grupos, las monocotiledóneas y
dicotiledóneas, lo que es en referencia al crecimiento embrionario de las plantas.
Es fácil de distinguir el tipo de planta ya que las primeras estructuras al germinar
son las raíces y las hojas, si al salir de la semilla, se presenta una hoja
embrionaria le llamamos monocotiledónea (mono, uno) y si son dos hojas
embrionarias se les llama dicotiledóneas (di, dos), en cada caso un cotiledón es
una hoja embrionaria.
Los cotiledones tienen por función proteger el tallo embrionario, permitiendo que
crezca fuera del suelo. En algunos casos la identificación de los cotiledones es
complicado debido a que en algunos casos las hojas embrionarias quedan
enterradas en el suelo. En la Figura 11 se muestra un esquema de la relación de
los cotiledones y el crecimiento en tres ejemplos diferentes, uno de
monocotiledónea y dos de dicotiledóneas.
Figura 11. Ejemplos de monocotiledóneas y dicotiledóneas para ejemplificar el
proceso de desarrollo de las plantas durante su crecimiento embrionario. En (a) se
muestra una monocotiledónea, en este caso el maíz, en la que se muestra que la
única hoja embrionaria envuelve el tallo y al crecer la planta, queda en la base del
tallo. La hoja embrionaria y el tallo está protegido por el coleóptilo, que es una
cubierta de células, que evita que el tallo y la hoja embrionaria sea dañada en la
emergencia del suelo de la planta. En (b) y (c) se muestran dos ejemplos de
dicotiledóneas, el frijol y el chícharo respectivamente. En estos casos, el tallo
surge del centro de las dos hojas embrionarias, elevando la planta por la base de
la raíz (el hipocótilo o debajo de los dos cotiledones), permitiendo que las hojas
surjan por encima de los cotiledones (epicótilos). En algunos casos, como en (c)
con los chícharos, los cotiledones quedan dentro del suelo, no hay hipo y
epicótilos, y las primeras hojas surgen al crecer el tallo.
Ahora, el crecimiento de las plantas es algo muy regulado, existen muchas
moléculas que son capaces de controlar el crecimiento y desarrollo de las plantas,
conocidas como fitohormonas. Estas hormonas son moléculas orgánicas que
tienen diferentes efectos sobre los tejidos de la planta, especialmente en la
activación del transporte de nutrientes y en el ciclo celular de las células que
componentes cada uno de los tejidos. En la Figura 12 se aborda de manera muy
general algunos aspectos de la función de estas hormonas y una estrategia
experimental para poder estudiar los efectos de estas moléculas.
Figura 12. Las hormonas que controlan el crecimiento de las plantas tienen
diferentes efectos en los tejidos, siendo desde los meristemos de la raíz, los
tejidos primarios al germinar la planta y los tejidos terminales (imagen superior),
donde los meristemos apicales están presentes en las raíces y el tallo apical
(inferior), meristemos primarios, que son los que crecen los tejidos de la dermis
(protoderma), tejido primario o ground (meristemos tejido primario) y del tejido
vascular (procambium). En el panel izquierdo, se muestra las auxinas más
comúnmente usadas para estimular el crecimiento, de manera natural o bien
sintéticas. Sin entrar en detalle, se indican algunos efectores importantes, los
receptores a los que tiene efecto, es decir, si son funcionales o no, dando
diferentes efectos sobre los tejidos y la forma de transporte. La tecnología de
análisis de transcritos masivos ha permitido estudiar los efectos globales de la
producción o exposición de hormonas y otras moléculas necesarias para el
desarrollo y defensa de las plantas. Estas técnicas se llaman microarreglos y hoy
en día se han hecho otros experimentos de secuenciación de RNA que aportan
con más detalle los fenómenos internos y los efectos generales de la planta. Estas
técnicas lo que hacen es detectar los mRNA (ARN mensajeros) que se producen
en un momento ante un proceso o estímulo. Una revisión de los efectos generales
de las hormonas lo veremos un poco más adelante. Las auxinas finalmente
controlan muchos aspectos de la planta, no solamente el crecimiento, también el
proceso de diferenciación de los tejidos e incluso la respuesta a estímulos
ambientales.
Bien, con todo lo anterior, ya tenemos un panorama de lo que ocurre en el
nacimiento de una planta desde una semilla, pero ¿cómo ocurre el crecimiento?,
sabemos ya que los meristemos son las zonas de crecimiento, pero no son lo
mismo los que dan origen a los tallos que a las raíces, tanto estructuralmente
como en respuesta a estímulos internos y externos. Para entender esto, por favor
vea querido lector la Figura 13 para que vea las diferencias entre ellos tejidos
apicales de las raíces y las que da origen a las hojas y tallos, para que la planta
pueda crecer de manera vertical.

Figura 13. Si bien los meristemos son las zonas donde las células pueden crecer
y formar nuevo tejido para facilitar el crecimiento de las plantas, esto ocurre en dos
puntos diferentes, una es en las raíces y otro es en la parte terminal de los tallos.
Vea por favor la figura de abajo hacía arriba. Abajo tenemos la raíz. La raíz tiene
dos estructuras en la parte principal de crecimiento, que tiene el capuchón de
crecimiento que es la región rígida que le permite invadir el suelo y sobre este
tiene la región del meristemo apical, o la zona de crecimiento apical de la raíz. En
el caso de las raíces laterales, aquellas que son pelos (raíces muy delgadas) o
raíces laterales o secundarias (de mayor grosor o calibre), también tienen la
misma estructura. El crecimiento del tallo se da principalmente por el cambium, ya
sea el que se endurece formando corcho o del tejido vascular, esto ensancha el
tallo y la raíz, como se puede observar en árboles que destruyen baquetas y
drenajes. En la parte superior de la imagen se observa el meristemo apical
superior, esta zona tiene un meristemo del tallo (yema apical) y dos primordios
que son las hojas jóvenes que serán parte de un tallo nuevo (primordio lateral),
con lo que pueden ir creciendo las estructuras aéreas.
El crecimiento entonces de las plantas está controlado a diferentes niveles por las
auxinas. En la Figura 14 se muestra un esquema del flujo de estas hormonas en
los diferentes tejidos de las plantas, desde raíces principales y laterales como en
el embrión.

Figura 14. Las auxinas son hormonas producidas principalmente en los tallos, las
yemas de los tallos y en las puntas de las raíces, es decir, coinciden con los
meristemos de crecimiento. Una de las cosas que se muestra en esta imagen es
que el flujo de las auxinas es de los sitios más oscuros o internos de la planta
hacia el resto de los tejidos, es decir, desde el interior de los tejidos. Se mueven
además (flechas rojas) hacía los tejidos menos iluminados como son las raíces, el
centro de las yemas de crecimiento y hacia las puntas de las hojas. En (a) y en (e)
se muestran los flujos de auxinas en rojo en las raíces. En (b) el flujo de auxinas
va de las partes más externas del embrión hacia el interior de este (en azul), en
una fase inicial de las raíces a los primordios de la planta embrionaria y
posteriormente se revierte el flujo de auxinas (en la imagen de la derecha), de las
hojas embrionarias hacia la raíz, siendo un flujo interno (en azul), regulado
localmente (en verde) y de flujo hacia las raíces en rojo. En (c) se muestra el flujo
de auxinas en una vista superior de un tallo en crecimiento, la entrada de auxinas
proviene de los tejidos en crecimiento inferiores y fluyen al interior de las hojas
nuevas en crecimiento. Finalmente, en (d) se señalan los puntos de producción de
auxinas en hojas en desarrollo, que al concluir su proceso de desarrollo se dejan
de producir más que en sitios más discretos, sirviendo de puntos de control y de
producción de señales de alerta.
Una de las características del crecimiento de las plantas es que puede medir su
crecimiento con el tiempo gracias al aumento del tamaño y distribución de los
tejidos, con cada ronda de crecimiento se engrosa una pared de cambium y esto
es nutrido por el sistema vascular, el cual puede tener dos etapas de formación.
La base de la planta será la que va engrosándose con el paso del tiempo para dar
soporte a las estructuras aéreas nuevas. Esto se ve representado en la Figura 15.

Figura 15. Para que una planta pueda crecer de manera vertical, requiere de un
soporte rígido que sostenga el peso de las estructuras aéreas y que evite el
embate del viento. Para esto, el tallo se va engrosando de manera significativa con
el paso de las rondas de crecimiento. La imagen muestra las diferencias en el
grosor del corcho de la corteza, llamado peridermo, que es lo que cubre la dermis
(Figura 10), la cual protege a la dermis y da un soporte duro que por un lado es
protección a daño mecánico, pero también evita el daño por otros organismos. La
imagen de la izquierda muestra de abajo hacia arriba el crecimiento de hace 5
años, luego de los últimos dos años y el crecimiento del presente año, indicando
como es la estructura de la médula (pith) con los tejidos vasculares de la xilema y
floema, y como en las zonas jóvenes de la planta, el cambium es ausente mientras
que en las zonas más viejas el cambium es grueso y ya presenta un mayor
contenido de lignina generando corcho. La suma del corcho y del cambium que ya
es más grueso por el corcho, da mayor soporte y conforman el peridermo. Una
consecuencia además del crecimiento es la formación de nuevos vasos de
conducción, indicados como xilema y floema secundarios. En el lado derecho de la
imagen se muestra un corte de un árbol, done se indican los anillos de
crecimiento, en el que estas estructuras se van repitiendo, siendo más y más
grueso el floema secundario, así como la xilema secundaria. La médula del taño
también va siendo engrosada, siendo la parte más suave del tronco en el interior
de este.
Con todo lo anterior, tenemos entonces las bases del crecimiento de las plantas, lo
cual es gracias a la capacidad de poder mover nutrientes y agua por todos los
tejidos. En parte esto se debe al sistema vascular y la estructura que tiene que se
vio en líneas anteriores. Pero otro aspecto importante es la transpiración de la
planta, que es la regulación de agua en los tejidos y la generación de una
diferencia de potencial osmótico que permite el movimiento de los diferentes
materiales por la planta. En términos generales, las plantas consumen de la
atmósfera CO2 y producen O2 y H2O en forma de vapor, como productos de su
actividad metabólica. En la Figura 16 se muestran los dos elementos más
importantes para que el flujo de nutrientes ocurra en las plantas, uno es los
estomas y otro la diferencia de concentración de nutrientes entre la xilema y el
floema. Las plantas regulan sus procesos en buena medida gracias a la luz, ya
que controla la apertura de los estomas, lo que genera un mayor potencial de
evaporación del agua permitiendo la conducción por los vasos de la xilema. La
diferencia de concentración de azúcares en el floema genera una diferencia de
concentración por lo que el agua puede moverse libremente
Figura 16. La superficie de las hojas tiene de manera alternada la presencia de
unas estructuras llamadas estomas. Estas estructuras se muestran en el lado
izquierdo de la imagen. Son estructuras hechas por células guardianas que
responden a la luz y a la concentración de iones potasio y cloro. Cuando hay luz,
las células guardianas acumulan iones de potasio haciendo que su potencial de
agua se mayor, lo que las hincha al transportar más agua a su interior, lo que hace
que se abra el estoma. Al no haber luz, los iones de potasio fluyen fuera de la
célula por difusión, seguido de salida de agua por osmosis, cerrando el estoma.
Este proceso produce que se pierda agua por los estomas, generando una
diferencia de potencial de agua en la parte aérea de la planta, haciendo que por la
xilema suba más agua. Pero es todavía más fascinante el sistema. Si se fija
querido lector en la imagen de la derecha, verá usted lo siguiente. El sistema por
el cual la savia llena de nutrientes se mueve en ambas direcciones del tejido
vascular se debe a que el xilema tiene principalmente agua, la cual sube como se
menciona en esta figura por la transpiración de la planta, pero al ir subiendo, el
floema contiene una cantidad de azucares grande, producto de la fotosíntesis,
generando una diferencia de concentración entre el xilema y el floema, lo cual
produce que el agua se mueva al floema por ósmosis. Esto empuja la savia del
floema, principalmente moviéndola hacia las células sumidero o contendedoras
donde se almacenan, disminuyendo momentáneamente la concentración de
azúcares, lo que permite el regreso del agua a la xilema. Estos ciclos de carga y
descarga de azúcar en el floema es lo que genera un potencial de agua suficiente
para mover el agua hacia arriba principalmente y los azucares hacia abajo. En
algunos casos particulares, el floema mueve los azucares hacia arriba también
debido de un exceso de producción de estos, lo que promueve su movimiento en
ambas direcciones.
La función fisiológica de la planta depende principalmente de la captación de CO2
y de la luz, pero muchas enzimas y procesos de regulación requiere de nutrientes
esenciales, es decir, de iones o pequeñas moléculas presentes en el suelo o
derivados de la simbiosis con microorganismos que permiten el buen
funcionamiento de algunos procesos o bien, que son necesarios para la síntesis
de moléculas biológicas, como los ácidos nucleicos. Dependiendo de la cantidad
necesaria de cada uno se dividen en macro y micronutrientes, siendo los primeros
necesarios en mayor cantidad que los segundos. En la siguiente tabla se muestran
algunos requerimientos de ambos tipos de nutrientes y su función. Preste
particular atención en el caso del nitrógeno, que es absorbido como nitrato o
amonio, que es esencial para la síntesis de las proteínas y ácidos nucleicos, así
como su contraparte, el fósforo, esencial en los mismos procesos y la síntesis de
fosfolípidos. Dentro de los iones que son macronutrientes destaca el magnesio,
que, si bien es el cofactor más usado para la actividad de muchas enzimas, en el
caso de las plantas es el cofactor de una de las enzimas más importantes, la
RUBISCO (ver más adelante).

De los micronutrientes, es importante el cloro, ya que es necesario para el correcto


balance de iones durante la fotosíntesis y la apertura y cierre de estomas,
manganeso, como un cofactor de muchas enzimas importantes en el control de
metabólico de las plantas, así como otros metales que son necesarios para
muchas enzimas. Esto es de mucha relevancia debido al agotamiento de suelos,
entre más se siembren plantas y estas tengan un alto consumo de nutrientes, el
suelo se agota, por lo que el uso de fertilizantes es cada vez más necesario. En la
siguiente tabla se muestran algunos defectos en el crecimiento de las plantas o de
su salud derivados de la deficiencia de algunos nutrientes.

De la tabla anterior, le pido querido lector fije su concentración en justo los


nutrientes más importantes, como son el magnesio, fósforo y nitrógeno, causando
daños en las venas de las hojas, decaimiento de la planta, oscurecimiento de las
hojas y venas, siendo efectos que se pueden contrarrestar usando abonos y
aditivos para el suelo. El problema que este tipo de sustancias acarrean con la
salud del suelo es que, al tener elevadas concentraciones de ciertos nutrientes,
algunos microorganismos también proliferan más causando un desbalance en el
microbioma del suelo. Miremos de cerca los efectos de la deficiencia del nitrógeno,
un elemento muy abundante en la atmósfera, pero no tanto en el suelo. Es sin
duda el elemento más importante que se tiene que tener en los seres vivos, ya
que, sin este, no se puede sintetizar los ácidos nucleicos ni las proteínas. A decir
verdad, las plantas y los microorganismos que cooperan con estas para fijar
nitrógeno, son sin duda los organismos que sostienen a todos los demás seres
vivos, principalmente por que son la entrada de nitrógeno al resto de las cadenas
alimenticias, además de fuente de carbono. Para esto, la mayoría de las plantas
requieren de una forma de ayuda para adquirir el nitrógeno necesario para su
desarrollo. En la Figura 17 se muestra la forma en la que se obtiene el nitrógeno
que las plantas aprovechan.
Figura 17. El nitrógeno es un elemento necesario para todos los seres vivos ya
que es la base de la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, entre otros procesos
metabólicos importantes. En el caso de las plantas hay dos mecanismos
principales, uno, indicado en la esquina superior izquierda, que es la asociación
simbiótica con bacterias fijadoras de nitrógeno, que forman nódulos protectores en
las raíces, ahora veremos la razón, o bien, como se muestra en la esquina inferior
derecha, algunas plantas han modificado sus hojas para poder atrapar insectos
atrayéndolos con dulces néctares y que son atrapados dentro de sus hojas.
Normalmente estas son plantas adaptadas a suelos pobres en nitrógeno y fosforo.
Los insectos al morir son degradados con enzimas secretadas y de este proceso,
las plantas obtienen estos nutrientes tan indispensables. Ahora, la mayoría de las
plantas obtienen su nitrógeno por la actividad de una enzima, la nitrogenasa, la
cual es una enzima que transforma el nitrógeno gaseoso atmosférico en amonio.
Esta enzima lo que hace es unir N2 gaseoso, usa un cofactor compuesto de un
centro de hierro, azufre y molibdeno llamado FeMoCo cuya composición química
es: Fe7MoS9C el cual, mediante una reacción triple de reducción usando ATP para
lograr reducir el nitrógeno gaseoso en amonio. Organismos que hacen esta
reacción son las cianobacterias y bacterias del genero Azotobacter y las que son
simbiontes con leguminosas como Rhizobium, con plantas de cereales Spirillum y
Franka, que hace simbiosis con plantas de la familia de las rosas y algunas
angiospermas dicotiledóneas, formando nódulos similares a los que forma
Rizhobium, esquina superior izquierda. En la esquina inferior izquierda se
muestran los pasos generales del ciclo del nitrógeno en la tierra. Primero ocurre la
desnitrificación, proceso en el cual algunas bacterias oxidan el amonio presente en
organismos que mueren y lo regresan a la atmósfera en forma de nitrógeno
gaseoso. Este nitrógeno es fijado mediante la acción de bacterias fijadoras de
nitrógeno, convirtiéndolo primero en amonio, y luego convertido en nitratos o
nitritios por bacterias presentes en el suelo, esto ocurre por un proceso de
oxidación del amonio. En alguna de estas formas (amonio, nitrato o nitrito) el
nitrógeno es aprovechado por plantas y otros organismos, los cuales, al morir,
regresan el nitrógeno a la atmósfera como se indició al inicio de esta descripción.
Si bien, querido lector, usted tendrá un curso detallado sobre fisiología vegetal,
con esto cubrimos algunos aspectos básicos de la fisiología del crecimiento de las
plantas. Pero queda un aspecto aún pendiente muy importante: ¿cómo se
reproducen las plantas?
Bien, las plantas son organismos que tienen reproducción sexual y algunos casos
pueden tener reproducción vegetativa, es decir, se puede cortar una parte de la
planta (en general un tallo) y al plantarlo vuelve a crecer. Una de las desventajas
de este proceso es que genera un deterioro en la diversidad genética de las
plantas, lo que puede resultar en problemas reproductivos en la especie, como
ocurre con el maguey y algunas suculentas, que no falta quien nos regale una
macetita con un “hijito” que la planta tiró.
En el caso de las plantas con flor, es sin duda, una de las formas más bellas de
reproducción en las plantas. Es un órgano especializado que contiene los órganos
sexuales tanto masculinos como femeninos, embebidos en una estructura
llamativa para polinizadores, organismos capaces de acarrear polen de una flor a
otra, incrementando la diversidad genética en estos organismos.
Interesantemente, hay un paso de fertilización en la que la flor genera un tejido
que es 3n el cual da origen al tejido del fruto. En la Figura 18 se muestra un
ejemplo de ciclo vital de una flor.
Figura 18. Ciclo reproductivo de las plantas con flor. En el panel izquierdo se
muestra un ciclo completo de la formación de un embrión dentro de una flor. EL
ciclo inicia cuando una antera, estructura en la parte más externa del diagrama
después de la flor, produce una célula masculina, el polen. En el cuadro en la
parte superior derecha muestra micrografías de microscopio electrónico de barrido
con pseudo coloración (coloreadas artificialmente en computadora para distinguir
las morfologías) de varios tipos de polen, cada forma en estas células tiene por
función pegarse mejor al pelo de animales o polinizadores para poder viajar más
distancia, o bien, tienen estructuras que les permite “flotar” en el viento y abarcar
más distancias. Una de las características que tiene la superficie del polen es que
puede discriminar el pistilo, la estructura que conduce al ovario de la flor receptora
del polen, evitando la fecundación entre especies. Aunque llega a ocurrir, existe un
proceso de selección de polen que evita esto. Cuando el grano de polen interactúa
con el pistilo correcto (en una estructura llamada estigma), el polen genera un
ducto llamado tubo polinífero, el cual lleva un microsporocito, que es en realidad la
célula masculina, al interior del ovario, donde fecunda el megasporangio, la célula
femenina. En este punto ocurre meiosis, en la que las células se vuelven
haploides. En el ovario, la célula femenina hace varias divisiones dejando una
célula embrionaria o huevo y el polen, genera un espermatozoide que regresa al
estigma, donde nuevamente migra para poder fecundar al huevo, generando una
doble fertilización, una del endospermo, que son células originarias del
megasporocito el cual tiene por función dar origen a los nutrientes que permitirán
que el embrión se desarrolle, cuando esté en las condiciones ideales. A esta
estructura se le llama semilla. En la parte inferior derecha se muestra el proceso
que ocurre posterior a la fecundación, el cigoto fecundado se divide, formando el
embrión, el cual, tiene dos fases reconocibles, la de “forma de corazón” y la de
torpedo, que si retomamos el proceso de crecimiento de las plantas revisado en
este módulo, claramente se puede ver los cotiledones o las hojas embrionarias,
que son las que se forman dentro de la semilla y son las primeras en salir o
germinar de la semilla, se observa al centro el tallo y en la parte inferior se puede
ver el extremo de la raíz embrionaria. Es decir, dentro de la semilla literalmente
hay una plantita miniatura. El tejido que rodea al embrión se vuelve eventualmente
la cubierta protectora de la semilla.
Todo lo anterior hace que las plantas sean realmente increíbles, en todos los
sentidos, pero si requiere de una razón más, pues en la Figura 19 se muestran
dos propiedades sumamente importantes en las plantas, la respuesta a luz y a la
gravedad.

Figura 19. Las plantas requieren tener sentido de orientación, por muchas
razones, una es que les permite estar mejor orientadas con respecto a la luz y la
otra, es que las semillas no siempre caen con la raíz y las hojas embrionarias
adecuadamente posicionadas con respecto al sol. Por este motivo tienen dos
respuestas importantes, una es el fototropismo (orientación hacia la luz) y
gravitropismo (percepción de la gravedad), que, como usted querido lector y un
servidor, requerimos para saber donde van los pies y donde la cabeza. Lo
interesante es que ambos procesos son controlados por auxinas, si, las mismas
hormonas que controlan el crecimiento y otros aspectos importantes de la
fisiología de las plantas. En el caso del fototropismo, un cambio en la
concentración de auxinas, en el ejemplo dibujado se muestra la cubierta de las
hojas nacientes o el coleóptilo, que es la base por la cual se orienta el crecimiento
del tallo embrionario. El mecanismo es que el lado con menos luz de esta
estructura produce una mayor cantidad de auxinas, haciendo que ese lado del
coleóptilo crezca más, doblando el tallo en dirección e la luz, haciendo que sea
iluminada más equitativamente la planta. En el caso del gravitropismo, lo que
ocurre es algo similar, se producen más auxinas en el lado que queda hacia abajo,
promoviendo que ese lado crezca más en contra del jalón gravitacional, haciendo
que el tallo crezca hacía arriba. En el lado derecho se muestran dos ejemplos de
cada caso, una planta cerca de una ventana crecerá más en esa dirección ya que
su crecimiento es orientado a la mayor fuente de luz. Abajo se muestra un árbol
que creció en una pendiente, independientemente de la pendiente donde germinó
la semilla, el árbol crece vertical con relación al suelo, siendo una clara respuesta
a la gravedad.
Hemos hablado de las auxinas, que son hormonas. Las hormonas son pequeñas
moléculas de naturaleza orgánica, con estructuras desde simples hasta
relativamente complejas que en pequeñas cantidades ejercen su función. La
palabra proviene de la raíz grecolatina “poner en movimiento”, por lo que como su
nombre lo indica, inician muchos procesos fisiológicos o como en los ejemplos de
la Figura 19, pueden iniciar un proceso de orientación. Las auxinas en particular
participan en el alargamiento de las células, formación de brotes e iniciación del
crecimiento de la raíz. Favorecen la producción de otras hormonas y en conjunto
con las citoquininas, controlan el crecimiento de tallos, raíces, frutos y permiten la
diferenciación de tallos en flores. Formas sintéticas en cantidades grandes son
tóxicas y se usan como herbicidas. Como se puede observar son hormonas muy
importantes, pero existen otros ejemplos. En la siguiente tabla se muestran
algunos ejemplos.
Es importante que analice querido lector en esta tabla la diversidad de funciones,
desde detener, promover o regular el crecimiento general de la planta o de ciertas
estructuras, controlan el envejecimiento, la maduración de frutos (el caso de
etileno puede ser el causal que se pasen de maduros y no sean comestibles),
señales de peligro para el resto de los tejidos o bien para otras plantas, respuestas
a estrés e incluso, como las estrigolactonas, atraer a las raíces microorganismos
benéficos.
Ahora, existen otras moléculas con composición química diferente, que tienen
funciones esenciales en las plantas, como hormonas de origen peptídico (síntesis
usando aminoácidos), poliaminas (una interesante es la cadaverina, que atrae
insectos, pero tiene un olor terrible), gases como el óxido nítrico y otro tipo de
moléculas, algunas son las siguientes con su función.
Hormonas peptídicas: controla comunicación célula-célula. Control del
crecimiento celular, desarrollo y defensas. También controlan la compatibilidad del
polen (exclusión del propio). El péptido CLE25 es una señal que va de raíz a hojas
para avisar de sequía.
Poliaminas: Controlan el ciclo celular en las plantas y apoptosis en plantas.
Óxido Nítrico: Sirve como señal en la respuesta hormonal y de defensa. Entre
esto, cierre de estomas, desarrollo de raíz, germinación de semillas, fijación de
nitrógeno, muerte celular y respuesta al estrés.
Karrikinas: se producen en plantas que se queman. En algunas especies
promueve la germinación de semillas. Se piensa que algunas plantas producen de
manera endógena estas moléculas ya que si no tienen el receptor tienen defectos
en crecimiento y son sensibles a la sequía.
Triacontanol: alcohol graso que actúa como promotor del crecimiento,
especialmente en las bases de tallos de las plantas de la familia de las rosas. Se
encuentra en alfalfa, la cera de abeja y las hojas que se ven cerosas (cutícula).
Como se puede apreciar querido lector, las plantas tienen un repertorio enorme de
moléculas y procesos que son sumamente interesantes. El último en explorar en
este módulo es la genómica. Las plantas han sido sin duda uno de los más
grandes retos para obtener su secuencia genómica debido a tener los genomas
más grandes que hay, solo el ajolote y las salamandras les dan buena
competencia a las plantas, pero sin duda, por tener una ploidía grande (número de
cromosomas) y un gran tamaño en cada cromosoma, es complicado hacerlo. En el
caso de las plantas como la cebada, centeno, trigo, cada generación hace que el
número de cromosomas aumente como se muestra en la Figura 20.
Figura 20. Las diferentes variedades de trigo se han seleccionado por cruzas, una
de las consecuencias de las plantas con mayor producción de semillas es que son
estériles, lo cual es resultado de una ploidía mayor que las de los ancestros, es 6n
contra 2n en el ancestro original. Aunque esto es favorable para la producción de
trigo, un problema es que estos híbridos estériles necesitan de la mano humana
para propagarse.
El resultado de la complejidad genética de las plantas se puede mostrar en la
siguiente tabla.
La tabla muestra el tamaño de los genomas de diferentes plantas, siendo la planta
modelo Arabidopsis una planta con un genoma relativamente pequeño en
comparación con la avena o los tulipanes, cuyos genomas son enormes.
Con todo lo anterior, espero que quede querido lector maravillado con el mundo de
la fisiología de las plantas… bueno, una más:
Este trabajo describe procesos que ocurren dentro de las plantas cuando sufren el
ataque de insectos que se comen sus hojas o bien cuando los herbívoros comen
de sus hojas y tallos: se muestra un proceso en el cual ocurre un flujo de iones en
los tejidos, causando una diferencia de potencial, lo que desata una producción de
hormonas y mediadores químicos de alerta. En otras palabras, es una respuesta
muy similar a la de dolor que se presenta en vertebrados cuando sufren mucho
daño y los lleva a estado de shock. En muchos casos, cuando su mascota se
come una de sus plantas y en unos días muere, se debe a este tipo de
respuestas. Así que, las plantas también sienten dolor y su grito químico puede
ser escuchado a hectáreas de distancia.
Recapitulando
Las plantas son seres maravillosos, tienen un sistema fisiológico complejo, con
respuesta al ambiente.
Todos los tejidos de las plantas (y de los animales) tiene su origen en células
indiferenciadas que pueden dar origen a más de un tipo celular, las llamamos
células madre o Stem Cells.

La comunicación celular no se limita al tejido de la planta, puede abarcar varias


hectáreas a la redonda.

También tienen una respuesta electrofisiológica similar a la que se observa en


mamíferos asociada al dolor.

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