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El lenguaje, nuestra herramienta

Todos en este mundo poseemos un lenguaje. A medida que crecemos, descubrimos que las cosas tienen nombre,
que los tonos de voz y los gestos transmiten enojos, alegrías o pedidos. Aprendemos a hacer preguntas y de a poco
el inmenso universo del lenguaje se va haciendo propio.

Somos usuarios del lenguaje (hablantes y oyentes; escritores y lectores), poseemos una herramienta propia y
compartida que aprendemos a usar y que nos permite desarrollar habilidades como pedir, convencer, narrar,
describir.

La situación comunicativa

Cuando enviamos un correo electrónico, un mensaje de texto o participamos en una clase, nos estamos
comunicando. En cada uno de estos casos, formamos parte de una situación comunicativa que está compuesta por
seis elementos: un emisor (quien produce y envía el mensaje); un receptor (la persona que recibe el mensaje); el
mensaje (aquello que el emisor transmite); un canal que es el medio de transmisión del mensaje (oral, escrito,
corporal); un referente o tema, que es aquello de lo que habla el mensaje y un código, es decir, un sistema de
símbolos compartidos, y que puede ser verbal ( si se utiliza la palabra) o no verbal ( gestos, señales)

 ¿Quién es el emisor?

 ¿Y el receptor o receptores?

 ¿A qué código pertenece este signo?

 ¿Cuál es el canal de transmisión?

 ¿Cuál sería una situación apropiada para que esta señal cumpla la
función comunicativa que pretende?

 ¿Y sabrías decir una situación inapropiada que hiciera que esta señal
no lograra su propósito comunicativo?

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