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El Green Deal y el panorama actual de las empresas de la UE

El pacto verde europeo es un acuerdo que se ha visto obligado a redactar para


intentar frenar el cambio climático, que es debido a un augmento de emisiones
de gases de efecto invernadero. Cada vez estamos empezando más a notar
las consecuencias: cambios en los patrones de precipitación, augmento de la
temperatura global y por ende más olas de calor, deshielo de los casquetes
polares, etc.

Este pacto tiene como objetivo disminuir de forma radical estas emisiones
contaminantes antes de llegar al año 2050.

Una de las primeras medidas que contempla, es impulsar las fuentes de


energías renovables enfrente del petróleo y el carbón, dirigiendo así las
empresas hacia la sostenibilidad ambiental. En la UE, el crecimiento de estas
energías limpias esta augmentando cada vez más siendo la solar la mas
utilizada. En cuanto al biogás, también se ha potenciado muchísimo, ya hay
18000 plantas de biogás por toda la UE.

Esta última fuente limpia mencionada, que transforma residuos en energía,


contribuye a la economía circular pasando del formato lineal i, minimizando así,
los residuos (se les saca provecho) y la contaminación.

En los últimos años hemos ido viendo un cambio en cuanto a los envases y las
bolsas, donde se está sustituyendo el plástico por materiales biodegradables.

El tercer punto, es que se quiere impulsar un plan de rehabilitación de edificios


para reutilizar el territorio i también asegurar la eficiencia energética. También,
esto permitirá la creación de nuevos empleos.

La movilidad de las grandes ciudades, también es un punto importante que hay


que tratar ya que los vehículos también contribuyen en las emisiones de gases
de efecto invernadero. En España, se ha implantado una zona de bajas
emisiones (ZBE) donde se restringe la circulación de los vehículos más
contaminantes para proteger la atmósfera, mejorar la calidad del aire y el medio
ambiente.
Desde el momento en que se recolecta un alimento, comienza su periodo de
degradación natural y, entonces, cualquier acción encaminada a alargar su vida
útil, tendrá como resultado un impacto ambiental.

Por lo tanto, la industria alimentaria también contamina. Provoca desforestación


en el caso de la agricultura y la ganadería y producción de fertilizantes. Antes
de llegar al consumidor final, estos se transportan, se almacenan en
refrigeradores para conservarse y todo esto, claro está, tiene un coste
energético elevado.

Por esto, se quiere acercar la granja a la mesa lo máximo posible. Es decir,


apostar por los productos locales, que son cultivados cerca de donde se van a
consumir.

Si todos nos unimos para llevar a cabo todas estas medidas y si se hace una
inversión para la investigación, desarrollo e innovación hacia un mundo mas
sostenible, podremos llegar a salvar el planeta.

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