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EL “SER EN" EN CUANTO TAL 9 der, a fin de hacer ver claramente que la “Idgica” del hébyos tiene sus raices en la analitica existenciaria del “ser ahi”. El conoci ‘miento de lo insuficiente de la exégesis tradicional del Aéyos bajo el punto de vista ontolégico aguza al par la mirada para ver el caricter no original de la base metédica de que broté la ontologia antigua, En el Aéyos se ve algo “ante los ojos” y tal es la exégesi que se hace de él, € igualmente tienen los entes que él indica el sentido del “ser ante los ojos". Ni siquiera se destaca y diferencia este sentido del ser de otras posibilidades del ser, confundiéndose con él incluso el ser en el sentido del formal ser algo, hasta el pun- to de no haberse podido lograr simplemente una pura divisién regional de ambos. § 34. Et ser ahi v ex mapta. EL LENcUAyE. Los existenciarios fundamentales que constituyen el ser del “ahi”, el “estado de abierto” del “ser en el mundo”, son el “en- contrarse” y el “comprender”. El comprender alberga en st. seno la posibilidad de la interpretacién, esto es, de la apropiacién de Io comprendido. Dado que el encontrarse y el comprender son igual- ‘mente originales, el encontrarse se mantiene dentro de una cierta comprensidn, Le corresponde asimismo una cierta susceptibilidad de interpretacién. En la proposicién se hizo visible un derivado extremo de Ia interpretacién. El esclarecimiento de la tercera significacién del término proposicién, la comunicacién (manifes- tacién), condujo al concepto de la palabra y del lenguaje, no considerado hasta aqui, y con intencién. El hecho de que ahora y no antes se haga tema del lenguaje pretende indicar que este fenémeno tiene sus raices en Ia estructura existenciaria del “esta do de abierto” del “ser ahi”. El fundamento ontoldgico-existen- ciario del lenguaje es el habla. De este fendmeno hemos hecho ya constante uso en Ia anterior exégesis del encontrarse, del com- Prender, de la interpretacién y de la proposicién, pero rechazin. dolo, por decirlo asi, del anélisis tematico, El habla es de igual originalidad existenciaria que el encon- trarse y el comprender. La comprensibilidad es siempre ya ar- ticulada, incluso ya antes de la interpretacién apropiadora. El habla es la articulacién de la comprensibilidad. Sirve, por ende, ya de base a la interpretacién y Ia proposicién. Lo articulable en Ia interpretacién, 0 mas originalmente ya en el habla, lo la. mamos el sentido. Lo articulado en la articulacién del habla 10 Namamos en cuanto tal el todo de significacién. Este puede re- 180 ANALISIS DEL "SER AHI” solverse en significaciones. En cuanto éstas son Io articulado de lo articulable, son siempre algo con sentido. Si el habla, la articula- cin de Ia comprensibilidad del “ahi”, es un existenciario original del “estado de abierto", mas éste resulta constituido primariamen- te por el “ser en el mundo”, también el habla tendra esencialmente tuna especifica forma de ser “mundana”. La comprensibilidad “encontrindose” del “ser en el mundo” se expresa como habla. El todo de significacin de la comprensibilidad obtiene la palabra. A las significaciones les brotan palabras, lejos de que a esas cosas que se Haman palabras se las provea de significacioni El “estado de ex-presada” del habla es el lenguaje. Esta tota- lidad de palabras, que es aquelio en que el habla tiene un peculiar ser “mundano”, resulta asi un ente wundano que eabe encon- trar delante como algo “a la mano”. FI lenguaje puede despeda- arse en palabras como cosas “ante 10s ojos". El habla es lenguaje existenciario, porque el ente cuyo “estado de abierto” articula cen significaciones tiene la forma de ser del “ser en el mundo” “yecto" y referido al “mundo”. En cuanto estructura existenciaria del “estado de abierto” del “ser ahi” es el habla algo constitutivo de la existencia de éste. Al hablar Je son inherentes como posibilidades el oir y el callar. Unicamente en estos fendmenos se hace del todo clara la funcién constitutiva del habla para Is existenciariedad de Ia existencia. Por lo pronto se trata de poner dle manifiesto la estructura del habla en cuanto tal. Hablar es articular “significativamente” la comprensibilidad del “ser en el mundo”, al que es inherente el “ser con” y que se mantiene en cada caso'en un modo determinado del “ser uno con surindose de”. Este, el “‘ser uno con otro”, es “hablante”’ da su palabra y retira la palabra dada, requiere, amonesta, sostiene una conversacién, se pone al habla, habla en favor, hace déclara ciones, habla en piiblico. Hablar es hablar “sobre...” El “sobre qué" del habla no tiene necesariamente, ni siquiera regularmente, el cardcter del tema de una proposicién determinate. También una orden se da “sobre,..": el deseo tiene su “sobre qué”. Al hablar en favor no le falta su “sobre qué”. El habla tiene nece- sariamente este elemento estructural, porque contribuye a cons tituir el “estado de abierto” del “ser en el mundo”; su estructura peculiar esté predeterminada por esta estructura fundamental del “ser ahi". Lo hablado “en” el habla es siempre hablado “a...” en determinado respecto y dentro de ciertos limites. En toda habla hay algo hablado “por” ella: lo dicho en el respectivo desear, EL "SER EN" EN CUANTO TAL 18 preguntar, pronunciarse sobre..., en cuanto dicho. Mediante esto se comunica el habla. Como ya se indicé al hacer el anilisis de la proposicién, tiene que comprenderse el fenémeno de la comunicacién en un amplio sentido ontolégico. La “comunicacién” en forma de proposicién, el dar parte de algo, por ejemplo, es un caso particular de la comunicacién tomada en su radicalidad existenciaria, En esta co- municaciOn se constituye Ia articulacién del “ser uno con otro” comprensor. Ella despliega lo que hay de “comin” en el “coen- contrarse” y en la comprensién del “ser con”. La comunicacién zno es nunca nada como un transporte de vivencias, por ejemplo ‘opiniones y deseos, del interior de un sujeto al interior de otra El “ser ahi con” es esencialmente ya patente en el “coencontrar- se" y en el “cocomprender”. El “ser con” resulta expresamente “comin” en el habla, es decir, lo es ya; tan sélo no €s comin en cuanto no empufiado ni apropiado. ‘Todo hablar “sobre...” y que comunica mediante lo hablado, tiene al par el cardcter del “expresatse”. Hablando se expresa el “ser ahi", no porque como algo “interno” empiece por estar re- ‘luso relativamente a un “afuera", sino porque en cuanto “ser en ‘el mundo” y comprendiendo es ya “afuera”. Lo expresado es justamente el “ser afuera", es decir, el modo de encontrarse (del estado de énimo) en el caso, y del encontrarse se mostré que con- cierne al integro “estado de abierto” del “set en”. El indice verbal de la notificacién del “ser en” encontrindose que ¢s inherente al habla, reside en el tono, en la modulacién, en.el tempo del ha- bla, “en la manera de decit". La comunicacién de las posibitidades cexistenciatiay del encontaise, es decir, el abrir Ia existencia, puc- de venir a ser meta peculiar del habla “poética”. EI habla es la articulacién significativa de la comprensibilidad, aunada con el “encontrarse”, del “ser en el mundo”. Como ingre- dientes constitutivos entran en ella: el “sobre qué” del habla (lo hablado “en” ella), lo hablado (“por” ella) en cuanto tal, la co- municacién y la notificacién. No son propiedades con que sélo ‘empiricamente cupiese arramblar en el lenguaje, sino caracteres existenciarios que tienen sus raices en 1a constitucién del ser del “ser ahi” y son lo Unico que hace posible ontolégicamente lo que se dice lenguaje. En la forma verbal {ictica de una determinada habla pueden faltar o pasar inadvertidos algunos de estos ingre- dientes, El hecho de que a menudo no leguen a expresarse “ver- balmente” es s6lo la sefial de una determinada forma del habla, la ANALISIS DEL “SER AHI™ cual, en tanto es, no puede menos de ser, en cada caso, en a to- talidad de las estructuras mencionadas. Los ensayos hechos para apresar “la esencia del lenguaje” han buscado siempre su orientacién en uno solo de estos ingredientes y concebido el Ienguaje siguiendo el hilo conductor de la idea de Ta “expresion”, de la “forma simbélica”, de la comunicacién en forma de proposicién, de la “notificacién” de vivencias o del “dar forma” propio de la vida. A los efectos de una definicién plenamente suficiente del lenguaje no se ganaria nada con amon. tonar sineréticamente estos diversos fragmentos de definicién. Lo decisivo resulta el estudiar antes el todo existenciario-ontologi de Ia estructura del habla en el terreno de la analitica del “ser al La relacién del habla con el comprender y la comprensibilidad resulta clara si se fija la atencién en una posibilidad existenci: inherente al hablar mismo, el oir. No es casual que digamos, cuan- do no hemos oido “bien”, que no hemos “comprendido”. El oft s constitutivo del hablar.” Y asi como la fonacién verbal se funda en el habla, la percepcién actistica lo hace en el oft. El “oir a” alguien es el existenciario “ser patente” del “ser ahi", en cuanto “ser con”, para el otto. El oir constituye incluso 1a’ primaria y Propia “potencia” del “ser ahi" para su més peculiar “poder ser”, como un oir Ia vor del amigo que leva consigo todo “ser ahi”. El “ser ahi" oye porque comprende. En cuanto comprensor “ser en el mundo” con los otros, “presta oido” al “ser ahi con" y a si mismo, y en este prestar oido est pendiente de ellos y de si. El “lr uno a otro”, en que se despliega el “ser con”, tiene los modos posibles del “seguir” a otro, acompafiar a otro, los modos privati- Vos del no ofr a nadie, del oponerse a todos, del Ievar la contraria a todo el mundo, del desvio. Sobre la base de este “poder oir” existenciariamente primario es posible un fendmeno como el del “escuchar”, que es incluso todavia mis original que aquello que en la psicologia se define “inmediatamente” como oir, las sensaciones sonoras y la percep- cién de sonidos. También el escuchar tiene la forma de ser del ofr comprensor, “Inmediatamente” nunca jamés oimos ruidos ni complejos de sonidos, sino la carreta que chirria o la motocicleta. Se oye la columna en marcha, en viento Norte, el pico carpintero que golpea, el fuego que chisporrotea Es menester ya una actitud muy artificial y complicada para “oir” un “puro ruido”, Pero el hecho de que inmediatamente oigamos motocicletas y carretas es la prueba fenoménica de que el“ser ahi", en cuanto “ser en el mundo”, se mantiene en cada EL “SER EN" EN CUANTO TAL 85 ‘caso ya cabe lo “a la mano” dentro del mundo y en manera al- guna inmediatamente cabe “sensaciones”, cuya pululacién tendria que ser primero sometida a una forma para proporcionar el tram- polin del que saltaria el sujeto para llegar por fin a un “mundi EI “ser ahi” es, en cuanto esencialmente comprensor, inmediata- mente cabe lo comprendido. ‘También en el expreso ofr el habla del otro comprendemos inmediatamente lo dicho, 0 mis exactamente, somos. ya desde Tucgo con el otro cabe el ente sobre el cual es el habla. No oimos, por lo contrario, inmediatamente lo expresado fonicamente en cuanto tal. Incluso alli donde el lenguaje resulta confuso o, Io que s més, se trata de una lengua extranjera, oimos inmediatamente palabras “incomprensibles” y no una pura multiplicidad de datos aciisticos, En el natural “oir” lo “sobre qué” del habla sin duda pode- mos al par “atender” al modo de decir, a la ‘diccién’”, mas tam- poco sino en un previo “cocomprender” Io hablado; pues s6lo asi cabe la posibilidad de apreciar lo adecuado de la forma de decir al “sobre qué” tematico del habla, Igualmente resulta la “contrahabla” que es la respuesta inme- diata y directamente del comprender el “sobre qué” del habla, “comin” ya en el “ser con”. Solo donde es dada la posibilidad existenciaria de hablar y oir puede alguien escuchar. Quien “no puede oir” y “tiene que tocar" quizd puede muy bien y justamente por ello escuchar. El “no hacer mas que andar oyendo” es una privacién del compren- der oyendo. Habla y oir se fundan en el comprender. Este no nace ni del mucho hablar, ni del afanoso andar oyendo, Sélo quien ya comprende puede “estar pendiente”. EI mismo fundamento existenciario tiene otra posibilidad esen- ial del hablar, el “callar”. Quien calla en el hablar uno con otro puede “dar a entender”, es decir, forjar la comprensién, mucho ‘mejor que aquel a quien no le faltan palabras. El decir muchas co- sas sobre algo no garantiza lo mas minimo que se haga avanzar Ja comprensién, Al contrario: a verbosa prolijidad encubre Io comprendido, dandole la seudoclaridad, es decir, Ia incomprensi bilidad de Ia trivialidad. Pero callar no quiere decir ser mudo. EL mudo tiene, al revés, la tendencia a “decir” algo. Un mudo no sélo no ha probado que puede callar, sino que le falta incluso toda posibilidad de probarlo. Y no mas que el mudo muestra el habituado por naturaleza a hablar poco que calla y puede callar. Quien nunca dice nada tampoco puede callar en un momento 184 ANALISIS DEL “SER AHI” dado. Sélo en el genuino hablar es posible un verdadero callar. Para poder callar necesita el “ser ahi” tener algo que decir, esto €s, disponer de un verdadero y rico “estado de abierto” de si mismo. Entonces hace Ia silenciosidad patente y echa abajo las “habladurias”, La silenciosidad es un modo del habla que articula tan originalmente 1a comprensibilidad del “ser abi", procede el genuino “poder oir” y “ser uno con otro” que permite “yer a través” de él. Del ser del “ahi”, es decir, el encontrars constitutiva el habla; por su parte, “ser ‘el mundo”; Tuego, en suma: en cuanto “ y el comprender, es quiere decir “ser en en” hablando, ya se hha expresado el “ser ahi", Este tiene lenguaje. :Serd un acaso ‘que los griegos cuyo.cotidiano “existit” se habia plantado pre- ponderantemente en el “hablar uno con otro” y que al par “te- ‘nian ojos” para ver, definiesen la esencia del hombre, tanto en la interpretacién prefilosofica del “ser ahi” cuanto en Ia filoséfica, como tov idyov tov? La posterior interpretacién de esta de nicién del hombre en el sentido de animal rationale, “ser viviente racional”, sin duda no es “falsa”, pero encubre el campo de fe- ‘némenos a que esté tomada esta definiciOn del “ser abi". El hom- bre se manifiesta como un ente que habla. Esto no significa que le sea peculiar la posibilidad de la fonacién, sino que este ente es en el modo del descubrir el mundo y del “Ser ahi” mismo. Los gtiegos no tienen ninguna palabra para decir “lenguaje"; com- prendieron este fenémeno “inmediatamente” como habla. Sin em- Dargo, la reflexién filosdtica fij6 preferentemente la vista en el Abyos como proposicién y por eso se hizo siguiendo el hilo con- ductor de este logos el estudio de las estructuras fundamentales de las formas y partes integrantes del habla, La gramitica buscé su fundamento en la “l6gica” de este logos. Mas éta se funda en Ia ontologia de lo “ante los ojos”. El repertorio basico de las “eategorias de la signiticacién” trasmitido a la subsiguiente cien- hoy radicalmente decisivo se orienta por el habla como proposicién. Si, por lo contrario, se toma este fe- némeno en la fundamental originalidad y amplitud de un exis tenciario, se sigue la mecesidad de cimentar de nuevo la ciencia del lenguaje sobre fundamentos mis originales ontolégicamente. La empresa de emancipar la gramatica de la légica ha menester de una previa comprensién positiva de la fundamental estructura aprioristica del habla en general como existenciario, sin que pue- da lograrse corrigiendo y completando simplemente Ia tradicién. A este respecto hay que preguntar por las formas fundamentales EL “SER EN" EN CUANTO TAL 185 de una plausible articulacién significativa de lo comprensible en general, y no slo de los entes intramundanos conocidos en una contemplacién teorética y expresados en frases. La teoria de la icién no se produce por si, comparando las més y las més sas lenguas posibles. Tampoco basta el volver, v. gr., al ho- rizonte filos6fico dentro del cual planted el problema del lenguaje G. de Humboldt. La teoria de la significacién tiene sus raices ‘en Ia ontologia del “ser ahi", Su prosperidad y decadencia sigue los destinos de ésta.t A la postte, alguna ver habré de resolverse la investigacién filoséfica a preguntar qué forma de ser corresponde al lenguaje ‘en gencral. 2Es un stil “a la mano” dentro del mundo, o tiene 1a forma de ser del “ser ahi", 0 ninguna de las dos cosas? :De qué indole es el ser del lenguaje, que puede haber lenguas “muertas"? eQué quiere decir ontoldgicamente que una lengua se desarrolla y desaparece? Poseemos una ciencia del lenguaje y el ser del ente {que ella tiene por tema es oscuro; esté embozado hasta el horizon- te de Ia investigacidn. Sera un acaso que las significaciones sean inmediata y regularmente “mundanas”, diseiadas por la signiti- catividad del mundo, incluso a menudo preponderantemente “es: paciales", 0 sera este “hecho” ontologico-existenciariamente ne- cesario, y por qué? La investigacién filosética tiene que renunciar a Ia “filosotia del lenguaje” para interesarse por las “cosas mis- mas", y tiene que ponerse al nivel de unos problemas concep tualmente claros. La anterior exégesis del lenguaje ha pretendido simplemente sefialar el “lugar” ontoldgico de este fenémeno dentro de la cons titucién del ser del “ser ahi” y ante todo preparar los anilisis inmediatos, que siguiendo el hilo conductor de una forma de ser fundamental del habla en conexién con otros fenémenos, tratan de waer a la vista la cotidianidad del “ser ahi” de una manera ‘mas original ontoldgicamente. B. El ser cotidiano del “ahi” y la “caida” del “ser ahi” Al retroceder a las estructuras existenciarias del “estado de abjerto” del “ser en el mundo”, la exégesis ha perdido de vista ‘en cierto modo la cotidianidad del “ser aht”. El andlisis tiene que 4 Gf. sobre Ia teorla de Ia significacién E. Huserl, Log. Unters, t. U, 1% 48.08 Investigaciones. ‘También, la concepeién més radical de los problemas fen Tdeen, 1, loc. eit. §§ 1885 PP. 2555

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