San Francisco de Quito es la capital de la República del Ecuador y de la Provincia de
Pichincha. Adicionalmente, tiene el reconocimiento de ser la capital más antigua de Sudamérica. Esta ciudad es el epicentro político, económico, administrativo, artístico, deportivo y cultural del país. Sus principales actividades económicas son: la financiera y bancaria, el comercio, y la industria automotriz. Dentro de sus atractivos turísticos se encuentran: la Virgen del Panecillo, la Basílica del Voto Nacional, la Ciudad Mitad del Mundo, la Plaza de la Independencia, la Reserva Geobotánica Pululahua y sus 32 parroquias urbanas. Además, el 8 de septiembre de 1978, Quito fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, con el objetivo de conservar sus conventos coloniales, iglesias y el centro histórico en general Origen de la fundación de Quito Diego de Almagro, el conquistador estrella de Francisco Pizarro, dirigió varias expediciones y conquistas de territorios en su servicio y favor. Al llegar a nuestra actual ciudad capital, Almagro se apresuró por obtener la posesión total de las tierras y fundó la ciudad de Santiago de Quito en las planicies de Riobamba. Detrás de estas tierras se encontraba Pedro Alvarado, otro conquistador español atraído por la riqueza de los Incas y quien deseaba hacerse con el asentamiento igual que lo deseaba Pizarro. Pacto entre Almagro y Alvarado Alvarado tuvo que pactar amistosamente la jurisdicción de las tierras. Días después del acuerdo original, Almagro fundó, bajo acta constitutiva, la ciudad de Santiago de Quito en fecha 28 de agosto de 1534. Entre los actos simbólicos que estructuraron la ciudad destaca la formación de un Cabildo colonial. Este se encargaría de la administración de la ciudad y todo lo que allí se obtuviese, además de la juramentación de dos alcaldes que se harían cargo de su desarrollo económico. Expedición de Benalcázar hacia el norte Almagro utilizó como testigos de estos actos a dos personajes que luego destacarán en la historia de la fundación de la ciudad: Blas de Atienza y Sebastián de Benalcázar. Este último posteriormente nombrado teniente gobernador de la provincia. Finalmente, el 6 de diciembre de 1534, y luego de varios días de una expedición por el norte (con rumbo a Quito), decidieron fundar el asentamiento en el lugar al que los aborígenes llamaban Quito. Este estaba ubicado a las faldas del volcán Pichincha. Esta posición, resultaba un privilegio en cuanto a comida y recursos, además de que militarmente resultaba un lugar estratégico por si se necesitaba una eventual defensa combativa de la ciudad.