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ENTRE RÍOS Y TRENES

Un estudio de conexiones por el Gran Río de la Magdalena.


por

Mária Ardila Correa.


4
CONTENIDO:

Sobre colombia, el mundo y las relaciónes con el territorio.

Sobre el rio y el tren.

Sobre el río.

Sobre el tren.

5
6
SOBRE COLOMBIA, EL MUNDO Y LAS RELACIÓNES CON EL TERRITORIO

7
8
Creamos dos categorías, campo y ciudad, las hicimos relacionarse. Ahora el
campo sostiene a la ciudad, pero esta no responde reciproca. La brecha entre
ambos mundos hace a Colombia dos Colombias, falta que teja regiones, qué
disipe la división y desigualdad entre el campo y la ciudad, qué rompa con
el sistema de periferias y qué vuelva la relación una cosa bidireccional. El
río y el tren pueden ser esos hilos, estos, alguna vez comunicaron, vivieron y
dieron vida, lo hicieron y lo pueden volver a hacer.

9
Relación entre campo y ciudad en Colombia y una mirada al Gran Río de La Magdalena.

“sí entendemos que el agua, el aire y los alimentos que necesitamos para vivir, no nacen en el
supermercado sino en el territorio, tal vez nuestro nivel de compromiso con el cuidado de la
vida será mucho mayor.” 1

La vida la he vivido en ciudad, la comida la he comprado en plaza o


supermercado, el agua ha salido de la llave y la luz del bombillo. Así
vivía y me la creía. Ese fue el modo que me enseñaron y ese es el modo
que pensé que era. Por lo que cultivaba mi abuela supe de aguacates
y guayabas, pero a los doce no conocía cómo crece una piña, nunca
había visto una dormilona cerrar y no sabía lo que era sembrar. Tan
pronto pude viajé, y en esos viajes solitarios descubrí estar sin ciudad.
Lo que pensé que era, no era. Las cosas antes contemplativas tomaron
vida y responsabilidad. Vi a la lluvia ser bendición y castigo, a la
luna ser titiritera y al río ser sustento. Lo que antes era ajeno se volvió
propio y lo que antes era un modo se volvió dos. Y hasta cierto punto
estaba bien, los modos, sin embargo, no solo eran dos modos. Porque
1 Márquez, Francia. 2020. “Territorio”.
esas cosas que pensé obvias del existir como no sentir frío, hambre o
Futuro en tránsito. Comisión de la ver-
dad, Rey naranjo editores. sed, no eran obvias en ambas partes. Porque mientras que en una se
veía una pista de hielo en la otra no se veía agua para beber. Mientras
que en una el vivir era un derecho, en la otra era un privilegio.

La situación de desigualdad geosocial en Colombia, así como la dañada relación


con la naturaleza que se ejemplifica en el Río Magdalena es solo un resultado de los
sistemas y lógicas que nos cobijan, que rompen relación con sistemas ecológicos y
desvinculan existencias entre personas. El modelo de centro-periferia, las categorías
de campo-ciudad y la lógica capitalista son tres estructuras que han instaurado di-
cha visión separatista de las cosas que comprende el territorio desde una visión de
dominio y servicio.

10
Modelo de centro-periferia:

El agua corre por mi cuerpa, caliente, fría, tibia, como la quiera, no


importa, corre por mi cuerpa el tiempo que la quiera; abro llave: sale
agua y cuando sale puedo no pensar en río, ni en paramo, ni en hu-
medal. Puedo no saber de dónde viene ni a donde va. Puedo no saber
muchas cosas, puedo prender y apagar. Es así como no sé qué el agua
que corre por mi cuerpa es humedal y cuando pasa por mí es río y
luego mar.

11
Nos encontramos llenos de relaciones rotas, atrapados en un modelo que no mues-
tra las implicaciones de las cosas, solo hace que lleguen y sean consumidas. Dicho
modelo es el modelo de centro-periferia, este organiza el mundo a una escala in-
ternacional, pero también, en este caso lo hace a una escala nacional y regional. Es
un modelo que propicia desconexiones con lo que creemos que está fuera de. Este
2 Para ver el concepto básico de lo que es fuera es un fuera del llamado primer mundo, fuera de la capital, de las ciudades, del
el modelo de Centro- Periferia: González,
Norberto. 1987.”Vigencia Actual del Con-
dinero. Sin ahondar tanto en el tema, el modelo de centro-periferia2 del que hablo
cepto de Centro-Periferia” . El sistema clasifica los países en dos categorías: países de centro que se refiere a aquellos desa-
centro periferia en trasformación. 1987
Pensamiento Iberoamericano: Revista de rrollados e industrializados y países de periferia que se refiere a los que aún se en-
Economía y Política. N° 11, Enero-Junio
1987. 17-19.
cuentran en “vías de desarrollo”. En esta condición los países de centro se catalogan
3 Su máximo expositor fue Immanuel como consumidores que se sostienen por los recursos que extraen de los países de
Wallerstein, él hace una recopilación de periferia, mientras que estos últimos, como consecuencia, mantienen una conducta
su teoría en: Wallerstein, Immanuel.
2005. Análisis de Sistemas Mundo: Una extractivista para suplir las necesidades de los países de centro de quienes dependen
introducción.
económicamente. Dicho sistema se enmarca en un sistema-mundo3, una teoría que
propone que existe una única división del trabajo y de los sistemas culturales a escala
4 Sin embargo, cabe decir que la des-
igualdad en Colombia se ve a diferentes
planetaria y que dicha división crea una geografía política con estados soberanos y
escalas, la diferencia entre campo y ciu- subyugados. Se trazan mapas de centros y periferias, que significan desigualdad y
dad es grande, pero en las mismas ciuda-
des también se marcan fronteras basadas violencia, porque la naturaleza y las gentes que se ocultan detrás de dicha estructura,
en limites socioeconómicos.
las que quedan fuera de, se relegan a un existir de periferia que es igual a un existir
olvidado y de marginación.
En dicho marco Colombia, un país que por costumbre es de periferia, ha cumplido
su papel extractivista, la minería, la deforestación y la extracción de materias primas
son pruebas de ello. Más adelante me detendré ahí, pero ahora, por lo pronto, a lo
que quiero llegar es que dicho sistema no solo ha marcado nuestro carácter como
país hacia el exterior, sino también hacia el interior. Siendo de periferia, creamos
otras periferias y dentro de esas, otras más. Ciertas ciudades se han llevado la aten-
ción estatal, mientras que otras se han visto relegadas. Pero la cosa no se queda ahí
entre ciudades, porque la misma ciudad, ya sea periférica o no, es en sí una categoría
de centro en Colombia y nacer fuera de ella ya implica una condición de periferia4.
Digo que la relación entre estas dos categorías (campo-ciudad/rural-urbano) tiene
dicha naturaleza por su carácter desigual y unidireccional: la ciudad se mantiene por
el campo; los alimentos, el agua, y la energía que las ciudades consumen vienen de lo
rural y, sin embargo, la desigualdad de oportunidades y accesibilidad a servicios que
hay entre estas dos es grande. Como anuncié, el centro se encarga de extraer y con-

12
sumir, mientras que la periferia de ser extraído; el centro obtiene mayor atención,
mientras que la periferia se queda en el olvido; el centro tiene garantías, mientras
que la periferia es dejada a su suerte. Misma situación aquí en una escala territorial.

5 Con la metodología Alkire-Foster el


Las cifras lo muestran: El censo Nacional de Población y Vivienda realizado por el DANE analiza 5 dimensiones: condicio-
nes educativas del hogar, condiciones de
DANE en el 2018 midió el índice de pobreza multidimensional 5 en las zonas ur- la niñez y juventud, salud, trabajo, acceso
banas y las zonas rurales (centros poblados y rural disperso), el resultado: la brecha a servicios públicos domiciliarios y con-
diciones de la vivienda. Y 15 indicadores
entre dichas categorías es grande. La Figura 1 muestra la media de pobreza multidi- en los que usa como unidad de análisis
el hogar, que se considera multidimen-
mensional, ahí podemos observar que las zonas rurales presentan una pobreza más sionalmente pobre cuando hay privación
profunda, así mismo, dicho censo también muestra el alcance a servicios como la en el 33 por ciento de los indicadores.
Roa-Clavijo, Felipe. 2020. “El gran de-
educación, la salud y el agua mejorada (de la Figura 2 a la Figura4). Con lo anterior, safío de la pobreza Rural”. La silla Vacía,
Febrero 21, 2020.
vemos como en las llamadas zonas rurales el acceso a servicios básicos es mucho
menor, en los mapas se ve cómo se crea una geografía social de la desigualdad. Pre-
viamente había catalogado la relación de campo-ciudad como una unidireccional,
ahora lo reafirmo, pues a pesar de que dichas zonas son las que suplen a las ciudades
con alimentos y recursos primarios como el agua y la energía, a ellas no se les retri-
buye de la misma manera con los servicios básicos que permiten la vida digna.

Pero la cosa no es de ahora ni se queda ahí. Porque los problemas a los que se enfren-
ta la ruralidad son más amplios, no solo se ve una falta de gobierno que garantice
los servicios mínimos, sino que se suman otras preocupaciones como son el acceso a
tierras y la violencia. Preocupaciones que no solo hablan de la garantía a una calidad
de vida o dignidad, sino de la garantía a la vida o existir mismo, porque no se existe
sin espacio, ni sin vida. El campo ha sido el escenario de la guerra en Colombia y el
despojo de tierras ha sido una consecuencia de ello. Según la Oxfam se calcula que a 6 Oxfam. 2017. Radiografía de la des-
igualdad: Lo que nos dice el último censo
lo largo del conflicto fueron abandonadas y despojadas entre ocho y diez millones de agropecuario sobre la distribución de la
hectáreas, una extensión similar a la que se dedica actualmente para la agricultura tierra en Colombia.

en todo el país; y en cuanto a este último, es el 1% de las UPAs (Unidad de produc-


ción agropecuaria) de mayor tamaño el que maneja más del 80% de la tierra 6 . En
Colombia el conflicto por la tierra ha sido permanente, la seguridad que debería
garantizar el gobierno no existe en la ruralidad. Pareciera que la presencia del go-
bierno se da a la hora de extraer y no de proteger. Pareciera que dentro de un mapa
se encontraran dos mundos en donde uno está a función del otro y vive desprotegido
y olvidado.

13
[Figura 1] [Figura 2] (de Izquierda a derecha).

[Figura 3] [Figura 4] (de Izquierda a derecha).

Fotos tomadas de la página del DANE

14
Categorías campo-ciudad:

De río, lluvia o mar, en tubería, balde o cloaca, el agua es la misma y,


sin embargo, cambia, la vemos y tratamos diferente porque la nom-
bramos diferente, pero el mar cae del cielo y entre tuberías el río fluye.

15
La separación entre naturaleza y hombre, entre campo y ciudad, es una separación
artificial que viene de un paradigma colonial, de una opresión categorial que se-
para mundos. Es la idea que existe un campo y una ciudad como dos realidades y
categorías diferentes. La idea de opresión categorial viene del planteamiento de la
heterogeneidad Latinoamericana7 que manifiesta que en estas latitudes sureñas hay
una multiplicidad de vivires que no caben en el léxico colonial estructuralista. Estas
categorías coloniales suelen simplificar, separar y crear dicotomías. La última, tiende
a confrontar en pares sobre una relación de dominancia, donde una categoría tiene
mayor privilegio sobre la otra. Lo anterior se ve en ejemplos como primitivo-civiliza-
do, tradicional-moderno, mágico/mítico-científico8 y, en este caso, campo-ciudad.
Respecto a la última, quiero traer la tesis del Dualismo Latinoamericano9, ya que
7 Anibal Quijano plantea dicho concepto
en el marco de la colonialidad de poder ésta expone la existencia de dos latinoaméricas, la latinoamérica capitalista y la
teoría la cual es revisada y resumida por
Rita Segato en: Segato, Rita. 2013. “Aní- latinoamérica feudal, en donde una prima, domina y es precursora de la otra. Esta
bal Quijano y la perspectiva de la colonia- tesis ayuda a entender la existencia de la creencia que hay dos mundos en uno solo.
lidad del poder”. La Crítica de la Colonia-
lidad en ocho ensayos, 35-67.
Vimos ya la brecha entre zona rural y urbana y las desigualdades que suscitan esta
8 Dichos ejemplos los nombra Rita Se- relación, ahora busco ahondar un poco más en ella desde algo menos tangible o
gato Segato, Rita. 2013. “Aníbal Quija-
no y la perspectiva de la colonialidad del medible como lo es la palabra.
poder”. La Crítica de la Colonialidad en
ocho ensayos, 47-48.
“Hemos dado nombres especiales —política, economía, estructura social,
9 La nombro porque, a pesar de que cultural— sin advertir que dichos compartimientos eran construcciones
puede ser problemática por hablar desde
conceptos coloniales como lo que es el la
de nuestra imaginación más que de la realidad. Los fenómenos de los que
ide a de progreso desde el capital, ayu- nos ocupábamos en dichos compartimientos estancos estaban tan estre-
da a entender la existencia de la ide a de
dos mundos en uno solo. chamente entrelazados que cada uno presuponía al otro, cada uno afecta-
ba al otro y cada uno era incomprensible sin tener en consideración a los
10 Wallerstein, Immanuel. 2005. Aná- demás compartimientos.” 10
lisis de Sistemas Mundo: Una introduc-
ción, 3.
Con lo anterior cuestiono si lo que plantea Immanuel Wallerstein con dichas cate-
gorías aplica a la idea de campo y ciudad en perspectiva de la mencionada opresión
categorial, si el tener estos términos como duales ha sido parte de la separación de
los mismos. Porque dichas categorías no solo dan la posibilidad de crear antago-
nismos y relaciones de dominancia como la de centro-periferia, sino que también
invisibilizan los matices y enfatizan las diferencias con su “opuesto”. En Colombia
campo y ciudad, urbano y rural implican vidas sistemáticamente distintas, tanto en
el habitar como en los beneficios, oportunidades y dignidad.

16
[Figura 5]: Con base en el censo del
DANE del 2005, el mapa muestra la den-
sidad de la población rural. Donde se ve
la baja presencia de dicha población en
los bordes del Magdalena. En el circulo
señalo la poca densidad mostrada en la
zona nombrada de Puerto Wilches. Me
cuestiono si la población rural rivereña
estará contada en dicho censo, no solo lo
digo por puerto Wilches, sino por zona
entre Barrancabermeja y Puerto Berrío de
la cual sé de la existencia de más de nue-
ve asentamientos rurales cuyos nombres
son: La Escuela, Los Tuvos, Barbacoa, El
caballo, Las Vegas, El Tagual, La ganade-
ra, Chucurí y Carmelita. Imagen tomada
de: IGAC. 200. Atlas básico de Colombia.
Tomo 1.

La palabra Campo viene de Campus latín que alude a un terreno plano o “llanu-
ra”, la cual se asociaba con un lugar apto para el cultivo11. La palabra campo en su
sentido original no habla de montaña, ni de río, ni mar y, sin embargo, en este país
montañoso la usamos para todo, todo lo fuera de lo urbano.

En el Magdalena, el río, el pez es estacionario, sube en verano hacia las ciénagas y


luego baja de ellas, en el subir y el bajar es cuando está presente para los rivereños,
los pescadores llaman a estas épocas subienda y mitáca, cada una dura aproxima-
damente dos meses, el resto del año es tiempo de vidrio, de escasez, de vacas flacas
[Figura6]. No tiene las mismas implicaciones el habitar el río o la montaña o el 11 Membrado, Joan. 2013. Etimología y
semántica de topónimos municipales va-
mar, pero todo eso desaparece cuando reducimos los habitares al hablar “del campo”. lencianos y aragoneses. Pp.4. Y Menoyo
Bárcena, Pedro. En la pagina http://eti-
Esta es una categoría que homogeniza y aplana, cuando se habla de campesino no mologias.dechile.net/.
se piensa en pescador o cuando se refiere a campo no se imagina al río que parece
mar. Y todo ello no solo es cuestión de imaginarios, sino que tiene afectaciones tan-
gibles en la población. Las políticas y garantías que se deben prestar a poblaciones
rivereñas no son iguales que las que se deben prestar en la llanura o montaña. En

17
El indicador azul mide la cantidad de lluvia, la zona punteada hace alusión a las cié-
nagas y las flechas azules muestran el sentido de la corriente del río, es así como podemos
ver como se relacionan las épocas del clima con el ciclo del pez y su estar en el río. 

18
puerto Wilches, Santander, por ejemplo, fue tal la creciente del río por el último
fenómeno de la niña que la inundación cubrió los bordes afectando a miles de
familias, se perdieron cultivos y se ahogaron las vacas y búfalos y, sin embargo, la
12 Senana. Puerto Wilches: 4,500 fami-
respuesta de un entrevistado ante el problema fue: lias viven bajo el agua tras colapso del
vertedero “Chorro de Paturia”: Miles de
“La problemática más grande es la falta de amor de la cabecera muni- hectáreas de cultivos se han perdido y más
cipal por esta región” 12 . de 2.000 cabezas de ganado se han aho-
gado. Revista Semana. 29/7/2022.

Otra vez volvemos al modelo de Centro-periferia, esta vez sumándole la idea de


que las categorías son capaces de homogenizar y no atender. Los datos fueron
dicientes en cuanto a la brecha entre zona rural y urbana: el estado no llega igual
para todos. Pareciera que se tuviera la idea de que algunos servicios son de ciu-
dad y otros de campo, que hay diferentes parámetros y dignidades. En algunos
países con mayor igualdad social la distinción entre habitantes es tan poca que
13 2017. Distinciones entre lo rural y lo
los términos de campo y ciudad se han resignificado y hablan únicamente de urbano. ONU Habitat: por un mejor fu-
cambios en la densidad poblacional13. Cabe resaltar que a pesar de ello los estilos turo urbano.

de vida en ambos si son naturalmente distintos. No es lo mismo decir que tienen


iguales estilos de vida a iguales condiciones de vida. Hay que apuntarle a la se-
gunda. No hablo de homogenizar en términos de formas de vida, conocimientos
o culturas, sino en términos de condiciones, en términos de dignidad.

Rivereño, de montaña o de llano no alcanzan para la palabra campo y la palabra


campo no debe ser una excusa para no llegar. Necesitamos de términos inter-
medios sobre el habitar que no solo impliquen ciudad y lo que no es ciudad, 14 Márquez, Francia. 2020. «Territorio».
Futuro en tránsito. Comisión de la
términos más nutridos que rompan con el carácter dual que crea antagonismos verdad, Rey naranjo editores.
e imaginarios que no se acercan a la complejidad y heterogeneidad que implica
la vida.

“Tejer relaciones entre campo y poblado, a partir de conectar los sabe-


res del territorio rural y el territorio urbano, tal vez nos permita en-
contrar maneras de vernos como comunidad, cómo familia extensa,
tal vez permita entender que los problemas urbanos están conectados
con lo rural y viceversa.” 14

19
La lógica del capital:

Fui a Barrancabermeja a buscar río, pero donde quise pararme había


silos y torres de metal llameantes, me moví, encontré una gasolinera,
seguí buscando, encontré un espacio de concreto estéril y me senté, así
tuve río. Lo mismo pasó en Puerto Berrío, la gasolinera estaba, los si-
los y tanques también, pero ya no había torre ardiente, y el espacio
estéril fueron las vías abandonadas del tren. Entre Barrancabermeja,
Puerto Berrio y Honda pasé catorce días a orillas del río, me bañé una
vez: cogí una infección. Pasé catorce días a orillas del río, lo seguí y lo
vi, y con él al tren; ambos como dos hilos que atraviesan y que ahora
parecen cicatrices con ruinas a su alrededor. También vi pescadores

20
ir y venir, lanzar la atarraya, esperar con la caña, pero a ninguno
vi pescar. Monté en chalupa: de Barrancabermeja a Puerto Berrío, en
los bordes ya no se veían silos ni gasolineras, había casas de madera,
plástico, metal y paja. En medio de esos dos vi nueve pueblos y asenta-
mientos, eran pueblos rivereños, todos con río, sin concreto estéril, pero
sin estado estéril también.

En la lógica del capital prima el dinero sobre la vida. La riqueza de los estados no
necesariamente es traducida a un bienestar social o ambiental. En países de periferia
como el nuestro, la naturaleza es un potencial de extracción, se toma de ella y ese
tomar se traduce en daños medioambientales que están directamente relacionados
con el bienestar social. El río Magdalena, al cual me he estado acercando en el texto,
es un ejemplo de ello.

Pero

¿Qué pasa con el Magdalena?

Éste es el río más largo de Colombia, tiene 1540 km de largo, nace alto en el Huila y
desemboca de la manera más terrosa y amplia en Bocas de ceniza, Barranquilla. Tejió
territorio antes de la conquista, por ahí se intercambiaba sal y esmeraldas conectó
pueblos como los Muiscas, Guaines, Quimbayas y Zenúes. Por ahí también llegaron
los españoles, Gonzalo Jiménez de Quezada desembarcó en Santamarta y navegó
por el Magdalena hasta Tora (actual Barrancabermeja), donde siguió los caminos
indígenas hasta llegar a el altiplano y Bacatá (actual Bogotá). Por el río y los caminos
indígenas entró el violento colonialismo y fue tal la importancia de dicha ruta que
se creó el canal del Dique, la obra más grande hecha durante la colonia, la cual
conectó Cartagena con el río. El Magdalena fue la espina dorsal, lo que comunicaba

21
Bogotá con el mar y con Europa. Por el río y los caminos reales (antiguos caminos
indígenas) se movían las gentes y sus cosas, por ahí sacaron oro y metieron pianos.15

15 En el capítulo I de Historia del trans-


porte y la infraestructura en Colombia Por el Magdalena se fluía y así fue por más de 400 años, luego llegó el tren. Mucha
José Alvear, narra cómo era la movilidad
en lo que ahora es Colombia antes de la de la carga que antes llegaba por el Magdalena se desvió por el ferrocarril16. En
llegada de los españoles su transforma-
ción con la llegada de estos y la evolución
Panamá se hizo el primero para poder transportar productos entre el Atlántico y
durante la colonia. Alvear Sanín, José. Caribe 17, luego su crecimiento comenzó por donde termina el Magdalena y poco
2008. Historia del transporte y la in-
fraestructura en Colombia (1492-2007). apoco, desde Barranquilla por un lado y desde Puerto Berrío, por el otro, el tren fue
23- 42.
siguiendo al río. Industrias se forjaron a su lado, Fábricas, embotelladoras, cultivos
de café, minas de oro y plata encontraron el ferrocarril conveniente. A las industrias
se le unieron otros agentes, en Barrancabermeja el negocio del petróleo comenzó a
16 Cormagdalena. 2002. Río Magdalena:
Planos de Navegabilidad y Morfología del funcionar18, de ahí se trazó otra capa que acompañaba el río y el tren: los oleoductos.
cauce.
A pesar de que el flujo del río se había desviado por el tren todo se movía por los dos
caminos, el de agua y el de metal, sin embargo, la situación social a su alrededor no
17En el mismo libro Historia del trans- parecía ser igual de importante a lo transportado:
porte y la infraestructura en Colombia se
habla que el primer tren fue creado por
intereses externos y se construyó así, con Durante toda la historia del Magdalena el personal constituyó de un pro-
inversión de estados unidos por la com-
pañía The Panamá Railroad Co. Después letario irredento, mal remunerado sin educación, formación o capacita-
de este se creó la idea de que tren era igual
ción, subproducto de las más lamentables condiciones sociales que han
a progreso y fue así como se comenzó a
invertir en el ferrocarril, incluso cuando acompañado siempre la vida del río (…) El río atraviesa las más bellas
aún menos del 6 % de los niños asistía a
la escuela. Alvear Sanín, José. 2008. His- tierras, trabajadas por un peonaje alineado y la acción del estado en pocas
toria del transporte y la infraestructura
partes del país ha sido menos eficaz en materia de Educación, salud y
en Colombia (1492-2007). 87-93.
agua potable. 19

Las gentes rivereñas veían el ir y venir, pero ese ir y venir no les retribuyó como debió
18 La industria del petróleo comenzó en
el gobierno de Rafael Reyes con la ad- ser. Los productos se movían por agua en barcos a vapor y por tierra en el ferrocarril,
judicación de la concesión de Mares en
1905, luego, en 1919, cedieron sus dere- el crudo iba por tubos siguiendo a estos dos. Eso cuando el río aún era un eje esencial
chos a Tropical Oil Company de tareas para el país.
de exploración y producción en Barran-
cabermeja. Moreno Montalvo, Gustavo.
2020. Petróleo en Colombia. La repúbli-
ca. 11/07/2020 Todo entraba y salía por ahí, hasta que otras vías, no de agua o metal, se crearon
dejando en un segundo plano tanto el río como el tren. Las carreteras no tributarias
19 Alvear Sanín, José. 2008. Historia del hicieron que el paso por el río ya no fuera imprescindible y las cosas se desplazaron
transporte y la infraestructura en Colom-
bia (1492-2007). 219. por asfalto. Si antes la población a su alrededor estaba rezagada, ahora había caído
en el olvido. La infraestructura que acompaño al río decayó y el flujo por él cesó, río y
tren se vaciaron y solo las poblaciones rivereñas continuaron circundando, con la di-

22
ferencia de que ahora estaban solas. Las ciudades a su alrededor le dieron la espalda
al río. Pegadas eran tan ajenas que ensuciaban las aguas y con ellas se ensuciaban a
sí mismos. Se le prestó mayor atención al flujo de crudo que de la gente y a este flujo
se le unió otro más: el de la energía. Hidroeléctricas se le unieron al río partiendo y
alterando su flujo y vivir.

¿Por qué cuento la historia del Gran Río de La Magdalena?

Porque contar la historia del Río Magdalena es contar parte de la historia de Colom-
bia, no solo por atravesar territorio sino por ser una historia que se repite en mil ríos 20 Barreto, Carlos. 2017. Producción pes-
quera de la cuenca del río magdalena:
y lugares, lugares donde lo que viaja ya no es petróleo sino carbón, sal, oro o cual- desembarcos y estimación ecosistémica.
quier elemento a ser explotado. Lo que pasó y pasa en el río no es una ocurrencia, es 12.

una forma de concebir el mundo y la naturaleza reproducida de diferentes formas,


lugares y ocasiones.
21 Peces de la cuenca del río Magdalena,
Colombia: diversidad, conservación y uso
Setecientos veinticuatro municipios son afectados por este río, entre ciudades, pue- sostenible. Serie Editorial Recursos Hi-
drobiológicos y Pesqueros Continentales
blos y asentamientos rivereños, y, sin embargo, actualmente las hidroeléctricas, la de Colombia se hace referencia a los Li-
bros Rojos de peces Dulceacuícolas (Mo-
contaminación de las aguas y la deforestación hacen que el río se encuentre en una jica et al. 2002, 2012).
situación de peligro y con él su población anfibia. El pez es un indicador.
La producción pesquera ha disminuido en un 70%20, y la biodiversidad se ve afec-
tada, tres especies se encuentran en peligro y peligro crítico y diecinueve en estado
vulnerable21, además, la cuenca de la Magdalena fue catalogada como la cuenca más 22 En Jiménez-Segura, Luz y Lasso,
Carlos A. 2020. XIX. Peces de la cuenca
22.
amenazada a nivel nacional Ya no hay peces y eso es una señal de alerta para el del río Magdalena, Colombia: diversi-
dad, conservación y uso sostenible. Se-
río. La Ictiofauna en un río depende de muchos factores como la calidad del agua, la rie Editorial Recursos Hidrobiológicos y
cantidad de alimento, nutrientes y biomasa a su alrededor. Pesqueros Continentales de Colombia. Se
hace referencia (Mesa-S. et al. 2017)

En el Magdalena el agua es cada vez más contaminada. El crudo que viaja por oleo-
ductos al estar tan cerca pone en riesgo la integridad del agua; y no es una cosa
especulativa, han sucedido numerosos derrames, tanto por fallas técnicas como por 23 Hay múltiples casos de dichas situa-
23 ciones, por nombrar unas recientes pode-
atentados de grupos al margen de la ley . Pero, la industria petrolera no es la única mos referirnos a los derrames de petróleo
en Puerto Boyacá en el 2020 o en Puerto
contaminante, otras fábricas se le unen y a estas los pueblos y ciudades. Por falta
Wilches en el mismo año, o los ataques
de un adecuado tratamiento de aguas muchos de los pueblos aledaños vierten sus del ELN a los oleoductos en el 2021.

aguas residuales al río. Es por ello que dicen que el Magdalena se convirtió en la
cloaca de Colombia.

23
Secciones del río la miel y la afectación de la
Central Hidroeléctrica La Miel en su cauce.
Línea roja: Vía férrea.
Puntos negros: Oleoductos.
Quiebre: Central Hidroeléctrica La Miel.

24
25
24 El Instituto Colombiano Agropecua- Ahora, en cuanto al tema del alimento y la biomasa, estos dos van altamente rela-
rio (ICA) y la Autoridad Nacional de
Acuicultura y Pesca tiene autoridad para cionados. Las llanuras pluviales son esenciales para el río el cual va cambiando a lo
establecer las pautas para la pesca con
base en la situación ecológica del comen-
largo de su curso. Alguna vez escuché que “quién se alimenta de río se alimenta de
to. La Autoridad Nacional de Acuicultura bosque”, y es que el río se nutre de lo que hay a su alrededor. Las llanuras pluviales
y Pesca ha designado unos tamaños para
el ojo de maya de las redes. son esenciales para el río el cual va cambiando a lo largo de su curso. La flora aleda-
ña es parte de la red trófica del pez, directa o indirectamente el pez se ve altamente
afectado cuando ésta disminuye. La deforestación asociada a la construcción de hi-
25 Gonzalo Ángel Restrepo, Juan. 2021.
droeléctricas, y la ganadería son causas de la disminución de ictiofauna del río. Cabe
Como se hace Pesca Artesanal en el Rio
Magdalena. Tv Agro. (Video) resaltar que la deforestación que implica la creación de represas para las hidroeléc-
tricas tiene mayor impacto, cambia las proporciones químicas del río, elementos
26 Datos tomados de: Gonzalo Ángel como el fósforo aumentan y se desequilibran las condiciones ambientales dificultan-
Restrepo, Juan. 2021. Como se hace
Pesca Artesanal en el Rio Magdalena. Tv do la vida acuática. Eso sin mencionar que causan cambios abruptos en el volumen
Agro. (Video)
de agua y que son un obstáculo para el ciclo y migración de los peces.

Pescador y pez hacen parte de un mismo sistema socio ecológico: El pescador no


es pescador sin pez y el pez no es pez sin río. Ambos dependen del río que es quien
los alimenta y les da vida. El tamaño de los agujeros de las atarrayas con las cuales
los pescadores capturan a los peces está regulado para no afectar de manera perma-
nente la ictiofauna del río24. Se pretende que no se pesquen aquellos peces que no
han alcanzado su madurez reproductiva, es por ello que el tamaño de los agujeros
cumple con el propósito de dejar pasar a los peces pequeños, sin embargo, eso ha
cambiado. Por la falta de peces el tejido de la atarraya se ha hecho cada vez más chi-
co. Los peces grandes son difíciles de conseguir. Se debe proteger al pez, pero de él
depende toda una población.

“El primer eslabón que representa la pesca es la seguridad alimentaria”. 25

El primero que come pez es el pescador y su familia, más de 3500 familias ejercen
la pesca en tiempos normales, cuando hay subienda la cifra oscila entre el millón26.
Pero si no hay pez, no hay pesca, no hay comida, no hay ingresos.
El Magdalena ha producido y lo han puesto a producir, pero actualmente lo que se
le saca a El Gran Río de la Magdalena en forma de hidrocarburos, industrias y ener-
gía, se le quita al sistema socio ecológico del río. El gobierno no toma una posición
que enfrente el problema, el daño de la generación de energía, las fábricas cercanas
y extracción de hidrocarburos es justificado con las ganancias que le genera al país.

26
Sí bien es cierto que el río Magdalena representa cerca del 80% del PIB 27, esta cifra 27 Delvalle-Quevedo, Rocío y Rojas
Robles, Rosario. 2021. El proyecto de
le cuesta vida a quienes le rodean. Esto ignorando y evitando la posibilidad de que recuperación de la navegabilidad del río
Magdalena y conflictos ambientales rela-
estas poblaciones también se conviertan en agentes productores, solo en carne de cionados.
pescado se trae de otros países entre 170 y 2 millones de dólares al año. 28
Y es que se habla de “devolverle la vida al río”, sin embargo, el concepto de vida no
concuerda entre los diferentes agentes. El gobierno sigue complaciendo otros inte-
28 Se puede ver en: Andrade Pérez,
reses sobre los del pueblo, le apuesta a la navegabilidad, la producción de energía y Martín y García Cháves, María Catalina.
el despertar del turismo sin evaluar las consecuencias negativas que esto traería al 2015. Tiempo de vidrio y de abundancia.
Saberes y oficios de la cultura fluvial en
sistema socio ecológico. Esa nombrada “recuperación” de la que se habla tiene una el Alto Ma gdalena, Colombia. - Mora-
les Basanta, Alfredo; Ortiz Morales, John
orientación económica más que ecológica o social. 29 Alexander y Cifuentes Cortissoz, Francis-
El interés por la navegabilidad es meramente comercial. Se nombran “barcos de co. 2021. Herramientas para una gober-
nanza y gestión integral del sistema río
30
carga de 7.200 toneladas” , no es una apuesta por comunicar y usar el río como magdalena- cuenca hidrográfica. - Ferro
Medina, Germán. 2015. ¿De qué habla-
un medio de transporte civil sino de carga, una a gran escala que implica dragados mos cuando decimos que estamos recupe-
permanentes. El Magdalena es río difícil, para que suceda el tráfico fluvial a la escala rando el río Magdalena?

que se pretende no basta con adquirir una flota y ponerla a navegar, el río recibe
tantos sedimentos que hacen difícil su pasar. Desde el 2014 se han cedido licencias a
empresas como si el río fuese un bien privado31, sin embargo, pocos son los benefi-
cios que esto le trae al pueblo. El río y sus alrededores han sido víctimas de una sobre
29 Andrade Pérez, Martín y García Chá-
explotación que resulta en el aumento de la cantidad de sedimentos, el usar el río vez, María Catalina. 2015. Tiempo de vi-
drio y de abundancia. Saberes y oficios de
como elemento de carga solo incita a que sus alrededores sean más preciados para
la cultura fluvial en el Alto Magdalena,
el público al que se dirige: las grandes empresas exaccionistas que poco aportan a la Colombia. 3

verdadera recuperación del río.

“La refinería está ahí para que carguen de una a los remolcadores. El ciclo
va de acá a barranquilla, de acá o de Puerto Impala, donde también car- 30La Política Nacional para la Gestión
Integral del Recurso Hídrico (PNGIRH)
gan. Todo eso es de Ecopetrol” 2010-2022 marca dicho enfoque que se
revisa en: Morales Basanta, Alfredo; Or-
-Farith, de Aguachica lo conocí al borde del río en
tiz Morales, John Alexander y Cifuentes
Barrancabermeja donde vive desde hace 35 años . Cortissoz, Francisco. 2021. Herramientas
para una gobernanza y gestión integral
del sistema río magdalena- cuenca hidro-
Ahora, en cuanto a la generación de energía, de este ya tratado problema con múl- gráfica.
tiples consecuencias solo me cabe decir que esta no solo afecta al pez, además de
tener presente que es un sistema socio ecológico, las presas cuando retienen quie-
bran, pero cuando sueltan inundan. El cambio abrupto en el cauce del río genera
estragos en las poblaciones rivereñas quienes tienen que lidiar con las inundaciones
resultantes.

27
31 Intervención de los pescadores en el
borde del río con piedras y cemento para
Ya nombré a Farith, él tenía una camisa gris que decía “proyecto malecón” en la
poder pescar. “Se crean camas para que
espalda. Él trabajaba en el otro gran enfoque de la “recuperación”: el turismo. Sor-
los peces descansen, pero en realidad es
para pescarlos” -Dice Raúl, un pescador prende como en Barrancabermeja al frente de un río como el Magdalena no se
de Honda. vean tantos turistas como pasaría en otros países de presenciar dicho río. Y es que
actualmente la forma de contemplar el río es desde un pedazo baldío de concreto
y una reja que lo separa del resto de la ciudad, cosa similar pasa en Puerto Berrio y
otros pueblos rivereños. Lo que se pretende hacer para cambiar dicho paradigma
son Malecones. Ya se hizo en Barranquilla y Mompox y sí, es mucho mejor que el
concreto y la reja, pero de nuevo ¿para quién está dirigida dicha intervención? En
Honda la pesca al borde del río se da por camas32, el borde es un pedazo que el
río le sede al pescador. En Barrancabermeja me quedé al lado del nuevo puerto de
pesca, era una estructura muy poco concurrida, la venta de pescado que iría a pasar
ahí no pasaba. Contraste a esto: cerca del concreto y la reja muchos carritos llenos
de pescado se hacían en la calle, al lado había restaurantes y mucha gente. ¿Qué
pasó? Pocos se mudaron a la nueva estructura porque quedaba lejos de donde llega
el pescado, a pesar de situarse al lado del río no estaba en contacto directo con él.
El nuevo malecón pretendería ser una solución, sin embargo, si bien hay un punto
gastronómico, la intervención se proyecta como un “modelo inversionista reflejado
en la productividad de sus espacios”, y es así como se habla de peatón, de espacios
verdes, de conexión con Ecopetrol, de actividades lúdico-recreativas, pero no de
pesca artesanal o espacio para el pescador. El turismo como se concibe desplaza
al pescador del borde. Añado que con esto no quiero decir que ambas formas no
puedan convivir, la cosa también es repensar la forma de turismo y darles jerarquía
a algunos valores, valorar al pescador y quitarle esa posición de marginación a la
que ha sido relegado.

¿De qué sirve el dinero si no hay vida? En el Magdalena hay dinero a costa de vida.
En el Magdalena, en la Guajira, en el Chocó... Así funciona el modelo, no es solo
el río, es todo un país y latitud. Tenemos que pasar hacia una lógica de la vida que
prime sobre la del capital, eso significa que el capital se traduzca a vida, no capital
por capital, no capital por riqueza y acumulación sino capital por vida y buen vivir,
por vivir sabroso.

Aerofotografías de algunas hidroeléctricas afluentes


al Magdalena.

28
Sobre la biomasa del río, los detritívoros y las camas
de Honda. Frase dicha por Raúl un pescador local.

29
Consideraciones finales, de terre a terré:

Pareciera que en Colombia la etimología adoptada de territorio viene de terrere. La pre-


sencia del estado es disímil, en muchos lugares no llega y en otros cuando llega no es para
acudir a quienes habitan sino a quienes ejercen ese terror sobre el territorio. Si el terror es
entendido como daño y dominio se podría hablar de una política del terror. En las lógicas
del capital estar es consumir, y para consumir alguien tiene que proveer, de ahí que el sis-
tema de centro- periferia le sienta bien. Aquí consumir es agotar, secar, vaciar, empobrecer,
extinguir, por ello el estar capitalista del humano se ha convertido en territorizar. Para sacar,
primero hay que dominar. La presencia del estado desde el terror sucede junto al descono-
cimiento y desinterés de lo que va más allá de los centros, en las acá llamadas periferias. El

30
poco esfuerzo del gobierno por llevar calidad de vida a toda su población muestra la per-
cepción de que existe una diferencia construida y aceptada entre los diferentes habitantes
del territorio, que hay quienes están (consumen) y quienes proveen. Es así como el estado
hace poco esfuerzo para unos y sobreesfuerzo para otros. Porque se puede construir un tren
que atraviesa, pero no se puede dar educación, salud o seguridad alimentaria, porque hay
infraestructura para la extracción, pero no para la protección, y hay alcance suficiente para
la industria, pero no para el pueblo.

No tiene que ser así, lo que implica estar se puede transformar, la presencia de lo humano
no tiene que ser sinónimo de daño. Humano y tierra pueden coexistir y no luchar con la
economía. Se conoce la tierra desde el trabajo, desde el laborar, y así como se conoce se
cuida y conserva porque se sabe que de ella se depende. Basta con mirar un poco las lógicas
indígenas y campesinas (campesinas de agua y tierra) para saberlo. Es pensar en econo-
mías y éticas diferentes de las que se basan en un consumir y proveer jerárquico donde el
crecimiento económico es la prioridad y fin supremo. Hasta ahora hemos estado atrapados
en un sistema que aboga por el crecimiento económico, pero que no garantiza que los be-
neficios de dicho crecimiento se distribuyan de una manera justa o si quiera le lleguen a los
implicados. El trabajo y conocimiento de la tierra son valores desvalorados que con cuidado
y atención pueden crecer para dar lugar a un sistema donde las ganancias se traduzcan en
vida y calidad.

“Se trata de formas de existencia material vigente en retazos, sino pulsantes ji-
rones, del tejido social latinoamericano. Existencia regida por el valor-comu-
nidad en su centro, defendido (…) por formas de mercado local y regional, aun
bajo la ofensiva cerrada de la globalización. Estos mercados locales pueden a
veces articularse con mercados distantes y alcanzar, como en el caso andino,
una riqueza considerable, pero no con el fin último de la capitalización, sino
33
teniendo como meta la vida, y la fiesta como expresión de la vida.”
33 Segato, Rita. 2013. "Aníbal Quija-

no y la perspectiva de la colonialidad del

poder". La Crítica de la Colonialidad en


Si la prioridad es la vida la presencia del estado no se condicionará a donde haya capital,
ocho ensayos, 41.
sino donde haya vida y donde haya vida, bien atendida, habrá sistemas ecológicos atendi-
dos de la misma manera, porque se entenderán ambos como un solo sistema socio-ecológi-
co que por estar bien traerán capital y no al contrario como se nos ha dicho.
32
Cecilia Vicuña. Comunicación: común única acción. 1978.

33

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