0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas1 página
El documento habla sobre el gran amor de Dios por el mundo. Dios ama tanto al mundo que dio a su hijo unigénito, Jesucristo, para que todo aquel que crea en él tenga vida eterna y no se pierda. Nosotros estábamos condenados a muerte eterna por el pecado de Adán y Eva, pero Jesucristo pagó por nuestros pecados al dar su vida y nos liberó para ser salvos. Debemos amar a las almas perdidas como Dios nos ama a nosotros.
El documento habla sobre el gran amor de Dios por el mundo. Dios ama tanto al mundo que dio a su hijo unigénito, Jesucristo, para que todo aquel que crea en él tenga vida eterna y no se pierda. Nosotros estábamos condenados a muerte eterna por el pecado de Adán y Eva, pero Jesucristo pagó por nuestros pecados al dar su vida y nos liberó para ser salvos. Debemos amar a las almas perdidas como Dios nos ama a nosotros.
El documento habla sobre el gran amor de Dios por el mundo. Dios ama tanto al mundo que dio a su hijo unigénito, Jesucristo, para que todo aquel que crea en él tenga vida eterna y no se pierda. Nosotros estábamos condenados a muerte eterna por el pecado de Adán y Eva, pero Jesucristo pagó por nuestros pecados al dar su vida y nos liberó para ser salvos. Debemos amar a las almas perdidas como Dios nos ama a nosotros.
:16 Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su hijo unigenito para que todo aquel que en el crea, no se pierda, mas tenga vida eterna .
EL GRAN AMOR DE DIOS
Con que amor grande, con que amor inmenso te amo a ti y a mi el
señor, con el mismo amor nos sigue amando . nosotros que estabamos sentenciados a muerte eterna por el pecado de nuestros antepasados de Adan y Eva . Jesucristo pago por nuestros pecados dando su vida y nos libertó para ser salvos. Con ese mismo amor debemos amar a las almas perdidas y dejar la indeferencia .Asi mismo derramar nuestra alma delante de los pies de DIOS Para que el señor derrame su espiritu sobre aquellas almas que estan perdidas para que encuentren la salvacion y vida eterna que nos regala nuestro señor.