> S IGLO XXI
¢ GRABACIONES
BANG:
avgar, pagar. ripost. splinter of
ebullient rebellion. irimi. WDR S.O. Köln.
SWR S.O. Baden-Baden und Freiburg.
Klangforum Wien. Dir.: I. Volkov, P. Rundel,
P. Rophe y E. Poppe. NEOS 12211 (1 CD)
No es acostumbrado que una obra sinfónica
presentada en el Festival de Donaueschingen
salte más allá de su estreno a una segunda
audición en vivo. Hace unos meses Teodor
Currentzis rescató splinters of ebullient rebellion
(2018) y le dio una segunda vida. Una pieza
sobre cómo “las pequeñas iniciativas
individuales pueden cambiar el
comportamiento de las instituciones que nos
gobiernan”, pensamiento concreto que la
compositora sueca Malin Bang (1974) plasma de
forma abstracta y radical pero con un poder de
comunicación en su mano verdaderamente
notorio. No hay atisbo de convencionalidad en
sus obras, que conviene oír de forma
dosificada, la autora pone la textura y el ruido
en el primer objetivo de su foco. Sin embargo,
la experiencia tiene poco que ver con lo
puramente especulativo, el manejo del material
otorga una ligereza a este implosivo y
organizado catálogo de fricciones y estallidos
que se nos antoja novedoso, hasta inédito.
En la escueta avgar, agar la orquesta cincela
un lúdico paisaje sonoro de la ciudad de origen
de la autora, Gotemburgo, en el que lo industrial
y lo medioambiental andan a la zaga. Toda la
herencia de la música concreta instrumental de
Helmut Lachenmann es asimilada por la
creadora de estas obras desde una óptica más
social y desprejuiciada. No hay que entender por
ello dulcificación alguna de los planteamientos
de base, pero sí una actitud poco ortodoxa que
le lleva, en una pieza como ripost, zumbante
concierto para contrabajo y ensemble, a plantear
una construcción en la que la voz instrumental
es ampliada y desmadejada por medio de
diversos objetos que enrarecen hasta límites
insospechados un discurso de desenfadado pero
escrutador ruido estabulado. La actitud y los
logros de la compositora la señalan como a una
de las voces más fervorosas, dinámicas y
reconocibles de la nueva música.
Ismael G. Cabral
54 SCHERZO
DONG:
California Shoreline. Scattered Lader.
Painted Lights. Koehne Quartet. Arditti
Quartet. Third Coast Percussion.
Piedmont East Bay Children’s Choir
KAIROS 0015114 (1 CD)
Las cuatro obras contenidas en este disco dan la
exacta medida de la heterogeneidad de los
materiales que maneja en sus composiciones
Kui Dong (1966), pero también sirven para
constatar que en su visión de la creación hay
pocas puertas cerradas. Nacida en la China que
estaba a punto de comenzar a abrirse al mundo,
sus influencias, todas advertibles en su música,
no pueden ser más contrapuestas; del
serialismo al minimalismo con reverencia plena
a John Cage y consciente asunción de esquejes
de su propia tradición geográfica. Para oídos
curtidos en la modernidad centroeuropea la
música de Dong puede parecer conservadora,
antes habría que advertir que es también hija del
país donde reside actualmente, Estados Unidos.
California Shoreline (2017) es una breve
página que conjunta cuarteto de cuerdas, piano
preparado y una soprano (Juliet Petrus) que
entona una plegaría propia de la banda sonora
de una película de Zhang Yimou. Escrita para
dos marimbas y cuatro percusionistas, Scattered
Ladder (2009) es un apreciable estudio sobre la
palpitación de molde minimalista con Lou
Harrison allá al fondo.
Los Arditti despachan la obra más
exigente, Differences within Oneness (2009), en la
que Dong aborda una de sus inquietudes
compositivas más acuciantes, la búsqueda de
heterofonías, lo que para ella constituye la
“diferencia dentro de la unidad o cómo la
complejidad surge de la semejanza”. Los cuatro
atriles parecen amplificarse de forma natural
en una irreal orquesta de cuerdas en una obra
de deslizamientos masivos en la que sentimos,
por fin en la audición del disco, algo de ese
vértigo de la escucha; como si se abrieran las
ventanas y entrara aire fresco. Painted Lights
(2010) resulta una singular obra para doble
coro donde mediante la espacialización y el
movimiento escénico se ahonda en esa
partición de la simultaneidad.
Ismael G. Cabral
VINE:
Sonatas para piano. Xiaoya Liu, piano
DYNAMIC 7931 (1 CD)
Este disco sorprendente recoge las cuatro
sonatas para piano de Carl Vine (Perth, 1954).
La Primera es de 1990, la Segunda de 1997, la
Tercera de 2007 y la Cuarta de 2019. El anónimo
comentarista de su edición en Faber Music
escribe para contextualizar la Primera que se
basa “en la belleza ágil y la elegancia
contrapuntística de la Sonata para piano de Elliot
Carter”. Y es verdad y eso nos pone muy en
situación, digamos, antes de la escucha. Porque
según esta avanza empezamos a ver esas cosas
que luego se desarrollarán en las otras tres
sonatas —y es admirable la unidad que las
cuatro presentan a pesar de sus casi veinte años
de diferencia sin que ello suponga, en absoluto,
uniformidad—.
El impulso rítmico, la suma de telones de
resonancia, pero también la potencia rítmica y
el repentino reposo, la apelación a una suerte
de irrefrenable vuelo a la Rachmaninov y la
delicadeza de un aterrizaje con el paracaídas de
Debussy, el poso de Satie en el asimilado
minimalismo de los que ya sabemos. Vine es
por todo ello un compositor plenamente
moderno porque comprende no ya su hoy sino
lo que rodea a ese presente. A veces pensamos
que la excentricidad es un peaje obligado de la
creación contemporánea y hasta lo incluimos
en sus hojas de cata.
Por cierto, este disco debiera animar a
quien lo escucha a conocer las sinfonías de
Vine, un ejemplo de esa música australiana con
el paisaje, con las historias, el sentido a veces
épico, poético otras, el modo en que el análisis
confluye en la emoción, el dominio de los
materiales, ese anhelo por el estilo que desdeña
lo impostado pero no lo solemne… Esta gran
música necesita un gran intérprete y la joven
pianista china Xiaoya Liu lo es, sobrada de
técnica y en el punto exacto en el que la
intensidad no se desborda sino que se hace
temblor. Un disco excepcional.
Luis Suñén