Eric Hernández Rodríguez - 1600616
¿POR QUÉ DICE FUKUYAMA QUE HA ACABADO LA
HISTORIA?
¿Qué es el fin de la historia? En palabras de
Fukuyama: “el punto final de la evolución ideológica
de la humanidad y la universalización de la
democracia liberal”1. Es importante entender que el
final se encuentra en el plano ideológico para Francis
Fukuyama, para explicarlo lleva a cabo una
genealogía de dicha idea.
La idea del fin de la historia es hegeliana, se trata del
momento en el que la razón o el espíritu absoluto se
ha impregnado plenamente en la historia, cesando su
transcurso en este sentido, a saber: el espiritual. No
se está diciendo que el devenir de los acontecimientos
frene, sino que estos suceden sobre una base ideal
establecida, tras un proceso dialéctico-antagónico.
Fukuyama establece la distinción con Marx
atribuyéndole la originalidad del materialismo histórico
y dialéctico (cuya existencia en su obra es ahora
discutible2), sea como sea, este materialismo histórico
invierte la fórmula hegeliana, en vez de ser la idea lo
que deviene sobre la historia haciéndose paso entre
otras ideas mediante un antagonismo, es lo material lo
que la mueve, no se trata de una lucha de ideas, sino
de una lucha de clases, esto es: condicionada por lo
material. Será esta última versión del fin de la historia
la que más se extenderá; sin embargo, Kojeve revive
la versión original, es el único, para Fukuyama, que ha
entendido completamente el sentido del absoluto.
Si compramos la versión marxista, será evidente para
nosotros que el fin de la historia no ha sucedido,
puesto que se basa en lo realmente existente, y la
lucha de clases no ha cesado ni ha llegado el
comunismo de Das Kapital. Fukuyama crítica esta
inversión y la vuelve a invertir: lo material, siguiendo a
Webber, se ha configurado previamente en base a
una consciencia. En Rusia no fueron las condiciones
1
Fukuyama, F. (1990). El fin de la historia. Estudios
públicos. Pág. 6
2
Marzoa en su libro La filosofía del capital critica la
atribución del materialismo histórico a Marx, dice: es un
filósofo puro de la sociedad moderna (basada en la
mercancía), y el materialismo surge de su análisis de
esta. Según esto, para el propio Marx, no sería posible
un Das Kapital para otra época ni es posible aplicar el
materialismo por doquier al resto de la historia. Esto
sería dañino para la tesis de Fukuyama, puesto que el
marxismo no supondría en ningún caso la inversión de
las categorías de la filosofía de la historia hegeliana.
materiales lo que provocó la revolución comunista,
sino que su cultura acogía el pensamiento marxista, y
de hecho, donde si se reunían dichas condiciones
materiales no se produjo.
Si compramos la versión hegeliana apoyándonos en
Kojeve, el fin de la historia, como se argumentará
después, sí que ha llegado, puesto que la razón
absoluta ya se encuentra idealmente en nuestra
cultura y época, aunque aún quede mucho por hacer
sobre lo material. Según Fukuyama esta base rechaza
toda posible alternativa que se pretenda mejor, con el
fin de la historia quiere decirse que esa razón ya ha
llegado a nuestra cultura y no va a permitir que otras
ideas la contaminen, ganará siempre, además, es
sobre dicha base que será posible solucionar todas
las contradicciones.
Dicha base consiste en la ideología de la democracia
liberal, y es solo esta la que significa el fin de la
historia, es condición suficiente y necesaria de la
economía y política liberales: “Quiero eludir el
determinismo materialista que dice que la economía
liberal inevitablemente produce políticas liberales,
porque creo que tanto la economía como la política
presuponen un previo estado autónomo de conciencia
que las hace posibles.”3 La historia culmina
ideológicamente con el estado de consciencia
democrático liberal.
“...el punto final de la evolución ideológica de la
humanidad”, Fukuyama aporta una serie de pruebas:
las alternativas que ha propuesto el presente, a saber:
fascistas y comunistas, no han triunfado frente a la
democracia liberal y esta sigue extendiéndose.
“...la universalización de la democracia liberal” ha
sucedido en la mayoría del mundo en tanto que
conciencia o ideología, incluso en China y Rusia
existe ese germen, pero por cuestiones culturales les
cuesta más desarrollarlo. En occidente la democracia
liberal se ha materializado y el antagonismo
neutralizado en el comercio, y en el resto del mundo
tarde o temprano, pero sea como sea lo poshistórico
ya existe, y el resto tiende a ello en su misma forma.
La historia ha acabado espiritualmente, luego ha
acabado (desde esta postura hegeliana idealista).
3
Fukuyama, F. (1990). El fin de la historia. Estudios
públicos. Pág. 15