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La Nación

EL OJO DE LA BUTACA
14 abril 1992, Pág. 37

Virtuosismo sin circo

Era el tipo de programas que, aunque medianamente bailado, no podía fallar y cuyo éxito de público es casi
axiomático. Las estrellas del Ballet Kirov en el Teatro Municipal interpretaron caballitos de batalla como los
dúos de El lago de los cisnes, Giselle, La bella durmiente y Don Quijote; asimismo el siempre exitoso solo
de La muerte del cisne. La gracia no estuvo en que estos nueve bailarines fueran largamente aplaudidos, sino
en que la ovación fuera plenamente merecida.

Muchas veces un conjunto de piezas como las nombradas se transforman en una exhibición de saltos y
giros, a su manera tan circense como los de un acróbata o malabarista. Y el público vitorea, aunque la
bailarina patine de un lado del escenario al otro mientras hace sus 32 fouettés (en vez de mantenerse en el
mismo lugar).

Uno de los motivos de esta calidad es que efectivamente se trata de primeras figuras del Kirov (ex Marinsky)
de San Petersburgo (ex Leningrado). Se le devolvió su nombre original a la ciudad pero no a su compañía de
ballet. Hay que señalarlo, porque el año pasado la visita del Bolshoi fue más o menos como un partido de
Colo-Colo cuando juega con más reservas que titulares.

Lo que ofreció el Kirov fue virtuosismo con elegancia, producto de la larga tradición de la danza clásica en
esta centenaria compañía. Los dúos no se bailaron buscando simples despliegues de técnica, sino como parte
del correspondiente ballet. Quien conociera las obras completas podía captar la forma en que se interpretaron
los pas de deux sin perder su contexto.

Además, el grupo desplegó otra característica poco común en ballets rusos. Junto a trozos como los
nombrados, hubo un dúo del sutil coreógrafo británico Anthony Tudor y otro, de gran fuerza, de Maurice
Béjart, amén de otra pieza de corte expresionista. En otras palabras, apertura, variedad y equilibrio en un
programa que, gracias a la estructura y el muy buen nivel de sus intérpretes, transformó dos horas en un
instante.

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