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El teatro

musical
Alberto Hernández y Mattia Barra
2ºC curso 2022-2023
Dirigido a Gemma Redondo

Índice
 ¿Qué es el teatro musical? Características principales
I. ¿Existen diferentes tipos de musicales?
 Orígenes del teatro musical
 La evolución de los musicales a lo largo de los años
I. Musicales en el 1920
II. Musicales en el 1930
III. Musicales en el 1940
IV. Musicales en el 1950
V. Musicales en el 1960
VI. Musicales en el 1970
VII. Musicales en el 1980
VIII. Musicales en el 1990
IX. Musicales a partir del 2000
 La adaptación al cine
 Conclusión
¿Qué es el teatro musical?: Características
principales
El teatro musical, también conocido como musical, es
una forma de expresión de arte escénico. La acción
se desenvuelve normalmente con diferentes partes
cantadas y bailadas después de un pequeño diálogo.
Este es un género que combina muchas disciplinas
musicales como el
canto, la danza y la interpretación. Los
musicales suelen representarse en
grandes escenarios, normalmente situados
en teatros. Los más importantes son los
teatros West End, de Londres, y Brodway, de Nueva
York.

¿existen diferentes tipos de musicales?


Es posible encontrar diversas variedades de musicales
teniendo en cuenta la manera de la que hayan sido
escritos. La forma más básica consiste en seleccionar
canciones ya existentes y escribir una historia
alrededor de ellas. Este género es llamado “jukebox”,
haciendo referencia a las antiguas máquinas
reproductoras de discos de vinilo. Un claro ejemplo de
este género podría ser Mamma Mia, el musical creado
por Catherine Johnson tomando como inspiración las
canciones del grupo sueco ABBA.

Para mucha gente esta forma de escritura de libretos se volvió un tanto limitada ya
que muchas veces se añadían canciones solo por el hecho de ser populares.
Normalmente eso hacía que las obras en cuestión fuesen menos profundas, por lo
que muchos tomaron las riendas de la composición y empezaron a crear canciones
propias exclusivas para el musical. Este brusco cambio
hizo que las funciones adquirieran un sentimiento y una
emoción que con simples canciones famosas nunca se
hubiese logrado. Desde ese entonces la comedia
musical empezó a tomar ejemplo de la ópera, donde los
diálogos son cantados en su totalidad. Un buen ejemplo
de este tipo de redacción sería Rent, escrito y
compuesto por Jonathan Larson, donde los diálogos son
cantados durante casi toda la obra.
A pesar de todo, una de las formas más
comunes de musical es una mezcla entre
ambas, incluyendo canciones originales, pero
con escritura en diferentes apartados,
normalmente de estructura
canción>escena>canción>escena. El orden
puede ser diferente, pero en resumen los
diálogos son citados de la misma forma que en
una obra de teatro normal. Un ejemplo de esta
forma musical podría ser Annie, escrito por
Thomas Meehan.

Los orígenes del teatro musical:


El musical es una producción en la que se incluyen en una trama emocional
canciones, danzas y acompañamientos hechos con varios instrumentos o
interludios. Este género renació en la versión que conocemos hoy en día en la
Europa del siglo XIX como una variante de la opereta generalmente, pero
dependiendo del país esta variante podía mutar por ejemplo a la zarzuela, el género
chico y la comedia musical en el caso de España. En Inglaterra era algo más
parecido al hall y en Francia al operette. Mucho después, a principios del siglo XX,
se acabó de formar en Estados Unidos, nación en la que ha llegado a su máximo
esplendor.
Se podría decir que oficialmente el género del teatro musical nació el 12 de
septiembre de 1866 con The Black
Crook, el primer día en el que Estados
Unidos pone en escena una ópera que
surge de la unión entre una compañía
de baile europea con una de teatro.
Esta colaboración empieza ya que la
primera necesitaba un sitio donde
poder actuar y la segunda estaba
montando una producción que acabó
siendo mucho más costosa de lo
esperado.
Por tanto, el musical se desarrolla como una variante del teatro dirigida a las masas
y para un amplio público. Su estructura y estilo facilita el seguimiento de la trama
para el espectador, tomando así forma de una representación más simple y fácil de
entender que la prosa original.
La evolución del musical a lo largo de los
años
El teatro musical en el 1920
Los musicales de los años veinte, con influencias del
vodevil, music hall y otros espectáculos
ligeros, tendían a enfatizar los actores y
actrices, coreografías espectaculares y canciones
populares, a costa de la trama. Pese a que los
libretos de estos espectáculos careciesen de
consistencia, permitieron el lucimiento de estrellas
como Marilyn Miller y Fred Astaire y generaron
decenas de canciones populares que pasaron a la
historia del musical, en composiciones de Jerome
Kern, los hermanos Gershwin, Irving Berlin, Cole Porter, Vincent Youmans, y el
equipo de Richard Rodgers y Lorenz Hart. Incluyen temas como Fascinating
Rhythm, Tea for Two y Someone to Watch Over Me, populares a ambos lados del
océano Atlántico. Muchos de los espectáculos eran revistas o sucesiones de
sketches y canciones con poca o ninguna conexión entre ellos.

Más allá de los musicales comparativamente frívolos y las operetas sentimentales


de la década, Show Boat, que se estrenó el 27 de diciembre de 1927 en el Teatro
Ziegfeld de Nueva York, supuso un punto de inflexión al integrar plenamente música
y libreto, narrando la historia a través de las canciones.

El teatro musical en el 1930:


La Gran Depresión afectó el público teatral a
ambos lados del Atlántico, ya que la gente tenía
poco dinero para gastar en entretenimiento. Solo
unos cuantos espectáculos superaron una
permanencia en Broadway o en Londres de 500
representaciones durante la década.
Escritores británicos, como Noël Coward e Ivor
Novello continuaron estrenando musicales
sentimentales de la antigua moda, como The
Dancing Years. Del mismo modo, Rodgers & Hart
regresaron de Hollywood para triunfar de nuevo
en Broadway, en montajes como On Your Toes, Babes In Arms y The Boys From
Syracuse. Porgy and Bess, de los hermanos Gershwin y DuBose Heyward, contó
con un elenco totalmente afrodescendiente y mezclaba ópera, folk y modismos de
jazz. Por su parte, The Cradle Will Rock, con música y letra de Marc Blitzstein y
dirección de Orson Welles, era una pieza a favor de los sindicatos con
connotaciones altamente políticas que, a pesar de la controversia en torno a ella, se
las arregló para mantenerse durante 108 representaciones.

El teatro musical en el 1940:


La década de 1940 se iniciaría con nuevos
éxitos de Porter, Irving Berlin, Rodgers y
Hart, Weill y Gershwin, algunos con
permanencias en cartel de más de 500
representaciones. Oklahoma!, de Richard
Rodgers y Oscar Hammerstein II supuso la
culminación de la revolución artística
iniciada con Show Boat, por la estrecha integración de todos los aspectos del teatro
musical, con una trama coherente, canciones que respaldaban el argumento y
coreografía de apoyo a la trama, desarrollando los personajes, en lugar de utilizar la
danza como una excusa para un mero desfile de mujeres ligeras de ropa por todo el
escenario. Oklahoma fue el primer gran espectáculo de masas de
Broadway, permaneciendo en cartel durante 2.212 representaciones, y se convirtió
en una película de éxito. Para algunos autores se convirtió en un auténtico hito, y
algunos historiadores comenzarían a identificar eras en la historia del teatro musical
del siglo XX según su relación con Oklahoma!.

La colaboración entre Rodgers y Hammerstein dio lugar a una extraordinaria


colección de algunos de los mejores y más perdurables clásicos del teatro
musical, como Carousel, South Pacific, El rey y yo, y The Sound of Music. Tales
cotas de creatividad estimularon a otros autores, dando lugar a la llamada Edad de
Oro del musical en Estados Unidos.

El teatro musical en el 1950:


La década se inicia con el éxito de Guys
and Dolls, de Frank Loesser y Abe
Burrows; por su parte, la Fiebre del oro de
California centraba el argumento de Paint
Your Wagon de Alan Jay Lerner y
Frederick Loewe. Lerner y Loewe
colaboraron de nuevo en My Fair Lady,
una adaptación de la obra de teatro
Pigmalión, de George Bernard Shaw,
protagonizada por Rex Harrison y Julie Andrews, que con 2717 representaciones
mantuvo el récord de representaciones durante muchos años. Esto se confirmó en
1959, cuando el reestreno de Leave It to Jane de Jerome Kern y P. G. Wodehouse
se mantuvo durante más de dos años. La cartelera del Off-Broadway de la
temporada 1959-1960 incluyó una docena de musicales y revistas, como Little Mary
Sunshine, The Fantasticks y Ernest in Love, una adaptación musical de La
importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde.
Tampoco cosechó grandes éxitos en la entrega de los Premio Tony, frente al señor
de los anillos. En cualquier caso, West Side Story tuvo una respetable carrera de
732 representaciones, mientras que The Music Man se representó durante casi el
doble de tiempo, con 1.375 actuaciones. Por el contrario, la película de West Side
Story fue un rotundo éxito.6 Arthur Laurents y Stephen Sondheim se unirían de
nuevo para Gypsy, sobre la vida de Gypsy Rose Lee con música de Jule Styne

El teatro musical en el 1960:


1960 fue el año del estreno de The Fantasticks
concretamente en el Off-Broadway. Este espectáculo
alegórico e íntimo se seguiría representando durante más
de 40 años en el Sullivan Street Theatre del Greenwich
Village, llegando a ser, con mucho, el musical de más
larga duración en la historia. Sus autores produjeron otras
obras innovadoras en la década de 1960, como
Celebration y I Do! I Do!, el primer musical de Broadway
con tan solo dos personajes. El primer proyecto para el
que Sondheim escribió la música y la letra fue A Funny
Thing Happened on the Way to the Forum, traducida en España como Golfus de
Roma, con libreto basado en las obras de Plauto por Burt Shevelove y Larry Gelbart,
y protagonizada por Zero Mostel. Sondheim fue más allá del manido argumento
romántico, explorando facetas más oscuras de la personalidad humana. Otras obras
destacadas de Sondheim fueron Anyone Can Whistle 1964, con Lee Remick y
Angela Lansbury, Company, Follies y A Little Night Music. Algunas de las
innovaciones notables de Sondheim incluyen un espectáculo presentó a la inversa y
la mencionada Anyone Can Whistle, en la que el primero acto termina con el elenco
informando al público que están locos.
Jerry Herman desempeñó un papel significativo en el teatro musical americano,
comenzando con su primera producción de Broadway, Milk and Honey, acerca de la
fundación del Estado de Israel, y continuando con los éxitos de taquilla Hello, Dolly,
Mame y La Cage aux Folles. Incluso sus espectáculos menos exitosos como Dear
World y Mack & Mabel tuvieron su relevancia.

El teatro musical en el 1970:


Tras el éxito de Hair, el musical de rock floreció
en la década de 1970, con títulos tan conocidos
como Jesucristo Superstar, Godspell, The Rocky
Horror Show y Two Gentlemen of Verona .
Algunos de estos musicales de rock
comenzaron como álbumes conceptuales y
después se traspusieron a los escenarios o a la
pantalla, como Tommy. Otros no tenían ningún
diálogo o presentaban reminiscencias
operísticas y fueron conocidos como ópera rock. Se trata de A Chorus Line, que
surgió de grabaciones de ensayos de coristas de las grandes estrellas de Broadway.
Sobre esa base de cientos de horas de cintas, James Kirkwood, Jr. y Nick Dante
escribieron un libreto sobre una audición para un musical, incorporando muchas
historias de la vida real de las sesiones. Con música de Marvin Hamlisch y letras de
Edward Kleban, A Chorus Line se estrenó en el Lower Manhattan, pasando después
al Shubert Theatre de Broadway donde alcanzó las 6.137 representaciones,
convirtiéndose en la producción de más larga duración en la historia de Broadway
hasta ese momento. Por su parte, Pippin, por Stephen Schwartz, estaba ambientado
en la época de Carlomagno. La película autobiográfica 8 ½, de Federico Fellini se
convirtió en Nine, de Maury Yeston.
Al final de la década, Evita y Sweeney Todd fueron precursores de los grandes
musicales de elevado presupuesto de la década de 1980 que recrearían historias
dramáticas, y contarían con espectaculares efectos.

El teatro musical en el 1980:

La década de 1980 vio la influencia de los


«mega-musicales» europeos y de las «óperas
pop», en Broadway, en el West End y en otros
lugares. Por lo general se caracterizaron por sus
influencias pop, grandes elencos, muy notables
efectos especiales y grandes presupuestos.
Muchos estaban basados en novelas u otras
obras de la literatura.

El compositor británico Andrew Lloyd Webber tuvo un éxito similar con Evita, basada
en la vida de la argentina Eva Perón; Cats, derivado de los poemas de T. S. Eliot;
Starlight Express, realizado sobre patines; El fantasma de la Ópera , derivado de la
novela homónima de Gaston Leroux; y Sunset Boulevard. Estas obras se
representaron durante décadas, tanto en Nueva York como en Londres y tuvieron
extraordinario éxito internacional.

El teatro musical en el 1990:


En la década de 1990, surgió una nueva
generación de compositores teatrales,
pudiendo mencionarse a Jason Robert Brown
y Michael John LaChiusa, que comenzaron su
trayectoria con producciones en el Off-
Broadway. Otros musicales en Broadway
siguieron su estela, ofreciendo descuentos o estableciendo precios más económicos
un día a la semana. La década de 1990 también fue testigo de la influencia de las
grandes compañías productoras en el montaje de musicales. El Rey León se ha
llegado a convertir en el espectáculo más taquillero en la historia musical de
Broadway.
A pesar del creciente número de grandes musicales en los años 1980 y 1990,
también se produjeron otros de menor presupuesto, que llegaron a alcanzar la
suficiencia financiera y el aplauso de la crítica, como Falsettoland, Little Shop of
Horrors, Bat Boy: The Musical y Blood Brothers.

El teatro musical a partir del 2000:


En el nuevo siglo, los productores, deseosos
de garantizar la recuperación de sus
inversiones, han apostado por musicales
dirigidos a un público masivo. En algunos se
apostó por temáticas novedosas, como
Avenida Q, The Light in the Piazza, Spring
Awakening, In the Heights, Next to Normal y
American Idiot. Por otro lado, varios musicales
volvieron al formato de gran espectáculo que
tanto éxito cosechó en la década de 1980,
como El Señor de los Anillos, Lo que el viento se llevó y Spider-Man: Turn Off the
Dark. En 2013, la revista Time destacó esos musicales que marcaban una nueva
tendencia en el Off-Broadway en los que la puesta en escena tiene lugar alrededor y
entre el público. Otra tendencia ha sido la creación de un argumento básico para
incorporar un grupo de canciones exitosas. Es el caso de Movin' Out, Jersey Boys y
Rock of Ages . Este estilo se ha denominado como «Jukebox musical». Algunos de
naturaleza similar, pero con argumentos más elaborados podrían ser: Mamma Mia!,
Our House, We Will Rock You y Priscilla.

La adaptación de los musicales al cine


Varios de los musicales más famosos
han sido adaptados al cine, como puede
ser el caso de Grease, Mamma Mia! y
West Side Story. Esto facilita su
reproducción y los hace más populares,
ya que hoy en día muchas personas
tienen un televisor o un dispositivo
electrónico en el que ver las cosas sin
necesidad alguna de ir al teatro. Esto
también provoca, por otra parte, que el hecho de ir al teatro sea menos popular ya
que muchas de las obras que se representan hoy en día pueden ser vistas desde
casa.
También se ha puesto muy de moda un formato
musical que aparece directamente en pantalla
sin pasar antes por un teatro, como pueden ser Teen Beach Movie, High School
Musical o cualquier película de este estilo que retransmiten por ejemplo en cadenas
de televisión para niños (Disney Channel, etc.)
Estas películas musicales hacen que cada vez los actores sean más completos, ya
que se les exige habilidades como bailar y cantar.

Conclusión:
El género del teatro musical es muy amplio y ha tenido una gran evolución a lo largo
de las décadas. Desde su origen en el 1866 con The Black Crook inspirado en las
óperas antiguas hasta hoy, donde podemos ver las obras en el cine, se podría decir
que los musicales han ido generando una corriente de seguidores cada vez más
fuerte. Mucha gente sigue planteándose las razones para ver un musical, pero a
nivel técnico se podría decir que es uno de los géneros más difíciles de interpretar
ya que se deben poseer muchas habilidades y, sobre todo, el control del propio
cuerpo.
El teatro musical ha hecho que el arte escénico sea más popular, ya que mucha
gente se aprende las canciones y bailes de las interpretaciones populares. Es bonito
e increíble a partes iguales el hecho de que algo que hoy en día sea tan famoso
emergiese hace poco menos de dos siglos, pero nos demuestra que la música y la
expresión corporal juegan un papel fundamental en la vida de las personas después
de tanto tiempo.

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