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iY wes us “fOBOT PARA ABUELO Isabel Arraiza Arana llustrado por Guido Chaves Larrea fe bs 4 @ Ee UN ROBOT PARA ABUELO © Isabel Arraiza Arana Derechos reservados conforme a la ley Coleccién PARES O NONES © LIBRESA www.libresa.com San José OE 8-45 y San Camilo, Calderén E-mail: libresaelibresa.com Telf: (593 2) 6 021 871/6021872 Quito-Ecuador Direccién editorial: Estuardo Vallejo Supervision editorial: Miguel Vallejo P. Diagramacién: Paul Astudillo ISBN 978-9978-49-620-6 Primera edicién: 2 000 ejemplares Impresién: “Editorial Ecuador F.B.T Cia. Ltda.", Santiago Oe2-131, entre Manuel Larrea y Versalles, Tifs.: (593-2) 528492 228636, Fax (593-2) 227551, E-mail: editecuaeeditecua.com.ec Quito, marzo de 2019 Abuelo Jacobo necesita un ROBOT. Mami cree que se siente muy solo desde que murié Abuela. Pero él vive con Chispa, su gata negra. Esa gata que salta a la sillay se sube a la mesa. Luego, mete sus patas en los platos de comida, se baja de un salto, y no hay quien la atrape. Abuelo sale disparado a buscarla calle abajo. Nunca la encuentra. El problema es que Gltimamente tampoco encuentra su casa y no puede regresar. Si Abuelo tuviese un ROBOT, seguramente podria traer a Chispa de regreso en un pestafieo. 5 Ese ROBOT acompaiiaria a Abuelo y lo ayudarfa en todas las tareas. Asi yo podria ir al parque a jugar con mis amigos. jTengo que ir a su casa todas las tardes! Las flores necesitan agua, la gata necesita comida, hay que sacar la basura, barrer las hojas, limpiar la mesa, buscar las cosas perdidas. jAbuelo Jacobo necesita un ROBOT! Cuando llegamos a su casa, Abuelo estaba afuera regando las flores favoritas de Abuela. Mami le dijo algo muy parecido a un regafio. Abuelo solo sonrié, solté la manguera y me dio un abrazo fuerte. —Esto es lo que me da vida y fuerza —dijo, como cada vez que me abraza. Entramos a la casa y Abuelo me secreted que no encontraba las llaves del portén desde el dia anterior. Sus ojos me decian que estaba triste y avergonzado. No queria que Mami se enterara. Lo ayudé a buscarlas en su dormitorio y la sala. Levanté almohadas y cojines, busqué debajo de los muebles y la alfombra. Pero no pude encontrarlas. Cuando me dijo que por eso habia dejado el portén de la casa abierto toda la noche, supe que tenia que decirselo a Mami. Le pedi que nos ayudara a buscarlas sin que Abuelo lo supiera. También le pedi que no le dijera nada parecido a un regafio que pudiera entristecerlo mas. Mami me lo prometié. Se veia muy triste y preocupada. \ Yo registré con Abuelo todas las gavetas de la casa, \ dentro de los enseres, y debajo de los muebles. Mami \ rebuscé afuera hasta dentro del bote de la basura. Finalmente, Abuelo se tocé el bolsillo derecho del pantalon y jalli estaban las Llaves! —jNo puedo creer que estuvieran en mi bolsillo! Perdonen que les haya hecho perder el tiempo —dijo mirando el suelo. —Eso no es nada, papa —dijo Mami echandole el brazo—. jA cualquiera se le pierden las llaves! Ya no las guardas en la gaveta de la cocina? —No, ahf las guardaba mi esposa. No he vuelto a abrir esa gaveta desde que ella no esta —respondié, como siMamiy yo no conociéramos a «su esposa». —Si no quieres, no tienes que abrirla, puedes ponerlas en otro lugar. Tal vez en una de esas artesanias donde las puedas colgar y encontrar facilmente. gQuieres que te llevemos a comprar una? —le ofrecié Mami. Abuelo no quiso if, ;Qué alivio! Camina lentisimo, mira “ cada géndola y saluda a todas las personas que le pasan por mT el lado. jEs tan aburrido! Mami fue sola y trajo una casita de fed madera natural. Me pidié que buscara mis pinturas y pinceles enel cajén. Pinté las paredes amarillas y el techo y las ventanas color café. En un letrerito que colgaba de la pequefia puerta escribf con letras blancas: «Las llaves del Abuelo». —Voy a ponerla a secar al sol —anuncié. —Y yo me voy a dormir una siesta Hl : —anuncié Abuelo. T Cuando regresé, jya Abuelo estaba dormido! Miré a través de la malla de la puerta de su cuarto y se habfa acostado con los zapatos puestos. Sent ganas de quitarselos y arroparlo, pero no lo queria despertar. Me hizo gracia que su barriga subia y bajaba al compas de sus ronquidos de leén. Un abanico que soplaba aqui y alla lo despeinaba. De haber estado despierto, se hubiese sacado del bolsillo su peinillita negra para peinarse de inmediato. Como no queria hacer ruido, saqué del cajén mi cuaderno de dibujo y los lapices para disefiarle a Abuelo el robot perfecto. Pensé en todas las tareas que tendrfa que realizar: todo lo que yo hago y todo lo que hace Mami. Asi no tendriamos que venir todos los dias. Para empezar, dibujé una CABEZA GRANDE donde quepa una memoria de elefante. jTendra que recordarle a Abuelo tantas cosas importantes! Por ejemplo, mi nombre, colgar las llaves en la casita nueva, tomarse sus medicinas y apagar la tele cada noche antes de irse a la cama. | Le tracé QUOS DE AGUILA, los mas poderosos, vafapanes de descubrir todos los peligros cercanos a ~éNARIZ? {Si, la de un perro sabueso! Una que le avise ~~ que la leche huele a limén y no debe mezclarla con el café. jPuaj! También le dejar saber que Chispa se ha hecho pise laalfombrayeshoradelavarla. _ La BOCA del ROBOT tendra varias funciones. Primero, debe hablar muy claro y fuerte cerca del ~ ofdo izquierdo de Abuelo, que es el unico - que le funciona. Pounds repetira las nelsbres tanta OREJAS no llevard, pero sera un gran escuchador. Tendra una super antena capaz de detectar sonidos cercanos y lejanos. Yo le advertirfa que hay dias llenitos de historias que siempre terminan: «jQué tiempos aquellos!». ia Los BRAZOS del ROBOT seran largotes y fuertes. Se _ estiraran hacia él cada vez que desee levantarse del sillén, para ayudarlo. Y en sus paseos lentos para hablar con el cielo, le serviran de bastén. Los PIES del ROBOT conoceran todos los caminos de regreso para que Abuelo no se pierda nunca mas. Sus pasos seran cortos y cuidadosos. Cuando hayan dado muchos pasos, buscaran un lugar donde descansar. encontrar todas las cosas que se te pierda _ —¢Podra ayudarme a escribir cartas para mi esposa? —pregunt6 ahora. —No estoy tan seguro, nunca la conocié —dijo agarrandome la nariz. Yo recogi todas mis cosas y las regresé al cajon. Abuelo y yo pusimos los mantelitos y los cubiertos sobre la mesa. La comida que Mami preparé estaba rica, como siempre. Abuelo se la tragé casi sin masticar. —Papa, équé almorzaste hoy? —le pregunté Mami. —éHoy?... Mmm... déjame ver... algo muy rico DA -contests Cuando terminamos de cenar, Abuelo se fue a ver la tele. Mami encontré dentro de la gaveta del refrigerador los almuerzos que le habia preparado durante una semana. Botamos la comida que se habia dafiado y lavamos los recipientes. Luego, nos sentamos con Abuelo en la sala y Mami se quedé dormida en el sofa. Abuelo se levant6 para arroparla con la misma frisita con que me arropaba Abuela. Esa que todavia huele a rosas, como olfa ella. Mami se desperté sobresaltada y dijo que nos teniamos que ir. Antes, pegamos la casita de las llaves en la pared de la cocina, nos aseguramos de que no hubiese nada en el piso, cerramos las puertas con seguro y Mami le dio un abrazo largo a Abuelo. —Esto es lo que me da vida y fuerza —dijo él. —éPor qué no te pasas con nosotros el fin de semana? —pregunté Mami. —A mi no me gusta molestar. Gracias, pero esta es mi casa y aqui es donde Unico me siento a gusto —contest6 él. Mami insistié. Yo no estaba seguro de que fuera buena idea, pero me unf a su peticién y le dije a Abuelo que lo ayudarfa a empacar. Acepté con la condicién de que lo regresaramos el domingo al amanecer. RMR -OM mm ecoe Cire enel suelo, en el colchén de acampar. Como él ronea tan fuerte, me dio mucho trabajo quedarme dormido. Por eso Pacer Vly Menke Rur tiie tC Ky yee tare 28 Desorientado, abrié la puerta, se salié al balcén y empezo a llamar a Chispa a gritos. El perro del vecino UE Bee ma OCR ORCI err a Mami le explicé a Abuelo que no estaba en su casa, que Chispa no estaba alli. El seguia gritando que Chispa lo Pe) 1a ey AUTOM eee a COE: OCMC Ty CME Com Tew CME CRIM OC CML 1a) tristeza y miedo. OC TOR a MU NCL T aT Seale fit —Esta bien, vamos a vestirnos y te llevo ahora mismo —le dijo Mami. Abuelo se senté en el sofa y me pidié agua. Cuando se la traje, le vi los ojos llenos de lagrimas. No me acerqué mucho, solo le dije que lo iba a ayudar a empacar sus cosas y me fui. Mami me dijo en secreto que empacara ropa para mi también. Pasariamos el fin de semana en casa de Abuelo Jacobo. Chispa nos recibié con un maullido alegre. Abuelo ya estaba tranquilo y sonriente, como si nada hubiera pasado. Prendié la tele y se senté en el sill6n con Chispa a sus pies. -No habfa salido el sol, pero ya nadie tenfa suefio. Saqué del cajén el dibujo del ROBOT y le hice algunos cambios. Le borré los ojos de aguila y le puse unos como los mos, tiernos y reventones. Ademas de descubrir los peligros antes que Abuelo, lo miraran fijamente y entenderan todo 3 lo que él dice con sus ojos. =e 4 fe Afiadi una funcién muy importante a la BOCA del ROBOT: los labios aprenderan a sonrefr como yo. Porque él dice que mi sonrisa contagia mas que un bostezo. Por eso, siempre que sonrio, se dibuja una sonrisa en la boca de Abuelo Jacobo también. Gate y etd Ard La ANTENA del ROBOT, aparte de escuchar, entendera que hay dias en que Abuelo esta poniendo sus recuerdos en orden y prefiere estar en silencio. En dias como esos, el robot se apagara solito. , *& Los BRAZOS tendran que aprender a darle abrazos iN ,,.- largos y apretados muchas veces al dia. Porque a mi Abuelo ~ Jacobo los abrazos le dan vida y fuerza. gle faltaraé algo? jEl ROBOT de Abuelo no tiene~ corazon! Necesita uno enorme y llenito de amor, como el de mi Abuelo Jacobo. Aunque ya no pueda recordar.que me Ulamo igual que él, estoy seguro de que Abuelo me-quiere muchisimo. Me lo dicen sus ojos cuando me mira y sonrie. Y cuando saca su peinillita para peinarme las grefias. Lo siento cuando me abraza, cuando me arropa en el sofa y cuando corre las cortinas de la sala para que no me moleste el sol. ° Yo también quiero muchisimo a mi Abuelo Jacobo. é¥ si Mami y yo nos mudaramos con él? Pensandolo bien... jAbuelo Jacobo NO necesita un robot! ISABEL ARRAIZA ARANA nacié en una ciudad costera de Puerto Rico y esté radicada en Illinois, Estados Unidos. Realizé una maestria en Promocién de la Lectura y Literatura Infantil en la Universidad de Castilla-La Mancha, Espafia. Comenzé a escribir historias para sus hijos, y actualmente lleva publicados una docena de libros para nifios y jévenes. Dos de ellos son el poemario El archipiélago magico (2006) y la novela La Escuelita Do-re-misteriosa (Premio Barco de Vapor, 2009). También, le encanta animar a grandes y chicos a leer y escribir. GUIDO CHAVES LARREA nacié en Guaranda, una bonita ciudad ecuatoriana en medio de las montafias. Desde pequefio le ha gustado dibujar y pintar, y también sembrar Grboles y caminar por el campo. Ha ilustrado muchos libros para nifios y jovenes. Ha obtenido el Premio Dario Guevara Mayorga en ilustracion. Tres libros de su autoria, en texto e ilustracién, han sido publicados por Libresa: La pelota azul, Aranifia Nifiarafia y Pedro Grufién, el malo.

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