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EI Taller de Emociones presenta LOS ATREVIDOS EN BUSCA DEL TESORO Elsa Punset llustraciones de Rocio Bonilla ay noches cdlidas en las que las H estrellas brillan y apetece que- darse en la calle a jugar... Y noches frias en las que la luna esconde su cara y no quiere asomar. ;Qué no- ches os gustan mds? La noche que hoy nos ocupa era una noche fria, perfecta para quedarse en casa con un chocolate caliente 0 para acurrucarse en la cama escu- chando un cuento... —jAy, Tasi! —suspiré Alexia mirando el cielo desde la ventana—. |Qué no- che tan negra! Su hermano no contesté. Estaba concentrado abrachdndose el pijama con mucho esfuerzo, como suele pasar cuando tienes cinco afios... —Tasi, mirame, ique te estoy hablandol —se quejé Alexia. —3Por qué estds tan enfadada hoy? —protesté su hermano-. Desde que hemos vuelto del cole no has querido jugar conmigo, te has comido la dl- tima galleta de chocolate y encima te has refdo de Rocky. Que sepas que a él le ha dado mucha pena... A Rocky esa mafiana el peluquero le habfa cortado el pelo y, la verdad, se habia pasado mucho... jParecia un caniche! Se sentia ridiculo y habia estado Ia tarde entera escondido detrds del sofd, sin querer jugar. Ahora apenas asomaba el pompén de su cola debajo de la cama de Tasi. De repente, Alexia se senté en su cama y se eché a Ilorar. Tasi la miré con los ojos muy abiertos sin saber qué hacer. —IEs que todo me sale mall —decia Alexia mientras loraba. —3Por qué dices eso? —pregunté Tasi, muy sorprendido. Y es que a él le parecfa que a las nifias de ocho afios casi todo les salfa bien. —jPues porque soy muy bajita! ;Y en gimnasia los capitanes de bu- loncesto no me quieren en sus equipos! Me dejan esperando hasta el final mientras eligen a todos los més altos. jA mi me Ilaman «enanita»! Tasi miré a su hermana con pena. Es terrible cuando los demas nifios se burlan de ti... —A mi tampoco me ha ido bien el dia... -Tasi suspiré-. Me han dicho que hablo como un bebé. Y solo porque no me salen bien todas las pala- bras. No he sabido decir «picsa». —jEh? :Qué no sabias decir? —pregunté Alex, con los ojos atin llenos de ldgrimas. -lLo que comemos en casa cuando no hay cole, la cosa redonda que sale del horno, con tomate y quesol —dijo Tasi, nervioso. -jAhl... Pizza. Si, esa palabra siempre te cuesta. Pero, spor qué habla- bais de eso? —La sefio nos ha preguntado nuestras comidas preferidas. Y también he dicho «cor... corque... corqueta». Alexia sonrio. —Croqueta, Tasi. —Pues todos se han refdo de mf —continué Tasi senténdose en la cama de su hermana-. La sefio les ha dicho que pararan, pero no han parado. £ Luis Gafin me ha perseguido por el patio diciendo: «jBebé, bebé, ha- blas como un bebé!». Tasi se puso rojo al recordarlo. Alexia se secd las lagrimas y toded a su hermano con los brazos. ~Yo te ayudaré, Tasi. Pronto hablards bien, ya verds. Si quieres, juga- mos al juego de decir palabras dificiles. Yo empiezo: pér-pa-do... Me- lo-co-tén... Alexia se sabia un montén de palabras dificiles, y los hermanos jugaron un rato hasta que mamd asomé6 la cabeza por la puerta para recordarles que hacia ya rato que deberfan estar dormidos. —Bueno, Tasi —bostezé Alexia-, ya casi sabes decir «melocotén» y «par- pado». Ahora toca dormir. Si quieres, nos metemos en una nube, cerra- mos los ojos y sofiamos que estamos flotando en el cielo... Y como estaban cansados, se durmieron enseguida... Pero aqui no se termina esta historia, no, sino que justamente acaba de empezar... Por- que cuando la noche estaba tan silenciosa que se podia ofr cualquier pe- quefio ruido, de repente sonaron unos picotazos muy ligeros en el cristal de la ventana... Era algo asf: Tae 10C... TOC TC... croaeionanarie con aut suena casi igual que un fac fac... fac tac tac... piootazo) iAdivindis quién era? Alexia, Tasi y Rocky siguieron durmiendo sin enterarse de nada... En- tonces, al otro lado de la ventana, se encendié una linterna que fue di- bujando caminos de luz en Ia habitacién hasta detenerse en la cara de = Alexia. Deslumbrada, jse desperté de repente! Corrié a la ventana y la abris. (ERG Flopestan, 1d gaviota de las enociones! ~jBuenas noches, querida nifia! —saludé Ja gaviota con una reverencia. -iFlorestan! —grits Alexia, feliz y sorprendida-. IQué alegria volver a vertel La gaviota sonrié encantada. Vengo a despertaros porque habéis sido seleccionados para participar una vez mds en las famosas pruebas de la Organizacion Estelar de las Olimpiadas de las Emociones que, como bien sabes, Ilamamos coloquialmente O€06... ;O es que nos habias Oé0é-vidado? —Y Flores- tdn se rio de lo lindo porque su broma le parecié muy divertida. —jDe verdad que esta noche vamos a estar de nuevo en las 0608? ;Y vol- veremos al barco y habrd paracafdas esta vez. ..? La gaviota la miré con carifio y levanté el ala para interrumpirla. —jEspera un poco, jovencita! Despertemos primero a Tasi y a Rocky, su- bamos al barco y, camino de la prueba de esta noche, os lo contaré todo. ¢Comprendido? jVamos, vamos! jA toda popa, mala tropa! —dijo dando palmas con las alas. jY de nuevo se rié a carcajadas con su ocurrencia! jDicho y hecho! En un abrir y cerrar de ojos, estaban navegando por las espesas nubes a toda velocidad. La cubierta del barco estaba Ilena de gaviotas ocupadisimas preparando misteriosas cajas, cuerdas y comida... —Qué bien, jcomida! -exclamé Rocky relamiéndose. -Qué bien, jcuerdas! —dijo Tasi froténdose las manos. -iMis quer’ idisimos Atrevidos! -los interrumpié Florestén mirdn- doles carifiosamente. Los nifios sonrieron. Desde la aventura del gran salto se habfan conver- tido oficialmente en LOS ATREVIDOS. —jA de Alexia! -exclam6 Ia nifia. ~jI de Tasi! -continué Tasilo. _ de Rocky! -ladré el perro. re TY ~iATREVIDOS! ~gritaron los tres ala vez. -iR ) AS& . —Mis queridos ATREVIDOS —repitié Florestén-, hoy vamos a intentar ser campeones en algo importantisimo: en quererse a uno mismo. —jEh? -dijo Tasi. —Es decir, campeones en saber cuidar del tesoro que levamos dentro —explicé la gaviota. Tasi se eché a refr. -Yo dentro solo llevo barriga, huesos y drientes -asegurd. Dien-tes, Tasilo—le susurré Alexia. La gaviota los miré muy seria. -Error —corrigié-. Ademds de dientes, huesos y todo lo demas, cada nifio nace con grandes cantidades d~ risas, carifio y ganas de ayudar a los demds. Y hoy vais a necesitar esto mds que nunca, porque la prueba de esta noche es una arriesgada operacién de rescate. Florestdn sacé un papel que Ilevaba bajo el ala y leyé: ; Se buscan nifios para operacién de » rescate peligrosa. Poca comida. ‘i te. Frio extremo. Largo tiempo de complete, osouridad. Peligro constant SI RUGRESAN SANOS Y SALVOS, SE PROMETE CAJA CON BL MEJOR | ‘TESORO DEL MUNDO EN SU INTERIOR. ~jEh? -dijo Tasi, muy interesado-. ;Una caja? sCon un tesoro? ~¢Poca comida? jLo que faltaba! —protesté Rocky. ~éA quién hay que rescatar? —pregunté Alexia. —Un grupo de valientes exploradores estdn intentando atravesar el Polo Sur ~explicé la gaviota-. Pero como allf todo es blanco y las nubes se mueven mucho, es muy facil perderse, gcomprendéis? —Se incliné hacia los nifios, les guifié un ojo y esperd. Pero como la miraban sin decir nada, levants los ojos al cielo, se puso tiesa y explicé: EN dos palabras: se han perdido. Tasi levanté la mano. —2S1? -dijo la gaviota, esperanzada. —Eso son tres palabras —dijo Tasi contando con los dedos. La gaviota suspir6. ~Pero, ;qué podemos hacer nosotros? —pregunt6 Alexia. —Cada nifio tiene algo especial, un tesoro, que le sirve para ayu- dar a los demds. Hasta ahora hemos tenido todo tipo de nifios en nues- tras operaciones de rescate: nifios que CaNntan bien, nifios que tocan €1 piano, nifios que son excelentes Ordenando, otros que SabeEN leer estupendamente, nifios que saben despigjar a sus her- MANOS, nifios que Plan patatas, que por cierto hacen magnifica pa- reja con los nifios que SAbeN hacer una tortilla, y también nifios que escriben, que Pecitan buenos poemas, que saben bendecir la M@SA, que pueden eNncender velas, que saben planchar sin quemarse, coser un boton, peinar a los mas pequerios, cortarse las ufias o dar masajes en los pies. .. Hay nifios para todo, y asi las expediciones de rescate funcionan maravillosamente. Bien, pues para hacer la prueba de hoy, necesito saber cudl es vuestro tesoro —Y afiadid—; Disculpad un momento, necesito recuperar algo importante para esta mision... La gaviota se alejé. Los nifios y Rocky se miraron. ie -Alex, dcudl es mi tesoro? —pregunté Tasi muy bajito. —Haces muchas cosas bien, Tasi... Yo, en cambio, creo que soy dema- siado bajita para poder ayudar a los exploradores —contesté Alexia, un poco triste. —Pues anda que yo, con el pelo tan corto, no sé en qué puedo ayudar... jSi no consigo dejar de temblar de frio! -rematé Rocky con los dientes castafieteando. = wy Florestdn regres6 con una misteriosa caja de cartén entre las alas. —Empecemos. éCudl 6s tu tesoro, Tasilo? —pregunts. Tasi no supo qué contestar. La gaviota lo miré impaciente. ~Vamos, vamos —dijo—. |Es una pregunta muy facil de contestar! éQué haces bien? ~Nada especial —dijo Tasi timidamente. —No, no —protesté la gaviota-. jEso si que no! Cada persona, sea quien sea, tiene un tesoro, algo especial que hace bien y que puede regalar a los demds. A los mayores a veces se les olvida su tesoro especial. Pero tt eres demasiado pequefio para ‘haberlo olvi- \ dado. -Tasi tiene una forma de reir que , contagia y siempre alegra a todo el mundo —dijo Alexia répidamente. i Excelente! -se animé Florestén-. Nada mejor que una buena risa para dar fuerzas en tiempos dificiles. ;Y ti, Alexia? ;Cudl es tu te- soro? —Lo siento, pero yo soy tan bajita que no creo que pueda ayudar en nada —contesté Alexia mi- tando las puntas de sus zapatos. —Tonterias —dijo Ia gaviota-. No te necesi- tamos para jugar al baloncesto. Te necesita- mos para un rescate. Un res-ca-te —repitid. -Alexia es la mejor hermana mayor del mundo. Siempre tiene ideas geniales —dijo Tasi—. Podria ser la jefa del equipo. Perfecto, excelente! -aplaudis 1a gaviota—. Anddbamos un poco escasos de jefes. :Y Rocky? e w Rocky tiene un oido increible —apunté Alexia, que se estaba ani- mando-. Pero le han cortado de- masiado el pelo y no para de tem- blar, asi que esta noche necesitard un abrigo. -lQué buena jefa eres! -ex- clamé6 Florestén mirando a Alexia con admiracién. Y, dando unos graz- nidos, llamé a las deméds gaviotas, que en pocos segundos, vistieron a Rocky con un buen abrigo. Entonces Florestdn dio sus ins- trucciones finales: -EI barco nos estd llevando has- ta el Polo Sur -explicé-. Cuando leguemos, desembarcaréis y sal- dréis a buscar a los exploradores. Y cuando los encontréis, pedid ayuda al barco con estas linternas rojas. -éC6mo?_preguntaron todos a una. —Haced tres luces cortas, luego tres luces largas y otra vez tres luces cor- tas. Esto es como decir «jSocorro, auxilio, necesito ayuda!». —Pero, xc6mo vamos a encontrar a los exploradores? —pregunt6 Alexia-. [Somos nifios pequefios! —Para empezar, os vamos a dar unas capas mdgicas para el frfo. Son de lo mejorcito, os lo aseguro. No os las quitéis, pase lo que pase. —2Y si eso no basta? —insistié Alexia. —Si eso no basta, tendréis que utilizar lo que hay aqui dentro —dijo la gaviota mostrdndoles la misteriosa caja de cartén que Ievaba entre las alas. Todo lo que necesitais esta aqui. —gEn una caja tan pequefia? —pregunté Tasi con los ojos muy abiertos. —Desde luego—aseguré Florestén-. ES pequeria, pero en ella cabe un tesoro. En ese momento, soné una sirena larga y grave. —Hemos llegado —anuncié Florestdn—. Ya podéis bajar. ;Buena suerte! Alexia se asom6 y vio una escalerilla de cuerda preparada para bajar a tierra firme. Parecia muy frdgil y se movia peligrosamente por el viento. Descendieron con cuidado y, una vez en el suelo, se ataron entre ellos, pa- sdndose la cuerda por la cintura. Asi podrian caminar en fila india sin mie- do a perderse en la nieve durante la ventisca. Caminaron con esfuerzo, muy len- tamente, apoydndose en los grandes palos de madera que les habfan dado las gaviotas. El paisaje era increible: estaban rodeados de montafias, de muchas montafias, y el viento hacia WuuUuuUuUn... —Grita sin voz... Vuela sin alas... Muerde sin dientes... Murmura sin boca. éQué es? —pregunté Tasi. —El viento—contesté Alexia—. [Tt siem- pre con ganas de broma, Tasi! Caminar resultaba cada vez mds dificil y cansado. Sus pies se hundfan en la nieve y estaban exhaustos. Al cabo de un rato tuvieron que pararse a descansar. ~Rocky te estds hundiendo en Ia nieve y apenas logro verte —dijo Tasi mn. preocupacién. —2Y si te atamos una linterna en el pompén de la cola? —propuso Alexia-. Una vez me contaron que el tiltimo camello de las caravanas en Australia lleva una asf, en la cola. De esta manera no te perderemos de vista. —Nunca pensé que este terrible corte de pelo pudiese tener alguna venta- ja... -murmuré Rocky esforzdndose por mantener la cabeza por encima de la nieve. jDicho y hecho! Tasi até una linterna ala cola de Rocky y se levanté para mirarlo. Pero al ver a Rocky con esas pintas, a Tasi le dio un ataque de risa y se puso a pegar saltos y mds saltos en la nieve. Entonces ocurrié algo terrible: HIZASPATAPATIU! EI hielo se abrié con un ruido tremendo y Tasi desaparecié. -iTasi! iTasi! iNooo! —grité Alexia mientras intentaba atrapar a su hermano. No llegé a tiempo. Rocky ladraba y el UUUUUL det viento parecia atin més fuerte. Tasi habia desaparecido bajo el agua. ;Qué podian hacer? -lRépido, Rocky! Tu cola... la linterna... al agua —-ordend Alex. Rocky metié la cola con la linterna en el agua helada y la dejé colgan- do, con la luz iluminando el agua, hasta que Tasi la localizé y la agarré con todas sus fuerzas. Asi, tirando de la cuerda, Alex y Rocky pudieron sacarle del agua. Pobre Tasi, jestaba completamente azul por el frio! Le castafieteaban tanto los dientes que sonaban como una moto arrancando, iliclac,clac,clac.clac.clac.clac!!! —jTenemos que encontrar ropa seca para Tasi o se congelard! —exclamé Alexia. -2Y si abrimos 1a caja del tesoro? —sugirié Rocky. ~jBuena idea! jTal vez haya otra capa magica alli! -aplaudié Alexia. Alexia abrié la caja a toda prisa y metié la mano dentro... —jEh? -exclamé dando un salto-. Pero, ;qué es esto? —jDéjame ver! —dijo Rocky. Y entonces metié Ia nariz en la caja. —2Quéééééé? jNo puede ser! -exclams. ~jQué raro! dijo Alexia—. Florestdn nos ha dicho que todo lo que nece- sitdbamos estaba en esta caja. Pero... -IESTA VACIA! —gritaron Alex y Rocky ala vez. Aunque temblaba de frio, a Tasi le picé la curiosidad y también quiso mirar dentro de la caja. Y jvaya sorpresa! ;Sabéis lo que vio? jA un extra- fio personaje con la cara azul y dos hielos colgando de su nariz! -jEh! -exclamé dando un salto asustado. Pero solo tardé un momento en darse cuenta de lo que estaba pasando: jel hombrecillo de Ja caja era él mismo, azul y tiritando de frio! —IHay un espejo pegado en el fondo de la cajal -explicé Tasi con una carcajada. Y con tantas risas, a Tasi se le pasé el susto y se dio cuenta de que ya no tenia frio. jLa capa mdgica ya se habia secado! Bien por nosotros! iLo estamos consiguiendol iPodemos ha- cerlol -canturreé Tasi mientras se abrazaba a su hermana. —Chsss... los interrumpié Rocky-. Estoy oyendo algo, y estoy seguro de que no es el viento... No hace {|| UUUUN... Mas bien hace |iRUIIPU... -3Cémo dices que hace? —preguntaron los nifios. -Lipulinw —dijo Rocky con cara muy seria—. Os lo aseguro. ;Estdis sor- dos o qué? Los nifios pusieron las manos detrds de las orejas para hacerlas crecer un poco y ofr mejor. Rocky apunté con las suyas hacia las montafias. 1“ —EI|IRULIRU viene de alli; creo que es mtisica. —Pues yo no oigo nada —confesé Tasi, algo avergonzado. —Vamos a hacerle caso a Rocky —decidié Alex-. Los perros tienen un oido buenisimo. Y Rocky todavia mds, porque tiene las orejas de punta. —Eso es porque los perros tenemos ni mds ni menos que diecisiete mtis- culos para mover las orejas —dijo Rocky, muy orgulloso. —gDiecisiete? —se sorprendié Tasi-. ;Y cudntos tengo yo? ~iCallaos ya, caramba! —ordené Alexia—. Rocky, concéntrate. ;Qué oyes? Rocky escuché otra vez y dijo: -LIRUIIRU, CHONCHAN. Es por all, seguro. A medida que se acercaban, los nifios también empezaron a ofr una cancién que sonaba entre las rdfagas de viento. Primero oyeron un ban- jo, luego un CHANCHAN de platillos y, al final, voces humanas. Los nifios hicieron sefias con sus linternas. Eh! iHooolaaal —grit6 Alexia—. ;Sois los exploradores perdidos? jLas gaviotas nos han enviado para rescataros! ‘Tras unos segundos de espera, la cancién paré en seco y se empezaron d oir gritos... ~gQuiénes sois? ;Qué queréis? ;De dénde vents? ;Cémo habéis llegado hasta aqui? -Y muchas mds preguntas que los nifios no entendieron por- que estaban todavia demasiado lejos... Entonces un hombre con barba fue corriendo hacia ellos. ~jQué bien que haydis venido hasta aqui! jNo me lo puedo creer! — dijo, emocionado y dando grandes palmadas-. Me llamo Shackle- ton. Mis compafieros y yo estdbamos cruzando el Polo Sur cuando el hielo aprisioné nuestro barco y finalmente lo rompié. Casi se nos ha ago- tado la comida y aquf no hay nada con lo que sobrevivir... No sabiamos qué hacer, jasf que nos hemos puesto a cantar para mantenernos calien- tes y animados! —jPues habéis acertado! {Nunca os habriamos encontrado si no hubié- semos oido vuestro [iP UIRUCHANCHAN! -dijo Tasi. —jEh! jNo te apuntes el tanto, que he sido yo quien los ha ofdo! —dijo Rocky con una sonrisa. Es que cuanto peor van las cosas, mds condenadamente optimista tie- nes que ser —explicé Shackleton. Mds tarde todos recordarfan aquella frase. —Es hora de regresar, jvamos a llamar al barco! —dijo Alexia. Y los nifios encendieron sus linternas para hacer las sefiales en el cielo que les habia ensefiado Florestdn. Al cabo de un rato oyeron la sirena del barco que se acercaba navegando por las nubes, rodeado de gaviotas. -ITodos a bordol iVolvemos a casa! —grits Alexia, feliz. Y esta vez treparon muy decididos por la escalerilla de cuerda para subir al barco. En cubierta los esperaba Florestdn, que los miré con orgullo. ~Buen trabajo, Chicos! +s felicité 1a gaviota-. Habéis encontra- do vuestros tesoros y los habéis utilizado muy bien. Fin de la prueba, ies hora de regresar a casa! Y como los nifios empezaron a protestar, Florestdn afiadié: —Chsss, jni una queja! La estrella del alba esté empezando a brillar, y eso quiere decir que va a amanecer y que vosotros tenéis que estar en vuestras camas. Pero podéis llevaros a casa vuestro premio: 1a Caja del tesoro. -dLa caja? iPero si esta vacial -exclamaron los nifios y Rocky. —Mirad de nuevo —dijo la gaviota. Los tres se apretujaron en torno a la caja esperando algo de magia. -jAqui solo hay un espejo pegado en el fondo! —anuncié Alexia. -3Y qué veis en ese espejo? —pregunté Florestdn. —Pues nuestras caras, claro. ;Qué mds se puede ver? —exclamaron los nifios. —Pues esta claro —dijo la gaviota-. Os dije que cada uno de vosotros tiene un tesoro. Cuando tengdis dudas o miedo, abrid la caja del tesoro y mirad vuestra cara: asf nunca olvidaréis que dentro de vosotros tenéis el mejor tesoro del mundo. jNo necesitdis nada mds! & -lEs verdad! iTengo el mejor tesoro del mundo dentro de mil ~exclamé Alexia riendo. -lYo también tengo el mejor tesoro del mundo dentro de mil -repitié Tasi, encantado. -IY yo! lY yo! -exclamaron todos mientras los nifios y Rocky cantaban y bailaban con las gaviotas y los exploradores. ws iCelebra que tu también tienes dentro de ti el mejor tesoro del mundo! Y alo lejos, seguro que volverd a ofrse el famoso lipuligu... ichanchan! JTOESTIMA La autoestima es el sentimiento de valia personal que tiene nuestra hija o hijo. De alguna manera, podriamos decir que su autoestima es como si el nifio se «pusiese nota». jLos pri- meros afios de vida son fundamentales para sentar las bases de una autoestima sana! sCémo se forma la autoestima? Para consolidar una buena autoestima, hay dos elemen- tos fundamentales: + A nuestros hijos les importa mucho percibir que son queridos y aceptados por los demés, sobre todo, por sus padres en los primeros afios de vida. © También cuenta hasta qué punto controlan y disfrutan haciendo cosas y resolviendo sus problemas por sf mismos (es decir, si se sienten competentes). iQué nota crees que se pondria tu hijo o hija en estos dos Ambitos? jSe siente querido? 2Y se siente competente? Cuando nos sentimos queridos y competentes, jqué orgullosos nos sentimos! Por qué es importante tener una buena autoestima? Con una buena autoestima, el niflo se enfrenta con més fuerza a los retos que se le plantean, porque esta convencido de que puede tener éxito 0 superar los fracasos. Con una mala autoestima y una visién negativa de sf mismo, el nifio muestra poca iniciativa porque teme arriesgarse, se siente fécilmente desalentado y esta secretamente convencido de que fracasara. Como influyen los padres en la autoestima de los nifios? jLa actitud de los padres es importantfsima! La gran mayoria de padres sienten un amor genuino por sus hijos, y los hijos necesitan sentir ese carifio y esa aceptacidn. Sin embargo, es relativamente corriente que padres y madres tengamos expectativas sobre cémo deberian ser nuestros hijos —sobre cémo quisiéramos que fuera su aspecto fisico, 0 qué talentos o temperamento deseamos para él o ella... Si estas expectativas se ven frustradas, el hijo lo percibe, aunque no se lo digamos abiertamente, y esto merma gravemente su autoestima. sLa solucién? Que los padres cuestionemos sinceramente nuestras expectativas frente a nuestros hijos, y que les aceptemos como son, ayudndoles asf a aceptarse y quererse a ellos mismos. PARA AYUDAR A TUS HIJOS A TENER UNA BUENA AUTOESTIMA 1. Dedicale un tiempo solo para él 0 ella. Para ayudar a nuestros hijos y alumnos a desarrollar una autoestima sana, intenta dedicarles regularmente un tiempo de atencién individualizada. Durante ese tiempo, hablales con naturalidad y positividad de su identidad y de sus caracteristicas ffsicas, de lo que han hecho durante el dia y de cémo se sienten. 2. Asegdrate de que pueda dar lo mejor de si mismo en casa. Asegurate de que tus jos puedan participar facilmente de las tareas de la casa o del aula, y ofréceles actividades diversas, que permitan que todos hagan uso de sus mejores habilidades. 3. Enséfiale a entrenar su cerebro en positivo. El nifio, con su cerebro programado para sobrevivir, tiende de forma natural a fijarse en las sefiales de rechazo y a recordarlas. Ayddale a entrenarse en positivo, es decir, a reconocer aquellas 4reas, momentos y vinculos positivos en su vida. Puedes usar, por ejemplo, esta estrategia: «Me felicito a mi mismo». Para ello, comentamos: «;Qué he hecho hoy de lo que me siento orgulloso?». No tiene que ser nada extraordinario; recuerda que Tasi le alegra la vida a la gente jcon su sonrisa! La primera vez, practica la estrategia con el nifio dos minutos todos los dias, durante al menos un par de semanas y a una hora regular, por ejemplo, en la cama antes de ir a dormir, para conseguir desarrollar este habito. 4. Enséfiale a no compararse tanto con los demés. Si no deja de compararse con los demés, jno puede ganar! Casi siempre habré alguien que haga algo mejor que él. Ensefia al nifio a evaluar sus propios progresos, el esfuerzo que ha sido capaz de hacer. Enséfiale a compararse consigo mismo, a centrarse en sf mismo y en sus resultados. 5. ;Desarrollar una buena autoestima no implica proteger siempre al nifio de las emociones negativas! Los tiltimos estudios sobre autoestima insisten en que intentar pro- teger a los nifios a toda costa de sus sentimientos de tristeza y frustracién no favorece su au- toestima. sPor qué? Porque la sobreproteccién de los padres impide que los nifios desarro- llen esa determinacién que necesitan para insistir en sus tareas, ja pesar de las dificultades! ile has dado cuenta de lo bien que se sienten los nifios cuando logran un objetivo dificil? {Dales la oportunidad de intentarlo! 1. Ayuda al nifio a conocerse. Podemos jugar con los nifios a hacerles preguntas para comprender mejor lo que les hace sentirse vulnerables o fuertes. Un juego/estrategia es «Lo que me pasa por dentro»: invitamos a los nifios a dibujar 0 a verbalizar «los lugares (0 momentos) en la escuela (0 en casa) que mas me gustan son...». «;Quién, o qué, me podria ayudar a sentirme mejor». Se puede hacer este juego con el nifio solo o en grupo. 2, Invita al nifio a fabricar su libro especial. En este libro, que podéis titular Soy un superhéroe 0 Soy especial, cada nifio podra expresar y dibujar aquello que més le gusta de sf mismo. Animale a escribir los siguientes apartados: «Cosas que me gusta hacer», «Cosas que hago bien», «Cosas que quiero aprender», «Cosas que quisiera hacer»... Cuando lo termine, si le apetece, puede compartirlo con los demés. 3. Dale herramientas concretas para mejorar sus habilidades sociales. Sabemos que Jos nifios que poseen buenas habilidades sociales tienen una mejor autoestima y mas ganas de interactuar con su entorno. Enséfiales habilidades concretas como: + Sonreir y mantener un lenguaje corporal relajado (ecpecialmente a los nifios mas timidos). * Escuchar de forma activa. Practicad en casa 0 en el aula, a modo de juego, los prin- cipios de la buena escucha: no interrumpir a la persona con la que conversas, ni pre- juzgar lo que quiere decir; expresar interés con la mirada, el cuerpo y la voz, y hacerle preguntas, cuando se ha expresado, para asegurarte de que la has entendido bien. jPracticad juntos, sobre todo cuando se trate de un tema en el que os cuesta llegar a un acuerdo! 4, Muéstrale la importancia de la autocompasi6n. La autoestima es necesaria, {pero no es suficiente para darnos fuerzas en la adversidad! sPor qué? Porque la autoestima depende de! hecho de que tengas éxito, y si fracasas, tu voz interior critica te reprocharé: «;Menudo perdedor!». Y eso, en vez de darnos fuerza para conseguir nuestras metas, nos debilita. Afortunadamente, no hace falta que nos digamos que somos fantasticos cuando sabernos que no lo estamos siendo... Basta con saber aceptarse a uno mismo como es, con sus fallos. Los investigadores lo llaman «autocompasién», es decir, ser capaz de sentir compasién por uno mismo. Cuando tienes desarrollada la autocompasién, eres capaz de perdonarte los errores 0 limitaciones. No te sentirds tan humillado o incompetente si olvidas el texto en una obra de teatro 0 si fallas un penalti en un partido. La autocompasién nos recuerda que somos humanos, iy que equivocarse es natural! « Enséfiale a ser su mejor amigo. Todos tenemos dentro un critico que puede limi- tarmos excesivamente. ;Dile que lo detenga cuando oiga su voz! Para ello, enséfiale a hablarse con carifio. Cuando el nifio se reproche algo, enséfiale a hablarse como le hablarfa alguien que le quiere, como una abuela carifiosa... ¢Qué le dirfa esa persona que le quiere? jJugad a imaginarlo! « Enséfiale a ser més amable con los demas. Cuando se es amable con los demas, uno mismo tiende a tratarse también mejor. Animale a pensar en pequefios gestos de carifio conscientes, como tomarse el tiempo de escuchar a alguien que necesita hablar 0 ayudar de una forma concreta, por ejemplo, mantener la puerta abierta para que al- guien pueda pasar. 5. jLas emociones se contagian como un virus! Diles a tus hijos o alumnos que es im- portante que pasen tiempo con personas que les quieran y les apoyen, y que eviten, en la medida de lo posible, el contacto cercano con personas poco amables. 6. Invitale a salir de su zona de confort. Cuando uno se arriesga a dejar de hacer sola- mente aquello que resulta confortable, sale de su zona de confort ;y es capaz de equivocar- se una y otra vez! Explicales que equivocarse es normal. Invita a los més pequefios a que piensen qué les gustaria conseguir y que lo intenten. Cuando estan motivados, los nifios se esfuerzan mucho més. La clave es que los padres reconozcan no tanto el logro, sino el esfuerzo que hace el nifio para intentar ese logro. Con tu comprensién y apoyo, aprenderén a superar sus pequefios fracasos y a seguir adelante. HAZLO TU MISMO Como los ATREVIDOS, cada nifio puede confeccionar su propia caja del tesoro. Solo nece- sita un poco de cart6n o una caja de zapatos, un espejo y ldpices de colores. Es tan sencillo como crear una caja que le represente y que le recuerde que el tesoro y el recurso mas importante los lleva dentro! En 1914, el legendario explorador polar Ernest Shackleton emprendio la travesia de la Antartida a través del Polo Sur con su barco Endurance (que quiere decir cresiliencia» o «resistencia»). El En- durance quedé atrapado en el hielo y al cabo de diez meses se hundié. Shackleton consiguié que tres afios més tarde toda su tripulaci6n regresase con vida del continente helado. Su historia y sus dotes de liderazgo conforman un relato apasionante que encierra muchas lecciones para los mas pequefios. Por ejemplo, una de las caracteristicas del equipo de Shackleton fue que sus hombres habian sido seleccionados dando tanta importancia al cardcter y fa actitud como a sus habilidades técnicas. Uno de los miembros més queridos de su tripulacién fue James Hussey, un meteordlogo con gran sentido del humor que tocaba el banjo, un instrumento que Shac- kleton decidié salvar, a pesar de su peso, cuando abandonaron muchas pertenencias del barco hundido. Hussey usé su banjo una y otra vez para mejorar los Snimos de sus compafieros, que decian que su presencia y su mdsica fue «una de las pocas alegrias que tuvimos» y contribuyé de forma notable a mantener la positividad en el grupo.

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