GUÍA PRÁCTICA COMPLETA

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Todos los consejos sobre las orquídeas

y su cultivo

BRIAN Y WILMA RITTERSHAUSEN

LIBSA
 GUÍA PRÁCTICA COMPLETA
~

ORQ1JIDEAS
 GUÍA PRÁCTICA COMPLETA
,,,..

~U IDEAS
Todos los consejos sobre el cultivo
y cuidado de las orquídeas

BRIAN Y WILMA RITTERSHAUSEN

LIBSA
 ©2010, Editorial UBSA
Cj San Rafael, 4
28108 Alcobendas. Madrid
Tel. (34) 91 657 25 80
Fax (34) 91 657 25 83
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www.libsa.es

ISBN: 978-84-662-1923-5

Derechos exclusivos de edición para to

los países de habla español a.

Traducción: Antonio Rincón Córcoles

Fotógrafo: Derek Cranch

© MMXIX, Anness Publishing Ltd

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forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación
de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual.
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la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. Código Penal).
El Centro Español de Derechos Reprográficos vela
por el respeto de los citados derechos.

Página 1: Paphiopedilum insigne (izda.), P. Jersey Freckles (centro) y P. Leeanum (dcha.).

Página 2: Odontocidium La Moye.
Página 3: Gongora maculata.
Página 4: Plialaenopsis Silky Moon.
 CONTENIDO
EL MUNDO DE LAS ORQUÍDEAS 6 CUIDADOS Y CULTIVO 86 Miltaniapsis 194
Odantoglassum (Alianza) 198
¿Por qué cultivar orquídeas? 8 Herramienta y equipo 88 Oncidium (Alianza) 206
Primeros pasos 8 Herramientas básicas 89 Paphiapedilum 208
Cultivar una colección 10 Medios de cultivo 90 Phalaenapsis (Alianza) 212
Orquídeas en la naturaleza 12 Compost 90 Phragmipedium 218
La evolución de las orquídeas 12 Sustitución del compost 93 Pleiane 220
Tipos de orquídeas 16 Macetas y montaje de orquídeas 94 Stanhapea 221
Hábitats tropicales 22 Orquídeas en recipientes 94 Vanda (Alianza) 222
Hábitats templados 26 Orquídeas en cestas colgantes 100 Zygapetalum 225
La historia de las orquídeas 30 Orquídeas sobre corteza 102 Orquídeas para especialistas 226
Primera historia 31 Propagación 104 Acineta 226
Los años dorados 32 Propagación vegetativa 104 Aerangis 227
Los gra ndes coleccionistas 34 Cultivo de orquídeas desde Angraecum 228
Hibridación 36 semilla 110 Bifrenmia 229
La botánica de las orquídeas 40 Cuidados rutinarios 120 Bulbaphyllum 229
Seudobulbos 40 Abono 120 Calanthe 230
Hojas 42 Riego 122 CiJThapetalum 232
Raíces 44 Descanso 124 Cyrtachilum 234
Flores 46 Temperaturas 126 Dendrochilum 235
Alianzas de híbridos so Niveles de luz 128 Eulaphia 236
Mantenimiento de plantas Cangara 236
grandes 130 fumellia 237
Calendario de cuidados 132 Lackhartia 238
DÓNDE CULTIVAR
Problemas comunes 134 Ludisia 238
LAS ORQUÍDEAS 52
Plagas 134 Mexicoa 239
Cultivo de orquídeas en interior 54 Enfermedades y otros Miltania 240
Disposición de las orquídeas 54 problemas 140 Neafineta 241
Orquídeas por toda la casa 56 Tabla de problemas comunes 143 Pleurothallis 242
Métodos de exhibición 58 Rassiaglassum 242
Color y aroma 62 Sarcachilus 243
Cultivo de orquídeas en exterior 66 GUÍA DE ORQUÍDEAS 144 Thunia 245
Regiones templadas en verano 66 Trichapilia 245
Regiones tropicales durante Orquídeas populares 146 Orquídeas terrestres templadas 246
todo el año 70 Brassia 146 Anacamptis 246
Cuid ado de las orquídeas Cattleya (Alianza) 148 Dactylarhiza 246
en exteri or 72 Caelagyne 154 Ophrys 246
Cultivo de orquídeas Cymbidium 160 Orchis 247
en invernadero 74 Dendrabium 168 Platanthera 247
Cultivo bajo cristal 74 Encyclia 174
Crear las condiciones adecuadas 76 Epidendrum 177 Términos usuales 248
Calefacción 78 Laelia 180 Índice 252
Ventil ación 80 Lycaste (Alianza) 184 Créditos fotográficos,
Sombra 82 Masdevallia 188 agradecimientos, asociaciones
Riego 84 Maxillaria 191 y páginas de interés 256
 EL MUNDO DE ~

LAS O RQJJ l D EAS

Las orquídeas se cultivan por la sorprendente belleza y variedad de sus flores. Las más hermo-

sas son las exuberantes catleyas sudamericanas, con sus flores generalmente enormes, y un color rosado púrpura y malva

chispeante; son las aristócratas dentro del mundo de las orquídeas. Algunas presentan un atractivo original en su conjunto;

otras tienen un encanto extraño; en ocasiones desprenden un aroma desagradable, que está presente sobre todo en los

seudobulbos. Entre ambos extremos se sitúan numerosas orquídeas extraordinariamente hermosas y atractivas. Con esta

multitud de variedades se compone un enorme número de colecciones.

Parte del desafío que supone el cultivo de las orquídeas reside en comprender sus singulares elementos flora les y la ex-

cepcional estructura de la planta. En este lib ro se intenta explorar el mundo de las orquídeas desde su evo lución en la na-

turaleza, la historia de su descubrimiento y su primer cultivo, hasta las innumerables variedades de las que se dispone en

la actualidad. En sus páginas se explica en detalle cómo cultivarlas para ofrecer al lector una idea clara de los requisitos es-

pecíficos de cada planta.

Phalae11opsis Culiacan.
8 E L M U N O O D E L A S O R QU i D E A S

lPOR Ql)É CULTIVAR

ORQJ)ÍDEAS?
Las orquídeas pueden cautivar, seducil~ fascinar
y frustrar. Proporcionan una satisfacción infinita,
como sucede cuando se entabla un vínculo especial
con una selección de plantas a las que es preciso
alimentar y cuidar con regularidad. El rociado
diario, el riego y el abono semanal, además de la
atención constante a las necesidades de su
crecimiento, como la luz, el calor y el bienestar
en general de la orquídea es un proceso muy
gratificante. Pronto descubrirá que lo que desea es
cultivar más orquídeas y ampliar la colección para
incluir algunas especies raras, además de las más
populares. Con el tiempo, se convertirá en un ARR I BA N umerosos híbridos fascinantes, como esta Phalaenopsis

Sweet Sunrise, se han conseguido a partir de la especie de Borneo

experto en su cultivo y cuidado, dispuesto a dedicar
Ph alaenopsis vio lacea co mo punlO de partida. Con frecue ncia, el
muchas horas al placer de admirar el resultado de resultado es una especie con flores de ricos colores que nacen sobre
todas sus atenciones. espigas cortas cerca de la planta, y que salen a la vez.

PRIMEROS AÑOS
Las orquídeas so n plantas maravi ll o-
samente adaptab les q ue prospe ran
en casi todas las situaciones co n cier-
ta facilidad. Este hecho sorprende a
la mayo ría de los aficionados que se
ade ntran por vez primera en el m un-
do de su cultivo. La recompensa de
ver los primeros signos de las es pigas
flora les en desarro llo (unos peque-
1ios brotes verdes en la base de la pri-
mera orquídea ) es un acontecimien -
to emocionante, só lo su perado por el
surgimi ento de la gloriosa fl o ració n.
A menudo, las flores perdura n va ri as
semanas, que brindarán a qui enes las
co ntemplen de un ind udabl e placer.
Las orquídeas son plantas de vida
larga: una vez adquiridas, perd urarán
tanto como su due1io, o qu izá más,
siempre y cuando reciba los cuidados
necesarios. Siem pre indu lgentes, las
orquídeas fl orecerá n en las condi cio-
nes más extremas, incl uso a costa de
su prop ia vida cuando la situ ación lo
exija: en un último intento po r so-
brevivir a partir de las semillas, pro-
du cirá n una postre ra explosió n d e
co lor.
Hace un siglo, cuando se pagaba n
p recios desorb itados po r los es pe-
címenes más finos, con la pretensió n
de qu e las orqu íd eas man te nían y
co nservaban la salud, se consideraba
que estas plantas eran d ifíci les de cu l-
tivar, pues requerían una técnica espe-
cializada y unas condicio nes atmos-
féricas de calor y hum edad propias de
un invernadero estructurado.
Hoy en día, las orquídeas se ven-
den con asiduidad en centros dejar-
dinería, ti endas y flor iste rías, ade-
más de en los viveros es pecializados,
donde es posible encon trar una am-
plia d iversidad. Las orquídeas prospe-
ran en los alféizares de las ventanas
com o en los pequeüos invernaderos
de los aficio nados a la jardinería.
Tres orquídeas popul ares
La orquíd ea q ue más se sue le ver en
los h ogares es la de li ciosa, Phalae-
nopsis, de tonos suaves, jas peada o
motead a, rayada o li sa. Últimamen-
te, estas orquídeas h an co nqu istado
fama y son las especies de interi or
más popu lares de su clase. En com-
b inacion es de co lores bl anco, rosa y
amaril lo, la Phalaenopsis produce t res

o cu atro atractivas hojas curvadas
ho ri zo ntalmente, anchas, de color
verd e medio u oscuro, con unas raí-
ces bl a ncas plateadas gruesas con
bastante tendencia a contonearse
fue ra del tiesto. Habitual mente se
co mpran en flor, que durará varias
semanas, y antes de que desaparezca
la prim e ra espiga floral despunta
otra co mo prom esa de una nueva
flo r para los m eses venideros. Estas
plantas se adaptan de forma ideal al
culti vo de interior, donde es menos
pro bab le que estén exp uestas al sol
directo, un viento fuerte o las he-
ladas nocturnas. El interior de la
cas a es un lugar cálid o y cómodo,
perfecto para estas orquídeas epifitas
trop icales.
Otra s orquídeas frecuentes en
las exterrsiones abiertas son las C)lm-
bidium. Ya sea en el interior de la
casa o en un invernadero, estas ro-
bustas orquídeas producen un fo ll a-
je largo y estrecho de aspecto tropi -
cal qu e suele caer en cascada por
o EREc HA Los pétalos laterales de
Cyrnbidium erythrostylum, una
deliciosa especie originaria de Vietnam,
parecen ir hacia atrás para arropar al
labelo. Las florescencias, de un blanco
in maculado, han producido algunos
híbridos excelentes.
¿ ro R Q U É
debajo de las flores, sustentadas so-
bre pequefi.as espigas que combinan
una docena o más de ell as. Con una
gama de co lores casi ilimitada, la
variedad es interminable; tan sólo el
azul se ha resistido a l cultivo. Los
cimbidios florecen sobre todo en
invierno y primavera, con un esta-
llido de flores en una época en que
de sus brillantes tonos y matices
pastel eman a un encantador con-
traste con la desnudez de los jardi-
nes al aire libre. Sus flores se man-
tienen en perfectas condiciones
hasta el final.
e u LT 1V A R o R QU í D EA s? 9
1ZQU 1 E ROA Las espléndidas j)ores de
Miltoniopsis Faldoue11ienen pétalos
de color granate y labelos blan cos, con
rebordes color malva y ribeteadas y
salpicadas de marrón.
Muchas otras orquídeas prospera-
rán dentro de la casa con un mínimo
de cuidados, pero son pocas las que
pueden compararse con la bella Mil-
toniopsis, u orquídea pensamiento ,
como es conocida popularm ente. El
pequefio tama!lo de la planta y sus
flores grandes y decorativas ofrecen
un espectáculo veraniego de delicada
fraganci a. Merece la pena buscar estas
orquídeas y otras clases adaptables si-
mil a res en la tienda local. Llévese una
o dos a casa. No le defraudarán.
Aunque no tardará mucho en co-
nocer y reconocer estas populares or-
quídeas, una vida entera no basta
para aprenderlo todo sobre estas
plantas. La gran cantidad de varieda-
des es interminable, muy superior
al de cualquier otra planta. La bús-
queda interminabl e para saber y
comprender mejor a la familia vege-
tal más extensa del mundo es lo que
convierte su cultivo en una actividad
total mente absorbente.
10 E L M U N D O D E L A S O R QU i D EA S

CULTIVAR UNA
COLECCIÓN
Se puede empezar con una o dos or-
quídeas co locá ndo las en la ven tana,
pero es muy raro que el interés se
detenga aquí. Las orquídeas llegan
a ser tan absorbentes que qui zá nun -
ca se tenga suficiente: siempre habrá
a lguna otra planta imprescindible.
En muy poco tiempo, la pequeña co-
lección habrá crecido hasta hacerse
enorme, con lo que los huecos de las
ventanas y el espacio disponible en
el interior de la casa dejan de ser su-
ficientes. Entonces habrá llegado el
momento de conceder a esta colec-
ción en rápido crecimiento un sitio
adecuado en un invernadero diseña-
do especia lm ente para su co nfort.
Los cultivadores comprometidos
no pueden resistirse a la tentación
de adquirir nuevos ejemplares en
cuanto se presenta la ocasión, tal co-
mo lo demuestra la ans iedad por
comprar que acompaña a todas las
ferias de orquídeas. No debe olvi-
darse que las orquídeas crecen: un a
planta comprada en un a pequeña
maceta puede doblar su tamaño en
pocos años.
Si se tiene la paciencia de com-
prar plantas jóvenes para su cultivo,

ARRI BA I Z QU I ERD ALa mexicana

Oncidium tigrinum apenas se culliva,
pero ha dejado su legado en varios
elegantes híbridos como este
Odontocidium Tiger Brew, que ha
heredado su colorido amarillo con un
dibujo múltiple.

1ZQU 1E RO A Las Stanh opea, como esta

variedad ti grin a, son orquídeas

extraordinarias que producen unas flores
aromáticas de densa textura desde la
base de la planta. Las flores duran muy
poco, tan sólo unos días, antes de
marchitarse.
 ¿ I' O R QU E C U L T 1 V A R O R Q U Í D E A S 7 11

las macetas para principiantes cons-

tituyen una alternativa económica
fre nte a la compra de plantas con ta-
mai'io de floración. Se trata de reci-
pientes esterili zados que contienen
unas doce plantas de 2,5 cm de altu-
ra y permiten disfrutar de la expe-
riencia de cultivar orquídeas hasta la
ílo ración: un compromiso que dura-
rá a1ios. Ocupan mucho menos es-
pacio 12 plántulas en Ja habitación
que 12 plantas en ílor y lo mejor es
deja rlas florecer a todas antes de de-
secharlas para quedarse con la me-
jor. El resto bi en puede servir como
un bonito regalo para los amigos,
que quedarán encantados con la sor-
presa y, qui zá, se aficionarán tam-
bién a su cultivo. Estos recipientes
pueden contener plantas de semille-
ro totalmente dife rentes unas de
otras al florecer, o bien plantas me-
riste máticas id énti cas. Cuando se de-
cida a comprar uno de estos reci -
pientes, el dependiente no tendrá
ningún probl ema en aclararle todas
estas cuestiones.

Una colección de especialista
Una vez iniciada la colección de or-
quídeas con estos tipos fáciles de
cu ltivar, más adelante tal vez se de-
cid a a especializarse en las va rieda-
des que le resulten más atractivas.
Cada cual tiene sus prefere ncias y
mejorará su capacidad de elección al
descubrir el enorme abanico de or-
qu ídeas disponibles. Algunos culti-
vadores prefieren concentrarse en
las plantas peque1ias con infinidad
de diminutas flores fascinantes y de-
liciosas, como ocurre con las Pleurot-
/Ja/lis y otras emparentadas. En este
caso, es posible encontrar germina-
cio nes peque1ias que requieren el
mínimo espacio. Si le intimidan las
ílo res más llamativas, puede optar
por las muchas variantes de Paphio-
pedilum, elega ntes orquídeas resba -
lad izas, cuyas flores presentan la ca-
racterística bolsa y en las que es po-
sible descubrir los colores m ás ll a-
mativos. De floración invernal y
larga duración, las Paphiopedilum re-
quieren condiciones sombrías y
temperaturas cálidas.
Ya se trate de una colección de in-
terior o de inve rnadero, existen mu -
chas formas diferentes de cultivar las
orquídeas. Muchas epifitas (las que
crecen sobre los árboles, como Coe-
logynes y Encyclias) se adaptan excep-
cionalmente bien entre los troncos o
sobre una gmesa rama colocada en Ja
esquina de un invernadero. Su efecto
visual puede ser muy decorativo. A
menor escala, un acuario viejo puede
servir de hogar ideal para orquídeas
en miniatura, pues se puede crear un
perfecto microclima húmedo.
A medida qu e crezca el interés
por las orquídeas, es muy probabl e
ARRI BA Paphiopedilum spicerianum,
una elegante especie de India, se
encuentra en el fondo de muchos
co111plejos hfbridos actuales. El sépalo
dorsa l en caperuza impide r¡ue el agua
caiga dentro de la bolsa.
qu e se quiera compartir la afición
con otras personas. No será muy di-
fícil ponerse en contacto con alguna
asociación especializada. Sus reunio-
nes y charlas ofrecerán nuevas opor-
tunidad es de aprender y disfrutar
de la experi encia de compartir este
hobby. Será también el espacio ideal
para interca mbiar consejos y suge-
rencias. Además, la mayoría de los vi-
veros de orquídeas organizan talleres
y días de puertas abiertas, y las ferias
brindan la ocasión de aprender y
comprar. Un mundo nuevo e inmen-
so por descubrir.
12 E L M U N DO D E L AS O R QU i DE AS

ÜROJ)ÍDEAS
EN LA NATURALEZA
Las orquídeas constituyen la familia más extensa de plantas con flor del mundo, y nadie discute su enorme
diversidad y distribución en el reino vegetal. Cualquier hábitat terrestre en el que las plantas puedan crecer
contendrá orquídeas. Estas especies sobreviven desde las cumbres montañosas azotadas por el viento hasta
en las húmedas selvas tropicales. Se aferran a las rocas en las frías e inhóspitas regiones árticas y en los
desiertos más secos y ardientes.

LA EVOLUCIÓN pecialistas de todo el mund o se es- gas di stancias. Ll evadas por el viento
fuerza n por satisfacer la demanda in- a través de co ntin e ntes y océa n os,
DE LAS saciabl e de nu evas variedades. La va- han co ntribuido a que las orquídeas
ORQYÍDEAS riación es ta n gra nd e que parece colonicen el mundo . Los cipripedios,
mentira que todas estas plantas pue- po r ejempl o, pued en encon trarse en
Un enorme abanico de e ntorn os, dan pe rtenecer a la mi sma fa milia, la zo na septentrion al del globo, in-
desde el marítimo hasta el clima al- clas ifi ca das según la estru ctura d e m ed iat am e nte deb a jo d el Círculo
pino, define los háb itats de las orquí- sus fl o res y la sem ejanza que guar- Pol ar Ártico . Su adaptación a los há-
deas au tóctonas. Dentro de esta dis- dan entre sí. bitats ha supuesto la e merge ncia de
tribución globa l, cab e e ncontrar num erosas especies diferentes. Como
ce rca de 25. 000 o 30.000 especies. Distribución de las orquídeas co nsecuencia de las condi cio nes fre-
Desde el com ienzo de la clasificación Su semill a tan sumamente peq ueüa cu e nte mente duras, a lgun as crecen
vegetal moderna, por obra del natu- y pul verulenta ha permitido que las con extrem ada lentitud, pero una vez
ralista sueco Linneo en 1758, has ta o rqu ídeas se dispersen y viajen lar- arraigadas en gra nd es poblacion es,
hoy, los taxonomistas no han dejado
de clasificar y reclasificar las especies
existentes y de describir otras nuevas.
Todos los aüos, desde algú n rin có n
de l mundo, llega n nuevos descubri -
mientos de especies de orquídeas. Al-
gunas son de una bell eza tan so r-
prendente q ue cuesta entender cómo
se h an mantenido ocultas dura nte
tanto tie mpo; en cambi o, o tras son
tan discretas qu e resulta claro por
qué han pasado inadvertidas. Chi na,
por ejemp lo, es un pa ís inmenso que
aca ba de abrirse a la exp lo ració n oc-
cidental, con el resul tado del descu- A R R 1 BAConstantemente se descubren La bella y jaspeada
A R R 1B A

br imi ento de ciertas Paphiopedilum
increíbles.
Además del vasto número de es-
pecies, pu ede h aber u nos 100.000
híbridos en cultivo, un número que
au menta de aü o e n aüo, pues los es-
nuevas especies de orquídeas. En la última
pa rte del siglo XX se hallaron nuevas y
sorprendentes Paphiopedilum en China,
como la dorada Paphiopedilum
armeni acu m. An tes no se había conocido
nada semejante en el género.
Paph iopedilum micranthum porta una
bolsa volu minosa y bulbosa bastante
atípica dentro del género. Otro
descubrimiento reciente provenient.é de
China ha producido toda una nueva
gama de hfbridos.
 O R QU i D E AS EN LA NA TU RAL E ZA 13

I Z Q U I ER DA

Aunque las
pequeñas flores
vistosas y
brillantes de
Liparis u nata
111 iden apenas

1 cm, nacen de
espigas de 11 nos
3 0 c111 de altura.
La imagen de una
planta grande con
varias espigas
AR RIBA Las semillas de orquídea son floridas es una
dimin11ras, poco 111ás que una mota de verdadera delicia.
polvo. Con cien aumentos es posible
apreciar el embrión fé rtil de estas semillas
de Lipari s unata dentro de una cubierta
protecrora . Las cápsulas pueden contener
hasta medio millón de semillas.

pueden perdurar durante muchos

años si no se las perturba .
Hace 10.000 años, gran parte del
pl aneta quedó cubi e rta por hielo en
la última glaciac ió n . Este enorme es-
cudo de agua co ngelada se extendió I Z Q U I ERD A

desde el polo No rte, para cubrir casi Coelogy ne

todo el hemi sfe ri o sep tentrional. Tal mooteana
circunstan cia d ebió o bligar a las or- « Brock 1111 rst»

qu ídeas a retroceder a sus luga res pri- FCC/R I IS es una

mige nios terrestres. En los últimos fa ntáslica especie

1.000 años, a medida que cedían las de Vietnam. No
placas de hi elo, las o rquídeas volvie- encuentra rival
ron a avan zar y ocuparo n los territo- para sus flores
ri os qu e habían dominado antes de de inmaculado
la gran glaciación. Así, las o rquíd eas blan co
del hemisferio norte h an ava n zado y engalanadas con
retrocedido con estos grandes ca m- un labelo dorado.
bios clim áticos, lo cua l ha te nido un Estas plantas se
im pacto d irecto e n su evolución. En cultivan muy bien
ca mbio, las orquídeas tropi cales d e y descienden de
las selvas cerca nas al Ecuador no su- un iínico clan
fri eron los efectos de los cambios cli - exportado a Reino
máticos. Las selvas tropica les apenas Unido a finales
han cambiado du ran te mi llones d e del siglo xx.
años. Esto ha favorecido una evo lu-
ción in interrumpida en estas flores, y
en co nsecuencia, la giga ntesca dive r-
sidad presente en estas regiones.
14 EL MUNDO DE L AS O RQUfDE AS
tabl ece una rel ac ión
simbiót ica, según la
cua l tanto la orquí-
d ea co mo el hongo se
hace n co mpletam ente
dependi entes uno de
otro para su supervi-
vencia. El micelio libe-
ra nutri entes que son
absorbidos por la or-
quídea, que a su vez se
convierte en hospeda-
dora d el hongo. La
mayo ría de las orq uí-
d eas ti e nen micro-
hongos específicos, de
man era que d eben
ARR IB A Existen nu merosas orquírleas lo bastante pequeñas existir tantos hongos
co1110 para caber en un dednl. Schoenorchis pachyrachis, difere ntes como or-
11nn especie de Mnlnsia , produce unas flores profusas)' quíd eas hay e n e l
dimi nutas. Sus pequeflas di111 e11siones la convierten en ideal mundo. Para que un a
pnra crecer sobre corteza. semi ll a germine es ne-
cesa ri o que entre e n
Orquídeas y otros contacto con el hongo desde el princi -
organismos pio. Po r esta razó n, es común encon-
Para sobrevivir a nte los ca mbi os de l trar las orquídeas en colonias grandes,
cli ma, las o rqu ídeas han desarrolla- y no de forma individual, dad o que
do ex trai'\as asoc iaciones co n o tros esta ín tima proxim idad con otras or-
o rga nism o vivos. Dentro d e la es- quídeas asegura la presencia del hongo
tructura de raíces de la mayo ría de necesa rio.
las orquídeas coexiste un ho ngo mi- Las epifitas tropi ca les tambi én se
croscópico (micelio). Esta ali anza es- d esa rrollan únicam ente en determi-
nadas especies arb óreas. En los d en -
sos bosques tropicales q ue han per-
m a necido vírgenes durante siglos,
sólo unos cua ntos árbol es sirven de
hospedadores. Las o rquíd eas más
grand es y vo lumin osas se confi nan
en el tron co o la rama principal de
un árbol gra nde, mientras que las es-
pecies pequeñas se aferra n a las ra-
mas finas para sobresa lir por encima
de las co pas. La m ayo r es pesura y
densidad d e los bosqu es pe renni-
folios co nforma el entorno idón eo
para qu e las orquíd eas produzca n
eje mplares rob ustos y de hojas más
oscuras, si bi en más limitados para la
floració n que si creci eran e n las estri -
baci o nes. Aquí las plantas se benefí-
A B A 1o 1ZQU 1 E R D A Un abejorro es
atraído hacia esta especie de
Bulbophyllum por el llamativo /abe/o
rojo, que se asemeja a la herida abierta de
un animal. A medida que se adentre en la
«herida», el /abe/o con bisagra catapultará
el cuerpo del i nsecw hacia los poli n ios.
A BAJO Es ta mosca es atraída hacia una
especie de Go ngora por su aspecto. Debe
señalarse el mecanismo de polinización
Lan especializado que asegura que la
mosca se dirija hacia los polinios.

DE RE C HA Hexisea bidentata polinizada
por un colibrí. Esta asociación explica por
qué 111 flor es totalmente roja, sin ningún
otro adorno. A cambio, ofrece al ave su
nécw1·.
ciarán de los vientos frescos y de ma-
yor luz solar, y su floración lo agra-
decerá, au nque co n seudobulbo s
arrugados y fo ll aje amarillento .
Para la poli n ización, las flores d e
las orquídeas han desarrollado tam-
bién una relación especial con los in-
sectos, los colibríes e incluso peque-
ños mu rciélagos. En el primer caso,
la relación se entabla co n un grupo
de insectos o co n una especie concre-
ta. El insecto es atraído hacia la flor
en su búsqueda de néctar, que a ve-
ces, aunque no siempre, consigue a
cambio de facilitar la po linización. El
color, la forma y el tamaüo de la flor
sirven de reclamo. Muchas o rquídeas
se mimetizan para atraer a determi-
nado tipo de abejas y moscas, como
se observa en la especie europea d e
Ophrys, cuyo labelo se asemeja a la
hembra de la es pecie; el macho, al
creer qu e ha encontrado a su pareja,
in tenta la copulación, pero lo que
hace es poliniza r la flo r. En la orquí-
dea abe ja (Oplirys apifera ), la orquí-
ORQU[DE A S EN
dea aco mpasa la apertura de sus fl o-
res para co incidir con la aparición de
las abejas m acho, que ll egan al vu elo
tres semanas antes que las hembras.
Un a vez que n ace n las hem bras, la
abeja macho perderá interés po r las
flores. Este interva lo es crucia l para
la polinización.
Existen ciertas orquídeas, sobre
todo en las especies de Bulbophyllum ,
que desprenden un fu erte o lor a pu-
trefacción. Tien en los sépa los y el la-
belo de un color ro jizo oscuro seme-
jante a carne en d escompos ición, y
se ubican precisamente en el lu gar
en el que las moscas y avispones ca-
LA NATURALEZ A 15
rr0l1eros suelen pon er sus huevos.
En cambio, de orquídeas co rn o la
Brassavola nodosa emana un delicio-
so perfume nocturno para atraer a
las polillas y otros insectos de la no-
che para la polinización. También
están las fab ul osas Angraecum, pro-
ductoras sob re todo de flores blan-
cas que li beran su perfume só lo al
alb a para co in cidir co n el momento
en que su insecto específico está ac-
ti vo . Otras especies, corno Oncidium
fl exuosum, producen sus flores en un
enjambre arracimado en el extremo
d e una espiga fina y larga, cuya fun-
ción es atraer a los insectos vo lado-
res por su movimiento con la más
leve brisa.
La asociación única entre las or-
quídeas y sus polinizadores específi-
cos ha evolucionado en un periodo
de tiempo enormemente largo, pero
puede ser destruida por la interferen-
cia in adve rtida del hombre con el
mundo natural a través del uso indis-
crim inado e incorrecto de insectici-
d as, la tala de árbo les y la extensión
d e la agr icultura.
1zQU1 ER DA Las polillas de Burnel son
atraídas hacia las j1ores de la
Anacamptis pyram idalis terres1re.
Las flores desprenden cierta ji-aga ncia pero
no rienen néctar.
1G E L M U N D O D E L A S O R QU Í D E A S
TIPOS DE
ORQYÍDEAS
Existen numerosos y diferentes tipos
de orquídeas, clasificadas atendiendo
al modo en que prosperan y sobrevi-
ve n, al tipo de sustrato que neces itan
(un árbol o una roca o bi en crecen
en el suel o ), y también a las di feren-
tes condiciones qu e neces itan para
VlVlL
Epifitas
Las orquídeas cuya evolución las ha
ll evado a vivir en los árbo les se de-
nominan epifitas. o se pu ede ha-
blar de parásitos, que depend en pa -
ra su ex iste ncia de l alimento que
o btienen del árbol. Las epifitas no
obt ie nen nada d e l árbo l para su
crecimiento, sino que simplemente
se aprovecha n del porte elevado y se
b e ne fician de estar más cerca d e l
aire y la luz que la vegetación qu e
crece en el suelo selvático. Esta for-
ma de vida aérea no se restringe a
las orq uídeas pues comparten el es-
pacio con brom e lias, helechos y
musgos, así como otras plantas qu e
trepa n por las ramas y crean su pro-
pio mi croclima en lo a lto de la copa
d e l á rbol. Otra ventaja de vivir a
cierta a ltura es la m ayo r abundancia
d e insectos, necesa rios para la poli-
nizació n de las flores. Las orquíd eas
han encontrado múltiples mane ras
curiosas de atraer a los agentes poli-
nizadores, los insectos, para que vi-
site n sus flores.
Las epifitas obti enen los nutrien-
tes de la humedad del aire y de los
restos que se recogen en las axilas de
las ramas o bajo los musgos por los
que pen etran sus raíces. Las hojas en
estado d e putrefacci ó n y los excre-
mentos de los pájaros y otros anima-
les componen el resto de su magra
dieta. La parte concreta e legida de-
pende de cada tipo de epifita . Algunas
cuelgan de las ramas grandes próxi-
mas al tron co, o del tron co mismo, y
en genera l suelen ten er dim ensiones
enormes q ue las llevan a abrazar todo
el árbol. A veces, el peso tan acusado
de ciertas orquídeas (Gram matophy-
llum speciosum) pued e ll ega r a tron-
char y abat ir el árbol. En cam bi o,
otras orquídeas, las epifitas de las ra-
mas, pe nd e n precariam ente en las
puntas ra mosas, mientras que o tras,
como la Psygmorchis pusilla, ll egan a
germinar y crecer en las hoj as de cier-
tos árbo les de América central.
Dep e ndi endo de l á rb o l hospe-
dador, las orquídeas se adaptan a un
esti lo de vida u otro. Cuando los ár-
boles se des pojan de sus hojas al ini -
cio de la estación seca pa ra retener
la hum edad, muchas orquídeas ha-
cen lo mismo. Sus raíces aéreas de-
jan de crecer y los brotes se cubren
de un ve lame n blanco qu e las prote-
ge del da ño y la deshidratación. Un a
vez te rminada la é p oca d e creci-
miento, pe rmanecen e n un estado
latente hasta el comi e nzo de las pri-
meras lluvias, que anun cian un nue-
vo arranqu e de actividad pa ra las
plantas. Durante el pe riodo en el
que perm a necen dormid as, <lepen-
1ZQU 1 E ROA En lo alto de los riscos de
estos frondosos valles, las orquídeas
epifitas trepa 11 por las ramas. Las
condiciones climatológicas pueden llegar
a ser bastante inhóspitas y las orquídeas
deben soportar el azote de los vientos,
la llu via y las bajas temperawras de la
estación lluviosa brasileña.

de n de la hum ed ad a lm ace nad a e n
sus seudob ul bos pa ra su m ante n i-
mien to. Tras perio d os p ro lo n gad os
de sequía, di ch o s se ud o bulb os se
encoge n; es te es un p roceso anu a l
habitua l pa ra muchas o rq uídeas.
Co n el ini cio d e la te mpo rada d e
lluv ias co mi enza el crec imi e nto, y
en seguid a apa recen nuevas raíces.
Las raíces recoge n la hum ed ad para
abastecer de nuevo a los seud o bul -
bos. Los b ro tes recie ntes d epende n
de los seudob ulb os a nti guos y m a-
duros co mo fuente d e ene rgía, h as ta
O R QU i D E AS EN LA N A TU RALE ZA 17
Las flores escarlata de la epifita
A R R 1B A
Sophro nitis coccinea brillan como
piedras preciosas sobre los árboles que
crecen en los lindes de los bosques costeros
brasileños, que pueden quedar cubiertos
de nubes durante días.
qu e sus propi as ra íces pu ed en nu- A R R 1B A 1zQU 1 E R DA Las ci111as de las
trirl os. Los viejos seud o bulbo s sos- mon 1t1 11as en las zon as de elevada altiwd
tiene n a lo s nu evos h as ta agotarse y co1110 los bosques de la costa brasileña
perecer, secos y m architos. Para e n- pueden permanecer cubiertas por las
t o nces, mu ch os seud o bulb os nu e- nubes durante muchos días. Ello supone
vos habrán ocu pado su luga r, co n lo una humedad constante, por el rocío
cu a l la o rq uídea, en teo ría, pued e v i- fo rmado dentro de las nubes.
vir ete rn am ente. En la p rácti ca, los
seud o bulbos se sigu en d esarroll a n- ABA 1o La especie epifita Scuticaria
d o d urante a11os, o a l me nos h as ta hadwe nii es una encantadora orquídea
que el árbo l q ue las hosped a perm a- que vive en lo ali.O de los árboles, con unas
n ece e n pie. espectaculares hojas péndulas. Se ca mufla
Po r motivos no bien co nocid os, pe1fecia 111ente ent.re las otras plan tas
num e rosas epifitas eli ge n un á rb o l selváticas.
co ncreto para vivir. Pos ib lemente se
deba a la textura d e la co rteza en la
que enraízan , o tal vez la razón es tri -
be en los nutri entes dispo nibles. De
igu a l mod o, a lgunas especies só lo
crece n en un lad o d el árb o l, posib le-
m ente para p ro tegerse de l vie nto do-
m ina nte.
I ZQU IE RD ALa bella especie epifita
Rod ri guezia bractiata de Brasil crece
abundantemenie en los árboles f rutales,
decorándolos con sus jlores que caen
en cascada sem.ejanies a la nieve en
primavera .
18 E L MU N DO D E L AS O R QU
Mientras las epifitas se alojan en
árboles vivos, algunas orquídeas, co-
mo Ja especie Catasetum, son saprofi -
tas, y viven en árboles en desco mpo-
sición, horadando con sus raíces el
tej ido blando situado bajo Ja corteza.
Son especies menos duraderas que las
ep ifitas, ya que en apenas unos ai'ios
los árboles muertos en el trópico de-
saparecen presa de los hongos y las
termitas. Por consiguiente, las sapro-
fitas deben prosperar con rapidez y
producir pronto la semilla para que
la siguiente generación pueda trasla-
darse a otros hábitats.
Terrestres
Se llama terrestres a las orquídeas que
crecen sobre la ti erra, de man era que
no existe suelo al que no haya n podi-
do adaptarse. Aparecen en luga res tan
di versos como los cálidos y secos de-
siertos austra li anos o los bosques y
prados más sombríos de los clim as
i D E AS
templados. En Noneamérica, orquí-
deas como la deli ciosa Cypripedium
calceolus crecen en los bosques fríos,
mi entras que otra es pecie de Cypripe-
dium medra en zo nas de Rusia que se
e>..'1 ienden hasta el borde mismo del
Círculo Polar Ártico.
Las orquídeas terrestres pu ede n
darse en solitario o agrupadas en co-
1Z QU 1 E R D A La ji-agante Zygo petalum
crinitum disfruta de un lugar sombrío
lejos de los incisivos rayos del sol
brasileño. Mu chas de estas plamas crecen
en la tierra bajo los árboles.
Jonias. A veces emergen por millares
y tiñen los prados de morado o rosa
con sus florecillas (especies de Orchis
y Dacty/orhiza). Entre las orquídeas
terrestres ex iste tanta variedad como
la que cabe encontrar entre las epifi-
tas tropi ca les . o obstante, no han
llegad o a seducir a l co leccionista
como las epifitas, en parte porque
su culti vo es más difícil y resultan
menos vistosas, tanto la pl anta como
la flor.
Norma lmente, las o rquídeas te-
rrestres se d esa rroll a n e n un tallo
único que surge desd e uno o dos tu-
bérculos subterráneos o de una masa
de raíces rizo matosas. Pueden crecer
justo bajo la superficie del manto de
hierba natural o en lo profundo del
suelo, según las condi cio nes. El tallo
termin a e n e l capítu lo floral , qu e
puede adorna rse con una o varias flo-
res. Mi e ntras algunas especies pros-
peran en suelos arenosos de Jugares
áridos, otras florecen en marismas,
dond e sus tubérculos pe rmanecen
sum ergidos durante gran parte del
año . En invierno, sólo sobreviven las
partes subterráneas de la planta para
reactivar nuevos brotes co n la prima-
vera. En ca mbio, otras orquídeas te-
rrestres, como las Phaius y los calan-
tos perenn es, producen un rizoma
rastrero con seudob ulbos a l nivel del
suelo. El sistema de raíces penetra de
forma profunda en el suelo en busca
de hum edad y nutri entes.
1Z QU1 E ROA Cerca de la base de un gran
árbol, esta Go ngora bufoni a ofrecerá
una imagen fan tástica rnando sus 11
espigas floral es se abran y atraigan_a los
enjambres de las abejas Euglossa para
que la polinicen.
 O R QU f D E A S EN LA NA T U R A L E Z A 19

o ERE c HA Típica escena de una extensión

w bier/il de bro111e/ias en el bosque
atlántico de Brasil. Las bromelias son
plantas gigantescas que crecen iamo en
los árboles co mo en el suelo. Sus centros
están llenos de agua, una fu eme de
ln1111ed11d vita l. En esta ilustración se
dis1i11g11e una Scut icaria hadwenii.

No todas las orquídeas terrestres

co n rizomas subterráneos viven e n
zo nas frías. Nu merosas es pecies tro-
pical es que ado ptan es ta forma de
vida son caducas y se quedan en es-
tado latente enterradas durante la es-
tación seca. Sus partes ve rdes emer-
ge n cuando las condic iones son
prop icias. En ocasio nes, es tos hábi-
tats diferentes se confunden y es po-
sibl e que las epifitas desciendan d e
los árboles, en co ndiciones idóneas,
y se es tablezcan perfectamente en el
suelo. Igualmente, las semillas de las
orqu ídeas terrestres qu e se han asen-
tado en ramas co n mu sgo pued e n
enco ntrar un receptáculo adecuado
para sus raíces. Son grandes oportu-
nistas, así qu e prosperarán siempre
que las cond icio nes les co nvengan. queda n cubi e rtos por los musgos y gún otro luga r. Merecen un estudi o
Las stanhopeas y las acinetas son ep i- Jos líquenes entre los que progresan. apa rte, aunque en general es tas pl an-
fit as productoras de espigas floral es Si bien las especies te rrestres e u- tas no se encuentran e n cu ltivo y lo
colga ntes. Si terminan e n el suelo, las ropeas comparten much as caracte rís- qu e se sabe de ell as fu era de Australia
plantas crecen sin llegar a florecer, ya ticas, e n Austra lia han evolucionado se ha ido recopil ando principalmen-
que la esp iga penetra en el suelo y se algunos tipos muy extraños qu e no te a partir de las publicaciones espe-
pierde. ti e nen comparación con los de nin- cia l izadas.
Algunas orq uíd eas te rrestres, Aunque las orquídeas terrestres
co mo las especies Bletia, producen no se cultivan, no dej an de tener sus
seudobulbos, y muchas de las del gé- entus iastas, qu e regresan año tras a11o
nero Pleione se co nsid era n tambi é n a los lugares en los que se desarrollan
terrestres porque, aunque producen para dar con ell as en las ci énagas, las
seudobulbos, estos permanecen por co lin as o cualqu ier otro á mbito pro-
encima de la sup erfici e d el suelo o picio. Es tos a fi cionados devotos no
van armados de palas para arrancarlas
oER Ee HA En esta roca se ha 11 formado sino de cámaras con las qu e elaborar
zonas húmedas y cenagosas bañ.adas por un a colecció n gráfica . Para mu chos
la corriente de agua continua que la amantes de las orquídeas, la oportu-
cniza. Aferrado a las hierbas y la maleza nidad de investiga r y observar las or-
crece un gran macizo de Epidendrum quídeas tropica les en su ento rno na-
aquaticum, que disfnita de introducir las tura l es un objetivo inalcanzab le, pero
raíces en el agua. si se trata d e orquídeas terrestres, la
20 EL MU N DO D E L AS O R Q U 1 D E AS

D ERE C H A Esrns plántulas de Oncidium

bl anchetii han sido reimroducidas en su
entorno natural en el sudesle brasileiio
para lratar de contrarrestar su exlinción.
Estas pequel1as plantas han progresado y
preseman algu nas espigas listas para la
floració n.

satisfacción que genera su descubri-

miento no resu lta menos gra tifica nte.
Un aspecto q ue realza su atracti-
vo año tras a!lo es la flu ctu ació n de l
número de plantas en flor que pue-
den aparecer. En una zona en la que,
en una tem po rada, crecían por cien-
tos, quizá pueda encontrarse apenas
una docena de estas pla ntas a l a!lo
siguiente. Las o rquídeas terrestres se
caracteriza n po r surgir es po rádi ca-
mente según la estació n. Así, a lgunas
especies de Orchis pueden permane-
ce r en estad o late nte duran te mu-
chos años antes de brotar de forma
repentina. En los jardines abando na-
dos, es posibl e que las ma las hi erb as
sin sega r aco jan a lgu nas orq u ídeas
cuyas flores fueran decapitad as por
ARR I BA Algu nas orquídeas, como la
terrestre Paphiopedilum gra tri xian um
de Laos, han desarrollarlo «bolsas»
especia /izarlas para atrapar a los insectos
polinizadores.
los dueí1os anteriorm ente. Si no pue-
den crecer, las orquídeas promueven
su d esarrollo vegetativo bajo el n ivel
de la hi erba, y ga na n e n vigor. En
cua nto se les prese nta la oportuni -
A R R 1 BACypripedium calceolus, el
z.apat.o de Venus, es una planta terrestre
res islenle, originaria de Europa y
Norteamérica.
dad, crean un espectácu lo floral sin
paran gón. Cuando se encuentran en
una extensión de césped, es impera-
tivo no a pli ca r herbi cid as, que po-
drían destrui rlas.
Muchas d e las orquídeas terres-
tres recurren a ard ides para atraer a
los insectos polinizadores a sus fl o-
res. En el género Ophrys, las conoci -
das orquídeas abeja o a ra1i a, el labelo
d e la fl o r de ciertas especies imita el
aspecto d e estos insectos co n perici a
tal que seduce al mach o de la especie,
que lo co n fund e CO!l la hembra. En
su esfu erzo por copular co n la flor, la
abeja o la araña recibe n o depositan
el pol en, que trasladan d e una flor a
otra .
La s orq uídeas te rres tres es tá n
presentes e n todo e l mundo, pero
mu ch as, a l igu a l qu e las epifitas,
son cada vez más raras en e l e ntor-
no natura l, dado qu e gra n pa rte de
sus hábitats ha n s ido destruidos por
la urb a ni z ació n, la ex te nsión de la
agricu ltura, la min e ría, las ca nteras
o la ap li cació n de abo nos para me-
jorar los pastos.

Litófitas
En un punto de eq uilibrio entre las
epifitas que moran en los árboles y
las terrestres que prosperan en el sue-
lo se encuentran las litófitas . Estas
orquídeas crean su hogar en los ris-
cos y laderas rocosas, a veces cerca de
las pend ie ntes ve rticales donde las
cond iciones so n demasiado extremas
para que progresen otras plantas. A
menudo, crecen en peñascos calizos
cerca de la costa, o sobre rocas cu-
biertas de musgo donde encuentran
cierta protección para las raíces. La
pl anta se afe rrará a cualquier grieta
con sus raíces robustas. La inaccesi -
bil idad de algunos hábitats litófitos
ha permi tido que algunas orquídeas
muy vali osas, como Phragmipedium
bessene, no se hayan descubierto has-
ta fec has recientes, detectadas d esde
el aire.
Las litófitas obtienen su alimento
de fo rm a muy similar a las epifitas,
ya que dependen de la humedad y de
las lluvias regulares, pero además re-
sisten largos periodos de sequía ex-
trema . Obtienen la humedad y los
ORQU i DEAS EN LA NATURA L EZA 21
z La especie
A R R 1 B A 1 QU 1 E R D A AR R 1 BA En esta fotografía se distingue un
Cytopodium andersoniae consigue ejemplar de Rodriguezia bractiata que se
progresar sobre esta supe1 ficie de roca plana des!llTOlla de for ma inusual en una gran
y lisa. Produce una imagen llamativa con losa sobre donde /Ja aterrizado tras caer
sus hojas largas e indinadas. desde un árbol. J-la segu ido creciendo sin
problemas, rodeada de líquenes.
nutrientes adicionales de las raíces
que se contorsionan y penetran en
las hendiduras de las rocas o bajo los
mantos musgosos. Entre las orquí-
deas que crecen de este modo se in-
cluyen las pleiones y algunas especies
de Pap/Jiopedilum. Con frecuencia, las
especies epifitas que crecen cerca o
alrededor de la base del árbol se con-
vierten en litófitas cuando tienen
ocasión. De igual modo, las especies
terrestres de Paphiopedilum también
invaden las rocas que las rodean en
presencia de suficiente musgo o hu-
mus para cubrir sus raíces.
En cultivo, las orquídeas litófitas se
tratan de la misma manera que las epi-
fitas. Existen numerosos ejemplos de
híbridos, en particular con Paphiopedi-
lum y Phragmipedium de la especie epi-
fita que se han cruzado con litófitas o AR RIB A Stenoglotis fimbriata es una
tenestres dentro del mismo género. orquídea terrestre de Sudáji-ica.
22 E L M U N DO D E L AS O R QU i D E AS

HÁBITATS
TROPICALES
Los bosques tropicales de to d o e l
mundo co nstituyen el hogar natural
de la mayoría de las especies de o r-
quídeas epifitas, que han evo lucio-
nado en este entorno desde qu e el
bosque inició su existencia. Mil es de
géne ros diferentes se han adaptado
a la forma de vida aérea q ue propor-
cio na más ve ntajas que el suelo. Las
especies trepa n firmemente por los
árbo les de la selva, a menud o has ta
alcanzar la copa, donde tienen acce-
so a la entreverada luz solar que se
filtra por el fo ll aje en la época de cre-
cim iento, y a la exposició n a la luz
pl ena cuando los árboles pierd en las
hojas en la es tación seca. En esta
época, las o rquídeas se des prenden xico, y por Malasia, Filipin as y el su- ARR IB A Esta Seidenfadenia mitrata
de las ho jas y en tran en un estado se- deste asiático, has ta cas i alca nza r la localizada, en el parque nacional Plw
mi latente, acom pasando su cicl o co n fa ld a del Himal aya en el Nepal. En Kradung, en el norte de Tailandia, donde
el de l árbo l hasta que la lluvia reacti - estas d iferentes zo nas las co ndicio nes crece sobre árboles sin hojas durante la
va el crecim iento de brotes y ho jas va rían enorm emente, y las orq uídeas estación seca. Jiisw antes de las lluvias
nuevos. se han adaptado a todos estos entor- empieza a florecer en gran profusión,
Para res istir las condiciones extre- nos. Los ambientes desérticos y secos chispeando de color al paisaje falto de
mas de periodos de humedad y se- o los húmedos y cenagosos pa ntanos interés.
quía, las orquídeas han desarro ll ado no imponen barreras para estas intré-
métodos prop ios de supervivencia; pidas plantas: las orquídeas han co- de la m o ntaña, dond e generalmente
ell o incluye ó rga nos para alm acenar lo ni zado cualquier hábitat natural. la protecció n co ntra los elementos es
el agua, que reciben el nombre de Los bosques y las cubiertas fores- mínima.
seudobu lb os, y raíces aéreas a tra- tal es difi eren según la altitud y, por
vés de las cua les absorben la hum e- ta nto, también las co ndi cio nes d e
dad del ambie nte. Durante gran parte crecimiento que los defin en . A nivel
del año, las tormentas tropicales o las del mar, los bosques so n densos y
frec uentes neblinas qu e cubren los exuberantes, con escasos claros para
bosques les ofrecen un aporte co ns- la entrada de luz solar; en ca mbi o, al
tante de hum edad que basta para cu- ascender en altitud los árbol es se ha-
brir sus necesidades. cen más finos h asta llegar a la cim a
Los bosques lluviosos tropi ca les
cub ren la zo na del mundo que se ex- DERECHA Esta Cymbidium alo ifolium,

ti ende desde el sur del Ecuador has ta
Austra li a y Nueva Zelanda , d o nd e
pasa n a co nvertirse en bosques de cl i-
ma templado y dema rca n el límite
meridional de las orquídeas epifitas.
Al norte del Ecuador, las epifitas se
extienden por Suda méri ca hasta Mé-
que medra en la horcadura entre dos
reunas de un árbol grande a pleno sol en
el pa1·que nacional Phu Kradung de
Tailand ia, es una planta nwy resistente.
Tolera el sol tropical y crece con rapidez
para producir grandes hojas durante los
monzones.
O R QU Í D E AS EN LA NA TU RALEZ A 23

ARR I BA E I ZQU IERD A Eria

albidotomentosa es una especie que crece
a gran altitud en la lie1w o sobre terreno
rocoso como litófita. En su hábitat nawral,
las nieblas que cubren los árboles a primera
hora de la manana su111inistmn a estas
plantas el rocío que las 111an1iene durante
la estación seca. Estas orquídeas son
grandes oportunistas y se crean su propio
nicho en lugares donde otras plantas no
sobrevivirían.

A R R 1 BACoelogyne ni tid a puede crecer

como epifita en un árbol de altura o en el
suelo. Si la orquídea cae desde el árbol
hospedador logrará sobrevivir siempre y
cuando la competencia de otras plantas
terrestres no resulte muy intensa y las
condiciones del suelo sean las adecuadas.
Se desarrollará y florecerá con la 111is111a
libertad que una epifita.
24 EL MUNDO DE L A S ORQUiD EAS

Los efectos de la altitud leste sobre los só lidos rob les exp ues- ve co n el fin de aprovec har a l máxi-
Las o rquíd eas aparecen e n todas las tos a p le n o sol d u ran te pa n e del a ño mo la escasa luz dispo nible.
altitudes, pues se adap tan a su entor- y a los ele mentos adversos en un e n- Las zo n as secas y á ridas d el mun-
no co nvini éndolo e n un h ogar pe r- torno duro y seco. En e l o tro extre- d o es tá n expuestas a te mp e raturas
fecto. En cu lti vo, es precisamente la mo, las li castas e pifitas prospe ra n a muy elevad as, y en ciertas regio nes
altitud a la que crece la planta e n m e nud o e n las partes infe riores de de Austra lia se da un a de las más ex-
la natura leza lo q ue defin e la tempe- los tron cos d e los árb o les inclin adas trañ as d e todas las o rquíd eas t e-
ratu ra propi cia p a ra ell a; es mu ch o h ac ia los cursos de agu a e n zo nas rrestres, capaz de sopo rtar te mpera-
más imp o rta nte co noce r es te d a to umbrías. En este caso , las hojas ha n turas elevadísim as dura nte una parte
qu e el país de origen. adquirid o a nchura y un a textu ra sua- del a iio.
En genera l, las o rquíd eas que pre-
fieren la som bra, co mo las Phalaenop-
sis, so n las que se e ncuentran al ni vel
del mar; sus hojas a nch as y sucul e n-
tas están disel'i.adas para recoge r la
m áx im a luz pos ibl e e n las zo nas um -
brías de los densos bosques. Según se
progresa hacia altitudes más elevadas
y dentro del alcance d e la línea de
ni eve en los And es de Sud a m érica, se
encuentran las orq uídeas q ue crecen
con frío y q u e busca n la so mbra,
co mo las es pecies d e Odontoglossum y
Masdeva/lia. Dado lo ra lo de la a t-
mósfe ra a unos 3.000 m , las heladas
nocturn as no las d a11.an aunque, en
cu ltivo, una caída de la te mperatura
por deba jo de O º C sin dud a las afec- DE RE c HA Bulbophyll um b lepha ristes es una especie pel)ueña e insignif icante, pero

tará. A un a a lti tud de 1.2 50 m e n enormemente interesante por sus hábitos de desanollo, ya !)lle es capaz. de crecer y
Khasia 1-lills, en Ind ia, crece la her- prosperar en las rocas inhóspitas y desnudas. En la fo tografía, se extiende sobre una roca
mosa Vanda coerulea de flores azul ce- cubierta por lil)uen. Los seudobulbos lienen gra ndes nudos inler111edios.

I ZQU IE RDA

Cuando está en
f101; la especie
Dend ro bium
tri go nopus crea
unas llamativas
explosiones de
amarillo sobre las
rwnas desnudas
de los árboles.

DERECHA Vanda
pum ila es una
especie monopódica
con un extenso
sistema de raíces
l)ue se aferra a su
árbol receptor.
ORQUÍD EA S EN LA N ATURALEZ A 25

1ZQU1 E RO A

Dendrobium
primulin um es
una de las
especies de su
género más bellas
de Tailandia,
propia de las
tieJTas selváticas
de gran densidad
boscosa del
distrito de Pai.
En cultivo, esta
orquídea
desprende una
dulce fragancia.

I ZQU I ERDA La
especie
Dendrobium
pulchellum
aparece en la
fotografía en
crecimiento epifito
en la horcadura
de un árbol
grande. Esta
orquídea conserva
las hojas en la flor
nueva pero se
desprende de las
de la estación
anterior. Prefiere
los bosques
caducifolios y
puede verse desde
lejos en plena
floración.
26 E L MU N DO DE L A S O R QU Í D E AS

HÁBITATS
TEMPLADOS
En las regiones templadas de todo el
mundo crecen las orquídeas en el
suelo, entre la hojarasca en putrefac-
ción que cubre los suelos de bosques
y arboledas. Los bosques de el i ma
templado no son idóneos para el cre-
cimiento de epifitas en igual medida
que los tropicales, ya que las raíces aé-
reas expuestas en seguida sucumbi-
rían al frío. En Europa, las orquídeas
colonizan las laderas de las colinas y
son particularmente abundantes en
Grecia, Chipre y Turquía, donde la
agricultura ha sido menos intensiva
que en otros lugares, lo que ha per-
mitido que las orquídeas hayan pro-
gresado en las pendientes montai'to-
sas y rocosas. Las tierras baldías de
marismas también constituyen un
hábitat predilecto para muchas espe-
cies en Europa.
Se sabe que las orquídeas autóc-
tonas, una vez establecidas, no tole-
ran que se remueva la tierra y, por breen nutrientes, apenas tienen fuer- tido en su refugio y, al igual que las
eso, no prosperan en los campos cul- za para sustentar ninguna otra planta postrimerías del siglo JG'\. asistieron a
tivados. Por esta razón, muchas de silvestre. Estos parajes se han conver- un gran programa de construcción
ellas han perecido en prados en los
que crecían por miles hace apenas un
siglo. Sin embargo, en la actualidad
se cuidan en cultivo. Por tanto, sor-
prende comprobar que, cuando se
urbaniza un lugar con una carretera
o un edificio, las orquídeas son las
primeras plantas en colonizar la tie-
rra removida.
En numerosos lugares de Europa,
las orquídeas han ganado terreno en
los márgenes de las carreteras recién
construidas que, con su suelo tan po-

o ERE c HA La gran orquídea mariposa

(Platathera chlorantha) es una
elegante especie que florece en el verano
con flores sobre altas espigas. Es propia
de terrenos pantanosos y suelos
cubiertos de helechos.

AR R1BA Tierra recu perada desde
esco mbreras en un antiguo centro
industrial, como estas marismas que la
naturaleza ha vuelto a colonizm~ Es difícil
explicar cómo algunas orquídeas (en este
caso, la orquídea abeja u Ophrys
apife ra), en la fowgrafía de la derecha,
llegan a estos lugares y en unos años
fo rmarán grandes colonias.
vial, la visión de las primeras orquíde-
as moradas (Orchis mascula) florecien-
do co n profusión en los arcenes de las
carreteras se ha hecho habitual como
imagen de principios del estío.
Los terrenos circundantes a las
vías férreas y las carreteras son zonas
co n un mantenimiento regular en las
que es imposible que puedan asentar-
se arbustos y árboles durante mucho
tiempo. La limpieza sistemática de es-
tas márgenes se traduce en que son
asien to de extensiones donde florecen
ORQUIDE AS
las orquídeas. Estos hábitats pronto se
convierten en reservas naturales por
derecho propio, donde medran nu-
merosas plantas raras, antes descono-
cidas en ciertas zonas de agricultura
intensiva o tierra urbanizable, junto a
construcciones urbanas. Los restos de
zonas industriales, donde se han su-
primido las fábricas y el terreno está
sin cultivar, puede ser asiento de mu-
chas flores silvestres, entre ellas orquí-
deas, que en general son las primeras
plantas en colonizar la zona . Otros
EN LA NA T URALEZA 27
A R R 1BALa orquídea abeja (Oph rys
apifera ), que florece a principio del verano,
es un ejemplo muy conocido
del modo en que las orquídeas pueden
mimetiwrse para atraer a los insectos como
agentes de poliniwción. Requiere una
especie específica de abeja para este fin .
hábitats artificiales rápidamente inva-
didos por las orquídeas son las cante-
ras y las minas de arcilla, así como las
áreas que colindan con las dun as
de arena cerca de la costa.
28 E L MU 1 DO DE L AS O R QU
A med id a qu e se ha entend id o
mejor cuál es el suelo que requieren,
las orquíd eas han ido conquistando
los jardines. Las es pecies Dactylorhiza
y Orchis se propagan con rapidez y los
especiali stas las culti van a partir de la
sim iente. Hubo un tiempo en que se
consideraba prácticamente imposibl e
cria r plantas terrestres autóctonas d es-
de la sem ill a, pero gracias a las técn i-
cas modern as, se ha demostrado que
no es un reto tan exigente. Así, ha
sido posibl e desarrollar incluso algu-
nas Cypripedium que tardan bas ta nte
en crecer desde la semilla. En cuanto
a las epifitas tropicales, las pl antas te-
i DE AS
rrestres mantienen una relació n es pe-
cializada con sus insectos d e po lini-
zación (Ophrys, u orquídea abeja, se
polini za únicamente co n un a cierta
especie d e abeja) y un a relació n sim -
biótica con los hongos que hab itan
en el suelo.
Los hábitats templ ados colon iza-
dos por las o rquíd eas existen práctica-
mente en cualquier luga r del mundo,
entre ell os las grandes altitudes de los
países tropicales. Esto signifi ca que or-
quídeas de partes totalmente diferen-
tes del mundo pueden convivir.
Las orquídeas que prosperan en
las regiones templ adas so n mayo rita-
ri a me nte terrestres. Co n frec uenci a,
aunque no siempre, son plantas más
peque!'ías, co n un aspecto menos exu-
berante que las epifitas tropicales. No
obstante, entre ell as d estaca n algunas
formas muy va li osas. La más vistosa
es la orquídea ll a m ad a zapatilla de
Venus ( Cypripediu m ), que suele culti-
varse en inve rn aderos alpinos que, en
invierno, se mantienen a temperatu-
ras d e apen as un os grados sobre el
punto de congelació n.
La orquídea zapatilla de Venus
A R R 1B A
(Cypriped ium ca lceolus) es una
orquídea terrestre que crece en las
regiones templadas. Aunque menos
exuberante que las epifitas tropicales,
exh ibe una belleza realm ente delicada.
I ZQU IE RDA y DERECHA Este hábitat tan
propicio para las orquídeas fu e en tiempos
una mina de arcilla. Las orquídeas son las
primeras plantas en colonizar estas tierras
incultas, a las que ava nzan desde
los alrededores. La orquídea común de los
pantanos (Dactylorhi za praetemissa )
es una de las especies más alias de Gran
Bretaña . En terrenos vírgenes, llega a
formar gran des colonias que, a menudo,
compiten con plantas más robus tas como
juncos y tojos. Estas plantas llegan a
cubrir a las orquídeas que, cuando se ven
privadas de la luz, terminan por perece 1~
ORQUÍDEAS EN L A NA TUR A L EZA 29
30 EL M U NDO DE L A S O R QU ÍDE AS

LA HISTORIA
~

DE LAS ORQJJIDEAS
Los primeros datos de la prehistoria de las orquídeas son esporádicos y muy DERECHA Ant.iguament.e

escasos y parciales. Se sabe que, en el año 500 a. C., los emperadores chinos se consideraba que
la orquídea
apreciaban las especies autóctonas de Cymbidium, como C. ensifolium y C.
hombre (Ace ras
virescens, por su dulce aroma. Confucio se refiere a todas las orquídeas como a nthropophorum)
«Lan», que tenían reservado un rincón especial en los jardines de cultivo de era afrodisíaca por la
forma de su /abe/o,
China y Japón. Otras orquídeas, como la fragante Dendrobium moniliforme,
semejante a la figura
eran las preferidas por sus coloridas y brillantes flores. Los japoneses sentían una de un varón.
atracción especial por la especie Neofineta falca ta. La fascinación que despiertan
sus seductoras especies de flores blancas ha perdurado a lo largo de los siglos, y
ABA JO Los aztecas
hoy sigue siendo popular. Esta especie es enormemente apreciada por el jaspeado utilizaban las cápsulas
de su follaje, y destacan las plantas con los adornos orlados más prominentes. En de las semillas
molidas de la va inill a
Japón se otorga tanta importancia a la planta como al recipiente que la contiene,
como pe1f ume y
y para realzar la belleza natural de las orquídeas se recurre a macetas con diseños aro matiza nie de los
muy elaborados. alimentos.
L A HI ST O RI A DE LAS ORQU iDEA S 31

PRIMERA
HISTORIA
En Europa, el interés po r las o rquídeas
se remonta hasta la época de griegos y
romanos. En aquellos tiempos sólo se
conocían las orquídeas terrestres, muy
diferentes de las ep ifitas tropicales. Los
gri egos explo taba n los recursos del
mundo natural, y los tubérculos y las
raíces de la mayoría de las orquídeas
terrestres europeas eran va li osos por
sus propiedades m edi cinales y curati-
vas. Creían que las d iferentes fo rm as
de las orq uídeas reve laban el efecto
beneficioso de la planta. Por ejemplo,
se pensaba que la orqu ídea hombre
(Aceras anthropophorum) era afrodisia-
ca porque la forma de su labelo se ase-
meja a la figura de un varón. De he-
cho, la palabra orquídea, derivada del
gri ego «orchis» que significa testículos,
en referencia a los tub ércul os que apa-
recen por pares en algun as especies.
En el Nuevo Mund o, sus hab itan-
tes ll evaban utili za nd o las o rquídeas
mud10 antes de la llegada de los eu-
ropeos. Veinte afias des pués de que
Colón desembarcara en Sud américa
en 1498, Hemán Cortés arribó a Mé-
xico y co nquistó e l imperio azteca
para la coro na españo la. Enco ntró
una es pecie de Vanilla que se cultivaba
por su perfume y para uso cu linario.
Los aztecas cultivaban esta o rquíd ea,
a la que llamaban Tlilxochitl, por las
cápsulas de la sem ill a, las cuales mo-
lían y mezclaban con las sem illas par-
das del cacao para producir una bebi-
da amarga que es la base del chocolate
que consumimos h oy. El uso de la vai -
ni ll a sigue estando muy extendido
co mo aroma tizante, pero mientras las
cápsu las de la semill a, o va inas, son
aú n muy demandadas, la esencia de
va inil la artificial ha reducido la nece-
sidad de cultivar estas plantas. En la
actua lidad, los principales cu ltivos de
va inilla se producen en Madagascar.
32 E L MU N D O D E L A 5 O R QU Í D E A 5

LOS AÑOS
DORADOS
Ll egado el fin al del siglo xv111 , el im-
perio británi co se había extendid o
por todo el glo bo. Los buques mer-
cantes reto rn aban del Nuevo Mundo
cargados de especies de plantas y an i-
males antes desco nocid os. Al mi smo
ti empo, empezaba a desarro ll arse el
anteceso r del inve rnadero mo derno
para da r cabida a las plantas tropi ca-
les recién llegadas, y en especial a las
o rquídeas. Es tos invernad eros co nsis-
tían en eno rmes estructuras d e cri sta l
y ace ro con un sistema d e ca lefacció n
a través de tuberías de h ierro fund ido
y grandes ca lderas de carbó n . Co n un
sum inistro abundante d e acero de las
fundi cio nes, la co nstru cc ió n de los
invern aderos se d esa rro lló para co n-
ve rt irse en u na industri a que abas te-
cía a lo s jard ines bo tán icos y a las
gra ndes haciendas privadas. Las o r-
quídeas pasaron a co nvertirse en sím -
bo lo ge nuino d e riqueza y fam a, y su
co mercio se avivó para cu brir la ne-
ces idad d e sus con sumidores.
Pro pi etarios d e viveros y co lec-
cio ni stas privad os patrocinab a n su s
propi as expedi cio nes, envia nd o ex-
p lo rad o res a las nu evas region es e n
busca d e o rqu ídeas h asta en to nces
d esco no cid as p a ra a ñ ad irlas a su
co lecció n . Corría n m uchas histor ias
so bre audaces haza i'\as y ave n turas,
enferm edades y a veces la muerte en
rem o to s para jes d e las selvas tropi -
ca les, pero aun as í e l crec ien te d eseo
po r co nsegu ir o rquíd eas no a mi -
no ra ba .
I ZQU I ERD A
A f inales del
siglo xv111, los buques
mercantes regresaban
del N uevo Mundo
cargados de animales
y plantas recién
descubiertas, entre
los que se incluían
las orquídeas.
Algun as d e estas p rimiti vas h isto-
rias ha n engros ad o la trad ició n y fo l-
clore en to rn o a las o rquídeas. El re-
lato m ás fa moso es el d e la es pecie
Angraecum sesquipedale, o ri ginari a de
Madagasca r, y la predi cció n de Char-
les Da1w in . Co múnm e nte, esta espe-
cie se co noce por estrell a d e Navidad,
en referencia a l largo es po ló n que re-
mata el envés de la fl o r. La tradu cci ón
li teral d e su no mbre es «pi e y medi o»
que, aunque algo exagerad o, describe
b ien e l extraord inario a pé nd ice. Al
principi o no parecía ex istir n inguna
exp li cació n lógica pa ra la lo ngi tud
del es po ló n pero, tras estudi ar la fl or,
Darwin p roc lamó que dad o qu e el
néctar se guardaba en su fondo , de-
bía ex istir una mariposa no cturn a
con un a len gua d e la mi sma longi-
tud . A11os d espués d el fa ll ecim iento
de Da1w in se descubri ó esta m aripo-
sa, a la que se bautizó co mo Xantho-
pan morgan ii praedictfl. Este ejemplo
su braya as im ismo la fr ág il relación
q ue ex iste e ntre la o rquíd ea y su
agen te po linizador. Si un o d e ell os se
ext ingu e, el ot ro d esapa recerá en el
en torn o natura l; y as í existen otras
m uchas asociacion es in secto-orquí-
d ea que ha n perdurad o sin ca mb ios
durante m il es d e aúos.

/\RR I BALa estrella de Navidad (Angraecum sesq uipedale) de

Madagascar tiene un espolón increíblemente largo en la parte
posterior de la flor. Así puede ser poli nizada por una 11wriposa
nocturna cuya lengua alcanza exacta mente la misma longitud.

El rey de las orquídeas
Pro bab lem ente, el más di stinguido
cult ivador de la época victoria n a fue
Frede rick Sa nder, a quien se conoció
co mo el rey de las orquídeas. Su
eno rme vive ro era uno de los m ayo-
res de Gran Breta11 a, y se va nagloria-
ba de tener reco lecto res de o rquíd eas
en todos los rin co nes del p laneta.
Cua ndo ll egó a sus oídos la existe n-
cia de la lege ndari a Phala enopsis roja,
envió inmediatame nte e n su busca a
un reco lecto r ll a mado Robb eli n. Es te
llegó a la peq ue11 a isla de Davao, e n
Fil ipinas, tras hab e r exp lo rado sin
éxito la cerca na isla de Mindanao. Al
aproximarse a la playa d e esta ínsul a
desconocida, los pobladores nati vos
los recibi ero n con h ostilid ad . Te rri -
bles guerreros, co n el pelo te11id o de
ama rill o do rado y brillante, y cu e r-
pos tatuados, los amenaza ba n d esd e
la dista ncia. Rob bel in pensó e n retro -
ceder cuando descubrió, e ntre aqu e-
LA HI STOR I A DE
!l os cabellos tintados de a mari ll o, la
a nsiada Phala enopsis. Hizo gestos de
a mistad y consiguió ll ega r ind e mne
a tierra . Allí intercambi ó rega los con
los nati vos a cambio d e que le mos-
traran el lugar donde crecía la Phalae-
nopsis y ab andon ó la isl a provisto d el
va lioso cargam e nto. Las plantas lle-
ga ron fin alm e nte a Ingla terra y fue-
ro n bauti za d as co m o Phalaeno psis
sanderiana . No o bstante, las fl o res
nun ca ll ega ron a ser roj as, sino de un
to no rosado p álido .
Otro d e los reco lecto res d e Sa n-
der se d edicaba a reali za r incursio nes
por N u eva Guin ea. D escubri ó un
g rupo hum a no cuyos miembros
acostumbraban a co loca r los huesos
de sus difuntos e n tumbas que deco-
ra ban co n las más bell as orquídeas
que podían e n co ntrar. Las pl a ntas
seguían crecie nd o con las raíces fir-
m e m e nte asidas a los hu esos. De
esta gui sa llegaron las p la ntas Den-
LAS OR QUÍDE AS 33
A RRIBA Las Pha lae nopsis exhiben una
belleza llamativa y sorprendente. /-la sido
muy popular entre los coleccionistas desde
los años dorados de la caza de orquídeas.
En la fotografía se aprecia esta variedad
de Ph alae nopsis Fiare Spots de esta
especie.
drobium schroderian um a los sa lones
de Londres, unidas a crán eos hum a-
nos y acompa11adas de dos ído los na-
tivos, q ue viaj aban co n ellas para pro-
teger las alm as de los a ncestros. Tal
fue la co ndi ció n que impusi ero n los
nativos a ntes de renunciar a los des-
poj os de sus a ntepasados a camb io de
espejos, cuentas e hil o de latón. Las
p lant as sigu ie ron ligadas a los crá-
neos y los ído los, vend idos como un
lote a Wa lte r Ro th schild, p e rmane-
cieron e n su co lecció n dura nte mu-
chos a11os. D. schroederian wn debe su
nombre al Baró n Schroeder, un patro-
cinado r de Fred erick Sa nder.
34 E L MUNDO D E L AS O R QU Í D E AS
LOS GRANDES
COLECCIONISTAS
La in mensa m ayo ría de las o rquíd eas
tro pi cales se trajero n para su cultivo
durante el siglo XIX. Durante más de
50 aiios se impo rtaro n mil es de nue-
vas especies a Gran Breta!'ia, despojan -
do de sus teso ros grand es zo nas de la
selva tro pical. Para cuando ll ega ban a
Inglaterra, muchas de ell as se habían
perdid o. Las o rquídeas se m archita-
ban en los receptácu los de los barcos
o eran devo radas po r las ratas y las cu-
carachas qu e infestab an los navíos;
sólo algun as so brevivían . Los naufra-
gios, ta n frecuentes en aqu ellos días,
tambi én fu ero n la causa d e p érdi-
das mas ivas de los envíos.
Las va ried ad es más bell as d e las
plantas salvad as se vendían a precios
deso rbitados en subastas en las qu e
los ri cos coleccio nistas competían fi e-
ramente. De esta m anera, se crearon
las prim eras y pro digiosas co leccion es
de o rquíd eas; aquel fenóm eno nun ca
se h a vuelto a repetir. El ansia por las
orquídeas tropi ca les se extendió d es-
de Europa hasta la costa ori ental d e
Estados Unidos, y para principios d el
sigl o xx las orquídeas se cultivaban a
ambos lados d el Atlánti co . En Lon -
dres, la Royal l-l o rticultura l Society
nombró un Co mité d e la Orquídea
para establecer las normas de valora-
ció n y reconocimiento de los mejores
clo nes. Gran Bretaiia fu e el país que
m antu vo su prim acía en la introduc-
ción de nuevas es pecies.
I Z Q U IE RDA Sir Ha rry
Veit.ch (1 84 0- 1924)
represenió a la segunda
generación de los
fa mosos viveros Veitch
en Devon , Inglaterra.
Este vivero fue fu ndado
por su padre, James
Veitc/1. Harry fu e el
tí nico criador de
orquídeas que recibió
la orden de caballero por
los servicios prestados a
la lwrtiwltura, en
part icula1; por la
orga nización de
la Gra n Exposición
de Hortirn lwra de 1812,
la antecesora de la Feria
de Flores de Che/sea.
A R R 1 BAEs ta especie, Odontogloss um
hany anum, fue desrn bierta en Colombia
e in troducida en cultivo en 1886. Recibió
su nombre en honor a Sir Harry Veitch, el
pri111ero en adquirirlas.
Los primeros viveros
El primer vivero especializad o en epi-
fitas tropi cales y o tras pl antas exóti cas
fue el d e Conrad Loddiges. Se instaló
en el distrito lond inense de 1-lackney.
En 1812, este centro h abía reunido la
mayo r colecció n de pl antas tropi cales
conocida en el mo m ento. Publicó una
revista, The Cabinet, en la que se des-
cribía n muchas d e las nuevas plantas.
A este vivero le siguieron o tros, y la
compa!'iía de B.S. Williams e hijos, de
Upper orwood, Londres, y William
Bull , d e King's Road, Ch elsea, Lon-
dres, se situaron en la va nguardia del
suministro de o rquídeas a los propie-
tarios de las grandes haciend as.
En el siglo X IX, el vivero d e Exeter
d e Ja m es Veitch e hijos, e n Devo n,
reunía al mayo r número d e recol ec-
tores para la búsqueda d e nuevos ár-
bol es, arbustos y o tras pl a ntas de jar-
dín, ad emás d e o rquíd eas. Después
ll egó la co mpa!'iía d e Sanders e hij os,
d e St. Albans, co n fu erza sufi cientE
para ri valiza r co n los establ ecimien-
tos com erci a les más influ yentes
In augurada po r Frederi ck Sa nder, la
empresa fl o reció durante tres genern·
cion es d e la mi sma famili a, hasta su
clausura final en 19 62. En sus días dE

esplendor, el vivero empl ea ba a m ás
de 100 traba jado res cuya principal
acti vidad era desemba la r la p il a d e
cajas que llegaba n casi a diario y cla-
sificar y pone r en m acetas las nu evas
especies. El vivero abrió una sucursa l
en Brujas, Bélgica , y m ás ta rd e en
Nueva York.
Algunos de los viveros que di ero n
sus prim eros pasos e n e l s iglo XIX s i-
guen hoy acti vos. En tre e ll os se inclu-
ye n ejemplos como McBe a ns O r-
chi ds de Cooksb rid ge, Sussex, qu e se
creó en 187 9 a manos d e l escocés
Alexand er 1'vtcBea n. El d e Manse ll y
1-l atcher en Leeds, Yo rks h i re, abrió
sus puertas en la d écad a de 1890; y
en Fra ncia, Vach erot y Lecoufle ex is-
ten desde 188 6, lo que los co nvie n e
en los vive ros fami li ares m ás anti-
guos del mu ndo.
En el siglo x1x, e l esce na rio d e las
orquídeas en Gra n Breta11 a se ce ntra-
ba en torn o a cua tro puestos clave: e l
ex plorad o r, el botánico, e l res ponsa-
ble de l vive ro y e l co mprador. En un
pri ncipio, el perso naje principal era
el «cazado r» de o rqu ídeas, que las re-
cogía para los jardines privados y los
viveros. Los responsa bl es de los v ive-
ros orga nizaban el negocio y adqui-
ría n los co nocimi e ntos n ecesari os
AR RI BA La especie china Dendrobiurn
loddi ges ii fue mencionada en el
Botanica l Ca binet de George Loddiges
en 1833. Originariamente fu e bautizada
como D. pulchellurn. George Loddiges
(1 784 -1 846) era hijo de Conrad Loddiges.
LA H 1 S TO R 1 A D E LA S O R Q U i D E A S
para cultivar un gran aban ico d e or-
quídeas de diferentes regiones del
mundo . La mayo ría d e los cultivado-
res profes io na les de orquídeas inicia-
ron su ap rendi za je e n los v ive ros y,
más ta rd e, encontraron emp leo en
las grandes colecciones. Los jardines
botánicos e mpl eaba n a botánicos y
taxonomistas para clas ifi car y nom-
brar los nuevos descubrimientos. La
a ri stocrac ia británica y europea pa-
trocinaba la empresa y estab a dis-
puesta a sufraga r las gra ndes sumas
que se reclamab a n p or cada última
se nsa ció n d e o rquíd ea. Algun as de
es tas co leccion es privadas ri vali zaban
co n los viveros e n tam a 11 o y núm ero
de eje mpl a res.
Las primeras colecciones
privadas
Una d e las colecciones de orquídeas
privadas más notable fue la fundada
por Ea rl Spen cer Cavendi sh, e l sexto
duqu e de Devo nshire. Su n om bre
quedó inmorta li zado en plantas como
Cymbidium devonir111um y Oncirliwn cn-
vendishianum. El duque fue pione ro en
e l d esa rrollo d e un gran conservatorio,
co mo el que se puede contempl ar en
los Rea les Jardin es Botánicos d e Kew,
cerca de Londres. Una enorme estruc-
tura de hi erro fundido , con peque!los
35
I ZQU I ER D A
Caul eya skinn eri
recibió su nombre por
George Ure-Sllinner
en 1838. Es la flor
nacional de Cos ta
Rica. Du ra nte más
de 100 1111os se ha
Lllilizarlo
projits111ne11Le para el
culti vo y producción
de 111ultitud de
htbridos r¡ue puebla n
hoy todo el mu ndo.
paneles de vidrio y una entrada sufi-
cientemente grande pa ra acoger un ca-
rruaj e d e caballos. El jardinero del du-
que era Joseph Paxton, quien adquiri ó
fama por m é rito propio hasta recibir
la orden de ca ballero por sus servicios
en horticu lLUra y, en particular, por la
construcción del cél ebre Pal acio d e
Cristal , q ue dise!ló para la Gran Expo-
sició n de 1852 . Los conocimi entos de
Paxton sobre orquídeas y su habilidad
para cul ti varlas dejaro n una impronta
que otros segui rían.
James Bate man amasó un a enor-
m e co lección de orquídeas e n su casa
de Biddu lph Grange, en Staffo rdshi-
re. Publicó va ri os trabajos no tabl es
sobre orquídeas, entre los qu e se in-
clu ye n Orchida ceae of Mexico and
Guatemala, d e 1843, y Monograph of
Odonwglosswn , de 1867 . Tambi én su-
fragó a recol ecto res como Ceorge
Ure-Skinner, que ex p loró ex tens a-
m ente Honduras, Pa namá y Guate-
mala.
Cua ndo Batem a n vendi ó su co-
lecci ó n, la subas ta se prolongó du -
rante tres días. Los precios po r los
mej o res ej e mplares supera ron con
frecu e ncia e l sueldo d e toda una vid a
de un culti vador. Bate man es recor-
dado es pecia lmente por el géne ro Ba-
temannia.
36 EL MUNDO DE L AS OIZQUÍDEAS
HIBRIDACION
Aunque cada nueva especie era ansia-
da con entusiasmo, los prim eros hí-
bridos que apareciero n fueron aco-
gidos co n so rpresa y escept icismo,
dado que un logro sem ejan te se h a-
bía llegado a co nsiderar imposibl e. El
lugar de nacimi ento de los híbrid os
de orquídeas fue el vivero de James
Veitch e hij os en Exe ter, Devon. As i-
duo de aquel vive ro era Jo hn Harris,
un cirujano del lu ga r, cuyo interés le
ll evó a desvelar los secretos de lapo-
linizació n de las orq uídeas. Ex pli có
su teoría a John Dom iny, q ui en tra-
bajaba con Ve itch . Co mo res ultado
de sus experim entos, en 1856 se ob-
tuvo el prim er híbrido de o rqu ídea.
Se trataba de la va ri edad perenn e Ca-
lanch e, que recib ió el nombre de C.
dominyi en hono r a su creador.
La nueva in formac ión sob re
cómo crear híbridos de orquídeas ll e-
vó a realizar num erosos experim en-
tos co n cruces, co n los que Jos bo tá-
ni cos intentaban en tender mejo r los
pare ntesco s e ntre las orquídeas y
có m o se podían m ezclar. Las orq uí-
d eas son enorm em ente gen erosas en
la producción d e se millas, pero las
m asas de bellas simi e ntes doradas
demostraro n ser mu y reacias a la ge r-
minación o al culti vo. Los avances
fueron lentos hasta que los botán icos
compre ndi ero n q u e las orquídeas
crecía n e n co njun ció n co n un ho ngo
mi croscópico, sin el cual la semi ll a
n o ge rminab a. Tras este descubri -
mi e nto, e n torno a l afio 1903, e l
fran cés Noel Bernard a isló el hongo
y lo di sp uso en fr ascos esterili za-
dos so bre un a base de agar so bre la
cua l semb ró la semill a. Los primeros
resu ltados fueron sorp re nd e ntes, y
las sem ill as de la orquíd ea ge rmin a-
ron m as iva m ente. El a ntes apenas
1 % d e las se millas se mbrad as qu e
sobrevivía se h a bía tra nsfor ma do
ahora en cas i el 100%.
La prim era parte d el siglo xx asis-
tió a una explosión d e técn icas de hi-
brid ac ió n y cu ltivos d e siembra. En
la década d e 1920, se avanzó un paso
más gracias a l. Knudsen, un científi-
co estad o unid ense que eludió el uso
del hongo natural y produjo los nu-
trientes artifi cialmente co n una téc-
nica qu e aún hoy se utili za co n míni-
m as mod ificaciones. Los m é tod os
ARR I BA Jo/111 HaiTis era cirujano en el
Deuon and Exeter Royal Hospital
en Inglaterra. Estaba profundamente
interesado en las orquídeas y fue el
pri111ero en sugerir una for111a de
polinización de la flor de estas plantas.
Sus observaciones llevaron a la producción
de los pri 111eros híbridos.
I ZQU I ERDA Paphiopedi lu m harrisianuIT
fue el primer h1vrido de Pap hi opedil um
que se consiguió. Registrado en 1869, fue
obra de John Do111iny en el vivero de Veitch
en Deuon, Inglaterra, a partir de ias ideas
del Dr. Jo/111 Harris.

para el cu ltivo de orquíd eas h a n me-
jorado en ta l med ida que, e n la ac-
tualidad, es posib le hace r florecer las
semillas en un os tres o cuatro ai'ios
desde frascos, e n co ntras te con los
siete arios que se requ e rían a ntes.
El estallido de la 1 Gue rra M un -
dial interrumpi ó la incipiente ciencia
de los híbridos, ya q ue los cambios
en el ord en social afecta ron e n gran
medid a al ava nce del cu ltivo de or-
quíd eas. Muchas d e las haciendas
que poseían las gra nd es coleccion es
privadas tu viero n q ue aba ndonarse
al ser ll amados a fil as sus trab a jado-
res, muchos de los cuales no regresa-
ría n. Los gra nd es días gloriosos de l
cu lti vo de o rq uíd eas en Europa se ce-
rraron con un final a brupto.
Tras los a1ios d e co nti e nda, la re-
gión cos tera d e Ca li fo rni a, desd e
Los Ánge les has ta Sa n Francisco, se
co nvirt ió en un im po rta nte refugio
de orq uídeas. En un cl im a cá lido ,
estas plantas podían florecer en e l
exteri or bajo telas que las protegía n
del so l directo . Fu e un a li vio fre nte
a los la rgos y frío s in vie rnos de la
mayo r pa rt e de Euro p a. Catl eyas y
phalae no psis se adaptaron perfecta-
mente a es te clim a y podía n cu lti-
va rse a un cos te asu mibl e a l evitarse
la costosa ca lefacc ió n . Lo mi smo su-
cedió en Nueva Zelanda y en cie rtas
zo nas de Australi a, cuyo clima favo-
L A 1-1 1 STO R 1 A D E LAS O R QU Í D E A S
recía e l cu ltivo d e cimbidi os sin ca-
lefacción a rtifi cial.
Europa se unió a este nuevo m ar-
co prop icio pa ra las orquídeas, y los
viveros co m ercia les proli fe raro n e n
Ale mania, Países Ba jos, Bélgica y Di -
namarca. La mayo ría de estos países
co nce ntra ba n sus fu erzas e n la pro-
ducció n d e nuevos híbrid os, co n un
e n orm e pot e ncial y e l aprove ch a-
mi e nto de las últimas técnicas, q ue
o frecía n unas o portunidades ilimita-
d as. Poco a poco, el oficio d e cu lti va-
A R R 1BA A principios del siglo XX, Noi!I
Bemard (1874-1911) logró aislar el
hongo micorriw sin el cual la semilla de
la orqu ídea no puede germinar. Su trabajo
abrió el ca mino para proseguir con el
cultivo de orquídeas desde se111 il/a de
fo rma masiva.
37
ARR IB A El cultivo de cría de orqu ídeas a
partir de sem illa en ji-ascos es u11 método
moderno de propagación que debe su
origen al trabajo realizado por Noiil
Berna rd hace casi u11 siglo.
dor fu e extendi éndose hacia las cla-
ses medias que vivía n e n las afueras
d e las ciudades y cu ltivaban sus o r-
q uíd eas en invernade ros de no más
d e 10 m de longitud. El inte rés se ha-
bía d esplazado d esd e las haciendas
decadentes, co n escasos propietarios
qu e pudiera n p e rmitirse el lujo de
m a ntener colecciones ta n vo lumino-
sas por mero pl ace r, hasta capas más
am plias d e la pob lació n .
Se empeza ron a crea r las socieda-
d es de aficionados ded icadas al ava n-
ce del cultivo de las o rqu ídeas y, en
Es tados Unidos, se fu nd ó la Am eri-
ca n Orchid Society en l 921. La orga-
nización creció hasta co nve rtirse en
un a red intern acio nal, qu e pasó a ser
la más importante del mund o.
Transcu rrid os 20 años desde la
1 Guerra Mundial, con la industria de
las o rquíd eas próspera de nu evo, es-
tall ó la Il Guerra Mundi al, qu e dio al
traste con toda es pe ra nza de progreso
e n este ca mpo. Los invernaderos de
los afi cio nados ca recía n d e co mbus-
tibl e, y los viveros comercia les debi e-
ron reco nvertirse pa ra la p roducción
de cultivos de alim e ntos.
38 EL M U N DO DE L A S O RQUÍDE A S

EXTREMO IZQU IERD A JohnDominy

( 1816-1891) fue cultivador de orquídeas
en el vivero de James Veitch en Devon,
l nglaterm. Con la ayuda de John 1-farris,
se convirtió en la primera persona que
consiguió crear artificialmente híbridos
de orquídeas. Creó el primer híbrido,
Ca lanthe Dominyi, en 1856.

IZQU IERDA Cattleya ll ybrida, uno de

los primeros híbridos de Cattl eya creados

por John Dominy

Miltoniopsis roezlii
A BAJ O I Z QU I ERDA

fue descubiena en 1873 por Benedia

Roezl. Originaria de Colombia, esta
deliciosa especie fue uno de las más
llamativos de sus descubrimienws.
La especie se cultiva todavía hoy en las
colecciones, junto con los numerosos
híbridos que se han obienido de ella.

La falta de cultivadores especiali-

zad os propició e l aba ndono d e las úl-
timas grandes co lecciones que queda-
ban. Al inicio de la II Guerra Mundi al,
las mejores muestras de las plantas
británicas, que eran las más finas de
su clase en e l mundo, fueron enviadas
a California, Sud áfrica y Australia pa-
ra sa lva rlas. Los híbridos d e Cymbi-
dium, en particular, resultaron vitales
para los nu evos viveros emergentes en
es tos países, para recibir un impulso
que necesitaban acu ciantemente para
prosperar. Los logros m ás celebrados
fu eron C. Alexa nd e ri «Westo nbirt»
FCC/ RHS (bl a nca ), la m ás fa mosa de
las Cymbidium de l m o m ento; C. Bur-
gundian «C h atea u » FCC/ RHS (bron-
ce) y C. Rosanne «Pinkie» FCC/ RHS
(rosa).
La década de 1950 fu e testi go del
nu evo despertar de prosperidad q ue
trajo la paz en Europa y la prolifera-
ción de jardin eros de orquídeas. Los
afi cionado s e ncontraron un hu eco
en la creación d e un nu evo mercado
para las o rquídeas que no podían cul-
tivarse en casa o en pequ eños inver-
 L A HISTORIA DE LAS ORQU Í DEAS 39

1z Q U 1 E Ro A Charles Vuylstehe dirige al comercio de plantas en ma-

(1844 -1927) regentaba un enorme vivero ceta, que demanda un sumi nist ro
de orquídeas en Bélgica. Creó nuevos de orquídeas eco nómi cas y fáciles de
híbridos y produjo el primer hfbrido cultivar. Muchas más se producen y
bigenérico entre Odontoglossum y venden sin nombre en los mercados
Cochlioda. Fue baulizado como de flores, por escasez de tiempo o in-
Odontioda Vuylstehea . El gén ero terés en registrarlas, cuando no falta
Vuylstekeara también le rinde homenaje. de una rápida rentabilidad. Hay que
dar la bienvenida a este aumento ma-
cada semestralmente por la Royal sivo del número de híbridos, que sir-
Horticultura! Society de Londres. ve para disipar la amenaza que se cer-
También existe amplia información nía sobre las especies silvestres. Estas
en internet, donde es posible v isitar podrán conservarse en sus h ábitats
páginas web individuales o intercam- natural es mientras los culti vadores
biar ideas en los foros . domésticos consiguen una planta de
Hoy en día, la hibridación ha mucha mejor calidad en los numero-
nacieras. Surgieron las sociedades de avanzado un la rgo trecho desde los sos establecimientos que las propor-
orquídeas, en las que se reunían los primeros pasos tentati vos debidos a cionan. Las especies en cu ltivo se
amantes de estas plantas para debatir John Dominy en el vivero de Veitch. guardan en jardines botánicos y co-
sobre su afición y mostrar sus flores. La Royal Horticultura! Society de lecc ion es especia li zadas, donde se
Hoy en día, las sociedades de orquí- Londres es una autoridad mundial conservan para la posteridad.
deas poseen gran influencia interna- para el registro de híbridos de orquí-
cional, ya que dan cabida a un aspecto deas, de lo s que se han registrado ABA JO Vuylstekeara Cambria «Yellow»
social en ex pansión del cultivo de las más de 100.000. Esta asombrosa cifra es un género mulligenérico que recibió su
orq uídeas. Celeb ran reuniones men - crece a razón de más de 3.000 al año, nombre co mo reco11ocimie11to a Ch arles
suales y exposiciones, organizan con- como testimonio de un insaciable Vu ylstehe en 1911. Contiene los géneros
fe rencias y charlas, dirigidas a estimu- apetito por conseguir mejores plan- Odontoglossum, Coch lioda y
lar un mayor interés por las orquídeas tas. La mayoría de estas novedades se Miltonia.
y difundir la información y los cono-
cimientos que se tienen sobre ellas.
Los eve ntos globales son hoy tan nu-
merosos que existe al menos uno cada
semana. Con el abaratamiento de los
viajes en avión, los eventos globales
atraen a personas de todo el globo. Tal
vez el máximo interés se encuentre en
Japón, con centenares de miles de
as istentes y donde los precios por las
mejores plantas alcanzan el equiva-
lente al de un automóvil. Cada tres
aiios, el Co mité Mundial de la Confe-
rencia de Orquídeas celebra un evento
que altern a el escenario entre los he-
misferios Norte y Sur.
Este só lido interés por las orquí-
deas ha ll evado a la publicación de
nu merosos libros dirigidos tanto a
principiantes como a expertos. La re-
vista más an tigua del mundo es Or-
chid Review, nacida en 189 3 y publi-
40 E L MU N DO D E L A S O R QU i D E AS

LA BOTÁNICA
~

DE LAS ORQl)IDEAS
Las orquídeas son plantas perennes principalmente herbáceas. Su
tamaño abarca desde el de las Dendrophylax, plantas que se limitan A RRIB A Cuando se corta un seudobu/bo
por la mitad puede observarse el material
a las raíces, hasta el de la enorme Arundina, de tipo bambú.
f ibroso lleno de nutrientes, que permiten a
Las orquídeas se distinguen de las otras familias de plantas por sus la planta sobrevivir durante los periodos
diferentes hábitos de crecimiento y la original estructura de sus fiares. de sequía .

SEU DO BULBOS
Muchas orquídeas producen seudo-
bulbos o fa lsos bulbos, aunque no
siempre sucede así. Las que lo hacen
desarro ll an un tipo de crecimi ento
simpódico, segú n el cual se a11ad e un
nuevo seudobulbo cada temporada
junto co n un ri zo ma que se exti ende
co ntinu a mente. De esta forma , la
planta acum ula una serie d e seud o-
bulbos que forman una cadena. La
cadena puede dividirse cuando cre-
cen dos o más brotes desde el último
seudobulbo en un aI1o. De esta ma-
nera se pueden formar racimos a lo
largo de varios a11os.
Es d ifíci l establecer comparacio -
nes co n otras estructuras y plantas.
Un seudobu lbo no es como un nar-
ciso o un bulbo de cebolla, con varias
capas o una falsa base d e hojas, cada
una encima de la anterior. Tampoco
se asemeja a una patata, que se dis-
tingu e por una estructu ra tuberosa
almidonada. Tal vez se pa rezca más
a un ri zoma rastre ro formado por
miem bros de la fami li a d e la hi edra.
Por dentro, un seudobu lbo co n-
siste en un material fibroso que pue-
d e retener gran can tid a d d e ag ua,
co nservando la energía y a lmace nan-
do hum edad. En la natural eza, se
asegu ra así que la planta sobreviva
durante periodos d e sequía en el cur-
so de la estación seca. En cu ltivo, la
estación seca está representada por el
invierno, cuando la planta entra en
un estado de semi letargo hasta qu e
los días más largos de la primavera
activa n un nuevo crecimiento. Los
seudobulbos constituyen la parte
más longeva y siguen vivos en un es-
tado de latencia mucho d es pués d e
IZQUIERDA Un
seudobu /bo, co mo
este de
Cyrnbidium,
crece sobre la
supe1ficie del
suelo o en un
árbol co mo
epif ita.
que se haya n ca ído las hoj as. Los seu-
dobulbos sin ho jas son conocidos
como prim eros seudobulbos. En los
tipos perenn es, co mo los cimbidios,
una planta sana contiene más seudo-
bulbos con hoj a que sin ella . En los
tipos caducifo li os, como las li castas,
es norma l qu e ex ista un racimo de
seudobu lb os sin hoj as con única-
mente el principal con hoj a.
Los seudobulb os ha n evolucio-
nado en innum era bl es formas y ta-
maños: alargados, finos, co n forma
de lápiz hasta redond eados o inclu-
so en estru cturas planas. A veces no
alcanzan el tama11o d e un guisante,
redondos y bri ll antes, y su imagen
resulta evoca dora cuando son re-
cientes, como sucede co n las espe-
cies de Coe logyne y Bulboph)'llum.
En cambio, pu ed e n ll ega r a medir
como una pelota d e tenis, como en
a lgunos cimbidios. En las catleyas y
los géneros a li ados se co nvi erten en
formas abastonadas y altas que se
dispersan d esd e la base estrecha
para unirse a l ri zo ma rígido, al tiem-
po que se forman un a o dos hoj as
en la parte superior.
Los dendrobios producen algunos
de los mayo res seudobu lbos entre las
orquídeas cultivadas, y en algunas es-
pecies llega n a ser tan alargados que
reciben el nombre d e «Caiias». En este
género tienen ho jas en la mayoría en
 LA l\ O T Á N 1 CA O E LAS O R Q U Í O E A S 41

toda su longitud, como de la especie 1ZQU1 E ROA Este

Dendrobiwn pierardii. Muchos dendro- espléndido

bios son caducos y perviven sin hojas, Odontoglossum
en un estado de latencia, durante gran Liene un grupo de
pane del a11o. Tal vez el seudobulbo seudobulbos que
de mayor longitud pertenezca a la es- se sustentan
pecie Cra 111matophyllum specioswn . Esta mutuamente, y un
gigan tesca planta es conocida com o la nuevo brote q11e
orquídea de la ca11 a de azúcat~ en refe- producirá un
rencia a sus ca11as cubi ertas de hojas seudobulbo más.
que pueden alcanzar hasta 5 m d e lar- De esta manera,
go y que son péndulas por su peso. las orquídeas 11a n
Entre estos extrem os hay numerosas progresando con
orquídeas que crecen hasta una altura nuevos
de 1,2 m y muchas que no llegan a los seudobulbos
30 cm. en cada estación
Los más raros son los seudobul - de crecimiento.
bos huecos de Schomburghia tibicinis
y Caularthon bicornutum , dos es pe- mente vacíos. Por lo común ocupa-
cies co n ra nuras en la bas e d e sus dos por especies d e agresivas hormi -
seudo bu lb os hu ecos . Es difícil es- gas, tal vez respondan a un dobl e
tar seguro de l moti vo de su evolu- propósito: proporcionar un hogar
ción, ya que desafía n cua lquier ob- para los insectos qu e, a su vez, asean
jeto de funcionalidad co mo almacén la orq uídea y ahuyentan a los pará-
de co mida cuando está n comp leta- sitos y las pl agas nocivas.

1zQU 1 E R D A El reflejo de luz que aparece

al fondo de este seudobulbo hueco señala

el pequeño orificio de la parte inferior de
la estructura. En la naturaleza, estas
orquídeas eslán infestadas por enormes
colonias de hormigas que viven dentro
del seudobulbo hueco. La hormiga goza
así de una confortab le casa, y la plan ta se
despreocupa de la invasión de parásitos.
La pregunta es: ¿quién apareció antes, el
seudobulbo hueco o la hormiga 7

I ZQU IERD A Si esle

seudobulbo sano
y verde se corta
por la mitad,
puede observarse
que está
completamente AR R 1 B AAlgunas orquídeas, como los
hueco. Es un dendrobios, tienen seudobulbos alargados
fenómeno que guardan una escasa semejanza con
natural de la los cortos seudobulbos de otras plantas.
Sch rom burgk ia Estas cañas y tallos largos pueden llegar
tibicinus. a alcanzar longitudes de 1 a 2 m.
42 E L MU N DO D E L AS O R QU Í DE AS

HOJAS
Las hoj as de las orquídeas simpódi-
cas parten del seudobulbo. Puede ha-
ber una o va ri as. En los cimbidi os,
una serie de ho jas estrechas y largas
emergen de las va in as de la base que
cubren el seudobulbo, o penden des-
de la p la nta e n un a línea de sepa-
ración que impid e cualqui er daii o
cuando se desp rende la hoja . Las cat-
leyas producen una o dos hojas se-
mirrígidas y anchas desde el áp ice de
lo s seudobulbos. Las h ojas varían
cons id erabl e m e nte de co lor, ent re
verde claro y o li va oscuro. Algunas
es peci es d e Paphiopedilum y Phalae-
11opsis están jaspeadas co n so mbras
verde oscuro y claro. No todas las or-
quídeas simpódicas producen seudo-
bulbos. Pap hiopedilum y Phragmipe-
diwn , por eje mpl o, forman abanicos
de hojas desde el ri zo ma de la base.
Las orquídeas m o nopódi cas ti e-
nen un único ri zo ma vertica l desde
el cual crecen pares de ho jas en án-
gulo recto. Las vandas y Phalaenopsis
ofrecen los mejo res ejemplos de or-
quídeas mo nopódi cas en cultivo. Si
bien las va nd as pueden a lcanzar una
altura considerab le y en cierta etapa
de su vida ha n de reducirse, las espe-
cies de Phalaenopsis se autorregulan y

Esta
A RRIB A I ZQU IERD A

Paphiopedilum tiene el haz de la hoja

jaspeado y un tono morado denso en el
envés.

1ZQU 1 E ROA Las largas fra njas de la

especie Oncidium incu rvu m var.

va ri egatum no deben confundirse con un
virus. Es un fenómeno natural l)Ue puede
producirse en la mayoría de las orl)ufdeas.
Siempre !)lle tiene lugai; es porque el
variegado resulta necesa1io para la salud
de la planta, para que exista suficiente
pigmento verde o clorofila para su
sustento. Una hoja tota lmente blanca
perecería.
 L A B O T Á N 1 CA D E L AS O R Q U i DE AS 43

ARRIB A Algunas orr¡u ídeas, A R R 1BA Los tallos, los brotes

como esta Trichotosia feroz,
producen plantas cubiertas con
vellosidades marrones y finas
cuyo objeto no se comprende
todavía. Se cree r¡ue pueden
proporcionar una capa
prorectom en los climas más
fríos.
nuevos y la base de los brotes
de la fiar de Dendrob ium
infundibulum están cubiertos
con vellosidades negras y
gru esas r¡ue crean una
supe1jicie tersa. A medida
que el brote niadura, las
vellosidades pierden vistosidad.

AR RIB A Algunas orr¡uídeas presentan una
11arierlad 11r11 iiral en su fo llaje. El nuevo
br01e rle esta Ph aius marculatus aparece
con 1111 hermoso )' pálido tono verde con
1111111c/ws amarillas.
nun ca ll ega n a med ir d emasiado, ya
que las hojas más antiguas se caen al
ritmo que brotan las nu evas.
Las hojas de las vandas y otras or-
quídeas monopód icas son semirrí-
gidas, mi entras qu e las de las Pha-
/aenops is so n anch as y planas. En el
entorno sil vestre, estas últimas no es-
tá n suj etas a temperaturas extremas o
una luz solar brill ante, y su am plia su-
perfi cie está dise1iada para obtener un
máximo posib le de luz filtrada. Algu-
nas va nd as, en ca mbio, presentan un
fo llaje redond eado y corto que reduce
el área superfi cial de la planta para so-
brevivir a p leno so l. Las hojas, qu e
perd uran sólo durante una o dos tem-
Las hojas contienen clorofil a, lo
qu e permite a la planta reali zar la fo -
tosíntes is para co nve1tir la luz solar
e n ene rgía. Algunas de las orquídeas
terrestres existen durante largos pe-
riodos sin hojas y producen el fol la-
je so lamente en la época d e crec i-
mi e nto . Algunas orquídeas, como la
Rhizanthella , son subte rrá n eas, s in
nin guna parte verde, y dep enden en -
te ram e nte del hongo mi cros có pico
co n e l qu e entablan un a re lación
simbi ótica. El hongo sum ini stra los
nutrientes que neces ita la orquídea.
Existen algunas orquídeas mo nopó-
di cas sin hoj as, co mo la es pecie Chi-
lochista, que no son m ás que un ra-
cimo de raíces, y precisa m ente las
raíces contie n en la cl orofil a pa ra
propiciar la fotosíntes is. Algunas or-
quídeas tienen vel losid ades a ambos
lados de las hoj as. No se co mprende
bien su objetivo, si bi en posibl em en-
te facilitan protecció n frente a los in-
sectos o es un meca nismo para im -
pedir que el agua cubra la ho ja, lo
que sería devastad or en las noch es
d e invierno. Otras plantas mon opó-
di cas, entre ell as las va ndas, presen-
tan las puntas d e las ho jas aserradas,
co mo vía p ara que la p la nta se des-
prenda de la hum ed ad so brante que
abso rbe por las raíces.
1ZQU 1E RDA Dendrobium senil e tiene

poradas, so n anchas, blandas y como un seudobulbo y hojas, cubierto con una

de papel, co mo es el caso de las Lycas- capa de vellosidades blancas y finas r¡ue
tes, mi en tras qu e las hojas que son proporcionan una capa de protección para
duras y correosas duran m ás. la planta en su hábitat nawral.
44 E L MU N DO D E L /\ S O R QU Í D E AS

1ZQU 1 E RDA Las raíces de las orquídeas

epifitas, como la Encycli a radi ata, son

importantes. No sólo su111in istran
nutrientes a la planta, sino que ta111bién
la fijan al árbol hospedador.

RAÍCES
Las raíces d e las o rquídeas so n únicas
dentro del reino vege ta l. So n gruesas
y en su mayoría blancas, pero no se
producen con la misma ab undancia
que en o tras pl antas. Consisten en un
núcl eo interior d elgado, co n una cu-
bi erta exte ri o r abso rb e nte que se
compone d e capas de célul as muer-
tas. Esta capa, que empapa el agua a
través de su superfi cie, se denom ina
velam en y progresa po r detrás de un a
punta en crecimi ento verde. Las pun-
tas de las raíces de las orquídeas son
enorm emente vu lnerab les a los da-
ños y pueden rompers e con faci lidad
cua nd o se extrae n de la maceta. La
mayo ría de las raíces de las o rquídeas
se m a nti enen en el recipiente pero, al
ser aé reas de ma ne ra natural, es fre-
cuente que sobresa lgan po r el borde
y siga n creciendo, suspend id as en el
aire, o aferradas a cualquier superficie
que e ncuentren.
Las ra íces no so n estructuras per-
man entes sin o que se crea n an ual-
mente a l brota r desde un a base poco
d es pu és de que se ini cie e l nuevo cre-
cimi e nto. De la mi sma forma que las
hoj as, se desprenden d e la pl a nta al
cabo de uno o va rios años, y perecen
de manera natura l para ser reempl a-
zadas po r las nuevas.
En las orquídeas mon opódi cas,
com o las va nd as, las raíces se crean a
interva los junto co n el ri zo ma y rara
vez tie nen n eces id ad d e ad e ntrarse
en la ti erra. Muchas orq uídeas pue-
den rea li zar la fotos íntes is a través de
ARR IB A Un gran número de orquídeas epifitas producen conglomerados de pequeñas raíces las raíces y, en los casos extre mos, di -
verticales, como estas Stanhopea. Crecen co1110 estalag111itas y se rematan en una punta ve rs as especies ep ifitas han ll egado a
afilada. Es posible que su función sea recoger la hu111edad o las hojas 111uerias u otro Lipo estar desprov istas to ta lm ente de ho-
de resto del bosque para formar el compost alrededor de la base de la planta. jas y d ependen d e un pu11ad o de ra í-
 LA ll O T Á N 1 CA D E LA S O R QU 1D EA S 45

ces gru esas para mante ner la clorofi-

la necesa ri a.
Las ra íces d e a lgun as orquídeas
son, ade m ás, e normemente atracti-
vas; en las Pha/aenopsis presentan un
tono bl anco plateado cua ndo se ex-
traen de la m aceta .
Algunas o rqu ídeas, como las gon-
goras y la es pecie Anexil/n , produce n
co rtas raíces la teral es que forman án-
gulo co n las prin cipales. Parten cerca
de la base de la planta y se end ure-
cen y afilan co mo agujas a medida
que madura n. Fo rm a n una barrera
densa e impe netra bl e como protec-
ció n contra las plagas que, en caso
co ntrari o, podría n a taca r a los seu-
dob ulb os.
Las raíces res ultan e normemente
importa ntes para las orq uíd eas. Si se
riegan d e ma s iado y p e recen, no
pueden se r sustituidas hasta que la
planta produzca un re toño, lo que
significa que e l e je mplar tend rá que
sob revivir durante va rios meses sin
raíces y sin a bsorb e r la humedad. Si
as í suced e, los seud obu lbos se mar-
chitarán y e l fo ll aje p e rderá v igo r
hasta que las nu evas raíces permitan
recupe rar las rese rvas d e agua perdi -
das. Has ta que ll egue es te momento,
un rociado regular ayuda rá a evitar
la desh idra ta ción.

ARRI BA DERE C H A Anse lli a africa na es

111111epifita tropical de África que produce
masas de raíces aéreas rígidas, que se
m111ifica n en todas las direcciones. Este no
es 1111 signo de la necesidad de 1rasplantar
el eje111p/ar a una 111aceta 111ayor.

DEREC H A En la i111agen, las raíces de

Pha lae nopsis crecen en una maceta
tra nsparente. Con ello se pretende
es1i11111/ar a la orquídea para que produzca
míces rlen1rn del recipiente y no aéreas,
con lo que 111antienen el co/1lacw con el
co111pos1 y los nutrientes. Ta mbién hace
posible que el wlt ivador observe su
progreso.
46 EL MUNDO DE LAS ORQU iDE AS

FLORES
Aunque las plantas de las orquídeas
ya so n muy variadas de por sí, en sus
flores no se co nocen los límites de la
variación, tanto de estru ctura como
de co lor. Las fl ores so n tan diversas, y
a men udo tan in creíb lemente bellas,
que ll ama la atenció n que haya qui e-
nes las consideren unas pla ntas poco
atractivas. Mucha ge nte se sorprende
de que unas fl o res tan hermosas pro-
vengan de lo qu e, en su op ini ó n, so n
pl antas feas y desga rb adas, aunqu e
los verdaderos entusiastas co mpren-
den el encanto de la mayo ría de las
orquídeas.

DERE C H A La espectacu lar

Paph iopedilum Eustacenum es una
elegan te orr¡uídea de fra njas verticales
en la r¡ue el /abe/o más típico se ha
modificado para formar una bo/.1 a. Sobre
esta bolsa, a cada lado del es laminodio,
se aprecian dos anteras.

Pt-IAl.AENOl'SIS Ü DONTOGLOSSUM

sépalo dorsal

sépalo dorsal
capa de la antera capa de la ant.era

columna
estigma

r
estigma
ovarios

pétalo

pétalo
ovarios

sépalo lateral

L sépalo lateral
/abe/o
 L A B O T Á N 1C A D E L A S O R Q U Í D E A S 47

No obstante, no todas las fl ores

de orquídeas pueden describirse co-
mo bell as. Aunque el enca nto de la
mayoría de las más favorecidas y ex-
tendidas es innega bl e, en otras mu-
chas las flores so n curiosas, extrañas
o incluso gro tescas. El género que
co nti ene el mayo r núm ero de espe-
cies es Bulbophyllum , pero en tre sus
mil es de especies, so n muy pocas las
que pueden describi rse co mo bell as.
Aun q ue tod as las o rquíd eas se
ajustan a un diseño bás ico, este se ha
dupli cado o modifi cado mil es de ve-
ces, donde cada va ri ació n ha sab ido
adapta rse a un hábi tat en parti cul ar
de la orquídea, o a un modo de cul-

z
1 QU 1E R. o A Soportando sus fl ores de
pétalos delgados sobre altas espigas, la
Zygopetaluym intermediu m t:iene un
labelo prominente y largo que está
diseñado como una pista de aterrizaje
para el insecto polinizador desde donde
e.s guiado a los polinios.

VAN DA

sépalo dorsal capa de la antera

~ estigma

LAEU i\ ovarios

pétalo

1
pétalo

columna

sépalo lateral
estigma

sépalo lateral /abe/o

capa de
la antera
-
48 E L MU N DO D E L AS O R QU Í D E AS
tivo concreto. Un a parte de la fl or ha
pasado a do min a r, de m odo q ue los
péta los o el labelo son m ás gra nd es.
Estas modifi cac io nes ha n surgid o
con el propósito de atrae r a l agente
de pol inizació n, pa ra cuyo fin las o r-
quídeas han va ri ado extrao rdinari a-
mente.
Las o rquídeas son po linizadas so-
bre todo po r insectos, y la estructura
de su flo r lo refl eja. Cada fl or consis-
te en se is segmentos: tres péta los y
tres sépa los, que se con ocen co lecti-
vame nte como tépa los. Los tres exte-
riores so n sépa los; los tres interio-
res, péta los . ll a n desarro ll ado un
tercer pétalo en el labelo, que pro-
porcio na una sup erfi cie idea l para
que se pose el insecto po lini zado r. A
MI LTION Ol'SIS
estigma
pétalo
ovarios
/abe/o
menudo, el labelo fo rma un a peque-
11 a bi sagra, de m a nera que el insecto
se pueda acom odar perfecta mente, y
sólo el q ue tiene el tam a ño idó neo
entra en la fl o r.
En numerosas o rqu ídeas, el labelo
es largo y tiene un color lla mati vo con
un di seño vistoso que se d ife rencia
bastanLe del resto de la fl o r. En el cen-
tro se dispone un a serie de surcos que
guía n al insecto hacia la flo r. En gene-
ral so n de tonos amarillos brill a ntes y
se deno minan gu ías de mi el. Por en-
cim a de l label o se sitúa la co lumna:
una estructura simple como un dedal
que conti ene las partes reproductoras
florales. El polen se encuentra al fin al
de la columna, no rmalmente en dos,
cuatro o seis masas. Estas masas poli -
sépalo dorsal
1 capa de la amera
colum.na
sépalo /mera/
níferas conti enen los granos de po len,
polini os, q ue a di fe rencia de o tras fl o-
res, no está n en fo rma de po lvo . Se
sosti enen en el extremo de la columna
bajo un ca puchó n pro tecto r denomi-
nado a ntera. Las masas de po len son
de un to no am arill o dorado y están
unidas a un disco viscoso a través de
dos pequeños fil a mentos. Cuando un
insecto emerge de la flor, este tramo
pegajoso uni do a los po linios se ad-
hi ere a la cabeza o al tó rax. La antera
se des prende cuando el in secto sale
volando, ll evándose consigo los poli-
nios hasta la sigui ente fl or.
En la parte in fe ri o r de la co lumna
se di spo ne una a lm o hadill a adh eren-
te, la su perficie del esti gma en la que
se depos itan los po lini os. Los granos
de po len extiend en sus tubos de cre-
cimie nto hacia aba jo por el centro de
la co lumn a pa ra alcanza r los óvulos,
situ ad os directa m e nte de trás de la
flor, d o nde se e ncuentra n co n mil es
d e se mill as s in fec und a r. Un a vez
compl etada la fertili zació n, los óvu-
los se habrán hin chado para fo rmar
un a gra n cá psul a q ue conti ene hasta
un m ill ó n de diminutas se millas en
maduració n, de un colo r dorado .
Las fl o res de o rquídea más gran-
des so n las producidas por la Plm1g-
mipediu m grande. En es ta es pecie, los
péta los pe nd en has ta un a lo ngitud
de 45 cm cuand o se sosti enen en ho-
rizontal, y la fl o r mide 1 m tra nsver-
salm e nte. En el extrem o opuesto de
la ga m a se encuentran las d iminutas
especies Stelis, cuyas fl o res podrían
cubrirse con la ca beza de un alfil er.
Entre a mbas se cuentan mil es de fl o-
res mu y apreciadas de un os centíme-
tros de dimensió n .
DERECHA Thunia marshalli ana es una
especie encantadora que produce flores
muy próxi111as entre sí. El labelo se cubre
de una densa vellosidad y sirve para que
el insecto polinizador trepe hasta alcanza r
los polinios.
L A B OT A 1 ! CA D E L AS OR Q U Í DEAS 49
5 O E L M U N DO D E LA S O R QU Í D E A S
ALIANZAS
DE HIBRIDOS
No existe ninguna fa milia de pl antas
con la capacidad de hibridació n de las
orquídeas. So n plantas basta nte evo-
lucionadas, muchas de ell as aún en
evolución. Co mbinado con su depen-
dencia de los insectos para la po lini-
zación, este hecho ha influido en su
capacidad de hibridación co n conta-
das limitacio nes. En la naturaleza, los
híb ridos co nstitu ye n un fenó m eno
bastante co mún, prueba de lo cual
so n los cruces pro ducid os artifi cial-
mente que da n luga r a fl o res idénti cas
a las de la especie. Laelia gouldiana, po r
ejemplo, se considera un híbrido na-
tural entre L. an ceps y L. au tumnalis.
En cultivo, la hibridació n no ha
de jado de ava nzar desde el siglo x1x,
desde que se co mprendió la estructu-
ra úni ca de la fl o r de la orq uídea.
Muchos de los primeros experim en-
DEREC H A Muy influidas por la
O ncid ium en la confección de este
híbrido trigenérico, las flo res de la
Wilsonara Bonne Nu il aparecen en alias
espigas flora les, con sépalos y pétalos de
complicado dibujo.
tos fracasaron po rque los cultivado-
res de entonces sabían muy poco de
la co mp atibilid ad o las relacio n es
que mantenían las orquídeas entre sí.
Sin embargo, pronto se observó qu e
la m ayo ría de las especies podían cul -
tiva rse con facilidad con otras de su
pro pi o género para pro ducir cru ces
interespecíficos. Se descubri ó asimis-
mo q ue era posible co nseguir cruces
entre géneros sufi cientemente empa-
rentados. Esta fac ilid ad p ara sa lta r
entre especies y produ cir híbridos in-
terge néricos h ace de las o rquídeas un
mundo aparte.
Algunas, co m o los cimbidi os,
úni ca mente producen híbridos inte-
res pecífi cos y los intentos para cru-
I ZQ_UIERD A
O don toglossu m
Vio letta van Holm
luce espigas
florales alias y
verticales con
flo res de vivos
colores en owño.
Es te elegante
híbrido deriva de
las especies O.
bi ctoniense
y O. rossii .
zarl as co n o tras orquídeas emparen-
tadas han fracasad o. o obstante, las
especies de Cymbidiu m de zo nas del
mundo muy diferentes, a mil es de ki-
lóm etros de distan cia, se cruzan en
virtud de un a cercan a relació n entre
ell as a pesa r de la gran sepa ració n ex-
p erim entad a desde su a ncestro co-
mún. Cymb idiu m devonianum, o ri gi-
naria del H imalaya, se puede cruzar
con C. madidum del no rte de Austra-
lia; el híbrido resultante produce fl o-
res interm edi as entre las dos especies.
Entre las orquídeas resbaladizas,
las especies de Paphiopedilum y Phrng-
mipediu m parecen simil ares. La hibri-
dació n entre las primeras ha produci-
do algunos resultados fa ntásticos. Aun
así, no ex isten cru ces co n las Ph ra-
gmipedium sudam eri ca nas . Aunque
existen similitudes aparentes entre los
dos gé neros, las vías de la evolución
paralelas las han llevad o por ca minos
distintos, segregando sus genes, que,
según parece, no pueden unirse. Re-
sulta sorprendente si se considera que
vari as especies de Paphiopedilum de lar-
gos péta los y multifl o ras, com o P.
rothschildianum y P parishii, se aseme-
jan a Phragmipedium co mo P. cauda-
tum y P pearcei de una fo rm a más pró-
xi m a q ue o tras Paphiopedilum.
Ent re el inmenso núm ero de hí-
brid os crea d o s han surgid o var ias
alianzas que conti ene n num erosos
géneros re lacio nados. Entre ellos, los
m ás favo recidos está n co nstituidos
 L A B OTÁN I CA DE LAS ORQU ID EA S 51

ARR IBA I ZQU IERD A Mu chas

generaciones de cría selectiva con especies

específicas han dado lugar a
Brassolaeli ocattleya Nuance «Elegie»,
que luce unas preciosas flores amarillo
ii111ón, con el /abe/o de un vivo amarillo.
Este /11ürido 111oderno fl orece en otol'io.

ARR IB A DEREC H A Laeliocattl eya

Elizabeth fo/ wn «Histoire» es un híbrido
1111ifoliado que produce una sola hoja por
seurfobulbo y flores de un vivo color en
una sorprendente combinación de sépalos
)' pétalos amarillos con /abe/o de color
111agenta .

ABAIO 1ZQU 1E RD A Los /¡(b ridas como

Dendrobium E111111a Wh ite y Tra lwol
Red son propios del sudeste asiático para
plantas vendidas en maceta y para los
111ercarfos de flo res. Desde allí se envían
11 otros países del mundo. Las flores viven

1111 tiempo excepcio11a/111ente largo.

ABA IO D ERE C H A Phalaenopsis Brother

\Vilrl T/1ing pertenece a la extraordinaria
ga111a de híbridos que proporcionan flores
11111/ticolores con un atractivo dibujo en
sus pétalos y sépalos. Florece de una
1111111era excepcionalmente libre y varias
11eces al al1o.
por las al ianzas d e Cattleya, Odonto-
glossum y Vanda. Dentro de estos tres
géneros naturales se puede n encon-
trar alianzas q ue consisten en combi -
naciones desde dos ( Lae/ia x Catt/eya
= Lae/iocattleya) a seis de estos géne-
ros (Cattleya x Brassavola x Broughto-
nia x Laelia x Schomburgkia x Sophro-
nitis = Mooreara) y, en algunos casos,
nueve (Callleya x Brassavola x Brough-
ronia x Cattleyopsis x Diacrium x Epi-
rfendn1111 x Laelia x Shomburghia x
Sophrontis = Sallyyeeara). No parece
haber lím ite a unas multiplicacion es
que han ll evado a resultados sorpren-
de ntes.
Las espectacul ares va nd as d el su-
deste as iático pa recen, a primera vis-
ta, co mpatibl es co n un vasto núm e-
ro de o rquídeas angreco ides d e Áfri-
ca y Madagascar. El foll aje de Angrae-
cum sesr¡u ipedale, por eje mpl o , se
ase me ja a l d e las va ndas más cerca-
na m en te que las de otras esp ecies
monopódicas, las Pha/aenopsis. No
obstante, las va nd as so n más próxi-
mas, e n lo que se refi e re a la evo-
lu ción , a las Phalaenopsis, y a mb as se
hibrid a n junto con otras mu chas
q ue compo nen esta ali an za pero que
ti e n en un asp ecto comp letame nte
diferente.
En el mom ento actua l no se ha
co nseguido la unión entre Angraecum
y Phalaenopsis, y só lo se puede espe- A R R 1 BALaeliocattleya Chinco es un
cu lar sobre cuá les podrían ser los re- híbrido de un color soberbio que produce
su ltad os. Se h a n obte nido cie rtos jlores de un 11ivo to no morado y un /abe/o
híbridos de l cru ce d e Angraecum y más int.enso que no es demasiado grande
Vanda , pero escasamente logrados. para la fl or. La planta florece en otol1o.
 ~

DONDE CULTIVAR ~

LAS ORQlJIDEAS
El núm ero de pe rso nas que se decide n a cultivar orquídeas crece día tras día, pues cada vez es

más fác il co nseguir estas plantas. Los híbridos que se crean, sobre todo e n Europa y en Asi a, es tá n dis eñ ados específica-

mente co mo plantas para maceta . Las Phalaenopsis y Miltoniopsis se sitúan e n cabeza, al ser las más ad a ptabl es y dada la

sencillez de su cultivo y su fl oración, a lo cual se suma su interés por la gran variedad de tipos. Estas orquídeas se producen

a gran esca la para satisfacer la d esborda nte d e manda de plantas especiales de interior. Las orquíd eas qu e se cultivan para

este fin han abierto un mundo nu evo d e expe riencias en el cuidado d e plantas domésticas con conjuntos d e flores que

bien pueden durar ocho semanas o m ás (en comparación con otras plantas) , esto reviste un gran va lor. Para los cultiva-

dores de orquíd eas más comprometidos, un in vernadero en condi ciones ofrece una selección d e plantas mucho más am-

plia y, pa ra el es pecialista qu e prefiere co nce ntrarse en un géne ro o grupo e n particular, el invernad ero se co nvie rte en una

necesid ad. Entre el hueco de la ve ntana y el invernadero existen soluciones inte rmedias como los sola rios y los co nserva-

torios, dond e tengan cabida grupos d e p la ntas. Con independencia d el es pac io que se dedique a su contemplación, las or-

quídeas garantizarán el disfrute dura nte afios.

Dactylorliiza fu chsii.
54 DÓNDE CU LTI VAR LAS ORQUÍDEAS

CULTIVO DE
,,.

ORQ!)IDEAS
EN INTERIOR
Son varias las ventajas de cultivar las orquídeas dentro de casa.
No se tiene que realizar un gasto extraordinario para darles calo1~
pues la calefacción ya estará instalada en las habitaciones. El equipo
necesario para comenzar con unas pocas plantas es muy reducido, y se
puede ir ampliando a medida que crezca la colección, como sin duda
sucederá.

DISPOSICIÓN eche a perder. De es ta m anera, las A RRIB A Los cimbidios son unas orquídeas

DE LAS
ORQYIDEAS
Las orquídeas que crecen den tro de
casa se benefi cia n de la atenc ión re-
gular q ue les podemos dar. Al igu al
que el mimado ga to d e la fam i-
li a q ue se tumba en su sill ón favor i-
to y recibe una ca ricia cada vez q ue
el dueño pasa junto a él, las orquí-
deas de interior recibirán un a aten-
ció n y ad miració n pe rm a ne ntes .
Pendientes de ell as, d escubriremos
de inm ediato cada nu evo bro te o
flor, o si se ha secado la superficie
de tierra que la sustenta pa ra, co n la
experi e ncia, apre nde r en seguid a
a va lorar lo que pueda neces itar.
Cua nto más tiempo estemos cerca
de las orquídeas, más a te nció n les
brindaremos. En ve rano co nvi e ne
tene r a mano un rociad o r d e ag ua
para hum edecer li geramente las ho-
jas de forma regular. Es posibl e que
advi rtamos que la orquídea recibe
demasiada lu z cuand o su fo ll aje
muda de co lor, e n cuyo caso será
preferible camb ia r su ubicació n a un
lugar más adecuado, antes de que se
orquídeas nos rega larán una compa-
11ía co nstante y es so rpre ndente e l
ví ncu lo que se ll ega a establece r co n
e ll as, d e preocupació n por lo qu e
pueda n necesitar y d e emoción ante
las nu evas h o jas o raíces que van
aparecie ndo.
En primer lugar es preciso exami-
na r la casa y decidir cua l será el lu-
ga r idóneo para co locar las prime ras
orquídeas. El emplaza miento idea l
para las plantas d e verano es una ve n-
tana q ue reciba e l so l matutino y ves-
pertino, pero en la que no incida d e
forma directa la luz durante las horas
de canícula. En su mayoría, las es pe-
cies de interior se beneficiarán d e
esta situación. Las orq uídeas que pre-
fi e re n los rin co nes más sombríos,
como las Paphiopedilum, m ostra rán
igual predi lecció n por una ventana
que no reciba el so l en el verano. Cat-
leyas y dendrobios so n ejempl os de
orquídeas que prefieren mucha más
luz y lucirán perfectamen te en una
ven tana en la que incidan los rayos
del so l, siempre y cuando se produz-
ca cierta sombra entre las plantas y el
crista l. Bastará una pers ia na o un a
co rtina para ev itar que se qu emen
grandes. Esta Cymbidiurn Jocelyn es un
vistoso cemro de mesa pe1fecw para la
sala de estar.
con el so l directo, a la vez que reci-
ben la luz necesaria pa ra un óptimo
crecimi ento y maduración d e los seu-
dobulb os. En el invierno, la mayoría
de las orquídeas estarán cómodas en
una ventana co n bue na iluminación,
ya que e l so l no llegará a elevarse de-
masiado en el cielo y no causará pro-
bl e m as ni ri esgos d e sobreexpos i-
ción. En es te caso, el mom ento de
mayor pe li gro se produce al comien-
zo d e la prim avera, cuando el sol em-
pieza a ascend er en el cielo un poco
m ás cada día. Algun as p la ntas re-
q uiere n un tras lado ráp ido a un rin-
cón menos soleado.
Sea cua l sea la estanc ia que se
d edique a las orquídeas, es impres-
cindib le que estén cerca de un a ven-
tana y de la luz . En in ter ior, esta luz
provien e normalmente de una única
dirección, así que lo m ejor es aprove-
charla al máxim o. Se d eben co locar
las o rquíd eas de man era que la pane
trasera de la planta esté de cara a la
ve ntana, y que las flores que brotan
 C U L T 1V O D E O R. QU i D EA S EN 1 T E R. 1 O R 55

de n al inte rior. De es ta forma , las levisión e n la sala d e estar d es pren- otra fuent e d e ai re frío. Finalmente,
tiern as ho jas nu evas no tienen el pe- den ca lor cuando están e n ce ndidos, e l luga r pensado d ebe estar protegi-
ligro de qu emarse y los seudobulbos lo cua l pued e ser dañino para las or- d o , para qu e las pl a ntas no se ll eve n
más a ntiguos pu ed e n madurar sin quídeas ce rca nas. Se d e b e n ev itar go lpes accid e nta les ni sean maltra-
pro bl emas para garan ti zar la flo- asi mism o las corrientes y cu alquier tad as por los a nim ales dom és ti cos.
rac ión. En invierno, se puede dar la
vuelta a la planta pa ra qu e los nuevos
reto1ios recib a n la m áx ima luz. La
mayo ría d e las orquíd eas crecerá n
mejo r cerca de la ve ntana que en el
centro de la sala, sa lvo que esta dis-
frute de buena ilumin ació n , con te-
cho alto y paredes blancas. Un em -
plazami ento como el indicado es e l
idóneo para las Phalaenopsis . Sus es-
pecies fl o recidas adorna n la estan cia
dura nte el tiempo de la fl oració n, a l
términ o de la cual puede n devolver-
se a un lugar más dis creto para su
cu idado.
o se deb e co loca r la o rquíd ea
de mas iad o cerca d e la ventana d e
modo que sus hoj as to que n el cris -
tal. So n preferibl es las ve ntanas d e
dob le cristal, que en in vie rno d etie-
nen la frialdad . Las cortin as y persia-
nas evitan que la pl a nta quede pega-
da a la ventana, qu e es lo ideal. En
las noches de invi erno, no h ay qu e
olvidar echar las cortin as dejando a
la orquídea en el lado d e la h abita-
ción . En ve rano, se pu ed en dejar las
vemanas abiertas para qu e la planta
reciba aire fresco sie mpre que la tem-
pe ratura sea sufi cientemente cálida y
se evitan las corri e ntes frías.
Hay que co n ocer cu áles son los
lugares que puedan d a iiar a las or-
quídeas. No se de be d ejar las p lan -
tas enfrente ni ju sto e ncim a de un a
chim enea, pues pronto sucumbirían
a los ca lo res y la d es hidratación. Es
preciso sa ber qu e electrodomésticos
co mo la neve ra en la cocina y la te-

DEREC HA La Paphioped ilum insigne

puede producir un buen efecto en el hueco
de la ventana. No obstame, se debe
proteger la planta del sol directo, con
persianas o cortinas.
56 DÓ D E C U L T 1 V A R L A S O R QU
ORQYÍDEAS POR TODA LA CASA
En la cocin a, un poyete interior de
la ve nta na sufi cientemente a n cho
puede acoger varias orquídeas, pero
co nvi ene asegurarse de que no está n
expuestas a los vapores del barreño
de la colada ni al va por de agua ca-
li en te de la tetera. En la sala de estar
y el comedor habrá sin duda más de
un rincón adecuado, siempre que se
las ma ntenga a un a temperatura
confortab le. Las habitaciones, qu e
por lo genera l son más frías por la
noche, o frece rán un entorno m ás
propicio para orquídeas que prefi e-
ren ento rnos más frescos y necesitan
la ca íd a térmica nocturna para pros-
perar y florecer. Los cuartos de invi-
tados so n quizá el peor sitio, ya que
en general ca rece n de calefacción y
no se entra en ellos, con lo que las
pl antas podrían quedar olvidadas
durante días y, si la temperatu ra du-
rante el día no se entib ia lo suficien-
te, sufrir por frío. Estas habitaciones
vacías no crea n condiciones pro-
picias al crecimiento. El cuarto d e
baño se co nsidera a menudo un Ju-
i D EA S
gar id eal por el vapor húm edo crea-
do con la bañera y la ducha. No obs-
ta nte, se inducen cambios ráp id os
de temperatura y hum edad qu e tal
vez no sean tolerables para la planta.
Por otra parte, el baño es habitual-
mente la habitación peo r ilumin ada
de la casa. Es frecuente que la escasa
luz que recibe provenga de una pe-
quef1a ventana con vidri era que re-
su lta insuficiente para la mayoría de
las orquídeas. Los ejemp lares de or-
quídeas que crecen en los cuartos de
ba1io suelen distinguirse perfecta-
mente porque las hojas están recu-
bi ertas por una especie de talco, q ue
resulta nocivo para ell as, ya qu e al
tapar los poros impid e que se venti -
le n como deberían. En una casa, un
lugar perfecto es la escalera ilumina-
da por un tragaluz. Pero si empre qu e
haya suficiente luz y calor las o rquí-
deas crecerán perfectam e nte.
El cultivo en sótanos se practica
en países como Canadá, donde los
inviernos exces ivamente fríos impi-
den el uso de invernaderos. El sóta-
no, normalm ente co n ca lefacción, se
adapta para culti va r orquídeas me-
diante la insta lació n de una ilumina-
ción eléctrica, riego por humedad y
un sistema para recoger el sobrante
de agua para su recicl ado o drenado.
Este sistema funciona muy bien en
países fríos, en los que en verano se
saca a las orquídeas al a ire libre para
que crezca n según el modo conven-
cional. En otras situaciones, sin em-
bargo, es un sistema que no merece
la pena el coste y el es fuerzo que exi-
ge, donde además las plantas depen-
den más del crecimi ento estival que
del invernal para su supervivencia.
Cultivar las orquídeas
en un pequeño invernadero
Muchas casas hoy e n día contienen
un pequeño invernadero o jardín cu-
bierto que es un entorno muy satis-
factorio para las orquídeas. A menu-
do, es tas zo nas co nti enen muebles
de jardín y la idea consiste en disfru-
tar de un luga r pa ra rel ajarse en el
que se aproveche el so l de invierno
aunq ue fu era las temperaturas sean
gélidas. Se pu ed e crear un espacio
para orquídeas según las pautas da-
das para su cu ltivo en interior, con la
excepción de que en este caso el en-
torno es más ampli o, lo cual signifi ca
que se pueden alojar orquídeas ma-
yores como los cimbidi os. Si la cons-
trucción es totalm ente acristalada, es
posible que crezca n las orquídeas al
nivel del suelo, y tal vez necesiten la
sombra que le puedan dar unas cor-
tinas ladeadas, o que se pinte el teja-
do con un materi a l opaco. Esta ac-
ción sería necesa ria úni ca mente para
impedir que el so l in cida directamen-
te sobre las hojas. Las orquídeas dis-
1ZQU 1ERD A Este bello conjunto de
orquídeas incluye Dendrochilum
glum aceum (iUfuierda) , Encyclia
cochleata var. «Yellow Burham» (centro)
)' Coelogyne Intermedia (derecha).
 C U LT J V O D E O R QU f D EA S E N 1 N T E R l O R 57

IZQU IERD A Una

ORQUÍDEAS ADECUADAS habitación es el
PARA CULTIVO emplazamiento
DE INTEIUOR ideal para un
e1emplar de
Brassia ve1Tucosa orquídea como esta
Coelogyne cristata Phalaenopsis
Cymbidium (pequ eños) Little Shipper
Dendrobium infundibulum «Zuma N ova)) con
Encyclia radiata sus delicadas fl ores
Lae/ia anceps rosadas.
Lycaste aromatica
Lycaste skinneri
Miltoniopsis (todas)
Odontoglossum (intergenérica)
Oncidium ornithorhynchum
Paphiopedilum (todas)
Phalaenopsis (todas )
Pleiones (todas)

ORQUÍDEAS ADECUADAS
PA RA CU LT 1V O
EN UN PEQUEÑO
LNVERNADERO

Anguloa clowesii
Híbridos de Angulocaste
Brassia venucosa
Cattleya (todas) más géneros
aliados
Coelogyne cristata
de desagüe. Alternati va mente, cuan - cho gasto eco nóm ico. No obstante,
Cymbidium (pequeños y grandes)
do la zona del suelo tiene alfombra deberá m anten erse durante toda la
Dendrobium infundibulum
o material textil, lo m ejor será situar noche a un a temperat ura constante
Encyclia radiata
las plantas en las estanterías típi cas para las plantas. Co mo altern ati va,
Laelia anceps
de los invernaderos. Aquí, se puede puede que sea necesario instalar un
Lycaste aromatica
instalar el sistema de riego por hu- calefactor eléctrico p ara cald ear
Lycaste skinneri
medad para conseguir un microcli- el luga r e n invierno, que se puede
Mil toniopsis (todas)
m a, con un grado de hum edad pro- convertir en ven tilador en ve rano.
Odontoglossum ( intergenéricos)
picio para las orquídeas. También es Como ocurre con los invernaderos
Oncidium ornithorhynchum
posible rociar el follaje y despreocu- grandes, cuanto m ás reducid a es el
Paphiopedilum (todas )
parse del exceso de agua. área, las flu ctuaciones de temperatu-
Phalaenopsis (todas )
Será necesario controlar la tem- ra se dan en un tiempo más breve y
Phragmipedium (todas ) peratura para evitar el sobrecalenta- en verano es muy probable que sea
Pleiones (todas) miento durante el día o que haga de- d esea bl e d ejar la pu erta abi erta
masiado frío en el invierno. Si no cuando es la úni ca fu e nte de a ire
hay medio alguno para calentar el fresco. Los es pacios cubiertos y a la
puestas en el suelo han de estar sobre pequeño invernadero o la terraza cu- sombra de grandes árbol es son idea-
cemento o baldosas que se puedan bierta, no h abrá m ás remedio que les, ya que el peligro de un sobre-
mojar sin estropear la instalación, y añadir algún radiador al sistema de calentamiento en verano se reduce
tal vez haya que pensar algún medio calefacción, lo que no supondrá mu- enormemente.
58 D Ó N D E CU L T 1 V A R L AS
MÉTODOS
DE EXHIBICIÓN
Los es pacios de cultivo pued en aloj ar
una sola o rquídea o muchas. No obs-
tante, es p ro bable que una orquídea
aislada, sin nada cerca que estimul e
su crecimiento, se m alogre. Un hueco
vacío puede parecer un desierto hasta
que se haya conseguido adaptar algu-
nas plantas. Si es muy estrecho, ta l
vez haya que ampliar el espacio co n
una bald a de madera.
Bandejas de humedad
Es tas zo nas pued en utili za rse pa ra
co locar band ejas d e hum ed ad . Se
pueden adquirir en centros d e jardi-
nería y o tros establ ecimi entos d e mu-
chas for mas, ta m a flo s y di se ños.
Estas bandejas co nsisten en un a pl a-
taform a pl ana sin orificios, para rete-
ner el agua. Se pueden coloca r unas
cua ntas bo litas d e arcilla expa ndidas
en la ba ndeja a unos 2,5 cm o justo
po r debajo del reborde, y llenar a me-
dias co n agua. Así se creará una base
para la suj eció n d e las orquídeas en
un luga r do nde recibirán un a cierta
ca nti da d d e hum ed ad d el ag ua e n
O R QU Í D E AS
eva po ració n que las envu elve; a l mi s-
mo ti empo, las plantas qu ed arán po r
encima d el agua, d e ma nera que las
ra íces se mantendrá n húm ed as sin
estar sumergidas.
Se pueden colocar tantas ba nde-
jas de humed ad com o es pacio se ten-
I ZQ_U IE RDA Encycli a cochleata va r.
«Yellow Burn ham» es una orquídea
enormemente popular, que se da muy bien
en interiores. Puede llegar a una altura
de 30 cm.
ga, y situar va ri as o rq uíd eas en cada
una d eja ndo un es pacio sufi ciente
entre las pl antas pa ra que circul e el
aire. No esta rá d e m ás inte rpon er
ti esto s p equ e ños co n he lechos u
otras pl antas, qu e pu ed a n mantener-
se mejor con humed ad sumergiéndo-
los directam ente e n las bo litas. Las
plantas ve rdes, que pued en co nsistir
en las vistosas Lizzies (Jmpatients) o
cu alquier otra pl anta ras trera pequ e-
ña que no llegue a crecer dem as iado,
favorecerán el en to rn o de crecimien-
to al el evar la humed ad a lred edor de
las orquídeas y rea lza rá n el conjunto.
'fradescantia pu ed e co loca rse en el ex-
tremo d e la ba nd e ja d e humed ad
para d ar un buen efecto, si bi en por
su velocidad de crecimi ento requeri rá
una po da regul ar. Será necesario re-
llenar co n agua las bandejas de vez
en cuando, asegurándose siempre de
1 z Q\J 1 E Ro A Conviene colocar un grupo
de orquídeas sobre una bandeja de
humedad cubierta de una capa de bolitas
de arcilla de 2,5 cm y cubrir parcialmente
con agua. A medida que se evapora el
agua, las orquídeas reciben la humedad
r¡ue necesitan.

que las orquídeas quedan por enci-
ma del agua y no con la base de la
maceta sumergida. (Podría hacer que
las raíces se pudrieran, y la pérdida
de las raíces puede ser muy grave
para una orquídea). Las orquídeas
que crecen en bandejas de humedad
han de sacarse para regarlas. El mejor
lugar para regar las plantas es la coci-
na, dentro de la pila. Dada la natura-
leza de la tierra para cultivo de orquí-
deas, ha de utilizarse mucha agua de
una vez, y a no ser que se instale un
sistema de recogida y canali zación
dentro del contenedor, algo imposi -
ble dentro de una casa, lo mejor es
llevarse las plantas a otro lugar para
regarlas adecuadamente.
Cuando se utiliza una sola plan-
ta como muestra para realzar una
ventana pequeña, por ejemplo, con -
C U L T 1V O D E O R QU Í D E A S E N
viene sobre todo que haya más hu-
medad a su alrededor y se hace nece-
saria una bandeja o plato de hume-
dad. Se puede incluir otras plantas
para conseguir un efecto especial , y
colocar piedrecitas o conchas para
crear un conjunto atractivo con la or-
quídea corno centro.
Carros para cultivo
Una idea alternativa a los conjuntos
de plantas en el hueco de la ventana
son los carros de plantas con ruedas.
Se pueden encontrar en cualquier
tienda de jardinería y están diseña-
dos para las plantas de interior. Tie-
nen la ventaja de que las plantas se
pueden ir girando para que busquen
mejor la luz, cerca de la ventana, du-
rante el día, para darles la vuelta por
la noche. También facilita la labor a
1 N TE R 1 O R 59
ARRIB A Se pueden colocar tiestos
pequeños de plantas verdes entre las
orquídeas. Ayudan a crear un buen
en torno de crecimiento para ellas al
aumentar la humedad. En la fotografía se
aprecia una colección de Paphiopedilum
que incluye Paphiopedilum Leeanum
(mTiba) , P. Jersey Frechles (centro)
y P insigne (abajo).
la hora de transportarlas para el rie-
go. Algunas orquídeas alcanzan gran
altura y peso, en particular cuando
sobresalen de las macetas y es nece-
sario transplantarlas, de manera que
así se pueden manejar una por una
sin riesgos de que se caigan. Se puede
utilizar con el mismo fin una mesita
para el café frente a la ventana, sin
necesidad de instalar una estantería
más ancha.
60 D Ó N D E CU L T 1 V A R LAS O R QU f DE AS

1Z QU1 E RO A Las orquídeas pueden

exhibirse en originales recipientes, como

una cesta, montada en la pared. Esta
Vuylstekeara Cambria «Lensings Favorit»
tiene flores rojas y rosas con un jaspeado
en los pétalos y los sépalos.

Cultivo de orquídeas
en miniatura
Algunos cultivadores di sfrutan con las
orquídeas diminutas que pueden cul-
tivarse en macetas de apenas 3 cm de
diámetro. Estas pequeñas joyas dentro
del mundo d e las orquídeas tienen un
gran seguimiento y pu eden resultar
tan apasionantes como las grandes, y
más vistosas. No obstante, su peque-
ñez pu ed e originar probl e mas a la
hora d e mantenerlas lo suficiente-
mente húm edas para evitar que se se-
quen, en particular en el ve rano. Un
método efectivo para cu lti var orquí-
deas en miniatura co nsiste en ence-
rrarlas en una especie cofre. Un viejo
acuario utili zado para peces tropicales
es lo ideal y, muchas veces, estos ele-
mentos se pueden conseguir muy eco-
nómicos si ya pierden agua.
Lo primero que hay que hacer es
comprobar que no hay ninguna fil -
tración en la base; si las hubi era sería
preciso disponer de un a ba ndeja de
humedad e n el fondo. Se co locan
piedrecitas o bolitas d e arcilla expan-
dida en la base para crear el efecto de
tanque pretendido. Así tendremos un
jardín d e orq uíd eas e n miniatura
para a lo jar plantas diminutas qu e,
en otras co ndiciones, podrían secarse

1ZQU1 E RO A Para cultivar variedades

en miniatura dentro de casa, donde se

requiere 111enos espacio, puede servir una
pecera. Se colocan algunas piedras
pequeñas en la base y se mantienen
111ojadas con el fin de proporcionar un
entorno húmedo a las orquídeas. Se
pueden añadir helechos u otras plantas
verdes.
 CULT I VO DE O RQUiDE AS EN I N T ER IOR 61

PARA SU CULTIVO
EN UN ENTORNO
P EQU E Ñ O O E N U NA
PE CERA

Coelogyne corymbosa
CirrhopeLa lum guttulatwn
Dendrobium cuthbertson ii
EnC)'clia polybulbon
Ludisia disco/ar
Masdeva llia tovarensis
Masdevallia Whi skers
Mexicoa ghiesbrechtiana
Neofineta fa/cata
On cidiwn cheirophorum

DEREC HA Una excelente forma de

cul1i1111r t1nas wanlas orquídeas en casa
consisle en adapw r un espacio ce1wdo
para orqt1íde11s de tamano st1ficiente para
11co111od11r algunas plantas en fiar. Se
puede abrir la puerta para que entre el
aire ji-esca )' controlar la temperalllra.

co n rap idez. Co nvien e disponer la

estru ctura en un lu gar ilumin ado
pero no demasiado cerca d e la venta-
na donde se puede sobreca lentar. No
está de más co locar un termóm etro
de mínimo/ máxi mo dentro del acua-
rio para vigil ar el intervalo de tempe-
ratura creado. Durante el verano, el
acuario puede quedar abierto por
arriba, y se cerra rá únicamente cuan-
do se necesita mantener el calo r. Si se
instala un tubo de luz fluorescente de
hort icultura por encima d e las pl an-
tas, es posibl e arrumbar el acuario de
plantas en un rincón sin luz qu e, en
caso contrario, sería inadecuad o para
el crecimiento de las orquídeas. Esta
idea se puede ada ptar en un mayor o
menor grado. Para un pa r d e plantas
muy peque1ias se utiliza rá un vidrio
grande como una copa de bran -
dy tumbada, de modo que se cree
un paisaje en m iniatu ra . Alternativa-
m ente, es posibl e fa bricar un en torno
a la medida, suficientemente gra nde
y con la inclusión d e iluminaci ó n
eléctrica. Así se proporcionará un ho-
ga r perman ente a las plantas qu e no
neces itan un a luz brill ante. Entre
ellas se incluyen las Phalaenopsis y las
Paphiop edilum. La ilu minación se
puede co ntrolar para qu e las pl antas
la reciban las 12 horas «de luz del
día », a lo largo de todo el a1io. Así se
favorecerá notablem e nte el fl oreci-
miento de las o rqu ídeas durante pe-
riodos de letargo .
Un espacio cerrado de interior
puede consistir en un dise1io senci ll o
enca jado en el hueco in terior de una
ventana o ser más elaborado y adap-
tarse en las as pas de l ventilador o en
un a lámpara para est imu lar a las
plantas en invi erno. Se puede coloca r
p rácti ca mente en cualqui er lugar de
la casa para que luzca, y en su inte-
rior albergará siem pre algún interés
con las flor es que crezcan en él.
Cuanto mayo r sea el espacio más ele-
vado será el núm ero y el tamaño de
las plantas que se puedan cultivar.
62 D Ó N DE CU L T 1 V AR L AS O R QU f D E AS

rentes mo mentos de l
COLOR año se podrá di sfru-
Y AROMA tar de pla ntas fl o re-
cid as casi d e for m a
Si se cultiva n las orq uídeas dentro de co ntinu a, pa ra rea l-
casa, tal vez se prefi era ser m ás selec- zar en el rin có n más
ti vo sobre la gama de colores de sus preciado de la casa.
flores. Co n la inm ensa selecció n de Pa ra o bten er e l
tonos y mati ces, es posibl e orga ni zar m ayo r panido de las
un con junto qu e deco re la habita- fl o res es preciso co-
ción segú n el propio gusto . loca r la p la nta d o n-
En los sigu ientes párrafos se ofre- de m ás luzca pero
cen algunas p istas rápidas al respec- sin o lvid a r qu e es
to. Todo el mundo tiene sus prop ias necesa ri o regarl a d e
ideas y colores favo ritos, y sitios pre- fo rm a hab itua l. Sa l-
di lectos para ex po ner sus m ejo res vo qu e se co loqu e
fl ores. en un recipi ente co n
La mayo ría de las orquídeas du - agua, habrá que tras ladarl a para re- Una Phalae nops is Mad M ilva
A R R 1B A

ran varias semanas en fl o r y se exhi-
ben para que luzcan lo mejor posi-
bl e. Tal vez el elegid o no sea el lugar
id ó neo para su crecimi en to , pero
m ientras ex hi ben sus fl o res estas
plantas pueden ser espectacu la res. Si
se eli gen orq u ídeas en fl or en d ife-
ga rl a y se devolverá a su sitio cuando
el ti esto deje de gotear.
Las flo res de algun as orqu ídeas
pueden exhalar una intensa fraga ncia,
que se sum a a su eno rme atracti vo.
Las vistosas fl ores de la Zygo petalum
maxillare, por eje m p lo, desprenden
un aro ma agradabl e.
será pe1fecw como pieza cent.m i de un
motivo decorati vo de orquídeas, siempre)'
cuando se aleje de la luz directa del sol.
Las flores son deliciosas con unos pétalos
y sépalos ele color cereza )' un /abe/o rosa
oscuro.
D ERE c H A Las orquídeas pueden exhibirse

Brassavola cuculata, en casi todas las habitaciones de la casa.

que a veces recibe el Esta Phalaeno psis Barbara Moler x
no mbre de orquídea Spitzberg de tono ama rillo lim ón resulta
fa ntas ma, tiene fl o- maravillosa para un cuarto de baño en
res péndulas con as- azul.
pecto fa ntas m agó ri -
co. Florece en o to ño
y po r la noch e es ORQUÍD EAS
muy aro mática . POR EL A ROMA

Anguloa clowesii
I ZQU I ERDA Las
Brassia verrucosa
combinaciones de Cattleya y géneros a li ados
color bien elegidas Coelogyne ochracea
Dendrochilum cobbianum
crean unos bellos
efectos, co mo se Encyclia radiata
Cangara ga leata
aprecia en la imagen
con la mezcla del rosa Lycaste aromatica
Ma xilaria ochroleuca
pálido de
Maxillaria picta
Ph alaeno psis
sch i 11 eriana Miltoniopsis
(izquierda) y el fu csia Odontoglossum laeve
de P. Mad Milva On cidiwn ornithorynchum
(derecha).
C U LT 1V O D E O R QU Í D E A S I NTERIOR 63
64 DÓNDE CU LTI VAR L AS OR QUÍDEA S

o R Q_U í o EA s e o N F Lo RE s o E e o Lo RE s B R 1 L LA N TE s

R OJO Y NA RAN JA

Ca ttleya
Cymbidum
Oncidium Sha rry
Encyc/ia vitellina
Baby «Sweet
Epidendrum radicans Fragra nce»
Lycaste
Masdevallia Co pper Wing
M iltoniopsis
Oncidium Sharry Baby «Sweet
Fragrance»
Phragmipedium besseae Masdevallia
Copper W ing
Sophrolaeliocattleya Jewel Box
«Dark Waters»
Sophronitis coccinea MORAD O OSC URO
Vu ylsteheara Cambria Ascocendas
«Lensings Favorit» Cattleya y gé neros ali ados
Odontoglosu m

Vuylsteilea ra Ca mbria ROSA OSC URO AMA RJLLO BRJUANTE

«Le nsings Favorit » Angulocaste Anguloa c/owesii
Catt/eya y género aliad o Cattleya y géne ros aliados
Cymbidium Oncidum Boissiense
1-1 íbridos Dendrobium nobile Oncidum sphacelatum
Lae/ia anceps «Guerrero » Phalaenopsis
Laelia purpurata
Lycaste
M iltoniopsis
Odontoglossum
.. Phalaenopsis Mad Milva
Phalaenopsis Purple Val ley
Pleione

Plwlaenopsis
Cymbidium Mini Ice «A nta rti c».
Purpl e Valley

VERDES

Brassia verrucosa
Epidendrum
Coelogyne Gree n Dragan «Che lsea »
Orquíd ea G lade
AM/ RHS
Cymb idium Mini Ice «Antartic»
Epidendrum Orchid Glade
Paphiopedilum
Paphiopedilum Claire d e Lune
Phragmipedium pearcei
Trudelia cristana
 CULTIVO DE ORQUÍD E AS EN I NTERIOR 65

ORCUJÍDEAS CON FLORES DE COLOR PÁLIDO

Phalaenapsis Little Skipper «Zuma Nova ».
ROSA PÁLIDO L ILA Y LAVA N DA

Cattleya y géneros aliados Cattleya y géneros aliados

Cuitlauzina pendula M iltoniopsis
Cyrnbidium Phalaenopsis
Híbridos Dendrobium nobile
Laelia anceps
Lycaste y Angulocaste LI MÓN PÁLIDO

Lycaste shinneri Cattleya y géneros aliados

Miltoniopsis Cymbidium
Odontoglossum y géneros aliados Hfbridos Dendrobium nobile
Phalaenopsis Brother Stripe x Lycaste y Angulocaste
Phalaenopsis amboinensis Milton iopsis
Phalaenopsis Little Skipper Cuitlauz ina Odontoglosum y géneros aliados
«Zuma Nova» pendula Phalaenopsis
Pleione
Phalaenapsis Brother
BLANCO Y CREMA Stripe X Phalaenaps is
Aerangis luteo alba var. rhodostricta ambainemis
Angraecum sesquipedale
Anguloa eburnea
Cattleya y géneros aliados
Coelogyne
Cymbid ium
Dendrochilum glwnaceum
Híbridos Dendrobium nobile
Masdevallia
wvarensis /
Lycaste y Angulocaste
Masdevallia tovarensis
Maxillaria ochroleuca
Miltoniopsis
Odontoglossum y géneros aliados
Phalaenopsis ORQUÍDEAS BI CO LOl(ES

Calanthe Cangara
Lembaglassum (Odantoglassum) Cattleya y géneros aliados macula ta
bictoniense. Cymbidium
Epidendrum pseudoepidendrum
Gongora maculata
Lycaste
Miltoniopsis
Phalaenopsis
Rossiglossum Rawdon )ester
Thunia Cattonense

ÜRQUÍD EAS M ULTICOLO RES

Híbridos Dendrobium nobile

Odontoglossum y géneros aliados
66 DÓ N DE CU L T 1 V A R L A S ORQU Í DEAS
CULTIVO DE ORQ!)ÍDEAS
EN EXTERIOR
El cuidado de las orquídeas que crecen al aire libre apenas difiere del que necesitan las orquídeas de
interior. No obstante, será necesario estar más atento a diario a las condiciones meteorológicas, pues
pueden cambiar de forma espectacular e impondrán cambios puntuales en el tratamiento de las orquídeas.
REGIONES
TEMPLADAS
EN VERANO
En las region es de clima te mp la-
do del mundo, norma lm ente las or-
quídeas se culti va n en inte rior, o e n
inve rnadero al a ire libre durante la
temporada es ti va l de crecimiento.
Una orientación bien elegida dota-
rá a las plantas de la s co nd icio-
nes más semejantes a las d e su en-
torno natura l.
Las orquídeas que más se bene-
fician son las amantes de la luz, los
tipos que crecen con frío , co mo cim -
bidios, odontoglosos, coelogynes,
encicl ias y dendrobios, todos ellos
de robusto fo ll aje q ue pued e t intar-
se de mácu las o puntos en el trans-
curso de va rios meses qu e no les su-
pondrán nin gún daño.
Las orquídeas con fo ll aje más
blando y hoj as anchas, como lycastes,
anguloas y ca lantos deciduos, pronto
se afearán con macas por efecto de la
climato logía. Las excepciones son las
variedades de crecimiento en frío en-
tre las pleio nes. Estas plantas pros-
peran mejor en un entorno fresco du-
ran te el vera no y las manchas en el
fo llaje suelen apa recer tarde, al fina l
de la tempo rada justo antes de que las
hojas ama rill een y caigan .
Las masdevall ias y otros gé neros
empare nt ados de crecimi ento ra lo
prefi eren la sombra y no ap recian los
es pacios ab iertos. En poco tiemp o
perd erá n rápidam ente sus sucu lentas
hoj as. Su cultivo es es pecializado y
bastante difíci l d e consegui r en un
invernadero .
Entre los géneros intermedios, los
mi embros de la vasta alianza d e las
Cat leya se ad aptan perfectamente a
los jardines trop icales, pero en las re-
gion es de cl ima templado el fo ll aje
su e le quedar muy marcado por e l
azo te de los vientos y la cl imatología.
Las ca tleyas conservan sus ho jas du -
rante varios años y, si se estropea n a
te mprana ed ad hab rá q ue convivir
bastante tiempo con una planta d es-
fi gurada. Au nque p refi eren el calor,
las ca t leyas se qu em a n fáci lm ente
con el so l d irecto, motivo por el cua l
es preferib le protegerlas de los capri-
chas d el verano de las regiones tem-
p ladas. No obstante, en las áreas tro-
picales es tas orquídeas prosperarán
dentro d el ma nto de so mbra que les
brinda co nstantemente a ire fresco sin
la exposición a l so l directo.
Las encicl ias de ho jas duras y al-
gunas especies de On cidium, que in-
cluyen formas estériles y duras como
Oncidium splendidum , tomarán más
luz q ue n inguna otra. La res puesta de
su fo ll aje a l exceso d e luz so lar es el
enrojecim ie nto de las hojas.
Entre las o rquídeas d ichas de cl ima
templado se incluyen las Phalaenopsis,
amantes de la sombra, y varias Paph io-
pedilum. En general, ninguna de ellas
es adecuada para el cultivo en exterior,
a excepción de los trópi cos. Las tem-
peraturas nocturnas son d e masiado
bajas durante gran parte del verano y
I ZQU I ERDA
Como muchos
ci111bidios,
Cymbidium
Beihlehem
«Ridgeway»
puede crecer en
el exterior en el
vera no en las
regiones
de clima
Le111plado.

la exuberancia del follaj e de las Phala-
enopsis se verá afectada por los eleme n-
tos que provoca rán la pé rdida pre-
matura de las h ojas y, e n casos
extremos, la muerte de la planta. Las
Papl1iopedi/11111 tienen en co njunto un a
hoja demasiado blanda para resistir las
condi cio nes de exterio r, de modo que
resulta imposible ma ntener el centro
de sus brotes libres de agu a cua ndo
llueve. En poco ti empo, la co nsecu en-
cia directa es que se pudren . Estas o r-
quídeas no son adecuadas para un cli -
ma templado, ni siqu ie ra en verano.
En una colección m i.x1:a de va rias o r-
quídeas, el secreto resid e en ir proban-
do hasta dar co n las plantas que se
adaptan mejor al aire libre en veran o.
No se deben expone r e n exteri or
las plantas muy jóvenes o las que cre-
cen en macetas especialm ente peque-
ñas. Ex puestos a los e le mentos, es
enorm emente difíci l mantener los ties-
tos húmedos y, en el mejo r de los ca-
sos, tendrá n humedad un día y la
habrán perd ido al sigui ente. Resulta
imposib le co nservar un nivel unifor-
me de humedad en las raíces, que es el
secreto de un buen crecimi ento de la
orquídea. Las macetas peq u eüas co-
CU L T 1 V O D E O R QU
1Ten además el peligro del vie nto, que
puede tirarlas, o de la agresi ó n de al-
gú n anim al. Las o rquídeas qu e rebo-
san del tiesto está n adem ás en ri esgo
de extend erse en exceso o d e recibir al-
gú n golpe qu e las estropee. Por otra
parte, es mucho m ás difícil rega rl as y
cuando se seca n resulta prácti camente
imposible conseguir qu e el riego ll e-
gu e a las raíces sin sumergirl as durante
un buen ra to e n un barreño co n agua.
Otras o rquíd eas qu e progresan
me jor e n inte rior durante el ve rano
son las que producen fl ores durante el
periodo estival. Los brotes y fl o res e n
desarro ll o son los que m ás sufren los
efectos de chaparro nes, lluvias y ven-
davales. Asim ismo resulta complicado
a huyentar a los pulgones y li brarse de
los ataques de las plagas. No se de-
be expon er al a ire libre a las o rquíd eas
ti ernas h asta que no h aya n desa rrolla-
do todo su nuevo sistem a de raíces.
Es posibl e que un a pl an ta e nferma
se recupe re si se expon e e n exterior.
Po r ejempl o, los cimbidi os que crecen
e n interi ores co n luz escasa produ-
cen un fo ll aje lustroso y bl a nd o con
ho jas enorm es y fl ácidas de co lor ver-
de oscuro, deb ilitadas por la fa lta de
i D E AS EN E X TE R 1O R G7
ARRIBA En nu111erosas zonas de clima
te111plado del mundo, Den drobium
nobil e, una especie del Him alaya, puede
prosperar pe1fecta111ente en jardines,
caiga ndo desde los árboles en grandes
cestas. Sin e111bargo, la temperatura
nocturna tiene que descender bastante
para que flo rezca n sin proble111as.
lu z. En un inve rn adero, las temperatu-
ras extremas del verano pueden indu-
cir un a reacción similar, co n el resul-
tado de q ue la planta deb ilitada en
ta les condiciones no fl o rece. Es posible
o bservar estos síntomas en otras orq uí-
deas a mantes de la luz, que se benefi -
ciará n también de vivir un a tempora-
da al aire libre. Al principio, tal vez su
res puesta sea ala rm a nte y se produzca
un a repentina pérd ida de la hoja. Sin
emba rgo, una vez que las plantas se
as ie ntan y em ite n brotes n uevos, se
podrá apreciar un gra n cambio en el
grosor y la longitud de las hoj as, a lo
q ue se sumará un aspecto más robus-
to, qu e pondrá de reli eve qu e la planta
se ha adaptado con un desarrollo más
firm e. A finales de la estación de creci-
mi ento, las pl antas tendrán un aspecto
notoriam ente diferente, con seudobul-
G8 O Ó N O E C U L T 1 V A R L A S O R QU
bos de forma modificada
con respecto a los ante-
riores. Tal es la prueba de
que las orquídeas prosperan y
aprecian el entorno natural en el
que viven. En el momento en el
que los cimbidios están listos
para trasladarse a sus habitá-
culos de invierno lucirán en-
galanados con las espigas de
las flores.
Los tipos Odontoglossum en par-
ticular reflejarán el cambio del entor-
no y de luz adicional con un enrojeci-
miento de las hojas. Siempre que la
cantidad de luz que reciban no sea ex-
cesiva y que no queden expuestas al
sol cegador, el enrojecimiento no será
reflejo de un daño importante; podría
compararse con la sensación de po-
nerse moreno pero sin quemarse. Al
invierno siguiente, las hojas recupera-
rán su color verde de tonos medios.
Aun a falta de un jardín, las orquí-
deas no deben privarse de las venta-
jas de disfrutar del verano al aire libre.
Se encontrarán como en casa en el pa-
tio o incluso en el balcón, siempre y
cuando estén a la sombra, protegidas
del sol diredo durante la mayor par-
te del día. Lo ideal es seleccionar una
ubicación que disfrute del sol del alba,
la última hora de la tarde o el atarde-
''
i O EA S
cer. Así se asegurará que la planta
se encuentra a la sombra
durante las horas de
más calor. Si se dispo-
nen frente a un muro
blanco tendrán la ventaja
añadida de recibir la luz
reflejada. Un jardín con
techado servirá para la
misma función.
En un jardín, existen varios lugares
capaces de proporcionar un buen ho-
gar estival para las orquídeas. Podría
consistir en una valla, muro o rincón
suficientemente protegidos del sol.
Los árboles también pueden ofrecer
una buena sombra, aunque habrá que
evitar los frutales, pues la fruta madu-
ra al caer podría dañar a las orquídeas.
Además, los frutales suelen atraer a los
pulgones y otras plagas, que podrían
trasladarse a las orquídeas. Tampoco
se colocará a las orquídeas en un lugar
de paso de la desbrozadora o el corta-
césped, donde obstaculizarían el tra-
bajo de limpieza.
Una vez elegida la posición ideal,
se puede construir un banco para que
las plantas se mantengan a una altura
conveniente, adecuada para el riego y
los cuidados. Lo mejor es dejarlas des-
cansar sobre una rejilla o sobre bolitas
de arcilla expandidas en bandejas de
humedad llenas de agua. De esta ma-
nera, se asegurará en todo momento
cierta humedad para la planta. En
principio, el exceso de agua no de-
berá plantear ningún pro-
blema, pues en ge-
! neral se filtrará a
la tierra de alrededor. Las orquídeas
que crezcan en balcones se deberán
regar en otro lugar para que el exceso
de agua no chorree al exterior.
Es conveniente que las orquídeas
no estén directamente sobre la tierra,
donde las macetas se verán expuestas
a la infestación de todo tipo de plagas.
Para evitar que la orquídea se des-
prenda del banco en los días de vien-
to, no es mala idea colocar una pe-
queña barandilla en el reborde. A falta
de un lugar suficientemente sombre-
ado para las orquídeas se puede cons-
truir un tejado de lona que dé sombra
a las plantas, dejando los extremos o
lados abiertos para permitir el movi-
miento del aire.
Las orquídeas que se montan so-
bre corteza pueden pender de los ár-
boles, si bien requerirán riego diario
constante para disfrutar de la hume-
dad suficiente. Vandas, estanhopeas y
otras orquídeas en cestas colgantes
pueden tratarse de igual modo. Las
raíces aéreas deberán permanecer ac-
tivas durante todo el verano y crece-
rán a un buen ritmo si se las rocía con
regularidad.
Dónde colocar las orquídeas
en el exterior
En las regiones de clima templado re-
sulta seguro disponer al aire libre las
orquídeas que se puedan beneficiar
del exterior dentro de sus macetas a fi -
nales de la primavera o principios del
verano. Para entonces, el peligro
de las heladas habrá pasado y
el cambio de temperatu-
ra dentro o fuera de
casa no será demasiado
acusado. Para el cambio
es preciso elegir un día
en el que tiempo sea es-
EN EST A PÁGI N A Encyclia
b rassavo 1ae (arriba) , E. a 1a ta
(izquierda), E. cochleata (centro)
y E. radiata (derecha).

EN ESTA PAG 1NA Cymbid ium Cotil
Poi111 (izquierda) , C. Sleeping Lamb
(cenlro), C. Candy Kíng (derecha)
)'C. /311/1ic Starlight (abajo).
tab le y no haya previsión de lluvia o
vie nto. Habrá q ue estar atentos a las
orquídeas para o bservar cualquier po-
si bl e ca mbio . Ta l vez a lguna pl anta
pierd a de go lpe muchas ho jas en la
adaptación, y lo mejor sea devolverla
al interior. En todo caso, hay que con-
ta r con que la planta perderá hojas
hasta adaptarse al entorno.
Para finales del verano, normal-
me nte hacia el término del prim er
oto 11o, las noches son más frescas a
medida que el ti empo empeora; es el
mome nto de devolver las plantas al
interio r de la casa. Es ta operación
debe realizarse antes de q ue llegu en
las primeras heladas, a no ser que las
orquídeas estén protegidas por el fo-
ll aje de los árboles q ue las cubren; en
ta l caso podrían permanecer más
tiempo fuera, so bre todo si no han
aparecido todavía las es pigas florales.
Antes de introduci r las plantas en
el interior se deben contro lar las pla-
gas. Al aire libre, las plantas so portan
la acción de insectos como tijeretas e
isó podos, que estarán ocu ltos bajo las
hojas y cuya eliminación
es impera ti va. Es preciso
revisar el compost (el
medio de cul tivo) por
si hubiera signos de
horm igas o gorgojos
en los terrones. Se-
rá fác il destruirlos su-
CU L T 1 V O DE O R QU f DE AS
mergiendo la p lan ta en un cubo de
agua duran te una hora. También es
posible descubrir algún ca racol o ba-
bosa ocultos, o insectos más molestos
por su pequeñez como arañas ro jas y
pulgo nes. Se pued e aprovechar la oca-
sión para asea r la orquídea y limpi arla
de ramas viejas, en los cimb idi os, o
para seccionar las hojas pardas o rotas.
Asimismo, se pueden d esechar los
hierbajos que haya n crecido en la tie-
rra, incluidos musgos y helechos; tal
vez form en una estamp a agradabl e
con la orquídea, pero compactarán la
tierra y dificultarán el paso del agua.
Las plantas, una vez limpias, estarán
listas para regresar a su habitáculo de
invierno, tras haber disfrutado del aire
libre. Las plantas estarán así más pre-
paradas para florecer y sorprenderá la
mejora de la ca lidad de sus flores.
Cultivo de
orquídeas
en el suelo
En las zonas templa-
das d el mundo, sobre
tod o en Europa y
No rt ea m é rica ,
EN E X T ER 1O R 69
hay una conciencia general de que es
posib le cultivar ciertos tipos terres-
tres de orquídeas en el jardín durante
todo el año. Orquídeas que eran es-
pléndidas an tes d e hacerse enorme-
men te raras por la d epredación y la
d estru cción de su hábitat natural se
cultiva n hoy artifi cialm ente con el fin
de atender las neces id ad es de los jar-
din es. Un ejemp lo es la deliciosa Cy-
pripedium reginae, una orquídea blan-
ca y rosa. Análogamente, C. calceolus,
que ll egó a ser común en toda Euro-
pa y Norteamérica, se cultiva con éxi-
to para su comerciali zación como
planta de maceta y de jardín, al mis-
mo ti empo que se reali za n intentos
para repob lar Gran Bretaña, donde
está prácti camente extinguida, con
sus bellas fl ores amarillas y marrones
en entornos naturales.
O tras o rqu ídeas europeas de los
viveros comerciales incluyen los hí-
bridos de Dactylorhiza, con espigas al-
tas y de un co lor b rill ante con flores
ma lva. Es tas orquídeas pued en asen -
tarse en lechos es pecia lmente prepa-
rados, dond e m ad ura n hasta con-
vertirse en co lon ias de un tamaño
considera ble durante años.
O R.QU Í D EAS
DE EXTER.IOR. EN
R.EGIONES TEMPLADAS
Orq uídeas que pueden sacarse
al exterior:
Coelogyne
Cymbidium
Dendrobium
Enqc/ia
Orqu ídeas terrestres que
pueden crecer en el exterior:
Cypripedium calceolus
Cypripedium reginae
(orquídea resba lad iza)
Oactylorhiza
70 D Ó N D E C U L T 1 V A R L A S O R QU i D EA S

REGIONES
TROPICALES
DURANTE TODO
EL AÑO
En los climas trop icales, que incluyen
ciertas partes de Estad os Unidos,
Améri ca central y Sudaméri ca, partes
de Aus tralia, Sud áfrica y el sudeste
asiático, las orquídeas pueden crecer
de for ma perm anente en el exterior.
Los géneros que prefieren la sombra
pued en acomodarse baj o casetas de
lona a la sombra, que está n abiertas
por los latera les para qu e co rra e l
aire. Es el método habitual de los vi-
veros co merci ales. Altern ativa mente,
se puede aclim atar las pl antas a árbo-
les de los jardines. En tal caso, un a
vez en posición , las orquídeas pue-
den co nvertirse en magnífi cos ejem- los tron cos y las ra mas de los árboles. más extremos que en un jardín tem-
plares con un os cuidados mín im os. Cuando las co ndi ciones so n las co- plad o. Cuand o go lpea el huracán, las
Las orquídeas que crecen de este rrectas, sus raíces aé reas serán fuertes orquíd eas pued en resultar daiiadas y
mod o de man era natural necesita n y acti vas para proporcionar las sus- desprenderse de su hosped ad o r, para
hab itu arse a las temperaturas ca m - tancias nutriti vas necesari as. perd erse para s ie mpre. Si un árbol
biantes de las distintas es tacion es. Sin em bargo, no siempre las con - cae derribado, es preciso atender con
Las q ue se d esarro llan co n frío no dicio nes son las ideales en los trópi - urgencia a las orq uídeas que depen-
progresa rán en los jardines tropica- cos, y ta l vez las pl antas sufran clim as den d e él.
les, que tal vez resulten demasiado
cálidos incluso para las de creci mien-
to con calor. Algunas neces ita n una
menor tem peratura nocturn a si están
en flor, y tal vez haya que gua rdarl as
de noche en un interior do nde el aire
acondicionado mantenga el fresco.
Las catl eyas son especialmente
adecuadas para su aclim atació n so-
bre los árbol es, y en América cen tral,
su lugar de origen, muchas crecen así
en los jard ines, donde constituyen un
elemento d ecora ti vo común so bre

o ER Ec H A Esta bella Prorn enaea

xanthin a amarilla se ha reintroducido en
el árbol en su Brasil nativo, donde crece
de manera natural en la parte baja de los
tron cos de árboles a gran altitud en
los bosques lluviosos cubiertos de nubes.
 C U L T 1V O D E O R QU i D EA S E N E X T E R 1O R 71

ORQUÍ DEAS
PARA RE G 1O NE S
T RO P 1C A L ES D U RA N T E
TODO EL AÑO

Cattleya y géneros a liados

Phalaenopsis
Vanda y gé n eros a li ados

IZQUIERDA Es1.a i111ponente Masdeva lli a

infracta es la única especie del género que
puede encontrarse en los bosques
lllilÍnlicos del Brasil, donde disfruta de
unas condiciones de gran humedad y
sombra.

A RRIBA La especie en miniatura

Oncidium long ipes crece y florece
jiícil11ient.e cuando se asienta en los
árboles, co1110 en este jardín brasileño. Es
111111 especie deliciosa que suele cultivarse

porque se da relativamente bien.

oERE e HA En la fowgrafía se aprecian tres

tipos diferentes de orquídeas tropicales que
crecen en armonía sobre el tocón de un
árbol de un jardín brasileiio. La nativa
Encyclia o ncidioid es está en flor con
una Bu lbophyllum encima y una alta
y frondosa Vanda a la izquierda.
72 DÓNDE C ULTIVAR L A S ORQU Í DEAS
CUIDADO DE LAS
ORQ1J ÍD EAS EN
EXTERIOR
Uno d e los p untos cl ave que hay qu e
te ner en cue nta s i se d esea cu lti -
va r o rquíd eas e n el exteri o r es qu e
las co ndi cio nes ambientales pued en
cam bi ar mucho más qu e d ent ro d e
la casa, sobre to do en Eu ropa occi-
de ntal.
Cuidados de exterior
en jardines templados
Dura nte los peri odos de tiempo cálido
y seco, las plantas necesitarán un ro-
ciado regular. Dentro de casa, bastaría
con un ligero humedecimi ento del fo-
ll aje, pero en el exteri or se procederá a
un empapam iento. Por ejem plo, los
cimbidios pued en rega rse ge nerosa-
mente con manguera sin p ro blemas.
Esta sa turació n ayudará ta m b ié n a
combati r las plagas, en parti cu lar las
arañuelas, que son muy comunes en
la mayo ría de los jardines durante el
C ONSEJOS PARA
EL CUIDADO
DE LAS ORQ!JÍDEAS
DE EXTER I OR
Colocar las p la ntas en los
árb oles del jardín o cu lti varlas
en macetas en patios.
Regarl as y abo na rlas
regularm ente.
Protegerlas d el so l intenso.
Vigil ar la presencia d e plagas
loca les.
Las o rquídeas que crecen
en los árb o les deberán
rociarse bi en durante la
estació n seca.
verano. El ri ego co n manguera mo ja rá
de fo rma natural una parte de la pla n-
ta, y dado el ritmo de deshidratació n
est iva l el agua dentro de los nuevos
b ro tes se evapo rará antes de que pue-
da causar daños. De igual modo, las
plantas pueden recibir la ll uvia co ns-
tante durante horas sin estropearse.
I ZQU I ERDA La
Laeliocattleya Quo
Vadis «flora tia» es
una deliciosa variedad
que muestra las
mejores cualidades de
los híbridos modernos
de Cattleya. Las flores
gra ndes y vistosas
durarán al menos tres
semanas y emergerán
en primavera y otoño.
AR R 1 BA Bul bo phyll um frost ii a veces
recibe el nombre de orquídea zueco porque
las fl ores recuerdan a la forma del
conocido calzado. Los sépalos inferiores
están unidos, para formar una bolsa
resbaladiza, al tiempo que los pétalos y el
/abe/o se mantienen casi escondidos
den tro de la flor.
No obstan te, en las épocas lluvio-
sas y de tem peraturas bajas, los nuevos
brotes se pueden pudrir y será necesa-
rio ad optar medidas pa ra p ro teger a
las o rqu ídeas del exceso de ll uvia. Si
se trata de u n núm ero bajo de plantas,
lo más fác il será po nerl as a refugio. Al-
ternati va mente, se puede leva ntar un
«tend erete» de p olietil eno (plástico)
sobre ell as. El único peligro es que,
cuando vuelva a salir el sol tras la ll u-
via, las plantas dentro del tenderete ex-
perimentarán una repentina subida de
la temperatura si no se retira pronto el
polieti leno .
El roc iad o del fo ll a je no es un
sustituto d el riego d e las macetas y el
o b jetivo será mantener las o rquídeas
uniform em ente humedecidas en las
ra íces para asegu rar un ritm o de cre-
cimiento constante. Dura nte los me-
ses m ás cá lidos d el año, el riego pue-
de ser m ás benefi cioso si se rea liza
por la tard e, cuando ya no cae el sol
d irecto y el ambi ente se refresca. De
esta m a ne ra, el compost perm anece-
rá m o jad o durant e m ás t ie mpo y
mantendrá frías las ra íces. Es preciso
o bserva r to d os los días si las pl antas
neces ita n o no agua.
 C U L T 1 V O DE O R Q UÍDE AS EN E X T E R 1O R 73

Las orquíd eas qu e están suspendi-

das en las ramas de á rb o les umbríos
estarán perfecta m ente, siempre y
cuand o reciban sufi cien te humedad .
Existe el peligro de o lvidar las que se
encuentran a lgo a le jadas del área
principal del jardín , o tal vez resulte
fasti dioso tener que tras lada rl as repe-
tidamente para rega rl as bien. Se debe
asegura r que las o rquíd eas están en
una ubi cació n có moda donde los cui-
dados di ari os no se conviertan en una
molestia o do nde no corran el riesgo
de quedar desatendidas.
En exterior, los seudobulbos se
marchitarán en seguida si se ma ntiene
el agua demas iado ti empo, y en tal
caso pasa rán semanas hasta que reco-
bren su lozanía. Este asomo de mar-
chi tamien to durante la temporada de
crecimiento redu cirá la ca pacidad
de la pl anta de desa rrollar seud obul-
bos de buen tamal'io, lo que a su vez
afectará a la capacid ad para florecer.
Es pos ibl e aum e ntar e l abo n o
art ifi cial en re lac ió n con la mayor
ca ntid ad d e luz qu e recib en las
orqu ídeas. El abono fo li ar ocasio na l
(rociado del fo ll aje co n abono líqui-
do ) asegurará que las hojas se man- cuando resulte práctico; en caso co n- A R R 1BA Phalae nopsis Ya /ta es un raro
tienen co n un buen tono de verdor. trario, las plantas crecerán de forma eje111plo de flor pelórica que ha mutado
Res ul ta es pecia lm ente favorecedor natura l. Las Phalaenopsis, que se dan para producir tres pétalos, todos ellos
para las orquíd eas que h an a m ari- e n interior en el h em isfer io norte, /abe/os en vez de pétalos laterales
lleado después d e un tiempo al aire pueden adaptarse perfectamente al ex- normales. Tal novedad en las flores de las
libre. En caso contrario, basta con terior en zonas tropicales. Las p lantas orqu ídeas posee un enorm e atractivo.
proseguir co n el régimen de abonado deberán asentarse siempre para que
altern ando entre agua simple y agua las hoj as carnosas sean p éndul as, ta l ceas prosperan espléndidamente. Los
de abono. Las o rquídeas con buenos como sucede en su hábitat na tu ral. Así vivos colores de los modern os híbri-
sistemas de ra íces aéreas, como las se asegura qu e el agu a no se acumul e dos despiertan la envid ia de los habi-
vandas, pueden recibir un rociado re- en el centro de la planta en una acció n tantes de climas fríos . En los trópicos,
gular con agua y abono. de autodrenaje. En algunos híbridos estas especies crecen co n total facili-
modernos, este resultado no es fáci l dad, sin dejar de producir un as sober-
Cuidados de exterior de co nsegui r, ya que las h ojas han per- bias fl orescencias durante tod o el a11o.
en jardines tropicales dido la forma alargada de la especie y Estas plantas d eli ciosas, co n fo ll aje
En los jard in es tropicales donde las son más redondeadas y rígidam ente monopódico alto y raíces aéreas vigo-
orquídeas se han asociado permanen- verti cales. Para este fin se h an de bus- rosas, crecen profusa mente en enor-
temente con los árboles y otras estruc- car plantas con la forma adecuada. mes lechos sobre el suelo que se con-
tu ras, las plantas se cuidarán solas una En determinadas zonas del mun- siguen con un a tierra adecu ada. Hoy
vez que estén asentadas. Algu na forma do, do nde hay sol garantizado dura n- en día, se cul ti van para floristerías y
de abono artifi cia l será beneficiosa te todo el año, las orq uídeas va ndá- para el mercado de exportació n.
74 D Ó N D E CU L T 1 V A R. LAS O R. QU f D E AS
CULTIVO DE ORQl)ÍDEAS
EN INVERNADERO
Muchos cultivadores comienzan con un puñado de orquídeas en el interior de la casa antes de pasar a un
invernadero y ampliar enormemente las opciones posibles. El cultivo de invernadero es más exigente que el
de las orquídeas que crecen en interi01~ pero la recompensa es enorme y es posible tener una visión mucho
más cercana de su crecimiento.
CULT IVO BAJO
CRISTA L
Apa rte de las pl antas en macetas, dis-
poner las orquídeas bajo un vidrio fa-
cilita opciones co mo el culti vo sobre
corteza o en las ramas de un árbo l. Se
abren así atractivas posibilid ades y
a!'iadidos inusu ales al inve rn ade ro,
para crear un espacio de exhibición
permanente para gozar co n su co n-
templación . Algunas orquídeas cre-
cen en cestas abi ertas con tab lill as. La
combinació n de estos métodos per-
mitirá optimiza r los es pacios.
So rprend e descubrir qu e mu -
chas orquíd eas se adaptan có moda-
m e nte a un inve rn ade ro pequ e ño.
o o bstante, si se ti e ne en m e nte
adquirir un invernad ero nuevo para
las orquídeas, sie mpre será m ejor
hace rse co n uno m ayo r del qu e se
pi e nsa inicialm e nte, ya que con e l
ti e mpo se ampliarán las neces ida -
des. La co lección crecerá, pero ta m-
b ié n ca da p lanta individua l, d e
modo que se requerirá más es pac io
a m edida que transcurra el tie mpo .
Por otra parte, cuanto más pequ e11 o
sea el invernad ero más difícil res ul -
tará su cont rol y las temperaturas
podrán fluctuar co n extrema rapi -
dez e n poco ti empo , un hecho que
puede amenazar e l bienestar de las
orquídeas.
Lo mejor es qu e el invernad ero
esté ori e ntado de norte a sur. Así, las
plantas qu e contien e rec ibirán la
máxim a ca ntidad de luz, lo cual de-
penderá siempre del es pacio dispo-
nible. En el pasado, los in ve rnaderos
se so lían co nstruir e n e l fondo del
jardín, a menudo algo a lejados de la
casa. Ell o ob ligaba a da rse un paseo
en las noches de invi ern o para revi-
sar la ca lefacción y las plantas. Es
preferibl e que el invern adero se ub i-
qu e cerca de la casa. Así, las visitas
al mismo serán más frecuentes, pues
bastará co n unos p asos desde la
puerta trase ra, en vez de tener que
darse un resbaladi zo paseo en las
noch es de invierno.
Tampoco conviene situar el in-
vernade ro demasiado cerca de árbo-
les grand es. Los árbol es limitarán la
luz disponibl e y el techo de cristal
quedará cubierto por hojas muertas,
lo que a su vez potenciará la prol i-
feració n d e a lgas. Un luga r ab ierto
evitará además que ca iga n sobre él
los insectos del árbol co n las ráfagas
de aire, co n la consi gui e nt e am e·
1zQU 1 E R DA En la fotografía se muestra
un in vernadero ideal, construido con una
base de ladrillo, un sistema de aireación
en la base y ventiladores. En el extremo
del tejado se aprecia un extractor. En los
días cálidos y soleados se despliegan las
telas arrolladas.

naza de plagas en los invernaderos
en vera no.
Existen muchos diseños diferentes
para los invernaderos, asequibles en
distintos fabricantes. A la hora de ele-
gir el tipo correcto para las orquídeas,
se debe buscar uno con la mayor ven-
tilación posible. Lo mejor es contar
con una ven til ación en la base o en
los laterales, y tambi én arriba, lo cual
no siempre es posible. El invernadero
ideal para las orquídeas tiene la base
de ladri llo. Algunas personas preferi-
rá n construir la base ellas mismas, y
aiiadir los late rales y la cubierta de vi-
drio sobre una estructura de madera o
alumin io. El contorno de ladrillo de-
berá construirse con cámara como ais-
la nte en invierno. Si el invernadero
tiene cristal hasta el suelo, habrá que
hacer uso de paneles de ladrillo o po-
liestireno (espuma de plástico) para
C U L T 1V O D E O R QU Í D E A S E N
aisl ar la palte inferior. Es posible ins-
talar estructuras de madera ya prepa-
radas que formarán una cámara y lle-
varán un tratamiento antipudrición; y
deberán elevarse ligeramente en la
palte posterior para favorecer el riego
y el cuidado de las orquídeas.
Para aprovechar al máximo el es-
pacio del que se dispone, lo mejor
es instalar dos pasillos laterales, con
una tarima central bajo el vértice del
tejado . De esta forma será posible
aprovechar al máximo la tabla central
del techado para colgar plantas en
cestas. El suelo del invernadero que
no forma parte de los pasillos, en su
caso de cemento, puede estar cubierto
de tierra. Se podrán así plantar hele-
chos y otras plantas que requieren
gran profusión de agua y condiciones
umbrías y que, por otra parte, ayuda-
rán a mantener un buen entorno de
1N V E R N A D E R O 75
1Z QU 1E R D A Es le
jardín de int.erior
tropical a gran
escala co ntiene una
combinación de
plantas de follaje
profuso y orquídeas
en flor. Tal forma
de crecimiento crea
un entorno propio
que favorece el
desarrollo vegetal.
crecimiento. Sin embargo, en un in-
vernadero pequeño no es buena idea
disponer de enredaderas que termi-
nen por invadir la zona del techado.
Algunos ejemplares como la Stepha-
notis u hoya suelen florecer sobre
las orquídeas que tienen debajo y las
pueden asfixiar si no se adopta la pre-
caución de retirarlas pronto; además,
exudan un néctar azucarado que fa-
vorece el moho. Al crecer, las enre-
daderas arrebatarán la luz a las orquí-
deas e invadirán el espacio reservado
a las demás plantas del invernadero,
sin contar con el atractivo que supo-
nen para las plagas de insectos.
No debe omitirse un espacio pa-
ra el riego abundante por inmersión
en el que deben mantenerse las plan-
tas. Por ello será preciso instalar gri-
fos para el agua y las mangueras que
faciliten la labor.
76 DÓND E CU LTI VAR L AS ORQU IDE AS

CREAR LAS
CONDICIONES
ADECUADAS
Un a vez co nstruido el in ve rn adero
con el equipo co rrecto y prepa rado
para las o rq uíd eas, se puede utili za r
un ba nco cen tral para las pl a ntas más
gra nd es qu e necesita n más espacio
encima. Sobre ell as, a lo largo d e l
vér1ice del tech ado y por o tras panes,
es pos ibl e co loca r orquídeas co m o
vandas y sta nhop eas, que crecen es-
p lé ndid a m e nte e n cestas co lgantes.
Pueden unirse a los enganches p re-
parados e n los invernaderos d e alu -
m ini o o co lgarse d e ganchos co n
apliques de madera. No hay qu e o l-
vida r qu e será necesario baja rl as para
el ri ego, para ev itar que caiga d e m a-
siada agua y sa lp ique a las pl a ntas de
las proxim id ades. Un banco de rej illa ga lvanizada
A R R 1 BA

Los bancos laterales puede n aco- sobre una estrncwra de madera es

ger orquídeas en macetas, de ma ne ra pe1Jecta para poner las orquídeas.
qu e las qu e necesitan m ás luz se ubi-
ca rán en los luga res más luminosos y 1ZQU 1 E ROA Otra fonna de cultivar/as

las qu e prefieren la sombra es ta rán consiste en montarlas sobre una rama

ocu ltas por las o tras. Detrás, a a mbos
lados del invernadero, es posibl e ten-
der a lambres o celosías d e m ad e ra
dond e colga r orq uídeas com o las qu e
crecen en los árboles. El final d el in -
ve rn adero puede servir p ara culti va r
orq uíd eas pe rman entemente sobre
un á rb o l o un tron co.
Pa ra crea r las condi ciones ad e-
cuadas pa ra las o rquídeas se busca rá
la mejo r co mbinación d e hum ed ad,
ca lo r y a ire fresco . Estos tres facto res
ha n de estar compensados para qu e
el a mbi ente sea siempre el correcto a l
entrar en el invernadero. Las orq uí-
d eas p refi e re n amb ientes cá lid os y
co nfonabl es, y sólo cuando se p ro -
duce un desequi librio en estas co ndi -
cio nes el res ultado es un a atmósfera
fría y excesivamente húm ed a, o ca-
li ente y seca, e n el extremo co ntra ri o,
lo que será fuente de problem as.
Conviene visitar el in vernadero
dos o tres veces al día, si es posible,
p ara co mprobar la temperatura y la
hum edad. La v isita co m o prim e ra
labor del día es todo un disfrute. En
ese momento las fl o res d e las orq uí-
deas a romáticas exha la n su pe rfum e
co n la máxima inten sidad; la ese ncia
para formar un árbol en 111iniawra.
El árbol requerirá un rociado constante
para impedir que las plantas se sequen.
o ERE c H A Estas orquídeas muestran
la variación que puede encontrarse en la
alianw de las Cattl eya. Se trata de plantas
de crecimiento mediano que producirán
flores durante todo el año. De izquierda a
derecha, son Laeli ocattleya Beaumesnil
«Parm e», Pa tinara Rebecca Mer'1el,
Epicattleya Elphin Jade y Laeliocattl eya
Persepolis x Shellie Compton.
de sus fl o res e n el límpido ambien-
te d el aire m a tutino es una de las de-
licias que rega lan las o rquídeas. Será
necesario rea lizar un a visita a m edio-
día para ajustar los extracto res o ele-
va r la hum ed ad en vera no, y otra a
última hora d el d ía no estará de más
para revisar qu e tod o va bi en .
CU L T 1 V O D E O R QU Í D E A 5 EN 1 N V E R NA D E RO 77
78 D Ó N D E CU L T 1 V A R L AS O R Q U i D EA S

CALEFACCION I ZQU I ER DA Un
calefa ctor con
El sistema de ca lentami ento deberá ventilador de tres
ser su ficiente me nte exte nso p ara hi/owaiios con
mantener el inve rn adero a la tempe- termostato
ratura mínima requerida. Es preferi- in corporado es
ble co ntar con un cal efactor grande a pe1f ecto para
medi a potencia q ue con un o peque- calentar un
ño a pl eno rendimi ento, ya que las invernadero
probabilidad es de que se fund a son pequeiio.
mayo res.

Tipos de calefactor
Los ca lefactores co n ventil ad o r el éc-
tri co co ntrol ados termostá ti ca mente
so n limpios y fác il es de m anejar, ya
qu e apo rta n el ca lor m ov iendo e l
aire del invern adero; por este motivo
so n los más adecuados. Dado que
secan el aire, será necesari o colocar
un a ba ndeja co n agua directamente
frente a ellos, a l o bj eto de que el aire
contenga ci erta hum edad que reco-
gerá al soplar so bre el agua. No se
coloca rán o rqu íd eas directa m ente
frente a la corri ente de aire, pu es p o-
drían deshidrata rse. En ve ra no, el ca-
lefacto r puede usa rse com o ve ntil a-
do r para hacer circular a ire fresco y
reducir la temperatura.
Otras form as de calefacc ió n, como
los calefactores de co mbustió n de gas,
pensados especialmente para inverna-
deros, so n apro piadas para las orquí-
deas únicam ente si se empl ean con
precaución. Emiten vapores de etile-
no susceptibles de provoca r la ca ída
de los brotes y o tros probl emas.
dispuestos en los lateral es y el tech a-
do. Habrá que co loca rlos a unos cen-
tíme tros del cri stal , para crear una
cap a inte rmedi a d e aire en reposo
que formará un se llado tota l. Para
apli ca r el aislami ento será preciso re-
tirar las plantas que crecen en las pa-
redes del invern adero para reubicar-
las en su lugar una vez in sta lado el
poli etil eno . En ve rano se reti rará este
plásti co y la operación se repetirá to-
dos los años. Será necesario dejar pa-
sa r aire fresco, de manera que se pue-
de co rtar el poli etil eno pa ra adaptar
ventil adores, de igual manera que la
puerta, y el panel de la puerta se ais-
lará po r separad o . Un in conve niente
asociad o a este método de a islamien-
to es qu e la condensación que form a
el po li etil eno go tea rá sobre las o rq uí-
deas que crezca n debajo.
Altern a ti va m ente, cu a nd o aisl ar
el invernadero resulte un a co mplica-
ción po rque se p recise m over las or-
quídeas que esto rb an, es pos ible re-
currir a o tra va ri a nte de po li etileno
para fo rrar el exte rior de l inve rn a-
dero, co n un sell ado compl eto y una
unió n po r debajo . Si se procede con
cuid ado, puede resistir hasta los vien-
tos fu ertes. Una ven taja adi cional es
qu e toda cond ensación se deslizará
por el cristal y no goteará sobre las
orquídeas.

Aislamiento del invernadero

En invierno, para ahorra r la mayo r
cantid ad posibl e de cal o r, se puede
aislar el interior del invern adero con
un dob le cristal mediante láminas o
pan eles de po i iesti ren o ( plásti co )

DE R EC H A La calefacción por hilo radia nte

en el suelo o sobre ba ncos de arena es

ideal para la propagación de las orquídeas
o para cultivar ejempla res pequeños.

ARR IB A Este elemento del equipo de un
i1111emadero es un sofisticado iennostaw
que enrae el aire a través de un
ventilarlor incorporado. Puede emplearse
pam controlar /a temperatura o la
11e11tilación, según se requiera.
El aislamiento de
ARR IB A DER ECHA
b11rbuj11s de polietileno (plástico) reduce
los gastos de calefacción )' evita
J111cw11ciones violemas de 1.empera tura.
Calentar un pequeño
invernadero
Para calentar un solario o un coberti-
zo a modo de pequei'io invernadero
se puede instalar un tubo ad icional
en el sistema de calefacción domésti-
ca. Lino o dos radiadores dispuestos
estratégicamente con su propio ter-
mostato que controle una bomba pe-
quei'1a propo rcionarán el ca lo r nece-
sari o. Co rno el sistema doméstico
prod ucirá ca lor de la ca ldera central,
de alimentación por gas, electricidad
o gasóleo, el coste adiciona l para ca-
len tar el solario o in vernadero no será
tan elevado como si se instalara un
sistema de ca lefacción autónomo.
Co nviene utili za r dos te rmostatos,
uno para co ntrolar la te mperatura
nocturn a, ajustado justo por encima
del mínimo requerido, y otro para la
temperatura diurna, junto con un re-
loj para diferenciar entre los dos. Es
ese ncial in stalar un termómetro de
máximo/ mínimo cerca del termosta-
to, ya qu e estos dispositivos son no-
C U LT 1 V O D E O R. Q_U Í D E A S E 1 1 N V E R. N A D E R. O 79
. I ZQU I ERDA Se
... puede usar un
., . ...
~"'• l
calefactor de
parafina de llama
azul cu.ando no sea
posible instalar
ninguna otra fuente
de calefacción. Debe
asegurarse la
existencia en todo
momento de una
coJTiente de aire en
torno a las p/11 ntas )'
un escape para los
vapores. El ca/efact.or
se rellenará siempre
fuera del
invernadero.
toriamente imprecisos. El doble con- mente a las orquídeas. Ello obliga a
trol del termostato con el termómetro vigil ar continuam ente la calefacció n,
permitirá controla r la temperatura de co mo parte de la inspección diari a.
una manera más precisa . Se co mprobará que la temperatura
cotidiana es la co rrecta consultand o
Comprobar la temperatura el termómetro de máximo/ mínimo y
La calefacción d e invi erno es la clave ll eva ndo un registro que facilite la
esencial del cultivo de las o rquídeas. elaboración de un esquema con los
Au nque las plantas pueden sobrevi- va lores medios y donde se señalen
vir secas durante breves periodos de tambi én las caídas térmicas bruscas.
tiempo, sufrirán bastante si pasan Los datos obtenidos permitirán ajus-
frío. Una noche que hiele d aña seria- tar el termostato .
80 DÓ NDE CU L TI VAR LAS
VENTILACIÓN
El aire fresco es importante en todo
momento para evitar que se enrarez-
ca la atmósfera del invern adero. Asi-
mismo, la ve ntil ació n sirve para co n-
trolar la tempera tura y ayu d a a evi tar
el recalentam iento.
En los ini cios de la prim ave ra ha-
brá días en los que la potencia cre-
ciente del sol ca lentará el inve rn ade-
ro a un a velocidad asombrosa, lo que
hará n ecesa ri o abrir los resp irade ros
para impedir qu e se produzca un a re-
pentina sub id a de la temperatura (de
todas formas, incluso co n respirade-
ros, el contro l será difícil h as ta que el
sol dej e de incidir sob re el crista l) . A
pri nc ipios de ai'io, este contro l puede
ob li gar a va ri as visitas di ar ias para
exa minar la te mp eratura y ajustar
consiguien teme nte la ventil ac ió n .
ORQU ÍDEA S
Co nforme ava nza la primave ra, el
co ntro l d e la ve ntil ació n resulta m ás
fác il y, una vez dispu esta la sombra
en ve rano, se evitarán las subidas tér-
mi cas repentin as. Po r o tra p art e, se
asegurará que la temperatura no ca iga
drás ti ca m ente y es posibl e dejar acti-
vos los ve ntiladores todo el día, para
extender gradualmente su periodo de
funcionam iento hasta el día y la no-
che enteros en pl eno vera n o. Este será
un periodo delicioso para las orquí-
d eas mi entras aprovechan el fresco r
del ai re de la no ch e y la maüana, que
se ca lentará lentam en te hasta alcan-
za r la te mperatura m áx ima diurna .
Durante este ti e mpo, si se n eces i-
ta un a ventilac ió n adicional, pued e
abrirse la puerta de fo rm a segura para
crear un a corriente d e aire aún mayo r.
No o bstante, acaso sea preferibl e ins-
ta lar una pu erta interior de rejill a
p ara impedir que los ga tos merodeen
por el lugar. Tampoco estará de más
instala r un sistema de a larma cuando
se deje la puerta abierta y el inverna-
dero no quede cerrado.
Un a vez q ue empiecen a refrescar
por las noches, habrá que cerrar antes
la ve ntil ac ió n al ata rdecer para con-
servar el m áximo posibl e de calor na-
tural has ta la e ntrad a e n funci o-
n ami e nto d e la ca lefacc ió n. En las
tardes frías y húmed as, la acción ca-
lefactora será más urge nte, para im-
pedir qu e los va lores térmicos des-
ci e nd a n h as ta el punto de que las
orquídeas se enfríen en exceso por la
noche. As imismo, po r las mañanas
ABA¡ o No siempre es posible abrir las
ventanas por la noche, pero pueden
instalarse unos mecanismos de aperturn
au10111rít.ica.

qu izá no sea co nve n ie nte abrir los
respi raderos hasta que el invernadero
no se haya temp lado suficientemen-
te. El o bjetivo de be rá ser mantener
una temperatura co nstante que suba
y baje segú n el mo mento del día o la
noche, sin ca us ar ca mbios extremos
repenti nos.
Du rante los meses inve rna les, en
los días so leados o incluso en los de
ca lm a y escaso v ie nto , es pos ib le
ab ri r los res piraderos durante breves
periodos para refrescar el aire dentro
de l invern adero y ayu d a r a reducir la
co ndensación. La a pertura de los res-
piraderos, aunqu e se tra te de una pe-
que1ia ranura, es una parte esencial
de los cuid ados de invi erno. Cuando
la ve ntilació n no es suficiente, el aire
cerrado favo rece rá la proliferación de
moho y podredumbre. Se evitará este
prob lema ab ri e nd o un respiradero
un tiempo dura nte la parte central
de l día.
Algun os in ve rnad eros están equ i-
pados co n respiraderos a ambos la-
dos del tejado, lo que permite jugar
co n más posibilidades; por ejemplo,
en los días de vie nto se abrirá sólo el
lado protegido del aire. Dos resp ira -
deros en la pa rte infe rior, a ambos la-
dos del in ve rn adero, inmediatamen-
te sobre el nivel del suelo, son ideales
para insuflar un a corr ie nte de aire na-
tura l asce nd ente. Esta corriente crea
C U L T 1 V O D E O R. QU Í D E A S E N
1zQU 1 E R DA Los
extractores son
dis positivos
excelentes para
reducir la
tempera tura con
rapidez en un
invernadero
recalentado, y
favo recerán la
ventilación.
un a brisa fresca natura l que vivifica a
las orquídeas. Para los odontoglosos
es muy importante, pero no res u lta
rea lm e nte n ecesaria en una casa tro -
p ical con Phala enopsis.
Es posib le insta lar res piraderos
que funcionen a utomáticamente, se
abran y se cierren con el ascenso y
el d esce nso térmico conforme a un
prea juste determ inado. Alte rnat iva -
m e nte, algunas personas prefi e ren los
venti ladores con extractor, semejantes
a los d e uso dom éstico en baños y co-
cinas. El venti lador impu lsará el a ire
calie nte hacia el exterior del inve rna-
dero y red ucirá la humedad y la hi -
dratación, por lo que será necesa ri o
instalar un sistema de h umidifi cació n
co n el objeto d e mantene r una h um e-
dad pe rman en te en el suelo. El
aire fresco que entra po r
la parte baja de los res-
piraderos recogerá
la hum edad, que
DERECHA Un
ventilador circular
en un inuernadero
pequeño mantendrá
el mouim ienw del aire
y el f rescor cuando no
sea posible la ventilación
natural.
1 N V E R. N A D E R O 81
I ZQUIERDA En
un in vernadero
pequeño se puede
inducir un mayor
111oui111 iento del
aire si se abre la
puerta. No debe
oluidarse colocar
u11a rejilla para
que no entren los
i nsecros y las
plagas.
será transportada hasta las o rquídeas
antes de que se expulse el aire por el
extractor.
Una alternativa co nsiste en in sta-
la r un peque11o ve ntil ador eléctri co .
Es diferente de l ex tracto r y sólo hace
circu lar el aire del in ve rn adero, re-
frescá ndo lo y m a nteni énd o lo sa nea-
do para que las flores no se marchi-
ten, lo q ue puede ocurrir si el aire se
e nrarece y se acumu la la humed ad .
Estos venti ladores res u lta n algo mo-
les tos, pues al entrar al invern adero
ta l vez se percib a un a corriente exce-
siva. Un interruptor e n la pared a la
e ntrada reso lverá e l problema , de
manera que se pu eda e ncend e r o
apagar el ventilador al en tra r y sa lir
del invernadero.
82 D Ó N D E C U L T 1 V A R L A S O R QU Í D E A S

SOMBRA rarán con facilidad y rapidez. En los que el sol los ca li ente. Para las orquí-
días nubl ados y cub iertos podrán re- deas tal vez sea necesa ri a un a capa
El invernadero ha de estar en sombra plegarse las telas, que se extenderán doble de tela co n el objeto de ofrecer
aproximada mente durante la mitad de nuevo cuando sa lga e l so l. Este las co ndi cio nes umbrías necesarias.
del año. La som bra es importa nte tipo de sombra deberá disponerse a Otra forma sencill a de dar sombra
para evitar q ue las orquídeas se que- unos 15 cm del vid rio con el fin de consiste en utiliza r p intura especial
men por el so l y, adem ás, ayuda a perm iti r el fluj o intermedio de aire ap li cada sobre el vidri o. Es preciso se-
mantener la temperatura baja. Será más frío. Los pan eles darán sombra guir las in strucciones del fabricante
necesario q ue el invernadero quede a l cri stal y lo refrigerará n antes d e para aplicar esta pintura en primavera.
en sombra en cuanto el sol emp iece a
tener fuerza, a principios de la prima-
vera. Cuando no sea posibl e contar
con la so mbra adecuada, no estará de
más proporcionar a las orquídeas una
protección temporal colocando hojas
sueltas de periódico sobre el fo ll aje
durante el día. Se asegurará así que no
sufren hasta que se co loquen las som-
bras permanentes en verano. La estra-
tegia no servirá para reducir la tempe-
ratura, y la cobertura del fo ll aje debe
adop tarse so lamente como una me-
dida temporal.
Existen va ri os tipos de sombrea-
do disponib les, aunque el más soco-
rrido hoy en día es el de telas pa ra
invernadero, q ue se pueden adquirir A RR J BALa sombra del invernadero durante el verano evita el exceso de calor y facilita el
por rollos que se sitúan por fuera del control de la temperal!lra. Las telas de sombra se deben fijar por dentro del cristal
cristal. Para un inve rn adero peque- mediante enganches de plástico, si el invernadero es de aluminio.
ño, se pueden confeccio nar las telas
y co loca rl as en su lugar con engan -
ches en las barras del acristalam ien-
to. De esta for ma se pondrán y reti -

ARR. J BA Un a tela de aluminio para el

invernadero, que es fácil de ajustar por
fuera del tejado, puede proporcionar AR R 1BA Es preciso asegurarse de no wbrir la abe11ura del respiradero, de modo que
sombra a las orquídeas del interior y la ventilación no se entorpezca en absoluto y las abejas, que vendrán a poliniwr las flores
reflejar el calor. de las orquídeas, entren sin impedimento.

Conviene proteger las orquídeas de los efectos del pleno sol. Esta tela ayudará a
AR RIB A
man1ener más baja la temperatura dentro del invernadero.
Según avance el año, Ja pintura se irá
desgastando lentamente con la lluvia
yla intemperie hasta que gradualmen-
te, en otoño, cada vez se filtrará más
luz para las orquídeas. Llegado el mo-
mento en el que las plantas están listas
para recibir de nuevo la plena luz, es
posible limpiar los restos de pintura.
Por lo general, conviene combinar el
uso de esta pintura con las telas. La
ventaja obtenida es que es posible re-
tirar las telas a final del verano y dejar
la pintura desgastada algo más de
tiempo, de modo que las orquídeas
puedan ajustarse a la luz propia del
tiempo en las dos estaciones.
Como lujo extraordinario están
las persianas que se enrollan y desen-
ro lla n automáticamente como res-
puesta a través de una célula fotosen-
sible. Si el día amanece apagado, en
uno de esos días nublados del vera-
no, no se cerrarán, pero cuando inci-
da n los rayos del sol se desplegarán
sobre el invernadero. Alternativamen-
te, se pueden tener persianas que se
ajustan según la cantidad de luz. Este
equipo es costoso y exige perfectas
condi ciones de funcionamiento.
CULTI V O DE ORQU ÍDE AS Et I N V ER N A DER O 83
AR R 1B A La pintura de sombra ayuda
a enfriar el invernadero en verano.
Aplicada con una dilución correcta, se irá
desprendiendo despacio con la lluvia y tal
vez sea necesario reponerla antes de que
llegue el otoñ.o.
Es posible tener un invernadero da suponer el cultivo de orquídeas,
totalmente automatizado en el que pero no sustituyen en absoluto a
la calefacción, el riego y la ventila- la persona al cargo.
ción se controlen automáticamente. Los dispositivos robotizados de-
Los dispositivos robotizados moder- berían ser un activo y no un pasivo, y
nos hacen mucho más fáciles que utilizarse extrayendo el mayor prove-
antaño los placeres del cultivo de las cho de ellos, siempre con las piezas de
orquídeas, cuando era preciso ali- recambio necesarias disponibles, so-
mentar a mano las calderas para que bre todo en lo que respecta a los cale-
estuvieran a punto y desplegar o re- factores-ventiladores. Nunca debe es-
coger las persianas manualmente se- perarse a que algo se estropee para
gún los caprichos de la climatología. reponerlo. No es mala idea contar con
Estos invernaderos automatizados dos ventiladores que funcionen de
evitan cualquier esfuerzo que pue- forma alternativa.
IZQUIE R DA Los
primeros soles de la
primavera pueden
sorprender a los
cultivadores. Un
método rápido para
proteger a las
orquídeas para que
no se quemen consiste
en colocar hojas de
periódico sobre el
follaje durante unas
horas hasta que dé la
sombra.
84 D Ó N D E CU L T 1 V AR L AS O R QU i D E AS

RIEGO 1zQU 1E R DA Las

orquídeas que crecen

El ri ego es una rutina diaria qu e se en las cortezas
ll eva a ca bo durante todo el ai'lo. La requerirán un rociado
mejor forma d e aplicarlo consiste en constan te con agua
utili za r una manguera corriente co- sobre las hojas. Una
nectada a los grifos del agua. Ata ndo vez por semana se
una boquilla d e pulveriz aci ó n, se puede al'iadir a la
empapa la zo na del suelo por debajo botella pulverizadora
d e las ta rimas, humedeciendo las man ual algún ripo de
pl antas que crecen debajo y tambi én abono, siguiendo las
la tarima dispuesta entre las orquí- ins1rucciones del
deas. El rociado sup erficia l de las ho - fabricante.
jas forma pa rte del riego habitu a l
durante el ve rano, siemp re que las
cond iciones lo permitan.
En primavera y verano d eb e re-
ga rse el invernadero por la m ai'la na,
en cuanto la temperatura emp iece a
sub ir, y tamb ién rociarse ligeram ente
las ho jas. Así se elevará el contenid o
de hum edad d e forma inmedi ata y se
podrá crea r un a atmósfe ra húm ed a,
indispensable para el buen cultivo de
las o rquíd eas. En días so leados, esta
humedad se habrá evaporado ya a l
mediodía, lo que obligará a repetir la
operació n. En p leno verano, es posi -
bl e qu e haya que regar d e nuevo al
atard ecer. Cua ndo caiga la tarde, el
exceso de agua se habrá secado, pero
co mo la temperatura bajará, la hu -
medad aum entará de forma natural
y se m antendrá en buen grado duran-
te la mayo r parte de la noch e. En ve-
rano, el res ultado será perfecto para
las o rquíd eas, pero a medida que ll e-
gue el ma l tiempo, aco mpai'lado d e

ARRIBA DERECH A La humedad es

importante para el bienestar de las
orquídeas. En un invernadero, el mojado
regu lar y diario de la zona del suelo puede
realizarse con un aspersor conectado con
el grifo principal del ag ua.

DERECHA Humedecimiento por debajo

de los bancos con ruberías de riego para

empapar el suelo. El agua se evapo ra y
produce hu meda d.

un descenso de las temperaturas, po-
siblemente podrá elimin arse el riego
de después de l mediodía . En invier-
no es necesa rio moj ar el suelo y los
espacios entre las orquíd eas única-
mente una vez al día, por la mañana .
El rociado superficial d e las hoj as de-
berá interrumpi rse ll egada esta época
del a1io, ya que las plan tas tardarán
demasiado en secarse y podrían pu-
drirse o mancharse. Además, co m o
muchas orquídeas desca nsan en esta
época, es co nve ni en te que el follaj e
permanezca seco.
En las épocas d e mal ti empo y
humedad durante el invierno se pue-
de prescindir de l riego totalmente:
habrá sufi cie nte hum edad para al -
canza r un equilibrio entre la tem pe-
ratura baja y los niveles de luz, aparte
del agua que se derrame del riego de
las orquídeas que lo necesitan.
Para personas ocupadas que están
ausentes durante el día puede resultar
CU L T 1 V O DE O R QU i DE AS EN 1 N V E R NADE RO 85
muy venta josa la insta lació n de un Los Ji nos orificios de los tubos de
AR R 1 B A
sistema de riego autom ático, consis- rociado emiten una neblina que produce
tente en un a tubería con aspersor por la humedad necesaria para las plantas.
debajo d e los bancos y otra por enci- Estas tuberías suelen ser adecuadas para
ma, donde am bas se pueden usar de invernaderos grandes.
fo rm a independiente, para rega r las
pl antas por debajo y en las ho jas, se-
gú n se necesite. Las tuberías co n as-
persores pueden controlarse co n un
term ostato para que funcion en a cier-
tas horas en verano, de modo que se
evite la deshidratación del inve rn ade-
ro cua ndo se está ausente.
De la mism a manera, es posib le
co ntro lar los ventiladores pa ra que se
abran automáticam ente al elevar la
tempera tu ra. Estas adaptaci o nes pue-
d en ser rea lm ente prácticas cua ndo,
por ausencia física, no se puede vigi-
lar el invernadero en todo mo mento. AR R 1B A Los 11llmidificadores producirán
Ad em ás, será posible irse de vacacio- gotas microscópicas de humedad fría.
nes co n toda la tranqui lidad, sab ie n- La neblina creada proporciona un nivel
do q ue las orquídeas no quedan d es- de humedad ideal para un invernadero
cuidadas. pequeflo.
 cD
e
o
"'$'
o
...J

CUIDADOS
Y CULTIVO
Cualquier perso na puede cultivar orquídeas. Basta con tener una afinid ad co n las plantas.

Pero no es preciso contar necesariam ente co n un jardín o un invernadero. Algunas orquídeas se pueden culti var en casa,

siempre y cua ndo se comprendan las condiciones que necesitan y sirvan de guía para los cuidados. En la región tro pical,

lo propio será, evidentem ente, cultiva r un gran número de ejemp lares fuera de la casa, pero en un lugar de clim a templ ado

es necesario limitarse a las orquídeas resistentes para el jardín y las macetas para el patio o la terraza. A pesar de todo, las

orq uídeas cada vez son m ás populares y pueden adquirirse en los viveros especializados. En el caso idea l de que se dis-

ponga de un inve rnadero o se haya decidido adq uirir uno, se abrirá un mundo ilimitado de posibilidades en el mundo de

las orquídeas, con un sinfín de posibilidades para su cu ltivo y estudio dentro de una variedad inacabable. Esta sección

describe en detall e cómo cu lti var diversas o rqu ídeas en cua lq ui er situación .

Un sistema de ro ciado completo automático .

88 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o

HERRAMIENTA EQUIPO DE
HERRAMIENTAS BÁSICO

Y EQ!)IPO Bote de alco ho l des naturalizado.

Termómetro de
1

máximo/ mínimo .
Las herramientas y el equipo que se necesitan para cuidar de las Etiquetas para las plantas.
orquídeas dependen de la escala a la que se piense cultivarlas. Cuchill o de podar.
Atom izador de bomba.
Si sólo se pretende cultivar unas cuantas orquídeas en macetas
Sierra.
dentro de casa, el juego de herramientas se reducirá Tij eras o tij eras de podar.
notoriamente. Pero si lo que se desea es desarrollar una gran Regadera.
colección de orquídeas en un invernadero será necesario un - -.: -- 1
~

equipo mucho más especializado.

--1

1ZQU1 E RO A Dependiendo del Upo, las

orquídeas se pueden wltivar de diversas

formas, entre las que se incluyen
tiestos de distintos
tamaños y cestas
de rejilla abienas,
además de cortezas,
leilos de árbol y
varasetos especiales
para orquídeas.

HERRAMIENTAS
BÁSICAS
Para cuidar de las orquídeas no se ne-
cesitan demasiadas herrami entas y el
equipo esencial es reducido. Cuando
se parte de una co lección pequeña, no
es necesari o hacerse con elementos de-
masiado costosos aunque, a medida
que crezca el interés por las orquídeas,
se ll egará a la conclusión de que es po-
sible a!'iadir nuevos accesorios pa ra
mejora r las condiciones de cultivo.
Un cuchillo de podar, es proba-
blemente la herramienta m ás útil
cuchillo de podar
ARR IB A Un atomizador de bomba grande
como el de la imagen puede contener más
cantidad de agua que un dispositivo
manual. Es ideal para regar por rociado
un in vernadero pequeilo.
HERR AM IE N T A Y EQUIPO
para el cuidado de orquídeas. Se
debe mantener afilado y hay que es-
teriliza rlo de forma regular cada vez
que se utilice. A la hora de ca mbi ar
de maceta, será muy útil para cortar
y eliminar las partes muertas de la
planta o para dividir orquídeas indi -
viduales. Algunos cultivadores prefie-
ren tijeras o podadoras para este co-
metido; según resulte más cómodo.
Conviene tener a mano un recipiente
con alcohol desnaturalizado e n el
que sumergir las herramientas. Así se
evitará la prop agac ión de virus y
otras enfermedades que pudiera al-
bergar la planta.
boquilla de ato mización termómetro
de cabezal múltiple
89
El equipo básico necesari o antes
de comenzar el cultivo de orquídeas
en un invernadero consiste en un ca-
lefactor y un termómetro de máxi-
mo/ mínimo. Es importante vigil ar la
temperatura tanto de día como de
noche. Es posible añadir otros acce-
sorios, como los que aparecen en la
ilustración, según se necesite. Si las
orquídeas so n de interior, basta rá
con un termómetro de máximo/ mí-
nimo. Pero tambi én en este caso se
necesitarán bandejas de humedad y
bolitas de arcilla como parte el equi-
po básico para crear un entorno hú-
m edo para las plantas.
( ,,..t .. (
i[ ~.
••
~~·
t : ~.;:::......
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~~
atomizador manual
90 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
MEDIOS DE CULTIVO
Muchas orquídeas pueden crecer sobre corteza y en diversas mezclas de compost. Sea cual sea la tierra
utilizada, los criterios principales son una buena aeración y un drenaje rápido. La mayoría de las orquídeas
resisten cierto apelmazamiento de las raíces en el recipiente, siempre y cuando la tierra esté suelta y permita
la circulación de aire en torno a las raíces.
COMPOST
Las epifitas tropi ca les han evo lucio-
nado m edra ndo sobre las ra mas y
troncos de los árbol es, dond e sus raí-
ces crecen, susp endidas en el a ire, o
se desplazan por la corteza, e n busca
de las hendiduras y en direcció n ha-
cia el humus y las hojas desco mpues-
tas que se acumu lan en las horcadu -
ras de las ra mas. De esta forma,
siempre cuentan con gran cantidad
de aire qu e envuelve a las raíces. Esta
es la justifi cació n de la importa ncia
de un compost ligero y bi en dre nado
como medio d e cultivo.
Las orquídeas terrestres varían en
lo que se refiere a los requisitos del
suelo. Algunas prefieren los prados de
hierba con un subsuelo bien drenado.
Otras gustan de las tierras encharca-
das, mientras que en los trópicos mu-
chas viven en los llanos abiertos de la
sab ana dond e, durante la es ta ción
seca, qued an completamente deshi-
dratadas por la escasez de hum edad
en el suelo. Sus rizomas pueden estar
justo bajo tierra o alca nza r una nota-
ble profundidad, según la especie. Su
sistema de raíces puede atravesar úni-
came nte la cobertura del suelo d e
musgo o penetrar e n el subsu elo e n
busca de humedad pe rmanente.
Los primeros compost
orgánicos
Tras va rios experimentos desastrosos
y fa lsas tentativas e n los prim e ros
ti e mpos d el cultivo d e las orquídeas,
uno d e los prim eros compost (m e-
dios d e cultivo) que se utilizó cons is-
tía en terrones duros y compactos d e
turba mezclados co n hojas descom-
pues tas y tierra . La m ezcla era d ema-
siado d ensa y, como las raíces no po-
dría n pe netrar suficientemente e n
ella, no siempre se conseguían bue-
nos sistemas de raíces.
Hasta principios d el siglo xx no
se e nco ntró un compost mejor. Co n-
sistía en fibra de Osmunda o esfagno.
Enton ces, las raíces del helecho rea l
2
( Osmunda regalis) se e mpleaban
como lastre para los barcos que re-
gresaban a Europa y G ra n Bretaña
desde Es tados Unidos. No tenían
ningún otro empleo h as ta que los
cultivadores descubri ero n su va lidez
para las orquídeas; una vez conocido
este uso, la planta se e mpezó a im-
portar e n ca ntidades in ge ntes para
satisfacer la demand a, junto con
otras especies de Osmunda d e Europa
y Jap ón. Ll ega ba en eno rm es paque-
tes, que ha bía que lim piar y depurar
en fibras pequeñas para cortarlas. La
fibra preparada se m ezclaba después
con esfag no fresco. Se req uería bas-
tante habilidad para elaborar el com-
post y asegurar que el material y la
orquídea es tuvieran firm e mente su-
jetos en la maceta, pero no hasta el
punto d e impedir el paso d el agua.
En aque l ti empo, la forma en que se
plantaba n los ejemplares te nía gra n
importancia en su modo d e crecer.
Pese a su coste y al ti e mp o de elabo-
ración, esta mezcla se ha co nvertido
z
1 QU 1E R D A Variedad de macetas de
baJTo y plástico adecuadas )'
formas de compost. Los
composl incluyen: lana
mineral (1) , honag (2),
corteza fina (3),
esfagno ( 4) y cortem
gruesa (5).
 M E D 1O S D E C U L T 1V O 91

manejar que la anterior mezcla de

AR RIBA Las virutas de poliestireno
(es puma plástica) constituyen un material
ideal para el drenaje.
en el compost ideal desde hace más
de 50 años. Según se cree, una de las
razo nes por las que las orquídeas
arraiga n con tal facilidad en él es la
presencia del musgo vivo, que forma
un manto de crecimi ento verde sobre
la superfi cie. No obstante, cuando
empezó a recurrirse al abono para or-
quídeas, los musgos se deterioraban
y el co mpost se descomponía. Ac-
tualm ente se están estudiando mejo-
res sol uciones.
Compost de corteza
Se descubrió que todos los requisitos
necesarios para un compost nuevo se
daba n en la corteza del cedro rojo
ameri cano, si bien en Reino Unido,
do nde se estaban talando plantacio-
nes de pino corso y escocés, se ob-
servó que la corteza de estos árbo-
les co nstituía un buen sustituto. El
compost de corte-
za era mucho
más barato de
producir y queño porcentaj e de carbón, para ga-
más fácil de
musgo y fibra, y hoy en día constitu- MEDIOS DE CULTIVO
ye la mezcla que se vende específica- ORGÁNICOS
mente para orquídeas en todo el
mundo. Se consigue de los árboles
talados localmente y se distribuye a
través de los viveros especializados y
los grandes centros de jardinería. Se
proporciona en distintos tamaños
adernados para plántulas y plantas
maduras. No debe confundirse con
la corteza que se comercializa en los
centros de jardinería para el acolcha-
do de los lechos de flores. Corteza gruesa troceada
La corteza para orquídeas tarda
en descomponerse y no se estropea
al añadir fertilizantes. Permanece en
buen estado durante varios años,
en los que libera lentamente sus nu-
tri entes. Retiene la cantidad justa de
humedad para las raíces, sin llegar a
encharcarse. Puede usarse en solita-
rio o m ezclada con otros materiales,
según se requiera.
Si se observa que las orquídeas Corteza y fibra de coco
sufren cierta deshidratación y no se
puede mantener el compost de cor-
teza lo suficientemente húmedo, es
posible añadir a la mezcla una terce-
ra parte de esfagno u otra turba fibro -
sa. Un sustituto de turba será perfec-
to, si bien puede ser neces ario un
cribado para eliminar las partírnlas
más finas. De esta manera se conse-
guirá una m ezcla algo más húmeda,
que puede resultar ventajosa si no se
pueden atender a las orquídeas con Una mezcla de com post basto
la frecuencia que sería deseable. A que contiene corteza
esta mezcla básica cabe añadir un pe- y turba fibrosa
rantizar que el compost siga siendo . 1

z
1 QU 1 ER o A Se puede comprar esfagno en
planchas comprimidas. Cua ndo
se humedecen se hinchan para
recuperar su tamaño original y se
usan en compost para
orquídeas o para
forrar las cestas
colgantes.
«dulce» y no se acidule. Ha de utili-
zarse solamente el carbón hortícola
granulado que suministran los vive-
ros especializados y los centros de
jardinería. Es distinto del ca rbón
para b arbacoas, tratado para que se
queme lentamente, y que no convie-
ne a las orquídeas.
92 CU I DADOS Y C ULTI VO
Compost inorgánicos
Ade más de los co mpost o rgá ni cos,
existen divers os materia les anificia les
que proporciona n alternativas sinté-
ti cas. Son eco nóm icos y fáciles de uti-
liza r y ofrecen la ve ntaja de que no se
desco mpo nen y, por tanto, no provo-
ca n la pudrició n d e las raíces.
Entre estos materiales se incluye la
lana mineral, producida para la indus-
tri a honícol a a panir de pied ra pómez
vo lcánica tejid a. La lana mineral ti ene
el aspecto de una lana de algodó n des-
colorida con la superficie tintada a ve-
ces de ve rd e por un alga qu e crece
como res puesta a los nutrientes. Pro-
porciona un a base hidropóni ca para
cultivos vegeta les como las berenj e-
nas, los pepinos y los tomates, y tam -
bi én para claveles para ramos. La lana
mineral es de larga duración y permite
que las plantas puedan crecer según
un program a de alimentació n co m-
pleto y preciso. Se puede adquirir en
dos formas: abso rb ente y no abso r-
bente. La prim era reti ene mucha más
agua en torn o a las raíces, algo conve-
ni ente para algunas orquíd eas, y el
MEDIOS DE CULTIVO INORGÁNI COS
1 La lana mineral es el medio para
• macetas predilecto de algunos
1 culti11adores experimentados.
La perlita es un material granulado y
fino para mantener suelto el compost.
Se añade a espuma hortícola, turba o
' sustituto de turba.
tipo no absorbente propo rcion a un
co mpost más seco. Muchos cultivado-
res pre fi eren m ezcl a r los dos tipos
para co nseguir un med io ideal que re-
tenga suficiente agua durante un tiem-
po prolongado, pero que posea a la
vez la capacidad de ad mitir bolsas de
aire. La lana mineral se viene lige ra-
mente sobre la mace ta y no hay qu e
prensa rl a. Cuando se utilice, ha brá
que ponerse guantes y una mascarill a,
ya que las fibras de vidri o que contie-
ne son irritantes para la piel.
Otro material cuyo uso está muy
extend ido y que func io na de forma
muy parecida a la lana mineral es la
es puma hortícola . Se e mplea co n
lana mineral o con mezclas de corte-
za o rgá ni ca y turba.
El perlag y la peri ita son productos
ho rtícolas porosos hechos de roca vol-
cá ni ca triturada. Se usan independien-
temente para ciertas orquídeas, como
las catl eyas, o co mo agregados para
abrir la lana mineral o las mezcl as de
co n eza y turba. En Hawai, la pi edra
pó mez volcánica está muy a mano y
se utiliza profusamente en orquídeas.
Esta mezcla fina pero abierta hecha de
corteza , perlita y turba es ideal para las
plantas terrestres.
El perlag es más grande y basto que la
perlita, y se usa para el drenaje en
la base de los ti es tos.
Las ve nta jas d e estos material es
orgánicos son su ligereza, su facilid ad
de uso y la cua lidad d e que, cuando
las pl antas se cambian d e maceta, se
puede dejar la mezcla an teri or, per-
turbando menos a la raíz. No obstan-
te, es necesa rio sumini strar a las or-
quíd eas sufi cie ntes nutri e ntes por
abono artifi cial, ya que los material es
hechos por el hombre no ti enen ni n-
gún va lo r co mo abono. Es pos ibl e
trans fe rir fáci lmente un a orquíd ea
que crece en un compost o rgá nico a
una mezcla inorgánica, o a la inversa,
pero no mezclar los dos co mpuestos
en un mismo ti esto, ya que requieren
diferentes técnicas d e ri ego.
Algunos cultivadores de orquídeas
prefieren mezclar su propia marca
especial de co mpost para o rqu ídeas
con material es que tenga n a mano. Es-
tos materi ales incluye n ho jas de roble
secas y ramas de arce, mezcl adas con
esfagno . Muy logradas cuando están
confeccionadas por un culti vador con
experi encia, no so n las mejo res solu-
ciones para los principi antes, que de-
berán buscar consejo en el vivero.
La espuma hortícola mantiene la
humedad y se utiliza en compost
en lugar de turba.
El hortag consiste en bolitas de arcilla
cocida que se pueden utilizar para el
drenaje o como lecho para mantener
la humedad.
 MEDIO S DE C U LT IVO 93

superficie con la que entren en con- traduce húmedo en la bolsa, genera-

SUSTITUCIÓN tacto. Estas orquídeas gustan, sobre rá un moho que se extenderá al resto
DEL COMPOST todo, de un compost abierto y suelto del contenido . Como norma se guar-
en el que sus raíces puedan respirar. da seco y se utiliza mojado.
Llegado el momento, los compost a La mayoría de los compost se
base de corteza y de turba se descom- venden secos para reducir su peso, y A BA JO Este ejemplar de Cymbidium
pondrán, y por eso es muy conve- es necesario mojarlos antes de su Mini Ice «Anlartic» presenta un aspecto
niente un cambio de maceta. Una uso. Se extraerá de la bolsa única- espléndido en un recipiente galvanizado
planta que pierde repentinamente mente el compost que se necesite y cuadrado. Cuando hay escasez de espacio,
gran parte de su follaje o que se mar- se regará bien, dejándolo drenar du- este híbrido de ralo crecimiento resulta
chita puede haber perdido sus raíces, rante toda la noche. Al día siguiente ideal y proporcionará un gran número de
algo que se hará evidente cuando se estará ya preparado para trabajar con flores durante los primeros meses de la
extraiga la planta del tiesto y se exa- él. No se deberá devolver a la bolsa el primavera. La planta debe manlenerse
mine su estado. compost mojado que quede sin utili - todo el afl.o bien regada y abonarse
El compost que está en buenas zar sin haberlo secado antes. Si se in- durante su mayor parte.
co ndiciones d eberá tener un olor
agradable y húmedo. Si huele a es-
ta ncado es probable que se haya des-
compuesto hasta el punto de que la
planta ya no pueda sacar provecho de
él. Cuando el compost se deteriora se
disuelve en partículas pequeüas, que
son arrastradas hasta el fondo del
tiesto, bloquean el drenaje y hacen
que el agua se estanque, acelerándose
el proceso de descomposición.
Las plagas de insectos, corno los
gorgojos, también son causa de Ja
descomposición del compost y pue-
de n producir un rápido deterioro.
Una vez descompuesto el compost,
las raíces no podrán progresar y mo-
rirán rápidamente. Es esencial una ac-
tuación de urgencia. En primer lugar,
hay que cortar todas las raíces muer-
tas y separar el compost antiguo para
sustituirlo por el nuevo material.
Si se observa que las raíces for-
man un círculo por el reborde de la
maceta sin penetrar en el fondo, es
sd\al de que el compost es inadecua-
do. Tal vez resulte demasiado denso
para que las raíces penetren en él de
modo que, una vez más, será necesa-
rio el cambio de maceta. Las Phalae-
nopsis son especial mente reacias a su-
mergir sus raíces en un cornpost que
no les guste y prefieren extender sus
raíces por el borde del tiesto hacia el
aire, donde se adhieren a cualquier
94 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o

MACETAS Y MONTAJE ,.

DE ORQ1JIDEAS
Las orquídeas pueden crecer de muchas formas diversas, dependiendo de cómo se desarrollen
en estado silvestre. Es posible introducirlas en macetas de formas muy variadas, y también en
cestas o sobre corteza.

ORQYIDEAS
EN RECI P l ENTES
Las o rquídeas crecen prácticamente
en cua lquier ti po de recipiente, pero
por motivos prácticos, en ge nera l se
cultiva n en macetas de plástico que
so n ligeras y fácil es de manejar. Ade-
más, las macetas se pueden mantener
limpi as en un entorno de humedad,
lava rse bien y reutilizarse. Los ti estos
de barro ta mbién so n adecuados, y
en un tiempo se consideraron prefe-
ribles a los de plástico porque ma n-
ti enen las raíces m ás frías a altas tem-
peraturas, pero resultan más caros y,
cuando son grandes, pesan bastante.
Asimismo, como el materi a l es poro-
so, se secan con mayor rap idez y re-
sulta más fácil mantener un compost
mojado de manera co nsta nte con
macetas de plás tico.
Las orquídeas ti enen que crecer
en un tiesto lo m ás pequeño posible.
Es fác il que rebosen de l mism o y,
cuando existe una gran masa de com -
post alrededor de las ra íces, existe el
peligro de que no puedan absorber
el agua que las rodea con la suficien-
te velocidad, lo que podría provocar
su pudrición . Un a maceta más gran-
de de la que necesita una orquídea se
traducirá directa me nte en un riego
excesivo co n un resultado desastroso.
Por términ o m edio, es necesario
cambiar de maceta una vez cada dos
años, aproxim ada mente. Las plantas
que llevan establ ecid as más tiempo
pueden resistir mejo r, sobre todo si
no rebosan del ti es to; en cam bio, las
jóve nes requiere n un ca mbio cada
seis meses, aproxim ada mente, para
manten er un ritm o de crecimiento
co nstante.

Cambio de tiesto
de las orquídeas
Cuando una pl anta rebosa de sum a-
I ZQU I ERDA Las ceta y n o ti ene espacio para forma r
orquídeas pueden nuevos seudob ulbos, es el momento
exhibirse en un de ca mbi arla a un recipiente mayor.
sinfín de recipientes Algunas o rquíd eas, en particular los
diferentes. Esta cimbidi os, q ue ti enen un sistema de
colección incluye raíces eno rm emente só lido y vigoro-
de izquierda a so, suel en verse empujadas hacia arri-
derecha: Ludisia ba por las raíces antes de ll enar el
discolor en el área superfi cial co n seudobulbos. En
tiesto de color ta l caso, es necesa rio ca mbi arl as de
verde claro, maceta lo a ntes posib le porque su
Mi ltonid ium riego será eno rmemente co mplicado
Purpukea Sunseten cuando sobresa len de l borde. Tam-
en el cuadrado bién necesita rá n u n ca mbi o de ma-
pequeño y ceta las o rquídeas cuyo co mpost se
Mi lto nia co nfusa haya deteriorado hasta el punto de
en el cuadrado que pueda introd ucirse el dedo fácil-
grande. mente en él.

Cómo volcar
una orquídea
Una vez que la orquídea haya llenado e l
tiesto y ya no tenga espacio para desa-
rro llar nuevos seudobu lbos, se puede
cambiar de rec ipiente.
'.L' Este cimbidio ha crecido y ya no
cabe en el tiesto y está empezando a
desbordarlo.
© Coloque la planta en la maceta e
introduzca toda la parte donde se
encuentran las raíces. Deje a los lados
espacio suficiente para rellenar con
compost y para que la planta pueda
crecer. Reserve un espacio de 2,5 cm en
la parte superior del tiesto para e l riego.
El mo mento más propicio para el
ca mbi o de m ace ta es la primave ra,
pero no cuand o la planta está en flor.
La mayoría d e las o rquídeas inician
su crecimi ento e n este periodo y e l
tiempo idea l para el ca mbio es cuan-
do el nuevo reto iio ti en e unos centí-
MACETA S Y M ON T A J E DE O RQU ÍDE AS
Q) Deslice la orq uídea desde la maceta
y compruebe el siste ma de raíces. En
este caso, las raíces están sanas y no hay
que recomponerlas.
® Introduzca compost nuevo del tipo
apropiado y pré nse lo con los dedos
para que quede fi rme. (Si la orquídea
es de raíces fi nas, tal vez necesite una
caña estrecha).
m etros d e altura. Ello suced e inme-
diatamente a ntes de la formación d e
raíces nu evas qu e siempre apa rece n
tras e l nuevo reto üo. Un a vez qu e
e mpi ece n a crecer las nu evas ra íces,
pe netrará n en el compost nu evo, e lu-
di e ndo cualquier peligro d e d a ñ o.
95
0 Elija un tiesto para el traslado desde
el original y forre la base con virutas
de poliest ireno (espuma plástica).
® Inunde el ti esto con agua para que
la planta se asiente . Asegúrese de que el
agua se drena y se elimina rápidamente,
para que las raíces no queden
sumergidas.
Otro momento propicio para replan-
tar es el otoüo. As í res ulta para mu -
ch as catleyas, que a m e nud o pueden
producir nuevas raíces e n este perio-
do , ad e más d e para pl á ntul as jóve-
nes, que es preciso mantener en cre-
c im iento duran te todo e l in vierno .
96 CU I DA D OS Y CU LTI V O
Las plantas de la alianza Odontoglos-
sum y otras muchas continúan cre-
ciendo durante todo el invierno y
pueden cambiarse de maceta en este
momento. No se deben replantar or-
quídeas como las coelogynes o las
encyclias, que se aprestan a su des-
canso invernal.
Para cambiar de maceta a las or-
quídeas se necesita un banco o tari-
ma especial con espacio suficiente
para trabaj ar. Se tendrá a mano un
suministro de compost mojado pre-
viamente, recipientes de diferentes
tamaños y un material poroso para
la base. Este material puede consistir
en virutas de poliestireno (espuma
pl ástica) u obleas del tipo empleado
como material de embalaje. También
se necesitarán tijeras de jardinería y
un cuchillo de podar afilado , así
como un agente de esterilización y
unas cuantas hojas de periódico .
Existen dos métodos básicos para
el trasplante. El primero se llama
«volcado», que se practica cuando las
plantas jóvenes no necesitan ninguna
poda de las raíces y el compost se en-
cuentra en buenas condiciones, con
lo que puede dejarse intacto. Como
así no se produce ninguna perturba-
ción, el volcado se puede reali zar
prácticamente en cualquier momen -
to del año, siempre y cuando se evi -
ten los meses más fríos y calurosos
en los que las plantas pueden sufrir
estrés o desarrollar un crecimiento
más lento.
El segundo método de trasplante
consiste en un cambio total de ties-
to, con depuración del compost anti-
guo, desecho de las raíces muertas y
eliminación de las hojas o los seudo-
bulbos muertos. Este método se pue-
de utilizar para dividir plantas gran-
des y reducir su tamaño cuando sea
necesario para recolocarlas en una
maceta del mismo tamaño.
Volcado
Para volcar la planta hay que dar la
vuelta al tiesto e inclinarlo sobre el
borde del banco. Se deberá deslizar
con facilidad , y se observará un cepe-
llón de raíces blanquecinas que sos-
tienen el compost en su lugar. Será
preciso elegir una maceta nueva unos
5 cm mayor que la anterior para ob-
tener espacio suficiente para otros
dos años de crecimiento. Si es joven,
la planta inmadura necesitará un
nuevo volcado al cabo de unos me-
ses y bastará entonces con un tiesto
apro ximadamente 2,5 cm mayor.
I ZQUIERDA
Congora
maculata puede
crecer en una
maceta o colgar
de una cesta en
un compost de
corteza fina .
Necesitará riego
y abono durante el
verano.
Después se colocará el material po-
roso en la base de la maceta y una pe-
queña cantidad de compost encima.
Se pondrá la planta sobre el com -
post, cerciorándose de que la base
del nuevo brote está a la altura del
borde del tiesto. Si queda más alto,
habrá que retirar parte del compost
viejo alrededor de la base hasta que
se pueda asentar la planta en el ties-
to. La posición es la suficiente para
que los seudobulbos viejos se apoyen
en uno de los lados del tiesto y dejen
espacio para que la planta crezca ha-
cia el otro extremo. Si se trasplantan
ejemplares de Phalaenopsis o un ti po
monopódico similar, habrá que co-
locar la planta en el centro de lama-
ceta, teniendo en cuenta que crecerá
hacia arriba y no hacia fuera.
Después, sujetando la planta, se
distribuirá el compost alrededor, afir-
mándolo hasta que la maceta se lle-
ne. Se utilizará el mismo compost en
el que haya crecido la planta, sin tra-
tar de mezclar corteza o turba con
lana mineral o un material sintéti co
similar, ya que ambos tipos requi e-
ren tratamientos de regado algo di-
ferentes. Si se está utiliza ndo lana
mineral, habrá que echarla en la ca-
vidad del mismo modo, pero sin afir-
marla como la corteza o la turb a.
Deje la lana mineral suelta y abierta,
asegurándose de que la planta qu eda
firme y sujeta.
Cambio de maceta
y división
Las plantas más antiguas que han ido
produciendo seudobulbos a lo largo
de los años tendrán algunos sin ho-
jas. Es posible que no estén muertos
y si todavía son voluminosos y ver-
des, aún les quedará vida. Todavía si r-
ven de sostén a los seudobulbos más
recientes y pequeños, y transmiten el
alimento que tienen almacenado a la
parte más joven de la planta. No obs-
tante, si existen m ás seudobulbos sin

hojas que con hoj as, se convertirán en
un lastre para la pl anta y lo m ejor es
qu itar los. Cuand o haya más d e un
nuevo brote, es posible separar la
planta en dos siempre y cuando cada
parte tenga al m enos un brote recien-
te. Para mantener la floración, una di-
visió n d ebe rá te ner a l me nos tres
seud o bulbos en h o ja co n un brote
nuevo. Con esto en mente, la pl anta
se puede separar sin peligro en nume-
rosas divisiones. Toda pieza sobrante
con menos d e tres buenos seudobul -
bos no fl orecerá hasta que no trans-
curra n dos o tres a r1 os.
l; Ext1-a1ga la planta de su t iesto y, con
un cuchillo de poda1- afilado, corte e ntre
los 1·izomas que se unen a través del
cepellón.
® Elija una maceta de tamaño
adecuado y coloque una capa de
matenal pomso en el fondo.
Normalmente se emplean virutas
de poliestit-eno (espuma plástica) .
M A C ET A S Y M O N T A J E D E O R QU Í D E A S 97
Cambio de maceta
y división
Este método implica un cambio comple-
to de maceta, la depuración del compost
viejo, el desecho de las raíces muertas y
la eliminación de las hojas y seudobulbos
muertos. Se puede aprovechar para divi-
dir las plantas grandes, con el fin de de-
volverlas a un tiesto del mismo tamaño.
Es posible separar la planta en dos divi-
siones o más, siempre y cuando cada una
de ellas tenga un nuevo brote. Las divi- CD Este Cymbidum ha estado en la
siones podrán ser tantas como se guste, misma maceta durante bastantes años.
teniendo siempre en cuenta que para Ha elevado sus raíces y está li sto para
mantener la floración cada división habrá la d ivisión. Hay q ue t e ner prepa1·ado
de contar al menos con tres seudobul- compost nuevo y matei-ial poroso para
bos en hoja con un brote nuevo. e l d1·ena1e .
0 Las dos mitades que constan de un 8) Pode todas las raíces muertas y
número igual de seudobulbos y nuevos elimine el compost viejo, mientras
brotes ya están listas para la conserva un conglomerado de raíces
preparación. de tamaño razonab le .
® Coloque la planta e n el t iesto para (J) Una vez complet ada la operación,
que la base del seudobu lbo esté por pegue una etiqueta con la fecha de l
debajo del re borde. Manténga la trasplante y el nombre de la planta. Deje
firm emente e n su sitio con una mano tranquilas las divisiones durante dos
y vie rta e l co mp ost con la otra. o t1·es años. Riegue al cabo de unos días.
98 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o
Es posible que si las plantas han
permanecido en su actual m aceta d u -
rante más de dos años estén fuerte-
mente adher idas y sea n difíciles d e
ext raer. En tal caso, es preciso inclinar
el tiesto y pasar el cuchillo alrededo r co n las catleyas, cuyas raíces se ad hie-
por dentro para so lta r las raíces; si no ren por dentro. Antes de e mpeza r, ex-
cede de esta forma, tal vez no haya tienda ho jas d e p eriódico por el ban-
más remedio que cortar el ti es to. Fre- co y trabaje sobre ell as co n la planta.
cuen temente, es ta acción es necesa ria Así, todo el materia l desp rendido po-
drá limpi arse co n faci lidad, y no se
I Z QU I ERDA mezclará el co mpost a ntiguo con el
Cymb id ium Embers nuevo.
«Yow ie Bay», una Un a vez qu e se h aya extraído la
orquídea en planta de la maceta, hab rá que exami-
miniatura, puede nar las raíces, q ue deberán ser blancas
crecer en interior con y frescas. Toda raíz negra estará muer-
buena luz o al aire ta y habrá que cortarl a. La o peración
libre durante la puede resulta r comp li cad a cuando se
estación de trata de un só lido conglomerado de
crecimiento estival. raíces; en tal caso, lo mejor es seccio-
nar el cepellón en un punto en el que
ABAJO Phalaenopsis se desee dividir la planta . Se cortará en-
Mad Mi/va florecerá tre los seudobu lbos y se separará la
durante varias planta. En el centro del conglomerado
semanas. Crecerá en de raíces apa recerá el compost más an-
condiciones de ca/01; tiguo y descompuesto, junto con raíces
pero no con sol muertas. Se limpi a rá todo, y las raí-
direcio. ces muertas co rtadas servirán para la
base, ya que al es tar huecas se pueden
pelar y dejar so lamente el núcleo. Tal
vez h aya raíces vivas considerablemen-
te largas, de modo q ue lo co nveniente
sea recortarlas para dejarlas en una
longitud de unos 15 cm. Conviene de-
jar sólo el número correcto de seudo-
bulbos en cada pi eza, para asegurar
que haya más con hoja que sin ella.
Normalmente, sólo se dejan uno o dos
bulbos dormidos, por si fueran nece-
sarios. El resto se eli m ina cortando a
través del ri zo ma, con cuidado de no
seccionar la base de los seudob ulbos,
y se coloca a un lado. Si lo que se desea
es a mpli ar la reserva de plantas me-
di ante la propagació n de estos bulbos,
se pued en co locar e n macetas inde-
pendi entemente. En ge neral, produci-
rán un nuevo brote que se puede culti-
var para que fl orezca en unos años.
En vez de ten er un a planta de as-
pecto poco es té tico se obtendrán
plantas más peque11as y aseadas. Si se
cambia a m acetas de un tamaf10 simi-
lar a las de la orq u ídea antigua, dis-
 M A C ET A S Y M O N T A J E O E O R. Q U i DE AS 99

fruta rán de sufi ciente es pacio para que

la planta crezca dura nte o tros dos
ai'1os. La planta se di spo ndrá en un
lado de l tiesto, co n los seudobulbos
más antiguos en la parte posteri o r y
los nuevos hacia d elante. En la base
de la nueva maceta se extenderá m ate-
rial po roso y sufi ciente compost enci-
ma para q ue, al insertar la pl anta, la
base del nuevo b rote esté ni velada o
justo por debajo del bo rd e del tiesto.
El resto se rell enará co n compost apre-
tando un poco alreded or de las raíces
para asegurar q ue no quedan espacios
abiertos, has ta que la pl anta se afirme,
de manera que el compost alcance el
reborde de la maceta. Así se asegurará
que, cuando se riega la planta, el com-
post no se arras tra co n el agua .
o tod as las pl antas grandes ne-
cesitan un a di vis ió n e n pi ezas m ás
pequeñas, sa lvo que se desee aum en-
ta r la co lecció n. Las es pecies meno res
y que no ll ega n a ser inm anejabl es
pueden pe rm a nece r sin cambios
siempre y cua nd o la m ayor parte d e
los seud o bulbos tenga ho ja. Cuando
haya un gru po d e seud o bulbos sin A R R 1 BA Dend rochilum glumaceum

ho jas en el centro de la pl anta, será
necesari o retirarl os o redu cir su nú-
mero antes d e q ue la pl a nta se d ebi -
lite. Co mo excepció n, en las lycastes
y angul ocas tes, qu e so n d ecidu as,
sólo los seud o bulbos principales tie-
nen hoja en un mo mento dado .
A la ho ra d e di v idir la planta ,
conviene a no ta r en un a etiqu eta e l
no mbre d e cad a pl a nta. Al recolocar
la planta en su zo na de cultivo con-
viene rociarla lige ra mente por en ci-
ma para evita r la d eshidratación en
las hojas tras la poda d e la raíz. Se re-
desprenderá dura nte tres semanas una
intensa fi-agancia cuando está en flor al
principio de la primavera.
d e recuperar el régim en n o rm a l de
ri ego y abo no. Tras el cambio d e ma-
ceta, hay que contar con que la pl a n-
ta sufra un cierto marchitami ento y
pi e rd a a lgun as ho jas, hasta arra iga r
d e nuevo. Po r eso lo m ejo r es tras-
planta r en prim avera, justo antes d e
q ue se fo rm e n las nu evas raíces. El
ca m b io d e maceta en un m o mento
no pro pi cio pu ed e causar estrés a la A RR I BA Miltoni a co nfusa es una especie

ga rá la planta a l cabo d e unos días,
una vez qu e haya tenido tiempo para
recu perarse d e las ra íces d a ñadas y
los cortes rea li za d os . Dura nte un a
tempo rada habrá que p roceder a un
riego atento hasta que se tenga ga ran-
tía de qu e las raíces ha n agarrad o
bien. Superado este peri o d o , se pue-
pl anta, que sufrirá hasta la recu pera-
ció n d e sus raíces.
Al cabo de unas seis se manas, a l
exa min ar la planta y sus nuevas raí-
ces, so rprend erá el progreso d e las
mi sm as, qu e ya se extenderán po r el
co mp os t. Si n o sucedi era así, y la
pl a nt a siguie ra marchitá ndos e, ta l
olorosa de Costa Rica que produce unas
flores rojas y verdes espectaculares, sobre
wdo duran te el in uierno y la pri111avera.
vez sea tarde pa ra el crecimi ento y
co nve ndrá intro ducir la pl a nta en un
propagad o r, d o nd e el calo r ad icional
favo recerá su crecimi ento.
100 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o

ORQVIDEAS
EN CESTAS
COLGANTES
Un m étodo a lte rn a ti vo a l cultivo de
las orquídeas e n ti estos d e pl ásti co
es el d e las cestas co lga ntes. Res ulta
idea l p ara las o rquíd eas qu e prefie-
ren m ás luz o qu e ti e ne n es pi gas fl o-
ra les p éndul as. Las sta nh opeas pro-
duce n sus es p igas desd e la base de la
planta y atravi esa n e l co mpost para
lucir s u s fl o res po r d e bajo o a un
lado d e la cesta. Si se int roducen en
mace tas co nve n cio n a les, las flor es
no se ve rá n .
Exis te n va ri os tip os d e recipi en-
tes ad ec uad os para suspe nd er stan-
hopeas y o tras p lan tas sem ejantes,
d esd e las ces tas d e m ad e ra con reji-
lla, qu e se pu ed e n fabr icar fácilm en-
te co n m ad e ra d e 1 cm de gros or,
h asta las ces tas para pla ntas acu áti-
cas, d e pl ás ti co n eg ro o ve rd e, que
proporcio na n mu ch os es pacios para
las raíces d e la orq uíd ea y sus espi-
gas, qu e sobresa ldrá n. Las plantas
m ás p equ e ñ as crecen e n las mi smas
cestas duran te va ri os a l'ios h asta que
cubren por comp le to el reci pi ente.
D e vez e n cu a nd o n eces it a n algo
más d e co mp ost, qu e pud iera haber
sido arrastrado.

ORQUÍDEAS PARA
CESTAS CO L GANTES

Acineta superba
Bulboph yllum (todas )
Cirrhapetalum (to das )
Caelagyne cristal.a
Cymbidum (a lgu nos)
Dendrochilum cabbianum
Encyc/ia radial.a
Cangara mawlata
ARR I ll A Cymb idium Sarah ]ena «!cicle» es un precioso híbrido que adornará cualquier
Miltonia flavescens
a111bience. Las planLas de esLa variedad se han de 111an1ener bien regadas duran ce todo el
Stanhapea (todas)
(lll O, pero sin empaparlas en invierno. Conviene situarlas en lugares frescos alejadas

del calor )' las co1TienLes.

 M A C ET AS Y MONTA J E D E O R QU 1 DE AS 10 1

Fabricar y plantar
una cesta colgante
para orquídeas
Es muy fácil fabricar cestas con tablillas
para las orquídeas con madera de 1 cm.
Las maderas duras como el roble o la
teca durarán largo tiempo sin pudrirse.
Tal vez sea preferible elegir maderas más
blandas y económ icas. Las tab lillas ofre-
cen espacio para las raíces y para que so-
bresalgan las espigas florales. El método
de rellenar el recipiente es el mismo que
en cualquier otro tipo, pero si la cesta es CD Se puede fabricar una cesta para Q) Par-a hacer la cesta se necesitarán 18
baja habrá que eliminar parte del conglo- orquídeas de madera dura o blanda. listones de madera. Decida la anchura
merado de raíces para que quepa. Hasta Cuando la orquídea haya sobrepasado y la prnfundidad de la cesta y después
las orquídeas más pequeñas terminarán el tamaño de la cesta, e n unos tres o corte las maderas según el tamaño.
por cubrir la cesta colgante por comple- cuatro años, se puede e xtraer- y Enganche los listones alternando los
to si se dejan tranquilas varios años. preparar una nueva. estratos.

L Para plantar la orquídea, necesitará
un material de base, como esfagno,
compost de corteza, tijeras de podar
y listones de madet"a.
0 Esta Stanhopeo ha permanecido en
la cesta muchos años y es el momento
de dividirla. La cesta antigua cede con
facilidad , de man e ra q ue la planta puede
cortarse con tije ras de podar
® Eli1a cada nueva división y
recomponga las raíces, retirando las que
están muer-tas. Elimine los seudobulbos
que no desee conservar

1) Forre la cesta con musgo, fibra de (J) Coloque la Stonhopeo en la cesta y ® Al cabo de un año, la Stonhopeo
coco o un material similar rellénela con compost. La planta florecer·á. Las largas espigas penetrai-án
permanecerá en la cesta durante tres a través del compost y formai-án una
o cuatro años. cascada de flores.
102 e u 1 D A D o s y e u L T 1 \/ o
ORQ1JÍDEAS
SOBRE CORTEZA
Existen di versas especies e pifitas de
pequeño crecimi e nto que son el ob-
jeto id ea l para cultivar sob re corteza.
Esta fo rma de cultivo de un bue n nú -
mero de orquídeas es tá ll ena de en-
canto y es muy aceptada. Ofrece la
ve ntaja de que hace posibl e a horra r
un va li oso espacio en el invernadero,
al aprovechar los muros latera les.
Las p lantas idea les para el cultivo
en co rtezas son aquellas en que los
seudobu lbos progresa n en un ri zoma
de creci miento ve rtical, como en las
especies Oncidiwn flexuoswn, Maxilla-
ria tenuifolia y dive rsas Bulbophyllum.
A R R I BAHartwegia (sin. Nageli ella) purpurea es una especie in teresa nte que crece sin
problemas en los bosques. Las pequeñas flores aparecen en los extremos de una larga espiga
floral ex1remada 111ente fin a. Esta especie florece durante gra n parte del año.
Cuando la pl a nta emp ieza a re-
bosar del tiesto y varias raíces aéreas
no pe netra n e n el compost es el mo-
mento d e extraer la planta, retirar el
compost a nti guo y los bulbos so-
brantes y montarl a so bre co rteza.
No d e be o lvid a rse di s poner d e
un bue n sum ini stro de mate rial para
situarlo alrededor d e la pl a nta al ob-
jeto d e que retenga la hum ed ad. Pue-
de cons istir en un a m ezcla d e esfag-
no y fibr a de coco, materi a les qu e
puede n co mprarse e n los viveros es-
pecializados. En primer lugar se debe
seleccionar un a co rteza d e corcho o
una made ra sim il a r de un tamaño
que se aco ple bie n con la pl a nta, de-
jándol e suficiente espacio para crecer.
Se in serta un hil o de alambre para
prepara r un gancho en la pa rt e supe-
rior d e la corteza y tamb ié n se nece-
sitará un alambre recubi e rt o con
plástico fino y un par de a li cates pe-
queños.
Se aco lch a con musgo y fibra de
soporte e n torn o a la base de la plan-
ta, sin cubrir los se udobulbos, y se
co loca otro co lch ó n directa m ente so-
bre la co rteza. Des pués se pone enci-
ma la pl a nta co n los brotes nuevos
por a rriba, enfren tados a la corteza.
Si la planta ti e n e h áb ito d e creci -
miento descende nte, como la Brassa-
vola nodosa, es preciso darl e la vuelta.
Una vez dispuesta la planta en su lu-
gar, se sujeta firm e mente y se exti en-
de un a banda d e alambre recubierto
con pl ástico fino a l rededor de la base
para asegu rarla bi e n. Deben tomarse
preca uciones pa ra que el ca ble atra-
viese el m edio de cultivo y el ri zoma
sin corta r el seudobu lb o. Se tensa
bi e n el ca ble y se gira co n ayuda de
los ali ca tes. A continuación se seccio-
nan los ex tremos. Si es necesa ri o,
convendrá colo ca r otro ca bl e un
poco m ás arriba . Una vez acabada la
operación, la pl a nta queda rá asegu-
rada a la corteza. Si estuviera suelta,
no arraigaría e n la corteza ni progre-
saría e n condiciones. Fi nalmente, se
compon e el mate rial de la base con
un par de tij eras para obte ner un as-
O RQ_U Í D EAS Q_U E
CRECEN SOBRE
CORTEZA
Brassia verrncosa
Dendrobiurn rniyai?ei
Dendrobiurn victoria-regina
Encyc/ia polybulbon
EnC)'c/ ia vi tellina
Laelia anceps
Maxillaria tenuifolia
Oncidium fi exuosurn
Sarcochilus Fitzh art
'frichopilia tortilis

pecto fina l aseado y profesional. La
planta debe rociarse di a riamente y se
sumergirá de vez e n cua ndo en agua
para que la base pe rm a nezca mojad a.
Las plantas con es te tipo de creci-
mien to requieren un rociado y rega-
do más regular qu e las que es tán en
macetas para mante ne rl as húm eda s.
En el transcurso de un as semanas, la
reco mp ensa será nu evos brotes y raí-
ces. En algunas especies, co mo Onci-
diu111 f7exuos um , se produ cirá un a
de nsa mata de raíces que avan za rá
Montar una corteza para orquídeas
Cuando la orquídea re bose de la maceta y vea raíces aéreas so bresal ie nd o de l com-
post, extraiga la o rquídea de l re cipien te y mó nte la sobre una cort eza.
~ Necesitará una pieza de corteza
de corcho o similar (con un gancho de
alambre), un poco de esfagno, fibra
de coco. un rollo de alambre para jardín
recubierto con plástico, unas tijeras
de podar y unos alicates.
~ Corte un pedazo de alambre
recubierto con plástico y con los
alicates, fije el esfagno y la fibra de coco
firmemente a la corteza de corcho.
MAC E TAS Y MON T A
sobre la co rteza y caerá claramente
hacia abaj o.
El m o nta je de orquíd eas sobre
corteza puede lleva mos un paso m ás
a ll á. Si es pos ible encontrar una rama
de roble ad ecuada, o d e cua lqu ier
otro tipo d e á rbol a excepció n de los
pinos res in osos, podrán m o nta rse va-
rias orquídeas pequeñas sobre un ár-
bol para conseguir un efecto es pecial.
De esta m a ne ra se dará al in ve rnadero
un toqu e atractivo y, si se ri egan con
regu laridad , las plantas progresarán
@ Con las tijeras de podar, corte el
rizoma por el borde del tiesto, dejando
la planta con seis hojas y un rizoma fino
y largo. La planta que aparece en la
fotografía es Bulbophyllum macranthum.
® Coloque la planta con suficiente
espacio para que puedan crecer nuevos
brotes, ya que se mantendrá en este
soporte durante algún tiempo. El alambre
deberá sujetar la planta pero sin apretarla
demasiado para no dañar el rizoma.
J E DE O R QU i DE AS 103
pe rfecta mente. Al seleccionar la espe-
cie de orquídea idón ea se puede co n-
segu ir que las pl a ntas fl orezcan en di -
fe re ntes momen tos a lo largo del año.
La deco raci ó n de l á rb o l mejorará aún
m ás si se añ ad en tillandsias o hele-
chos de bajo crecimiento.
Las orquídeas que crecen de este
modo neces ita n un a hum edad qu e
só lo puede n co nseguir e n un in ver-
nadero. No se dan bien en interi o r,
do nde sería enormemente difícil apor-
tarles toda la humedad que necesitan.
0 Junte el esfagno y la fibra de coco
del mismo tamaño que la pieza de
corteza de corcho o similar
@ Estas plantas florecerán
suspendiéndose de la co1-teza, tal como
hacen las epifitas de modo natural.
Necesitan un rociado diario de agua y
fertilizante una vez por semana.
104 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
PROPAGACIÓN
Las orquídeas se pueden propagar de varias formas diferentes, según sus hábitos de crecimiento.
La propagación es un medio para mantener las plantas sanas, así como para producir nuevas
reservas. Si se dejan a su aire, pueden convertirse en ejemplares bastante grandes, y tal vez parte
de la planta quede improductiva.
PROPAGACIÓN
VEGETATIVA
Las orquídeas pu eden propagarse ve-
getativa mente al igual que muchas
otras plantas, ya sea a partir de bul -
bos, esq uejes de tallo y keikis o bro-
tes adventicios. En muchos casos, el
método de propagación depende de
si la orquídea es simpódica o mono-
pódi ca. Las orquídeas monopódicas,
como las va nd as, so n aquel las que
crecen a pa11ir de un ri zo ma que se
extiend e en dirección vertical, donde
las hoj as nuevas provien en del cen-
tro. Estas orquídeas se propaga n de
un a forma diferente a las orquídeas
simpódi cas.
Las orquídeas con seudob ulbos
produ ce n un brote simpódico, lo
qu e significa que aparecen nu evos
brotes desde la base del seudob ulbo
anterior, que se va ai'\ad iendo cada
año a su dimensión. Los nuevos bro- PROPAGACIÓN
tes forman diminutos «o jos », tal DE ORQUÍDEAS
como se denominan co loquia lm en-
Orquídeas para propagación
te, que no son sin o puntas de creci- por seudobulbos antiguos
miento de la pl a nta. Si bi en se pue- Anguloas
den formar varios ojos en torno a la Brassia
base de un seudobulbo, só lo uno, o Bulbophyllum
a veces dos, estará activado y se desa- Cattleya y géneros a li ados
rroll a rá pa ra producir nuevos brotes Coelogyne
que finalmente terminarán por con- Cyrnbidiwn
ve rtirse en seudobulbos maduros. Si Dendrochi /u 111
se da1i a el prim er ojo de crecimiento En cyclia
o se impide su crecimiento por cual- Congora
quie r otra causa, le suplirá el segun- Lycaste
do, para otorgar a la planta una nue- Maxi/laria
va oportunidad. Stanhopea
Los ojos sobrantes que no crecen
en este momento permanecen en es- Orquídeas para propagación
tado latente durante toda la vida del por división
seudobulbo, y es posible estimul ar su Las mismas qu e en el apartado
crecimi ento por propagación. Todos anterior
los seudobulbos perman ecen en la
Orquídeas para propagación
planta durante varios años hasta qu e 1 por keikis o brotes adventicios
pierde su follaje y su vigor. Cuando
Dendrobium
la planta tiene muchos seudobulbos
Epidendru m radica ns
antiguos sin hojas, convie ne seccio-
Phalaenopsis
narl os al camb iar de maceta. Tras se-
Thunias
pararlos uno por uno, pueden colo-
Vanda y géneros aliados
carse en tiestos individuales o en un
propagador o un punto de luz y calor, Orquídeas para propagación
donde el ojo latente tendrá la oportu- por esquejes de tallo
nidad de crecer en unas semanas. Dendrobium
Thunia
1ZQU1 EROA Si bien los nuevos brotes
suelen partir de la base del seudobulbo, a Orquídeas para propagación
veces crecen desde la parte superior de un por semillas
seudobulbo sin hojas, co mo en esta Todas las orquídeas
Brassia. - - _,

La mayoría de las orquídeas sim-
pódicas con seudobulbos pueden pro-
pagarse de esta forma, pero existen ex-
cepciones, como las orquídeas de la
alianza Ondonwglossum. Siempre me-
rece la pena plantar los seudobulbos
antiguos sobrantes y cul ti va rios hasta
que florezca n, aunque la labor pueda
durar varios a!los. Cuando uno de es-
tos seudob ulbos antiguos no crece, tal
vez sea demasiado viejo y los ojos pre-
sentes no progresarán. A veces los seu-
do bulbos viejos que empiezan a cre-
cer se marchitan y mueren antes de
que el nuevo brote haya tenido tiem-
po de adquirir suficiente masa, y salvo
que cuente con raíces propias es muy
difícil que sobreviva. Algunos géneros
crecerán a partir de estos seudobulbos
con mucha mayor facilidad que otros,
ye! secreto reside en ir probando para
encontra r cuál tiene más probabilida-
des de sali r adelante.
Si se tienen varios seudobulbos
antiguos sobrantes después del tras-
plante de sus ejemplares, intente co-
locarlos en un semillero, espere y
obsérvelos para ver cuál comienza a
desarrollarse. Cuando apa rezcan los
nuevos brotes, tome los seudobulbos
correspondientes y llévelos a un a m a-
ceta. Los que no produzcan brotes en
unos tres meses se pueden desech ar,
ya que tienen escasas probabilidades
de progresar.
Odontoglosos
Las plantas de la alianza Odontoglos-
sum son enormemente reacias a cre-
cer a partir de seudobulbos viejos. Al
parecer, los «ojos» sobrantes que no
se activan mi entras la planta es jo-
ven se deterioran rápidamente y pier-
den la capacidad de crecer en un año
o dos. Por esta razó n, los odontoglo-
sos se propagan de manera diferente
a las orquídeas simpódicas, si bien el
método conlleva un mayo r ri esgo
para la planta y no ha de abordarse a
la ligera.
I' ROPA G A C 1 Ó N 105
ARR IB A La mayoría de las orquídeas
simpódicas pueden propagarse, y
elimina rse los bulbos antiguos sin hojas
de la planta, para cambiarlas de maceta.
Normalmen te se em pezarán a ver nuevos
brotes en unas semanas. Los bulbos que
aparecen en la fotografía son de
Cymbidium .
Ell o implica que hay que cortar
los últimos seudobulbos en cuanto
m aduran, y dejar sólo uno para que
vuelva a crecer y se co nvierta en el
principal. Si no hay un nuevo brote
esperando es que la planta se h a
echado a perder. Entre tanto, el seu-
dobulbo mutilado ha de sobrevivir
solo, sin el apoyo de los seudobul-
bos viejos. Esta parte frontal debili -
tada producirá un nuevo brote más
peque!lo que ti ene pocas probabili-
dades de florecer; tal vez transcurran
varios a!los hasta que una parte de la
planta dividida exhiba una nueva
floración.
106 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o
Paphiopedilum y
Phragrnipedium
Las o rqu íd eas simp ó di cas q ue no
producen seu d o bulbo s, so bre tod o
las especies de Paphiopedilum y Phrag-
mipedium , pueden p ropagarse a partir
de una parte de un b ro te, q ue se se-
para en el mo mento del trasp lan te d e
la misma forma q ue se ret ira n los
seudobul bos viejos. Esta operació n
se realizará só lo cua ndo la pla n ta sea
suficientemen te gra nd e y te nga al
menos cuatro brotes fu ertes, pues en
caso contrari o se reduciría la fu erza
de la planta pri ncipa l. La m ayo ría de
las Phragmipedium son plantas ro bus-
tas q ue se propaga n con mayor fac i1i-
d ad que cas i tod as las Paphiopedilum
híbridas, de lento crecimie nto, d o n-
de los b ro tes más a nti gu os perecen
antes d e haber tenido la o po rtuni dad
de crea r una planta muy grand e.
Cattleya
So n o rqu ídeas sim pódicas que ta m-
bién reciben un tratami ento diferen-
te. El ri zo ma ras trero, much o m ás
gru eso q ue el de otras o rquídeas, es
visibl e en la superfic ie d el co m post
co n los seudo bul bos es paciados. La
m ayo ría d e las cat leyas tien en dos
tem porad as d e crecimiento al año, y
p rod uce n nuevos b rotes y ra íces e n
oto11 o y ta mbi én en primavera. Esto
hace pos ibl e co me nza r su propaga-
ció n en o to 11o seccio nando la pl anta,
qu e perm a nece en su recipi ente. Es
pos ible cortar el ri zo ma con un cuchi -
!lo d e pod ar afil ad o pa ra separar un o
o dos de los seudo bul bos más anti-
gu os y d eja rl os d espu és en reposo
hasta la prim avera sigui ente. Llegado
este mo men to, los seudob ulbos de-
berán tener nuevos brotes, y cuando
la pl anta se cambie d e ti esto, podrán
crecer in dependientemente según el
modo hab itua l. Al tern ati va mente, es
también una buen a fo rm a de co nse-
guir q ue la Cattleya p rod uzca brotes
nuevos, si lo q ue se desea es crear una
planta d e tamaño natu ra l.
Dendrobium
Son o rq uíd eas simpód icas, muchas
d e las cuales llegan a ser ca11as muy
altas y fin as que produce n en segui da
keiki s o nu evos brotes adve nti cios.
Así suced e, en parti cul a r, en la espe-
cie Dendrobium nobile y sus híbridos.
Es tos b rotes se dan so bre todo como
consecu encia de un culti vo escaso.
Si se ri ega n las pl a ntas de mas iado
pronto en la tempo rad a, des pués del
d esca nso d e l inv iern o, en un mo-
m en to e n el qu e d ebe ría n desarro-
llarse los aso mos flo ra les, estas fl ores
en fo rm ació n se convierten en brotes.
Cuando lo que se espera son flores,
este res ultado es m o lesto y desalen-
tad o r. No o bstante, si lo q ue se desea
es p ro du cir nuevas pl a ntas a partir de
un eje m p la r seleccio nado favo ri to,
puede intentarse seccio nar un seudo-
bulbo sin ho jas y volumin oso que no
haya crecido y dividirl o en segmen-
tos, co rta ndo entre los nudos y los
puntos d e crecimi ento pa ra producir
va ri as p iezas, cad a un a co n una
uni ó n ce ntra l. Co n vie ne cub rir los
extremos co n azufre o carbó n en pol-
vo para evitar que se p ud ra n y colo-
1zQU 1E R DA Las viejas caiias sin liojas de
las thunias producirán brotes adventicios
que pueden dejarse /iasta que liayan
crecido nuevas raíces y se pueden cambiar
después a su propia maceta. La operación
debe realiz.arse en primavera.
 r Ro p A G A e 1 ó N 107

carios en una maceta común con uno
de los ex tre mos introducido e n e l
co mpost. En su mayo ría producirán
bro tes nu evos q u e podrán desarro -
llarse para obte ner una planta con
fl or en unos a11os.
Alternativamente, es posible to-
ma r esquej es de tallos de orquídeas
co mo los dendrobios y las thunias,
para si tu ar los pedazos d e tallo en
los latera les d e un semillero. La nue-
va planta eme rgerá desde el nudo en
unos meses. Tam bién en este caso,
se trata d e un procedimie nto a largo
plazo y só lo merece la pena abor-
darlo s i lo que se d esea es obtener
va rias plantas jóvenes id énticas a la
principal.
Epidendrum
Existen diversos epidendros de tipo
ca ñ a que producen tambi é n fác il -

Propagación a partir de keikis

Orquídeas como los dendrobios y las thunias producen keikis o nuevos brotes adven-
ticios en toda su longitud que se pueden cambiar a macetas independientes.

AR R 1BA Los dendrobios se encue111ran

entre las pocas orquídeas que producen
keikis o brotes adventicios en seguida a
partir de los nudos a lo largo de las cañas
viejas. Se pueden separar y replantar en
tiestos en cuanto tengan sus propias
raíces.

}:: Este dendrob10 ha producido va1-ios Q) Cort e cada ke iki de la planta

ke1kis o brotes adventicios. o riginaria con tij eras de podar o un
cuc hillo asegurándose de q ue t ie ne
un buen sistema de raíces.

AR RIB A Mie ntras se colocan en macetas

0 Coloque el keik1en macetas
individuales utilizando co rteza o
esfagno.
@ Afirme bien e l ke1ki y riégu e lo.
Colóquelo e n un propagado r co n calo r
hasta que aparezcan signos de un
crecimiento fuerte desde la base.
las preparaciones con raíz de dendrobios,
conviene asegurarse de que no quedan
demasiado en terradas en el compost o la
base pues, en caso contrario, no
producirán más brotes.
108 e u 1o A o o s y e u L T 1V o
ARR I BA Las Phalaenopsis, como es la
P. Silky Moon, a veces pueden producir
keihis o brotes adventicios válidos para
propagar la planta.
mente brotes adventicios desde los
tallos más viejos y a lo largo de las
es pigas florales extendidas. Hay que
dejarlos crecer hasta que hayan desa-
rrollado un buen sistema de raíces, lo
que h ace n rápidamente, y después
separarlos con cuidado del tallo prin-
ci pal seccio nándolos con un cuchillo
de podar. A continuación, se coloca-
rán en una m ace ta y se dejarán crecer
de la forma habitual.
Phalaenopsis
Producen ocasionalmente keikis o
brotes adventicios a partir de los ta-
llos antiguos en flor. Frecuentemente
se observan en variedades como Pha-
laenopsis lueddemanniana y otras espe-
cies o híbridos emparentados. Si lo
que se desea es estimular nuevos bro-
tes por este procedimiento, conviene
tratar lo s tallos floridos co n pasta
para keikis, un agente que potencia
la hormona de crecimiento y que se
puede adquirir en viveros y compa-
üías especializados en orquídeas. En
primer lu gar, se separa la p equefía
envoltura verde que protege cada
nudo del tallo y después se ap lica la
pasta. Si el trata miento tiene éxito,
crecerá una nueva plántula que pro-
ducirá sus propi as hoj as y raíces y es-
tará li sta para trasp la ntarla a otro
tiesto cuando sea su fi cientemente
grande.
Vanda y orquídeas
relacionadas
Son orquídeas monopódicas, pero
no tienen tanta facilidad para propa-
garse. En general, una planta que
progresa bien no tiene necesidad de
crear nuevos brotes. So lamente cuan-
do se da fía el tallo principal y ello

im pide qu e la pl a nta crezca normal-
me nte d esd e su ce ntro , es posibl e
que, po r pud rició n o por un d a ño
mecá ni co, se acti ve un nu evo brote
cerca de la base.
Es ta ca pac id ad pa ra la propaga-
ción pued e es timul a rse en las plan -
tas grand es cu a nd o es necesario ,
pero no es tá exe nta d e ri esgos y d e-
berá rea li za rse úni ca m ente cuando
es co nveni e nte p a ra e l e je mplar. Tal
vez sea aco nseja bl e co rta r una plan -
ta qu e haya a lca nzad o d e masiada al-
tura, prese nte un a pa rte de tallo des-
nud o e n la b ase y fu e rtes raíc es
aéreas, pa ra lo cu a l se pod a rá el ri -
Obtención de esquejes
Algunas orquídeas se pueden preparar
a partir de secciones del tallo, en par-
ticular las que producen largas «cañas»,
como dendrobios, thunias y epidendros.
Se cortan los tallos sin hojas de la planta
originaria cuando comienza la tempora-
da de crecimiento y se dividen en tra-
mos más cortos, cada uno con al menos
dos nudos de crecimiento. En el trans-
cu rso de tres o cuatro meses deberán
aparecer los nuevos brotes, momento
en el que se podrán colocar las plántu-
las en macetas individuales en el com-
post apropiado que se elija según el tipo
de orquídea. En este punto hay que
mencionar también que el esfagno de
las bandejas crecerá al mismo ritmo.
~ Coloque los recortes en bandejas
de esfagno húmedo.
zom a e n un punto por d eb a jo d e las
h o jas y las ra íces aéreas. El tra m o s in
h o jas qu e se d eja e n la m ace ta p ro -
du c irá e n su momento un nu evo
brote qu e mantendrá su crecimi e n-
to . C uando falt e n las raíces aé reas
e n la p a rt e s up e rior d e la pl a nt a,
d e b e favo rece rse su crecimie nto e n-
vo lvie nd o e l ta llo con esfa gn o o un
m a te ri a l s i mil ar qu e rete nga la hu-
m e d ad , cubri é ndolo con p o li es ti -
re no (pl ás ti co ) y atándolo p a ra qu e
no se mu eva de su posición. Al m a n-
te ne r e l esfa gno mojado se favo rece-
rá e l crecimi e nto de las raíces. Ant es
es preciso co rta r la parte superi o r d e
CD Corte trozos de tallo de la planta
de al menos 25 cm de longitud (en este
caso, Dendrobium nobife), justo por
encima del nudo (punto de
crecimiento) .
0 Disponga cada una de las bandejas
en una bolsa de plástico transparente
o en un propagador con calor
p Ro r A G A e 1 ó N 109
la planta, pu es e n caso co ntra ri o no
se lo grará e l propós ito.
Tal vez se neces iten hasta 12 meses
a ntes de que aparezcan las nu evas raí-
ces y, además, el éxito del proceso no
está garanti zado . Será necesa ri o exa-
minar co n regul a rid ad la zo na po r
deb a jo d el esfa gno para co m probar
s i qu edan raíces e n crecimi ento. En
cuanto aparezcan las ra íces, debe reti-
ra rse la capa de esfagn o y rociar las ra í-
ces regularmente hasta que haya n cre-
cido unos centím etros. Des pu és se
puede seccionar la pl anta y coloca r en
una maceta la parte superi o r para qu e
se desa rroll e en un a nu eva pl anta.
@ Corte cada uno de los tallos en
secciones, cada una de ellas con al
menos dos nu dos.
® Los nuevos brotes aparecerán en el
t1·anscurso de t res a cuatro meses.
El musgo también crece.
110 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
CULTIVO DE
ORQYIDEAS
DES DE SEMILLA
Todos los seres vivos, tanto an im ales
como vegetales, están hechos d e cé-
lulas que se d ividen a m ed ida que
crece el organismo. La vida co mi enza
con una so la cé lul a, en cuyo centro
se encuentra un núcl eo q ue cont iene
los cro mosomas. Cada cro mosoma
lleva los gen es de la vid a. Al igual que
las célul as constituye n los ladrill os
de l edificio biológico, los genes so n
la h uell a de la vida. Desde el mo-
mento de la concepción, cuand o el
polen fecund a una semil la, las carac-
terísticas de la planta potencia l y el
color de sus fl ores están d etermina-
dos por los genes.
Existe documentación escrita so-
bre las o rquídeas en cultivo d e hace
más de 150 años. Estas pla ntas so n
exactamente igua les que las q ue flo -
rec iero n por primera vez. Su co lo r,
for ma y tama1io no se han alterado
co n la edad, y todas sus propagacio-
nes vegetativas siguen siendo las mis-
mas. Es posibl e d ividirlas ta ntas veces
como se desee, co n el resultad o de
que la planta es idén tica a la de la re-
se1va origin al.
No obstante, las orquídeas que se
propaga n po r simiente permi ten al
cul tivad o r producir nuevas p la ntas
inéditas anteriormente. En la natura-
Polen de Stanhopea.
leza, la po li n izació n de las orquídeas
es rea lizada sobre to do por insectos y,
a veces, por co libríes. Las orquídeas
producen co n frecuencia grandes ca n-
tidades de flores, que se abren al m is-
mo ti empo para asegura r una po lini -
zació n cruzada con éxito d ent ro de la
espec ie. Ca da cáps ula d e simiente
co ntiene cientos de mil es de diminu-
tas sem ill as. Basta con que germinen
algu nas para que la especie se perpe-
túe y co ntinúe el ciclo de la vida .
Aun así, los m ejo res resultados de
un crecimiento v igoroso desde semill a
son los q ue se consigu en con la po li -
nización cruzada de d os clones distin-
tos, aunque muchas o rquídeas se pue-
d en autofecundar, según lo cua l se
usará el polen en la misma fl or. Los
vive ros comercial es se ded ican a estu-
diar la configuració n ge nética y co m-
prueba el número de cro mosomas d e
dos progenitores po tenciales para ase-
gu rar que son compatibles. Tambi én
pueden intervenir genes recesivos, de
modo que la progeni e resultante pre-
sente ca racterísticas que han permane-
cido latentes durante generaciones. El
o bjetivo de qui enes preparan híbridos
es producir pl antas nuevas y especta-
cu lares que tenga n buena acogida en
el mercado.
Polinización cruzada
Cua ndo tiene luga r la polinización
cruzada de dos o rquídeas y se mez-
clan los genes d e la planta polini za-
Polen de Miltoni o psis.
dora con los de la receptora, se crea
un nuevo co njun to de ge nes. Como
resu ltado surgen indi vidu os únicos
q ue no se ha n dado ja más anterior-
m ente y que m uy probab lemente no
se vuelvan a produ cir. Cada vez que
tien e luga r la fecu nd ació n cruzada se
produ ce n ca mbios ínfim os, lo que
convierte a cada simi ente o don de
una cápsul a e n una «e ntidad única»
con su propio con junto de ge nes.
La m ayo ría de los clo nes de las
especies so n diploides, lo que se in-
di ca co n e l s ímbol o cie ntífi co 2N.
Los dip lo ides ti enen un núm ero uni-
form e de cromoso mas y aseguran la
ferti li dad en la es pecie. Muy ocasio-
nalm ente, se dará d e forma natural
un a planta co n el dobl e d el número
d e cromosomas. Se trata de un tetra-
ploid e o 4 Los tetrap lo id es son
más propensos a producirse en caso
de hibrid ació n, y cu a nd o se cruzan
con un d iploide el resultado es un tri-
ploide o 3 . Asimismo, es posible
crear h íbridos 5 y 6N, etc. Para el
culti vad or, los dipl o id es so n plantas
de fl oració n libre y crecimi ento uni-
form e. Los tetrapl o id es producen
ejempl a res más rob ustos y gra ndes
con un a ca li dad superio r y flores me-
jor configuradas, pero d e menos es-
pigas. Sin los tetrap lo ides no se ha-
brían logra do los gra nd es ava nces
realizados en hibridació n.
Cua lquier aficionado q ue quiera
ensayar co n la hibridació n tendrá un
éxito cas i seguro si cruza dos pl antas
emparentadas; en cambio, el cultiva-
dor profesio na l tard a rá un ti empo y
su frirá co mpli caciones para estud iar
el recuento de cromoso mas. Normal-
mente, el núm ero d e cro mosomas se
pued e determinar mediante un exa·
men visua l de la planta, el progenitor
y el tamaño y la forma de las flores.
No obs ta nte, el único método ciemí-
fico co nsiste en tom ar muestras des-
de la punta has ta la raíz. Las muestras
se co rta n en ca pas d e groso r micro-

métri co y se co loca n en el portaobj e-
tos de un mi croscopi o, d o nde se pue-
de o bserva r un a célul a e n un esta-
do de divisió n ad ecuado y efectuar el
recuento de los crom o so mas.
Las o rquídeas co n núm eros d esi -
guales de crom oso mas no se desarro-
lla n. A menud o se pued en convertir
medi ante trata mi ento muy d esd e el
pri ncipi o co n co lchi cina, un extracto
de cólq ui co, que reaccio nará modifi-
cando el recuento d e crom osom as en
las pl antas culti vad as po r tejido y por
semill a. Es ta técni ca requiere cierta
ex peri encia d e lab o ratorio para el
ma nejo d e ca ntid ad es tan pequdi.as
de materi a l vegeta l.
Fertilización
En la mayo ría de las fl o res, las partes
reproducto ras son el esti gm a y los es-
tambres. Los esta mbres contienen el
polen, que es tra nsferido por los in-
seCTos o po r el viento al estigma, don-
de el po len fecund a los embriones de
la semill a situad os detrás de la flor.
En las o rqu ídeas, en las que el polen
es una masa só lida, las partes repro-
ductoras son los po lini os y el estigma.
Algu nas o rqu ídeas, como las especies
de Catasetum, produ cen flores separa-
das que contienen solamente órganos
masculin os o femeninos. Cuando se
introd uj ero n po r prim era vez los cata-
setos, se pensaba que las plantas con
diferentes fl o res eran especies diferen-
tes. Más adelante se puso de manifies-
to que, dentro del gé nero, una planta
podía produ cir fl o res to talmente fe-
meni nas un aiio y to talmente m ascu-
linas al sigu iente, o d e manera muy
ocasio nal, producir espigas separadas
de distinto gé nero en la mism a planta
el mismo aiio.
Así sucede tambi én con las es pe-
cies de Cycnoches, un gé nero íntima-
mente relacio nado co n lo s catasetos.
Ouo rasgo de este grupo es que cua n-
do el polinizado r visita la flor, d esen-
cadena un meca ni smo que libera el
po len y lo expul sa a gran velocidad
hacia la cabeza del insecto . Se adhi e-
re firm emente po r m edio de un par-
che viscoso, pero el meno r impacto
catapulta el po len d esde la fl o r.
Según el gé nero, el n ú m ero d e
ma sas d e po len puede se r d e d os,
cua t ro o se is. Cada masa conti e ne
mill o nes de granos de pol en mi cros-
có pi cos, un a ca racterísti ca úni ca de
las o rquídeas. Los polinios se ocultan
d etrás d el ca puch ó n p rotecto r, la an-
tera, que asegura que permanezca n
frescos. Se fij an con un corto hil o y
un pa rche pegajoso que se adhiere a l
tó rax o la cabeza del insecto .
Alternativas al cultivo
desde semilla
En el mundo comercial, la cl o nació n
meristemáti ca, un m étod o científi co
d e pro du cció n en masa d e un clo n
para pro du cir plantas idénti cas, es el
métod o utilizado actualmen te en de-
trim e nto d el cultivo d esd e se mill a.
Este ava nce fu e desarroll ad o po r el
profesor Ceorges More!, en la Uni ve r-
sidad d e París, convirtiéndose en la
prim era persona en p ro du cir o rquí-
d eas po r m eristema, o cl o nac ió n a
prin cipi os d e la d écad a d e 1960.
Ad aptó un métod o diseüado 15 años
a ntes e n Californi a para cura r las
PR.OP AGAC I ÓN 111
AR R 1BAEl híbrido Cymbid ium Mine Ice
«Antarctica», como todas las orquídeas,
puede propagarse desde se111il/a.
plantas d e una enfe rm edad víri ca y
descubrió un nuevo mercado en las
o rquíd eas. En el pasado sólo podían
adquirirse las di visio nes de las mejo-
res pl antas a precios d eso rbit ad os,
mientras que en la actualidad las me-
jo res o rq uídeas está n al alcance de
cualquiera a precios muy mód icos.
Las pl antas obtenidas por clona-
ció n meristemáti ca se p roducen sepa-
ra ndo un pequeño ag lomerad o de
célul as que se encuentra en el centro,
o punta m eristem áti ca, de un nuevo
brote. Ello se consigue co n la ayuda
de un microscopi o . Se co loca el teji-
do separado en una so lució n líquida
nutritiva y se agita pa ra fo rm ar una
suspensió n que favo rezca la prolife-
ració n. El resultado es un ag lomera-
d o en aum ento de tejido ve rde que
se co rta después en piezas peque1ias
hasta conseguir un núm ero sufi cien-
te. En esta fas e, los aglo merados de
tejido verd e se asemejan a los proto-
co rm os qu e se form an d esde la semi -
ll a y cuando se co loca n en una base
d e aga r en recipie ntes es terili zados,
los meristemas crecen de igua l modo
que las plantas de semill a.
112 e u 1 o A o o s y e u LT 1V o

Polinización
Cuando se va a polinizar la flor de
una orquídea manualmente, se usará
un palo co n punta, como e l qu e se
emplea en los cócteles, para leva ntar
el polen d e un a flor y coloca rlo en la
superficie estigmá ti ca de la planta re-
ce ptora. La superficie estigm á ti ca se
encuentra d eb a jo y por d etrás d e la
pos ición d el pol en. En unos días, la
flor fec undad a se tornará roja y e m -
p eza rá a marchita rse. Finalm e nte, los
res tos secos de la fl or pueden reco r-
ta rse para ev ita r la infecc ión . Entre
ta nto , e l tallo s itu ado inm ed iata-
m e nte detrás de la fl or, que conti e n e
los ovarios, com ie n za a hi nchar-
se p a ra formar la cá psula seminal.
Debe ll eva rse un regi stro d e las plan-
tas d e origen utili zadas y d e la fech a
de polini zac ión co m o refe rencia
para e l futuro. De nu eve a do ce me-
ses más ta rd e, la semi ll a m adurará.
Los prim eros s ignos d e m aduración
son un a marilleami e nto de las cáp-
su las y la di v is ión de los bordes lon-
gitudinal es.

Polinización de orquídeas
La polinización de orquídeas es un pro-
ceso delicado, que obliga a una transfe-
rencia de polen desde la planta engen-
dradora a la receptora.

CD Flor de Miltoniopsis que muestra la Q) Util izando la pu nta de un palillo alargado se levanta la cu bierta del polen para
columna en cuya parte superior está dejar· al desc ubierto los pol 1ni o s unidos al extre mo de la columna. Se desecha dicha
la antera o cápsula de polen. y justo cubierta.
debajo la superfcie estigmática.

~ Las dos masas poliníferas están
unidas por un hilo de tejido adherente.
Se retirará el tejido fácil mente con el
palillo. Se dewán el palillo y el polen
a un lado.
0 Se introducir-á el polen de la planta pol inizadora en los estigmas de la receptora.
Una vez colocado el polen en su posición, la fl or se contraerá rápidamente. tras haber
consegu ido su objetivo. De ntro de las dos masas de polen hay mil es de granos de
polen que eyectarán raíces a través de la columna hasta los ovarios. Cada raíz
debe encontrar su propia semilla para completar la fecundación .
 PROP AGAC I ÓN 113

MASAS
DE POLEN

Las orquídeas se
c/11sifrrnn por la forma
de sus flores. Cu11 11do
111s flores se parecen, se Plialaenopsis (dos)
c/11sifican por el M iltoniopsis (dos)
número de pólenes.
1 L11s orquíde11s tienen al
T/111ni11 (cuatro)
menos dos mas11s Odontoglossum (dos)
polinífems y a menudo
111ñs, en múltiplos de
1 dos. En esw ilustración
se muestra una
selección rle pólenes
de orquídeas. En los
ci111bidios, los pólenes
de color miÍs claro y
bril/11nte son más Coelogyne (dos)
fértiles que los Dendrobiu111 (d os) Cy111bidiu111 (dos)
Congom (dos)
11n11mnj11dos.

I ZQU I ER D A \lista en

primer plano de la
colt1111na de una flor
de Phal ae nops is.
Pt1 ede observarse el
pequeiio gancho
de la base de la
cubierta de polen.
Cua lquier insecto
que visit.e la flo r la
retirará antes de que
los polinios se le
adhiemn.
114 e u 1 D AD o s y e u L T 1V o
Recogida
Las se mill as d e orquíd eas se recoge-
rá n a ntes d e que se abran y se conta-
min e n. Se co locará la cá psula d e se-
mill as e n un sobre y se cortará d e la
planta. De es ta forma no se pe rd e rá
ninguna se mill a . En esta fase, h ay
dos opcio nes disponibles: ll eva r las
sem ill as a un vivero o labora tori o
que ofrezca un servicio especia li za -
do o culti va rl as uno mismo. Si se
eli ge la segunda opción, h a brá dos
posibi lid a d es . La primera co n s iste
en u sa r e l m étodo simbióti co natu -
ral, co nsiste nte en esparcir las se mi -
llas sob re la sup erfi cie prepa rad a d e
una «planta m adre», donde una pe-
La cápsula de semillas en desarrollo
Una vez polinizada la flor, la planta se etiquetará co n todo cuidado y se dejará que el
tallo estriado detrás de la flor se desarrolle hasta formar la cápsula de semi llas.
CD Detrás de la fl o r de la orquídea hay
un tallo estriado que se hincha para
convertirse en la cápsula de semillas.
Su desarrollo se iniciará unos días
después de la polinización de la flor.
qu e ña ca ntid a d d e sem ill as germi-
nará y crei::erá.
Si se busca un futuro m e nos in-
cie rto para las plántulas, e l m étodo
art ificial, o asimbi ó tico, es vá lido
para semb rar en frascos estéri les. Es-
tos frascos pueden obtenerse en e m-
presas especia li zadas e n orquídeas,
que suministrarán un kit d e sie mbra
co n el medio a base d e aga r ya pre pa-
rado para los recipientes. Lo único
que habrá que h acer es semb rar la se-
mi lla en la superficie d e aga r y co lo -
ca rla e n los frascos en un sem ill ero
pa ra esperar los resultados. En té rmi -
nos ideales, esta acción se ll evará a
ca bo en un espacio con fluj o d e aire
@ Este Cymbidium muestra los surcos
lo ngitudinales de la cápsula de se mil las.
La cáps ula se desarrollará durante vari os
meses para producir e l cuerpo
infrutescente.
8) Algunas
cápsulas de
semillas, en la
imagen e n Brassia
Rex, forman
ángulos rectos o
se alzan e n ve rtical
sobre los tallos.
Cada orquídea
tiene formas
dife1·enciadas de
estas cápsulas.
para evitar la con tamina ción de los
frascos, o sobre un cuenco de agua en
estado d e vapor. Se pueden usar bote-
ll as de leche o tarros d e mermelada
en lugar d e e nvas es d e laboratorio,
siempre y cuand o es tén esterilizados.
Se disolverá e l agar que co nti ene los
nutri entes en agua d es tilada para ga-
rantizar su purez a. Tras disolver con
minuciosidad, se vierte aproximada-
mente 1 cm d e la m ezcla en cada fras-
co y se pone la ta pa. Será preciso este-
rilizar los fras cos e n un microondas o
una olla a presión . Los grandes esta-
blecimi e ntos e mpl ea n un esteriliza-
dor. Se d e jará e nfriar y asentarse el
contenido antes d e la sie mbra.
0 Después de la polinización , la flor se
etiquetará con la siguiente información:
fec ha, número de flores polinizadas y
no mbres de las plantas progenitoras.
En este caso, la orquídea es Lipans
unata, de autopolinización.
® Es aconsejable
polinizar varias flores
en un tallo. Así se
incrementa el flujo de
savia lo que, a su vez,
garantiza que las cápsulas
estén repletas de semillas
fértiles, aunque sólo es
posible usar una
pequeña cantidad de las
mismas. En la imagen,
Cymbidium devonionum.

Recogida de semillas de orquídeas
Cuando se recogen las semillas, se retira la cápsula de la planta colocándola en un
so bre y después seccionándola de la planta. Así se asegurará que no se pierde nin-
guna semilla.
1 formada por una red de fibras, de
r.
'.D Para recoger las semillas, se agitan
en la cápsula sobre una hoja de papel
limpio.
1) Se esffibe toda la información en e l
paquete sobre la planta progenitora o
portadora de las sem ill as a modo
de referencia y se añade la fecha de
recogida.
ARRIBA Las cápsulas de semillas pueden
tardar en madurar entre unas semanas,
en el caso de las especies europeas nativas,
)' hasta cuatro a 12 meses para las
orquídeas tropicales, antes de que
maduren. Esta cápsula de Stanh opea
ha necesitado nueve meses para madurar.
PROPAG AC IÓ N 115
~
•
-- --- -- --
~ ~ ~· ~
DI FE RENT ES SE M ILL AS
DE ORQUÍDE AS
Todas las semillas de orquídeas
consisten en una sola célula que
puede verse únicamente al
microscopio. La célula está
contenida en una envoltura
diversa densidad según la especie.
Como las semillas de las orquídeas 1
son transportadas por el viento,
esta envoltura aligera la carga e
0 Se dobla e l papel para formar un
incrementa la posibilidad de
paquete qu e pued a abrirse fácilmente
recorrer grandes distancias.
cuando se necesit e una pequeña
cantidad de semillas.
Única semilla de Stanh o pea
vista al microscopio
0 Los expert os e n hib ri dación ll evan /
~'
un registro detallado. Es necesario para
referencias futuras y para evita r crn ces
q ue se hayan demostrado
im productivos. Con la info rmació n
registrada, se pu e den cu ltivar hasta la
madurez las plantas corre ctas y obtener Semilla de Epidendru m
así la sigu iente generac ión.
Semilla de Anguloa
Una cápsula madura de
AR R 1B A
Stanhopea que empieza a abrirse,
expulsando miles de sem illas tan }!nas
que se necesita una lupa para
exa minarlas. Se dispersan desde la
cápsula )'flotan por el viento. Se milla de Cymbi di um
116 e u 1 D A Do s y e u LT 1V o

Siembra de las semillas

El cultivo de las orquídeas desde la semilla es enormemente gratificante , pe ro trans-
currirán unos cinco años antes de que puedan verse los resultados de la orquídea en
flor, por lo que se necesita paciencia.

(i) Se coloca una pequeña canti dad 0 Debe tenerse listo un frasco de
AR R 1B A Para obt.ener los mejores resultados de las semillas en la sol ución de cie n-e por rosca con una gelatina
al sembrar semillas de orquídeas conviene est erilización. esterilizada en su interior para recibir las
ulilizar un espacio de flujo de aire, para semillas esteri li zadas del tubo de ensayo.
trabajar en una zona estéril de aire
fil trado. Se aplicarán todas las
precauciones para evitar r¡ue se produzcan
contaminaciones, como el uso de guantes,
mascarilla y un entorno limpio.

Siembra
No es fácil sembrar las semillas de or-
quídeas sin co n tam in ació n, ya que
las esporas m icroscóp icas de los ho n -
gos son muy abundantes. Un a espora
que entra en el frasco crecerá ráp ida-
mente en la superficie de l agar. En
esta fase, las propias semillas conten-
drán microscópicas esporas de hon-
gos y deberán esterilizarse. Un exceso ® En unos días aparecerán en las @ Al cabo de unas semanas, las masas
de esterilización destruiría la semilla, semillas los primeros signos de vida, de semillas se hincharán en montículos de
así que debe procederse con precau- en la su perficie de aga r se verán protocormos verdes brillantes. Cada uno
ción. Se sumergirán las semillas en manchas verdes. es una planta individual.
una so lució n de líquido esterilizador
o en una forma muy diluida de ácido tipo de contaminación en esta fas e. más ti em po se guarden m enor será
clorhídrico; así se esteriliza rá la semi- Por suerte, la orquídea es generosa en su fertilidad. Sin embargo, existe un
lla sin dañar al embri ón que contie- la cantidad de semillas que produce, movimiento tendente a la conserva-
ne. Se destapará cada frasco y se ex- con lo que puede uno permitirse una ción , con experimen tos de muestras
tenderán las sem ill as con cuidado pérdida del 10% . congeladas d e larga durac ión, de las
sobre la superficie de la gelatina con Si no se está lis to para realizar la semillas secas y mantenidas a tempe-
una pipeta o un hil o de platin o , y siembra d e inm edi ato, pueden guar- raturas extremadam e nte bajas. Su
después se cerrará el frasco inmed ia- darse las semillas en e l frigorífico ; viabilidad se verifica sembrando una
tamen te. Incluso en las condiciones pero las semill as son tan finas que no pequeñ a cantidad d e semil las cada
más higiénicas se producirá algún se a lm acenan fá cilm ente, y cuanto pocos años. Es difícil p redecir el re-

¿) Con un alamb1-e de platino, se
extienden las semillas en la superficie de
la gelatina. Se vuelve a cerrar el frasco.
J) En unos meses, cada protocormo
habrá producido una diminuta hoja en
la parte superior y una raíz en la base.
sultado final , pero resulta interesante
co mprobar si las semi ll as siguen
siendo férti les d espués de un alm ace-
na miento pro longado .
Siempre que las semillas utili za-
das sean fértil es, en un tiempo de tres
semanas so bre la superficie de agar se
volverán ve rd es co nforme las dimi-
nutas sem ill as se transformen en pro-
toco rmos. Desd e los vasos llenos de
PROPAG ACIÓN 117
AR R IB AEstas grandes Zygo peta lum, de
wws 25 a 30 cm en un f rasco, es1án listas
para ser retiradas y plantadas en maceta.
@) Los frascos con las semillas se
colocan en estanterías en una sala
especial donde pueda controlarse J
minuciosamente la t emperatura, bajo
tubos fluorescentes especiales.
ARR IB A La contaminación puede aparecer
en cualquier momento en for ma de mohos
11 hongos que crecerán más deprisa que la
orquídea)' la destruirán.
® Las plantas jóvenes, ahora con hojas
reconocibles, se cultivan de forma
vigorosa sobre un med io diferente.
clorofi la se producen ho jas y raíces
en un as semanas. Habrá qu e d ese-
ch ar los frascos que haya n quedado
contaminados con infecció n fúngic a.
Los frascos deben h ervirse para des-
truir la in fecc ión antes d e a brirlos.
Estas esporas rodearán la superfi cie
d e l frasco en un os días, y pu ed e n AR R 1 BA Estas plántulas de La elia,
tra nsmitirse al frasco siguiente si no aparecen bien asentadas con sus raíces,
está suficientemente bien cerrado. hojas y algunos pequeiios seudobulbos.
118 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
Puesta en maceta
Las plántulas estarán listas para sali r
de los frascos cuando tenga n unos
5 cm de altura y raíces propias. La ope-
ración podría rea lizarse en pri mavera,
cuando las jóvenes plantas tengan por
delante todo el verano y exista menos
peligro de que se marchiten. Se tendrá
a mano un cuenco no muy ho ndo de
agua ligera mente tibia a la q ue se ha-
brá añad ido algo de fu ngicida. Se abri-
rá el frasco y se ve rterá dentro algo de
agua y se agitará. Esta acció n bastará
para soltar las pl ántulas para poder sa-
carlas. Si el agar está demasiado firm e,
tal vez sea necesari o partirl o y retirar
cuidadosamente las plantitas con unas
pinzas. Una vez enjuagadas las plán-
tulas, y retirado todo el agar, se colo-
carán ordenadas po r tam a11os, so bre
un pedazo de papel abso rbe nte. Se
conse1varán sólo las plantas que ten-
gan mejo r as pecto, desech a ndo las
más débiles y tamb ién las q ue haya n
crecido muy por encima de las de más.
Estos giga ntes mutantes tal vez parez-
can espléndidos a primera vista, pero
cuando crezcan y de n flores a me nudo
estas serán de baja calidad .
Las plantas eleg idas está n listas
para ser plantadas en pequeños ties-
tos comunes o bandejas con separa-
ciones. Es posi ble plantar hasta seis
plántulas de o rquídeas en esos tiestos
comunes. Los tiestos o bande jas ha-
brán sido prepa rados una semana an-
tes. Se co locará en la base un material
de drenaje, con el compost. Un a mez-
cl a idea l es la fo rm ada p or co rteza
fin a, co n perlita y carbó n vegetal aña-
didos en la mism a proporció n, o tam-
bién es posible usa r lana mineral. Esta
últim a tiene menos probabilidades de
contener infeccio nes dañinas q ue pro-
voquen el marchita miento. Los ti estos
comunes pueden regarse el día ante-
rio r a su em pleo, lo que hará que el
compost sea fácil de manejar.
Se trabajará con las pl ántul as alre-
dedor del borde del tiesto con o rificios
realizados con un palito en punta e in-
troduciendo las pl antas en los o rificios,
para apretar el com post suavemente al-
rededo r de la base. Ha de tenerse cui-
dado para que las plantas no estén de-
masiado enterra das, lo q ue podría
hacer q ue se pudrieran; tampoco de-
ben quedar demasiado fuera o sueltas,
pues pod ría n no introducir las raíces
en el compost. No se intentará colocar
de m as iad as pl a ntas en un a m aceta
más gra nde, ya que cualquier infección
en una de ellas se transmitirá a las de-
m ás y todas se perderían. Se rociarán
ligeramente las pl ántulas durante unos
d ías antes de rega r el co mpost. Esta
operación se realizará por la mañana,
cuando la temperatura esté subiendo .
Se colocarán los tiestos comunes en un
sem ill ero, pero se ma ntend rá la parte
1ZQU1 E RDA
Phalaenopsis
Barbara Moler x
Sp itzberg es un nuevo
híbrido en es te
popular género.
Las bellas flores, de
color amarillo limón,
pueden aparecer en
cualquier momento.
superi or abi erta du rante el d ía para
perm iti r cierto movimiento de ai re. Se
evitará que las pl antas se deshidraten
ya que, en esta fase, el suave fo llaje po-
dría march itarse y perecer ante una hu-
medad insuficiente.
Las prim eras semanas son críticas
para las plántulas, q ue deben recupe-
rarse del shock q ue supo ne saca rlas
de unas co ndicio nes estéril es y adap-
tarse a un ento rn o exterior más agre-
sivo . Se o bserva rá un cam b io en el
aspecto d e las p lantas cua ndo se
adapten, y, una vez que crezca n con
fu erza, podrá em pezarse a a!ladirles
abono en cad a riego. Se revisa rán las
plantas con regul aridad y se reti ra rán
las ho jas muertas o las plantas estro-
peadas de inmedi ato para evitar que
se extienda la podredumbre.
Puesta en maceta
de plántulas de orquídeas
En un pl azo de seis a nueve meses, las
plántul as habrán alcanzado una fase
en la q ue han de pl antarse en maceta.
Esta operació n se realizará en oto11o,
antes de q ue llegue el inviern o. En este
momento tendrá n tamaño suficiente
para pl antarse po r separado en mace-
tas individuales. Algu nas tal vez hayan
producido ya su primer seudobulbo y
tengan un buen sistem a de raíces. Las
raíces form adas en este m omento son
típicas de las o rqu ídeas, bastante dife.
rentes de las form adas en el agar, que
no hab rá n sobrevivido al ca mbio al
com post convencio nal. Estas plantas
se cambi arán de maceta en la prima-
vera siguiente y un a vez al a11o hasta
que alcancen el tamaño de la fl oración
en dos a cuatro a!los.
Cuando la primera de estas plán-
tul as fl orezca, s ie mpre q ue no se
haya d ado n o m b re previa mente al
cru ce, po drá reg istra rse el híbrido
con la deno minació n que se desee,
supo ni en do qu e di ch a deno min a-
ción no haya sido utilizada por otra
perso na con anteri oridad .

Puesta en maceta de las plántulas de orquídeas
Las semillas de orquídeas que han germinado con éxito producirán un gran número
de plántulas. Cada frasco puede contener 50 o más, con lo que el número de plantas
obtenido puede ser bastante alto.
J) Con un gancho de alambre, se
retiran las plánt ulas y el agar en el
cuenco de agua. Se llevarán guantes, ya
que el agua contiene fung icida.
3) Se usará compost, tal vez de corteza
fina, y perlita, y se plantarán las plántulas
en una bandeja con separaciones. Se
agarrarán las plantas por la punta de la
hoja y se verter'"á el compost con la otra
mano. No es necesario afirmar la planta
en el compost.
Cj) Entre seis y nueve meses más tarde,
la bandeja estará rep leta de vigorosas
plantitas, listas para colocarse en su
maceta individual.
0 Se retiran las plantas, de una en una,
cerciorándose de que están li mpias y sin
masa gelatinosa.
® El método de segregación garantiza
que si una planta se estropea no es
probable que afecte a las vecinas.
® La ventaja de las bandejas
segregadas es que cuando la planta está
lista para su traslado a una maceta más
grande, se perjudicará me nos al
cepellón al extraerla.
PROPAGACIÓ N 11 9
0 Se ordenan las plántulas po r tamañ o
y se desechan las más peq ueñas y
las que tengan fo rmas incorrectas. Las
grandes pueden ser gruesas y producir
flores poco estéticas.
® Cuando la bandeja se llene, se
pondrá una etiqueta con el número y el
nombre de la reserva y con la fec ha en
que se plantó. Las plántulas colocadas
en un invernadero caliente y manten idas
húmedas de manera unifo rme crecerán
más ráp idamente.
0 A menudo algunas plantas se echan
a perder. El cuidado de las orqu ídeas en
sus primeros 12 meses, y a t ravés del
invierno, es una prueba difíc il par·a un
cult ivador.
120 e u 1 o A o o s y e u L T 1V o
CUIDADOS
RUTINARIOS
Para cultivar orquídeas con éxito se debe crear un entorno que imite
sus hábitats nativos, lo que significa tener en cuenta la humedad,
la temperatura y la luz, así como sus necesidades de abono y de
descanso. Para un principiante lo mejor es limitar la elección a
hfbridos que se cultiven por la facilidad de sus cuidados, y no incluir
las numerosas especies que tienen requisitos más estrictos.
ABONO nuevos híbridos, con plántulas qu e
tardaban siete y ocho años en flore-
Hubo un ti empo en el que se desa- cer. Las mismas orquídeas florecen
probaba el abo no de las orquídeas. hoy en apenas tres o cuatro años. No
Se veía casi como un «timo». En un cabe duda de que el uso de abonos
principi o se pensaba que las orquí- mejoró enormem ente su rendimi en-
deas son parásitos, au nque más tarde to, pero esta operación debe reali za r-
se comprendió que eran plantas ep i- se con cuidado. Las orquídeas son
fitas que dependían completamente plantas perennes, co n un tiempo
del aire fresco y el agua de lluvia para de vida de muchos ai'\os. Su ritmo de
florecer. Los primeros cu lti vado res crecim iento es lento, y ha de sopesa r-
victorianos estab lecidos cu! ti va ron se bi e n el uso de cua lquier abono ar-
sus orquíd eas extraordinariam e nte tifi cial. Los nutri entes adicionales se
bien , pero estas plantas eran ejem- suministran no para incrementar el
plares imponados que mantenían su ritmo al que crecen las orquídeas o
empuje propio y necesitaban muy para influir en su ciclo de crecimi en-
pocos nutri entes ad icionales. to, sino para mantener un impulso
Durante la primera mitad del si- constante y asegurar su sa lud y vigor.
glo xx, el culti vo de las orquídeas Los primeros cultivadores que ex-
avanzó poco. Se crearon mi les d e perimentaron con el abono de las or-
quídeas fueron los que trabajaban en
las haciendas privadas, cuyos propie-
tarios tenían las mejores colecciones
de la época . Utiliza ban lo que tenían
a mano, y a veces recurrían a excre-
mentos animales secos. Tales res i-
duos se pasaban por un tamiz y se
m ezclaban con compost. Demostra-
ban tener la máxim a eficacia con las
ca lanthes deciduas, qu e tienen una
estación de crecimi ento corta y acele-
AR R 1BA Se puede utilizar abono foliar con rada. Sin embargo, las raíces tenían
las orquídeas rociando las hojas con un abono propensión a quemarse por el estiér-
líquido añadido al agua de una regadera. co l y la aparición de marcas de tipo
virus en el follaje de los cimbidios y
otras orquídeas alim entó un temor
que está e n la base de la reco menda-
ción de no usar abono.
Más recientemente, cuando las ne-
cesidades nutricional es de las orqu í-
deas se conocieron mejor y aumentó
la disponibilidad de modernos mate-
1iales de co mpost inorgánico, el abono
de las orquídeas adquirió una base
científica. Las orquídeas se abonan hoy
sistemáticamente con distintos fertili-
zantes de orquídeas especialmente pre-
parados. Pueden adquirirse en la ma-
yoría de los co mercios que ve nden
orquídeas. Es preferible hacerse con un
producto de ca lidad probada que pre-
pararse una marca propia de abono,
a menos que se conozcan muy bien
las neces idades de las plantas. Aun
así queda el riesgo del sobreabono, del
que las orquídeas sufrirían las conse-
cuencias. Si no pudiera accederse a un
cierto tipo de abono, podría usarse al-
guna de las marcas populares comer-
cializadas para plantas de interior, em-
pleando el fertiliza nte con la mitad de
la dosis mínima recomendada. Es im-
portante recordar que las orquídeas ne-
cesitan muy poco abono.
CONSE JOS PARA EL
1 ABONO DE ORQUÍDEAS 1
Adquiera un producto de calidad
demostrada, y no intente
preparar su propia mezcla.
Abone só lo las orquídeas que
estén en crecimiento activo.
Aplique el abono cada
dos o tres 1iegos.
No abone nunca en exceso
a las orquídeas.
Abone sólo las plantas sanas.
1
Utilice cualquier marca conocida 1
que se venda para plantas de
interior, si fuera necesa rio, pero
con la mitad de la dos is mínima 1
recomendada.

Cuándo abonar
Las orq uídeas pu eden abonarse en
cua lquier edad, d esd e las plántulas
jóvenes y las plantas de propagación
a los ejemplares ad ultos. Sin embar-
go, se abo narán só lo las p lantas sa-
nas, po rqu e tien en la ca pacidad d e
absorber y co nvertir los produ ctos
quím icos. No se abo narán plantas en-
fer mas o que haya n perdid o sus raí-
ces, pues no tendrían med io de absor-
ber el abo no, y las raíces nuevas que
aparecieran podrían quemarse por el
res iduo rem a n ente e n e l compost .
Po r la mi sma razó n, no se aplicará
abo no a las orq uídeas q u e estén en
letargo. Sus raíces se habrán vu elto
inactivas, y los produ ctos químicos
perm anecerán en el co mpost, dond e
pueden dai'Jar la planta cuando inicie
su desa rro ll o en prim ave ra .
Cómo abonar
Como gu ía general , se aplicará abo-
no a1i ad ido al agua cad a dos o tres
riegos. Med iante el uso d e agu a d el
grifo entre los abonos se lavará cual-
quier resto químico de l compost, evi-
ta ndo as í la acumulación d e res i-
duo s. Du rante el invi erno el abono
será muy escaso, y m ás gen eroso en
verano, cuan do la lu z mejora y las
tempe raturas son m ás elevadas p ara
compensar los nutrientes adiciona les
que se su ministran.
Las o rquídeas qu e crecen en u n
compuesto inorgánico co mo lana mi -
neral pueden recibir más aplicacion es
de abo no que las que prosperan en
una mezcla de co rteza o turba. O ca-
siona lmente, en veran o puede apli -
carse un abono foliar adicional para
apo rtar nutrientes a las hojas; lo ante-
rior sirve también pa ra las plantas que
haya n perdido sus raíces y no puedan
abonarse a través del co mpost.
Algun os fabricantes producen
dos ti pos de abonos para orquídeas.
El prim ero es un fertili zante rico en
nitrógeno que se u sa para promover
CU ID A DOS
el crecimi ento a l inici o de la estación
propicia. Más tarde, cuando los nue-
vos brotes h an m adurado, se sustitu-
ye por un a fó rmul a con base de fos-
fatos para estimular Ja floració n. Es
o bjeto d e d eb a te si este sistema es
preferible para proporcion ar un abo-
no eq uilibrado durante todo el año,
pero los cu ltivadores pued en probar
co n el que m ejor se adapte a sus ne-
cesidad es y a sus orquídeas.
Se segu irá n siempre las in struc-
cion es d e l fab ri ca nte y se lee rá n
ate ntamen te las etiquetas . Cuando
se us e un co ncentrado líquido, se
agitará bi en el frasco antes. La so lu-
ció n esta rá separad a, co n los ele-
mentos pesados del fertili za nte en el
fondo. Pre feriblemente, se emplea-
rán fertili za ntes granul ares, que no
se deteriorará n con el ti e mpo. N un-
ca se guardarán los fertili zantes en
el invern ad e ro o a pl e n o so l, sino
en un cobert izo fresco lejos d e la luz
intensa .
Tal vez se tenga Ja te n tac ión d e
combin ar diferentes fert iliza ntes para
preparar la prop ia m ezcla, pero esta
práctica pu ed e ser peligrosa y só lo
deben ap li ca rl a personas q ue com-
prendan muy bien las fórmu las quí-
micas d e los ele mentos traza. De
igua l mod o, no se debe sobrep asa r
la dosis reco m endada, ni ap lica r un a
dosis dupli cada porque se haya o lvi-
dado alguna ap li cación del abo no. Se
RUT I NA RIO S 121
1ZQU1 ERDA
Sophrolae iocattleya Brio
de V(J /ec es un híbrido
mulligenérico de colores
m(Jravillosos que ha
perdido tod(/ tram de la
Soph ro nitis en su
constitución, introducid(/
originalmente p(Jra añndir
color a los h fbridos y
reducir el tamaño de /ns
flores p(Jrn producir
hfbridos en miniatura.
traza rá un program a de abono regu-
lar para el año y se ll evará un diario.
Si se procede al ri ego y al abo no al
mi s m o ti e mp o , d ebe planifica rs e
para un cie110 día de la sema na, de
m anera qu e form e parte de la rut ina
d e los cuidados de las orquídeas.
La ap licación de abo no con agua
es probablem ente la mejor manera de
fertili za r la mayo ría de las orquídeas.
Aiiad ir un fertili za nte de liberació n
lenta al compost cuando se proceda a
p la ntar el eje mp lar no siempre es
buena medida, ya que es posib le que
transcurran d os o tres alios antes de
que se vuel va a tras plantar la o rquí-
dea, tiempo en el cua l cualquier nu-
triente dado al principio se h ab rá de-
te riorado h ace mucho ti empo , sin
dejar ningún benefi cio para la plan ta.
Los prim eros fertiliza ntes cons is-
tía n en polvo de h ari n a de huesos o
similar, que se mezclaba con el com-
post en el mom ento de plantar o se
co locaba en un a gra n tina de agua y
se d ejaba ferm entar. Otro producto
co nocido corno «té de vaca» no me-
rece mayor exp li cació n. Además d e
utili za rse en las pl antas, estas mez-
clas a veces se ve rtían en las tuberías
d e agua caliente que circulaban por
los in ve rn ad eros, para desp edir un
intenso va por, muy cargado de amo-
ni aco. Por suen e, en la actu alidad se
ha n producid o ava nces hacia méto -
dos de abono m ás «científicos».
122 e u 1 D A D o s y e u LT 1V
RIEGO
El riego es la prin cipal causa de in -
certidu mbre entre los cultivado res de
orquídeas, y el hecho de q ue un a
pla nta esté li sta o no para el ri ego es
siempre obj eto de debate. Su pone un
prob lema para los cu ltivado res expe-
rimentados y tam bi én para los prin-
cip iantes. Mient ras están creciendo,
las o rq u ídeas necesitan ma ntenerse
unifo rmemente hú med as, evitand o
los extremos de sequedad o inund a-
ción de las raíces.
Cuándo regar
Existen varias fo rm as para determi -
nar el co ntenido de humedad de una
maceta. Una buena idea co nsiste en
leva ntar las m acetas y es tim a r su
peso, pero sólo será práctico cuando
se cuen ta con un par de plantas. o
obstante, para el principi a nte sirve de
buen ap rendiza je, y a la vez q ue se
sopesa la maceta se reco nocerá la se-
quedad de l com post al o bserva r su
superficie. El com post seco tiene otro
color, y se apreciarán diferencias su-
tiles q ue sólo so n visibles co n la ex-
periencia. Si aun así no está seguro,
saque una pla nta de la maceta, sin
romper el cepell ó n, y eche un rápido
vistazo a la parte inferior para verifi -
car la humedad . Examin e ta mbién la
plan ta en sí. Así sabrá lo q ue le ha su-
cedido en las últimas sem anas. Si los
seudobulbos apa recen loza nos, todo
va bien. Los seudo bulbos arrugados
o
C O N S EJ O S PA RA EL
RI EGO DE ORQ!-JÍDEAS
Riegue las o rq u ídeas que estén
en crecim iento acti vo.
Deje que las o rquídeas
en estado latente se sequen
parcia lmente.
Com o regl a ge neral, ri egue una 1
o rquídea típi ca una o dos veces •
1
por semana en la tempo rada de 1
crecimiento y una vez cada dos 1
o tres sem anas mi ent ras
desca nsa .
Em piece a regar cuand o
aparezcan los nuevos b rotes
en primavera.
Ma ntenga las plantas co n
hum edad uni fo rme mi entras
están creciendo . Los
seudo bul bos marchitos o el
fo llaje deterio rado pueden
indi car fa lta o exceso de agua.
o las ho jas deterio radas pueden indi -
car fa lta de riego o a negació n . Un es-
tudi o m ás minu cioso d e las raíces
permitirá determin ar la causa, y hará
posibl e rem edi ar el probl ema.
En general, pu ede esp erarse te-
ner qu e regar un a orquíd ea típica
una o d os veces po r sem an a dura nte
la estació n d e crecimi ento, y una vez
cad a d os o tres sem anas cuando está
en reposo. Las o rquídeas q ue crecen
durante todo el año puede n rega rse
1zQU 1 E R DA Epifitas, como
las vandas, que prefieren
cestas abiertas de madera
para crecer sin com.post, son
verdaderas plantas aéreas.
Necesitan un rociado
regu lar varias veces al día
en tiempo cálido, sobre todo
si la hu medad es baja.
algo me nos en in vierno q ue en ve-
ran o , ya qu e las p la ntas ta rdarán
más e n secarse. Sin emb a rgo, ell o
depende en bu ena medid a del tama-
i'l o de la planta y de la ca nti dad de
comp ost que co nti en e. Un a pl anta
pequ eii a en un a m ace ta gra nde ne-
ces ita rá me nos agua, po rque toda la
a pli ca d a p asa rá a l comp ost. Una
planta gra nd e co n ampli o siste ma
de ra íces en un ti es to peq ue i'l o nece-
sitará bas ta nte m ás agu a para ga ran-
tizar que al m enos parte de la mis-
m a pe netra en las raíces.
Ha de intentarse siemp re regar las
o rquídeas a una ho ra en la que la tem-
peratura esté ascendiendo. Ell o supo-
ne regar a primera ho ra del día, y es
más impo rtante con el sol de invier-
no, cua ndo toda la humedad sobrante
tendrá tiempo de secarse durante la
noche. Así se evitará la combinación
de humedad y frío q ue tanto detestan
las o rq uídeas. Este sistem a es menos
necesa ri o con culti vo en interior, y
cu ando se esté n culti va ndo pocas
pl antas que haya que ll evar una a una
a la cocina para el riego, dejándose se-
car antes de devolverlas a su zo na ha-
bitual, con lo que el exceso de agua
no supo ndrá ningú n probl ema.
Cómo regar
Las o rq uídeas se regarán con una re-
gadera con caño, de un tamai'lo que
sea pro po rcionado con el de la colec-
ción . Cuando las plantas crezcan, a ve-
ces habrá que recu rrir a una manguera
de jardín en el inve rnadero conectada
a l sumini stro de agua co rri ente. Se
usará una boquilla ajustable para que
el trabajo sea más fácil y agradecido.
Cuando se aplique el riego, se hará en
la med ida sufi ciente para m ojar el sue-
lo, dejando que corra el agua por él, y
después se repetirá el proceso. Así se
garantizará que las pl antas estén bien
moj adas. Debido a la naturaleza del
compost para o rquídeas, el agua desa-
parecerá rápida mente, po r lo que ha-
 CU 1 D AD OS R U T 1 NA R 1 OS 12 3

Métodos de riego
El riego puede administrarse a las orquídeas de diversas for-
mas, entre las que ha de elegirse la correcta para cada caso.

J: Las orquídeas de interior se ri egan con regularidad desde @ Si una planta, como este Doricentrum, ha llegado a secarse
el borde del tieso, usando una regadera. Se humedecerá durante un ti e mpo considerable, se sumergirá en un cubo de
mi nuciosamente el compost. La planta mostrada es una agua y se dejará humedeciéndose durante 1O minutos para
Pholoenopsis. que el compost quede bien mojado.

brá que usar much a m ás q ue la q ue se

retiene en la prácti ca.
Depe ndi e nd o d e la calidad d el
agua del luga r, pued e usa rse directa-
mente el agua d el gri fo. La mayo ría
de las o rqu ídeas prefi e re n un pH na-
!Ura l, y es posible con ocer cuál es la
acidez del agua pregunta nd o al p ro-
veedor. Si ti ene un pH elevad o, es po -
sib le abland a r el agua gu a rd á nd o la
en un recip iente y a ñ adi e ndo un a
bolsa de m uselina lle na d e turba d e
jardín . Co lgad a p o r el b o rd e en e l Q) Plantas como esta Coelog¡ne que crece sobre corteza en un invernadero deben
agua, red ucirá la acid ez. Existe n o tros humedecerse en un cubo de agua al menos una vez por semana y rociarse todos los días.
métodos más caros d e convertir el
agua co rri ente, o tal vez resulte m ás ca íd o rec ie n te m e nte e n fo rma d e Es pos ibl e di spo n er d e prod uctos ar-
sencillo recoger el agu a d e llu via y lluv ia y se h a brá alm a ce n ado e n tifi cia les p a ra ab landa r el agua, qu e
usa rla di rectam en te. Si se va a u sar p a ntanos. Alte rnativa m e nte, pued e fun cio n a n a ñ adi e ndo sa les y d ive r-
agua alm acenada, es preciso cercio rar- h ab e rs e extra íd o d e un río y neces i- sos ing redi e ntes pa ra es te fin. De
se de que está a tem peratura ambien te, ta r trata mi e nto a ntes d e se r a pta nu evo, tal vez sea n excelen tes pa ra
sobre todo e n in vie rn o , cuand o e l para e l u so d o m ésti co. Ta m bi é n el co nsum o d om ést ico, p ero no tan-
agua helada enfri aría en exceso las raí- puede h a b e r agu a o bten id a d e acuí- to para nues tras o rq uíd eas. De he-
ces. Si la fu ente está en el exterio r, es fe ros n aturales, e n fo rm acio nes ro - ch o , las sales añ adid as puede n ser
preciso recoger el agua e n una regade- cosas sub te rrá n eas. Esta agu a ta l vez más perjudi ciales q ue la cal original.
ra el día an terio r al de su empleo. ten ga cie ntos de a ños de a n tigü ed ad Sin e mba rgo , los pro du ctos para
y conte ndrá m u chos min e rales. Aca- ab la ndar el agu a po r ósm osis inver-
Cal idad del agua so resulte ad ecu ad a para el co nsum o sa el imi nan las imp u rezas p ara dejar
El agua del grifo p uede prove nir d e hum a n o, p e ro las pl a n tas e pifitas un agu a d e m ejor calidad ad ecu ada
va ri as fu entes. En cad a zo n a h a brá d etesta n el agua ri ca en ca l o ca lcio. pa ra las orquíd eas.
124 e u 1 D ¡\ Do s y e u L T 1V o

DESCANSO
La mayo ría de las o rquíd eas ti enen
una tempo rada de crecimi ento segu i-
da de un periodo de descanso . Este
descanso puede durar unas se ma nas
o va rios m eses. Aquellas o rquídeas
que posee n los period os d e reposo
más largos suelen ser las d e seudo-
bulbos. Las Paphiopedilum y Phalae-
nopsis no desca nsa n de la mism a for-
ma , sino qu e fre n an su ritmo de
crecimiento durante el in vierno. La
mayoría de las o rquídeas se aletargan
durante los meses de in viern o, que
co inciden co n la estaci ó n seca en el
hábi tat natural de las especies. Para
ga rantizar la superv ive n cia d e las
plantas, el crecimi ento se deti ene y se
reduce la necesid ad de agua. Lycastes,
pleiones y algun os dendrobi os se en-
cuentran entre las plantas co n d es-
ca nso d ecidu o, qu e p ierden es pec-
tacularmente su fo ll aje al término de
la estación de crecimiento. Otras so n
perenn es, q ue pierden sólo un a parte
del fo ll aje aprox imadam ente al mis-
mo tiempo o en primavera, cuando A R R 1 BA Las calanthes son orquídeas deciduas que producen sus espigas florales al término

se reinicia la actividad.
Cuándo descansan
las orquídeas
Los cimbidios se encuentran entre las
plantas que p resenta n un periodo de
reposo corto. Cuando el nu evo seu-
dobulbo m ad ura al términ o del ve-
ra no, la esp iga floral emerge d e la
base. No es infrecuente que los nue-
vos brotes aparezca n paral elam ente,
co n lo que la planta sigue creciendo
de una estac ió n a la sigu iente sin in -
terrupcion es.
Muchas o rquíd eas florecen mi en -
tras se encuentran en reposo. En la
naturaleza, p roba bl emente se ga ran-
ti zará así un fác il sumini stro de in-
sectos polini zad o res en las alas, y se
evitará qu e las floraciones sean dalla-
das por los vientos y las ll uv ias to-
rrenciales. Los odontoglosos co mple-
de la estación de crecimiento, cuando la planta está a punto de desprenderse de sus hojas)'
entrar en fase de reposo. Las fl ores aparecerán con la planta sin hojas.
ta n su seudo bulbo de la temporada y
producen sus espigas florales a l mi s-
mo ti empo. Sólo des pués de la flora-
ció n aparecen los nuevos brotes, qu e
pueden hacerlo d esd e cualquier mo-
m ento a partir d e principios d e in-
v ie rno. Los híbrid os co mpl ejos d e
este gé nero a m enudo conforman un
cicl o de nueve m eses, con lo que a
m enud o los nuevos brotes com ien-
zan e n un mom e nt o diferen te d e l
a11 o. El resultado pueden ser plantas
que u-ecen dura nte el invierno y d es-
ca nsa n y florecen en vera no.
Las sta nhopeas prefieren a m enu-
do crecer durante el invi erno, para
fl orecer a medi ados d el vera no cuan-
d o está n en reposo. Paphiopedilum y
Phala enopsis no crecen y florecen a l
mi smo tiempo. Las segundas siguen
una rutina de produ cc ió n alterna
de una nueva hoj a y d es pués una es-
piga fl ora l, lo que p ermite a la planta
disfruta r de cierto desca nso durante
la flora ció n.
La m ayo ría d e las orq uídeas mo-
nopód icas se comportan de un
mod o semejan te. En su mayor parte,
las coelogynes florece n al principio
de su estación de crecimi ento, donde
las esp igas floral es aparecen a partir
del centro de los nuevos bro tes cuan-
do so n jóvenes.
No existe un mes definid o en el
que un a orquíd ea en co ncreto entra-
rá en reposo o ini ciará un a nueva fase
de crec imi e nto. Si se v igil a indi vi-
dualm e nte ca da pl a nta pronto se

·~-
,'
( '
ARRIBA Las tlrnnias se encuentran entre
las esc11sísi111as orquídeas que producen
1111a explosión visual en owl1o, cua ndo sus
hojas cr1111bian de color antes de rnerse.
Los lflllos sin hojas permanecen dormidos
rl11m11 re el inuierno.
apre nde rá a sa b e r, p o r la observa -
ción, si está creciendo o no. Una vez
que el seudo bulbo de la estación h a
madurado, tras hab er a lcan zado su
tamaño de pl enitud, se completa el
CU ID A DOS
I ZQU I ERDA Después de la
florac ión )'antes de que nazrnn los
nuevos brotes, los seudobulbos de
Calanthe pueden extraerse de la
maceta y dejarse secar hasla que se
¡,../ / '
'¡
A R R 1 BA Después del descanso inuerna/,
las t.lnmias inician su nuevo creci111 ie1110
en pri111 avera. Se cambiarán las plantas
de 111acela en cuanto suceda, y anr.es de
que aparezcan en la base las nuevas
raíces.
ciclo de crecimiento. La pl anta entra-
rá e n rep oso, y sólo cuand o pu ed a
ve rse un nuevo brote extendi éndose
hacia arrib a desde la base h ab rá co-
m enzad o la nueva tempo rad a.
RUTIN A RI OS 125
Cuidado de las orquídeas
en descanso
Las o rquídeas qu e están desca nsa ndo
n ecesitan b asta nte m e nos ri ego y
muy poco abon o. Siempre qu e los
seudobulbos perman ezca n ro llizos,
las plantas podrá n dejarse en un lu-
ga r seco. En al gun as es pecies de Coe-
logyne, es no rm al que los seudo bul-
bos se marchiten lige ram ente; así se
pro duce de form a natural, pero en el
m o mento e n qu e co mi e nza n los
nuevos brotes y se rea nuda el ri ego,
recuperarán su loza nía.
La s orq uíd eas qu e es tá n fl o re-
ciendo durante su peri o d o d e d es-
ca nso no n eces itan o b li gada mente
m ás agua. La es pi ga fl o ra l to m ará
in evitablem ente energía d e los seu-
d o bu lbos para su desa rro ll o, pero la
pla nta está preparad a para res istirl o .
Una vez ini ciados los nuevos b ro tes,
pasará un ci erto ti empo a ntes de que
aparezcan otros m ás. Se rega rá de fo r-
ma escasa hasta qu e los brotes alcan-
cen unos centím etros d e altura, y des-
pu és se incre m e nt a rá el ri ego y se
co m enza rá el ab o no. Si se sum erge la
p lanta en agua dura nte el vera no se
pued e provocar un m architami ento
indebido al in viern o sigui ente, y tal
vez sea necesario regar co n m ás fre-
cuencia para evitar que la pl anta se
estropee.
Las orquídeas qu e d esca nsan y
p ierden sus hoj as a l m ism o ti em po
perd erán in evitab le m ente sus raíces
a nti gu as . Co n e l co mi e nzo de los
nu evos brot es, seguirá n raíces nu e-
vas, qu e son la pa rt e m ás im po rta n-
te d e la p lanta . El ti empo com pre n-
dido entre e l p eri o d o d e desca nso y
e l nacimiento d e los nu evos b ro tes
es bu eno para tras p la nt ar, to m a n -
d o la planta justo a ntes de q ue sur-
ja n las nuevas raíces. Es mejo r a lter-
n a ti va qu e tras pl antar al ini cio d el
pe riodo d e d escan so, qu e es un m o-
m e nto incorrecto pa ra m o lestar a la
pl a nta .
126 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o
TEMPERATURAS
A menudo se pi e nsa errónea m ente
que las orquíd eas necesitan una tem-
peratura co nstante para crecer, aun-
que en ningun a parte de la natu ra le-
za las temperaturas son igua les d e
noche y d e día, en verano y en in vier-
no . Con ind epe nd enci a d e donde
provengan las orquídeas, ex iste una
fluctuación de temperatura, y en cul-
ti vo estas pl antas pueden resistir di-
ferencias térmi cas cons iderab les. Es-
tas variaciones so n, de hecho, las que
desencadenan la floración y regulan
el crecimi ento .
Las orquídeas típica s pueden
di vidirse en tipos de cultivo en frío ,
intermedio o en ca li ente, d epe n-
di endo d e su luga r d e origen. Ca-
d a grupo ti ene requisitos especial es
en los que las pl a ntas se sentirán en
condiciones ópt im as. Dent ro d e es-
tas tres franj as de temperatura existe
un a variació n co nsiderabl e y cierto
so lapamiento d e las neces idades de
cada una.
Cy111bidi111n Isabel
Saunders.
Orquídeas de cultivo
en frío
Las orquíd eas d e cultivo e n frío
co nstituye n el grupo más num eroso,
e incluye n a los cimbidi os d el Hima-
laya, los odontoglosos de los Andes
y otros muchos géneros, la mayo ría
de los cual es so n pl antas d e altitudes
elevadas, que provienen d e elevacio-
nes de h asta 2 .500 m . A me nudo
se ve n sometid as a
noches muy frías,
a veces gélidas, pe-
ro e n las altitud es
e levad as el aire es
me nos denso, y las
he lad as ocasiona -
les no les causa n
d a!'\os.
En culti vo, es-
tas o rquídeas se
tra ta n dentro d e
un a fr anja d e tem-
pe ra turas desd e
10 º C co mo míni-
mo a 3 0 º C como
m áx imo . La t e m-
p e ratura mínima
se dará en las no-
ches de invierno, y
e n inte rior h ab rá
qu e mantener a l-
gu na forma d e ca-
lefacc ión artificial.
Un a ca ída d e un os
grados no provo -
ca rá ningún daiio,
pero si las tempe- A RRIBA Un termómetro de máximos/mínimos es una pieza
ra tu ras nocturnas vital del equipo si se cultivan orquídeas en un invernadero.
e n in vierno son
insiste nte mente inferiores a 3 º C, d ebe darse un aum ento térmi co de
las pl antas sufrirá n. Además, en las al m e nos 6 º C. Allí dond e las tem-
te mperaturas m ás frías pueden sur- peraturas ape nas aum e ntan durante
gir otros probl e mas, como la pre- las h o ras diurnas, sí lo hace la hu-
se ncia de moh os y manchas d e hu- med ad d e forma natura l, y se pro-
med ad en las orquídeas. du ce un d esequilibrio cuya conse-
El máximo diurno en verano no cuen cia será la aparici ó n de moho y
d ebe superar los 30 º C, un valor té r- podredumbre. Las orquídeas detes-
mi co confortabl e para estas orquí- tan el frí o y la humedad juntos, pero
d eas. Por encim a d e este va lor, las tampoco toleran e l otro extremo, de
p lantas sufrirán es trés inevit a bl e- exceso d e sequedad y ca lo r.
me nte, y el crecimi ento se ral entiza-
rá e incluso pued e ll ega r a interrum - Orquídeas intermedias
pirse. En un invernadero pued e ser Las orquídeas interm edi as, que in-
difícil prevenir un exceso de ca lor, cluye n las vistosas catl eyas y las ele-
q ue debe controlarse mediante su- gantes Paphiopedilum aman tes de la
fi cie nte ven til ación, so mbra y ri e- sombra, neces itan un a temperatu ra
go. Las temperaturas diurnas se rá n nocturn a invernal 3 oc superi or, para
siempre significa ti va m ente superi o - obten er un mínimo d e 13 oc por la
res a las nocturn as, y en inv ie rno noch e. Siempre que sea posibl e, du-

GUÍA DE TEMPERATURAS DE ORQ!JÍDEAS
Tipo de orquídea
CULTIVO EN FRÍO
Cymbidium y Odontoglossum
CULTIVO INTERMEDIO
Cattleyo y Pophiopedilum
CULTIVO EN CALIENTE
Pha/oenopsis
ra nte el día la temperatura debería
ser superior, pero sin superar los
30º C. De nuevo, las temperaturas a
ambos lados de estas recomendacio-
nes provocarán en las plantas un es-
trés considerable, y durante un pe-
riodo prolongado pueden causar
dai'1os irreparables. Las temperaturas
nocturnas en verano deberían man -
te nerse a unos 13 º C, sin calefacción
eléctrica en el invernadero. Para al-
canzar las temperaturas más altas re-
queridas en las noches de invierno
se debe aportar calor durante un
tie mpo mayor de lo necesario que
con los tipos de cultivo en frío.
Ph11/ae11opsis
San Luca.
CUID A DOS
Temperatura máxima
Noche en invierno 1 O ºC.
Día en invierno 20 ºC.
Noche en invierno 1 3 ºC.
Día en invierno 20 ºC.
Noche en invierno 18 ºC.
Día en invierno 21 ºC.
Orquídeas de cultivo
en caliente
Las orquídeas de cultivo en ca lien-
te in cluyen las populares
Phalaenopsis, que en tér-
minos ideales deben
cultivarse a una tempera-
tura nocturna mínima en in-
vierno de 18 º C, con un máximo diur-
no en verano de 32 ºC. Sin embargo,
en interior, donde la atmósfera es na-
turalmente más seca que en un inver-
nadero, parecen encontrarse bien a
temperaturas más próximas a las de
las orquídeas intermedias.
Si se cultivan las orquídeas en in-
terior, por lo común pueden encon-
trarse varias posiciones en torno a la
casa para que se adecúen a estas plan-
tas de diferentes intervalos térmicos.
Un elemento útil del equ ipo es un ter-
mómetro de máximo/ mínimo, o in-
cluso varios, que pueden colocarse
cerca de las orquídeas con el obje-
to de anotar las tempera turas.
En un invernadero, se hace di-
fícil cultivar orquídeas de los
tres tipos en un mismo lugar.
Las cond icion es aptas para un
grupo no lo serán para los otros, y
se descubrirá que, inevitab lemente, al-
RUTIN A RI OS 127
Temperatura mínima
Noche en verano 1 3 ºC.
Día en verano 30 ºC.
Noche en verano 1 3 ºC.
Día en verano 30 ºC.
Noche en verano 18 ºC.
Día en verano 32 ºC.
Coelogyne
111assa11gea11a.
gunas orquídeas sufrirán el exceso de
frío o de calor. Una situación ideal se-
ría la de dividir un invernadero en dos
o tres secciones, dependiendo de qué
orquídeas se desee cultivar. Los inver-
naderos muy pequeños son inadecua-
dos, porque las secciones creadas se-
rán muy pequeñas y las temperaturas
extremadamente difíciles de manejar.
Lo mejor es contar con dos o tres pe-
queños inve rnaderos en los que las
di versas clases de orquídeas según la
temperatura disfruten de co ndiciones
ideales, si bien esta opción resulta un
tanto extravagante para un cultivador
aficionado.
128 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
NIVELES
DE LUZ
Las o rquídeas so n plantas que bus-
can la so mbra, y mi entras crecen ne-
ces itan el equi va lente a la luz m otea-
da que se filtra d esde la co pa de lo s
árbo les de su en to mo natural. Dem a-
siada luz en vera no dañará la p la nta,
ll evand o a q ue su fo llaj e adqui era un
colo r am arill o verd o so claro. En ca-
sos más graves, el sol directo quem a-
rá las h o jas, provoca ndo la apari ció n
de zo nas oscuras all í donde los rayos
solares h an destruid o las célul as d e
las h o jas. Po r o tra pa11e, un a luz in -
sufi ciente crea rá ho jas ve rd e oscuro
que pu eden extenderse en exceso y
resultar poco estéti cas. El o bj eti vo de-
bería ser da r a las o rq uíd eas luz sufi -
ciente para prod ucir un buen fo ll aje
sano de colo r ve rd e m edi o y seudo-
bulbos qu e desa rro ll en es pigas fl o ra-
les en el mo mento correcto.
Niveles de luz en invierno
En inviern o, la mayoría de las o rquí-
deas, co n la exce pció n d e las es pe-
cies de Pha/aenopsis y Paphiopedilum,
pueden absorber tod a la luz d ispo ni -
ARR IB A El follaje variegado de Va nill a planifoli a var. va ri egata
11111estra diferentes tonos de verde. Neces ita buena luz en un
invernadero.
b le. As í co nseguirán un a maduració n
sufi ciente de los seud o bulbos, un fac-
to r impo rtante para la flora ción .
Las o rquídeas cultivadas en inte-
ri o r tienen m eno s luz, y la recibirán
de un a úni ca direcció n, con lo que los
riesgos de recibir de m as iada luz no se-
rán a ltos. Durante el invierno, puede
resultar una desventaja que las pl antas
no tenga n luz sufi ciente, y será difícil
co nseguir aum entar su ca ntidad a tra-
vés de la ventan a. La respuesta puede
co nsistir en m over las o rquídeas a un a
zo na más iluminada durante el invier-
no, siempre y cuand o no se alteren los
requisitos de temperatura. Altern ativa-
mente, puede recu rrirse a la ilumina-
Las orquídeas que crecen en el hueco de una ventana
AR R 1 B A
necesitan suficiente luz, pero en su mayoría no resisten el sol
directo durante el verano, que quemaría las hojas.
Los cultivadores en
1ZQU 1 E R DA
invernadero rara vez hacen uso de
lámparas de cultivo, si bien res ultan
de ayuda en plantas situadas en rincones
oscuros de la casa.
ción eléctri ca con flu o rescentes espe-
cíficos o tubos de alto rendimi ento so-
bre las o rquíd eas. Sin embargo, este
sistem a exige un desembo lso econó-
mi co co nsiderable y un a intensa aten-
ción al detalle para que sea satisfacto-
rio. Funcio na bi en en clim as fríos y se
utiliza co n éxito en No t1ea mérica.
En un in ve rn ad ero o un espacio
con ca lefacció n, es m ás sencill o con-
trola r los ni veles de luz, y en inviern o
las orquídeas se be nefi ciarán sin pe-
ligros d e la pl en a luz diurn a sin ri es-
go d e qu em aduras p o r los rayos sola-
res. En esta época, d ebe limpi arse el
cristal d e posibl es pinturas de som-
bra o algas verd es para ga ranti za r que
las pl antas reciben tod a la luz dispo-
nibl e. Así se elevará ta mbi én conside-
rabl e m e nt e la tempe ra tura en los
días so lead os, con lo cu al se ahorrará
en cal efacció n artificial.
A prin cipios d e la prim avera,
cu and o la po tencia del so l aumema
día tras día, habrá que vigil ar que las
 CU ID A DOS RUTIN A RIO S 129

DER EC H A Cymbidium Bechlehem

«Ridge111a¡1» es una planta de J7omción
libre que necesita mucha luz duran Le wdo
el año.

ho jas no se qu e men. Ta l vez habrá

que po ner sombras co n a ntelación su-
ficiente para im pedir qu e suceda al-
go semejante. Las so mbras ayudarán
ta mbi én a co ntrol a r la temperatura,
que podría a um e nta r es p ecta cul ar-
mente, sobre todo e n un in ve rnad ero
peq ue11o. Sea cua l sea el sistema utili-
zado, la sit uació n ó ptima se alcanzará
cua ndo no sea posibl e ver la sombra
de la mano e n las pl a ntas con el so l
en el ce nit. Si se ve la sombra, los ele-
mentos de so mbreado será n insufi -
cientes para el ve rano.

Niveles de luz en verano

El co ntro l de la luz e n verano se equi-
lib ra co n la ve ntil ació n, ya que am bos
factores se co njuga n para controlar la
temperatura. Aquell as o rquídeas si-
tuadas en ex teri o r en este periodo re-
cibirán de modo natu ra l cuanta luz
necesi ten, pero siempre en la so mbra.
Plantas que no florecen
Cuando una p la nta por lo d emás
gra nd e y sa na no fl o rece en la época
adecua da, las causas só lo pueden ser
la luz y la tempe ra tura. No existe nin -
guna o rquíd ea que sea incapaz d e
flo recer. Si crece e n el entorno ade-
cuado, producirá fl o res, ya que es lo
más natu ral pa ra la re producción d e
la planta. Un eje mpl a r qu e haya cre-
cido demas iado y rebose sa lud tal vez
se mu es tre re nu e nte a florecer. En
co ndicio nes natura les, algunas p la n-
tas co nsigu e n d e ma siad a luz y se
queman , pero aun as í producen un a
abun da ncia de fl o res. Como jardin e-
ros, si mpl eme nte he m os d e intentar
obtener lo mejor d e ambos mundos
y producir un a p la nta sa na y robusta
co n buena exhib ición fl o ral. Median -
te un co ntro l minucioso de la luz y la
te mpe ra tura, es posible produ cir fl o-
res e n to d as las o rquídeas e n la esta-
ció n regular. Resulta m ás difícil con -
seguirlo e n una colección mixta, ya
q ue las p lantas individuales va riará n
e n el mom e nto exacto e n que neces i-
tan producir las fl ores.
Co mo para la mayoría de los afi -
cio nados la co lección consistirá e n
una selecció n d e plantas «úni cas», les
res ultará útil conocer los requi sitos d e
cada eje mplar. Incluso en el in ve rn a-
de ro m ás pequdio qu e quepa imagi -
na r, las plantas qu e se sitúan m ás altas
y m ás cerca de la luz tendrá n m ayo res
probabi lidades de florecer que las dis-
pu es tas e n los ba ncos, donde el entor-
no puede ser de mas iado oscuro y cá li -
do. Una o rquídea que no fl o rece e n
un as co ndiciones d e culti vo qu e se
co nsidera n perfectas deberá tras lad a r- A RR IB AEl follaje de las Paph iopedilu m
se al extre mo op uesto d el in vernadero puede ser verde liso o con dibujos. Todas
para inducir la flora ció n e n el m o- estas plantas necesitan condiciones
me nto o portuno. sombreadas.
130 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o
MANTENIMIENTO
DE LAS PLANTAS
GRANDES
Co n independ encia de que se esté
cultivando la colección de orquídeas
en un espac io limitado en interior
o en un inve rnadero amplio, antes o
después las pl antas rebosarán y se ha-
rán demasi ado grandes para poder
manejarlas co n faci lidad. Sin embar-
go, lo anterior no es apli cable, por lo
general, a las Phalaenopsis monopó-
dicas, cuyo crecimiento vertica l se au-
torregula. Análogamente, aunque las
va ndas y las o rquídeas emparentadas
pueden hacerse extremadam ente al-
tas, rara vez crea n dificultades en tér-
minos de espac io. Principalm ente
son las orquídeas simp ódicas (las
que produ ce n los brotes nu evo s a
partir de la base de los anteriores) las
que causan los mayores probl emas.
Estas orquíd eas se extenderán sobre
la zona superficia l de la mace ta y la
d es bo rdarán. Algunas de las esp e-
cies d e Coelogyne y Encyclia pueden
aum entar de tamaño en un espacio
in creíblemente corto de años. La pe-
queña planta adquirida en una ma-
ceta de 10 cm , que cabía bien en el
pequ eño espacio de un alfé iza r, al
cabo de un al'io o dos pedirá un cam-
bio d e maceta h acia un recipie nte
m ayo r y ya no se co ntendrá con esa
limitación de es pacio. Con el ti em-
po, esta planta, pequeña y aseada, al-
ca nza rá proporcion es gigantescas, y
aun cuando se describa como una or-
quídea en miniatura, cuando alca nce
su tamaño definiti vo será baja de es-
tatura, pero en modo alguno pequ e-
11 a a lo ancho.
Algunas orquídeas, entre ellas las
coelogynes en miniatura, como Coe-
logyne fimbriata, y las Bulbophyllum,
co mo B. roxburgii, pueden conten erse
en su maceta original durante varios
años, aun cuando produzcan num e-
rosos brotes nuevos. En este caso, el
tru co co nsiste en suj etar los brotes
nuevos dentro de los co nfines de la
maceta según van apareciendo, ade-
cuándolos e ntre o e n cima de los
seudobulbos existentes. Esta opera-
ción debe rea lizarse con una peque-
ña pieza d e alambre recubi erto de
plástico, mejo r que con una horqui-
lla. Resultará bastante senci ll a en or-
quídeas que posean un ri zo ma ex-
tendido e ntre lo s seudobulbos, si
bi en ha de tenerse la precaución de
no dobl a r los brotes en exceso. Con
el tiempo, la planta crecerá según un
hábito más compacto de seudobul-
bos que no ocuparán m ayo r espacio
y crearán una exp los ió n de flores
mucho m ás densa.
Alternativamente, cuando las plan-
tas de pequ e11o tama11o se estén cul-
tivando en cestas suspendidas en el
invernad ero, puede dejarse que los
nuevos brotes rodeen la maceta o la
cesta en la que crece la planta. En
este caso resultan idea les las macetas
de plástico, que a m e nudo se usan
para pl a ntas acuáticas. Este método
funcion a rá bi en as imi smo con plan-
tas en cestas cuadradas de madera.
Estas orquídeas pued e n cultivarse
sin mol esta rl as demasiado duran te
muchos años, sin que ll eguen a ocu-
par m ás espacio que e l de l día en
que ll egaron.
Cuando sos p eche qu e el com-
post se ha deteriorado, intente em-
pujar con suavidad los nuevos brotes
que estén creciendo dentro de la su-
perfici e de la maceta. Introduzca con
cuidado el co mpost nuevo, en form a
de virutas d e corteza fin a, o una
mezcla de co rteza fina y turba, entre
los seudobulbos, y ex ti éndalo por
1zo._u 1ERDA Si no quiere dejar que
las plantas alcancen todo su t.a111aiio, la
alternativa consiste en dividirlas en
piezas más pequeñas. Esta Coelogyne
fimbriata se ha dividido para producir
una planta de un tamaño mucho 111ás
manejable.

los lados para que exista compost
fresco en el que puedan crecer las
ra íces nuevas.
Cambio de maceta
y división
La alternativa a mantener las orquí-
deas completas, con sus brotes, con-
siste en dividirlas en pedazos más pe-
quei'ios. Esta operación se realiza con
cierta regularidad y ofrece la mejor
ma nera de reducir el tamaño de una
planta. Sin embargo, con especies de
ba jo crecimiento , a menudo sólo
cuando alcanzan cierto tamaño pue-
de apreciarse toda su belleza y su po-
tencial. Una única flor en una planta
pequeña, con mucha frecuencia, no
transmite la misma sensación que la
misma planta repleta de flores exqui-
sitas. Las plantas de especimen deben
de jarse florecer también durante un
peri odo mucho más largo, ya que no
todas las flores individuales se abri-
rá n al mismo tiempo.
A veces las plantas tienen que di-
vidirse cuando han crecido en varias
direcciones, lo que produce un cen-
tro muerto en el medio de la maceta
CU ID A D OS
que no puede disimularse. Cuando
sucede, el mejor remedio consiste
en retirar toda la planta de la mace-
ta y dividir las piezas en plantas in -
dividuales, desechando los seudo-
bulbos muertos en el centro. Así se
tendrán varias plantas, cada una de
ellas probablemente del tamaño
de la original cuando se adquirió. Se
contará de este modo con una serie
de réplicas que podrán intercam-
biarse con los amigos u ofrecerse
como regalos. Muchos entusiastas
de las orquídeas han sido recluta-
dos de esta manera.
Cuando se tenga suficiente espa-
cio, y se disf1ute de ver crecer en ta-
maüo y capacidad de floración a las
plantas con el paso de los años, no
habrá nada mejor que una orquídea
de gran envergadura cubierta de flo -
res que se desarrollan a partir de lo-
zanos seudobulbos apilados. La deli -
ciosa y efervescente Coelogyne cristata
es una de estas plantas. Si se disfruta
de esta clase de especies en una co-
lección, conviene darles la oportuni-
dad de alcanzar sus proporcion es
monumentales.
RU TI NARIOS 131
1ZQU1 E ROA Esta Coelogyne fimbriata ha
tapado completamente su recipiente, en este
caso una cesta colgante. Si se dejan sin
dividir durante muchos años y se permite
que crezcan hasta la plenitud de su tamaño,
las plantas como ésta necesitarán mucho
espacio para extenderse. Ahora ya es
imposible resolver la cuestión, y esta
planta ha de dejarse sin wcar dim111 te
muchos años. Conseguir un ejemplar
tan espectacular resulta altamente
gratificante, con la ventaja añadida de
que estará en flor durante mrís tiempo, ya
que no todas las flores se abrirán a la vez.
Plantas de especimen
Siempre que sea posible, una planta
de especimen debe mantenerse intac-
ta. Parece algo ingrato, cuando una
planta ha hecho el máximo esfuerzo
por crecer bien , reducirla a una mera
plántula que deba empezar de nue-
vo. A menudo, puede haber un lugar
en la casa o el invernadero donde sea
posibl e acomodar una única planta
de especimen en esplendor solitario,
en una mesa apartada en un rincón
luminoso o en un lugar especial en
el cuarto de estar. Con frecuencia, es
más fácil encontrar este lugar dentro
de la casa que en un invernadero,
donde siempre se tiene la tentación
de colocar algunas plantas más, lo
cual no siempre es la mejor idea.
Sin embargo, cultivar un a planta
hasta el tamaño de especimen no
siempre es posible cuando se trata de
orquídeas de gran crecimiento como
los cimbidios. En este caso, la mejor
manera de mantener un tamaño ra-
zo nabl e consiste en trasplantar y di -
vidir la planta con cie11a regularidad,
para obtener ejemplares más fáciles
de tratar y mantener. Si se retiran los
seudobulbos sin hojas más antiguos
y se conservan las partes nuevas de la
planta con sus hojas, se garantizará
siempre un aspecto atractivo y una
floración regular.
132 e u 1 D A D o s y e u LT 1V o
CALENDARIO DE CUIDADOS
AR R 1B ALos insectos de escamas pueden adherirse
firmemente a la supe1ficie de la hoja, y deben retirarse
raspando suavemente con un cepillo humedecido
en alcoliol desnaturalizado. Después se enjuagará
con agua.
PRIMAVERA
Es el momento en el que las orquídeas han
descansado durante todo el invierno y muestran
los brotes de la nueva estación. Muchas están
en flo~
Se empezará por regarlas con regularidad y se
abonarán cada tres riegos.
En el invernadero se prepa1·ará la sombra y se
aumentará la humedad regando más a menudo
cuando la temperatura se eleva durante el día.
Se buscarán plagas de insectos, que empezarán
a ser más activos.
Se guiarán las espigas de flores que necesiten un
soporte adicional con una caña de bambú.
Se cambiará de maceta en caso necesario cuando
nacen los nuevos brotes o después de la floración .
ARRIBA Las boquillas ajustadas en intervalos a lo
largo del canil del techo permitirán rociar las plantas
con gotitas de agua muy finas. Una lluvia de apenas
unos segundos bastará para elevar la humedad y
refrescar el invernadero.
VERANO
Se vigilará la temperatura para garantizar que las
orquídeas no están demasiado calientes durante el
día. Si se prefiere, pueden sacarse las plantas fuera
del invernadero y colocarlas en exterior en una
posición en sombra. Se mantendrán bien regadas
y se aumentará el abono hasta cada dos riegos.
Se 1·etirarán todas las espigas florales después de
que hayan producido sus flores.
Se vigilará la presencia de caracoles y babosas y
otras plagas, que estarán más activas.
Se mantendrá un buen nivel de humedad en torno
a las plantas en e l invernadero y se rociarán las
hojas.
En caso necesario, se incrementará la sombra
sobre las orquídeas.

A RRJ BA Cuando se descubre una cochinilla harinosa
se ha de revisar el envés de las hojas, donde prefiere
vivir esta plaga. En un espacio breve de tiempo, una
colonia no descubierta a tiempo puede conveJtirse en
una verdadera infestación.
OTOÑO
Se devolverán las orquídeas sacadas al exterior a
sus cuarteles de invierno antes de que aparezcan
las primeras heladas.
Se han de revisar las plantas en busca de posibles
plagas y se limpiarán antes de llevar la planta al
interior.
Se cambiarán de maceta las plantas jóvenes o
propagaciones que se necesiten trasladándo las
a una maceta más grande.
Se recogerán todas las hojas caídas desde la planta.
Gradualmente se regará menos y se dejará que se
sequen las plantas entre riegos.
CU ID A D OS R UT I NA RIO S 133
ARR I BA Estos seudobulbos de Pleione han permanecido
latentes durante todo el invierno. Las hojas y las raíces
han perecido, mientras los seudobulbos se mantienen
como una reserva de alimento hasta la primavera.
IN VIERNO
Se dejará que las orquídeas en reposo
permanezcan secas. Se ofrecerá un riego adicional
si los seudobulbos se marchitan.
Se examinarán las espigas florales de muchas de las
orquídeas y se protegerán contra babosas y
caracoles.
Se revisarán las temperaturas de noche y, en caso
necesario, se proporcionará más calor en los
periodos más fríos.
Se evitarán las condiciones de frío y humedad, que
estimularán las esporas de hongos, sobre todo en
las flores.
En interior, se dará a las orquídeas la máxima luz
posible, pero se mantendrán lejos del calor de los
radiadores u otros electrodomésticos.
Las Phalaenopsis y Paphiopedilum en interior deben
mantenerse regadas y ligeramente abonadas. Estas
orquídeas no tienen un periodo de reposo, sino que
su crecimiento se frena durante esta época.
134 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
PROBLEMAS COMUNES
En comparación con otras plantas, las orquídeas padecen pocos problemas, aunque a veces se producen
los descritos en estas páginas. Desde el principio, habitúese a aplicar buenas técnicas de higiene en el
invernadero, por ejemplo barriendo las hojas muertas y otro material vegetal del suelo. Así fa cilitará
el control de las plagas y enfermedades detalladas en estas páginas.
PLAGAS
No hay muchas plagas que ataquen a
las o rquídeas, y es poco probabl e que
sean persistentes o alcancen pro po r-
cio nes de epidemi a si se ap lica n bue-
nas técnicas d e culti vo. La m ayo ría d e
las plagas será n más probabl es de en-
co ntrar en culti vo en inve rn ad ero ,
d o nde las co ndi cio nes d e ca lidez y
humedad so n id ea les, po r ejempl o,
para caracol es y babosas.
Dentro de la casa, dond e el en-
to rn o es mu cho más seco, pu ed en
aparecer insectos y áca ros grega ri os y
más p equeñ os co mo la ara 1iue la
roj a. Es preciso esta r alerta ante esas
pl agas y p rotegerse de ellas . Más im -
po rtante aú n, deberá poderse identi -
fi car el d a1i o infl igido, a me nudo el
p rimer indi cio de que se ha produci-
do un prob lema.
Con los años, se han usad o nu-
merosas susta ncias químicas peligro -
sas para erradi ca r las plagas, pero hoy
en día se dispo ne de control es menos
drás ticos, mu cho menos d a 1iinos
pa ra el medi o am bi ente y pa ra noso -
tros mism os.
Pulgones
1ncluyen los pul go nes verd es, bla n-
cos y negros, que son tan co munes
en los jardin es durante el ve ra no . El
pulgó n verd e se siente atra ído po r las
partes más blandas d e las o rquídeas,
como los b ro tes muy recientes d e ti -
pos de ho ja suave co mo sucede en las
lycastes y las pl eio nes, y las ye mas de
to d as las orquíd eas. Son fáci les d e se un pa li to d e a lgo d ó n para eli -
ve r, y el cultivador atento nunca d e- mina r un o a uno los pu lgo nes, o em-
jará que se conviertan en grandes in- plear un aerosol diseñad o es pecial-
fes tacio nes, pa ra lo cua l necesita n mente pa ra la labor. Si se eliminan
un ti e mpo extre m ad a m ente co rto. pulgones de las yemas, ha de tenerse
Cuand o se advierte po r primera vez, cuidad o d e no romp er nin gun a.
esta pl aga puede eliminarse con agua Cuando la plaga no ha sido detectada
tibi a. durante un cierto tiempo, habrá pro-
Se llena un cuenco con agua, se vocado d años al abso rber la savia. Por
a1i ad e un a porció n d e polvo insecti - d esgracia, las yem as, al p roseguir con
cid a y se sum e rge e n ella la p a rte su crecimi ento, amplía n la desfigura-
afectad a d e la p lanta, que se limpi a ción, y cuando finalmente las flores
has ta que se d esalo ja a todos los in- se abren, mostrarán grandes manchas
sectos. Altern ati va mente, pued e usa r- allí do nde haya n estado los pulgones.
1ZQU 1ER D A Los
pulgones pueden
for mar gra ndes
colonias en
cuestión de días.
Al absorber la
savia, pueden
distors ionar
las yemas
reciemes en su
crecimiento
e incluso
deslru irlas.
Se vigilará la
presencia de esw
plaga también en
los nuevos brotes
y ra íces.

En algunos casos, las flores aparece-
rán también ri zadas y no llegarán a
abrirse del todo.
Aunque los pulgon es pueden ser
re lativamente fác iles d e d etecta r y
contro lar, so n persistentes y pronto
reaparecerán, para medrar en el jard ín
dura nte el verano. Ha n d e vigilarse
casi a diario: si se dej an p rogresar ape-
nas una semana, lo hará n por cente-
na res. Los pulgones son responsables
ta mbién de la fo rmación del pegaj oso
mielato que excretan. Si se deja en las
ho jas, p ro nto se infecta rá n con un
mo ho oscuro. Las hormi gas en con-
trarán a los pulgones y les extrae ran
este mielato. También ll evarán algu-
nos insectos de unos luga res a otros
para iniciar una nueva colonia. Si d es-
cubre hormigas que reco rren las es pi-
gas de las fl ores, d ebe preguntarse qué
están haciendo allí.
Abejas y ratones
Estos dos animales pueden clasificarse
como plagas porque extraen el polen
de las flores, dejándolas inservibles, ya
que sin su polen intacto las flores pe-
recerán en uno o dos días. Resulta es-
pecialmente descorazonador para el
cultivador que espera disfrutar de las
ílores durante varias semanas.
Las abejas entrarán en el invern a-
dero desde el exterior y se llevan el
polen al salir de las flores en su in ce-
sa nte búsq ueda de nécta r. Se debe
evitar que entren abejas en el inver-
nadero cubri endo el es pacio del ven-
tilador con un a red de malla fina.
Debe recordarse hacer o tro tanto en
la pue11a si se d eja abi erta durante el
tiempo más cá lido.
Los ratones encue ntra n parti cu-
larmente atractivo el po len d e las or-
quídeas co m o buen a fuente d e ali-
mento. Si sospecha que tiene ratones,
que provendrán del exterior cuando
ll egue el frío d el inviern o, dispo nga
de tra mpas para atraparl os y solta rl os
muy lejos del invernadero.
P R OBL E MAS COMU 1 ES 135
. '
AR R 1B A Las cochinillas pueden observarse
fácilm ente a simple visla en esta espiga
floral de Phalaenopsis. A menudo se
descubren en las axilas de las hojas o las
espigas, y en particular en los nuevos
desarrollos.
A RR I BAEn el invernadero pueden
colgarse cintas cazamoscas para atrapar
a las pequefias moscas tan molestas.
Sus larvas eclosionarán en el composl
y ataca rán las puntas de las ra íces.
Los cazamoscas adoptan a menudo la
forma de tiras amarillas de plástico.
deben a los pul gones. Al ser algo más
móviles que estos, las cochinillas se
AR R 1 BA Un pincel pequeño mojado en desplazarán por las espigas floral es,
alcohol desnaturalizado sirve para lim piar d aña ndo las ye mas y las flores por
las cochinillas harinosas de esta espiga de igua l.
Phalaeno psis. En los brotes nuevos, se
diluirá con agua para no quemar las Mosca blanca
hojas. Este insecto cría en el compost, don -
de sus larvas diminutas y blanqueci-
n as provoca n su d esco mp os ición.
Cochinilla harinosa Las larvas atacará n a las raíces reci en-
Estos insectos son m ás grand es que tes, pero en las plantas ad ultas co ns-
los pulgones y, por tanto, m ás fác i- tituyen m ás una m o les ti a que una
les de ver. Miden ap rox im adamente p laga. Puede verse vo lar a las moscas
3 mm de largo. Tienen cuerpos blan - a lrededor d e la pl an ta cuando se
d os y rosad os y están cubiertos po r mueve. Un a vez que se establece una
un a sustancia blanca a lgodon osa, co lo nia, se reproduce rápidam ente
que sirve d e clara indicación d e su en gran ca ntidad durante el verano .
presencia. Suelen congregarse en la El problema se elimin a rom piendo
base d e las hoj as y en las axil as en los su cicl o d e reprodu cció n. Para ell o,
d endrobios, entre o tros. Los d años se co loca la planta afectada en un
infligidos son similares a los que se cubo de agua de forma q ue el nivel
136 e u 1 DA Do s y e u L T 1 V o
del agua ll egue al borde de la m aceta
para ah oga r a las la rva s. Se pu ede
mantener es te tra ta miento dura nte
medi a hora sin causar d a ños e n la
pl anta.
Para controlar las moscas adultas,
sobre todo en orq uíd eas en los hue-
cos de las ve ntanas, se pueden poner
ce rca algun as plantas in sectívo ras,
co mo pingui culas (Pinr¡uicula spp.) y
droseras (Drosera sp p. ). So n p la n-
tas de zo nas pantanosas y, por ta nto,
se dispondrán en todo m o mento so-
bre platos de agua poco profundos.
No debe usarse abo no, pues las des-
truiría. Sus hojas ad heren tes atrapa-
rán a las m oscas y mosquitos, para
erigirse en un método de co ntro l na-
tural y eficiente.
Arañ uela roja
Esta pl aga ataca rá a la m ayo ría de las
o rquíd eas, pero sobre tod o a los den-
drobios, lycas tes y coelogy nes de ho-
jas blandas, así como a los cimb idios.
Una a una, las ara 1'iuelas son extrao r-
dinari a m ente pequ e11as, y ap enas
pueden verse a simple vista, aunqu e
casi tod as con un a lupa. Al microsco-
pio aparecen com o ácaros am arill en-
tos, qu e se mueven po r el en vés de
la superficie de la ho ja. Si se sop la la
hoja se moverán aceleradamente, y
sorprende ve r la gran cantidad que se
acumula en un pequ eño espacio. Son
ácaros succio nado res d e savia, que
provocan la aparició n de un a p elícula
blanca plateada en la h o ja en la que
han d estruido las cé lu las vegeta les.
Con el tiempo, en es tas zo nas se de-
sarro ll a un a infecció n que se revela
como manchas neg ras. Cuand o la in -
festació n es grave, se obse rvará una
te la muy fina que se extiende sob re la
superfi cie foliar. Es tos ácaros se acti-
va n sobre todo en ti empo cálido y se
reproducen co n rap idez en cond icio-
nes de calor y sequedad. Se asienta-
nen plantas de interior y de exterior.
En los casos más graves, provoca rán
DEREC H A
Las hojas de
Cymbidium
deben ser verdes
en el envés.
La supe1ficie
blanca plareada
en la hoja de la
derecha muestra
los daflos
ca usados por la
arai'iuela roja.
un a pérdida pre matura de la hoja. Es
posibl e d esembarazarse de la arañue-
la ro ja d e las orquídeas si se rocían
regu larmente las hoj as en el envés y
en la part e superior co n agua. Los
cimb id io s cu ltivados a l aire libre en
vera no, por ejemplo, pueden regarse
di ariamente con manguera por el en-
vés y entre las ho jas.
Otro método de co ntro l consiste
en el uso de un insecticida sistém ico;
p ero ha de tenerse la precaución de
leer atentamente las instruccio nes d el
fabricant e para un uso seguro. El in-
secti cid a co nvertirá a la planta en ve-
nenosa y erradi cará no sólo los áca-
ros adu ltos, sino tamb ién las n uevas
generaciones que eclosionarían d iez
días más tarde. Alternativame n te, se
us ará un jabón insecticida, limpi a n-
do las hojas por tu rnos. El co ntacto
con el jabón destru irá a los adultos
pero no a los huevos, así que h abrá
de repetirse al cabo de diez días.
Falsa arañuela roj a
Es una plaga similar, que ataca a las
ho jas más carnosas de las Plwlaenop-
sis y Paphiopedilum , p ara provocar el
p icado y amarill ea m iento de las dos
superficies. Si se mira co n lupa de au-
mento, esta plaga tien e un aspecto si-
mi lar a la arañue la roja. Es posible
des embaraza rse d e ell a de la misma
form a en qu e se trata a esta, pero la
destrucción de las superfic ies de las
hojas no se reparará, y será preciso
poda r la p la nta para eli mina r la des-
figu ración .
Insectos de escam as
Pu ed e n adop tar una mu ltiplicidad
de formas, pero todos los adultos es-
tán cub iertos con u n caparazó n esca-
moso, q u e pued e ser bl ando o duro,
b lanco o pardo, y norm almente re-
dond o u ovalado. También cuenta n
con una escam a lanosa, sem ejante
en su asp ecto a la de las cochinil las
 P R OB L EMAS COMUNES 137

IZQU IERD A Una quídeas que protegen sus seudobu l-

especie de bos co n va inas, levante estas va in as
Dendrobium y se sorprenderá de lo que encuen-
de hojas blandas ha tra. Lo que parecía ser unos pocos in-
resultado seriam ente sectos bajo el borde de la vaina no
afectada por la es sin o la punta de un iceberg, con
arañuela roja, que muchos más merodeando por deba-
provoca la aparición jo. Elimine la plaga lava ndo la plan-
de grandes manchas ta con un jabón insecticida. Deberá
blancas y la pérdida usar un peq ueño cepillo suave para
prematura de la desa lo jar a los insectos, pero no frote
hoja. con demasiada fuerza como para da-
ñar aún más la hoja.
Un remedio antiguo que siempre
se recomendaba co nsistía en limpiar
las hojas con a lco ho l desnaturaliza-
do, lo que mata al contacto, pero es
1ZQU1 E RD A La grave preciso retirar el ca parazón. Una vez
infeswción de expulsados los culpables visibl es, se
insectos de escamas tratará la planta con insecticida sis-
en esta Catt leya ha témico de forma regular hasta asegu-
dest.ruido algunas rarse de que se ha destruido a las su-
hojas y ha afectado ces ivas generaciones.
seriamente a otras. Los insectos de escamas son más
Se necesita una activos en primavera y ve rano, pero
intensa vigilan cia en un invernadero caliente seguirán
para erradicar una reproduciéndose d ura nte todo el in-
plaga que se ha vierno. A veces excreta n un miel ato,
asentado en tal que a su vez atraerá a las horm igas
magnitud en una para «ordeüarlos», del mismo modo
planta. que h acen con los pulgones. Del
mielato exud ará n mohos oscu ros,
que pueden desfigurar la ho ja aún
más.

ha rinosas pero que se extien de de
fo rma más amplia so bre la superficie
de la hoja. Cua nd o eclos iona n los
huevos, la fase larva ri a es extremada-
mente pequdí.a y de movimi ento s
relativamente ráp idos. Cuando ma-
duran, los adultos se asientan en una
posició n en la ho ja bajo su capara-
zó n en forma de cúpula donde se po-
ne n los huevos, y en esta fase so n
basta nte fác il es de ve r. Algunos se
co ngregarán en grandes co lo ni as,
mientras que otros so n casi solita -
rios, bien separados unos de otros.
Va ri as clases vivi rán en la superficie
de la hoj a principalm ente en el envés
y fuera de la vista bajo las va in as en
las catleyas, que son muy vulnerables
a los ataques de estos insectos. Esta
plaga se da prácticamente en cual -
quier orquídea . El d año se produce
cuando agu jerea la superficie de la
hoj a, lo que produce m anchas am a-
rillas poco estéticas. Transcurrido un
tiempo, los insectos se desplazarán a
otra orquídea.
Si sospecha que hay insectos de
escamas en sus catleyas u o tras or-
Babosas y caracoles
Estas problemáticas plagas están
siemp re con nosotros y sólo es posi-
bl e m antenerl as a raya con un a vigi-
lancia co nstante. Es probable que se
encuentren sobre todo en invernade-
ros, donde las condiciones son idó-
neas para su supervivencia. Los cara-
co les pequeüos pueden infligir un
daño considerabl e, ya que se comen
las puntas de las raíces. Las va rieda-
des más grandes, y las babosas de to-
dos los tam aüos, ingerirán las raíces
y masticarán los nuevos brotes y
los seudobulbos en desarroll o, para
138 e u 1 D A D o s y e u L T 1V o
 PR. OB L EMAS COMUN ES 139

IZQU 1E ROA Los ca racoles de ;ardín de

todos los tamaños aiaca rán a las partes

111ás blandas de las orquídeas, co mo esta
)'erna de catleya, sobre codo los brotes y las
pt111tas de las raíces. Esta plaga es más
común en los invernaderos, do nde la
ht1medad esti mula su desarrollo.

DER EC H A Un procedimiento inocuo para

arrapar pequeños caracoles y babosas

consiste en colocar rodajas de manza na en
el compost. Los an imales se congregarán
debajo de la manza na y pueden retirarse
lejos a la mañana sigu iente.

provocar a menudo un a gran herida

en una so la noch e. Busq ue signos de
esta pl aga en la oscurid ad con un a
li ntern a, ilumin ando las hojas de las
es pi gas fl o ra les d e las Cymbidium .
Hay muchas fo rm as de co ntrol ar los
caracoles y las babosas, pero si pre-
fiere usa r métodos no q uími cos po n-
ga uno o dos sapos en el in ve rnadero
o coberti zo com o dep redadores na-
tu rales. Pruebe a co loca r ro dajas de
ma nza na alrededor de las pl antas en
las que sospeche q ue hay caracol es y
babosas merodeando, y a la m aña na
sigui ente déles la vue lta. Le sorpren-
derá la ca ntidad de caracolillos que
hab rá a tra pado d á nd ose un fes tín
con la manzana.
Los seudobulbos que hayan sido
devo rad os exudará n una sustan cia
pegajosa que rellena rá el aguj ero . Si
no se tratan, Ja zo na da ñada puede
pudrirse, lo que ll evará a perder ese
brote de la temporada. Seque el agu-
jero co n un a servill eta de cocin a y
después envuélvalo co n azufre para
hort icultu ra. Así seca rá la herid a y
evitará que se asiente la in fecc ión. El
IZ QUIER D A Los caracoles y las babosas
p11ede11 causar estragos en los brotes,
donde dejan grandes agujeros, que
desjigt1rarcín Lota/mente las flo res cuando
se 11bmn, como muestra este brote de
rn1leya.
o rificio puede sanar pero no se cerra-
rá, y perdura rá como un a ma ncha
poco estéti ca.
Gorgojos y orugas
Estas pl agas que mastica n las hojas
devorarán gra ndes desarro ll os folia-
res y flores en poco tiempo. Los gor-
gojos son nocturnos y pasa n el día
enterrad os e n el compost, lo qu e
hace especia lm ente difíc il detectar-
los. Sus larvas también se desarrollan
en la ti e rra d e cultivo y d aiia n las
puntas de las ra íces. Busque signos de
su presencia de noche a la vez que
d etecta los caracoles. En ocas iones
los verá durante el día, jun to co n di -
ve rsas cl ases d e orugas . Si ri ega la
planta con una soluci ó n de jabó n in-
secticida o BT (Ba cillus thurigiens is)
destruirá las larvas. Los go rgojos son
una plaga co mún de exteri o r en jar-
dines y enco ntrarán el m odo de pe-
netrar en el inve rnadero y en la casa.
Tambi én pu ed en aca rrea rse desde
otras plantas y exigen un a vigilan cia
permanente.
Cochinillas, hormigas
y tijeretas
Estas plagas vive n en lugares frescos,
hú medos y umbríos, y bajo las tarimas
de un invernadero, un lugar ideal para
las cochinill as. Se enterra rán en el
co mpost, que desco mponen prematu-
ra mente para provocar su apelm aza-
miento . Las ho rmigas pueden anidar
en las macetas de orquídeas, sobre
todo en plantas que pasan el vera no al
aire li bre, y también descompo nen la
tierra de cultivo, impidiendo q ue se ai-
ree y provocando el ahogo de las ra í-
ces, que perecerán. Las tijeretas llegan
a l in ve rnadero al fi nal del vera no,
cuando desciende la temperatura en el
exteri or. Atacan a las nuevas pu ntas de
las raíces y se asientan en la base de los
seud o bulbos y en el interi or de las
brááeas de los cim bidios. A menudo
se encuentran al eliminar las brááeas
antiguas cuando se trasplanta el ejem-
plar. Para erradicar estas plagas, se re-
ga rán las pl antas con un jabón inseái-
cida, o se usará un inseáicida en po lvo
especialmente diseñado.
140 e u 1 D AD os y e u L T 1 V o
ENFERMEDADES
Y OTROS
PROBLEMAS
La mayo ría de las enferm edades so n
consecuencia d e d efici e ntes co ndi-
ciones de cultivo y a menudo apare-
cen en plantas so metidas a estrés por
sobreex pos ición a la luz o al fr ío. Las
condicio nes húm edas y frías, como
las que pueden darse dura nte el in -
viern o si el sistema de ca lefacc ión es
inadecuado, provoca rán pod redum -
bres, mo hos y manchas.
Hojas arrugadas
Un prob lema mo lesto que se produ-
ce ocas iona lm e nte, sobre todo e n
orquíd eas como o dontog losos y
mi ltoniopsis, es el de las ho jas arru-
gadas. Cu a nd o se desa rro ll a n los
nuevos crecimi entos, las ho jas jóve-
nes se a rrugan y quedan des figura -
d as o afeadas. Aunque a m enudo se
atribu ye el prob lema al riego irregu-
lar, co n el que la planta ha sufrido
prim ero un riego excesivo seguid o
de seq uedad , tam bi én se consid era
un defecto genético, que procede del
entrecruzamiento con ciertas plan-
tas que parece n propensas . El pro-
bl em a no siempre pued e atribuirse
al cultivador, que pued e buscar en
vano un moti vo.
Seudobulbos dañados
Los seudobulbos pueden ve rse afecta-
dos por manchas acuosas negras, que
en general proced en de sufrir co ndi -
ciones fr ías y húmedas durante perio-
dos prolongados. Cuando se llenan
de agua, es preciso cortar los seudo-
bulbos para abrirl os, dren arl os y seca r
el aguj ero, y d es pués se re ll e narán
con un polvo fun gicida o co n azufre
para horticultura. Cua ndo un seudo-
bulbo recién madurado se parte de re-
pente, el origen puede ser otro. Las
plantas q ue parecen crecer bi en y q ue
se han abonado co n asidui dad a veces
pued en extender sus seud o bulbos tan
depri sa q ue se parten por los lados.
Este pro bl ema es evidente en especial
en los odontoglosos y algunas enci -
cl ias, así co mo en las lycastes y angu-
locastes, y pued e d eberse a exceso d e
abo no. Siempre que se ma ntenga la
hendidura seca y tratada, en caso ne-
cesa ri o, se evitará la infección y lapo-
dredumbre.
Podredumbre
La pod redumbre en desarro ll os nue-
vos debe tratarse an tes de que se ex-
tiend a a la planta principal y lleve a su
pérdida. Se cortará el desarro ll o en po-
dredumbre has ta que se llegue a un ri-
zoma sano, y después se espolvoreará
la zo na cortada co n azufre de horti-
cultura para curar la herida . Las pun-
tas negras que aparecen en los extre-
mos de las h o jas so n signo de que
algo no funcion a en las condiciones
de cu ltivo. Tal vez sea necesario elevar
el calor en invi ern o, por lo cual con-
viene revisar las temperaturas. Se cor-
tarán las puntas negras hasta ll egar al
borde verde, y se mantendrá el inve r-
nadero un poco más seco hasta asegu-
rarse de que el prob lema se ha atendi -
do . Si las h ojas afectadas siguen
ennegreciéndose en las puntas de cor-
A RRIBA La botritis (1110/10 gris) es un
hongo que aparece tamo en flores antiguas,
como en nuevas en las que pers isten las
condiciones de frío y hwnedad. Se ofrecerá
una atmósfera 111ás seca y, en caso
necesario, se incrememarcí el rnlor.
te, el p roblema no se habrá resuelto, y
probab lemente ex isti rá un desequil i-
brio entre los grandes fa cto res. Se re-
visará que la humedad, el calor y la
luz están equilib ra dos pa ra poner fin
al probl ema.
Manchas
Durante el invie rno, un defecto co-
mún es la aparició n de manch as pre-
maturas en las flores. Se produce en
particu lar durante periodos de tiem-
po húmedo y nubl ado . Se dej ará se-
car la atmósfera y, en caso necesario,
se elevará el ca lo r ligeram ente. Como
alternativa, se ll eva rá n las plantas en
flor a l interior d e la casa, donde el
amb iente más seco será prop icio para
las flores. Tamb ién es un momento
en el que es probabl e que se pierdan
algun os brotes, debido a un desequi-
libri o provocado por las condi ciones
d efi cientes. Pued e suceder en interior,
cuando la zo na de cultivo es dem a-
siado cá lida y seca, y las yemas están
expuestas a un exceso de luz.

Quemaduras
Las quemaduras por el sol pueden
afectar a todo el follaje de las orquí-
deas expuestas a luz so lar demasiado
directa. Pueden observarse en la su-
perficie de la hoja en la que ha inci-
dido directamente el so l. Lo que co-
mienza como una zo na blanqueada,
en la que se han destruido célul as de
las hojas, se vuelve marrón y negro
conforme se extiende la infección .
Por lo común , la zo na afectada se
confina a la de exposición de la hoja
y no se difundirá por toda ella. En
los casos en que resulte afectada Ja
mayor parte del follaje, lo mejor es
deja r la planta hasta que las hojas
afectadas se caigan por efecto natu -
ral. Si sólo hay un par de hojas afec-
tadas, pueden retirarse para mejorar
el aspecto de la planta sin debilitarla.
Cualquier pérdida repentina de fo-
llaje en una orquídea perenne es se-
ria l de una rápida respuesta de la
planta a condiciones que le son in-
to lerables. Podría tratarse, por ejem-
plo, de un frío intenso, y es la reac-
ción que cabe esperar cuando falla el
sistema de calefacción del inverna-
dero en una noche muy fría. Las or-
quíd eas así afectadas pueden tardar
a1ios en recuperarse, si es que lo ha-
cen, y a veces no merece la pena in-
tentar recuperarlas debido al tiempo
que ello supone.
Virus
Unas condiciones de cultivo deficien-
tes, en particular durante los meses de
invierno, suelen ser responsables del
inicio de una enfermedad vírica. Así
sucede como consecuencia de estrés,
cua ndo una planta debilitada mues-
tra manchas negras, franjas o puntos
en las hojas. Los virus pueden exten-
derse asimismo a plantas sanas a tra-
vés de plagas succionadoras de la sa-
via, como la arañuela roja. Hacia la
mi tad del siglo xx, las enfermedades
por virus eran particularmente domi -
nantes en los cirnbidios. Hoy en día,
con un mejor conocimiento de cómo
se producen y de la forma de preve-
nirlas, rara vez se dan. Sin embargo,
pueden aparecer en caso de deficien-
tes condiciones de cultivo, aunque
una planta infectada seguirá crecien-
do y floreciendo con normalidad. Si
sospecha que una orquídea está afec-
tada por un virus, apártela de las de-
más plantas para evitar que el virus se
difunda a través de las plagas. Si se
cultiva en aislamiento no contagiará
a otras plantas y podrá seguir lucien-
do con hermosura durante largo
tiempo. Para evitar la infección cruza-
da, esterilice siempre todas las herra-
mientas que utilice. Cuando trasplan -
te o pode las espigas florales, esterilice
los cuchillos y las podadoras ponién-
dolos a la llama o sumergiéndolos en
alcohol desnaturalizado.
PRO B L EMAS COMUNES 141
1Z QU1 E R DA La luz sola r
brillante, el aire
contaminado, el ji"ío, la
humedad o la fa lta de aire
jí·esco pueden provocar
manchas en los pétalos.
Las flores aparecen
marcadas con zonas
negras. Cuando esté la
planta en jlo1; se reducirá
el riego y se mantendrá
bien en sombra a una
temperatura uniforme.
1ZQU1 E RDA El vinis del
mosaico deja manchas
oscuras )' hundidas en las
hojas. Las plantas
afectadas deben
desiruirse. El problema,
sin embargo, puede
evitarse si se controla el
daño infligido por las
plagas de insectos, que
auspician la llegada de los
virus.
Una de las mejores formas de
prevenirse contra enfermedades y
problemas bacterianos consiste en
poner en práctica una buena higiene
en el inve rnadero y en torno a las or-
quídeas. Se han de recoger las hojas
muertas que caigan de las plantas. Si
se dejan pudrirse en las tarimas en
condiciones húmedas, las esporas se
dispersarán rápidam e nte. Siempre
que sea posible, se asegurará que el
invernadero está suficientemente ven-
tilado. Resulta importante sobre todo
en invierno, cuando se dan las condi-
ciones propicias al estancamiento, so-
bre todo en invernaderos con doble
acristalado y escasa circulación de
aire. Retire siempre las espigas flore-
cidas antes de que se pierdan las flo-
res. Estas podrían pasar desapercibi-
das entre las orquídeas, y empezar a
pudrirse después de caer de la planta.
142 e u 1 DA D o s y e u L T 1 V o

1ZQU 1 E RDA Esle

f uerte y saludable
Cymbidium
posee seudobu /bos
lozanos, ninguno
de los males carece
de hojas. Los
nuevos desarrollos
que asoman
madu rarán en 1111
seudobu/bo que
será mayor
que los existentes.

1zQU 1E R DA Esle
Cymbidium esllí
sobrecargado de
seudobulbos
sobrantes, que
deberían haberse
retirado antes.
El fo llaje está
des lucido y es
propenso a
romperse. Existen
algunos desaITollos
nuevos que es
preciso trasplantar,
y reducir el
número de
seudobulbos a dos
o tres.
 PROBLEMAS COMUNES 143

TABLA DE PROBLEMAS COMUNES

PLAGA SÍNTOMAS TRATAMIENTO

Abejas y ratones Echan a perder las flores al extraer e l Evitar la entrada de las abejas, usar
polen. trampas para atrapar a los ratones.

Arañuelas rojas Manchas plateadas e n el envés de las Usar insecticida sistémico o un jabón
hOJas, sobre todo en los cimbidios. insecticida.

Caracoles y babosas Orificios en seudobu lbos, espigas florales Usar bolitas contra babosas o poner
y yemas. rodajas de manzana.

Cochinillas hari nosas En las axi las de las hojas, las bases Usar jabón insecticida.
de las plantas en espigas flo rales, buscar
cubierta exterior lanosa.

Cochinillas, hormigas y tijeretas Compost en rápida descomposición. Regar las macetas con jabón insecticida
o insecticida en polvo.

Falsas arañuelas rojas Picaduras amarillas en la superficie de las Usar insecticida sistémico o un jabón
hojas, sobre todo en Phalaenopsis y insecticida.
Paphiopedilum.

Gorgojos y orugas Zonas masticadas en tejido blando, sobre Usar polvo insecticida o regar las plantas
todo flores y yemas. con jabón insecticida.

In sectos de escamas Zonas amarillas bajo las brácteas en las Usar jabón insecticida o desalojar al
catleyas, y en las axi las de las hojas. insecto.

Moscas blancas Compost descompuesto en las macetas. Ahogar las larvas en agua; usar plantas
insectívoras.

Pulgones Presentes en brotes, flores y nuevos Lavar con agua y jabón insecticida.
desarrollos, provocan deformidades y
amarilleamiento.

ENFERMEDAD/PROBLEMA SÍNTOMAS TRATAMIENTO

Enfe rmedades fúngicas Flores manchadas; manchas acuosas Aumentar el calor y reducir la humedad,
en seudobulbos. tratar los seudobulbos con azufre.

Podredumbre Centro de nuevos desarrollos más pardo, Cortar lo podrido y espolvorear azufre.
hojas extendidas; base húmeda y
maloliente.

Quemaduras Largas zonas ennegrecidas en las Aumentar la sombra.

superficies de las hojas.

Seudobulbos partidos Sobre todo en odontoglosos, que se Abonar menos; secar con azufre.
parten por los lados.

Virus Franjas ennegrecidas o manchas Mejorar el cultivo y la higiene; aumentar

amari llentas en las hojas, a menudo con el calor en invierno; segregar.
un dibujo definido.
 ~ ~

GUIA DE ORQ1JIDEAS
Co mo h emos visto, la fami li a d e las orquídeas es extraordin ariamente di ve rsa y tan extens a que res ulta imposible

cubrirla por comp le to en un único libro . En la siguiente sección se describe n e ilustran las orquídeas qu e conforman los

tipos m ás popu lares cultivados hoy en día. En ell a se ofrecen recomendacion es para el principiante, re tos para el culti-

vador expe rim e ntado y referencias a algunas orquídeas qu e pueden ser difícil es de encontrar

e n cultivo pero que se mencionan especia lm e nte para ilustra r las e normes difere ncias entre

las flores de es ta asombrosa y va ri ada familia . Todas las plantas, con la excepción de las o rqu í-

d eas britá ni cas a utó cton as, han sido cultivad as por los au tores, y las descripciones y notas se

han ex traído de la experie n cia pe rsonal e n el co nocimi ento y cultivo de es tas p lantas innega-

blemente ta n he rmosas.

Si exp lora más a fondo el mundo de las orquídeas encontrará muchas más especies de las aquí recogidas. Con el ti em-

po aprend erá a desa rrollar sus propias variedades predil ectas, y conforme amp líe sus conocimi en tos, su co lección de or-

quídeas se hará más es pecia li zada . Podrá trabajar todas aque ll as que le res ulten at ractivas o plantea rse un nuevo reto bus-

ca ndo va ri edades de difícil cultivo. La siguiente selección no es sino un punto de pa11ida desd e el cua l iniciar un viaje

personal de descubrimi ento en el mundo de las orquídeas.

Phalae11 opsis Littl e Skipper «Zuma Nova».

146 G U 1 A D E O R QLJ Í D E A S
ÜRQlJÍDEAS POPULARES
Las orquídeas recogidas a continuación son adecuadas para una
am plia variedad de temperaturas y situaciones. El tamaño de las
macetas que se proporciona corresponde a plantas adultas, mientras
que la altura corresponde a plantas adultas no florecidas.
BRASSIA
Este pequeiio género natural de plantas
epifitas perennes procede de Arné1ica
central y del sur, incluidas las Indi as
occidenta les. Pocas de las 25 especies están
en cultivo y existe un número limitado
de híbridos. Se han obtenido algunos
resul tados srnµrendentes mediante la
reproducción intergenérica con
odon toglosos y otras modalidades afines.
Como resultado se o btienen a menudo
fl ores grandes y espectaculares con col o res
suaves, como puede apreciarse en el
género híbrido Mac/ellanara , que co mbina
Brassia con Odont.ogloss11111 y Oncidium.
Las especies se ca racterizan por los
pétalos y sépalos extremada mente largos y
Brassia Evdah Loo «Vera Cruz» AM/ RHS.
estred1 os, que explican el nombre común
de orquídeas ara11a que reciben.
Los colores principales son verde claro y
marró n. Las plantas ti enen seudobulbos
verdes ovalados y, por lo común, dos
hojas verdes, aunque ocasionalmente
puede ser una. Las espigas floral es
aparecen desde la base del seudob ulbo
principal en primavera y contienen hasta
una docena de flores en dos planos
distintos, en espigas arqueadas claramente
por encim a del fo ll aje. La floración se
produce a prin cip ios del verano, y las
flores, que tienen un aroma maravilloso,
durarán de cuatro a cinco semanas.
Las brass ias co mbinan bi en en
co mpañía de o dontoglo sos o en un a
Brassia ue1-rucosa.
co lección mixta. Las plantas pueden
dividirse cuando son suficientemente
grandes, y la propagaci ó n se real iza a
pa rtir de seudobulbos.
Temperatura: Culti vo prin cipa lm ente
en frío.
Cultivo: En macetas de 10-1 5 cm con
compost (m edio de cultivo ) co n base de
cortezas o en corteza . Se riegan todo el
año, pero con más moderación en
invierno. Se rocía el foll aje en verano, pero
se mantienen secas las ye mas y las flores.
Altura: l lasta 30 cm.
Brassia Evdah Loo «Vera Cruz» AM/RHS
Los sé palos y pétalos asombrosam ent e
largos (1 5 cm o más) de este híbri do
muy fino y laureado se han produc id o
mediante el cruce de la Brassia /011gissi11 w
d e tonos naranjas co n una especie de
pétalos todavía más largos de B.
gireoudiana. Esta planta crecerá mejor
en un in ve rn ad ero ca li ente.
Brassia Rex
Este antiguo híbrido procede de Hawai ,
a partir de la Brassia uernicosa, de fl ores
verd es, y la B. gireoudiana. La planta
tol era el ca lor, lo que la hace adecuada
para el cu lti vo en regiones cá lidas.
Brassia ue1-rucosa
Las flores simét1i cas y maravi ll osam ente
largas (1 5 cm) de esta especie fáci l de
cultiva r procedente de Honduras y otros
lugares ga rantizan el manteni mi ento de su
popularidad co mo una planta cultivada
en el interior o en un invern adero frío. Las
flores aromáticas aparecen en verano.
 ORQU ÍDE AS ror ULARES 147

Bmssia Rex.
148 G U i A D E O R QU i D E AS
CATTLEYA
(ALIA NZA)
Las cat leyas fue ron las primeras de las
vistosas o rquídeas e pifitas trop ica les que
se cu lti va ron y que florecieron de forma
no sil ves tre. La primera fue Cattleya
labiada, introducida desde los bosq ues
montal'iosos de Bras il en 1818. Las
ca tl eyas fo rm a n parte de un grupo muy
ex tenso que co mprende otras mu chas
orquídeas em parentadas, e ntre las qu e
los géneros natura les más conocidos so n
Lae/ia, Hmss11110/11, Sophronitis y Encyc/i11.
Estas, y o tras, se han cru za do
ampliamente durante cas i 200 años para
prod ucir la co losa l diversidad de flores
de va riad os tamaños de qu e se dispone
hoy. Las es pec ies del grupo proceden de l
ce ntro y el sur de Améri ca, y e n el gén e ro
Cr111/eya hay unas 50 especies. En su
mayo ría son rara s en la natural eza y se
e ncuent ran e n cultivo en colecciones de
especialistas, donde se ha n criado e n
vive ros a partir de clones seleccionados.
Los híbridos pueden contarse por
millares, y co mpre nden desde pla ntas e n
miniatura que contie ne n especies de la
diminuta Sophro nitis, en su mayo ría con
fl o res de co lo res naranja, amarillo y ro jo,
a los excesos descom un ales de los cru ces
de Brnss11vo/11. Los más co nocidos de estos
híbridos fabr icados por la mano humana
son Sophro/11e/ioc1111/eya, Brasso/11e/iocattley11
y L11elioca11/ey11. Estos nombres pueden
descifrarse fácilmente para iden tifi ca r
géne ros específicos como Sop/1ro11itis,
Bmss11110/11, Lae/ia y C1111/eya, pero cua ndo
hay más de tres géneros impli cados, el
no mbre dado al cruce resultante se
perso nali za en un o indi vidual, para
produ cir un a denom in ació n men os
evidente en la etiqueta . Por eje m plo,
Patinara es el resultado de cruzar
Brassauo/a, Cattleya, Laeli11 y Sophronitis.
Co n un a alianza tan comp leja, se
hace impos ible describir la «ca tl eya »
típica , au nque to dos los h íbridos
emparen tados reciben en sentido amp li o
el nombre co lect ivo de ca tl eyas, sea cual
sea su con figuració n .
Entre las espec ies de Ca ttleya hay dos
grupos diferenciados. Se trata de las
unifoliadas, qu e tie ne n un a so la hoja, y
de las bifoliaclas, que posee n dos. Todas
son perenn es, y só lo ocasio nalm e nt e
pi e rd e n a lguna hoj a pos te rior. Es tos dos
grupos está n bi e n d efinid os por sus
flores. Las es pecies uni fo li adas so n
co nocidas por la relucie nte bell eza de sus
gra nd es flores de labelos recurvados,
cuyos co lo res d o min a ntes so n del bl a nco
al rosa y a l a marillo, o al exquisito rosa
lava nda y los tonos de ma lva. Las
es pecies bi fo liadas posee n
prin cipa lm e nte fl o res m ás peq ue1i as,
a lgun as con pétalos y sépalos ce rosos
y bordes me nos rizados. En el las se
e ncuen tran o tros co lo res, co m o verde y
pa rdo , y las flores a menudo presenta n
abu nda ntes man chas o m o tea dos.
Las catl eyas produce n seudo bulb os
e n su mayo r parte ala rgados o e n forma
de maza, a menudo envueltos al
prin cipio, co n hojas rígidas de co lo r verde
oscuro. Los capul los se produce n desde el
ápice del seudobulbo, norma lme nte
envuel tos en una va in a protecto ra, que se
seca y se pa rte pa ra dejar e me rger el
cap ull o e n desa rroll o. Mientras la m ayo ría
prod ucen sus flores en esp igas co rtas, los
híbridos que conti ene n la es pecie
mex icana de Lael ia, co mo L. anceps, ti ene n
espigas fl o rales m ás largas.
En la mayo r parte de las es pec ies
de orqu íd eas aro m át icas, e l o lor se
pierde co n la hibridació n, pero e n la
a li anza Cattleya esta fragan cia se co nse1va
e n la inmensa m ayoría de los híbri dos,
lo q ue refuerza su at racti vo.
Las cat leyas so n fl o res muy d e m od a.
Dura nte los ini cios y m edi ados de l
pasado siglo, el o bj eti vo co nsistía e n
culti va r flores cada vez mayores, que
ll evaba n las clam as d e socied ad. Pa ra el
cu lt ivador, las inm ensas fl o res ex igían un
bue n so porte para evi tar que los tal los se
dob lara n por su peso. Con la
popu la ri zació n de fl o res más peq uei'1as
co nseguid as m ed ia nte cruce co n
Sophronitis, y co n los co lores vivos que
a parec iero n, estos h íb rid os más fáciles
de aco mo dar log ra ro n un éx ito
instantán eo e ntre los cu lt ivadores. En la
actu alid ad, sigue ex isti e ndo un a inmensa
va ri edad de tipos de flores, co n muest ras
adecuadas para todos los gustos dentro
de este gru po fabuloso.
Las ca tl eyas prefi ere n buena luz.
Sin emb argo, e l fo ll aje endurec ido es
e nga 11 oso, y el p rim e r so l de pri mavera
pu ede que mM ráp idam e nte las hojas si
no se protege n de la lu z directa. La
m ayo ría d e las ca tl eyas poseen un
periodo de reposo o late ncia, que varía
de un as pl a ntas a otras. Es frecuente que
a lgun as inici e n su crec imi e nto cl aro en
otm1o y prosiga n co n él durante el
invie rn o. La no rm a es vigilar cada
pl a nta, y cua nd o no es té en crec imiento
activo, deja rl a d esca nsa r e n el lado seco
ha sta qu e se a prec ie n bro tes nu evos.
Las ca tl eyas produce n raíces
abunda ntes, que so n un deleite cuando
exp los ionan desde la base de un
seudo bul bo recié n for mado . El grueso
y le11oso ri zoma rastrero q ue une los
seudobulbos produce el desarroll o de
nuevos reto 1 os en el borde de la maceta y,
cuando siguen las nuevas raíces, puede
plantea rse un probl e ma para el cultivador.
Aunqu e las raíces crece n bi en fuera del
Brassolaeliocau /eya Mem. Dorothy
Bertsch «Butte rcup».

Brassiolae/iocattleya Malworth x Laeliocattleya Honigrnond.
tiesto, suponen un problema cuan do se
trasplanta el ejemp lar, y será preciso
cortarlas pa ra evita r que se pudran. El
tiempo es crucial: se trasplantará lo antes
posible en cuanto el crecimi ento se haya
desarro ll ado hasta una fase en la que las
nuevas raíces apenas puedan verse, pero
no lo suficiente co m o para q ue sufra
da11os. En esta fase, las raíces an tiguas
pueden recortarse co n menor perjuicio
para la planta.
Te mperatura: Culti vo intermedio.
Cultivo: En macetas de 15·20 cm o
menos sobre com post de corteza gruesa
o lana min eral. Se riegan bien en verano ,
y de forma escasa en in vierno . Se rocía el
fo llaje en vera no. Se mantienen en
so mbra durante el vera n o, y a plena lu z
en in viern o.
Altura : Desde 15 cm hasta más de
45 cm.
OR Q U Í D EAS PO P ULAR E S 149
Brassolaeliocattleya Mem. Dorothy
Bertsch «Buttercup »
Este híbrido de tipo Cattleya tien e una
forma y co nfi guració n perfectas.
Las flores lu strosas, del co lor del
albaricoque, miden 15 cm.
Norma lm ente se produce una flor
en vera no, ocasionalmente dos.
Brasso/aeliocattleya Malworth x
Laeliocattleya Honigmond
Este híbrido aromát ico que fl o rece en
otoi'to es un a co mbinación de Brassavola,
Laelia y Cattleya. Los tres géneros han
con tribuido co n su propio valor a este Ca lt/eya Niebla de los Andes.
híbrido. Las flores rosas se rea lzan con el
amarillo del centro del labelo. generaciones sucesivas de especi es de
flores blancas, como Cattleyn mossiae var.
Cattleya Niebla de los Andes alba, pa ra mantener la forma más limpia
Esta Cattleya de un blanco inm aculado de co lor. Durante el verano produce de
ha sido cultivada a través de una a tres flores aromáticas de 10 cm .
150 G U i A D E O R Cl~U i D EA S

Ca ttleya shi1111eri. Laeliocattleya Archange.

Catlleya Go lden Girl
La co lo ración na ranja bri ll ante de este
h íbrido de fl o ració n otoñal se ha
co nseguido despu és d e generaciones de
cultivo selectivo. Se ha lograd o un a fl o r
de buen Lam af\o co n un co lor inte nso.
prim avera a partir d e los se udobulbos
madu ros d e la temporad a an te ri or.
Laeliocattleya Bea um es nil «Parme»
La Ca11/eya origina ri a ha influido
e n la fo rm a de este híbrid o seductor,
que produ ce una cabeza de dos a
cuatro fl o res ma lvas de centro
a mari ll o, g ra nd es y aromát icas, durante
los meses de ve rano. Las fl o res so n
compactas co n labelos limpi os y
sem ice rrados.

Cattleya slii1111eri
Presentada como la flor naci o nal de
Costa Rica, esta deliciosa espec ie qu e
fl o rece en oto1io fue recogida por
primera vez en Gua temala en 1838 .
Su descub rid or fue el buscador de
orqu íd eas Ceorge Ure-S kinn e r, d e q uien
recibió el nombre. Se observa n va rias
form as de colo r, e ntre ell as el bl a nco.
La planta ha sido so m etida a un a
extensa hibrid ació n.

Laeliocattleya Archange
Este híbrido rosa de flores grand es y
bordes ri zad os exhi be un labe lo
profundo. Las fl ores aparecen en Cattleya Go lden Girl . Laeliocattleya Beaumesnil «Pa rm e».
 o R QU i D E As ro r u LA RE s 151

Laeliocauleya Ca rri e Joh n son

Este híbrido crem a y ca rmesí ti e ne ma rcas
pelóricas e n los pétalos que re producen
los dibuj os del la belo. La for ma de la flor
recuerda a su a nteceso ra Laelia anceps, con
las fl ores e n un tall o la rgo . La influencia
de Lae/ia pe rmite cu lti va r la planta e n frío ,
en interi or o e n un invernadero, do nde
ílorece al fin al de la prim avera.

Laeliocattleya C hit C hat «Ta ngerine»

Grupos de fl o res naranj as y brill a ntes
de 5 cm ado rn a n este bell o híbrido de
flo ració n p rim ave ral, q ue se h a
co nsegu id o a partir de la especie
gua temalteca Cauleya aurnntiaca, de
colo res vivos, y de las especies b rasil e ñas
no menos vib ra ntes Lae/ia cimabarina y L.
hnrpop/1ylla. Las d os ú ltimas se cruzaron
en 1902 para dar la Laelia Coro nel.

Laeliocattleya Gypsy Queen

Este híbrido a me ri ca no exhibe todas las
rna lidades ap reciadas en las flores más
grandes de la ali a nza Cau/eya.
Ma ravill osa me nte rizadas, estas enormes Lae/i ocattleya Ca rri e Johnson.
flo res de colo r rosa pálid o y de 10 cm
presentan labelos rojos y centros a marillos.
Duran hasta tres sema nas en vera no.

Lneliocau/eya Magic Bell «New Trick»

Estas enca ntadoras fl o recil las, d e 7 cm de
diámetro, se producen e n otoño e n una
planta escuela y co mpa cta co n
seud ob ulb os esbe ltos y dos h o jas. Co n
Cn ttleya au rantiaca en su sus trato, que le
co nfi ere la fo rma a bi e rta y el co lo r, este
híb ri do es raro por sus pétalos y sépalos
de dos co lores.

Lae/iocattleya Mag ic Bell «New Trick». Laeliocauleya Chit Chat «Tangerine». Laelioca LLleya Gypsy Qu ee n.
152 GU iA D E O R QU i D EA S
SoplirolaeliocaLLle)'a Jewel Box
«Dark Wate rs». Li1eliocaitleya Pomm e d ' Or
Este h íbrido ll eva fl o res m ás peq ue fi as
co n un a textura ca rn osa, qu e so n m ás
abun da ntes e n la es pi ga. La rica
co lo ració n a m arill a y las ve tas ro jas d e
la ga rga nta d e l la be lo form a n un a
co mbin ació n sin igua l. Se tra ta ele
u na pl an ta q u e flo rece e n p rim ave ra y
,oto ii o; la flora ció n dura hasta tres
se man as.
La elioca rtleya Starting Point «Unique»
Las exq ui sitas vari ed ad es semi a lb a res,
co m o este m agn ífi co híbrido d e fl o res
gra nd es qu e sa le n e n o to ii o, so n duras y
res istent es. El labe lo, d e col o r m o rado,
Laeliocattleya Po mm e d ' O r. co ntras ta viva m en te co n e l bl a nco
p rístin o de los sépa los y pé ta los que lo
e nm a rca n . Es un a varied ad robusta
proced e nte d e Ca li fo rnia .
Sopllrolaeliocattleya Jewel Box
«Dark Waters»
Infl o resce ncias ca rm es íes co n flo res de
7 cm ado rn a n es ta va ri ed ad de Jewel
Box, qu e se ha in spi rad o en el vív ido
co lor d e la Sop /1 ronit is, mi e ntras que la
fo rm a es un a re mini scencia de Lnelin.
Esta esbe lta va ri ed ad se co nvierte
fá cilm e nte e n un a pl a nta d e base
m edi a nte un a co ntinu a «ru p tura en
d o bl e», es decir, la producció n de nuevos
brotes a pa rtir d e un seudobul bo.
Las fl o res a pa rece n e n pri mavera.
 ORQU ÍDE AS rOPULARES 153

Lae/iocattleya Startin g Po int «Uniqu e».

154 G U Í A D E O R QU 1 D E AS

COELOGYNE
Es un género natura l de plantas epifitas
perennes prese ntes en una amplia región
de Indi a, China y la mayo r parte de
Ma lasia. Las especies del Him alaya
neces itan un tratami ento en luga r fresco
y son plantas dom ésti cas perfectas. Las
de tipo malayo, qu e a menud o so n
las más gra ndes, res u ltan ad ecuadas para
intervalos de temperatura li gera mente
superiores. Existen num erosas especies
en cultivo, adem ás de un pu1i ad o de
híbridos, algunos co nseguid os hace
muchos a1ios y aún muy apreciados.
La colo ració n princi pal del gé nero es
bl anca co n un labe lo mu y decorado : las
flores se acom pañ an a menud o de un
aroma dulce. En la ga ma de co lores están
representa dos tamb ién el verde y e l
marrón claro tostado. Las pl a ntas, de
tamaños variab les, p roducen
seudobulbos verd es, rol lizos y b ri llan tes
al principio y arru gados despu és de un
cierto ti empo, de me nos de 2,5 cm a más
de 15 cm de altura. l·: ntre estos dos
extremos se produ ce n a lgunas pl antas
rea lm ente deliciosas, id eales para culti va r
en los alfé iza res o en peque1ios
invern aderos. Tod as co n tienen u n par Coe /ogy11e co ry111bosa.
de hojas estrechas y ova ladas, y en su
mayo ría producen las es pigas fl ora les en se ve n p la ntas enormes en prim avera, altura de 60 cm, aunque las fl ores
los nu evos brotes. Estas espi gas pu eden co n u na masa espumosa de aparece n en esp igas flo rales co rtas y
ser extre madam en te co rtas y de una so la sorprendentes fl ores b lancas en arqueadas. Estas, d e co lor am ar illo
fl or, o bien largas y caedi zas, co n una efervesce ncia. pajizo, ll ega n a 7 cm de d iámetro
cadena de hasta dos docenas de flores. Temperatura: Cu ltivo en frío o y tienen un fuerte aro ma a rega liz.
Las coelogynes fl orecen durante fina les interm ea io. Esta es pecie de floració n estival necesita
del inviern o y primavera, y todas so n Cultivo : En mace ta s de 7- 15 cm , tratamiento en un luga r ca li ente,
pl antas muy agradecidas. dependi endo d e la es pecie. Se ri egan bastante es pacio y muy poco desca nso.
Estas espec ies tienen periodos de y abonan con regu la ridad desde
crecimi ento y latencia bien definidos. pri m ave ra, cuando apa rece n los nuevos Coelogy11e co ry111bosa
Durante la fase de letargo pu eden brotes. El riego se reduce al ace rca rse el Las flores, atracti vas y de un bl anco
produ ci rse march ita mi entos de a lgu nos invie rn o. Se m a n tie nen en bu ena inmacul ado, se p rod ucen profusamente
seudobulbos, algo normal, pero deben sombra e n ve rano y a la luz e n en esta especie de tam a!'i o modesto
recuperarse de nuevo cuando la planta invie rn o. procedentes de Da rj ee ling. Las espigas
entra en fase de crec im ien to. Algunas de Altura: 15-45 cm . fl ora les se arquean po r deba jo de l fo llaje,
las espec ies so n idea les como plantas lo que hace a esta espec ie ideal para
de espéci men, entre ell as Coelogyne Coelogy11e aspernta cu ltivo en ces tas. Esta planta de altitu d
crisiala, que pued e alca nza r dim ension es Esta especie de amp lio crecim iento e levad a y en torno fresco fl o rece a
descom unales, y a menudo en las ferias originaria de Ma lasia puede a lca nza r una princip ios de l ve ran o.
 ORQUiDEAS POPULARES 155

Coelogyne asperata.
156 G U i A D E O R Q U i D EA S
 o R QU i D E As ro r u LAR Es 15 7

Coelogy11e crislata var. alba.

Coelog¡111e cristata var. alba

Esta hermosa fo rm a de b la nco prístino
de la especie no ti e ne ningún adorno de
color. La planta crece a partir d e un
rizo ma más largo de lo hab itua l, lo que
deriva e n un aspecto desordenado.
Florece e n p rim avera.

Coelog¡111e cristala «G lac ie r Mint»

Si n duda un a de las espec ies m ás
popul ares, adecuada pa ra un
invernadero frío o para cu ltivo en
interior. Si no se la manipu la, la p lanta
puede crecer desmesu radamen te, para
producir un a impactante exh ibi ción de
blanco brillan te, co n fl o res p ri maverales
de 5 cm. Es originaria de l Himalaya.

Coelogyne jlaccida .

Coelogy11e daya11a Coelogyne jla ccida

En ve rano, la esp iga floral que desci e nd e
e n espira l con ti e ne num erosas flores
de 4 cm, exqui sitame nt e ma rcadas e n
co lor ma rró n claro y oscuro. La pl anta es
alta y es belta y ha de cu ltivarse e n un
inve rnad e ro inte rmedio con buena luz
de in vierno. La especie procede de
Coelog¡111e da ya11a . Borneo.
Esta es pec ie está ado rnada por masas de
esp igas florales pé ndul as. Las fl o res,
ele b lan co marfil y 2,5 cm, son
aro m áticas y se produce n en los brotes
nuevos a principi os del verano. La planta
mide 20 ele altu ra, y proced e de los
m o ntes Khasi, en la 1ndia oriental. Crece
e n interior o en un in vernadero frío.
158 GU iA D E O R QU Í D E A S

Coelogyne Gree n Draga n «Chelsea»

AM/ RHS
Es un o de los escasos h íb rid os vistosos
del gé nero. Sus espectacu lares fl ores de
7 cm ti e nen péta los verdes hori zo ntal es
qu e co ntrasta n co n el negro del labelo.
Las pla ntas progen ito ras son Coe/ogyne
massa ngeana y la verd e m a nzana C.
pandumra, qu e so n de culti vo en lugar
cá lido o ri gin a rias de Bo rn eo. El híbrido
fl o rece durante la prim avera y el verano.

Coelog¡111e Inte rmedia

Esta planta neces ita bu e na luz du ran te
todo el a11o y un period o seco e n
inv ie rn o e n ti e mpo de la tencia. Fl o rece
e n primavera a l inici o de la esta ción de
crecimi e nto. Las flores, b lan cas y
delicadas e n una esp iga floral caed iza,
dura n tres o cuatro semanas.

Coelog¡111e lawre11 cemw

Esta es pec ie del sud este de As ia produce
sus es pectacu la res flores verde
a ma rill enta s de G cm e n ra mitas ca nas.
Los sé pa los so n fin os y acintados, pero el
labelo bl a nco es gra nde y con ricos
co lores e n el ce ntro . Fl orece en
secue ncia, y produ ce las flores du ran te
Coelogyne Green Dragan «Chelsea» AM/ RHS . un la rgo pe ri odo e n vera no.

Coelog¡111e Interm edia. Coelogyne lawrencea na.

 ORQU ÍDEA S POP ULARES 1 59

Coelogy11e ocl1racea.

Coelogy11e Me m oria W illi a m Mich o litz

«Burn ham » AM / RH S
La co mb inació n d e la especie Coelogyne
/awrenceana y C. mooreana ha ge ne rado
este híb rid o es pectacu la r, qu e produce sus
ílores en suces ió n desd e un a la rga es pi ga.
Las gra ndes íl o res so n bl a n cas co n la be lo
do rado oscu ro, y apa recen e n prim ave ra.

Coelogy11e 111ooreana «Brockhurst» FCC/ RH S

Premiada e n 1906, es ta especie está
rep resen tada po r p ro pagacio nes
de un ún ico clo n d e un a im portac ión d e
Vietn am d e aq ue l la é poca. Co n 7 cm ,
las fl ores so n las m ás gra n eles el e las
coelogynes b la ncas, so bre to ci o cua n d o
apa recen en p rim ave ra. A pa rtir el e esta Coelogyne Mem o ri a Willi a m Mich o litz «Burnh a m » AM/ RH S.
especie ele cu lti vo e n frío se ha n
producid o a lgun as hi b ri dacio nes.

Coelogy11e ochracea
Una especie d e cu lti vo co m pa cta el e Nepa l
co n flores bla ncas bi e n m a rcadas d e
2,5 cm, am a rill as e n el ce n tro, q ue se
prod ucen so bre es p igas íl o ra les vertica les
sobre los seud o bu lbos. Las íl o res ti ene n
un aroma inte nso y apa recen a pa rti r ele
brotes nuevos e n prim avera. Se cult iva n
en frío y se a letarga n e n inviern o.

Coe /ogy11e velu ti 11a

La rgas esp igas d e fl ores el e co lor cre m a, co n
labelos mo tead os d e ma rró n, irru m pe n
desde la base d e esta ro busta especi e
malaya, que p refi ere un inve rn ad ero
ca liente con bue na luz d e in vie rno .
Produce una pla nta de 60 cm d e a ltura
y necesita mucho espacio pa ra crecer. Coelogyne 111oo rea11a «Brockh u rs t» Coelogy11e vel11 ti11a.
Es adecuada pa ra un a cesta colga nte. FCC/ RH S.
16 0 GUÍA DE ORQUÍDEAS

CYMBID IUM Los cirnb id ios son plantas al tas co n progreso. Deben co rtarse cua ndo se
va ri as hojas la rgas a modo de ban das y traspla n te el eje m pla r, y pu eden usarse
Las espec ies de Cy111bidiu m so n seud o bul bos en va inas. Las pla ntas para m u ltip licación, si se desea.
so rprendenteme nte escasas en núm ero pueden alca nzar hasta 1 111 de altura, A m enudo, la p lanta prin cipa l pu ede
cuando se co nside ran las decen as de con esp igas fl ora les sob re el fo ll aje en las recupe rar su ta mal'io cuando se reducen
miles de h íbridos que se han cultivado va ri edades está ndar, pero 111ás co rtas en los los seud o bu lbos d e este mod o.
en un periodo de 100 a11os. De las tipos e n m iniatura. Las espigas flo rales, Las pla ntas grandes puede n di vidirse,
aprox imadamente 50 es pecies q ue e n su mayoría so n vertica les, pueden sie m p re qu e cad a pi eza co nt e nga al
di stribu idas amplia m ente en As ia, pesar m ucho, por lo cual q uizá sea menos un brote nuevo y tres
apenas más de med ia docen a de las necesa rio suj etarlas para que no ca igan seudobu lbos de sopone. Las plant as se
regiones del l lim alaya de la India y bajo el peso de las fl ores. Se p roduce una replan tarán e n p ri mavera, en cuanto
Nepa l se convirtieron e n bases para los docena o más de fl o res, algu nas de las haya n te rm inado de fl o rece r. Los
primeros híbrid os. Se co nsidera qu e cua les tiene n aro 111 as deli cados. cimb id ios crecen d ura nte tod o el a11o,
las principal es especies de este géne ro Los cimb id ios ha n de se r pe ro con m ás le nti tud en in vie rn o en
natural son Cymbidiu111 insigne, C. traspl a ntados cada cierto ti e m po para conso nancia co n los día s más co nos y
/owia11w11, C. eb11rneu111 y C. tracya11 w11 , ev ita r la sob recarga de los seudobu lbos las noch es más fría s.
todas cultivadas por sus vistosas flo res. sin ho jas. Se tra ta de los prim eros Los cim bid ios pued en o btenerse a
Una vez que empeza ron a apa rece r los seudob u lbos, q ue han pe rd id o sus ho jas pan ir de va ri as sa lidas cuando están en
híbridos, las es pecies pasaro n a se r pe ro sigue n vivos dura nte algun os al'ios, fl or, pe ro los princip ia ntes en el cu ltivo
menos atractivas pa ra los cultivadores, co rn o so po ne de la p lanta pri ncipal. de orq u ídeas a men udo descubrirán su
que buscaban cómo me jorar su íorrn a y Cuando el n úm ero de ell os sin h o jas in capacidad para obtene r nu eva mente
su tama11o. Las especies, en tie mpos tan supe ra a l de los qu e tie ne n ho jas, los flores al a11o sigu ien te. La ca usa más
profusas, fu ero n ¡¡ba ndo nadas en íavor seudob ul bos m ás a nti guos se co nvie rte n co mún es la ía lta ele luz, sob re todo
de los nuevos híbr idos, hasta que a pe nas en un last re pa ra la p la nta y lim ita n su cua ndo las plantas se cul tivan en interior.
se exhibían ya e n las coleccio nes. l loy
existe un interés renovado en es tas
y o tras especies, que se cons ide ran
anícu los raros de co lecció n, y los
mejores clones so n m uy cod iciados.
Para el cult ivado r pri ncipiante y
aficionado que no esté busca ndo u na
colecció n espec iali zada de estas especies,
los modernos híbridos rep rese ntan u na
opción muy preíerib le. Los híbridos
existen en multitud de colores y ta 111 a11os,
adecuados para todas las situaciones,
y las flores duran meses, y no sema nas.
Mie ntras los p rim e ros híb ri dos era n de
florac ión en prim avera, poste riorme nte se
desa rrol laron líneas de reproducció n a
partir de especies alterna tivas co rn o
Cy111 bidi111n ensifoliu111, C. floribundu 111 , C.
de11011 im 111111 y C. 11wdid11111, con las que se
exte ndi ó la temporada de fl o rac ió n para
cub rir la mayor parte del a11o. Algun os
cu lti vadores se co ncentran po r compl e to
sólo en es te gé ne ro, a l co nsiderar que
pueden a11 adir va riantes a su co lección
porq ue nunca co 111pleta n las o pcio nes
disponibles. Cy111bidi11111 Bethl e he m «Riclgeway».
 ORQU ÍDEA S P O PULA RES 161

Si se co locan a l aire libre durante el Cymbidiw11 Bulbarrow «Will Stuckley» de vo niamum d e Darjee li ng,
vera no, las pl a ntas recibirá n tod a la luz AM/ RHS y C. Westo n Rose, qu e p rocede de
que neces ita n y, en consecue ncia, Esta be ll eza amarilla qu e florece C. insigne. El ta m ai'io se ha increm entad o
producirá n un a d eli cad a muestra d e fl o res en prim ave ra , co n su la be lo m a rrón , es d esd e un a fl or d e 2,5 cm en u na
en la temporada sigui ente. No se d e jará un híbrido de la e pifita Cymdibium ge ne ració n .
que las p lantas reciban directam ente la
luz sola r de l m ediodía, pu es podría
quemarl es las ho jas . Se co nfin a rá n e n un
lugar so mbreado e n el ja rdín, dond e
reciban el sol te nue d e la m a fiana y
de última h o ra de la ta rde.
Los cimbidi os se culti va n e n todo e l
mund o para venta en macetas y d e fl o res
co rtadas. Allí dond e pu ed en culti varse en
exteri o r, co mo en Californi a y ci e nas
partes de Au stra li a, representan una
ind ustri a que mueve mill o n es .
Las esp ecies o rigin ales a panir d e las
cua les se h a n o bte nid o los híbridos so n
epifi tas pe renn es o pl a nta s te rrestres.
Debido a su gra n ta m a f10 , los híbridos se
cu lt iva n e n macetas.
Temperatura: Culti vo en frío .
Cultivo: Cn m acetas, de al m enos 15 cm
de diámetro, d e co rteza gruesa o lan a
minera l. Las p la ntas se ri egan y abonan
todo el afi o , pero e n invierno se d ejan
secar pa rcialm ente e ntre ri ego s. Se rocía el
foll aje en ve ra n o. Se m anti enen co n buen a
luz, pero al ejados del so l directo en vera no Cymbidiw11 Bouley Bay (izquierda) y C. lowianu111 (derecha).
para evitar que se que m en las ho jas.
Altura: 15-45 cm .

Cy111bidiur11 Bethlehem «Ridgeway»

Esta fina va ri ed ad d e un híbrid o bien
conoci do es una pla nta d e floració n libre
que neces ita mu ch a luz dura nte to do el
año. Las fl ores bl a n cas está n te fiida s d e
rosa, co n m a n ch as d e rosa oscuro en e l
labe lo. Apa rece n e n in vierno, y dura rá n
de ocho a di ez se man as, p ro ducidas a
pani r de es pi gas flora les que surge n
desde fin a les d e l vera no .

Cy111bidiu111 Bouley Bay

Boul ey Bay, que fl o rece e n invie rn o y
prim avera, es un híbrido m o d erno d e
Cymbidium lowianum , resultad o d e m ás
de 100 an os d e culti vo. Co nserva e l co lo r Cy111dibiu111 devonianum (izquierda) y C. Bulbarrow «Will Stuckley»
verde. AM/ RHS (derecha).
16 2 G U Í A D E O R QU Í D E AS

Cy111bidium Cherry Blossom «Pro fusion ». Cy111bidium Cotil Point.

Cymbidium Cherry Blossom «Profusion »

Se trata de un tipo en miniatura
consegu ido m ed ia nte el cruce de la
especie Cymbidium eryihrosiylum y C.
pumilum (hoy reclas ificada como
C. Jloribundum). La planta alcanza rá un
tamaño de floraci ón en una maceta de
10-13 cm con esp igas fl o ral es de 25 cm
de longitud. Las flores, que son de color
rosa claro con un labelo muy motead o
de rosa oscuro, apa recen en invi ern o.

Cpnbidi11111 Cotil Point

Este delicado híbrido moderno , que
fl o rece en primavera, tiene una forma y
un color perfectos. Los ricos tonos rosas
se han conseguido de Cymbidium insigne.

Cy111bidiu111 Embers «Yowie Bay»

Es una va ri edad de un conocido h íbrido
que puede cultivarse en interior con
buena luz y co loca rse en exterior durante
e l ve rano. Las llores, producidas en
in vierno, dura rán de ocho a diez
Cy111bidiu111 Embers «Yowie Bay». semanas. La planta se ri ega todo el año.
 ORQUiDEAS POPULARE S 16 3

Cy111bidiw11 erytlrrosty /11111.

Cy111bidiw11 CIJ' l.hrosty/11111

Esta deli ciosa especie de Vietnam Cy111bidiu111 insigne «Mrs. Carl Holm es».
co nserva el e mpuj e de sus pétal os
late rales para ab raza r el labelo. Sus flores,
perfectas y de u n b la nco inm acul ad o, que
apa rece n en o to1io e in vie rn o, ha n
producido algu nos h íb ri dos excele ntes.

C¡1111bidii1111 i11sig11e «Mrs. Car! Holmes»

Vietna m y Chin a so n el luga r de o ri ge n
de esta especie de alto crec imi e nto.
Se cu lti va e n medi o te rrestre y produce
esp igas fl ora les de hasta 1,5 m de largo.
Las fl o res so n ex tre mad a ment e durade ras
y va ría n de l rosa oscuro al b la nco.
Aparecen en prim avera.

Cy111bidiu111 Jocelyn
Las fl ores de este híb rido de Cymbidium
du rará n de ocho a diez sem a nas en
invie rn o. Los pé ta los y sépa los rosas
está n veteados, y los labelos crema y
amarill o a pa rece n sa lp icados y bo rdad os
de rojo. La pla nta d ebe ma nte ne rse e n
una pos ició n resgua rdad a, so b re to do de
noche, m ie ntras está e n fl or, y co loca rse
en exterio r d u rante la estac ió n de
crecimie nto en verano. Cy111bidi1.1111 Jocelyn.
16 4 GUÍ A D E ORQUÍDE A S

Cymbidium Lady McAlpine

Las llores bl ancas de esta orquídea que
llorece en primavera han estado inlluidas
por la especie de Cymb idium eburnewn,
que, al cruzarse con C. lowianum, da el
labelo rojo. Se trata de un híbrido de tipo
estánda r de gra n crecimiento que ofrece
una magnífica exhibición.

Cymbidi11111 Loch Lomond

Este bello híbrid o moderno, que fl orece
en invierno, tiene ances tros que se
rem o ntan a Cymbidium lowianum. Los
grandes pétalos verdes y el la bel o blan co
co n una herradura roja so n ca racterísticos
de esta línea de rep roducción.

Cymbidiw11 Maureen Grapes «Marilyn »

Esta va riedad muy aro m ática y de
flora ción estiva l produce sus espigas
floral es en suces ió n. Cuando una termina,
los brotes sigui entes empiezan a abrirse;
así se extiende enorm emente la
Cymbidium Lady McAlpine. tempo rada de fl o res durante vari os meses.

Cymbidium Loch Lomond. Cymbidium Maureen Grapes «Marilyn ».

 ORQU f DEAS POPULARES 165

Cy111bidiu111 Mavom een «!ester» AM/ RHS

En este ra ro híbrido de fl o ración
primaveral, el dibuj o del labe lo ro jo se
repite en los pétalos, para co nferirle un a
apa ri encia de un a fl o r co n tres labelos.
Los dibu jos se deno min an marcas
pelóricas, y se vuelven in estab les cu ando
se int rod uce n en hibridació n .

Cy111bidiu111 Mini Ice «Antarclic»

Cua ndo el espacio es limitado, este
híbrido de bajo crecimiento es ideal y
ofrecerá una profusi ón de flores verdes,
con labelos moteados de un rojo intenso,
dura nte prin cipios de la prim ave ra. Se
riega du rante todo el a1io, y se ap li ca
abono en la m ayo r pan e del año.

Cy111bidiw11 Nevada
Esta pl anta de espécim en, co n sus
mú ltiples espigas florales, necesita un gran
espacio. Las esp igas miden 1,5 m de alto y
las fl ores, brill antes, de co lor amatill o
dorado, so n de 13 cm de di ámetro. Cy111bidiu111 Mini Ice «Antarcti o>.

Cy111bidi1.1111 Mavorneen «Jesle n> AM/ RHS. Cy111bidi11111 Nevada .

166 G U i A D E O R QU i D EA S

Cy111bidi11111 Pontiac
Un exce len te híbrido moderno rojo con
flores de 10-12 cm que se apoyan en
largas es pi gas floral es en primavera.
Conserva algunos signos de sus o rígenes
de la especie Cymbidiu111 tracyam1111 , que se
recon oce por sus franjas en los pétalos y
por la belleza de los dibujos de su labelo.

Cy111bidi11111 Sarah lea n «Ice Cascad e»

Se trata de un híbrido de prim era
generació n de Cymbidiu111 p11111ilu111. Tiene
flores pequefias y b lancas con ce ntros
ama rill os, en prim ave ra . Las flores miden
5 cm de diámetro y crece n sobre es pigas
florales péndu las.

Cy111bidi 11111 Sa rah lea n «!cicle»

Este híbrido de fl oración primaveral, con
su profusió n de flores blancas y
delicadas, rea lza rá cua lqu ier situ ación.
Se mantendrá la p lanta bien regada
durante todo el afio, pero se ev itará
regarla en exceso en in viern o. Se co locará
en un lugar fresco lejos de cua lquier
fu ente de ca lor o de las seq uías. Cy111bidi11111 Ponti ac.

Cy111bidi11111 Sara h lea n «Ice Cascad e». Cy111bidi11111 Sarah lea n «lcicl e».
 O R QU Í D E A S P O P U L A RE S 1G7

Cy111bidiw11 Scott's Sunrise «Aurora »

El naranja no es un co lor que se asocie
generalm ente con los cimbidios, pero este
híbrido qu e florece en in vierno, co n su
labe lo de bo rde rojo, se ace rca a un nu evo
esta lli do de co lo r.

Cy111bidiu111 Summer Pearl «Se nna»

Las espigas fl ora les rectas de fl ores
amarill as ve rd osas, co n labelos
intensa mente mo teados de marró n,
aparecen entre primavera y oto11o.

Cy111bidiw11 Summ er Pearl «So nia»

Entre prim ave ra y final es de ve rano, esta
hermosa o rquíd ea prod uce espigas rectas
de flores de co lo r rosa cre moso, co n labelos
intensa mente moteados de marrón.

Cymbidium tracya nw11

Una especie que florece a fina les del vera no
originaria de Birrnania y Tai landi a, esta
planta de fu ene crecim iento tiene fl ores
grandes. La mayoría de los co lores en esta flor
no son muy vistosas, pero han co ntribuid o
principa lmente al rojo de sus híbridos. Cy111bidiu111 Summer Pea rl «So nia ». Cy111bidiw11 Summ er Pearl «Senna».

Cy111bidiu111 Scott's Sunrise «Aurora ». Cy111bidi11111 tracya1111111.

168 G U Í A D E O R Q_U Í D E A S

DENDROBIUM es pecies in d ias, co mo O. densifloru m. tex lllra. Hay casos extremos, co mo O.

En tre las di fe rentes d ivisio nes dent ro d el cut/1bertsonii, d e Nueva Guin ea, que tiene
Este es un gé nero natural enormeme nte género h ay especies q ue se parecen muy se udo b u lbos co rtos y apl as tados y un a
grand e y va ri ado qu e co nti ene ti pos poco e ntre sí. La so rp rendente va ri edad so la ho ja. Entre los tip os dec id uos, como
decid uos y peren nes, ampli am en te de fo rm a, co nfi gurac ió n y co lo r es D . nobi/e, q ue se co nvierte en pere nn e en
distribuido en In dia y Chin a y en la uno de los atractivos fasc ina nt es de cu lti vo, surge n un a o dos fl o res de los
penínsu la de Ma las ia hasta N ueva este gé nero. Aparte de los híbrid os, la nud os en pos ició n o pues ta a las bases
Gu inea, Australi a y Nueva Ze la nda. dive rsid ad es eno rm e. fo li a res. Las fl o res, grandes y
De las 900 especies, aproxim adamente, No rm a lm ente, los dendrob ios redo ndeadas, se sos ti enen en co rt os
casi todas so n epifitas. Existen altísim os produce n seudo bu lbos co rtos o la rgos, tall os. D. densifion1111 y o tras producen
números de especies en cultivo, además que pued en se r ex tremad am ente la rgos escasas ho jas ova ladas de d ensa textura
de numerosos h íbridos. Para el y fi nos, para hacerse pé ndu los a l crece r, desde la pa rte su peri o r de los
cu ltivador aficio nado, los híbri dos se o robu stos y rígida m ente enhi es tos. seud ob ul bos cu ad rados, co n las fl o res
lim itan prin cipalm ente a las es pecies Pueden tener hoj as en toda su lo ngitud, péndul as en un a d ensa m asa arraci mada .
indias, y se ha desa rro ll ado u na gama de m anera q ue las ho jas estrech amente La mayo ría de las espec ies in do nes ias y
maravillosa mente decora ti va toma ndo a ova les y de fi na textura aparece n en australi anas po rta n sus fl ores altamente
Oendrobiu 111 nobile co mo punto de di ago na l, co mo en Oendrobiwn pierardii. es pec ializa das en largas efu sio nes co n
panida. Co n el uso ad icio nal ele especies Entre las espec ies pe renn es, un a de las hasta un a doce na de fl o res.
empa rentadas, se han prod uci do más popul ares es O. bigib/J um. Esta La mayo ría de los dend rob ios tienen
híb ridos en un arco iri s de co lo res, co n es pecie ti ene tallos rectos co n ho jas hacia peri od os de culti vo y reposo bi en
las be ll as fl o res redo ndeadas am asada s la m itad y el fo ll aje p resenta un a de nsa definid os, co n los nuevos b rotes nacidos
sobre la pla nta en prim ave ra. Au nq ue se
ha real izado hibri dació n co n o tros
gru pos d istintos, só lo un a h a a lcanzado
la ci ma de l éxito asociada con los
h íbridos de O. nobile.
Oendrobium bigi/Jbw11, del no rte ele
Australia, ha sid o respo nsa bl e de un a
asombrosa vari edad de híbridos de ntro
del gru po. Hoy se d ispo ne de num ero sas
variedades, co n fl o res q ue com p re nden
desde el blanco espo lvo reado hasta el
am arill o claro, el verd e y el rosa pa ra
termi nar en el morado intenso y el
malva. A difere ncia ele los ti pos de O.
nobile, estos pueden usarse pa ra el
co mercio de fl o res y se cu lti va n de form a
extensa y excl usiva con este pro pós ito.
Las flo res co n adas de plantas cu lti vadas
en las con di cion es tro p icales del sudeste
de As ia, así co mo de su Australi a nati va,
inundan el mundo en tero para su venta
en floristerías y otros co m ercios.
Los dendro bi os no siem pre se
entrecruzarán. Entre los d istintos grupos
identificados, só lo se hibrid an los
est rechame nte em pare ntados.
Las variedades peren nes de Papúa Nueva
Guinea , como Dendro/Jium canaliwlawm ,
por ejemp lo, son in com patib les co n las Dendro/Jiwn cut/1berisonii.
 O R QU Í D E A 5 PO P U LA RE 5 169

en prim avera al mism o ti empo q ue se

for man las yem as. Se desarro ll an
ráp id amen te en verano, para
co mple tarse en ot011o. Dado qu e en su
mayo ría son p lantas altas, tienden a
desbo rda r las macetas. Algunas ex igen
un cul tivo m ás especializa do pa ra
gara ntiza r un a buena fl o ració n.
Temperatura: Cul tivo fr ío o intermedio.
Cultivo : En m acetas que limiten las
raíces, en com post de co rteza para
fi jación, con peso en la base de la m aceta
con pied ras o en un recipi ente cerrado.

De11drobiu111 bry111eria11ur11.

Dendrobiwn delicatwn.

Las va ri ed ades q ue tenga n tall o largo y
colga nte pueden cu lti va rse co mo epifitas
en co rteza. Se dejarán en un lugar bien
ilumin ado, co n so mbra en verano só lo
para evitar que se quemen las ho jas. Se
em pezará rega ndo gradualm ente en
cuanto aparezca n los nuevos brotes
en prim avera . Las p lant as del grupo
Dendrobium nobíle se rega rán de fo rm a
muy escasa hasta que los b rotes estén
bien definid os, pues en caso co ntrario
desarroll arían b rotes adventi cios en lugar
de fl ores. Se regarán y abo nará n
pro fu samente cua ndo los b rotes
se aceleren. Todos los dendrobi os se
m antendrán secos en invierno.
Altura: I SAS cm .
Dendrobi111n bqmieria m1111
Un a es pecie extrem ada mente rara q ue
fl orece a principi os de pri mavera, no
dem as ia do frecuen te en culti vo; esta
o rq uíd ea plantea u n reto para culti va rl a
bi en. Su s flores, de un dorad o intenso,
son extraord ina ri as por su labe lo de
bord es profund os, o ba rbado. La planta
es alta y esbelta y procede de Birma nia y
Ta il andi a. Solo se importan las
cu ltivadas.
De11drobi11111 cutlrbertsonii
Entre las más escuetas de l género, esta
di m inuta especie de fl oración primaveral
co n tall os cortos y arracim ados p roduce
fl o res co mparativamen te largas (2 cm),
de co lores va ri ados desde el rosa hasta el
ro jo, úni cas desde la pa rte al ta del tallo.
De pop ul aridad creciente, la especie
p rocede de Nueva Gui nea.
Dendrobiurn delicatum
Co n la rgas fo rmacio nes de pequeños
fes to nes de fl o res de co lor blanco o
crem a, lige ramente aromáti cas y muy
ju ntas entre sí, esta ro busta plan ta de
Dendrobium fl o rece en prim avera. Alcanza
su m ejo r desa rro ll o cuando puede crecer
en una pl anta de espéci men.
170 G U i A D E O R QU i D E A S

De11drobi11111 fi111briat11111 var. ocu lar11111

Esta espec ie dorada de l ndia produ ce sus
flores en prim avera en masas péndulas
sueltas desde la parte a lta de los esbe ltos
tall os sin hojas. El «Ojo» profundo cas i
negro d el cen tro d el labelo defin e un
marcado co ntraste. Esta especie, hace
tiempo abu nd ante, se co nsid era hoy
bastan te rara.

Dendrobi11111 Gatton Sunray FCC/ RHS

Este híbrido, muy ant iguo, fu e premiado
en los in icios d el siglo xx . La p lanta crece
extrem ada mente a lta, hasta 1,2 m, y las
grand es flo res de 10 cm se producen a
prin cip ios de prim ave ra en masas sueltas
desde la parte a lta el e los ta ll os. Las ílo res
en co ntraste ofrecen un a co mbin ación
de amarill o co n un ce ntro marrón
profund o en el labe lo.

De11drobit1111 infundibu/11111
Nati va ele Indi a y Tai landia, esta especie
hennosa y cristalin a, de ílores blancas,
produce sus grandes ílores de 8 cm en
abundancia desde la parte superior del
tall o, hirsuto o con ve ll osid ades negras,
en prim avera . Es un a especie fá cil y
De11drobi11111 fi 111briat11111 va r. owlatu111. agradecida para un princip iante.

Dendrobium Gatton Sunray FCC/ RHS . Dendrobium infundib11/um.

 o R QU
De11drobiu111 hingianu m.
De11rfrobi11111 miyahei.
i D EA s r o r u L A RE s 1 71
Dell(/robium l1i11giw111111
Un a especie ausLra li a na de ta ll o duro
y La m a11o compacLo, Li e ne fl ores
a bund a ntes y peq ue1i as, de 3 cm, en
es pi gas que se m a rn ie ne n po r e ncima del
fo ll a je. La pl a nta crece rá en interio r o en
un in ve rn ad ero frío co n muy b uena luz.
La fl oració n se prod uce p rincipa lmenle
e n 0 Lo 1 o, a unqu e ocas io nalm e nLe
tamb ié n en o tros m o m entos.
De11drobiL1111 111iyalwi
Esta especie de aspecto bastante extraño de
f'ili pin as produce sus fl o res en po mpones
a lo largo de ta ll os sin hojas. Las fl ores
ti enen fra njas de co lo r m a lva y apa recen
en tod o el vera no, en va1ios mo mentos.
La pl a nta debe crecer en un entorno cálido
y co n buena luz. Si se cu ltiva en u na cesta,
los ta ll os serán pé nd ul os.
Dell(irobi11111 New Com e t «Red Qu ee n »
Es un o de los m ejores eje m plos de las
cua lidad es reprodu cto ras de Dendrodiw11
nobile, qu e ha ayud ad o a producir este
híbrid o co n sus fl o res de m a lva oscuro y
la be los m a rro nes. La p la nta fl o rece en
toda la lo ngitud de los ta llos bl a nd os a
prin cipi os de prim avera.
De11drobiu111 New Comet «Red Queen ».
172 G U i A D E O R QU
De11drobit1111 Nu eva Guinea.
i DE AS
De11drobi11111 Seigyoku «Qu een ».
De11drobiu111 Nueva Guinea
Nueva Guin ea es e l luga r d e o ri gen
d e algun as d e las espec ies m ás
extrao rdin a ri as del géne ro, y este híbrido
de la zo na es un o d e los pocos
interesantes que han surgid o de este
grupo. Las fl ores a m a ri !l as oscu ras,
caíd as, se produce n e n prim avera y
vera no en m asas sue ltas desde la parte
alta d e los du ros tall os co n d os hoj as .
Las flores durará n va ri os m eses en
perfectas co n d icio nes.
De11drobi11111 Seigyoku «Queen »
Este hermoso híbri do d e tipo
Dendrobiwn nobile ro jo y b lanco, que
florece e n prim avera, fu e cult ivado en
Japón. Las fl o res aparece n en profusión
e n ta ll os co n os.
Dendrobium victoria regina
Las atractivas fl o res te1iidas d e malva
se produce n e n peq ue1ios grupos en
primave ra a pa rtir d e ta ll os sin hojas
a ntiguos d e esta especie de Filipin as. Esta
plan ta d e culti vo e n ca li e nte es decidua
y neces it a un bue n reposo e n invierno.
 O R QU i DE AS P OPULAR E S 1 73

Demirobium victoria regi 11a.

174 G U i A D E O R QU Í D E AS

ENCYCLIA
! lay unas 150 especies e n es te género
fác ilmente reconocibl e, d e l cua l mu chas
tienen flores con e l la belo en la parte
superi or. Otras muchas son p la ntas
de culti vo co mpacto o pequ e11as que
crecerá n e n especímenes d e bu en
tama r'i o. Tod as e llas son pere nn es y
epifi tas, en su m ayoría o ri gina rias d e
México. Aunque las especies so n
extremadamen te populares y están muy
extendid as, muy pocas dentro d e l gé nero
se han so met id o a hi b ridació n . Algun as
especies se han urili zado co n exce le ntes
resultados cruzadas con ca tl eyas u o tros
géneros empa re ntados. Cuando se
emp lea para h ibridació n, el gé ne ro
se relíere co mo J;pidendrum. De a hí q ue
un cruce entre [11cyclia y Cal//eya
produzca Epicauleya.
Aunqu e los colores domin an tes
dentro del gé nero so n claros, a m e nudo Encycl ia adenocau la.
bl anq uec inos, es tas fl o res co mportan un
aroma intenso. So n especia lm e nte
hermosas Encyclia radialfl y E. /an cifolia.
Estas y otras es pecies producen plantas
atractivas con seudo bulbos lustrosos y
a la rgados y un pa r d e ho jas d e ve rd e
entreverado. Las flo res apa recen e n
esp igas floral es rec tas co rta s o m ed ias
entre las hojas. Muy d ife re nte es E.
vitellina, la ún ica especie co n fl ores d e
bermellón bril lan te, que ti ene un a
íloración azul en su fol laje. Otras
especies, como E. 11e111orale, producen
seudobulbos duros y redond eados con
hojas largas y endurecidas; sus flores se
sost ienen en la rgas esp igas y sus la be los
están en la base de las ílores. Las plantas
íl orecen entre primavera y mediados ele
verano, y duran va ri as seman as.
Las enciclias co nstituye n p la ntas
atractivas para cult ivo e n interio r. So n
idea les tambi én pa ra el p rin cipia nte,
para producir sus ílores libremente en la
tempo rad a. En su mayo ría se a letargan
en inviern o. Una co lecc ió n m ixta d e be
co ntener a l menos a lgun as de estas
ent ra11ables o rquíd eas. Encyclia brassa110/ae.
 ORQUi DE AS POPULAR.E S 175

E11cyc/ia coc/1/ea La var. «Yellow Burnham».

Temperatura: Cu ltivo en frío .

Cultivo: En maceta s o cestas de
co mpost d e co rteza. Se ri ega n con
gene ros id ad cuando es tán en
crecim iento activo, y se rocían por
encim a, sa lvo cua nd o está n en flor. Se
manti ene n en so mbra e n vera no, au nque
las de se ud ob ulbos redondeados y duros
tolerará n mu cho más la luz. En vera no,
se rega rá n lo su fi ciente para mantener
los seud ob ulbos ro lli zos. Encyc/ia lancifolia .
Altura: 7-3 0 cm .
ve rdes, de péta los estrech os d e 5 cm, qu e so n mucho más altas, y permanecerán en
Encyclia adenoca ula se as ienta n en una esp iga erecta, ti ene n fl o r en plant as mad uras durante muchos
Este tipo de bu lbo duro, que procede d e un labelo b lanco aco razo nado, co n la meses en varios mom entos del aiio.
México, produce un a larga es piga fl ora l punta de un to no mal va rosáceo.
desde a rriba del seudob ulbo redo nd ea do La planta fl o rece en verano. E11cyc/ia /a11cifo/ia
en prim avera y prin cip ios de verano. Esta límp ida o rqu íd ea, de 15 cm de
Las flores ma lva ti enen un labe lo rojo y Encyclia coc/1/eaLa var. «Yellow a ltura , produce es pi gas íl orn les rectas
bla nco. Se culti va en un in ve rn adero frío Burnham» en vera no. Las fl o res, de 3 cm, so n
co n bu ena luz y desca nsa en in viern o. Un a o rquíd ea extremada men te pop ula r es trelladas y el e co lo r marfil, co n un
q ue fu ncio na bi en e n interior y que labelo revestido de rojo qu e se sosti ene
Encyclia brassauolae puede crece r hasta más de 30 cm de en la pa rte superi o r. Es un a especie
Esta elega nte especie produce a ltura. Las espigas floral es, con sus fl ores especia lm ente fácil y deli ciosa ele cultiva r
seudo bulb os altos y esbeltos. Las fl ores ve rdes co n labelos naranjas y a maril los, en in terior y en un in ve rn adero frío.
176 G U i A DE O R QU i DE AS

Encyc/ia po lybu/ bo 11
Esta planta enan a co n seudobu lbos
arracimados sosti ene dos hojas. Las
flores únicas de 2 cm su rgen de entre
las hojas y cubren la planta con su
presencia estrellada. Unos pétalos y
sépa los estrechos, de co lor tostado claro,
se acompa i'i an de un gra n labelo b lanco.
Esta especie de cultivo en frío fl o rece a
principios del ve rano.

E11cyc/ ia radiata
Una atractiva y aro mática especie de
Guatema la, es una pla nt a de apari encia
atracti va y 23 cm de alto, qu e florece
libremen te en vera no. Las espigas
flora les se sosti enen erectas sobre el
fol laj e y, co mo mu chas del gé nero,
co ntienen un labelo ri beteado d e ro jo
en la parte alta de la flor.
E11cyc/ia polybulbo11 .
E11 cyc/ia uitellina
De todas las es pecies del gén ero Encyc/ia,
esta es úni ca po r su ri ca coloració n roja o
naranja. La planta produce una esp iga
fl o ral alta, a menud o ra m ifi cada, en
oto ño, cuando se co mpleta el
seudobu lbo de la tempo rada . La planta
procede de México y Guatema la.

E11cyclia radiata. E11cyc/ia uitelli11a.


EPIDENDRUM
Los epi dend ros se prod ucen en una
ga ma extre madam en te vari ada de
ta ma f\ os, desde pl an tas diminutas co n
penachos de m enos de 15 cm de altura
co n tall os a rracim ad os co n ho jas (com o
Epidendrum porpax ) a las giga ntescas
pla ntas sobre ca f\ as de E. revoluw m
y E. ibaquense. La últim a pu ed e alcanza r
una altura de m ás de 2 m . Entre es tos
ext remos, hay num erosas p la ntas
atracti vas co n seudo bulb os, entre ell as
E. ci/iare, qu e se ase m eja bastante a las
encicli as, con las que está estrecha mente
em parentada y co n las qu e en un tiempo
se co mbinó.
Ampliam ente di stribuid o por to da
Améri ca tropica l, es te enorme gé nero
co nti ene centenares de es pecies, algunas
Epidendrum Plastic Doll.
ORQUIDEAS
de ell as extrem adamente simil ares en
apariencia. De ell as, mu chas se cultiva n,
y existen pocos híbridos qu e merezca n la
pena.
Los epidendros so n pl antas epifitas o
te rrestres perenn es, a veces litó fita s, con
flores muy vari adas cuyos colores va n
desde el bl a nco, el verde, hasta el
marró n, el rosa y el ro jo. Com o género,
es difícil de reconocer, d ada la enorm e
va ri edad de pl anta s diferentes, pero ell o
h ace su es tudio más interesante. Algu nas
de las especies más altas produ cen
grandes cabezas de fl o res qu e, en un a
planta de bu en tam año, pu eden
manten erla en floración perpetua, com o
sucede co n Epidendrum radica ns. Los
miembros de este grupo diverso fl o recen
en di stintos mo mento s, pero tendrán un
buen aspecto durante el ve rano .
POPULARES 1 77
Temperatura: Cu lti vo en fr ío o
interm edio .
Cultivo: En ti pos de cañas en macetas
de 1O- 15 cm o en lec hos preparados de
co rteza gruesa y arena o turb a (o una
alternati va ), y se deja n en reposo. Se
riega n durante tod o el año . Los tipos
rastreros pequ eños se cultivan en cestas
pequell as o en sopo rtes de corteza . Se
ri egan librem ente dura nte el crecimi ento
acti vo, y m enos en invierno, cuando un
exceso de ri ego podría hacer que se
pudrieran .
Altura: 15-20 0 cm.
Epidendrwn Burtonii
Es un híbrido anti guo de la especie
Epidendn1111 rad icans, al q ue se parece.
Deben apreciarse las esp igas florales
extendidas do nde ha habi do flo res
naranj as tempran as y las yemas
posteri ores se desarroll an en la punta.
Las flores pueden apa recer en cu alqui er
m o mento.
Epidendrum Burtonii.
Epidendrum Plastic Doll
Es uno de los escasísim os h íb rid os
desa rroll ados a partir de Epidendrum
pseudepidendru m. Las fl ores tienen
pétalos y sépalos verd es co n un !abet o
ama rill o ri zado . En la espiga fl o ral se
ll eva n va ri as flores muy por encima del
follaj e. Esta p lanta se cultiva en
in ve rn adero interm edi o o cal iente,
do nd e tenga sufi ciente espacio.
178 GU iA DE O R QU i DE AS

E11cyc/ia pseudepide11dru111 var. a/bum.


E11cyclia pse11depide1ulru111.
E11cyclia pse11depide11dn.1111
Esta orquíd ea ti e ne ta ll os esbeltos co n
ho jas, en cuya pa rte a lta apa recen varias
flo res espectaculares e n primavera y
ve ra no. Tie nen pé talos y sépa los verde
oscuro, co n un labelo naranja distintivo
que sob resale del resto de Ja flor.
Ori un da de Cos ta Rica, se cu lti va m ejor
en co ndi cio nes intermedias.
O R QU
Ta llos altos y ram ifi cados que prod ucen
E11cyclia pse11depide11dru111 va r. alb11111
Es u n a for m a más clara d el tipo que
carece de l b rill a nte co n t raste e ntre el
la belo rosa y los pétalos y sépa los
amarill os. Su co loración m ás cl a ra es,
no obstan te, m uy atractiva , y las flores
se produ ce n e n p rim avera y ve rano e n
grandes grupos e n la part e a lt a del
tal lo.
1 DE AS POPUL A RE S 1 79
E11cyclia radica 11s.
E11cyclia radica 11s
raíces aé reas libre mente e n toda su
lo ngitud ti p ifi ca n a esta especie que
fl o rece e n cua lquier mo mento del a1'lo.
Sus fl o res rojas tiene n su labelo en la
pa rte alta de Ja flor, y se apoyan en
esp igas florales permanentes, qu e son
un a extensión de los tallos; es una pl a nta
en fl oración perpe tua.
E11 cyclia radica 11s var. alba
En esta fo rma bl a nca de las especies de
Méx ico, las flores ca recen de la brill ante
pi gme ntaci ó n roja. Las plantas suelen ser
más peq ue1'l as, pero florecen li bremenle
durante todo el a 1'lo.
E11cyclia radicans var. alba.
180 G U i A DE O R QU i D E AS
LAELIA
Existen unas 50 especies de Lae/ia , qu e
están presentes en Améri ca Central y del
Sur, co n una alta co ncentración en
Méx ico. Se di vid en en varios grupos
diferenciados segú n sus hábitos, qu e
varía n co nsiderabl emente. Todas las
especies so n muy hermosas y vistosas,
pero mu chas han sido difíciles de
enco lllrar en culti vo hasta qu e los
recientes programas de reproducció n
eleva ron la d isponib il idad de a lgu nos
de los tipos más del icados, como las
esp léndid as va ri edades de L. pwpuwta de
Laelia anceps.
Bras il. El género está estrecha mente
emparentado con Cattleya, y a veces las
plantas respectivas so n difícil es de
d ife renciar. Desde los prim eros ti empos
de la hibridación , las lae li as se cruzaron
con catl eyas en tal m ed ida qu e ex isten
más lae liocattleyas que híbrid os
in te respecíficos.
Las laelias so n plantas ep ifit as
peren nes, con un tamaf10 que oscil a entre
15 cm y 1 m de altura. Algu nas de las
es pecies menores presentan flo res
peq uef\as de brill antes co lores
conservadas en ramos erectos sobre el
fo ll aje. Estas plantas, co mo Lae/ia
cinnabarina, producen esbeltos
seudobu lbos co n un a única hoja
semirrígida. Los tipos m ás grand es, como
L. crispa, se asem ejan a ca tl eyas, m ientras
q ue otros, que incluye n L. anceps, son más
diferen ciados co n seudobu lbos cuadrados
y una úni ca ho ja lustrosa. Pona n sus
flores en es pigas fl ora les estilizadas y
altas, en el extremo de las cuales las
grandes fl o res de 10 cm se co nservan en
un grupo d isperso. Much as de las especies
florece n en otoño, mi entras que otras
producen sus fl o res en prim ave ra, al
p rin cip io de la temporada de crecimi ento.
Los prin cipia ntes deberían in clu ir
va ri edad es tan bell as co mo Lae/ia anceps
y L. gou/diana en sus prim eras
co leccion es.
Estas plantas so n aptas y robustas y
crecen con sorprendente fac ili dad pa ra
forma r grandes va ri edad es arracimadas
en ape nas un os ari os. Las p lantas de
menor crecimi ento, co m o L. flava y L.
cinnabarina, neces itan un cuidado más
especiali zado, debido a que sus
seudobulb os se marchita n co n facilidad
y, co mo consecuencia, las plantas se
deshidratan.
Temperatura: Cultivo interm edi o
(en frío para es pecies m ex icanas).
Cultivo: En mace tas de 10 cm de
compost de co rteza. Las especies más
peque ri as pu eden cu lti va rse tambi én en
corteza. Se ri ega n bi en en ve rano, pero
se han de dej ar cas i secas en invierno,
durante la latencia. Se co loca rán en
a lgo de so mbra en vera no y co n buena
luz durante el in vierno .
Altura: 15- 100 cm.
Lae/ia wrceps
Esta de liciosa especie de cu ltivo en frío
puede m a nte nerse en interior o en un
invernad ero. La es piga fl o ral puede
alcanzar 60 cm d e a ltu ra. Las flores
maduras, qu e so n grand es y de aspecto
va ri abl e, tien en labelos d e co lor rosa
oscuro co n centro am arill o, y aparecen a
p rin cipi os d el oto ri o. La planta p rocede
originalm ente de Méx ico.
 ORQU ÍDE AS PO P ULARE S 18 1

Lae/ia a11ceps v ar. alba

La fo rm a bl anca de la especie es tan
atracti va co mo la co loreada, y se ha
usado para hibrid ación, al retener el
co lo r puro. Las es pi gas fl ora les suelen ser
más co n as que en el tipo .

Laelia a11ceps «Guerrero »

Esta variedad de la especie, que flo rece
en oto11o, es ra ra po r su labelo de un
co lor excepcio nalm ente intenso . Se ha
selecc io nado pa ra híbri dos de
reprodu cci ón, al gun os de los cuales
co nservan su ri co co lorid o . Existen va rios
cl o nes más, bell os y diferenciados,
de es ta especie en culti vo.

Laelia 111illeri x L. briegeri

Este h íb rido prim ario se co nsiguió
medi an te el cruce de dos de las menores
especies con fl o res. Estas pl antas
co mpactas poseen límp id os seud o bulbos
y fl o res dorad as en un a espi ga erecta
q ue aparece desde la pa rte alta del
seudobulb o en ve rano. Se culti va en un
Laelia anceps «Gu e rrero ». in vern adero interm edi o.

Laelia anceps var. alba . Lae/ia 111illeri X L. briegeri.

182 G U i A D E O R QU
Laelia p11rp11rata var. rnrnea.
i D EA S
Laelia purpurata var. alba.
Laelia purpurala
Esta hermosa es pec ie procedente de
Brasil crece ex trema da mente bi en
en el invernad ero interm edio . Produce
esbeltos seudobulbos, y pona va rias
flores blan cas de 10 cm co n un labelo
morado en un ta ll o durante los meses
de primave ra y vera no.
Laelia p11rpuraia var. alba
Existen muchos ejemp los de formas
b lancas, o albin as, de es pecies entre las
laelias y las ca tl eyas. Es ta es pecie
brasilefla de fl oració n en ve rano ti ene
numerosas va ri edad es co n nombre, que
se han mante nid o a partir de sem ill as
en culti vo.
Laelia purpurata var. carnea
Esta especie extremadamen te elegan te
se asemeja a la fami lia Ca11./eya en
apa ri encia y se ha usa do de fo rm a
extens iva para producir híbridos de
Laeliocauleya. Esta varied ad de flora ción
est ival es rara , debid o a su labelo de
co lor sa lmón.
 O R QU f D E A S I' O PU LARES 183

Laelia pw .pu rata.

184 G U Í A D E O R QU Í D E A S

se obse rva n en el ini cio de la prim avera, deli ciosa y co n profu sió n ele íl o res
LYCASTE y los renuevos se aco mpaüa n de dorad as en prim avera, o L. shi1111erii, con
(ALIANZA) num erosas espi gas co n un a so la fl o r, qu e sus va ri edades entre el bl anco y el rosa
se a rracim an alrededor de la base del claro. Es tas plantas no crecerá n mu cho
Las lycastes co nst itu yen un género seuclobu lbo. Crece n ráp idam en te y las más ele 30 cm el e a ltura cuando te ngan
natural, relativa ment e pequefio pero flore s apa rece n a ntes d e que sea n hoj as.
influyente, de plant as de tam afi o medio. invadid as por el fo ll aje en su extensión. La m ayoría ele las 25 especies,
Han tenido un gran impacto en las Las pl antas crece n rápidamente d u ran te aproximad a mente, de Lycasres pu eden
angu loas, que están empa rentad as y con el vera no, para pro du cir sus gra nd es enco ntrarse en culti vo, a lo largo de los
las que se entrecruzan co n fa cilid ad para seucl o bu lbos, ele 7 a 15 cm el e altura, num erosos h íbrid os. Las especies pueden
produ cir algu nos de los híbrid os antes d el in viern o. se r epifitas, te rrestres o litófit as, do nde la
artificiales más vistosos. La mayoría de A m enudo, en las lycastes y a nguloas mayo ría de las p la ntas prefieren
las íl ores so n típi ca mente trian gulares, es prefe rib le tran sp lanta rl as anua lm ente, situ acio nes ele sombra en e l bosca je.
con un a for ma definida por sé palos muy porqu e las p lantas crece n ráp ida mente y Las lycastes son o rquíd eas
extendidos que enm a rca n los péta los y el rebosa n de los rec ipi e ntes. Si se eliminan sud america nas cuyas concentraciones
labelo más cerrados. Cuando se cruza n ca da vez los seud o bulbos m ás a ntiguos, más a ltas se encu entra n en Méx ico y en
con las anguloas, en fo rm a de tu li pán, las pl anta s pueden m anten erse en un Perú. Las a nguloas co nstituye n un
se producen las magnífi cas y grandes tam afio mo derado. Cuando se desea pequ eüo gé nero n atura l qu e co nti ene
angu locastes, de fl o res abiertas, qu e han tener p la ntas ele espéc im en, se pu ede u nas di ez especies, y existen
hecho mucho por promover esta alian za. dejar qu e crezcan hasta buen ta m afio. p rin cipalm ente e n Co lo mbi a, Ecuador
Aunque la mayo ría de las especies dentro Por tal mot ivo, lo mejo r es conserva r los y Perú. Dad a su escasez, só lo algun as
de las lycas te y anguloas son de co lor híbridos e n un inve rn adero, d o nde especies se culti va n a mpli a m ente.
claro, las va ried ades rojas rosad as de pued en tener sufi ciente espacio. Las qu e se observa n m ayorit ariamente
Lycastes slii1111erii ha n rea lzado ri cos Si se cult ivan las o rq u ídeas en en co leccion es el e o rquídeas so n las
colores en híbridos co mo L. Wylel Fire. interi o r, co n limita ció n d e espacio, angul ocas tes, cuyas íl o res gra nd es y
Del mi smo modo, se han cultivado pu ede probarse co n una o dos de las carn osas ti enen 10 cm ele a nchura.
angu locastes de co lo r rojo oscuro es pecies más pequeüas entre las lycastes, Temperatura: Cu lti vo en frío
comparables a las va ri edades de co lo res co mo Lycasre aromaiica, de un a fragancia (inviern o) e interm ed io (verano).
más cl aros y ligeros.
Las fraga ncias más intensas en estos
géneros se encuentra n entre las especies
de A11g11/011, que han serv ido para
prepa rar híbridos bigenéricos. A. clowesii
es muy co nocida po r su perfume dulce.
Las lycastes y anguloas co mpa rten
muchas ca racterísticas. Produ ce n
seudobu lbos robustos, d uros, de co lo r
verd e oscuro, co n un fo llaj e ge neroso
durante el verano . Las hojas so n a nchas,
suaves y nervada s, y se exti end en al
madu rar, lo que ha ce q ue la s plantas
ocupen mucho es pacio. El folla je se
protege en inviern o o cuand o e mpi eza n
a sa lir los nu evos bro tes a prin cipi os de
la prim avera . Cuando las ho jas maduran ,
adqu ieren manchas y amarill ea n co n el
tiempo; a menud o lo mejor es retirarlas
ames de q ue se ca iga n de forma natural.
Las plantas ti enen un claro periodo de
latencia en in viern o. Los nuevos bro tes A11g11/oa virginal is.
 O R Q U Í D E A S PO !' U L A R E S 18 5

Anguloa clowesii.

Cultivo: En compos t con base de

co n eza e n m ace tas d e hasta 25 cm d e
di ámetro. En ve ra no , se riegan y abonan A ngulocaste Júpiter AM/ RHS.
libremente y se ma nti enen en buena
hum edad (aun que si se rocían en exceso
co n agua pueden aparecer marcas en las
ho jas). El riego se reduce cua ndo el
fo ll aje empi eza a vo lverse a marillo, y se
riega n en in viern o só lo si los bu lbos
se des hidrata n y se marchita n. Neces ita n
luz co n so mbra en ve ra no y p lena luz
dura nte la época in vern al.
Altu ra: 30 cm -1 m.

Angu loa clowes ii

Una orq uídea de lo más elega nte, de
gra n crecimi ento y cu lti vo en frío, esta
es pecie de florac ió n a prin cipi os de
ve rano ti ene ho jas qu e al can za n l m
de altura cuand o maduran. Las flores, de
ama rillo intenso, qu e aparece n en los
inicios de l verano, so n mu y aro máti cas,
y la for m a es pecial del labe lo justifi ca su
no mbre común d e orquídea cuna. Lywsle aromalica.

Ang uloa virgi11a/is
Una única fl or aro mática de co lor rosa
pá li do aparece a princip ios de verano en
cada espiga fl ora l por debajo del foll aje
en crecimi ento . Los sépa los y los péta los
perma necen sin abrirse po r co mpl eto,
co mo es típico de las flores de este género.
Angulocaste Jú p ite r AM/ RHS
Es te híbrido a nti guo, de fl oración en
primavera, co nse1va su aspecto juvenil
con sépalos densa mente m o teados sob re
un a base amarilla clara. Es te híbrido
bi ge néri co se encuentra entre Lycaste y
Anguloa.
Lycaste aro matica
Esta bonita es pecie aromáti ca de
Sudaméri ca produ ce una pro fusión
de flores dorad as en prim avera. La planta
es decidua y en invierno se encuentra
en estad o latente. Obsérvense los nu evos
brotes recién for mad os.
186 G U Í A D E O R QU Í D E A S

Lycaste shinnerii.
 O R QU Í D E AS PO r U LA RE S 18 7

Lycasle Autumn Glow

Con sépa los fuert es y pardos, en
co ntraste con los pétalos y el labe lo
ama rill os, este herm oso h íbrido de
crec imi ento en frío y fl o ració n en oto1'io,
refle ja b ien la estac ión. La p la nta
descansará después de la fl o ración.

Lycaste slli1111erii
Espec ie variab le de Guate ma la, esta
va ri edad es típica de las lycastes, co n sus
flores de tres á ngul os, en las q ue los
sépa los ele tono rosa cla ro se alza n en tre
los pétal os, que abraza n al labelo ele
co lo res brillantes. En primave ra se
produce n flores úni cas, de 7 cm de
ancho , en tallos que son más cortos que
las hojas en es ta planta decid ua.

Lycaste Wyld Surprise

Este híbrid o es uno de los más bell os
ob teni dos partiendo de una Lycasies
slá1111erii. Los ta ll os, de flores únicas,
rodea n a los seud obu lbos al mismo
tiemp o que aparecen los nu evos brotes.
Este hermoso grex rosa ro jizo es un
eje mpl o asombroso de la va ri edad de
ricos co lo res que pu ede conseguirse a
pa rtir de un cru ce, en el q ue cada clon es
úni co. Las fl o res aparecen en primave ra. Lycasie Auturnn Glow.

Lycast.e Wylcl Surprise.

188 GU iA D E O R QU i D EA S
MASDEVALLIA
Co nocidas ca riñ osamente co mo
orquídeas com eta po r las la rgas «Co las»
de algunas de las fl ores en es te inmenso
género natural, las masdeva lli as so n
plantas de tama1io peque1i o o medio qu e
tienen tal los cortos co n un a so la hoja en
un rizo ma rastrero. Las hoj as son
ova ladas o largas, y de co lor verd e
oscu ro o medio. Las esbeltas esp igas
flora les emergen de la base y pueden
tener una so la fl or o va rias en un tal lo.
Las fl o res so n muy va ri abl es en fo rm a y
color. Au nque ciertas especi es, co mo
lvlasde11t11/ia coccinea, producen a lgunos
de los colo res más vibra nt es de la flora de
orquídeas, otras so n muy apagadas.
De las 300 especies existentes, muchas
está n en culti vo junto co n un a pequelia
ca ntid ad de híbridos.
Las flores se caracterizan por la
forma tria ngu lar de los gra neles sépa los
en extens ión, de los que a lgunos (como
los de Masde1ial/ia caudata) presentan
«co las » ex tendidas. Los pétal os y el
labelo están m uy reducidos y, en general,
permanecen ocu ltos en el centro de la
fl or. En otras especies, co rn o M. racemosa,
los sépalos están fund idos en la base
para crear un tub o que co ntie ne o tros
segmentos diminutos. lvli entras M.
veitc/1iana sob resa le po r su vibrante
co lo ració n naranj a y ro ja, otras es pecies,
como M. venu-irnlaria, que ti ene curiosas
fl o res tubulares mo teadas de marrón ,
siguen siendo interesa ntes y di gnas
de consideració n . La fl or más grande del
género es la de M. macrura, que mid e
30 cm o más en ve rti ca l. Tan
impresio nante lo ngit ud se prod uce
debido a los largos sépalos có ni cos.
Estas orquíd eas epifitas perennes, u
ocasionalmente litófí tas, vive n en zo nas
frescas, so mbreadas y hú medas de
bosques en las alt uras de los And es
sudamer icanos. En cultivo, deben ser
molestadas lo mín imo posibl e, y, cuando
sea necesa rio trasplantarlas, a menudo se
«deposita rán » en un a maceta mayo r sin
ro m per el ce pell ó n . De este mo do, la
m ayo ría de las masdeva lli as pueden
cu lti va rse pa ra formar macizos d e buen
ta m a1i o sin ll ega r a se r inm anejab les. En
es ta fase a lca nzan la p lenitud y apo rtarán
una profusió n de fl o res durante los
meses ele ve ran o. Algunas especies, co m o
Masrievallia wvarensis, producirán mayor
núm ero de sus fl ores b lancas lechosas a
pa rtir del m ismo ta ll o du ra nte m ás de un
a ño, sie mpre y cuando no se co rten.
Las mascleval lias co nstituyen un
género natural que, en el pasado, se ha
combinado con un eno rm e núm ero de
géneros emparentados, entre ell os algun as
orquídeas infrecue ntes como Dryadella,
Drarnla, 1J-isetella y Pleurothall is. La últim a
pertenece a otro inm enso gru po de Masrieval/ia coccit1ea.
plantas emparentadas, que co nfo rm a un o
de los mayo res géneros natura les co n
unas 900 especi es. Estas especies
producen flores peq uelias o m inúsculas,
que se ap reciarán en todo su es pl end or
únicame nte med iante una lupa de
aum ento.
Tem p e ratura: Cu lti vo en frío.
Cultivo: En co rteza fi na en m ace tas
de plástico del tipo uti lizado para las
plantas acuáticas. Se ma nt endrán en
so mbra dura nte todo el año. Se rega rán
detenida m ent e durante tocio el a1io, sin
dejar que las ra íces se sequen en ningún
mo mento, pero ev itando tambi én
anega rl as en exceso, lo que podría
pu dri rlas. Masrievallia Falcon Sunrise.
Altura: 15-30 cm.
espec ies pa ra produ cir flores nara njas y
Masrieva llia cocci11ea esti m ul a m es en tal los de lo ngi tud
Esta elega nte especie de tall os al tos ll eva medi a. Cuand o se cu lti van como plantas
sus fl o res ún icas, e n forma ele media ele espéc im en , es tas o rquíd eas
lun a y de unos 5 cm, m uy po r encim a produ cirá n num erosas fl o res en diversos
del fo ll a je. El púrpura brillante de los mom entos del a1io.
sépa los extendid os se encuentra entre
los más ricos enco ntrados en el mundo Masrieva llia Rose Mary
de las o rquídeas. Las p lan ta s fl orece n Entre los num erosos híbridos deli ciosos
principa lm ente en primavera y ve rano . que están adquiri endo popul a rid ad entre
las masdeva lli as se encuentra es ta bel la
Masdevallia Falcan Sunri se va ri ed ad de tal lo co n o. Las flores ll evan
Tres clones de este nuevo h íb rid o han «col as» que adornan los sé pa los y
comb in ado las cua li dades de va ri as aparecen en va ri os mo mentos de l a1io.
 ORQU Í DEAS POPULARES 189

Masdevallia Rose Mary.

190 G U i A O E O R QU i O EA S

Masdeva /l ía tovare11sís
Esta deliciosa especie procede de
Venezue la y es un a pla nta de culti vo co n
fl o res bl a ncas de 2,5 cm qu e se e levan
por enci ma del fo ll a je. Las fl ores se
prod ucen va ri as veces al a11 o. Cada tallo
aflorn n va ri as fl ores, qu e apa rece rá n de
nuevo al a ño sigui e nte, en un rasgo
infrecuente de ntro de las masdeva lli as.

Masdeva llía W hi skers

Esta pla nta co pelada p roducirá
num erosas fl o res e n sucesió n dura nte
todo el vera no . Las fl o res na ra nj as
destacan sob re el fo llaje y ha n
intensifica do la co loració n e n el ce ntro
de los gra ndes sépa los e n co pa . Masdevallía tovarensís.

Masdeva ll ia W hi ske rs.

 ORQUIDEAS POP ULAR ES 191

MAXILLARIA
En vastas regio nes de América central y
del su r ex isten unas 300 especies de
plantas pe renn es, e pifitas o litófitas,
de Maxillnria. So n ejemplares de tama11o
pequeño o med ia no q ue puede n variar
eno rm eme nte e n estructura. En su
m ayoría producen seu dobu lbos, que
pueden ser pequeños y redondos, con
una úni ca hoja h erb ácea (corno en
Maxillaria t.enuifo/ia ), o grandes y
espectaculares (como en M. snnderiana).
La última, con sus flores carnosas
blancas co n manchas rojas, y su forma
tri a ngul ar, se asem eja al Lycaste, un
género e n el que se encuadró
ini cia lm ente a la mayoría de
las maxilarias. Se cu ltiva n muchas de las
especies, y muy pocos híbridos. De estos,
va rios reciben a me nudo nomb res
in co rrectos, deb ido a la semeja nza de
algu nas plantas, que co n frecue ncia no
pu ede n distinguirse hasta que florecen.
Las especies de menor crecimi ento
so n orquídeas ideales para principiantes.
Tiene n gran te nd encia a crecer y a ílorecer
en condicio nes extremas y son rnás
tolera ntes a un entorno cá lido y seco
que o tras muchas o rquídeas. Las provistas
de las fl ores más vistosas merecen
investi gación; entre ell as se cuenta
Maxillaria picta, con flores deliciosamente
aromáticas produ cidas en abund ancia en
oto11o. L'ls maxi larias fl orecen desde la
base, con una única fl or en tallos cortos o
med ia nos. Los colo res so n va riabl es, con
predominio del amarillo, el ocre y el rojo.
La m ayoría de las maxi larias
prefieren un cu lti vo cont in uado, y no ser
divididas frecue ntemente en fragmentos
rn ás pequeños, cuando el n úmero
limi ta do de fl o res no h ace justicia a la
planta vista po r primera vez.
Temperatura: Principalmente cult ivo
en frío.
Cultivo: En rn acetas, las va riedades más
grandes e n co rteza gruesa y las pequeñas
en coneza fina. Las qu e tengan ri zo rn a
Maxi llaria rufescens. rastre ro pueden cul ti va rse e n cestas o en
192 GU iA D E O R QU i D E AS

co rteza. Se ma ntendrán co n bu ena luz.
Se regará n y abo nará n co n libera lid ad
durante el ve ra no, pe ro menos en
Ma.xi llaria awlipelll la.
in vierno, sin perm itir q ue las plantas
ll eguen a secarse por co m p leto.
Altura: 15-30 cm.
Ma.xillaria acutipetala
En verano, esta grac iosa y d istinguible
especie tiene fl o res ama rill as co n labelos
ro jizos m ás oscuros. Las fl o res posee n
2 cm de d iámetro en ta llos de menos
de 15 cm de altu ra. Esta espec ie no se ve
mucho en co lecciones y es bastante rara .
Ma.xi llaria coccinea
Un co lo rido inusualmente rojo rea lza
estas fl ores, de ape nas 2 cm de anch o, en
tall os finos y arracimados muy por deba jo
de la altura del fo ll aje. Es una pl anta de
fác il culti vo que fl orece en verano, para
invern adero frío o en in teri o r en so mbra.
Maxi llaria lu teo-a /ba
Estas flores d e co lo r crema y 4 cm de
anchura, co n sépalos pardos- naranjas
y pétal os a ma rill os, se p roducen a
principios del verano en torn o a la base
de los seudobulbos prin cipa les en
tal los de 13 cm , muy por debajo de la
altura del fo ll aje. Esta especie de cult ivo
en frío y fl o rac ió n libre procede de Costa
Ri ca y otros luga res.
Maxillaria oc/1role11ca
Un a ma sa fil a m entosa d e fl o res
aro má ti cas rodea a la base de esta
pl a nta d e culti vo en frío y ta maf\ o
moderado, o rigin a ri a d e l lon duras.
Las flo res prim avera les, d e co lo r blan co
cre m oso, ti enen labe los a mari ll os
o rojos-na ranjas.

Maxi llaria coccinea. Ma.xillaria lu teo-a lba.

 O R QU 1D EA S PO P U LA RE S 193

Max illaria praestans

Co n u n aspecto uni fo rm e, es tas fl o res
parduzcas co n sus labelos casi negros
du ra rán va ri as se manas durante los
meses de ve ran o. Cuanto mayo r sea la
pl a nta más fl o res es de esperar qu e
prod uzca.

Maxi/lar-ia te1111ifolia
Esta va ried ad produ ce pl antas la rgas
y deso rdenadas, co n seudo bulbos
se parados a lo largo de un rizo ma
rastrero o veni ca l. Las flores úni cas, q ue
aparece n en ve ra no, se sitúan sobre tall os
co n os, co n nunca más de un a o d os
de cada seudo bulbo. Las flores so n
ama rill as, sa lpi cad as den sa o li ge ramente
de ro jo, y desp renden un o lor mu y
Maxi/laria ocliroleuca. aromá ti co. Maxillaria praesta11s.

Maxillaria te11uifolia .
194 G U 1A D E O R QU i D EA S
MlLTONIOPSlS
Es tas orq uídeas no ti ene n paran gó n
en la flora de su clase. So n las adm irad as
orqu íd eas pensamiento, así ll am ada s
po r su pa reci do co n esta flor. Su
crecim iento es co mpacto comparado
con el gran ta ma 1i o de sus flo res pl anas
y vistosas, lo cual, co mbinado co n el
hecho de que son fáciles ele culti va r y
ofrecen un a floración fiab le, las sitú a
como o rquídeas perfectas para culti vo
en interior. Su ascenso en la
popularidad en los últimos ari os ha
imp ul sado la creación de num ero sos
híb ri dos espectacu lares, a d ispos ició n
del cu ltivador d o méstico.
Milto11iopsis Herr Alexandre.
Es tas pla ntas se dan en una amp li a
va ri edad de colores, desde un b la nco
des lumbrante a de li cados rosas y
a ma rill os pastel. Las fl o res está n
ado rnadas siempre co n una «m ásca ra »,
un di seño en forma de ma riposa en el
ce ntro, en la base del labelo. El d ise ño
adop ta mu chas fo rm as; puede se r
peq ueño y claro, o bi en ex tenderse po r
el labelo para formar un a «Cascada » de
marcada bel leza y co ntraste. Se pro du cen
regularmente dos esp igas fl o ra les a part ir
ele un seudobulbo , co n entre tres y se is
fl o res ele 7 cm de a ncho en cada es piga.
A menud o, la pla nt a flo rece dos veces a l
año, a prin cipi os de veran o y en o to ri o, y
se acompa 1ia de un aro m a delicado; es
fácil co mprend er la popu laridad de estas
orquíd eas.
En un gé nero natura l co n mil es de
híbri dos, hay so rprendente mente pocas
especies. De las cin co, todas endémicas
de Co lomb ia, cuatro han co ntribuido al
vas to program a de reprodu cció n que ha
multipli cad o por diez la gama de
col ores. Las especies pere nn es ep ifita s
son todas ra ras en culti vo y pertenecen
a colecciones especiali za das dond e se
ateso ran para generacio nes futura s.
Las miltoni o psis es tán
estrech am ente empa rentadas con los
odontoglosos, co n los qu e se entrecruza n
con facilidad , junto co n o tros mi embros
de esta exce lente a li a nza. Cua ndo se
comb in an co n odo ntoglosos, las fl o res
resu ltantes ti e nen labelos m ás grandes y
co lores intensos. Las m ilto ni opsis se
adscribi ero n en un prin cipi o a l género
Miltonia, qu e hoy se co nfina a un as diez
especies prese ntes en Bras il, por lo que
cuand o se cru za ro n co n Odontoglossum
produjero n Orio111.011ia. O tras
combin acio nes interge néricas que
incluyen Miltoniopsis (todavía ll amadas
Milton ia co n fin es d e registro) so n
Miltassia (Mil ton i11 x Brass ia), Miltonidwn
(Miltoni11 x Oncidiu111) y o tras much as .
Los h íbridos de milto ni o ps is
producen seudo bulbos de co lo r verde
claro qu e ! leva n dos ho jas apica les y dos
basal es, ve rd e cl aro y es trecham ente
ova les. Las pl a ntas crecen durante la
mayor parte del año, y los nuevos brotes
aparecen en cuanto se ha co mp letado el
seudob ul bo ante ri o r, y a menudo antes
de que la p lanta haya termin ado de
florecer. Las esp igas fl o rales aparecen
rápid am ente en cuanto el seudo bulbo
madura, y prod uce n sus flores en un
h áb ito arquea do justo so bre el fo ll aje.
Las p lantas ra ra vez alcanzan más ele
30 cm, lo qu e las hace id ea les para el
cu lti vador afi cio nad o.
Como to das las orq uíd eas, las
miltoni o psis prosperan cua ndo está n
rodeadas po r el follaje de o tras pl antas,
y si se cultiva n en com pariía es posi bl e

Mi/Loniopsis Jersey.
ma ntener mejo r la hu medad a su
alrededo r
Temperatura: Cu ltivo en frío.
Cultivo: En m ace tas de co mpost
de co rteza fi na o en lana min eral.
Las plantas se m antend rán alejadas de la
luz so la r directa en tod o m o m en to.
Se rega rá n d urante tod o el año y se
abo nará n de p rim avera a o to !"io.
Altura: ! lasta 30 cm.
Miltoniopsis Herr Alexa ndre
Este híb rido b lanco, muy vistoso y
atractivo, tiene todos los atributos de una
combi nación ga nadora. Las grandes fl ores,
de 10 cm de ancho, se di stinguen bien del
folla je, y aparecen a principi os de vera no y
en otoño. El seudo bulbo principa l puede
producir dos esp igas fl orales.
ORQUÍDEAS P OPULARES 1 95
Milloníopsís Jersey
Un h ermo so híbrid o m o d erno, ro jo y
bl a nco, p ara fl o ració n estiva l, es te cl o n
p rodu cirá h as ta se is gran des fl o res d e
8 cm d e an ch o , co n ocid as
co loq uialm ente co m o orqu íd eas
pen sa miento .
Miltoniopsís Marie Riopelle
«Portland Rose»
Este híbrido m aravill osam ente
deco rativo ti ene un exquisito dibuj o en
el labelo , qu e se co mbin a co n el rosa
o scu ro d el resto de la fl o r pa ra crea r un
efecto enca ntado r. Las pl antas co m o esta
pueden culti va rse en interio r o en u n
inve rn ade ro frío, co n som bra y
hum edad . Flo rece a fi na les de p rim avera Miltoniopsis Mari e Riopelle
y principi os de ve ra no . «Portland Rose».
196 GU iA D E O R QU i D EA 5

Miltoniopsis Red Knight «Grail » AM/ RHS

Productor de una úni ca y gran fl o r a
finales de prim ave ra y prin cipi os de
verano, este híbrid o ti ene el aspecto
de un terciope lo ro jo oscuro . Las plantas
jóvenes produce n a menudo una flor,
pero este núm ero puede aum entar hasta
se is en una pl anta m ás anti gua.

Mi/to11iopsis Rozel
Se han cu lti vado mu chos h íbridos como
este para exhibi r el d ibu jo de «casca da»
o «gota de agua» del la belo, que es un
rasgo di stinti vo de es tas va ri edades.
Puede observa rse un a ocas io nal «gotita»
en los péta los. La co mbin ació n de
sépalos rosa oscuro y labe los co n bell os
dibuj os ribe teados de rosa e n este
híbrido resulta ca uti vadora. Las flores
aparecen hacia el fina l de prim avera o el
comienzo de vera no.

Miltoniopsis Saint He li er «Pink Delight»

Una forma sobe rbi a y un a ri ca coloración
rosa se com bin an para co nfonnar este
híbrido de abso luta bell eza. La m áscara en
forma de mari posa de co lo r carm esí en el
centro de las fl ores define el fo ndo para
el denso veteado más claro del labelo.
La fl oració n se produ ce dos veces al af\o, a
Milto11iopsis Roze l. fina l de prim avera y principios de vera no.

Milto11iopsis Red Knight «Grail » AM/ RHS. Miltoniopsis Saint Helier «Pink De light».
 O R QU i D E AS r O PU LARES 19 7

Millo11iopsis vexillaria. Milw11iopsis vexillaria «A rctic Moon ».

Mi lio11iopsis vexillaria
Esta suave fo rm a rosada de la especie, qu e
procede ele Co lombia, es hoy un elemen to
ra ro entre los co leccio ni stas. Está detrás de
la mayo ría ele los delicados híbrid os
actua les, que conservan su bella forma y
su hábi to suavem ente arqueado. Florece a
fina l de prim avera y prin cipi os de verano.

Mi lw11iopsis vexillaria «Arctic Moon »

Una forma clara de la especie, carece de la
de li cada co lo ració n rosada en los sépa los,
los pétalos y el labelo, pero ti ene un co lo r
rea lza do en el centro el e la fl o r. Florece a
fina les d e p rim ave ra y principios ele
verano.

Milw11iopsis Zorro «Yellow Delight»

La cría se lectiva ha prod ucido este híbrid o
amarill o, que florece a fin al de la primavera
y com ienzo de verano, aunque el colo r no
ex iste en la especie. Se ha obtenido de
Milwniopsis roezlii, cuya influ encia se
obse1va también en el d ibujo rojo. Miltoniopsis Zorro «Yellow De li ght».
198 G U i A D E O R QU i D EA S

presentes en la m isma m agni tud en o tros agrad abl es. Existen mu chas m ás
ODONTOGLOSSUM tipos de o rquíd eas. Las flores, que comb in ac ion es, todas las cual es
(ALIANZA) pueden sumar h as ta una doce na y ti enen co nti e nen ge nes de o do ntoglosos y
G cm de d iám etro, prese ntan a veces exh iben diversas ca racterís ticas
Los odo ntoglosos co nstituyen Ja dibujos vistosos y so n uni co lo res. pertenecientes a o tros dibujos. Algunas
culminación de esta co mplej a alianza, Durarán va rias se manas cas i en cua lqu ier 1íneas de rep roducción se han
que está formada por una se ri e de época del a rio. concentrad o en producir p lantas para
géne ros naturales estrecham ente Los híbridos intergenéri cos so n más climas más fríos, e inclu ye n Vuylst.elieara
emparentados, tod os los cua les se nu merosos q ue las form as puras. (Coch liorla x Miltonia x Odontogloss wn)
entrecruza rán para prod ucir la fa ntásti ca Incl uye n las Odont ioda, un cruce de y Wilsonara (Cochlioda x Odo111ogloss11 111 x
gama de tipos de fl o res. Odonwglossu m con el género Cochlioda, Oncirliwn). Al int roduc ir e n la ecuación
Las espec ies su man un as 60 clases de de men o r tamalio y men os cu ltivado. o ncid ios de crecimi en to en ca li e nte, se
plantas ep ifitas pere nn es, originarias Este ú ltim o gé nero adqu iri ó fama po r su ha n culti vad o híbrid os mu lti ge néri cos
de las alturas andi nas de Suda mérica. co loración roja b rill ante, qu e se im parte que so n to lerantes al ca lor y qu e pueden
Adorado desde el ini cio de su a los híbrid os de Odontioda y que los cu lti varse en los tróp icos. Entre ell os se
introducci ó n, las prístinas fl o res bla ncas di stingu e de los odo ntoglosos. Cuando inclu ye n Beallara (Brassia x Cochliorla x
del espléndido Odomoglossu m crispum le se co mb ina co n Oncidium, que es Milronia x Odo111oglossu111) y Aliceara
merecieron el nombre de «rein a de las un género do mi nado por fl o res (Brass ia x Miltonia x Oncirliwn) .
orquídeas ». Esta planta era ta n apreciada gene ralmente am arill as, m ás pequ eñas Los odo ntoglosos sufren fáci lmente
que Ja demanda co nduj o cas i a su y co n esp igas largas, el Odontocidiwn estrés por ca lo r, y si no se pueden
ex tinción en la natura leza. Se cu ltivaro n resultante p rodu ce resul tados muy ma ntener las p lantas su fi cientemente
numerosas variedades magn íficas qu e
hoy en día só lo se conserva n en
las ilustracio nes y descripcio nes de las
publi cacion es anti guas. Las
compa rati vame nte escasas especies
cu lti vadas hoy están co nfin adas a
co lecciones especi aliza das, mi entras
que en su lugar han aparecid o ce nte nares
de híbridos que, para el cu lti vad o r
afi cio nado, co nstituyen un a opción
mu cho más adecu ada. Los h íb ridos
presentan un es pectro de co lo res y u n
háb ito vigoroso que no se encuentra
en las especies, y resultan mucho más
ad ecuados para la producció n en masa
de los aficio nados.
Norm alm ente, los odontoglosos y
las especies emparentadas producen
seudo bulbos ve rdes co n u n par ap ica l de
hojas estrechamente ova ladas de co lor
verde interm edio, y dos hojas m ás cortas
en la base. Las plantas pued en alcanzar
30-45 cm de a ltura, y las espigas flo ra les
duplican este tamalio. Las fl o res de Jos
h íbridos puros de Odontoglossum son
redo ndeadas, co n sépalos y pétalos de
igu al tam alio, y a m enudo un labelo
de bo rd es ri zados. So n posibl es todos los
co lores, co n intrin cados dibuj os no Miltonidum Pupukea Sun set.

Odoniioda Avranches.
frescas en verano, es preferibl e saca rl as a l
ex teri or en un luga r bi en so mbreado
donde pueda n mantenerse húmedas. Si se
co loca n en un siti o con de masiada luz, las
hojas adoptará n un tono ro jizo. Co n
moderació n, es un co lo r aceptable que
recu pera rá el verde cuando el so l pi erda
potencia. Sin embargo, si Ja exposición es
excesiva, toda la superfi cie de la hoj a se
volverá roja oscura y se prod ucirá un a
pérdida p re matura del fo ll aje. Los
odontoglosos que pi erdan demasiadas
hojas de un a vez se debilitarán, y será
preciso replantar las pla n tas a la menor
opo nunid ad, y retirar los seudobulbos sin
hojas para restaurar un buen equilibri o.
Todos los odo ntoglosos
intergenéri cos so n pl antas eno rm eme nte
agradab les, pero han de adop tarse
preca ucio nes para asegura r que los
seud ob ulbos manti enen buen as pecto
durante todo el ano. Ll egado el
mom ento, una planta mad ura producirá
una es piga a lta bi en fl orecid a, que es
más d e lo que puede sopo rtar. As í,
cuand o se desarro ll a n los brotes en la
época de apertura, la p lanta se
marchitará, en un signo de que las fl ores
consum en demasiada savia co mo pa ra
qu e la p la nta pu eda res istirl o y
sobrev ivir. Habrá que retirar de
O R QU
Odo11tioda La Couperon.
inm edi ato la espi ga floral. Aun así, se
podrá di sfru tar de las fl o res co locán d o las
en agua. En caso necesario, se
trasp lantará e l ejem plar y se es ti mu lará
la producción de nuevos brotes Jo a ntes
posibl e, despu és de lo cua l Ja planta
reiniciará una lenta recuperació n.
Los odontoglosos se ex tendiero n
o ri gin almente desde Jos And es
sudam eri ca nos hasta el no rte de Méx ico.
Una reciente recl as ificació n ha crea do
nuevos géneros, y Ja úni ca especie
verdad era de Odontoglossum se asigna a
los And es. En horticultura, muchos
d e los nomb res ge néricos anti guos se
han co nse rvado, po r lo cual en estas
páginas se mu es tra n los dos nombres.
La e,xcepc ió n es el género Rossioglossu 111,
cuyas especies so n tan di st in tas que se
han recogid o po r separad o en la sección
de orquídeas de especialistas.
Temperatura : Cultivo en frío,
mantenid o po r debajo d e 24 º C
en ve rano.
Cultivo: En co rteza fin a en ma ce Las
de 5-7 cm que limiten las raíces. Se
m antendrá n en buena so m bra en
vera no, pero co n más luz en invi ern o.
Se rega rán y abo narán durante todo el
a ño, pero m enos en in viern o.
Altura: 30-45 cm .
i D E A S PO P U LA R. E S 19 9
Milto11idu 111 Pupukea Sunset
Un cruce improbab le entre la alta
Miltonia warscewiczii y la diminuta
011cidil1111 cheirophon1111 ha dado como
resultado esta at ract iva va riedad primaria
co n esp igas flo rales que alca nzan 23 cm
de longitud. Las flores, con sus tonos
crema, rosas y verdes, apa recen en
primavera.
Odontioda Avranches
El género artificia l Odonlioda
(Odontoglossum x Cochlioda) fue
producido p or prim era vez pa ra producir
el gé nero de fl o res rojas Cochl ioda de los
odo ntoglosos, hab itualmente de co lo res
claros. En este notabl e híb ri do d e
flo ració n primaveral, toda la influ encia
de Coch/ioda ha desa parecido para
recu perar los colo res bla ncos de
Odon1oglossu111.
Odontiola La Coupero n
La vívid a colo ración rosa y los finos
d ibuj os de rosa oscuro de las fl ores de
la la rga espiga fl o ral arqueada reve lan la
influencia de Coc/1/ioda en este híbrido
espectacular, que ha dado a la flor su
aspecto vibra nte y lustroso. Las flores
apa recen en varios mo ment os,
norma lm ente en prim avera.
200 G U Í A D E O ~ QU Í D E A S
Odo11lioda Mont Felard x St. Aubin 's Bay.
Odomioda Les Plantons.
Odo11Lioda Les Plantons
Los co lo res y d ibuj os observados en este
híbrid o de íl oració n en primavera so n
típi cos de la d ive rsid ad de este género
creado por el hombre. Las manchas y
puntos aparece n en un ca leidoscop io de
co lo res ca mbi a ntes sin parangón en
ninguna otra o rquíd ea.
Odo11Lioda Mont Fe lard x St. Aubin 's Bay
Es un a orquídea de crecimi ento limpi o,
que, en di stintas estacion es, produ ce
espi gas de íl o res bl a ncas m o teadas con
rosa profuso; los labelos es tá n
man ch ados del mi smo co lo r y ti enen
ce ntros a ma ri ll os. Los bordes de los
pétalos so n rizad os.
Odo11Lioda Pontinfer
Con su flor bell am ente p ropo rcio nada
en des lu mbrante rojo sobre blanco, esta
gran es pi ga fl o ra l a m enud o ramifi cada
mues tra la influencia de la es pecie
Odontoglossu 111 pescatorei en su fondo. Las
ílores aparecen en distintos mom entos.
Odontioda Pontinfer.

Odontocidi1.1111 Russikon's Go ldblaum .
Odontocidi11111 Isl e r's Gold Dragon.
O R QU i D E AS I' O PU LARE S 201
Odontocidi11111 Isl er's Gold Dra gon
Las co mb in acio nes de colores y una
esp iga fl o ral alta hace n de esta planta una
espl éndida opció n de interi o r. Se culti vará
e n un lugar fresco, co n buena luz d urante
todo el aiio. Las fl o res, que apa recen en
vari os mo mentos, durará n se manas.
Odontocidiu111 La Moye
Este co m p lejo híb rido es robus to y de
fl o ració n libre. Se mantend rá la planta
en una habitació n fresca co n buena luz.
Se regará y abo nará durante todo el aiio.
Las flores bl ancas, co n sus d ibuj os rosas
y amarillos, durarán va ri as se manas y
apa recen en va ri os mo mentos.
Odo11tocidiu111 Russikon 's Goldbl aum
Este h íbrid o bigenérico ha heredado el
gran labelo ama rill o y los dib ujos pardos
en los pétalos de la especie Oncidi11111
1igri11u111. Esta especie ha cont ribu ido
ta mbi én al hábito erecto y ram ifi cado de
la espi ga. Las flores aparecen en va ri os
m o mentos, no rm alm ente en prim avera.
Odontocidit1111 La Moye.
202 GU iA D E O R QU i D E AS

Odo11toglossw11 cari11ifen1111
(sin. Oncidiw11 cari11ife n1111)
Esta hermosa especie ce lebra su
abundante fl oració n en prim ave ra con
una esp iga a lta y ra mifi cada, cargada de
flores. Indi vidu alm ente, las flores so n
de un co lo r choco late, y los pétalos se
curvan hac ia dentro para rec ibir al agente
polinizado r.

Odontoglosswn cordatum
(sin. Le111bobloss 11111 cordatu111)
Esta especie co mpacta ll eva sus flores
moteadas de marró n y co n elega ntes
puntas en prim ave ra en un a espi ga lim pia,
de unos 15 cm de altura. Procedente de
Honduras, es fác il de culti va r y de hacer
florecer, y fun cio nará bi en en interior o en
un inve rnadero frío y sombreado.

Odomogloss11111 crocidipteru111
Muchas especies de Odonwgloss wn so n
muy raras hoy en día, co rno esta
va ri edad co n deli cados dibujos. Los
diser'ios pa rd os y am arill os cl a ros so n
típi cos de un a se ri e de gé neros, en su
m ayoría pl a ntas d e a ltitu d elevada de los
Odomogloss11111 ca riniferum. Andes. Esta espec ie florece en pri mavera.

Odontoglosswn cordatw11. Odontogloss11111 crocidipteru111.

 OR QU ÍDEA S POPUL A R ES 203

Odontog loss11 111 hall ii.

Odon togloss11111 laeve.
Odo11 tog loss11111 hallii
Co n sus flores fra ga ntes y extrañamente
co ntorsio nadas y punt o acicul a r e n los
labe los, esta especie que florece en
vera no, ha contribu ido con sus co lo res
a ma ri ll os básicos a muchos híbridos
tempranos. Hoy e n día es basta nte rara
e n cu lti vo. Es o riunda de Ecuador.

Odon toglossu111 Joris ianum

Es te híbrido clás ico fue el prim ero
cu lti vado hacia el princip io del siglo xx,
cuando la hi bridación no estaba tan
ava nz ada. Es el resu ltado de cruzar
dos es pecies e,xcelentes, Odonwglosswn
purpumum y O. triwnplwns, donde las dos
so n raras hoy en día . Las fl ores, ama rill as
marcadas en rojo, florecen en p rimavera.

Odo11 togloss11111 laeve

(s in . Mil to nioides laevis )

,
Fuertemente perfumada, esta especie
ll eva fl ores a ma rill as y pa rdas co n
la belos rosas en el ce nt ro y soste nidos
e n una esp iga de 45 cm, muy se parada
del fo ll aje. La floració n se produce a
fin al del vera no y es pro lo ngad a.

'
La planta es robusta, y procede de
Odo11toglossu111 Jo ri s ianum . Ho nduras y Méx ico.
204 G U i A DE O R QU i DE AS
Odo11toglossu111 oersredii
(sin. Ticog lossu111 oersredii)
Una es pecie in usual y rara , es ta
o rquídea ti ene peq ueiios seudob ulb os
y hojas de unos 15 cm de a ltura. Las
flores, pequeiia s, cé reas y b lancas con
una ma rca do rada en los lab elos,
aparece n en espigas cortas justo encim a
del folla je. Co n floració n en pri mavera ,
es ta especie d e Cos ta Ri ca puede
cu lti va rse más ca li e nte qu e la mayoría
de los géneros.
Vuylstekeara Cambria «Lensings
Favorit»
De la multitud de Ca mbria «Plush»
producidas en masa, que muestran
sufi ciente variació n de colores para
Vuylsteheara Cambria «Len sin gs Favoril».
garan tiza r su propi o no mbre específico
de va ri edad. Un a fo rma dife renciada y
agradab le, con sépalos y péta los rojos
con manchas rosadas y un labelo rosa con
d ibu jo ce ntral ro jo, es adecuada para
interi o r o un in vern adero frío o
interm ed io. La fl o ració n se prod uce
en va ri os mom entos del af\o.
Vu ylstelwara Cambria «Plush » FCC/ RH S
Un a d e las o rqu íd eas más popu lares
de todos los ti e m pos, este híb rido
multi ge nérico, co n co lores rojos y
b la ncos, se ha producido po r mill ares
pa ra el mercado mun di al de plantas en
mace ta. Las fl o res gra ndes, de 7 cm de
anch o, ti enen ri cos co lores y se producen Odo11toglossu111 oerstedii
en va ri os mom entos del año. (sin . Ticog lossw11 oerstedii).
 O R QU i D E A 5 /'O J' U LAR E 5 205

Vuylsteheara Ca mbria «Plush » FCC/ RHS .

206 G U 1A D E O R QU f D E A S
ONCIDLUM
(ALIANZA)
Entre las 400 especies, aproxi mada mente,
de 011cidi11111 hay num erosas pl antas
extremada mente va ri adas, qu e
co mprenden desde las diminutas
equ itan tes, peque!'ias plantas fro ndosas
en for ma de aban ico co n fl ores de col o res
brill antes a ejemp lares de gra ndes bu lbos
y largas espigas, co mo Oncidiwn
macrant/1t1111, hoy más co nocida por
Cyrtoc/1ih1111 111acranthiw11. En med io, se
di stinguen num erosas plant as de gran
belleza y tamai'10 modesto, co n flores mu y
vistosas, qu e so n predo min ant emente
ama rill as. Much as de las especies están en
cul tivo, y so n fá ciles de cuidar y de hace r
fl o recer, po r lo que los prin cipi antes las
prefi eren dada su fi abi lidad . A es ta
atracti va e interesa nte selecció n es pos ib le
añad ir un a eno rme va ried ad de híbridos,
en su mayo ría intergenéri cos, q ue se
ob tienen de cruces co n odo ntoglosos y
otros géneros em pa rentados. El resultado
es qu e se o bservan muchas pl a ntas
seductoras y deseab les qu e rea lza rá n
cualquier peq ueña co lecció n de orquídeas.
Los o ncidi os so n plantas perenn es,
no rm alm en te co n seudo bul bos verd es
límp idos y u n par de hojas es trecha mente
ova ladas. Las es pigas floral es pan en de la
base de l seudobu lbo p rincipal cua ndo
madura, casi en cua lq ui er mo mento del
a11o, au nque los picos de fl o ració n ti enen
luga r en los meses de 010110 . Las especies
proceden de toda América tro pi ca l y están
presentes en di versos hábitats epifitos.
Algunas es pecies so n co nocid as
coloqu ialm ente co mo «o reja de mul a»,
una referencia a sus ho jas gruesas y
so litarias so portadas po r un seudo bu lbo
a men udo dimin uto. Es tas p lan tas, que
incl uyen Oncidiu111 luridum , ex iste n en
ento rn os cá lid os y secos qu e so n
diferentes de la tierra de o ri gen bras il eil a
de O. flex uoswn, q ue se asemeja al típ ico
Odonwglossum. El últim o prod uce
seu dob ulbos bi en separad os a lo largo de
un ri zo ma de crec imi ento erecto.
Culti vad a en un a base de co rteza de
co rcho y co n sufi ciente libertad, esta
especie prod uce un a masa de ra íces
aéreas b lancas, qu e fo rman un a co rtina
de 1 m, ap roxim ada mente.
En cultivo , algun o s o ncidi os son
más pre feridos qu e o tros. Las cl ases m ás
po pul ares so n de cu lti vo en frío y
fun cio nan bie n junto a los
odontoglosos, co n los que coex isten en
algun as co ndicio nes. Los tipos o reja de
mul a y otros que p roceden de las partes
más tro pi ca les de Améri ca han de
ma nt enerse m ás ca li entes, y a ell os se
adapt an ó ptim am ente las co ndi cio nes
interm ed ias o cá lid as. So n pl antas de luz
alta, q ue neces itan m ás cl arid ad q ue sus
pa ri entes d e cult ivo en fr ío. En el
hemi sferi o septentri o na l, algun as de
ell as, co mo O ncidiwn splendidu m, pueden
se r di fíciles de hacer fl o recer si no
reciben luz solar durante el ail o.
Si se cuenta co n un espac io li mitado
pa ra cu lti vo, es preferibl e busca r las
especies o híbrid os de meno r d esa rroll o.
Entre e ll os se incluye Oncidi 11111
cheiroplwn.1111, qu e ti e ne espi gas co rtas de
fl ores a ma rill o brill a nte co n fo rm as
curi osas y forma cio nes densas. De tamaño
simil a r es la aro má ti ca O. om ithor/1y11c/111111
con sus bell as fl o res rosas pro du cid as en
profu sió n; es un a va ri edad im p rescind ible
O. flex 11 os um, m encio nad a a nte ri ormente,
p rodu ce largas es pi gas fl o rales qu e
termin a n en un a lluvia de num erosas
flores ama rill o b rill ante que d uran tres o
cuatro se m an as en o to 11o .
Tempe ratura: Culti vo e n frío; algun as
de cu ltivo interm ed io o en ca li ente.
Cultivo : En m acetas de 5-10 cm co n
co mpost de co rteza. O. jlexuosu m pu ede
cul ti va rse en co rteza. Los tipos de
crecimi ento en frío se po ndrán a la
sombra en verano, pero los de ti po oreja
de mu la se mantendrán bi en
ilu m in ados tod o el a11o. Los híbridos se
rega rá n y ab o na rán d u ra nte tod o el a11o;
se m antendrán las especies secas d uran te
el in viern o, cua nd o se interrumpe el
crecimi ento .
Altura: 15-30 cm .
On cidi11111 Boissi ense
Este híbrid o espectacul ar co nti ene fl ores
grand es amarill o brill a nte co n un enorm e
labelo qu e proced e de las especies
011 cidiw11 va ricos u111, entre o tras. Es ta
planta fu erte y robusta, de fl o ració n
en o to 1 o, puede cu lti va rse en interi or
o en un in vernad ero frío o interm edio.
Oncidiu111 ob1}'za ll.1111
Las altas y delgadas espigas fl ora les de
esta especie de fl o res amarill as o frece un
denso enj ambre de fl o res diminutas
que qu edan suspend idas sobre la
pl anta de 20 cm en in viern o. Esta
especie debe cu lti va rse en un
inve rn adero intermedi o.
)
Oncidiw11 Sharry Baby
«Sweet Fragrance»
Este herm oso híbrido co n o lor ;i
choco late produ ce un a profu sió n de fl ores
roj o ce reza con labelos de punt as bl ancas.
 O R QU Í D E AS PO PU LARE S 207

Florece en va rios mom entos y se culti va

en frío. Las flores mu estran una fuerte
influen cia de la es pecie Oncidi1m1
ornit./10r'1yncl11.1m , qu e apa rece en su
trasfondo.

Oncidiu111 splzacelawm
Es una de las es pecies de Oncidiu111 m ás
altas. Las esp igas flora les ram ifi cadas
pu eden alcan za r 1 111 de al tura, co n
num erosas flores en ramas laterales.
Oriunda de México, neces ita buena luz
para fl o rece r bi en en primavera.

011cidiu111 splzacelaw111.
208 G U i A O E O RQ U i O EA S
PAPHlOPEDILUM
Los Paphiopedilu111 y otras orquídeas
em parentadas se sepa raron de l tro nco
principal y sigu iero n su propi a lín ea de
evo lución. Ell o co ndu jo a un a bo lsa
característ ica q ue los define, co n sus
géneros afi nes. La bolsa es un a
modificación de un terce r péta lo, q ue
aparece en otras orqu ídeas co m o labe lo.
Al desarrollar la bo lsa, los Paphiopedilum
típicos desarrol laro n o tras partes de
for ma co nsigu iente. Po r ejemplo, los dos
sépa los laterales se han fund ido
bás icamente y suele n estar ocu ltos de la
vista tras Ja bo lsa. Esta se ha di se ri ado
como un medio para atraer al insecto
po lini zado r, primero tentánd o lo a que
acuda al bo rde y des pu és haciénd o lo
resbalar y caer dentro. Una vez en el
interi or, un a esca lera de pe lill os perm ite
al insecto enco ntrar el cam in o para sa lir
por el lateral de la bo lsa y la co lumnill a.
Al hacerlo , se ll eva co nsigo el polen.
Los Paphiopedihmr incluye n unas 65
especies presentes en todo el Leja no
Oriente, desde Indi a y Chin a hasta el
sudeste de As ia, Fil ipinas, Ind o nes ia y
Nueva Gu inea. So n pla ntas perenni fo li as
sin seudobulbos, en su mayo r parte
terrestres, que prod ucen brotes crestados,
desde el centro de los cuales nacen las
espi gas florales. Estas espigas tienen un a
so la flor, o bi en ! leva n de dos a un a
docena de el las. Algunas de las flores
más espectacu lares de todas las
orquídeas son las prod ucidas po r
la especi e de Borneo, Paphiopedilum
rothschildianum, en la q ue los péta los
laterales se ha n hecho extremada mente
largos y es trechos, soste nidos en
horizontal y co n bandas espectacu lares.
Cuando se co ntemp lan sobre una esp iga
alta, el resu ltado es co nm ovedor.
Nuevas va ri edades ll egadas desde
Chi na, cu lti vadas d uran te las dos últimas
décadas del siglo xx, han revo lucionado
las lín eas de rep rod ucción. Espec ies
como Ja ama rill a do rada Paplúopedilum
arn1eniacu111 y la del iciosa variedad rosa P.
111icra111/w111, entre o tras, ha n dado como
res ultado magnífi cos híbridos con un a
co mbin ac ió n de co lores sin gular.
Los Paphiopedilwn so n notab les po r su
lo ngev id ad. Entre las primeras d e las
o rqu ídeas hibridadas en el siglo xrx hay
plantas p resentes todavía en las
co leccio nes actua les co n más de 150 d e
anti güedad. Son ejem p lares grandes que
se ha n hecho cl ás icos por propio de recho
y co nstituye n bienes preciados en las
co lecciones de los afort un ados q ue
pu eden adqu irirlo.
Ta l es el at ract ivo de los Paphiopedilw11
qu e se han dedi cado co lecciones enteras a
este gé nero. Para el principiante o el
co leccio ni sta, hay va rios planteam ientos
posib les. Los h íbrid os co mp lejos
producen p la ntas co n un só lido fo ll a je
verde y un a so la fl o r, grand e y
redo nd eada, en d iversos co lores, desde
el ama rill o al verd e pasando por el rojo, el
ma rró n y el bron cíneo. Las flores pu ede n
tene r manchas y m atices de otros co lo res.
Todas pro ducen resultad os lustrosos,
sobre tod o durante los meses d e in viern o,
y pueden durar va ri as se m anas.
Los tipos de ho jas mo teadas produce n
plantas de menor enve rgadura, y pueden
ten er una floraci ó n ex tremadamente libre
en una gran p lanta de múltip les brotes. Las
espigas fl ora les so n al tas, de hasta 30 cm,
co n un a ún ica flor ab iert a. Estas flores
menos ab undantes pueden ser verdes o
Paphiopedi lunr Cla ire d e Lun e.
rojas, donde los co lores más oscuros son
los to nos m o rados alrededo r de un negro
elusi vo. Estas herm osas fl o res suelen tener
franja s o manchas, a menud o co n pétalos
dorsales espectacu larm ente inflamados.
Su temporada de floración se exti en de al
veran o, so lapá ndose co n un grupo que
produ ce esp igas de mú ltipl e floración.
De estas es pecies se obt ienen híbridos con
pétalos muy largos, Paphiopedilwn
sanderianwn y P. ro1/1schildim111111, co n sus
pétal os en pos ició n rígida. Estos, y P
parisliii, co n sus largos péta los
co nto rsionados, han produ cid o algunos
híbridos bellís imos qu e amp lían la enorm<
dimensión del género.
Los Pap/1iopedi/11111 producen raíces
escasas en co mparación co n o tras
orquíd eas; so n marron es y vell uda s.
La labo r de tras pl ante es mejor rea liza rl a
anua lm e nte, co n el mínim o trasto rn o par;
el sistem a de raíces. Estas es pecies han de
mantenerse en un ti esto lo más pequeri o
posibl e, a menudo en el mismo después
de h aber retirado el co m post (medio de
culti vo) an ti gu o para sustituirlo po r
otro nuevo.
Cuando están en fl o r, los Paphiopedilu11
neces itan cierto apoyo. Se usará n finas
ca rias de bambú partidas para sujetar las
esp igas rectas, y se espera rá hasta que la flo
se abra y se «as iente». Entonces, se atará la
ca r'i a a la base de la flor para mantenerla
a la a ltura de los ojos, do nde pueda
apreciarse en todo su esp lend or.
Temp e ra tu ra: Culti vo int erm edi o.
Cul tivo: En com post de co n eza o lana
mi nera l, en m ace tas qu e lim iten las raíces
Se co loca n a lejadas de la luz so lar d irecta
y se m ant ienen húm edas de fo rm a
un iform e durante todo el ario. Se abonan
regu larm ente. Se rocía e l fo ll aje
li geram ente (o nada) para ev itar un exces<
de agua en el centro de los desarrol los,
donde podrían ll ega r a pud rirse.
Altura : 15-30 cm.
Pap/1iopedi lw 11 Cla ire d e Lu n e
Es un híbrid o antiguo que ha res istido el
paso del ti empo y es hoy tan popular come

Paplziopedilu111 Corbiere «La Tuilerie».
hace un siglo. Las plantas tienen ho jas
bellamente moteadas y las elega ntes fl o res
verdibla ncas se exh iben sobre esbeltos
tallos en invierno y primavera.
Papliiopedilwn Corbiere «La Tuilerie»
Las elegantes líneas de este tipo a nti guo
de híbrido co n floración primavera l
y los ricos pétalos dorsales de color rojo
veteado forman una atracti va
co mbin ació n. Los tallos miden 23 cm
de allUra en una planta de hojas verd es.
Paplziopedi/11111 delenarii
Originaria de Vietnam , esta seductora
especie de co lor rosa claro y labelo rosa
un poco m ás oscuro forma una atractiva
plama con fo ll aje moteado. Las flores de
esta especie, que aparece n en primavera,
o R QU i DE As r o r u LAR Es 209
Pap/1iopedilu111 delenatii.
Paplziopedilum lzay11aldiam1111.
han lega do su delicado co lor rosa a
muchos nuevos híbridos.
Paplriopedilum lwy11aldia111m1
Una de las especies más delicadas
multiflora, esta planta de flores grandes,
de hasta 13 cm de diámetro, procede de
Indi a y ll eva sus deliciosas flores en
verde, pardo y rosa sobre un a esp iga
floral de 60 cm en inviern o.
Papliiopedi/11111 insigne
En ti empos fu e una especie muy
popular, cultivada por millones para la
venta de fl o res. Hoy co nforma una bell a
planta doméstica, co n sus co lores ve rdes
y pardos. Crece bien en una hab itación
fresca fu era de la luz so lar y florece rá
libremente en inviern o . Papl1ioped ilu111 insigne.
210 GU iA D E O R QU Í D E A S

Papliiopedi/11111 Leeanum. Paphiopedi/11111 Lady Isabel.

Paplúopedi/11111 Jersey Freckles

Esta combi nació n de marrón chocol ate,
lima, crema y rosa pálido es muy
espectacu lar en este híbrido de flores
grandes. Prospera en una situaci ó n
bastante cá lida, siempre qu e las hojas no
se exponga n al sol directo. Las flores
apa recen en invi erno.

Papliiopedi/11111 Lady Isabel

Este híbrido desciende de Paphiopedilum
roihschildianum. La esp iga multiflo ra de
un tallo al to tiene las flores de co lor
crema, moteadas de marrón y con un
labelo rojo claro, que aparece en
invierno y primavera . Las hojas largas y
verdes pueden ser bastante gra ndes.

Paphiopedilwn Leeanum
Este delicado híbrido a nti guo fue
cultivado en tiempos victorianos. Las
flores poseen sépa los laterales verdes, un
sépa lo dorsal blanco moteado de rosa y
una bolsa marrón. Aparecen en invierno
y duran hasta tres meses en la planta. Paphiopedilwn Jersey Freckles.
 ORQUIDEAS POPULARE S 211

Paphiopedih1111 Les La nd es
En tre los h íbrid os de ho jas verd es, como
esta gran va ri edad pardo rojiza, se dan
algun as fl ores muy lustrosas en todos los
tonos desd e el ro jo oscuro y el broncín eo
hasta el ve rd e y am a rill o. Las flores, qu e
aparece n no rm a lmente so las en el tallo
en p rim ave ra, pu eden alca nza r hasta
IO cm de di á metro.

Paphiopedi/11111 111icra11llw111
Es ta es pecie d e Chin a ti e ne hojas
limp ias y m o tead as y flores
rosa pál id o co n un a e norme b o lsa co n
ba nd as rosa oscu ro y a m arillas en los
péta los. La s flores apa rece n e n so litar io
en ta ll os d e lo ngitud medi a en
primavera. Tienen la bo lsa b ul bosa m ás
asoc iada co múnm en te co n los
cipriped ios.
Paplriopedi/11111 Qu etive l Mili x Rod
Mc Lellan
Es un híbrid o de ta ll o a lto y hojas ve rdes
adecuado pa ra inte ri o r o para un
invern adero intermed io so mb reado.
Estos híbri dos fl orecen princip alm ente
en in viern o, cua nd o las fl o res am arill as
Paphiopedi/11111 Les La ndes.
co n mo tas ro jas durarán bastantes
se m anas. El sépa lo do rsa l es tá bordeado
en b lanco.
Papl1iopedilw11 Schill erianum
Es te anti guo híbrid o primario, qu e
fl o rece en in viern o, podría tener más de
200 arios de anti güedad, pero tambi én
se r un a refo rm ac ión tardía del mi smo
cru ce. El proge nitor dominante es aq u í el
P rothschildianum de pétalos esbeltos .
Las fl ores de co lo r verde crem oso tienen
ba ndas y m anchas de púrpura oscuro, y
Paplriopedilu111 111icrn 11ll111111 .
la bo lsa bulbosa ti ene un a co lo ración
púrpura sim ilar.
I'apl1iopedi/w11 Yellow Tiger
Este hermoso cruce de fl ores múltipl es
entre la es pecie simi lar de largos péta los
Paphiopedilu111 stonei y P grand11/ iferwn fue
cu ltivada en Ca li forn ia en 1984. Las
fl ores de invierno, de co lo r bl anco
cremoso, tien en bandas de co lo r
choco late, mi entras la bo lsa es de to no
frambu esa. Los pétalos, de tono verde
cl aro, co mpl etan la sutil eza del efecto.

Paplriopedi/11111 Quelivel Mili x Rod

McLellan .

I'aphiopedilu111 Yell ow Tiger. Paphiopedi/11111 Schill eri a num .

212 GU i A DE O~ QU i DE A S
PHALAENOPSIS
(ALIANZA)
Estas orquídeas disfrutan d e un perfi l
extremadamente a lto en tre los
cult ivadores y tamb ién entre
los princip ian tes. En los últimos tiempos
es el género q ue más probab lemente ha
popula rizado a las orquídeas. Ha surgido
de la hibridación en masa que ha tenido
lugar en diversas partes del mundo, do nde
las orquídeas pueden cu ltiva rse con
relativa facilidad y ha en trado en el
mercado de gra n co nsumo.
Las hibridaciones co ntinu aron a
sorp rendente velocidad durante la parte
final de l siglo xx, cuando se estaban
produciendo m ás Phalaenopsis pa ra el
mercado que ninguna otra o rq uídea,
superando incluso en popularidad a los
cimbidios. Es to ha ll evado a que las
Plwlaenopsis se ve ndan tanto en floriste rías
como en tiendas de ja rdin ería, donde
rinden ex traordin a rios márge nes
eco nómicos.
Las Plwlaenopsis son orquídeas para
todos; pueden cu lti va rse fác ilm e nte en
interior, donde neces itan un mínimo de
cuidados para producir nu merosas fl ores
durante un periodo extenso . Son idóneas
para el hogar, y su popularidad se asen tó
cuando se comprend ió su exce lencia
como plantas domésticas. Al necesitar un
ento rn o cá lido y e n somb ra, el interior d e
la mayoría de las v iviendas es idea l para
su ento rno, a menudo mejor que un
in vernadero co n excesiva luz y ca lo r.
Las Phalaenopsis se e ntrecruzará n co n
o tros géneros emparen tados, como
Ascocenda y Doritaenopsis, y tambi é n
Rh ynchostylis o Vanda , para producir
algunos géneros artificia les
extremadamente comp lejos y artificia les.
El género natura l d e Plwlaenopsis está
fo rmad o por casi 50 especies, o riginarias
del Viejo Co ntinente hasta India, e l
sudeste de Asia, Indonesia y partes de
Australia . En su mayoría so n plantas
epifitas perennes. La mayor concentración,
y con especies que poseen mayor
influ encia en la hibridación , procede d e
las islas Filip inas. Entre estas especies se
incluyen Phalaenopsis amabi/is, P.
st.uartiana, P. sanderiana y P. schilleriana,
q ue so n variedades de tall os largos co n
flores rosas o blancas. Las plantas son en
su mayoría ext remadamente atractivas,
con hojas anch as y carnosas con
moteados de verde claro y oscuro. Son de
crecim ie nto monopódico, donde cada
hoja nueva se extiend e desde un ce ntro,
con las esp igas fl ora les naci das desde la
base de las hoj as infe riores. Las
Phalaenopsis no crecen demasiado, porque
sus h ojas se caen desde la base
práctica m ente a la mi sma velocidad co n
que se desarrollan las nuevas. Sus raíces
tienen un as pecto excepcio na lm ente
a tracti vo, y apa rece n a menudo sobre e l
ti esto y se hacen aéreas . Las raíces son
planas y de co lo r blanco p lateado, con
pu n tas verdes de crecimi ento fác ilm e nte
visibl es. Tienen tende ncia a adherirse a
cua lqui er sup erficie con la que entren en
contacto. En un in vernad ero, a menudo se
fijan a l banco sob re e l que está n
creciendo. Las raíces que se enroscan en el
bord e de la maceta son imposibles de
retirar sin canarias. Al trasplantar los
ejemp lares, debe d ejarse que las raíces
busquen su propio ca mino, co n la s raíces
aéreas v ivas fuera del ti esto. Las raíces qu e
perezca n y se marchiten de berán corta rse.
Doritaenopsis Kiska.
Además de las clases de tal los largos
y flores grandes, existen otros num erosos
híbridos q ue nacen de especies m ás
pequefias y co lor a marillo o pardo, que
han llevado a la a li a nza a un a dimensi ó n
a di cio na l. Hoy se cuenta co n num erosas
especies deliciosas en miniatura , co n un
intervalo de co lo res que se extiende
desde e l blan co hasta e l a marillo, rosa y
rojo. En e lla s se incluye n Phalaenopsis
puros e híbridos inte rge nér icos.
La pos ibilidad de e lección es inm e nsa.
Las Plwlaenopsis pueden florece r casi
e n cua lqu ie r época, y no es raro que una
planta lo haga dos o tres veces a l año y
perm anezca en flor durante va ri os meses.
Sin e mbargo, es import a n te que la
planta siga produciendo hojas nuevas a
la vez que florece . Si pierde demasiadas
h ojas, d ebe rá podarse a ntes d e que
apa rezcan las esp iga s fl ora les, para que la
planta pueda crece r h asta que tenga tres
o cuatro hojas capaces de dar flores. Con
media docen a de p lantas en in terio r, es
posib le conseguir una floración cas i
perpetua durante todo e l ai'io.
Temperatura: Cu ltivo e n ca li ente
(mín imo en invierno 18 ºC con un
aum ento durante e l día de 12 º C).
Cultivo: En macetas de 10 cm d e
corteza gruesa o lana mineral. Se ri ega n
y abona n dura nte to d o el a fi o, pero
evitando inund arlas. No es necesa ria un a
a lta hum edad; si se co loca n las plantas
Phalaenopsis Barbara Moler x Spitzberg.

Plwlaenopsis Brother Lancer.
Plialaenopsis Catalina.
en ba nd ejas hum ectantes se o btendrá el
ni ve l ap ro pi ado. Se limp iará n las ho jas
co n un pafio limpio para eliminar el
po lvo, pero no se dejará qu e entre agua
en el cen tro de la pl anta, do nd e podría
pudrirl a.
Altura: 15 cm .
Doritaenopsis Kiska
Este híbri do bigen éri co, que co mbin a los
géneros Plialaenopsis y Ooritis, suele ser
de co lo r m ás oscuro . Es ta va ri edad cl ara
mu es tra un nuevo b ro te de co lor con el
labelo d e un naranj a es pectacul ar. Las
fl o res aparece n en to das las estacion es.
Plwlaenopsis Barbara Moler x Spitzberg
Es un híbrido nu evo d e es te
en o rm e me nte po pul a r gé ne ro que se
ORQUÍDEAS
Plialaenopsis Claire de Val ec.
Plialaenopsis Culiacan.
ad apta ta n b ien al culti vo en
interi o r. La pl a nta pre fi ere un ento rn o
cálido y húm ed o durante to do el a ño ,
pero fu era d el so l directo . Las fl o res de
color lim ó n cl a ro ti enen un labe lo
naranj a y pu ede n aparecer en cu alqui er
m o m ento.
Phalaenopsis Brother Lance r
Se trata d e un híbrido de fl o res
pequ eñas q ue ll eva sus h erm osas fl ores
en un a espi ga m ás cona y co mpacta, lo
qu e lo hace id ó n eo para culti vo e n
interior co n limitación de es pacio. Las
flores , qu e pu ede n apa recer en
cualqui er m o mento del año,
son de co lo r lim ó n claro y mo tea d as
de ros a, y ti e nen un labe lo na ra nj a
intenso .
P OPULARES 213
Pha/aenopsis Catalina
Muchos híbrid os de Plw laenopsis son de
un co lo r blan co puro co n herm osos
dibuj os en el labelo. El dibujo va ría
segú n los híbrid os; en este caso, el labelo
es naranj a . Las fl o res apa recen en todas
las es tacion es.
Plwlaenopsis Claire d e Valec
Esta robusta va ri edad produce grandes
profusio nes de fl ores de color rosa cl aro
en todas las estacio nes. Ha demostrado su
co nsistencia co mo plan ta de exhibición y
o rigen de muchos cruces muy deli cados.
Phalaenopsis Culiacan
Este bell o híbri do tie ne fl o res bl ancas con
label o amarill o do rado. Un a p lanta bien
cuidada florece rá dos o tres veces al aiio.
214 G U i A D E O R QU i D EA S

Plrnlaenopsis Fajan's Fireworks

Un co mp lejo veteado rosa se superpon e a
fo ndo blanco de este ma ravi ll oso híbrido,
co nocido co loq uialm ente como
«caram elo a rayas». Los brotes de flo res,
de 7 cm de an cho, pu ede n d urar much as
sema nas en varios mom entos del aiio.

Pha/a enopsis Fiare Spots

Est e híbrido ti ene una es piga flora l
co m pacta, con las flores muy juntas en
ta llos d e 30 cm de altura. Las fl o res tien en
men o s de 8 cm de anchura. Las de color
blan co, que aparece n en todas las
estacio nes, ti enen mot eados púrpura
y un labe lo carmes í.

Plwla enopsis Fo ll ett

Plwlaenopsis Fajan 's Fireworks. Este híbrido de fl ores grandes, tall o
esbelto y fra nj as rojas, que fl o rece en
tod as las esta cio nes, es típ ico d e los
produ cidos en gra ndes ca ntid ades en el
..:': .: :
~ .. ; ~-.:·:·. comercio de plantas. Es tas orquíd eas son
insuperab les para inte ri o r.
._ ... ~_ . _ ·..
Pha/aenopsis Go lden Ha t
Las sa lp icad u ras de rojo claro en el centro
de sus flores ama ri llo claro defi nen un a
inte resa nte comb in ación de co lor. En este

' . ·.. híbrid o mode rno , se p rod ucen num erosas

flores e n un a es p iga fl ora l ramificada en
tod as las es ta cio nes.

Plrnlaenopsis Happy Girl

Es te híbr ido bl anco, con pétalos
bell amente red o ndeados y un labelo rojo
cereza, apo rt a una co m b inaci ó n idea l de
P/1alae11opsis Fiare Spots. co lores. Las fl o res, en un a espiga floral

Plialae11opsis Fo ll ett. Plialaenopsis Golden Hat. Plrnlae11opsis Happy Girl .

 O R. Q U i D E A S !'O P U LA R. E S 21 5

Plwlae11opsis Hawaiian Darling.

arqueada , cae n en cascada y aparecen en

todas las es tacio nes.

Phalae11opsis Hawaiian Darling Phalae11opsis Lady Sakhara. Plwlaenopsis Littl e Skipper.

Esta fl o r cas i bl anca ti ene fin as
sa lpi caduras de rojo en el centro, y el
labelo es de ton os leop ardo co n un a
mancha roj a. Es un h íbrido idea l pa ra
culti vo en interi o r. Las espi gas florales
pueden alcanza r 4 5 cm de a ltura. Las
fl o res aparecen en todas las es tacio nes.

Plialaenopsis Lady Sakhara

Durante tod o el año, esta espectacul ar
orquídea epifita produ ce ra m os de flores
rosas veteadas del mi smo color pero m ás
oscuro; Jos labelos so n de reluciente rosa
ce reza con centros ama rill os.

Plrnlaenopsis Little Skipper

En la actu alid ad se están co nsigu iendo
verd aderas mini aturas de híbridos, co mo
demu estra esta va ri edad. En todas las
estaciones, los brotes ramificados producen
num erosas fl orecillas de co lor rosa claro,
de no m ás de 2,5 cm de di ám etro, para
crea r un cuad ro encantad or.

Phalae11opsis Little Skipper «Zuma Nova»

Cultivada en Estados Unidos para
produ cir grand es estallid os el e pequ e11as
flores rosas en todas las esta ciones, esta
varied ad ofrece un claro contraste co n los
ti pos de fl o res grand es. Las pla nta s so n
más co m pactas y ocupan m enos espacio. Plrnlaenopsis Little Skipper «Zuma Nova ».
216 G U i A D E O R QU i D EA S

Pfwlae11opsis Mad Milva

Esta p la nta fun cio nará b ien co mo ce ntro d€
una muestra de o rqu ídeas, siemp re que se
mantenga fu era de la luz so lar directa. Las
flores so n deli ciosas, co n pétalos y sépalos
de co lo r rosa ce reza, y un labelo rosa más
oscuro. Las fl ores aparecen en todas las
estacio nes y du ra rán va ri as sem anas.

Phalaenopsis Mystik Golden Leopard

Este he rm oso híbrido a ma rill o se produj o
a partir de es pecies co mo Plw laenopsis
amboinensis pa ra form ar un a espi ga de
flora ció n co mpacta en un a pl anta m eno r.
El labelo roj o- naranj a apo rta un
espectacul a r co ntraste de co lor co n la fl or
am arill a. La fl o rac ió n pu ede d arse en
Plwlae11opsis Mad Milva. cualquier m o mento de l año.

Phalaenopsis Purple Vall ey

Las fl o res de co lo r roj o ce reza intenso
de es te híbrido supo nen un gra n paso
adelante en la p roducció n d e estimulantes
vari ed ades nu evas de Plw laenopsis. La
planta fl o rece en un a espiga fl o ral al ta en
toda s las estacio nes, qu e dura rá meses
antes de ma rchi ta rse.

Plwlaenopsis Rendezvous
Este so berbi o h íb rido rosa intenso tiene
vetead os m ás oscuros qu e cubren los
sépa los y los péta los, mi e ntras qu e el
labe lo ti ene un ro jo vibra n temen te ri co.
La pl anta fl o rece rá dos o tres veces
Plwlae11opsis Purple Valley. du ra nte el ai'\ o.

Plralaenopsis Mystik Golde n Leopard. Plwlaenopsis Rendezvous.

 o R QU i DE As r o r u LA RE s 21 7

Plialae11opsis Yellow Treasure.

Plialaenopsis scl1illeriana
Es una de las especies de Filipin as con la
qu e se ha n cult ivado la mayo ría de los
híbridos modernos. Las íl o res rosa
pá lido, que aparece n en tod as las
estaciones, so n m ás deli cadas y carecen
de la forma redo nd eada de los híbridos.
Su follaj e prese nta un atractivo moteado.

l'halaenopsis Silky Moon

Esta orquídea bl anca co n un labelo rojo
ana ranjado tiene espi gas fl o rales altas,
que marcan una espl éndida exhib ici ón
en cua lqu ier luga r en todas las estaciones.
Cuando no está en fl or, se ha de mantener
en zona cá lida lejos de la luz solar directa.

Phalae11opsis Yellow Treasure

El color verde-a m arill o cl aro de este
limpio híbrid o se acerca al ve rde más
inusu al que hasta la fecha ha escapado
al es fu erzo d e hibrid ación . Las flores
apa rece n en cualqui er m o m ento del año .
Es un a fl o r co n futuro . l'halaenopsis schil/eriana. Plialaenopsis Silky Moon.
218 G U i A D E O R QU i D EA S
PHRAGMIPEDIUM
Los Phragmiped iw11 , a l igua l que los
Paplúopedilu111 , se co noce n ta111b ié n co 1110
orqu ídeas resba lad izas. Sin e111ba rgo, n o
existe una a li a nza de estas orquídeas ta l
y como aparece e n los demás gra ndes
grupos, d ebido a que los Plnagmipedi11111
no se entrecruza n co n géneros
e111 pa rentados d e aspecto simil a r. Resulta
sorprendente, si se cons id e ra la
semejanza ent re las fl ores, e n especia l
ent re los Paphiopedilum multifl o ra. Las
plan tas se pa recen a Pa phiopedilu111 co n
sus grandes desarro ll os co petad os.
Los Phrag111ipediu111 so n
principal m ente p la ntas terrestres o
litó fitas, origin a ri as d e Sud a m é ri ca,
donde sum a n p ro babl em e nte m en os d e
20 especi es. El gé ne ro perman eció e n un
segund o p la no en e l cultivo de orq u íd eas
hasta el ú ltim o cua rto del siglo xx,
cuand o un nuevo y se nsacio na l
descubrimi ento revo lu cion ó es te gé nero
hasta enton ces de co lores apagados.
La nueva introducción fue e l cé leb re
Phragmipedi11111 besseae, una pla nt a con
una flor de un ro jo tan bri ll a nte qu e
causó se nsació n a llí donde se exhib ió.
Su en torno natural es e l d e los abruptos
frentes rocosos de las inacces ibl es
region es m o nta1iosas de Perú y Ecuad o r,
y fue este preca ri o ento rno, cas i
im posible de alca nza r, el qu e
salvagua rdó d uran te ta nto ti e m po a la
especie en la na tu ra leza. Invisibl e desde
abajo, sólo pudo ser d escubi e rta cua nd o
fue d ivisad a desd e un he li có ptero qu e
sob revolaba la zo na en un a ex pedi ció n
de búsq ueda de plan tas. A fin a les d e l
siglo xx, la mayoría d e sus luga res
autócto nos fu eron d espo jados
siste111át icamente de estas preciosas
plantas, que se exte ndi eron co n rap id ez
po r el mund o. Hoy e n día, esta so la
planta ha impu lsado e l género a una a lta
cons ideración de la que antes no
d isfrutaba. Se ha n o bten id o num erosos
híbridos rojos qu e e n la actua li dad se
sitúan en la va nguard ia d e la
reprod ucció n d e Ph rag111 iped iu111. Aú n
he m os de ve r d esa rro ll a rse a esta espec ie
has ta a lca nza r su pl e n o pote n cia l.
La m ayoría de los híbridos
ob te nidos co n la espec ie Phrag mipedium
besseae d e flores rojas ha n producido, d e
fo rm a p red ecibl e, fl o res e n la ga m a
del rojo a l naranja. Las fl o res son d e
grand es bo lsas y péta los pequeüos, mu y
eq u ili bradas, e n agudo co ntraste con la
especie P/1ragmipediw11 cauda1.w11 y d e su
híbri do an ti guo P. Gra nde, qu e posee
pé ta los acin tados y co nto rsionados,
extre m adamente la rgos, q ue alcan za n
30 cm o m ás. Cua ndo se sosti e ne n e n
h o ri zo nta l por las pun tas d e los péta los,
las fl ores se esti ran has ta más d e 60 cm ,
lo qu e las co nv ie n e e n las flores d e
o rquíd eas más la rgas d e l mundo .
Los Ph ragmipedium crecieron
co nsid e rab lem e nte, y a lgun os d e los
híbrid os m o d e rn os cult ivados a partir
de la especie Ph ragmipediu111 longifoliwn
pro du ce n es pigas fl o ra les e n flora ció n
cas i perpetua que dura n mu ch os m eses,
e inclu so a f\ os, para producir m ás fl ores
d esd e un a pu nta sie mpre e n crecimiento.
Estas gra ndes pl a nta s neces ita n mu cho
espac io para su cu lti vo. Su sistema d e
ra íces es simil ar a l d e Pap/1iopedilu111 , pero
m ás ro busto. Las pl a ntas adoptan su
Phrag111ipedium
besseae.
Phrag111ipediu111 Dom Wimbe r.
mejo r aspecto cuando pu ed e n alcanzar
todo su po te ncia l y aptitu d de fl oració n,
y no si se d ivid e n en pi ezas peq uei\ as. Si
se les reserva e l espacio qu e neces ita n, lo
agradece rá n co n innum e rab les fl o res.
Temperatura: C ultivo inte rm edi o.
Cultivo : En macetas d e 15-20 cm de
virutas d e co rteza gruesa o la na mineral.
Se rega rá n li bre m ente dura nte to do e l
a f\ o pa ra m a ntene r las raíces húm edas
uni for m e m e nte. Se a bo narán una vez de
cada d os ri egos. Se les proporcio na rá
so 111bra e n ve ra no , y m ás luz e n
in vie rn o.
Altura : 30-60 cm .
Phrag111iped iu111 besseae
Es la úni ca especie co noc ida d e
Ph ragmipediu111 de flores rojas, y una d e
las d escu b ie rtas e n 19 8 1 en Pe rú . Esta
especie, que fl orece en ve ran o , ha
revo lucio nado el gé ne ro a l a1iad ir sus
co lo res rojos a un a nu eva
generación de híb rid os.
Phrag111ipediu111 Dom
Wimbe r
Es un eje mpl o d e los esp lé ndid os
resultados que se es tá n o bte ni e nd o
de cru ces co n la especie P/1ragmiped ium
besseae. El o tro progen ito r es el híbrido
P. Eri c Young. Las flore s na ra nj as está n
te i\id as d e a m a rillo, y aparece n e n
invierno y primave ra e n esp igas d e hasta
1 m de a ltura.
 ORQU ÍDEA S POP U LARE S 219

Phragmipedium Grande. Phragmipediwn Eric Young.

P/1rag111ipedi11111 Eric Young

Este magnífico h íb rido moderno de
floración en invierno y prim avera fue
producido a partir de la especie
Plm1gmipediu111 besseae para obtener su
coloración roja . El otro progen itor
de este híbrid o primario es la especie de
largos pétalos Ph ragmipedium /ongifo/i11111.

Phrag111ipedi11m Grande
Este antiguo híbrido prod uce fl ores
grandes y verdes de largos pétal os en
inviern o y primavera, que pen den de la
espiga multiflora. Aunque muy
ap reciada, ca rece de l color de los
híbridos modernos.

Phrag111ipediw11 pearcei.
Phrag111ipediu111 pearcei
Esta especie enana de Am éri ca central
prese nta brotes y es pigas fl o rales
copetadas de 15 cm de a ltura. Las largas
flores , de 10 cm, de co lo r ve rde claro
aparecen en primavera y vera no y tienen
norm alm ente péta los acintados. Pueden
apa rece r va ri as fl ores en un mismo tallo.
220 G U Í A D E O R QU Í D E A S

PLEI ONE de turba (o un sustituto ) y pe rlita al

que se haya a1i ad ido algo de ca rbón
Las pleiones son unas encantadoras vegetál. Se pondrán en so mbra en veran o
orquíd eas en mini atura con unas 16 y a p lena luz en in viern o. Se rega rán sólo
especies en el género. So n plantas cuando estén en crecimi ento, de
deciduas prin cipalm ente terrestres, a veces primavera a otoi1o, y se abonarán cada
litó fita s o epifitas, que producen dos riegos. Se protege rán en in vierno
seudobulbos redo ndeados o cón icos co n en un luga r fresco y seco.
una úni ca ho ja nervada estrecham ent e Altura: Hasta 15 cm .
ova l. Las fl o res se dan en solitario, pero
ocas ionalrnem e apa recen dos en un tallo Pleio11e formosana var. alba
esbelto qu e parte de los brotes nuevos Es la forma blan ca de la es pecie variab le
cuando so n muy jóvenes. Las flores so n que ha hecho mu cho por la hibridación
grandes para el ta111a11o de la planta, y dentro del gé nero. Es tas o rquíd eas
va rían poco en apariencia. Normalm ente, deciduas neces itan un desca nso in vern al
las flores prese ntan pétalos y sépa los muy frío . Las fl o res apa rece rán a
estrechos de igua l longitud, co n un labe lo Pleio11e fon11osa11a var. alba. principios de primavera.
gra nde y ri zado en forma de trompeta.
Los co lores se exti enden desde el blan co rocosos y abrigados, pero al ri esgo de Pleio11e speciosa
inm acu lado hasta el rosa lu stroso y a que se las puedan comer los raton es o las Esta herm osa es pecie de China fl orece al
del icados to1ios malva. El amarillo es un babosas. Co n independenc ia de que inicio de la primavera desde el centro de
co lo r raro, au nque aparece en a lgunos cu lti ve ot ras orquídeas, rese1ve un si ti o un brote nuevo. Las flores malva, con
híbrid os obtenidos de la especie Pleione para a lgunas primorosas pl eiones. amarillo en el ce ntro de l labe lo, m iden
forresrii, de fl ores ama ril las. Mientras esta Temperatura: Cu lti vo mu y en frío. 5 cm d e diám etro y aparecen en un ta llo
especie es rara en cu lti vo, otras son Cultivo: En grupos en recipi entes ll anos de menos de 15 cm de alto. A partir de
com unes y se culti va n con asiduidad en o en medi as macetas de co mpost para esta esp ecie se han producid o muchos
los híbridos más grand es y coloridos, que o rquídeas terrestres, o un a fina mezcla híbridos.
ti enen fl ores de hasta 7 cm de diám etro.
El periodo de floración es en prim ave ra, si
bi en exis ten algunas especies que fl orece n
en o to11 o, corno Pleione /1u111ilus. Las flore s
durarán un os di ez días, después de los
cual es aparece rán nuevas raíces y el
desarro ll o con tinuará hasta comp letar el
seudobu lbo durante el verano. Al
acercarse el o to11o, las hojas amarill ea rán
ames de ser desechadas por la planta.
Los seud o bulbos tienen só lo dos a11os
de duración, co n lo que cada primave ra
deben plantarse los seudobu lbos de la
última estació n y desechar los anteriores,
que se marchitarán y morirán.
Las p leio nes agradecen los luga res
muy frescos, y durante el inviern o se rá
preferible situ arl as en un lu ga r protegido
de las heladas. En verano, mientras crece n,
se guardarán en un alféi zar fresco o al a ire
libre, si es posib le encontrar un lugar
adecuado para ellas, una vez termin ada la
fl oració n . Pu ede n plantarse en luga res Pleio11e speciosa.
 O R QU Í O E AS P OP U LARE S 221

STANHOP EA
Las Swnlwpea se sitúan e ntre las más
extrañ as de las orquídeas, co n su hábito
tan poco frecuente de producir es pigas
flora les desce ndentes qu e ponan grand es
y pesa das flores con fraga ncias
extrao rdin arias y forma s so rprendentes.
Para algun os, su atra cti vo es irresis tibl e;
y sin duda merecen gran interés.
Ex iste n unas 25 es pecies, o riginari as
de Am éri ca ce ntral y del sur, d o nde
crecen co rno ep ifitas sob re recias ram as
de los á rbo les. Las plantas so n perenn es,
y produ ce n robustos seud o bu lbos con
una úni ca y gran ho ja se mirrígida.
Crece n en cestas co lga ntes abi en as, para Sta11 /wpea Boi leau .
qu e sus es pigas fl orales pu edan pen etra r
a través de la base y em erger por el fo nd o cultiva n co mo es pécimen pro du cirá n aromá ti ca, de Méx ico y Guatemal a,
durante la temporada es tiva l de varias esp igas fl o ra les, qu e se ab ren en fl o rece va ri as veces durante el verano.
fl o ra ció n. Si se cuid an bi en ge neran sucesión para prolongar la temporada
ex tensas raíces aéreas, que forman una de flora ció n. Sta11 /10pea wardii
masa de nsa y protectora a lred edor de la Estas o rquíd eas tien en un clMo Las Stan lwpea se culti va n
base d e la planta. periodo de latencia, durante el cual han en ces tas abi e rtas y sus extraordin a ria s
Existe un buen núm ero d e especies de ma ntenerse secas. Este peri odo puede fl o res se produ cen en es pigas florales
en culti vo, además de algun os híbrid os producirse mi ent ras florecen en verano, ve rti ca les que pe nd en ha cia abaj o. Esta
qu e en general aportan escasas mejo ras a y los brotes nuevos aparecen en o to1'10 y espec ie, muy aromá ti ca, neces ita un
esta fa ntás ti ca especie. Aunque las fl ores durante todo el invierno. in ve rn adero frío dond e florecerá
ti enen un a vida muy co rta, pues duran Temp eratu ra: Cultivo en frío o durante todo el ve ra no. Las flores
só lo unos días, las p lantas que se intermed io. a m a ril las tien en ma rcas naranjas.
Cultivo: En cestas colgantes co n
co mpost d e corteza en bu ena luz
durante todo el año. Se rega rá n
só lo durante el crec imi ento act ivo y se
abonarán durante el m ismo peri odo.
Se rociará el fo llaj e en vera no, sa lvo
cu ando es tén e n fl or.
Altura: 30 cm .

Stanhopea Boi leau

Es uno de los escasos híbrid os de l
gé nero . Las fl o res ti enen vid a co rta, y
duran sólo tres o cuatro días, pero en
verano son d e es pera r va ri as
floracion es.

Sta 11 /10pea graueolans

Cu ltive las Sta nhopea allí do nde pueda
ofrece rl es sufi ciente espacio para sus
Stan li opea graueolans. flores co lga ntes. Esta especi e, mu y S1anhopea wardii.
222 G U Í f\ D E O R QU Í D E A S
VAN DA
(ALIANZA)
\landa es un gé nero natural de m ás de 30
especies o ri gin arias de un a ampl ia regió n
desde Indi a, el sud es te de As ia e
In do nes ia hasta las Filipinas, ueva
Gu in ea y Australi a. Co mprende una
am pli a ali anza de fo rm as h íbridas
interge néri cas, q ue incluye a o tros
géne ros naturales co mo Ascocenlni m,
Rhynchostylis, Renanthera, Arachnis y ot ros
muchos, entre el los Plia laenopsis y Deritis.
La mayo ría de estas plantas so n tip os
li geros de cultivo en ca liente qu e crece n
mejo r en los tró picos, do nde se ha
institu ido un intenso progra lll a de
Ascocenda Crownfoot Mystiqu e.
reproducció n . Los resultad os pu eden
verse en las flori sterías, en las qu e las
flores so n o bjeto de una gran de lllanda .
La s va ndas so n pl antas perenn es
lll Ono pó d icas qu e crecen a partir de un a
punta ce ntral so bre un rizo lll a en
co ntinuo crecillli en to . Cuando se
producen nuevas hoj as se lllirrígid as
desd e el ápi ce, las lll ás baj as terlll i na n
por perd erse. Después de unos al'i os, las
pla ntas desa rro ll an tall os desnud os
sobre la maceta . Las rob ust as raíces
aéreas, formad as a lo largo del tall o de
base, son ca racterísti cas d e estas p lantas.
En el molll ento co rrecto, la planta puede
redu cirse en lon gitud cortando el rizollla
des nudo po r d ebajo de las raíces aé reas.
La parte superi o r se vue lve a plantar,
deja ndo las ra íces aé reas fuera del ti esto.
Con el ti empo se form a rá n nuevas raíces
en el interio r de la maceta y la pl anta
ma ntendrá su p rogres ió n asce nd ente.
Las espi gas flo ra les emergen de las ax il as
de las h o jas infer iores en va ri os
mom en tos del a iio.
Algun as variedad es fl o recen m ás
fá cillllente qu e o tras. Merece la pe na
inten tarl o con a lgun os lllarav ill osos
híbridos azules o m a lvas, qu e co nti enen
las especies \landa coeru /ea y V. (sin .
Eulanthe) sanderiana. El cru ce de es tas
dos p lantas p roduj o la extrao rdin aria V.
Roth schil dia na, de azul in tenso, uno de
los híbr idos que m ás ha h echo po r
p ro move r el gé nero e n el hemisfe ri o no nE
por encim a de cualqu ie r o tra orquíd ea. V
Roth sch il d ian a crece rá co n excepcional
fa cilidad y fl o rece rá d os o tres veces al
aii o. Las pl antas pueden alca nza r altu ras
considerab les, hasta 1 m, lo q ue hace de
ell as eje mpl ares ll a m ati vo s en fl o r. Las
gra nd es fl o res red o ndead as lll ide n más
de 7 Clll de di á metro y durarán va rias
sem a na s. Ad elll ás, ex isten o tras va ndas de
co lo res di ve rsos e híbridos interge néricos.
Entre ell as des tacan ascoce ndas (Va nda x
Ascocen trwn ) d e co lo res b rill antes, a
menudo de fl o res m ás pequ e11as . Estas
va ri edad es so n a lll enudo Jll ás po pulares
que las va ndas puras, d eb ido a su hábito
lilll p io y a sus es pi gas florales erectas, que
se atestan d e bell as fl o res silll étri cas en
ll alll ativos roj os, brill antes naranj as y
am arill os intensos. M ientras algun as
presentan vari os co lo res, o tras exh iben
lll OSa icos o m o tead os extre mos en sus
péta los y sépalos.
Temperatura: Culti vo en ca li ente.
Cultivo : En cestas ab iertas en un
co mpost de virutas de co rteza gru esa a las
q ue se h an a11adido algun os fragmentos
de ca rb ó n vegeta l o p iedra pó mez. Se
mantendrán en buena luz d urante todo el
a1'\ o. Se rega rá n 1ibremente y se abo narán
cad a se m ana en verano para estimul ar el
crecimiento de raíces aéreas. Se rociará
el fo ll aje co n regul a ri dad .
Altura: 30-10 0 cm .
 ORQUIDEAS POPULARE S 223

Ascoce11da Crownfoot Gem.

Trudelia crislata . Ascocenda David Peterson x Rliync/wstylis coe/eslis.

Ascoce11da Crow nfoot Gem
El rico pardo rojizo de esta orquídea de
floració n en ve ra no es un a combinación
de color poco frecuente. El color es el
resultado de varias líneas de cru ces con
la especie Ascocemrum y los híbridos
\landa.
Ascocenda Crownfoot Mystiq u e
El co lorid o marav ill osa mente rico
de este cruce bi ge nérico procede d el
progeni to r Ascoce111ru111, qu e ta mbién ha
reducid o el tam año de las flores
esti va les.
Ascocenda David Peterson x
Rhy11cl1ost¡1/is coelestis
Es un gé nero trigenérico en la ampli a
ali anza \landa, que ha producid o fl o res
de es te tipo, bi en redondea d as y
teseladas, en una espiga floral erecta.
El progenitor Rh ynchostylis ha reducid o el
ta ma fio global de las flores, qu e en caso
co ntrari o se asem ejarían mucho al tipo
\landa puro. Las espectacu lares fl ores,
azul púrpura, aparecen en grupos
abundantes en vera no.
Tnidelia cristata
Estrechamente aliada con \landa, en la
qu e se incl uyó en un principio, esta
es pecie de flores verdes co n un labe lo
vistoso con franja s rojas confo rm a una
pl anta esbelta que alcanza hasta 30 cm de
altura. Esta po pul ar es pecie, que florece
en prim avera, proviene de Indi a.
224 GU iA D E O R QU Í D E A S

Vanda coeru lescens. Vanda Fuchs Magic.

Va11da coeru /escens

Una de las especies de me nor
crecimi ento, esta planta ti ene ho jas
terete en pares co n la es pi ga fl o recida
d ispersamente que nace de las axilas
fo li ares. Las fl o res, de un ma lva cl aro con
labelo vio leta, tienen un os 3 cm de
di ámetro . Esta especie altamente va riab le
puede fl o recer en varios mo mentos.

Vanda Fuchs Magic

Entre los num erosos híbridos de este
gé nero d estaca un a multitud de
vari ed ades co lo ridas, en las q ue
sobresa len los brillantes malvas y
púrpuras. Esta aso mbrosa va ri ed ad, que
florece en verano, mu estra un a teselaci ón
delicada sobre los sépal os y péta los.

Va nda Go rdo n D ill o n «Lea» AM/AOS

Vanda Gordon Dillon «Lea » AM/AOS.
Premi ado por la American O rchid Society
po r su inusual co mbinació n cro mática
y por la calid ad de sus fl o res, este híbrido
espectacular habla por sí so lo. La espiga
flora l es co mpacta, y las fl o res pesadas y
con texturas ti enen marcas uniform es.
Las fl o res aparece n en vera no.

Vanda Juli a Sorenson
Las plantas \landa co mo este híbrido
pueden alcanzar tamarios co nsi de rabl es
co n num erosos pares de ho jas. Las
grandes fl ores, de 10 cm, que aparecen
en verano, se producen so bre espigas que
nace n de las ax il as de las ho jas.
Va11da Manuvadee «S ky»
El azu l es un colo r raro en las o rquídeas
fu era de las va ndas. El azul púrpura
intenso de este des tacado híbrido se ha
ob tenid o de varias es pecies de flore s
azu les, entre ell as \landa coernlea.
Las fl ores apa rece n e n vera no.
Va11da Juli a Sorenson.
Vanda Manuvadee «Sky».
o R. QU í D E A s r o r u L A R. E s 225
ZYGOPETALUM Cultivo : En macetas o cestas de rej ill a
abiertas de co mpost co n base de co rteza.
Co lo res vivos, aro ma y es pigas fl ora les Necesitan cond iciones de sombra
erectas so n los rasgos distinti vos de este durante la mayor parte de l ari o, y han
género de Améri ca central y del sur. Las de regarse más en ve rano y menos en
plantas so n principa lm ente ep ifitas co n invie rno . El abono pu ede apl ica rse
seud ob ulbos robustos y ho jas que cuando están creciendo. El fol laje de los
pueden alca nza r 30 cm o más de a ltura. cigo pétalos sufre si queda agua en la
Producen un denso sistema de raíces, no superficie durante demasiado ti empo.
muy distinto al de los cimbidios. Por Por este motivo, lo mejo r es no usa r
es te motivo, han de trasplantarse con neb ulizac ión regul ar co n agua, sino regar
as iduidad, ya que si se deja n demas iado só lo las raíces.
tiempo en un a maceta la pres io nan con Altura: 30-45 cm.
sus raíces. Las es pigas fl orales aparecen
desde la base de los brotes nuevos, aú n Zygopeta lum Artur Ell e «Ston ehurst»
en fase juve nil en primavera. Las fl o res se Los intensos co lores de las fl ores, de un
caracteri za n po r sus co lores vivos, co n tono verde lim a con manchas púrpura
los péta los y los sé palos (de igual intensas y un labelo púrpura, hace de
lo ngitud) principalmente pardos esta orqu ídea algo es pecial para cultivo
ve rd osos o marro nes co n moteado verd e, en interio r. La planta florece a partir
y el visible labelo cas i siempre blanco, d e los brotes nuevos a principios de la
veteado, punteado o manchado con primavera. Se culti va rá en un a estancia
ma lva o añil. De las 20 especies, bastante fresca con buena luz, pero lejos
aproxi mada mente, que se dan en la de l so l directo.
natura leza, só lo algunas so n objeto de
culti vo, entre las que Zygopetalu m macliaii
es la más popu lar.
Hasta fechas recientes, se ha
rea li zado muy escasa hibrid ación co n
es te gé nero, pero en los últ imos arios se
ha as istido a un renacimiento del cultivo
de híbridos intergenéri cos de Austra li a.
Los cigopéta los se han cruzado co n Ca /ax
para producir Zygocolax, Neogardneria
qu e da Zygoneria, y con Aganisia,
Baiemannia, Otostylis y Zygosepa lwn , qu e
crea ro n el híbrido multigenérico
/-l a111e/wellsara. Estos nu evos híbridos
están a mpli a nd o la gam a de orq uíd eas
mu y aromá ti cas y de floració n libre de
tamaño med iano para invernaderos fríos
e intermedios. Las plantas qu e se
encuentran co n la máxim a frecuencia
para la ve nta so n de cultivo en frío.
Aunqu e es tas orq uídeas supo nen un
reto, su culti vo merece la pena un a vez
que se haya adquirido experi encia con
los tipos más fáci les.
Temperatura: Cu lti vo en frío o
interm ed io. Zygo peta lw11 Artur Ell e «Stonehurst».
226 GUiA D E O R. QU i D EA S

ÜRQ1JÍDEAS PARA ESPECIALISTAS

Las orquídeas descritas en las
siguientes páginas pueden
cultivarse junto con las ya
mencionadas para añadir variedad
a cualquier colección. Todas ellas
son plantas interesantes, que se
apreciarán cuando se cultiven y
se adquiera fami liaridad con ellas.

ACINETA
De las 15 especies de Acinew, qu e
proceden de Sud américa, só lo algunas
raras so n de cu ltivo general. Estas
orq uídeas epifitas perennes producen
robustos seudobulbos có n icos,
normalmente co n dos, y a veces m ás,
ho jas anchas se mirrígidas. Las especies se
parecen a las Stanhopea, de un tama!lo
simila r en torno a 30 cm de altura.
Las esp igas fl ora les nacen de la base del
último seud obu lbo y se desarroll a n
sob re el bord e del recipiente, siend o en
su caso péndulas. Las flores, agrupad as
en la esp iga, ti enen un a textura cé rea y
pesada, co n intensos co lo res. Las plantas
fl orecen prin cipalm ente du rante el
verano.
Temperatura: Cu ltivo intermed io,
con una temperatura mínima en in vierno
por la noch e de 13 º C.
Cultivo: En ces tas de reji ll a ab iertas, en
un compost de corteza gruesa, co n bu ena
luz durante todo el afio . Se empeza rá
rega ndo inm ediata men te los nuevos
brotes cua nd o se ap recien, por lo comú n
en primavera. Durante la estación de
creci miento, se rega rán y se ap licará
abo no uno de cada dos riesgos. Se rociará Acinela su perba .
el fo llaj e y se mantendrá un bu en ni vel
de humedad. Se dejará desca nsa r a las Aci11ela su perba descendente pendan libremente. Las ílores
plantas en su estado de laten cia dura nte Estas robustas o rquídeas de Sudamérica aromát icas, que aparecen en prim avera y
el in vierno. neces itan cu ltivarse en cestas para perm itir verano, so n acopadas, con los pétalos más
Altura: 30 cm . que sus espigas flora les de crecimiento peque!los m uy cerca del labe lo.

AERANGIS
En este gé nero natura l de o rquídeas
mo no pó di cas hay un as 50 es pec ies, qu e
proceden de Áfri ca y Ma dagasca r. Las
p lantas produ ce n un a es tru ctura en
form a de aba ni co de ho jas semirrígidas
que crece n desd e un rizo ma centra l. La
mayo ría de las espec ies se asem eja n en
hábito a las Plwlaenopsis, pero las ho jas
so n más gruesas. Las espi gas fl o rales
pueden ll eva r desde só lo un a a
num erosas fl o res en espi gas péndulas,
de m ás de 30 cm de la rgo. Las flo res son
principalm ente b la ncas, co n un largo
espo ló n en la parte posteri o r de la flor.
Este espo ló n es un a ex te nsió n de la pa rte
posteri o r del labelo, y se usa para
asegurarse de la po linizació n de las
mariposas q ue ti enen un a lengua de la
mi sm a lo ngitu d. Las fl o res b lancas so n
atra cti vas para las ma riposas n octurn as.
Aera11gis luteo alba var. rhodostricta.
o R QU i D E A s
Co n este gé nero se ha rea li zado un a
hi b rid ac ió n limitada, y los híb rid os
int ergenéri cos se han o btenido m edi ante
cru ce de Aerangis y Angraecu 111 (Angrangis)
y o tros. Cua ndo se mira de cerca la
bell eza cl a ra y natura l de estas fl o res a
menud o de un blanco inm aculado, es
d ifícil ve r có mo pod rían mejo ra rse co n
hibri dació n.
Las es pecies so n exquisitas, y si
cu ltiva a lgunas o rquídeas de este grupo,
pronto deseará tenerlas en el m ayo r
núm ero pos ibl e.
Lo m ejo r para ellas es un
in ve rn adero, en el que puedan
suspend erse del techo en cestas abi ert as
pa ra deja r qu e sus fl o res se exh iba n co n
el mejo r de los resultad os.
Temperatura: Culti vo en ca li ente.
Cu ltivo: En co mpost de co rteza fin a,
en cestas de rejill a co n buena luz. Las
especies peque1ias pueden mo ntarse
¡)A R A E s r Ee 1A L 1s T A s 227
ta mbi én sobre co rteza . Se mantendrán
húm edas du ra nte todo el año y se
rociarán co n regul aridad para
mantener la hum ed ad . Se abo narán
li gera ment e cada dos ri egos. No se
mo les tará a las pl antas, aun que de vez
en cua ndo se ali ad irá una peq ue1ia
ca ntid ad de co m pos t a la base de la
mi sma. Si se culti va sobre corteza, se
a1iadirá un fajo de fi bra o musgo
alrededor de la base.
Altura: Desde 15 cm .
Aera 11gis luteo alba var. rhodostricta
Esta es una atract iva especie enana de
di ve rsas partes de Áfri ca, do nde crece
en ramitas en zo nas secas y ex puestas.
La pl anta mide un os cent ím etros
de al tura, y las fl o res bl ancas, qu e
aparecen en inviern o, ti enen una
co lumnill a roja inu sual mente brill ante
y so n co mpa rati vamente grandes.
228 GU ÍA O E O R QU Í O E A S

ANGRAECUM
Los hermosos angraecos están
emparentados co n las Aerangis de
pequei'\o desa rroll o . Estas magnífi cas
orq uídeas ep ifitas, litófi tas o terrestres
proceden de todo el su r de África y
1\tladagasca r. Las plantas mon opód icas
va rían en tam a!io y, de las 200 especies,
ap roxim adamente, muchas pu eden
enco ntrarse en cultivo. Entre las más
pequelias está Angraecu m distich11111, un a
planta enana co n follaje trenzado y en
fo rma de esp ina , cuyas ho jas ovalad as se
solapan sob re un ri zo ma curvo, que raras
veces supera los J 5 cm de longitud .
Las flores diminutas (5 mm de
diá metro) se produ cen en so lita rio en
toda la planta, a se mejanza de las
estrellas en el cielo. En tre los gigantes Angraecu m sesr¡uipeda le.
del grupo se incluye el magnífi co A .
sesr¡u ipedale. Entre estos extremos se
sitúan especies más deseabl es y di gnas de
co lección, ade más de a lgunos híbridos.
Estas plantas perennes forman
ejemplares atract ivos, aun cuand o no
estén en fl o r. Sus fl o res se produce n
pri ncipalm ente durante el in viern o
y la primavera, y durarán va rias se m anas.
Temperatura: Culti vo interm ed io, co n
una temperat ura mínima en invierno
de 13 º C por la noche.
Cultivo: Los angraecos pequeli os se
cu ltiva n en medias macetas o mo ntados
sobre piezas de co rteza de corcho. Las
plantas más grandes necesitan macetas
con un compost abierto y grueso. Cuando
suba la tempera tura en veran o, se eleva rá Bifre11aria barrison iae.
la humedad para mantener el equi libri o.
Son pl antas bajas y ligeras, que necesitan extrao rdin ariam ente largo. La flor, cérea epifitas, que proceden de Bras il, Perú y
buena somb ra en vera no y luz filtrada en y de un bl anco m arfil, ti ene 15 cm de hasta el norte de Panamá. Existen va rias
inviern o. Se regará n durante todo el ali o y diám etro, y la planta crecerá hasta m ás especi es en culti vo, donde las m ás
se aplicará abo no, pero en meno r ca ntidad de 30 cm. En cada esp iga pueden aparecer popu la res so n Bifi-enaria lwrrisoniae, con
a las plantadas en macetas en in viern o va rias fl o res, durante el invierno. sus colores de espectacu la r belleza. Esta
porque tardarán más en marchitarse. esp ecie pu ede cultivarse de fo rm a
Altura: De 15 cm a más de 30 cm . comparati va mente fác il y fl o recen con
BIFRENARIA regular idad a fina les d el vera no, co n lo
Angraecum sesr¡uipeda le q ue form an una orq uíd ea idea l para su
La o rquídea co meta de Madagasca r recibe Un as 30 especi es co n fo rman este género cu lti vo, incluso para cu lti vado res de
este nombre po r su espolón natura l de plantas prin cipalmente orquídeas relativamente in expertos.

No rm a lm ente, las plantas produ ce n
seudo bulb os cónicos am arill entos o
verdosos co n un a úni ca hoja a ncha y
ne1va da . Las flores se producen en cortas
esp igas fl ora les, que se apri etan bajo el
fo ll aje, con dos o más fl o res.
Estas o rquídeas fun cio nan bie n en
un a co lecció n mi xta, y se alojan con
fa cilid ad entre otras pl antas. Cuando so n
sufi cientemente grandes, las pl antas
pu eden di vidirse en pequ eiios
fragmentos, siempre que en cada divisió n
haya un brote nuevo. Alternativa mente es
pos ible cu lti var pl antas nuevas a partir d e
prim eros seudobulbos que se retiran
de la planta prin cipal en el mo mento de
trasplantarl os.
fernperatura: Culti vo en frío.
Cultivo: En m acetas de 10 cm
1proxim ada mente en un co mpost de
:o rteza fin a co n bu ena lu z. Se regará y se
1pli ca rá abo no regularm ente durante la
:emparad a estival de crecimi ento.
~I fo ll aje pu ede rociarse li geram ente en
1erano mi entra s la planta no ti ene fl o res.
)e dejará n las pl a ntas sin toca r durante
;u descanso en in viern o. Só lo se les
1plicará ri ego en esta época si empi eza n
l marchitarse.
\ltura: ! las ta 30 cm.
lifrenaria barriso11 iae
Jn a especie muy agradabl e para
nve rnadero frío o interio r, las gra nd es
lo res de 8 cm de diám etro, qu e florece n
1 principios del ve rano, so n cé reas, d e
111 blan co crem oso, y ti enen un labe lo
·elloso ma lva intenso . Se produ cen un a
'dos flores en un a corta esp iga por
leba jo de las ho jas.
3ULBOPHYLLUM
.os bulbofilos co mprenden un enorm e
énero de hasta 1.000 especies, entre las
uales pueden enco ntra rse algunas d e
is flores m ás ex traord in a ri as
extravagantes. Las pl a ntas son
xtremad a mente va riabl es, co n un
ORQU Í DEAS
tam a1io comprendido entre las
diminutas plantas co n seud o bulbos
redondeados del tam año de un gui sa nte
(com o Bulbophyl/um roxburghii) h asta
otras gigantescas co mo B. f1etcl1erianwn,
cuyas flores desga rb adas se asem ejan a la
boca abierta de las crías de ave. Esta
planta tien e hojas que pende n un os
30 cm , parecidas a las anti guas co rreas
de cuero para suaviza r las cuchill as de
afeita r. Entre estos extrem os se sitú an
literalmente ce ntenares de espec ies y
muy pocos híbrid os, todos co n fl o res
so rprendentes. Al gunos son
decididam e nte poco atractivos y o tros
posee n aromas intensos que recuerdan a l
o lor de la carrmia. Otros más ti enen un a
atracti va bell eza, o bi en produce n tallos
ap lanados co n flores a m odo de
esca rabajos, que ca racteri za n a un
pequ e1io grupo entre este gé nero
extrem adam ente di verso. Todas las
plantas son perenn es o epifitas, y
algun as de las especies m ás peque1ias se
conocen como «epifitas de ra mitas», ya
q ue penden de los extrem os de las ram as
de menor tamaño.
Los bulbo filo s está n ampli ame nte
distribuidos por todo el sudeste de As ia,
adem ás de África, Austra li a y la América
Bulbophyllu111 barbigerum.
!'A R A ESPEC I AL I STAS 229
tropica l. Deben verse co mo uno de los
géneros de m ayo r éx it o entre las
o rquíd eas. Si no es pos ibl e reco nocer
un a orquídea en un a muestra floral , hay
mu chas probabi li dad es de que se tra te
de un Bulbophyl/um.
Pruebe co n algunas de las plantas
más pequeñas en interi o r, donde
fun cionan bi en en macetas, cestas o sob re
co rteza. Las especies menores crecerá n
co n gran vigor, multipli cando sus
seudobulbos ca da a1io hasta que se
co nstituye un a gran pl anta de espécim en.
Cuando se col oca n en un a cesta colgante,
las plantas pu eden fo rm ar grandes esfe ras
de ho jas, que ab razan co mpl etamente el
recipi eme. Las num erosas esp igas en fl or
que se producen cubrirán la pl anta pa ra
crear un a visi ó n del máximo atracti vo.
So n o rquídeas mu y amenas para su
cultivo, pero ha ele tenerse cuidado co n
las que des piden mal o lo r. Elija mejo r las
que poseen un labelo móvil , co mo
Bulbophyllwn lobbii, o las provistas de
sé pal os, asombrosa mente largos, co mo
B. medusae, o las fl o res sedu cto ram ente
móvil es de B. barbigerum. No le
decepcio narán.
Temperatura: Cultivo en frío (al gun as
especies son mejo res para cultivo
interm edio).
Cultivo : En co rteza o en macetas o
ces tas de co mpos t de co rteza. Se rega rán
bien en veran o, pero la fluid ez se rá
menor en in vierno . No se dejará qu e se
marchiten las que tenga n seudobul bos
peque1ios. Se abo narán cada dos ri egos.
Un a vez asentadas, se permitirá qu e
reciban much a luz, pero evitan do el so l
directo. En in viern o neces itan la máx ima
ca ntid ad pos ibl e de luz.
Altura: 7.3 0 cm.
Bulbophyllum barbigen1111
Estas tentadoras fl ores de rojo intenso
y 1 cm tienen un labelo móvil adorn ado
con vell os idades erizadas. El menor
movimi ento hace que o ndul en y atraigan
así a los polini zadores. La planta
perman ecerá en flor durante meses.
230 G U Í A DE O R QU Í DE A S

CALANTHE la planta es tá e n reposo. La m o d ern a

B11/bopl1yl/11111 da ya 1111111.
811/bophy/111111 dayanwn
Esta pequefi a pl a nta, d e m enos de 15 cm
de a ltura, produce sus flores m odes tas e n
grupos, alrededor de la base, e n vera no .
Cada flor de 5 mm ti e ne ve ll os id ad es
co rtas hasta los bordes de los sépa los y
pétalos y e l labe lo es d e co lo r rojo
sangre. En su aspecto se parece a una
herida ab ierta en la piel de un ani m a l.
Es un gé nero d e unas 150 es pecies
te rres tres exte ndid as po r numerosas
partes d e As ia. De e ll as, só lo un pu fiad o
de especies e híbrid os se culti va n d e
fo rm a general.
El gé nero pued e dividirse en dos
grupos di stintos. El pr im ero, que es e l
m ás exte ndido, co nti e ne p lantas
dec iduas q ue poseen gra ndes
seucl ob ulbos plateados y anchas flores
ne rvaclas y extend idas. So n plantas ele
co rt a vici a que mue re n a l segundo afio.
Las fl o res, pr in cipalm e nte rosas y
bl a ncas, se exti e nde n a lo largo d e un a
es pi ga flora l alta y arqueada, que em e rge
d e la base del se udobu lb o sin hojas
du rante e l o to11 o y e l invi e rno, mientras
hibrid ació n den tro d e este grupo ha
dado como resultado cl o nes a ltame nte
deseabl es el e co lor rojo inte nso. Los
tall os fl o rid os so n suaves y ve ll osos,
y las fl ores ti ene n un aspecto delicado.
El segundo grupo está fo rm ado
por los tipos perennes. Proceden
prin cipa lmente d e Chin a y Japó n y son
muy apreciados por los japo neses, q ue los
cultiva n hasta la perfecció n, y en el cami no
crean nuevos híbridos. Este grupo produce
pequefi os seudobulbos en mini atura con
un fo ll aje ancho y extendido . Las espigas
flora les nace n d e la base y ponan
num erosas fl o res de colores, especia lmente
amarill as, rosas, bl ancas y verdes.
Las ca la nthes tienen un a es tación
corta d e crecimiento rá pido. Debido a la

8L1lbophyl/L1111 p11rpL1reorachis
Entre los bulbofilos pueden e n co ntra rse
algun as de las fl o res más ex trafias de la
fami li a de las o rqu íd eas. Esta cu ri osa
especie de África co nti e ne pequefias
flores semeja nt es a esca rabajos e n los
dos lados de un ta llo a lto y pl a n o.

811 /boph y/111111 p11rpL1reorachis. Cah111the Baron Schroder.


Calantlie Gorey x Grouville.
rapid ez con que se desarrollan, so n unas
orq uídeas realmente estimulantes de
cultivar, au nqu e necesitan un am plio
esp acio para las hojas. Cad a primavera se
trasplantarán al inici arse los nuevos
brotes. Si el seudo bulbo m ás antiguo
está muerto y marchito, se eliminará; si
sigue firme y rollizo , puede rep lantarse
por separado para obtener dos nuevas
plantas en la tempora da sigui ente.
Temperatura: Cultivo interm edio, co n
una tem pera tura mínim a de 16 º C por la
noche.
Cultivo: En m acetas de m ezcl a de ti erra
para orq uídeas terrestres que co ntenga
o R QU i D EA s
algo de turba y perlita. Se empeza rán a
regar y abon ar en cua nto se observen los
nuevos brotes en prim avera . En
crecimiento, las plantas deb en
m antenerse bi en a la sombra. Un exceso
de hum ed ad, o el hecho de rociar las
hoj as con agua, puede manchar el
follaje. No supone un gran problema, ya
que las hojas se pi erden en OLoño,
desp ués de amarillear. En esta época, se
reducirá el ri ego, que se interrumpirá en
invierno mi entras la espiga floral se
exti ende y perdura el periodo de
fl oración . Después de la floración , se
retirarán las plantas a una posici ó n a
r A RA E s p E e 1 A L 1 s TA s 2 31
Calantlre Corbiere.
plena luz, pero se tendrá cu idado de
devolverlas a un lugar resguardado del
sol en cuanto aparezcan los primeros
brotes al año siguiente.
Altura: Hasta 1 m cuanto tienen hojas.
Calanthe Baron Schroder
Uno de los híbrid os más antiguos del
género cultivados en 1894, esta planta
produce sus fl o res rosas y blancas
durante muchos meses en invierno y
prim ave ra . Los seudobu lbos plateados
pueden alcanzar 15 cm de altura. En
vera no, las plantas ti enen hojas y
necesitan mucho espacio en un
invern adero ca li ente.
Calanthe Corbiere
Este híbrido blanco lechoso pertenece al
grupo de ca lanth es deci duas producidas
a partir de Calant/Je Harri sii. Estas
plantas florecen en in vierno y primavera
mientras la planta se encuentra en estado
late nte.
Calantlie Gorey x Grouvill e
Se producen numerosas flores durante
un peri odo extend id o en invierno. Con
más de 2,5 cm de an ch ura, se portan en
una es piga floral muy alta que puede
crecer hasta más de 1 m al desarrollarse.
232 GU iA D E O R QU i D EA S
CIRRHOPETALUM
Mientras algunos ex pertos cons id era n que
todos los cirropéta los fo rm an parte del
enorme género es trechamente
empa rentad o Blllbophyl/11111, o tros creen
que son distintos. Ex isten semeja nzas
ev id entes entre las p lantas, qu e a menudo
no pueden di stinguirse en flora ció n, pero
es pos ible diferenciar las flores en sent id o
hortíco la por los sépa los extremadame nte
largos y cóni cos produ cidos por la
mayoría de las especies. Se mencio nan
aqu í como un gé nero separado, prim ero
porque se ha co nservado el nombre
antiguo para su uso en horti cultura y, en
segundo lugar, para permitir qu e el lector
pu eda distinguir fácilm ente entre ell as.
Para fines de registro de híbrid os, se ha n
reco nocido B11/boph yllll111 y Cirrhopetalum,
co n cuatro híbrid os b igenéri cos
registrados co mo Ci1Tl10phyllu111 en 1965.
En términ os de cultivo, los cirro pétalos
necesitan las mi smas cond icion es y
tratamiento que los bulbofilos. Las especies
exhiben sus fl ores co ntors ion adas en
umbelas juntas al fi nal de las esbeltas
espigas flora les. El efecto global de estas
Cirrlwpeta/11111 guu11/at.11111.
fl o res estrechamente alinead as,
co n pétalos achaparrados y unos
elega ntes sépalos cóni cos que conforman
un a cascada característica, so n bastante
ca uti vadoras. Los co lo res pueden ser
intensos, co n el rojo co mo el principal.
El pequei'i o labelo sa li ente, a menudo
lu stroso o de aspecto húm edo, atrae a las
moscas qu e buscan ca rn e cruda.
Cirrlwpeta/11111 rot.hsc/1ildianu 111 cont iene
un a franj a de pequ ei'ias vellosidades en
las puntas de los pétalos y los sépa los
dorsales como un signo d e exclamación,
para crea r un aire un ta nto ex trai'io.
Temperatura: Cultivo en frío (a lgunas
se cultiva n mejor en co ndi ciones
interm edias).
Cultivo: En corteza o en macetas o
ces tas de co mpost d e co rteza. Se regarán
b ien en verano, pero menos en in vierno .
Se d ejará marchita r las que tengan
seud o bulbos pequei'ios. Se abonarán
cada dos riegos. Una vez asentadas, se
permitirá que recib an bu ena luz, pero
se ev itará la luz sol a r directa. En invi erno
deben rec ibir la máx im a ca ntidad
posibl e de luz.
Altu ra: 15 cm.
Cirrlwpetalu111 umbellatum.
Cirrhopetalt1111 Elizabeth Ann
«Bucklebury» AM/ RHS
Es uno de los escasos híbrid os
estimul antes y dignos de culti va rse en
este gén ero. Las flores, qu e apa recen
en varias épocas, extienden sus largos
sépal os có ni cos va rios ce ntím etros,
y los dorsa les están adornados co n
pequefi os penachos de ve ll os idad es.
Cirrhopeta /11111 g11tt11/at11111
En in viern o y prim ave ra, las fl o res
pequei'i as de m enos de 1 cm d e anch ura
adornan esta bo nita espec ie fác il de
culti va r y de hace r florecer, qu e fun cion a
bien en interior o en un in vern adero frío.
Las espigas fl ora les miden me nos de
15 cm de altura.
Cirrhopeta /11111 11111bellat11111
Un a especie robusta con p lantas de más
de 15 cm de al tura, ti ene espi gas floral es
péndulas qu e terminan en umb elas de
grandes fl o res en las qu e los sé pa los se
ex ti end en para formar el borde del
a nillo. Los péta los y el labelo so n muy
pequei'ios. Las flores florece n en
primavera.
 ORQU Í DE AS PARA ESPECIALI STAS 233

Cirrlwpetalu111 Elizabeth Ann «Bucklebury» AM / RHS.

234 G U i A D E O R QU i D EA S
CYRTOCHILUM
Este género co nti e ne ap roxi mad a mente
150 especies epifitas pe renn es, q ue
procede n del sur y e l ce ntro de Am érica,
a men ud o a elevada s a ltitud es en los
Andes. La s p lantas fu eron incluidas en
su mome nto en el gé nero 011cidium,
pero hoy se co nsid e ra n difere ntes,
au nq ue en los círcu los de cultivo de
o rquídeas persiste es te últim o nombre.
Se culti va n m uy pocas esp ec ies, y
práctica mente nin gún híbrid o. La
mayor pane de las es pecies so n raras y
muy aprec iadas. La pri ncipa l diferencia
perceptibl e entre Cyrtochi/11111 y
011 cidit1111 es el tam a1io de l lab elo, qu e,
a me nud o tan exage rado en los
o ncidi os, es mucho más red ucid o
en favor de los sépa los a nchos y
extendi dos en los Cynochi/11111.
Cyrtochi/11111 a1111ulares.
Las pl a ntas, qu e pu ed en alca nza r
más de 30 cm de altura, produce n
seudobulbos robustos con hojas
estrecham ente ova ladas. Po r lo co mún ,
las esp igas florales so n
ex traord in ariam ente largas, y a menudo
alcanza n 4-5 m . Las flores es tán
extendid as, con aspecto de pequeiios
racim os lo ngitudina lmente. Estas largas
esp igas fl o ra les pueden guiarse en círculo,
lo que permite d arl es ca bid a co n más
fa cilidad y exhib irl as m ás cla ramente.
Los Cyrtochilwn fun cio nan bi en co n
o tros mi e mbros de la a li an za
Odo11wglossum. Algunas de las especies
produce n lo s seud ob ulbos nuevos a lo
la rgo de un rizoma rastrero ascend ente,
co n un largo hu eco interm edio. Un a
b uen a for ma de cu lti va rl as con siste en
introdu cir un poste co n mu sgo en una
maceta en flor y permi tir qu e la pl anta se
exti enda hac ia a rriba. Pro nto apa recerán
raíces aé reas co mo un a ca racterísti ca
d e estas plantas.
Temperatura: Cu ltivo en frío.
Cu ltivo : En macetas de 10 cm en un
co m post de co rteza gru esa, o se
int rod ucirá u n poste cub ierto de musgo
en la m aceta pa ra que la o rqu ídea trepe
por él. Se ofrece rá so m b ra durante el
verano y más luz en in viern o. Se regará
durante tod o el alio, pero men os en
in vie rn o. Se ap li ca rá abo no en verano
cada d os riegos.
Altura: 6 0 cm .
Cyrtocl1i/111n a1111ulares
Se producen grupos de fl o res de co lo r
ach oco latad o y bordes a mari ll os, en
verano, en interva los a lo largo de un
tall o ex trem adamen te la rgo, q ue se guía
m ejo r en círcul o .
 ORQU f DE AS PA R A E SP EC I A L I STAS 235

D ENDROC H ILUM
Los Dendrochilwn so n o rqu ídeas epifitas
perenn es, que proceden del co ntinente
asiá ti co, pero se encuentran tamb ién en
Fi lipin as y ueva Gu inea. De las 120
espec ies, aproximadame nte, hay muy pocas
en cu lti vo, y parece no haber h íb ridos. Es ta
rareza de culti vo refleja la escasez de las
p lantas en la natural eza, y es posib le q ue
nun ca hayan sido abundantes.
Las p lantas so n limpi as, co n seudobulb os
pe renn es y una única hoja estrecha y
ova lada, que rara vez alcanza más de
25 cm de alt ura. Las es beltas es pigas
fl ora les nacen d esde la b ase de los bro tes
nu evos, y en su mayoría fl o recen en
o toño. Cuand o se cultivan para obtener
gra nd es plantas de espécim en, su esta mpa
y su a roma no so n fáci les de o lvida r, ya
que están entre las más herm osas de las
pequ eñas orquíd eas fl o recidas.
No debe intentarse di vidi r estas
µlamas sa lvo qu e sea absolutamente
necesa rio: cua nto m ás grand es sea n, m ejo r
apa ri encia tendrán.
El nombre co mún aplicado a es tas
pla ntas, modestas por su ta maflo y
deli ciosas, es o rquídeas de cadenas
plateadas, o en algun os casos doradas.
Este no mbre alud e a las esbel tas espi gas
fl o rales, den sa m ellle co mp actas co n
sus fl o res pequ eñas, a ma rill as o blan cas,
dispues tas en d os hil eras diferenciad as De11drocl1ilu111 cobbianw11.
en la mayor parte de su lo ngitud.
Temperatura: Cultivo en frío. un os 30 cm, ll eva centenares de
Cul tivo : En macetas o ces tas co lgantes pequ eiias fl o res blancas en espigas
de co mpost (m edio de cu lti vo) de péndu las . Florece a prin cipios del verano
corteza fin a. Se ofrecerá n co ndicion es y es adecuada para cultivo en interior o
so mbreadas durante e l crecimi ento, pero en in ve rnadero .
p lena luz en invi erno. Se regarán durante
todo el año, pero much o menos en Dendrochilwn glrnnace11111
in vierno , mi en tras las pl a ntas están en Un a especie fáci l de rnlti var, fl o rece
estado latente. Se abonarán só lo libremente a principios del vera no con
en verano, cada dos riegos. exhibi cio nes en cascada de pequeflas
Altura: 23 cm. fl o res blanquecinas de labelo na ranj a,
densame nte compactas en un dibujo en
De11drochilw11 cobb ia11u 111 esp in a a lo largo de la espiga fl ora l. Las
Esta especie de o lor dulce y crecimi ento flores tienen un aro ma muy intenso y
De11drocl1ilu111 g ft1111aceu111. en frío , de las Fi lipinas, que crece hasta atractivo.
236 G U f A DE O R QU f DE AS
EU LOPH IA
Existen más de 200 especies di stribuidas
por tod o el continente african o. So n
orquídeas terrestres, q ue produ ce n
gran des seudobul bos a partir de un
rizo ma fuerte, con ho jas anchas y
exten did as . Las espigas florales nacen de la
base del seudobulbo recién co mpl etado.
El género es extremada mente va ri ado, y se
encuentran plantas de diferentes ta mañ os,
aunqu e no hay muchas en cultivo general.
En su estado natura l, estas orquídeas
pueden ex ist ir en terrenos húm edos y
pantanosos o en co lin as áridas y secas. Sus
diferentes req ui sitos de cult ivo pueden
ayudar a ex plicar su fa lt a de popularidad
en este aspecto. No obstante, so n plantas
espléndidas para culti va rlas y no todas
consum en demasi ado espaci o.
Un rasgo interesa nte de algun as de las
especies es la extraña forma de sus flores:
los pétalos se giran en un pl a no, para
ofrecer pos iblem ente una platafo rma
mejo r para qu e se posen los insectos.
Las Eulapliia son plantas de
especia li stas, que ob li ga n a sa ti sfacer sus
exigen cias para qu e su cu ltivo tenga éx ito.
Temperatura: Culti vo en frío o
interm ed io, dependi endo de la especie.
Cultivo: En mezcla abierta y gru esa de
corteza só li da y turba, a la que se a!'\adirá
una parte de perlita. Se
regará n y abon ará n en el
crecim iento activo. Se
rega rán o se dejarán en
reposo en invierno, de
acuerdo con su hábitat
natu ral (só lo se
rega rán las pl a ntas en
crecimi ento acti vo ).
Altura: 30 cm.
Eulaphia euglassa
Un a especi e terrestre
inusual de África,
produce
seud ob ulbos
Eu laphia euglassa.
frond osos y esbeltos y flores hermosas en
una esp iga erecta en verano. Las flores
en punta so n de co lo r ve rd e m a nza na
con labe lo blanco.
GONGORA
Es un género natura l pequef\o de unas 25
especies, a lgunas de las cua les se cultivan ,
en su mayo ría por especiali stas a traídos
por sus peque11as fl ores de fo rm as
curiosas. Un a pl anta e n flor rem emo ra a
menudo la imagen de aves en vuelo u,
ocas io nalm ente, de insectos vo ladores.
No hay híbridos, probablemente porqu e
la especie ofrece to do cuanto podría
esperarse de una o rqu ídea de esta clase.
Estrecha mente emparentadas con las
St.a nhapea, las Cangara son bási ca mente
plantas más pequell as co n seudobu lbos
verdes, có ni cos y ne1vados, que dan apoyo
a un par de hojas estrechamente ova les o
anchas. Las espigas fl o rales nace n de la
base de los seudobulbos recién
comp letados a prin cipios del verano,
y algun as so n extrao rdinariam ente
fragantes. Las espigas penden en to mo al
borde del recipi ente de la pl anta, a m enudo
con pro fu sió n_ Es tas especies epifitas
Cangara maculata .
perenn es proceden prin cipalme nte de
Brasi l, mi entras que o tras so n origina ri as
de Perú y, al norte, tambi én hasta México.
Algunos intentos fantas iosos de
describir las flores han dado orige n al
nombre d e orquídea «Punch and Judy»,
dos m a rion etas popu lares inglesas; si se
gira un a fl o r de lado se ve rá aparecer dos
figuras peleá ndose entre sí.
Aunqu e sin plenitud en cultivo, estas
orquídeas merece n la pena, si bi en es
preciso adquirirlas en viveros
especia 1izados.
Temperatura: Culti vo en frío o
interm ed io.
Cultivo: En ma cetas o en cestas co lgantes
en compost de corteza fina. Se les dará
so mbra en ve ran o, y plena luz en
inviern o. Se rega rán y abonará n durante el
verano. En invi ern o se regarán poco para
m antener los seudobulbos ro llizos.
Altura: 23 cm .
Cangara 111aculata
En tre las fl o res m ás ex tra!'\as producidas
por un a orq u ídea, es ta especie de la
Am éri ca tro pical proyecta un a cascada
floral, de 4 cm de largo, como aves en
vuelo, desde la base del seud ob ulbo
en ve rano. Tiene un aroma li gero.

fu111 ellia sagiuata .
JUMELLIA
Originarias principa lm ente de
Madagascar, estas plantas ep ifitas
perennes mo nopód icas y agrupadas
se ase m ejan a los Angraecum por su
robusto crecimi ento, co n hoj as largas y
carnosas. De las 40 especies,
aproximadam ente, só lo algunas se
cultiva n, nin gun a de ell as plena en
cultivo, y el género no ha producido
híbrid os sa lvo a lgu nos intergenéricos
co n ejempl ares empare ntados como
Angraecum y AeranLhes (sin.
Angramhe/lea). Las flores, que so n
ORQUÍDEAS
d ecepcion a ntemente pequeñas pa ra el
tama11o de la planta, se produ ce n en
esp igas flora les esbeltas y sue len se r
b la ncas, co n sépalos, pétalos y labelo de
proporciones se m ejantes. Esta estru ctura,
junto co n la presencia de un largo
espolón, ti ene que ver co n la
polinización por mariposas nocturn as,
lo que signifi ca que la flor no ti ene
neces id ad de ningún color y, ni siq uiera ,
de aroma.
Temperatura: Cultivo en caliente.
Cultivo : En macetas de 15 cm o cestas
que co lllenga n compost gru eso y só li do
para dar ca bid a a ra íces largas, que a
PARA ESP ECIALI STA S 237
menudo serpentean a su anto jo. Se les
ofrece rá sombra y alta hum edad, como
a Plrnlaenopsis. Se regará n y abo narán
durante tod o e l a11o, menos en
in vierno.
Altura: 45 cm.
Jum ellia sagituua
Una especie de crecimiento rob usto
oriunda de Madagascar, produce bro tes
de tipo Vandn. Las flores, de 4 cm de
d iámetro, se dan en sol itari o o en espigas
a largadas que crecen por debajo de la
a ltura de la planta. Un a profusión de
flores atesta la base en invi erno.
238 G U i A D E O R QU Í D E A S
LOCKHARTIA
Las lockhartias no so n comunes en
cultivo, y de las aproximadamente 30
especies epifitas perennes endémicas de
Méx ico y alrededores, muy pocas se
cu lti van. No obsta nte, las pl a ntas so n
interesantes, y ti ene n un follaje
característi co que fo rm a dos filas a lo
largo del tallo erecto. Las fl ores, pequefias
y amarillas, no muy distintas de las de
Oncidiu111 , apa recen en grupos entre las
hoj as en interva los a lo largo del tall o.
Estas o rqu íd eas posee n un delicado
sistema de raíces que se adhieren
ráp idamente a cua lqui er superficie de
corteza, siemp re q ue ex ista hum edad
suficiente.
No tienen u n periodo latente
apreciab le, au nque ra len ti zan su
crecimiento du rante los meses in ve rn ales.
Temperatura: Cu lti vo interm edi o.
Cu ltivo : En pequefias macetas de
compost de co rt eza fin a o montadas so b re
co rteza. Se rociará n regularm ente las ho jas
durante el verano para mantener el follaj e
sin peligro de deshidratación. Se regará n
durante todo el afio, y se aplicará abono
li gera mente en verano.
Altura : ! lasta 30 cm.
Loc/1/iania oersiedii
Esta espec ie produce tallos frond osos de
hasta 30 cm de a lto . Las pequefi as hojas
solapadas crea n una apa ri enc ia trenzada
inusual. Las flores pequei'ias, de co lo r
amaril lo brillant e, se producen durante
varias se manas en verano.
Lochharlia oerstedii.
Ludisia disco /01·.
LUDISIA
Los miembros de es te gé nero so n plantas
terrestres atractivas qu e proceden de
Chin a, y se conocen co m o o rquíd eas
joya. Es uno de los escasos gé neros el e
o rquíd eas que se cu ltivan por sus hojas,
y no por sus flores. Las hojas de esta
hermosa va ri ed ad so n exqu isitas: verde
oscuro ate rciopelad o revestido co n vetas
doradas y plateadas en lín eas intrin cad as
en toda la superficie de la ho ja. Por la
noche, si se il uminan las hojas co n una
linterna se verá n brilla r: se co nsigue el
m ismo efecto dejando qu e el so l in cida
mo mentán eamente so bre su superfi cie.
Pero so n plantas, en ese ncia, a mantes de
la som bra, usadas para su cu lti vo co m o
terrestres y ep ifitas a lo largo d e las
o rill as de los ríos y los a rroyos, donde
hay poca luz y el so l rara vez se filtra.
En su territorio nati vo, de Indi a a Chin a,
crecen so bre rocas de mu sgo cerca del
agua , pero a menudo se da n bi en en
inte rio r, donde la atmósfera seca les
resu lta ben éfica.
Las p la ntas producen rosetas de
ho jas en interva los a lo largo de un
ri zo m a rastrero . Poco desp ués d e la
aparició n de los nuevos bro tes, aparecen
las raíces alrededor de la base y pen etran
en el co mpos t. Las flores surge n en el
centro el e los brotes madu ros en una
espi ga fl o ra l recta. Las fl ores, curi osas y
gráciles, so n bl a ncas co n am arillo en el
labelo. Un a planta gra nd e que se haya
dejado crecer, pa ra produ cir múltip les
brotes, crea rá una impres ió n perdurable
co n num erosas es pigas flo rales abien as
a la vez.
Tem peratura: Cultivo en ca li ente.
Cul tivo: En ba ndejas co n compos t ele
a ren a abieno , ad ecu ado para o rquíd eas
terrestres. Se rega rá n bien durante todo
el aii o. Se m a nte ndrá n húm eda s de
man era un ifo rm e. Si las p lantas se
anegan e n a lgún m o m e nto, es fácil qu e
se pudran . Se rega rán co n cu id ado en
verano y poco en in vie rn o. Las plantas
se abonarán li ge ra me nt e cada tres
riegos.
Altura: 15 cm .
Ludisia discolor
Es ta es pecie se cu lti va po r su hermoso
fol laje aterc iope lado y vetea d o, verde
oscuro. Es una p la nta terres tre que
florece desd e el centro del b rote, para
produ cir esp igas fl ora les d e unos
3 cm d e a lto co n flores b lancas
deli ciosame nte cu riosas. La s flores
aparecen e n ve ra no.

VlEXICOA
:ste gé nero co nti ene un a so la especie,
¡ue se ha tras ladado desde los Oncidiwn
' a la que se ha dad o co ndi ción
nonotípi ca. Mex icoa glúesbrechtiana
:s de pequeii a enve rgadura, co n
eudobulb os ova lados y un par de hoj as
:strecham ente ova les. Co mo su nombre
.ugiere, procede de México y crece como
:pifita.
Es un obj eto id ea l pa ra su inclusión
:n una co lecc ió n d e o rquíd eas en
niniatura, ya qu e es ta pequ eiia planta
·ara vez supe ra los 15 cm de a ltura,
\1exicoa glriesbreclnia na .
o R QU i D E A s
incluso cuando es tá en flor. Se asoc ia
bien co n o tros miembros de la ali anza
Odontogloss um. Las flores atract ivas, en
co rtas es pigas fl ora les, son ama ri ll as y
los péta los y sépa los están sombrea do s
co n pa rd o. El labelo es grande,
re min isce ncia de On cidiwn , y domin a
en la flor. Las fl o res aparecen
p rin cipalme nte durante el verano y
du ran un as se m anas.
Temperatu ra: Cultivo en frío.
Cu ltivo: En macetas de co mpost de
co rt eza fin a o m o ntadas en co rteza.
Se culti va n en buena sombra en vera no,
pero co n más luz en invierno. Se rega rán
p A R A E s r E e 1 A L 1 s TA s 239
durante todo el aii o, au nqu e menos en
in vierno . Se abonarán ligeramente ca da
tres riegos en ve ran o. Se rociará n
ligeramente las hoj as en verano.
Altura: ! lasta 15 cm .
Mexicoa glriesbrechtiana
Un a de li ciosa es pecie en miniatura
de !\•léx ico, neces ita un lugar fresco.
Las plantas no miden más de 15 cm y las
bonitas flores, que nacen en es pigas
arqu ea das, son amarill as y pardas.
El labelo es gra nd e y aca mpanado.
La pl anta florece prin cipa lm ente durant e
el verano.
240 GU iA D E O R. QU f D E f\ S
MILTONIA
Existen unas di ez especies de Milwnia y
muy pocos híbri dos puro s. El gé nero se
div idi ó a part ir de Mi/1o niopsis, las
verd ade ras orq u ídeas pensa mi ento, al
tener como notab le d iferencia la fa lta de
un labelo grande y pl ano, y la
distribu ció n de las pl antas. Las milto ni as
son o ri u ndas de Bras il, mi entras q ue las
mi lto ni o psis se exti enden
pri ncip alm ente por Co lombi a. Puede
surgir cierta co n fusió n cu and o se usa el
no mbre in co rrecto de milto ni ops is para
lo qu e, por moti vos de registro de los
híb ri dos, se ha conserva do el de Mil1 011 ia.
Las m ilto ni as so n epifitas perenn es
co n seud obu lb os ve rdes y lim p ios, a
menu do prod ucid os a lo largo de un
rizo ma rastrero. Las flo res pa rten de la
base de los brotes nuevos y se exti enden
en una es pi ga fl o ral en arco o erecta. Las
fl o res so n va ri abl es, y se han usado las
más espectacu lares para hibrid arl as co n
otros mi emb ros empa rentados de la
alia nza OdontoglossunL
Miltonia warscewiczii.
Temperatura: Culti vo en caliente.
Cultivo : Se culti va n las q ue produce n
sus seudobulb os en interva los, a lo la rgo
de un ri zoma en medi as macetas o
cestas, de form a qu e dé cab ida
fác il me nte a su perfil ala rgad o, medi ante
un co mpost co n base de co rteza . Se les
dará bue na sombra e n ve ra no, pero m ás
lu z en in viern o. Se abo narán cad a dos
ri egos en verano, y se mantendrán co n
buena hu medad .
Altura: 23 cm.
Milto11ia confusa (sin . Mi ltonioides
conf usa)
Esta herm osa especie aromá ti ca de Costa
Ri ca p roduce sus fl o res atracti vas, rojas y Milto11ia co11fusa .
ve rdes, prin cipalm ente durant e el
inviern o y la prim avera. Las flores so n Miltonia warscewiczii (s in. Milto11ioides
muy d u ra deras. warscewiczii)
Esta especie de cu lti vo en caliente es rara
Mi/to11ia flavescens po r la «ve ntana» de tej ido cas i traslúcid o
Adecuada para cultivo en cali ente, esta que puede verse en mitad del labelo. Las
especie posee seudo bulbos esbeltos con fl o res, q ue a parece n a prin cip ios de l
num erosas fl o res de co lo res cl aros en una vera no, so n de co lo r ro jo ce reza. A partir
espiga. Durarán va rias semanas en ve ra no. de esta especie se h an cu lti vado a lgu nos
híbri dos elega ntes.
Miltonia warscewiczii va r. alba
(sin . Miltonioides warscewiczii var. alba)
La fo rma a lb in a de esta espec ie, q ue
p roced e de Sud a mé ri ca, tiene flo res cas
blan cas a prin cipi os d el ve ra no , y es
basta nte ra ra. Co nti ene m enos fl o res
e n la esp iga de lo no rm a l. Es ta pl a nta S•
culti va me jor en un in ve rn adero
ca li e nte.
Milto11ia fla11esce11s.
242 G U i A D E O ft QU Í D E A S
PLEUROTHALLI S
Es uno de los géneros naturales en tre
varios que co nforman una enorme ali an za
de orquídeas en miniatura, conocid as
como alianza Pleurotliallidinae. Estas
orquídeas a menudo diminutas y siempre
del iciosas tienen un gran número de
cultivadores así como sociedades
de especialistas que se limitan a la
promoción de este grupo. Entre ellas
pueden encontrarse las o rquídeas más
pequeiias del mundo, de modo q ue para
estudiar sus minúsculas pero co mpl ejas
flores se necesita una lupa de aumento.
Se considera que existen unas 900
especies distribuidas por América Ce ntral y
del Sur. Algunas se han as ignado a géneros
separados, pero a menudo apa recen co n su
nombre antiguo en cultivo. Muchas de
estas plantas se cultivan, pero se han
intentado escasas hibridaciones.
Varias secciones dentro del género se
caracterizan por el hábito de la planta.
Son notables las de tall os esbeltos y cortos
que sostienen una sola hoja ancha. Las
flores aparecen en el ápice y se «asienta n »
en la superficie de la hoja , a semeja nza de
un pequeiio escarabajo, co mo en
P/euroiliallis mawadina. Otras ofrecen una
explosión de flores diminutas desde la
axila foliar, como P. octomerioides. Otras
Pleurothallis peduncularis.
más producen tallos frondosos, con sus
esp igas fl ora les finas co m o el algodón
partiendo desde cas i la base y con va ri as
fl o res minúsculas en ta ll os poco más altos
que el follaje. Algun as de las m ás
pequeiias, co mo P grobyi, se co mparan
co n las gigantes del género, incluidas la s
flores os cu ras de P roezli.i.
Las Pleurotha/lis son plantas
extremadamente fáciles de cultivar, y
pueden conseguirse grandes especímenes
co n unos a11os de cultivo. Florecen
libreme nte, y las que producen floraciones
en secuencia estarán en fl or durante
meses.
Temperatura: Cultivo en frío.
Cultivo: En macetas d e co mpost (medio
de culti vo) de corteza fina. Se mantendrán
en som bra en vera no y admitirán plena
luz en inviern o. Se regarán durante todo
el aiio, pero menos en invierno. Se
abonarán li gera mente cada tres riegos.
Altura: 5-23 cm.
Pleurothallis peduncularis
De este enorme género de orquídeas a
menudo minúsculas procede esta
pequeüa planta, cuyas flores diminutas
exp losionan desde la base de la hoj a a
principios del otoiio. Son co lor hu eso,
con un lab elo minúsculo como una joya
en el centro.
ROSSIOGLOSSUM
En tiempos agrupado co n los
odontoglosos, es te magnífico género ha
m erecid o el honor de un rango
sepa rad o. Las plantas ep ifitas y
perennes prov iene n de Am ér ica central,
donde se han identifi cado seis especies.
Todas son muy deseables, algunas poco
frecuentes en cu lti vo. Aunque definidos
como miembros de la ali a nza
Odontoglossum, los ros ioglosos no se
entrecruzarán con ningún otro género;
de hecho, es extremadamente difícil
hibridarlos con su prop io género
seleccionado. En consecuencia, hay
muy pocos híbridos.
Las plantas ti enen seudobu lbos
de colo r verde oscuro y un par de hojas
ovaladas verde oscuro salpi cadas de
pa rdos cuando los brotes son reci entes.
Este rasgo poco frecuente se confunde a
menudo con infestaciones de insectos.
Las es pi gas florales nacen de la base de
lo s brotes nuevos en o toüo y producen
varias flores en un tall o. Son grandes y
de vivos co lores, normalmente amarillos
y pardos rojizos. Las plantas desarrollan
sus nuevos brotes a final del aüo, y a
menudo ha ll egado el verano antes
de que se distingan.
Temperatura: Cu lti vo en frío.
Rossioglosswn Rawdon Jester.

Cu ltivo : En m acetas de 10 cm de
co mpost co n base d e co rteza. Se dejarán
en so m b ra en vera no, pero a pl ena luz
en invi erno . Se regarán mi entras las
pl antas es tén en crecimi ento, reduciend o
grad ualm ente el ri ego co nfo rm e
m aduren los seudobulbos. Cuando no
haya más brotes nuevos visibl es, se
dejará seca r las plantas pero sin que se
ma rchiten los seudobulb os. Se ab onará
cada dos riegos en vera no.
Altura: 23 cm.
Rossioglossu111 Rawdon Jester
Es el úni co híbrido obtenid o co n éx ito
en un género extrem adamente reacio a
producir se millas o a hibridarse. Las
fl ores, enormes y espectacul a res, de
12 cm de diámetro, ti enen co lores
vistosos en tonos castaño y a marillo.
Apa rece n en oto ño e in vierno. Este
h íbrido crece rá en interior o en un
in vern adero en frío.
o R QU i DE As
SARCOCHILUS
Es un género pequef\o y mon opód ico de
plantas de tamaño m odesto o rigin arias
de Australia. De la s 15 especies,
aproxim adamente, hay muy pocas en
cultivo. Estas, y un h íb rid o, crecen co n
facilidad co m para ti va, y se observan
ejemplares exce lentes, lo qu e es un
indicio de la fi abilidad de la pl anta. Estas
p lantas prin cipa lmente epifitas prod ucen
pa res d e hojas sem irrígid as en tall os que
no crece n de masiado altos. Los nu evos
brotes nace n de la base. De es ta forma,
se crea un a p lanta co petada que fl o rece
profusam ente en los m eses de in vierno.
Las flores, sosten idas en esp igas flora les
erectas, so n bl a ncas co n m anchas
circulares rojas e n el cent ro.
Sa rcochilus Fitzhart.
r AR A Es r E e 1AL 1 s T A s 243
Temperatura: Culti vo intermedio .
Cultivo : En ma cetas de 5-10 cm de
compost en co rteza fin a. Se pondrán en
sombra en vera no, pero con más luz
en in vierno . Se rega rá n du rante todo el
afio; se abo narán en ve rano cada dos
ri egos .
Altura: 15 cm.
Sarcochilus Fitzh art
Es un atracti vo híbrido primario entre
dos es pecies, Sarcochilus firzgera ldii y
S. hnnmannii, de Australi a. La planta
prod uce brotes con penachos y fl o res
lib remen te en prim avera en esp igas
fl ora les que asoman mu y por encima
del fo ll aje. Las flores, peq uei'1as y
redondeadas, so n blancas con un dibuj o
rojo ce ntral.
244 G UÍ A D E O R QU f DE AS

Tlmnia Gattonense.
246 GU iA D E O R QU i D EA S
ÜRQ1JÍDEAS TERRESTRES TEMPLADAS
Las siguientes orquídeas
terrestres pueden cultivarse
artificialmente desde semilla, y a
veces se encuentran en viveros de
plantas vivaces, en crecimiento
y en flor. Muchas más están
presentes en la naturaleza,
donde son plantas protegidas.
ANAC AMPTI S
Aunque este gé nero de o rquídeas terrestres
europeas está fo m1 ado por só lo dos
especies, una de ell as es muy com ún . Se
trata de la orquíd ea piramidal (Anacamplis
pyra111idalis ), abundante en Rein o Unido,
normalm ente en co linas secas y zo nas
cerca del mar. El no mbre procede de la
forma de la in florescencia, densa mente
com pacta con peque11as flores rosa claro
de gran bell eza. Ocas ionalmente se
encuentra algu na forma blan ca.
A11aca111ptis pyra111idalis.
La p lan ta, q ue ta mbi én se da en la
mayor parte de Áfri ca, fl orece a
prin cip ios del vera no, despu és de lo cual
se ma rchita para d eja r un a cabeza de
cá psu las de se m illas.
Temperatura: 1-5 º C.
Cultivo: En m acetas de a rena gruesa y
mantillo o co m post simil ar en un
invern ad ero libre de he lad as o en
un ca jó n vive ro . Se rega rán durante el
crecimi ento acti vo. Se m antendrán secas
durante la te mporada inve rn al.
Alte rn ati va mente, se pl antará n en Dactylorliiza foliosa.
arri ates en co ndi cio nes de buen drenaje.
Se d eja rá que se extiend a n y no se Cultivo: En m acetas de arena gru esa y
molesta rá a las pl a ntas para que pu eda n manti ll o o co mpost simil a r en un
co lo ni za r. invernad ero libre de heladas o en un
Altura: 10 cm. ca jón vivero. Se regarán durante el
crecimielllo activo. Se m an tendrá n secas
durante el in vierno. Altern ati va mente, se
DACTYL ORHIZA plantará n en arri ates en co ndi cio nes de
buen drena je. Se dejará que se exti endan
Estrecha mente emparentado con el y no se mo les tará a las pl a ntas pa ra que
Orchis, este género ti ene unas 40 especies pueda n co lo ni zar perfectam ente.
difundidas por toda Eu ropa, Asia y o tros Altura: 10 cm o más.
luga res. En Reino Uni do está extendido
y es co mún , con p lantas que cubren
am pli as zo nas en terrenos húm ed os o OPHRYS
pa ntanosos. Un a de las especies m ayores
en Áfri ca es Oactylorhiz.a foliosa, que De todas las orquídeas terres tres ori undas
puede ve rse en co lonias b ien estab lec idas de Europa, las Oph1ys so n tal vez las más
en los ja rdines botán icos. Cuando se intrigantes po r la forma de sus flores y po r
pl a nta e n exterior y se deja sin
perturb aciones, esta especie, como otras,
pu ed e culti va rse.
Las plantas produ ce n tallos
fro ndosos que te rmin a n en la es pi ga
fl o ral. Las dactilorr izas a menudo se
h ibridan dentro d e un a co lonia, lo
que d ificulta la determin ac ión de la
espec ie ve rdadera , qu e p uede se r
en o rm e m ente va riabl e, pa ra d a r lu gar
a va ri as formas de co lo res di stintos
desd e el b lanco h asta e l rosa pá lid o
y e l mal va oscuro .
Temperatura: 1-5 º C. Ophrys apifera .

Orchis 111ascula .
su imitac ió n de los insectos que la
po liniza n . La o rq uídea mosca (Ophrys
inseaifera ), la o rq uíd ea a rari a (O
sp'1egodes ) y la o rq uídea abeja (O. apifera)
dan una id ea de la adap tació n de los
labelos de las fl o res pa ra asemejarse al
po linizado r, co n el consigu iente engaño
para que se p roduzca un in tento de
copulació n con la fl o r que desemboca en
la po linizació n . De las 30 especies,
ap roxi mada mente, q ue se han
identificado, existen num erosas
subespecies, va ri ed ades y va riantes de
color, q ue pueden dificultar la
identifi cació n positiva.
Mientras la mayo ría de las esp ec ies
están presentes en la regió n del
Mediterrá neo, algun as pu eden ve rse en
Rei no Un ido, especialmente en las zo nas
y pastos costeros. En años recientes, se
han culti vado con éxito en m acetas .
Temperatura: 1-5 º C.
Cultivo: En m acetas de arena gruesa y
ma ntill o o co mpos t simil ar en un
in ve rn adero li b re de heladas o en un
ca jó n vivero. Se rega rán d u ra nte el
crecimi ento activo. Se m antendrán secas
du ra nte la tempo rada inverna l.
Al ternati va men te, se plantarán en arriates
O R. QU i D E A S T E R R E S T R E S T E M P L A D A S
en co ndi cio nes de buen d renaje. Se dejará
q ue se exti endan y no se m o lesta rá a las
pl antas para que puedan co lo niza r.
Altura: 5 cm .
ORCHIS
Este atractivo género de o rqu ídeas eu ropeas
terrestres contiene unas 30 especies
d istribuidas por toda Eu ropa y cuyo ámb ito
se exti ende al no rte de Áfri ca y el oeste de
Asia. En Rein o Unido, la o rquídea púrpura
temp ra na (Orchis mascu/a) es la prim era de
las o rqu ídeas nativas en fl orecer, al fin al de
la prim avera. Entre este gé nero hay especies
que lleva n justifi cadam ente no m bres
co mun es, co mo la o rquídea militar (O.
miliwris ), as í ll amada por el aspecto de
soldado del labelo rem atado po r un
«Casco» de sépalos y pétalos, y la o rquídea
mo no (O. simia ), cuyo extrao rd in ario
labelo imita perfectamente la fo rm a de este
anim al. Estas especi es son extremadamente
raras en el no roeste de Europa, pero
pueden verse en profusió n en o tras pa rtes
del co ntinente. Protegidas en la natura leza,
no se cultivan en jardin es.
Estas o rquídeas dependen
no tab lemente de la asociació n de mi co rriza
co n sus ho ngos específi cos, y sus colo ni as
pueden variar en número de un os años a
o tros. El fo ll aje aparece en prim avera y
fo rm a un a roseta de hoj as desde el ce ntro
desde do nde se extiende la espiga fl o ral. La
m ayo ría de las O rclús prefi eren prados
secos o luga res de matas bajas.
Temperatura: 1-5 ºC.
Cultivo: En m acetas de arena gruesa y
ma ntill o o co mpost similar en un
in ve rn adero libre de helad as o en
un ca jó n vivero . Se regarán durante el
crecimi ento activo. Se mantendrán secas
en in viern o. Altern ati va mente, se
planta rá n en arriates en co ndi cio nes de
buen drenaje. Se dejará que se exti end an y
no se mo les tará a las pl antas para q ue
pueda n co lo ni za r perfecta mente.
Altura : 16 cm o m ás.
247
PLATANTHERA
Se cree que existen u nas lOO especies de
esta o rquídea a mpli amen te d ist ri buida,
qu e aparece de for ma natu ral en Europa,
No rtea m éri ca y o tros lugares. Las plantas
ti enen hojas ex tendi das y producen sus
flo res en un a esp iga fl oral alta y erecta.
So n prin ci palmente b lancas, con un largo
espo ló n, y son pol in izadas por mariposas
esfi nge nocturn as. Con el decl ive de sus
háb itats natura les de pas to antiguo que no
se haya utiliza do en agricul tu ra extensiva,
estas o rquíd eas, hace ti em po numerosas,
se han redu cido eno rm emente en
núm ero . La mejor o rquídea mariposa
(Platant/Jera chlorant/Ja) prod uce flo res
b la ncas verdosas, de 30 cm de altura, en
esp igas q ue parten de dos hojas verdes
redo ndead as a princip ios del verano.
Temperatura: 1-5 º C.
Cultivo : En macetas de arena gruesa y
mantillo o co mpost sim il a r en un
in ve rn adero libre de he ladas o en
un ca jón vive ro . Se rega rán duran te el
crec imi ento acti vo. Se mantendrán secas
en invierno. Alterna tivamente, se
p la ntará n en arri ates en co nd iciones de
buen drenaje para q ue no se pudra n . Se
dejará q ue se exti en dan y no se mo lestará
a las plantas pa ra q ue pued an co lon izar.
Altura: 15 cm o m ás.
Platant/Jera c/1/ora11llra .
248 TÉRMI N O S US U A LE S

TÉRMINOS USUALES
Adventicio
Raíces u otras partes de la
planta que se producen desde
el tallo u otros lugares no
hab ituales.

Alianza
Término apli cado a géneros
de orquíd eas estrechamente
re lacio nados.

Antera
Parte de l estambre que con ti ene
el saco po li nífero.

Apical
Tallo en floración que surge de la
parte superior del tallo o
seudobu lbo.

Bandeja de humedad
Bandeja con agua que aporta
hum edad en una atmósfera
seca.

Basal
Tallo en fl oración que surge
de la base de l tallo del
seudobulbo.
Bifoliado
Térm in o usado para describir las
plantas de la alianza Cattle)'a que
tienen dos hoj as.
Bigenérico
Híbrido artificial que contien e dos
géneros emparentados.
Bulbillo
Cada uno de los desarrollos
adventicios maduros, que apa recen
en las pleion es en particular, y que
son demas iado pequeños para
producir flores.
Z)'gopetalum Artur Ell e «Stonehurst» AM/ RHS .
Cápsula de semillas
Vaso que se desarroll a desde un tallo
detrás de la flor para contener la
semi lla hasta que madure.
Clon
Planta individual, a partir de la cual
todas las propagaciones son idénticas.
Clonación meristemática
Método de multiplicación de una
p lanta, o don, para producir plantas
idénticas.
Colchicina
Método de tratami ento químico
de los cromosomas para po tenciar
el crecimi ento y la floración.
La colchicin a se extrae del
azafrán.
Columna
Estructura úni ca en forma de dedo
en el centro de la fl o r de una
orquídea que cont iene las partes
reproductoras mascu lin a y
femenina.
 TÉ R M 1 NOS U SU AL ES 249

Compost de corteza La bel o Micelio

Material orgánico troceado que se
obtiene de pinos maduros después
de cortados.
Diploide
Se refiere al número de
cromosomas, en este caso 40 (2N),
que indica que la planta es fértil.
Epifita
Planta que crece sobre un árbol que
sirve de huésped como una «planta
aérea».
Labio o tercer pétalo.
Lana mineral
Material artificial formado por roca
volcánica hilada y que se usa como
material inorgánico en macetas.
La mayoría de las orquídeas que se
venden están cultivadas en lana
mineral.
Litófita
Planta que crece en rocas con musgo
o en frentes rocosos.
Hongo microscópico que debe estar
presente para que germine la semilla
de una orquídea.
Micorriza
Relación simbiótica que existe entre
las raíces de las orquídeas y sus
microhongos.
Monopódica
Planta que crece continuamente
desde un brote apical o
terminal.

Equitante
Planta cuyas hojas forman un
abanico superpuesto, como un iris.

Espuma hortícola
Material esponjoso con base de
caucho fabricado para fines
de horticultura.

Estambre
Parte masculina de la flor, que porta
el polen.

Estigma
Parte de la planta que recibe el polen
e induce la fecundación. Se encuentra
debajo de la columna en la flor.

Floración secuencial
Término utilizado para describir las
plantas que no producen todas sus
flores de una vez.

Grex híbrido
Indica cualquiera de las plantas
surgidas de un cruce con los mismos
padres.

Tntergenérico
Igual que bigenérico, pero con más
de dos géneros implicados.

Keikis
Pequefio renuevo de una planta que
puede producirse por medios
naturales o artificiales. Miltonia confusa.
250 TERMI NOS U S U A LE S
Monotípico
Género en el q ue se conoce la
existencia de una so la especie.
Mosaico
Término util izado para describir un
efecto de mo teado en las ho jas o las
flo res.
Multigenérico
Género híbrido produ cido
artificialm ente q ue co nti ene va rios
géneros separados.
Cy111bidiu111 Bethl ehem «Ridgeway».
Nudo
Pa11e en la uni ó n del tall o que
pro duce hojas o bro tes.
Peló rica
Fo rm ació n ano rm a l en la que los
pétalos se parecen en cierto modo a l
la belo .
Perlag
Agregado constituido po r piedra
pó m ez y que se usa co mo compos t
para o rquídeas.
Perlita
Materi al fin o, igual al perlag.
Pétalo
El verti cil o de la fl o r de un a
orqu ídea está constituido por tres
pétalos, d os pétalos laterales y el
labelo.
Planta polinizadora
Planta o ri gin aria en un cruce del
cual se ha to mado el po len.
Planta receptora
Pla nta o ri ginaria en un cruce q ue ha
sido definiti va mente fecund ada, y
que lleva la cápsula de sem ill a o
vaina hasta q ue la semill a en su
interio r está preparada pa ra
recoge rl a y sembrarla.
Plantas meristemáticas
Plantas que se han prod ucido por
propagació n masiva o cl o nació n
m eristemática.
Polinios
Masas de po len só lido presentes
bajo la a ntera o saco
polinífero.
Primer seudobulbo
Los seudo bulbos m ás antiguos sin
hojas de un a pl anta .
Protocormo
Embri ó n que contiene cl oro fil a y
que se fo rm a a partir de la semilla
de un a orquídea antes de que
empi ece n a desarroll arse ho jas o
raíces.
Saprofita
Planta que vive sobre árbo les
muertos.
Sépalo
Verticil o externo de h o jas
modifi cadas que rodea a los
pétalos.
 TER. M I NOS USUA L ES 251

Sépalo dorsa l
Sépa lo opuesto al labelo,
no rm alm ente en la parte alta
de la flor.

Seudobulbo
Ta ll o engrosado que se usa para
almacenar agua por enci ma del
suelo.

Simbiosis
Med io natu ra l por el que las
orquídeas se re lacionan con sus
micorrizas.

Simpódica
Térm ino usado para describi r un
crecimi ento en el cua l los renuevos
se desarro llan a partir de la base
de desarro ll os a nteriores o de
seudobulbos.

Solución de agar
Formu lación de base de cultivo que
contiene nutri entes pa ra la
germin ación de semillas in vi tro.

Tallo nodoso
Seudobu lbo a largado, como en las
tunias.
Taxonomista
Botá ni co responsab le de la
denom in ación y clasifi cación de
las plantas.
Tépalo
Referencia a los péta los y los sépa los
como segmentos conj untos de una
flor.
Terete
Ho jas que se han hecho finas y
redondeadas, como un lápiz,
norma lmente para co nservar la
humedad .
Terrestre
Orquídea que crece en el suelo o
sobre un lecho de hojas,
Phalaenopsis Mount Kaala (izqu ierda); Phalaenopsis Hakalau Queen (centro);
Phalaenopsis Silky Moon (derecha) .
norma lmente para producir
tubércu los o raíces enma raüadas.
Transplante
Retirada de una planta de una
maceta para co locarla en otra
mayo r, sin perjudicar al cepell ón .
Tri genérico
Híb rido a rtificial qu e combina tres
géneros independientes.
Umbela
Flo res q ue se fo rm an en una
inflorescencia rematada en plano
que surgen de un mismo punto.
Unifoliado
Término que se emp lea para
referirse a los mi embros de la
alianza Cattleya que ll evan un a sola
hoja en cada seudobu lbo.
Velamen
Ca pa exterior, blanca y absorbente,
que cubre las raíces.
Viscidio
Disco pegajoso unido a los sacos
po lin íferos o polini os que se
ad hiere al cuerpo o la cabeza del
insecto polin izado r, co n lo que
ayuda al proceso de polinización.
252 ÍNDICE

De11drobiu111 spectabile.
254 Í NDICE

esq uejes 109 J<nud se n, L. 26

Eulophia 236, 236
evolución 12- 15 Laelia 117, 180-3
L gouldiana 50
frascos pa ra aficio nados 10- 11 Lae/iocattleya 51, 72, 150-2,
150-2
Cangara 14 , 236, 236 Liparis unata 13
C. bufonia 18 li tófitas 21
C. nwrnlata 96, 236 , 236 Loc///wrtia 238, 238
ra íces 45 Loddi ges, Co n rad 34
Gra111111atop'1yllu111 specios wn 16, Ludisia 28
41 L discolor 94 , 238, 23 8
luz 54, 128-29
l la rris, Jo hn 36, 36 Lycaste 23 , 4 3, 66 , 124,
f-larnuegia purpurea 102 184-7, 184- 7
herra mi entas 88-9
1-lexisea bidentala 15 m aceta94 -7, 119, 131
h íbridos 12, 36-9, 50- 1 Maclellanara 86
hojas 42 -43 Masdeval/ia 24, 66 , 188-9 0 ,
hongos 14 , 43 188-90
h u m idifi cació n 84-5 M. infracta 70
Zygo petalu m maxilla re.
Maxillaria 191-3, 191 -3
in ve rnaderos 32, 74 -8 5, 128 M. tenu ifo lia 102, 193, 193
Mexicoa 239, 239 Miltoniopsis 9, 110, 11 2, 194 -7, Oncidium 50, 206-7, 206-7
Jwnel/ia 237, 23 7 Milton ia 240, 240 194-7 exteri o r 66
M. confusa 94, 99, 240, 240 M. Fa ld o ue t 9 O. blanchelfi 20

keikis 107 Milwnidium 94, 199 M. roezlii 38 O. flexuosum 15, 102

Mo re!, p ro fesor Geo rges 111 O. i11c1irvu 111 va r. variegall/111
mu estra rio d e co lo res 62, 42
64-5 O. lo n gipes 71
Op'11JIS 20, 28, 24 7
Neofineta 24 1, 241 O. apifera 15, 26-7, 246,
N. fa /cata 30, 241 , 241 247
Orchis 18, 20, 28, 247
Odontioda 199- 200, 199-200 O. mascu/a 27, 247, 247
Odontocidium 201 , 201
O lsler's Go ld Drago n 744, Paphiopedilum 11 , 12, 59,
201 , 201 20 8-11, 208- 11
O. T ige r Brew 10 ex te ri or 67
Odontoglosswn 51, 198-20 5, h íb rid os 50
198-205 h o jas 42, 42
exte ri or 66, 68 interior 54, 61
O. lwn}'anum 34 litó füas 21
O. Vio le tta von H o lm 50 luz 128, 129
p ro pagació n 105 P. anneniacum 12
seudobu lb os 41 P. Eu stacen um 46
so mbra 24 P. gratrixianwn 20
te mpe ra tura 126 P. Ha rris ia num 36
Lycaste deppei.

P. insigne 55, 59, 209, 209
P. micra ntl1um 12 , 211 ,211
P. spicerianum 11
propagació n 106
te m pera tura 126
Paxto n, Josep h 35
Phaius 18- 19
P. maculaws 43
Plwlaenopsis 8-9, 37, 11 3,
212-17, 212- 17
exterior 67, 73
h o jas 42-3
interio r 54, 55, 61
luz 128
P. «S ilky Moo n » 108, 217,
217
P. Barbara Mo ler x
Sp itzberg 63, 118, 212 ,
213
P. Bro th e r Wild Thing 51
P. Cu liaca n 6, 213, 213
P. Fia re Spots 33, 214, 214
P. Litt le Skip pe r «Zuma
Nova» 57, 144, 215, 275
P. Ma d Milva 62, 98, 145,
216, 216
P. Sa n Lu ca 127
P. sa nderiana 33
P. sch il/eriana 62, 217, 217
P. Sweet Sunri se 8
P. Ya lta 73
propagación 108
raíces 45 , 45
so m b ra 24
tamai'io 130
temperatu ra 127
Plnag111ipedium 50, 218 -19 ,
218-19
hojas 42
P. besseae 21, 21 8, 218
propagación 106
p lagas 72, 134-9, 143
Platan1.hera 24 7
Dendrochilum glu111aceu111 .
P. ch/orantlw 26, 24 7,
247
Pleione 19, 21, 124, 220, 220
Pleurothallis 11 , 242, 242
po linizació n 15, J 6, 20, 28,
32, 48, 50, 110-13
Promenaea xan thina 70
p ropagac ió n 104- 19
div isió n 96-9, 131
Psygrnorchis pusi/la 15
raíces 44 -5
regio nes tem pl ad as 26-9, 66 -9,
246-7
regiones trop ica les 22-5 ,
70- 1
Rhiz.anthe/la 43
ri ego 122 -3
Í ND I CE 2 55
Sophrolae/iocattleya 121, 152,
153
Sophronitis coccinea 17
Stanhopea 19, 44, 110, 115, 221,
221
descanso 124
exterior 68
S. tigrina 10
Stenoglottis fimbriata 21
tempe ratu ra 78-9 , 126-7
Tlwn ia 125, 244, 245
T marsha/liana 49
1hclwpilia 245, 245
Thchowsia fero 43
Th1delia cristata 223 , 223
Vanda 51, 722 , 130, 222 -5,
222 -5
exte ri or 68, 71 , 73
h ojas 4 2, 43
propagación 108-9
raíces 44-5
V coeru lea 24
V pumi/a 24
Robbelin 33 Vani/la 30, 31
Rodriguezia bractiata 17, 21 V planifolia va r. variegata
Rossioglosswn 242-3, 242-3 128
Ro th sc hi ld, l Io n . Wa lth e r Veitch, Ha ny 34
33 vent il ación 80- 1
volcado 95 , 9G
San d e r, Frederi ck, 33, 34-5 Vuylsteke, Charles 39
Sarcochilus 243, 243 Vu ylsteileara
Sclwenorchis pachrachis 14 V Ca mbria «Lens ing
Sclwmburgllia tibicinis 41, 41 f-avor it» 7, 60, 204 , 204
Sch roeder, Ba rón 33 V Ca rnbria «Pl ush » 204 ,
Switicaria lwdwenii 17, 19 205
Seidenfadenia mitrata 22 V Ca rnbria «Yellow» 39
semi ll as 11 0- 17
seudob ul bos 17, 19, 22 , 40- 1, Zygopetalum 11 7, 225 , 225
104 -5 Z. criniwm 18
sim b iosis 14, 43 Z. int ermedium 47
so m b ras 82-3 Z. maxillare 62
256 C RÉDITOS FOTOGR ÁF I COS. AG RADECIMIENTO S. ASOCIAC IO N ES Y PÁG I NAS DE I N TER

CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS
Y AGRADECIMIENTOS
Todas las fotografías de este lib ro fu ero n proporcio nadas por Derek
Cra nch, excepto las siguientes:

CLAVE: a= arriba, b = abajo, c = cent ro, d = derecha, i = izquierda

Peter Anderson: 9a; 20bi; 30; 141 (todas); 167a i y ad; 191; 200; 215 ac

Jonath an Buckley: 79ai y ad; 83a i; 126 ad

Helen Fickling: 1; 2; 4; G; 7; 52a; 54 (todas) ; 56; 57; 58a; 59 (arri ba); 60a;
62 (todas); 63; 64ad; 64b i; 65a; 65b i; 66; 86a; 87; 93; 94; 98 (todas); 99
(todas); 100; 108; 111 ; ll 8; 129a; 144 (todas); 145 (todas) ; 158 bi ; 160;
162b; 163b; 165a; 166ad; 201bi y bd; 209b; 2 10a i; 210b; 212d; 213bd;
215bd; 216a; 216c; 217bd; 248; 249 ; 250; 25 1; 256

Los ed itores desea n mostrar su agradeci mi e nto a las siguientes perso nas
y agencias de imágenes por permi t irnos reproducir sus fo tografías:
Tim Shepherd: 14 bi y bd; 15 (todas) ; 20bd
Ancient Art & Architecture Coll eclion: 32i
Simp ly Co ntrol : 76; 78 (todas) ; 79bd; 81ai ; 81bd ; 82 bi
A-Z Botanical Co ll ection : 6a i; 28d; 31
C H Whitehou se & Co. : 74
Ed Gabriel: 12 ( todas)
Peter Willi ams: 22 (todas) ; 23 (todas); 24 (tod as ); 25 (rodas)
The Carden Picture Libra!)' ' 52b (Vaughan Heming)
La i11111ens11 lllfl)'Oría de las orquídeas de este libro f ueron fowgrafiadas
Sarah Rittershausen: 16; 17 (todas) ; 18 (todas); 19 (todas); 21 (todas) ; 67; en B1m1h11111 N urseries Ltd. , Forches Cross, Newton Abbot, TQ 12 GPZ, en
70 (todas); 71 (todas) lnglateITa, o en su lugar de origen en Tailandia y Brasil.

ASOCIACIONES Y PÁGINAS DE INTERÉS

Asociación civil de Argentin a de o rquideo logía Ca li o rqu ídeas
""ww.acao.org.ar Asociació n va ll ecauca na de o rq uideo logía
Avda. 2N 48-10 del barrio de la Merced, de Ca li , Co lombia
Asociación d e orquídeas de América www.ca li o rquideas.co m
Tel (561) 585-8666
f'ax: (561) 585-0654 Grupo d e estudio y conservación d e orquídeas
e- mail : Th eAOS@co mpuserve.com Orquídeas va lencianas
www.orchidweb.org www.orqu iova.org

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