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I Semana de Oración

Sermones

“Descubre al líder que hay en ti”


La idea principal de los temas es presentar lecciones prácticas
para utilizar los dones y talentos que Dios ha puesto en las manos de los
adolescentes para su servicio. Sin embargo, hay algunas barreras que
impiden que los jóvenes sean lo que Dios desea que sean. Para llegar a
ser una influencia de bendición necesitan vencer una serie de barreras
como (1) el temor al pasado, al presente o al futuro (2) el sentido falso
de urgencia motivado por una cultura acelerada, (3) buscar tener un
corazón puro delante de Dios y los hombres, (4) buscar siempre hacer
lo mejor bajo cualquier circunstancia y (5) descubrir cuál es el área
donde Dios desea utilizarlos para su gloria.

Temas de la semana:

1. Venciendo tus temores (Mujer samaritana)


2. Tu momento ha llegado (David)
3. Un corazón puro (Sansón)
4. Ser el mejor (José)
5. Descubre tu llamado (Timoteo)
Tema 1

Venciendo tus temores


Texto clave: “Muchos de los habitantes de aquel pueblo creyeron en
Jesús movidos por el testimonio de la samaritana” (Juan 4:39 BLP).
Basado en San Juan 4:1-39
Propósito: Mostrar que con Jesús es posible vencer los temores del
pasado, del presente y del futuro.
Introducción
Es difícil hacer un camino en solitario, pero si estás convencido
de que a tu lado camina el Señor, eso que llamabas difícil comienza a
tomar otro rumbo. Conocí la iglesia a los 8 años y a los 9 tomé la gran
decisión. Mi tiempo en la iglesia era maravilloso. Era niña y pensaba en
los grandes personajes de la Biblia, siempre me quedaba fascinada al
imaginar cómo el Señor iba haciendo mujeres y hombres grandiosos,
muchos de ellos con temores y frustraciones. Varias veces me
preguntaba si algún día yo haría una hazaña como esas. ¿Sería posible?
Era apenas una niña, así que todo entraba en mi mundo imaginario. Poco
a poco me convencía de que Dios me estaba preparando, pero ¿para qué?
Era incierto, así que decidí avanzar. Llegó mi adolescencia y me
encontré con el trato frío y poco cristiano de una hermana que se
encargaba de tratarme con inferioridad y desmereciendo mis pequeños
pasos en mi liderazgo cristiano; pero, por otro lado, sentía en el fondo
de mi corazón una voz suave que me decía que yo valía mucho para
Jesús. Escuché la voz y avancé.
El tiempo iba pasando, y constantemente veía a mi abuela
materna sostener algo en sus manos para leer. Un día de esos le dije, en
tono de broma: “Alguna vez le leeré algo que yo misma haya escrito”-
Definitivamente, no tenía ni la menor idea de lo que Dios haría conmigo
unos años después. En la escuela, en las primeras participaciones de mi
iglesia local, en mis experiencias de misionera voluntaria, en mis
oportunidades con un público académico, yo no me daba cuenta; pero
mis maestros, compañeros, personas desconocidas, y mi familia
comenzó a notar habilidades especiales en mí. De vez en cuando escribía
reflexiones, frases, sermones, poemas, historias, lo que fuera, pero
escribía. Para el año 2020 decidí escribir historias bíblicas para niños
que se enfocaran en valores poco divulgados. Escribía y oraba mucho
mientras tomaba el teclado. Cuando estuvo listo, con un poco de miedo
llevé el manuscrito a un editor. Estos miedos probablemente eran porque
volvía a mi memoria esas frías palabras de la hermana de mi
adolescencia. Pasaron dos semanas y el editor no se reportaba, así que
lo busqué. Se disculpó conmigo y me citó para darme su opinión del
manuscrito. ¡Moría de los nervios, pero fui a escucharlo! Cuando nos
encontramos comenzó a hablar con tanta emoción sobre la temática de
mi libro y del proceso editorial, que yo quedé sorpresivamente
emocionada, le pregunté: Doctor, ¿me está hablando en serio? ¿Es
publicable lo que yo escribí? Su respuesta me llenó de esperanza y
seguridad. Gracias al poder de Dios, mi primer libro pasó por todo el
proceso editorial con éxito, y en febrero del 2022 fue presentado
oficialmente en la Universidad Peruana Unión. Era mi primer libro, y
descubrí que los sueños de Dios superan tus temores y expectativas.
¿Alguna vez sentiste que tus miedos del pasado estaban frenando tu
progreso, de tal forma que estos impiden que la gloria de Dios se
muestre en ti?

Tres ideas principales 1. Una mujer atribulada por su pasado (v.


1-12)
Una de las escenas que me han ayudado a ver el impacto que puede
generar en nuestra actitud los recuerdos del pasado, es el caso de la
mujer samaritana.
Ella era una mujer que evidentemente intentaba esquivar a las
personas. Salir al mediodía a recoger agua del pozo, con el calor
sofocante de Palestina y cargar un cántaro de barro, era realmente una
labor muy pesada y agotadora. Pero ella prefería ese sacrificio antes que
encontrarse con algún conocido en el pozo. ¿Por qué? Porque tenía un
pasado que no era enorgullecedor. Su vida no había sido la que una
señorita habría deseado. En el fondo posiblemente se sentía avergonzada
por su pasado, y eso le infundía temor.
¿Has tenido alguna experiencia en la que te hayas sentido limitado o
intimidado por algún error del pasado? Todos de algún modo hemos
fallado, nos hemos equivocado. Pero hay experiencias de las que
pensamos que son demasiado vergonzosas como para que las podamos
superar.
Algunas razones por las que pienso que la mujer samaritana se sentía
temerosa e incapaz era:
- Vergüenza de su pasado: Los recuerdos de su pasado la
afligían. Miraba su historial y se veía como una mujer sin valor.
- Temor a intentar y fracasar: Ella había tenido varios
matrimonios, pero en todos ellos había fracasado. Por eso en esta
última relación ni siquiera se preocupó por casarse, porque ya
venía predispuesta al fracaso.
- Burla del resto: Decidió que no tenía sentido intentar hacer las
cosas bien, porque la gente iba a burlarse de ella en cuanto la
vieran intentar cambiar el rumbo de su vida.
Lo que podemos observar es que sus errores pasados eran el
obstáculo para ser lo que realmente ella quería ser. Ella deseaba ser una
mujer virtuosa, digna, feliz, pero para serlo necesitaba superar sus
miedos.
El miedo a fracasar es quizá el más grande obstáculo que tiene toda
persona. El miedo te limita, te paraliza, no te permite avanzar. El miedo
te rinde antes de haber intentado. Hoy muchos jóvenes pierden grandes
oportunidades para ser usados como instrumentos en las manos de Dios,
y jamás descubren lo que Dios tiene para ellos, porque el temor los
paraliza. Cuantos sueños, cuantas metas nunca llegan a realizarse por
causa del temor.
La mujer samaritana estaba tan concentrada en su pasado, en sus
miedos que no entendió las palabras de Cristo cuando dijo:
“Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién
estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva” (v.10)

2. La salida a tus temores (v. 13-24)


Cuando Jesús se encontró con la mujer, ella no tenía idea de lo que
iba a pasar. Esto es lo más asombroso de tener un encuentro con Dios,
uno no imagina lo que el Señor tiene para ti, ¡pero puedes estar seguro
que superará cualquier expectativa que tengas!
En su dialogo, Jesús hizo una invitación a la mujer, una invitación
incluso indiscreta pero necesaria: “ve y trae a tu esposo”. Jesús sabía la
vida de la mujer, Jesús conoce todo, sabe todo sobre ti. Y Jesús aun así
le hizo la pregunta: “trae a tu esposo”. La respuesta sería una revelación
de quién realmente era la mujer. Ella respondió: “Señor, no tengo
esposo”. Lo asombroso de este diálogo era que la mujer se veía como
una persona indigna, incapaz de hacer algo bien, sin ningún motivo para
alegrarse. Pero de pronto Jesús le hace notar que esos pensamientos
sobre sí misma no eran ciertos.
Una psiquiatra alguna vez definió la autoestima como: “la manera
cómo te hablas a ti mismo”, es decir, la autoestima es solo un reflejo de
cómo te ves a ti mismo. Las palabras con las que uno mismo se habla
son reveladoras. ¡Que tonta soy! ¡Nunca podré! ¡Soy incapaz! ¡No tengo
valor! Estas palabras revelan cómo uno se ve a sí mismo.
Pero Jesús en el diálogo hace algo espectacular. Jesús le muestra a la
mujer que sus pensamientos sobre sí misma no son ciertos. Jesús le dice:
¡Bien has dicho: no tengo marido! ¡Has dicho la verdad! En otras
palabras, “te felicito, no eres tan mala como pensabas. Tienes todavía
mucho para dar, pero aún no te has dado cuenta. Y he venido para
ayudarte a descubrir lo que puedes hacer si logras vencer tus miedos, tu
vergüenza, tu pasado”.

3. El líder que Dios transforma para salvación (v. 25-39)


Finalmente, Jesús despeja las dudas de la mujer sobre las diferencias
entre judíos y samaritanos. La mujer intenta desviar la conversación
hacia un asunto general, pero Jesús sabe que el problema para la mujer
samaritana no era saber dónde adorar, el problema para ella era que
pensaba que no tenía nada bueno que ofrecer. Se veía inútil. Sin
embargo, la mujer tenía la esperanza de que un día, el Salvador del
mundo le ayudaría a entender las incongruencias de su propia vida.
Sin darse cuenta de lo que estaba pasando, la mujer estaba frente al
Salvador, a aquel que le podía dar el agua que sacie su sed de amor y
valoración. Entonces Jesús entendiendo su corazón respondió:

“yo soy, el que habla contigo” (v. 26)


La mujer entonces descubrió que estaba frente al Mesías, y corrió al
pueblo para anunciarlo. La emoción embargaba su corazón porque en
lugar de ser reprendida y castigada por su mala conducta, condenada por
su pasado, el Mesías le había ofrecido darle agua de vida.
Con el corazón rebosante, sabiendo que no era juzgada ni condenada,
corrió al pueblo, abandonó sus temores, su vergüenza, sus prejuicios, y
gritó por las calles, diciendo: “¡vengan a ver a quien me dijo todo lo que
hice, y no le importó mi pasado!”
Y muchos samaritanos, creyeron por causa del testimonio de la
mujer. Ella se había convertido en una misionera para Jesús.
Conclusión:
Sin que la mujer se diese cuenta, Jesús había hecho un milagro
en ella. La había liberado de sus temores. Le había mostrado que no
tiene sentido aferrarse al pasado. Es tiempo de vivir el presente. De vivir
un día a la vez. De recordar que Dios te ha dado hoy para vivir, y tienes
la oportunidad de hacerlo comenzado desde cero. Tu día está en blanco.
Dios no está mirando tu pasado sino tu presente y futuro.
Jesús quiere que descubras que tienes mucho para ofrecer. Él
quiere liberarte de tus temores. El enemigo de Dios utiliza a personas o
circunstancias para hacerte sentir inútil, incapaz, para atemorizarte y
paralizarte. El enemigo deseo evitar que te conviertas en el joven líder
que Dios quiere hacer de ti. Pero el Señor está contigo, y hoy te llama a
brillar por él y en él.
Tema 2

Tu momento ha llegado
Texto Clave: “Entonces uno de los criados respondió diciendo: He
aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente
y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y
Jehová está con él” (1Rey. 16:18)

Propósito: Distinguir el sentido falso de urgencia de la cultura


contemporánea, y aprender a prepararse para el tiempo de Dios.

Introducción
A los 16 años mi madre me regaló una guitarra. No era nueva,
estaba un poco usada, pero la acepté con mucho cariño. Desde entonces
inicié esa emocionante y desafiante relación con la música. Al principio
no sabía cómo funcionaba, y, es más, no existía YouTube. Sin embargo,
ya había visto a mi hermano mayor tocar la guitarra alguna vez. Así que
me aventuré a aprender a tocar a mi manera. Un amigo del colegio era
fanático de los Guns N´ Roses, un grupo de rock muy popular en los
años 80’, y él me regaló mi primera revista “String Alone”, era un
cancionero con las letras y acordes de las canciones más populares de
rock de los 90’. Así que me inicié tocando canciones seculares. Por
supuesto, mis padres no sabían que yo tocaba esas canciones. En mi
hogar nunca se escuchaba música que no sea cristiana. Así que,
practicaba en mi habitación o cuando mis padres no estaban. No mucho
tiempo después descubrí que la yema de mis dedos comenzaba a
hincharse, enrojecerse y aparecieron los primeros callos. Entendí que si
uno quiere conseguir algo necesitamos pagar el precio. Y cuando pude
tocar mi primera canción, el dolor de los dedos ya no importó. Estaba
comenzando a cosechar los frutos de mi esfuerzo. La emoción de poder
hacer que la guitarra suene de manera melodiosa me entusiasmó, y
comencé a soñar con cantar en el salón de clases, o en públicos más
grandes, incluso multitudes. ¡Me sentía un gran guitarrista!
Un año después entré en la universidad, y quise mostrar mi
talento, sobre todo delante de las chicas. Pero no obtuve los resultados
esperados. Por el contrario, descubrí que apenas era un aprendiz y que
había muchachos que tocaban muy bien, incluso profesionalmente. Uno
de esos días, mientras yo intentaba acercarme a los músicos y estar en
ese ambiente, para aprender de ellos y mejorar mi estilo, un muchacho
me dijo: “no puedes tocar con nosotros, porque ni siquiera sabes agarrar
bien la guitarra”. Esas palabras fueron un golpe de realidad que me
ayudó a descubrir que, ciertamente era un aprendiz. E incluso tuve que
admitir que tenía serios problemas al intentar tocar la guitarra al revés.
¿Alguna vez has deseado conseguir alguna cosa y te has frustrado o
desanimado porque no lo lograste?

1. Virtudes de un joven pastor


La vida de David era particularmente normal antes de que el profeta
Samuel llegara a su casa y lo ungiera. Era un joven pastor de ovejas,
dedicado a atender los rebaños de su padre, y hacer mandados
domésticos, nada excepcional. Podría haber pasado desapercibido en la
historia como muchos otros cientos de jóvenes pastores de ovejas, pero
al estudiar su vida, podemos notar que el éxito de David, tuvo como
antecedentes virtudes que cultivó en la condición más humilde.
De allí que la reputación de David mucho antes de convertirse
en rey de Israel es memorable:
“Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto
a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y
hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está
con él” (1 Rey. 16:18).

David no estaba esperando ser “alguien” en la vida para finalmente


demostrar sus virtudes y capacidad. David había comenzado a cultivar
sus virtudes y hábitos en el campo al lado de sus ovejas.
- Aprendió a orar a solas, en los verdes prados. Aprendió a
confiarle a Dios sus miedos, pero también sus sueños.
Cuando tuvo que enfrentar al oso o al león, probablemente
necesito valor, aunque en el fondo, como todo ser humano
sentía temor. Pero escondió su temor en el Señor.
- Aprendió a alabar a Dios, es decir a reconocer que sus
pequeños logros allí en el campo, eran porque Dios lo había
permitido. Descubrió que tenía que aprender a ser
agradecido porque todo lo que tenía hasta ese momento era
por gracia de Dios.
- Aprendió a tocar un instrumento, el arpa. Mientras que
otros pastores habrían desperdiciado pasando la tarde
descansando, David se dedicó a hacer que el arpa suene de
manera melodiosa.
- A ser paciente con las ovejas. Las ovejas son animales
traviesos y en algunos casos difíciles de doblegar. Cuando
la manada se sale del rumbo cuesta mucho esfuerzo
regresarlas al sendero. Por otro lado, son presas para las
fieras y demandan la atención constante de parte del pastor.
- Aprendió a usar la honda. Los estudiosos del Antiguo
Cercano Oriente sostienen que incluso en épocas recientes, jóvenes
nómadas Beduinos de la región del Neguev pueden acertar a un blanco
a más de 30 metros. David no pudo ser la excepción. Los campos
pastoriles fueron su escuela que lo preparó para sus futuras hazañas.
David jamás imaginó que estas cinco virtudes serían tan importantes en
sus logros posteriores. Si hubiera pasado las horas desperdiciando las
oportunidades para aprender, y crecer tanto en la fe como en otras
destrezas, jamás habría llegado ser el héroe que conocemos.

2. Ungido para ser rey


Cuando el profeta Samuel llegó a su casa, David no tenía la menor idea
de lo que Dios estaba planeando para su futuro. Es posible que tú como
joven tengas en mente alguna meta en particular, o quizá haya alguno
que aún no la define, pero Dios ya ha planeado tu futuro. Y Dios desea
usarte como un instrumento de influencia con tus propias características.
Un día David regresó a casa porque un criado de su padre lo llamó.
Cuando entró a la sala, descubrió que todos sus hermanos mayores
estaban allí, en orden de nacimiento con Eliab, el más alto a la cabeza.
Las miradas de sus hermanos y su padre revelaban asombro e
incredulidad: ¿Cómo es posible Dios haya elegido a este muchacho
inexperto para ser el nuevo rey? Es evidente que nadie apostaba nada
por David. Porque la mirada humana es así. Juzgamos lo que ven
nuestros ojos, lo que está al alcance de nuestro limitado conocimiento.
Incluso el mismo profeta dudaba de la capacidad de David. Sin
embargo, lo más alentador de todo esto es que David está seguro en el
Señor. No había orgullo en él ni autosuficiencia. David Sabía que era
joven, con muy poca experiencia, el menor de sus hermanos y además
nada popular. Pero también sabía que Dios estaba con él.
Aquella tarde, Samuel el profeta derramó aceite sobre la cabeza de
David, y “el Espíritu de Dios vino sobre David”. Es posible que David
no sintiera ningún poder emanar de él, pero sabía que el Señor le había
dado su aprobación.
- Busca la aprobación de Dios. En medio de todas las
opiniones que se rumoreaban sobre David, opiniones llenas
de prejuicios, de desánimo, de crítica o de lástima, David
estaba preocupado solo por escuchar la opinión de Dios,
pues era el Señor el único que podía opinar con veracidad y
sin temor a equivocarse de David. ¿Qué opinión te importa
más? ¿La de tus amigos, tus padres o la de Dios?
- Busca el tiempo de Dios. De un día para otro David pasó
de ser pastor de ovejas a ser ungido rey de Israel. Pero quizá
lo más desconcertante es que David tuvo que regresar a ser
pastor de ovejas aquella misma tarde sabiendo que iba a ser
el rey de Israel. Una serie de preguntas habrán cruzado por
su mente ¿yo, rey de Israel? ¡Mírenme! ¡Soy un simple
pastor! ¿A quién quiero engañar? Ni siquiera en casa hubo
alguna fiesta o celebración por su designación como rey. El
estado actual de las cosas no había cambiado en absoluto,
pero pronto Dios se encargaría de colocarlo en situaciones
que le daría la oportunidad de mostrar su capacidad, y su fe.
- Acepta el reto que Dios te ponga. No pasó mucho tiempo
para que David fuera invitado a tocar en la presencia del
Rey Saúl. Sus destrezas cultivadas en el campo comenzaron
a abrirle camino progresivamente. Luego de ser músico
para el rey, los conflictos armados con los filisteos
demandaron un valiente que los enfrente. David no tenía la
apariencia de un guerrero, pero sin duda lo era. Había
enfrentado y vencido a un león y a un oso con la ayuda de
Dios ¿Por qué no podría contra un gigante? Había cultivado
sus virtudes, y las había colocado en las manos de Dios. Su
coraje descansaba en la evidencia de que Dios tenía poder
la librarlo de cualquier circunstancia difícil. No necesitaba
ser viejo y experimentado para saber desde su juventud que,
si confiamos en Dios, él proveerá una salida y dará la
victoria sin importar el tamaño del enemigo.
3. El valor de esperar el momento indicado
Una de las lecciones que tuvo que aprender David antes de asumir su
papel como rey, fue aprender a esperar el momento indicado. Luego de
convertirse en un héroe al derrotar al gigante Goliat, David entró en el
ejército de Saúl y se convirtió en un luchador y general respetado y muy
popular. Pero fue su popularidad lo que despertó los celos del rey Saúl,
quien intentó matar a David en varias ocasiones. Y fruto de eso David
tuvo que huir para salvar su vida. Pasó años huyendo del rey Saúl quien
lo buscó incansablemente para matarlo. David no entendía por qué tanto
rencor contra él. David había sido un fiel servidor, había procurado
hacer lo mejor para Dios y para el rey.
- Respeta el honor de un mayor. En cierta oportunidad
David estaba escondido en la cueva de Elam, y Saúl, que lo
buscaba, entró a orinar a la misma cueva. Desde la
oscuridad, un amigo le sugirió a David que aproveche la
oportunidad para matar a su enemigo. Pero David no se
atrevió a poner su mano contra el siervo del Señor. Apenas
cortó su manto, pero incluso eso le hizo sentir culpable.
David era muy respetuoso incluso de sus propios enemigos.
Cuando entiendes que el Señor tiene el control, entonces
dejarás de preocuparte por tomar la justicia por tus manos.
- Asume la responsabilidad en el momento indicado. Los
años pasaron y quizá David pensó que había desperdiciado
tiempo huyendo. Es posible que en algún momento haya
cruzado por su mente la idea de que ya no sería rey jamás.
Pero lo cierto es que, el tiempo pasó y un día David se
sentaba en el trono para asumir el reinado de Israel.
- No adelantes momentos: El mayor riesgo que tuvo que
enfrentar David fue adelantar el momento en que debía
asumir el trono. ¿Qué hubiera pasado si David intentaba
tomar el trono por la fuerza? Tenía por supuesto el respaldo
del profeta y de Dios, había sido ungido como rey. Pero esa
no fue la orden del Señor. Dios no envió a David a tomar el
reino por la fuerza. David debía reinar en el momento en
que Dios lo tenga planificado. Cuántos errores se pueden
cometer por intentar asumir papeles o roles antes del tiempo
indicado. Cuántos jóvenes caen en la promiscuidad sexual,
adelantando experiencias que están reservadas para la vida
matrimonial. La celeridad de nuestra época nos presiona y
muchos jóvenes cometen errores por apresurados, pero
debemos ser firmes como David para esperar el momento
adecuado.

Conclusión
Han pasado muchos años desde aquella vez que toqué la guitarra por
primera vez. Jamás imaginé que terminaría convirtiendo ese talento en
un fructífero semillero de decenas de canciones que han servido a la
iglesia en melodías que escribí para semanas de oración, campañas
evangelistas, campamentos o composiciones para cantantes cristianos
del Perú y otros países hispanohablantes. Hay mucha gente que jamás
imaginaría que detrás de las músicas que la iglesia canta, hubo un
muchacho inseguro que pensó que no tenía talento. Pero Dios ha
permitido que vea con mis propios ojos, cómo los años afirmen aquello
que al principio parecía pequeño e insignificante. Por eso no escatimes
lo pequeño que puedas tener ahora.
Es posible que tengas hermosos sueños, grandes expectativas de
tu futuro, pero necesitas saber que, todo llegará en su debido momento.
Si ahora no ocurre es porque quizá necesitas aprender alguna lección
útil que te ayudará a asumir con mayor éxito las responsabilidades que
vendrán más adelante. No escatimes las pequeñas lecciones del hoy, que
mañana serán de gran bendición. Y un día Dios te dirá al oído: “¡Tu
momento ha llegado!”
Tema 3

Un corazón puro
Texto Clave: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar
contra ti” (Salmos 119:11)

Introducción
Mi primer día en el colegio estatal fue el más tenso de mi vida.
Siempre había estudiado en un colegio adventista. En la primaria mi
madre había sido mi maestra juntamente con otras profesoras que eran
rostros muy conocidos para mí. Pero ahora me encontraba en un lugar
nuevo, un colegio muy grande y numeroso, me sentía extraño.
Aquel primer día en el patio del colegio, allí en la formación
comencé a notar cada vez más la diferencia. Había un profesor
encargado de la disciplina, y tenía en la mano un puntero de madera. Se
veía muy enojado, y golpeaba en la pierna a cualquiera que no esté
alineado en la formación. Yo estaba muy asustado. Mis manos me
sudaban y estaba nervioso. ¡Como deseaba regresar a mi escuela
anterior! Pero ya no podía, estaba en el segundo de secundaria, y no
había vuelta atrás.
Ese año en aquel colegio vi cosas que nunca antes había visto.
Había algunos muchachos que se amarraban una pañoleta en la cabeza
y pasaban repartiendo besos a otros muchachos. Al ser un colegio de
varones, esto me parecía muy extraño. Las bromas en doble sentido, y
peor aún los baños. Me acuerdo que había muchos mensajes y dibujos
obscenos en las puertas y paredes de los baños. Algunos muchachos
hablaban con mucha naturalidad palabras groseras y contaban historias
sobre temas inmorales que realmente me asustaban.
Sin embargo, el momento más agradable para mí, donde yo
podía sentirme un tanto de regreso al ambiente donde me había criado,
era el curso de religión. Aunque el sacerdote venía una vez a la semana,
yo disfrutaba esos momentos. Ese medio año que pasé en ese colegio
me hizo tomar la decisión de permanecer fiel al Señor. Le pedí al Señor
que me diera un corazón puro. Que me alejará de las malas influencias
y que me ayude a mantener mi fe intacta.

1. Un niño con un gran futuro:


La historia de Sansón es un ejemplo de alguien que tuvo que luchar
con su propio corazón. Vivió en un ambiente hostil, contrario a su vez,
y tuvo que aprender a lidiar con los desafíos de su época.
• La época: Sansón nación en una época difícil. Por causa de
su rebeldía e incredulidad, los israelitas habían sido
sometidos bajo el dominio de los filisteos. Estas tribus
guerreras del mar, saquearon y humillaron el pueblo de
Dios.
• Su familia: Sansón nació en un hogar cuyos padres no
podían tener bebés. Era un hogar pobre y que habría sufrido
mucho. La madre de Sansón era estéril y habían perdido las
esperanzas de criar a un descendiente.
• La profecía: El nacimiento de Sansón fue anunciado por
un ángel a su padre. Además, se dieron claras instrucciones
sobre cómo sería la alimentación de la madre y del niño, y
se anticipó la descomunal fuerza que tendría, así como su
señal de lealtad: nunca debería cortarse el cabello (Nazareo)
Los grandes hombres y mujeres del pasado (1) fueron llamados en
tiempos difíciles, (2) vinieron de familias comunes y muy pobres, y (3)
Dios anticipó los grandes dones que tendrían. Eso pasó con Moisés y
también con Jesús. En realidad, podemos rastrear a muchos otros
personajes con esas mismas características.
Sansón fue Nazareo desde su niñez. Es decir, para cumplir su misión
debía vivir consagrado, apartado para Dios. Aquí podemos ver un claro
llamado a vivir una vida pura y apartada de las cosas comunes y triviales
de la vida. Sansón fue criado para ser libertador de su pueblo, y eso
dependía de cómo viviría delante de Dios.
Dios tenía un plan para él desde pequeño. Y mi pregunta es ¿acaso
Dios no tiene un plan especial para ti también? ¿No has pensado que los
tiempos en que vivimos demandan de jóvenes con una fuerza espiritual
que inspire a otros a hacer lo correcto delante de Dios?

2. El peligro de seguir a la voz de tu corazón


Un día Sansón creció y entendió que Dios lo quería usar para su
causa, pero desde muy joven Sansón evidenció una inclinación a elegir
según su propio corazón. Solo que hay un problema con seguir solo la
voz del corazón. La Biblia dice:
“engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso”
(Jeremías 17:9)
Porque desde que el ser humano cayó en pecado, toda la naturaleza
humana tiende al mal. Quiero explicar este punto más específicamente.
Cuando Adán y Eva fueron creados, no había en ellos ninguna
inclinación al mal. Su naturaleza era santa y perfecta. Sin embargo,
luego de que pecaron, toda la raza humana quedó sometida al pecado.
Nacimos de padres con tendencia al mal, y al pecar estamos bajo el
dominio del pecado y del enemigo de Dios:
“Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que
comete pecado es esclavo del pecado;” (Juan 8:34)
Además, la Biblia afirma que el hombre natural no discierne las
cosas espirituales, por tanto su corazón se inclina al mal.
“Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se
han de discernir espiritualmente” (1Corintios 2:14)
La primera escena que registra la Biblia sobre Sansón en su
juventud, es que decidió casarse con una filistea. Aunque la Biblia dice
que Sansón buscaba una ocasión contra los filisteos, su elección ya
comenzaba a revelar por lo menos tres debilidades:
• Sus decisiones estaban basadas en la apariencia física.
• Sus decisiones no daban la opción de escuchar un consejo
de sus padres.
• Sus decisiones no pasaban el filtro de la Palabra de Dios.
Por lo que observamos es que Sansón era un hombre con una gran
fuerza y un gran don, pero con decisiones muy apresuradas. Cuando se
toman decisiones rápidas con frecuencia se comenten errores. Porque si
hay algo que Dios nos ha dado es la capacidad de reflexionar, de
analizar, de evaluar nuestras emociones y sentimientos antes de tomar
una decisión.
Satanás está impulsando a la juventud a tomar decisiones
apresuradas. En este mundo acelerado, donde hay una sensación de que
estamos demorando mucho, decenas de jóvenes toman decisiones sin
reflexionar o analizar la situación y cuando se dan cuenta, ya han
cometido serios errores.
El riesgo de entregar el corazón con facilidad: Sansón eligió a
una chica filistea, que además de tener otros principios, otros valores,
otra cultura, además de eso, ella no lo amaba. Eso pasa cuando le
entregas tu corazón con facilidad a alguien sin tomarte el tiempo de
conocer quien es realmente la persona. Es decir, entregar el corazón es
entregar tus sentimientos, tu afecto, tu amor a otra persona. Es verdad
que tenemos sentimientos, que sentimos atracción por una chica o joven.
Eso es parte de la vida, creo que es algo que Dios así lo planeó, Dios
colocó cada hormona en nuestro cuerpo. Pero también nos dio un
cerebro, una mente, una capacidad de análisis.
El peligro de entregar el corazón a alguien con mucha rapidez es que
saltas la prueba más importante que necesitamos para conocer a la
persona como realmente es. Y la prueba es el tiempo.
Nada escapa a la prueba del tiempo. Es el tiempo el que se encarga
de mostrar si una planta crece o no. Puedes verla todos los días, y puede
parecer que no crece, que sigue igual, incluso que no se mueve. Pero no
es cierto. La planta está creciendo, se mueve, cada día está diferente y
en algún momento mostrará sus frutos y sabrás si son buenos o no.
Cuando llega el tiempo de entregar tu corazón a alguien (de
enamorarte), entonces debes asegurarte de que esa persona cuidará de tu
corazón, pero hay cuatro preguntas que debes considerar:
- ¿Es el mejor momento para entregar mi corazón?
- ¿Conozco bien a la persona a quien voy a entregar mi corazón?
- ¿Cuento con la aprobación de mi familia para tomar esa
decisión?
- ¿Es la voluntad del Señor?
Estas preguntas son las que deberían estar en la mente de todo joven
que busca agradar a Dios.

3. Un corazón puro
Si hay una gran lucha que tuvo que enfrentar Sansón fue con su
propio corazón. Hoy vivimos en una sociedad con muchas tentaciones,
sobre todo para los ojos. La tecnología se ha encargado de generar toda
clase de recursos digitales que permiten mostrar una apariencia hermosa
y perfecta más allá de la realidad. Instagram, Facebook, Tiktok y toda
suerte de recursos digitales diseminan diariamente mucha información
audio visual que marca la tendencia de la mente de millones de jóvenes.
Los así llamados influencers consiguen millones de vistas, pero sin
comunicar contenido valioso, porque el énfasis está en lo superficial.
Los famosos consejos del día, provienen de personas que nadie sabe a
ciencia cierta si tienen o no formación o educación al respecto. Nadie
conoce su vida. Solo son voces a imágenes que miles singuen sin dudar
ni preguntarse si son reales. Toda esta cultura llena de fantasía y falsa
realidad, me hace recordar a Dalila.
Dalila fue la mujer de la que Sansón se enamoró. Pero al igual que la
primera mujer que tuvo como esposa, ella también aparentaba ser algo
que no era.
Cuando los filisteos descubrieron que Dalila era la esposa de
Sansón, conspiraron para que ella lograse revelar el secreto de su fuerza.
Sansón había guardado ese secreto por mucho tiempo. Sin embargo
Dalila logró persuadir a Sansón de que le revelase el secreto.
Finalmente, dormido en los brazos de su esposa, los filisteos le cortaron
el cabello. Para cuando Sansón despertó, era un hombre más del resto.
Hay dos lecciones que podemos aprender de esta escena:
Primero: Sansón, incluso con el paso de los años, mantenía un corazón
inclinado al mal. Tenía buenas intenciones, pero sus acciones seguían
siendo erradas. Cuando en tu corazón no reina el Señor, no importa cuán
buenas intenciones tengas, terminarás alejándote de su propósito.
Segundo: Sansón no era honesto con Dios. Él sabía que Dios lo había
llamado para librar a su pueblo, tenía una responsabilidad espiritual
sobre sus hombros, pero aun así prefería obedecer la voz de su corazón.
Algunos piensan que tener el corazón puro es tener un corazón libre de
malos pensamientos. Y es cierto. Pero la pureza de corazón tiene que
ver principalmente con hacer las cosas conforme a la voluntad de Dios
y no conforme a tu voluntad.

Conclusión
Dios desea que tengas un corazón limpio, libre de vicios, de
pensamientos o malas intenciones. La lucha más grande que tenemos
todas las personas es decidir a quién le entregaremos nuestro corazón
¿Quién lo poseerá?
Dios quiere hoy limpiar tu corazón. Dios quiere ayudarte a tomar sabias
decisiones. Dios quiere darte un limpio corazón.
Si hay cosas en tu corazón que sabes que no están bien, que sabes que
necesitas abandonar, que sabes que necesita Dios entrar a limpiar, Dios
lo puede hacer hoy.
Tema 4

Sé el mejor
Texto clave: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el
Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
(Colosenses 3:23-24)

Introducción:
La historia de mi padre siempre me inspiró. Nació en un hogar muy
pobre en el departamento de Huancavelica. A los 3 años de edad su
padre lo abandonó, y quedo solo con su madre. Vivió en extrema
pobreza durante su infancia, mirando desde lejos la vida de otros
muchachos que si tenían mejores oportunidades.
Cuando entró en la escuela, se dio cuenta que a la hora del recreo todos
iban a la tienda a comprar, pero él no podía porque no tenía dinero.
Cerca del colegio estaba la estación del tren, así que un día se le ocurrió
salir tan pronto como pudiera para alcanzar el momento en que el tren
recogía pasajeros en la estación. Corría cerca de un kilómetro, y llegaba
para ayudar a los viajeros a subir o bajar sus cosas. De esa manera se
ganaba algunas pequeñas monedas.
Los años pasaron y trabajó en diversos lugares, procurando ganarse la
vida de alguna forma. A los 17 años fue contratado para cuidar las
lanchas en el puerto del callao. Como armas le entregaron un silbato y
una linterna. Tenía que pasearse de lancha en lancha todas las noches
asegurándose que todo estuviera en orden, y lo hizo por espacio de 6
meses. Lo sorprendente era que él no sabía nadar, incluso hasta ahora.
Escuché sus historias y aventuras por muchos años, pero jamás escuché
alguna palabra de queja o de lamento por lo que tuvo que vivir. Él
siempre mantuvo una actitud optimista ante la vida, pero además de eso,
depositó siempre su confianza en el Señor.

1. Pronóstico de un fracaso
Si uno quisiera pronosticar un final desastroso para una historia, la
vida de José sería la más apropiada. José nació en un hogar con
problemas, su padre tenía cuatro mujeres. Ya de entrada esa era una
receta para las rencillas entre las mujeres de Jacob y también entre los
hijos de ellas.
Desde su infancia fue un niño muy querido por su padre, pero no
por sus hermanos. Esto debió haberle generado momentos tristes a José.
Una muestra de la diferencia que su padre hacía entre José y sus
hermanos fue el hecho de que un día su padre le regaló una túnica de
colores, una túnica especial. Esto alegró mucho a José, pero despertó los
celos de sus hermanos.
No pasó mucho tiempo para que los celos contra José aumenten, en
la medida en que José iba mostrando evidencias de un don especial: el
don de interpretar sueños. Lo fascinante del don de José es que cuando
comenzó a tener sueños de parte de Dios, él mismo no tenía idea de la
magnitud de su don. Jamás imaginó que usando ese don salvaría a su
familia y a toda una nación.
En este punto podemos resaltar dos lecciones que nos deja la historia
de José en esta etapa temprana de su vida:
- Aprendamos a alegrarnos con los talentos y dones que otros
tienen.
- Los problemas familiares no pueden determinar tu futuro.
José a su temprana edad tuvo que aprender a vivir en un medio
hostil, donde había gente a su alrededor que no buscaba su bien.
En este punto, vale la pena recordar lo que Jesús le dijo a sus
discípulos:
“Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed
astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.” (Mateo
10:16)
Vivimos en una época que es hostil a nuestra fe, a los valores. Una
época donde los hijos de Dios tienen que aprender a ser firmes en sus
principios, pero uno nunca sabrá hasta qué punto es tu fidelidad hasta
que sea probada.

2. El camino a Egipto
No pasó mucho tiempo para que el panorama se oscurezca en la vida
de José. Un día su padre lo envió a ver a sus hermanos. Jacob sabía que
sus hijos no andaban bien, que descuidaban su trabajo, y confío en José
como su mensajero.
Cuando José encontró a sus hermanos, ellos ya habían planificado
deshacerse de él. No podemos negar que detrás de los celos y el odio de
sus hermanos estaba el diablo. La Biblia sostiene que:
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir” (Juan
10:10)
Satanás es un ladrón de sueños y de futuros gloriosos. Satanás vive
procurando truncar cualquier posibilidad de éxito.
Aquella tarde cuando José se encontró con sus hermanos, ellos no
dudaron en apresarlo, golpearlo y arrojarlo a un pozo sin agua. Desde el
fondo del pozo José se habría preguntado ¿Por qué me ocurre esto a mí?
En su corazón sabía que estaba procurando hacer lo correcto delante de
Dios, y no entendía la razón de su sufrimiento. Pero aun así José se
aferró al Señor.
La muerte era lo que habían planificado para José, pero Rubén en
un intento por salvarlo, sugirió que sería mejor venderlo a los
mercaderes árabes. Finalmente, José fue vendido. Su túnica fue
manchada con sangre y presentada a su padre con una mentira: una fiera
atacó y devoró a tu hijo – informaron sus hermanos a Jacob.
Hay situaciones duras en la vida que uno no busca ni planifica pero
que pueden ocurrir. Vivimos en un mundo imperfecto, por tanto, las
posibilidades de que las cosas salgan mal son muy altas.
A su temprana edad José descubrió que lo único que le quedaba,
después de haber sido vendido por sus hermanos y alejado de su padre,
era su confianza en Dios. Los salmos dicen:
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones” (Salmos 40:1)
Caminó esa larga travesía encomendándose al Señor Dios, entre
lágrimas José aprendió a esperar en el Señor, y decidió hacer todo lo que
esté a su alcance para agradar a Dios.

3. ¿Qué significa ser el mejor?


Mientras José se alejaba de sus hermanos, veía cómo se iban
perdiendo de su vista los campos donde el pasó gratos momentos al lado
de su padre. Imaginando el dolor del abandono de su hogar, iba sin un
aparente rumbo a una tierra desconocida.
Pero Dios que guía los caminos de sus hijos tenía algo preparado
para él.
Cuando analizamos las experiencias que José vivió en Egipto
podemos llegar a la conclusión de que había una clara determinación de
José en dos puntos:
• José decidió ser fiel a Dios bajo cualquier circunstancia.
• José decidió hacer lo mejor sin importar la tarea que le tocase
hacer.
La primera experiencia de José en Egipto fue ser designado como
esclavo de Potifar, el jefe de la guardia. Un hombre de mucha influencia
y prestigio. Sin embargo, José, poniendo en práctica su determinación a
(1) ser fiel a Dios y (2) hacer siempre el mejor esfuerzo, comenzó a
cosechar los resultados. En poco tiempo Potifar le confió la
administración de los bienes de toda su casa.
Hay algunos jóvenes que piensan lograr cosas grandes en la vida, y
desprecian las tareas pequeñas. Eso es una muestra de la forma como
entienden la vida. Las tareas pequeñas que hacen la diferencia pueden
ser limpiar tu habitación, arreglar la cama, estar disponible para ayudar,
hacer las cosas pronto sin postergarlas, ser limpio y ordenado.
Creo que estas características son las que permiten que la vida, bajo
cualquier circunstancia comience a tener mejores resultados.
No pensemos que porque José era hermoso las cosas le iban bien.
José tenía la bendición de Dios porque él había puesto su confianza en
Dios y hacía su parte laboriosamente por ser el mejor en la tarea que le
tocase desempeñar.
José sabía que Dios no estaba a kilómetros de altura en los cielos,
José entendía que Dios estaba con él, a su lado. Y hacía las tareas que le
tocaba hacer como siervo de Potifar, de la mejor manera posible, con el
empeño que demandaban porque quería que Dios se sienta orgulloso de
él. José quería honrar a Dios por encima de cualquier otra persona.
Ser el mejor para José significaba hacer todo como para Dios.
Después que la mujer de Potifar lo calumnió y José fue enviado a la
cárcel, parecía que su fidelidad a Dios no estaba teniendo los resultados
que esperaba. Puede tener al principio la apariencia de que ser fiel a Dios
no trae buenos resultados, pero no te confundas. Cuando un hijo de Dios
es fiel, entonces Dios se encarga de prosperarlo.
No pasó mucho tiempo en la cárcel para que José terminara siendo
el hombre de confianza entre los presos. Fue entonces cuando José vio
los frutos de la fidelidad a Dios. La Biblia dice:
“El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la
responsabilidad de José, porque el Señor estaba con él, y todo lo que él
emprendía, el Señor lo hacía prosperar” (Génesis 39:23)
Podemos ver en cada cosa que José hacía la marca de alguien que
hacia las cosas “con su mayor esfuerzo como para Dios” Por eso la
Biblia aconseja:
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y
no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa
de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
(Colosenses 3:23-24)

Conclusión:
La vida como adolescente puede ser tan complicada como la de
José. No elegimos que familia tener, ni que hermanos tener o donde
vivir. Pero Dios puede hacer de cualquier circunstancia por más
complicada que parezca, una oportunidad para bendecirte y pasa hacer
que tu luz brille para su gloria.
El tiempo pasó, y un Día José se convirtió en el segundo hombre más
poderoso de todo Egipto. Cuando por fin se dio a conocer a sus
hermanos, le dijo las siguientes palabras que deseo que siempre
recuerdes cada vez que pienses que todo va mal en casa o en tu vida:
“Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá;
porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros”
(Génesis 45:5)
Dios está preparando algo maravilloso para ti. Confía en Él y has tu
mejor parte para su gloria.
Tema 5
Descubre tu llamado
Texto clave: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de
los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1
Timoteo 4:12)

Introducción:
Henry White fue el hijo mayor de Elena G. de White. Era un joven que
disfrutaba mucho cantar en casa. Durante algún tiempo sus padres
tuvieron que dejarlo con una familia de amigos, debido a que, por sus
viajes, no podían llevar todo el tiempo a sus hijos a los diferentes
lugares. Los hijos de Elena de White sufrieron las calamidades de vivir
una época con muy poco avance en la medicina. Hacia el año 1863, el
año en que la Iglesia Adventista se organizó formalmente, Henry se
enfermó. Al regresar de una larga caminata por el río, Henry se acostó
sin pensar y durmió sobre unos paños húmedos que se usaban para
respaldar las cartas de papel. Un viento frío soplaba desde una ventana
abierta. Esta indiscreción resultó en un resfriado severo que
posteriormente se convirtió en una neumonía. Henry ayudaba a sus
padres a fabricar los carteles para enseñar las profecías, pegando las
partes en un soporte de tela. Sin embargo, aquel hijo ayudador enfermó
y la medicina de su tiempo no pudo hacer mucho por él.
Con el paso de los días empeoró, y Henry sabiendo que su final se
acercaba renovó su entrega al Señor. En una ocasión mientras su madre
Elena lo cuidaba, le dijo que lamentaba no haber puesto mayor empeño
y dedicación a las cosas del Señor, pero que ahora le había entregado su
corazón por completo al Salvador.
Cerca de su muerte, Henry le dijo a su padre: “Padre, estás perdiendo
a tu hijo. Me vas a extrañar, pero no llores. Es mejor para mí. Me
librare de ser reclutado para el ejército y no presenciare las 7 últimas
plagas. Morir tan feliz es un privilegio”. Mirando a su madre le dijo:
“Madre, te encontrare en el cielo en la mañana de la resurrección,
porque yo sé que tu estarás allí”. Henry White murió a los 16 años, y
sus últimas palabras fueron: “El cielo es dulce”.
¿Te has preguntado para qué Dios ha permitido que vengas a este
mundo? ¿Tendrá Dios una misión para ti?
1. Un joven misionero
Había un joven llamado Timoteo, hijo de una mujer judía llamada
Eunice y un padre griego. Lo primero que salta a la vista es que el
nombre Timoteo significa: “el que honra a Dios” (timo Theus) un
hermoso nombre para un joven fuerte y vigoroso.
Timoteo conoció el evangelio desde temprana edad. Como había
nacido en Listra, creció viendo a muchos viajeros y comerciantes que
pasaban por su ciudad, que era una ruta comercial muy concurrida
aquella época.
Desde joven sintió que Dios lo llamaba para ser un predicador.
Había escuchado de como Dios había usado a los discípulos como Pedro
y Juan para ser sus portavoces, y sin duda ese anhelo por servir a Dios
fue creciendo.
Dios está colocando sueños y anhelos en los corazones de la
juventud. Y este punto es el que deseo resaltar.
Hay casos en la Biblia en que Dios decide dejar a un hombre viejo,
y lo reemplaza por un joven o incluso un niño. Nos acordamos de Joas
y Josías, ambos fueron reyes en diferentes épocas, pero fueron niños.
También David era un adolescente cuando el Señor lo llamo y Daniel,
Misael, Ananías y Asarías estaban en plena juventud temprana. Pero
¿Por qué Dios tendría que llamar a los niños o a los jóvenes y no a los
adultos?
El profeta Joel anuncia en su profecía que:
“Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda
carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos
soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28)
La experiencia de Samuel y Elí ilustra lo que puede estar ocurriendo.
Samuel era niño y había sido llevado el templo conforme al voto que su
madre había hecho a Dios. Y una noche Dios llamó por tres veces al
niño, y Samuel escuchó la voz de Dios, pero no Elí.
Aquí tenemos un claro ejemplo de la brecha entre una generación a
otra. Dios habla a sus hijos, pero cuando no hay alguien disponible Dios
llama a la juventud. Elí es el típico adulto que conoce de Dios pero que
ya ha cumplido su ciclo como profeta. Ahora corresponde dejar la posta,
y Samuel está respondiendo al llamado.
La razón por la que Dios llama a la juventud a servirle es porque el
ciclo de la vida demanda una constante renovación. El evangelio
necesita seguir siendo anunciado, pero los predicadores envejecen, se
enferman y mueren. Hacen falta nuevos líderes, nuevos misioneros,
nuevos mensajeros que lleven adelante la obra de la predicación.

2. Consejos de un mentor
Timoteo encontró en el apóstol Pablo, un amigo y consejero.
Encontró un mentor. La Biblia dice que Timoteo dedico un tiempo para
viajar con el gran predicador a las diferentes ciudades a donde Pablo iba
anunciando el evangelio. Desarrolló habilidades de liderazgo al lado de
este experimentado evangelista.
Un día, abrumado por sus propios temores, debido a que había
personas mayores que cuestionaban su juventud y liderazgo el apóstol
Pablo le escribió algunos consejos:
• Aviva el fuego del don que hay en ti. Todos hemos
recibido algún talento de parte de Dios. Solo necesitamos
ejercitarlo. Mucha gente jamás imagina cuanto podría hacer
para bendecir a otros, hasta que lo intenta. El principio es
ejercitar lo que tengas. Usa lo que tienes para hacer el bien.
• Recuerda que Dios da poder, amor y dominio propio:
Cuando aprendemos a caminar con Dios, Él nos da poder
para vencer las tentaciones que surgen en el diario vivir.
Dios hace que el amor fluya en nosotros, para hacer el bien
de manera genuina. Y Dios te da dominio propio para poder
administrar tus emociones, sentimientos, pensamientos y
palabras.
• No te avergüences del evangelio: Cuando estas con Dios,
entiendes que el evangelio es poder para salvación. Brilla
por tu fidelidad a Dios. Hacer las cosas correctas de la mano
de Dios tiene grandes recompensas.
• Aférrate a la sana enseñanza: Estudia la Biblia. Dedica
un tiempo para conocer lo que Dios desea para ti. Busca
ayuda en algún amigo que pueda enseñarte más de Jesús.
Reúnete en un grupo cristiano y desarrolla tu fe.

Conclusión:
Dios te está llamando para ser un líder que brille por la luz de Cristo
entre sus amigos y compañeros. Pero necesitamos reavivar nuestro
llamado. Dios está llamando a la juventud para poner sus dones y
talentos a su servicio. Un día todos pasaremos al descanso, pero ¿Cómo
quisieras haber vivido tu juventud? Te invito a que entregues lo mejor
al Señor.

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