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Colombia en clave de (A)

Selección de artículos publicados en El Libertario 1998-2011


La vecindad geográfica y los múltiples lazos entre Venezuela y Colombia han hecho imprescindible
que nuestras páginas estén permanentemente abiertas a recoger enfoques anarquistas y afines sobre la
realidad colombiana. He aquí una antología de esos testimonios, cuya lista es la que sigue, indicando
título, autor, número de El Libertario en que apareció, año y página de este “dossier” donde ubicarlo:

Pag.
- Jornadas Internacionales Francia del 68 – Colombia del 98. Redacción. # 12, 1998 …………..……... 2
- El sindicalismo en Colombia: entre el asesinato y la inercia. Alas de Xue - AIT. # 16, 1999 ……...…… 4
- El poder en Colombia contra los indígenas U’wa. Redacción. # 17, 2000 ……………………...…….. 7
- Anarcosindicalistas contra el Plan Colombia. Amigos de la AIT, Colombia. # 21, 2001 ……...…….. 8
- Festival libertario en Bogotá. S. Ballesteros. # 21, 2001 ……………………………………..…… 12
- Iván Darío Álvarez (Entrevista): 25 años poetizando el anarquismo. R. Uzcátegui. # 22, 2001 …..…... 13
- La lúdica y el bolillo. Coordinadora Banderas Negras. # 25, 2001 …………………………..….. 17
- 13 tesis sobre el Plan Colombia: antes y después del 11-S. M. Á. Hernández. # 26, 2002 ……….…... 18
- La militarización en la frontera y el Plan Colombia. A. Ruiz. # 26, 2002 ………………………..…. 19
- Conflicto colombiano: Declaración de l@s libertari@s de Colombia. # 27, 2002 ………………….…... 20
- Coordinadora Banderas Negras – Colombia (Entrevista): el futuro con Uribe. Redacción. # 28, 2002 .... 21
- No apoye el terrorismo: ¡no pague impuestos de guerra! El Horizontal y CASO. # 29, 2002 ……….… 23
- Autoritarios en guerra contra la niñez. Watchlist on Children and Armed Conflicts. # 39, 2004 .… 24
- Antimilitarismo y no-violencia activa en Colombia. C.O.A. # 44, 2005 …………………………….. 28
- Muerte "accidental" de otro joven anarquista. V.I.D.A. # 44, 2005 ………………………………... 30
- Movimiento de l@s sin tierra en Colombia: Nietos de Manuel Quintín Lame. Corresponsal. # 51, 2007 33
- ¿Es revolucionaria la guerrilla colombiana? D.A. Rangel. # 52, 2008 …………………………….... 34
- El secuestro: ¿método de lucha revolucionario a favor de los débiles? I.D. Álvarez. # 52, 2008 ……….... 36
- Las paradojas de la “democracia más antigua de América Latina”. Una desde Bogotá. # 57, 2009 .… 38
- Jornadas Libertarias Locales Medellín 2009. Equipo Organizador J.L.L. # 58, 2010 ………….…. 40
- Pueblos indígenas, víctimas de los “grandes golpes a las FARC”. A.C.I.N. # 63, 2011 ………….…… 41
- Anexo: dos textos tomados del boletín venezolano Correo A. 1993 y 1995 ………………..... 44

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Jornadas Internacionales Francia del 68 – Colombia del 98

REDACCIÓN - [# 12, octubre-noviembre 1998]

«...Hablamos también de la vigencia del pensamiento libertario y surge la duda de si esto tiene
sentido. Para responder no es necesario acudir al oráculo, hacer profundas disertaciones o remitirnos
a los libros sagrados. Basta con mirar a nuestro alrededor y observar que las condiciones de miseria,
opresión y represión no han cambiado. Es allí donde debemos aunar esfuerzos para construir una
sociedad libre. Aquí es pues donde nos reclamamos un espacio, en donde el pensamiento libertario
propenda por una sociedad sin verticalismos ni autoritarismos, recuperando el trabajo en diferentes
formas de organización social y política, que nos permita desde las identidades particulares construir
tejido social, articulando nuestras luchas en el plano global»
Palabras de apertura. Sonia Torres. Colectivo Alas de Xué - AIT, Colombia

«...Sin duda ese gigantesco despliegue de generosidad, imaginación y utopía, hoy merecen ser
festejados como parte de un legado que nos recuerda que la justa rebelión sigue teniendo un
presente, un pasado y un futuro. Esta idea ni se casa con la nostalgia mítica ni con el fatalismo ni con
el desencanto. Mas bien reivindica que la idea de la libertad hechiza porque nunca le faltan razones
para estar viva. Al fin y al cabo no se puede olvidar que por los senderos de la historia un libertario es
un nómada, un caminante cuyo techo es el amplio cielo y cuya bandera es el viento. El es el
extranjero que siempre anuncia algo nuevo, el soñador errante que por creer en lo increíble conserva
fresco el aroma de lo desconocido, como fuente probable de lo que también es posible.»
Iván Darío Álvarez. Ponencia "Mayo del 68, ¿el último respiro de la utopía?"

Desde hace tiempo, l@s libertari@s latinoamerican@s queríamos reunirnos para tocarnos,
conocernos y compartir luchas y experiencias. Entre el 26 y el 29 de mayo pasados, con la excusa de
la conmemoración de los 30 años del Mayo Francés, compañer@s de México, Brasil, España,
Colombia y Venezuela nos juntamos en Bogotá para intercambiar estrategias y alientos para las
luchas del nuevo milenio. Aquí una panorámica de lo que sucedió.

A manera de bitácora

Era domingo y muy temprano cuando descendimos a la sabana de verdes que rodean el aeropuerto
"El Dorado" de Santa Fe de Bogotá. La mañana, como todas, nos pilló con frío y cargando en los
macutos de viaje algunas mudas de ropa, publicaciones, cintas de música y nuestras expectativas por
compartir con amig@s de otros países cuyo corazón late al mismo compás que el nuestro. La
convocatoria no era para las lejanas Amsterdam, Barcelona o Montevideo. Esta vez era la accesible
capital colombiana, por intermedio del colectivo Alas de Xué e individualidades, la que se ofrecía
para albergar a L@s libertari@s de esta esquina del mundo e improvisar por algunos días un remedo
de nuestra querida Acracia.

Un autobús nos abandona en otra dirección, y mientras buscamos el sitio del hospedaje pateando
una avenida interminable, nuestra aparatosidad de forasteros despertaba a quienes en las aceras
perdían otro round contra la intemperie. Pobreza sin visa ni pasaporte, turista permanente de las
ciudades del capitalismo apátrida.

El sindicato adonde dormiríamos en la semana quedaba en el corazón de la ciudad: la Candelaria


colonial, recordándonos que pisábamos lo que una vez fue el Virreinato conquistador. A la cita

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acudieron compañer@s de Brasil, México, España, Venezuela, Medellín y Cali, ocupando más de
setenta literas de la Jotatecé.

En el local de Alas de Xué las afinidades germinaban y la conversa sólo se detenía por las sonrisas
colectivas. La complicidad se convirtió en un invisible cordón umbilical que nos sedujo a preparar el
abordaje de la ciudad armados de cinta adhesiva, afiches y programas del encuentro.

Nuestros tres principales anfitriones y guías turísticos, Lucho, Sonia y César no escatimaron en
atenciones. Pero, el encuentro se hizo demasiado ambicioso para sólo seis manos, por lo que no
fueron pocos los detalles que se pasaron por alto. La inminencia de la primera vuelta electoral
presidencial, la turbulencia social por la fecha y la amenaza permanente de acciones de los
paramilitares condicionaron en buena medida el evento, cuya promoción restringida limitó la
asistencia en ocasiones, a los delegados de los colectivos. Las actividades suspendidas o trasladadas a
última hora desmarcaron a parte de los asistentes y no faltaron l@s compañer@s que no valoraron el
esfuerzo realizado, desistiendo de asistir o participar a tope en las actividades.

A pesar de estos inconvenientes, el programa se cumplió casi en su totalidad. Fueron tres días
protagonizados por las conferencias que se turnaban en tres institutos de educación superior: las
universidades Nacional, Pedagógica y Libre. En ellas aprendimos un poco más sobre el legado del
Mayo francés, la nociva relación economía-ambiente, las raíces de la autoridad y la propiedad, la
autonomía de los pueblos indígenas, anarcosindicalismo, objeción de conciencia, insumisión;
soñamos con las andanzas del mexicano Ricardo Flores Magón y el colombiano Biófilo Panclasta;
subvertimos nuestro imaginario con la relación entre nuestra capacidad creadora, el arte y la anarquía;
nos solidarizamos con las críticas a la autoridad de las compañeras en el panel de genero y relaciones
de poder, nos reímos con la espontaneidad de los panitas del colectivo "Intelectuales Podridos" de
Medellín. Las conversas nos dejaban con la cabeza dando vueltas de tal modo, que sólo nos
reponíamos con las muy completas y caseras cenas bogotanas. Mención aparte para la agradable
sesión de canto y poesía de las lindas de Isachisacta y las canciones anticlericales del compa de la
banda G.P. de Medallo, y en especial, para la maravillosa obra de teatro "Los espíritus lúdicos" que
nos obsequió el grupo "La Libélula Dorada" en su teatro autogestionado. (Recuerdos para nuestro
hermano Iván Darío).

Echamos en falta el concierto de clausura, las mesas de trabajo, la bailada y trasnochada en la ciudad
(impedida por la ley seca) y la reunión de coordinación internacional entre los colectivos, iniciativa
que se copó por la discusión entre l@s compañer@s colombian@s de cómo seguir haciendo cosas
juntos.

Construyendo en colectivo y sintiéndonos como en casa se nos escurrieron los días. Demasiado
rápido llegó la hora de volver. Las despedidas no son alegres, pero tratamos de mitigar el sentimiento
intercambiando abrazos, direcciones y la promesa de no distanciar mucho un próximo encuentro.

Unas palabras solidarias

La situación en Colombia era tensa. Corrían los últimos días antes de la primera vuelta electoral y
todos los bandos en pugna arreciaban sus acciones. Los ecos de los casquillos de bala sorteados entre
la guerrilla y el ejército no llegaban a nuestros oídos, pero cerquita en la universidad, los paramilitares
amenazaban con saldar cuentas con las voces disidentes del alma mater. L@s chic@s de Medellín

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creyeron oportuno conjugar verbos de aliento para quienes, en fuego cruzado, sueñan con una
Colombia distinta. Estas fueron las palabras dichas en la asamblea final:

«Cientos de personas asesinadas y desplazadas en Urabá y Córdoba, luego llegaron a Maquiripán.


Recientemente fue Barrancabermeja, ahora llegaron a las Universidades Públicas. Primero fue la
Universidad de Antioquia, ahora es la Universidad Nacional. El nivel de terrorización de la gente
común ha rebasado cualquier límite racional. Los grupos armados de izquierda y derecha han, de una
forma u otra, legitimado una política de terrorismo de Estado, de militarismo y guerrerismo a
ultranza que han canalizado las luchas populares con un maniqueísmo absurdo para el que cada vez
es más difícil de delimitar el blanco al que se ha de disparar. La guerra en nuestro país ha llegado a un
punto en el que con tal de defender posiciones estratégicas, cualquier abuso es válido. No estamos
con guerrillas, ni con policía, ejército o sus otros matices paramilitares ni con ninguna otra alternativa
armada vertical, jerarquizada y genocida, pero tampoco estamos con facilismos oportunistas que
están sólo por unas cuotas burocráticas en el próximo gobierno. Estas Unas palabras solidarias 165
organizaciones militares defienden un orden inhumano, en el que todo es para una élite y para los
otros nada. Nosotros nos oponemos a esto, señalando al Estado y a cualquier matiz que se tenga
como asesino y expresando un saludo solidario a los compañeros de la universidad y a todos los que
sin haber elegido están en la mira».

El sindicalismo en Colombia: entre el asesinato y la inercia

ALAS DE XUE - AIT - [# 16, noviembre-diciembre 1999]

"Quien claudique, se condena, ¡Quien se venda, se asesina!"


Raúl Eduardo Mahecha

El siguiente es un breve análisis sobre la situación del movimiento sindical colombiano y de su


último Paro Cívico Nacional, realizado el día 30 de agosto de 1999, en una de las más difíciles
coyunturas económicas, sociales, políticas en medio de un conflicto armado que dura más de 50
años. Desde los años 20 no se vivía una situación similar, en esa época, los obreros orientaron su
accionar hacia las líneas del anarcosindicalismo, las más hermosas paginas del movimiento obrero
colombiano se tejieron en ese tiempo, cuando la infamia del gobierno y los patrones llego a extremos
inimaginables, igual que hoy.

Desde el atardecer del pasado lunes 30 de agosto de 1999, casi ochenta años después del mítico paro
organizado por los trabajadores de la Tropical Oil Company, las ciudades empezaban a quedarse
solas, el transporte estaba disminuido y la mayoría de personas corría apresurada a resguardarse en
sus casas.

Tarde en la noche, por las solitarias calles solo se escuchaba el transitar de las motos y patrullas de la
policía, mientras que en algunos lugares se conspiraba en voz baja sobre las tareas a iniciar desde las
cuatro de la mañana del día martes.

¡Por fin! Había llegado el gran día, el 31 de Agosto, el día del PARO CÍVICO NACIONAL,
anhelado, anunciado y preparado desde el mes de junio cuando se aprobó el Plan de Desarrollo del

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Gobierno de Pastrana, que se enmarca dentro de los postulados del neoliberalismo y que mediante
una fiebre de "reformitis" pretende acabar con la función social de lo público, dando paso a la
expansión de monopolios privados, acabar con los derechos de los trabajadores, agudizando aún más
la crisis del país.

En esta ocasión, el Paro, adquiría un nuevo matiz, ya no era solo un cese de actividades de la "Clase
Obrera" convocado por el sindicalismo y sus diferentes centrales, sino que a él se sumaron los
diferentes sectores sociales: campesinos, indígenas, organizaciones populares, estudiantes, gente de
los barrios.

A pesar de los constantes informes televisivos y radiales sobre una "absoluta normalidad" que
pretendían generar los medios de comunicación, el ambiente estaba tenso.

Desde tempranas horas se iniciaría la fiesta, en varios lugares de la ciudad, especialmente en los
barrios del sur de Bogotá, los vecinos armaron sus barricadas con palos, piedras, llantas; barricadas
que cerraban la calle pero abrían el camino a la rebeldía. Trabajadores de los hospitales estatales
(especie en vía de extinción, al igual que las universidades públicas) armaron su carpa, y alrededor de
una olla se cocinó el sancocho, en un ambiente de fraternidad y hermandad, esa que nos exige estar
juntos para sobre vivir. ¡Otros se quedaron con el ponqué y los dulces listos! Pues frente a la
militarización de varias zonas, el silencio fue el mejor cómplice, la protesta no dejo escuchar su voz,
pero fue escuchada por todos.

En otros espacios del territorio nacional, fueron los campesinos de los departamentos de Nariño y el
Tolima, los trabajadores del Cerrejón, empresa de carbones en el departamento de Guajira, los
indígenas del Cauca, los encargados de paralizar las principales vías del país.

El llamado Paro Cívico Nacional, se llevaba a cabo, de nada sirvieron los rezos de algunas beatas, ni
los fingidos llamados del gabinete ministerial, ni tampoco los discursos morales sobre las pérdidas
que causaría a la economía, o sobre lo perjudicial de que este cese fuera de carácter político. ¡El país
estaba paralizado!

Sobre la mesa de negociación entre el Comando Nacional de Paro y los representantes del gobierno,
reposaban los 41 puntos móviles de este cese.

En el transcurso del día, la policía y el ejército hacían presencia frente a las barricadas tratando de
disolver las diferentes concentraciones. En Bogotá, en esta ocasión contaron con los comités de
seguridad creados por la Alcaldía Mayor, que consisten en armar a los ciudadanos de los barrios para
su defensa ¿Qué tipo de defensa? Lo cierto es que como suele ocurrir en estos eventos, empezaron a
escucharse varios disparos al aire, al aire de los pulmones de los manifestantes. En este caso la
víctima fue una menor de diez años.

Al finalizar el día, el balance fue una menor muerta, más de cien detenidos, varios heridos y un
atentado contra Domingo Tovar, líder sindical del Comando de Paro, quien salió ileso luego de que
policías de civil dispararan y un vehículo de policía le impidieran avanzar en su carro, lo cual fue
catalogado como un "Lastimoso Accidente" por las fuerzas militares y el supuesto "mejor policía del
mundo". En 8 años más de 4.000 activistas sindicales han sido asesinados en circunstancias
parecidas.

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Al día siguiente, el miércoles, se supo la verdad sobre la represión del gobierno, más de 3.500
detenidos, 20 víctimas fatales, cientos de lesionados y heridos, amenazas de los paramilitares a
sindicalistas, atentados con bombas a ONG´s de derechos humanos, en fin, algo nunca visto desde el
Paro Cívico Nacional de 1977.

Se "normalizó" el transporte, pero el paro continuó hasta las 11 p.m. de ese día, cuando se levantó y
de los 41 puntos a negociar, solamente se llegó a tres puntos de acuerdo.

1. Crear mesas de trabajo para discutir cada una de las temáticas.

2. Que el gobierno no ejercerá sanciones para quienes participaron del cese de actividades.

3. Establecer una lista de las personas detenidas durante estos dos días para que sean puestas en
libertad.

Llegada la noche, la gente volvía a su casa, desilusionada por la decisión de las centrales obreras,
queda la duda si el error fue crear demasiadas expectativas en el cese, o si la protesta social sobrepasó
los limites planificados por el Comando Unitario de Paro.

La respuesta es difícil de hallar, el movimiento sindical y popular colombiano ha puesto demasiados


muertos, sin embargo, lo que si evidenció en este paro, es que sirvió para demostrar un ascenso de
las luchas sociales, manifestando el fortalecimiento y consolidación de otros sectores sociales como
los campesinos, los indígenas, las organizaciones populares y comunales que se mantuvieron incluso
varios días después de levantado el paro.

Sin embargo, pese a estar de acuerdo en los procesos y en la acumulación de fuerzas, no podemos
justificar que se manosee de esa manera las esperanzas de la gente, pero también es necesario
reconocer que el movimiento sindical colombiano se encuentra debilitado, no solo por su
estructuración orgánica y patronal, sino también por la persecución de la cual ha sido objeto, y los
constantes asesinatos de sus líderes en el país, por fuerzas oscuras, o mejor castañas. Otro elemento,
para tener en cuenta, es la pretensión vanguardista del movimiento sindical, que desconoce el
relevante ascenso de otros sectores sociales, que se hizo expreso en las actividades del 31 de agosto y
primeros días de septiembre.

Aunque en diferentes espacios se ha hablado de que el Paro fue un éxito y se planea otro para dentro
de un mes en caso de que haya incumplimiento o no se llegue a acuerdo en las mesas de trabajo, no
deja de quedar un sabor amargo de éste.

Las posibilidades de crear corrientes de sindicalismo revolucionario o anarcosindicalista son


demasiado débiles aún, el trabajo que nos espera es largo y arriesgado, pero aquí estamos,
continuamos intentándolo, las propuestas de trabajo con sectores informales o desempleados son
dinámicas pero no alcanzan el eco necesario. En Colombia la pregunta de Biófilo Panclasta hace más
de 80 años ¿Es un crimen asociarse para la defensa del derecho a la vida? Ha tenido por parte del
poder y el capital ha tenido solo una respuesta ¡Si!

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El poder en Colombia contra los indígenas U’wa

REDACCIÓN - [# 17, febrero-marzo 2000]

Una vez más. El Poder aquí y en cualquier parte se ensaña contra las minorías. De hace varios años
la comunidad indígena colombiana U´wa está en la mira de los poderosos. ¿La razón? Que en sus
tierras ancestrales hayan sido avistados ricos yacimientos de petróleo. Tras una controversia pública,
los indígenas le ganaron un litigio judicial a la multinacional Oxy, que en concordancia con
capitalistas criollos, buscaban movilizar a la fuerza a las comunidades aborígenes para chuparle a la
tierra todo el oro negro en beneficio de sus bolsillos. Pero la codicia inescrupulosa cambió estrategias
y asestó el golpe al acecho de las sombras. El domingo 30 de enero (curioso, el día de la semana en
que los periódicos tienen más lectores), una editorial del periódico El Tiempo afirmaba que asesores
de la guerrilla eran los responsables de la actitud celosa de los U´wa ante la tierra que les pertenece.
"... el ELN -decían literalmente los mercenarios de la palabra- había aleccionado a los indígenas
U´was que habitan en la región para oponerse a cualquier presencia del perverso capital extranjero".
La estratagema era clara: se buscaba criminalizar a la etnia. Ante el avasallante poder de sugestión de
El Tiempo en la sociedad colombiana, los U´wa empuñaron de nuevo su única arma, la más ingenua
pero a la vez la más poderosa: su dignidad. Avalados por un centenar de organizaciones de todo el
continente y Europa (extraño, faltó el espaldarazo de alguna de su vecina Venezuela, tan ocupados
estamos en babearnos ante las gracias del "comandante"), una carta dirigida a los editorialistas del
periódico restablecía la decencia al verbo escrito:

«...Así como los conquistadores justificaron su barbarie en el demonio, ahora se quiere justificar la
nueva barbarie con otros pretendidos demonios: unos asesores que son, según sus insinuaciones, la
misma guerrilla. ¿Acaso los editorialistas ignoran que los U'was saben decidir por sí mismos, y que
sus decisiones las consultan con sus Werjayás, y que sus criterios de vida se han forjado tras
milenarios esfuerzos de adaptación cultural a los ecosistemas, y que sus criterios de vida han sido
preservados a pesar de las múltiples invasiones a sus territorios hechas por los conquistadores de
antes y los de ahora, y que sus leyes tienen mucho más sentido de justicia que algunas de las nuestras?
¿O creen aún que ellos son salvajes?

Cuatro mil indígenas son, por el tono de las afirmaciones de su editorial, una cifra despreciable de
personas. Ocho mil osos de anteojos en el planeta están en extinción. En Colombia, 35 especies de
mamíferos y 64 especies de pájaros, de las 1.695 conocidas acá, están también amenazadas de
extinción, pero esos números no deben sugerir que se les niegue el derecho a su existencia. No se les
puede eliminar a nombre del desarrollo.»

El Ejército entra en acción

Cuando cerrábamos la edición de este Libertario, un comunicado -que transcribimos a continuación-


evidenciaba cuan eficaz había sido la nueva estrategia del poder contra los U´wa.

«Denuncia pública nacional e internacional

La Asociación de Cabildos y autoridades tradicionales ASOU`WA y el Consejo Regional CRIA,


denunciamos antes las ONGS de Derechos Humanos departamental, nacional e internacional, los
siguientes hechos:

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1. Hoy viernes 11 de Febrero del 2000, siendo las 8:15 a.m., arribaron fuerzas mixtas entre policía y
ejercito que fueron trasladados por vía aérea, al sitio de las Canoas, aproximadamente 4 kilómetros
de Gibraltar (Norte de Santander), lugar donde nos encontrábamos concentrados alrededor de 450
indígenas entre mujeres, niños, ancianos de la comunidad U`wa. La fuerza publica sin ningún aviso,
procedió a desplazarnos forzosamente a las comunidades, con maquinaria pesada y gases
lacrimógenos; obligándonos a lanzarnos al río del Cubujón, debido a la persecución y hechos de
fuerza, quedaron como consecuencia de estos atropellos 3 niños indígenas muertos, niños y mujeres
heridos y contusos, a los igual indígenas desaparecidos.

2. Denunciamos estos hechos de lesa humanidad en contra de nuestras comunidades indígenas, que
violan nuestros derechos constitucionales, los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario.

3. Solicitamos URGÉNTEMENTE la intervención de los organismos de veeduría y control del


Estado, como ONGs nacional e internacional a pronunciarse en contra de estos hechos violatorios a
los preceptos constitucionales indígenas y de Derechos Humanos.

4. Exigimos del Presidente de la República y de la OXY, el respeto de las comunidades indígenas, a la


vez los responsabilizamos de todo acto violatorio a nuestras comunidades e integridad física y
territorialidad indígena

¡Por nuestros principios y cultura!

¡Comunidad U`wa presentes, presentes!

ASOU`WA - Consejo Regional Indígena de Arauca»

Anarcosindicalistas contra el Plan Colombia

AMIGOS DE LA AIT, COLOMBIA - [# 21, febrero-marzo 2001]

[Versión resumida de la Resolución presentada por Amigos de AIT - Colombia y aprobada en el


XXI Congreso de la Asociación Internacional de Trabajadores en Granada, España, los días 8, 9 y 10
de diciembre del 2000]

Colombia se ha convertido en pocos meses en uno de los ejes de la política exterior de Estados
Unidos. Dos elementos la hacen acreedora a tal protagonismo: el problema del narcotráfico y la
consideración de Colombia como amenaza de la seguridad hemisférica, por un desbordamiento del
conflicto armado hacia los países vecinos. La soberanía títere de este país ha quedado confirmada en
el congreso norteamericano, donde se dictan ahora las leyes para Colombia.

El Plan se concretó ante el Capitolio de Washington a través del proyecto de ley S-1758, presentado
por los parlamentarios republicanos Coverdell, Dewine y Glaseley el pasado 20 de octubre, mediante
el cual se solicita una ayuda suplementaria para Colombia de 1.574 millones de dólares en tres años,
donde más del 80% estará destinado, supuestamente, a diferentes aspectos relacionados con la lucha

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antinarcóticos. Así, Colombia se convierte en el principal destinatario de ayuda yanki después de
Egipto e Israel, con lo cual se hace evidente el compromiso cada vez mayor del Estado colombiano
con los intereses estratégicos imperiales en la región. El Congreso de USA aprobó 1.300 millones de
dólares, los otros 274 restantes se pretenden conseguir de un fondo especial destinado al Pentágono
para respaldar tropas estadounidenses en el exterior.

La erradicación forzosa de cultivos ilícitos a través de la fumigación no es nueva en Colombia. 25


años de aplicación demuestra su fracaso no solo en términos de reducción de la oferta. Las hectáreas
sembradas de hoja de coca aumentaron entre 1992 a 1998 de 40.000 a más de 100.000, aumentando
también el conflicto armado y el daño al medio ambiente que la fumigación ha causado. La
fumigación mediante aspersión aérea tiene un efecto masivo y por tanto los cultivos lícitos resultan
igualmente afectados. La actual política específicamente enunciada en el Plan Colombia tiene como
principal víctima a los cultivadores de la hoja de coca y amapola, dejando intactos a los grandes
capitales que se lucran en el comercio de los precursores (químicos requeridos para elaborar droga) y
el tráfico de cocaína y heroína, la mayoría de ellos ubicados en USA, donde están las grandes
lavanderías de dólares del mundo.

El cinismo del Presidente Andrés Pastrana quedo ratificado una vez mas cuando decide solicitar
ayuda a la Comunidad Europea, intentado que estos países compartan los costos del componente
militar aportado por USA. El gran empujón del Plan en ese escenario se daría meses después por
parte del Presidente español J.M. Aznar, al comprometerse a convocar a los países de la Unión
Europea, así como a Japón y Canadá, a apoyar el Plan Colombia a través de una mesa de donantes
que tuvo como sede España en el mes de junio del 2000.

Del presupuesto proyectado para el "Plan Colombia", US $ 4.000 millones deben ser aportados por
los colombianos, quienes hastiados de esta guerra, serán obligados a financiar una nueva escalada del
conflicto. Saldrán entonces o del nuevo endeudamiento, o de los procesos de privatización, o de los
denominados bonos para la paz que suscribirán obligatoriamente las empresas. Pero el mayor aporte
de este dinero viene de los impuestos que pagan los colombianos. De las finanzas corrientes del
Estado no saldrá dinero, en razón a que los altos niveles de corrupción de la administración pública
han saqueado las arcas oficiales.

Los famosos dineros del "Plan para la Paz, la prosperidad y el fortalecimiento del Estado" serán
invertidos en un 84,9% para gastos militares, con destino a: Batallón Antinarcóticos, Policía
Nacional, compra de 30 helicópteros Black-Hawk y 15 helicópteros Huey, equipamiento de equipos
infrarrojos para un avión Schweiser, instalación de radares en Leticia y Tres Esquinas, mejoramiento
de bases militares en las fronteras con Perú y Ecuador, y logística para la interdicción aérea terrestre y
marítima. Apenas se apuntan 145 millones para la sustitución de cultivos, 93 millones a derechos
humanos y justicia, y otros 30 millones para los desplazados de la Amazonía.

El Plan Colombia es también la forma más aberrante de cumplir los compromisos con el FMI; de
esta manera, el Estado colombiano por vía de guerra pretende aniquilar cualquier posibilidad de
protesta social, con la excusa de la lucha contra el narcotráfico. Las medidas económicas son, entre
otras:
a. Recortes en el gasto público, ampliación de la base del IVA, impuesto sobre las operaciones
financieras, reforma fiscal, nuevos tributos.
b. Congelación de salarios públicos, recortes sin precedentes en la nomina estatal y en gastos
diferentes a la inversión.

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c. Reforma y privatización a las instituciones de seguridad social y los fondos de pensiones.
d. Privatizaciones: Empresas y banca estatal. Se pretende aumentar su productividad y financiar el
déficit fiscal.

Las cifras del "Plan Colombia" (en millones de dólares)


Donante Cantidad %
EE.UU. 1.574 20,83
Europa 1.250 16,54
Colombia 4.000 52,93
Créditos
multilaterales 733 9,70
Total 7.557 100,00

Los gastos militares y la guerra en Colombia

El "Plan Colombia" no es sino otra estrategia de la carrera armamentista del Estado colombiano para
mantener su dictadura y para ello, mantener la guerra es el mejor escenario. Sin la guerra, es
imposible justificar los altos niveles de impunidad, de corrupción, de autoritarismo, de eliminación
sistemática de la oposición política, de nuevos impuestos, las masacres de su brazo paramilitar, de
expropiación de los territorios tradicionales de los pueblos indígenas y comunidades
afrocolombianas, la entrega de los recursos naturales, etc. Sin la guerra, el Estado colombiano hace
muchos años que hubiese sido derrocado.

Asistimos en Colombia a una situación ambigua por parte de los diferentes actores armados; de una
parte su manifiesto deseo de "defender a la población civil": los grupos insurgentes nos quieren
"defender" de las siniestras causas del capitalismo y su versión mas reciente, el neoliberalismo; los
grupos paramilitares pretenden "defendernos" del comunismo, el secuestro, el "boleteo" y la
extorsión; las fuerzas armadas afirman "defendernos" de la violencia irracional de los anteriores, sin
embargo, las cifras de muertes ocasionadas a la población civil por parte de todos los actores
armados, muestra una evidencia contundente: los diferentes grupos enfrentados en el conflicto
armado han sacrificado de la manera más siniestra aquello que afirman "defender": a la población
civil. De otra parte, su cacareado deseo de buscar salidas políticas al conflicto se contradice con su
actividad, cada vez más evidente, de consolidar un arsenal militar que les permita mantener y de ser
posible ganar la guerra.

El Instituto Nacional de Estudios Estratégicos, dependencia del Pentágono, en un reciente informe


sobre las finanzas de la guerrilla asevera que los grupos rebeldes en Colombia han ganado la mitad de
sus ingresos, calculados en 150 millones de dólares anuales, a partir del negocio de la droga. De ese
dinero, se asegura que cerca de 20 millones de dólares al año, son invertidos en compra de armas.
Las finanzas de los paramilitares son todavía más secretas, se ha afirmado que parte de su patrimonio
ha sido aportado por gremios ganaderos, agroexportadores y algunos sectores militares. Sin embargo,
en un informe del 22/02/00, la DEA sindica por primera vez a Carlos Castaño (principal jefe
paramilitar) de producir y exportar droga a los Estados Unidos, con lo que sus finanzas tendrían así
una gigantesca inyección. Lo que invierte en compra de armas e infraestructura bélica no está
calculado pero las modernas y sofisticadas armas y vehículos utilizados en las últimas masacres contra
la población civil no dejan lugar a dudas que es un porcentaje elevado. Las formas de financiación de
la guerra por parte de grupos guerrilleros y paramilitares son fruto de actividades ilícitas, algunas de

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una crueldad extrema como el secuestro, la desaparición forzada, las masacres y los ataques
indiscriminados sobre la población civil.

Nuestros supuestos "defensores" no han tenido ningún reparo en convertirnos en objeto de sus
ataques; por esta razón la población civil colombiana nos declaramos en mayoría de edad, esto
significa que no necesitamos el tutelaje de ningún grupo armado para que asuma la defensa de
nuestros legítimos intereses; en consecuencia, rechazamos cualquier medio que se utilice para
financiar esta guerra que no compartimos, no queremos, nunca pedimos, nos manifestamos en su
contra porque atenta de manera directa contra nuestra conciencia. Por estas razones decidimos no
apoyar moral, espiritual, física ni económicamente a ninguno de los participantes armados que de
manera ciega continúan empeñados en esta guerra.

Aparte de lo que oficiosamente se indica como gasto militar y de seguridad en los presupuestos del
Estado colombiano, un porcentaje adicional importante está difuminado en otros rubros como
educación, salud y trabajo y seguridad social, más complicados de precisar. Además falta por analizar
el verdadero monto del apoyo militar, técnico, humano y en infraestructura de comunicaciones
proporcionado por los Estados Unidos y países europeos como Francia, Alemania y España, quienes
incumplen los criterios aprobados por el Consejo de Europa en 1991, bajo el nombre de Código
Europeo sobre el Comercio de Armamento, tras reconocer que este continente había sido un
importante proveedor de armas a Irak durante los años anteriores al conflicto del Golfo. Estas
normas subrayan que cualquier decisión de exportar armamento deberá tener en cuenta la situación
interna y regional del país comprador, su situación de derechos humanos, y el efecto de la compra
sobre la economía nacional. Una primera conclusión es, que si sumamos el presupuesto ordinario del
gobierno destinado a la guerra mas los dineros del Plan Colombia que comenzaran a llegar a finales
de abril del 2001, tendremos que el gobierno colombiano gastará en la guerra $ 2 de cada $ 5 que
recibe. Por ello proponemos a los colombianos que realicen actos de objeción fiscal, es decir, que se
nieguen a pagar los impuestos o el porcentaje de los impuestos que van destinados a la guerra.

¿Por qué rechazamos al "Plan Colombia"?

Porque este significativo incremento de la "asistencia" militar norteamericana, indiscutiblemente, será


el comienzo de una intervención cada vez mayor y sin esperanza de conclusión. Seremos un simple
teatro de operaciones.

Porque, sin duda, lo que nos espera es un escalamiento de la guerra. No sólo enfrentamientos entre
los diferentes actores o fuerzas militares. También: bombardeos de saturación, arrasamiento de
caseríos, destrucción de infraestructura, hostigamiento de la población, violación de todos los
derechos humanos, desplazamientos masivos.

Porque esta guerra, centrada inicialmente en las zonas de los cultivos ilícitos, tiende a devastar la
Amazonía, eje del equilibrio planetario, y progresivamente, las selvas y páramos, cuna de nuestra
biodiversidad.

Porque, aún aceptando que debe eliminarse el narcotráfico, no podemos convenir en que, en esta
guerra, el enemigo sean los campesinos y jornaleros, dejando de lado los grupos del capital,
nacionales y extranjeros, que mueven el negocio. Los cultivos reaparecerán en éste u otros países. El
narcotráfico continuará mientras sea empresa tan rentable.

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Porque sabemos que cualquier guerra de hoy es total. Que no se reducirá a los campos sino que
abarcará las ciudades. Que polarizará la sociedad entre los "buenos", aliados del Imperio, y los
"narco-subversivos". Que se convertirá en el mejor expediente para aniquilar la protesta social,
producto de la crisis que estamos viviendo, y para continuar asesinando dirigentes sociales y
defensores de los derechos humanos. Sintomáticamente, la atroz empresa paramilitar parece, en
silencio, hacer parte de los cálculos bélicos y no propiamente como objetivo a eliminar.

Porque, finalmente, el señuelo de una cooperación financiera internacional destinada a lo social, no


sólo es, en estas condiciones, una trágica compensación, sino que ha terminado, desde ya,
maquillando a la funesta estrategia económica neoliberal con una oferta asistencialista.

Porque lo que queremos es la eliminación de todas las causas de la exclusión, de la pobreza, del
racismo, de la guerra, del autoritarismo, de la muerte, en fin, queremos una sociedad libre y
autónoma.

Festival libertario en Bogotá

SUSANA BALLESTEROS - [# 21, febrero-marzo 2001]

En medio de la violencia que se vive al interior del país, de la guerra territorial que cobra cada día
más muertos, de la intervención del Imperio para explotar esta tierra y la gente humilde que lo habita,
en una palabra, de la miseria que nos está diluyendo en una gran masa inerte desconcertada,
desempleada y que sólo se preocupa por sobrevivir instintivamente, la universidad y principalmente
la pública, en tanto es pagada por los impuestos sonsacados al pueblo, es llamada a ejercer la
verdadera y única política con la que cuentan los países de América Latina. La política de la reflexión
seria y profunda de los problemas humanos, de los intentos de creación de nuevos modos de sentir y
vivir la vida, así como la recuperación de la palabra, de su importancia retórica (en el buen sentido del
término), de su importancia comunicativa y por que no, de su importancia mágica de instancia
creadora, como la entienden aún los pocos indígenas que han pervivido al arrasamiento de la cultura
(civilización) del dinero y del consumismo.

Con esta perspectiva y luchando contra las dificultades que nuestra universidad pública - elitizada ya
en su mayor parte y por ello moribunda - presenta, un grupo de estudiantes de la Universidad
Nacional de Colombia trabajamos el pasado fin de semestre (noviembre del 2000) en la realización
de un festival libertario, que cobijara las diferentes inquietudes y puntos de vista que tanto
individuos, grupos y colectivos, enemigos políticos del gobierno y de la guerra, tenemos y
proponemos ante la difícil situación que atraviesa la humanidad en momentos para los cuales se
auguraban, por parte de los teóricos oficiales del sistema, las mejores circunstancias.

Como principales objetivos del encuentro se establecieron 4 puntos: La unión de l@s compañer@s
que buscamos de diferentes modos la libertad, segundo y en consonancia con lo anterior el
reconocimiento de la diversidad de pensamientos y maneras de sentir esta lucha. La propaganda y la
concientización de la juventud, lo suficientemente apática ante la situación como para convertirse en
cómplice; y por último el ejercicio de nuestro propio pensamiento por medio de conferencias,
debates, películas y videos que ofrecimos y recibimos, siempre con un sincero sentido crítico.

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Entre los temas tratados estuvieron el de la brutalidad policial que jóvenes, clase baja y activistas
soportamos constantemente tanto en la ciudad como en el campo. El maltrato animal, que estuvo a
cargo de un colectivo llamado REN, que ha venido trabajando ya hace unos años principalmente en
la oposición a las corridas de toros y las acciones anti Mc Donald´s. Hubo algo de política y
pedagogía de y para la libertad en cuanto acción. Feminismo, trueque o forma de economía
alternativa, entendida como una forma de actuar contra la economía capitalista; los recientes sucesos
de Seattle y Praga que se evidencian como un símbolo del descontento general y son un ejemplo de
lucha generalizada. Se abarcó igualmente el tema de los medios de comunicación y su información
manipulada, de la relación entre la palabra y la libertad y de los problemas que acarrea el análisis no
crítico de los diferentes discursos que se nos presentan.

Por otra parte se instaló una mesa de trueque continuo, donde tod@s participamos activamente y
despertó interés entre la gente desprevenida que pasó por allí en estos días. La experiencia resulto ser
buena y tener acogida. Por lo que se propuso continuar con ella el semestre que está por empezar.
Esperemos que el ánimo continúe. También se pudo repartir información y hubo feria de fanzines y
panfletos. Así pues, hubo información constantemente. Sin embargo entre los puntos negativos del
evento, destacamos dos principales y estos son la escasa comunicación que tenemos con grupos o
colectivos activistas de otros países e incluso de otras ciudades, motivo por el cual escasea la
información de primera mano y confiable acerca de lo que ocurre en cada localidad. Por otro lado la
asistencia de gente no fue la esperada y solo fue algo masivo el concierto de cierre. Esperamos suplir
estas carencias con mas participación e interés de la gente y una mayor comunicación con las
personas que habitan otros lugares, con el objetivo de tejer una red de amigos trabajando por un
mejor estar común.

Nuestra tarea esta toda por hacer, y unidos somos mas que los poderes que han convertido a la
libertad en un bien ideal e inexistente.

Iván Darío Álvarez (Entrevista): 25 años poetizando el anarquismo

RAFAEL UZCÁTEGUI - [# 22, abril-mayo 2001]

«Cuando hice mi primer títere, fruto del azar y la imaginación torpe, el pequeño fantoche de papel
descolorido y grotesco fluyó ante mi sorpresa como viento huracanado. Poseyó mi mano y al
depositar en mí su destino me condenó a ser el ojo secreto que vigilaba y dirigía todos sus actos. ¡Es
extraña la sensación de ser un Dios tutelar! Desde entonces comprendí por qué el titiritero ocupa una
misteriosa parcela de lo sagrado, pero con la sonrisa oculta del bufón.»
Iván Darío Álvarez. “El titiritero y su doble”

La Libélula Dorada es un grupo de teatro de títeres que, enclavado en el corazón de Bogotá, se ha


vestido de gala este año para celebrar sus 25 primaveras de existencia. Maquillado y gesticulando con
manos y voces, detrás de su biombo se encuentra desde siempre Iván Darío Álvarez, uno de los
hermanos corazón y cerebro del proyecto. Si bien La Libélula no es un colectivo anarquista, la
presencia de Iván ha impregnado el trabajo, y en especial, a sus obras de la incansable búsqueda y
experimentación de y para la libertad. La rebeldía innata de Iván Darío contra las injusticias y los
autoritarismos datan de su adolescencia, cuando cursaba estudios de bachillerato en la población de
Fontibon -en las afueras de la capital colombiana- y participaba en el efervescente movimiento
estudiantil. Pero no es sino años mas tarde, cuando un dedo acusador lo increpa de ser un anarquista,

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que el adjetivo encendió espíritu y corazón, iniciando su idilio con el pensamiento libertario. Esto
sucedió en Galicia, España, en donde Iván se encontraba tras una convivencia de dos años y medio
con "El circo de los muchachos" y la comunidad de Benposta. La experiencia le sirvió para aprender
en carne viva la vida colectiva en sociedad, pero también para cuestionar los dogmas religiosos, la
organización vertical y la falta de coherencia entre el discurso y la acción.

A la vuelta a Bogotá y con el primer libro ácrata bajo el brazo, Iván profundiza las dimensiones que
lo iban a caracterizar en el futuro. Por un lado, continúa su capacitación en las artes escénicas, en
gran parte de manera autodidacta. Por el otro, distribuye revistas libertarias internacionales, edita
algunas locales (entre los que se cuentan los 5 números del mítico periódico Biófilos) y promueve
algunos intentos de organización.

Una lluviosa y reciente noche de marzo nos acercamos a casa de Iván en Bogotá, para compartir el
aroma de un "tinto" y conversar un poco de sus 25 años dentro del teatro y el anarquismo.

- ¿De cuando data tu acercamiento al arte?, ¿fue complementario con tu formación política?

De antes de partir a España. Hay cosas a las que uno llega sin darse cuenta. En la escuela donde me
formé, aquí en el Parque Nacional, había un grupo de teatro llamado "El Acto Latino". Eran
teatreros y dirigían el parque. Pasaron del marxismo y el trotskismo al anarquismo, incluso hicieron
una comuna llamada La Comuna Latina. Cuando yo empiezo a saber más sobre el anarquismo a la
vuelta, me parecía muy interesante la experiencia de este grupo. Estando en Pedagogía Artística, otra
escuela después de los títeres, seguí en la formación a través del arte. Ahí salían maestros en las artes
plásticas, artes escénicas y la música, lo que me parecía un complemento ideal para nuestra formación
como titiriteros. Curiosamente cuando estábamos en esa escuela, nos la iban a cerrar. Había un
profesor de pintura llamado Antonio Camacho Rugeles y organizamos con él una semana cultural
para que no la cerraran. Él sé confeso a nosotros como anarquista y eso creo un vínculo muy fuerte.
Nos metimos en lo de la defensa de la escuela y dentro de eso hicimos actividades propagandísticas.
Un día salimos un 1º de mayo, y en muchos años no había en esas manifestaciones tan grandes una
veintena de tipos con banderas negras, lo que fue todo un acontecimiento.

- ¿La Libélula Dorada ha sido tu grupo de toda la vida?

Fui uno de los fundadores con mi hermano y ambos, de alguna manera, fuimos metiéndonos mucho
en el terreno de las artes escénicas y compartíamos el espíritu del anarquismo. Tu lo ves dentro del
repertorio de la Libélula. En el año 1979 yo escribí "El dulce encanto de la isla acracia", que era
como un homenaje muy sutil a las ideas. En ese momento tuvo mucho éxito y ahora la volvimos a
reprogramar. Una vez hicimos una función en la Universidad Nacional, eran 2.000 personas y fue
una ovación espectacular. Desde ahí hacemos una labor interesante, poetizando de alguna manera la
anarquía.

- ¿Son el grupo colombiano más antiguo de títeres en la actualidad?

Hay otros. La Libélula surge en un momento en el que otros grupos nacen también. El ejemplo de
nosotros se convierte en una referencia importante, lo que hace que otros permanezcan. Hay otro
grupo interesante en Medellín que se llama La Fanfarria. Ambos tenemos un espacio importante en
la historia de los títeres en Colombia en los últimos 30 años.

- ¿Cuántas personas están dentro de La Libélula y cómo es su dinámica particular?

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Inicialmente intentamos hacer un cuento muy comunitario, pero desgraciadamente la gente que se
metía no tenía el mismo grado de compromiso. Compartíamos y socializábamos todo, y nos dimos
cuenta que muchos sí querían socializar los beneficios pero no la parte del deber y la responsabilidad.
Así que la carga del trabajo se recargaba en nosotros y empezamos a convertirnos en una compañía,
que contrataba a la gente y la empleaba. En ese sentido se perdió el espíritu libertario del grupo. Nos
convertimos en una fundación y tenemos ayudas del Estado, que no son muchas y han sido muy
peleadas. Los porcentajes que recibimos en nuestro teatro por taquilla son muy pobres, no hay una
cultural teatral lo suficientemente sólida y mucha gente no sabe de su existencia como alternativa.

El ejemplo del hermanito bobo

Cinco obras han sido publicadas de la larga lista de creaciones de Iván. En "Los espíritus lúdicos",
por ejemplo, dos hermanos hacen un viaje por el mundo de la imaginación. En "El dulce encanto de
la isla acracia", un trío de forajidos, entre ellos el pirata Malatesta, hacen una travesía para rescatar el
tesoro de la libertad. La Libélula Dorada tiene como proyecto inmediato el convertirse en una
escuela de títeres, así como consolidar su espacio como un ateneo para la confluencia de las
expresiones artísticas no comerciales.

- ¿No son las marionetas dentro del medio teatral el patito feo de las artes?

Si, de alguna manera y eso ha sido una de las cosas interesantes de La Libélula. Incluso en el medio
teatral la gente de los grandes grupos consideraba que para los festivales no deberían participar los
títeres porque estos no eran teatro. Un poco a partir de grupos como nosotros esa imagen empezó a
cambiar, que no somos el hermanito menor, o algo peor, el hermanito bobo del teatro. Empezamos
a subvertir eso y a presentar obras que no eran exclusivamente para los niños, sino para adultos,
demostrando que son un lenguaje tan interesante o mas como el del mismo teatro. El títere para
nosotros es una metáfora y un actor no tiene a veces esa capacidad de convertirse en símbolo. A
veces el títere puede llegar a ser muy dramático y plásticamente puede llegar a tener unos niveles muy
interesantes, de llegar a construir un lenguaje muy abstracto.

- Al ver sus presentaciones pareciera que han incluido cosas que no eran propias del teatro de títeres, por ejemplo,
cuando ustedes mismos se incluyen como personajes.

Nosotros no veíamos esa frontera entre el teatro de actores y el de títeres. De alguna manera
pensamos que este puede enriquecer el teatro de actores. Inicialmente queríamos hacer era teatro.
Éramos asiduos espectadores y fuimos influenciados por ese movimiento que existió en los años
70's: grupos de teatro muy contestatarios que nos llamaron mucho la atención. Cuando surgió la
escuela de títeres queríamos hacerlos como un complemento de nuestra formación, pero terminamos
más enamorados de los títeres que incluso del mismo teatro de actores.

- Sus personajes aparecen en escena en distintos tamaños, cosa que pareciera caracterizar el estilo de La Libélula.
¿Existen otros elementos propios de su trabajo?

Una de las cosas es la concepción del espacio. En el momento que empezamos el titiritero estaba
encerrado en su teatrino, este lo ocultaba y no era un elemento de la puesta en escena. Con obras
como "El dulce encanto de la isla acracia" fue una de las cosas que cambiamos: transformar el
biombo en un barco, convertir de alguna manera el teatrino en un espacio escénico que formaba
parte integral de la obra siendo un personaje también. En "Ese chivo es puro cuento" también
jugamos con eso, dándole mucha movilidad al biombo. El otro es el lenguaje. Había como un

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tratamiento del niño como si este fuera un retrasado mental y refiriéndose a ellos de una manera muy
paternalista a través de diminutivos. Los titiriteros tenían esa intención de formar moralmente a los
pequeños, pero a través de unos patrones muy maniqueistas. En La Libélula empezamos a cuestionar
esa concepción de las historias y aunque no nos planteamos como absolutamente destructores de los
valores en términos de personajes buenos y malos, empezamos a mirar que hay muchas maneras de
serlo, y es el niño a través de los personajes quien tiene que sacar sus conclusiones. En "Los espíritus
lúdicos" empezamos a cuestionar la linealidad de las historias, a romper la lógica, muy inspirados en
Lewis Carrol, de quien creo era un anarquista del lenguaje por su ruptura del tiempo y del espacio.

- ¿Todas las obras representadas son propias?

Eso también puede ser una característica, y es que somos creadores de nuestra propia dramaturgia.
Hemos hecho adaptaciones de cuentos de tradición oral, como "Ese chivo es puro cuento" que es de
origen chileno, pero recreamos prácticamente el 70% de la historia pues el cuentico es media
cuartilla. Hicimos otra obra que era una integración de música, pantomima, máscaras y títeres sin
palabras que se llamaba "Sinfonías inconclusas para desamordazar el silencio", basado en un poema
del francés Jacques Brewer. Hay otras, "La rebelión de los títeres", "Los héroes que vencieron todo
menos el miedo" y "Madre no hay sino una" que es otra adaptación. "Un pobre pelagato mal llamado
Fortunato", basado en un cuento de un italiano. "La niña y el sapito: la unidad de los contrarios" que
es para adultos. "La leyenda de Sadi el Mito, alias el Puro" que es una obra policíaca que no la
volvimos a montar pues es un montaje grande con 12 titiriteros, 3 técnicos y video beam.

- ¿Tienes alguna obra de la que te sientas particularmente orgulloso?

La obra que más éxito ha tenido del grupo ha sido "Los espíritus lúdicos" y eso fue muy importante
porque nos invitaron a participar en un festival internacional de teatro en Manizales y fuimos
considerados uno de los mejores. Nadie en la historia del teatro de títeres había logrado ese
reconocimiento. Con esa obra estuvimos en el Festival Cervantino de México, en el Festival
Internacional de las Naciones en Santiago de Chile, nos invitaron recientemente a Caracas.

- ¿Iván Darío se refleja en sus personajes o los muñecos se parecen a él?

Hay unos personajes que lo delatan a uno. A veces siento que en "Los espíritus lúdicos",
inconcientemente, hay como una historia muy personal. Es la relación de dos hermanos, Tito y Tato,
que es mucho la relación entre mi hermano y yo. Los personajes que en las obras tienen un grado de
maldad a mi me gustan por que son el reverso de lo que soy. Es mi manera de proyectar el lado
oscuro que tengo.

En medio del fuego cruzado

- ¿Que tan difícil es mantener una postura disidente dentro de un espacio de confrontación tan polarizado como lo es el
colombiano?

Nos ha tocado una lucha difícil. Por un lado contra esa concepción burguesa de la cultura, que es
muy elitista y antipopular y que se expresa a través de las instituciones que tienen el control
burocrático de los presupuestos culturales. Por el otro lado, luchar contra organizaciones que desde
la izquierda han sido hegemónicas en el discurso cultural y que han tenido expresión en los partidos
políticos, por ejemplo el PC. Eso nos ha traído problemas, pues ellos han desarrollado una relación
mucho más política con el Estado y a pesar de mostrarse críticos y quejarse por las políticas

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culturales son los que más se han beneficiado. En este momento, la guerra no nos ha afectado en
nuestra libertad de expresión, hemos podido decir lo que queremos, pero sí en algún momento nos
tocó ser víctimas de sus circunstancias. Hace unos diez años nos allanaron en un momento en que
estaban buscando armas de las FARC, y en la cacería de brujas allanaron una serie de grupos de
teatro. Como se están desarrollando las cosas en Colombia, tengo el presentimiento y el miedo de
que en algún momento, si el fascismo sigue creciendo, van a terminar metiéndose con la gente que
está, digamos, desde la izquierda con una posición disidente.

La lúdica y el bolillo

COORDINADORA BANDERAS NEGRAS - [# 25, noviembre-diciembre 2001]

Hace siete meses, individualidades y colectivos formamos la Coordinadora Libertaria Banderas


Negras, bajo la necesidad de la construcción de un espacio político libertario, desde la teoría y en la
praxis. Lo hicimos desde la responsabilidad histórica que como generación nos corresponde; en este
momento de mundialización decidimos integrarnos a la movida de antiglobalización, que vimos
explotar multicolor en Seattle. Aterrizándola en nuestro acontecer: desempleo, reformas laborales,
desmonte de garantías sociales, centralización del poder, consolidación de órganos económicos
internacionales no democráticos, etc.

A partir de esa reflexión, decidimos integrarnos a la Plataforma Mundial en contra del ALCA (Área
de Libre Comercio para América) y el gobierno económico que se nos pretende imponer por medio
de este tipo de tratados, convocando en Colombia una manifestación lúdico-pacífica que tuvo lugar
el 20 de abril, en consonancia con las protestas que se dieron a nivel mundial, las cuales tuvieron
como punto de referencia Québec, Canadá; donde unos pocos discutían el futuro de la humanidad y
el de sus bolsillos, mientras afuera una multitud de diferencias se resistía.

A esta convocatoria en Bogotá acudieron 150 personas aproximadamente, respondiendo a la


necesidad de globalizar la resistencia. Ante el éxito de las manifestaciones a nivel mundial y en
Colombia, decidimos repetir celebrándole el cumpleaños a la represión económica, la exclusión social
y la miseria, representadas en el FMI, el día 28 de septiembre frente a una de las sedes del Banco
Mundial en nuestra ciudad.

La S28 transcurría en calma y algarabía fiestera, hasta que los perros guardianes del orden y el poder
(la policía), decidieron atacar de forma desmedida a la manifestación, pues, frente a pimpones con
pintura y pintas, respondieron con gases lacrimógenos, golpes y detenciones; algo conocido como
TERRORISMO de Estado. La violenta advertencia pretendió luego catalogar a los 22 detenidos
como terroristas y abrir procesos judiciales, lo cual se impidió gracias a la rápida intervención del
Colectivo de Abogados Álvaro Restrepo, expertos en la protección de los Derechos Humanos.

Pese a los incidentes nuestras justas demandas continúan. Queremos globalizar equidad, no pobreza.
Seguiremos luchando contra su religión consumista y monetarista.

Salud y libertad.

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Conflicto colombiano: Declaración de l@s libertari@s de Colombia

[# 27, mayo-junio 2002]

Rechazamos la escalada en la guerra que representa la terminación de las negociaciones entre el


gobierno y la guerrilla. Igualmente rechazamos la versión oficial de que esta se debió al secuestro de
un senador ya que hay pruebas de que esta escalada estaba planeada desde tiempo atrás. El Plan
Colombia necesitaba esta escalada como pretexto para que el Estado pudiera consumar su negocio
de armas con los capitalistas norteamericanos.

Consideramos que la respuesta adecuada reside en una oposición radical a la guerra, que reconoce
que esta no disminuirá sin concesiones por parte del Estado. Esta oposición incluirá la resistencia
civil generalizada: no solamente en contra de los ataques de la guerrilla, sino una resistencia civil,
basada en:
- Acción Directa / Deserción de las filas.
- Campañas de No Pago en contra de la guerra del Estado y la burguesía en contra de la población.
Por ejemplo: Rehusar pagar la factura de los servicios públicos.
- Paros y Huelgas, inclusive una huelga política por la paz.

Rechazamos la manera en que políticos y alcaldes como A. Mockus apoyan la resistencia civil cuando
ellos mismos aprueban medidas anti-populares.

Denunciamos la manera descarada en que los medios y especialmente los noticieros televisivos
utilizan las imágenes de actos terroristas para crear en la población desinformación y zozobra, como
métodos de ampliar el rating y obedeciendo a una política de parcialidad.

Reivindicamos una revolución social que no tiene que esperar hasta después de la guerra y que no
significa una vanguardia armada sino una donde todos participen. Históricamente queda demostrado
que una oposición autoritaria, jerarquizada solo crea una nueva élite de verdugos, donde la opresión y
la explotación, persisten a pesar de su maquillaje.

Consideramos importante oponernos a esta guerra centrando nuestro análisis en sus causas: La
defensa a toda costa de los beneficios que el Estado colombiano y capital nacional y extranjero
obtienen de la explotación de la gran mayoría de los colombianos. Esto incluye vendedores de armas,
narcotraficantes, políticos, medios, grandes propietarios y financieros; y todos aquellos que de parte y
parte se lucran con guerra, con el desangre de la población, y el sufrimiento de un número cada vez
mayor de colombianos.

Firman: Revista El Horizontal (Medellín)


CASO - Colectivo Anarquista de Solidaridad
(Medellín)
Colectivo Anarcopunk Contracorriente
Colectivo Los Amigos de Lopez
Colectivo Los Rodillones
Taller de Estudios Anarquistas
El Fundamentalista
Equipo cogestionado de monopatín
Colectivo prensa estudiantil
Boletín Virus (Bogotá)

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Coordinadora Banderas Negras – Colombia (Entrevista): el futuro con Uribe

REDACCIÓN - [# 28, agosto 2002]

[El resultado de las elecciones en Colombia, en las que asume la presidencia un candidato que
prometía en campaña mano dura, modifica sustancialmente el panorama geopolítico de la región. El
Libertario pulsó la opinión de la Coordinadora Banderas Negras, de la ciudad de Bogotá, para
conocer el sentir libertario desde el propio corazón del conflicto.]

- ¿Qué actitud tomaron los libertarios durante la campaña presidencial y las elecciones realizadas recientemente en
Colombia?

Más que una actitud, que invita a pensar en una personificación homogenizante desde la
Coordinadora, se puede hablar de una posición asumida por los individuos, por los grupos o por los
colectivos en este período en que la máquina electoral se revitalizó. Es pertinente aclarar la diferencia
entre campaña y elecciones.

Por un lado, la campaña propagó voces y discusiones con retórica populista. En esa medida se hacía
claro que el juego en pro o en contra de estas discusiones era bailar al son que tocaban esas voces, es
decir, caer en el juego de los temas que ellas imponían, principalmente el de la guerra. Pero tal vez lo
más peligroso de este baile era desvincular a través de las cortinas o slogans las discusiones de fondo:
esas donde las fuerzas y no las voces tienen mucho que decir. Un ejemplo para aclarar esto de las
reales fuerzas: en esta campaña hubo políticos que hablaban con banderitas blancas mientras tod@s
sabemos que son patrocinadores de grupos paramilitares, discursos desgarradores en defensa de lo
público en boca de grandes empresarios...

Ahora bien, frente a las elecciones hablemos aquí de dos puntos antagónicos, por un lado de la
crónica de una elección anunciada, y por el otro, la posición de la Coordinadora.

Primero, la elección de Uribe Vélez era un hecho ya anunciado. Justamente anunciarla fue el arma
usada por la derecha. Los medios masivos de comunicación y las encuestas de opinión pública
fueron algunos de los instrumentos que posesionaron a Uribe, y en ese sentido impusieron la
temática de la campaña, priorizando la cuestión de la guerra a las graves circunstancias
socioeconómicas que enfrenta el país. Nos podemos hacer una idea a grosso modo sabiendo esto: las
compañías que curiosamente siempre realizan las encuestas de opinión pública son respaldadas por
los grandes empresarios; estas a su vez están articuladas a los medios masivos de comunicación, los
cuales saben cuándo y cómo difundir los datos recolectados. A nivel de medios escritos, sólo hay uno
de circulación masiva en todo el país, El Tiempo, perteneciente a la familia de la fórmula presidencial
de Uribe Vélez (Francisco Santos). Radio y televisión están bajo el monopolio de dos pulpos, Caracol
y RCN (cuyos propietarios están presentes en todas las firmas que representan altas tasas de ganancia
en Colombia, incluyendo la banca, el capital financiero).

Así pues, en el gobierno saliente el ministro de hacienda es un Santos, en el gobierno entrante el


vicepresidente. Los colombianos crearon su opción y eligieron a un presidente a través de estos
medios masivos de comunicación.

Segundo, Banderas Negras se presenta en constante construcción. En este momento sabemos con
certeza lo que somos, una coordinadora de acciones alternas y en resistencia. La autonomía y libertad

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para cada individuo o colectivo perteneciente a la Coordinadora nutre los debates que se presenten
en su interior. Por supuesto, votar o no votar está ahí a la hora de optar por alguna opción. En otras
palabras, el "cómo" de la democracia directa o de la participación constituyente es un tema que en las
asambleas se hace relevante, tema que se expresa en acciones cotidianas. Por ejemplo, si la
Coordinadora es un instrumento de organización que no tiene representantes, ¿en qué momento o
cuáles son los mecanismos más consecuentes con el ideal libertario en decisiones prácticas y con
impacto masivo? ¿Cuál posición ética es la adecuada en los casos en los que se decide sobre
inclusiones/exclusiones? Así pues, algun@s creyeron que la propuesta de izquierda unida y
reconciliación, propugnada por Lucho Garzón era una vía adecuada para el momento que vivimos, y
otr@s dieron un 'no' rotundo a las elecciones. Así pues la Coordinadora como tal no tuvo una
posición, pero tod@s fuimos conscientes de la complejidad de lo que estaba en juego.

Pero más allá de estas expresiones, creemos que una de las interrogantes que dan contenido a los
procesos sociales es aquella que plantea la planeación de lo público por medio de la autogestión,
donde lo público es entendido como construcción de lo colectivo, y a su vez es diferenciado de lo
estatal, pues se trata de una organización política generadora de desigualdades.

El futuro

- Con Uribe en la presidencia, ¿se modificarán las políticas llevadas a cabo por el anterior presidente ¿Qué tipo de
políticas consideran que implementará y cuáles serán las consecuencias para la población?

Algo que l@s latinoamerican@s hemos aprendido en carne viva es que las políticas no se mueven a
partir, ni en torno a mandatos presidenciales. Actualmente existen en el continente macroproyectos
pensados a 50 años; recordemos por ejemplo esa gran autopista que une a Venezuela, Colombia,
Ecuador y Brasil, atravesando el área amazónica; o aquel que está convirtiendo las actuales ciudades
en puertos secos o en ciudades dormitorio. Bogota, una ciudad con más de siete millones de
habitantes, está siendo rediseñada con esa visión. También son ejemplo el ALCA, la Iniciativa
Regional Andina, el Plan Colombia, el Plan Puebla Panamá. Todo esto hace parte de una sola
estrategia. Como lo expresa el saber popular: "no hay puntada sin dedal".

Los ministros y presidentes que firman "carta franca" a los capitales internacionales, están dispuestos
a vender el alma al diablo por un puestico en esas grandes inversiones.

Ahora, si usted pregunta por el mundillo de los políticos nacionales no hay cambios sustanciales de
presidente a presidente, como decimos en Colombia "para ejemplo un botón": el gabinete ministerial
que se posesiona junto a Uribe Vélez tiene una hoja de vida no muy limpia, están envueltos en
escándalos de corrupción, tienen procesos judiciales por robo a lo público, son reconocidos asesores,
colaboradores o financiadores de grupos paramilitares. En las carteras que algunos desempeñan
tienen intereses, pues son empresarios de esos ramos. Uribe prometió en su campaña lo que Pastrana
ya estaba haciendo: Plan Colombia, reformas tributarias, privatizaciones. Tal vez con Uribe habrá un
cambio, ya no se encubrirá la guerra que vive el país con palabras como paz, diálogo. La guerra será
abierta y la imposición total del neoliberalismo una realidad, por vía autoritaria y voluntarista.

Sin embargo, abierta o encubierta la guerra siempre ha estado en nuestro territorio, pero también l@s
latinoamerican@s sabemos que las transformaciones se dan entre fuerzas antagónicas: el poder y el
capital por un lado, y la resistencia, el trabajo vivo, por el otro. Asumir ese trabajo vivo como
productor de un mundo libertario es la posición de la Coordinadora Banderas Negras. La imagen de

22
la Asociación Continental de Trabajadores, que como producto de un proceso hizo ver su
potencialidad en el año de 1929, en el congreso que aglutinó a los muchos libertarios de América.
Este proceso que es historia y posibilidad retorna cada vez con más fuerza. Y es que seguros estamos
que frente al ALCA, a los macroproyectos, a los organismos multilaterales, no basta con ser
contestatarios, ni quedarse siempre en la oposición, es necesario producir acciones y proyectos
alternativos a la unidimensionalidad propuesta por el capital y su gendarme los Estados Unidos.

Se hace necesario que las poblaciones de América Latina, como una sola gran fuerza viva de trabajo,
produzca relaciones libertarias desde abajo, con impacientes paciencias: coordinando jornadas
simultáneas contra el capital mundializado, realizando campamentos para crear espacios de
convergencia, o tal desencadenando un nuevo congreso continental de trabajadores.

No apoye el terrorismo: ¡no pague impuestos de guerra!

MAGAZÍN EL HORIZONTAL Y COLECTIVO ANARQUISTA DE SOLIDARIDAD - [# 29, septiembre-


octubre 2002]

La confrontación bélica en nuestro país en los últimos días ha alcanzado grandes proporciones,
como lo dijo el presidente el país está al borde de la disolución social.

Somos concientes que el conflicto armado no es el único problema en nuestro país. La pobreza, el
desempleo, el cierre de hospitales, el narcotráfico como problema social y la represión continua a las
alternativas políticas y sociales, no sólo son algunos de los problemas a los que se enfrentan los
colombianos sino también en gran medida, la causa del conflicto armado mismo.

Sin duda alguna la situación no debe seguir igual. Pero el gobierno propone que la solución es
aumentar el pié de fuerza, involucrando a la gente del común en "la guerra contra el terrorismo y el
comunismo internacional", deteniendo o allanando sin orden judicial y aumentando la represión. No
podemos negar que nos asusta la idea un estado vigilante, armado hasta los dientes, con poderes
extraordinarios, la aceptación de Washington y viviendo a expensas de un pueblo pobre, cargado de
impuestos de seguridad, desconfiando del vecino y buscando cualquier centavo acusando al prójimo
de terrorista.

Pero el gobierno justifica su actuar en pro de la seguridad nacional mostrándole a la gente del común
que la causa de los problemas sociales son consecuencia de la guerra, cuando en sí históricamente
está comprobado que aquellos son causa de está; la guerra no se soluciona con guerra.

La pantomima que muestra el gobierno colombiano sólo son justificaciones para satisfacer las
necesidades de algunos. Entonces, para ello, se sacrifica al hombre para que viva el Estado, para que
crezca, se fortalezca y actúe por nosotros y sólo ahí, el día que las amenazas desaparezcan, sólo ahí,
cumplirá los fines que a boca llena promulgan aquellos defensores de la "seguridad pública". Lo que
no saben quienes apoyan estas ideas es el arma de doble filo que se avecina, puesto que es sobrevuelo
de helicóptero y el estado de conmoción interior impuesto por el gobierno AUV y las medidas éste
impone para "salvaguardar la nación" o "proteger las instituciones", como el pago de impuestos para
la guerra y la disminución de libertades del individuo en beneficio de los organismos de seguridad;

23
trae consigo consecuencias más graves que no son la fórmula para alcanzar la paz de la que tanto
hablan. No es más que entender al hombre como máquina que solo actúa y no puede pensar por sí
mismo, y mucho menos cuestionarse.

Nosotros proponemos una campaña de oposición a estas formas de militarismo autoritario y


peligroso:

> No pago de los impuestos de guerra en pro de la "Seguridad". Si no le damos dinero al Estado
para armas, estaremos más "seguros" de que estas armas no nos atacaran...
> No presentarse ante las autoridades cuando se haga el llamamiento a reservas.
> Objetar y apoyar los procesos de los objetores de conciencia al SerVICIO Militar Obligatorio.
> Acciones directas contra el Plan Colombia y la Iniciativa Regional Andina
> Practicar formas de solución de conflictos diferentes al tradicional "agarrarnos a bala".

Por lo anterior, y por muchos más es que desde una posición libertaria nos oponemos a las medidas
que está implementando el gobierno colombiano. Y no por ello se entienda que nuestra propuesta
asume modelos democráticos que no son más que la fachada que esgrimen los estados para legitimar
su propio terrorismo, el peor de todos.

Nuestra propuesta es de acción directa contra todas las medidas que esgrimen los Estados.
Autogestionaria, libertaria y antiautoritaria (Sea cual sea el autoritarismo que haga las propuestas).

Llamamos a todos los compañeros a nivel internacional a que se sumen a la lucha contra las medidas
terroristas que el Estado colombiano está implementando en contra del pueblo colombiano.

Autoritarios en guerra contra la niñez

WATCHLIST ON CHILDREN AND ARMED CONFLICTS - [# 39, septiembre-octubre 2004]

[El proyecto no gubernamental WATCHLIST ON CHILDREN AND ARMED CONFLICTS


publicó en febrero de 2004 el documentado y estremecedor reporte: Colombia: La Guerra en los
Niños y las Niñas, que examina con rigor e imparcialidad la terrible realidad que afecta a la infancia y
juventud de este país. De allí hemos tomado textos y datos aquí expuestos aquí, en la intención de
motivar tanto el conocimiento de tal situación como el desarrollo de iniciativas solidarias.]

En Colombia, tanto la guerrilla como los paramilitares, las fuerzas armadas y la policía nacional
cometen actos de violencia y abusos contra la población civil, incluyendo niños, niñas y adolescentes.
Dichos actos constituyen violaciones al Derecho Internacional Humanitario y a los derechos
humanos y sin embargo, en la mayoría de los casos, quedan en la impunidad. Los y las jóvenes han
sido victimas de violencia sexual, asesinados, lisiados, reclutados, utilizados como informantes,
señalados como blancos y expulsados de sus hogares. Los y las jóvenes han sido devastados por la
cultura de crimen y violencia que ha azotado a Colombia en el marco del conflicto armado, sus nexos
con el tráfico de droga y la proliferación de armas.

24
Guerra en los niños

La guerra en Colombia es una guerra en los niños. Los jóvenes han sido atraídos y forzados a entrar
a las filas de los grupos combatientes, señalados como blancos y expulsados de sus hogares. En junio
de 2003, la COALICIÓN CONTRA LA VINCULACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES AL
CONFLICTO ARMADO concluyó que “en el contexto del conflicto armado colombiano, los niños
y jóvenes son una y otra vez víctimas de crímenes de guerra y de lesa humanidad.”

El impacto del conflicto en los niños colombianos varía entre los diversos segmentos de la
población, tales como aquellos que viven en las diferentes regiones, niños campesinos, indígenas y
afro-colombianos, y aquellos que han sufrido el desplazamiento. Por ejemplo, en amplias zonas
rurales de Colombia y en muchas áreas urbanas periféricas, el gobierno no proporciona servicios
sanitarios, de salud, educación, vivienda, seguridad u otros servicios básicos, de acuerdo con _Crisis
Humanitaria en Colombia_, del INTERNACIONAL CRISIS GROUP. Más aún, en algunas áreas
bajo control de grupos armados fuera de la ley, las fuerzas armadas estatales restringen la circulación
de medicinas, alimentos y otras provisiones básicas, como parte de su estrategia militar.

Todas las partes del conflicto son responsables por la muerte y la mutilación de niños y niñas. De
acuerdo con el Defensor del Pueblo, de octubre de 1996 a septiembre de 1999, 49 niños y niñas
fueron ejecutados de manera extrajudicial, con 4 casos atribuidos a funcionarios públicos, 24 a
paramilitares y 21 a la guerrilla. Se reportó que durante el mismo período, 14 jóvenes fueron
torturados y dejados con vida, mientras que 38 niños fueron asesinados en 11 masacres, junto con
adultos; según los informes, los paramilitares fueron responsables de 15 de estos asesinatos y los
guerrilleros de los 23 restantes. De acuerdo con UNICEF, aproximadamente 7 niños mueren
violentamente cada día. Los siguientes son ejemplos de informes recientes en 2003:
* Una niña de 8 años fue muerta el 24/02 en Culebritas, Norte de Santander, por disparos
provenientes de una unidad del ejército. Dicha unidad argumentó que su blanco era un campamento
de la guerrilla, pero líderes comunitarios dijeron que el blanco era la casa del presidente de la
asociación comunitaria cuya hija fue la víctima. (EL TIEMPO, 25/02/2003)
* En abril, un niño de 10 años fue muerto después de haber sido engañado para que llevara una
bicicleta cargada de explosivos a un retén militar. Las FARC-EP están implicadas en este incidente
(Defensoría del Pueblo, Nº 017, 5/12/03).
* Se culpó a las Autodefensas paramilitares de haber secuestrado y torturado a 3 niños el 16/08 en
Medellín, con el objeto de obtener información sobre organizaciones que operaban en sus barrios.
Dos de los niños fueron asesinados. (GLOBAL IDP DATABASE, PROTECTION CONCERNS
AFFECTING DISPLACED CHILDREN).

En un discurso televisado a nivel nacional el 8/9/03, el Presidente Uribe catalogó a las


organizaciones que trabajan por la protección de los derechos humanos de “terroristas” y cobardes
que “esconden sus ideas políticas detrás de los derechos humanos”. Estas declaraciones fueron
ampliamente repudiadas por un sinnúmero de organizaciones internacionales. Una de las
preocupaciones más graves es que tales declaraciones puedan ser interpretadas como un apoyo del
gobierno a los ataques a organizaciones que están trabajando para proteger los derechos de los niños
y niñas y para aliviar la crisis humanitaria en Colombia.

Los niños como carne de cañón

Colombia está en el cuarto lugar en el mundo con el mayor número de niños soldados después de
Myanmar, Liberia y la República Democrática del Congo. En el informe _Aprenderás a no Llorar:

25
Niños Combatientes en Colombia_ (septiembre 2003), HUMAN RIGHTS WATCH (HRW) calcula
que unos 11000 niños, algunos de apenas siete años, están asociados con grupos armados en el país.
Todos los actores armados utilizan tanto a niños como a niñas. Es extremadamente difícil obtener
cálculos precisos sobre el número de niños involucrados con los grupos armados. El Secretario
General de las Naciones Unidas (F/2003/1053) estima que 7000 niños están asociados con grupos
armados ilegales y otros 7000 con las milicias urbanas. HRW calcula que más de 7400 niños son
miembros de las FARC-EP, incluyendo los que están asociados con las milicias urbanas. Por lo
menos 1480 de los combatientes del ELN (o por lo menos una tercera parte del total de sus
miembros) son menores de 18 años. Aproximadamente 2200 jóvenes y niños hacen parte de las
Autodefensas Unidas de Colombia. Los anteriores son considerados cálculos bajos. Por su parte, el
GRUPO TEMÁTICO SOBRE DESPLAZAMIENTO de las Naciones Unidas concluyó que el
anunciado incremento del 30% en el pie de fuerza de los grupos armados ilegales en 2001 y 2002, se
debió al reclutamiento de menores.

En el 2000, el Ejército colombiano dejó de admitir menores de 18 años. Antes de esto, unos 16000
niños habían prestado servicio en sus filas. Tras el cambio de esta política, no ha habido reportes de
reclutamiento de niños. Sin embargo existen informes de unidades del ejército en zonas de conflicto
como el Meta y el Putumayo que utilizan a adolescentes para trabajos de inteligencia, pagándoles
algunas veces en efectivo o en especie y otras veces simplemente amenazándolos. Además, el
Ministerio de la Defensa desarrolla un programa llamado “Soldados por un día”, enfocado a
familiarizar a los niños con el ejército, por medio de actividades recreativas y visitas a las instalaciones
militares en donde se les invita a jugar en la piscina o a dar una vuelta en un tanque militar, mientras
los soldados distribuyen dulces o se disfrazan de payasos. En algunas regiones, este programa
pretende utilizar a los niños para animar a miembros de su familia a desertar de los grupos armados
ilegales. En Arauca, “Soldados por un día” se implementó como parte de una campaña para reclamar
una región abandonada por el gobierno hacía tiempo y considerada como un área simpatizante de la
guerrilla. Así, se les entregaba a los niños billetes falsos de 20000 pesos con un mensaje al reverso
que invitaba a desertar de los grupos armados.

El entrenamiento y la vida cotidiana de los niños y niñas asociados con los grupos armados varían de
grupo a grupo. Los niños y niñas generalmente reciben un entrenamiento militar integral aunque
rápido, que incluye el uso de armas, fabricación de bombas y estrategia militar. Estos también
realizan labores de cocina y vigilancia, al igual que labores manuales; son sujetos a formas estrictas de
castigo y crueldad y obligados a torturar, ejecutar y participar en combates. Además de estas penurias,
las niñas son víctimas de acoso y abuso sexual, uso forzado de dispositivos intrauterinos, inyecciones
anticonceptivas, aborto forzado y violación. El Defensor del Pueblo ha informado que
aproximadamente el 70% de las jóvenes que eran miembros de la guerrilla en el departamento de
Santander, tenían enfermedades de transmisión sexual.

Los grupos guerrilleros y paramilitares son conocidos por el reclutamiento forzado y métodos
amplios de vinculación, que incluye hechos ocasionales de niños que fueron obligados a formar parte
de sus filas poniéndoles un arma en la sien. Los niños y niñas son vistos como una fuente atractiva
de reclutas maleables, según HRW. Sin embargo, la mayoría de los niños y niñas se unen
“voluntariamente”, ante la violencia política, la pobreza, la falta de alternativas como la educación o
el trabajo; algunos citan la desesperación, y la búsqueda de un mayor status entre sus coetáneos como
factores que los han motivado. Un análisis realizado por la QUAKER UNITED NATIONS
OFFICE citó extensas entrevistas con 5 niñas que habían formado parte de grupos guerrilleros,
quienes afirmaron haber sido maltratadas en sus casas antes de unirse a la guerrilla.

26
Todos los grupos combatientes en Colombia matan, mutilan y torturan prisioneros; algunos también
secuestran y asesinan a civiles. Niños desvinculados han contado que eran forzados a matar personas
y descuartizar sus cuerpos. Más de un tercio de los niños entrevistados por HRW para su informe,
dijeron haber participado directamente en asesinatos fuera de combate. Más de la mitad de los niños
que no admitieron una participación directa, dijeron haber presenciado asesinatos o haber oído de
ellos. Algunos dijeron haber sido obligados a beber sangre humana, en algunos casos mezclada con
pólvora, para “conquistar el miedo”.

Algunas cifras y hechos de la masacre

* Según el WASHINGTON OFFICE ON LATIN AMERICA, Colombia ocupa el tercer lugar entre
los mayores receptores de ayuda de los Estados Unidos, especialmente a través del Plan Colombia.
Más del 80% de esa ayuda va directamente a apoyos militares y policíacos, a pesar de los abusos de
derechos humanos asociados con las fuerzas militares y la policía y los lazos, bien documentados,
entre el ejército colombiano y los paramilitares;
* Se calculan de 175.000 a 200.000 refugiados y 2,5 millones de desplazados; de 48% a 55% son
menores de 18 años;
* Hay al menos 100.000 minas antipersonal en Colombia, causantes de por lo menos 96 muertes de
niños en 2002;
* Entre 11.000 y 14.000 niños y niñas están vinculados al conflicto armado; los niños indígenas y
afro-colombianos son víctimas frecuentes de reclutamiento;
* Las fuerzas armadas, los paramilitares y los grupos guerrilleros han bloqueado los envíos de ayuda
humanitaria, imposibilitando el acceso de los niños y sus familias a los servicios de salud,
medicamentos, alimentos y otras necesidades básicas;
* Se estima que 3 millones de niños entre los 11 y 17 años no van a la escuela. Las escuelas son
utilizadas como bases militares y centros de reclutamiento;
* El índice de violación sexual de niñas adolescentes es 2,5 por cada 1.000 jóvenes. La violación y
tortura sexuales, así como otras formas de violencia contra las mujeres y niñas, han sido utilizadas
como tácticas para desestabilizar a la población.

27
Antimilitarismo y no-violencia activa en Colombia

COLECTIVO DE OBJECIÓN Y ANTIMILITARISMO - [# 44, septiembre-octubre 2005]

Desde el pasado 11 de julio de 2005, una compañera del Colectivo de Objeción y Antimilitarismo de
Zaragoza se encuentra en tierras colombianas coordinada con las gentes y grupos antimilitaristas de
Medellín y con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. A continuación os remitimos una
crónica de las actividades realizadas, en el contexto del conflicto colombiano, aportando
informaciones y experiencias no recogidas casi nunca por los mass media.

Consideramos de gran interés toda esta experiencia al trasmitir la posibilidad de una lucha por la
justicia desde unas convicciones pacifistas, antimilitaristas y no-violentas en una zona en la que el
estruendo de las armas, la sangre de las víctimas inocentes y el uso de la mentira como arma de
guerra se narran desde la experiencia directa y no desde lo que se oye por la televisión o la radio.

Objeción y resistencia a la guerra

En primer lugar, hemos tenido conocimiento de las acciones antimilitaristas que se realizan en la
ciudad de Medellín, donde la Red Juvenil (GRUPO ART-ACCIONANDO RESISTIENDO
TRANSFORMANDO) promueve una serie de acciones en las que cada integrante del grupo de
objeción por conciencia diseña una acción pública para manifestar su postura de resistencia a la
guerra, procurando consolidar grupos de apoyo y solidaridad con la objeción, y desde luego con los
objetor@s; se busca a través de esta estrategia crear referentes, en una ciudad como Medellín, en la
que aún es muy difícil para la mayoría de l@s jóvenes creer que es posible encontrar una alternativa
distinta a la participación en los ejércitos. Con su acción pretenden incidir en la opinión pública,
evidenciando en el debate público, de un lado, todos los mecanismos que desde el gobierno nacional
y local se vienen implementando para mantener las salidas militaristas al actual conflicto social y
armado que vive Colombia, salidas que traen consigo que cada vez sean más los jóvenes que son
obligados a vincularse a las fuerzas militares.

La Red Juvenil cuestiona el modelo patriarcal, autoritario y militarista en el que se está sustentado el
actual aparato gubernamental. Son jóvenes que defienden la desobediencia a la guerra como un
derecho legítimo, evidenciando de entrada el conflicto que se presenta entre la obligación de tomar
las armas y la negativa manifiesta a empuñarlas.

El 20 de Julio tuvo lugar una primera acción en el Parque Bolívar de la ciudad de Medellín donde se
realizó una acción directa no-violenta de boicot de una concentración militar. Cada activista del
grupo pintó en su cuerpo una letra de la frase “no al militarismo, vida digna ya” que se formó al
entrar, para gritarla al instante en que empezó el acto castrense.

Jóvenes e indígenas por la acción directa no-violenta: Ruta Pacífica de Mujeres

En segundo lugar, hemos conocido algo de la realidad de los indígenas del Cauca, región en la que, a
finales de Julio tuvo lugar el Congreso Juvenil del Norte del Cauca, encuentro al que acudieron 2300
jóvenes de los distintos resguardos indígenas de la zona. Desarrollan un trabajo muy interesante
desde la acción directa no-violenta.

Allí tuvo lugar la llegada de una marcha organizada por la Ruta Pacífica de las Mujeres, en la que
participaron mujeres indígenas, campesinas, afrodescendientes y urbanas de todo el Cauca y de otras

28
regiones. Se trataba de una visita de solidaridad con estos territorios que se encuentran en medio del
conflicto armado que vive el país, con el objetivo de denunciar y visibilizar ante la opinión pública los
efectos de la guerra en la vida de las mujeres, denunciando la violencia sexual, psicológica y política
por parte de los actores armados y la vulneración de la identidad de las mujeres como víctimas de la
guerra. Con su marcha por distintos territorios y carreteras pretenden desarrollar un ejercicio de
resistencia, amor y compromiso, recuperando la tierra para la vida.

Esta organización exige de manera permanente la desmilitarización de la vida civil y del territorio y
garantizar la autonomía y la permanencia de las comunidades que ancestralmente lo habitan,
exigiendo el respeto a los derechos humanos y criticando todas las consecuencias de la guerra:
enfrentamientos violentos, minas antipersona, ocupación de instalaciones comunitarias,
reclutamiento de menores de edad, destrucción de bienes, etc.

El acoso a la no-violencia

En tercer lugar, y ya en Apartadó, en el departamento de Antioquia en Colombia en la Comunidad


de Paz de San José de Apartadó. (San Josesito) que está como a unos 12 km. del pueblo (Apartadó).
En estos 12 km. tienen dos retenes de policía. Cada vez que los campesinos bajan a comprar al
pueblo tienen que identificarse y enseñar todos sus bultos. Incluso una caja de medicamentos enviada
por Médicos Sin Fronteras de Medellín fue registrada durante 15 minutos por si acaso llevaba
“droga” para la guerrilla.

Se supone que la policía está allí para garantizar la seguridad y el bienestar de los campesinos, pero
por ahora no llegan ayudas del Estado: la carretera está sin arreglar, no tienen red eléctrica, no hay
agua corriente, no hay letrinas, no tienen visitas médicas, y los niños llevan meses sin escuela.
Ninguna de las necesidades básicas que el estado está obligado a dar a sus ciudadanos llega, y llevan
desde abril viviendo en San Josesito. Las condiciones son bastante duras, pero la comunidad trabaja
mucho y muy duro. Los líderes están amenazados y acusados de colaborar con la guerrilla. Incluso la
policía los ha amenazado diciendo que si la guerrilla ataca el puesto de policía que está en San José
(unos kilómetros más arriba del asentamiento), atacarán el asentamiento de San Josesito.

El apoyo humanitario y los acompañamientos internacionales están actuando en la zona y hacen una
labor bastante importante, siempre dirigidos por las necesidades y peticiones del consejo interno de
la Comunidad de Paz de San José. El consejo interno es el motor de la zona, en sus asambleas se
revisan las necesidades, teniendo en cuenta a todos los campesinos que viven en las veredas y
diferentes asentamientos humanitarios de la zona. Aunque no todos se han declarado comunidades
neutrales, desde el consejo interno se tiene en cuenta su situación, ellos son los que denuncian
continuamente la situación a la que se ven sometidos. Incluso hay otras comunidades que les piden
asesoramiento para comenzar a organizarse. Los acompañamientos internacionales, suponen para
ellos seguridad.

El apoyo desde las comunidades en resistencia

Por último, nuestra crónica termina nuevamente en Medellín. La Comunidad de San José de
Apartadó pertenece a la Red de Comunidades Campesinas y en estos días, algunos de sus
representantes asisten a una reunión en Medellín, para asesorar a una comunidad del municipio de
Dabeiba. Cuando ya se cumple casi un mes de estancia en Colombia, nuestra voluntaria nos
transmite hasta qué punto la actuación de la policía, ejército y paramilitares está íntimamente
relacionada siendo difícil a quienes habitan la zona hacer diferencias entre ellos.

29
Muerte "accidental" de otro joven anarquista

V.I.D.A. - [# 44, septiembre-octubre 2005]

«¿Quién nos protege de ellos,


¿Quién nos protege de su odio?
¿Quién nos protege de su resentimiento?
¿Quién nos protege de su poder asesino?»
Frente Urbano

Como siempre ha pasado a lo largo de la historia (y de nuestra historia como movimiento) los
dueños del poder, los señores de la avaricia y de nuestra ruina, acompañados de sus esbirros tratan de
doblegar o apagar los aires de rebeldía, dignidad y libertad de cualquier forma.

Pues bien, tres casos lo demuestran: Primero el de Juaquín Penina, un agitador anarquista argentino,
cuya profesión era albañil y quien apenas contaba con veintiséis años de edad al ser fusilado el 10 de
septiembre de 1930. Su delito: imprimir y repartir volantes contra Uriburu, el presidente de aquel
entonces. Penina era un anarquista de línea pacifista y su único crimen fue no doblegar su conciencia;
sus últimas palabras frente al pelotón de ejecución fueron un legendario santo y seña: ¡¡¡VIVA LA
ANARQUÍA!!!

Carlo Giuliani fue un anarquista que murió a los veintitrés años en una manifestación contra el G8 el
20 de julio de 2001, las calles de Génova ensordecieron frente a los gritos de dolor. Al joven
luchador social una bala en la cabeza le obligó a cerrar sus ojos. Después del impacto del proyectil,
tan duro como la cruda realidad, le pasó por encima de su cuerpo en dos oportunidades la camioneta
donde se encontraba el artífice del disparo y su cuerpo quedó destrozado por todo el peso del poder.
Dentro de ese auto teñido de sangre estaban sus verdugos (la policía), sus asesinos.

Estos son apenas dos ejemplos de trágicos desenlaces de compañeros anarquistas quienes a corta
edad entregaron su vida, no en vano, pues cada acción que llevamos a cabo tiene un poco de ellos y
un poco de tod@s l@s anonim@s que cayeron y seguirán cayendo.

Pues bien, aquí está el tercer caso, esta vez le tocó el turno a un joven de tan sólo quince años,
llamado Nicolás Neira Álvarez. Su muerte nos golpeó de forma tan abrupta como se destruye un
sueño al despertar. Los hechos que marcaron su muerte tuvieron como escenario las céntricas calles
de Bogotá, la capital de un país donde la injusticia, el hambre y el despotismo imperan; un lugar
dentro del denominado “tercer mundo” donde, (de seguro para much@s), también hay personas de
primera, segunda y tercera categoría.

Dentro del marco de las luchas sociales y populares que se desarrollan en Colombia, nosotr@s l@s
anarquistas decidimos salir a marchar el 1de mayo, fecha de la clase trabajadora, de amplio carácter
anarquista y combativo. Decidimos salir como bloque, convocados por parte de la Coordinadora
Libertaria Banderas Negras; de esta forma nos sumamos a la multitudinaria manifestación y
marchamos por las calles del centro de Bogotá con organizaciones cercanas como: Sinaltrainal, tercer
piso, somos sudakas, etc.

Nosotr@s, jóvenes ingobernables, l@s nadies, l@s ningunead@s nos tómanos las calles por fuerza y
voluntad gritando consignas y agitando banderas; la combatividad de algun@s rostros
encapuchad@s se mezclaba con la música y algunas pancartas que deambulaban. Pero siempre

30
sentimos encima el peso de la represión, pues un contingente del ESMAD (Escuadrón Móvil
Antidisturbios) rodeaba al Bloque anarquista y al conjunto de organizaciones y colectivos que se
encontraban en afinidad con nosotr@s.

De repente, entre las calles 19 y 18 sobre la carrera 7, empezaron los golpes, el olor nauseabundo a
gas lacrimógeno, las balas de goma; en definitiva la represión había comenzado y dejaría un saldo
trágico. En esos instantes algun@s nos percatamos de que el salvajismo de los “a-gentes” era mayor
de lo habitual y en medio de la calle vimos nítidamente cuando un efectivo del ESMAD golpeaba a
Nicolás en la cabeza y de manera casi instintiva lo recibieron alrededor de siete oficiales más en el
piso con una orgía de golpes… golpes que aún resuenan en nuestras mentes. Después de la golpiza el
cuerpo fue rodeado por estos policías, en su mayoría encapuchados y como de costumbre sin
ninguna identificación visible; ellos en vez de llamar a una ambulancia como se les pidió
reiteradamente, llamaron refuerzos y también empezaron a merodear policías de civil por el sector.

Finalmente se rompió el redondel que dichos “a-gentes” habían montado y se procedió a llevar el
cuerpo del pequeño Nico a un camión que estaba dentro de la marcha y a las pocas cuadras lo
bajamos del mismo. Un amigo de Nico, un@s compas y una compañera de Sinaltrainal lo cargaron
hasta la Carrera 4 y pararon un taxi que los llevó hasta el Hospital Centro Oriental de nivel II, situado
en el barrio la perseverancia, eso fue a la 1:45 pm aproximadamente. A esta altura cabe mencionar
también la negligencia de los médicos de sanidad de la policía responsables de la marcha ya que”…el
médico de Sanidad Policial, por su formación y posición social, está facultado y en el deber de prever
las consecuencias (riesgos) que se derivan para los involucrados en todas las operaciones policiales”
tanto para sus miembros como para l@s afectad@s por ell@s.

40 heridos, un muerto

Pero al parecer no les bastó con esto, los “tombos” querían más y así lo hicieron. Cuando estábamos
llegando a la plaza de Bolívar para finalizar la marcha fuimos de nuevo reprimid@s. El balance final
fue más de cuarenta compañer@s herid@s y Nicolás Neira Álvarez, quien revestía mayor gravedad.
L@s grandes “revolucionarios” de la palestra y la concertación, cual veloz avestruz, saltaron desde
las tarimas para esconder sus cabezas en terreno seguro. De este modo termina en la capital de
Colombia el primero de Mayo del 2005 que de seguro a much@s nos cambió la vida.

El pequeño Nico fue trasladado ocho horas después de llegar al Hospital Centro Oriental a una
clínica de SaludCoop situada en la calle 104 con autopista Norte, este tuvo que ser en ambulancia
medicada debido a la gravedad que revestía al paciente.

En las primeras horas de la fría madrugada del 2 de mayo, sujetos de la policía llamaron en reiteradas
ocasiones a los padres de Nicolás para entrevistarse con ellos, el padre del menor les pidió que se
identificaran, lo único que dieron fue un apellido, esto le generó desconfianza y no cedió a las
peticiones de los “a-gentes” de la fuerza publica. Al poco tiempo de la última llamada la policía
intentó entrar a la sala de cuidados intensivos donde se encontraba Nicolás en estado crítico.

Desde ese día hasta la muerte de Nicolás hubo varias amenazas telefónicas, seguimientos, acosos, etc.
(hechos que aún hoy continúan). Un ejemplo claro de ello, fue en el mitin de solidaridad que se
realizó frente al hospital donde estaba recluido el pequeño Nico. Varios policías de civil tomaron
fotos y empezaron a circular en los alrededores carros filmando; finalizado el mitin, algun@s de l@s
asistentes fueron seguid@s por una camioneta Toyota blanca de vidrios polarizados y de placas
BNP189 de la ciudad de Bogotá.

31
El estado de salud del pequeño Nico era muy grave, presentaba un trauma craneoencefálico severo,
un edema cerebral, fractura occipital y por si fuera poco varias contusiones en todo el cuerpo. El
joven compañero cierra sus fugaces ojos impregnados de libertad el seis de mayo en horas de la
tarde. Todavía recordamos el dolor y la rabia que sentimos en esos momentos tan tristes. Finalmente
el cuerpo de Nicolás es llevado al Cementerio Jardines de paz a las 11 AM del 8 de mayo, allí sólo
enterramos su cuerpo pues su rebeldía aun late entre nosotr@s.

La policía en menos de una semana dio tres versiones distintas, la última de ellas, la que más daño
causó, afirma que fueron los mismos manifestantes quienes lo matamos y que el suceso ocurrió en
una guerra de pandillas (punks, skins, rudeboys, etc.). Esta ultima versión fue ampliamente difundida
por los medios de comunicación (edición nocturna noticiero canal uno, 8 de mayo de 2005, por citar
un ejemplo) mostrando su habitual complicidad. Recordamos que el esquirol izquierdista y alcalde de
Bogotá señor Luis Eduardo Garzón no se molestó en tomar mayores acciones sobre los hechos, sólo
se manifestó abriendo una investigación. A todas las luces se demostró su desinterés por el caso ya
que no se vio a ningún funcionario de la alcaldía en el entierro del joven Nicolás, mientras que en la
muerte de un auxiliar de policía, quien muere en prestación de su servicio (que se dio por esos días),
él en persona va y por si fuera poco carga el féretro y a su vez ordena darle la prioridad al caso. Al
poco tiempo dan con la persona que causó la muerte del uniformado.

La muerte de Nicolás Neira Álvarez no se puede separar del clima de represión política y social que
se vive en Colombia, es más, es un crimen de Estado ya que funcionarios de la fuerza pública fueron
quienes lo perpetraron. La política del Estado colombiano es de exterminio a los movimientos de
oposición, estas medidas en el mandato de Álvaro Uribe y Compañía, AUC, se han incrementado
notablemente. Las reiteradas violaciones a los derechos humanos por parte del ESMAD (grupo
creado y dotado para reprimir) son tan sólo un eslabón más dentro de dicha estrategia. La actual
“paraco-cracia” (dictadura disfrazada de sistema democrático y en cercana relación con grupos
paramilitares) ha creado infinidad de mecanismos y organismos que se encargan de reprimir, torturar,
aislar y exterminar físicamente a cualquier tipo de inconformidad frente al gobierno de turno.

A diferencia del anarquista Salsedo, un inmigrante italiano, el pequeño Nico no voló por los aires
desde la ventana del piso 14 de la comisaría central de Nueva York; fue brutalmente asesinado a
golpes en las calles de Bogotá. En 1921 la muerte de Salsedo fue atribuida a un suicidio según la
policía, en el 2005 la “fuerza pública” colombiana dice que a Nico lo mataron sus compañeros…
Ojalá ésta no sea, como en la obra de Darío Fo, otra muerte “accidental” de un anarquista.

¡Ni víctimas, ni verdugos! ¡Ni perdón, ni olvido!

32
Movimiento de l@s sin tierra en Colombia: Nietos de Manuel Quintín Lame

CORRESPONSAL - [# 51, noviembre-diciembre 2007]

Indígenas de diferentes municipios del Cauca, en el suroeste de Colombia, han formado un


movimiento de recuperación de tierras y de memoria que nació el 12 de octubre de 2005 bajo una
consigna, «La Liberación de la Madre Tierra.»

L@s indígenas Nasas y Guambianos son los pobladores ancestrales de esta región que actualmente
están limitados a vivir en resguardos. La mayor parte de la tierra en sus resguardos no es apta para la
agricultura y la ganadería y además en muchas ocasiones las familias no disponen de más de una
hectárea para cultivos. El arrinconamiento de esta población a causa de la concentración de tierras
por siglos de tradición colonial va a la mano de una política que deja la puerta abierta a empresas
(trans)nacionales para la apropiación y explotación de los recursos naturales. «Si el TLC se firma, o si
la estrategia neoliberal impone leyes para proteger la inversión extranjera y en la que se privatizan los
bosques, paramos, minas, parques, aguas, (…), de poco nos sirve tener títulos de propiedad sobre
tierras».(1)

En Colombia la concentración de tierras en pocas manos hace que millones de pequeños agricultores
y ganaderos solo dispongan del 14% de tierra disponible. En contraposición hay las 15 mil personas
(entre ellas el presidente Uribe) propietarias del 50 % de la tierra útil para labores agropecuarias (2).

«Yo soy otro necesitado»

La acción central que se está realizado desde el Movimiento Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín
Lame (3) es la recuperación de su territorio a través de ocupaciones de propiedades en manos de
latifundistas y bancos. La legitimidad de esta acción la encontramos en la sucesiva pérdida de tierras
por el sistema colonialista y los diferentes acuerdos con el Estado para la entrega de estas.

En 1991 los derechos de los pueblos indígenas, entre ellos al territorio, fueron incluidos en la nueva
constitución. Desde ese entonces el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) tenía
como uno de sus obligaciones la legalización y el saneamiento de los resguardos indígenas. El 16 de
diciembre de 1991 un grupo de hombres de la Policía Nacional y algunos vestidos de civil dieron
muerte a 20 indígenas, en el municipio de Caloto. Ell@s habían estado reunidos para discutir su
presencia dentro de la finca El Nilo con el nuevo propietario y el reconocimiento de las mejoras que
habían hecho. El Estado colombiano ha reconocido su responsabilidad en este crimen de lesa
humanidad, conocido como la Masacre de El Nilo. En este mismo año el Consejo Regional de
Indígenas del Cauca (CRIC) y el gobierno llegaron a unos acuerdos de reparación a cumplir en 3
años. Estos contenían el compromiso del gobierno de adquirir 15.663 hectáreas de tierra para
entregar a las comunidades.

Después de 14 años de incumplimiento de los acuerdos del 1991, más de mil indígenas hicieron las
tomas de las haciendas La Emperatriz, Guayabal y El Japio, reivindicando su derecho al territorio y
exigiendo al gobierno el total y pronto cumplimiento de los pactos realizados.

Según un integrante del movimiento «El gobierno dice que hasta la fecha ha entregado 9.000
hectáreas, pero todas son para el saneamiento de los resguardos».

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En estos días las comunidades del Movimiento se encuentran en diferentes fincas en los municipios
de Santander, Caloto y Caldono que han ido recuperando en los últimos dos años. Allí están
sembrando, construyendo casas y criando a sus hijos e hijas, con el temor de ser desalojad@s de
forma violentamente por la fuerza publica, como pasó en 2005 cuando fue asesinado un integrante
en la finca de El Japio. Desde la primera semana de junio las comunidades están en una asamblea
permanente que no diluirán hasta lograr el cumplimiento total del acta de concertación del 13 de
septiembre de 2005 en los que se ratificaba los acuerdos del Nilo (4). Un comunero mirando al
maizal dice «Nosotros tenemos claro para que estamos luchando, aunque nos masacren».

Los sucesivos pactos con el gobierno no se están cumpliendo, las transferencias estatales nunca
llegan, la represión estatal y la explotación del territorio por parte de las grandes empresas están
avanzando juntas. A l@s que reivindican sus derechos se los estigmatiza de guerriller@s y de querer
provocar una ruptura entre las organizaciones indígenas del Cauca. A pesar de esta situación desde el
Movimiento Sin Tierra Nietos del Manuel Quintín Lame nos dicen:
«Si nosotros podemos hacer algo para que los que no tienen puedan tener, si nuestras vidas sirven
para que los que vengan después puedan vivir, las ponemos. Decimos Los Sin Tierra para que vaya
más allá de lo indígena, nos queremos proyectar a todo el país y que no haya otro más arriba que nos
esté explotando. (…) Queremos una reforma agraria porque si esto lo dejamos así, ¿cómo vivirán
nuestros hijos? ¿nuestros nietos? Nuestra lucha viene desde nuestros mayores, por eso estoy aquí,
por lo que ellos han luchado. Si nosotros la dejamos, en 10 o 15 años estamos acabados».

(1) Libertad para la madre tierra: Un camino hacia una reforma agraria popular en Colombia (ACIN)
(2) Cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística 2006.
(3) Reconocido líder indígena del Cauca (1880-1967).
(4) Comunicado a la opinión pública: Reinicia la campaña por la libertad de la Madre Tierra. El
gobierno incumplió los compromisos de tierras en el norte del Cauca. ¡Ninguna ley del actual
gobierno garantiza una verdadera reforma agraria integral para los pueblos! Comunidades indígenas
en resistencia por la libertad de la Madre Tierra / Lunes 4 de junio de 2007

¿Es revolucionaria la guerrilla colombiana?

DOMINGO ALBERTO RANGEL - [# 52, febrero-marzo 2008]

Desde hace años se manifiestan en la guerrilla colombiana, tanto en el ELN como en las FARC,
tendencias hacia la negociación con el gobierno de turno. Recordemos que las FARC sostuvieron
una especie de rendez-vous diplomático en cámara lenta con el gobierno de Pastrana, antecesor
inmediato de Uribe en la presidencia. El ELN ha sido menos espectacular pero no menos persistente
que las FARC en la búsqueda de un arreglo de paz, tanto que delegados suyos han hecho repetidos
viajes a La Habana, no para discutir –como hace 4 décadas, cuando vivía el Ché Guevara y existía la
OLAS la estrategia de guerra en Colombia, sino para acomodar mejor la rendición.

¿Por qué, seria bueno preguntarse, movimientos guerrilleros que se formaron hace 40 o 50 años para
acelerar, desarrollar u orientar con toda firmeza la lucha armada, parecen ahora engendro de un
diplomático que quisiera conciliar con todos y hacer concesiones descocadas al poder? No vamos a
buscar explicaciones muy profundas, a rastrear causas esotéricas o a bucear en el torrente revuelto de
la acusación, o en las aguas más tranquilas de la desconfianza, la explicación de estas contradicciones
en fuerzas guerrilleras constituidas antaño con el declarado propósito de combatir con el fusil a la

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bandolera, pero que ahora dedican más horas a la mesa de negociaciones con atildados diplomáticos
de la burguesía colombiana que al enfrentamiento armado contra el ejército opresor.

Hay una hipótesis que voceros de la izquierda han asomado para explicarse esta paradoja de la
guerrilla colombiana y que viene, por lo demás, sugiriéndose para dar explicación o encontrar la clave
de procesos parecidos, como por ejemplo el de China en los últimos 15 o más años. Los
movimientos revolucionarios que se ven forzados por cualquier singularidad histórica que los
envuelva o con la cual tropiecen al conquistar el poder o al luchar en guerras muy prolongadas,
desarrollan tendencias social-demócratas de signo capitulador o conciliador. La guerrilla colombiana
lleva ya más de medio siglo de combate, sin que la contienda de la cual es uno de los elementos
protagónicos haya perdido siquiera intensidad. Por el contrario, la guerra colombiana se ha
recrudecido en los últimos 5 ó 6 años desde que un genocida llamado Álvaro Uribe llegó al poder.

Es una lucha en la cual la guerrilla ha sobrevivido -lo que es en sí una victoria- pero sin esperanza o
posibilidades de triunfo definitivo más o menos cercano o factible, lo cual puede que no les
desmoralice pero sí induzca a buscar un arreglo que, dejando a salvo la reputación de la guerrilla,
permita a sus dirigentes trasladarse –convenientemente pacificados- a la arena electoral. El vuelco
hacia la vida legal, si puede hacerse conservando las apariencias, ofrece una salida “honrosa”, no tan
descarada como sería la desbandada, para quienes ya desalentados por la larga lucha sin preseas o
éxitos tangibles, quieren o propenden a una transacción más o menos “decente”.

Como en Venezuela existe un régimen simulador, que es corrompido, entreguista y opresor con
retórica revolucionaria, en la guerrilla colombiana hay quienes ven en tal experiencia una tentación o
un camino. Si Chávez -que permite robar a muchos de sus compañeros de gobierno, que lleva tan
buenas relaciones con los americanos, que le regala petróleo a algunas ciudades yankis, y, encima de
eso, ha creado en Venezuela un paraíso para la burguesía rapaz pasa por revolucionario, ¿por qué la
guerrilla no ha de dar el salto hacia el electoralismo y la legalidad?

El pretexto para ese viraje conciliador es la paz. ¿Cuál paz? En Venezuela se cometen cinco mil
asesinatos por año. Esa cifra jamás ha sido superada, ni siquiera circundada, por las bajas registradas
en el conflicto colombiano en alguno de los últimos 10 años, por ejemplo. La paz es un simple
pretexto para justificar la rendición de la guerrilla, objetivo del chavismo venezolano. ¿Por qué
Chávez insulta a Bush y quiere siempre aparecer como paladín del antiimperialismo sin que los
Estados Unidos respondan con la guerra o poco menos? ¡Servicios muy grandes debe estarle
prestando Chávez a los gringos, porque el imperio americano no es caritativo ni franciscano! Uno de
esos servicios valiosos que el presidente venezolano presta a los EE.UU. es el de desalentar a la
guerrilla colombiana induciéndola a claudicar.

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El secuestro: ¿método de lucha revolucionario a favor de los débiles?

IVÁN DARÍO ÁLVAREZ - [# 52, febrero-marzo 2008]

“La vergüenza es un sentimiento revolucionario”


Karl Marx

Hay ideas y acciones sobre el mundo que pretenden transformarlo, ese es el leitmotiv del quehacer
político, en donde las ideas del “Deber ser” acerca del bien Público son imperativos de lo social.
Esto sucede en los extremos polémicos de las posiciones ideológicas que surgen de los sectores tanto
de la “reacción” como de la “revolución”, los que situados frente a la marcha de los acontecimientos
históricos no solo se polarizan, sino que además cada uno en su postura no está exento de
contradicciones o denostados equívocos. En esos territorios movedizos que sacuden las continúas
tormentas de los conflictos sociales, la discusión acerca de los fines y los medios sigue estando a la
orden del día en la política contemporánea.

En Colombia, país de múltiples contradicciones y contrastes sociales, ese difícil debate está presente.
En él, la acción insurgente ha instalado como modo de lucha “política” una práctica que suscita
grandes interrogantes. Uno de ellos sería: ¿Es posible legitimar el secuestro con intenciones de
carácter económico o político?

Por un lado, el secuestro económico se ha adoptado como una táctica de “la guerra o la lucha de
clases”. En esa óptica, se le pretende distinguir del secuestro que realiza la delincuencia común,
porque mientras ésta, en sus fines buscaría satisfacer la ambición y enriquecimiento de un grupo,
quienes a cambio de los secuestrados tendrían como recompensa las utilidades del preciado botín,
para los otros por el contrario serviría como un medio de financiamiento destinado a un propósito
superior, altruista y justiciero, como es la revolución social.

De otra parte, el secuestro político intenta el golpe espectacular de gran impacto, mediante la
retención y cautiverio de figuras de poder significativas, con el fin de servirse de ellas como medio de
presión para obtener a cambio reivindicaciones sociales, derogación de leyes represivas, zonas de
despeje militar, o producir canjes de “intercambio humanitario”, para lograr la liberación de otros
luchadores sociales y políticos, presos sindicados por los llamados “delitos de rebelión”.

A primera vista aunque los medios no sean “legales” para el establecimiento, quienes los ejecutan los
hacen ver como “legítimos” para el resto de la sociedad. Con este tipo de versiones de “la lucha
armada” pretenden ser adalides de la justicia social y fuerza de choque para la defensa de los más
desfavorecidos, frente a los abusos del poder. La argumentación también busca de paso advertir y
castigar a los poderosos de toda laya, que con cinismo encubren y niegan la desigualdad y la injusticia.
Esta acción desafiante es una forma audaz de responder, mediante el uso de la fuerza, a la “legalidad”
y “moralidad” propia de los privilegiados. Sin embargo, esa lógica suele pasar por alto la relación
entre los fines y los medios de la lucha social, ya que ese accionar no se pregunta si tales fines se
justifican por tan pretendidos medios. Tampoco se cuestiona, desde otros aspectos de la justicia, la
privación de la libertad, las vejaciones y/o suplicios tortuosos a los que se ven sometidos los
prisioneros, el sufrimiento y desasosiego de seres queridos, además, el efecto contraproducente y
repulsivo que generan estos métodos de lucha frente a una conmovida y vulnerable opinión pública.

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Resulta paradójico, que desde esa orilla “revolucionaria” se cuestione con razón “la desaparición
forzada” o el asesinato político, como formas crueles y execrables en la violación de los derechos
humanos, perpetrada por acciones fascistoides que buscan a sangre y fuego, disuadir, desmoralizar o
suprimir del escenario social a las fuerzas de la oposición.

¿Hasta qué punto, la lucha política cuando se separa de la ética, termina desdibujando el proyecto de
una sociedad mejor?

Desafortunadamente en América Latina y en particular en Colombia, donde aún sobrevive la lucha


armada a favor de una supuesta “nueva” sociedad, está ha ido virando, desde hace algún tiempo,
hacía el peligroso camino autoritario del Stalinismo. Lucha, en las que minoritarias elites
“vanguardistas” y mesiánicas, gracias a la acción militarista, se han creído portadoras de la verdad y el
derecho absoluto de disponer de la vida de toda clase de personas, disidentes o secuestrados, y del
destino de un país.

Lo más vergonzoso del asunto es que con esto, en el continente, están contribuyendo a una suerte de
harakiri político del socialismo, ya que sus prácticas suicidas en casi nada se diferencian de la barbarie
dictatorial, paramilitar y fascista. Monstruo narco terrateniente de varias cabezas, que se ha
engendrado a imagen y semejanza de sus opositores. Es a todas luces claro que por ese atajo
autoritario no solo se pervierte la lucha por la justicia social, sino que se corre el desdichado riesgo de
terminar pareciéndose al “enemigo”.

Privar de la libertad a seres humanos ricos o pobres, (como soldaditos y policías rasos) y usarlos
maquiavélicamente como botín o escudo de guerra, en improvisados e incomunicados remedos de
“archipiélagos gulag” en lo más espeso y precario de la selva, durante largas temporadas en el
infierno, es simple y llanamente Fascismo. Quienes amamos la libertad y la justicia social no
podemos caer en la trampa y creer con ingenuidad, que hay un fascismo bueno de izquierda,
justificado, y otro, malo de derecha, injustificado. El fascismo es precisamente una oligarquía armada
y antidemocrática, que se vale del monopolio de las armas para imponer a ultranza su voluntad. El
pueblo como sociedad organizada, el individuo libre y crítico, deben oponerse por entero a tan
nefastos medios, si no quieren ser tarde o temprano cómplices o victimas de tan fatales propósitos.
Es urgente también empezar por defendernos de quienes dicen defendernos.

Lo pavoroso y trágico de una guerra sucia y soterrada como la colombiana, es que nos vamos
acostumbrando a una pérdida de valores éticos donde se nubla el horizonte de la justicia, y ya no se
reflexiona acerca de lo prudente, perjudicial e inconveniente de las acciones políticas emprendidas
contra la integridad ética de otros.

¿Qué sentido o qué valor tendría permanecer anclados a los inhumanos principios de una guerrilla
histórica, cuando sus prácticas de supuesto brazo armado del pueblo, lo único que hacen es ahondar
un sentimiento de repudio nacional e internacional y fortalecer a su vez, leyes o gobiernos de
derecha, que so pretexto de “combatir el terrorismo”, criminalizan todo signo pacífico de protesta
social?

Sí lo que se busca es una transformación más humana y justa de la sociedad, está no se puede
construir con la misma lógica de poder autoritario como la que por tradición ha manejado la derecha
más reaccionaria. ¿Cuánto más daño seguirá haciendo está equivocada práctica, a la causa de un
socialismo libre y democrático, distinto al del estalinismo, el cual sigue haciendo curso en América
Latina a través de sus actuales epígonos?

37
Las paradojas de la “democracia más antigua de América Latina”

UNA DESDE BOGOTÁ - [# 57, octubre-noviembre 2009]

En Colombia durante el año 2002 vimos como el desconocido Senador, entonces perteneciente al
Partido Liberal, Álvaro Uribe Vélez barría en los comicios y se quedaba con la Presidencia del país
bajo la promesa de acabar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC. Uribe,
quien siendo Gobernador de Antioquia había creado las Convivir, semillero de los posteriormente
conocidos paramilitares, creaba en su primer periodo la Ley de Justicia y Paz, con la cual se busca
reinsertar a la vida civil a estos combatientes.

No transcurrió mucho tiempo para que los colombianos empezáramos a advertir con horror las
denuncias sobre los múltiples asesinatos, los casos de personas obligadas por las armas a votar en las
elecciones, los más de 1.500 (1) muertos hallados en fosas comunes (2), las decenas de muertos que
participaron en estas urnas, o las confesiones de paramilitares que hablaron de canibalismo o de
hornos crematorios para esconder a las víctimas, lo que suma un número sin determinar de
desaparecidos.

Pese a estas aterradoras denuncias acalladas por los medios masivos de comunicación, las victorias
militares que en este periodo se lograron en contra de las FARC y que se celebraban con bombos y
platillos, alentaron el crecimiento de su popularidad de manera exorbitante. Fue entonces cuando sus
más famosos escuderos empezaron a hablar de reelección aún cuando la Constitución de Colombia
emitida en el año de 1991 no consideraba tal figura. Para ello muchos senadores de la República
adeptos a su mandato encaminaron sus esfuerzos hacia una reforma legislativa que permitiera
cambiar la Carta Magna y fue así como el «Doctor Niño», como lo llamaba Pablo Escobar, se
convirtió en el primer Presidente reelegido en nuestro país.

Tiempo después advertimos que muchos de estos congresistas que alentaron la reelección, más de
setenta, hoy se encuentran encarcelados o procesados por su relación con los paramilitares (3). El
escándalo se desató cuando la senadora Yidis Medina declaró que le habían ofrecido dinero y puestos
de poder por su voto positivo a esta reelección, lo que salpicó al entonces Ministro de Interior Sabas
Pretel De La Vega, hoy embajador de Colombia en Italia (4).

Paraco y popular

Sin embargo, estas declaraciones y realidades veladas en torno a los vínculos del paramilitarismo con
el Gobierno del Doctor Uribe Vélez no han causado mella en su popularidad y en su capacidad de
perpetuarse en el poder. Es así como el pueblo colombiano vive cuatro años más bajo su segundo
mandato y el Senado de la República acaba de aprobar un referendo que permitirá a los electores
votar por un tercer periodo 2010 - 2014, aún cuando los escándalos por la anterior elección no se
han acallado.

Más aún; se desatan nuevas polémicas en torno a la forma como fueron conseguidas las firmas que
permitieron el estudio de esta iniciativa ciudadana de referendo por el tercer periodo, situación que
viene siendo objeto de investigaciones por parte de la Fiscalía General de la Nación y el Consejo
Nacional Electoral, entre otros organismos. En esta ocasión las denuncias giran en torno a la
violación de los topes de dinero invertido, la presencia de dineros sucios, fraude procesal, y coacción
gubernamental a los congresistas para estudiar el proyecto en secciones extraordinarias.

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Uno de las últimas y más aberrantes denuncias es la interceptación de los teléfonos de los
Magistrados de la Suprema Corte de Justicia, lo que constituye un grave atropello contra la
independencia del poder judicial en Colombia, definido desde la Constitución como rama
independiente del ejecutivo a favor del equilibrio de poderes. Eso sin contar con las amenazas a los
hijos de los magistrados o el espionaje a miembros de la oposición o funcionarios del Gobierno (5).

Como si la situación no ameritara la dimisión de cualquier Presidente, los bullicios que rodean a su
gobierno van desde denuncias a sus hijos por tráfico de influencias; cargos por asesinato en contra de
Jorge Noguera su Director en temas relacionados con inteligencia (6); ejecuciones extrajudiciales que
hasta la fecha ascienden a más de 1.200 y cuya autoría se atribuye a las fuerzas militares;
encarcelamiento de sus familiares por vínculos con peligrosos paramilitares; incumplimientos en
torno a compromisos pactados con la población en situación de desplazamiento respecto a tierras
que el Ministro de Agricultura quiso entregar a empresarios agrícolas; y traslado del poder paramilitar
a Bogotá, donde no hace más de tres meses repartieron panfletos que rezan «…los niños buenos se
acuestan a las diez, a los malos los ponemos nosotros a dormir…» y que han sentenciado la muerte
de más de treinta muchachos que tuvieron la mala suerte de ser jóvenes de sectores populares.

No obstante, este panorama de terror sigue siendo desconocido por el mundo entero y a cambio de
ello nuestro presidente recibe elogios como la entrega del premio „‟Cortes de Cádiz a la Libertad‟‟ y la
visita del Príncipe de Asturias y su esposa a nuestro país. Esto es algo que nos indigna y que nos hace
preguntarnos ¿hasta cuándo tanta impunidad?. Esperamos la solidaridad del pueblo venezolano ante
estas dramáticas denuncias.

1) http://www.eltiempo.com/archivo/ documento/CMS-3747637
2) http://www.bbc.co.uk/mundo/ ciencia_tecnologia/2009/05/
090526_geologiaforense_colombia_men.shtml
3)http://noticias.terra.es/mundo/2009/0527/actualidad/renuncia-un-senador-
colombianoinvestigado-por-supuestos-nexos-con-paramilitares.aspx
4) http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo130685-teodolindo-me-dijo-se-iba-
inventar-elaccidente-del-hijo-yidis
5) http://www.caracol.com.co/oir.aspx?id=767607
6) http://www.noticias24.com/actualidad/ noticia/3210/dtenido-el-ex-director-del-das-jorgenoguera/

39
Jornadas Libertarias Locales Medellín 2009

EQUIPO ORGANIZADOR J.L.L. - [# 58, marzo-abril 2010]

Desde 1998 en Colombia se han realizado una serie de encuentros libertarios organizados a nivel
local y nacional, conocidos como JORNADAS LIBERTARIAS, los cuales buscan el encuentro y la
consolidación de los procesos ácratas. Las jornadas son de los pocos espacios de socialización de
tópicos importantes para la formación libertaria y conciencia crítica, en un país que relega el
pensamiento al encierro por ser de gran peligro para su establecimiento.

Cada grupo organizado en las diferentes regiones del país ha tenido un referente o mirada de las
jornadas libertarias dependiendo de cada proceso, sin embargo, es de reconocer lo que ha generado
el proceso de jornadas libertarias como la creación del sitio web www.nodo50.org/anarcol/, con el
evento realizado en Medellín en el año 2004, y el surgimiento de un espacio de articulación de
colectivos ácratas llamado Coordinación Local Anarquista, CLA en el 2007.

Para noviembre del 2009, en la ciudad de Medellín nos reunimos varios colectivos e individualidades
afines a las ideas anarquistas, con el fin de organizar otra versión de las JORNADAS LIBERTARIAS
LOCALES en las cuales, como anarquistas, procuramos analizar y generar debates sobre las
realidades sociales, cuestionar el contexto socio-político y económico en el que vivimos, intercambiar
experiencias, acciones y compartir con los procesos de resistencia desde las bases comunitarias y las
diversas formas de lucha popular.

Consideramos que con el empeño colectivo sacamos un buen evento adelante, pero es necesario
hacer una reflexión a nuestros colegas libertarios, pues una de las falencias más marcadas en las
jornadas fue la falta de articulación de los trabajos de base de l@s anarquistas a nivel local.

Las Jornadas Libertarias locales trascurrieron durante el último fin de semana de noviembre en tres
diferentes espacios: la Universidad de Antioquia, la sede de ADIDA (Asociación de Instructores de
Antioquia) y la sede de la Junta de Acción Comunal del barrio Santa Cruz. En estos lugares
contamos con una nutrida asistencia para el desarrollo de las charlas, conversatorios y talleres en
torno a 3 ejes temáticos propuestos en la programación, con la tradicional Olla Comunitaria y la
venta de material libertario (fanzines, parches, discos, periódicos, entre otros).

El primer eje versó sobre la Minga de Resistencia social y Comunitaria. Varios compañer@s que han
ha sido parte del proceso en Medellín, dieron cuenta sobre de cómo va este proceso y qué nos trae
para el 2010, marcando el caminar de la palabra y la lucha social desde cinco puntos: Soberanía,
Tierra y Territorio; Derecho a la vida; Acuerdos Incumplidos; TLC, Sistemas económicos y Agenda
de los pueblos; los cuales hacen parte del trabajo mancomunado de saberes para la construcción de
realidades dignas, solidarias y biodiversas, hacia la unidad de los movimientos sociales y populares.

En el segundo eje, denominado Criminalización de la Protesta y otras formas de Terrorismo de


Estado, se trataron temas relacionados con la persecución del Estado a través de su maquinaria legal,
militar, judicial, a la disidencia, a la protesta social con el fin de debilitarlas y acabarlas para mantener
el orden establecido. Y con el tercer eje, Lucha e Identidad Popular, se trató de conocer las
modalidades de lucha de los diferentes sectores sociales populares: obreros, indígenas, campesinos,
afrodescendientes, juveniles, estudiantes y comunitarios. Además contó con apuntes sobre la
reivindicación de la lucha de los pueblos para forjar una identidad que se contraponga al orden

40
establecido actualmente, de matices populares, donde los sectores sociales dependen de la geografía,
la economía, la política y la cultura.

De acuerdo a estos dos últimos ejes, se atendieron temas cruciales que desbordaron lo local, tales
como los derechos humanos, las acciones colectivas de resistencia y de reivindicación o lucha social,
la propuesta sociopolítica del feminismo, además de herramientas para la difusión y el conocimiento
de la lucha indígena en Chile. Algunos de los títulos de las ponencias fueron: "Lucha por la vivienda
digna, entre préstamos desalojos y lucha social en Bogotá"; "Mutaciones del Estado y sus métodos
represivos: situación de DD.HH. en Medellín", "Repertorios de acción y violencia colectiva en el
paro cívico de mayo de 1977 en La Ceja, Antioquia", "Movimiento de mujeres y las aspiraciones
libertarias del proyecto político feminista en Cali".

Las pasadas jornadas libertarias locales solo han sido un paso más para la construcción de un
movimiento anarquista local. Son huellas de una historia reciente de 11 años de movimiento
anarquista en Colombia, conspirando contra el capital y revolucionando nuestras mentes para
accionar en las calles. Es un espacio creado por anarquistas para la sociedad. Es un espacio para
dialogar, para construir nuestra identidad... Quedan interrogantes, diferencias y falencias que vamos
solucionando en el camino, conflictos necesarios que hacen madurar los procesos, que los hace
fuertes.

La unión, la acción y la autogestión es nuestro camino, esperamos que para el 2010 nos podamos
encontrarnos en las Jornadas Libertarias Nacionales.

Pueblos indígenas, víctimas de los “grandes golpes a las FARC”

ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA - [# 63, mayo-junio 2011]

Por los niños y niñas masacrados en el norte del Cauca

Nuestros más sinceros y dolidos sentimientos de horror y dolor ante estos hechos. Nuestro rechazo
a gritos a los bandos en guerra, a quienes disparan y a quienes los mandan, vengan de donde vengan.
Nuestra repugnancia porque este terror y esta guerra son para el Capital que ahora cobardemente
masacra niños y niñas para robarse el territorio y quienes dicen resistirlo, las FARC, que le ayudan a
matar, a despreciar la vida poniéndose en el otro bando para eliminar pueblos. Nos duele por las
comunidades, las familias, las madres, hermanas, la gente toda. Nos duele. Llamamos desde el dolor a
no permitir que esta masacre sea en vano, a no dejar que se convierta en una denuncia y nada más.
Que se levante ese pueblo desde abajo, todo el Territorio del Gran Pueblo y ponga todas sus
capacidades y recursos en resistir a un sistema que masacra, despoja, compra, invade y engaña para
enriquecerse. Cada muerto es un comunero, una comunera menos. Cada asesinado, busca que no
pasemos de la denuncia y que nos traguemos el dolor. Vienen a robarse la cultura, el territorio, el
proceso. Vienen con balas, con proyectos, con negocios. Vienen a privatizar el agua, la tierra, las
minas. Vienen a convertir el trabajo de la gente en mano de obra para los mega-proyectos. Vienen a
convertir a los niños y las niñas muertas, en cifras que justifiquen plata para proyectos. Convierten en
mercancía el dolor.

41
El 26 de marzo de 2011, a las 2 y 25 de la mañana, en la vereda Gargantillas del Resguardo de
Tacueyó, Municipio de Toribio, la policía nacional, con apoyo aéreo del “comando jungla
antinarcóticos”, bombardeó un campamento del Sexto Frente de las FARC, de milicianos recién
reclutados. Resultaron, según las fuentes publicadas, 16 muertos (la mayoría de ellos menores de
edad) y 4 heridos por parte de los guerrilleros. Los combates siguieron todo el día y la noche
siguiente: por un lado los helicópteros y avionetas sobrevolaban la zona mientras la policía se
quedaba con los cuerpos en el campamento destruido y, por otro lado, los guerrilleros disparaban en
dirección del campamento desde lugares cercanos. Aparte de esta lamentable violencia entre grupos
armados legales e ilegales, lo que se denuncia acá, y se saca a la luz es la situación de los pobladores
de la zona, los pueblos indígenas, atrapados en esta guerra. Hay que romper el círculo de silencio, de
desinformación de los medios masivos, pues, mientras el señor Santos se jacta de “otro gran golpe a
las FARC”, las comunidades enfrentan el incremento de la militarización, las balas impactando las
casas y la tristeza de ver a sus hijos caer en medio de la guerra.

Lo que viven los pobladores en las veredas de Gargantillas, La Esperanza, El Triunfo, Soto y La
Playa, entre otras, no es lo que vieron los demás colombianos en los noticieros oficiales. Para ellos, la
pesadilla empezó en la madrugada del sábado como contaron los habitantes de estas comunidades,
toda la noche no pudieron dormir por el ruido de las explosiones de las bombas lanzadas por los
aviones, cerca de las casas. “El bombardeo fue horrible, el movimiento de las casas fue terrible, hasta
las siete de la mañana”, declara un habitante de la vereda de Gargantillas, “los niños están aterrados”
añade. Entre la incertidumbre, la comunidad tuvo que soportar la “operación conjunta de nuestras
Fuerzas Armadas” (según las palabras del Presidente), luego, la repuesta de la guerrilla. Ellos
empezaron a disparar con tiros de balas y otras bombas desde sitios muy cercanos a las casas,
poniendo en peligro toda la comunidad. Algunos comuneros se quedaron en sus casas, luego
huyeron hasta lugares más seguros, lejos de la lluvia de balas, mientras otros salieron a buscar
familiares de quienes no tenían noticias. Se colgaron las banderas blancas, única protección en
situación de combate, porque ¿quién iba a protegerlos? ¿Cuál autoridad del gobierno iba a meterse
entre las balas para atender a la gente? ¿Será que importa más los “éxitos” de las Fuerzas Armadas
que los pueblos indígenas? No, los pueblos indígenas tenemos que atendernos nosotros mismos, a
través de las autoridades indígenas que se encargaron de organizar a la gente en Asamblea
Permanente para tomar medidas de protección. Son ellas, junto con los comuneros, que investigaron
para saber lo que había pasado, para informar a los pobladores del lugar y para verificar si había
civiles o bienes afectados.

Mientras las cámaras de los medios masivos mostraban imágenes sensacionales de avionetas de la
policía controlando la zona, del humo junto a las detonaciones, los comuneros aguantaban la
ansiedad y se preguntaban con temor si los cadáveres detenidos por la policía eran hermanos, tíos o
hijos. Se preguntaban si el niño que hace unos meses jugaba con los demás de la comunidad hace
parte de los menores de edad que componen la mayoría de los cuerpos empacados en las bolsas de
plástico, allá en el monte. Porque las primeras víctimas de los conflictos armados son los indígenas,
son los niños involucrados en la guerrilla por estrategias de reclutamiento. A pesar del trabajo de las
autoridades indígenas y de la Guardia indígena para tratar de detener el reclutamiento de sus jóvenes,
haciendo asambleas, generando discusiones sobre el tema en las familias, proponiendo proyectos
productivos y culturales, los guerrilleros siguen armando campamentos cerca de las viviendas,
poniendo armas entre las manos de los niños.

Quizá los periodistas de los medios masivos, nacionales e internacionales, preparen su material de
prensa celebrando la coincidencia del ataque con el 3er. aniversario de la muerte del fundador de las

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FARC, Manuel Marulanda, y pasando desapercibido el horror de los niños masacrados y la suerte de
mujeres, niños, mayores y familias enteras expulsadas de sus casas, andando bajo la lluvia sin siquiera
saber dónde ir. “Llegaron con los carros, bajaron las bombas, nosotros recogimos los niños y salimos
a correr para acá, porque no queremos estar metidos allí.” cuenta una madre de familia de la vereda
del Triunfo. “Ellos dijeron que teníamos que salirnos rápido, porque iban a tirar algo más, nos
asustamos, no sabíamos para dónde ir, estaba lloviendo” declara una joven de 14 años, “nos salimos,
nos fuimos corriendo y cuando empezaron a disparar, las balas pasaban por allí.” Esta misma
adolescente salió casi de noche para pedir a los guerrilleros que pararan de disparar. Nadie ha
escuchado su voz, aparte de las autoridades indígenas, ni la de una madre cargando sus dos niños,
llorando por no haber podido darles de comer desde que la sacaron de su casa en la mañana;
tampoco la del comunero, a quien le dijeron que su hijo estaba allá, en esas bolsas. Ahora las familias
piden que los cuerpos sean entregados para poder exhumarlos y despedirse de sus familiares, a pesar
de que hayan sido involucrados en la guerra.

Las Autoridades Indígenas denuncian que las primeras víctimas de estas acciones siguen siendo los
niños y niñas, comuneros de los pueblos indígenas. El gobierno ejecuta acciones de guerra como
ésta, poniendo en riesgo las poblaciones, causando daños irreparables. Frente al terror de los grupos
armados, los pueblos indígenas queremos la autonomía en nuestros territorios, y no ser
instrumentados por ninguno actor gubernamental, ni armado legal o ilegal, que actúan por intereses
económicos y por control del poder. Como Nasas que somos, exigimos levantarnos desde el dolor a
resistir, a echar a los guerreros, a las transnacionales, a los negociantes, a los que sacan ventaja del
territorio. Para que la muerte no niegue el futuro a nuestro pueblo.

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Anexo: dos textos tomados del boletín venezolano Correo A

º Conociendo a Biófilo Panclasta

NICOLÁS BOURBAKI - [# 21; enero 1993]

Al esfuerzo del Proyecto Cultural "Alas de Xué" en Bogotá se debe la reciente aparición del libro
"Biófilo Panclasta: El Eterno Prisionero" (Bogotá, Ediciones Proyecto Cultural Alas de Xué, 1992.
357 p.), rescatando del olvido al que sometieron la historia oficial colombiana y latinoamericana a un
personaje que, por su independencia de acción e ideas, conserva vigencia para todos los que
compartimos la pasión de libertad que animó a ese hombre de azarosa y casi legendaria existencia, la
cual intentaremos describir someramente aquí, aunque remitimos al libro citado a quienes se
interesen por conocer mejor al personaje y su pensamiento, además de adentrarse en lo que
probablemente sea el trabajo mas exhaustivo sobre la evolución del anarquismo en Colombia desde
sus primeras manifestaciones hasta la tercera década del Siglo XX.

Vicente Lizcano nació en Chinácota, Departamento Norte de Santander, en octubre de 1879, con el
doble estigma para aquel ambiente reaccionario de ser pobre e hijo "natural". Pese a las dificultades,
pudo llegar a estudiar en la Escuela Normal de Bucaramanga, de donde es expulsado al manifestarse
su temprana rebeldía política. Viene a Venezuela y en el pueblo de Capacho Nuevo (Estado Táchira)
trabaja de maestro; allí conoce al joven Eleazar López Contreras - futuro Presidente de la República -
y juntos se alistan en las huestes del caudillo Cipriano Castro, que en 1899 derrocaría al gobierno de
turno.

En Venezuela comienza a madurar su ideario radical, así que a pesar de su posición y amistades
influyentes vuelve a Colombia en 1904, utilizando ya el nombre de Biófilo Panclasta - amante de la
vida, destructor de todo - con el cual será conocido de ahí en adelante. Pronto debe huir de su país e
inicia una experiencia asombrosa de viajes, agitación política, publicaciones, destierros, prisiones
intermitentes, debates, que lo lleva por medio mundo, conociendo quizás unos 20 países y quien sabe
cuantas cárceles, hasta que finalmente cae en manos de los esbirros de su viejo enemigo el dictador
venezolano Juan Vicente Gómez, con el consiguiente encierro en la prisión del castillo de San Carlos
del Zulia entre 1914 y 1921. De esa experiencia surgió un panfleto: "7 años enterrado vivo en las
mazmorras de Gomezuela" (del que no se conservan ejemplares), y una incesante postura de
denuncia a la tiranía del caudillo andino.

Cuando finalmente es liberado, reinicia su andariega peripecia: va al torbellino de la Revolución


Mexicana, es delegado a un congreso anarquista en Barcelona, viaja como agitador social a
Suramérica e interviene en la organización de una huelga cafetalera en São Paulo. En 1924 el
gobierno de Brasil lo encarcela en el terrible campo penitenciario selvático del río Oiapoque, pero
huye a la Guayana Francesa, y ese mismo año retorna definitivamente a Colombia tras haber
conocido 52 países. Sus biógrafos vuelven a encontrar su huella en 1927, cuando está nuevamente
tras las rejas como tantos otros luchadores populares en el convulsionado clima social de aquel
entonces. Al año siguiente se halla en Bogota, donde impulsa el Centro de Unión y Acción
Revolucionaría, único iniciativa de organización en la que participara en su país este irreductible
individualista. Por aquel entonces escribe la obra que, con mutilaciones, se ha conservado hasta hoy
en las bibliotecas colombianas como singular testimonio personal: "Mis Prisiones, Mis Destierros y
Mi Vida", editada en 1929.

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Los restantes años en la vida de Biófilo lo verán agobiado físicamente por las penalidades sufridas
pero sin decaer en su espíritu libre. En 1934 se une a Julia Ruiz, una ex-monja que combina firmes
convicciones socialistas y sorprendentes atisbos de feminismo con el esotérico oficio de leer la baraja.
Quieren viajar a Venezuela en 1936 confiando en la protección del antiguo amigo López Contreras,
pero su petición de auxilio es ignorada. Julia muere en 1939 y Biófilo 3 años después, en la soledad
del Asilo de Ancianos de Pamplona, convirtiéndose en borrosa leyenda popular, que apenas ahora
empieza a ser recuperada gracias a la labor inapreciable de los compañeros de Alas de Xué.

ºº CALIdoscopio: Crónica de una ciudad latinoamericana

WILI, DESDE CALI - [# 27; abril 1995]

Cali es la tercera ciudad de Colombia. Ciudad en tránsito a metrópoli, tránsito agresivo, violento y
deshumanizador. Tiene 2 millones de habitantes, 40% viviendo en la pobreza absoluta (800.000
personas). Otro 40% se debate entre la clase media y la pobre, mientras que un 20% se goza el
trabajo ajeno. El 10% de quienes están en condiciones de trabajar no cuentan con empleo (en los y
las jóvenes este índice se duplica) y 50% viven del rebusque diario vendiendo de todo, consumiendo
fantasías.

Hubo elecciones parlamentarias, y después las de alcaldes y gobernadores: de cada 100 personas
aptas para votar, 70 no lo hicieron. En las otras 30 hay que contar los votos comprados y los
robados, los vendidos y los engañados, los obligados y los muertos que votan. Milagros de la
democracia colombiana.

Aquí se escucha salsa -buena, mala, regular- a toda hora y en todo lugar. Este es un pueblo prieto,
gozador y rumbero que parece bailarse hasta las penas. Las ráfagas de música se intercalan con las
ráfagas de metralla. En promedio cada fin de semana son asesinadas entre 30 y 50 personas, en su
mayor parte jóvenes y mujeres. Ser joven y pobre es acercarse a la muerte. Escuadrones de asesinos
cruzan las calles, disparando, raptando, desapareciendo a muchachas y muchachos. Nadie dice nada,
nadie sabe nada, nadie oye nada. El miedo cierra los ojos, las bocas y las entendederas mientras que
el gobierno se lava las manos y promete investigaciones exhaustivas que, por lo general, en nada
terminan. El mismo Alcalde de Cali reconocía que el 68% de los 1300 homicidios de 1993 están
impunes. Nadie se explica como hacen los escuadrones asesinos para pasearse por una ciudad en la
que pululan los retenes, detectives, militares, soplones, policías y cuarteles. ¿Será que no los ven? O
será que...

El cielo es muy azul manchado de trecho en trecho por nubes de aire poluto; del occidente
descienden a la ciudad ríos y riachuelos, a cual mas contaminados; la gente es cálida como el clima; el
futbol y lo frívolo atraen la atención de miles de personas cada fin de semana; el crecimiento ahora es
intenso y desmesurado... caos urbano que avasalla al ser.

Así como cualquiera otra de Nuestra America es la ciudad de Cali: un producto inhumano de las
formulas desarrollistas del Gran Capital. Cali es paraíso de las transnacionales que llegaron en los 50
y 60 y se apoderaron de las mejores tierras, de las mas grandes riquezas, del sudor moreno. A su lado,
entrecruzando poderes, están los narcotraficantes que son los mismos burgueses con otra pinta y que

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tienen contaminado todo el ambiente político y económico. Gran parte de la violencia que
referíamos anteriormente proviene del narcotráfico y sus tentáculos. Es en verdad narcotrágico.

Pero las consecuencias del narcotrágico no son solo las sangrientas. Es toda una subcultura que
pregona el enriquecimiento fácil, la ostentación, la trampa, el machismo y el consumo frenético
hundiendo en el lodo miles y miles de vidas, jóvenes en especial, con el beneplácito de las clases
dominantes, usufructuarias vergonzantes de las riquezas narcotizadas.

Las oportunidades de vida digna son cada vez mas estrechas. La reconversión industrial, la
privatización y el neoliberalismo han acentuado el cierre de fábricas y empresas, la hiper-
comercialización de la educación, la salud y la recreación, el incremento de mujeres y niñ@s que o
trabajan en condición subhumana y por cualquier salario o caen en la delincuencia y la prostitución.
Cifras oficiales señalan que el 61% de los sindicados de delitos son menores de 21 años, muchos de
las cuales están en la cárcel por tratar de conseguirse unos pesos para sobrevivir. Los datos del
gobierno son elocuentes: mientras un mercado sencillo está por el orden de los US$ 300 al mes, el
ingreso de las familias pobres solo promedia 90 US$, cuando lo hay.

Tal estado de cosas ha agudizado el ingenio de la población para resistir. “Cultura del rebusque” se
llama por aquí a esas estrategias que la gente se inventa para vivir al día, buscando a cómo de lugar
los pesos que permitan medio comer, en una lucha diaria por sobrevivir: los parques, los semáforos y
las calles son ahora espacios comerciales, para montar un negocito y hacerle trampas al hambre. Allí
podrás conseguir un perro caliente, un tornillo, un café, un periódico, un pan, una rosa roja o un
"cacho" de bazuco...

Aunque los procesos libertarios y alternativos son débiles y marginales, si existen pensamientos,
expresiones y prácticas ligadas a proyectos sociales en los que se encarnan nuevas concepciones y
practicas de vida. Su falta de coordinación es, sin embargo, una de sus principales debilidades. De
todos modos, en medio de los nubarrones neoliberales y de la ferocidad del régimen, la construcción
de una nueva sociedad avanza, con tropiezos y miedos, retos y logros; avanza, lenta y terca, de la
mano de la esperanza.

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