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Arqueologia Historica Puebla
Arqueologia Historica Puebla
INAH SEP
T E S I S
QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
P R E S E N T A :
DIRECTOR DE TESIS:
ARQLGO. EDUARDO AMBROSIO LIMA
i
ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA DE LA CIUDAD DE PUEBLA.
AVANCES Y PERSPECTIVAS 1988-2007
ÍNDICE
ÍNDICE DE IMÁGENES………………………………………………………………….v
AGRADECIMIENTOS……………...……………………………………………...……vii
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….1
1. Marco conceptual………………………………………………………………..22
2. Estado de la cuestión…………………………………………………………...26
3. Arqueología, arquitectura y restauración……………………………………..29
4. Leyes e instituciones……………………………………………………………31
5. Metodología y desarrollo de la investigación…………………………………35
ii
CAPÍTULO III. DESARROLLO DE LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA EN LA
CIUDAD DE PUEBLA…………………………………………………………………..42
1. Antecedentes…………………………………………………………………….42
2. Primer periodo 1980-1994……………………………………………………..45
c) Excavaciones en El Hospitalito……………………………………………………...…52
iii
b) Excavaciones en la Plaza Mayor de Puebla…………………………………….….124
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..…149
iv
ÍNDICE DE IMÁGENES
v
IMAGEN 11. Entierro primario de la unidad de excavación 1 y Osario I.
Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología. Informe 20-
173. Fotografía Citlalli Reynoso.
vi
AGRADECIMIENTOS
Desde el primer momento que decidí elaborar este trabajo, disfruté cada momento
de su elaboración. Debo confesar que esta tesis la realicé con mucho gusto y un
enorme placer, pero ciertamente, mi parte favorita de redactar fue este apartado,
pues afortunadamente tengo a mi lado mucha gente que me ha acompañado
durante mi vida y mi formación y, en estos renglones, les quiero agradecer a
todos ellos.
En primer lugar a mis padres, Elsa y Roger quienes con gran amor me han
acompañado todos los días de mi vida a pesar de los desvelos y canas verdes
que les suelo sacar. A ti mamá por ser ejemplo de entereza, fortaleza y
dedicación y que con tu ejemplo me has enseñado que la disciplina y la
constancia son los dos ingredientes que se necesitan para realizar todo lo que me
proponga en la vida. A ti papá por ser mi maestro personal y guía espiritual, por
sacudir de mi cabeza todos esos espantajos que me paralizan cuando tengo
miedo y apoyarme en todas las decisiones que he tomado. A mi hermanito Daniel
quien me hace la vida más feliz, gracias por todas las sonrisas que me has
regalado y por las veces que me acompañaste a las bibliotecas a pesar de que se
lo mucho que te aburrías, gracias carnalín!
vii
También quiero agradecer a otros profesores y amigos que fueron parte
importante en mi formación académica: Víctor Arribalzaga, Arturo Montero, Raúl
García, Enrique Nalda † y Emiliano Melgar quien me instruyó durante mi
apasionante incursión por la lapidaria.
viii
INTRODUCCIÓN
La ciudad de “Puebla de los Ángeles” fue fundada en 1531 como una República
de españoles rodeada de barrios indios. Pronto se convirtió en el centro agrícola
más importante de la Nueva España, con una bulliciosa actividad comercial e
industrial. Se originaron las fábricas textiles que cobraron mucha importancia
durante el Porfiriato, lo mismo que los talleres de carpintería, curtiduría,
producción de vidrio, jabón y, por supuesto, la bien conocida cerámica mayólica.
Con la riqueza material vinieron también el arte y otras manifestaciones
culturales. La ciudad se llenó de casas señoriales y de florecientes iglesias,
conventos, colegios y hospitales. Para mediados del siglo XVII ya podía jactarse
de tener una de las catedrales más grandiosas del continente mientras que sus
edificios, civiles y religiosos, se llenaban de lienzos y esculturas. El arte barroco
prosperó e hizo de Puebla lo que es hoy, tanto en la arquitectura y la plástica
como en la literatura, el arte popular y la gastronomía. Puebla conservó este
1
gran legado y ostenta hoy uno de los centros históricos más ricos de América. A
pesar de esto, la Ciudad de Puebla en los últimos años ha sufrido terremotos,
remodelaciones y un aumento exponencial de la población, lo que ha motivado
la realización de numerosos y valiosos proyectos de excavación, salvamento y
rescate dentro del marco de la Arqueología Histórica; así como de numerosos
trabajos de conservación y restauración en los inmuebles históricos que integran
su legado arquitectónico.
Justificación
2
las excavaciones y salvamentos de edificios coloniales dirigidos por la entonces
Dirección de Monumentos Históricos del I.N.A.H. debido principalmente a obras
de crecimiento urbano e infraestructura en las ciudades (Hernández Pons;
1998:2). A pesar de esto, actualmente esta disciplina acapara mayor atención
entre los investigadores y a mediano plazo se vislumbra un futuro prometedor
para esta rama. Es por eso que consideramos necesario hacer un alto y revisar
el proceso, las investigaciones y los resultados que hasta ahora han arrojado
estas investigaciones.
Creemos que muchas de las riquezas coloniales las podemos encontrar en las
ciudades que antiguamente eran Repúblicas de españoles y que actualmente
son consideradas iconos del arte colonial. En los últimos años, la Ciudad de
Puebla ha sido objeto de numerosas intervenciones y remodelaciones a sus
inmuebles históricos, por lo que pensamos que es una ciudad idónea para
desarrollar nuestra evaluación.
Finalmente esta investigación tiene como propósito ser una guía útil y obra
básica de consulta, que sirva para conocer los antecedentes de las
intervenciones de Arqueológica Histórica hasta ahora realizadas en la ciudad de
Puebla, en el desarrollo de futuras investigaciones.
Objetivos:
Objetivos particulares:
Los objetivos particulares de esta investigación son los siguientes:
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1) Presentar una lista de los monumentos históricos en Puebla
a) Consultar el Catálogo Nacional de bienes inmuebles
b) Identificar la dirección de los inmuebles
c) Investigar el uso que se le dio en el pasado
d) Investigar el uso actual del inmueble
e) Definir el área de trabajo con base en el Catálogo de bienes
inmuebles y en el área comprendida como zona de monumentos
históricos en el Centro Histórico de Puebla
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Implicación de prueba:
Como hemos mencionado, este proyecto tiene como finalidad presentar una
revisión histórica del desarrollo de la Arqueología Histórica en la ciudad de
Puebla, motivo por el cual no consta de una clásica hipótesis.
Si bien no existe una hipótesis que defender, esta evaluación del desarrollo de
las investigaciones de Arqueología Histórica en Puebla, nos puede permitir
plantear como implicaciones de prueba las causas que motivaron los cambios en
la forma de hacer Arqueología Histórica en Puebla. Para el desarrollo de esta
evaluación, el periodo de estudio ha sido dividido en cuatro subperiodos: 1980-
1994, 1994-1999, 1999-2002 y 2002-2007.
5
se amalgaman con los proyectos municipales como el Plan de Conservación y
Ordenamiento Urbano Arquitectónico del Paseo del Río de San Francisco. La
constante presión por parte del gobierno generó un cambio en la forma de
ejercer los proyectos arqueológicos. Podemos esperar que esta presión haya
sido la responsable de la reforma y estandarización de la metodología en las
excavaciones, hasta esta década podemos hablar de una Arqueología Histórica
aplicada en la ciudad de Puebla.
6
CAPÍTULO I
MARCO GEOGRÁFICO HISTÓRICO
Existen varias rutas que unen la capital a Puebla. La ruta menos frecuente es el
del “Paso de Cortés”, un camino entre los volcanes que asciende a más de 400
metros. Esta ruta fue escogida por el conquistador de México para poder
apreciar y admirar la ciudad de Tenochtitlan desde lo alto. La segunda ruta sigue
la autopista actual que corresponde a la misma ruta desde la época colonial a
través de San Martín Texmelucan, el ascenso al Río Frío, situado a las faldas de
Iztaccíhuatl a una altitud de 3000 metros. La tercera ruta aprovecha las
moderadas diferencias de nivel y lleva a Texcoco y a México DF, a través de
Tlaxcala, Apizaco y Calpulalpan. No obstante, esta ruta resulta
considerablemente más larga e incómoda.
Desde el punto de vista tanto cultural como geográfico, los estados de Puebla y
Tlaxcala forman una unidad en una cuenca alta vecina del altiplano mexicano en
el México Central. La Ciudad de Puebla está situada a una altura de 2162
metros sobre el nivel del mar y, por tanto, a más de 100 metros por debajo de la
capital. Al oeste se alza la cordillera formada por los volcanes Popocatépetl e
Iztaccihuatl que alcanzan los 5452 y 5286 metros de altitud respectivamente, y
cuyos picos están cubiertos de glaciales y nieves durante todo el año, algo que
aprovechaban tanto los indios como posteriormente los españoles para obtener
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hielo. Esta cordillera separa el altiplano de México y la Cuenca de Puebla
Tlaxcala.
Al este y al norte, la cuenca está delimitada por la Sierra Madre Oriental a través
de la cual la altitud del terreno desciende al nivel del mar a tan sólo 100Km. La
máxima elevación es el Pico de Orizaba, “Citlaltépetl” (Cerro de la Estrella) que
también asciende a 5747 metros sobre el nivel de mar y que junto con el Cofre
de Perote forma otra sierra dominante del paisaje de la cuenca alta.
Las ciudades más importantes de esta alta cuenca ya existían desde los tiempos
prehispánicos: Tlaxcala en el norte, famosa por sus alzamientos contra la triple
alianza mexica y su alianza con los españoles, Cholula en el oeste, una de las
ciudades prehispánicas más grandes e importantes, Huejotzingo, un principado
independiente de los aztecas y Tepeaca en el este, que tanto hoy como en los
tiempos prehispánicos constituyó uno de los mercados más importantes de la
cuenca alta.
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La ciudad de Puebla se encuentra casi en el centro de esta cuenca y se asentó
en una tierra de nadie, que los grupos indígenas desunidos entre sí, dejaron
despoblada. En los tiempos prehispánicos, el lugar fue denominado
Cuetlaxcoapan, que significa “Donde las serpientes cambian de piel”.
La parte del oeste de la cuenca alta está dominada por el río Atoyac, acuífero
durante todo el año, que nace en las faldas del Iztaccíhuatl y que el río
Zahuapan alimenta antes de su entrada en el valle de Puebla. El valle de Atlixco
es regado por el río Nexapa que también desemboca en el río Atoyac después
de su salida del valle de Atlixco. Éste a su vez se drena hacia la depresión del
río Balsas que desemboca en el Pacífico. Los límites de Puebla hacia el este
vienen determinados por el río Alseseca que nace en las faldas de la Malinche;
se trata de un pequeño río que también desemboca en el río Atoyac y que
actualmente junto con este último, forma la reserva del agua potable de la Presa
Valsequillo.
La propia ciudad es atravesada de norte a sur por un río y sus brazos, cuyo
nombre se debe al valle que atraviesa. Se trata del río Cuetlaxcopan. Sin
embargo, el río recibió el nombre de “Río de San Francisco” tras la fundación de
la ciudad. Este río también nace en las faldas del sur de la Malinche y
9
desemboca, como todos los demás, en el río Atoyac a unos kilómetros más allá
de la salida de la ciudad. Sus afluentes se encuentran sobre todo en los barrios
indígenas. El brazo más grande es el río Xonaca, un río que sólo en temporada
de lluvias constituye un pequeño río acuífero que también dio su nombre a un
barrio. Hoy en día este río, igual que la mayoría de los que atraviesan las
ciudades se ve encauzado y desde los años setenta está cubierto por una
carretera de circunvalación.
Existían varios puentes que unían el centro con los barrios indígenas en el este
de la ciudad. El único puente conservado es el de “Ovando”, que une el centro
con el barrio “al otro lado del río”. Una pequeña “Capilla del Puente” en honor a
la Virgen de los Dolores protegía a los caminantes que atravesaban el puente un
poco más al norte.
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A pesar de su regularidad trópica, y tal vez en contra de toda su monotonía
climatológica, existen fluctuaciones entre los años secos y los años húmedos. El
valor medio de la precipitación pluvial en la Ciudad de Puebla oscila entre 700 y
900 mm, mientras que el valor referente a todo el estado está sujeto a
fluctuaciones aún mayores.
11
características especiales: El sistema social-económico de la encomienda
adaptado por los españoles después de la conquista se revelaba ante los ojos
de la Corona y de la Iglesia como un error necesario de reparar. Así, en el año
de 1529, las cortes españolas decidieron conceder a los indios la completa
libertad y abandonar el sistema de encomienda (Albi; 2000:127, Chevalier;
2000:31). Esto significó para los conquistadores que vivían en la Nueva España
la pérdida de la explotación de la mano de obra indígena. Si se proyectaba
limitar o suprimir la encomienda, era necesario dar a los españoles otros medios
para vivir. Por ello se planeó la creación de una ciudad “experimento” que
sirviera de modelo a campesinos y artesanos españoles que debían instalarse
allí sin Encomienda y sin utilizar el trabajo forzado de los indios (op.cit.32)
12
Indias de Sevilla en el cual escribe se había empezado ya con la construcción de
Puebla de los Ángeles (Chevalier;2000:36). Según él, el nombre era provisional
y dependía del juicio de su Majestad, pero esperaba al menos poder mantener el
nombre para la iglesia que, por lo visto, ya se estaba construyendo en aquel
momento. Además, según sus aclaraciones, la ciudad todavía formaba parte del
obispado de México, pero solicitó poder atribuir la ciudad al obispado más
cercano de Tlaxcala. En otro informe fechado en agosto del mismo año,
describió las primeras obras. En un inicio se erigieron los 50 primeros edificios
para los colonizadores, así como una iglesia y los “edificios públicos”, es decir,
las casas reales. Los edificios se construían de madera, algunos pocos con
adobe. Esto se debía a que las casas de piedra hubieran requerido demasiada
mano de obra indígena y los colonizadores sólo tenían algunos indios
encomendados por los frailes de la orden de San Francisco de Cholula y
Huejotzingo. En este informe también se destaca la modificación de la ruta entre
el puerto de Veracruz y México que entonces atravesaba por Tlaxcala y que
sería mejor trazar la ruta a través de la ciudad recién fundada.
13
españoles cristianos para que la provincia floreciera y para que la fe cristiana
pudiera propagarse.
Hugo Leitcht (1992:325) indica que el nombre podría haberse formado por la
intervención de la orden de los Franciscanos ya que estos recurrían a Nuestra
Señora de los Ángeles, teniendo en cuenta la gran influencia de esta orden en la
región de Puebla y Tlaxcala.
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que había sido más fácil y rápido para la mano de obra indígena, la población
quedó totalmente destruida, lo cual hizo que muchos pobladores tuvieran que
abandonar la ciudad. (Hirschberg; 2000:72). Algunos autores suponen que la
fecha de la segunda fundación con su ubicación actual sería el 2 de septiembre
del mismo año, cuando el obispo Fuenleal dio lectura a la Carta de Ocaña. Por
ello, aún permanece incierta la ubicación de la primera fundación. Algunos
autores proponen que la primera fundación pudo ser cerca de las faldas del
Cerro de Loreto y Guadalupe, cerca del actual barrio del Alto, ya que esta zona
puede ser severamente afectada o destruida con las lluvias y se encuentra cerca
del convento de San Francisco.
15
hecho justificó la utilización de la mano de obra indígena y hasta solicitó más
indios para aumentar la producción. Así mismo pidió que se le concedieran
algunas mercedes y privilegios que normalmente se le daban a las ciudades
hispánicas y algunas otras que se otorgaban sólo a una capital virreinal. Todas
estas solicitudes le fueron concedidas. Salmerón concedió a los nuevos colonos
una porción de tierra fértil en Atlixco usurpando terrenos que pertenecían a los
indígenas, así mismo les otorgó la mano de obra de cincuenta indígenas a cada
uno para “iniciar la reconstrucción”. Aunque no era propiamente un sistema de
Encomienda, subsistía un trabajo forzado del indígena disfrazado de “trabajo
estrictamente controlado” (Chevalier; 2000:47).
Bajo este nuevo régimen, cambió por completo la organización social planificada
originalmente: de una sociedad igualitaria e ideal de agricultores y artesanos sin
trabajo indígena forzado, se convirtió en una sociedad rígidamente jerarquizada
según clases y privilegios que normalmente eran concedidos sólo a los
capitanes de los virreinatos. Los terrenos de la ciudad y tierras cultivables eran
concedidos según el status social de los habitantes y sus méritos en la
conquista, y por ende no era raro encontrar encomenderos y corregidores entre
los vecinos. De este modo, se acabó la utopía social de fundar un “mundo ideal”
en Puebla y se dio paso al surgimiento de una ciudad exitosa que triunfó como
fundación, pero fracasó como experimento social.
La edificación de la ciudad
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1535-1550. En estos años se inauguró el primer hospital llamado Hospital de
San Juan de Letrán, donde actualmente se encuentra la iglesia homónima
conocida con el nombre de Hospitalito. Al mismo tiempo inició la construcción
de la Catedral de Puebla, debido a que por órdenes reales el Arzobispado de
Tlaxcala debía trasladarse a la ciudad de los Ángeles. Se construyó un pequeño
hospital con su ermita, titulada la Santa Veracruz. El cabildo eclesiástico fundó el
hospital de San Pedro y se hicieron la ermita de San Antonio Abad y la de Santa
Ana. También se hizo el molino de San Francisco.
Las órdenes religiosas que había en México comenzaron a venir a Puebla para
fundar sus conventos: los franciscanos primero, después los dominicos, en
seguida los agustinos, más tarde los jesuitas y después los carmelitas. Los
dominicos además de Santo Domingo, fundaron el convento de San Pablo y el
colegio de San Luis. Los agustinos tuvieron como primera iglesia la que después
fue capilla de Santa Rita. Los jesuitas establecieron el colegio del Espíritu Santo
y el de San Jerónimo y tenían la capilla de San Gregorio, después llamada San
Miguel, donde se encargaban de la administración de los indios. Se edificaron
las iglesias de Santiago y de San Ramón y las ermitas de San Cosme y San
Damián, Santa Bárbara y los Remedios. En lo que corresponde a los conventos
femeninos, sólo se fundó en esta época el de Santa Catalina de Sena.
1590-1620. Al final del siglo XVI llegaron a Puebla las órdenes de los
mercedarios y los hipólitos. Los primeros se apropiaron de las ermitas de San
Cosme y San Damián mientras que los segundos, fundaron el hospital de San
Roque. Se fundó el Colegio Seminario, el barrio de San Baltazar y el Convento
17
de monjas de la Concepción. En 1591 se dio la licencia para hacer el portal en la
plazuela del Alto, dos años después para hacer el portal de San Francisco. Se
establecieron cuatro conventos de monjas: el de la Santísima Trinidad, el de San
Jerónimo; el de Santa Clara y el de Santa Teresa de Jesús. En esta época
estrenaron sus iglesias los agustinos y los jesuitas. Se hizo también la Casa
para niños expósitos de San Cristóbal, el establecimiento de baños sulfurosos
conocido por Ojo de San Pablo, una Alameda que algunos dicen estuvo situada
donde hoy es la plaza de Antuñano. El barrio de Xonaca se empezó a formar
edificándose después la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Se reedificó
la ermita de las Ánimas, se hizo una ermita en el cerro entonces de Belén, antes
Amacueyatepec hoy de Guadalupe, y otra en el cerro de Centépetl, dedicada a
Santa María de Gracia y a San Juan Bautista.
18
1740-1800. Los jesuitas fundaron un gran colegio para la enseñanza de los
indios con su iglesia dedicada a San Francisco Javier, la cual fue por su
extensión y arquitectura de las mejores de la ciudad. Se concluyó el Teatro
Principal, la torre norte de la Catedral, la de San Francisco y lo que se ve hasta
ahora de la de Santo Domingo, el pórtico de la Compañía y el cementerio de
Xanenetla. En cuanto a los templos se hicieron el de Nuestra Señora del Refugio
en el barrio de San Antonio, el de Balvanera en el barrio del Alto, el de Nuestra
Señora de la Luz en el barrio del Santo Ángel y el de Xanenetla, dedicado a
Santa Inés del Monte Pulciano en la falda del cerro de Loreto.
19
de la ciudad de Puebla, sobre todo en el lado poniente en el cual manzanas
enteras se arruinaron por completo. La alameda nueva se convirtió en un terreno
con trincheras y fosos y sus hermosos árboles fueron arrancados. Se demolió el
templo del cerro de Guadalupe, construyéndose en su lugar y contornos el fuerte
de este nombre.
1882-1888. Durante estos siete años dejó de existir la antigua plazuela de San
Agustín y en su lugar se construyó el edificio de La Casa de la Maternidad. Se
abrió al público la Biblioteca Lafragua. El gobierno fundó la Escuela de Artes y
Oficios, destinando para ella el ex convento de la Merced.
1889-1894. Puebla quedó unida a México por dos vías ferrocarrileras: la antigua
del Mexicano y la nueva de Interoceánico; la primera de vía ancha y la segunda
de angosta. También quedó unida con Tehuacán y Oaxaca por el nuevo
ferrocarril del sur y con Atlixco, Matamoros y Chietla. Quedó unida a varias
fábricas de hilado a los alrededores de la ciudad y a Cholula y Huejotzingo por
un ferrocarril de tracción animal, llamado Industrial. En este tiempo se estrenó el
20
notable edificio de la Penitenciaría (aunque no concluido). El antiguo colegio de
San Luis, de dominicos, se convirtió en un Gran Colegio para Señoritas, dirigido
por las monjas teresianas venidas de España con ese objetivo. Los metodistas
edificaron su templo junto al colegio que tienen en parte del ex convento de las
Catalinas, los Salesianos se instalaron en el barrio del Alto y las monjas
Ursulinas se establecieron en San Juan de Letrán. A finales del siglo XIX, el atrio
de San Francisco se convirtió en jardín público.
21
CAPÍTULO II
MARCO CONCEPTUAL Y PLANTEAMIENTOS METODOLÓGICOS
Marco conceptual
22
estudios coloniales fue Ignacio Marquina, quien llevó a cabo la exploración del
convento de Acolman, la cual consistió en el estudio arquitectónico del inmueble
y la primera excavación arqueológica en contexto histórico (Santos; 2006). Sin
embargo, tuvieron que pasar varios años para que la Arqueología Histórica
contara con planteamientos de investigación más específicos, objetivos más
concretos y que las circunstancias permitieran una exploración arqueológica
completa que incluyera el rescate y, en la medida de lo posible, la restauración
de un inmueble. Podemos afirmar con seguridad que este momento llegó con el
proyecto del Ex Convento de San Jerónimo (1976-1981) dirigido por Roberto
García Moll. A partir de entonces se han desarrollado cada vez más proyectos
de esta índole con notables desarrollos dentro de este campo de investigación
que incluyen una mayor especialización y sistematización.
23
periodos subsiguientes a la conquista, mediante la contrastación de los
depósitos arqueológicos con las fuentes documentales.” (Juárez; 1989:14-15).
El proyecto realizado por Rebeca Yoma y Luis Alberto Martos Dos centros de
abasto en la Ciudad de México, un análisis arqueohistórico, también refleja el
trabajo exhaustivo de la documentación histórica complementada por el trabajo
Arqueológico. Su trabajo contempló la reconstrucción de las fases de ocupación
de dos mercados “El Volador” y “la Merced”, ellos opinan que: “…la Arqueología
Histórica no debe centrarse exclusivamente en la obtención de datos en
excavaciones, que si bien son importantísimos también pueden apoyarse y
complementarse con la información existente en los distintos archivos históricos”
(Yoma y Martos; 1988: II).
24
en que trata con documentos y sitios edificados y constituidos desde la
conquista española hasta la actualidad, pero se debe considerar que un sitio
arqueológico prehispánico también puede ser histórico, es decir, que el hecho de
dividirlos a partir de la conquista hispana, es sólo con fines prácticos para su
estudio. (Robles; 1998:16). A diferencia de la Arqueología prehispánica, la
histórica trabaja, la mayoría de las veces, con edificios “vivos”, es decir, que
están cumpliendo con una función, no sólo se concentra en el subsuelo, sino
también en muros, techos y demás elementos arquitectónicos. Busca reconstruir
la historia de los edificios y de los sucesos asociados a ellos (op. cit.: 17).
25
Estado de la cuestión
Ejemplo de ello es la obra de Guillermo Pérezcastro Lira (cf. 1990), quien define
a la Arqueología Histórica como “la estrategia de investigación que se ocupa de
los periodos posteriores al virreinato y a las etapas consecuentes hasta llegar a
la actualidad” (Pérezcastro, Ibidem: 229). En esta investigación, nos presenta un
esbozo de lo que ha sido el desarrollo de esta estrategia desde los años setenta
del siglo XX, cuando ésta se llevaba a cabo mayormente por arquitectos o
restauradores, quienes al prescindir de una investigación documental, falseaban
algunas obras de restauración. Más adelante el autor menciona cómo en los
años ochenta se creó la sección de Arqueología dentro del Departamento de
Monumentos Históricos, pero que desafortunadamente debido a la falta de
apoyo, el desinterés general y a la falta de proyectos “masivos”, causó el gradual
abandono de arqueólogos de la sección de Arqueología, y por ende su eventual
disolución.
26
para ir comprendiendo la gradual transformación de un país a través de cinco
siglos de continuo devenir. Finalmente, Pérezcastro nos presenta una relación
de los proyectos hasta esa fecha realizados, la mayoría de ellos en la Ciudad de
México, así como una lista de los proyectos que se realizarían a futuro para
demostrar que el número de proyectos aumenta cada día más.
27
por la formación de arqueólogos en las escuelas de América Latina y en especial
en la Escuela Nacional de Antropología e Historia ya que considera que es una
estrategia de investigación en la que debe existir cierto grado de especialización
que abarque conocimientos de arquitectura, historia contemporánea y textos
básicos de capitalismo y colonialismo. Asimismo ella considera que las
investigaciones arqueológicas en sitios históricos hasta ahora realizadas se han
centrado fundamentalmente en el aspecto descriptivo, y que sólo son
descripciones y catalogaciones de los hallazgos y en su mayoría, someros
estudios documentales que distan mucho de ubicar un sitio dentro de un marco
más general o insertarlos dentro de las dinámicas de un sistema mundial.
28
Arqueología, arquitectura y restauración
29
recupera información sobre el monumento en cuestión, sino que lo ubica dentro
de una dinámica social y un momento tecnológico en el que se produjo dicha
obra, de manera tal que la investigación permite establecer el marco histórico
relacionado con la existencia del monumento, su evolución funcional y
constructiva, así como de sus particularidades arquitectónicas, su estado actual
y su relación con el entorno (Molina; 2005:358).
30
perspectiva se vuelve indivisible la relación entre la arquitectura conservada, la
arquitectura del subsuelo y los materiales o manifestaciones culturales
relacionadas a ellas. (Hernández Pons; comunicación personal, 2010).
Leyes e instituciones
Destacan en los años treinta del siglo pasado trabajos pioneros de Jorge Enciso,
Manuel Toussaint, Justino Fernández y Francisco de la Maza, quienes realizaron
los primeros trabajos de protección, catalogación y conservación de los
monumentos de la época colonial.
31
Fue hasta 1966 cuando se promovieron varias iniciativas para proteger a los
monumentos históricos. Este derecho se amplió en 1986 y quedó estipulado
como un derecho básico en la Constitución Mexicana. Mientras tanto, siguieron
surgiendo otras leyes federales que condujeron a la primera ley de protección de
monumentos en el año 1972 (Ley Federal de Zonas y Monumentos
Arqueológicos, 1972). En los años pasados esta ley estuvo sujeta a varias
enmiendas y actualmente ofrece mejores posibilidades de proteger los
monumentos incluyendo de aquellos de los siglos XIX y XX. Estas leyes válidas
en todo el territorio nacional sólo se refieren en un segundo plano a bienes
muebles e inmuebles de la época colonial. Su objetivo principal es cuidar de los
monumentos prehispánicos y proteger las bellezas naturales (Bühler; 2001:74).
32
que regula cualquier tipo de intervención en monumentos históricos y es el
Consejo de Arqueología quien coordina, supervisa y emite permisos para
cualquier investigación en materia de Arqueología Histórica, ya sea para
salvamentos y rescates, como para proyectos de investigación, restauraciones y
remodelaciones.
33
Desde 1990 la conservación, investigación y mantenimiento de los monumentos
quedó a cargo de varias instituciones dentro de la ciudad. La primera de ellas y
la más importante es el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
fundado en 1937, organismo responsable de los monumentos prehispánicos y
de la época colonial. La segunda es la antigua Secretaría del Patrimonio
Nacional, una institución que a lo largo de su historia ha estado subordinada a la
Secretaría de Fomento y que ha sido responsable de los monumentos desde la
expropiación de los bienes eclesiásticos por el presidente Benito Juárez en el
año 1859. Finalmente, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se encarga de
los monumentos del siglo XIX y XX (Bühler; 2001:75). Aunque las cedes
principales de estos organismos se encuentran en la Ciudad de México, el INAH
posee centros estatales en casi todos las entidades federativas del país, los
cuales gozan de autonomía limitada para gestionar la investigación y
mantenimiento del patrimonio prehispánico, histórico e industrial.
34
Edificado del Estado de Puebla. Ésta última está subordinada directamente al
gobierno estatal, y por tanto, está envestida de competencias especiales
(Bühler; 2001:76).
Se puede ver con este gran número de leyes e instituciones que en México, y
especialmente en Puebla, no sólo se trata de conservar la herencia cultural de la
época virreinal para la posteridad, sino también de resolver conflictos generados
por el crecimiento de la ciudad y la adecuación de espacios útiles y modernos
dentro de una ciudad histórica (Álvarez Mora; 2006:75).
35
C) Estas zonas históricas se distinguen, también por una “diversidad social” lo
que quiere decir que los programas de intervención deben procurar ofrecer
tantas posibilidades como “economías domésticas” existen en las mismas.
D) Disponen, a su vez, de “trazados” y de un “plano parcelario” muy complejos y
difíciles de transformar, ya que su formación es producto de muchos años de
historia.
E) Al mismo tiempo son zonas de una “gran actividad”. Disponen de suficiente
patrimonio edificado, así como de características muy concretas de
centralidad, con capacidad para hacer frente a la conservación de dicha
actividad (si la tienen) o la revitalización de la misma (si es que la han perdido)
F) A diferencia de los “espacios periféricos” modernos, donde las actuaciones
inmobiliarias se desarrollan partiendo de la definición previa de “solares”, en
los “centros históricos”, por el contrario, se parte de los que ya está construido.
Esto no quiere decir que no existan “solares” en estas zonas. Lo que sucede
es que la presencia de los mismos obedece a abandonos, y posteriores
demoliciones, de algo que previamente estaba construido. Construcciones
sobre las que pesan muchos años de historia. Intervenir en una “zona
histórica”, por tanto, es tratar una parte de la ciudad de existe como tal. No se
trata de crear ciudad, sino de consolidar lo que permanece.
36
Imagen 1. Centro Histórico de la Ciudad de Puebla. Límites de la ciudad de acuerdo con Leicht,1992. Mapa
de Dirk Bühler, 2001, pp.47 con modificaciones de la autora.
37
La Zona de Monumentos Históricos de Puebla, declarada por ICOMOS en 1977,
posee una extensión de 692 hectáreas, su traza ortogonal conforma manzanas
rectangulares de 167 por 83.50 metros y su patrimonio monumental lo
conforman 2 167 monumentos históricos catalogados (Ver mapa 2). De este
patrimonio monumental, 1.1% es del siglo XVI, 23.4% del XVII, 18.2% del XVIII y
el 57.3% restante, corresponde a los siglos XIX y XX. Aproximadamente 95% de
ellos son edificaciones de uso habitacional; el resto son edificios religiosos o
civiles (Allende; 2002a:2-3).
38
Para proteger el patrimonio arquitectónico de la Zona de Monumentos Históricos
de Puebla existen dentro del Gobierno Estatal: la Comisión del Patrimonio
Edificado y la Dirección de Patrimonio de la Secretaría de la Cultura, dedicadas
principalmente a la elaboración de proyectos de imagen urbana y adecuación de
espacios arquitectónicos. Adscrito al Gobierno Municipal: Consejo del Centro
Histórico, que realiza la consolidación y mantenimiento básicamente en
fachadas. Por otra parte el Comité defensor del Patrimonio Cultural Poblano A.C.
que defiende todo ejemplo de valor artístico e histórico en la ciudad de Puebla,
así como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, que en su proyecto
de imagen urbana del “Barrio Universitario” realiza constantemente trabajos de
restauración arquitectónica en inmuebles de su pertenecia ubicados en el Centro
Histórico. Sin embargo, estos organismos priorizan la imagen exterior del
monumento histórico, soslayando la investigación o el registro de otros
elementos de relevancia. En la mayoría de los casos la arqueología no está
contemplada dentro de los estudios previos ni de los planes de obra, en realidad
los proyectos de Arqueología en la ciudad de Puebla no son tantos como se
desearían. A pesar de ello, existe un corpus de investigaciones de Arqueología
Histórica con cierta importancia cuyos resultados y alcances nos permiten hoy
en día analizar la situación actual de esta estrategia de investigación.
39
Imagen 3. Mapa para la ubicación de los proyectos ejecutados en la cuidad de Puebla.
1ª. Fase
Investigación bibliográfica y de archivo.
Consultamos los informes resguardados en el Archivo Técnico de la
Coordinación Nacional de Arqueología que versan sobre proyectos, rescates y
salvamentos donde se hayan intervenido inmuebles históricos en la ciudad de
Puebla. Ordenamos los proyectos por fecha de ejecución y tratamos de
encontrar tendencias para cada época. Evaluamos los resultados obtenidos y la
divulgación dada a éstos en los proyectos revisados. Muchas de las
40
intervenciones a los inmuebles fueron reportados ante la Coordinación Nacional
de Restauración sobre todo cuando los inmuebles no fueron excavados, pero sí
restaurados o se les dio mantenimiento. Las obras de restauración y
conservación también forman parte del interés por preservar y divulgar los
edificios históricos.
2ª. Fase
Investigación de campo.
En caso de que el inmueble se encuentre en régimen de propiedad privada y
éste haya sido afectado, estudiado, intervenido o restaurado, solicitamos
personalmente los informes al dueño o custodio del inmueble.
3ª. Fase
Procesamiento de la información.
Capturamos y procesamos los datos obtenidos clasificándolos según el tipo de
intervención y su fecha de elaboración. Posteriormente se indicará la ubicación
de las intervenciones en el mapa general.
41
CAPÍTULO III
DESARROLLO DE LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA
EN LA CIUDAD DE PUEBLA
Antecedentes
Entre los trabajos más destacados en el estudio de materiales históricos
en la ciudad de Puebla y de sus alrededores es importante no dejar de
mencionar el de John Goggin, publicado en su libro Spanish Majolica in the New
World, types of the sixteenth to eighteenth centuries editado por la Universidad
de Yale en 1968. En esta obra el autor hace un primer acercamiento a los
materiales históricos, en espacial a la mayólica, que fueron recuperados en las
excavaciones de diferentes contextos. En un primer momento su objetivo fue
correlacionar los datos históricos con los arqueológicos para conocer los
sistemas de cambio y comercio entre España y sus colonias en América entre
los siglos XVI y XVIII. Para lograr su objetivo, obtuvo una muestra significativa
de las secuencias estratigráficas de los sondeos realizados en varios lugares,
42
entre ellos los conventos de San Francisco y el de Huejotzingo, que además de
contener una valiosa información se complementaban entre sí. Posteriormente
complementó la información con la de otros sitios del Distrito Federal, Oaxaca y
Michoacán. En su análisis descubrió que el estudio de la mayólica en México
conllevaba varios problemas. El más difícil de explicar fue, en primer lugar, la
falta de materiales cerámicos anteriores al siglo XVII, no sólo encontró una baja
densidad de materiales de esta etapa, sino que en algunos sitios estos tipos
cerámicos son inexistentes. Goggin concluyó que durante los primeros años de
colonización, los españoles se bastaron con utilizar cerámica nativa la cual no
modificaron sustancialmente, en algunos casos, sólo cambiaron algunas
decoraciones (Ibidem. 50). Esto significó una disminución de las importaciones
españolas y un aumento en la producción de cerámica local. Otros sitios en los
alrededores de Puebla que pudo analizar fueron, San Martín Texmelucan,
Huejotzingo, Cholula, Tecamachalco, Acatzingo, Tepeaca, Calpan, Tepanco,
Acatepec, Tonantzintla y la capilla real de Cholula (Ibidem. 53-56). Actualmente
este libro es una obra de consulta básica para identificar algunos tipos de la
alfarería colonial en Puebla y en diferentes lugares de lo que alguna vez fue la
Nueva España.
43
presbiterio, el osario y en los trabajo de liberación de la puerta “Porciúncula” y
finalmente, la Huerta que fue dividida norte, este y sur (Merlo; 1981: 22).
Con ello se obtuvo información del sistema de abastecimiento de agua desde la
zona de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl hasta su introducción al propio
convento y de allí, su distribución interna hasta el suministro del vital líquido al
resto de la población a través de cañerías y fuentes ubicadas en cada una de las
esquinas del propio convento. Como resultado de esto surgió el trabajo de
Córdoba (1991) donde ubica las características de las tres etapas constructivas
del primer templo construido por Fray Juan de Alameda, así como la primera
capilla abierta. Los resultados se resumieron en el artículo Arqueología histórica
en Huejotzingo, Puebla en las memorias del Primer Congreso de Arqueología
Histórica.
44
moderno, siendo más abundante lo último (Plunket y Uruñuela 1993:15; Sáenz
2004:6). La investigación surgió a raíz de un proyecto de documentación y
restauración conjunta entre la orden Franciscana y la Universidad de las
Américas-Puebla para rehabilitar el Portal de Peregrinos y zonas colindantes del
Convento de San Gabriel, con el fin de convertir esta parte del convento en un
espacio para una biblioteca Franciscana y un centro de estudios de arte virreinal
para la Universidad (Plunket; 1994:3). Fueron dos temporadas de trabajos
arqueológicos. Durante la primera se excavaron la capilla real de San Gabriel y
su atrio, la iglesia de San Gabriel, el Convento, el Portal de Peregrinos, la
residencia de monjas, la Capilla de la Tercera Orden y los dormitorios de los
frailes. Para la segunda temporada se intensificaron las excavaciones solo en el
área de la residencia de monjas, ya que se planeaba la destrucción del espacio
de cocina y panadería. Durante los trabajos se encontraron evidencias
prehispánicas y coloniales, por lo que se diseñó un plan para su protección
(Ibid.: 6). Los informes de análisis de materiales se pueden consultar en el
departamento de Arqueología de la Universidad de las Américas y los informes
de excavación en el Archivo de la Coordinación de Arqueología del INAH.
45
europeas. En el caso de la mayólica mencionan que durante los primeros años,
ésta se importaba desde Europa (Lister y Lister; 1982:13-15).
Para el siglo XVI encontraron dos talleres. El primero ubicado en la antigua “calle
de los Herreros” que actualmente es la 3 Poniente y cuyo dueño era Gaspar de
Encinas. Este taller persistió durante los siglos posteriores y a decir por la basta
y detallada descripción de este taller, parece haber sido o el más grande o el
más famoso. El segundo taller pertenecía a Juan García Carrillo, único productor
de mayólica durante esa etapa y cuyo local se ubicaba en la calle que llevaba su
nombre “Calle de Carrillo” y que actualmente es la 9 Norte (Lister y Lister;
1984:88).
46
siglo se registraron 191 personas que se dedicaban a este oficio aunque sólo se
tiene el registro de 19 talleres. Probablemente de estos 191 individuos algunos
eran maestros, aprendices, jornaleros o ayudantes generales. Dos de las calles
de Puebla tomaron su nombre de los dueños de los talleres alfareros, tal fue el
caso de la “calle del baño de Carreto” (calle 5 Norte) y la “calle de Zayas”
(avenida 10 Poniente). Este segundo taller fue fundado en el siglo XVII, pero fue
heredado durante generaciones y aunque el linaje de la familia Zayas
desapareció, el taller continuó funcionando hasta 1925 al celebrar su aniversario
número 250. Otros talleres importantes fueron los de la familia Roque, el de
Juan Rodríguez, el de la familia Buitrago y el de la familia Villalobos. Todos
estos ubicados en las calles de “Mesón de Sosa” (avenida 4 Poniente) y “calle
de la plaza pública a plaza San Marcos” (Avenida Reforma) (Ibíd.: 89-91).
47
Imagen 4. Mapa de ubicación de los talleres alfareros identificados por Robert y Florence Lister.
Una vez ubicados los talleres en un mapa, los autores observaron que todos
estos se concentraban en el cuadrante noroeste de la ciudad. Al parecer este
cuadrante estaba destinado para ubicar a los talleres cerámicos desde el siglo
XVI y la tradición continuó hasta principios del siglo XX. Fue entonces cuando
ellos se plantearon la posibilidad de que esta concentración de talleres obedecía
a razones geográficas adaptativas y no tanto a un acomodo meramente
administrativo.
48
selected for it? Or were unknown values associated with
certain neighborhoods?” (Lister y Lister;1984:88).
49
Los arqueólogos aseguran que estos materiales forman parte de un gran
basurero de deshechos de producción, ya que no sólo encontraron fragmentos
de cerámica, sino también fallas en la producción como: platos a medio pintar,
tricoles adheridos a los fondos y fragmentos de cuencos fusionados.
50
En frente del Convento de San Javier, en 1768, se planeó el lugar para que el
Batallón de México hiciera sus ejercicios y efectuaran prácticas de artillería sin
peligro. El terreno también fue ocupado posteriormente por el Regimiento del
Príncipe en 1821, el Batallón de la Milicia Activa en 1824, el Batallón del
Comercio en 1828, los Batallones de Iturbide y América en 1852 y por el
Batallón de Zaragoza de 1895 a 1913.
En 1834 pasaron a poder del Estado los edificios y terrenos del ex convento de
San Javier. En 1825, en la antigua calle de San Marcos, después Del Hospicio y
hoy Avenida Reforma, se estableció el presidio para reos sentenciados. En los
terrenos del antiguo ex convento de San Javier se empezó en 1840 la
construcción de la Penitenciaría del Estado. El proyecto de construcción del
penal se debió al célebre arquitecto poblano José Manzo.
Estaba por terminarse el edificio en 1863, cuando éste fue destruido junto con la
capilla de San Javier a causa de los combates y cañonazos durante la batalla
contra los invasores franceses en defensa de la ciudad al mando del General
Jesús González Ortega.
El Gobernador Juan Méndez comenzó a reconstruirlo y para 1871, estaba
terminado bajo el gobierno de Rosendo Márquez. En abril de 1890 fue
inaugurado el penal.
51
efectuaron muestreos estratigráficos en la base de los pilares del lado sur de la
nave de la iglesia y en los pisos que ya habían sido afectados por la constructora
(Cepeda; 1985:5-6). También se efectuaron “trincheras” a lo largo de la nave de
la iglesia hasta llegar al altar mayor, esto para registrar los perfiles y obtener una
secuencia estratigráfica. Se trazaron otros pozos de sondeo en el patio de la
penitenciaría para registrar la secuencia cultural y encontrar los campos de
entrenamiento de los batallones.
52
colonial conocido ahora como Museo Amparo, por lo que fueron necesarios
algunos sondeos para entender el sistema de cimentación del edificio.
Debido a este descubrimiento fue necesario abrir otros pozos de sondeo para
rectificar que esta capa fuera cultural y no de origen natural o que se trataran de
materiales de arrastre. Los resultados de los otros pozos de sondeo fueron los
mismos: por debajo de los cimientos del Hospitalito había material prehispánico.
Las excavaciones entonces se trasladaron a los edificios con número 706 y 708
para tratar de encontrar los mismos restos en los edificios contiguos. En estos
pozos, por debajo de los cimientos coloniales se encontraron manifestaciones
culturales prehispánicas que desplantaban sobre una capa negra de origen
orgánico sobre el tepetate.
53
“¿Verdaderamente no estaba poblado este paraje cuando
los españoles se lo repartieron?, ¿Acaso engañaron a la
Corona?, ¿Los españoles les quitaron las tierras a los
indios asentados ahí?” (Cortés, 1991:176).
Las conclusiones finales nunca fueron publicadas por Cortés de Brasdefer, sin
embargo, propuso la posibilidad de que existía un asentamiento prehispánico
anterior a la fundación de Puebla, por lo que sus siguientes estudios se
enfocaron en correlacionar las fuentes históricas con las evidencias materiales
encontradas y concluyó tajantemente que las fuentes históricas mintieron y que
expulsaron a los pobladores que ahí vivían. Toda esta información fue expuesta
en las memorias del Primer coloquio de balances y perspectivas de las
investigaciones de la ciudad de Puebla en 1991. La teoría aún no se deshecha,
pero la falta de análisis de materiales y el hecho de que estas conclusiones
54
están basadas en pozos de sondeo y no en excavaciones extensivas, ponen en
duda las aseveraciones del arqueólogo. El arqueólogo Arnulfo Allende presentó
una ponencia en el Coloquio del 475 Aniversario de la fundación de Puebla,
donde expuso que a pesar de que en las exploraciones arqueológicas realizadas
en el centro histórico se han encontrado algunos materiales prehispánicos y se
ha podido tener una secuencia más o menos continua de ocupación humana en
el valle de Puebla, no se cuenta con la evidencia suficiente para creer que
Cuetlaxcoapan era una ciudad o un asentamiento permanente o un centro
ceremonial. Por lo tanto, se debe seguir considerando como un valle (Allende;
2006a: 11).
A pesar de las constantes críticas, ésta es sin duda una de las primeras
intervenciones arqueológicas dentro de contextos históricos que intentan
correlacionar arquitectura, materiales arqueológicos y fuentes históricas.
55
las construcciones anteriores al mercado. Las excavaciones estuvieron a cargo
del arqueólogo Carlos Cedillo Ortega y Gloria Salazar.
En los pozos de sondeo realizados en las jardineras del mercado se encontraron
restos del sistema de cimentación, el cual consistía en una serie de pilotes de
madera colocados alternadamente y enterrados hasta el tepetate, una vez
colocados estos pilotes se colocaron piedras de travertino para dar una mayor
estabilidad.
En las exploraciones en el área del ábside del templo se localizaron dos muros
paralelos que correspondían al “camarín de la Virgen” y huellas de lo que
parecían habitaciones con pisos de estuco cuya función fue difícil de determinar.
En otro pozo de sondeo se reveló otro espacio con su respectivo piso el cual no
pudo ser excavado en su totalidad (Cedillo; 1989: 11).
En el área de los claustros del convento se encontraron dos conjuntos de
claustros con sus respectivos patios centrales, ambos destruidos por la apertura
del callejón y por la construcción del mercado. También se encontraron el pasillo
y la bóveda de cañón corrido del segundo claustro interrumpidos por los locales
del mercado. Hacia el sur del corredor se encontraron dos cuartos con bóvedas
de arista, lo que parecía corresponder al testero del claustro. Se encontraron
también restos de muros, pisos, nichos y enlucidos de las diferentes épocas
constructivas del claustro.
En el patio se encontraron restos de las basas de cuatro columnas del patio
central así como la cimentación de su fuente ochavada. También se encontró el
piso del patio del claustro bajo hecho de ladrillo colocado en forma de petatillo,
este piso estaba limitado por una banqueta que accedía a un cuarto con piso de
azulejo, posiblemente este espacio corresponde al refectorio del convento ya
que la misma disposición banqueta-escalón-azulejo se encuentra en el refectorio
del convento de Santa Mónica (íbid.13, 14).
Por encima de los pisos del convento se observó otro que correspondía al piso
del primer mercado. En este piso se definió la distribución de los locales pues se
encontraron alineamientos de postes de los diferentes puestos.
56
Se retiró el repellado del muro norte y se pudieron observar huellas de varias
épocas constructivas: la primera correspondía a la sacristía y la segunda era la
huella de una posible capilla justo en la contraparte de la capilla del Rosario.
Esta capilla se caracterizaba por tener un escudo de armas en el muro de
acceso, se cree que el escudo pertenecía al emblema de una familia poderosa
relacionada con el convento. El escudo de armas presenta en la parte superior
un yelmo del cual salen plumas y roleos, el escudo está dividido en cuatro
cuadrantes, en la parte superior y a la izquierda, el primer cuadrante presenta
cinco barras en sentido vertical, el de la derecha un león rampante, en la parte
inferior y a la izquierda el cuadrante presenta cinco botines, cuatro en las
esquinas y uno al centro, por último el de la derecha muestra lo que parece ser
un grifo. Este escudo está rematado en la parte superior por una cornisa que
sigue la conformación de la bóveda de la “capilla”, que debió ser de cañón. (Ibíd.
16,17). Por debajo de este elemento de yesería se puede observar un arco que
fue tapiado posteriormente, por eso se puede decir que funcionó como acceso
de la iglesia al convento.
Por último, en los sondeos realizados al norte de la sacristía se encontraron
restos de un entierro múltiple, sellado por un piso de ladrillo y argamasa,
seguramente restos de individuos muertos durante las pestes que hubo en la
ciudad de Puebla.
57
Imagen 5. Escudo de armas rematando el arco de acceso al convento. Fotografía de Carlos Cedillo.
58
Lamentablemente, los trabajos de sondeo y análisis de materiales tuvieron que
ser suspendidos por falta de presupuesto y el retiro de la fundación Jenkins del
proyecto de remodelación de la plaza. Aún así, se buscaron documentos
históricos en varios archivos en el Estado de Puebla en busca de datos que
complementen la información arqueológica. Se presentaron los resultados de la
excavación en el 3er Congreso de Avances de la Investigación del INAH Centro
Regional Puebla.
59
“conocer el mosaico cultural del periodo de tiempo citado,
también para saber cómo se interrelacionaban los grupos
étnicos que confluyeron el área, cuáles fueron sus formas
de adaptación y explotación de recursos del medio
ambiente, la tenencia de la tierra y su distribución jurídico-
política y geografía espacial, con el fin de conocer cómo
pudieron ser en el último periodo prehispánico y durante la
etapa colonial” (Rivas; 1988:6).
Otra finalidad del proyecto era plantear analogías etno-arqueológicas, esto es,
corroborar los datos históricos con las evidencias materiales obtenidas durante
el proceso de excavación.
Rivas consideró para que un trabajo arqueológico esté completo, debe tener
datos históricos que complementen el conocimiento, es por eso que recurre a las
fuentes etnohistóricas del área: datos existentes, relaciones de pueblos y
congregaciones, relaciones geográficas del siglo XVI, documentos de primera
mano en varios archivos históricos, utilizó también algunas pictografías afines al
área de estudio como el Códice Nutall, el Vindonbonensis, los del grupo Selden,
el Becker, Códice Sánchez Solís y el mapa de Xochitepec de la región aledaña
al suroeste poblano.
El arqueólogo afirmaba que con el buen uso y análisis de las fuentes históricas
no sólo se podían conocer las características socioeconómicas y su ubicación
espacio- temporal, sino que se podía tener suficiente información como para
encontrar asentamientos arqueológicos descritos por las fuentes históricas
desde el siglo XVI, se podían delimitar señoríos, cacicazgos y hacer análisis
espaciales de algunos asentamientos; también se podían detectar patrones de
asentamiento y patrones del uso de suelo en época colonial, y para él, ahí
estaba la utilidad de las fuentes históricas en el trabajo arqueológico; con una
visión más amplia y completa de la época colonial se podía entender mejor las
dinámicas sociales a nivel regional (Rivas; 1989: 7).
60
Las conclusiones del proyecto fueron presentadas en el informe preliminar para
optar por la definitividad de investigador asistente B en 1989. En este informe
presentó su investigación en torno a la caracterización social del área de la baja
Mixteca y los alrededores de Puebla en los siglos XVI al XVIII, retomando
antecedentes desde el periodo Clásico, Epiclasico y Posclásico tanto en Puebla
como en los municipios de Acatlan, Petlalcingo, Chitla, todos los señoríos
mixtecos al momento de la conquista, su organización social, su economía y
tributo, el sistema de Encomienda en el siglo XVI, el pago del diezmo en Puebla
y la conformación de Acatlan como cabecera en el siglo XVI.
Este podría considerarse como uno de los primeros y mejores trabajos que
amalgaman el quehacer arqueológico con el uso de la documentación histórica.
Sin duda uno de los primeros pasos que empieza a dar la Arqueología
tradicional para convertirse en lo que hoy es Arqueología Histórica.
61
Funcionó como hospital durante el siglo XVII y la primera mitad del XIX hasta el
año de 1867. Posteriormente fue transformado en cárcel durante la década de
1980. El Hospital de San Juan de Dios se encuentra sobre la calle 16 Oriente
casi esquina con calle 5 de Mayo. Actualmente alberga las oficinas del DIF
estatal.
62
Mapa de referencia.
63
Segundo periodo: 1994-1999
El gobierno del Estado decidió que una intervención total en esta zona traería
una derrama económica importante a la capital, ya que hasta ese momento la
ciudad de Puebla era considerada por la mayoría de los turistas como una
“ciudad de paso”. La necesidad de convertir a Puebla en un atractivo turístico fue
lo que motivó al gobierno a intervenir en el desarrollo, mantenimiento y
64
fortalecimiento de la infraestructura en el centro histórico. Para el gobierno era
prioridad la intervención de Paseo de San Francisco:
65
5.- Mejorar la calidad de vida de los habitantes del centro histórico, que durante
décadas han ido perdiendo el valor de su entorno urbano
6.-Recuperar plazas y espacios abiertos, dándoles posibilidad de una utilización,
acorde con las necesidades futuras
7.- Aprovechar terrenos baldíos y rescatar construcciones ruinosas
8.- Incrementar la superficie de áreas verdes en la ciudad
9.- Disponer de un amplio espacio recreativo, cultural y comercial que detone
múltiples actividades económicas en beneficio de los poblanos (Rojas; 1998:
29,30).
66
Así el 24 de abril de 1996 el Gobierno del Estado de Puebla y el Instituto
Nacional de Antropología e Histórica celebraron un convenio para la ejecución
del proyecto especial de trabajo denominado “Plan de Conservación Urbano
Arquitectónico del Paseo de San Francisco”, por tratarse de un Programa que se
ejecutaría en un área que fue declarada Patrimonio de la Humanidad, en
atención de que el gobierno federal decretó la protección de dicha área.
Este proyecto estuvo a cargo del Arqueólogo Carlos Cedillo Ortega, el Arquitecto
Sergio de la Cruz Vergara Berdejo, Daniel Alvarado Hernández, la restauradora
Elisa Ávila Rivera. Con los apoyos de Filiberto Álvarez Quevedo, la arquitecta
Delia Domínguez Cuanalo y el arquitecto Martín Estrada.
Este proyecto lo hemos dividido en cuatro subproyectos por las etapas de
intervención de cada área y para su mejor exposición: primero, Estanque de
Pescaditos; segundo, Proyecto de salvamento arqueológico del Paseo de San
Francisco Parte I; tercero, Proyecto de salvamento arqueológico del Paseo de
San Francisco Parte II y por último, rescates en los alrededores de San
Francisco.
67
PROYECTO ARQUEOLÓGICO, ARQUITECTÓNICO E HISTÓRICO DEL
“ESTANQUE DE LOS PESCADITOS”
Este proyecto se desarrolló en el área comprendida entre las calles 6 y 14 oriente
por un lado, y entre la 12 norte y el boulevard Héroes del 5 de Mayo por otro, sobre
las faldas de los cerros de Loreto y Guadalupe, al margen del antiguo río de
Cuetlaxcoapan (río San Francisco) y de su afluente el arroyo Xonaca.
68
los Pescaditos”, cuya ubicación exacta se intentaba determinar a través de las
excavaciones.
El objetivo principal del proyecto fue el rescate y puesta en valor del área conocida
como “Estanque de Pescaditos”, mediante la investigación arqueológica, histórica y
urbano-arquitectónica, y se planteaba lo siguiente:
a) Delimitación y registro de las evidencias culturales del área, así como definir los
perímetros de los espacios civiles y religiosos (convento franciscano y huerta de
García de Aguilar y otros espacios)
b) Delimitación del espacio ocupado por el ex convento de San Francisco y en la
medida de lo posible determinar y definir cuáles eran los espacios arquitectónicos
de este, así como del espacio que ocupó la huerta de García de Aguilar, espacio
colindante al convento. De cada uno de estos espacios se trataron de establecer
las distintas épocas constructivas, así como su posible función, valorando la
posibilidad de su permanencia
c) Aportar elementos histórico-arqueológicos que permitieran dilucidar los procesos
de desarrollo del área del primer asentamiento de la ciudad de Puebla y la relación
con su entorno
d) Conocer los materiales arqueológicos que llegaban a la Ciudad de Puebla a
partir de su fundación, y cuáles eran producidos en la ciudad y las relaciones
comerciales con otras poblaciones
e) Determinar si efectivamente antes de la fundación de la Puebla de los Ángeles
no existieron evidencias de ocupación prehispánica en el área de estudio
f) Recuperar, conservar y restaurar los espacios, materiales arqueológicos y
arquitectónicos presentes en la zona a través de su integración al proyecto de
rescate en el área
69
En cuanto a la metodología de investigación fue necesario elaborar un plan que
incluyera la búsqueda de documentación histórica para conocer los diferentes
cambios que sufrió esa área y poder identificar todas las etapas ocupacionales en
campo. En este sentido, la metodología aplicada para esta primera etapa de
trabajo fue la siguiente:
70
En el fondo del antiguo cuerpo de agua donde se encontraba el “Estanque de los
Pescaditos” se localizaron varias ofrendas prehispánicas que seguramente
fueron depositadas para propiciar la abundancia hidráulica de la zona. Por sus
características estas vasijas se pudieron ubicar temporalmente en el Preclásico
Medio (100 a.C. a 200 d.C.), aunque también se encontraron algunas vasijas de
los periodos Clásico y Posclásico en menos cantidad como Anaranjado Delgado,
Rojo sobre Ocre y comales de la misma temporalidad (Cedillo; 1998: 283).
La topografía natural que presenta el área de San Francisco tuvo que ser
modificada y adaptada para el primer emplazamiento y asentamiento colonial,
tanto para los franciscanos como para la primera fundación de la ciudad.
Durante las excavaciones en la ribera del río los arqueólogos pudieron observar
el sistema de terrazas que fueron construidas para cimentar las primeras
construcciones. Sobre estas primeras cimentaciones se localizaron antiguos
canales de desagüe, pisos y muros, además de los límites de las jardineras de la
última etapa de funcionamiento del “Estanque de los Pescaditos”. Estos
primeros vestigios se encontraban sobre una elevación natural donde la gente
podía protegerse de las inundaciones de estos primeros momentos reportados
en las fuentes, pero además podía tener acceso a una fuente de agua tanto para
el uso doméstico como para el industrial como lo fue el caso de la embotelladora
de refrescos “La Superior”, de las cuales también se encontraron restos de su
construcción. De las construcciones de este primer momento de la fundación de
Puebla se encontraron los cimientos y columnas de una posible capilla del siglo
XVI:
71
que formó parte del conjunto conventual” (Cedillo;
1998:285).
Por otra parte, hacia la primera mitad del siglo XVI, los franciscanos comenzaron
a edificar su convento e importantes obras relacionadas con el abastecimiento y
control del agua. Entre ellas destaca la desviación del cauce del río San
Francisco y el aprovechamiento de las aguas de los manantiales, proceso que
duró varios siglos.
En los predios donde hoy se ubican las fábricas “La Oriental” y la “Embotelladora
Superior”, se hallaron evidencias de este cauce, poco más hacia el sur, se
encontraron los restos de una importante obra hidráulica relacionada con el
convento, constituida por un foso excavado sobre tepetate, que presenta en su
desarrollo una serie de orificios a través de los cuales se filtraba el agua;
además cuenta con dos estanques, separados por un muro que presenta tubos
de barro (Cedillo; 1997: 13-15).
72
En su parte central, se construyó una estructura con cuatro pilares de sección
cuadrada, desplantados sobre un zócalo de piedra basáltica. Estos pilares
sostenían columnas monilíticas que soportaban un friso decorado con una serie
de círculos en cuyo interior presentan una cruz, o flor, de color rojo sobre un
fondo negro. Dadas sus características arquitectónicas y ubicación, se propuso
que esta estructura tuvo un carácter ritual (ibíd.: 15).
Hacia el siglo XVII o XVIII, cerca de este complejo, se construyó una casa con
varios cuartos. Uno de ellos presentó un fogón y los restos de dos grandes
vasijas de barro, lo que permitió suponer que este espacio funcionó como un
área de preparación de alimentos. Al lado opuesto se localizó un cuarto con piso
de ladrillo dispuesto en forma de petatillo, que pudo haberse utilizado como
dormitorio. Entre ambos existe un patio. El patio exterior de la casa tenía un piso
de cantos rodados, evidencias similares se localizaron en áreas colindantes, lo
que significó que en esta zona existían más construcciones. En esta área
también se encontró un pozo que contenía 26 vasijas del siglo XVII.
73
construirían su convento. El espacio, según lo refiere Motolinia, había sido
utilizado previamente por el encomendero de Cholula para sembrar trigo. Dado
que el terreno presenta una pendiente natural hacia el río, los franciscanos
aprovecharon ingeniosamente esta característica para conformar terrazas, lo
que les permitió crecer según sus necesidades, hasta llegar a construir uno de
los conventos más grandes de la Nueva España.
Fray Juan de Mancilla mencionó que en sus inicios el convento contaba con
estudio, noviciado y enfermería, que la iglesia era de adobe y muy pequeña.
Parte de estos restos fueron localizados y a través de ellos se pudieron observar
la gran complejidad de este convento. Se lograron identificar seis claustros y un
patio de servicios de diversas temporalidades, en torno a los cuales existían
crujías que a su vez presentaban diversas modificaciones que se hicieron a
través del tiempo.
74
formaba un corredor con un portal intermedio. A partir de aquí y también en
sentido oriente-poniente corría otra serie de arcos que se conservaron en
mejores condiciones. Sobre estos arcos se localizaban las celdas, dispuestas a
ambos lados del corredor, que fueron utilizadas como dormitorios de los frailes y
donde también se encontraron varios niveles de pisos. Gracias al registro
arqueológico se pudo observar que estos espacios fueron reutilizados
posteriormente como cuartel, viviendas y por último como almacén de fábrica
hasta que el abandono provocó que se colapsaran los muros y techumbres.
Una vez que concluyeron los trabajos de investigación en esta etapa, se planteó
un proyecto de restauración y consolidación de algunos elementos
arquitectónicos que quedaron al descubierto (Cedillo;1997:103), los cuales
consistieron en:
1.- Intervención de cada uno de los inmuebles identificados a través de las
investigaciones arqueológicas y arquitectónicas
2.- Decidir cuáles serían las mejores técnicas de conservación
3.- Liberación de elementos expuestos
4.- Consolidación de elementos expuestos
5.- Integración arquitectónica y habilitación de inmuebles
6.- Restitución de elementos arquitectónicos
7.- Adaptaciones de acuerdo con las propuestas de uso del inmueble dentro de
su contexto
8.- Vitalización de los inmuebles
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Imagen 9. Arriba izquierda, aspecto del estanque de pescaditos antes de intervención. Arriba derecha
pozos de sondeo durante la exploración arqueológica. Abajo aspecto actual del Estanque de pescaditos.
76
PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO DEL PASEO DE SAN
FRANCISCO: PRIMERA ETAPA.
77
reconstruir parte del proceso de industrialización de la ciudad de Puebla a finales
de los siglos XIX y XX respectivamente.
Con ello en mente y dada la extensión del área de San Francisco, fue necesario
dividirlo en unidades de excavación:
78
Proyecto del Paseo de San Francisco se pudieron recuperar muchos otros
elementos arquitectónicos y recrear uno de los conventos más grandes e
importantes de la Nueva España. Con las excavaciones se detectaron varios
espacios como los seis claustros o patios donde los franciscanos realizaban
actividades como la preparación de novicios, el espacio que correspondía a la
Escuela de “Artes y Gramática”, la sacristía, la antesacristía, una gran biblioteca
ahora desaparecida, varias cocinas, hornos de pan, guardarropas, numerosas
celdas, varios refectorios, varias capillas y salas de “profundis” y la enfermería
que aparentemente fue ampliada varias veces para dar un mejor servicio a la
ciudad.
En las fuentes se menciona que los franciscanos cultivaban una buena hortaliza
en su huerta, pero fue gracias a los hallazgos arqueológicos que se encontraron
también varios hornos de ladrillos y cal con los que seguramente edificaron su
convento.
Los hallazgos arqueológicos confirman la importancia de los espacios dentro del
convento y la intervención de los indígenas en su construcción. Estos espacios
presentan arquitectura variada en la que destacan: diferentes tipos de arcos,
espacios abovedados ya sea de medio cañón corrido o con bóvedas de pañuelo,
así como, la utilización de gran diversidad de materiales.
79
panteón. Durante las exploraciones arqueológicas se localizaron, además de las
gavetas ya mencionadas, criptas, tumbas con ofrendas y algunas con placas
funerarias casi intactas, así como los restos del columnario que corría paralelo a
la antigua calle de la “Puerta Falsa de San Francisco”, hoy 12 Norte.
Complejo hidráulico
El aprovechamiento y control del agua era de suma importancia para el área de
San Francisco, ya que si esta no se lograba adecuadamente podían sufrir
inundaciones o afectaciones debido a la creciente del río San Francisco. Es por
ello que los frailes decidieron desviar el río hacia donde ahora es el Boulevard 5
de Mayo. Durante las exploraciones arqueológicas se encontraron los restos de
un complejo hidráulico que permitió a los franciscanos mantenerse a salvo de las
inundaciones y al mismo tiempo aprovechar los recursos hidráulicos.
Para realizar la obra aprovecharon el declive natural del terreno sobre el
que excavaron un foso con el que se conformó un muro que presenta una serie
de oquedades que permitían filtrar el agua al interior; también se localizaron dos
grandes estanques separados por un muro de mampostería, que aún conserva
los tubos de barro a través de los cuales pasaba el vital líquido. De esta
construcción destacan tanto las columnas monolíticas, de las que sólo tres se
localizaron, por su factura temprana se pudieron ubicar en el siglo XVI, éstas se
desplantaban sobre cuatro pilares de piedra de recinto reforzados por piedras
colocadas entre ellas lo que permitió dar mayor rigidez al monumento.
Este complejo contenía una serie de elementos relacionados con el
tratamiento de las aguas; como el foso excavado en tepetate, cuyos orificios
funcionaban a manera de filtros, seguramente para obtener agua limpia y pura.
Otro elemento es el muro central, atravesado por una serie de tubos de barro
abocinados, que permitían el paso del agua a otro estanque, toda vez que los
sedimentos se contuvieran en el primero.
Dadas las características arquitectónicas y ubicación, se cree que esta
estructura tuvo un carácter sagrado y fue uno de los espacios donde se localizó
la mayor cantidad de materiales arqueológicos, principalmente cerámica, cuyas
80
piezas completas o semicompletas pudieron fecharse entre los siglos XVI y
XVIII.
Este complejo fue localizado dentro de los terrenos donde en 1884 J.
Etienne Latisnere, químico de nacionalidad francesa, instaló una fábrica que se
denominó “Casa Latisnere”, que se dedicó a envasar bebidas gaseosas. Si bien
tuvo varios nombres fue reconocida como embotelladora de refrescos “La
Superior” S.A., ésta envasó refrescos, aguas de sabor y en la parte posterior,
contó con una fábrica de hielo cuyos refrigeradores, talleres y oficinas aún se
encuentran en pie.
Pinturas murales
En los antiguos espacios conventuales la pintura mural jugó un papel de gran
importancia, ya que además de decorar los muros, servía para educar y enseñar
a los feligreses sobre las sagradas escrituras. El convento de San Francisco
Puebla no fue la excepción. Aunque ya muy gastadas y poco visibles, aún se
encontraron restos de las pinturas murales que decoraban las paredes del
convento. Durante las exploraciones arqueológicas se encontraron restos en los
guardapolvos que conservan tintes rojos, negros y café oscuro. Sin embargo, en
uno de los cuartos de la parte sur del convento, que corresponde a la antigua
enfermería, se descubrió la mayor cantidad de pinturas murales, por lo que fue
denominado como cuarto de las pinturas murales, donde la pintura aplicada fue
al temple.
En este cuarto se localizan tres capas de pintura con representaciones
pictóricas. La capa más antigua está formada por paneles o espacios
rectangulares rematados con cresterías de hojas de acanto. Siete paneles
horizontales son los que se pueden apreciar con claridad, formados por líneas
en color negro, a excepción de la franja de color rojo que separa a cada uno de
ellos. Dentro de este espacio, el elemento más claramente visible que mantiene
una secuencia entre un panel y otro, es un rombo en el cual se entreteje una
cinta, dentro de este marco cuelga una especie de flor o granada, elemento
81
decorativo asociado a un espacio sagrado, pudiendo ser un oratorio o una
capilla; lo que coincide con la cubierta que originalmente tuvo, correspondiente
con una bóveda de pañuelo, capilla que muy posiblemente estuvo dedicada al
Beato Sebastián de Aparicio.
En la segunda capa se observan tonos rosáceos, grises, ocres y
anaranjados. Es posible percibir motivos vegetales, lacerías o frondas con trazos
libres de pincel que van de menor a mayor saturación. Estos trazos presentan
escurrimientos de pintura y la decoración está enmarcada por un guardapolvo
rojo. La pintura es meramente decorativa y debido a sus características se fechó
para los siglos XVII y XVIII.
La tercera y última etapa corresponde a un guardapolvo café oscuro de
72 centímetros de altura, sobre el cual quedó marcada la huella de una
escalinata hoy desaparecida. La crujía donde se encuentra esta decoración
posee un vano de acceso con aplanados y decoración pictórica. El vano estaba
muy deteriorado por lo que se pueden vislumbrar algunas zonas con pigmento
anaranjado. El muro exterior del vano está decorado por dos jambas con línea
incisa representando columnas de estilo salomónico. En los muros laterales de
las jambas se observan dos capas de pintura: una roja con línea incisa y sobre
ésta una capa de trazos rosas y naranjas. Relacionando las características
decorativas anteriores con la disposición del espacio y la huella de una tina, se
pudo inferir que en este momento el lugar funcionaba como “baño de placer”.
Del convento, que estuvo construido en dos plantas claustro bajo y alto, quedan
aún importantes evidencias, se conserva la primera planta en casi toda el área y
de la segunda sólo quedan restos de los muros que se localizan en la
colindancia con la sacristía de la iglesia, el área de enfermería y en la zona que
se denominó “Los Arcos”, espacio que al parecer fue el área de almacenamiento
de granos.
Hornos
El espacio donde se encuentran los hornos correspondía a uno de los patios de
servicio del antiguo convento de San Francisco que estaba limitado hacia el sur
82
por las huertas de García de Aguilar. Los cuatro hornos que se lograron
encontrar no funcionaron al mismo tiempo, el más grande de ellos se utilizó para
quemar piedra caliza y así obtener cal para la construcción del conjunto
conventual; otro se ubicaba en la esquina sureste, fue el primero que se
construyó en el lugar y servía para la quema de ladrillos. Dichos hornos fueron
construidos hacia finales de siglo XVI cuando los frailes franciscanos habitaban
el convento, y cuando éstos fueron exclaustrados en 1862 de acuerdo con las
Leyes de Reforma, los hornos se dejaron de usar y fueron rellenados para
posteriormente en el siglo XIX, utilizarse para cocer cerámica vidriada.
El horno para cal encontrado en las excavaciones estaba truncado de su
parte superior, pero posiblemente tuvo una altura de 3 a 4 metros y por los
materiales se fechó para el siglo XVI. El horno para ladrillos estaba compuesto
por una cámara de combustión, localizada en la parte baja, que era donde se
colocaba la leña y una cámara de cocción, formada por una parrilla, que es
donde se colocaban los ladrillos para ser quemados. Los hornos para cerámica
consistían en tres cámaras: la primera de abajo hacia arriba era donde se
colocaba la leña, en la segunda se vitrificaba el barniz y, en la tercera se
obtenían los jagüetes. A la primera y segunda cámara que estaban semi
enterradas se accede a través de escalinatas colocadas a los lados de los
hornos; la tercera sobresalía apenas un metro del piso. Durante las
excavaciones se recuperó una huella de las escalinatas de los hornos, en ésta
estaba grabada la fecha “166…”. No se sabe a qué edificio pertenecía este
horno, pero sí pertenecía al convento.
83
También se encontró un muro de las obras de defensa del río de San Francisco.
Este muro fue construido con el propósito de defender las construcciones de los
constantes cambios de nivel de las aguas en épocas de lluvias. El muro estaba
hecho de lajas de piedra volcánica unidas con argamasa de cal y arena y
presentaba una inclinación de 15 grados y a partir de allí su desarrollo es
vertical. Sobre esta obra de defensa se encontró un muro de piedra
correspondiente a la antigua fachada de las casas que se localizaban sobre el
margen oriental del río antes de la construcción de la fábrica. Asociado a estas
casas se encontraron también restos de los antiguos sistemas de drenajes tanto
de la fábrica como de las casas que vertían sus aguas hacia el río.
Casa Amarilla
En esta casa se recuperaron evidencias de antiguas obras hidráulicas que
parecen haber correspondido a las cañerías que alimentaban a la Ciudad de
Puebla del agua proveniente de los manantiales del cerro de Loreto y
Guadalupe. Esta cañería presentaba un sistema de conducción muy interesante,
ya que además de contener un canal central de 1.80 m de ancho por 90 cm de
profundidad, este presentaba otros ductos dispuestos sobre la boca, con el
propósito de captar los excedentes de agua y conducirla a través de canales
alternos hacia otra zona.
84
que se encontró en toda la casa, pero a un nivel bastante inferior y una
inundación motivó a los constructores a subir el nivel del piso. Por encima de
este piso se localizaron evidencias de otros pisos. El primero de ellos fue un piso
de ladrillo dispuesto en forma de petatillo, sobre este piso se localizaron pisos de
loseta cuadrada de barro y en algunos casos de cemento simulando estas
losetas o de cemento pulido que corresponden a las últimas ocupaciones de la
casa.
En la parte central del predio se encontraron los restos de esta curtiduría que
consisten en varias tinas para el procesamiento de las pieles, pozos para el
abastecimiento de agua, la base de una caldera construida de ladrillo y una
parte del chacuaco.
85
PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO DEL PASEO DE SAN
FRANCISCO: SEGUNDA ETAPA.
A partir del 7 de julio de 1997 se dieron comienzo a los trabajos de investigación
y exploración de los predios restantes para dar continuidad a la segunda etapa
del Proyecto de Salvamento Arqueológico del Paseo de San Francisco, de
acuerdo con los objetivos planteados desde la primera etapa del Estanque de
los pescaditos. Los predios a investigar también fueron divididos en unidades
para su mejor manejo y se les asignó una numeración a partir de los predios de
la primera etapa:
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En esta zona se localizaron debajo de las últimas ocupaciones de las monjas
trinitarias, restos de uno de los cinco claustros conventuales, el cual presentaba
un piso de lajas, así como una serie de cuartos que se ubicaban al extremo
poniente, así como un portal ubicado al sur a través del cual se tenía acceso a
las crujías que se ubicaban en el área de Pinturas Murales. Este portal estaba
conformado por una serie de pilares que corren en sentido oriente-poniente, el
nivel del piso se encontraba sobre el patio.
El espacio presentaba varias etapas constructivas que al parecer correspondían
al área de enfermería. En la primera etapa se encontraron arcos y vanos de
puertas que posteriormente fueron tapiados. En la segunda etapa se registraron
tres espacios: el patio con un piso enlajado, el pórtico con cuatro pilares de
planta cuadrada a partir del cual se desarrollaban los arcos formando un
corredor que daba acceso a la zona poniente del conjunto, un muro que
presentaba una puerta y una ventana que comunicaban a los cuartos de las
pinturas murales. En la tercera etapa constructiva se levantaron los pilares que
se encontraban en la parte central del patio y éstos soportaban arcos y bóvedas.
Ya en la cuarta etapa, durante el siglo XIX, se generaron varias tapias, una de
ellas subdividió el corredor que se ubicaba al poniente del pórtico y el patio
central dejó de funcionar como tal y se generaron nuevos espacios cuya función
es difícil determinar, aunque al parecer este espacio pudo ser un lugar de trabajo
para las personas que se dedicaron a la manufactura de talavera debido a la
cantidad de desechos de producción de mayólicas. Para la quinta etapa, el
convento fue disgregado y encima de este espacio se construye en convento de
las monjas Trinitarias, tapiaron los arcos para separar el espacio actual del
espacio conventual.
87
construcciones, ampliaciones y modificaciones efectuadas por las monjas
trinitarias en el siglo XX.
Esta última etapa fue la más sencilla de liberar ya que casi todos los espacios
estaban intactos, lo que permitió apreciar todas las ampliaciones que las monjas
habían realizado y las afectaciones que causaron en los restos de la arquitectura
conventual. También destruyeron parte de la fábrica para construir una capilla.
En cuanto a la etapa asociada a la fábrica La Violeta se encontraron los
cimientos de las naves que albergaban la maquinaria, restos de pisos de piedra
de los andadores de la fábrica, edificaciones de cantería con un sistema de
bóvedas catalanas, arquerías y puertas cuyo estilo está asociado a la
arquitectura del siglo XIX o XX. Bajo los restos de las construcciones de carácter
fabril, se detectaron los restos de la arquitectura conventual, muros en los que
sobresalía el color ocre, pisos de ladrillo dispuestos en petatillo, muros de
piedra, bases de columnas, vanos de puertas, arcos, ventanas, restos de pintura
mural y un patio que posiblemente correspondía al panteón del convento. Se
recuperaron restos de lápidas, esquelas y dos entierros.
88
Citlalli Reynoso en el mismo año. La intención de realizar este análisis era
mostrar una imagen de cómo era la vida dentro del contexto industrial del siglo
XIX (Reynoso; 2010:1).
Predio Armenta
En esta unidad se recuperaron evidencias de diversas construcciones que
correspondían a las primeras etapas de ocupación del área de estudio. Dentro
de estos elementos destaca el muro que es continuación del detectado en la
zona del Estanque de Pescaditos y que tenía un sistema constructivo a base de
pilotes, sólo que dentro del predio no se continuaba con ese sistema, esto se
debió a que estaba asentado sobre una capa de tepetate lo cual lo hacía más
estable. Asociado a este muro se detectó un antiguo sistema de canales
excavados en el tepetate, que seguramente sirvieron para canalizar las aguas
que procedían de las zonas altas y que se dirigían al antiguo lago y río Xonaca.
La siguiente etapa constructiva que se detectó fue la correspondiente a los pisos
del espacio conventual, se encontraron pisos de ladrillo dispuestos en petatillo y
las bases de los muros presentaban una decoración de guardapolvos rojos
parecidos a los del área de pinturas murales.
Para la siguiente etapa se identificaron restos de cuartos que por su disposición
y decoración posiblemente se trataban de una construcción civil cuyos cuartos
se encontraban alrededor de un patio central. Se localizaron restos de columnas
de piedra de sección octogonal lo que permitió sugerir que en algún momento
formaron parte de un pórtico con acceso directo al patio antes de que tapiaran
los vanos y el uso del inmueble cambiara. Entre los materiales encontrados
destacan una gran cantidad de botellas de cerveza. Estos materiales sugieren
que pudo haber sido en este espacio donde se ubicaba la antigua cervecería
que funcionó en la época en que el predio formó parte del Tívoli del Estanque de
los Pescaditos.
Hacia finales del siglo XIX este predio también formó parte de la tenería que
fundó León Armenta y que funcionó con un sistema de calderas que generaba
89
vapor. En esta unidad de excavación se encontraron restos de la caldera, el
chacuaco y muros que soportaban la estructura.
Plaza Xonaca
Esta unidad se ubicó sobre el margen sur del antiguo río Xonaca. En esta zona
las exploraciones permitieron detectar restos de muros y pisos de casas
habitacionales del siglo XIX. Se encontraron muros decorados con guardapolvos
en color rojo así como pasillos y corredores con piso de ladrillo en forma de
petatillo.
90
Hotel del Paseo
Este era un predio que originalmente no estaba contemplado dentro del proyecto
de salvamento de Paseo de San Francisco; sin embargo, a petición del
fideicomiso y debido a la cercanía del predio se realizaron sondeos para detectar
las diferentes ocupaciones y su relación con el resto del espacio. Gracias a las
exploraciones se supo que los terrenos del hotel formaron parte del predio
Armenta ya que debajo de los niveles de los pisos se encontraron pisos de la
fábrica, así como tinas y depósitos de cal que se usaban en la curtiduría.
Hacia la parte central y oriente del predio se localizaron restos del Tívoli de
Pescaditos en el siglo XIX. Este conjunto arquitectónico, que la familia Armenta
llamaba “El Chalet”, consistía en un pórtico del cual sólo quedaban los restos de
las bases que soportaban los pilares de la arquería que corría a lo largo del lote
en sentido norte-sur. Los pisos de esta construcción fueron afectados
seguramente cuando se construyó el hotel, por lo que sólo se lograron recuperar
los restos de la cimentación.
Al extremo oriente y sur del predio se localizaron los restos de los andadores
que correspondían a la misma época. Estos andadores estaban delimitados por
ladrillos dispuestos de canto que limitaban el piso del mismo que era a base de
losetas cuadradas. Estos restos permitieron recrear hipotéticamente la
distribución y el desarrollo de los jardines de esta época, mismos que colindaban
con un muro sobre el cual se observaban los vanos de arcos y ventanas.
91
Casi para terminar las exploraciones se localizaron restos de un depósito para
contener agua, este depósito fue construido a base de muros de ladrillo
asentados con cal y arena, en uno de ellos se localizó un tapón que permitía
desaguarlo. Este podría estar relacionado con la cría de peces que se reporta en
documentos históricos.
92
Mapa de referencia.
93
Tercer periodo: 1999-2002
94
cual aún conserva su atrio, ya que es común que la mayoría los templos
coloniales de Puebla, perdieron el atrio por el crecimiento de la ciudad. El área
donde se encuentra San Juan de Dios, en realidad se localizan inmuebles de
diferentes temporalidades debido a la división de clases durante la fundación de
Puebla, recordemos que los barrios indígenas que conservaban el patrón de
asentamientos prehispánicos se concentraban en los barrios del Alto y de la Luz,
separados de los españoles por el Río San Francisco. En este caso San Juan de
Dios y San José se encuentran cercanos a esta frontera natural-cultural.
(Reynoso; s/f: 4). San Juan de Dios es un monumento del siglo XVII rodeado de
inmuebles del siglo XVI, XVII y XIX, al parecer por las crónicas y relatos, en esta
área aún se observaban solares y huertos privados y es posible que no se
poblara hasta épocas tardías donde existen casas de los años cuarenta. En esta
zona se encuentra actualmente uno de los mercados más populares y
vecindades de todo tipo, que datan del siglo XX. Es seguro que casas
particulares de épocas tempranas se encuentren sepultadas en las
remodelaciones de los inmuebles y en el peor de los casos totalmente
destruidas; a este proceso de remodelación han sobrevivido inmuebles
monumentales como San Juan de Dios.
95
los lineamientos del programa de excavación de la compañía encargada de la
restauración
Unidad de excavación 1
Se localizó al pie de la torre junto al muro 1.
El objetivo fue verificar la estratigrafía presente en el subsuelo para definir la
causa de los daños en la torre, así como registrar la evidencia arqueológica del
subsuelo. Fue la única excavación donde se encontraron entierros humanos
primarios, la mayoría de ellos se encontraron parcialmente removidos
conservando algunas de sus partes en la posición anatómica original. Se pudo
observar que los algunos entierros fueron removidos de su lugar original para
colocar posteriormente otros a mayor profundidad lo que causó que los primeros
perdieran su posición anatómica. Se registraron 14 entierros primarios todos en
posición decúbito dorsal extendido, sólo los entierros 5, 11 y 12 registraron una
orientación diferente debido a las razones antes expuestas. El entierro 14
presentó restos de madera asociada lo que parece haber sido una caja. En los
entierros 3, 6 y 7 se encontraron los botones de sus ropas.
Unidad de excavación 2
Esta unidad se ubicó junto a la escalera principal del atrio junto al muro 4. El
objetivo de esta unidad era realizar un sondeo que permitiera conocer las capas
estratigráficas del subsuelo. Se excavó hasta una profundidad de 3 metros y se
realizaron estudios de compactación y resistencia del subsuelo. Presentó poca
abundancia de material arqueológico y restos óseos muy fragmentados.
96
Unidad de excavación 3
Esta unidad se localizó junto a la escalera lateral de la Capilla del Destierro junto
al muro 3. El objetivo de esta unidad era realizar un sondeo para registrar
elementos arqueológicos y colocar un contrafuerte en su interior. En esta
excavación se registró la presencia de un osario que contenía gran cantidad de
restos óseos humanos. No se observó ninguna disposición particular en este
elemento. Se registró sólo un entierro primario que constaba de dos pies, dos
fémures y dos peronés, el resto del entierro se quedó in situ ya que continuaba
dentro del perfil Este. Los fémures tenían restos de tela adherida al hueso.
Unidad de excavación 4
Esta excavación se ubicó junto a la escalera lateral del atrio junto al muro 4. El
objetivo era registrar la estratigrafía del subsuelo para compararla con la de la
unidad de excavación 2; sin embargo, ésta presentó una estratigrafía diferente a
las demás, la Capa B que correspondía a la capa cultural en el resto de las
excavaciones era de distinto color y composición, se trataba de tierra de color
amarillenta oscura con arenas y grava de grano grueso de travertino. A una
profundidad de 90 centímetros se localizó el tepetate y debajo de éste comenzó
una concentración de restos óseos humanos al cual llamaron Osario II. Los
huesos se encontraron sin ninguna disposición aparente, fragmentados y muy
deteriorados.
Unidad de excavación 5
Ubicada junto a la escalera del atrio cerca del muro 4. Esta excavación presentó
en sus primeros niveles poca cantidad de material óseo humano y cerámico. A
una profundidad de 20 centímetros se observaron lajas alineadas lo que pudo
ser la evidencia del piso original del atrio. A una profundidad de 65 y 70
centímetros se localizó una acumulación de restos óseos humanos en gran
cantidad, que correspondían al Osario III.
Unidad de excavación 6
97
En esta unidad se registró una abundante cantidad de material cerámico en
comparación con el resto de las excavaciones, la cerámica se encontraba en
fragmentos de considerables dimensiones y en buen estado de conservación, en
asociación se localizaron restos de animales de diferentes especies. Es posible
que este lugar se tratara de un basurero.
Unidad de excavación 7
En esta excavación el material arqueológico fue nulo, de hecho se recuperaron
sólo algunos tiestos en los primeros niveles y algunos fragmentos óseos; sin
embargo, no se registró otro tipo de evidencia o elemento.
98
RESCATE EN LA PARROQUIA DEL SANTO ANGEL CUSTODIO DE ANALCO
(1999)
En sus orígenes el barrio de Analco comprendía básicamente la misma
superficie que hoy ocupa. Limitaba por el poniente con la traza de la ciudad y por
el oriente con sembradíos. Comprendía cuatro tlaxilacallis, siendo el más
importante Huilocautlán, o “Lugar de Palomas”, donde se ubica la iglesia
parroquial. Como la doctrina de los franciscanos abarcó el barrio del Alto, donde
edificaron su iglesia y su convento, más tarde se extendieron hacia el sur
poblándose el barrio de Analco alrededor de 1560, siendo ocupado por indios de
procedencia tlaxcalteca. La iglesia en sus inicios fue una ermita dedicada a las
Ánimas, edificándose posteriormente, en 1618, una capilla más grande con
advocación al Santo Ángel Custodio. El barrio se pobló en poco tiempo, no sólo
de indios, sino también de familias de españoles. Fue así como en este barrio se
fundó la parroquia del Santo Ángel Custodio.
99
calzado de cuero, cerámica, vidrio y una imagen de la Virgen María pintada
sobre una laja de cantera gris. Los respiraderos de la torre sur también se
hallaban tapiados y su interior relleno de escombro (Allende; 1999:1).
100
colocado para clausurar el acceso al campanario, por lo cual para acceder a
éste es necesario subir por la torre norte desde la azotea. Durante el proceso de
excavación se recuperaron restos de escalones entre el escombro, sin embargo
éstos no eran el total de piezas faltantes en la escalera, debido seguramente a
que fueron extraídas de la torre algunas piezas faltantes para ser reutilizadas
(Allende; 1999:4). Se llevó a cabo un levantamiento del estado de conservación
de la escalera y una reconstrucción hipotética de su estado original (ver imagen
12)
Imagen 12. Levantamiento arquitectónico de las escaleras de la torre sur. Izquierda estado en el que se
encontraron. Derecha estado original.
Elemento B. Respiradero
Al lado oeste de la torre se halló un respiradero tapiado cuya clausura presentó
tres etapas constructivas. La primera etapa corresponde a la construcción
original cuyas medidas eran 1.50 m x 0.40 m por el exterior y 1.30 m x 0.45 m en
el interior de la torre y su función era captar aire para ventilar el interior de la
torre. La segunda etapa corresponde a la clausura del respiradero, ésta se
elaboró con tabiques rojos de 30cm x 12cm y unidos con cemento. La tercera
101
etapa registrada fue la elaboración de un nicho de 35 centímetros de ancho en la
parte interna de la tapia de tabique rojo. Está elaborado de cantera gris
cementada con un mortero de cal y arena y estuvo recubierto con un aplanado
de cal de textura fina que aún conservaba restos de pintura azul.
Elemento C. Vano
En la parte más baja de la torre fue hallada una puerta tapiada por la cual se
tenía acceso originalmente desde la nave de la iglesia al campanario. Esta
puerta tenía forma rectangular y contaba con una altura de 2 metros por 65
centímetros de ancho. La tapia que la cerraba estaba elaborada en mampostería
mixta, conteniendo principalmente fragmentos de cantera gris, xalnene y tabique
rojo, cementados con mortero de cal y arena. Por la disposición de la
mampostería, la tapia parece haber sido construida desde afuera de la torre.
Cerámica
Del total de cerámica encontrada 71% pertenece a la categoría de Loza Vidrida,
seguida de la Loza Alisada con un 17%, Mayólica con un 9% y 3% restante
corresponde a otras lozas.
De la Loza Vidirada el tipo más abundante era el tipo Café con un 69% lo cual
da un rango temporal aproximado entre finales del siglo XVII y finales del siglo
XVIII. Los tipos Negro/ Café (10%) y Negro (3%) se ubican temporalmente en la
última década del siglo XVIII y todo el siglo XIX.
De la Loza Alisada la más abundante era la Loza Alisada Rojo /Café con un 44%
seguida de Café (38%) y Rojo (18%) que son lozas relacionadas con actividades
domésticas.
102
La Mayólica del siglo XIX era la más representada con 47%, seguida de
Aranama Polícromo (13%) de finales del siglo XVII hasta la primer mitad del
XVIII, Puebla Azul/Blanco (11%) del siglo XVIII y San Elizario Polícromo (9%) de
finales del siglo XVII, situando en general este tipo en el siglo XVII y primera
mitad del siglo XIX.
Un 74% de la loza Bruñida es el tipo Bruñido Rojo que era el más común entre
las lozas de servicio de mesa durante los siglos XVII-XVIII. Siguen a esta, con
porcentajes de 13% la variante Bruñido Rojo diferencial y Tonalá Bruñido, este
último de manufactura foránea.
La Porcelana más representada fue la del tipo Ching, cuya manufactura es
posterior a 1650, seguida del tipo polícromo que es de fabricación posterior.
Materiales no-cerámicos
El cuero estuvo representado por fragmentos bien conservados de correas de
huarache, suelas y tapas de zapatos, al parecer zapatillas de mujer, lo que
sumaron un total de once piezas.
La lítica estuvo representada por cinco fragmentos, entre los que se hallan
únicamente objetos de lítica pulida como manos de metate elaborados en
basalto y un fragmento de loseta para piso de ónix de Tecali.
El material metálico está representado únicamente por un fragmento de cadena
de hierro de 22 centímetros de longitud con eslabones de 8mm de diámetro.
El material vítreo se representó por sólo seis fragmentos entre los cuales están
ejemplares de vidrio soplado como partes de frascos color verde y verde-
azulado, vidrio soplado plano y una cuenta de vidrio moldeado.
Los materiales óseos recuperados son humanos, provenían de varios individuos
sin determinar el número de éstos y entre ellos, había tanto adultos como
infantes. También se recuperaron restos óseos animales.
Con base en los datos obtenidos del análisis de material cerámico, se pudo
establecer que los materiales recuperados del relleno de la torre eran
103
predominantemente de origen local, cuya función fue tanto de uso doméstico
como ritual y con algunos elementos provenientes del sitio, teniendo en cuenta
que el atrio del templo fue utilizado como cementerio, con una cronología que va
desde finales del siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XIX (Allende;
1999:17).
104
El Templo de la Compañía es de planta basilical de tres naves con capillas
hornacinas; su planta es rectangular con una orientación de 101 grados al Este;
está dividido por dos ejes de columnas y delimitado por muros corridos. Tiene un
nivel entresolado bajo la sacristía provocado por el declive natural del terreno
hacia el antiguo Río de San Francisco, que contiene criptas (hoy en desuso) y
áreas adaptadas para una librería, un auditorio, servicios comunitarios y
habitaciones.
105
En los pozos 1 y 2 en la nave norte, el relleno más antiguo identificado fue el
Relleno 3 (0.84 a 0.81 m), que era un depósito de limo arcilloso café con
escombro. Este debió ser el relleno colocado para la cimentación de los muros 1
y 3, dos muros curvos que quizá delimitaban la puerta lateral del templo, que
según las crónicas, se cerró en 1767. En este relleno, (Pozo 1), apareció el
Elemento 1, un osario que sólo se excavó parcialmente (Entierro 2), y del cual se
recuperaron una serie de restos infantiles que representan un número mínimo de
doce individuos y un máximo de 19, con edades que sugieren oscilan entre siete
años y nonatos con dos meses de vida intrauterina (ver informe osteológico de
Natalia Bernal y Jorge Cervantes en Hernández Sánchez; 2000a:49-58).
Algunos huesos mostraron patologías como periostitis, criba orbitalia y traumas.
Llamó la atención que en el osario se recuperó un solo individuo adulto, una
mujer entre los 25 y 29 años. También en el mismo relleno pro del Pozo 2, se
detectó un osario con techo de arco de medio punto que contenía una serie de
entierros secundarios (de acuerdo con el estudio histopatológico daban la
impresión de estar en estado de momificación no muy antiguo), madera, petate,
tela y escombro de construcción; éste no se excavó, pero a simple vista los
restos óseos parecían ser de adulto.
106
Además en el Pozo 3 se detectó una fosa de planta cuadrada (Elemento 3), de
la que no se pudo identificar su función (Hernández Sánchez; 2000a:63).
En los pozos de la nave norte, el siguiente relleno fue el Relleno 1 (0.41 a 0.57
m), que correspondía a un depósito de limo arenoso, cemento y escombro que
se colocó al elevar el nivel del piso (Piso 1) y colocar dos escalones de granito
en las capillas hornacinas a principios del siglo XX. En el Pozo 2, entre dos
escalones de granito, se encontraron once monedas con fechas de 1944 a 1965.
En los tres pozos de la nave norte se encontró que las columnas tenían una liga
de cimentación que las unía con la siguiente columna al sur. Sólo en el Pozo 1
se excavó hasta el arranque de la columna y se detectó que ésta iniciaba a -
3.65m de profundidad. En cambio en los pozos de la nave sur (4, 5 y 6) no se
encontró una liga de cimentación, ni tampoco se hallaron entierros primarios o
secundarios, muros o elementos. Incluso la estratigrafía era un poco distinta ya
que además de los rellenos 1 y 2 que eran equivalentes a los de los pozos 1,2, y
3, había otros tres rellenos por debajo de éstos y no quedó totalmente claro a
qué evento constructivo correspondían.
107
Cervantes y el informe puede consultarse en el Anexo 1 del informe técnico de la
excavación.
El tempo de San Agustín ocupaba dos manzanas enteras pero fue dividido para
abrir una calle, la 5 Poniente; en la parte sur se tienen los restos del monasterio
con claustro de tipo agustino que ahora es una vecindad. Al norte y formando
esquina con la 3 Poniente está la iglesia con su pequeño atrio. Fue uno de los
templos que más padeció los asedios que sufrió la ciudad durante la
intervención francesa, ya que por su situación y altura defendía las entradas del
sur y oeste de la ciudad, así que fue utilizado como fortaleza. Después de
suprimirse el convento por las leyes de Reforma y de haberse destruido gran
parte del convento en 1867, se efectuó la exclaustración definitiva de los
agustinos en 1891.
108
a los lunetos de la bóveda hay otras ventanas. Tiene dos portadas, la principal
comprende dos cuerpos y un remate y se organiza a base de pilastras pareadas;
la lateral consta de arco de medio punto entre pilastras simples.
El templo fue severamente afectado tras el sismo del 15 de junio, los daños se
presentaron en la torre ya que se derrumbó al menos 80% de su volumen
original (Hernández;2000b:6). Como parte de las labores de restauración se
requería hacer varias excavaciones en el exterior del edificio para conocer la
cimentación y mecánica de suelos. Por ello, fue necesario realizar tres pozos de
sondeo en el exterior del templo. Dos de los pozos (1 y 2) se hicieron
inmediatamente al norte del muro norte del templo y, el tercero (pozo 3)
inmediatamente al este del muro este del templo. En los tres pozos se excavó
hasta encontrar el travertino, justo donde arrancaba da cimentación.
Los estratos fueron nombrados con letras siendo la “A” la más moderna y la “D”
la más antigua. Esta última capa era el travertino o capa estéril la cual se
encontró en los tres pozos a una profundidad mas o menos igual. La capa C
correspondía a otro depósito natural de limo arenoso café. En el Pozo 1, en la
Capa C intruye el Muro 2, que era de travertino, piedra bola y cemento; éste
debió estar en uso antes de que se depositara la Capa B lo que implica que es la
evidencia constructiva más antigua que se encontró (Hernández Sánchez;
2000b:87).
En los tres pozos apareció la Capa B, que era un depósito de limo arenoso café
con escombro y basura que debió der el relleno más antiguo para elevar el nivel
de la superficie después de construir el templo. En el Pozo 1, sobre este relleno
se colocó el Piso 2 que eran los restos de un piso de cemento de mala calidad; y
el Pozo 3 encima se tendió el Piso 2 que era de lajas de piedra. Esto indica que
en algún momento la superficie del jardín del templo estuvo entre 0.19 y 0.32
metros más abajo que la actual (Hernández Sánchez; 2000b: 87).
109
En la Capa B del Pozo 2 aparecieron ocho entierros humanos, cinco primarios
(Ents. 2, 4, 7, 8 y 9) y tres secundarios (Ents. 1, 5 y 6). Algunos correspondían a
individuos adultos y otros a infantiles y juveniles. Al parecer, todos los entierros
primarios se colocaron con el cráneo al oeste y los pies al este, que es la
posición cristiana común. Llamó la atención que el Entierro 2 fue secundario en
el que se intentó reproducir la postura anatómica y la posición cristiana. Por otro
lado, en el Pozo 3 igualmente en la Capa B, sólo apareció un entierro secundario
parcial en malas condiciones.
En los últimos días del rescate, los arquitectos que estaban restaurando el muro
de la sacristía encontraron la huella de un nicho tapiado, al abrirlo encontraron
dos urnas de vidrio y metal que contenían restos óseos humanos. La Urna A
tenía una altura de 0.85m y un ancho de 0.54m. La base estaba hecha de
madera recubierta de una hoja de estaño. Poseía dos soportes largos de
madera que en el centro presentaban un espacio rectangular, probablemente
para meter la mano y facilitar su transporte. La base tenía una cámara interior
con soporte central de madera recubierto con estaño, en el piso de esa cámara
se colocó papel tapiz rosa con motivos dorados en papel terciopelo delineados
110
con pintura amarilla. Dentro del capelo, en la parte central, había un pedestal
elaborado de madera y recubierto con una hoja de estaño que en la parte
superior terminaba en punta. En el interior de la cámara de la base y dentro del
capelo había huesos humanos no articulados, algunos de ellos se amarraron
con alambre. El cráneo se colocó dentro del capelo, sobre el pedestal,
introduciéndolo la punta en el foramen magnum. La Urna B tenía las mismas
características de la primera sólo que medía 0.83m de alto por 0.54 de ancho y
en la mandíbula del individuo había un fragmento de papel arrugado y
amarillento con letras impresas por un lado en el que se leía:
“…memoria, principio de la felicidad del …
…María Inmaculada; mirando á este día como más
sag…
…de la Vírgen Inmaculada.
…Pío IX, completó el último anillo del culto
cristiano…
…de una vírgen purísima, que forma el gozo de
nuestr…
…los agustinos, amantes de este glorioso misterio
de…
…lenme novenario con misas cantadas á las seis y
med…”
Imagen 13. Vista lateral de Urna A encontrada al interior de un nicho tapiado en el muro norte de la
sacristía.
111
Los frailes agustinos al enterarse del hallazgo, sugirieron que se trataba de dos
de los primeros agustinos que habían llegado a México, Fray Cristóbal de
Molina, muerto en 1638 a los 46 años y Fray Antonio de Roa, muerto alrededor
de 60 años. Por otro lado, el Arqueólogo Eduardo Merlo sugirió que podían
tratarse de las reliquias de San Víctor y San Modesto Mártir ya que el cronista
Alcalá y Mendiola escribió que se depositaron en este templo. Sin embargo, el
análisis osteológico indicó que las edades de los individuos de las urnas eran de
entre 27 y 34 años, por lo que no correspondían a las de los primeros frailes
agustinos, y no se encontró información sobre las características físicas de los
dos santos.
Al inicio la iglesia de San Roque fue construida en 1656 de manera sencilla con
techo de madera. En las fuentes históricas se afirma que: “ cuando se derrumbó
la primitiva Iglesia del siglo XVI, pequeña y techada de vigas el Capitán Roque
112
de Pastrana la mandó reedificar” (Toussaint, 1954, citado en Reynoso; 2002a:5-
6).
En 1867 por una orden del Gobernador del Estado Ignacio Romero Vargas, los
enfermos mentales (hombres) fueron trasladados al ex convento de Santa Rosa
y las mujeres se quedaron en San Roque. En 1926 los hombres que fueron
trasladados a Santa Rosa fueron enviados al Hospital General del Estado El
Hospital de San Roque fue clausurado siendo Hospital para Enfermas Mentales
el 31 de diciembre de 1994.
113
obtener evidencia arqueológica del Ex Hospital de San Roque como parte del
mosaico cultural que se estaba realizando con las diferentes excavaciones en
inmuebles históricos afectados por el sismo, realizar estudios de mecánica de
suelos y colocar contrafuertes para dar estabilidad al edificio (Reynoso; 2002a:
6-8).
Unidad de excavación 1
Esta excavación fue realizada sin autorización y sin control arqueológico hasta
una profundidad de 219 centímetros. A partir de esta profundidad la compañía
constructora decidió excavar hasta 150 centímetros para colocar los
contrafuertes que necesitaban, por lo tanto se excavó y se registró un Entierro
secundario y un Entierro primario. En perfil se observó una acumulación de
restos óseos humanos que correspondían a un osario que fue destruido por la
compañía constructora.
Unidad de excavación 2
Al igual que la excavación 1, esta unidad 1 fue realizada sin autorización y sin
registro arqueológico hasta una profundidad de 200 centímetros. A partir de esta
profundidad la compañía constructora decidió excavar hasta 230 centímetros
para colocar los contrafuertes, por lo tanto se excavó y registró
arqueológicamente el Entierro 1 y el Entierro 2, de esos entierros algunas partes
quedaron in situ. Se registró el entierro secundario 3 donde se localizaron
asociados los cráneos 7,8 y 9.
Unidad de excavación 3
Fue excavada arqueológicamente desde el retiro del piso actual. En esta unidad
se localizó el cráneo 1, 2, 3, 4, 7, 8, 9: y se registraron los Entierros primarios 4 y
5, así como el Entierro secundario 1. En los primeros niveles se recuperaron
ampolletas y una botella de vidrio amarillo con corcho. Los cambios de capa de
esta unidad se presentaban de manera dispareja en la excavación lo que podía
ser el resultado de distintos rellenos y capas artificiales producto de la constante
114
remoción del subsuelo del patio. Sobre todo en esta unidad se observaron los
restos de un cimiento de ladrillo; sin embargo, es posible que esto corresponda a
los restos de una capilla lateral de la Iglesia de San Roque, aunque no existe en
las fuentes documentales consultadas registro de la existencia de esta capilla es
posible que existiera y fuera después destruida o posiblemente nunca concluida.
En el área donde se realizó la unidad 3 se pudo observar en la pared los restos
de una puerta de arco que pudieron corresponder a la entrada de esta capilla
lateral, además la mayoría de las iglesias de principios de siglo en Puebla
guardaban disposición espacial de una cruz donde los brazos eran
representados por estas dos capillas laterales.
Unidad de excavación 4
Esta unidad fue excavada arqueológicamente desde el retiro del piso actual.
Antes de comenzar la excavación se retiró un banco en la pared, al retirarlo se
descubrió pintura mural cuyos motivos eran cuadros de color café claro
delimitados con negro que simulan una especie de diamantes, los mismos
motivos de localizaron en el Ex convento de las Capuchinas y en piedra de la
iglesia de San Roque (Reynoso, 2002a:25), debido al estilo y la paleta de
colores esta pintura mural parece corresponder al siglo XVI principios del siglo
XVII (ver imagen 14).
115
Imagen 14. Pintura mural y serie de pisos encontrados en la unidad de excavación 4 al retirar el banco
adosado a la pared.
Esta unidad se caracterizó por una serie de pisos desde laja hasta ladrillo que se
fueron registrando y excavando. El contexto arqueológico excavado en esta
unidad representó el más confiable por ser un contexto sellado, por la pintura
mural encontrada en la pared y el material localizado en el banco de la pared.
Los entierros primarios registrados en esta excavación fueron el 7, 8, 9 y 10.
Todos los entierros primarios quedaron in situ en algunas partes,
desafortunadamente en algunos casos sólo se logró registrar un fémur y parte
de la pelvis o las extremidades inferiores; sin embargo, el Entierro 8 se localizó
con una cruz de cobre debajo de la axila derecha, las características físicas eran
muy diferentes al resto de los entierros, por lo que la arqueóloga Reynoso no
descarta la posibilidad de que se tratara de algún individuo de ascendencia
indígena.
116
RESCATE EN EL TEMPLO DE SAN JOSE (2000)
El templo de San José se ubica en la esquina de la 18 Oriente y 2 Norte. Este
inmueble es quizá uno de los edificios más hermosos que tiene la ciudad por su
estilo único en la fachada y en sus cúpulas.
El templo se edificó en 1595 comenzando como una pequeña iglesia, para 1628
comienza la extensión de la nave principal y la capilla mayor que se concluyen
en 1653, distintos benefactores ayudaron a la realización de las capillas laterales
entre ellas la de Jesús Nazareno, los adosamientos fueron hechos en diferentes
etapas que al parecer concluyen hasta mediados del siglo XVIII. Fue hasta 1693
que se comienza a construir la Capilla de Jesús Nazareno y se concluye en
1703. Las bóvedas fueron construidas por el Capitán Antonio Fernández de
Aguilar. Al lado norte hay tres capillas, la de Santa Ana, la Capilla de Naturales y
la de Jesús Nazareno que son adosamientos de fines de siglo XVII al XVIII. La
Capilla de Naturales tenía su acceso por el lado Oeste y su atrio servía como
campo santo. El edificio anexo fue la Casa de Ejercicios de San José que se
construyó en el último cuarto de siglo XVIII por los presbíteros Sebastián Núñez
del Prado y Joaquín Polanco Santa Cruz.
Enfrente del templo se hizo una plazuela eligiéndose un lugar entre el arroyo de
San Francisco y el camposanto de San José (atrio), en 1630 se introdujo una
pila para recoger el agua en la plazuela al estilo de la Ciudad de México. Para
1769 la plazoleta de San José es abandonada y se convirtió en un lugar para la
corrida de toros. En 1781 por la construcción del cuartel de San José se perdió
la extensión de la plazuela. Actualmente la plazuela se encuentra en uso como
jardín. San José fue una de las cinco parroquias que existían en la ciudad de
117
Puebla y llegó a ser tan concurrida que de 1640 a 1683 se tenían dos curas para
oficiar misas (Reynoso; 2002b:3-5).
Unidad de excavación 1
Se hallaron restos óseos humanos de manera dispersa y sin ninguna
disposición. El contexto fue totalmente removido por la compañía constructora y
vuelto a rellenar antes de que iniciara el rescate. El material de esta excavación
no se incluyó dentro de la estadística del análisis de material.
Unidad de excavación 2
Fue removida en los primeros 25 centímetros por acción de la compañía
constructora, a partir de esta profundidad se inició el registro arqueológico. Se
registró el Entierro 13 que consistió sólo en las extremidades inferiores del
individuo, el resto quedó in situ dentro del perfil. Se recuperaron también los
cráneos 4 y 5.
Unidad de excavación 3
En esta excavación se realizaron tres cuadros A, B y C donde se localizó un
sistema de tumbas delimitadas por muros de ladrillo. La tumba 1 que
correspondía al cuadro A se hallaron restos óseos de niños y adultos jóvenes.
En la tumba 2 dentro del cuadro B y C se localizaron los adultos jóvenes,
entierros primarios amortajados con tela color café y con palmas sobre la pelvis.
El cuadro B quedó dividido por un muro que corría Este-Oeste, esto hace
suponer que existe otra tumba hacia el norte de la tumba 2. Es posible que
debajo de toda la capilla se encuentre una serie de tumbas a manera de cajones
118
que se ordenaron de manera continua. Esta fue la única excavación que fue
extendida sin que la compañía lo solicitara, ya que era necesario seguir los
muros que aparecieron en el cuadro A para definir de qué elemento se trataba y
en el cuadro C era necesario recuperar la parte superior de los entierros
primarios que habían sido descubiertos en sus extremidades inferiores dentro
del cuadro B. Se registró en Entierro Secundario 1 dentro del cuadro B a una
profundidad de 26 a 46 centímetros. El Entierro Secundario 4 se registró a una
profundidad de 1.25 a 1.60 metros; este entierro correspondía a la primera fase
de las tumbas en la cual fue empleado como Osario, sobre esta fase se
realizaron todos los entierros primarios. La exploración de este tipo de tumbas
se realizó por primera vez en la ciudad de Puebla y pertenece a una etapa tardía
en los finales del siglo XVII al XVIII. Las palmas sobre la pelvis de los entierros
resulta un elemento interesante que no se localizó en otras excavaciones
similares en la ciudad de Puebla.
Unidad de excavación 4
Tuvo la característica de señalar un punto esencial dentro del proceso de
restauración, la evidencia de la destrucción intencional del cimiento del
contrafuerte con el fin de depositar entierros humanos en subsuelo. Los entierros
de los infantes se encontraban dentro de un hueco hecho al cimiento del
contrafuerte y la pared que prácticamente destruyó el soporte de estos
elementos arquitectónicos. Dentro de esta excavación se hallaron niños con las
manos juntas sostenidas con alambre que era cubierto con flores de papel, de
119
igual manera se pusieron coronitas de alambre con flores de papel en la cabeza.
Se registró el entierro Secundario 3 (Reynoso; 2002b:25).
Unidad de excavación 5
Esta excavación reveló una serie de rellenos de pisos que conformaban los 1.20
metros de altura del atrio. Es posible que los pisos hayan sido provisionales
mientras se lograba la altura deseada del atrio. Existió un piso de piedra laja
anterior al actual localizado al mismo nivel del inicio de la fachada principal. Se
hallaron una serie de cantos rodados y un banco que probablemente
pertenezcan a restos de la construcción de la primera capilla que ahora
pertenece al vestíbulo de la iglesia. En esta excavación se localizó el material
más temprano incluso algunos tiestos del siglo XVI y dos tiestos prehispánicos.
A pesar de esperarlo, no se recuperaron restos óseos humanos en ninguno de
los niveles de la excavación; sin embargo, es posible que en otras partes del
atrio exista evidencia en subsuelo.
120
Mapa de referencia.
Imagen 15. Ubicación de rescates arqueológicos efectuados entre 1999 y 2002 a raíz del sismo.
121
conjunta con el Gobierno del Estado y el H. Ayuntamiento de Puebla quienes
implementaron proyectos de remodelación y acondicionamiento en la capital de
la ciudad y en especial en el centro histórico. También se efectuaron trabajos de
salvamento cuando se recibieron notificaciones por parte de la empresa Plus
Arrendamientos S.A. de C.V para la construcción del Centro Comercial Paseo de
San Francisco ubicado en la ya excavada área de San Francisco. Asimismo,
encontramos en el año 2002 el informe de un rescate efectuado gracias a la
solicitud de particulares. Esta década sin lugar a dudas refleja el crecimiento y
maduración de la disciplina arqueológica en la capital poblana.
122
El predio que ocupó a este rescate durante el siglo XX perteneció a Don
Francisco Barranco, español que en 1955 vendió la casa a Don Severino
Casado López quien la convirtió en estación de autobuses y terminal camionera
hasta los años ochenta en que se abandonó utilizándose sólo como accesorías y
locales comerciales.
La excavación arqueológica inició con la liberación del pozo que fue detectado al
momento de hacer las obras de restauración. Debido a las intervenciones con
maquinaria es posible que el brocal del pozo haya desaparecido toda vez que no
se encontró el nivel inicial. El pozo tenía una profundidad de 7.40 metros y el
relleno correspondía a un solo evento por lo que los materiales fueron
clasificados sin atender al nivel del que se obtuvieron.
123
Como parte de las principales acciones del gobierno del entonces Presidente
Municipal Luis Eduardo Paredes Moctezuma (2002-2005), a través del
departamento de Macroproyectos del Ayuntamiento, se propuso la construcción
de cuatro estacionamientos subterráneos dentro de la Zona Monumental de la
Ciudad de Puebla. Estos proyectos afectarían el subsuelo de cuatro espacios
históricos: La Plaza Mayor, Plazuela de los Sapos, Plazuela de Santo Domingo y
Plazuela de San Luis.
124
Las excavaciones también se realizaron con el objetivo de confirmar las
hipótesis de la existencia de restos de la ciudad prehispánica de Cuetlaxcoapan;
sin embargo, no se detectaron vestigios de actividad durante la época
prehispánica del sitio. Allende apunta que: “…no haber encontrado en absoluto
materiales arqueológicos o elementos relacionados con los túneles o con
Cuetlaxcoapan no implica quedebamos desechar por completo tales hipótesis
pues cuatro pozos de sondeo pueden no ser una muestra suficiente…” (Allende;
2002b:12). De igual manera se lograron rescatar los niveles anteriores del piso
de adoquín colocado en el siglo XVIII en las calles que circundan la Plaza
Mayor.
125
En la plazuela de Los Sapos se llevaron a cabo dos calas, que fueron
numeradas en orden de apertura. Se registraron en ambas calas 8 capas hasta
llegar al tepetate y sólo en la capa 6 (1.40 metros de profundidad con respecto al
nivel actual de la plaza) se encontraron materiales arqueológicos que consistían
en cerámica y hueso.
126
Aunque estas excavaciones arrojaron muy poco material cerámico, fue
importante analizarlo para reflexionar sobre su probable origen ya que de un
total de cinco tiestos, tres (60%) eran del tipo Apolo/Nila, tipo cerámico
documentado ampliamente para el periodo posclásico tardío. El resto de la
muestra se representó por los tipos Huitzilapan, que es la continuación de la
tradición San Andrés del posclásico cholulteca, ya en la época colonial y el
Alisado Rojo, parte del complejo colonial de la cerámica de la ciudad de
Puebla(Allende; 2002b: 48-49).
127
profundidad de 50 y 70 centímetros se registraron capas de carcón y ceniza
probablemente resultado de los años en que esta plazuela funcionó como
mercado de leña y carbón (Allende; 2002b: 55).
128
y bebidas gaseosas “La Superior”, el “Tívoli Boliche”, la Casa Briseño y la Casa
Azul.
129
inmueble. Esta temporalidad coincide con el material analizado del resto de los
contextos arqueológicos excavados en el inmueble (Reynoso; 2005: 3-5).
130
fábrica. Los Basureros 2 y 3 se relacionan con la actividad interna de la fábrica
específicamente la actividad de laboratorio, ya que la más alta frecuencia
estadística se concentra en lo matraces empleados para las pruebas de sabores
artificiales y que no eran vendidas al público (Reynoso; 2010:3-5)
131
gaseosas y aguas minerales Latisnere, Puebla” para la Revista Dualidades el
cual se recomienda consultar una vez que esté disponible. Asimismo presentó
una ponencia titulada “La investigación arqueológica e histórica en el desarrollo
de proyectos con arquitectura contemporánea” en la II Conferencia
Conservación del Patrimonio Urbano y Edilicio en la Habana, Cuba en abril de
2005.
Casa Azul
El inmueble denominado “Casa Azul” se localiza en la calle 12 Norte número
1401, en el Paseo de San Francisco. En el Archivo público de la Propiedad se
obtuvo una copia de las últimas escrituras de la casa, la cual estuvo en usufructo
antes de 1957, cuando pasó a manos de la Señora Virginia Covarrubias de
Jiménez, Alma Covarrubias de Valerdi y Filomena Covarrubias de Hernández.
Sin embargo, según referencias históricas, se observa que el área que ocupa
actualmente la Casa Azul era un terreno vacío. Documentos históricos
relacionados con la Casa Briseño dan noticia de que los señores Rosendo
Márquez en 1888 y Rafael Ramírez en 1891 pidieron al Ayuntamiento de Puebla
la adjudicación del predio; sin embargo, no es claro si fue edificada alguna obra
en el lugar. Los documentos históricos y las referencias gráficas sugieren que la
primera edificación se realizó a fines del siglo XIX. De hecho la fachada del
inmueble muestra elementos decorativos de estilo decimonónico (Reynoso;
2007:3)
132
estratigrafía se comportó de manera similar: una serie de rellenos culturales y
escombro pertenecientes a la construcción del inmueble. Sin embargo en el
Pozo 3 a 20 centímetros de profundidad, se localizó un piso de pasta que
correspondía a la segunda ocupación o remodelación de una habitación. Al
parecer esta habitación era una extensión de la cocina. En la última etapa de
remodelación el piso actual cubrió lo anterior y se convirtió en una estancia que
separaba la cocina de un patio de servicios. Se localizó también a 25
centímetros de profundidad, un piso (Piso 3) de pasta de color azul que
correspondía a la primera ocupación o remodelación del cuarto que
posiblemente correspondía al pasillo principal que comunicaba con la entrada
principal. Debajo de este piso en la pared norte se registró la presencia de
sillares de piedra laja que correspondían al cimiento del muro, lo cual hizo
supones que el nivel original de la casa era el de este piso (Piso 3) y que se fue
rellenando con las nivelaciones de los pisos posteriores.
133
plazuela del Alto no se han reportado inundaciones históricas, mientras que en
el actual centro histórico sí, por lo tanto este punto puede sugerir otra
inconsistencia durante el periodo fundacional, en donde posiblemente no era
necesario mudar el asentamiento del lugar, sino reubicarlo unos metros más
arriba. La Arqueóloga Citlalli Rreynoso sugiere que ésta no es la única
incongruencia en el periodo fundacional que se ha podido comprobar a un nivel
arqueológico, y que es posible que el cambio de sitio haya correspondido a una
serie de intereses políticos más que a un evento catastrófico natural como lo
indican las fuentes etnohistóricas (Reynoso; 2007:14).
134
La Crujía de Procesos estaba destinada a la transformación de la materia prima
en el producto final textil a base de maquinaria asistida por mano de obra. Al
parecer la crujía estuvo cubierta originalmente con vigas de madera; sin
embargo, la techumbre fue retirada por el propietario de la fábrica. Después del
abandono de la fábrica esta área se convirtió en jardín particular. Posiblemente
durante esta transformación de espacio industrial a jardín particular, es cuando
se construye la caja de agua que continúa la misma arquitectura de arcos y
ostenta una columna doble de cantera. Durante la última ocupación del lugar,
tanto los arcos como la caja de agua fueron tapiados con tabiques y ladrillo
ocultando la arquitectura original (Reynoso y Allende; 2008:11).
135
son reutilizaciones de vigas de ferrocarril. Este fue uno de los espacios más
completos que sobrevivió a las modificaciones hechas en el predio durante
mediados del siglo XX. Actualmente alberga el restaurante Italianis.
La casa se construyó durante la última parte del siglo XVII, aparentemente era
una casa grande con un patio que llegaba hasta la contra esquina de la catedral
y le perteneció al clero. Posteriormente fue habitada por un capitán del ejército
de Maximiliano que murió en batalla y al fallecer su esposa, la casa quedó
abandonada. El clero quedó en posesión del inmueble y con las Leyes de
Reforma el gobierno lo expropió dejándola en abandono. En 1944 la adquirió
Sears Roebook de México y la remodeló para instalar la tienda departamental
(Hernández y Reynoso; 1999:6).
136
A principios de 1999, en el cuarto de control eléctrico de la tienda, se realizaron
varias perforaciones en el suelo para introducir el cableado eléctrico y hacer
tierra. Las ocho perforaciones de aproximadamente 50cm de diámetro por 70
centímetros de profundidad se practicaron junto a los muros del cuarto y en ellas
se detectó una gran cantidad de hueso y cerámica. Inmediatamente se notificó al
Centro INAH Puebla quienes dieron inicio al rescate arqueológico y dictamen de
los hallazgos.
137
China se encontraron 47 tiestos que representaron 1.9% de la colección
(Hernández y Reynoso; 1999:5-27).
138
Mapa de referencia.
139
CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES FINALES
140
Para fines de esta investigación, pensamos que la mejor definición es la
aportada por Orser en la cual plantea que esta disciplina es: “el estudio
arqueológico de los aspectos materiales –en términos históricos, culturales y
sociales concretos- de los efectos del mercantilismo y del capitalismo traídos de
Europa a fines del siglo XV y que continúan en acción hasta hoy” (Orser;2000:
21-22). Para nosotros, la Arqueología Histórica tiene como objetivo específico
fundamental realizar investigaciones que abarcan varias etapas de los procesos
históricos por los que ha atravesado una determinada área de estudio, en este
caso la Angelópolis.
Sin embargo la Arqueología Histórica no se limita a la información obtenida por
medio de las fuentes escritas, sino que gran parte de sus investigaciones
privilegian los estudios del subsuelo entendido éste como el conjunto de
transformaciones humanas de las condiciones naturales del terreno para su
aprovechamiento por parte de la sociedad. De esta definición surge la que
retomamos de Ricardo Francovich y Daniele Manacorda (2001) “Arqueología de
la Arquitectura”; término acuñado en los años setenta para definir cómo la
arqueología puede ocuparse de los edificios construidos con sistemas
tradicionales, en los cuales sean reconocibles las intervenciones anteriores y las
transformaciones posteriores desde el momento de la construcción hasta hoy.
Esta práctica privilegia la lectura de la información contenida en los mismos
muros, mediante instrumentos propios del estudio arqueológico. En el momento
en que los arqueólogos manifestaron la posibilidad de utilizar el instrumento
estratigráfico en el análisis del patrimonio arquitectónico, se suscitó el cambio en
el ámbito de la restauración, entendido como un momento imprescindible para el
conocimiento histórico de la construcción arquitectónica. Consideramos que esa
comunicación entre arquitectos, restauradores y arqueólogos no debe perderse
y por el contrario, propiciar el diálogo y generar acuerdos para que se pueda
realizar su labor satisfactoriamente sin afectar la labor de los otros.
Después del trabajo de archivo que nos permitió tener una idea más general de
la práctica de la Arqueología Histórica en la ciudad de Puebla, podemos concluir
que existió un paradigma que guió la investigación en cada una de las etapas
141
que pudimos identificar y que fue, en efecto como afirma Thomas Kuhn
(Ferrater; 2001: 2043-2045), una crisis o un evento radical lo que suscitó el
cambio de una etapa a otra en la manera de hacer arqueología.
La primera etapa que identificamos fue la realizada en los años ochenta del siglo
pasado, años en los que la Arqueología Histórica era relativamente nueva en
nuestro país y cuyo único antecedente (de un proyecto grande realizado en
forma) eran las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Exconvento
de San Jerónimo en la Ciudad de México. Durante esos años, los arqueólogos
interesados en el patrimonio histórico se enfrentaron a un problema primordial: la
falta de interés del Instituto Nacional de Antropología y de Monumentos
Históricos, ya que aunque el Centro INAH Puebla contaba con un equipo de
arqueólogos trabajadores y solidarios, el apoyo institucional fue mínimo. En
palabras del Arqueólogo Carlos Cedillo, quien participó en las excavaciones del
ex convento de Huejotzingo y de Santo Domingo, la práctica de la arqueología
en los ochenta se resume en que: “…el interés por hacer Arqueología Histórica
era más por un interés personal que un interés institucional”. Quizá las
dificultades por las que pasaron los arqueólogos de aquellos años justifique un
poco la falta de informes y publicaciones. Durante nuestra búsqueda de
información documental, fue esta década la que más problemas nos causó toda
vez que hacen falta la mayoría de los informes finales y análisis de materiales y
de hecho, la única publicación corrió a cargo de Robert Lister y Florence Lister
en 1984. Un hecho positivo fue que en esta década se sembró el interés y la
preocupación por el pasado histórico de la capital poblana y de alguna manera
los arqueólogos se comprometieron mucho más con su labor de investigación y
difusión.
La segunda etapa, que fue la realizada durante los años noventa del siglo XX,
corresponde esencialmente a las intervenciones arqueológicas del Estanque de
los Pescaditos y Paseo de San Francisco. Estos proyectos en un principio
respondieron a una necesidad social y política ampliamente explicada en el
tercer capítulo, pero cuya gestión corrió a cargo del Arquitecto Rafael Barquero
gracias a un interés casi personal. El diálogo y los acuerdos entre el Centro
142
INAH Puebla y el Gobierno del Estado permitieron la realización de un proyecto
sin precedentes en la ciudad de Puebla, ya que éste fue el primer proyecto
planteado desde un principio como un proyecto prehispánico, histórico e
industrial ante el Consejo de Arqueología. Definitivamente significó un cambio en
la actitud de los arqueólogos una vez que estuvieron obligados a proponer
soluciones constructivas conjuntamente con arquitectos que no compartían los
mismos objetivos o que no entendían el interés por la preservación del
patrimonio cultural. Los constantes choques y enfrentamientos forzaron a que el
proyecto arqueológico se convirtiera en un proyecto interdisciplinario, generando
así el consenso entre arquitectos, restauradores, arqueólogos, historiadores y
antropólogos. Lamentablemente el Gobierno del Estado sufrió presiones
sociales y políticas que obligaron a acelerar y concluir los trabajos de
restauración. A pesar de que el proyecto fue exitoso no se lograron cumplir
todos los objetivos de investigación. Una vez que los objetivos del Gobierno se
cumplieron y cambió la administración gubernamental, se abandonó el proyecto
dejando incompletas algunas unidades de excavación, no se concluyó el análisis
de materiales, se cerró el museo de sitio por falta de interés y sensibilidad y no
se dejó un programa de mantenimiento permanente. Finalmente, una de las
experiencias o enseñanzas más positivas que esta etapa heredó a los
arqueólogos fue el uso de diversos medios visuales para difundir la información
que se obtuvo a raíz de los trabajos arqueológicos, ya que a lo largo de este
proyecto se repartieron libros, panfletos, folletos y se transmitió a través de la
radio y la televisión, parte de los hallazgos y se mantenía a la población al tanto
de los trabajos efectuados en el área de San Francisco.
La tercera etapa la ubicamos después de 1999. Como ya es sabido el
movimiento sísmico registrado en el Estado de Puebla el 15 de junio de ese año,
afectó en su mayoría templos y monumentos históricos. El programa del Fondo
de Desastres Naturales (FONDEN) realizado por el Gobierno del Estado,
Gobierno Federal y Centro INAH-Puebla estuvo orientado exclusivamente a la
intervención arquitectónica de los inmuebles con el fin de devolver la estabilidad
estructural a los edificios. Debido a que la situación se realizó en un ambiente de
143
emergencia no se planearon, dentro del presupuesto del FONDEN, programas
orientados a la restauración de bienes muebles o la exploración arqueológica,
por lo tanto este tipo de intervenciones fueron hechos de manera esporádica. En
el caso de restauración de bienes muebles la Coordinación Nacional de
Restauración comisionó a la Restauradora Pilar Dorantes para supervisar todas
las obras del Estado. Sin embargo, para el caso de la Arqueología no existió un
programa definido y además todas las intervenciones fueron realizadas con
presupuesto interno del Centro INAH-Puebla. Esto hace concluir que los gastos
de traslado y material para la excavación fueron proporcionados de manera
parcial por las compañías ya que el presupuesto del INAH-Puebla era
insuficiente y además la exploración arqueológica no estaba contemplada para
esta situación emergente. Por otra parte, algunas compañías accedían a
proporcionar bolsas de plástico, etiquetas y cajas, pero esta actitud era
considerada sólo como una buena acción de las compañías constructoras ya
que los gastos realizados por la actividad de rescate arqueológico no eran
considerados dentro del presupuesto del FONDEN, paradójicamente las partidas
presupuestales por gastos de rescate eran rechazadas por el mismo Instituto por
injustificadas.
Esta situación resulta interesante ya que el mismo problema de paga de
rescates arqueológicos se presenta cada vez que se realizan intervenciones de
este tipo en zona de monumentos arqueológicos en propiedad privada, por
ejemplo, Cholula. Sin embargo en este caso de monumentos históricos la
protección legal e incluso la misma Ley Federal de Zonas y Monumentos no
considera como necesaria la intervención arqueológica del subsuelo de
monumentos históricos. Probablemente será necesario a futuro corregir y
enmendar algunos artículos de la Ley Federal y sobre todo tener mayor interés
en excavar monumentos históricos. Más allá de realizar críticas sin sentido, el
objetivo de estos comentarios es para mejorar los planes de contingencia, que
por causas de fenómenos naturales, el patrimonio cultural se ve afectado.
A pesar de que tanto ingenieros, arquitectos, estructuristas, calculistas, técnicos,
compañías constructoras, restauradores de bienes muebles y arqueólogos
144
participaron en la rehabilitación de los monumentos, la participación de estos
últimos fue tomada como INOPORTUNA, como los entes que a toda costa
quieren “parar la obra”. Esto no es culpa de los dirigentes del programa
FONDEN es decir INAH-Puebla y Gobierno del Estado, sino de la programación
y estructuración primera del programa. FONDEN desde sus inicios no fue
pensado como un programa emergente e interdisciplinario que proporcionara
partidas presupuestales para cada una de las necesidades de la restauración de
los bienes inmuebles. Considero que esta experiencia, más allá de ser
insatisfactoria puede tomarse como el ensayo de futuros planes de contingencia
con bases interdisciplinarias. En el ámbito de arqueología podemos decir que se
excavaron alrededor de diez templos de los cuales se recuperó información
valiosa sobre el periodo colonial y republicano de la ciudad de Puebla.
A raíz del sismo podemos decir que el Centro INAH-Puebla cuenta con la
colección de materiales arqueológicos más grande del periodo colonial y
republicano nunca antes excavada. A futuro sería interesante realizar
propuestas para programas de intervención conjunta que incluyan todas las
disciplinas para así realizar una restauración completa del inmueble, ya que
movimientos sísmicos o contingencias volcánicas son en la ciudad de Puebla,
elementos que hacen vulnerables a nuestro patrimonio histórico.
Para la cuarta etapa nos encontramos con lo que podría ser el estatus actual del
ejercicio de la Arqueología Histórica en Puebla. El ejemplo más representativo
fue el trabajo realizado en el Salvamento del Centro Comercial San Francisco.
La integración y preservación de vestigios arqueológicos e históricos en el área
de San Francisco fue una labor interdisciplinaria necesaria, ya que no sólo fue la
continuación de un plan maestro, sino que representó un reto por demostrar que
los espacios con valor histórico y arqueológico pueden ser renovados o
adecuados a las necesidades actuales sin que necesariamente signifique la
destrucción del patrimonio cultural.
La integración de los elementos culturales de la curtiduría La Piel del Tigre al
Centro Comercial representa un proyecto sin antecedentes en México. Por
145
principio, representa la conservación de los vestigios de una de las primeras
industrias en Puebla que empleaba tecnología de punta como el vapor. En
segundo lugar, rescata un legado de la historia nacional ya que la ciudad de
Puebla fue uno de los primeros centros industriales del país. En tercero,
contribuye a la salvaguarda y protección del patrimonio industrial que ha sido
delegado a segundo término, ya que se vincula con la memoria obrera y laboral.
En este sentido, la conservación del patrimonio industrial incluye dentro del
discurso histórico a las fracciones sociales generalmente ausentes por
considerarse populares.
La salvaguarda, la reintegración e información al público sobre estos vestigios es
de suma importancia, ya que no sólo contribuyen a la preservación de vestigios
históricos, sino que también son el medio para propiciar una historia equitativa
que sume y dé espacio a los diferentes grupos sociales como lo fue el gremio
obrero en la ciudad de Puebla durante finales del siglo XIX.
Por otra parte, el impacto que este proyecto será de gran importancia que
posiblemente tenga repercusiones internacionales, ya que fue una idea
sumamente novedosa y contrastante el preservar vestigios históricos dentro de
un espacio lleno de modernidad y con un uso tan particular como lo es un Centro
Comercial. Más allá de esto, el proyecto estableció nuevas relaciones
conceptuales. Por principio que la contemplación de la historia no se encuentra
necesariamente dentro de un Museo con un discurso seccionado, y segundo,
que la adecuación de los espacios arquitectónicos históricos es un reto teórico,
metodológico y técnico del cual el proyecto fue pionero. Finalmente, la
conservación de vestigios asociados a esta área es un legado que completa a la
memoria humana en general.
Pocos han sido los proyectos planteados como tal y aprobados por el Consejo
de Arqueología, la mayoría de los proyectos han sido fruto de rescates y obras
públicas, como lo fue el más reciente Rescate del Paseo Bravo en 2010
(Reynoso; 2011: comunicación personal). Hoy en día el reto de la Arqueología
Histórica en Puebla es superar esta situación de ser sólo Arqueología de
Rescate y apuntar hacia un nuevo desafío: la adecuación de espacios históricos
146
en una ciudad moderna. El problema de que en los últimos años sólo hayan
existido rescates arqueológicos es que no existe una ley que ampare todo el
trabajo de los arqueólogos, esto es, que la Ley Federal no dicta que un
propietario debe pagar por el salvamento, mucho menos por el análisis de
materiales y el informe final, es por esto que en muchas ocasiones el trabajo
queda incompleto y los materiales almacenados. Quizá la solución sería
proponer una “ley municipal” que obligara a los particulares y constructoras a
pagar por todo el trabajo hasta que éste esté concluido por completo.
Actualmente la Arqueología Histórica cuenta con varias ventajas: en primer lugar
la relativa facilidad con la que se puede trabajar con tecnología y laboratorios
especializados para realizar casi cualquier prueba física o química. En el caso
de la capital poblana, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ha
apoyado en varias ocasiones a los arqueólogos facilitándoles el acceso a sus
instalaciones y laboratorios. La Universidad Nacional Autónoma de México
recientemente colaboró con la Arqueóloga Citlalli Reynoso con la introducción de
un radar de penetración sobre los pisos de la “Casa de Cabecitas” en donde se
espera excavar a futuro. (Reynoso; comunicación personal: 2011).
Otra ventaja es la disponibilidad y acceso a la información. La producción
bibliográfica ha aumentado sin lugar a dudas en las últimas décadas. Podemos
encontrar textos que desarrollen desde formulaciones teóricas, aportes
metodológicos, artículos de difusión para el público especializado y general, así
como avances y resultados de las investigaciones realizadas hasta la fecha. La
cantidad de publicaciones aumenta cada día y no debe ser vista como un logro o
algo excepcional, sino como parte de la responsabilidad de un investigador que
no debe olvidarse jamás. El INAH busca investigar, proteger y difundir.
Otra ventaja es la organización de los archivos. En Puebla es muy sencillo
acceder a los archivos históricos de casi cualquier inmueble, estos archivos se
encuentran muy bien catalogados y clasificados para su fácil consulta.
Con base en estas experiencias, ventajas y limitaciones, esperamos que a futuro
la Arqueología Histórica crezca, madure y cuente con personal cada vez más
comprometido con su labor, dispuestos a abogar por la protección de los
147
inmuebles y sobre todo a prepararse y especializarse aún más en su profesión,
con la finalidad de que esta disciplina no sea más una “investigación histórica
que se complementa con la excavación”, sino por el contrario, que se entienda
que la Arqueología Histórica es una manera de interpretar la realidad colectiva
de varias etapas de la historia de un edificio, una localidad o una ciudad.
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160
ANEXO 1
161
PRIMERA SEGUNDA TERCERA CUARTA
ANÁLISIS DE
PROYECTO ETAPA. ETAPA. ETAPA. ETAPA. DIFUSIÓN*
MATERIALES
1980-1994 1994-1999 1999-2002 2002-2007
Sondeos de Robert y Florence Lister X P
Rescate del templo de San Javier X no
Excavaciones en El Hospitalito X P;C
Excavaciones en el Ex Convento de Santo Domingo y Mercado de la Victoria X X en proceso C
Proyecto de recuperación etnohistórica arqueológica de Puebla X no
Hospital de San Juan de Dios X X no
Proyecto Arqueológico, Arquitectónico e Histórico del “Estanque de los Pescaditos” X P;C
Salvamento Arqueológico del Paseo de San Francisco: Primera etapa X parcial P;C
Salvamento Arqueológico del Paseo de San Francisco: Segunda etapa X X parcial P;C
Atrio de San Juan de Dios X X C
Rescate en la Parroquia del Santo Ángel Custodio de Analco X no
Rescate en el Templo de la Compañía de Jesús X no
Rescate en el Templo de San Agustín X no
Rescate en el patio del ex hospital de San Roque X no
Rescate en el Templo de San José X C
Rescate arqueológico 10 Poniente no.508 X no
Excavaciones en la Plaza Mayor de Puebla X P
Excavación en la plazuela de Los Sapos X P
Excavaciones en la plazuela de Santo Domingo X X P
Excavaciones en la plazuela de San Luis X P
Centro Comercial Paseo de San Francisco X X P;C
Rescate tienda SEARS X no
* P= Publicación
C= Conferencia
ANEXO 2
Catálogo Nacional de
Monumentos Históricos
Inmuebles de la ciudad de
Puebla
162
DIRECCIÓN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS
CATÁLOGO NACIONAL DE MONUMENTOS HISTÓRICOS INMUEBLES DE LA CIUDAD DE PUEBLA
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 14 Ote s/n Capilla de San Cirineo Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Blvrd. 5 Mayo s/n Templo y Antiguo Convento de Sn Francisco Convento Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Blvrd. 5 Mayo s/n Convento de Sn Francisco/ Capilla tercera orden 3ra Orden Biblioteca
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Blvrd. 5 Mayo s/n Convento de Sn Francisco/ Capilla de la Macarena Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Blvrd. 5 Mayo s/n Convento de Sn Francisco / Centro Escolar Aparicio Convento Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Analco 8 Sur s/n Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Palafox y Mendoza 603 Templo de San Roque Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Blvrd. 5 Mayo s/n Capilla Ntra. Señora de los Dolores Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 6 Ote. s/n Monumento Hermanos Serdán Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Analco 3 Ote. s/n Puente de Ovando Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Analco 5 Ote. s/n Plazuela de Analco Plazuela Plazuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Analco 7 Ote no. 1202 Parroquia de Santo Angel custodio de Analco Casa cural Casa cural
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Analco 10 Sur no. 501 Parroquia de Santo Angel custodio de Analco Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de la Luz 14 Ote. no. 5 Jardín de niños Rosaura Zapata Casa Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de la Luz 2 Ote. no. 1403 Templo de Ntra. Señora de la Luz Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Acocota Priv. 20 Norte n. 802 Templo de Ntra. Señora de los Remedios Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Acocota 14 Ote s/n Puente de la Noche Buena Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 14 Norte n. 802 Templo Ecce Homo Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 14 Norte n. 1206 Portalillo el Alto Casa Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 12 Norte n.1406 Capilla de la Veronica Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 16 Ote. s/n Parroquia de la Santa Cruz/ Parroquia Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 16 ote. no. 1204 Parroquia de la Santa Cruz/ Templo Casa cural Casa cural
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 18 Ote. 1414 Casa Sin uso
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 12 Norte no. 1804 Capilla de Plateros Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 12 Norte s/n Fuente Fuente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 10 Norte n. 1802 Huerto Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 20 Norte n. 1802 Monumento a Esteban de Antuñano Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 16 Ote. no. 1204 Parroquia de la Sta. Cruz/ Templo Casa cural Casa cural
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Xonaca 22 Norte no. 2401 Parroquia de la Candelaria y Guadalupe Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio de Xonaca 18 Norte s/n Templo de la Vírgen de Fátima Capilla Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 16 Norte no. 1802 Capilla Valvanera Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 12 Norte no. 1203 Templ de Sn Juan Bautista del Río Templo Templo
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Priv. 12 Nte. No. 2202 Templo y casa de ejercicios del Calvario/ Capilla Capilla Casa
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 14 Nte. No. 2207 Templo y casa de ejercicios del Calvario/ Capilla Capilla Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Xanenetla 4 Nte. s/n Fuente Fuente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Xanenetla 4 Nte. s/n Templo de sta. Inés del Monte Ponciano Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Antonio 18 Ote. No. 210 Biblioteca Benito Juárez Casa Biblioteca
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Antonio 18 Ote. s/n Monumento a Francisco I. Madero Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 6 Nte. No. 603 Oficinas del IMSS Escuela Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Nte. No. 601 Templo de San Cristobal Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 6 Ote. No. 206 Casa de losHermanos Serdán Casa Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Ote. No. 408 Oficinas SSA Casa Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Sur s/n Templo y antiguo Colegio de la Compañis de Jesús Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 6 Ote no. 201 Ex Convento de Santa Clara Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 13 Ote no. 204 Ntra. Señora de la Soledad y Corazón Transververado Convento Sagrario
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Sur no. 702 Templo de San Juan de Letrán Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 7 Ote no. 206 Convento de San Jerónimo/ Convento de San Jerónimo Convento Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 7 Ote no. 204 Convento de San Jerónimo/ Templo de San Jerónimo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Nte no. 201 Templo y Hospital de San Pedro Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Nte no 801 Templo y Convento de Santa Teresa/ Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Antonio 2 Nte no. 1805 Templo San José/ Parroquia de San José Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Antonio 2 Nte no. 1803 Templo de San José/ Casa Cural Casa cural Casa cural
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Xanenetla 2 Nte s/n Arco de Loreto Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Sur no. 303 Catedral Basílica de Puebla/Casa del Arzobispado Casa cural Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Sur no. 305 Catedral Basílica de Puebla/Casa del Arzobispado Casa cural Casa
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Palafox y Mendoza s/n Plaza de Armas Zócalo Plaza de Armas Plaza principal
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 16 Septiembre s/n Iglesia Catedral Basílica de Puebla Catedral Catedral
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 16 Septiembre no. 505 Casa del Deán Casa Hab. Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 16 Septiembre no. 906 Templo convento de Capuchinas/Convento Santa Ana Convento Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 16 Septiembre no.904 Templo convento de Capuchinas/Templo Santa Ana Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen 16 Septiembre no. 1304 Capìlla de la Mansión Sacerdotal Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen 16 septiembre no. 1310 Casa Hab. Dormitorio
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen Priv. 16 Sept no. 1506 Casa Hab. Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen 16 Septiembre s/n Jardín del Carmen Jardín Plaza
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen 16 Septiembre no. 1704 Templo conventual Señora del Carmen Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo no. 407 Templo conventual San Miguel de los Angeles/Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo no. 407 Templo conventual San Miguel de los Angeles/Capilla Capilla Capilla
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo s/n Plaza de San Luis/ Plaza de San Luis Plaza Plaza
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo no. 1606 Templo Antiguo Hospital de San Juan de Dios/Hospital Hospital Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo no. 1602 Templo Antiguo Hospital de San Juan de Dios/Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 de Mayo no. 1607 Ex Convento de Santa Mónica/ Temlo y Convento Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Palafox y Mendoza 14 Palacio Municipal Palacio Munic. Palacio Munic.
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Palafox y Mendoza s/n Pasaje del Ayuntamiento Pasaje Pasaje
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 8 Ote no. 16 Templo y convento de Santa Teresa/ Convento Convento Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 18 Ote no. 1 Templo y Hospital de Sn Juan de Dios/Palacio Penal Juzgados Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Unidad Cívica 5 Mayo Czda de los Fuertes s/n Templo y Fuerte del Cerro de Loreto Fortaleza-Templo Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Unidad Cívica 5 Mayo Ejército de Ote. s/n Monumento a los tres Juanes Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Unidad Cívica 5 Mayo Ejército de Ote. s/n Templo y Fuerte del cerro de Guadalupe Fortaleza-Templo Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Reforma no. 136 Templo de la Santísima Trinidad Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Reforma no. 118 Edificio de la Loteria Nacional Casa Hab. Casa Hab.
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 18 Pte no. 103 Ex Convento de Sta Mónica/Museo de Arte Religioso Convento Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 7 Pte no. 909 Templo del Sagrado Corazón de Maria Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Priv. 9B Sur no.701 Colegio del Sagrado Corazón de Jesús Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Blvrd. 5 Mayo s/n Jardín de Antuñano y de Ignacio Zaragoza Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 3 Sur no. 904 Convento Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Antonio 24 Pte no. 110 Templo de San Antonio de Padua Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Pte no. 514 Escuela Primaria Melchor Ocampo Casa Hab. Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Pte no. 514 Templo y Hospital de Ntra. Sra de Belen/Museo Biblioteca Hospital Biblioteca
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 12 Pte no.509 Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 12 Pte no. 507 Escuela Mariano Matamoros Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 12 Pte no. 505 Escuela Enrique C. Rebsamen Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 12 Pte no. 503A Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Refugio 5 Nte no. 505 Parroquia de Nuestra Señora del Refugio Templo Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 3 Pte no. 725 Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Pte no. 709 Capilla de la Virgen de los Dolores Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 9 Norte no. 806 Capilla de San Ramón Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 11 Norte no. 1002 Templo del Señor de los trabajos Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Reforma no. 1108 Santuario de la Vírgen de Guadalupe Templo Santuario
Puebla Puebla de Zaragoza El Tamborcito 18 Pte no. 906 Templo y convento de Sn Pablo de los Frailes Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 9 Nte no. 1003 Templo del Sagrado Corazón de Jesús Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Pablo 9 Nte no. 1003 Capilla del inmaculado corazón de María Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sta Anita 11 Nte no. 2211 Santuario de la casa Santa de Ntra. Sra. De Loreto Templo Parroquia
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sta Anita 28 Pte no. 1115 Templo de Sta. Ana o del Señor de la Salud Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Miguel 17 Nte no. 808 Templo de San Miguel Arcángel Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 2 Pte no. 314 Templo Metodista/ Iglesia de México Emmanuel Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Reforma no. 730 Antiguo Colegio de San Ildefonso/Templo Sn Marcos Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Reforma nos. 724 y 730 Antiguo Colegio de San Ildefonso/Templo Sn Ildefonso Templo Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 11 Sur no. 110 Escuela Normal Superior del Estado de Puebla Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 Sur no. 305 Templo de Sn Agustín y Convento de la Encarnación Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 Sur no. 305 Templo de San Agustín Convento Sin uso
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Paseo Nicolás Bravo Jardín Plaza
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Monumento de El Gallito Reloj Reloj
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Monumento Gabino Barreda Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Monumento a Nicolás Bravo Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Monumento a la fundacion de Puebla Monumento Monumento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Kiosko Kiosko Kiosko
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Paseo Nicolás Bravo Serv. Sanitarios Serv. Sanitarios
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Paseo Nicolás Bravo Acuario Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico Paseo Bravo s/n Fuente de la China poblana Fuente Fuente
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 7 Pte no. 701 Templo de la limpa concepción de Ntra. Señora/ Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 9 Pte no. 303 Templo y convento de Sta. Inés del Monte Ponciano Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 3 Nte no. 1201 Ex Convento de Sta Rosa de Lima/ Templo Sta. Rosa Templo Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 Nte no. 1001 Templo y Convento de Ntra. Sra. De la Merced Convento Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Pte no. 516 Templo y Hospital de Ntra. Sra. De Belen/ Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 3 Nte no. 201 Templo de Sta Catalina de Sena o Sta Catarina Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza El Carmen 13 Pte no. 113 Templo de los Gozos de Ntra Sra. De la Virgen Maria Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Santiago 17 Pte no. 1309 Templo del Sto. Apóstol Santiago/ Escuela Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Santiago 9 Pte no. 1509 Casa Hab. Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Santiago 15 Sur no. 1704 Templo del Sto. Apóstol Santiago/ Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 15 Sur no. 308 S.S.A. Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 15 Sur no. 302 S.S.A. Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 8 Ote. No.7 Convento Comercios
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 9 Pte no. 108 Templo y convento de la limpia concepción de Ntra Sra. Convento Hotel
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 11 Pte no. 310 Templo y convento de Sta Inés del Monte Ponciano Convento Convento
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Xonaca 20 Ote s/n Casa Hab. Delimitacion
Puebla Puebla de Zaragoza El Conde Km 3.5 Puebla-Sta Ana Antiguo Rancho del Conde Capilla SCT
Puebla Puebla de Zaragoza J. Colombres Camino Antiguo a Xonaca Puente Joaquín Colombres Puente Puente
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla Puebla de Zaragoza J. Colombres Saul Colombres Puente Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Zaragoza Digonal 16 Septiembre Puente de Zaragoza Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Zaragoza La Libertad s/n Puente de Zaragoza Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Sta. Bárbara 2 Ote s/n Puente de Sta. Bárbara Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Templo de San Jerónimo Caleras Conjunto Conjunto
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Templo de San Jerónimo Caleras/Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Templo de San Jerónimo Caleras/Capilla del Sarado corazon Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Templo de San Jerónimo Caleras/ Templo Sacristía Sacristía
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Templo de San Jerónimo Caleras/Casa Cural Casa cural Casa cural
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Crescencio Rdz. s/n Oficinas Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Porfirio Díaz s/n Parque San Jerónimo Caleras Kiosko Kiosko
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Juan Lorenzo Ramoz Capilla de San Juan Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Sto. Domingo Santo Domingo s/n Capilla de Santo Domingo Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Puente Miguel Hidalgo Puente de San Jerónimo Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Niños Héroes n.1 Presidencia Municipal Ayuntamiento Ayuntamiento
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Hidalgo Norte Palacio Municipal Ayuntamiento Palacio Munic.
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Hidalgo Sur s/n Parroquia de San Felipe Hueyolipan Parroquia Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Hidalgo Sur s/n San Felipe Hueyolipan/ Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Hidalgo Sur s/n San Felipe Hueyolipan/Capillas Capilla Salón
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Hidalgo Sur s/n Sacristía Sacristía Sacristía
Puebla Puebla de Zaragoza San Felipe Cuauhtemoc Pte. Panteón San Felipe Hueyolipan/ Capilla Mayor Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza San Pablo Fco I. Madero s/n Parroquia de San Pablo/ Parroquia Parroquia Parroquia
Puebla Puebla de Zaragoza San Pablo Fco I. Madero s/n Parroquia de San Palo/ Templo de San Pablo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza San Pablo Fco I. Madero s/n Parroquia de San Pablo/ Sacristía Sacristía Sacristía
Puebla Puebla de Zaragoza Zaragoza 5 Mayo No. 16 Presidencia Municipal Presidencia Presidencia
Puebla Puebla de Zaragoza Sta. Bárbara 2 Ote s/n Capilla de Santa Bárbara Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza San Baltazar Miguel Hidalgo s/n Templo de San Baltazar / Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza San Baltazar Miguel Hidalgo s/n Templo de San Baltazar / Templo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza San Baltazar Miguel Hidalgo s/n Templo de San Baltazar/ Capilla Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza El Cristo Av. El Cristo Ex Hacienda El Cristo Casa Hab. Sin uso
Puebla Puebla de Zaragoza Amor 21 Nte no. 2 Templo de San Matías Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro 2 Sur s/n Templo y Convento Sn FranciscoTotimehuacan/Templo Templo Ruinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro 3 Sur s/n Templo y Convento Sn FranciscoTotimehuacan/Convento Convento Ruinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro 3 Pte. s/n Templo y Convento Sn Francisco Totimehuacan/ Templo Templo Templo
ESTADO MUNICIPIO COLONIA DIRECCIÓN NOMBRE DEL INMUEBLE USO ORIGINAL USO ACTUAL
Puebla Puebla de Zaragoza Sta. Catarina 6 pte s/n Capilla de Santa Catarina Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio San Miguel 9 Pte s/n Capilla de San Miguel Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza La Virgen Asunc. 6 Sur s/n Capilla de la Vírgen de la Asunción Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza La Virgen Asunc. 6 Sur s/n Capilla de Santa Clara Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza Sn Jose Atotonilco Sin nombre s/n Capilla de San José Atotonilco Capilla Capilla
Puebla Puebla de Zaragoza La Libertad 2 Ote no. 201 Templo de la coronación de la Vírgen de Guadalpe Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza La Libertad 2 Ote no. 201 Templo de la coronación de la Vírgen de Guadalpe Sacristía Sacristía
Puebla Puebla de Zaragoza Sta María 42 Pte no. 722 Templo de Nuestra Señora del Rayo Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Km1 Carretera Fed Puente de México Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto Av. 14 Ote s/n Puente de Noche Buena Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Prados Agua Azul Av. 11 Sur Panteón Municipal/ Panteón Fuente Fuente
Puebla Puebla de Zaragoza Prados Agua Azul Av. 11 Sur Panteón Municipal/ Panteón Fuente Fuente
Puebla Puebla de Zaragoza Mayorazgo Diagonal 15 Sur s/n Acueducto San José Mayorazgo Acueducto Sin uso
Puebla Puebla de Zaragoza Sn. Jerónimo Niños Héroes n.2 Escuela Leona Vicario Escuela Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Las Ánimas Camino Real a Cholula Puente Las Ánimas Puente Puente
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio del Alto 22 Ote n. 1602 Templo Escuela
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 8 Pte no. 710 Templo Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Sebastian15 Sur no. 303 Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 3 Sur no. 902 La Santa Veracruz y de San Felipe de Neri Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 5 Mayo no. 409A Centro Comercial La Victoria Comercios Comercios
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 4 Ote n. 11 Casa Hab. Oficinas
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio Sn Sebastian17 Sur no. 307 Templo de San Sebastián Mártir Templo Templo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 6 Nte no 1002 Casa Hab. Casa Hab.
Puebla Puebla de Zaragoza Barrio San Miguel 11 Nte no. 1401 Museo Nacional de Ferrocarriles Estación Ferrocarril Museo
Puebla Puebla de Zaragoza Centro Histórico 8 Pte no. 906 Museo Nacional de Ferrocarriles Estación Ferrocarril Oficinas