¿He sabido vivir este difícil año en la esperanza?
¿He logrado mantener mi confianza en las promesas de Dios? ¿Estoy preparando activamente el camino para que el Señor venga a mi corazón? ¿Creo en la Navidad no sólo como un acontecimiento pasado sino como la Venida del Señor en el “hoy” de mi vida y la vida del mundo?