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ISSN: 1134-7937
Marta Parra Delgado, José Miguel Latorre Postigo y Juan Montañés Rodríguez
nes, lo que supone una relación mu- tes y profesionales en cuanto a su trata-
jer/varón de 21:1. miento, estableciéndose como un problema
A pesar de que el nexo entre los aspec- de salud pública de primer orden (Rivera et
tos psicopatológicos y la etiología y curso al., 2006) que afecta a la esfera biopsicoso-
de la fibromialgia no se ha identificado con cial de la persona causando, en la mayoría
suficiente claridad, sí que se acepta que el de los casos, un fuerte impacto vital, fami-
dolor crónico tiene un efecto negativo so- liar y laboral (Bernard, Prince, & Edsall,
bre el humor (Casanueva, 2007) y que las 2000; Neumann & Buskila, 1997; Reisine,
personas que presentan niveles más altos Fifield, Walsh, & Feinn, 2003; Söderberg,
de ansiedad y otras emociones negativas Lundman, & Norberg, 1999), con un alto
suelen presentar, a su vez, una mayor pro- índice de frecuentación y elevado consumo
babilidad de sufrir trastornos físicos cróni- de recursos sanitarios y sociales (Sicras-
cos (Cano-Vindel, 2011). Se estima espe- Mainar, Blanca-Tamayo, Navarro-Artieda,
cialmente relevante abordar el tratamiento & Rejas-Gutiérrez, 2009; Tornero, Pique-
de la fibromialgia tanto desde la disfunción ras, Carballo, & Vidal, 2002; Wolfe et al.,
física como emocional (Thieme, Turk, & 1997).
Flor, 2004). En esta línea, es importante contar con
En este sentido, los datos sobre comor- aproximaciones clínicas que proporcionen
bilidad de ansiedad y depresión en pacien- al paciente estrategias y habilidades prácti-
tes con fibromialgia muestran que el 32.3% cas para aceptar el dolor crónico y los sín-
presenta un desorden por ansiedad y el tomas que lo acompañan, en vez de tratar
34.8% un trastorno del estado de ánimo. de eliminarlo o controlarlo. Estas interven-
Estos datos indican una prevalencia de es- ciones, basadas en la aceptación, son las
tos desórdenes tres veces mayor que en la llamadas terapias de tercera generación
población general (Thieme, Turk, & Flor, (Hayes, 2004), en las que se comienza a
2004). Además, se encuentra una alta co- dar un mayor énfasis a estar en contacto
rrelación entre fibromialgia y los trastornos con el momento presente y a la aceptación
de ansiedad y depresión, pero no con otras de las experiencias internas aversivas por
patologías psiquiátricas. El grado de depre- parte del individuo. Se incorpora, por tanto,
sión/ansiedad se relaciona con mayor res- al modelo de “cambio” de conducta y/o
puesta al estrés, datos de severidad de la pensamiento, el de “aceptación” de aquello
enfermedad y mayor consumo de recursos que no se puede cambiar en la vida de una
económicos (Aparicio, Ramos-Cejudo, persona (Lavilla, Molina, & López, 2008).
Salguero, & Sanz-Blasco, 2011). Entre las intervenciones de tercera genera-
Debido a las características del síndro- ción encontramos el Programa de Reduc-
me de fibromialgia, el tratamiento aconse- ción de Estrés basado en la Atención Plena
jado es multimodal, consistente en ejercicio (REBAP) (Mindfulness-Based Stress Re-
físico suave junto con terapia cognitiva duction, Kabat-Zinn, 1982) y la Terapia
conductual y educación al paciente, resul- Cognitiva basada en la Conciencia Plena
tando efectivo en la disminución del dolor (TCBCP) (Mindfulness-Based Cognitive
y el impacto de la fibromialgia, así como Therapy; Segal, Williams & Teasdale,
en el aumento de la autoeficacia y el fun- 2002). Actualmente, diferentes estudios
cionamiento físico (Burckhardt, 2006). demuestran que la práctica de mindfulness
puede tener efectos beneficiosos sobre la
Aunque existen intervenciones eficaces
ansiedad (Chiesa, & Serretti, 2009; Cohen-
para el manejo de la fibromialgia, prevale-
Katz, Wiley, Capuano, Baker, & Shapiro,
ce una gran insatisfacción entre los pacien-
2004; Irving, Dobkin & Park, 2009; Ra-
Terapia Cognitiva basada en Mindfulness y reducción de ansiedad en Fibromialgia 143
mos, Hernández, & Blanca, 2009), el cre- y mental; f) Clarificación de valores, diri-
cimiento y autorrealización personal (Fran- giendo la conducta, conscientemente y
co, de la Fuente, & Salvador, 2011) y sobre momento a momento, hacia ellos; g) Rela-
el bienestar físico y emocional de pacientes jación, en cuanto que la práctica de la me-
con fibromialgia (Bohlmeijer, Prenger, ditación, a largo plazo, puede implicar un
Taal, & Cuijpers, 2010; Grossman, Tie- estado de mayor serenidad y h) Autocom-
fenrhaler-Gilmer, Raysz, & Kesper, 2007; pasión, en el sentido de darse a uno mismo
Lush, Salmon, Floyd, Studts, & Weissbe- el cuidado, consuelo y serenidad que de
cker, 2009). Si bien es necesario evaluar, forma natural se le hace llegar a quienes se
con rigor metodológico y validez ecológi- les quiere cuando están sufriendo (Simón,
ca, qué factores de intervención subyacen a 2011).
dicha eficacia (Schmidt et al., 2011). La TCBCP es una intervención psicoso-
Mindfulness es una técnica aliada de las cial grupal desarrollada con el objetivo
terapias de tercera generación que permite principal de prevenir la recurrencia y recaí-
tomar conciencia de la experiencia presente da en aquellas personas que son vulnera-
con aceptación (Germer, 2005) y prestar bles a padecer episodios depresivos. Inte-
atención de un modo particular, a propósi- gra técnicas de reestructuración cognitiva
to, en el momento presente, sin enjuiciarlo (Beck, Rush, Shaw, & Emery, 1979/1983;
(Kabat-Zinn, 1990/2004). Ellis, 1962/1980) con ejercicios de medita-
Los mecanismos psicoterapéuticos más ción de atención plena (mindfulness) esta-
importantes de mindfulness son (Delgado, blecidos en el programa REBAP destinado
2009; Pérez & Botella, 2006): a) Exposi- a personas con dolor crónico y/o expuestas
ción o contemplación con aceptación y sin a condiciones relacionadas con el estrés
enjuiciar los pensamientos, sentimientos, con el objetivo de mejorar su salud y bie-
emociones y sensaciones corporales que nestar.
experimenta el individuo facilitándole una Se considera que la TCBCP, puede ser
experiencia menos amenazadora; b) Cam- adecuada en el tratamiento de la ansiedad
bios cognitivos en los patrones de pensa- de las personas con fibromialgia, ya que in-
miento y en las actitudes sobre los mismos, tegra técnicas de intervención que resultan
de manera que la persona llega a compren- eficaces en el tratamiento de los síntomas
der que los pensamientos son solo pensa- de la fibromialgia, como las utilizadas en la
mientos, eventos mentales y no un reflejo terapia cognitivo conductual, que se ha es-
de la realidad; c) Auto-regulación sobre di- tablecido como tratamiento psicoterapeúti-
ferentes respuestas de afrontamiento que co aconsejado (Glombiewski et al., 2010),
faciliten el autocuidado cuando la persona y en el programa REBAP, que ha obtenido
es consciente de los pensamientos, emo- resultados muy prometedores en la mejora
ciones, dolor corporal o de las respuestas en los síntomas de ansiedad y depresión,
de estrés que está experimentando; d) percepción de calidad de vida, funciona-
Aceptación de los contenidos psicológicos miento físico y/o disminución de la inten-
y/o fenómenos corporales, como el dolor, sidad del dolor, entre otros, en pacientes
anteriormente evitados. La aceptación se con fibromialgia (Franco, Mañas, & Justo,
acompaña del reconocimiento de transito- 2010; Lush, Salmon, Floyd, Studts, &
riedad de las sensaciones y los eventos Weissbecker, 2009; Merkes, 2010; Quinta-
mentales, lo que permite al sujeto compro- na & Rincón, 2011; Rosenzweig et al.,
meterse con el posible cambio en la direc- 2010; Sephton et al., 2007; Weissbecker et
ción valiosa; e) Integración de aspectos di- al., 2002).
sociados del self de la experiencia corporal
144 Marta Parra Delgado, José Miguel Latorre Postigo y Juan Montañés Rodríguez
pacientes con dolor crónico propuesto por dez en diversos contextos (Seisdedos,
Miró (2003). 1999).
Se administraron los módulos de la Mi- Procedimiento
ni International Neuropsychiatric Interview Se llevó a cabo un diseño experimental
(MINI; Sheehan et al., 1997) (Versión en de grupos aleatorios con tres medidas repe-
español 5.0.0 adaptada por Ferrando, Bo- tidas (pretest, postest y seguimiento a los
bes, Gibert & Lecrubier, 1997), que permi- tres meses).
tieron diagnosticar las categorías clínicas El grupo experimental realizó la
decisivas para la exclusión de los aspiran- TCBCP que se compone de 8 sesiones al-
tes a participar en la investigación, así co- tamente estructuradas. Cada sesión semanal
mo los que permiten describir clínicamente tiene una duración aproximada de 2 hrs 30
la muestra en aquellos trastornos psicopato- min. Según Segal, Williams y Teasdale
lógicos que mayor prevalencia tienen en la (2002) se entiende que los participantes
población con fibromialgia. Los módulos han llevado a cabo el tratamiento si asisten,
utilizados han sido: A. Episodio depresivo al menos, a 4 de las 8 sesiones propuestas.
mayor, B. Episodio depresivo mayor reci- Siguiendo este criterio, el 88.23% de las
divante, C. Riesgo de suicidio, E. Trastorno personas del grupo experimental han parti-
de angustia, F. Agorafobia, J. Abuso y de- cipado en la terapia, siendo el 41.1% de
pendencia de Alcohol, K. Trastornos aso- ellas las que han asistido a 6 o más sesio-
ciados al uso de sustancias psicoactivas no nes. Tanto el grupo experimental como el
alcohólicas. La MINI es una entrevista grupo control siguieron con su tratamiento
diagnóstica estructurada de duración breve farmacológico habitual y continuaron nor-
(alrededor de 15 minutos) que explora los malmente con sus sesiones de rehabilita-
principales trastornos psiquiátricos del Eje ción, asistencia a reuniones y clases pro-
I, según la clasificación del DSM-IV puestas por la Asociación de Fibromialgia
(APA, 1994) y la CIE-10 (Clasificación In- de Almansa. Las sesiones fueron guiadas
ternacional de Enfermedades, 1992). Los por una psicoterapeuta con formación prác-
resultados sobre validez y fiabilidad, com- tica y teórica en la TCBCP. Las sesiones
parando la MINI con el Structured Clinical son eminentemente prácticas, realizando
Interview for DSM-III-R Patients (SCID-P; diferentes ejercicios de meditación en cada
Spitzer, Williams, Gibbon, & First, 1990), una de ellas. A continuación se presenta
demuestran que la MINI tiene una validez una breve descripción de las mismas (para
y fiabilidad bastante alta y que, además, mayor detalle consultar Parra-Delgado,
puede ser administrada en un período de 2011):
tiempo mucho más breve que el SCID-P
Primera sesión. Se proporciona al parti-
(Sheehan et al., 1997).
cipante un primer contacto experiencial de
La variable ansiedad se midió a través mindfulness a través de dos meditaciones
del State-Trait Anxiety Inventory (STAI; que permiten transmitir qué es mindfulness
Spielberger, Gorsuch, & Lushene, 1970) y qué actitudes le acompañan. Esto toma
(Validación española por Seisdedos, 1999). mayor significado cuando se facilita que la
Este cuestionario comprende dos escalas persona reflexione sobre los pensamientos
que miden, por separado, ansiedad estado y y conductas automáticas, relacionadas so-
rasgo, cada una con 20 ítems. La consisten- bre todo con el dolor, que surgen a lo largo
cia interna de esta escala es bastante buena del día.
entre (.90 y .93 en la ansiedad estado, y .84
Segunda sesión. Se trabajan las dificul-
y .87 en ansiedad rasgo), así como la vali-
tades físicas y psicológicas que han surgido
Terapia Cognitiva basada en Mindfulness y reducción de ansiedad en Fibromialgia 147
Grupo Grupo
Test de
Variables Experimental Control p
Diferencias
(n=15) (n=17)
Edad, M (SD) 53.13 (10.50) 51.53 (11.30) t = -.41 .68
Sexo
Mujeres 100% (15) 94.1% (16) χ2a = .91 1.0
Hombres 0% (0) 5.9% (1)
Nivel de estudios
Sin estudios 33.3% (5) 23.5% (4) FLevene = .10 .75
Primaria con/sin Graduado
60% (9) 58.8% (10)
Escolar
Secundaria/Universitarios 6.6% (1) 17.6% (3)
Situación Laboral
En Activo 0% (0) 35.3% (6) FLevene = 2.57 .11
Sus Labores 73.3% (11) 47.1% (8)
Baja/incapacidad 26.6% (4) 17.6% (3)
Años de inicio del síndrome t = .14
21.7 (16.64) 22.5 (13.84) .88
M (SD)
Factores de empeoramiento
de los síntomas
Físicos 6.6% (1) 11.8% (2) χ2a = 1.90 .38
Emocionales 40% (6) 58.8% (10)
Ambos 53.3% (8) 29.4% (5)
Consumo de Fármacos
Ninguno 20% (3) 23.5% (4) χ2a = .49 .92
Antidepresivos 33.3% (5) 41.2% (7)
Ansiolíticos 20% (3) 17.6% (3)
Ambos 26.6% (4) 17.6% (3)
Expectativas de Resultados
Pocas 13.3% (2) 35.3% (6) U = 99.5 .16
Buenas 86.6% (13) 64.7% (11)
Nota: χ2a = χ2corregido con el estadístico exacto de Fisher
Tabla 2. Medias, desviaciones estándar y análisis de varianza de una vía para los efectos de
la TCBCP en la variable ansiedad-estado
Grupo
Grupo Control
Experimental ANOVA
(n=17)
(n=15)
Variable/Momento M DE M DE F(1, 30) p
ANSIEDAD ESTADO
Pretest 27.33 8.54 29.71 8.43 .62 .43
Postest 22.80 8.45 31.94 9.44 8.23 .007
Seguimiento 27.20 7.50 33.12 9.54 3.73 .06
40 Pretest
38 Postest
36 3 meses
34
Puntuación Media de Ansiedad
32
30
28
26
24
22
20
18
16
14
12
10
Experimental Control
Grupo
Figura 2. Puntuaciones medias de ansiedad estado en el STAI del grupo experimental y con-
trol en el pretest, postest y seguimiento a los 3 meses.
150 Marta Parra Delgado, José Miguel Latorre Postigo y Juan Montañés Rodríguez
Tabla 3. ANOVA de medidas repetidas 3x2 para los efectos sobre la variable ansiedad esta-
do.
Fuente gl SS MS F ŋ2
Grupo 1 808.56 808.56 5.26* .94
Tiempo (intragrupo) 2 113.70 56.85 1.52 .048
Tiempo X Grupo 2 182.707 91.35 2.45 .076
Error (tiempo) 60 2231.71 37.19
Total 30 4609.42 153.64
* p< .05.
Una posible justificación para explicar tigación tenían unas elevadas expectativas
que los cambios en los niveles de ansiedad de resultado antes de comenzar el estudio
no se mantienen en el seguimiento podría y, aunque no existían diferencias significa-
ser que los participantes disminuyeran la tivas intergrupo, consideramos interesante
práctica de mindfulness durante esos tres observar la evolución de este dato junto a
meses. Una de las limitaciones de nuestro otras variables motivacionales en posterio-
trabajo es precisamente no llevar a cabo en res intervenciones.
el seguimiento, al menos, una sesión de re- En general, observamos que la TCBCP
cuerdo. Por otra parte, hubiese sido intere- resulta eficaz en la disminución de los sín-
sante tener datos sobre la práctica diaria de tomas de ansiedad de las personas con fi-
las diferentes habilidades de mindfulness en bromialgia, sobre todo a corto plazo. En fu-
esta fase. Así mismo, en próximos estudios turas investigaciones, dado que la TCBCP
consideramos imprescindible realizar un se basa en el programa REBAP y en la Te-
seguimiento más continuado de los sínto- rapia Cognitiva, intentaremos tratar de di-
mas de ansiedad, quizás a través de las lucidar qué programas terapéuticos resultan
nuevas tecnologías, para estudiar su rela- más eficaces. Pensamos que es importante
ción con la práctica de mindfulness. De esta profundizar en cuáles son los factores de
forma, hubiésemos podido explicar mejor intervención y los mecanismos psicotera-
el aumento de ansiedad producido en el se- péuticos que realmente hacen que la prácti-
guimiento. Consideramos igualmente ca de mindfulness resulte eficaz a corto,
deseable tener medidas de los cambios en medio y largo plazo en personas que pade-
la variable mindfulness. Esta medida no se cen algún tipo de sufrimiento.
realizó ya que, en el momento del estudio, Por último, señalar que esta interven-
no se hallaron cuestionarios validados al ción grupal puede resultar conveniente en
castellano. Actualmente sí se cuenta con la reducción del tiempo de espera para re-
estos recursos gracias a los trabajos de Ce- cibir tratamiento psicoterapéutico y en la
bolla et al. (en prensa) y Soler et al. (en disminución de los costes socio-sanitarios.
prensa).
En el trabajo experimental de Schmidt
et al. (2011) no se encuentran diferencias Artículo recibido: 17-02-2012
significativas entre los grupos en la eficacia aceptado: 02-08-2012
del programa REBAP en una serie de va-
riables, entre las que se incluye la ansiedad.
Si bien aparecen diferencias motivaciona-
les en el grupo tratado con el programa
REBAP. En este sentido, tenemos que se-
ñalar que los participantes de nuestra inves-
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