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Indicadores Económicos
Es un indicador económico que refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios
finales producidos por un país o región en un determinado periodo de tiempo, se utiliza
para medir la riqueza que genera un país.
Mide cuál fue la producción en bienes y servicios que se hizo en un periodo de tiempo
específico, generalmente en un trimestre o en un año, en las fronteras de un país.
CHINA EL PAÍS CON EL PIB MÁS ALTO
La variación interanual del PIB ha sido del 3,2%, 100 décimas mayor que la del primer
trimestre de 2020, que fue del -6,8%.
La variación interanual del PIB ha sido del 12,2%, 117 décimas mayor que la del primer
trimestre de 2021, que fue del 0,5%.
La cifra del PIB en el primer trimestre de 2021 fue de 4.573.005 millones de euros, con lo
que Estados Unidos se situaba como la primera economía del mundo en cuanto a PIB se
refiere, en el ranking de PIB trimestral de los 51 países que publicamos.
Estados Unidos tiene un PIB Per cápita trimestral de 13.923€ euros, -904 euros menor que
en el mismo trimestre del año anterior, cuando fue de 14.827 euros.
Si ordenamos los países que publicamos en función de su PIB percápita trimestral, Estados
Unidos se encuentra en muy buen lugar en cuanto al nivel de vida de sus habitantes, ya que
ocupa el puesto número 6 de la tabla de 51 países de los que publicamos este dato.
En esta página puedes ver la evolución del PIB en Estados Unidos. Puedes ver el listado
completo de los países de los que publicamos el PIB clicando en PIB y ver toda la
información económica de Estados Unidos en Economía de Estados Unidos.
INFLACIÓN
➢ ¿Cómo se mide?
➢ País con mayor inflación
➢ País con menor inflación
¿CÓMO SE MIDE LA INFLACIÓN EN COLOMBIA?
Al igual que en 2018, 2017, 2016, 2014 y 2013 se quedó con el dudoso galardón de ser el
campeón del mundo en subida de precios. En 2015 había sido superado apenas por Sudán
del Sur que ahora fue cuarto.
La hiperinflación venezolana de 9.585,5% es la informada por el Banco Central de
Venezuela para el año 2019
PAÍSES CON LA MENOR INFLACIÓN
La baja inflación de los países demuestra que el consumo de los hogares y las inversiones de
las empresas se debilitan, es decir que los bajos niveles de inflación de estos países
muestran que la demanda sigue siendo débil.
Cuando hablamos de la inflación en los Estados Unidos, nos referimos a menudo al índice
de precios al consumo, abreviado como IPC. El IPC estadounidense muestra la evolución de
los precios de una serie definida de productos y servicios que adquieren los hogares en los
Estados Unidos para su consumo. Para determinar la inflación, se analiza cuánto ha
aumentado porcentualmente el IPC en un período determinado con respecto al IPC en un
período anterior. En caso de caída de los precios, se habla de deflación (inflación negativa).
Hoy, con la moneda estadounidense en máximos históricos, hay pocos que se atreven a
decir para dónde va su cotización en Colombia. Pero al revisar lo ocurrido en esta década,
pocos le atinaron a la ‘futurología’ cambiaria, pues siempre se habló de que la mejor tasa de
cambio estaba por debajo de $2.000 en los primeros años de la década, luego que sobre
$2.900 y $3.000, y hoy se habla de que hay que sacarle provecho a los $3.200 y $3.400.
La volatilidad de la moneda de Estados Unidos puso a hacer cuentas a todos, y basta ver la
diferencia entre su precio de inicio de año, $2.044,23, hasta el valor máximo histórico
alcanzado el 30 de noviembre de 2019: $3.522, causado porque el mercado salía de activos
emergentes y se refugiaba en la divisa. En total, la diferencia se resume en más de $1.478 y
una devaluación superior a 70%. Sin embargo, ese monto aumenta si se compara el valor
mínimo de la década, que se dio el 15 de julio de 2011, ($1.748,41), y la TRM más alta jamás
registrada, pues la diferencia aumenta a $1.774, es decir, una caída superior a 95,5%.
Los efectos de la peor crisis de la historia se viven hasta hoy. Su estallido se dio el 15 de
septiembre del 2008, cuando el banco de inversión Lehman Brothers se declaró en
bancarrota. A partir de ese momento, Estados Unidos colapsó y luego le siguió el resto de
economías desarrolladas.
Todo comenzó en el 2002. El entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, dijo que parte
de cumplir el sueño americano era tener una casa propia. Así, pidió ayuda al sector privado,
con miras a que el mercado de capitales facilite el financiamiento hipotecario a personas de
ingresos más bajos.
En este contexto la herida causada por el atentado terrorista contra las torres gemelas aún
estaba fresca, y la economía aún sentía el impacto de la crisis dotcom del 2000, que hizo
colapsar a empresas de internet.
Tras el anuncio de Bush, la Reserva Federal presidida por Alan Greenspan redujo
rápidamente las tasas de interés: de 6% a solo 1% en unos cuantos meses.
El dinero estaba tan barato que los 8,000 bancos y agentes hipotecarios iniciaron una
agresiva expansión del crédito hipotecario.
La facilidad para obtener un crédito hipotecario tuvo dos efectos. El primero fue que las
familias se dedicaron a especular ampliamente con los precios de los inmuebles, y sobre
todo con los costos de las hipotecas. La especulación llevó al desarrollo de una burbuja
inmobiliaria, que infló considerablemente los precios.
Esto también tuvo un efecto posterior. El valor de las viviendas era el respaldo de las
hipotecas, incluyendo las subprime. Conforme aumentaban los precios, aumentaba el
número de hipotecas.
Estos nuevos activos (que en realidad eran tóxicos) se transaban libremente y sin ningún
tipo de regulación.
Fue así que los bancos de inversión empezaron a repartir sus paquetes de activos cuyo
contenido no conocía nadie por todo el mundo.
La burbuja hipotecaria estalló y, con ella, los precios de los activos se desplomaron. Al ver
esto, las familias que estaban endeudadas optaron por devolver la casa al banco, pues les
era mucho más barato hacer eso que seguir pagando un préstamo de US $300,000, por una
casa que ahora valía US $50,000.
Cuando una deuda no es pagada se conoce como default. Las familias incurrieron en
default y ocasionaron grandes pérdidas a los bancos. A su vez, esta situación generó
naturalmente un colapso en los portafolios de los bancos de inversión a nivel mundial,
debido a que estaban plagados de las hipotecas tóxicas subprime.
A raíz de todo este proceso, el lunes 15 de septiembre del 2008 fue que Lehman Brothers se
declaró en quiebra, fuertemente golpeado por las pérdidas de los activos tóxicos. El pánico
fue generado por el colapso de una entidad considerada demasiado grande para caer.
A partir de ahí, es historia conocida en el mundo y los efectos de ello aún se perciben en
los países avanzados, especialmente en Europa y Japón.
RIESGO PAÍS
La prima de riesgo, riesgo país o riesgo soberano se define como el sobreprecio que paga un
país para financiarse en los mercados, en comparación con otro país.
Otra forma de medir el riesgo país es mediante el spread de los credit default swap (CDS),
que son contratos de seguros en los que se aseguran ciertos instrumentos financieros en
caso de impago por parte del emisor. Como se trata de un contrato cuyo fin es cubrir el
riesgo de crédito, cuando la entidad de referencia es un país, la cuantía de la prima de los
CDS proporciona información sobre la calidad crediticia de dicho país, es decir mide el
riesgo-país. Un incremento del spread indica aumento del riesgo; un descenso indica
disminución del riesgo.
EMBI
Este diferencial (también denominado spread o swap) se expresa en puntos básicos (pb).
Una medida de 100 pb significa que el gobierno en cuestión estaría pagando un punto
porcentual (1%) por encima del rendimiento de los bonos libres de riesgo, los Treasury
Bills. Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto, por lo tanto el spread de estos
bonos respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos es mayor. Esto implica que el
mayor rendimiento que tiene un bono riesgoso es la compensación por existir una
probabilidad de incumplimiento.