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Afrontamos la perdida, unidos como familia

Por Ysabel Miranda Romero

Fue un 05 de marzo del 2020 “según anuncio el


MINSA” cuando se confirmó el primer caso
importado por COVID-19, en una persona con
historial de viajes al extranjero. Muchas familias
quedaron enlutadas debido a esta enfermedad, es
así cuando me nace una pregunta, ¿Puede la
pérdida de algún o algunos miembros de la familia
impactar en el desarrollo de los miembros de esta?

Tenemos como definición de la familia al grupo de personas que tienen lazos


de parentesco sanguíneo o de afinidad conformadas por el padre, la madre y
los hijos, esta sería una familia nuclear pero en esta pueden incluirse también a
los abuelos, tíos, primos y otros miembros, convirtiéndose así en una familia
extensa.

Desde niña crecí con mis padres y hermanos contado con la visita de mis tíos,
primos, abuelos, así como amistades muy cercanas con las que llegué a
convivir. si bien es cierto jugaron un papel importante en mi vida desde la
perspectiva de tomar como ejemplo a estos sujetos. Hubo alguna vez que uno
de mis primos vino a vivir por un periodo de cinco años a mi casa por motivo
estudiantiles fue como un hermano para mí, termino su carrera y como muchos
jóvenes tomo su propio rumbo y se fue a vivir su vida, lo extrañamos mucho
pero continuamos a lo nuestro, siempre guiada de la mano de mis padres. En
el año 1998 mi padre enfermó, sufrió un cáncer que termino por llevárselo al
santo descanso, yo con 15 años quede devastad Mi padre era el soporte
económico mientras que mi madre tenía trabajos esporádicos, así que en mi
familia hubo que reducir gastos y buscar la forma de aportar económicamente
a la casa y los servicios de esta, en aquel entonces a mi madre le
diagnosticaron diabetes tipo II y supongo que debido a la pérdida del
compañero de vida de ella dirigió su dolor hacia nosotros, esto y la inestabilidad
económica en mi casa determinaron mi salida apenas cumpliera yo los 18
años.

Quien diría que pasado 21 años esta historia se repetiría, esta vez tomando
como protagonista a mi familia y a muchas más en el mundo, la COVID -19
constituyo una de la mayores crisis económicas y sanitarias que el Perú ha
enfrentado y nos ha mostrado los verdaderos niveles de pobreza y desigualdad
que se vive en nuestro país. Al igual que mi madre me toco enfrentar de cara
el hecho de perder a mi compañero de vida casi en las misma situación, puesto
que mi esposo era el soporte económico en nuestra familia, yo con trabajos
esporádicos me debía su acompañamiento por preservar la unión familiar que
por el trabajo de mi esposo nos conllevaba a casi tener una vida de gitanos
como alegremente le decíamos nosotros, pero a la misma vez contentos de
estar unidos y tener la satisfacción de criar a nuestros hijos unidos en armonía
y amor. Creo que llegue a comprender a mi madre y por todo lo que ella había
pasado pero partió de mi no repetir la historia y sé que la pérdida del padre de
mis hijos ha impactado en ellos. Es un hecho que estas perdidas si repercuten
en el desarrollo de los miembros de la familia, muchas nos tenemos que
acomodar al reto de continuar de darles educación y amor a nuestros hijos y
aun con la pena encima de haber quedado rotos, porque es así como describo
el sentir de perder a un compañero de vida, es una obligación seguir adelante.

Es una realidad que son diferentes las circunstancias para cada familia, es
cierto que no están preparadas para tal impacto y se deben de adecuar al
nuevo reto, muchos perdieron hijos, hermanos, padres, amigos, es una realidad
que tarde o temprano todos nos vamos al encuentro con los seres que alguna
vez hemos amado y que de alguna forma fueron parte de nuestra familia, creo
que nadie esta preparado para una fractura en la familia de la forma que fuera.

De los miembros que quedamos depende la construcción del desarrollo de los


más pequeños que tenemos a cargo, es innegable que ellos son los mas
necesitados en amor y cuidados, y sí, nos ha afectado en el desarrollo familiar
el hecho de perder a nuestro líder de familia, ahora quede yo como líder de
familia y sigo teniendo a mi familia unida y con mucho esfuerzo hemos logrado
llevarlo de la forma mas positiva que se pueda, afrontando nuevos retos y
poniendo ante nosotros nuevas metas que nos impulsan a ser mejor como
personas, depende de cada familia afrontar los nuevos caminos que nos tiene
la vida.

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