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ASIGNATURA: ETICA
La relación con mis padres es muy mala. A mi mamá casi no le hablo ya que ella me hace la vida
imposible y con mi papá, algunas veces; aunque me da mucha rabia que se deje mandar de mi
mamá.
Tratándose de mi mamá, todo es un problema. Ella rechaza todo lo que yo hago, yo para ella soy
la peor que le he podido suceder, hasta me dice que no me quiere. Lo que pasa con mi papá es
que él ni si quiera tiene voz y voto en mi casa. Bueno yo no resuelvo nada, ojalá pudiera hacerlo,
lo que yo hago es que dejo de hablarles y no les paro bola a las cosas que me dicen. Mi hermana
mayor dice que es muy parecida a mí, mona, alta, pero ella es muy creída y odiosa conmigo, yo
casi no la quiero.
Y las niñas mellizas son morenitas, flacas y yo la voy bien con ellas; aunque hay una que a veces
le cuenta todo lo que yo hago a mi mamá. Tengo con ella quizás las mismas dificultades que con
mi padre.
La niña mayor es la ñaña de la casa y todo lo bueno es para ella; entonces yo paso meses y
meses sin hablarle, es más, hace 4 meses y medio que no hablamos, y con las niñas la relación es
de pedirme favores, pues al fin y al cabo qué hablar uno con ellas.
Sinceramente yo creo que viviría mejor si no tuviera ninguna relación con ninguno de mi familia.
Me da pena decirlo, pero mi familia no se merece ese título de familia. “Vivimos demasiado
maluco” cada uno por su lado, pero siempre girando alrededor de mi mamá. Mi familia no tiene
de bueno nada, qué bueno va a tener si vivimos como en un desierto, que ni siquiera nos
hablamos. KAREN, 17 años.
Hoy por hoy en la adolescencia, los jóvenes se encuentran en una etapa bastante crítica,
causadas no sólo por su desarrollo físico, sino también por su desarrollo emocional.
En sus relaciones con los demás y en particular con sus amigos, hay superficialidad, inestabilidad
y egoísmo; hacen que su amistad sea funcional pues buscan en sus amigos muchas veces, un
compañero sólo para pasarla bien. Para otros son muy importantes pues solo con ellos
comparten inquietudes.
Frente al sexo opuesto los adolescentes se sienten inseguros al acercarse, así que más bien
tienden a evitar estas relaciones.
En cuanto a los padres y personas de autoridad, los ven como una posible amenaza ante el
deseo de afirmar su personalidad. Les molesta ser tratados como niños, que le griten y manden
porque sí. PUES SE PONE EN GUARDIA SU INSEGURIDAD.
Entonces, podemos citar como crisis las dificultades familiares, los conflictos en las relaciones de
noviazgo, las situaciones de indisciplina escolar, la ruptura en los lazos de amistad, la parte
económica, social, etc. Pero en sí, en el fondo de todas ellas aparece una crisis en nuestras
relaciones humanas, ante ellas nos sentimos sin fuerza e impotente para continuar luchando.
Con frecuencia nos sucede que pasan los días, los meses, los años, nos envejecemos y no damos
cuenta de que no tiene relaciones personales e íntimas con casi nadie; sin embargo , “cuidad de
los demás en cuidad de uno mismo”.