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PRINCIPIOS DE AUTORIDAD ESPIRITUAL

PROPÓSITOS:
a) Que tengan en cuenta el principio de autoridad espiritual para tomar la ciudad.
b) Que comprendan la necesidad de estar bajo autoridad para poder ejercerla.
c) Que analicen los casos de rebeldía descriptos en la Biblia.
INTRODUCCIÓN:
Para iniciar este tema, primero debemos tener en claro, la siguiente definición:
AUTORIDAD: Es delegación de poder, mandato o magistratura. Para entender mejor
esto, debemos ir al Génesis del asunto.
I. LA AUTORIDAD EN EL PRINCIPIO:
A. DIOS CREÓ TODO (Gen. 1:1).
En seis días Dios creó todo lo conocido, y al séptimo día descansó. Él tiene la autoridad
sobre toda la creación porque Él es el Dueño, el Creador de todo, pero además le
delegó al hombre la posibilidad de administrar Su Creación.
DÍA CITA CREACIÓN (Génesis 1)
1° Cap. 1: v. 3 - 5 La luz
2° Cap. 1: v. 6 - 8 Los cielos
3° Cap. 1: v. 9 - 13 Separa el agua de la tierra y crea los vegetales
4° Cap. 1: v.14- 19 Sol, luna y estrellas
5° Cap. 1: v.20- 23 Grandes monstruos y aves
6° Cap. 1: v.24- 31 Animales terrestres y el hombre
7° Cap. 2: v. 2:1 -3 Dios descansa (más bien detiene su obra)

B. DIOS DELEGÓ SU AUTORIDAD AL HOMBRE (Gen. 1:26).


Dios le entrega Su Creación a un ser perfecto (el hombre). Le dio potestad de
gobernar sobre todo (Gen. 1:26- 28).

C. EL HOMBRE LO PERDIÓ AL PECAR (Gen. 3:6).


Prefirió conocer la diferencia entre el bien y el mal. Lo único que el hombre
conocía hasta ese momento era el bien: la inocencia. Por ese error, Satanás se
adueñó de lo que era del hombre (la Creación). El hombre fue despojado de su
autoridad y beneficios, por su propia voluntad.
D. JESÚS VIENE A RESTAURAR NUESTRA CONDICIÓN ORIGINAL (Gen. 3:15).
1. Mateo 18:18: Nos da autoridad para atar y desatar a través de la oración.
2. Marcos 11:24: Nos enseña a poseer las cosas creyendo.
3. Juan 14:12: Nos promete hacer grandes cosas con nosotros.
CONCLUSIÓN:
Resumiendo, podemos decir que Dios creó todo, para luego ponerlo en manos
humanas, pero con una condición: mantener fidelidad hacia Él. Desgraciadamente,
nuestros primitivos padres, Adán y Eva desobedecieron. Hoy, por medio de Cristo
somos restaurados.
II. EL EJEMPLO DE JESÚS:
(Filipenses 2:5 -11; hebreos 5:7 -9)
A. Cristo siempre obedeció al Padre y a las autoridades; pagó sus impuestos y
mandó a cumplir con las órdenes del César.
B. La obediencia requiere un corazón humilde.
C. La obediencia a Dios debe ser sin medir las consecuencias, hasta la muerte
(Lucas 22:42).
D. Cristo se despojó voluntariamente de su autoridad como Dios, y vino a obedecer.
Tenía que probar su obediencia como hombre y la aprendió (hebreos 5:8).
E. Por medio de los padecimientos y las pruebas, Dios nos enseña a obedecer.
En cierta oportunidad, el Señor Jesucristo, entrando en Capernaúm, le manifestó a un
centurión romano, su voluntad de ir y sanar a su criado. La respuesta que recibió de este
soldado, lo maravilló:
“Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado
sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad y tengo bajo mis órdenes
soldados; y digo a este; ve y va; y al otro: ven y viene; y a mi siervo: Haz esto y lo hace”
(Mateo 8:8 - 9).
Jesús dijo que ni aún en Israel, había hallado tanta fe. Este centurión, recibió el
entendimiento de un principio fundamental de la vida cristiana: “la autoridad delegada”.

III. PRINCIPIO DE AUTORIDAD DELEGADA:


“PARA TENER AUTORIDAD, ES NECESARIO ESTAR BAJO AUTORIDAD, O SEA EN
OBEDIENCIA”.
¿Por qué Cristo tenía una autoridad que era digna de admirar? ¿Por qué sanaba
enfermos y echaba fuera demonios? ¿Por qué sanaba enfermos y echaba fuera
demonios? La respuesta es que siempre vivió en perfecta obediencia:
“Haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:8).
Él podía decir:
“No puedo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque
no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (S. Juan 5:30).
“... Mi doctrina no es mí a; sino de aquel que me envió” (S. Juan 7:16).
“... lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho” (S. Juan 12:50).
“Yo hago siempre lo que le agrada” (S. Juan 8:29).
Pudo terminar su carrera diciendo: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra
que me diste que hiciese” (S. Juan 17:4).
¿Y qué decir acerca de las autoridades terrenales? ¿Utilizó Jesús prerrogativas para no
respetarlas? De ninguna manera, antes bien, cumplió toda justicia pagando impuestos, y
aceptando aún el dolor del castigo físico, por cumplir la voluntad del Padre. Cristo es
nuestro ejemplo de vida bajo autoridad, por lo tanto:
“El que dice que permanece en él, debe de andar como él anduvo”.
1 Juan 2:6
IV. CASOS DE REBELDÍA:
A. NADAB Y ABIÚ (Leví tico 10:1- 11).
 La rebeldía se manifiesta cuando obramos sin la coordinación del resto del
cuerpo (v.1).
 La rebeldía se manifiesta cuando nos acercamos a Dios como a nosotros
nos parece, y no como Dios mismo nos manda. Descuidar los
mandamientos de Dios es rebeldía (v.1).
 El presentarnos ante Dios en rebeldía, nos acarrea juicio (v.2); (1 Co.
11:27- 29 Santa Cena).
 Dios desea que entendamos cómo Él ha establecido el hacer las cosas
(v.10).

B. MARÍA Y AARÓN (Números 12).


 Las diferencias personales no deben llevarnos a cuestionar la autoridad,
sino orar por ella (v.1).
 Dios delega Su autoridad soberanamente. Por ello no debemos creer que
nosotros lo haríamos mejor (v.2).
 Dios oye la murmuración acerca de la autoridad y la frena para detener el
mal (v.2).
 Dios mismo sale en defensa de la autoridad criticada (v.4).
 Debemos tener temor de hablar mal, en contra de las autoridades (v.8).
 La murmuración acarrea juicio (v.10).
C. CORÉ, DATÁN Y ABIRAM (Números 16).
 Para Dios todos somos iguales, y Él deposita la autoridad, sobre la
persona que quiere (v.3).
 No debemos ver al hombre, sino de donde proviene su autoridad con la
cual ha sido revestido (v.3).
 Dios siempre sale en defensa del que ha designado (v.5).
 La envidia y la disconformidad abren la puerta a la rebeldía (v.9).
 Atacar a la autoridad es atacar a Dios mismo (v.11) (Romanos 13:1-2 ).
 La rebeldía cierra la comunicación y deforma la realidad (v.12- 14 ).
 El espíritu de rebeldía es sumamente contagioso (v.19).
CONCLUSIÓN:
Tenemos que ser conscientes que el Señor nos ha delegado autoridad para ganar esta
ciudad, pero no podremos ejercerla eficazmente si no aprendemos a estar en obediencia
a nuestras autoridades. Jesús fue nuestro ejemplo con su vida de obediencia hasta la
muerte.
Cuidémonos de la rebeldía que infecta nuestro corazón y hace abortar los planes de
Dios para nuestra vida

AUTORIDAD ESPIRITUAL

LA AUTORIDAD EN EL EL EJEMPLO DE EL PRINCIPIO DE LA


PRINCIPIO JESUS AUTORIDAD DELEGADA

DIOS CREO TODO CRISTO SIEMPRE


OBEDECIO
DIOS DELEGO
AUTORIDAD AL LA OBEDIENCIA
HOMBRE REQUIERE UN
CORAZON
HUMILDE
JESUS VINO A
RETAURAR LA
CONDICION DEL
HOMBRE

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