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DIOS PROVEYENDO SANIDAD PARA ESTA GENERACIÓN

Julio 19, 1954


Chicago, Illinois, E.U.A

Gracias, hermano. Buenas noches, amigos. Inclinemos nuestros rostros por


un momento para orar. Nuestro bondadoso Padre Celestial, estamos
agradecidos contigo en esta noche por este privilegio que tenemos de venir
bajo este techo, para adorarte en Espíritu y en verdad. Ahora rogamos que
el Espíritu Santo que nos prometió permanecer con nosotros para siempre,
nos manifieste a Jesucristo esta noche, en el poder resucitado de Su Ser.
Bendice a todos los necesitados en esta noche; y a los que necesitan
sabiduría rogamos que Tú les des sabiduría de Dios, para saber cómo
aceptar a Jesucristo como su Salvador.

2.- Bendice a los enfermos y afligidos, Padre, que en esta noche tengan fe
para ser sanados; y cuando haya terminado el servicio de esta noche,
podamos decir como los que iban a Emaús: “¿No ardían nuestros
corazones dentro de nosotros, por causa de Su Presencia?” Lo pedimos en
Su Nombre. Amén.

3.- Ciertamente es un privilegio estar de pie en cualquier momento delante


de los hijos de Dios para servir a nuestro Señor Jesús. Aprecio los
cumplidos del hermano Boze, pero como he dicho con frecuencia: es que
el Hno. Boze me ama. Esta noche me contenta ver al Hno. Gordon Lindsay
aquí, él es uno con quien hemos estado asociados muchos años y
apreciamos su presencia.

4.- Ahora en esta noche, siendo lunes por la noche, nuestras multitudes
siempre son menos el lunes por la noche, ya que hace calor, es lunes por la
noche y quizás la gente, algunos solo pueden asistir una sola noche. Pero
yo me estaba preguntando por la cantidad que estaba aquí la primera
vez, me pregunto, esa audiencia repleta que estaba anoche parada junto a
las paredes, ¿dónde estará esta noche? No parece haber muchos. Bueno, así
siempre ha sido la vida de la iglesia. Espero que Dios bendiga a los que
están aquí por primera vez, que Dios los bendiga; y los que han estado aquí
en otras oportunidades, que Dios les bendiga. Pido que nuestro Señor Jesús
manifieste Su amor y poder para con todos y al final del servicio podamos
sentir que ha sido bueno para nosotros congregarnos nuevamente. Ruego
que no haya ningún afligido, lisiado o enfermo en la audiencia al final de
este servicio.
5.- Por supuesto que Uds. saben, yo recibo muchas cartas, y eso es algo
natural para una persona, para un predicador y demás; recibimos
muchísimas cartas y desde luego que muchas veces no llego a leer algunas
de ellas, a menos que sea algo personal o algo así. Tal vez las envían solo
por telitas oradas y demás. Nosotros enviamos miles de esas semanalmente
a todo el mundo. Y cuando oigo un testimonio... En la reunión, en esta
reunión aquí, una joven le entregó una carta a mi hijo, y eso tal vez me
recuerda a gente que estuvo en aquella reunión, eso fue en la reunión
en Hammond. Espero y confío que la joven no piense que esto… o se vaya
a sentir avergonzada, yo no creo que siendo una cristiana, sea así, si yo
tuviera que leer esta carta que me entregó mi hijo. Dice así:

Apreciado Hno. Branham, yo soy la joven por la cual Ud. oró el 11 de


Julio de 1952, en Hammond, Indiana. Yo le pedí a Dios que me diera una
salida; y cuando Ud. oró por mí, en la primera reunión de sanidad a la
que había asistido alguna vez, creo que fue allí donde Dios halló la
manera y fui sanada allí. Esa noche yo fui salva en mi cama y ya no era
una alcohólica. Pero, alabado sea Dios, estoy sana, porque creo que
Jesucristo me sanó.

Al día siguiente, una madre me pidió que llamara a su hija, a quien jamás
en mi vida había visto. Ella era una drogadicta. Yo la llevé a la línea de
oración y alabado sea Dios, ella está sana.

Yo sé que Ud. mencionó que Dios lo había enviado a Hammond y yo


ciertamente sé que así fue, porque Ud. me guió a Jesús, igual que Pablo y
Silas en los tiempos bíblicos. Desde que fui sanada le he dado mi
testimonio a mucha gente.

Por favor ore por mí, Hno. Branham. Este 11 de Julio, ya hacen dos años
que fui salvada y sanada. Alabado sea Dios.

Mi papá comenzó a asistir a la iglesia conmigo y Dios me ha bendecido


tremendamente desde que le entregué mi corazón a Jesús. La gente de al
lado y otros saben que solo el poder de Dios podría cambiar a una
persona así.

Le amo, Hno. Branham, por guiarme a Jesús. Durante mis vacaciones voy
a estar en sus reuniones aquí toda una semana. Me encanta ese versículo
en Segunda de Corintios 5:17: “De modo que, si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas”.

Su amiga siempre, en el amor de Jesucristo.

6.- Ahora, será mejor que omita el nombre porque es una joven y está aquí
en el auditorio en este momento, es de Hammond, Indiana. Y joven, si Ud.
se encuentra en este momento en el auditorio, yo la recuerdo y recuerdo
haber leído… o haber escuchado la grabación. La joven drogadicta que fue
llevada, creo yo, cuando ella fue llevada a la plataforma, tenía un disfraz,
pero el Espíritu Santo le dijo quién era, creo que era una bailarina y
compañera de baile de Fred Astaire, el gran y famoso bailarín conocido
mundialmente. No sólo eso, sino que ella había estado casada, se había
casado con un joven católico, creo según lo mejor que recuerdo; y había
ocurrido un divorcio en la familia. Ella era muy adicta a las drogas y creo
que traficaba con drogas o algo así. Esa joven está hoy en la Iglesia
Mundial del Señor Jagger, la Iglesia Mundial, en Los Ángeles, California,
estudiando para ser misionera, es lo último que supe de ella.

7.- Como llamó el Señor Jesús a esta joven, creo yo, si no estoy
equivocado, el Señor Jesús la llamó estando en alguna parte de la audiencia
y le dijo su condición. Y allí Dios la salvó y la sanó de ser una alcohólica.
Dios te bendiga, hermana. Que tu testimonio viva mucho tiempo para
alabanza del Señor Jesucristo.

8.- Esta noche, deseo abrir una porción de las Escrituras que se halla en
Génesis, para hablar durante un momento; y luego quiero leer un poco en
el libro de Hebreos.

9.- A propósito, quisiera decir también esto: puede que yo nunca vea a esta
mujer que está en el auditorio, probablemente sea una mujer joven ya que
su nombre está firmado como señorita. Entonces puede que nunca la llegue
a ver, pero ella tenía unos diezmos en un sobre que me fue enviado y ella
jamás sabrá cuánto necesitaba yo eso en ese preciso momento. Llegó en el
momento exacto. Dios le bendiga, mi hermana.

10.- ¿Es esa la dama? ¿Es Ud. la dama? Bueno, está bien. Aquí está ella de
pie justo acá abajo, ¿probablemente estás grabando? Pues, ella está acá
abajo grabando. Alabado sea Dios. Solo levanta tus manos para que la
gente te pueda ver. Ella está acá abajo en la zona de la orquesta, allí está la
joven que fue sanada, era una alcohólica que fue llamada en la línea, está
sentada aquí mismo. Así se hace, no te avergüences de que tu testimonio
sea... No se avergüenza. Eso es maravilloso. Ella está de pie allí con
lágrimas de gozo en sus ojos en esta noche.

11.- Si nunca hubiera sucedido nada más en Hammond, Indiana, sentados


en aquellos auditorios calientes y sin aire acondicionado donde teníamos
que abanicarnos, ya eso es mil veces suficiente, aparte de los otros
centenares de milagros que nuestro Señor llevó a cabo en aquella reunión.
Gracias sean dadas a Dios y que vivas una vida larga y feliz, libre de… Yo
he visto a muchos alcohólicos y he visto en sus rostros y ojos esa horrible
mirada fija, pero tú estás sentada allí esta noche con una mirada apacible y
amorosa en tu rostro, con la paz de Dios sobre ti, desde que Jesús vino a tu
corazón. Así es. Es de muerte a vida, hermana. Que Él siempre te
mantenga así. Camina por la senda recta y estrecha y dille a
todo alcohólico con quien tengas contacto que Jesús puede sanarlos.

En el libro de Génesis capítulo 22, deseo leer dos porciones aquí, antes del
servicio:

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él


respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas
¿dónde está el cordero para el holocausto?

Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto,


hijo mío. E iban juntos.

Ahora, en el libro de Hebreos, Pablo hablando en el capítulo 11 y el verso


40:

Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros.

12.- Ahora, deseo tomar mi pensamiento en esta noche sobre: DIOS


PROVEYENDO SANIDAD PARA ESTA GENERACIÓN. Siendo que
nuestros servicios están dedicados principalmente a la sanidad divina, a la
sanidad del alma y la sanidad del cuerpo.

13.- Ahora, Dios el Creador, hablándole aquí al patriarca Abraham, le


había hecho una promesa de un hijo por medio de su esposa Sara, quien ya
se acercaba o tenía más o menos cien años, mejor dicho, noventa años; y
Abraham cien. Y ese fue el tiempo, después de esperar veinticinco años
que Dios cumpliera Su promesa, cuando nació el pequeño Isaac. Luego,
después que ya Isaac tenía más o menos dieciséis o dieciocho años, Dios le
dijo que lo llevara y lo ofreciera como sacrificio, destruyendo así toda
esperanza de que fuera el heredero del mundo.

14.- Porque Él le había hecho esta promesa, a través de su simiente, la cual


él no tenía ninguna; y siendo de cien años aún seguía creyendo en Dios,
Sara tenía noventa. Pero Dios llevó a cabo un milagro de sanidad divina,
tuvo que sanar a Sara, ¿es así? Y tuvo que sanar a Abraham, que ya tenía
cien años de edad y Sara noventa, unos cuarenta años más allá de
la menopausia, así que tuvo que sanarla y la sanó por completo, la
convirtió en una mujer joven nuevamente. Yo creo que prediqué sobre eso
una noche, estando aquí en Chicago hace algunos años.

15.- Sara fue convertida en una mujer joven nuevamente y Abraham


también fue convertido en un hombre joven otra vez. La Biblia lo prueba.
Ellos probablemente retrocedieron de unos cien años a más o menos
veinticinco o treinta años de edad, mostrando Dios con eso lo que iba a
hacer por todos los seres humanos. Uds. mujeres y hombres que están
sentados aquí esta noche, igual que yo, que ya estamos comenzando a
encorvarnos de hombros y el cabello se está volviendo canoso y se está
cayendo, recuerden que ni un solo cabello perecerá. Dios ha prometido eso
y algún día volverán a ser nuevamente una joven y un hombre joven, para
vivir para siempre. Esa es la Palabra del Señor. Nosotros seremos así en la
resurrección. Qué esperanza tan tremenda nos da eso.

16.- Y a veces, cuando pensamos que tenemos pruebas difíciles, sólo


pensemos en esa esperanza bienaventurada que nos espera allá, cuando
regresemos nuevamente… Una flor alcanza su momento cumbre, su
belleza máxima, y luego comienza a marchitarse, decae. Pero una semilla
cae de ella y vuelve a producir vida. Y un hombre o una mujer, nacen y
crecen hasta llegar a ser un joven o una joven como de veinte o veinticinco
años; y están fuertes y saludables, el cabello es negro y la dama es
hermosa; pero cuando menos lo piensa, comienzan a aparecer las arrugas
debajo de los ojos y el cabello comienza a ponerse canoso. Ha entrado la
muerte y se los va a llevar. Pero Dios ha completado Su cuadro de como
será Ud. en la resurrección: Como Ud. era cuando tenía más o
menos veinticinco años y era normal, saludable y fuerte, así será en la
resurrección. Dios lo ha prometido y allí mismo dio confirmó la promesa.

17.- Entonces Abraham, cuando el muchacho llegó a ser un joven de buen


tamaño, una noche Dios lo despertó de su sueño y le dijo que tomara a
Isaac y lo destruyera. Ahora, Abraham no dudó de la promesa de Dios por
incredulidad, sino que tomó al pequeño Isaac y fue al monte y lo ofreció; y
casi en el momento en que estaba a punto de quitarle la vida con la espada
o el cuchillo que tenía, el Espíritu Santo lo llamó, el Ángel de Dios le dijo:
“Abraham, detén tu mano”. Cuando estaba a punto de quitarle la vida a su
único hijo, un tipo de Dios el Padre quitando la vida y no escatimó Su vida,
la vida de Su Hijo unigénito. Pero el hijo de Abraham fue librado.

18.- Entonces, en aquel momento baló un cordero que estaba trabado por
los cuernos en un zarzal, allá en el desierto. Y Abraham fue y agarró al
cordero, lo llevó, lo colocó allí y lo sacrificó. ¿Se han preguntado Uds.
alguna vez de dónde salió aquel cordero, aquel pequeño carnero? Ahora,
Abraham había salido a un recorrido de tres días desde su casa hasta el
desierto, tres días, un hombre normal puede caminar cuarenta y ocho
kilómetros por día; y aquel sería un recorrido de ciento cuarenta y cuatro
kilómetros desde su... hasta el desierto.

19.- Entonces levantó la mirada y vio a los lejos el monte, tal vez a otros
dieciséis kilómetros de distancia o quizás más lejos; y le pidió a los siervos
que se quedaran allí mientras que él e Isaac continuaban. Y allí en aquel
lugar desolado y desierto, allá por donde los hijos de Israel peregrinaron
años después, es aún un desierto. ¿De dónde salió aquel cordero? Y no sólo
eso, sino que estaba bien arriba en la cima de una montaña donde no habría
agua ni nada para sobrevivir, probablemente a ciento sesenta kilómetros
del campamento de alguien, bien metido en el desierto; y ese cordero
estaba trabado por sus cuernos en el desierto. ¿Alguna vez han pensado en
eso? ¿De dónde salió aquel cordero? Dios recibió un nombre allí. Ellos
llamaron aquel lugar Jehová-Jireh, que interpretado es: El Señor se
proveerá de sacrificio.

20.- Dios había enviado a Abraham a aquel destino o lugar; y cuando


Abraham llegó allá, Dios estaba obligado a cumplirle Su promesa y
proveyó un sacrificio en el momento crucial cuando se necesitaba. Si Uds.
se fijan, aquello no era una visión, era realmente un cordero. Entonces
Abraham lo agarró, lo amarró, lo puso sobre el altar y lo degolló con su
cuchillo, la sangre salió de él y murió. Un carnero traído a existencia en un
minuto y al siguiente minuto salió de la existencia como un sacrificio. Dios
puede hacer todas las cosas, Él es Jehová-Jireh. Cuando llegó el momento
crucial Dios pudo intervenir y proveer el sacrificio o la manera… Cuando
Dios ha hecho una promesa, está obligado a cumplir Su promesa.
21.- Dios podría hacer que de ese lago salgan serpientes marinas tan
grandes que aplastarían a Chicago, si Él considerara conveniente hacerlo.
Eso suena como mítico, pero Él podría hacerlo, Él podría crear una.
Cuando Dios habla, Él puede traer vida a existencia o también puede
quitarla. Él es Dios y nosotros subestimamos Su Ser y Su habilidad, Él
puede hacer todas las cosas.

22.- Fíjense, Él es Dios que provee. Él proveyó eso en aquel momento y


también proveyó lluvia en los cielos cuando no había habido lluvia. Pero
Noé predicó que habría lluvia y cuando llegó el momento de que flotara el
arca, entonces había lluvia en los cielos. Dios sencillamente empujó al
mundo hacia allá, permitió que los elementos se acercaran a la tierra y
produjeran lluvia. Porque Él era Dios que había hecho la promesa y
cumpliría Su promesa.

23.- Y si Dios hizo una promesa de sanarnos esta noche, Él es Dios que
hizo la promesa y cumplirá la promesa, porque es Dios y no puede hacer
otra cosa. Para poder ser Dios, debe cumplir Su promesa. La única falla
que existe es Ud. y yo dudando de Su promesa, por eso es que Él no
puede llegar a nosotros, porque nos debilitamos en el momento cuando no
deberíamos hacerlo.

24.- Él fue el Dios que sacó a los hijos de Israel y los llevó al desierto, y
cuando había que cruzar el Mar Rojo, Dios proveyó un viento oriental que
soplara y abriera una brecha en medio del Mar Rojo, para que los hijos de
Israel cruzaran en tierra seca. ¿Cómo sopló aquel viento de tal manera que
abrió un sendero como del ancho de este pasillo para que aquella gente
cruzara y después secar la tierra? Y con aquel viento soplando a una
tremenda velocidad, los hijos de Israel no hubieran podido caminar de
frente a él así, pero el camino se mantuvo... el agua se mantuvo en su lugar
y los hijos de Israel pasaron al otro lado por tierra seca y los incrédulos que
intentaron cruzar se ahogaron en el acto. Él es Dios y proveerá. Él siempre
ha provisto.

25.- Luego llegaron al desierto de Zin y allí encontraron unos árboles y un


manantial, pero el agua era amarga. Dios había prometido cuidar de ellos y
ya tenía un árbol que había crecido en la ribera, el cual Moisés cortó, lo
echó al agua y las aguas contaminadas se convirtieron en puras y dulces.
Dios proveerá, ¿verdad que sí?
26.- Fíjense, si Dios ha prometido, ya Él tiene la provisión para eso, para
Su promesa. Entonces, allá en el desierto cuando esta gente necesitó agua
en el desierto, ésta se había secado porque ellos se estaban quejando y
porque estimaban que sería mejor volver a Egipto con las ollas de ajo y
demás, que andar por acá comiendo comida de Ángeles, andando por fe. Se
estaban quejando y les fue quitado el suministro de agua.

27.- Eso es lo que pasa con la iglesia hoy: el suministro de agua nos es
cortado por causa de nuestras quejas y dudas. Si Ud. va al desierto, se dará
cuenta que cada planta que encuentre tal vez tenga espinas y cardos,
porque ha crecido en tierra seca y sin agua. Pero Ud. toma la
misma variedad de planta y la lleva a la humedad, a tierra húmeda; y será
blanda porque recibe abundante agua.

28.- Tome Ud. a una iglesia donde siempre estén discutiendo y peleando
sobre que los días de los milagros ya pasaron; recuerden que ellos están en
un desierto y no tienen agua. Pero una iglesia amorosa, humilde, flexible,
que siente y cuadra con la Palabra de Dios, recuerden que ella está
viviendo junto a la fuente que jamás se seca. David dijo: “Bienaventurado
el varón cuya confianza está en Jehová, que en silla de escarnecedores no
se ha sentado, ni andado en camino de pecadores, sino que en la ley de
Jehová está su delicia; será como árbol plantado junto a corrientes de agua
y todo lo que hace prosperará. Su hoja no cae y dará fruto a su tiempo”.

29.- Ahora, cuando ellos necesitaron agua, clamaron a Dios… mejor dicho
a Moisés, y Moisés clamó a Dios por ellos. Y fíjense en lo extraño que hizo
Dios delante de los ojos de la ciencia. En otras palabras, después que ellos
habían estado buscando agua en cada conducto, Él le dijo a Moisés: “Ve a
la roca”. A una roca, el lugar más seco del desierto. Seguramente, si no
había agua en aquel canal donde una vez hubo un manantial, allá arriba en
un cerro, en esa roca seca, no iba a haber nada de agua. Pero Dios, ante los
ojos de este mundo, hace cosas a veces que parecen raras, solo
para avergonzar y confundir a los sabios y entendidos, pero se lo revela a
los niños, que creerán y tendrán fe. Dios hace eso porque es Dios. Él
proveerá. Ahora, Él les había prometido proveerles todo lo que necesitaran
hasta que llegaran a la tierra prometida.

30.- El problema con los cristianos hoy es que no se percatan de lo que ya


les ha sido provisto. Mucha gente no se da cuenta de las grandes glorias y
poderes que han sido provistos para ellos. Venir a Jesucristo es como entrar
a un centro comercial aquí o a una tienda por departamentos. Si alguien me
diera una gran tienda por departamento aquí y me dijera: “Todo esto suyo”.
Bueno, lo primero que yo haría sería querer caminar por allí y darme
cuenta de que soy dueño, de lo que es mío. Así es estar en Cristo, cuando
uno es un cristiano, camina por allí y se da cuenta de lo que posee, de lo
que es de uno. Todas las cosas son suyas y le son dadas gratuitamente.
Todo por lo cual Cristo murió es suyo y de cada uno de Uds., Ud. tiene una
chequera con el Nombre de Jesús firmado allí; y dice: “Todo para lo cual
envíes este cheque a Mi Padre, todo lo que pidieres al Padre en
Mi Nombre, Yo lo haré”. Ud. solo tiene miedo de llenar el cheque. Eso es
todo.

31.- Bueno, si yo entrara a la tienda por departamentos y me dijeran: “Todo


eso es tuyo”. Yo miraría en cada estante para ver lo que me pertenece; y
algunas de esas cosas que están muy altas y casi no las podría alcanzar, yo
buscaría una escalera, me subiría para poder observar los alrededores y ver
de qué se trata todo aquello. ¿No lo harían Uds.?

32.- Así es cuando venimos a Cristo, si algo parece estar un poco alto,
trepe las gradas del Evangelio y vea lo que le pertenece. Dios tiene una
escalera que llega hasta la gloria. Jacob la vio una noche, con ángeles que
subían y bajaban de la tierra a la gloria. Eso es todo suyo, Dios la ha
provisto para Uds., solo trépense a ella esta noche y suban hasta alejarse de
esta gente terrenal aquí que dice: “Los días de los milagros ya pasaron”.
Nosotros no somos gente terrenal, somos gente destinados para el cielo,
llenos con el Espíritu Santo y que suben la escalera que va a la gloria. Todo
lo que está a lo largo del camino nos pertenece. Todo por lo cual Jesús
murió nos pertenece. Seguro.

33.- Dios el Creador, allá atrás cuando ellos tuvieron necesidad de carne,
Dios hizo soplar un viento desde alguna parte en el mar; y vinieron
codornices que ni siquiera tuvieron que cazarlas, sencillamente las recogían
y se las comían. ¿De dónde salieron esas codornices? ¿Cómo vinieron del
mar? El viento soplaba en esa dirección y Dios las trajo de alguna parte.
Yo creo que Él es el Dios que podía proveerles alimentos y creó aquellas
codornices y con Su aliento las envió al campamento.

34.- Yo creo que Dios puede hacer lo mismo por cada persona necesitada
aquí en esta noche, puede enviar el Espíritu Santo aquí para hacerlos
conscientes de Su Ser y concederles las cosas que Jesucristo les prometió y
murió para que Uds. las tuvieran. Él es Jehová-Jireh, el Señor proveerá.
35.- Cuando ellos se enfermaban, no tenían que salir a buscar algunos
remedios, Dios les proveyó una expiación. Él hizo una serpiente de bronce,
la puso en un asta y dijo que cualquiera que la mirara, se sanaría. Y todo
aquel que la miró y creyó, se sanó.

36.- Ahora, la serpiente de bronce no podía orar por nadie ni podía imponer
las manos sobre ninguno, porque no tenía manos que poner encima; pero
Dios proveyó una manera de que ellos vieran y vivieran. Aquel era
un símbolo, era una insignia en el campamento de Israel, de que el Dios del
cielo vivía en el campamento de Israel. Y cuando ellos veían a un hombre
con una mordedura de serpiente y nada lo sanaba, pero cuando veía aquella
insignia con todo su corazón y creía, al día siguiente Uds. podían ver a
aquel hombre que ya estaba sano. Eso era una señal para todo Israelita de
que podían mirar y vivir.

37.- Y en esta noche Dios ha levantado una insignia en Chicago y en todo


el mundo. El Señor Jesucristo ha sido levantado como una insignia y para
todo alcohólico aquí, hay una insignia levantada que Jesucristo los puede
libertar de la bebida; para toda persona enferma aquí, que si yo les pidiera
en esta noche que levantaran sus manos todos los que han sido sanados,
lisiados, ciegos, afligidos, habría docenas de manos que se levantarían, eso
es una insignia de que Dios vive en la gente hoy. Él es Jehová-Jireh, el
Señor se proveerá de sacrificio.

38.- La serpiente fue usada como una insignia por muchísimos años, pero
después de cierto tiempo comenzaron a adorar a la serpiente en vez del
Dios al que ella representaba. Y el profeta agarró a la serpiente y la hizo
pedazos.

39.- No quedó entonces una insignia ni nada que la gente pudiera ver o
mirar y creer que Dios aún sanaba. Pero seguidamente bajó un torbellino
del cielo al estanque de Betesda y Dios proveyó otra forma de sanidad para
la gente; y todo Israelita que creyera en Dios y creyera que Él era un
sanador, podía entrar en aquel estanque cuando fuera agitado y ser sanado
de cualquier tipo de enfermedad que padeciera. ¿Es cierto eso? Cuando una
insignia era quitada, Dios levantaba otra. Cuando un medio llegaba a su
fin, Dios levantaba otro medio.

40.- Luego en esos días, vino el Señor Jesús. Ya el estanque estaba a punto
de ser quitado. Pero Dios nunca ha dejado a Su pueblo sin un medio
provisto para la sanidad. Y justo en el tiempo cuando ya el estanque iba a
ser quitado, Tito iba a sitiar los muros de Jerusalén y a quemar la ciudad y
Jesús lo había profetizado, fue enviado a la escena Jesucristo y Él fue el
medio provisto por Dios para la sanidad.

41.- La mujer con el flujo de sangre se dio cuenta que Él era la manera
provista por Dios. Y cuando ellos vieron a Dios obrando a través de aquel
Hombre, supieron entonces que Él era la manera provista por Dios.
Ella dijo: “Si tan solo pudiera tocar Su manto, sería sanada”.

42.- Cuando Marta y María estaban en casa y su hermano Lázaro había


muerto, todas las esperanzas se habían perdido, e incluso, ya él se había
descompuesto en el cementerio durante cuatro días, ya habían pasado las
setenta y dos horas. Probablemente su nariz ya había comenzado a sumirse
y las distintas partes de su cuerpo, los gusanos ya estaban allí. Pero María...
mejor dicho, Marta, cuando ella salió a recibir a Jesús, dijo: “Señor, si
hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. Ella sabía quién era
Él. Ella sabía que Él era el sacrificio provisto por Dios para vida. Pues Él
había dicho: “Yo soy el pan de vida que ha descendido de Dios, del cielo”.
Dios había provisto un Dador de vida.

43.- Él había provisto el cumplimiento de lo que había prometido en Isaac.


Jesucristo, Su propio hijo a quien no escatimó, para así proveer un
sacrificio eterno para cada generación que siguiera a Jesucristo, cada
generación después de aquella ya no tendría que buscar un sacrificio, pues
Dios había provisto en Jesucristo todo lo que la raza humana necesitaba.

44.- Todas las sombras y todos los tipos fueron cumplidos todos en el
Señor Jesucristo. Jesús era la Roca que estuvo en el desierto, era el Cordero
que murió en lugar de Isaac. ¡Aleluya! Allí estaba el Cordero que murió en
lugar de Isaac, en su lugar. Allí estaba la Roca que estuvo en el desierto.
Allí estaba la serpiente de bronce puesta en el asta. Allí estaba el Ángel del
estanque de Betesda. La gente miraba el estanque para hallar al Ángel y Él
estaba pasando aquí junto a ellos.

45.- Todo tipo del Antiguo Testamento se cumplió en Él, Él fue y es el


sacrificio eterno provisto por Dios para el pecado y la enfermedad. En Él
habitaban los poderes para borrar o perdonar todo pecado que alguna vez
haya sido cometido. La enfermedad vino como un atributo del pecado,
cuando el pecado fue introducido en el mundo, lo siguió la enfermedad y lo
siguió la muerte. Pero Jesús vino para deshacer el pecado y cuando deshizo
el pecado, deshizo cada atributo que produce el pecado. Espero que lo
entiendan en esta noche. Cuando Él aniquiló al pecado, aniquiló todo lo
que el pecado produce, aniquiló la preocupación, el mal carácter, aniquiló
todo lo que el pecado produce. Jesús aniquiló eso cuando murió en el
Calvario. Él era Jehová-Jireh, el sacrificio provisto por Dios.

46.- Y aquí está, después de Su partida Él dijo: “No os dejaré huérfanos.


Les daré otra insignia. Y si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí
mismo. Todas las obras que Yo hago, Uds. también las harán, y aún
mayores que estas harán, porque Yo voy a Mi Padre”. Y comisionó a seres
humanos a ir por todo el mundo y predicar el Evangelio y demostrar el
poder del Espíritu Santo, hasta que Él vuelva, como una señal. Él es el
sacrificio provisto por Dios en esta noche, es la Persona del Señor Jesús en
la Persona del Espíritu Santo aquí en esta noche, probando que Él mismo
es Jehová-Jireh, el sacrificio provisto por el Señor para su sanidad esta
noche, la Persona del Espíritu Santo, Jesucristo regresando en forma de
Espíritu. Él dijo: “Salí del Padre y vuelvo al Padre. Todavía un poquito y el
mundo no me verá más, pero vosotros me veréis, porque estaré con
vosotros y en vosotros hasta el fin del mundo”.

47.- Allí está Él, el sacrificio provisto por Dios que puede sacudir los
corazones de los verdaderos creyentes de un lado de la tierra hasta el otro,
y ellos se reunirán en auditorios calientes, en las esquinas de las calles,
padecerán persecución y morirán por la misma causa hecha o creada para
ellos.

48.- Ahora, Él es Jehová-Jireh. Fíjense que Él dijo: “Un poquito y el


mundo no me verá más. Pero cuando el Espíritu Santo venga dará
testimonio de Mí. El Espíritu Santo dará testimonio de Mí, tomará las cosas
que Yo he hecho y dicho y se las recordará y les mostrará las cosas que han
de venir”. El sacrificio provisto por Dios. Y esta noche, mi tiempo de
predicar ya se agotó. Pero fíjense amigos, Jesucristo el Hijo de Dios, fue el
sacrificio eterno provisto por Dios, fue provisto para sus pecados, fue
provisto para su sanidad, fue provisto para su libertad, fue provisto para
su gozo y fue provisto para su paz. Por cada atributo por el que Jesús
murió. Él vino para deshacer el pecado, fíjense, no a cubrir el pecado sino a
deshacer el pecado.

49.- Si una serpiente tuviera pies y me estuviera halando con un pie, yo no


tengo que cortarle el pie para deshacerme de esa cosa; si la golpeo en la
cabeza, también mataría al pie. ¿Cierto? Ud. mataría cada órgano de su
cuerpo, toda la serpiente. Si Ud. mata su cabeza, entonces mata a la
serpiente. Y cuando Jesús se deshizo del problema del pecado en el
Calvario, se deshizo de la enfermedad y de cada atributo que lo
acompañaba. Él nos libertó gratuitamente El diablo nos metió en la casa de
empeño, pero Jesús nos redimió. Él es nuestro pariente Redentor, Dios se
hizo carne, pariente de nosotros, para poder redimirnos de la maldición del
pecado y la enfermedad; y en esta noche ha enviado al Espíritu Santo para
morar en la iglesia y mostrar señales, maravillas de sanidad y salvación,
hasta que vuelva.

50.- ¿Hasta cuándo iba a durar eso? “Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura. “Id por todo el mundo y demostrad este poder a
toda criatura. Estas señales seguirán a los que creen”. ¿Hasta dónde? A
todo el mundo. “Y cuando este Evangelio haya alcanzado a todo el mundo,
entonces Yo regresaré. Estas señales les seguirán en todo el mundo. En mi
Nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas, tomarán
serpientes en sus manos, si bebieren cosas mortíferas no les hará
daño. Sobre los enfermos pondrán las manos y sanarán”. Jesús dijo que esa
sería la misma señal... Igual como Moisés levantó la serpiente de bronce y
eso era una señal de que Dios estaba en el campamento.

51.- Cuando salió agua de la roca, esa era una señal de que Dios estaba en
el campamento. Cuando se agitaba el agua en el estanque de Betesda, esa
era una señal de que Dios estaba en el campamento. Cuando Jesús sanó a
los enfermos, haciendo caminar a los cojos y ver a los ciegos, Dios estaba
en el campamento. Cuando Pedro y Juan pasaron por la puerta llamada la
Hermosa y levantaron al cojo desde el vientre de su madre, esa era una
señal de que Dios estaba en el campamento. Cuando el Espíritu Santo
regresó en Pentecostés e invistió de poder a aquel grupo de personas, esa
era una señal de que Dios estaba en el campamento.

52.- Han transcurrido mil novecientos años, pero cada vez que en la
historia bíblica o en la historia del mundo ha surgido un avivamiento,
señales y maravillas han acompañado a ese avivamiento. Dios está en el
campamento. Él es Jehová-Jireh, el Señor ha provisto un sacrificio para su
sanidad. ¿Lo creen Uds.? Entonces solo queda algo por hacer y es recibirlo
hoy.

53.- Esta tarde mientras le hablaba a la pequeña audiencia aquí, pensé que
solo vendría a hablarles un momento, pero me hallé predicando tan fuerte,
que creo que pudieron haberme oído sin micrófono en la siguiente cuadra.
Y mi hijo me dijo: “Yo pensaba que esta tarde ibas a enseñar, papá”. Y le
dije: “Yo también pensé eso”. Pero me dejé llevar por la tanta fe que había
en este auditorio, a tal grado que… Cómo Dios ha preparado una vía de
escape para cada uno de nosotros y como es que si podemos predicar la
Palabra… La Palabra está aquí, pero no se trata de que Ud. lea la Palabra y
diga: “Yo la creo”. Si no de que la reciba, Ud. tiene que recibirla.

54.- Un terreno tiene que recibir el grano de trigo para poder reproducir
vida; y Ud. tiene que recibir la Palabra de Dios en su corazón para producir
lo que la Palabra dice que será. Toda palabra de Dios es una simiente. Jesús
así lo dijo. Un sembrador salió a sembrar y Él dijo que la simiente era la
Palabra de Dios. Y fíjense ahora: el maíz producirá maíz, trigo producirá
trigo, la cebada producirá cebada. Producirá de acuerdo a lo que sea. Y si
la Palabra de Dios es una semilla, como dijo Jesús que lo era; y es colocada
en el corazón humano y allí es regada por la fe, entonces producirá
cualquier cosa que Dios dijo en Su Palabra que produciría. Si Ud. necesita
salvación: “Venid a Mí todos lo que estáis trabajados y cargados que Yo
os haré descansar”. Si necesita sanidad: “Él fue herido por nuestras
rebeliones; y por Sus llagas fuimos nosotros curados”. Dios ha provisto un
sacrificio para el pecado, la enfermedad, la preocupación, los problemas,
las tristezas y todo lo demás. Dios ha provisto el sacrificio y Él está aquí
esta noche.

55.- Ahora, yo confío que en el Nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios, Él


venga y me permita en esta noche, a mí Su siervo inútil… que Él use este
cuerpo y use mi voz como si fuera la Suya, para levantarles a Uds. una
insignia de que Jesucristo, el Hijo de Dios resucitado, vive entre nosotros
esta noche y Uds. puedan recibir esto como Su sacrificio provisto, no a mí,
sino al que está parado aquí, Su sacrificio provisto para sus enfermedades y
pecados en esta noche. Él está presente. Él está aquí ahora.

56.- Creo que esta noche ellos tenían por allí la fotografía, creo yo. Muchos
de Uds. han visto la fotografía de Su Ser. Hace un rato me llamó un
individuo que deseaba saber si yo iba a volver a Chicago dentro de poco
con algo muy tremendo que abarque toda la ciudad y demás. Él acababa de
asistir a las reuniones; y dijo: “Así es, eso es lo que necesita Chicago. Lo
que pasa es que no alcanza lo suficientemente eso es todo”. Y quería que
los periódicos y demás asistieran.

57.- Ahora, ellos tienen la fotografía. Se le ha fotografiado varias veces y


está en el libro, allí está la copia fotostática de lo que dijo sobre eso George
J. Lacy y demás. Hay otra fotografía que tomó en una ocasión el fotógrafo
de un periódico, eso está allí. Pero Eso está aquí ahora en esta plataforma y
talvez Uds. no puedan verlo visiblemente o tal vez sí, yo no sé. Pero sé que
Él está aquí; y si Él está aquí hablará de manera visible para que Uds.
puedan saber que está aquí. Esa es una insignia para Uds. de que Dios les
ha provisto a Jesucristo en el Calvario. Y como siervo Suyo, les digo que
su sanidad ya ha sido consumada hace mil novecientos años en el Calvario;
y lo único que Uds. deben hacer es mirar y vivir. Dios les bendiga mientras
oramos.

58.- Padre Celestial, esta noche en el Nombre de Tu amado Hijo Jesús, a


quien amamos porque nos ha provisto esta gran insignia aquí, nos ha dado
el Espíritu Santo como testigo de Su resurrección. Te damos gracias porque
Él nos lavó de nuestros pecados, lo hizo con Su propia Sangre y nos ha
redimido para Dios. Y nosotros que una vez éramos extranjeros hemos sido
ahora acercados a Dios, a tal punto que somos hijos e hijas. Conociendo
esta gran promesa: un día glorioso todo habrá terminado y nos sentaremos
en el reino. Estos cuerpos frágiles y mortales serán transformados, libres de
enfermedades, libres de muerte, de vejez y de tristeza y nos sentaremos a
Sus pies en el reino, debajo de los árboles siempre verdes junto al trono.

59.- Dios, ayúdanos a esperar eso con ansiedad. Y mientras estamos aquí
esta noche en esta caminata, igual que Israel, de lo cual acabamos de
hablar; y cómo Tú les proveíste el alimento a lo largo del camino hasta que
entraron a la nueva tierra, les hiciste caer maná del cielo, les
trajiste codornices al campamento, sacaste agua de la roca y miel de la
peña. Tú proveíste todo de lo que ellos necesitaban. Cuando estaban
enfermos, Tú le proveíste una expiación y levantaste la serpiente de bronce
por manos de Moisés como una insignia.

60.- En esta noche, Señor, nos contenta saber que nos has redimido del
pecado y tenemos este gran compañerismo con el Espíritu Santo. Te damos
gracias por estos creyentes aquí que han venido para tener compañerismo
alrededor de Tu Palabra, la predicación de la Palabra. Pedimos que el
Espíritu Santo que está en el auditorio ahora mismo, unja a todos aquí y
podamos ver la obra de reproducción de vida de Tu Hijo amado, el Señor
Jesús, que le dijo a la gente lo que estaban haciendo, lo que estaban
pensando, lo que harían y lo que sucedería. La mujer junto al pozo y otros,
todas esas cosas… Él dijo: “Yo no hago nada a menos que el Padre me
muestre primero qué hacer”. Y en esta anoche estamos contentos de que Él
nos haya prometido que nosotros haríamos las mismas cosas. Ahora Padre,
rogamos que cumplas esa Palabra, lo pedimos en el Nombre de Tu Hijo
amado. Amén.

61.- Ahora amigos cristianos, noche tras noche, semana tras semana, mes
tras mes y año tras año, me he parado en una plataforma en distintas partes
del mundo, procurando hablar de nuestro Señor Jesús e intentando
ministrar con todo mi corazón a los necesitados. En esta noche les voy a
pedir algo serio. Honestamente yo… Puede que Uds. no estén de acuerdo
conmigo doctrinalmente hablando, pero si no están de acuerdo conmigo,
denle a Dios el suficiente respeto esta noche como para permanecer
sentados un momento y ser reverentes durante el tiempo de este servicio.
No se estén moviendo, porque cuando lo hacen eso interfiere. No hay
necesidad de que procure explicárselos porque estoy seguro que no
lo entenderían. Yo mismo no lo entiendo. Pero uno hace contacto con cada
espíritu en el auditorio y sabe dónde están. Y cuando ocurren esos cambios
que entran y salen, eso interrumpe. Si quieren sacarle el mejor provecho a
la reunión, sean reverentes. Permanezcan en oración. No duraremos mucho
tiempo.

62.- Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra… Permítanme decir otra cosa: si
Ud. es incrédulo o escéptico, yo le aconsejaría que no se quedara en el
culto, porque sepa que las enfermedades pasan de unos a otros y muchos de
los que han estado en las reuniones saben que eso es escritural y realmente
sucede así, de unos a otros. Así que yo no me quedaría donde hay
espíritus malignos sueltos. Y eso no lo digo para asustarlos, lo digo porque
los amo; y aun siendo Uds. incrédulos o escépticos, eso no impide que yo
los ame. Los amo de todas maneras porque no soy yo el que ama, es el
Señor Jesús en mi corazón quien me hace amarlos, ¿entienden? Yo, como
hombre, no haría eso; yo querría saber por qué, cuándo y cómo. Pero Cristo
en mi corazón, dice: “Este soy Yo. Yo morí por esa persona”. ¿Se fijan?
Entonces, está bien, ¿se dan cuenta? No importa lo que Uds. hagan, de
todas maneras, los amo y no de labios sino de corazón. Todo cristiano hará
lo mismo, siempre y cuando Jesús more en su corazón.

63.- Yo solo estoy aquí para ayudar. Ud. dirá: “Bueno, yo no podría creer
eso”. Bien, millones han sido sanados; y creo que si en esta noche se
llamara mundialmente para que declararan, podría haber millones de
personas que fueron sordas, mudas, ciegas, lisiadas, torcidas y con todo
tipo de enfermedades, que podrían ponerse de pie declarando: “Sanados
por el poder de Dios”. Uno solo de ellos ya sería una confirmación, pero
podrían ponerse de pie millones.
64.- Entonces, si Ud. es un incrédulo, siento pena por Ud., mi corazón
sangra por Ud., porque no lo puede evitar. La Biblia dice que Ud. nació
para ese destino, nació para ser incrédulo y está perdido; y es muy pero
muy dudoso que Ud. llegue a ser salvo alguna vez, porque la Biblia dice
que estas personas fueron ordenadas desde la antigüedad para ocupar ese
lugar.

65.- Y si en esta noche Ud. es un creyente, entonces debería ser la persona


más feliz del mundo. Pero si está sobre la cerca en esta noche… (como
decimos nosotros, es una expresión común, sobre la cerca), y no sabe cuál
dirección tomar, Dios todavía tiene misericordia de Ud.; por favor, pásese
al lado de los creyentes esta noche para que Cristo sea bondadoso con Ud.
y lo salve, mientras hay un día de misericordia. Recuerde: “Nadie puede
venir a Mí, si el Padre no le trajere”.

66.- Así que si Ud. es un incrédulo, piense donde está parado esta noche. Si
Ud. es un crítico, está fuera de Dios, fuera de Cristo, está perdido, sin
esperanza y sin remedio, camino al infierno, si Ud. es un incrédulo. Qué
condición tan lamentable. Yo preferiría estar en cualquier otra condición en
el mundo, que estar en esa, cualquier otra cosa distinta a esa. Ud.
está alejado de Dios y nunca estará con Dios, estará en tinieblas por las
edades venideras.

67.- Pero si Ud. es un creyente y cree en el Señor, Él lo ha reconciliado o


ha reconocido su fe al darle el sello de Su promesa, el Espíritu Santo; y Ud.
tiene la seguridad que estará con Él en la gloria por siempre. Allí están las
dos multitudes esta noche. La Biblia dice que en los últimos días Él haría
que señales y maravillas se movieran entre la gente, que habría
escarnecedores que se burlarían y reirían, como lo hicieron en el principio.
Esta noche tenemos de esas dos multitudes en Chicago. ¿De qué lado está
Ud.?

68.- Alguien me envió una nota que decía: “A mí no me importa lo que Ud.
haga, jamás hará que yo le crea”. Fíjense, ¿saben Uds. dónde está esa
persona? Está perdida sin Dios; sin embargo, es el anciano de una iglesia.
Él dijo que lo era. Si ellos no pueden creer, simplemente no pueden creer.
¿Cómo podría yo convertirme en un puercoespín? No podría hacerlo. El
leopardo no puede quitarse las manchas. Así que si Ud. es feliz en Cristo
esta noche, sea agradecido.
69.- Mi forma de ministrar es por medio de un don divino del Espíritu, de
un Espíritu que ve y ve anticipadamente. ¿Me permiten explicarles eso
brevemente? Jesús y cada apóstol o la mayoría de los apóstoles, operaban
casi igual, especialmente Pablo y Pedro. No se comenta nada de los demás,
solo de Ananías. Fíjense ahora: estos dones y llamamientos son sin
arrepentimiento. Es su subconsciente en conexión con Dios lo que le
muestra a Ud. anticipadamente cosas que ya fueron y que serán.
¿Entienden lo que quiero decir?

70.- Cuando Jesús de Nazaret estuvo aquí en la tierra, Él observaba a Sus


audiencias, podía ver a las personas y les decía exactamente lo que habían
hecho, lo que estaba mal, dónde habían estado y cuál era su problema. Él
habló con una mujer junto al pozo y se lo dijo. A Felipe le dijo que Él sabía
dónde había estado. En muchos lugares… Él sabía dónde había un pez con
una moneda en la boca y muchas cosas que hizo. Y la gente dijo que era el
mayor adivino que había existido sobre la tierra, que era el mismo belcebú,
el príncipe de los demonios. Pero Sus discípulos y los que lo amaban,
dijeron que era el Hijo de Dios.

71.- Ahora, en esta noche Uds. pueden elegir. Jesús dijo: “Las cosas que…
Yo no hago nada de Mí mismo, primero veo al Padre hacerlo y luego el
Hijo obra igualmente”. San Juan 5:19. “De cierto, de cierto os digo, no
puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre,
porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.
Hasta ahora el Padre trabaja y Yo trabajo. Fíjense si cada Escritura no da
testimonio de eso, Jesús... Era Dios dándole a Cristo una señal o visión
sobre qué hacer antes de que lo hiciera. Un ciego tocó Su fe y Él se volteó
y le preguntó qué quería que le hiciera; y el ciego dijo: “Que reciba mi
vista”. Y Él le dijo: “Tu fe te ha salvado”. Una mujer tocó Su manto y se
alejó de allí con la satisfacción de que iba a ser sanada. Jesús se volteó
buscándola, para ver si alguien lo había tocado, miró alrededor y dijo: “Tu
fe te ha salvado”.

72.- Ahora, cuando ese mismo Jesús se fue, dijo: “Estas cosas que Yo hago
vosotros también las haréis”. Y esa sería una señal hasta el fin del mundo
de que Él era el mismo ayer, hoy y por los siglos. Yo soy uno que lo creo
con todo mi corazón, alma y mente. Háganlo Uds. de la misma manera.

73.- Ahora, anoche repartimos cien tarjetas de oración y creo que eran las
de la letra R, si no me equivoco, las R. Hay cien tarjetas de oración en el
auditorio y anoche iniciamos con la primera parte de ellas. En esta tarde
vamos a comenzar con la última parte y llamaremos las últimas quince
tarjetas de oración. Eso sería como desde la ochenta y cinco hasta la cien,
para intentar con ellas primero.

74.- Si alguien aquí tiene… Puede que algunos no estén aquí esta noche,
pero si alguien tiene la tarjeta de oración número 85, ¿quisiera levantar su
mano? Quien la tenga. ¿Quién... la 85? Muy bien. La 86, ¿levantaría su
mano mientras yo llamo el número? Número 86. ¿Quiere levantar
su mano? ¿Tarjeta de oración 86? Observe la de su prójimo, por favor,
pudiera ser alguien que es sordo, mudo o que esté paralizado y no pueda
levantarse. 86, 87, 88, 89, 90, hasta la 100, pónganse de pie aquí a
mi derecha, por favor. Ahora, mientras ellos lo hacen… Gracias, Hno.
Joseph. Ahora, mientras hacemos esto me gustaría que el órgano… si lo
desean, si el organista pudiera tocar: Llegó Jesús. ¿Puede improvisarlo? Si
es tan amable. El Señor le bendiga. Gracias señor.

75.- Que la audiencia sea lo más reverente posible. No se muevan,


permanezcan en sus asientos, por favor. Sean reverentes. Estén bajo la
expectativa de ver al Señor Jesús entrar al auditorio, moverse sobre
Su pueblo, bendecirlos y hacer las mismísimas cosas que dijo que haría.
Mientras están sentados allí, muchos de Uds. en el auditorio en esta noche
se dan cuenta y entienden que estas pocas personas que están siendo
acomodadas aquí, son sólo una porción de los que será sanados esta noche.
Se sanan muchos más allá en la audiencia que en la plataforma. ¿Cuántos
han estado antes en la reunión y saben que esa es la verdad? Hay diez
sanados allá por uno aquí. Lo único que Ud. debe hacer es tener fe y creer.
Ahora, si pueden creer, Dios los sanará.

76.- Quiero hacerles una pregunta y vamos a hacerla de esta manera, los
que están allá en la audiencia sin una tarjeta de oración, sin una tarjeta de
oración. ¿Cuántos aquí no tienen una tarjeta de oración? Veamos sus
manos. Para ser sanados. Bueno, son tantos. Pues, es difícil decir quién es
quién. Pero deseo preguntarles algo. Uds. saben que yo no los conozco.
Disponemos de tiempo suficiente así que no se agiten. ¿Entienden? Uds.
comienzan a agitarse y el Espíritu Santo es muy tímido. Yo no quiero que
se precipiten, quiero que sean reverentes, como si tuvieran tiempo
suficiente. Luego quiero que estén en profunda oración y lo hagan mientras
se toca este himno Llegó Jesús y libertó a los dementes, libertó a los
cautivos; y está aquí esta noche para hacer lo mismo. Si Uds. quisieran
condicionar la Biblia, la Palabra de Dios siempre está correcta, ¿es así? La
Palabra de Dios dice: “Jesucristo es el mismo de ayer hoy y por siempre”.
El mismo Jesús. ¿Es cierto eso? Jesús dijo que Él sería el mismo: “Estaré
con vosotros y en vosotros”.

77.- Ahora, no será nosotros haciéndolo, Él dijo que sería Él haciéndolo en


nosotros, no nosotros. No malentiendan. Nosotros sólo somos vasos
rendidos, como ministros, como gente dotada para la iglesia. Si Ud.
necesitaran salvación, aquí nosotros tenemos hombres sentados que pueden
predicar el Evangelio con gran poder y les pueden decir lo que significa ser
salvo y cómo serlo. Si es por enfermedad, entonces yo no puedo sanarlo
como tampoco puedo salvarlo, pero Dios me ha dado un don y ese es un
don de vidente, uno que ve visiones. Él dijo que en los últimos
días vuestros jóvenes verán visiones, y los ancianos soñarán sueños. Ese es
un cumplimiento de la Biblia y que estas cosas serían así.

78.- Ahora, yo podría con la ayuda de Dios saber cosas por medio de algo
sobrenatural y Dios podría revelarme algo que hubiera sucedido o algo que
le eleve la fe. Y Uds. desconocidos que están aquí esta noche, si Jesucristo
viniera y se parara aquí esta noche… La única… En cuanto a sanarlo o
salvarlo, Él no podría hacerlo porque ya lo ha hecho. ¿Es así? ¿Cuántos lo
creen? Levanten su mano. Él ya ha sanado a los enfermos, lo único que
podría hacer entonces… siendo el Rey de los profetas o el Profeta de todos
los profetas, Él era un Profeta. Moisés dijo: “El Señor vuestro Dios
levantará un Profeta como yo, y acontecerá que el que no le oyere será
cortado de entre el pueblo”.

79.- Ahora, si el Rey de los profetas estuviera aquí esta noche, el Señor
Jesús, en forma física de modo que pudieran verlo como nos están viendo a
nosotros y a esta dama que está aquí o a alguien que pasara, bueno, no
habría nada que se pudiera hacer. Él solo tendría que decirles algo. Pero en
cuanto a sanidad, Él no podría sanarlos porque ya lo hizo. Su sacrificio
fue completo y fue consumado allá. Estos dones son para llevarlos a Uds. a
lo que fue consumado en el Calvario. ¿Entienden? Digan amén.

80.- Los dones de predicación, de enseñanza y todo tipo de dones


proféticos, son para llevarlos a un entendimiento de lo que ocurrió en el
Calvario, Uds. sólo disfrutarán y recibirán los atributos del Calvario, no
producirán esos atributos. Eso es para llevarlos al conocimiento de lo que
ya ha sido hecho. El sacrificio ya ha sido provisto. Nosotros solo debemos
hacer que Uds. vean hacia allá y crean. El Señor les bendiga.
81.- [El Hno. Branham mantiene una conversación con alguien. “Sí.
Gracias hermano. Sí señor. Sería bueno”.] Ahora, solo compórtense esta
noche como si el Señor Jesús estuviera parado aquí en alguna parte del
auditorio, en Persona. Yo sé que Uds. serían muy reverentes. Manténganse
en oración mientras yo lo represento a Él, por medio de un don divino, si el
Espíritu Santo lo hace… Ud. dirá: “Hno. Branham, Ud. se está
demorando”. Eso es exactamente correcto. Así es. Estoy esperando hasta
sentir Su Presencia y saber que la unción está sobre mí. Yo tengo una
manera de rendirme. Yo me paro en la calle y lo hago, me paro allá junto al
lago y lo hago, cuando sea necesario. El Espíritu Santo viene cuando le
hablo a alguien que está en angustia y problemas, allá en la calle o donde
me encuentre; y les digo exactamente lo que deben hacer y demás.

82.- Hay mucha gente aquí que podría levantar sus manos como testigos de
eso, sabiendo que eso es la verdad. ¿Cuántos saben que esa es la verdad?
Levanten sus manos. ¿Entienden lo que quiero decir? Para los que solo que
no han… los que solo han estado en los cultos, esto pasa allá en la calle, en
alguna parte, junto a una montaña, junto al camino donde nos encontramos
en los automóviles, en cualquier parte. Se trata de que uno se rinda al
Espíritu Santo.

83.- Ahora, Él ya está aquí, el Ángel del Señor está aquí ahora, Ése que
Uds. ven en la fotografía está ahora en el auditorio. Sean reverentes ahora y
no se muevan, por favor. Traigan al paciente. ¿Cómo está Ud., hermana?
Sólo quiero hablar con Ud. por un momento. Ud. es la primera persona en
pasar acá esta noche, pero mientras está de pie allí, está cierta de que esto
es un poco extraño para Ud., es algo así como, tal vez Ud. jamás ha estado
en esa condición antes. Es la unción del Espíritu Santo. Hermana, ¿ha visto
Ud. Su fotografía alguna vez? Esa fotografía que tenemos aquí. Si la ha
visto.

84.- Ahora, Ud. sabe que algo ocurrió en Ud. ahora mismo. Fíjese, el
mismo Ser que está en aquel Espíritu, está pasando entre Ud. y yo ahora
mismo. Es eso mismo. Ud. se dará cuenta que es así en el día del juicio.
Espero que Ud. sepa que es así dentro de un momento. Tan pronto Él me
entregue el espíritu de Ud. en mi poder, por Su gracia… Y sólo le estoy
hablando como Jesús le habló a la mujer junto al pozo, le pidió de beber y
supo cuál era su problema, le dijo dónde estaba su problema y era cierto,
¿no es así? Ella admitió haber tenido cinco maridos.
85.- Ahora, Ud. está de pie allí y talvez pasó en esta línea de sanidad
debido a alguna enfermedad; y ahora Él puede decirme exactamente dónde
está esa enfermedad, todo lo que tenga que ver con eso o cualquier otra
cosa que Él quiera decirme. Yo no la conozco a Ud. y nunca la había visto
en mi vida. No sé si Ud. me conoce a mí o no, ¿me conoce? Ud. me ha
visto. ¿Dónde fue eso? En Chicago. Bueno, eso está bien. Muy bien.
Entonces, Ud. sólo me conoce por haber estado sentada en la audiencia y
haberme visto. Tal vez así es. Probablemente eso es fue lo más cerca que
estuvimos alguna vez en la vida, hasta donde sabemos. Sin embargo, Dios
ha vigilado cada movimiento suyo y también ha observado cada
movimiento que yo he hecho.

86.- Ahora, Ud. está parada allí necesitada y yo estoy parado aquí tratando
de ayudarla. Si yo pudiera ayudarla y no lo hiciera, sería un animal; pero si
yo soy siervo de Dios y le he dicho la verdad sobre este don, entonces Dios
dará testimonio que esa es la verdad, ¿es así? Ahora, el juez será la
audiencia solo en este caso aquí. Aquí está una dama, una de sus damas de
aquí de Chicago, ella está parada aquí necesitada, pero yo no sé cuál es su
necesidad. Puede que ella tenga cáncer, puede que tenga un tumor o una
crisis nerviosa. No lo sé, pero Dios lo sabe. Yo no lo sé. La dama ni
siquiera me conoce y yo no la conozco a ella, pero Dios nos conoce a
ambos. ¿Cierto?

87.- Ahora, si el Señor le revelara a esta mujer, mientras estoy sentado o de


pie observándola y hablando con ella, entonces, ¿creerían todos Uds. que el
Señor Jesús ha levantado una insignia en Chicago y que Él es el Señor que
sana todas sus dolencias? Quiero que Uds. solo… Ahora, creo que Ud.
mencionó que era de Aberdeen, Mississippi, ¿es así.? Oh entiendo. Oh, Ud.
me vio en Chicago. Muy bien. Sólo quería platicar con Ud.. Está bien. Ud.
es… Quiero que me mire, como dijeron Pedro y Juan: “Míranos”.
¿Entiende? Así como Jesús intentó captar la atención de la mujer junto al
pozo, igual estoy haciendo yo con Ud.. Bueno, Ud. ha estado viviendo en
Chicago, se ha estado quedando aquí, pero Ud. es de Mississippi y tiene
planes de volver enseguida, Ud. va a regresarse, ¿es verdad eso? Esa es la
verdad. Su deseo es por un ser querido y ese ser querido es un esposo. Ud.
una vez tuvo un hogar feliz, pero se rompió cuando su esposo se descarrió;
y él se ha entregado a la bebida. Y Ud. está aquí esta noche…

88.- Lo principal es… Ud. está nerviosa y necesitada, pero lo principal es


ver a su esposo salvo. Ud. ha venido creyendo y hoy mismo a su corazón le
vino que si podía pararse en su lugar aquí y yo le pedía a Dios (no estoy
leyendo su mente, pero, ¿no fue eso lo que sucedió hoy?) que su esposo
dejara la bebida… y hace un rato, es más, la veo sentada en la audiencia
mientras yo le estaba hablando a esa alcohólica; y algo vino sobre Ud. que
dijo: “Esta será la noche en que será hecho”.

89.- Allí lo tienen. Allí está el Espíritu Santo revelando aquí. Ahora, esos
son los deseos de la dama, eso está en su vida. ¿Es cierto eso, hermana? Si
es correcto, levante su mano. Acérquese. Dios Padre, en el Nombre de Tu
Hijo, el Señor Jesucristo, quien está aquí presente ahora, yo pido que ese
espíritu demoniaco de alcoholismo que ha atado a su esposo para destruir
su hogar y causar este problema, salga del hombre, yo lo condeno en el
Nombre del Señor Jesucristo, enviando Su Palabra a través de la nación y
condenando ese espíritu en su esposo. Que puedan juntarse de nuevo y
sean un hogar feliz otra vez, para la gloria de Dios. Dios, ese es Tu hijo.
Satanás lo ha atado. Él es mi hermano. Satanás, sal de él en el Nombre del
Señor Jesucristo, yo te ordeno que dejes al hombre. Amén. Vaya y reúnase
con él, mi hermana.

90.- Muy bien Hno. Moore. Sean reverentes ahora. ¿Creen Uds. que Dios...
que el Señor Jesucristo ha sido levantado de los muertos? Entonces lo
mismo que Él dijo que haría, lo está haciendo. ¿Creen Uds. eso ahora con
todos sus corazones? Muy bien, sean reverentes entonces, crean y
recibirán.

91.- ¿Lo cree Ud.? La dama que está sentada allí orando y me está mirando
con sinceridad. ¿Cree Ud. que Dios me podría revelar su problema desde
aquí? ¿Lo cree? Ud. se pone toda… ¿Cree Ud. que esa sinusitis le va a
dejar y Ud. va a estar bien? Si lo cree, póngase de pie, la dama allí con…
¿Ud. cree eso? ¿Ud. cree que está sana ahora mismo? Si Ud. lo cree, puede
irse a casa y ser sana. Señora, Ud. que está sentada allí al final, allí; Ud.
también tenía lo mismo. ¿Cree Ud. que también sanó de esa sinusitis al
mismo tiempo? Entonces póngase de pie y está sana también. Ud. puede
irse y ser libre de eso. Amén.

92.- ¿Cómo está Ud., señor? ¿Cree Ud. con todo su corazón? Muy bien.
Quiero que me mire como siervo de Dios y como su hermano. Me doy
cuenta que a su alrededor hay un espíritu oscuro, lo cual es la muerte, se ha
acomodado sobre Ud. y solo Dios puede librarlo. Ud. está sufriendo y
el problema está en un pulmón, Ud. fue a ver a un médico y el médico hizo
algo en Ud., pero no logró nada y lo ha desahuciado. Ese problema en Ud.
es oscuro, es espantoso. Lo veo allí, es un cáncer, es cáncer en su pulmón;
y, ¿no es Ud. Alemán? Sí señor, me lo imaginé. Acérquese. Ud. va a
escribir para Alemania y le va a contar a sus amigos respecto a esto, para
que crean en el Señor Jesucristo cuando yo vaya para allá.

93.- Ahora, Dios Padre que hiciste al hombre, conjuro esta enfermedad de
su cuerpo para la gloria del Señor Jesucristo; y le digo a este demonio,
llamado cáncer: “Sal del hombre como testimonio, en el Nombre de
Jesucristo”. Amén. Vaya gozándose. Tengan fe en Dios y crean con todos
sus corazones y el Señor Jesucristo les dará cualquier cosa que pidan y
crean que Él lo hará.

94.- Cada persona aquí ahora mismo… Por supuesto que ya empiezo a
ponerme débil y a sentirme entumecido. Fíjense, cada persona aquí puede
ser sanada si Uds. lo creen. Esa es la insignia, eso fue lo que Jesús dijo:
“Estas señales seguirán a los que creen... Las obras que Yo hago, ellos
también harán”. ¿Es esa la obra que Dios hizo?

95.- ¿Qué piensa de eso Ud. que está sentada allí? Ud. que está sentada allí
con artritis. ¿Cree Ud. que Dios la sanará? La dama sentada allí, ¿Cree Ud.
que Dios la puede sanar de artritis? Póngase de pie entonces y pise
fuertemente. La artritis se ha ido. Amén. Su fe lo ha tocado, señora. La
dama sentada a su lado tiene endurecimiento de las arterias y ella también
quiere ser libre de eso. ¿No es correcto eso, señora? Su fe lo tocó a Él y
ahora Ud. está sana. Puede irse a casa. ¡Aleluya!

96.- Ahora, la fe de Uds. se está moviendo, dejen que se suelte y el Señor


Jesucristo los bendecirá y les dará todo aquello de lo que tengan necesidad.
Tengan fe.

97.- Muy bien, traigan al hombre. Muy bien. Tengan reverencia. Crean con
todo su corazón y el Señor Jesucristo hará exactamente lo que Él dijo.
¿Cómo está Ud., señor? ¿Me cree Ud. como Su siervo? ¿Sí? Muy bien,
entonces ambos somos hombres que vamos rumbo a la eternidad y debo
hablarle como un moribundo a otro moribundo, sabiendo que Dios nos
juzgará a los dos en el día del juicio, cuando los secretos de cada corazón
sean revelados en ese momento. Pero Ud. ha venido a mí esta noche
porque está sufriendo, tiene un problema del estómago que lo está
molestando, ¿es eso verdad? Y también está completamente ciego de un
ojo y casi ciego del otro. Sus ojos se ven bien claros, pero Ud. se
está quedando ciego. Eso es verdad, ¿no es así? Si eso es verdad, levante su
mano. ¿Cree Ud. que Dios me envió para darle la vista y sanarlo por el
Nombre de Su Hijo Jesús?

98.- Le diré cuál es la causa de su problema en el estómago. Ud. tiene una


úlcera en su estómago que es causada por un vicio que tiene y es el de
fumar. Cuando Ud. hace eso, inhala la nicotina hasta su estómago y quema
eso; y eso hace que Ud. esté... nunca mejorará hasta que lo deje. ¿Está Ud.
listo esta noche para rendir todo a Dios y ser sanado? Ud. lo hará. Si es así
levante sus manos a Él. Inclinen sus rostros ahora, audiencia. Dios
Todopoderoso, Creador de los cielos y la tierra, Autor de la vida eterna, te
ruego que des bendiciones a este amado hombre, que Tu Espíritu venga
sobre él y él reciba su vista, permítele vivir, Señor. Él quiere vivir y no
quiere estar ciego y andando por la calle tanteando con un bastón. Él quiere
vivir. Que este demonio de ceguera que ha afectado los ojos de este pobre
hombre… Señor, Tú lo has alimentado toda su vida y le has dado el mismo
aliento que respira, te ruego que le quites esta ceguera en esta noche y lo
sanes, por medio de Jesús, el Hijo de Dios, te lo pido.

99.- Ahora, con todos los rostros inclinados y los ojos cerrados, por favor,
sólo un momento; Ud. también puede mantener sus ojos cerrados, señor,
sólo por un momento.

100.- Ahora, Todopoderoso Creador de los cielos y la tierra, ten


misericordia de este hombre mientras pido por su sanidad, no como un
espectáculo, Señor, sino para que la gente sepa que Tú puedes restaurar
la vista. Lo pido humildemente para Tu gloria y le digo a este espíritu que
está cegando los ojos de este mi hermano: “Sal de él en el Nombre de
Jesucristo”. Todos los rostros inclinados y con los ojos cerrados, sólo por
un momento.

101.- Ahora levante su rostro por un momento. Abra ahora el ojo de este
lado, ¿puede ver? ¿Ve? Ponga su dedo en mi nariz. Muy bien. Ahora,
ponga su dedo en mi nariz. Muy bien, levanten sus rostros. El ciego ha
recibido su vista en su ojo ciego, fíjense. Permítame sostener… Ponga su
dedo en mi nariz, señor. Ponga su dedo en mi nariz, señor. Ud. está
sano, señor. Vaya, el Señor Jesús le ha sanado… Dios le bendiga. Dios le
bendiga. Él está contento ahora. Ahora se ve distinto, ¿verdad? El hombre
parado aquí dijo que ve diferente, puede ver por toda la audiencia allá
ahora. Todo está bien y normal. Dios le ha sanado. Dios le bendiga, señor.
Vaya, no peque más, deje de fumar. Su úlcera saldrá de su estómago y Ud.
será un hombre sano. Dios le bendiga. Vaya y sea lleno del Espíritu Santo
ahora y dele a Él la gloria.

102.- Alabado sea el Cordero de Dios que puede restaurar la vista a los
ciegos. El hombre estaba completamente ciego de un ojo y casi ciego del
otro. Ahora tiene buena vista, normal. Entonces llegó Jesús y libertó al
cautivo. El mismo Señor Jesús que hizo eso aquella noche, puede hacerlo
esta noche, igual que lo hizo allá.

103.- ¿Cómo está Ud., señor? ¿Cree Ud. que yo soy profeta de Dios o
siervo Suyo? ¿Lo cree? Yo creo que Ud. que está de pie allí es un hombre
sincero. Nosotros somos desconocidos el uno para el otro. Hasta donde yo
sé, nunca nos habíamos encontrado en la vida. Eso es verdad, ¿no es así?
Pero Dios nos conoce a los dos. Ahora, Ud. está en Presencia de Su Ser,
señor, no de su hermano, sino de Su Ser. Le puedo decir que Ud. ha venido
por la misma causa que pasó aquel hombre hace un momento. Es su vista,
se está quedando ciego. Algo le ha sucedido en su vista y no lo pueden
detener, sigue avanzando. Ud. ha venido conduciendo desde muy lejos
hasta aquí. Ha venido desde alguna parte del sur hacia el norte; y es de una
ciudad que tiene un enorme edificio, donde hay como un jardín muy
hermoso hacia el este. Es un edificio alto, un lugar hermoso. Es Baton
Rouge, Louisiana. Regrese. Jesucristo lo enviará de vuelta sano de su vista.
Dios le bendiga por su fe. En el Nombre del Señor Jesús concede estas
cosas. Amén.

104.- Solamente crean y tengan fe en Dios. Si puedes creer verás la gloria


del Dios vivo. Chicago, ¿qué pasa aquí? ¿Por qué este mundo está en
semejante oscuridad? ¿Por qué hay densa oscuridad sobre el corazón de la
gente? ¿Por qué clama el Espíritu constantemente y los gentiles están
cerrando sus corazones al mensaje? ¿Por qué lo están haciendo? Porque
están bien alimentados, andan bien vestidos, ¿no saben Uds. que estas
misericordias provienen de Dios? ¿Saben Uds. que la hora viene
cuando llorarán y clamarán lamentándose por estas cosas, cuando ya no las
reciban? Despierten mientras el tiempo está a la mano, mientras puedan
recibir a Dios, recíbanlo. Amén.

105.- ¿Quién sigue? Muy bien. ¿Cómo está Ud.? ¿Cree Ud. con todo su
corazón? ¿Cree Ud. que si el Señor Jesús me permitiera saber que hay en
su corazón, Ud. sería sanada o lo que sea que esté pidiendo? ¿Lo cree? ¿Lo
cree? Muy bien, yo confío que Él lo hará, hermana, lo hará. Empiezo a ver
aparecer ahora, entre Ud. y yo, grandes extensiones de tierra. Parece una
región de trigo o una pradera, con pequeñas ciudades ubicadas en los
alrededores. Hay una mujer muriendo y está muriendo de cáncer. Esa
mujer está en Canadá y si yo le dijera, me parece que el lugar es
Saskatchewan. Ella tiene un cáncer y es familia suya. En una ocasión esa
mujer intentó acercarse a mí, pero yo no pude estar en ese lugar debido a
una tormenta de nieve que me lo impidió, pero Ud. ha venido en su lugar,
¿es cierto eso? Hermana, esa no era mi voz, sino la voz de Él.

106.- Ahora, ¿cree Ud. que está parada en Su Presencia? Si yo pidiera la


bendición que Ud. está demandando esta noche; y Ud. creyera con su fe
que Él está aquí para oír, ¿recibirá Ud. lo que ha pedido? Bondadoso Padre
Celestial, pido esto para Tu gloria, para que la gente sepa que Tú eres el
Señor Jesús, ruego que cualquier cosa que esté en su corazón, que sus
deseos sean cumplidos. Concédelo Señor, en el Nombre de Tu Hijo
Jesucristo. Amén. Dios le bendiga, hermana. Vaya y reciba ahora. No
dude. Sólo crea con todo su corazón, y Ud. recibirá. Amén.

107.- Tengan fe en Dios. No duden. La distancia no tiene nada que ver con
Dios. Él conoce todas las cosas y hace todas las cosas bien. ¿Creen Uds.
eso?

108.- ¿Cree Ud. que Dios la sanará de ese problema del corazón sentada
allí? ¿Cree Ud. eso con todo su corazón, señora? Ud. no tiene una tarjeta de
oración, ¿verdad? No necesita una. Sí. Ud. no necesita una tarjeta de
oración. No. Ud. está señalando hacia alguien allá. Yo dije, Ud., la dama
con las flores en el sombrero. Sí. Ud. tiene problemas del corazón. ¿Cree
Ud. que el Señor la sanará? ¿Cree Ud. que yo soy Su siervo? Ud. está
interesada en alguien más, es en la persona sentada a su lado, es su hija.
Esa hija realmente está muy mal, es un tumor; y también tiene un problema
nervioso que le causa trastornos mentales, ¿no es cierto eso? Si es correcto,
levante su mano. Ponga su mano sobre su hija, hermana; y Ud. hermana,
ponga su mano sobre su madre.

109.- Señor, mira hacia abajo ahora con ojos de piedad y que ellas, cuya fe
te ha tocado y has hecho voltear a Tu siervo hacia ellas, ofrezco esta
oración a su favor, que ambas sean sanadas para Tu gloria. En el Nombre
de Jesucristo Tu Hijo. Tú dijiste: “Si haces que la gente te crea y
eres sincero cuando oras, nada le hará frente a tu oración”. Y también
dijiste que estas señales serían dadas para que ellos conocieran que Tú has
enviado a Tu siervo a orar por los enfermos. Ahora, yo ruego que ellas
sean sanadas por Jesucristo, el Hijo de Dios. Amén. Dios les bendiga.
Vayan y sean sanadas. Ud. señora, ahora mismo su corazón late distinto,
¿verdad? Está sana y puede volver a casa.

110.- Me parece que en estos momentos… desde luego que me estoy


debilitando, pero allí está esa Columna de Fuego suspendida justo en ese
mismo lugar. Veo que está junto a una mujer con aspecto de anciana, es
una mujer más o menos delgada, con el cabello peinado hacia atrás, ella
padece de venas varicosas en sus piernas. Ahora, ella está en esa sesión por
acá. Era exactamente… Allí está sentada la dama con una pequeña corbata
negra. Levántese hermana, para que pueda orar por Ud.. Señor, su fe estaba
mirando a los demás y viendo lo que Tú estás haciendo, te pido que la
sanes, Señor, haz que sus días sean muchos y felices, lo pido en el Nombre
de Jesús. Amén. Dios le bendiga, hermana. Vuelva a casa ahora. Que las
venas varicosas se sequen y no la molesten más. Jesús la sana.

111.- Pase, señora. ¿Cree Ud. con todo su corazón? Ud. es una mujer de
apariencia muy saludable, pero padece de un problema femenino, ¿no es
así? ¿Cree Ud. que Él la sanará? Ud. desea que yo ponga mis manos sobre
Ud., porque así ha sido enseñada. Entonces acérquese por un momento.
Padre, en el Nombre de Jesús el Hijo de Dios, que nuestra hermana sea
sanada para la gloria de Dios. Amén. Dios le bendiga, hermana. Vaya
ahora y crea.

112.- Muy bien, hermana, ¿quiere pasar, por favor? ¡Oh, vaya! ¡Qué
momento, cristianos! Algún día del otro lado, junto al árbol siempre verde,
cuando hablemos de esta noche… Recuerden, yo estoy diciendo ahora que
el Señor Jesús está aquí, Él los ama a todos y yo creo que es Él que les
habla a través de mí ahora. Miren hacia Él y vivan. Miren hacia Él y sean
sanados, todos los confines de la tierra. Mira hacia Él, Chicago. La hora de
tu decisión está a la mano. Escojan a Cristo esta noche y ruéguenle a Dios
que envíe un avivamiento a la manera antigua por toda la ciudad.

113.- ¿Cómo está, hermana? ¿Quiere Ud. quedar libre de ese tumor? ¿Cree
Ud. que Dios la sanará sin una operación? Acérquese. Amado Dios, parado
con mi espalda hacia ella, siento a ese demonio halar y rogar, él sabe que la
fe está cerca ahora. Te pido, Señor, que le des fe a nuestra hermana y a Tu
siervo. Ahora, en el Nombre de Jesucristo, que la vida salga de este tumor
y muera de igual forma que lo hizo el árbol que Tú maldijiste. En el
Nombre de Jesús lo pedimos. Amén. Dios le bendiga, hermana. Muy bien.
114.- La enfermedad más peligrosa del mundo, problemas del corazón.
Pero Jesús también vive en el corazón. Él es la fuerza de su corazón, ¿cree
Ud. eso? Pase acá. Ud. tiene un corazón nervioso. Señor, calma los nervios
de esta pobre mortal que está parada aquí. Tú que calmaste las olas en el
mar aquella noche y dijiste: “Calla, enmudece”. Y sobrevino una gran
calma, los eternos vientos doblaron sus alas y volvieron a lo profundo del
mar para dormir en paz, mientras el Maestro del mar cruzaba para sanar a
los enfermos. Paz para esta mujer en esta noche, Señor. De una manera
representativa impongo mis manos sobre ella y le digo a estos nervios y a
este corazón que brinca y se agita: “Cálmate”. Obedece los mandamientos
del Señor Jesucristo mientras Él habla desde Su Palabra. Le ordeno a este
corazón que se calme y a estos nervios que se aquieten, en el Nombre del
Hijo de Dios, Jesucristo, a quien represento. Amén. Fíjese ahora lo
tranquila que está Ud., ¿ve cómo se ha calmado? Ahora puede volver y ser
sanada. Sea sanada. Vaya y sólo... Ud. se siente diferente ahora, está sana.
Digamos: “Alabado sea Dios”.

115.- Mi niño, hijo mío, ¿crees tú que si el Señor Jesús estuviera aquí…?
Madre, ¿qué piensa Ud. que Él haría si estuviera aquí? Ud. ha traído a este
niño al Señor Jesús. En primer lugar, el Señor Jesús sabría cuál es el
problema del niño, porque fue Él quien se lo concedió y es Él quien lo ha
alimentado; y si hay alguna enfermedad en el muchacho, lo ha hecho el
diablo. Jovencito, ¿le darías tu corazón a Cristo y le servirías con todo tu
corazón? Y si Él te sanara, ¿lo amarías? ¿Haría Ud. lo mismo, señora, le
serviría a Él por la vida de este niño? Dios le bendiga. Francamente, Ud. ha
estado intentando caminar un poco más cerca para hallar favor con Dios,
para que la diabetes de este niño desaparezca y se sane, ¿es cierto eso?
Porque un niño de esta edad con diabetes está en una condición terrible.
Pero, ¿quién hizo la sangre del hombre? Dios. Ud. cree y aun tendría fe de
que si yo pusiera las manos sobre ese niño, él se sanaría, ¿no es verdad
eso?

116.- Ahora, acérquese señora. Si el Señor Jesús estuviera aquí, Él le


hablaría de esa clase de cosas, pondría Sus manos sobre Ud. y la bendeciría
y Ud. sanaría. Tú apenas eres un niño, pero Jesús subió al Padre y tuvo que
dar Su vida mortal para que tú pudieras ser sanado, porque fue por Su
Sangre que Él pagó el precio del pecado y la enfermedad. Él dio Su vida,
Su Sangre, para eso. Pero ha vuelto en el poder del Espíritu Santo y está
usando a Su iglesia y Sus ministros, para imponer las manos sobre los
enfermos y sanar, como Él les dijo que hicieran. Ahora, ¿crees tú que si yo
pongo mis manos sobre ti y pido en Su Nombre…? Él que pudo decirme
cuál era tu problema, lo que ha estado haciendo tu madre y todo sobre tu
vida, ¿crees tú que si yo le pidiera a Él ahora, esa enfermedad dejaría tu
cuerpo, tú serías un hombre sano y le servirías?

117.- Dios, bendice a este jovencito, a quien bendigo en Tu nombre. Padre


Dios, que haces que la sangre circule a través de mi cuerpo en este
momento y haces que la sangre circule a través de su cuerpo… Satanás lo
ha dañado, pero yo pido que Satanás se aleje del niño. Sal de él,
enemigo, en el Nombre de Jesucristo. Tú quizás no puedas ser tratado por
el médico, pero Dios es superior a ti. Así que sal del jovencito en el
Nombre de Jesucristo, el Sacrificio provisto por Dios para la sanidad.
Amén. Bendiciones sobre ti, hijo. Eso se irá de ti. Dios te bendiga. Deja de
preocuparte. Gózate. Dios te bendiga.

118.- Creamos con todos nuestros corazones, ahora que el Señor Jesús está
cerca. Mientras Ud. se acerca, hermana, hay una unción de un espíritu frío
y húmedo que significa muerte. Ud. padece de cáncer. Pero el Señor
Jesucristo puede sacar la vida de ese cáncer y sanarla. ¿Lo cree Ud.?
Ahora, los médicos hacen todo lo que pueden, pero son hombre igual que
yo. Pero ahora yo puedo hacer todo lo que puedo hacer; es decir: hago lo
que Jesús me dijo que hiciera. Ahora, ¿puede Ud. hacer lo que Él le dijo
que hiciera: creer? “Todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis y
os vendrá”.

119.- ¿Puede Ud. creer eso con todo su corazón? ¿Puede Ud. ensombrecer
todo lo demás y caminar y decir: “Esta noche soy sanada por el Señor
Jesucristo, estoy de pie aquí junto a un hombre que creo es Su siervo;
vengo aquí como una desconocida para él y él me dice cuál es mi
problema; y me dice que Jesús quiere sanarme, si tan sólo yo le creo?”
¿Acepta Ud. eso? Entonces acérquese. Bondadoso Padre Celestial, en el
Nombre del Señor Jesucristo concede que esta mujer que está de pie aquí
llena de curiosidad y demás, ruego que eches fuera todo temor, toda duda y
el demonio que ahora la ata, que eso la deje. En el Nombre de Jesucristo.
Amén. Vuelva feliz ahora, gozándose hermana y alabando a Dios por Su
bondad.

120.- Muy bien. Crean. Muy bien. Desde luego, vemos que… ¿Cree Ud.
que Dios sanó su vista en ese instante, mientras está sentada allí? Amén.
Dios le bendiga, siga adelante entonces. Se acabó. Amén. Amén.
121.- Quiero que inclinen sus rostros por un momento, porque hay un
espíritu sordo en la dama. ¿Inclinaría su rostro por un momento? No
estamos tratando de... Fíjense, hace un rato al mostrar que el ciego podía
ver, yo no hice eso para parecer listo. Ciertamente, a mí me es concedido
echar fuera espíritus malignos, pero yo dejo que la gente use su fe. Ud.
mismo debe tener fe, pero a veces siento algo en mi corazón que dice:
“Haz esto para que la gente pueda saber que yo estoy con ellos”. Esa es la
razón, por la gracia de Dios, le fue restaurada la vista al ciego. Por eso es
que quizás en esta noche Uds. verán, si Dios lo permite… La dama aquí,
como Uds. ven, la del espíritu sordo, está tratando de inclinarse hacia
adelante para leer mis labios. Pero ahora, inclinen Uds. sus rostros y
manténganlos inclinados hasta que yo les pida que los levanten, por favor.

122.- Dios Todopoderoso, Creador de los cielos y la tierra, Tú realmente


conoces todas las cosas y sabes que Tu siervo no está tratando de hacer un
espectáculo de Tu Ser, Señor, es sólo para que la gente pueda saber que Tú
eres Dios y yo soy Tu siervo. Pido que esto sea hecho y sea abierto
por completo, ahora mismo. Esta mujer no tiene el privilegio de oír el
Evangelio y la Biblia nos dice, Tu Palabra, que la fe es por el oír, y el oír,
por la Palabra de Dios. Ahora, este espíritu sordo la tiene atada para que
no pueda oír, entonces Padre, ella no puede tener fe como la tendría si
pudiera oír el Evangelio. Entonces te pido por un milagro, pido que
restaures la audición de esta mujer. Concédelo Padre, para Tu gloria. Si Tu
siervo ha hallado gracia en Tus ojos, permite que así sea esta noche, para
Tu gloria y como una insignia para Chicago de que deben arrepentirse o la
destrucción está por delante. Te ruego que concedas estas bendiciones por
Jesús, Tu hijo.

123.- Ahora Satanás, tú has hecho sorda a esta mujer, pero yo te ordeno por
el Dios Viviente, por el Hijo del Dios Vivo a quien represento aquí por
medio de un don de sanidad divina, que me es ministrado por un Ángel,
sal de esta mujer, no puedes retenerla. [La mujer dice: “¡Soy libre! ¡Soy
libre!”] ¿Puede oírme ahora? Abra sus ojos, mire hacia acá, ¿puede oírme?
[“Sí”.] Diga amén. [La mujer dice: “Amén”]. Amo al Señor. [La mujer
dice: “Amo a mi Señor”.] ¿Tenía Ud. un problema en sus pies? También
están sanos. Ahora puede irse gozándose y contenta. Digamos: “Alabado
sea el Señor”.

124.- La mujer tenía mucho tiempo sorda, y cuando le ordené al demonio


que la dejara, cada fibra de su cuerpo se estremeció y en ese instante
comenzó a gritar: “¡Soy libre! ¡Soy libre! ¡Puedo oír! ¡Puedo oír!” Justo en
ese instante. Jesús, el Hijo de Dios… La Biblia dice que cuando el espíritu
mudo salió del hombre, él pudo oír. Amén. Digamos: “Gracias sean dadas
a Dios”.

125.- Júntense todos. Mire hacia acá, señora. ¿Cree Ud. que yo soy siervo
de Dios? Ud. está preparada para una operación y la operación es por un
crecimiento al que llaman tumor. ¿Es cierto eso? ¿Cree Ud. que Dios le
quitará eso? Entonces, en el Nombre de Jesucristo, pido que eso la deje
esta noche. Amén. Vaya creyendo, amada hermana, con todo su corazón.
Dios hará que suceda exactamente lo que Ud. ha pedido.

126.- Oh, señora, ¿cree Ud. que Él la sanará? ¿Cree Ud. que Él le quitará
esa diabetes y todo lo que está mal en Ud.? ¿Cree que Él la sanará ahora
mismo? Señor Jesús, te ruego que sanes a esta mujer y la hagas estar
completamente bien para Tu gloria. En el Nombre de Jesucristo. Amén.
Dios le bendiga hermana. Vaya gozándose. Ahora, sean reverentes
nuevamente por un momento. No sé si una de las damas que salieron en
ese momento fue sanada. Vi Eso colgando en esta dirección, el Espíritu del
Dios Vivo, pero ellos se estaban moviendo y no pude descifrar
exactamente qué sucedió. Parecía alguien de pie. Ahora Eso va siguiendo a
la dama que acaba de estar… que pasó por aquí. Está a su alrededor.
Permanece… Oh, es la dama que está sentada allí con un vestido que
parece rosado, tiene su cabeza inclinada, está orando. Ella está sufriendo de
diabetes, ¿cree Ud. con todo su corazón, señora? ¿Cree Ud. que Jesús...?
Ud. estaba orando, estaba creyendo y Él escuchó su oración. La dama...
Vi lo que era. Permanezca de pie por un momento. Esa dama que acaba de
ser sanada, ¿no era diabética también? Por eso es que ese espíritu estaba
llamando. Oh, era Ud. que estaba orando para ser sanada de diabetes, ¿no
es cierto eso? Así es. Por eso era que ese espíritu estaba siguiendo a
la dama.

127.- Si quieren ver la gracia de Dios, miren para acá: alguien estaba
perturbando, moviéndose; y yo sé que algo pasó. Era una dama que estaba
orando. Una dama fue sanada de diabetes aquí en la plataforma, se movió y
la perdí, pero el Espíritu Santo, con gracia, siguió a la mujer hasta
que llegó allí y se detuvo. Satanás, sabiendo que su hora había llegado… el
Espíritu Santo señaló la mujer. Yo nunca antes había visto algo así.

128.- Ud. es una creyente, hermana, ¿verdad? Ud. también. Y ése que está
frente a Ud. es su esposo, ¿es así? Él está sufriendo de un problema
nervioso, ¿no es cierto? No le estoy leyendo la mente. Ese es su hijo que
está enfermo, ¿cierto? Ud. también tiene una hija, ¿verdad? Y ella está en
una escuela bíblica, ¿no es así? Ella tiene un crecimiento. Dios los sane en
el Nombre de Jesucristo. Todos aquí pueden ser sanados ahora mismo, si
tan sólo se levantan y creen al Señor Jesucristo…

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