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¿Ahora Creéis?

Battle Creek, Michigan, EE. UU.


17 de Agosto de 1952
1 Gracias, Hermano Baxter. Buenas noches amigos. Estoy feliz de estar aquí esta noche para hablarles
de nuestro Señor Jesucristo y de Su gran amor para todos Uds., y lo que el Espíritu Santo ha derramado
en nuestros corazones hoy. Y ahora, estamos muy agradecidos por las reuniones que se han celebrado
esta semana y por lo que nuestro Señor ha hecho en nuestro... en medio de todos nosotros, ya que
todos somos testigos de su Ser resucitado entre nosotros. Él....

Y ahora, mientras nos dirigimos de aquí a Minneapolis para comenzar el martes, Uds. personas de los
alrededores, estaremos contentos de tenerlos en cualquiera de las reuniones. Tan pronto como Dios nos
permita, nos dé el derecho de paso, vamos de nuevo a Sudáfrica, a la India, a Palestina y a través de
esa parte del país. Solicito sus oraciones esta noche, por nosotros, mientras trabajamos como los
labradores de Dios en la viña de nuestro Señor. Nos encantaría saber que están orando por nosotros, y
creo que lo harán.

2 Y ahora, solo deseo que mientras me preparan, que la cámara esté operando o lo que sea que estén
por hacer... Quiero agradecer, aprovecho esta oportunidad para agradecer a los pastores que
cooperaron en esta reunión, a todos Uds., de todas las diferentes iglesias. Les damos las gracias desde
lo más profundo de nuestro corazón. Que el Señor Jesús les siga bendiciendo y les dé grandes
bendiciones desde Su trono.

Y quiero agradecer a todos los ujieres que tuvieron parte en esta reunión; a todas las personas que
aportaron; a aquellos que han sido tan generosos con nosotros para ayudarnos, se los agradecemos. Y
tendrán que ser testigos nuestros de que no pedimos dinero. Solo tratamos de hacerlo sobre la base, de
la forma en que nuestro Señor quiere que lo hagamos. Les damos gracias y que Dios les bendiga
abundantemente por todo lo que han hecho. Con nuestro mejor entendimiento, lo daremos para los
gastos del Evangelio.
3 Y ahora, quiero agradecer a la gente de Kellogg, y a todos los que estuvieron aquí, por traernos aquí
a esta iglesia o a este auditorio. Yo digo, Uds. han sido muy, muy amables. Y yo... El Señor Dios bendiga
a la Compañía Kellogg por su amabilidad con nosotros. Y una, una persona que siempre es invisible, pero
el operador de este micrófono, que se sienta aquí atrás cada noche. He estado en muchos auditorios y
he encontrado personas que a veces eran custodios, y así bien críticos. Pero la primera noche aquí,
capté el... Uds. entienden. Un hombre muy bueno, yo... El Señor le bendiga mi amigo. Y oro para que Él
sea bondadoso y cercano con todos Uds. Mientras creo que estamos— acercándonos a la venida de
nuestro Señor Jesús, por segunda vez en gloria, para llevarse a Su Novia que espera. Y confío en esta
noche, que todos aquí estarán listos en ese momento. No solo eso, sino que se convertirán en
misioneros alrededor de casa, que saldrán, y ayudarán y traerán a otros al redil. Jesucristo sea con
todos Uds.

Ahora, quiero leer, solo unos momentos ahora. Deseo leer una Escritura aquí, y luego, por supuesto,
la gente se está preparando para algunas fotos más.

4 Esto se encuentra en el capítulo 4 de Lucas y comienza con el versículo 38.

Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón
tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les
servía.

Al ponerse el sol, todos los que tenían… enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él,
poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

También salían demonios de muchos… dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios….
Miren qué diferencia. El ministro dijo: “Tú eres un diablo”.

El diablo dijo: “Tú eres Cristo el Hijo de Dios”.

… Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que Él era el Cristo.
Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde
estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.

Pero Él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el Evangelio del Reino de Dios;
porque para esto he sido enviado.

Y predicaba en las sinagogas de Galilea.


¿Ahora Creéis? 2

5 En el Libro de Juan, tenemos otro impresionante instante de Jesús en el capítulo 14 y en el versículo


12. Él dijo: “El que en mí cree, las obras que Yo hago, Él las hará también; y aún mayores hará, porque
Yo voy al Padre”.

Como creyentes Cristianos, creemos que esa es la verdad, porque Jesucristo lo dijo. ¿Es esa la base
en la que ponen su fe? Dijo Jesús.

Ahora, cuántos están aquí por primera vez y nunca han estado en una de las reuniones anteriores,
veamos sus manos— nunca antes han estado en una de mis reuniones, veamos sus manos. Oh, hay
muchos recién llegados. Bueno, amigo Cristiano, y también amigos pecadores, la reunión puede ser un
poco rara para Uds. No pretendo ser capaz de sanar a nadie de ninguna manera. Nunca he hecho una
afirmación de esa índole. Y a mi humilde creencia, esa sanidad no es encomendada a los hombres. Fue
encomendada a Jesucristo. Y en el Calvario, o en la sala de juicio de Pilato, herido fue por nuestras
rebeliones, y fue condenado para nuestra sanidad, de acuerdo con las Escrituras. Y ahí es donde el
sacrificio supremo fue pagado en el Calvario, y todo lo que podemos hacer esa señalar a la gente a ese
lugar.

6 Ahora, en el ministerio, yo no tendría tiempo, porque se está haciendo tarde para repasarlo y
explicárselos. Pero para que sepan esto: me gustaría probar la fe Cristiana, solo de esta manera, la
manera psíquica, solo por un momento. Todos sabemos que Jesucristo fue el Hijo de Dios. Creo que
incluso los pecadores tienen alguna idea de eso, ¿no es así? Criados aquí en Estados Unidos, donde hay
tanta radio y demás... Creen que Él era el Hijo de Dios. Ahora, si lo ha aceptado como su Salvador, no lo
sé. Si lo ha hecho, Ud. se ha convertido en un Cristiano. Aparte de eso, pues, por supuesto, Ud. no lo
sería.

“El que sabe hacer el bien, y no lo hace, le es pecado”.


Ahora, pero Jesucristo no afirmaba sanar a nadie, muy al contrario. Él dijo: “Yo no sano a nadie. Y
no hago nada hasta que el Padre me muestre qué hacer”.

7 ¿Cuántos cristianos son conscientes de que eso es verdad? Que Jesús dijo eso. Ahora, eso se
encuentra en San Juan 5. Cuando pasó junto al estanque de Betesda, y allí yacían los lisiados y
espasmódicos y la gente retorcida, y caminó justo a cada uno de ellos, sin embargo, lleno de compasión,
caminó hacia un hombre que tenía tal vez, neumonía, diabetes, o algo así, tuberculosis... Y sanó a ese
hombre, y lo supo... Observen. La Biblia dice: Él sabía que había estado así durante mucho tiempo,
treinta y ocho años. Y Él le preguntó: “¿Pudieras... quisieras ser sano?”
8 Él dijo: “No tengo a nadie que me meta en el agua, mientras yo voy...” Vean, él podía caminar; no
estaba lisiado, tampoco estaba ciego. Él dijo: “Mientras voy, otro desciende antes que yo”. En otras
palabras, había personas más jóvenes que entraban, y el Ángel solo sanaba a uno, luego regresaba a la
gloria y esperaba otra temporada. Lo que determinaba esa temporada, por supuesto, no lo sé. Pudiera
haber sido un mes; pudiera haber sido seis meses; pero grandes multitudes, miles y miles de personas
esperaban el movimiento del agua.
Ahora, por supuesto, la gente en aquellos días, como lo serían hoy, decía: “Eso es solo psicología”.
Pero muchas personas creían que era un Ángel. La Biblia dice que era un Ángel. Entonces yo lo creo,
¿Uds. no? La Biblia dice que era un Ángel que bajaba y agitaba el agua.

9 Ahora, un agua agitada, si alguien que vive cerca de estos lagos y esas cosas, sabe que es agua
picada. La corriente va por un lado y el viento por otro, lo cual corta el agua. Y probablemente
pensando, en el hecho de estar allí y.… junto el mercado de las ovejas, cuando los vientos alcanzaban
ciertas maneras, pero ya sea viento o lo que fuera, Dios dijo en Su Biblia que era un Ángel. Yo lo creo.

Y ahora, Jesús pasando por allí, el Hijo de Dios, lleno de amor, lleno de compasión, pasando junto a
las personas lisiadas, afligidas y ciegas; sin embargo, Él los sanó muchas veces. Pero pasó de largo y
sanó a un hombre que tenía una enfermedad, no la aflicción, una enfermedad por treinta y ocho años.
Entonces los Judíos le preguntaron. Y esto es lo que dijo, cuando hallaron al hombre cargando su
lecho el día de reposo. Y ellos cuestionaron a Jesús. Ahora, recuerden, San Juan 5:19 y 20. Esto es lo
que Él dijo. Escuchen atentamente ahora. “Nada hace el Hijo de Sí Mismo... De cierto, de cierto os digo,
nada hace el Hijo de Sí Mismo, sino lo que ve hacer al Padre: eso hace el Hijo juntamente. Porque todo
lo que hace el Padre, se lo muestra al Hijo, y Él le mostrará cosas más grandes que esta, para que os
maravilléis” … ¿Es eso correcto?

10 Entonces sólo detengámonos en esa Escritura, pudiéramos llevarla a través de la Biblia, a través de
los profetas, a través de las edades. Y nunca hubo nadie que hiciera algo sin que Dios se lo mostrara
primero. El profeta Elías en el monte Carmelo, parecía que simplemente subió allí y se enojó con la gente
y llamó el fuego. Oh no. Cuando lo puso todo en orden, dijo: “Señor, he hecho esto en Tu Palabra”. ¿Es
eso correcto? En todas partes, era algo que Dios mostraba. Y debe ser perfecto, porque Dios así lo dijo.
¿Ahora Creéis? 3

11 Ahora, si Jesús no hizo nada, ahora, ¿por qué no sanó a ese hombre lisiado, al hombre retorcido, al
hombre cojo o al hombre paralítico? Es porque el Padre no se lo había mostrado. ¿Es eso correcto?
¿Creen que esa es la razón? Y Él solo sanó lo que el Padre le mostró. Entonces si Él dijo: “Un poco, y el
mundo no me verá más, mas vosotros me veréis, porque Yo estaré con vosotros, aún en vosotros hasta
el fin del mundo”. ¿Es eso correcto?

Hebreos 13: 8 dice: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”, el mismo: el mismo en amor;
el mismo en poder; el mismo en compasión; el mismo en las obras; el mismo en señales; el mismo en
maravillas. ¿Creen eso?
“Pues”, dicen, “Él murió”.

Sí, eso es correcto. Pero Él se levantó otra vez, y volvió a aparecer, el mismo Jesús precioso.
¿Creen eso?

12 Ahora, Él se sienta a la diestra del Padre esta noche, Dios Todopoderoso, para hacer— como un
Sumo Sacerdote, para actuar en nuestro lugar (¿Creen eso?) Para hacer intercesiones sobre nuestra
confesión. ¿Es correcto eso? Hebreos 3: 1. “Él es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión”. Todo lo que
confesamos que Él ha hecho... Primero, tenemos que creerlo, luego lo confesamos. Él se está poniendo
delante del Padre para hacer eso cierto. ¿Es eso cierto?
Ahora, si hay un fundamentalista aquí, eso es tan sólido como conozco las Escrituras. Muy bien.
Luego, Él dijo: “Rogaré al Padre, para que les envíe otro Consolador”, que era el Espíritu Santo: “Él
morará en vosotros para siempre. No testificará de Sí mismo, sino que testificará de Mí. Todo lo que
viere, eso hará. Y Él les mostrará las cosas que han de venir”. ¿Es eso correcto?

Ahora, el mundo puede tomar la Palabra y [palabras poco claras] escudriñar todo en estos
seminarios teológicos, y enseñar esto, y filosofía, y así sucesivamente, y psicología, y teoría, y demás.
Ellos pudieran hacer eso; pero aun así, una cosa es segura, tenemos al Espíritu Santo como un Testigo
Divino. Y si ese es verdaderamente el Espíritu Santo, entonces da testimonio de Cristo, porque es Cristo
en forma de Espíritu. “Un poco y el mundo no me verá más, mas vosotros me veréis, porque Yo estaré
con vosotros, aun en vosotros”, haciéndolo Él mismo aquí en la tierra en forma de Espíritu hasta el final
de la era.

¿Lo entienden ahora? Me tomo mi tiempo, de modo que eso penetre bien. Ahora, observemos.
Entonces, “Por sus frutos los conoceréis”.

13 Ahora, “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es”. Entonces Dios ha puesto en la iglesia diferentes
cosas. Ahora, el hombre puede testificar de cualquier cosa. Pero hasta que Dios lo confirme y diga que
es así, no es así... Ud. tiene el derecho de no creerlo, hasta que Dios vindica que es la verdad, entonces
Ud. no tiene más derecho de no creerle a Dios. ¿Es eso correcto?

Ahora, fue hace un tiempo, hace algún tiempo, yo no sabía nada de Uds. pueblo. Cuando nací, esta
Luz, el Ángel del Señor, del Cual ellos tienen la imagen, lo siento, no tenemos ninguna, esta noche. No
las hemos tenido en mucho tiempo. Está bien protegida por derechos de autor, que tenemos que pagar
el mismo precio para obtenerlas de la misma manera en que Uds. las obtendrían. Por lo general, solo les
decimos dónde ir a buscarlas. Pueden preguntar en la recepción, y ellos se lo dirán. Donde está
protegido por derechos de autor, la tiene la Asociación Americana de Fotógrafos, el FBI, el todo, todo lo
que el mundo científico ha perseguido. Lo mejor que tenemos, George J. Lacy... Y ahí está su
declaración firmada de que es la primera vez en toda la historia del mundo que se puede demostrar
científicamente que hubo un Ser sobrenatural, ese mismo Ángel de Dios que está justo aquí, al que ven
todas las noches, moviéndose. Ahí está en las fotos.

El Sr. Lacy dijo: “El ojo mecánico de esta cámara, Reverendo Branham, no captará psicología”. Él
dijo: “La Luz dio en el lente. Y es un Fuego esmeralda, llameante, ardiente”, Muchas veces entra
directamente en la reunión. Uds. pueden verla. Miles de veces miles lo han visto a la vez.

14 Recientemente, cuando estaba bautizando en el río en Jeffersonville, cuando todos los periódicos
locales lo publicaron, las dos de la tarde cuando estaba orando, aquí bajó del cielo, justo a las dos de la
tarde. En Junio, o por la tarde, más bien, en Junio, a mediados de Junio, pendía sobre el lugar donde
estaba, y una Voz dijo: “Así como Juan el Bautista fue enviado para advertir a la gente de la primera
Venida de Cristo, así es este Mensaje para advertir a la gente de la segunda Venida”.

Regresó a los cielos, cuando la gente gritaba, se desmayaba. ¿Qué es? Dios, preparando la iglesia.
Uds. no necesitan una nueva doctrina. No necesitan nuevas teorías. Necesitan corazones verdaderos,
sinceros para el Dios Todopoderoso, para creer en Dios, y en Su Hijo, Cristo Jesús. Tengan compañerismo
con todos, todos los Cristianos, por el Espíritu Santo. Amén.
15 Fíjense. Ahora, esas cosas son vistas y probadas. Dios dijo en Hebreos, o el... Pablo, o quien
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escribió el Libro de Hebreos, Hebreos 11: 2, dijo: “Dios testifica de Sus dones”. Ellos son verdaderos.

Ahora, esta noche, estoy esperando a ver, cuando ellos tomen su foto... ¿Perdón? Todo está
terminado. Gracias, Hermano Baxter.

16 Sólo una pequeña historia ahora, unos cinco, diez minutos. Sé que hace calor. Vaya, pero escuchen
amigos, si no estamos bien con Dios, queremos estarlo en este momento, ¿ven? Este es el tiempo.
Miren. Los amo, a todos. Estaré encantado de... Solía decirle a la gente: “Yo vendría sin importar cuán
oscura esté la noche”, pero cuando uno está entre millones, uno no puede decir eso. Oraré por Uds.
siempre que pueda. Dios sea Uds. Mis oraciones son por Uds. Y como un hermano Cristiano para Uds., lo
digo con mi corazón, con sinceridad y con el amor Cristiano más cálido... El hermano acaba de decir:
“Ellos tomaron una ofrenda de amor para mí, hace un tiempo”, esa ofrenda de amor, lo que no sea para
mi comida y esas cosas, irá directamente a la ofrenda misionera.

17 Estamos tratando de ahorrar lo suficiente para regresar allá, donde tuvimos cien mil conversiones en
seis semanas, treinta mil en un día. Piénsenlo. Paganos, crudos paganos, y Mahometanos, treinta mil en
un día. Eso es maravilloso, ¿verdad? Ahora, Uds. no pueden culparme por querer volver. La primera vez
que ellos ven el poder de Dios proyectarse para un pagano, que ni siquiera sabe nada al respecto, ni
siquiera puede hablar su idioma, y tal vez haya muchos intérpretes aquí. Ellos ven que él es un Basutu,
Songhai [Tribus Africanas-Trad.], o lo que sea, y comenzar a decirle, a contarle todo sobre su vida y de
dónde viene, qué hizo y cosas así. Solo gritan y caen postrados: Dios.

Pablo supo hace años, que se necesita un milagro para convertir a un pagano. Jesucristo siempre lo
supo.

Recientemente, cuando hablábamos con un misionero de la India, a donde Dios me ha dicho que
vaya, donde tendré una multitud de trescientas mil personas en una reunión... Fíjense, ese mismo
hombre, dijo: “Hay solo una cosa, Hermano Branham, que siempre sacará a la gente de la India de esos
Musulmanes, e idólatras y demás, se requerirá el verdadero poder de Dios”. Donde los demonios cuando
se levantan, allí está el poder de Dios para castigarlos. Asegúrense de saber de lo que están hablando.

18 ¿Cuántos leyeron en el libro de ese maníaco, allá, cuando corría hacia la plataforma, aquí en
Portland, Oregón, Recuerdan? ¿Qué si Eso no hubiera estado allí entonces? Yo habría sido un cadáver.
¿Qué de aquí en Zion, Illinois, aquí en Harlingen, Texas, y de los diferentes lugares, cuando se trató de
enfrentar a la muerte misma cara a cara, allí en público? Allí, Dios Todopoderoso, baja Su mano, y los
derriba.

Tengan cuidado. “No toquéis a Mis ungidos”. No a mí, no, hermano mío, no es eso. El Ungido es el
que desciende de lo alto. Yo soy de la tierra, terrenal. Pero Él es de arriba, celestial.
No creo que tenga tiempo para el testimonio. Sólo quiero decirles. Tal vez si lo intento, diez minutos,
si observan con atención, porque quiero comenzar la línea de oración de inmediato.

19 El Hermano Baxter estaba cerca en este momento; es tal... Está sentado justo aquí, justo detrás de
las cortinas. Y es un... Confío en que el Hermano Bosworth esté cerca. Y ahora, pero sin embargo, el
Hermano Bosworth no estaba en nosotros, con nosotros allá en Suecia. Cuando salí de aquí, yo estaba
en California, quiero decir, en Florida un día, en la reunión del Hermano Bosworth, o en su reunión donde
estaba este niño, ese pequeño David. Él me pidió que fuera allá; él estaba en problemas Y fuimos allí,
ellos tenían una pequeña carpa, o una carpa con capacidad para unas dos mil personas o dos mil
quinientas, algo así, y había una audiencia muy pequeña. Y la gente allá estaba comportándose mal. Y
entonces me llamaron y me preguntaron si vendría a ayudarlo.

En California, una vez, cuando él era solo un chiquillo, él estaba allí, y él... Yo tenía cuatro mil en mi
auditorio, él tenía un auditorio para unas seis o siete mil personas, él tenía como unas dos mil en eso.
Dijo: “Hermano Branham”, solo un muchachito. Dijo: “cambiemos los auditorios”. Dijo: “Ud. tiene un grupo
que llenaría la suya, y mi grupo casi llenaría la suya”.
Y dije: “De acuerdo, cambiaremos”. Y yo quería pagarle.

Y él dijo: “No, deje así la diferencia”. Dijo: “Nos encontraremos de nuevo”.


20 Y allí, cuando me llamó, corrí hacía amiguito. Y cuando estábamos allá en camino en el tren, el Señor
Dios me habló y dijo: “Habrá un niño, que será recogido al lado de un camino, muerto”. Y describió cómo
luciría, y el país en el que estaría, y todo. Y lo describí allá, el Hermano Bosworth, fue la primera vez que
lo conocí, fue en ese momento. Lo escuchó ser dicho. Le dije: “Escríbanlo en la parte posterior de su
Biblia en algún lugar. Aparecerá uno de estos días en esta revista”.
Continuamos. Por todo el Oeste. El Hermano Baxter me ha escuchado citarlo cientos y cientos de
veces, y miles de personas lo escribieron en su Biblia. Sin duda, la gente aquí mismo en el auditorio, lo
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escuchó, lo anotó y escuchó antes de que sucediera. Si las hay, veamos sus manos, mientras que las
[palabras inaudibles]. Sí, muchos de ellos están aquí, que probablemente lo tienen escrito en su Biblia
todavía, acerca de cómo se vería el niño, cómo estaría vestido. Esas cosas son perfectas. Tienen que
ser.
21 Y un día, mientras el Hermano Baxter y yo, y todos nosotros estábamos en... Estábamos en Helsinki.
Fuimos de allí a Kuopio, y yo estaba en la torre cantando, allí arriba, había un grupo de Finlandeses. El
Señor estaba bendiciendo; grandes cosas estaban sucediendo. En el camino hacia abajo, pasamos por
donde ocurrió un accidente, un niño pequeño, dos de ellos, atropellados por un automóvil
Estadounidense, un pequeño Ford treinta y cinco golpeó a uno de los niñitos por la barbilla, y
simplemente lo hizo rodar en el camino. El auto iba a sesenta millas por hora, y luego esquivó de esta
manera. Y el guardabarros golpeó al pequeño, lo arrojó y golpeó contra el árbol, y lo aplastó todo de esa
manera. Y él cayó. Y este otro muchachito, lo golpeó justo con el parachoques, lo hizo rodar debajo del
auto de esa manera, y la rueda lo lanzó en el aire de esa manera. Su abrigo salió volando, y sus zapatos
salieron volando, y todo, mientras eran lanzados en el aire, donde la rueda giraba debajo, y girando así,
arrojó al niño al campo, donde lo golpeó.
22 Unos veinte minutos más tarde, estábamos allí, y miramos al pequeño. Alguien recogió al otro
muchachito; él todavía estaba respirando. Y lo llevaron de prisa al hospital. Y entonces, este otro
muchachito estaba muerto. Le pusieron un abrigo encima, fueron a buscar al padre y a la madre. El jefe
de la ciudad, que es como el alcalde de aquí, bueno, estaba allí. Y miraron a su alrededor. El Hermano
Lindsay y ellos salieron, lo miraron. Regresan llorando, el Hermano Moore, porque ambos tenían niños
pequeños aquí en Estados Unidos. Yo tenía mi pequeño Billy Paul.

Había estado fuera de casa por varias semanas. No quería ver al pequeño. Y después de un rato,
después de llegar a él, miramos al pequeño, y cuando lo vi, supe que había algo extraño en ese niño. Y
dije: “Pregunte a estos intérpretes aquí, a estos ministros, más bien, a través del intérprete, Srta.
Isaacson”; ella puede estar aquí en esta reunión, por lo que sé. Y dije: “Pregunte a esos ministros, si
ese niño ha estado alguna vez en una línea de oración”.

“No, ninguno de ellos lo conocía”.


23 Entonces, dije: “Hay algo extraño respecto al muchachito”. Y luego, a medida que yo avanzaba, algo
pareció haber puesto su mano aquí. Yo estaba perturbado, por la conmoción de ver al pequeño muerto.
Él estaba tirado allí, con sus calcetincitos... Los niñitos de allá, usan unos pequeños y diminutos
pantalones, así como solían hacerlo aquí, y medias muy gruesas. Y su piecito como que se había salido a
través de su calcetín. Y su pie sobresalía, sus pequeñas extremidades retorcidas así, su boquita abierta,
sus ojos volteados con parte posterior. Y estaba tirado así, y con la lengua colgando, la sangre salía por
un lado de su boca. Y allí estaba el pequeño. Y su pequeño, como corte de cabello de aspecto juvenil,
pequeño corte de vasija…. Según lo llamamos allá en el Sur: “un pequeño corte de cabello de vasija”,
como los Finlandeses, muy típico.

Y miré al muchachito. Y pensé: “Hay algo acerca de ese muchacho”. Comencé a caminar. Y Él habló
de nuevo. Y miré a mí alrededor otra vez; se estaban preparando para levantarlo. Ellos iban a tratar de
sacarlo. Y por casualidad lo miré y dije: “Ah, ahí está”. Dije: “Recuerdo a ese muchacho”. Le dije:
“Hermano Moore, mire atrás, al final de su Biblia, y el Hermano Lindsay. ¿Qué se escribió allí? ¿Recuerdan
esa visión que les conté en Estados Unidos de un niño que iba a ser resucitado de entre los muertos?”

“Sí”.

24 Yo dije: “Miren”. Y ellos miraron en la parte posterior de su Biblia, y ahí estaba, exactamente. El niño
era un niño pobremente vestido, de unos ocho años. Hermano Bosworth, Ud. está aquí, recuerda, esa
noche, un niñito se ahogó en Florida y me llevaron para ver si era él. Hermano Bosworth, si está aquí,
levante la mano, en algún lugar. Si yo... me gustaría ver si está aquí como una vindicación. Sí, ahí está
por allá. Muy bien. Lo recuerda.

Ahora, cuando él, el niñito, me llevaron allá, y yo dije: “Ese no es el niñito; él tiene unos cinco años
y tiene pelo negro. Este niñito tiene el pelo castaño, grandes ojos marrones grandes, puestos así”. Y yo
dije: “Él va a estar todo magullado”. Y yo dije:“ Parece que debe haber sido un accidente de auto, Y
luego, mire este lugar aquí”. Dije: “Este era un país rocoso donde las rocas estaban traslapadas entre sí,
y grandes árboles grandes y perennes. Y no hay nada de eso aquí”. Y eso fue solo una zanja de
irrigación donde el niñito se ahogó allí. Así que cuando vi a este muchacho, supe que era el muchacho. Y
Uds. nunca sabrán cómo se siente entonces.

Ahora, ahí estaba un muchacho muerto, había estado muerto hacía un buen tiempo. Pero el Señor,
casi dos años antes de que sucediera, había hablado Su Palabra, que el niño estaría allí en ese tipo de
lugar, y ese era el niño. Oh, mis amigos, nunca sabrán cómo se siente caminar allí. Entonces saben
exactamente dónde están.
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25 Yo dije: “Muy bien”. Me arrodillé exactamente de la manera que Él me mostró que me arrodillara. Y
oré y dije: “Padre Celestial, en las tierras de Estados Unidos, mostraste a este niño en una visión y
mostraste lo que sucedería. Ahora, te pido que confirmes la Palabra, que has hablado”.

“Y muerte, devuelve a este niño su vida”. El muchachito se levantó de un salto y estaba bien, no
había nada malo en él, iba hacia la escuela. Vaya, eso sacudió ese lugar, hasta que fue, vaya, esa
noche que tuvieron... [Espacio en blanco en la cinta. Trad.] [Palabras inaudibles] Bajé, estaba muy
impresionado. Él y yo habíamos salido a caminar. Y esa noche, cuando regresé, tuvieron que poner
guardias para llevarme, para llevarme al lugar donde era, donde era la reunión.

Nunca olvidaré, Hermano Baxter, al irnos esa noche, habíamos orado por unos cuantos. Y allí, el
Señor habló allí a los Laponienses [Laponia, una región que se extiende por el norte de Noruega, Suecia,
Finlandia y la península de Kola, al noroeste de Rusia-Trad.], y les decía dónde estuvieron y qué habían
hecho, y así sucesivamente, por todo el edificio. Simplemente gritaban, tiraban sus muletas, se
levantaban de sus sillas. No querían que se orara por ellos. Sabían que el Señor estaba allí y eso es todo
lo que querían. Y eso es todo... Ellos estaban... Bueno, el Hermano Baxter, esa noche, después de que
nos fuimos de ese lugar, recogió un montón de muletas, palos, bastones y cosas que habían desechado
allí, hasta que los sostuvo en sus brazos así, y los sostuvo en alto. Y el Hermano Baxter estaba parado
allí, ver... uh... presenciando esto.

26 Y entonces, recuerdo, esa noche, entrando, el Hermano Baxter, en el camino que entraba, mi
hermano estaba conmigo. Él me traía de ida y vuelta a la iglesia. Y así que, él entró para decirle al
Hermano Baxter, yo estaba allí, y algunos guardias me llevaron a través de un pequeño dormitorio, o lo
que... era un pequeño lugar. Y mientras pasaba por allí, Finlandeses detrás de mí, y Finlandeses delante
de mí. Y estaban marchando... Y esa gente parada allí, en la calle... Cuando bajaba... Esto es lo que me
cautiva. Ver el respeto de un extranjero hacia Dios, y luego pensar lo irrespetuoso de muchos de
nuestros Estadounidenses hacia el Señor.
27 Ellos dicen: “Santo rodador, fanático y sanador Divino”, y todo eso. Ellos no se dan cuenta. Eso es lo
que me lastima. Oh, si estos Estados Unidos solo pudiera volver a Dios... Somos una gran civilización,
pero estamos viviendo experiencias pasadas, reputaciones pasadas. Cierto. Las termitas se han comido
la base casi por debajo de nosotros. Lo único que alguna vez salvará a Estados Unidos, es un
avivamiento chapado a la antigua enviado de Dios. No me refiero a pasar y estrechar la mano a la gente.
Me refiero a nacer de nuevo, y romper las cosas, y volver al camino donde deberíamos estar. Y eso lo
dudo, que lo tengamos alguna vez.

Ahora, noten, porque yo- yo no.… entiendo la profecía de la Biblia, esa no es mi línea de trabajo.
Solo entiendo lo que Él me dice, y las cosas, es para una cosa personal. Esa es la razón por la que
tengo ante mí a un maravilloso maestro de la Biblia, quien coloca a las personas y todo en la Palabra de
Dios. Porque esta es la Palabra de Dios.

28 Y luego, cualquier cosa, eso es para las naciones, para todas las personas. Ahora, si hay algo
personal para un pueblo, entonces, de manera secundaria, están los profetas. ¿Ven? Ahora, eso es
verdad. Los dones en la iglesia....

Pero esa noche, al pasar, había una niñita que salió del baño de chicas, damas, y oí algo. Y miré a mí
alrededor... Ahora Uds., madres... Y ella salió, una niñita Finlandesa, con su pelito cortado que ella había
cortado, probablemente con las tijeras, y tenía una faldita, o unas faldas que cuelgan, harapos, sobre
eso que cuelga de ellas. Y ella estaba sobre dos muletas, y tenía una gran cosa alrededor de ella así, y
esta pierna no tenía ningún uso; colgaba inútil. Y estaba en una abrazadera que corría a través de un
zapato, y un pasador estaba en la punta del zapato, que regresaba y pasaba por encima de su hombro,
y se enganchaba aquí en esta cosa, que la rodeaba. Y luego, la manera que caminaba, ella ponía sus
dos muletas, y usaba su pequeño hombro y lanzaba esa pierna, y así avanzaba, y las abrazaderas de
acero la sujetaban, y ella daba un paso. Miré esa pobre cosita. Se los digo: mi corazón sólo sangraba. Y
ella me miró, y sus pequeños ojos azules de bebé. Ella agachó su pequeña cabeza; pensó que había
hecho algo malo.
29 Debido a que ellos habían advertido, bajando por la calle, solo se quedaban allí, y la gente
simplemente levantaba sus manos y las lágrimas corrían por sus mejillas cuando uno pasaba por ahí: el
representante de Dios.

Y hoy, un ministro vino y dijo: “Oiga, ahí va ese santo rodador”. Esa es la diferencia entre Finlandia y
Estados Unidos en cuanto a respeto hacia Jesucristo.

Todas nuestras canciones aquí, son una especie de esta vieja música de jazz y todo, gritando. Ni
siquiera pueden ir a un restaurante y comer sin que eso suene. Es una vergüenza. Entro en uno, lo veo,
me doy vuelta y salgo, si puedo, me alejo de allí.
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No señor. Ese tipo de cosas llevan a la destrucción. El diablo está en esa cosa, y finalmente los
empujará hacia ella. Eviten la apariencia del mal. Ahora, van a pensar que soy un santo-rodador, de
seguro. Pero se lo digo, hermano, le estoy advirtiendo que se mantenga alejado de todas las cosas que
pertenecen al pecado. Eso es correcto.
30 Ahora, entonces, allí, sus canciones son incluso en notas menores. Todo, ellos confían en Dios para
todo. Y la única nación que nos ha respetado lo suficiente como para pagar la deuda, e incluso cuando
estaban en guerra con nosotros, nos enviaron el cheque por temor a Dios. Dios sea misericordioso con
Finlandia. Entonces... Él es. Él es.
Entonces, cuando vi a esa pequeña Finlandesa salir así, ella inclinó su cabecita así. Yo sabía que ella
quería venir a mí. Pero los Finlandeses trataban de apurarme. Les dije: “Solo un minuto”. Y la miré. Y ella
levantó la vista, de esta manera, para ver si yo seguiría mi camino. Yo estaba parado mirándola: una
pequeña y dulce niña de unos diez años, casi un poco mayor que mi pequeña Rebeca, allá atrás. Toda
lisiada...

Y luego me enteré, ella era una pequeña huérfana de la guerra; su padre y su madre fueron
asesinados. Los Rusos mataron a su padre y madre. Y ella era solo una huérfana de la guerra,
deambulando. Y ahí... cuando ella...
31 Le hice un gesto de esa manera. Ella no podía entender nada de lo que yo decía, y yo no podía
entender lo que ella decía. Así que le hice un gesto a ella. Y ella echó sus muletas así. Ella tiró su
pequeña extremidad así. Y me quedé quieto. Los otros dos oficiales subieron allí, se detuvieron y miraron
hacia atrás. Pero yo estaba parado aquí, y los otros dos parados detrás de mí. Ella caminó hasta donde
yo estaba. Y me preguntaba qué iba a hacer la niña. Caminó muy cerca de mí, así, y se detuvo; ella
tenía su cabecita agachada. Ella dispuso sus pequeñas muletas; ella agarró mi abrigo así, lo levantó y
besó el bolsillo de mi abrigo; y lo dejó caer de esa manera. Y tiró, era una Finlandesa muy típica... Se
agarró la falda y dijo “Kiitos” que significa “gracias”.
Y yo estaba... Miré la cosita. Miré de nuevo. Dios tenía que respetar la fe como esa. Simplemente no
podía ir... Y miré, y vi la sombra sobre la niña. Y la vi irse caminando, tan normal.

32 Y yo dije: “Cariño, estás sana, cariño. Jesucristo te ha sanado...” Y los Finlandeses siguieron
apurándome así; pensaron que me estaba tomando demasiado tiempo con la niña, y ellos supuestamente
cantaban: “Sólo creed”, ahí adentro en.… en Finlandés, y continuaron.

Y pensé: “Oh Dios, seguramente, algún día ella lo entenderá”. Y continué. Esa noche, después de...
Oh, fueron llamados varias veces en las tarjetas de oración. Entonces yo estaba a punto de irme. Y algo
me dijo: “Vuelve a llamar”.
Y mi— mi hermano me cogió por el abrigo, dijo: “Vamos. Ven”.

Le dije: “Sólo un minuto. Llamemos a diez personas más”. Así que dije: “Llamen para obtener el
número de la tarjeta de oración tal y tal”.
33 Todas, justo entonces. Y dije: “Ahora, mientras se están preparando, me gustaría beber algo”. Y oí
un cascabeleo, y Dios en Su sabia providencia, la siguiente cosita en la plataforma era esa niñita. Esa
era su tarjeta, ella tenía una tarjeta en la mano, esperando. Yo no sabía dónde estaba la cosita. Ella
tenía una tarjeta. Howard le había dado su tarjeta; incluso después de que la reunión había comenzado,
él le dio la tarjeta. Y allí estaba ella, y aquí venía, cojeando hacia mí; las lágrimas cayendo de sus ojitos
azules así, cojeando hacia mí.
Y dije: “Hermana Isaacson, repita mis palabras”. Le dije: “Cariño, tú eres la niña que estaba afuera
hace unos minutos”. Ella asintió con la cabeza: “Sí”.

Yo dije: “Jesús te ha sanado, cariño. Ve allá y pídele a alguien que te quite esas abrazaderas.
Puedes caminar, muy bien. Estás sana”. Y así, mientras se acercaban, dije: “Llamen a la siguiente dama”.
34 Y Howard trajo a la siguiente mujer. Mientras el Espíritu Santo hablaba, los ministros estaban allí,
desatando estas cosas. Esa pierna, desde la infancia, desde que era bebé, infante, había estado
absolutamente desvalida, no podía usarla en absoluto. Y alguien le consiguió estas abrazaderas y cosas,
que llevaba (y entonces, algún evento de caridad), y entonces, cuando le quitaron las abrazaderas, aquí
venía ella cruzando la plataforma corriendo con muletas y abrazaderas en su mano, gritando para la
gloria de Dios. Ella subió y bajó los escalones, tan fuerte como pudo. Jesucristo la había sanado.
Sublime gracia del Señor,

¡Que a un infeliz salvó!

Yo ciego fui, mas hoy veo ya,


¿Ahora Creéis? 8

Perdido y Él me halló.

Su gracia me enseñó a temer,


Mis dudas ahuyentó.

¡Oh cuan precioso fue a mi ser!

Cuando Él me transformó.
En los peligros y aflicción,

Que yo he tenido aquí;

Su gracia siempre me libró,


Y me guiará hasta el fin.

35 Nuestro Padre Celestial, venimos a Ti en el Nombre de Jesús, nuestra gracia, el que es


Todosuficiente, el Cordero de Dios provisto, Jehová-jireh, el Sacrificio provisto por Dios, Jehová-rafa, la
Sanidad de Dios. El Todosuficiente de Dios, el Poderoso, el El-Shaddai, el Pecho, cómo te agradecemos,
oh Dios, por habérnoslo enviado. Nosotros los pobres extranjeros, los Gentiles extraños, llevados por
ídolos mudos, hace dos mil años éramos paganos desnudos. Nosotros, los anglosajones, separados de
Dios sin piedad en el mundo, y ahora, por la muerte de Él, ahora hemos sido traídos a Dios, a tal punto
que seremos llamados hijos e hijas de Dios: la gracia.

Todavía no llega lo que seremos al final, solo cómo nos veremos. Pero, sabemos que tendremos un
cuerpo como el de Él, porque lo veremos tal como Él es. Un cuerpo glorioso, sin pecado, sin defecto, sin
tentación, hechos como Su Propio cuerpo glorioso, oh, cómo gemimos para ser vestidos.
36 Y ahora, Señor, esta noche oro por los que no son salvos, y por aquellos que acaban de ser salvos,
por aquellos que están en camino, y que pueda ser bendecidos, Padre. Y ahora, esta noche, mientras Tu
humilde servidor trata de representarte aquí con un don Divino que fue dado al nacer, que creemos, fue
predestinado antes de la fundación del mundo... Porque entendemos que los dones y llamamientos son
sin arrepentimiento. No la reputación de algún hombre, no la imposición de manos, o algún error, porque
eso siempre falla. Pero, Dios, cuando llamas, nos llamas al arrepentimiento, y nos arrepentimos, y somos
llenos con el Espíritu Santo, entonces no es idea del hombre; es la gracia de Dios para nosotros. Te
damos gracias.

Y ahora, bendice esta noche. Estimula la fe. Sana a los enfermos. Te pedimos que nos concedas hoy
una reunión gloriosa, y te pido que continúes reteniendo eso ante Ti esta noche, Señor, en estos
próximos momentos mientras llamamos a los enfermos y afligidos para orar por ellos. Que el Espíritu
Santo se mueva por toda la audiencia esta noche y sane a cada persona enferma. Porque lo pedimos en
el Nombre de Jesús. Amén.

Muy bien. La señorita del órgano, si quisiera... Billy, ¿dónde estás? Y ahora, todos en actitud de
oración, levanten sus manos. Todos en favor con Dios, levanten sus manos y digan: “Alabado sea el
Señor”. Muy bien. Ahora, oren por mí, ¿Lo harán? Mientras yo oro.
37 Ahora, ¿qué era la... E, desde qué? Uno a cincuenta. Muy bien. Él repartió tarjetas de oración E
hace un momento en el edificio. Supongo que están dispersas, o especialmente, creo que dijo que estas
filas aquí, es la de... He visto una etiqueta colgando ahí, algo reservado para los enfermos.

Muy bien. Ahora, las tarjetas de oración E-1, 2, 3, 4, dejen que los primeros quince se paren aquí.
Eso es lo que podemos parar a la vez. Me di cuenta que anoche llamé a veinticinco o treinta, y algunas
de las personas estaban tan cansadas que tuvieron que sentarse antes de que comenzáramos.

De E-1 a E-15, primero. Verifiquen aquí, ujieres y demás, entre estas personas aquí, eso no puede...
Algunos de ellos están aquí en catres, y, o, camillas y otros en sillas. Y ahora, den vuelta a su tarjeta.
Miren la tarjeta de sus vecinos. Él puede ser sordo, y no puede oír su número ser llamado. Así que E-1,
E-2, E-3, 4, 5, hasta que quince se alineen aquí a mi derecha, si desean, Muy bien.
Ahora, el resto de Uds., desde el comienzo hasta ese mismo número, miren a su vecino y vean
dónde están los próximos quince. Y ahora, esperen un poco, hasta que yo termine con estos, luego, si
podemos, llamaremos por su número, inmediatamente después de eso. Estén preparados para ese
momento.
38 Ahora, mientras se están alineando, he guardado una Escritura aquí, para leer. Escuchen a los
discípulos que le hablan a Jesús en San Juan 16. Los discípulos le dijeron: “He aquí ahora, hablas
claramente, y ninguna alegoría dices”. Ahora, escuchen. “Ahora entendemos que sabes todas las cosas,
y no necesitas que ningún hombre te pregunte, por esto creemos que has salido de Dios”.
¿Ahora Creéis? 9

Jesús respondió y les dijo: “¿Ahora creéis? ¿Ahora creéis?”

Quiero preguntarles como discípulos de Jesús, y yo soy uno de Sus discípulos. Uds. son uno de Sus
discípulos. Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Él hace las mismas cosas aquí hoy como las
hizo cuando estuvo aquí. ¿Es eso correcto? ¿Se los ha probado esta semana? Si lo hizo, digan: “Amén”.
¿Ahora creéis? Entonces, apartemos todo temor, toda duda, entreguémoselos a Él, ahora, nuestros
corazones. ¿Harían eso?
39 Dios en el cielo sabe que no hay una persona en este auditorio en este momento, que vea, que yo
reconozca, o del que sé algo en el mundo al respecto. Todos Uds. son perfectamente extraños para mí.
Creo que este joven aquí, ha estado aquí un par de noches o algo así. No creo que conozco a la
organista. Creo que hay una niñita, tenía su cabello cortado hacia el otro lado. Yo no la conozco. Muy
bien. No conozco a nadie por ahí, en ninguna parte. Tal vez algunas personas aquí me conocen, pero
Dios sabe que yo no puedo ver a una persona ahora, que reconozca, en ninguna parte del edificio, a
ninguno de Uds.

Ellos dicen, el Sr. Bosworth está en la galería allí, en algún lugar. Pero ni siquiera puedo verlo, porque
se ve oscuro allá en esa dirección. Parado aquí, se ve diferente desde... la luz brilla sobre mí, y eso me
ciega, hasta donde puedo ver allá atrás. Puedo ver gente, pero no claramente.

40 Ahora, si Cristo es el mismo, el cual sabemos que es, entonces Él puede hacer esta noche, lo que
hizo cuando Felipe vino a Él al comienzo de Su ministerio. ¿Es eso correcto? Felipe dijo: “¿De Nazaret
puede salir algo bueno?” O, me refiero a Natanael.
41 Felipe dijo: “Ven y ve”.

Jesús estaba parado en la línea de oración, como solía hacerlo, tal vez, orando por los enfermos. Y
cuando Felipe se acercó a Él, o Natanael, Jesús miró a Natanael que venía por la línea de oración, o
donde sea que estuviera. Él dijo: “He aquí, un Israelita, en quien no hay engaño”. ¿Es eso correcto? Por
qué asombró eso al hombre. En otras palabras, si lo dijera esta noche, dijera: “Ahí está un buen Cristiano
sincero”.

Pues, dijo, “Rabí, ¿De dónde me conoces?”


Él dijo: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. ¿Es eso
correcto?

42 Ahora, y si Natanael hubiera dicho: “Ahora, esperen un momento, Él está leyendo mi mente. Es
psicología, o algo, o telepatía mental”.

Pues, jamás se habría escrito la historia de eso. Pero él dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente”. ¿Es eso correcto? ¿Están... tienen tanta fe como la fe que tuvo Natanael esa noche?
Cuando la mujer en el pozo, cuando Él le pide: “Dame de beber”.

Ella dijo: “No es costumbre que los Judíos nos pidan a los Samaritanos”. Él estaba tratando de
mantener una conversación con ella. Dijo: “No es costumbre que hagas eso”.

Entonces Él dijo: “Si supieras con quién estás hablando, me pedirías a Mí de beber. Y te daría Agua,
que no vienes a sacar aquí”.
Ella dijo: “El pozo es hondo”.

Le habló un poco. Luego se fue directamente a su problema. Él dijo: “Ve trae a tu marido”. ¿Es eso
correcto? Ahí es donde estaba su problema.

Ella dijo: “No tengo ninguno”.


Dijo: “No, cinco has tenido. Y el que tienes ahora no es tu marido”.

Ella dijo: “Señor, me parece que eres profeta”. Y corrió hacia la ciudad, sabiendo que la edad estaba
allí.
Ella solo dijo: “El Mesías viene”. y ella entró corriendo y dijo: “Venid y ved a un hombre que me ha
dicho todo lo que he hecho”.

43 Bueno, Él no hizo eso, en tantas palabras. Él le dijo una cosa a ella. Pero si Dios pudo mostrarle a Él
lo que fue, Dios podía mostrarle qué son todas las cosas. ¿Es eso correcto?

Entonces ella dijo: “¿No es este el Cristo?” Y los hombres salieron y lo trajeron a la ciudad. Dios nos
dé más mujeres Samaritanas esta noche.
¿Ahora Creéis? 10

Salieron corriendo para averiguar. Y cuando hablaron con Él, dijeron: “Hay algo diferente, ese
Individuo no habla como otros hombres”. De modo que supieron que Ese era el Cristo.
44 Ellos dijeron: “Ahora, Él sólo habló. No ha hecho ningún milagro. Pero creemos que Él es”. Entonces
Cristo no hizo ningún milagro. Él esperó y envió a Felipe allí, y les permitió tener un gran avivamiento con
Felipe. Entonces, justo en medio del avivamiento, Dios dijo: “Felipe, vamos...” El Santo... El Ángel del
Señor dijo: “Felipe, ven aquí al desierto un rato. Quiero hablar por allá. Tengo a un hombre que va en
camino para que lo veas”. Y Felipe fue. ¿Es eso correcto? Qué extraño.
Ahora, Billy los trae. ¿Hallaste a todos? ¿Todos? Si no, bueno, vamos a... Uds. simplemente...
Amigos, Uds. solo tienen que alinearse, me supongo. Muy bien.

Venga, señora.

Ahora, ahora, voy a preguntarles una cosa esta noche, si desean. Sean muy reverentes, muy
reverentes. Y así como están, no se muevan, a menos que tengan que hacerlo... Solo manténganlo, al
mínimo si pueden.
Ahora, estoy seguro de que todo lo que los Cristianos pueden apreciar... El Hermano Baxter, me
gustaría que se acercara un poco más, para que pueda estar en oración, si lo desea, siento una tensión
en este momento. Muy bien. Allí, y ore si desea. Yo... El Hermano Baxter ha estado conmigo por mucho
tiempo, cada ser humano... Esa es la razón por la que sacamos a las personas de la plataforma, todo ser
humano tiene un espíritu. Uds. pueden saber, donde sea que es, solo está tirando de todas partes
(¿ven?) Cuando Él viene. Ahora, sean reverentes.

45 Aquí está una dama. Supongo que no la conozco, señora. Supongo que somos extraños, ¿verdad?
Estuvo aquí anoche por primera vez. La primera reunión mía en la que estuvo. Ella dijo: “Ella estuvo aquí,
su primera noche. Ella estuvo en una reunión del pequeño David, pero nunca estuvo en mi reunión, y no
estuvo aquí hasta anoche. Y esta noche está en la plataforma”.

Ahora, la mujer es perfectamente una extraña para mí. Nunca la vi en toda mi vida. No sé nada de
ella. Ahora, Dios puede, por Su misericordia, si Él envía a Jesús esta noche para hablar con esa mujer,
Jesús puede hacer con ella, tal como lo hizo con la mujer en el pozo, o con Felipe. ¿Es eso correcto?
Ahora, Él puede. Dios sabe que yo no puedo. Pero si yo... Si esa luz eléctrica se fue hecha una luz, no
pudiera encenderse a sí misma. Se requiere la corriente para encenderla. ¿Es eso correcto? Bueno, hay
una luz allí, una ventana, y también da luz, pero no ese tipo de luz, porque no se hizo de esa manera.
Ud. es tan Cristiana como cualquier otra persona. Y todos somos Cristianos juntos por medio de la fe en
Cristo; pero tenemos llamamientos para ciertas cosas. Dios hizo a esta mujer para tocar el piano, el
Hermano Baxter para predicar el Evangelio. Yo nací como vidente. Eso como que lo ahoga hermano. Me
perdonan, solo un momento Déjenme decirles esto solo un minuto. Es solo algo, algo errado aquí en
alguna parte. No están recibiendo eso muy bien.
Quiero hacerles una pregunta. Miren en esta dirección, solo un momento, hasta que tengamos
esto... Vamos a nivelar la reunión. ¿Cuantos de Uds.…? Aquí.

46 ¿Cuántos aquí han tenido un sueño? Veamos sus manos. ¿Tuvieron un sueño? Bueno, hay al menos
dos tercios de Uds. Ahora Uds. dicen: “Bueno, todos ellos...” No, señor, hay algunas personas que no
sueñan en lo absoluto. ¿Es eso correcto? Algunas personas nunca tienen un sueño.

Ahora, ¿qué es soñar? Vamos a tomarlo, en el ángulo científico. Nos enseñan que un sueño es su
subconsciente en acción. Aquí está su verdadero consciente, su primera consciencia. Y cuando se van a
dormir aquí, su subconsciencia se enciende. Ahora, Dios puede lidiar en los sueños, pero no es
demasiado preciso. Lo hizo con José, y con el rey Nabucodonosor, y con José, el padre adoptivo de
Jesús, y demás. Él lo hizo. Y muchas veces, si hay un intérprete de sueños, los sueños están bien, si
son de Dios, pero no son demasiado precisos, especialmente en este día.
47 Ahora, si tuviéramos un intérprete de sueños, estaría bien. Al igual que al hablar en lenguas, si
tienen un intérprete, bien. Si no tienen quédense quietos. ¿Ven? Ahora, dejen que todo esté en orden.
Ahora, aquí está la primera consciencia. Cuando se van a dormir aquí, Uds. sueñan con algo aquí.
Sueñan con algo que han hecho aquí. Luego, cuando vuelve a este estado consciente, Uds. recuerdan
lo que soñaron. ¿Es eso correcto? Muchos de Uds. aquí han tenido sueños, hace veinte años, y aún los
recuerdan. ¿Es correcto?

Bueno, entonces, Uds. en realidad tenían una parte de Uds., alguna imaginación estaba en algún
lugar y vieron algo que aún tenían en mente. Es eso correcto. Esa es su subconsciencia. Ahora miren.
Ahora, una persona normal sueña, porque cuando están aquí, están subconscientes, según dicen, está
muy lejos de Uds. Ahora, el hombre que no sueña, digamos, su subconsciente volvería a la pared allí. Él
duerme tan profundo que nunca se despierta. Un ruido no lo despierta. Pero una persona que sueña, no
está del todo dormida. ¿Sabían eso? Un sueño solo dura un segundo o dos. Pero es solo entre
¿Ahora Creéis? 11

despertarse y dormir. ¿Lo ven? Es su subconsciente ahí dentro. Ahora, escuchen con atención para que
no se pierdan esto.
48 Ahora, ese hombre no puede evitar no soñar. Tampoco Uds. pueden evitar el que sueñen. Ahora
miren. Dios los hizo de esa manera. ¿Es eso correcto? Ahora, ¿qué pasaría si les dijera “Tengan un
sueño?” ¿Pudieran hacerlo? No señor. Sin embargo, Uds. tienen sueños. Pero yo digo: “Tengan un sueño”.
Uds. no pueden hacerlo. El que pone un sueño en Uds., tiene que hacerlo. ¿Es eso correcto? ¿Cuántos
entienden hasta aquí, de lo que estoy hablando? Ahora, Dejemos... Eso es correcto.
Ahora miren. Ahora, comienzan a ser germinados, a medida que su cuerpo, en su bisabuelo, el
germen comienza a activarse. ¿Sabían eso? Por qué aquí, Levi, pagó los diezmos cuando estaba en los
lomos de Abraham, su abuelo. ¿Es eso correcto? ¿Ven? Ahora, si Uds. germinaron en su bisabuelo,
vinieron a través de su abuelo, hasta su padre, y así es como llegaron a germinar para su cuerpo.

Pero su espíritu, su alma fue hecha antes de la fundación del mundo, cuando Dios hizo al hombre a
Su imagen. Ahora, una persona que no puede soñar, su subconsciente está ahí, esa es la manera en que
Dios lo hace. El hombre que sueña, su subconsciente está aquí, no puede evitarlo. Pero un vidente, que
nace un vidente, su subconsciente no está allí ni aquí. Está aquí con él. Uno no se duerme. Uno está
bien despierto y lo ve. Ahora, ¿quién entiende lo que quiero decir? ¿Ven? No es la imposición de manos.
No se trata de impartir un don espiritual, como el error que está ocurriendo en todo el país hoy en día.
Eso está errado. Si creen que soy un profeta enviado por Dios, escuchen mi palabra: eso es un error, no
es tal cosa. Los dones y llamamientos son sin arrepentimiento. Dios los ordena; Dios los ha puesto en la
iglesia, vean. Muy bien.
49 Entonces nace un vidente en el mundo, y toda su imaginación ha bajado aquí, para no dormir; él
simplemente pasa de una conciencia a otra, y Dios se mueve en esa conciencia y muestra una visión.
Ahora, cuántos entienden lo que dije y... Ahora ahí está.
Ahora, miren, yo no puedo hacerlo, Dios tiene que separarme de esto, a esto. Yo no puedo evitar
tener los ojos azules. Me gustan los ojos cafés, pero tengo azules. Dios me da los ojos azules; tengo
que estar satisfecho con eso. Lo que sea que Él lo haga a Ud., eso es lo que Ud. es. Muy bien.

50 Ahora, sean reverentes. Y Uds., Cristianos, aquí, esta noche, que saben cómo orar, oren por mí,
porque este es su Señor Jesús, y mi Señor Jesús, al que estamos tratando de hacer que la gente vea
que está aquí. Y que pueda, por Su gracia, descender y vindicar que lo que les estoy diciendo es la
verdad. ¿Lo creerán?

Ahora aquí, venga aquí un minuto, hermana. Ahora, no sé si Dios lo hará o no. Si a esta mujer se le
puede decir lo que está mal con ella, y no hay forma de que yo lo sepa, ¿creerá que Él es el mismo ayer,
hoy y por los siglos? Dios lo conceda ahora. Cuanto más tiempo hable uno con la gente, por supuesto,
más es dicho. Solo seguir hablando, más es dicho.
51 Ahora, quiero que venga aquí, hermana. Sólo quiero hablar con Ud. Ahora, ¿pueden oírme, por todo
el edificio? Miren eso, Hermano Baxter, si desea. ¿Me oyen arriba en las galerías desde aquí? Bien arriba
en el balcón, ¿pueden? Eso es bueno. Gracias. Gracias hermano; Ud. está haciendo un buen trabajo en
eso.

Ahora, todos Uds., aún allí, estén en oración. Ahora, quiero decir en oración silenciosa. Pueden
vigilar hasta que les pida que inclinen su cabeza. Ahora, señora, quiero que me mire, vea. Es solo...
porque Ud. es humana; yo soy un humano. Y ambos tenemos... Bueno, algún día tenemos que estar
parados delante Dios. Tenemos que dar cuenta de nuestras vidas. Y ahora, Ud. tiene un espíritu
humano. Yo tengo un espíritu humano, porque Dios ordenó que fuera así. Ahora, pero si hay alguna
enfermedad, tal vez Ud. tenga algo, yo no sé. Tal vez tiene cáncer. Tal vez tiene algún tipo de problema
femenino. No sé lo que es. Pero sea lo que sea, eso es una enfermedad, que es el diablo de la oscuridad.
Eso es correcto. Es de la oscuridad. No es de luz. La enfermedad es de la oscuridad, para matarle. Dios
es luz, Quien trae vida.
52 Ahora, aquí, y Ud. está consciente de que algo está cerca, está consciente de que algo está
sucediendo. Ahora, ese es el Ángel del Señor. Ahora, Él puede revelarme lo que está mal con Ud., si así
lo desea. Si Él no lo hace, yo no puedo. Pero siendo... sí. Ahora, ahora, la dama se está alejando de mí,
tan rápido como puede ir. Ella tiene... Ella tiene algo; es una especie de problema de dolor de la cabeza.
Y ella está… Es algo que la lastima aquí arriba todo el tiempo, como un dolor de cabeza, sinusitis, o algo
que le causa un dolor de cabeza. La veo frotarse su cabeza. ¿Es eso correcto, dama? Ahora eso, si eso
— si eso fue correcto, levante su mano de modo que la gente puede vea.
53 Ahora, yo nunca vi a la dama, pero vi a una dama, ella sostiene su cabeza así, y tiene dolores
severos en la cabeza. Y otra cosa que noté, ahora la dama se va de nuevo. Ud. está extremadamente
nerviosa, ¿verdad, señora? ¿Muy nervioso? Ajá. La veo muy perturbada por algo. Ahora, solo... la veo
¿Ahora Creéis? 12

cuando algo se acaba de... Vaya, ¿no tiene a un ser querido en el hospital? Un hombre, un marido, es su
marido. Él acaba de ser operado. ¿Es eso correcto? ¿No es él un veterano, o algo así, en algún tipo de
hospital de veteranos? ¿Es eso cierto? Y vaya, veo lo que hace... Dios bendiga su alma. Acaba de
perder a un muchacho, ¿verdad? Un muchacho, él estaba en la marina, ¿Verdad? Se ahogó... ¿Es eso
cierto? Dios le bendiga, madre, vaya, sus dolores de cabeza han cesado. Dios le ha bendecido, y que Él,
mientras esta querida, pobre madrecita de guerra, la bendiga en el Nombre de Jesús.
54 Dios sea misericordioso. Pobre cosita con su corazón lleno. Todos los Cristianos que están aquí
deben dar gracias a Dios por esa pobre madre. Su hijo acaba de morir como un héroe. He visto subir un
barco, o algo más. Y vi a la madre parada arriba, estaba llorando así, un joven que ha muerto.
Oh, amigos, ¿cómo pueden no creer? Él está aquí. Él sabe todas las cosas. No pueden esconder su
vida de Él ahora. El Ángel de Dios, del que hablo, está aquí mismo. Muy bien.

55 Venga aquí, señor. Supongo que también somos extraños. Lo somos. Ahora, yo no pudiera sanarlo,
señor, si tuviera que hacerlo. Lo único que puedo hacer, es orar a Dios por Ud. Y si Dios me muestra lo
que está mal con Ud., bueno, yo pudiera decírselo. Si Él no lo hace, yo no pudiera. Por supuesto, Ud.
sabe eso. Yo soy un extraño, Ud. es consciente de eso. La razón por la que le hablo, solo para que la
unción comience rápidamente, para que pueda llegar a la gente. Ud. entiende. Ud. debería, Ud. es un
ministro del Evangelio. ¿Es eso correcto?
56 Lo veo parado en la plataforma. Ud. ha tenido una crisis nerviosa, ¿verdad? ¿No es así? Muy bien.
Solo un minuto. Veo a alguien parado cerca de Ud. Es su esposa Y ella... ella también sufre. Y ella tiene
un problema de la glándula, o algo así. ¿No es así? ¿Está ella en la audiencia? ¿No es una mujer que es...
tiene un sombrero negro y tiene pequeñas flores al frente? Y ella lleva gafas, ¿verdad? Vaya y ponga su
brazo alrededor de ella; ponga su mano sobre ella, Uds. dos van a casa; se van a poner bien en el
Nombre del Señor Jesús.

Digamos: “Alabado sea Dios”. La gracia de Dios extendida a la gente... Tengan fe en Dios y verán la
gloria de Dios. Muy bien.

Traigan a la dama. ¿Cree Ud.? Ahora, señora, si Dios revela, el Espíritu Santo está aquí, ¿Cree Ud.
con todo su corazón? Si Dios dice lo que está mal con Ud., aceptaría su sanidad ahora mismo. Ud. tiene
algo malo, Ud... Ud. [Palabras inaudibles] …tos - asma, ¿verdad? ¿Es eso correcto? Si es así, levante su
mano. ¿Acepta su sanidad? Acérquese, madre.
57 Señor Jesús, viendo latir su pobre y anciano corazón, sabiendo que ella quería que te pidiera, te pido
que la sanes. Y que ella baje de esta plataforma y no sufra más en el Nombre de Jesús. Gracias. Dios le
bendiga, hermana. Vaya, creyendo ahora. Muy bien. Es esto.... Es que el...
Muy bien, venga, señor. Muy bien. ¿Cree que soy siervo de Dios? Por supuesto, Ud. lleva gafas.
Cualquiera sabría que algo está mal con sus ojos. Cualquiera con muletas, o algo más, sabría que están
lisiados. Por supuesto, sé que hay algo mal en sus ojos; Ud. no tendrías gafas. Pero quiero que me hable
solo un minuto, quizás haya algo más que no pueda ver la gente.

Ahora, se da cuenta, señor, algo está pasando, ¿no es así? Ud. sabe que está en Presencia de algo
de lo cual nunca antes ha estado. ¿Es eso correcto, señor? Levante su mano sí es así. Nadie puede
estar tan cerca, y saber que Jesucristo no está parado aquí en esta plataforma. Y eso es verdad.
Ahora, mire en esta dirección, señor. Eso no dolerá; eso es lo que... La cosa que pudiera sanarle, será lo
que sienta ahora. Yo... Sí, señor. Lo veo intentando salir de la cama o algo así; hay algo mal con su
espalda. ¿Es correcto eso? [Espacio en blanco en la cinta. Trad.]
58 Lo principal que quiero comentarle es que cuando estaba orando por ese hombre, y su espalda
estando en la condición que estaba, y al mismo tiempo, Ud. tenía una sensación extraña, porque sufre
de artritis, ¿no es así? Quiero decir que Ud. sufría con artritis. Él le sanó mientras Ud. estaba sentado en
la silla. Siga su camino regocijándose, y puede recuperarse.
Muy bien, venga. ¿Cree Ud.? ¿Con todo su corazón? ¿Qué le hizo saltar cuando dije, corazón? Ud.
sufre con un problema del corazón. ¿Es eso correcto? Eso es correcto. Es un... Realmente no es ningún
gas. Eso muestra absolutamente que es, el examen muestra que es el agrandamiento del corazón.
Ahora, siga su camino, y Jesucristo le sanará. Ud. quiere que ore por Ud., y lo haré ahora. No estaba
leyendo su mente, pero sé lo que estaba pensando.

59 Oh Dios te pido que la sanes. Que este problema del corazón cese en el Nombre de Jesucristo. Pido
que se vaya de ella. Amén. Dios le bendiga, dama.

Ahora, mire. No... Solo para que esta audiencia lo sepa; Ud. estaba pensando allí, de lo que me dijo
el Ángel, si: “oras por los enfermos”. ¿Ven? Y eso... ¿no es así? Levante su mano si eso es correcto.
¿Ven? No es... Puede llamarlo como quiera, muy bien. Dios le bendiga. Dios le bendiga, hermana. Vaya a
¿Ahora Creéis? 13

casa, que se mejore ahora.


60 Llámenlo lectura de la mente si quieren; Jesús hizo lo mismo. Ud. lo cree. Percibió sus pensamientos.
¿Es correcto? Bueno, ¿qué es la lectura de la mente? No ese insignificante y decrépito espíritu que está
aquí en la esquina del demonio, burlándose de algo, eso es una falsificación que el diablo tiene; pero Dios
tiene la cosa genuina. Recuerden eso siempre. Muy bien. Sean todos reverentes ahora.
Ven. Muchachito, Dios bendiga su pequeño corazón. Quieres vencer ese problema de los ojos, ¿Sí?
Muy bien. Ven aquí, sólo un momento. Nuestro Padre celestial, bendigo al chiquillo, y oro para que lo
sanes y lo restaures completamente. Impongo manos sobre él. Yo sé que si Tú estuvieras aquí, pondrías
Tus manos sobre él y él se pondría bien. Entonces, de manera representativa, pido por su sanidad en el
Nombre de Cristo, el Hijo de Dios. Amén.

61 Ud. también necesita sanidad, hermano. Señor Jesús, este pobre hombre está sufriendo aquí con
este bazo, la próstata, la vejiga. Que Dios lo sane en el Nombre de Jesucristo, lo ruego. Amén. Vaya,
señor. Se detuvo ahora. Ud. puede ser sano.

Digamos: “Gracias a Dios”.


Hay algo al respecto, Hermano Baxter. ¿Ve? Esa es la segunda vez que Él llama... me atrae hacia Ud.
No sé qué es... Dos veces hoy, el Espíritu Santo me llevó al Hermano Baxter, esa fue una de las razones
por las que lo dejé allí sentado hace un momento. Él estaba sentado detrás de la cortina hoy, y cuando
entré en la habitación aquí para predicar el Evangelio, fue cuando el Espíritu Santo comenzó a moverse
sobre la audiencia y sanó. Uds. saben eso, llamó a la gente, dónde ellos estaban y lo que ellos— cuál
era el problema. Le habló el Hermano Baxter, para... otra vez.

62 Muy bien, venga, señora. Muy bien. Quédese cerca. ¿Cree que soy Su profeta? Mire en esta
dirección entonces. Si Dios me dice cuál es su problema, ¿me creerá que soy Su profeta? ¿No le gustaría
vencer su diabetes? ¿Es eso correcto? Muy bien, si Él está aquí, y Sus misericordias están aquí... Dios,
oro por la bendición de Dios para que descanse sobre ella, y que ella sea sanada en el Nombre de Jesús,
amén. Dios le bendiga, hermana. Vaya ahora. Tengan fe y crean. Muy bien.

Venga señor. Muy bien. ¿Cree Ud. con todo su corazón? Ud.... Bueno, ¿cree que Dios me ha
enviado? Sólo lo estoy representando a Él, señor. ¿Entiende? No hay nada que yo pueda hacer para
sanarle; solo saber qué estaba mal con Ud. Su vida y lo que Ud. ha hecho, no se pueden ocultar en este
momento, señor. Ese es un don Divino. Ud. es consciente de que algo está pasando. Ud. está sufriendo
con problemas del corazón. Ud. tiene un problema de corazón. Entonces tiene un— tiene artritis
también. ¿Es eso correcto? Muy bien. ¿Cree que si oro por Ud. ahora, que Dios le sanará? Muy bien,
venga acá.
63 Señor Jesús, dándome cuenta de la seriedad de este caso, de este pobre hombre, ruego mientras lo
aprieto contra mí, así como Elías se acostó sobre el niño que estaba muerto. Te pido, Señor, que cese
este problema cardíaco, que su artritis mejore, que sus otros problemas cesen. Y que el hombre viva y
te sirva todos los días de su vida, en el Nombre de Jesucristo, lo bendigo. Amén. Dios le bendiga
hermano. Ahora, vaya, regocijándose, feliz, y agradeciendo a Dios por su sanidad. Muy bien.

Digamos: “Gracias a Dios”.

Venga señor. Mientras camina hacia mí, vi algo moviéndose. Y aquí está lo que es; Ud. tiene anemia,
su sangre. Y una cosa, también es una persona nerviosa, no de la clase que convulsiona y actúa así,
sino de la clase que piensa profundo. ¿Es eso correcto? Ud. siempre está, como dice el viejo refrán:
“cruzando puentes antes de llegar a ellos”, imaginándose cosas que nunca suceden, vea. Y, señor, Ud.
no puede ocultar su vida. La conozco. No... Nunca lo conocí en mi vida, ¿verdad? ¿Señor? Ud. estuvo en
la Campaña de Flint. Por supuesto, jamás me encontré con Ud., me supongo, allí. ¿O lo hice? No. Nunca
me encontré con Ud. Muy bien.
64 ¿Cree que Él le sanará ahora? Sobre la base de eso, Cree Ud. que Él está presente. ¿Cree Ud. eso,
que lo que siente ahora, es Él? No estoy leyendo su mente. Es Jesucristo parado aquí, que conoce su
vida. ¿Es eso correcto? Acérquese.

Señor Jesús, ten misericordia del hombre. Que venga al Calvario esta noche por fe, y que Dios, por
medio de las misericordias de Cristo, lo sane ahora mismo mientras lo bendigo en el Nombre de
Jesucristo.

Ahora, señor, mientras se va, vaya a regocijándose. Vaya, sea feliz. Cante himnos todo el día. Ud.
es ese tipo de persona callada, que le lastimará un poco más adelante en su vida. Siga adelante, y solo
comience a cantar himnos, y a regocijarse, testificando de su sanidad, eso le dejará. Dios le bendiga,
señor. Muy bien.
¿Ahora Creéis? 14

65 Vengan y crean. ¿Quiere vencer los problemas del corazón, señor? Levante su mano y diga: “Gracias
Dios por sanarme”. Ahora, cuando baje de la plataforma, mantenga ese testimonio, Él está obligado a
hacerlo, en el Nombre del Señor Jesús.

Muy bien, señor, Ud. quería deshacerse de lo mismo, ¿verdad? ¡Problemas del corazón! Sólo siga
avanzando. Diciendo: “Alabado sea el Señor por sanarme”. Alabado... Dios bendiga a las personas, yo
ruego.
Muy bien. Venga. ¿No es extraño, Ud. con la misma cosa? Pero además Ud. es diabética. ¿Es eso
correcto? ¿Quieres sanar? Levante su mano y diga: “Gracias, Señor”. Muy bien, siga manteniendo ese
mismo testimonio, Ud. tiene que ser sanada.

66 ¿Quiere vencer la diabetes, señora? ¿Sí? Levante su mano y diga: “Alabado sea el Señor”. Ahora, dé
la vuelta hacia el otro lado, baje de la plataforma y diga: “Gracias, Señor. Gracias Señor”.

¿Cuántos de los demás quieren ser sanados de la misma manera? ¿Cuántos por ahí no tienen una
tarjeta de oración, levanten sus manos? En cualquier lugar del edificio, que quieren ser sanados, los reto
a esto. En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, sin una tarjeta de oración, sin un llamado a la línea, a
esta plataforma, si Uds. creen y creen firmemente, creerán que Dios se manifestará a Uds., por allá,
antes que llamemos a alguien.
¿Lo creen?

Esta dama sentada aquí con las manos en alto, una dama de edad avanzada, con un libro de bolsillo
sobre su regazo. ¿Cree que soy Su profeta? Ud. no tiene una tarjeta de oración, ya veo. ¿Cree con todo
su corazón? Gracias. Eso es lo que dijo el Ángel: “Si crees que es verdad...”

Ahora, míreme directamente, un minuto. Ud. está justo delante de mí. Sí. Ud. está sufriendo de una
condición nerviosa. ¿Es eso correcto? Un nerviosismo mental, ¿Cierto? Y eso causó grandes problemas, y
se debilita mucho, ¿cierto? Y Ud. ora un poco, tratando de vencerlo. Ud. fue decepcionada
recientemente. Veamos cuando. Sí, fue decepcionada en esta reunión anoche, si yo hubiera hecho otro
llamado, anoche Ud. tenía una tarjeta de oración y no recibió una esta noche. ¿Es eso correcto? ¿Es eso
cierto? Entonces póngase de pie; Jesucristo la ha sanado donde está sentada. Amén. Ahora vaya.
Tengan fe en Dios, querido pueblo. Tengan fe en Dios.

67 Esa pequeña dama sentada detrás de ella, allí. Sí. Se sorprendió ¿Verdad? La razón por la que la
llamé, jovencita, es porque Ud. sufre lo mismo que ella. Ud. fue sanada en ese momento. Ud. tiene una
condición nerviosa. ¿No es así? No tiene tarjeta de oración... Y... ¿Es eso correcto? Muy bien, no tiene
tarjeta de oración... Póngase de pie, solo un minuto, estoy seguro, hay muchos llamando allí. Sí, está
sana. Ud. tenía lo mismo que ella; el suyo es causado por la menopausia, a partir del cambio de la vida.
Ahora, ¿es eso cierto?

Levante su mano y diga: “Alabado sea el Señor”, entonces. Muy bien, vaya a casa y que esté bien.
La anciana madre sentada allí, ella seguía llorando, al parecer, es su marido sentado a su lado. ¿Cree Ud.
con todo su corazón? ¿No es así? Ambos están sufriendo con la misma cosa, endurecimiento de la
arteria. ¿Es eso correcto? No tienen tarjeta de oración... Levanten su mano, si es así. Levanten su mano
y digan: “Alabado sea el Señor”. Vayan a casa y sean sanos, en el Nombre del Señor Jesús.
68 Dios está aquí. Tengan fe en Dios. Algunas de Uds. personas enfermas aquí, oren. Miren en esta
dirección. Ahora aquí va Él, justo a través de este camino ahora. Oh, ¿No puede ver Eso, amigo? Parece
que debería. Parado justo delante de mí ahora hay una Luz, y en esa Luz hay una mujer. Son sus ojos.
Se está asentando. Aquí está, justo aquí, al final de la fila, esa segunda fila allí sentada. La mujer tiene
algo mal con sus ojos. Ella está sentada allí orando, ella no se dio cuenta de eso... ¿cierto, señora?
Levántese. Jesucristo la ha sanado.

Ud. sentado junto a ella allí, ¿qué piensa de todo esto? Ud.... ¿está enfermo? Quiere ser sanado.
¿Cree que soy el profeta de Dios? ¿Lo cree? Póngase de pie un minuto. ¿Cree Ud.? Debería. Muy bien,
mire en esta dirección. ¿Cree que soy Su profeta? Yo no puedo sanarle, pero Ud. no puede esconder su
vida. ¿Es correcto eso? Ud. es un creyente de la Palabra.

Ud. sufre con una úlcera en el estómago. ¿Es eso correcto? Mueva las manos. Es una úlcera péptica
causada por una afección nerviosa. Vaya y consígase una hamburguesa, cómasela y vaya a casa.
Jesucristo le sana. Dios le bendiga. Tengan fe en Dios.
69 La damita sentada junto a él, ¿qué piensa de todo esto? ¿Cree que es el poder de Dios? ¿Lo cree?
Muy bien, Ud. está sufriendo de artritis, ¿cierto? ¿No es así? Póngase de pie. Ud. lo tenía, Jesucristo la
ha sanado ahora. Vaya a casa y sea sana en el Nombre del Señor Jesús.

Tengan fe en Dios.
¿Ahora Creéis? 15

¿Qué de Ud. allí, señora? Sentada con gafas oscuras. Yo supongo eso, no, no lo es, bueno, son sus
ojos en parte. ¿Cree que soy el profeta de Dios? ¿Cree con todo su corazón? ¿Lo cree? Póngase de pie,
solo un minuto entonces. Mire en esta dirección.

No, Ud. tiene hidropesía. ¿Es eso cierto? Si lo es, mueva su mano de adelante hacia atrás de esta
manera. Muy bien. Vaya a casa en el Nombre del Señor Jesús reciba su sanidad. Dios le bendiga. Eso es
correcto. ¿Qué piensa Ud.? El hombre sentado junto a ella, ¿Cree que soy el profeta de Dios? ¿Cree que
Dios me revelará lo que está mal con Ud.? Ud. no tiene una tarjeta de oración. Muy bien, si no tiene una
tarjeta de oración, y cree que soy el profeta de Dios, póngase de pie un minuto. Mire en esta dirección.
Sí, Ud. está sufriendo. ¿Sufre Ud. con dolores de cabeza? ¿Es correcto eso? Migrañas, eso le molesta
todo el tiempo; dolores constantes. Eso la ha dejado ahora, ¿Cierto? Vaya a casa; ha terminado con
eso. Jesucristo la sana. Aleluya.
70 El Dios Todopoderoso Jehová, ha enviado a Su Hijo Cristo Jesús para manifestarse a la gente.
Diciéndome, que Él está aquí. ¿Creen Uds. que estas cosas son verdad?

Tengan fe en... Alguien en la parte de atrás, ¿creen que hay alguien enfermo allí? Donde sea que
estén, crean a Dios. Los estoy mirando en la parte posterior, no los estoy mirando de la forma que
piensan. Como Pedro y Juan dijeron: “Míranos”.

Eliseo le dijo a Josafat: “Si es que...” O al hijo de Acab, Jeroboam. “Si no fuera por respeto a
Josafat, ni siquiera te miraría”. ¿Saben lo que quiero decir, Cristianos?
Miro hacia atrás allí. Tengan fe. Veo al Ángel del Señor parado en la parte trasera del edificio, una
Luz, moviéndose sobre la cabeza de alguien. Veo a una mujer aparecer aquí delante de mí; ella lleva una
blusa blanca. Ella está sufriendo con problemas femeninos. Se asienta. Está sobre una mujer, solo tres o
cuatro filas, en esta dirección, y unas tres o cuatro en esta dirección. Una mujer con una blusa blanca,
sentada justo aquí, veo dónde está colgando justo ahora. Póngase de pie, allá atrás, señora, ahí atrás,
como la cuarta. Ahí está, esa es la verdad. Ud. tenía un problema femenino, ¿verdad? Ud. está sana,
vaya a casa en el Nombre del Señor Jesús. Está sana.

Dios es Dios Todopoderoso en cualquier lugar.

Veo a una niñita levantando las manos allí que está enferma. Ten fe en Dios. ¿Crees? No puedo ver...
Algo se cruzó sobre la niña. Solo un minuto. Veo a un niño parado frente a mí, oh… es una niña, pero no
puedo ver... Algo sucedió. [Un hombre dice: “Por favor, no tomen fotos mientras el Hermano Branham
está orando. -Trad.]
71 Sólo un momento. ¿Dónde me quedé? ¿Qué pasó? [Un hombre dice: “Por una niña aquí”. Trad.] ¿Qué
fue? [“Para una niña aquí”] No hagan eso. Si el Ángel del Señor viene en un destello, en una Luz, y yo...
No hagan eso, sea quien sea, no... No los estoy llamando, pero no hagan eso, me empuja... me saca de
la visión, solo un momento, atrajo mi atención, solo...

Ahora, sólo un momento. Oh Señor Dios, Creador de los cielos y de la tierra, Autor de la vida, envía
Tus bendiciones ahora mismo, rogamos, por medio del Nombre de Jesús.
72 Sólo un momento. Estén en oración silenciosa. Es una confusión. Veo a dos niñas pequeñas; aquí
vienen. Ahí está la gracia de Dios. Oh, aquí, es la niña sentada justo delante de mí. Ella tiene algo mal
en su garganta. Es la niña aquí. Sí. ¿No es así, señora? Vaya, ¿no se acaba de operar esa niña o algo
así? ¿Es eso correcto? ¿En la garganta? ¿Es eso cierto? Y ella no tiene algo, veo algo saliendo de sus
oídos. ¿Es eso correcto? Y ella tiene adenoides también. ¿Es eso cierto? Es Ud.... Ud. es la madre. ¿Es
eso cierto? Muy bien, levante la mano. Ponga su mano sobre el bebé, en el Nombre de Jesucristo, ve a
casa y que estés bien, hija.

73 ¿Desea vencer ese problema de sinusitis, Señor sentado allí? ¿Quiere vencerlo? Eso es lo que Ud.
tenía, porque lo veo sosteniendo su cabeza. ¿Es eso correcto? Póngase de pie. Vaya a casa ahora, y
que esté bien en el Nombre del Señor Jesús.

Aquí viene esa niña otra vez. Sólo un momento. Oh, aquí está la niña sentada aquí mismo. Esa niña
tiene algo mal con sus ojos, ¿no es así? ¿Es eso correcto? ¿Y no tiene ella algo mal con su garganta
también? ¿Es eso cierto? Ud. es la madre de la niña. Y Ud. tiene algo mal con sus ojos. ¿Es eso
correcto? Ponga su mano sobre ella. ¿Qué le hace sentir así? Cristo, el Hijo de Dios, la sana. Tengan fe
en Dios.

La señora sentada con diabetes, ¿quiere vencerla, señora? ¿Cree Ud. con todo corazón que Cristo le
sanará? Muy bien, señor, póngase de pie. Venza la diabetes en el Nombre del Señor Jesús. Tengan fe en
Dios.

74 Hay alguien, creo que es la dama que es segunda desde Ud., tiene algún problema intestinal o algo
¿Ahora Creéis? 16

así, algo mal en su intestino. ¿Cree Ud. con todo su corazón? Si lo cree, ¿cree Ud., señora? Póngase de
pie. Es un problema intestinal, colitis, con adherencias. Levante su mano así si eso es cierto. Vaya a
casa. Y Jesucristo le sana. Aleluya.

Claro, veo a estos niños pequeños aquí con polio y demás. ¿Qué acerca de la dama? ¿Tiene Ud. fe?
¿Cree Ud.?

Mire en esta dirección, papá. Míreme. Haga que ella gire de esta manera. ¿Me cree como el profeta
de Dios, señora? Yo no la puedo sanar, Ud. está acostada en una camilla. Pero Dios puede revelarme su
vida. ¿Lo cree Ud.? ¿Cree que soy el profeta de Dios? Ud. ha estado enferma. Ha tenido algo mal en sus
pulmones: neumonía, has tenido una recaída. Póngase de pie. Tome esa silla de ruedas, esa camilla, y
vaya a casa, que sea sana en el Nombre del Señor Jesucristo.

75 Un reto para mi Señor. ¿Quién le descreería, la Rosa de Sarón, el Lirio del Valle, la Estrella
Resplandeciente de la Mañana, el Alfa, el Omega, el Que era, Que es y Que vendrá, la Raíz y el Linaje de
David?

¿Están listos para ser sanados? ¿Creen Uds.? ¿Creéis esto? Pongan las manos el uno sobre el otro.
Dios Todopoderoso, Autor de la Vida, Dador de todo buen don, envía Tus bendiciones, oh Dios. Sana
en el Nombre del Señor Jesús. Y ahora, Padre, mientras estoy aquí, la hora se hace tarde; mi cuerpo
está débil. Oh Dios, Quien creó los cielos y la tierra, te estoy buscando para que hagas esto ahora. Tú
lo prometiste. Yo te creo. Hoy te he pedido.

Yo creo que recibimos lo que pedimos. Ahora, que el Espíritu Santo se mueva a través de esta
audiencia ahora mismo, y sane a cada persona aquí, Señor. Que los enfermos sean sanados en este
momento, en el Nombre de Jesucristo.

Ahora, Satanás, te conjuro, en el Nombre de Cristo, el Hijo de Dios, sal de cada persona aquí.
76 Todos Uds. que creen que están sanos en las sillas de ruedas en el... Aquí hay una dama que se
levanta de una camilla, caminando, glorificando a Dios. Todos Uds. que creen, póngase de pie y acepten
su sanidad. Ese problema de los riñones está sanado. Esa condición de espalda le dejó. El cáncer se ha
ido.

Cristo, el Hijo de Dios...

Sermones Por el
Rev. W.M. Branham
“...en los días de la voz...” Apoc.10:7

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