Está en la página 1de 1

Kim TaeHyung nunca se ha quejado de su vida.

Es más, la disfruta bastante a pesar de todo el cansancio que suele traerle el día a día, pero él cree
firmemente que una ciudad llena de edificios y aire contaminado nunca se podría comparar a
despertarse con un cielo despejado y la vista de un extenso campo verde, con aire fresco por
supuesto.

Vivía en una pequeña casa de madera junto a sus padres y tres hermanos mayores y una hermana
menor en plena adolescencia. A unos metros de la casa había un granero de rojo opaco el cual se
encontraba en remodelación desde hace unos días por lo cual se mantenía cerrado, un poco más
cerca tenían una gran cantidad de animales de granja que la familia cuidaba como sus más
preciadas mascotas, tenían gallinas, cerdos, vacas, caballos y un burrito.

Cuidar de aquellos animales era un trabajo arduo pero no lo era comparado a cuando se trataban
de los cultivos, ya que estos ocupaban hectáreas de terreno, se necesitaba más de una persona
para mantenerlos.

Aunque ya todos ahí estaban acostumbrados al trabajo constante

También podría gustarte