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FOTOCOPIADORA __Ficha de Publicado en Campo Grupal N° 83 A propdsito de. Lewkowicz. Ost- ‘bre 2006. Ficha de citculacign inten Sélo hay encuentros Maria Celia Labandeira "El dia que sepa qué da las gracias, lo sabré todo y podsé mori en paz” Jacques Derrida ET monolingtisno del ono. En el prefacio de Para leer E! Capital, Althusser dice que as como & patirde Freud comenzamos a sospechat lo que quiere decir escuchar, y ‘por lo tanto lo que quiere deci hablar ycallarse, e a partir de Marx que deberiamos comenzar a sospochar 1o que quete decir lee, y por lo tanto escribir. Yo agregaria hay que fue a partir de Ignacio Lewkowicz gue musiescomensanes 2 comprenier lo que qui dec pers, y or lo tanto exis. Lo conoci en a Facultad de Filosofia y Letras, durant los primeros aos de los 80. Ambos éramos estudiantes de la carera de Historia Lewhowica se destacabe en las clases por sus comentarios licidos y provovadores. Su gesto era geauin, sin poses. Le gustaba la figura del ‘ximoron. Quads porque le permitia comprender a serena ansedad. O cf aurdimiento que provocaba su vor cas inaudible cuando hacia algo- na de esas intervenciones con que aceraba enfrenarnos a un real iso- portablemente verdadero, Hl planteo de una hipOtesis, Ia configuracion de nlguna ides, cualguieca fuera, propia oajena, lo volvia radiante, La desolacion de su mirada lo hacia particulermente intenso, Coneebia la angustia como condicién de posiblidad pera tx emergencia de un pen famiento nuevo que inauguraexisencia y no como la escena drat de unespecticulo supertiuo -ése que gozamos secretamentecusnde no Tepresentamos como victimas. Cuando un sujeto se decide 2 pensar angustiapensingose en ella, establece las condiciones para atvvesn fundindose a si mismo en esa nueva préctca de pensamiento, Sin ‘toro, Mucho tempo después supe que ésta habia sido pare mi si mera ensefianza, Yo comenzaba asi a comprender [activa pater subjesivante del pensamiento. Un pensamiento que deja buella on oi lo pionsa porque lo. transforms ‘evemediablemente en ott, Pes Exist Pasaron algunos aos. Una tarde Lewkowicr flamé & mi case vitarme a participa de un grupo de estudio que él mismo dict FL Cepital. cepts la propuestay legue puntul a I primera clase sibado por la maana, Nos reurimos en su casa de Rivadavie y Med 1. En aquel momento yo ni siquiera podie imaginar el cadetr inaugo ral que esa experiencia tndria on mi vida. “Estamos estudiando Mare’, les contaba # mis compaferos de fucultad que 0 s© fabis anotado en el cuso dels sibados. Pero un Marx que en poco 0 naa se pparecia al que ensefaba la Academia y la militecie parce Lewkowice proponia una lectra singulas, Pertrbadora. No debs rs {n,n Io imposible para que logriramos plantear nuestas propias Dreguntas a los textos que ibamos estudiando. Preguntas desde el Sencanto, Pro persistentes. Formuladas a partir de nusstras nuevas complejassiuaciones. Sin tibutacin alguna a problemticas heed das. En es0s af aprendia pensar el discuso marxiste buscando con prender en lin singularidad de sy enunciacién, No se taba de desc nocer ls efectos que los textos de Marx y ef marxismo posterior habian provocado en ef pasado, Sele rendian todos los *honores” a cada uns de sus "gloras”. Pero era imperioso evaluar su efcaca actual para di ‘cuenta defo nuevo y, de no pasa stefctoriamients la prutha, a= ‘se. asumir su agotamiento einaugurar un penssmiento propio. Un en ‘samlento que no enmascare su impotencia refugidadose en la repticicn de rtuales consagrados. Un pensamiento que se ariesgue & penst 3 propio imposible aunque después de hacerlo debs, incluso, renanciar + Bou _ 'éto hay encuentros | mismo y ensayar alguna otra forma de existencia Entonoes entent Soino nunéa antes aquella famosa sentencia mariana sobre fares y ta- sgt Sab ahora la diferencia entre serie y acontecimiento. La pricti- ~ de penstmiento que Lewkowiee proponia pronto me hizo eompren- ‘er que pir poder seguir pensando yo tenia que renanciar alo que me isgaba ya penstdo por otfs, en stuaciones ajenas alas mias. A. pesar jean resistencia, la entidad matista que en gran parte me constiuia "me peometia una seguridad gaansizade comenz a fracturarse de mo- {otremediale. Ichisoarasiraba con ela en su cada acta idetida- Ice mds antiguas que, ingenuamente, yo crea haber podide desalojer “rave al manxismo™ cuando, en realidad, lo Gnico que habia logrado cr reacomodaslas para que quedaran inactas. Descubria ahora que, Sungue cenovado, mi sistema de idenificaciones ain conservaba si ‘lida consistencia. ¥ yo, einicamente, me habla amparado en ells por saor al efecto devastador que cualquier otra novedad pudiera prover ‘arme Enperimenté esa extra incomodidad que produce aquello que cisndo entrafablenente familia comienza a resullarajeno. Conor’ lo ‘niet, Pero no en lo *horrores del mundo” que insistiaen denunciar ‘om progresstay mezquia indignacién sino en la intimidad de mi pro- ‘pa cect. Me defendi como pude y en vano intent inutiles coats Iss de reaseguro. Lewkowicz lo advert, pero sabia acompafarme, Siempre supo hacerlo. Ni siguera hoy siento que me abandona a mi suerte. Yo habia hureado en mi propia trama, pero del lado del revés, Habis examinado no slo Tos pensamientos que me constiuian también los dspositives que los producian y reproducian en serie. Y ‘tenia su costo, Algo de mi no ress esta nueva mirada, Por prime ‘ver advert el gran laste de repetcion que puede albergar una pre- ‘ena novedad. Apeends ponerme a mi mista bajo sospecha. A des- ‘ofr dela confortable seguridad de mis certezas, de los indulgentes “elatos con los que todavia inssto en contarme mi propa historia. stu ‘anda las operaciones de pensamiento de Marx en las diversas stua- ‘ones de eis intervenciones teorio-politicas, Lewkowiez me habia cet sh que Yo bain « pn mi pri pens, Maria Cella Labandera 2 [No tardames mucho en comenzar a estudiar a Louis Althusser. O por lo menos eso fue lo que yo hice: me anoté en todos los cursos que LLewkowice dictaba sobre él. Todavia recuerdo el impacto que me pro- Ajo a tess de los AparatosIdeoldgica de Estado. Las cosas para mi ‘ya no seran las mismas después de esa idea. Comprendi entonces que ‘1 Marx que dscutiamos en los grupos de estudio era producto de ia lectura de Althusser. Pero también aqui la apropiacion singutar:leiamos 4 Mar que ley6 el Althusser leido por Lewkowiez. Dicho de otro mo- do, Lewkowiezensefba a ler las operaciones de lectua en que se va constitayendo un pensamiento. Lemos a Marx a pati de [a lecturas de Althusser. Leiamos a Althusser a partir dela Tectura de Lewkowiez, Lectura de lectura. Lewkowicz ponla el acento en la empresa de per samient althassriana. No enseiabs el Althusser de la doctrine parti in comunista sino equé! que se proponia pensar més alls de sus eondi- clones, pero no para negaras o renegar de elas sino para asuirias plenamente y ast poder suplementarias con sus propias tess. Desde et partido, mis alls del partido, Para Levkowiez, Athusser mostraba e5- yo un pensamiento se consiuye a si mismo como pensamiento situs ional: slo puede pensar partir de sus determinationes y no desde ‘una lusoriarepresetacion de so desde una la abolicion wtpica de las ‘exigencias que lo emplazan. ¥en esa creacién de si mismo, sélo puede fer fiel «propia préctica pensante, dejindos andar hasta donde le ‘mic, sin clausurar su impredecible punto de ia legada. i, Althusser fsumia Is identidad comunista, pero ponia las condiciones teéricas para catallaia, El pensamiento no se detene en ningin sistema cerrado de saberesy convicciones, No devine identitaro. No transmite, produce, ‘No confirma, subvirte. Asi aprendi a mantenerme alert de ni misma ya desactvar a fa “persona” que creo “see” para poder der lugar aos fujelos en que voy existiendo, Pensamionto que se piensa. En fidelidad {la practice de pensar y no a a repetcidnconfirmacién de lo pensado, EE pensamsiento como préctica de subetvacion. La subjeivide sin la deologia dl aujto, Pensa. Exist. Siauieron otros estos, Pero siempre el retomo a Althusser. Sus textos ro cesabaa en convocarme, Después de un tempo decid! suspender los ‘encuentos sisteméticns de los grupos de lestura, Segui en didlogo con 'élo hay encuentros Lewkoicz, pero ahora a pair de inguietuds esposificas al interior de ii practca profesional, Me dediqué a mis clases de historia en la es- cela secundaria y tora police en la universidad. Sin poponéselo, “Lewkowicz tambiéa me habla ensebado mucho del oficio de ensfar. COrganizaba su grupos de estudio como experiencias de pensamiento Procuraba que algo nuevo ocurtiere ali. Concebia su clases como si- tuaciones en sf mismat que se justiiceban en su propia inmanencia, Evita la transmision de saberes —aunque no careca de ellos Preferia Ta fecunds producciOn de ideas, Ideas individuals y colectivas. Cua ‘quiera fuer su naturales. Pensabe y caminaha en sus clases. Daba ‘welts, se detenia por un momento y volvia a ponerse en marcha. Se ‘mavia como pensads, Como sitemiera que al detener su andar, también prudiera quedar detenido su pensamento, congelado en alguna est corteza identitaria, Se entusasmaba con cualquier atsbo de hipotess y sin demoras, casi con desesperacién, lo convertia en un pensamiento icido, active, siempre bello. Hoy, en mis clases, sigo ensayendo su forma, Las “pesplejs"instiucfones eduativas, con graves difcultades ara generar eleetos de sentido, no son ajenas a "desfondamiento” pro- pio de estos “tiempos de fuidez”. Comprendi que la producciin de pensamient individual y colectivo puede ser una forma de habitarlas para lot sujetot 0 inluida- que pasan por ella. Pensa. Exist. Durante estos aos segul estudiando a Marx y a Althusser, pero desde ‘otras perspectivas. Si con Lewkowicz habia aprendido ‘s pensar la ‘enunciacidn de ls textos marsianos y no a buscar Ia confirmacién de sus enuneiados, ahora comprendo que para dar cuenta de esa singulari- ‘dad enuncativa sobre Ia que insist, es imprescindible someter esos, ‘mismos textos a un andisislinghstico y discursivo. En relacion con “Althusser, me concentré en le producciin de sus tltimos diez afos. ‘Tiempo en el que Althuster adhiri alo que dl mismo denomind “mmate- ‘ialgmo del enoventra” o “materialise aleaoro”, lo cual le permits seguir pensando més alé dl propio marxismo, Esta “corrente ste rranea” que recorte la historia dela flosofia implica una nueva y pro- ‘vocadora “poscion” Gloséfiea que, al incorporar el principio de lo “aleatri, pore en tens y obliga a repensar algunas de las eonels- ones althiserianas mas clsias, Maria Celia Labandeira ; 'EI“mterialismo del encuentro”, configurado a partir del clinamen de los atmos de Epicuro, se basa en la intespretacion de una nie prope. scion: ay, ¢ interviene tericamente dando cuenta de culeuier =~ ‘enti aletorio que haye teido lugar, “Ievanta acta” del hecho con ‘umado y piensa la contingencia de su necesidad como efecto le cesidad de su contingencia Algo ocure: encuentos. Y sélo unt vez Droducido el encuentro, nana antes? un mundo toma forms, se c= {rutura un orden a partir de sus elementos. El enovertroinavaira, 3 0 ver, una determinade forma de seres, en una determinada forma deo» ‘den, con un determinado sentido, pero Ja determinacién solo es pen ‘duct de la estructura del encuentro de sus elementos y no de Tos eo ‘mentos en si mismos antes de al encuentro, Elser de fos elemento> co Aleatoro, nunca necesrio ye que solo son en tant posibilidad de ss » pari del encuentro y no antes, Po lo tant, no habria ni igen, n aw 54 a azin, ni sentido, ni fn, ni soto que haga exis lo que has ebido al fondo aleatorio sobre el que se sostienen, las leyes de wr ‘mundo pueden cambiar sin razbn intligible y cada instance ya que la Ssorpresa adviene en un encuentoimpredecibe, haciendo posible «| comienza de otro nuevo mundo. La “filosofia del encuentra” permite pensar ai el acontecimiento. x ‘novedad radical, a singulardad enunciativa que subviete i ere ce ic ‘estado de situcion. Si en tus tltimos textos Althusser habia lope pensar mis alli de si mismo, las hipétesis de Lewkowice sobre Is “aubjetividad en fa fuidez” y el “pensamiento situacional” logran po~ ‘enciar su pensamientotardio y conduct a donde ni siqiera el prop Althusser podia prever. Nuevamente, Jectura de leetura. A donde o pensamiento queralovarnos. Ninguna identided a resguardo, Solo en ‘Guetzos por habitar.Pensr. Exist Pengo estas notas como una suerte de registro de inventaro que bu “evantar acta” de un “encuentro” aleatori y decisivo para mi. Mi n= ceueatro con Ignacio Levkowicz Con quien todo empezs,

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